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Presentación 5

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DOCENTE: LIC.

TANIA ARACELY BUSTINCIO GIRON


ASIGNATURA: SALUD DEL ADULTO
SEMESTRE:V
CARRERA PROFESIONAL: ENFERMERIA TECNICA
Cambios generales durante el
envejecimiento
El estudio y la comprensión de las características del
proceso de envejecer requiere, como casi todo en esta
vida, partir desde una posición de base
(conocimientos básicos) e ir avanzando hacia la
complejidad (conocimientos de índole superior). Ir de
lo pequeño a lo grande y de lo general a lo particular

En primer lugar tenemos que saber a qué estructuras


van a afectar dichos cambios. Cualquier organismo
pluricelular, y de forma especial el de los animales
vertebrados que es al que pertenecemos los seres
humanos, consta de millones de células
independientes con diferentes formas y funciones que
se agrupan en tejidos, órganos, aparatos y sistemas.
Cambios generales durante el
envejecimiento
Células: son las verdaderas protagonistas y se diferencian
en función de la tarea que tengan encomendada.

Tejidos: cumplen la misión de sostén e integración


sistémica del organismo.

Órganos: la unión de células y tejidos da lugar a los


órganos que se caracterizan por tener una misión concreta.

Aparatos y sistemas: los órganos se agrupan para


colaborar en una misma función.
Diferencias entre aparatos y
sistemas
1. Los aparatos tiene los órganos más localizados, en una o varias regiones.
Los sistemas están presentes por todo el cuerpo.

2. En un sistema predomina un tejido y en un aparato están todos los tejidos


(muscular, epitelial, conjuntivo y nervioso).

Cada órgano tiene células propias, con forma y función definidas. Existen a su
vez diferentes tipos de tejidos, también con forma y función características. Se
han diferenciado los siguientes tipos:
Tejido Epitelial: reviste superficies y tapiza cavidades.
Todo el conjunto de la piel que cubre el exterior de
nuestro cuerpo, así como la mucosa que tapiza el interior
de los órganos huecos y de las cavidades.

Tejido Conjuntivo: también llamado tejido conectivo,


agrupa a una serie de tejidos que comparten un mismo
origen común, proceden del mesénquima embrionario,
originado en el mesodermo. Su función primordial es la de
aportar sostén a las células que componen cada órgano y
a su vez unir diferenciando a los diferentes órganos entre
sí. Existen dos tipos principales de tejidos conjuntivos:

1. Diferenciados

2. Indiferenciados
Los primeros, además de formar parte de otros órganos,
actúan ellos también como verdaderos órganos, con
función especializada, mientras que los segundos se
encargan de mantener las células de los mismos unidas y
al mismo tiempo aíslan unos órganos de otros.

Son tejidos conjuntivos especializados: el tejido adiposo, el


cartilaginoso, el óseo, el hematopoyético y el sanguíneo.

Son tejidos conectivos no especializados: el tejido


conectivo laxo y el denso
Cómo envejecen las células

La célula, que es la unidad vital de los seres vivos, tiene unas características de envejecimiento
propias en función del grupo de tejido u órgano al que pertenece y otras generales que
comparte con todas las células del universo.

Las características generales son las que detallamos a continuación:

1. Las células crecen en tamaño.

2. Disminuye su capacidad de división por deterioro del material genético, y cuando lo hace
comete más errores y tiene menos capacidad de restaurar los daños cometidos (mutaciones).

3. Se acumulan en ellas sustancias tóxicas como la lipofucsina y otros pigmentos que la van
deteriorando.

4. Van perdiendo su función y/o la función es anómala.

5. Las membranas celulares se hacen menos permeables


Cómo envejecen los tejidos

Músculos: los músculos tiene cada día menos fuerza.

Huesos: los huesos son cada día más frágiles y por lo tanto más propensos a sufrir fracturas, tanto
espontáneas como secundarias a caídas.

Glándulas: las glándulas pierden capacidad de secreción. Si son salivares, menos saliva, boca más
seca; si son sudoríparas, menos sudor, y como consecuencia menor tolerancia al calor, etc.

Órganos: cada día menor capacidad funcional. Si un órgano como por ej. el corazón de una persona
joven y sana que tiene una reserva funcional de unas diez veces su actividad de reposo, con el paso de
los años, esta provisión se va perdiendo y puede llegar el momento que, ante pequeños esfuerzos o
incluso durante el reposo, se llegue a tener disnea por insuficiencia cardíaca.

Tejido conectivo: con el paso del tiempo es menos elástico y menos resistente.

Tejido graso: cambia su distribución en el organismo, disminuye en las extremidades y en la piel.


Aumenta a su vez en el abdomen y las vísceras.
Cambios en la piel

La piel, que hasta hace pocas décadas se consideraba un


tejido, ahora, y gracias al mejor conocimiento de la misma
se le asigna la categoría de órgano con dos funciones muy
bien definidas: protección y relación.

Función de protección debido a que aísla el entorno


externo, ambos agresores ellos fisicoquímicas como
biológicas y salida para evitar que la sustancia de su
interior.

Función de relación porque a través de sus


terminaciones nerviosas nos comunica con lo que nos
rodea: temperatura, tacto, placer, dolor son sensaciones
que se pueden percibir a través de la misma.
Con el paso del tiempo en la piel
observamos los siguientes cambios:
Más seca (menos glándulas sudoríparas y sebáceas). El sudor al evaporarse arrastra calor
que pasa a la atmósfera, de esta forma nos permite refrigerarnos y evitar la hipertermia
de nuestro medio interno cuando estamos expuestos a una elevada temperatura
ambiental o al practicar ejercicio físico.

Menos elástica (más arrugas y rotura de capilares. La llamada púrpura senil es


consecuencia de estos últimos). La pérdida de fibras elásticas hace que la piel cuelgue y se
formen arrugas.

Menos melanocitos y más grandes (manchas en la piel). Da lugar por una parte a la
pérdida de protección ante las radiaciones solares que aportan los melanocitos y a la
aparición de manchas al formarse acúmulos cutáneos de los mismos.

Menos grasa en hipodermis (menos resistencia a los golpes. Tolera menos el frío). Qué
duda cabe que la grasa es un fabuloso aislante térmico. La pérdida de grasa subcutánea
favorece la sensación pérdida de calor y la sensación de frío.
Cambios en el aparato locomotor
Huesos: con el paso del tiempo disminuye la actividad de los osteoblastos o células
formadoras de hueso aumentando a su vez la de los osteoclastos o destructores del
mismo. El balance, evidentemente, es negativo y ya desde la etapa adulta, sobre los
treinta años, comienza un lento pero mantenido declive de los mismos. Se pierden las
sales minerales y la matriz ósea. La consecuencia es una menor resistencia y aumento de
la fragilidad de los huesos.

Articulaciones: la destrucción del cartílago hialino, la deformidad de las superficies


articulares, la menor secreción del líquido sinovial y la pérdida de resistencia y elasticidad
del tejido conectivo que las recubre, conducen al deterioro de las mismas, con pérdida de
movilidad, rigidez y aparición de dolor.

Músculos: la tónica en el envejecimiento de los músculos es la disminución progresiva de


la fuerza con el paso de los años, derivada de una pérdida de fibras musculare, que puede
llegar a alcanzar hasta el 30-40% de las mismas, afectándose en mayor medida las fibras
de contracción rápida.
Cambios en el sistema
cardiovascular con el
envejecimiento
Endotelio: en esta capa se pueden depositar sustancias grasas que forman los denominados ateromas,
aminorando la luz arterial y dificultando u obstruyendo el flujo circulatorio. En ocasiones los ateromas se
desprenden dejando lesionado el endotelio vascular y permitiendo la agregación de cúmulos de plaquetas sobre
la herida formada, los cuales pueden obstruir la circulación de forma parcial o total o incluso desprenderse de la
pared del vaso y navegar por la sangre hacia arterias cada vez de menor calibre, pudiendo llegar a obstruir la
circulación en alguno de los puntos de la misma. Este mecanismo es el responsable de la enfermedad coronaria
(angina o infarto) y de los embolismos en los diferentes órganos (pulmón, cerebro, intestino, etc.)

Media o muscular: menos células musculares y más débiles que implica menor fuerza de contracción en
corazón y vasos. El corazón se dilata y no puede hacer progresar toda la sangre que le llega dando lugar a la
insuficiencia cardíaca que se traduce en disnea de reposo, o bien de pequeños o medianos esfuerzos. Esta
enfermedad en muy prevalente en las personas de edad avanzada y causa una importante mortalidad.
El tejido nervioso autónomo del corazón o sistema eléctrico: se fibrosa y puede producir diferentes tipos de
arritmias y bloqueos cardíacos.

Capilares: la principal cualidad de los capilares es su permeabilidad, que permite el intercambio de sustancias
entre la sangre y el medio interno. Con el paso de los años también se altera y la difusión a través de estas
delgadas membranas encuentra más dificultades que en edades precedentes, dificultando la conservación de la
homeostasis o equilibrio interno necesario para la vida.
Cambios en el sistema nervioso con
el envejecimiento
Menor flujo sanguíneo cerebral.

Disminuye el numero de neuronas.

Menor cantidad de mielina en los axones.

Menor numero de conexiones dendríticas.

Baja la cantidad de neurotransmisores.

Disminuye el numero de receptores en las sinapsis.


Cambios durante el envejecimiento

1. A nivel motor: movimientos más lentos e inestables (bradicinesia).

2. A nivel sensitivo: peor percepción de la sensibilidad cutánea (dolor,


temperatura, presión) y propioceptiva.

3. A nivel cognitivo: bradipsiquia o pensamiento lento y deterioro cognitivo.

4. A nivel afectivo: aumento de la probabilidad de depresión y ansiedad.


Cambios durante el envejecimiento
sistema digestivo
Cambios en la boca
Pérdida de dientes lo que dificulta la masticación.

Pérdida de papilas gustativas. Se percibe con menor intensidad los sabores de los alimentos, sobre todo el dulce y el salado.

Menor secreción de saliva por parte de las glándulas salivares.

Menos fuerza para masticar por debilidad de los músculos masticatorios.

Cambios en el esófago
Menos movimientos peristálticos. Avanza más lentamente el bolo alimenticio hacia el estómago.

Más movimientos parásitos.

Mala función del esfínter esofágico inferior. Puede ser porque no se relaje bien y dificulte la deglución o porque no cierre bien y facilite el reflujo gastro-esofágico.

Hernias de hiato.

Cambios en el estómago
Menos movimientos.

Menos enzimas digestivos.

Menos ClH.

Atrofia de la mucosa estomacal.

Todos los anteriores contribuyen a digestiones más lentas y pesadas y peor absorción de los alimentos.
Cambios durante el envejecimiento
sistema digestivo
Cambios en el intestino delgado
Atrofia y pérdida de vellosidades.

Menor secreción de enzimas intestinales.

Menor secreción de jugo pancreático.

Menor secreción biliar.

Menor motilidad .

Todos los factores anteriores contribuyen a digestiones más lentas y con peor absorción intestinal.

Cómo afectan estos cambios a la función en general del aparato digestivo


Digestiones más lentas y pesadas.

Menor absorción de nutrientes.

Deterioro de la percepción organoléptica.

Estreñimiento.
Cambios en el oído por el envejecimiento

En el mecanismo de transmisión
Tímpano más grueso y menos elástico

Menor movilidad de la cadena de huesecillos

En el mecanismo de percepción
Disminución de las células ciliadas.

Enlentecimiento y distorsión de la transmisión nerviosa.


Pérdida de audición en general con predominio de las frecuencias altas
(hipoacusia para sonidos agudos). Presbiacusia.

Dificultad para comprender las palabras, especialmente en ambientes


ruidosos

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