07 Pecado NT
07 Pecado NT
07 Pecado NT
Misterio Pascual
El Pecado en el Nuevo Testamento
Los datos sobre el pecado en el AT no permiten plantear una doctrina del
pecado original.
Lo vemos en boca de Jesús que denuncia en los escribas y fariseos ser hijos de quienes
mataron a los profetas, y que no pueden decir que no hubiesen hecho ellos lo mismo (cf.
Mt 23,29-36).
Igualmente, la parábola de los viñadores homicidas da cuenta de que el rechazo del Hijo
del hombre está en continuidad de quienes rechazaron y mataron a los profetas (Mc 12, 1-
12, par.).
Según los sinópticos, Jesús interpela a toda una generación que no lo
acepta (cf. Mt 16,4; 12,28ss par.); maldice las ciudades que no reciben su
mensaje (cf. Lc 10,13-15; Mt 11,21-24; 23,33ss); sus contemporáneos
parecen pensar en categorías semejantes (cf. Mt 27,25).
Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos
ellos la misericordia (Rm 11,32; cf. Ga 3,22).
Rm 8,13: …si vivís en la carne moriréis, pero si con el Espíritu hacéis morir las
obras del cuerpo, viviréis.
Paralelo Adán Cristo
Una imagen que confirma la universalidad del pecado y el sentido teologal de
la muerte y es esencial a la teología de Pablo es la relación Adán-Cristo.
Pues del mismo modo que en Adán todos mueren, así también todos revivirán en
Cristo…
Así también dice la Escritura: fue hecho el primer hombre, Adán, alma
viviente (Gn 2,7; cf. Gn 1,27); el último Adán, espíritu que da vida.
Pero no es lo espiritual lo que primero aparece, sino lo natural; luego lo
espiritual. El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el segundo, viene del
cielo. Como el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como el celeste, así
serán los celestes.
Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terreno,
llevaremos también la imagen del celeste.
Adán y Cristo son presentados, más allá de su individualidad, como dos
comienzos diversos y dos polos de la humanidad (vv. 20-21).
Este don inmerecido es la gloria de los cristianos frente a las obras de la ley.
El Paralelo Adán Cristo en Rm 5,12ss
Pablo acude al tema de Adán, bien conocido por sus contemporáneos, para
justificar sus afirmaciones sobre Cristo, y dar cuenta frente a tendencias
judaizantes de la significación salvífica de Cristo.
El texto no tiene una clara ligazón lógica con lo anterior, y su construcción tiene algunas
inconsistencias gramaticales.
Adán resulta ser para Pablo una persona individual, pero a la vez un
hombre primordial.
y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto (ef’w) todos
pecaron.
Esta última traducción (ef’w en vez de in quo) hace ver que la muerte
que reina sobre todos los hombres no está puesta en relación
únicamente con la transgresión del primer hombre, sino también con
los pecados de todos, manifestación de la fuerza del pecado que aquella
transgresión ha desencadenado.
Los vv. 13-14 quieren establecer que incluso aquellos que no han
conocido la ley, han pecado. Pero al no conocer la ley no se les
imputa ese pecado, pero se deja sentado que el pecado de Adán ha
desatado en todos la influencia de la fuerza del pecado.
20
La Ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero donde
abundó el pecado, sobreabundó la gracia; 21 así, lo mismo que el pecado
reinó en la muerte, así también reinaría la gracia en virtud de la justicia
para Vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.
Los vv. 18-19 vuelven a la comparación, pero ahora de las
consecuencias de la acción de cada uno:
18
Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres
la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura
para todos los hombres la justificación que da la Vida. 19 En efecto, así
como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo,
todos serán constituidos justos