La ciencia del Renacimiento sostuvo un principio fundamental: establecer una correspondencia perf... more La ciencia del Renacimiento sostuvo un principio fundamental: establecer una correspondencia perfecta entre la mente humana y la realidad por medio de los conocimientos matemáticos. Leonardo hizo suya esta causa. A tal efecto centró toda su especulación científi ca en la Naturaleza como objeto de estudio y en la búsqueda de sus claves como reto personal. A su juicio, la aplicación de la razón, suprema facultad de la mente humana, permite conocer los principios universales que rigen el universo. Dos de ellos, la necesidad y la proporción, llamaron poderosamente su atención. De la primera opinaba lo siguiente: La Necesidad es maestra y guía de la Naturaleza. Londres, Victoria and Albert Museum. Codex Forster III, f. 43v. Leonardo entendía bajo el término de «necesidad» un principio en vir-tud del cual la forma de todos los elementos que integran el universo se acomoda perfectamente a la función que dicho componente desempeña en la naturaleza sin insufi ciencia ni redundancia. Dicho principio determina que para alcanzar un fi n dado, siempre se preferirá el diseño más simple. En con-secuencia, este mismo fundamento deberá ser aplicado por la persona que idea objetos artifi ciales. Al hilo de esta postura intelectual resulta evidente el signifi cado de la siguiente admonición suya: ¡Oh investigadores de cosas! No presumáis de conocer las cosas que la propia Naturaleza manifi esta de manera ordinaria, sino alegraos de co-nocer el fi n de aquellas cosas que son ideadas en vuestras mentes. París, Bibliothèque de l'Institut de France. Codex G, f. 47r. A juicio de Leonardo, la clave estructural del principio de necesidad residía en la geometría, de ahí la admiración del imaginativo maestro por esta rama de
1. «Fratelli tutti»[1], escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las ... more 1. «Fratelli tutti»[1], escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. De esos consejos quiero destacar uno donde invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio. Allí declara feliz a quien ame al otro «tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está junto a él»[2]. Con estas pocas y sencillas palabras expresó lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite. 2. Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegría, que me inspiró a escribir la encíclica Laudato si', vuelve a motivarme para dedicar esta nueva encíclica a la fraternidad y a la amistad social. Porque san Francisco, que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, se sabía todavía más unido a los que eran de su propia carne. Sembró paz por todas partes y caminó cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos, de los descartados, de los últimos. Sin fronteras 3. Hay un episodio de su vida que nos muestra su corazón sin confines, capaz de ir más allá de las distancias de procedencia, nacionalidad, color o religión. Es su visita al Sultán Malik-el-Kamil, en Egipto, que significó para él un gran esfuerzo debido a su pobreza, a los pocos recursos que tenía, a la distancia y a las diferencias de idioma, cultura y religión. Este viaje, en aquel momento histórico marcado por las cruzadas, mostraba aún más la grandeza del amor tan amplio que quería vivir, deseoso de abrazar a todos. La fidelidad a su Señor era proporcional a su amor a los
INTRODUCCIÓN 1. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 ... more INTRODUCCIÓN 1. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: « Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él ». Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes palabras: « Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna » (cf. 3, 16). La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compendian el núcleo de su existencia: « Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas » (6, 4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este
INTRODUCCIÓN 1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida ter... more INTRODUCCIÓN 1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor-«caritas»-es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta. Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32). Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta «goza con la verdad» (1 Co 13,6). Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano. Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. En Cristo, la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a
Introducción El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los ... more Introducción El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los cuidados (sustento, manutención), la disciplina y la instrucción, juntamente con la educación1. Según esto, el hombre es niño pequeño, educando y estudiante. Tan pronto como los animales sienten sus fuerzas, las emplean regularmente, de modo que no les sean perjudiciales. Es admirable, por ejemplo, ver las golondrinas pequeñas, que, apenas salidas del huevo y ciegas aún, saben, sin embargo, hacer que sus excrementos caigan fuera del nido. Los animales, pues, no necesitan cuidado alguno; a lo sumo, envoltura, calor y guía, una cierta protección. Sin duda, la mayor parte necesitan que se les alimente, pero ningún otro cuidado. Se entiende por cuidado (Wartung), las precauciones de los padres para que los niños no hagan un uso perjudicial de sus fuerzas. Si un animal, por ejemplo, gritara al nacer, como hacen los niños, sería infaliblemente presa de los lobos y otros animales salvajes, atraídos por sus gritos. La disciplina convierte la animalidad en humanidad. Un animal lo es ya todo por su instinto; una razón extraña le ha provisto de todo. Pero el hombre necesita una razón propia; no tiene ningún instinto, y ha de construirse él mismo el plan de su conducta. Pero como no está en disposición de hacérselo inmediatamente, sino que viene inculto al mundo, se lo tienen que construir los demás. El género humano debe sacar poco o poco de sí mismo, por su propio esfuerzo, todas las disposiciones naturales de la humanidad. Una generación educa a la otra. El estado primitivo puede imaginarse en la incultura o en un grado de perfecta civilización. Aun admitiendo este último como anterior y primitivo, el hombre ha tenido que volverse salvaje y caer en la barbarie. La disciplina impide que el hombre, llevado por sus impulsos animales, se aparte de su destino, de la humanidad. Tiene que sujetarle, por ejemplo, para que no se encamine, salvaje y aturdido, a los peligros. Así, pues, la disciplina es meramente negativa, esto es,
1 Había un hombre en la tierra de Utz [1 ] cuyo nombre era Iyov [odiado]. Este hombre era veraz, ... more 1 Había un hombre en la tierra de Utz [1 ] cuyo nombre era Iyov [odiado]. Este hombre era veraz, sin culpa y era recto y piadoso; él temía a Elohim y evitaba el mal. 2 Siete hijos y tres hijas le fueron nacidos a él. 3 El poseía 7,000 ove jas, 3,000 camellos, 300 pares de bueyes y 500 asnas, como también gran número de sirvientes; así que él era el hombre más rico en el este. [Sal 127: 3-5; Pr 10:22] 4 Era la costumbre de sus hijos dar banquetes, cada uno en su día fijado [2] en su propia casa; y ellos invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos. 5 Después de un ciclo de banquetes, Iyov los mandaba a llamar para que vinieran y los hacía kadash; luego él se levantaba temprano en la mañana y ofrecía ofrendas quemadas por cada uno de ellos, porque Iyov decía: "Mis hijos pueden haber pecado y blasfemado a Elohim en sus pensamientos." Esto es lo que Iyov hacía todas las veces. [3] 6 Sucedió un día que los hijos de Elohim [Ge 6:2] vinieron a servir a YAHWEH, y entre ellos vino el adversario [ 4 ] [Hebreo: ha satán]. [ 5 ] 7 YAHWEH preguntó al adversario: "¿De dónde vienes?" El adversario respondió a YAHWEH: "De recorrer la tierra, errando aquí y allá." [6] 8 YAHWEH le preguntó al adversario: "¿Viste a mi siervo Iyov, que no hay nadie como él en la tierra, un hombre veraz, sin culpa y recto y piadoso que teme a Elohim y evita el mal?" [Sal 84:11; Lu 22:31; 2T 2:19] 9 El adversario respondió a YAHWEH: "¿Es por nada que Iyov teme a Elohim? 10 Tú has puesto un 1 La ubicación de la tierra de Utz es incierta. Solo sabemos que Utz tenía muchos pastizales y campos de cultivo (1.3), que estaba localizada cerca de un desierto (1.19), y estaba lo suficientemente cerca de los Sabeos y de los Caldeos como para ser atacada (1.14-17). Además de en Job, se menciona a Utz en Je 25.19, 20. La mayoría de los eruditos piensan que Utz estaba localizada al este del río Jordán, cerca de Ke naan (Eretz Yisra'el), aquellos a quienes YAHWEH se les había revelado antes. 2 Esta es una expresión que demuestra que era en los cumpleaños y no en las Festividades de YAHWEH. En la cultura Hebrea se celebra el día de la muerte en vez del día de nacimiento. Los cumpleaños son celebraciones altamente paganas, las cuales debemos pasar por alto sin siquiera mencionarlo. Obviamente ellos los celebraban igual que se celebra el día de hoy, con borracheras a todo tren. 3 Job vivió durante los días de los patriarcas (Avraham, Yitzjak, Ya'akov) antes de que YAHWEH diera Su Toráh o designara a los kohanim como líderes religiosos. Durante los días de Job, el padre de familia era el kohen. Debido a que no había kohanim que lo instruyeran en la Toráh de YAHWEH, Job actuaba como el kohen y ofrecía sacrificios a Elohim para pedir perdón por los pecados que él y su familia habían cometido. Esto significa que Job no se consideraba a sí mismo como alguien que no pecaba. Job hacía esto por convicción y por amor a YAHWEH y no sólo porque era su obligación como cabeza del hogar. 4 ha satán Strong #7854: Un oponente o el oponente; el que odia; el acusador; el adversario, el enemigo; aquel que resiste, obstruye y limita todo lo bueno. Viene de un verbo que significa «oponerse» o «resistir». Como sustantivo, puede describir a cualquier «oponente» (2 S 19.21, 22). Pero, cuando la forma ha satán (el adversario) aparece, se traduce usualmente satanás, no a título de nombre, sino como una acertada descripción de su carácter de odioso enemigo, ya que ha satán es el odiador, el que se opone a YAHWEH, que es amor (1Jn 3.10-15; 4.7, 8). La humanidad no fue testigo del principio de ha satán, pero por designio Divino lo será de su final, un final de eterno tormento y humillación (Is 14.12-20; Ez 28.16-19; Re 20.10). 5 La Escritura habla de otros concilios celestiales en donde los malajim planean sus actividades en la tierra y donde se requiere que los malajim den cuenta de sus acciones (1R 22.19-23). Debido a que YAHWEH es el Creador de todos los malajim, tanto de los Kadoshim como de los caídos o demonios, tiene el Poder y la autoridad total sobre ellos, y nada pueden ellos hacer si la aprobación de YAHWEH. [Zc 3:1; 1Cr 21:1; Sal 109:6; 2C 11:14; Re 12:9 ] 6 El adversario es el significado de ha satán y no es un nombre propio, cuando la "iglesia" lo escribe siempre con mayúscula, lo están engrandeciendo y dándole preeminencia; era originalmente un malaj de YAHWEH, sin embargo, su propia soberbia lo corrompió. Ha sido perverso desde su rebelión en contra de YAHWEH (1J 3.8); ha satán considera a YAHWEH como su enemigo. Trata de obstaculizar la obra de YAHWEH en la gente, pero está limitado por el poder de YAHWEH y sólo puede hacer lo que le es permitido (Lu 22.31, 32; 1T 1.19, 20; 2T 2.23-26). A ha satán se le llama el acusador porque busca activamente a las personas para atacarlas con la tentación (1P 5.8, 9) y porque quiere hacer que la gente odie a YAHWEH. Esto lo lleva a cabo por medio de mentiras y engaños (Ge 3.1-6). Job, un hombre justo e irreprochable que había sido grandemente bendecido, era el blanco perfecto para ha satán.
José Ortega y Gasset "Verdad y perspectiva" El prospecto de El Espectador me ha valido numerosas ... more José Ortega y Gasset "Verdad y perspectiva" El prospecto de El Espectador me ha valido numerosas cartas llenas de afecto, de interés, de curiosidad. Una de ellas concluye: "Pero siento que se dedique usted exclusivamente a ser espectador". Me urge tranquilizar a este amigo lejano, y para ello tengo que indicar algo de lo que yo pienso bajo el título de El Espectador. La integridad de los pensamientos tras esa palabra emboscados sólo puede desenvolverse en la vida misma de la obra. Vuelva a la tranquilidad este lejano amigo que me escribe, y para el cual-¡gracias le sean dadas!-no es por completo indiferente lo que yo haga o deje de hacer: la vida española nos obliga, queramos o no, a la acción política. El inmediato porvenir, tiempo de sociales hervores, nos forzará a ella con mayor violencia. Precisamente por eso yo necesito acotar una parte de mí mismo para la contemplación. Y esto que me acontece, acontece a todos. Desde hace medio siglo, en España y fuera de España, la política-es decir, la supeditación de la teoría a la utilidad-ha invadido por completo el espíritu. La expresión extrema de ello puede hallarse en esa filosofía pragmatista que descubre la esencia de la verdad, de lo teórico por excelencia, en lo práctico, en lo útil. De tal suerte, queda reducido el pensamiento a la operación de buscar buenos medíos para los fines, sin preocuparse de éstos. He ahí la política: pensar utilitario. La pasada centuria se ha afanado harto exclusivamente en allegar instrumentos: ha sido una cultura de medios. La guerra ha sorprendido al europeo sin nociones claras sobre las cuestiones últimas, aquellas que sólo puede aclarar un pensamiento puro e inútil. Nada más natural que, reaccionando contra ese exclusivismo, postulemos ahora frente a una cultura de medios una cultura de postrimerías. Situada en su rango de actividad espiritual secundaria, la política o pensamiento de lo útil es una saludable fuerza de que no podemos prescindir. Si se me invita a escoger entre el comerciante y el bohemio, me quedo sin ninguno de los dos. Mas cuando la política se entroniza en la conciencia y preside toda nuestra vida mental, se convierte en un morbo gravísimo, La razón es clara. Mientras tomemos lo útil como útil, nada hay que objetar. Pero si esta preocupación por lo útil llega a constituir el hábito central de nuestra personalidad, cuando se trate de buscar lo verdadero tenderemos a confundirlo con lo útil. Y esto, hacer de la utilidad la verdad, es la definición de la mentira. El imperio de la política es, pues, el imperio de la mentira. De todas las enseñanzas que la vida me ha proporcionado, la más acerba, más inquietante, más irritante para mí ha sido convencerme de que la especie menos frecuente sobre la tierra es la de los hombres veraces. Yo he buscado en torno, con mirada suplicante de náufrago los hombres a quienes importase la verdad, la pura verdad, lo que las cosas son por sí mismas, y apenas he hallado alguno. Los he buscado cerca y lejos, entre los artistas y entre los labradores, entre los ingenuos y los "sabios". Como Ibn-Batuta, he tomado el palo del peregrino y hecho vía por el mundo en busca, como él, de los santos de la tierra, de los hombres de alma especular y serena que reciben la pura reflexión del ser de las cosas. ¡Y
I La vida humana es una realidad extraña, de la cual lo primero que conviene decir es que es la r... more I La vida humana es una realidad extraña, de la cual lo primero que conviene decir es que es la realidad radical, en el sentido en que a ella tenemos que referir todas las demás, ya que las demás realidades, efectivas o presuntos, tienen de uno u otro modo que aparecer en ella. La nota más trivial, pero a la vez la más importante de la vida humana, es que el hombre no tiene otro remedio que estar haciendo algo para sostenerse en la existencia. La vida nos es dada, puesto que no nos la damos a nosotros mismos, sino que nos encontramos en ella de pronto y sin saber cómo, Pero la vida que nos es dada no nos es dada hecha, sino que necesitamos hacérnosla nosotros, cada cual la suya. La vida es quehacer, Y lo más grave de estos quehaceres en que la vida consiste no es que sea preciso hacerlos, sino, en cierto modo, lo contrario; quiero decir, que nos encontramos Siempre forzados a hacer algo pero no nos encontramos nunca estrictamente forzados a hacer algo determinado, que no nos es impuesto este o el otro quehacer, como le es impuesta al astro su trayectoria o a la piedra su gravitación. Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que va a hacer. Pero esta decisión es imposible si el hombre no posee algunas convicciones sobre lo que son las cosas en su derredor, los otros hombres, él mismo. Sólo en vista de ellas puede, preferir una acción a otra, puede, en suma, vivir. De aquí que el hombre tenga que estar siempre en alguna creencia y que la estructura de su vida dependa primordialmente de las creencias en qué esté y que los cambios más decisivos en la humanidad sean los cambios de creencias, la intensificación o debilitación de las creencias. El diagnóstico de una existencia humana-de un hombre, de un pueblo, de una época-tiene que comenzar filiando el repertorio de sus convicciones. Son éstas el suelo de nuestra vida. Por eso se dice que en ellas el hombre está. Las creencias son lo que verdaderamente constituye el estado del hombre. Las he llamado «repertorio» para indicar que la pluralidad de creencias en que un hombre, un pueblo o una época ésta no posee nunca una articulación plenamente lógica, es decir, que no forma un sistema de ideas, como lo es o aspira a serlo, por ejemplo, una filosofía. Las creencias que coexisten en una vida humana, que la sostienen, impulsan y dirigen son, a veces, incongruentes, contradictorias o, por lo menos, inconexas. Nótese que todas estas calificaciones afectan a las creencias por lo que tienen de ideas. Pero es un error definir la creencia como idea. La idea agota su papel y consistencia con ser pensada, y un hombre puede pensar cuanto se le antoje y aun muchas cosas contra su antojo. En la mente surgen espontáneamente pensamientos sin nuestra voluntad ni deliberación y sin que produzcan efecto alguno en nuestro comportamiento. La creencia no es, sin más, la idea que se piensa, sino aquella en que además se cree. Y el creer no es ya una operación del mecanismo «intelectual», sino que es una función del viviente como tal, la función de orientar su conducta, su quehacer. Hecha esta advertencia, puedo retirar la expresión antes usada y decir que las creencias, mero repertorio incongruente en cuanta son sólo ideas, forman siempre un sistema en cuanto efectivas creencias o, lo que es igual, que, inarticuladas desde el punto de vista lógico o propiamente intelectual, tienen siempre una articulación vital, funcionan como creencias apoyándose unas en otras, integrándose y combinándose. En suma, que se dan siempre como miembros de un organismo, de una estructura. Esto hace, entre otras cosas, que posean siempre una arquitectura y actúen en jerarquía. Hay en toda vida humana creencias básicas, fundamentales, radicales, y hay otras derivadas de aquéllas, sustentadas sobre aquéllas y secundarias. Esta indicación no puede ser más trivial, pero yo no tengo la culpa de que, aun siendo trivial, sea de la mayor importancia. Pues si las creencias de que se vive careciesen de estructura, siendo como son en cada vida innumerables, constituirían una pululación indócil a todo orden y, por lo mismo, ininteligible. Es
ORTEGA Y GASSET JOSÉ ¿Qué es filosofía? Lección X (Una realidad nueva y una nueva idea de la real... more ORTEGA Y GASSET JOSÉ ¿Qué es filosofía? Lección X (Una realidad nueva y una nueva idea de la realidad.-El ser indigente.-Vivir es encontrarse en el mundo.-Vivir es constantemente decidir lo que vamos a ser.) En la lección anterior hemos encontrado como dato radical del Universo, por tanto, como realidad primordial, algo completamente nuevo, distinto del ser cósmico de que partían los antiguos y distinto del ser subjetivo de que partían los modernos. Pero oír que hemos hallado una realidad, un ser nuevo, ignorado antes, no llena del todo, al que me escucha, el significado de estas palabras. Cree que, a lo sumo, se trata de una cosa nueva, distinta de las ya conocidas, pero al fin y al cabo "cosa" como las demás-que se trata de un ser o realidad distinto de los seres y realidades ya notorios, pero que, a la postre, responde a lo que significan desde siempre las palabras "realidad" y "ser"-en suma, que de uno u otro tamaño el descubrimiento es del mismo género que si se descubre en zoología un nuevo animal, el cual será nuevo, pero no es más ni menos animal que los ya conocidos; por tanto, que vale para él el concepto "animal". Siento mucho tener que decir que se trata de algo harto más importante y decisivo que todo esto. Hemos hallado una realidad radical nueva-por tanto, algo radicalmente distinto de lo conocido en filosofía-, por tanto, algo para la cual los conceptos de realidad y de ser tradicionales no sirven. Si, no obstante, los usamos es porque antes de descubrirlo y al descubrirlo no tenemos otros. Para formarnos un concepto nuevo necesitamos antes tener y ver algo novísimo. De donde resulta que el hallazgo es, además de una realidad nueva, la iniciación de una nueva idea del ser, de una nueva ontología-de una nueva filosofía y, en la medida en que ésta influye en la vida, de toda una nueva vida-vita nova. No es posible que ahora, de pronto, ni el más pintado se dé clara cuenta de las proyecciones y perspectivas que este hallazgo contiene y envolverá. Tampoco me urge. No es necesario que hoy se justiprecie la importancia de lo dicho en la anterior lección-no tengo prisa alguna porque se me dé la razón. La razón no es un tren que parte a hora fija. Prisa la tiene sólo el enfermo y el ambicioso. Lo único que deseo es que si, entre los muchachos que me escuchan, hay algunos con alma profundamente varonil y, por lo tanto, muy sensible a aventuras de intelecto, inscriban las palabras pronunciadas por mí el viernes pasado en su fresca memoria, y, andando el tiempo, un día de entre los días, generosos, las recuerden. Para los antiguos, realidad, ser, significaba "cosa"; para los modernos, ser significaba "intimidad, subjetividad"; para nosotros, ser significa "vivir"-por tanto-, intimidad consigo y con las cosas. Confirmamos que hemos llegado a un nivel espiritual más alto porque si miramos a nuestros pies, a nuestro punto de partida-el "vivir"-hallamos que en él están conservadas, integradas una con otra y superadas, la antigüedad y la modernidad. Estamos a un nivel más alto-estamos a nuestro nivel-, estamos a la altura de los tiempos. El concepto de altura de los tiempos no es una frase-es una realidad, según veremos muy pronto. Refresquemos, en pocas palabras, la ruta que nos ha conducido hasta topar con el "vivir" como dato radical, como realidad primordial, indubitable del Universo. La existencia de las cosas como existencia independiente de mí es problemática; por consiguiente, abandonamos la tesis realista de los antiguos. Es, en cambio, indudable que yo pienso las cosas, que existe mi pensamiento y que, por tanto, la existencia de las cosas es dependiente de mí, es mi pensarlas; ésta es la porción firme de la tesis idealista. Por eso la aceptamos; pero, para aceptarla, queremos entenderla bien y nos preguntamos: ¿En qué sentido y modo dependen de mí las cosas cuando las pienso-qué son las cosas, ellas, cuando digo que son sólo pensamientos míos? El idealismo responde: las cosas dependen de mí, son pensamientos en el sentido de que son contenidos de mi conciencia, de mi pensar, estados de mi yo. Esta es la segunda parte de la tesis idealista y ésta es la que no aceptamos. Y no la aceptamos porque es un contrasentido; conste, pues, no porque no es verdad, sino por algo más elemental. Una frase, para no ser verdad, tiene que tener sentido: de su sentido inteligible decimos que no es verdad-porque entendemos que 2 y 2 son 5 decimos que no es
La ciencia del Renacimiento sostuvo un principio fundamental: establecer una correspondencia perf... more La ciencia del Renacimiento sostuvo un principio fundamental: establecer una correspondencia perfecta entre la mente humana y la realidad por medio de los conocimientos matemáticos. Leonardo hizo suya esta causa. A tal efecto centró toda su especulación científi ca en la Naturaleza como objeto de estudio y en la búsqueda de sus claves como reto personal. A su juicio, la aplicación de la razón, suprema facultad de la mente humana, permite conocer los principios universales que rigen el universo. Dos de ellos, la necesidad y la proporción, llamaron poderosamente su atención. De la primera opinaba lo siguiente: La Necesidad es maestra y guía de la Naturaleza. Londres, Victoria and Albert Museum. Codex Forster III, f. 43v. Leonardo entendía bajo el término de «necesidad» un principio en vir-tud del cual la forma de todos los elementos que integran el universo se acomoda perfectamente a la función que dicho componente desempeña en la naturaleza sin insufi ciencia ni redundancia. Dicho principio determina que para alcanzar un fi n dado, siempre se preferirá el diseño más simple. En con-secuencia, este mismo fundamento deberá ser aplicado por la persona que idea objetos artifi ciales. Al hilo de esta postura intelectual resulta evidente el signifi cado de la siguiente admonición suya: ¡Oh investigadores de cosas! No presumáis de conocer las cosas que la propia Naturaleza manifi esta de manera ordinaria, sino alegraos de co-nocer el fi n de aquellas cosas que son ideadas en vuestras mentes. París, Bibliothèque de l'Institut de France. Codex G, f. 47r. A juicio de Leonardo, la clave estructural del principio de necesidad residía en la geometría, de ahí la admiración del imaginativo maestro por esta rama de
1. «Fratelli tutti»[1], escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las ... more 1. «Fratelli tutti»[1], escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. De esos consejos quiero destacar uno donde invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio. Allí declara feliz a quien ame al otro «tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está junto a él»[2]. Con estas pocas y sencillas palabras expresó lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite. 2. Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegría, que me inspiró a escribir la encíclica Laudato si', vuelve a motivarme para dedicar esta nueva encíclica a la fraternidad y a la amistad social. Porque san Francisco, que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, se sabía todavía más unido a los que eran de su propia carne. Sembró paz por todas partes y caminó cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos, de los descartados, de los últimos. Sin fronteras 3. Hay un episodio de su vida que nos muestra su corazón sin confines, capaz de ir más allá de las distancias de procedencia, nacionalidad, color o religión. Es su visita al Sultán Malik-el-Kamil, en Egipto, que significó para él un gran esfuerzo debido a su pobreza, a los pocos recursos que tenía, a la distancia y a las diferencias de idioma, cultura y religión. Este viaje, en aquel momento histórico marcado por las cruzadas, mostraba aún más la grandeza del amor tan amplio que quería vivir, deseoso de abrazar a todos. La fidelidad a su Señor era proporcional a su amor a los
INTRODUCCIÓN 1. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 ... more INTRODUCCIÓN 1. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: « Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él ». Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes palabras: « Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna » (cf. 3, 16). La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compendian el núcleo de su existencia: « Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas » (6, 4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este
INTRODUCCIÓN 1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida ter... more INTRODUCCIÓN 1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor-«caritas»-es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta. Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32). Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta «goza con la verdad» (1 Co 13,6). Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano. Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. En Cristo, la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a
Introducción El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los ... more Introducción El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los cuidados (sustento, manutención), la disciplina y la instrucción, juntamente con la educación1. Según esto, el hombre es niño pequeño, educando y estudiante. Tan pronto como los animales sienten sus fuerzas, las emplean regularmente, de modo que no les sean perjudiciales. Es admirable, por ejemplo, ver las golondrinas pequeñas, que, apenas salidas del huevo y ciegas aún, saben, sin embargo, hacer que sus excrementos caigan fuera del nido. Los animales, pues, no necesitan cuidado alguno; a lo sumo, envoltura, calor y guía, una cierta protección. Sin duda, la mayor parte necesitan que se les alimente, pero ningún otro cuidado. Se entiende por cuidado (Wartung), las precauciones de los padres para que los niños no hagan un uso perjudicial de sus fuerzas. Si un animal, por ejemplo, gritara al nacer, como hacen los niños, sería infaliblemente presa de los lobos y otros animales salvajes, atraídos por sus gritos. La disciplina convierte la animalidad en humanidad. Un animal lo es ya todo por su instinto; una razón extraña le ha provisto de todo. Pero el hombre necesita una razón propia; no tiene ningún instinto, y ha de construirse él mismo el plan de su conducta. Pero como no está en disposición de hacérselo inmediatamente, sino que viene inculto al mundo, se lo tienen que construir los demás. El género humano debe sacar poco o poco de sí mismo, por su propio esfuerzo, todas las disposiciones naturales de la humanidad. Una generación educa a la otra. El estado primitivo puede imaginarse en la incultura o en un grado de perfecta civilización. Aun admitiendo este último como anterior y primitivo, el hombre ha tenido que volverse salvaje y caer en la barbarie. La disciplina impide que el hombre, llevado por sus impulsos animales, se aparte de su destino, de la humanidad. Tiene que sujetarle, por ejemplo, para que no se encamine, salvaje y aturdido, a los peligros. Así, pues, la disciplina es meramente negativa, esto es,
1 Había un hombre en la tierra de Utz [1 ] cuyo nombre era Iyov [odiado]. Este hombre era veraz, ... more 1 Había un hombre en la tierra de Utz [1 ] cuyo nombre era Iyov [odiado]. Este hombre era veraz, sin culpa y era recto y piadoso; él temía a Elohim y evitaba el mal. 2 Siete hijos y tres hijas le fueron nacidos a él. 3 El poseía 7,000 ove jas, 3,000 camellos, 300 pares de bueyes y 500 asnas, como también gran número de sirvientes; así que él era el hombre más rico en el este. [Sal 127: 3-5; Pr 10:22] 4 Era la costumbre de sus hijos dar banquetes, cada uno en su día fijado [2] en su propia casa; y ellos invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos. 5 Después de un ciclo de banquetes, Iyov los mandaba a llamar para que vinieran y los hacía kadash; luego él se levantaba temprano en la mañana y ofrecía ofrendas quemadas por cada uno de ellos, porque Iyov decía: "Mis hijos pueden haber pecado y blasfemado a Elohim en sus pensamientos." Esto es lo que Iyov hacía todas las veces. [3] 6 Sucedió un día que los hijos de Elohim [Ge 6:2] vinieron a servir a YAHWEH, y entre ellos vino el adversario [ 4 ] [Hebreo: ha satán]. [ 5 ] 7 YAHWEH preguntó al adversario: "¿De dónde vienes?" El adversario respondió a YAHWEH: "De recorrer la tierra, errando aquí y allá." [6] 8 YAHWEH le preguntó al adversario: "¿Viste a mi siervo Iyov, que no hay nadie como él en la tierra, un hombre veraz, sin culpa y recto y piadoso que teme a Elohim y evita el mal?" [Sal 84:11; Lu 22:31; 2T 2:19] 9 El adversario respondió a YAHWEH: "¿Es por nada que Iyov teme a Elohim? 10 Tú has puesto un 1 La ubicación de la tierra de Utz es incierta. Solo sabemos que Utz tenía muchos pastizales y campos de cultivo (1.3), que estaba localizada cerca de un desierto (1.19), y estaba lo suficientemente cerca de los Sabeos y de los Caldeos como para ser atacada (1.14-17). Además de en Job, se menciona a Utz en Je 25.19, 20. La mayoría de los eruditos piensan que Utz estaba localizada al este del río Jordán, cerca de Ke naan (Eretz Yisra'el), aquellos a quienes YAHWEH se les había revelado antes. 2 Esta es una expresión que demuestra que era en los cumpleaños y no en las Festividades de YAHWEH. En la cultura Hebrea se celebra el día de la muerte en vez del día de nacimiento. Los cumpleaños son celebraciones altamente paganas, las cuales debemos pasar por alto sin siquiera mencionarlo. Obviamente ellos los celebraban igual que se celebra el día de hoy, con borracheras a todo tren. 3 Job vivió durante los días de los patriarcas (Avraham, Yitzjak, Ya'akov) antes de que YAHWEH diera Su Toráh o designara a los kohanim como líderes religiosos. Durante los días de Job, el padre de familia era el kohen. Debido a que no había kohanim que lo instruyeran en la Toráh de YAHWEH, Job actuaba como el kohen y ofrecía sacrificios a Elohim para pedir perdón por los pecados que él y su familia habían cometido. Esto significa que Job no se consideraba a sí mismo como alguien que no pecaba. Job hacía esto por convicción y por amor a YAHWEH y no sólo porque era su obligación como cabeza del hogar. 4 ha satán Strong #7854: Un oponente o el oponente; el que odia; el acusador; el adversario, el enemigo; aquel que resiste, obstruye y limita todo lo bueno. Viene de un verbo que significa «oponerse» o «resistir». Como sustantivo, puede describir a cualquier «oponente» (2 S 19.21, 22). Pero, cuando la forma ha satán (el adversario) aparece, se traduce usualmente satanás, no a título de nombre, sino como una acertada descripción de su carácter de odioso enemigo, ya que ha satán es el odiador, el que se opone a YAHWEH, que es amor (1Jn 3.10-15; 4.7, 8). La humanidad no fue testigo del principio de ha satán, pero por designio Divino lo será de su final, un final de eterno tormento y humillación (Is 14.12-20; Ez 28.16-19; Re 20.10). 5 La Escritura habla de otros concilios celestiales en donde los malajim planean sus actividades en la tierra y donde se requiere que los malajim den cuenta de sus acciones (1R 22.19-23). Debido a que YAHWEH es el Creador de todos los malajim, tanto de los Kadoshim como de los caídos o demonios, tiene el Poder y la autoridad total sobre ellos, y nada pueden ellos hacer si la aprobación de YAHWEH. [Zc 3:1; 1Cr 21:1; Sal 109:6; 2C 11:14; Re 12:9 ] 6 El adversario es el significado de ha satán y no es un nombre propio, cuando la "iglesia" lo escribe siempre con mayúscula, lo están engrandeciendo y dándole preeminencia; era originalmente un malaj de YAHWEH, sin embargo, su propia soberbia lo corrompió. Ha sido perverso desde su rebelión en contra de YAHWEH (1J 3.8); ha satán considera a YAHWEH como su enemigo. Trata de obstaculizar la obra de YAHWEH en la gente, pero está limitado por el poder de YAHWEH y sólo puede hacer lo que le es permitido (Lu 22.31, 32; 1T 1.19, 20; 2T 2.23-26). A ha satán se le llama el acusador porque busca activamente a las personas para atacarlas con la tentación (1P 5.8, 9) y porque quiere hacer que la gente odie a YAHWEH. Esto lo lleva a cabo por medio de mentiras y engaños (Ge 3.1-6). Job, un hombre justo e irreprochable que había sido grandemente bendecido, era el blanco perfecto para ha satán.
José Ortega y Gasset "Verdad y perspectiva" El prospecto de El Espectador me ha valido numerosas ... more José Ortega y Gasset "Verdad y perspectiva" El prospecto de El Espectador me ha valido numerosas cartas llenas de afecto, de interés, de curiosidad. Una de ellas concluye: "Pero siento que se dedique usted exclusivamente a ser espectador". Me urge tranquilizar a este amigo lejano, y para ello tengo que indicar algo de lo que yo pienso bajo el título de El Espectador. La integridad de los pensamientos tras esa palabra emboscados sólo puede desenvolverse en la vida misma de la obra. Vuelva a la tranquilidad este lejano amigo que me escribe, y para el cual-¡gracias le sean dadas!-no es por completo indiferente lo que yo haga o deje de hacer: la vida española nos obliga, queramos o no, a la acción política. El inmediato porvenir, tiempo de sociales hervores, nos forzará a ella con mayor violencia. Precisamente por eso yo necesito acotar una parte de mí mismo para la contemplación. Y esto que me acontece, acontece a todos. Desde hace medio siglo, en España y fuera de España, la política-es decir, la supeditación de la teoría a la utilidad-ha invadido por completo el espíritu. La expresión extrema de ello puede hallarse en esa filosofía pragmatista que descubre la esencia de la verdad, de lo teórico por excelencia, en lo práctico, en lo útil. De tal suerte, queda reducido el pensamiento a la operación de buscar buenos medíos para los fines, sin preocuparse de éstos. He ahí la política: pensar utilitario. La pasada centuria se ha afanado harto exclusivamente en allegar instrumentos: ha sido una cultura de medios. La guerra ha sorprendido al europeo sin nociones claras sobre las cuestiones últimas, aquellas que sólo puede aclarar un pensamiento puro e inútil. Nada más natural que, reaccionando contra ese exclusivismo, postulemos ahora frente a una cultura de medios una cultura de postrimerías. Situada en su rango de actividad espiritual secundaria, la política o pensamiento de lo útil es una saludable fuerza de que no podemos prescindir. Si se me invita a escoger entre el comerciante y el bohemio, me quedo sin ninguno de los dos. Mas cuando la política se entroniza en la conciencia y preside toda nuestra vida mental, se convierte en un morbo gravísimo, La razón es clara. Mientras tomemos lo útil como útil, nada hay que objetar. Pero si esta preocupación por lo útil llega a constituir el hábito central de nuestra personalidad, cuando se trate de buscar lo verdadero tenderemos a confundirlo con lo útil. Y esto, hacer de la utilidad la verdad, es la definición de la mentira. El imperio de la política es, pues, el imperio de la mentira. De todas las enseñanzas que la vida me ha proporcionado, la más acerba, más inquietante, más irritante para mí ha sido convencerme de que la especie menos frecuente sobre la tierra es la de los hombres veraces. Yo he buscado en torno, con mirada suplicante de náufrago los hombres a quienes importase la verdad, la pura verdad, lo que las cosas son por sí mismas, y apenas he hallado alguno. Los he buscado cerca y lejos, entre los artistas y entre los labradores, entre los ingenuos y los "sabios". Como Ibn-Batuta, he tomado el palo del peregrino y hecho vía por el mundo en busca, como él, de los santos de la tierra, de los hombres de alma especular y serena que reciben la pura reflexión del ser de las cosas. ¡Y
I La vida humana es una realidad extraña, de la cual lo primero que conviene decir es que es la r... more I La vida humana es una realidad extraña, de la cual lo primero que conviene decir es que es la realidad radical, en el sentido en que a ella tenemos que referir todas las demás, ya que las demás realidades, efectivas o presuntos, tienen de uno u otro modo que aparecer en ella. La nota más trivial, pero a la vez la más importante de la vida humana, es que el hombre no tiene otro remedio que estar haciendo algo para sostenerse en la existencia. La vida nos es dada, puesto que no nos la damos a nosotros mismos, sino que nos encontramos en ella de pronto y sin saber cómo, Pero la vida que nos es dada no nos es dada hecha, sino que necesitamos hacérnosla nosotros, cada cual la suya. La vida es quehacer, Y lo más grave de estos quehaceres en que la vida consiste no es que sea preciso hacerlos, sino, en cierto modo, lo contrario; quiero decir, que nos encontramos Siempre forzados a hacer algo pero no nos encontramos nunca estrictamente forzados a hacer algo determinado, que no nos es impuesto este o el otro quehacer, como le es impuesta al astro su trayectoria o a la piedra su gravitación. Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que va a hacer. Pero esta decisión es imposible si el hombre no posee algunas convicciones sobre lo que son las cosas en su derredor, los otros hombres, él mismo. Sólo en vista de ellas puede, preferir una acción a otra, puede, en suma, vivir. De aquí que el hombre tenga que estar siempre en alguna creencia y que la estructura de su vida dependa primordialmente de las creencias en qué esté y que los cambios más decisivos en la humanidad sean los cambios de creencias, la intensificación o debilitación de las creencias. El diagnóstico de una existencia humana-de un hombre, de un pueblo, de una época-tiene que comenzar filiando el repertorio de sus convicciones. Son éstas el suelo de nuestra vida. Por eso se dice que en ellas el hombre está. Las creencias son lo que verdaderamente constituye el estado del hombre. Las he llamado «repertorio» para indicar que la pluralidad de creencias en que un hombre, un pueblo o una época ésta no posee nunca una articulación plenamente lógica, es decir, que no forma un sistema de ideas, como lo es o aspira a serlo, por ejemplo, una filosofía. Las creencias que coexisten en una vida humana, que la sostienen, impulsan y dirigen son, a veces, incongruentes, contradictorias o, por lo menos, inconexas. Nótese que todas estas calificaciones afectan a las creencias por lo que tienen de ideas. Pero es un error definir la creencia como idea. La idea agota su papel y consistencia con ser pensada, y un hombre puede pensar cuanto se le antoje y aun muchas cosas contra su antojo. En la mente surgen espontáneamente pensamientos sin nuestra voluntad ni deliberación y sin que produzcan efecto alguno en nuestro comportamiento. La creencia no es, sin más, la idea que se piensa, sino aquella en que además se cree. Y el creer no es ya una operación del mecanismo «intelectual», sino que es una función del viviente como tal, la función de orientar su conducta, su quehacer. Hecha esta advertencia, puedo retirar la expresión antes usada y decir que las creencias, mero repertorio incongruente en cuanta son sólo ideas, forman siempre un sistema en cuanto efectivas creencias o, lo que es igual, que, inarticuladas desde el punto de vista lógico o propiamente intelectual, tienen siempre una articulación vital, funcionan como creencias apoyándose unas en otras, integrándose y combinándose. En suma, que se dan siempre como miembros de un organismo, de una estructura. Esto hace, entre otras cosas, que posean siempre una arquitectura y actúen en jerarquía. Hay en toda vida humana creencias básicas, fundamentales, radicales, y hay otras derivadas de aquéllas, sustentadas sobre aquéllas y secundarias. Esta indicación no puede ser más trivial, pero yo no tengo la culpa de que, aun siendo trivial, sea de la mayor importancia. Pues si las creencias de que se vive careciesen de estructura, siendo como son en cada vida innumerables, constituirían una pululación indócil a todo orden y, por lo mismo, ininteligible. Es
ORTEGA Y GASSET JOSÉ ¿Qué es filosofía? Lección X (Una realidad nueva y una nueva idea de la real... more ORTEGA Y GASSET JOSÉ ¿Qué es filosofía? Lección X (Una realidad nueva y una nueva idea de la realidad.-El ser indigente.-Vivir es encontrarse en el mundo.-Vivir es constantemente decidir lo que vamos a ser.) En la lección anterior hemos encontrado como dato radical del Universo, por tanto, como realidad primordial, algo completamente nuevo, distinto del ser cósmico de que partían los antiguos y distinto del ser subjetivo de que partían los modernos. Pero oír que hemos hallado una realidad, un ser nuevo, ignorado antes, no llena del todo, al que me escucha, el significado de estas palabras. Cree que, a lo sumo, se trata de una cosa nueva, distinta de las ya conocidas, pero al fin y al cabo "cosa" como las demás-que se trata de un ser o realidad distinto de los seres y realidades ya notorios, pero que, a la postre, responde a lo que significan desde siempre las palabras "realidad" y "ser"-en suma, que de uno u otro tamaño el descubrimiento es del mismo género que si se descubre en zoología un nuevo animal, el cual será nuevo, pero no es más ni menos animal que los ya conocidos; por tanto, que vale para él el concepto "animal". Siento mucho tener que decir que se trata de algo harto más importante y decisivo que todo esto. Hemos hallado una realidad radical nueva-por tanto, algo radicalmente distinto de lo conocido en filosofía-, por tanto, algo para la cual los conceptos de realidad y de ser tradicionales no sirven. Si, no obstante, los usamos es porque antes de descubrirlo y al descubrirlo no tenemos otros. Para formarnos un concepto nuevo necesitamos antes tener y ver algo novísimo. De donde resulta que el hallazgo es, además de una realidad nueva, la iniciación de una nueva idea del ser, de una nueva ontología-de una nueva filosofía y, en la medida en que ésta influye en la vida, de toda una nueva vida-vita nova. No es posible que ahora, de pronto, ni el más pintado se dé clara cuenta de las proyecciones y perspectivas que este hallazgo contiene y envolverá. Tampoco me urge. No es necesario que hoy se justiprecie la importancia de lo dicho en la anterior lección-no tengo prisa alguna porque se me dé la razón. La razón no es un tren que parte a hora fija. Prisa la tiene sólo el enfermo y el ambicioso. Lo único que deseo es que si, entre los muchachos que me escuchan, hay algunos con alma profundamente varonil y, por lo tanto, muy sensible a aventuras de intelecto, inscriban las palabras pronunciadas por mí el viernes pasado en su fresca memoria, y, andando el tiempo, un día de entre los días, generosos, las recuerden. Para los antiguos, realidad, ser, significaba "cosa"; para los modernos, ser significaba "intimidad, subjetividad"; para nosotros, ser significa "vivir"-por tanto-, intimidad consigo y con las cosas. Confirmamos que hemos llegado a un nivel espiritual más alto porque si miramos a nuestros pies, a nuestro punto de partida-el "vivir"-hallamos que en él están conservadas, integradas una con otra y superadas, la antigüedad y la modernidad. Estamos a un nivel más alto-estamos a nuestro nivel-, estamos a la altura de los tiempos. El concepto de altura de los tiempos no es una frase-es una realidad, según veremos muy pronto. Refresquemos, en pocas palabras, la ruta que nos ha conducido hasta topar con el "vivir" como dato radical, como realidad primordial, indubitable del Universo. La existencia de las cosas como existencia independiente de mí es problemática; por consiguiente, abandonamos la tesis realista de los antiguos. Es, en cambio, indudable que yo pienso las cosas, que existe mi pensamiento y que, por tanto, la existencia de las cosas es dependiente de mí, es mi pensarlas; ésta es la porción firme de la tesis idealista. Por eso la aceptamos; pero, para aceptarla, queremos entenderla bien y nos preguntamos: ¿En qué sentido y modo dependen de mí las cosas cuando las pienso-qué son las cosas, ellas, cuando digo que son sólo pensamientos míos? El idealismo responde: las cosas dependen de mí, son pensamientos en el sentido de que son contenidos de mi conciencia, de mi pensar, estados de mi yo. Esta es la segunda parte de la tesis idealista y ésta es la que no aceptamos. Y no la aceptamos porque es un contrasentido; conste, pues, no porque no es verdad, sino por algo más elemental. Una frase, para no ser verdad, tiene que tener sentido: de su sentido inteligible decimos que no es verdad-porque entendemos que 2 y 2 son 5 decimos que no es
Nuestras vidas giran en torno a las relaciones y conexiones que
establecemos con las personas. En... more Nuestras vidas giran en torno a las relaciones y conexiones que establecemos con las personas. En última instancia, nuestras vidas son el reflejo de los sentimientos que compartimos. Los cambios en nuestra existencia nos conducen a comprender la importancia de nuestras interconexiones. Cuanto más abrevemos de esta corriente de pensamiento y la cultivemos, más cercanos estaremos de alcanzar el amor recíproco. Si nos concentramos en las conexiones que existen entre nosotros, podemos experimentar una nueva realidad en un mundo nuevo. Sería una manera de lograr el mundo pacífico, agradable y equilibrado que todos aspiramos. Debemos permanecer alertas a lo que está ocurriendo entre nosotros. Sin advertirlo, a menudo nos encontramos involucrados en relaciones basadas en el egocentrismo y el odio, dentro de las cuales los individuos son incapaces de tolerarse incluso dentro de las propias familias. Nuestro modo de vida en la actualidad nos está apartando de la realidad, el amor y la consideración recíprocos.
INTRODUCCION El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los ... more INTRODUCCION El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación los cuidados (sustento, manutención), la disciplina y la instrucción, juntamente con la educación. Según esto, el hombre es niño pequeño, educando y estudiante. Tan pronto como los animales sienten sus fuerzas, las emplean regularmente, de modo que no les sean perjudiciales. Es admirable, por ejemplo, ver las golondrinas pequeñas, que, apenas salidas del huevo y ciegas aún, saben, sin embargo, hacer que sus excrementos caigan fuera del nido. Los animales, pues, no necesitan cuidado alguno; a lo sumo, envoltura, calor y guía, o una cierta protección. Sin duda, la mayor parte necesitan que se les alimente, pero ningún otro cuidado. Se entiende por cuidado (Wartung), las precauciones de los padres para que los niños no hagan un uso perjudicial de sus fuerzas. Si un animal, por ejemplo, gritara al nacer, como hacen los niños, sería .infaliblemente presa de los lobos y otros animales salvajes, atraídos por sus gritos. La disciplina convierte la animalidad en humanidad. Un animal lo es ya todo por su instinto; una razón extraña le ha provisto de todo. Pero el hombre necesita una razón propia; no tiene ningún instinto, y ha de construirse él mismo el plan de su conducta. Pero como no está en disposición de hacérselo inmediatamente, sino que viene inculto al mundo, se lo tienen que construir los demás. El género humano debe sacar poco a poco de sí mismo, por su propio esfuerzo, todas las disposiciones naturales de la humanidad. Una generación educa a la otra. El estado primitivo puede imaginarse en la incultura o en un grado de perfecta civilización. Aun admitiendo este último como anterior y primitivo, el hombre ha tenido que volverse salvaje y caer en la barbarie. La disciplina impide que el hombre, llevado por sus impulsos animales, se aparte de su destino, de la humanidad. Tiene que sujetarle, por ejemplo, para que no se encamine, salvaje y aturdido, a los peligros. Así, pues; la disciplina es meramente negativa, esto es, la acción por la que se borra al hombre la animalidad; la instrucción, por el contrario, es la parte positiva de la educación. La barbarie es la independencia respecto de las leyes. La disciplina somete al hombre a las leyes de la humanidad y comienza a hacerle sentir su coacción. Pero esto ha de realizarse temprano. Así, por ejemplo, se envían al principio los niños a la escuela, no ya con la intención de que aprendan algo, sino con la de habituarles a permanecer tranquilos y a observar puntualmente lo que se les ordena, para que más adelante no se dejen dominar por sus caprichos momentáneos. Pero el hombre tiene por naturaleza tan grande inclinación a la libertad, que cuando se ha acostumbrado durante mucho tiempo a ella, se lo sacrifica todo. Precisamente por esto, como se ha dicho, ha de aplicarse la disciplina desde muy temprano, porque en otro caso es muy difícil cambiar después al hombre; entonces
DEDICATORIAS CUANDO HUBE LEIDO EL LIBRO (When I read the book) Cuando hube leído el libro, la bio... more DEDICATORIAS CUANDO HUBE LEIDO EL LIBRO (When I read the book) Cuando hube leído el libro, la biografía famosa, Me dije: "¿Es esto lo que el autor llama la vida de un hombre? ¿Y escribiría alguno así mi vida cuando yo haya muerto? Como si, en realidad, alguno supiera algo de mi vida. Pues yo mismo, a menudo pienso, que muy poco es lo que sé de mi propia vida. Sólo algunos indicios, unos pocos rastros acá y allá. Los que aprovecho para mi uso y registro aquí. PARA TI (To you) Desconocido, si al pasar, quieres hablarme, ¿por qué no has de hacerlo? Y, ¿por qué no te hablaría yo? YO CANTO PARA MÍ MISMO (One'sself I sing) Yo canto para mí, una simple y aislada persona, Sin embargo pronuncio la palabra democracia, la palabra Masa. Canto al organismo humano de pies a cabeza, No son la fisonomía sola ni solo el cerebro los motivos
CANTO A MI MISMO I Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,... more CANTO A MI MISMO I Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también. Vago…… e invito a vagar a mi alma. Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra par ver cómo crece la hierba del estío. Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, de esta tierra y de estos vientos. Me engendraron padres que nacieron aquí, de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también. Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta. Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy y no terminaré mi canto hasta que me muera. Que se callen ahora las escuelas y los credos. Atrás. A su sitio. Se cuál es mi misión y no lo olvidaré; que nadie lo olvide. Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal, dejo hablar a todos sin restricción, y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada. II Las casas y los aposentos están cargados de perfumes, los estantes y los armarios están cargados de perfumes. Aspiro y me complazco en su fragancia, siento su influjo enervador, pero me rebelo……… Me rebelo y me escapo. La atmósfera no es un perfume. No tiene el gusto de las esencias; es inodora, está hecha para mi boca y yo lo absorbo y la adoro como a una novia. Iré a los repechos donde comienzan los bosques y me desnudaré para gozar enloquecido su contacto. Me gusta ver el vaho de mi aliento, las ondas del río, los hilos de seda que se cruzan entre los árboles, las horquillas donde descansa la vid. Me gusta oír los ecos, los zumbidos,
Escrito: 1917 Primera Edición: Aparecido en Avanti, edición milanesa, el 24 de noviembre de 1917.... more Escrito: 1917 Primera Edición: Aparecido en Avanti, edición milanesa, el 24 de noviembre de 1917. Reproducido en el Il Grido del Popolo el 5 de enero de 1918 Digitalización: Aritz Esta Edición: Marxists Internet Archive, año 2001 La revolución de los bolcheviques se ha insertado defenitivamente en la revolución general del pueblo ruso. Los maximalistas, que hasta hace dos meses fueron el fermento necesario para que los acontecimientos no se detuvieran, para que la marcha hacia el futuro no concluyera, dando lugar a una forma definitiva de aposentamiento-que habría sido un aposentamiento burgués-se han adueñado del poder, han establecido su dictadura y están elaborando las formas socialistas en las que la revolución tendrá finalmente que hacer un alto para continuar desarrollándose armónicamente, sin exceso de grandes choques, a partir de las grandes conquistas ya realizadas. La revolución de los bolcheviques se compone más de ideologías que
Anatomía y fisiología. La unidad entre forma y función cuenta una
historia hecha de muchas capas,... more Anatomía y fisiología. La unidad entre forma y función cuenta una historia hecha de muchas capas, incluida la ciencia esencial, las aplicaciones clínicas, la historia de la medicina y la evolución del cuerpo humano. Saladin combina la perspectiva humanista sobre la anatomía y la fisiología con fotografías vibrantes e ilustraciones que transmiten la belleza de un tema excitante para alumnos principiantes.
Los diez libros De las Éticas o Morales de Aristóteles, escritas a su hijo Nicomaco, traducidos f... more Los diez libros De las Éticas o Morales de Aristóteles, escritas a su hijo Nicomaco, traducidos fiel y originalmente del mismo texto griego en lengua vulgar castellana, por Pedro Simón Abril, profesor de letras humanas y filosofía, y dirigidos a la S. C. R. M. del rey don Felipe, nuestro señor; los cuales, así para saberse cada uno regir a sí mismo, como para entender todo género de policía, son muy importantes. A la S. C. R. M. del Rey Don Felipe, nuestro señor, Pedro Simón Abril, profesor de Letras humanas y Filosofía, S. Y P. F. Cuando me paro a considerar las cosas que del gobierno y policía humana los historiadores antiguos, griegos y latinos, han dejado escritas, S. C. R. M., las graves consultas sobre casos muy importantes, las discretas y dulces oraciones y prudentes pareceres, que se cuentan del Ateniense, del Bizancio, del Lacedemonio, del Corcireo, del Romano, de otros muy muchos pueblos, cuyos hechos los historiadores dejaron en perpetua memoria por sus célebres historias, y, por el contrario, veo cuántos siglos ha que en los gobiernos de los pueblos y ciudades hay tanto silencio en esta parte, y ni se dicen ni se escriben cosas prudente y discretamente dichas en los senados y ayuntamientos dellos, no poco, en realidad de verdad, me maravillo; y como el maravillarse de las cosas, como Aristóteles en su Metafísica escribe, es la causa de inquirir la causa dellas, póngome también a considerar de dónde procede esto, y en qué viene. Porque no son más indóciles ni rudos los entendimientos de los hombres destos tiempos que los de aquéllos; antes bien (como se puede ser por los ingenios de la guerra, y de otras muchas cosas que vemos en estos tiempos tan sutiles, que casi con razón nos reímos de la rudeza de
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establecemos con las personas. En última instancia, nuestras vidas
son el reflejo de los sentimientos que compartimos. Los cambios en
nuestra existencia nos conducen a comprender la importancia de
nuestras interconexiones. Cuanto más abrevemos de esta corriente de
pensamiento y la cultivemos, más cercanos estaremos de alcanzar el
amor recíproco.
Si nos concentramos en las conexiones que existen entre nosotros,
podemos experimentar una nueva realidad en un mundo nuevo. Sería
una manera de lograr el mundo pacífico, agradable y equilibrado que
todos aspiramos.
Debemos permanecer alertas a lo que está ocurriendo entre
nosotros. Sin advertirlo, a menudo nos encontramos involucrados en
relaciones basadas en el egocentrismo y el odio, dentro de las cuales
los individuos son incapaces de tolerarse incluso dentro de las propias
familias. Nuestro modo de vida en la actualidad nos está apartando de
la realidad, el amor y la consideración recíprocos.
historia hecha de muchas capas, incluida la ciencia esencial, las
aplicaciones clínicas, la historia de la medicina y la evolución del cuerpo
humano. Saladin combina la perspectiva humanista sobre la anatomía y la fisiología con fotografías vibrantes e ilustraciones que transmiten la
belleza de un tema excitante para alumnos principiantes.