La Exaltacion de José
La Exaltacion de José
La Exaltacion de José
15
Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído
decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. 16 Respondió José a Faraón, diciendo: No
está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. 17 Entonces Faraón dijo a José:
En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; 18 y que del río subían siete vacas de
gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. 19 Y que otras siete vacas
subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras
semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. 20 Y las vacas flacas y feas devoraban a
las siete primeras vacas gordas; 21 y estas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que
hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo
desperté. 22 Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y
hermosas. 23 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano,
crecían después de ellas; 24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas;
y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete. 25 Entonces respondió José a
Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer.
3. Tenemos un Dios que nos
Revela.
26
Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el
sueño es uno mismo. 27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son
siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán
de hambre. 28 Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha
mostrado a Faraón. 29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra
de Egipto. 30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será
olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. 31 Y aquella abundancia
no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima.
4. Tenemos un Dios que nos
Resuelve.
32
Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de
Dios, y que Dios se apresura a hacerla. 33 Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón
prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. 34 Haga esto Faraón, y ponga
gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la
abundancia. 35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el
trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. 36 Y
esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que
habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.
5. Tenemos un Dios que nos Recompensa.
37
El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, 38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso
hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? 39 Y dijo Faraón
a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como
tú. 40 Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo;
solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo
te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42 Entonces Faraón quitó su anillo de su
mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un
collar de oro en su cuello; 43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante
de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. 44 Y dijo Faraón a José:
Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. 45 Y
llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de
Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto. 46 Era José de edad
de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de
delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.
5. Tenemos un Dios que nos Recompensa.
47
En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. 48 Y él reunió
todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y
guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de
sus alrededores. 49 Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta
no poderse contar, porque no tenía número. 50 Y nacieron a José dos hijos antes que
viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera
sacerdote de On. 51 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios
me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 52 Y llamó el nombre del
segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción. 53 Así
se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. 54 Y
comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre
en todos los países, más en toda la tierra de Egipto había pan.
6. Tenemos un Dios que nos Redime.
55
Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por
pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere. 56 Y el
hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde
había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de
Egipto. 57 Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José, porque por toda la
tierra había crecido el hambre.
Conclusión