Este documento describe un estudio que investiga la relación entre la somatización y los conflictos cognitivos en una muestra clínica. Específicamente, examina la asociación entre los síntomas de somatización reportados por los pacientes y la presencia de "dilemas implicativos", un tipo de conflicto cognitivo identificado a través de la Técnica de Rejilla. Los resultados preliminares sugieren que los pacientes con dilemas implicativos tienden a reportar niveles más altos de somatización, y que la presencia de est
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Somatización y conflictos cognitivos, estudio exploratorio con una muestr clinica
2. GUILLEM FEIXAS VIAPLANA, DANIELE CIPRIANO Y NICOLÁS VARLOTTA DOMÍNGUEZ198
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go, una de las áreas a las que se ha prestado menos
importancia es la visión subjetiva que los pacientes
y/o usuarios de servicios públicos y privados de sa-
lud tienen de sí mismos y de su problema. Si tene-
mos en cuenta que cualquier actividad del sujeto está
mediada por su propia construcción subjetiva de la
misma, parece obvio que es importante profundizar
en el avance de los procesos, estructuras y conteni-
dos que dan forma a dicha construcción. Ello es par-
ticularmente relevante al planificar y desarrollar la
intervención, dado que cualquier propuesta de tra-
tamiento deberá también ser construida por el pro-
pio sujeto e integrada dentro de su sistema de cons-
trucción previo.
La construcción subjetiva ha sido muy poco estu-
diada, en parte por la falta de énfasis teórico en el
punto de vista del sujeto y también por las dificulta-
des implicadas en desarrollar una metodología sis-
temática para ello. Los instrumentos existentes, por
ejemplo la Técnica de Rejilla (véase la siguiente sec-
ción), se caracterizan por que en ellos los estímulos
utilizados durante la evaluación no son selecciona-
dos a priori por el entrevistador, sino que son gene-
rados mediante un procedimiento pautado a partir
de la problemática del sujeto evaluado. En un princi-
pio, al incluir estímulos diferentes para cada sujeto
en cada medición (los elementos de la rejilla), tanto
las respuestas de sujetos diferentes (sus construc-
tos personales) como las respuestas del mismo su-
jeto en dos ocasiones temporales distintas (por ejem-
plo, antes y después de una intervención), estos ins-
trumentos sólo son comparables entre sí de forma
cualitativa. Sin embargo, en el caso de la Técnica de
Rejilla, se han desarrollado una serie de índices cog-
nitivos que permiten la comparación entre individuos
y un tratamiento nomotético de los datos, así como
aplicaciones informáticas que agilizan su cálculo.
Este estudio, que pretende aportar datos sobre la
importancia de la construcción subjetiva en personas
con síntomas de somatización, se enmarca dentro un
proyecto más amplio, el Proyecto Multicéntrico Dile-
ma (PMD, véase en Internet: www.usal.es/tcp).
El dilema implicativo como conflicto cognitivo
El interés principal de la perspectiva constructi-
vista, y más concretamente de la Teoría de los Cons-
tructos Personales (Kelly, 1955/1991, 2001; Botella y
Feixas, 1998) para la psicología clínica y de la salud
yace en la importancia central que concede a los sig-
nificados subjetivos que los individuos se otorgan a
sí mismos, a los demás y a las experiencias con las
que se encuentran. Según esta teoría, el individuo
interpreta continuamente sus experiencias y las re-
visa en términos de su sistema cognitivo, que está
formado por un conjunto de constructos personales
bipolares con múltiples interrelaciones.
En este contexto, la noción de conflicto cognitivo
(Feixas, Saúl, Ávila-Espada y Sánchez, 2001) hace
referencia a las implicaciones a la vez positivas y
negativas que tiene el síntoma para la persona que
lo sufre. En tales casos, la alternativa deseada, es
decir, la dirección en la que el cliente quiere ir, tiene
implicaciones negativas, por lo cual se resiste al cam-
bio. Ryle (1979) denomina a esta estructura cogniti-
va dilema implicativo. A la hora de elegir entre con-
servar el síntoma o vivir sin él, la persona se ve en un
dilema en tanto que cualquiera de las dos alternati-
vas tiene consecuencias tanto positivas como nega-
tivas: concretamente, el síntoma, aunque se ve como
problemático, tiene también implicaciones positivas.
Por otro lado, abandonarlo puede suponer un cam-
bio no deseado en otros aspectos relacionados con
el sentido de identidad.
Nuestro grupo de investigación ha desarrollado
una forma de evaluar estos conflictos, operacionali-
zando la noción de dilema implicativo a partir de las
relaciones entre constructos (Feixas y cols., 2001;
Feixas y Saúl, 2004) obtenidos mediante la Técnica
de Rejilla (Repertory Grid Technique o TR). Este es el
punto de partida del PMD, con la hipótesis de que
una proporción significativa de síntomas psicopato-
lógicos están dotados de significado para quien los
sufre, de forma que dentro del sistema cognitivo del
paciente los síntomas se asocian a aspectos centra-
les de su sentido de identidad personal. Así, el aban-
dono del síntoma supondría abandonar también as-
pectos nucleares del sentido de identidad, por lo que
el cambio se hace más difícil a no ser que se resuel-
va el dilema implicativo.
La TR (Kelly, 1955; véase también Feixas y Corne-
jo, 1996; Fransella, Bell y Bannister, 2003; Rivas y
Marco, 1985) es uno de los instrumentos más utiliza-
dos para la evaluación subjetiva de constructos per-
sonales, que permite acceder a la estructura y el con-
tenido de los significados con los que las personas
se relacionan. A diferencia de otros instrumentos
psicológicos, la TR evalúa los aspectos cognitivos y
relacionales desde la propia construcción del suje-
to; es decir, no pretende estudiar la personalidad
según los constructos teóricos del investigador, sino
que se sitúa en una perspectiva centrada en la per-
sona, y más específicamente, en el estudio de sus
teorías implícitas, que según este enfoque vienen
configuradas por el sistema de constructos persona-
les (Botella y Feixas, 1998). La TR permite conocer
aspectos tanto de significado como estructurales (de
organización cognitiva), de imagen personal, de cer-
canía con los demás, etc., utilizando los constructos
que las propias personas poseen y evitando, en lo
posible, la intromisión de los significados del propio
terapeuta o investigador (Feixas, 2003). Por ello, esta
técnica es uno de los instrumentos más utilizados
3. SOMATIZACIÓN Y CONFLICTOS COGNITIVOS: Estudio exploratorio con una muestra clínica 199
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en la evaluación de sistemas de construcción perso-
nales. Debido a su gran versatilidad, las aplicacio-
nes de la TR son múltiples, por lo que ha trascendido
el ámbito de la psicología, y se ha utilizado en cente-
nares de estudios publicados (véase Luque Budia,
Rodríguez González y Camacho Laraña, 1999, para
una revisión bibliométrica).
Dos nociones previas, ambas derivadas de la TR,
son necesarias para comprender la definición opera-
cional de los dilemas implicativos: los constructos
congruentesylosconstructosdiscrepantes.Loscons-
tructos congruentes se caracterizan porque en ellos
las puntuaciones asignadas por el individuo a su “yo
actual” y a su “yo ideal” están muy próximas, lo que
indica que son aspectos positivos en los que no de-
sea cambiar (p. ej., “preocupado por los demás”).
Los constructos discrepantes, en cambio, son aque-
llos en los que el “yo actual” y el “yo ideal” se sitúan
en posiciones opuestas, es decir, aspectos de sí mis-
mo que considera negativos o alejados de su ideal
(p. ej., “se deprime fácilmente”), y en los que el cam-
bio se considera como algo deseable. Así, conside-
ramos que un individuo presenta un dilema implica-
tivo cuando se establece una asociación entre un
constructo congruente y otro discrepante; es decir,
cuando un aspecto definitorio y valioso de su perso-
na, congruente con su ideal y que desea mantener
(p. ej., preocuparse por los demás), correlaciona con
un significado personal que se encuentra en el polo
opuesto al deseado (p.ej., deprimirse con facilidad).
En virtud de la necesidad de mantener la continui-
dad en el sentido de identidad (constructos nuclea-
res), esta estructura dilemática puede generar una
“resistencia” a abandonar aquellos aspectos consi-
derados valiosos y a sobrellevar la carga que supo-
ne arrastrar los aspectos que se desea cambiar, lo
que podría desencadenar algún tipo de sintomatolo-
gía. En el ejemplo de la Figura 1, la detección del dile-
ma implicativo nos podría ayudar a construir la hipó-
tesis de que el individuo, que no desea ser “egoís-
ta”, tiende a asumir responsabilidades que no le co-
rresponden, sobrecargándose hasta el punto de sen-
tirse desbordado o desequilibrado. En tal caso, el tra-
bajo sobre este dilema podría quizás ayudar a esta
persona a concebirse como equilibrada sin dejar de
ser altruista, de forma que le sea posible preocupar-
se por los demás sin descuidarse a sí misma.
Algunos de los resultados obtenidos por investi-
gaciones del PMD (Feixas y Saúl, 2004) muestran la
presencia de dilemas implicativos en un tercio de la
muestra no clínica (34%), mientras que se dan en más
de la mitad de la muestra clínica (52,4%). Además,
su frecuencia es significativamente mayor (más del
doble) para el grupo clínico que para el no clínico
(4,37% frente 2,11%). De ello se desprende que la
presencia de dilemas, aunque se puede considerar
natural hasta cierto punto, guarda cierta relación con
los problemas psicopatológicos.
El objetivo de este estudio es realizar un análisis
exploratorio para indagar en la relación entre dile-
mas implicativos (DI) y somatización con una mues-
tra clínica. Partimos de tres hipótesis fundamenta-
les: en primer lugar, que los individuos con DI tienen
un nivel de sintomatología de somatización signifi-
cativamente mayor que los que no presentan estos
conflictos; en segundo lugar, que la presencia de DI
es relevante para la predicción del nivel de gravedad
Figura 1. Ejemplo de dilema implicativo.
4. GUILLEM FEIXAS VIAPLANA, DANIELE CIPRIANO Y NICOLÁS VARLOTTA DOMÍNGUEZ200
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de dicha sintomatología; y por último, que su capa-
cidad predictiva es mayor que la de otras variables
posiblemente relevantes como el sexo, la edad y la
autoestima.
Método
Procedimiento y participantes
Los datos de este estudio han sido recogidos en
el contexto del PMD, que dispone de una base de
datos de rejillas. Esta técnica se aplica a los sujetos
en la fase de inicio de un proceso terapéutico, habi-
tualmente en el transcurso de la segunda sesión. Se
recogen además datos sociodemográficos y clínicos.
La muestra del presente estudio está compuesta
por 111 pacientes de psicoterapia que consultan por
problemas diversos en centros públicos y privados
de varias ciudades españolas, evaluados al inicio del
tratamiento psicológico. El 79,5% (88 pacientes) son
mujeres, y el 20,5% restante, varones. La edad pro-
medio es de 32,7 años (dt = 11,7).
Los criterios para la inclusión de los casos en el
estudio son que la edad esté comprendida entre los
18 y los 72 años y que los datos completos de la TR y
el cuestionario SCL-90-R estén disponibles en la base
de datos.
Instrumentos y medidas
La Técnica de Rejilla
La modalidad de TR empleada en nuestro progra-
ma de investigación, así como en nuestra práctica
clínica, consiste en una entrevista semi-estructura-
da en la que a partir de una serie de personas rele-
vantes del mundo del propio sujeto (familiares y
amigos) se pregunta por las similitudes y diferencias
entre ellos para extraer sus constructos personales
más relevantes. Estas personas, llamadas elemen-
tos, se ordenan encabezando sendas columnas, y los
constructos en filas. Se genera así una matriz o reji-
lla en la que cada casilla representa la intersección
entre un constructo y un elemento. A cada casilla
corresponde una puntuación, realizada por el sujeto
mediante una escala tipo Likert de 7 puntos, y que
expresa cómo se aplica cada constructo a cada ele-
mento, lo cual da lugar a una matriz numérica que
puede ser sometida a diversos análisis matemáticos
de interés psicológico, para lo que se dispone de pro-
gramas informáticos (véase Feixas y Cornejo, 1996).
Ello permite el estudio de las relaciones estructura-
les entre los constructos y entre las figuras tal como
son vistas por el sujeto a partir de analizarlo con di-
versos métodos cuantitativos (p. ej., correlaciones,
distancias, análisis de correspondencias), deriván-
dose una larga serie de medidas e índices nomotéti-
cos. Para su uso en este estudio, se han selecciona-
do tres de estas medidas (autoestima, diferenciación
cognitiva y dilemas implicativos) consideradas po-
tencialmente relevantes y que se detallan a continua-
ción:
• Autoestima.
Una de las medidas de autoestima más útiles es
la distancia de Chi-cuadrado entre los elementos “yo
actual” y “yo ideal” (Feixas y Cornejo, 1996) que nos
proporciona una apreciación cuantitativa de cómo se
valora la persona en sus propios términos. A mayor
distancia entre los dos elementos, menor autoesti-
ma.
• Diferenciación Cognitiva.
El porcentaje de Varianza Explicado por el Primer
Factor (PVEPF) indica la magnitud de la principal di-
mensión de significado. Tal como lo proporciona el
programa RECORD v. 4.0, es una medida derivada
del análisis de correspondencias. Este tipo de análi-
sis fue considerado por Rivas y Marco (1985) más
apropiado que la utilización del análisis de compo-
nentes principales derivado de un análisis factorial.
Un estudio previo (López-Moliner, Navarro-Montes,
Tudela-Marí, Feixas y Neimeyer, 1989) muestra su
equivalencia con la misma medida derivada del aná-
lisis de componentes principales, más empleado en
los trabajos de tradición anglosajona (véase Feixas
y Cornejo, 1996; para una discusión de esta cuestión).
Un PVEPF elevado podría indicar un cierto grado
de unidimensionalidad del sujeto al construir su
mundo interpersonal. Hablaríamos entonces de una
baja diferenciación cognitiva. Por el contrario, si el
primer eje explica un porcentaje menor de la varian-
za, esto sugiere que otras dimensiones desempeñan
también un papel en los procesos de construcción
del sujeto. Así, parece lícito interpretar que existe una
alta diferenciación en el sistema de construcción del
sujeto. No se ha establecido una baremación para
esta medida, pero en el estudio de Feixas, Bach y
Laso (2004) se informa de que la muestra clínica (n
= 422) proporciona valores significativamente más
altos (x = 45,62; dt = 0,51) que la no clínica (n = 304;
x = 43,24; dt = 0,61).
• Presencia de dilemas implicativos.
Es una variable dicotómica, definida por la pre-
sencia o ausencia de DI en la rejilla completada por
5. SOMATIZACIÓN Y CONFLICTOS COGNITIVOS: Estudio exploratorio con una muestra clínica 201
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un sujeto. El valor de presencia viene dado por la
identificación de al menos un dilema implicativo.
Para identificar estos dilemas se procede de la
siguiente manera: en primer lugar, se identifican los
constructos congruentes estudiando las diferencias
entre las puntuaciones asignadas a los elementos
«yo actual» y «yo ideal». Se consideran congruentes
los constructos en los que esta diferencia es de 0 ó 1,
excluyendo aquellos en los que uno de los dos ele-
mentos está situado en el punto medio (puntuación
de 4). Este doble criterio asegura que las puntuacio-
nes de ambos elementos son muy semejantes y que
los dos se encuentran en el mismo polo del construc-
to. A continuación se identifican los constructos dis-
crepantes, que son aquellos en que la diferencia en-
tre las puntuaciones del “yo actual” y el “yo ideal”
es igual o mayor que 4. Este criterio garantiza que
ambos elementos están distantes y se posicionan en
polos opuestos. Por último, se identifican los DI en
función de las correlaciones entre los constructos
congruentes y los discrepantes. Para ello, se parte
del primer constructo identificado como congruente
y se seleccionan, de entre todas sus correlaciones
con constructos identificados como discrepantes,
aquellas que alcanzan el valor mínimo de 0,35 (esta-
blecido como punto de corte). La pareja de construc-
tos obtenida mediante este procedimiento constitu-
ye un DI. A continuación se repite el proceso con los
demás constructos congruentes hasta hallar todos
los dilemas implicativos de la rejilla. La versión ac-
tual (4.0.) del programa RECORD (Feixas y Cornejo,
2002) ejecuta automáticamente todos estos pasos y
proporciona un listado de los DI que ha encontrado.
SCL-90-R
El SCL-90-R (Symptom Cheklist 90 Revised; De-
rogatis, 1994) es un autoinforme clínico dirigido a la
evaluación sintomática de pacientes con problemá-
tica psicológica. Comprende 90 items que reflejan las
9 principales dimensiones sintomáticas que, se pien-
sa, están en la base de una gran mayoría de sínto-
mas observados en estos pacientes: Somatización,
Obsesión-Compulsión, Sensibilidad Interpersonal,
Depresión, Ansiedad, Hostilidad, Ansiedad Fóbica,
Ideación Paranoide y Psicoticismo, además de tres
índices globales. Con respecto a las características
psicométricas de validez y fiabilidad, nos remitimos
a la amplia bibliografía. (Derogatis, 1994; Derogatis
y Cleary, 1977; Derogatis, Rickels y Rock, 1976; Din-
ning y Evans, 1977; Derogatis y Melisaratos, 1983).
En el presente estudio se utiliza la puntuación de la
subescala de somatización, ya que proporciona una
medida de gravedad de este tipo de sintomatología.
Análisis de los datos
En la fase de análisis de datos se utiliza en pri-
mer lugar el programa RECORD v. 4.0., para la obten-
ción de los indicadores cognitivos de cada sujeto.
Posteriormente, estos índices son introducidos para
su análisis en el programa SPSS 11.5, junto a las pun-
tuaciones de la escala de somatización del SCL-90-R
y las variables sociodemográficas. El nivel de con-
fianza para las pruebas estadísticas se establece en
un 95%.
Resultados
Dos terceras partes de la muestra (74 de los 111
pacientes) presentan DI (véase Figura 2).
La puntuación media del grupo de pacientes con
DI en la escala de somatización es casi cuatro déci-
mas mayor que la del grupo sin DI. Además, en fun-
ción de los resultados de la prueba T de Student para
muestras independientes (véase Tabla 1) puede de-
cirse que esta diferencia es significativa (p<0,01).
Figura 2. Presencia de dilemas implicativos:
frecuencias y porcentajes.
Tabla 1 . Prueba T de Student, con las medias y desviaciones típicas de las puntuaciones de los
grupos en somatización.
6. GUILLEM FEIXAS VIAPLANA, DANIELE CIPRIANO Y NICOLÁS VARLOTTA DOMÍNGUEZ202
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A continuación, se llevó a cabo una regresión li-
neal para comprobar si la presencia de DI predice sig-
nificativamente las puntuaciones de somatización.
Como variables predictoras se introdujeron, además
de los dilemas, el sexo, la edad, la autoestima y la
diferenciación cognitiva, para ver cuál de ellas resul-
ta ser más predictiva. Se encontró que la única va-
riable significativa es la presencia de DI, que explica
el 5,4% de la varianza (medida con la R2
corregida)
de la escala clínica (véase Tabla 2).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Según los resultados anteriores, podemos con-
cluir que se cumple la primera hipótesis del estudio:
los participantes en cuyas rejillas aparecen DI pre-
sentan un nivel de sintomatología de somatización
significativamente más alto que aquellos sin este tipo
de conflictos. También podemos considerar que se
cumplen la segunda y tercera hipótesis: los dilemas
implicativos predicen significativamente la gravedad
de la sintomatología, por encima de variables como
el sexo, la edad y la autoestima.
Por otra parte, los dilemas implicativos explican
una proporción pequeña de la varianza de la escala
de somatización. Este resultado nos debe hacer pen-
sar que aunque los dilemas parecen ser un factor
relevante en este tipo de síntomas, aun queda mu-
cho por explicar, ya que probablemente las variables
que intervienen son numerosas. Es más, probable-
mente algunas de ellas tengan un papel más impor-
tante y específico en la somatización. Sin embargo,
la ventaja de tener en cuenta variables como los di-
lemas implicativos es que están directamente rela-
cionados con la experiencia subjetiva de los pacien-
tes, y a la vez son susceptibles de modificación. En
efecto, la significación clínica de estas variables es
potencialmente elevada, ya que pueden ser detecta-
das de forma empírica y utilizadas como foco de un
trabajo psicoterapéutico. Por este motivo, sería in-
teresante realizar investigaciones que muestren si
un protocolo de tratamiento basado en la resolución
de estos dilemas consigue reducir la sintomatología
somática. Si esto se demostrase, podríamos afirmar
que los DI son un factor de mantenimiento en este
tipo de problemas, y tendríamos una herramienta útil
para contribuir a su resolución. Desde el PMD se ha
desarrollado un protocolo general de tratamiento
basado en el trabajo con los DI (Senra, Feixas y Fer-
nandes, 2006) que debe ser adaptado al caso parti-
cular de los problemas psicosomáticos.
Una de las limitaciones más importantes del pre-
sente trabajo es la inespecificidad de la muestra. Ha-
bría que comprobar si los efectos encontrados se
mantienen en muestras homogéneas de pacientes
con trastorno de somatización o algún otro tipo de
trastorno psicosomático. Además, se ha utilizado una
escala del SCL-90-R, y no instrumentos específicos
pensados para esta dimensión sintomática. En futu-
ros estudios habrá que realizar una evaluación es-
pecífica de la sintomatología de somatización para
poder medirla con mayor precisión y validez. Por otra
parte, este estudio sólo tiene en cuenta la presencia
o ausencia de los dilemas implicativos, sin atender a
otros indicadores, como el número o la intensidad
de estos dilemas. Tampoco se han tenido en cuenta
otros tipos de conflictos cognitivos existentes en la
literatura, como los conflictos triádicos o los cons-
tructos dilemáticos.
Además de las cuestiones planteadas, sería de
gran interés investigar otros temas relacionados. Por
ejemplo, podríamos preguntarnos cuáles son los
mecanismos de interacción mente-cuerpo capaces de
producir y mantener este tipo de sintomatología; o
también, qué procesos psicobiológicos subyacen a
los trastornos de somatización. Finalmente, sería
importante descubrir cómo las estructuras cogniti-
vas, y en particular los dilemas implicativos, inter-
vienen en este tipo de procesos.
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7. SOMATIZACIÓN Y CONFLICTOS COGNITIVOS: Estudio exploratorio con una muestra clínica 203
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Abstract: Somatization problems generate high healthcare
costs, and some of its usual treatments prove ineffective and even
counterproductive. An interdisciplinary treatment approach seems
necessary in order to provide an integrated treatment for these
patients. From this perspective, hardly-studied cognitive proces-
ses such as the subjective construction of self, symptoms, and
other people should be taken into account. That is why it may be
important to study cognitive conflicts, which could stand as sub-
jective barriers for healing. The goal of the study is to investigate
the relationships between implicative dilemmas, a kind of cogni-
tive conflict that can be detected using the Repertory Grid, and a
somatization scale. Results suggest that somatization scores are
higher for individuals with implicative dilemmas, and that the pre-
sence of such conflicts predicts somatization better than gender,
age, self-esteem, or cognitive differentiation.