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Ejercicios Cuaresmales 2023: "El Misterio Pascual, Camino A La Paz"

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Ejercicios Cuaresmales

2023
“El misterio
Pascual,
camino a la
PAZ”
QUINTO DÍA
ORACIÓN INICIAL

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El


que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo
amará y vendremos a él y haremos en él
nuestra
morada. El que no me ama no cumplirá mis
palabras. Y la palabra que están oyendo no es
mía, sino del Padre, que me envió. La paz les
dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el
mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me
han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su
lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me
vaya al Padre, porque el Padre es más que yo.
Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para
que cuando suceda, crean”. Juan 14, 23-29
ILUMINACIÓN

En este último día de nuestros Ejercicios Cuaresmales centraremos


la atención en el tema de la Resurrección de Cristo. San Juan Pablo II habla
de la Resurrección de Cristo como el punto clave de la fe cristiana y la clave
para la paz. Para el Papa, la Resurrección de Cristo es el signo definitivo de
la victoria de Dios y el regreso de Cristo a la vida, una victoria sobre la
muerte. Esto significa que el dolor y la muerte no son el final definitivo de la
vida. Juan Pablo II vio la Resurrección de Cristo como una esperanza para la
humanidad, un llamado a una vida mejor, la Resurrección de Cristo nos
ofrece un camino hacia la paz, un camino de amor, armonía y reconciliación.
El Papa nos enseñó que la paz es posible a través de la
redención y la reconciliación ofrecidas por Jesucristo a través de su
Resurrección.
El Papa Francisco nos recuerda
que “La resurrección de Cristo nos
invita a vivir la paz, a la alegría de
la esperanza, a la alegría de saber
que existe una vida mejor, una
vida eterna”, la resurrección de
Cristo nos recuerda que la paz no
es sólo un ideal, sino un don que
debemos buscar y mantener para
nosotros mismos y para los
demás.
LECTIO DIVINA
Evangelio según san Juan 14, 15-31
Preguntas:
¿Qué medios u obstáculos tengo en
mi vida para cumplir o no los
mandamientos de Dios?

¿Me siento acompañado por Jesús,


siguiendo sus palabras: “no los dejaré
huérfanos: ¿Regresaré con ustedes”,
cómo y en quienes siento su
presencia?

¿Cómo sería la paz del mundo y la


paz que me da Jesús?
Meditación:
¿Qué nos dice hoy el texto?
Ahora en el texto de san Juan podemos ver con más
claridad que la fuente de la paz está en Jesús, en su
amor, en el cumplimiento de los mandamientos de
Dios: “no matarás”, la clave está en primero tener una
estrecha y profunda relación con Dios, por eso los
primeros tres mandamientos tienden en línea vertical,
hacia Dios, y los otros 7 restantes tienden en línea
horizontal, hacia mi hermano. De ahí la importancia de
primero estar en paz con Dios y luego con el hermano,
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el
altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene
alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y
ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve
luego a presentar tu ofrenda. Mt 5,23-24.
La paz no es ausencia de
problemas ni de situaciones
difíciles, sino que a pesar de
pasar por problemas o
situaciones adversas no pierda
la presencia y la relación con
Dios, que, a pesar de la
distancia, el pensar distinto no
pierda la sana y buena relación
con mi prójimo, con mi familia,
con mis amistades.
Contemplación-Oración.
Diálogo con Jesús, como respuesta la escucha.
En unos momentos de silencio, contemplemos la imagen
de Jesús en relación con el Padre, en el amor que nos
tiene por ser sus hijos, pongamos en nuestro corazón
estas hermosas palabras: “si alguno me ama, guardará mi
Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y
pondremos nuestra morada en él”. Esa morada que es mi
vida, mi casa, mi relación con mi esposo(a), con mis hijos,
con mis padres, con mis hermanos y amigos, con mis
compañeros de trabajo, con mis vecinos.
En silencio, preguntémonos cómo hemos y seguimos
sintiendo la presencia de Jesús en mi vida, de qué manera
cuido la morada de Dios en mi vida.
Proyecto-Acción
En este punto final de la Lectio divina, tenemos que
proyectar acciones concretas ante las realidades
reflexionadas, porque se corre el riesgo de dejar la
meditación en solo una reflexión y lecturas bonitas.

Por ejemplo, cómo estoy viviendo la morada de


Dios en mi vida, cómo vivo el amor de Dios en mi
matrimonio, en mi familia, en mi escuela o trabajo.

Estoy viviendo esa paz que Jesús me da, esa paz


que no me roba ni los problemas ni el ser o pensar
diferentes que mis hermanos, sino al contrario esa
paz que me ayuda a ver en las diferencias a un
hermano y no a un enemigo.
Oración Final:
Señor Jesús, Tú eres nuestra paz,
mira nuestra Patria dañada por la violencia
y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela
el dolor de quienes sufren. Da acierto a las
decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que somos
hermanos y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión. Protege a las
familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes,
a nuestros pueblos y comunidades.
Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables, sepamos ser
promotores de justicia y de paz, para que en Ti,
nuestro pueblo tenga vida digna. AMEN.
María, Reina de la paz, ruega por nosotros.

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