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Arqueometalurgia: Historia y Tecnología

2008, C. Saíz Jiménez y M.A. Rogelio Candelero (eds): La investigación sobre Patrimonio Cultural. Red temática del CSIC de Patrimonio Histórico y Cultural. Sevilla: 129-142

Resumen Se presentan las propuestas teóricas y metodológicas que han guiado la investigación del Grupo de Investigación Arqueometal, centrada en la metalurgia desde sus inicios hasta la Edad Media. El análisis elemental mediante XRF, la microscopia ...

ARQUEOMETALURGIA: HISTORIA Y TECNOLOGIA Alicia Perea, Barbara ~rmbrusfer',Ignacio Montero Ruiz y Salvador Rovira ~lorens' Instituto de Historia Centro de Ciencias Humanas y Sociales Albasanz, 26-28 28037 Madrid 1 CNRS, UMRS 5608, Maison de la Recherche, Université de Toulouse le Mirail, 5 allées Antonio Machado, F-31058 Toulouse Cedex 2 Museo Arqueológico Nacional, Serrano 13, 28001 Madrid. Resumen: Se presentan las propuestas teóricas y metodológicas que han guiado la investigación del grupo de investigación Arqueometal, centrada en la metalurgia desde sus inicios hasta la Edad Media. El análisis elemental mediante XRF, la microscopia electrónica de barrido (MEB) y la rnetalografia óptica han sido las herramientas utilizadas y han generado un Corpus documental de gran magnitud. Toda esta información analítica, junto a la documentación contextual y gráfica de los materiales, constituye un referente único para la historia de la tecnología metalúrgica y su papel en el desarrollo de las sociedades complejas desde la Prehistoria Reciente. l.INTRODUCCIÓN Y BASES TEÓRICAS La tecnología metalúrgica ha sido un campo de interés para la Arqueología desde que empezaron a desarrollarse métodos analíticos instrumentales. En la tradicional explicación evolucionista de la historia, la tecnología ha tenido un papel de referencia fundamental. Los avances y mejoras tecnológicas se vinculaban a cambios y avances sociales y económicos. El metal como tecnología desarrollada a partir de la Prehistoria Reciente adquiere un valor informativo de referencia y su estudio se orientó principalmente bajo tres perspectivas: 1- Tipología o descripción formal de los objetos, como investigación arqueológica tradicional encaminada a distinguir los fósiles-guía de las diferentes culturas para ordenarlos cronológicamente. 2- Historia de la tecnologia. Durante gran parte del siglo XX estuvo basada en el análisis elemental, principalmente de los objetos, siendo el interés por los residuos metalúrgicos secundario. Su orientación teórica era estrictamente evolucionista. 3- Procedencia de materias primas y metales como explicación de mecanismos de intercambio y relaciones culturales, realizada tanto a través de una aproximación tipológica mediante modelos de dispersión, como una aproximación analítica basada en los modelos de impurezas y recientemente en análisis de isótopos de plomo. Se empiezan a desarrollar nuevos planteamentos teóricos que enriquecen las posibilidades de acercamiento a la sociedad en su conjunto. Además de estos tres enfoques generalistas, que se suceden en el tiempo, podemos destacar otras perspectivas de investigación que han marcado el rumbo del grupo de investigación de los autores. En primer lugar se encuentra el interés por profundizar en el conocimiento de la especialización artesanal como indicador de la complejidad sOCioeconómica dentro de una sociedad. La especialización artesanal se considera un factor clave en la economía política de las sociedades complejas. En segundo lugar, entre las nuevas aproximaciones que engloban la investigación arqueometalúrgica se encuentra el estudio del cambio tecnológico, concebido desde una doble orientación: interna y externa. La interna, que explica el cambio desde el propio sistema tecnológico, es decir considerando lo que cambia y cómo cambia, a partir de los conocimientos preexistentes y de la innovación. Esta parte de la investigación ha estado fuertemente ligada al enfoque de la Historia de la Tecnología. La segunda orientación trata de dar respuesta a la pregunta ¿por qué cambia la tecnología? y aborda la cuestión desde fuera de ella, desde una comprensión de la propia sociedad, de los comportamientos económicos, politicos e ideológicos en los que esa tecnologia está inmersa y que, en definitiva, van a ser los factores que desencadenen el cambio a través de los mecanismos de innovación y adopción. Desde el punto de vista científico, podemos destacar una tendencia que va adquiriendo mayor peso: la interdisciplinariedad, un reto ineludible para cualquier planteamiento científico de éxito. El arqueólogo ya no trabaja aisladamente sino que tiene que entenderse y coordinarse con todo tipo de especialistas y especialidades; este hecho produce un efecto positivo, no solamente desde el punto de vista metodológico, sino teórico, al ampliarse las perspectivas de un trabajo en equipo. 2. TÉCNICAS DE ANÁLISIS APLICADAS Los estudios sobre tecnología metalúrgica se apoyan en una serie de técnicas analíticas con el fin de obtener una información que posteriormente es interpretada desde el punto de vista histórico. La visión analítica de la cultura material constituye un campo de especialización arqueométrico de amplio futuro, dificultado únicamente por la accesibilidad del objeto arqueológico, las dotaciones de infraestructura de los centros y los recursos económicos destinados a la investigación. Figura 1. Gráfico que muestra la evolución de las técnicas de análisis más utilizadas en los estudios internacionales de arqueometalurgia en el periodo 1975-2000, según [l]. Se aprecia el peso que adquiere la microscopia electrónica de barrido en la década de los 90. Una de las primeras cuestiones que se plantean al investigador es la reconstrucción de los procesos de fabricación a través de las huellas que las herramientas dejan sobre la superficie de cualquier objeto metálico y de las estructuras que surgen de los diversos tratamientos térmicos y otros procesos de degradación y cambio en las condiciones del yacimiento; para ello hemos utilizado la metalografía óptica, con equipamientos propios, pero también ha tenido un papel fundamental la microscopía electrónica de barrido (MEB). La utilización de instrumentos ópticos para la observación topográfica de las superficies metálicas ha sido habitual en la investigación sobre metalurgia, pero la verdadera revolución llegó con la microscopía electrónica de barrido que permitía simultanear, en un mismo equipo, la observación topográfica del objeto a grandes aumentos y con gran profundidad de foco, y la realización de microanálisis no destructivos. El acceso a estos equipos tuvo carácter extraordinario en la arqueología española hasta bien entrada la década de los 80, convirtiéndose rápidamente en un recurso habitual de la investigación a partir de los 90 (Figura 1). En nuestro caso esta metodología ha podido desarrollarse gracias a la estrecha colaboración con el Laboratorio de Microscopía Electrónica del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM, CSIC, Madrid), que cuenta con la infraestructura necesaria v una larqa exoeriencia: el trabaio en eauioo ha sido oermanente a lo larao de dos décadas 12, 31 En esta t;ayectoria se susfentan 14s'condicione; imprescindibles para poder plantear un estudio de síntesis sobre los inicios de la tecnología - metalúrqica - en la Península Ibérica y su desarrollo hasta el fin de la Antigüedad. Además de los análisis con microsonda (MEB-EDX), las técnicas aplicadas por el grupo de investigación al análisis elemental de los metales han sido principalmente la espectrometria por fluorescencia de rayos X (ED-XRF), y en menor medida PlXE y PIGE. En el caso de la XRF se han empleado equipos orientados específicamente a análisis de metales. Los espectrómetros utilizados han sido un Kevex mod. 7000 entre los años 1982 y 1996 y un Metorex X-MET 920 (Figura 2), desde el 2003 a la actualidad, que permiten la identificación de los elementos químicos presentes en una muestra desde el número atómico 20 (Calcio) en adelante. Así, todos los componentes básicos de las aleaciones metálicas no ferrosas pueden ser identificados (análisis cualitativo) y cuantificados (análisis cuantitativo). Sin embargo, estas características han limitado la investigación sobre objetos de hierro y sobre los subproductos generados en la producción metalúrgica (principalmente escorias) al no permitir el análisis de los elementos ligeros (N < 20), básicos en la interpretación y descripción de los mismos. t del Museo Figura 2. Equipo de espectrometria de fluorescencia de rayos X Metorex x - ~ e 920 Arqueológico Nacional. El espectrómetro KEVEX, con fuente de 2 4 ' ~ m y detector de Si(Li), fue adquirido en 1982 con dinero de la ayuda americana e instalado en el hoy denominado IPHE, en cuyas instalaciones se desarrolló el trabajo analítico hasta 1996. El espectrómetro Metorex fue adquirido por el Museo Arqueológico Nacional, del Ministerio de Cultura en 2002. En este caso con detector de Si(Li) Era con un cabezal de dos fuentes encapsuladas de excitación primaria por rayos garnma: 'Ogcd y Arn. La utilización cie técnicas con haces de iones (IBA), por ejemplo PlXE y PIGE, se han realizado en colaboración con distintos laboratorios y centros de investigación desde 1997, Laboratoire d'Analyses par Réactions Nucléaires, en Namur, Bélgica; Laboratoire des Recherches des Musées de France, en París (Figura 3); y Centro di Datazione e Diagnostica, en Lecce, Italia, así como con los aceleradores que en España dedican parte de sus líneas a analizar el patrimonio histórico, arqueológico y artístico (Centro Nacional de Aceleradores de Sevilla y Centro de Microanálisis de Materiales del Parque Científico de la Universidad Autónoma de Madrid). En los últimos años hemos empezado a utilizar otras técnicas de análisis complementarias como los test de microdureza, realizados con equipamiento propio del Instituto de Historia del CSIC, o los análisis de isótopos de Plomo para el estudio de procedencias, encargados al Servicio de Geocronología y Geoquímica Isotópica de la Universidad del País Vasco. Figura 3. Figura antropomoría en bronce con máscara de oro procedente de Cádiz, delante del detector en el acelerador del CMAM, UMAM. Siglo Vlll a.c. 3. HlSTORlAY FORMACIÓN DEL GRUPO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOMETAL El trabajo desarrollado por el grupo de investigación Arqueometal se encuadra en dos grandes programas de actuación que acumulan una gran cantidad de datos comparativos y permiten estudios tanto puntuales o temáticos, como de síntesis. El germen del Grupo Arqueometal comienza oficialmente en 1993 cuando se inician las actividades de una nueva línea de investigación sobre Arqueometalurgia, con la incorporación de Alicia Perea como Científica Titular al Departamento de Prehistoria del Instituto de Historia del CSIC. Sin embargo, los inicios reales pueden remontarse a 1985 durante su periodo de Becaria predoctoral, con la realización de la Tesis "Arqueología del Oro: un estudio de la orfebrería prehistórica en el sur de la Península Ibérica" [4, 51. La actividad investigadora una vez en el CSIC se articuló en torno a un programa de actuación a corto, medio y largo plazo denominado Proyecto Au centrado de forma general en la historia de la tecnología, desde la orientación social y antropológica, y concretamente en el proceso diacrónico y dinámico del cambio, la transmisión y la permanencia tecnológicas en la sociedad desde los inicios de la metalurgia hasta el fin de la Antigüedad. Las necesidades de infraestructura científica en el corto y el medio plazo se resolvieron mediante la colaboración interdisciplinar e interinstitucional, en un principio bajo el marco del acuerdo para dotar de laboratorios de apoyo a la Arqueología firmado por la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, y desde 1993 con recursos financieros procedentes de los distintos proyectos de investigación del Plan Nacional de I+D+i de los que la línea de investigación antes mencionada se ha nutrido. Recurrimos fundamentalmente al Laboratorio de Microscopía Electrónica del CENIM, CSIC, dirigido entonces por Miguel Aballe y posteriormente y hasta la fecha por Paloma Adeva, con quienes hemos mantenido una estrecha colaboración científica desde el principio (vide supra). Posteriormente, la línea de investigación sobre Arqueometalurgia se vió reforzada con la incorporación del Científico Titular Ignacio Montero en el año 2000, que viene desarrollando una estrategia coordinada con el programa Arqueometalurgia de la Peninsula Ibérica, centrado principalmente en la metalurgia prehistórica de base cobre. El inicio de este segundo programa parte de 1982 por iniciativa de Manuel Fernández Miranda como Director General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, integrándose desde el inicio Salvador Rovira Llorens, actualmente Jefe del Departamento de Conservación del Museo Arqueológico Nacional, como responsable de los trabajos de análisis. A estas dos temáticas se añade la colaboración con Bárbara Armbruster, investigadora del CNRS francés desde el año 2000, después de publicar su tesis doctoral en torno a los procesos de fabricación del bronce y oro en la fachada atlántica de la Península Ibérica durante la Edad del Bronce [6]. Esta colaboración ha sido constante e institucional a través de la participación en distintos proyectos de investigación [7-101. Las estrategias creadas para dotar de continuidad y coherencia a nuestros respectivos trabajos de investigación se centraron en los mencionados programas y tenían como objetivo evitar los problemas de descontextualizac'ión que habían hecho fracasar, desde el punto de vista de la arqueología, que no desde el arqueométrico, el gran proyecto sobre metalurgia prehistórica de ámbito europeo Studien zu den Anfangen der Metallurgie, desarrollado en los laboratorios del Würtembergischen Landesmuseum de Stuttgart, con una ingente producción científica [Al, 121. La información se ha ido acumulando a través de más de una docena de proyectos de investigación de diferente naturaleza, regional, nacional e internacional, y también gracias al estudio de materiales de otros proyectos puestos a nuestra disposición, como especialistas, por sus investigadores responsables. Es por ello, que aunque el ámbito de investigación esté centrado en la Península Ibérica, se hayan estudiado materiales de otros países europeos y americanos [13] y se mantenga un amplio círculo de relaciones internacionales. Las bases de datos generadas en el seno de este grupo de investigación son únicas en su género, por el volumen de datos acumulado; por el carácter sistemático de su planteamiento inicial; y por la metodología empleada que hace uso de diferentes recursos analíticos. Sin embargo, nunca hemos perdido la orientación arqueológica que tiene como finalidad última la explicación de los mecanismos del cambio social. 3.1. El Proyecto Au Este programa de investigación surge del concepto de tecnología como un fenómeno indisociable de su marco social y del agotamiento de la teoría evolucionista, entendida como progreso unidireccional, en la explicación de esos mismos fenómenos tecnológicos. Los metales en- general, y en particular los metales nobles, transformados en objetos arqueológicos, poseen una enorme capacidad para transmitir información, no sólo tecnológica, sino ideológica debido a la carga simbólica que encierran. Ese contenido simbólico trasciende su estricto valor económico para relacionarse con aspectos de comunicación, legitimación política o religiosa, pertenencia, exclusión o identificación intra e intergrupal. Por estas razones la escala del tiempo que interesa al Proyecto Au es la larga duración, el proceso diacrónico y dinámico del cambio desde los inicios de la metalurgia hasta el fin de la Antigüedad, y más allá. La trayectoria de esta estrategia de investigación generó una potente herramienta de investigación, el Reperiorio Au de macro y micrografías metalográficas [14]. Se trata de una amplia base de datos que combina las imágenes v los datos analíticos y viene formándose desde 1985 gracias a diversas colaboracio~esinstitucionales, especialmente con la Unidad de Metaluraia - Física del Centro Nacional de Investiaaciones Metalúrciicas. CENlM (CSIC), ,v también con otros organismos y laboratorios españoles y europeos. Actualmente cuenta con unas 5.000 macrofotografías digitales en color de objetos fundamentalmente en oro y plata (Figura 4), pero también en aleaciones de base cobre, que documentan aspectos técnicos, iconográficos y de conservación de hallazgos y conjuntos arqueológicos procedentes de la Península Ibérica. Al archivo de imágenes macro hay que añadir más de 600 micrografias de estructuras metalográficas tomadas en microscopio electrónico de barrido (MEB), cada una de las cuales cuenta con un número variable de microanálisis por dispersión de energía. Figura 4. Macro de los componentes estructurales en una de las placas del Tesoro de El Cararnbolo (Sevilla). Siglo VI1 a.c. Esta cifra está constantemente en aumento, según avanzan los distintos proyectos de investigación concretos de los que se nutre. Actualmente el proyecto en vigor "Bases para una investigación arqueométrica y tecnómica sobre metalurgia en la Prehistoria y Antigüedad" del plan Nacional I+D+I (HUM2006-06250lHIST) pretende ser una síntesis del trabajo realizado en las dos últimas décadas. 3.2. Proyecto Arqueomefalurgia de la Península Ibérica Cuenta con una base de datos sobre composición de metales que supera los 20.000 análisis. La mayor parte (17.807) corresponden a análisis de superficie mediante XRF con equipamiento propio desde 1982. Los objetos analizados, principalmente aleaciones de base cobre, y en menor medida objetos de oro, plata y plorno cubren todo el rango cronológico desde el Calcolitico hasta la Edad Media, con algunos materiales contemporáneos. La mayoría de los objetos tienen un solo análisis por muestra, aunque dependiendo del tamaño y estructura de las mismas, se han realizado más análisis. Así por ejemplo, en una fíbula cuando esta completa se analiza de manera independiente el puente y la aguja, o en piezas de gran tamaño pueden realizarse dos o mas tomas analíticas a lo largo de su longitud. En este conjunto global de análisis también se encuentran aquellos casos estudiados para conocer las diferencias entre la composición de la patina y el metal de base, que han servido para estudiar las tendencias y cambios que se producen según los diferentes elementos presentes. Por otra parte el estudio de escorias y restos vinculados a la producción metalúrgica realizados con ME0 dispone de 5.941 tomas analíticas sobre 1.188 objetos, incluyendo en este caso la metalurgia del hierro. También se dispone de 2.625 imágenes metalográficas sobre distintos materiales (Figura 5) y más recientemente se han empezado a realizar análisis de microdureza con el fin de completar la caracterización física de las producciones metálicas. Figura 5. Montaje de micrografias de bronces antiguos. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Hacha plana del Bronce Tardío, mostrando estructura de colada seguida de forja en frío y recocido (yacimiento de la Fábrica de Euskalduna, Madrid). Hacha plana del Calcolitico, mostrando estructura de colada seguida de forja en frio (yacimiento de Cabezo Juré, Alosno, Huelva). Espada del Bronce Final, mostrando estructura de colada seguida de forja en frío y recocido (depósito de la Ría de Huelva). Molde metálico de hacha de talón, mostrando áreas ricas en Sn (color plateado) en un bronce de alto contenido en estaiio (yacimiento de Linares de Riofrio, Salamanca). Toda esta información analítica está acompañada de la correspondiente información documental sobre las piezas estudiadas, en una ficha con referencia especial a sus datos de contexto cronológico y espacial. Una buena parte de este material cuenta además con información gráfica (fotografía y10 dibujo). La investigación ha buscado cubrir todo tipo de objetos, desde los elementos más pequeños y cotidianos, a aquellos más singulares. En este conjunto podemos mencionar la existencia 2.228 análisis de monedas de distintos periodos, el análisis de 326 anillos y 202 botones desde la Edad del Bronce al Mundo Visigodo, 680 análisis sobre hachas de distinta tipologia, 1.027 análisis sobre fibulas y sus componentes, 1.473 análisis realizados sobre minerales principalmente de cobre y plomo, o los 472 de gotas de fundición, sin olvidar elementos más esporádicos como el estudio de hilos metálicos en tejidos [15] o de estatuaria romana. Tabla 1. Cuantificación de análisis realizados en el Proyecto de Arqueometalurgia de la Península Ibérica; entre paréntesis se incluyen el número de objetos analizados. Análisis XRF Nacional Extranjero Total Análisis MEB Imágenes MEB Meialografia 16.698 (14.511) 3.776 4.720 (944) 2.397 (793) 1.109 (873) 977 1.221 (244) 228 (76) 17.807 (15.384) 4.753 5.941 (1.188) 2.625 (869) En los últimos años se está trabajando sobre otro problema de gran trascendencia en el desarrollo cultural de la Península Ibérica como es el aprovechamiento de la plata y el plomo en el I milenio a.c. en relación a los procesos coloniales y su interacción con el mundo indígena. Esta investigación está siendo realizada a través de proyectos subvencionados por el Ministerio de Educación y Ciencia: "Caracterización analítica de la producción metalúrgica pro?ohis?óricade plata en Cataluña", (HUM2004-04861-C03-02), periodo 2004-2007 [16, 171, y "Tecnología y procedencia: plomo y plata en el 1 milenio AC", (HUM2007-04861-C03-02), periodo 2007-2010. 4. PRINCIPALES RESULTADOS Los resultados de la línea de investigación sobre arqueometalurgia y de las dos estrategias que se han sustanciado en más de 300 trabajos publicados de todo tipo, incluida la divulgación cientifica y el ámbito internacional más especializado, pueden encuadrarse bajo dos epígrafes: metodológico y práctico. En efecto, una de las contribuciones más interesantes que podemos aportar se centra en la metodología y los protocolos de trabajo que se han ido construyendo con la experiencia investigadora. Su finalidad es evitar en lo posible errores de interpretación en los datos analíticos de objetos arqueológicos, obtenidos generalmente en condiciones desfavorables. Intentamos evitar la casuística para buscar las tendencias, por lo que se aplica a todas las fases de la investigación, desde la selección del objeto de estudio hasta la toma datos analíticos. Los puntos fundamentales son los siguientes. a) b) c) Carácter sistemático del muestreo. Nuestro objeto de estudio son grupos o conjuntos de objetos producidos por una formación social identificable, pertenecientes a una fecha concreta o procedente de un área geográfica homogénea, evitando el estudio de objetos aislados, sin datación o sin contexto arqueológico. Creemos que la analítica no debe estar reñida con la arqueología. La caracterización de cualquier técnica, proceso de desgaste por uso, deterioro o utilización de una herramienta, implica la obtención de una imagen macro o micrográfica junto a su correspondiente análisis de composición. Es decir, intentamos asociar las composiciones elementales a microestructuras. Salvo para una caracterización elemental genérica de piezas simples, un único análisis no puede ser representativo de una estructura concreta dentro de un objeto o del propio objeto. Esto es especialmente cierto para procesos como los vaciados en las primeras etapas metalúrgicas, o las soldaduras que implican la utilización de diferentes aleaciones y materiales. En segundo lugar podemos situar los resultados prácticos, es decir, aquellos que se diseñaron para obtener interpretaciones de carácter histórico tecnológico y social. A continuación se detallan unos ejemplos. 4.1. La primera metalurgia en la Península Ibérica Uno de los grandes temas de investigación en la Prehistoria Reciente es determinar el papel socio-económico de la metalurgia en sus fases iniciales. Para ofrecer datos y respuestas a esta cuestión dentro del debate existente sobre la aparición de las primeras formaciones estatales. En las sociedades complejas y siempre con matices, la producción de objetos de prestigio está estrechamente relacionada con el surgimiento de jefaturas o elites, cuyo poder se mantiene o sustenta con el control sobre los intercambios o sobre la propia producción, mientras que el desarrollo de producciones masivas de objetos utilitarios se vincula a la evolución de sociedades estatales. Se diseñó una estrategia de ámbito peninsular para el análisis de los objetos y restos de producción metalúrgicos. El esfuerzo permitió recabar información analítica de más de dos millares de piezas y describir las características tecnológicas y su evolución hasta el Bronce Tardío. Esta investigación, además de trazar la evolución tecnológica explicando las condiciones de aparición de las aleaciones naturales (Figura 6) y el momento de aplicación de las aleaciones intencionadas (bronces), ha permitido sustentar la hipótesis de un desarrollo autónomo de la metalurgia en la Península Ibérica y su carácter poco eficiente y especializado. Aunque haya objetos metálicos que tienen funciones instrumentales, el metal no puede considerarse aún un medio de producción plenamente incorporado a la actividad económica; todavía no se ha librado de la carga de ser un bien de prestigio, ligado al status de sus poseedores. Esta investigación se plasma en la serie de libros publicada bajo el título genérico de Primeras etapas metalúrgicas en la Península Ibérica 118-201. En el primer volumen se recogen los resultados de los 2.099 análisis elementales de los materiales estudiados, ordenados por provincias de origen (Figura 7). El segundo volumen recoge el panorama y contexto actualizado sobre la información disponible en cada yacimiento y región peninsular, el tercer volumen aporta el estudio tecnológico de esas producciones a través de la metalografía. Figura 6. Fragmento de Vasija de Reducción del yacimiento de Villaviciosa de Odón (Madrid). Estudio de la escorificación de la pared interna con MEB, en el que se muestran la estructura de fases de la escoria. La escoria es consecuencia de la reacción parcial a alta temperatura del mineral procesado y de los componentes de la arcilla del recipiente cerámico en un ambiente oxidante. Figura 7. Puntas tipo Palmela del yacimiento de Carrión de los Condes (Palencia) custodiadas en el Museo Arqueológico Nacional (inv. 10271, 10272 y 10.274). Según el análisis elemental se trata de cobres con impurezas de arsénico inferiores al 1%. El tema no está cerrado y se continúa trabajando con nuevos materiales que van apareciendo en las excavaciones recientes, así como con materiales de zonas peor representadas para ir refinando y matizando las interpretaciones realizadas. Solo gracias a este bagaje documental acumulado es posible plantear trabajos de síntesis global de esta naturaleza. 4.2. Las soldaduras en la orfebrería orientalizante del siglo VI1 a.c. Uno de los problemas que plantea la metalurgia del oro mediterránea son las diferentes técnicas de soldadura en granulado y filigrana. Se trata de microsoldaduras que, por sus características morfológicas, han sido difícilmente reproducibles con medios actuales. Esto ha planteado una discusión científica que dura ya más de un siglo en la investigación de la historia de.la tecnología del antiguo Mediterráneo. El tesoro de Aliseda, Cáceres, es un riquísimo ajuar funerario de joyas procedente de un enterramiento múltiple del siglo VI1 a.c. El conjunto constituye un repertorio completo de lo que se ha denominado orfebrería tartésica, y su estudio ha sido fundamental para la identificación y caracterización de un taller dentro de la producción de la época. Figura 8. Estudio macro y micrográfico de una de las arracadas de Aliseda (Cáceres). Siglo VI1 a.C El proceso de soldadura de los gránulos de las arracadas de Aliseda está documentado por nosotros mediante un estudio microtopográfico y microanalítico (Figura 8). Se trata de un granulado lineal que resalta los detalles morfológicos de los distintos elementos ornamentales, vegetales y zoomorfos. Se dispone sobre una incisión o surco marcado en la lámina de base previamente impregnado con una mezcla de adhesivo y aleación soldante finamente fraccionada. La composición en la zona de contacto muestra un incremento de los porcentajes de Ag y Cu con respecto a la composición del material de base, un oro bastante puro (Figura 9). Las micrografías muestran una estructura dendrítica, así como corrosión intergranular. A grandes aumentos podemos observar, en algunas soldaduras, microrechupes debidos a desprendimientos gaseosos, probablemente causados por un exceso de aleación soldante en esas zonas. Figura 9. Diagrama con los cambios de composición Au-Ag-Cu en la interfaz lámina-globulo de la arracada de Aliseda. 4.3. Orfebrería Visigoda La pertinencia y eficacia de la metodología desarrollada a lo largo de estos años quedó suficientemente demostrada en los distintos proyectos de investigación que tuvieron como objeto de investigación la tecnologia metalúrgica visigoda; se trataba de trasladar 10s planteamientos teóricos y metodológicos aplicados a la Prehistoria, a una etapa plenamente histórica, con todos sus riesgos e incertidumbres. Todos ellos fueron financiados por la Comunidad de Madrid (CM 06/0020/1997 y CM 06/0094/1998) y por la Acción Europea COST que nos permitió el acceso a varios laboratorios europeos. La tecnologia del oro visigodo era un tema escasamente desarrollado por dos razones, en primer lugar la escasez de material conservado, puesto que la invasión islámica del 711 tuvo como efecto inmediato el pillaje y posterior reciclado de buena parte de la producción orfebre visigoda en la Península; en segundo lugar la dificultad en el acceso a un material muy disperso y de alto intrínseco y Figura 10. Corona procedente del Tesoro de Guarrazar (Toledo) en el Museo de Cluny delante del detector del acelerador AGLAE del Laboratorio del Louvre. Siglo VI1 d.C. La investigación planteaba un doble problema, metodológico y administrativo, puesto que incluia material arqueológico conservado fuera de nuestro país. El resultado del estudio del tesoro de Guarrazar (Toledo), que incluye la corona del rey Recesvinto (649-672), con aplicación de técnicas analíticas que entonces no estaban disponibles en España, como los métodos con haz de iones (Figura lo), fue publicado en una monografía en la que participaron especialistas en diversos campos y de distintos países [21] puesto que la orientación del trabajo fue global, es decir, incluyó la identificación y caracterización de otros materiales como gemas y vidrios artificiales. No debe extrañar la incursión de nuestras investigaciones en un periodo cronológico tan avanzado como la monarquía visigoda en Hispania, puesto que desde el punto de vista de la tecnología, que fue el hilo conductor de la investigación, se trata todavía de una manifestación inmersa en lo que hemos denominado tecnologia antigua, como así se pudo demostrar en la publicación señalada. Actualmente acaba de concluir el estudio sobre el segundo de los dos grandes y únicos conjuntos de orfebrería visigoda, el tesoro de Torredonjimeno (Jaén) [22], igualmente disperso en varios museos españoles [23]. Su investigación ha deparado sorpresas pues lo que se había interpretado como utilización de aleaciones de bajo contenido en oro, han resultado ser objetos de plata dorados mediante amalgamas de mercurio. 5. AGRADECIMIENTOS Agradecemos a todos los investigadores que han confiado en nuestra capacidad para estudiar y analizar su material arqueológico; a las Instituciones que han aprobado y subvencionado nuestros proybctos; y a los Museos que nos han confiado parte de sus colecciones, y muy especialmente al Museo Arqueológico Nacional que nos ha proporcionado el espacio y el ambiente adecuado para desarrollar nuestro trabajo hasta el año 2007. Finalmente a todas las personas que de una manera o de otra han participado en la trayectoria del Grupo de Investigación. 6. 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