Cambios y Permanencias CC - Ss.
Cambios y Permanencias CC - Ss.
Cambios y Permanencias CC - Ss.
MANUEL TOVAR
ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES
SAYAN
3° de Secundaria
ENFOQUES TRANSVERSALES
ENFOQUE INTERCULTURAL ENFOQUE DE DERECHO
Promueve el intercambio de ideas y Fomenta el reconocimiento de los derechos y
experiencias entre las distintas formas de ver el deberes; asimismo, promueve el diálogo, la
mundo. participación y la democracia.
Los virreyes no eran oficiales, no desempeñaban un cargo, sino que hacían las
veces de soberano, y su autoridad no residía en una concesión administrativa, sino
en su calidad de miembros de la familia real. El título de Virrey de Sicilia, de
Portugal, Cataluña o Perú, como aparece en muchos documentos, contenía el
reconocimiento a sus titulares de ser “primos” o “parientes” del monarca. Así por
ejemplo, en el inicio de la Ordenanza que envía el Rey Felipe III al Marqués de
Montesclaros (a la sazón, Virrey del Perú) en 1609, se lee: El Rey al Marqués de
Montesclaros, pariente mi Virrey, Gobernador, y Capitán General de las Provincias
del Perú, o a la persona, o personas, a cuyo cargo fuere el gobierno de este Reino,
por una cédula mía de diferentes capítulos.
Extraído de Zamora Navia, P. (2012). Reyes y virreyes de la monarquía hispana a la luz de las
significaciones políticas del siglo XVII y de la historiografía. Revista de Humanidades, (25), pp. 191-208.
Recuperado de https:// core.ac.uk/download/pdf/288915493.pdf
Fuente 2
Fueron los virreyes unos altos funcionarios que gozaron de un complejo conjunto de
atribuciones hasta entonces nunca igualadas y de la máxima confianza de la Corona. Nos
interesa recordar lo que dice al respecto la Recopilación de las Leyes de los Reinos de las
Indias, que recoge a los «virreyes como lugartenientes del rey, pueden hacer y proveer lo que
la real persona y sean obedecidos como quien tiene sus veces, sin replicar su interpretación
so penas en que incurren los que no obedecen las órdenes reales, y las que fueren impuestos
y las que ordenaren y mandaren el rey lo tendrá por firme y valedero». Características
generales de los virreyes eran su obligación de correlacionarse y coordinarse entre sí,
especialmente impuesta a los de Nueva España y Perú; disponer de una guardia personal; en
su mayoría no eran juristas, por ello el control técnico-jurídico se encarga a la Audiencia;
pero al nombrarlos el rey, cuida que sean personas de una demostrada capacidad política y
que tengan una cierta sensibilidad ética hacia el interés general, lo que le permite pedir para
ellos una obediencia generalizada; son personas que se ven sujetas a un régimen bastante
restringido de incompatibilidades que limitan ampliamente su capacidad de obrar.
Extraído de Montes Salguero, J. (1993). Los virreyes y la interrelación de poderes en el sistema
jurídico indiano [boletín n.° 4]. Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Educación a
Distancia (UNED), pp. 129-130. Recuperado de http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:BFD-
1993-4-FA8888C3/PDF
Fuente 3
¿Cuáles fueron los cambios más significativos de los procesos electorales en el Perú del
siglo XX?
Fue en el año 1896 que se dio la reforma electoral que establecía que las elecciones fueran
directas. Antes eran indirectas, se elegía a los electores que en una segunda reunión
elegirían a las autoridades. Es decir, el estilo que tienen los estadounidenses ahora era el
que imperaba en el Perú del Siglo XIX. Era un elector por cada 200 ciudadanos. Además,
con esa reforma se les quita el derecho de voto a los analfabetos. Como vemos, esta
reforma tuvo un aspecto democrático al permitir la elección directa y un aspecto
antidemocrático al suprimir el voto de los analfabetos. Esto hizo que en un Perú de 3
millones de habitantes el voto quedara restringido a unas 120 mil personas de zonas
urbanas, o sea que votaba una de cada 20. Hoy en día vota uno de cada dos. Las mujeres
peruanas votan por primera vez en 1956. El Perú fue el penúltimo país de América Latina
que consideró el voto femenino, siendo Paraguay el último.
Extraído de .edu. (2010, 30 de setiembre). Entrevista a Antonio Zapata. Las elecciones de antes y
las de hoy. Recuperado de https://puntoedu.pucp.edu.pe/entrevistas/las-elecciones-de-antes-y-
las-de-hoy.
Fuente 4
En el Perú, como señalamos, el presidente Manuel Odría promulgó el 7 de setiembre de 1955 la Ley
N.º 12391, que modificó los artículos 84º, 86º y 88º de la Constitución de 1933:
Artículo 84º.- Son ciudadanos los peruanos varones y mujeres mayores de edad, los casados mayores
de 18 años y los emancipados.
Artículo 86º.- Gozan del derecho de sufragio los ciudadanos que sepan leer y escribir.
Artículo 88º.- El poder electoral es autónomo. El registro es permanente. La inscripción y el voto son
obligatorios para los ciudadanos hasta la edad de 60 años, y facultativos para los mayores de esta edad.
El 17 de junio de 1956, las mujeres peruanas votaron por primera vez en elecciones generales donde
fue elegido Manuel Prado Ugarteche, Presidente de la República. También en esos comicios las
mujeres llegaron por primera vez al Congreso en calidad de senadoras y diputadas para el período
1956-1963. De los 54 escaños del Senado, 1 le correspondió a una mujer: Irene Silva de Santolalla,
Senadora por Cajamarca. Y, en la Cámara de Diputados, de 182 escaños, 8 fueron ocupados por
mujeres: Lola Blanco de la Rosa Sánchez, Diputada por Ancash; Alicia Blanco Montesinos, Diputada
por Junín; María Eleonora Silva, Diputada por Junín; María Colina de Gotuzzo, Diputada por La
Libertad, Manuela Billinghurst, Diputada por Lima; Matilde Pérez Palacio, Diputada por Lima; Juana
Ubilluz de Palacios, Diputada por Loreto; Carlota Ramos de Santolalla, Diputada por Piura.
Posteriormente, la Constitución Política de 1979 estableció el voto universal, con lo que se amplió el
sufragio para la población analfabeta. Con esta medida, un mayor número de mujeres pudieron
ejercer sus derechos políticos.
Extraído de Guardia, S. B. (2015). Ciudadanas a votar. 60 años de sufragio femenino en el Perú. Diálogo
Electoral Lima. 60 años del voto de la mujer en el Perú. ONPE. Recuperado de
https://www.cemhal.org/anteriores/2017_2018/5_4_ Ciudadanas_SB.pdf
FUENTE 05
En enero de 1823 cayó la ineficaz primera Junta de Gobierno, presidida por José de la Mar, por
un motín encabezado desde Balconcillo por el entonces coronel de milicias Riva-Agüero. El
Ejército lo proclamó presidente del Perú y el Congreso aprobó la decisión de la fuerza y, aún
más, lo nombró —muy a su pesar— Gran Mariscal del Perú. La situación era paradójica, ya que,
"si es cierto que por curiosa coincidencia el primer Presidente del Perú asume el mando por
una vía revolucionaria, también es exacto que los limeños y todos los patriotas del Perú anhelan
ese gobierno unitario, rápido, beligerante, que él por el momento histórico o inclusive por su
temperamento, puede muy bien representar" (Puente Candamo 1971: XXVIII- XXIX).
Su presidencia en lo absoluto fue pacífica, ya que se opuso a la intervención del presidente de
Colombia, Simón Bolívar. Cuando este llegó, formó un gobierno paralelo al del marqués de Torre
Tagle en la ciudad de Trujillo. La negociación con los españoles no se hizo esperar pues, opuesto
a la intervención colombiana, optó por aplicar el plan que intentó San Martín: pactar con la
Corona española la independencia del Perú en forma pacífica y dentro de una solución
monárquica. El regalismo conservador de Riva-Agüero había aflorado pero era demasiado
tarde, pues acusado de traidor a la patria pendió sobre él una orden de fusilamiento dada por
Bolívar. Preso en Guayaquil, se salvó de morir por la presión de la Marina peruana, y de allí fue
deportado a Europa, donde inició una serie, casi continua, de exilios, destierros y penas.
Extraído de Orrego Penagos, J. L. (2007). La independencia renegada: Las memorias de Pruvonena de
José de la Riva Agüero, primer presidente del Perú. Anuario de Historia Regional y de las Fronteras,
12(1), p. 453. Recuperado de https://revistas.uis.edu.co/index.php/anuariohistoria/article/view/1198
FUENTE 06
Copio unos cortos fragmentos de la parte final del libro que reseñamos y en los cuales se
transparenta la visión de la autora sobre quien fue Riva Agüero:
“Riva Agüero era tan revolucionario como Simón Bolívar, pero con la diferencia de que su
revolución no suponía en el fondo confrontación bélica contra España o derramamiento de
sangre; su revolución significaba un Perú monárquico independiente y liberal […]. Riva
Agüero fue además el líder de un ´partido´ peruano, en términos del siglo XIX, que seguía
abogando por él, estuvo de su lado, le hizo una muy buena publicidad. […]
[…], de que la presencia de Riva Agüero suponía el retorno de la soberanía y de la
legitimidad de las provincias, cuestión que él trabajó mucho durante su presidencia, que
era una aspiración legítima y de la que se sirvió para justificar sus acciones. Este es un
elemento que demuestra la otra cara de los miembros de ese partido rivagüerino, quienes
más allá de estar a favor en bloque de proyecto monárquico, estaban del lado de aquel que
los significara o les diese un lugar en relación a los demás pueblos de la nación. Si bien no
olvidamos que estamos delante de un líder típicamente decimonónico −esto es alguien
autoritario y también despótico−, Riva Agüero personificó un liderazgo unificador regional
antes y después de su exilio. Finalmente, estamos frente a una persona de mucho vuelo en
la política del momento. Su red de contactos abarcaba gente de distintas esferas: la nobleza
europea y americana, grandes comerciantes, algunos banqueros de Londres, periodistas,
políticos, militares, artistas, profesionales medios, plebe y castas.
Y como político que era, trabajó a conciencia este conjunto de redes trasatlánticas que,
pensaba, le permitirían poner en ejecución su proyecto. Si bien este no se llegó a realizar,
sus ideas y estrategias nos permiten ver a Riva Agüero en la época de la independencia no
solo como el primer presidente del Perú, sino como el primer político peruano, limeño y
titulado que no solo tuvo alguna que otra idea a favor de la monarquía o que se mostró
consecuente con el plan de otros líderes; él ideó un proyecto monárquico para América
hispana y luchó por aplicarlo, algo en lo que la historiografía no ha incido adecuadamente”
(pp. 211-212).
Extraído de Paredes M., J. G. (2019). Reseña al libro “José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete (1783 –
1858). Primer presidente del Perú” de la autora Elizabeth Hernández García. Runa Yachachiy. Revista
digital, pp. 1-5. Recuperado de http://www.alberdi.de/RES.%20Aguerro-Paredes.RY2019pdf.pdf
COMPLETAR EL SIGUIENTE CUADRO:
Autor
Año de elaboración
CAMBIOS
Consecuencias de esos cambios
PERMANENCIAS
Consecuencias de esos cambios