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Condado de Toreno

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Condado de Toreno

Corona condal
Primer titular Álvaro Queipo de Llano y Valdés
Concesión Felipe IV de España
30 de octubre de 1659

Grandeza de España de 1.ª clase el 7 de noviembre de 1838 por Isabel II

Linajes

Queipo de Llano (usque)

Actual titular Francisco de Borja Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio (XII conde desde 2003)

El condado de Toreno es un título nobiliario español, de Castilla, que desde 1838 goza de grandeza de España de primera clase. Fue concedido por el rey Felipe IV, con el vizcondado previo de Matarrosa y mediante real decreto de 12 de noviembre de 1657 y real despacho de 30 de octubre de 1659, en favor de Álvaro Queipo de Llano y Valdés, señor de las villas de Toreno y Tombrio de Abajo, alférez mayor del Principado de Asturias y de la villa de Cangas de Tineo (hoy Cangas del Narcea), donde poseía el solar de su linaje, caballero de Santiago, corregidor de Granada y de Madrid, capitán general de Málaga, del Consejo de Hacienda de dicho rey y su gentilhombre de boca.[1][2]

El concesionario era hijo del capitán Suero Queipo de Llano y Valdés, natural y alférez mayor de Cangas de Tineo, que sirvió a S.M. en la Jornada del Estrecho de Magallanes, y de Catalina Bernardo de Quirós, nacida en la Pola de Lena; sobrino carnal agnado del inquisidor Fernando de Valdés y Llano, obispo de Teruel y arzobispo de Granada, presidente del Consejo de Castilla, fundador de la Colegiata de Cangas de Tineo; primo carnal de Juan Queipo de Llano y Valdés, obispo de Guadix y de Coria, y del inquisidor Fernando Queipo de Llano y Valdés, obispo de León; sobrino nieto del inquisidor Juan de Llano Valdés, también obispo de León, y sobrino biznieto del inquisidor general Fernando de Valdés, obispo de Oviedo, de León y de Sigüenza, arzobispo de Sevilla y también presidente de Castilla, fundador de la Universidad de Oviedo y del Colegio de San Pelayo en la de Salamanca. Y estaba emparentado en diversos grados con otros prelados.[3]

La reina gobernadora María Cristina de Borbón —en nombre de la reina Isabel II, su hija— concedió a esta casa la grandeza de España de primera clase por real decreto de 25 de agosto de 1838 y real despacho de 7 de noviembre del mismo año,[4]​ en cabeza del VII conde: José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, ilustre historiador, gran cruz de Carlos III, académico de las Reales de la Historia y de San Fernando, que había sido ministro de Hacienda y de Estado y presidente de las Cortes y del Consejo de Ministros.[1][2]

Lista de señores y condes

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Titular Periodo
Señores de Toreno
Monasterio de Santa Leocadia de Castañeda 916-1118
Obispado de Astorga 1118-1581
Incorporado a la Corona 1581-1583
Nueva concesión por Felipe II
I Antonio Vázquez Buelta 1583-1600
II Jerónimo Vázquez Buelta 1600-1613
III Capitán Sancho de Merás 1613-1637
IV Pedro de Merás y Sanfrechoso 1637-1638
V Álvaro Queipo de Llano y Valdés 1638-1662
Condes de Toreno
Creación por Felipe IV
I Álvaro Queipo de Llano y Valdés 1657-1662
II Fernando Queipo de Llano y Lugo 1662-1681
III Fernando Queipo de Llano y Jiménez de Arellano 1681-1718
IV Fernando Ignacio José Queipo de Llano Doriga y Malleza 1718-1778
V Joaquín José Queipo de Llano y Quiñones 1778-1805
VI José Marcelino Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós 1805-1808
VII José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia 1809-1843
VIII Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos 1847-1890
IX Álvaro Queipo de Llano y Fernández de Córdoba 1890-1938
X Francisco de Borja Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques 1943-1954
XI Francisco de Borja Queipo de Llano y Acuña 1958-2002
XII Francisco de Borja Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio 2003-hoy

El señorío de Toreno

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Los Queipo de Llano, condes de Toreno, eran alféreces mayores del Principado de Asturias y de la villa y concejo de Cangas de Tineo, hoy Cangas del Narcea. El título condal, creado en 1659, quedó sujeto al mayorazgo fundado en 1526 por Suero Queipo de Llano el Viejo, tatarabuelo del primer conde, con asiento principal en el solar de su linaje en dicha villa. Este palacio, sito en la plaza del Conde de Toreno, es actualmente casa consistorial del ayuntamiento de Cangas del Narcea.

El coto de Toreno era un señorío jurisdiccional que incluía las villas de Toreno y Tombrio de Abajo y los lugares de Librán, Langre, San Pedro de Mallo, Santa Leocadia y Matarrosa, todo en la comarca del Bierzo, diócesis de Astorga y reino y actual provincia de León, con sus rentas, alcabalas y frutos y con jurisdicción civil y criminal alta y baja y mero y mixto imperio. Medía el coto una legua de largo y dos y media de contorno. Perteneció desde el siglo XI a la iglesia de Santa Leocadia en él radicada, y después al arcedianato de Ribas de Sil de dicho obispado.

La iglesia y abadía de Santa Leocadia de Castañeda fue fundada como eremitorio a mediados del siglo IX, y refundada bajo la regla de San Benito por San Genadio de Astorga en el año 916.

El rey Felipe II incorporó este coto a la Corona en 1581, en virtud de una bula de Gregorio XIII que le permitía desmembrar las villas y lugares de las iglesias de menos de 40.000 ducados de renta, y poco después lo vendió al precio de tres cuentos y 720.000 maravedís.[5]​ La concesión, por real cédula dada en Lisboa el 3 de marzo de 1582 y real despacho de 31 de mayo de 1583. El nuevo concesionario fue:

Antonio Vázquez Buelta, I señor de Toreno, tesorero general de S.M., familiar y receptor general del Consejo de la Inquisición.[6]​ Natural de Astorga, estudió Leyes y se trasladó a Madrid, donde amasó una fortuna mediante la actividad de prestamista y cambista. Parece que además del señorío de Toreno, compró el de Congosto, villa berciana que también había pertenecido a la mitra asturicense, y los de Grajanejos y Zaorejas en Guadalajara. Fue hijo natural de Santos Vázquez Buelta, hidalgo natural de Toreno, criado del obispo de Astorga y vecino de esta ciudad, quien le tuvo con Catalina de Quirós, una criada asturiana de su casa, siendo ambos solteros.[7]

Casó con Catalina Ibáñez de Carmona y Quesada, natural de Madrid, que debía de ser hermana del licenciado Diego Ibáñez de Carmona, canónigo de la Catedral de Coria y dignidad de Arcediano de Valencia de Alcántara. En 1600 le sucedió su hijo

La Plaza Mayor de la villa berciana de Toreno es comúnmente llamada Plaza de la Picota, porque en ella se conserva, frente al Ayuntamiento, el antiguo rollo de justicia, símbolo de la jurisdicción civil y criminal que los condes de Toreno ejercieron en este coto hasta la abolición de los señoríos, al final del Antiguo Régimen.

Jerónimo Vázquez Buelta, II señor de Toreno, primer poseedor de un mayorazgo que le fundaron los señores antes citados, sus padres.[8]​ Era señor efectivo del coto en diciembre de 1606, pero parece que en 1608 quiso venderlo o cederlo en pago de deudas a Gregorio de Velasco y Pedro de Velasco, miembros de una familia local que el 3 de julio de dicho año, pretendiéndose dueños de la jurisdicción, apoderaron a Bartolomé Pérez para que en su nombre cobrase los derechos señoriales. Esta transmisión quedó sin efecto, probablemente por carecer de la preceptiva licencia real. Y cinco años después, en 1613, Jerónimo Vázquez Buelta vendió el señorío al precio de 16.000 ducados. Contaba para ello con real licencia, y el comprador fue

Sancho de Merás, III señor de Toreno, capitán de la Carrera de Indias y maestre del galeón Nuestra Señora de la Valvanera, natural de la villa de Tineo. Pasó a la Nueva España y se avecindó en la ciudad de Méjico. La Casa de Contratación de Indias le embargó la jurisdicción de Toreno el mismo año de 1613, durante un proceso por contrabando,[9]​ pero se la restituyó tres años después al quedar sobreseída la causa.[10]​ Era hijo de Marcos de Merás de la Plaza, natural de Tineo, y de Catalina Suárez de Sierra, de la casa de Pambley en el concejo de Cangas.

Casó en Cangas de Tineo en julio de 1610 con Clara Queipo de Llano, que vivió muchos años abandonada de su marido y murió sin descendencia en 1630 en el palacio de Queipo de Llano de Cangas de Tineo, donde había nacido. Era hija de Suero Queipo de Llano y Valdés, señor de dicha casa, alférez mayor de Cangas, capitán en la Jornada del Estrecho de Magallanes, y de Isabel Bernardo de Quirós, natural de la Pola de Lena.

El capitán Sancho de Merás murió en la ciudad de Méjico el 28 de abril de 1637, bajo testamento hecho el 21 anterior ante Ventura de Cárdenas, por el que fundaba vínculo en cabeza de su sobrino

Pedro de Merás y Sanfrechoso, IV señor de Toreno, poseedor del palacio y mayorazgo de Merás de la villa de Tineo, licenciado en Leyes por la Universidad de Oviedo, regidor perpetuo de los concejos de Tineo, Cangas y Valdés, que nació hacia 1600, murió testado en su palacio tinetense el 5 de enero de 1660 y fue sepultado en el convento de San Francisco. Fueron sus padres Pedro Álvarez de Sanfrechoso y Sierra Pambley, escribano público de Tineo, segundón de la casa de Sanfrechoso en dicho concejo, y Polonia Rodríguez de Merás y Sierra Pambley, su mujer y prima, que era hermana del capitán Sancho de Merás.

Casó con Catalina de Solís y Merás, su sobrina tercera, que murió en Luarca el 11 de junio de 1669 y fue sepultada con él en Tineo, hija de Francisco de Solís y Bernardo de Quirós, alférez mayor de Oviedo, señor de la torre de la Quintana de Ciaño, y de María de Merás y Quirós; nieta de Pedro de Solís y la Rúa, poseedor de la misma casa y oficios, y de Leonor Bernardo de Quirós; y materna, del doctor Gonzalo de Solís de Merás y de Francisca Bernardo de Quirós. Con descendencia varonil en que siguió la casa de Merás.

Pero a resultas de un pleito y transacción que se siguieron, el señorío de Toreno fue adjudicado en pago de deudas a Álvaro Queipo de Llano y Valdés, hermano de Clara.[11]​ Este lo agregó al mayorazgo de su casa de Cangas de Tineo. Y cuando en 1657 el rey Felipe IV quiso otorgarle un título de Castilla, eligió la denominación de conde de Toreno, con el vizcondado previo de Matarrosa.

El alferazgo mayor de Asturias

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Álvaro Queipo de Llano y Valdés, primer conde de Toreno, poseía también desde 1636 el oficio perpetuo de alférez mayor de Asturias, con voz y voto y grandes preeminencias en la Junta General del Principado y en su diputación permanente. Este oficio fue enajenado a su favor por la Real Hacienda el 13 de marzo de dicho año al precio de 5.280 ducados, despachándosele real carta el 7 de abril siguiente. Fue ostentado por los siete primeros condes de Toreno, y confería a sus titulares el privilegio de proclamar en nombre del Principado —tal y como el alférez mayor de cada concejo hacía en su jurisdicción— la subida al trono de un nuevo rey, tremolando su pendón y dando la tradicional voz: «¡Castilla! ¡Castilla! ¡Castilla por el rey Don Fulano!»

Pertenecía también al alférez mayor el mando de la compañía de 500 soldados con que el Principado debía servir a S.M., ejerciéndolo como teniente del gobernador y con el grado y calidad de capitán a guerra.

La concesión le facultaba para designar teniente que sirviese efectivamente el oficio. Y mediante un aumento de 1661, se extendieron al teniente las calidades conferidas al propietario de la dignidad. Durante el siglo XVII, los condes de Toreno solían designar por tenientes alféreces a miembros de la casa de Doriga o de la de Quirós.

Las grandes preeminencias políticas y honoríficas que este cargo comportaba en la Junta General del Principado darían pie a graves conflictos. Para prevenirlos, el propio concesionario se apresuró a renunciar a las meramente honorarias,[12]​ pero esto no apaciguó a la Junta, que inició una serie de litigios contra el Consejo Real pidiendo la revocación de la merced. Estos pleitos se inscriben en el marco de enfrentamiento provocado por la avidez recaudatoria de la Corona, que durante el siglo XVII recurrió a toda clase de arbitrios para sacar recursos del Principado (tributos, levas de soldados, venta de comunes y alcabalas), y particularmente a la creación y venta de oficios de regimiento. La Junta sostenía la ilegalidad de estas creaciones, a la vez que pedía el tanteo y resumen de muchas de ellas.[13]​ Pero el caso del alferazgo mayor del Principado tenía especial importancia política por afectar al funcionamiento de la propia Junta y su diputación. Según M.ª Ángeles Faya, la creación de este oficio «es un ejemplo de favor real a un noble asturiano con influencia en la Corte, del que se espera que, desde su nuevo cargo, pueda controlar la Junta General». Y se inscribe en una serie de provisiones del Consejo de Castilla tendentes al mismo fin, como una de 1643 que prohibía que los pleitos movidos por la Junta contra el Consejo se sufragasen con propios y rentas del Principado o mediante reparto a los vecinos, u otra de 1670 que declaraba no estar incluido este alferazgo en la extinción de oficios decretada el año anterior. Sostiene dicha autora que la posición de poder del alférez mayor como valedor de la Corona y del Consejo «le permitirá mantenerse en el cargo a pesar de los pleitos que la Junta litigó en los años cuarenta y sesenta».[14]​ «El pleito sobre el alferazgo fue fallado en contra del Principado en 1646. Posteriormente se volvió a litigar y se eternizó por la influencia de los Queipo de Llano en la Corte.»[15]

Se daba además la circunstancia de que ya existía desde 78 años antes el oficio perpetuo de alférez mayor de Oviedo, concedido en 1558 a Pedro de Solís y Soto,[16]​ por lo que la creación de un alferazgo del Principado también suscitó un conflicto protocolario entre uno y otro alférez: uno de aquellos litigios sobre «puntos de honor» que en el siglo XVII eran tan frecuentes y enconados. Tras la sentencia de 1646 que desestimaba la demanda de revocación de la Junta, se llegó a una fórmula de compromiso para las proclamaciones regias que se aplicó en 1665, al subir al trono Carlos II: «el Alférez Mayor de Oviedo salía del Ayuntamiento tremolando el pendón, acompañado de los Regidores, y lo conducía al tablado de la Plaza Mayor para verificar la proclamación del monarca —cometido suyo—, y una vez realizada allí lo entregaba al Alférez Mayor del Principado o su teniente, quien lo conducía a la plaza de la Fortaleza y procedía a análoga ceremonia».[17][18]

Historia genealógica

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Los Queipo de Llano

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Los Queipo, hidalgos originarios del concejo de Cangas de Tineo, se perfilaban ya desde el siglo XIV como linaje preponderante del suroccidente asturiano, replicando a escala comarcal la estrategia que encumbró a los Quirós como linaje hegemónico de la región: el servicio a la corona y la alianza con la mitra episcopal ovetense. En las guerras banderizas de aquel siglo y el siguiente solían alinearse con los Quirós.[19]

Su primitivo solar radicaba en el paraje de la Muriella, parroquia de Santa María de Posada de Rengos: a unos 18 km de la villa capital, aguas arriba del río Narcea. Este antiguo solar tenía trazas de casa fuerte, por lo que era llamado —no sin cierta hipérbole— el castillo de la Muriella. Y poseían no lejos de allí una vasta heredad de bosque que ocupaba el extremo suroccidental del concejo: los montes de Muniellos. Esta propiedad forestal perteneció a los Queipo de Llano durante unos quinientos años: desde principios del siglo XV hasta que en 1901 la vendió el IX conde de Toreno. Y después vino a constituir el núcleo de la Reserva natural integral de Muniellos.

Al servicio de los Trastámaras

Tenían por divisa el servicio leal a sus reyes, preciándose de haber combatido a favor de Juan I contra el rebelde Alfonso Enríquez, conde de Gijón y de Noreña (1381-1383); a favor de Enrique IV contra el conde de Valencia de Don Juan (1465), y a favor de la princesa Isabel en el conflicto por la sucesión de Enrique IV y en la guerra de sucesión castellana.[19]

Expulsión de los Quiñones

Pero más decisiva que aquellas contiendas para el curso ascendente del linaje, fue la resistencia que presentaron a los Quiñones a raíz de que en 1477 los Reyes Católicos concedieran el señorío de Cangas y Tineo, con título de marqués, a Diego Fernández de Quiñones, primer conde de Luna, para premiar su apoyo en la Guerra de sucesión. Los Queipo, agraviados por el nuevo marqués, fueron muy beligerantes contra su dominio. Y en este conflicto tuvieron por aliados a los mismos reyes, que deseaban revocar aquella merced, hecha en un momento de debilidad, y recuperar para el realengo dicho territorio. Logrado esto entre 1480 y 1490 con la expulsión del conde de Luna, los Queipo de Llano se consolidaron como linaje hegemónico de la zona. Reforzados, además, en su papel de firmes aliados de la Corona en Asturias, percibido tanto en la corte como entre los actores regionales.[20]

El arzobispo de Sevilla Fernando de Valdés y Salas (1483-1568), inquisidor general, presidente del Consejo de Castilla, fundador de la Universidad de Oviedo y del Colegio de San Pelayo en la de Salamanca, llamado de los Verdes. Este retrato retrospectivo fue pintado en 1711 por Antonio de Mora Barahona para el Colegio de San Pelayo, y perteneció a la Universidad Salmanticense hasta que en 1847 pasó a integrar los fondos del Museo Provincial. Realizado siglo y medio después del momento en que capta al personaje, no es sin embargo un retrato ideal o imaginario, sino que sigue de cerca a otros de época como el anónimo que le representa de medio cuerpo en el palacio arzobispal de Sevilla o la estatua orante labrada por Pompeyo Leoni para su sepulcro en Salas, que fue encargada como «retrato al natural, tan propio como sea posible». Concuerda con los testimonios que describen al prelado como «pálido, cetrino, con entrecejo, de escaso pelo, barba corta y entrecana, grandes entradas en la frente, al estilo puritano, y mirar torvo y melancólico». En el letrero se lee: «El Ex.mo S.r D. Fernando de Valdés, Arzobispo de Sevilla, Ynquisidor General, Presidente de Castilla y Gobernador de España». El escudo de armas es de igual composición que el que campeaba en la portada del Colegio: cuartelado de Salas, Valdés, Llano y Doña Palla, con cruz patriarcal acolada y timbrado de galero con borlas de arzobispo. Otros similares pueden verse labrados en la Facultad de Geografía e Historia de Salamanca, cuyo edificio integra los restos del antiguo Colegio de los Verdes, alternando con el modelo reducido a las solas armas de Valdés, que adoptó después dicha casa de estudios para evitar la complejidad del original.[21]
Portada del Cathalogus librorum qui prohibentur publicado por mandato del inquisidor general Fernando de Valdés y Salas (Valladolid, 1559).[22]​ El escudo, grabado a buril, es de idéntica composición que el pintado en el retrato anterior y los que se mencionaban al pie, labrados en Salamanca. Cuartelado de Salas, Valdés, Llano y Doña Palla: las armas de sus cuatro costados en un orden arbitrario. Llano era el linaje de su abuelo materno, y en todos estos ejemplos —contemporáneos del inquisidor o poco posteriores— las armas que se le asignan son: de gules, tres fajas de sinople fileteadas de oro.
Parentela del arzobispo Valdés Salas

En el tercio central del siglo XVI tienen lugar cuatro sucesivos casamientos que enlazan al linaje de los Queipo, mediante vínculos reforzados, con la familia o parentela (evitamos aquí el término linaje) del arzobispo Fernando de Valdés y Salas: figura prominente del reinado de Felipe II, con quien tuvo los cargos de inquisidor general y presidente del Consejo de Castilla. La vinculación a esta parentela marcará el salto de los Queipos de un círculo de actuación e influencia local y regional a otro mucho más amplio: de ámbito, más que nacional, hispánico.

A raíz de estos enlaces, los Queipo pasan a ser parte de un grupo familiar que durante cinco generaciones poblaría las altas esferas de la Administración y de la Iglesia en España, sumando un importante número de prelados y de altos funcionarios (consejeros de Castilla). La historiadora Janine Fayard, en su definitiva monografía Los miembros del Consejo de Castilla (1621-1746), caracteriza a esta institución como el verdadero meollo del poder del estado durante el régimen polisinodial y señala a dicha parentela como el ejemplo más exitoso de la estrategia, común entre las familias que accedían a tal círculo, de intentar perpetuarse en él. Y elige incluso, con cierta imprecisión genealógica, el nombre de «los Queipo de Llano» para designar a este grupo familiar, si bien aclara que no era estrictamente un linaje sino «una verdadera gens» que incluía a varios, y que en sus borrosos contornos se extendía hasta allegados por «solidaridad regional».[23]

El primero de estos matrimonios fue concertado sin duda como parte de la estrategia ya mencionada de alianza con la mitra ovetense, precisamente cuando Fernando de Valdés era obispo de Oviedo (1532-1539). Y unió a Juan Queipo de Llano el Viejo, que iba a ser el primer poseedor del mayorazgo, con Mayor Álvarez de Tineo, sobrina segunda del prelado: un parentesco aún lejano y que renovaba la previa consanguinidad de los Queipos con los Llanos de Cangas, a la que aquellos debían la adición del apellido Llano. La casa de Llano «de la plaza de Cangas» era muy antigua en esta villa y había recaído en el siglo XV en Mencía de Llano y Valdés, en quien se extinguió la varonía, señora de Mirallo y madre del famoso arzobispo e inquisidor.

Rivalidad con los Omaña

También en el siglo XVI, se establecieron en Cangas los Omaña, que aunque recién llegados del reino de León poseían en esta villa importantes bienes, derechos y preeminencias como causahabientes, precisamente, de los Quiñones. Entre los Queipo de Llano y los Omaña se suscitó una fuerte rivalidad que —aunque sin el encono de las guerras de bandos tardomedievales— marcó la vida del concejo durante más de dos siglos. El enfrentamiento entre ambos linajes alcanzó su cénit en 1642, cuando se planteó la necesidad de construir una nueva iglesia en Cangas de Tineo porque la antigua parroquial de la Magdalena, de patronato real, amenazaba ruina. No pudiendo la Real Hacienda correr con el gasto, se hizo cargo del patronato un destacado vástago de los Queipos: Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada y presidente del Consejo de Castilla, tío del primer conde de Toreno. El arzobispo empleó sus caudales en levantar la Colegiata de Santa María Magdalena, símbolo del poder de su linaje, sin que lo pudiera impedir la encarnizada oposición de los Omañas por medios jurídicos, políticos y hasta violentos.

Fundador del mayorazgo

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El fundador del mayorazgo, y tatarabuelo del primer conde, fue

Suero Queipo de Llano el Viejo, hidalgo rico y principal del concejo de Cangas de Tineo, señor de los montes de Muniellos y del «castillo de la Muriella» en la parroquia de Posada de Rengos. Era hijo de Suero Queipo de Llano el Más Viejo, que en 1481 defendió la villa de Cangas contra el conde de Luna, y de María Rodríguez de Pambley, su mujer, de la casa de Pambley en el mismo concejo; nieto de Lope Rodríguez Queipo o Rodríguez Can, y de Elvira Rodríguez de Ron, y biznieto de Álvaro Alfonso Can, que nacería al filo del 1400 y sirvió al rey Juan I de Castilla contra su hermano Alfonso Enríquez, conde de Gijón y de Noreña, y de Aldara Rodríguez de Llano: todos poseedores del mismo estado y casa. Fundó mayorazgo por escritura que otorgó con su mujer el 14 de enero de 1526 ante Álvaro Alonso de Cangas, escribano de Cangas de Tineo, en virtud de real facultad dada por el César Carlos en Valladolid a 6 de marzo de 1523 y refrendada por Francisco de los Cobos.[24]​ Y agregaron nuevos bienes por escrituras del 24 y el 29 de octubre de 1549 y del 19 de noviembre del mismo año, que pasaron las tres ante el escribano Juan Gómez de Cangas.[25]​ Casó con María Alfonso de Cangas, su deuda, natural de Cangas de Tineo y hermana del capitán Diego de Cangas. Hija de Ruy García de Cangas el Viejo, fundador de la capilla de Nuestra Señora del Rosario en la antigua parroquial de la Magdalena de dicha villa, y de Aldonza Pérez de Sierra, y nieta de Juan Rodríguez de Pambley y de Mayor García del Riego, que fueron enterrados en la iglesia de Nuestra Señora de la Regla de Pambley, en el mismo concejo. El primer poseedor del vínculo fue su hijo primogénito:

Juan Queipo de Llano el Viejo, señor de la casa de Cangas, de los montes de Muniellos y del castillo de la Muriella. Sirvió a su costa con una compañía de Infantería al Emperador, quien le dirigió cartas de agradecimiento.[26]

Casó dos veces: primera con Mayor Álvarez de Tineo y Quirós, hija del capitán Juan García de Tineo, señor de los cotos de la Mortera y Bárcena en el concejo de Tineo y de la casa de su apellido en la villa capital del mismo, y de Catalina Bernardo de Quirós y Prado, que testaron en 1516 fundando mayorazgo con facultad del Emperador; nieta de Juan García de Tineo, señor de la casa de Tineo, y de Mayor Álvarez de Llano y Valdés, su primera mujer, de los señores de Mirallo en el mismo concejo, y materna de Gutierre Bernardo de Quirós y Ron, señor de Villoria, y de Guiomar de Prado y Quiñones, de los señores de Albires. Mayor Álvarez tuvo por sobrinos carnales a dos obispos y consejeros de la Suprema Inquisición. Uno fue el maestro fray Blas de Tineo y Osorio, provincial de Castilla de la Orden de la Merced, catedrático de las universidades de Salamanca y Alcalá y rector de la de Granada, obispo titular de Termópoli y auxiliar de Granada, dignidad de abad de Santa Fe en esta catedral metropolitana y deán de la de Málaga. Y el otro Gutierre Bernardo de Quirós, hermano mayor del anterior, colegial de San Pelayo y del Mayor de Oviedo en Salamanca, catedrático de esta Universidad, inquisidor en Méjico, Nicaragua, Guatemala y las Filipinas, y obispo de la Puebla de los Ángeles, donde falleció en 1638, dejando fundados en la villa de Tineo el convento de Santa Clara y una importante obra pía.[27]

En segundas nupcias casó Juan Queipo con Aldonza de Valdés, viuda con prole de Álvaro García de Tuña, señor de la casa del Barreiro en la parroquia de Santa María de Tuña, concejo de Tineo, e hija de Pedro del Busto, señor de la casa del Busto de la villa de Pravia, y de Mencía de Valdés, hermana del inquisidor general Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla y presidente de Castilla, de quien se hará repetida mención ... Aldonza de Valdés hubo de su segundo marido el derecho a cortar leña en los montes de Muniellos, y litigó sobre ello con su antenado Juan Queipo.

De la primera tuvo por hijos a[20]
  1. Juan Queipo de Llano el Mozo, que sigue,
  2. Víctor (o Victoriano) de Llano y Tineo, que casó con Inés de Ponte y Busto, señora de la casa y torre de la Corrada en el actual concejo de Soto del Barco (entonces, Pravia), hermana y sucesora de Alonso Pérez de Ponte, que murió sin descendencia, e hijos ambos de Diego Martínez de Ponte y de Inés del Busto, fundadores del mayorazgo. Sus descendientes por varonía se apellidaron Llano Ponte, y hoy ostentan los marquesados de Ferrera y San Muñoz.[28]
  3. Guiomar Queipo de Llano y Tineo, natural de Cangas, que siendo viuda hizo agregación al mayorazgo de su marido por escritura del 13 de noviembre de 1612 que pasó ante el escribano de Oviedo Simón Vigil, y otorgó su último testamento y varios codicilos en 1628, año en que murió octogenaria. Casó en 1563 con García de (Valdés) Doriga y Tineo, natural y señor de la casa de Doriga en el concejo de Salas, que testó el 10 de junio de 1598 y murió en 1600, hijo de Fernán García de Doriga el Mozo, que fundó el mayorazgo en 1558, y de María Gómez de Tuñón y Tineo. Con posteridad. A esta señora se deben los escudos de Queipo de Llano Tineo y Quirós que hay en el palacio de Doriga.[29]
  4. Suero Queipo de Llano, natural de Cangas, donde testó el 25 de mayo de 1620. Fundó nueva casa en la parroquia de San Pedro de Arbas, del mismo concejo. Casó con María Flórez de Sierra, que testó en San Pedro el 10 de octubre de 1639. Nacida en Castiello, parroquia de San Esteban de Tainás, era hija de Álvaro Flórez de Sierra, segundón de la casa de Llamas del Mouro y fundador de la de Castiello, y de Estébana de Valdés o de Tuña, su segunda mujer, y hermana entera de Lope Flórez de Sierra y Valdés, llamado de Cibea, que poseyó por matrimonio la casa de Miramontes: todo en el concejo de Cangas. Tuvieron por hijos al menos a:
    1. Diego Queipo de Llano y Flórez, caballero de Santiago,[30]​ que sucedió en la casa de San Pedro y fue señor de las villas de Pobladura, Quintanilla y Grajal en el reino de León. Nacido en Cangas de Tineo el 2 de febrero de 1601, compró en 1640 el alguacilazgo mayor de esta villa y concejo,[31]​ y testó en Madrid el 30 de marzo de 1658. Casó con Juana Álvarez de Murias, señora de la casa de Murias en el municipio gallego de Navia de Suarna, nacida en Madrid el 16 de marzo de 1621, hija de Pedro Álvarez de Murias, natural de Murias, escribano de la villa y corte, y de María de Limia y Salgado, fundadores del mayorazgo.[32]​ Con descendencia en que siguieron dichas casas y jurisdicciones. Los Queipo de Llano de esta línea fueron por entronque marqueses de Castro Serna, recayendo después la casa en los Ulloa, condes de Adanero.
    2. El doctor Juan Queipo de Llano y Flórez (1584-1647), colegial de San Pelayo y del Mayor de San Bartolomé en Salamanca, canónigo de Toledo, auditor de la Rota Romana, presidente de Valladolid, obispo de Pamplona y de Jaén y virrey de Navarra, fundador del convento de Dominicas Recoletas de Cangas de Tineo.[33]
    3. Suero Queipo de Llano y Flórez, colegial de San Pelayo y abad de Arbas del Puerto,
    4. y Mayor Queipo de Llano y Flórez, mujer de Nicolás Coque el Mozo, que testó en 1622, señor de la casa de Miravalles en la parroquia de San Julián de Arbas y de la de Collar del lugar de Puntarás, parroquia de San Vicente de Naviego, todo en el concejo de Cangas; hijo de Nicolás Coque el Viejo, señor de la casa de Miravalles, y de Sancha Fernández de Collar, señora de la casa de Puntarás. Con descendencia en que siguieron ambas, recayendo en los Sierra de la casa de Pambley, en los Riego, en los Uría y en los Flórez Valdés de la casa de Carballo.[34]​ Fue hija suya
    María (Flórez) Queipo de Llano, natural de Miravalles, que fue bautizada en San Julián el 26 de julio de 1608 y falleció en 1678. Contrajo matrimonio, capitulado el 24 de septiembre de 1629 ante Juan Rodríguez de Cangas, con Juan Queipo de Llano y Sierra, natural y señor de la casa de su apellido en Santianes de Tuña, concejo de Tineo,[35]​ su regidor perpetuo, que fue bautizado en San Juan el 9 de abril de 1609 y testó el 9 de diciembre de 1672 a fe de Juan Marcos Pertierra. Hijo de Francisco García Queipo de Llano, señor de la misma casa, y de Leonor Flórez de Sierra, su primera mujer, de la casa de Llamas del Mouro. Padres del arzobispo de Charcas.[36]


    Y del segundo matrimonio nacieron:

  5. María Meléndez, primera mujer de Gonzalo Fuertes, señor de la casa de Carballo en el concejo de Cangas. Esta señora murió pronto, dejando sucesión, y su marido volvió a casar con Mencía de Valdés.
  6. Y fray Luis de Valdés.

Sucedió en la casa su hijo del primer matrimonio

Juan Queipo de Llano el Mozo, señor de la casa de su apellido en Cangas de Tineo, a la que hizo agregaciones por su testamento del 5 de octubre de 1592,[25]​ y de nuevo en 1610. Está enterrado en colegiata de su villa natal, junto con su mujer y con su nieto Juan Queipo de Llano, obispo de Coria, en un sepulcro realzado con el bulto orante de este prelado.[37]

Casó con Catalina de Valdés Llano, prima carnal de su madrastra. Era hermana del inquisidor Juan de Llano Valdés, obispo de León, y sobrina carnal del inquisidor general Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla, presidente del Consejo de Castilla, fundador de la Universidad de Oviedo y del Colegio de San Pelayo en la de Salamanca. Hija de Juan de Llano y Valdés, señor del coto de Mirallo en el concejo de Tineo, de la torre de Salas y de la casa de Llano de la plaza de Cangas, caballero de Santiago, mayordomo y guarda mayor de la reina Doña Juana, y de Elvira Velázquez de Cienfuegos y la Rúa.

Fueron padres de

  1. Suero Queipo de Llano y Valdés, que sigue,
  2. Diego García de Tineo, natural y regidor de Cangas, que poseyó la casa de Ardaliz en la parroquia de Santa María de Limés, del mismo concejo, y fundó vínculo de ella junto con su mujer en 1635. Actuaba en Asturias como persona de confianza del I conde de Toreno, su sobrino, y en 1653 otorgó su testamento con poder que le había dado en 1632. Casó en San Antolín de Villanueva, concejo de Navia, con Teresa Pérez de Navia (o de Sierra),[38]​ su tía tercera, natural de dicha parroquia, hija de Ruy García de Cangas el Mozo, que vinculó la casa de Villanueva por su testamento hecho en Valladolid el 12 de abril de 1581 a fe de Luis de Balderas, y de Leonor Rodríguez de Sierra, su primera mujer. Procrearon a:
    1. Rodrigo Queipo de Llano y Valdés, caballero de Santiago en 1639. Fue primer poseedor del mayorazgo de Ardaliz y sucedió también en el de Villanueva, por el que litigó reiteradamente. Casó con Isabel de Valcárcel Maldonado, su prima 3.ª, natural de Pieros en el Bierzo, hija y heredera de Gome de Valcárcel, dueño de la casa de Valcárcel de Pieros, con enterramiento en la parroquial de San Martín del mismo lugar, y de la casa de Cangas en la villa de Cangas de Tineo, a la que pertenecían el patronato de la capilla de Nuestra Señora del Rosario de la parroquial de Santa María Magdalena y la mitad de la presentación del beneficio de Porley, y de María Magdalena Maldonado, natural de Priaranza, también en el Bierzo. Con descendencia en que siguieron dichas casas, recayendo en los Velarde, después condes de la Nava.
    2. Juan Queipo de Llano y Valdés, nacido en Cangas hacia el año 1600, colegial de San Pelayo y del Mayor de Oviedo en Salamanca, de donde salió oidor de Granada. Fue gobernador de esta iglesia metropolitana por el arzobispo Fernando de Valdés y Llano, su tío carnal, que no residía en la sede porque era presidente de Castilla. Y después obispo de Guadix y de Coria. Murió en Granada el 17 de octubre de 1643 a los 44 de su edad; fue enterrado en la Cartuja de esta ciudad,[39]​ y después sus restos trasladados a la colegiata de Cangas, donde está su sepulcro con bulto enfrente del de su tío, fundador de dicha iglesia.[37]
    3. Fernando Queipo de Llano y Valdés, nacido hacia 1603, colegial en el Mayor de Santa Cruz de Valladolid, inquisidor de esta ciudad y obispo de León. Murió el 4 de abril de 1647 a los 43 de edad y fue enterrado en la colegiata de la Magdalena de Cangas.
    4. Suero Queipo de Llano y Valdés, nacido hacia 1613, colegial de San Pelayo y del Mayor de Oviedo en Salamanca, catedrático de Digesto y de Clementinas en esta Universidad. Murió con fama de virtud el 14 de agosto de 1650 a los 37 de edad y también fue enterrado en la colegiata de Cangas: en el crucero central, lienzo de la Epístola.
    5. Antonio Queipo de Llano y Valdés, caballero de San Juan,[40]​ que nació en la casa de Ardaliz en enero de 1615, sirvió contra el Turco en las galeras de dicha Orden Militar, y después trocó su hábito por el de fraile capuchino.[41]
    6. Isabel Queipo de Llano y Valdés, que casó con Lope Núñez de Ron y Valcarce, señor de la casa de Cecos, concejo de Ibias, y de la de Pesoz, con sus agregadas y jurisdicciones, que en 1642 levantó una compañía de Infantería con la que pasó a Cataluña, Milán y Flandes, y murió en 1643 sirviendo a S.M. en Brenne, ducado de Berry (Francia). Hijo y sucesor de Antonio de Ron y Valcarce y de Leonor de Navia Valdés y Bolaño, de la casa de Lienes. Sin descendencia.
    7. Y Catalina Queipo de Llano y Valdés, que dio su mano al licenciado Fernando Álvarez de Llano, señor de la casa de Llano o de Santa Olaya sita en el lugar de Llano, parroquia de Santa Eulalia de Cueras y concejo de Cangas, hijo del licenciado Alonso Meléndez de Llano, natural de Cangas, juez y procurador por los Hijosdalgo, y de Inés de Llano, natural y señora de la casa de Santa Olaya. Con prole en que siguió esta casa, recayendo en la de Ardaliz.[42]

  3. Fernando de Valdés y Llano, inquisidor de Barcelona, Zaragoza y Toledo, obispo de Teruel y electo de León, arzobispo de Granada, presidente del Consejo de Castilla (desde el 7 de abril de 1633 hasta su muerte), fundador de la colegiata de Santa María Magdalena de Cangas. Hizo agregación al mayorazgo familiar por vía de donación a su sobrino Álvaro mediante escritura que pasó en Madrid ante Pedro Álvarez de Murias el 6 de septiembre de 1639.[25]​ Y murió electo obispo de Sigüenza[43]​ el 30 de diciembre de dicho año en la villa y corte, donde residía como presidente de Castilla. Había testado el día 27 anterior a fe del mismo escribano agregando al mayorazgo el patronato y presentación de la citada colegiata,[25]​ donde yace en un suntuoso sepulcro con su bulto en actitud orante.[44]
  4. Y Catalina de Valdés, monja en Santa Clara de Oviedo.

El padre del concesionario fue

El capitán Suero Queipo de Llano y Valdés, señor de la casa de Cangas de Tineo, que sirvió a S.M. en la Jornada del Estrecho de Magallanes, a las órdenes del general Diego Flórez de Valdés. En 1595 adquirió el oficio perpetuo de alférez mayor de la villa y concejo de Cangas de Tineo, con vara de regidor, al precio de 2900 ducados y mediante renuncia que hizo en su favor Fernando Osorio de Valdés, su primo carnal, señor de Valdunquillo, de Mirallo y de Horcajo de las Torres, caballero de Santiago, mayorazgo de la torre de Salas.[45]​ Casó con Catalina Bernaldo de Quirós, nacida en la torre de la Pola de Lena, hija de Sebastián Bernaldo de Quirós el Viejo, dueño de dicha casa y de la de Mieres, señor de Villoria, y de Catalina de Miranda, natural de Villanueva de Grado; nieta de Francisco Bernaldo de Quirós y Prado, señor de Villoria, y de María de Estrada, señora de la torre de la Pola de Lena, y materna de Sancho de Miranda, señor de Valdecarzana, y de Leonor de las Alas, de la casa de su apellido en Avilés. Fueron padres de

  1. Otro capitán Suero Queipo de Llano y Valdés, señor de la casa y alférez mayor de Cangas de Tineo, caballero de Santiago. Fue el primer varón laico de su linaje que tuvo tratamiento de don. El 6 de octubre de 1610 se capituló su casamiento con Francisca Flórez de Valdés,[46]​ señora de la casa de las Morteras en Somiedo, viuda sin prole de Diego Flórez de Valdés (su primo carnal, señor de Aguino y Perlunes en el mismo concejo), hija y sucesora del general de igual nombre, ya citado, caballero de Santiago, comendador de Oreja, y de María Menéndez de Avilés, y sobrina nieta del general Pedro Menéndez de Avilés, adelantado de la Florida. Sin sucesión.
  2. Catalina Queipo de Llano y Valdés, bautizada el 9 de febrero de 1594 en Cangas, donde testó viuda el 1.º de mayo de 1666. Casó en su villa natal el 14 de junio de 1606 con Lope de Omaña y Rodríguez de Quirós, señor de la casa de Omaña, que testó el 26 de diciembre de 1640 y de nuevo en 1659, año de su muerte. Hijo de Arias de Omaña el Prudente, señor de la misma casa, a la que agregó vínculo en 1589, y de María Rodríguez de Quirós, cuyo casamiento se capituló en 1559. Con posteridad en que siguió la casa de Omaña.
  3. Clara Queipo de Llano y Valdés, que murió sin prole en 1630. Casó en Cangas en julio de 1610 con el capitán de la Carrera de Indias Sancho de Merás, ya citado, IV señor de Toreno, quien poco después pasó a la Nueva España desentendiéndose de ella.
  4. Juan Queipo de Llano y Valdés, sacerdote de la Compañía de Jesús, que el 7 de junio de 1630 hizo renuncia de sus legítimas en favor de su hermano Álvaro ante Luis López, escribano de Oviedo.
  5. Álvaro Queipo de Llano y Valdés, que sigue,
  6. Fernando Queipo de Llano y Valdés, natural de Cangas, que fue bautizado el 16 de julio de 1606 y testó en 1639. Fue caballero de Santiago, colegial de San Pelayo y del Mayor de Oviedo en la Universidad de Salamanca, oidor de la Chancillería de Granada, juez mayor de Vizcaya en la de Valladolid y consejero de Órdenes. Casó con Felipa Zapata del Mármol, bautizada el 22 de noviembre de 1615 en Madrid, donde testó el 5 de marzo de 1689. Hubo descendencia de estos cónyuges, pero pronto quedó extinta,[47]​ agregándose los bienes de ambos al mayorazgo de los Queipo en virtud de lo dispuesto en sus citados testamentos.[25]
  7. María Queipo de Llano y Valdés, monja en Santa María la Real de las Dueñas, de Zamora,
  8. y Antonia Queipo de Llano y Valdés, monja en Santa Clara de Oviedo.

Primer conde de Toreno

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El título fue creado en favor de

Álvaro Queipo de Llano y Valdés, I conde de Toreno, señor de las villas de Toreno y Tombrio de Abajo y de la casa de su apellido en Cangas de Tineo, alférez mayor del Principado de Asturias y de la villa y concejo de Cangas, caballero de Santiago, corregidor de Granada[48]​ y de Madrid,[49]​ gobernador y capitán general de Málaga, ministro de capa y espada del Consejo de Hacienda destinado a la Contaduría Mayor, gentilhombre de boca del rey Felipe IV y mayordomo mayor de su hermano el infante y cardenal Don Fernando de Austria. Natural de su casa de Cangas de Tineo, fue bautizado en la antigua parroquial de la Magdalena el 25 de mayo de 1599. Sucedió en el mayorazgo familiar al morir sin descendencia su hermano Suero, ya referido, y le agregó bienes mediante escritura del 31 de octubre de 1632, por la que también otorgaba poder para testar a Diego García de Tineo, su tío ya citado. Este hizo el testamento el 23 de febrero de 1653, confirmando la agregación, a fe de Luis Menéndez de Arbas, escribano de Cangas.[25]​ Y el conde falleció en Málaga año de 1562, siendo capitán general de esta ciudad.

Casó dos veces: primera en Sevilla con Ana Mauricia de Lugo Puebla y Acosta, que murió en 1637, hija de Francisco de Lugo Puebla y Acosta, señor de la casa de Lugo, veinticuatro de Sevilla, y de Petronila de Ibarra y Mendoza, naturales los tres de dicha ciudad; nieta de Juan Cristóbal de la Puebla y de Catalina de Lugo y Acosta, y pariente del cardenal y teólogo jesuita Juan de Lugo y Quiroga.

Y segunda vez casó con Inés de Zúñiga Trejo y Valdés, señora de Valparaíso de Abajo en tierra de Huete, que era prima hermana del cardenal Trejo y Paniagua, presidente del Consejo de Castilla. Hija de Jerónimo de Zúñiga Piñán del Castillo Carrillo y Melgarejo, caballero de Calatrava, que en 1627 adquirió la jurisdicción de dicha villa,[50]​ y de Usenda de Trejo Paniagua de Loaysa, su mujer; nieta de Jerónimo Piñán de Zúñiga, corregidor de las ciudades de Plasencia, Huete y Cuenca, y de Inés Carrillo de Alarcón, su mujer, y materna de Luis Paniagua de Trejo, de los señores de la villa de Santa Cruz, y de Leonor de Tordoya y Bazán, de la casa de Valdés del Cuzco.

De la primera tuvo por hijos a
  1. Francisco Queipo de Llano y Lugo, que murió mozo en vida de su padre, y a
  2. Fernando Queipo de Llano y Lugo, que sigue.

    Y de la segunda a
  3. Isabel María Queipo de Zúñiga o de Zúñiga y Queipo de Llano, señora de Valparaíso, natural de Madrid y bautizada en San Martín el 1.º de febrero de 1645.[51]​ En 1680 hizo información de limpieza de sangre para casar con el familiar del Santo Oficio Antonio Ordóñez de Castro, conde de Montalvo, natural de Salamanca, conservador de esta Universidad, alcalde mayor de Burgos, hijo de Pedro Ordóñez de Villaquirán y Castro, señor de Villar de Leche y de Río de Lobos, y de Ana María Rodríguez de Arauzo. No tuvieron descendencia, e Isabel testó viuda en 1698 haciendo agregación de sus bienes libres al mayorazgo de los Queipo.[25]
Segundo conde

En 1662 sucedió su hijo

Fernando Queipo de Llano y Lugo, II conde de Toreno, caballero de Santiago,[52]​ corregidor de Burgos y de Murcia, natural de Sevilla, que fue bautizado el 4 de febrero de 1637 y murió año de 1681 en Madrid, donde desempeñaba el empleo de «concertador de privilegios y confirmaciones de Su Magestad».[53]​ En 1664 redactó las Ordenanzas de Toreno.[7]

Otorgó capitulaciones en Madrid ante Francisco Suárez el 7 de julio de 1658 para casar con Josefa Jiménez de Arellano Padilla y Vega, señora de la casa de Arnedo: antigua villa de la Rioja que dos años antes había pasado a ser ciudad por merced del rey Felipe IV. Nació esta señora el 17 de octubre de 1638 en Madrid, donde testó el 31 de julio de 1691. Era hija de Atanasio Jiménez de Arellano, natural y señor de la casa de Arnedo, caballero de Calatrava, oidor en La Coruña, en Sevilla y en Valladolid, fiscal del Consejo de Órdenes, y de Feliciana de Acedo y Vega; nieta de... y de Ana González de Arellano, su mujer y prima, y materna de Martín de Acedo, mayordomo mayor del virrey del Perú príncipe de Esquilache, con quien tuvo gran valimiento,[54]​ capitán de su guardia, factor de la Real Hacienda y juez del Consulado de Lima, y de María de la Vega y Padilla, natural de dicha corte virreinal. La condesa era sobrina nieta del licenciado José González, señor de Boadilla del Monte, caballero de Santiago, ministro del Consejo y Cámara de Castilla, presidente de los de Hacienda e Indias y comisario general de Cruzada,[55]​ nacido en Arnedo hacia 1583 y hermano entero de Ana González de Arellano, su abuela materna. Hijos ambos del licenciado Juan González de Uzqueta, abogado natural de Corella, y de Juana Jiménez de Arellano, su primera mujer,[56]​ de la casa de Arnedo. Dicho José González mandó en dote a su sobrina Josefa —por las citadas capitulaciones otorgadas para casarla con el conde— un juro situado sobre el servicio de Millones de Madrid,[57]​ y el usufructo vitalicio de unas casas principales sitas en la calle de las Rejas de la misma villa.[58]​ Y fundó mayorazgo con facultad real por su testamento hecho en Madrid el 23 de julio de 1667 ante Andrés de Calatañazor, vinculando cuantiosos bienes y la jurisdicción de Boadilla. Extinguida su descendencia, este mayorazgo recayó en la de los condes de Toreno.[59]

Tuvieron por hijos a

  1. Álvaro Queipo de Llano y Jiménez de Arellano, que nació primogénito en Madrid el 1.º de septiembre de 1660, recibió el bautismo en la parroquial de San Martín[60]​ y murió niño;
  2. Ana María, nacida en Madrid el 7 de enero de 1662, bautizada en la misma iglesia[61]​ y que también murió niña,
  3. y Fernando Queipo de Llano y Jiménez de Arellano, que sigue.
Tercer conde

En 1681 sucedió su único hijo supérstite:

Fernando Queipo de Llano y Jiménez de Arellano, III conde de Toreno, alférez mayor del Principado de Asturias y de la villa de Cangas de Tineo, señor de la casa de su apellido y de la de Arnedo. Nació en Madrid el 8 de enero de 1663, fue bautizado en San Martín el día 21 siguiente[62]​ testó en Madrid año de 1699, haciendo agregación al mayorazgo,[25]​ y murió en Cangas el 24 de enero de 1718,[1]​ habiendo hecho codicilo el anterior día 4 a fe de Pedro López.

Casó el 20 de noviembre de 1683 en San Martín de Salas, con Emilia Francisca de Doriga y Malleza, bautizada en dicha iglesia el 11 de abril de 1666. Era hermana de García Alonso de Doriga, señor de la casa de Doriga, e hija de Fernando de Malleza y Doriga, natural y primogénito de dicha casa en la que no llegó a suceder, caballero de Santiago, paje del rey Felipe IV, colegial de San Pelayo en Salamanca, regidor perpetuo de Oviedo, y de Isabel de Malleza y Miranda, su mujer y prima carnal, natural y poseedora de la casa de Malleza en el concejo de Salas y señora de Cortina en el de Tudela,[63]​ cuyo casamiento se capituló el 29 de octubre de 1659. Nieta de García de Doriga y Valdés, señor de la casa de Doriga, caballero de Santiago, regidor perpetuo de Oviedo y teniente de alférez mayor del Principado, y de Emilia de Malleza y Cienfuegos, su segunda mujer, natural de Malleza, y materna de Fernando de Malleza y Cienfuegos, hermano de la anterior, caballero de Santiago, natural y señor de la casa de Malleza, colegial del Mayor de Cuenca en Salamanca, y de Juana de Miranda y Ponce de León, su primera mujer, hermana del I marqués de Valdecarzana. Emilia Francisca de Doriga y Malleza aportaba los derechos en cuya virtud su hijo el IV conde de Toreno sucedería en la casa de Malleza, mayorazgo al que estaban vinculados la jurisdicción de Cortina y un hermoso palacio edificado en 1670 por los padres de esta señora en la plaza de la Fortaleza de Oviedo (hoy plaza de Porlier). La casa de Doriga, en cambio, por ser de sucesión irregular, no recayó en los Queipo de Llano.[64]

Fueron hijos de este matrimonio:

  1. María Josefa Queipo de Llano y Doriga Malleza, nacida el 19 de marzo de 1685. Murió en Oviedo a fines de 1757 y fue sepultada con su marido en la capilla de Santa Catalina de la iglesia conventual de Santo Domingo.[65]​ Casó con Jacinto José de Omaña y Oviedo Nevares, señor de las casas de sus apellidos y agregadas, nacido en 1687, que fundó un aniversario de tres misas cantadas en dicha capilla por escritura de 25 de agosto de 1743, y otorgó testamento el 15 de septiembre de 1744, añadiendo codicilo el 5 de noviembre de 1751, los tres a fe del escribano de Oviedo Javier Rabanal;[66]​ hijo y sucesor de Arias José de Omaña y Queipo de Llano, señor de la casa de Omaña, regidor de Oviedo, y de María Francisca de Oviedo Portal y Estrada Nevares, señora de estas casas, y nieto de otro Arias de Omaña, señor de esta casa, y de María Queipo de Llano y Álvarez Valdés, de los señores de Pobladura. Con sucesión.
  2. Isabel María Queipo de Llano y Doriga Malleza, señora de Boadilla del Monte,[67]​ que nació el 27 de septiembre de 1686. Desde 1709 fue la segunda mujer de Luis Félix de Mirabal y Espínola, I marqués de Mirabal, nacido en 1657 en Jerez de la Frontera y fallecido el 24 de enero de 1729, colegial del Mayor de Cuenca en Salamanca, presidente de Castilla y consejero de Estado, embajador de S.M.C. ante los Estados Generales de los Países Bajos. Estaba viudo de María Magdalena Dávila Guzmán y Moncada, de la que tuvo hijas que no dejaron descendencia, y era hijo de Juan Francisco de Mirabal Pabón Lobatón y Esquivel, caballero de Alcántara, veinticuatro de Jerez, y de Isabel Luisa de Espínola y Piña.[68]​ Tuvieron descendencia que se extinguió en 1813.[69]
  3. María Francisca Queipo de Llano y Doriga Malleza, natural de Cangas de Tineo, que recibió el bautismo el 13 de mayo de 1688 en la Colegiata de Santa María Magdalena, donde casó el 4 de noviembre de 1703, previas capitulaciones otorgadas el 7 de agosto en Oviedo, por las que llevó en dote 11.000 ducados.[70]​ Fue su marido Pedro de Peón y Duque de Estrada, señor de la casa matriz de su linaje en la parroquia de Santiago de Peón y de la torre de la Pedrera en la de Santa María de Lugás, ambas del concejo de Villaviciosa, su alférez mayor, y dueño también del palacio de la Mesana en la villa capital del mismo, donde nació el 5 de marzo de 1683 y murió el 2 de enero de 1754. Este señor fue teniente de alférez mayor del Principado por designación de su suegro el conde.[70]​ Era hijo del capitán Francisco Antonio de Peón y Vigil, señor las mismas casas, natural de Peón, y de Ángela Duque de Estrada Manrique y Valdés, nacida en la villa de Llanes, de la casa de Ardisana en este concejo y de la de Cebos en Onís. Con sucesión en que siguieron aquellas casas, recayendo en los Cavanilles.
  4. Melchora Queipo de Llano y Doriga Malleza, que fue la tercera mujer de Miguel Queipo de Llano, señor de los palacios de Ardaliz en Limés y Llano o Santa Olaya en Cueras, ambos en el concejo de Cangas de Tineo, del mayorazgo de García de Cangas en la villa capital del mismo, y de las casas de Villanueva en el de Navia y Pieros en el Bierzo. Había estado antes casado con Catalina Teresa Bernaldo de Quirós, de los marqueses de Campo Sagrado, de la que tenía hijas,[71]​ y con Josefa de Navia Osorio y Vigil de Quiñones, de los marqueses de Santa Cruz de Marcenado, y era hijo de Diego Queipo de Llano y Valcárcel, señor de las casas de Ardaliz, Cangas, Villanueva y Pieros, caballero de Santiago, y de María Teresa de Llano y Queipo, de la casa de Santa Olaya. Melchora enviudó pronto sin prole, y casó en segundas nupcias con García Francisco Valledor y Presno, señor del coto de Montealegre y de las casas de sus apellidos en el concejo de Castropol, hijo de Jacinto Valledor y Trelles, señor de las mismas casas y jurisdicción, y de Mariana Raimóndez Miranda y Osorio. Con descendencia del segundo en que siguió su casa, recayendo en los Pardo de Donlebún, señores de Las Figueras.[72]
  5. Fernando Ignacio José Queipo de Llano y Doriga Malleza, que sigue,
  6. María Ana Queipo de Llano y Doriga Malleza, que casó con el hidalgo gallego José Ventura Bermúdez de Castro y Becerra, de quien no tuvo descendencia, hijo segundo de Carlos Bermúdez de Castro y Lis, natural y mayorazgo de la casa de San Martín de Riobóo y señor también de la casa y fortaleza de La Penela, y de Andrea Becerra y Piñeiro, señora de la casa de Anceis, natural de La Coruña. María Ana testó viuda en esta ciudad el 21 de abril de 1752 nombrando por heredero de los bienes que poseía en Galicia a su hermano el IV conde de Toreno, quien los agregó al mayorazgo de Cangas en 1765.
  7. Catalina Queipo de Llano y Doriga Malleza, natural de Cangas. Fue bautizada el 12 de abril de 1702 en la Colegiata, donde casó el 22 de mayo de 1727 con Antonio Agustín Queipo de Llano, natural y señor de la casa de este apellido sita en la feligresía de Santianes de Tuña, concejo de Tineo, y su regidor perpetuo, que fue bautizado en la parroquial de San Juan el 27 de agosto de 1691 y testó en 1756. Hijo del capitán Juan Queipo de Llano y del Riego, poseedor de la misma casa y regimiento, y de Magdalena de Sierra Osorio y Argüelles, de la casa de Llamas del Mouro en el concejo de Cangas de Tineo. Con posteridad en que siguió la casa de Queipo de Llano de Santianes de Tuña, recayendo en los Llanes, señores del palacio del Rebollín en Noreña y de la casa de Fresnedo en Villallana, parroquia de San Martín de Gárgara y concejo de Lena.[35]
  8. Antonia María Queipo de Llano y Doriga Malleza, mujer de Jacinto Sánchez de Ulloa, natural y vecino de Arganza en el concejo de Tineo. Con prole que volveremos a citar.[73]
  9. Teresa Queipo de Llano y Doriga Malleza. Parece que hubo una hija de este matrimonio llamada Teresa, pero es error —muy difundido— identificarla con otra señora de igual nombre y apellido que casó con Pedro Velarde y Cienfuegos, señor del coto de Linares y de la casa fuerte de Prada en el concejo de Proaza, regidor de Oviedo. La Teresa Queipo de Llano que casó con Pedro Velarde era de la casa de Ardaliz: hija y sucesora de Miguel Queipo de Llano (antes citado como marido de Melchora) y de Catalina Teresa Bernaldo de Quirós, su primera mujer.[71]
  10. María Manuela Queipo de Llano y Doriga Malleza, que nació en el palacio de Cangas de Tineo el 17 de enero de 1707 y murió en el de Merás de la villa de Tineo el 2 de diciembre de 1786. Casó, previas capitulaciones otorgadas en Cangas el 16 de julio de 1733, con Nicolás Francisco de Merás Solís y Paredes, señor de las casas de sus apellidos y agregadas, regidor perpetuo de los concejos de Tineo y Valdés y procurador general del Principado, que nació en el palacio de Merás de Tineo el 10 de septiembre de 1709, fue bautizado de socorro, y crismado al siguiente día 18 en San Pedro, y murió el 30 de junio de 1769 en el Pontigón, parroquia de Muñás y concejo de Valdés, de donde se trasladó su cuerpo a su villa natal para enterrarlo en el convento de San Francisco. Hijo de Pedro Manuel de Merás Solís y Queipo de Llano, natural y señor de dicho palacio de Merás, y de Josefa de Paredes, señora de la casa de su apellido en el concejo de Valdés, bautizada el 13 de octubre de 1685 en la parroquial de San Pedro de Paredes, donde casaron el 13 de junio de 1708. Con posteridad.[74]
  11. E Ignacio Jesús Queipo de Llano y Doriga Malleza, que nació el 27 de enero de 1709 y murió el 31 de enero de 1779. Fue colegial del Mayor de Santa Cruz de Valladolid, y catedrático de esta Universidad.
Cuarto conde

En 1718 sucedió su hijo

Fernando Ignacio José Queipo de Llano Doriga y Malleza, IV conde de Toreno, señor de las casas de Cangas, Arnedo y Malleza, que nació el 27 de julio de 1698 en el palacio de Cangas de Tineo y fue bautizado en la Colegiata el 10 de agosto. Testó en la misma villa el 10 de diciembre de 1764 ante Juan Meléndez, y seis meses después hizo agregación al mayorazgo mediante escritura del 20 de junio de 1765, por la que además subrogaba los bienes que había heredado de su hermana María Ana, radicados en Galicia, en vez de un censo de 13.400 ducados impuesto sobre los propios de la villa de Esquivias y que había sido redimido por esta. Contaba para ello con facultad real dada en Aranjuez el 21 de mayo de 1765 y refrendada por José Antonio de Goyeneche.[25]​ Otorgó codicilo el 22 de junio de 1778, con nueva agregación, y murió poco después.

Casó en León el 27 de julio de 1721 con María Bernarda Cayetana de Quiñones Pimentel y Quijada, mayorazga de las casas de Quiñones de la villa de Ponferrada (hoy ciudad) y de los lugares de Yebra y Canedo, todo en el Bierzo, y que en Asturias poseyó el señorío de Cerredo y Degaña, que hoy constituye concejo independiente pero entonces estaba incluso en el de Ibias.[75]​ Nacida en la ciudad de Motril el 15 de agosto de 1698, era hija y sucesora del maestre de campo Pedro de Quiñones Pimentel, señor de dichas casas y jurisdicción, caballero de Calatrava, gobernador militar y político de Motril, regidor perpetuo de Ponferrada y alcaide de su Real Cárcel,[76]​ y de Antonia de Quijada y Rojas; nieta de..., y materna de Luis de Quijada y Mayorga, caballero de Santiago, natural de León, y de María de Rojas Quiñones y Rebolledo, señora de Inicio; y sobrina carnal del II conde de Rebolledo y I marqués de Inicio.[77]​ Este casamiento se inscribía en la estrategia matrimonial de la casa de Toreno —mantenida estrictamente durante el siglo XVIII— de casar a los primogénitos alternativamente con señoras de dentro y fuera del Principado. En los matrimonios «de fuera» como este se buscaban alianzas que reforzasen la influencia del linaje en la Corte, pero también sus intereses patrimoniales por toda España. En este caso, la esposa aportaba un señorío en Asturias limítrofe del concejo de Cangas; las posesiones del Bierzo, muy próximas al señorío de Toreno, y bienes en el reino de Granada, donde los Queipo de Llano también tenían patrimonio (proveniente del arzobispo Fernando de Llano y Valdés y del I conde de Toreno, su sobrino carnal, que fue allí corregidor).[78]

Fueron padres de

  1. Joaquín José Queipo de Llano y Quiñones, que sigue,
  2. María Teresa Queipo de Llano y Quiñones, mujer de Gaspar José Bermúdez de Castro y Taboada, hijo de Diego Luis Bermúdez de Castro Fajardo y Andrade y de María Ignacia Taboada Mariño de Lobera y Proaño. Teresa murió prematuramente y su marido volvió a casar con María de los Dolores Pardo de Guevara y Bahamonde.
  3. María Queipo de Llano y Quiñones,
  4. Josefa Queipo de Llano y Quiñones,
  5. Vicente Antonio Queipo de Llano y Quiñones, que nació el 18 de agosto de 1738 y murió el 21 de abril de 1791. Casó con Josefa Fernández de la Vega, de quien no tuvo sucesión.
  6. Y Joaquina Queipo de Llano y Quiñones.
Quinto conde

En 1778 sucedió su hijo

Joaquín José Queipo de Llano y Quiñones, V conde de Toreno, alférez mayor del Principado, regidor perpetuo de Oviedo. Nació en Cangas el 31 de diciembre de 1727, fue bautizado en la colegiata el 12 de enero siguiente, testó en su casa natal el 25 de agosto de 1782 a fe de Manuel Folgueras y falleció en la misma el 22 de diciembre de 1805.[79]

Estudió como cadete en la recién creada Academia de Artillería de Segovia y sirvió como oficial de este cuerpo.[19]​ Fue un notable naturalista, siempre afanoso de aplicar los avances científicos al desarrollo de la minería en Asturias. Socio de mérito de la Económica Matritense, en 1780 promovió la fundación de la de Asturias. En una y otra pronunció numerosas conferencias sobre mineralogía, algunas de las cuales fueron publicadas en dos tomos. Reunió una notable colección de minerales; halló por primera vez en Asturias antimonio y amianto, y mantuvo correspondencia con otros naturalistas españoles y extranjeros. Fue también académico honorario de la Real de la Historia, y publicó bastantes obras poéticas.[80]

En 1790 le cupo el honor de proclamar, como alférez mayor del Principado, al nuevo rey Don Carlos IV,[18]​ escena recogida en un cuadro pintado por Francisco Leopoldo Reiter que le representa a caballo, tremolando el pendón ante la Fortaleza de Oviedo.[81]

Casó en San Tirso el Real de Oviedo el 28 de diciembre de 1754 con María Antonia Bernaldo de Quirós y Cienfuegos, que trajo en dote 12.000 ducados.[82]​ Natural de Oviedo y bautizada en dicha iglesia el 24 de septiembre de 1738, era hija de José Manuel Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera, III marqués de Campo Sagrado, señor de Villoria y de Valdeviñayo y de las casas de Quirós, Alas, Carreño y Huergo, natural y alférez mayor de Avilés, alguacil mayor de Oviedo, notario mayor de la Santa Cruzada de esta ciudad y obispado, y de Josefa Francisca de Cienfuegos y Caso, natural de Sorribas en el concejo de Piloña; nieta de otro José Manuel Bernaldo de Quirós, II marqués de Campo Sagrado, natural de Oviedo, poseedor de las mismas casas, oficios y jurisdicciones, y de Benita Teresa Mariño de Lobera Andrade Sarmiento y Sotomayor, su segunda mujer, de los marqueses de la Sierra, nacida en Pontevedra, y materna de Rodrigo González de Cienfuegos y Valdés, IV conde de Marcel de Peñalba, señor de Allande, caballero de Santiago, natural y dueño de la torre del Ferrero en la parroquia de Viodo y concejo de Gozón, y de Ana Manuela de Caso Múxica y Maldonado, natural y dueña del palacio de Sorribas, señora del coto de Cazo en el concejo de Ponga y de las casas de Maldonado y Múxica en la ciudad de Salamanca.

Isabel Parreño Arce y Valdés, marquesa de Llano, por Anton Raphael Mengs. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). El pintor bohemio retrató a esta señora entre 1770 y 1775 en la corte parmesana, donde su primer marido estaba destinado como ministro plenipotenciario del rey Carlos III de España cerca de su sobrino el duque Fernando I de Parma. Después fueron embajadores del mismo rey en la corte imperial de Viena. Tras enviudar del marqués de Llano, Isabel Parreño volvió a casar con Fernando Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, hijo de los V condes de Toreno.

Tuvieron por hijos a

  1. José Fernando Antonio Nicolás Marcelino del Carmen Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, que sigue,
  2. Fernando Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, que nació en Cangas el 29 de mayo de 1758. Fue colegial en el Mayor de San Clemente de Bolonia, oidor de las Reales Audiencias de Manila y Sevilla, mayordomo de semana y gentilhombre de Cámara del rey Carlos IV. Casó el 9 de octubre de 1799 con Isabel María Parreño Arce y Valdés, dama de las Órdenes de María Luisa y de la Cruz Estrellada de Austria, viuda con prole[83]​ de José Agustín de Llano y de la Quadra, I marqués de Llano, embajador de S.M.C. cerca del Emperador. Nacida en 1751, falleció el 13 de septiembre de 1822 y era hija única y sucesora de Martín Parreño Chaves y Ruiz de Alarcón, natural y mayorazgo de la Puebla de Don Fadrique,[84]​ y de María de Jesús de Arce y Valdés, nacida en La Roda.[85]​ No tuvieron descendencia.
  3. Joaquín Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós,
  4. Antonio María Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, nacido en Cangas en 1765, que sentó plaza de guardia marina en 1782[86]​ y alcanzó el empleo de teniente de fragata de la Real Armada. Después fue canónigo de la Catedral de Oviedo[87]​ y de la Metropolitana de Santiago de Compostela, donde tuvo la dignidad de arcediano.
  5. Ramón Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, nacido en Cangas en 1767 y también guardia marina. Se le formó asiento en 1787.
  6. Francisca Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós,
  7. María Antonia Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós,
  8. Teresa Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós,
  9. Vicenta Gertrudis Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, que nació en Cangas hacia 1760 y casó el 18 de agosto de 1778 en la parroquial de Santa María de Arganza, concejo de Tineo, con José María Sánchez de Ulloa y Jalón, su primo segundo, nacido en Arganza el 13 de abril de 1760, hijo de José Sánchez de Ulloa, capitán del Regimiento Provincial de León, natural de Arganza, y de Melchora Josefa Jalón de Brizuela, su mujer, que lo era de la ciudad de Palencia; nieto de Jacinto Sánchez de Ulloa y de Antonia María Queipo de Llano, ya citados entre los hijos del III conde de Toreno, y materno de José Jalón y Villarroel, regidor perpetuo de la ciudad de Burgos y juez veedor del comercio y contrabando de Inglaterra, y de María Fausta de Brizuela Montalvo y Fernández de Córdoba, señora de las villas de Apellániz y Erenchun en la provincia de Álava.[73]
  10. Javiera Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós,
  11. y María Ignacia Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, que nació en Cangas el 8 de abril de 1766 y falleció el 23 de mayo de 1831. Casó en Cangas el 11 de noviembre de 1797 con el hidalgo lucense Antonio María Vázquez Valcarce y Quiroga, señor de la casa de Lusío en el concejo de Samos y de la de Espasantes en el de Pantón, bautizado en San Esteban de Espasantes el 22 de diciembre de 1763, hijo de Andrés Ramón Vázquez Valcarce y Quiroga, señor de la casa de Lusío, y de María Gertudis Arias Quiroga y Noguerol, señora de la casa de Espasantes y marquesa de Bosque Florido (título de Nápoles).[88]​ Con posteridad. Su hijo Manuel María Vázquez de Quiroga y Queipo de Llano fue creado conde de Torre Novaes de Quiroga en 1853.[89]
Sexto conde

En 1805 sucedió su hijo

José Marcelino Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, VI conde de Toreno, caballero maestrante de Granada, que fue como su padre académico honorario de la Real de la Historia. Nació en Cangas el 2 de junio de 1757, fue bautizado en la colegiata cuatro días después y expiró el 20 de diciembre de 1808. Residió en Madrid y en Cuenca durante los primeros años de su matrimonio.[19]​ No sucedió en el mayorazgo y título familiar hasta muy al final de su vida, por lo que figura generalmente designado con el dictado de cortesía de vizconde de Matarrosa. Al estallar la Guerra de la Independencia, siendo ya conde de Toreno, formó parte de la Junta Suprema y Soberana de Asturias y fue promovido por ella a mariscal de campo de los Ejércitos Nacionales.

Casó en su iglesia natal el 14 de septiembre de 1778 con María Dominga Ruiz de Saravia y Dávila, natural de Cuenca, que fue bautizada en San Pedro el 4 de abril de 1765 y testó en Cangas el 16 de julio de 1814 ante Manuel Folgueras, hija de Domingo Ruiz de Saravia y Neira Montenegro, caballero de Calatrava, natural de Madrid, y de María Joaquina Dávila Espinosa, que lo era de Pozoamargo. Fueron padres de

  1. José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, que sigue,
  2. Tomasa Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, que casó con Antonio Fontes Abat, natural de Murcia, que fue bautizado el 6 de febrero de 1788 y falleció el 15 de enero de 1839, hijo de Francisco de Borja Fontes y Riquelme y de Felipa María Abat y Ulloa, naturales también de Murcia.
  3. Josefa Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, que casó con el mariscal de campo Juan Díaz Porlier, llamado el Marquesito, que nació en Cartagena de Indias en 1788 y murió ahorcado en La Coruña en 1815. Vástago ilegítimo de una ilustre familia indiana, era hijo natural del coronel Esteban Porlier y Asteguieta y nieto de Antonio Porlier y Sopranis, I marqués de Bajamar, fiscal pretorial de la Real Audiencia de Lima y oidor de la de Charcas, secretario de estado y del despacho de Gracia y Justicia y gobernador del Consejo de Indias con Carlos IV, consejero de Estado del Rey Intruso, gran cruz de Carlos III, natural de La Laguna y oriundo de Flandes, y de Josefa Sáenz de Asteguieta e Iribarren, su primera mujer, nacida en la ciudad de Salta. Se crio en Buenos Aires, en casa de unos parientes. Pasó después a vivir en La Habana con María Pereyra de Hoyos, que era al parecer su abuela materna, viuda del virrey de Nueva Granada Juan de Torrezar Díaz Pimienta. Y desde 1802 quedó a cargo de su tío el brigadier de la Armada Rosendo Porlier y Asteguieta, y con él participó como voluntario en la Batalla del Cabo Finisterre y en la de Trafalgar, embarcado en el navío Príncipe de Asturias. Solo tuvieron una hija que murió niña en vida de su padre.
  4. Y María Dominga Queipo de Llano y Ruiz de Saravia.

Concesionario de la grandeza

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José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, VII conde de Toreno. Retrato pintado por Manuel San Gil, propiedad del Museo del Prado y depositado en la Real Academia de la Historia (Madrid).
Retrato pintado en 1844 por Vicente Arbiol, propiedad del Real Instituto de Estudios Asturianos. Se conserva en la sede de esta institución: el antiguo Palacio de los Condes de Toreno, en Oviedo.
Josefa Manuela Téllez-Girón y Pimentel (1783-1817), marquesa de Camarasa. Este retrato, pintado hacia 1800 por Agustín Esteve, la representa de pie ante una mesa de tric trac con 16 o 17 años de edad, poco antes de que contrajera matrimonio con Joaquín María Gayoso de los Cobos Luna y Bermúdez de Castro (1778-1849), XII marqués de Camarasa, conde de Ribadavia, etc., grande de España. De niña, había sido retratada por Goya junto con sus padres, los duques de Osuna. De su expresado matrimonio nacieron siete hijos. Los dos varones, Francisco y Jacobo Gayoso de los Cobos y Téllez-Girón, poseyeron sucesivamente el marquesado de Camarasa y demás títulos de su padre, que siguieron en la descendencia del menor recayendo en la casa de Medinaceli. Y sus cinco hijas fueron las celebradísimas «señoritas de Camarasa», que tanto habían de brillar en los salones románticos de la corte. La mayor, Josefa, casó en primeras nupcias con el conde Lázaro Brunetti, ministro de Austria en Madrid, de quien tuvo descendencia (en que recayeron los ducados de Arcos, Mandas y Monteagudo tras la quiebra de la casa de Osuna), y en segundas con el marqués de Sotomayor; la segunda, Pilar, fue marquesa de Villamagna por su primer matrimonio, y después condesa de Toreno; la tercera, Joaquina, que no tomó estado, fue la anfitriona de un salón muy afamado; la cuarta, Encarnación, fue por derecho propio VIII marquesa de San Miguel das Penas y casó con Manuel Fernández de Henestrosa y Santisteban, de los marqueses de Villadarias, sin sucesión, y la quinta, Ángela, fue la segunda mujer de José Messía del Barco y Pando, III duque de Tamames, con posteridad en que sigue esta casa. La marquesa de Camarasa falleció prematuramente sin haber llegado a casar a ninguna de sus hijas, pero dieciocho años después de su muerte, en 1835, se convirtió en suegra de José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, VII conde de Toreno, cuando este casó con la segunda de ellas: Pilar Gayoso de los Cobos y Téllez-Girón, que había enviudado sin prole del marqués de Villamagna. Este brillante matrimonio anticipaba el ascenso de la casa de Toreno a la grandeza de España, merced que obtendría el marido tres años después, ya que la esposa pertenecía a lo más granado de esta clase, tanto por su familia paterna como por la de su madre: la casa de Osuna y Benavente.[90]

En 1809 sucedió su hijo

José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, VII conde de Toreno, concesionario de la grandeza de España de 1.ª clase, ministro de Hacienda (1834-1835) y presidente del Consejo de Ministros (1835), diputado a Cortes por Asturias, senador del Reino, embajador de S.M.C. en Londres, consejero de Estado, coronel de los Reales Ejércitos, académico numerario de las Reales de la Historia y de San Fernando, alférez mayor de Asturias y de Cangas de Tineo, regidor perpetuo de Ponferrada y alcaide de su Real Cárcel, gran cruz de la Orden de Carlos III (1836) y también caballero de las de Isabel la Católica, Cristo de Portugal y el Redentor de Grecia, gentilhombre de Cámara de la reina Isabel II con ejercicio y servidumbre, que nació en Oviedo el 26 de noviembre de 1786, fue bautizado en San Tirso el Real el 28 y falleció en París, durante su cuarto exilio,[91]​ el 16 de septiembre de 1843, habiendo testado en Madrid el 13 de enero de 1841. Pese a las elevadas magistraturas que desempeñó, destaca sobre todo como autor de una monumental Historia de la Guerra de la Independencia,[92]​ obra no superada como fuente historiográfica fundamental sobre este periodo.

Casó tardíamente el 10 de mayo de 1835 en Madrid, parroquia del Salvador, siendo soltero y de 48 años de edad, con María del Pilar Anastasia Gayoso de los Cobos y Téllez Girón (también apellidada Gómez de los Cobos Gayoso y Téllez Girón), dama de la reina y de la Orden de María Luisa, viuda sin prole de Luis Carlos Sánchez-Pleités y García de la Peña, marqués de Villamagna. Natural de Madrid, fue bautizada en San Luis el 26 de diciembre de 1803 y falleció en su palacio de Oviedo el 1.º de septiembre de 1858.[93]​ Tuvo dos hermanos varones, Francisco y Jacobo Gayoso de los Cobos y Téllez-Girón, que fueron sucesivamente marqueses de Camarasa. Y era la segunda de cinco hermanas que brillaron mucho en los salones aristocráticos de Madrid, llamadas las «señoritas de Camarasa».[90]​ Hija del teniente coronel Joaquín María Gayoso de los Cobos Luna y Bermúdez de Castro (1778-1849), XII marqués de Camarasa, de la Puebla de Parga y de San Miguel das Penas, conde de Ribadavia, de Castrojeriz, de Ricla y de Amarante, grande de España, gentilhombre de Cámara de S.M. con ejercicio y servidumbre, y de Josefa Manuela Téllez-Girón y Pimentel (1783-1817), su mujer, marquesa de Martigui (título de Cerdeña), con quien casó en Madrid el 21 de diciembre de 1800; nieta de Domingo Francisco Gayoso y de los Cobos (1735-1803), marqués de Camarasa, conde de Rivadavia, etc., y de Ana Josefa Bermúdez de Castro y Taboada, de los señores del pazo de Gondar en Galicia, y materna del teniente general Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco (1755-1807), IX duque de Osuna, conde de Ureña y de Fontanar, marqués de Peñafiel, grande de España, notario mayor y justicia mayor de Castilla, primera voz del Brazo Militar del Parlamento de Cerdeña, alcalde mayor perpetuo de Sevilla, embajador extraordinario de S.M.C. en Viena, caballero del Toisón de Oro y gran cruz de Carlos III, del Consejo de Guerra de S.M. y su gentilhombre de Cámara y camarero mayor, y de María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel Téllez-Girón y Borja (1750-1834), condesa-duquesa de Benavente, duquesa de Béjar, de Plasencia, de Arcos, de Gandía y de Mandas y Villanueva, marquesa de Jabalquinto, de Gibraleón, de Terranova, de Lombay y de Zahara, condesa de Mayorga, de Luna, de Bañares, de Belalcázar, de Oliva, de Mayalde, de Bailén y de Casares, vizcondesa de la Puebla de Alcocer, grande de España, princesa de Anglona y de Esquilache, condesa de Osilo, marquesa de Martigui, etc., dama noble de María Luisa.[94]

Fueron sus hijos:

  1. Isabel María Cristina Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, nacida en Madrid el 29 de septiembre de 1836, ahijada de pila de la reina Doña María Cristina, y fallecida en Madrid el 15 de agosto de 1899. Casó en Madrid el 28 de abril de 1858 con José María Manso de Velasco y Chaves, V conde de Superunda, grande de España, marqués de Bermudo, que nació en Burdeos el 9 de marzo de 1828 y finó en Madrid el 13 de marzo de 1895, hijo de José María Manso de Velasco y Chaves, conde de Superunda, y de María de los Dolores de Chaves y Artacho, de los marqueses de Quintanar y condes de Santibáñez del Río.
  2. Clara Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos.
  3. Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, que sigue.
  4. Álvaro Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, conde de Mayorga (desde 1884), caballero de Santiago, general de división procedente del arma de Infantería, grandes cruces de San Hermenegildo y del Mérito Militar, que nació en Florencia el 13 de agosto de 1842 y murió en Cuenca el 16 de junio de 1912. Casó en 1877 con María de la Concepción Magaz y de la Torre, nacida en Madrid el 9 de noviembre de 1855, hija de José Magaz y Jaime y de María de los Dolores de la Torre y de la Vega, de los condes de Torre Pando. Con descendencia que volveremos a citar.
  5. Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos.


Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, VIII conde de Toreno, presidente del Congreso de los Diputados, alcalde de Madrid, ministro de Estado y de Fomento. Retrato pintado en 1880 que se conserva en el Palacio de las Cortes, Madrid.
Octavo conde

Por fallecimiento del anterior en 1843 y real carta de 5 de septiembre de 1847,[1]​ sucedió su hijo

Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, VIII conde de Toreno, diputado a Cortes y presidente del Congreso, alcalde de Madrid (1874-1875), ministro de Estado y de Fomento (1875-1879), académico de número de la Real de Ciencias Morales y Políticas, presidente de la Sociedad Geográfica de Madrid, caballero de Santiago y gran cruz de Carlos III, gentilhombre de Cámara de los reyes Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII, con ejercicio y servidumbre.[95]​ Nació en Madrid el 6 de noviembre de 1840 y murió en la misma villa el 31 de enero de 1890.

Casó en Madrid el 24 de noviembre de 1860 con María del Carmen Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques, dama de las reinas Isabel II, Mercedes, Cristina y Victoria Eugenia y de la Orden de María Luisa, camarera mayor y jefa del Cuarto de la infanta Doña Isabel, nacida en Burdeos el 21 de mayo de 1843 y finada en Madrid el 22 de octubre de 1907, hija de Joaquín Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohorques, XIII marqués de Povar, y de María del Carmen Álvarez de las Asturias Bohorques y Giráldez, su mujer y prima carnal, I condesa de Santa Isabel; nieta de Joaquín Fernández de Córdova y Pacheco, VI duque de Arión, grande de España, XII marqués de Povar, de Malpica y de Mancera, conde de Gondomar, y de María de la Encarnación Álvarez de Bohorques y Chacón, de los duques de Gor, y materna de Mauricio Nicolás Álvarez de las Asturias Bohorques y Chacón, II duque de Gor, hermano de la anterior, y de María de la O Giráldez y Cañas, VII vizcondesa de Valoria.

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Entierro de Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, VIII conde de Toreno, que falleció en Madrid el 31 de enero de 1890. La comitiva partió de la casa del difunto sita en la plaza de las Capuchinas y feligresa de San Marcos, marchó por la calle de los Reyes y la plaza de San Marcial (hoy de España), bajó por la cuesta de la Vega, rodeó el Campo del Moro, pasó junto a la Virgen del Puerto, siguió por la ribera izquierda del Manzanares y cruzó el puente de San Isidro, conduciendo el cadáver hasta el cementerio de igual advocación, en la margen opuesta del río, donde fue enterrado en una tumba que había sido sepultura temporal de su padre. Ese mismo año el consistorio madrileño pondría a la plaza de las Capuchinas el nombre del conde de Toreno, que lleva hasta hoy, en memoria de este ilustre vecino que había sido alcalde de la villa y corte (1874-1875) y gobernador civil de la provincia (1884). Dibujo de Juan Comba publicado en La Ilustración Española y Americana, que recoge del natural el último responso rezado en la cuesta de la Vega.
Tumba de los VIII condes de Toreno y de su hijo Alfonso Queipo de Llano en el cementerio de San Isidro de Madrid. El epitafio reza: «Aquí yacen los Exc.mos S.res D. Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso y D.a María del Carmen Fernández de Córdoba Álvarez de Bohorques, Condes de Toreno: fallecieron 31 de enero de 1890 y 22 de octubre de 1907, y el Exc.mo S.r D. Alfonso Queipo de Llano y Fernández de Córdoba: falleció 12 de diciembre de 1910. R.I.P.» Esta sepultura perpetua fue adquirida por la familia en 1843 como lugar de enterramiento provisional del VII conde, concesionario de la grandeza, fallecido en dicho año durante su cuarto exilio en París[91]​ y cuyos restos, traídos de Francia, permanecieron aquí hasta que fueron trasladados a la Colegiata de Cangas de Tineo, donde la familia tenía su panteón.


Fueron padres de

  1. Álvaro Bernardino Queipo de Llano y Fernández de Córdoba, que sigue,
  2. Alfonso Francisco Caracciolo Queipo de Llano y Fernández de Córdoba, diplomático, secretario de la embajada de España en Berlín, comendador de la Orden de Carlos III y caballero de la Corona de Prusia, mayordomo de semana de S.M., que nació el 4 de junio de 1866 en Madrid, donde falleció soltero el 12 de diciembre de 1910.
  3. María de la Soledad Silveria Queipo de Llano y Fernández de Córdoba, condesa de Casares, que nació en Biarritz el 7 de octubre de 1868 y falleció el 21 de mayo de 1972. Casó en Madrid el 11 de febrero de 1893 con Diego María de Zuleta y Zuleta, maestrante de Sevilla, nacido el 24 de abril de 1850 en Jerez de la Frontera, donde finó el 16 de diciembre de 1913, hijo de Francisco de Asís de Zuleta y Zuleta, que fue cadete de Artillería, primer comandante de este cuerpo y teniente coronel de Infantería, caballero de Carlos III y grandes cruces de San Fernando y San Hermenegildo, natural de las Cabezas de San Juan, y de Josefa de Zuleta y Orbaneja, su mujer y prima carnal, que lo era de Jerez, en segundas nupcias de ella; nieto de Diego de Zuleta de Reales Córdoba y Castro y de Francisca de Paula de Zuleta Córdoba y García-Beato, y materno de José María de Zuleta de Reales Córdoba y García-Beato, hermano de la anterior, maestrante de Ronda y gentilhombre de cámara de S.M., y de María de la Consolación de Orbaneja y Pérez de Gamaza. Fueron sus hijos, nacidos los cuatro en Jerez de la Frontera:
    1. Josefa de Zuleta de Reales y Queipo de Llano, que nació el 19 de abril de 1894 y casó en Jerez el 19 de noviembre de 1921 con Miguel de Giles y López de Carrizosa, caballero de Calatrava y maestrante de Ronda, hijo de Pedro de Giles y López de Carrizosa y de Vicenta López de Carrizosa y Giles, de los marqueses de Casa Pavón. Tuvieron por unigénita a Vicenta de Giles y Zuleta, que casó con Antonio Morenés y Medina, X marqués de Villarreal de Burriel, con sucesión.
    2. Francisco de Borja de Zuleta de Reales y Queipo de Llano, XXI conde de Belalcázar, coronel de Caballería, gentilhombre de cámara de Alfonso XIII, nacido el 18 de noviembre de 1896 y finado el 26 de agosto de 1961, que combatió en la Guerra Civil al mando del Tercio de requetés Nuestra Señora de la Merced. Casó primera vez con María del Carmen de Carvajal y del Alcázar, XII duquesa de Abrantes y XIII de Linares, III marquesa del Duero, tres veces grande de España, XII marquesa de Sardoal, de Revilla, VIII condesa de Cancelada y XII de Lences, nacida en Munguía el 14 de septiembre de 1901, hija única de Manuel de Carvajal y Gutiérrez de la Concha, anterior duque de Abrantes y de Linares, y de María del Carmen del Alcázar y Roca de Togores, de los marqueses de Peñafuente. Con descendencia en que siguen dichos títulos. Enviudó en 1938 y casó en segundas nupcias con María de la Paz de Murga e Ygual, de los vizcondes de Llanteno, con la que tuvo tres hijos: Juan, Gonzalo y Fernando de Zuleta y Murga.
    3. Diego de Zuleta de Reales y Queipo de Llano, conde de Casares, nacido el 19 de junio de 1898 y marido de Silvia de Domecq y González, hija de Manuel de Domecq y Núñez de Villavicencio, I vizconde de Almocadén, de los marqueses de Domecq d'Usquain, y de María de las Mercedes González y Gordon, de los marqueses de Torre Soto de Briviesca. Sin descendencia.
    4. Y María del Carmen de Zuleta de Reales y Queipo de Llano, que nació el 25 de diciembre de 1906 y casó el 10 de diciembre de 1930 con el británico-peruano David Fraser-Luckie e Iglesias. Con posteridad.
Noveno conde

Por real carta de 8 de agosto de 1890,[1]​ sucedió su hijo

Álvaro Queipo de Llano y Fernández de Córdoba, IX conde de Toreno, grande de España, director general de Correos y Telégrafos, gobernador civil de Madrid,[96]senador vitalicio del Reino, caballero maestrante de Granada y gran cruz de Carlos III, gentilhombre de Cámara del rey Alfonso XIII con ejercicio y servidumbre, que nació en Madrid el 20 de mayo de 1864 y murió en la ex corte año de 1938.

Casó en Madrid el 25 de enero de 1888 con María del Rosario Álvarez de las Asturias Bohorques y Ponce de León, su tía 2.ª, vizcondesa de Valoria, nacida el 6 de febrero de 1866 en Madrid, donde murió el 11 de junio de 1910. Era hermana de Mauricio de los mismos apellidos, IV duque de Gor, e hija de Nicolás Álvarez de las Asturias Bohorques y Giráldez, conde de Lérida (hermano de la abuela materna de Álvaro) y de María de la Consolación Ponce de León y Balleras, natural de Jerez de la Frontera; nieta de Mauricio Nicolás Álvarez de las Asturias Bohorques y Chacón, II duque de Gor, y de María de la O Giráldez y Cañas, VII vizcondesa de Valoria, ya citados, y materna de Manuel Ponce de León y Villavicencio, de los marqueses del Castillo del Valle de Sidueña, y de Emilia de Balleras y Monroy.

De este matrimonio nacieron:

  1. María del Carmen Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques, que nació el 13 de diciembre de 1888 en Madrid, donde finó el 21 de mayo de 1972. Casó el 15 de febrero de 1912 con José María Queipo de Llano y Magaz, su tío 2.º, conde de Mayorga, caballero de Santiago. Nacido en Madrid el 24 de noviembre de 1880, era hijo de Álvaro Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, conde de Mayorga, y de María de la Concepción Magaz y de la Torre, ya citados entre los hijos del VII conde de Toreno. Tuvieron por hijos a
    1. Álvaro Queipo de Llano y Queipo de Llano, conde de Mayorga, que nació el 24 de diciembre de 1912. Casó el 9 de septiembre de 1940 con María del Carmen Cortés y Cienfuegos-Jovellanos, hija de Antonio Cortés Méndez-Bálgoma y de María del Carmen Cienfuegos-Jovellanos y Cifuentes. Con sucesión.
    2. María del Carmen Queipo de Llano y Queipo de Llano, nacida el 13 de julio de 1915,
    3. José María Queipo de Llano y Queipo de Llano, que nació el 2 de agosto de 1916,
    4. María de la Concepción Queipo de Llano y Queipo de Llano, nacida el 6 de junio de 1920,
    5. y Jaime Queipo de Llano y Queipo de Llano, nacido el 1.º de abril de 1926. Casó el 5 de junio de 1954 con Jesusa Comyn y Gutiérrez-Maturana, hija de Juan Manuel Comyn y Allendesalazar, II conde de Albiz, y de María Josefa Gutiérrez-Maturana y Matheu. Con prole.

  2. María Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques, que nació en Madrid en 1890 y no tomó estado,
  3. María del Rosario Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques, nacida en Madrid en 1894 y que también permaneció soltera,[97]
  4. y Francisco Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques, que sigue.
Décimo conde

Por fallecimiento del anterior en 1938, acuerdo de la Diputación de la Grandeza de 1943,[2]​ decreto de convalidación de 28 de noviembre de 1952,[1][98]​ y carta del generalísimo Franco del año siguiente, sucedió su hijo

Francisco Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques, X conde de Toreno, XII vizconde de Valoria (desde 1912), caballero maestrante de Granada y cruz del Mérito Militar, gentilhombre de cámara del rey Alfonso XIII con ejercicio y servidumbre. Nació en 1897 en Madrid, donde falleció el 26 de mayo de 1954, y fue enterrado en el cementerio de San Isidro.

Casó en Madrid el 9 de noviembre de 1924, en la iglesia del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón, con María de la Purificacíon de Acuña y Gómez de la Torre, que falleció el 25 de noviembre de 1931. Y fueron padres de

  1. Francisco Queipo de Llano y Acuña,
  2. María de la Soledad Queipo de Llano y Acuña, hija de María de la Asunción, nacida en 1928 y que finó en Jimena de la Frontera el 8 de agosto de 2020.[99]​ Casó en 1955 con José Fernández de Córdova y Topete, maestrante de Sevilla, fallecido en 1976, hermano del XVI marqués de Valparaíso, grande de España, e hijo de Francisco Javier Fernández de Córdoba y Arias de Saavedra, VII marqués de Grañina, y de María de la Concepción Topete y Peñalver. Con posteridad.[100]
  3. Álvaro Queipo de Llano y Acuña,
  4. y Alfonso Queipo de Llano y Acuña, XIII vizconde de Valoria,[101]teniente coronel de Caballería y profesor de equitación en la Academia de Valladolid. Destacado jinete, fue campeón de España de Salto en 1962 y participó en los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964.[102]​ Se hallaba con su mujer en Zaragoza el 12 de julio de 1979 para asistir a la entrega de despachos en la Academia General Militar, y murió en el incendio del hotel Corona de Aragón (atribuido a la banda terrorista ETA pero nunca reconocido como tal).[103]​ Casó en Madrid el 24 de marzo de 1956 con Sonsoles Álvarez de Toledo y Urquijo,[104]​ que fue una de las fundadoras de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y su presidente desde 1999 hasta 2003. Nacida en Llodio el 14 de septiembre de 1932, era hija de Alonso Álvarez de Toledo y Cabeza de Vaca, XI marqués de Villanueva de Valdueza y XII vizconde de la Armería, y de María del Pilar Urquijo y Landecho, de los marqueses de Urquijo. Padres de
    1. Sonsoles Queipo de Llano y Álvarez de Toledo,
    2. Alfonso Queipo de Llano y Álvarez de Toledo, XIV vizconde de Valoria, que casó con Sonsoles Escribano y Sáez, hija del general Mariano Escribano de la Torre y de Carmen Sáez de Montagud. Padres de Alfonso, Álvaro y Estanislao Queipo de Llano Escribano.
    3. Juan Queipo de Llano y Álvarez de Toledo,
    4. Paz Queipo de Llano y Álvarez de Toledo,
    5. Pedro Queipo de Llano y Álvarez de Toledo
    6. y Paula Queipo de Llano y Álvarez de Toledo.
Undécimo conde

Por orden publicada en el BOE de 20 de agosto de 1958,[105]​ y carta de 29 de mayo de 1959,[1]​ sucedió su hijo

Francisco Queipo de Llano y Acuña, XI conde de Toreno, oficial de Caballería, licenciado en Ciencias Políticas, presidente de la Cruz Roja Española (1970-1974)[106]​ y de la Real Gran Peña de Madrid, gobernador civil de Palencia y de Navarra, miembro de la Diputación Permanente de la Grandeza de España, grandes cruces de la Orden del Mérito Civil, de la Imperial del Yugo y las Flechas y de la Cruz Roja Mexicana, medalla de oro de la Juventud y gran placa de Honor y Mérito de la Cruz Roja Española. Nació en Madrid el 25 de agosto de 1927 y falleció en la misma corte el 22 de febrero de 2002, a los 74 años de edad.[107]

Casó con Cristina Fernández de Villavicencio y Osorio, V marquesa de Guadiaro, hija de José María Fernández de Villavicencio y Crooke, XV marqués de Vallecerrato y IV de Guadiaro, y de María Cristina Osorio y Martos, VI duquesa de Algete, ambos grandes de España; nieta de José Fernando Fernández de Villavicencio y Corral, marqués de Castrillo, de los duques de San Lorenzo de Valhermoso, y de Emilia Crooke y Larios, y materna de José Ramón Osorio y Heredia, X conde de la Corzana, de la casa de Alcañices, Sesto y Alburquerque, y de Narcisa Martos y Arizcun, de los condes de Heredia Spínola.

Fueron padres de

  1. Francisco de Borja Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio, que sigue,
  2. Lorenzo Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio, nacido el 20 de febrero de 1958,
  3. y Kyra Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio, nacida el 13 de octubre de 1963, que casó en 1988 con Íñigo Hidalgo y Eguiagaray, hijo de Rafael Hidalgo Herrera y de Paloma Eguiagaray Giménez. Se celebró la boda en Madrid, en el Oratorio del Caballero de Gracia, y fueron padrinos los Condes de Barcelona.[108]​ Con posteridad.

Actual titular

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Por orden publicada en el BOE del 7 de julio de 2003,[109]​ y real carta de 1.º de septiembre del mismo año,[1]​ sucedió su hijo

Francisco de Borja Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio, XII y actual conde de Toreno, grande de España, VI marqués de Guadiaro, nacido el 23 de agosto de 1956. En 2023 cedió el marquesado de Guadiaro a su primogénito.

Contrajo primer matrimonio en Altea (Alicante), febrero de 1985, con Macarena Campomanes Eguiguren. Y en segundas nupcias con María Taub y Medina, que antes estuvo casada con Agustín Enrile y Corsini, marqués de Villaformada. Hija de Roberto Taub Longué y de María de los Ángeles Medina y Maestre, que casaron en Sevilla el 11 de julio de 1960, en la iglesia de los Venerables;[110]​ nieta del diplomático Roberto Taub Pick y de Enriqueta Longué de Soria-Santacruz, y materna de Vicente de Medina y Carvajal, IX conde de Mejorada, de los marqueses de Esquivel, y de María Estrella Maestre y Fernández de Córdoba. De la primera tiene dos hijos:

  1. Francisco de Borja Queipo de Llano y Campomanes, VII marqués de Guadiaro.
  2. y Patricia Queipo de Llano y Campomanes.

Referencias y notas

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  1. a b c d e f g h Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino. «Guía de títulos» (en línea, búsqueda: «Toreno»). Consultada el 24 de febrero de 2021.
  2. a b c Roberto Moreno Morrison. Guía nobiliaria de España: 1945-1947 (Madrid: Diputación de la Grandeza, 1947), p. 132.
  3. Era así mismo sobrino 2.º de Juan Queipo de Llano y Flórez, presidente de la Real Chancillería de Valladolid, obispo de Pamplona y de Jaén y virrey de Navarra, fundador del convento de Dominicas Recoletas de Cangas de Tineo, y sobrino nieto 2.º del inquisidor Gutierre Bernardo de Quirós, consejero de la Suprema, obispo de la Puebla de los Ángeles, fundador de la Obra Pía de Tineo y del convento de Santa Clara de esta villa, y de fray Blas de Tineo, hermano del anterior, provincial de Castilla de la Orden de la Merced, calificador de la Suprema, obispo titular de Termópoli y auxiliar de Granada.
    Y aunque florecieron después de sus días, cabe nombrar por parientes del I conde de Toreno al inquisidor Juan Queipo de Llano y Valdés (1642-1708), su sobrino 3.º, obispo de La Paz y arzobispo de Charcas, y a Fernando de Arango y Queipo de Llano (1673-1745), su sobrino nieto 3.º, obispo de Tuy, fundador de la Colegiata y Obra Pía de Pravia. El detalle de todos estos parentescos se expondrá en la historia genealógica.
  4. Obra el real despacho de concesión de la grandeza en el AHN, Consejos, leg. 8.981, a. 1838, exp. 2.
  5. El precio de 3.720.000 maravedís se calculó como valor capitalizado de las rentas que producía el coto al arcedianato de Ribas de Sil, según la averiguación que llevó a cabo el juez Francisco de Guzmán en virtud de una real orden de agosto de 1581. Tenía el coto a la sazón 207 vecinos, y el 29 mayo de 1582 el citado juez les notificó que S.M. había vendido la jurisdicción en dicho precio a Antonio Vázquez Buelta, y el derecho preferente de tanteo que les asistía para comprarla, pero no lo ejercieron en el plazo señalado de cuatro meses. A finales de dicho año, el mismo juez dio posesión del señorío a Pedro Buelta, que la tomaba en nombre y representación de su primo Antonio Vázquez, el nuevo señor de Toreno. Francisco González González, op. cit.
  6. En 1583 hizo información genealógica suya y de su mujer ante el Tribunal de Inquisición de Corte. Obra en el AHN, Inquisición, leg. 1.370, exp. 6.
  7. a b Paco Vuelta, op. cit.
  8. Como tal le menciona un documento de 1631 que obra bajo el n.º 72.626 en la Colección Salazar y Castro de la Real Academia de la Historia, según refieren Baltasar Cuartero y Huerta y el Marqués de Siete Iglesias en su Índice, t. XLVI (1976), p. 48.
  9. Se le acusaba de no haber pagado en aduanas el «quinto» del valor de 36 cajas de barras de plata traídas de Nueva España. A raíz del embargo decretado por la Casa de Contratación en 1613, se interesaron en el proceso varios particulares que reclamaban el señorío embargado. Fueron a saber: Clara Queipo de Llano, mujer de Merás, y su hermano Suero Queipo de Llano, caballero de Santiago, como acreedores por alimentos; los hijos de Antonio Vázquez Vuelta, representados por el dominico fray Alonso de Carmona, que pretendían el tanteo de la jurisdicción, y también un exótico aspirante a obtenerla por gracia de S.M. en remuneración de los servicios de su familia a los emperadores de Austria: el barón Esdenco de Colobrat, cuyo padre, el barón Wolfgang, fue condestable de Bohemia y camarero mayor de Rodolfo II. Cfr. Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, p. 209, y op. cit. 1992, p. 55; Paco Vuelta, op. cit., y Francisco González, op. cit.
  10. Se dictó el sobreseimiento por real cédula de 16 de febrero de 1616, refrendada por Pedro de Ledesma. El 8 de abril de 1617 Sancho de Merás otorgó poder en Sevilla ante Juan Bautista de Contreras en favor de su mujer, de su cuñado Álvaro Queipo de Llano y del licenciado Pedro de Merás, su sobrino, para que en su nombre tomasen posesión de las villas embargadas. Senén González Ramírez, op. cit. 1996, p. 166, y op. cit. 2007, p. 27.
  11. Senén González Ramírez advierte oportunamente del error repetido «en algunos tratados genealógicos [donde] se dice que [el capitán Sancho de Merás] dejó heredera de todos sus bienes a su esposa doña Clara Queipo de Llano y que esta a su vez los transmitió en herencia a su hermano don Álvaro Queipo de Llano, creado I Conde de Toreno» (op. cit. 2007, p. 28). En realidad, el capitán instituyó heredero con vínculo a su sobrino Pedro de Merás, y este entró en posesión de la jurisdicción, pero le movió pleito Álvaro Queipo de Llano, quien pretendía cobrar de dicha herencia los más de 10.000 ducados que gastó en la manutención de su hermana doña Clara, tantos años desatendida por su marido. En el pleito fue también parte, como inmediato sucesor en el vínculo, Francisco de Merás Solís, primogénito de Pedro, que por ser menor de edad estuvo representado por Francisco de Solís Bernardo de Quirós, su abuelo materno y curador ad litem, alférez mayor de Oviedo. Y como testigo de Álvaro Queipo actuó su tío Fernando de Llano y Valdés, arzobispo de Granada y presidente de Castilla. El rey Felipe IV, atendiendo a la calidad de los intervinientes, avocó el conocimiento del asunto mediante real orden dada en Madrid el 18 de marzo de 1638, dirigida a Sebastián de Contreras y de este tenor: «Ayáis información desto que digan los letrados que hubieren ayudado a ambas partes y con vuestro parecer traslado autorizado, firmado de vuestro nombre, sellada y cerrada en manera que haga fée, y haréis a la parte de los dichos Don Álvaro y el Licenciado Don Pedro de Merás para que traigan y presenten ante Mí, y vista, proceda lo que convenga.» (Ápud Senén González Ramírez, ibíd.) Pero antes de que el caso fuera visto por S.M., las partes llegaron a una transacción, recogida en escritura del 5 de diciembre del mismo año, por la que a Álvaro Queipo de Llano se le asignaba el coto y jurisdicción de Toreno, que años después daría denominación al condado que le concedió el mismo rey.
  12. «D. Álvaro Queipo de Llano, caballero de Santiago, Gentilhombre de la Boca del Rey Don Felipe IV, otorgó escritura de poder en Sevilla a 10 de junio de 1626, ante Antonio de Figueroa, a favor de los señores don García de Doriga, caballero de Santiago, y don Martín Vázquez de Prada, Regidores de Oviedo, para que en su nombre renunciasen la preeminencia contenida en el Real Despacho de concesión del oficio de Alférez Mayor del Principado de Asturias, "que ha de tener primer lugar y preceder a la ciudad de Oviedo que es la cabeza de dicho Principado en todas las Juntas y Diputaciones que se hicieren donde concurra el dicho Principado, según y como se declara en el título del dicho oficio, y porque Su Merced sin embargo de ser tanto honor y lustre de su casa la dicha precedencia, por lo mucho que estima a la ciudad de Oviedo y por reconocer que es cabeza de dicho Principado y por otras justas causas que a ello le mueven, quiere ceder en la dicha ciudad esta preeminencia, manifestando en esta acción el dicho don Álvaro el amor, voluntad y estimación que tiene a la dicha ciudad de Oviedo". Usando del poder, don Martín Vázquez de Prada, Regidor de Oviedo y Catedrático de Prima de su Universidad, otorgó escritura el 11 de julio siguiente ante Luis López, la cual fue aprobada por Su Majestad por su Real Despacho dado en Madrid el 14 de julio siguiente, refrendado de Antonio Alosa Rodart.» Saltillo y Jaureguízar, op. cit., pp. 57-58, con remisión al AHN, Consejos, leg. 5.122.
  13. M.ª Ángeles Faya repasa la sistemática oposición de la Junta a la venta de regimientos, alferazgos, alguacilazgos, alcaidías de cárceles, capitanías de concejos y puertos, etc. En 1630, tras un servicio de 40.000 ducados, había obtenido de la Corona la promesa —en seguida incumplida— de no enajenar más oficios ni regalías, y el malestar al respecto cundía en todas las sesiones de la corporación. «En 1643 se trata sobre el tanteo del alferazgo mayor del Principado, cargo con importantes preeminencias en la Junta General; igualmente sobre el del alguacilazgo de Millones y Armazón de Ballenas. Tras largos debates se decidió pedir en Madrid el resumen de estos dos oficios. La ciudad de Oviedo llegó a proponer el tanteo de estos y otros oficios vendidos (receptoría y escribanía de Millones, tesorería de Alcabalas, oficios de Cruzada), aduciendo que el monto total no llegaba a 16.000 ducados, siendo que sus salarios subían a más de 40.000. En 1645 y 1646 se vuelve a tratar de tantear el oficio de Alférez Mayor, así como el de Procurador General (que tenía voto en la Junta y en la Diputación), y en 1647 se decide resumir la contaduría de Millones. El último oficio del que nos consta la decisión de tanteo (en 1671) es el de Juez Superintendente de Fábricas, Montes y Plantíos» (op. cit. 2003, p. 109).
  14. M.ª Ángeles Faya Díaz, op. cit. 2003, p. 100, texto y nota 81, con remisión al AUO, Casa de Queipo de Llano, caja 36.
  15. M.ª Ángeles Faya Díaz, op. cit. 2003, p. 109, nota 113.
  16. Pedro de Solís y Soto, caballero de Santiago desde 1547, era hijo sacrílego de Álvaro de Solís y Valdés, un rico eclesiástico, prior de la Catedral de Oviedo. Legitimado por el Emperador mediante título dado en Metz el 2 de noviembre de 1549, fue el primer poseedor de uno de los mayorazgos que fundó su padre. En 1557 compró uno de los diez regimientos de Oviedo que se enajenaron aquel año al precio de 200 ducados cada uno. Y al año siguiente el oficio de alférez mayor de la ciudad, al que era aneja otra vara de regidor, y por el que pagó mil ducados en concepto de socorro a la Real Hacienda (M.ª Á. Faya, op. cit. 2003, pp. 119 y 130). Se lo concedió a perpetuidad el rey Felipe II, con sus calidades y preeminencias, por título dado en Valladolid el 16 de septiembre de 1558 (obrante en el AHN, Consejos, leg. 5.122, y transcrito ápud Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 162). Una real cédula dada en Madrid el 2 de septiembre de 1574 le autorizaba a enajenar el alferazgo, pero no ejercitó tal facultad. La ciudad inició un pleito pidiendo «la supresión de un cargo que tenía preeminencia sobre el resto de los regidores», pero los Solís consiguieron mantenerlo (M.ª Á. Faya, ibíd., p. 99, nota 74). Estos Solís, aféreces mayores de Oviedo y señores de la torre de la Quintana en Ciaño, concejo de Langreo, ya han sido mencionados al exponer las vicisitudes del señorío de Toreno. En el siglo XIX esta casa se agregó por matrimonio a la de los marqueses de Gastañaga.
  17. Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 54.
  18. a b Juan Díaz Álvarez. «La proclamación de Carlos IV en Oviedo: conflicto institucional y fiesta urbana», en Estudis: Revista de historia moderna, n.º 42 (2016), pp. 193-223. También disponible, mediante registro, en Academia.edu.
  19. a b c d Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284.
  20. a b Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 286, con remisión a la BUO, Ms. 66, ff. 33r y v. y 35r.
  21. M.ª Nieves Rupérez Almajano. «La Universidad y los colegios seculares». Capítulo V del Catálogo de la exposición Loci et imagines / Imágenes y lugares: 800 años de Patrimonio de la Universidad de Salamanca (2013). De esta obra hay vista parcial en Google books, y se publicó el pdf íntegro en la web Diarium de dicha Universidad (archivado en 2016 en la Wayback Machine). Págs. 198 y 214-215, con remisión a José Ramón Nieto González y Eduardo Azofra Agustín, Inventario artístico de bienes muebles de la Universidad de Salamanca (Salamanca: Universidad, 2002), pp. 84-85; Emilia Montaner López, La pintura barroca en Salamanca (Salamanca: Centro de Estudios Salmantinos, 1987), p. 277; Javier Cortázar Estívaliz, Historia y arte del Colegio Menor de San Pelayo de Salamanca (Salamanca: Universidad, 2002), pp. 28 y 67, y Julián Álvarez Villar, De heráldica salmantina (Salamanca: Colegio de España, 1997), p. 216.
  22. Cathalogus librorum qui prohibentur mandato Illustrissimi & Reverend.[issimi] D.[omini] D.[omini] Ferdinandi de Valdes Hispalen.[sis] Archiepi.[scopi], Inquisitoris Generalis Hispaniae (Pinciae: Sebastianus Martinez excudebat, MDCLIX). Vista completa en Internet Archive.
  23. La citada autora —además de las referencias a diversos miembros del grupo que salpican toda la obra— dedica a «los Queipo de Llano», como grupo familiar, buena parte del capítulo 9, sobre «solidaridades regionales y familiares. Janine Fayard, Los miembros del Consejo de Castilla (1621-1746) (Madrid: Siglo XXI, 1982, ISBN: 84-323-0452-2), pp. 232-236, incluyendo dos esquemas genealógicos.
  24. Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 55.
  25. a b c d e f g h i Mencionan esta agregación entre las vinculaciones de la casa Alfonso Menéndez González (op. cit., p. 143) y —más por menor— el Marqués del Saltillo y el de Jaureguízar (op. cit., pp. 55-57), con remisión al ACT, leg. 5, y al AHN, Consejos, leg. 5.074, n.º 2, y leg. 36.270.
  26. A. y A. García Carraffa, loc. cit., p. 102.
  27. Nacieron estos prelados en la villa de Tineo: Gutierre hacia 1570 y Blas hacia 1585. Hijos ambos de Diego García de Tineo, hermano de Mayor Álvarez, primer poseedor del mayorazgo de la casa de Tineo, señor de la Mortera y Bárcena, procurador general del Principado, y de Elvira Osorio y Sarmiento, su mujer, señora de la casa de Laciana. Para la casa de Tineo, véanse el Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, pp. 78-87; Senén González Ramírez, op. cit. 1996, pp. 134-158, y la información del apellido «Tineo» en la antigua web Blasones Hispanos (archivada en 2018 en la Wayback Machine). Sobre el obispo Gutierre Bernardo de Quirós, véanse su reseña en la web de la Arquidiócesis de Puebla (archivada en 2018 en la Wayback Machine) y Agustín de Vetancurt, Teatro mexicano (México, 1698), parte IV, v. 3 (56 p.), p. 52, § 8.
  28. A este linaje perteneció Juan de Llano Ponte y Sierra, que fue obispo de Oviedo a caballo de los siglos XVIII y XIX. Marqués de Jaureguízar [Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz Rubín], «Llano Ponte», en Hidalguía n.º 200 (1987), pp. 59-79.
  29. En el muro almenado que rodea el predio se abre una imponente portada flanqueada por estrechos cubos con saeteras. Sobre el arco campean dos escudos: el primero con las armas de Doriga y el otro con las de Queipo de Llano, partidas de Tineo cortado de Quirós. Entre ambos, una inscripción medio borrada dice: «Esta puerta la abrió e la mandó hacer Doña Guiomar Queipo de Llano, viuda que fincó de García de Doriga, y estas son sus armas, las de mano derecha las de su marido. Año de 1600». Tiene el palacio un patio cuadrado rodeado de corredores abiertos de madera, soportados en la planta baja por doce esbeltas columnas de piedra de fuste liso. Y sobre una de ellas hay un escudo con las armas de Queipo de Llano, Tineo y Quirós, como el que vimos a la entrada de la finca, y una inscripción que reza: «Estas columnas mandaron hacer García de Doriga, Señor de esta casa solar de Doriga y Doña Guiomar Queipo de Llano su mujer. Año de 1600».
  30. Ingresó en esta Orden el 12 de enero de 1638.
  31. Oficio perpetuo con vara de regidor que fue enajenado a su favor por la Real Hacienda al precio de 1.632 ducados. M.ª Á. Faya, op. cit., pp. 101 y 135.
  32. La genealogía de estos Álvarez de Murias, a tenor de una certificación del rey de armas Juan Alfonso de Guerra y Sandoval, puede verse aquí.
  33. Ignacio Gracia Noriega, corresponsal de La Nueva España en el siglo XVII, le hizo a este prelado una simpática y bien documentada entrevista.
  34. Las casas de Miravalles y Pambley están expuestas por Cecilia Meléndez de Arvas, op. cit., pp. 33-37 y 147-152.
  35. a b La casa de Queipo de Llano de Santianes de Tuña provenía de la de Cangas por mujer, pero tenía varonía Tineo. El palacio fue edificado enfrente del de los Rojas entre 1575 y 1586 por Juan Queipo de Llano e Inés Álvarez de Rojas, su mujer, hija de dicha casa de Rojas. Este Juan Queipo era hijo de Ruy García de Tineo el Mozo, escribano de número del concejo, y de Mencía Fernández de Llano, su mujer, hija a su vez de Juan Queipo de Cangas y de Mencía Fernández Villademoros, y nieta probablemente de Suero Queipo de Llano el Más Viejo, señor de la casa de la Muriella. A la casa de Santianes perteneció Juan Queipo de Llano y Valdés (1642-1708), arzobispo de Charcas, a quien no se ha de confundir con otro Juan Queipo de Llano y Valdés (1599-1643), obispo de Guadix y de Coria, que era de la casa de Ardaliz, ni con Juan Queipo de Llano y Flórez (1584-1647), obispo de Pamplona y de Jaén, que era de la de San Pedro. También perteneció a la casa de Santianes Juana Queipo de Llano y Navia Bolaño, que casó en 1786 con el economista y político liberal Álvaro Flórez Estrada (1766-1853), natural y mayorzago en la Pola de Somiedo. Y así mismo descendía de esta casa por su madre Rafael Tomás Menéndez de Luarca y Queipo de Llano, obispo de Santander, bravo combatiente en la Francesada y acérrimo realista. Exponen la sucesión completa de esta casa Cecilia Meléndez de Arvas (op. cit., pp. 75-80) y Senén González Ramírez (op. cit. 1996, pp. 207-230). Recientemente este autor ha publicado un nuevo libro sobre ella: La casa señorial de Queipo de Llano de Santianes de Tuña (Tineo, Asociación Conde de Campomanes, 2012), según reseña La Nueva España.
  36. María Queipo de Llano y Juan Queipo de Llano, señores de la casa de Santianes de Tuña, tuvieron entre otros hijos a Antonio Queipo de Llano, por quien siguió esta casa, a Juan Queipo de Llano y Valdés (1642-1708), colegial de San Pelayo en Salamanca, inquisidor de Lima, obispo de La Paz y arzobispo de Charcas, y a Catalina Queipo de Llano y Valdés, que casó con Fernando de Arango y Miranda, su deudo, hijo de Bartolomé de Arango, regidor perpetuo de Pravia, y de María de Miranda y Queipo de Llano. Y estos fueron padres de Juan Jerónimo de Arango y Queipo de Llano (1667-ca.1710), inquisidor de Palermo, y del doctor Fernando Ignacio de Arango y Queipo de Llano (1673-1745), abad de San Isidro el Real de Madrid, de Regulares de San Agustín, y obispo de Tuy, fundador de la Colegiata de Pravia, de su cuantiosa Obra Pía y de la Casa Nueva de su apellido en dicha villa.
  37. a b El enterramiento de Juan Queipo de Llano, obispo de Guadix y de Coria, se encuentra en el lienzo de la epístola de la capilla mayor de la colegiata de Santa María Magdalena, haciendo pendant con el de su tío Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada. El arcosolio que lo contiene fue labrado, como su gemelo, por el maestro de cantería Diego Ibáñez Pacheco. El arco de medio punto queda inscrito entre dos medias columnas jónicas y un entablamento completo que a su vez soporta un frontón truncado y con pináculos, en cuyo tímpano campea el escudo de armas. Sobre la tapa del sepulcro, una estatua de bulto de tamaño natural representa al obispo de pontifical, con capa pluvial, arrodillado en actitud orante y teniendo ante sí, sobre un reclinatorio, la mitra y el breviario abierto. Fue esculpida por Luis Fernández de la Vega hacia 1660 en piedra caliza blanca. Y en el frente de la caja está grabado este epitafio: «AQUÍ YACEN LOS SEÑORES JUAN QUEIPO DE LLANO Y DOÑA CATALINA DE VALDÉS SU MUGER, ESCLARECIDOS / PADRES DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON FERNANDO DE VALDÉS Y LLANO ARZOBISPO DE GRANADA, PRESIDENTE DE CASTILLA. YACEN ANSIMESMO EL ILUSTRÍSIMO / SEÑOR DON JUAN QUEIPO DE LLANO OBISPO DE GUADIX, Y CORIA, SU NIETO, Y SOBRINO DEL DICHO SR. PRESIDENTE, HIJO DE LOS / SEÑORES DIEGO GARCÍA QUEIPO DE LLANO Y TINEO Y DOÑA TERESA DE NAVIA Y SIERRA SU MUGER. ELIGIÓ ESTE ENTIERRO / POR DISPOSICIÓN DEL DICHO SEÑOR PRESIDENTE, EL SEÑOR DON ÁLVARO QUEIPO DE LLANO Y VALDÉS, CONDE DE TORENO / SU SOBRINO, Y DEL DICHO SEÑOR DIEGO GARCÍA, SEÑOR DE LA CASA DE LOS QUEIPOS, PATRÓN DESTA SANTA IGLESIA, CON PROYVI- / CIÓN QUE NO SE PUEDA ENTERRAR OTRA PERSONA, NI PONER BULTO MÁS QUE EL DEL DICHO SEÑOR OVISPO. FALLESCIÓ A 17 DE OCTUBRE AÑO DE 1643, DE HEDAD DE 44 AÑOS. FUE COLEGIAL DEL MAYOR DEL ARZOVISPO.» La mención de Álvaro Queipo por su título de conde de Toreno lleva a datar este epitafio después de 1659. G.M. de Jovellanos, op. cit., pp. 222-223; C. Miguel Vigil. op. cit. 1887, p. 314; F. Meléndez de Arvas, op. cit., p. 204, y Javier González Santos, «La iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea: puntualizaciones histórico-artísticas a un edificio singular del Barroco asturiano», en La Maniega n.º 70 (1992), y 2.ª ed. ampliada (2009) en Tous pa Tous.
  38. Sin duda por figurar esta señora con uno u otro apellido en diversos documentos, el P. Patac la desdobla en dos, afirmando que Diego García de Tineo casó primero con Teresa de Navia y después con Teresa de Sierra (loc. cit., § 7-1), pero son la misma mujer, que además solía usar el patronímico Pérez. Teresa Pérez era hermana consanguínea de Pedro Álvarez de Navia Osorio (nacido del segundo matrimonio de su padre, contraído con Elvira Osorio, su sobrina segunda, de la casa de Anleo). Este Pedro Álvarez poseyó el mayorazgo fundado por su padre y le agregó nuevo vínculo por su testamento, hecho en su casa de Villanueva el 25 de enero de 1630 a fe de Alonso Morán. La casa de Villanueva siguió en su prole legítima, pero esta se extinguió en 1647 a la muerte de su hijo fray Jacinto Álvarez Osorio, monje benedictino que poseyó el mayorazgo, aunque cedió el goce a su madre. Después la casa recayó en la descendencia de Teresa, agregándose a la de Ardaliz. Sobre el origen de la casa de Villanueva, véase Luis de Navia-Osorio y Castropol, Datos para la Historia del Concejo de Navia, tomo I (Oviedo, 1976, ed. de J.L. Pérez de Castro), que incluye transcripción de los testamentos del fundador (pp. 380-384) y del citado primer poseedor (pp. 373-377).
  39. «Fue sepultado en el segundo Claustro de aquel Monasterio en un sumptuoso sepulcro de jaspes, y piedra de la Sierra de Elvira, sobre que està una Cruz grande; y su epitafio dize assí: Aquí yaze el Ilustríssimo y Reverendíssimo Señor Don Juan Queipo de Llanos y Valdés, Colegial del Colegio de S. Pelayo y del mayor del Arçobispo en Salamanca, Oydor de Granada, y Governador de su Arçobispado, Obispo de Guadix, y de Coria, del Consejo de su Magestad. Falleció à 17 de Octubre de 1643 à los quarenta y dos de su edad [sic], y se mandó enterrar en este Convento de la Cartuxa.» Pedro Suárez, Historia de el obispado de Guadix y Baza (Madrid, 1696), pp. 258-260.
  40. Su expediente de ingreso en esta Orden, formado en 1632, se guarda en el AHN bajo la sig. 23.160.
  41. Tuvo por tanto este señor, sucesivamente, los tratamientos de frey y de fray (además del de don que le correspondía por nacimiento).
  42. Tuvieron por primogénito y sucesor a Alonso de Llano y Valdés, señor de la casa de Santa Olaya, caballero de Calatrava, que nació en Cangas de Tineo, fue bautizado el 3 de mayo de 1617 y testó el 26 de septiembre de 1676 (AHP, prot. 10.613, fol. 968. Inventario del mismo año: prot. 10.615, fol. 1). Fue colegial de San Miguel en Salamanca y tras graduarse como bachiller en Cánones por esta Universidad pasó al Mayor de Santa Cruz en la de Valladolid (1641). Allí obtuvo los grados de licenciado y doctor y ocupó la cátedra de Vísperas. Fue fiscal de la Chancillería de Granada (1653), oidor de la misma (1657), regente de las Audiencias de Valencia y Navarra (1661), virrey interino de este reino (1664), consejero de Indias (1664) y del Supremo de Castilla (1668). Reseñado por Janine Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla: Informes biográficos (Madrid: Hidalguía, 1982), p. 57. En el AHN obran su expediente de Calatrava (n.º 1.463, formado en 1663) y su relación de méritos (Consejos, leg. 13.386, exp. 177). Casó en 1670 con María Guasco Porcel y Cobos, de la que no hubo descendencia, hija de Martín Guasco Porcel y Cobos, caballero de Santiago, caballerizo de S.M., natural de Corral de Almaguer, y de María Esteban del Vado. Las capitulaciones, otorgadas el 6 de octubre de dicho año, obran en el AHP, prot. 10.604, fol. 726. Cuando falleció Alonso de Llano en 1676, le había premuerto también sin prole su único hermano varón: Diego de Llano Valdés, colegial de San Pelayo y del Mayor de Oviedo en Salamanca y también caballero de Calatrava. Por lo que sucedió en la casa de Santa Olaya su hermana María Teresa de Llano y Queipo, que estaba casada con Diego Queipo de Llano y Valcárcel, su primo carnal, señor de las casas de Ardaliz, Villanueva, Cangas y Pieros, caballero de Santiago, hijo de Rodrigo. Y sucedió en todos los mayorazgos su hijo Miguel Queipo de Llano, de quien se volverá a hacer mención.
  43. En septiembre de 1639 fue presentado por Felipe IV para este obispado, del que no llegó a tomar posesión porque murió poco después. Pese a que no tenía rango arzobispal, el traslado a la sede seguntina desde la metropolitana granatense era una verdadera promoción atendiendo a la cuantía de sus rentas: Sigüenza estaba entre las mitras más pingües de España.
  44. Realizado en alabastro. Sobre la tapa, hay una estatua de bulto de tamaño natural que representa al prelado de pontifical, arrodillado en un reclinatorio.
  45. El alferazgo de Cangas de Tineo fue enajenado en 1587 al precio de 3.000 ducados en favor del señor de Valdunquillo, que también poseía el alferazgo de la villa y concejo de Salas, comprado en 1583 por 500 ducados. M.ª Ángeles Faya, op. cit. 2003, pp. 131 y 132. La misma autora menciona la renuncia en favor del capitán Suero Queipo de Llano en La nobleza en las Asturias del Antiguo Régimen (Oviedo: KRK, 2004), p. 164.
  46. Por esta escritura de capitulaciones, que pasó ante el escribano Lázaro Rodríguez, los padres del novio le mejoraban en tercio y quinto, agregándolo al mayorazgo. Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 56.
  47. Tuvieron por hijo a Manuel Queipo de Llano y Zapata del Mármol, caballero de Santiago, colegial del Mayor de Oviedo en Salamanca, corregidor de Ávila, de Écija y electo de Granada. Casó en 1668 con Juana de Avilés Hevia, hija primogénita e inmediata sucesora de Diego de Avilés Hevia y Flórez, a quien premurió, señor de las casas de Bolgues en las Regueras, las Morteras en Somiedo y Piedrafita de Babia, alférez mayor de Miranda, y de Inés de Navia y Arango, su segunda mujer, de los señores de Villavaler, con la que casó en 1651. La prole de este matrimonio se malogró.
  48. Álvaro Queipo de Llano fue corregidor de Granada en dos periodos: 1637-1644 y 1648-1651. La primera vez obtuvo el cargo en sustitución de Íñigo Fernández de Córdova y Mendoza, I vizconde de las Torres, que lo había ejercido desde 1634. «Le firmó el Rey su nombramiento de Corregidor de Granada en 21 de octubre de 1637. Tomó posesión del Corregimiento en Cabildo municipal extraordinario celebrado el 20 de diciembre del mismo año.» En 1644 fue promovido al de la villa de Madrid, y sustituido en Granada por Antonio de Henestrosa y Montemayor. Pero en 1647 sucedió a Henestrosa al frente del corregimiento granadino Francisco Arévalo de Zuazo, que gobernó con desacierto e imprevisión. En mayo del año siguiente hubo un motín a causa de la carestía del pan; el corregidor huyó de la ciudad y, a petición de los amotinados, la Chancillería nombró por interino a Luis de Paz y Medrano. En tan difíciles circunstancias, para poner orden y paz, S.M. envió a Granada a Álvaro Queipo de Llano, cuyo primer gobierno de la ciudad había sido del agrado de los naturales. «Fue nombrado corregidor de Granada [por segunda vez], despachándosele el Real Título en Aranjuez el 1.º de junio de 1648. Tomó posesión del cargo en cabildo municipal celebrado el 12 de junio de 1648.» El futuro conde de Toreno pacificó la ciudad y la gobernó con justicia y prudencia, dejando grata memoria entre los granadinos, y en 1651 le sucedió en el corregimiento Francisco Fernández Marmolejo. José Díaz Martín de Cabrera, Curiosidades históricas granadinas: segunda parte: Los muy ilustres señores Corregidores de la ciudad de Granada (Granada, 1918), pp. 25-27.
  49. También fue dos veces corregidor de la capital del reino: en 1644 y en 1654. «Fue Don Álvaro Queypo seis años Corregidor de Granada, de donde vino á serlo en Madrid; y estando en esta ocupación bolvió á serlo de Granada, adonde los naturales avían puesto Corregidor de su mano. Diósele plaça del Consejo de Hazienda, y en cinco días llegó de Madrid á Granada, adonde fue recibido con general aplauso, y estimación. Continuó su Corregimiento tres años: Bolvió a ser Corregidor de Madrid, y de Málaga, donde murió.» Felipe Bernardo de Quirós, Solar de Olloniego, p. 111-112.
  50. La villa de Valparaíso de Abajo en la actual provincia de Cuenca fue vendida por la Corona como parte de una tanda de regalías cuya enajenación fue aprobada por las Cortes de 1626 y que incluía la mayor parte de los vasallos de la tierra de Huete. Un escudo con las armas de los Zúñiga, procedente de la casa de estos señores, se conserva en el jardín de la antigua iglesia parroquial de San Pedro en Huete, hoy propiedad particular. Paloma Torrijos, «Los Zúñiga en Valparaíso de Abajo» (2012), en su blog Historia y Genealogía, con remisión a Manuel de Parada y Luca de Tena, Señoríos jurisdiccionales de la Tierra de Huete: Conferencia pronunciada en la ciudad de Huete el 3 de mayo de 2003 (Huete: Ayuntamiento, 2003, en Libros y documentos para la historia de Huete), pp. 48 y 49.
  51. Inscrita la partida al lib. 13 de Bautizados, fol. 308v, ápud Matías Fernández García, Parroquias madrileñas de San Martín y San Pedro el Real: algunos personajes de su archivo (Madrid: Caparrós, 2004), p. 147.
  52. AHN, Órdenes, Caballeros Santiago, exp. 6.734.
  53. Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284, con remisión a la BUO, Toreno, caja 33, docs. 15 y 19.
  54. Acerca de Martín de Acedo, verdadero valido del virrey Esquilache, véase Eduardo Torres Arancivia, Corte de virreyes: el entorno del poder en el Perú del siglo XVII (Lima: Pontificia Universidad, 2006), pp. 134-140.
  55. José González fue un burócrata o covachuelista de gran talento. Hizo una brillante carrera administrativa bajo el reinado de Felipe IV, quien «le apreciaba por la fertilidad de su ingenio [...]. Parece que tampoco descuidaba sus propios intereses, y, pretextando algunas irregularidades de poca monta, al morir el Rey se le hicieron cargos, seguramente dictados más por la emulación que por la justicia. Una muerte oportuna, en 1668, le libró de estos enojos.» Antonio Domínguez Ortiz en Política y Hacienda de Felipe IV, ápud Patricio Fernández Sánchez, op. cit., p. 116.
    Adquirió la jurisdicción de Boadilla del Monte el 20 de diciembre de 1652, con real licencia y al precio de 73.342 reales de plata (o sea tres cuentos y 739.524 maravedís), comprándosela a Francisco María de Monserrat Manrique de Cárdenas y Arellano, VIII duque de Nájera y VI de Maqueda. El vendedor había heredado esta jurisdicción de su padre (el anterior duque, fallecido en dicho año), quien la compró en 1626. Patricio Fernández Sánchez, op. cit., p. 113-114.
  56. El licenciado Juan González de Uzqueta casó en segundas nupcias con la logroñesa María de Albelda, de la que tuvo por hija a María González de Uzqueta, nacida en Arnedo, mujer de Juan de la Calle y Almarza, gobernador de la villa de Ocón por nombramiento del duque de Nájera y de Maqueda. El marido era natural de Ribafrecha, hijo de Francisco de la Calle, de igual naturaleza, y de Ana de Almarza, nacida en Yanguas, y hermano de Francisco de la Calle, abad de Olivares y capellán de honor de S.M., y de Pedro, que tuvo por hijo a Gabriel de la Calle y Heredia, fiscal de la Inquisición de Santiago de Compostela y obispo de Valladolid. Y de este matrimonio nació el licenciado y oidor Juan de la Calle y González de Uzqueta, natural de Ocón, consejero de la Suprema Inquisición y de la Contaduría Mayor de Hacienda, caballero de Santiago. Su expediente de pruebas para igresar en esta Orden, formado en 1640, obra en el AHN con el n.º 1.415 y está extractado por José Simón Díaz en la 3.ª entrega de su «Nobiliario riojano», en Berceo, 4 (1947), pp. 475-486, pp. 481-482.
  57. La data del privilegio era del 8 de mayo de 1650. Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 56.
  58. En el año de 1692, la propiedad nuda y libre de estas casas era de María de Vera y Gasca, señora de Boadilla, nuera de José González y poseedora de su mayorazgo. Esta señora, al hacer inventario de sus bienes para testar en dicho año, declaraba habitar en dichas casas por haberle cedido el uso su sobrina la condesa de Toreno, que poseía el usufructo por sus días, después de los cuales había de volver a los herederos de la otorgante. Inventario y testamento obran en el AHP, prot. 9.822 y 9.823. La transcripción del pasaje citado, ápud Patricio Fernández Sánchez, op. cit., p. 124.
  59. José González estuvo casado con Catalina de Valdés, hermana del obispo Antonio de Valdés y Herrera, que lo fue de Mondoñedo, Oviedo, Osma y Córdoba (donde murió en 1657). Hija de otro Antonio de Valdés, corregidor de Valladolid, natural de Medina de Rioseco y oriundo de Asturias, y de Ana de Herrera y Arias. De este matrimonio fue unigénito Juan González de Uzqueta y Valdés, nacido en Valladolid en 1615 y colegial mayor de Santa Cruz, primer poseedor del mayorazgo fundado por su padre y, como él, del Consejo y Cámara de Castilla. Casó con María de Vera y Gasca, hija de Francisco de Vera y Enríquez, caballero de Santiago, y de María del Barco y Gasca. No tuvieron descendencia, por lo que Juan solicitó real licencia, y la obtuvo en enero de 1670, para desmembrar del mayorazgo 6.000 ducados de renta y destinarlos al convento de la Encarnación, de Carmelitas Descalzas, que había fundado en su villa de Boadilla. Murió este señor el 31 de enero de 1670, y en el mayorazgo le sucedió María de Vera, su viuda, que lo poseyó «por los días de su vida y seis años de supervivencia», pasados los cuales —en virtud de los llamamientos e incompatibilidades fundacionales— recayó en Isabel María Queipo de Llano y Doriga Malleza, hija del III conde de Toreno. Janine Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla: Informes biográficos (Madrid: Hidalguía, 1982), pp. 16 y 48; Patricio Fernández Sánchez, Boadilla del Monte, un pueblo con historia (Madrid: Visión Libros, 2011), pp. 115-119.
    De esta familia se conservan tres magníficos retratos de escuela madrileña procedentes del convento de Carmelitas de Boadilla y que hoy pertenecen a la Colección BBVA: un anónimo (c. 1635) de Juan González de Uzqueta y Valdés, un Carreño de Miranda (c. 1670) de su mujer, y otro anónimo (c. 1650) que representa a un joven santiaguista (etatis suae 16 años). En este último se que se ha querido ver al mismo Juan González, de joven, pero probablemente se trata de su primo Juan de la Calle y González de Uzqueta, filiado en una nota anterior.
  60. Inscrita la partida al lib. 16 de Bautizados, fol. 137, ápud Matías Fernández García, Parroquias madrileñas de San Martín y San Pedro el Real: algunos personajes de su archivo (Madrid: Caparrós, 2004), p. 148
  61. Inscrita la partida al lib. 16 de Bautizados, fol. 261v, ápud M. Fernández García, ibíd.
  62. Inscrita la partida al lib. 16 de Bautizados, fol. 343, ápud M. Fernández García, ibíd.
  63. El coto jurisdiccional de Cortina, vinculado a la casa de Malleza, comprendía entre otros los lugares de Cortina y Llaneza, radicados en la parroquia de San Pedro de Naves, entonces hijuela de Santa Eulalia de Manzaneda e inclusa en el antiguo concejo de Tudela, después incorporado al de Oviedo.
  64. Hay que advertir del error, difundido por diversos autores, de convertir a Emilia Francisca de Doriga Malleza en «señora» o «heredera» de la casa de Doriga...
  65. Ciriaco Miguel Vigil. Asturias monumental, epigráfica y diplomática: datos para la historia de la provincia (Oviedo, 1887; facsim. en Valladolid: Maxtor, 2003), p. 177.
  66. Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 144-145.
  67. Fue señora jurisdiccional de Boadilla del Monte por haber sucedido en el vínculo fundado por José González (de Uzqueta y Jiménez de Arellano), su tío tatarabuelo, caballero de Santiago y camarista de Castilla, ya citado al filiar a la mujer del II conde. Isabel Queipo de Llano y su marido el marqués de Mirabal edificaron en dicha villa madrileña un suntuoso palacio, llamado de las Dos Torres, y por las deudas que contrajeron quedó el mayorazgo gravado con un censo de 4.000 ducados. Para redimirlo, su hija Josefa Micaela de Mirabal y Queipo de Llano, III marquesa de Mirabal, solicitó y obtuvo del Consejo de Castilla la preceptiva real licencia para enajenar la jurisdicción y palacio de Boadilla y un regimiento de la ciudad de Toro perteneciente al mismo mayorazgo. Y el 20 de febrero de 1761 los vendió al infante Don Luis, hermano entero del rey Carlos III, que había dejado el estado clerical después de ser cardenal y arzobispo de Toledo. El infante encargó una vasta remodelación del palacio al arquitecto Ventura Rodríguez. Así, el Palacio de las Dos Torres se convirtió en el Palacio del Infante Don Luis. Cfr. «Luis Félix de Mirabal y Espínola, marqués de Mirabal y señor de Boadilla del Monte», en Boadilla.com.
  68. Janine Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla: Informes biográficos (Madrid: Hidalguía, 1982), p. 116-117.
  69. El 6 de mayo de 1813 se extinguió la descendencia de esta señora, al morir sin prole su nieta María Vicenta Carrasco y Mirabal, V marquesa de Mirabal y VI condesa de Villafuente Bermeja. Por la posesión del mayorazgo de González de Uzqueta (del que ya se habían desmembrado la jurisdicción y bienes de Boadilla), se entabló entonces un pleito que se falló a favor de Pedro de Salas Quiñones Omaña y Suárez Miranda, señor de las casas de Omaña y Villamar, 3.er nieto de su hermana mayor, Josefa Queipo de Llano y Doriga Malleza. La descendencia completa de Isabel Queipo de Llano la expone el Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, p. 215-216.
  70. a b Alfonso Menéndez González, op. cit., p. 98.
  71. a b Aunque fue tres veces casado, Miguel Queipo de Llano no tuvo más descendencia que dos hijas nacidas de Catalina Teresa Bernaldo de Quirós, su primera mujer. A raíz de su segundo matrimonio, estas niñas quedaron bajo la cura del II marqués de Campo Sagrado, su tío materno. La mayor, María Teresa, sucedió en la casa de Ardaliz y demás mayorazgos de su padre, y casó en 1715 con Pedro Velarde y González de Cienfuegos, de quienes provienen los condes de la Nava. Y la otra fue Ana María Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, mujer de Pedro Ignacio Duque de Estrada y Mier, señor de las casas de Cebos en Benia de Onís, Arnero en Ardisana, concejo de Llanes, y Valdés Junco en la villa capital de este último. También con sucesión.
  72. Para los Valledor y Presno, véase F. de Alós y M.ª D. Duque de Estrada, op. cit, p. 83, con más ascendencia en la nota 175.
  73. a b F. de Alós y M.ª D. Duque de Estrada, op. cit, p. 83.
  74. Su hijo Ignacio de Merás y Queipo de Llano probó la nobleza de sus cuatro costados para ingresar en la Orden de Carlos III. Su expediente obra en la sección de Estado del AHN con el n.º 236.
  75. Según el Catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVIII era señor de esta jurisdicción (jure uxoris) Fernando Ignacio Queipo de Llano, conde de Toreno, quien como tal ponía jueces y era también el mayor hacendado del coto, estimándose en 4.109 reales las rentas que percibía en el mismo, pese a que no cobraba derechos señoriales. Tenía el coto 26.504 fanegas de extensión y medía «tres leguas de oriente a poniente, dos y media de norte a sur y ocho y media de contorno, que no se podían recorrer a pie en menos de trece horas por lo áspero y montañoso del país.» Tenía 179 vecinos, incluidas 17 viudas, repartidos entre las parroquias de Santa María de Cerredo y Santiago de Degaña. Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, Los señoríos asturianos: discurso leído el día 14 de diciembre de 1980 en el acto de su recepción pública (Madrid: Real Academia de la Historia, 1980), pp. 115-117.
  76. Oficio perpetuo que confería a los Quiñones —y a los condes de Toreno, sus sucesores— la custodia de la Real Cárcel de Ponferrada, sita en la calle del Reloj (junto a la torre que le da nombre y frente al convento de las Concepcionistas). Este magnífico edificio, construido entre 1565 y 1572, es actualmente la sede del Museo del Bierzo, y está blasonado con las armas reales, las de la ciudad y las del conde de Toreno (véase la fotografía que ilustra el suelto «La rama familiar de los condes de Toreno», en el Diario de León (6 de agosto de 2012, archivado en 2014 en la Wayback Machine).
    Algún autor confunde el oficio de alcaide de la Real Cárcel de Ponferrada con el de alguacil mayor de la villa, también perpetuo, pero eran distintos. A fines del siglo XVIII el alguacilazgo pertenecía a Joaquín de Samaniego, marqués de Valverde de la Sierra, según refieren el Conde de los Acevedos y Javier Gómez de Olea y Bustinza en su artículo «Los Condes de Torrejón», en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. V (años 1998-1999, pp. 185-268), pp. 239-240.
    Pero tal vez sí era el mismo oficio que la alcaidía de la Real Fortaleza de Ponferrada, enajenada en 1558 al precio de 16.000 ducados en favor del III marqués de Villafranca, quien la renunció en su hermano García de Toledo, virrey de Cataluña. Antonio Jiménez Estrella, «El precio de las almenas: ventas de alcaidías de fortalezas reales en época de los Austrias», en Revista de Historia Moderna n.º 22 (2004, pp. 7-74), pp. 16, 29 y 44, con remisión al AGS, Contaduría del Sueldo, 2.ª serie, leg. 380.
  77. Los abuelos maternos de Bernarda (citados en el texto) tuvieron también por hijo a Francisco Antonio de Quijada Rojas y Quiñones, señor de Inicio, regidor perpetuo de León, caballero de Santiago, que fue II conde de Rebolledo y señor de Irián (en sucesión de su pariente Bernardino de Rebolledo, que murió soltero en 1676) y creado marqués de Inicio en 1690. Casó con Clara de Quiñones Pimentel, señora de Cerredo y Degaña y de la casa de Ponferrada, hija y sucesora de Manuel de los mismos apellidos, pero ella murió al poco tiempo sin prole, pasando esta casa y jurisdicción a su tío Pedro, el padre de Bernarda. El conde (y futuro marqués) volvió a casar con María Leonarda Bernardo de Quirós Benavides y Miranda, señora de Olloniego y de Zalamillas y de la casa de Benavides de Molinaseca, natural de Mayorga, de la que tampoco tuvo descendencia. En la casa de Inicio y Rebolledo sucedió su sobrino Alonso de Quijada Rojas Quiñones y Rebolledo. Véase el estudio de Pantxike Contreras sobre el «Escudo de los Condes de Rebolledo y Marqueses del Inicio en Villaviciosa de la Ribera», en su blog Nuestros Escudos.
  78. Cfr. Alfonso Menéndez González, op. cit., p. 89.
  79. En cuanto a la defunción del V conde discrepan algunas fuentes y otras callan. La causa de esta oscuridad parece haber sido que los últimos años de su vida los pasó retirado de toda presencia pública. La descripción de fondos del Archivo de los Condes de Toreno, en el Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica, estima su fallecimiento en 1796, con un criterio de presencia documental. La «Guía de títulos» en línea de la Diputación de la Grandeza da como fecha el 25 de agosto de 1872 (que es, con errata en el año, la del testamento que hizo 23 años antes de morir; consultada el 23 de febrero de 2021). La indicada en el texto figura en el prólogo de Emilio Marcos Vallaure a la edición facsímil de sus Discursos pronunciados en la Real Sociedad de Oviedo (Oviedo: Biblioteca Popular Asturiana, 1978, ISBN 978-84-600-1247-4). También data su óbito en 1805 Juan Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284.
  80. Para una relación de sus publicaciones véase Constantino Suárez, Escritores y artistas asturianos: Índice bio-bibliográfico (Oviedo: Instituto de Estudios Asturianos, 1936-1959), s.v. «Queipo de Llano y Quiñones, Joaquín José». Según este autor, el naturalista Vernet puso en honor del conde el nombre de Terebratula Torena a una concha fósil.
  81. Se conserva este cuadro en Madrid, en la colección particular de los condes de Toreno, y puede verse en el Museo Virtual de Cangas del Narcea.
  82. Capitulaciones de 1754 que cita Alfonso Menéndez González, op. cit., p. 99.
  83. Fruto del anterior matrimonio de su mujer, Fernando Queipo de Llano tuvo por hijastros a Fernando de Llano y Parreño (Parma,1774-1812), II marqués de Llano, y al mariscal de campo José Agustín de Llano y Parreño (Madrid, 1775-1843), III marqués, alumnos ambos del Real Seminario de Nobles de Madrid, y a los caballeros sanjuanistas Sebastián y Martín de Llano y Parreño, cuyo expediente de pruebas para vestir dicho hábito fue aprobado en 1793 y obra en el AHN bajo la sig. 23.465. Cfr. Juan de la Barreda y Acedo-Rico, Viejas familias de Alcalá de Henares (Madrid: Complutense, 2003), p. 141, y Antonio Pérez de Azagra y Aguirre, Títulos de Castilla e Indias y extranjeros concedidos por nuestros Reyes a vascongados, los que entroncaron con vascos y se dieron a sus descendientes y las descendencias de todos ellos (Vitoria, 1945), p. 210.
    Según Pérez de Azagra (loc. cit.) los maridos de Isabel Parreño fueron tres, pues antes que con los citados en el texto habría casado con Agustín de Valdés y Castro, su deudo. Si hubo realmente tal matrimonio, debió de ser muy prematuro y fugaz (tal vez capitulado pero no rato), pues ella tenía 18 años cuando casó con el futuro marqués de Llano el 12 de junio de 1770.
  84. Para los Parreño, véase Jaime de Salazar y Acha, Estudio histórico sobre una familia extremeña: los Sánchez Arjona (Madrid: RAMHG, 2000), p. 38-39, texto y nota 29.
  85. La suegra de Fernando Queipo de Llano era hija de Juan Isidoro de Arce Zapata y Ayala, caballero de Calatrava, alguacil mayor de La Roda, donde nació en 1695, y de Francisca de Valdés y Fernández de Córdoba, natural de Sevilla, que casaron en Almadén año de 1723; nieta de Juan Victoriano de Arce y Carrasco, natural de La Roda, y de Isabel María de Ayala Ladrón de Guevara, que lo era de Hontanaya, y materna de Diego de Valdés Girón y Araque, señor de la Villa del Cerro, caballero de Santiago, del Consejo de Hacienda, oidor de Sevilla, superintendente de las Reales Minas de Almadén, natural de Pozoamargo, y de Luisa Eusebia de Córdoba Lasso de la Vega y Veintimilla, que lo era de Málaga, de los marqueses del Vado del Maestre. La casa de los Arce de La Roda recayó en los condes de Villaleal y en los de Pinohermoso (después duques). Véanse Antonio Ramos, Descripción genealógica de la casa de Aguayo (Málaga, 1781), pp. 181-183; Luis Vilar y Pascual, Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española, tomo V (Madrid, 1860), pp. 18-19; Rafael M.ª Girón Pascual, «Valdés Girón, Señores del Cerro» y «Arce: rama de La Roda (Albacete)», ambos publicados en la antigua web ABCgenealogía.com y archivados (2020) en la Wayback Machine, así como la la base genealógica Elpicazo.net, también archivada (2016) en la Wayback Machine.
  86. Su expediente de información genealógica obra en el Archivo del Museo Naval bajo la sig. 2723.
  87. Para serlo, hizo ante este cabildo información de limpieza de sangre en 1805. ACO, Pruebas de genealogía, t. 36, n.º 2.
  88. Sobre la casa de Espasantes y el marquesado de Bosque Florido, véanse los artículos de Luis López Pombo «Genealogía de la Casa de Espasantes» y «Títulos nobiliarios relacionados con la provincia de Lugo» en Galiciadigital.com
  89. El I conde de Torre Novaes de Quiroga casó con Carmen Pardo y Valledor, su deuda, que también descendía de los III condes de Toreno. Véase F. de Alós y M.ª D. Duque de Estrada, op. cit., pp. 84 y ss.
  90. a b Acerca de estas célebres hermanas y de su madre, la marquesa de Camarasa, véanse: Joaquín Ezquerra del Bayo y Luis Pérez Bueno, Retratos de mujeres españolas del siglo XIX (Madrid: Junta de Iconografía Nacional, 1924); Concha de Marco, La mujer española del romanticismo, vol. I (León: Everest, 1969); Alfonso de Sandoval, Carolina Coronado y su época (Madrid: Librería General, 1944), p. 81, y los artículos de María Alexandra Feiler en el Diccionario biográfico español (RAH) sobre «Josefa Manuela Tellez-Girón y Pimentel» y sobre «Pilar» y «Joaquina Gayoso de los Cobos y Téllez-Girón».
  91. a b El VII conde de Toreno residió la mayor parte de su vida adulta fuera de su patria, por diversos motivos entre los que destacaron los vaivenes políticos que le llevaron al destierro. Cuatro veces sufrió el exilio, residiendo la mayor parte de estos periodos en París: de 1816 a 1820 y de 1822 a 1832, proscrito por los absolutistas; en 1836-37, proscrito por el gobierno revolucionario de Calatrava y Mendizábal, y desde 1840 hasta su muerte, proscrito por el también liberal Espartero.
  92. Historia del levantamiento, guerra y revolución de España, en 5 volúmenes. En 1835 se publicaron en Madrid los cuatro primeros (libros 1.º a 18.º: I,II, ), reeditándose en París al año siguiente (I), y en 1837 el quinto de nuevo en Madrid (libros 19.º a 24.º) Una reedición completa se tiró en Madrid en 1839 (facsimilar en Valladolid: Maxtor, 2008). Y en 1848 Nicasio Gallego dio a la prensa en cuatro volúmenes la «segunda edición, adicionada y corregida por su autor» que había fallecido cinco años antes, y precedida de su biografía (I,). Después ha tenido numerosas ediciones, entre otras las siguientes:
  93. Carlos de Odriozola y Rico-Avello, op. cit., p. 155.
  94. María Alexandra Feiler. «Josefa Manuela Tellez-Girón y Pimentel», en el Diccionario biográfico español (Real Academia de la Historia).
  95. Guía oficial de España 1889, pp. 70, 150, 541, 729, 737, 739 y 809.
  96. Cesó en el cargo de director general de Correos al ser nombrado gobernador civil de Madrid por real decreto de la Regente dado en San Sebastián a 14 de julio de 1900 y publicado en la Gaceta del 16 (a. 1900, t. III, n.º 197), p. 231.
  97. No se debe confundir a esta hija del IX conde de Toreno con su homónima y coetánea Rosario Queipo de Llano y Sierra, hermana del teniente general Gonzalo Queipo de Llano. Estos Queipos eran parientes bastante lejanos de los Toreno, descendientes de la línea de los señores de Pobladura (de la que también provinieron los marqueses de Castro Serna). El general era de ideas republicanas y conspiró para destronar a Alfonso XIII. Llegada la República, fue jefe del Cuarto Militar del presidente Alcalá Zamora, y se convirtió en su consuegro. Pero en julio de 1936 se alzó contra el régimen, encabezando con éxito el Alzamiento en Sevilla. Dos meses después, su hermana Rosario fue detenida en Madrid por las Milicias Populares de García Atadell, quien respetó su vida con intención de canjearla por otros presos, y más tarde adujo en descargo de sus crímenes el buen trato dispensado a esta señora. Cfr. César Alcalá, Las checas del terror (Madrid: Libroslibres, 2007), p. 82.
  98. Decreto de la Jefatura del Estado de 28 de noviembre de 1952 por el que se convalida la sucesión concedida por la Diputación de la Grandeza del título de Conde de Toreno, con Grandeza de España de primera clase, a favor de don Francisco de Borja Queipo de Llano y Alvarez de Bohórquez [sic], vacante por fallecimiento de su padre, don Álvaro Queipo de Llano y Fernández de Córdova. Publicado en el BOE n.º 344, de 9 de diciembre de 1952, p. 5968.
  99. Su esquela, publicada en el ABC del 14 septiembre de 2020, puede verse en Esquelasenprensa.com.
  100. De este matrimonio nacieron dos hijos: 1) Aldara Fernández de Córdova y Queipo de Llano, que casó con Jaime Loring y Martínez de Irujo, de los condes de Mieres. Padres de a) Jaime Loring y Fernández de Córdova, casado don María Luisa Príes y López de Sa, primogénita de los condes de Príes. Hijos: Jaime y Adolfo Loring y López de Sa. b) María Loring y Fernández de Córdova, mujer de Álvaro Salamanca García. Padres de Cayetana Salamanca y Loring. Y c) José María Loring y Fernández de Córdova, casado con Lucía Balaca González, de la que tiene a José María Loring Balaca. Y 2) Álvaro Fernández de Córdova y Queipo de Llano, marido de Verónica Allende y Milans del Bosch y padre de Álvaro y Asís Fernández de Córdova y Allende.
  101. Sucedió en este título a su padre por Carta del 29 de mayo de 1959.
  102. «Murió el jinete de hípica Queipo de Llano». El País. 13 de julio de 1979. Consultado el 15 de febrero de 2018. 
  103. «El jinete olímpico Queipo de Llano, entre las víctimas». ABC. 13 de julio de 1979. Consultado el 15 de febrero de 2018. 
  104. «Enlace Queipo de Llano - Álvarez de Toledo». ABC. 25 de marzo de 1956. Consultado el 15 de febrero de 2018. 
  105. Orden del Ministerio de Justicia, de 2 de agosto de 1958, por la que se manda expedir Carta de Sucesión en el título de Conde de Toreno, con Grandeza de España, a favor de don Francisco Queipo de Llano y Acuña, por fallecimiento de su padre, don Francisco de Borja Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques. Publicada en el BOE n.º 199, de 20 de agosto de 1958, p. 7459.
  106. Decreto de la Jefatura del Estado 3317/1969, de 19 de diciembre, por el que se nombra Presidente de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española a don Francisco Queipo de Llano y Acuña, Conde de Toreno. Publicado en el BOE n.º 9, de 10 de enero de 1970, p. 398.
  107. Su esquela, en el ABC del 26 de febrero de 2002, p. 79.
  108. Gacetilla en el ABC del 7 de junio de 1988, p. 47.
  109. Orden JUS/1875/2003, de 13 de junio, por la que se manda expedir, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión en el título de Conde de Toreno, con Grandeza de España, a favor de don Francisco de Borja Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio, por fallecimiento de su padre, don Francisco Queipo de Llano y Acuña. Publicada en el BOE n.º 161, de 7 de julio de 2003, p. 26324, § 13595.
  110. Ofició esta boda el cardenal Bueno Monreal. Gacetilla en el ABC de Sevilla del 12 de julio de 1960, p. 24.

Bibliografía y enlaces externos

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