La ficción televisiva contemporánea propone nuevas formas de construcción narrativa donde la comp... more La ficción televisiva contemporánea propone nuevas formas de construcción narrativa donde la complejidad de las estructuras temporales se ha vuelto un factor clave, principalmente en series dramáticas anglosajonas.
Asumiendo esta posición, nos proponemos analizar la serie American Horror Story (Bryan Murphy-Rad Falchuk, FX:2011) como caso específico de una narración seriada donde la temporalidad propone una disposición dislocada.
La complejidad en la construcción del tiempo será abordada desde el concepto de time out of joint de Derrida, debido a la complejidad temporal que este concepto implica, proponiendo la convivencia de temporalidades pasadas o elementos de estas en un presente que se configura a partir de ello o que al menos se ve seriamente afectado, con el acervo de que no exista una mayor explicación para esta bifurcación que el carácter fantasmagórico o espectral de aquello que sobrevive o permanece de dimensiones temporales previas. Por otro lado, un punto de análisis fundamental tiene que ver con la forma en que se materializan, de modo intradiegético, cada una de las temporalidades del relato. Observamos que en él se establece una convivencia de todas las dimensiones temporales, cada una vehiculizada por uno o varios personajes representativos de la misma; a lo que se añade el despliegue de una focalización narrativa que posibilita, a partir de los mismos sujetos, la rememoración de los sucesos acontecidos en cada línea temporal y su yuxtaposición.
Simultáneamente y estrechamente vinculada a esta construcción de la temporalidad en AHS, sucede algo igualmente “enrarecido” con la causalidad del relato. Si bien percibimos una secuencia de causa-efecto respecto a la inmediatez de los acontecimientos de la estructura narrativa, no es posible determinar una causa originaria para lo que sucede a nivel sobrenatural. La serie propone un argumento concreto respecto a las acciones propias de la temporalidad presente y con los personajes que aparecen vivos, pero no sucede lo mismo con la naturaleza espectral de aquellos que fallecen y vuelven a la casa. No se establece una explicación clara de esta condición, extremadamente relevante, de la diégesis: las personas que fallecen en el lugar retornan desde lo espectral, y no pueden salir de ese espacio. Y es justamente a partir de esta condición que se genera el entramado dislocado de temporalidades que complejiza el relato.
La ausencia “intencional” de esta información, dado que es parte de una estrategia del discurso ficcional, será reflexionada a partir del concepto de picnolepsia de Paul Virilo. Este habla de una ausencia frecuente, de una falta de conciencia de lo que sucede ante los ojos, tal y como pasa durante la infancia son lapsos donde se suspende la continuidad lógica de nuestro estado de conciencia, pero sin advertirlo por lo que no genera una molestia. Aplicada al relato audiovisual, la picnolepsia hace referencia a las elipsis temporales o ausencias de fragmentos o causas que en defintiva no resultan extrañas gracias a la capacidad del espectador para establecer conexiones lógicas entre lo que sí puede ver.
La ausencia de una causa originaria para la existencia de una temporalidad fuera de quicio pone en evidencia una manipulación de la causalidad, estableciendo una diégesis con ciertas reglas comprensibles para el espectador pero obviando mayores explicaciones o argumentos en cuanto a la naturaleza espectral que se circunscribe al espacio único de la casa. A partir de esto es que percibimos una estructura temporal arbitraria con la única finalidad aparente de complejizar el relato audiovisual y permitiendo mantener un grado constante de suspense. Como consecuencia se atrae a la audiencia con golpes de efecto discontinuos y una gran diversidad de tramas y personajes, lo cual colabora con una tensión dramática siempre increscendo.
La ficción televisiva contemporánea propone nuevas formas de construcción narrativa donde la comp... more La ficción televisiva contemporánea propone nuevas formas de construcción narrativa donde la complejidad de las estructuras temporales se ha vuelto un factor clave, principalmente en series dramáticas anglosajonas.
Asumiendo esta posición, nos proponemos analizar la serie American Horror Story (Bryan Murphy-Rad Falchuk, FX:2011) como caso específico de una narración seriada donde la temporalidad propone una disposición dislocada.
La complejidad en la construcción del tiempo será abordada desde el concepto de time out of joint de Derrida, debido a la complejidad temporal que este concepto implica, proponiendo la convivencia de temporalidades pasadas o elementos de estas en un presente que se configura a partir de ello o que al menos se ve seriamente afectado, con el acervo de que no exista una mayor explicación para esta bifurcación que el carácter fantasmagórico o espectral de aquello que sobrevive o permanece de dimensiones temporales previas. Por otro lado, un punto de análisis fundamental tiene que ver con la forma en que se materializan, de modo intradiegético, cada una de las temporalidades del relato. Observamos que en él se establece una convivencia de todas las dimensiones temporales, cada una vehiculizada por uno o varios personajes representativos de la misma; a lo que se añade el despliegue de una focalización narrativa que posibilita, a partir de los mismos sujetos, la rememoración de los sucesos acontecidos en cada línea temporal y su yuxtaposición.
Simultáneamente y estrechamente vinculada a esta construcción de la temporalidad en AHS, sucede algo igualmente “enrarecido” con la causalidad del relato. Si bien percibimos una secuencia de causa-efecto respecto a la inmediatez de los acontecimientos de la estructura narrativa, no es posible determinar una causa originaria para lo que sucede a nivel sobrenatural. La serie propone un argumento concreto respecto a las acciones propias de la temporalidad presente y con los personajes que aparecen vivos, pero no sucede lo mismo con la naturaleza espectral de aquellos que fallecen y vuelven a la casa. No se establece una explicación clara de esta condición, extremadamente relevante, de la diégesis: las personas que fallecen en el lugar retornan desde lo espectral, y no pueden salir de ese espacio. Y es justamente a partir de esta condición que se genera el entramado dislocado de temporalidades que complejiza el relato.
La ausencia “intencional” de esta información, dado que es parte de una estrategia del discurso ficcional, será reflexionada a partir del concepto de picnolepsia de Paul Virilo. Este habla de una ausencia frecuente, de una falta de conciencia de lo que sucede ante los ojos, tal y como pasa durante la infancia son lapsos donde se suspende la continuidad lógica de nuestro estado de conciencia, pero sin advertirlo por lo que no genera una molestia. Aplicada al relato audiovisual, la picnolepsia hace referencia a las elipsis temporales o ausencias de fragmentos o causas que en defintiva no resultan extrañas gracias a la capacidad del espectador para establecer conexiones lógicas entre lo que sí puede ver.
La ausencia de una causa originaria para la existencia de una temporalidad fuera de quicio pone en evidencia una manipulación de la causalidad, estableciendo una diégesis con ciertas reglas comprensibles para el espectador pero obviando mayores explicaciones o argumentos en cuanto a la naturaleza espectral que se circunscribe al espacio único de la casa. A partir de esto es que percibimos una estructura temporal arbitraria con la única finalidad aparente de complejizar el relato audiovisual y permitiendo mantener un grado constante de suspense. Como consecuencia se atrae a la audiencia con golpes de efecto discontinuos y una gran diversidad de tramas y personajes, lo cual colabora con una tensión dramática siempre increscendo.
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Asumiendo esta posición, nos proponemos analizar la serie American Horror Story (Bryan Murphy-Rad Falchuk, FX:2011) como caso específico de una narración seriada donde la temporalidad propone una disposición dislocada.
La complejidad en la construcción del tiempo será abordada desde el concepto de time out of joint de Derrida, debido a la complejidad temporal que este concepto implica, proponiendo la convivencia de temporalidades pasadas o elementos de estas en un presente que se configura a partir de ello o que al menos se ve seriamente afectado, con el acervo de que no exista una mayor explicación para esta bifurcación que el carácter fantasmagórico o espectral de aquello que sobrevive o permanece de dimensiones temporales previas. Por otro lado, un punto de análisis fundamental tiene que ver con la forma en que se materializan, de modo intradiegético, cada una de las temporalidades del relato. Observamos que en él se establece una convivencia de todas las dimensiones temporales, cada una vehiculizada por uno o varios personajes representativos de la misma; a lo que se añade el despliegue de una focalización narrativa que posibilita, a partir de los mismos sujetos, la rememoración de los sucesos acontecidos en cada línea temporal y su yuxtaposición.
Simultáneamente y estrechamente vinculada a esta construcción de la temporalidad en AHS, sucede algo igualmente “enrarecido” con la causalidad del relato. Si bien percibimos una secuencia de causa-efecto respecto a la inmediatez de los acontecimientos de la estructura narrativa, no es posible determinar una causa originaria para lo que sucede a nivel sobrenatural. La serie propone un argumento concreto respecto a las acciones propias de la temporalidad presente y con los personajes que aparecen vivos, pero no sucede lo mismo con la naturaleza espectral de aquellos que fallecen y vuelven a la casa. No se establece una explicación clara de esta condición, extremadamente relevante, de la diégesis: las personas que fallecen en el lugar retornan desde lo espectral, y no pueden salir de ese espacio. Y es justamente a partir de esta condición que se genera el entramado dislocado de temporalidades que complejiza el relato.
La ausencia “intencional” de esta información, dado que es parte de una estrategia del discurso ficcional, será reflexionada a partir del concepto de picnolepsia de Paul Virilo. Este habla de una ausencia frecuente, de una falta de conciencia de lo que sucede ante los ojos, tal y como pasa durante la infancia son lapsos donde se suspende la continuidad lógica de nuestro estado de conciencia, pero sin advertirlo por lo que no genera una molestia. Aplicada al relato audiovisual, la picnolepsia hace referencia a las elipsis temporales o ausencias de fragmentos o causas que en defintiva no resultan extrañas gracias a la capacidad del espectador para establecer conexiones lógicas entre lo que sí puede ver.
La ausencia de una causa originaria para la existencia de una temporalidad fuera de quicio pone en evidencia una manipulación de la causalidad, estableciendo una diégesis con ciertas reglas comprensibles para el espectador pero obviando mayores explicaciones o argumentos en cuanto a la naturaleza espectral que se circunscribe al espacio único de la casa. A partir de esto es que percibimos una estructura temporal arbitraria con la única finalidad aparente de complejizar el relato audiovisual y permitiendo mantener un grado constante de suspense. Como consecuencia se atrae a la audiencia con golpes de efecto discontinuos y una gran diversidad de tramas y personajes, lo cual colabora con una tensión dramática siempre increscendo.
Asumiendo esta posición, nos proponemos analizar la serie American Horror Story (Bryan Murphy-Rad Falchuk, FX:2011) como caso específico de una narración seriada donde la temporalidad propone una disposición dislocada.
La complejidad en la construcción del tiempo será abordada desde el concepto de time out of joint de Derrida, debido a la complejidad temporal que este concepto implica, proponiendo la convivencia de temporalidades pasadas o elementos de estas en un presente que se configura a partir de ello o que al menos se ve seriamente afectado, con el acervo de que no exista una mayor explicación para esta bifurcación que el carácter fantasmagórico o espectral de aquello que sobrevive o permanece de dimensiones temporales previas. Por otro lado, un punto de análisis fundamental tiene que ver con la forma en que se materializan, de modo intradiegético, cada una de las temporalidades del relato. Observamos que en él se establece una convivencia de todas las dimensiones temporales, cada una vehiculizada por uno o varios personajes representativos de la misma; a lo que se añade el despliegue de una focalización narrativa que posibilita, a partir de los mismos sujetos, la rememoración de los sucesos acontecidos en cada línea temporal y su yuxtaposición.
Simultáneamente y estrechamente vinculada a esta construcción de la temporalidad en AHS, sucede algo igualmente “enrarecido” con la causalidad del relato. Si bien percibimos una secuencia de causa-efecto respecto a la inmediatez de los acontecimientos de la estructura narrativa, no es posible determinar una causa originaria para lo que sucede a nivel sobrenatural. La serie propone un argumento concreto respecto a las acciones propias de la temporalidad presente y con los personajes que aparecen vivos, pero no sucede lo mismo con la naturaleza espectral de aquellos que fallecen y vuelven a la casa. No se establece una explicación clara de esta condición, extremadamente relevante, de la diégesis: las personas que fallecen en el lugar retornan desde lo espectral, y no pueden salir de ese espacio. Y es justamente a partir de esta condición que se genera el entramado dislocado de temporalidades que complejiza el relato.
La ausencia “intencional” de esta información, dado que es parte de una estrategia del discurso ficcional, será reflexionada a partir del concepto de picnolepsia de Paul Virilo. Este habla de una ausencia frecuente, de una falta de conciencia de lo que sucede ante los ojos, tal y como pasa durante la infancia son lapsos donde se suspende la continuidad lógica de nuestro estado de conciencia, pero sin advertirlo por lo que no genera una molestia. Aplicada al relato audiovisual, la picnolepsia hace referencia a las elipsis temporales o ausencias de fragmentos o causas que en defintiva no resultan extrañas gracias a la capacidad del espectador para establecer conexiones lógicas entre lo que sí puede ver.
La ausencia de una causa originaria para la existencia de una temporalidad fuera de quicio pone en evidencia una manipulación de la causalidad, estableciendo una diégesis con ciertas reglas comprensibles para el espectador pero obviando mayores explicaciones o argumentos en cuanto a la naturaleza espectral que se circunscribe al espacio único de la casa. A partir de esto es que percibimos una estructura temporal arbitraria con la única finalidad aparente de complejizar el relato audiovisual y permitiendo mantener un grado constante de suspense. Como consecuencia se atrae a la audiencia con golpes de efecto discontinuos y una gran diversidad de tramas y personajes, lo cual colabora con una tensión dramática siempre increscendo.