Las primeras elecciones generales del Reino de Italia se realizaron entre el 27 de enero y 3 de febrero de 1861, en plena unificación italiana. El parlamento electo se reunió en Turín el 4 de marzo de ese mismo año y proclamó la unificación de la península bajo la Casa de Saboya, constituyendo estos comicios los primeros de Italia como país.[1]
El sistema electoral utilizado fue el que tenía hasta el momento el Reino de Cerdeña, en el cual solamente se permitía votar a los varones alfabetizados mayores de veinticinco que pudieran pagar un impuesto determinado para presentar sufragio.[1] Los candidatos fueron elegidos en circunscripciones uninominales, con una segunda vuelta en caso de que ningún candidato alcanzara más del 50% de los votos, o no participara más del 50% del electorado registrado.[2] El PapaPío IX llamó a los católicos de Italia a boicotear las elecciones en protesta por los intentos del gobierno italiano de anexar los Estados Pontificios, lo que se tradujo en una participación de apenas el 57% del electorado habilitado para votar.[2]
Sólo 418.696 hombres de una población total de alrededor de 22 millones de personas tenían derecho a voto.[3] Los candidatos de derecha emergieron como el mayor bloque en el Parlamento, con alrededor del 43% de los 443 escaños.[4] Estos eran en su mayoría aristócratas que representan a los rentistas del norte del país, y mantenían puntos de vista políticos moderados incluyendo la lealtad a la corona y bajo gasto público.[5] Camillo Benso fue nombrado presidente del Consejo de Ministros y, por lo tanto, primer jefe de gobierno del estado italiano.