Los cabreros en la sierra de Gredos
Po r María Pía T imón Tiemblo, con la
co laboración de : Santiago V ali ent e,
Sant iago Bro ncano, Paloma M artín
y M o Lui sa Go nzá lez .
INT RODUCCION
Los cabreros se encuentran repartidos a lo largo del Sist ema central ocupando las provinc ias de A vila y Cáceres. Situándose en la sierra a altitu des
por enc ima de los 600 m.
Diversos han sido los inform ant es
encuestados para dich o estu dio (1 ). La
casa de los «Blázquez». en el término
de la provincia de Avila en la base de
los Hermanitos de Tejea, sirvió de apo sento para dirigir a través de ella nues tra s investi gaciones, concret am ent e
las chozas de «la perdiz» y de «A nt onio» situadas ya en la provinc ia de Cáceres en la m argen derecha de la gar ganta de Alardos. Otro lugar importante para nuestro trabajo fueron las
cho zas de «Tito, Pilar y Luis» desde
donde pud imos estudiar los puestos
ubicados sobre las laderas de las gargan tas de Minchones y Gualtaminos y
alguno de los puest os de verano, en su
may oría aband onados.
m iento de su vid a cotidiana, por el
contrario, sirv ió para una mejor com prensión del medio. Queremos pues
rendir nuestro más sincero homenaje a
estas gentes que de manera tan afanada logran 'día a día supe rar todos lo s
condicionamie nt os geo-eco nóm icos y
llevar adelante co n su trabajo y esfuerzo, un sist em a de vida duro dig no de
to da adm iración y elog io.
Pretendemos dar una vi sión general en este art ículo para da r a co no c -r
la vida y. costumbres de este grupo social de caracterís ticas tan pecul iares.
El com plejo de construcci ones que
forma el «habit an de una fam ilia suele
estar cons tru ído por una serie de chozas circu lares y una gran construcc ión
a doble verti ent e dest inada a las cabras (fig. 4 ). Los lugares elegidos para
edif ica rlos son aquéllos que est án resguardados de los fuert es y helado s
viento s de la sierra. De ahí su or ientación hac ia la so lana. La p rop ia geog rafía de la región y las esta cion es del
año, ob ligan a que cambien de lugares
de resid enci a durant e el ver ano, don de
han de buscar pastos más fres cos
para las cabras. Por el cont rario, con la
llegada de los primeros fríos han de
emi grar hacia los puestos de invi erno
donde perman ecen gran parte del año.
Lo que má s salt a a la vi sta de estos
grupos es su dispers ión; y.a que un
conjunto de cabreros un ido s po r lazos '
sanguíneos se asientan en un lug ar
Las construcciones tanto de veraque dista de la fam ilia m ás próxima alno co m o de invierno responden a un
rededo r de med io kil óm etr o.
esquema común
En nuestra pro vincia existen unos
3.500 cabreros y más de 250.000 cabezas de ganado cap rino ( 2~
de ~ s
que v iven aprox imadamente una pobl ación de 15 .000 a 20.000 personas.
. Nuestra labor se vió favorec ida por
la buena acog ida y disposición que tuvim os entre estas fami lias, quienes
desde el pr im er momento nos facil it aron los medios necesarios para nuestro desenvolvim iento en la zona . En
este sent ido, se nos dieron todo tipo
de fac ilidades , alojam iento y apre nd izaje de los cam inos o «t ro chas» que
serpentean la sierra.
La integración por tanto, fué total,
sin que po r ello nuestra presenc ia fuera una intrusión gravosa o produjese
una ruptura en el normal desenvo rvi-
Fot o N° 1. Complejo d e construcciones que forman un asentamiento de cab rero
7
ARQUITECTURA
da es de roca natura l, cubierto por una
capa de barro o enlosado con lajas de
gran ito, que se prolongan en la parte
externa de la choza hasta la puerta
(Fig. 3).
A) Tipos de construcciones. La
vivienda de los cabreros la forma el
conjunto de edificios que se conoce
con el nombre de «majada» formado
por la viv ienda, construcciones auxiliares, corrales o «m aj adas» propiamente
dichas para las cabras, gallineros y zahurdas. (Foto nO1).
En cuanto a los materiales constructivos utilizados, son exclusivamente los que se dan en la zona: granito,
madera. piornos y escobaras. debido
no sólo a la tradición constructiva mu lti secu lar, sino a la dificultad de aportar
otros materia les a través de unas vías
de comunicaci ón tan sumamente accidentadas y angostas.
Fig.2
una altura de 1.5 m . En este muro de
forma circular, se abre la puerta de entrada . de reduc idas dimensiones (60 o
70 cm. de anc ho) por 1,10 m. de alta.
confeccionada con tablas de madera .
La tec humbre está compuesta por
t roncos de unos 15 cm. de diámetro
muy apre tados ent re sí con fluyendo en
un pun t o cent ral que form a el vérti ce
del con o. La base de los mi sm os descansa sobre el zócalo de piedra que
forma el mu ro (Fig. 1). En el vértice del
cono, los tr onc os se acopl an a mo do
de horca (Fig. 2), recib iendo los empujes de los restantes que suelen ser
más pequeños. (Fig. 5).
A 2. Quesera. Tiene la misma
morfología y constitución externa que
la choz a habitación aunque de menor
tam año. Se ubica en lugares próximos
a manantiales. riachuelos o zonas húmedas. ya que la conservación de la
leche y la fabricación del queso así lo
requieren .
El int erior de la m isma presenta un
pozo con canal illo para la recog ida del
suero, así como tab leros, cinchos y recip ientes necesa rios para la elabora ción del queso .
A3. El Horno. Es sim ilar en su
aspecto exte rno a las anteriores aunque muest ra en su int erior el «Fogón»
de form a abo vedada frag uado con barro y piedra y con abertura cuadrangular en su parte frontal. En la act ualidad
se tr ae el pan del pueblo po r lo que ya
no tíenen apenas vigencia.
Fig.1
Por otra parte. las cond ic iones cli máticas hacen que estas edif icac iones
hayan adaptado una orientac ión que
ami no re las variacion es t érmicas y
apro veche al máximo las horas de sol
para mant ener así un a temp eratura
constante.
La vivi end a hay que recubrirla de
una capa aislante com puesta de apre tados troncos recubiertos por el exterior con una tup ida red de piornos y
escobe ras. Est a cubierta debido a su
carácter de imperm eabili dad es la más
apropiada para un terreno de pers istentes lluv ias y niev es. Por otra parte
la forma cón ica de la te chumb re faci lita el deslizamiento del agua y la nieve.
A1 . Choza habitación. (Foto nO
2). Suele ser la plant a circular de unos
5 m . de diám etro en el interior . El muro
hecho con piedras de granito de regu lar tam año, colocadas a hueso de un
espe sor de 70 cm . apro ximada me nt e y
8
Foto No2 Cho za vivienda. Fa m ilia Aug usto .
En el int erior no existe compartimentación alguna. Normalmente se
colocan unas cortinas situadas en el
centro para separar el dormitorio del
hogar. Este hogar se sitúa junto al
muro generalmente a la derecha de la
ent rada. A l no exist ir ch imenea . los humos no tienen más salida que un ambiente enrarecido. El piso de la vivi en-
AA . Almacén. De dim ension es
semejantes a la choza vivienda. sirve
como depósito de alim entos para el
ganado, como piensos e instrumentos
de muy diversa índole (Fot o n° 31
A5. Cochiqueras, gallineros . Semejante a las ante rio res. aunque de reducido ta maño y con corral exte rno;
est án construidas más toscamente
que las ot ras construcciones .
A.S. Majada. Corresponde a la
construcción destinada a las cabras,
(Fot o n 04 ). Está formada por unos largos pasillos cub iertos a dos aguas con
troncos y retamas apoyados bien sobre el propio suelo de base o sob re un
pequeño mu ro de piedra . A est a part e
cub ierta se la denom ina «berenjón» .
Este se encuen tra divid ido en varios
compartimentos. Cada dos o tres metros se colocan postes ve rticales para
la sujeción de la t echum bre y del mismo modo se abren varios para la ent rada y salida del ganado. A lrededor de
este pasillo cub ierto, se f orma un corral int erior sin cubiert a conoc ido
como «medianil» donde sale el ganado. Existe en estas majadas un lugar
concreto para los chivos , denominado
«borril» que co rresponde a la parte t ech ada siendo del mismo t ipo que el
ante rior y «cor ralejo» a la part e descu biert a.
pagando un impuest o al Ayuntamiento
de cada pueblo o al propietario po r número de cabezas de ganado que hayan
nacido antes de S. M igue l.
Cabra. La vi da y el régimen econ ómlco-sooial, se mu eve en tom o a una
econom ía pastoril basada en la cabra y
en el aprovechamient o de sus produ ctos: como son la carne, el queso y la
lech e. Cada «majada» suele const ar de
150-20 0 cabezas de ganado aprox imadamente, recibiendo
diferentes
nombres segú n la edad del animal distinguiénd ose así la chiv a, chivata, primala, sobreprimala y cabra prop iamente dicha.
Un alt o po rcenta je de sus ing resos
familiares se obt ienen por la venta de
los cabrit os para carne , vend iéndose
con S u 8 kilo s de peso. Las cabras se
retienen hast a los cuat ro años aproximadamente, dest inánd ose para la cría
y la leche . Al pasar est e tiempo se
venden para carne.
Foto N o3 Almacén como depósito de piensos.
\
Es im port ante resaltar la gran extensión de t erreno que ocupan estas
«majadas» si se compara con las
cons trucc iones ante rio res, ya que la
cabra es la base fundame nta l de la
economía del cabrero .
11
GANADERIA
Los cabreros ut ilizan las tierras y
los pasto s en régimen de usufructo
Los tratos se llevan a cabo en los
pueblos cercanos, como Madrigal.
Cande lera o Villanueva etc. don de los
cabreros bajan cada lunes a vender el
queso. A l mismo tiempo obtienen en
estos centros urbanos distintos alimentos como pan, azúcar, caf é, pren das de vestir, etc . Otras veces el tra t ante o comprador, sube a la sierra y
efectúa el trato examinando a los animales .
Fig. 3
a =enlosado
b =paredes (1 m . a 1,50 m .)
c = muro de la casa (1.20 m ]
H = hogar
Hay que resaltar el carácter iti nerante de este tipo de ganado puesto
que el camb io de vivi enda está en relación con el pasto. Existe como decíamo s anteriormente una transhuman cia
de verano a lugares más altos po r enCI ma de los 1.500 m. de altt tud dent ro
de la misma sierra. Se desplaza toda la
familia con sus aperos y enseres necesarios. A estos chozos se les denomina «puestos de verano ». Permanecen
aquí durante la temporada est ival de
junio a sept iembre por ofrecer abundanci a de pastos frescos . Las construcciones son similares a los chozos
de invi erno, sólo que más ligeras y deleznables.
Otros an imales. Junto a las cabras
crían otros anim ales que les sirven de
base alimentici a, com o son: las galli nas y los cerdo s. Estos últ imo s tienen
gran import ancia puesto que la matan za es uno de los mejores compl ementos alimenticios para la dieta anual.
Por otra parte represent aba un carácter ritual y festivo digno de tener en
cuent a sobre to do en las relacione s y
cortejos amorosos con vista s a nuevos
mat rimon ios .
Ot ros animales que entra n a formar
part e int egrante en el desenvolvimi ento de los cabreros son los de carga y
transporte, como mulas, caballos, yeguas y burros. Los perros son por últi mo los anima les que sirven para prote ger y condu cir al rebaño obedec iendo
al cabrero por medio de silbidos y gri tos .
9
V. A GRICULTURA.
Junto a la economía de t ipo pastoril coex iste una horticu lt ura basada en
una producción para el propio consumo doméstico sin excedentes. Las
par celas o huertas cultivadas se local izan cerca de la «majada» en las riberas. Estas se limpian de piedras y se
cerc an para pro tegerlas de los anima les. Se ubi can en luga res cercanos a
mananti ales y arroy os. Los cultivos
más imp ort ant es son : las patatas, to mates, maíz, pimiento, calabazas, cebollas y garbanzos. El resto de los product os se traen del pueb lo.
Tanto la caza, la pesca com o la
horticu ltura no está n basadas en fi nes
comerciales, sino que son act ividades
necesarias de auto-co nsumo , apo rta ndo un valor económico a la fam ilia.
el gazpacho, las m igas, las gachas, patatas aliñadas , tasajos y arrope , etc .
VII. REMEDIOS Y ELEMENTOS CURATIVOS
El aislamiento propio de estos grupos así como la falta de medios de comun icación rápida con el pueblo, obligó y fomentó la med icina natural. Pocos son emp leados en la actualidad
aunque son conocidos y apreciados.
Podemos cita r entre otras: la celedonia, que se ut iliza para cicatrizar heri das; la junciana. estimulante del apet ito; la malva, se cocía como ant iinf larnat ori o: el sa úco. para curar las infe cciones de los ojos; la grama, como
laxant e; las raíces de gamones. para
los herpes. Ade más se siguen empleand o la manza nilla, el te, el tomillo,
el eucaliptus, et c.
Distintas y variadas son las especies cazadas, puesto que la fauna de
Gredos es muy abundante. Muchos de
estos anima les son cazados para obtener una fi nalidad concreta además de
la puramente alimenticia. Por ejmeplo
la cabra mon tés y el ciervo son apreciados también por su piel con la que
confe ccionan zurrones , serones y alfombra s. Otras se cazaron por ser dañinas como la zorra, jabalí y lobo, este
últi mo ya ext ingu ido .
Los instr ument os de caza utilizados
son el rifl e. la escope ta, el cepo y escasamente la carabina. Existen además
unas técn icas muy caract erísti cas
prácticamente en desuso en el mo mento actual, citaremos algunas:
Con trampa o loseta. Esta t ecnica
se efec túa por medio de una t rampa
compuest a por una losa de piedra,
sost eni da oblicuame nte por medio de
tres o cuatro palos finos colocados de
tal manera que el uno sos tiene al otro
y ent re todos a la pied ra. Cebada la
trampa con una «cebollu ela» y colocada en un pequeño hoyo, al intent ar comer el cebo los anima les, tanto aves
como mam íferos , mueven los palos y
la piedra pierde el equilibr io cayéndo les encima.
Con trampa de t ablas. Se hace un
agujero y se tapa con tab las. En la parte de abajo se co loca un mue lle y al
caer los animales, las tab las saltan hacia arriba quedando el anima l atrapa do.
Foto N°4 «Majada» para el ganado con corral escalonado.
· VI. A Ll MENTAC IO N
Está claro que la alimentación esta rá en fun ción de la producc ión exist iendo unos prod uctos que podemos
den ominar bás icos y que constit uye n
el cent ro de toda la dieta aliment icia.
Estos son principa lme nte : la carne de
cabra , matanza de cerdo, leche, que sos, legumbres y en menor grado la
pesca y la caza.
Existen unos platos muy populares
y característicos como son : el «ajocano ». o sopas canas , el ajo de patatas,
:0
Es digno de resalta r en cuanto a
saberes populares la capacidad y desarro llo que tienen para preveer los
cambios climáticos observando el
comportamiento del med io com o son
los animales, plantas y fenómenos atmosféricos .
111.
LA CAZA.
Entre los diversos elementos culturales de raigambre primit iva, ya casi en
desuso en la actualidad son los sistemas rudimentarios de caza con paralelos en algunos pueb los prim it ivos .
Con p erchas o lazos. Se efectúa
clavando dos palos paralelos en la tierra vertica lme nte . De la parte supe rior
de ambos, se atan unas cr ines de caballos formando un lazo. A l meter el
animal la cabeza po r la lazada, queda
atrapado. Se emp lea para perd ices y
otras aves.
Co n venen o. Esta técnica solía
aplicarse ant iguamente a aquellos animales cam ívoros envenenándoles la
carne del cebo .
A humando cu ev as. Esta técn ica
de carácter prim it ivo cons ist ía en capturar a ciertos animales provocando su
salida merced al humo.
IV.
PESCA.
Se obtiene las espec ies que se dan
en las gargantas: truchas. barbos , car-
R = Rec iento cerrado para las cabras
V=Vivienda
H = Horno para fabricar el pan
Q = Choza para -hacer el queso
A = Almacén
C = Cochiquera
o
o
o o
Fig . 4
pas. etc ., con una finalidad puramente
alime nt icia de uso domést ico . Adem ás
de utilizar la caña, el trasmallo y escasamente el arpón se practicaban técn icas muy características ext ingu idas en
su mayoría.
A «cat acuevas», o con las m an os.
Consiste en obtener los peces rnet iendo las mano s debajo de las piedras y
en los huecos donde se encuentran
escond idos . Este sistema de pesca es
uno de los más primitivos practicados
por el ho mbre.
«A t ronan do». Se trata de golpear
unas piedras con otra s hasta ensordecer a los peces.
Desviando la corriente o hacie ndo retenciones. Otro sistema consiste
en desviar la corriente de su cauce natur al por med io de piedras, ramajes y
o
o
o
o
o
Plano general de un com pl ej o de chozas de cab reros
otros obstáculos. Con ésto logran de- .
saguar de una forma bru sca el nive l
del agua siendo muy fácil la obtención
del pescado.
cEnvardascando» o envenenando . Este sistema cons ist ía en infici onar el agua con sem illas de cicuta o de
hierbas como la «torvi squera», «ceborrancha » e incl uso con cáscara de
nuez machacada.
VIII.
DIVISION DEL TRABAJO.
Existe una gran div isión y sistematización del trabajo atendiendo al sexo:
Hombre. Es el encargado de todo
lo referente al ganado y las técn icas
propias que conll eva, como destete,
marcado o señalado, pastoreo, etc . La
jornada de trabajo comienza a las 7 u
8 de la mañana practicándose el «ordeño s, Posteriormente se les alimenta
con piensos, saliendo a continuación a
pastar por el campo hasta la puesta
del sol. De vuelta a la «majada» se realiza de nuevo el ordeño. Por otra parte
el hombre es el que se encarga de la
pesca y la caza así como de las reparaciones de las const rucciones de la
«majada». Ot ra act ividad es la del tra bajo de la madera . En distintas épocas
del año el cabrero dispone de tiempo
libre que al no estar ocupado en dis tra cciones de un med io urbano, invi erte
este tiempo en la confección de obje tos artesanales. La materia prima empleada es var iada: madera de fresno,
cuero , hueso, etc . En cuanto a los ob jetos realizados suelen ser morteros,
morra les, cuchareros, cant areras, etc .
Resalta la técn ica del mortero por su
labo rios idad realizándose a navaja con
decoraciones geométricas incisas de
11
tendencia barroca, dejando en la base
del mortero y del mazo una bola móvil.
Mujer. Por el contrario la mujer se
dedica a hacer las faenas domésticas
propia de las choza así como dar de
comer al ganado restante, (Fot o n° 5 ).
Pero sin lugar a dudas la labor más
importante de ésta es la elaboración
del queso que supone un papel sign ifi cativo en los ingresos económicos fam iliares.
La media de cabras de leche por familia viene a ser de unas 60 aproximadamente. Estas producirán semana lmente unos 150 quesos. Los precios
oscilan durante el año descendiendo
considerablemente en la pr imavera.
El número de ho ras que la mujer invierte en esta act ividad es elevado,
puesto que la elaboración y conservación de este queso destinado a la venta así lo requiere. Es vendido los lunes
de cada semana. en los distintos centros urbanos más cercanos de la sierra.
consiste en lo siguiente: juegan var ias
personas. Hay que hacer lo contrario
de lo que se dice pues de no hacerlo
se pierde. Se ext iende un pañuelo o
trapo de 4 picos sujetándolo cada jugador de un extremo; uno de ellos va
señalando con un dedo, un círculo en
el centro del pañue lo a la vez que va
diciendo «estira y afloja
perdí mi cauda l
est ira y afloja
lo volví a ganar.
- Esta mañana madrugué y enc ima de
Juanito me senté.
Uno: - Miente usted.
Otro: - ¿Dónde estabas tu?
Uno: - encima de Pedro
y así sucesivamente hasta que alguno de los jugadores se confunda. Si
lo hace el «cura» ha de cambiarse por
otro jugador.
Inmediat ament e éste señala a uno
de los jugadores y le ordena que estire
y afloje, teniendo que hacer lo contrario. El que se confunde pierde su prenda.
Otros juegos son de pega como
po r ejemplo el del burro, y otros muy
característ icos son aque llos en los que
se reciben golpes al con fund irse, com o
el de «moscarrón» y el del «cura».
Juego del cura. Part icipan var ias
personas de entre ellas se nombra un
«cura» que ha de llevar una vas ija o recipiente con agua y un t rapo mo jado a
,,
,
,,,
,
,,,
,,
,
,,
.,, .
Foto No5 Elaboración del queso: «cinchas» para el cuajo.
IX. JUEGOS
TOS.
Y
ENTRETENIMIEN-
Predom inan aque llos realizados en
grupos co n un ma rcado carácter soc ial
pro duciendo la risa y rid iculizando el
equí voco de las contestaciones. Podemos citar entre éstos el juego «del Sol dado» y el de «estira y afloja», que
12
modo de hisopo o «guisopo». A éste
hay que llamarle siempre de usted, ya
que al confundirse alguno de los jugadores recib iría un «guisopazo». A los
demás participantes se les da un nombre diferente para producir así más
confusión, llamándoles de «tú», recibiendo el consiguiente «guisopazo» si
se co nfunden. Com ienza el juego di ciendo el «cura»:
t
C=camas
H = hogar
A=alacena
Fig. 5 Planta y corte de vivienda
CONCLUSIONES.
Om itiremos t oda la parte soc iológi-
ca relacionada con el ciclo de la vida
humana por present ar las mi smas característ icas que la de los pueblos de
la Vera . Tod o el ritu al de bautizos, bodas, muertes, lo reali zan en los pueblos de la Vera, puest o que todos poseen aquí sus propias casas donde
acud en para las fi est as y demás ceremonias.
Para concluir dir emos que el cabrero tiend e a desaparecer de la sierra. El
censo de familias en estos años era
bastante elevado (2).
PUEBLOS
Madriga l de la Vera
Villanueva
-Valverde
Talaveruela
Viandar
Losar
Robled illo
Garganta la Olla
Cande leda
Familias Personas \ Cabras
46
35
7
11
13
29
2
30
140
215 4.235
140 2.700
28
700
33
790
55
855
130 3.3 19
160
127 6.341
70013.000
De los pueblos que faltan no tenemos datos.
Pero en la actua lidad son dist intas
las causas que hacen más precaria la
vida del cabrero:
10. Las suces ivas adqu isiciones
por particul ares de grandes zonas de
la Sierra im pidiendo que las cabras
pued an pasta r libremente pues acor donan los caminos haciéndose difícil
el paso de una s áreas a otras.
la «fi eb re de malta» que les proh ibió la
venta de este magn ífico producto.
Todas estas causas provocan una
emigración vertiginosa y acelerada hacia zonas urbanas a la búsqueda de
una mejora del nive l de vida, puesto
qu e las condiciones económicas se
ven día a día más deprimidas.
2 0 • El poco cu idado que se presta
a la repoblación de estas sierras con
un tipo de árbol autóctono, como robles , enebros y castaños.
30. La pau lat ina repoblación de
muchas de estas áreas con pinos lo
que nos favorece el crecim iento del
so tobosque de gran valor nutr it ivo
para el ganado .
4 0 • Los impuestos cada vez más
elevados y sobre todo la escasa salida
que encuentra hoy día la carne de cabra.
50. La escasa ayuda y protección
que se da al queso inmerso en un grave problema en la act ualidad deb ido a
NOTA S:
1°. Agradecemos la colaboración tan desint eresada de la fam ilia de Crispin Retamal
y sus hijo s Angel y J osé. A A ngel Jara Gerro
y Luis Ja ra Garra. Aquttmo Gercie Fre üe, PI·
lar Garcia Garrera y Andrea Carrera Garra.
2 °. Según datos de F. Morcuende y A. Castaño. Revista N° 1 ((La Trochs». Coordinado ra Popular de la Vera año 19 81 . De donde
hemos obtenido los datos del Censo de Cabreros de la Vera.
13