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ArtyHum 26 www.artyhum.com ArtyHum, 26, 2016, pp. 21-35. ARQUEOLOGÍA ARQUEOLOGÍA Y PALEOPATOLOGÍA. RECONSTRUIR LA VIDA A TRAVÉS DE LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE. Por Ana Barrera Gordillo. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Fecha de recepción: 24/06/2016 Fecha de aceptación: 25/06/2016 ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. 21 ArtyHum 26 www.artyhum.com Resumen. Abstract. La paleopatología de 22 estudiar encarga studying diseases that affected living afectaron a los seres vivos en el pasado. creatures in the past. These diseases Estas enfermedades dejaron su huella left their lasting trace on the skeletal indeleble en los restos óseos de las remains of those creatures. In this criaturas article que artículo las enfermedades Paleopathology is responsible for que este las se padecieron. vamos a En analizar, I will paleopathology in mainly the analyse context of fundamentalmente, la paleopatología en human osteoarchaeology: definition, el contexto de la osteoarqueología methodology –both in field and lab-, humana: su definición, su metodología indicators, –tanto en campo como en laboratorio–, human bones reveal and, finally, the sus principales relationship between this subject and patologías que los huesos humanos nos archaeology and how relevant it is for revelan y, finalmente, qué relación tiene the discovery of our past. indicadores, las main pathologies that esta disciplina con la arqueología y cuán relevante es para el descubrimiento de nuestro pasado. Palabras clave: antropología física, Keywords: physical anthropology, arqueología, osteoarqueología humana, archaeology, human osteoarchaeology, paleopatología. paleopathology. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com La paleopatología en el marco de la Etimología osteoarqueología humana. paleopatología. La osteoarqueología humana se define fundamentalmente definición Etimológicamente, el de término el paleopatología procede de las palabras estudio científico de los restos humanos griegas paleo (antiguo o viejo), pathos hallados en yacimientos arqueológicos. (sufrimiento o enfermedad) y logos Podríamos enmarcar esta disciplina de (estudio). En cuanto a la definición de la modo sub paleopatología, la primera como tal la especialidad dentro de la antropología realizó en 1882 Robert Wilson Shufeldt física. (1850-1934), general como y 23 como una La terminología para designar osteólogo y miólogo –entre otras muchas especialidades esta clase de estudios es, actualmente y que poblaron su brillante carrera, como suele suceder con las disciplinas únicamente empañada por su enconada pequeño defensa de la “supremacía blanca” mosaico que cambia su denominación racial– estadounidense. Esta definición relativamente nuevas, un dependiendo del país. Sin embargo, apareció publicada en el Standard considero personalmente que, para Dictionary (1885) como “la ciencia de conservar la pulcritud etimológica y las condiciones patológicas presentes definir el campo de estudio de la en los órganos de los animales extintos disciplina de forma exacta, es osteoarqueología humana como debe o petrificados”. Actualmente, la definición más denominarse. Dentro, pues, de la comúnmente osteoarqueología humana, vamos a Sir Marc Armand Ruffer (1859-1917), fijar patólogo y bacteriólogo angloalemán, nuestra atención en la aceptada es la de paleopatología, que no es más que el considerado estudio científico de las enfermedades paleopatología moderna. La definición padecidas por las personas en el quedaría, pues, como “la ciencia que ha pasado, vistas a través de las huellas podido demostrar la presencia de que esas patologías dejaron en sus enfermedades en los restos humanos y restos esqueléticos. de animales de los tiempos antiguos”. el padre ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. de la ArtyHum 26 www.artyhum.com 24 su andadura tras el nacimiento de la Un poco de historia. En cierto modo, la paleopatología es una forma de Historia de la arqueología y del estudio de la prehistoria a mediados del siglo XIX. Medicina, una actividad que se remonta Finalmente, podríamos señalar a los albores de la civilización, puesto cuatro etapas fundamentales52 en el que las primeras pruebas escritas de su recorrido de la paleopatología desde su existencia –sin duda, más antigua– las inicio hasta nuestros días: tenemos en escritura cuneiforme sobre tablillas asirias. Así mismo, el antiguo Egipto contó con reputados profesionales de la medicina y también los relatos bíblicos del Antiguo Testamento atestiguan su práctica. Finalmente, en la Grecia clásica surgirán los primeros tratados médicos de carácter protocientífico sobre las diversas enfermedades. La paleopatología 1) Fase previa desde el Renacimiento hasta el surgimiento de la arqueología y la prehistoria como ciencias a mediados del siglo XIX. Hallamos aquí algunas comunicaciones plagadas de falsos diagnósticos, salvo algunas excepciones y trabajos de comienzos del siglo XIX que ya abundan en lo que será la disciplina científica. Resuenan nombres como el es, sin embargo, mucho más que todo esto, cirujano John Collins Warren o el anatomista Richard Owen. puesto que su finalidad es buscar un diagnóstico actual sobre los vestigios físicos de enfermedades pasadas para, así, reconstruir la vida, la enfermedad o el accidente y la muerte del individuo en cuestión. La historia –aunque sus respectivas metodologías difieren– y, sobre todo, la arqueología, son, pues, ciencias hermanas de la paleopatología, 2) Génesis de la disciplina desde mediados del siglo XIX hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914. Ubicamos aquí el inicio oficial de la paleopatología con la figura de Pierre Paul Broca (1824-1880), cirujano y anatomista francés que descubrió el área cerebral del lenguaje articulado y halló la primera trepanación53 sin las cuales ésta no se sustenta. Por tanto, podemos considerar que la paleopatología como ciencia comienza 52 ISIDRO, A.; MALGOSA, A.: Paleopatología. La enfermedad no escrita. Barcelona, Ed. Masson, 2003. 53 Perforación quirúrgica del cráneo. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com 25 protohistórica, dando un extraordinario Perú (1959) de Juan B. Lastres y impulso a la ciencia antropológica. Entre Bones, bodis and disease (1963) de los muchos nombres que surgen en esta Calvin Wells, así como la obra época fundamental Diseases in Antiquity el pionera, brilla con luz propia del anteriormente mencionado (1967) de D. Brothwell y A. T. Sir Marc Armand Ruffer, padre de la Sandinson. A partir de la década de paleopatología los 70, las publicaciones y avances moderna. Resultaron fundamentales sus análisis histológicos en en momias y su descubrimiento en enumerarlos escaparía a este pequeño estos mismos cuerpos de los huevos repaso por la historia pretérita de la calcificados de un trematodo parasitario. disciplina. la disciplina son tantos que Se instituyen, además, en esta fase, varias instituciones científicas fundamentales para el desarrollo posterior de la disciplina. 3) Fase de consolidación entre el Metodología en 1939. Hallamos aquí, entre los trabajos de varios eruditos, el nombre del antropólogo Roy Lee Moodie y su obra, fundamental, de 1923 Paleopathology, an introduction to the study of ancient evidences of disease. 4) Período contemporáneo, iniciado relación con la recuperación de restos humanos en arqueología. final de la Gran Guerra en 1918 y el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Como es comprensible, la fuente principal de información en paleopatología son los restos humanos esqueléticos. Por este motivo, es fundamental que el trabajo de campo se lleve a cabo bajo parámetros óptimos de recuperación y conservación, máxime tratándose normalmente de vestigios de gran fragilidad. Así tras el final de la Segunda Guerra mismo, la documentación in situ de Mundial en 1945, hasta el presente. Es los restos recuperados es fundamental realmente a partir de la década de los 60 para cuando empiezan a proliferar tanto laboratorio, puesto que muchos datos monografías como obras de carácter fundamentales general sobre paleoantropología, como remedio en el proceso natural de una La trepanación del cráneo en el Antiguo excavación arqueológica. el posterior se trabajo destruyen ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. de sin ArtyHum 26 www.artyhum.com Normalmente, los restos tomar muestras lo 26 suficientemente esqueléticos no se presentan en un representativas estado enterrada, con el objeto de evitar sesgos tanto de conservación por motivos perfecto, rituales como tafonómicos54, por lo que, en la recogida en susceptibles, en mayor medida, de la resultados población del estudio paleopatológico. de muestras, se suelen priorizar bien aquellas partes del esqueleto que son los de Respecto a la conservación de los restos esqueléticos, mencionar que el debemos hueso es proporcionar valores diagnósticos, bien higroscópico, los vestigios que muestran directamente humedad muy fácilmente y es, en evidencias de lesiones patológicas. general, altamente cambios en la además es anisotrópico, Las directrices básicas a la hora de recuperar restos esqueléticos en contexto arqueológico son: exponer la totalidad de los restos óseos y documentarlos adecuadamente en la ficha de campo antropológica y mediante la fotografía y/o el dibujo; protegerlos en todo momento de los posibles riesgos derivados de la excavación que continua a su alrededor; realizar un cribado cuidadoso de la tierra circundante de modo que ningún resto sea obviado; retirar los huesos, organizándolos in situ por tamaño y es decir, absorbe sensible humedad a los relativa; lo cual significa que se expande y contrae en las tres direcciones de forma diferente, afectando ambas condiciones a su óptima conservación. Por ello, en cuando el material óseo entra en contacto con la tierra comienza a sufrir transformaciones estado, si que bien en degradan su determinadas condiciones –según el medio ambiente o el tipo de suelo– el hueso consigue preservarse en mayor o menor medida. Además, los restos óseos etiquetándolos enterrados son susceptibles de sufrir escrupulosamente. En el caso de que los deformaciones o fracturas a causa de restos humanos formen parte de una movimientos de tierra y de la misma necrópolis, además de las condiciones presión que esta ejerce, así como por anteriormente descritas, es necesario culpa de plantas y raíces. grupo 54 anatómico y Proceso natural de fosilización. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com La humedad puede, también, Antes de 27 embolsarlos y perjudicar a su conservación, debido etiquetarlos, se puede realizar una al desarrollo de microorganismos que primera limpieza de los restos, si bien es dañan el tejido óseo o por mera importante no cometer errores como hidrólisis vaciar cráneos colmatados de tierra. del hueso. En suelos extremadamente secos, el hueso se fisura, por lo cual el ambiente ideal es una humedad media. Así mismo, si el frágil estado del material óseo lo requiere, se debe proceder a una breve consolidación in Finalmente, es fundamental la situ para asegurar la estabilidad del alcalinidad –capacidad para neutralizar hueso, pudiendo entonces embolsarse y ácidos– de los suelos, preservándose el etiquetarse los huesos, cuidando de que hueso mejor cuanto más alcalinos y su embalaje final sea el adecuado. menos salinos sean aquellos. Cuando se Ya en el laboratorio finalizan los extrae un hueso de este medio, en el que procedimientos de consolidación y se ha estado preservado durante tanto procede a la limpieza final, mucho más tiempo, se produce una brusca ruptura minuciosa y del todo imprescindible de para su microclima y comienza a establecer el diagnóstico degradarse rápidamente, puesto que paleopatológico. Además, para facilitar tanto los cambios de temperatura como su estudio, se suele proceder al pegado de luz provocan variaciones en el y reconstrucción de los restos óseos. material óseo. Por los estos anteriormente motivos y por descritos, es fundamental que en la excavación haya un experto en restauración Metodología antropológica en osteoarqueología humana. Una vez cumplidos todos los y requisitos mencionados en el apartado conservación antes de proceder a la anterior, la metodología pasa a la fase extracción de los restos óseos, que se antropológica: determinar el índice de realizará lo más rápidamente posible preservación de los restos, así como el con instrumentos romos de madera y sexo y la edad del individuo, el estudio suaves pinceles. métrico, la determinación de la talla y, ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com 28 finalmente, de las características físicas Los criterios para determinarla más particulares del esqueleto como los varían según rangos de edad, pero el caracteres epigenéticos –biomarcadores rasgo común a todos ellos es el recurso que variación a los cambios producidos en los huesos acontecida en el material genético– y a lo largo de la vida del individuo, como las patologías óseas y bucales. la unión de las epífisis o las erupciones muestran cualquier de dentales. La determinación de edad más preservación de los individuos, es un precisa es la de los individuos infantiles, parámetro puesto que están sujetos a rápidos En cuanto al fundamental grado que debe establecerse siempre, puesto que el tipo cambios en su esqueleto. y la cantidad de información que se Por otra parte, es de gran puede obtener de un esqueleto depende importancia identificar los marcadores directamente de este factor. El índice de de actividad en los restos óseos. Estos preservación suele estar basado en el marcadores son cambios es la estructura número de huesos recuperados más que del hueso que se en el estado en que estos se presentan. condiciones de producen bajo estrés continuado Respecto al diagnóstico del sexo derivado de las actividades de la vida del esqueleto, es crucial observar el cotidiana del individuo55. De estas conjunto poblacional al cual pertenece el evidencias podemos inferir una gran individuo, puesto que tanto el dimorfismo cantidad como la métrica varía entre los grupos determinados aspectos de la vida del humanos. Para realizar este diagnóstico sujeto, de extrema utilidad a la hora de se diagnosticar paleopatologías. pueden características analizar determinadas morfológicas óseas de información Los marcadores siete categorías se sobre clasifican –pelvis, cráneo y mandíbula– o bien en se pueden usar métodos métricos. desgaste dental, cambios articulares La determinación de la edad del individuo en el momento de su fundamentales: degenerativos, cambios morfológicos funcionales, fracturas por sobrecarga, muerte también es fundamental para 55 la diagnosis. GALTÉS, I.; JORDANA, X.; GARCÍA, C.; MALGOSA, A.: “Marcadores de actividad en restos óseos”, Cuadernos de Medicina Forense, nº 48-49, abril/julio de 2007. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com cambios en la arquitectura del hueso, osificaciones y calcificaciones y 29 2) Malformaciones sistematizadas: como acondroplasia –trastorno en el crecimiento de los cambios a nivel de las entesis56. cartílagos que provoca enanismo, sobre todo en las extremidades–, cuyo mejor Paleopatologías más comunes. La lista de paleopatologías que pueden diagnosticarse en un resto esquelético es increíblemente amplia: desde malformaciones y enfermedades congénitas o hereditarias ejemplo, en este caso representado en el arte, lo tenemos en el conjunto escultórico egipcio de Seneb y su familia (IV Dinastía). hasta 3) Malformaciones de la columna enfermedades infecciosas, pasando por vertebral y el tórax: fundamentalmente patologías traumáticas, osteoarticulares, la espina bífida –provocada por un cierre tumores o lesiones pseudotumorales, incompleto del tubo neuronal durante el patologías dentales, etc. Hagamos un primer mes del embrión y el cierre repaso por las más relevantes. En cuanto incompleto de las últimas vertebras–. a las malformaciones y afecciones congénitas, se suelen dividir entre: 1) Malformaciones como de las extremidades: luxaciones de diverso craneales: –desarrollo microcefalia 4) Malformaciones tipo y aplasias –falta de desarrollo, en este caso del tejido óseo–. insuficiente del cráneo–, macrocefalia –desarrollo excesivo hidrocefalia –aumento del cráneo–, anormal del líquido cefalorraquídeo en el cerebro– o la craneoestenosis –o cierre prematuro de las suturas que separan los huesos del cráneo en un recién nacido–. 56 Zona de inserción en el hueso de un músculo, tendón o ligamento. Seneb y su familia en una reproducción de 1934. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com Respecto a las 30 enfermedades El caso más antiguo atestiguado es infecciosas y parasitarias, podríamos del Neolítico, en un esqueleto cuyas distinguir: vértebras dorsales aparecen alteradas 1) Procesos purulentos: muy frecuentes antes de la aparición de los con sinostosis –tejidos de conexión osificados–. antibióticos y causados normalmente 4) Lepra: originada por el bacilo por el estafilococo que, generalmente, de Hansen, su diagnosis resulta más afecta al material óseo. Su peculiar sencilla debido a la llamada facies morfología hace relativamente sencilla leprosa, que se caracteriza por una serie su diagnosis. Se han hallado indicios de de lesiones en el cráneo, tales como estos un ensanchamiento del orificio nasal, procesos incluso en ejemplares de Australopithecus y Homo Erectus, pérdida de las piezas dentarias, etc. aunque es a partir del Neolítico cuando aumentan las evidencias. En el capítulo de los tumores, podemos así mismo diferenciar los 2) Treponematosis: hace siguientes: referencia a todas las enfermedades causadas por la bacteria treponema. Sin duda, la más famosa de estas patologías es la sífilis venérea, aunque también existen la pinta, la frambesia y la sífilis endémica. Las lesiones óseas que producen caracterizan estas enfermedades por una se reconocible destrucción del tejido óseo en el cráneo, entre otros aspectos menos llamativos. 1) Tumores benignos: entre esta clase de tumores, el más habitual en paleopatología es el osteoma, que se desarrolla en el tejido óseo, principalmente del cráneo y de los huesos faciales. También se han documentado osteocondromas, que son tumores constituidos por excrecencias óseas recubiertas por cartílago que se forman en las zonas medias de algunos 3) Tuberculosis: producida por el huesos. También son habituales los bacilo de Koch, esta enfermedad no meningiomas deja lesiones óseas y, angiomas, ya que con frecuencia de afectan al hueso y es posible su por tanto, resulta particulares complicada diagnosticar en paleopatología. endocraneales diagnosis. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. y los ArtyHum 26 www.artyhum.com 2) Tumores en más abundantemente diagnosticada en material óseo es prácticamente imposible paleopatología. Esto está motivado, diferenciar primitivos probablemente, porque a partir de los realmente, cuarenta años de edad –sobre todo en el de los malignos: 31 los tumores metastásicos y, no se han descrito demasiados tumores pasado– de este tipo en paleopatología. individuos la presentan en mayor o prácticamente todos los la menor medida. Aparece incluso entre neoplasias lacunares –tumores malignos esqueletos de Homo Neanderthalensis que afectan al cráneo– y los carcinomas y se nasofaríngeos. Es necesario insistir en columna vertebral. Aun así, son frecuentes que el rastro que dejan en el hueso estas localiza preferentemente en la 2) Artropatías de causa patologías es escaso, así como menor su conocida: incidencia entre las poblaciones pasadas artropatías metabólicas, las infecciosas comparadas con las presentes. y las postraumáticas. se recogerían aquí las En cuanto a la paleotraumatología, es tan compleja y extensa que excede el propósito de este breve artículo que, además, se centra exclusivamente en patologías, por lo que las lesiones traumáticas quedarán aquí simplemente mencionadas. En el campo de las paleopatologías osteoarticulares, las podríamos dividir de la siguiente manera: 1) Artropatías desconocida: de encontramos causa aquí la artritis, una patología muy sencilla de diagnosticar por los vestigios que deja en el hueso. Y, por supuesto, la artrosis que es, con total seguridad, la afección Vértebras mostrando espondilitis deformante (III Dinastía). ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com 32 A continuación encontramos las 5) Osteoporosis: esta patología osteopatías metabólicas, que vamos a se manifiesta en el esqueleto con clasificar en: atrofias óseas secundarias y menor 1) Osteopatías anémicas: como densidad en el hueso, especialmente en la cribra orbitalia –crecimiento excesivo la columna vertebral, cuyas vértebras del hueso en las órbitas oculares–, la adoptan talasemia –anemia hereditaria– y el cóncava. paludismo –una enfermedad parasitaria–. una curiosa 6) Gota: es morfología relativamente 2) Escorbuto: una avitaminosis frecuente encontrar, relacionada con que puede ser detectada en el esqueleto esta patología, la afectación típica en el por las hemorragias subperiósticas que, dedo gordo del pie de acumulación de una cristales vez curadas, sufren una de ácido úrico. Resulta relevante su alta incidencia en Gran calcificación reconocible. Bretaña a partir de época romana. 3) Raquitismo: enfermedad Respecto producida por deficiencia de vitamina D a las y que se caracteriza por deformaciones otorrinolaringológicas, esqueléticas. además de enfermedades encontramos, patología tumoral, malformaciones y diversos traumatismos, 4) Obesidad: a causa del aumento de peso corporal, esta patología da lugar a una gran sobrecarga ósea y origina alteraciones en el esqueleto, así como patologías infecciosas tanto en la región petromastoidea –del hueso temporal– como en la nasosinusal –fundamentalmente sinusitis–. fundamentalmente en las articulaciones. La paleoestomatología se ocupa Los huesos infantiles son los que se deforman, en este caso, con mayor facilidad. Se ha estipulado que las famosas venus paleolíticas muestren esta afección, aunque su especial morfología podría más bien ser fruto de una cultural. determinada simbología de las enfermedades que afectan a la boca y sus estructuras, por lo que aquí se encuadrarían las patologías dentales, como abrasiones dentarias no fisiológicas –por ingesta de alimentos crudos, sobre todo en la Prehistoria o presencia de tierra en la comida–, caries –sobre todo a partir del Neolítico–, ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com enfermedad periodontal –un proceso Conclusiones: inflamatorio de las encías–, sarro, arqueología abscesos, ciencias pérdida de piezas y malformaciones dentarias. y 33 paleopatología, multidisciplinares que se complementan. Como hemos visto a lo largo de este artículo, la paleopatología resulta fundamental a la hora de establecer diagnósticos sobre restos humanos del pasado. En un contexto arqueológico, contar con información precisa sobre las enfermedades padecidas por una población o un individuo –además de valiosa información sobre edad, sexo, métrica, etc. que ya aporta de por sí la osteoarqueología humana en general– es de crucial importancia para explicar, reconstruir y contextualizar un yacimiento con precisión. Las patologías padecidas nos ayudan a Paleopatologías dentales en individuos del Antiguo Egipto. establecer la dieta de una población, su hábitat, sus modos de trabajo, sus causas principales de padecimiento y Finalmente, podríamos mencionar defunción y, en fin, el día a día de unas también aquí las patologías de las partes gentes cuyas vidas recuperamos ahora a blandas y las asociadas a la gestación, través de su enfermedad y su muerte. pero por su alejamiento del aparato Para culminar toda esta tarea con musculoesquelético y su complejidad, éxito, remitimos al encabezado de este nos detendremos en esta enumeración epígrafe y a la necesidad del trabajo más resumida. en equipo entre todas las ciencias que ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. ArtyHum 26 www.artyhum.com colaboran en el estudio del pasado, como son, en este caso, la arqueología y la paleopatología. El esfuerzo colectivo en la indagación de nuestro pasado es decisivo, así como la combinación adecuada de las diferentes metodologías y puntos de vista, mejor cuanto más críticos. Este artículo, pues, no ha querido únicamente hacer un recorrido breve e introductorio paleopatológica, por sino la ciencia resaltar la importancia crucial que ésta tiene en los análisis poblacionales en arqueología. Ambas son ciencias multidisciplinares que requieren de la colaboración solidaria de sus profesionales y de los de otras muchas disciplinas afines que, entre todos, reconstruyen para su conocimiento y difusión las vidas y muertes de las gentes que forjaron nuestro pasado. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016. 34 ArtyHum 26 www.artyhum.com 35 BIBLIOGRAFÍA. AUFDERHEIDE, A.; RODRÍGUEZ MARTÍN, C.; LANGSJOEN, Encyclopedia of O.: The Human Cambridge Paleopathology. Cambridge, Cambridge University Press, 1998. BUIKSTRA, J.; ROBERTS, C.: The global History of Paleopathology. Pioneers and Prospects. New York, Oxford University Press, 2012. CAMPILLO, D.: Paleopatología. Los primeros vestigios de la enfermedad. Barcelona, Fundación Uriach, 1994. GALTÉS, I.; JORDANA, X.; GARCÍA, C.; MALGOSA, A.: “Marcadores de actividad en restos óseos”, Cuadernos de Medicina Forense, nº 48-49, SciELO, Madrid, abril/julio de 2007. VV.AA.: Paleopatología. Ciencia multidisciplinar. Actas del Congreso Nacional de Paleopatología de 2009. Madrid, Sociedad Española de Paleopatología, 2011. ISIDRO, A.; MALGOSA, A.: Paleopatología. La enfermedad no escrita. Barcelona, Masson, 2003. SOTOMAYOR MONTOYA, TRIBÍN, Z.: H.; CUÉLLAR- Aproximaciones a la paleopatología en América Latina. Bogotá, Convenio Andrés Bello, 2007. WEBGRAFÍA. Página web de la Paleopathology Association, una comunidad global de investigadores y estudiantes de la paleopatología. https://paleopathologyassociation.wildapricot.org/ [Fecha de consulta: 23/06/2016]. *Portada: Arqueólogos trabajando en un enterramiento doble del s. XVIII en Jamestown. ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 26, Vigo, 2016.