Educación Superior
La resolución de problemas,
¿una alternativa integradora?
Rebeca Puche-Navarro
Julio César Ossa Ossa
Marlenny Guevara Guerrero
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
167
Resumen
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
Tradicionalmente segmentado en el estudio de las características de un sujeto, por una parte, y las características del objeto,
por otra, se pretende aquí hacer un ejercicio que dé cuenta de la
manera como el sujeto se enfrenta a un objeto de estudio, pero
adoptando un punto de vista global, involucrando objeto y sujeto en un todo. En ese marco, y para lograr esa visión integradora,
la vía que se utiliza es la ilustración de las relaciones entre una
posición conceptual y la manera como esa conceptualización
permea la construcción metodológica sobre la que gira el trabajo.
Abstract
Problem solving, an integrating alternative?
Traditionally segmented in the study of characteristics of a
subject, on the one hand, and on the characteristics of the object,
on the other hand, it is intended to do an exercise that accounts
for the way how the subject deals with the object of study, but
adopting a global point of view, involving the object and the
subject in a whole. Within this framework, and to achieve this
integrating vision, the method used is the illustration of the
relations between a conceptual position and the way in which
that conceptualization filters the methodogical construction
around which this work turns.
Résumé
La résolution de problèmes, un choix intégrant?
Traditionnellement segmenté dans l'étude des caractéristiques
d'un sujet, d'une part, et des caractéristiques de l'objet, d'autre
part, on tente ici de faire un exercice qui comprenne la façon de
réagir du sujet face à un objet d'étude, mais en adoptant un point
de vue global, qui intègre l'objet et le sujet dans un tout. Dans
cette optique, et pour accomplir cette vision intégrante, le moyen
qu'on utilise est l'illustration des rapports entre une position
conceptuelle et la façon comme cette conceptualisation touche la
construction méthodologique sur laquelle s'oriente le travail.
Palabras clave
Psicología del desarrollo y educación, situaciones de resolución
de problemas, enseñanza de las ciencias.
Developmental psychology and education, problem solving
situations, science teaching.
168
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
La resolución de problemas,
¿una alternativa integradora?*
Rebeca Puche-Navarro**
Julio César Ossa Ossa***
Marlenny Guevara Guerrero****
T
radicionalmente, en el área de la psicología del desarrollo y de sus aplicaciones educacionales, se utilizan
polaridades desde las cuales ilustrar el análisis de las posiciones a discutir. Así, se ha trajinado la polaridad de sujeto-objeto, naturaleza-cultura (nature and nurture), innato-adquirido, periférico-central, entre otras, para el
estudio y análisis de las fuentes teóricas, y de
sus implicaciones metodológicas.
Ese ejercicio de polaridades, si bien tiene un
beneficio clarificador, presenta la dificultad de
que, por vía de la esquematización, se traicio-
*
ne el sentido de las posiciones en juego. La
ventaja de la claridad pedagógica se paga con
la simplificación que conlleva y que puede
tergiversar el sentido más profundo que le subyace. Es posible que en el siglo en el que
entramos, y que Morin (1994) llama de la complejidad, las polaridades estén llamadas a recogerse, justamente porque la transdisciplinariedad tiende a hacer difusas las fronteras
disciplinarias. En ese contexto, una alternativa es desarrollar propuestas integradoras con
análisis que tiendan a reconstruir todo el conjunto de relaciones del objeto en estudio. Esas
relaciones, lo más seguro es que no se agoten
Este trabajo se nutre de la investigación "Formación de herramientas científicas y situaciones expertas: una vía
para la enseñanza de las ciencias en niños de 3 a 6 años", código 1106-11-14509, financiada por Colciencias, e
inscrita en el Centro de Investigaciones Psicología, Cognición y Cultura de la Universidad del Valle. Esta investigación estuvo a cargo del grupo Cognición y Desarrollo Representacional. Se aprovecha la ocasión para agradecerle a todas las maestras, jardines y niños que colaboraron para hacer posible estos resultados.
** Directora del Centro de Investigaciones en Psicología, Cognición y Cultura, Universidad del Valle, Colombia.
E-mail: rpuche@univalle.edu.co
*** Psicólogo y estudiante de Doctorado en Psicología de la Universidad del Valle.
E-mail: juceossa@univalle.edu.co
**** Psicóloga y estudiante de maestría de la Universidad del Valle.
E-mail: marguegu@univalle.edu.co
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
169
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
en diferencias excluyentes. Los matices, los grises, e incluso las paradojas que guarden los
elementos que se estudian, pueden ser más
difíciles de captar y de exponer, pero seguramente ofrecen visiones más completas y ricas
de todo el conjunto.
Ese es el marco en el que se inscribe este trabajo. Tradicionalmente segmentado en el estudio de las características de un sujeto, por una
parte, y las características del objeto, por otra, se pretende aquí hacer un ejercicio que
dé cuenta de la manera como el sujeto se enfrenta a un objeto de estudio, pero adoptando un punto de vista global, involucrando
objeto y sujeto en un todo. Se quiere hacer
un ejercicio de complementaridad, frente al
tradicional ejercicio de la polaridad. En ese
marco, y para lograr esa visión integradora,
la vía que se utiliza es la ilustración de las
relaciones entre una posición conceptual y
la manera como esa conceptualización permea la
construcción metodológica sobre la que gira
el trabajo.
Lo más selecto de la bibliografía actual en el
campo de la psicología del desarrollo tiende a
privilegiar estas posiciones de naturaleza más
integradora (Valsiner, 2006, 2005; Geert y Steenbeek, 2005; Geert, 2003), propuestas que tienden a envolver estos dos polos en fuerzas de
interacción, rompiendo las fronteras entre sujeto y objeto.1 Fischer y Bidell (1998) proponen, por ejemplo, un desarrollo en red, que
rompe esa polaridad, y desde los sistemas
dinámicos el planteamiento avanza aún más
en dirección de conjugar los dos polos en fuerzas de interacción.
El objeto de esta propuesta es recuperar el
punto de vista de una niña2 que quiere conocer, en una visión que integre allí al objeto por
conocer. Se analizan los abordajes metodológi-
cos, con las consecuencias teóricas que le
subyacen. Como especificidad se utilizan las
situaciones de resolución de problemas como el
momento más importante de integración de
las características del objeto. Esas situaciones
de resolución de problemas, diseñadas por
nuestro equipo, ilustran la posición teórica y
su operacionalización. Dicho enfoque captura tanto el trabajo desde el punto de vista del
niño, como el objeto por conocer. La mente
del niño (lo que hemos llamado sus herramientas cognitivas) se conocen mediante un objeto
que se cristaliza en las situaciones de resolución. Estas situaciones sintetizan el conocimiento que se pretende que el niño adquiera.
Ellas deben entenderse y formularse, por una
parte, en su singularidad, pero, igualmente,
desde el equipaje intelectual del sujeto. Se
pretende capturar lo que llamamos descompactar la mente, a través de las acciones y procedimientos que utiliza para resolver la situación. Esa metodología, lejos de ser inocua,
cumple un papel decisivo en esa integración.
Un intento de integración
Jean Piaget inaugura un proyecto de una
psicología del niño, interesada en la evolución
de las estructuras cognitivas a lo largo del desarrollo. La identificación de esas estructuras
intelectuales, recuperando el punto de vista
del niño, serán cruciales para descubrir la manera como construye la realidad.
Ese proyecto pasa por considerar que el niño
evoluciona de manera natural y espontánea
hacia la construcción de un conocimiento cada vez más exigente, que se construye con
base en estructuras lógico-formales. Sitúa el
nacimiento de la inteligencia propiamente dicha desde el cuarto estadio, con la coordinación medio-fines, formula un sujeto experi-
1
No es menos cierto, sin embargo, que a pesar de los llamados a la integración, esos dos polos entendidos
excluyentemente, siguen permeando buena parte de las conceptualizaciones del desarrollo cognitivo.
2
Indistintamente se hablara de niño o niña, y en cada ocasión, ello supone al otro u otra; así resolvemos el
problema de género.
170
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
mentador en el quinto estadio y, luego, en el
sexto estadio, identifica la invención por combinación mental (Piaget, 1963). La característica de esta exhaustiva descripción de las herramientas intelectuales del niño a lo largo de
su desarrollo, aporta un mapa intelectual en
diversos momentos de su desarrollo.
La propuesta piagetiana se ha criticado por
ser muy "psicologista" e incluso "logicista" al
privilegiar el punto de vista del desarrollo de
las estructura conceptuales del sujeto. No obstante, Piaget la plantea dentro de una concepción interaccionista y, por otra parte, tiene en
cuenta las "resistencias del objeto" y al mundo de lo real (Piaget, 1970). Lo cierto es que se
ha generalizado la idea de que su posición
descuida el entorno y el medio.
Décadas después, Annette Karmiloff-Smith y
Barbel Inhelder (1974), en el artículo "Si quieres avanzar, hazte con una teoría", proponen
estudiar la manera como el niño formula hipótesis en su razonamiento al indagar la realidad. Esta postura deja de lado la concepción
de un niño con estructuras lógicas, para concentrarse en la propuesta del papel de las teorías en acción, y con hipótesis sobre lo real.
Pero el nombre de Karmiloff-Smith está igualmente ligado a la entrada en vigencia de las
situaciones de resolución de problemas. Sus
estudios de la década del setenta se inscriben
en la idea de descubrir la complejidad de la
actividad del niño (4 a 11 años) a partir de
situaciones donde se pueden evidenciar las
hipótesis y alternativas del niño, frente a varias alternativas. Las competencias cognitivas
de alto nivel, como la anticipación, la planificación mental, el pensamiento hipotético-deductivo y el manejo de evidencia empírica, se
cristalizan en las situaciones de resolución. Se
trata de estudiar las competencias involucradas en una situación donde el niño debe conseguir un objetivo y para lo cual se requiere
desplegar operaciones sofisticadas y no siempre visibles.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
La propuesta de que el niño tiene hipótesis,
construye teorías y trata de validarlas, es un
momento tan brillante como precoz en la
manera de pensar el funcionamiento cognitivo
del niño (Karmiloff-Smith e Inhelder, 1974).
Karmiloff-Smith plantea que la actividad cotidiana del niño menor de cinco años, da señales inequívocas de esa actividad cognitiva
que se manifiesta en producciones verbales que
implican deducciones, inducciones, inferencias, analogías, consideración de premisas,
hipótesis, etc. (Karmiloff-Smith, 1988). Es decir, de uno niño que sabe pensar y que pone
en marcha un razonamiento, de manera bastante semejante a las mentes de los científicos. Esos aportes resultan centrales en el momento de establecer, respecto a la mente del
niño, habilidades de muy alto orden, inherentes a un funcionamiento natural y deudor
del papel de un medio que aparece en el diseño de las situaciones de resolución.
Esta caracterización del funcionamiento de la
mente en un modelo de redescripciones representacionales (en adelante MRR), parte de la idea
de que ésta se organiza internamente y los
procesos de cambio deben dar cuenta de dicha reorganización. La mente no sólo se representa el mundo exterior, sino que en el proceso de construcción del conocimiento, es capaz
de volver recursivamente sobre sus propias
representaciones internas (Karmiloff-Smith,
1988; 1994). Esta caracterización abre una crítica al énfasis de los modelos descriptivos del
funcionamiento, del cambio del desarrollo del
razonamiento basado en edades y se concentran en el análisis de desempeños bajo la forma de "una base de datos empírica". Los logros cognitivos que el niño alcanza a medida
que avanza, o el momento en el que empiezan observarse las conductas, deben ceder su
lugar al estudio de los mecanismos de cambio
de aprendizaje. Esta crítica supone un llamado a centrarse en el punto de vista de la mente del niño. Más adelante se podrá apreciar la
importancia de plantearse el papel que las situaciones y los problemas tienen en esa búsqueda de los procesos.
171
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
Pero la propuesta de la redescripción tiene de
interesante que requiere postular mecanismos
especializados que explotan al máximo y reiteradamente sus representaciones, de manera que pueda ser utilizada de modos diversos
ante situaciones variadas. El mecanismo responsable de que el sujeto cambie sus teorías,
ideas o explicaciones sobre el mundo y las cosas, es precisamente la redescripción representacional.
Por otra parte, la accesibilidad tiene lugar en
diferentes partes del sistema cognitivo. En la
(re)modularización de los conocimientos, los
procesos centrales funcionan con base en una
tendencia a reproducir las características de
base de los módulos iniciales. El sistema central estaría progresivamente compuesto de
procesos funcionado a la manera de módulos. Tales conocimientos modularizados serían
de nuevo cognitivamente impenetrables (Pylyshyn, 1980), es decir, por una parte, inaccesibles a la conciencia y a otros módulos conexos y, por otra, automáticamente activados
por los inputs concernidos. La perspectiva
modular le permite a Karmiloff-Smith enfatizar la arquitectura cognitiva funcional de la
mente. Igualmente, ella asume el reto de romper con una visión estructuralista y establecer una teoría sobre el desarrollo basada en el
cambio cognitivo. Introduce el enfoque de solución basados en componentes teóricos como
las hipótesis y las teorías-en-acción, para formular el pensamiento del niño.
El MRR no se agota en la visión modular clásica, sino que propone una flexibilización de
la mente a lo largo del desarrollo. El parentesco de esta hipótesis con los postulados básicos de una racionalidad mejorante están allí
recuperados. Las semejanzas entre el MRR y
la propuesta de la abstracción reflexiva de
Piaget son evidentes. En efecto, KarmiloffSmith plantea una proyección del sistema
anterior en un nuevo plano, lo que permite
su reconstrucción en el interior de ese nuevo
plano. Habría que añadir una fase final de
172
"redescenso" sobre el plano anterior, luego de
esta transformación.
En el caso del cambio cognitivo se puede identificar la perspectiva de cambio representacional; sin embargo, no es menos cierto que
muchos de los aportes del procesamiento de
la información hasta lo que se ha llamado la
revisión de teorías, son recuperables desde el
modelo de Karmiloff-Smith. Algunos autores
con posiciones teóricas diversas (entre ellos
Kuhn, 2000; Klahr, 2000) que enfatizan la
contrastación entre la teoría y la evidencia,
son en algún nivel compatibles con el MRR.
Otra tendencia importante en la investigación
actual y que permite tal vez ilustrar lo extendido de las fórmulas integradoras, la constituyen los trabajos de Alison Gopnik y colaboradores (Gopnik y Glymour 2002; Gopnik y
Schulz 2004). Estos trabajos tienen muchos
lazos con el trabajo de Karmiloff-Smith, y en
algunos textos lleva hasta el extremo la propuesta de esa autora, con la boutade de que el
científico piensa como el niño, con base en
hipótesis (Gopnik y Meltzoff, 1998). Pero también desarrolla una propuesta propia y audaz
al volver a poner sobre el tapete la pregunta
central de saber cómo se desarrollan y cambian las teorías de los niños. Al hacerlo, recupera nuevamente la atención sobre los mecanismos de cambio. Su posición defiende que
los niños aprenden muy precozmente con base
en estructuras causales (Gopnik et al., 2004).
Se tiene entonces aquí también una formula
de integración. Por una parte, un sujeto responsable de la construcción de un modelo
causal; pero dicho modelo depende del mundo que
proporciona las evidencias. Ese modelo tiene, para Gopnik, el estatuto un mecanismo,
pero que opera con base en la evidencia sobre
fenómenos o entidades de naturaleza implícita, bajo la forma de teorías intuitivas.
El otro eslabón en la propuesta de Gopnik es
el papel de las inferencias causales. Según
Gopnik y colaboradores (Gopnik y Glymour
2002; Gopnik et al., 2004; Gopnik y Schulz, 2004),
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
los niños construyen un modelo causal del
mundo. Este modelo permite hacer predicciones, generar explicaciones y razonar sobre
las consecuencias de sus acciones. En esta línea postula como mecanismo de aprendizaje
las redes causales bayesianas. Las redes causales
constituyen representaciones estructuradas,
coherentes y abstractas, derivadas de patrones de evidencia (Gopnik et al., 2004). Los niños utilizan procedimientos inductivos inconscientes que permiten deducir las representaciones causales del mundo a partir de
los patrones de acontecimientos, incluyendo
las intervenciones. Estos procedimientos producen representaciones de la estructura causal (Gopnik et al., 2004).
Los mapas causales se construyen observando patrones de la probabilidad condicional
entre acontecimientos y examinando las consecuencias de intervenciones. La evidencia se
constituye en la fuente para generar inferencias. Los niños utilizan diferentes versiones
de las presuposiciones y los cómputos de las
redes bayesianas como una herramienta para
hacer inferencias y encontrar la clase de estructura causal implicada en teorías intuitivas
diarias (Gopnik et al., 2004).
Hacer inferencias como lo hace una Red
Causal de Bayes requiere: (i) la capacidad de capturar las probabilidades condicionales, (ii) la capacidad de identificar el efecto de las intervenciones, y (iii)
la capacidad de combinar estos dos tipos de procesamiento (Gopnik y Schulz,
2004: 372).
Cuando el niño utiliza un medio para lograr
un fin, se asume que se pone en funcionamiento una estructura causal dinámica entre
el estado de la tarea, las acciones y la representación de la manera como las acciones
afectan el estado de la tarea. Allí está presente
la posibilidad recursiva del pensamiento del
niño para reflexionar sobre sus acciones y sobre el resultado de su intervención sobre la
tarea (Puche-Navarro, 2003a).
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Los planteamientos de Gopnik et al. (2004)
resultan una visión fértil e integradora del
punto de vista que requiere de un sujeto para
los procesos de aprendizaje, pero igualmente
de un mundo de evidencias que permitan el
acceso al conocimiento en el terreno real. Su
posición entrecruza la construcción de representaciones por parte del sujeto, pero dichas
representaciones capturan el carácter causal
del entorno. Los niños construyen representaciones abstractas, coherentes, de relaciones
causales entre acontecimientos, y estas representaciones permiten hacer predicciones causales que anticipa los efectos de intervenciones.
Los mapas causales son un punto intermedio
interesante entre lo que se piensan tradicionalmente como representaciones del dominio
específico y del dominio general.
La tabla 1 recupera puntos clave de este itinerario, y aunque cada propuesta funciona
autónomamente, desde el punto de vista conceptual guardan interrelaciones y elementos
de unión.
Aspectos metodológicos y las
situaciones de resolución de problema
Los estudios de psicología aplicada a la educación y los propios estudios de educación, emplean un amplio número de abordajes (e.g.,
situaciones, formatos y metodologías). También se encuentra un variado tipo de situaciones
y modalidades de presentación (e.g., dispositivos tridimensionales y virtuales, entre otros).
Ante esta variedad de procedimientos, igualmente se cuenta con diversas modalidades de
recolección de la producción de los sujetos
(e.g., registros escritos, producciones verbales, tiempos de reacción, gestos, etc.). Todas
estas formas metodológicas traducen concepciones sobre el funcionamiento de la actividad mental, así como diferentes concepciones de la relación del niño con el conocimiento.
Esto ha conllevado a que metodológicamente
se contemplen varios tipos de discusiones.
173
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
Tabla 1. Características de algunas aproximaciones explicativas del funcionamiento cognitivo
Piaget
Abstracción reflexiva y equilibración
(Piaget, 1979).
Regulación de un esquema de acción o de
subsistemas del conjunto de operaciones.
El efecto de las acciones se deduce a partir
de la comprensión de relaciones de conexión o de incompatibilidad.
Karmiloff-Smith
Redescripción representacional
(Karmiloff-Smith, 1992).
La actividad mental del niño se caracteriza por hacer explícito un contenido representacional implícito, por medio de fases
recurrentes de reorganización interna.
Gopnik
Modelo causal del mundo
(Gopnik y Glymour, 2002).
Los niños construyen representaciones
abstractas, coherentes, de relaciones causales entre acontecimientos, y estas representaciones permiten hacer predicciones
causales que anticipan los efectos de intervenciones.
Uno de esos criterios es el nivel de estructuración de las situaciones. Dicha tipología concierne el grado de flexibilidad que prevé la
situación en las vías para llegar a la meta. En
algunos casos, las situaciones estructuradas se
traslapan con las situaciones cerradas, que
se caracterizan porque sólo hay una vía
de resolución y frecuentemente entregan desempeños finales del niño. En el otro extremo
se tienen las situaciones desestructuradas que,
para algunos, son las situaciones abiertas. Estas situaciones se caracterizan porque tienen
más de una vía de acceder a la solución y
permiten trazar el trayecto de todo el procedimiento mediante el cual se llega a un resultado. Lo cierto es que, o estructuradas o cerradas, la característica que las identifica es
que no siempre están en capacidad de traducir los itinerarios que la mente del niño utiliza
para resolver el problema. Ahora bien, lo importante para esta ocasión es mostrar que las
situaciones abiertas encierran diferentes niveles de apertura y de estructuración. Se hará
énfasis entonces en un tipo de situación abierta suficientemente estructurada. Sobre estas
diferenciaciones volveremos más adelante.
174
El estudio que se presenta aquí pretende abrir
una ventana sobre las ideas que se tienen del
funcionamiento cognitivo del niño, así como
sobre las exigencias cognitivas involucradas.
La metodología utilizada, de alguna manera
retrata la idea que se tiene tanto del niño como
de las posibilidades de trabajo, al igual que el
problema del mundo real y que se conoce como objeto a trabajar. La propuesta contempla
que sea, a través de la metodología, que se pueda objetivar la manera como el niño comprende y como "descubre" el objeto sobre el cual
actúa.
Nuestra propuesta se concentra en comparar
algunas situaciones trabajadas desde el criterio de las situaciones de resolución de problemas. La selección de las situaciones, diseñadas por nuestro equipo, identifica distintos
niveles de apertura y, por consiguiente, de
visualización del funcionamiento cognitivo.
La idea es profundizar en la actividad involucrada en la comprensión de los mecanismos
cognitivos. El experimentador (sea maestro o
psicólogo) puede acceder a indicios de la actividad mental del sujeto gracias los requerimientos metodológicos que subyacen al diseño de la situación.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
Antes de desarrollar estas ideas, vale la pena
extendernos un poco más en la metodología
de la situación de resolución de problemas.
La resolución de problemas tiene sus raíces
en la tradición de la Gestalt. Data de la búsqueda de los primeros psicólogos cognitivistas
al indagar sobre los procesos de razonamiento. Luego toma algún auge con el problemsolving y la formación de conceptos. Dentro
de esta concepción, formar nuevos conceptos
se refiere a hacerlo por vía de la inducción y
basado en la experiencia experimental. Históricamente y dentro de una cierta tradición
anglosajona, este problem-solving constituyó
en un momento determinado un "método débil", en el espectro de los métodos, donde el
estadístico, paradójicamente, ocupaba todos
los honores (Klahr, 2000).
Con Newell y Simon (1972), y bajo los impulsos de los desarrollos del procesamiento de la
información, se define un problema a partir
de un estado inicial, un estado final, y un conjunto de transformaciones posibles entre los
dos estados. Estas transformaciones las llaman
operadores. Cuando ellas se ejecutan en la secuencia correcta, se traza una solución que
va del estado inicial al final, pasando por una
serie de estados intermediarios. Cualquier
problema, por trivial que sea, siempre abre
una serie de alternativas, estados y operadores, de manera que el proceso de búsqueda
puede ser más o menos exigente (Klahr, 1999:
21-22). El planteamiento en términos de estado inicial y final recupera la cuestión de la
estructuración de los problemas y situaciones. Los bien estructurados se caracterizan
porque el estado-inicial y el estado-meta son
conocidos (ej. ecuación o adición de números). Los poco estructurados se caracterizan
porque se ignora el estado-meta e incluso el
estado-actual del problema (ej. encontrar la
cura para el sida). En el marco de nuestra propuesta, también distinguimos estos dos momentos. Pero complementariamente, contemplamos la situación en función de las relaciones medio-fin. Unos aspectos de la situación
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
(o incluso sus elementos concretos) conciernen a los medios u obstáculos en relación con
el objetivo. El otro gran aspecto es propiamente la consecución de la meta o estado final. El
paso de un aspecto al otro es el del medio al
fin. La relación medio-fin quiere decir que,
en las acciones sobre la situación, se pueden
identificar los desplazamientos de la mente,
traducidos en procedimientos y estrategias
observables, como medios generados para lograr la meta sobrepasando los obstáculos que
la situación plantea. Esta caracterización de la
situación es igualmente compatible con la concepción de resolución de problemas más generalizada (Garnham y Oakhill, 1986; Simon,
1978). Esto es, situaciones en tanto que escenarios caracterizados por la consecución de
una meta, y de la cual se desconocen los
medios para alcanzarla. En ese sentido, la manera de resolver el problema implica realizar
una secuencia de acciones dirigidas a la meta
(Anderson, 1980). La situación de resolución
del problema traduce, entonces, el problema
en una arquitectura medio-fin y dispone la
evidencia para que el niño genere las soluciones más exigentes en el conjunto. Esta relación medio-fin constituye un elemento crucial
de la propuesta metodológica. Una operacionalización transparente y acertada del problema de estudio, articulada en un dispositivo
que diferencie claramente las relaciones de
medio-fin en el espacio de la tarea, funciona
como un lenguaje a disposición del niño, para
encontrar (leer) las soluciones posibles.
Una de las riquezas de las situaciones de resolución de problemas es que propician un espacio de observación y análisis de los desempeños del sujeto y la manera como comprende
los problemas que se le plantean.
Las situaciones problema sacan a la luz
las habilidades que el niño posee, privilegiando el análisis de los errores, antes
que el olvido de la consigna, de los fracasos o desviaciones. Estos elementos
se consideran reveladores de los conflic-
175
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
tos entre los sistemas de representación,
los procedimientos y los datos empíricos que las situaciones ponen en relieve
(Inhelder, 1984: 71).
No todas las situaciones de resolución de problema permiten capturar los pliegues de la
mente. Buena parte del trabajo de investigación en psicología se basa en situaciones cerradas, en las que el niño responde sí o no; se
trata de situaciones dicotómicas. En estas situaciones, basta la afirmación o la negación
del niño para dar cuenta de su acierto o desacierto. Un ejemplo de situación cerrada es
la de la falsa creencia de Anny y Sally sobre la
teoría de la mente (Wimmer y Perner, 1983).
En esta situación, el niño observa como Anny
cambia de lugar la manzana que Sally había
guardado, mientras ella estaba ausente. El niño
debe decir en qué lugar Sally buscará su manzana: en el canasto de Sally o en el de Anny.
El niño sólo puede contestar en uno u otro
sitio.
De acuerdo con su naturaleza, las situaciones
de resolución se caracterizan por tres elementos: naturalistas, experimentación autodirigida y
autocontenido. DeLoache (1990) menciona algunos de estos elementos, mas no todos, ni
conjuntamente. Las situaciones problema, por
una parte, son naturalistas y derivadas de
modelos ecológicos de análisis más acordes
con el razonamiento de las personas (Schauble, 1990; 1996; Siegler y Crowley, 1994). Este
naturalismo debe conducir a que el niño se pueda "anclar" mejor en la situación. En segundo
lugar, se trata de experimentos centrados en
la recuperación de una experimentación autodirigida por el sujeto (DeLoache y Brown,
1990), lo que hace más fácil hacer un seguimiento del razonamiento científico en contextos naturales y escolares. En tercer lugar,
la situación debe ser autocontenida, lejos de la
dependencia de conocimientos escolares. Es
decir, la situación contiene toda la información que se requiere para poder resolverla. Este
elemento complementa el carácter naturista
y ecológico que pretende ser integrador.
176
La propuesta de las situaciones de resolución
de problemas trabajadas por nuestro equipo
privilegian estos tres aspectos, además que se
ocupan del plano de las acciones y procedimientos como en el que mejor se traduce el
funcionamiento de la actividad mental. Más
que centrarse en las verbalizaciones, el interés está en la ejecución de sus acciones. La
verbalización es tangencial en las situaciones,
pero para resolverla, lo sustancial son las acciones y los procedimientos (Puche-Navarro,
2003a, 2003b).
Las situaciones de resolución trabajadas
relacionan las situaciones con herramientas
cognitivas específicas, como la inferencia, la
planificación, la experimentación y la formulación de hipótesis, en los niños entre los dos
y los seis años de edad (Puche-Navarro, 2000).
Aunque estas herramientas no son las únicas,
su pertinencia en esta edad nos permite hacer énfasis en ellas, en la pretensión por capturar, de manera más específica, el razonamiento
del niño en ese momento del desarrollo. Estas herramientas permiten asignarle nombre
propio a algunos de los elementos que constituyen la racionalidad, dándole un anclaje en
el desarrollo cognitivo.
Problema
La propuesta es que las situaciones que hemos diseñado permiten comprender y reelaborar el funcionamiento del mecanismo de
engranajes, según los postulados de la teoríaen-acción (Karmiloff-Smith, 1994). Desde su
concepción naturalista y ecológica, y con base
en la arquitectura medio-fin, así como de las
restricciones contempladas, las situaciones
construidas alrededor de los engranajes propician o elicitan la formulación de hipótesis.
Esta experimentación mental se puede capturar en el seguimiento de la reconstrucción
de la cadena de engranajes que el niño hace
en la situación. Se habla, entonces, de una situación concebida proceduralmente y abierta, que operacionaliza la experimentación del
niño. Se indaga el funcionamiento cognitivo
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
de la niña desglosado desde el análisis del comportamiento de las herramientas cognitivas
que están en la base del razonamiento, hasta
los tratamientos, decisiones y construcciones
que realiza "en vivo" para encontrar soluciones y alternativas de un problema dentro de
una propuesta conceptualmente integradora.
Se adopta el punto de vista del desarrollo y
del cambio cognitivo, pero también de las resistencias y del papel de las evidencias en el
mundo real, bajo el epígrafe de la "evidencia".
Las situaciones seleccionadas para este trabajo son aquellas que giran alrededor de dispositivos mecánicos (como la catapulta, la hélice, las poleas y otros tipos de dispositivos), y
en este caso nos ocupamos de los engranajes.
En esa línea se presentan dos tipos de situaciones que responden a dos hipótesis diferenciadas. La una, que responde a las hipótesis
teóricas de la redescripción, tratan de ilustrar
los cambios y transformaciones que el niño
hace en la relación teoría y evidencia. La otra
pretende traducir los preceptos de una concepción que le otorga un papel decisivo al
objeto en la lectura de la evidencia, y que se
identifica con la revisión de teoría. Ese papel
de la evidencia, así como de su utilización, es
una buena clave para entender la comprensión de una situación de resolución de problemas.
En este estudio, la hipótesis de trabajo se apoya en el razonamiento inferencial del niño,
que toma los eventos de la tarea y los traduce
en evidencia explícitamente representada en
la mente. La arquitectura del problema pone
en juego una serie de indicios que deben ser
decantados y pulidos por la mente del niño
para trazar un mapa de comprensión. La evidencia en ese contexto es la ficha de un "rompecabezas", que pertenece a un dominio específico y que en sí misma es un segmento
aislado y carente de significado. El niño tiene
a su disposición la evidencia para organizar
un todo representacional y modelarla cual arcilla que refleja la representación del artesano
(DeLoache, 1998). Nuestra posición defiende
que buena parte de ese trabajo de integrar la
evidencia en un todo representacional se hace
a partir de un proceso de redescripción. El
mapa causal (Gopnik et al., 2004) de la arquitectura medio-fin de una situación (PucheNavarro, 2003b) y el MRR (Karmiloff-Smith,
1994) ponen de relieve la actividad modeladora de la mente. Esto es, el mapa causal se
construye a partir de la observación o la intervención sobre la evidencia. La estructura de
dicha evidencia se presenta en la tarea, de tal
manera que el niño sea obligado a completar
el tejido de relaciones. En ese sentido, el niño
debe operar sobre unos indicios implícitos
para traducirlos en la evidencia que nutre el
contenido representacional explícito.
Las situaciones de resolución y
de los aspectos metodológicos
Como ha sido dicho, este estudio se ocupa de
dispositivos mecánicos y específicamente del
mecanismo de los engranajes. Las dos situaciones trabajadas son Buscando a Nemo3 (véase figura 1) y la situación Girasoles4 (véase figura 2), y ambas comparten el mecanismo del
engranaje. La propuesta está dirigida a hacer
explícito, en la situación experimental (operacionalizar, dirán los metodólogos) el proceso
de comprensión del funcionamiento de los
engranajes. Al hacer el seguimiento de las acciones del niño, se puede reconstruir el momento en que él "descubre" la conexión de las
ruedas dentadas como mecanismo de transmisión del movimiento. Las dos situaciones
(véase anexo), encarnan diferencias metodológicas que están en el centro del debate que
nos interesa. Esas diferencias tienen que ver
3
Esta situación fue diseñada por Claudia Navarro (2005), en su pasantía en el grupo de Cognición y Desarrollo
Representacional, y la utiliza en su tesis de Maestría en Psicología, de la Universidad del Valle.
4
Esta situación fue diseñada por Julio César Ossa, como asistente de investigación del proyecto de investigación de
situaciones expertas, ligado al proyecto del que se nutre este trabajo.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
177
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
con la manera de concebir la arquitectura de
la situación, así como sus restricciones y el
papel de la evidencia. El estatuto operacional
que tiene esa "evidencia" de la concatenación
de las ruedas es crucial para su comprensión
y su resolución.
Figura 1. Situación de resolución de problemas Buscando a Nemo
a. Tablero Buscando a Nemo
Ruedas dentadas
de diferentes
tamaños y con
diferentes
sentidos de
dirección de giro
b. Engranajes situación Buscando a Nemo
Veamos cómo se comportan los niños frente
a la situación Buscando a Nemo.
Brevemente, la situación Buscando a Nemo
plantea la construcción de un sistema de engranajes, en el cual el niño debe descubrir la
178
concatenación de las ruedas dentadas, de tal
manera que se logre desplazar un personaje
(Marly) desde una ubicación inicial, hasta una
ubicación objetivo (Nemo), al tiempo que debe
evitar el desplazamiento del personaje a una
ubicación errada (Tiburón).
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
Figura 2. Situación de resolución de problemas
Girasoles. Convenciones: G= grande; M= mediano; P=
pequeño.
Inicialmente, Alejandro (4,3 años), por ejemplo, toma el pez y lo empieza a acercar él directamente. Primero lo acerca a otra rueda
dentada, luego al otro personaje, y también a
la cadena dentada. Estas acciones, que se pueden considerar como iniciales, ofrecen un
panorama de ejercicio incipiente. Alejandro
apenas explora las ruedas dentadas, en forma
separada e independientemente de su función
en el mecanismo. A pesar de manipular varias ruedas dentadas y personajes, en ningún
momento hay indicios de que la concatena-
ción de las ruedas puede producir movimiento. En un momento determinado, Alejandro
acerca una rueda dentada a un personaje, lo
que revela una comprensión local de la tarea,
pues ocurre como si la quisiera resolver directamente acercándolo al pez, sin usar las
ruedas dentadas entre sí como mecanismo de
movimiento para acercar al pez. En esas acciones da indicios de no poseer aún una representación del mecanismo del engranaje
como tal. Otro momento se puede observar
en Gonzalo (4,4 años), otro niño que pasa a
establecer relaciones de conexión de dos ruedas entre sí, pero no con las otras ruedas. Al
conectar las ruedas dentadas del sistema de
forma que una rueda empuja a la otra, entiende este movimiento entre las dos ruedas
dentadas, pero no como un mecanismo general, sino limitado a dos ruedas. Finalmente
Dora (4,2 años), otra niña, advierte que el
número de ruedas usadas tiene algo que ver
con la dirección del movimiento, porque todas las ruedas concatenadas no giran para el
mismo lado. Igualmente establece una relación entre la dirección de giro seleccionada
para la rueda inicial y el número de ruedas
puestas en la combinación (véase figura 3).
Figura 3. Desempeño ante la situación Buscando a Nemo
Consigna
"Debes construir un camino de engranajes que mueva la cadena (dentada) en la que se encuentra Marly,
para que pueda llegar hasta donde está Nemo".
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
179
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
La descripción sucinta de los Girasoles (véase
anexo), es un rectángulo en forma de riel al
que están ligados cinco tallos de ruedas dentadas en forma de girasoles. La cuestión es
que el último girasol, al moverse, bota unas
semillas, pero sólo las bota en una dirección.
Por esta razón, hay que articular el movimiento
de esta flor-girasol con el de las otras floresgirasol de la manera adecuada.
ran para la misma dirección (todos para la
derecha). En un momento posterior, Isabela
logra establecer que los girasoles conectados
giran en la dirección contraría, pero esto es
independiente del movimiento que tiene el
ultimo girasol. Es decir, el movimiento del G1
no corresponde con el movimiento del final
G5 para que salgan las semillas. En otras palabras, no parece entenderse la secuencia ni la
articulación de direcciones contrarías, teniendo como referente inicial la dirección del G5
para que salgan las semillas. Finalmente, otra
niña, Marisol (4,2 años), parece entender que
la unión de los girasoles produce la transmisión del movimiento, lo cual se corresponde
con que la dirección entre los girasoles es
opuesta, razón por la que se produce la transmisión del movimiento. Se reconoce que según el tamaño de los girasoles (si éstos son de
diferente tamaño), el número de vueltas que
cada uno puede dar es diferente. Y que a igual
tamaño de los girasoles el número de las vueltas es el mismo. Entonces, todo ocurre como
si el tener allí la evidencia de manera directa
y casi obligada, como elemento saliente de la
tarea, poco contribuye a leerla como tal, o a
comprender la concatenación de las ruedas
dentadas (girasoles-flor) como base del sistema.
Cristina (4,1 años) comienza por realizar uniones entre los dos primeros girasoles-engranajes (específicamente el G4 y G5; véase figura
2), en un primer intento. Pero estas articulaciones no las aplica a otros engranajes-girasoles, no las repite con G3, G2 o G1. Esas acciones se limitan a realizar movimientos-giros
hacia el mismo lado. Tiene allí una información, pero sólo la lee de manera segmentada,
sin lograr articularla con todo el sistema. Posteriormente, otro niño, Ricardo (4,3 años), revela otro nivel de desarrollo de la tarea. Descubre que al articular dos engranajes-girasol,
se activa una cadena de transmisión de esos
dos engranajes-girasol. Pero sólo logra hacerlo de dos en dos, y no parece articularlos a
todos los engranajes-girasol del riel. Parece
escapársele el hecho de que los girasoles juntos giran en dirección diferente, y el resto gi-
En el abordaje metodológico de la situación
de los Girasoles (véase anexo), entonces, la
concatenación de las ruedas dentadas viene
dada como parte de la situación. Esa evidencia (de la concatenación de las ruedas dentadas), depende sólo de la unión de los engranajes-girasol que están pegados por sus tallos
a un riel. El único movimiento posible de los
tallos de los engranajes-girasol es el de unirse
o separarse entre sí. Esa evidencia está allí, y
el niño la puede leer, al mover los tallos. Esa
evidencia, más prominente, contrasta con el
movimiento libre por toda la plataforma de
las ruedas dentadas en Buscando a Nemo. El
niño no tiene que descubrirla, sólo mover los
tallos y la concantenación de las ruedas dentadas se da. En ese sentido, la situación de los
Girasoles conforma un espacio en el que la
experimentación con base en la evidencia ha-
Vale la pena insistir en que la concatenación
(elemento fundante del engranaje) se operacionaliza en Buscando a Nemo a partir de una
libre y amplia manipulación de las ruedas
dentadas que están sueltas sobre el dispositivo. El sujeto puede manipularlas con una libertad de movimiento muy grande, y en esa
libertad puede reconstruir la concatenación
de las ruedas dentadas. Esa concatenación como factor de movimiento debe descubrirse, y
el niño proceder a reconstruirla. La mente del
niño debe leer y estructurar tanto las evidencias
como las restricciones. Lo que se traduce en
un trabajo de redescripción representacional.
Veamos en el caso de los Girasoles, cómo se
comportan los niños
180
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
ría que esa evidencia guíe su proceder. El
diseño de la situación propone que esa evidencia directa le va a permitir al niño rechazar o aceptar la concatenación entre las ruedas dentadas, de la misma manera que rechaza o acepta, a partir de la evidencia, teorías o
hipótesis.
De manera global, la comparación de los desempeños de los niños ante los Girasoles y ante
Buscando a Nemo, da cuenta de una comprensión mucho más temprana y mucho más completa de los engranajes en la situación Buscando a Nemo. Entonces, aunque paradójicamente más simple, la evidencia, en el caso de
los Girasoles, está constreñida al dispositivo
mismo. Aunque allí presente, la situación
"encapsula", por así decirlo, la evidencia, o sea
el papel de la concatenación en la generación
de la transmisión de movimiento. El resultado
es que el niño no la lee en tanto que evidencia. La posición que defiende que la evidencia
guía la confirmación o negación de las hipótesis que el niño tiene en la cabeza, es entonces bastante relativa. En realidad, en Girasoles la niña tiene la evidencia ante sí, pero no la
lee como evidencia. Es un dato hasta cierto
punto segmentado, a partir del cual no se
pueden establecer relaciones con otros datos
de la misma tarea. De ahí que se diga que está
“encapsulado”.
La tabla 2 muestra ejemplos de algunas de las
hipótesis que se pueden generar respecto a la
forma de movimiento del personaje de la historia. En cada uno de los intentos, el niño
puede generar nuevas hipótesis, tomar conciencia de otros elementos y de otras conexiones, reelaborar hipótesis anteriores. Estas hipótesis están implícitas en la conducta y ésta
será la que nos permita desplegar el funcionamiento cognitivo.
Al formular el problema, se planteaba la evidencia como la ficha de un "rompecabezas",
perteneciente a un dominio específico, y carente de significado en sí misma. Al examinar
los desempeños de los niños frente a la situaRevista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
ción de Girasoles, la descripción corresponde
a esa idea de la evidencia. La concatenación
de ruedas dentadas es la evidencia de que para
el sujeto es un segmento aislado, carente de
sentido. En contraste, en Buscando a Nemo,
esa misma concatenación de ruedas dentadas
es una evidencia de que el niño construye paso
a paso. Dejan de ser simples ruedas dentadas
para convertirse en un mecanismo de transmisión de movimiento, es decir, que tiene todo
su pleno sentido en el sistema.
El diseño de la situación de los Girasoles privilegia la evidencia de la concatenación de las
ruedas dentadas. Pero esa evidencia no es leída
como tal por la mente del niño. Se requiere
no sólo de la evidencia. Es necesaria su redescripción en otro plano, y de allí en el conjunto del
sistema en el cual se inserta. En Buscando a Nemo,
la evidencia es menos saliente, la concatenación no viene dada. Hay que descubrirla y
reconstruir el papel que tiene en todo el sistema. Es decir, redescribirla en un sistema que
le dé sentido. Aparentemente, es una situación más compleja; sin embargo, lo que la situación propicia es cumplir este itinerario de
redescripción de la concatenación, y esta vía
resulta más exigente pero, a la vez, más posibilitadora para el sujeto.
Hemos señalado que las situaciones de resolución plantean un buen escenario a aprovechar, mas la propuesta integradora no se agota allí. La integración sujeto-objeto no radica
en reunir, bajo un mismo paraguas, a las herramientas del sujeto, por un lado, y la situación de resolución de problemas, por otro. La
visión integradora consiste en los entramados
teóricos que les subyace. Si bien es cierto que
las situaciones de resolución pueden recoger las
contingencias y especificidades del medio ambiente, también ocurre que muchas no lo
hacen. Justamente, éste es el interés en recuperar la propuesta de Gopnik et al. (2004). Para
ella, la evidencia que está inserta en la situación de resolución, tiene un papel teórico clave. Recordemos su planteamiento de que la
mente está estructurada muy tempranamente para captar la probabilidad condicional.
181
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
Tabla 2. Hipótesis formuladas por un niño en la situación Buscando a Nemo y situación de los Girasoles
Hipótesis alternativas
Restricciones de la situación
Para transmitir el movimiento deben entrar en
contacto todas las ruedas dentadas de la cadena.
Ejemplo:
Nemo:
Combinaciones de la cadena de ruedas dentadas
debe tener tres o más ruedas dentadas contando la
final.
Nemo y Girasoles:
Si las ruedas dentadas están separadas y giro una
rueda, las otras no se mueven.
Si las ruedas dentadas están separadas, para girarlas
al mismo tiempo tendría que usar una mano para
cada engranaje.
Si las ruedas dentadas están juntas y se mueve una
sola, esta rueda dentada mueve todas.
No importa el color o tamaño; si las ruedas dentadas
están conectadas se transmite el movimiento por la
cadena.
Las ruedas dentadas contiguas giran en direcciones
opuestas. Ejemplo:
Nemo:
Si la cadena tiene tres ruedas dentadas, el personaje
se dirige al destino obstáculo (Tiburón).
Si la cadena tiene cuatro ruedas dentadas, el
personaje se dirige hacia el destino final (Nemo).
Girasoles:
Si la cadena tiene dos ruedas dentadas, y se gira la
rueda inicial hacia la izquierda, la rueda final gira
a la derecha y salen las semillas (Movimiento
izquierda - derecha).
La dirección de vuelta del rueda final depende no
sólo del número de ruedas dentadas (par o impar,
más o menos), sino de la dirección en que gire la
rueda inicial. Ejemplo:
Nemo:
Si agrego tres ruedas dentadas al sistema de
engranajes que ya tiene dos elementos y se gira la
rueda inicial hacia la derecha, el personaje se dirige
hacia el destino final. Pero si la rueda inicial gira
para la izquierda el personaje gira hacia el destino
obstáculo.
182
Girasoles:
A diferencia de Nemo, ya se cuenta con una configuración de ruedas que conforman la cadena.
Se debe tener como mínimo dos ruedas dentadas,
contando la rueda final (girasol con las semillas).
Las semillas sólo salen si la rueda final (girasol con
semillas) gira hacia la derecha.
Nemo:
El personaje debe trasladarse de izquierda a derecha para llegar al destino final (Nemo); si gira en
dirección contraria, llega al destino obstáculo (Tiburón).
Girasoles:
Las semillas sólo salen de la rueda final (girasol con
semillas), si éste gira hacia la derecha. Por tanto, para
sacar las semillas, varía la dirección de movimiento
de acuerdo con las características de la cadena dentada.
Si la cadena es par, la rueda inicial debe girarse a la
izquierda.
Si la cadena es impar, la rueda inicial debe girarse a
la derecha.
Nemo:
La rueda inicial tiene una dirección de giro predeterminada por una flecha; entonces, no pueden
hacer correcciones sobre la dirección de vuelta de
la rueda inicial una vez iniciado un recorrido.
Girasoles:
La rueda final no tiene restricción de giro. Lo que se
restringe es que sólo se puede mover la rueda inicial (derecha o izquierda).
La dirección de movimiento debe ser elegida antes
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
Tabla 2. (continuación)
Hipótesis alternativas
Restricciones de la situación
Girasoles
Si la cadena tiene tres ruedas dentadas y se gira la
rueda inicial hacia la izquierda, las semillas no salen
de la rueda final (Movimientos izquierdo - derecha izquierda). Para que salgan las semillas es necesario
que la dirección de giro de la rueda inicial sea hacia
la derecha (Movimientos derecha - izquierda - derecha).
La dirección de movimiento debe ser elegida antes
de girar la rueda inicial y las correcciones de
movimiento sólo pueden hacerse para intentos
posteriores.
Nemo y Girasoles:
Si agrego o quito una rueda más, también debe cambiar la dirección de giro de la rueda inicial para que
la cadena pueda girar de izquierda a derecha.
La relación entre el tamaño de las ruedas dentadas o
el número de dientes de la rueda inicial y la final,
permite que en menos o más vueltas de la rueda inicial el personaje llegue al destino final o a las estaciones intermedias. Ejemplo:
Nemo:
Rueda final mediana y rueda inicial grande (proporción de 1:2). Permiten que el personaje llegue al
destino final, porque con una vuelta completa a la
rueda grande, la rueda mediana dará dos vueltas completas, lo que permite que la cadena recorra más distancia y el personaje llegue al destino final más
distantes.
Rueda final mediana e inicial pequeña (proporción
de 1:0,5). Permiten que el personaje llegue a las estaciones intermedias, porque con una vuelta completa a la rueda inicial, la final dará media vuelta, lo que
no permite que el personaje llegue al destino final
más distante.
Nemo:
Sólo puede imprimir una vuelta a la rueda inicial
con la manivela y en la dirección que indique la
flecha de esta rueda.
Girasoles:
No hay restricción de número de vueltas. Sólo se le
pide al niño que establezca con cuál de las ruedas
dentadas (mediana o pequeña) se necesita dar menos
vueltas para sacar las semillas de girasol (rueda final).
Como no se restringe la dirección de giro,
independiente del tamaño de las ruedas dentadas,
se obtiene el objetivo final: sacar las semillas. Esto se
cumple si la rueda inicial es girada en sentido
correcto.
Rueda final mediana e inicial mediana (proporción
de 1:1). Permiten que el personaje llegue a las estaciones intermedias más distantes, porque con una
vuelta completa a la rueda inicial mediana, la otra
rueda final mediana dará una vuelta completa, lo
que no permite que el personaje llegue al destino
final más distante.
Girasoles:
Cadena de dos ruedas y rueda inicial mediana: la
relación de movimiento es de proporción de 1: 1 ½,
para que salgan las semillas.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
183
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
Tabla 2. (continuación)
Hipótesis alternativas
Restricciones de la situación
Cadena de tres o cuatro ruedas, y rueda inicial
pequeña: la relación de movimiento es de proporción
de 1:3, para que salgan las semillas.
Características generales del sistema de engranajes Situación Nemo:
Rueda inicial: rueda dentada que se encuentra fija al
tablero y a la cual se le agregan más ruedas dentadas.
Rueda final: última rueda dentada, al otro lado de la
cadena (rueda agregada).
El otro punto sobre el que se quiere llamar la
atención es la alternativa integradora, presente
en la redescripción representacional, y que se
ilustra en Buscando a Nemo (aunque también
en las situaciones de Gopnik). Recordemos
que desde la revisión de la teoría, los cambios
en las representaciones son una respuesta a
la evidencia que permite rechazar teorías o
hipótesis. La realidad es que en el diseño de
la situación de Girasoles, aunque pensada para
que el niño, con base en los indicios de la tarea, incorpore la información sobre transmisión
de movimiento, esa información no cambia la
comprensión del niño acerca de los engranajes. Esto para mencionar algunos límites que
tiene pensar en que únicamente a partir de
las evidencias se pueden producir cambios, cognitivamente hablando. No obstante, al comparar los desempeños ante las dos situaciones,
Nemo y Girasoles, resulta indudable el papel
de la fuente externa (evidencia) en el cambio.
La cuestión es que cuando el niño revisa, piensa o vuelve a pensar, las evidencias externas,
por ejemplo, lo hace en función de las relaciones que establece entre los elementos de la
tarea, y su propia representación. Esos procesos de redescipción conllevan a la transformación dinámica entre estado actual de la tarea
y estado representacional. Ambos posiciones
sobre el cambio, revisión de teoría y redescripción, proveen elementos necesarios sobre la
ocurrencia del cambio representacional, al
184
Características generales del sistema de engranajes
- Situación de los Girasoles:
Rueda inicial: última rueda dentada al otro extremo
de la cadena (rueda agregada).
Rueda final: Girasol con semillas.
generar procesos de mayor nivel de sofisticación para comprender los sistemas de engranajes. Algunos autores, y en el caso de los engranajes concretamente (Dixon y Bangert,
2002), consideran que la revisión de la teoría
produce cambios cuando las representaciones del sujeto son erróneas y lo confirma con
la evidencia empírica que le ofrece la situación. Pero cuando las representaciones son
altamente precisas, el cambio requiere procesos de redescripción. En esa versión, la existencia de los dos procesos no son mutuamente excluyentes. Nuestra interpretación va más
allá. Más bien consideramos que la redescripción involucra el papel de la evidencia, que
esa evidencia cumple un papel fundamental
en el proceso mental (de pensar y volver a
pensar) al que el sujeto lleva ese dato. Metodológicamente, es indispensable que la arquitectura o diseño de la situación comparta esa visión de la redescripción.
Algunas conclusiones provisionales
Al analizar el papel que tienen las evidencias
para ser utilizadas en las situaciones de resolución (o en el tratamiento a la realidad), Schulz
y Gopnik (2004) plantean que la construcción
de las representaciones abstractas, pasa por
la postulación de relaciones causales entre
acontecimientos. Estos autores no se limitan
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
a evaluar la presencia o ausencia de la covariación en el razonamiento del niño, como es el
caso en Kuhn (2000). Ella considera que, bajo
ciertas condiciones —léase bajo una situación
que responda a la probabilidad condicional—,
el niño logra elaborar representaciones que le
permiten hacer predicciones causales que anticipa los efectos de intervenciones. Nuestra
propuesta tiene en común con la de Gopnik,
la importancia integradora de situaciones de
resolución, incluido el énfasis en trabajar sobre las acciones que permiten rastrear el papel que cumple la evidencia en sus desempeños. Lo que diferencia nuestra propuesta de
la de Gopnik y colaboradores es que, mientras ella postula una capacidad temprana del
niño a pensar con base en la probabilidad condicional, nosotros continuamos la línea de trabajo sobre la habilidad temprana de la experimentación en el niño. Nuestra propuesta está
más limitada a los aspectos metodológicos, y
en esa línea indaga sobre relaciones inferenciales y de experimentación, exigidas por la
comprensión de algunos dispositivos mecánicos (sea la catapulta, el eje roto, las hélices u
otros dispositivos reutilizados en nuestros diseños de situaciones). La propuesta es que si
las situaciones lo constriñen, el niño puede
reelaborar el principio de un mecanismo de
fuerza, como en este caso los engranajes, de
manera temprana y efectiva (Puche-Navarro,
2003b). Redescubrir la concatenación de los
dientes de las ruedas para transmitir movimientos es lograr comprender el engranaje,
con mucha más eficacia y dominio a partir de
la relación entre la evidencia y los operadores
mentales, como fuente prima de los modelos
multivariados que se edifican de la realidad.
de todo el modelo en el que las ruedas dentadas producen movimiento, y que dan sentido al engranaje. En los Girasoles, esa experimentación entre las dos ruedas dentadas está
demasiado ligada al dispositivo y todo ocurre
como si el niño no lograra incorporar esa concatenación-evidencia para construir un modelo. Es allí donde planteamos que la redescripción integra el papel de la evidencia, defendido
por la revisión de la teoría.
Le apostamos a que el niño redescubre los
datos de la evidencia para construir un modelo del mundo. ¿Cómo lo hace? En la tarea de
Buscando a Nemo, los niños pasan de girar con
su mano las ruedas dentadas, a acercarlas entre sí para que la concatenación de las ruedas
produzca el movimiento. Ese momento de
experimentación (y luego de varias repeticiones) lo entienden como la base constitutiva
Referencias bibliográficas
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
La verificación o puesta a prueba del modelo
mental que el niño debe construir (JohnsonLaird, 1983) por medio de la experimentación
(Puche-Navarro, 2003b) es lo que Gopnik ha
llamado combinación de las observaciones y de
intervenciones. Centrarse en el plano de la representación y "tomar distancia" de la evidencia (vista desde el plano concreto) es la naturaleza sustantiva del MRR (Karmiloff-Smith,
1994). El niño reflexiona sobre las acciones, la
información que estaba implícita se hace explícita y disponible para el sistema (KarmiloffSmith, 1998), generando así diferentes niveles de representación que están en la base del
cambio cognitivo.
La transferencia analógica entre dominios (DeLoache, 1999) o la inferencia que permite crear
puentes entre diferentes dominios y flexibilizar
los módulos del sistema cognitivo (KarmiloffSmith, 1994) son, en principio, la base sustantiva para la construcción y reconstrucción de
los mapas causales del mundo (Gopnik et al.,
2004). Vale la pena repetirlo: la relación entre
la evidencia y los operadores mentales es la
fuente prima de los modelos multivariados
que edifica el niño.
Anderson, J. R., 1980, Cognitive psychology and its
implications. Nueva York, Freeman.
Bresson, F. y S. de Schönen, 1984, "El desarrollo
cognitivo: los problemas que plantea hoy en día su
estudio", en: R. Puche-Navarro, ed., Después de Piaget,
Cali, Cleps. pp. 213-225.
185
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
DeLoache, J. y A. Brown, 1990, "La temprana aparición de las habilidades de planificación en los niños", en: J. Bruner y H. Haste, eds., La elaboración del
sentido, Barcelona, Paidós, pp. 105-124.
DeLoache, J.; K. F. Miller y S. L. Pierroutsakos, 1998,
"Reasoning and problem solving", en: W. Damon, D.
D. Kuhn y R. S. Siegler, comps., Handbook of
th
childpsychology, 5 ed., vol. II, Nueva York, Wiley, pp.
801-946.
Dixon, J. y A. Bangert, 2002, "The prehistory of
discovery: Precursors of representational change in
solving gear problems", Developmental Psychology,
núm. 38, pp. 918-933.
Donaldson, M., 1990, "Los orígenes de la inferencia",
en: J. Bruner y H. Haste, eds., La elaboración del sentido, Barcelona, Paidós, pp. 95-104.
Dunbar, K., 1998, "Problem solving", en: W. Bechtel y
G. Graham, eds., A companion to Cognitive Science,
London, England, Blackwell, pp. 289-298.
Fischer, K. y T. Bidell, 1998, "Developmental of
psychological structures in action and thought",
Handbook of child psychology, núm. 1, pp. 467-561.
Garnham, A. y J. Oakhill, 1996, Manual de psicología
del pensamiento, Barcelona, Piadós.
Gopnik, A. y C. Glymour, 2002, "Causal maps and
Bayes nets: A cognitive and computational account
of theory-formation", en: P. Carruthers, S. Stich y M.
Siegal, eds., The cognitive basis of science, Cambridge,
Cambridge University Press.
Gopnik, A., y L. Schulz, 2004, "Mechanisms of theoryformation in young children", Trends in Cognitive
Science, núm. 8, pp. 371-377.
Gopnik, A. et al., 2004, "A theory of causal learning in
children: Causal maps and Bayes nets", Psychological
Review, núm. 111, pp. 1-31.
Jonassen, D. H., 1997, "Instructional design model for
well-structured and illstructured problem-solving
learning outcomes", Educational Technology: Research
and Development, núm. 45, pp. 65-95.
____________ , 2000, "Toward a design theory of
problem solving", Educational Technology, Research and
Development, núm. 48, pp. 63-85.
186
Karmiloff-Smith, A. y B. Inhelder, 1974, "If you want
ahead, get a theory", Cognition, núm. 3, pp. 195-121
(Traducción al castellano en: M. Carretero y J. A.
García-Madruga, eds., Lecturas de psicología del pensamiento, pp. 307-320, Madrid, Alianza).
Karmiloff-Smith, A., 1988, "The child is a theoretician, not an inductivist", Mind and Language, núm. 3,
pp. 1-13.
____________ , 1992, “Autoorganización y cambio
cognitivo, Subsratum, núm. 1, pp. 19-43.
____________ , 1994, Más allá de la modularidad, Madrid, Alianza.
Klahr, D., 1999, "The Conceptual Habitat: in What
Kind of System Can Concepts Develop?", en: E. K.
Scholnick, K. Nelson, S. A. Gelman, y P. H. Miller,,
eds., Conceptual Development: Piaget's Legacy, Mahwah,
NJ, Lawrence Erlbaum, pp.131-161.
____________ , 2000, Exploring Science, Londres, MIT
Press Cambridge Massachusettes.
Kuhn, D, 2000, "The Development of cognitive skills
to support Inquiry learning", Cognition y Instruction,
núm. 18, pp. 495- 524.
Mayer, R. E. y M. C. Wittrock, 1996, "Problem-solving
transfer", en: Handbook of educational psychology, Nueva York, Macmillan, pp. 47-62.
Meltzoff, A. y A. Gopnik, 1998, Words, Thoughts and
Theories, Cambridge, Massachusetts, Bradford Boog
MIT Press.
Morin, E., 1994, Introducción al pensamiento complejo,
Barcelona, Gedisa.
Mounoud, P., 1996, "A recursive transformation of
central cognitive mechanisms: The shift from partial
to whole representation", en: A. J. Sameroff y M. M.
Haith, eds., The five to seven year shift: The age of reason
and responsibility, Chicago, Chicago University Press,
pp. 85-110.
Navarro, C., 2005, "Cambio cognitivo, herramientas
cognitivas y engranajes: estudio del cambio cognitivo
en la formulación de hipótesis y experimentación
frente a una situación de resolución de problemas
que involucra sistemas de engranajes", tesis de Maestría en Psicología, Universidad del Valle.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
Newell, A. y H. Simon, 1972, Human problem solving,
Englewood Cliffs, NJ, Prentice Hall.
Siegler, R., 1998, Children's Thinking, 3rd ed., Upper
Saddle River, NJ, Prentice Hall.
Piaget, J., 1963, The origins of intelligence in children.
Nueva York, W. W. Norton (Trabajo original publicado en 1936).
Siegler, R. y K. Crowley, 1994, "Constraints on learning
in non-privileged domains", Cognitive Psychology,
núm. 27, pp. 194-226.
____________ , 1970, L'epistemologie genetique, París,
PUF.
Simon, H. A., 1973, "The structure of ill-structured
problems", Artificial Intelligence, núm. 4, pp. 181-201.
Piaget, J., y Inhelder, B., 1984, Psicología del niño, Madrid, Morata.
____________ , 1978, "Information processing theory
of human problem solving", en: K.W. Estes, ed.,
Handbook of learning and cognitive process, Hillsdale,
NJ, Lawrence Erlbaum.
Puche-Navarro, R., 2000, Formación de herramientas
científicas en el niño pequeño, Cali, Arango.
____________ , 2003a, "La actividad mental del niño:
una propuesta de estudio", en: B. C. Orozco, comp.,
El niño: científico, lector y escritor, matemático, Cali,
Arango Editores, pp. 17-40.
____________ , 2003b, Procesos de desarrollo, cambio y variabilidad. en: R. Puche-Navarro, ed., El niño
que piensa y Vuelve a pensar, Cali, Arango Editores, pp.
17-50.
Pylyshyn, Z. W., 1980, "Cognition and computation:
Issues in the foundations of cognitive science",
Behavioral and Brain Sciences, núm. 3, pp. 154-169.
Schauble, L., 1990, "Belief revision in children: The
role of prior knowledge and strategies for generating
evidence", Journal of Experimental Child Psychology,
núm. 49, pp. 31-57.
____________ , 1996, "The development of scientific
reasoning in knowledge-rich contexts", Developmental
Psychology, núm. 32, pp. 102-119.
Schulz, L. y A. Gopnik 2004, "Causal learning across
domains", Developmental Psychology, núm. 40, pp. 162176.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Valsiner, J., 2005, "Open Intransitivity Cycles in the
Processes of Development and their Methodological
Implications Invited Lectura", en: IV Congresso Norte Nordeste de Psicología, Salvador, Bahía, 28 de may.
____________ , 2006, "Developmental Epistemology
and Implications for Methodology", en: R. Lerner,
ed., Handbook of Child Psychology, 6th ed., vol. 1,
Theoretical models of human development., Nueva York,
Wiley.
Van Geert, P., 2003, "Dynamic systems approaches and
modeling of developmental processes", en: J. Valsiner
y K. J. Conolly, eds., Handbook of developmental
Psychology, Londres, Sage, pp. 640-672.
Van Geert, P. y H. Steenbeek, 2005, "A complexity and
dynamic systems approach to developmental
assessment, modeling and research", en: K.W. Fischer,
A. Battro y P. Lena, eds., Mind, Brain and Education,
Cambridge, Cambridge University Press.
Wimmer, H. y J. Perner, 1983, "Belief about beliefs:
Representation and constraining funtion of wrong
beliefs in young children´s understanding of
deception", Cognition, núm. 13, pp.103-128.
187
La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?
Anexo. Criterios de clasificación de las situaciones Buscando a Nemo y Girasoles
188
Buscando a Nemo
Girasoles
1
Asume la situación como elementos aislados
y desarticulados.
Concibe los engranajes de forma aislada en lo
que corresponde a la transmisión del movimiento.
2
Asume la existencia de una articulación entre
los elementos de la situación, pero sin tener
en cuenta la estructura del mecanismo.
Se establece la articulación (unión) entre los
dos primeros engranajes; sin embargo, esta relación no se sostiene con los siguientes girasoles en un primer intento.
3
Asume la existencia de una articulación entre
la cadena dentada y la rueda dentada contigua, es decir, esboza la relación de transmisión de movimiento entre estructuras dentadas simples contiguas, pero sin tener en cuenta el objetivo de la situación. Fragmenta el
sistema a dos elementos que ya se le presentan
contiguos.
Se establece la articulación (unión) entre todos
los engranajes en un primer intento, como relación fundamental y determinante para que
se efectué el funcionamiento del mecanismo
y se produzca la transmisión del movimiento.
4
Concatena y conecta los dientes de dos o más
ruedas dentadas y genera la transmisión de
movimiento, pero fragmenta los elementos del
mecanismo; entonces, no tiene en cuenta todos los elementos que componen el mecanismo como parte del sistema de engranajes que
le permiten lograr el objetivo.
Conecta los girasoles, generando la transmisión
del movimiento; sin embargo, en lo que corresponde a la relación de dirección de los girasoles, todos giran para el mismo lado.
5
Concatena y conecta las ruedas dentadas del
sistema con la rueda dentada final y la cadena
dadas en la situación, generando y transmitiendo movimiento, aunque no logre alcanzar el objetivo de la situación, empezando a
esbozar relaciones que permiten dar cuenta
del mecanismo como un sistema entero en el
que todos los elementos tienen una función
que cumplir.
Se esboza la relación de dirección contraria
entre los girasoles como elemento determínate
para la comprensión del funcionamiento del
mecanismo. Esta relación se presenta en lo que
corresponde a la unión entre dos girasoles, sin
que se sostenga en los demás, es decir, que
en algún momento de la cadena de transmisión de los girasoles, uno o dos giran en dirección diferente, y el resto gira para la misma
dirección (ejemplo, todos para la derecha).
6
Reconoce que la transmisión del movimiento
es la base del mecanismo, pero que en él se
involucran otros aspectos que tienen que ver
con el número de las ruedas dentadas o con el
tamaño de las ruedas dentadas en el sistema.
Entonces, realiza correcciones y combinaciones diferentes en el siguiente intento, que
involucran disminución o aumento del número de elementos o cambio de ruedas de
acuerdo a los tamaños.
Se establece la dirección contraría entre los girasoles, para toda la cadena de transmisión; sin
embargo, la dirección con la cual se tiene que
empezar, es decir, la G1, no corresponde con la
final G5 para que salgan las semillas. Es decir,
sostener la secuencia de direcciones contrarías
teniendo como referente inicial la dirección del
G5 para que salgan las semillas.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
Educación Superior
Anexo. Continuación
7
Selecciona algunas de las ruedas porque reconoce que no es necesario usar todos las ruedas para resolver la situación, y fuera de la
transmisión de movimiento establece una
relación adicional, ya sea en cuanto a la dirección de giro o en cuanto a la velocidad del
movimiento.
Se establece y se sostiene la dirección contraria
en toda la cadena de transmisión, teniendo
como referente inicial de la cadena la dirección del G5 para que salgan las semillas. En
este momento las relaciones que se esbozan
permiten dar cuenta del mecanismo como un
sistema entero en el que todos los elementos
tienen una función que cumplir.
8
Arma su combinación asignando a unos elementos función de transmisión de movimiento, a otros, función de dirección, y a otros, función de velocidad como parte de un mismo
mecanismo.
Se reconoce como la base del funcionamiento
del mecanismo, la transmisión del movimiento como producto de la unión entre los girasoles. De igual manera, se reconoce la dirección
contraria de los girasoles como regla determinante del funcionamiento del mecanismo.
Sin embargo, dos girasoles de diferente tamaño darán el mismo número de vueltas, o dos
girasoles del mismo tamaño darán diferente
número de vueltas.
9
Arma su combinación asignando a unos elementos función de transmisión de movimiento y a otros función de dirección y a otros función de velocidad como parte de un mismo
mecanismo, pero estableciendo relaciones inversas que le permitan llevar al personaje
(Marly) del destino final al punto de partida..
La unión de los girasoles produce la transmisión del movimiento; lo cual se corresponde
con que la dirección entre los girasoles es opuesta, razón por la que se produce la transmisión
del movimiento. Se reconoce que según el tamaño de los girasoles (si éstos son de diferente
tamaño), el número de vueltas que cada uno
puede dar es diferente. Y que a igual tamaño
de los girasoles, el número de las vueltas es el
mismo.
Referencia
Puche-Navarro, Rebeca; Julio César Ossa Ossa y Marlenny Guevara Guerrero,
"La resolución de problemas, ¿una alternativa integradora?", Revista Educación
y Pedagogía, Medellín, Universidad de Antioquia, Facultad de Educación,
vol. XVIII, núm. 46, (septiembre-diciembre), 2006, pp. 167-189.
Original recibido: diciembre 2005
Aceptado: febrero 2006
Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos de los
autores.
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46
189
190
Revista Educación y Pedagogía, vol. XVIII, núm. 46