Geología Estructural Unsa 2024
Geología Estructural Unsa 2024
Geología Estructural Unsa 2024
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2.FALLA INVERSA
Es aquella en la cual el piso ha ascendido con respecto al techo y el ángulo de
buzamiento es generalmente menor de 45°. Esta falla recibe también el nombre de
falla de empuje. (Fig.20)
3.FALLA VERTICAL
Es aquella cuyo plano de falla es esencialmente vertical.
BLOQUES FALLADOS
GRABEN O FOSA TECTONICA
Bloque generalmente alargado que ha descendido en relación con los bloques de los
costados. Las fallas marginales son generalmente de gran ángulo y en la mayoría de
los casos son fallas de gravedad o esencialmente verticales
(Fig. 22).
HORST O PILAR TECTONICO
Bloque generalmente que ha ascendido en relación con los bloques de los costados. Al
igual que en los HORSTS, las fallas de borde son generalmente verticales, en su
mayoría (Fig. 23). Las dimensiones de estas estructuras geológicas son verticales.
SOBRECORRIMIENTO
Un sobre-corrimiento es una falla de empuje de bajo ángulo con un desplazamiento neto que se mide
en Kms. Los sobre-corrimientos son rasgos geológicos impresionantes y de gran magnitud,
caracterizado por desplazamientos de grandes masas rocosas a considerables distancias.
Figura 15.1 Falla que desplaza una capa guía. (a) Separación A, según la dirección B y separación según el buzamineto C. (b)
orientaciones diferentes del salto: 1 = salto sinistrógiro inverso, 2 = salto sinistrógiro, 3 = salto sinistro normal, 4 = salto normal, 5 = salto
dextrógiro normal. (Según hill, 1963.)
CLASIFICACIÓN DE LAS FALLAS
Existen varios enfoques geométricos para clasificar las fallas. Por ejemplo, hay esquemas descriptivos basados
en la relación de la falla con otras estructuras (fallas longitudinales, transversales o según el plano de
estratificación), y basados en los modelos de grupos de fallas (fallas radiales, paralelas o escalonadas).
El aspecto más importante de la geometría de la falla es el desplazamiento relativo a lo largo de ella. El salto es
la medida de este desplazamiento, pero por desgracias se establece muy pocas veces. La separación, o una
componente de ella, por lo general es más fácil de medir, y de hecho esta separación suele ser la evidencia de la
existencia de la falla. Sin embargo, se debe mantener una clara distinción entre el salto y la separación, porque
una separación observada puede ser el resultado de muchas orientaciones posibles del salto( fig. 15.1 b). Para
resaltar la importancia de esta distinción se han desarrollado dos clasificaciones paralelas de los
desplazamientos de falla; una basada en el salto, y la otra en la separación (Hill, 1963). Sin embargo, el
esquema basado en la separación no es en absoluto una verdadera clasificación del desplazamiento. Esto se
verá claramente cuando se constate que para un salto dado, la magnitud y el sentido de la separación dependen
de la orientación del plano guía desencajado, y dos planos de orientación diferente pueden indicar sentidos
opuestos de desplazamiento aparente (figura 15.2 ). Así, cualquier clasificación basada en la separación es
confusionaria y debe evitarse (véase Gill, 1971). Si hay que describir la separación en una falla, ésta se debe
detallar en términos de orientación, tanto de la orientación del plano roto como de la dirección en la cual se mide
la separación. El sentido de la separación se puede describir utilizando varios términos de uso corriente (véase la
tabla 15.1).
Figura 15.2 Falla con sentidos opuestos de separación según la dirección.
El método de mirar un mapa estructura abajo permite ver directamente las relaciones geométricas entre salto y
separación. En la figura 15.3 tres fallas desplazan estratos inclinados. Adoptando una vista buzamiento abajo de
las capas (no de las fallas) se aprecia el grosor de las capas perpendicular a la línea de mira. También puede
verse la separación de las capas en esta misma dirección
La falla I tiene una separación estratigráfica igual al grosor de la capa 2. Para facilitar la
visualización ayuda algo, en especial a los principiantes, colocar las manos extendidas con
los dedos apuntando al sentido del buzamiento, de modo que representen los dos labios de la
falla. Al mover las manos se reproducen las diversas posibilidades de salto. Por ejemplo, es
fácil imaginar un salto que explicaría directamente la separación estratigráfica: bloque
occidental desplazado relativamente hacia arriba y hacia el norte un ángulo de 60º. Sin
embargo, podemos ver que son posibles otros muchos saltos. El bloque occidental se podría
haber movido hacia arriba por salto paralelo al buzamiento de la falla, o se podría haber
movido hacia el norte paralelamente a la dirección de la falla, o según alguna combinación de
ambos. En cuanto a las fallas II y III, la separación estratigráfica también se ve en seguida,
indiferentemente del ángulo entre la dirección del plano de la falla y la dirección de la capa de
los estratos. Además, la vista buzamiento abajo revela la naturaleza de la separación
independientemente del buzamiento de la falla.Está claro que el salto describe
fundamentalmente el desplazamiento según la falla y una clasificación basada en el es la
única significativa que permite establecer categorías con esta información. Para que sea
completa también hay que diferenciar las fallastraslacionales, en las que la magnitud y la
orientación del salto son las mismas en todos los puntos, y las fallas rotacionales, donde el
salto cambia de un lugar a otro (fig. 15.4). Probablemente todas las fallas de traslación tienen
además una componente rotacional, en especial cerca de sus terminaciones. La tabla 15.2 da
la clasificación completa de las fallas basada en el salto.
La orientación del plano de falla
es el segundo factor importante
para describir el desplazamiento
relativo de los dos bloques
limitados por una falla. Por
ejemplo, una falla de salto inverso
con un buzamiento de 20º es muy
diferente a una falla de salto in
verso con un buzamiento de 70º.
Aunque ciertamente ésta es una de las posibilidades, aquel no presenta
más evidencias de este salto que el modelo cartográfico de la figura 15.11
b, donde no hay pliegues de arrastre.
Dos consideraciones aclararan esta limitación. Primero, un corte vertical
perpendicular a la traza de la falla siempre muestra estos mismos pliegues
(véase el corte AA’ de la fig. 15.11 a). De hecho, cada corte que atraviese la
falla y las capas de jara la curvatura. Es evidente que los pliegues de cada
uno de estos cortes de distinta orientación no pueden considerarse como
prueba de salto paralelo al plano de corte. Por lo tanto, solo se puede
determinar la separación: la separación según la dirección en la vista mapa
y la separación según el buzamiento en el corte vertical. La geometría es
esencialmente la misma que habría si no
hubiera pliegues de arrastre (véase el corte BB’ de la fig. 15.11 b).
Segundo, el proceso de plegamiento por arrastre de falla esta íntimamente
relacionado con el fallamiento distributivo (fig. 15.12.). Este tipo de despejado sugiere
plegamiento en pliegues similares pero aquí tambien hay que someterse a las
mismas limitaciones a la hora de deducir la dirección de flujo. Se verá que la
orientación de los pliegues de arrastre de falla está determinada por la orientación de
alla y por las capas desplazadas; las líneas de charnela son paralelas a la
intersección de estos planos.
DESCRIPCION DE SUPERFICIES INDIVIDUALES
La orientación de esta línea generatriz es
una propiedad direccional de toda la
superficie y no tiene una localización
particular. Es análogo aun eje cristalográfico
y se llama eje de pliegue. Una de las
características geométricas más
importantes de las superficies cilíndricas es
la de que su forma puede quedar
cabalmente representada en una sección
transversal perpendicular a la dirección
axial; esta sección se llama perfil de la
superficie plegada cilíndricamente.
Cada curva del perfil tiene varios distintivos geométricos que sirven
para identificar determinadas posiciones en las superficies. La cresta, o
punto alto y el seno o punto bajo son dos de ellos. En tres dimensiones
cada uno de ellos es en realidad una línea de la superficie cilíndrica
que es paralela al eje. La posición de ambas depende de la orientación
de la superficie en relación con la horizontal. Por otra parte, el punto
de máxima curvatura, o punto de charnela y el punto donde la
curvatura pasa de cóncava a convexa, o punto de inflexión, son
dependientes de la orientación y por lo tanto sirven para definir con
más fundamento la geometría de la superficie.
A menudo las charnelas
y los puntos de inflexión
individuales son
alternantes. En tres
dimensiones, estos
puntos se encuentran
en línea de charnela y
líneas de flexión, es
conveniente
consideraron pliegue
individual como la
porción
DESCRIPCION Y CLASIFICACION DE PLIEGUES
Tabla 7.2 Términos que describen la orientación de los pliegues (según Fleuty, 1964, pp.
483, 486)
Es útil prestar una atención especial a los pliegues neutros. Los
calificativos de decumbente o acostado se aplican a pliegues
neutros horizontales. En los pliegues verticales la línea y la
superficie de charnela son verticales. Ambos términos son
incluidos en la tabla 7.2 . Un pliegue neutro intermedio entre
ambos extremos es un pliegue reclinado ; mas rigurosamente ,
este calificativo describe un pliegue cuya superficie de charnela
buza entre 10° y 80° aproximadamente y cuya línea de charnela
cabecea más de 80° en la superficie de charnela . Como el
buzamiento puede ser más de 80 ° y la inmersión de menos de
los 80° requeridas para que pueda calificarse de vertical (por ej.,
buzamiento =82°, inmersión =79°), no es practico establecer un
límite superior preciso para el buzamiento de la superficie de
charnela. Esta pequeña discrepancia es consecuencia del uso de
la inmersión para algunos pliegues y del cabeceo para otros.
El defecto de este método
estriba en que la charnela se
refiere a un plano vertical que
por lo general no guarda
ni9nguna relación con la
geometría del pliegue. Para
evitar esto se podría HABER
confeccionado una clasificación
basada solo en el buzamiento y
el cabeceo, pero ello también
presentaría inconvenientes el
peor de los cuales es que el
cabeceo suele ser difícil de
medir en el campo. Una
clasificación más simple y más
precisa se consigue combinando
la inmersión y el cabeceo .Se
emplea un diagrama triangular Figura 7.9a Orientación de los pliegues. Trama triangular para
representar la orientación de los pliegues .
especial que combina tres
variables(Richard, 1971;véase
PLIEGUES PARALELOS
Los pliegues paralelos pueden modelarse simplemente arqueando una
baraja o un juego de tarjetas (fig. 8.1).La deformación total se logra por
el combamiento de las cartas individuales y el deslizamiento en la
superficie de cada carta es una consecuencia inevitable del proceso. La
importancia de este deslizamiento se puede apreciar fácilmente tratando
de curvar una baraja cuyas cartas se han grapado firmemente en los
extremos .Impidiendo el deslizamiento , la estructura laminada se
elimina y la baraja resultante es casi tan rigida como un bloque de
madera. En pliegues presentes en la naturaleza se encuentran
evidencias claras de este deslizamiento producido sobre los planos de
estratificación(fig. 8.2).
Además, a consecuencia del arqueamiento, la superficie de cada capa
se extiende a lo largo del arco externo y se contrae a lo largo del arco
interno. Esto , a su vez, provoca un adelgazamiento del material
adyacente al arco externo y un engrosamiento complementario
adyacente al arco interno . A pesar de que estos cambios de espesor
tienden a anularse mutuamente, en general habrá un cambio neto del
espesor da la capa. Además, en estas dos regiones de la capa se
pueden desarrollar determinadas estructuras de tensión o de
compresión de pequeña escala. De todos modos, si las capas son
delgadas, como en el modelo de la baraja, el efecto es débil y el cambio
de espesor es despreciable; entonces el espesor total de la baraja se
mantendrá efectivamente constante.(Esto puede confirmarse midiendo
la baraja arqueada; se da por descontado que las cartas deben
mantenerse en contacto durante el proceso de arqueado). Si en todas
partes el espesor ortogonal se mantiene constante, el pliegue modelo
será pa-
Figura 8.1 Modelo de la baraja de un pliegue paralelo.
PLIEGUES NO PARALELOS
La interrupción de la geometría del pliegue paralelo ideal con la profundidad, implicada
en las relaciones disarmonía-despegue, es impredecible en sus detalles, simplemente
porque no sigue reglas geométricas que puedan deducirse de observaciones
superficiales. Pero aparte de ello, en el campo se pueden observar modificaciones no
paralelas en pliegues de rocas sedimentarias.