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© Enrique Dussel © Fundaci6n Editorial el perro y la rana, 2007 Av. Pante6n. Foro Libertador. Edif. Archivo General de la Nadon, planta baja. Caracas-Venezuela, 1010. Telfs.: (58-212) 5642469 8084492/4986/4165 Telefax: (58-212) 5641411 CORREO ELECTR6N!CO: elperroylaranaedicioneS®gmail.com EDICI6N AL CUIDADO DE Livia Vargas Gonzalez CORRECCION Juan Pedro Herraiz DIAGRAMACI6N Luis Miguel Soria DISENO DE LA COLECC16:N Carlos Zerpa Hecho el DeptJsito de ley LF40Z20071003710 ISBN 978-980-396-666-9 Gobiemo Bolivariano de Venezuela I COLECCl6N Heterodoxia El pe1ISIZmiento rebelde fue considerado herejia por la ortodoxia. Heterodoxia (hetero=varios, doxa=opini6n) es una categoria para el pensamiento creativo y transformador, en pos de 10 original y en rebeldfa contra el pensamiento Unico. lnvocando a la pluralidad del pensamiento y a la sana disertaci6n de las ideas, nace esta colecci6n a la cual concurren ensayos y textos de reflexi6n en las ciencias de 10 humano, de 10 animado y de 10 inanimado, abarcando temas que van desde la reflexi6n filos6fica, pasando por la matematica y la ffsica, hasta la critica literaria, cultural y demas expresiones del pensamiento. Heterodoxia recoge todos aquellos textos de caracter ensayfstico y reflexivo. Esta conformada por cuatro series que tejen la historia de los distintos discursos del pensamiento: de 10 can6nico a 10 emergente, de 10 universal a 10 particular, de la formalidad a la heterodoxia. Serie Cltisicos Obras claves de la tradici6n del pensamiento humano. abarcando la filosofia occidental. oriental y americana. Serle Critica emergente Textos y ejercicios reflexivos que se gestan en nuestra contemporaneidad. Abarca todos aquellos ensayos te6ricos del pensamiento actuaL Serle Aforemas Entre el aforismo filos6fico y 10 poetico, en esta serie el objeto literario y el objeto reflexivo son construidos desde un espacio alterno. La critica literaria, el ensayo poetico y los discursos hibridos encuentran un lugar para su expresi6n. Serie Teorema La reflexi6n sobre el universo, el mundo, 10 material, 10 inanimado, estara dispuesta ante la mirada del publico lector. El discurso matematico, el fisico, el biol6gico. el quimico y demas visiones de las ciencias materiales, concurriran en esta serie para mostrar sus tendencias. Para una erotica latinoamericana Enrique Dussel Lajuerza y violencia nunca jamas oida en las demas naciones y reinos Ese cumple aquf] ya que son jorzadas las mujeres [de los indios] contra su voluntad, y las casadas contra la voluntad de sus maridos, las doncellitas y muchachas de diez y quince anos contra la voluntad de sus padres y madres, por mandamiento de los Alcaides mayores y ordinarios 0 Corregidores, las sacan de sus casas y dejan a sus maridos, padres y madres sin regalo alguno, privandolos del servicio que de ellas podian recibir y vanjorzadas a servir en casas ajenas de algunos encomenderos 0 de otras personas, cuatro o cinco u ocho leguas y mas, en estancias u obrajes donde muchas veces se quedan amancebadas con los duenos de las casas 0 estancia u obrajes, con mestizos 0 mulatos 0 negros, gente desalmada. CARTA DE JUAN RAMiREZ, OBISPO DE GUATEMALA, FIRMADA EL 10 DE MARZO DE 1603, ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, SEVILLA, AUDIENCIA DE GUATEMALA 156. Palabras preliminares [11] Para una erotica latinoamericana quiere pensar la posici6n car a a cara del var6n y la mujer en nuestro mundo dependiente. Nuestro discurso partin} de la simbOlica er6tica. y por ello. deberemos recurrir al genio del artista para descubrir la realidad que la cotidianidad de la dominaci6n oculta. Despues de situar la cuesti6n en la realidad latinoamericana emprenderemos la critica de la er6tica interpretada dialecticamente, como ejemplo paradigmatico de 10 que se pretende sea la natural y cientifica relaci6n var6n-mujer, sutil dominaci6n que se sigue haciendo sentir entre nosotros. Desde la realidad latinoamericana y como superaci6n de la diaiectica totalizada, podremos describir algunos momentos esenciales de una meta-fisica er6tica. La puesta a disposici6n del Otro sexuado de la physis (naturaleza) nos conducira al analisis de 10 que denominaremos la econom{a er6tica 0 simplemente la econ6mica propiamente dicha (que en su origen fue un estudio sobre la "casa": oikia). La eticidad del pro-yecto er6tico, 10 mismo Enrique Dussel que la moralidad de la praxis sexuada cerraran estas reflexiones que no pretenden ser sino introductorias, programaticas Este ensayo fue escrito en 1972. Han pasado mas de 30 afios, pero creo que sigue teniendo sentido. Habria que completarla en una vision del genero mas compleja, tal como se trata en nuestros dfas. La dejo, sin embargo. como esta, ya que es como un 、ッ」オセ@ mento historico del comienzo de la reflexion filos6fica sobre la mujer en nuestro continente cultural. Algunas defidencias debedan atribuirse al estado de la reflexi6n en ese momento. 1 • ENRIQUE DUSSEL Departamento de Filosoffa (UAM­IztapaJapa) Mbcico2007 1 En elcapitulo 17 (t.l, pp.128­137) de miEtica (1973), nos hemos situado en un nivel abstracto; ahora en cambio nuestro nivel es anal6gicamente concreto: se trata de una er6tica latinoamericana, en ocasi6n de la cual nos extenderemos de todas maneras en un amilisis mas detenido de cuestiones que tienen validez para todo var6n 0 mujer, pero con dis­tinci6n anal6gica. Esta advertencia metodol6gica vale igualmente para la pedag6gica, la polltica y la arqueol6gica latinoamericana. 1. La erotica simbolica [13] La lectura hermeneutic a de las obras simb6licas latinoamericanas estara. gUiada por la siguiente sospecha. EI sujeto europeo que comienza por ser un yo conquisto y culmina en la voluntad de poder es un su;eto masculino. EI ego cogito es el ego de un var6n. La er6tica estani antropol6gica, metafisica y eticamente destituida por una dominaci6n que atraviesa toda nuestra historia y que es vigente hoy en nuestro mundo dependiente. EI cara-a-cara er6tico se vera alienado sea por la prepotencia de una varonilidad opresora y hasta scidica, sea por un masoquismo 0 una pasividad 0, en el mejor de los casos, un frio resentimiento femenino. La pareja er6tica liberada no se ha dado todavia en America Latina como una realidad social, hay individuales excepciones faltas todavia de real tradici6n pedag6gica 0 politica. Las teogonias 0 el relato mitico del origen de los dioses, el cosmos y los seres humanos, es siempre bisexual entre las grandes culturas amerindianas -y no exclusivamente patriarcal como entre los semitas, por ejemplo-. Esto se explica por la proximidad Enrique Dussel a la edad arcaica de la agricultura y por la presencia de tradiciones matrilineales2 • Esta mitica nos deja ver una exact a l6gica de los simbolos' que no llega a trascender, sin embargo, la Totalidad tnigica. Al origen esta Alom-Qaholom, la diosa madre y el dios padre de todo', nombrandose primero la diosa madre, 10 femenino: "Del otro lado del mar llegamos al lugar llamado Tulan, donde fuimos engendrados y dados a luz por nuestras madres y nuestros padres"'. No s6lo es venerada en primer lugar la nina y la mujer, sino tambien la anciana: "lAcaso no te has llamado a ti 2 3 4 5 \'ea5e mi obra Para un estudio de America Latina en la historia mundial, Introduccion general, cap, I (puede consultarse en edicion electronica WWy;, clac50.org, "Biblioteca Virtual "); j, Goetz, "L'evolution de la religion", Histoire des religions, t. V, pp. 34155.; Wilhelm Schmidt, Ethnologia suramericana, 1942, pp. 825S,; \Xl Krieckeberg, H. Trimborn, W. Mueller y 0, Zerries, Die Religionen des alten Amerika, coleccion Die Religionen der Menscheit, t. VII ! bibliografia en p. 377s5.); etcetera. Ex presion de Mircea Eliade, Trait!! d'histoire des religions, cap. 172, 1959, pp. 386­388: "Tenemos derecho de hablar de una 16gica del simbolo, en el sentido de que los simbolos, de cualquier naturaleza que sean y sea cual fuere el nivel en el que se manifiestan, son siempre coherentes y sistematicos". Ibidem. Cfr. Paul Ricoeur, "L'ordre du symbole", Le conflit des interpretations, pp. 284 ss. Considerese 10 ya dicho en el No. 38 del cap. VI de la Segunda parte de esta nuestra Etica (1973). En el Popol- Vuh 0 "Las antiguas tradiciones de los Quiche" de Guatemala (usamos aqui la edicion de Adrian Recinos, 1947), preambulo (p. 86), todos los dioses primitivos son parejas: Alom es "Ia que concibe hijo"; Qaholom "el que engendra los hijos" segun Ximenez "madre y padre", y segun b。イエッャュセ@ de las Casas "Gran Madre y Gran Padre". Memorial de Solola. Anales de los Cakchiquele5. Titulo de los senores de Totonicapan, Primera parte, I, 2; Adrian Recinos (ed.), 1950, p. 47, "Entonces se nos mando venir por nuestras mad res y nue,tros padres [... j". Ibid" 6, p, NセGェL@ "Luego se les dijo y mand6 a nuestras madref. [.. ,j". Ibid., 7, p. :52; "Procread hijas, procread hijos [..,] Elias fuenm mad res v 2.buelas [.. ,J Cuando liegam(;;, se nos mando de esta :nanera por nuestras madre, \' nuestros p;;dres' (d, hij3 mia, hijomio, familia mia :,)". ibid" 10­1 L p. 55. Para u.na erotica latinoamericana La erotica slmbolica mismo rey? -Ie reprochan a Baqahol-. Tli no eres nuestra madre ni nuestra abuela"6. De igual manera los incas proponen una pareja originaria: el Padre Sol y la Madre que concibe los primeros seres humanos: "Puso nuestro padre el Sol estos dos hijos en la laguna Titicaca'\ La mujer, entonces, tiene en la mitica amerindiana mucho mas lugar que en la hispanica conquistadora. Lo femenino se emparenta, esencialmente, con la luna, el mar 0 las aguas,la terra mater del momento agricola de los pueblos de alta cultura 0 plantadores·. La Coatlicue de Mexico, la Quilla y la Pachamama de los incas nos hablan del momento femenino mitko. La misma organizaci6n totemic a dice relaci6n matrilineal a una huaca (ya que el ayullu peruano no es sino la vida totemicofamiliar); y es por ello que hijo sin linaje materno' es 10 mismo que un hijo sin origen ni familia. Las teogonias tienen su erotica; la tierra, que constituye un mismo cicio con la vegetaci6n y los arboles sagrados conciben la vida por emergencia, hasta sin principio 6 7 8 9 Ibid., 40, p. 83. El reconocimiento de las madres, las abuelas 0 ancianas (ru tee, ru nam) era esencial para la herencia del poder en los tiempos arcaicos. Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios reales de los Incas, I, 15; t. I, 1967. Sobre la simbolica de la terra mater, la mujer, la fecundidad, la agricultura, la luna y mitos del renacimiento vease M. Eliade, My the, reves et mysteeres, Pads, Gallimard, 1957, pp. 206-253; Ibidem, op. cit., caps. IV-IX, pp. 142-314. EI ciclo lunar (ya que crece y decrece) fue relacionado al ciclo menstrual de la mujer, al flujo y reflujo de las aguas, a la muerte invernal por contraposici6n al renacimiento primaveral: se trata de toda una estructura relacional en torno a la concepcion de la vida como realidad femenina. Ellibro de los libros de Chilam Balam, I, 8 Ahuau; Barrera Vasquez (ed.), 1948, p. 116. Esta tradicion, claro esta, es centroamericana. Entre nosotros, hoy, es natural un hijo sin padre reconocido; en amerindia 10 es el que no tiene madre reeonocida: "Entonees vendran daros, vendran escudos advenidizos, los eehados de sus hogares, los Senores plebeyos que usurpan la Estera, que usurpan el Trono, los hijos bastardos, los Itzaes, Brujos-del-agua, hijos sin linaje materno". Ibid. En esta obra se puede deseubrir tambien la prioridad de la mujer: "Dispersados sedn por el mundo las mujeres que eantan y los hombres que cantan y todos los que eantan...... Ibid., I, II, Ahuau; p. 97. セ@ Enrique DusseI masculino 10: "Cierta doncella llamada Ixquic [...J oyo la historia de los frutos del arbol [...J A continuacion se puso en camino ella sola y llego al pie del arbol que estaba sembrado en Pucbal-Chah [..•J -iQue es 10 que quieres? Estos objetos redondos que cubren las ramas del arbol no son mas que calaveras [...J iPor ventura los deseas?, agrego [el arbol]. -Si, los deseo. contesto la doncella. -Muy bien. dijo la calavera. Extiende hacia aca tu mano derecha [...J ­Bien. replicola joven. y levantando su mano derecha. la extendio en direccion a la calavera. En este instante la calavera lanzo un chisguete de saliva que fue a caer directamente en la palma de la mano de la doncella .., Volviose en seguida la doncella a su casa habiendo concebido los hijos en su vientre por la sola virtud de la saliva. Asi fueron engendrados Hunahpu e Ixbalanque "11, Lo femenino tiene entonces hasta su autosubsistencia. y la pervivenda de los mitos amerindianos se dejaran sentir hasta el presente. No es extrafto que en el Lago Titicaca (Madre de todos los dioses incas) se venere en un santuario franciscano la Virgen de Copacabana. Para la conciencia popular amerindiana la Virgen Maria sera la Theotokos: Madre de Dios (y aun de los dioses). Lo masculino teogonico esta igualmente presente. Los pueblos nomades del norte (nahuas y chichimecas) 0 los del sur (los collas que invaden la region del Cuzco) adoran a dioses del cielo, dioses de cazadores y guerreros. En el Gran Teocalli de Mexico se veneraba a Huitzilopochtli, dios del CieLo diurno 12 , que se transformo despues en el dios de La guerra. 10 "EI arbol­sfmbolo de la vida, de la fecundidad inagotable, de la realidad absoluta; en relaci6n con la Gran Diosa 0 el simbolismo acmltico (por ejemplo, Yaksa); identificado con la fuente de la inmortalidad ('EI arbol de la vida'), etc.n • M. Eliade, Traite d'histoire des religions, 95, pp. 233­234. En este mito el Popol-Yuh no depende del mito adamico, sino de un tema simb6lico del cual el mismo arbol de la vida adamico depende: la tierra y la vida son la Totalidad, panontista, panteista, Identidad originaria de la Diferencia. 11 Popol­Yuh, II, III, pp. 133­135. 12 "La figura de este gran Idola Huitzilopochtli era una estatua de madera entallada en semejanza de un hombre sentado en un escafio azul... Era el escafio de Para una erotica latinoamericana La erotic,. simbOllca Pero aun sobre el estaba Tonatiuh -el Sol principal dios del firmamento- que reinaba tambien sobre Tezcolipoca -dios del cielo nocturno-. Tezcoco rendia culto a Tloque Nahuaque, un dios masculino propiamente uninico, anterior a la solarizaci6n. Entre los Incas el gran dios uninico fue Illa-Ticsi Huiracocha Pachayachechich (UEsplendor originario, Senor, Maestro del Mundo"), 0 Pachacamac de los pueblos de la costa, Padre de los Cielos y al que el Inca Garcilaso Ie atribuye las mismas notas que el Dios Padre judeo-cristiano13 • Por debajo de este Dios Padre se encuentra Inti -el Sol sagrado-, culto popular del imperio". La aparici6n de estos dioses indica el comienzo de una cierta dominaci6n del var6n sobre la mujer en los imperios guerreros. Por ella aparecen las virgenes consagradas al dios Sol (y no hay varones celibes consagrados a la diosa tierra 0 luna); en los cenotes mayas del Yucatan se sacrificaban virgenes a la lluvia, al agua (pero bajo la forma de un dios masculino: Chac, el Tlaloc mexicano). color azul, con que denotaban que estaba en el cielo sentado. Tenia este idolo toda la frente azul...". C6dice Ramirez, Relaci6n del Origen de los Indios que habitan esta Nueva Espana segun sus historias, I; ed. M. Orozco y Berra, p. 124. 13 uEI cual, en decir que el Dios de los cristianos y el Pachacamac era todo uno, dijo verdad, porque la intenci6n de aquellos indios fue dar este nombre al Comentarios reales, II, II; t. I, p. 75. sumo Dios, que da vida y ser al オョゥカ・イウセBN@ EI Yahveh de los semitas es igualmente un Dios uranico Padre del cielo, en esto el Inca Garcilaso descubria una relacion que la historia de las religiones confirma. 14 En la simb6lica se une la erotica a la polftica: ..diriamos que el Sol predomina alii donde, gracias a los reyes, heroes 0 imperios la historia se encuentra en marcha [conquistadora]". M. Eliade, op. cit., III, 36; p. 117. La preponderancia del varon guerrero (nietzscheano, dirfamos nosotros hoy) es dominacion erotica y politica: el Sol es dios fecundador de la terra mater, principio activo de la agricultura, Di6nisos es el hijo de Zeus; Ibid., p. 94; as! como Varuna reemplaza a Dyaius en la India, as! tambien el dios celeste Pachacamac va dejando lugar a su solarizaci6n guerrera y fecundante masculina: Inti, entre los Incas. y HuitzilopochtU. el sol de la quinta edad en movimiento de los Aztecas y seglin la teologia de Tlacaelel. セ@ Enrique DusseJ La erotica se transforma aqui ya en culto, liturgia l5 : "Las virgenes de aquella casa de Cuzco eran dedicadas para mujeres del Sol [...] Por tanto habian de ser legitimas de la sangre real, que era la misma del Sol... Vivian en perpetua clausura hasta acabar la vida, con guarda de perpetua virginidad"16. En la vida erotica cotidiana amerindiana, de hecho, hay una gran dependencia de la mujer con respecto al varon, aunque la relacion este plena de un sagrado respeto y no de una voluptuosidad 0 dominacion propia ya de la cristiandad colonial 0 de tiempos posteriores. Si es verdad que en ciertos casos la mujer era practicamente igualada a una cosal7, y que las costumbres arcaicas pudieron ser en los tiempos de las grandes civilizaciones primitivas tenidas por caoticas, la vida erotica era regulada por la monogamia ­casi generalizada en los imperios­ y por exigencias muy firmes: "muchas naciones se juntaban [antes que los Incas organizaran el imperio] al coito como bestias, sin conocer mujer propia, sino como acertaban a toparse"18, mientras que Manco Capac promulgo "pena de muerte a los adulteros [...] Mandoles que no tuviesen mas de una mujer y que se casasen dentro de su parentela (ayullu) porque no se confundiesen los linajes, y que se casasen de veinte aiios arriba, por que pudiesen gobernar sus 15 Ya veremos en otra obra la cuesti6n de la economia­arqueoI6gica. pero aqui 10 que se consagra no es una cosa mineral. vegetal 0 animal sino a una mujer: sea por el sacrificio. sea por una vida ofrend ada en vida. Entre los aztecas los sacrificios a Huitzilopochtli eran de varones y guerreros en preferencia. por·· que la sangre 0 agua preciosa (chalchihuatl) era el alimento del Sol, quinta Edad del mundo. 16 Inca Garcilaso. Comentarios reales. IV. 1­2; t. II. pp. 8­9. 17 "Demosles mujeres y nos apoderaremos de sus tesoros" dijeron los Senores ante Ceynoh y Caybatz. Memorial de Solola. I. 53. p. 89. La mujer podia darse. prestarse. cambiarse; era aun dada al extranjero en senal de saluda benevolente. 18 Inca Garcilaso. op. cit.• I. XIV; t. I. p. 44. En verdad aqui el Inca Garcilaso exagera porque nunca la er6tica deja de cumplir ciertas exigencias aun en los pueblos mas primitivos. Para una erotica latinoamertcana La er6t1ca simb6lica casas y trabajar en sus haciendas"'·. Esto no impedfa que hubiera relaciones sexuales antes del matrimonio (hoy todavia en Bolivia se dice que estan agregados 0 prestaditos en este tiempo que no debe confundirselo con el concubinato)2o. La vida erotica amerindiana es familiar-politica y religiosa, sagrada, pero sin la posicion del cara-a-cara que personaliza e historifica la relacion sexual, sin la voluptuosidad personal de la erotica latinoamericana. No hay por ello descripciones propiamente erotic as y la vida sexual tiene funciones enmarcadas dentro de las exigencias de la Totalidad eterna. La casa es el clan, frecuentemente totemico, que se confunde entonces con lafamilia y los dioses ancestrales (las huacas son el ayullu). Esta era la erotica amerindiana, un orden 0 Totalidad establecida y estableciendose a partir de una milenaria tradicion. Sobre ella cae como ave de presa el yo conquisto, con carabelas y armas de hierro y fuego, con devoradores perros y lujuria largamente retenida (ya que el conquistador venia solo, sin mujer hispanica): "Despues que han muerto todos los que podfan anhelar o suspirar 0 pensar en libertad, 0 en salir de los tormentos que padecen, como son todos los senores naturales y los hombres varones (porque comunmente no dejan en las guerras con vida sino los mozos y mujeres) oprimiendoles con la mas dura, horrible y aspera servidumbre"21. El varon hispanico mata al varon indio 0 10 reduce a su servidumbre por la encomienda, la mita, etc.; la mujer del indio pasa al servicio personal 0 al simple amancebamiento 19 Ibid., I, XXI, p. 59. En Mexico tambien se ensefiaba que "el fornicar yadulterar se prohibia de tal manera, que si tomaban a uno en adulterio, Ie echaban una soga a la garganta y Ie apedreaban y apaleaban, arrastnlndole por toda la ciudad y despuesle echaban fuera del poblado, para que fuese comido de fieras". C6dice Ramirez, Relaci6n del origen de los Indios que habitaban en esta Nueva Espana, I, p. 136. 20 Vease Jacques Monast, L'univers religieux des aymaras de Bolivie, 1966,2.2.5, pp.106-108. 21 Bartolome de las Casas, Brevisima relaci6n de la destruccion, t. V, p.137. Enrique Dussel (concubinato adulterino) con el conquistador: "Los senores de Tlaltelulco desta ciudad [de Mexicoj, vinieron a mi [el obispo Zumarragaj llorando a borbollones, tanto me hicieron gran lastima, y se me quejaron diciendo que el presidente e oidores les pedian sus hijas y hermanas y parientes que fuesen de buen gesto, y otro Senor me dijo que Pilar Ie habia pedido ocho mozas bien dispuestas para el Senor Presidente [Guzman], a los cuales yo dije POr lengua de un Padre Guardian, que era mi interprete, que no se las diesen [...]">2. No hay lugar a dudas, la madre dellatinoamericano, del mestizo, es la india. La india es alienada er6ticamente por el var6n conquistador y guerrero; dicha er6tica se cumple fuera de las costumbres americanas e hispanicas; queda sin leyy bajo la factica dominaci6n del mas violento. El coito deja de tener significaci6n sagrada, la uni6n entre los dioses miticos, y se cumple aun para el hispanico fuera de sus propias leyes cat6licas. El amancebamiento no se propone tampoco, en primer lugar, un hijo, ya que sera 1'l considerado hijo natural y pocas veces sera reconocido. Se trata del cumplimiento de la voluptuosidad, la sexualidad puramente masculina, opresora, alienante. Es en ese contexto er6tico-brutal desde donde se levanta la voz de una mujer espanola, critica de una opresi6n generalizada de la mujer -no s610 india, sino por extensi6n エ。ュ「ゥャ[セョ hispano-criolla-: "Seres humanos necios que acusais I a la mujer sin raz6n, I sin ver que sois la ocasi6n Ide 10 mismo que culpais. I Si con ansia sin igual I solicitais su desden, /tpor que quereis que obren bien I si las incitais al mal? [...]23. 22 Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia de Mexico, t. I, 1921, p. 256. Lease, ahora, el texto colocado al comienzo de este capitulo VII, un testimonio entre millares de la epoca. 23 Sor Juana Ines de la Cruz, Antologia clave. 1971, p. 48. Como los misticos, Sor Ines se muestra profunda en la simbolica erotica, donde el amado es Dios pero no deja de ser una situacion antropologica por ella: "Ya que para despedirme, I dulce idolatrado dueno, I ni me da licencia elllanto I ni me da lugar el tiempo...". Ibid., p. 64. Por otra parte.la carta "respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz", es un escrito de importancia en la historia de la Iiberad6n de la mujer latinoamericana, ya que con sutileza e ironia toma la Para una erotica lattnoamericana La erotica simbolica As! fue naciendo la mujer latinoamericana, que nos la describe la simb6lica diciendo que "era evidente que varias razas se encontraban mezeladas en esa mujer, india por el pelo y los pomulos, mediterninea por la frente y la nariz, negra por la solida redondez de los hombros y una peculiar anchura de la cadera ... Llegaba a preguntarme si ciertas amalgamas de razas menores, sin transplante de las cepas, eran muy preferibles a los formidables encuentros habidos en los grandes lugares de reunion de America, entre ceitas, negros, latinos, indios y hasta 'cristianos nuevos' en la primera hora"u. "Es bonita, un verdadero tipo de belleza criolla, simpatica, interesante como alma, compaiiera risueiia y sin duda utH para un ser humano que haya de llevar indefinidamente esta vida de soledad y de asperezas entre peones y ganados. Hacendosa, valiente para afrontar situaciones dificiles"25. Dificiles de encontrar son, sin embargo, las descripciones del varon hechas por una mujer. EI varon latinoamericano, hijo de los visigodos, cristianos y arabes, conquistador y encomendero, criollo simple 0 mestizo, es el que constituye la relacion erotica como dominador: "Yo he conocido esta tierra / en que el paisano funci6n de docta intelectual femenina, tan des usual en aquel entonces: "Pues, ;,c6mo mEl atreviera yo a tomarlo [al Cantar de los Cantares] en mis indignas manos, repugmindolo el sexo [femenino], la edad y sobre todo las costumbres?H. Ibid., p. 143. Y continua: RiQUe entendimiento tengo yo? iQUe estudio? ;.Que materiales? [...] pero fue tan vehemente y poder05a la inclinaci6n a las letras que ni ajenas reprensiones [...] han bastado a que de;e de seguir este natural impulso, que Dios puso en mi [...] Y sabe que Ie he pedido que apague la lux de mi entendimiento, dejando 5610 10 que baste para guardar su ley, pues 10 demas sobra (segun algunos) en una mujer, y aun hay quien diga que dana". Ibid., pp. 144-145. uTeniendo yo despues como seis 0 siele ados, y sabiendo leer yescribir [...] 01 decir que habia Universidades y Escuelas, en que se estudiaban las ciencias, en Mexico; y apenas 10 oi, cuando empece a matar a mi madre con insistentes e importunos ruegos, sobre que, mudandome el traje (de mujer a var6n), me enviase a Mexico". Ibid., p. 146. 24 Alejo Carpentier, Los pasos perdidos, p. 67. Se trata de Rosario. 25 R6mulo Gallegos, Dona Barbara, 1971, p.162. Ahora es Marisela. セ@ Enrique Dussel vivia / y su ranchito tenia, / y sus hijos y mujer [...]" -canta Martin Fierro- 26 • Aquel criollo tenia despues de su rancho e hijos a una mujer. Esa relacion de poses ion, de tenencia es habitual en nuestros pueblos: "Tuve en mi pago en un tiempo, / hijos, hacienda y m\ljer"27. La mujer hecha cosa viene a ser un objeto que envidiosamente puede pasar de mano en man0 28 , y es por ello que la sabiduria gauchesca llega a decir que "es un bicho la mujer [.../ que] tiene el corazon / como barriga de sapo"". En el mejor de los casos la mujer criolla define su ser en relacion al varon ­al menos asi 10 cree este­: "Me rodea de cuidados, trayendome de comer, ordenando las cabras para mi, secandome el sudor con panos frescos, atenta ami palabra, mi sed, mi silencio 0 mi reposo, con una solicitud que me hace enorgullecerme de mi condicion de ser humano: aqui, pues, la hembra 'sirve' al varon en el mas noble sentido del termino, creando la casa en cada gesto"30. Es la auto­comprension machista del varon 31 • Sin embargo, la mujer que comienza a tener 26 Jose Hernandez, Martln Fierro, I, 133­136. 27 Ibid., I, 289­290. 28 "Si buscas vivir tranquilo / dedicate a solteriar; / mas si te queres casar, / con esta alvertencia sea: / que es muy dificil guardar /prienda que otros codiceann. Ibid., II, 2391­2396. 29 Ibid., II, 2396­2402. La barriga del sapo esfria, es decir, la mujer no llega a amar al macho de turno que solo se encarga de darle de comer a ella y sus hijos a cambio de cumplir las tare as de empleada domestica. 30 Alejo Carpentier, Los pasos perdidos, p. 123. EI escritor pinta aquf mas que la realidad el suefto del machismo cumplido, proyecto softado mas que constatacion factual. Sin embargo, la mujer criolla tiene por honor servir a su varon y hasta recibe con signos de gusto el castigo. J. Monast, L'univers religieux des aymaras, pp.109ss. Nos dice que una mujer se queja porque "mi marido me ama, pero no me pegan; es decir, el castigo propinado a la mujer es para esta un signo de afecto. 31 Nos dice Jorge Gissi, "Mitologia de la femineidad", Opresion y marginalidad de la mujer, pp. 141­142, que "el machismo es una ideologia opresora que divide a los individuos en superiores e inferiores, segun su sexo. La superior idad del macho, no reconocida abiertamente, se manifestarfa en todos los pIanos: fisico, el hombre es mas fuerte y resistente; sexual, el hombre tiene mas Para una erotica latinoamericana La er6tica simb6lica alguna conciencia de su posicion libre se enfrenta decidida e ironicamente contra dicho machismo": "Soy tuya, Dios 10 sabe por que, ya que comprendo ; que habras de abandonarme, friamente, manana, ; [...] ; Pero tu sabes menos que yo, y algo orgulloso ; de que te pertenezca, en tu juego enganoso ; persistes, con un aire de actor del papel dueno.; Yo te miro callada con mi dulce sonrisa, ; y cuando te entusiasmas, pienso: no te des prisa, ; no eres tu el que me engana..."33. energfa, de aM que necesita varias mujeres; ademas, el no se enamora, porque eso 'no es de hombre', elias toma y las deja; el hombre demuestra su fuerza y tambien su valentia a traves de su agresividad, 'no tiene miedo a nadie' [...J". 32 "Humberto me llev6 adentro, me abraz6 y calmos torpemente sobre el divan. Su cabeza golpe6 contra la pared y aunque dijo 'no es nada' note que Ie dolla. Me dav6 un codo justo en la costilla que me rompl hace dos aiios en un accidente de autom6vil y que ha quedado resentfda. Rodamos con la elegancia de dos focas que se suenan sirenas sobre un colch6n lleno de huecos y protuberancias [...] Humberto besaba mi boca, abrla mi blusa, besaba mis pechos mientras yo. la verdadera yo, liberada de mi estructura terrestre, miraba ir6nicamente a esa pareja [...J que fingia tener ganas de hacer el amor. Nada. Inutil revolcarse, pronunciar palabras obscenas. pedirme ayudas lamentables [...J". Silvina Bullrich, Manana digo basta, 1972. p. 106. 33 Alfonsina Storni. El engano. en Poesta de Espana y America, C. Garda Prada (colee.). 1958. t. 11. pp. 769­770. Otra composici6n nos diee: "Un enganoso eanto de sirena me eantas. jNaturaleza astuta! Me atraes y me eneantas 1para eargarme luego de alguna humana fruta [...JI Engaiio por engano: mi belleza se esquiva 1 aillamado solemne; y de esta fiebre viva, 1 algun amor esteril y de paso disfruta". Idem, Mundo, La poesiafemenina argentina (1810-1950), Helena Perc as (colee.), Madrid. Ed. Cultura Hispanica, 1958. p. 153. Por el eontrario, una Nydia Lamarque, Palabras al idolo, op. cit., p. 514, muestra el caso de la mujer que juega el juego al machismo: "jAqul estoy a tus pies, fdolo mlo, / ya para siempre esdava, / yo, que fuera libre! / iAqul estoy a tus pies, eomo una llama / fervorosa, tremante, exasperada; I como llama que sabe I que inutilmente arde, I yo, qlJe fuera tan fria! [...] / Aqul estoy a tus pies, estremecida, I mordida sin piedad por el recuerdo, / por la visi6n de aquella vez primera / en que bajaste del pedestal soberbio, / y, sonriente y seguro, me abrasaste / la boca, maravillada, con un beso". Pero, y al mismo tiempo, hay una posit iva posici6n ante el var6n que es dificil encontrar entre las descripciones realizadas por plumas de mujer. Enrique Dussel ;!: Esa mujer que puede ser ironica, puede ser igualmente valiente, ya que en otras epocas fue tambien mujer cautiva, mujer que cumpie las tareas temibles en las guerras, en el desierto y en los tropicos, que como dice el poeta: "Murio (Maria); por siempre cerrados I estan sus ojos cansados I de errar por llanura y cielo; I de sufrir tanto desvelo; I de afanar sin conseguir [",r", Mujer de pueblo, comprometida35 , 0 mujer de una burguesia alejada de la realidad de la pobreza latinoamericana 36 , mujer que sufre una doble dominacion: dominada por ser latinoamericana y por ser dominada por el varon. Varon y mujer, siendo ya en un mundo que los condiciona, historica, racial, cultural, social mente, dejandose ver en ellos la dominacion etica, cumplen la esencia de 10 erotico en el coito, la union carnal de los sexos, acto plena rio del exisdr humano, lleno de belleza, afectividad, inteligencia, totalizacion extatica de pecuHaridad distintiva. La simb6lica es rica en descripciones, interpretadones poeticas que manifiestan, sin embargo, la diferenda de cuando dicha descripd6n la efectua un var6n 0 una mu;er. El varon, heredero de una dominaci6n milenaria, tiene mas soltura en sus simbolos: "Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, I te pareces al mundo en tu actitud de entrega. I Mi cuerpo de labriego salvaje te socava I y hace saltar el hijo del fondo de la tierra" ­escribe Neruda­ 31• La mujer dice dificilmente "el 34 Esteban Echeverria, La cautiva, Poes{a de Espana y America, t. II. p. 431. 35 "ArregIe la comida a mis chiquillos y sail. I Quise entrar a Lota a ver a mi marido [...]1 Asi paw: me agarraron, I me desnudaron, me tiraron al suelo a golpes. I Perdi el senti do. Me desperte en el suelo I desnuda, con una sabana mo;ada I sobre mi cuerpo sangrante [."J". Pablo Neruda, "Benilda Varela", Canto General de Chile, Obras completas, Buenos Aires, Losada, 1956, p. 489. 36 •Diario de una mujer" (filmada en Argentina) es un simb6lico relato de la alienaci6n de la "aristocracia femenina portefia" (de Buenos Aires). 37 Los veinte poemas, I, Obras completas, p. 63. Del mismo autor: "Mu;er, yo hubiera sido tu hijo, por beberte Ila leche de los senos como de un manantial, I por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte I en la risa de oro y la voz de cristaL". "Amor", Crepusculario, Obms completas, p. 34. Para una erotica laUnoamericana L .. erotic.. simbc\lica varon es bello"38, 0 "Yo te amo./ Porque eres dulce sobre toda imagen. / Yeres torturadora, como llaga / que nunca ha de sanar [...] Eres 10 mismo / que un clavo ardiendo hundido entre las cejas [...] / Pero eres dulce sobre toda imagen [,..p •. Dejandonos llevar por la mano del artista ­claro que restando 10 que de machismo transparenta, pero nuevamente reconociendo este rasgo como vigente en America Latina­ se nos dice que "miro a Rosario de muy cerca, sintiendo en las manos el palpito de sus venas, y, de subito, yeo algo tan ansioso, tan entregado, tan impaciente, en su sonrisa ­mas que sonrisa, risa detenida, crispacion de espera­, que el deseo me arroja sobre ella, con una voluntad ajena a todo 10 que no sea el gesto de la posesion. Es un abrazo nipido y brutal, que mas parece una lucha por quebrarse y vencerse que una trabazon deleitosa. Pero cuando volvemos a hallarnos, lado a lado, jadeantes aun, y cobramos conciencia cabal de 10 hecho, nos invade un gran contento [...] Es ella, esta vez, la que se echa sobre mt, arqueando el talle con ansioso apremio... afinca los codos en el suelo para imponerme su ritmo. Cuando volvemos a tener oidos para 10 que nos rodea, nada nos importa ya..!'to La totalizacion en la unidad del coito, tan maniqueamente 38 Expresi6n de la aguda critica argentina Esther Vilar, Der dressierte Mann, 1971, p.49: "Der Mann ist ­im Gegensatz zur Frau­ schon". 39 Nydia Lamarque, "Elegfa del gran amor", Poesia femenina argentina, p. 516. Delmira Agustini, EI rosario del eros, Cuentas de fuego, se muestra original cuando escribe: "Cerrar la pueda c6mplice con rumor de caricia, I deshojar hacia el mal ellirio de una veste [...JI -La seda es un pecado, el desnudo es celeste; I yes un cuerpo mullido un divan de delicia­I Abrir brazos [...J: as! todo ser es alado, I 0 una calida lira dulcemente rendida I de canto y de silencio... mas tarde, en el helado I mas alIa de un espejo como un lago inclinado, I ver la olimpica bestia que elabora la vida [... JI Amor rojo, amor mio; I sangre de mundos y rubor de cielos [...J". En estos sfmbolos poe­tieos puede verse un como combate amoroso, con una dificil de precisar medida de sadismo, masoquismo, telurico impulso "en carnes yalmas". Idem, Ibid., p. 710. 40 Alejo Carpentier, Los pasos perditios, pp. 121­122. "AI primer contacto, los huesos de la muchacha parecieron desarticularse con un crujido desordenado como el de un fichero de domin6, y su piel se deshizo en un sudor palido y sus r;; セ@ Enrique Dussel ocultado por siglos desde que la experiencia semita y hebrea la describiera como el conocimiento del amado y la amada, es una de las experiencias humanas mas sagradas, ya que el Otro es 10 santo y en el coito bisexual se vive la alteridad como el cara-a-cara que comienza por el beso, la caricia y se realiza en verdad en el acto sexual. Despues de 10 cual, "descubria, maravillada, el mundo de su propia sensualidad. De pronto, sus brazos, sus hombros, sus pechos, sus flancos, sus corvas, habian empezado a hablar. Magnificado por la entrega, el cuerpo todo cobraba una nueva conciencia de si mismo, obedeciendo a impulsos de generosidad y apetencia que en nada solicitaban el consentimiento del espfritu [como razon...] Habia una suprema munificencia en ese donde la persona entera; en ese que puedo dar que no haya dado, que en horas de abrazos y metamorfosis llevaba al ser humano a la suprema pobreza de sentirse nada ante la suntuosa presencia de 10 recibido... EI verbo nacia del tacto, elemental y puro, como la actividad que 10 engendraba. Acoplabanse de tal modo los ritmos fisicos a los ritmos de la Creacion, que bastaba una lluvia repentina, un florecer de plantas en la noche, un cambio en los rumbos de la brisa, que brotaba el deseo en amanecer 0 en crepusculo, para que los cuerpos tuviesen la impresion de encontrarse en un clima nuevo, donde el abrazo remozaba las iluminaciones del primer encuentro... Situados fuera del tiempo, acortando 0 dilatando las horas, los yacentes percibian en valores de permanencia, de eternidad, un ahora exteriormente manifiesto [...J Colmada la carne volvia hacia las gentes, los libros, las cosas, con la mente quieta, admirada de cuan inteligente era el amor fisico. Habia oido decir que ciertas sectas orientales consideraban el contento de la ojos se llenaron de higrimas y to do su cuerpo exhalo un lamento lugubre y un vago olor de lodo ... Se sintio entonces levantado en vila hacia un estado de inspiracion serafica, donde su corazon se desbarat6 en un manantial de obscenidades tiernas que Ie entraban a la muchacha por los oidos y Ie salian por la boca traducidas a su idioma [.. y. Gabriel Garcia Marquez, Cien alios de soledad, Buenos Aires, Sudamericana, 1972, p. 36. Para una er6tica tattnoamericana La erotica simb6lica carne como un paso necesario para la elevaci6n hacia la Trascendencia, y llegaba a creerlo al observar que en ella se iba afianzando una insospechada capacidad de Entendimiento"41. El cara­a­cara, beso­a­beso, sexo­a­sexo, se va transformando en mundo, en pareja, en casa, en hogar: "Vamos andando juntos / por calles y por islas, / bajo el violin quebrado / de las rafagas, / frente a un dios enemigo, / sencillamente juntos / una mujer y un ser humano"·2. La pareja var6n­mu;er, Totalidad er6tica hist6rica, forja su mundo, modifica el cosmos, construye cultura, fabric a la casa para habitar un hogar, un fuego, una interioridad inmanente. "La casa, a la que siempre habian contemplado con ojos acostumbrados a su realidad, como algo a la vez familiar y ajeno, cobraba una singular importancia, poblada de requerimientos, ahora que se sabian responsables de su conservaci6n y permanencia"u. Casa, claro es, que puede hospitalariamente cobijar el calor del cara­a­cara er6tico 0 de la dominaci6n del var6n sobre la mujer, como cuando se dice que aunque ella "y yo no tengamos techo propio, sus manos son ya mi mesa y la jicara de agua que acerca a mi boca, luego de limpiarla de una ho;a caida en ella, es vajilla marcada con mis iniciales de amo"" ­el "machismo" se deja ver aunque todavia no se tenga casa propiamente dicha­. En efecto, la "casan nace cuando se forma la pareja, aunque no la haya 41 Alejo Carpentier, El siglo de las luces, 1967, pp. 374­375. 42 P. Neruda, Oda a la pareja; Obras completas, p. 938. 0 como escribe Norah Lange en uSiempre·: uti y yo en 10 infinito... Siempre. Cuando el paisaje 1vino, tu estabas alIi de pie... Luego el paisaje se fue ... 1y tu quedaste para reemplazar todo hasta 10 infinito... 1 Eramos el y yo. Eramos siempre el y yo... I Eramos el amor, el y yo, el amor s610... 1 Nosotros desapareciamos tras la grandeza de ese amor... 1 Era el amor s610... Luego vino eL. y ultimo de todos I yo..., siempre yo, buscandole a el...". La poesia femenina argentina, p. 489. En esta composici6n poetic a se puede ver la anterioridad del cara­a­cara con respecto al mundo ("cuando el paisaje vino, tu estabas alli de pie [...J"). 43 A. Carpentier, EI siglo de las luces, p. 23. 44 Idem, Lospasos perdidos, p. 123. tl セ@ Enrique Dussel construido todavia, y aunque SUS muros no se hayan levantado pueden ya albergar 0 aprisionar a SUS moradores futuros. La casa de muros, muebles e inmuebles no es sino la prolongacion del acogimiento maternal, ya que ula mujer llevada a buscar casa donde albergar la viviente casa de su gravidez siempre posible"4s es la que indica que la erotica (varon­mujer) es inclinada analecticamente a la fecundidad, al hijo, quien exige al salir del seno materno, del utero hospitalario, la nueva hospitalidad pedag6gica del padre y la madre. La casa viene a ser asi la prolongacion de la corporalidad de la mujer, ellugar de la fecundidad varonil, el mundo del hijo. Pero la mujer criolla, tantas veces dejada sin casa y con numerosos hijos, ha Uegado a pensar que "casarse es caer bajo el peso de leyes que hicieron los hombres y no las mujeres. En una libre union, en cambio ­afirma Rosario, sentenciosa­, el varon sabe que de su trato depende tener quien le de gusto y cuidado. Confieso que la logica campesina de este concepto me deja sin replica. Frente a la vida, es evidente que Rosario se mueve en un mundo de nociones, de usos, de principios, que no es el mio"46 ­dice el varon que vive el mundo desarrollado junto ala hipocresia de Ruth ya la amante sofisticada de Mouche­: tres culturas, tres eroticas, tres alienaciones que esperan liberacion. 45 Ibid.• p. 177. 46 Ibid., p. 179. Con Ruth se cumple la er6tica urbana y superdesarrollada del mundo nordatIantico; con Mouche, la amante facil. se vive la prostituci6n de una cultura alienada y con apariencia aristocnitica; sOlo con Rosario la er6tica latinoamericana cobra su sentido pleno: "Allavarme el pecho y la cara en un remanso del caito, junto a Rosario [...] compartia [...]la primordial sensaci6n de belleza, de belleza fisicamente percibida, gozada igualmente por el cuerpo yel entendimiento, que nace de cada renacer de sol". p. 131. "Tu mujer es afirmaci6n anterior a todo contrato, a todo sacramento. Tiene la verdad primera de esa matriz que los traductores mojigatos de la Biblia sustituyen por entraflas, restando fragor a ciertos gritos profeticosn • p. 144. "Cuando me acerco a la carne de Rosario, brota de mf una tensi6n que, mas que Hamada del deseo, es incontenible apremio de un celo primordial: tensi6n de area armado, entesado, que, luego de disparar la flecha, vuelve al descanso recobrado [...J". p. 168. 2. Limites de la interpretacion diaIectica de la erotica [29] El artista revela simb6licamente la exterioridad latinoamericana, y por ello nadie puede negar la originalidad de la literatura hispanoamericana. Pero de 10 que se trata ahora es de interpretar esa er6tica vivida acriticamente en la cotidianidad existencial latinoamericana. Interpretar ontol6gico es un volverse reduplicativamente para pensar dialectica 0 existenciariamente la er6tica vivida en el ethos vigente". En America Latina hay, por ahora, interpretaciones que pueden situarse, por una parte, en el nivel de 47 Hemos diferenciado la hermeneutica 0 interpretaci6n existencial (No.7, cap. I, tomo I, de miEtica, 1973) de la interpretacion existenciaria (N 0.34, cap. VI, tomo 11). La interpretaci6n existencial es componente del ethos (cfr. No. 38, Ibid.), mientras que la interpretaci6n existenciaria es ya un cierto modo de trascendencia critica, no asi la interpretaci6n c6mplice 0 expresion acritica de la mera etica existencial (entre las que pueden encontrarse las obras de la simbolica). Para un estudio de la erotica en el viejo continente, desde un punto de vista historico y culturaL vease Anne Marie y Werner Leibrand, Formen des Eros, Karl Alber, Freiburg, tomos 1­11,1973. Enrique Dussel la psicologia 0 pSicoanalisis, y, por otra, en el de la sociologia 0 el marxismo. Esta ultima, de tipo economico politico, la problematizaremos en el capitulo 5. En este paragrafo en cambio queremos partir de algunas descripciones onticas para despues desde Freud y en el proximo desde la fenomenologia llegar hasta los limites de la interpretacion dialectica u ontologica de la sexualidad. Decimos dialectica porque al final, tanto Freud como Merleau-Ponty, explican los momentos onticos de la sexualidad desde su fundamento (10 ontologico). Veremos como la interpretacion dialtktico-ontologica es insatisfactoria, 10 que nos exigira ir mas alta del principio de realidad -que no es sino un ir mas alIa del fund amento-4B. Los frutos de estos trabajos no dejan por ella de ser de innegable valor, ya que su critica es ontologic a y la sospecha llega a poner en crisis todo 10 dicho hasta ese momento: la destruccion ha side inmensa pero ha quedado todavia mucho en pie. En general, los que han tratado la cuestion erotica (varon-mujer, pareja, 1il sexualidad, normal 0 anormal) tambien en America Latina, tienen fundamentalmente la misma actitud. Se trata de develar tras la conducta obvia-cotidiana una conciencia falsa en los agentes erotic os, al mismo tiempo que el ocultamiento de 10 que hace que las relaciones varon-mujer sean alienadas 0 alienantes. Para llegar al fundamento oculto y distorsionado 0 distorsionante es necesario un metodo interpretativo que nos permita acceder de la apariencia a la presencia de 10 originario. Por su parte, como la mujer es la que soporta el embate de la dominacion machista, nos centraremos preferentemente en ella para esclarecer la cuestion. Los estudios de la erotica latinoamericana estan signados por una enorme dependencia. Raros son los trabajos concretos del 48 Cuestion planteada por primera vez en mi Etica (1973) en los Nos. 13-16, cap. III. Ese mas alia (en Nietzsche del bien y del mal; en Freud del principio del placer; en Marcuse del principio de realidad) es, exactamente, la cuestion del Otro. Jenseit en aleman. ana en griego, es 10 que se quiere indicar con 10 de ana-Iogico, ana-lectico. el Otro mas alia de la Totalidad. Para una erotica latinoamericana Limite. de la interpretacion dialectica (.••) mundo indigena actual", 0 la descripci6n tipol6gica de los agentes de la vida sexualso, y aun los que situandose en un nivel sociol6gico 0 antropol6gic0 5 ! logran caracterizar la relaci6n var6n­mujer latinoamericana. En esta linea los trabajos positivos de Armand y Michele Mattelart ­franceses en chile­ abren un camino'2 , En la historia 53 del tratamiento del tema son continuamente nombrados como fuentes los autores del centro ­sean norteamericanos 0 europeos­ 54 ; por ello podemos concluir que las interpretaciones 49 Por ejemplo, vease la obra de Maria Amalia Sum Scalxot, El matrimonio indigena en Quezaltenango, 1965, que queda, sin embargo, en un nivel descriptivo externo y juridico. 50 La obrita de Fryda Schultz de Mantovani, La mujer en la vida nacional, 1960, al describir en concreto los diversos tipos de mujeres hace un cuadro interesante de una erotica concreta, ya que indirectamente describe los tipos de varones correspondientes. 51 Vease la colaboradon de Jorge Gissi, "Mitologia de la femineidad", Opresion y marginalidad de la mujer, pp. 125 ss., que parte de un analisis de la negatividad de la solterona, sinonimo de "frustrada, envidiosa, resentida, agresiva, acomple;ada, peleadora, irritable" (p. 128), donde se deja ver la sandon tradidonal contra la mujer que no ha cumplido la esenda historica de su ser: estarcasada­con, esposa­de. Por el contrario, "en una cultura en que la mujer no necesita el casamiento para justificarse a si misma, la palabra solterona pasa a ser solo un detonante, 0 simplemente deja de existir" (p. 130). Otros trabajos, en cambio, no alcanzan tal grado de madurez, tal como el informe "La familia es una sodedad de credmiento acelerado", Seminario Nacional de Servicio Social, San Jose (Costa Rica), 1970, aunque hay siempre indicaciones de valor. 52 Armand y Michele Mattelart, La mujer chilena en una nueva sociedad, 1968; Idem, "EI nivel mitico de la prensa seudo amorosa", Cuadernos del CEREN, No.3,1971. 53 Vease E. Ander Egg y N. Zamboni, "La mujer quiere tener historian, Opresion y marginalidad de la mujer, pp. 7s. En un nivel de reflexion filos6fica vease Enrique E. Fabbri, "Antropologfa, mujer y la pareja humana" Buenos Aires, Revista CIAS, 216, 1972; y mi confeferencia sobre "Hacia una ontologia de la femineidad·, en Opresion y marginalidad de la mujer, pp. 175, Y10 ya dicho en el No. 17, cap. Ill, primera parte, en espeCial en nota 350, tome [de esta Etica. 54 En la pareja erotica, por cuanto ('1 varon" el con5tituyente, la bibliografia erotica es pensada desdeeL No son, sin embargo, frecuentes, trab_joscomo los de Hendrik M. Ruitenbeek, EI mito del machismo, ed. cast., Buenos Aires, Paidos, 1967, pp. 20955, donde se dice que "en su nuevo esfuerzo por redescubrir la familia, Enrique Dussel latinoamericanas no tienen, sino por excepciones, autonomia de vuelo. Nadie puede negar que hoy, tanto en el centro como en America Latina, el descubrimiento del valor positivo de la vida erotica, sexual, se debio a la revolucionaria y en su tiempo escandalosa interpretacion que Freud diera de la existencia humana, sin por elIo superar los condicionamientos varoniles 0 machistas de la Europa contemporanea 0 la Viena de su epoca. Si es verdad que Freud descubre que mas alIa del yo pienso (descripcion reductivamente racionalista del ser humano) hay un yo deseo (/ch wunschel, no es menos cierto que ese yo es de un varon primera y sustantivamentej es decir, el enunciado ontologico fundamental diria: Yo soy corporalidadfalica, ya que (tel falo es ­para Freud­ el significante privilegiado [...] el significante mas sobresaliente de 10 que puede captarse en 10 real de la copulacion sexual"55. Desde ya indicamos una pista y una sospecha: la interpretacion freudiana, el varon y padre debe tener en cuenta un nuevo sentido de la espontaneidad y de la aventura. Ni el ni su familia (0 en otro caso ni el varon soltero ni sus amigos) pod ran conformarse durante mas tiempo con las normas usuales de conducta". Ibidem, p. 206. De la mujer, en cambio, se encuentran muchas mas obras: desde John Stuart Mill, La esclavitud de la mujer, public ada en Londres en 1879, ed. cast.• 1961, hasta una Gina Lombroso, EI alma de la mujer, ed. cast., 1945), la criticada Margaret Mead, EL hombre y La mujer. ed. cast., 1961, Viola Klein, EL caracterjemenino, trad. cast., 1951, de gran interes para situar la cllestion; bibHog., pp. 335 55., Simone de Beauvoir, EL segundo sexo, trad. cast., tomos. I­II, 1%5. que tanta influenda ha tenido, 0 Betty Friedan, La mistica de la jeminidad, ec:l cast., 1965 y Margaret Randall. Las mujeres, ed. cast., 1970. En Espana los trabajos de Carlos Castilla del Pino, Cuatro ensayos sobre la mujer, 1971,0 Lidia Falcon. Mujer y sociedad, 1969. 55 Jacques Lacan. "La significad6n del falo·, Lectura estructuralista de Freud, trad. cast. de Tomas Segovia, Mexico, Siglo XXI, 1971, p. 286. Ya volveremos sobre la cuesti6n constitutiva ontologica de la subjetividad expresada por el falo: "La fundon del significante falico desemboca aqui en su reladon mas profunda: aquella por la cuallos antiguos encarnaban en el el Nous y el Logos (Ibid., p. 289). iQuien hubiera pensado que, de pronto, nuestra critica al ser como luz, como pensar 0 logos, pudiera ahora permitirnos superar una ontologfa machista cuyo significado es el falo? El yo pienso de Descartes 0 el yo Limite. de Ia interpretad6n dia1ktlca (... ) por no superar la Totalidad, incurre inevitablemente en el encubrimiento de una dominaci6n que se Ie pasa desapercibida: en la Totalidad er6tica queda dominada la mujer. En efecto, en febrero de 1951 terminaba Marie Langer su obra Maternidad y sexo. £Studio psicoanalitico y psicosomdtico56, en cuyo capitulo II revisa la literatura psicoanalitica sobre la feminidad". Nuestro primer hilo conductor sera la interpretaci6n psicoanalitica de la sexualidad femenina, para desde aUi irrumpir en el centro mismo del psicoanalisis y mostrar sus ultimos supuestos onto16gicos. Freud, en su metodo geneticoS8 , toma en cuenta la sexualidad infantil del nino varon, y la nina es estudiada secundariamente y definida negativamente con respecto al nino. Nos dice que la pulsion sexual (Geschlechtstrieb)S9 se da germinalmente en el nino como un autoerotismo, ya que "el caracter mas notorio de la actividad sexual (es) el hecho de que la pulsi6n no se orienta hacia otras personas, (sino que) se satisface (befriedigt sich) en su 56 57 58 59 conquisto de Cortes es tambien un ego falico. y por ella el oprimido supremo es la mu;er india. Reeditada en 1962. Viola Klein. op. cit., cap. 5, pp. 125s5., efectlia igualmente una crltica a Freud, al mismo tiempo que Betty Friedan, op. cit., cap. 5, pp. 1215S. Estas dos ultimas indican como, para Freud toda anormalidad femenina se funda en 10 que es constitutivo de la feminidad: la ansiedad falica, 0 envidia del pene. Marie Langer, op. cit., pp. 28­56. Nos interesa particularmente por ser una obra escrita en el ambito latinoamericano. Vease la obra antigua pero siempre litH de Roland Dalbiez, El metodo psicoanalitico y la doctrina freudiana, tomo I, 1948, pp. 152ss. El metodo es genetico y comparativo ya que explica Mia sexualidad normal con la ayuda de la parasexualidad del perverso y de la presexualidad del nifio·.lbidem, p.153. Cfr. Drei Abhandlungen zur sセオ。ャエィ・ッイゥL@ 1905, I (citaremos de las Obras completas, traducidas por L. Lopez­Ballesteros, t.I, 1967, p. 771; indicaremos en segundo lugar la edicion en aleman: Sigmund Freud Studienausgabe, ed. A. Mitscherlich­A. Richards­J. Strachey, t. V, 1972, p. 47). La Hbido (Libido) es una pulsion (Trieb, que tambien se traduce por instinto, impulso 0 indinacion) que los clasicos Ilamaban appetitus (de appeto: deseo, dirigirse, codiciar, acometer), 0 instinctus (tendencia natural a la conservacion 0 reproduccion). gj Enrique DusseI propio cuerpo; es autoer6tico"60. S610 en 1912, en referenda a la interpretad6n del sueno, al ocuparse de la nina, de la mujer, habla por vez primera de la envidia fatica· I , Es decir, en la primera fase 60 Ibid., II; tomo I, p. 793; V, p. 88. Tengase bien en cuenta para nuestra interpretaci6n ontol6gica posterior que la pulsi6n nicht auf andere Personen gerichtet ist (no se orienta hacia otras personas) porque es autoerotisch. La otra persona es el objeto sexual (Sexualobjekt, tomo I, p. 771; V, p. 47). dejandonos ver como originaria la relaci6n sujeto­ob;eto (propia de la subjetividad moderna europea). No se olvide, por otra parte, que Plat6n ya indicaba que el eros tiende a 10 mismo (to aut6): autoer6tico u homosexual (efr. en mi Etica. Primera parte, cap. III, No. 17, 1973, notas 351­362. No puede extrafiarnos entonces que la descripci6n freudiana se funde principalmente en la reminiscencia (Uel acto de la succi6n es determinado en la ninez por la busca de un placer ya experimentado y recordado [erinnertenr; Freud, op. cit., tomo I, p. 793; V, p. 88), Yproponga como originaria una posici6n de dominaci6n sobre el mundo (UEI nino no se sirve, para la succi6n, de un objeto exterior a el [otra persona], sino preferentemente de una parte de su cuerpo, tanto porque ello Ie es mas c6modo como porque de este modo se hace independiente del mundo exterior, que no Ie es posible dominar [beherrschen] aun"; Ibid.), y solo como secundaria la relaci6n al Otro (a...buscara posteriormente [spater] las zonas correspondientes de otras personas, esto es, los labios. Pudiera atribuirse al niiio la frase siguiente: 'Lastima que no pueda besar mis propios labios'"; Ibid.). Estos supuestos freudianos tienen suprema significatividad para la totalidad del psicoanalisis. Por otra parte, toda la relaci6n entre la pulsion y su acto propio (Sexualziel, tomo I, p. 771; V, p. 47: objetivo sexual) se define como necesidad (Bedurfnis) (efr.lo explicado en el No. 30, tomo II). 61 Antes de esta epoca, en la obra ya citada. se hablaba que ala lfbido narcisista se nos muestra como el momento original (die narzisistische Libido [...] als Urzustand), que aparece en la primera infancia y se encubre (verdeckt) posteriormente, permaneciendo sin embargo siempre como fundamento (Grund)"; Op. cit., III; tomo I, p. 810; V, p. 122). En cuanto ala masculinidad de este fundamento libidinal se dice expllcitamente: aLa libido es regularmente de naturaleza masculina (miinnlicher Natur),,; Ibid.; tomo I, p. 811; V. p. 123). Sobre la ansiedad 0 envidia del falo (0 penet (Penisneid 0 tambien celo por [Eifersuchtl (efr. Einige psychische Folgen des anatomischen Geschlechts­unterschieds (1925); ed. alemana. tomo V, p. 262) no se olvide que la envidia es la tristeza por el bien ajeno (es un No­al­Otro originario; efr., No. 28 de esta Etica), es odio al Otro: se vive como falta­de­Ia­Totalidad el valor positivo y dis­tinto del Otro (La Penismangel [falta de penej, que seria para Freud la esencia femenina original. viene a situar a la mujer en el no­ser: la esencia de 1a feminidad es Para una er6tica latin.amerlcana Limite. de la interpretad6n dialectic. (...) el nhio y la nina no se diferencian por su comportamiento sexual (etapapre-edipica). Cuando el nino advierte, entre los tres 0 cuatro anos, que la mujer no tiene pene llega a la fase jalica 0 edipica, por superaci6n de las fases bucal yanal. EI castigo que Ie propinan los adultos por sus juegos falicos Ie llevan a temer la castraci6n, mas aun cuando piensa que a su hermanita 0 amiguita pueden haberIas castrado por la misma raz6n. Freud, al describir el momenta femenino de esta fase, parte de la experiencia masculina e indica que la nina interpreta su clitoris como un pene disminuido 0 cortado. Por ella en este estadio hay un momento "masculino pero no femenino; la oposici6n se enuncia: genitalidad masculina 0 castraci6n (mannliches Genitale oder kastriert) [...J Lo masculino comprende el sujeto, la actividad y la posesi6n del falo. Lo femenino integra el ob;eto y la pasividad. La vagina es reconocida ya entonces como albergue del pene"··. La totalidad mundada, entonces, es constituida desde un ego falico "y la mujer queda definida como un objeto pasivo delimitado en cuanto no-yo: no-falo 0 castrada. A la un complejo de castraci6n [Kastrationskomplex; Ibid., p. 2641. que no es sino la contrapartida de la primacia ontol6gica constitutiva del falo ["Primat des Phallus"; Die infantile Genitalorganisation (1923); tomo I, p.1195; V, p. 238J. 62 Die infantile GenUalorganisation, tomo I, p. 1197; V, p. 241. La formulaci6n central dice: "Das Mannliche fasst das subjekt, die Aktivitat und den Besitz des Penis zusammen, das Weibliche setzt das Objekt und die Passivitiit fort". Veanse otros textos en la edici6n alemana en Das Tabu der Virginitiit (1918), tomo V. pp. 211ss; Der Untergang des Oedipuskomplexes. 1924, pp. 243 55, yel criticado Ueber die weibliche Sexualitiit (1931). pp. 273 ss•• donde ya 5e defiende de Ia critica que Ie hacen no 5610 "ferninistas entre los varones sino tambien nuestras analistas femeninas" (nota 1. p. 280). En cuanto a los autores que utilizaba Freud. ya las crfticas que el mismo debi6 responder en vida vease la bibliografia en S. Freud Studienausgabe, t. V, pp. 295-305. Freud habla en este trabajo ya de un complejo de Electra propio de la mujer (Elektrakomplex. p. 278). que debe a Jung. セ@ セ@ Enrique Dussel mujer Ie queda la posicion de dominada y reducida al no-ser en 0 ante la Totalidad­masculina"63. Ruth Mack Brunswick se levant a y critica a Freud advirtiendole que es posible haya una experiencia vaginal preedipica". Por su parte, Helene Deutsch65 va hacia una descripcion psicoanalitica donde, siguiendo los pasos de la ya nombrada, se advierte un nucleo central que no es tanto un complejo de castracion, sino 10 que ella llama el trauma genital propiamente femenino. Este trauma aparece cuando la nina descubre que el clitoris no es un organo que exprese suficienmente el deseo activo­agresivo, por 10 que la actividad se refleja hacia dentro (uberlegenes Gegenstuck), llegando a constituirse como pasividad, momenta esencial de la sexualidad femenina. Un segundo momenta es un cierto masoquismo (que debe distinguirselo del masoquismo moral y patologico), como agresion erotizada dirigida hacia el interior, que es controlado por un narcisismo (tercer momento). Todos estos componentes maduran en la feminidad adulta: la maternidad, a la que la mujer dedicaria la mayor parte de su obra y que significaria un asumir y superar el trauma genital infantil. Contra la falocracia ­expresion de Maryse Choisy_66, mucho antes, se habia levantado Karen Horney", quien puso 63 Freud ad mite que en la fase pre­edipica la nina tiene una experiencia sexual clitoriana, que no llega a definir positivamente la fase del complejo de Electra a fin de que pueda pasar de un mero ego clitoriano a un adulto ego mamarioclitoriano­vaginal (si se me permite la larga expresi6n). 64 Ruth Mack Brunswick, "La fase pre­edipica del desarrollo de la libido", Revista dePsicoandlisis I, No.3, 1944, p.j. 43­52. 65 Helene Deutsch, Psychology ofwomen, Nueva York, 1945; trad. cast., Psicologia de la mujer, Buenos Aires, Editorial Losada, 1947. efr. c. Trimbos, Hombre y mujer. La relaci6n de los sexos en un mundo cambiado, Buenos Aires, Editorial Lohle, 1968, pp. 105­110. 66 Hay otras expresiones como androcracia 0 androcentrismo 0 falocentrismo, diversas maneras de denominar el patriarcalismo 0 machismo de nuestra cultura. 67 Vease "Zur Genesisdes weiblichen Kastrationskomplexes", Internationale Zeitschrift fur Psychoanalyse, IX, 1923, pp. 47ss; "The denial of the vagina", Para Ima .r6tka latinoa",.,/ca"" Umites de ia interpretacIOn dlal6ctlca (•••) en duda la teoria de la envidia del falo, y mostro que Freud tuvo solo interes por su propio sexo, por 10 que al enfocar la cuestion femenina 10 hizo desde el punto de apoyo masculino; la mujer, sobre todo en la posicion de Ferenczi, quedo as} descrita negativamente y desde el varon. Por el contrario, la mujer originariamente se comporta desde su ser femenino y adopt a primariamente tal posicion: vaginal clitoriana··, La escuela inglesa, desde Melanie Klein, y siguiendo en parte la posicion de Ernst Jones·', propone una afanisis70 generalizada, es decir, el nino 0 la nina indistintamente temen perder el objeto libidinal 0 amoroso: el peligro entonces de la perdida del pene, la vagina, el ano, la boca, seria el primer trauma y el mas generalizado en ambos sexos. Como la apertura originaria al mundo es bucal, se bebe el alimento de la madre y se imagina que esta bebe por su parte del miembro masculino (fellatio). Surge as! un deseo de comer la fuente misma del alimento (comer las entrafias de la madre), pero, inmediatamente, el nino imagina la venganza de la madre que como compensacion destruiria sus organos (sean femeninos 0 masculinos)71, Si es verdad que han surgido nuevos temas criticos, no por ello se han superado, en el analisis efectuado por mujeres, los 68 69 70 71 International Journal ofPsychoanalysis, XIV, 1933, pp. 49ssj "The flight from Womanhood·, International Journal of Psychoanalysis, VIl,1926, pp. 48ss. Esto es corroborado en los estudios de Josine Miiller, "Ein Beitrag zur Fage der Libidoentwicklung des Madchens in der genitalen Phase·, Internationale ZeitschriftfUr Psychoanalyse, No. 17,1931, pp. 50ss. "Early female sexuality·, Papers of Psychoanalysis, 1938, pp. 53ss. De Melanie Klein vease en castellano El pSicoanalisis de niilos, Buenos Aires, Biblioteca psicoanalftica, 1948; Melanie Klein, Envy andgratitude, New York, Basic Books, Inc., 1957. En griego significa hacer desaparecer, perder, aniquilar. Podriamos todavia referirnos a Lampl de Groot, discfpula de Freud que publicaba ya en 1927 "Zur Entwicklungsgeschichte des Oedipuskomplexes des Weibes·, Internationale Zeitschrift fUr Psychoanalise, No. VIII 0 a Fany Hann­Kende, etcetera. セ@ Enrique Dussel fundamentos ontologicos del freudismo. EI fundamento queda intacto ya que se aceptan demasiados presupuestos. Esto nos exige cuestionar mas radicalmente al fundador del psicoamHisis. La genialidad indiscutible de Freud fue la de haber descubierto una dimension esencial humana nunca del todo bien tratada: la eroticidad 0 el mundo del deseo. Los pens adores griegos tendieron siempre hacia un derto dualismo y despredo del cuerpo; por la influencia helenista, el judeo­cristianismo (que apreciaba tan positivamente la sexualidad como conocimiento interpersonal y generadon del hijo, bendicion del padre y madre), se indina tambien a un derto despredo de la libidine (concupiscentia) que, con Agustin, se la llega aun a hacer efecto del pecado originario. La modernidad europe a, desde el ego cogito 0 el alma, despreda al cuerpo como accesoria maquina al servido del espiritu racional. El mismo Hegel ve al alma en su vertiente puramente cognitivo­radonal72 • Mientras que Feuerbach descubre i:'l no solo la importancia del cuerpo sensible", sino igualmente la dimension del amor 0 la afectividad, que comienza por ser apetito 0 hambre'4. Cuando Schopenhauer primero y Nietzsche despues implanten la vida afectiva en una ontologia totalizada, Freud podra entonces encontrar el punto de partida de su metodo psicoanalitico de la vida erotica, aporte irreversible suyo. El metodo freudiano es diaIectico", por cuanto parte del ambito del comportamiento 0 efectos de momentos pasados, a los que debe accederse como al fundamento. Las vias de acceso 72 Por ej., Enzyklopaedie lII, I, A, pp. 387­482, poco y nada se dice de la vida afectiva, emocional, voluntaria, tendencial. 73 ·Im Leit sein, heisst in der Welt sein", Sitmtliche Werke, tomo II, p. 213. 74 ·Wo du vor Hunger, vor Elend kein Stoffim Leibe hast, da hast du auch in deinem Kopfe, deinem Sinne und Herzen Grund und Stoffzur Moral". Siimtliche Werke, tomo X, pp. 266ss. Como hemos de ver la primera posici6n es bucal. es decir, dice relaci6n de alimentaci6n: el deseo 0 apetito es originariamente hambre, fundamento de ia sexualidad misma. 75 Vease Jackes Lacan, "Intervenci6n sobre la transferencia", Lectura estructuralista de Freud, pp. 3755. ?a.ra una erotica latinoamericana Limite. de la interpretacion dialectica (... ) son dos: "Freud entr6 en el problema de la falsa conciencia por el suefio y por el sintoma neur6tico"76. La concienciafalsa no es sino la no-verdad 6ntica que origina la enfermedad mentaL Desde sus primeros ensayos Freud mostr6 haber encontrado la clave de su metodo dialectico que no cambi6 con el tiempo sino en detalles. En efecto, en la Comunicacion preliminar de su estudio sobre La histeria (1893) nos dice que "los distintos sintomas histericos desaparedan inmediata y definitivamente en cuanto se conseguia despertar con toda claridad el recuerdo del proceso provocador [...J, y describia el paciente con el mayor detalle posible dicho proceso, dando expresion verbal al afecto"77. La claridad de la conciencia se opone a 10 dormido 0 latente del proceso provocador (inconsciente). El pasado debe ser rememorado, recordado, memorizado: 10 Mismo debe presentizarse, tal como aconteda en el pensar tnigico 0 moderno: ula salud 0 salvaci6n por el conodmiento"7'. Con el tiempo lleg6 a advertir que la labor interpretativa del analista invertia un proceso no consciente, ya que habia descubierto que tiel proceso de conversi6n del contenido latente en manifiesto era un trabajo del suefio (Traumarbeit), siendo el analisis la labor contraria"19, es decir, de 10 manifiesto se ascendia dialecticamente a 10 latente y tldesembocamos asi en la claridad del conocimiento [instantaneamente inesperadoJ (Klarheit einer plOtzlichen Erkenntnis)"s°. EI acceso a 10 latente no consciente, el fundamento, es el fruto del analisis dialectico. El psicoanalisis entonces es una hermeneutica, una interpretad6n, un traer a la luz consciente 10 pasado, 10 ya vivido, el horizonte 76 Paul Ricoeur, De l'interpretation. Essai sur Freud, Paris, Le Seuil, p. 42. 77 Sigmund Freud y J. Breuer, Ueber den psychischen Mechanismus hysterischer Phanomenen, tome I; Idem, "I. Sobre eI mecanismo psiquico de fen6menos histericos: comunicaci6n preliminar", Estudios sobre la histeria, p. 27. Cursivas nuestras. 78 ¥ease No. 20 de miEtica, tome II, cap. IV, 1973. 79 S. Freud, Die Traumdeutung (1900), I, II; ed. cast., tome IV, p. 235. 80 Sf, ed. ingJesa, tome IV, p. 122 (citado por Ricoeur). ll:l セ@ Enrique Dussel primero de comprensi6n. Se trata de una etiologia 0 arqueologia del sujeto, de 10 consciente. De allf la pregunta que se enuncia: "le6mo llegar al conocimiento de 10 inconsciente? Debe decirse que s610 10 conocemos como consciente [...] y la labor psicoanalitica nos muestra cotidianamente la posibilidad de tal traducci6n"81. EI sujeto como conciencia emerge y sobrenada sobre 10 pulsional como fundamento; el ego cogito ha sido superado desde una ontologia energetica, pulsional, er6tica, sexual82 • Al final la totalidad ontol6gica queda definida como deseo, placer, autoerotismo -tal como hemos visto-, y, por ello, la represi6n de la "representaci6n que presenta la pulsi6n (den Trieb reprilsentierende Vorstellung)"83, al no dejar emerger en la conciencia al fundamento, es el origen de toda enfermedad. La tarea del psicoanalisis es la de liberar al yo de la esclavitud, de las represiones que desde fuera Ie son impuestas al organismo psiquico. Poco a poco el mundo exterior fue cobrando forma yel mero principio del placer narcisista se mostr6 cada vez menos demostrativo. Fue asi que apareci6 Mds alld del principio del placer (1920) que pone nueva mente en movimiento diaIectico al tenido hasta ese momenta como ultimo horizonte ontol6gico: el erotismo. Ahora se accede, con 16gica implacable, ala Totalidad propiamente dicha como categoria irrebasable. Freud observa que "bajo el influjo de la pulsi6n de conservaci6n del yo es sustituido el principio del placer por el principio de La realidad"M. EI principio deL placer rige en el ambito inconsciente, 81 S. Freud, Das Unbewusste, 1915; ed. cast, Lo inconsciente, Buenos Aires, Ed. Amorrortu, tomo I, p.l05I. 82 Vease P. Ricoeur. ·Una arqueologia del su;eto", op. cit, pp. 407ss; J. Lacan, UEI estadio del espejo como formador de la funci6n del yo", op. cit., pp. 1188. 83 S. Freud, Das Unbewusste, comienzo; ed. cast, Lo inconsciente, op. cit., tomo I, p.l05l. 84 Idem,/enseits des Lustprinzips, 1; ed. cast., tomo I. p, 1098. Realitatsprinzip se opondrfa al Lustprinzip. Umitea de la illterpretaclOn dialtctic:a (...) horizonte del yo deseo y de la rememoraci6n del pasado como tiempo del autoerotismo sin represiones. EI principio de la realidad, en cambio, rige en el ambito del mundo exterior, horizonte cultural del yo trabajo y de la planificaci6n delfoturo como tiempo de la seguridad en la ley moral y el orden". EI principio de la realidad es una economica ya que "sin abandonar el fin de una posterior consecuci6n de placer, exige y logra el aplazamiento de la satisfacci6n y el renunciamiento a alguna de las posibilidades de alcanzaria, y nos fuerza a aceptar pacientemente el displacer durante ellargo rodeo necesario para llegar al placer"86 fruto del trabajo y en la civilizaci6n. EI nino, entonces, autoer6tico y narcisista por nacimiento, se ve reprimido por las costumbres (que constituiran su Ueber Ich [super-yo]), que Ie orientan a la fatigosa labor que son las instituciones constructivas de la cultura: el trabajo (Arbeit) en su rolis global significaci6n, a fin no de negar definitivamente el placer, sino de acceder a eI de manera permanente, ordenada, creciente. Si se tiene hambre y se mata una vaca salvaje, al comerIa se sacia dicha pulsi6n y se tiene placer; pero, de esta manera, rapidamente desapareceria todo el plantel vacuno. S610 postergando econ6micamente el placer y dedicindose al trabajo del pastoreo el ser humano llega a tener siempre carne en una civilizaci6n legalizada. Es decir, el trabajo, al final, esta regido por la pulsiOn erotica 85 Vease Herbert Marcuse, Eros and civilization. A philosophical inquiry into Freud; ed. cast., Eros y civilizaci6n, Mexico; Mortiz, trad. cast. Juan Garcia Ponce, 1969, en especialla primera parte, pp. 2555. 86 H. Marcuse, /enseits des Lustprinzips, op. cit.; ed. cast., tome I, p. 1098. Marcuse antepone, con raz6n,Ias siguientes parejas de conceptos, op. cit., p. 26: Principio del placer Principio de realidad De satisfacci6n inmediata a satisfacci6n retardada De placer a restricci6n de placer De gozo Ouego) a fatiga (trabajo) De receptividad a productividad De ausencia de represi6n a seguridad y moralidad (represi6n) De la infancia (0 barbarie) al estado adulto De la T6pica y Energetica a una Econ6mica Enrique Dussel ;;l que debe regular su ejercicio para evitar su extincion inmediata. El trabajo posterga el retorno del ser viviente a la vida inorganica, "obligando ala sustancia aun superviviente a desviaciones cada vez mas considerables del primitivo curso vital y a rodeos cada vez mas complicados hasta alcanzar el fin de la muerte"8? Para poder explicar la transformacion de la pulsion erotica, exigitiva de un cumplimiento inmediato, en un eros organizado y sublimado, era necesario que hubiera otra pulsion natural al ser humano que al ser superada, al menos por un tiempo, hubiera producido una tal y triunfante transformacion del eros. En efecto, "nuestra concepcion era dualista desde un principio y 10 es ahora mas desde que situamos la antitesis, no ya pulsion del yo y pulsion sexual, sino pulsion de vida y pulsion de muerte"88. Es ahora cuando aparece explicitamente el fundamento ontologico del psicoanalisis freudiano: "El fin de la vida no puede ser un estado nunca alcanzado anteriormente, porque estaria en contradicdon con la Naturaleza, conservadora de las pulsiones [...] La meta de la vida es la muerte. Y con el mismo fundamento [origen]: 10 inanimado era antes que 10 animado"··. Es decir, la Naturaleza es la Totalidad, el ser como origen y resultado, que se escinde originariamente segun un movimiento dual, teniendo en cuenta siempre su imperturbable identidad, fa Mismo, pero sabiendo que 10 inorganico 0 inanimado es anterior, 10 que equivale a decir que la pulsion de muerte nos recuerda la anterioridad de la Identidad, mientras que la pulsion de vida, el eros 0 la sexualidad90 la escision misma. Por ella "la substancia viva porta una mitad mortal y otra inmortalj la mitad mortal es elsomaj en cambio, las celulas germinativas son potencia inmortal"91. Estamos explicitamente, como 87 88 89 90 Ibidem, p. 1113. Ibid., p. 1120. Ibid., p. 1112. MS610 bajo estas condiciones puede Ia funci6n sexual prolongar la vida y prestade 1a apariencia de inmortalidad". Ibid., p. 1115. 91 Ibid., p.1116. Para una erdtlca latinoamericana Limite. de la interpretacl6n dlal4!ctlca (..•) hemos indicado, en un nivel ontol6gico. EI mismo Freud confiesa: "Lo que desde luego no podemos ocultarnos es que hemos llegado inesperadamente al puerto de la filosofia de Schopenhauer, pensador para el cualla muerte es el verdadero resultado y, por tanto, el fin de la vida92 [...] De este modo la libido de nuestras pulsiones sexuales coincidiria con el eros de los poetas y fil6sofos [griegos], que mantiene unido todo 10 animado"93. No puede extrafiarnos que en nota nos hable del Atman tal como el Brihad-AranyakaUpanishad 10 presenta: "Pero el (Atman) no tenia tampoco alegria; por esto no se tiene alegria cuando se esta solo. Entonces dese6 un compafiero. £1 era del tamafio de un hombre y una mujer juntos cuando estan abrazados. Este, su Mismo, se dividi6 en dos partes y de ellas surgieron el esposo y la esposa. Por esta raz6n es nuestro cuerpo una mitad de 10 Mismo"94. Freud, en su genial inteligencia y en su implicita vocaci6n Filos6fica 95 , nos devela as! su ontologia siempre latente. El eros y thdnatos son las dos pulsiones 0 potencias escindidas, determinadas y determinantes, de la Totalidad de la Naturaleza, neutra y originaria mente inorganica, que crecen y decrecen al ritmo ca6ticamente energetico del principio del placer (eros) y necesariamente econ6mico (antinke) del principio de realidad. En la Totalidad sin Alteridad de la Naturaleza eterna el ser humano y la historia son epifenomenos 6nticos, ya que la libertad no puede tener sino una limitada efectividad en el estrecho nivel fundado de la conciencia. El ser, el fundamento, es nueva mente la physis, no ya la physis sagrada de los 92 Cita aqui Freud la obra de Schopenhauer, Ueber die anscheinende Absichtlichkeit im Schicksale des Einzelnen. El destino 0 fin del hombre individual 0 de la determinacion es de 10 que se trata. 93 H. Marcuse, op. cit., p. 1118. 94 Ibid., p.1l22, nota 1. jHegel termina su Enciclopedia igualmente recordandonos la sabiduria indoeuropea hindu! 95 #He tendido en 10 mas profundo de mi mismo con esperanza de alcanzar por esta via (de la medicina) mi primer fin: la filosofia. Esto es 10 que pretendfa ya antes de haber bien comprendido el por que estaba en el mundo". "Carta 39 de Freud a Fliess", tomo Ill, p. 712. it Enrique Du....l griegos, sino la naturaleza secularizada de los modernos y, como en Hegel, horizonte ontol6gico que al fin se reconoce como subjetividad absoluta (0 absolutizada). La naturaleza de Freud no es sino un inconsciente transformado en Todo, en Totalidad, no por ello menos neutro ni menos descubierto y descripto desde y hacia la conciencia. El Otro, su libertad meta­fisica, es un factor intrascendente (como Otro), y aunque se habla de el se 10 comprende como parte dilerenciada de la Totalidad: "La oposici6n entre psicologia individual y psicologfa social 0 colectiva... pierde su significacion cuando la sometemos a un detenido examen", nos dice con razon, y agrega: "En la vida animica individual aparece integrado siempre, efectivamente, el otro [no como dis­tinto sino como diferente, debemos aclarar nosotros], como modelo, objeto, auxiliar 0 adversario"%. Sin embargo, ese otro no es nunca el Otro como exterioridad disfuncional a la Totalidad pulsional, si pulsion es sOlo el eros y ャセ thdnatos tal como la describio Freud. :I: Lo que queriamos mostrar 10 hemos ya mostrado, aunque sin dade toda la extension que en una obra exclusivamente dedicada a la erotica seria de desear. En conclusion: Freud enuncia implicitamente un fundamento ontologico de su interpretacion psicoanalitica, es decir, la Totalidad como naturaleza opera pulsionalmente segun un doble principio. El dualismo ontico es la unica solucion de la que puede echar mano el monismo ontologico. La IOgica de la Totalidad se vuelve a cumplir en Freud. Si el fundamento es la Identidad indiferenciada, los entes son diferencia 0 determinacion. Los seres vivos 0 el ser humano son una encrucijada ontica (determinacion) de la pulsion de vida (10 germinal, sexual, erotico, placer) y de muerte (el soma o cuerpo fisico, agresividad destruct iva, instinto narcisista del yo). La enfermedad mental consistini siempre en fijacion de una determinacion superada 0, de otra manera, en la determinacion 96 S. Freud, Massenpsychologie und Ich­Anu.lyse, tome I, 1921, p. 1127; Ibidem, tomo IX, p. 65. Limite. de la Interpretacl6n dlak!ctlca (... ) Para una er6tica latUwamerlctuut conservada (regresi6n, represi6n indebida, etc.). La salud y la normalidad ontol6gica es la des-determinaci6n por pasaje a una determinaci6n posterior y por ultimo volcamiento a la indeterminaci6n final (la muerte segun Freud, Schopenhauer 0 el Rig-Veda) que no es sino la Identidad inorganica de la Naturaleza naciente 0 inicial. Pero es mas, esa Totalidad inicial, que se escinde originariamente como libido, es de esencia masculina, como hemos visto. Consideremos ahora, a partir de este fundamento, horizonte ontol6gico como naturaleza-masculina, la cuesti6n edipica en Freud. Las limitaciones de la hermeneutica psicoanalltica nos danin pie para proponer una superaci6n meta-fisica que serviria de punto de partida a una analitica 0 psicologia de la liberaci6n en America latina y en toda la Periferia. En dos niveles indicaremos la reducci6n que Freud ejerce en su interpretaci6n de la realidad er6tica. La primera reducci6n se establece en el nivel del mismo egojalico que es fundamentalmente captado como libido paterno 0 del padre. La segunda puede ser vista al tomarse el fundamento como una Totalidad necesaria del deseo, de donde deriva la hermeneutica limitativa del inconsciente, despreciando as! el condicionamiento que se ejerce sobre dicho inconsciente, y, sobre todo, el verdadero ambito de su realidad (esta cuesti6n la trataremos en el capitulo 4). El ego jalico, hemos dicho, es esencialmente paterno. Con esto queremos enmarcar de manera inequivoca la cuesti6n edipica. En efecto, en el triangulo edipico puede verse la fundamental posici6n del padre: Esquema 1: EI triangulo edipico M|セB@ Hljo 8; セ@ Enrique Dussel EI mismo Freud habia escrito a Fliess, el 15 de octubre de 1897, que "yo he encontrado en mi sentimientos de amor por mi madre y de celos por mi padre, sentimientos que son, pienso, comunes a todos los ninos"·7. El nino es un ego falico potencial; el padre es un ego ftHico actual. El nino desea a su madre (flecha a), es decir, cumplir actual mente su ego falico, en conclusion: ser su propio padre. La madre no vale como Otro sino como mediacion de la actualidad falica: el ego arcaico activo es el del nino. El ego nace as! en situacion de una lucha a muerte ­repitiendose la logica de la Totalidad, desde Heraclito a Hegel 0 Nietzsche­. Es que existe naturalmente "una disposicion sexual general perversa (perverse) en la infancia"98 que puede enunciarse de la siguiente manera: "nos esta reservado a todos dirigir hacia nuestra madre nuestro primer impulso sexual (sexuelle Regung) y hacia nuestro padre el primer sentimiento de odio (Hass) y deseo de destruccion"99. Se odia al padre porque este se interpone (doble linea b del esquema 1) entre el deseo del ego arcaico y la madre. EI nino desea por ello la desaparici6n del padre, su muerte!OO. Pero como no 10 puede asesinar facticamente ­como Freud pensaba que se habia hecho en un tiempo arcaico colectivo historico en Totem y tabu 'O', el niiio no puede sino esperar su turno gracias a 97 S. Freud, 'Carta 71·. tomo III, p. 785; Ycomenta Freud: "Es el hecho conmovedor de Edipo Rey·. Ibid. En el caso de Edipo se hace del padre un inocente. mientras que poco antes habfa escrito que "era necesario acusar al padre de perversi6n". Ibid., "Carta 69". 21 de septiembre de 1897; p. 777. Puede verse entonces que en 1897 al inocentar Freud al padre 10 constituye en el fundamento de su interpretaci6n. porque su presencia sera mas actual cuanto mas desapercibida. normal. no confiictiva sea. 98 Idem, "Conclusiones". Drei Abhandlungen um Sexualitiit, tomo I, p. 821; Ibidem. t. V, p. 14L 99 Idem. Die Traumdeutung. V, D, b, tomo I, p. 390; Ibidem, tomo II, p. 267. 100 EI tema aparece en Freud en su estudio sobre La interpretacion de los suefios. en el capitulo relativo a "Los suenos de la muerte de personas queridas". 101 En Totem und Tabu, tomo II. 1913. pp. 58855. Y tomo IX, pp. 28755. Freud quiere explicar. a partir de Frazer. Wundt. Darwin, Atkinson, Smith. el origen de las instituciones culturales (cuestion que tanto intereso a Hobbes. Para una erotica latilloamericana LImite. de lalnterpretaclon dlalectlca (... ) la desaparici6n confiictiva del deseo edipico (que permanecera latente) por presi6n de ula autoridad del padre introyectada en el yo, que constituye en el el super-yo [...J, cuya formaci6n se inicia precisamente aqu("lO. por medio de La amenaza de castracion '03 • Se consuma asi la dominacion pedagogica del padre (jlecha c del esquema) que oprime al hijo. Freud denomin6 a la dominacion pedagogica del padre y la cultura con el nombre de represion: "No yeo ningun fundamento para no Hamar represion (Verdrangung) el alejamiento del yo del complejo de Edipo"'04, es decir, la totalidad del mundo cotidiano, de la realidad, del ambito cultural es una estructura pedagogica opresora, donde el padre ha impuesto su ley como conciencia moral (el Ueber Ich). De esta manera la erotica como opresion de la mujer se convierte pronto en opresion del hijo por la superacion del confiicto edipico y en opresion politica como vigencia represiva de la ley 0 costumbres que imponen el trabajo y la obediencia en lugar del cumplimiento natural del deseo 'os • De la ontogenesis erotico-individual se pasa la filogenesis politico-cultural '06 • Rousseau. Hegel, Marx} por medio de un parricidio original: la fratria mato cultualmente al padre. En verdad no era el padre. sino el viejo. 102 Der Untergang des Oedipuskomplexes. tomo II. 1924. pp. 502-503; tomo V. pp. 248-249. 103 Ibid. La Kastrationsdrohung (amenaza de castracion) es la posibilidad del castigo que se ejerceria si la erotica se hiciera actual. 104 Die Traumdeutung. Ibid.• tomo II. p. 503; tomo V. p. 249. 105 Temas debatidos especialmente en Das Unbehagen in der Kultur. tomo III. 1930. pp.lss; tomo IX. pp.191ss. 106 Vease H. Marcuse. Eros y civilizacion. op. cit.• pp. 34-105. Sobre la nocion de familia que el confiicto edipieo supone. vease J. Lacan. "La famille". Encyclopediefranryaise. tomo VIII. 1938. pp. 8.40-3ss.: "La estructura misma del drama edipieo designa al padre a fin de dar a la funcion de sublimacion la forma mas eminente... La imago del padre. a medida que domina. polariza en los dos sexos las formas mas perfectas del ideal del yo·. Ibid .• p. 8.40-14/15. Consultese P. Rieoeur, op. cit.• pp. 18655. !!:i セ@ Enrique Dussel No sin razon Freud encontro en la tragedia griega la estructura para explicar 10 que sus pacientes vieneses sufrian. Se trata, exactamente, de una trans posicion de la experiencia del ser como physis tnigica (totalizacion griega) a otra experiencia del ser como subjetividad moderna (totalizacion europea). Freud mostro su genialidad al encontrar la estructura de la erotica vigente en sus enfermos, pero se equivoco rotundamente al creer que dicha estructura era la del ser humano por naturaleza, mundialmente. Esa universalizacion de la experiencia particular europea invalida sus conclusiones con pretension de real mundialidad. De todas maneras, el psicoamilisis asi comprendido es una ontologia de la Totalidad 10 mismo que la tragedia griega: "La accion de la tragedia est a constituida por el descubrimiento (EnthiUlung) -proceso comparable al psicoanalisis, nos dice el mismo Freud- de que Edipo es el asesino de Layo"'o,. En la Totalidad tragic a la aporia que debe ser resuelta se establece entre"la poderosa voluntad de los dioses (el Destino) y la vana resistencia del ser humano amenazado por la desgracia"108. El psicoanalisis cree descubrir tambien la solucion de la aporia entre la realidad de las normas culturales (el padre) y los naturales e incestuosos deseos del niflo. En uno y otro caso se llega a una solucion tragica (porque en la Totalidad la dominacion del oprimido como reprimido por naturaleza es siempre la unica solucion): "Como Edipo vivimos en la ignorancia (Unwissenheit) del deseo (der Wunsche) que la naturaleza (Natur) nos ha impuesto, y al des-cubrirlosl09 107 S. Freud, Die Tramdeutung, Ibid., tomo I, p. 389; tomo II, p. 266. efr. Para una des­trucci6n de La historia de La etica, No. l. 108 Ibid., tomo I, p. 389; tomo II, p. 266. 109 La palabra Enthiillung (des-cubrimiento) indica exactamente la actitud fenomenol6gica u ontol6gica heideggeriana por la que se pasa de 10 obvio cotidiana al ser como fundamento. Ya hemos explicado que la perfecci6n en la Totalidad es el pasaje de la ignorancia a la sabiduria. Ibid., tomo II, cap. IV, No. 20. Para una erotica latinoamericana Limite. de 1a Interpretadon dialectlca (... ) quisieramos apartar la vista"· de las escenas de nuestra infancia"lll. La totalizacion deformante de la interpretacion edipica, entonces, se funda en una experiencia europea y capitalista de la familia, como bien dice Deleuze-Guattari, ya que "Edipo es la figura del triangulo papa-marna-yo, constelacion familiar en acto. Pero cuando el psicoanalisis 10 hace su dogma no ignora la existencia de relaciones llamadas pre-edipicas en el nino, sexo-edipicas en los psicoticos, para-edipicas en otros pueblos. La funcion del Edipo como dogma, como complejo nuclear, es inseparable de unforcing por el cual el teorico psicoanalista pretende elevarse a una concepcion del Edipo generalizado"ll2. Se trata entonces de alcanzar una descripcion ana-edipica ll3 , y con ella una nueva relacion varon-mujer, padres-hijos, es decir, un mas alIa de la familia totalizada, una verdadera muerte de la familia machista"·. 110 "...den Blick abwenden" (apartar la vista) indica exactamente la posici6n del hombre de la caverna de Plat6n 0 el murcilHago de Arist6teles que no quieren soportar el dolor de ver la luz del dia: el Sol. el Ser, el fundamento. 111 Ibid. 112 Gilles Deleuze y Felix Guattari, Capitalisme et schizophrenie. L'Anti­Oedipe, Paris, Minuit, 1972, p. 60. 113 Expresi6n de los autores antes nombrados (Ibid., p. 65), que indicaria la superaci6n (ami-; en el sentido explicado en el No. 36, tomo II) de la restrictiva interpretaci6n edipica. 114 Vease David Cooper, La muerte de la familia, Buenos Aires, Paid6s, 1971. La f6rmula muerte de la familia (como muerte de dios) no quiere indicar la desaparici6n de esta sino su nueva implantaci6n. 3. Descripcion meta-fisica del erotismo La descripcion freudiana u ontologica de la sexualidad es necesariamente dominadora; la de la sexualidad alterativa es una erOtica de la liberacion. En esta cuestion, como en otros niveles l15 , se trat.ari siempre de la superacion de la Totalidad hacia el ambito de la Aherldad, en nuestro caso del eros"'. Tanto eI conquistador europeo (que identificaba su cultura a la cultu:ra 0 Ia civilizacion sin mas), en sus practicas erotic as con las Freud en su analisis de la sexualidad, coinciden en que -.. -jiM an pricticamente el principio de la realidad mm..a.m *...... 115 La cuestiM • . _itiaI de La liberaci6n en los Nos. 50, 56 Y 62 de lose .... S , ....., ...._faeestudi.ada enel No. 16 del capitulo lie dan de una manera analogica y III (tomo l)cIe" S cNセbi primera (Nos."• • f p ' • ahan aJ nivel concreto latinoamericano. E1.. . - , ; . . . . . . . \' ligeramente en el No. 25 (cap.IV,tomoll). ... [LNセ]M 116 Cuesti6n ya tratadaeatlNa.17AIap.., n Para una er6tica latinoamericana Descrlpcion meta-ffslea del erotlsmo establecido con el principio de la realidad como tal"l11. Es decir, se confunde la coacci6n represiva que una cultura dominadora introyecta historicamente y de hecho en el yo, destruyendo la espontaneidad de la pulsi6n sexual, con la represi6n que la realidad como tal ejerceria por naturaleza sobre el yo. La realidad freudiana no es sino un mundo dado, una realidad hist6rica vivida concretamente: es una Totalidad vigente, un sistema y una estructura relativa. Como en Europa la imago del padre era sexual mente opresora, el conflicto edipico se generaba culturalmente; la soluci6n al conflicto era un hombre adulto, que como todo normal, cumplia las normas er6ticas que su mundo Ie imponfa, no s610 como costumbres admitidas, sino y primeramente, como represiones psfquicas cumplidas en la maleable constituci6n er6tica del nino en los anos infantiles por la educaci6n familiar. Ser-normal equivalia entonces a cumplir sin conflictos una realidad represora, una cultura castrante (ya que era por el temor a la castraci6n que el conflicto edfpico desapareda y apareda en su lugar un hombre sexual mente oprimido). Marcuse se pregunta entonces: lC6mo ir "mas alia del principio de la realidad"?U8. Es, exactamente, la pregunta heideggeriana: lC6mo superar la ontologfa? Marcuse, como todos los pensadores mas agudos del centro, nos propone como maneras de superaci6n: la fantasia, la utopia (de primer grado), la dimensi6n estetica, en fin, el juego 6rficoll9 • "La vida de Narciso es la de la belleza y su existencia es contemplacion"1'lO, es decir, Narciso (como en el autoerotismo freudiano) nos remite alyo pienso y elyo conquisto europeo (totalizaci6n onto16gica): "en el Eros 6rfico domina la crueldad [...], su 117 H. Marcuse, Eros y civilizacion, Mexico, Mortiz, trad. cast. Juan Garcia Ponce, 1969, p. 128. 118 Ibid., pp. 125s5. 119 Orfeo tiene la misma funci6n del Dionisos, de Nietzsche (Ibid., p. 153). 120 Ibid., p. 163. セ@ Enrique Dussel lenguaje es la canci6n y SU trabajo es el juego"l21; es decir, es como el hippy que niega el sistema pero vive del sistema. La superacion, el mas alIa del eros narcisista 0 totalizado, no puede ser el juego del sexy shop, ni de las orgfas de drogados. No es ni la contemplacion (del strip tease 0 la pornografia) ni el juego, sino la aventura del amor sexual en cuya re-creacion nace la pareja y se pro-crea el hijo en la fecundidad. Para Freud la pulsion sexual es el originario deseo que se totalizaria en la copula hijo-madre. Deseo exigido por una necesidad de naturaleza, por una/alta-de que se funda en el pro-yecto narcisista de ser-yo-mismo. Lo que en efecto acontece es algo muy distinto y Freud ha descrito como natural una posicion ya patologica y reductiva del yo europeo del siglo XIX. EI triangulo edipico se da cuando el nino nace en una familia totalizada patriarcalmente y donde la imago del padre se impone diariamente por el castigo, la correccion, el consejo. Por el contrario, "el deseo -nos dice Lacan- en sf se refiere a otra cosa que a las satisfacciones que reclama. Es deseo de una presencia 0 de una ausencia. Esto se manifiesta en la relacion primordial con la madre. por estar prenada de ese Otro que ha de situarse mas aiM de las necesidades que puede colmar [...] Ese pri\ilegio del Otro dibuja asi la forma radical del don de 10 que no se tiene, 0 sea: 10 que se llama amor"122. Esto nos exige superar el sentido estrecho. privatizado y naturalista del inconsciente para poder afirmar que "a esto es a 10 que responde la formula de que el inconsciente es el discurso del Otro, donde se tiene el sentido del genitivo (determinacion objetiva): de Alio in oratione (completese: tua res agitu)"123. Todo 10 cual cierra 121 Ibid. 122 Jacques Lacan, Lectum estructuralista de Freud, Mexico, Siglo XXI editados, 1971, p. 284. Se dice todavfa que el Otro ocupa "ellugar de causa del deseo". Ibid., p, 285, ';. coincidiendo con todo 10 que hemo5 <"F'licsto hasta aqul afirma: "el deseo del hombre es el deseo del Olr,)", Ib'd.!J 123 Ibid" p. 326. Para una erotica lII.tinoamericana Dell<:ripcl6n meta-ffal.,.. del erotillmo magistral mente el gran pensador frances diciendo: "Digamos que el perverso se imagina ser el Otro para asegurar su goce, y esto es 10 que revela al neur6tico: un querer asegurarse del Otro"124. Es necesario, entonces, una subversi6n total del esquema interpretativo de la realidad psiquica y er6tica analizada tanto por el psicoanalisis clasico como por la psiquiatria vigente, tambien la Hamada existencial125 • La vida er6tica normal es una adecuada apertura servicial con respecto al Otro en su mas extrema generalidad 0 concreta situaci6n; toda enfermedad mental 0 deformaci6n er6tica es un modo (hay ciertamente muchos: tanto como enfermedades 0 anormalidades) de totalizaci6n narcisista. Podriamos aun resumir diciendo: la normalidad es la correcta Alteridad; la enfermedad es la Totalizaci6n 0 negaci6n de la Alteridad. Esto posibilitaria no s6lo una nueva descripci6n de la estructura psiquica 0 er6tica, sino, igualmente,. una hermeneutica distinta a la en vigencia de las enfermedades psiquicas. Comencemos entonces la descripci6n desde la posici6n valiosa pero todavia no suficiente de la fenomenologia. En efecto, Merleau-Ponty expone la cuesti6n del "cuerpo como ser sexuado en uno de los capftulos centrales de la Fenomeno[og(a 124 Ibid.• p. 336. 125 En las obras de un Ludwig Binswanger, por ejemplo. puede verse la misma limitaci6n ontol6gica y reductiva ya observada en Heidegger. Su Daseinsanalyse nunca llega a bien situar la posici6n del Otro en la cotidianidad normal y en su negaci6n patol6gica. No queremos decir con esto que no haya un enorme avance sobre Sein und Zeit, pero la cuesti6n no es definitivamente bien situada por faltarle a la psiquiatria las categorias meta-fisicas que Ie permitirian llegar a 10 real. En efecto. Binswanger nos habla de la Unostridad del amor (Wirheit der Liebe}", situando al amor como un existenciario fundamental del Mitsein (Ser- con): "En el amor, la corporalidad es diafanidad, lransparencia del til... En la amistad. la corporalidad es un apoyarse el uno en el otro". Ludwig Binswanger, Grundformen und Erkenntnis menschlichen Daseins, ZUrich, Niehans, 1942. p. 272. Von Weizsacker, Boss, y otros psiquiatras existenciales no logran superar la totalizaci6n ontol6gica. セ@ Enrique Dussel de la percepcion126 • Merleau se abre camino entre dos posiciones extremas, que parad6jicamente son afirmadas ambas por Freud; es decir, pretende superar la teo ria que hace reposar la sexualidad sea en la mera representacion (racionalista), sea en el puro placer biol6gico (naturalismo). "Si esta concepci6n fuera exacta, todo debilitamiento de sexualidad deberia consistir 0 bien en una perdida de la representaci6n 0 bien en un debilitamiento del placer"127. De otra manera: en "una desaparici6n sea de la causa, sea del efecto"128. Como deciamos, para Freud, por una parte la sexualidad era una pulsi6n del inconsciente, un deseo de naturaleza de definici6n exactamente naturalista, biol6gica e instintual. Pero, por otra parte, la manera como ese deseo se hacia presente en la conciencia era, exclusivamente, por medio de la representaci6n (Vorstellung) de la mas pura tradici6n racionalista 129 • Esta contradicci6n la indican Deleuze­Guattari cuando nos dicen que tIel gran descubrimiento, del psicoamHisis, fue el :t de la producci6n pulsional (production desirante), producciones del inconsciente; pero, con el Edipo, este descubrimiento fue nueva mente ocultado por un nuevo idealismo: el inconsciente como fdbrica es substituido por un teatro antiguo; las unidades de producci6n del inconsciente han sido substituidas por la representaciOn; el inconsciente productivo ha sido substituido por uno que no puede sino y s610 expresarse por mitos, tragedias, suefios .. ."13o. Coinciden estos autores con Merleau en 126 Primera parte, V. pp. 180­202; cfr. A. de Waelhens, Une philosophie de l'ambigiUte. Paris. PUF, 1972, pp. 14355. Veanse una serie de trabajos fenomenologicos en Facets o/Eros. Phenomenological Essays, La Haya, Nijhoff, 1972. donde se encuentran trabajos de Enzo Paci, Van Lier, etcetera. 127 Maurice Merleau­Ponty, Phenomenologle de la perception, Paris, E:ditions Gallimard, 1971, p. 181. 128, A. de Waelhens, op. cit., p. 145. 129 efr. p. ej., Das Jch und dasEs, 1923, cap. Iss;ed. cast., tomo II, pp. 9ss; ed. alem., tomoIII. 130 Gilles Deleuze y Felix Guatari, L' Anti­Oedipe, p. 31. El analisis de esta valiosa critica la realizaremos en el proximo paragrafo. Para una erotica latinoamericana Oescripci6n meta-fisica del eratisma que la representaci6n (en el sentido racionalista kantiano) no puede expliear ella sola ni la naturaleza del ineonsciente ni de la sexualidad. Merleau se abre camino entonees entre 10 meramente pulsional y 10 racionalista explicando que "entre el automatismo (pulsional) y la representacion (radonal) (hay) una zona vital donde se elaboran las posibilidades sexuales... Es necesario que haya un Eros 0 una Libido que anime un mundo original, dando valor (donnent valeur) 0 significaci6n sexual a los estimulos exteriores [...] La estructura misma de la percepdon 0 de la experiencia erotica [n.] es el poder de proyectar ante S1 el mundo sexual, un saber situarse en posicion erotica, 0 una vez que la situadon se esboza, saber mantenerla y de darle una continuidad que Ie permita cumplirse acabadamente"l31. El merito de la descripcion ontologica de Merleau estriba en haber sabido mostrar, desde el amilisis de un enfermo (el caso Schn propuesto por Steinfeld), que la sexualidad es un modo-deser-en-el-mundo que pende de una intenci6n de la conciencia. El enfermo en euestion, por una defeccion funcional, no llega a constituir dicha intencion: su mundo nunca llega a presentarsele como un mundo sexualizado; los objetos no llegan a tefiirse del valor sexual porque Ie es imposible producir la intencion sexualizante. Esa intenci6n, ese modo de existir en el mundo nos 10 presenta el poeta latinoamericano en su momenta primero y como apareciendo desde Ia mundanidad cotidiana todavia no sexualizada: "Miro a Rosario de muy cerca... y de subito, yeo algo tan ansioso, tan entregado, tan impaciente, en su sonrisa ­mas que sonrisa, risa detenida, crispacion de espera­..."132. Es decir, la sexualidad no queda definida ni en el mero nivel biologico de 10 vegetativo­animal (al menos la sexualidad humana), ni de una mera representacion er6tica. 131 Merleau·Ponty, op. cit., p. 182. 132 Alejo Carpentier, Lospasos perdidos, Santiago, Editorial Orbe, 1969, p. 374. Enrique Dussel Es necesario que el ser humano, sensibilidad-inteligente, inteligencia-sintiente, ser en el mundo, afirme y provoque algo de su mundo como objeto sexual. Existe entonces una funcion de la conciencia que es propiamente sexualizante, una derta comprension erotica del mundo. Pero, len que consiste esendalmente la sexualidad como tal? lCual es la nota por la que la intendon sexual se diferenda de toda otra intencion mundana? Merleau, llegando hasta ellimite mismo de la fenomenologia, pero no superando sus limitaciones, nos dice que la sexualidad se da en las relaciones con el Otro lll3 : "es a traves de un cuerpo que la sexualidad se dirige a otro cuerpOj ella se constituye en el mundo y no en una sola condencia"l34. De Waelhens llega a precisar que se trataria de una sensibilizacion del cuerpo del Otro 135 • Con esto, aunque muy preciso, el analisis termina no habiendo en verdad comenzado siquiera a pensar el tema, ya que todo reposa sobre la cuestion originaria: lComo es que el Otro puede llegar a :ll ser y es de hecho el unico ente objeto de la intenci6n sexual normal? lCuales son las condiciones de posibilidad de la constituci6n sexuada de un objeto? lComo se Ilega a la sensibilizaci6n del cuerpo del Otro? Todas estas preguntas exigen superar el mero horizonte ontol6gico dentro del cual se mueve necesariamente la fenomenologia. y por ello el mismo Merleau. para Ilegar, ahora sl, a una descripcion propiamente meta­flsica. La sexualidad, en realidad, no es ni una mera pulsi6n biologica ni fruto de una representaci6n intelectual, pero tampoco es una mera intencion de la conciencia (Merle au) 0 un momento de un inconsciente productor de entes (como la economia­erotica de Deleuze­Guattari terminarian por conduir). La sexualidad es uno de los modos concretos del cara­a­cara que se juega esencialmente 133 Merleau­Ponty, op. cit. p. 187. 134 Ibid., p. 183. 135 Waelhens, op. cit., p. 147. PaM una enltica /atin""IfI.,iaUla Dncripcl6a meta-flab del erollsma en el sexo humano­a­sexo humano (el coito), donde la sexualizaci6n del Otro no depende s610 ni del nivel genital biol6gico, pulsional psicol6gico, ni de la intenci6n constituyente de objetos sexualizados, sino del encuentro de dos exterioridades, dos sujetos, que no pueden dejar de contar siempre con el misterio y la libertad del Otro. Si el Otro es constituido como mero objeto sexualizado por una intenci6n er6tica del sujeto, el acto es ya alienaci6n del Otro como mera mediaci6n del autoerotismo. El Otro no es un objeto sino que es un rostro, una carne (evitando as! la equivocidad dualista de la categoria cuerpo; nos referimos entonces a la basar hebrea y no al soma griego). El rostro (persona) del Otro es la exposici6n primera de alguien en mi mundo con la pretensi6n de no ser, justamente, un objeto. El rostro es la presencia privUegiada de la carne, del Otro como cosa real eventual, libre, concreta. En realidad no hay constituci6n del Otro como objeto sexualizado, sino, mas precisa y realmente, hay una pro-puesta al Otro de sexualizar la relaci6n. La intenci6n sexual se arriesga as!, y por ello exige siempre una cierta audacia, a la respuesta negativa del Otro. Intenci6n sexual hacia la carnalidad ajena es, sin embargo, y desde el comienzo, un enfrentarla no como un mero ente intramundano ni como un Otro en posici6n pedag6gica 0 politica, sino como un Otro pero en posici6n er6tica. El erotismo de la posici6n propia del cara-acara sexual consta, en un primer movimiento, en la sensibilizaci6n de la carnalidad del Otro como otro (modificando meta-fisicamente la expresi6n de Waelhens). Es decir, el rostro, la carne del Otro se la desea en la proximidad, pero no como mera satisfacci6n cumplida por mediaci6n de algo, sino como la satisfacci6n concomitante originada en el dar al Otro la satisfacci6n a el debida. Es un sentir al Otro como otro, pero un sentir que exige al mismo tiempo el que eI Otro se experimente sentido. Sensibilizaci6n de la carne del Otro no es un mero tocar algo sino un tocar alguien en cuanto se reconoce tocado: es un tocar con intenci6n セ@ セ@ Enrique Dussel refleja y como pregunta de un ir de proximidad y lejania hasta un encuentro futuro mas cabal. El inconsciente en este caso no seria, como dicen los autores del Anti­Edipo, una mdquina pulsional productiva (desde la metafora de la fabrica) sino un organismo pulsional servicial, ya que originaria y normaLmente la intenci6n meta-fisica (y no meramente 6ntica u ontologica como para Merleau) sexual tiende al Otro desde un radical amor-de-justicial36 ; es decir, el deseo sexual humano tiende al Otro como otro, al Otro no como a quien se usa para satisfacer una necesidad (no seria propiamente sexualidad humana), sino como a quien se sirve para cumplir su necesidad. Se trata de una pulsion alterativa que s610 tiene voluptuoso cumplimiento en el previo cumplimiento del Otro como otro. Contra 10 que piensan Deleuze-Guattari no es "el inconsciente un huerfano, [nil se produce a el mismo en la identidad de la naturaleza y el hombre. La auto-produccion del inconsciente [no] surge en el momento mismo en el que el sujeto del cogito cartesiano se descubre sin padres, [nil alli donde el pensador socialista descubre en la producci6n la unidad hombre y naturaleza"U1. El inconsciente, por el contrario, no es huerfano sino hijo (de una pareja y un pueblo), ademas es hermano de hermanos (en el nivel politico), pero eroticamente es originariamente alterativo sexual mente: no es autoproduccion sino deseo 0 pulsion meta-ffsica de Otro que SI donde cumple su esencia. La produccion (relaci6n ser humano-naturaleza) es segunda; la irrespectiva relacion primera es el cara-a-cara (su;eto-sujeto entonces) y por ello deseo serviciaL, donaci6n, y no meramente productor. Si el inconsciente es productor es solo como un modo concreto y segundo de cumplir la pulsion servicial (como veremos en el pr6ximo paragrafo). Por ello meta-fisicamente, y no solo ontol6gicamente, la sensibilizaciOn de La carne del Otro 136 Vease al fin del tomo Ill, 2, en el fndice alfabetico analftico de temas la noci6n de amor-de-justicia. 137 Deleuze et Guatari, L'Anti­Oedipe, op. cit., p. 57. Para una erotica latinoamericana Descrlpci6n meta-flsiea del erotlsmo es real y propedeuticamente caricia, pero no la que los padres dan a sus hijos (que es pedag6gica educaci6n a la sexualidad adulta y signo de amor educativo), ni la que el hermano hace al hermano (que como l a palmada politica alienta al esfuerzo comunitario), sino el ejercicio metafisico del tacto sexual (con intencion sexual) que no toca algo con sentido pnictico (como el carpintero busca su martillo a la mano"), ni con sentido te6rico (como el quimico puede tocar la probeta para sentir si esta fria), sino con intencion de desplegar un ritmo que "pone en obra una sensaci6n originaria"138, un ir tocando en la suavidad, la delicadeza, en el calor, poco a poco a la carne del Otro como otro, para servirlo, para cumplir, exactamente, una autentica liturgia (es decir, un acto sagrado, ya que el Otro es 10 sagrado mismo)l39. "Cuando me acerco a la carne de Rosario -escribe Alejo Carpentier-, brota en mi una tensi6n que, mas que una Hamada del deseo, es incontenible apremio de un celo primordial [...]"140. Esa tensi6n, intencion sexual, comienza por el tacto, el contacto, la caricia: "sintiendo en las manos el palpito de sus venas"l41; "de pronto, sus brazos, sus hombros, sus pechos, sus flancos, sus corvas, habian empezado a hablar... Habia una suprema manuficencia en ese don de la persona entera"l42. La caricia es aproximacion 0 proximidad presentida, es progresi6n a la que retiene el pudor y tienta la profanaci6n; es un creciente y dulce tanteo en que se va en el cuidado, en el avance y retroceso, preguntando sin palabras al Otro como otro si desea la pro-puesta. Es un clandestino avanzar la mano como en la noche para palpar 10 desconocido no teniendo seguridad de no encontrar subitamente la resistencia de la libertad del Otro que se niega. La caricia que 138 Henri Van Lier, L'intention sexuelle, Editeur Casterman - Parution, 1968, p. 26. 139 Liturgia es el servicio publico 0 sagrado, el culto. En hebreo, ya 10 hemos dicho, es el trabajo (habodah) 0 servicio del templo. 140 A. Carpentier, Los pasos perdidos, op. cit., p. 168. 141 Ibid., p. 121. 142 Idem,EI siglo de las luces, Mexico, 1962, p.374. セ@ セ@ Enrique Dussel avanza en la impaciencia desea la desnudez completa siendo tentada continuamente por el sadismo del violar 0 el masoquismo de ser violado. Violar es destruir al Otro como otro en la injusticia del no saber esperar la respuesta libre; es el cosificar como objeto al Otro y hacer instrumento de la propia pulsion autoerotica.La proximidad dellabio-a-labio (el beso) es junto ala caricia preanuncio de la carne-a-carne (el coito) cumplimiento de la pulsion erotico-sexuaL Es en este encuentro que debe describirse la belleza sexual, masculina y femenina. "Junto a Rosario compartia la primordial sensacion de belleza, de belleza fisicamente percibida, gozada igualmente por el cuerpo y el entendimiento, que nace de cada renacer del sol"I43. La belleza humana es la belleza propiamente dicha, la que mide toda otra belleza, aun la sublime grandeza de las montafias, el impetu arrebatado de los mares bravios, el colorido infinito de las auroras 0 atardeceres, el arrullo de los pajaros en la primavera ... Pero aun, la belleza de la carnalidad humana es por su parte el fundamento, origen y medida de las obras de cultura: desde los dolmenes y menires primitivos, a las impresionantes piramides de los mayas 0 los egipcios, la acropolis de Atenas 0 los templos de Mohengo-Daro, hasta las urbes populosas contemporaneas, 0 a las esculturas de Miguel Angel o la pintura de Picasso. Antes que la phjsis y la tejne (es decir, la naturaleza y la cultura) se encuentra el rostro, la carne humana como la belleza que nos es dado vivir primero. La pulchritudo prima (belleza originaria) es la de una mujer para un varon, la de un varon para una mujer, anticipada pedagogicamente en la belleza de la madre y el padre para el nifio y la nifia, donde la dulzura de la leche del seno materna se confunde con el calor de su carne, con la sonrisa de su rostro, con la suavidad de su caricia (tambien pedagogicamente sexual), todo ello organica revelacion de gestos, palabras, sensaciones con sentido que configuran una 143 A. Carpentier, Los pasos perdidos, op. cit., p. 131. Descrlpctoll meta-fistca del erotismo verdadera liturgia cultural, el modo humano de vivir la belleza primera. La belleza no es, de ninguna manera (y como 10 piensa la estetica moderna), la expresion objetiva y cultural de una vivencia subjetiva, que por su parte solo puede ser gustada subjetivamente por el espectadorl44 • Pero tampoco es primordial mente la manifestacion ontologica del ser oculto con pretension de revelar la verdad l45 , donde al final el fundamento es la phjsis 0 la Totalidad del mundo, ser neutro manifestado, sea como naturaleza divina entre los griegos 0 como subjetividad absoluta 0 cultural por los modernos (incluyendo paradojicamente al mismo Heidegger). La belleza antes de toda manifestacion desde un artifice (artista) es la revelacion provo cadora, interpelante del rostro, de la carnalid ad del Otro, cuyo apice (en tanto belleza) se manifiesta en la belleza sexual, sexuada, la del otro sexo. Pero aun mas, y ahora contrariamos todas las reglas de la estetica aristocratica, oligarquica, dominadora: la pulchritudo prima es la del rostro y la carnalidad del pobre, del oprimido, del exterior a los moldes de la belleza vigente: "Es bonita, un verdadero tipo de belleza criolla"l'•. Solo el que es capaz de gustar y apreciar, mas aHa de la vista y su vision, mas alla aun hasta de la horrible presencia del rostro lacerado de un leproso, la belleza primera del misterio del Otro como otro, es el unico que puede comprender la abismal significacion cultural y meta-fisica de la belleza erotica. La aparente fealdad del pobre vista como caotica presencia por la belleza del sistema, de la Totalidad, por la 144 Esta subjetualizacion de la estetica ha sido definitivamente criticada por M. Heidegger en su trabajo "Der Ursprung des Kunstwerkes", Holzwege, Frankfurt. 1950, pp. 7-68. Vease mi traba;o "Estetica y ser", Artes Plasticas, Mendoza, No. 2, 1969,pp.15-18. 145 Es la posicion de Heidegger, e igualmente la de Merleau Ponty (para ver la doctrina del fenomenologo frances: A. de Waelhens, Une philosophie de I'armbigitite, op. cit., pp. 366-376. 146 R. Gallegos, Dona Barbara, op.cit .• p. 162. l!; セ@ Enrique Dussel belleza cultural imperante, es, exactamente, la interpelacion con exigencia de justicia (porque la aristocratica estetica imperante es siempre injusta: la que por ejemplo mide el valor de la belleza latinoamericana desde los moldes europeos 0 norteamerica nos) de la bellezaJutura, real y meta-ffsica de alguien que en cuanto misterio oculto, no revelado, mas alla de su ontica presentizacion en un museo 0 exposicion, ya vive un nuevo orden humano en la esperanza. La aparenteJealdad del pobre (de la india amancebada con el conquistador, del gamin que pide limosna en Bogota, del minero boliviano a cientos de metros de profundidad en las minas) no es mas que la mascara que ha labrado cuidadosamente la opresion de los dominadores y con la que se tapa la belleza del Otro, del hombre libre que es la india, el nino y el trabajador, para que no aparezca a la vision falseada del mundo de los poderosos. Sin la mascara fabricada que oculta el rostro del pobre Ie seria mas diffcil al dominador haberselas con ese ser humano para poder cotidianamente tratarlo como cosa y no como Otro (como sirvienta, como lustrabotas, como mana de obra). La belleza criolla, que la fea y repugnante mascara fabricada por el sistema de la belleza aristocratica (la de las operas de trajes largos) oculta, es la que sabe comprenderse en la justicia. Sacar esa mascara es, en la justicia, como arrebatar el vestido al Otro (la mujer al var6n y el varon a la mujer), porque la belleza se vive como primordial solo en la desnudez. El vestido, que hace posible una relacion no-erotica en la vida pedagogic a y politica, indica, con precision meta-fisica, que la belleza humana se juega como pulchritudo prima en el nivel sexual, en el que la desnudez hace a su esencia, ya que su esencia es la revelaci6n (como des-velacion) del misterio del Otro como otro. Toda la liturgia erotica, desde la caricia al comienzo lejana pero siempre en tension, hasta en su constitucion propiamente sexual (la caricia sexual crece hasta el tacto genital recfproco y bipolar), se encamina al con­tacto (no solo sensible sino tambien propiamente meta-fisico) en la proximidad del Otro como otro. Deacrlpd6n meta·,uta del erotI.1DO La proximidad (que es el cara-a-cara en todos sus niveles, pero en ninguno tan intima como en el sexo-a-sexo en la ;usticia y la belleza) es 10 que desea la pulsiOn sexual humana, es decir, la unidad voluptuosa como realizaci6n sensible-intelectiva que se a1canza por el servicio que se hace al Otro, no s610 posibilitandole as! la donaci6n de su la revelaci6n de su ser oculto y ー・イュゥエeセョ、ッャ@ persona que se des-cubre simb6licamente en la desnudez bella de la carne vista, como anuncio de la realidad de la belleza de carne vivida en el coito bisexual en la ;usticia, sino principal mente, por el cumplimiento del deseo-del-Otro: UEs un abrazo rapido y brutal, que mas parece una lucha por quebrarse y vencerse que una trabaz6n deleitosa"147. En efecto, la proximidad queria ser irreversible, total, sin fisuras que permitiera el retorno de la lejanfa... Pero, inevitablemente, la proximidad humano hist6rica siempre vuelve al inundo y a las cosas: la proximidad del cara-a-cara deja lugar al ser-enel-mundo, es decir, la lejania. EI ser humano, al final, no es sino el ritmo incesantemente renovado de tensi6n hacia la proximidad (del varon y la mujer, la madre-padre e hijo, del hermano y hermano) y la inevitable relacion de lejanfa. Moririan dos amantes si el cara-a-cara no fuera ritmicamente postergado al simple y cotidiano acto de comer; y por 10 tanto de traba;ar para comer y el trabajo se realiza con respecto a la naturaleza. La proximidad humana se vive desde la lejanfa de la economfa que la hace posible. La casa, el vestido, el alimento los arrebata el ser humano ala naturaleza (relacion economica) para albergar y hacer posible el cara-a-cara. Ese ritmo, que es toda la historia humana, desde el paleolftico, es el que impulsa al ser humano a abandonar su hogar, lIeno del calor de la carnalidad del Otro (calor originario que el hombre quiso aumentar con el fuego, primer modo de cale-faccion) para ir a buscar alimento. Pero, al final, todo ese trabajo es para restablecer 10 mas pronto, 10 mas durable y segura mente el 147 A. Carpentier, Lospasos perdidos, op. cit., p.121. el セ@ Enrique DuaseI cara-a-cara. Por ello es por 10 que "arqueando el talle con ansioso apremio afinca los codos en el suelo para imponerme su ritmo"14ll. "Acoplabanse de tal modo los ritmos fisicos a los ritmos de la Creaci6n para que los cuerpos tuviesen la impresi6n de encontrarse en un clima nuevo, donde el abrazo remozaba las iluminaciones del primer encuentro [...] En horas de abrazos y metamorfosis llevaba al ser humano a la suprema pobreza de sentirse nada ante la suntuosa presencia de 10 recibido. El verbo nacia del tacto, elemental y puro, como la actividad que 10 engendraba"l49. EI ritmo de proximidad­Iejania, que como decimos indica el modo de toda la vida humana y su historia, su ser mismo, es vivido en el acto er6tico (por el con-tacto del falo con la carne femenina y del clitoris y la vagina con la carne masculina) en una cadencia que se acrecienta hasta llegar al paroxismo extatico donde la subjetividad y el yo se descentran para totalizarse en el abrazo de la voluptuosidad mutua, si es en la justicia, del orgasmo. "Situados fuera del tiempo, acortando 0 dilatando las horas, los yacentes percibfan en valores de permanencia, de eternidad, un ahora exteriormente manifiesto. Colmada la came volvfa hacia las gentes, los libros, las cosas, con la mente quieta, ad mirada de cuan inteligente era el amor fisico. El contento de la came (era) como un paso necesario para la elevaci6n hacia la Trascendencia, y llegaba a creerlo al observar que en ella se iba afianzando una insospechada capacidad de Entendimiento"lSO. 148 A. Carpentier, Los pasos perdidos, op. cit., p. 122. 149 Texto modificado en su orden, ya citado, del mismo autor, EI sigtode las luces, op. cit., pp. 374-375. 150 Texto citado, Ibid., p. 375. "La autonomia ritmica, que desconecta la voluntad, contribuye a descentrar al sujeto. a arrastrarlo a la alteridad que 10 toma a cargo. hacia un ritmo que puede denominarse como visceral, arcaico, c6smico. Aunque involuntario, el ritmo genital es experiment ado en el cuerpo y la conciencia encarnada; se opera en el cicIo del movimiento, de la sensaci6n y del deseo". H. Van Lier, op. cit., p. 32. uLa realidad mas importante que puedo detectar en 10 que la gente acostumbra denominar orgasmo es el ingreso no posesivo en el orgasmo del Otro [...] EI orgasmo es la experiencia total de la p,.", '''"• •r6tiCIJ lati"""mer/ClJIfA Descripcion meta-fface del erotl.n>O El coito es, por todo ello, una de las experiencias meta-ffsicas privilegiadas del ser humano. Es un acceso al ambito de la realidad mas alla de la luz, del mundo, de la ontologia. Es un ir mas alla de la raz6n hasta donde el deseo nos lleva como satisfacci6n del deseo del Otro. No es ya siquiera un mero deseo 0 amor-de-justicia, sino la realizaciOn misma de dicho deseo en la proximidad. El6rgano sexual (el falo yel clitoris-vagina) es en el ser humano la presencia en la Totalidad de la ausencia del Otro: es (el falo con respecto al clitoris-vagina, y el clitoris-vagina con respecto al falo) un llamado a la realizaci6n del Otro, un deseo de cumplir el deseo del Otro; son 6rganos que significan la apertura alterativa esencial del ser humanol5l • En el coito el6rgano genital de la mujer 0 del var6n sensibilizan (como experiencia meta-fisica) la realidad del Otro (por mediaci6n privilegiada de su 6rgano genital respectivo), llegando mas allti del horizonte al que Uega la raz6n y tocando, movilizando, satisfaciendo, efectuando, realizando aquello que el amor-de-justicia s610 desea. El sujeto va mas alIa de su sub;etividad, su carne accede efectivamente ala exterioridad como tal. Los amantes no prefieren la luz del dfa ni ellugar publico para amar; eligen en cambio la oscuridad y el retiro para vivir la intimidad de la mutua re-velaci6n meta-fisica. "El eros, fuerte como la muerte, nos dara un fundamento para el analisis de la relaci6n con el misterio. Pero a condici6n de exponer la cuesti6n en terminos del todo distintos a los que us6 el platonismo, ya que transexualidad", David Cooper, La muerte de la/amilia, Buenos Aires, Editorial Paidos, 1971, p. 137. 151 En la relacion varon-mujer (y no mujer-var6n) nos dice Lacan: "Que el falo sea un significante es algo que impone que sea en ellugar del Otro donde el sujeto tenga acceso a el; pero como ese significante no esta am sino velado y como raz6n del deseo del Otro, es ese deseo del Otoo como tal 10 que al sujeto se Ie impone reconocer, es decir, el Otro en cuanto que es el mismo sujeto dividido de Ia Spaltung significante". Jacques Lacan, Lectura estructuralista de Freud, Mexico, Siglo XXI Editores, 1971, p. 287. セ@ Enrique Dussel este es un mundo de luz"lS2. La intencion sexual entonces ni se funda en el ser (10 ontoI6gico), ni se esclarece por ningun horizonte (fundamento), ni busca ninguna significaci6n (sentido), ni pretende realizar un valor (que es 8610 mediaci6n de mi proyecto). En la clandestinidad nocturna, como paroxismo de la materialidad bio16gica siempre humana, la sexualidad es experiencia meta­fisica de la realidad desnuda del Otro como otro, deseo del cumplimiento de su deseo mas aHa del mundo. De esta manera el tridngulo edlpico de Freud es necesario ampliarlo en un cuadrildtero con mucho mayor numero de reales correferencias (vease el esquema 1, del capitulo 2). Esquema 2: Cuadrilatero ampliado de correferencias sexuales Var6n - Hermano - Var6n Padre 1 _ _ Mujer Madre - X I Hijo _ Hermano _ Hija Hermana Mujer Hermana En la falocracia freudiana el padre (en tanto sexualidad masculina 0 represor del hijo) es el punto de apoyo de toda la hermeneutica psicoanaHtica, quedando por eHo la mujer y la hi;a, pero igualmente el hijo (como padre en potencia), definido desde el pene paterno­opresor. De las doce relaciones posibles sexuales esenciales (a las que podrfan todavia agregarse cuatro maS)lS3, 152 E. Levinas, Le temps et I' Autre, Paris, Arthaud, 1947, p.172. 153 Estas son: 1. Var6n­mu;er; 2. Mujer­var6n; 3. Padre­hijo; 4. Hijo­padre; 5. Madre­hija; 6. Hija­madre; 7. Padre­hija; 8. Hija­padre; 9. Madre­hijo; DeacrlpciOn meta-tisia del erotismo la sexologfa machista privilegi6 s610 una: la de la dominaci6n del var6n hacia la mu;er, definiendo todas las demas como su negaci6n. La anterior descripci6n meta-ffsica nos permitira definir cada posici6n sexual positivamente, desde su propia constituci6n yen una relaci6n sexual alterativa distinta en cada caso. El despliegue del mundo masculino desde un ego falico ha sido suficientemente estudiado y no es necesario agregar nada. En cambio, la apertura al mundo desde el ego femenino (mamarioclitoriano-vaginal) es necesario mostrarla con alguna detenci6n. Si Lacan indica que el falo es, en la visi6n y la luz, el significante del deseo del Otro, los senos de la mu;er no 10 son menos, pero, esencialmente, como la sexualidad no se vive en la luz y la significaci6n meramente presente, sino en la oscuridad del tacto y el contacto, la activa erecci6n del clitoris 0 contracciones de la vagina son tambien provocaci6n al cumplimiento del deseo del Otro. La no-presencia a la luz, pero siempre insinuaci6n interpelante, del 6rgano femenino en nada disminuye su pro-vocaci6n como sexualidad. Si el var6n se afirmaJdlicamente en el mundo, la mu;er no se afirma menos al avanzarse como activa instituyente de la intenci6n sexual desde su carne mamario-clitorianovaginal. 10. Hijo-madre; 11. Hijo-hija; 12. Hija-hi;o. Las cuatro suplementarias son: 13. Varon-varon; 14. Hermano-hermano; 15. Mu;er-mu;er; 16. Hermana-hermana. Todas estas pueden ser relaciones normales 0 perversas. Freud entonces atendio preferentemente la relacion 1 y 10. Tengase en cuenta que solo algunas de estas relaciones tienen un nombre propio en castellano, como, por ejemplo: padre-hijo, paternidad; hi;o-padre, filialidad; madre-hijo, maternidad; hermano-hermano, fraternidad. En general falta la distincion entre hijo e hija en todas las denominaciones. Por nuestra parte hemos llamado erotica las relaciones 1 y 2; las relaciones 3 aliO son principalmente pedagogicas; las 10 al 16: preponderantemente poHticas. Si quisieramos todavla hacer de este cuadro algo mas completo deberfamos (pero se complicaria aqui mucho la cuestion) agregar la relacion: anciano-anciana,lo que nos darla 14 relaciones fundamentales (y dos secundarias), como, por ejemplo: anciano (abuelo) -padre; anciano-nieto; anciana (abuela)-madre (y aun en este caso con dos posibilidades: que la madre sea su hija 0 que sea la esposa de su hijo), etc. セ@ セ@ Enrique Dussel La mujer, entonces, no se define desde el ser falico como un no­ser castrado. Esto s610 acontece (yen esto tiene raz6n Freud) en pueblos machistas, patriarcalistas, donde se exige a la mujer depender enteramente del var6n, el que, para reprimirla, define la sexualidad en la sola actividad masculina, asignandole a la mujer la pasiva posici6n de objeto sexual. La ontologla machista aliena c6sicamente a la mujer, y, por ello, sin dar ninguna importancia al orgasmo clitoriano exalta el orgasmo vaginal (contrapartida pasiva de la actividad del pene). Es necesario entonces comenzar a describir la apertura femenina al mundo (de la mujer hacia el var6n), descripci6n practicamente inexistente por la opresi6n que pes a sobre la mujer, no s610 en el nivel er6tico sino tambien (y por ello) en el pedag6gico y politico. La injusticia er6tica (la mujer objeto sexual) se extiende a la injusticia pedag6gica (la mujer nina castrada) y a la injusticia politica (la mujer con menor salario que el var6n). Geneticamente exalt6 Freud la relaci6n hijo-madre l54 , y no pudo hacerlo de otra manera (aunque se refiri6 alguna vez al complejo de Electra: hija-padre). En efecto, el padre, de hecho (por su machismo cultural y no por deseo de naturaleza del nino), vio a su hijo: 0 como el que polariza preferentemente el amor de su mujer o el que podria caer en la perversidad que el mismo ya ha cumplido. Sea para apartarlo de su mujer, sea para que des de antes que pueda cumplirlos tenga normas que Ie permitan evitar sus perversiones (por ejemplo: la masturbaci6n del padre mueve a este a reprimir el inocente juego del nino con su pene sin significaci6n posterior), 10 cierto es que la represi6n paterna supone en el nino una posici6n falica con respecto a la madre y a SI mismo, 10 cual incluye numerosas desviaciones. En primer lugar, la posici6n falica es la de un var6n adulto con respecto a una mujer adulta. En segundo lugar, la posici6n del nino no es respecto a la mujer sino 154 Relacion 10 de la nota 180. Geneticamente es 10 mismo que pedagogicamente. Freud se interesa por el nino porque es padre-en-potencia. Deacrlpcl6n _eta-ffalca del erotlsmo a la madre, porque su posici6n no es f;ilica sino principal mente, en especial en los primeros meses, buco­manual1S5• La pulsi6n del nino por su madre, no exenta de una sexualidad infantil propia, es instintivo-filiall56 • El instinto filial, en el que puede geneticamente encontrarse ya el mismo instinto sexual, es correlativo del instinto maternal. En el ser humano dicho instinto se transforma en una pulsi6n asumida por el comportamiento cultural inteligente, sin de;ar por ello de repetir, de alguna manera, el modelo fijado filogeneticamente, no s610 desde los primates sino aun desde el origen de los mamiferos. No en vano el reden nacido tiene la pulsi6n a alimentarse (cara-a-cara que se concreta esencialmente en la posici6n boca-pez6n del seno materno, actualizaci6n humana de la experienda de todo mamifero que debe alimentarse de la madre por sucd6n bucal y no como el oviparo que se alimenta totalizado e independiente dentro del huevo) y a asirse­de­la­madrem (posinacido asido al ci6n esendal originaria de manos-y-pies del イ・」ゥeセョ@ 155 La posicion falica es la de varon-mujer (posicion 1); la clitoriana-vaginal es propiamente la de mujer-varon (posicion 2); la buco-manual es la de hijo/hijamadre (posicion lOy 6); la mamaria es la de madre-hijo/hija (posici6n 9 y 5). La cuesti6n analla dejamos aquf sin considerar, porque es econ6mica (dr. 45). 156 Vease, por ejemplo, la obra de Imre Hermann, L'instinct filial, 1972. El autor es alumno de Ferenczi y maestro de innumerables psicoanalistas (incluyendose a Roheim y Lacan) (bibliograffa sobre el tema en op. cit., pp. 400-436). El instinto filial (conjunto de instintos tales como el de alimentarse, el asirsede-la-madre, etc.) debe distingulrselo claramente del instinto sexual propiamente dicho; el primero se dirige al cumplimiento del desarrollo pedagogico, el segundo a la fecundacion y la pro-creaci6n del hijo. 157 Vease la obra de Hermann, pp. 85 ss. Esta perIfrasis quiere traducir la palabra alemana Anklammern y la francesa cramponner, en el sentido de escalar, prenderse, tomarse. Los primates son lIevados por la hembra madre durante los primeros meses en su bajo vientre: los recien nacidos, instintivamente, se prenden de su madre sin soltarla jamas. El nifio humano recien nacido tiene automaticamente reacciones instintuales en el mismo sentido, de alH la fuerza con que se prende su mana de los objetos que tocan su palma, la posicion en el suefio, la conformacion prensora de sus pies, etcetera. $ Enrique DusseI vientre de la madre por medio delpelaje en la hembra primate). Por su parte, la madre tiene igualmente la pulsi6n inversa, y por ello con distinto sentido, ya que no se trata de comer 0 asirse para subsistir y absorber calor en la irregularidad de la temperatura del recien nacido, sino, al contra rio, de un dar de comer y protecci6n a un inmaduro, indefenso. La posici6n del nino se refiere a la madre como una parte del todo (es como el ejercicio parcial del 。オエッ・イセ@ tismo de la misma madre ejercido desde el nino); la madre tiende al nino como el todo que ーイッセ」・。@ desde como una de sus partes un nuevo todo, y, en este sentido, su posici6n servicial, de donaci6n gratuita, es explicita y por ello ira independizando 0 separando al nino exigiendole a asumir su propia responsabilidad. El nino se encuentra apresado dentro de un conflicto (que, por otra parte, nunca puede ser del todo superado): querer ー・イセ@ manecer dentro de un Todo que 10 proteja (estado de naturaleza, vida intrauterina, asido al seno materno como lactante, etc.), 0 ser :::: una exterioridad 、ゥウセエョ。N@ Este conflicto esta a la base de todos los conflictos posteriores (del destete, del edipico, y de todo 10 que hemos llamado enotras obras mal etico 0 moral)l58. Para que ・イVエゥセ@ camente el nino acceda a su separaci6n alterativa es necesario que sea conducido por la madre a una actitud de servicio, superando asi el narcisismo al que como totalidad biologica tendia por ョ。エオセ@ raleza. Pero no debe olvidarse que por naturaleza humana tendia igualmente al servicio, al que sin embargo hay que educar. Si la madre usa al nino para suplir la falta er6tica que la insatisfacci6n (en nivel propiamente sexual, produce en su relaci6n ュオェ・イセカ。Vョ genital). el nino sera educado en la totalizaci6n narcisista de su primera postura en el mundo ante el Otro. Si la madre expone sus senos (siendo el significante mayor de toda maternidad) como servicio, como donaci6n, la posici6n alta mente er6gena 0 er6tica (nifio)­pezon (madre) sera el primer acceso a la de ャ。「ゥッウセュョ@ alteridad. La posici6n servicial de la madre desarrolla esa misma 158 veanse Nos. 21 y 27, de los caps. IVy V, del tomo II de mi Etica (1973). Para una erotica latinoamericana Descripclon meta-flslea del erotbmo pulsion del nino e inhibe el auto erotismo totalizante. En este caso el padre no aparece como un dominador a producir la ruptura de una totalizacion regresiva en la unidad hijo/hija-madre, madrehijo/hija, sino, por el contra rio, participa activa y solidariamente en la afirmacion alterativa y liberadora tanto del nino como de la madre. El confiicto edipico, que puede observarse como modelo anticipativo entre los primates, puede darse en un mundo patologico humano, machista, de insatisfaccion sexual de la madre, de exdusiva y celosa totalizacion afectiva por parte del padre. Es evidente que es mas diffcil una totalizacion autoerotic a entre el hijo 0 hija y el padre (por 10 menos en la ninez), y que solo la unidad hijo/hija-madre y viceversa puede totalizarse erotica mente, dada la erogenidad del pezon materno y por el hecho de que el nino mismo como alguien a quien poder asirse puede ser una sustitucion para la madre de su madre. En este sentido, si el nino humano tuviera como unica pulsion la autoerotica, no podria evitarse a su hora el conflicto edipico; pero, si el ser humano no tiene solo ni principalmente dicha pulsion, sino una tension alterativa (que es 10 especifico del erotismo humano como humano), en este caso el padre es esencial en dichas relaciones ya que al plenificar a la mujer en el abrazo genito-sexual permite a la mujer que es madre plenificar al hijo/hija en el abrazo maternal. Por su parte, el abrazo sexual normal y voluptuosamente cumplido es la prehistoria (y la educativa y correcta iniciacion) de la posicion falica adulta posterior del hijo y de la clitoriana-vaginal 0 mamariomaternal adulta posterior de la hija. El padre no puede interponerse represivamente entre el hijo/hija-madre sino en el caso de una totalizacion anormal autoerotica; interposicion que, por otra parte, la ha producido ya la imposibilidad de un vinculo sexual alterativo y servicial de la pareja varon (padre)-mujer (madre). El conflicto edfpico es el fruto de una familia enferma, efecto de una sociedad enferma, 10 que por su parte instaura una pedagogica depravante y opresiva. セ@ Enrique Dussel EI padre, en lugar de ser el odiado interruptor de la afectividad filio-materna, es la garantia de la pulsion alterativa, ya que, y seria una indicacion entre otras el no tener ningun organo sign ificante particularmente erogenizado en su relacion paterno-filial (como el pezon materno, por ejemplo), revela al niiio de manera inequivoca la gratuidad del servicio, funcion que, por otra parte, cumple igualmente la madre. EI padre en cuanto que con sus brazos acoge al niiio (que cumple asi la pulsion filial del asirse­de) y 10 protege contra los elementos es tambien erotica presencia del calor que totaliza en la seguridad. Solo en este caso la superacion del conflicto edipico no es necesaria represion paterno-cultural en la fantasmagorica presencia de un super-yo (Ueber Ich) opresivo. Por el contrario, la imposibilidad del conflicto edfpico (y por ella su normal superacion) es la superacion de la fijacion regresiva de la pulsion de totalizacion (pulsion narcisista que permanece en el enfermo mental 0 en el mal moral) por la educativa expansion de la pulsion alterativa que no es, de ninguna manera, represion de la pulsion de vida (humana) ni de la sexualidad (alterativa) sino, por el contrario, su natural (en cuanto naturaleza humana) y cultural (si es servicio y no opresion) despliegue. La madre y el padre conducen en el amor las rupturas con el narcisismo como nacimiento de la alteridad: el parto, el destete, el salir de la casa a la escuela 0 al trabajo, el dejar la casa para fundar otra casa, son las rupturas del autoerotismo y el nacimiento de la alteridad. Las rupturas con la sexualidad narcisista es la condicion de posibilidad del nacimiento de la sexualidad humana, servicial, alterativa. EI padre, el Otro de la unidad hijo/hija-madre, no viene a interponerse en el servicio, sino que viene a interpelar desde la exterioridad de la erotica totalizacion labios­pezon, viene a pro-vocar como el pobre desde la exterioridad al amor-de-justicia. La paternidad (e igualmente la maternidad) es, justamente, la presencia distinta que permite instaurar en la bondad la casa, la cultura, la politica no ya como auto erotismo sino como amor humano: pulsion al Otro como otro, libre, separado, exterior. Para una erdtica latinoamericana De."r1pcI6n meta-ftslea del erotllmo Es por ello que podemos afirmar con Hermann que "no es exacto, tal como pensaba Freud, que la orientacion primaria de las pulsiones (humanas) no se dirijan al exterior"159. S610 por influencias exteriores, decepciones traumaticas 0 influencias historicosociales, la situacion narcisista destruye la pulsion alterativa. Adolf Pprtmann decia bien que el ser humano nace demasiado pronto, ya que sale del utero con menos posibilidad de autosubsistencia que todo otro animal. Pero ademas posterga hasta la pubertad (entre los doce a catorce afios) la madurez genital, teniendo, sin embargo, alrededor de los cinco afios una primera plenitud genitall6O, a fin de prolongar el tiempo pedagogico, es decir, el tiempo del poder llegar al pleno dominio del auto-erotismo transformandolo en pulsi6n alterativa 0 servicio, donacion. Si la educaci6n er6tica es posible es porque la pulsi6n humana es equivoca (en los animales, en los psic6patas, en los insensibles eticamente es univoca 0 se aproxima a ella). Es decir, la pulsi6n humana tiene una vertiente como pulsion de totalizacion (tensi6n exclusivamente ontol6gica, hacia lo Mismo), y otra como pulsion alterativa (meta-fisica, hacia el Otro como otro). La pulsion de totalizaciOn tiene por su parte dos significaciones diversas161 • En el sentido que aqui importa dicha pulsi6n es de 159 Imre Hermann, L 'instinctfilial, Paris, Denoel, 1972, p. 258. 160 Hermann nos dice que la postergaci6n de la plenitud genital es posible que ya en el nlvel de los primates se haya filogeneticamente alcanzado, siendo as! un modelo psico-social fijado hereditariamente en el hombre (el joven macho con genitalidad plena debi6 postergar el ejercicio sexual debido a la presencia del/efe del grupo, el que por la fuerza exigla al menos fuerte una abstinencia total). Imre Hermann, op. cit., pp. 202-214. 161 En el sentido expuesto a continuaci6n es pulsion que tiende a vivir la totalidad por regresion (es anormal, patologica, perversa). En un segundo sentido, pero mas alla de la pulsi6n alterativa. es como el deseo natural de ver aDios" de los medievales, es decir. el desear, sin negar la alteridad del Otro como otro, alcanzar alguna vez mas alla de la historia y 10 humano. la conciliacion irreversible. imposible para nuestra naturaleza. Este deseo escatol6gico nos mueve a veces a querer ya vivir en la conciliaci6n imposible para el hombre U Enrique ;!: dオセウ・ゥ@ retorno, de recuerdo, de involucion hada 10 anterior (que por otra parte se cor.!Lnde con la naturaleza); en este caso el ser humano se ret rot:: a.c a. io p'.lramente animal, biologico, fisico. La antropoJogia te:­mina por ser fisio­logia. Freud no conodo otra pulsion qu+:: esta. El principia del placer (10 inconsciente, el pasado sin セG・ーイウゥッョI@ 0 la pulsion de vida (10 sexual para Freud), 10 mismo que el principia de la realidad (10 paterno­cultural, 10 economico como necesidad) 0 la pulsion de muerte (como el fin indeterminado de la Naturaleza) quedan englobados en 10 que llamamos pulsion de tatalizacion. Tanto el placer 0 la vida como la realidad o la muerte freudiana no logran sobrepasar la Totalidad cerrada del autoerotismo, del ser humano como individuo 0 espede 0 como cosmos fisico­natural. Al final, tanto el auto erotismo del nino como la superacion del confiicto edipico por represion son situaciones no propiamente humanas, son situaciones patologicas, unilaterales, inmorales. La pulsiOn alterativa es el des eo humano por el que se tiende al Otro como otro en posicion servicial, gratuita, meta­fisica (mas alia del ser 0 la Totalidad), real. Es decir, la realidad de Freud no es sino el sistema represar imperante; es entonces la Totalidad. La realiliad de la que hablamos, como 10 hemos expuesto repetidas veces en toda esta Etica, es la constitucion efectiva y fisica del ser humano como tal, antes de ser 0 no com­prendido en mi mundo 0 creido en el cara­a­cara. La pulsion sexual humana es alterativamente erotica, pero dicha alteridad no es solo la de dos individuos de una especie, sino la de dos personas cuyo abismo de dis­tincion no puede ser atravesado sino por el respeto, la fe, el amor­de­justicia y el servicio. La intencion sexual alterativa nos abre a un ambito desconocido para Freud y define a la sexualidad, el erotismo, la pulsion humana y el inconsciente en un nivel que exige una redefinicion no solo de la intersubjetividad y de todas como hombre y ello, al apresurar antinaturalmente la conciliaci6n, se transforma en 10 patol6gico y eticamente maligno. Prua un" .r6tica I4tinoamertcana DeIKrlpd6n meta-fiska del erotlBmo las situaciones patologicas de la psique humana, sino que modifica aun toda la terapia y educacion del nino, del puber 0 adolescente, del adulto y aun del anciano. La erotica humana, cuando es seguida por la realidad, es culto y liturgia de 10 sagrado, del Otro como otra carnidad a la que debe servirsela deseando la realizacion de su deseo. 4. La economia erotica [76] Hemos dicho que laproximidad del cara-a-cara de los amantes, unidos por el amor-de-justicia-erotico, debe dejar siempre por imperiosa exigencia de la finitud humana lugar para la lejania. Es el ritmo de proximidad-lejania (cuyo simbolismo real es el ritmo cultual de la penetracion-salida del falo no mas activo que el ascenso-descenso de la vagina y el contacto clitoriano). Si la proximidad es la esencia meta-fisica de la erotica, la lejania es la esencia de la econ6mica (no solo en el caso de la economia erotica, sino igualmente y por analogia en la economia pedagogica, la economia politica 0 la economia arqueologica La econ6mica (del griego oikia: casa, hogar) es la relacion sujeto-naturaleza que se encamina a construir una totalizacion dentro de la cual, hospitalariamente, pueda vivirse en la seguridad el cara-acara. Al final, todo trabajo economico, es decir, toda labor transformativa del cosmos, de la realidad natural de los elementos, toda cultura (desde la agri-cultura hasta los satelites) es un cobijar la proximidad por mediacion del mdeo de una lejania. Se aleja La ec:onomla erOtica el amado de la amada, y viceversa, para construir la casa, para inventar el fuego y fabricarlo en el centro del hogar, para hilar el vestido, y poder asi deserotizar la posicion pedagogica (para con los hijos) y politica (para con los hermanos), para buscar el alimento. En casa, junto al fuego, saciado el apetito del hambre, en la desnudez del sin-vestido, el cara-a-cara erotico puede reemprender su ritmo liturgico no ya en la cIandestinidad sino en la segura permanencia de la historia irreversible de la pareja, donde podni darse la fecundidad y la pedagogia. Desde un punto devista erotico (y esto es 10 que descubrio acertadamente Freud aunque fuera atacado de pansexualismo) la politica es un rodeo 0 mediacion de la plenitud del sexo-a-sexo en la just ida. Desde un punto de vista erotico, ique son los sistemas politicos, la justicia social, la liberacion del pobre, sino maneras adecuadas de edificar la casa, tener alimento y poder sin frio a la intemperie desvestirse en el hogar para vivir el calor del amor sexual humano? Sin embargo, y como veremos, si 10 erotico mediatizara 10 pedagogico 0 politico para prolongar en la injusticia el deseo sexual, no solo depravaria 10 erotico sino que cumpliria una injusticia pedagogica y politica. Ademas, desde un punto de vista politico, 10 erotico se mostrara por su parte como una mediacion a los fines comunes de la sociedad (siendo una pareja una parte de una familia, y de una comunidad). Todo esto para mostrar que, desde un punto de vista parcial (sea erotico, pedagogico, politico 0 arqueologico) todo puede corrompe: es necesario saber tener en vito todos los momentos humanos del cara-a-cara y no mediatizarlos unos con respecto al otro, sino saber guardar el misterio propio de cada momento que juega la funcion alterativa del Otro en cad a caso. No es que 10 economico-erotico sea el fundamento y 10 politico sea supraestructural (como tiende a proponer Freud), 0 que 10 economicopolitico sea el fundamento y 10 erotico supraestructural (como piensa el marxismo standard), sino que, como en un circulo, cada momento juega la fundon de exterioridad alterativa y segun sea la perspectiva ahora 10 erotico, 0 10 pedagogico, 0 10 politico :j セ@ Enrique Dussel o 10 arqueologieo, son privilegiados como la alteridad originaria desde ese punto de vista. Esta cuestion ha sido siempre mal planteada por los que afirman la fundamentalidad ontologiea de un momenta (nosotros hablamos de su exterioridad meta-fisica) y por los que la critican (ya que en el fondo afirman otro momenta como fundamental, 10 cual es simplemente otro tipo de error). En el utero el feto tiene casa, alimento y vestido, interioridad en la Totalidad pnictieamente univoca de la madre. El parto, con la inenarrable experiencia del salir­hacia­afuera (salida angustiosa que solo con la pedagogiea en la justicia llegani a ser salida-de-la-prision 0 liberacion humana), lanza al recien nacido a la atmosfera que hay que respirar, a la succion del alimento para calmar el hambre, al sentir el frio, etc. Esefuera (anuncio del afuera de la casa y de la lucha por la vida) si es en demasia hostil had. que se pretenda volver a la totalizacion intrauterina: la totalizacion por involucion es 10 patologieo y 10 etieamente perverso. Para ella el ser humano, por fijacion filogendiea (como la pulsion de asirsede-La-madre) 0 historieo-cultural (todos los progresos en la tecniea arquitectoniea, 0 en la alimenticia -desde el pastoreo y la agrieultura hast a la industria contemponinea del alimento-, 0 en el vestido -desde el cuero del paleolitieo hasta la industria textil-) ha recibido al nino en una nueva totalidad que Ie permite, sin volver hacia atnis, abrirse camino confiadamente hacia adelante por la pedagogiea expansion de la pulsion alterativa. El nuevo adentro (filogenetieo y cultural) 10 construye y fabrica la economica-erotica, ya que antes que padre-madre el ser humano es varon-mujer, y por el trabajo, antes que para alimentar al hijo (10 que ya significa gratuita responsabilidad de los plenificados sexualmente), el varon desea la subsistencia de su amada, la mujer desea la de su amado. Si es verdad que el calor de la carnalidad del varon-mujer en la desnudez de la sexualidad puede hacernos pensar en el retorno al utero 0 al estar asido a la madre, en realidad, la sexualidad humana en la justicia es mas bien anticipacion escatoLogica de fa proximidad \d sin leianlas gu P es a 10 que tiende en ultimo Para una er6tica iatinoamericana La economla er6tlca termino la pulsion alterativa (y este es el segundo sentido y radical de la pulsiOn de totalizacion) 162 . El abrazo sexual humano en la justicia no es retorno pato16gico sino proyecci6n al futuro, alegre, entusiasta, subversiva y revolucionaria hacia delante, donde se espera en la progresi6n cualitativa de la historia nuevas y mas plenas proximidades: "Habia oido decir que (algunos) consideraban el contento de la carne como un paso necesario para la elevaci6n hacia la Trascendencia"163. Trascendencia que, en primer lugar, es antropo16gica (la mujer 0 el var6n, el hijo, el hermano), pero que, en ultimo termino, dando a 10 antropo16gico todo su sentido, es lnfinita, Absoluta. Como hemos vis to, en el capitulo 2. Freud piensa que el trabajo es una economia de placer, ya que dominando y postergando la satisfacci6n (por la disciplina civilizadora del trabajo) se alcanzan los bienes de la cultura (Kultur en aleman). De esta manera se llega a una aporia nunca resuelta por Freud: la espontaneidad de la pulsi6n inconsciente (cuesti6n dejada en vilo en dicho capitulo y que debemos tratar ahora) 0 el eros, queda necesariamente reprimida (aunque sublimada, es decir, por sublimaci6n represiva) en la realidad social, cultural, en las instituciones matrimoniales, familia res, sexuales, er6ticas que la historia ha ido constituyendo y transmitiendo (thdnatos)l64. Se tratara por ella no s610 de supe162 Vease la nota anterior. El co ito en la justicia es anticipacion escatologica, mientras que 10 patologico 0 eticamente perverso es apresuramiento, impaciencia 0 totalizaci6n anti-escatol6gica (porque al quererse vivir ya, sin apertura futura al servicio, la conciliacion eterna, de hecho, sera necesario incluir al Otro como cosa en la totalidad para que no se aleje en su alteridad y me exija por el servicio tener que estar nuevamente en la lejania). El coito sexual en la justicia, en cambio, vive la plenitud de la proximidad y se abre ala lejania por el servicio: ·Colmada la carne volvia hacia las gentes, los libros, las cosas [...j". Alejo Carpentier, El siglo de las luces, Buenos Aires, Editorial Galerna, 1967, p.375. 163 Ibid., p. 374. 164 Sobre la posibilidad de crear una cultura donde las pulsiones pudieran no ser reprimidas, debe, sin embargo, tomarse seriamente una indicaci6n dada por Enrique Dussel rar y resolver la aporia freudiana, sino, y al mismo tiempo, de dejar atnis las resoluciones unilaterales: sea la de los que proponen la liberacion pulsional autoerotic a del inconsciente sin represiones (afirmando solo el principio del placer, como Wilhelm Reich, por ejemplo), sea la de los que privilegian exclusivamente el nivel de la realidad social, sea esta politica (como para Arist6teles 0 Hegel) o economico-politica (como para Engels). Sera necesario, desde la situaci6n latinoamericana, proponer una economica erOtica que, siendo la plena realizacion del deseo inconsciente, sea capaz de superar las instituciones er6ticas vigentes (superando as! la pulsiOn de totalizacion) por medio de un trabajo liberador 0 servicio que no es ni la fantasia utopica ni el juego marcusiano. La economica erotica no es ni siquiera una sublimaci6n no represiva 165, sino que es una praxis positivo-liberadora que inevitablemente pasa de la erotica ala pedagogica y de esta a la poUtica (rematando en la Freud en 1927 en su obra Die Zukunft einer Illusion, I; "Los Jimites de la educabilidad del hombre supondnin tambien los de la eficacia de tal transformacion cultural. Podemos preguntarnos si un distinto ambiente cultural puede llegar a extinguir [Ia represi6n de los instintos y 'Ia coerci6n inevitable para la consecuci6n de estos prop6sitos·...l Tal experimento esta aun por hacerse [...] No me he propuesto en absoluto enjuiciar el gran experimento de cultura emprendido actualmente en el amplio territorio situado entre Europa y Asia [Rusiaj". Sigmund Freud. Die Zukunft einer Illusion, I, tome II, p. 75; t. IX, p. 143. Sin embargo. en Das Unbehagen in der Kultur (1930) dice que el que "en desesperada rebeldia adopte este camino hacia la felicidad, generalmente no I1egani muy lejos, pues la realidad es la mas fuerte. Se convertira en un loco a quien pocos ayudaran en la realizaci6n de sus deHrios". S. Freud, Das Unbehagen in der Kultur. tome III, 1930, p. 14; tome IX, p. 213; se trata de una intenci6n de "transformaci6n delirante de la realidad". Ibid .• p. 15; p. 213. 165 Desde ya debemos aclarar que para Freud, como para w. Reich. la economia sexual (Sexualoekonomie) es una regulaci6n, ahorro 0 dominio de la energia sexual del individuo. (efr. w. Reich, Die Sexuelle Revolution, ed. franc., 1968. p. 8), mientras que para nosotros. sin negar ese aspecto. indica principalmente la relaci6n hombre-naturaleza como lejania del cara-a-cara (proximidad 0 ejercicio actual del sexo-a-sexo) en procura servicial de nuevas proximidades sexual sino mas futuras; es decir, no recalcamos tanto ia retension 0 bien la expansion sexual como trabaio llberador, Pa.ra una erotica latinoamericana La economla erotica arqueologica). EI servicio economico al varon 0 mujer se continua naturalmente en el hijo y en el hermano. Es la realizacion practica como relacion a la naturaleza de la pulsiOn natural de alteridad (tension natural del inconsciente humano como humano). Para Freud la econ6mica supone una energetical66 , ya que aquella no es sino el ahorro y regulacion de esta. EI dinamismo, la fuerza 0 potencia economica (el traba;o) es biologico-pulsional. Por ello, "Ia importancia funcional del yo [...] en su relacion con el ella (Es) puede compararsela al jinete que rige y refrena la fuerza de la cabalgadura [",J El yo transforma en accion la potencia del ello, como si fuera la suya propia"161. EI trabajo (10 economico) es el fruto de la potencia pulsional inconsciente dominada por el yo, es decir, en una "transformacion de la libido [," por] desexualizacion, una sublimacion [...] que transforma la libido al proponerle un nuevo fin"l68. EI ella es "como el gran deposito de la libido"169, por 10 que, en la primera etapa del pensar freudiano (antes de 1920 digamos), la liberacion 0 la salud pudo ser interpretada como libertad absoluta sexual sin limitacion alguna. Es en esta linea en la que debe inscribirse Reich. En efecto, el inconsciente en un primer sentido (10 ontologico) es como la materia­con­la­que puede operar la conciencia, 0 mejor, la conciencia opera a partir de la energia que 166 "EI curso de los procesos anfmicos es regulado... por el principio del placer... [Pero] para que sea mas completa la descripcion junto a los factores topico y energetico debe incluirse el economico". Jenseits des Lustprinzips, 1; ed. cast., tomo I, p. 1097. Freud comenzo por la descripcion energetica, y continuo por una "representacion espacial, topica, de la vida animica" (S. Freud, Das 1ch und das Es [1925]; edicion castellana, S. Freud. Obras compietas, tomo 11, Madrid, Biblioteca Nueva, trad. por L. Lopez-Ballesteros, 1967-1968, p. 12), pero dio cada vez mas importancia a la economica. Cfr. Das Unbewusste, IV, ed. cast., ed. cit., tomo I, p. 1058. 167 S. Freud, Das 1ch und das Es. 11; ver edicion en castellano, S. Freud, op. cit., pp. 14-15. 168 Idem, Das 1ch und das Es, 111; ver edicion castellana, op. cit., tomo 11, p. 16. 169 Ibid., p. 17, nota 1. co .... Enrique Dussel es como la materia de su actividad. "En lenguaje husseriiano, el psicoanalisis es una hyletica de la conciencia"l7ll. Pero -y siguiendo una de las vertientes del mismo supuesto filos6fico freudiano-, si el inconsciente al final es ula vida vegetativa del hombre, en aquello que es comun con toda la naturaleza viviente, (dicha vida, espontaneamente) 10 incita al desarrollo, a la actividad y al placer"l71; en definitiva, la Hamada "necesidad hist6rica no es sino la necesidad biol6gica del despliegue de la vida"172. Reich se mueve, entonces, en el nivel del puro principio del placer (y del vitalismo nietzscheano ingenuo) para el que la espontaneidad 170 P. Ricoeur, Philosophie de la volonte, Paris, Aubier, tomo 1, 1967, p. 380. Vease sobre el inconsciente Ibidem, pp. 350-398. Vease la excelente obra de Ludovico Ceriotto, Fenomenologia y psicoanilisis, Buenos Aires, Troquel, 1969, donde se estudia la nodon de inconsdente en 5artre, Merleau Ponty, De Waelhens y Ricoeur. EI autor muestra como, en definitiva, la nocion de inconsdente "apunta a una latenda que es nuestra arqueologfa" (Ibidem, p. 227); de otra manera, y ahora en lenguaje ontologico, el inconsdente indica exactamente la nod6n de horizonte, de fundamento 0 de physis: aquello desde 10 cual (y hacia 10 cual) todo se avanza a la presencia de la conciencia (10 6ntico). efr. No.3, nota 52 del cap. 1, torno 1, de esta Etica). Freud, en su filosofia positivista del siglo XIX, ve el inconsciente como un dep6sito 0 reservorio material; Heidegger, en cambio, se acerca a dicha nocion pero por la de comprensi6nl preocupaci6n, momentos del ser del hombre que no caen bajo el dominio de la conciencia 0 la interpretaci6n-representaci6n, y que, como latencia vigenteausente, funda la actividad de la conciencia ontica. Para Freud "Ia diferenciaci6n de 10 psiquico en consdente e inconsciente es la premisa fundamental del psicoanalisis [...JEl psicoanalisis no ve en la conciencia la esencia de 10 psiquico' (Freud, Das Ich und das Es, I; Ver edici6n castellana, ed. dt. tomo 11, p. 9); recordando que se llama "consciente a la representaci6n (Vorstellung) que se halla presente en nuestra conciencia" (5. Freud, Metaphychologische Erganzung sur Traumlehre, I; ver edici6n castellana, ed. dt., tomo 1, p. 1031) podemos dedr que es, precisamente, la distinci6n entre Lo ontol6gico y Lo ontico, siendo esto ultimo el ambito de presentaci6n del ente a la interpretaci6n subjetiva. De esta manera que todo 10 visto en el cap. I (t. I), puede aplicarse a la noci6n de inconsciente. 171 W. Reich, La revolution sexuelle, Paris, Union Generale d'Editions, 1968, p. 373. 172 Ibid., p. 377. Para una erdtica lati;,oamericana La eeonomfa er6tica pulsional vegetal plena mente desinhibida es ya la salud y la liberacion humana. cuyo unico enemigo es "la regulacion moral (de la sociedad burguesa) que se opone a la autorregulacion por economia sexual"m. Es decir, para nuestro autor hay "unidad de naturaleza y cultura"174, y explica que si para Freud "el inconsciente poseia pulsiones antisociales"l7S no era porque el inconsciente fuera esencialmente antisocial, sino solo porque la sociedad vigente era antinatural (la burguesa, y aun la rusa de la que ya en 1931 Reich habia hecho un diagnostico importante de la politica sexual de Stalin). Sin embargo, yaqui se encontraria la ingenuidad romantica de Reich, deberia implantarse una plena libertad sexual (desde la posibilitacion, por ejemplo, de la masturbaci6n del niiio 0 la relaci6n sexual prematrimonial desde la pubertad, etc) en una sociedad justa donde el trabajo fuera igualmente feliz. Es decir, desde el principio del placer se instauraria una sociedad sin contradicciones. Al mismo tiempo es paradojico ver como muestra que dicha libertad natural pulsional sexual tiene mas camino hecho en Estados Unidos que en los pafses socialistas (y mucho mas 10 afirmaria ahora ante la realidad de una China donde la juventud se empeiia exclusivamente antes del matrimonio monogamo al estudio, el deporte y el trabajo manual -claro que ayudado por una sociedad donde no existe, tal como 10 querfa Reich, ninguna "especie de literatura generadora de ansiedad sexual, como la pornografia, el roman policiaco, las historias horripilantes para niiios"176). ,No sera que dicha libertad pulsional es uno de los momentos del hombre europeo. dominador del Otro, del pobre, de la mujer? ,No sera que el mismo Reich se ha dejado llevar por el mero principio del placer (que al no tener siquiera un principio de La realidad, es solo un primer momento 173 174 175 176 Ibid., p. 52. Ibid., p. 377. Ibid., p. 56. Ibid., p. 368. el セ@ Enrique Dussel autoer6tico y primitivo de la ya unilateral puLsion de totalizacion) que es la esencia del ego paterno 0 del senor-dominador, el que hace las leyes, impone en los mas debiles el super­yo, es decir, el fundamento del principio de La realidad vigente? Querer hacer a todos senores y dominadores (al poder saciar libremente su pulsi6n sexual sin limites), ademas de ser imposible (porque hay que ejercerla sobre alguien que debe sufrir como injusticia la "libertad" del dominador) es anti-humana {porque niega en absoluto a la puLsion aLterativa)177. En esta visi6n unilateral la cuesti6n del trabajo y la cultura se simplifica ingenuamente hasta significar s610 la espontanea consecuci6n de la mera libertad sexual. Seria una interpretaci6n, desde la econ6mica del placer, de la pedag6gica y la politica. Por el contrario, la economica erotica debe tomar muy seriamente la vigencia siempre presente del principio de La realidad, aunque no debe absolutizarselo 0 instituirlo como la naturaLeza del ser humano, sino ennfrentarlo criticamente. Hegel nos dice, dando al principio de La realidad un poder inevitable, que "el individuo se da realidad (Wirklichkeit) s610 cuando se concreta como Ser­ahi (Dasein), es decir, como determinaci6n particular, por 10 que queda limitado a una esfera determinada de necesidades"178. 177 La critica de Marcuse vale s610 en parte: "La liberaci6n sexual per se Uega a ser para Reich una panacea para los males individuales Ysociales. EI problema de la sublimaci6n es minimizado; no se hace ninguna distinci6n esencial entre la sublimaci6n represiva Yla no represiva, y el progreso en la liberaci6n aparece como una mera liberaci6n de la sexualidad". Herbert Marcuse, Eros y civilizaci6n, Barcelona, Seix Barral, 1969, p. 220. De todas maneras, el valor de la interpretaci6n de Reich, en 1930, fue el de haber comprendido que "el principio de realidad, tal como existe actualmente, es el principio de realidad de la sociedad capitalista" (Reich, Materialismo dialectico y psicoanalisis, Mexico, Siglo XXI Editores, 1970, p. 25), pero se equivoca al pensar que pudiera haber una sociedad futura que no funcionara como principio de realidad (iHe aqui su ingenuidad!). Lo que acontece es que dicho principio de realidad no sera el capitalista, pero sera el tecnol6gico, la dominaci6n de los planificadores, etcetera. 178 G.W.F., Hegel, Rechtsphilosophie. '(0. 20:­; tomo VII, p. 359. Para una er6tica latinoamericana La economla erotlc;a El ser humano es real para Hegel cuando, participando en el sistema (Systeme)179, recibe su ser como funcion particular dentro del todo. Es por ella que "el trabajo (die Arbeit) es la mediacion que prepara y obtiene el medio apropiado para la necesidad particularizada"l80. El trabajo nada tiene que ver con la erotica, porque una tal economia erotica no existe ya que son "cuestiones que pertenecen a la esfera de la sociedad civil (des burgerlichen Gesellschaft)"181. Pero en este caso es de preguntarse que sentido tiene que la familia posea una cierta fortuna 0 propiedad exclusiva182 , y de donde se origina, si el trabajo es solo una actividad de la economia politica. La familia pareciera ser s610 algo asi como el momenta subjetivo 0 parcial de la sociedad civil, donde el individuo posee por propiedad (familiar, entonces, 0 de propiedad colectiva) l81 10 que trabaja en y por la ciudad. Arist6teles a partir de una misma 16gica de la Totalidad (aunque dentro de otro sentido del ser), da al trabajo productor una exclusiva significacion familiar. La economical" es esencialmente economia domestica, pero, por otra parte, el nivel familiar o er6tico no tiene ninguna exterioridad con respecto a 10 politico, porque "el Todo (to h6lon) es necesariamente anterior a la parte"l••, por 10 que la familia es parte constitutiva de la ciudadestado, quien constituye su esencia. El hombre es, esencialmente, "un animal que vive en la ciudad­estado"l86, dejandose de lado el 179 Ibid. 180 Ibid., No. 196, p. 351. 181 Ibid., No. 170, p. 323. 182 efr.Ibid., nos. 170 ss; sobre la propiedad, Nos. 41 ss. 183 Ibid., No. 171, p. 324. 184 Nombre de la pequef\a obrita aristotelica sobre la organizaci6n domestica (Oikonomikon, 1343­1353: "La economica difiere de la poHtica como una cas a (oikia) de la dudad­estado (p6lis)"; 1,1343 a 1­2) que es repetida al comienzo de la Polftica.1 (1252­1260 b 24). 185 Aristoteles, Polit. I, 1; 1253 a 19­20. 186 Ibid., a 3. La famosa descripci6n de la esencia humana ha sido numerosamente mal comprendida: no se dice que todos los que hoy consideramos hombres 10 00 '" Enrique Dussel Gil nivel interpersonal, intimo, de la exterioridad erotica. Si en la ciudad burguesa moderna europea el trabajo es actividad economico­politica por excelencia, en la ciudad griega el trabajo era una actividad propia del esclavo y en menor grado de la mujer dellibre o el artesano. La labor del varon libre ciudadano del demos era exclusivamente regentear la casa y participar en todas las actividades de las estructuras politicas. Y todo esto, por naturaLeza (kata physin): uquien por su inteligencia es capaz de previsi6n, es par naturaLeza gobernante y por naturaleza senor; quien es capaz con su cuerpo de ejecutar aquellas providencias (trabajo manual), es subdito yesclavo (dolilo) por naturaleza"181. Por su parte, ya que ciertos "instrumentos son inanimados y otros animados... y el esclavo es instrumento poseido animado"l88, el var6n libre nunca trabajasino por intermedio del esclavo, ya que tiel esclavo no solo es esclavo del senor, sino que es por entero de el (hOlos eke{nou)"I89. No existe, entonces, propiamente una econo­ mica erotica (como relacion del varon a la naturaleza para servir ala mujer y viceversa), sino s6lo una economia domestica donde el varon no trabaja (el que trabaja es un instrumento animado: el esdavo). Lo mas grave es que este principio de la realidad pasa por ser seglin La naturaleza, y como la naturaleza es eterna y divina el cuerpo de leyes que se habfa introyectado en todos los miembros de la ciudad (varones, mujeres, hijos, esdavos) tenia garantia de perenne estabilidad. La Sittlichkeit (ethos 0 costumbres) de Hegel, al menos, eran leyes, normas, derechos que poseyendo una historia Began a ser segunda naturaleza en las sociedades, de tal manera que cabe una evolucion 0 cambio, aunque dicho cambio, son porque son animales sociales. sino que para Arist6teles eran hombres los que vivian en las ciudades­estados heIenicos exclusivamente. 187 Ibid .. 1252 a 32­ b 1. 188 Ibid., 1253 b 29­34. 189 Ibid.• 1254 a 12­13. Comparese esta doctrina aristotelica can el セッN@ 61 de la Rechtsphilosophie de Hegel; en Zusatz, Hegel explica que se trata del esclavo griego en comparacion con el trabajador asalariado de su tiempo. Para una erotica latinoamericana La e<:onomia erotica como es sabido, es el necesario progreso del Espiritu 0 el Absoluto mismo. Para Arist6teles, por el contrario, las estructuras griegas cobraban fisonomia de eterna y divina permanencia. En este caso se ha confundido gravemente una injusta e hist6rica depravaci6n er6tica y econ6mica con la naturaleza misma. Estas son las necesarias consecuencias eticas de la ontologia del ser como luz, fundamento y eternidad. La ontologia de la Totalidad es er6tica y econ6micamente represiva. Freud, en cambio, fue mucho mas critico con respecto a la sociedad burguesa machista de su tiempo. Aunque no 10gra conciliar terapeuticamente el principia del placer y el de la realidad, sin embargo, su critica a la vida europea moderna es radical. En efecto, ya en Totem et Tabu (1913) habia adoptado "la hip6tesis de Ch. Darwin, segun la cualla forma primitiva de la sociedad humana habria sido la horda sometida al dominio absoluto de un poderoso macho""'o, la que "con la muerte violenta del jefe, transform61a horda paterna en una comunidad fraternal"191. Los her­ manos (la politica) debieron imponerse mutuamente reglas de subsistencia. Poco a poco nace la civilizaci6n, fruto del trabajo: "el trabajo (es) la renuncia a la satisfacci6n de las pulsiones"IH. Por ella "s610 mediante cierta coerci6n pueden ser mantenidas las instituciones culturales y esto debido ados circunstancias ampliamente difundidas entre los hombres: la falta de amor al trabajo y la ineficacia de los argumentos contra las pasiones"llI3. 190 191 192 193 Massenpsychologie (1921). x (tomo I, p.1l54; tomo IX, p.1l4). Ibid. Die Zukunfteiner Illusion (1927), I (tomoII, p. 75;tomo IX,p.142). Ibid., pp. 74­75; Ibid., p. 141. Freud no era pesimistacon respecto a la naturaIeza humana, aunque no tenia confianza en la posibilidad de una cultura no represiva: "No es awnturado suponer que estas dificultades no son inherentes ala esenda セNャ。」オエイL sino que dependen de las imperfecciones de las formas 」オャZュ。・ウセ basta ahora [... Una tal cultural serfa la Edad de Oro, peroes""''''''''que pueda llegarse a ello. Parece mas bien que toda ci:vil.izaci6a. . . . . . . . . . .laooerd6n y la renuncia de las pulsiones·. Ibid., p. 74; Ibid.. pp.­­­- セ@ セ@ Enrique Dussel El trabajo como represion de las pulsiones daria como resultado una cultura represiva, la que, en efecto, ejerce no solo una "coercion externa (sino tambien) una coercion interna por la accion de una instancia psiquica del hombre, el super­yo"194 0 la conciencia moral. El trabajo por el desplazamiento de la libido 0 la sublimacion de la pulsion constituye una cultura donde tiel designio de ser felices que nos impone el principio del placer es irrealizable"195, por 10 que puede decirse que "muchas culturas ­0 epocas culturales y quizas aun la humanidad entera, nos dice Freud­ se han tornado neur6ticas"196. Freud se hace cargo entonces de que seria necesario llegar a una terapia social, pero ";,de que serviria el amilisis mas penetrante de las neurosis sociales, si nadie posee la autoridad necesaria para imponer a las masas la terapia correspondiente?"197. Pero se torna casi profeta cuando nos dice que "pese a todas estas dificultades podemos esperar que algun dia alguien se atreva a emprender la reforma de semejante patologfa de las comunidades culturales"198. Lo que contradice, y nos muestra la desorientacion en este nivel de Freud, aquella afirmacion de que "los individuos que emprenden juntos la tentativa de procurarse un segura de felicidad y una proteccion contra el dolor par medio de una transformacion delirante de la realidad"l99 pueden ser juzgados como locos delirantes. Ante 10 cual concluye ­yes la conclusion de la totalidad de su obra­: "Me falta animo para erigirme en profeta ante mis contemporaneos, por 10 que no me queda mas remedio que exponerme a sus reproches por no Mセ .... ­ ­ - 194 Ibid., p. 76; Ibid.• p. 145. Esta doctrina depende directamente de Nietzsche (Cfr. No. 28. cap. V, tomo II de mi Etica de 1973). 195 Das Unbehagen in der Kultur (1930), II (tomo 111, p. 16; tomo IX, p. 214). 196 Ibid., VIII (p. 63; Ibid.• p. 269). 197 Ibid., p. 64; Ibid.• p. 269. Antes habia dicho: hemos pasado inadvertidamente de 10 econ6mico a 10 psicoI6gico". S. Freud. Die Zukunft einer Illusion, tomo II, p. 75; Ibid., tomo IX, p. 144. Ahora. en cambio, hemos pasado de 10 psico16gico a 10 politico. 198 Das Unbehagen in der Kultur, VIII, p.64. 199 Ibid., I (p. 15; Ibid., p. 213). La economia erotica poder ofrecerles consuelo alguno"200. Es 10 que acontece al fin con la ontologia (como el estado­de­resuelto de Heidegger): afrontar la tnigica realidad sin soluci6n pnictica alguna. Para la er6tica latinoamericana (y la del mundo periferico) tal posici6n seria la muerte, la desaparici6n, porque la voluntad de dominio del centro nada quiere de mejor que la tnigica resignaci6n pasiva. Hay, en cambio, quienes piensan que es posible la modificaci6n revolucionaria del principio de realidad, sin recuperar (porque vivieron antes) el erotismo romantico de Reich, pero afirmando la primacfa de la economfa politica hegeliana sobre la er6tica freudiana (de antemano). En efecto, Friedrich Engels, en Del origen de La familia, fa propiedad privada y el Estado, dice que ula familia esta total mente sometida a la propiedad, y en su seno siguen libre curso los antagonismos y luchas de dases"201. La familia, como para Freud 0 Arist6teles, tiene por finalidad alcanzar el necesario "ali mento, vestido y domicilio"202 de sus miembros. Apoyandose en la obra de Morgan 203 , Engels muestra que la estructura actual de la familia es el fruto de una historia milenaria: la realidad entonces es hist6rica y no natural. La relaci6n erotica actual es un "orden negativo. Pero lque vendra despues? Eso se dira cuando haya crecido una nueva generaci6n"204. Hoy habria un tipo de matrimonio donde "sola mente tiene derecho el var6n, y por excepci6n la mujer", pero al modificar la realidad social "el matrimonio se concertara con toda libertad, ­ ...... Mセ 200 Ibid., VIII. p. 64, Ibid.• p. 270. 201 Friedrich Engels, EI origen de la familia. la propiedad privada y el Estado. Madrid, Editorial Fundamentos, 1970, p. 12. Freud dice que la cultura tiene por fin ·poner la tierra al servicio del hombre [...J las herramientas. el fuego y la construcci6n de la habitaci6n". S. Freud, Das Unbehagen in der Kultur, tomo Ill, p. 21; Ibid., tomo IX, p. 221. Arist6teles, por su parte. muestra que ula familia es la comunidad establecida por naturaleza para alcanzar los bienes cotidianos". Arist6teles. Polit., I, 1. 1252 b 14. 202 F. Engels, op. cit., p. 12. 203 Morgan, Ancient Society, 1877. 204 F. Engels, op. cit.• p. 104. Enrique Dussel suprimiendose la produccion capitalista y las condiciones de la propiedad creadas por ella... Por su naturaleza, el amor sexual es exclusivista, el matrimonio fundado en el amor sexual, por su naturaleza propia, es la monogamia... Pero 10 que seguramente desaparecera de la monogamia son todos los caracteres que Ie han impreso las condiciones de la propiedad a las cuales deben su origen"20S. Este es fundamentalmente el argumento engelsiano. A 10 que debe agregarse que Ula primera opresion de clases fue la del sexo femenino por el masculino"206, y por ello ula primera division del trabajo es la que se hizo entre el varon y la mujer"207. Dicho trabajo, como para Hegel, es el de la economia politica. Alcanzandose la negacion de la propiedad privada (cuya depositaria es la familia capitalist a, y cuya desposeida es la familia proletaria) se alcanzarfa una relaci6n erotica realizada, sin contradicciones, en la sociedad sin clases: "Sera una rediviviscencia de la libertad, igualdad y fraternidad de las antiguas gentes, pero ba;o una forma a:; superior"208. Sin embargo, la esencia intima de la economia erotica no se ha llegado a describir ni a situar en su nivel propio, como exterioridad a toda otra economica. EIprincipio de realidad latinoamericano ha impedido, por su parte, la recta constituci6n de una economia er6tica. En los tiempos de la conquista y la Cristiandad colonial, bajo la estructura legal de Las leyes de las lndias, por las instituciones de la encomienda y la mita, y por el servicio personal, la mujer india se vio utilizada como mediaci6n del apetito y como acceso a la naturaleza del dominador. La misma mujer hispana sufrio el machismo no solo hispanico, sino conquistador, que debi6 sumar un cierto grado de agresividad 0 sadismo a la erotica europea­medieval de los caballeros cruzados. Del refinado, hasta culto podrfamos 205 Ibid., pp. 102­103. 206 Ibid., p. 83. f 207 Ibid., p. 83. 208 M_.. A7ls..;"y, : セ@ p.552. Para una erotica 14tinoameriCIJIfa La economia er6tlca decir, erotismo de la burocracia hispanica- se pasa poco a poco a la oligarquia encomendera 0 de comerciantes criolIos, que desde la mitad del siglo XIX se divide en conservadora y liberal. La er6tica oUgarquica criolIa, despues burguesa, dependera en parte de las practicas coloniales, en parte de Europa y poco a poco, crecientemente, de la influencia norteamericana (desde la primera parte del siglo XX, en especial por la influencia del cine, televisi6n, etc.). La er6tica popular dependent del machismo hispanico colonial, de las costumbres indias prehispanicas, y de normas que fueron surgiendo como modos de subsistencia ante el sistema dominador: "casarse es caer bajo el peso de leyes que hicieron los hombres... Frente a la vida, es evidente que Rosario se mueve en un mundo de nociones, de usos, de principios, que no es el mio" (el de una oligarquia que en este caso vivia en la metr6poli)210. Esto nos muestra dos er6ticas, cada una de elIas llevando en su estructura los signos de una larga alienaci6n. Una econ6mica er6tica meta-fisicamente humana es la expansi6n plena del inconsciente, ervicialmente pro-ductor de nueva realidad211, no como una mera actividad hidica 209 Un ejemplo seria aquel testimonio citado del obispo Zumarraga: use me quejaron diciendo que el presidente e oidores les pedian sus hijas y hermanas". Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia de Mexico, tomo I, p. 256. Vease desde el texto puesto al comienzo de este capitulo VII hasta los citados en notas 48 a 56. 210 Texto citado de Alejo Carpentier, Los pasos perdidos, p.179. 211 Como se vera, al decir "servicialmente pro-ductora" queremos corregir la ontologica y univoca interpretacion del inconsciente, realizada por DeleuzeGuattari en r: Anti-oedipe. Para los autores, "contrariamente a Reich, la esquizo-analisis no hace distincion de naturaleza entre la economia politica y la economia libidinal" (p. 457. El inconsciente como maquina productora de reaHdad (donde la produccion deseante [desirante] se identifica con la produccion social), y no solo como para Freud productora de representaciones, no es suficiente ni adecuado. El inconsciente es un organismo deseante servicial, es decir, y como veremos, no solo una maquina material sino una carne viviente (organismo) deseante, pero cuyo trabajo no es s610 produccion (correlato de una necesidad ontica u ontologica), sino servicio (praxis セ@ Enrique Dutael romantica212 , sino como construcci6n de la casa y en ella inventando y colocando el fuego, como fabricaci6n del vestido para la inclemencia de los dimas, como cosecha y procura del alimento para reparar las energias y poder as} vivir la proximidad er6tica de Ia pareja. ASI como la carne, la persona (el rostro) no se tiene en sentido meta-fisico estricto, sino que se es (se es carne); de Ia misma manera, realmente, la casa, el alimento y el vestido cuando es logrado en el servicio y como pro-vocaci6n de ;usticia no se tienen, se son: se es Ia casa, el vestido y el alimento. La casa, Ia justa, la que la proximidad pide y no mas (no el palacio, la mansi6n o la fortaleza), es un momento del mismo ser del nuevo todo que es la pareja er6tica, mas alIa del ego falico y en el cumplimiento del ego ditoriano-vaginal. La casa, horizonte de intimidad originariamente ados (yo-el Otro en la unidad del amor er6tico), es la prolongaci6n misma de los limites de la carnalidad falicaclitoriana-vaginal como unidad antropol6gica nueva. EI traba;o de la economia er6tica no va a parar por sus obras s610 en la economia politica sino en la interioridad de la totalizaci6n del abrazo sexual. EI trabajo de la economia er6tica es servicio al Otro como de otro sexo y para, por mediaci6n de la iejania de dicho traba;o, poder vivir la proximidad. Filogeneticamente el liberadora meta-ffsica que se encamina al Otro como otro). La economia dibidinal no es la economia politica aunque se coimplican mutuamente, pero como exterioridades dis-tintas, ana-16gicas a la totalizaci6n de cada una de elIas. 212 Ya hemos visto la posicion de Marcuse (Eros y civilizaci6n, toda la Segunda parte), pero igualmente la obra de Lukacs, eウエセゥ」。L@ Mexico-Barcelona, Editorial Grijalbo, 1966-1967, donde el trabajo de la econom(a politica se identificaria al final (como 10 piensa Marx) con la acci6n libidinal plena y la estetica como creaci6n de obras de arte. En verdad, esa identidad es un mas alia de la condici6n hist6rica del hombre, 0, 10 que es mas grave para los que sufrimos el sistema desde fuera, un epifenomeno 0 un Iujo negativo del mismo sistema totalizado (los hippies 0 el alegre y creador trabajo del gran bur6crata del socialismo ruso). Toda pretend ida identidad es signo de totalizaci6n: alguien ha sido inmolado para que alguien juegue, al fin. con su cadaver. EI homo ludens es posible desde el homo lupus, heroe activo del sabio ego cogito. La economla erOtica servicio dermico (de la piel) de los primates superiores es un ana16gico antecedente 2U • Ontogeneticamente el servicio-econ6micoer6tico se dirige maternal mente a dar calor al Otro. y. filial mente. a querer recibir calor del Otro2l... Eroticamente el trabajo tiene el sentido de encender y conservar el fuego (de focus. y de donde procede la palabra hogar) para permitir la continuidad del calor que es vivido en el extasis del coito y que se despliega despues a los mas lejanos momentos del servicio cotidiano al Otro sexuado. Esta diakonia (en griego: ministerio, servicio) ni es represi6n de la pulsion er6tica ni es trabajo pedagogico 0 politico; la diakonia de la economia erotica es la prolongaci6n misma del abrazo sexual, es su fruto, es 10 que se hace desde el entusiasmo del amor para renovar el amor. De la proximidad del eros hacia la lejania del servicio econ6mico nos habla aqueUo de: "colmada la carne volvia hacia las gentes, los Hbros, las cosas, con la mente quieta..."215. Del retorno posibilitado desde la lejania hacia la proximidad siempre pro-vocante y vigente en cada gesto: "... bastaba una lluvia repentina. un florecer de plantas en la noche, un cambio en los rumbos de la brisa. que brotaba el deseo en amanecer y crepusculo...; Acophibanse de tal modo los ritmos fisicos a los ritmos de la Creaci6n!"216. EI deseo erotico espontaneamente se reviste de eficacia pro-ductora en el servicio gratuito, en donaci6n al Otro como mujer 0 var6n reciprocamente. No se trabaja solo para una estructura impersonal. ni para un abstracto sistema productivodistributivo masivo: se trabaja para aquel que en la oscuridad, el 213 "EI servicio mutuo del cuidado de la piel constituye una repeticion de la accion por la que la madre arranca algunos pelos a sus hijos ... El servicio dermico es el modelo y el punto de partida de todos los hechos sociales". 1. Hermann, l' instinct filial, Paris, Denoel, 1972, pp. 92·93. 214 Filogeneticamente, los primates duermen siempre en grupo para darse calor mutuamente. Geneticamente, el nino, horrorizado, en dimas frios, por la inh6spita frialdad del ambiente, tiende a asirse de la madre para equilibrar su temperatura y calentarse. 215 Texto dos veces citado de A. Carpentier, El siglo de las luces, p. 375. 216 Ibid. Enrique Dussel calor y la seguridad de la casa, cuando el vestido fabricado contra la intemperie ya no es necesario, cuando el alimento ingerido es ya calor de la carne, para aquel 0 aquella, con el 0 10 que se es, en la liturgia de la danza de la ceremonia sexual217, el cara-a-cara que mide toda otra posible proximidad humana. Ese trabajo es creaci6n en el Otro de las mediaciones que 10 hacen real, humano: es un trabajo liberador del Otro que como otro sexuado, en la belleza y la insinuaci6n pro-voca por justicia 10 que Ie es debido. Es asi que el trabajo er6tico servicial ha inventado en la casa el calor del fuego en su centro, ellugar para preparar los alimentos (la cocina), para que la energfa de la pulsi6n este siempre viva en el lugar del cara-a-cara que mas que el dormito rio es el simple lecho de la pareja118 • Este es el despJiegue del trabajo de la economfa er6tica, despliegue de la propia carnalidad y por ello posesi6n de la pareja de sus obras, como la mutua exclusividad de sus propias carnes vividas en la fidelidad y el secreto. '3. Arist6teles hace del var6n libre de Atenas el propietario hasta de otro hombre: el esclavo; Hegel hace de la familia la deposita ria 217 Jacques Lacan, Lectura estructuralista de Freud, Mexico, Siglo XXI Editores, 1971, p. 319. 218 La espacialidad de la casa, el sentido de sus diversos lugares, tienen relacion directa con la esencia de la casa como prolongacion de la carnalidad humana, como un cuerpo desplegado: desde los orificios (puertas para entrar con los frutos del trabajo, los alimentos, y para salir con los desperdicios de la cocina; ventanas para que entre la luz, para poder ver afuera sin ser visto, para producir la oscuridad en el dla), ala calidez aisIante del techo (en tierras tropicales) y las paredes (en tierras frias), hasta la intimidad del lecho, la funcion mediatizante de la cocina con respecto a la digestion, etc. No debe olvidarse que las mas primitivas casas fueron redondas, como los nidos de los primates supedores: totaHzacion circular equivoca donde, como veremos, se podra negar al hijo. La historia de la erotica ha dejado tras de sl una historia de la arquitectura de la casa. No tiene igual casa el refinado haren de un sultan, el libre pigmeo del Africa 0 el asediado esquimal de Groenlandia. Aun cabrfa preguntarse por Ia significacion escatologica (ausencia vigente) de Ia sexualidad en la austera celda del monje cristiano 0 mahometano, de la casa de las virgenes del sol en el Cuzco imperial, etcetera. La economla erOtica de la propiedad privada (poseida por los miembros de la familia colectivamente) de bienes obtenidos en la sociedad politico civil; Marx y Engels proponen la abolici6n de todo tipo de propiedad privada, ya que esta es el mal originario y es necesario extirpada de raiz. La econ6mica er6tica nos ensefia, ademas, que la posesi6n privada y exclusiva de la casa, el vestido y el ali mento, aquel que necesita el Otro (el varon para la mujeryviceversa), es de derecho meta-ffsico, por sobre todo derecho positivo219 • Nada tiene esto que ver, entonces, con la propiedad privada masculina, ni con la propiedad privada excesiva de algunas familias capitalistas, mientras que otras no tienen techo, ni calor, ni alimento, viendose necesitadas de acoplarse como los animales a los ojos de todos, de sus vecinos e hijos. Sin casa la desnudez se vuelve obscenidad, pornografia, impudor, blasfemia, bestialidad, alienaci6n. Cuando el trabajo del var6n 0 la mujer nunca llegan a hacerse casa significa que han edificado los palacios, las fortalezas, 0 10 supertluo para los que han creido que su casa es el horizonte de la economia politica. Es decir, el que traspasando los limites de la econ6mica er6tica cree que rigen s610 sus derechos en la econ6mica politica se apropia de hecho de las casas, del vestido y el alimento de muchos otros. La estructura de posesi6n privada yexclusiva de la casa se funda en el estatuto meta-fisico de la carne misma sexuada del var6n y la mujer al constituir en la proximidad er6tica la pareja. En la economia politica no existe el mismo estatuto metaffsico entre el hermano-hermano y por ello tal posesion no puede justificarse con la misma validez. Pero, la construcci6n de la casa en la lejania, exige una cierta disciplina de la pulsi6n, no como represi6n, sino como garantia de que el amor al Otro sexuado es servicio y no auto-erotismo. La pulsi6n alterativa debe templarsela en la juventud. Es por ello por 10 que en China, y no en Estados Unidos tal como 10 pensaba 219 Veanse mis reflexiones sobre la propiedad en mi obra America Latina. dependencia y Iiberaci6n. pp, 178-190: "La propiedad en crisis·, セ@ Enrique DusseJ ;:j; Reich, la juventud estudia, trabaja y hace deporte: ejercicio de la carne para templar el canicter del servicio. La juventud del centro pide libertad sexual, posibilidad de drogarse, plena vigencia de la pulsiOn de totalizacion. La juventud de la periferia debe saber que la pulsion alterativa, para que se despliegue como economia erotica, debe poder construir en la lejania el paroxismo de la proximidad en la justicia. El hombre del centro pretende prolongar la proximidad indefinidamente; pero para que el comfort pueda prolongarse es necesario apoderarse de cada vez mas numerosas casas de la periferia. Si la juventud de la periferia pretendiera 10 mismo, simplemente, nunca construira su casa, porque Ie faltara el entusiasmo y la disciplina para superar la exacerbada pulsion de totalizacion al cual rinde erotica mente culto el centro en su sociedad de con sumo. El trabajo como servicio liberador del Otro como sexuado en la economia erotica es praxis que se impulsa desde una energetica pulsional (que supera el principio del placer) y que como economia no solo cumple el principio de la realidad vigente (totalidad cultural represiva en Freud, 0 no-represiva en Marcuse), sino que atravesandolo, como la meta-fisica supera la ontologia, pone a disposicion del Otro la Totalidad de su ser, de su mundo, de su realidad. De alli que, si fuera necesario y para cumplir con la justicia 0 la pro-vocaci6n del Otro como otro sexuado en la belleza y la desnudez, el trabajo pone la naturaleza a su servicio, aunque para ello haya que modificar revolucionaria 0 subversivamente la realidad imperante. Es necesario llegar entonces a la patologia de las comunidades culturales (viendo asi la relacion que se establece entre la economica erotica y la economica poHtica), acaeptando la mutua exterioridad de ambas, para que la econ6mica erotica cobre su humana significaci6n. El varon se enfrenta a la naturaleza para poneria al servido de la mujer. Historica y culturalmente se Ie atribuyo concretas reladones que Ie permitieron Ia supremacia sexual (el portar las armas de cazador, guerrero y militar; de gobernar el clan y Ia Para "M erotica latinoamericana La ec:onomfa erotica familia; de realizar los trabajos mas rudos y porellos tener todo derecho fundado en su fuerza; etc.}. Sin embargo, la tecnica contemporanea poco a poco iguala la relaci6n del var6n y la mujer con respecto a la naturaleza y con ello posibilita una nueva relaci6n irrespectiva entre var6n-mujer. A la mujer se Ie atribuy6 correlativamente otra relaci6n con la naturaleza. Culturalmente se la reclufa en la casa como posesi6n del var6n junto a los muebles e hijos: "[...] el paisano vivia I y su ranch ito tenia, / y sus hijos y mujer [...]"220. Su labor econ6mica era conservar el fueg0 22l , hacer la comida y el vestido, cuidar los hijos del var6n, construir el acogimiento, la intimidad, la belleza del hogar. La mujer era exclusiva mente vista desde su ego vaginal pasivo, como el calor de la madre originaria. Para nada se habfa descubierto la actividad del ego clitorian0 222 • 220 Texto dtado de Jose Hernandez, Martin Fierro, I, 133-136, 221 Para Freud (Zur Gewinnung des Feuers, tomo III, pp, 67 ss.; Ibid., tomo IX, pp, 445 ss), el fuego dice relacion a la mujer (para 1. Hermann, op, cit., dice ademas reladon a la madera con la que elluego se hace, con la tierra, con la madre: es un sindrome en torno al calor) y no a la posicion falica. 222 Sobre la cuestion del trabajo ejercido por la mujer en America latina, vease, por ejemplo, la obra dtada de A. y M, Mattelart, La mujer chilena en una nueva sociedad, pp. 113 ss. Querriamos reflexionar sobre las estadlsticas de Mattelart para indicar Ilneas concretas de una econ6mica erotica, Puede observarse por el resultado de las encuestas que pesa sobre la mujer de pueblo una enorme alienacion culturaL EI 92 % de las mujeres de pescadores (todo en Chile) estan en desacuerdo en que la mujer trabaje (de hecho, el 82 % no trabaja sino en casa y el resto hace en casa otr05 trabajos por encargo), mientras que las mujeres de clase alta piensan que deben trabajar (el 80 %; de hecho son las que mas trabajan fuera de casa: el35 %). Por su parte, los varones de pequefias propiedades de la zona de riego piensan que la mujer no debe trabajar (84%), 10 mismo que las clases urbanas de obreros (80 %), mientras que en la clase media alta los hombres se inclinan en sentido contrario (eI52% piensa que la mujer debe trabajar). Claro es que la mujer de c1ase alta puede trabajar porque sus nifios son cuidados en un 67 % por empleadas domesticas, mientras que la clase obrera debe hacerse cuidar sus nifios por su misma familia (50 %). Por su parte, los varones pescadores piensan que la mujer no debe tener igual autoridad que el varon en el trabajo (72 % opina esto), Enrique Dussel Lo cierto es que la tierra se ha visto poblada de casas, toda ella como un inmenso jardin, fruto del eros que se despliega como pulsion alterativa y pro-creadora. La tierra y las piedras se hacen paredes, los arboles se transforman en techos, los rios en acequias para regar los futuros alimentos, los pies presurosos en busca del amado van construyendo los caminos ... la cultura toda es obra economica de la erotica; es sefiorio sobre los elementos para liberar el amor 0 para oprimirlo. mientras que los varones de clases media alta yalta piensan 10 contra rio (en un 76 y 70 %, respectivamente). Es interesante que la profesion mas ejercida en la casa, por pedido externo, es la costura, tejido e hilados (el 36 % de los propietarios pequenos de la zona de secano), y que las razones que las mujeres dan para el hecho de trabajar son, para las clases mas necesitadas, conseguir una entrada economica suplementaria ( el 84 % de inquilinos de zona de riego), y para la clase media alta yalta, lograr la realizacion profesional 0 personal de la mujer (el 40 % en ambos casos). Puede verse, en general, que en las dases altas la mujer ha llegado a una consideracion mas valiosa de sf misma. GSera entonces que las condiciones economicas de las familias son las que posibilitan dicha liberacion? GO sera mas bien que la mujer con mayor posibilidad de informaci6n ha podido tomar conciencia antes? De todas maneras, la liberaci6n de la mujer es tambien liberaci6n politica y cultural, economica e ideologica, porque pes an sobre ella mistificaciones tradicionales y estructuras sociales opresivas. 5. La eticidad del pro-yecto erotico [lI! La sexualidad humana ha sido eticamente denigrada por una cultura (indoeuropea 0 helenistica y moderno europea), dualista, que despreciando el cuerpo ha negado el sentido a la genitalidad humana. Se acostumbra a regalar flores en los acontecimientos mas intimos como en los mas publicos. Y, i,quien recuerda que las flores son los organos sexuales de las plantas? En los altares de los templos, junto al cadaver de los muertos 0 en el dia de bodas, las flores se hacen presente con su hermosura. "Cuando se Uega al nivel humano la exhibicion es causa de escandalo y la disimulacion de los organos sexuales es uno de los primeros elementos de la civilizacion. Esta actitud, por otra parte, es ambivalente, puesto que la disimulacion es acompafiada de mil invenciones de las modas del vestido destinadas a hacer resaltar al mismo tiempo 10 que se pretende ocultar"223. EI hecho, entonces, de que en las relaciones politicas y pedagogicas la desnudez genital sea ocultada y 223 Marc Oraison, Le mystere humaln de la sexualite, Paris, Seuil, 1966, p. 8. EnriqueD......1 sin embargo se avance siempre provocativamente, y, sobre todo, si se tiene en cuenta que la genitalidad esta local mente ligada a muchos confiictos anales (geneticamente, la educaci6n anal del nino, desde que el vestido y la casa adquieren un cierto grado de pulcritud, impondra la identidad entre 10 sucio, la mancha y el mal), producira en las ontologias de la Totalidad un desprecio etico del cuerpo, la sexualidad, 10 genital y todo 10 relacionado con los instintos inferiores, con la afectividad a16gica, las pulsiones animales en el hombre 224 • La mancha etica del pee ado 0 la falta moral tiene relaci6n simb6lica con la suciedad que produce la menstruaci6n 0 la eyaculaci6n falica; y, poco a poco, se constituye todo un sindrome simb6lico: la suciedad y la mancha son impurezas, la impureza como sensibilizaci6n del mal dice relaci6n al cuerpo y la materia. Se llega asi a la materia como el mal originariol25 • Si el ser es 10 divino, eterno e indeterminado; el no-ser 0 el mal es 10 profano, temporal, determinado: el cuerpo, las pasio§ nes que nos unen a 10 plural y nos diversifica en 10 impuro. Por ello el bien er6tico 0 sexual es, desde una com-prensiOnfalica del ser (que fue tanto la de los indoeuropeos-helenicos como la de los Incas en America, aunque en menor medida), la pureza anterior a la mancha, al abrazo sexual: la virginidad. La parthenos (virgen en griego) consagrada en el Parten6n a Palas Atenea, y las virgenes del Sol que vivian en el barrio Adlahuaci de CUZC0126 , indican la visi6n fcilica del mundo. Nunca hubo varones virgenes consagrados a la Terra Mater 0 a la luna, s6lo hubo eunucos pero para 224 Wase el analisis fenomenol6gico de P. Ricoeur, a partir de la simb6lica griega y hebrea del tema de la suciedad, la mancha y el mal. P. Ricoeur, La symbolique du mal, Paris, Aubier, 1963, pp. 31-144. 225 Vease 10 que hemos expuesto en el No. 20, cap. III, tomo II. Considerese, ademas, nuestra obra EI dualismo en la antropologia de la cristiandad y EI humanismo helenico, en temas tales como el maniqueismo, la doctrina dualista del cuerpo, el mal, etc. No nos extendemos por ello aqul. 226 Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios reales, IV, I, tomo 11, p. 7. Sobre las mujeres Incas casadas, vease Ibid., cap. XIII-XV, pp. 25 S5. Para ulta erotica laein_lcalta La eticldad del pro-yecto er6tlco servicio de las mujeres (ya no es una consagraci6n falica. sino. por el contra rio, una castraci6n); aunque sf hubo ce1ibato por razones analogas. Esto muestra que el Ser, la Realidad imperante y divina es masculina. La bondad sexual es el no ejercicio de la genitalidad. La moral estoica de la apatheia 0 impasibilidad es negaci6n insensible de la sexualidad227; para los epicureos ula imperturbabilidad (ataraxia) y el no-dolor (aponia) son los mas apacibles placeres"228, y con e110 se niega nueva mente el valor activo del abrazo sexual. Para los neoplat6nicos el bien 0 la perfecci6n humana es el retorno (epistroje) a la unidad originaria indiferenciada que se logra por la purificaci6n (katharsis). Esta purificaci6n es separaci6n de las pulsiones, del cuerpo y la materia: el alma debe liberarse del cuerpo y de las cosas de aqui abajo229. Pero para llegar a la "impasibilidad e imperturbabilidad (apatheia kai ataraxia)" no s610 es necesario negar la materia, la forma 16gica discursiva y la misma inteligencia (nous), sino todo rastro de diferencia, a fin de que el alma pueda llegar a ser la misma substancia como ser y pensar=: la teoria viviente 231 que es la inteleccion pura>32. Nada mas lejano ni mas negativo de 10 sexual que esta perfecci6n contemplativa. Esta experiencia ontol6gica del bien y del mal como negaci6n de 10 sexual pasani al pensamiento bizantino y latino medieval por influencia del helenismo sobre los Padres de la Iglesia, por las sectas gn6sticas, montanistas, maniqueas, catareas, albiguenses. hasta Descartes y Kant. Junto a una 227 Veanse numerosos fragmentos en Von Arnim, Stoicorum veterum fragmenta, tomosI-II,1923. 228 Diogenes Laertius, X, Epikur, ed. alemana, 1868, p. 112. 229 Plotino, Eneadas, VI, Paris, Ed. Les Belles Lettres, 1924-1931,9,10. 230 La f6rmula dice: "all'ousia kal to tanton to einai kai to noein einai n (Ibid, m, 8, 8). 231 "lheoria z6sa" (Ibid.). 232 ":£1 ve sin ver nada, y entonces es cuando ve sobre todo. As! la inteligencia recogiendose en su intimidad ve una luz que se aparece subitamente, sola, pura, y dandose a sf misman (V, 5. 7). Nada mas semejante a1 Saber absoluto hegeliano. セ@ Enrique Dussel com-prensi6n falica del ser dentro de una antropologia dualista la conciencia falsa de una culpabilidad irremediable (por la imposibilidad de negar la pulsi6n sexual en el ser humano) llevara a una hipocresia creciente, una eticidad er6tica no s610 alienante de la mu;er sino, igualmente, destrucci6n de una verdadera sexualidad masculina. Y asi, en el comienzo de la modernidad, cuando Descartes descubrira y corroborara irreversiblemente en Europa un espantoso dualismo antropoI6gico 23), llegan los conquistadores hispanicos a America. La concepci6n falica del mundo europeo-medieval viene ahora a sumarse a la sumisi6n a la que se han visto llevados los indios vencidos. Los hombres varones -dice Bartolome de las Casas- son reducidos "oprimiendoseles con la mas dura, horrible y aspera servidumbre"; pero esto con los que han quedado vivos, porque muchos han muerto; sin embargo, "comunmente no dejan en las guerras a vida sino los mozos y las mujeres"2M. El conquistador, ego falico armado de caballos, perros, espadas de hierro, mata 0 domina al var6n indio, y se acuesta con la india: las indias "quedan amancebadas con los duefios de las casas o estancias u obrajes, 0 con mestizos 0 mulatos 0 negros, gente de sal mada"235. El abrazo sexual fuera de todas las normas vigentes (sean de las culturas amerindianas 0 hispanico europea) es la er6tica originaria de America latina, es geneticamente el comienzo de un ethos todavia no extirpado, fruto de una injusticia que no sera facil superar. EI ego falico se constituye en su fuerza bruta y 233 セeウエ・@ yo, es decir, mi alma, por la que soy 10 que soy, es enteramente diferente del cuerpo [...] y si no hubiera cuerpo no dejaria de ser el alma 10 que esn (Discours de la methode IV; p. 148); el ego cogito es, entonces y en apariencia, no sexuado (Ia sexualidad vendrfa por el cuerpo); sin embargo, y de hecho, ese ego es falico; un ego falico sin padre, sin mujer. sin hijo: esquizofrenico (todo esto se dio de hecho como experiencia personal en la vida de Descartes: nego a su madre, a su amante, a su hija, tenia miedo patologico al frio -sensaci6n propia de la esquizofrenia-. etcetera). 234 Texto puesto al comienzo de esta obra. en la primera pagina del tomo I. 235 Parte de una carta del obispo Juan Ramirez, citada al comienzo de esta obra. Para una erotica tatinoamericana La etlcidad del pro-recto er6tico en su opresi6n armada, de derecho, econ6mica, como el fundamento de la dominaci6n er6tica. La contradicci6n es evidente y el conflicto permanente: "Hombres (varones) necios que acusais I a la mujer sin raz6n (sin fundamento), I sin ver que sois la ocasi6n / de 10 mismo que culpais"236. En el pro-yecto ontol6gico del conquistador hispanico la mujer era algo asi como botin de sus batallas, algo sobre 10 que se tenia derecho de conquista, algo a La mana para saciar la pulsi6n (en el mero y primario sentido del principio del placer sin represi6n alguna de un principio de realidad todavia inexistente). Por una parte su dignidad de macho quedaria deshonrada si su mu;er no fuera virgen; por otra parte, como 10 indica Sor Ines, su mismo machismo quedaria reducido si no fuera capaz de seducir una virgen. Lo que acontece, hist6rica y socialmente, es que la mujer del matrimonio del conquistador, encomendero 0 criollo perteneciente a la clase oligarquica 0 burocnitlca, llegara en la gran mayoria de los casos virgen al matrimonio, mientras que su hombria sadica y opresora se cumplira con la india, la esclava 0 la mestiza: la mujer del pueblo. Moralmente poco y nada se recrimina al var6n su experiencia prematrimonial; es en cambio fatal para la mujer, y la misma moral vigente que perdona al var6n culpa ala mujer con los castigos mas duros: el de ser madre soltera (sin buscarse al padre ni protegerse a la madre); el deshonrarla por la perdida de su virginidad, etcetera. El artista nos muestra una triple er6tica latinoamericana. La er6tica de una oligarqufa dentro del matrimonio legal; en segundo lugar, la er6tica ilegal del var6n con su amante; en tercer lugar, el descubrimiento de 10 que seria una er6tica latinoamericana. Alejo Carpentier muestra la primera relaci6n del protagonista con Ruth, con la que "el domingo, al fin de la manana, yo soUa pasar un momento en su lecho, cumpliendo con 10 que consideraba un deber de esposo, aunque sin acertar a saber si, en realidad, mi acto respondia a un verdadero deseo de Ruth. Era probable que ella, a 236 Texto citado de Sor ,uana lnes de la Cruz, Antologfa clave, p. 48. セ@ Enrique Dussel S su vez, se creyera obligada a brindarse a esa hebdomeraria ーイ。」セ@ tica fisica en virtud de una obJigacion contraida en el instante de estampar su firma al pie de nuestro contrato matrimonial":l37. La insatisfaccion de esta erotica contractual produce la necesidad de su suplencia: a Mouche "la habia conocido dos anos antes, durante una de las tantas ausencias profesionales de Ruth, y 。オョセ@ que mis noches se iniciaran 0 termina ran en su lecho, entre nosotros se decian muy pocas frases de carino. Reniamos, a veces, de tremenda manera, para abrazarnos luego con ira, mientras las caras, tan cercanas que no pod ian verse, intercambiaban injurias que la reconciliacion de los cuerpos iba transformando en crudas alabanzas del placer recibido"23S. Si la primera relacion era casi de indiferencia 0 juridica, la segunda es sadico-masoquista. La ・イッセ@ tica plenificante se cumple con Rosario, que comienza a bosquejarse cuando se dice que "del brazo de Rosario, cercano al mio, se desprendia un calor que mi brazo aceptaba con una rara y 、・ャゥセ@ tosa sensacion de escozor"23'. Sin embargo, aun esta relacion es machista y alienante de la mujer latinoamericana. Todo esto nos indicaria que la eticidad negativa (la maldad) es la del pro-yecto ontologico erotica que teniendo como unico horizonte la Totalidad constituye a la mujer como objeto sexual (lo otro interno a lo Mismo), donde el ego falico es de hecho la medida del ser mismo y la medida de la sexualidad. Pero, y por su propia logica, ese mundo masculino se niega a S1 mismo como castracion (desexualizando contemplativamente la perfeccion humana), dejando sumido al mismo varon en la imposible superacion de la 237 Alejo Carpentier, Los pasos perdidos, Santiago, Editorial Drbe, 1969, p. 9. Esta er6tica oligarquica simboliza toda la cultura del centro. 238 Ibid., pp. 23-24. Mouche no es s610 la ramera, sino tambien, simb6licamente, la "cultura sofisticada" de la misma oligarquia criolla latinoamericana, que se acuesta con el centro, como 10 deja ver en el dialogo tan apreciado por Mouche entre el indio, el negro y el blanco que niegan su cultura y adoran el arte europeo (pp. 58-59). 239 Ibid., p.112. Para una erotlc41atinoamericana La eticidad del pro-recto erotica aporia vigente en la cultura occidental (tanto la del centro como la dependiente en tanto alienada 0 totalizada): la sexualidad, por esencia onto16gica naturalmente masculina, es al mismo tiempo mala en S1. Esta es la conclusi6n de la ontologia griega y moderna, y la imperante en los grupos dominadores en America latina. En este caso la maldad del pro-yecto er6tico es negaci6n del Otro; es el no-al-Otro como otro sexuado (la mujer), pero, al ser bipolar la esencia de la sexualidad meta-fisica, la negaci6n de un polo castra al otro y por ello la sexualidad como tal es eticamente suprimida. El Otro, como sexuado dis-tintamente, la Di-ferencia, es el punto de apoyo de la sexualidad como despliegue de la pulsion alterativaj pero esta ha sido negada por la totalizaci6n machista con fundamento ontol6gico (el ser como physis 0 como subjetividad totalizada). Todas las perversiones, enfermedades 0 «pecado» er6ticos son diversos momentos de una totalizaci6n auto-er6tica: de un pro-yecto de auto-realizaci6n sexual, como autonomia onto16gica eticamente perverso. Negar al Otro como otro distintamente sexuado es cosificarlo, alienarlo, hacerlo instrumento er6tico del auto-erotismo. Un pro-yecto er6ticamente totalizado, 0 eticamente perverso esta a la base del mito griego de Edipo y de la experiencia factica europea moderna (descubierta por Freud). En efecto, si Edipo tiene la valentia de decir que "el que sepa quien fue el autor de la muerte de Layo, hijo de Ubdaco, presentese y declarelo"24o era porque tenia una conciencia inocente, es decir, no tenia culpabilidad. Pero, cuando Tiresias, el sabio, Ie dice que "esta tierra esta manchada por la infamia de un culpable: y el culpable eres tu (Edipo)"Ul, el rey aunque protesta primero reconoce despues el haber matado a su padre y estar cometiendo el incesto con su madre. Edipo es el ego falico totalizado. Siendo el dominador del 240 S6iocles, Edipo Rey, Mexico, Editorial Porrua, Angel M. Garibay (trad.), 1969, p.130. 241 Ibid., p.132. セ@ Enrique Dussel fundamento 0 10 Mismo no puede referirse a su madre sino como 10 otro (10 no-falico) que cumple supulsiOn de totalizaci6n. Siendo 10 mismo, el propio ego, el nino es tambien adulto, y, 10 otro, es tanto madre como mujer. No hay lugar para el padre alterativo, el Otro de la relacion hijo-madre en la justicia; tampoco hay lugar para el hijo en la justicia, el Otro que el padre-madre; no hay posibilidad de distinguir entre madre y mujer como conclusion. Todo ha sido unfvocamente reducido a la mera relacion: falo como fundamento y no-falo como instrumento interno de la autorealizacion erotica del falo, unfvoco y dominador. El falo como tal cae entonces en la siguiente aporia: en tanto fundamento ontologico es inocente (0 mejor esta mas alIa del bien y del malontico); pero en cuanto quiere ejercer su potencia falica (el pene aparece como falo, para Lacan) se determina ontica y necesariamente y comete siempre la falta (porque el abrazo sexual con una mujer es, siempre e inevitablemente, al mismo tiempo, acto sexual incestuoso: la madre y la mujer son 10 mismo, no-falo; por otra parte, el padre es el falo unfvoco, ya que hijo varon y padre son onticamente el mismo falo unfvoco y si alguien pretende ser el Otro fdlico -que eso es justa mente para el nino todavia no adulto su padre en la justicia- no puede sino querer eliminarlo, ya que el unico ser es el del ego falico). Los moralistas griegos habfan visto que la perfeccion humana era asexuada (faIica pero no ejercida, es decir, ego falico indeterminado como para Fichte el Ich absoluto 0 el Seren-sf de Hegel que terminara siendo 10 mismo en el momenta del para-sf). Freud, mas penetrantemente aun (como el mito edipico que mas claramente que los filosofos mostrola esencia del ethos erotico indoeuropeo), probo que todo ejercicio sexuaillevaba implfcito una contradiccion: la sexualidad es represion neurotica 0 patologia; de otra manera, la eroticidad es esencialmente incestuosa y asesina del progenitor del mismo sexo. La tragedia Electra, del mismo SOfocles, muestra el deseo de la hija de J>,ua una erotica latln_erlcana La etlddad del pro-recto erotlco que su madre muera24Z • Esta univocidad de la sexualidad lleva a una radical perversi6n ya que es una incomprensi6n total de la sexualidad243 • En estos casos el egofalico es lafalicidad abstracta y ontol6gica que como tal es impracticable: ni el padre ni el hijo son lafalicidad en cuanto tal, y, por ello, todo ejercicio concreto, 6ntico, al negar otro de sus momentos posibles internos (el hijo negaria al padre si su relaci6n con la madre fuera univocamente relaci6n con la mujer; el padre negada al hijo si su relaci6n con la mujer fuera identicamente con la madre) es siempre perversi6n: es muerte del padre (0 del hijo) e incesto (con la madre-mujer). Tenemos explicita conciencia que esta cuesti6n nunca ha sido tratada por la filosofia, y no es extrafio porque la filosofia ha side en gran parte hasta el presente el pensar de la Totalidad misma. Un estudio mas profundo nos llevada a escribir una er6tica con proporciones parecidas a toda esta etica, pero se trataria de otra obra que pensamos encarar en el pr6ximo futuro. Por el contrario, la eticidad positiva 0 la bondad del proyecto er6tico se alcanza en el si­al­Otro como otro dis-tintamente sexuado (en-nuestra casi afirmaci6n dis-tinta de la mujer como mujer): la Di-ferencia. En esto se equivoca ingenuamente Reich al decir que ula regulaci6n moral se opone a la auto-regulaci6n de la economia sexual'':!.... Por una parte, se equivoca al creer que la unica moral es la vigente de una cultura machista represiva; en segundo lugar, piensa que el mere principio del placer es la regIa propia de la sexualidad humana. Una regulaci6n realmente etica 242 Cuando el hermano de Electra y Electra misma asesinan a su madre el coro grita: "jOh ciudad. oh prole desdichada: la Moira (lease: 'el ser como Totalidad totalizada') impera al finn (Ibid.• p. 84). Muestra bien que en una tal ontologia erotica los hijos no pueden sino odiar a un progenitor e identificare con el otro; pero, y viceversa. el progenitor niega siempre al del mismo sexo: esta es la logica de la Totalidad erotica. 243 No es que las 16 relaciones posibles se unifiquen en la primera (varon-mujer). sino que ni siquiera la primera se cumple realmente. 244 W. Reich. La revolution sexuelle, Paris: Union Generale d' Editions. 1968, p. 52. セ@ Enrique DusseI (que es la realizaci6n de la pulsion erotico alterativa) no s610 no se opone al despliegue normal de la sexualidad sino que Ie marca el camino de su humano cumplimiento sin represiones. Para ella es necesario abrirse al Otro deseando el cumplimiento de su deseo, sin negar el propio: el ego falico como horizonte ontol6gico de constituci6n debe dejar lugar a un origen trans-ontol6gico que es "el Otro como sexualidad clitoriana-vaginal" en el caso del var6n. Desde su dis-tinta constituci6n sexual, desde el respeto al misterio de su originariedad y misterio sexual, el proyecto er6tico eticamente valida es el que se propone como servicio, como culto, como satisfacci6n. Un tal pro-yecto, que se abre desde el Otro como otro sexuadamente dis-tinto juzga criticamente al proyecto totalizado f,Uicamente y 10 juzga como opresivo. Desde la alteridad er6tica, el Otro clitoriano­vaginal para el var6n 0 el Otro fdlico para la mujer (por dar dos ejemplos de los muchos posibles), la maldad del pro-yecto sexual se deja ver en la alienaci6n de la dis-tinci6n en mera diferencia interna totalizada. La mujer (0 el var6n) es destituida de su sagrada exterioridad y es constituida meramente como no-falo (0 no-vagina-clitoriana), es decir, como momenta negativo de la misma Totalidad autoer6tica y no como sexualidad de Otro como otro dis-tintamente sexuado. En este caso, el Otro reducido a ser 6nticamente no-falo (0 no-vagina-clitoriana) 10 castrado, es simplemente una cosa, un ente, un instrumento. La palabra griega porne245 procede del verbo pernemi que significa vender, alienar, y en su sentido radical: vender una esclava, una mujer. Es el acto sexual que significa la instrumentaci6n de la mujef266 , sea para el culto divino (yen este caso era la prostitucion sagrada de ciertos pueblos indoeuropeos), sea para la mera satisfacci6n del var6n. Es de notar que un Plat6n, por ejemplo, admite el abrazo sexual con esclavas 245 Vease art. p6rne, en TWNT, pp. 57955. 246 En hebreo la palabra zenut indica el acto sexual cumplido por un var6n, sea 0 no casado, con una mu;er no necesariamente casada. La etlcldad del pro-yecto er4tlco -costumbre de la aristocracia griega antes de contraer matrimonio con la mujer libre- y no es considerada falta moral·... El coito sexual es humano y humanizante cuando se da dentro de las condiciones de su posibilidad propia: por el deseo del cumplimiento del deseo del Otro en la justicia, la belleza, el respeto. Cuando se da como mera mediaci6n para la propia pulsi6n auto-er6tica es perverso. En este caso el pro-yecto er6tico no es valida no porque el acto sexual sea malo, sino porque alienandose al Otro se 10 hace cosa, se 10 totaliza como ente dominado. Por ello, para que la relaci6n sexual sea humana y plena es necesario que sea durable. (lEi inconveniente mayor de una ligaz6n pasajera, desde el punto de vista de la economia sexual, es que no permite una adaptaci6n sexual con el otro de la pareja tan completa como en la ligaz6n durable, y por consecuencia no alcanza una satisfacci6n sexual tan completa"248. La fornicaci6n, por su propia definici6n, no 0010 es una relaci6n pasajera (una hora, un dia, ciertos tiempos) sino que esencialmente es alienaci6n del Otro como otro, es cosificaci6n y negaci6n de su exterioridad. Mientras que para la ontologia de la Totalidad la fornicaci6n puede ser mala porque la sexualidad como tal es mala (y. en el fondo, se admite como un mal menor s610 en el caso de la reproducci6n del hijo, justificativo moralizante de la sexualidad matrimonial dentro del orden vigente). Lejos entonces estamos de aceptar la moral vigente que juzga como mala a la fornicaci6n: nuestras razones son las inversasi no porque la sexualidad sea mala sino porque es santa, sagrada y no debe alienarsela, corrompersela. Es sabido que las relaciones durables han sido muchas en la historia de la humanidad. Desde la poliandria y la poligamia hasta diversos modos de institucionalizar dicha relaci6n prematrimonial y matrimonial del var6n y la mujer. Reich, por ejemplo, en su romantidsmo anti-institucionalista (donde elprincipio del placer 247 Leyes VIII, 84 a-c. 248 W. Reich, op. cit., p. 193. セ@ Enrique Dussel es todo y el principia de reaLidad es negado totalmente) niega en absoluto que la durabilidad del vinculo supere el momento en que disminuya la satisfacci6n del placer sexual y se debilite la armonia de los ritmos er6ticos. "Desde el punto de vista de la economia sexual puede que la ligaz6n dure semanas, meses, dos 0 diez aii.os; no decimos que deba ademas ser monogamica. puesto que no fijamos normas"m. Para este autor la monogamia coercitiva como instituci6n social tiene fruto de una causa econ6mica, es decir, es la posesi6n de la mu;er dentro del marco de La propiedad privada de los medios sociaLes de produccion150 • Politicamente significa "una sociedad autoritaria"l5l. Socialmente constituye la dependencia de la mujer y el hijo. Debemos reconocer que acierta al indicar que no acepta aquello de que ul a sexualidad no es la esencia del matrimonio sino la procreaci6n de los hijos"m, porque esto destruiria la normalidad er6tica de la pare;a, a la que, por otra parte, se la educaria antisexualmente en vista de la sola procreaci6n y sostenimiento de una cultura y sociedad capitalista. Esto significarfa la desaparici6n de un cierto orden familiar. de un cierto tipo de organizaci6n moderno europeo del matrimonio. El mismo David Cooper llega a decir que "mientras no podamos contemplar de frente la muerte de La familia, ese sistema que asume como obligaci6n social la de filtrar oscuramente la mayor parte de nuestra experiencia y vaciar nuestros actos de toda espontaneidad generosa y genuina"l53, pareciera que no podnihaber realizaci6n plena humana. La muerte de La familia dominadora, europeizante en cuanto capitalista y moderna, sin embargo, no debe espantarnos, porque se trata de 249 250 251 252 253 Ibid.• p. 193. Ibid. p. 206. Ibid., p. 207. Ibid. DavId p.156. La muerte de la L,miiia, Buenos A,r"5. EdItorial raidos. 1971. Ptlra una erotica iatinoamericd.tta La etlcidad del pro-recto erotieo un cierto tipo de familia totalizada y anormal que rep rime a sus miembros. De 10 que se trata es de liberar a los miembros de la familia, var6n-mujer, padre-madre, hijo-hi;a, hermano-hermana, a fin de constituir en la alteridad un nuevo organismo servicial, no s610 no-represivo sino expansivo y liberador de los dominados. Pero, entonces, la familia no sera nunc a una Totalidad totalizada, sino sucesivos y crecientes cara-a-cara donde la Exterioridad del Otro (sea el var6n 0 mujer, padre 0 madre, hijo 0 hija, hermano 0 hermana) nunca es del to do interiorizada y pro-voca a la justicia desde los derechos que son los suyos. La familia seria asi escuela de respeto, de subversi6n, de liberacion, donde cada persona que la constituye sigue siendo siempre un misterio para los otros, abyssus invocat abyssus. Es necesario, por ello, tomar conciencia del despliegue total de la vida sexual en su real sentido meta-fisico, como liberacion de sus momentos sucesivos, posteriores, exteriores. Si el despliegue se interrumpe involuciona y se degrada; se torna eticamente perverso como pro-yecto de dominacion. El abrazo sexual es mutua con-sagracion (sacralizar al Otro con el que se esta en la proximidad) y no fornicacion cuando el sexo-a-sexo es deseo del cumplimiento del deseo del Otro y no solo del propio deseo (autoerotismo). Es el Otro como otro sexuado en la justicia el que garantiza que el pro-yecto erotico es eticamente donacion como servicio gratuito. La ternura, el mutuo amor en la belleza, el acompafiar la proximidad erotica con la economica lejania que es fidelidad en el traba;o, el respeto, todo ella per mite conservar la exterioridad del Otro en la intencion del eros liberador. Pero, cuando la costumbre y el habito, cuando el puro principio del placer y la intrinseca tension de la er6tica totalizan equivocamente la pareja, todo podria cerrarse en un auto erotismo a dOSi es ya una Totalidad totalizada cuya perversion inevitable puede durar menos 0 mas tiempo pero, de todas maneras, es inevitable. La pulsion de totalizacion agota la sexualidad humana porque no conserva su resto escatologico de pulsion alterativa. .... .... ..... セ@ Enrique Dussel La pareja totalizada cerra ria su cicIo y se disolveria (seria el final de la relacion meramente durable) si no aconteciera la parusia de una nueva exterioridad que viene a garantizar toda la erotica y dade un nuevo cumplimiento subversivo revolucionario. Es mas, la verdadera consagracion 0 bendicion (que los hebreos llamaban berakd) se realiza cuando surge nueva Alteridad desde la pareja. El varon y la mujer, totalizados en la satisfaccion mutua, mueren en el autoerotismo si la Alteridad no queda reconstituida desde­la­nada de la mutua decision de dar a luz el Otro absoluto, tiempo nuevo y nueva historia, exterioridad en el seno del eros de la pare;a: el hijo, la hi;a. La causa pro-creante del hi;o es la libertad fecunda de la pareja, el ex nihilo de la ex­sistencia del nuevo ser humano que como tal subvierte el orden y revoluciona 10 dado. La pare;a (el ex­) pone en el ser (la ­sistencia) desde la fecundidad, erotica, amante, una realidad meta-fisica a la com-prension ontologica de la pare;a. El hijo, la hija, al mirar hacia su origen, encuentra la nada (de su propio ser todavia­no ex-sistente) de la libertad de un varon-mujer que unidos sexo-a-sexo son indivisiblemente y para siempre su padre-madre. El hijo en su misma realidad, como exterioridad a toda vision y mas aHa de la erotica y como fruto de ella, porta la unidad indivisible del varon-mujer. £1 hijo, la hija, desde siempre, es inescindiblemente Otro que su padre-madre pero los constituye a los dos, porque por elios pro-creados, es su unicaJuente: el hijo bendice la relacion durable haciendola eterna en su propia constitucion real, en su ser dis-tinto. De otra manera: la pareja deviene solidaria cuando, aunada por la libre eleccion de la pro-creacion del hijo, no es ya solo erotico cumplimiento del deseo del Otro como otro sexuado en la amistad durable, sino que en el hijo son consagrados en laJecundidad como el origen indivisible meta-fisico de la dis-tincion. Repitiendo, entonces, el proyecto erotica no solo incluye el deseo sino que, y concomitantemente, la superacion de la mutua satisfaccion por la pro-creacion del Otro nuevo que da permanente garantfa de gratuidad servicial a la erotica. Es aqui donde fa erotica deja ya paso a fa pedag6gica, y Para una erotica latinoamericana La eticidad del pro-yecto er6t1co la pareja, que comienza por ser un varon-mujer, pasa a ser la familia de un padre-madre-hijo-hija-hermano-hermana, analogica constitucion primera de todas las posibles posiciones del cara-acara: la proximidad originaria y escatologica. La procreacion no es el fin de la pareja, es su trascendencia como amor difusivo. Si para la erotica de la Totalidad la perfeccion humana es asexuada y todo acto falico es necesariamente muerte del padre o del hijo e incesto, por el contrario, la erotica de la Alteridad propone la perfeccion humana desde la sexualidad y como su cumplimiento. La sexualidad es un momenta constitutivo de la perfeccion etica y su ejercicio en la justicia es bondad liberad ora servicial. El Otro, la mujer para el varon, el varon para la mujer, el hijo para la pareja, no viene a interponerse, ni a negar sadicamente al padre 0 cometer el incesto con la madre, ni masoquistamente se experimenta como castrada. Edipo mata a su padre, que 10 odio primero. Isaac ama su padre Abraham, que 10 amo primero no sacrificandolo. El Otro, es el ambito de Exterioridad que permite la plena expansion y despliegue de la sexualidad como pulsion alterativa 0 meta-fisica. La sexualidad es asi historia, comunicacion, novedad, escatologia. La bondad etica del pro-yecto erotico alterativo no consiste en la negacion ascetica 0 maniquea del sexo, y del hijo, para alcanzar la contemplacion descorporalizada, asexuada e indeterminada (despersonalizada) del sabio griego 0 hegeliano. Por el contra rio, la perfeccion es penetracion total en la dis-tincion, negacion de la totalizacion alienante (y por ella de la Unidad indeterminada), personalizacion de la relacion en el rostro siempre nuevo y otro de la mujer, el varon y de! hijo, de la hija, como su creacion. La ontologia edipica 0 freudian a afirman la contradiccion sin superarla: se mueven tnigicamente dentro de la Totalidad sin posibilidad de ir mas aHa. La meta-fisica de la Alteridad afirma, en cambio, la exterioridad del Otro sexuado dis-tintamente y gracias a ella puede descubrir !a verdadera falta sexual, la prostitucion como injusticia economica, el engano del Don Juan, etc. En este caso se cae en la idolatria del placer, en la セ@ Enrique Dussel injusticia por la que se asesina al Otro como otro sexuado y se 10 reduce a un instrumento de la propia y totalizada pasion. En todos los casos, la falta contra la sexualidad no es despliegue pleno de la pulsion erotica humana cuya rep res ion significaria una anormalidad, por el contra rio dicha falta es obturacion del despliegue de la sexualidad, es absolutizacion del pro-yecto totalizado autoerotico, es dominacion del Otro, es su alienacion. Si se busca compensacion fuera de la relacion durable y de la pareja padre-madre es porque ya uno de los dos, 0 los dos, se ha totalizado e impide el normal despliegue de la sexualidad, ve la propia y por ello la del Otro. En conclusion, no pertinencia del pro-yecto erotico, por su pro pia totalizacion, significa alienacion del Otro (la mujer en nuestra sociedad machista), y, meta-fisicamente infecundidad (muerte del hijo, de la hija, sea por no desearlo, sea por dominarlo pedagogicamente a traves de la dominacion de la mujer). En cambio, la bondad del pro-yecto erotico tal como 10 expresaban los clasicos (bonitas dijfusivum sui ipsius) es expansiva 0 difusiva; la bondad erotica se despliega como servicio del Otro (en especial como liberacion de la mujer), y por la trascendencia que esto instaura: en esa misma apertura la bondad esfecundidad. Solo el que se abre al Otro, el que en la libertad desea al Otro, desea la novedad no por exigencia sino por pura gratuidad expansiva; se quiere dar el ser para hacerlo participe de la belleza del amor; solo el que as! se abre tiene un pro-yecto eticamente va lido. El hijo, la hija, el Otro que la pareja en la justicia, es a quien puede la erotica siempre hacer objeto de su sobre abundancia, de su creatividad. La caricia erotica del amado en la pareja permanece siempre caricia humana, etica y fecunda, plenitud sexual en su despliegue trascendente, cuando se continua como caricia pedagogica, la que desde la intencion sexual al Otro en la pareja (caricia sexual del varon a la mujer y viceversa) conserva su apertura como intencion pedagogica con respecto al hijo (caricia paterno-materna Para una erotica latinoamericana La etic\dad del pro-yecto erotico que educa al nino, a la nina, en la Alteridad: filial y fraterna, prehistoria de la er6tica, pedag6gica y politica del futuro adulto). En America Latina la familia aristocratica 0 de los grupos dominadores es una instituci6n fetichista que ha heredado la er6tica de los conquistadores, bur6cratas hispanicos, criollos encomenderos, oligarquias nacionales y burguesias a la europea, donde se acepta el amancebamiento con la india, la fornicaci6n con la muchacha de pueblo 0 con la prostituta. Instituci6n aparentemente monogamica pero de hecho hip6crita. Instituci6n muchas veces pura apariencia de una indiferencia vivida por dos seres reprimidos y represores. Er6tica que reproduce en nuestro mundo dependiente la er6tica del centro (europeo norteamericana recibida por la cultura pasada y los medios de comunicaci6n presente). La liberaci6n de la sexualidad, la actitud critica ante la er6tica popular (para saber distinguir entre los elementos introyectados por el sistema y los valores propios y exteriores de dicho pueblo como creador), permitira ver surgir, tras larga aventura y enorme dificultad, angustias y no pocos fracasos una nuevafamilia de la que mal podemos hoy imaginar meta-fisicamente su concreto y diario ejercicio. 6. La moralidad de la praxis de liberacion erotica [116J En America latina hay normas vigentes cuyo cumplimiento, aunque incluyan una evidente injusticia, permiten al var6n oligarquico, de la aristocracia urbana, prostituir a la mujer del pueblo sin ningun tipo de sanci6n etica. Tomemos un ejemplo de la simbOlica popular urbana del Rio de la Plata, pero que manifiesta una situaci6n er6tica que desde la conquista se viene reproduciendo en nuestro continente socio-cultural. Margot, letra poetica de Celedonio Flores (1918), con musica de tango de Carlos Gardel, muestra la dialtktica de la opresi6n er6tica pero que al mismo tiempo, hecho no indicado por los estudiosos de esta manifestaci6n de la cultura popular, es una protesta social. EI sujeto del tango (quien canta) es un var6n popular, un muchacho de barrio, de la periferia pobre. A quien se canta (el Otro) es a la muchacha de clase oprimida que para subir en la escala social ha vendido su belleza er6tica: "Siempre vas con tus amigos a tomar L. mor.lldad de 18 praxia (...) viejos licores en lujosos reservados al Petit 0 al Jolie"'S4. Mientras que "tu vieja, pobre vieja, lava toda la semana pa' poder parar la oya, con pobreza franciscana en el viejo conventillo alumbrado a kerosen". La muchacha, mujer popular heredera de la india amancebada de la colonia, niega a su madre -posici6n de Electra- y con ella su miseria, gracias a la venta de su cuerpo. El var6n popular rememora cuando Margarita estaba en su mundo: "Yo recuerdo, no tenias casi nada que ponerte, hoy usas ajuar de seda con rositas rococ6"; "desde lejos se te embroca pelandruna abacanada, que naciste en la miseria de un convento de arrabal, pero hayalgo que te vende, yo no se si es la mirada, la manera de sentarte, de vestir, de estar parada, 0 tu cuerpo acostumbrado a la pilcha de percanta". La pobre muchacha de clase oprimida ha debido venderse, pero sin embargo hay una conciencia etica todavfa y el var6n popular Ie recrimina: "Son mentiras, no fue un guapo compadr6n y prepotente, ni un malevo veterano el que al vicio te larg6; vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente; berretines de bacana que tenias en la mente, desde el dia en que un jailaifde yuvito te afiI6". 254 Parte de la letra del tango Margot. Vease el sentido europeista (frances) de la cultura aristocratica del Rio de la Plata. U[••• ]ese cuerpo que te marca los compases tentadores de un candombe 0 de algun tango en los brazos de un buen gil; mientras triunfa tu silueta y tus tra;es de colores, entre risas y piropos de muchachos seguidores hlos que pueden pagar!] entre el humo de los puros y el champagne Armenonville" (Ibid.). Esto nos recuerda la poesia de Ernesto Cardenal (Nicaragua) ·Oraci6n por Marilyn Monroe": "Ella soft6 cuando nina que estaba desnuda en una iglesia I (segun cuenta el Time) I ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo I y tenia que caminar en puntillas para no pisar las cabezas. f Tu conoces nuestros sueftos mejor que los psiquiatras. f Iglesias, casa, cueva, son la seguridad del seno materno f pero tambien algo mas que eso [...J / Las cabezas son los admiradores, es claro / (la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz). / Pero el templo no es los estudios de la 20th Century Fox. I EI templo -de marmol y oro- es en el templo de su cuerpo I en el que esta el Hijo del Hombre con un latigo en la mano / expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox I que hicieron de Tu casa de oraci6n una cueva de ladrones". Ernesto Cardenal, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1971, pp.11-12. -.. Enrique Duosel :J Ante todo esto. el varon desplazado por la violencia opresora del conquistador colonial 0 de la burguesia nacional. se vuelve contra la mujer que 10 ha abandonado: "Me revienta tu presencia, pagaria por no verte, si hasta el nombre te has cambiado. como has cambiado de suerte. Ya no sos mi Margarita ahora te Haman Margot". Dificil es poder mejor describir las costumbres imperantes que esta poetic a popular, la moral vigente del machismo aristocratico permite en el varon del centro la fornicacion con la mujer popular; exige a la mujer oligarquica la virginidad para el matrimonio; y destina para el varon popular una mujer profanada por una dominacion economico-politica que es igualmente erotica. El tango es un canto de protesta erotico, que lanza el varon oprimido contra el varon dominador, y recrimina a la mujer popular profanada su culpa, su pecado, su libertad y por ella hay todavia posibilidad de liberacion. Es una protesta y no solo un lamento. Razon tiene entonces Reich cuando dice que "la juventud masculina busca la satisfaccion sensual de la sexualidad en las mujeres y jovenes proletarias. Debido a esto, y dada la lucha ideologica de las dases, la exigencia de que se mantenga casta la joven burguesa se hace mas aguda, el caracter dual de la moral sexual se renueva sobre una base capitalista y de manera viciosa produce un drculo que tiene efectos negativos para la sexualidad del hombre"25s. A esto debe agregarse toda la cuestion de la dependencia cultural de la burguesia nacionallatinoamericana, 10 que hace mas radical su alienacion extranjerizante y su esquizofrenica escision de la realidad popular. Lo que pasa es que, y es evidente, fila clase dominante dispone de un principia de realidad que Ie sirve para mantenerse en el poder"2S6. Este principio de realidad es dominacion erotica -como despues 10 sera tambien como dominacion pedagogica y 255 W. Reich, Materialismo diaiectico y psicoamilisis, Siglo XXI, Mexico, 1970, p. 71; "Debido a su educacion, la mujer es, tambien en el matrimonio, 'casta', es decir, frigida hasta el punto de que rechaza al var6n». Ibid. 256 Ibid., p. 25. Para una er6tica latinoamericana La moraHdad de 1& praxis (... ) poHtica-. Es necesario no olvidar que la costumbre de opresion sexual del varon dominador sobre la mujer de su clase y como profanacion de la mujer de la clase oprimida socio-politicamente, es un momento esencial de la dominacion del hombre sobre el hombre: lafalocracia es un momento de la plutocracia. Ya Freud habia visto, siguiendo el camino de Ehrenfels en su Etica sexual, que existe una "distincion entre moral sexual natural y moral sexual cultural [...J La moral sexual cultural seria aquella cuyos dictados impulsan al hombre a una obra de cultura mas productiva e intensa"'57. Freud advertia que esta "moral sexual dominante en nuestra cultura occidental contemporanea" tenia deformadones perversas importantes, pero, excIama al final que "no es ciertamente labor del medico la de proponer reformas sociales, pero he creido poder apoyar su urgente necesidad "251. El que cumple la moral imperante sexual es moral mente irreprochable, aunque aliene real mente a la mujer y la profane con relaciones esponidicas. Esta es la legalidad de la injusticia erotica vigente (estudiada en general en el capitulo 26 de mi Etica del 73). Lo peor que puede acontecer es cuando los mismos filosofos vienen a identificar el estado cultural de la erotica con la naturaleza del ·asunto. Tomemos dos ejemplos modernos europeos. Nietzsche llega a dedr que "un hombre que tenga profundidad de espiritu como de deseos, y tambien profundidad de benevolencia, no podra tener sobre la mujer sino la opinion oriental [sic]: el debera considerar a la mu;er como su posesion, como propiedad a la que puede encerrar, como algo predestinado a la domesticidad y que en ella realiza su destino. [... A las mujeres] se las vuelve cada dia mas histericas y mas ineptas para cumplir su primera y 257 S. Freud, Die 'kulturelle' Sexual moral und die moderne Nervosltat (1908); ver edicion castellana. Obras completas. tomo I, Madrid, Biblioteca Nueva, 19671968, trad. por L. Lopez-Ballesteros. p.943. 258 Ibid., p. 954. セ@ Enrique Dussel ultima mision que es echar al mundo hijos sanos"259, Por su parte Ortega y Gasset exclama en El hombre y la gente que "en el mismo instante en que vemos una mujer, nos parece tener delante un ser cuya humanidad intima se caracteriza, en contraste con la nuestra, varonil, y la de otros varones, por ser esencialmente confusa [...] Porque, en efecto, esa intimidad que en el cuerpo femenino descubrimos y que vamos a Hamar mujer, se nos presenta desde luego como una forma de humanidad inferior a la varonil [...] En la presencia de la mujer presentimos los varones inmediatamente a una criatura que, sobre el nivel perteneciente ala humanidad es de un rango vital algo inferior al nuestro [..,] Con todas las modulaciones y reservas que la casuistica nos haria ver, puede afirmarse que el destino de la mujer es ser vista del hombre"26o. La alienacion ontologica de la mujer europea viene a multiplicarse en America latina, porque el ego por Sl dominador eroticamente en Europa viene entre nosotros a reduplicarse como ego imperiaL A la dependencia de nuestra cultura como tal se agrega la moral cultural de opresion de la mujer. La erotica queda legalmente y segun las costumbres desquiciada en su esencia, pero justificada ontologicamente. La legalidad de la opresion erotica de la mujer tiene ya miles de afios de vigencia. Desde el neolitico se realiza una cierta division economica del trabajo que deja a la mujer, por su menor fuerza fisica y su imposibilidad de trabajar y luchar en los tiempos de embarazo y la lactancia del hijo con respecto al varon, que entrega a la mujer a disposicion del macho. "EI hombre va a la guerra, se dedica a la pesca y pone los medios necesarios para ello, asi como la primera materia de la alimentacion. La mujer cuida de la casa, de los alimentos y de los vestidos; guisa, hila y cose. Cada 259 Jenselts von Gut und Bose, Nos. 238-239. y dice todavia: "Lo que a pesar del temor que experlmenta exdta la pledad por esta gata peligrosa y bella que se llama mujer, es que parece mas apta para sufrir, mas fragH, mas sedienta de amor que ningun otro animal n• Ibid. 260 Revista de Ocddente, Madrid, 1961, tome I, pp. 165-169. Para una er6tica latinoamerlcana La moralldad de 1a praxis (... ) uno de los dos es el amo en sus dominios: el varon en la selva, la mu;er en la casa"2.'. En el caso que quiera invertir esta tradicion milenaria se vera forzada a caer en una nueva contradiccion porque ademas de "atender bien su casa y su marido con quien debe saber lograr el orgasmo, tiene que dedicarse a la crianza yeducacion de los hijos. Pero simultaneamente debe cumplir fuera de su casa igual horario de traba;o al del hombre. Al propio tiempo se espera de ella que dedique parte de su tiempo, ya tan escaso, para su arreglo corporal"26z. Si no logra todo esto y simultaneamente, la moral en vigencia vuelve a arrinconarla en su hogar como antes. Lo parado;ico de esta moral es que el mismo varon ha sido reprimido. reducido en su afectividad, educado a la autodestruccion agresiva, competitiva de los otros varones. "EI temor a que los nifios varones se feminizan ;ugando con mufiecas, provoca la inhibicion en estos de sus tendencias sentimentales y paternales latentes"263. Es como una esterilizacion afectiva del varon: se 10 educa para ser el dominador erotico, el que ejerce la injusticia moral y vigentemente aceptada. La praxis erotica dentro de esas condiciones, aunque legal, es moralmente injusta, perversa. El sadismo falocratico, que se complementa con el masoquismo del no-falo, castrado, es la maldad dominadora que construye y asegura la Totalidad machista, auto-erotica, que puede formularse asi: "Yo me deseo por mediacion de su cuerpo alienado". Desde un pro-yecto de autoerotismo, como no-al-Otro como otro sexuado, la praxis opresora destituye la carne ajena a ser una mera cosa, instrumento, ob-jecto sexual. Alienar al Otro es no desear el cumplimiento de su des eo, sino, solo, el propio placer a traves del Otro usado como medio-para. Y as! la mujer es arrojada (jecta) delante (ob-) 0 debajo (sub-) como 261 F. Engels. EI origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. op. cit., p. 198. 262 M. Langer, Maternidad ysexo. Buenos Aires, Editorial Paid6s. 1962. p. 24. 263 J. Gissi. "Mitologia de la femineidad", Opresi6n y marginalidad de la mujer, Buenos Aires, Humanitas. 1972, p. 157. Enrique Dussel a ob-jecto sexual del varon. Del Otro libre y en la justicia la mujer viene a ser aLgo a­disposici6n­de a fin de cumplir con el deber conyugal. Por el mismo hecho el varon insatisfecho buscani en la prostitucion (mayor aun cosificacion de la mujer, donde es comprada y vendida en la trata de blancas del mercado capitalista del sex­shop), la pornografia (materia para la fantasia del auto-erotismo que reduce la belleza femenina al repudiable Kitsch masificado), 0 en Ia mera relacion pasajera, 10 que la mujer alienada y sus propias represiones y deformaciones afectivo-eroticas no pueden ya cumplir. Es una praxis de totalizacion machista, acto sexual no solo patologico sino injusto. Como el objecto del falo es meramente un no-falo con pasividad masoquista, el acto unfvoco del ego falico, como hemos dicho, es incestuoso (al mismo tiempo se dirige a la mujer-madre) y asesino del hijo 0 del padre respectivamente. Pero, por otra parte y aunque menos frecuente en nuestro mundo patriarcal, el ob-jecto de la vagina clitoris como mero sensibilizador clitoriano-vaginal, es igualmente un acto univoco del ego femenino, incestuoso igualmente (porque es al mismo tiempo relacion con el varon-padre) y asesino de la hija 0 la madre respectivamente. La tension de la praxis erotico-dominadora es esencialmente auto-erotica edfpicaj es negacion del sexo del Otro y reduccion a Lo Mismo totalizado. jEs la muerte de la familia!2M La praxis de dominacion erotica no es meramente individual, sino, como 10 hemos indicado, es socio-cultural y tradicional, y no solo por leyes promulgadas, sino por costumbres ancestrales (Ia Sittlichkeit de Hegel 0 el ethos de los griegos), que reprime al alienado u oprimido, no solo factica y externamente, sino, y mucho mas sutilmente, en la estructura interna de su propio yo. Es decir, pedagogicamente el opresor machista ha introyectado como falsa conciencia moral (el Ueberich de Freud) las normas cuituraIes, pero patologicas, que Ie permiten continuar 264 Vease 10 dicho en el No. 27 de esta Etica, en cuanto a la maldad moral en general. Para una erotica latinoame.ricana La moralldad de 1a praxis (•••) ejerciendo su dominacion. Hayentonces ciertas instituciones eroticas que juegan el papel represivo tradicional y que permiten la continuidad de la alienacion de la mujer, la hija, el hijo y el viejo en favor del varon adulto. El ethos de la dominacion erotica, entonces, puede imperar sobre el oprimido porque este mistifica su propia alienacion, es decir. por una subrepticia desviacion de los contenidos las actitudes nacidas del resentimiento del mas debil se llegan a ponderar. dichas actitudes negativas. como autenticos y positivos valores 16•• Asi la mujer alienada en los trabajos domesticos llega a fraguar un ideal de ama de casa, limpia, ordenada, obediente, puntual. experta en zurcir medias y planchar camisas. De la misma manera se fragua ula madre y educadora exclusiva de los hijos", olvidando la necesaria presencia activa masculina en dicha educacion. De esto se concluye, igualmente. que el ser de la mujer se constituye por mediacion del varon: Esposa del gobernador es su gloria. como en otros tiempos los esclavos ten ian la gloria de ser de la familia mas influyente dellugar. Hasta en el aspecto jurfdico del nombre: Juana Perez de Gonzalez, nos indica la sujecion que la mujer vive con respecto al varon. El ethos de la dominacion erotica lleva entonces a constituir una relacion en la pareja donde las actitudes no pueden ser sino de una agresividad que se dirige a eliminar al Otro como otro 0 a autoherirse para, por las dos maneras: sea sadica 0 masoquista, asegurarse del Otro en la Totalidad. Es decir, la pulsi6n de totalizaci6n -de la que hemos hablado en el capitulo 3-, que esta a la 265 En la encuesta llevada a cabo por Mattelart, La mujer chilena en una nueva sociedad, puede verse el ideal de la mujer en "imagenes de las clases" (pp. 35 ss.), y en "la mujer, la pareja, la familia" (pp. 59 ss.). La mujer "de su casa, trabajadora, sacrificada, colaboradora" son las virtudes de la ama de casa. En la obra de Carlos Castilla del Pino, Cuatro ensayos sobre la mujer, Alianza Editorial, Buenos Aires 1971, en especial "La alienacion de la mujer" (pp. 9 S5.). En nuestra conferencia sobre: "Hacia una ontologfa de la feminidad n en Opresion y marginalidad de la mujer, pp. 190-192. Vease 10 dicho en el No. 28 de esta Etica. セ@ Enrique Duuel base de todas las enfermedades y perversiones, al mismo tiempo que de la maldad moral en la sexualidad2ti6, se constituye en torno a la tensi6n autoer6tica por la que el sujeto niega al Otro y se refiere a el con posici6n posesiva sadico-masoquista, es decir, de odio. Freud no concibe otra posici6n que el odio: posesi6n de la madre y negaci6n del padre. Con respecto a la madre, Edipo, no tiene amor-de-justicia sino tension de posesiOn: es negaci6n del Otro como otro y mediatizaci6n de su ser para cumplir la funci6n de protecci6n, calor, alimento, etc. TensiOn de posesiOn es el momento positivo 0 efectivo del odio al Otro como otro. Tension de muerte con respecto al padre es el momento negativo como exdusi6n del segundo (el padre para el hijo, el hijo para el padre), celo exdusivo sobre 10 poseido (la madre-mujer). El celoso tiende a totalizar dentro de su mundo y como su mediaci6n al Otro sexuado (sea var6n 0 mujer). EI odio se manifiesta como celo porque funda por su parte la des-confianza. La confianza en el Otro como otro es el fundamento de la fidelidad (tanto la con-fianza como la fidelidad derivan de lafe). Mal se puede confiar en el que se pretende poseer como cosa: no puede creerse en la palabra de una cosa, porque se Ie ha negado la Alteridad. El Otro celosamente 266 Repitiendo 10 ya dicho anteriormente. toda enfermedad 0 injusticia tiene raz6n de totalizaci6n. Desde la ya desusual histeria, a las neurosis, pero aun en las situaciones psic6ticas esquizofrenicas. el sujeto se escinde de la normal alteridad y se construye (segun sea el tipo y la gravedad de la enfermedad 0 maldad) un mundo-para sl. La perdida del sentido de la realidad (realidad en el sentido freudiano: el principio de Ia realidad vigente) no es sino la imposibilidad de establecer la relaci6n alterativa; el poder vivir en la confianza ante la indeterminabilidad del Otro; el poder esperar en su palabra; el ser capaz de moverse sobre una previsibilidad siempre finita ante la infinitud de la decision ajena. Ante el peligro-del-Otro, el enfermo 0 el malvado totalizan su mundo, instrumentan al Otro a su servicio, imaginan instrumentarlo 0 simplemente se separan de el; en todos los casos se totaliza y evita el peligro manejando los entes desde su propio fundamento ontologico. El psic6tico no puede soportar que "el otro sea 10 transindividual del discurso, ... sobre 10 que jamas se tendrs. dominio ni podra disponerse a gusto·. A. de Waelhens. La psychose. Essai d'interpretation analytique et existentiale, 1972, p.169. La moraUdad de la praxis (•••) totalizado en la posesion sadico-masoquista del odio no tiene palabras pro-vocativas, interpelantes. y, par ello, no puede en realidad expresar el amor humano. Temiendose que pueda detotalizarse, llegar a la Alteridad, el celoso en la desconfianza vigila la posible y siempre cercana infidelidad. Es desesperanza del futuro, es cerrazon cada vez mas total de la casa, es la muerte del amor. En su fundamento el ethos de dominacion erotica es 10 que los clasicos llamaban intemperancia, falta de dominio sobre Sl mismo. esclavitud con respecto a la pulsion de totalizacion, que termina par ser insensibilidad del Otro, fobia. frigidez 0 impotencia, miedo y timidez, crueldad, etc. U7 En ese caso uno de los miembros de la pareja instrumentaliza al Otro y 10 aliena, 0 se totalizan en un mutuo solipsismo. Como dice un autor, el juego erotico 0 "elpettinges, en definitiva; una forma de masturbacion mutua, por 10 que tiene mucho tambien de una experiencia sexual aislada"163. Antes de pasar a la consideracion positiva de la liberacion erotica queremos recordar todavia a un autor ya nombrado cuando nos dice que "solo un ser inferior al varon -escribe Ortega y Gasset- puede afirmar radical mente el ser basico de este ... EI I 267 Vease una antigua descripci6n de la cuesti6n del i!thos en Tomas de Aquino. 11-11. q. 141-189 (ed. Marietti, pp. 656-923). Es interesante anotar que Lenin indica que "Ia revoluci6n exige de las masas y de los individuos concentraci6n interna y tension de fuerzas [...J La incontinencia en la vida sexual es burguesa [...J (cuesti6n que Reich no pudo entender). EI proletariado [...J no necesita de la embriaguez que Ie enerve 0 Ie excite. No necesita ni la embriaguez de la incontinencia sexual ni la embriaguez alcoh6lica. No piensa ni quiere olvidar la vileza,la putrefacci6n y la barbarie del capitalismo [... J Necesita claridad. claridad, y una vez mas claridad" (en Mattelart, op. cit., p. 220, nota 7). En 10 cual coincide con el pensador medieval que dice que la intemperancia "es 10 que mayormente se opone a la claridad (claritati) [... J en cuanto a que la delectacion propia de la intemperancia imp ide la luz de la razon, de donde procede toda la claridad (claritas) [...j" (II-II, q. 142, a. 4. c). 268 C. Trimbos. Hombre y mujer, Buenos Aires, LohJe, 1968, p. 144. En esta obra puede verse algo sobre "Las relaciones sexuales antes del matrimonio". Ibid, pp.133-ss. セ@ Enrique DusseI mayor admirador de nuestras dotes que tengamos no nos corrobora y confirma como la mujer que se enamora de nosotros. Yello porque, en verdad, s610 la mujer sabe y puede amar -es decir, desaparecer en el otron - . jDificil es imaginar una expresi6n ontol6gica mas machista! Como siempre ha acontecido en la historia son los oprimidos los que realizan el camino de la liberaci6n. En nuestro caso son las mujeres, injustamente oprimidas desde la relaci6n er6tica las que lanzan el proceso. Es necesario no olvidar que todavia para Kant, en su Metafisica de las costumbres (mimeros 22-30), defiende el derecho del var6n sobre la mujer, el poder sobre el hijo y la dominaci6n de los domesticos -recordandonos la doctrina griega y medieval, claro que ahora privatizada de manera burguesa-. Hacia ya tiempo que Luis Vives habia escrito la Formacion de la mujer cristiana (1523), Fene16n el Tratado para la educacion de las doncellas (1687), cuando Condorcet propicia la igualdad de oportunidades para ambos sexos (1788). Sin embargo, habra que esperar hasta muy entrado el siglo XIX para que el sufragismo ingles, y despues norteamericano, lleguen a constituir 10 que hoy se llama el movimientofeminista 270• En este movimiento hay ciertas posiciones extremas que expresan todavia una cierta lOgica de la Totalidad. En el origen era el Hombre indeterminado, indiferenciado, perfecto (H del esquema 3). Por la escisi6n originaria 0 di-ferenciaci6n de Var6nMujer (flecha 1), divisi6n de funciones, gestos, modas, trabajos, 269 Ortega y Gasset, EI hombre y la gente, tomo I, Madrid, Revista de Occidente, 1962, pp. 172-173. Tomas de Aquino tambien coincide en la superioridad del var6n sobre la mujer ya que al tratar la cuesti6n del pecado original dice que "el pecado del var6n es mas grave, porque era (Adan) mas perfecto que la mujer (quia erat perfectior muliere)" (II-II, q. 163, a. 4. c). jA esto puede llegar el patriarcalismo! 270 Ademas de las obras ya citadas en nota 81 de este tomo de la Etica. veanse las obras de Shulamith Firestone, The dialectic of sex, 1970; Kate Millett, Sexual Politics, 1969. Para una er6tica latinoamericana La moralidad de la praxis (... ) etc., pudo uno dominar a la otra (flecha 2). Para superar el mal, que es la diferencia cultural de los sexos, es necesario suprimir la diferencia y retornar a la indiferenciacion originaria (flecha 3): ni varones ni mujeres, sino individuos humanos, seres humanos iguales de la especie. Valga el siguiente esquema para resumir la dicho y abrir un marco de comparacion a 10 que diremos hasta el final de este capitulo. Esquema 3: Retorno enajenante y liberaci6n alternativa de la mujer セCML /'.,,;---------I' I I t , ' \ I I I ", , \ £1 0Ir0 \ El Otro I \ I \ \ , t I \. \ pedagaglco I (el hljol etcMico (mUjef) . I , I'" " '.., .... - - ⦅iANセ@ ____ ""," '" " _ ______ la,..g8,ta _ ___ r '" I I I' セ@ Esta posicion mas extrema, que ha nacido y crecido en el mundo opulento nordatlantico, interpreta la sexualidad desde la Totalidad, al considerar a la mujer oprimida, (y tomando dicha opresion como determinacion, sin salirse de la Totalidad, porque no tiene la categoria de Exterioridad ni de dis-tincion sexual), propone que se remonte la diferencia; de otro modo: que no haya varones ni mujeres. Eroticamente propugna por el autoerotismo para que nadie necesite de Otro y asi no dependa de nadie. Eliminada la relacion con el varon (sexual) y con el padre (maternidad) la mujer se evadiria de la relacion de opresion. Este ideal extremo es propio del individualismo de la sociedad opulenta, ontologia que elimina al Otro sexuado, 10 que en politica significara la eternidad del Imperio, en pedagogia la irreversibilidad de la misma cultural imperial, sexualmente el hedonismo como セ@ Enrique Dussel cumplimiento exclusivo de la pulsiOn de totalizacion que termina, como en todas las ontologias de la Totalidad, a proponer como 10 perfecto 10 asexuado. Paradojicamente, el autoerotismo individualista termina por sumar todas las perversiones, es la univocidad total de la sexualidad, es perdida radical del sentido de la realidad del Otro, es el final solipsista del ego cartesiano 0 europeo (sin padre-madre, mujer ni varon, sin hijo ni hermano). Es la contrapartida del machismo, pero no su superacion; es negacion del machismo, pero rotunda afirmacion de su fundamento. En el machismo el fundamento es 10 Uno: la falicidad no ejercida (porque en cuanto se ejerce, 10 hemos visto, es necesariamente incestuosa). En el auto-erotismo el fundamento es igualmente Uno: 0 la falicidad no e;ercida 0 la posicion clitoriana-vaginal no ejercida igualmente. Como toda ontologfa 10 Mismo retorna sobre 10 Mismo; el pensar piensa el pensamiento (de Aristoteles 0 Hegel); la Mujer 0 el Varon se sensibHiza a sf mismo. セNl。@ ontologfa de la Totalidad es auto-erotica, 0, 10 que es 10 mismo, contiene una intencion asexual. Muy por el contra rio, la alienacion de la mujer no se debe a la diferenciacion originaria de la Totalidad sino a la totalizacion machista del principio de realidad. La mujer, el Otro sexuado, ha sido destituida de su Alteridad e incorporada como parte al servicio del varon (flecha 4 del esquema 3). Alienacion de la mujer significa el no respetar su dis-tincion sexual, la manera clitoriana-vaginal de abrirse originariamente al mundo. Alienacion de la mujer es comprenderla como falicidad castrada 0 como ob-;eto falico. Los movimientos de liberacion de la mujer no interpretan dicha alienacion como la escision de los sexos sino como la totalizacion opresora de la mujer por indistincion de su Alteridad: es justamente 10 contra rio. La injusticia sexual no significa ejercicio erotico dual (mujer-varon), sino totalizacion falica de la sexualidad. El movimiento de liberacion erotica no lucha por la indiferenciacion auto-erotica, debe proponer la dis-tincion sexual, la superacion de la totalizacion fcilica al servicio del deseo La moraUdad de 1. prllXla (•••) I , clitoriano-vaginal en de su propia realizaci6n (desde el ego calico) y viceversa si se trata de una mujer. La liberaci6n er6tica (flecha S) lleva entonces a permitir al Otro ser otro sexuadamente dis-tinto y poder asi vivir la plenitud alterativa de la sexualidad humana por gratuita sensibilizaci6n de la carne delOtro. La mujer que se comprometa activamente en la vida de la pare;a y aun publica y poifticamente por la liberaci6n de la mujer sera inevitablemente confundida con posiciones que se emparientan con el auto-erotismo individualista. Es necesario saberlo. ya que ambas estan contra la legalidad machista. Sin embargo, la intenci6n final es distinta: el auto-erotismo tiene un pro-yecto de indiferenciaci6n sexual mientras que la liberaci6n de la mujer tiene un pro-yecto de dis-tinci6n sexual en la libertad y la justicia. Uno va hacia la asexualidad; el otro se dirige a una humana sexualizaci6n de la relaci6n. S610 la categoria alterativa puede lograr la sexualizaci6n en la justicia por la propuesta de una pulsion alterativa que es pulsi6n, libido 0 deseo pero que no se cierra como totalidad auto-er6tica. sino que se abre hacia la alteridad dis-tintamente erotizada. La ilegalidad a las normas de la totalidad faJica es la condici6n de posibilidad de la sexualidad y 10 propio de la liberaci6n de la mujer. La moralidad er6tica es ilegalidad y muerte de la sexualidad falocratica y de su familia patriarcal unidimensional. Desde la muerte de dicha sexualidad y familia nace la er6tica liberada, nueva, la pareja de hombres y mujeres libres: var6n-mujer en la voluptuosidad de la justicia y el amor. Sin embargo, y como 10 hemos dicho mas arriba, la pareja puede nueva mente totalizarse, cerrarse en un hedonismo sin trascendencia, sin fecundidad. Al final llegarian a una amistad (mutua benevolencia en la sexualidad) 0 a la construcci6n de una casa sin alteridad. La pare;a. porque es equivoca, puede constituirse en una perversi6n n6strica del eros ontol6gicamente muerto. yen este caso es nuevamente asesinado el Otro. No ya a la mujer sino al hijo, a la hija (y estamos ya en la pedag6gica). El セ@ Enrique DusseI hijo, la hija, son negados por la pareja totalizada porque vienen a irrumpir como el Otro que pro-voca a la justicia, interpela por derechos dis-tintos y relanza a la pareja a la historia real, responsable, fecunda. La pareja, por la pulsiOn de totalizacion querria eternizar su voluptuosidad sin terceros. El hijo viene a relanzar la pulsion alterativa y, al mismo tiempo, como garantia de perenne exterioridad del eros impide a este a totalizarse irremediablemente, y como la cufia interpuesta en la brecha del muro niega la posibilidad de su exclusivo auto-erotismo. La sexualidad de la pareja puede seguir siendo servicio liberador, cumplimiento del deseo del Otro, porque el hijo es el testimonio, el testigo (el martys de la Alteridad) de la decision libre no solo de amarse ados (la pareja), sino de indisolublemente seguir amandose en aquel que los porta a los dos en su misma realidad nueva, distinta, mesianica, por cuanto ungida en el amor que es su origen: el hijo. Si la sexualidad humana es deseo efectivo del cumplimiento del deseo del Otro, en esa misma tension como pulsion alterativa se encuentra ya el amor paterno-materno hacia los hijos que son dis-tintos, es verdad, pero al fin tambien: pulsion alterativa como deseo del cumplimiento del deseo dis-tinto y nuevo del hijo y la hija como Otro que la pareja. Solo el plenificado sexualmente, por haber cumplido el deseo del Otro de la pareja y con ella su propio deseo, puede ser un buen maestro, buen padre 0 madre, buen politico 0 politica. La erotica se desborda como pedagogica. Los cumplidos sexualmente (varon-mujer) en la relacion durable desean fecundamente sellar su amor en la fecundidad. La pareja cumplida erotica mente (padre-madre) dan a la hija, al hijo, el testimonio del mutuo servicio 0 liturgia del amor en la sexualidad alterativa y en la economica erotica de un trabajo que se despliega positivamente y no como represion 0 dolor. No habiendo la madre buscado en el hijo a su propia madre porque su varon la plenifica; no habiendo el padre excluido a su hijo del acceso filial a su mujer, porque esta 10 llena sexual mente; en este caso el hijo, no totalizado dominadoramente por su madre ni negado por su La moralldad de la praxls (•••) padre, accedeni a su futura mujer en el despliegue trascendente de su sexualidad no reprimida, sino respetuosa del Otro sexuadamente. Lo mismo acontecera con la hija. La er6tica se prolonga entonces en la fecundidad de la pedag6gica y es su condici6n de posibilidad. El ethos de la liberaci6n er6tica se teje entero en torno a la apertura y ex-posici6n en la desnudez al Otro. Apertura de la totalidad sexuada a la dis-tinci6n del Otro en el amor-de-justicia como deseo del cumplimiento de su deseo. Amor que se silencia para escuchar su revelaci6n, su palabra, su dedaraci6n que siempre al comienzo es pro-vocaci6n y como protesta: "Soy otro que ttl, respeta mi dis-tinci6n, sirve los derechos de mi sexualidad alterativa". La confianza en su palabra (en el: Te amo crefdo) es esperanza de constituir una pareja, una casa, un hogar y desplegarse en la fecundidad de los hijos. En fidelidad la libertad es ahora posible. El amor de la pareja no es un contrato sino un riesgo: el riesgo de seguir amandose en la libertad incondicionada del servicio er6tico gratuito. Aquf es donde se podrfa induir una fenomenologia de las autenticas virtudes liberadoras de la er6tica. Sin embargo, queremos indicar, sobre tal tema, solamente tres aspectos de interes. En primer lugar, si la esperanza se refiere al bien logrado en el futuro, hay otra posici6n, esencialmente ligada al ethos er6tico humano, que se refiere al mal futuro. Se ama vivir el bien futuro; se odia 0 se huye ante la frustraci6n advenidera. En la relaci6n er6tica toda apertura al Otro en la desnudez es ex-posici6n (en el sentido de: exponerse a que 10 deshonren) 0 riesgo de no correspondencia. Si la sexualidad liberadora es deseo de cumplir el deseo del Otro es siempre riesgo: de que el Otro me instrumentalice 0 juegue con mi gratuidad serviciaL El que no tiene ninguna duda acerca del Otro mas parece que ya 10 ha instrumentaIizado y como no busca al Otro como otro sino simplemente como ob-jeto sexual, ninglin peligro corre porque la totalizaci6n ya se ha cumpJido y el acto es intrfnsecamf'nte perverso, auto-er6tico. Por el ..,........ Enrique DusseI E contra rio, si es autentica apertura er6tico servicialla respuesta del Otro siempre puede ser cosificante. Por ello, la desnudez nunca ha de sonrojar si es autentica sexualidad: se puede siempre temer que la entrega sea usada por el Otro. Ese temor siempre presente por un mal siempre posible, pero que es garantia de justicia en la sexualidad alterativa, es el pudor211 • La perdida del pudor es signo depulsiOn de totalizacion totalizada; es cotidianizaci6n de la Desnudez; es imposibilidad de plena sensibilizaci6n. La eroticidad superficial y perversa de nuestra sociedad burguesa de consumo ha trivializado la desnudez y ha imposibilitado el riesgo de la exposici6n por la habitualidad asexualizada auto­er6tica de la carne descubierta de una cosa que se llama mujer (en el strip­tease, la pornografia, la prostituci6n, etc.) 0 var6n (con iguales usos y cada vez mas generalizados en el nordatlantico). El pudor es garantfa de la belleza er6tica y constitutivo de la relaci6n sexual. En segundo lugar, la pulsiOn alterativa que comienza en la er6tica, se prolonga en la pedag6gica y la politica (en este ultimo caso como amor a la victima, al pobre en la injusticia). Pero, si la pulsion de totalizacion aquieta el movimiento dialectico (que siempre es inicialmente analectico) es imposible que el padre 0 madre sean autenticos maestros, y que los hijos· sean liberadores politicos de sus hermanos. Totalizado el hombre auto­er6ticamente instrumentaliza al hijo y al hermano en vistas de su eg6tico comfort. Por ella la sexualidad plena alterativa es temperante, si se entiende que la "temperancia es la que salva la interpretaci6n existencial"212 sea pedag6gica 0 polftica. Es decir, un hombre totalizado hed6nicamente, por un principio del placer absolutizado 271 Verecundia la llamaban los antiguos; tiene relacion a vergiienza porque se enciende el color del rostro y con el pundonor porque se teme perder la honra (no solo del que diran sino de sf mismo ante SI mismo. 272 Aristoteles. £tica a Nic6maco, VI, 5; 1140 b 11. EI texto continua: aCuando el hombre se ha corrompido por (la esclavitud) del placer 0 del dolor, en ese momento se Ie en­cubre. se Ie oculta el origen. es decir, se Ie obnubila la comprensi6n del ser en vista del cual elegimos las posibilidades y obramos. EI vicio, La moralidad de la praxio (... ) auto-er6ticamente, no tiene claridad ni libertad para elegir con prudencia, decidir con ;usticia, arriesgarse hasta la muerte en la valentia del heroe. La temperancia 0 control sobre la pulsiOn de totalizacion es garantfa del humano liberador despliegue de la pulsiOn de alteridad. Nunca un pueblo podrei contar con sus maestros y politicos, ni con sus hi;os y ciudadanos, con sus traba;adores, si se encuentran auto-er6ticamente paralizados. La sociedad burguesa, el sistema vigente mundialmente y cuyo centro domina el nordatlantico, corrompe los movimientos de liberaci6n con el pan y circo. S610 los temperantes, los que austeramente saben desplegar el eros en el servicio, no como represi6n 0 como trabajo no-reprimido sino mucho mas como trabajo liberador, s610 ellos pueden construir el «hombre nuevo» que vivira en un mundo nuevo. Nos cuenta Raimundo Fares, en su libro Un inmenso convento sin Dios, que en China el poeta Fu Hsuan tiene un poema titulado Mujer, que comienza: "Triste es nacer en cuerpo de mujer...", y cita todavfa un texto de Chi-king, tercer libro sagrado: "Nace un hijo. Se Ie pone en un lecho y se Ie envuelve en ricas telas... EI senor, el jefe, el soberano ha nacido... Nace una hija, Se la pone en el suelo, envuelta en telas comunes... No hay en ella ni bien ni mal. Que aprenda c6mo se prepara el vino, c6mo se cuecen los alimentos: he aqui 10 que debe saber"273. Y, de pronto, la mujer va cobrando igualdad en la dis-tinci6n en la China contemporanea, se eliminan los tratantes de blancas, desaparecen todos los prostibulos del Antiguo imperio y la juventud se dedica tesoneramente al traba;o manual, al estudio y al deporte>74. En los entonces, corrompe el origenn • Ibid., b 12-20. Vease Para una des-trucci6n de la historia de la etica, No.5. 273 Fu Hsuan, "Mujer", Buenos Aires, Ed. Matepha, 1964, p. 261. 274 En paises capitalistas del centro la situaci6n es la siguiente: "Las publicaciones sobre comercio sexual prematrimonial nos hablan de un 50 % (Kinsey), del 50 al70 % (Terman), del 52 % (Burgess), del 90 % (Carlsson, en Sueciat. C. Trimbos, Hombre y mujer, op. cit., p. 139. La cuesti6n plante ada por Freud queda entonces en pie. "A todos interesa que tambien en las cuestiones sexuales se §i Enrique Dussel pueblos en liberacion el amor erotico cobra el plena rio sentido de pulsiOn alterativa y la sexualidad recobra su sentido humano no solo no-represivo como para Marcuse, sino como despliegue de su intrinseca potencialidad meta-ffsica. Para terminar querriamos recordar todavia un testimonio machista de la simb6lica popular que nos ha guiado en nuestro pensar, que quiere ser escucha de la voz latinoamericana para poder trascenderla. "y la pobre mi mujer jDios sabe cudnto sufri6! Me dicen que se vo16 con no se que gavildn, sin duda a buscar elpan que no podia darle yo". MARTIN FIERRO, I, 1051-1056 lIegue a observar entre los hombres, como un deber, una mayor sinceridad. Con ello se ganaria mucho en moral sexual n • S. Freud, Die Sexualitlit in der Aetiologie der Neurosen (1898); Ver edicion castellana. tomo I. op. cit., p. 147. Bibliografia citada [135] Este fndice alfabetico de autores y de sus respectivas obras no intenta dar allector una bibliograffa sobre er6tica, porque ademas de imposible (por el numero de obras escritas) es inutil (ya que una inmensa bibliografia no orienta allector). Se trata 8610 de indicar las ediciones de las obras que han sido citadas en el texto y las que hemos tenido a mano. El numero del tomo y pagina de las obras citadas en el texto corresponde a la edici6n en lengua original, de no haber aviso contrario 0 de haberse colocado el titulo en castellano. ANDER EGG, Ezequiel y Nonna Zamboni. "La mujer quiere tener historia", Opresion y marginaLidad de La mujer. Buenos Aires: Humanitas, 1972. AQUINO, Tomas de. Summa theoLogiae. Torino: Marietti, 1948-1950, t.1-lIi. ARIST6TELES. Textos griegos en Aristotelis opera. Berlin: ed.I. Bekker, Gruyter (1831), 1960, t.I-iL セ@ BARRERA VASQUEZ (editor). ElLibro de los Libros de ChiLam Balan. Mexico: FCE I BibliotecaAmericana, 1948. 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