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Un fantasma ha salido del closet

2022, Comunicación y vida cotidiana en la era digital

Analizar los movimientos sociales de las últimas décadas implica entender la relación entre tres elementos que en su interacción dan pauta a la conformación de acciones, movilizaciones y materialización de demandas que se ciernen, todas ellas, en la vida cotidiana a través de prácticas culturales. El movimiento Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero, Intersexual, Queer, Asexual (LGBTTTIQA) es un claro ejemplo de cómo se pueden realizar cambios a través de la organización y movilización social. Por ello, el presente trabajo analiza la emergencia de este movimiento a partir de tres elementos que le dan forma y estructura: el primero son las características del movimiento que le dan herramientas para exigir demandas de orden social y político; el segundo factor son los medios de comunicación a través de la colocación de la diversidad sexual en la esfera pública; y el tercer elemento tiene que ver con el cambio en el mundo. Libro completo: https://drive.google.com/file/d/1iL5oVdPgCmUU5qe05Sx2ec_u980l7weo/view?usp=sharing de la vida derivado de los efectos de la interacción entre los dos elementos anteriores, lo cual permitió que el movimiento surgiera, creciera y se consolidara en el país.

Universidad Nacional Autónoma de México Enrique Luis Graue Wiechers Rector Leonardo Lomelí Vanegas Secretario General Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria Secretario Administrativo Alfredo Sánchez Castañeda Abogado General Socorro Venegas Pérez Directora General de Publicaciones y Fomento Editorial Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Carola García Calderón Directora Patricia Martínez Torreblanca Secretaria General Jesús Baca Martínez Secretario Administrativo Elvira Teresa Blanco Moreno Jefa del Departamento de Publicaciones comunicación y vida cotidiana en la era digital Adolfo Gracia Vázquez Amílcar Chavarría Cruz Emmanuel Galicia Martínez Coordinadores Universidad nacional aUtónoma de méxico México, 2022 Esta investigación, arbitrada a “doble ciego” por especialistas en la materia, se privilegia con el aval de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Comunicación y vida cotidiana en la era digital Adolfo Gracia Vázquez Amílcar Chavarría Cruz Emmanuel Galicia Martínez (coordinadores) Primera edición: 10 de octubre de 2022 Reservados todos los derechos conforme a la ley. D.R. © 2022 Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Alcaldía Coyoacán, C. P. 04510, cdmx, México Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, Alcaldía Coyoacán, C. P. 04510, cdmx, México Oficina del Abogado General Dirección General de Asuntos Jurídicos ISBN: 978-607-30-6630-3 Diseño y formación de interiores: iGIRA Diseño de portada: Iván Christian González Vega Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta, del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables. Las opiniones y los contenidos incluidos en esta publicación son responsabilidad exclusiva del/los autor/es. Libro electrónico hecho en México/e–book made in Mexico Contenido Introducción 1 El papel de la comunicación y de las herramientas sociotécnicas para la significación del mundo. Adolfo Gracia Vázquez Introducción Comunicación Vida cotidiana Herramientas sociotécnicas para la comunicación Fuentes consultadas 2 La dimensión axiológica del videojuego en la vida cotidiana Caso la saga Assassin’s Creed Emmanuel Galicia Martínez Introducción Videojuegos, valores y vida cotidiana La saga Assassin´s Creed Precisiones metodológicas El contenido axiológico en la vida cotidiana de los jugadores de Assassin´s Creed Conclusiones Fuentes consultadas 3 El rompimiento de la seguridad ontológica de la vida cotidiana: ¿ciudadanía digital en el #19S? Amílcar Chavarría Cruz Introducción Seguridad ontológica en el espacio social Categorías para el estudio del desastre Neoliberalismo en el espacio social Ciudadanía: dos posturas Ciudadanía digital Metodología Análisis de las estrategias metodológicas 8 11 11 12 15 17 20 22 22 23 27 29 30 32 33 35 35 35 38 39 40 41 43 46 Conclusión Fuentes consultadas 4. Una mirada a la reconfiguración del espacio museográfico: aproximación a las prácticas fotográficas que los visitantes y usuarios de Instagram realizan en torno al museo del siglo XXI en la Ciudad de México Néstor Mazatl Segura Galván Introducción El desafío de los museos frente a la era de la información Un acercamiento al Museo Museo como lugar de encuentro El usuario y la tecnología de época Instagram y el poder de la imagen transmedia La desmaterialización fotográfica Conclusión Fuentes consultadas 5 La conexión entre la digitalización y el tiempo “postfactual” y su influencia en la comunicación corporativa Annika Meissner Introducción: digitalización y tiempo postfactual en contexto con las Relaciones Públicas Desarrollo El fenómeno de la digitalización y la opinión de los comunicadores al respecto Postfactualismo en éste tiempo postfactual. Confianza en nuestros medios de comunicación cotidianos y sus efectos en la política ¿Cómo la investigación anterior sobre la credibilidad de los medios de comunicación se conecta con el postfactualismo? ¿Cómo ven los profesionales el postfactualismo en su vida laboral? Conclusiones Fuentes consultadas 48 48 50 50 51 52 53 55 57 60 62 63 65 65 66 67 69 70 74 76 77 6 La experiencia de la vida cotidiana, el discurso político y la constitución de la clase social Nahum Abram Sánchez Martínez Introducción Thompson: clase y experiencia Castells y la experiencia como metáfora Laclau: identificación y cadenas de equivalencias Antagonismo, el paso hacia la subjetivación política de las experiencias Articulación conceptual: encuentros y desencuentros Conclusión Fuentes consultadas 7 Un fantasma ha salido del clóset: apuntes de la irrupción del movimiento lgbtttiqa en México Raúl Anthony Olmedo Neri Introducción Los ‘nuevos’ movimientos sociales Medios de comunicación: entre la diferencia y la convergencia Posmodernidad y vida cotidiana El movimiento lgbtttiqa en México: acción, política y comunicación Conclusión: resistir, vivir y sobrevivir en la diversidad Fuentes consultadas 8 Comportamientos religiosos en seguidores de mitologías transmedia Héctor Manuel Lujambio Valle El pensamiento mítico-simbólico y las estructuras del comportamiento religioso Las mitologías transmedia y sus seguidores Comportamientos religiosos en los seguidores de mitologías transmedia Conclusiones Fuentes consultadas 79 79 80 82 84 87 89 91 92 93 93 94 95 98 99 105 106 108 108 111 115 122 123 7 Un fantasma ha salido del clóset: apuntes de la irrupción del movimiento LGBTTTIQA en México Raúl Anthony Olmedo Neri ¡No hay libertad política, si no hay libertad sexual! ¡Nadie es libre hasta que todos seamos libres! ¡Lesbianas y Homosexuales, estamos por todas partes! Consignas en la Primera Marcha del Orgullo Homosexual en México ◗ Introducción Analizar los movimientos sociales de las últimas décadas implica entender la relación entre tres elementos que en su interacción dan pauta a la conformación de acciones, movilizaciones y materialización de demandas que se ciernen, todas ellas, en la vida cotidiana a través de prácticas culturales. El movimiento Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero, Intersexual, Queer, Asexual (LGBTTTIQA) es un claro ejemplo de cómo se pueden realizar cambios a través de la organización y movilización social. Por ello, el presente trabajo analiza la emergencia de este movimiento a partir de tres elementos que le dan forma y estructura: el primero son las características del movimiento que le dan herramientas para exigir demandas de orden social y político; el segundo factor son los medios de comunicación a través de la colocación de la diversidad sexual en la esfera pública; y el tercer elemento tiene que ver con el cambio en el mundo de la vida derivado de los efectos de la interacción entre los dos elementos anteriores, lo cual permitió que el movimiento surgiera, creciera y se consolidara en el país. Estos tres elementos han permitido que el movimiento cambie de objetivos y acciones; particularmente el uso de las redes sociodigitales en donde se analiza el caso de una campaña promovida por una asociación civil a través de Twitter, dando paso a nuevas formas de interactuar y participar en la esfera pública, así como potenciar el alcance de las demandas que poseen los diferentes grupos dentro de la diversidad sexual. 94 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET ◗ Los ‘nuevos’ movimientos sociales Entender la sociedad actual implica contemplarla en su conjunto e identificar una serie de elementos que se introducen para modificar la forma en que se producen y reproducen las relaciones sociales de producción e interacción. De esta manera se podrá observar que los cambios emanados del seno social a través de los ‘nuevos’ movimientos sociales no sólo responden a un proceso de reivindicación, sino que encuentran cabida en un contexto particular en un tiempo y espacio determinado que les permite emerger, desarrollarse y materializar sus demandas dentro del también denominado ‘mundo de la vida’ (Lebenswelt). Así, comprender y analizar los movimientos sociales como el de la diversidad sexual implica conocerlo en esencia e identificar el contexto histórico, social, político y cultural que le dan origen y forma dentro de la sociedad mexicana, la cual, de manera particular, pero que se pueden identificar rasgos similares en otras sociedades latinoamericanas, a pesar de ser “devotamente católica y machista ha sido testigo de una ampliación sin precedentes de los derechos sexuales en un periodo relativamente breve” (Díez, 2018: 363). Este proceso de búsqueda de transformaciones en la vida cotidiana, sin embargo, no siempre se da de manera pacífica y homogénea, ya que en ocasiones se requiere de organización social para insertar y asimilar dichos cambios ante la aparente resistencia a los mismos. Allí reside en primera instancia una característica del dinamismo interno de la sociedad: el conflicto. Esta relación de tensión entre quienes intentan transformar el statu quo y quienes ven en ese cambio la disolución de sus privilegios simbólicos, sociales y culturales, es lo que permite que la sociedad se desarrolle en un proceso constante de negociación y aceptación, donde la muestra de fuerza e incidencia social y política, así como la construcción de redes de acción y movilización (para reivindicar o preservar un contexto) se vuelven un recurso estratégico. Partiendo de este hecho, el movimiento LGBTTTIQA es identificado dentro de lo que se ha denominado como ‘nuevos’ movimientos sociales, debido a que están “especialmente preocupados por la realización humana del yo (…) algunos de ellos tienen como objetivo prioritario alcanzar un adecuado reconocimiento social de la identidad de sus miembros” (Monferrer, 2010: 5), por lo tanto, este tipo de movimientos tienen un carácter identitario emanado de la necesidad de transformar y cambiar la reproducción de la exclusión y marginación en la vida cotidiana por parte de la sociedad y del Estado. Así, “los movimientos de la diversidad sexual, pacifistas, antinucleares, feministas, entre otros, concatenan sus discursos a partir de la necesidad de reivindicar la pluralidad en una sociedad donde puede –y debe– haber más sociedades” (Olmedo, 2019: 31). Los objetivos que persiguen estos movimientos sociales poseen una aplicación práctica a Raúl Anthony Olmedo Neri 95 corto y largo plazo, toda vez que intentan cambiar de facto las prácticas discriminatorias, generar concienciación y con ello impulsar cambios en el ámbito social, cultural, político y normativo, como los derechos al matrimonio igualitario la generación de políticas que fomenten el desarrollo compatible, la materialización de condiciones laborales equitativas para mujeres y la constante defensa del territorio ante megaproyectos, por ejemplo. Así, estas “acciones colectivas han sido decisivas para la consolidación de los estados modernos, en la construcción de la democracia, en el desarrollo social, en la participación y expresión de la sociedad civil” (Moreno, 2014: 95). Sin embargo, este tipo de participación no es espontánea, sino que responde a un proceso interno e internacional en el que se reconfiguran los papeles y funciones entre el individuo, la sociedad y el Estado, por lo que entender esa efervescencia social de movilización, acción y comunicación responde a un contexto desgastado por el discurso de la Modernidad, el cual se vuelve coyuntural a finales de la década de los sesenta e inicios de los años setenta del siglo pasado. Es en ese periodo en que autores como Lefebvre (1972), Lipovetsky (2002), Inglehart (2001) y Harvey (2008) identifican un cambio tanto en los valores como en las relaciones sociales de (post)producción que se dan entre los individuos, lo que detona un cuestionamiento de aquellas metanarrativas o grandes relatos que se venían produciendo y reproduciendo sin objeción por parte de los individuos. En todo caso, estos nuevos movimientos sociales encarnan una demanda en común: la necesidad de reivindicar la diversidad dentro de la pluralidad que las sociedades democráticas anuncian en el texto y que en muchas ocasiones no encuentran su concreción por las (re)acciones de la resistencia. Es allí donde la movilización se vuelve acción y donde la acción se vuelve revolución. ◗ Medios de comunicación: entre la diferencia y la convergencia El desarrollo tecnológico que se ha dado en los últimos años es quizá más visible dentro de la vida cotidiana ya que su inserción ha traído transformaciones no sólo en la forma de comunicar, sino en la reducción espacial para la práctica comunicativa entre los individuos y la resignificación del tiempo como un recurso que se ve acelerado con los medios sociodigitales1 (Jensen, 2014; Fuchs, 2015; Han, 2016). Con estos 1 Aunque existe el término en inglés social media, la traducción al español ha estado vertido en caracterizar ciertos elementos de esos nuevos medios. Algunos autores traducen este término como ‘medios sociales’ y otros más como ‘medios digitales’, no obstante, más allá de una caracterización, tanto lo social como lo técnico tienen la misma cabida en estos nuevos medios, por lo que el término ‘sociodigital’ intenta abarcar y complementar la base social cuya materialidad está en la realidad concreta, la cual se proyecta y potencia en el mundo digital a través de estos medios. Esto no quiere decir que el medio se vuelve un condicio- 96 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET medios de comunicación que se desarrollan en la Internet deviene un cambio en el sentido propio de la Comunicación ya que los medios dejan de responder a su acepción de vehículo/transporte de mensajes y adquieren el de ambiente/espacio-no-físico donde se desarrolla la comunicación a través de la interacción de los individuos. Esta es una característica particular del desarrollo tecnológico sobre la Comunicación; ya no es más un proceso, sino un espacio de interacción entre individuos que saturan el espacio-no-físico de información y comunicación, lo cual da pauta a la generación de ruido, el cual interviene el fin comunicativo. Esto no ocurría en el caso de los medios tradicionales como la prensa, radio, televisión y cine, donde existía un proceso de control y filtro en la interacción entre el corporativo mediático y los receptores; actualmente, esta asimetría de poder se desvanece en los medios sociodigitales ya que a pesar que los medios tradicionales han generado una versión digital para mantener su alcance ‘masivo’, “la comunicación digital se distingue por el hecho de que las informaciones se producen, envían y reciben sin mediación de los intermediarios” (Han, 2016: 33); ellos siguen teniendo un alcance mayor en comparación a un usuario, no obstante, su control en el proceso de retroalimentación se elimina a través de los likes, el número de personas que comparten la noticia, y los comentarios que se desatan bajo la noticia publicada por el medio. En ambos casos, sean tradicionales o sociodigitales, estos medios se han atribuido un papel importante dentro de la vida cotidiana: alimentar la esfera pública. De hecho, actualmente no sólo la alimentan, sino que ellos mismos se han convertido en parte de esa esfera pública, la cual es entendida: … como un conjunto de procesos sociales que desarrollan la democracia, es decir, que promueven la igualdad y la participación más completa posible en la variedad más completa posible de la toma de decisiones económicas, políticas, sociales y culturales (Mosco, 2009: 249). De allí que su esencia sea bien delimitada e identificada por los movimientos sociales, ya que a través de los medios de comunicación se puede generar no sólo mayor visibilidad de la lucha y las demandas, sino politizar la discriminación para dar paso a una reforma normativa por parte del Estado y una modificación sociocultural en la sociedad. Lo anterior no implica que los medios de comunicación sean neutrales y objetivos al tratar las demandas de la diversidad sexual como el matrimonio igualitario o el derenante de organización, sino que permite ampliar el alcance, hacer alianzas y posibilitar la reproducción del movimiento en otros espacios geográficos siempre y cuando exista esa base social que pueda realizarlo y sostenerlo a lo largo del tiempo. Raúl Anthony Olmedo Neri 97 cho a la adopción, porque incluso dentro de ellos (y sus responsables) subyacen los restos de las construcciones sociales de las metanarrativas (heteronormativas y religiosas) generadas en la Modernidad. Es necesario, entonces mencionar que “la representación social de los homosexuales en los medios atraviesa por visiones machistas y heteronormativas que imponen formas de ser desde los espacios de comunicación” (Medina, 2015: 13), por ello la lucha no sólo se da a nivel social (organización y movilización) y cultural (prácticas, ritos y costumbres), sino a nivel comunicativo (presentación y representación mediáticas) en la esfera pública. Esta lucha a nivel comunicativo se dio a inicios del movimiento LGBTTTIQA, donde se buscaba la representación de la diversidad sexual como una forma más de la identidad y no como algo atípico y anormal, como lo hizo ver la medicina hasta 1990. No obstante, con la llegada de los medios sociodigitales se da un proceso sui géneris ya que han sido apropiados por estos movimientos sociales para potenciar su alcance, construir alianzas con activistas, líderes de opinión y otras organizaciones, así como hacer comunidad en otros espacios donde se replica la lucha por los derechos de este amplio grupo de la diversidad sexual. Esta apropiación no significa que se centren exclusivamente en los medios sociodigitales, pero a través de estos pueden crear, compartir y coadyuvar en la representación de la diversidad sexual desde su quehacer cotidiano. Además, estos medios, al estar insertados en mayor medida en la vida cotidiana, no requieren de trámites administrativos ante el Estado para poder operarlos (como una concesión en el caso de la radio y la televisión), ni de grandes cantidades de inversión en fuerza de trabajo y máquinas para la producción de la información (como el caso de la prensa o el cine), por lo que se convierten en medios alternativos que coadyuvan a movimientos emergentes en su proceso de reivindicación. En ese momento se puede hablar de la comunicación emergente, es decir, en el proceso de apropiación de los medios de comunicación (sean tradicionales o digitales) por parte de los movimientos sociales que dan pauta a difundir sus demandas y acciones en favor de sus intereses. En esta comunicación emergente, no obstante, no sólo responde a aquellos movimientos sociales que buscan transformaciones radicales (que van a la raíz), sino también para aquellos contramovimientos (Monferrer, 2010; Cadena–Roa 2016) que reconocen esas modificaciones contrarias a los objetivos que ellos persiguen; los contramovimientos también deben ser considerados en este proceso de comunicación emergente en tanto han participado en la presentación mediática de sus demandas y también se han apropiado de los desarrollos tecnológicos para dar voz a la percepción del mundo social que poseen. 98 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET ◗ Posmodernidad y vida cotidiana Tanto la emergencia de estos movimientos sociales como la apertura mediática que supone el desarrollo tecnológico en la comunicación responden a un contexto específico: la posmodernidad. En ella se describe el resultado del desgaste de esas meta narrativas que antaño dieron estabilidad a los individuos en su actuar; con el derrumbe de este modo/estilo de vida, se da paso a una liberación (que puede terminar en libertinaje) del sujeto; ya no más el anquilosamiento de lo socialmente aceptado, sino la reivindicación del individuo en la complejidad social. El concepto ‘posmodernidad’ ha sido criticado por la falta de sustanciación epistémica (Berman, 2011), no obstante, más que una falta de construcción teórico–conceptual, la cual “quizá sea el filósofo italiano Gianni Vattimo el único que se ha ocupado de mostrar los supuestos teóricos de la posmodernidad” (Rivas, 2013: 10), es un término que explica los procesos transformativos que resultan del desgaste de las meta narrativas que se venían desarrollando en la sociedad desde la búsqueda de un mundo mejor por y desde el Estado–Nación; esa búsqueda infinita y llena de sacrificios para conseguir la utopía terminó imponiendo la idea que “el crecimiento humano tiene sus costes humanos; todo el que lo desee deberá pagar el precio, y el precio es alto” (Berman, 2011: 49). El papel preponderante que tenía el Estado a inicios del siglo XX, fue disminuyendo conforme se implantó el neoliberalismo en la práctica política y económica; así particularmente en los años sesenta y setenta del siglo pasado, se llevaron a cabo movimientos sociales internacionales que dieron paso no sólo al cuestionamiento, sino a una nueva forma de ser/estar en sociedad a través de lo que Lipovetsky (2002: 6) define como el ‘proceso de personalización’, con el que “[se] designa la línea directriz, el sentido de lo nuevo, el tipo de organización y de control social que nos arranca del orden disciplinario–revolucionario–convencional que prevaleció hasta los años cincuenta”. Este proceso interno genera cambios ya que “la realidad de la vida cotidiana se me presenta además como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros” (Berger y Luckman, 2015: 38), por lo que este proceso de individualización implica una transformación problemática de un elemento que antes no se presentaba con tal fuerza que requiriera atención. Cuando las demandas del movimiento LGBTTTIQA fueron puestas en la esfera pública de la sociedad mexicana supuso una irrupción dentro de las múltiples realidades y particularmente en la realidad de la vida cotidiana, la cual es la realidad suprema (Berger y Luckmann, 2015), por lo que estos movimientos son el última instancia un proceso de reconfiguración de esa realidad suprema que se fractura ante las pluralidad de la diversidad que supone el proceso de personalización dentro de la posmodernidad. Raúl Anthony Olmedo Neri 99 Este proceso de transformación, que más tarde será revolucionario por los cambios subyacentes que acarrea, convierte la vida cotidiana en un espacio por demás estratégico ya que “la transformación social no ocurre sólo en la vida cotidiana, pero, si no ocurre ahí, no podemos hablar de un verdadero cambio o transformación” (Millán, 2019: 159). Así, la vida cotidiana adquiere relevancia no sólo por el efecto de la individualización de la sociedad, sino por la reconstrucción de la realidad de la vida cotidiana en un conjunto de cúmulos que le dan sentido por parte de los diferentes sujetos que la objetivan y legitiman. Así, la vida cotidiana, dentro de su aparente repetición, que más bien es un proceso de reproducción, se vuelve un espacio que da cabida a las prácticas culturales de la diversidad sexual que antaño permanecían tanto en la intimidad del individuo y la delimitación de su hogar y que hoy se desbordan hacia el espacio público. ◗ El movimiento LGBTTTIQA en México: acción, política y comunicación Si bien, el movimiento tiene inicios precisos en 1971 con la creación del Frente de Liberación Homosexual (FLH), el cual estuvo precedido por intelectuales como Nancy Cárdenas y Carlos Monsiváis, lo cierto es que existen dos eventos fundamentales anteriores a este grupo que dan visibilidad a la diversidad sexual. El primero de ellos es la “Redada de los 41”, ocurrida el 20 de noviembre de 1901 en la 4ta calle de Plata (actualmente calle Ezequiel Montes) en la Colonia Tabacalera, Alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, donde una fiesta realizada por personas de la clase media del Porfiriato fue terminada por la policía. En ella había hombres vestidos con prendas femeninas; el destino de aquellos hombres fue diferente, ya que “(…) los humildes fueron sentenciados, encarcelados y obligados a realizar trabajos forzados en las fincas henequeneras de Yucatán; y los ricos purgaron “su vergüenza” con el desprestigio el resto de sus vidas” (Medina, 2015: 32). Quien resultó salvado de este evento y el linchamiento mediático fue, se presume, el yerno de Porfirio Díaz. Así, se puede observar que en esta primera aparición no sólo medió la comunicación, sino la política, por lo que no constituyó un espacio fértil para el desarrollo de un movimiento social de esta índole. Ese acontecimiento representa la primera vez en que la homosexualidad se sitúa en la esfera pública, ya que “la homosexualidad era aceptada en general entre ciertos sectores de la sociedad como intelectuales y sectores de la clase obrera, siempre y cuando no se reconociera públicamente” (Díez, 2018: 151), por lo que este evento en los medios de comunicación “(…) para muchos constituye en gran medida nuestro Stonewall” (Capistrán, 2018: 47). No obstante, esta primera aparición no forjó el movimiento en 100 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET tanto existía un Estado regulador de la vida social, económica y política del país, así como un discurso progresista y modernizador que no permitía la disidencia (en cualquier sentido). Figura 1: Portada Gaceta callejera, 20 de noviembre de 1901 Fuente: Baltazar (2018) Desde este momento, las apariciones de la diversidad sexual en la esfera pública estuvieron marcados por la discriminación y la homofobia ya que “la herencia de ese estigma se replicó todo el siglo XX en los medios de comunicación; primero en los periódicos con grabados y fotografías, después en la radio, el cine; y a principios de los años 50, en la televisión” (Medina, 2015: 32) El segundo evento tuvo efecto en enero de 1971, donde el evento más que tener una relación comunicación–política, fue en la interacción comunicación–vida cotidiana, ya que se publicó una nota periodística en la que “un empleado de Sears, Roebuck & Co. fue despedido por exhibir una conducta homosexual” (Díez, 2018: 148); Fernando Vigortto sin saberlo, se volvió en la trasgresión que puso fin a la pasividad de la diversidad sexual. En este entonces, no sólo se tenía de antecedente lo ocurrido en 1901, sino los movimientos internacionales como el Mayo Francés y el Movimiento Estudiantil en México que, ambos ocurridos en 1968, permearon a que se formara y trabajara, primero en la clandestinidad y luego en la movilización, el FLH. Raúl Anthony Olmedo Neri 101 El FLH se desintegró por diferencias entre sus militantes, pero de él surgió el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR, creado en 1978) que aglutinaba en su mayoría a homosexuales, que junto a Oikabeth2 (1978), que se caracterizaba por ser mayoritariamente de lesbianas y Lambda (1978) “el primer grupo realmente mixto también feminista, también socialista pero plural (calificados por los otros como “pequeños burgueses”)” (Lizarraga, 2018: 353), realizaron los primeros actos de apropiación del espacio público. El 26 de julio de 1978 un contingente formado por integrantes del FHAR participó en la conmemoración de la Revolución Cubana. La nota periodística del siguiente día no hablaba de razzias3 o asesinatos por homofobia, sino por un acto de solidaridad con un hecho revolucionario internacional. De ello derivó la realización en 1979 de la primera marcha del orgullo homosexual en México. Esa primera marcha es descrita por Xabier Lizarraga (2018), fundador del grupo Lambda, como: … [una] marcha un poco tímida y “chamaqueada” por la policía que nos desvió por la calle de Lerma, lateral al Paseo de la Reforma, y que concluyó en la hoy desparecida Plaza Carlos Finlay, a un costado y atrás del Monumento a la Madre, donde, quizá para borrar de la memoria nuestra osadía, construyeron el edificio del Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Distrito Federal (hoy Ciudad de México)(355). Aunque es el primer evento, los activistas de aquella época lo consideran el segundo ya que el contingente del FHAR en 1978 fue, para ellos, el parteaguas en que no sólo se apropiaron de los medios de comunicación, sino del espacio público en su forma terrenal y temporal. Una vez en la esfera pública, la homosexualidad fue politizada para demandar derechos dentro de la vida cotidiana; primero fue la aceptación, después la inclusión. A partir de este momento, el movimiento LGBTTTIQA ha cambiado de objetivos conforme el contexto y sus propias necesidades han surgido: por ejemplo, el caso de la propagación de VIH–Sida en México repercutió severamente en las organizaciones del movimiento, por lo que algunas desaparecieron y otras más centraron sus acciones hacia la comunidad para dar atención, información y acompañamiento a una enfermedad que en esos momentos (los primeros casos aparecieron en 1983) era desconocida y mortífera. 2 3 Juego de siglas de las siguientes palabras mayas Olín Ikispan Katuntah Bebezah Thoth, cuyo significado es “Movimiento de Mujeres Guerreras que abren camino y esparcen flores”. Redadas ilegales realizadas por la policía del entonces Distrito Federal (hoy Ciudad de México) donde detenían homosexuales, quienes eran llevados a las estaciones de policía donde eran humillados y extorsionados para no delatar sus ‘gustos’ ante sus respectivas familias. 102 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET Figura 2: Cartel de Marcha del Orgullo Homosexual, 28 de junio de 1979. Fuente: Villasana, Garnica e Hidalgo (2018). Dentro de las acciones hacia la comunidad del movimiento de la diversidad sexual se encuentra la realización de sesiones informativas en espacios socialmente aceptados por los integrantes de la comunidad que no necesariamente eran oficiales o estatales. Uno de ellos fue la implementación de “El Taller de los Martes” cuya primera presentación fue el 14 de abril de 1987 en Zona Rosa, donde se dio información a la comunidad de una manera amena y sin emplear el argot médico que ello suponía. Con el flujo de información al respecto, se sensibilizó a la población en general, y se alejó el estigma que dicha enfermedad, denominada por grupos conservadores como “el cáncer gay” o “cáncer rosa”, era propagada por los homosexuales y que sólo les afectaba a ellos. En la siguiente tabla se observa el movimiento LGBTTTIQA en estos 40 años de activismo político, social y cultural. Actualmente, el movimiento LGBTTTIQA ha encontrado en sí una diversificación de las demandas y acciones, por lo que su campo de acción se ha ampliado por las diferentes organizaciones civiles que desarrollan actividades en beneficio de la comunidad de la diversidad sexual, por lo que más que “el movimiento” en realidad, actualmente se debe hablar de “los movimientos” LGBTTTIQA. De esta manera los objetivos de cada organización civil no necesariamente concuerdan con los de otras asociaciones. No obstante, más que la concordancia, que puede ser 103 Raúl Anthony Olmedo Neri importante, mas no debe ser la regla en tanto que hay pluralidad dentro de la propia diversidad, existe un proceso de apropiación de los medios sociodigitales que permiten visualizar los objetivos que devienen del actual contexto, y que deben ser considerados como una nueva forma de irrumpir y participar en la esfera pública (digital o análoga). TABLA 1 Historia del Movimiento LGBTTTIQA Fuente: Salinas (2017: 97). Figura 3: Red sociodigital a partir del Hashtag #NoMásECOSIG. Fuente: Ackland (2005). Uno de ellos es la denuncia por parte de diferentes colectivos sobre los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y de Identidad de Género (ECOSIG) que grupos conservadores han promovido con base en la idea de antaño sobre la diversidad sexual como ‘enfermedad curable’. La campaña en contra de los ECOSIG ha sido implementada por parte de la Asociación Civil Yaaj México a través de redes sociodigitales como Twitter y Facebook, por lo que analizar su impacto requiere el uso de software que permita recopilar y jerarquizar información de dichos medios sociodigitales. 104 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET Para este análisis se utilizó el software desarrollado en la Universidad Nacional de Australia, el Virtual Observatory for the Study of Online Networks (VOSON), el cual “puede mapear la estructura de las redes y los sitios involucrados, así como identificar qué sitios son más importantes dentro de una red y cuál es la dirección de los flujos de información entre los sitios” (Gunter, 2014: 422). Con VOSON se realizó una recolección de tweets y retweets del Hashtag #NoMásECOSIG, obteniendo 742 tweets recolectados, de los cuales 687 fueron retweets y donde 655 usuarios participaron en la difusión o comentando al respecto. En la figura 4 se puede observar la construcción de la red sociodigital en torno a este Hashtag. Figura 4: Relación de significados alrededor del Hashtag #NoMásECOSIG Fuente: Ackland (2005). Dentro de esta red sociodigital se observa el impacto de un usuario que potenció el alcance del Hashtag (recuadro negro). El usuario @Pat_MercadoC hizo que al menos 399 personas interactuaran con su retweet y que de ellas 397 lo compartieran en sus respectivos perfiles. Esta usuaria es senadora por Movimiento Ciudadano, por lo que su posición en el ámbito político es un factor que le dio la posibilidad de generar un alcance de tal magnitud. En este ejemplo, la relación comunicación-política no es la misma que la ocurrida en 1901, por el contrario, esta nueva relación de interacción-comunicación dio paso a la formación si no de alianza, sí de difusión ante un problema que identifican y comparten: los procesos de conversión que lejos de ayudar, incitan a la represión de la identidad disidente a la heteronorma socialmente reproducida. Raúl Anthony Olmedo Neri 105 Esta información, puede presentar la relación de significados que se da alrededor de este Hashtag, que lejos de ser la simple suma de sus partes (letras) adquiere una concatenación de significados acordes al contexto de su publicación y difusión, lo que genera un conjunto de relaciones paradigmáticas (significación). Como se puede observar, más allá de la frase generada con el Hashtag, lo cierto es que se construyeron al menos tres Hashtag más, a saber: #noestoyenfermx;#nadaquecorregir; y #nomásecosig (similar al original). Con esto se puede inferir que esta representación no sólo generó impacto en términos de alcance, sino también en términos de significación ya que dio paso a la conformación de más Hashtags, los cuales dan el mismo sentido al que pretendía la campaña iniciada por Yaaj México: denunciar los ECOSIG como formas de represión y tortura promovidas por grupos reaccionarios, que en conjunto conforman el contramovimiento, hacia personas que deciden aceptarse y asumirse como diferente. Finalmente, este breve análisis de una campaña en una red sociodigital da paso a corroborar que los movimientos de la diversidad sexual están apropiándose de los medios de comunicación sociodigitales para incrementar su alcance, identificar aliados y sobre todo de formar parte de la esfera pública a través de la presentación y representación mediática de la diversidad sexual en la sociedad mexicana. ◗ Conclusión: resistir, vivir y sobrevivir en la diversidad A lo largo del presente trabajo, se ha visto que el movimiento LGBTTTIQA, los medios de comunicación y el contexto posmoderno que aquí se han explicado son elementos que en su relación van generando un proceso de interacción–comunicación, el cual en suma ha derivado en visibilizar la injusticia, difundir las demandas y materializar la lucha a través de cambios específicos que poco a poco se vuelven parte de la realidad de la vida cotidiana. Además, conforme se ha desarrollado el movimiento, sus objetivos también han cambiado ya sea por el contexto, por la llegada de nuevos retos, de la propia resistencia emanada de los contra movimientos o de la propia diversificación de un colectivo amplio que comparten la diversidad de su identidad y la represión vivida en distintos ámbitos por las meta narrativas basadas en la heteronormatividad. Si el contexto es importante para poder evidenciar el cambio en la forma de ser/ estar en sociedad, las innovaciones tecnológicas en el plano de la Comunicación suponen nuevas formas de crear alianzas, difundir mensajes y organizar acciones, sin embargo, hay que mencionar que estas nuevas y fascinantes formas de socialización no desplazan las anteriores, sino que sirven para abrir espacios de comunicación que tienen en última instancia una base social, material y real que sustentan las acciones 106 7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET en los medios sociodigitales. Inhibir este hecho remitiría al discurso del determinismo tecnológico, lo cual desde este trabajo representa un error conceptual y discursivo, ya que los cambios no se dan (ni se darán) por las revoluciones tecnológicas en las formas de comunicación, sino en el nivel y modo de apropiación de estos desarrollos tecnológicos por parte de organizaciones y colectivos que se encuentran dentro del movimiento social y que han visto en estos medios sociodigitales otras formas de insertarse en la esfera pública (digital o análoga) más allá de aparecer y ser presentados de una forma. Hoy, los colectivos organizados en favor de la diversidad sexual tienen la posibilidad de presentarse y representarse desde su accionar en la vida cotidiana, contribuyendo desde sus trincheras a realizar esos cambios en las formas de ser/estar en sociedad, mostrando que quien debe salir del clóset no es la diversidad sexual, sino la propia sociedad… ya que lo normal es ser diferente. ◗ Fuentes consultadas Ackland, R. (2005). Virtual Observatory for the Study of Online Networks (Software). Obtenido de: http://vosonlab.net/ Baltazar, E. (23 de junio de 2018). El baile de los 41: la escandalosa fiesta gay que sorprendió a México a principios del siglo XX. Obtenido de Infobae: https://www.infobae.com/america/ mexico/2018/06/23/el-baile-de-los-41-la-escandalosa-fiesta-gay-que-sorprendio-a-mexicoa-principios-del-siglo-xx/ Berger, P. L. y T. Luckmann (2015). La construcción social de la realidad. Amorrortu. Buenos Aires. Berman, M. (2011). Todo lo sólido se desvanece en el aire. Siglo XXI. 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Obtenido de El Universal: http://www.eluniversal.com.mx/colaboracion/mochilazo-en-eltiempo/nacion/sociedad/40-anos-de-las-marchas-gay La primera edición electrónica de Comunicación y vida cotidiana en la era digital, realizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, se finalizó el 31 de marzo de 2023. La producción de esta obra estuvo a cargo de Guimark Total Quality S. A. de C. V. Carolina 98-101, colonia Ciudad de los Deportes Alcaldía Benito Juárez, C. P. 03710, Ciudad de México. En su composición se utilizó la tipografía Dashiell Bright 10:12. Cuidado de la edición a cargo de Clara Isabel Martínez Valenzuela, Departamento de Publicaciones, FCPYS.