Este documento presenta las directrices para la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes en Colombia. Explica que la evaluación busca mejorar la calidad de la educación mediante el mejoramiento continuo de los educadores. Describe que la evaluación se basa en leyes como la Constitución Política de Colombia y la Ley General de Educación, y que evalúa competencias funcionales y comportamentales de los docentes. Finalmente, detalla la metodología de evaluación, incluyendo instrumentos, proceso y análisis de resultados
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Evaluacion de desempeños
1. MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL
EVALUACIÓN ANUAL DE DESEMPEÑO LABORAL
DOCENTES Y DIRECTIVOS DOCENTES
GUÍA METODOLÓGICA
BOGOTÁ, MARZO DE 2008
3. MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL
Cecilia María Vélez White
Ministra de Educación Nacional
Isabel Segovia Ospina
Viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media
Maria Isabel Fernandes Cristovao
Directora de la Calidad para la Educación Preescolar, Básica y Media
Juanita Lleras Acosta
Subdirectora de Estándares y Evaluación
Grupo de Trabajo del Ministerio de Educación Nacional
Gabriel Alejandro Bernal Rojas
Emilio González Garzón
Jesús Mejía Peralta
Alicia Vargas Romero
5. CONTENIDO
CARTA DE LA MINISTRA 7
1. CONTEXTO LEGAL Y CONCEPTUAL 9
1.1. EVALUAR PARA MEJORAR 9
1.2. FUNDAMENTO LEGAL 10
1.3. ¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO? 11
1.4. ¿A QUIÉNES SE EVALÚA? 12
1.5. ¿QUÉ SE EVALÚA? 12
1.6. ¿QUIÉNES EVALÚAN? 14
1.7. ¿CUÁNDO SE EVALÚA? 15
2. METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN 17
2.1. INSTRUMENTOS 17
A. Carpeta de evidencias 18
B. Instrumentos de apoyo 19
C. Protocolo y escala de calificación 20
2.2. PROCESO DE EVALUACIÓN 20
A. Planeación y preparación 21
B. Desarrollo de la evaluación 24
C. Análisis y uso de resultados 30
D. Seguimiento individual e institucional 32
3. ANEXOS 35
ANEXO 1. GLOSARIO DE COMPETENCIAS
ANEXO 2. TABLA RESUMEN DE EVIDENCIAS
ANEXO 3. MODELO DE ENCUESTA PARA ESTUDIANTES
ANEXO 4. MODELO DE PAUTA DE OBSERVACIÓN EN CLASE
ANEXO 5. RESUMEN DE COMPETENCIAS, CONTRIBUCIONES, CRITERIOS Y EVIDENCIAS
ANEXO 6. PROTOCOLO PARA LA EVALUACIÓN DE DOCENTES
ANEXO 7. PROTOCOLO PARA LA EVALUACIÓN DE DIRECTIVOS DOCENTES
ANEXO 8. INSTRUCTIVO PARA DILIGENCIAR EL PROTOCOLO Y OBTENER RESULTADOS
7. CARTA DE LA MINISTRA
La formación integral de niños, niñas y jóvenes es posible cuando está orientada por maestros y maestras que,
con su saber y entusiasmo, los invitan día a día a disfrutar del conocimiento, a compartir con otros sus
diferencias, a desarrollar las competencias básicas para la vida y a identificar el camino que seguirán en su
futuro profesional, familiar y laboral.
Es así como el trabajo diario de los maestros y maestras de Colombia contribuye decisivamente a la
construcción de una nación equitativa, democrática y competitiva, por lo que resulta inaplazable reconocer y
potenciar sus aportes y logros para la calidad de la educación.
Por ello, para propiciar la reflexión permanente, tanto individual como colectiva, sobre las posibilidades de
crecimiento personal y profesional de quienes están encargados de dirigir las instituciones educativas y de
liderar los procesos de enseñanza – aprendizaje en las aulas, se ha diseñado un proceso de evaluación del
desempeño laboral de docentes y directivos docentes.
Este proceso de evaluación busca valorar los aportes, la creatividad y el compromiso con que los docentes y
directivos docentes cumplen su labor, así como ofrecer a los mismos, a las instituciones educativas y a las
entidades territoriales, información real para trazar estrategias que permitan fortalecer sus competencias, para
lograr una educación de mayor calidad.
Esta evaluación es una herramienta invaluable para el mejoramiento, y requiere del evaluado una actitud de
apertura al cambio, a la revisión de sus prácticas, a aprender y plantearse retos. Al evaluador le demanda la
objetividad y la responsabilidad de orientar el quehacer profesional de los educadores.
Esta guía proporciona algunos elementos para comprender el propósito, la planeación y el desarrollo del
proceso y los instrumentos para realizar la evaluación anual de desempeño de docentes y directivos
docentes en la estrategia de evaluar para mejorar y en el marco de la calidad de la educación.
El seguimiento de las orientaciones presentadas en la guía permitirá cumplir con el propósito de contar con
resultados que ayuden a que docentes, coordinadores, rectores y directores rurales sean cada día mejores
profesionales, más conscientes de las repercusiones de su trabajo sobre la calidad de vida de los estudiantes y
sus familias, y más comprometidos con una educación que responda a las necesidades y los retos del país.
Cecilia María Vélez White
Ministra de Educación Nacional
7
9. Guía Metodológica
1. CONTEXTO LEGAL Y CONCEPTUAL
Al finalizar la lectura de este capítulo estará en capacidad de:
A Reconocer la importancia de la evaluación de docentes y directivos docentes en el marco de
la política de mejoramiento de la calidad educativa en Colombia.
l Ubicar la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes en el
contexto del sistema nacional de evaluación de la educación.
c Identificar los principales fundamentos legales de la evaluación anual de desempeño laboral
de docentes y directivos docentes.
. Describir las características del proceso de evaluación anual de desempeño laboral de
docentes y directivos docentes.
d Establecer quiénes son los docentes y los directivos docentes objeto de evaluación anual de
desempeño laboral.
d Definir y explicar los conceptos de competencia y desempeño.
D Explicar qué es una competencia funcional y qué es una competencia comportamental en el
contexto de la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes.
c Enunciar las competencias funcionales y comportamentales definidas para este proceso de
evaluación y comprender cómo están ponderadas.
e Entender qué son las contribuciones individuales y cómo se relacionan con las competencias
funcionales.
f Comprender las definiciones de las competencias funcionales y comportamentales, y cómo se
manifiestan estas competencias en el desempeño y los resultados de los educadores.
m Identificar quiénes son los responsables de evaluar a los docentes y directivos docentes.
I Establecer cuándo se debe realizar la evaluación anual de desempeño laboral y cuáles son los
momentos establecidos para calificar el desempeño de los evaluados.
m Reflexionar acerca de su responsabilidad en el proceso de evaluación anual de desempeño
laboral de docentes y directivos docentes, en relación con el mejoramiento de la educación.
1.1. EVALUAR PARA MEJORAR
La política educativa se estructura en torno a tres ejes de acción: ampliación de la cobertura, fortalecimiento
de la eficiencia y mejoramiento de la calidad. Este último eje de política se relaciona con que los niños, niñas
y jóvenes del país adquieran y desarrollen competencias que les permitan participar en la sociedad como
ciudadanos productivos, así como convivir democrática y pacíficamente. Este enfoque de la calidad implica que
el sistema educativo responda a las demandas de la sociedad y contribuya al desarrollo del país.
La estrategia de mejoramiento de la calidad incluye tres componentes que se articulan en el llamado círculo
de calidad: los estándares básicos de competencias, los planes de mejoramiento y la evaluación. El primer
35
10. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
componente busca ofrecer referentes a la comunidad educativa sobre lo que los estudiantes deben aprender y
aprender a hacer a su paso por el sistema educativo; el componente de planes de mejoramiento pretende que
las instituciones educativas y las secretarías de educación desarrollen herramientas de gestión que repercutan
sobre los logros de los estudiantes; y el componente de evaluación tiene como propósito proporcionar
información acerca de los logros y desempeños de estudiantes, instituciones, docentes y directivos docentes.
En esta concepción de calidad la evaluación ocupa un lugar fundamental, que funciona como un diagnóstico
que permite detectar los aciertos y las oportunidades de mejoramiento, para orientar la toma de decisiones y el
diseño de acciones en diferentes niveles (institucional, local, regional y nacional). Igualmente, la evaluación de
estudiantes, instituciones y docentes apoya el mejoramiento continuo de la calidad de la educación, ya que
constituye una herramienta de seguimiento de los procesos y los resultados, en relación con las metas y los
objetivos de calidad que se formulan las instituciones educativas, las regiones y el país.
Por otro lado, si bien la adquisición y el desarrollo de competencias por parte de los estudiantes dependen de
múltiples factores individuales y de contexto, es innegable que los docentes y directivos docentes juegan un
papel fundamental en los procesos de enseñanza – aprendizaje que se dan en las instituciones educativas, ya
sea desde la dirección de los establecimientos o desde la práctica pedagógica en las aulas. En otras palabras,
el factor docente es esencial en cualquier modelo de calidad de la educación, por lo que evaluar a los
educadores es una acción estratégica para la política educativa.
Se espera que la evaluación de docentes y directivos docentes haga parte de una cultura de la evaluación y
se convierta en una práctica cotidiana, capaz de generar cambios positivos en los procesos educativos. Sólo así
podrá proporcionar información valiosa para que las instituciones fortalezcan su gestión con planes de
mejoramiento ajustados a sus particularidades, las secretarías de educación definan sus prioridades de
capacitación docente para impulsar el mejoramiento en sus entidades territoriales, y el Ministerio de Educación
Nacional diseñe políticas de gestión de la calidad que respondan a las necesidades del país.
Específicamente, el proceso de evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes
busca contribuir al mejoramiento de la labor de los educadores, propiciando en ellos la reflexión sobre su propio
desempeño y su responsabilidad frente a la calidad de la educación, e identificando sus necesidades de
aprendizaje y desarrollo de competencias para la docencia y la dirección educativa. Así mismo, esta evaluación
de desempeño debe promover el reconocimiento y la valoración del quehacer profesional de docentes y
directivos docentes, ya que son ellos quienes día a día se encargan de hacer posible la educación en el país y
aportar de esta forma a la construcción de una sociedad más equitativa, productiva, democrática y pacífica. En
síntesis, la evaluación de desempeño promueve el mejoramiento individual y colectivo, lo que se refleja en los
procesos de aula, en la gestión institucional y en el desarrollo de la comunidad, todo lo cual contribuye a tener
una educación de calidad.
1.2. FUNDAMENTO LEGAL
Los fundamentos legales de la evaluación de docentes y directivos docentes se remiten a la Constitución
Política de Colombia, la cual establece que la educación es un derecho fundamental y señala que corresponde
al Estado velar por la calidad de la misma, así como por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación
moral, intelectual y física de los educandos. También se apunta en el artículo 68 que “la enseñanza estará a
cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica”. En desarrollo de este mandato, la Ley General
de Educación (Ley 115 de 1994) dispone en sus artículos 80 y 82 que la evaluación de docentes y directivos
docentes hace parte de un sistema de evaluación de la calidad educativa.
En este sentido, la Ley 715 de 2001 asigna al Estado la competencia para establecer las reglas y los
mecanismos generales para la evaluación y capacitación del personal docente y directivo docente que trabaja
en el servicio público. Por lo anterior, esta norma delega al rector o director de las instituciones educativas
públicas la responsabilidad de “realizar la evaluación de desempeño de los docentes, directivos docentes y
administrativos a su cargo”, en tanto que “el desempeño de los rectores y directores será evaluado por el
departamento, distrito o municipio certificado, atendiendo al reglamento que para tal fin expida el gobierno
nacional”.
34
11. Guía Metodológica
El Estatuto de Profesionalización Docente, expedido mediante el Decreto Ley 1278 de 2002, establece
diferentes evaluaciones de docentes y directivos docentes. En primer lugar, el ingreso al servicio educativo
estatal solamente es posible mediante un concurso de méritos, en el que se evalúan aptitudes, competencias,
condiciones de personalidad, relaciones interpersonales y experiencia de los aspirantes para desempeñarse
como educadores en el sector público. Adicionalmente, de acuerdo con esta norma el ejercicio de la carrera
docente debe estar ligado a la evaluación permanente, por lo que se disponen tres tipos de evaluación:
Evaluación de período de prueba: para docentes y directivos docentes que ingresaron al servicio
educativo estatal, después de cuatro (4) meses de servicio, para inscripción en el escalafón.
Evaluación anual de desempeño laboral: para docentes y directivos docentes que hayan superado la
evaluación de período de prueba y laborado durante más de tres (3) meses en una institución educativa
oficial, para ponderar el grado de cumplimiento de sus funciones y responsabilidades.
Evaluación de competencias: para docentes y directivos docentes inscritos en el escalafón, que desean
ascender de grado o cambiar de nivel salarial en el mismo grado.
Esta misma norma establece que la evaluación de docentes y directivos docentes se regirá por los principios de
objetividad, pertinencia, transparencia, participación, confiabilidad, concurrencia y universalidad.
Finalmente, el Decreto 3782 del 2 de octubre de 2007 regula los aspectos relativos a la evaluación anual de
desempeño laboral de docentes y directivos docentes, que hayan ingresado al servicio educativo estatal de
acuerdo con lo establecido en el Decreto Ley 1278 de 2002, que hayan superado el periodo de prueba y
laborado en el establecimiento educativo, en forma continua o discontinua, un término igual o superior a tres (3)
meses.
En adelante, esta guía se concentrará en desarrollar los fundamentos conceptuales y la metodología que se ha
diseñado para el proceso de evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes.
1.3. ¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO?
En términos generales, se podría decir que la evaluación es un proceso mediante el cual se obtiene información
de manera sistemática, con el fin de emitir un juicio de valor acerca de un aspecto determinado.
Siguiendo esta línea, la evaluación anual de desempeño laboral del docente o directivo docente está definida
como “la ponderación del grado de cumplimiento de las funciones y responsabilidades inherentes al cargo que
desempeña y del logro de resultados, a través de su gestión” (Decreto 3782 del 2 de octubre de 2007, artículo
2), lo que implica la recolección de información acerca del desempeño de los educadores en su ejercicio
profesional, para valorar dicha información en relación con un conjunto de indicadores establecidos
previamente.
Esta evaluación, que busca caracterizar el desempeño de docentes y directivos docentes, identificar fortalezas y
oportunidades de mejoramiento, y propiciar acciones para el desarrollo personal y profesional, se caracteriza
por ser un proceso continuo, sistemático y basado en la evidencia.
Al decir que la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes es un proceso
continuo, se quiere enfatizar el hecho de que se realiza durante todo el año escolar. No podría ser de otro
modo, puesto que la evaluación debe impulsar el mejoramiento continuo, lo cual sólo es posible si hay reflexión
permanente de parte de quienes trabajan en las instituciones educativas y seguimiento al desempeño (propio y
de otros) de acuerdo con estándares de calidad y compromisos adquiridos. La continuidad en el proceso
permite igualmente recolectar información representativa de los evaluados, y no solamente observaciones
aisladas y puntuales para emitir valoraciones ajustadas al desempeño real de los docentes y directivos
docentes.
35
12. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
El carácter sistemático de la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes implica
planificar y organizar el proceso, desarrollar las actividades necesarias para recolectar y valorar la información
de forma metódica y estructurada, y hacer seguimiento a los compromisos que se deriven de la evaluación para
saber si tuvieron efectos positivos en el desempeño del evaluado. Estas condiciones garantizan rigor en el
proceso, y repercuten por lo tanto sobre su objetividad.
Como proceso basado en la evidencia, la evaluación debe sustentarse en pruebas y demostraciones objetivas
del desempeño laboral y los resultados de docentes y directivos docentes. Los juicios valorativos que resulten
del proceso NO pueden provenir de apreciaciones personales o impresiones subjetivas. Por otro lado, por la
complejidad inherente al desempeño laboral, la recolección de evidencias debe ser un proceso multimétodo
(basado en diferentes técnicas e instrumentos) y multirreferencial (debe acudir a múltiples fuentes de
información), para caracterizar con la mayor riqueza y precisión posible el quehacer de docentes y directivos
docentes.
Si se desarrolla la evaluación como un proceso continuo, sistemático y basado en la evidencia se obtendrán
resultados objetivos, válidos y confiables para fundamentar decisiones oportunas y acciones efectivas,
articuladas con la gestión de las instituciones educativas, las secretarías de educación y el Ministerio de
Educación Nacional. Solamente con una evaluación de calidad podremos contribuir al logro de una mejor
educación.
1.4. ¿A QUIÉNES SE EVALÚA?
Son objeto de evaluación de desempeño laboral los docentes y directivos docentes que ingresaron al servicio
educativo estatal según lo establecido en el Decreto Ley 1278 de 2002, superaron la evaluación de periodo de
prueba, han sido nombrados en propiedad y llevan mínimo tres (3) meses, continuos o discontinuos, laborando
en un establecimiento educativo.
Los docentes a que hace referencia este apartado pueden estar trabajando en cualquier nivel de educación:
preescolar, básica primaria, básica secundaria o media. A su vez, los directivos docentes son de tres tipos:
rectores, directores rurales y coordinadores.
1.5. ¿QUÉ SE EVALÚA?
La evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes se ha diseñado desde un enfoque
de competencias acorde con las tendencias actuales. Por ejemplo, la Recomendación 195 de 2004 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el desarrollo de recursos humanos se plantea con base en el
concepto de competencia. En esta nueva aproximación, la evaluación implica una mirada más integral de las
personas que vincula sus características personales con su desempeño laboral y con los resultados en su
trabajo, promoviendo el reconocimiento de los logros y aportes individuales.
Una competencia se puede definir como una característica intrínseca de un individuo (por lo tanto no es
directamente observable), que se manifiesta en su desempeño particular en contextos determinados. En otras
palabras, una persona demuestra que es competente a través de su desempeño, cuando es capaz de resolver
con éxito diferentes situaciones de forma flexible y creativa. Desde este punto de vista, es posible afirmar
entonces que el desempeño laboral de una persona (nivel de logro y resultados alcanzados en determinado
tipo de actividades) es una función de sus competencias.
Por otro lado, una competencia involucra la interacción de disposiciones (valores, actitudes, motivaciones,
intereses, aptitudes, etc.), conocimientos y habilidades, interiorizados en cada persona. Estos componentes
de la competencia interactúan entre sí y se ponen en juego frente a los retos cotidianos que enfrenta una
persona, determinando la calidad global de su labor en un escenario específico. Es importante señalar además
34
13. Guía Metodológica
que una competencia no es estática; por el contrario, esta se construye, asimila y desarrolla con el aprendizaje
y la práctica, llevando a que una persona logre niveles de desempeño cada vez más altos.
El desempeño laboral de un docente o directivo docente depende entonces de un conjunto de competencias
que se manifiestan en resultados y actuaciones intencionales observables y cuantificables, relacionados con
sus responsabilidades profesionales, que a su vez se derivan del propósito de su cargo dentro de la
institución y aportan al cumplimiento de los objetivos misionales y organizacionales (definidos por la institución
en su Proyecto Educativo Institucional – PEI). Es decir, el desempeño de un docente o de un directivo docente
en el cargo que tiene dentro de la institución en la que labora influye directamente sobre los logros de
aprendizaje de los estudiantes y, en general, sobre los resultados de la organización escolar. En este sentido,
se podría decir que en la evaluación de desempeño se está ponderando el grado de cumplimiento de las
funciones y responsabilidades del docente o directivo docente evaluado, así como el logro de resultados a
través de su gestión.
Para la evaluación de desempeño se definieron diferentes competencias, para cada una de las cuales se
identificó un conjunto de actuaciones intencionales relacionadas con un desempeño de calidad y con
resultados, que permiten observar y valorar el desempeño de los docentes y directivos docentes sobre la base
de criterios comunes. Para fines de evaluación, estas competencias se clasifican como funcionales y
comportamentales.
Las competencias funcionales corresponden al desempeño de las responsabilidades específicas del cargo
de docente o directivo docente, definidas en la ley y los reglamentos, por lo cual se les asigna un peso del 70%
sobre el total de la evaluación. Estas competencias se expresan en las actuaciones intencionales de docentes y
directivos docentes en diferentes áreas de la gestión institucional, que en este caso corresponden a las
definidas en el instrumento de autoevaluación institucional propuesto por el Ministerio de Educación Nacional,
que fundamentan el diseño de planes de mejoramiento: directiva, académica, administrativa y comunitaria.
Para la evaluación, este 70% se podrá distribuir entre las áreas de gestión, de acuerdo con las prioridades de
desarrollo personal y profesional del docente o directivo docente evaluado.
En la organización escolar los docentes tienen que desarrollar procesos de enseñanza – aprendizaje para que
los estudiantes adquieran y desarrollen competencias, por lo que tienen a su cargo funciones de planeación,
ejecución y evaluación de diferentes actividades curriculares que respondan a las particularidades del proyecto
educativo de la institución, así como a las necesidades y al contexto de los estudiantes. La práctica docente
implica además que el educador esté en capacidad de articular los procesos pedagógicos que lidera con el
entorno en el que se encuentra la institución, y que actúe de acuerdo con las dinámicas administrativas de la
institución en la que labora, aprovechando adecuadamente los diferentes recursos que tiene a su disposición.
Por su parte, los directivos docentes tienen la responsabilidad del funcionamiento de la organización escolar.
Para ello, realizan actividades de dirección, planeación, coordinación, administración, orientación y
programación en las instituciones educativas. Corresponde además a los directivos docentes la función de
orientar a la comunidad educativa (docentes, estudiantes, padres de familia y personal administrativo) hacia el
logro de las metas colectivas, lo que incluye, entre otras cosas, que el directivo docente conozca y oriente el
enfoque pedagógico de la institución. En suma, el directivo docente debe lograr que la institución educativa
responda a los desafíos que enfrenta, comprometiendo a los distintos miembros de la comunidad escolar con la
formulación y el desarrollo de un proyecto educativo institucional acorde con el contexto. Los directivos
docentes deben asegurar que la institución educativa interactúe con el entorno, estableciendo relaciones de
colaboración recíproca.
La Tabla 1 presenta las competencias definidas para cada tipo de cargo, según el área de gestión.
TABLA 1. COMPETENCIAS FUNCIONALES DE LOS DOCENTES Y DIRECTIVOS DOCENTES SEGÚN EL ÁREA DE GESTIÓN
ÁREA DE GESTIÓN DOCENTES DIRECTIVOS DOCENTES
Planeación y organización directiva
Directiva
Ejecución
Académica Dominio curricular Pedagógica y didáctica
35
14. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
Planeación y organización académica
Innovación y direccionamiento
Pedagógica y didáctica
académico
Evaluación del aprendizaje
Uso de recursos Administración de recursos
Administrativa
Seguimiento de procesos Gestión del talento humano
Comunicación institucional Comunicación institucional
Comunitaria Interacción con la comunidad y el Interacción con la comunidad y el
entorno entorno
Cada una de estas competencias funcionales, ocho (8) para docentes y ocho (8) para directivos docentes, se
define por un conjunto de actuaciones intencionales (véase ANEXO 1. GLOSARIO DE COMPETENCIAS) que constituyen
referentes para establecer los resultados o contribuciones individuales del docente o directivo docente
evaluado. Una contribución individual se puede definir como un resultado concreto y explícito, observable y
medible, con el que se compromete el docente o directivo docente evaluado durante el año objeto de
evaluación, como aporte al cumplimiento de las metas institucionales. Estos compromisos NO están definidos a
priori, por el contrario, se requiere que evaluador y evaluado acuerden, en el contexto específico de la
institución educativa y de la entidad territorial, cuáles serán las contribuciones específicas del evaluado al logro
de las metas colectivas. Más adelante, en la sección dedicada a la metodología de evaluación, se explica cómo
formular contribuciones individuales.
A su vez, las competencias comportamentales se refieren a las actitudes, los valores, los intereses y las
motivaciones con que los educadores cumplen sus funciones. Son transversales a las diferentes áreas de
gestión, y se requieren para lograr un desempeño idóneo y de excelencia en el cargo. Representan el 30% del
total de la evaluación y son comunes a docentes y directivos docentes. En la Tabla 2 se presentan las
competencias comportamentales establecidas para la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y
directivos docentes.
TABLA 2. COMPETENCIAS COMPORTAMENTALES DE DOCENTES Y DIRECTIVOS DOCENTES
Liderazgo
Relaciones interpersonales y comunicación
Trabajo en equipo
Negociación y mediación
Compromiso social e institucional
Iniciativa
Orientación al logro
Al igual que las competencias funcionales, las competencias comportamentales están constituidas por un
conjunto de actuaciones intencionales que orientan su evaluación (véase ANEXO 1. GLOSARIO DE COMPETENCIAS).
Dado que este tipo de competencias se refiere a la forma como los docentes y directivos docentes realizan su
trabajo, más que a los resultados en sí mismos, no hace falta proponer contribuciones individuales para su
evaluación; así, al valorar el desempeño de los educadores desde el punto de vista comportamental sólo se
deben tener en cuenta las actuaciones intencionales que se encuentran en el glosario.
Para el proceso de evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes, se deben elegir
tres (3) de las siete (7) competencias comportamentales establecidas en el glosario. Aunque esta selección
queda a discreción de los evaluadores en las secretarías e instituciones, se recomienda identificar aquellas en
las que hay más debilidades, para precisamente impulsar el mejoramiento de estas competencias. Si bien no
existe una norma fija que oriente esta decisión, es recomendable basarse en un análisis cuidadoso de
información proveniente de diferentes fuentes (por ejemplo, los resultados de las evaluaciones de periodo de
prueba, entrevistas con diferentes miembros de la comunidad educativa, etc.).
34
15. Guía Metodológica
1.6. ¿QUIÉNES EVALÚAN?
Además de los docentes y directivos docentes objeto de evaluación, son protagonistas de este proceso los
evaluadores, de quienes depende en buena medida que la evaluación se desarrolle en condiciones óptimas,
que se alcancen los objetivos del proceso y que se cumplan las metas de mejoramiento derivadas de los planes
de desarrollo personal y profesional acordados con los evaluados.
Para el caso de los docentes y los coordinadores, los evaluadores serán el rector o el director rural del
establecimiento. A su vez, los rectores y los directores rurales serán evaluados por su superior jerárquico en la
estructura de la secretaría de educación, o por el servidor público que sea designado por el nominador de la
entidad territorial certificada correspondiente (Gobernador o Alcalde) mediante acto administrativo.
Los evaluadores, como responsables directos del proceso, deben generar un ambiente adecuado para la
evaluación, determinado por las buenas relaciones y la colaboración recíproca, el seguimiento permanente, la
valoración objetiva del desempeño y el énfasis en el mejoramiento de la calidad del servicio educativo.
1.7. ¿CUÁNDO SE EVALÚA?
La evaluación de desempeño es un proceso permanente, por lo que se debe llevar a cabo durante la totalidad
del año escolar, el cual abarca cuarenta (40) semanas de trabajo académico y cinco (5) de desarrollo
institucional. Para operacionalizar este proceso se han establecido dos (2) valoraciones, la primera de la cuales
se efectuará en la mitad del año escolar, con base en evidencias obtenidas hasta ese momento, mientras que la
segunda se realizará al final del año escolar, a partir de nuevas evidencias recopiladas desde la primera
valoración. El resultado final se obtendrá con base en los resultados de cada una de estas valoraciones. Este
proceso se ajustará en cada entidad territorial, de acuerdo con el calendario académico y el cronograma que
establezca la secretaría de educación respectiva, de acuerdo con las facultades que le otorga el decreto 3782
de 2007.
35
16. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
2. METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN
Al finalizar la lectura de este capítulo estará en capacidad de:
A Reconocer los diferentes aspectos metodológicos del proceso de evaluación de desempeño,
así como su importancia para obtener resultados objetivos, válidos y confiables.
a Valorar la evaluación de desempeño como un proceso continuo y no como una acción puntual
y aislada.
y Identificar los instrumentos que hacen parte del proceso de evaluación anual de desempeño
laboral de docentes y directivos docentes.
l Reconocer que la evaluación anual de desempeño laboral implica contar con información
proveniente de diversas fuentes y obtenida mediante diferentes métodos, técnicas e
instrumentos.
i Formular contribuciones individuales asociadas a las competencias funcionales, para el
proceso de evaluación.
p Definir y ejemplificar los conceptos de evidencia documental y evidencia testimonial.
D Proponer distintas evidencias documentales para la evaluación de un docente o directivo
docente.
d Describir las características que deben tener los instrumentos de apoyo para la evaluación
anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes.
a Describir el contenido del Protocolo para la evaluación anual de desempeño laboral de
docentes y directivos docentes.
d Reconocer los posibles errores que se pueden cometer al realizar la valoración del
desempeño laboral de un docente o directivo docente.
d Aplicar los procedimientos para obtener los puntajes finales de un evaluado y registrarlos en el
Protocolo.
. Identificar las etapas del proceso de evaluación anual de desempeño laboral de docentes y
directivos docentes, así como las actividades que se deben adelantar en cada una.
d Identificar los principales elementos del Plan de Desarrollo Personal y Profesional para su
adecuada formulación.
a Reconocer los usos potenciales de los resultados del proceso de evaluación por parte de
educadores, instituciones educativas y secretarías de educación.
2.1. INSTRUMENTOS
La evaluación anual de desempeño laboral demanda la recolección permanente de evidencias, que sustenten
las puntuaciones asignadas a las competencias y contribuciones individuales de los evaluados. Para tal fin, es
necesario utilizar distintos instrumentos que permitan obtener información sobre diferentes aspectos del
34
17. Guía Metodológica
desempeño laboral de docentes y directivos docentes, así como mediciones objetivas del desempeño y los
resultados alcanzados por los evaluados. A continuación se describen tales instrumentos.
A. Carpeta de evidencias
Por cada docente o directivo docente evaluado se debe organizar una Carpeta de evidencias, en la que se
guardarán las diferentes evidencias recolectadas a lo largo del proceso de evaluación. Esta carpeta podrá ser
consultada y enriquecida por el evaluado y por el evaluador durante el proceso.
Las evidencias son productos o registros (demostraciones objetivas y pertinentes) del desempeño laboral del
docente o directivo docente evaluado, en relación con las competencias, las actuaciones intencionales y las
contribuciones individuales definidas para este proceso. Por ejemplo, una evidencia de producto de la
competencia docente Planeación y organización académica podría ser su plan de clases, mientras que el
resultado de una entrevista a los coordinadores podría constituir una evidencia sobre la competencia de
Liderazgo de un rector. Una anotación importante en este punto es que una misma evidencia puede sustentar la
valoración de más de una competencia. Por ejemplo, la planeación y el registro de actividades desarrolladas por
un docente en la semana de la ciencia pueden ser evidencia de la competencia comportamental de Iniciativa,
así como de una contribución individual definida para la competencia funcional de Comunicación institucional
(del área de gestión comunitaria).
Para no llenar la Carpeta de evidencias con una cantidad de papeles innecesarios, las evidencias deben estar
claramente relacionadas con las contribuciones individuales establecidas y con las competencias
comportamentales seleccionadas para la evaluación. Para soportar la valoración de las competencias y las
contribuciones individuales, la secretaría de educación debe determinar con antelación el tipo de evidencias
que se incluirán en las carpetas de los diferentes establecimientos educativos de su jurisdicción, de acuerdo con
la naturaleza específica de las funciones asociadas a cada cargo y teniendo en cuenta siempre las
competencias y las actuaciones intencionales definidas en esta guía metodológica (véase ANEXO 1. GLOSARIO
DE COMPETENCIAS). Al momento de ingresar una evidencia en esta carpeta es recomendable dar prioridad a
aquellas que constituyan manifestaciones de desempeños extremos (no satisfactorios o sobresalientes). Se
distinguen dos tipos de evidencias: documentales y testimoniales.
Las evidencias documentales están constituidas por información escrita que certifica las acciones del
evaluado, en relación con el desempeño demostrado en cumplimiento de sus funciones y contribuciones
individuales. Además de los documentos escritos, otro tipo de documentos como las fotografías, pueden
constituir evidencias de los desempeños y resultados de un docente o directivo docente. Algunos ejemplos de
evidencias documentales se presentan en la Tabla 3.
TABLA 3. EJEMPLOS DE EVIDENCIAS DOCUMENTALES PARA LA EVALUACIÓN DE DOCENTES Y DIRECTIVOS DOCENTES
DOCENTE DIRECTIVO DOCENTE
Copia del plan anual de trabajo individual Copia del plan de acción anual
Plan de trabajo anual para las áreas a cargo Certificaciones de cursos de actualización
Certificaciones de cursos de actualización realizados durante el año evaluado
realizados durante el año evaluado Copia de informes finales presentados al consejo
Resultados de estudiantes en evaluaciones directivo o el consejo académico, sobre el
internas (de aula) y externas (pruebas SABER, desarrollo de proyectos concluidos durante el año
Examen de Estado, etc.) académico
Resultados de estudiantes en evaluaciones
Muestras de trabajos de los estudiantes
externas (pruebas SABER, Examen de Estado,
Materiales didácticos producidos por el docente etc.)
en el marco de su labor pedagógica en la
institución durante el año académico evaluado
Indicadores de eficiencia de la institución
(retención, promoción, etc.)
Copia de comunicaciones realizadas a padres de
familia y acudientes durante el año académico
Avances en el Plan de Desarrollo Personal y
35
18. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
DOCENTE DIRECTIVO DOCENTE
evaluado Profesional definidos el año anterior
Avances en el Plan de Desarrollo Personal y
Copia de convenios establecidos con otras
Profesional definidos el año anterior instituciones o sectores durante el año evaluado
Llamados de atención del rector o director rural Copia de informes de gestión anual entregados a
Quejas de padres de familia o acudientes acerca la secretaría de educación
del desempeño del docente evaluado Reclamos de padres de familia sobre la gestión
del directivo, así como otros documentos que
sean evidencia de desempeños negativos
Por su parte, las evidencias testimoniales constituyen pruebas sobre las percepciones y la valoración de los
resultados y del desempeño laboral del docente o directivo docente por parte de diferentes miembros de la
comunidad educativa (incluida su propia evaluación). Este tipo de evidencias debe provenir de instrumentos
diseñados para tal fin.
Una alternativa adicional para recolectar este tipo de evidencias es el uso del video, cuyo análisis debe ser
registrado igualmente en instrumentos que cumplan las condiciones que se formulan en el siguiente apartado,
en el cual se analizan con más detalle las características adecuadas de los instrumentos que se van a utilizar en
el proceso de evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes.
Para realizar el proceso de evaluación anual de desempeño laboral de los docentes y coordinadores el
evaluador contará con el apoyo de los coordinadores del establecimiento educativo. Para la evaluación de los
rectores o directores rurales, el evaluador contará con el apoyo de los responsables de las estrategias de
cobertura, eficiencia y calidad de la respectiva secretaría de educación. La principal labor de estos apoyos es
recolectar, analizar y organizar con oportunidad y utilizando los instrumentos definidos, las evidencias que se
dispongan para el proceso de evaluación de contribuciones individuales y actuaciones intencionales.
Para el manejo de los documentos y registros que se guardan en la Carpeta de evidencias, se debe utilizar el
formato TABLA RESUMEN DE EVIDENCIAS (véase ANEXO 2) en el que se relacionan las evidencias según su tipo, así
como las competencias que soportan, indicando la fecha en que fueron aportadas y la firma de quien valora
estas evidencias.
B. Instrumentos de apoyo
Entre los instrumentos que se pueden utilizar para la recolección de evidencias testimoniales se encuentran:
encuestas a estudiantes y padres de familia, formatos de entrevista, cuestionarios, diarios de campo, pautas de
observación en clase o formatos de autoevaluación. Cada evaluador podrá elegir o diseñar los instrumentos que
considere necesarios para el proceso de evaluación siguiendo los lineamientos definidos por la secretaría de
educación. Lo importante es que estas herramientas cumplan con algunas condiciones básicas que garanticen
la rigurosidad del proceso. Los ANEXOS 3 y 4 (MODELO DE ENCUESTA PARA ESTUDIANTES Y MODELO DE PAUTA DE
OBSERVACIÓN EN CLASE) constituyen ejemplos de instrumentos que pueden utilizar o adaptar los evaluadores de
acuerdo con su contexto y con la participación de diferentes actores de la comunidad educativa.
En términos generales, se podría decir que un instrumento permite recoger, de forma sistemática y objetiva,
información sobre una propiedad o característica de un individuo, un objeto o una situación. La principal
condición de un instrumento es que sea válido, lo cual hace referencia a la pertinencia de su contenido en
relación con los aspectos o características sobre los cuales indaga. En el caso de la evaluación anual de
desempeño laboral, la pertinencia de un instrumento está directamente relacionada con las competencias
funcionales y comportamentales, las actuaciones intencionales y las contribuciones individuales definidas para
el proceso. Así por ejemplo, una encuesta a estudiantes puede proporcionar información sobre las actuaciones
intencionales de los docentes relacionadas con los procesos de enseñanza – aprendizaje y con su capacidad
para establecer y mantener relaciones interpersonales asertivas, mientras que una encuesta a padres de familia
puede informar acerca de las acciones de un docente o directivo docente referidas a la interacción con la
comunidad y al seguimiento del rendimiento académico de los estudiantes. Además de ser pertinente, un
instrumento debe ser confiable, es decir, debe estar en capacidad de proporcionar información consistente en
34
19. Guía Metodológica
diferentes ocasiones, para estar seguros de que la información obtenida depende de las características del
individuo evaluado y no de posibles fuentes de error.
Para la construcción de encuestas y otros instrumentos es esencial utilizar un lenguaje claro, conciso y sencillo,
en concordancia con las características de las personas que van a contestar dichos instrumentos. Es
recomendable diseñar ítems cerrados utilizando criterios de existencia o conocimiento (sí o no), de calidad
(excelente, bueno, regular, deficiente), de frecuencia (siempre, casi siempre, algunas veces, nunca) o de
satisfacción (totalmente satisfecho, satisfecho, poco satisfecho, insatisfecho), entre otros, lo cual facilitará el
procesamiento y análisis de los datos recogidos. Si se considera relevante realizar preguntas abiertas, será
necesario realizar análisis de contenido en cada una de ellas para procesar la información recolectada.
Se debe tener en cuenta que la elección de instrumentos y de aspectos objeto de evaluación también responde
a las diferentes fuentes que van a aportar información para el proceso (pares y colegas, personal administrativo,
estudiantes, padres de familia, funcionarios de la secretaría de educación, el propio evaluado). En otras
palabras, las personas que informen sobre el desempeño laboral de los docentes y directivos docentes deben
estar relacionadas directamente con el evaluado. A propósito de esto, la cantidad y el tipo de personas que
contesten un instrumento también incidirán sobre la calidad de la información recogida con estos métodos. Se
recomienda seleccionar una muestra representativa de las personas que conforman la fuente de información,
para asegurarse de que ésta es un indicador adecuado del desempeño del evaluado. Para la autoevaluación,
así como la evaluación de pares y colegas, es posible utilizar el Protocolo que se describe en la siguiente
sección.
C. Protocolo y escala de calificación
Para consignar el resultado de cada una de las valoraciones, así como el resultado final de la evaluación anual
de desempeño laboral de docentes y directivos docentes, se utilizará el Protocolo adoptado por la Comisión
Nacional del Servicio Civil (CNSC), el cual está disponible en dos versiones (véanse ANEXOS 6 y 7, PROTOCOLO
PARA LA EVALUACIÓN DE DOCENTES y PROTOCOLO PARA LA EVALUACIÓN DE DIRECTIVOS DOCENTES).
Los datos registrados en este Protocolo deben estar basados en el análisis cuidadoso y la valoración objetiva
de todas las evidencias acopiadas durante el periodo de evaluación, en el conocimiento detallado de las
definiciones y actuaciones intencionales establecidas para cada competencia (véase ANEXO 1. GLOSARIO DE
COMPETENCIAS), y en el análisis de los logros y avances alcanzados por el docente o directivo docente, en cada
una de las contribuciones individuales acordadas al inicio del proceso. En este Protocolo se registra
información de identificación sobre el evaluado y el evaluador, el número de días que comprende la evaluación,
los puntajes asignados a cada competencia en las dos valoraciones, los resultados finales de la evaluación, el
perfil gráfico de competencias del evaluado y el Plan de Desarrollo Personal y Profesional derivado de los
resultados finales y concertado con el evaluador. El Protocolo incluye también la constancia de comunicación
de los resultados del primer seguimiento y la constancia de la notificación de la calificación final, que debe
realizarse al finalizar el proceso.
La valoración de cada una de las competencias (con base en las contribuciones individuales y las actuaciones
intencionales), así como el resultado final de la evaluación anual de desempeño laboral del docente o directivo
docente se expresará en una escala cuantitativa de uno (1) a cien (100) puntos, que corresponde a las
categorías cualitativas que se presentan en la Tabla 4.
TABLA 4. CATEGORÍAS CUALITATIVAS Y SU CORRESPONDENCIA CON LA ESCALA CUANTITATIVA
CATEGORÍA DE DESEMPEÑO PUNTAJE
Sobresaliente Entre 90 y 100 puntos
Satisfactorio Entre 60 y 89 puntos
No satisfactorio Entre 1 y 59 puntos
35
20. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
En el apartado 2.2 de esta guía se describen los diferentes procedimientos y actividades que se desarrollan a lo
largo del proceso de evaluación, para comprender cómo debe realizarse la valoración del desempeño laboral
con base en las evidencias y cómo se obtiene la calificación final de un evaluado.
2.2. PROCESO DE EVALUACIÓN
La evaluación es un proceso permanente, sistemático y estructurado, lo que implica cumplir una serie de
etapas, en cada una de las cuales a su vez deben desarrollarse rigurosamente diferentes actividades que
aseguren la obtención de información objetiva, válida y confiable, para ponderar el grado de cumplimiento de las
funciones y responsabilidades inherentes al cargo que el docente o directivo docente desempeña y del logro de
resultados, a través de su gestión. En la Figura 1 se esquematizan las etapas del proceso de evaluación.
FIGURA 1. ETAPAS DEL PROCESO DE EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO DE DOCENTES Y DIRECTIVOS DOCENTES
PLANEACIÓN
Y PREPARACIÓN
SEGUIMIENTO INDIVIDUAL DESARROLLO
E INSTITUCIONAL DE LA EVALUACIÓN
ANÁLISIS Y USO
DE RESULTADOS
A. Planeación y preparación
La etapa de planeación y preparación tiene como propósito disponer y organizar los diferentes elementos y
recursos necesarios para desarrollar la evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes en
condiciones óptimas. Para ello, el evaluador debe:
Organizar un equipo de trabajo para recolectar información. En el caso de la evaluación de docentes, el
evaluador conformará su equipo de apoyo con el o los coordinadores de la institución. Para la evaluación
de los rectores y los directores rurales, el superior jerárquico contará con el apoyo de los responsables de
las estrategias de cobertura, eficiencia y calidad de la respectiva secretaría de educación.
Recibir de la secretaría de educación los lineamientos generales del proceso (cronograma, tipos de
evidencias que se utilizarán, recomendaciones generales).
Revisar con el equipo de trabajo la totalidad del material y asegurarse de conocer en detalle y comprender
la documentación necesaria: el Decreto 3782 del 2 de octubre de 2007, la presente Guía metodológica
con todos sus anexos, el Protocolo y el resto de documentación proporcionada por la secretaría de
educación.
Elaborar un cronograma del proceso de evaluación que defina tiempos, actividades y resultados
esperados en cada etapa, ajustado a los términos definidos por la secretaría de educación. Debe
determinarse cuándo se van a aplicar los instrumentos de apoyo (para las dos valoraciones contempladas
en este proceso) así como la forma de sistematizar los resultados. Una adecuada definición de los
momentos de aplicación de instrumentos es muy importante, pues el desempeño real de un evaluado
puede variar o ser percibido de forma diferente según el momento del año. Por ejemplo, si aplica una
encuesta a los estudiantes al inicio del año escolar, la información obtenida puede no ser representativa
del desempeño real de un docente evaluado.
34
21. Guía Metodológica
Contextualizar el proceso y reconocer las particularidades de los distintos escenarios en los que los
evaluados desarrollan sus actividades, atendiendo a la realidad social, económica y cultural de las
instituciones educativas. Es importante considerar referentes como el proyecto educativo institucional, el
plan de mejoramiento institucional, el plan de apoyo al mejoramiento, el plan sectorial y el plan de
desarrollo territorial, entre otros. Si bien la calidad del desempeño laboral de docentes y directivos
docentes esperada es la misma en diferentes zonas del territorio y se evaluará con los mismos criterios,
estos se deben aplicar en contexto.
Identificar quiénes son los docentes o directivos docentes objeto de evaluación (véase el apartado 1.4. de
esta guía: ¿A QUIÉNES SE EVALÚA?). Con base en esta información se debe conformar una base de
datos para facilitar la administración del proceso.
Disponer un sistema de archivo (físico y electrónico) para organizar y gestionar los diferentes documentos
e instrumentos del proceso. Este sistema implica preparar una Carpeta de evidencias por cada evaluado.
Preparar el material necesario para desarrollar el proceso, de acuerdo con el número de docentes y
directivos docentes que deben ser evaluados. Las dos versiones del Protocolo (ANEXOS 6 y 7) pueden
multiplicarse las veces necesarias. Lo ideal es trabajar con el archivo de Excel y con los formatos
disponibles en la web del Ministerio de Educación. Hay que descargar estos archivos, conservar los
originales intactos y realizar una copia para cada evaluado (nombrando cada copia con el nombre del
docente o directivo docente que se va a evaluar). El diligenciamiento del protocolo en Excel facilita el
proceso de calificación y disminuye el margen de error, ya que este archivo contiene las fórmulas para el
cálculo de los diferentes resultados. Después de cada valoración se debe imprimir el archivo de cada
evaluado, para realizar los procesos de comunicación (a la mitad del año escolar), notificación (al final del
año) y archivo en la hoja de vida (al concluir el proceso de evaluación).
Socializar el proceso con todos los docentes o directivos docentes que serán evaluados, aclarando la
metodología y enfatizando la importancia del proceso en relación con el mejoramiento de la calidad de la
educación. Los evaluados deben conocer las competencias que se evaluarán, así como los
procedimientos e instrumentos que se utilizarán. Es muy importante que los evaluados estén bien
informados sobre el proceso y las competencias evaluadas, para generar un ambiente de confianza y
colaboración. También se debe alentar a los evaluados a revisar cuáles son sus funciones y los objetivos
de su trabajo en términos concretos (en el marco del proyecto educativo institucional, el plan de
mejoramiento institucional, el plan de apoyo al mejoramiento y el plan operativo anual) para facilitar el
desarrollo subsiguiente del proceso.
Entrevistarse con cada evaluado para iniciar su proceso de evaluación. Es muy importante que esta
reunión se prepare con antelación. En la entrevista, el evaluador y el evaluado reflexionan sobre las
oportunidades de mejoramiento y necesidades de desarrollo personal y profesional del evaluado, para
diligenciar el RESUMEN DE COMPETENCIAS, CONTRIBUCIONES, CRITERIOS Y EVIDENCIAS (ANEXO 5); el docente o directivo
docente debe conservar una copia firmada de este anexo. También se registran en el Protocolo los datos
de identificación de evaluador y evaluado, el año escolar, la fecha de inicio del proceso y los siguientes
acuerdos:
• Ponderación de las áreas de gestión para la evaluación de las competencias funcionales. Consiste
en distribuir el 70% del total de las competencias funcionales en las diferentes áreas de gestión
evaluadas (la suma de la ponderación siempre debe ser igual a 70). Por ejemplo, si un rector acuerda
con uno de sus docentes impulsar el mejoramiento de las competencias comunitarias, se podría asignar
un mayor porcentaje a esta área de gestión. De igual modo, si este rector coincide con uno de los
coordinadores evaluados sobre la importancia de desarrollar más las competencias académicas, esta
área de gestión tendrá un mayor porcentaje. Estos ejemplos se ilustran en la Tabla 5.
TABLA 5. EJEMPLO DE PONDERACIÓN DE ÁREAS DE GESTIÓN PARA UN DOCENTE Y UN COORDINADOR.
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22. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
Ponderación
Área de gestión
Docente Coordinador
Directiva - 20%
Académica 20% 30%
Administrativa 15% 10%
Comunitaria 35% 10%
TOTAL 70% 70%
• Contribuciones individuales asociadas a las competencias funcionales. Compromisos específicos
del evaluado durante el periodo de evaluación. En el Recuadro 1 se dan indicaciones para esta
formulación.
• Competencias comportamentales objeto de evaluación. Es necesario seleccionar del ANEXO 1
(GLOSARIO DE COMPETENCIAS) las tres (3) competencias comportamentales más pertinentes para la
evaluación del docente o directivo docente, estableciendo las evidencias (documentales y testimoniales)
requeridas, teniendo en cuenta que la valoración de las competencias debe estar soportada en diferentes
evidencias.
RECUADRO 1. LA FORMULACIÓN DE LAS CONTRIBUCIONES INDIVIDUALES
Como se señaló en el capítulo anterior (apartado 1.5. ¿QUÉ SE EVALÚA?), las contribuciones individuales
constituyen el conjunto de resultados esperados del desempeño del educador durante el año escolar. Su
adecuada definición es de gran importancia, ya que de las contribuciones individuales de los docentes o
directivos docentes de una institución educativa o entidad territorial, depende el logro de las metas colectivas.
En otras palabras, la formulación de contribuciones individuales, con sus respectivos criterios y evidencias, tiene
un impacto muy importante en la calidad de la educación ofrecida por una institución educativa o entidad
territorial.
Hay que señalar que este es un proceso concertado entre evaluador y evaluado, consistente en especificar
resultados concretos con los que se compromete el docente o directivo docente durante el año evaluado,
indicando las características esperadas de dichos resultados, y las evidencias necesarias para su evaluación.
Para establecer estos compromisos, es necesario empezar por revisar las funciones propias del docente o del
directivo docente que se va a evaluar, para lo cual es útil remitirse a la normatividad al respecto (las normas más
importantes de nivel nacional son el Decreto 1860 de 1994, la Ley 715 de 2001, el Decreto – Ley 1278 de 2002
y el Decreto 1850 de 2002). También se deben examinar las actuaciones intencionales asociadas a cada
competencia funcional (véase ANEXO 1. GLOSARIO DE COMPETENCIAS); una contribución individual puede derivarse
de una o más de estas actuaciones intencionales. El proyecto educativo institucional, el plan de mejoramiento
institucional, el plan de apoyo al mejoramiento y el plan operativo anual, constituyen insumos fundamentales
para determinar estos resultados, dado que cada contribución individual, por definición, debe estar articulada
con las metas institucionales y con las metas educativas que se ha propuesto la entidad territorial.
En términos formales, una contribución debe estar redactada con brevedad, ya que constituye un resultado
concreto. Igualmente, su formulación debe indicar un resultado terminado, no parcial, que se alcance al finalizar
el año, razón por la cual hay que asegurarse de plantear logros realistas y alcanzables (ocho en total, uno por
cada competencia funcional). La redacción contiene los siguientes elementos:
- Verbo: expresa la acción que va a realizar el docente o directivo docente, mediante un verbo activo fácilmente
observable y verificable. Por ejemplo, elaborar, diseñar, documentar, presentar, etc. Es recomendable evitar verbos
internos (pensar, reflexionar, idear, etc.).
- Objeto: refiere al resultado específico que espera alcanzar el docente o directivo docente. Por ejemplo, un informe,
una base de datos, un proyecto, etc.
- Condición de calidad: precisa las características de calidad que debe cumplir el resultado esperado.
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23. Guía Metodológica
En seguida se presentan ejemplos de contribuciones individuales para un docente y para un directivo docente.
Ejemplo de contribución individual de un docente
Área de gestión: Académica / Competencia: Planeación y organización académica
Diseñar
el plan
anual de
trabajo
para su
área
basado
en el PEI
de la
institució
n
educativ
a
VERBO
OBJETO
CONDICIÓN
DE
CALIDAD
Ejemplo de contribución individual de un rector
Área de gestión: Directiva / Competencia funcional: Planeación y organización directiva
Actualizar
el PEI del
colegio
con la
participac
ión de
coordina
dores y
docentes,
y con
indicador
es de
seguimie
nto
VERBO
OBJETO
CONDICIÓN
DE CALIDAD
La formulación de una contribución individual requiere especificar los criterios y las evidencias que sustentarán
su evaluación. Los criterios son el conjunto de atributos que debe presentar el resultado obtenido y el
desempeño del evaluado. Pueden ser cuantitativos (tiempos, cantidades, proporciones) o cualitativos
(calidades, grados); podría decirse que estos criterios son las metas que se proponen evaluador y evaluado
frente al resultado deseado. Las actuaciones intencionales del glosario de competencias pueden orientar la
definición de criterios. Lo recomendable es establecer entre tres (3) y cinco (5) criterios para cada contribución.
35
24. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
RECUADRO 1. LA FORMULACIÓN DE LAS CONTRIBUCIONES INDIVIDUALES (continúa)
Las evidencias son el conjunto de pruebas objetivas (documentales y testimoniales) del logro de las
contribuciones individuales. Pueden ser de cumplimiento o avance y es necesario indicar cuáles serán las
evidencias requeridas para cada una de las valoraciones (a la mitad del año y al final del año). Igualmente,
estas evidencias deben referir a las actuaciones intencionales asociadas a la competencia funcional que se está
revisando. La Tabla 6 presenta un ejemplo de los criterios y las evidencias asociados a la contribución individual
de un docente.
TABLA 6. EJEMPLO DE CRITERIOS Y EVIDENCIAS ASOCIADOS A UNA CONTRIBUCIÓN INDIVIDUAL DE UN DOCENTE.
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25. Guía Metodológica
Contribución
Criterios
Evidencias
Primera
valoración
Segunda
valoración
Diseñar el plan
anual de trabajo
para su área
basado en el
PEI de la
institución
educativa.
1) Entrega 2
informes
(informe de
avance a mitad
de año e
informe final al
concluir el año)
2) Especifica
las
metodologías y
los recursos
para desarrollar
las
competencias
de los
estudiantes
3) Incluye una
(1) cartilla con
actividades
didácticas
4) Incluye dos
(2)
instrumentos de
evaluación por
competencias
5) Especifica
los recursos
materiales y
humanos
requeridos
- Documento
teórico y
metodológi
co
preliminar,
elaborado
por el
docente
- Informe de
avances
del plan
- Instrument
o de
evaluación
- Videos y
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26. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
B. Desarrollo de la evaluación
Cuando todo esté dispuesto para realizar la evaluación de desempeño laboral, se debe desarrollar el proceso
de acuerdo con las siguientes actividades:
Observar y hacer seguimiento de forma sistemática y permanente al desempeño y los resultados del
evaluado, durante todo el año objeto de evaluación. Para que este seguimiento, así como la valoración de
evidencias y la consecuente calificación del desempeño laboral sean procesos objetivos, el evaluador
deberá evitar posibles errores, como los que se mencionan a continuación.
Prejuicios: opiniones del evaluador basadas en estereotipos. Ejemplos de este tipo de sesgo podrían ser
calificar a los antiguos o a los jóvenes más favorablemente, o calificar diferente a las personas en función
de la importancia del puesto de trabajo.
Efecto de halo: algunas veces las valoraciones del desempeño pueden estar enfocadas en un único
aspecto del evaluado, positivo o negativo, que lleva a generalizar la calificación a los demás ámbitos. Igual
ocurre con la calificación que se realiza soportado en la primera impresión que le genera el evaluado.
Tendencia central: consiste en calificar los diferentes aspectos de evaluación en el punto medio de la
escala, evitando calificaciones altas o bajas, lo que lleva a ocultar problemas o puntos sobresalientes.
Polarización: es cuando el evaluador se inclina al polo positivo o negativo de la escala, calificando todos
los aspectos en ese sentido, siendo demasiado estricto o demasiado benévolo en su evaluación.
Memoria reciente: la calificación se puede restringir únicamente al desempeño reciente del evaluado, sin
tener en cuenta que la evaluación es un proceso continuo que abarca un periodo determinado de tiempo.
Comparación: en ocasiones se evalúa el desempeño del evaluado con respecto al de otras personas,
más que en relación con los desempeños definidos. En este proceso se debe evitar valorar las evidencias
con referencia a otros docentes o directivos docentes.
Semejanza: este efecto puede darse si el evaluador favorece sistemáticamente a los evaluados que se
parecen a él o ella, en términos de actitudes, experiencia, etc. Es recomendable valorar el desempeño del
evaluado con respecto a los criterios establecidos de forma objetiva, pues todos los docentes o directivos
docentes merecen ser valorados con los mismos criterios.
Recolectar durante la primera mitad del año escolar, con el apoyo del equipo conformado en la fase de
planeación y preparación y con aportes del evaluado, las evidencias definidas. Es necesario acopiar
diferentes documentos y aplicar los instrumentos de apoyo (encuestas para estudiantes, pautas de
observación en clase, etc.) en los momentos establecidos. Estas evidencias deben organizarse en la
Carpeta de evidencias y registrarse en la TABLA RESUMEN DE EVIDENCIAS (ANEXO 2)
Indicar en el Protocolo la fecha en la que se realiza la primera valoración, para calcular el número de días
que abarca esta valoración, igual al número de días calendario transcurridos desde el inicio del proceso
(con la concertación de las contribuciones individuales), hasta la fecha en que se califican las
competencias a la mitad del año, restando el número de días por incapacidades y licencias (no
remuneradas y por maternidad), siempre y cuando cada una de estas situaciones administrativas sea igual
o superior a 30 días. Esta fecha sólo se puede registrar el día que se califican las competencias a la mitad
del año, no antes.
Valorar las competencias del docente o directivo docente evaluado, a partir del análisis de evidencias
recolectadas desde el inicio del proceso hasta esta primera valoración, a la mitad del año escolar, para
asignar calificaciones. Es ideal que la calificación de una competencia se soporte en evidencias
34
27. Guía Metodológica
provenientes de diferentes fuentes, instrumentos y momentos, y que se examinen la actualidad y
autenticidad de las evidencias.
El proceso de calificación resultante del análisis de las evidencias consiste en asignar un valor numérico
(puntaje), que represente adecuadamente el nivel de desempeño del evaluado en cada una de las
competencias funcionales y comportamentales. La calificación de las competencias se realiza en la escala de
1 a 100 definida para este proceso, utilizando valores enteros. Los puntajes resultantes se consignan en el
Protocolo (véase la sección II del Protocolo: VALORACIÓN DE LAS COMPETENCIAS, en los ANEXOS 6 y 7).
Al calificar cada competencia funcional se deben valorar los logros alcanzados frente a la contribución
individual propuesta al comienzo del proceso, con base en el análisis de las evidencias recolectadas y a la
luz de las actuaciones intencionales que constituyen cada competencia; es decir, se debe valorar si los
resultados del docente o directivo docente cumplen con los criterios establecidos y si reflejan las actuaciones
intencionales. Para la calificación de las competencias comportamentales se debe comparar la relación entre
las evidencias recolectadas y las actuaciones intencionales que se indican en el glosario de competencias,
analizando la frecuencia de estas actuaciones (estabilidad en el tiempo), así como su consistencia en los
diferentes contextos de trabajo del docente o directivo docente.
Al emitir un juicio valorativo y como consecuencia una calificación del desempeño del evaluado, con base en
las evidencias documentales y testimoniales recolectadas, el evaluador debe reflexionar sobre lo siguiente:
¿Cuáles fueron los logros del evaluado frente a las contribuciones individuales acordadas al comienzo
del proceso de evaluación?
¿Cuáles de los criterios definidos para las contribuciones individuales están presentes en los resultados
alcanzados por el docente o directivo docente?
¿Cuáles de las actuaciones intencionales señaladas para cada competencia se manifiestan en el
desempeño laboral del evaluado?
¿Cómo se relacionan estas actuaciones intencionales con las responsabilidades y los objetivos propios
del cargo del evaluado?
¿Desde cuándo son evidentes estas actuaciones intencionales?
¿Qué tan habituales son estas actuaciones intencionales?
¿Estas actuaciones intencionales se observan en diferentes contextos y escenarios? Si es así, ¿en
cuáles ámbitos se manifiestan?
¿Qué evidencias sustentan la valoración de las actuaciones intencionales y contribuciones individuales?
¿Cuáles fuentes coinciden acerca de la valoración de estas actuaciones intencionales y de los resultados
alcanzados en las contribuciones individuales?
¿Cómo impactó el desempeño del docente o directivo docente en el logro de las metas de la institución
educativa o la entidad territorial?
Tras esta reflexión, el evaluador debe calificar cada competencia con base en los parámetros que se
presentan en la Tabla 7. Esta tabla incluye cinco rangos de puntaje, cada uno con dos condiciones de
calificación. Para asignar una calificación a una competencia comportamental en uno de los rangos
establecidos, se debe cumplir la primera condición. Para calificar una competencia funcional en un rango de
puntuación se deben cumplir las dos condiciones; si se cumple sólo una, el puntaje se ubica en el rango
inferior.
TABLA 7. PARÁMETROS PARA LA CALIFICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS.
Rango de
Categoría Aplique una calificación en este rango cuando…
puntajes
Todas las actuaciones intencionales asociadas a la competencia se
evidencian siempre en el desempeño del evaluado y se manifiestan en
Sobresaliente todos los contextos de desempeño del evaluado.
91 – 100
(90 - 100 puntos) La contribución individual se cumplió, y además de que se evidencian
todos los criterios de calidad definidos, el resultado constituyó un logro
excepcional y superó lo esperado.
35
28. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
Rango de
Categoría Aplique una calificación en este rango cuando…
puntajes
Todas o casi todas las actuaciones intencionales asociadas la competencia
se evidencian frecuentemente (se presentan casi siempre) y se manifiestan
en muchas situaciones (existe una alta consistencia en los diferentes
76 – 90
contextos de desempeño del evaluado).
La contribución individual se cumplió y se evidencian todos o la mayoría de
Satisfactorio los criterios de calidad establecidos; el resultado es bueno.
(60 - 89 puntos)
Algunas de las actuaciones intencionales asociadas a la competencia se
evidencian ocasionalmente (se presentan algunas veces) y se manifiestan
sólo en algunas situaciones (existe poca consistencia en los diferentes
60 – 75
contextos de desempeño del evaluado).
La contribución individual se cumplió, pero sólo se evidencian algunos de
los criterios de calidad definidos; el resultado es aceptable.
Las actuaciones intencionales asociadas a la competencia se evidencian con
muy poca frecuencia (casi nunca se presentan) y se manifiestan en muy
pocas situaciones (no existe consistencia en los diferentes contextos de
31 – 59 desempeño del evaluado).
La contribución individual se cumplió, pero no se evidencia ninguno o casi
ninguno de los criterios de calidad definidos; el resultado está por debajo
No satisfactorio de lo esperado o es deficiente.
(1 - 59 puntos)
Ninguna o casi ninguna de las actuaciones intencionales asociadas a la
competencia se evidenció en el desempeño del evaluado, es decir,
1 – 30 prácticamente nunca demostró las actuaciones intencionales.
La contribución individual concertada no se cumplió, y el evaluado no hizo
nada por cumplirla.
Luego de calificar cada competencia, hay que calcular la calificación total de la primera valoración, resultado
de sumar el 70% correspondiente a las competencias funcionales y el 30% correspondiente a las
competencias comportamentales. El ANEXO 8 (INSTRUCTIVO PARA DILIGENCIAR EL PROTOCOLO Y
OBTENER RESULTADOS) contiene las fórmulas y los procedimientos para estos cálculos. Igualmente, el
evaluador dispone del Protocolo en formato de Excel, lo que implica que para obtener estos datos,
solamente necesita digitar la ponderación de cada una de las áreas de gestión y los puntajes de cada una de
las competencias.
Entrevistarse con cada evaluado para comunicarle los resultados de esta primera valoración, realizada a
la mitad del año escolar (véase la sección IV del Protocolo: CONSTANCIA DE COMUNICACIÓN DE LA PRIMERA
VALORACIÓN, en los ANEXOS 6 y 7). Este encuentro personal entre evaluador y evaluado es de gran
importancia, pues permitirá conocer las condiciones en que se ha desempeñado el evaluado, impulsar su
mejoramiento durante el resto del año que se está evaluando y proponer ajustes que garanticen su
desarrollo personal y profesional. Hay que recordar que la evaluación anual de desempeño laboral de
docentes y directivos docentes es parte de una dinámica de mejoramiento continuo en instituciones
educativas y secretarías de educación. En el Recuadro 2 se desarrollan algunas consideraciones para la
realización de esta entrevista.
RECUADRO 2. LAS ENTREVISTAS DE SEGUIMIENTO CON EL EVALUADO
Una entrevista es una herramienta fundamental en la evaluación de desempeño, puesto que permite el
intercambio de información entre el evaluador y el evaluado. Este encuentro debe planificarse con antelación y
debe preverse su realización en un ambiente tranquilo y respetuoso, que permita explorar con el evaluado el
cumplimiento de las responsabilidades y los compromisos adquiridos, así como los aspectos susceptibles de
mejoramiento, aprendizaje y cambio. También deben constituir una oportunidad para identificar y comprender
34
29. Guía Metodológica
los sentimientos y actitudes que tiene el evaluado frente a su trabajo.
La clave para una buena entrevista de evaluación de desempeño laboral descansa en que se maneje con
sencillez y flexibilidad, según los propósitos de la evaluación, el Protocolo y las competencias, y las
responsabilidades específicas de trabajo de cada una de las personas evaluadas. Para que el evaluado logre
una actitud abierta al cambio y de aceptación a las sugerencias y observaciones del evaluador, es necesario
que el evaluado: a) no se sienta amenazado durante su desarrollo, b) tenga la oportunidad de exponer sus
ideas y sentimientos, c) cuente con un evaluador que enfatice aspectos positivos los cuales sirvan de apoyo y
puedan usarse con más efectividad, y d) encuentre una atmósfera donde la conversación se caracterice por el
respeto mutuo, la sinceridad, la actitud de escucha y el flujo de información en los dos sentidos.
Sin embargo, como no sólo se quiere que los docentes y directivos docentes evaluados se sientan satisfechos
con las entrevistas, sino que se cumpla el objetivo de estimular el progreso y el desarrollo del evaluado
discutiendo los problemas, las necesidades, las innovaciones, las insatisfacciones y las inconformidades que se
hayan encontrado en el desempeño, el evaluador debe ser claro, directo y específico para señalar los puntos
débiles, evitando referirse a situaciones vagas y a la generalización de un comportamiento problemático.
Así mismo, durante la entrevista hay que realizar un examen profundo de los resultados de la evaluación,
analizando las posibles interacciones entre competencias y actuaciones intencionales, preguntándose si existen
causas comunes a los desempeños observados en las diferentes competencias.
Recolectar nuevas evidencias después de la primera valoración, que den cuenta del desempeño y los
resultados del evaluado frente a las contribuciones individuales y actuaciones intencionales, durante el
tiempo transcurrido desde la mitad del año escolar hasta el final del mismo. Vale la pena señalar que la
segunda valoración (realizada al final del año) debe fundamentarse únicamente en las evidencias
recolectadas a partir de la primera valoración.
Indicar en el Protocolo la fecha en las que se realiza la segunda valoración, para calcular el número de
días que comprende esta segunda valoración, correspondiente al número de días calendario transcurridos
desde el día siguiente a la primera valoración hasta el día en que se realiza la segunda valoración,
descontando únicamente los días correspondientes a incapacidades y licencias (no remuneradas y por
maternidad), siempre y cuando estas situaciones administrativas sean iguales o superiores a 30 días. Esta
fecha sólo se puede registrar el día en que se califican las competencias al final del año, no antes.
Valorar las nuevas evidencias recolectadas para asignar las calificaciones respectivas, de acuerdo con los
lineamientos que se describieron para la primera valoración. Los puntajes resultantes de esta segunda
valoración deben consignarse en los espacios definidos para ello (véase la sección II del Protocolo:
VALORACIÓN DE LAS COMPETENCIAS, en los ANEXOS 6 y 7).
Después de calificar las competencias, se debe calcular la calificación total de la segunda valoración,
resultado de sumar el 70% correspondiente a las competencias funcionales y el 30% correspondiente a las
competencias comportamentales, siguiendo los mismos procedimientos indicados para la primera valoración.
Obtener los resultados finales de la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos
docentes. Los puntajes asignados en las dos valoraciones serán la base para calcular los puntajes finales
del docente o directivo docente evaluado, a partir de los cuales se debe trazar un perfil gráfico que
sintetiza los resultados. El puntaje final de la valoración de cada competencia, así como el puntaje final, se
obtienen calculando el promedio ponderado de las dos valoraciones, con base en el número de días que
abarcó cada valoración. De nuevo, el ANEXO 8 tiene las instrucciones necesarias para desarrollar estos
cálculos y el archivo de Excel con el Protocolo incluye las fórmulas necesarias.
Entrevistarse nuevamente con cada evaluado para notificar el resultado final de la evaluación anual de
desempeño laboral de docentes y directivos docentes (véase la sección V del Protocolo: CONSTANCIA DE
NOTIFICACIÓN, en los ANEXOS 6 y 7). Es importante que el evaluador verifique los resultados alcanzados por
el evaluado antes de realizar la entrevista.
35
30. Evaluación de desempeño de docentes y directivos docentes
En caso de que no sea posible la notificación personal, ésta se hará citando al evaluado por medio de correo
certificado enviando copia de la evaluación a la dirección registrada en la hoja de vida del evaluado. En este
caso se entenderá que se ha realizado la notificación a partir de la fecha de entrega en esta dirección. De no
ser posible el envío a la dirección registrada, la notificación se hará por edicto en la sede del establecimiento
educativo donde labora el docente o directivo docente. Copia de esta constancia se archivará en la historia
laboral del evaluado que se encuentra en la respectiva secretaría de educación.
Durante la segunda entrevista, teniendo como soporte los puntajes finales y tras notificar el resultado final, se
debe acordar con el evaluado un Plan de Desarrollo Personal y Profesional (véase el Recuadro 3).
RECUADRO 3. EL PLAN DE DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL
El Plan de Desarrollo Personal y Profesional del evaluado debe fundamentarse en un examen cuidadoso
del perfil de competencias (graficado a partir del puntaje final de cada competencia) y las actuaciones
intencionales y contribuciones individuales, que constituyeron manifestaciones de las diferentes competencias
funcionales y comportamentales en el desempeño del evaluado, para establecer sus principales fortalezas y
oportunidades de mejoramiento. Para una interpretación general del puntaje final del evaluado se pueden
considerar las siguientes orientaciones:
SOBRESALIENTE. Un evaluado con un puntaje final en esta categoría muestra un desempeño ejemplar. Sus
resultados son excepcionales e imprescindibles para las metas de la institución o la entidad territorial. Además,
exhibe valores, intereses, motivaciones y actitudes que se relacionan con las competencias comportamentales
evaluadas y que tienen un alto impacto positivo en los demás miembros de la comunidad educativa y en los
procesos institucionales. Es un docente o directivo docente con altos niveles de competencia para desempeñarse
como educador.
SATISFACTORIO. Un evaluado con un puntaje en esta categoría trabaja para lograr resultados que aporten a las
metas institucionales. Sin embargo, sus resultados pueden mejorar si se apoya en sus fortalezas. También es
posible que deba desarrollar más los valores, intereses, motivaciones y actitudes que se relacionan con las
competencias comportamentales evaluadas. Este docente posee competencias para la educación, pero debe
trabajar para lograr niveles más elevados de desempeño y evitar que disminuyan los que ha alcanzado.
NO SATISFACTORIO. Un evaluado con un puntaje final en esta categoría no realiza esfuerzos suficientes para
apoyar al logro de las metas de la institución educativa o la entidad territorial, o sus resultados son insignificantes.
Los valores, intereses, motivaciones y actitudes del evaluado, que se relacionan con las competencias
comportamentales evaluadas y que contribuyen al adecuado cumplimiento de sus funciones, están ausentes o se
dan en un nivel muy bajo. Es un docente o directivo docente que aún no ha desarrollado competencias suficientes
para la educación.
34
31. Guía Metodológica
RECUADRO 3. EL PLAN DE DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL (continúa)
En el plan deben formularse acciones concretas para que el evaluado mejore su desempeño durante el año de
evaluación, así como en el siguiente año escolar, especialmente en las competencias con puntajes no
satisfactorios (menos de 60 puntos). El plan debe orientarse al cumplimiento de objetivos de desarrollo claros
y precisos, fácilmente verificables y cuantificables. Es deseable plantear metas desafiantes pero realistas, que
puedan alcanzarse en un periodo razonable de tiempo para que tengan un rápido efecto de mejoramiento
individual e institucional. También es importante precisar que no todas las acciones de desarrollo obedecen a
planes de capacitación, algunas pueden plantearse como metas personales, especialmente las relacionadas
con las competencias comportamentales; lo importante es pensar creativamente en las oportunidades de
desarrollo de los evaluados.
La Figura 2 presenta un ejemplo del perfil final de competencias de un docente, que contiene oportunidades
de mejoramiento (en óvalos) y fortalezas (en rectángulos). Esta gráfica va acompañada de un ejercicio de
análisis e interpretación de los resultados obtenidos. Posteriormente se desarrolla un ejemplo de formulación
del Plan de Desarrollo Personal y Profesional con base en los puntajes obtenidos por este docente.
FIGURA 2. EJEMPLO DE PERFIL DE COMPETENCIAS DE UN DOCENTE
100
SS
90
80
S
70
60
50
40
30
NS
20
10
0
aprendizaje
curricular
Compromiso
interpersonales
recursos
Interacción
Trabajo en
Planeación y
Puntaje final
Seguimiento de
organización
Comunicación
comunidad
Pedagógica y
Evaluación
institucional
Dominio
Comunicación
Uso de
institucional
y relaciones
equipo
didáctica
procesos
COMPETENCIAS FUNCIONALES Y CONTRIBUCIONES INDIVIDUALES COMPETENCIAS TOTAL
COMPORTAMENTALES
ANÁLISIS DE FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES DE MEJORAMIENTO
El docente obtuvo una calificación final de 77 puntos (SATISFACTORIA). No obstante, puntuó por debajo de
60 en tres de las competencias: Uso de recursos, Seguimiento de procesos y Compromiso institucional
(puntajes entre 45 y 58, lo que equivale desempeños NO SATISFACTORIOS). Las dos primeras
competencias son funcionales y corresponden al área de gestión administrativa, mientras que la tercera es
una competencia comportamental. En todos los casos, las competencias tienen que ver con la capacidad del
docente para realizar sus actividades en armonía con las dinámicas de la institución. Sobre las competencias
funcionales, se podría explorar qué factores determinaron que las contribuciones individuales concertadas no
hayan sido llevadas a buen término (y que no se hayan cumplido todos los criterios y las actuaciones
intencionales definidos para estas contribuciones individuales). Igualmente importante es preguntarse si existe
una causa común al puntaje obtenido por el docente en estas tres competencias (por ejemplo, el docente no
está satisfecho en su sede de trabajo, por lo que no demuestra sentido de pertenencia, o bien las directivas de
la institución no ofrecen un ambiente de trabajo adecuado para que el docente se desenvuelva óptimamente).
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