Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cuerpo, jerarquía y formas de actuar

2022, Fulia/UFMG

FuLiA/UFMG, v. 7, n. 1, jan.-abr., 2022 TORCEDORES E TORCIDAS: CONTROLE E RESISTÊNCIAS Cuerpo, jerarquía y formas de actuar: Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá Body, Hierarchy and Ways of Acting: Esthetic, Politics and Ethics in “Barras Bravas” in Bogotá Corpo, hierarquia e formas de agir: Estética, política e ética nas barras bravas em Bogotá John Alexander Castro Lozano Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, Colômbia Candidato a Doctor en Estudios Sociales, Universidad Distrital Francisco José de Caldas alexandercastro1981@gmail.com RESUMEN: El público asistente constituido alrededor del fútbol en Colombia se puede caracterizar de la siguiente manera: espectadores, simpatizantes e hinchas. Por su parte, los hinchas se han agrupado en barras y también, en barras bravas. Cada caracterización depende de la afiliación y la fidelidad – asumida por cada aficionado – con el equipo y con el grupo social. En este aspecto, el propósito del artículo es: comprender las formas de constituir el cuerpo para la organización de la jerarquía y sus particulares formas de actuar entre los hinchas, agrupados en barras bravas de Bogotá. De este modo, la participación en el carnaval y la permanencia en el combate, por parte de los aficionados, demuestran la presencia en la tribuna y en las calles para demostrar el aguante. De otra parte, en el aspecto metodológico, el trabajo de campo etnográfico permitió comprender y describir la producción, la reproducción y la difusión de los significados de las prácticas, desde las vivencias y los relatos de los aficionados. PALABRAS CLAVE: Estética; Política; Ética; Hinchas de fútbol; Bogotá. ABSTRACT: The public constituted around football in Colombia can be characterized as follows: spectators, fans and supporters. For their part, the supporters have been grouped in “barras” and also in “barras bravas”. Each characterization depends on the affiliation and loyalty - assumed by each supporter - with the team and with the social group. In this aspect, the purpose of the article is: understand the ways of constituting the body for the organization of the hierarchy and its particular ways of acting among the fans, grouped in “barras bravas” of Bogotá. Thus, participation in the “carnaval” and the permanence in the “combate”, on the part of the supporters, demonstrate presence in the stands and on the streets to demonstrate the “aguante”. On the other hand, in the methodological aspect, the ethnographic field work allowed us to understand and describe the production, reproduction and diffusion of the meanings of the practices, from the experiences and the stories of the supporters. KEYWORDS: Esthetic; Politics; Ethics; Football Supporter; Bogotá. RESUMO: O público constituído em torno do futebol na Colômbia pode ser assim caracterizado: espectador, simpatizante e fãs. Por sua vez, os fãs foram agrupados em “barras” e também em “barras bravas”. Cada caracterização depende da filiação e lealdade – assumida por cada torcedor – com a equipe e com o grupo social. Nesse sentido, o objetivo do artigo é: compreender as formas de constituição do corpo para a organização da hierarquia e suas formas particulares de atuação entre os torcedores, agrupados nas “barras bravas” de Bogotá. Assim, a participação no “carnaval” e a permanência no “combate”, por parte dos fãs, demonstrar presença nas arquibancadas e nas ruas para demonstrar a “aguante”. Por outro lado, no aspecto metodológico, o trabalho de campo etnográfico permitiu compreender e descrever a produção, reprodução e difusão dos sentidos das práticas, a partir das experiências e das histórias dos fãs. PALAVRAS-CHAVE: Estética; Política; Ética; Torcedores de futebol; Bogotá. ISSN: 2526-4494 DOI: 10.35699/2526-4494.2022.35895 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá INTRODUCCIÓN1 Los años 1980 y 1990 en Colombia fueron décadas de sorpresas futbolísticas pues la Selección Colombia (Sub 20) logró ocupar el tercer lugar en el Campeonato Sudamericano de 1985, esa posición le permitió participar en la Copa Mundial de Fútbol realizada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS. En 1987, la sub 20 conquistó el título en el Sudamericano y así, la clasificación a la Copa Mundial de Fútbol realizada en Chile. La selección de mayores, consiguió – por primera vez en la historia – derrotar a Brasil, aunque fue en un partido amistoso, en 1985. Después alcanzó a ocupar la cuarta posición en la Copa América de 1991, el tercer lugar en 1987, en 1993 y en 1995 y, finalmente, se coronó campeón en 2001. También, pudo clasificar a la Copa Mundial de Fútbol de 1990,2 a USA 94 y a Francia 98. De esta manera, es probable que, las victorias futbolísticas produjeran una sensación de una comunidad imaginada3 alrededor de la Selección Colombia. A nivel de clubes, América de Cali consiguió llegar a la final de la Copa Libertadores en 1985, 1986, 1987 y 1996, pero en las cuatro oportunidades quedó en segundo lugar y Nacional de Medellín logró llegar a la final de la Copa Libertadores en 1989, coronándose campeón y en 1995 ocupó el segundo lugar. No obstante, en ese periodo de (un relativo) esplendor futbolístico, varios clubes colombianos fueron relacionados con traficantes de drogas. Por ejemplo, Eduardo Dávila (exportador de marihuana) invirtió en el Unión Magdalena de Santa Marta; Hernán Botero – presidente de Nacional – fue el primer colombiano extraditado a Estados Unidos por lavado de dinero; Octavio Piedrahita fue propietario de Pereira y de Nacional y Pablo Escobar invirtió en Nacional, Piedrahita y Escobar fueron parte del Cartel de Medellín; Miguel Rodríguez – integrante del Cartel de Cali – fue propietario de América; Fernando Carrillo y Phanor Arizabaleta – miembros del Cartel de Cali – fueron propietarios de Santa Fe de Bogotá; José Rodríguez – El artículo es uno de los resultados de la tesis de grado –intitulada ¡Yo soy azul! La imitación y el aguante entre hinchas en Bogotá– desarrollada por el autor en la línea de investigación en Subjetividades, Diferencias y Narrativas en el Doctorado en Estudios Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. 2 La última participación de la Selección Colombia se había dado en la Copa Mundial de 1962, realizada en Chile. 3 ANDERSON. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo, 2011. 1 29 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá asociado al Cartel de Medellín – fue propietario de Millonarios de Bogotá, entre otros traficantes vinculados a diferentes clubes. De otra parte, a finales de la década de 1980, en la Cadena 3 fueron transmitidos (en diferido) partidos de fútbol extranjero, especialmente argentino. En las emisiones fue posible observar a los aficionados apoyar a su equipo de fútbol de diversas maneras, por ejemplo, detrás de los arcos se ubicaban grupos organizados de hinchas; entonaban canciones; saltaban en conjunto; los goles lo celebraban corriendo hacia abajo de la tribuna; exhibían múltiples banderas; hacían columnas de humo; prendían bengalas y lanzaban papel. En esa década de contrastes, por un lado, se dieron una serie de triunfos futbolísticos sorpresivos, gracias a una generación de jugadores sobresalientes (a la sombra de los traficantes de la droga) y, por otro lado, una generación de hinchas fue influenciada por la festividad argentina. Esos aspectos fueron fundamentales para consolidar una renovada afición futbolística, expresada a través de la organización de las – denominadas – barras bravas, desde el año 1991 en Bogotá y en Cali. Posteriormente, agrupaciones semejantes se organizaron en Medellín, Barranquilla, Manizales, Bucaramanga, Neiva, Pereira, Ibagué, Santa Marta, Armenia, Cartagena, Pasto, Tunja, Cúcuta, Valledupar y Córdoba. Las barras bravas4 mostraron dos comportamientos regulares, por un lado, expresiones festivas, desde las tribunas ubicadas detrás de los arcos, como formas de apoyo a su club y, por otro lado, conductas violentas al interior y en los alrededores del estadio pues se enfrentaron a los aficionados rivales y a la Policía Metropolitana. Estos comportamientos han sido denominados por los hinchas como el carnaval y el combate, respectivamente. De esta manera, el propósito del artículo es comprender las formas de constituir el cuerpo para la organización de la jerarquía y sus particulares formas de actuar entre los hinchas, agrupados en barras bravas de Bogotá. Por ese motivo, el artículo se ordena de la siguiente manera: la introducción; los aspectos metodológicos; una clasificación de los aficionados; sobre el carnaval, el combate y el aguante; la estética, la política y la ética; y, por último, las conclusiones. 4 Otras denominaciones a estos grupos organizados de hinchas son: hinchadas o bandas. 30 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá SOBRE LOS ASPECTOS METODOLÓGICOS Este trabajo de investigación se ha desarrollado con hinchas reunidos en Blue Rain y en Comandos Azules Distrito Capital (CADC) de Millonarios Fútbol Club en Bogotá; antes, durante y después de los partidos, al interior y en los alrededores del estadio Nemesio Camacho “El Campín”, entre 2017 y 2018. La formación de las bandas de Millonarios se inicia en 1992. Sin embargo, su constitución se da en 1993, su primer nombre fue Blue Rain y se ubicaron en la tribuna oriental general del estadio Nemesio Camacho “El Campín”. En 1996 se trasladan a la tribuna lateral norte altas – ubicada detrás de la portería – y cambian su nombre a Comandos Azules # 13. En 2001, modifican su nombre a Comandos Azules Distrito Capital, entre 2003 y 2005 se producen enfrentamientos internos que desembocan en una división y en la formación de (una nueva) Blue Rain en 2006, quienes ocuparon la tribuna lateral sur altas. Entre 2006 y 2009 se producen enfrentamientos entre las dos hinchadas. Entre 2009 y 2019 se presentan rivalidades al interior de Comandos Azules Distrito Capital, pero en 2019 logran un proceso de unificación. Desde 2021, Blue Rain y Comandos Azules Distrito Capital deben ocupar la misma tribuna, lateral sur altas en “El Campín”. En este aspecto, el trabajo de campo etnográfico es la metodología adecuada para abordar el problema de esta investigación ya que permite comprender y describir la producción, reproducción y difusión de los significados de las prácticas desde las vivencias y los relatos de los hinchas de Millonarios F.C. en las barras bravas, complementado a partir de mis experiencias y mis narraciones. De acuerdo con Restrepo, la etnografía es una labor que solamente se experimenta a partir de su práctica, pero el trabajo de campo se define en las peculiaridades que lo circunscribe. Además, es una experiencia particular que altera esencialmente al etnógrafo, quien puede ser distinguido como un “dispositivo de producción de conocimiento, lo cual no sucede impunemente. Esto significa que el principal medio de aprehensión, comprensión y comunicación que media la etnografía es el 31 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá etnógrafo y sus sensibilidades, habilidades y limitaciones.”5 El investigador al estar allí para estar aquí pretende comunicar las experiencias y los testimonios de los aficionados y, además, a partir de mis vivencias y mis narraciones. “El etnógrafo ‘inscribe’ discursos sociales, los pone por escrito, los redacta.”6 El trabajo de campo etnográfico consiste en un ejercicio de escritura pues “la etnografía está, desde el principio hasta el fin, atrapada en la red de la escritura.”7 Los escritos antropológicos son inevitablemente simbólicos y la escritura etnográfica posibilita la emancipación de la representación occidental ya que “es una representación que se autointerpreta.”8 En ese aspecto, lo alegórico es pensar lo poético, lo tradicional, lo cosmológico, entre otros aspectos, en cada texto. Cada vez que se escribe, cada vez que las historias se representan, se comunica la imagen del otro en el texto.9 La imagen del otro, lo que se logra decirescribir del otro, es el resultado de una traducción o de un dialogo intersubjetivo, un dialogo que se reelabora en el texto porque al parecer el otro se puede perder en el tiempo y en espacio, pero es posible conservarlo a través de la escritura. UNA CLASIFICACIÓN DE LOS AFICIONADOS EN BOGOTÁ Los trabajos de investigación desarrollados por Alabarces, Aragón y Zambaglione bosquejaron una clasificación sobre los aficionados, según las especificidades de sus contextos; una categorización que contribuye al planteamiento de este trabajo investigativo pues los hinchas en Bogotá se han influenciado de los hinchas y las bandas de Argentina. De este modo, las denominaciones y las características formuladas son un referente inicial para comprender a los hinchas y las hinchadas de Bogotá. En este aspecto, Alabarces caracterizó a espectadores, hinchas militantes y la barra,10 Aragón planteó las particularidades de espectadores, 5 RESTREPO. Etnografía: alcances, técnicas y éticas, 2018, p. 19. GEERTZ. La interpretación de las culturas, 2003, p. 31. 7 CLIFFORD. Dilemas de la cultura. Antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna, 2001, p. 43. 8 CLIFFORD. Sobre la alegoría etnográfica, 1991, p. 153. 9 CLIFFORD. Dilemas de la cultura. Antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna, 2001. 10 ALABARCES. Crónicas del aguante: Fútbol violencia y política, 2012. 6 32 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá hinchas, fanáticos y barras bravas11 y Zambaglione propuso el siguiente orden: espectadores comunes, hinchas fanáticos, hinchas duros; la guardia vieja y la hinchada.12 A continuación, planteo la siguiente clasificación, por un lado, individual: espectadores, simpatizantes e hinchas, y, por otro lado, grupal: barras y barras bravas. La distinción fue elaborada en contexto, particularmente de Bogotá, como resultado de la presencia frecuente al estadio Nemesio Camacho “El Campín”, antes, durante y después de los partidos disputados, particularmente por Millonarios Fútbol Club. Los espectadores del fútbol estiman el deporte como una forma de entretenimiento o de saberes, observan el partido sin ninguna afiliación futbolística y quizá, lo siguen por televisión o asisten al estadio. Los simpatizantes se identifican deportivamente con un equipo, eventualmente siguen los partidos por televisión o tal vez, asisten al estadio. Los hinchas participan en las actividades o eventos de su club; adquieren su indumentaria: camisetas, chaquetas, sudaderas, gorras o bufandas; lo animan desde las graderías del estadio; se han instruido en la historia de su equipo y es posible que participen en peleas. Las barras son una organización de aficionados de un club, promueven la participación grupal en las actividades o eventos de su equipo; adquieren su indumentaria e incluso, producen su propia ropa deportiva; animan a su club desde las graderías del estadio; intercambian detalles o anécdotas de la historia de su equipo y probablemente se involucren en riñas. Y las barras bravas animan o alientan a su equipo, a través de expresiones festivas como banderas (trapos), canciones, humo de colores, papel, fuegos artificiales, sombrillas, entre otros. Igualmente, se burlan, humillan, insultan, amenazan y desafían a sus rivales. Del mismo modo, participan en enfrentamientos (cuerpo a cuerpo) en los que es posible usar piedras, palos de madera, varillas, cuchillos, navajas, machetes o armas de fuego. Asimismo, contribuyen en las actividades de su club, obtienen la indumentaria del equipo, producen su propia ropa deportiva y quizá, se han instruido en la historia de su club. En Colombia, la ARAGÓN. “Los trapos se ganan en combate”: Una mirada etnográfica sobre las representaciones y prácticas violentas de la “barra brava” de San Lorenzo de Almagro, 2007. 12 ZAMBAGLIONE. Sobre Las Identidades: ¿Qué Es Una “Hinchada”?, 2008, p. 104. 11 33 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá noción de barras bravas no es negativa pero tampoco es positiva pues depende del tono y la intención que le den los hinchas, la opinión pública, los medios de información, las autoridades deportivas y las civiles. En este caso, por barras bravas entiendo a grupos organizados de hinchas, quienes se caracterizan por participar en el carnaval en la tribuna y permanecer en el combate en las calles, antes, durante y después de los partidos de fútbol. A continuación, presento una reseña sobre los procesos de formación de las barras bravas y las torcidas organizadas en Suramérica. En Argentina, simpatizantes de San Lorenzo (en 1927) lanzaban pedazos de goma a futbolistas y a aficionados rivales, produciéndoles fuertes lesiones. Este grupo de hinchas fue denominado la Barra de la Goma.13 Este tipo de agrupaciones fueron denominadas barras fuertes o los pesados. El apelativo de barras bravas surgió a partir del homicidio de un seguidor de Racing Club, Héctor Souto, en 1967.14 En Brasil, durante los años cuarenta surgieron las primeras agrupaciones que empezaron a apoyar a su equipo, usar su camiseta, interpretar instrumentos musicales, y, además, establecer un líder; es en la década de 1960 cuando constituyeron las torcidas organizadas, su diferencia es su organización burocrática y su participación en las decisiones del equipo.15 Desde los años setenta las bandas iniciaron su proceso de constitución en Uruguay. Durante los ochenta en Paraguay, Chile, Perú y Ecuador. Desde los años noventa en Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela. Y en Panamá son de reciente fundación. Las barras bravas y las torcidas organizadas se asemejan en las formas de apoyar a su club y en el enfrentamiento contra sus rivales y se distinguen a partir de sus identificaciones futbolísticas. En Colombia, las hinchadas se constituyeron, primero en ciudades principales, luego en ciudades intermedias y finalmente, en ciudades pequeñas, siguiendo el esquema de consolidación de los equipos de fútbol, es decir, clubes nacionales, regionales y locales. Durante la década de 1990 se formaron las barras ARAGÓN. “Los trapos se ganan en combate”: Una mirada etnográfica sobre las representaciones y prácticas violentas de la “barra brava” de San Lorenzo de Almagro. 2007 14 GIL. Hinchas en tránsito: Violencia, memoria e identidad en una hinchada de un club del interior. 2007. 15 PALHARES, CABRERA y SCHWARTZ. Apuntes para un estudio comparativo entre torcidas organizadas e hinchadas. 2014. 13 34 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá bravas de equipos nacionales y de algunos regionales. Posteriormente, se organizaron alrededor de otros clubes regionales y también de equipos locales. Además, algunas iniciaron procesos de división interna, produciendo la constitución de una nueva banda, emprendiendo disputas entre hinchas del mismo equipo de fútbol, agravando la violencia del fútbol en Colombia. DEL CARNAVAL Y DEL COMBATE PARA DEMOSTRAR EL AGUANTE Por un lado, en lo relacionado al carnaval, el partido de fútbol tiene una duración reglamentaria de noventa minutos. No obstante, para los hinchas – agrupados en la banda – el encuentro futbolístico inicia antes ya que es necesario planear y organizar las manifestaciones festivas a exhibir. Por ese motivo, con anterioridad, son realizados múltiples encuentros entre los distintos seguidores, quienes forman en Blue Rain y en CADC. Sin embargo, las expresiones festivas a exhibir se desarrollan en los partidos en los que se enfrenta los rivales – considerados más importantes por los hinchas – de Millonarios, por ejemplo, contra Santa Fe, Cali, Junior, América y Nacional. Esas expresiones festivas inician desde la salida del equipo al campo de juego, durante todo el partido y hasta el retorno de los jugadores al camerino, las hinchadas exhiben manifestaciones festivas. Después de concluido el partido, los aficionados, integrantes de la banda permanecen en el estadio, especialmente en la tribuna pues es necesario ordenar, transportar y resguardar los instrumentos musicales y los trapos. Las expresiones festivas son una forma de reiterar su afiliación y su fidelidad futbolística. Asimismo, les permite a los hinchas, desde la tribuna, mostrar su apoyo (aliento) a los jugadores. Los seguidores de los clubes se autodenominan el jugador número doce, al desempeñar una actuación específica en la gradería. Igualmente, es posible que, la banda – en medio de la festividad – incluya aspectos extra futbolísticos en sus expresiones. En el interior de la tribuna distribuyen las sombrillas y el papel entre los jefes de parche16, quienes los reparten entre los integrantes de su grupo. Los fuegos artificiales son retenidos por los referentes17 de la hinchada y sus seguidores 16 17 Líderes de los sub grupos, los parches, de la barra brava. Líderes de la barra brava. 35 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá o partidarios. Las trompetas, los platillos, los redoblantes, los zurdos, los repiques y los bombos son centralizados por La Banda del Bombo de Blue Rain o la Instrumental del Comando de CADC; parches18 delegados para interpretar los instrumentos musicales durante el partido. Después de instalar los trapos, centralizar los instrumentos musicales y los fuegos artificiales, entregar las sombrillas y el papel se espera el inicio del encuentro futbolístico. Antes que, el equipo se ubique en el campo de juego, los hinchas empiezan a cantar y a aplaudir esporádicamente. En relacionadas al carnaval: este aspecto, “Augusto”19 explica las sensaciones Se hace, como le decía, con recursos propios, con ideas propias, bueno pues no tan propias porque eso es copiado de otros países. Primero lo que se hacía era papeles, rollos, humo, bengalas. Con las prohibiciones entonces del humo se pasó a extintores. Y con la llegada de la televisión en todo lado, estas vainas de Europa, entonces se empezaron fue a hacer los tifos20, que aquí nunca resultaron porque no hay sentido de pertenencia, ni apropiación. Eso cuanto a la organización del carnaval. Y la intención es avivar al propio equipo, es asustar al rival. Y también mostrar como… pues supremacía, superioridad de mi barra a la del otro. (Entrevista a “Augusto”, ex miembro de CADC y Blue Rain, Bogotá, febrero de 2018). La Banda del Bombo o la Instrumental del Comando inician la interpretación de los instrumentos musicales, impulsando las canciones – adaptadas al contexto del fútbol – y los saltos generalizados entre los seguidores en la tribuna. Igualmente, se abren las sombrillas, se alista el papel, los fuegos artificiales y el humo de colores. Cuando el club pisa el terreno de juego, La Banda del Bombo o la Instrumental del Comando guían a los demás aficionados, quienes cantan más fuerte y sincronizan sus saltos. El objetivo de estas expresiones es exhibir su afiliación y su fidelidad futbolística. Además, mostrar su apoyo a los jugadores ya que desde la tribuna los animan en su juego. Las manifestaciones festivas es posible entenderlas como el carnaval en el contexto del fútbol. 18 El parche es un sub grupo de la hinchada. Entre 1997 y 2007 fue integrante de Comandos Azules. Entre 2009 y 2016 se integró a Blue Rain. 20 Es un mosaico elaborado por los hinchas y desplegado en la tribuna que ocupan en el estadio, exhibiendo un símbolo del equipo o la barra brava. Se realiza con hojas de papel, plástico o banderas. 19 36 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá Los aplausos, las canciones, los instrumentos musicales, el papel, los fuegos artificiales, los saltos, las sombrillas y los trapos se exhiben en la tribuna pues “está integrado, principalmente por expresiones festivas que se articulan alrededor del baile, el canto, la música, el acercamiento corporal”.21 En el carnaval es posible manifestar conductas usualmente reprimidas en la cotidianidad, facilitando el anonimato de los participantes en la multitud. El carnaval permite salir de la vida diaria, entregarse a la exaltación y al delirio, gozar de un sistema simbólico representado por colores, olores, sonidos, sabores; la música deja a un lado al silencio e invita al movimiento, al iniciar la fiesta.22 Y, por otro lado, en lo relacionado al combate, los hinchas de Millonarios constituyeron como competidores futbolísticos a Santa Fe, Cali, Junior, América y Nacional; contrincantes que deben ser derrotados en el terreno de juego. La aparición de las barras bravas estableció a los seguidores de esos equipos como los rivales a derrotar en las tribunas y en las calles. De esta manera, la constitución de las hinchadas en Colombia permitió que, la apropiación de las rivalidades futbolísticas desembocase en enfrentamientos alrededor del estadio “El Campín”, en distintos barrios de Bogotá, en municipios aledaños a la capital e incluso, en carreteras de Colombia o en el exterior. En este sentido, los aficionados que integran Blue Rain y CADC heredaron y asumieron las rivalidades futbolísticas. Por eso, los hinchas – reunidos en Blue Rain y en CADC – se enfrentan a los miembros de La Guardia Albi Roja Sur de Santa Fe; el Frente Radical Verdiblanco y Avalancha Verde Norte de Cali; el Frente Roji-Blanco Sur y La Banda de los Kuervos de Junior; el Disturbio Rojo Bogotá y el Barón Rojo Sur de América; y Los Del Sur y Nación Verdolaga de Nacional. Los seguidores – en los enfrentamientos – usan, especialmente su cuerpo: cabeza, brazos y piernas. También, es posible que utilicen botellas de vidrio, palos de madera, piedras, tubos de PVC, varillas, armas blancas e incluso de fuego. Los enfrentamientos se pueden desarrollar antes, durante o después del encuentro futbolístico. En otras palabras, en los enfrentamientos deben exponer habilidades en el uso de su cuerpo para atentar contra el rival. En otras ocasiones, la 21 22 LOSADA. Notas de carnaval, 2007, p. 42. BOHÓRQUEZ. La música como dimensión simbólica del Carnaval, 2014. 37 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá continuidad y la violencia en los enfrentamientos, les exigió (a los aficionados de los clubes) el empleo de múltiples objetos contundentes e incluso, cuchillos, machetes o armas de fuego. Este ambiente violento es una oposición entre la hombría o la masculinidad agresiva propia frente a la cobardía que reseñan contra los rivales. La hombría o la masculinidad agresiva manifiesta la capacidad para estar presentes en el enfrentamiento. En este aspecto, “PQEK”23 cuenta la disposición para el combate: Combate es cuando va una barra y se encuentra con otra barra y pelean. […] Normalmente las barras utilizan palos y piedras, es lo que siempre se usó. En este momento no hay que negar que, los muchachos, en vista de tanto conflicto y tanta nota, utilizan armas blancas que, cada vez ponen más complicada la situación, porque la violencia se sale de las manos. (Entrevista a “PQEK”, ex miembro de CADC y Blue Rain, Bogotá, agosto de 2020). En las tribunas y en las calles, los hinchas – agrupados en las bandas – deben enfrentarse a sus rivales. El cuerpo de los seguidores está expuesto a daños físicos, al permanecer en los enfrentamientos pues las piernas, los brazos y la cabeza y, también, los tubos de PVC, las piedras, los palos de madera, las botellas de vidrio, las varillas, los cuchillos, los machetes o las armas de fuego son fundamentales si se pretende una victoria en las peleas. De este modo, los enfrentamientos producen lesiones, fracturas, múltiples heridas e incluso, muertes y, además, la permanencia en el combate posibilita el ascenso en el orden interno de la hinchada. Desde la posición de los seguidores, permanecer en las peleas no se censura. No obstante, si no se involucran pueden ser agredidos por los rivales o ser declarados como ausentes por sus colegas. Si permanecen con la barra brava pueden resultar golpeados, pero sus semejantes estimarán su firmeza porque están presentes en los combates. De acuerdo con lo dicho, Moreira – elaboró su investigación con la hinchada del Club Atlético Independiente de Avellaneda – sostiene que, el combate posibilita distinguir a los hinchas del mismo club y los 23 Desde 1997 hasta 2005 fue integrante de Comandos Azules. En 2006 participa de la formación de (la nueva) Blue Rain, entre 2008 y 2011 fue su referente principal. Posteriormente, se retiró de las actividades de Blue Rain. 38 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá enfrentamientos generan una sucesión continua de provocaciones y duelos entre las hinchadas rivales, con el propósito de conservar y revalidar su honor24. De esta manera, el aguante exhibe una convicción – por parte del integrante de la barra brava – de participar en el carnaval y de permanecer en el combate, es decir, estar presentes en las expresiones festivas y en las conductas violentas. Silvio Aragón especifica que, el aguante posee un doble significado “desde saltar y alentar los noventa minutos del partido, hasta ‘plantarse de manos’ para defender una bandera y robar la de otra barra” y complementa, está relacionado “a seguir al equipo, aunque no gane, tenga problemas institucionales o pierda algo considerado sagrado”25. De esta manera, los aficionados deben demostrar su compromiso y su responsabilidad pues es fundamental estar presentes en las distintas prácticas que, la barra brava promueve en el estadio y en sus alrededores, en distintos barrios de Bogotá, en municipios aledaños e incluso, en carreteras o en el exterior; mostrando una habilidad corporal para tolerar las condiciones, especialmente desfavorables en el carnaval y en el combate. El aguante es incluyente y es excluyente en la barra brava; es incluyente porque reúne a los hinchas, quienes participan y permanecen en las actividades festivas y permanecen en el lugar de la pelea, respectivamente. Y es excluyente porque prescinde de los aficionados que no participan en el carnaval y no permanecen en el combate.26 En este sentido, “Gordo Lan”27 explica, desde su posición, el aguante, relacionando al carnaval y al combate: El aguante es todo eso que le he depositado a Millonarios. Todo eso es aguante, en un viaje, en un partido, en todas las cosas que, en las cuales le he entregado a Millonarios. Ahí veo el aguante, en la tribuna, en los viajes, en cualquier cosa. Un aguante, hasta me he aguantado un tiro en la boca, eso es tener aguante, y seguir todavía de pie. Tener aguante es perder un partido, estar de últimas en la tabla y el primer semestre es estar de primeras, eso es tener aguante. Tener aguante es ver y soñar que Millos va a ser campeón y perder. Tener aguante es todo eso, tener 24 MOREIRA. Trofeos de guerra y hombres de honor, 2006. ARAGÓN. “Los trapos se ganan en combate”: Una mirada etnográfica sobre las representaciones y prácticas violentas de la “barra brava” de San Lorenzo de Almagro, 2007, p. 73. 26 CASTRO. Carnaval, combate y jerarquía entre los hinchas que forman una barra brava de Bogotá, 2020, p. 69. 27 Entre 2001 y 2005 fue integrante de Comandos Azules. En 2006 participa de la formación de (la nueva) Blue Rain y pertenece hasta el 2009. A partir de 2009 se integró, nuevamente a Comandos Azules. 25 39 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá aguante es eso. El aguante es lo que nos hace ser, lo que nos representa y nos define como barras bravas. (Entrevista a “Gordo Lan”, miembro de CADC, Bogotá, marzo de 2018). El testimonio de “Gordo Lan” permite entender la demostración del aguante, una exhibición permanente pues está vinculado a la identificación futbolística y, además, grupal. La identificación solicita, por ejemplo, la asistencia al estadio – especialmente a las tribunas ocupadas por Blue Rain o CADC – alentando al equipo de local y, particularmente de visitante. Los resultados de los encuentros futbolísticos no son relevantes; es necesario aguantar los ataques rivales y estar dispuesto a permanecer en el enfrentamiento. En otras palabras, las diversas experiencias en el carnaval y en el combate demuestran el aguante, una disposición y una responsabilidad que, constituyen una identidad particular y determinada. Dicho de otra manera, “el aguante permite recurrir a lo que sea necesario para derrotar al rival, sin importar la desventaja que se asuma en la pelea.”28 El aguante se constituye en un compromiso y en una responsabilidad de participación en el carnaval y de permanencia en el combate. Así, el hincha es incluido en la barra brava al ser distinguido por los referentes y los jefes de parche. Aunque son vivencias y narraciones diferentes, son complementarias. El aguante le permite al hincha salir del anonimato pues – sin importar las circunstancias del club de fútbol y de la hinchada – el hincha está presente en la tribuna y en la calle. La demostración del aguante permite la construcción de la realidad social de los hinchas en la banda, al aceptar la afiliación y la fidelidad futbolística y la pertenencia grupal y también, las rivalidades (en el contexto del fútbol) constituidas desde lo territorial, lo pasional, lo histórico, lo sociocultural, lo político-económico, lo étnico y lo sexual. Lo anterior permite identificar, desde afuera del grupo social, aspectos relacionados con lo estético, lo político y lo ético entre los aficionados. 28 CASTRO. Carnaval, combate y jerarquía entre los hinchas que forman una barra brava de Bogotá, 2020, p. 70. 40 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá DE LA ESTÉTICA EN LA BARRA BRAVA En el carnaval, los hinchas que participen en la composición de canciones, en la elaboración trapos y en la adquisición de instrumentos musicales, papel, fuegos artificiales y sombrillas serán ubicados en diferentes posiciones en el orden interno o en la jerarquía de la barra brava. La composición, la elaboración y la consecución de cada uno de estos aspectos implica una reunión entre los seguidores para lograr componer nuevas canciones, elaborar nuevas banderas y conseguir papel, fuegos artificiales y sombrillas. Por eso, los aficionados se reúnen con el propósito de adaptar las canciones más escuchadas y, además, ensayar con los instrumentos musicales, ensayos que les permitirá mejorar lo ya conocido y aprender las nuevas composiciones. En los encuentros, se plantean múltiples propuestas para la elaboración de trapos; quizá el uso de pintura para el rostro, el uso de máscaras o algunos hinchas decidirán tatuarse para exhibir su afiliación y su fidelidad futbolística y, asimismo, su pertenencia grupal. Para el combate, los seguidores que intervengan en los robos, las emboscadas o los ataques a los rivales y, además, quienes permanezcan en el sitio en el que son embestidos o protejan los trapos, podrán ser ubicados en diferentes posiciones en la jerarquía o en el orden interno de la barra brava. Por eso, los aficionados, también se reúnen para entrenar su cuerpo para el combate, la pelea callejera o en diferentes deportes de contacto. El entrenamiento es primordial si quieren lograr una victoria en pelea o por lo menos, permanecer en los combates. Asimismo, es posible utilizar botellas de vidrio, palos de madera, piedras, varillas o armas blancas. Por eso, la permanencia deja, inevitablemente huellas en el cuerpo, hematomas, hinchazón, dolor o heridas por arma, huellas que se convertirán en cicatrices. Sin embargo, se ha popularizado en el uso de armas blancas o de fuego, utilización que ha iniciado una preocupante lista de asesinatos en Colombia. Los hinchas, quienes forman la barra brava, deben disponer su cuerpo para las expresiones festivas y para las conductas violentas, es decir, deben estar presentes – por lo menos – antes, durante y después de los partidos, las reuniones, los viajes y los enfrentamientos. En este sentido, por un lado, los seguidores deben aplaudir, cantar y saltar antes, durante y después del partido del club y por el otro, 41 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá deben usar su cuerpo y también, botellas de vidrio, palos de madera, piedras, tubos de PVC, varillas, armas blancas o de fuego para enfrentarse a los rivales. Los aficionados deben estar dispuestos a participar en el carnaval y en el combate pues les otorga múltiples experiencias, convertidas – posteriormente – en testimonios para relatar a otros hinchas. La participación y la permanencia les posibilita constituir semejanzas y distinciones; semejanzas entre los que participan y los que permanecen y distinciones entre los que no participan y no permanecen. La participación y la permanencia generan sentidos de pertenencia y vínculos comunitarios que ratifican su afiliación y fidelidad futbolística con el equipo y la barra brava. Las expresiones festivas y las conductas violentas exhiben lo estético en la barra brava pues les posibilita vivenciar múltiples experiencias en el carnaval y en el combate. Este tipo de manifestaciones, el carnaval y el combate no son estáticas. Por el contrario, son dinámicas, a partir de la categoría de técnicas corporales planteada por Mauss es posible explicar las formas particulares en que los hombres usan su cuerpo en diferentes sociedades, distintas épocas y en distintas generaciones, especificidades que se generan mediante un aprendizaje específico, mostrando costumbres explícitas a partir de una autoridad social. “Estos ‘hábitos’ varían no sólo con los individuos y sus imitaciones, sino sobre todo con las sociedades, la educación, las reglas de urbanidad y la moda.”29 El concepto de técnicas corporales está relacionado con las formas de actuar: correr, bailar, saltar, movimientos de fuerza, entre otros. De acuerdo con lo dicho, desde el concepto de técnicas corporales es posible interpretar a los seguidores que integran las hinchadas. Además, técnicas corporales que han variado a partir de nuevas generaciones, modificando las prácticas y los propósitos de los aficionados pues de una generación a otra se distinguen en las formas de actuar. En este aspecto, es posible realizar una comparación entre la barra brava de los noventa, de la primera década del 2000 y en los años 2010 pues los relevos generacionales han modificado las prácticas de los hinchas. 29 MAUSS. Sociología y antropología, 1979, p. 340. 42 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá En la década de 1990, en lo relacionado al carnaval, los saltos se caracterizaban por una posición inclinada hacia adelante del cuerpo y los brazos al frente, dispuestos a empujar, esperando el momento para realizar una avalancha.30 Y los seguidores bailaban mientras cantaban, es decir, pogueaban,31 algunos de los aficionados estaban influenciados por el rock en general y el metal en particular, quienes lograban que fuesen imitados por los demás. En lo relacionado al combate, los enfrentamientos eran cuerpo a cuerpo, buscando una lesión provocada por un golpe con la cabeza, con el puño o una patada. En las persecuciones, la barra brava perseguida corría para evitar que los rivales los alcanzaran y así, protegerse; quienes perseguían corrían para alcanzarlos y así, agredirlos. Desde la década de 2000 y en los años 2010, los pogos son mucho más lentos pues los gustos musicales han variado, en el presente, la cumbia villera se ha popularizado entre los hinchas. La instalación de los rompeolas en la tribuna, modificó los saltos pues los seguidores saltan con un cuerpo erguido y los brazos doblados. Y el enfrentamiento hoy es mediado por armas blancas o de fuego, agresiones que pueden lograr la eliminación del rival, es decir, en los enfrentamientos pueden asesinar a los rivales. Por último, las persecuciones se han reducido pues la presencia de la Policía Metropolitana – particularmente el Escuadrón Móvil Anti Disturbios, ESMAD – es considerable, quien actúa para dispersar a los aficionados y es posible que, la legislación establecida haya contribuido a la disminución de este tipo de hechos. Finalmente, lo estético se manifiesta a través del cuerpo, los tatuajes y las cicatrices son su demostración pues, por un lado, el tatuaje plasma los emblemas del club y de la barra brava, exhibidos, particularmente en la tribuna mientras alientan o animan al equipo, participando en las expresiones festivas durante el partido, y, por otro lado, las cicatrices son el resultado de la permanencia en los enfrentamientos, ya sea al emboscar a los rivales o al atacarlos a ellos; se evidencian en diferentes lugares del cuerpo y son producto de golpes o ataques con armas corto punzantes. 30 Por la gradería, los hinchas bajan corriendo, detenidos por la baranda de seguridad o la malla. Es un tipo de baile iniciado desde el punk. Los individuos se mueven (según el ritmo de los instrumentos) de un lado a otro y levantan las piernas y los brazos. 31 43 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá DE LA POLÍTICA ENTRE LOS HINCHAS EN LA HINCHADA La participación en el carnaval y la permanencia en el combate les posibilita a los hinchas ser reconocidos pues salen del anonimato en la barra brava, demostrando su aguante. Estar presentes en el carnaval y en el combate ordena la jerarquía entre los antiguos y los nuevos miembros de la hinchada, una ubicación desde la decisión y el compromiso de cada aficionado. Dicho de otra manera, el hincha manifiesta que – sin importar las circunstancias –, él está dispuesto a participar en el carnaval y a permanecer en el combate, es decir, manifiesta estar presente. Blue Rain y CADC se ordena jerárquicamente (de arriba abajo) de la siguiente manera: referentes, jefes de parche, partidarios y pelaos o chinos. A los referentes también, los denominan cuchos o viejos – usualmente superan los 28 años – ya que integran la barra brava desde años atrás; su pertenencia les ha posibilitado lograr notoriedad y liderazgo. La posición de los referentes les permite relacionarse con directivos del club, patrocinadores, periodistas y autoridades deportivas y civiles. Los jefes son los líderes de los parches de la barra brava; ellos promocionan la intervención en las diferentes actividades planteadas por los referentes y al mismo tiempo, sus propias actividades. De este modo, la autoridad de los referentes se entrevé en la participación que logran de los diferentes parches y sus respectivos miembros. Los partidarios son los aficionados quienes sostienen a los referentes y a los jefes de parche. Los partidarios son denominados (de forma despectiva) carros pues – según algunos hinchas – llevan y traen mensajes, órdenes o encargos de los referentes o de los jefes. Por último, los pelaos o los chinos son los miembros más jóvenes (quizá inexpertos) de la barra brava y usualmente, su integración inicia con la asistencia a la tribuna y posteriormente, se integran a los parches. Los referentes, los jefes de parche, los partidarios y los pelaos o los chinos tienen encuentros en horarios distintos y en lugares diferentes a los partidos de su equipo. Las reuniones son realizadas lejos del sitio del entrenamiento del club o del estadio. Los lugares de encuentro son parques, plazoletas o canchas de microfútbol; sitios ubicados en barrios de influencia de la barra brava. Asimismo, los lugares escogidos son alternados, semana a semana, al buscar algunas 44 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá condiciones de seguridad pues es probable una emboscada por parte de los seguidores que integran bandas rivales. Durante la semana se desarrollan dos reuniones. La primera es cerrada y asisten los referentes, los jefes de parche y los partidarios. La segunda es abierta y asisten referentes, jefes de parche, partidarios y, además, los pelaos o los chinos. También, pueden participar aficionados, aunque no pertenezcan a ningún parche o a la hinchada. En la reunión de los referentes, los jefes de parche y los partidarios convienen distintos objetivos y una división del trabajo que permite: conseguir tela para hacer y pintar nuevos trapos o la conservación de los existentes; algo semejante sucede con los instrumentos musicales para su preservación o su adquisición. Igualmente, la búsqueda de papel, sombrillas, humo de colores y fuegos artificiales. Posteriormente, en el encuentro abierto los referentes anuncian a los pelaos y a los demás hinchas, sobre las decisiones tomadas y la trascendencia de la participación en el mantenimiento de los trapos, las sombrillas y los instrumentos musicales o la necesidad de elaborarlos o adquirirlos nuevamente. Asimismo, diversos aportes, particularmente en dinero para la adquisición de papel, humo de colores y fuegos artificiales. Y si el partido es de visitante, inician con la promoción y la organización del viaje al lugar a donde el equipo va a disputar su partido. Los referentes, los jefes de parche y los partidarios, por igual, deben demostrar su aguante, especialmente a los chinos, a los seguidores del mismo club y a los aficionados rivales. Los referentes y los jefes de parche se han posicionado en el orden interno desde la promoción, la participación y la permanencia en las distintas actividades de la barra brava. Por ese motivo, reciben boletas de entrada al estadio, en los viajes aseguran su puesto en los buses, reciben la ropa deportiva oficial del club y, tal vez, la posibilidad de obtener distintos puestos de trabajo, entre otros beneficios. Los referentes y los jefes de parche distribuyen, parcialmente los beneficios conseguidos para conservar la jerarquía, aunque la posición no se comparte. En este sentido, la administración de los dineros y los contactos son manejo exclusivo de los referentes. Al mismo tiempo, promocionan y participan vigorosamente en las distintas actividades y están presentes en las diferentes situaciones de la barra brava, favorables o especialmente adversas. 45 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá Por último, lo político se determina a partir del compromiso del hincha con el equipo de fútbol y la hinchada. La jerarquía se establece a partir de una serie de relaciones de subordinación y de dependencia recíproca entre los hinchas, mostrando la responsabilidad adquirida por cada uno y la capacidad de convocatoria a los conciertos, los encuentros futbolísticos, las fiestas, las marchas, las reuniones, los viajes y los enfrentamientos. De esta manera, las relaciones de subordinación y de dependencia recíproca constituyen relaciones de clientelismo a partir de la comprobación y el reconocimiento de su afiliación y fidelidad futbolística y, también, a la pertenencia a la banda. En otras palabras, a partir de los aplausos, los saltos, las canciones, las burlas, los insultos, los desafíos, las amenazas y las peleas con rivales; los seguidores reciben distinciones por su participación en el carnaval y en el combate como, por ejemplo, boletas de ingreso e indumentaria del club, entre otros estímulos. El orden interno o la jerarquía exponen lo político en la barra brava ya que les permite entenderse y convivir en función del beneficio de los aficionados. DE LA ÉTICA ENTRE LOS AFICIONADOS EN LA BANDA Lo festivo se exhibe en la tribuna y en las calles se evidencia el combate. No obstante, la festividad se puede presentar en las calles y los enfrentamientos es posible que, se desarrollen en las graderías. Los hinchas, quienes participen en lo festivo y en lo violento, serán identificados por referentes y jefes de parches pues participar en el carnaval y permanecer en el combate posibilita la individualización de los seguidores en la barra brava. Entonces cantar, saltar y levantar los puños puede conceder distintos beneficios y por eso el deseo de muchos integrantes de las bandas de participar en el carnaval y en el combate; buscando, poco a poco, remplazar a quien lidera porque él tiene sus garantías y es evidente que, por eso se puede pelear. Lo festivo y lo violento no son expresiones accidentales ya que se han planeado en las reuniones, particularmente las vinculadas al carnaval. Las relacionadas al combate se pueden desarrollar de forma fortuita o accidental, aunque en algunas ocasiones si pueden ser planificadas. Los referentes, los jefes de 46 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá parche y los partidarios impulsan en la tribuna las canciones y los saltos durante el partido y en las calles, siguen en el sitio del enfrentamiento, influyendo sobre los chinos a involucrarse en la participación en el carnaval y la permanencia en el combate. En este sentido, Panfichi – elaboró su investigación con las barras bravas de Comandos Svr de Alianza Lima y Trinchera Norte de Universitario de Deportes – señala que, la masculinidad agresiva destaca a los líderes y son respaldos por otros hinchas pues “tienen la responsabilidad de vigilar en las graderías que todos canten desaforadamente o ‘guerreen’ en defensa de sus colores”.32 La promoción, la participación y la permanencia en las distintas prácticas de la barra brava les posibilita a los referentes, los jefes de parche y los partidarios el prestigio, la notoriedad y, así, se convierten en un modelo a seguir para los chinos. Asimismo, alcanzan una autoridad que les permite tomar las decisiones ineludibles para exigirles a los chinos – y a los otros seguidores – cumplir lo relacionado al carnaval y al combate. Por lo tanto, el aguante constituye a los referentes, a los jefes de parche y a los partidarios pues sus vivencias y relatos son la demostración de su compromiso y su antigüedad. Esas experiencias se van acumulando, pero deben renovarse partido tras partido, no es posible heredarlas; logrando la identificación y la distinción entre los hinchas que integran la barra brava, hinchas rivales y autoridades oficiales. La promoción y la participación de los referentes y los jefes de parche en las distintas actividades establece el orden interno ya que la barra brava es un grupo social jerárquico.33 Los referentes y los jefes de parche se diferencian de los partidarios y de los pelaos al participar y permanecer en las expresiones festivas y en las conductas violentas. De esta manera, demuestran un compromiso “incondicional” con el club y con la hinchada, es decir, demuestran su aguante. Por ese motivo, los referentes y los jefes de parche se posicionan en la cumbre del orden interno ya que su compromiso les concede una autoridad para sobreponerse ante los partidarios y los pelaos. Los referentes frenan a los jefes de parche en su ascenso en el orden interno; quienes, al mismo tiempo, detienen a los partidarios; quienes, también, atajan a los 32 PANFICHI. Representación y violencia en el fútbol peruano: barras bravas, 1999, p. 158. CASTRO. Carnaval, combate y jerarquía entre los hinchas que forman una barra brava de Bogotá, 2020, p. 72. 33 47 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá chinos, quienes les exigen a los nuevos seguidores participar en el carnaval y permanecer en el combate. Los referentes, los jefes de parche, los partidarios, los chinos y los aspirantes no pretenden estar en el anonimato y aspiran ascender en el orden interno. No obstante, los referentes y los jefes de parche les entregan algunos beneficios a aquellos que pretendan escalar en la jerarquía pues los pueden, de una u otra manera, neutralizar. Aunque si mantienen su anhelo, deben exponer creatividad e ingenio en las propuestas sobre las acciones relacionadas con lo festivo y lo violento. Además, los referentes y los jefes de parche, partido tras partido, deben renovar la demostración de su compromiso, de su aguante, conservando su ubicación en el orden interno de la barra brava pues está determinado por quien ejerce la autoridad en la barra brava. Pero los hinchas que deseen subir en la jerarquía de la barra brava pueden sobreponerse sobre sus referentes o sus jefes de parche mediante el ejercicio de la violencia, es decir, por medio del combate. La promoción, la participación y la permanencia no son asumidos por todos los aficionados (por diferentes decisiones, motivos o circunstancias personales) ya que la gran mayoría no se dedican o no se comprometen de la misma forma al equipo y a la barra brava. De este modo, los que no demuestran compromiso, no son parte del grupo social. Los referentes y los jefes de parche promueven, participan y permanecen en los conciertos, los encuentros futbolísticos, las fiestas, las marchas, las reuniones, los viajes y los enfrentamientos. Los hinchas, quienes participen y permanezcan en el carnaval y en el combate, mostrarán el compromiso con su afiliación y fidelidad futbolística y, también, con la pertenencia a la banda. La participación y la permanencia serán comprobadas y reconocidas por los seguidores, quienes forman las hinchadas, participación y permanencia que será recompensada. En este sentido, aplaudir, saltar, cantar, burlarse, insultar, desafiar, amenazar y pelear con aficionados rivales, permite salir del anonimato y alcanzar la notoriedad. La participación y la permanencia muestran lo ético en la barra brava pues les posibilita a los hinchas orientar sus expresiones y sus conductas individualmente. 48 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá CONCLUSIONES Este artículo se ubica en los estudios sociales del fútbol ya que pretende comprender e interpretar a los sujetos y a los grupos sociales constituidos alrededor del balompié, es decir, a los hinchas y a las barras bravas. Los sujetos y los grupos sociales son la evidencia de la reunión multitudinaria en uno de los espectáculos del presente, realizado (una y otra vez) en distintos estadios. Igualmente, en prensa, radio, televisión y en Internet son elaborados múltiples hechos noticiosos en torno a los clubes; posibilitando la continuación y la novedad del fútbol entre los seguidores. En ese entretenimiento, a los aficionados (quienes integran las hinchadas) los han incluido en los hechos noticiosos, particularmente en los relacionados a los incidentes violentos, ya sea en las graderías o en los alrededores de los estadios, en barrios o en carreteras. Asimismo, los hinchas y las bandas se han constituido como un campo emergente de investigación social. Lo estético, lo político, y lo ético se pueden evidenciar a partir de la participación en las expresiones festivas y la permanencia en las conductas violentas, posibilitando particulares formas de constituir el cuerpo (tatuajes y cicatrices), la organización de la jerarquía (el orden interno) y el establecimiento de específicas formas de actuar (normas y valores) entre los hinchas, agrupados en Blue Rain y en Comandos Azules Distrito Capital. De este modo, el carnaval y el combate exhiben la presencia de los aficionados en la tribuna y en las calles, les posibilita exponer su afiliación y su fidelidad futbolística y, además, su pertenencia grupal, es decir, es fundamental estar presente en las diferentes vivencias de las barras bravas para salir del anonimato y alcanzar notoriedad entre los simpatizantes reunidos en la banda. Además, la participación y la permanencia en las múltiples experiencias de los aficionados en las hinchadas les otorga recompensas que sólo podrán ser entendidas en contexto, por ejemplo, pases de entrada, ropa deportiva del club y puestos en los buses para los viajes. De esta manera, la relación contradictoria y, al mismo tiempo, complementaria entre el carnaval y el combate demuestran el aguante entre los seguidores pues los reúne y los cohesiona para exhibirse más festivos y más violentos frente a los rivales y al interior de la hinchada otorga una autoridad que 49 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá se constituye en un referente para entender la construcción de su realidad, para comprender las formas de constituir el cuerpo para la organización de la jerarquía y sus particulares formas de actuar. De esta manera, los tatuajes y las cicatrices son relevantes al exponer su identidad futbolística y grupal. El hincha demuestra su compromiso y convicción al estar presente en las múltiples necesidades del club y de la barra brava. El hincha al participar y al permanecer constituye la barra brava y así, la banda instituye al hincha, es una relación que los cohesiona para perdurar a través de generaciones y ocupar un lugar. Por eso, por un lado, la afiliación, la fidelidad futbolística y, por otro lado, la pertenencia grupal, establecen las rivalidades, oposiciones que inician en la competencia deportiva, pero los hinchas adicionan aspectos vinculados a lo territorial, lo pasional, lo histórico, lo sociocultural, lo político-económico, lo étnico y lo sexual, manifestado a través de lo festivo y lo violento, es decir, mediante insultos, ofensas y, fundamentalmente en enfrentamientos. De esta manera, es posible evidenciar lo estético, las relaciones de subordinación y de dependencia a partir del compromiso y la convicción y, también, las pautas que orientan las expresiones y las conductas individuales. Finalmente, la manifestación del aguante establece la trascendencia de aplaudir, saltar, cantar, amenazar y, pelear, sin importar cuándo, ni dónde; experiencias que le otorgan auxilios, protección, bienes y servicios. Así, los hinchas – al promover, participar y permanecer en las múltiples prácticas en la barra brava – serán identificados como integrantes de la banda pues han salido del anonimato y han logrado la notoriedad entre diferentes aficionados. *** REFERENCIAS ALABARCES, Pablo. Crónicas del aguante: Fútbol violencia y política. Buenos Aires: Capital Intelectual, 2012. ANDERSON, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2011. 50 FuLiA/UFMG – [...] Estética, política y ética en barras bravas de Bogotá ARAGÓN, Silvio. “Los trapos se ganan en combate”: Una mirada etnográfica sobre las representaciones y prácticas violentas de la “barra brava” de San Lorenzo de Almagro. Lanús: Antropofagia, 2007. BOHÓRQUEZ, Catalina. La música como dimensión simbólica del Carnaval. In: GONZÁLEZ, Marco. Carnavales y nación. Estudio sobre Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba y Venezuela. Bogotá: Corporación de Estudios Interculturales Aplicados, 2014, p. 256-267. CASTRO, John. Carnaval, combate y jerarquía entre los hinchas que forman una barra brava de Bogotá. Debates en Sociología, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 51, p. 55-76, 2020. CLIFFORD, James. Dilemas de la cultura. Antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna. Barcelona: Editorial Gedisa, 2001. CLIFFORD, James. Sobre la alegoría etnográfica. In: CLIFFORD, James; MARCUS, George. Retóricas de la antropología. Madrid: Ediciones Júcar, 1991, p. 151-182. GEERTZ, Clifford. La interpretación de las culturas. Barcelona: Editorial Gedisa, 2003. GIL, G. Hinchas en tránsito: Violencia, memoria e identidad en una hinchada de un club del interior. Mar del Plata: Editorial de la Universidad de Mar del Plata, 2007. LOSADA, Flora. Notas de carnaval. Revista de Investigaciones Folklóricas, Buenos Aires, 22, p. 42-47, 2007. MAUSS, Marcel. Sociología y antropología. Madrid: Editorial Tecnos, 1979. MOREIRA, Verónica. Trofeos de guerra y hombres de honor. In: ALABARCES, Pablo. Hinchadas. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2006, p. 75-89. PALHARES, M; CABRERA, N, y SCHWARTZ, G. Apuntes para un estudio comparativo entre torcidas organizadas e hinchadas. Movimento, Rio Grande do Su, 20, p. 163-176, 2014. PANFICHI, Aldo. Representación y violencia en el fútbol peruano: barras bravas. Contratexto, Universidad de Lima, Lima, 12, p. 151-161, 1999. RESTREPO, Eduardo. Etnografía: alcances, técnicas y éticas. Lima: Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2018. ZAMBAGLIONE, Daniel. Sobre Las Identidades: ¿Qué Es Una “Hinchada”? Educación Física y Ciencia, 10, 101-111, 2008. *** Recebido em: 1º de setembro de 2021 Aprovado em: 2 de março de 2022 51