Universidad Nacional de San Luis
Facultad de Psicología
Trabajo Final para acceder al grado de Licenciada en Psicología
La Regulación Emocional y el Apoyo Social en la
Adherencia al Tratamiento Antirretroviral en personas
que conviven con VIH/SIDA
Autora: María Florencia Villa Fadón
DNI: 31.047.154
REG: 40.842.03
Director: Lic. Victor Martinez-Nuñez
Co- Directora: Dra. Anna Rovella
San Luis - 2014
Agradecimientos:
A mi padre y demás padres.
A mi Director y Directora.
A mis amigas/os, todxs!
ÍNDICE
(Páginas)
I. Introducción………………………………………………………………………………………………….1
II. Marco Teórico……………………………………………………………………………………………….3
II.1. VIH/SIDA……………………………………………...........................................................................3
II.1.a. Epidemiologia…………………………………………………………………………………………....5
II.1.b. Programa Provincial de VIH/SIDA…………………………………………………………………….6
II.1.c Terapia Antirretroviral……………………………………………………………………………………8
II.2. Adherencia al tratamiento antirretroviral………………………………………………………………..10
II.3. Apoyo social……………………………………………………………………………………………….14
II.4. Emociones y Regulación emocional……………………………………………………………………16
III. Objetivos……………………………………………………………………………………………………20
III.1.Objetivo general…………………………………………………………………………………………..20
III.2. Objetivos específicos……………………………………………………………………………………20
IV. Metodología…………………………………………………………………………………………………21
IV.1. Participantes……………………………………………………………………………………………....21
IV.2. Instrumentos………………………………………………………………………………………………22
IV.3.Procedimiento……………………………………………………………………………………………..24
V. Análisis e interpretación de los resultados…………………………………………………………...25
V.1. Análisis descriptivo de las variables en estudio…………………………………………………..25
V.1.a. Apoyo Social…………………………………………………………………………………………….25
V.1.b Regulación Emocional………………………………………………………………………………….27
V.1.c Adherencia y No Adherencia al TARV………………………………………………………………..29
V.2. Datos clínicos……………………………………………………………………………………………33
V.2.a. Historia clínica (tabla y descripción)………………………………………………………………….33
V.2.b. Actitudes respecto al VIH/SIDA………………………………………………………………………36
V.2.c. Conductas de riesgo sexual para la salud…………………………………………………………..40
V.3. Análisis Correlacional………………………………………………………………………………….42
V.3.a. Apoyo Social, Regulación Emocional y Adherencia……………………………………………….42
V.3.b. Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia e Historia Clínica……………………………44
V.3.c. Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia y Actitudes respecto al VIH/SIDA…………46
V.3.d. Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia y Conductas de riesgo sexual para la salud..48
V.3.e. Historia Clínica, Actitudes respecto al VIH/SIDA y Conductas de riesgo sexual para la salud...50
V.4. Conclusiones y discusiones…………………………………………………………………………..53
V.5. Referencias Bibliográficas……………………………………………………………………………. 57
V.6. Anexos………………………………………………………………………………………………….....62
V.6.a. Anexo I. Consentimiento Informado…………………………………………………………………..62
V.6.b. Anexo II Entrevista clínica……………………………………………………………………………..63
V.6.c. Anexo III Cuestionarios DUKE-UNC-11, DERS y VPAD-24……………………………………….68
V.6.d. Anexo IV Entrevista semiestructurada Equipo de Salud............................................................75
I. INTRODUCCIÓN
La mayoría de las enfermedades crónicas afectan aspectos importantes de la vida en las
personas que las padecen (Burish y Bradley, 1983 citado por Gil-Roales, 2004). Uno de los principales
cambios, y quizás el que genera mayor deterioro, es el aspecto emocional, ya que la persona se ve
obligada necesariamente a un proceso de adaptación rápido, para el cual pasa por diferentes etapas
que suscitan una serie de emociones comúnmente negativas (miedo, ira, ansiedad).
Para Brannon y Feist (2001), la enfermedad crónica es un trastorno orgánico funcional, que
obliga a una modificación del modo de vida del paciente. Cuando un/a paciente es diagnosticado/a o
padece una enfermedad crónica, se van a ver afectados aspectos físicos, psicológicos, familiares,
laborales y sociales. La concepción de Matarazzo, en 1979, sobre la Psicología de la salud, implica
aplicar las contribuciones de la psicología como disciplina al conocimiento de la salud y de la
enfermedad. A través de la investigación básica y clínica, alimentar la integración de la información
biomédica sobre la salud y la enfermedad con el conocimiento psicológico; promover la educación y
servicios de la psicología de la salud y de la enfermedad; e, informar a la comunidad psicológica y
biomédica, como al público en general, de los resultados de las investigaciones y servicios que presta
en esta área.
La Psicología de la Salud aparece, por tanto, como un área más específica que subraya el
papel primario de la psicología como ciencia y como profesión en el campo de la medicina
comportamental. También como el conjunto de contribuciones científicas, educativas y profesionales
que las diferentes disciplinas psicológicas hacen a la promoción y mantenimiento de la salud, a la
prevención y tratamiento de la enfermedad, a la identificación de los correlatos etiológicos y
diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones relacionadas, a la mejora del sistema
sanitario y a la formación de una política sanitaria (Matarazzo, 1980).
Uno de los factores más importantes del tratamiento de las enfermedades crónicas es
precisamente la adherencia al tratamiento. El pilar fundamental del tratamiento para el VIH/SIDA es el
uso de medicamentos antirretrovirales, los cuales han alterado fundamentalmente la historia natural
de la enfermedad, ya que esta terapia ha disminuido la progresión de la infección por VIH, y aumentado
la sobrevida de los pacientes. Aunque los actuales tratamientos antirretrovirales consiguieron aumentar
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la supervivencia y la calidad de vida de las personas afectadas por el VIH/Sida, no es menos cierto que
como enfermedad crónica requiere de un tratamiento continuado, no exento de efectos adversos, a los
que cabe añadir el importante impacto psicosocial. La importancia de la adherencia en las
prescripciones médicas, es fundamental para el beneficio de la salud de los/as pacientes. Los/as
pacientes con VIH pueden presentar un deterioro físico importante y psicológico como ansiedad y
depresión, entre otros. Se han logrado grandes avances en el desarrollo de terapéuticas eficaces para
evitar la réplica acelerada del virus. Actualmente se dispone de fármacos antirretrovirales cada vez más
potentes y eficaces, aunque, por el momento, incapaces de eliminar el virus del organismo.
Se considera que las variables psicológicas, las creencias sobre la infección, el estado
psicológico del/la paciente, el procesamiento emocional, el apoyo social, las actitudes, las conductas de
autocuidado, los hábitos positivos o negativos relacionados con la salud, la relación médico-paciente,
entre otras, ocupan un lugar importante y que hay que entender para resolver los problemas actuales
en el tratamiento de los/as pacientes con VIH. Por esta razón, se considera que la participación del/la
psicóloga/o, desde la psicología de la salud es imprescindible para lograr programas efectivos de
adherencia al tratamiento. Evidentemente, esto implica la intervención interdisciplinaria del/la médico/a,
psicólogo/a, enfermeros/as, trabajadores sociales; que con la participación del/la psicólogo/a de la
salud, desarrollen programas de entrenamiento que evalúen acciones y métodos que apoyen y
refuercen en las personas actitudes y cambios de conductas favorables para su propia salud. Logrando
una adherencia a los tratamientos antirretrovirales que se reflejará en una mejor calidad de vida de
los/as pacientes.
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II. MARCO TEÓRICO
II.1. VIH/SIDA
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita los
sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. A medida que el virus
destruye las células inmunitarias y altera su función, la persona infectada se va volviendo gradualmente
inmunodeficiente. La función inmunitaria se suele medir mediante el recuento de células CD4. La
inmunodeficiencia entraña una mayor sensibilidad a muy diversas infecciones y enfermedades que las
personas con un sistema inmunitario saludable pueden combatir. Los linfocitos CD4 son una variedad
de linfocitos T4. Los linfocitos T son las células fundamentales del sistema defensivo del organismo.
Estas células son el objetivo fundamental del ataque de los virus. El número normal en una persona no
infectada es entre 1.000 y 1.500 linfocitos CD4/mm3 de sangre, aunque cifras entre 500 y 1000 pueden
verse con relativa frecuencia entre personas no infectadas y sin que comporte riesgo de infecciones
oportunistas (OMS, 2013).
La carga viral es la cantidad de virus circulante en la sangre. Nos indica cuál es el grado de
actividad del virus en el organismo. Ambos parámetros son utilizados para evaluar la eficacia del
tratamiento y el pronóstico de la infección.
El VIH es uno de los agentes infecciosos más mortíferos del mundo, que en los tres últimos
decenios se ha cobrado más de 25 millones de vidas. En 2011 había aproximadamente 34,2 millones
de personas infectadas por el VIH en todo el mundo. El VIH se puede transmitir por el contacto con
diversos líquidos corporales de personas infectadas, como la sangre, la leche materna, el semen o las
secreciones vaginales. No es posible contagiarse a resultas de contactos de tipo corriente y cotidiano
como puedan ser los besos, abrazos o apretones de manos o por el hecho de compartir objetos
personales, alimentos o bebidas. La infección por el VIH se puede diagnosticar mediante análisis de
sangre, en los que se detecta la presencia o ausencia de anticuerpos y antígenos. Aunque no se ha
descubierto cura alguna para la infección, los/as pacientes pueden mantener controlado el virus y llevar
una vida sana y productiva si siguen un tratamiento eficaz con fármacos antirretrovíricos.
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La enfermedad que produce el virus VIH es lo que conocemos como SIDA, Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida:
- Síndrome: conjunto de signos y síntomas característicos de una enfermedad.
- Inmunodeficiencia: debilitamiento del sistema inmunológico del organismo.
- Adquirida: aparece en el curso de la vida, es decir que no es congénita ni hereditaria.
El término SIDA se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por
la presencia de alguna o más de las 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH.
El progreso de la infección por VIH es variable de unas personas a otras, dependiendo de si la persona
es lo que se ha dado en llamar progresor lento, rápido o no progresor. Este progreso se encuentra
determinado por una serie de marcadores biológicos, entre los que se encuentran el nivel de linfocitos
CD4 y la carga viral. El SIDA puede tardar entre 2 y 15 años en manifestarse, dependiendo del sujeto y
además se define por la aparición de ciertos tipos de cáncer, infecciones u otras manifestaciones
clínicas graves (OMS, 2013).
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II.1.a. EPIDEMIOLOGÍA
La epidemia de VIH en la Argentina, como en casi todos los países latinoamericanos, continúa
siendo de tipo “concentrada”, concepto que se aplica a aquellas epidemias en las que la proporción de
personas infectadas en la población joven y adulta es menor al 1%, pero mayor al 5% en algunos
subgrupos, debido a determinadas condiciones de vulnerabilidad que las exponen más a contraer la
infección. Se siguen diagnosticando anualmente alrededor de 5.500 personas con VIH, fallecen
aproximadamente 1.400 por SIDA y se infectan alrededor de 100 niños/as por transmisión vertical. A
través de estos estudios de prevalencia, de información demográfica y demás producidos por los
Servicios de Salud se estima que en la Argentina viven alrededor de 110.000 personas con VIH. 4 de
cada 1000 jóvenes y adultos están infectados con el virus y el 40% de ellos desconoce su condición. La
tasa de mortalidad se ubicó en 3,3 por 100 mil durante 2010. Con respecto a la mortalidad, luego de
haber alcanzado un pico en 1996, comenzó a descender hasta estabilizarse en 2005. Aún el 40% de
las personas infectadas desconoce que lo está. El 27% de los varones y el 15% de las mujeres
acceden al diagnóstico en estadios avanzados de la infección. Estos diagnósticos tardíos comprometen
la evolución de la infección y contribuyen en parte a sostener la mortalidad de las personas con SIDA.
La prevalencia entre los hombres que tienen sexo con otros hombres es del 12%; entre los/as
usuarios/as de drogas, del 7%; entre las mujeres que realizan trabajo sexual, del 2%; y entre las
personas trans, del 34%. De las 110.000 personas con VIH en el país, aproximadamente el 60%
conoce su diagnóstico, lo que posibilita la atención, seguimiento y el acceso a tratamientos
antirretrovirales en caso de necesitarlos. En la Argentina, se distribuye en forma gratuita el TARV
(tratamiento antirretroviral) para aproximadamente 50 mil personas. De éstas, el 69% recibe los
medicamentos de parte del sistema público de salud. La epidemia continúa afectando principalmente
los grandes conglomerados urbanos en todas las ciudades capitales del país (Dirección Nacional de
SIDA e ITS, 2012, Boletín sobre el VIH/SIDA, n° 29, 2013).
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II.1.b. PROGRAMA PROVINCIAL DE VIH/SIDA
El Área HIV/SIDA e ITS depende del Programa Epidemiología y Bioestadística del Ministerio de
Salud de la provincia de San Luis. Coordina y articula sus acciones, además con la Dirección Nacional
de SIDA y ETS; específicamente en lo referente a insumos: medicación, reactivos, materiales
preventivos, preservativos, etc. La ley provincial N°III-0084-2004 (5428”R”) expresa la adhesión de la
provincia a la Ley Nacional de SIDA N°23798.
Similar a lo que sucedió en el resto del país, el trabajo en VIH en salud, comenzó en manos de
bioquímicos interesados en la temática. Es por ello que, por mucho tiempo, el Área funcionó en el
espacio del laboratorio de referencia en VIH del Hospital San Luis. A medida que pasaron los años, la
promulgación de leyes nacionales y provinciales en VIH y el aumento significativo de personas viviendo
con VIH, propició la conformación del equipo de VIH del Programa Provincial.
En la actualidad, a nivel gestión trabajan 4 profesionales: bioquímico, trabajadora social,
médica ginecóloga y psicóloga. Las funciones de los integrantes son variadas, y van desde lo
estrictamente epidemiológico (denuncia obligatoria de casos, sala de situación provincial), lo preventivo
(promover el testeo, folletería, talleres, articulación con ONGs e instituciones…),r eactivos (gestión,
distribución de reactivos de VIH y ETS) y medicación ARV. Además también cuentan con médicos/as
infectólogos/as, jefes/as de servicios de farmacia, bioquímicos/as. El Área, coordina y articula sus
acciones con la Dirección Nacional de SIDA y ETS; específicamente en lo referente a insumos:
medicación, reactivos, materiales preventivos, preservativos, etc. La ley provincial N°III-0084-2004
(5428”R”) expresa la adhesión de la provincia a la Ley Nacional de SIDA N°23798. La Ley Nacional de
SIDA, precisamente, contempla la cobertura a toda persona VIH+ sin obra social. Es por ello, que los
insumos que esta área posee provienen de la Dirección Nacional de SIDA.
Los integrantes del Área afirman que su tarea se mezcla con lo asistencial, dado que el espacio
de trabajo sigue siendo el Hospital San Luis. La función que cumplen se extiende a todo el territorio
provincial. Estas tareas asistenciales consisten en sensibilizar a las personas que llegan respecto de
los pasos a seguir ante una reciente notificación, cargas virales, pensiones, trámites de obras sociales,
etc. Una de las dificultades más concretas que enfrenta el equipo de salud del programa, es la falta de
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espacio físico para una atención más personalizada y privada (Comunicación con Personal del
Programa Provincial, 2013).
En la provincia de San Luis los datos epidemiológicos del Programa Provincial de VIH/SIDA arrojan
las siguientes cifras:
Desde 1986 hasta 2013 inclusive, los diagnósticos de VIH acumulados llegan a 572 personas
que viven con VIH.
Actualmente el total de pacientes regulares bajo el Programa de VHI es de 323.
De los 323 VIH+ regulares, 262 pacientes (81,1%) están controlados, dentro de este grupo de
personas hay un porcentaje que toman ARV y otro porcentaje que no, porque no lo necesitan,
pero están controladas regularmente.
De estos 262 pacientes controlados, 139 (53%) presentan una valor de carga viral < 50 (carga
viral indetectable); 44(16,8%) presentan un valor de carga viral entre 50 y 1000; y 79 (30,2%)
presentan un valor de carga viral mayor a 1000.
Hasta el primer semestre de 2013, el programa provincial ha recibido 30 diagnósticos nuevos,
de los cuales 28 son de VIH y 6 de SIDA.
Los Nuevos Casos Diagnosticados se distribuyen mayoritariamente en los grandes Centros
Urbanos, Villa Mercedes y San Luis (Zona Sanitaria I), pero con un aumento del % de casos en
el Interior Provincial (Zona Sanitaria II) (Ver gráfico a continuación).
Distribución por localidad de origen (Gráfico proporcionado por el Programa Provincial de VIH/Sida)
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II.1.c TERAPIA ANTIRRETROVIRAL
A partir de la presencia VIH se desarrollan dos tipos de tratamiento para su abordaje:
-
Profiláctico: cuyo propósito es prevenir o curar aquellas infecciones oportunistas como
tuberculosis, neumonía por pneumocystiscarinii, cáncer incluido el Sarcoma de Kaposi,
linfomas, toxoplasmosis, entre otras que pueden atacar a la persona infectada cuando se
encuentra con un conteo de Linfocitos T menor o igual a 200 CD4. Este tratamiento es
únicamente para resolver el problema puntual de salud que se presente, más no detiene el
avance de la enfermedad. Éste debe tomarse durante el periodo que el/la médico/a indique.
-
Antirretroviral (ARV): La terapia antirretroviral se inicia cuando el/la paciente tiene un conteo de
CD4 menor o igual a 350 o bien presenta alguna enfermedad asociada al complejo relacionado
con SIDA.
La Terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA o TARV), que irrumpió en escena en el año
1996, ha marcado un antes y un después en la historia del VIH/SIDA, logrando el pasaje de la
sinonimia VIH/SIDA-muerte, a la condición de una enfermedad crónica con la que es posible convivir.
Pese a ello, el régimen de tratamiento, si bien ofrece esperanza real a las personas que sufren de esta
afección, también plantea la necesidad de asumir un compromiso personal ante las demandas de la
terapia y a la vez revela la potencialidad individual para aprovechar de manera efectiva su vida (Güell
Durán, 1999).
Sus principales objetivos de dicha terapia se resumen en:
- Incrementar el conteo de linfocitos T (Defensas).
- Disminuir la carga viral a niveles indetectables.
- Disminuir el riesgo de adquirir enfermedades oportunistas.
- Elevar la expectativa y calidad de vida de las personas infectadas por el VIH/SIDA.
A diferencia del modelo profiláctico, el modelo antirretroviral si influye directamente en la
evolución del virus y retrasa la progresión de la enfermedad. Esta terapia es permanente y requiere la
adherencia estricta a los medicamentos, de lo contrario se produce un fenómeno llamado resistencia.
La “resistencia” ocurre cuando una droga en particular deja de ser efectiva en contra de cualquier
patógeno. En la infección por VIH/SIDA esto ocurre cuando el virus muta, es decir cambia en su
estructura en una forma tal que una o varias drogas dejan de ser útiles en contra del virus. Al
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presentarse este problema, las posibilidades de enfermar y morir para la persona que abandona o no
cumple con su régimen de tratamiento aumentan (Altice y Friedlander, 1998).
Los medicamentos antirretrovirales rompen con el mito del VIH/SIDA como sinónimo de
muerte, dado que, de enfermedad terminal, pasa a convertirse en una enfermedad crónica con la cual
es posible convivir. Pese a ello, el régimen de tratamiento, si bien ofrece esperanza real a las personas
que sufren este flagelo, también plantea la necesidad de asumir un compromiso personal ante las
demandas de la terapia y a la vez revela la potencialidad individual para aprovechar de manera efectiva
su vida.
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II.2. ADHERENCIA AL TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL
La adherencia cobra auge a partir de la incursión de los medicamentos antirretrovirales en el
escenario mundial en 1996, como una prioridad indiscutible para el manejo efectivo de la terapia en
personas que conviven con VIH/SIDA. Sin embargo este concepto no es nuevo, puesto que toda
enfermedad crónica demanda de un tratamiento prolongado o permanente, dentro del cual paciente y
redes de apoyo se involucran activa y responsablemente (Güell, 1998).
Existen diferentes conceptualizaciones de adherencia al tratamiento antirretroviral. Altice y
Friedland (1998) definen este término como el acto, acción o cualidad de ser consistente con la
administración de los medicamentos prescritos. Implica una participación activa de la persona en
escoger y mantener el régimen prescrito. La definición de Piña Lopez (2007) apunta hacia la frecuencia
con la que el/la usuario/a de los servicios de salud, practica una diversidad de comportamientos que le
permitan cumplir de modo eficiente con determinados criterios, en estricta correspondencia con las
instrucciones provistas por el equipo de salud. Altice y Friedland, (1998) además, añaden que la
adherencia ocurre dentro de una alianza terapéutica en la que se involucra el/la paciente, proveedores
de salud y redes de apoyo, quienes en su conjunto contribuyen a alcanzar y mantener resultados
exitosos.
El tratamiento antirretroviral paulatinamente se convierte en el epicentro de la vida del/la
paciente con VIH, en tanto las posibilidades de continuar viviendo están directamente relacionadas con
la forma de asumir la terapia. Cada vez que el/la paciente pierde o retrasa una dosis, el virus tiene la
oportunidad de reproducirse más rápidamente, incrementando las posibilidades de mutación y de
resistencia al tratamiento. Esta relación entre el seguimiento estricto al medicamento prescrito y el
desarrollo de virus resistentes ha hecho que la adherencia se convierta en un asunto de significativa
importancia dentro del manejo de pacientes VIH/SIDA (Gordillo, 2003).
El tratamiento prescrito debe ser tomado de tal forma que asegure y mantenga altas
concentraciones de medicamento en las células infectadas, para así inhibir la replicación viral. Una
disminución de éste hasta llegar por debajo del nivel crítico, le permite al virus continuar
reproduciéndose al mismo tiempo que provee condiciones idóneas para provocar el problema de
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resistencia. Es por ello que la adherencia al tratamiento se convierte en el factor determinante para
alcanzar la efectividad terapéutica.
En general, los estudios se han dirigido hasta el momento a explorar la adhesión al tratamiento
en distintas enfermedades. Se pueden encontrar cinco factores para explorar la adherencia terapéutica
(Meicehenbaum y Tucker, 1991, citado en Villa y Vinaccia, 2006, p.58):
- En primer lugar están los factores relacionados con los pacientes. Estos incluyen aspectos
tales como las características del individuo, la presencia o no de un trastorno psicológico o
discapacidad mental, motora o sensorial, las creencias en salud, la falta de autocuidado, las
expectativas pobres o distorsionadas frente al tratamiento y la enfermedad, las creencias
socioculturales, la apatía, el pesimismo o la aceptación realista, que generalmente se relacionan con
una nula o escasa adhesión. En general, la aceptación de la enfermedad y todas sus implicaciones, la
historia previa de adhesión, la insatisfacción con el profesional, la situación social, el apoyo familiar y
social, la estabilidad de la vivienda, la pobreza, el desempleo y demás variables que atañen
directamente a la persona enferma, son factores que afectan directamente la adhesión terapéutica.
- En segundo lugar se encuentran los factores relacionados con la enfermedad. Es decir, si se
trata de una enfermedad crónica, con ausencia de síntomas manifiestos (como en el caso del/la
paciente seropositivo asintomático), o de una enfermedad aguda con sintomatología evidente, lo que
afecta el grado de adhesión, siendo más pobre en el primer caso que en el segundo. Por lo común, el
grado de incapacidad y de malestar físico afecta directamente la adhesión.
- En tercer lugar se hallan los factores relacionados con el tratamiento de la enfermedad. La
complejidad del régimen de tratamiento, como la cantidad de medicaciones distintas, los horarios de
administración, los efectos secundarios y el grado de cambio comportamental, así como la duración del
mismo y el modo de administración, son factores que se relacionan con la adhesión; así, entre mayor
sea la complejidad de estos aspectos menor adhesión habrá.
- El cuarto aspecto son los factores relacionados con la institución que presta el servicio de
salud. Entre los que se encuentran la continuidad o discontinuidad del cuidado médico, el tiempo de
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espera, el intervalo entre consultas, la falta de asignación de tiempo para las mismas, el trato del
personal, la reputación de la institución y del personal y las formas de acceso al lugar de atención.
- Finalmente, se hallan los factores relacionados con la relación e interacción del personal de
salud. Entre los cuales se incluyen la comunicación, las actitudes, las conductas verbales y no
verbales, la dificultad de los profesionales para expresar las preocupaciones, sentimientos o emociones
negativas del paciente, y la insatisfacción de este último con la relación o supervisión inadecuada del
personal de salud.
Como se puede observar, los factores que se consideran asociados a la adhesión terapéutica
se relacionan con los distintos elementos que intervienen en el abordaje terapéutico general de las
ciencias de la salud y con la población que asiste a los servicios. Probablemente, muchos de los
factores que influyen en la adhesión terapéutica de los pacientes infectados por VIH sean comunes a
los propios de la adhesión de otros/as pacientes con enfermedades graves y crónicas (Villa y Vinaccia,
2006, p.59).
La gravedad de los problemas de adhesión ha hecho que se investiguen los posibles factores
relacionados con ellos y su efecto modulador en la adhesión. Los trabajos de Ballester, García,
Reinoso y Campos (2000), Gordillo y De la Cruz (2003), Martín y Grau (2004) y Remor (2002), han
analizado, entre las variables relacionadas, el nivel educativo, las creencias culturales, la valoración de
la gravedad de la enfermedad, la percepción de la eficacia del tratamiento, la vulnerabilidad percibida,
la intolerancia a los efectos secundarios, la creencia en la toxicidad de los fármacos, la relación
terapéutica y la inestabilidad en la vida de los/as pacientes (no tener un hogar, por ejemplo), así como
el ánimo depresivo, la ansiedad, la falta de apoyo social, el consumo excesivo de alcohol y de
sustancias psicoactivas y el simple olvido. Tales variables se acentúan y dificultan la adhesión con el
paso del tiempo y el curso de la enfermedad. De esta forma la adhesión podría verse afectada por las
creencias normativas o creencias que la familia, amigos/as y/o personal sanitario transmiten a los/as
pacientes, así como por las ideas que el/la paciente alberga en relación con la naturaleza, la duración,
las causas, las consecuencias y potencial curación o control de la enfermedad (Gordillo, 2003).
En la actualidad se conoce, por ejemplo, que los/as pacientes que enfrentan problemas
emocionales, en especial del tipo de los que se describen tradicionalmente en términos de estrés,
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ansiedad, depresión, miedo e impulsividad y no cuentan con redes de apoyo social, o aquellos/as que
presentan déficit cognoscitivos, son los/as que menos probabilidades tienen de cumplir el tratamiento
en los porcentajes esperados (Hosek, Harper y Domanico, 2005). Respecto a esto Piña López (2006)
afirma que contrariamente a lo que pudiera pensarse, la adherencia constituye un serio problema para
el equipo interdisciplinario, pues exige el diseño y la instrumentación de estrategias de intervención
eficaces, cuyo objetivo final es favorecer la práctica de comportamientos de adhesión al tratamiento.
No existe una dicotomía completa entre adhesión y no adhesión, y puede realmente tratarse de
una medición que suele reportar distintos grados de un continuo. Por ejemplo, un/a paciente puede
demostrar gran adhesión a tomar los fármacos, pero no a asistir a las consultas médicas, o asistir a
ellas, pero tomando los medicamentos a las horas y en las dosis incorrectas, o podría asistir a las citas
y tomar el tratamiento, más no atender aspectos tales como la dieta y otros cuidados de la salud. El
olvido, la falta de tiempo y la complejidad del tratamiento o número de cambios que el paciente debe
hacer para seguir el tratamiento pueden ser algunas de las variables involucradas. Otro aspecto no
menos sencillo es la relación entre adhesión y resultado terapéutico, pues en muchos casos la ´primera
no garantiza el logro esperado de la segunda, en cuanto que son muchos los factores que intervienen
en la progresión de una enfermedad, y la adhesión es sólo uno de ellos (Ballester, 2000).
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II.3. APOYO SOCIAL
Las personas seropositivas al VIH usualmente experimentan una diversidad de problemas que
dificultan su ajuste psicológico y social en múltiples esferas de su vida cotidiana. Esos problemas
incluyen, entre otros, la presencia de estados de estrés y depresión más o menos prolongados,
aislamiento social, dificultades para la reinserción laboral, así como una carencia de habilidades o
competencias conductuales que les permitan seguir estricta y puntualmente con las indicaciones
prescritas por el personal de salud (Piña López, 2007).
Según Thoits (1982), “el apoyo social es el grado en el cual las necesidades sociales básicas
de las personas (afecto, estima, aprobación, pertenencia, identidad, seguridad) son satisfechas
mediante interacciones sociales que proveen ayuda emocional o instrumental” (p.146). Esto incluye
facilitar información sobre comportamientos seguros, animar a la asunción de las propias
responsabilidades en lo referente a la salud e implementar recursos accesibles de atención a los
problemas que puedan presentarse. El apoyo social ha sido definido de varias maneras, algunos
investigadores lo definen como el número de contactos sociales de una persona o la complejidad de su
red apoyo social (Thoits, 1982). Se le ha definido además como los lazos interpersonales a un grupo
específico que provee apoyo emocional en momentos de necesidad (Green, 1994). Cobb (1976) lo
define como la percepción de una persona de que se le cuida y forma parte de una red de obligaciones
mutuas.
También se ha definido apoyo social como una red de personas cuyas relaciones
interpersonales satisfacen necesidades sociales específicas en el individuo (Lindley, Norbeck y Carrieri,
1981).
Teniendo en cuenta la importante relación existente entre apoyo social y Salud (Uchino,
Cacioppo y Kiecolt-Glaser, 1996) consideran que, otra vía mediante la cual los estados emocionales
pueden afectar la salud, podría ser la interacción existente entre tales estados emocionales y la
disponibilidad de contactos interpersonales y apoyo social. Las personas que perciben menos apoyo
social están más predispuestas a experimentar trastornos emocionales y físicos cuando enfrentan altos
niveles de estrés, en comparación con las personas que disponen de ese apoyo. Y además el bajo
apoyo social se relaciona con ciertas conductas o factores que afectarían negativamente la salud, como
la falta de actividad física, sueño irregular, no usar cinturón de seguridad (Allgoewer, Wardle y Steptoe,
2001). El alto apoyo social se relaciona con mayor resistencia a enfermedades infecciosas, menor
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incidencia de enfermedades coronarias, mejor recuperación de cirugía cardiaca y aun menos
mortalidad causada por las mismas (Salovey, Rotheman, Detweiler y Steward, 2000).
La creación de un clima social de apoyo es esencial para cualquier planteamiento preventivo,
curativo y de rehabilitación, de ahí la importancia de lo que se denomina apoyo social. Además, el
apoyo social suele reportar beneficios para las personas seropositivas al VIH, ya sea porque facilita su
ajuste psicosocial hacia la enfermedad o porque mejora su percepción de la calidad de vida, mejor
salud percibida, mejor funcionamiento físico, menores dificultades para emprender tareas diarias y
menor estrés relacionado con la salud, principalmente (Simoni, Frick y Huang, 2006; Tucker et al.,
2004). También, se ha demostrado que constituye un importante indicador de la práctica de
comportamientos de adhesión al tratamiento antirretroviral (Piña López, 2007).
Independientemente de sus definiciones particulares, se ha documentado que el apoyo social
ayuda a las personas con enfermedades crónicas a reducir el estrés en la vida (Eldridge, 1994). Este
provee un espacio para relajarse y desarrollar un compartir positivo, esto a su vez, reduce los efectos
negativos de la condición de salud. Por otro lado, algunas investigaciones han encontrado que el apoyo
social tiene un impacto positivo en el desarrollo de auto-eficacia, definiéndola como la creencia
individual en la habilidad y competencia para realizar alguna conducta en particular (Penninx, van
Tilburg, Boeke, Deeg, Kriegsman y van Eijk, 1998).
Los estudios realizados sobre el impacto del apoyo social en situaciones de enfermedades
crónicas tienden a señalar que el apoyo social prolonga la vida, mejora las condiciones de salud con
una influencia positiva que estimula conductas saludables.
La forma en que la experiencia emocional puede influir sobre la salud es múltiple, va desde el
reconocimiento de síntomas y búsqueda de atención médica, la elección de conductas saludables y no
saludables como estrategia de regulación emocional, hasta la compleja relación entre apoyo social y
salud (Mesa Rodríguez, 2011).
15
II.4. EMOCIONES Y REGULACIÓN EMOCIONAL
Aunque tal vez desde siempre se ha tenido la noción de que las emociones y la forma en que
se expresan pueden relacionarse con el estado de salud, hasta hace poco no se tenía una
comprensión suficiente de los mecanismos específicos que permiten vincular los estados emocionales
con la salud física. Para mejorar tal comprensión, se ha hecho necesario considerar un rango amplio de
factores fisiológicos, cognitivos, sociales y conductuales que pueden ayudar a explicar la influencia de
las emociones en la salud.
Las experiencias emocionales son una fuente de información que tienen las personas de sí
mismas, y además el estado emocional es uno de los factores que determina la accesibilidad de una
información o pensamiento, por lo cual, un estado de ánimo positivo o negativo, hará más accesibles
pensamientos positivos o negativos respectivamente. Debido a esto, la evaluación que hace un
individuo de su estado de salud puede variar dependiendo de cuál sea su estado anímico, lo que lleva
a preguntar si el estado emocional influye en el reconocimiento o interpretación de síntomas físicos, y
específicamente si las personas que exhiben un estado anímico negativo están más predispuestas a
interpretar un indicio fisiológico como un posible problema de salud, aspecto sumamente relevante en
las personas con VIH (Villa y Vinaccia, 2006).
Los estilos de procesamiento emocional estarían implicados en las personas que conviven con
VIH/SIDA (Barra, 2006). Es muy importante contar con herramientas de evaluación e intervención para
garantizar un abordaje eficaz para las personas que conviven con el VIH/SIDA y el equipo de salud.
La regulación emocional implica aspectos externos e internos responsables de monitorear,
evaluar y modificar nuestras reacciones emocionales para cumplir nuestras metas; es el proceso de
iniciar, mantener, modular o cambiar la ocurrencia, intensidad o duración de los estados afectivos
internos y los procesos fisiológicos (Thompson, 1994). Esta definición se considera como base, ya que
permite conceptualizar la regulación emocional como un proceso que ayuda al ser humano a manejar
sus estados emocionales, para lo que puede utilizar distintos tipos de estrategias que conducen a ese
objetivo. Además estos procesos permiten volver a estados de ánimo previos con mayor o menor
celeridad y parecen estar involucrados en la aparición y mantenimiento de diferentes problemas físicos
o psicológicos. También puede definirse como toda estrategia dirigida a mantener, aumentar o suprimir
16
un estado afectivo en curso. A partir de estudios que manipulan la respuesta emocional induciendo
estados de ánimo negativo (por ejemplo, desagrado), Gross y Thompson (2007) han utilizado diversos
parámetros para la evaluación y medición de las distintas formas de regulación, incluyendo reportes
autoaplicados, medidas fisiológicas e índices conductuales.
Gross (1999) se refiere que la regulación emocional como “aquellos procesos por los cuales las
personas ejercemos una influencia sobre las emociones que tenemos, sobre cuándo las tenemos, y
sobre cómo las experimentamos y las expresamos” (p. 275). Por otra parte, Thompson (1994) la define
como “los procesos externos e internos responsables de monitorizar, evaluar y modificar nuestras
reacciones emocionales para cumplir nuestras metas” (p. 27-28). Además, se define a la “emoción”
como fenómenos complejos, que poseen diferentes facetas y que pueden definirse como
multidimensionales (Gross y Thompson, 2007; Reeve, 2005). La concepción multidimensional de las
emociones implica la coexistencia de varios fenómenos coordinados y simultáneos. Los componentes
básicos de la emoción son (Reeve, 2005): El sentimiento: es el componente subjetivo, que da
significado a la emoción (implica actividad cognitiva). La activación del cuerpo: es la activación
hormonal y autonómica que prepara y regula al cuerpo para la acción. El propósito: es el aspecto
motivacional de la emoción. La expresión social: es el aspecto comunicacional de la emoción, lo que
todos los demás pueden notar a simple vista (la expresión facial, por ejemplo).
Las emociones cumplen funciones, las tres principales, según Fernández Abascal (2009) son:
función adaptativa: sirve para facilitar la conducta apropiada, lo cual es muy importante en la
adaptación.
Se trata de señales internas que nos dirigen para poder mantenernos vivos. La emoción es un
sistema biológicamente más antiguo que la cognición, de acción rápida y adaptativa, un sistema
destinado a mejorar la supervivencia. Las emociones regulan la atención, controlan el entorno,
buscan acontecimientos que son relevantes para la adaptación y alertan a la conciencia cuando
estos se producen.
La función adaptativa de las emociones se entiende mejor cuando se observan las diferencias
entre las llamadas emociones positivas y negativas. Aquí los términos positivos y negativos se
refieren al aspecto fenomenológico de la emoción, es decir, a la vivencia global de la emoción
como placentera o no placentera, en lugar de su función adaptativa, que es positiva por definición.
17
Las emociones primarias se caracterizan todas ellas por sus tendencias de acción adaptativas, que
han sido diseñadas para cambiar la relación del organismo con el entorno.
La función social: se basa en la expresión verbal y no verbal de las mismas, lo cual
permite a las demás personas predecir el comportamiento que se desarrollará, y tiene
mucha importancia en las relaciones interpersonales.
La función motivacional: una emoción puede determinar la aparición de la propia
conducta motivada, dirigirla hacia determinado objetivo y hacer que se ejecute con un
cierto grado de intensidad. La emoción energiza la conducta motivada.
Las emociones están tratando de lograr sus propias recompensas, motivan conductas
aumentando la probabilidad de ocurrencia de otras que producen ciertos estados emocionales. Por
ejemplo la alegría es placentera, de modo que motiva a querer alcanzarla. Los niños desde que
nacen están motivados y manifiestan esfuerzos continuos que les permiten preservar el bienestar
emocional.
Las emociones vivenciadas positivamente son cruciales a la hora de motivar la conducta
exploratoria de tipo proactivo. El interés y la curiosidad constituyen elementos esenciales que
promueven la exploración y producción de conductas nuevas y constituyen un aspecto esencial de
nuestro organismo adaptativo como ser orientado hacia el crecimiento. La alegría y la felicidad son
el resultado tanto del contacto con una figura hacia las que las personas se sienten vinculadas,
como de la sensación de eficacia y sirven también para mantener al organismo proactivo,
buscando continuamente vínculos y dominio sobre la situación.
Sean las emociones que sean, automáticas o generadas deliberadamente, todas llevan a
actuar de modos que han sido diseñados para cambiar la relación organismo-entorno, de tal modo
que la emoción no nos siga siendo innecesaria.
Un continuum observable dentro de las variedades en la regulación emocional es el proceso de
lo totalmente automático e inconsciente a lo voluntario, esforzado y consciente. La regulación de
las emociones está involucrada con cambios en su dinámica, o en su latencia, en su magnitud o
duración, y con cambios en la respuestas fisiológicas, comportamentales, así como en el dominio
de la experiencia de ésta. La regulación de la emoción puede eliminar, intensificar, o simplemente
18
mantener la emoción, dependiendo de las metas del individuo. Además, la regulación de la
emoción puede cambiar el grado en el cual los componentes de la emoción se cohesionan
mientras la emoción se desarrolla, tal y como ocurre cuando se dan grandes cambios en la
experiencia emocional y en la respuesta fisiológica de ésta en la ausencia de un comportamiento
facial (Davidson, 2000).
La regulación emocional como proceso depende de un grado de diferenciación emocional
previo. En otras palabras, la habilidad para controlar la experiencia afectiva depende fundamentalmente
de la capacidad para distinguir estados internos y diferenciarlos unos de otros. Así, en la medida que
las personas delimitan más detalladamente su experiencia, pueden manipular con mayor precisión sus
estados afectivos (Silva, 2005, p.203).
Con relación a las personas que conviven con VIH, estos antecedentes tienen una importancia
mayor, pues los eventos estresantes, luego de un diagnóstico de VIH y de todo el curso de la infección,
pueden influir de forma más negativa en las personas con afecto negativo (estado y rasgo), o ser mejor
tolerados y afrontados por las que tienen una afectividad positiva como rasgo de personalidad.
Empíricamente, se ha observado que las personas, desde el momento en que reciben el diagnóstico,
experimentan algún tipo de alteración emocional, con severidad, tiempo e intensidad variables (Remor,
2003). Tales alteraciones incluyen pérdida de autoestima, sentimientos de alienación y aislamiento de
grupos sociales, pérdida de la pareja o el empleo, culpabilidad por la vida sexual pasada, cambios en la
imagen corporal, aumento de la atención a síntomas o manifestaciones físicas, incertidumbre frente al
futuro, indefensión y frustración, y percepción de pérdida de control sobre sus vidas.
19
III. Objetivos
III.1.General
a- Analizar la relación entre el apoyo social percibido y las dificultades en el procesamiento
emocional e indagar de qué manera esto repercute en la adherencia al tratamiento
antirretroviral en el VIH/SIDA.
b- Conocer la relación entre las variables psicosociales que atraviesan la realidad de las personas
que viven con VIH, Historia Clínica, Actitudes frente al VIH y Conductas de riesgo Sexual y
describir de que manera estas influyen en las variables en estudio citadas en el objetivo
anterior.
III.2.Específicos
a- Analizar las dificultades de procesamiento emocional y el apoyo social percibido en las
personas que conviven con VIH.
b- Describir los comportamientos de adhesión y no adhesión al tratamiento antirretroviral y las
variables psicológicas implicadas.
c- Analizar el posible impacto entre las dificultades de regulación emocional y el apoyo social
percibido tanto en las personas que presentan comportamientos de adhesión como en las que
no.
d- Describir y analizar qué sucede con los datos de la Historia Clínica, las Actitudes frente al VIH y
las Conductas de riesgo Sexual de las personas que viven con VHI.
20
IV. METODOLOGÍA
IV.1. PARTICIPANTES
La muestra quedó conformada por 30 personas, de las cuales 16 fueron hombres y 14
mujeres, todas/os pacientes bajo tratamiento antirretroviral. Las edades van desde los 18 a los 58 años,
con una media de 37,93 años y desviación típica de 10,904 años. De los/as 30 pacientes 9 cuentan con
un nivel de estudio primario, 15 secundario, 5 terciario y 1 universitario. En cuanto al estado civil de
los/as entrevistados/as, 8 pacientes fueron solteras/os, 5 dijeron estar en una relación estable (sin
casarse y sin vivir juntos/as), mientras que 12 dijeron estar en una relación de pareja doméstica
(viviendo juntos/as), casadas/os 2, separadas/os 2, y divorciada/o 1. Respecto a la fuente de ingresos
de los/as pacientes, 12 de los 30 cuentan con una pensión por enfermedad, 5 pacientes tienen un
empleo en negro, 4 empleo en blanco, 8 “otro” y 1 plan social. El 100% de los/as pacientes cuentan con
atención clínica pública y no tienen obra social. Para mayor detalle, ver Tabla 1.
Edad
Tabla 1: Datos sociodemográficos
M
37,9
DT
10,9
Rango
58-18
N
30
Sexo
*Femenino
*Masculino
14
16
Estado civil
*Soltera/o
*Es una relación estable (sin casarse y sin vivir juntos)
*En una relación de pareja doméstica (viviendo juntos)
*Casada/o
*Separada/o
*Divorciada/o
8
5
12
2
2
1
Estudios
*Primario
*Secundario
*Terciario
*Universitario
9
15
5
1
21
IV.2. INSTRUMENTOS
+ Entrevista semiestructurada con el equipo de salud para aproximarse a la problemática de la atención
de las personas que conviven con el VIH/SIDA en el sistema público de salud y a la historia del
Programa provincial de VIH/SIDA, (ver anexo II).
+ Entrevista semiestructurada con personas que conviven con el VIH/SIDA, que evalúa aspectos
bioclínicos de la persona en relación a la enfermedad, historia clínica, datos del tratamiento
antirretroviral; y aspectos psicosociales de la persona en relación a su entorno familiar y social, (ver
anexo IV).
+ Escala de Dificultades en la Regulación Emocional (DERS, Difficulties in EmotionRegulationScale) de
Gratz y Roemer (2004). Esta escala evalúa diferentes aspectos de la desregulación emocional a través
de 36 ítems con una escala likert de 5 puntos (de “Casi nunca/0-10% de las veces” a “Casi siempre/90100% de las veces”). Se utilizó la versión de Gonzalo Hervás y Rafael Jódar (2008) adaptada al
castellano. El número total de ítems utilizados en la versión final adaptada fueron 28, quedando 5
factores de los 7 propuestos por la escala original. Estos son “Descontrol emocional”, “Rechazo
emocional”, “Interferencia cotidiana”, “Desatención emocional”, “Confusión emocional”.
En cuanto a las evidencias de fiabilidad y validez, la escala DERS adaptada al castellano demostró
tener una alta consistencia interna (α=.93) y una buena fiabilidad test-retest en un periodo de 6 meses
(ρI=.74, p<.001).
+ Instrumento para medir variables psicológicas y comportamientos de adhesión al tratamiento en
personas seropositivas frente al VIH (VPAD-24) de Piña López, Corrales Rascón, Mungaray Padilla y
Valencia Vidrio (2006). Consta de 24 ítems agrupados en 4 factores con opciones de respuesta en una
escala Likert, valorando “Comportamientos de adhesión presentes y tratamiento”, “Motivos para
practicar o no comportamientos de adhesión”, “Competencias psicológicas y sociales presentes”, y
“Comportamientos de adhesión pasados”. Según los resultados obtenidos por los autores de la escala,
el instrumento posee una confiabilidad óptima y validez en sus tres variantes: conceptual, concurrente y
predictiva.
22
+ Cuestionario de apoyo social Duke-UNC-11 (Functional Social Support Questionnaire, Broadhead,
Gehlbach, Degruy& Kaplan, 1988). Validado por Piña López y Rivera Icedo (2007). Este es un
instrumento auto administrado de 11 ítems que evalúa el apoyo social funcional o cualitativo percibido,
en dos dimensiones: la confidencial (posibilidad de contar con personas para comunicarse) y la afectiva
(demostraciones de amor, cariño y empatía). En la versión validada por Piña López, el análisis factorial
exploratorio dio lugar a un único factor, “Apoyo Social”, es decir a una solución monofactorial. Cada
ítem se puntúa en un gradiente de frecuencia (escala tipo Likert) que va desde 1 «Mucho menos de lo
que deseo» a 5 «Tanto como deseo». La puntuación se realiza sumando las respuestas de cada ítem,
de modo que a mayor puntuación, mayor apoyo social.
23
IV.3. PROCEDIMIENTO
El estudio fue de tipo descriptivo transversal en grupo único (Montero y León, 2007) con
estrategia de evaluación e intervención en un solo grupo de personas que conviven con el VIH/SIDA y
están bajo TARV.
Como criterios de inclusión se consideraron los siguientes: a) tener 18 años o más; b)
encontrarse bajo un régimen de tratamiento con medicamentos antirretrovirales; c) saber leer y escribir;
d) que no presentaran de manera evidente problemas físicos o psicológicos que impidieran responder
al instrumento; e) que leyeran y firmaran el consentimiento informado.
Las variables en estudio fueron los aspectos clínicos de la enfermedad (CD4 y Carga viral,
indicadores de adherencia), variables sociodemográficas y socioambientales. Los estilos de Regulación
Emocional, el Apoyo social Percibido, los Comportamientos de Adherencia Pasados y Presentes, los
Motivos de la Adherencia y No Adherencia, el Bienestar Psicológico de la Adherencia. Se realizaron
entrevistas con las personas que conviven con el VIH y están en tratamiento acudiendo al Programa
Nacional de VIH/SIDA e ITS de la provincia. Luego se evaluaron los datos de acuerdo a los materiales
de evaluación. Los datos se procesaron por el paquete estadístico SPSS en su versión 20 en español.
24
V. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS
V.1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LAS VARIABLES EN ESTUDIO
Para poder responder a los objetivos anteriormente planteados se procedió al análisis
estadístico de los datos. A partir del análisis estadístico de los datos, se obtuvieron resultados respecto
a las variables Apoyo Social, Regulación Emocional y Adherencia al TARV, así como su relación con
cada uno de los factores que miden las pruebas para estas variables. A continuación se explican los
resultados cuantitativamente por medio de tablas para inferir las relaciones existentes.
V.1.a. Apoyo Social
Apoyo Social Total
Tabla 2: Apoyo Social
N
Min
30
21
Max
55
M
44,57
DE
9,863
Se puede observar que los sujetos presentan una puntuación media de 44,57 en la variable
Apoyo Social, lo cual significaría que los/as pacientes experimentan un apoyo social relativamente alto,
si se contempla que la puntuación máxima para esta variable es de 55, (Tabla 2).
Sexo
Mujer
Hombre
Apoyo Social
Apoyo Social
Tabla 3: Apoyo Social según el Sexo
N
Min
Max
14
21
55
16
22
55
M
44,36
44,75
DE
9,676
10,338
Tabla 4: Apoyo Social, estadísticos de contraste
Apoyo Social
U de Mann-Whitney
108,000
W de Wilcoxon
213,000
Z
-,167
Sig. asintót. (bilateral)
,867
Sig. exacta [2*(Sig. unilateral)]
,886b
Nota* Variable de agrupación: Sexo
.
Para explorar la relación entre las variables Apoyo Social y Género, se realizó un análisis
bivariado, a través de la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney de comparación de medias. Los
resultados no muestran diferencias significativas entre varones y mujeres en cuanto a la variable Apoyo
Social, (Ver Tabla 3 y 4).
25
Tabla 5: Apoyo Social según la Adherencia y No Adherencia
Adherentes y No Adherentes
N
Min
Max
M
No Adherente Apoyo Social
4
21
49
40,75
Adherente
Apoyo Social
26
22
55
45,15
DE
13,376
9,418
Tabla 6: Apoyo Social, estadísticos de contraste
Apoyo Social
U de Mann-Whitney
31,500
W de Wilcoxon
41,500
Z
-1,257
Sig. asintót. (bilateral)
,209
Sig. exacta [2*(Sig. unilateral)]
,220b
Nota* Variable de agrupación: Adherentes y No Adherentes
Para la exploración de la relación de medias entre las variables Apoyo Social y Adherencia y
No Adherencia también se utilizó la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney de comparación de
medias. Como sucedió con el género, tampoco se encontraron diferencias significativas entre pacientes
Adherentes y No Adherentes respecto de la misma variable, (El análisis se resume en las Tablas 5 y 6).
26
V.1.b. Regulación Emocional
DERS Total
Descontrol Emocional
Rechazo Emocional
Interferencia Cotidiana
Desatención Emocional
Confusión Emocional
Tabla 7: Regulación Emocional
N
Min
30
48
30
12
30
12
30
4
30
7
30
7
Max
117
39
35
20
20
17
M
79,43
23,43
21,27
8,87
14,00
11,87
DE
17,955
7,785
5,132
3,946
3,414
2,501
Para la variable Regulación emocional, se observa que los/as pacientes presentan una media
de 79, 43%. Frente a este valor se estimaría una desregulación emocional relativamente moderada, si
se compara con 117, que es la puntuación máxima obtenida para esta prueba, (Ver Tabla 7)
En la misma tabla se encuentran las medias de cada uno de los factores medidos por la Escala de
Dificultades en la Regulación Emocional (DERS). De acuerdo a los resultados de medias se puede
inferir que el Descontrol emocional es el factor que está más presente en los/as pacientes con VIH, en
contraste sería el factor Interferencia Cotidiana el menos presente, ya que es el factor que presenta una
media más baja.
Sexo
Mujer
Hombre
Tabla 8: Regulación Emocional según el Sexo
N
Min
Max
DERS Total
14
49
117
Descontrol Emocional
14
14
38
Rechazo Emocional
14
12
35
Interferencia Cotidiana
14
4
20
Desatención Emocional
14
7
19
Confusión Emocional
14
7
17
N válido (según lista)
14
DERS Total
16
48
108
Descontrol Emocional
16
12
39
Rechazo Emocional
16
14
31
Interferencia Cotidiana
16
4
14
Desatención Emocional
16
8
20
Confusión Emocional
16
9
16
N válido (según lista)
16
M
82,36
24,21
22,29
9,93
13,50
12,43
DE
19,150
7,287
5,210
4,196
3,695
3,204
76,88
22,75
20,38
7,94
14,44
11,38
17,045
8,371
5,058
3,586
3,204
1,628
27
Tabla 9: Regulación Emocional, estadísticos de contraste
DERS Descontrol Rechazo
Interferencia Desatención
Total
Emocional Emocional Cotidiana
Emocional
U de Mann-Whitney 89,500 97,000
88,000
84,000
95,500
W de Wilcoxon
225,500 233,000
224,000
220,000
200,500
Z
-,936
-,628
-1,002
-1,172
-,691
Sig.
asintót.
,349
,530
,316
,241
,490
(bilateral)
Sig. exacta [2*(Sig.
,355(a) ,552(a)
,334(a)
,257(a)
,498(a)
unilateral)]
Nota* Variable de agrupación: Sexo
Confusión
Emocional
76,000
212,000
-1,519
,129
,142(a)
Para explorar la relación entre las variables Regulación Emocional y Género, se realizó el
mismo análisis bivariado, a través de la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney de comparación de
medias. Para los factores de la variable Regulación emocional (descontrol emocional, rechazo
emocional, interferencia cotidiana, desatención emocional y confusión emocional) no se encontraron
diferencias significativas respecto de género, (Tabla 8 y 9).
Tabla 10: Regulación Emocional según Adherencia y No Adherencia
Adherentes y No Adherentes
N
Min
Max
M
No Adherente DERS Total
4
64
117
83,75
Descontrol Emocional
4
15
38
23,25
Rechazo Emocional
4
20
35
25,75
Interferencia Cotidiana
4
5
20
9,75
Desatención Emocional
4
12
15
13,50
Confusión Emocional
4
11
12
11,50
N válido (según lista)
4
Adherente
DERS Total
26
48
108
78,77
Descontrol Emocional
26
12
39
23,46
Rechazo Emocional
26
12
31
20,58
Interferencia Cotidiana
26
4
15
8,73
Desatención Emocional
26
7
20
14,08
Confusión Emocional
26
7
17
11,92
N válido (según lista)
26
DE
23,056
10,112
6,500
6,946
1,291
,577
17,514
7,617
4,666
3,482
3,643
2,682
28
Tabla 11: Regulación Emocional, estadísticos de contraste
DERS Descontrol Rechazo
Interferencia Desatención
Total
Emocional Emocional Cotidiana
Emocional
U de Mann-Whitney 48,000 48,000
26,000
49,500
41,500
W de Wilcoxon
399,000 58,000
377,000
59,500
51,500
Z
-,244
-,246
-1,593
-,154
-,645
Sig.
asintót.
,807
,806
,111
,878
,519
(bilateral)
Sig. exacta [2*(Sig.
,837(a) ,837(a)
,123(a)
,883(a)
,536(a)
unilateral)]
Nota* Variable de agrupación: Adherentes y No Adherentes
Confusión
Emocional
50,000
60,000
-,124
,901
,930(a)
El análisis bivariado entre las variables Regulación emocional y Adherencia y No Adherencia
no arrojo diferencias significativas, (Ver tabla 10 y 11).
29
V.1.c. Adherencia y No Adherencia al TARV
Adherentes
No Adherentes
Tabla 12: Adherentes y No Adherentes General
N
%
26
86,7
4
13,3
Tabla 13: Adherencia por factores
N
Comportamientos de adhesión presentes y tratamiento
30
Adhesión o falta de adhesión al tratamiento y motivos
30
Bienestar psicológico y competencias sociales
30
Comportamientos de adhesión pasados
30
Min
24
7
4
7
Max
35
16
20
25
M
32,37
12,50
15,67
20,93
DE
3,045
2,933
3,994
4,394
En la Tabla 12, se puede observar que el 86,7% de los/as pacientes entrevistados/as son
Adherentes al TARV, mientras que el 13,3% restante, no lo son.
En la Tabla siguiente (13) se encuentran las medias de cada uno de los factores medidos por el
Instrumento para medir variables psicológicas y comportamientos de adhesión al tratamiento en
personas seropositivas frente al VIH (VPAD-24). De acuerdo a los resultados de medias se encuentra
que el factor “Comportamientos de adhesión presentes y tratamiento” exhibe el valor de media más alto
(32,37), y “Adhesión o falta de adhesión al tratamiento y motivos” (12,50) el más bajo.
Sexo
Mujer
Hombre
Tabla 14: Adherencia al TARV según el Sexo
N
Min
Comportamientos de adhesión presentes y
14
24
tratamiento
Adhesión o falta de adhesión al tratamiento y
14
7
motivos
Bienestar psicológico y competencias sociales
14
9
Comportamientos de adhesión pasados
14
14
Comportamientos de adhesión presentes y
16
25
tratamiento
Adhesión o falta de adhesión al tratamiento y
16
7
motivos
Bienestar psicológico y competencias sociales
16
4
Comportamientos de adhesión pasados
16
7
Max
M
DE
35
31,43 3,368
16
12,71 3,292
20
25
15,36 3,319
20,86 3,549
35
33,19 2,562
16
12,31 2,676
20
25
15,94 4,597
21,00 5,138
30
Tabla 15: Adherencia al TARV, estadísticos de contraste
Adhesión o
Comportamientos falta
de Bienestar
de
adhesión adhesión al psicológico y
presentes
y tratamiento y competencias
tratamiento
motivos
sociales
U de Mann-Whitney
67,500
99,000
90,500
W de Wilcoxon
172,500
235,000
195,500
Z
-1,894
-,546
-,900
Sig. asintót. (bilateral) ,058
,585
,368
Sig. exacta [2*(Sig.
,064(a)
,608(a)
,377(a)
unilateral)]
Nota* Variable de agrupación: Sexo
Comportamientos
de
adhesión
pasados
96,000
201,000
-,681
,496
,525(a)
Para explorar la relación entre las variables Adherencia al TARV y Género, por un lado y,
Adherencia al TARV y Adherencia y No Adherencia por otro, se realizó un análisis bivariado a través de
la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney de comparación de medias.
En cuanto a la variable Adherencia al TARV, no se encontraron diferencias significativas, según el
género, para los factores: “Adhesión o falta de adhesión al tratamiento y motivos”; “Bienestar
psicológico y competencias sociales”; y “Comportamientos de adhesión pasados”. Se encontró una
tendencia de diferencia significativa para el factor "Comportamientos de adhesión presentes y
tratamiento”, encontrándose así un puntaje levemente mayor en los hombres, (Ver Tabla 14 y 15).
Tabla 16: Adherencia al TARV según Adherencia y No Adherencia
Adherentes y No Adherentes
N
Min
Max
No Adherente Comportamientos de adhesión presentes y
4
25
32
tratamiento
Adhesión o falta de adhesión al tratamiento
4
7
9
y motivos
Bienestar psicológico y competencias
4
12
20
sociales
Comportamientos de adhesión pasados
4
14
25
Adherente
Comportamientos de adhesión presentes y
26
24
35
tratamiento
Adhesión o falta de adhesión al tratamiento
26
10
16
y motivos
Bienestar psicológico y competencias
26
4
20
sociales
Comportamientos de adhesión pasados
26
7
25
M
DE
29,75 3,202
7,50
1,000
16,25 3,862
19,50 4,509
32,77 2,875
13,27 2,290
15,58 4,081
21,15 4,424
31
Tabla 17: Adherencia al TARV, estadísticos de contraste
Comportamientos
de
adhesión
presentes
y
tratamiento
18,500
28,500
-2,092
,036
Adhesión o
falta
de
adhesión al
tratamiento y
motivos
,000
10,000
-3,208
,001
U de Mann-Whitney
W de Wilcoxon
Z
Sig. asintót. (bilateral)
Sig. exacta [2*(Sig.
,038(a)
,000(a)
unilateral)]
Nota* Variable de agrupación: Adherentes y No Adherentes
Bienestar
psicológico y
competencias
sociales
46,500
397,500
-,338
,735
Comportamientos
de
adhesión
pasados
37,000
47,000
-,937
,349
,746(a)
,391(a)
Respecto a la variable Adherencia al TARV se encontraron diferencias significativas entre
pacientes Adherentes y No Adherentes para el factor Comportamientos de adhesión presentes y
tratamiento, donde, además el tamaño del efecto es moderado (d=0,992, r= 0,44). También se
encontraron diferencias altamente significativas para el factor Adhesión al tratamiento y motivos, las
diferencias son esperables para estas variables, donde el tamaño del efecto es alto (d=3,26, r=0,85).
Como se espera, es más probable que los/as pacientes adherentes presenten mayores
comportamientos de adhesión presentes que los no adherentes.
No se encontraron, sin embargo, diferencias estadísticamente significativas para los demás factores en
ambos grupos de pacientes. El análisis se resume en las tablas 16 y 17.
.
32
V.2. DATOS CLÍNICOS
Se han especificado tres dimensiones referidas a los aspectos bio-psico-sociales sobre el
estado de salud de las/os participantes. En primer lugar la Historia Clínica, luego la Actitudes frente al
VIH/Sida y por último las Conductas de Riesgo.
V.2.a. Historia clínica
Tabla 18: Historia Clínica
M
DE
Rango
5,907
22-1
N
Tiempo del diagnóstico
M=10,9
Me=12
*Hasta 5 años
*Entre 6 y 10 años
*Entre 11 y 15 años
*16 años y más
Motivo de la prueba
*Voluntad propia
*Sugerencia profesional
Forma de transmisión
*Relaciones sexuales con hombre VIH positivo
*Relaciones sexuales con mujer VIH positiva
*Compartir jeringas, agujas y otro equipo de
inyección con una persona VIH positiva
*Transfusiones de sangre y otro procedimiento
médico
*Transmisión accidental
*Trasmisión vertical
*No sabe
Tiempo del tratamiento
6
6
12
6
14
16
17
4
1
1
2
2
3
M=8,52
Me=9,5
*Hasta 5 años
*Entre 6 y 10 años
*Entre 11 y 15 años
*16 años y más
6,15
22-0,25
12
3
12
3
(Continúa)
33
Cambio de tratamiento
*No
*Si
Cambio de médico
*No
*Si
Hospitalizaciones desde que inicio el tratamiento
*No
*Si
Tiempo de la última carga viral
16
14
13
17
13
17
M=4,70 3,098
Me=4,00
12-1
*Hasta 4 meses
*Entre 5 y 9 meses
*Entre 10 meses y más
Resultado de la última carga viral
17
10
3
<50366.090
*Menos de 50 (indetectable)
*Más de 50 y hasta 5.000
*Más de 5.000 y hasta 20.000
*Más de 20.000 y hasta 366.090
Tiempo del último CD4
23
3
3
1
M=4,70 3,098
Me=4,00
12-1
*Hasta 4 meses
*Entre 5 y 9 meses
*Entre 10 meses y más
Resultado del último CD4
17
10
3
921-83
*Entre 83 y 400
*Más de 400 hasta 700
*Más de 700 hasta 921
Búsqueda de otro apoyo profesional
(psicosocial)
*No
*Si
Autoevaluación del estado de salud
9
16
5
22
8
M=2,97 0,850
Me=3,00
*Mala
*Regular
*Buena
*Muy buena
*Excelente
5-1
1
6
18
3
2
34
En esta Tabla (18) se observa que el tiempo medio transcurrido desde el diagnóstico de las/os
pacientes es de 10,83 años, con una desviación típica de 5,907. La mitad de estas/os pacientes han
sido diagnosticadas/os hace menos de 12 años. Entre el/la paciente diagnosticada/o hace un año y
el/la paciente diagnosticado hace 22 años, existe una diferencia de 21 años. De ellas/os, 16
concurrieron a realizarse el testeo de VIH por sugerencia profesional, mientras que 14 lo hicieron por
voluntad propia. Respecto a la forma de transmisión, 17 del total de los/as pacientes habría contraído el
virus por relaciones sexuales con hombres VIH positivo, 4 por relaciones sexuales con mujeres VIH
positiva, 1 por compartir jeringas, agujas y otro equipo de inyección con una persona VIH positiva, 1 por
transfusiones de sangre y otro procedimiento médico, 2 por transmisión accidental, trasmisión vertical y
3 pacientes no saben de qué manera se infectaron. La variable “tiempo de tratamiento”, presenta una
media de 102,27 meses y una desviación típica de 73,840 meses. Un total de 16 pacientes no ha
cambiado de tratamiento farmacológico desde que empezaron el tratamiento, 13 pacientes no han
cambiado de médico ni han tenido hospitalizaciones desde el inicio del tratamiento antirretroviral,
mientras que los otros 17, sí. Del total de 30 pacientes, 23 tienen carga viral indetectable. Respecto a la
pregunta - ¿Ha buscado algún tipo de apoyo profesional (psicosocial) para tratar el tema del VIH/SIDA?
22 de las personas entrevistadas respondieron no haber buscado apoyo, mientras que los 8 restantes
sí. De los/as pacientes,18 refieren su estado de salud como bueno, 6 regular, 3 muy bueno, 2 excelente
y 1 malo.
35
V.2.b. Actitudes respecto al VIH/SIDA
Tabla 19: Actitudes frente al VIH/SIDA
M
DE
Preocupación por el riesgo de reinfectarse
*No
*Si
Hablar con el médico sobre el riesgo de
transmitir VIH a otra persona
M=1,57 1,165
Me=2,00
*Nunca
*En alguna ocasión
*Frecuentemente
*Siempre
Hablar con otras personas no infectadas sobre la
importancia de no infectarse
M=4,43 1,135
Me=5,00
*Totalmente en desacuerdo
*Un poco en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
El uso adecuado del preservativo es una manera
eficaz para prevenir la transmisión
M=4,23 1,357
Me=5,00
*Totalmente en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
Vía de mayor transmisión en la sociedad en
general
*Relaciones sexuales
*Transfusión de sangre
*Accidental
*Trasmisión vertical
Rango
N
10
20
4-1
8
5
9
8
5-1
2
1
6
21
5-1
4
7
19
24
3
1
2
(Continúa)
36
Tomar la medicación del TARV como fue
indicada, previene la trasmisión
M=3,63 1,497
Me=4,00
5-1
*Totalmente en desacuerdo
*Un poco en desacuerdo
*Ni de acuerdo ni en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
La responsabilidad de no infectarse del VIH debe
ser de la gente VIH negativa más que de la VIH
positiva
6
1
1
12
10
M=2,83 1,599
Me=3,00
5-1
*Totalmente en desacuerdo
*Un poco en desacuerdo
*Ni de acuerdo ni en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
Me preocupa haber transmitido el VIH a otra
persona
11
1
6
6
6
M=3,00 1,819
Me=4,00
5-1
*Totalmente en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
Confianza de poder usar un preservativo
apropiadamente
*Si
Debido a que el TARV es efectivo, me preocupa
menos infectar a otras personas
13
8
9
30
M=2,70 1,878
Me=1,00
*Totalmente en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
5-1
16
5
9
(Continúa)
37
Disponibilidad del TARV hace que me preocupe
menos de tener sexo sin protección
M=1,83 1,464
Me=1,00
5-1
*Totalmente en desacuerdo
*Ni de acuerdo ni en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
Debido a los nuevos TARV ya me arriesgue a
infectar a otras personas
22
2
3
3
M=1,63 1,326
Me=1,00
5-1
*Totalmente en desacuerdo
*Ni de acuerdo ni en desacuerdo
*De acuerdo
*Totalmente de acuerdo
24
1
3
2
Se les presentaron a las/os pacientes las siguientes afirmaciones y los resultados de las
respuestas fueron los siguientes (Tabla 19):
- "Me preocupa el riesgo de reinfectarme con VIH", del total, 20 expresaron estar preocupados,
mientras que los otros 10 no.
- "Durante mi consulta con mi médico por lo general hablamos sobre el riesgo de que yo transmita el
VIH a otras personas", sólo 9 pacientes hablan frecuentemente con su médico/a, 8, hablan siempre,
también 8, nunca han hablado respecto al tema y 5 pacientes en alguna ocasión.
- "Como alguien que vive con el VIH, es mi papel hablar con las personas no infectadas sobre la
importancia de no infectarse", 21 pacientes dijeron estar totalmente de acuerdo con esta afirmación,
mientras que sólo 2 dijeron estar en total desacuerdo.
- "El uso adecuado de los preservativos es una manera eficaz de prevenir la transmisión del VIH", 19
pacientes están totalmente de acuerdo, 7 sólo de acuerdo y 4 totalmente en desacuerdo.
- Respecto a la pregunta "¿Cuál considera Ud.la mayor vía de transmisión del VIH, en la sociedad en
general?" 24 de las/os pacientes estuvieron de acuerdo en que las relaciones sexuales son la mayor
vía de transmisión, mientras que por transfusiones de sangre sólo 3, transmisión vertical 2 y accidental
1.
- "Tomar las medicinas antirretrovirales como las ha recetado mi médico es una manera eficaz de
prevenir la transmisión del VIH", 12 pacientes expresaron estar de acuerdo con la afirmación y 10 están
totalmente de acuerdo, mientras que sólo 6 están totalmente en desacuerdo.
38
- "La responsabilidad de no infectarse del VIH debe ser de la gente VIH negativa más que de la gente
VIH positiva", 11 pacientes están totalmente en desacuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo 6, de
acuerdo, también 6 y totalmente de acuerdo 6.
- "Me preocupa poder haber transmitido el VIH a otra persona", están totalmente en desacuerdo 13
pacientes, de acuerdo 8 y totalmente de acuerdo 9.
- "Tengo confianza de poder utilizar un preservativo apropiadamente", los/as 30 pacientes entrevistados
respondieron que sí.
- "Debido a los tratamientos de combinaciones de medicinas para el VIH, me preocupa menos infectar
a otra persona", 16 pacientes estuvieron totalmente en desacuerdo con esta afirmación, de acuerdo 5 y
totalmente de acuerdo 9.
- "La disponibilidad de los tratamientos de combinaciones de medicinas para el VIH hace que me
preocupe menos de tener sexo sin protección", 22 de las/os pacientes dijeron estar totalmente en
desacuerdo, mientras que sólo 3 de estos/as, dijeron estar totalmente de acuerdo.
- "Debido a los nuevos tratamientos para el VIH, ya me he arriesgado a infectar a alguien al tener
relaciones sexuales", sólo 2 de los/as pacientes dijeron estar totalmente de acuerdo, 3 sólo de acuerdo
y 24 aseguraron estar totalmente en desacuerdo.
39
V.2.c. Conductas de riesgo sexual para la salud
Tabla 20: Conductas de riesgo sexual
N
Preocupación por tener sexo seguro
7
*No
23
*Si
Interés por prevenir transmitir VIH a otra persona
*No
3
*Si
27
Conocimiento sobre el uso del preservativo
*Si
30
Pareja/s sexual/es durante el último año
*No
5
*Si
26
Cantidad de parejas sexuales
*0
4
*1
21
*3
2
*5
2
*100
1
En el caso de relaciones sexuales con más de una persona,
conocimiento sobre el estatus de VIH
*No
4
*Solo de algunas
1
*Total
5
En el caso de relaciones sexuales con más de una persona,
estatus de VIH
*VIH Desconocido
5
*Total
5
Cantidad de pareja/s estables a lo largo de la vida
*0
1
*1
4
*2
10
*3
11
*4
2
*5
2
Tiene actualmente pareja estable
*No
9
*Si
20
*Total
29
(Continúa)
40
Estatus de VIH de la pareja
*VIH Positivo
*VIH Negativo
*VIH Desconocido
*Total
Conocimiento de la pareja de su VIH Positivo
*No
*Si
*Total
10
9
1
20
1
19
20
Tabla se observa que de los/as 30 entrevistados/as, 23 afirman preocuparse por tener sexo
seguro, 27 de los/as mismos/as dicen tener interés por prevenir transmitir el VIH a otra persona. Los/as
30 pacientes refieren saber cómo usar un preservativo.
Durante el último año, 26 han tenido parejas sexuales. La media de cantidad de parejas sexuales que
tuvieron los/as pacientes durante el último año es de 1, el 70% de la población ha tenido una sola
pareja sexual en el último año, 4 pacientes no han tenido pareja sexual. Del total de los pacientes que
tiene pareja estable, 9 tienen pareja VIH negativo, 10 VIH positivo y 1 desconocido. (Ver Tabla 20)
41
V.3. ANÁLISIS CORRELACIONAL
A partir de la correlación estadística entre los datos, se obtuvieron resultados respecto a las
variables Apoyo Social, Regulación Emocional y Adherencia al TARV, Historia Clínica, Actitudes frente
al VIH/Sida y Conductas de Riesgo Sexual, así como de la correlación interna dentre los factores de
cada variable.
V.3.a. Apoyo Social, Regulación Emocional y Adherencia.
Tabla 21: Correlación entre Apoyo Social, Regulación Emocional y Adherencia al TARV
Comp de adh Bienestar psic
Desatención presentes
y y
compe Comp de adh
Emocional
tratamiento
sociales
pasados
Rho de Spearman
Apoyo Social
r ,435(*)
p 0,016
N 30
DERS Total
r
-,468(**)
p
,009
N
30
Descontrol Emocional
r
-,465(**)
p
,010
N
30
Rechazo Emocional
r
-,425(*)
p
,019
N
30
Interferencia Cotidiana
r
-,387(*)
-,655(**)
p
,034
,000
N
30
30
Comportamientos
de r
,435(*)
,510(**)
adhesión presentes y p
,016
,004
tratamiento
N
30
30
Notas:
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Comp: Comportamientos
Compe:Competencias
Adh: Adhesión
Psic: Psicológico
42
En la Tabla 21 se muestran los coeficientes de correlación entre la variable Apoyo Social, los
factores de la variable Regulación emocional (DERS total, Descontrol Emocional, Rechazo Emocional,
Interferencia Cotidiana) y los factores de la Adherencia al TARV (Comportamientos de adhesión
presentes y tratamiento, Bienestar psicológico y competencias y Comportamientos de adhesión
pasados).
Se encontró correlación positiva estadísticamente significativa entre las variables: “Apoyo
social” de los/as pacientes y el nivel de “Desatención Emocional” que mostraron (r= ,435; p < 0.05),
también entre los “Comportamientos de Adhesión Presentes y Tratamiento” con “Bienestar Psicológico
y Competencias Sociales” y, con “Comportamientos de Adhesión Pasados” (r= ,435; p < 0.05 y r= ,510;
p < 0.01 respectivamente).
Se encontró correlación negativa estadísticamente significativa entre las variables: “Resultado
total de la escala de Dificultades en la Regulación Emocional” con “Bienestar Psicológico y
Competencias Sociales” (r= -,468; p < 0.01), también “Descontrol emocional” y “Rechazo emocional”
con “Bienestar Psicológico y Competencias Sociales” (r= -,465; p < 0.01 y r= -,425; p < 0.05
respectivamente). Por otra parte, se encontró correlación negativa para el factor “Interferencia
Cotidiana” con los “Comportamientos de Adhesión Presentes y Tratamiento“ (r= -,387; p < 0.05) y con
“Bienestar Psicológico y Comportamientos Sociales” (r= -,655 ; p < 0.05).
43
V.3.b. Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia e Historia Clínica
Tabla 22: Correlación entre Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia al TARV y
variables de Historia Clínica
Resultado de Resultado
Motivo de la Cambio de la
última del
último
prueba
tratamiento
carga viral
CD4
Rho de Spearman
Interferencia Cotidiana
R
-,392(*)
P
,032
N
30
Desatención Emocional
R
-,365(*)
P
,047
N
30
Comportamientos
de R
-,537(**)
adhesión
presentes
y P
,002
tratamiento
N
30
Adhesión o falta de adhesión R
,363(*)
al tratamiento y motivos
P
,049
N
30
Notas:
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
,398(*)
,029
30
La Tabla 22 se muestra la correlación entre la variable Apoyo Social, los factores de la variable
Regulación emocional (Desatención Emocional y Interferencia Cotidiana), los factores de la variable
Adherencia (Adhesión o falta de adhesión al tratamiento y motivos, y Comportamientos de adhesión
presentes y tratamiento) y las variables de Historia Clínica (Motivo de la prueba, Cambio de
tratamiento, Resultado de la última carga viral y Resultado del último CD4).
Se encontró correlación positiva estadísticamente significativa entre las variables: “ Adhesión o
falta de Adhesión al Tratamiento y Motivos” con “Cambio de Tratamiento” (r= ,363; p < 0.05), teniendo
en cuenta que el 53,30% de los/las pacientes no han cambiado de medicación desde el inicio del
TARV, y “Cambio de Tratamiento” con el “Resultado de Ultima Carga Viral” (r= ,398; p < 0.05),
teniendo en cuenta que el 76,70% de los/as pacientes presentan una carga viral indetectable.
44
Por otro lado se encontró una correlación negativa estadísticamente significativa entre las
variables: “Interferencia Cotidiana” con el “Resultado del Último CD4” (r= -,392; p < 0.05), teniendo en
cuenta que el 52,90% de los/las pacientes obtuvieron más de 400 hasta 700 células/mL en las últimas
pruebas realizadas, “Desatención Emocional” con el “Motivo de la Prueba” (r= -,365; p < 0.05), cuando
el 53,30% de las/os pacientes se realizó por sugerencia profesional y el “Motivo de la Prueba” con los
“Comportamientos de adhesión presentes y tratamiento” (r= -,537; p < 0.01).
45
V.3.c. Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia y Actitudes respecto al VIH/SIDA.
Tabla 23: Correlación entre Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia al TARV y
variables de Actitudes frente al VIH/Sida
Tomar
la
medicación
del Me
preocupa
Preocupación por TARV como fue haber transmitido
el
riesgo
de indicada, previene el VIH a otra
reinfectarse
la trasmisión
persona
Rho de Spearman
DERS Total
R
,421(*)
P
,021
N
30
Descontrol Emocional
R
,473(**)
,362(*)
P
,008
,049
N
30
30
Rechazo Emocional
R
-,364(*)
P
,048
N
30
Interferencia Cotidiana
R
,381(*)
P
,038
N
30
Desatención Emocional
R
,403(*)
P
,027
N
30
Notas:
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
En la Tabla 23 se observa la correlación entre la variable Apoyo Social, los factores de la
variable Regulación emocional (DERS Total, Descontrol Emocional, Rechazo Emocional, Interferencia
Cotidiana y Desatención Emocional), y las variables de las Actitudes respecto al VIH (Preocupación por
el riesgo de reinfectarse, Tomar la medicación del TARV como fue indicada, previene la trasmisión y
Me preocupa haber transmitido el VIH a otra persona).
Se encontró correlación positiva estadísticamente significativa entre las variables: “Total de la
escala de Dificultades en la Regulación Emocional” con la “Preocupación por el Riesgo de
Reinfectarme” (r= ,421; p < 0.05), donde frente a esta afirmación, el 66,70% de las/os pacientes
respondió estar preocupado, la “Preocupación por el Riesgo de Reinfección” con
“Descontrol
46
emocional” (r= ,473; p <0.01) y con la “Desatención Emocional” (r= ,403; p < 0.05), el Descontrol
Emocional con la “Preocupación de haber Transmitido el VIH a otra Persona (r= ,362; p < 0.05), para
esta variable el 30 % de los sujetos afirmó estar totalmente de acuerdo con dicha afirmación, y a su vez
la “Preocupación por haber Transmitido el VIH a otra Persona” con “Interferencia Cotidiana” (r= ,381; p
< 0.05).
Sólo se encontró correlación negativa estadísticamente significativa entre “Rechazo Emocional”
y "tomar la medicación del TARV como fue indicada, previene la transmisión" (r= -,364; p < 0.05), frente
a esta variable el 33,3% de las/os pacientes estuvieron de acuerdo.
47
V.3.d. Apoyo Social, Regulación Emocional, Adherencia y Conductas de riesgo sexual para la
salud.
Tabla 24: Correlación entre Apoyo Social, Desregulación Emocional, Adherencia al TARV y
variables de Conductas de riesgo sexual
Interés por Cantidad de
prevenir
pareja/s
Preocupación transmitir
estables a lo Estatus de
por
tener VIH a otra largo de la VIH de la
sexo seguro persona
vida
pareja
Rho de Spearman
Apoyo Social
R ,435 (*)
P
,016
N 30
DERS Total
R
-,640(**)
P
,002
N
20
Descontrol Emocional
R ,408(*)
,407(*)
-,600(**)
P
,025
,026
,005
N 30
30
20
Rechazo Emocional
R
,485(**)
-,572(**)
P
,007
,008
N
30
20
Desatención Emocional
R ,500(**)
P
,005
N 30
Notas:
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
La Tabla 24 se observa una correlación entre la variable Apoyo Social, los factores de la
variable Desregulación emocional (DERS Total, Descontrol Emocional, Rechazo Emocional,
Desatención Emocional) y las variables de Conductas de riesgo sexual para la salud (Preocupación por
tener sexo seguro, Interés por prevenir transmitir VIH a otra persona, cantidad de pareja/s estables a lo
largo de la vida, Estatus de VIH de la pareja).
Se encontró una correlación positiva estadísticamente significativa entre las variables: “Apoyo
Social” y la “preocupación de los sujetos por tener sexo seguro “ (r= ,435; p < 0.05). Frente a la
afirmación “Me preocupa como tener sexo seguro”, el 76,7% de las/los pacientes aseguraron estar
preocupados, también, a su vez, la “Preocupación por tener sexo seguro” con “Desatención Emocional”
48
(r= ,500; p < 0.01) y con “Descontrol emocional” (r= ,408; p < 0.05), y “Descontrol Emocional” con
“Interés por Prevenir Transmitir el VIH a otra Persona” (r= ,407; p < 0.05), para esta variable el 90% de
los/as pacientes expresa preocupación. También “Rechazo Emocional” con la “Cantidad de Parejas
Estables a lo Largo de la Vida que han tenido las/os pacientes” (r= ,485; p < 0.01).
Además, se encontró correlación negativa entre las siguientes variables: “Resultado total de la
escala de Dificultades en la Regulación Emocional” con el “Status de VIH de la pareja de las/os
pacientes” (r= -,640; p < 0.01), donde el 33,3% son positivos, 30% negativos y el 3,3% desconocido. Y,
además, “Status de VIH de la Pareja” con “Descontrol Emocional (r= -,600; p < 0.01) y con “Rechazo
emocional” (r= -,572; p < 0.01).
49
V.3.e. Historia Clínica, Actitudes respecto al VIH/SIDA y Conductas de riesgo sexual para la
salud.
Tabla 25 (1): Correlación entre variables de Historia Clínica (HC), Actitudes frente al VIH/Sida (A)
y Conductas de riesgo sexual (C)
(A): Hablar (A): El uso
con
el adecuado
médico
del preset es (A): Vía de (A):
Me
sobre
el una manera mayor trans preocupa
riesgo
de eficaz para en
la haber trans
trans VIH a prevenir la sociedad en el VIH a otra
otra persona trans
general
persona
Rho de Spearman
(HC): Resultado del último r
-,579(**)
CD4
p ,001
N 30
(A): Preocupación por el r
,430(*)
-,386(*)
riesgo de reinfectarse
p
,018
,035
N
30
30
(A): La responsabilidad de no r
,411(*)
infectarse del VIH debe ser de p
,024
la gente VIH negativa más que N
30
de la VIH positiva
Notas:
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Trans: Transmisión, transmitir, trasmitido
Preset: Preservativo
50
Tabla 25 (2): Correlación entre variables de Historia Clínica (HC) Actitudes frente al VIH/Sida (A)
y Conductas de riesgo sexual (C)
(A):
Debido a
(A):
que
el (A): Disp Debido a
TARV es del TARV los
efectivo, hace que nuevos
(C):
me
me
TARV ya
Interés
preocupa preocupe
me
por
menos
menos de arriesgue (C): Pre prevenir
infectar a tener sexo a infectar por tener trans VIH
otras
sin
a otras sexo
a
otra
personas protección personas seguro
persona
Rho de Spearman
(A): Preocupación por el r
,446(*)
,471(**)
riesgo de reinfectarse
p
,014
,009
N
30
30
(A): Hablar con otras personas r
,367(*)
no infectadas sobre la p
,046
importancia de no infectarse
N
30
(A): El uso adecuado del r
,399(*)
preservativo es una manera p
,029
eficaz para prevenir la N
30
transmisión
(A): La responsabilidad de no r
,405(*)
infectarse del VIH debe ser de p
,026
la gente VIH negativa más que N
30
de la VIH positiva
(A): Me preocupa haber r
,488(**)
transmitido el VIH a otra p
,006
persona
N
30
(A): Disponibilidad del TARV r
,466(**)
hace que me preocupe menos p ,009
de tener sexo sin protección
N 30
Notas:
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Disp: Disponibilidad
Pre: Preocupación
Trans: Transmitir
51
En las Tablas 25 (1) y 25 (2) se muestran los coeficientes de correlación entre variables de
Historia Clínica (HC), Actitudes frente al VIH/Sida (A) y Conductas de riesgo sexual (C).
En ambas tablas se observa una correlación positiva estadísticamente significativa entre: La
“Preocupación por el Riesgo de Reinfección” con “El uso adecuado del preservativo es una manera
eficaz para prevenir la transmisión” (r= ,430; p < 0.015). Para esta variable el 63,3% de las/os pacientes
afirmó estar totalmente de acuerdo, también con “Preocupación por tener sexo seguro” (r= ,446; p <
0.05) y con el “Interés por prevenir transmitir VIH a otra persona” (r= ,471; p < 0.01), el 90% de los/as
pacientes dice estar interesado/a. “La responsabilidad de no infectarse del VIH debe ser de la gente
VIH negativa más que de la VIH positiva” con “Me preocupa haber transmitido el VIH a otra persona”
(r= ,411; p < 0.05), “Hablar con otras personas no infectadas sobre la importancia de no Infectarse”
con la “Preocupación por tener sexo Seguro” (r= ,367; p < 0.05). A su vez, la “Preocupación por tener
sexo seguro” con “El uso adecuado del preservativo es una manera eficaz para prevenir la transmisión”
(r= ,399; p < 0.05).
“La responsabilidad de no infectarse del VIH debe ser de la gente VIH negativa más que de la
VIH positiva” con la “Disponibilidad del TARV hace que me preocupe menos de tener sexo sin
protección” (r= ,405; p < 0.05), “Me preocupa haber transmitido el VIH a otra persona”, con “Debido a
los nuevos TARV ya me arriesgue a infectar a otras personas” (r= ,488; p < 0.01). Y por último la
“Disponibilidad del TARV hace que me preocupe menos de tener sexo sin protección” con “Debido a
que el TARV en efectivo, me preocupa menos infectar a otras personas” (r= ,466; p < 0.05).
Y, por otro lado, en ambas tablas se observa una correlación negativa entre: El “Resultado del
Último CD4” con “Hablar con el médico sobre el Riesgo de Transmitir el VIH a otra persona” (r= -,579; p
< 0.01), cuando el 30% de las/os pacientes afirmó hablar frecuentemente sobre el tema. Y, además la
“Preocupación por Riesgo de Reinfección” con la “Vía de Mayor Transmisión en la Sociedad en
General “(r=-,386; p < 0.015), cuando el 80% de los sujetos estuvieron de acuerdo en que las
relaciones sexuales son la mayor vía de transmisión.
52
V.4. CONCLUSIONES Y DISCUSIONES
El objetivo principal de esta tesis fue analizar la relación existente entre el Apoyo Social
Percibido, las Dificultades en el Procesamiento Emocional en función de la Adherencia o No
Adherencia al tratamiento antirretroviral en personas que conviven con VIH/SIDA,
En el análisis no se encontró una marcada relación entre Apoyo Social y Adherencia y
no Adherencia al tratamiento Antirretroviral. Así como tampoco una relación directa entre las
medias de Apoyo Social y Adherencia - No Adherencia al tratamiento Antiretroviral. Si bien los
valores que arrojaron las pruebas de de Apoyo Social y Adherencia al TARV fueron elevados, no
se encontraron correlaciones entre factores concretos. Igualmente, a pesar de que los resultados
no aportaron datos significativos sobre el papel del apoyo social respecto a la Adherencia, Piña López
(2007), entre otros autores, ha demostrado que el apoyo social constituye un importante indicador de la
práctica de comportamientos de adhesión al tratamiento antirretroviral.
Allgoewer, Wardle y Steptoe (2001) postulan que las personas que perciben menos apoyo
social, estarían más predispuestas a experimentar trastornos emocionales y físicos cuando enfrentan
altos niveles de estrés, en comparación con las personas que disponen de ese apoyo. Los resultados
obtenidos en esta investigación, no concordarían con tales postulados, ya que se observó una
correlación positiva entre apoyo social y desatención emocional. Esta correlación estaría indicando que
mientras más apoyo social perciba la persona que vive con VIH, menos conciencia emocional
experimentará.
Respecto a la relación directa de medias entre Adherencia y no Adherencia al TARV y
Regulación
Emocional,
tampoco
se
encontraron
resultados
estadísticos
altamente
significativos, aunque si, interesantes correlaciones entre los factores de cada variable. Como
tampoco diferencias en cuanto al género respecto de la Adherencia o No Adherencia. Strathdee y
Bangsberg (1997) sostienen que las características demográficas (edad, sexo, raza, estudios,
ocupación), no serían factores determinantes del nivel de adherencia de un individuo.
En cuando a la correlación entre factores de Regulación Emocional y factores de
Adherencia al TARV, si se encontraron datos significativos e interesantes. Se encontró una
53
correlación negativa entre Bienestar Psicológico y Competencias Sociales, con Desregulación
Emocional General, Descontrol Emocional, Rechazo Emocional e Interferencia cotidiana. Frente
a estos resultados se podría inferir que mientras los/as pacientes presenten mayor
desregulación emocional, disminuirían el bienestar psicológico y las competencias sociales.
Estos resultados comprobarían los obtenidos por Hosek, Harper y Domanico (2005), que muestran que
los/as pacientes que enfrentan problemas emocionales, en especial, del tipo de los que se describen
tradicionalmente en términos de estrés, ansiedad, depresión, miedo e impulsividad y no cuentan con
redes de apoyo social, o aquellos/as que presentan déficit cognoscitivos son los/as que menos
probabilidades tienen de cumplir el tratamiento antirretroviral en los porcentajes esperados. Por otro
lado, y siguiendo la misma línea de resultados, entre los pacientes que asisten al programa
provincial de VIH se encontró que el Bienestar Psicológico y las competencias sociales
propician las Conductas de Adhesión presentes, mientras que la Interferencia Cotidiana las
dificultarían. Sobre esto, Ballester (2000) afirma que cuestiones asociadas al tratamiento como los
cambios, el olvido, la falta de tiempo pueden ser algunas de las variables involucradas en la dificultad
de las conductas Adherentes. Y, como sería esperable, los comportamientos de adhesión pasados,
propiciarían los comportamientos de adhesión presentes.
Mesa Rodríguez (2011) postula que las experiencias emocionales son una fuente de
información que tienen las personas de sí mismas, y además el estado emocional es uno de los
factores que determina la accesibilidad de una información o pensamiento. Así, un estado de ánimo
positivo o negativo, hará más accesibles pensamientos positivos o negativos respectivamente. Se
obtuvieron resultados significativos en cuanto a que la desregulación emocional propiciaría una
mayor preocupación por el riesgo de reinfección en las personas que conviven con VIH, así
como
la presencia de
descontrol emocional e interferencia cotidiana aumentarían la
preocupación por haber transmitido el VIH a otra persona.
Retomando la variable apoyo social, se encontró que cuando mayor es el apoyo social
percibido, mayor es la preocupación por tener sexo seguro. Es por esto, que en la mayoría de los
casos se podría afirmar que, por datos obtenidos por Penninx, Van Tilburg, Boeke, Deeg, Kriegsman y
Van Eijk (1998), el apoyo social tiene un impacto positivo en el desarrollo de auto-eficacia, definiéndola
como la creencia individual en la habilidad y competencia para realizar alguna conducta en particular;
en este caso desarrollar una conducta específica de cuidado a la hora de mantener relaciones
54
sexuales. Respecto a esto, también, Simoni, Frick y Huang (2006) afirman que la creación de un clima
social de apoyo es esencial para cualquier planteamiento preventivo, curativo y de rehabilitación.
Además, el apoyo social suele reportar beneficios para las personas seropositivas al VIH, entre ellos
facilita el ajuste psicosocial hacia la enfermedad, mejora la percepción de la calidad de vida, mejora la
salud percibida, mejora el funcionamiento físico, representa menores dificultades para emprender
tareas diarias y menor estrés relacionado con la salud.
A la hora de evaluar aspectos referidos a la toma de medicación, se encontró que el
cambio en el programa de tratamiento sería un factor facilitador para la falta de adhesión. El
personal del programa provincial de VIH/SIDA opina que la respuesta a un cambio de medicación por
parte del paciente suele estar unida a una actitud de rechazo y de miedo, (Comunicación con Personal
del Programa Provincial, 2013).
Por otro lado, los valores de la última prueba de CD4 arrojaron una correlación negativa con
Interferencia cotidiana. Frente a esto se podría inferir que la Interferencia en conductas dirigidas a
metas, disminuiría el conteo de CD4. Respecto a esto, no se han encontrado investigaciones
consistentes que expliquen la posible relación entre los valores de CD4 y carga viral en relación a
variables psicológicas. Muchas de las condiciones que causan bajos CD4, son comunes en la gente
diagnosticada VIH-positivo. Algunas condiciones, como el estrés psicológico, se incrementan más
cuando a la gente se le dice que su recuento de CD4 está bajo, lo que puede causar la caída de los
CD4 aún más. El estrés psicológico y el aislamiento social son creados también por el diagnóstico, VIHpositivo, y por el diagnóstico de SIDA, lo cual tiene efectos crónicos en el conteo de CD4,(Gordillo,
2003).
Las correlaciones más significativas para las categorías de Historia Clínica, Actitudes
Frente al VHI y Conductas de Riesgo Sexual fueron las siguientes: la preocupación por el riesgo
de reinfección de las personas que conviven con VIH, estaría asociada positivamente a el uso
adecuado del preservativo como forma eficaz de prevenir la transmisión, así como también la
preocupación por tener sexo seguro y el interés por transmitir la infección a otra persona.
Concluyendo, una de las principales preocupaciones de los profesionales de la salud,
que atienden pacientes infectados por el VIH, es la imperiosa necesidad de contar con recursos
metodológicos confiables y válidos, que permitan medir la frecuencia con la que se practican
55
los comportamientos de adhesión al tratamiento y las variables que facilitan o impiden que
dichos comportamientos se practiquen según las instrucciones del equipo sanitario. En el caso
de esta investigación, se cree que los resultados podrían ampliarse significativamente
indagando a través un número mayor de participantes, luego diseñar un plan de intervención
especifico, para que los profesionales de la salud lleven a cabo al interior del Programa
Provincial de VIH. Un plan con recursos que se traduzcan en comportamientos de adhesión en
el presente, como tomar los medicamentos, consumir los alimentos indicados y evitar el
consumo de sustancias nocivas. Además, si los pacientes seropositivos están motivados para
participar activamente en el plan de intervención y seguir el conjunto de instrucciones
expuestas por el personal de salud, cabe esperar, en cuanto a su estado de salud, que se
incremente el número de Linfocitos CD4 y se mantenga baja la carga viral, dos de los
indicadores biológicos por excelencia en esta infección .
56
V.5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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61
V.6. ANEXOS
V.6.a. Anexo I. Consentimiento Informado
Universidad Nacional de San Luis
Facultad de Psicología
Departamento de Formación Profesional
Laboratorio de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento
Consentimiento Informado
El objetivo de esta investigación es la de conocer la relación entre el apoyo social y las emociones, respecto
de la adherencia al tratamiento antirretroviral. Para ello, se le presentarán varios cuestionarios para que de
manera voluntaria pueda responderlos.
Su identidad será confidencial, tanto en los informes de investigación como en caso de que los resultados
sean publicados. El material a analizar sólo se tendrá en cuenta en aquellos casos en que usted haya firmado
este consentimiento. Si negara su autorización para utilizar la información obtenida, se excluirá el caso de esta
investigación.
Su participación en esta investigación es voluntaria, así como la decisión de dar por terminada su
participación en cualquier momento; tienen además el derecho a formular todas las preguntas que consideren
necesarias para aclarar sus dudas.
En San Luis, a los _______días del mes de ___________ de ______doy mi consentimiento para esta
investigación.
Firma_____________________________________
Código____________________
62
V.6.b. Anexo II Entrevista clínica
Datos socio demográficos
Código: …………
Edad:
Lugar y fecha de
nacimiento:
Nivel de estudios (marcar completo/incompleto):
1. Primario
2. Secundario
Estado Civil:
Soltero/a
En una relación estable
(sin casarse y sin vivir
juntos)
Separado/a
Divorciado/a
Ocupación:
Fuente de ingresos:
(escoja todo lo que se
aplique)
Empleo en negro
Empleo en blanco
Seguro de desempleo
Amigos
Otros
Atención médica:
Pública
Privada
Sexo
3. Terciario
4. Universitario
Relación
de
pareja
doméstica
(Viviendo
juntos)
Viudo/a
Casado/a
Cónyuge o pareja
Plan social
Familiares
Pensión
Obra social:
Si
No
Otro
Historia Clínica
1) ¿Desde cuándo está diagnosticado de VIH positivo? (es importante recordar el año del diagnóstico)
2) ¿Recurrió a una prueba de análisis de VIH por voluntad propia o fue sugerido por un profesional?
3) ¿Cuál cree Ud. fue la forma como se transmitió el VIH? (Marque con una X la opción más probable, aunque
no esté seguro)
Relaciones sexuales con hombre VIH positivo
Relaciones sexuales con mujer VIH positivo
Por compartir jeringas, agujas u otro equipo de Transfusiones de sangre u otro procedimiento médico
inyección con una persona VIH positivo
Transmisión accidental
No sabe
Transmisión vertical
63
4) ¿Cuánto tiempo hace que comenzó el tratamiento antirretroviral (TARV)?
5) ¿Por qué se le indicó el tratamiento antirretroviral?
6) ¿Ha cambiado de tratamiento antirretroviral desde que se lo indicaron?
Si
No
Especifique:
7) ¿Desde que inició su tratamiento antirretroviral ha cambiado de médico?
Si
No
Especifique:
8) ¿Ha tenido hospitalizaciones desde que comenzó su tratamiento antirretroviral?
9) Fecha de su última prueba de carga viral
Resultados de su última prueba
(aproximadamente) de carga viral:
de
su
10) Fecha de su conteo más reciente de células T o
CD4:
Resultados de su conteo más reciente de células T o
CD4:
11) ¿Cada cuánto le solicita su médico la determinación de carga viral y CD4?
12) ¿Cuántas visitas a control médico para su tratamiento antirretroviral ha realizado en el último año?
13) ¿Ha buscado algún tipo de apoyo profesional (Psicólogo, asistencia social) para tratar el tema del VIH/SIDA?
14) En general, diría que su salud es: (escoja una opción)
Mala
Regular
Buena
Muy buena
Excelente
Actitudes respecto del VIH
Marque con una X la opción que más se adecua a su forma de pensar.
1) Me preocupa el riesgo de reinfectarme con VIH
Si
No
A veces
64
2) Durante mi consulta con mi médico por lo general hablamos sobre el riesgo de que yo transmita el VIH a otras
personas
Siempre
Frecuentemente
En alguna ocasión
Nunca
3) Como alguien que vive con el VIH, es mi papel hablar con las personas no infectadas sobre la importancia de
no infectarse
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
Totalmente
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
4) El uso adecuado de los preservativos es una manera eficaz de prevenir la transmisión del VIH
de
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
5) ¿Cuál considera Ud.lamayor vía de transmisión del VIH, en la sociedad en general?
de
Totalmente
acuerdo
Relaciones sexuales
Transfusiones de Sangre
Accidental
Transmisión vertical
6) Tomar las medicinas antirretrovirales como las ha recetado mi médico es una manera eficaz de prevenir la
transmisión del VIH
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
Totalmente
de
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
7) La responsabilidad de no infectarse del VIH debe ser de la gente VIH negativa más que de la gente VIH
positiva
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
8) Me preocupa poder haber transmitido el VIH a otra persona
Totalmente
acuerdo
de
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
9) Tengo confianza de poder utilizar un preservativo apropiadamente
Totalmente
acuerdo
de
Si
No
A veces
10) Debido a los tratamientos de combinaciones de medicinas para el VIH, me preocupa menos infectar a otra
persona
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
Totalmente
de
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
11) La disponibilidad de los tratamientos de combinaciones de medicinas para el VIH hace que me preocupe
menos de tener sexo sin protección
Totalmente
en Un
poco
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
Totalmente
de
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
12) Debido a los nuevos tratamientos para el VIH, ya me he arriesgado a infectar alguien al tener relaciones
sexuales
Totalmente
desacuerdo
en
Un
poco
desacuerdo
en Ni de acuerdo ni en De acuerdo
desacuerdo
Totalmente
acuerdo
de
65
Conductas de riesgo para la salud
Riesgo sexual
1- ¿Le preocupa cómo tener sexo seguro?
Si
No
A veces
2- ¿Le interesa saber cómo usted puede prevenir pasarle el VIH a otra persona?
Si
No
3- ¿Sabe cómo usar un preservativo?
Si
No
A veces
Tengo dudas
Las siguientes preguntas son acerca de las relaciones sexuales que usted pudo haber tenido en el último año.
Se refieren a su comportamiento sexual con personas VIH positivas, VIH negativas y con personas que usted no
sabía si eran VIH positivas o negativas o sea, parejas de estatus del VIH desconocido.
4- ¿Ha tenido pareja sexual o parejas sexuales durante el último año? (Con parejas sexuales queremos decir
aquellas personas con las cuales usted ha tenido sexo vaginal, oral o anal y en las que ha habido o no
eyaculación)
Sí
No
5- ¿Cuántas parejas sexuales ha tenido en el último año? (especifique el número de personas con las que
mantuvo relaciones sexuales)
6- En el caso de que durante el último año Ud. haya mantenido relaciones sexuales con más de una persona,
entonces responda las siguientes preguntas:
a) ¿Sabía Ud. el estatus de VHI de todas las personas con las que tuvo relaciones sexuales durante este último
año? (por estatus de VIH se entiende si tiene conocimiento de que la persona tiene o no VIH)
Si
No
Sólo de algunas
b) Sus parejas sexuales durante este último año han sido: (marque todas las opciones correspondientes)
VIH positivas
VIH negativas
VIH desconocido
7- ¿Cuántas parejas estables considera Ud. que ha tenido a lo largo de su vida? (con pareja estable nos
referimos o significa una persona con la que ha vivido o a quien ha visto con frecuencia y con quién ha sentido
un compromiso emocional especial). Especifique el número.
66
8- ¿Tiene actualmente una pareja sexual estable? (Sólo si su respuesta es “Si”, entonces continúe con las
siguiente preguntas)
Sí
a) Su pareja actual y estable es:
No
VIH negativo
No sabe (VIH desconocido)
VIH positivo
b) ¿Sabe su pareja que Ud. es VIH positivo porque se lo comunicó? (Escoja uno)
Si
No
No estoy seguro
La siguiente serie de preguntas se refiere a los contactos sexuales que tuvo en el último año con sus parejas
sexuales VIH positivas, VIH negativas y parejas de VIH desconocido.
Las siguientes preguntas tratan sobre prácticas sexuales en las que usted o su pareja pudieron o no haber
usado un preservativo para hombres o mujeres. Con el uso de preservativo, nos referimos a las ocasiones
cuando se usó o insertó un preservativo antes de cualquier penetración y que el preservativo se usó todo el
tiempo durante la relación sexual.
Parejas VIH positivas:
9- En el último año, ¿cuántas veces no usó preservativo durante sus relaciones sexuales orales, anales o
vaginales con su pareja o parejas VIH positivas? Especifique el número:
10- De esas ocasiones, ¿cuántas veces se usó un preservativo?
Parejas VIH negativas:
11- En el último año, ¿cuántas veces tuvo relaciones sexuales anales, vaginales u orales con su pareja o parejas
VIH negativas sin preservativo?
12- De esas ocasiones, ¿cuántas veces se usó un preservativo?
Parejas de estatus del VIH desconocido:
13- En el último año, ¿cuántas veces, sin preservativo, tuvo relaciones sexuales anales, orales o vaginales con
esta pareja o parejas?
14- De estas ocasiones, ¿cuántas veces se usó un preservativo?
67
V.6.c. Anexo III. Cuestionarios. DUKE-UNC-11, DERS y VPAD-24
DUKE-UNC-11
Instrucciones:
En la siguiente lista se muestran algunas cosas que otras personas hacen por nosotros o nos proporcionan. Elija
para cada una la respuesta que mejor refleje su situación, según los siguientes criterios:
1= Mucho menos de lo que deseo
2= Menos de lo que deseo
3= Ni mucho ni poco
4= Casi como deseo
5=Tanto como deseo
1.
Recibo visitas de mis amigos y familiares
1
2
3
4
5
2.
Recibo ayuda en asuntos relacionados con mi casa
1
2
3
4
5
3.
Recibo elogios y reconocimientos cuando hago bien mi trabajo
1
2
3
4
5
4.
Cuento con personas que se preocupan de lo que me sucede
1
2
3
4
5
5.
Recibo amor y afecto
1
2
3
4
5
6.
Tengo la posibilidad de hablar con alguien de mis problemas en el trabajo o en la
1
2
3
4
5
Tengo la posibilidad de hablar con alguien de mis problemas personales y 1
2
3
4
5
casa
7.
familiares
8.
Tengo la posibilidad de hablar con alguien de mis problemas económicos
1
2
3
4
5
9.
Recibo invitaciones para distraerme y salir con otras personas
1
2
3
4
5
10.
Recibo consejos útiles cuando me ocurre algún acontecimiento importante en mi
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
vida
11.
Recibo ayuda cuando estoy enfermo en la cama
68
DERS
Por favor, indica con qué frecuencia las siguientes afirmaciones se te pueden aplicar, escribiendo para cada ítem
el número apropiado de la escala que se encuentra a continuación:
1----------------------------2-----------------------------------3-------------------------------4---------------------------------5
Casi nunca
A veces
La mitad del tiempo
(0-10%)
(11-35%)
(36-65%)
La mayor parte del Casi siempre
tiempo
(66-90%)
(91-100%)
1
2
3
4
5
1.- Yo entiendo mis sentimientos.
2.- Presto atención a cómo me siento.
3.- Yo experimento mis emociones como sobrecogedoras y fuera de control.
4.- No tengo ni idea de cómo me siento
5.- Me cuesta entender mis sentimientos.
6.- Estoy atento/a a mis sentimientos.
7.- Sé exactamente cómo me siento.
8.- Me importa lo que estoy sintiendo.
9.- Me siento confuso/a acerca de cómo me siento.
10.- Cuando estoy disgustado/a, yo admito mis emociones.
11.- Cuando estoy molesto/a, me enfado conmigo mismo/a por sentirme así.
12.- Cuando me disgusto, me da vergüenza sentirme así.
13.- Cuando me disgusto, me cuesta hacer mi trabajo.
14.- Cuando me altero, pierdo el control.
15.- Cuando me disgusto, creo que voy a permanecer disgustado/a por mucho tiempo
16.- Cuando me disgusto, creo que acabaré sintiéndome muy deprimido/a.
17.- Cuando me altero, creo que mis sentimientos son válidos e importantes.
18.- Cuando me enfado, me cuesta centrarme en otras cosas.
19.- Cuando me altero, me siento fuera de control.
20.- Cuando estoy disgustado/a, yo sigo pudiendo acabar mis tareas.
21.- Cuando me altero, me siento avergonzado/a por sentirme así
22.- Cuando me disgusto, sé que puedo encontrar una forma de sentirme mejor
eventualmente.
23.- Cuando me altero, siento que soy débil.
24.- Cuando estoy molesto/a, siento que puedo seguir controlando mi conducta.
69
25.- Cuando me disgusto, me siento culpable por sentirme así.
26.- Cuando me altero, me cuesta concentrarme.
27.- Cuando estoy disgustado/a, me cuesta controlar mis comportamientos.
28.- Cuando me disgusto, creo que no hay nada que pueda hacer para sentirme mejor.
29.- Cuando estoy disgustado/a, me irrito conmigo mismo/a por sentirme así.
30.- Cuando me altero, empiezo a sentirme muy mal acerca de mí mismo/a.
31.- Cuando me disgusto, creo que lo único que puedo hacer es revolcarme en mi
disgusto.
32.- Cuando me enfado, pierdo el control sobre mis comportamientos.
33.- Cuando estoy disgustado/a, tengo dificultades para pensar en ninguna otra cosa.
34.- Cuando me disgusto, me tomo el tiempo para darme cuenta de lo que estoy sintiendo
de verdad.
35.- Cuando estoy disgustado/a, me lleva mucho tiempo sentirme mejor.
36.- Cuando me altero, mis emociones parecen abrumadoras.
70
Encuesta para medir variables psicológicas y comportamientos de adhesión al tratamiento en personas
VIH+ (VPAD-24)
Instrucción: “Por favor lea cuidadosamente las instrucciones antes de responder. Este cuestionario consta de
24 ítems. Marque con una X la opción que mejor refleje su situación. Asegúrese de contestar todas las
preguntas y con la mayor sinceridad posible”.
1. Antes de recibir el diagnóstico como persona VIH+, si usted se sentía mal físicamente o enfermaba, por
ejemplo, del estómago, de gripe, de la garganta, de bronquitis, etcétera, ¿acudía con un médico para que la
revisara y le diera tratamiento?
___ (5) Siempre
___ (4) La mayoría de las veces
___ (3) En general, la mitad de las veces
___ (2) Muy pocas veces
___ (1) Nunca
2. Antes de recibir el diagnóstico como persona VIH+, si usted acudía con su médico y éste le daba algún
tratamiento, ¿seguía usted las instrucciones que le daban al pie de la letra, es decir, consumía los medicamentos
tal y como se lo indicó su médico?
___ (5) Siempre
___ (4) La mayoría de las veces
___ (3) En general, la mitad de las veces
___ (2) Muy pocas veces
___ (1) Nunca
3. Antes de recibir el diagnóstico como persona VIH+, si usted enfermaba y al acudir con su médico éste le
pedía, por ejemplo, que guardara reposo o que descansara en casa, ¿seguía usted las instrucciones que le daba
su médico?
___ (5) Siempre
___ (4) La mayoría de las veces
___ (3) En general, la mitad de las veces
___ (2) Muy pocas veces
___ (1) Nunca
4. Antes de recibir el diagnóstico como persona VIH+, si usted enfermaba y su médico le pedía que evitara el
consumo de determinados alimentos o de sustancias como alcohol, por ejemplo, ¿seguía usted las indicaciones
que le daba su médico?
___ (5) Siempre
___ (4) La mayoría de las veces
___ (3) En general, la mitad de las veces
___ (2) Muy pocas veces
___ (1) Nunca
5. Antes de recibir el diagnóstico como persona VIH+, si su médico le pedía que se realizara estudios diversos
de laboratorio (sangre, orina, excremento, rayos x, etcétera), ¿seguía usted las indicaciones que le daba su
médico?
___ (5) Siempre
___ (4) La mayoría de las veces
___ (3) En general, la mitad de las veces
___ (2) Muy pocas veces
___ (1) Nunca
71
6. En el transcurso de la semana pasada, ¿consumió usted todos los medicamentos de acuerdo con las
instrucciones que le dio su médico?
___ (5) Todos los días de la semana (seguir con las preguntas 7, 8, 9 y 10)
___ (4) La mayoría de los días de la semana (seguir con las preguntas 11, 12, 13 y 14)
___ (3) En general, la mitad de los días de la semana (seguir con las preguntas 11, 12, 13 y 14)
___ (2) Muy pocos días de la semana (seguir con las preguntas 11, 12, 13 y 14)
___ (1) Ningún día de la semana (seguir con las preguntas 11, 12, 13 y 14)
Si usted siguió las instrucciones de su médico y consumió los medicamentos todos los días de la semana, ¿nos
podría decir qué tan determinante fue cada uno de los motivos que se mencionan?
7. He experimentado sus beneficios
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
8. Porque el médico me lo pidió
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
9. Lo hice por personas cercanas a mí
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
10. Porque tengo deseos de mantenerme saludable el mayor tiempo posible
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
Si usted no siguió las instrucciones de su médico, es decir, que NO consumió los medicamentos todos los días
de la semana, ¿nos podría decir cuál fue el motivo y qué tan determinante fue cada uno de ellos?
11. Me provocan efectos secundarios demasiado molestos
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
12. Por voluntad o decisión propia
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
72
13. No tengo confianza en los beneficios de los medicamentos
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
14. Por dificultades con los horarios
___ (4) Fue un motivo bastante determinante
___ (3) Fue un motivo más o menos determinante
___ (2) Fue un motivo poco determinante
___ (1) No fue un motivo determinante
15. Si en el transcurso de la semana usted se sintió bien física o psicológicamente, ¿consumió los
medicamentos todos los días de acuerdo con las instrucciones de su médico?
___ (5) Todos los días de la semana
___ (4) La mayoría de los días de la semana
___ (3) En general, la mitad de los días de la semana
___ (2) Muy pocos días de la semana
___ (1) Ningún día de la semana
16. En el transcurso de la semana pasada, ¿consumió usted sustancias como alcohol o drogas, a pesar de
saber que pueden afectar el tratamiento?
___ (5) Ningún día de la semana
___ (4) Muy pocos días de la semana
___ (3) En general, la mitad de los días de la semana
___ (2) La mayoría de los días de la semana
___ (1) Todos los días de la semana
17. En el transcurso de la semana pasada, ¿consumió usted algún tipo de alimento que le recomendaron no
consumiera por razones especiales relacionadas con el tratamiento?
___ (5) Ningún día de la semana
___ (4) Muy pocos días de la semana
___ (3) En general, la mitad de los días de la semana
___ (2) La mayoría de los días de la semana
___ (1) Todos los días de la semana
18. ¿Qué tan difícil se le hace a usted seguir con las instrucciones que le proporciona su médico en relación con
el consumo de medicamentos?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil, secas
___ (1) Bastante difícil
19. ¿Qué tan difícil se le hace a usted participar de manera activa, junto con su médico, en la toma de decisiones
sobre su plan de tratamiento?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil
___ (1) Bastante difícil
73
20. ¿Qué tan difícil se le hace a usted dejar de consumir sustancias como alcohol o drogas?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil
___ (1) Bastante difícil
21. ¿Qué tan difícil se le hace a usted mantenerse relajado y en calma?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil
___ (1) Bastante difícil
22. ¿Qué tan difícil se le hace a usted evitar situaciones que le provoquen tristeza o que lo depriman?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil
___ (1) Bastante difícil
23. ¿Qué tan difícil se le hace a usted mantener sus relaciones sociales con personas allegadas, como sus
familiares, por ejemplo?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil
___ (1) Bastante difícil
24. ¿Qué tan difícil se le hace a usted mantener o iniciar nuevas relaciones de amistad?
___ (5) Nada difícil
___ (4) Un poco difícil
___ (3) Más o menos difícil
___ (2) Difícil
___ (1) Bastante difícil
74
V.6.d. Anexo IV. Entrevista semiestructurada Equipo de Salud:
1- Historia del Programa Nacional de VIH/SIDA. ¿Cómo está regulado?, ¿Cómo está compuesto?
(Profesionales- funciones)
2- Motivaciones personales de los integrantes del equipo de salud. Formación personal. ¿Hace
cuanto que trabaja en el Programa?
3- ¿Cómo percibe la atención a los pacientes desde el área?
4- ¿Cómo es la función del Estado en relación a la atención del Programa de VIH/SIDA?
5- Información general sobre casuística, regiones más afectadas, hombre, mujeres. Realidad
epidemiológica.
75
76