Este documento es un extracto del Salmo 139 en el que el autor expresa su asombro por la omnipresencia y omnisciencia de Dios. Dice que Dios conoce todos sus pensamientos y acciones, ya sean dichas o no, y que su presencia y conocimiento lo rodean dondequiera que vaya. El autor reconoce que Dios lo formó en el vientre de su madre y que sus días ya estaban planeados antes de existir.
2. Señor, tú me examinas y conoces, sabes si me siento o
me levanto,tú conoces de lejos lo que pienso.
Tu sabes si camino o si me acuesto. Tu conoces bien
todos mis pasos.
Aún no está en mi lengua la palabra cuando ya tú,
Señor, la conoces entera.
Me abrazas y colocas tu mano sobre mí.
Tu ciencia es un misterio para mi, tan grande que no
puedo comprenderla.
3. ¿Adónde iré lejos de Tu Espíritu, adónde huiré lejos
de Tu Presencia?
Si subo a las alturas, allí estás, si bajo a los abismos
de la muerte, allí también estás.
Si le pido las alas a la Aurora para irme a la otra
orilla del mar, también allá tu mano me conduce y
me tiene tomado tu derecha.
4. Si digo entonces:
quot;¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la luz
se haga noche sobre mí!quot;
Mas para ti ni son oscuras las tinieblas y la
noche es luminosa como el día.
Pues Tú, Señor, formaste mis entrañas me tejiste
en el seno de mi madre.
Te doy gracias por tantas maravillas, admirables
son tus obras y mi alma bien lo sabe.
5. Mis huesos no escapaban de tu vista cuando yo era
formado en el secreto, o cuando era bordado en las
profundidades de la tierra.
Tus ojos ya veían mis acciones, y ya estaban escritas
en tu libro los días de mi vida ya estaban trazados
antes que ni uno de ellos existiera.
6. ¡Tus pensamientos, Dios, cuanto me superan, qué
impresionante es su conjunto!
Si me pongo a contarlos son mas que las arenas; y
cuando me despierto aún estoy contigo.
Examíname, Oh Dios, mira mi corazón, ponme a
prueba y conoce mi inquietud; fíjate si es que voy por
mal camino y condúceme por la antigua senda.
Salmo 139 (138)