Sara Jarana Vidal

Disponible en: https://doi.org/10.46661/atrio.5060 Resumen: En 1625 nació la Infanta María Eugenia, la tercera de las hijas del matrimonio compuesto por el rey Felipe IV y la reina Isabel de Borbón. Esta niña, nacida en veinte y uno de noviembre, fue bautizada en junio de 1626, con la pompa festiva propia de una infanta primogénita, ya que sus dos hermanas mayores habían fallecido al poco tiempo de nacer. Gracias a la relación de sucesos de Antonio Ferrari, de ese mismo año, podemos conocer muchos de los detalles que protagonizaron el día del bautismo de la pequeña infanta, incluido que sus padrinos fueron la reina de Hungría, doña María y el legado papal, el cardenal Barberini. En este trabajo analizaremos los datos existentes sobre el bautismo de la infanta, e intentaremos examinar los diferentes elementos del protocolo, propio de este tipo ceremonias. Abstract: In 1625 Infanta María Eugenia, the third daughter of King Felipe IV and Queen Isabel de Borbón, was born. Born on the tw...

En el presente trabajo se analiza la trayectoria histórica de una familia de comerciantes franceses que durante la primera mitad del siglo XVIII se asentaron en Sevilla. Procedentes de los Altos Alpes, en la provincia del Delfinado, Roland Hermil y María Baylle serán las piezas centrales que definan el desarrollo de un entramado comercial cuyo eje principal pivotará entre las dos ciudades más importantes de la Baja Andalucía, Sevilla y Cádiz. Durante generaciones, la familia Hermil-Baylle se vinculará matrimonialmente con personajes naturales de esta provincia francesa, y al dedicarse todos sus componentes al comercio de mercerías, paños y libros, mantendrán habitualmente relaciones de negocios entre ellos. Asimismo, además de Sevilla y Cádiz, también encontraremos miembros de esta familia distribuidos en distintos puntos de la geografía española y europea, hecho que les ayudaría en el desempeño de su actividad.

En el presente trabajo vamos a analizar el papel protagonista que un grupo de mujeres, pertenecientes todas a una misma familia, jugó en las distintas compañías comerciales a las que fueron dando lugar sus maridos. Durante generaciones, las mujeres de la familia tuvieron un papel destacado en la actividad comercial de sus negocios, fundamentalmente tras enviudar. Centraremos nuestra atención en la actividad mercantil que desempeñaron tres mujeres de esta familia, María Baylle, Teresa Elena Hermil y María Catalina Chaix, madre, hija y nieta respectivamente. Las tres se hicieron cargo de las sociedades que sus maridos tenían en el momento de su fallecimiento, dando continuidad a los negocios de éstos, y en otros casos, conformando nuevas compañías comerciales con otros miembros de la familia.

En 1625 nació la Infanta María Eugenia, la tercera de las hijas del matrimonio compuesto por el rey Felipe IV y la reina Isabel de Borbón. Esta niña, nacida en veinte y uno de noviembre, fue bautizada en junio de 1626, con la pompa festiva propia de una infanta primogénita, ya que sus dos hermanas mayores habían fallecido al poco tiempo de nacer. Gracias a la relación de sucesos de Antonio Ferrari, de ese mismo año, podemos conocer muchos de los detalles que protagonizaron el día del bautismo de la pequeña infanta, incluido que sus padrinos fueron la reina de Hungría, doña María y el legado papal, el cardenal Barberini. En este trabajo analizaremos los datos existentes sobre el bautismo de la infanta, e intentaremos examinar los diferentes elementos del protocolo, propio de este tipo ceremonias.

En el presente trabajo se analiza la trayectoria histórica de una familia de comerciantes franceses que durante la primera mitad del siglo XVIII se asentaron en Sevilla. Procedentes de los Altos Alpes, en la provincia del Delfinado, Roland Hermil y María Baylle serán las piezas centrales que definan el desarrollo de un entramado comercial cuyo eje principal pivotará entre las dos ciudades más importantes de la Baja Andalucía, Sevilla y Cádiz. Durante generaciones, la familia Hermil-Baylle se vinculará matrimonialmente con personajes naturales de esta provincia francesa, y al dedicarse todos sus componentes al comercio de mercerías, paños y libros, mantendrán habitualmente relaciones de negocios entre ellos. Asimismo, además de Sevilla y Cádiz, también encontraremos miembros de esta familia distribuidos en distintos puntos de la geografía española y europea, hecho que les ayudaría en el desempeño de su actividad.