En Los Delitos Contra La Administración Pública
En Los Delitos Contra La Administración Pública
En Los Delitos Contra La Administración Pública
Los DCAP, en gran medida, son delitos especiales, toda vez que delimitan el
círculo de autores y con ello, se protege eficientemente el correcto
funcionamiento de la administración pública. Este criterio ha sido asumido por
la jurisprudencia de la Corte Suprema.
• La Unidad del Título de Imputación.
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El intraneus realiza la acción típica a través de otro, infringiendo personalmente su deber especial.
Para Roxin, el concepto de autor se concretiza en tres criterios diferentes:
• El criterio del DOMINIO DEL HECHO, criterio decisivo de la autoría en la mayoría de los
delitos. Autor del delito será quien domina el evento que lleva a la realización delito, el
partícipe contribuye pero no es determinante para la realización del delito (delitos de
dominio).
• El criterio de la EJECUCIÓN DE PROPIA MANO. Delitos en los que solo puede tenerse
como figura central de la realización del delito a quien realiza el tipo penal de propia
mano (delitos de propia mano).
• El criterio de la INFRACCIÓN DEL DEBER, cuya autoría sólo puede recaer en quien ha
infringido un deber especial que, obviamente, no alcanza a todas las personas (delitos de
infracción de deber).
Este “deber especial”, para Roxin, es un deber
extrapenal. Están antepuestos en el plano lógico a la
norma penal y se originan en otros ámbitos del derecho,
como por ejemplo, los deberes del funcionario público
(derecho público administrativo), los deberes de
reserva o confidencialidad de ciertas profesiones o los
deberes de fidelidad en la administración de patrimonios
ajenos (derecho civil).
El Acuerdo Plenario 2-2011 (FJ 9) señala:
“(…) Actualmente, en la doctrina y la jurisprudencia se ha definido que existen tipos legales que
requieren un dominio del autor para su construcción, como por ejemplo los delitos de robo agravado,
homicidio calificado, estafa, tráfico ilícito de drogas, entre otros -denominados delitos de dominio-.
Sin embargo, también existen tipos legales que excluyen el dominio para su configuración y
se forman a partir de la infracción de un deber especial que le corresponde a la órbita del autor
-característica intrínseca de los delitos cometidos por los funcionarios y servidores
públicos-. El autor del delito -de infracción de deber- no puede ser cualquier persona, sino sólo aquél
funcionario o servidor público que ocupa un status especial y mantiene una vinculación exclusiva
con el injusto sobre la plataforma del deber que ostenta. La infracción del mismo lo convierte en
autor, con independencia del dominio de la situación fáctica que no tiene ninguna trascendencia
jurídica, pues el fundamento está construido por la posición que domina en relación al deber
estatal que le corresponde: conducirse correctamente con lealtad y probidad en el ejercicio de la
Administración Pública y con los bienes que se encuentran bajo su ámbito.”
La infracción del deber especial fundamenta la autoría y no el
injusto. Esto último, según Jakobs y sus discípulos (Sánchez
Vera Gómez Trelles), quienes precisan que la inobservancia de
los deberes especiales es el fundamento de la responsabilidad
penal.
Las sentencias dictadas tomaron en cuenta que su participación fue determinante para
la consumación del ilícito penal; no asumieron la posición de la imputada de que habría
actuado bajo el principio de confianza (uno de los ámbitos de la imputación objetiva) y
que en todo caso su aporte fue culposo y no doloso. Que la imputada cómplice no es
perito para determinar si una boleta es verdadera o falsa y por tanto se puede decir que
se trata de un caso de conducta neutral.
DÉCIMO QUINTO: Para analizar el presente caso, es pertinente referirnos a la
categoría de los delitos de infracción del deber, postulada por primera vez por
Claus Roxin (1963) hace más de 50 años, en su libro Autoría y Dominio del Hecho
en Derecho Penal. Roxin en su planteamiento original distinguió los delitos de
dominio del hecho de los delitos de infracción de deber; en relación a los delitos de
infracción de deber sostuvo que éstos se caracterizaban porque la autoría de la
realización del tipo penal no depende del dominio del hecho, sino de la infracción
de un deber que incumbe al agente relacionándolo con los delitos especiales (…).
El delito de peculado (…) siendo “un delito especial porque formalmente restringe
la órbita de la autoría a sujetos cualificados, pero se trata de un delito de infracción
de deber porque el fundamento de la responsabilidad penal en concepto de autor
no radica en el dominio sobre el riesgo típico, sino que reside en el
quebrantamiento de un deber asegurado institucionalmente y que afecta sólo al
titular de un determinado status o rol especial”. (Quintero Olivares).
Sobre la Imputación Objetiva y el Principio de Confianza
DÉCIMO SEXTO: (…) sólo puede resultar objetivamente imputable un resultado, si la acción
ha creado una puesta en peligro jurídicamente prohibida del objeto de acción protegido y el
peligro se ha realizado en el resultado típico.
Uno de los elementos definidores de la imputación objetiva es el denominado Principio de
Confianza. Un Estado Social de Derecho, supone que sus ciudadanos reconocen y han
hecho suyas las normas sociales y jurídicas necesarias para la convivencia inter-social; en
base a tal concepción, los ciudadanos tienen pues la confianza de que sus pares van a
amoldar sus ámbitos organizativos con sujeción a dichas normas y este es el fundamento de
la vigencia fáctica de las mismas. Empero, se puede responder únicamente por las
conductas que se encuentran dentro del propio ámbito de competencia, porque no forma
parte de la función de un ciudadano controlar todos los posibles peligros que pueda originar
la conducta de un tercero.
No cabe imputación a la conducta cuando el sujeto obra confiado en que los demás actuarán
dentro de los límites del riesgo permitido. Ejemplo: El cirujano espera que el material
quirúrgico que emplea en una intervención haya sido esterilizado por el personal de
enfermería. Así las cosas, el ejercicio del rol se identifica con el cumplimiento de la norma, en
ese sentido, es lógico concluir que el quebrantamiento del rol es la llave que abre la puerta
de par en par a la imputación penal sobre la base de la infracción de una norma jurídica.
De la Figura del Autor y Partícipe en los Delitos de Infracción de Deber
Del análisis de los delitos contra la administración pública, podemos indicar que no
todos son delitos especiales, pues existen también delitos comunes como por
ejemplo el delito de tráfico de influencias. Por supuesto, que cuando se trata de
delitos comunes la teoría del dominio del hecho debe ser utilizada para identificar o
determinar quién es autor y quién es partícipe del delito –primario o secundario-;
sin embargo, para la teoría de infracción del deber, todo aquel que sin tener
relación funcional con el Estado participa en la comisión de un delito contra la
administración pública, será simplemente cómplice, al igual que quien brinda su
aporte en la etapa de preparación del delito.
De la Complicidad en el Delito de Peculado