Javier García Benítez

espanolLos «Estudiantes de la Porteria» del Monasterio de San Jeronimo de Granada se sustentaban con la sobras de las mesas de los monjes, cuando estos terminaban de comer. Sus normas de funcionamiento, recogidas en las Actas Capitulares, se mantuvieron vigentes en algunos colegios, durante los anos 40 y 60 del siglo XX. EnglishThe «Estudiantes de la Porteria» («Students of the Gatehouse») of the Monastery of San Jeronimo in Granada were maintained by the remaining leftovers on the monks’ tables. Their operatives rules, which are enclosed within the Chapter Records, were still in force in some schools from the 40s to the 60s of the 20th century.

Cuando el investigador se adentra en el tema de las mujeres nobles o pertenecientes a las élites u oligarquías suele ir aparejado a la escasez, principalmente por su poca presencia en las fuentes primarias. Uno de los archivos que puede arrojar más luz sobre esta temática es el de protocolos notariales, a través de documentos como los contratos matrimoniales, testamentos o las cartas de dote, los cuales pueden aportar información valiosa para un mayor conocimiento de estas mujeres integrantes de las élites. En relación al estudio e investigación de las mujeres durante la época moderna se debe resaltar la reflexión de la historiadora Elisa García Prieto: “Aunque la existencia de las mujeres se construyó en relación con los hombres que formaron parte de su vida (padres, hermanos, maridos e hijos), lo cierto es que fallaríamos si la limitáramos a esto. Parece que las fuentes nos obligan a seguir contemplando esa peculiar visión de la vida femenina, y sin embargo, la historia de las mujeres llevan décadas demostrando que ellas, como sujetos históricos, son fundamentales para entender el devenir de cualquier nación” (García, 2018, p. 25)

En 1585, el conde de Villardompardo fue designado virrey del Perú, alcanzando el cenit de su carrera tras el ejercicio de diversos puestos en la estructura política-administrativa de la Monarquía Hispánica de Felipe II. Durante un lustro como vicesoberano, entre sus distintas acciones de gobierno, destacó la gestión de la defensa de las costas del virreinato ante la amenaza de ataques de corsarios ingleses, algunos de los cuales se habían perpetrado sobre la ciudad de Buenos Aires en el océano Atlántico, disponiéndose a cruzar el Estrecho de Magallanes, constituyendo un serio peligro para los puertos y ciudades peruanas de los Mares del Sur como Guayaquil, Callao, Quito o Lima.

espanolEl linaje de los Torres y Portugal, titulares del senorio de Villardompardo en Jaen, experimento un fulgurante ascenso en la segunda mitad del siglo XVI, coincidiendo con la sucesion de Felipe II al frente de la Monarquia Hispanica. Este trabajo pretende contribuir al conocimiento de los mecanismos que hicieron posible la movilidad politico-social ascendente de esta Casa desde el ambito local jiennense hasta las mas altas esferas del entramado administrativo imperial hispanico como fue la designacion en el cargo de virrey del Peru de uno de sus miembros, Fernando de Torres y Portugal. La elevacion de su estatus tuvo dos consecuencias conectadas entre si: por una parte, aupo a esta estirpe a la cabeza del estamento nobiliario de la ciudad de Jaen, y por otro, de manera paralela, le granjeo la enemistad de una parte muy importante de la nobleza jiennense traducida en continuos enfrentamientos plasmados en numerosos pleitos. EnglishThe lineage of Torres and Portugal, holders of ...

En este estudio destaco la figura de Melchiora de Santa Cruz Bocanegra, una mujer correspondiente a la oligarquía granadina en el tránsito de los siglos XVI al
XVII. Se trata de un ejemplo notable ya que, de orígenes judeoconversos, consiguió
entroncar con la nobleza titulada del Reino de Granada, como fue la Casa de
Herrasti, señores de Domingo Pérez. Este ascenso fue debido a la importante base
económica de la que disponía Melchiora. Aunque no fue su único casamiento,
ya que contrajo matrimonio hasta en tres ocasiones, siempre con las élites de la
ciudad.

El linaje de los Torres y Portugal, titulares del señorío de Villardompardo en Jaén, experimentó un fulgurante ascenso en la segunda mitad del siglo XVI, coincidiendo con la sucesión de Felipe II al frente de la Monarquía Hispánica. Este trabajo pretende contribuir al conocimiento de los mecanismos que hicieron posible la movilidad político-social ascendente de esta Casa desde el ámbito local jiennense hasta las más altas esferas del entramado administrativo imperial hispánico como fue la designación en el cargo de virrey del Perú de uno de sus miembros, Fernando de Torres y Portugal. La elevación de su estatus tuvo dos consecuencias conectadas entre sí: por una parte, aupó a esta estirpe a la cabeza del estamento nobiliario de la ciudad de Jaén, y por otro, de manera paralela, le granjeó la enemistad de una parte muy importante de la nobleza jiennense traducida en continuos enfrentamientos plasmados en numerosos pleitos