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Atahualpa

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ATAHUALPA

RESCATE Y MUERTE
CONQUISTA DE CAJAMARCA

Dura ascensión a los Andes y


llegada a Cajamarca
Cajamarca representaba entonces para Pizarro
el Perú entero, pues en ella tenía que vérselas
con el inca victorioso Atahualpa, que por las
informaciones que había ido recibiendo era un
emperador inteligente ,ducho en el arte de la
guerra y muy cruel y vengativo.

El 8 de noviembre de 1532 debió de ser el inicio de


la ascensión de los Andes.
RAZONES QUE PERMITE ATAHUALPA EL INGRESO DE LOS
ESPAÑOLES

La primera porque seguramente no sabría por


donde seria la subida de Pizarro a Cajamarca.

La segunda, la principal, porque no creía que


un ejército tan pequeño pudiera constituir para
el ningún serio peligro.
Según Garcilaso era un hermano de Atahualpa,
llamado Tito Austachi.

Este había averiguado que aquellos


extranjeros eran “unos ladrones
barbudos ,salidos de la mar, caballeros en
unos carneros ,como los del Collao ,los
mayores de esta tierra, y que eran muy
miedosos. Con esto se aseguró y no les tuvo
en nada, porque si los tuviera en algo
enviara a la gente a la subida de la sierra,
que es una cuesta de más de tres leguas
muy agra”.
Estete nos da más detalle de esta
intención y plan de Atahualpa: se supo
y averiguó que su intención era vernos
y preguntarnos de donde veníamos e
quien nos había echado allí y que
queríamos, porque era muy sabio y
discreto, y aunque sin luz y escritura
amigo del saber y de sutil
entendimiento: y después de holgádose
con nosotros, tomarnos los caballos y
las cosas que al él más le placían, y
sacrificar a los demás.
Antes de entrar a Cajamarca,
Pizarro quiso enviar a Atahualpa
su último embajador a un indio
tallán , para comunicarle su
llegada, con sus intenciones de paz
y amistad y de transmitirle el
mensaje que le trae del gran
Monarca de España, con el
anuncio del verdadero Dios.
Antes de hacer la entrada
en Cajamarca les llega a
los españoles un mensajero
de Atahualpa con la orden
de que se ocupen los
aposentos señalados y se
cuiden de entrar en la
fortaleza. Pizarro dispone
enseguida que allí se
instale la artillería.
La entrada en la ciudad fue el viernes 15 de
noviembre, a la hora de vísperas, a primera
hora de la tarde. Estaba desierta. Solo
quedaban en algunas casas algunas mujeres
preparando chicha.
Fuera de la ciudad a la falda de
una sierra , aparecían una multitud
de tiendas ,donde se albergaban los
guerreros de Atahualpa.
La expectativa ansiedad de los
españoles tenis que ser grande.
Había por lo menos cien indios por
cada cristiano .

Y aunque todos estaban resueltos


a luchar, comprendían que todo su
esfuerzo sería inútil, sin una
ayuda extraordinaria de Dios; y
todo lo esperaban de Él, dice el
LA ENTREVISTA CON
ATAHUALPA
Instalados los soldados españoles en
los aposentos, Pizarro pensó en
concertar una entrevista con
Atahualpa para el día siguiente,
invitándolo a cenar, y escogió a
Hernando soto para esta
misión .Todo esto había que hacerlo
en la tarde, antes que anocheciera.
Con Soto había ido también el
intérprete Felipillo para
transmitir al inca en quechua el
mensaje de Pizarro e invitarle a
cenar para el día siguiente.

Llegaron a los baños del Inca, donde residía


Atahualpa, y por más avisos que le pasaron les
hizo esperar mucho, sin salir él, ni permitir que
entraran.
Por fin los dejó entrar en su
palacete .Soto le dirigió el
saludo y mensaje de Pizarro
que tenía preparado; y le
invitó a cenar en nombre
del gobernador .Atahualpa
se mostraba indiferente sin
contestar ni una sola
palabra .Después de un arto
de silencio, ordenó a los
suyos que descorrieran la
cortina.

Aceptó la invitación de Pizarro y les dijo que iría


por la mañana a donde ellos estaban.
El capitán Soto, un poco alegre con la
chicha alcoholizada del inca y viéndolo a él
también ya lo mismo, bastante hablantín, se
atrevió a invitarle a presenciar unas
maniobras con su caballo blanco.

Lo primero que hizo soto después de montar en su caballo


tan diestramente, fue meterle espuelas y hacerle corre a todo
galope por aquel improvisado campo de equitación.
En cambio entre sus guerreros se produjo la
primera alucinación colectiva, prenunció de
lo que iba a suceder al día siguiente en la
plaza de Cajamarca. Un buen grupo de ellos
se llenó de pánico y huyeron despavoridos.
Atahualpa los hizo traer aquella misma tarde
a su presencia. y para escarmiento y
disciplina en su ejército mató aquella misma
noche a 40 de los principales y más cobardes
de ellos.
De esta entrevista con Atahualpa ambos
sacaron la conclusión de que el peligro
en que estaban era muy grave, tanto por
la desigualdad numérica de soldados,
que según sus cálculos eran 40.000 los
guerreros que tenía el inca en Cajamarca
y sus alrededores, que correspondían
250por cada soldado español.
Atahualpa al día siguiente, al parecer
el plan pacifico .Esta noticia última
fue especialmente para el gobernador
Pizarro un signo de esperanza para su
plan estratégico, que enseguida
atribuyo a un designio provincial de
Dios.

De todas maneras, aunque el gobernador


veía ciertas ventajas estratégicas de poder
entrevistarse con el inca en la plaza, como
había ofrecido, como no le constaba cierto
si vendría en plan de paz o de guerra
abierta, y si estaría maquinando al mismo
tiempo algún ataque sorpresivo.
Lo primero que hizo Pizarro fue
establecer un cuartel general en la
fortaleza; y a todos sus soldados y
caballos esconderlos en los galopes
vacios de la plaza .y en vista de que en
aquella noche del 15 de noviembre
nadie podía dormir por el nerviosismo
y el miedo, pues “fue de espanto” al
decir de Herrera , ” El buen viejo del
gobernador, según Mena, esforzaba
todos paseándose entre ellos “; y les
echó un sermón de confianza en Dios.
VICTORIA PROVIDENCIAL Y
PRISIÓN DE ATAHUALPA
El sábado 16 de noviembre de 1532
amaneció en Cajamarca lleno de
presagios para uno y otro ejército.
Pizarro, después de una junta con
sus capitanes, dispuso a todos en
orden de batalla. Los dividió en
tres secciones al mando de Soto,
Belalcázar y Hernando pizarro.las
tres aguardarían escondidas en los
grandes edificios vacios de la
plaza, para salir las tres al mismo
tiempo, a la señal convenida de
agitar un pañuelo o bandera
blanca o del toque de trompeta.
En el campamento del inca se El emperador inca no tenía
hacían con mucha calma los prisa ninguna, seguro como
preparativos para la entrevista estaba del triunfo. Antes de
ofrecida en la plaza de poner en movimientos a
Cajamarca. Atahualpa estaba todos sus guerreros le
alegre y de buen humor, porque arengó y les repitió una y
el gran sacerdote de otra vez que aquellos
Pachacámac le había extranjeros no eran seres
presagiado un triunfo completo superiores, que eran
contra los extranjeros y contra mortales y que sus caballos
Huáscar. se parecían a las llamas, que
llevaran armas ocultas
debajo de las camisetas.
El gran cortejo imperial fue avanzando lentamente.

Atahualpa de pie en su litera, al no


ver desde su altura ningún barbudo
cristiano. Preguntó a sus capitanes y
consejeros que donde estaban ; y
después de ir varios a ellos hacia los
aposentos le contestaron” se han
escondido todos de puro temor”.
En el preciso momento en que
Atahualpa se disponía a
desarrollar todo el plan secreto
que tenia, asomó el padre fray
Vicente Valverde, con su hábito
blanquinegro de dominico, con
una cruz en la mano y un libro
en la otra, que para unos fue
breviario y para otros la sagrada
biblia .Venía acompañado del
soldado Hernando de Aldana y
del intérprete Martinillo.

Esta primera entrevista del P.Fray Vicente con el inca


Atahualpa fue trascendental.
Es la primera vez que el Perú
incaico con todo su acervo
cultural de historia y divinidades
falsas se encuentra con la idea del
verdadero Dios y la salvación
traída a la tierra por su hijo
Jesucristo.
El P. Vicente venia como delegado del
rey y del gobernador español para hacer
el requerimiento oficial a
Atahualpa ,cumpliendo así con una ley
hispana y con la obligación que tienen
de evangelizar y cristianizar a las
gentes del nuevo mundo americano ,
por encargo del vicario de Cristo,
Obispo de Roma.
El recibimiento que le hizo el Inca no
parece que fuera muy cordial y cortés
desde el principio.

El dominico no se inmutó ni por los gritos, ni


menos por reclamos del inca. Como
representante de Cristo sacó de su libro saco su
libro la fórmula del requerimiento y comenzó a
anunciarle al verdadero Dios, creador del
universo y de todas las cosas visibles e
invisibles, que había enviado a la tierra su hijo
Jesucristo para redimir el género y que había
muerto en su cruz, como aquella que tenía en
sus manos, para salvar a todos los pueblos.
Atahualpa, llegó un momento en
que no pudo resistir mas su
impaciencia y le interrumpió el
discurso para preguntarle que de
donde sabia y quien El padre le mostró el libro que tenía en la
había hablado mano y le dijo que en él se contenía todo lo
de todo aquello. que él le había comunicado. El Inca se lo
pidió para hojearlo atentamente, lo miró
por un lado y por otro, y hay cronistas,
según Porras Barrenechea que afirman que
se lo llevo al oído, para ver si hablaba,
porque así fue la traducción que hizo el
intérprete de la expresión del Fraile, de que
allí en el libro se hallaba contenida la
palabra de Dios. y al no oír ni ver en el
nada de lo que había dicho, lo despreció y
lo tiro con despecho e ira al suelo , sobre
los circunstantes.
Informado puntualmente Pizarro por el
padre de lo que había sucedido en la
entrevista con Atahualpa, estimó, sin
presión de nadie, como único
responsable, que

ya no se podía esperar más; y había


llegado la hora de poner en marcha el
plan preconcebido, para un caso como
este de evidente hostilidad. Tomó su
espada y a la adarga .salió decidido a la
plaza .agito el pañuelo, resonó la
trompeta y el arcabuzazo, señales
convenidas para el ataque.
Pizarro avanzó con sus infantes hacia la litera
de Atahualpa para capturarlo.la guardia de
nobles, que rodeaban la litera, permanecía
inmóvil. Lo mismo ellos que el Inca estaban
mudos, como petrificados, sin poder ni saber
cómo reaccionar ante aquel inesperado y
furioso ataque de los españoles, y ante la
increíble desbandada de miles de sus indios,
guerreros y artistas.
Los 8.000 indios que llenaban la
plaza se habían abalanzado y
apretado unos contra otros, sobre las
dos únicas y estrechas puertas,
muriendo unos aplastados y
asfixiados por la avalancha, y otros
por las armas de los jinetes.

Y como había peligro de que alguno de los


españoles pudiera herir o matar al emperador,
“Don Francisco daba voces que no lo matasen,
sino que le prendisen”. Para impedirlo el
mismo Pizarro dio un salto para apoderarse del
Monarca; y en este forcejeo fue herido en la
mano por uno de los mismos españoles.
Los españoles admiraron la
fidelidad y valentía de los
guardaespaldas, cargadores y
pajes de Atahualpa, que
despreciando su vida se dejaban
matar por su Emperador.

Más de uno de ellos, al ver tanta


muerte y tanta sangre india, tuvo
sin duda que reflexionar, porque
por encima de españoles eran
cristianos.
REACCIONES DIVERSAS POR
LA PRISIÓN DE ATAHUALPA
Terminada la refriega y venida ya la noche,
renació la calma en Cajamarca. Había
cesado el estruendo de las armas y los gritos
de guerra; y ya sólo se oían quejidos de
heridos, entre de cadáveres, y alaridos y
lúgubres cantos de mujeres y niños que
lloraban la muerte de familiares.
Atahualpa seguía como petrificado por la catástrofe que
había sufrido, cuando menos lo pensaba. Según los
historiadores era un indio fuerte y bien conformado,”
como eran todos los incas y pallas” al decir de
Garcilaso. “era hermoso de rostro, carirredondo “pero
con expresión dureza y ferocidad y mirada de frialdad e
impavidez, propia de todo hombre a quien nadie se
atrevía a mirar de frente .Tenía el cabello cortado como
todos los indios de su estirpe, y una oreja partida, a
consecuencia de una herida en su guerra contra Huáscar
.Tendría de 25 a 30 años y su aspecto era de
extraordinario vigor físico.
En su soberbia no podía salir de su asombro, al
verse ahora así vencido y humillado, con sus
lujosas vestiduras manchadas de sangre y
despojado de sus insignias imperiales. Tan
inesperado e insospechado le parecía todo aquello,
que hasta llegaría a dudar si seria sueño o realidad.

El Inca estuvo en Cajamarca fuertemente


custodiado, pero no preso en el sentido estricto de la
palabra. Su prisión fue amplia. Nunca se le impidió
entrar y salir de sus habitaciones y de recibir las
visitas que quisiera .se le permitió que estuviera
atendido, rodeado de sus mujeres y servicio. Nunca
estuvo encerrado en cárcel o calabozo, como
falsamente se han imaginado algunos.
Aquella noche el 16 de noviembre de
1532 era preocupante y llena aun de
incertidumbre, lo mismo para Pizarro
que para Atahualpa. Se sentía
humillado y abandonado; peo en su
orgullo jamás podía darse todavía
por vencido.

Los haría pelear primero entre sí por el oro, que tanto les
encandilaba, y luego con astucia e inteligencia acabaría
con todos ellos.
Sólo le preocupaba su hermano Huáscar,
prisionero en Jauja, a quien quizás los
españoles intentaran reponerle en el trono, al
verlo aclamado por muchos curacas, como
único heredero legitimo de su padre Huayna
Cápac .para impedirlo de raíz, ya quizá le
asaltaría la idea de matarlo astutamente.

Pizarro estaba satisfecho, alegre y expansivo por la


victoria obtenida. No obstante sabía perfectamente
que no era aun segura y que no podía descuidarse
Porras Barrenechea se
pregunta cuál sería el factor
decisivo que produjo
aquella alucinación
colectiva de miedo y pánica
en los indios, y de arrojo y
triunfo en los españoles, en
aquel atardecer del 16 de
noviembre de 1532.
Unos y otros, dice, lo atribuyeron a
factores sobrehumanos. Algunos han
creído que la victoria se debió a sus armas
de fuego y a sus caballos. Para porras
Barrenechea la única explicación posible
de la derrota de Atahualpa fue la misma
decadencia y disolución interna del
organismo estatal de los incas, que había
perdido vigor desde del reinado de Huayna
Cápac.
PROBLEMAS CON LA
PRISIÓN DE ATAHUALPA SU
RESCATE Y SU MUERTE
Tanto la prisión de Atahualpa se
redujo a vivir en la ciudad de
Cajamarca bajo vigilancia, donde
el Inca pudo disfrutar de toda su
molicie y boato acostumbrado.
El primer problema para Pizarro derivado de la prisión
de Atahualpa fue político. Sabía muy bien que el Inca
había alcanzado una gran ascendencia y prestigio
personal entre la mayoría de súbditos que habían
llegado a restablecer el orden y la disciplina.

El segundo problema con que tropezó Pizarro en


la prisión de Atahualpa fue militar .el ejercito del
inca victorioso estaba intacto .algunos han
calculado unos 80.000 hombres en los alrededores
de Cajamarca y otros tanto por lo menos en el sur
con lo generales.
EL RESCATE DE ATAHUALPA
No han faltado cronistas que afirmen que
la primera idea nació, la misma noche del
día de la captura o prisión, de una de sus
mujeres más allegadas, sugiriéndole al
inca lo de su rescate para salvar su vida,
persuadida de que no podía ser un medio
eficaz dada la afición y apego tan grande
que mostraban por el oro los barbudos
extranjeros y las cantidades de dicho metal
que tenia Atahualpa.

Algunos historiadores, en su inquina contra los


españoles, han llegado a decir que fue una imposición y
exigencia de Pizarro, como botín de guerra.
Se deduce claramente que la idea del
rescate nació del mismo Atahualpa para
asegurar su vida e impedir así que los
españoles pudieran ponerse de parte de
Huáscar.

La rivalidad que se ahondo más entre los dos socios de la


conquista del Perú, precisamente por el motivo del oro del
rescate del Inca, y la acción de odio que brotó en Almagro
y sus 200 soldados contra Atahualpa por esta exclusión en
el reparto de su tesoro.
El 17 de junio se hizo el primer
reparto: el 25 de junio el segundo de
la última remesa que llegó de Cusco
de 200 cargas de oro y 27 de plata,
traídas por 800 indios y de un tesoro
escondido por Atahualpa en los
alrededores de Cajamarca, La noticia del reparto del oro enseguida
descubierto por Calcuchímac. Todos se extendió por todas indias, por España
quedaron contentos, hasta el siempre y por el mundo entero. Por todas partes
descontadizo Almagro. se propagó que el Perú era riquísimo; y
quedo para siempre estereotipada la
frase de “vale un Perú” para indicar el
gran valor de una cosa.
VIAJE A PACHACÁMAC Y
MUERTE DE HUÁSCAR
Estando con estos preparativos llego a
Pachacámac Hernando de soto con 20 jinetes. El
gobernador Pizarro al no tener noticias de su
hermano y compañeros temió por su vida y les
enviaba aquel auxilio.

El 3 de marzo comenzó ya a subir la cordillera de los Andes


por Vilcahuaura y Cajatambo.
Calcuchímac estaba a la otra orilla del
rio, no se sabía con que intenciones. El
Orejón cusqueño, hermano de
Atahualpa, que acompañaba a
Hernando, se ofreció traerlo al día
siguiente .Calcuchímac fue llevado
enseguida a visitar a su señor Inca

Al ver a su rey alzo sus manos al sol,


depositando la carga en el suelo se postro
para besar su rostro, manos y pies, conforme
era la etiqueta incaica de un soberano y un
súbdito.
Sabemos que el gobernador Pizarro,
preocupado por la suerte de su hermano
Hernando en Pachacámac, envió poco
después a Hernando de soto con 20 jinetes
en su ayuda y también con otros fines,
entre ellos enterarse de la situación de
Huáscar.

En su viaje a Pachacámac Soto pudo entrevistarse con


Huáscar al pasar por Andamarca, donde sólo tenía preso
Calcuchímac.
No tardó mucho Atahualpa en enterarse de
esta entrevista y de todo lo que les había
dicho su hermano a los españoles, por sus
espías y capitanes. Y para que no se pudiera
cumplir nada de lo que había propuesto.

Un día Atahualpa le dijo a Pizarro que su hermano


Huáscar había sido asesinado por sus carceleros.
Muchos sospecharon y afirmaron después, que
cuando Atahualpa hablo de la muerte de su hermano,
este vivía: y que al ver la indiferencia de Pizarro, dio
la orden para la ejecución del crimen.
PROCESO JUDICIAL DE
ATAHUALPA
Después de los acontecimientos de
Cajamarca, la figura ambivalente de
Atahualpa se había convertido en
piedra de escándalo y fuente de
enigmas y discrepancias entre los
españoles. La idea del rescate, junto
con la ola constante de rumores de
planificados ataques y contraataques
por parte del inca, fue indudablemente
lo que más contribuyo a este clima de Lo primero que hizo Pizarro para poner
división y contradicciones. orden en medio de tan enconadas
opiniones, que provocaban frecuentes
reyertas, fue nombrar a Juan de Porras,
Alcalde Mayor de Cajamarca, con la
misión de castigar a los culpables de todo
desorden.
Días después, cuando supo ya directamente del
mismo Pizarro los alcaldes del tesoro de
Atahualpa para su rescate, y que habían sido
excluidos del reparto los que no habían tomado
parte en su captura, sus iras envidiosas se
dirigieron primero contra el socio de la empresa,
reclamándole su parte del contrato, creyendo que
había sido una artimaña de Pizarro; pero luego
cuando pudo comprobar que la idea había nacido
del mismo Inca, como se había hecho constar en
acta ante escribano, todo su enojo lo volcó contra
Atahualpa; y según todos los cronistas ,a
excepción de Oviedo ,se convirtió en el gran
propugnador de su muerte y el verdadero
responsable de ella ante la historia.
Este proceso judicial estaba basado en un
inaudito y malicioso interrogatorio de 12
preguntas.

La situación de Cajamarca a mediados de julio de 1533


llego a ser tensa y dramática. Para el gobernador
Pizarro era bien difícil poder sustraerse a tan fuertes
presiones. Porras Barrenechea, con acertada visión
histórica, dice que es “indudable que Pizarro trató de
salvar a Atahualpa y lo hubiera salvado, si no peligrara
en ello su obra. Su instinto de conquistador era más
fuerte que cualquier otro sentimiento y este le
aconsejaba la muerte como única solución”
MUERTE DE ATAHUALPA
El gobernador mandó reunirse al consejo de
guerra para ver el proceso judicial contra
Atahualpa .apresuradamente se formo un
tribunal presidido por Pizarro ,Almagro y los
oficiales reales .se nombraron fiscal
acusador ,abogado defensor ,procuradores y
juez instructor para las declaraciones de los
testigos .se leyó el farragoso proceso con todos
sus alegatos y el tribunal procedió a dar la
sentencia ,que fue de condenación a
muerte ,que enseguida redactaron los dos
letrados Cuellar y balboa.
Realmente Pizarro se resistió siempre a
la muerte de Atahualpa .después de
haberlo tratado tan de cerca, durante
más de medio año, de haber estado
observando su actuación desde que él
había entrado en su tierra, le parecía
irracional y hasta inhumana su
ejecución

Ninguna de las acusaciones de atentar con la


vida de los españoles se había podido probar.
Los demás alegatos del proceso no tenían
razón de ser. Los presentía desenfocados
totalmente, fuera de la órbita de la justicia
española, que no podían, ni menos debían ser
sancionados por jueces extraños y
advenedizos, sino por los jueces propios de la
tierra.
El sábado 26 de julio de 1533 se
procedió a ejecutar la sentencia en la
plaza de Cajamarca .salieron primero
soldados tocando su trompeta s
lúgubremente .Apareció luego
Atahualpa traído por varios
arcabuceros, con sus manos atadas a
la espalda y una cadena al cuello .el
inca avanzaba sereno y mostraba
asombro e indignación.
Preguntaba a uno y otro el motivo
de su muerte y todos le respondían
lo mismo ,que por la conspiración
que había tramado y el orden que
había dado a sus tropas de caer
sobre la ciudad para liberarlo.
El domingo 27 de julio se sepulto en la
iglesia de sanfrancisco que tenían los
cristianos, después de un solmene
funeral de cuerpo presente, oficiado
por el P. Valverde y presidido por el
gobernador.

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