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Sindrome Geriatrico Ulceras Por Presion

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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

Facultad de Medicina Humana

SINDROME GERIATRICO: ULCERAS POR


PRESION

CATEDRA: Geriatría
DOCENTE: ZEGARRA SALVADOR, DENNIS
ISMAEL ALUMNA: VIVAS VEGA, JULIANA
INTRODUCCION

La úlcera por presión (UPP), es una lesión de origen isquémico, localizada en la piel y tejidos
subyacentes con pérdida de sustancia cutánea producida por presión prolongada o fricción
entre dos planos duros . Son un problema grave y frecuente en personas de edad avanzada,
representan una de las principales complicaciones de las situaciones de inmovilidad y su
manejo adecuado constituye un indicador de calidad asistencial.

La incidencia y prevalencia de las UPP varía ampliamente dependiendo de su ubicación.


Diversos estudios estiman que entre un 3-11% de los pacientes que ingresan en los hospitales
desarrollan UPP; cerca del 70% de éstas se producen en las primeras dos semanas de
hospitalización.
La incidencia de UPP en la comunidad se cifra en 1,7% anual en edades comprendidas entre
los 55-69 años y 3,3% entre 70-75 años.
FISIOPATOLOGIA
PRESIÓN

Es la fuerza ejercida por unidad de superficie


perpendicular a la piel; debido a la gravedad,
Las UPP se producen como consecuencia del aplastamiento tisular entre provoca aplastamiento tisular que ocluye el flujo
una prominencia ósea y la superficie externa durante un período sanguíneo con posterior hipoxia de los tejidos y
necrosis si continúa. Representa el factor de riesgo
prolongado. La presión capilar máxima se cifra en torno a los 20 mm Hg, y
más importante.
la presión tisular media entre los 16-33 mm Hg. Presiones superiores
ejercidas sobre un área concreta durante un tiempo prolongado FRICCIÓN
desencadenan un proceso isquémico que, si no se revierte a tiempo, origina
la muerte celular y su necrosis.
Es una fuerza tangencial que actúa paralelamente
En la formación de la UPP parece tener más importancia la continuidad en a la piel, produciendo roces por movimiento o
la presión que la intensidad de la misma, ya que la piel puede soportar arrastre. La humedad aumenta la fricción aparte de
presiones elevadas, pero sólo durante cortos períodos de tiempo, por lo que macerar la piel.
se puede afirmar que la presión y el tiempo son inversamente
proporcionales. DE PINZAMIENTO
VASCULAR

Combina los efectos de presión y fricción; por


ejemplo, la posición de Fowler que provoca
presión y fricción en sacro
FACTORES DE RIESGO • Lesiones cutáneas: envejecimiento y patológicas.
• Trastornos del transporte de oxígeno: Insuficiencia vascular periférica, estasis venoso,
trastornos cardiopulmonares.
• Déficit nutricionales: delgadez, obesidad, anemias, hipoproteinemias.
FISIOPATOLOGIC • Trastornos inmunológicos: cáncer, infección.
• Alteraciones del estado de conciencia: fármacos, confusión, coma.
OS • Déficit motor: ACV (accidente cerebrovascular), fracturas.
• Déficit sensoriales: pérdida de la sensibilidad térmica y dolor.
• Alteraciones de la eliminación: urinaria y fecal.

• Inmovilidad impuesta por tratamiento.


DERIVADOS DEL • Tratamiento inmunosupresor: radioterapia, quimioterapia.
TRATAMIENTO • Sondajes con fines diagnósticos o tratamiento.

• Falta de higiene.
• Arrugas en la ropa.
SITUACIONES • Objetos de roce.
• Inmovilidad por dolor, fatiga.

• Falta o mala utilización del material de prevención.


• Desmotivación profesional por falta de formación y/o información específica.
• Sobrecarga de trabajo.
DEL ENTORNO • Falta de criterios unificados en la planificación de las curas.
• Falta de educación sanitaria de cuidadores y pacientes.
• Deterioro de la propia imagen de la enfermedad
VALORACION CLINICA

 Las úlceras por presión no cicatrizan a menos que las causas de fondo sean tratadas
eficazmente.

 Una valoración general debe incluir la identificación y el tratamiento efectivo de la


enfermedad, los problemas de salud, el estado nutricional, el grado de dolor y los aspectos
psicosociales que puedan haber situado a la persona en riesgo de desarrollar UPP.

 Todos los pacientes deber ser evaluados mediante escalas de valoración de riesgo con el
objetivo de iniciar cuanto antes las medidas de prevención.
VALORACION  Este riesgo debe ser revalorado a intervalos periódicos y cuando se produce algún cambio
DEL PACIENTE en el nivel de actividad o movilidad.

 La escala de Braden y la escala de Norton, son los instrumentos más utilizados para
identificar a los pacientes de edad avanzada con riesgo de desarrollar UPP.

 La escala de Braden tiene una sensibilidad del 83-100% y una especificidad del 64-77%; la
escala de Norton tiene una sensibilidad del 73-92% y una especificidad del 61-94%.
 Otras escalas son: Waterlow, Arnell y las derivadas de Norton (la escala de Gosnell, de Ek,
de Nova-4, de Emina y la de Norton).

 Las pruebas imprescindibles de laboratorio incluyen: hemograma, coagulación, VSG y


bioquímica completa.
VALORACION DE LA
LESION
a) Localización y número de lesiones: Los trocánteres, el sacro, glúteos y talones son las
localizaciones más frecuentes.

b) Estadio: Tener en cuenta su aspecto externo.

ESTADIO I: ESTADIO II: ESTADIO III: ESTADIO IV:

Ulcera superficial que tiene aspecto de Pérdida total del grosor de la piel que Pérdida total del grosor de la piel
Eritema cutáneo que no palidece. En con destrucción extensa, necrosis
abrasión, ampolla o cráter superficial. implica lesión o necrosis del tejido
paciente de piel oscura observar edema, del tejido o lesión en músculo,
Pérdida de piel de espesor parcial que subcutáneo, que puede extenderse hacia
induración, decoloración, calor local. hueso o estructura de sostén. En
involucra la epidermis, dermis o ambas. abajo, pero no por la fascia subyacente.
este estadio, como en el III, pueden
presentarse lesiones con caverna,
tunelizaciones o trayectos sinuosos
c) Área: Registrar el diámetro de las lesiones circulares y las longitudes perpendiculares mayores de las
lesiones irregulares.

d) Profundidad:
— Grado I: Afecta epidermis y deja expuesta dermis subyacente.
— Grado II: Afecta toda la piel hasta la grasa subcutánea.
— Grado III: Llega hasta la fascia profunda.
— Grado IV: La necrosis abarca músculo y llega a afectar articulaciones y hueso.

e) Secreción de la úlcera: Estimar la cantidad, identificar el grado de olor y purulencia.

f) Tejido existente en el lecho ulceral: Si existe tejido de epitelización, de granulación, esfacelado y/o
necrótico, y tunelizaciones o fístulas.

g) Estado de la piel perilesional: Diferenciar la celulitis del eritema circunferencial que rodea la mayoría de
las heridas en vías de cicatrización; buscar dolor, calor y enrojecimiento.

h) Presencia o ausencia de dolor relacionado con la lesión


COMPLICACIONES
a) Locales: Originadas por la progresión de la necrosis llegando a afectar a las
articulaciones y originando fístulas y hemorragias graves. La infección se
deberá sospechar en toda úlcera grado III y IV y en las superficiales con
enrojecimiento de la piel en la zona que rodea la úlcera o la supuración de la
herida. La osteomielitis se debe sospechar ante úlceras de evolución tórpida,
COMPLICACIONES PRIMARIAS: sepsis y leucocitosis sin otra causa. Otra de las complicaciones que puede
condicionar el manejo y tratamiento es el dolor.

b) Sistémicas: Entre las que debemos destacar la anemia, sepsis, amiloidosis


secundaria, endocarditis, tétanos, carcinoma de células escamosas, fístulas,
complicaciones del tratamiento.

a) Algunas son de origen económico, como la mayor estancia hospitalaria y el


COMPLICACIONES SECUNDARIAS: aumento del costo asistencial; y otras de tipo clínico, como el retardo en la
recuperación y rehabilitación, las infecciones nosocomiales y la yatrogenia.
PREVENCION

CUIDADOS DE LA PIEL CARGAS MECÁNICAS

 El objetivo consiste en mantener y mejorar la tolerancia  La cabecera de la cama debe encontrarse en el


tisular a la presión para prevenir una lesión. Se debe grado más bajo de elevación posible compatible
realizar: con los problemas médicos.
 Inspección sistemática de la piel una vez al día por lo menos.  El uso de ropa de cama para mover al paciente
 Limpiar la piel con agua tibia y jabones neutros para disminuye las fuerzas de fricción y rozamiento.
minimizar la irritación y resequedad de la piel. Deben realizarse cambios posturales cada dos
 Minimizar los factores ambientales que producen sequedad horas evitando el contacto directo entre las
de la piel. prominencias óseas con almohadas o cualquier
 Tratar la piel seca con agentes hidratantes. otra superficie blanda.
 Evitar el masaje sobre las prominencias óseas.  Los pacientes sentados deben cambiar el lado
 Evitar la exposición de la piel a la orina, materia fecal, que soporta el peso cada 15 minutos si lo
transpiración y drenaje de la herida pueden realizar por sí mismos. Si no fuera así, se
 Reducir al mínimo la fricción y rozamiento mediante técnicas debe hacer sistemáticamente cada hora.
adecuadas de posición, transferencia y cambios de posición.  El uso de flotadores o similares para sentarse
 Tratar la desnutrición y mejorar la movilidad. está contraindicado.
 Ejercicios pasivos y activos que incluyen desplazamiento
para disminuir la presión sobre prominencias óseas.
SUPERFICIES DE APOYO

A los pacientes con riesgo de desarrollar UPP debe colocársele


un dispositivo de apoyo que disminuya la presión. Existen dos
tipos:
 Estáticas: hule espuma, aire estático, gel o agua o su
combinación.
 Dinámicas: aire alternante, pérdida limitada de aire, aire
fluidificado.

Los dispositivos estáticos son menos costosos y se consideran


apropiados para la prevención de las UPP. Se tomaría en
consideración una superficie dinámica ante dos situaciones:
 Tocar fondo: cuando la superficie estática comprimida mide
menos de 2,5 cm.
 Paciente con alto riesgo de UPP y con hiperemia reactiva en
una prominencia ósea, a pesar del uso de una superficie
estática de apoyo.
TRATAMIENTO
1. Valoración general del enfermo: La evolución de las heridas cutáneas está a menudo más influenciada por el estado general del
paciente. También influyen la inmovilidad y el soporte informal, así hay que prestar especial atención a:
Prevención: Todas las medidas encaminadas a
evitar que aparezcan las escaras siguen siendo
iguales o más importantes durante el
tratamiento, van a contribuir a la cura y
prevendrán la aparición de nuevas lesiones.

Estado nutricional: Un buen estado nutricional


es fundamental tanto para la curación y
cicatrización de las heridas crónicas, como para
disminuir el riesgo de infección. La úlcera es una
situación de alto gasto energético y proteico,
requiere además buena hidratación y aportes
más elevados de determinados nutrientes como:
Zn, Cu, Fe, arginina, vitaminas A, C y complejo B.
Conviene mantener un buen estado nutricional
(habitualmente difícil en estos pacientes,
muchas veces hay que recurrir al uso de
complementos nutricionales).

Enfermedades concomitantes: Las múltiples


enfermedades que acompañan a menudo a
estos enfermos van a dificultar seriamente la
cura de las úlceras, por lo que, un buen control
sobre éstas, en la medida de lo posible, nos va a
ayudar siempre a su curación.
2. Curas Dependen del estadio de la lesión, la presencia o no de infección o de cavitación. Hay una gran variedad de productos en el
mercado, y muchas veces es más decisiva y curativa la experiencia y conocimientos del personal que la realiza que el producto en sí. Hay
que revisarla cada vez, aunque conviene mantener el mismo tipo de cura una o dos semanas antes de ver si ésta es efectiva o no, y valorar
situaciones concomitantes que retrasen la buena evolución de la úlcera .

 Limpieza de la lesión.
 Ácidos grasos hiperoxigenados
Mepentol.
 Evitar la presión.
ESTADIO I
 También están indicadas las barreras
líquidas o los apósitos
semipermeables, si alto riesgo de
ulceración poner hidrocoloides.

 Si flictena perforar con seda.


 Algunos autores sugieren que la
ESTADIO II
irrigación con fenitoína podría mejorar
la evolución de la úlcera.
a) Desbridamiento: El tejido necrótico en las úlceras favorece la infección e impide la curación,
por lo que retirarlo es primordial. Hay distintos métodos no excluyentes entre sí, que se
pueden usar concomitantemente.

 Cortante o quirúrgico: Requiere técnica estéril. Deberá realizarse por planos y en diferentes
sesiones, siempre comenzando por el área central, procurando lograr tempranamente la
liberación de tejido desvitalizado en uno de los lados de la lesión. Si sospecha de infección y
ante el riesgo de bacteremia usar antiséptico tópico antes y después del desbridamiento.
Dejándolo actuar al menos durante tres minutos, pueden disminuir la acción de la lidocaína.
Prevenir el dolor con analgésico tópico (gel de lidocaína). Hay alto riesgo de sangrado local,
ESTADIOS III Y IV
hacer hemostasia con compresión o epinefrina. Tras el desbridamiento, realizar cura seca de
8 a 24 horas.
 Químico o enzimático: en pacientes que no toleren el anterior. Agentes proteolíticos y/o
fibrinolíticos como la colagenasa, que favorece el desbridamiento y coagulación. Se
recomienda proteger la piel perilesional y cura húmeda sobre el agente desbridante.
 Autolítico: se realiza con cualquier apósito de cura húmeda y en especial los hidrogeles.
Factores que favorecen la actuación de fibrinolíticos y colagenasas sobre los tejidos
desvitalizados. Representa un desbridamiento más lento y menos molesto al paciente y no
requiere personal especializado.
 Mecánico: En desuso por ser traumático y poco selectivo. Se trata de curas secas con
arrancamiento del tejido al retirarlas, fricción e irrigación.
b) Limpieza de la herida: Siempre con suero salino isotónico. No usar nunca antisépticos tópicos; son productos
citotóxicos para el nuevo tejido y su uso continuado puede provocar problemas sistémicos por su absorción. Evitar la
fricción en la limpieza y el secado.

c) Prevención y abordaje de la infección: Aunque todas las úlceras están en principio contaminadas, en la mayoría de los
casos, una buena limpieza y el desbridamiento pueden prevenir la infección. Si a pesar de éstos persiste más de 2-4
semanas, se recomienda iniciar cura con antibiótico tópico [sulfadiacina argéntica, AC fusídico, metronidazol] o con
apósito de plata con malla de carbón activado. De persistir sobreinfección más de dos semanas, se recomienda realizar
cultivos bacterianos con aspirado con aguja fina o biopsia cutánea y valorar tratamiento específico según el paciente, su
estado y el de la lesión. Estaría indicado el tratamiento sistémico si hay bacteremia, sepsis, celulitis avanzada u
osteomielitis.

d) Cura húmeda: Las evidencias científicas disponibles muestran mayor efectividad clínica y relación coste-beneficio de la
cura en ambiente húmedo, frente a la cura tradicional. El ambiente húmedo previene la deshidratación tisular y la
muerte celular; promueve la angiogénesis, estimula la eliminación de fibrina y tejido muerto y permite la interacción
celular y de factores de crecimiento para la cicatrización. De nuevo, para elegir el apósito, hay que valorar el paciente y la
úlcera, sobre todo la presencia de infección, cavitación y/o tunelización y cantidad de exudado. Las cavidades han de
rellenarse entre la mitad y tres cuartas partes con productos de cura húmeda, para evitar que se formen abscesos o
«cierre en falso». La frecuencia del cambio de apósito dependerá de sus características, recursos al alcance y exudado de
la úlcera. Algunos productos pueden combinarse entre sí. No existe el producto ideal.

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