Ejemplo: Aquella mentira fue un ardid para lograr su propósito.
Ejemplo:
Por cierto, también en las batallas se hace patente muchas veces que uno podría escapar a la muerte deponiendo las armas y volviéndose a suplicar a los perseguidores. Hay también muchos otros ardides para evitar la muerte en cada una de las diferentes situaciones de peligro, si se tiene la osadía de hacer y decir cualquier cosa.Platón. Apología de Sócrates (399 A.C.). Páginas 98 y 99. Editorial: Universitaria. 9.ª ed, Chile, 2015. ISBN: 9789561120785. OBS.: trad. Alejandro G. Vigo