OTRO QUIPU ENCONTRADO AL SUR DE ARICA

2008

EXCAVACIONES EN EL PEÑON DEL CUERVO (LA ARAÑA, MALAGA) J ULIAN RAMOS FERNANDEZ J OSE MANUEL PEREZ RIVERA LUZ PEREZ IRIARTE, 1987

En 1987 se llevó a cabo una campaña de excavaciones de urgencia en La Araña (Málaga) por parte de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, ante la inminente remode lación de la Carretera Nacional 340, cuyas obras destruirían algunas zonas arqueológicas ubicadas en la Meseta, cresta caliza del Peñón del Cuervo. La presente memoria expone, de forma resumida, los resultados de aquella actuación; su retraso es debido a causas de las que somos aj enos. Las actividades se desarrollaron en dos planos completa mente distintos: 1.-Excavaciones arqueológicas en la Meseta del Peñón del cuervo, que iba a ser destruida. 2.-Recogida de materiales en la escombrera que habían dejado las máquinas al destruir un yacimiento paleolítico sobre el túnel del Peñón del cuervo, por el cual pasaba la anti gua línea ferrea. Estos dos bloques dieron restos arqueológicos completa mente distintos, así como diferente fu e también la metodolo gía al recuperarlos: en un caso mediante excavaciones siste máticas-Meseta del Peñón del Cuervo-, y en el otro, median te un minucioso rescate de los escombros que había dejado Obras Públicas junto al yacimiento, junto al túnel. (Lám. 1). Esta disparidad metodológica, geográfica y cronológica, convierten las actividades desarrolladas en dos actuaciones distintas, aunque ambas se desarrollaran en el mismo año y en una misma zona. Es por lo que pensamos que no es correc to englobar a ambas en una misma memoria, si no que mere cen cada una de ellas un estudio por separado, acometiendo en este primer informe los trabajos desarrollados en la Meseta. LA EXCAVACION EN LA MESETA DEL PEÑON DEL CUERVO. (LAM. 2) Se plantearon cuatro cuadrículas en distintos puntos, superponiéndolas sobre las zonas en las que había indicios de re stos arqueológicos, principalmente afloramientos de muros. Estos emergían en varios lugares, pero en un estado tan residual que algunos de éllos tan sólo mantenían alinea dos "in situ" las últimas hiladas de piedras-como pudimos comprobar al excavarlos-, estando el resto dispersadas a ambos lados. La sucesión estratigráfica que nos apareció en las distintas cuadrículas fu e siempre la misma. Se trataba de cinco delga das capas de diferente coloración, la última de las cuales se asentaba sobre la "terra rosa" del espolón calizo, coincidien do en la mayoría de los casos con las primeras hiladas de silla rej o de los muros. 520 Estrato 1.-De poco espesor, 2 ó 3 cms. por término medio y 5 cms. como máximo. Estaba compuesto por un fino polvo grisáceo semiconcrecionado, procedente de la cercana fábri ca de cemento, mezclado con algunos objetos actuales, fo r mando una costra que cubría toda la Meseta. Estrato 2.-De unos 1 O cms. de grosor como media, de coloración ocre, con una matriz en la que era dominante la arenisca y la caliza degradada, con aportes de materia orgá nica, englobando pequeños gui jarros angulosos de caliza, todo ello muy suelto. El material encontrado carecía de interes arqueológico, correspondiendo la mayoría a época moderna. Estrato 3.-De 5 cms. de grosor por término medio; Su composición fí sica era idéntica al estrato anterior, excepto la coloración, que era de un color ocre claro. Este estrato fue el primero que tuvo cierto valor arqueoló gico, ya que aparecieron algunos fr agmentos de cerámica de pegueñas dimensiones de evidentes trazas medievales, pero tan deteriorados, que su importancia fu e escasa. Estrato 4.-Fue el estrato más interesante en todas las cua drículas, bajo el punto de vista arqueológico. De unos 5 cms. de grosor medio, su composición física era idéntica a los dos estratos anteriores, pero su coloración era mucho más oscura, a causa de la mayor concentración de materia orgánica. En las cuatro cuadrículas encontramos material de época roma na, mezclado con abundantes restos de cocina, en su mayoría de origen marino. Es curiosa la aparición entre los restos de cocina de cantos rodados; los más pequeños pueden ser res tos de playas fó siles, pero los mayores fu eron usados, posible mente, en relación con las conchas. La cerámica aparecida estaba muy fragmentada, y en un estado de degradación notable. Pudimos, no obstante, reconstruir una lucerna con baorniz y decorada con una figu ra en relieve que representa un lepórido. Este estrato coincidía con la base de los muros residuales, por lo que se puede deducir que estos fu eron construidos en época romana, ya que al encontrarse sobre una zona elevada, que emitía materiales ladera abajo, hacia las zonas deprimi das, no se debe pensar en acúmulos de represa sobre los muros. Pero lo insignificante de estos edificios y la pobreza de ej e cución-sillarej os de piedra, trabados en algunas zonas con barro-nos hace ver lo precario de estas construcciones, que tendrían una finalidad eminentemente práctica, sin ningún tipo de pretensión arquitectónica. Su posición estratégica en la eminencia del terreno, nos hace suponer que fu e algún tipo de guarnición militar, junto a las playas del Pe ñón del Cuervo, de cuyos productos marinos se aprovisionaron con profusión. Una vez abandonadas estas instalaciones, comenzaría su rápida degradación, y al estar en una zona del terreno emi sora de materiales hacia zonas más bajas, estos se difunden ampliamente.

Aldea Mundo, 2020

El texto indaga en los diversos discursos y dispositivos de gubernamentalidad biopolítica, que se han reproducido en las fronteras del Norte Grande de Chile durante los procesos presidenciales de Sebastián Piñera, concentrándose en los eventos migratorios del 2018 y 2019 en las regiones de Arica y Parinacota y la de Tarapacá, donde se encuentran los complejos fronterizos de Arica-Tacna y la de Colchane-Pisiga. El espacio fronterizo es también un campo de disputa entre el Gobierno nacional, el local y las organizaciones sociales. Se concluye que se manifiesta una biopolítica aporofóbica y otra biopolítica afirmativa que aboga por la población migratoria.

Resumen: El presente artículo pretende dar a conocer un avance de los trabajos efectuados en el solar nº 1 de la calle Acera del Río (Córdoba), que han dado como resultado el hallazgo de parte de una necrópolis islámica fechada en torno a los siglos X y XI, en la que se han documentado 30 enterramientos y una peculiar estructura asociada a ritos funerarios. Abstract: We present the results obtained durin the works carried out in number 1 of Acera del Río street, in Córdoba, that reports about the discovery of a Islamic necropolis dated around the tenth and eleventh centuries, where 30 burials have been documented and a unique structure associated with burial rites. Rèsumée: Nous avons le plaisier de presenter un aperçu du travail effectué sur le site 1 de la rue Acera del Río (Córdoba), qui a abouti à la découverte d'une nécropole islamique autour de la date du Xe et XIe siècles, où 30 tombes ont été documentées et une structure unique associé aux rites funéraires.

Estudios atacameños, 2013

La quinua es uno de los cultivos considerados como delicados en cuanto a manejo y cuidados de la cosecha. La cosecha de quinua debe realizarse con la debida oportunidad para evitar no solo las pérdidas por efectos adversos del clima y ataque de aves sino, el deterioro de la calidad del grano. Si a la madurez del cultivo hay un período de humedad ambiental alta (superior al 70%), se produce la germinación de los granos en la panoja, con la consiguiente pérdida de la cosecha o por lo menos se produce una oxidación o cambio de color de los granos, con la consiguiente pérdida de la calidad de la cosecha (Nieto y Vimos 1992). La quinua debe ser cosechada cuando las plantas se hayan defoliado y presenten un color amarillo pálido o los granos hayan adquirido una consistencia tal que resistan a la presión con las uñas. En áreas húmedas como la Sierra Norte de Ecuador y Sur de Colombia, es aconsejable hacer coincidir la cosecha de la quinua con la época seca del año (de junio a septiembre), para evitar pérdidas o deterioro de los granos por efecto de la humedad ambiental (Nieto, Castillo y Peralta, 1986). La cosecha tradicional de quinua en la Zona Andina es totalmente manual. En Perú y Bolivia, es común el arranque de plantas, las que al salir con las raíces acarrean tierra que al momento de la trilla se mezcla con el grano desmejorando su calidad (Tapia, 1990). En Ecuador y Colombia, la siega se hace con hoz (Figura 9.1), las gavillas se transportan a eras, en donde son trilladas a golpes de garrote o con pisoteo de animales. También es muy común la trilla manual, friccionando las panojas sobre piedras o superficies duras (Figura 9.2), aunque este sistema se realiza con quinua recién cortada, es decir cuando las plantas y panojas están blandas y no lastiman las manos. En otros casos las panojas son almacenadas en parvas (Figura 9.3) o secadas en el campo, en hileras junto a tapiales, cercas o paredes de las viviendas, para luego ser trilladas. La formación de arcos o parvas, también se hace en Perú y Bolivia, para evitar que la cosecha se malogre por la presencia de lluvias o nevadas que manchan el grano (Tapia, 1990). Las plantas se ordenan en estos arcos o parvas en forma de techo a dos aguas, luego se cubre con paja, para esperar una o dos semanas hasta que las plantas tengan la humedad conveniente para la trilla. Un sistema mejorado de cosecha de quinua consiste en la utilización de trilladoras estacionarias, aunque la siega y transporte de las gavillas se hace manualmente. Varios modelos de trilladoras de cereales han sido adaptados para la trilla de quinua, en otros casos se han creado prototipos específicos para quinua, todos con aceptable efectividad y rendimiento. Los principales ajustes a realizarse en los modelos de trilladoras de cereales son: disminución del flujo de aire en el ventilador, colocación de una malla metálica fina en el dispositivo de salida de granos, disminución de los dientes o ganchos trituradores en el cilindro y cóncavo y aumento de la velocidad del cilindro. Un detalle importante en este caso, es que las panojas a trillar deben estar completamente secas, para evitar atascamientos en los compartimentos de trilla y de salida de desperdicios. Cuando las panojas están húmedas o verdes, se obtiene grano sucio o, las pérdidas del mismo son excesivas durante el proceso de trilla. Entre las ventajas del uso de estas trilladoras se pueden mencionar: el fácil manejo, la facilidad de transporte y pueden ser adquiridas a precios relativamente razonables por agricultores, asociaciones o cooperativas de productores. Entre los varios modelos de trilladoras estacionarias que han sido adaptados y probados para la trilla de quinua en Ecuador, se pueden mencionar las siguientes: las trilladoras "Pullman" y "Almaco" de fabricación Americana, la trilladora "Nogueira BC-80" de fabricación Brasilera, la trilladora "Vencedora" de fabricación Colombiana, todas ellas con buenos resultados y con la ventaja de que no son modelos exclusivos y pueden ser usados para la trilla de varios tipos de granos (Nieto y Vimos, 1992). En la Tabla 9.2, se presentan los resultados de un experimento comparativo de la eficiencia y capacidad de trilla de varios modelos de trilladoras, en comparación con la trilla manual, lo que demuestra la eficiencia de estas máquinas estacionarias para la trilla de quinua. En Perú también se han ensayado varias trilladoras estacionarias, unas movidas con motor propio y otras adaptadas al toma de fuerza de un tractor. Las trilladoras de las marcas Triton y Turner son las que han dado resultados satisfactorios (Tapia, 1990), sin embargo este autor indica que el uso de las trilladoras estacionarias resulta económico a partir de cinco hectáreas de cultivo.