Ontología
Ontología
Ontología
UMG 2024
FILOSOFÍA
CONTENIDO
• Definición conceptual de ontología
• De lo real y lo ideal
• Ontología de los valores
• Ontología de la vida
• Imposibilidad de definir el ser
• Existencia y consistencia
• Realismo metafísico
• Los primeros filósofos griegos
• Heráclito
Definición conceptual
Ontología significa “teoría del ser”. Las dos grandes divisiones
que podemos hacer en la filosofía son la ontología y la
gnoseología, la teoría del ser y la teoría del saber, del
conocer.
La ontología, en términos generales, se ocupa del ser, o sea, no
de este o aquel ser concreto y determinado, sino del ser en
general, del ser en la más vasta y amplia acepción de esta
palabra.
La ontología
La ontología
LA ONTOLOGIA SE DIVIDE EN DOS RAMAS LOS CUALES SON:
Metafísica significa: Más allá de lo físico, o sea, lo invisible, que no tiene forma.
• .- Es todo existente.
• La palabra SER significa por un lado existir, estar ahí y por otro consistir, ser esto o lo otro.
• La palabra ser tiene entonces estos dos significados, ser en sí y ser en otro que son
equivalentes a la existencia y la consistencia.
• Cuando nos preguntamos ¿qué son las cosas?, nos referimos no a si existen o no, sino cuál
es su esencia, en qué consisten.
Diferencia entre Metafísica y ontología
Esta ha sido una filosofía practicada por los filósofos del conocimiento y el
comienzo de la historia de todas las ciencias, posteriormente conocida como
ontología. La ontología es la investigación del ser en tanto que ser o del ser en
general, más allá de cualquier cosa en particular que es o existe. Es también el
estudio de los seres en la medida en que existen y no en la medida en que hechos
particulares obtienen de ellos o propiedades particulares para ellos. Para la mayoría
de manuales de filosofía, ontología y metafísica se pueden conocer como un
sinónimo.
Diferencia entre Metafísica y ontología
La diferencia entre la metafísica y la ontología está en que la metafísica investiga los principios de la
realidad y como esta realidad es de todos los universos, esta adquiere un carácter más general y
abstracto. La ontología en cambio estudia las divisiones ultimas de este universo porque lo que se
centra más en la parte física del modo humano.
La ontología es una reedición de la metafísica, una versión recortada de esta preparada por los
filósofos modernos. Todo lo que estudia la ontología lo estudiaba la metafísica. Pero no todo lo que
estudia la metafísica lo estudia en la modernidad la ontología. La ontología es una versión recortada
de la metafísica.
Diferencia entre Metafísica y ontología
Cuando se estudia la metafísica se estudia lo relativo al ser, en su forma abstracta, no física en
cuanto lo relacionado al pensamiento, mente, sentimientos, emociones, deseos, energía y el
espíritu, así como lo relacionado a lo que lo motiva y alienta y también que lo deprime y entristece
y como mejorar todas estas condiciones, también trataremos sobre lo negativo del ser, sus odios,
culpas, adicciones, temores egoísmo, rencores, envidias.
Santo Tomas de Aquino, describió la metafísica como: “la ciencia de la verdad no de cualquier
verdad sino de aquella verdad que es el origen de toda la verdad esto es, que pertenece al primer
principio por el cual las cosas son. La verdad que pertenece a tal principio es, evidentemente, la
fuente de toda la verdad”.
De lo real y lo ideal
En el campo de la objetividad, hemos encontrado cuatro regiones
en que la totalidad de los objetos puede dividirse.
• las cosas reales;
• los objetos ideales;
• los valores;
• los objetos metafísicos, de los cuales por lo menos uno, la vida,
está inmediatamente en nuestro propio poder y a nuestro alcance.
Esas cuatro esferas de objetos son intuidas inmediatamente por
nosotros.
DE LO REAL Y LO IDEAL
Pues bien; si con estas prevenciones iniciamos el estudio de la
primera región que hemos delimitado en el vasto campo de la
ontología, nos encontramos con que las cosas que llamamos
cosas reales, constituyen un conjunto, al cual damos el nombre
de mundo; constituyen un conjunto que es el mundo de las
cosas reales.
DE LO REAL Y LO IDEAL
Ese mundo de las cosas reales tiene una estructura ¿Cuál es esa
estructura? Lo primero que encontramos en esa estructura es,
evidentemente, el ser. Ese mundo de cosas reales es un mundo
que es. Y ¿qué significa, aquí, ser?
De lo real y lo ideal
Significa una cosa muy simple, muy evidente, muy inmediata:
significa que lo "hay" en mi vida. Está ahí, en mi vida;
tropiezo con él de continuo en mi vida; si cierro los ojos al
andar me doy con el tronco de un árbol en la frente. El árbol
es, está ahí, en mi vida. Lo hay. En este sentido, este mundo de
las cosas reales posee esta primera estructura característica:
ser. Posee el ser
De lo real y lo ideal
este ser es un ser real. ¿Qué significa real? Vamos a tomar aquí la palabra real en su
sentido estricto; su sentido estricto es el que se deriva de la voz latina "res", que significa
cosa. Este mundo de objetos, que es un mundo que es, que tiene ser, es además, real. Su
ser es de tipo especial que llamamos ser real.
De lo real y lo ideal
Quiere decir que no solamente está ahí, sino que está ahí de un modo especial, a la
manera como las cosas están ahí, como las "res" están ahí; está como está la cosa, esta
otra cosa, esta otra cosa, todas las cosas. Está con una individualidad de presencia, de la
cual me apodero directa e inmediatamente; con una presencia individual que es la que
designamos con la palabra real.
De lo real y lo ideal
Llegamos, pues, al segundo gran grupo, a la segunda región, que es la región de los objetos
ideales. ¿Cuáles son estos objetos ideales? Pues principalmente son tres los que conocemos ahora
(puede que haya más, pero la filosofía hasta hoy no ha podido comprobar más que estos tres grupos
de objetos ideales).
Primero, las relaciones, las relaciones entre cosas. Si yo digo que dos cosas son iguales, la
igualdad no es una cosa, sino algo que no se parece nada a la cosa. Es un objeto ideal. Si yo digo que
dos cosas son semejantes o desemejantes, o que la una es doble que la otra, o que es la mitad que la
otra, el ser doble, la mitad, ser semejante o ser desemejante, todas esas relaciones son objetos
ideales.
Las cosas son cada una lo que son; pero sólo por comparación puede metafóricamente decirse que
una cosa es la mitad de la otra; pues ser, no es mitad de nada. De modo que, primero, tenemos las
relaciones.
De lo real y lo ideal
Segundo, los objetos matemáticos. Los objetos matemáticos también
son ideales. El punto, la línea, el círculo, los números, las raíces, los
dobles, los triples, los cuádruplos, las razones, las proporciones, los
cuadrados, los cubos, las diferencias, las integrales; todos estos objetos
matemáticos son también objetos ideales
De lo real y lo ideal
Napoleón fue un objeto real. Como todos los objetos reales,
existió en el tiempo. Terminó de existir en el tiempo. Pero la
esencia Napoleón, aquello a que los historiadores se refieren
cuando hablan de Napoleón y seguirán hablando durante
muchos años, ese término al cual se refieren los historiadores,
ese es objeto ideal. Pero ese término al cual se refieren los
historiadores no tiene existencia real; es una idea, un término de
objeto ideal. De modo que estos tres son, hasta ahora, los objetos
que se conocen como objetos ideales.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
Como podemos ver se ha señalado y descrito con cierto detenimiento
las categorías regionales de la esfera de las cosas reales y de la esfera de
los objetos ideales. Encontramos que esas categorías de esas dos esferas
de la objetividad tienen algunos elementos comunes; tienen de común,
por lo menos, la categoría del ser.
Tanto las cosas reales como los objetos ideales, son. Luego encontramos
diferencias estructurales en cada una de esas dos regiones. El ser de las
cosas es un ser real, es decir, temporal y causal; mientras que al ser de
los objetos ideales lo llamamos ideal porque no es temporal ni causal.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
Encontrábamos que en nuestra vida hay cosas reales, hay objetos
ideales, y hay también valores. Ahora bien; ¿en qué sentido hay todo
eso? ¿En qué sentido hay cosas reales, objetos ideales y valores? Las
cosas reales y los objetos ideales los hay en mi vida, en nuestra vida, en
el sentido de ser. Pero ahora debemos preguntamos en qué sentido hay
valores en nuestra vida.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
•La filosofía actual emplea muchas veces la distinción entre
juicios de existencia y juicios de valor; y así los juicios de
existencia serán aquellos juicios que de una cosa enuncian lo
que esa cosa es, enuncian propiedades, atributos, predicados de
esa cosa, que pertenecen al ser de ella, tanto desde el punto de
vista de la existencia de ella como ente, como desde el punto de
vista de la esencia que la define.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
•Frente a estos juicios de existencia la filosofía contemporánea
pone o contrapone los juicios de valor estos enuncian acerca de
una cosa algo, que no añade ni quita nada al caudal existencial y
esencial de la cosa.
•Enuncian algo que no roza para nada ni con el ser en cuanto
existencia, ni con el ser en cuanto. esencia de la cosa. Si
decimos, por ejemplo, que una acción es justa o injusta, lo
significado por nosotros en el término justo o injusto, no roza
para nada a la realidad de la acción, ni en cuanto efectiva,
existencial acción, ni en cuanto a los elementos, que integran su
esencia.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
Entonces, de aquí se han podido sacar dos
consecuencias. La primera consecuencia es la siguiente:
los valores no son cosas ni elementos de las cosas.
Y de esta consecuencia primera, se ha sacado esta otra
segunda consecuencia: puesto que los valores no son
cosas, ni elementos de las cosas, entonces los valores
son impresiones subjetivas de agrado o desagrado, que
las cosas nos producen a nosotros y que nosotros
proyectamos sobre las cosas.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
El valer, pues, es ahora la primera categoría de este nuevo
mundo de objetos; que hemos delimitado bajo el nombre de
valores, Los valores no tienen, pues, la categoría del ser, sino la
categoría del valer.
La cosa que vale no es por eso ni más ni menos que la que no
vale, La cosa que vale es algo que tiene valor; la tenencia de
valor es lo qué constituye el valer; valer significa tener valor, y
tener valor no es tener una realidad entitativa más, ni menos,
sino simplemente no ser indiferente, tener ese valor.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
el valor no es un ente; sino que es siempre algo que adhiere a la cosa y
por consiguiente es lo que llamamos vulgarmente una cualidad, El valor
es una cualidad. Llegamos con esto a la segunda categoría de esta
esfera. La segunda categoría es la cualidad. Los valores tienen la
primera categoría de valer, en vez de ser; y la segunda categoría de la
cualidad pura.
CLASIFICACION DE LOS VALORES
Según esta clasificación, se podrían agrupar los valores en los siguientes
grupos o clases:
valores útiles; por ejemplo, adecuado, inadecuado, conveniente,
inconveniente.
valores vitales; como por ejemplo fuerte, débil.
Valores lógicos; como verdad, falsedad.
Valores estéticos, como bello, feo, sublime, ridículo.
Valores éticos, como justo, injusto, misericordioso, despiadado.
valores religiosos, como santo, profano.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
Si nosotros tenemos que optar entre salvar la vida de un
niño, que es una persona y por lo tanto contiene valores
morales supremos, o dejar que se queme un cuadro,
preferiremos que se queme el cuadro. Esto es lo que
quiere decir la jerarquía de los valores.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
En la cúspide de las jerarquías coloca Scheler los valores religiosos.
¿Qué quiere decir esto? Pues quiere decir que para quien no sea ciego a
los valores religiosos (cosa que puede ocurrir), para quien tenga la
intuición de los valores religiosos, éstos tienen jerarquía superior a todas
las demás. Habrá quien no tenga la intuición de los valores estéticos y
entonces preferirá salvar un libro de una biblioteca antes que un cuadro.
De esta manera llegamos a esa última categoría estructural ontológica
de la esfera de los valores: la jerarquía.
ONTOLOGÍA DE LOS VALORES
Y ahora, para terminar, no me quedan sino dos observaciones de relativa
importancia para dar por terminada esta recorrida por la esfera de los
valores. La primera observación es la siguiente. Un estudio detenido,
detallado, profundo de cada uno de estos grupos de valores, que hemos
visto en la clasificación, puede y debe servir –aunque de esto no se den
cuenta los escritores científicos– puede servir de base a un grupo o a
una ciencia correspondiente a cada uno de esos valores.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Así, pues, este cuarto objeto metafísico que podemos
indistintamente llamar la vida o la "existencia" va a constituir
ahora el término de nuestras reflexiones
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Y advierten ustedes en seguida que este objeto –la vida– ocupa en la ontología un
plano más profundo que cualquiera de las tres esferas objetivas que hemos diseñado
anteriormente. Ocupa un plano ontológico más profundo por esta simple reflexión:
que cualquiera de esas tres esferas ontológicas –las cosas reales, los objetos ideales,
los valores– "están en" la vida; pero ella, la vida, no está en ninguna parte.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Por consiguiente, ontológicamente hay una diferencia esencial entre el ente de las
cosas reales, el ente de los objetos ideales, el ente de los valores y el ente vida; y es
que esos tres primeros entes son entes "en" la vida, mientras que en la vida no es
"en", no está "en".
Caracterízanse, pues, aquellos tres primeros entes por ser entes que están "en",
mientras que la vida es un ente que no está "en".
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Ahora podríamos expresar esto de una manera mucho más sencilla y clara, diciendo
que aquellos tres primeros entes no son independientes; mientras que la vida es un
ente independiente.
Y ¿qué significa ser independiente? Significa no depender de nada otra cosa; y este
no depender de nada otra cosa es lo que siempre en la filosofía se ha denominado
absoluto, auténtico.
Y entonces diremos que el único ente absoluto y auténtico es la vida, o lo que llama
Heidegger la existencia.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
El problema metafísico era: ¿quién existe?, ¿qué es lo que existe? Pues
ahora la respuesta es muy sencilla: existe la vida; como que la vida es la
existencia, la única existencia absoluta y auténtica, puesto que los otros
tres tipos de entes, que llamamos cosas reales, objetos ideales y valores,
están "en" la vida. Por lo tanto dependen de la vida en cierto modo;
están en cierto modo subordinados a la vida.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
•Caracteres de la vida.
El primer carácter que le encontramos a la vida es el de la ocupación. Vivir es
ocuparse; vivir es hacer; vivir es practicar. La vida es una ocupación con las cosas;
es decir, un manejo de las cosas; un quitar y poner cosas; un andar entre cosas; un
hacer con las cosas esto y lo otro.
Y entonces encontramos esta primera contradicción: que esos objetos reales –las
cosas– son lo que son no en sí mismos sino en cuanto nosotros nos ocupamos con
ellos. El ocuparnos con las cosas es lo que les confiere el carácter de cosas; porque
llamamos precisamente cosas al término inmediato de nuestra acción.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Pero la vida es justamente lo contrario; la vida es la no indiferencia. O
dicho de otro modo, el interés. A la vida le interesa: primero, ser y
segundo ser esto o ser lo otro; le interesa existir y consistir. Dicho de
otro modo quizá más claro.
Piense cada uno en sí mismo. Vivir uno no es solamente existir (que ya
le interesa a uno mucho); además, vivir es vivir de cierta manera.
Y hay veces en la historia en que el interés por esa cierta manera de
vivir es tan grande, que encontramos episodios históricos de pueblos,
hombres, colectividades o individuos, que prefieren morir a vivir de otra
manera que como quieren vivir.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
• La vida nos presenta esta otra contradicción: que la vida nos es y no nos es dada.
Nadie se da la vida a sí mismo. Nosotros nos encontramos en la vida; nuestro yo
se encuentra en la vida. Cuando reflexionamos y nos decimos: yo vivo, no
sabemos cómo vivimos, ni por qué ni quién nos ha dado la vida. Lo único que
sabemos es que vivimos.
• Por consiguiente, en cierto respecto, la vida nos es dada. Pero esa misma vida que
nos es dada la tenemos que hacer nosotros. Algo tenemos que hacer para vivir. Se
nos ha dado la vida, pero tenemos para seguir viviendo que hacer algo; tenemos
que ocupamos en algo; tenemos que desarrollar actividades para vivir.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
La vida que nos ha sido dada está sin embargo por hacer. La vida nos plantea de
continuo problemas vitales para vivir, que hay que resolver.
La vida hay que hacerla, y en castellano tenemos una palabra para designar eso: la
vida es un "quehacer". Y aquí nos encontramos con una nueva contradicción: que la
vida nos es dada y que sin embargo de sernos dada no nos es dada, puesto que
tenemos que hacérnosla, y hacérnosla es precisamente vivir.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
si nosotros nos planteamos el problema de libertad o determinismo, en
el caso de la vida, diremos que la vida, nosotros en nuestra vida somos
libres; podemos hacer o no hacer; podemos hacer esto o lo otro; la vida
puede hacer esto o lo otro.
Pero tiene que hacer algo forzosamente para ser, tenemos que hacer;
para vivir, tenemos que hacer nuestra vida.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Es decir, para vivir libres, para vivir libremente, para ser libres viviendo,
tenemos necesariamente que hacernos esa libertad, puesto que la vida es
un quehacer.
Es decir, que la libertad, en el seno de la vida, coexiste hermanada con
la necesidad; es libertad necesaria. Otra contradicción más.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Y llegamos con esto quizá a lo más importante: que la estructura
ontológica de la vida contiene como su nervio fundamental, su raíz, algo
que es precisamente lo más opuesto, polarmente opuesto, al tipo del ser
estático y quieto de Parménides. La vida en su raíz contiene el tiempo.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Debemos distinguir dos clases de tiempo: el tiempo que hay "en" la vida
y el tiempo que la vida "es". En la vida está el tiempo de la física, el
tiempo de la astronomía, el tiempo de la teoría de la relatividad. Ese es
un tiempo que está en la vida, lo mismo que los objetos reales, los
objetos ideales y los valores están en la vida.
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
Pero la vida no es eso. La vida, tan pronto como ha sido, deja de ser. La vida es
propiamente esa anticipación, ese afán de querer ser; esa anticipación del futuro, esa
preocupación que hace que el futuro sea, él, el germen del presente.
Pero en esta carrera de la vida, cuando la vida corre en pos de sí misma; en esta
ocupación que es preocupación; en este presente que es un futuro que ha llegado a
ser, en todo esto se manifiesta la vida esencialmente como no indiferencia; y la no-
indiferencia se manifiesta en la angustia
ONTOLOGÍA DE LA VIDA
la angustia de la vida es afán de vivir; es no-indiferencia al ser, que
antes describía yo en sus dos aspectos de existir y de existir de éste o de
aquel modo; en sus dos aspectos existencial y esencial.
De modo que, por un lado, la angustia es afán de ser, ansiedad por ser,
por seguir siendo, por que el futuro sea presente; pero por otro lado, esa
ansiedad de ser lleva dentro el temor de no ser; el temor de dejar de ser,
el temor de la nada. Por eso la vida es, por un lado, ansiedad de ser, y
por otro lado temor de la nada
La imposibilidad de definir el ser
Dar una definición de algo supone reducir ese algo a elementos de carácter
más general, incluir ese algo en un concepto más general todavía que él.
¿Hay concepto más general que el concepto del ser?
¿Puede hallarse acaso alguna noción en la que quepa el ser, y que, por
consiguiente, habría de ser más extensa que el ser mismo? No la hay.
comparemos el concepto de “europeo” con el de “hombre” encontramos
naturalmente que hay menos europeos que hombres. Por consiguiente, el
concepto de “hombre” se aplica a mas cantidad de ser que el concepto
“europeo”
La imposibilidad de definir el ser
Si nos proponemos definir el concepto de “ser”, tendremos que tener a
mano conceptos que cubran mayor cantidad de ser que el concepto de
ser. Ahora bien: el concepto de ser en general es el que cubre mayor
cantidad de ser. Por consiguiente, no hay otro más extenso, por medio
del cual pueda ser definido
Por eso, para definir el ser nos encontraríamos con la dificultad de que
no tendríamos que decir de él nada. Hegel, que hace esta misma
observación, acaba por identificar por completo el concepto de “ser”
con el concepto de “nada”;
Existencia y Consistencia
Estos dos significados equivalen a estos dos otros: la existencia y la
consistencia. La palabra “ser” significa, por una parte, existir, estar ahí.
Pero por otra parte significa también consistir, ser esto, ser lo otro.
Cuando preguntamos ¿qué es el hombre?, ¿qué es el agua?, ¿qué es la
luz?, no queremos decir si existe o no existe el hombre, si existe o no
existe el agua o la luz. Queremos decir: ¿cuál es su esencia?, ¿en qué
consiste el hombre?, ¿en qué consiste el agua?, ¿en qué consiste la luz?
Existencia y Consistencia
Cuando la Biblia dice que Dios pronunció estas palabras: “Fiat lux”;
que la luz sea, la palabra “ser” está empleada, no en el sentido de
“consistir”, sino en el sentido de “existir”. cuando Dios dijo “Fiat lux”;
que la luz sea, quiso decir que la luz, que no existe, exista.
Pero cuando nosotros decimos: ¿qué es la luz?, no queremos de- cir qué
existencia tiene la luz, no. Queremos decir: ¿Cuál es su esencia?, ¿cuál
es su consistencia?
Existencia y Consistencia
• Que es existir? No tiene contestación. Resulta evidente no que hay contestación posible, no se puede decir
que sea la existencia, existir es algo que intuimos directamente. El existir no puede ser objeto de definición
porque definir es decir en que consiste algo pero “consistir” es justamente lo contrario de “existir”.
• Es claro y evidente que el existir no consiste en nada. Por eso muchos filósofos se detienen ante la
imposibilidad de definir la existencia. La existencia no puede ser definida y precisamente habrá un momento
en la historia de la filosofía en que Kant, hará uso de esta distinción para hacer ver que ciertos argumentos
metafísicos han consistido en considerar la existencia como un concepto y relacionarlo con otros conceptos.
En conclusión la ontología no podrá decirnos que es existir. Nadie puede decirnos que es existir, sino que
cada cual lo sabe por íntima y fatal experiencia propia.
Existencia y Consistencia
Quien existe? Si tiene contestación,
3.yo existo, pero las cosas no son más que fenómenos para mí, apariencias que yo percibo pero no verdaderas
realidades.
4.Ni las cosas ni yo existimos de verdad sino que solo Dios existe y las cosas y yo existimos en Dios
5.Las cosas y yo tenemos un ser que no es un ser en mi sino un ser en otro ser, en Dios.
Existencia y Consistencia
• Que es consistir? Si tiene contestación, puede decirse en que consiste la consistencia, porque unas cosas
consisten en otras, no todas consisten en sí mismas. Hay formas variadas de consistir, es algo que puede
hacerse, que debe hacerse y que sea hecho, capítulo importante de la ontología.
• Quien consiste? No tiene contestación, puede tener contestación, porque lo único que cabría decir es que no
sabemos quién consiste, hasta que no sepamos quien existe no podemos saber quién consiste porque solo
cuando sepamos quien existe con existencia real en si podremos decir de todo lo demás. Si nada existe, ni las
cosas ni yo sino que las cosas y yo estamos en Dios entonces a la pregunta: quien consiste? Contestaremos
que todos consistimos, salvo Dios, que no consiste, puesto que no es transformable a otra cosa y en cambio
nosotros y las cosas somos todos transformables a Dios
Realismo metafísico
• La metafísica está dominado por la pregunta ¿Quién existe?
• La palabra latina que designa cosas, es “RES”. Esta respuesta primordial, y aún diría primitiva,
natural, lleva en la historia de la metafísica el nombre de realismo, de la palabra latina res. A la
pregunta ¿quién existe? Contesta el hombre naturalmente: Existen las cosas, contesta -res- y esta
respuesta es el fondo esencial del realismo metafísico.
• En toda la historia filosófica, ningún realista afirma la existencia de todas las cosas.
• El realismo afirma la existencia del mundo, de las cosas que constituyen el mundo, y de nosotros dentro de ese
mundo, como una de tantas cosas.
• Realismo es el nombre que se da a una posición adoptada en la teoría del conocimiento o en la metafísica. En
ambos casos, el realismo se opone al idealismo. Para el realismo el espíritu humano puede conocer al ser "en
sí", y la verdad no es otra cosa que la conformidad del juicio con la realidad.
Los primeros filósofos griegos
El realismo empezó desde luego en Grecia; y empezó discerniendo entre las cosas. El primer
esfuerzo filosófico del hombre fue hecho por los griegos, y empezó siendo un esfuerzo para discernir
entre lo que tiene una existencia meramente aparente y lo que tiene una existencia real.
Los griegos fueron los inventores de eso que se llama filosofía. ¿Por qué? Porque fueron los
inventores en el sentido de la palabra descubrir, los descubridores de la razón, los que descubrieron
que con la razón, con el pensamiento racional, se puede hallar lo que las cosas son, se puede
averiguar el último fondo de las cosas.
Los primeros filósofos griegos
• Thales de Mileto, busco entre las cosas cual sería el principio de todas las demás cual le conferiría la dignidad del ser, de
principio de ser en sí, la existencia en sí, dictaminando que el agua es el principio de todas las cosas del ser, y que todo lo
demás es un ser derivado.
• Anaximandro, creyó que el principio de todas las cosas era algo material, pero tuvo una idea un poco más complicada y
determino que esa cosa material es una especie de protocosa una cosa indefinida que no era ni el agua, ni la tierra, ni fuego, ni
aire, ni piedra. protocosa, que era lo que él llamaba en griego "APEIRON", indefinido, una cosa indefinida, que no era ni agua,
ni tierra ni fuego, ni aire, ni piedra, sino que tenía en sí, por decirlo así, en potencia, la posibilidad de que de ella, de ese
"apeiron", de ese infinito o indefinido se derivasen las demás cosas.
• Anaxímenes, busco una cosa material como origen de todas las demás, tomo al aire.
• Es posible que haya habido más intentos de antiquísimos filósofos griegos que buscaron alguna cosa material, pero fueron
superados al no buscar una sino varias como el principio u origen de todas las cosas. Ejemplo: la dificultad de hacerle creer a
nadie que el mármol de Pentélico (Partenón) en Atenas fuese derivado del agua, la dificultad también de hacerlo derivar del
aire, de hacerlo derivar de una cosa determinada sería probablemente objeto de críticas feroces y entonces sobrevino la idea de
salvar las cualidades diferenciales de las cosas admitiendo no un origen único, sino un origen plural.
Los primeros filósofos griegos
• Empédocles, estableció la teoría de que eran cuatro las cosas realmente existentes de las cuales se derivan
todas las demás y que esas cuatro cosas eran: el agua, el aire, la tierra y el fuego que el llamo “elementos”
que quiere decir aquello con lo cual se hace todos lo demás. Los cuatro elementos de Empédocles atravesaron
toda la historia del pensamiento griego entraron en la física de Aristóteles, llegaron hasta la edad media y
muere en el renacimiento.
Los primeros filósofos griegos
ANAXÍMEDES. También fue uno de esos filósofos primitivos, que
buscaron una cosa material como origen de todas las demás, como
origen de los demás principios, como única existente en sí y por sí, de la
cual estaban las demás derivadas. Anaxímedes tomó EL AIRE.
Los primeros filósofos griegos
EMPÉDOCLES: Inventó la teoría de que eran cuatro las cosas realmente existentes, de las cuales se
derivan todas las demás, y que esas cuatro cosas eran: EL AGUA, EL AIRE, LA TIERRA Y EL
FUEGO, que él llamó "ELEMENTOS", que quiere decir aquello con lo cual se hace todo lo demás.
Los cuatro elementos de Empédocles atravesaron toda la historia del pensamiento griego, entraron
de rondón en la física de Aristóteles, llegaron hasta la Edad Media y mueren al principio del
Renacimiento.
Aproximadamente hacia la misma época en que vivió Empédocles, hay dos acontecimientos
filosóficos que para nuestros problemas metafísicos son de importancia capital. El uno es la
aparición de Pitágoras y el otro es la aparición do Heráclito.
Los primeros filósofos griegos
PITÁGORAS fue un hombre de genio, de un genio formidable, es el primer filósofo griego a quien
se le ocurrió la idea de que el principio de donde todo lo demás se deriva, LO QUE EXISTE DE
VERDAD, EL VERDADERO SER, EL SER EN SÍ, no es ninguna cosa; o mejor dicho, es una cosa,
pero que no se ve, ni se oye, ni se toca, ni se huele, que no es accesible a los sentidos. ESA COSA
ES EL "NÚMERO". Para Pitágoras, la esencia última de todo ser, de los que percibimos por los
sentidos, es el número. Las cosas son números, esconden dentro de sí números. Las cosas son
distintas unas de otras por la diferencia cuantitativa y numérica.
Los primeros filósofos griegos
Los primeros filósofos griegos
Entonces HERÁCLITO encuentra que ninguna de estas contestaciones tiene razón; encuentra que si
examinamos verdaderamente, con ojos imparciales, las cosas que se tienen ante nosotros, hallamos
en ellas todo eso; y sobre todo, que las cosas que se tienen ante nosotros no son nunca, en ningún
momento, lo que son en el momento anterior y en el momento posterior; que las cosas están
constantemente cambiando;
que cuando nosotros queremos fijar una cosa y definir su consistencia, decir en qué consista esa
cosa, ya no consiste en lo mismo que consistía hace un momento. Proclama, pues, el fluir de la
realidad. Nunca vemos dos veces lo mismo, por próximos que sean los momentos, o, como decía en
su lenguaje metafórico y místico: "Nunca nos bañamos dos veces en el mismo río." Las cosas son
como las gotas de agua en los ríos, que pasan y no vuelven nunca más.