Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
SlideShare una empresa de Scribd logo
SABER PEDAGÓGICO 
ESCRITO 
Documento: Cartas de Freire y su influencia en la formación, 
práctica pedagógica y didáctica 
Angy López Diago 
IV Semestre A 
Lic. Samuel Reyes 
ENSCI Programa de Formación Complementario 
Cartagena – Colombia 
2010
De la didáctica a la formación 
Este escrito tiene la amena intención de expresar lo reflexionado sobre las cartas de 
Freire estudiadas en el campo de saber pedagógico y sus influencias en nuestra 
práctica pedagógica, formación y didáctica. 
Freire opina que el educador tiene la responsabilidad de reflexionar sobre su 
propia práctica de manera permanente, y por ello ofrece estas cartas que, en un 
lenguaje sencillo, pero no por eso menos profundo, cavilan sobre la relación entre 
la teoría y la práctica, la lectura, la relación ineludible entre enseñar y aprender, el 
miedo en la dificultad, la importancia de la escucha y el dialogo en la relación 
maestro – estudiante, la libertad en la educación, la necesidad de que el maestro y 
la maestra amen su profesión. 
Paulo Freire pretende señalar en sus cartas, repetidamente la importancia que tiene 
la compañía del maestro en el proceso de crear espacios de conocimientos y 
debates sociales de saberes, donde florece la relación educador – educando. Esta es 
una relación de poder; pues sin una no puede existir la otra. “para enseñar es 
necesario aprender” 
Esta relación incluye virtudes que debe manejar el maestro para enfrentar 
diferentes contextos y diversas formas de aprendizaje de los estudiantes, pues nos 
recuerda María Davini que “Con un enfoque más dirigido al perfeccionamiento de 
la acción de la enseñanza y en oposición al objetivismo tecnocrático, otros aportes 
destacan que los problemas de la enseñanza son siempre situacionales... 
Propugnan así conclusiones contextualizadas de acuerdo con las características 
especificas de la experiencia educativa.”1 Así, la mejor manera de llamar la 
atención del educando hacia la validez de lo que se propone, es manteniendo una 
relación coherente entre lo que se dice y lo que se hace, con el propósito de mejorar 
nuestras propias prácticas. 
Y no permitir que enseñemos lo que nos enseñaron. “Así se ha insistido en la 
necesidad de favorecer el desarrollo reflexivo y crítico de los docentes para 
comprender y operar en la enseñanza, o para transformar la trama de significados 
1 DAVINI, María Cristina. Conflictos en la evolución de la didáctica: la demarcación entre la didáctica general y las didácticas 
especiales. Argentina, El Paidás, 2001. p 49
previos que ellos mismos arrastran, incorporados en su propia trayectoria social y 
escolar.”2 
La seguridad del maestro es fundamental a la hora de enseñar. Esta da cuenta de la 
certeza de su conocimiento y de su labor como educador. Sino es así, afectará la 
forma de aprender o participar de sus estudiantes en los encuentros de saber y la 
buena comunicación se vera distorsionada por las burlas. Debemos tener 
disciplina. 
Es interesante entonces en el papel del maestro desarrollar facultades, estimular 
intereses y abrir las puertas a la exploración y descubrimiento. La docencia, dice 
Freire, es ante todo una profesión, que exige una permanente capacitación 
científica, física, emocional y afectiva. 
Particularmente la didáctica intenta promover la investigación en los maestros 
para que descubran modelos más activos que faciliten la enseñanza, y estimulen el 
aprendizaje en pro de alcanzar mejores niveles de comprensión y análisis en los 
estudiantes. “Desde la didáctica se apunta a desarrollar un cierto tipo de 
intervención social… el didacta se ocuparía en responder: ¿Qué enseñamos?, 
¿Cómo?, ¿Qué debe ser y hacer la escuela?...”3 El maestro debe desde estas 
preguntas profundizar los elementos y las herramientas matrices en el desarrollo 
de las estrategias para hacerlas confiables y con resultados verídicos. Para así ir 
retirando poco a poco los dogmas educativos que aun permanecen en la 
actualidad. 
Ahora bien no solo el maestro es parte de la formación académica del estudiante, 
sino q también fomenta el mejoramiento de la calidad de vida de este, por medio 
de lecciones como: enseñar a escuchar a los otros, incluyendo el deber de respetar, 
acatar las decisiones tomadas por la mayoría y entre otras cosas estimular el gusto 
por la pregunta, por la crítica, por el debate y el dialogo. Es ahí donde son 
indispensables las cualidades del maestro para el mayor desempeño de sus 
estudiantes. 
2 DAVINI, María Cristina. Conflictos en la evolución de la didáctica: la demarcación entre la didáctica general y las didácticas 
especiales. Argentina, El Paidás, 2001. p 50 
3 W. Camillon, Alicia. Corrientes didácticas contemporáneas. Argentina, El Paidás, 2001. p 32
La enseñanza es parte de la democracia, de lo social. Debe haber un mutuo 
acuerdo en la toma de decisiones y para la construcción del aprendizaje entre el 
maestro y los niños. Pues, el alumno debe estar involucrado en su aprendizaje. 
Detengámonos aquí. El maestro, entonces debe trabajar en la búsqueda de 
didácticas emprendedoras que enriquezcan la trascendencia de los estudiantes 
socialmente oprimidos a individuos activos, es decir, donde los estudiantes son 
protagonistas de su proceso formativo, generando así oportunidades de igualdad a 
quienes reciban el servicio educativo, que pronto serán los que impulsen la 
sociedad a su desarrollo. 
En fin, el docente, debe ser un docente emancipador. Ser integro en la búsqueda de 
innovaciones didácticas, en la construcción de mejores sociedades, ser responsable 
de romper con los estigmas sociales y generador de acciones transformadoras. Que 
reconozca el contexto y las necesidades como factores determinantes en el 
desempeño de los estudiantes, para poder implementar las didácticas mas 
apropiadas y eficaces que estimulen las potencialidades del estudiante en el 
escenario del saber y proporcionan un mejor aprendizaje.

Más contenido relacionado

Saber pedagógico

  • 1. SABER PEDAGÓGICO ESCRITO Documento: Cartas de Freire y su influencia en la formación, práctica pedagógica y didáctica Angy López Diago IV Semestre A Lic. Samuel Reyes ENSCI Programa de Formación Complementario Cartagena – Colombia 2010
  • 2. De la didáctica a la formación Este escrito tiene la amena intención de expresar lo reflexionado sobre las cartas de Freire estudiadas en el campo de saber pedagógico y sus influencias en nuestra práctica pedagógica, formación y didáctica. Freire opina que el educador tiene la responsabilidad de reflexionar sobre su propia práctica de manera permanente, y por ello ofrece estas cartas que, en un lenguaje sencillo, pero no por eso menos profundo, cavilan sobre la relación entre la teoría y la práctica, la lectura, la relación ineludible entre enseñar y aprender, el miedo en la dificultad, la importancia de la escucha y el dialogo en la relación maestro – estudiante, la libertad en la educación, la necesidad de que el maestro y la maestra amen su profesión. Paulo Freire pretende señalar en sus cartas, repetidamente la importancia que tiene la compañía del maestro en el proceso de crear espacios de conocimientos y debates sociales de saberes, donde florece la relación educador – educando. Esta es una relación de poder; pues sin una no puede existir la otra. “para enseñar es necesario aprender” Esta relación incluye virtudes que debe manejar el maestro para enfrentar diferentes contextos y diversas formas de aprendizaje de los estudiantes, pues nos recuerda María Davini que “Con un enfoque más dirigido al perfeccionamiento de la acción de la enseñanza y en oposición al objetivismo tecnocrático, otros aportes destacan que los problemas de la enseñanza son siempre situacionales... Propugnan así conclusiones contextualizadas de acuerdo con las características especificas de la experiencia educativa.”1 Así, la mejor manera de llamar la atención del educando hacia la validez de lo que se propone, es manteniendo una relación coherente entre lo que se dice y lo que se hace, con el propósito de mejorar nuestras propias prácticas. Y no permitir que enseñemos lo que nos enseñaron. “Así se ha insistido en la necesidad de favorecer el desarrollo reflexivo y crítico de los docentes para comprender y operar en la enseñanza, o para transformar la trama de significados 1 DAVINI, María Cristina. Conflictos en la evolución de la didáctica: la demarcación entre la didáctica general y las didácticas especiales. Argentina, El Paidás, 2001. p 49
  • 3. previos que ellos mismos arrastran, incorporados en su propia trayectoria social y escolar.”2 La seguridad del maestro es fundamental a la hora de enseñar. Esta da cuenta de la certeza de su conocimiento y de su labor como educador. Sino es así, afectará la forma de aprender o participar de sus estudiantes en los encuentros de saber y la buena comunicación se vera distorsionada por las burlas. Debemos tener disciplina. Es interesante entonces en el papel del maestro desarrollar facultades, estimular intereses y abrir las puertas a la exploración y descubrimiento. La docencia, dice Freire, es ante todo una profesión, que exige una permanente capacitación científica, física, emocional y afectiva. Particularmente la didáctica intenta promover la investigación en los maestros para que descubran modelos más activos que faciliten la enseñanza, y estimulen el aprendizaje en pro de alcanzar mejores niveles de comprensión y análisis en los estudiantes. “Desde la didáctica se apunta a desarrollar un cierto tipo de intervención social… el didacta se ocuparía en responder: ¿Qué enseñamos?, ¿Cómo?, ¿Qué debe ser y hacer la escuela?...”3 El maestro debe desde estas preguntas profundizar los elementos y las herramientas matrices en el desarrollo de las estrategias para hacerlas confiables y con resultados verídicos. Para así ir retirando poco a poco los dogmas educativos que aun permanecen en la actualidad. Ahora bien no solo el maestro es parte de la formación académica del estudiante, sino q también fomenta el mejoramiento de la calidad de vida de este, por medio de lecciones como: enseñar a escuchar a los otros, incluyendo el deber de respetar, acatar las decisiones tomadas por la mayoría y entre otras cosas estimular el gusto por la pregunta, por la crítica, por el debate y el dialogo. Es ahí donde son indispensables las cualidades del maestro para el mayor desempeño de sus estudiantes. 2 DAVINI, María Cristina. Conflictos en la evolución de la didáctica: la demarcación entre la didáctica general y las didácticas especiales. Argentina, El Paidás, 2001. p 50 3 W. Camillon, Alicia. Corrientes didácticas contemporáneas. Argentina, El Paidás, 2001. p 32
  • 4. La enseñanza es parte de la democracia, de lo social. Debe haber un mutuo acuerdo en la toma de decisiones y para la construcción del aprendizaje entre el maestro y los niños. Pues, el alumno debe estar involucrado en su aprendizaje. Detengámonos aquí. El maestro, entonces debe trabajar en la búsqueda de didácticas emprendedoras que enriquezcan la trascendencia de los estudiantes socialmente oprimidos a individuos activos, es decir, donde los estudiantes son protagonistas de su proceso formativo, generando así oportunidades de igualdad a quienes reciban el servicio educativo, que pronto serán los que impulsen la sociedad a su desarrollo. En fin, el docente, debe ser un docente emancipador. Ser integro en la búsqueda de innovaciones didácticas, en la construcción de mejores sociedades, ser responsable de romper con los estigmas sociales y generador de acciones transformadoras. Que reconozca el contexto y las necesidades como factores determinantes en el desempeño de los estudiantes, para poder implementar las didácticas mas apropiadas y eficaces que estimulen las potencialidades del estudiante en el escenario del saber y proporcionan un mejor aprendizaje.