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ANUDAR RED 77 Universitat Rovira i Virgili ANUDAR RED Temas pendientes y nuevas oportunidades de cooperación en turismo Editado por Marta Gemma Nel-lo Andreu Alba Font Barnet Quintana Roo, Tarragona, Cancún 2017 FACULTAT DE TURISME I GEOGRAFIA EDITA Publicacions Universitat Rovira i Virgili Av. Catalunya, 35 - 43002 Tarragona Tel. 977 558 474 · publicacions@urv.cat www.publicacions.urv.cat 1ª. edición: de 2016 Depósito legal: T 1652-2016 ISBN (URV): 978-84-8424-490-5 ISBN (UQROO): ISBN (UCARIBE): DOI: 10.17345/978848424 Índice Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la literatura científica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 Bonnie Lucía Campos Cámara Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 Daniel Hiernaux-Nicolas Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión . . . . 61 Ernest Cañada Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina . . . . . . . . . . 91 Carlos Morera Beita Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional .107 Maribel Osorio García, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González El impacto económico del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .151 Macià Blázquez-Salom Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo en América Latina y el Caribe. . . . . . . . . . . . . . . . . . .165 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo Prólogo A través de designación del año 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, las Naciones Unidas han alentado a todos los agentes mundiales, en especial a los públicos pero también a los demás, a aprovechar el año 2017 para promover medidas a todos los niveles, en particular mediante la cooperación internacional, que apoyen el turismo sostenible como forma de promover y acelerar el desarrollo sostenible, especialmente la erradicación de la pobreza. El Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo se suma, de esta manera, a otras declaraciones internacionales realizadas recientemente en aras del reconocimiento del papel que el turismo debe tener en el desarrollo sostenible. Así se proclamó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) y así se contempla en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados también por las Naciones Unidas, en la que el turismo figura en tres de los objetivos: el Objetivo 8 (promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos), el Objetivo 12 (consumo y producción sostenibles) y el Objetivo 14 (conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible). La cooperación al desarrollo se ha convertido, pues, en un elemento clave del debate mundial acerca de los retos del turismo. Ello tiene que ver, tal como reconoce el propio documento de designación del año 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, con la importancia del papel el turismo «como instrumento positivo para erradicar la pobreza, proteger el medio ambiente, mejorar la calidad de vida y empoderar económicamente a las mujeres y los jóvenes», así como con «su contribución a las tres dimensiones del desarrollo sostenible, especialmente en los países en desarrollo». Es en este contexto que hay que valorar adecuadamente la existencia desde 2008 de la Red Internacional de Investigadores en Turismo, Cooperación y Desarrollo, NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Marta Gemma Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet (eds.) COODTUR, que, con más de 100 miembros de 38 universidades principalmente españolas y latinoamericanas, tiene la clara intención de ser una herramienta para acercar la universidad a la cooperación al desarrollo en materia de turismo. COODTUR, que es una organización que comparte intereses con otras iniciativas públicas —algunas de ellas gubernamentales— y privadas que trabajan en esta misma dirección facilita, de esta manera, la generación de conocimiento sobre esta cuestión, lo comparte y lo transfiere entre investigadores, comunidades científicas, agentes y países. COODTUR parte de la convicción fundamental que el papel de la academia resulta básico para la transmisión de los valores asociados al turismo como instrumento para el desarrollo sostenible, para la generación de buenas prácticas de cooperación en materia de turismo entre agentes, comunidades y países en beneficio de la prosperidad y la mejora de la calidad de vida de las poblaciones receptoras y para la advertencia de situaciones no deseables desde la perspectiva de los efectos negativos que determinadas iniciativas turísticas pueden tener para una apropiada consecución de objetivos relacionados con la mejora de las condiciones económicas de las comunidades, la preservación patrimonial y de la identidad de los lugares y el empoderamiento de los individuos. COODTUR es, de esta manera, una iniciativa que se suma a los diversos proyectos que desarrollan las instituciones de origen de sus investigadores y a las múltiples propuestas que se plantean y desarrollan por parte de otras instituciones también académicas en la misma línea de fortalecer la cooperación al desarrollo y la prosperidad de las comunidades locales como objetivo principal de la actividad turística. Todo ello en un contexto de creciente diversificación y generalización de las movilidades humanas a nivel global. Uno de los instrumentos privilegiados que COODTUR tiene para la difusión del conocimiento asociado a la cooperación al desarrollo, y por el cual hay que felicitarse, es la organización de congresos y la publicación de las aportaciones que científicos sociales de todo el mundo asociados a la red hacen en ellos. Este es el caso de esta publicación que, en este caso, se nutre, en particular, de las investigaciones sobre turismo y cooperación que se presentaron a finales de 2015 en el II Congreso que COODTUR celebró en Quintana Roo, México con el objetivo común de plantear temas pendientes y nuevas oportunidades en la relación entre turismo y cooperación. Para ello se abordaron cinco cuestiones candentes y de gran actualidad: el impacto del turismo en las comunidades locales, el impacto de la globalización, el cambio climático y las nuevas tecnologías, la necesaria reinvención de destinos con trayectorias de larga duración y problemáticas estructurales, la transnacionalización del creciente turismo residencial y las dinámicas migratorias y rutas laborales cotidianas. En relación a ellos se plantearon casos de estudio, situaciones problemáticas, buenas prácticas, estrategias y políticas y nuevas oportunidades de cooperación. 8 Anudar la red Como resultado, tal como pretende la red, se produjo el acercamiento entre tradiciones investigadoras por parte de académicos procedentes de diferentes contextos económicos y políticos, la discusión de visiones acerca del turismo y de su papel en el desarrollo construida desde posiciones académicas no hegemónicas en los circuitos de creación y diseminación del conocimiento a nivel mundial y, ahora a través de esta publicación, la difusión de los resultados acumulados, las valoraciones de impacto, las consideraciones y los nuevos planteamientos que los investigadores asociados a la red tienen en relación al turismo y la cooperación al desarrollo. A través de este libro todo ello es puesto a disposición de cualquier interesado en la materia como contribución al debate general acerca del papel del turismo en nuestra sociedad, tema que, por otra parte, domina en la actualidad el pensamiento no sólo académico sino también político, institucional y social. Turismo cultural, percepción, capital social, sostenibilidad, desarrollo local, áreas protegidas, turismo justo, empoderamiento, sistemas de información, identidad cultural, e-marketing, desastres naturales, cruceros, gestión ambiental, migraciones, prácticas cooperativas, SIG, investigación, caza, etno-turismo, zonas arqueológicas, fiestas, participación comunitaria, calidad de vida, exclusión social, capital social, esperanza, son algunos de los tópicos abordados por los investigadores en esta publicación. Se trata de temáticas relevantes desde la perspectiva del desarrollo cuya valoración a través de casos de estudio concretos y planteamientos teóricos complejos puede facilitar una mejora de los procesos de cooperación asociados al turismo. Desde esta perspectiva, el libro tiene, por lo tanto, una clara vocación no sólo de difusión académica sino también didáctica y de acción política. A través de las aportaciones compiladas en este libro, COODTUR ofrece a los lectores la posibilidad de adquirir conocimiento y plantear herramientas, procesos y estrategias para la cooperación internacional y el desarrollo en materia de turismo. Asimismo, permite valorar adecuadamente la importancia crítica de los planteamientos éticos en las dinámicas de desarrollo turístico en cualquier contexto económico y geopolítico así como las implicaciones personales, sociales y económicas implícitas de tales planteamientos en los programas de cooperación. Finalmente, aunque no únicamente, a través de los diferentes textos se observan cuestiones que pueden ser directamente extrapolables para configurar una guía de principios, criterios y buenas prácticas para el uso del turismo como instrumento de desarrollo sostenible y responsable. Prof Salvador Anton Clavé Universitat Rovira i Virgili Prof Donald E. Hawkins New York University Tisch Center for Hospitality & Tourism 9 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la literatura científica Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet COODTUR. Departamento de Geografía. Facultad de Turismo y Geografía Universitat Rovira i Virgili martagemma.nello@urv.cat alba.font@fundacio.urv.cat Resumen Las relaciones entre turismo, pobreza y desarrollo son complejas y en continua evolución. Es un debate aún no resuelto y hace necesario ahondar en otras líneas de investigación aún de gran actualidad como son las teorías de desarrollo, mecanismos para aliviar la pobreza, instrumentos de medición o estrategias a diferentes escalas para a través del turismo reducir la pobreza, etc. Este artículo no pretende entrar en dicho debate ni pretende confeccionar un marco teórico exhaustivo sobre dichas relaciones y el alcance de cada uno de los conceptos. En él se pretende mostrar sólo un pequeño avance de resultados del análisis de datos socioeconómicos a escala temporal y espacial, así como la literatura científica publicada sobre dichas relaciones y temáticas en Scopus, que servirán de punto de partida para alcanzar unos objetivos de investigación mucho más ambiciosos sobre las relaciones entre turismo, pobreza, tercer mundo y desarrollo. Palabras clave Desarrollo; Pobreza; Scopus; Tercer Mundo; Turismo. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet 1. Introducción El turismo como un instrumento específico para el desarrollo socioeconómico particularmente de los países menos desarrollados, es un debate que existe desde los orígenes del turismo (Turner, 1976; Lea, 1988, Telfer and Sharpley, 2008). Y si al binomio turismo y desarrollo, le sumamos conceptos como tercer mundo y sobretodo pobreza, el debate y la controversia vuelve a coger fuerza y protagonismo a partir del siglo XXI (Burns and Novelli, 2008). Las cifras recogidas en la tabla 1 y 2, son un claro ejemplo que justifican y que ayudan a entender la necesidad de estudiar y profundizar el alcance del turismo en países en desarrollo. En estos últimos casi 25 años, el número de turistas en las denominadas economías emergentes ha crecido casi un 270%. Incremento pero que en un análisis a escala regional, muestra diferencias y desequilibrios importantes en la distribución y captación de turistas internacionales, como se aprecia en la tabla 2, y como se abordará en los apartados siguientes. Tabla 1. Llegadas de turistas internacionales (millones). 1990-2014 1990 1995 2000 2005 2010 2014 Economías avanzadas 296 336 420 466 513 619 Economías emergentes 139 191 253 343 435 513 Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario de estadísticas del turismo. Vol1., 50ed.; Datos esenciales de la OMT, 2000; Datos esenciales de la OMT, 2002; PANORAMA OMT del Turismo Internacional, 2015. Tabla 2. Llegadas de turistas internacionales en economías emergentes (millones) 1980-2014 1980 1990 1995 2000 2005 2010 2014 Asia (sudeste y meridional) 10,611 24,3 32,7 42,4 57,1 82,5 113,8 Latinoamérica y el Caribe 12,578 19,1 25,7 32,4 37,1 42,6 51 África del norte y Oriente Medio 4,0 18 20 32,6 47,6 73,5 70,8 África subsahariana 2,6 6,3 11,7 15,3 18,3 23,1 28,6 Fuente: Elaboración propia a partir del PANORAMA OMT del Turismo Internacional, 2015 Explorar las relaciones del turismo con la reducción de la pobreza y desarrollo (Holden, 2013) lleva implícito y va más allá de abordar y reflexionar sobre las relaciones que se crean y existen, que podemos afirmar que aún no están resueltas y están 12 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia en continua evolución con la necesidad de ahondar en otras líneas de debate aún de gran actualidad como son las teorías de desarrollo, mecanismos e instrumentos para medir el desarrollo o la misma pobreza así como estrategias que se han llevado a cabo a diferentes escalas para reducir la pobreza a través del turismo (Mowforth and Munt, 2008), etc. Este artículo no pretende entrar en dicho debate, ni pretende confeccionar un marco teórico exhaustivo sobre dichas relaciones y el alcance de cada uno de los conceptos. En él se pretende mostrar sólo un pequeño avance de resultados de un análisis mucho más ambicioso centrado en el estudio y reflexión de las relaciones entre turismo, pobreza, tercer mundo y desarrollo a partir del la interpretación de datos socioeconómicos a escala temporal y espacial, así como la literatura científica publicada sobre dichas relaciones y temáticas en Scopus. 2. Metodología La metodología utilizada en esta primera aproximación para tratar el tema que nos ocupa, se divide en dos grandes apartados. En primer lugar se ha recabado información bibliográfica general sobre el tema que nos ocupa, aunque principalmente han sido datos socioeconómicos consultando como fuentes principales el Banco Mundial, las Naciones Unidas y CEPAL, entre otros. También se ha hecho una recopilación de datos sobre afluencia turística des de los años 50 hasta la actualidad por regiones y países, consultando principalmente diferentes anuarios y publicaciones de la OMT. Estos datos han permitido crear una amplia base de datos, que algunos de ellos han sido referencia básica para los apartados de introducción y de reflexión. Por otro lado, para la revisión de la literatura científica se han llevado a cabo diversas búsquedas a través de Scopus, la base de datos más grande de citas y resúmenes de literatura arbitrada registrada por Elsevier B.V. Scopus distribuye las publicaciones por cuatro grandes áreas temáticas: Ciencias de la Vida (18% aproximadamente del total de publicaciones), Ciencias de la Salud (31%), Ciencias Físicas (29%) y Ciencias Sociales (22%). Ahora bien, las búsquedas que han sido objeto de estudio se han realizado seleccionando el área temática de Ciencias sociales, concretamente filtrando los subtemas: Ciencias Sociales; Negocios, Dirección y Contabilidad; Artes y Humanidades. El campo de búsqueda escogido ha sido «Título del artículo, Abstract y Palabras clave» para todo tipo de documento publicado hasta julio de 2016. Este filtraje se ha llevado a cabo para las tres búsquedas realizadas. La primera de ellas ha sido con las palabras «Tourism and poverty» en un mismo campo dando como resultado 491 publicaciones. La segunda búsqueda realizada era mediante las palabras «Tourism third world» en un mismo campo resultando un total de 274 do- 13 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet cumentos pero por tal de conocer el número de documentos que coincidían en una búsqueda y en la otra, se ha realizado una tercera búsqueda que incluía tanto el campo «Tourism third world» como «Tourism and poverty» mediante el operador booleano AND. Así pues, el número de documentos que aparecen en ambas búsquedas son 50, tan solo cinco de estos se publicaron antes del 2000. Gráfico 1. Número de publicaciones para las tres búsquedas realizadas con Scopus. 1973-2016 Fuente: Elaboración propia a partir de la revisión literaria a través de Scopus, 2016. La búsqueda escogida ha sido la segunda, «Tourism third world», y en referencia a ella decir que se han dividido los 274 resultados en función de su validez siendo 184 publicaciones (67%) las consideradas válidas para el análisis distribuidas a lo largo del período estudiado (1976-2016). Las 90 publicaciones restantes (33%) se han descartado considerándose no válidas al no estar relacionadas con el tema objeto de análisis. Así pues, las publicaciones válidas fueron las seleccionadas para la revisión literaria. El estudio preliminar se basó en el tipo de publicación y temática tratada en los diferentes artículos así como en el análisis temporal de los resultados según diversos criterios, todo ello a través una clasificación previa de las publicaciones elaborando una tabla-base para el posterior análisis. 14 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia 3. Reflexión a partir de datos socioeconómicos y turísticos El Banco Mundial clasifica los países según la renta per cápita en dólares estableciendo cuatro categorías: Low Income (L) como ingreso bajo, Lower Middle Income (LM) como ingreso medio bajo, Upper Middle Income (UM) como medio alto y High Income (H) como alto. Tabla 3. Evolución de los umbrales de Ingreso Nacional Bruto para cada categoría (dólares). 1990-2014 Low income (L) 1990 1995 2000 2005 2014 ≤ 610 ≤ 765 ≤ 755 ≤ 875 ≤ 1.045 Lower middle income (LM) 611-2.465 766-3.035 756-2.995 876-3.465 1.046-4.125 Upper middle income (UM) 2.466-7.620 3.036-9.385 2.996-9.265 3.466-10.725 4.126-12.735 > 7.620 > 9.385 > 9.265 > 10.725 > 12.735 High income (H) Fuente: Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el Banco Mundial, 2016. Desde 1987 hasta los primeros años del siglo XXI, el peso de los países de renta baja se ha mantenido siempre alrededor del 30-31% respecto al total de países. Como se puede ver en la tabla 4, el peso de los países con ingresos bajos ha descendido a la mitad, del 30% al 15% respecto el total, en 14 años (2000-2014). Tabla 4. Países según los umbrales de Ingreso Nacional Bruto (números absolutos). 1990-2014 1990 1995 2000 2005 2014 Número de países considerados L 51 63 63 53 30 Número de países considerados LM 56 64 53 57 53 Número de países considerados UM 28 28 37 39 50 Número de países considerados H 39 48 52 56 80 174 203 205 206 214 TOTAL = Número de países con datos Fuente: Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el Banco Mundial, 2016. Los países de bajos y medio bajos ingresos eran los grupos de países más importantes des de finales de los años 80 hasta mediados de los años 90 llegando a representar más del 60% del total. Si bien los de bajos ingresos han tenido una trayectoria descendiente, el grupo de países con ingresos medio bajos se ha mantenido con un peso constante representando el segundo grupo más importante en el mundo. 15 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet Por su parte, los países de renta media-alta siempre se han mantenido en un porcentaje similar, pero siempre por debajo de los países con renta media-baja hasta hace apenas seis años que se han empezado a equiparar, representando casi el 50% de los países del mundo, mientras que la distancia de los países situados en los extremos, los de bajos ingresos y los de altos ingresos tienden a pronunciarse. De hecho, a partir de 2005 en los países de altos ingresos se inicia una tendencia de crecimiento constante que lleva al 2014, último año del que se disponen datos, a un total de 50 países en este grupo, representando un 37% del total de países. Un gran contraste respecto el 15% que representa el grupo de países de bajo ingresos. Si a este panorama económico incorporamos datos evolutivos y más concretos a nivel espacial sobre afluencia turística y pobreza, las relaciones y resultados son complejos a la par que interesantes, como se expone a continuación. 3.1 Países de ingreso bajo y mediano bajo En el 2005, había un total de 53 países en el grupo de renta baja (L), 62% de los cuales eran países africanos, un 15% países de Asia del Este y Pacífico y un 11% de Asia del Sur. En el 2014, el nombre de países en este grupo se redujo hasta 30 y cambió la distribución por regiones, concentrando África un 87% de los 30 países. El conjunto países con renta baja recibieron un total de 11.541.200 turistas en el 2014, representando tan solo un 1% del turismo mundial mientras que en el 2005 el porcentaje respecto el total era del 3% (22.329.700 turistas). Además, es oportuno destacar la distribución de los lugares de destino que engloban los países de renta-baja en el 2014. El 50% de los turistas se dirigieron a un país africano (aunque 4 países de ellos concentraron el 77% de turistas), un 39% fueron a Camboya, un 7% a Nepal y un 4% a Haití. Tabla 5. Llegadas de turistas según categoría de países (números absolutos y relativos). 2005 y 2014. 2005 Países considerados L 2014 22.329.700 3% 11.541.200 1% Países considerados LM 150.416.100 19% 64.613.000 6% Países considerados UM 157.545.500 20% 215.216.000 21% Países considerados H 472.279.000 59% 721.182.000 71% TOTAL de turistas en países con datos 802.570.300 100% 1.012.552.200 100% Fuente: Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el Banco Mundial y la OMT, 2016. 16 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia A modo de comparativa entre el volumen de turismo entre 2005 y 2014 en los países de ingresos bajos, a pesar de la gran ausencia de datos turísticos y el descenso en número de turistas absoluto y porcentual, se han registrado incrementos importantes de cifras de turistas. Destaca Chad, con un crecimiento del 321%, Haití del 315%, Etiopia del 293%, Camboya del 217% y Nepal del 111%, aun así todos ellos siguen clasificados como países de ingresos bajos. Además, este grupo de países concentra el mayor número de población por debajo de la línea de pobreza de 1,25$ al día con datos proporcionados por Naciones Unidas entre el 2002-2012. Una media del 47,5% de la población de 26 países de este grupo viven por debajo del umbral, aunque el porcentaje sería mayor si hubiera datos de Eritrea, Somalia, Sudan del Sur, Zimbabue y Afganistán. En relación con los datos turísticos, cabe destacar que los países que reciben el mayor número de turistas (Camboya, Tanzania, Mozambique y Ruanda) tienen un porcentaje de población por debajo del 1,25$ por día bastante dispar. En Camboya un 10% de la población vive por debajo de 1,25$ al día, en Tanzania un 43,5%, en Mozambique un 60% y en Ruanda un 63%. Aun así, el turismo y la pobreza se ven estrechamente relacionado tanto en el país más pobre como el “más rico” de este grupo, Madagascar y Camboya respectivamente. Madagascar es el país con un mayor nombre de población por debajo de la línea de la pobreza (un 87,7%) y el número de turistas llegados a este país se redujo un 20% en el período 2005-2014 (de un total de 277.000 turistas en el 2005 a 222.000 turistas en el 2014). Mientras que Camboya, el país con un menor porcentaje de población por debajo de 1,25$ al día (10%) ha visto aumentar significativamente el número de turistas, un 217% (de 14.220.000 turistas en el 2005 a 4.503.000 turistas en el 2014). Respecto los países considerados de renta media-baja, éstos eran 57 en el 2005, el 26% de ellos eran de América Latina y el Caribe y tanto los países de África como los de Asia del Este y Pacífico representaban respectivamente un 17,5%. En el 2014, aunque el número de países que se mantienen en el grupo es similar (pasan a ser 53 países) la distribución de ellos cambia radicalmente; los países con más peso dentro de este grupo son de África (26%), seguidos de Asia Este y pacífico (24%) y Europa y Asia Central (13%). De los 53 países en el 2014 de dicha categoría, 24 países se encontraban en la categoría inferior a ésta (ingresos bajos) en el 2005 y la mayoría de ellos eran de países africanos y Asia del Este y el Pacífico. Los 53 países del grupo de ingresos medio-bajos recibieron cerca de 65 millones de visitantes en el 2014. Este grupo pasó de recibir del 19% del turismo mundial en el 2005 al 6% en el 2014, la posible causa se da en el incremento del peso tras la incorporación de países de África y Asia del Este. De los 65 millones de visitantes, solamente 4 países recibieron cerca del 60% de los visitantes registrados ese año. 17 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet De los países africanos de renta media-baja, 5 países se mantienen en el 2014 después de tantos años, es decir, no evolucionan hacia alguna de las categorías superiores. A pesar de que no se dispone de la totalidad de datos turísticos en esta región, se destaca el incremento de Lesoto de un 255% en número de turistas respecto el 2005 aunque entonces partía de cifras muy bajas. De los 9 países africanos restantes que provenían del grupo de renta baja en 2005 destaca el espectacular incremento de la República del Congo del 966% (35.000 turistas en 2005 a 373.000 turistas en 2014). Seis países del grupo de renta media-baja en el 2014 son de América Latina y el Caribe, principalmente de América Central y se mantienen dentro de este grupo des de 2005 aunque todos ellos han visto incrementar el número de turistas en un media del 48% destacando varios países que la sobrepasan, como Nicaragua con un 87%, Guyana un 76% y Bolivia un 66%. De Asia del Sur se distinguen cinco países con ingresos medio-bajos en el 2014, cuatro de ellos eran del grupo bajo en 2005 y todos ellos han incrementado el número de turistas, como Bután un 885% y la India un 96%, a excepción solamente de Bangladesh que ha disminuido un 40%. De los 13 países de Asia del Este y el Pacífico, el 54% provenían de la categoría inferior en el 2005, estos han registrado un incremento mayor al 100%, destacan Lao con 371% y Myanmar con 367%. De los que se han mantenido dentro del grupo, resaltar el incremento de más del 80% de número de turistas en países como Indonesia, Filipinas y Micronesia. Del resto de países que forman parte de este grupo destacan Marruecos, que aunque se mantiene dentro de este grupo des del 2005, ha registrado un incremento del 76% de turistas, o también el espectacular incremento de Armenia del 277%. Los países de renta media baja tienen una media del 19,4% de población por debajo del umbral de pobreza establecido (1,25$/día) pero hay países que se sitúan por encima del 40% como Lesoto, Santo Tomé y Príncipe, Kenia, Bangladesh y Papúa Nueva Guinea. De estos cuatro, Kenia y Bangladesh han disminuido el número de turistas, 10% y 40% respectivamente. De Santo Tomé y Príncipe no hay datos turísticos para el 2014 y Lesoto y Papúa Nueva Guinea sí que han aumentado pero partían de cifras muy bajas en el 2005. Por otra parte, los países cercanos o por debajo a la media de este grupo (19,4%) han crecido más todos ellos entre el 30% y 300% en la cifra de turistas en el período estudiado, es el caso de Georgia con un crecimiento del 298%, Sudan con 178%, y Filipinas, Nicaragua e Indonesia con más del 80%. El total de turistas recibidos por los países de renta baja y media-baja suman más de 76 millones representando solamente el 7% del turismo mundial, concentrándose en 23 de los 83 países de estos grupos, y con una media de un 34,5% de población por debajo de 1,25$ al día. 18 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia 3.2 Países de ingreso mediano alto y alto El grupo de renta media alta es el que más ha crecido en número de países, pasando de 39 en el 2005 a 50 en el 2014. En ambos casos hay un peso importante (más del 30%) de países de América Latina y el Caribe pero pierde peso los países europeos, de un 23% al 4%. Este grupo recibió en el 2014 más de 215millones de visitantes (21% del turismo mundial), que respecto el 2005 representa un incremento tan solo del 1%. Más del 60% de los visitantes se concentran en 4 países: China, México, Tailandia y Malasia, cada uno de ellos con más de 20 millones de visitantes. En el caso de los países de este grupo de África, que en su totalidad recibe más de 13,5 millones de visitantes, solo Sudáfrica concentra más de 9,5 millones. A pesar del problema en la falta de datos en esta región, 4 países han subido a este grupo, dos de los cuales son Angola y Algeria con incrementos en el número de turistas del 183% y 59% respectivamente. De los que se mantienen en el grupo de ingreso mediano alto des del 2005, destacar el incremento del 30% de Sudáfrica o el 37% de Mauricio. En referencia a América latina y el Caribe, representado en este grupo por 17 países, 9 de los cuales han subido al grupo y destacan los incrementos de turistas de casos excepcionales como Colombia (175%), Perú (105%), Paraguay (90%) o Ecuador (81%). El resto de países que se han mantenido dentro del grupo registran un incrementos del 34% de media, países como Saint Lucía con un 6% o Dominica con un 3% se sitúan por debajo, mientras que la igualan o superan México con un 34%, Grenada y Belice con un 35% y Costa Rica con un 51%. De los 8 países del Asia Este y el Pacífico, 4 países eran en el 2005 considerados de ingreso medio bajo como Tailandia, con un 114% más en las cifras de turistas llegados. De los que se mantienen en este grupo, destacar Malasia con un incremento del 67%. De los 9 países de Europa y Asia central, 7 han subido de renta media-baja a media-alta y destacan por el incremento espectacular en el número de turistas con una media del 212%. Entre ellos se encuentra Albania, que ha incrementado un 947% en cifras turísticas, mientras los 6 restantes registran un incremento de entre el 45% y 400%. En referencia al porcentaje de países por debajo de 1,25$ por día, es necesario decir que Naciones Unidas tan solo ha calculado dicho indicador para 17 de los 50 países de este grupo, no solamente por el difícil acceso a datos a algunos países insulares sino en la mayoría de ellos porque no se consideran países donde exista pobreza. Los 17 de países sobre los cuales sí se establece la línea de pobreza, se registra una media de 1,5% de población que vive por debajo de 1,25$/día. Aunque la mayoría de países se encuentran por debajo de la media, algunos la superan bastante, como Namibia 19 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet con 23,54%, Sudáfrica con 9,4%, China con 6,3% o Gabón con 6,1% pero aun así han crecido en número de visitantes: Sudáfrica un 30% y China un 19%. Finalmente añadir que los países de ingresos y renta alta han aumentado considerablemente sus cifras en turismo, tanto en números absolutos como en relativos representando un 71% del turismo mundial en el 2014, un aumento del 11% respecto 2005. Este crecimiento se ha dado principalmente al incorporar países que en el 2005 venían del grupo de renta media-alta, es el caso de Antigua y Barbuda, Chile, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia y Lituania, todos ellos han aportado un 14% al total de turistas que representa el grupo de renta alta, casi 99 millones de turistas de los 719 millones del grupo. Además, tal y como se espera por los ingresos y desarrollo de los países que comprenden este grupo, Naciones Unidas no los contempla para el cálculo de los porcentajes de población por debajo de la línea de pobreza. 4. Revisión de la literatura científica En este apartado, tal y como se hacía referencia en la metodología, se aborda el análisis de las publicaciones revisadas en la literatura científica a partir de dos grandes ejes, tipos de publicación y temáticas por una banda, y análisis temporal y espacial por otra. 4.2 Tipos de publicación y temáticas La búsqueda de documentos con las palabras clave «Tourism and poverty» en un mismo campo identifica 491 documentos registrados des de 1973. El 96% de ellos (473 documentos) se encuentran a partir del 2000, momento en el cual salen a la luz los Objetivos del Milenio, de los cuales el principal objetivo a nivel mundial era reducir a la mitad el número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema. Si la búsqueda es con las palabras «Tourism third world», el resultado obtenido es de un total de 274 documentos y el primero de ellos data del año 1976. Pese a que el primer documento sea tres años más tarde que en la búsqueda anterior es necesario remarcar que el total de documentos para la segunda búsqueda se distribuyen más a lo largo del período y la concentración no es tan exagerada a partir de los 2000 como en la búsqueda anterior. En ambas búsquedas destacan los siguientes países con mayor nombre de publicaciones sobre las temáticas nombradas anteriormente: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Sobre el título de la fuente, añadir que despuntan las siguientes revistas: Annals of Tourism Research que representa el 19% de las publicaciones, seguidas de lejos por Tourism Management, Current Issues in Tourism, y Tourism Geographies, que representan las tres casi un 13% de las publicaciones. 20 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia Según el tipo de documento de las publicaciones válidas, destacan los artículos (151) seguidos por reseñas (15), capítulos de libro (9), libros (8) e informe (1). También es oportuno considerar la distribución de las publicaciones válidas según lugar de publicación, aparecen 43 países distribuidos por todas las regiones aunque tan solo 3 países, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, comprenden casi el 50% del total de poblaciones válidas (49,3% para ser exactos). Gráfico 2. Publicaciones válidas según tipo de documento Fuente: Elaboración propia a partir de la revisión literaria en Scopus, 2016. Gráfico 3. Publicaciones válidas según lugar de publicación Fuente: Elaboración propia a partir de la revisión literaria en Scopus, 2016. Las publicaciones válidas se analizaron en función de las temáticas predominantes y los casos de estudio que las caracterizan. Es decir, cada publicación se ha agrupado por una o más temáticas con la intención de saber que tópicos se tratan en relación al Turismo y el Tercer Mundo teniendo en cuanta la escala temporal de las pu21 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet blicaciones. Por otra parte, ha resultado interesante ver la relación entre las temáticas predominantes y el ámbito geográfico cuando la publicación se centraba en un caso de estudio. Las temáticas que han resultado tras la lectura de las publicaciones han estado 16, las cuales aparecen en el gráfico 4, las tres más destacadas aparecieron en 91 de las 184 publicaciones. Gráfico 4. Porcentaje de temáticas de las publicaciones respecto el total. Fuente: Elaboración propia a partir de la revisión literaria en Scopus, 2016. Un total de 39 publicaciones se identificaron con la temática Reflexión teórica sobre turismo y desarrollo (19,5% respecto el total de las temáticas), 34 publicaciones fueron Casos de estudio de desarrollo turístico (17%) y 18 publicaciones hacían referencia a Otros tipos de turismo (9%), campo en el que se incluye el turismo mochilero, voluntario, de eventos, de juego, de lujo, justo, residencial y rural. Aun así, tres tipos de turismo se ha analizado por separado y como categorías individuales ya que cada uno de ellos aparecía en más de 5 publicaciones, eran el turismo sexual (14 publicaciones), cultural (12 publicaciones) y religioso (6 publicaciones). 4.2 Análisis temporal y espacial de las publicaciones En relación a la distribución de las temáticas en función del período de las publicaciones (1976-2016) se distinguen diversos patrones. Hasta 1990, se identifican tan solo 9 de las 16 temáticas clasificadas, entre ellas el papel de la población local, el turismo religioso, el turismo cultural, turismo como conservación y biodiversidad, la educación en el turismo, planificación y marketing. Además de las temáticas Reflexión teórica sobre turismo y desarrollo y Caso de estudio del desarrollo turístico, que se distribuye a lo largo 22 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia del período analizado apareciendo en la mayoría de los años en los que se haya alguna publicación. Entre 1990 y 2000 se intensifican las publicaciones sobre las temáticas nombradas con anterioridad y aparecen las primeras publicaciones sobre el análisis del visitante, el papel de la mujer (dentro del papel de la población local) y sobre la reproducción asistida (dentro de la categoría otros). A partir del 2000 se introducen nuevas temáticas en las publicaciones relacionadas con las problemáticas que caracterizan el turismo en el tercer mundo como la droga, la pobreza (y la seguridad alimentaria) y aumentan aquellas publicaciones sobre turismo sexual y reproducción asistida. Ahora bien, también aparece un gran nombre de publicaciones sobre planificación, responsabilidad social corporativa (RSC) y otros tipos de turismo, entre ellos el rural, justo, mochilero y voluntario. Por tanto, en el siglo XXI se está procediendo a un mayor análisis de la situación del turismo en el tercer mundo reflejando los impactos que esta actividad económica provoca pero a la vez dando respuesta y solución a ellos plasmando la necesidad de nuevas estrategias de planificación y gobernanza. Respecto al análisis del ámbito geográfico y las temáticas, resaltar que del total de las 184 publicaciones, 103 hacen referencia a un caso de estudio aunque no en todos se estudia el desarrollo turístico como temática principal sino otras de las temáticas presentadas. Las 81 publicaciones restantes abordaban otras temáticas desde un punto de vista más teórico y con una visión más global sin ejemplificar mediante un caso de estudio. En función del número de casos de estudio por lugar, los ámbitos geográficos estudiados son Asia y el pacífico (41% del total), México, Latinoamérica y el Caribe (31%), África (17%), Oriente Medio (9%) y Europa (2%), tal y como se puede observar en el mapa 1. Las principales temáticas que se centran como ámbito de estudio Asia son en un 38% de los casos de estudió para abordar el desarrollo turístico, seguida aunque con un peso mucho más bajo análisis del visitante, el papel de la población local, pobreza y seguridad alimentaria, turismo cultural y turismo sexual. Por países destaca la India en primer lugar, Tailandia (con una relevancia a destacar el turismo voluntario) y la China, seguidas de lejos por Indonesia, Nepal (como temática principal el papel de la población local) y Sri Lanka. 23 24 Fuente: Elaboración propia a partir de la revisión literaria a través de Scopus, 2016. Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet Mapa 1. Peso de los países como casos de estudio respecto el total de casos. Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia América Latina acaparaba un 31% de los casos de estudio. Las principales temáticas eran casos de estudio de desarrollo turístico y planificación, ambas representando el 32% cada una, seguido por turismo como conservación y biodiversidad con el mismo peso que turismo sexual, ambas con una visibilidad del 22% del total. El análisis del visitante también tiene un papel a destacar. Si pasamos a analizar qué países sobresalen y son objeto de estudio, en primer lugar se encuentra México y Jamaica, aunque destacar el peso de otras islas del Caribe como Barbados y la República Dominicana. De América Central solo se citan como casos de estudio Costa Rica principalmente y Belice. Y en el caso de América del Sur destacan Brasil, Ecuador y en menor medida Chile y Perú. Si bajamos el análisis a las temáticas abordadas por países hay una diversidad importante en cada país abarcando multitud de temas. En el caso de África, las principales temáticas que se abordan son estudios de caso de desarrollo turístico principalmente, seguido por análisis del visitante, reflexión teórica sobre turismo y desarrollo y eventos internacionales, representando un 60% de las temáticas. El 40% restante de las publicaciones centradas en algún país africano engloban 8 temáticas diferentes. Un total de nueve países africanos son ámbito de estudio, destacando Suráfrica, Nigeria y Gambia. La cantidad de publicaciones según ámbito geográfico ya refleja qué regiones son por la sociedad las consideradas como Tercer Mundo, concepto utilizado por primera vez por el francés Alfred Sauvy en 1952 que deriva de la expresión tercer estado para nombrar a la sociedad más pobre y desfavorecida. En la década de los 60, la geopolítica y la Guerra Fría ya indicaba qué países pobres, políticamente dependientes y descolonizados (situados en las regiones de América Latina, África y Asia) forman parte de este Tercer Mundo, precisamente aquellos que no formaban parte del bloque capitalista ni del bloque comunista, entendidos entonces como Primer y Segundo Mundo respectivamente. A día de hoy Tercer Mundo es aún un concepto muy heterogéneo y variable que puede afectar tanto a países poco desarrollados como a países muy desarrollados con grandes diferencias en el campo económico, político o social, entre zonas rurales, urbanas y suburbanas. Pero aun así, destacan con diferencia en la literatura revisada los casos de estudio de Asia, Latinoamérica y África cuando se pregunta por los documentos relacionados con el turismo en el Tercer Mundo. Al analizar las temáticas por casos de estudio se identifica las diferencias entre las problemáticas y las posibilidades de diferentes países. Por una parte, se observa una gran diferencia entre los casos de estudio de Europa, exclusivamente sobre marketing, turismo cultural y conservación y biodiversidad, con el resto de regiones. Por otra parte, se identifican algunas zonas y países en progreso de Latinoamérica y el Caribe, el norte de África o países de Asia y el pacífico como Japón y Australia 25 Marta Nel-lo Andreu, Alba Font Barnet enfocados a la planificación, la educación en el turismo y el turismo cultural. A la vez, por eso, se identifican otros países muy alejados de este progreso, en los cuales las temáticas tratadas son la pobreza, la seguridad alimentaria, la droga, el análisis del visitante en relación al turismo sexual, el acoso turístico o la reproducción asistida en Libia, Irán, Jamaica… Es el caso de la mayoría de estudios en Asia y el pacífico, Latinoamérica, Oriente medio y África subsahariana. 4. Conclusiones En estos últimos casi 25 años, el número de turistas en las denominadas economías emergentes ha crecido casi un 270%. Incremento pero que esconde disparidades y realidades espaciales muchas veces poco analizadas en profundidad. Las macrocifras, con las que a menudo trabajamos son sin lugar a duda mucho más gratificantes y nos ayudan a defender y a confirmar afirmaciones o teorías a veces muy a la ligera. Es necesario profundizar más, buscar y conocer el origen, el porqué, el cómo y hacia dónde vamos, en diferentes escalas de análisis. Al relacionar pobreza y turismo los datos señalan como estas variables se comportan de forma distinta en según qué países. El número de turistas recibidos por los países de renta baja y media baja suman más de 76 millones representando solamente el 7% del turismo mundial y concentrándose en 23 de los 83 países de estos grupos con una media de un 34,5% de población por debajo de 1,25$ al día. Los 53 países de ingreso medio bajo recibieron cerca de 65 millones de turistas en el 2014 aunque se concentraron más del 60% de los visitantes en solo cuatro países. Por tanto, se trata de pocas llegadas de turistas respecto otros lugares con mayor renta y, además, se concentra en determinados países. Aún es más evidente en los países de renta baja, en los cuales la afluencia de turistas representa tan solo un 1% del turismo mundial y se concentra en siete países. Cifras que pueden ser justificadas por la media aproximada del 47,5% de la población de este grupo que vive por debajo del umbral de la pobreza. El grupo de renta media alta es el que más ha crecido en número de países, pasando de 39 en el 2005 a 50 en el 2014. En ambos casos hay un peso importante (más del 30%) de países de América Latina y el Caribe. Este grupo recibió en el 2014 más de 215 millones de visitantes (21% del turismo mundial) aunque vale la pena subrayar que más del 60% de los visitantes se concentran en 4 países. Los países de renta alta han aumentado considerablemente sus cifras en turismo representando un 71% del turismo mundial en el 2014, un aumento del 11% respecto 2005. Tanto los países de renta media alta como alta no se contemplan para el cálculo de los porcentajes de población por debajo del 1,25$/día debido a su nivel de ingresos 26 Turismo, pobreza y tercer mundo. Una aproximación a través de la litertaura científicia y otras variables que los considerada carentes de pobreza, independientemente de que ésta pueda existir en los suburbios o zonas rurales. Respecto a la revisión literaria realizada, se ha podido comprobar que la mayoría de publicaciones se incrementan a partir del 2000 abordándose temáticas relacionadas y asociadas con problemáticas como: droga, pobreza, seguridad alimentaria, turismo sexual, reproducción asistida; pero también de nuevas necesidades como: planificación, responsabilidad social corporativa y otros tipos de turismo, entre ellos el rural, justo, mochilero y voluntario. Destaca así mismo el poco protagonismo de países de África a nivel de casos de estudio. Cuando se abordan campos de investigación, de gran actualidad a nivel internacional, como son el turismo, el desarrollo o la pobreza y sus relaciones, nos encontramos con visiones y puntos de vista muy dispares. Pero lo que nos ha permitido este primer avance de la investigación es comprobar que si tenemos en cuenta la propia evolución y transformación de las economías de muchos de los países del mundo y de la propia actividad turística, este tema no ha sido objeto de gran atención científica. Bibliografía BURNS, P.; NOVELLI, M. (edit.) (2008): Tourism Development. Growth, Myths and Inequalities, Cabi, UK, 303 pp. EL GRUPO DEL BANCO MUNDIAL (2017). El Grupo del Banco Mundial. [online] Disponible en: <http://www.bancomundial.org/>. HOLDEN, A. (2013): Tourism, Poverty and Development, Routledge, London and New York, 200 p. LEA, J. (1988): Tourism and development in the third world, Routledge, London and New York, 86 pp. MOWFORTH, M.; MUNT, I. (2008): Tourism and Sustainability. Development, globalization and new tourism in the third world, Routledge, New York, 424 pp. OMT (2000): Datos esenciales 2000. Organización Mundial del Turismo, Madrid. OMT (2002): Datos esenciales 2002. Organización Mundial del Turismo, Madrid. OMT (2015): PANORAMA OMT del Turismo Internacional. Organización Mundial del Turismo, Madrid. TELFER, D.; SHARPLEY, R. (2008): Tourism and Development in the Developing World, Routledge Perspectives on Development, New York, 263 pp. TURNER, L. (1976): «he international division of leisure: tourism and the third world». Annals of Tourism Research. Octubre 1976, vol.4 (1), 12-24 pp. 27 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) Bonnie Lucía Campos Cámara Universidad de Quintana Roo (México) Resumen La agenda de competitividad es un instrumento analítico con un alto perfil de contenido, que diagnosticará la situación por la que están pasando los destinos turísticos del país. Como herramienta de planeamiento participativa, coordinará la actuación de los tres órdenes de gobierno, con el propósito de mejorar el desempeño del sector turístico. Será una base sólida para promover un desarrollo turístico local sustentable del destino de Bacalar. Palabras clave: agenda de competitividad; destino turístico; Bacalar. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Bonnie Lucía Campos Cámara Introducción La puesta en marcha del proyecto Agenda de Competitividad por Destinos Turísticos (ACDT) corresponde a una nueva política nacional turística, que tiene como propósito diagnosticar su situación y emprender un programa de acciones, en estrecha coordinación entre la Federación y los gobiernos locales, para aprovechar el potencial turístico de México y generar una mayor derrama económica en el país. Las ACDT se alinean con la estrategia 4.11.2 del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que consiste en «impulsar la innovación de la oferta y elevar la competitividad del sector turístico». La agenda de competitividad es un instrumento analítico con un alto perfil de contenido, que tiene la capacidad para diagnosticar la situación por la que están pasando los destinos turísticos del país. Asimismo, es una herramienta de planeamiento participativa, que coordina la actuación de los tres órdenes de gobierno, con el propósito de mejorar el desempeño del sector turístico. Es una base sólida para promover un desarrollo turístico local sustentable del destino de Bacalar y permite conocer el comportamiento de la competitividad de las localidades. Objetivo Conocer el estatus de la competitividad en esta localidad para delinear una estrategia o agenda realista, práctica y viable para el destino de Bacalar, que sirva de base para la toma de decisiones posteriores, así como para su incorporación en las agendas de los destinos turísticos, y para la construcción del Índice de Competitividad de los Destinos Turísticos. Objetivos específicos Para el estudio propuesto, se plantean los siguientes objetivos específicos: • Conocer en qué etapa de desarrollo está el destino turístico de Bacalar. • Conocer las potencialidades, debilidades, amenazas y oportunidades de este destino turístico a través de un análisis DAFO. • Llevar a cabo una revisión de las condiciones económicas, sociales y ambientales a través de la información cualitativa y cuantitativa para destacar las estructuras y tendencias de desarrollo empresarial local, considerando el ámbito regional o estatal. • Establecer sistemas de manejo de indicadores para su futuro uso en trabajos de monitoreo y evaluación. • Comparar los destinos para generar un tablero de control de gestión de destinos. 30 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) Antecedentes históricos El nombre original de Bacalar data de tiempos prehispánicos. En esta relación histórica se señala este sitio como «Siyan Ka’an Bakjalal». Siyan kaán se traduce como ‘nacimiento del cielo’, y bakjalal, por bak jalal, quiere decir ‘cercado o rodeado de carrizos’. En la época prehispánica, Bacalar era la población más importante y cabecera de Uaymil, una de las 16 provincias en las que estaba dividida la península de Yucatán antes de la llegada de los españoles. Fue un sitio comercial de primer orden, puesto que era un punto de transferencia de mercancías diversas traídas de Centroamérica, particularmente de la región de Ulúa, en Honduras. En 1546, bajo el sometimiento de Gaspar Pacheco y sobre los escombros de Bakjalal se fundó la Villa de Salamanca de Bacalar, que fue un importante punto del comercio español, del que se extraían maderas preciosas y palo de tinte. Fue un próspero punto colonial hasta que empezó a sufrir ataques de rebeliones indígenas en contra de los españoles, hecho que se incrementó en 1642 cuando Bacalar fue escenario del ataque de piratas ingleses. En 1733 se construyó el fuerte de San Felipe, que sirvió como medio de defensa contra los piratas. En 1847 estalló en la península de Yucatán la guerra de Castas por el levantamiento en armas de los indígenas mayas, quienes tomaron Bacalar y la utilizaron como base, junto con Chan Santa Cruz. La ciudad de Bacalar permaneció bajo el poder de los mayas hasta el 22 de enero de 1901, momento en el que fue recuperada por las tropas del Gobierno federal al mando del vicealmirante Ángel Ortiz Monasterio, mientras el General Ignacio A. Bravo ocupaba, a su vez, Chan Santa Cruz, actualmente Felipe Carrillo Puerto. En ambos casos, los soldados no dispararon un solo tiro porque los indígenas huyeron para internarse en las selvas, donde formaron nuevas aldeas. Bacalar fue repoblado nuevamente y su desarrollo creció a lo largo del siglo XX. En 2007, Bacalar ingresó en el programa federal Pueblos Mágicos, que brinda mejoras en infraestructura y desarrollo turístico, y también se le otorgó el nombramiento de ciudad. Finalmente, el 17 de febrero, el H. Congreso del estado de Quintana Roo decretó la creación del municipio de Bacalar. Ubicación geográfica de Bacalar Bacalar está situada al sur del estado de Quintana Roo, en las coordenadas geográficas 18°40’’37’’N 88°23’43’’O, y a una altitud de 10 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra a una distancia aproximada de 45 kilómetros al norte de la ciudad de Chetumal, con la que une la carretera federal 307, que entre Bacalar y Chetumal es una autopista de cuatro carriles. Hacia el norte, esta misma carretera la une con las ciudades de 31 Bonnie Lucía Campos Cámara Felipe Carrillo Puerto, Playa del Carmen y Cancún. Bacalar se encuentra junto a la laguna que le da nombre, la laguna de Bacalar. Grupos étnicos La presencia de pueblos indígenas refleja un elemento importante que proporciona más sentido de identidad y pertenencia a las sociedades actuales. Asimismo, es una parte fundamental de la historia local de un territorio determinado. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para el año 2010, la población de 3 años o más de Bacalar que habla alguna lengua indígena es de 9.385 personas, es decir, el 25,9 % de la población del municipio habla alguna lengua indígena. En la gráfica siguiente (figura 100) se muestran algunos datos al respecto. Come Número de habitantes La localidad de Cozumel tiene una población 36 117 habitantes, de los cuales 18 283 son hombres y 17 894 son mujeres (fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda, INEGI, 2010). Tabla 1. Datos de la población por fuente oficial de información para el municipio de Bacalar, Quintana Roo Variable INEGI, 2010 COESPO, 2010-2011 Población total 36 117 38 741 Población masculina 18 283 18 221 Población femenina 17 894 17 786 59 69 Número de localidades 32 3 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) Recursos naturales Específicamente, en el municipio de Bacalar se presentan las siguientes unidades geomorfológicas. Tabla 2. Geomorfología del municipio de Bacalar. Morfología Área (ha) Porcentaje (%) 340,57 0,05 Llanura lacustre o fluvial 2 214,28 0,31 Meseta cárstica denudatoria 26 380,99 3,68 Meseta cárstica denudatoria-erosiva 352 281,61 49,20 Planicie cárstica costera inundación (hundimiento) 42 487,80 5,93 Planicie cárstica estructural escalonada 129 702,03 18,11 Sistema estuarino 15 016,25 2,10 Superficie de acumulación permanente 1 072,47 0,15 Superficie de acumulación temporal 3 172,91 0,44 Talweg (vaguada) 13 818,02 1,93 Valle en formación 31 686,60 4,43 Valles tectónicos cársticos 97 848,29 13,67 Total 716 021,83 100,00 Costa no diferenciada Fuente: INEGI, carta geomorfológica, escala 1:250 000. El Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Región de Laguna Bacalar señala que la composición geológica del estado puede resumirse en tres estratos fundamentales en función de su edad y sirven de basamento para su estructura geomorfológica. I. Formaciones antiguas (eoceno): comprende tres formaciones principales, que se encuentran en la región del sur y el oeste del estado y colindan con el estado de Campeche por el oeste y con los países de Belice y Guatemala por el sur. I.1 Formación eocénica indiferenciada. Es una capa que se tipifica por la escasez de fósiles característicos. Contiene fundamentalmente calizas compactas y cristalinas de colores amarillo, crema y blanco; su textura va del grano más fino a granos gruesos, con inclusiones de pedernal que se han depositado en estas capas por el arrastre aluvial de las formaciones de origen tectónico cercanas en la cordillera de Guatemala y sus estribaciones en Belice y México. Se encuentran fundamentalmente en las regiones del centro y el sureste del municipio de Othón P. Blanco. 33 Bonnie Lucía Campos Cámara I.2. Formación Icaiché. Su composición es semejante a la del eoceno indiferenciado. Sin embargo, se distingue por la presencia de capas yesosas que rompen la continuidad de la estructura caliza. Se encuentra en la zona de los límites de Quintana Roo con Campeche, hacia la zona de la reserva de la biosfera de Calakmul. I.3. Formación Chichén-Itzá. Esta formación contiene rocas calizas de colores blanco, amarillo y gris con impurezas. Se encuentran abundantes inclusiones, ya sea aisladas o en capas delgadas de tipo cristalino macizo, muy probablemente de origen aluvial. Hacia la región de Champotón las capas muestran un plegamiento de origen tectónico, en tanto que por el norte, cerca de Chichén-Itzá, de donde toma su nombre, tiende a estar formada de capas amarillas consolidadas y cementadas de grano fino sobre las que se disponen capas de caliza blanca. En los alrededores de Libre Unión, las calizas son blancas, cristalinas, macizas y de aspecto marmoleado por compresión. La fauna fósil es visible y sus elementos corresponden con el mesozoico tardío. Tabla 3. Geología del municipio de Bacalar. Tipo de material geológico Área (ha) Porcentaje (%) Aluvial Caliza Lacustre (arcillas, sales) 100 648,54 579 888,98 35 463,33 14,06 80,99 4,95 Litoral Total 20,98 716 021,83 0,00 100,00 Fuente: INEGI, carta geológica, escala 1:250f 000. En la tabla 3, se observa que el tipo de roca más frecuente es la caliza, puesto que representa más del 80 % de la superficie del territorio municipal, distribuido de forma prioritariamente homogénea, con excepción de algunas zonas ubicadas en el norte y en oriente asociadas a terrenos aluviales y lacustres, y al litoral colindante con la zona marítima del Caribe. Perfil municipal Salud En el municipio de Bacalar existen 30 centros de salud, en la cabecera municipal está en construcción el Hospital Integral, se terminará en abril de 2012. En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se cuenta con un puesto periférico y un médico general con servicios de primer nivel. Existen 20 casas de salud en las principales comunidades del municipio. La asistencia social es brindada por el sistema de desarrollo integral de la familia (DIF). Se cuenta con consultorios médicos privados en la cabecera municipal. 34 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) Educación En materia de educación, el municipio de Bacalar cuenta con infraestructura en todos sus niveles, ya que existen 93 escuelas de nivel básico, y de nivel medio existe una secundaria establecida en la cabecera municipal y 29 telesecundarias distribuidas en el municipio. De nivel medio superior existen dos planteles generales y ocho módulos de educación a distancia (EMSAD), y de nivel superior, un centro regional de educación normal en la cabecera municipal. Asimismo, existen ocho bibliotecas públicas. Vivienda El municipio de Bacalar cuenta con más de 10 529 viviendas que dan albergue a 35 905 habitantes. Asimismo, posee la infraestructura suficiente para dotar de servicios básicos a todos sus ciudadanos y para garantizar el desarrollo sustentable dentro de su territorio. Infraestructura de comunicaciones La carretera federal 307 Chetumal-Cancún atraviesa el municipio de Bacalar como principal vía de comunicación estatal, que conecta con diferentes destinos: al norte, con la Riviera Maya, Tulum, Playa del Carmen y Cancún; al sur, con la ciudad de Chetumal; al este, con Mahahual; y al oeste, con la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán. Infraestructura vial Las localidades del municipio se concentran en la porción central de su territorio y están conectadas casi en su totalidad por las vías de comunicación de primer y segundo orden (carreteras pavimentadas y sin pavimentar). El municipio cuenta con 478,05 km de carreteras pavimentadas, 247,09 km de carreteras sin pavimentar, 227,13 km de brechas y 11,28 km de veredas, lo que hace un total de 963,55 km. Comunicación aérea Cerca está el Aeropuerto Internacional de Chetumal, a solo 36 kilómetros (25 minutos), que cuenta con dos posiciones y una pista de 2,2 km de longitud, apta para recibir aviones del tipo Boeing 737, de 110 pasajeros. Medios de comunicación En Bacalar se cuenta con la extensa cobertura de los principales medios de comunicación del estado, y circulan medios impresos, radiofónicos y televisivos. Se cuenta con internet gratuito en el parque central de la cabecera municipal y con un canal local que trasmite información del municipio. 35 Bonnie Lucía Campos Cámara Perfil económico Las principales actividades económicas del municipio se desarrollan en los siguientes sectores: Agricultura La agricultura se realiza de forma extensiva y en pequeñas superficies con el sistema tradicional tumba-roza-quema en todas las poblaciones ejidales. Los cultivos de temporal son el maíz y el fríjol, con semilla criolla y sin fertilizante, aunque en algunos ejidos han desarrollado el cultivo de áloe, pitahaya, piña, vainilla, chile jalapeño y el cultivo de la semilla de Ramón, que permite la elaboración de diferentes productos. Cabe destacar que en el municipio se prioriza el cultivo de la planta estevia y se desarrolla el proyecto de plantación y cultivo del cacao criollo, que contribuirá a diversificar la actividad económica, así como a mejorar la calidad de vida de las comunidades. Ganadería La superficie susceptible para la ganadería es el 60 % de la extensión del municipio. El municipio de Bacalar cuenta con grandes extensiones de tierra que poseen las condiciones propicias para el desarrollo de la ganadería y la producción de ovinos y bovinos, así como la agronomía de forrajes, la nutrición y la reproducción. Apicultura La práctica de esta actividad se realiza en todas las comunidades del municipio, a excepción de en Valle Hermoso, lo que agrupa a un total de 66 productores, que cuentan con un inventario de 1 942 cajas, que en conjunto suponen una producción de 54,7 toneladas anuales, en su mayoría para exportación. Turismo El principal motor de desarrollo del municipio de Bacalar es el turismo sustentable. Por su vocación, promueve acciones que permiten incentivar la diversificación de la economía e integrar el encadenamiento de los distintos sectores económicos. Actualmente, el municipio cuenta con 24 hoteles, con un total de 229 habitaciones. El municipio de Bacalar es partícipe del fideicomiso de promoción turística del sur de Quintana Roo, Grand Costa Maya y Mundo Maya, así como del programa federal Pueblos Mágicos. 36 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) El surgimiento del pueblo mágico: Bacalar El 2 de octubre de 2007, Bacalar fue declarado Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo, lo que le dio acceso al municipio de Bacalar a un programa federal de recursos para infraestructura y promoción turística internacional. El programa Pueblos Mágicos contribuye a revalorar un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Un pueblo mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad; en definitiva, magia, que emana en cada una de sus manifestaciones socioculturales, y que significa hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico. El patrimonio natural y cultural de Bacalar Los principales atractivos turísticos representativos de Bacalar se encuentran reflejados en el desarrollo de cinco rutas turísticas: Ruta 1. Centro histórico, Bacalar, pueblo mágico Fuerte de San Felipe Bacalar - Casa de la Cultura - Casa Internacional del Escritor - iglesia San Joaquín. Ruta 2. Laguna de Bacalar Laberintos acuáticos - turismo científico: estromatolitos - turismo deportivo. Ruta 3. Ruta de los cenotes Cenote Azul - Cenote Coquitos - Hotel Laguna - Cenote Negro (Centro Regional de Educación Normal Javier Rojo Gómez). Ruta 4. Ecoturismo: convive con la naturaleza Parque Ecoturístico Uchben Kah - Parque de Tirolesas Biomaya. Ruta 5. Zonas arqueológicas Chacchoben - Ichkabal. Gobernanza y turismo en el pueblo mágico de Bacalar: el reto de una participación social El término gobernanza tiene diferentes conceptualizaciones, dependiendo de quién lo utilice y de cómo. Por su origen etimológico es un término antiguo, del latín gubernare y del griego kybernân o kubernetes, que significa ‘el que tiene el control de algo’ (Oliveira, 2002). 37 Bonnie Lucía Campos Cámara En la actualidad, el vocablo gobernanza se confunde con el término gobernabilidad, entendido como «la capacidad de un gobierno para formular e implementar decisiones públicas» (Prats, 2003: 249). En cambio, gobernanza puede describirse, de acuerdo con sus aplicaciones, como un sinónimo de gobierno (un sentido explícitamente jerárquico), un marco normativo (una herramienta de medición de la capacidad de gobierno en los países, como propone el Banco Mundial) y un marco analítico para los sistemas de coordinación no jerárquicos (corrientes teóricas nuevas de gobernanza global y moderna) (Aguilar, 2006). Las corrientes teóricas relacionadas con el nuevo concepto de gobernanza lo definen como el total de interacciones entre actores públicos y privados para resolver problemas y crear oportunidades, entendiendo la participación de las instituciones formales o informales en un marco normativo más como sistemas de redes entre actores y no solo como una estructura jerarquizada en la toma de decisiones (Rhodes, 1997; Mayntz, 2001; Kooiman, 2003 y Prats, 2003). Si bien el vocablo proviene del francés antiguo (gouvernance), el concepto de gobernanza tal como lo conocemos hoy comienza a instalarse en los años ochenta y alcanza su auge a partir de la segunda mitad de la década de los noventa. Su origen reconoce variadas fuentes, entre las cuales cabe destacar las teorías sobre desarrollo en los cincuenta y sesenta, la teoría del management público de finales de los setenta y, principalmente, los enfoques sobre las teorías contemporáneas del Estado desde donde parte «[...] la evolución hacia una teoría sociopolítica de la “gobernanza” que se refiere a formas y procesos de interacción y cooperación horizontal entre sector público, sector privado y actores sociales, dentro de un marco institucional en mayor o menor grado proclive al logro de decisiones y acuerdos societales» ( Jiménez, 2008). Este confluir de varios cauces ha provocado un uso del vocablo —en ámbitos académicos, de gobierno y en el enfoque de políticas públicas— que atiende a muy diversas situaciones e interpretaciones y, por tanto, otorgándole significados y connotaciones divergentes, cuando no ambiguos, principalmente en relación con el concepto de gobernabilidad, que varios autores utilizan como sinónimos. Al respecto, la Real Academia Española ha incluido una nueva acepción para el término gobernanza en su diccionario: ‘Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad y el mercado de la economía’. Resulta oportuno, entonces, y pertinente para el presente trabajo, explicitar el significado que se le asigna a este término. En este sentido, se adopta la conceptualización que desarrolla el Instituto Nacional de Administración Pública de España (INAP, 2005): «la gobernanza está constituida por las normas y reglas que pautan la interacción en el marco de redes de actores públicos, privados y sociales interdependientes en la definición del interés general en entornos complejos y dinámicos. La 38 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) gobernanza se asocia a una mayor implicación de actores no gubernamentales en el diseño e implementación de las políticas públicas y, al fin y al cabo, en la definición del interés general». La evolución del concepto de gobernanza moderna tiene lugar en Europa durante el proceso de construcción de la Unión Europea y llega a América Latina como respuesta a «[…] los déficits de gobierno en las sociedades latinoamericanas. La democratización, la apertura económica y la globalización hicieron perder a los gobiernos capacidades, facultades y poderes, generando procesos en los cuales no tiene control total ni determinante» (Aguilar, 2007, citado por Jiménez, 2008). Surgen así nuevas respuestas y se considera imperiosa la construcción de un nuevo Estado capaz de afrontar con éxito los desafíos del contexto, dando lugar a las teorías sobre «la nueva gestión pública», que asignan roles no tradicionales al sector público. Esas innovaciones implican también una toma de conciencia acerca de las limitaciones del modelo tradicional de gobierno, así como de la necesidad de adoptar nuevos «enfoques e instrumentos» (Kooiman, 2005) para acompañar los cambios sociales. En esta misma línea, se inscribe el creciente auge de los grupos de interés que, en la mayoría de los casos, tienen su génesis en la expansión de los ámbitos de acción de las ONG y en la creciente implicación de las empresas privadas a través del reconocimiento de su responsabilidad social. En 1993, sale a la luz el libro Modern governance: government-society interactions, de Kooiman, uno de los autores que, a través de toda su obra, ha desarrollado un corpus conceptual sobre esta temática y ha elaborado una teoría de la gobernanza sociopolítica y de la gobernabilidad, tomando como contexto —y al mismo tiempo como características básicas de las sociedades modernas— la diversidad, el dinamismo y la complejidad, aspectos que, a su vez, se consideran importantes para su descripción, análisis y comprensión, y simultáneamente, el punto de partida para gobernar estas sociedades de una forma moderna, cross-modern —expresión que se ha traducido por moderno a pesar de que, como el propio autor explica, se refiere al cruce entre lo moderno y lo posmoderno. Kooiman concibe la gobernanza como interacciones—, y las interacciones como un fenómeno social —y gobernar como un modelo bidireccional en el que se consideran tanto las interacciones público-público (problemas y oportunidades del sistema de gobierno) como las interacciones público-privado (problemas y oportunidades del sistema que debe gobernarse)—. Rhodes (1996) considera que la gobernanza implica la existencia de «redes interorganizacionales autoorganizadas» en cuyo seno se gestan y diseñan las políticas públicas, y asigna a la gobernanza cuatro características: a) interdependencia entre las organizaciones; b) continuas interacciones entre los miembros de la red; c) interacciones basadas en la confianza, con reglas de juego negociadas y aceptadas por los miem- 39 Bonnie Lucía Campos Cámara bros de la red; y d) considerable grado de autonomía de la red respecto del Estado. Mayntz (2001), por su parte, señala tres modos de cooperación diferentes entre el Gobierno y los miembros de la sociedad civil en procesos de gobernanza: a) arreglos neocorporativos: «término que se utiliza para designar las negociaciones institucionalizadas entre el Estado, las empresas organizadas y los trabajadores organizados, sobre temas de política macroeconómica»; b) redes mixtas: «el Estado y la sociedad civil se acoplan de manera flexible, y la interacción dentro de este tipo de redes produce un consenso negociado que facilita la formación de una política, que en el momento de su aplicación encuentre más aceptación que resistencia»; y c) formas de autorregulación de la sociedad: «los actores corporativos privados cumplen funciones reguladoras que, en definitiva, son de interés público y les han sido asignadas, explícita o implícitamente, por el Estado» (Mayntz, 2001). La relación entre el turismo y la gobernanza, tanto en su sentido más amplio como en sentido específico, haciendo mención a la gobernanza turística, adquiere una connotación positiva. En algunos casos se parte de considerar que el turismo es un ámbito propicio para identificar y analizar la gobernanza; mientras que en otros, se concibe la gobernanza como la clave que debe tenerse en cuenta a la hora de generar destinos turísticos o realizar un desarrollo de la actividad turística de tipo sustentable. En el caso de Bacalar, aún no se logra identificar de una manera cotidiana la participación social, considerándola como la intervención de los ciudadanos en la toma de decisiones respecto al manejo de los recursos y las acciones que tienen un efecto en el desarrollo de sus comunidades. Es decir, la participación social se concibe como un legítimo derecho de los ciudadanos más que como una concesión de las instituciones. Sin duda, para que la participación social sea funcional se requiere de un marco legal y de mecanismos democráticos que propicien las condiciones para que las comunidades organizadas hagan llegar su voz y sus propuestas a todos los niveles de gobierno. El pueblo mágico de Bacalar: ¿vocación turística? De acuerdo con una evaluación del Centro de Estudios Superiores de Turismo (CESTUR) de la Secretaría de Turismo de México, se considera que de los pueblos mágicos en México, Bacalar es el destino mejor evaluado dentro de dicho programa en lo que se refiere a su «vocación turística». La vocación turística está directamente relacionada con los atractivos turísticos y con la disposición natural de llegar a ser un lugar con potencial para posicionarse como un destino turístico, entre diversos segmentos de mercado, mediante el equipamiento de algunos elementos. 40 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) De acuerdo con el CESTUR, en este sentido, se califica a Bacalar como el mejor pueblo mágico, pues «cuenta con una variedad de monumentos, zonas arqueológicas y áreas naturales protegidas que elevan su calificación». Sin embargo, este destino turístico se enfrenta a las siguientes amenazas: a) La oferta de servicios turísticos no es de calidad y variada. b) No existe personal capacitado para trabajar en las empresas turísticas; los que lo están prefieren irse a trabajar a Cancún o a la Riviera Maya. c) No forma parte de rutas turísticas en el ámbito estatal ni nacional. d) No cuenta con oficina de información turística. e) No existen o son deficientes algunos de los servicios de apoyo para el turista, como los cajeros automáticos, el estacionamiento, las casas de cambio o los baños públicos. f) Cuenta con un portal del municipio, pero no tiene uno para promocionar turísticamente Bacalar. La promoción es limitada y casi no se utiliza internet y las redes sociales. g) El destino tiene deficiencias en aspectos como la señalización y las calles pavimentadas; este último es el principal problema, pues ni en el centro histórico se encuentran en buen estado. h) Se realizan muy pocas acciones para lograr un desarrollo sustentable en aspectos como infraestructura para el manejo de desechos y el tratamiento de las aguas. No obstante, las principales fortalezas de Bacalar como destino turístico según el citado estudio son: a) Los diversos atractivos naturales con los que cuenta lo hacen un destino singular entre los pueblos mágicos. b) El turismo de salud, relajación, holístico y espiritual está teniendo mucho éxito en este destino, pues cuenta con las características adecuadas para desarrollar productos de este tipo. c) Es un destino que no recibe flujos masivos de turistas; todavía está en una etapa de desarrollo. d) Pueden desarrollarse distintas actividades de turismo de aventura y ecoturismo. e) Cuenta con algunos atractivos culturales, una gastronomía particular y celebración de fiestas y ferias a lo largo del año. Planeación Estratégica y Sustentabilidad. f) Existen algunas asociaciones que trabajan para lograr su desarrollo sustentable y la conservación de la laguna y sus especies a través de la creación de modelos de desarrollo en equilibro con la naturaleza. g) Un muy alto porcentaje de visitantes regresa y/o recomienda este destino. 41 Bonnie Lucía Campos Cámara A modo de conclusión Bacalar reivindica las pretensiones de los tres niveles de gobierno para promover el desarrollo de esta zona aprovechando el gran potencial turístico que tiene, justificándolo como el equilibrio que se necesita para compensar el desequilibrio entre el norte y el centro con el sur del Estado en los ámbitos social y económico. En el proyecto de Pueblo Mágico, pretende seguir un desarrollo apegado a la sustentabilidad, que integre el componente social, ambiental y económico, de modo que todos se beneficien con la actividad turística, y simultáneamente quiere ofrecer un servicio de calidad. Sin embargo, la falta de coordinación entre prestadores de servicios y habitantes genera la problemática más usual en la que se desarrolla este destino: confusión entre los objetivos del programa, puesto que se enfoca solamente en la comodidad y diversión de los turistas, y basa los análisis de calidad en medir lo que se ha dado en llamar la calidad total, en concreto, la satisfacción de los turistas con los hoteles, los cruceros, las agencias, los servicios de entretenimiento y aspectos similares. El problema radica en dejar a un lado a la gente de la comunidad, lo que provoca inconformidad y que se olviden las necesidades y los requerimientos en los servicios públicos básicos y la calidad de vida. Lo anterior puede resumirse en que si no se tienen en cuenta a los lugareños, al final, el turismo acabará decayendo, debido a que la sociedad es el soporte de esta actividad y la que presta servicios de diversa índole. Bacalar se ubica dentro de la región Costa Maya y representa para la zona sur de Quintana Roo la esperanza y la confianza en un desarrollo turístico que posibilite el deseado equilibrio y el empleo en toda la costa sur del estado de Quintana Roo. 42 La agenda de competitividad de un destino turístico: el pueblo mágico de Bacalar (Quintana Roo, México) Bibliografía AGUILAR, L. (2007): «La dimensión administrativa de la nueva gobernanza: sus prácticas y aporte», conferencia del XII Congreso Internacional del CLAD, 30 de octubre, Santo Domingo. CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE TURISMO (CESTUR) (2013): Estudio de los pueblos mágicos de México, México: Secretaría de Turismo. MAYNTZ, R. (2001): «El Estado y la sociedad civil en la gobernanza moderna», Revista del CLAD Reforma y Democracia, en línea, 9 de marzo 2016. <old.clad. org/portal/publicaciones-del-clad/revista-clad-reforma-democracia/articulos/021octubre-2001/0041004>. OLIVEIRA ARRUDA, D.; PASQUOTTO MARIANI, M. A. y MORALES DE QUEIROZ CALEMAN, S. (2014): «Coordinación y estructuras de gobernanza en un sistema productivo de turismo», Estudios y Perspectivas en Turismo, vol. 23, 2, Argentina: Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos Buenos Aires, pp. 343-361. PRATS J. (2003): Gobernabilidad democrática para el desarrollo humano. Marco conceptual y analítico, Inter-American Development Bank 2001, en línea. <www.iadb. org/etica/documentos/pra_gober.pdf>. RODHES, R. A. W. (1997): Understanding governance. Policy networks, governance, reflexivity and accountability, Inglaterra: Open University Press. KOOIMAN, J. (2005): La gobernanza hoy: 10 textos de referencia, España: Instituto Nacional de Administración Pública. 43 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional Daniel Hiernaux-Nicolas Universidad Autónoma de Querétaro danielhiernaux@gmail.com Resumen Algunos países han pretendido durante décadas que la vía para desarrollar el turismo era sostener un modelo de turismo de masas, principalmente de playa, aprovechando así los imaginarios heliotrópicos de las poblaciones de los países desarrollados. Este modelo resultó más complejo de lo previsto debido a numerosos impactos negativos, entre ellos, la falta de derramas a favor de las poblaciones locales, los daños en el medioambiente, y el coste económico de estos grandes proyectos. Hoy los imaginarios han cambiado, pero también las concepciones éticas del turismo. La demanda se orienta cada vez más hacia proyectos que respetan el medioambiente, que provocan un verdadero desarrollo local y que son solidarios con los más desfavorecidos; en síntesis, es un turismo muy alejado del modelo inicial. Sobre la base de estas consideraciones se desarrollará la primera parte del texto. La segunda parte propondrá una reflexión sobre las apuestas locales de los modelos solidarios y responsables, y sobre los conflictos visibles en las sociedades locales, pero también en el contexto de las políticas nacionales. En una tercera parte, desplegada en 10 puntos propositivos, se planteará el posible papel de la cooperación internacional como factor susceptible que ayude a cambiar las mentalidades y que sirva de aval para el desarrollo de nuevas formas de turismo, solidarias, responsables y sustentables. Palabras clave: cooperación; universidad; turismo sustentable; red internacional. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Daniel Hiernaux-Nicolas Introducción Cuando los modelos turísticos dominantes en el mundo están cambiando y puestos en tela de juicio, resulta imperativo enfrentar los retos planteados por la transición de los enfoques tradicionales hacia el diseño de otro turismo más justo, anclado en la escala local y con el apoyo de una cooperación internacional eficaz. Para entender las implicaciones de un enfoque de este tipo, el caso de México resulta ser un buen laboratorio: el país se embarcó en el turismo de masas en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial y experimentó resultados espectaculares, aunque estuvieron acompañados por muchos efectos colaterales de este modelo, que han sido ampliamente criticados. En la actualidad no solo algunas organizaciones internacionales, sino también la propia demanda, así como los grupos locales organizados buscan impulsar un turismo radicalmente diferente. Por ello, es preciso preguntarse en qué medida la fortaleza del modelo de turismo de masas y su eficiencia relativa no actúan como un contrapeso real que impide el desarrollo de un turismo alternativo en México, el cual debería sustentarse mucho más en las comunidades locales. En este contexto, la cooperación internacional puede ayudar a destrabar esta situación. Esta es la hipótesis que guía este trabajo. Se iniciará este ensayo ofreciendo algunas consideraciones sobre los aspectos centrales del modelo de turismo de masas en México. En un segundo momento, se analizarán las dimensiones locales de los modelos de solidaridad y responsabilidad. Por último, se propondrán una serie de reflexiones relacionadas con el posible papel de la cooperación internacional en el desarrollo de un modelo alternativo de turismo, que se estructurarán en 10 puntos. 1. El modelo de turismo de masas: tendencias e inercias Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, México se encontraba lejos de ser una potencia turística. Bajo el liderazgo del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952), el país elaboró rápidamente un modelo turístico que se veía adecuado para la creación de empleo, el desarrollo de estructuras modernas, así como para atraer divisas que debían compensar el déficit de la balanza comercial nacional ( Jiménez, 1992; Torruco, 1988 y Mac Donald 1981). Finalmente, se pretendía integrar las regiones más pobres del país al modelo de desarrollo que comenzaban a conocer las áreas más modernas y sobre todo el centro de la República mexicana. Los resultados fueron rápidamente notorios y entendibles en el marco de ese nuevo crecimiento de corte keynesiano, basado en una fuerte industrialización sustitutiva de importaciones y un crecimiento urbano explosivo. En este contexto, dos 46 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional segmentos importantes de demanda fueron decisivos para el éxito del turismo: por un lado, el mercado de Estados Unidos —en plena recuperación en la posguerra—, así como la demanda de una clase media mexicana predominantemente urbana y en crecimiento ( Jiménez, 1992). Los dos imaginarios decisivos que guiaron el modelo turístico fueron el heliotropismo (arena, mar y sol) y el deseo de modernidad (Hiernaux, 2015 y 2009). Como país situado en el trópico, más que el propio sol fueron el mar, la playa y sus nuevas experiencias asociadas los que atraían a los mexicanos, mientras que los estadounidenses estaban buscando un exotismo tropical también muy popularizado por el cine y la música de la época. No obstante, los mexicanos estaban muy ansiosos por convertirse a una modernidad que apenas se estaba instalando en México y cuya penetración en el país se había detenido por el largo y complejo periodo de inestabilidad política posterior a la Revolución de 1910. Era necesario, entonces, conciliar las dos tendencias: el exotismo tropical y el deseo de modernidad. Por otra parte, también la intención del Gobierno era abrir nuevos nichos de oportunidades empresariales para la burguesía nacional en ascenso. Así se dio el desarrollo de un modelo que mezcló elementos clásicos de la modernidad con toques exóticos tradicionales (por ejemplo, en la arquitectura de los hoteles). No hace falta decir que el lado tradicional se reducía a unas pocas expresiones estereotipadas de la vida de los grupos populares urbanos o del campesinado mexicano, mientras, al alimón, se imponía la modernidad por todas partes. El modo de vida estadounidense (american way of life) se convirtió en el imaginario número uno de la sociedad mexicana en plena movilidad ascendente, no solo en su tiempo de vacaciones (que se había vuelto un nuevo beneficio social, aunque reservado a los trabajadores formales y a los empleados), sino también como anhelo en la vida cotidiana de las grandes ciudades, cada vez más «modernas». Esta breve explicación establece inmediatamente el tono: se estaba frente a un escaso desarrollo del turismo local en las comunidades menores o, por lo menos, a una relegación de estas actividades frente al trinomio dominante de playa, amenidades urbanas y modernidad. Durante las siguientes décadas, el turismo mexicano logró una gran importancia para el país. Alrededor de los años setenta se dio un nuevo paso: el Gobierno decidió entonces tomar medidas directas para desarrollar nuevos destinos turísticos. Esta fue una época de una inversión masiva del Gobierno, apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, en infraestructuras, hoteles, clubes de golf y centros comerciales, que se canalizó hacia los sitios vírgenes de Cancún, Ixtapa, San José del Cabo, Loreto y, finalmente, Huatulco, cuya construcción se inició en 1983. Esta incursión del Gobierno en una «acción directa» en turismo se llevó a cabo desde alrededor 47 Daniel Hiernaux-Nicolas de 1965, y se incrementó desmesuradamente durante los años de la bonanza petrolera (1978-1981), aunque comenzó a disminuir alrededor de 1985, como consecuencia de la crisis de 1982 (véase, entre otros, a Hiernaux, 1999). Esta política pública, con un fuerte respaldo de los organismos financieros internacionales, fortaleció el modelo de turismo de masas, pero culminó en los años noventa. Hacía esos años, una diversificación relativa de destinos tuvo lugar, una cierta reducción de la dominación de la demanda del mercado de Estados Unidos a México (por una mayor diversificación de mercados), un desarrollo regional visible, aunque raquítico, por una generación de empleos económica y socialmente desequilibrada, aunque significativa. En definitiva, fue un modelo que experimentó una fuerte expansión, que se consolidó internacionalmente y que permitió a México ubicarse durante mucho años en la lista de los 20 destinos turísticos mundiales principales. Por tanto, cabría suponer que el balance fue positivo, como afirman los defensores de este modelo y, en particular, los funcionarios y empresarios del ramo. Sin embargo, muchos problemas surgieron en el contexto de este desarrollo. Es preciso poner de relieve varios factores decisivos para explicar por qué la cultura turística en México ha tenido dificultades para actualizarse frente a las tendencias recientes hacia un modelo más solidario, justo y responsable tanto para el ambiente natural como para el entorno social. Se propone una breve evaluación en este sentido a través de unas muy breves notas: • Toda la atención de las autoridades de turismo en materia de turismo se ha orientado durante demasiado tiempo y de manera casi exclusiva hacia el modelo de turismo de masas. Las estadísticas turísticas, por ejemplo, se construyen a partir de la ocupación de las habitaciones de hoteles, considerando exclusivamente aquellos que entran en las categorías «turísticas». • Así que no se conocen (excepto a través de datos muy agregados) los volúmenes nacionales de turismo (una vez más, solo los que están alojados en estructuras hoteleras formales). Se ignora también la suerte de las estructuras turísticas de menor importancia («no turísticas», según las clasificaciones oficiales), así como la amplitud y el crecimiento del turismo de segundas residencias, entre otros (incluso las viviendas de este segmento no están contabilizadas como tales en los censos nacionales)1. • La educación turística y muy particularmente las licenciaturas en turismo, pero también los programas de capacitación técnica se han orientado esencialmente, desde los años cuarenta, a otorgar una formación para 1 Se ha desarrollado de manera colectiva el tema de las segundas residencias en México en Hiernaux (2010). 48 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional empleados de hoteles y restaurantes. Hasta hace quizá una década, pocos programas educativos habían explorado la posibilidad de formar pequeños empresarios para llevar a cabo proyectos individuales a pequeña escala. • El turismo social, caldo de cultivo de proyectos alternativos en muchos países, ha sido relegado en México. A excepción de unas pocas iniciativas de sindicatos, de instituciones públicas de seguridad social y de algunas instituciones ad hoc que se gestaron en los años sesenta y setenta, el turismo social ha sido un verdadero pariente pobre del turismo en México. Además, resulta extremadamente difícil contabilizar las experiencias por falta de información, interés de la autoridad federal e interés de la esfera local, que ha tendido a menospreciar ese turismo «de pobres» (Hiernaux, 2002). • El referente identitario internacional de los funcionarios del turismo en México ha sido siempre España. Cuando uno conoce los males de su modelo turístico y el verdadero desastre que significa la ocupación masiva de sus costas, se entiende que esta orientación está muy lejos de haber sido positiva para el turismo mexicano. Hoy, todavía los grandes grupos hoteleros españoles son los que ejercen la mayor presión para proseguir con este modelo devastador de ocupación costera que ha seguido México, como parte de lo que ahora es común considerar como un nuevo modelo de «neocolonización» radical del sur, emprendidos por estos grupos de capitales externos (véase, entre otros, Blázquez, 2015). • Por otra parte, México ha sido, efectivamente, beneficiario de una intensa cooperación para el desarrollo de su modelo de turismo. Sin embargo, esta provino durante mucho tiempo del Banco Mundial, que ha apoyado sin tapujos el modelo mexicano de turismo masivo al financiar las infraestructuras requeridas para el turismo de masas y, de manera directa, con la edificación de grandes hoteles; todo ello persiguiendo el control del turismo mexicano por grandes empresas turísticas internacionales, es decir, un modelo que ha ido en detrimento de todo lo que hubiera podido favorecer el desarrollo de pequeñas estructuras locales, más autónomas. Incluso en el caso del apoyo a las comunidades locales, entre otros, hacia los ejidatarios, estas fueron expropiadas para integrar la reserva territorial por los nuevos desarrollos en Ixtapa, por ejemplo; los proyectos puestos en marcha para supuestamente apoyar a los campesinos fueron tan rudimentarios que acabaron siendo prontamente obsoletos, improductivos y, finalmente, abandonados. 49 Daniel Hiernaux-Nicolas A partir del nuevo milenio aproximadamente, algunas cosas han cambiado en México. Se puede ver claramente que el modelo de turismo de masas se encuentra en proceso de desaceleración. Varias razones pueden destacarse: • La aparición de una fuerte competencia de otros países latinoamericanos que supieron, antes que México, entender las nuevas tendencias mundiales y rápidamente convertirse en destinos exitosos, como es el caso de Costa Rica, por ejemplo, que se ha alejado de los modelos masivos y ha explorado nuevos derroteros para su joven turismo. • Las crisis económicas reiteradas que afectan particularmente a la clase media y a los sectores más populares que conforman el grueso de la demanda estadounidense hacia México, así como la crisis similar que afecta a la clase media mexicana. • La percepción de una pobre calidad de las instalaciones y de los servicios turísticos, pero también las nuevas expectativas de la demanda sobre la calidad, entre otros, en relación con el respeto por el medioambiente, la integración paisajística, etc. (sobre la sustentabilidad de modelo turístico mexicano, véase Jiménez, 2005 [1998]). • Respecto a la crisis en México en los últimos tiempos, la creciente inseguridad que ahora también afecta a los destinos turísticos más importantes, incluyendo Acapulco (para un estudio del caso de Mazatlán, véase Santamaría y Flores, 2012). Esta inseguridad puede explicarse por la presencia negada, pero evidente, de capitales sucios en las estructuras turísticas y los negocios asociados, como los decomisos frecuentes de hoteles y demás negocios bien lo demuestran. • Finalmente, los cambios globales en las preferencias de la demanda, que son el resultado de cambios en el sistema de imaginarios turísticos, que se está convirtiendo cada vez más hacia el turismo urbano, cultural y hacia viajes de corta duración (Hiernaux y González, 2015). En este contexto, que afectó a la posición de México en el ranking del éxito turístico, las autoridades mexicanas han comenzado a considerar nuevas estrategias. Entre ellas, puede destacarse la decisión de estudiar segmentos de demanda turística poco conocidos en México y promocionarlos, incluyendo el turismo cultural, de convenciones, de la tercera edad, de las segundas residencias, etc. Algunos esfuerzos se han hecho en esta dirección, y un cambio de tendencias comienza a perfilarse, con una reducción del peso del turismo de masas hacia las playas, y cierto impulso ganado por planteamientos y experiencias del «turismo alternativo». 50 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional No obstante, si el interés de las autoridades es beneficioso para el desarrollo de modelos alternativos de turismo, todavía puede observarse que los esfuerzos de promoción continúan orientándose mayoritariamente hacia el segmento tradicional, bajo la presión de los empresarios hoteleros, de las autoridades locales y de los ya mencionados intereses sustanciales —a veces oscuros— detrás del modelo de turismo de masas. Se tiene, además, que recordar la existencia de sendos negocios que operan con redes de pedofilia, prostitución y blanqueo de dinero, entre otros: los principales destinos turísticos de México están lejos de ser un ejemplo de buenas prácticas en estos temas, aunque debe reconocerse que la mayoría de los países con un fuerte desarrollo turístico tampoco escapan a situaciones similares relacionadas con un turismo que combina lo peor y lo mejor. Por último, no debe dejarse esta exposición del caso mexicano solo en imágenes oscuras: se ha producido, en los últimos dos decenios, un crecimiento de proyectos de turismo alternativo, no solo algunos alejados de los principales destinos y de sus modelos tradicionales, tales como proyectos de desarrollo turístico de aventura, entre otros, sino también un interés genuino para proyectos comunitarios, alternativos, que pretenden ser sostenibles. Es prácticamente imposible hacer un censo de ellos, ya que estos proyectos no son bien conocidos, identificables y, ciertamente, aún muy marginales en comparación con las grandes líneas de promoción y desarrollo del turismo del México oficial. Sin embargo, sobre la base del conocimiento de algunas experiencias directas y de trabajos académicos sobre varios proyectos2, se tratará, en las siguientes páginas, de presentar un balance de lo que estos proyectos representan y, especialmente, de las dificultades inherentes al desarrollo de este tipo de proyectos, por un contexto todavía demasiado centrado en un modelo turístico de excesiva masificación. 2. Apuestas locales de los modelos solidarios y responsables Frente a esta breve exposición de un modelo particularmente ligado a la masificación turística y casi monotemático durante décadas, se entiende rápidamente que el desarrollo de lo que puede llamarse un modelo alternativo ha sido complejo y lento. En esta segunda parte del ensayo, la exposición se centrará en lo que se consideran las principales características de estos modelos solidarios y responsables para contrastarlos con los condicionamientos que derivan de la dominación de un modelo masivo. 2 Consúltense los diversos trabajos integrados en la obra coordinada por Hiernaux (2015b) que cubren y discuten experiencias mexicanas al respecto. 51 Daniel Hiernaux-Nicolas En primer lugar, es evidente que proyectos solidarios y responsables no pueden ser concebidos de arriba hacia abajo, o sea top-down, sino de tipo bottom-up, es decir, que salgan de las comunidades, aun si estas no tienen inicialmente más que débiles nociones de lo que les conviene proponer. Sin embargo, México ha sido marcado por un evidente centralismo, y la iniciativa de proyectos nuevos tiende con frecuencia a provenir de iniciativas de instituciones locales y federales. Este voluntarismo directivo, que funciona desde arriba hacia abajo, tiende a imponer ciertas concepciones y modelos de proyectos que no siempre logran el apoyo unánime en las comunidades supuestamente encargadas y beneficiarias de estos. Esto es aún visible en los proyectos de pueblos mágicos promovidos por la Secretaría de Turismo, una iniciativa del Gobierno federal mexicano para impulsar el turismo en poblaciones del interior del país que ofrecen cierto potencial de desarrollo (López Levi y otros, 2015). La mayoría de estos proyectos, aun si se plantea la conformación de un Comité de Pueblo Mágico, son ajenos a las comunidades en los cuales se insertan. Por el contrario, se considera necesario pensar en propuestas que integren la identificación de proyectos viables para las comunidades y que no sean ajenas a estas. No obstante, la viabilidad de los proyectos es decisiva, porque dejar libre curso a iniciativas locales sin fundamento es también negativo, ya que las comunidades acaban por desanimarse por los magros resultados previsibles. Por otra parte, como se subrayará en la tercera parte del texto, el tema de la capacitación de las poblaciones locales para el turismo es un aspecto central. La mayoría de veces las comunidades se plantean expectativas de desarrollo turístico en función de lo que conocen y creen que es lo que espera la demanda: es decir, los grandes hoteles, los restaurantes del lujo, etc. Resulta indispensable revertir esta óptica y ayudar a las comunidades a entender la necesidad de ajustar sus expectativas a la realidad de su comunidad y entorno, lo que solo puede lograrse con una formación de base en turismo de la población involucrada. La educación en turismo solidario posiblemente puede darse a través de algunos canales masivos de distribución, como la televisión o la radio, pero el conocimiento directo es esencial: aprender de los proyectos existentes, de los resultados de otras iniciativas con sus éxitos y contratiempos; todo contribuye a fortalecer la capacidad de los grupos y las comunidades. Una pregunta que surge con frecuencia es si se trata de derrocar por completo el modelo de turismo de masas. No cabe duda de que es imprescindible frenarlo, ya que los efectos sobre las poblaciones locales, el medioambiente y el equilibrio social y económico de los territorios de inserción son a menudo catastróficos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las economías de los principales países turísticos se han 52 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional basado durante mucho tiempo en este modelo, por lo que no puede ser bloqueado sin graves consecuencias sobre las regiones y la economía nacional. Basta con mirar los efectos de algunos desastres naturales o coyunturas sociales —entre ellas, el riesgo o la propia presencia del terrorismo— que inhiben el turismo para entender que este camino no es sostenible. Por tanto, es necesario recurrir a ciertas formas de cooperación entre el turismo de masas y el turismo solidario y responsable. Para ello, la solidaridad debe plantearse también en torno a los servicios para el turismo de masas, en el caso de la proximidad geográfica entre los proyectos de la comunidad y los grandes proyectos masivos. Ofrecer de manera articulada entre el modelo masivo y las comunidades servicios, como excursiones adicionales o diferentes actividades complementarias con la participación activa de las comunidades locales, son caminos explorables en esta dirección. Es decir, debe pensarse en una especie de complementariedad natural entre el modelo masivo y el modelo alternativo. Existen algunas experiencias en México en esta dirección. En otros casos, es muy posible vivir sin el turismo de masas. Esto es obvio en las áreas que no están ancladas en el turismo de playa y, de hecho, son aquellas donde el turismo solidario alternativo ha experimentado el desarrollo más intenso y autónomo. Además, debe recordarse que el turismo alternativo no solo debe cambiar las formas de organización, sino también los imaginarios del turismo en sí. Sobre las mismas bases de la tríada de las tres «S» o los idearios del turismo urbano tradicional no se va a lograr cambiar nada. Se trata más bien de iniciar o respaldar la edificación de nuevas formas de ver el mundo, sobre las cuales debe ser construido un turismo alternativo. Para ello, los valores asociados a este tipo de turismo deberían basarse en una visión positiva de la sociedad y correlacionarse con una concepción particular de su desarrollo. La ética del desarrollo se convierte en imprescindible desde el punto de vista tanto de aquellos que se ofrecen a recibir turistas como de quienes integran la demanda (los turistas potenciales). Es mediante una acción solidaria en la ética, que tiene como objetivo vincular —incluso de manera efímera— a personas y grupos que no suelen compartir su vida cotidiana, que puede llegarse a construir un turismo diferente. En la misma tesitura, cabría preguntarse si los criterios de sostenibilidad de los proyectos alternativos pueden ser los mismos que los que guían evaluaciones similares de los proyectos del turismo de masas. Considerar la «rentabilidad social» de un proyecto —aunque sus resultados «económicos» sean pobres— es sin duda una de las formas de repensar la visión de lo que debe ser un proyecto alternativo. Su «rentabilidad» puede concebirse como el resultado de los progresos realizados en el fortalecimiento de los lazos sociales de la comunidad para preservar su identidad, la mejora del papel y el reconocimiento de las 53 Daniel Hiernaux-Nicolas mujeres en la oferta local de puestos de trabajo, que reduzca la migración internacional, y otros indicadores que no emergen del enfoque económico tradicional, sino de la escucha de las dimensiones y los efectos sociales y comunitarios de los proyectos. 3. El papel de la cooperación internacional El último punto de esta exposición se relaciona con el tema de la cooperación internacional. ¿Qué puede aportar la cooperación internacional al difícil panorama actual del desarrollo de proyectos alternativos, en un contexto dominado por las reglas de la viabilidad económica y las ganancias de las inversiones? La cooperación internacional es, sin duda, una de las palancas capaces de hacer girar el modelo turístico de un país como México hacia otras prioridades y otros valores. Sin embargo, causa preocupación que las acciones realizadas con la mejor voluntad por parte de asociaciones y también por organismos gubernamentales no sean necesariamente exitosas. Debe, por supuesto, tenerse en cuenta la dificultad inherente para desarrollar exitosamente este tipo de proyectos, aunque también el uso de estrategias que no siempre son las más adecuadas. Por ello, a continuación, se propondrá una reflexión en 10 puntos sobre la relación entre el desarrollo de proyectos alternativos, solidarios y responsables, y la cooperación internacional. 3.1 Actuar sobre la demanda Parece, en primera instancia, que es sobre la oferta turística que la cooperación internacional tendría que intervenir, es decir, que debería concentrarse en el impulso de nuevos proyectos o apoyar iniciativas existentes de turismo alternativo para abrir una brecha mayor en la predominancia del modelo turístico masivo y apuntalar la oferta de proyectos diferentes. Desde luego suena racional y evidente, pero no por ello debe dejarse a un lado la fuerte intervención sobre la demanda, particularmente en los países que son fuertes emisores de turistas. Por un lado, el fortalecimiento de la demanda de proyectos alternativos es una poderosa palanca para promover una mayor conciencia de la importancia de estos proyectos en los países receptores. Es claramente lo que está sucediendo en relación con proyectos sostenibles que han proliferado bajo la presión de la demanda internacional. Una labor sustantiva de la cooperación internacional para fomentar una demanda distinta es entonces una cuestión imperativa. También debe tenerse en cuenta el hecho de que muchos turistas que se presentan o se identifican como «turistas alternativos» siguen actuando sobre la base de representaciones paternalistas con posturas, a veces, francamente altivas frente a la po54 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional blación local: sin llegar a pretender que nuevas formas de colonialismo se están propagando, deben, sin embargo, evitarse estas tendencias «misioneras» o de «asistencia al buen salvaje» que siguen envenenando proyectos positivos en sus objetivos. 3.2 Descartar los imaginarios exóticos Es obvio que los imaginarios tradicionales de sol, arena y mar se han sustituido progresivamente por otros no más afortunados, asumidos por nuevos grupos de turistas. Si bien el exotismo bien entendido puede ser una fuente de enriquecimiento mutuo, más a menudo somos testigos de un juego de roles muy poco saludable entre los turistas y la población local. El visitante espera encontrar ciertos prototipos de población, pero puede resultar que la población se sitúe ya en otra etapa de su desarrollo personal, más cercana a una transición hacia la modernidad en la tradición que anclada de lleno y exclusivamente en usos y costumbres, a veces, retrógrados (aquellos que sufren con frecuencia las mujeres, por ejemplo). La cooperación internacional debe, entonces, promover proyectos que eviten integrar en sus propuestas nuevas acciones que estimulen el fortalecimiento de algunos mitos (sobre los indígenas, por ejemplo) y preparar a los turistas para asumir que la población puede encontrarse en una situación de transición y mantener una voluntad genuina de modificar las tradiciones. Si no es así, puede presentarse el riesgo de empujar a la población local a mantenerse en condiciones de subdesarrollo visible, contrarias a sus aspiraciones, o a desempeñar ciertos roles culturales que ya no encajan en el modelo de desarrollo que la comunidad se fijó como meta3. 3.3 Promover una formación profesional diferente Un turismo diferente, en México y en otros lugares, también depende de la adquisición de capacidades distintas de aquellas que fueron difundidas por el modelo de desarrollo turístico anterior. Capacitar a la población local, generalmente a los más pobres, para ocupar puestos de ejecutantes en empresas fuertemente jerarquizadas es una práctica todavía usual, pero totalmente contradictoria frente a los cambios que se avecinan y que pretenden impulsarse. Es sabido que estas formaciones tradicionales tuvieron un peso muy importante en la concepción del turismo en México. Se tiene, entonces, que empezar por cambiar sus actitudes, además de capacitar a las nuevas generaciones, a los jóvenes, para diseñar 3 Por ello, no es aceptable que grupos locales tengan que mantener ciertas tradiciones (como la vestimenta, cierta forma de preparar los alimentos, etc.) que se consideran ya como superados, solo para satisfacer un deseo de exotismo o de «autenticidad actuada» demandada por los turistas. Sobre este tema de la autenticidad, véase MacCannell (1973). 55 Daniel Hiernaux-Nicolas y llevar a cabo proyectos distintos, sustentados en una concepción menos vertical de las actividades turísticas. El acceso a los programas académicos tradicionales resulta muy limitado y contraproducente debido a la dominación de los expositores del «antiguo régimen» en las instituciones de formación de turismo. Por tanto, debe considerarse, o bien, ganar peso en las facultades y escuelas que tienen poco que ver con el turismo hasta el momento para impulsar la formación a un modelo diferente, o bien, utilizar otras vías de formación, incluida la educación a distancia, los diplomas no universitarios, y la capacitación directa de los participantes locales en los proyectos. Los intercambios también deben tenerse en cuenta entre los participantes en proyectos desde diferentes contextos nacionales o regionales para fomentar la apertura a otras vías de desarrollo turístico. No hace falta decir que la cooperación es esencial en esta dirección e, incluso, puede agregarse que la participación en la formación debe ser emprendida o apoyada a gran escala por agencias de cooperación internacional. 3.4 Evitar otorgar recursos sin control El apoyo financiero para proyectos de turismo alternativo y solidario es, sin duda, una necesidad absoluta. Sin embargo, es común que los recursos sean mal empleados por grupos promotores locales. Se señaló, entre otros, en proyectos en el sur de México, que en ocasiones los recursos se desviaron hacia necesidades contingentes de la población en lugar de ser utilizados para acciones a favor del turismo. Además, es comprensible que esto pase y sea el resultado de una mala valoración de la capacidad de la comunidad para emprender proyectos turísticos cuando sus necesidades básicas no están ni siquiera cubiertas. No faltan tampoco casos de desviación ilícita de fondos. La falta de seguimiento de las acciones y de medios de fiscalización por parte de los grupos internacionales de cooperación impide controlar la corrupción de los agentes locales. Por tanto, se precisa estar muy atentos a la calidad moral de las partes interesadas, pero también al riesgo de una toma de control de los recursos del proyecto por parte de las autoridades locales externas a los intereses de la comunidad. 3. 5 Aliarse con grupos locales El trabajo directo de cooperación requiere de un excelente conocimiento del terreno. Esto no puede resolverse únicamente por voluntarios externos (cooperantes) o por el contacto con las autoridades locales. Por tanto, es recomendable buscar establecer lazos de colaboración entre las instancias internacionales de cooperación y los grupos locales motivados por objetivos y misiones similares. El contacto, además, debe 56 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional ir acompañado de una verdadera coeducación de los agentes locales hacia los posibles proyectos de grupos externos y a la inversa, de los externos hacía las condiciones y las capacidades de los grupos locales. Se trata, por tanto, de un empoderamiento de los grupos responsables locales, así como de las comunidades. Es a través de este doble juego entre las comunidades locales y los grupos organizados que puede pensarse construir una verdadera fuerza social alternativa que sea capaz también, y por sí misma, de negociar el apoyo de los organismos oficiales, las empresas y las fundaciones locales susceptibles de ayudar en el desarrollo del proyecto. Además, siempre hay que hacerse a la idea de que la cooperación internacional puede ser mal vista —estigmatizada como una suerte de injerencia internacional— y, por tanto, el recurrir a grupos locales es una estrategia esencial para la transferencia de capacidades y evitar una visibilidad excesiva que, en ocasiones, puede ser percibida como molesta —tanto por el grupo local como por las autoridades—. 3.6 Hacer «lobby» con las autoridades para cambiar sus prioridades El caso mexicano ilustra las dificultades a las que se enfrentan para impulsar proyectos alternativos, mientras que las agencias de las estructuras federales y locales siguen teniendo la mirada puesta en los proyectos de concepción tradicional (como es el caso del programa de los pueblos mágicos, por ejemplo). Se ha podido registrar el desarrollo de algunas iniciativas adecuadas de desarrollo de turismo alternativo por parte del Gobierno central en México y hasta por autoridades locales, pero la tarea es enorme para llegar a convencerlas de la bondad del apoyo a proyectos alternativos. El lobby frente a una autoridad convencida de la bondad de la trayectoria de sus acciones es eminentemente difícil. Conviene considerar la formación de redes estructuradas de organizaciones no gubernamentales y organismos que se comprometan con los proyectos alternativos y buscar un mayor reconocimiento de sus acciones por las autoridades internacionales. Una multiplicidad de redes con aprobación de las organizaciones internacionales será probablemente más propensa a causar reacciones positivas y a interesar a instancias de los gobiernos nacionales en sus propuestas. 3.7 Trabajar a escala local, así como también a mayor escala Los proyectos locales son claramente la esencia de los proyectos alternativos del turismo solidario y responsable, pero las acciones a otra escala también deben tenerse en cuenta. De hecho, su visibilidad y el efecto de demostración de los pequeños proyectos son relativamente bajos. Iniciativas más ambiciosas que asocien comunidades a escala 57 Daniel Hiernaux-Nicolas regional en vez de solo microproyectos pueden llegar a atraer la atención e incrementar el interés hacia el tipo de enfoque que se plantea aquí. También ayuda la consolidación de las identidades regionales y puede, entonces, lograrse un apoyo más sustancial, no solo económico, sino también político. Puede pensarse, por ejemplo, en proyectos que busquen canalizar de manera positiva los recursos traídos por migrantes internacionales (las llamadas remesas) en una región determinada para que se inviertan en proyectos positivos para la región —como los de turismo alternativo—, en vez de estar esencialmente dirigidos al consumo inmediato como suele ocurrir en México. 3.8 Articular y fomentar el intercambio entre proyectos Una manera alternativa de concebir una mayor escala es favorecer los intercambios entre proyectos. Puede observarse que estos a menudo derivan de acciones individuales de comunidades y/o de organismos específicos. Los efectos son menores, actúan un poco como microfisuras en el monolito del turismo tradicional. Sin embargo, la articulación de proyectos que buscan su complementariedad y el intercambio de experiencias pueden proporcionar el sustrato de un modelo turístico completamente diferente, sobre todo si intervienen colectivamente como parte de un espacio regional delimitado. 3.9 Impulsar la creación de redes de proyectos Se ha repetido hasta la saciedad que las redes son las nuevas formas de organización de las sociedades, pero se requiere mucho tiempo para que estas se consoliden en la práctica. Deben montarse no solo sobre proyectos concretos, como prácticas de un turismo diferente, sino también como una forma de articulación de las organizaciones y agencias locales, y de la cooperación internacional. Este es, además, uno de los objetivos del simposio que dio lugar a este texto: reunir a los interesados en estos nuevos modelos de turismo para presionar hacia una mejor cooperación entre ellos. No obstante, las redes también tienen reglas de funcionamiento específicas y es muy frecuente observar tendencias hegemónicas perfilarse en agrupaciones de grupos de interés, lo que contradice la intención de trabajar en red, es decir, horizontal más que verticalmente. Por tanto, deben discutirse, para asegurar una cooperación internacional efectiva, las condiciones para una acción conjunta y democrática en el interior de la red y, además, hacia sus beneficiarios. Una vez más, el tema de la ética del desarrollo debería aflorar en estos debates. 58 Un punto de inflexión en los modelos turísticos: la dimensión local y la cooperación internacional 3.10 Provocar una asociación con la universidad local No puede negarse que los universitarios, así como aquellos que intervienen directamente en los proyectos, pueden ser propensos a apoyar nuevos enfoques de turismo, más democráticos, solidarios, humanos y sostenibles. La asociación de un proyecto individual con una o varias universidades puede representar una garantía de buenas prácticas, ya que puede realizarse un seguimiento imparcial del proyecto, contratar a profesores y estudiantes en esos proyectos, o simplemente servir como detonadores de útiles reflexiones sobre el tema. A modo de conclusión El mundo que queremos ver florecer debe ser muy diferente del que nos lega la modernidad y esa sed de ganancias que han motivado tantos trastornos del planeta desde hace dos siglos. Si bien pudiera parecer importante antes de nada transformar las empresas, el trabajo, las universidades o el sistema político, entre otros, no puede descuidarse la necesidad real e inmediata de transformación de las prácticas turísticas. No debe partirse de sus virtudes supuestas, que se fundamentan en el dinero, la generación de empleo y el crecimiento del producto interno bruto, sino de esos otros valores a menudo señalados, pero siempre alejados en la práctica, valores que reclaman una mayor solidaridad, la consolidación de los más débiles y una ética creciente en nuestra relación con el otro y con la naturaleza. Un turismo más responsable es, sin duda, uno de los pilares de un nuevo diseño de un mundo más ético y, en este sentido, la cooperación internacional es un primer paso en esta dirección. Bibliografía BLáZQUEZ, M. (2015): «Turismo y desarrollo, el papel de los hoteleros baleares», en D. HIERNAUX (comp.): Turismo, sociedad y territorio: una lectura crítica (libro homenaje a Manuel Rodríguez Woog), Querétaro: Universidad Autónoma de Querétaro, Editorial Universitaria, Colección Academia, serie Nodos, pp. 589-639. HIERNAUX, D. (1999): «Cancun Bliss», en D. JUDD y S. 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(2015): Turismo, sociedad y territorio: una lectura crítica (libro homenaje a Manuel Rodríguez Woog), Querétaro: Universidad Autónoma de Querétaro, Colección Academia, serie Nodos. — (2015): «Fantasías, sueños e imaginarios del turismo contemporáneo», en Turismo, sociedad y territorio: una lectura crítica (libro homenaje a Manuel Rodríguez Woog), Querétaro: Universidad Autónoma de Querétaro, Colección Academia, serie Nodos, pp. 65-96. HIERNAUX, D. y GONZÁLEZ, C. I. (2015): «Patrimonio y turismo en centros históricos de ciudades medias ¿Imaginarios encontrados?», Urbs, Revista de estudios urbanos y ciencias sociales, vol. 5, 2, pp. 111-125. JIMÉNEZ MARTÍNEZ, A. (1992): Turismo, estructura y desarrollo, México: McGrawHill. JIMÉNEZ (2005 [1998]): Desarrollo turístico y sustentabilidad: el caso de México, México: Miguel Ángel Porrúa. LÓPEZ LEVI, L. (coord.) 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(1988): Historia institucional del turismo en México (19261988), México: Asociación Nacional de Egresados de Turismo, AC. 60 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión* Ernest Cañada Alba Sud ernest@albasud.org Resumen El fuerte crecimiento que ha experimentado el turismo en Centroamérica desde los años dos mil ha convertido esta actividad en una de las bases de las economías centroamericanas. A medida que el turismo ha ido configurándose como la principal actividad en determinados territorios rurales costeros, estos se han reorganizado en función de las lógicas de acumulación turísticas. Así, se propondrá un esquema interpretativo de las relaciones entre comunidades rurales y costeras y el capital turístico que tiene en cuenta las disputas y los conflictos que se producen en el territorio y que pueden dar lugar a distintos resultados. En primer lugar, se identificarán los procesos de desposesión de recursos naturales esenciales y la desarticulación de la territorialidad asociada a las economías campesinas y pesqueras existentes; en segundo lugar, se describirán las dinámicas migratorias provocadas por la expulsión de la población rural y por la atracción de nuevos habitantes, tanto trabajadores como nuevos residentes; y finalmente, en tercer lugar, se analizarán las nuevas dinámicas laborales generadas por el turismo, que en su mayoría tienen un carácter subordinado, por el que la población local ocupa los puestos más bajos en la nueva estructura laboral. Palabras clave: acumulación por desposesión; capital turístico; Centroamérica; conflictividad; despojo; explotación laboral; migración; territorios costeros; trabajo turístico; turismo. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Ernest Cañada Expansión turística en Centroamérica El turismo en Centroamérica ha experimentado un fuerte crecimiento desde principios de la década de los años dos mil. Los datos oficiales disponibles a través de la Secretaría Técnica del Consejo Centroamericano de Turismo (CCT) del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) muestran el protagonismo del sector en la economía de todos los países de la región (Arias y Muñoz, 2007). Si en el año 2002 llegaron a Centroamérica unos 4,5 millones de turistas, en 2013 sobrepasaban ya los 9 millones (SITCA, 2013 y OMT, 2015). De estos turistas que llegaron a la región, el grupo principal lo constituyen los países de Centroamérica, lo que releva también comportamientos de movilidad transfronteriza entre países vecinos y actividades comerciales más que propiamente turismo. Sin embargo, el segundo gran colectivo procede del mercado norteamericano, por su proximidad geográfica (SITCA, 2013). Por su parte, los datos relativos a los ingresos económicos generados por el sector también muestran en términos globales un comportamiento al alza, prácticamente triplicándose en esa década. Si en 2002 los ingresos económicos generados por el turismo lograban los 3 200 millones de dólares, en 2012 superaban los 9 600 millones, con ascensos en todos los países (SITCA, 2013). La crisis económica internacional tuvo repercusión en el ámbito turístico con una caída de los ingresos entre 2008 y 2010, que repuntaron a partir de 2011. Destaca la incidencia que tuvo la crisis en países como Costa Rica y El Salvador, con una significativa contracción en sus ingresos. En el primer caso, su economía estaba claramente vinculada a mercados emisores con especiales dificultades en esos años, como Estados Unidos y Europa, y en el segundo, su economía se encontraba especialmente vinculada con el turismo de negocios, que se mostró más sensible a la caída general de la actividad económica. En cualquier caso, destaca el aumento generalizado de ingresos económicos generados por el turismo para todos los países y, a su vez, la relativamente rápida recuperación relacionada con la crisis que tuvo lugar. En lo que respecta al aporte del turismo al PIB, en algunos países de la región se ha vivido un crecimiento muy significativo. Así, por ejemplo, en Costa Rica la participación del turismo en el PIB en 1980 era de un 1,9 % y una década después, en 1990, se había elevado al 4,8 %, y en 1996, se situaba ya tres puntos por encima, en un 7,8 % (Hidalgo, 2000). Para el conjunto de la región, a finales de los dos mil esta participación se había consolidado ya entre un 5 % y un 6 % (a pesar de la reducción vivida en Costa Rica en esos últimos años) (SITCA, 2013). No obstante, más allá del peso que adquirió en esos años el sector turístico en las economías centroamericanas, aún es más relevante su protagonismo en el proceso de transformación estructural del modo de integración de la región en la economía internacional que se gestó entre finales de los años setenta y la primera década de los dos 62 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión mil. Los datos comparativos entre 1978 y 2006 de las fuentes de generación de divisas muestran las dimensiones del cambio experimentado. Si en 1978 más del 70 % de las divisas que entraban en la región procedían de la agroexportación tradicional, basada en el algodón, el plátano, el azúcar, el café y la carne principalmente, 30 años después se ha pasado a un modelo de inserción en la economía internacional más complejo, con predominio de las remesas, la exportación de productos agrícolas tradicionales y no tradicionales, la maquila y el turismo. En ese momento, la generación de divisas por medio de la agroexportación tradicional se redujo significativamente en todos los países, desde el más bajo, con un 4 % en El Salvador, hasta el 18 % que aún concentra Nicaragua. Por el contrario, la principal fuente de divisas en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua son las remesas que envía la población migrante, con porcentajes que van desde el 34 % en Nicaragua al 55 % en El Salvador. Asimismo, el turismo adquiere cierto protagonismo de forma significativa en todos los países de la región: 23 % en Costa Rica, 17 % en Nicaragua, 15 % en Honduras, 13 % en El Salvador y 12 % en Guatemala (Rosa, 2008). El turismo se convierte así en un activo destacado de las economías de Centroamérica, aunque con asimetrías en su comportamiento por país, tal como destaca el Programa del Estado de la Región: «Mientras Panamá recibió en el 2011 el 17 % de turistas que visitaron Centroamérica y obtuvo el 27 % del total de ingresos regionales, Nicaragua recibió el 12 % del total de visitantes, pero obtuvo tan solo el 5 % del total de las divisas generadas por el turismo a nivel regional» (PEN, 2013: 51). Aun así, la dinámica general es la de una presencia consolidada en el conjunto de las economías. Factores que contribuyeron al boom turístico Este crecimiento del turismo durante poco más de una década no puede entenderse sin la coincidencia de una serie de factores interrelacionados y complementarios. Además de la voluntad de determinados actores (como los gobiernos de la región o las grandes capitales regionales y transnacionales), coinciden también circunstancias históricas internas y externas que han favorecido la emergencia de la región como destino turístico. Sintéticamente, se identificarán los siguientes: a) La pacificación (relativa) de la región Desde mediados de los años sesenta y durante toda la década de los ochenta, la mayoría de países de Centroamérica se vieron envueltos en conflictos armados, con una importante presencia e injerencia por parte de los Estados Unidos, o bien sirvieron como retaguardia y base logística para alguna de las partes enfrentadas. Guatemala estuvo en guerra entre 1964 y 1996; Nicaragua, entre 1977 y 1979 y, posteriormente, entre 63 Ernest Cañada 1981 y 1989; y El Salvador, entre 1981 y 1992. Por su parte, países como Honduras y Costa Rica se vieron involucrados durante los años ochenta en la guerra de agresión que sufrió Nicaragua, con la presencia de cuerpos armados de la contrarrevolución. Al mismo tiempo, Nicaragua en esos años fue refugio para guerrilleros de El Salvador y Guatemala, así como para la población civil desplazada por la violencia del conflicto armado salvadoreño. En este contexto, mientras desde los años sesenta y setenta, México (HiernauxNicolas, 2006 y Arnaiz y César-Dachary, 2009) y otros países caribeños, como la República Dominicana (Isa, 2011) o Cuba (Salinas y Salinas, 2008 y Navarro, 2011), ponían las bases para su actual desarrollo turístico, con apuestas políticas internas y vinculadas también a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos, que les dieron un mayor impulso (Hiernaux-Nicolas, 1999), Centroamérica seguía condicionada por la guerra, que hacía muy difícil cualquier actividad turística con una cierta dimensión. La relación entre turismo y seguridad es especialmente sensible, tal como lo ha reconocido la Organización Mundial del Turismo (OMT, 1997). No fue hasta 1987, con la firma del Acuerdo de Esquipulas II por parte de los presidentes de Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras, que se inició el proceso de pacificación de la región. Esta iniciativa facilitó las negociaciones entre el Gobierno de Nicaragua y la contrarrevolución a partir de 1988, que posibilitaron el final de un conflicto iniciado poco después del triunfo de la Revolución sandinista en 1979, y que había dado pie a una importante presencia de tropas contrarrevolucionarias asentadas en territorio hondureño y, en menor medida, en Costa Rica, desde donde se desarrollaban actividades de entrenamiento, apoyo logístico y se diseñaban operaciones militares. En El Salvador, el Acuerdo de Paz de Chapultepec, entre el Gobierno y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), se firmó en 1992, lo que supuso la finalización de una guerra que había durado 12 años. Por su parte, en Guatemala, los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y la guerrilla de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), que terminaban con 36 años de guerra, no se firmaron hasta el mes de diciembre de 1996 (Martí, 2002 y Martí y Sánchez-Ancochea, 2014). 64 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión b) Políticas públicas orientadas al crecimiento del sector Los gobiernos centroamericanos consideraron desde principios de los años noventa que el turismo era un sector estratégico, y se comprometieron con una «integración turística regional, que permita unir nuestros recursos, voluntades y esfuerzos, a fin de proyectar ante el mundo la imagen y ventajas de ofrecer un destino turístico regional único», tal como asumieron en la Declaración de Montelimar, firmada durante la XVIII Reunión de Presidentes Centroamericanos reunidos en el Hotel Barceló-Montelimar, en Nicaragua, el 9 de mayo de 1996. De este modo, impulsaron la promoción intrarregional, la comercialización de paquetes turísticos, la creación de legislación, políticas e incentivos a la inversión extranjera; y finalmente, la cooperación con el sector privado (Gómez, 2008). Esta orientación de las políticas públicas a favor del turismo fue parte de la transformación del modelo de desarrollo económico que se produjo entre los años ochenta y noventa en Centroamérica. En este nuevo esquema de actividades potencialmente capaces de generar mayores entradas de divisas, como la industria maquiladora o el turismo, fueron privilegiadas por las políticas públicas, frente a otras como la agroexportación tradicional, afectada por la caída de los precios internacionales. Este enfoque tenía mucho que ver con la crisis de la deuda y los planes de ajuste estructural desarrollados bajo la dirección de organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que promovieron actividades económicas con las que estos países pudieran incrementar su capacidad para capturar divisas y hacer frente al pago de la deuda (Dieke, 1995; Hawkins y Mann, 2006 y Konadu-Agyemang, 2001). Una parte de las inversiones necesarias para adecuar infraestructuras, realizar capacitaciones y promover y posicionar el destino se han llevado a cabo gracias a las políticas de cooperación internacional, mayoritariamente con fondos públicos, pero también con la financiación privada. Entre las agencias gubernamentales y multilaterales que han tenido un mayor peso en la región destacan la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ), la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia de Cooperación Internacional de Japón ( JICA), el Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), entre los principales donantes (Nel·lo, 2010). 65 Ernest Cañada c) Una industria turística en transformación Cuando la actividad turística despuntó en Centroamérica a finales de los años noventa, la industria turística global estaba viviendo una importante transformación. En aquel momento el sector tuvo un mayor acceso potencial a capital como no lo había tenido la expansión turística en otros destinos años atrás. En primer lugar, las estructuras empresariales ya no tenían las mismas características ni funcionaban del mismo modo que en años anteriores. Así, por ejemplo, las cadenas hoteleras (que junto con las líneas aéreas y los operadores turísticos constituyen las grandes empresas del sector) se concentran cada vez más en la gestión y administración de hoteles que, aunque llevan su marca, no necesariamente son de su propiedad. A través de los contratos de gestión (management contract), se consolida la tendencia hacia la separación entre la propiedad de los terrenos, los edificios y las infraestructuras de los hoteles y su gestión propiamente. Así, las cadenas hoteleras pueden establecer varios mecanismos de control sobre las operaciones del hotel a través de alianzas estratégicas, franquicias, contratos de gestión o contratos de arrendamiento, entre otros (Buades, 2014; Jiménez-Martínez, 2010 y Fernández, 2011). Este nuevo modelo de gestión empresarial les permite a las empresas con una posición e imagen consolidada exportar su marca al gestionar hoteles que no necesitan adquirir. De este modo, logran ampliar los hoteles que funcionan bajo su marca sin necesidad de invertir para hacerse con la propiedad de los inmuebles, reducen los riesgos derivados de tales inversiones y evitan que sus activos se deprecien significativamente. Por otra parte, la liberalización del comercio de servicios a través de los acuerdos de libre acceso y trato igualitario para servicios turísticos en el ámbito internacional, suscrita en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio y los Servicios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000, propició un marco institucional de seguridad para la inversión extranjera, que facilitó esta expansión internacional (Ecuaciones, 2007 y Suresh, 2007), y consecuentemente, también en Centroamérica. Asimismo, gracias a la financiarización de la economía capitalista en su último periodo, y especialmente antes de la crisis internacional de 2008, hubo una enorme capacidad de movilización de capitales entre distintas partes del planeta y en varios sectores, entre ellos, y de un modo destacado, en el turismo y la construcción (Murray, 2012 y Ramón, 2010). Dentro de Centroamérica también se produjeron cambios significativos en las grandes corporaciones, que permitieron que el propio capital local se fortaleciera en esta apuesta por el turismo. Por un lado, se produjeron importantes trasvases de recursos desde otros sectores que pudieron ser invertidos en el desarrollo de actividades turísticas y residenciales (Baires, 2007 y Segovia, 2005). 66 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión Por otro lado, otra de las fuentes que ha permitido grandes inversiones en actividades turístico-residenciales ha sido la posibilidad de blanquear dinero procedente de actividades ilícitas asociadas, en gran medida, al narcotráfico, con una creciente presencia en Centroamérica (Cañada, 2010 y Cuéllar, 2012). d) Expansión de las «periferias turísticas» Otro factor que ha condicionado el desarrollo turístico de Centroamérica es la dinámica permanente de los capitales por expandirse territorialmente y ocupar nuevos espacios en los que poder garantizar su reproducción. La configuración turística de la región puede entenderse también como el resultado de los intereses externos e internos que coinciden en un determinado momento histórico por la construcción de nuevas áreas, o «periferias», turísticas en un contexto global (Blázquez, 2013; Gormsen, 1981 y 1997; Rullan, 2008 y Turner y Ash, 1991). En este caso, la ubicación relativamente próxima de Centroamérica a centros emisores de turismo tan potentes como Estados Unidos y Canadá, con la posibilidad de vuelos directos a solo dos o tres horas del punto de partida, ha facilitado este desarrollo, aunque también ha tenido un peso significativo el turismo europeo. Inicialmente, el turismo norteamericano tuvo una primera etapa de expansión en los años inmediatamente previos y posteriores a la Segunda Guerra Mundial en Puerto Rico (Mings, 1966) y Cuba (hasta los años previos a la Revolución de 1959) (Salinas y Salinas, 2008). Después continuó en México, con polos de desarrollo en Acapulco, Puerto Vallarta o Cancún, que más tarde, se ampliarían hacia la Riviera Maya y Baja California (Hiernaux-Nicolas, 1999 y 2006, y Arnaiz y César-Dachary, 2009), y en el Caribe, en especial en la República Dominicana (Portoreal y Morales, 2011 e Isa, 2011), y de un modo reforzado, en Puerto Rico (Pantojas, 2006, 2012 y 2014). Cuba tras la caída de la Unión Soviética en 1991 vivió una nueva expansión de la actividad turística, aunque centrada en el mercado europeo y canadiense (Salinas y Salinas, 2008 y Navarro, 2011). Tras la construcción y el desarrollo de estos espacios turísticos en México y el Caribe, a partir de los años noventa, Centroamérica asumió un nuevo protagonismo como centro de atracción del turismo norteamericano. Este proceso de ampliación de las áreas turísticas coincidió con otros que se estaban produciendo esos mismos años, como por ejemplo determinadas áreas del litoral del nordeste brasileño (Gomes, 2014). e) Turistas con interés por Centroamérica Centroamérica se ha visto favorecida por unas especiales condiciones geográficas y climáticas, que han sido especialmente atractivas para un segmento de la población nor- 67 Ernest Cañada teamericana potencialmente interesado en la región. Entre ellos, destaca especialmente la demanda de viviendas de segunda residencia por parte de la generación del baby boom de Estados Unidos y Canadá, que durante años ha encontrado en Centroamérica viviendas más baratas que en su país, facilidades para obtener créditos y la posibilidad de desplazarse relativamente rápido, con viajes en avión de menos de dos o tres horas desde su lugar de origen, además de un clima favorable (Glover y Prideaux, 2009). También cabe señalar que en algunos países ha jugado en contra la existencia de altos niveles de pobreza, la falta de suficientes infraestructuras (en especial en el ámbito de la salud y las comunicaciones) y la inseguridad. No obstante, además de la generación del baby boom, Centroamérica ha resultado muy atractiva también para otros turistas, en especial para aquellos que querían huir de destinos ya masificados en busca de territorios más vírgenes que ofrecían la posibilidad de vivir experiencias más «auténticas». Para este segmento de turistas potenciales, Centroamérica estaría ofreciendo posibilidades que otros destinos más consolidados ya no podrían brindar. Relaciones entre las comunidades rurales y el turismo A medida que el turismo en Centroamérica configura la principal actividad en determinados territorios rurales costeros, estos se reorganizan en función de las lógicas de acumulación turísticas, y las comunidades rurales previamente ahí asentadas tienen que relacionarse e interactuar con una nueva dinámica económica en un proceso de transformación que puede ser variable en ritmos e intensidades. Se diluyen, entonces, los vínculos y mecanismos de supervivencia de anteriores modos de acumulación, asociados a la hacienda en combinación con múltiples formas de economía campesina, o de áreas marginales en los procesos de acumulación que habían dejado grandes posibilidades de autonomía económica para poblaciones en muchos casos marginales. En este proceso de reorganización espacial es necesario diferenciar múltiples escalas: por un lado, está el territorio rural en el que se produce ese proceso histórico de transformación. Sin embargo, este espacio no es ocupado en su totalidad ni al mismo tiempo por la nueva dinámica turística. De este modo, coexisten con mayor o menor intensidad las anteriores dinámicas económicas con el proceso de construcción y articulación del nuevo espacio turístico dentro de ese territorio rural, a la vez que empieza a operar y generar actividad mientras sigue en curso este proceso de transformación del territorio para hacerlo funcional a las necesidades de los capitales turísticos. No obstante, a medida que avanza el proceso, y dependiendo de múltiples factores, las comunidades rurales se ven sometidas a un proceso de transformación radical de naturaleza violenta que conlleva un progresivo proceso de descampesinización e in- 68 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión tegración de forma subordinada en las nuevas actividades o la migración y la inserción en otros espacios urbanos o periurbanos (Gascón y Ojeda, 2014). Más allá de los análisis de repercusión, que tienden a una lectura unidireccional de los procesos históricos, se propone un esquema interpretativo que tenga en cuenta las dinámicas de cambio, las disputas y los conflictos que se producen en el territorio y que pueden dar lugar a resultados diversos, y la generación de nuevos escenarios posibles, no necesariamente coincidentes entre sí y, en ocasiones, también contradictorios. Esta interpretación de las relaciones entre turismo y comunidades rurales queda resumida en el siguiente esquema. Figura 2. Esquema de la relación entre turismo y comunidades rurales. Fuente: Elaboración propia. Pieza 1. El capital y las políticas que facilitan su movilización La relación entre turismo y comunidades tiene lugar, en primera instancia, en el marco de los territorios rurales que se ven sujetos a un proceso de transformación por la penetración del capital turístico e inmobiliario. Esta presencia creciente de capitales externos, tanto nacionales como extranjeros, o en alianza, va precedido y acompañado de una serie de políticas y estructuras institucionales que le dan cobertura, facilidades y apoyo a través de múltiples mecanismos e instrumentos, común por otra parte en la historia de la globalización de la industria turística (Fernández y Ruiz, 2010). De hecho, durante las últimas dos décadas todos los países de la región se han dotado de un marco legislativo que favoreciera las inversiones (cuadro 1), a excepción 69 Ernest Cañada de Costa Rica, donde los inversionistas nacionales y extranjeros están en igualdad de condiciones, según el artículo 19 de la Constitución (CEPAL, 2001: 46). Cuadro 1. Leyes de promoción de inversiones por país. País Leyes de promoción de la inversión Guatemala Ley de Zonas Francas (1989), Ley para la Actividad Exportadora y Maquila (1989), Ley Forestal (1996), Ley de Minería (1997), Ley de Comercialización de Hidrocarburos (1997), Ley de Inversión Extranjera (1998), Ley de Libre Negociación de Divisas (2000). Honduras Ley de Inversiones (1992), Ley de Incentivos al Turismo (1998, reformada en 2002), Ley de Simplificación Administrativa (2002), Ley de Protección y Promoción de Inversiones (2011), Ley de Promoción de Alianzas Público-Privadas (2010). El Salvador Ley de Zonas Francas Industriales y de Comercialización (1998), Ley de Inversiones (1999), Ley de Turismo (2005), Ley de Servicios Internacionales (2007), Ley de Estabilidad Jurídica para las Inversiones (2014). Nicaragua Ley de Inversión Extranjera (1991), Ley de Incentivos a Zonas Francas (1991), Ley de Incentivos Turísticos (1999), Ley de Inversión Extranjera (2000), Ley Especial sobre Exploración y Explotación de Minas (2001), Ley de Residentes, Pensionados y Retirados (2002), Ley de Conservación, Fomento y Desarrollo Sostenible del Sector Forestal (2003), Ley de Incentivos de Energías Renovables (2005). Costa Rica Ley de Incentivos para Desarrollo Turístico (1985), Ley de Zonas Francas (1990, modificada en 2010). Panamá Ley de Estabilidad Jurídica de las Inversiones (1998), Ley Sede Regional de Empresas Multinacionales (2007), certificados de fomento industrial y fomento a las agroexportaciones (2009). Fuente: Elaboración propia basada en CEPAL, 2001 y Cuéllar, 2012. Asimismo, el turismo ha sido una de las actividades económicas a las que más atención se ha prestado en las legislaciones para promover la inversión extranjera. En tres países, Honduras, El Salvador y Nicaragua, se han promulgado leyes específicas sobre inversión turística, y en Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador aparece destacado como sector estratégico entre las agencias de promoción de la inversión. Estas iniciativas legislativas han concedido importantes ventajas a la inversión turística, como, por ejemplo, las múltiples exoneraciones de impuestos que otorgó la Ley de Incentivos al Turismo de Honduras, de 23 de abril de 1998 (n.º 314-98), reformada el 5 de junio de 2002 mediante decreto (n.º 194-2002). Así, el artículo 5 de esta ley estable una serie de incentivos en forma de exoneraciones al pago del impuesto sobre la renta durante 10 años a partir del inicio de operaciones en proyectos nuevos, 70 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión así como del pago de impuestos para la importación de bienes y equipos nuevos necesarios para la construcción y el inicio de operaciones, de vehículos automotores nuevos (bus, pick-up, camión, etc.), aeronaves o embarcaciones, o material impreso para promoción o publicidad y también para reposición por deterioro de bienes y equipos por un periodo de 10 años. Algo similar ocurre en Nicaragua con la Ley de Incentivos para la Industria Turística (Ley n.º 306), publicada el 21 de junio de 1999. En el capítulo III de esta ley, se establece, por ejemplo, la exoneración de los derechos e impuestos de importación y/o del impuesto de valor agregado (IVA) en la compra local de enseres, muebles, equipos, naves, vehículos automotores usados en la operación turística, o equipos que contribuyan al ahorro de energía y agua, o relacionados con la seguridad por un plazo de 10 años desde el inicio de operaciones (art. 5.1.2); o bien, la exoneración del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) empleados en la actividad turística por un plazo también de 10 años (art. 5.1.3); o la exoneración del 80 % del impuesto sobre la renta durante 10 años desde el inicio de las operaciones (art. 5.1.5). En el caso de El Salvador, la Ley de Turismo, promulgada el 20 de diciembre de 2005 (n.º 899), establece en su artículo 36 que toda nueva inversión que se considere de interés turístico con un monto de capital propio como mínimo de 50 000 dólares durante un plazo de cinco años tendrá derecho a una serie de incentivos en forma de exenciones sobre el impuesto de transferencia de bienes raíces que estén afectando a la compra de los inmuebles destinados al proyecto; sobre la importación de bienes, equipos y accesorios, maquinaria, vehículos, aeronaves o embarcaciones para cabotaje, así como sobre los materiales para la construcción del proyecto, con la consideración de que el monto exonerado no puede ser superior al 100 % del capital propio invertido; sobre el impuesto sobre la renta por un periodo de 10 años a partir del inicio de las operaciones; y exenciones parciales sobre los impuestos municipales sobre actividades turísticas, hasta un 50 % de su valor. Los tratados bilaterales de inversión que desde mediados de los años sesenta han firmado los gobiernos de los países de la región con otros países del mundo y los tratados de libre comercio que empezaron a suscribirse a partir de 1995 han sido otras de las vías usadas para promover la inversión extranjera (CEPAL, 2001). Una de las principales garantías para los inversionistas extranjeros la constituye el hecho de que todos los países de Centroamérica suscribieran y se integraran en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), una institución del Grupo Banco Mundial, con sede en Washington, creado a instancias del Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de Otros Estados en vigor desde 1966. Así, Costa Rica firmó este acuerdo 71 Ernest Cañada en 1981, El Salvador en 1982, Honduras en 1986, Guatemala en 1995, Belice en 1986, Nicaragua en 1994 y Panamá en 1995. Igualmente, se crearon una serie de agencias estatales de promoción de la inversión en las que el turismo asumió también un especial protagonismo. Cuadro 2. Agencias de promoción de inversiones y sectores estratégicos por país. País Año de creación Agencia Sectores estratégicos para invertir Costa Rica Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE) 1984 Centros de contacto y servicios empresariales compartidos, manufactura avanzada (telecomunicaciones, software, componentes electrónicos, automotriz, dispositivos médicos) y tecnologías limpias. Honduras FIDE, Inversión y Exportaciones 1984 Agroindustria, turismo, manufactura textil, servicios, forestaría, infraestructura, energía y turismo. Guatemala Invest in Guatemala 1997 Agroindustria e industria forestal, manufacturas, turismo, servicios empresariales a distancia (call centers), energía, minería, petróleo y gas. Nicaragua ProNicaragua 2002 Textiles y confección, turismo, servicios empresariales a distancia, manufactura ligera y ensamblaje, agroindustria e industria forestal, y energía. Panamá Dirección Nacional de Promoción de la Inversión y Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones (PROINVEX) 2010 No se identifican sectores estratégicos específicos. El Salvador Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA) 2011 Aeronáutica, agroindustria, electrónica, servicios empresariales a distancia, textiles especializados y confección, y turismo. Fuente: Cuéllar, 2012: 18. Por su parte, capitales de la propia región pudieron ser movilizados para invertir en otras actividades, como ocurrió en El Salvador, que entre 2005 y 2007 vendió 72 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión a corporaciones extranjeras cuatro de sus principales entidades bancarias (Comercio, Agrícola Comercial, Cuscatlán y Salvadoreño) por un valor total cercano a los 2 600 millones de dólares (Baires, 2007); o en Nicaragua con la venta del Banco de América Central BAC-Credomatic del Grupo Empresarial Pellas por un total de 1 920 millones de dólares (Navas, 2010). Desde años atrás, el capital centroamericano había empezado a aumentar sus dimensiones y a regionalizarse. Esta dinámica se vio favorecida por el proceso de integración regional que se inició a principios de los años noventa. Los grupos económicos nacidos en la región ya no tenían su base de acumulación en la agroexportación tradicional, como hacía décadas, sino en otros sectores más dinámicos (las finanzas, el transporte, la maquila y otras actividades industriales, el turismo, la construcción, la agroindustria y el comercio) y consideraban que su espacio natural de acumulación era el mercado centroamericano. Todo esto dio lugar a que desde la década de los dos mil estos grupos empresariales de origen centroamericano se encontraran ya altamente diversificados, muy interrelacionados con otras empresas, y su ámbito geográfico de actuación era de carácter regional. Cuadro 3. Grupos empresariales centroamericanos en los sectores turístico e inmobiliario. Grupo Propiedad País de origen AGRISAL Familia Meza Ayau El Salvador De Sola Familia De Sola El Salvador Poma Familia Poma El Salvador Simán Familia Simán El Salvador TACA Familia Kriete El Salvador Cervecería Centroamericana Familia Castillo Guatemala La Fragua Familia Paíz Guatemala Pantaleón Familia Herrera Guatemala CRESSIDA Familia Facussé Honduras Motta Familia Motta Panamá BANISTMO Familias Ballarino y Lewis Galindo Panamá Pacific Familia Hollman Nicaragua Grupo Pellas* Familia Pellas Nicaragua Fuente: Segovia, 2005: 535-539. *Se añade el Grupo Pellas, no incluido en la fuente original. 73 Ernest Cañada Un ejemplo paradigmático de la evolución y regionalización de los grupos empresariales centroamericanos en su transición hacia las actividades turísticas es el Grupo Pellas, de Nicaragua. Este conglomerado empresarial ha desarrollado actividades vinculadas a la banca, al azúcar, al ron, al etanol, a los medios de comunicación, a los seguros, a los cítricos, a la atención a la salud, a los concesionarios de automóviles y, más recientemente, al turismo. Este grupo, consciente de que «la crisis financiera se ha convertido en una oportunidad», según declaraba en su página web, apostó por la inversión en la construcción de tres grandes proyectos turístico-residenciales en alianza con otros capitales de la región en Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Su estrategia de expansión regional se concretó con la creación en el año 2005 de Pellas Development Group (PDG), «una unidad especializada en inversiones de desarrollo turístico y bienes raíces a lo largo de Centroamérica en conjunto con otros importantes grupos económicos centroamericanos». En Costa Rica, y en alianza con los grupos Durman y Garnier, impulsó el proyecto Santa Elena Preserve, en Guanacaste, en la frontera con Nicaragua, en una extensión de 1 500 hectáreas aproximadamente. El proyecto preveía la construcción de hoteles y residencias. En Panamá, preveían impulsar el proyecto Santa María Golf and Country Club, en Ciudad de Panamá, en alianza con los grupos Motta y Vallarino, con una extensión de 283 hectáreas, destinadas a casas urbanas y campos de golf. Y en enero de 2013, inauguraron el primero de estos grandes complejos turísticos en Guacalito de la Isla, en Tola, Nicaragua, orientado hacia una clientela de alto poder adquisitivo. En la página web del proyecto se anunciaba una inversión de 350 millones de dólares en 10 años, que incluía hoteles, residencias y campos de golf (Cañada, 2013). En algunos lugares con una fuerte intensidad de la actividad turístico-residencial, como en las provincias de Guanacaste y Puntarenas, en Costa Rica, o en el departamento de Rivas, en Nicaragua, y especialmente antes de la crisis económica iniciada en 2008, durante algunos años las expectativas de negocio asociadas a la inversión inmobiliaria eran tan importantes que se generaron fuertes dinámicas especulativas sin que realmente llegaran a ponerse en marcha nuevos negocios turístico-residenciales. En estos casos, las expectativas de ganancia no estaban tanto en la venta de servicios turísticos o de viviendas sino en las posibilidades de incremento del valor del suelo en función de una tendencia al alza de esos terrenos. Un ejemplo al respecto lo brindan las declaraciones de Raül Calvet, representante de Calvet y Asociados, uno de los principales bufetes facilitadores de la inversión residencial en Nicaragua, cuando en 2009 declaraba: «Actualmente existen en Nicaragua 2 000 unidades en el mercado entre todos los proyectos de desarrollo de turismo residencial y no más de un 6 % construido» (El Observador Económico, 18 de diciembre de 2009). 74 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión Esto implica que aunque no llegaran a ponerse en operación todos los proyectos que en algún momento se anunciaron, y que la transformación del territorio, por tanto, no fuera completa, esa dinámica, consistente en poner terrenos a la venta a la espera de su revalorización, paralizaba la posibilidad de realización de cualquier otra actividad productiva. Pieza 2. Procesos de desposesión de recursos naturales esenciales y desarticulación de la territorialidad asociada a las economías campesinas y pesqueras existentes La construcción del espacio turístico implica el despojo de recursos naturales como tierra y bosques, especialmente de manglar, para poder construir las nuevas infraestructuras vinculadas al turismo. Según los contextos históricos e institucionales, el expolio de tierra puede llevarse a cabo de distintas maneras, que pueden ir desde la presión a través del mercado, con procesos especulativos sobre el valor de la tierra, por ejemplo, hasta los cambios normativos en la forma de regular el uso del territorio o el uso de la violencia física. Las dinámicas especulativas de los precios del suelo han acabado favoreciendo el traspaso de la propiedad de la tierra de los actores locales a inversionistas (Bonilla y Mortd, 2011; Gudbjört, 2014; Hunt, 2011 y Rudolf, 2014). Por ejemplo, la evolución del precio de la tierra en el municipio costero de Tola, en Nicaragua, que pasó de 300 dólares la manzana (0,7 hectáreas) a mediados de los años noventa a los 280 000 dólares poco antes de que estallara la crisis económica internacional en 2007, es un ejemplo dramático de esta nueva dinámica (Bonilla y Mortd, 2011). Estos procesos suponen dinámicas similares descritas para otros sectores asociadas a las dinámicas de «acaparamiento de tierra» (Merlet y Jamart, 2009). Paralelamente, la construcción de todos los soportes materiales para poder desarrollar las actividades turísticas en un determinado territorio comporta la destrucción o afectación de importantes ecosistemas, más allá de los terrenos específicos en los que podrían vivir y trabajar las familias campesinas de esos lugares. Así, se han identificado la destrucción de manglares y humedales, la contaminación del agua, la acumulación de residuos sólidos, los movimientos de tierra y la destrucción de cerros para la creación de terrazas, la destrucción y/o fragmentación de los bosques, la acumulación de hierro y cemento, etc. Uno de los ecosistemas más amenazado en particular por la expansión ha sido el bosque de manglar, presente en muchas de las costas tropicales y subtropicales de América Latina, principalmente en México, Brasil y en la mayoría de países centroamericanos y caribeños. Áreas significativas ocupadas por manglares han sido utilizadas 75 Ernest Cañada para construir en ellas, facilitar la accesibilidad entre las zonas construidas y el mar, o incluso se han visto reemplazados por otros entornos naturales más acordes con unos patrones estéticos estandarizados de lo que debería ser el paisaje turístico. De este modo, el crecimiento de la actividad turística en, por ejemplo, la gran área comprendida entre México, el Caribe y Centroamérica, que se ha producido en sucesivas oleadas durante los últimos 40 años, ha ido de la mano de una disminución y degradación de los llamados bosques salados. Su destrucción supone, en primer lugar, un daño ecológico de enormes dimensiones y consecuencias porque constituyen un espacio privilegiado para la reproducción y el refugio de numerosas especies (especialmente peces, caracoles, conchas y cangrejos, pero también aves) y acumulan una gran riqueza en biodiversidad. Incrementa, además, la vulnerabilidad ante el efecto de fenómenos naturales como tormentas, tsunamis y huracanes, cada vez más frecuentes y de mayor intensidad a consecuencia del cambio climático, por constituir barreras naturales de protección o amortiguamiento. No obstante, la pérdida de manglares erosiona también los medios de vida de las poblaciones costeras, lo que las empobrece y dificulta que puedan mantenerse en sus territorios. Esos bosques sirven de base alimentaria para muchas poblaciones costeras, tanto por la recolección de conchas, caracoles, cangrejos y jaibas como por la pesca artesanal. Es también de donde extraen materias primas para, entre otros, elaborar sus medios de transporte y construcción, habiéndose desarrollado toda una cultura material y una identidad asociada al bosque de mangle. Su pérdida se convierte, por tanto, en un factor de descampesinización al destruir las bases materiales sobre las que se asientan y reproducen las comunidades costeras (Alvarado y Taylor, 2014; Mellado, 2012 y Navarro, 2013). Cuando las iniciativas turísticas empiezan a operar, el agua se convierte también en objeto de competencia, dadas las necesidades de los complejos turístico-residenciales frente al uso doméstico o el riego de sus cultivos. Así, las nuevas actividades generan una fuerte demanda de agua con la que abastecer las nuevas residencias, hoteles, campos de golf y actividades diversas. La escasez de agua en muchas de estas zonas ha comportado el interés de los inversionistas por trasladarla de otras partes, a costa de las necesidades de la población local. La competencia por el uso del agua se vuelve un tema crítico. La provincia de Guanacaste, en Costa Rica, sujeta a un clima tropical seco, con una pluviosidad poco abundante durante parte del año, acumula gran cantidad de conflictos relacionados con la competencia por el agua entre comunidades rurales e inversiones turístico-residenciales hasta el punto de que algunas obras de canalización han puesto en claro riesgo la propia supervivencia de esas comunidades (Fernández, 2009 y Navas, 2015). Por este motivo, la Iglesia católica a través de monseñor Vitorino 76 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión Girardi, de la diócesis de Tilarán-Liberia, reclamaba el 19 de junio de 2009, una moratoria a más concesiones de aguas con fines de explotación turística y comercial: […] hemos constatado también cómo algunas Municipalidades con terrenos costeros dan concesiones de tierras y permisos de construcción a la libre, solamente bajo el criterio económico, desconociendo la capacidad hídrica en la zona o el posible deterioro ambiental que puedan causar dichas obras. Estas en muchas ocasiones son entregadas a la misma persona física, aunque oculta bajo diferentes «personas jurídicas» donde ella sola es «apoderado general». En esta circunstancia «inmoral pero legal» sobresalen varios casos en los que las autoridades municipales en general «se han hecho de la vista gorda», como en El Jobo y Cuajiniquil de La Cruz, Frontera Norte y playas Zapotillal y Nombre de Dios en Huacas de Santa Cruz. Instamos a los Regidores y Alcaldes honestos a revisar las concesiones dadas y en la medida de lo posible rectificar los excesos y abusos denunciados a favor de pocas personas influyentes y en detrimento del patrimonio patrio y de la población en general. Creemos conveniente proclamar de inmediato una «moratoria definitiva a la concesión de aguas con fines de explotación turística y agroindustrial» hasta tanto no exista una planificación del desarrollo que efectivamente responda a criterios de sostenibilidad y que tome en cuenta de forma corresponsable y participativa a las comunidades involucradas (Girardi, 2009: 10). Asimismo, teniendo en cuenta la problemática del agua y otras causas, el obispo Girardi reclamó también una moratoria ante nuevos proyectos turístico-residenciales ante el riesgo de un eventual colapso (Girardi, 2009: 16). Para las comunidades, la afectación de las actividades turísticas en el agua también procede de situaciones de contaminación, especialmente con la canalización de las aguas negras (Fernández, 2009). Uno de los casos más conocidos de este tipo de problemática lo constituye el conflicto que se produjo en el Hotel Occidental Allegre Papagayo, en Guanacaste, en Costa Rica, que en febrero de 2008 fue cerrado por el Ministerio de Salud por contaminación ambiental. Durante el proceso de ampliación del hotel no se habían instalado suficientes plantas de tratamientos de las aguas negras y grises, y estas se llevaban cada día a un vertedero en camiones, pero a causa del mal estado de las carreteras, parte de esas aguas acababan en los caminos, lo que provocó una contaminación ambiental. Gracias a las protestas de las comunidades afectadas y al grupo ecologista Confraternidad Guanacasteca, el caso llegó a los medios de comunicación y provocó la intervención de las autoridades del Estado (Caribbean News Digital, 12 de febrero de 2008). Por otra parte, la forma en la que se impone este nuevo tipo de actividad turístico-residencial desestructura la territorialidad preexistente de las comunidades rura- 77 Ernest Cañada les al promover el desplazamiento de los lugares de vivienda o al impedir el acceso a determinados caminos de paso o a las costas. La concentración de la propiedad de la tierra en manos de los inversionistas turístico-residenciales ha comportado también una importante transformación en los usos del territorio, lo que ha desplazado a la población originaria y a las actividades tradicionales agropecuarias y pesqueras, principales medios de vida de las comunidades locales (Bastos, 2013). En países como Costa Rica, las comunidades costeras se han visto presionadas por los procesos de reordenamiento territorial impulsados por los grandes capitales con el apoyo frecuente de las autoridades públicas, agencias multilaterales y fundaciones vinculadas de una u otra manera a esos mismos capitales. Así, se ha favorecido su desplazamiento de la primera línea de costa, tal como se ilustra en la siguiente fotografía de Costa de Pájaros, en la provincia de Guanacaste, en beneficio de las inversiones turístico-residenciales. La forma en la que durante los últimos años se han ejecutado los planes de ordenamiento territorial de la zona marítimo-costera de Costa Rica a través de planes reguladores, inicialmente financiados por los mismos inversionistas turísticos, y cuando fue declarado inconstitucional por agencias de cooperación internacional son un ejemplo de cómo el Estado actúa a favor de los grandes empresarios frente a las poblaciones costeras. Fotografía 1. Costa de Pájaros, Guanacaste, Costa Rica. Autoría: Ernest Cañada. Con su progresiva separación de las costas y la reubicación en terrenos más distantes, comunidades vinculadas tradicionalmente a los bosques de mangle y a las actividades pesqueras ven limitado el acceso a sus medios de vida. Asimismo, caminos y lugares de paso antes abiertos se ven ahora sujetos a restricciones de paso y a todo tipo de obstáculos. Un ejemplo de estas dinámicas de descampesinización producidas por la introducción del turismo de grandes inversiones se encuentra en la misma provincia de 78 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión Guanacaste, en Costa Rica. La estructura agraria de Guanacaste estuvo dominada hasta principios de los años noventa por grandes haciendas dedicadas a la ganadería y a los monocultivos tradicionales (caña de azúcar y arroz, principalmente) (Cabrera, 2007; Edelman, 1992; Gutiérrez, 1991; Picado y Cruz, 2014; Rodríguez, 1989 y Sequerira, 1985). Las zonas costeras de la provincia jugaban un papel marginal en la economía costarricense, y de hecho, la zona ha sido y sigue siendo la más pobre del país. La población campesina local combinaba los trabajos como jornaleros en estas haciendas con el trabajo en pequeñas explotaciones propias, y existía también un sector importante dedicado a la pesca. A partir de los años noventa, con las políticas de apertura al mercado internacional del Gobierno de Costa Rica, se impulsó el turismo, la agricultura industrial y las tecnologías de la información. Guanacaste concentra en la zona costera el desarrollo turístico-residencial, con fuertes inversiones y facilidades públicas, y en la zona interior, la expansión de los cultivos intensivos (melón, sandía, etc.), además de las actividades tradicionales. El crecimiento del turismo provocó el encarecimiento del precio del suelo y procesos de desplazamiento de la población local, especialmente en primera línea de costa, dedicada a actividades pesqueras. Esto ha dado pie a varios conflictos por la tierra, el agua y frente a la destrucción de los ecosistemas. Asimismo, la región atrae a mucha población migrante de origen nicaragüense para trabajos mal pagados como jornaleros agrícolas y obreros de la construcción que no asume mayoritariamente la población local. Las expectativas especulativas con el valor de la tierra paran muchas de las actividades previas, especialmente fincas dedicadas a la ganadería. En muchos casos, no se genera ningún tipo de actividad. La presión de las actividades turístico-residenciales y la agricultura intensiva, que se nutre de mano de obra barata inmigrante, provoca que mucha de la población local de origen campesino busque trabajo en otros sectores, tal como evidencia la evolución de la población económicamente activa de la provincia, que según datos del censo, entre 2000 y 2011, la población dedicada a la agricultura, la ganadería y la pesca pasó del 26 % al 17 %, mientras que la dedicada al turismo pasó del 20 % al 22 %. Un proceso que la carta pastoral de monseñor Girardi, obispo de la diócesis de TilaránLiberia, describía en los siguientes términos: El «modelo entreguista» de turismo actual cede nuestro patrimonio natural a corporaciones nacionales e internacionales a través de concesiones y/o privatizaciones turísticas. Menos personas trabajan la agricultura en la actualidad. Es lamentable el éxodo del campo a los hoteles que se construyen en la zona costera. Muchas fincas dedicadas tradicionalmente a la agricultura, la ganadería o la conservación han sido vendidas en estos últimos años a consorcios nacionales o a inversionistas extranjeros interesados en desarrollar otro tipo de proyectos (Girardi, 2009: 16). 79 Ernest Cañada Las características del modelo turístico hacen que este nuevo sector tampoco absorba totalmente el empleo que disminuye en otras actividades. Un sector significativo de las comunidades costeras vive en un estado de fuerte pobreza y marginalidad. Comienza a aparecer también la presencia del narcotráfico en la zona, que implica a algunas personas en actividades logísticas en el transporte de droga. En definitiva, el capital turístico necesita crear sus espacios de producción y reproducción, y por tanto, reorganizar y hacer funcional el territorio a sus necesidades. Esto implica un proceso de despojo de los recursos, el deterioro de los ecosistemas y los recursos esenciales y la desarticulación territorial, que pueden entenderse como parte de una lógica de «acumulación por desposesión», descrita por Harvey (2004), fenómeno de naturaleza esencialmente violenta, definida como la «violencia estructural del turismo», por Büscher y Fletcher (2016). Pieza 3. Dinámicas migratorias provocadas por la expulsión de la población rural y por la atracción de nuevos habitantes, tanto trabajadores como nuevos residentes El nuevo espacio turístico provoca una movilidad demográfica en múltiples sentidos. Expulsa, por una parte, a poblaciones campesinas y pesqueras a causa de los procesos de desposesión y, a su vez, atrae fuerza de trabajo para la construcción y los servicios turísticos y auxiliares, en muchas ocasiones procedentes de otras comunidades rurales empobrecidas, que igualmente se han visto desfavorecidas por las políticas neoliberales hacia el agro y la economía campesina, y en disposición, por tanto, de emigrar. En muchos destinos de América Latina, se ha recurrido de forma sistemática a la mano de obra inmigrante de origen extranjero, que se moviliza sin contratos previos, y en muchas ocasiones, en situación de ilegalidad para la construcción de hoteles, viviendas e infraestructuras de diversos tipos para el uso turístico. Son los casos, por ejemplo, de nicaragüenses en Guanacaste, Costa Rica; centroamericanos y mexicanos de estados más pobres en Quintana Roo, México; o haitianos en Punta Cana y Bávaro, República Dominicana (Cañada, 2013). Frecuentemente se ubican en esos nuevos territorios en asentamientos provisionales, autoconstruidos, en condiciones de hacinamiento e insalubridad (Girardi, 2009). A pesar de la poca visibilidad de este tipo de situaciones, algunos episodios trágicos han puesto de relieve públicamente esta realidad. Es el caso, por ejemplo, de la muerte de un trabajador de la construcción el 13 de noviembre de 2008 en Guanacaste a causa de las condiciones insalubres en las que vivía. Rafael Antonio Pérez Sánchez, nicaragüense de 26 años y padre de cuatro hijos, trabajaba en la construcción del Hotel Riu Matapalo. Vivía en un campamento informal con otras 900 personas. 80 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión A causa de una filtración de aguas negras en las fuentes de agua de las que bebían, más de 200 trabajadores enfermaron y él murió «después de soportar cuatro días de dolores estomacales, vómitos y deshidratación, sin probar alimentos, muriendo en la peor soledad» (Girardi, 2009: 15). Indignados, los compañeros del fallecido quemaron un autobús de la empresa de transporte que los llevaba al proyecto de construcción para denunciar la situación en la que vivían, lo que captó la atención de los medios de comunicación e hizo que las autoridades públicas paralizaran temporalmente las obras (Cantero, 2008). Igualmente, el espacio turístico atrae a nueva población de mayor poder adquisitivo, que trabaja como cuadros medios y altos de las instalaciones turístico-residenciales y a los mismos usuarios de estos servicios, tanto de corta duración (turistas) como de media o larga (residentes). Estos cambios poblaciones suponen nuevas dinámicas y procesos de vertebración social, cultural y política (Gascón, 2015; Janoschka y Sequera, 2014 y Noorloos, 2012). La dinámica espacial y social se dualiza entre los lugares destinados a la producción turística y los que garantizan su reproducción (Frausto y otros, 2015). Pieza 4. Integración en las nuevas dinámicas laborales generadas por el turismo, que en su mayoría tienen un carácter subordinado, por el que la población local ocupa los puestos más bajos en la nueva estructura laboral Los empleos creados por el turismo para las poblaciones de las comunidades, tanto del lugar donde se instalan como de las que han venido de fuera, son muy precarios y ocupan los puestos más bajos en la escala laboral, tanto en la construcción como en los servicios de atención al turista (en los ámbitos de la limpieza, como camareros de piso; la recepción, la cocina, el jardín, la seguridad y la vigilancia, y la animación). Los trabajadores habitualmente se ven sometidos a unas condiciones de sobreexplotación laboral: bajos salarios, irregularidad en los pagos, subcontrataciones, acoso policial, inseguridad y riesgo laboral. A su vez, cuentan con débiles estructuras de protección por parte de los ministerios del trabajo y los sindicatos, que sufren sistemáticamente el acoso del empresariado, que dificulta la creación de organizaciones sindicales en las áreas turísticas (Cañada, 2013 e Iglesias, 2008). En algunos lugares, la presencia de organizaciones sociales de la Iglesia sirve prácticamente como único apoyo a estos colectivos de trabajadores. Este tipo de dinámica económica también atrae a algunas personas que tratan de «buscarse la vida» en la economía informal, ofreciendo productos y servicios directamente a los turistas (alimentos y bebidas, souvenirs, artesanías, masajes, entre otros). 81 Ernest Cañada Sin embargo, su acceso a los turistas no siempre resulta sencillo a causa de las dinámicas de restricción y privatización generadas por unas formas de desarrollo turístico de carácter excluyente, y que metafóricamente se han podido etiquetar como «búnker playa-sol» (Blázquez y otros, 2011). Un ejemplo de este tipo de situaciones se pone en evidencia en la manifestación frente al Hotel Riu por vecinos de Playa Matapalo, en Guanacaste, en protesta por el hecho de que la empresa impedía el acceso libre a la playa que había frente al hotel, con lo que los vendedores ambulantes no podían acceder a los turistas. La marcha se realizó el 1 de marzo de 2010 y fue organizada por la Confraternidad Guanacasteca, la Federación Conservacionista (FECON) y la Federación de Estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCR) (Navarro, 2013). Fotografía 2. Manifestación frente al hotel Riu en Playa Matapalo, 1 de marzo de 2010. Autoría: Cristina Robles, de Kioskos Ambientales (UCR). Autoría: Cristina Robles, de Kioskos Ambientales (UCR). Conclusiones Estos tres procesos de transformación provocados (desposesión de recursos, movilidad poblacional y subordinación laboral) refuerzan los procesos de descampesinización y dominación de las poblaciones rurales (tanto originarias de esos lugares como las que se han trasladado de otras comunidades), en territorios rearticulados bajo la hegemonía de los capitales turístico-residenciales. Los intentos proclamados de algunas agencias de cooperación y centros de investigación de vincular a las comunidades con los capitales turísticos más activos como forma de superar la pobreza (pro-poor tourism), en realidad, no solo no la han reducido, 82 Turismo y comunidades rurales en Centroamérica: un proceso de desposesión especialmente en términos relativos, sino que han dado lugar a mayores procesos de subordinación y al incremento de las desigualdades y capacidades de decisión política sobre su entorno (Cicci y Hidalgo, 2013 y Gascón, 2011). En algunos territorios no centrados en los procesos de acumulación de carácter turístico-residencial, más allá de los procesos más tradicionales de «domesticación» del turismo rural (Monterroso y Zizumbo, 2010), han surgido otras formas de organizar la actividad turística, en las que las comunidades rurales, como el turismo rural comunitario, han tenido mayores beneficios que bajo el esquema dominante descrito. Se entiende como tal un modelo de gestión de la actividad turística en la que las poblaciones rurales organizadas colectivamente de distintas formas tienen un mayor protagonismo y capacidad de control sobre el diseño, la organización, el desarrollo, la gestión y la distribución de los beneficios de la actividad turística (Cañada, 2013). Sin embargo, más que de una alternativa en sí misma, la evolución y el éxito comercial de algunas iniciativas turísticas alerta más bien de la creación de un nuevo espacio de disputa entre el control comunitario y las necesidades y exigencias del capital turístico para poder integrar en su oferta nuevas posibilidades de experiencias en un mercado turístico posfordista cada vez más segmentado y particularizado (Cohen, 2005). De este modo, lo que en algún momento podía pensarse bajo una lógica de relación totalmente distinta a la hegemónica, hoy se abre a nuevas fuentes de conflicto entre la autonomía de las economías de base comunitaria y su subordinación a los capitales turísticos dominantes como, por otra parte, ocurre habitualmente con las expresiones populares de organización del turismo (Prieto, 2011). 83 Ernest Cañada Referencias bibliográficas ALVARADO, N. A. y TAYLOR, M. J. (2014): «¿Del mar quién es dueño? 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Las reflexiones se centrarán en América Latina, especialmente en el Caribe y Mesoamérica, para acabar identificando algunas acciones que permitan construir estrategias para afrontar este desafío. Palabras clave: turismo; cambio climático; estrategias de adaptación y mitigación. Abstract he accelerated emissions of greenhouse gases increase have generated climate change, which is the most important environmental process of the last century on the planet. his article analyzes the dynamics of climate change and its main socio-environmental impacts from the perspective of its relationship with the tourist system, which is part of the causes of emissions and is transformed by it. he analysis is organize on three main axes of transformations of climate change on tourism: the climate pattern, the indirect effects of environmental change and adaptation and mitigation of climate change. Reflections is focus on Latin America, especially in the Caribbean and Mesoamerica, and finally identifying some actions to define strategies to face this challenge. Keywords: Tourism, climate change, adaptation and mitigation policies. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Carlos Moreira Beita Introducción El turismo es una de las actividades económicas de mayor crecimiento en el planeta, alcanzó 1 133 millones en 2013, de los cuales 181 millones visitaron las Américas (figura 1), con un 15,5 % del sector en el ámbito mundial. Esta es una actividad relativamente reciente para la mayoría de países de América Latina, que se fundamenta en una variedad de recursos (cultura y naturaleza), lo que tiene una gran relevancia en sus economías, puesto que es la principal fuente de ingresos para la mayoría de países del Caribe y una de las que tiene más importancia para el resto de naciones, especialmente en la región mesoamericana, que presenta unos niveles de pobreza y exclusión muy altos. Por ello, el turismo es un sector estratégico y sensible que determina sus condiciones de desarrollo. Sin embargo, el dinamismo de este sector está amenazado por el incremento acelerado de los gases de efecto invernadero, que ha generado el proceso de cambio climático que arremete con transformar la dinámica socioambiental del planeta. Basado en esta preocupación, este artículo analizará a partir de información secundaria las dimensiones de esta situación, centrándose en tres componentes: el patrón climático, los efectos indirectos ambientales del cambio climático y, por último, las políticas de mitigación y adaptación en el sistema turístico. El análisis se concentrará en la situación de América Latina, especialmente del Caribe y Mesoamérica. El objetivo de este artículo es entender la relación entre el cambio climático y el sistema turístico en América Latina para identificar acciones que contribuyan a su mitigación y adaptación. Figura 1. Turistas internacionales en el ámbito mundial y en las Américas (1990-2014). 1200 Millones 1000 800 600 400 200 0 1990 1995 2000 2005 Mundial 2010 2013 2014 Américas Fuente: Organización Mundial del Turismo (OMT, 2015). Fuente: Organización Mundial del Turismo (OMT, 2015). 92 Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina La dinámica del cambio climático en América Latina El cuarto informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, 2007) determina que el calentamiento del sistema climático es evidente dadas las observaciones de las temperaturas globales promedio de la atmósfera, con un aumento de 0,74 o C entre 1906 y 2005. Este es el resultado del aumento de los gases de efecto invernadero de larga duración, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) o el óxido nitroso (N2O), generado por las actividades industriales, agrícolas y domésticas. El efecto invernadero es el proceso mediante el cual la radiación térmica emitida por la superficie terrestre es absorbida por los gases de efecto invernadero atmosféricos, que son irradiados en todas las direcciones devolviéndolos hacia la superficie y la atmósfera inferior, lo que provoca un incremento de la temperatura superficial media. Figura 2. El cambio climático y el turismo. ol M n s as s sca an acia l s aci 2 4 2 a di ac i n s lar Este mismo informe afirma que la mayor parte del calentamiento global Fuente: Elaboración propia. Durante el siglo XX, se presentó un incremento de la concentración de los gases de efecto invernadero causado por la actividad antrópica, aumento que ha sido mayor que cualquier otro durante los últimos 1 300 años, lo que supone un nuevo tiempo geológico, denominado el antropoceno, que transforma los ciclos biogeoquímicos. Al igual que en el resto del planeta, los efectos del cambio climático generan transformaciones aceleradas en las dinámicas socioambientales de América Latina, cuyos efectos principales son los siguientes (Magrin y otros, 2007): • En áreas de climas secos (norte de Chile, la costa peruana, el noroeste de Brasil, el Gran Chaco, el área central, oeste y noroeste de Argentina, así 93 Carlos Moreira Beita como sectores de la costa pacífica de Mesoamérica), desertificación de los suelos, con su respectiva salinización. • Incremento de las inundaciones y el deterioro de los arrecifes coralinos, además de los movimientos en la localización de los bancos de peces. • Extinción y desplazamiento de especies, especialmente de la fauna. • Surgimiento y resurgimiento de enfermedades relacionadas con los insectos como vectores. • Reducción de la producción de alimentos e incremento de la pobreza. De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (2009), los efectos del clima sobre el sistema turístico se concentran en cuatro dimensiones: el patrón climático, los efectos directos del clima, los efectos indirectos del cambio ambiental y el efecto de las políticas de mitigación en la movilidad turística, las cuales se utilizarán en este artículo para ahondar en el análisis; sin embargo, puesto que se considera que el patrón del clima y sus efectos directos están profundamente relacionados, se fundirán en un solo aspecto. a) El patrón climático El turismo fundamenta parte de sus actividades en las condiciones atmosféricas, por lo cual se ha ajustado históricamente a estos patrones, como así lo plantea Gómez (1999) cuando afirma que existe una estrecha relación entre los elementos del clima y las actividades turísticas, debido a su condición espacial, la cual determina su localización, además de satisfacer las necesidades o lo que procura la demanda. De tal forma que uno de los efectos más relevantes en los cambios en los patrones del clima es que afecta directamente a la estacionalidad del producto turístico. Por ejemplo, en el caso del Caribe, la temporada de huracanes se concentra del 1 de julio al 30 de noviembre, que cada vez se muestran más destructivos. La cuantía de los daños se ha doblado en las últimas décadas, pero parece relacionarse con el aumento de la densidad de población y las construcciones cerca de las costas (<www.troposfera.org/conceptos/ calentamiento-global/huracanes-y-cambio climático>), donde se ha concentrado el desarrollo turístico. De acuerdo con Conde y Saldaña (2007), los huracanes han incrementado su frecuencia y severidad en el norte de América Latina y el Caribe. Sin embargo, se presenta un fuerte debate sobre este tema, ya que de acuerdo con el IPCC (2007) se prevé que en el Caribe, las tormentas tropicales sean más frecuentes e intensas, pero se reduzca la probabilidad de que en el siglo XXI se presente una mayor actividad de huracanes. A pesar de esto, existe evidencia de efectos contundentes del cambio climático, como son la carencia de precipitaciones en ciertos periodos, lo que provoca sequias, y la abundancia en otras, que genera una mayor frecuencia de inundaciones. 94 Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina El desarrollo turístico en el Caribe y Mesoamérica se concentra en el litoral, que con un incremento de la temperatura disminuye el nivel freático, lo que está aunado con los considerables volúmenes del recurso hídrico que la infraestructura hotelera tradicionalmente utiliza, provocando una reducción en la capacidad de los pozos. Esta condición incrementa la conflictividad socioambiental, como, por ejemplo, la surgida en la provincia de Guanacaste, en Costa Rica, donde según Picón y Baltodano (2006), el conflicto por el agua se agrava paulatinamente con la cantidad de turistas, lo que eleva el consumo de este recurso y se pronostica que pronto no será suficiente. Esto ha generado un enfrentamiento entre las comunidades locales, las instituciones responsables de la gestión del recurso hídrico y los empresarios turísticos. Indiscutiblemente, el desarrollo turístico, el cual es una actividad económica reciente, requiere volúmenes significativos de agua, el cual se reduce por los efectos del cambio climático, lo que incrementa la conflictividad. b) Efectos indirectos del cambio ambiental La actividad turística fundamenta su proceder en la movilidad para disfrutar algún recurso, lo que genera una huella ecológica que se profundiza por la emisión de CO2, la cual se comprende como la superficie ecológicamente necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano promedio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria para absorber los residuos que este genera (biocapacidad). Los viajes representan el 35 % de la huella ecológica mundial (<footprint.wwf. org.uk>). De acuerdo con un estudio de Líneas Aéreas Americanas (A4A), realizado en diciembre de 2015, los viajes de ocio en avión superaron a los realizados por negocios en Estados Unidos, donde el 48 % viaja por placer, mientras el 31 %, por trabajo, y el 21 %, por asuntos personales (<www.hosteltur.com/116063Viajes-aereos-turismosuperan-negocios-eeuu.html>). Los aviones suponen un 3 % de las emisiones de CO2 en la Unión Europea y, aunque no parezca una proporción relevante, debe considerarse que aumentará de forma considerable en los próximos 50 años hasta representar, según algunas previsiones, el 15 % del total de emisiones (<revista.consumer.es/web/ es/20070701/ medioambiente/ 71694.php#sthash.IjqISjD6.dpuf>). Una de las principales razones del crecimiento de la actividad turística en las últimas décadas es la masificación del transporte aéreo, que también es una de las causas del cambio climático. La figura 2 muestra la huella ecológica de diferentes países: Costa Rica, Honduras, Cuba, Ecuador, Estados Unidos y Brasil, que evidencia como los países de mayor desarrollo económico generan una impronta mayor per cápita. Sin embargo, en el caso de América Latina, esta huella ecológica está influenciada por otros aspectos, como muestra la figura 3, donde Estados Unidos presenta la mayor huella ecológica, pero si 95 Carlos Moreira Beita se evalúa la biocapacidad, Brasil muestra mejores condiciones ambientales, mientras que otros, como Costa Rica y Cuba, se valoran negativamente. La actividad turística tiene una aportación significativa en la huella ecológica, por lo que el sistema turístico se ve afectado por las transformaciones del cambio climático, pero, a su vez, lo agudiza, ya que, como plantea Pulido (2014), los efectos se desarrollan en ambas direcciones. Figura 3. Huella ecológica de algunos países de América Latina. 10 8 6 4 2 0 -2 -4 -6 Estados Unidos Costa Rica Brasil Huella ecológica per capita Cuba Ecuador Honduras Biocapacidad- Huella ecológica Fuente: Elaboración propia a partir de footprintnetwork.org. El turismo fundamenta gran parte de su proceder en la calidad del entorno natural, sean playas, ecosistemas marinos o terrestres. En el caso de este último, la población de flora y fauna se reduce aceleradamente. Por ejemplo, de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, 2014) durante 1970 y 2010 se redujeron en un 52 % las especies de vertebrados, lo que hizo que se presentaran las condiciones más negativas en el neotrópico, que corresponde a América Latina y el Caribe. Esto incide directamente en la dinámica de la actividad turística, ya que la extinción de estas especies repercute negativamente en la capacidad de atracción de algunos lugares, especialmente en aquellos destinos ecoturísticos y de naturaleza. 96 Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina Figura 4. Huella ecológica de algunos países de América. Fuente: www.footprintnetwork.org/ecological_footprint_nations. Otro caso relevante, similar al anterior, son los arrecifes coralinos, que son los más frecuentados para realizar submarinismo tanto de superficie como de profundidad. Sin embargo, durante las últimas décadas, de acuerdo con Eakin y otros (2010), el cambio climático ha provocado un blanqueamiento del coral, inducido por un aumento de 1 a 2 o C por encima de la temperatura máxima normal de 3 a 4 semanas, así como por las transformaciones en la salinidad y la intensidad de la luz. Por otro lado, a medida que la concentración de CO2 en la atmósfera va aumentando, la cantidad 97 Carlos Moreira Beita de este químico disuelto en los océanos se ha incrementado de manera similar, lo que provoca una acidificación del océano, que puede acarrear efectos irreversibles sobre la actividad turística. Se esperan efectos negativos del proceso de acidificación de los océanos sobre otros organismos calificadores, como erizos de mar, algas coralinas y moluscos, lo que daría como resultado cáscaras más delgadas y tasas de crecimiento más lentas (Doney y otros, 2009). Así, el turista relacionado con el buceo, que es una actividad altamente valorada en el Caribe, por ejemplo, gasta un 80 % más que un turista promedio, y aunque solo representa el 10 % de todos los segmentos, genera el 20 % de los ingresos del turismo (Sandander y Propin, 2009). Este tipo de turista está fuertemente amenazado por las transformaciones del cambio climático. Por otro lado, el nivel del mar se eleva vertiginosamente, que según National Geographic (www.nationalgeographic.es) se estima que aumentará entre 0,8 y 2 metros como resultado del descongelamiento de los casquetes polares y los nevados, lo que provocará inundaciones de ciudades costeras con alto valor turístico, como son La Habana, Cartagena, Santo Domingo, Panamá y San Juan, entre otras. La figura 2 muestra un modelo de la situación del caso de Cancún y Cartagena como dos casos extremos, con cambios de 1 a 5 metros, lo que puede preverse en los siguientes 10 años de acuerdo con el sitio firetree.com con información de la NASA, que muestra las condiciones alarmantes de estas ciudades en los próximos años. Estas incursiones del mar afectarían a la infraestructura hotelera, lo que deterioraría la competitiva del sistema turístico y agudizaría las condiciones de pobreza. Además, las transformaciones del cambio climático afectarían directamente al segmento de cruceros, que es muy relevante para el Caribe y Mesoamérica, lo que reduciría una de las principales fuentes de ingresos de muchas islas y ciudades costeras de estas regiones. Producto de lo anterior, algunas poblaciones se verán obligadas a migrar, ya sea por condiciones económicas o ambientales, lo que agudizará los problemas de migraciones que actualmente presenta esta sociedad. 98 Figura 5. Modelo de cambios en el nivel del mar en Cancún y Cartagena. Ciudad Actual Aumento de 1 metro Aumento de 5 metros Cancún firetree.net. Fuente: Elaboración propia a partir de firetree.net. Fuente: Elaboración propia a partir de firetree.net. Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina 99 Cartagena Carlos Moreira Beita c) Las políticas de mitigación y adaptación en el sistema turístico Como se ha analizado, el sistema turístico se ve afectado y acrecienta las causas del cambio climático, por lo que deben orientarse en estas dos direcciones las políticas de mitigación y adaptación. Además, estas acciones deben enfocarse al ámbito de empresas, local-regional y nacional-internacional, lo que son parte de las agendas que certeramente se implementan en la actualidad, pero que requieren de una mayor insistencia (tabla 1) y de un incremento en la sensibilización de todos los sectores de la sociedad. El producto turístico de las islas del Caribe y gran parte de Centroamérica se basa en el recurso de sol y playa, el que se ubica fundamentalmente en las zonas costeras, que son las áreas más vulnerables a los efectos adversos, al aumento del nivel de mar y a la presencia de tormentas tropicales. De este modo, la infraestructura turística está directamente afectada por estas condiciones desfavorables, por lo que las inversiones en equipamiento presentan un periodo de vida mucho más corto, lo que implica trasladar esa sobreinversión al coste del producto. Por ello, en las últimas décadas se ha presentado una tendencia hacia la masificación de la actividad turística, aunque posiblemente en el futuro cercano suceda lo contrario. Tabla 1. Algunas acciones para la adaptación y mitigación del cambio climático desde diferentes niveles. Nivel Acciones Meta Empresa Incremento del material dirigido a una mayor eficiencia energética, por ejemplo, a fuentes solares o eólicas. Reducción de las fuentes de energía contaminantes e incremento de las energías limpias. Aumento de la vegetación que ayude en la fijación de CO2. Reducción de los gases de efectos invernaderos. Diseños ambientales y uso de materiales en construcciones adecuados a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Reducción de los efectos de los eventos atmosféricos y de su huella ecológica. Acciones de sensibilización e incentivos para las empresas que apuesten por energías limpias o eficientes. Reducción de la emisión de carbono. Mejora de las acciones de ordenamiento territorial que prevean escenarios futuros del cambio climático. Minimización del efecto del cambio climático por deficiencias en la planificación territorial. Planes de acciones de adaptación y mitigación del cambio climático. Mitigación de los efectos de los eventos extremos. Motivación de formas de transporte colectivo basadas en energías limpias y eficientes. Disminución de la huella ecológica. Localregional 100 Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina Nivel Acciones Meta NacionalInternacional Insistencia en convenios tendientes a la reducción de gases de efecto invernadero. Mejora del transporte aéreo procurando fuentes de energía limpias y haciéndolo más ecoeficiente. Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y minimización de los efectos adversos del cambio climático. Incremento de los fondos de investigación en energías limpias y de sensibilización de todos los sectores de la sociedad sobre el cambio climático. Fuente: Elaboración propia. Siendo el transporte aéreo uno de los principales causantes de emisiones de CO , el turismo debe apostar en los próximos años por procurar tecnologías que las reduzcan sustancialmente o utilicen energías limpias. Sin embargo, esta acción ha ocasionado una intensa oposición de países como Estados Unidos, China, India o Rusia, con un fuerte deterioro de las relaciones aeronáuticas internacionales. La búsqueda de formas de transporte aéreo enfocadas en fuentes de energías que generen menos emisiones es la prioridad de las agendas nacionales, lo que implica políticas firmes en el ámbito internacional que aún no cuentan con un consenso internacional. Como evidencia de esto, cabe destacar la polémica del Protocolo de Kioto, suscrito en 1992, dentro del marco de las Naciones Unidas, para buscar la reducción anual del 5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del año 1993 al 2013. Sin embargo, en una segunda fase, de 2013 a 2020, se hizo patente un débil compromiso de los países industrializados, tales como Estados Unidos, Rusia y Canadá. Por otro lado, el incremento de la temperatura eleva los costes de las energías para el refrescamiento dentro de los servicios turísticos, lo que agudiza la demanda de energía y eleva los costes de los productos. Por ello, es urgente procurar formas de arquitectura más ambientalmente adecuadas y superar las construcciones con grandes consumos energéticos y de agua, así como de material de construcción poco recomendable para la situación actual del planeta. Como bien plantea Pulido (2014), el sector turístico está obligado a modificar algunos aspectos fundamentales de su oferta y tendrá que estar preparado para unos resultados económicos menos positivos de lo habitual, lo que podría traducirse en una pérdida paulatina de puestos de trabajo y, por ende, en un crecimiento en los niveles de pobreza. Además, tendrán que buscar formas más responsables de consumo de algunos recursos como el agua, entre otros. En este sentido, irán las acciones de los destinos turísticos, especialmente en América Latina, que ha basado sus políticas turísticas nacionales en la atracción de capital hotelero transnacional para incrementar los volúmenes de turistas en detri2 101 Carlos Moreira Beita mento de la calidad de la visita y el destino. Por tanto, las acciones de adaptación y mitigación del cambio climático tanto en el ámbito empresarial como en los destinos deben centrarse en la reducción de las emisiones de gases, basándose en el incremento de las energías limpias, así como en acciones para hacer más eficientes las fuentes tradicionales y la fijación de CO2. La sociedad, en general, requiere incrementar el nivel de ecosistemas naturales como fijadores de CO2 para amortiguar los efectos de las emisiones, lo que implica políticas locales, nacionales e internacionales que lo incentiven. Sin embargo, los resultados no son tan alentadores, como se muestra en la figura 6, que en el caso de Centroamérica, solo Costa Rica ha logrado recuperar o regenerar su cobertura boscosa durante el periodo 2000-2010. Los ecosistemas naturales decrecen como resultado de las acciones antrópicas y como producto del cambio climático, que genera la desertificación de extensas áreas (FAO, 2015). Figura 6. Centroamérica. Porcentaje de bosque de la superficie del país (2000-2010). 70,0 60,0 % 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0 2000 2001 2002 Belice Guatemala 2003 2004 2005 Costa Rica Honduras 2006 2007 2008 2009 2010 El Salvador Nicaragua Fuente: Elaboración propia a partir de la información extraída del Programa Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible (2011). Otro elemento fundamental para reducir los conflictos socioambientales en áreas turísticas es implementar acciones relacionadas con el uso sostenible de recursos hídricos que reduzcan el volumen consumido por la infraestructura turística. Las políticas de atracción de capital hotelero en Mesoamérica y el Caribe se han centrado 102 Cambio climático y turismo: algunas reflexiones desde América Latina en la reducción o eliminación de impuestos, lo que debe modificarse urgentemente para generar incentivos sobre aquellas empresas que apuesten por energías limpias y la fijación de CO2. Todas estas acciones implican intensos procesos de sensibilización sobre los efectos del cambio climático orientados a todos los sectores de la sociedad, así como inversión en la investigación en tecnologías renovables, lo que es un desafío en la sociedad actual debido al dominio político de las empresas de hidrocarburos. Comentarios finales El cambio climático ha irrumpido en este siglo como la principal amenaza del planeta, transformando los ciclos biogeoquímicos, así como las dinámicas socioambientales locales, regionales y nacionales. El sistema turístico en sus diferentes componentes agudiza este proceso de cambio climático y, a su vez, se ve afectado por él. Por ejemplo, el turismo que crece anualmente cerca del 5 %, que es una de las principales razones del uso del transporte aéreo, genera el 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Así pues, a medida que crece la actividad turística, se incrementan estas emisiones, lo que acelera el proceso de cambio climático. Además, el turismo fundamenta su dinamismo en la calidad de recursos y servicios, los cuales se ven afectados por las perturbaciones del aumento de la temperatura media del planeta y sus transformaciones, como el acrecentamiento del nivel del mar, el aumento de las tormentas tropicales, el blanqueamiento de arrecifes coralinos y la extinción de especies, entre otros. El proceso de cambio climático dialoga en estas dos direcciones con el sistema turístico, por lo que es urgente emprender acciones para su mitigación y adaptación, las cuales deben realizarse a tres grandes escalas: empresa, local-regional y nacionalinternacional. Las estrategias deben dirigirse en diferentes dimensiones, por ejemplo, en el ámbito de la empresa debe procurarse la competitividad de energías alternativas y eficientes, el incremento de los fondos de recambio del CO2 a través de la ampliación de las áreas de vegetación y la implementación de las construcciones ambientales que reduzcan el consumo de energía. En los ámbitos local y regional, deben generarse incentivos para aquellas empresas que utilicen energías limpias y sistemas de transportes que reduzcan los gases de efecto invernadero, mientras que en el ámbito internacional, debe continuarse insistiendo en los convenios que reduzcan estas emisiones. En América Latina, los efectos del cambio climático se agudizarán con el aumento de la pobreza, lo que incrementará la conflictividad socioambiental, por lo que se requerirá la implementación de agendas de consensos que permitan afrontar este proceso desde todas sus aristas. Por ello, las estrategias de mutuo acuerdo serán el único camino para que el turismo continúe siendo una actividad económica pujante y suponga la mejora de la calidad de vida de las comunidades locales, así como la preservación de los recursos biofísicos. 103 Carlos Moreira Beita Bibliografía CONARE (2011): Programa Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible 2011. Estado de la Región, San José (Costa Rica). 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Contrastes entre lo internacional y lo nacional* Maribel Osorio García, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González Universidad Autónoma del Estado de México maribelosorio2@gmail.com, iramirezdelao@gmail.com, cviescag@gmail.com Resumen El texto que se ofrece es una prospectiva sobre el turismo a corto plazo (2030), en la cual se caracterizan sus tendencias en el ámbito internacional y se realiza un contraste con las tendencias en México, como ámbito nacional. La prospectiva se construirá como un ejercicio analítico-reflexivo de carácter cualitativo, bajo el supuesto de que la trayectoria del turismo se verá influida, al menos, por el comportamiento económico, poblacional, ambiental y tecnológico que se presente en cada ámbito. Para ello se trabajará sobre cuatro ejes de análisis: economía, desarrollo humano y pobreza; estilo de vida y valores; sustentabilidad ambiental, recursos naturales y cambio climático; y competitividad. En cada eje se llevará a cabo una comparación entre los dos ámbitos de estudio y se identificarán los retos y las oportunidades para el caso de México. A modo de cierre, se señalará la importancia de que el turismo se consolide en la perspectiva de la sustentabilidad y el desarrollo humano; y que en México se incorporen estrategias efectivas de manejo integral sustentable para colaborar en la reducción de la pobreza y en la conservación de sus ecosistemas. Palabras clave: tendencias; turismo; sustentabilidad; desarrollo humano. * Una primera versión de este escrito fue presentado por los autores que suscriben este como informe en la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Autónoma del Estado de México en 2014, contando en aquella ocasión con la colaboración de los doctores Enrique Guadarrama Tavira y Guillermo Miranda Román. La presente versión íntegra solo las aportaciones de los tres coautores, tras haber modificado y actualizado la información que se incluye en el texto. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González Introducción Desde los primeros años del presente siglo, se ha manifestado el interés por delinear una prospectiva del turismo que dé orientación sobre los cambios que tendrá su comportamiento en el futuro. Un derrotero a largo plazo (2100), elaborado por Becken y Hay (2004: 129-131), con base en los cuatro escenarios trazados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), hizo una caracterización del comportamiento del turismo en cada escenario, previendo que si prevalece un mundo global interconectado con auge económico, control de la población y nuevas tecnologías, el turismo internacional se fortalecerá y se hará uniforme, sustentable y de mayor calidad. Si por el contrario, el mundo se hace diferenciado, regionalizado y fragmentado tecnológicamente, disminuirá el transporte aéreo de larga distancia y prevalecerá el turismo interno basado en productos regionales singulares. Asimismo, si se logra un mundo convergente con soluciones globales para el ambiente y la sustentabilidad social, el turismo será líder en las nuevas tecnologías, en la defensa del ambiente y de las comunidades. No obstante, si el énfasis se pone en las soluciones locales y prevalece un mundo heterogéneo con un cambio tecnológico diferenciado, crecerá la importancia del turismo interno basado en ambientes únicos y estructuras sociales comunitarias que tengan la sustentabilidad como objetivo. El encuadre anterior da cuenta de la influencia que el comportamiento económico, poblacional, ambiental y tecnológico ejerce sobre la trayectoria del turismo, configurando un modelo turístico internacional o interno, uniforme o diferenciado, global o localmente sustentable, con innovaciones tecnológicas convergentes o divergentes, lo que delineará no solo los cambios en los flujos y mercados turísticos, sino que tendrá incidencia en el complejo entramado de las relaciones hombre-naturaleza. Dado que los cambios alterarán la trayectoria del turismo, se han hecho esfuerzos por distinguir las tendencias y los escenarios que a corto plazo se configurarán, con la intención de establecer estrategias de liderazgo, innovación o adaptación en su gestión. Uno de los ejercicios más difundidos es el realizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), que toma como base el año 2010 para hacer una prospectiva del crecimiento del turismo hasta el año 2030. Según sus proyecciones (OMT, 2011), el turismo tendrá un crecimiento global sostenido, que se estima alcance los 1,8 billones de llegadas de turistas internacionales en una proyección central, cifra que se lograría principalmente por el crecimiento de los países emergentes (China e India, entre ellos) de Asia y el Pacífico. En consecuencia, el flujo de llegadas de los turistas internacionales de las economías emergentes (Rusia y Brasil, además de los antes mencionados) superaría al tradicionalmente flujo mayoritario de turistas provenientes de economías desarrolladas, lo que invertiría el comportamiento actual. 108 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional En su proyección global, la OMT tiene construidos tres escenarios para el 2030 (2011: 30): en el primer y más desfavorable escenario, se considera que habrá una recuperación económica mundial más lenta de la esperada, por lo que se alcanzará una cifra de 1,4 billones de llegadas; en el segundo, se asume que la economía tendrá un mejor comportamiento, pero se registrará un elevado coste del transporte, por lo que solo se alcanzará la cifra de 1,66 billones; y en el tercero y más favorable, se considera una caída en los costes del transporte, por lo que se lograría un desplazamiento calculado en los 2 billones de llegadas, superior a la proyección central. Como puede observarse, los escenarios están construidos a partir de básicamente dos indicadores: el coste del transporte y el crecimiento económico, lo que es insuficiente para distinguir qué modelo turístico es el que se está perfilando, cómo se articulará con el desarrollo y la sustentabilidad, qué cambios sociales delinearán su práctica, cuáles son los elementos de competitividad que determinarán su éxito y, de especial interés para este texto, cómo actuarán estos factores en los países desarrollados y en desarrollo, cuyas realidades y contextos son altamente desiguales en la actualidad. Con la intención de contribuir a dar respuesta a estas preguntas, se elaborará este documento, cuyo objetivo es realizar una prospectiva sobre el turismo hasta el 2030 para caracterizar sus tendencias en el ámbito internacional y contrastarlo con las tendencias en México, como ámbito nacional, e identificar los retos y las oportunidades para su desarrollo turístico. 1. Encuadre referencial y metodológico Adicionalmente a las investigaciones mencionadas en el apartado anterior, existen varios estudios que han servido de referentes a la presente investigación. Algunos de ellos aluden a la construcción de escenarios y tendencias globales elaborados por instancias internacionales como el National Intelligence Council (NIC, 2012) o el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, 2011). Otros estudios fundamentan los cambios del turismo a partir de «megatendencias» —tendencias de gran alcance que fungen como conductores o impulsores de cambios en el turismo—, como el de Dwyer y otros (2008), el de Surugiu y Surugiu (2012), el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2012), y los referidos al desarrollo sustentable y a los efectos del cambio climático en el turismo de Von Bergner y Lohmann (2014), de Jones y Phillips (2011) y de la OMT (2008). Así, también se consultaron estudios que, a partir de las situaciones actuales, han perfilado tendencias futuras, como el de Edgell y otros (2008), el de Miller (2005) y el de Tarlow (2011). Basándose en estos antecedentes, se construye la presente prospectiva como un ejercicio analítico-reflexivo de carácter cualitativo que caracteriza las tendencias a corto 109 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González plazo del turismo y asume que esta previsión puede sufrir alteraciones derivadas de situaciones contingentes. Para el presente estudio se han definido cuatro ejes de análisis: a) economía, desarrollo humano y pobreza; b) estilo de vida y valores; c) sustentabilidad ambiental, recursos naturales y cambio climático; y d) competitividad, recursos humanos y tecnologías de la información y comunicación (TIC). En cada eje se ha llevado a cabo una descripción de su configuración en el ámbito internacional con el propósito de contrastarlas e identificar sus diferencias en el ámbito nacional. En este sentido, la intención de la comparación ha sido distinguir los retos y las oportunidades para el desarrollo turístico en México, tomando la postura de que es mejor tener claridad sobre los desafíos que presentan las tendencias para ganar influencia sobre una trayectoria inercial, es decir, «tratar de entender el futuro para poder influir sobre él» ( Jordi Serra, citado por Bas, 1999: 26). Cabe señalar que para delinear las tendencias en México, se ha encontrado escasez de estudios prospectivos vinculados con el turismo; el único estudio significativo fue el Estudio de gran visión del turismo en México: perspectiva 2020 (Redes Consultores, 2000), por lo que la información prácticamente partió de estudios diagnósticos presentes elaborados por instancias públicas (GR, 2013a y 2013b; DOF, 2014 e IMCO, 2013), con los que se han podido perfilar tendencias futuras (Ramírez y otros, 2015) bajo el supuesto de que una tendencia social difícilmente modifica su trayecto a corto plazo (Ogburn, 2000). Así, también se ha complementado la investigación documental, tanto nacional como internacional, con un rastreo de noticias en internet que han proporcionado información empírica actualizada sobre las tendencias del turismo, particularmente sobre los comportamientos de viaje y las innovaciones tecnológicas. Cabe aclarar que se toma el plazo hasta el año 2030 en línea con la prospectiva establecida por la OMT, puesto que se reconoce este periodo como una etapa turbulenta en la evolución mundial, ya que, según las previsiones (Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, 2004), se espera que en los próximos años se manifieste en el ámbito mundial una crisis energética y económica generada por el incremento del dióxido de carbono (CO2) y la resistencia a la reconversión de tecnologías fósiles por tecnologías limpias. Para aumentar la certeza de las afirmaciones incluidas en cada eje de análisis, metodológicamente se ha recurrido a una estrategia de triangulación —regularmente utilizada para observar o describir un fenómeno desde más de una fuente o actor (Decrop, 2004 y Hernández y otros, 20149— por medio de la discusión colegiada de la perspectiva de cada autor sobre la caracterización de cada eje, perspectiva que se ha enriquecido con las aportaciones de dos investigadores externos, como una forma de confrontar los distintos puntos de vista y limitar los sesgos personales de quien investiga (Bryman, 2011). 110 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional Se presentarán a continuación las descripciones para cada eje, integrando primeramente la prospectiva internacional y posteriormente, la nacional, y cerrando cada apartado con los retos u oportunidades que tiene México en su quehacer turístico. El estilo de la exposición consistirá en escribir ideas cortas y directas dada la gran cantidad de aspectos que se tratan en cada eje. 2. Economía, desarrollo humano y pobreza 2.1 Contexto internacional • • • El desarrollo humano seguirá siendo parte de la sustentabilidad en el turismo. Esta perspectiva será cada vez más importante, junto con los temas de gobernanza de destinos. El turismo seguirá considerándose una herramienta en la lucha contra la pobreza y el impulsor del crecimiento económico, el desarrollo y el bienestar en los países en desarrollo (PeD) (OMT, 2014). Ya que los consumidores actuales y los esperados son más críticos, el turismo deberá lograr un balance entre efectos negativos y positivos, y resolver sus aspectos contradictorios para disminuir la turismofobia (Blog Turismo, 2016a), mientras demuestra ser eficaz como instrumento político y mantiene su atractivo. Para continuar tratando de reducir la desigualdad, seguirán vigentes la iniciativa ST-EP (Turismo Sostenible/Erradicación de la Pobreza) y el Comité de Conducción del Turismo para el Desarrollo (OMT, 2014). Esto es, continuarán los apoyos a las localidades que empleen el turismo sostenible en ese sentido. En un escenario de reducción de pobreza, igualdad y conservación ambiental, el manejo integral de los destinos puede ser más importante que el marketing. Un escenario de crecimiento con más comercio e inversión, desregulación y liberalización de las economías nacionales, pero con una creciente incertidumbre, desempleo y austeridad fiscal implica para el turismo un reto global de adaptación a los mercados de bienes y servicios cambiantes, que son más exigentes en recursos y habilidades (Dwyer y otros, 2008). Esta adaptación deberá hacerse mientras se mantiene el sistema turístico, amenazado por condiciones externas (crisis económicas, financieras u otras) e internas (su propia capacidad para responder rápidamente a giros repentinos y evitar su autodestrucción). Así, habrá mayor competencia y cambios emergentes frecuentes, muchos de ellos negativos, y para contrarrestarlos, los países se enfocarán en el turismo doméstico (OCDE, 2012). Aunque se mantendrán las redes de narcotráfico y trata de hombres y mujeres a escala global y habrá destinos turísticos específicos que serán cen111 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González • tros de operaciones, en el marco del modelo de desarrollo humano, habrá programas financieros para abrir nuevos mercados de trabajo dirigidos a mujeres y a grupos marginados que ayuden a combatir estas prácticas. Seguirán sucediendo acontecimientos como desastres, enfrentamientos, delitos y terrorismo, siendo las sociedades desarrolladas las que mejorarán su capacidad de resiliencia para soportar estas adversidades y recuperarse oportunamente. Las naciones «compartirán su soberanía» para afrontar desafíos internacionales, aunque la inseguridad estará focalizada en destinos y regiones específicos (véase «La carte d’un tourisme rétrécit», 2015), pero su repercusión turística será global debido a los medios de comunicación de masas. Así, la importancia de la seguridad continuará creciendo como factor de decisión de las corrientes turísticas, por lo que las medidas de seguridad serán más sofisticadas en tecnología y estrategias de vigilancia. 2.2 Contexto nacional • • El turismo seguirá considerándose como un sector estratégico, pero en un escenario de mayor pobreza y desigualdad (CEPAL, 2015) deberá contribuir a la inclusión social y a la reducción de la pobreza. Si no se logra esto, puede que pierda las propiedades que se le atribuyen, más aún en presencia de conflictos locales o regionales que cuestionen la gobernanza de ciertos destinos. Para ello, las políticas públicas intentarán enfocarse de manera integral en la sustentabilidad, incorporando aspectos de ordenamiento territorial y seguridad. Si no se logra un manejo integral efectivo, continuarán generándose polos de desarrollo sin mejorar el bienestar de las comunidades ni la conservación de los recursos. En los casos en los que el desarrollo turístico equitativo y sustentable no sea condición para la atracción a ciertos destinos, no se logrará la competitividad, pues esta condición se expresará en indicadores que atraigan al consumidor. Ante el agotamiento del modelo sol y playa, y el oscilante desempeño del sector turístico, la política pública intentará enfocarse en aprovechar el potencial poco explorado. Así, se continuará el dinamismo diversificando la oferta en productos exclusivos regionales, nichos o líneas poco desarrolladas y relacionadas con los recursos naturales y culturales y los servicios de bajo coste (GR, 2013). México continuará buscando el turismo extranjero, pero ante las crisis económicas internacionales y los eventos o las fuerzas externos, establecerá estrategias para incentivar el mercado interno como principal segmento para mantener el funcionamiento del sistema turístico y los empleos que dependen de él. 112 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional • En detrimento de la seguridad nacional y el fomento turístico, el narcotráfico continuará generando violencia en el país y será el origen de la inseguridad, lo que repercutirá negativamente en el desarrollo sostenible. Asimismo, las extorsiones a los servicios turísticos de pequeña escala continuarán, pero variarán en intensidad y destinos, en función del desempeño de los programas y las redes de seguridad pública y privada. Los destinos turísticos sin violencia tendrán una ventaja competitiva cada vez mayor. Se reforzarán las fuerzas armadas y operarán nuevos cuerpos policiales para garantizar la seguridad y el respeto a los derechos. Además, se intensificarán las campañas de difusión públicas sobre la disminución de la violencia y la inseguridad, así como la garantía por parte del Gobierno de la procuración de la justicia. Sin embargo, la percepción ciudadana mantendrá en duda su efectividad. 2.3 Retos y oportunidades para México • • • Será necesario que la política pública y las iniciativas en turismo se basen efectivamente en un concepto de sustentabilidad integral, incluyendo la distribución equitativa de ingresos. Este concepto facilitará la atracción de segmentos con mayor conciencia ambiental y social mientras se ofrezcan experiencias variadas y no homogeneizadas. También facilitará el acceso a los apoyos internacionales ST-EP. Para abordar el desarrollo integral de destinos, se requerirá la cooperación público-privada, una planificación estratégica y la aplicación de planes intersectoriales, lo que colocará al turismo firmemente en la ruta del desarrollo nacional. Es claro que para desarrollar otros destinos, se requerirán nuevos productos alejados de la estandarización global, lo que dará la oportunidad para aprovechar los nichos emergentes. Esto dependerá de la capacidad para generar una oferta específica y especial, y por tanto, de las habilidades y los recursos que se pongan en juego. Para estimular el turismo doméstico, se requerirá aumentar su base numérica potencial, pero esto dependerá de la capacidad económica de los segmentos sociales y de la eficacia de la estrategia. Sin pretender señalar una resolución general a la compleja problemática de la seguridad y el narcotráfico en México, se considera que para el caso del turismo podrían fortalecerse dos elementos: una mayor y mejor coordinación entre las redes de los distintos cuerpos policiales, y la implementación de programas de vigilancia y protección al turista en los destinos que presenten mayor conflicto, lo que paulatinamente regeneraría una percepción de protección y confianza. 113 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González 3. Estilos de vida y valores 3.1 Contexto internacional • • • • • El crecimiento de la población turística se presentará por varias razones, entre ellas, el incremento en la esperanza de vida, la calidad de vida de los adultos mayores y el estrés de las personas en las grandes aglomeraciones urbanas. Los cambios en los patrones de trabajo generarán en un mayor número de ocupaciones la posibilidad de realizar el trabajo en casa en vez de en la oficina, lo que volverá difusa la barrera entre el trabajo y el ocio. En consecuencia, en los países desarrollados gran parte de la población continuará obteniendo ingresos elevados y tendrá tiempo libre para el ocio. Debido a los cambios en el comportamiento de género y a la cada vez más acentuada presencia de la mujer en la sociedad, se incrementarán los viajes de mujeres solas, mujeres en viajes de negocios y mujeres viajando con mujeres (ABC Economía, 2015). A partir de los cambios en los gustos, las vacaciones se tornarán más especializadas y el turista elegirá las opciones que le brinden el mejor servicio al menor precio, atendiendo al valor del dinero; por tanto, se convertirá en un cliente cada vez menos leal. Se observarán valores en conflicto: consumismo contra consumo ético. Por una parte, la moda será parte crucial del tiempo de ocio, expresada en el gusto por los espacios de eventos pop-up, la alta gastronomía, y los alojamientos decorados con estilo y con facilidades para viajar con mascotas (ABC Economía, 2015). Por otra parte, se manifestará una mayor preocupación por el ambiente y los efectos sociales de las operaciones de los negocios, lo que incrementará el interés en la actividad intelectual y espiritual, enfocadas en la identidad y el interés en otras culturas. La tendencia individualista y autodiferenciadora ocasionará que se presente una menor demanda de los paquetes turísticos y una fragmentación del mercado turístico en subconjuntos de experiencias únicas. El incremento en la conciencia social y ambiental de los habitantes propiciará la búsqueda de experiencias turísticas auténticas (ABC Economía, 2015), con una mayor variedad de opciones y un mayor grado de participación en las actividades. Los turistas estarán cada vez más interesados en descubrir, aprender e introducirse más íntimamente en la vida diaria de los destinos que visiten, buscando un componente educativo o cultural. Los cambios demográficos y generacionales implicarán una adaptación a los nuevos comportamientos del consumidor. La generación de los baby 114 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional • boomers (nacidos entre 1943 y 1960) integrarán a las personas mayores jubiladas o próximas a la jubilación, que se darán la oportunidad de viajar y recrearse, demandando productos y servicios adecuados a sus deseos: el regreso al pasado y la atención a su salud, por ejemplo, lo que impulsará el turismo étnico, de nostalgia y médico. La generación X (1960-1980), cuyo perfil generacional integra a personas hedonistas, pero con mayor conciencia social y ambiental, desean experiencias «auténticas», están interesados en descubrir, experimentar y aprender más íntimamente sobre los lugares visitados, así que buscarán viajes especializados, que incorporen experiencias educativas o culturales, integren los valores y estilos de vida de la clase media mundial y detonen el turismo urbano (a ciudades «desconocidas»), de compras e islámico. La generación Y (1980-1995), denominada los mileniales, la más numerosa de las tres, se caracteriza porque son nativos digitales, conectados permanentemente a sus redes sociales en tiempo real; son individuos que desean ser entendidos, aceptados, respetados e incluidos; trabajan para vivir y no a la inversa; buscan lo divertido, amigos de calidad, propósitos gratificantes, significados espirituales; desean experimentar la vida diaria y la cultura de los lugares visitados. Explorarán nuevos destinos y probarán nuevos productos, alimentos y atracciones; conformarán un segmento creciente de jóvenes viajeros globales hi-tech; y consumirán en establecimientos locales. El perfil de estos viajeros impulsará la economía colaborativa como nuevo patrón de consumo basado en la confianza y la reputación, e incrementará nuevos segmentos de turismo, como el espiritual, el dark y el de desastres, viajando a países con conflictos bélicos, de violencia callejera (Irak, Afganistán), de desastres naturales o victimizados por el terrorismo (Dwyer y otros, 2008). 3.2 Contexto nacional • De acuerdo con las tendencias actuales, el ingreso económico de la mayor parte de la población mexicana continuará siendo bajo, por lo que incluso puede que haya un incremento de la pobreza y una mayor concentración de la riqueza (CEPAL, 2015). Ante las largas jornadas laborales1, los cambios en los patrones de trabajo serán muy graduales y el tiempo disponible para el ocio será poco. El bajo poder adquisitivo de los mexicanos no fomentará la individualidad de las experiencias turísticas, a las cuales se les asocia un 1 México lidera la clasificación mundial de horas anuales trabajadas por trabajador (La Vanguardia, 2015), y en promedio es donde se gana menos por hora (Mientras tanto en México, 2015), de acuerdo con datos emitidos por la OCDE. 115 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González • • mayor coste, lo que ocasionará, incluso, un posible incremento del turismo masivo aún en el producto de sol y playa. La autodiferenciación se manifestará de manera incipiente y se reservará a los turistas con mayores ingresos económicos y gustos especiales. Salvo en algunos sectores sociales, la práctica general para las alternativas turísticas y la preocupación social y ambiental se incrementarán lentamente, con lo que aún funcionarán los esquemas tradicionales de marketing y publicidad, y prevalecerá la lealtad; aunque tal vez no por mucho tiempo, particularmente por la competencia de precios. Aunque habrá un incremento en la proporción de adultos, una cantidad considerable será pobre, sin recursos suficientes para acudir a sitios turísticos que puedan cubrir con sus ingresos, por lo que se prevé un incremento marginal en la demanda nacional, lo que creará condiciones desfavorables para el buen desarrollo del turismo doméstico. 3.3 Retos y oportunidades para México • • • Para afrontar mejor los cambios en los gustos de los turistas, sobre todo de los extranjeros, será imperativo desarrollar esquemas que pongan al alcance de un mayor número de personas los atractivos turísticos nacionales, impulsando formas promisorias alternativas de turismo, como el turismo rural, de naturaleza, espiritual, de salud y bienestar, de aventura y gastronómico. En la medida en que la oferta turística ofrezca productos turísticos integralmente sustentables, el turista se diferenciará y preferirá experiencias seguras en todos sentidos, auténticas, diferentes, individuales, opuestas al consumismo y respetuosas con el ambiente. Con el propósito de incrementar la cuota de turismo extranjero, será necesario adaptarse a las preferencias, posibilidades y exigencias de los consumidores actuales, nuevos y potenciales, lo que implicará identificarlos claramente a través de distintos mecanismos de información (sistemas de macrodatos —big data— y observatorios permanentes). Una oportunidad adicional al impulso del turismo médico para atender en condiciones atractivas a la población enferma con capacidad económica será combinar los servicios turísticos con la atención médica en localidades atractivas, lo que puede que derive en una gama de productos turísticos especializados por segmento (adultos mayores, diabéticos, discapacitados, etc.) 116 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional 4. Sustentabilidad ambiental, recursos naturales y cambio climático 4.1 Contexto internacional • • • Se prevé que las prácticas sustentables serán muy diferentes por países y regiones. Habrá países y regiones que implementen una gestión sustentable estricta con bases normativas (países nórdicos, Alemania) y otros que se manejen con una gestión autorregulativa (voluntaria) (Estados Unidos y algunos países de Europa). Los PeD, salvo excepciones (Costa Rica y Chile, probablemente), tendrán los efectos negativos más severos sobre sus ecosistemas. En este contexto, aumentará la demanda turístico-recreativa sobre los recursos naturales (boscosos, acuíferos, de fauna y flora) —por varios motivos: búsqueda de autenticidad, de nuevas experiencias, de romanticismo y de sentido de pérdida, entre otros—, por lo que su conservación será diversificada y dependerá de las estrategias que se implementen en cada país, dado el incremento de su masificación. Así, se prevé un aumento en la valoración de los intangibles y la consecuente implementación de los costes de los servicios ambientales en todos los recursos naturales, lo que aumentará sus precios. Con el paulatino aumento de los precios de los combustibles fósiles, la estructura de un mercado de cuotas y precios del carbono y la implementación de gravámenes a los usuarios, se prevé que aumente el coste del transporte aéreo, lo que desincentivará el traslado a largas distancias (intercontinental) y aumentará los circuitos regionales. La región Asia y el Pacífico tendrá la mejor oportunidad de aumentar su participación en el mercado turístico, tanto receptivo como emisor, pero la mayor parte de sus flujos se quedarán en un circuito intracontinental. Habrá más acontecimientos climáticos extremos en todo el planeta, como la desertificación, la precipitación pluvial, el descongelamiento de los polos, el aumento del nivel del mar, el blanqueamiento de los corales y la pérdida de especies marinas y terrestres, entre otros. Estos fenómenos se presentarán en distintos países y regiones, lo que afectará de forma diferente a los flujos turísticos, puesto que habrá nuevas oportunidades para ciertos destinos (visitas a los polos, a los países escandinavos) y nuevas amenazas para otros (destinos de playa y de nieve, particularmente en la costa del Mediterráneo y los Alpes suizos), lo que modificará moderadamente las rutas de los flujos. Las medidas de adaptación y mitigación con programas específicos para cada destino turístico serán cruciales para algunas regiones, 117 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González • • como los países insulares, las zonas costeras y el Ártico, donde se generarán corrientes de turismo de extinción (Blog Turismo, 2016e). Estados Unidos seguirá siendo el líder de la tecnología limpia gracias a su cultura emprendedora y a su ambiente vibrante de capitales de riesgo. Los responsables de hacer las políticas apostarán a que las inversiones en tecnologías limpias producirán otros beneficios, tales como la creación de empleo y el crecimiento económico impulsado por la innovación. En consecuencia, muchos gobiernos —China, Alemania, India y Brasil están ganando una posición de liderazgo en la generación de energía solar, eólica y biocombustibles, por ejemplo— estarán implementando agresivamente políticas de energías limpias, estableciendo metas de emisiones y proporcionando incentivos para invertir en tecnologías limpias. Por tanto, se iniciará una importante campaña de sustitución de las energías fósiles por los biocombustibles en todos los servicios turísticos, principalmente en los transportes y el alojamiento. Particularmente, la inversión privada fluirá hacia los países que tengan políticas energéticas integrales, claras y a largo plazo dirigidas a incentivar el uso de la energía renovable, promoviendo la eficiencia y reducción de las emisiones de carbono. No obstante, la conversión abarcará una proporción minoritaria de los servicios turísticos en los PeD. En muchos casos, los esfuerzos de las empresas se concentrarán en reducir el consumo de combustible fósil o en formular modelos híbridos. Este será el caso de la industria aeronáutica (El País, 2014 y Blog Turismo, 2016b) y de proyectos, como el Nearly Zero Energy Hotels, que avanzarán muy lentamente. 4.2 Contexto nacional • • En general, las políticas de sustentabilidad serán flexibles y en el mejor de los casos autorregulativas, a partir de las iniciativas de las instancias y los actores locales. Dependiendo de la estabilidad político-social en México, se irán generalizando los costes por los servicios ambientales en el uso recreativo-turístico de los recursos naturales. Sin embargo, el incremento en los costes de uso, en promedio, no será elevado, debido a la gran cantidad de población en condición de pobreza. Se prevé que los ecosistemas naturales sufrirán fuertes daños, siendo uno de sus factores la presión turística, ya que aumentará la demanda turísticorecreativa sobre los recursos naturales, lo que incrementará particularmente la de los recursos localizados en el interior del país por la gran concentración de población. Las certificaciones y los sellos sustentables ayudarán a las 118 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional • • • • buenas prácticas ambientales, pero serán insuficientes para la preservación de los frágiles ecosistemas, incluso dentro de las áreas naturales protegidas. De hecho, su conservación variará en función de su accesibilidad, rentabilidad, seguridad y vulnerabilidad a la corrupción. En el caso de los recursos acuíferos (lagos, ríos y presas), tendrán algún grado de contaminación y problemas de recarga ante la pérdida de los bosques, la contaminación del subsuelo, los escurrimientos y las aguas superficiales. Los eventos climáticos que afectarán negativamente a los destinos turísticos mexicanos ocurrirán particularmente en las costas (huracanes, pérdida de playa, blanqueamiento de los corales y pérdida de especies marinas y terrestres), en el Caribe, el golfo de México y en el Pacífico centro-sur, por lo que el principal mercado de sol y playa podría alterarse y desviar flujos turísticos hacia otros destinos. Así, en las altas montañas y en las zonas boscosas se registrarán aumentos de temperatura, por lo que, si bien se perderán sus cumbres nevadas, los bosques serán más templados, lo que beneficiará el turismo de naturaleza. La reconversión paulatina a biocombustibles se concentrará en un pequeño rango de empresas trasnacionales, sensibles a la sustentabilidad y con innovaciones tecnológicas, pero la mayoría de la oferta de servicios continuará bajo el esquema de uso de energías fósiles. Al aumentar los costes del transporte aéreo internacional intercontinental, disminuirá el mercado europeo a México, reconcentrándose el turismo receptivo en el mercado del norte (Estados Unidos y Canadá), y aumentará el sudamericano (Colombia, Brasil y Chile como economías emergentes). También se prevé que aumente el turismo y el excursionismo terrestres por el incremento en el coste del turismo doméstico aéreo. A pesar del aumento del coste del transporte aéreo debido a la mejora económica y al tamaño de la población de China, India y Rusia, cabe la posibilidad de que crezca la corriente turística de Asia y el Pacífico hacia México, aunque esto dependerá de la pertinencia de los productos turísticos. De cualquier forma, esta cuota será limitada. Para la empresa turística representará un reto la inversión en tecnologías limpias, lo que provocará que aquellas que no lo consigan por inversiones directas o alianzas con otras empresas se rezaguen. Percibiendo que existe una oportunidad comercial, algunas empresas incluirán pequeños cambios tecnológicos, lo que hará que sus productos sean más «ecológicos» en respuesta a la creciente demanda de los consumidores. Estas empresas, por su parte, estarán reconfigurando sus cadenas de suministro, buscando una 119 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González mayor flexibilidad en un esfuerzo por mitigar la repercusión de la escasez de combustibles fósiles y la volatilidad de los precios. En este sentido, las empresas migrarán a nuevas áreas de crecimiento, que estarán fuera de sus líneas tradicionales de negocio. 4.3 Retos y oportunidades para México • • • Serán necesarias estrategias multisectoriales conjuntas y coordinadas para la conservación de los recursos naturales, y tendrán que concentrarse los esfuerzos en el diseño o rediseño de productos turísticos de naturaleza pertinentes a las exigencias de experiencia de los distintos segmentos y nichos de mercado, promoviendo la gestión comunitaria y el uso de tecnologías limpias. Habrá que aprovechar las nuevas oportunidades de negocio por el interés en la implementación de algunas tecnologías limpias a bajos costes en los servicios turísticos de naturaleza. Para el caso del transporte aéreo, será importante mejorar y aumentar la estructura aeroportuaria intrarregional, garantizando el acceso a los destinos y productos regionales del país. Asimismo, podría mejorarse la conectividad por medio del turismo de carretera, el cual podría despuntar con nuevos servicios y paquetes. Otra opción es diversificar el traslado a través de una red de trenes rápidos. Deberán elaborarse, implementarse y monitorearse programas de adaptación y mitigación para preparar a las comunidades de los destinos turísticos ante las contingencias climáticas. 5. Competitividad, recursos humanos y TIC 5.1 Contexto internacional • • En cuanto a destinos y negocios, para lograr la competitividad en el mundo global será fundamental la inversión en recursos humanos, pese al coste, pues una educación adecuada puede marcar la diferencia, ya que el buen manejo del destino o del negocio reemplazará al marketing. Esto implicará que la educación sea una inversión necesaria y determinante para el éxito de la empresa. Por ello, muchas empresas se enfocarán en la educación, profesionalización y capacitación del personal. Las firmas globales requerirán fuerza de trabajo, lo que seguirá estimulando la movilidad y la migración. La generación Y constituirá la fuerza laboral más numerosa a partir del 2020 y competirá laboralmente contra los robots automatizados, por lo 120 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional • • • que necesitará desarrollar nuevas capacidades para resolver problemas complejos, el pensamiento crítico y la creatividad (Blog Turismo, 2016c). Esto generará oportunidades para muchos jóvenes mileniales que puedan o quieran emplearse en otros lugares, o en empresas globales. Las mayores oportunidades de empleo serán para quienes tengan una segunda lengua y entendimiento cultural, ya que los negocios incorporarán trabajadores culturalmente más diversos, condiciones que excluirán a muchos jóvenes de Latinoamérica. Se prevé que la robótica de servicio iniciará un reemplazo de la mano de obra barata en los países desarrollados, principalmente en hoteles y empresas de alimentos y bebidas, dependiendo de sus costes y rentabilidad. La tecnología seguirá siendo una fuerza conductora de la globalización y le dará al turista un control sin precedentes sobre las posibilidades a su alcance. La tendencia de lo social, local y móvil (SoLoMo) propiciará que se multipliquen las aplicaciones de software (app) en dispositivos móviles y tabletas elaboradas por pequeñas start-ups o por grandes corporaciones (Blog Turismo, 2016d) para disponer de información y geolocalización sobre eventos, lugares cercanos y guías de todo tipo, acceso a imágenes y comunicación por redes sociales. Así, el turista elegirá sus preferencias con mucha información a su disposición, pudiendo aplicar criterios muy específicos a su elección. Los macrodatos podrán procesar una gran cantidad de datos para obtener los patrones de movimiento, preferencias y compras del cliente real gracias a su «huella digital» (hinktour, 2016). Los destinos turísticos inteligentes incorporarán la infraestructura tecnológica necesaria para hacer accesible al visitante la información local personalizada y contextualizada (mobilefriendly), manejada por las agencias de viaje en línea (online travel agencies, OTA), las cuales fungirán como centrales de reserva multiproducto y multiempresa, y dominarán la comercialización de productos completos (paquetes turísticos, entradas, alquileres y actividades), disputándose las cuotas de mercado (hinktour, 2016). La realidad virtual o inmersiva se empleará como herramienta de marketing y venta para generar efectos sensoriales antes, durante y después del viaje, estimulando las emociones y aumentando la experiencia. Las tecnologías y la robótica harán posible la creación de imágenes y hologramas en 3D para interaccionar en mundos virtuales a través de interfaces de comunicación. Estas innovaciones se articularán con la gamificación, que intentará recobrar la fidelización del cliente. 121 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González • Las tecnologías no sustituirán el buen estado de los negocios, pero sí enfatizarán las ventajas competitivas de negocios y destinos operando estratégicamente. Por ello, las redes globales de viajes y turismo desarrollarán economías de escala y alcance, y aplicarán enormes inversiones en marketing en línea y bases de información. Así, se observará una simbiosis entre las estrategias competitivas y las TIC, de modo que el éxito de las empresas turísticas dependerá de su valor agregado a través de la tecnología. 5.2 Contexto nacional • • • • En México, los perfiles de empleados globales difícilmente corresponderán con la calidad de la educación en cuanto a las TIC, la cultura y una segunda lengua. Pese a que las tendencias globales indican la necesidad de más cultura general en los sectores laborales, en el sector turístico mexicano seguirá haciéndose hincapié en aspectos puntuales de capacitación y profesionalización sin considerar la necesidad de visiones y culturas más integrales. Los jóvenes con capacidades diferentes buscarán ubicarse en los mercados que los acepten; tal vez algunos logren colocarse en empresas globales, pero la mayoría se acomodarán en las pymes o en el servicio público. La política pública mexicana considera las TIC más como una herramienta para la educación que como un elemento clave de competitividad, o un requisito para ingresar en redes globales o mantenerse en ellas. En el caso de todos los sectores y las ramas productivas ligadas al exterior, esto será un elemento en contra si lo que se busca es un posicionamiento en los mercados globales, donde es fundamental el conocimiento del entorno y el ingreso en comunidades globales relacionadas con determinados intereses. Debido al bajo poder adquisitivo de los mexicanos, los viajeros utilizarán las TIC como motores de búsqueda de opciones económicas o de consumo colaborativo en sus redes sociales al planificar su viaje. La propia dinámica hará que crezca rápidamente la tendencia del consumidor a realizar reservas turísticas por móviles hasta posicionarse como la principal forma de venta (Forbes, 2016). Un entorno marcado por la movilidad propiciará entonces la creación y venta de aplicaciones para dispositivos móviles y tabletas (de geolocalización y reserva multiproducto principalmente) que ayuden a mejorar la experiencia de los viajeros, lo que obligará a las empresas a adoptar nuevas formas de relación con el cliente y a generar la aparición de nuevos modelos de negocio, como las empresas virtuales. Surgirán entonces nuevas empresas especializadas que ofrezcan servicios externos de marketing en línea y de asesoría tecnológica de última gene122 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional ración. Sin embargo, sin una estrategia de apoyo, un limitado número de empresas turísticas se adaptará a las condiciones de uso de este tipo de herramientas. Las grandes agencias en línea dominarán el mercado de la promoción, comercialización y venta, lo que reducirá las habilidades de las empresas turísticas nacionales para llevar a cabo tácticas de optimización de precios en tiempo real, por ejemplo, haciéndolas dependientes de las OTA internacionales. 5.3 Retos y oportunidades para México • • • • La política pública es muy ambiciosa en cuanto al desarrollo turístico. Para lograr sus objetivos se requeriría contar con personal formado en aspectos generales, como la sustentabilidad, el desarrollo integral, el marketing, las TIC, la innovación de productos y servicios, y la conciencia ambiental y social. También se requerirá capacitación y profesionalización en aspectos específicos relacionados con los nichos emergentes: turismo cultural, turismo de salud, turismo de reuniones, entre otros, así como en lo que concierne a la capacidad de respuesta del turismo a eventos emergentes y problemas ambientales. Se requerirá considerar a las TIC como el elemento que puede potencializar el turismo y mejorar su competitividad, una vez definidos los objetivos del desarrollo turístico, los productos que se ofertará y los mercados meta. Esto dependerá de las estrategias públicas en educación, de las posibilidades de inversión públicas o privadas, de las habilidades personales o colectivas, y de los recursos disponibles. Así, en México será difícil que sin educación o inversión puedan formarse pymes con alcance global. Para las empresas turísticas será un reto adaptarse a un nuevo modelo de negocios de base tecnológica, en el que la economía compartida podrá ofrecer más oportunidades de hacer turismo, por lo que deberán impulsarse las empresas integradoras preferentemente micro y pequeñas que participen con una nueva oferta de servicios turísticos y con una experiencia diferente, procurando con ello que estas empresas no operen en un esquema ilegal, informal y de competencia desleal. Las empresas turísticas reconocerán que las aplicaciones desarrolladas en línea continuarán expandiendo sus límites, lo que hará que se incorporen para mantenerse en el mercado. Deberán adoptar tecnología de punta, lo que en el ámbito empresarial representará una gran oportunidad para obtener información útil, de confianza y segura; fortalecer el vínculo de la imagen corporativa con sus clientes; e incrementar sus ingresos. 123 Maribel Osorio, Irma Luz Ramírez de la O, Carlos Viesca González A modo de cierre Con respecto a las tendencias internacionales, se resalta la importancia de que el turismo se consolide en la perspectiva de la sustentabilidad y el desarrollo humano como el gran reto de su quehacer, ya que de ello dependerá su contribución al cumplimiento de los objetivos del desarrollo del milenio (Naciones Unidas, 2013). Con respecto a la comparación con México, está clara su posición de desventaja e incluso su contraposición en algunas situaciones. Muchos son los problemas nacionales que deben atenderse derivados del análisis anterior, de donde se destaca que los destinos turísticos deberán incorporar estrategias efectivas de manejo integral sustentable, no solo en lo ambiental, sino también en lo económico y sociocultural, para colaborar en la reducción de la pobreza y la conservación de los ecosistemas. Así, también queda asentado que para lograr una mayor competitividad, se requerirá una adaptación de las empresas al ambiente global, particularmente al tecnológico, y a los nuevos comportamientos de viaje derivados de los cambios generacionales. Perfiladas las tendencias del turismo a corto plazo, al reflexionar sobre los escenarios a largo plazo establecidos al principio del presente texto, se aprecia que la configuración más cercana a la realidad descrita es la de un mundo diferenciado, regionalizado y fragmentado tecnológicamente, en el que la reconversión al uso de combustibles limpios aún se ve lejana, por lo que, aparentemente, el turismo interno basado en productos singulares y estructuras sociales comunitarias prevalecerá, al menos, a medio plazo. 124 Tendencias del turismo hasta 2030. Contrastes entre lo internacional y lo nacional Fuentes consultadas ABC ECONOMÍA (2015): «Diez tendencias del turismo mundial», ABC Economía, en línea. <www.abc.es/economia/20150403/abci-tendencias-turismo-mundial-201504030220.html>. [Consultado el 20/04/2016]. BECKEN, S. y HAY, J. (2004): Tourism and climate change. Risks and opportunities, Cleveland: Channel View Publications. 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El caso de Quintana Roo y Cancún (México) Alfonso de Jesús Jiménez Martínez Universidad Autónoma de Guerrero Mario Alberto Velázquez García El Colegio de Hidalgo Resumen La mejora económica y social de las poblaciones locales se plantea como objetivo fundamental del apoyo al turismo y, en este contexto, se le asignan atributos que asumen el logro de este último objetivo. De este modo, el turismo se promueve como la actividad que impulsa o rescata la economía de los países y las localidades, y que por su dimensión social en el empleo, justifica el apoyo gubernamental en diferentes ámbitos. Se mantiene, así, un discurso proselitista generalizado, con el convencimiento de todos sus beneficios. En este texto se busca comparar el beneficio prometido para las poblaciones locales con los indicadores económicos y sociales. Como casos que buscan ejemplifican estos planteamientos, se contrastarán el discurso y los datos económicos y sociales de Cancún y de Quintana Roo, territorios mexicanos inmersos en esta actividad desde la primera mitad de la década de los setenta. Los resultados abonarán la crítica, que apunta a la brecha entre el discurso y la realidad. Palabras clave: Cancún; Quintana Roo; turismo; indicadores económicos y sociales. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Introducción Al final de la Primera Guerra Mundial, el Plan Poincaré identificó el turismo como un instrumento de ayuda (Herrerías, 1958). Con la misma orientación se proseguiría con el Plan Marshall al final de la Segunda Guerra Mundial, que auxiliaría en la recuperación de los países de la Europa desbastada. De hecho, el Plan Marshall contaba con un programa de turismo que impulsaba políticas y recursos para el aprovechamiento de los viajes (Endy, 2004). En ese contexto de euforia turística se iniciaron los discursos gubernamentales de países y organizaciones para su impulso en un contexto que prometía, a través de los viajes, paz y concordia humana en un mundo convulsionado por la Guerra Fría ( Jiménez, 1993). Esto se verificó a la par de la incipiente transnacionalización de empresas hoteleras y de aviación, sobre todo de Estados Unidos. De este modo, sobre todo organizaciones políticas y organismos públicos y privados a escala internacional y nacional, discurrieron que el turismo era un gran impulsor de la economía, del empleo y de la modernidad y amistad entre los pueblos. El impulso se verificaba en particular desde la economía y con la argumentación de las variadas bondades de la actividad turística: generación de divisas para la adquisición de los necesarios bienes de capital que permiten la industrialización, en esa época fin último de los países con deseos de desarrollarse; multiplicación de empleo para incorporar a personas poco capacitadas y excluidas del sector secundario-industrial; así como efectos multiplicadores en otros ámbitos de la economía regional por la demanda agregada del turismo. De esas teorías impulsadas con entusiasmo en la década de los sesenta, se derivaron algunos de los actuales destinos turísticos de México. Cancún es el más conocido, pero que se incluyeron en su momento Ixtapa Zihuatanejo, en Guerrero; Loreto y San José del Cabo, en Baja California Sur; y Huatulco, en Oaxaca. En la actualidad, los matices del discurso turístico se han preservado casi sin cambios en los afanes de la economía política, con argumentos donde se mencionan reiteradamente los potenciales efectos multiplicadores en la economía y el empleo; la inversión en infraestructura y la inversión extranjera directa que, paulatinamente, pero sin pausa, fue llevando a la transnacionalización y a la apertura de mercados, incluido el laboral, cuyos efectos en el turismo fueron polivalentes. De ahí que el discurso turístico pueda considerarse como una metáfora del proceso de evangelización que representó una cierta manera de impulsar y proteger un sistema de ideas y de intereses asociados con el poder imperial. En este texto se busca confrontar los argumentos de corte económico, que —se afirma siempre— son el resultado positivo del desarrollo turístico en las localidades, contrastar la teoría con los datos estadísticos disponibles. 130 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) Método Siendo el objetivo confrontar los principales argumentos económicos en torno a las razones del impulso/apoyo gubernamental al desarrollo turístico, se han tomado como base las formulaciones de Cohen (1984 y 1996) sobre los aspectos más importantes de esta repercusión y se han comparado con los datos estadísticos y las cifras de que se dispone en SECTUR/DATATUR e INEGI-CST (cuenta satélite de turismo), así como en los indicadores turísticos de la Secretaría de Turismo del Estado de Quintana Roo. Debe decirse que no es una investigación exhaustiva de estudios sobre el tema económico en el turismo, sino que solo confronta en esta primera aproximación la teoría con los indicadores de las fuentes oficiales. La confrontación de datos toma como referencia el caso del estado de Quintana Roo y de Cancún y, en un sentido más general, se incluyen los datos de todo México —porque muchos de los datos no se encuentran disponibles a escala estatal o local—. 1. Resultados 1.1 Promoción de ingreso de divisas extranjeras La llegada del turismo extranjero genera divisas en la economía del país receptor e inyecciones frescas de dinero en la economía de las localidades por dos vías (Cohen, 1984 y 2006): a) Gasto por turismo receptivo. b) Inversiones extranjeras. Las cifras de la Secretaría de Turismo Federal indican una disminución relativa en la participación de la captación de divisas por turismo en México, al pasar de una proporción del 8,3 % en 1980 al 3,2 % en 2014. Debe mencionarse también que sectores como el de las manufacturas (sobre todo por la exportación de automóviles fabricados en México por las empresas transnacionales), el petróleo y las remesas son otros tres de los más importantes contribuyentes en la captación de divisas de México, cuya dinámica puede relativizar el ingreso por turismo. La tendencia a la disminución es, sin embargo, clara. 131 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Figura 1. México: participación del turismo en la cuenta corriente de la balanza de pagos entre 1980 y 2014 (en %). Fuente: SECTUR (2013). Compendio Estadístico del Turismo en México (CETM). Capítulo de indicadores macroeconómicos. En términos de la generación de divisas por turismo extranjero en Cancún y en Quintana Roo, la información apunta a una muy alta proporción de generación de divisas dentro del país: la proporción se ubica en la mitad y dos tercios del total, siendo la mayor parte atribuible a Cancún. No obstante, estos datos tienen dos problemas: a) no contempla la composición por origen del turista, lo que desvirtúa el efecto de los ingresos por exportaciones atribuibles al gasto del turista extranjero; b) la información que suministra la Secretaría de Turismo de Quintana Roo se refiere en sus indicadores a la «derrama económica», que no implica que sean divisas, y aunque el componente de turismo nacional en la región, si bien no es mayoritario, tampoco es irrelevante; y c) finalmente, se contabiliza la aportación de la inversión de la inversión extranjera directa (IED) que consignan las fuentes oficiales —con la salvedad de que los informes apuntan a la IED del lugar donde se localizan las empresas que lo reportan y que no es necesariamente el lugar de la inversión—. 132 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) Figura 2. Ingreso de divisas en el estado de Quintana Roo y participación en el ingreso contabilizado por turismo receptivo en la cuenta corriente de la balanza de pagos entre 2007 y 2013. (Datos en millones de dólares) Fuente: 1/ Para datos el estado SEDETUR Quintana Roo. Estadísticas Turísticas. Disponible en el siguiente enlace: <sedetur.qroo.gob.mxticpaciòn/estadisticas/indicadores/ Indicadores%20Turisticos%202012.pdf>. De este modo, Quintana Roo representaría casi dos tercios del ingreso de divisas en el país, lo que dejaría casi sin participación a otros destinos mexicanos con flujos de turismo extranjero relevante, como Los Cabos, Mazatlán, Vallarta y la Ciudad de México —algo muy difícil de creer—. b) Para la generación de divisas vía inversiones extranjeras en México y en Quintana Roo En cuanto a la generación de divisas por IED, Quintana Roo ocupa el cuarto lugar de recepción, por debajo de Baja California (Tijuana), Jalisco (Puerto Vallarta) y Baja California Sur (Los Cabos). No obstante, estos tampoco son indicadores de recepción de confianza en cuanto al destino específico porque, como se ha comentado, los datos se refieren a la entidad donde se ubica el domicilio del representante legal y no donde se realiza la inversión. 133 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Figura 3. IED en estados con centros de relevancia turística y por país de origen* entre 1999 y 2011. *Representan las cifras notificadas al RNIE (del 01/01/1999 al 30/03/2011) y se refieren a la entidad donde se ubica el domicilio del representante legal y no donde se realiza la inversión. Fuente: INEGI (2011): Perspectiva estadística, Quintana Roo, p. 68. Puede apuntarse, no obstante, a que los países más importantes en participación de IED son cuatro: Estados Unidos, Canadá, España y Reino Unido, con casi tres cuartas partes del total nacional (73,2 %), y del cual, casi la mitad (42,2 %) es para Quintana Roo. En este sentido, existe un tema de controversia. Las empresas hoteleras transnacionales de Estados Unidos y de España tienen una oferta relevante en esta región, sobre todo en las categorías más altas, pero a excepción de las empresas españolas —que sí han realizado inversión directa—, muchas de las empresas transnacionales de la hotelería no invierten, sino que se vinculan con los hoteles, básicamente, bajo contratos de administración, franquicia o renta ( Jiménez, 2010). De esta manera, puede formularse la pregunta siguiente: ¿cuáles son los componentes de esa IED? ¿Se encuentran fuera de la hotelería? El modelo operativo todo incluido de muchos de estos hoteles también tiene un efecto inhibidor en otro tipo de inversiones (como restaurantes) y no está claro en los indicadores estadísticos si lo hacen con agencias y operadores de viaje. También resulta significativo que una porción de la IED sea atribuible a paraísos fiscales (con poco más de la mitad 56,2 %) del total en Quintana Roo, y cuyo efecto es multidimensional en términos de impuestos y fugas para la economía local —además de la posibilidad de lavado de dinero, aspecto del cual no está exenta esta zona—. En este sentido, la investigación de Ambrosie (2015) para el caso de Quintana Roo es muy importante porque ejemplifica y revela las operaciones asociadas a las prácticas de evasión, que parecen extenderse entre los principales actores de la función turística. 134 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) 1.2 Promoción de empleo La generación de flujos turísticos genera demanda de bienes y servicios, así como de la industria de la construcción, que tiene efectos importantes en el empleo de las localidades (Cohen, 1984 y 2006). Para México, las cifras de participación de los puestos de trabajo ocupados remunerados totales en el sector de los servicios del país (que incluye bienes y servicios, pero excluye la construcción en el sector secundario) indican una disminución de la participación de este sector en el total al pasar del 6,2 % en 2003 al 5,8 % en 2014. Figura 4. Ocupaciones renumeradas (%) entre 2003 y 2014. Fuente: INEGI: Cuenta satélite de turismo, 2003-2014. A su vez, la participación mayoritaria del empleo remunerado en el sector servicios se concentra en el suburbio de servicios. Nótese la baja participación que tienen los empleos turísticos directos en alojamiento y transporte, en torno al 7-8 % y 18 %, respectivamente, y respecto del total del sector de los servicios. Está claro que las cifras no pueden atribuirse totalmente al turismo, aunque en la utilización de algunos de los servicios que se incluyen participa muy activamente la población local. Atribuirlo totalmente al turismo sería exagerar la relevancia de esta actividad en la creación de ese empleo, que sería más bien atribuible a diferentes actividades de la economía en general. Resalta, sin embargo, la falta de análisis rigurosos y precisos de los economistas que aclaren la contribución efectiva que debe ser atribuible específicamente a la actividad turística. 135 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Figura 5. Ocupaciones renumeradas en bienes y servicios entre 2003 y 2014. Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI. Figura 6. Ocupaciones renumeradas en los diferentes servicios turísticos entre 2003 y 2014. 136 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) 1) Incluye tiempo compartido y segundas viviendas. 2) Incluye transporte aéreo, terrestre y turístico, y otro transporte. 3) Incluye artísticos y deportivos, culturales y de entretenimiento. 4) Incluye agencias de viaje y turoperadores, comercio turístico, servicios de información, servicios financieros, servicios inmobiliarios y de alquiler, servicios profesionales, servicios de apoyo, servicios médicos, actividades de gobierno y otros. Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI. 1.2.1 Datos de empleo en Quintana Roo En el ámbito nacional y de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Trabajo y Prevención Social (STPS), para el segundo trimestre de 2015, Quintana Roo se encontraba dentro de los primeros 10 estados, con una participación de trabajadores asalariados ubicada en el 74,7 %. Para el estado de Quintana Roo y Cancún, con datos del año 2011, las proporciones que alcanzaba el empleo entre la población mostraban una amplia capacidad para incorporar a la población existente (65 % y 67 % de la población económicamente activa —PEA—, respectivamente). Como era de esperar, el sector servicios —donde se incluye el turismo y el comercio— es, a su vez, uno de los más relevantes para Cancún y para el Estado (79 % y 86 %, respectivamente), puesto que existe una participación del 13 % que se atribuye a la actividad industrial y se deriva de la intensa actividad constructiva que se tiene en la región —por los desarrollos inmobiliarios orientados al turismo (hoteles y segundas residencias), pero también por el desarrollo de vivienda para los habitantes locales—. 137 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Figura 7 Fuente: INEGI (2011): Participación estadística, Quintana Roo. Con datos más recientes, en el segundo trimestre de 2015 se tienen cifras similares. Se concentra en los servicios (50,9 %), el comercio (18 %) y la construcción (7,8 %). Por su parte, el 67,8 % de los empleos concentra su ingreso en un rango que va de 1 a 5 salarios mínimos (superior a la proporción que se tiene en el ámbito nacional, que es de 62,2 %). El 8,7 % del total está en un rango de entre 5 y 10 salarios mínimos, y con más de 10 salarios mínimos se tiene el 1,8 %, lo que también lo coloca ligeramente por encima del porcentaje que se tiene en el ámbito nacional, que es del 5,0 %. Esto refleja el coste de la vida en la zona, que es alto en comparación con otros lugares de la península y de México en general. Figura 8. Ocupación. Segundo trimestre de 2015 (personas). Fuente: STPS e INEGI: Encuesta nacional de ocupación y empleo. 138 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) 1.2.2 Empleados por cuarto La hotelería es uno de los más importantes empleadores en el sector turístico de las localidades y por este motivo, uno de los indicadores frecuentemente argumentado para las políticas gubernamentales de impulso turístico es la relación que existe entre cuartos y empleos. Con los indicadores que se presentan a continuación, puede estimarse una relación de empleos remunerados por cuarto, que muestra una tendencia descendente tanto para el subsector de servicios, con un indicador de 3,66 empleados por cuarto en 2003 que pasó a 2,89 en 2014, así como para para el sector de alojamiento (donde se incluye el tiempo compartido y las segundas residencias), donde el indicador se encuentra entre 0,29 y 0,21 empleos por cuarto. Estas cifras contrastan con la información que publicaba el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) para los años ochenta, en la que esa relación era considerablemente más alta, en particular en Quintana Roo y en Cancún, donde predominan los hoteles en las categorías más altas ( Jiménez, 2010). Figura 9. Empleos renumerados por cuarto en México en el subsector de servicios total y en el subsector de alojamiento entre 2003 y 2014. 139 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García nte: INEGI: Cuenta satélite de turismo. Fuente: INEGI: Cuenta satélite de turismo. 1.3 Promoción de un mayor ingreso Siempre siguiendo a Cohen (1984 y 1996), y por lo anteriormente descrito, se afirma que se genera una mayor actividad económica y un mayor ingreso entre la población. En realidad, con estos indicadores no es posible afirmar que mejorar el ingreso de la población mejore las condiciones de vida de la población porque el beneficio del ingreso está en función del coste de la vida, con lo cual la mejora real para la población es una función tanto del ingreso como del coste de la vida en la localidad de que se trate —que en el caso de Cancún y de Quintana Roo, es más alto que en otras localidades del país—. Los indicadores del índice de precios al consumidor y el índice del salario mínimo general en la región C (que incluye Quintana Roo) parecen ir en paralelo en una evolución que parecería compensatoria y, en general, equilibrada. Figura 10. Comparación del índice nacional de precios al consumidor e índice del salario mínimo general y en la región C entre 1993 y 2011. la región C entre 1993 y 2011. Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI (2011): Perspectiva estadística, Quintana Roo. Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI (2011): Perspectiva estadística, Quintana Roo. 140 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) Los indicadores nacionales para 2015 ubican a Quintana Roo en el cuarto lugar por ingreso promedio de la población ocupada, por encima del promedio nacional, y a Cancún por encima del promedio de Quintana Roo, lo que sería de gran regocijo para sus habitantes de no ser por los precios efectivos de la canasta básica de bienes y servicios en la ciudad. Figura 11. Ingresos mensuales entre 2011 y 2015 Fuente: STPS e INEGI: Perspectiva estadística. Figura 12. Ingreso promedio de la población ocupada en el segundo trimestre de 2015 (pesos/mes). Fuente: STPS. Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral (2015): Quintana Roo. Información laboral, p. 26. 141 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García 1.4 Promoción del incremento de precios (inflación) en a) algunos alimentos y b) la tierra Puede reforzar las tendencias inflacionarias por demanda adicional generada por el turismo, se ejerce presión sobre productos cuyo suministro es inelástico, particularmente referido a cierto tipo de alimentos y la tierra (Cohen, 1984 y 1996). a) No se encontraron en esta revisión rápida estudios específicos al respecto, pero estas condiciones caracterizadas por la convivencia de dos poblaciones diferenciadas (turista-local) con capacidad de gasto diferenciada. El primero con disposición al gasto suntuoso al estar en un paréntesis de su vida cotidiana. El local sin opción y en la mayor parte sujeto a ingresos fijos e inciertos (por propina), y la economía informal que se amplía consistentemente en México. 1.5 Promoción de un cambio en la distribución de los beneficios Mientras que la actividad beneficia a los locales involucrados en el turismo, puede causarle penalidades al resto de la población (Cohen, 1984 y 1996). a) En el estado de Quintana Roo existe una gran asimetría en la generación de ingresos por la llegada de turismo. Por una parte, están los inversionistas y propietarios, y por otra, los trabajadores y habitantes de la zona urbana, donde las condiciones de ingreso salarial y con base en propinas son inciertas. Adicionalmente, es relevante el papel de las pagadoras (véase Ambrosie, 2015). b) En Cancún la infraestructura y los servicios urbanos están limitados para la población local y con diferencias sustanciales/deficientes respecto de la zona hotelera. Existe un mantenimiento óptimo en la zona hotelera que presenta una gran diferencia con la zona urbana, donde hay baches en las calles, insuficiencia de agua con cortes, etc. 1.6 Promoción de un cambio en la propiedad y el control de la tierra Frecuentemente involucra la implicación de forasteros y de intereses financieros externos tanto nacionales como extranjeros, que lleva a una pérdida de control local sobre la industria (Cohen, 1984 y 1996). a) Desarrollo de Cancún con una plusvalía socializada en la zona hotelera contra la generación de una plusvalía hegemónica (Milton Santos, citado por Jiménez, 2010) en el corredor Cancún-Tulum (Puerto Morelos, Riviera Maya, Akumal, Playa del Carmen y Tulum). b) Con el auspicio de la modificación constitucional del año 1992, verificación de la transición legal de la tenencia de la tierra ejidal hacia la propiedad privada en todo el corredor de la Riviera Maya. Adicionalmente, documentación del despojo de tierras ejidales y comunales de personas o grupos de poder político y/o económico (o 142 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) ambos) en diferentes lugares de México (incluyendo la zona de la franja litoral) para destinarlos a propósitos turísticos (Marín, 2015 y Urrea, 2015). Así pues, refuerzo del paradigma de la rentabilidad privada, que se apoya en el discurso generalizado que atribuye la posibilidad de desarrollo a partir del turismo. c) Desarrollos inmobiliarios, orientados a vivienda para locales en Cancún, con apoyos gubernamentales cuando se orientan a vivienda de interés social, y desarrollos inmobiliario-turísticos, orientados al mercado de altos ingresos nacional y extranjero para segundas residencias (Marín, 2015), con apoyo de instancias financieras nacionales (FIBRAS, en la Bolsa Mexicana de Valores) e internacionales. 1.7 Promoción del ingreso gubernamental La actividad turística genera una mayor recepción de impuestos. En este sentido, son tres diferentes: a) los impuestos directos a las empresas turísticas; b) los impuestos indirectos a las empresas conexas y anexas al turismo; y c) las concesiones otorgadas para el funcionamiento turístico (Cohen, 1984 y 1996). En el ámbito nacional, y de conformidad con el informe que hace el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las aportaciones al impuesto sobre la renta (ISR), atribuibles a los establecimientos de «servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas», indican que de las 21 actividades registradas en su listado, este es el sector que menor participación tiene dentro del total: su participación alcanza únicamente el 0,5 % del total (¡!). Con ello, este es un sector que prácticamente no contribuye al ingreso gubernamental por ISR. Otro sector importante para los desplazamientos turísticos es el transporte —aunque no se aclara a qué tipo de transporte se refiere—. Este sector tampoco participa de manera significativa al representar el 2,8 % del total. Como en el caso del empleo, atribuir a esta actividad turística todo el impuesto del transporte sería exagerar la relevancia de la actividad en la generación de ingreso por este impuesto, que más bien sería atribuible a las diferentes actividades de la economía. También resalta en este caso la falta de un análisis riguroso y preciso. 143 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Figura 13 Con estos datos es posible cuestionar muy seriamente los méritos de la actividad turística como generador de ingresos gubernamentales. Se requeriría, al menos, de un análisis con mayor profundidad y alcance que pudiera validar las afirmaciones en torno a los beneficios que acarrea el turismo para las comunidades receptoras. También resulta necesario una mayor trayectoria en el tiempo y una mayor profundidad en el análisis de los datos. El tema es relevante, aunque parece que, en realidad, la actividad turística es actualmente subsidiada y que la inversión en infraestructura de acceso y otras importantes para la actividad turística dependen del presupuesto gubernamental. De acuerdo con los datos del año 2011 relativos a los ingresos brutos municipales en el ámbito nacional y en Quintana Roo, se observa que los principales sectores de ingresos en el ámbito nacional son dos: las participaciones y las aportaciones federales y estatales (con una proporción similar para ambos sectores: del 32,4 % al 34,1 % en el ámbito nacional). El tercer sector de ingreso son otros ingresos —que se atribuyen a impuestos por traslado de dominio (adquisiciones y venta de bienes inmuebles)—, que constituyen el 19 % en el ámbito nacional. El cuarto sector de ingreso se corresponde con los impuestos, con un 10 % en el promedio nacional. Para el estado de Quintana Roo, mientras tanto, la participación relativa de sus ingresos es menor en los primeros sectores: del 24,2 % y del 16,5 % respectivamente, con una mayor participación de los impuestos, 24,3 %, y de otros ingresos, que cons144 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) tituyen el 25,2 %. En el sector de egresos, la mayor participación se destina a servicios personales (nóminas), con el 39,4 %. El último sector en importancia en el ámbito nacional lo constituyen otros ingresos —que se atribuyen a impuestos por traslado de dominio (adquisiciones y venta de bienes inmuebles)—, que corresponden a una quinta parte del total (19 %), aunque para Quintana Roo constituye el 25 % y refleja la actividad inmobiliaria de vivienda para la población tanto local como turística (sería el caso de las segundas residencias). Figura 14. Ingresos y egresos brutos municipales por principales partidas financieras en 2009. Fuente: INEGI (2011): Perspectiva estadística, Quintana Roo. Fuente: INEGI (2011): Perspectiva estadística, Quintana Roo. Tal vez, de este modo puede explicarse, al menos en parte, el endeudamiento que se tiene en dos de los principales destinos turísticos del país. En efecto, de los municipios considerados turísticos en México, los dos primeros en endeudamiento son, como se observa en los siguientes cuadros, precisamente los municipios de Benito Juárez y Acapulco de Juárez, donde se localizan Cancún y Acapulco. 145 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Figura 15. Obligaciones financieras de entidades federativas y municipios considerados turísticos. Nota del cuadro: Información proporcionada por las entidades federativas a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre la situación que guardan sus obligaciones financieras inscritas en el Registro de Obligaciones y Empréstitos de Entidades Federativas y Municipios, y algunas otras obligaciones reportadas. Las cifras pueden variar debido al redondeo. 1) El saldo de la deuda de Chiapas, Chihuahua, Distrito Federal, Hidalgo, México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca y Veracruz incluye saldos de emisiones bursátiles que fueron colocadas por los gobiernos del estado, los municipios o sus organismos. 2) El saldo total de la deuda del Gobierno del estado de Aguascalientes incluye un crédito cuya fuente primaria de pago, del principal al vencimiento del crédito, la forman recursos provenientes de la redención de bonos cupón cero —adquiridos con ingresos propios de la entidad—. Los intereses serán pagados por el Gobierno del Estado con recursos provenientes de las participaciones federales que le corresponden. 3) El saldo de la deuda del Gobierno del estado de Chihuahua incluye tres emisiones bursátiles por un monto de 15 205 millones de pesos, las cuales no tienen recurso en contra del Estado, es decir, solo están pagadas y garantizadas con recursos provenientes de flujos carreteros. Asimismo, incluye tres créditos cuya fuente primaria de pago, del principal al vencimiento del crédito, la conforman recursos provenientes de la redención de bonos cupón cero —adquiridos con ingresos propios de la entidad—. Los intereses serán pagados por el Gobierno del Estado con recursos provenientes de las participaciones federales que le corresponden. Fuente: SHCP: Obligaciones financieras de entidades federativas y municipios. 146 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) 2. Reflexiones finales 1. Los beneficios para la población local constituyen los principales argumentos para impulsar el desarrollo del turismo en países, regiones y localidades. No obstante, resulta poco clara la contribución del turismo a ese objetivo, finalidad última de su impulso. 2. De lo anterior, puede afirmarse que el turismo se ha convertido en un argumento evangelizador, en el sentido en el que se muestra más como un sistema de creencias que no pueden validarse en la realidad y en tanto que el objetivo último del sistema turístico se orienta a la rentabilidad del capital. 3. De este modo, coexisten dos objetivos diferentes en el sistema turístico en los argumentos, pero se han mostrado incompatibles: beneficios de la comunidad local, por un lado, y la rentabilidad del capital, por otro. 4. La competitividad como objetivo se entiende como el ofrecimiento de un marco legal e institucional que favorezca el capital para —se afirma— ser competitivo en el contexto global y lograr el desarrollo a través del turismo. De ahí que con los datos de la realidad resulte cuestionable la postura del discurso institucional a escala internacional y nacional, que impulsa ese marco de flexibilidad, y que por ignorancia, omisión o colusión de las autoridades e instituciones clave del ámbito internacional y nacional, buscan ofrecer condiciones favorables para las grandes empresas: concesiones, marco laboral y concesiones fiscales que no contribuyen al objetivo de lograr beneficios para las comunidades receptoras. 5. Hasta el momento, han prevalecido enfoques acríticos ante los argumentos que sustentan los diferentes actores del sistema turístico internacional, asumiéndolo como «el cordero de Dios» en el proceso evangelizador. 6. A estas alturas del desarrollo turístico internacional, es injustificable el desconocimiento y la incomprensión de los efectos específicos y puntuales de las acciones que se verifican a diferente escala y cuyos efectos en el sistema no se ven claramente en el ámbito de las comunidades locales. Como ejemplos se tienen los siguientes: a) La concentración funcional de los más importantes actores del sistema turístico: aviación, hotelería y comercializadores. b) La relevante participación y vinculación del sistema financiero regional y mundial en estos grupos, que logran una incidencia no bien cuantificada en el sistema turístico internacional. c) Con estos dos elementos (concentración de grandes actores y participación del sistema financiero internacional), junto con las nuevas tecnologías, que permiten transacciones globales e instantáneas, se ofrece un mecanismo de invisibilización de recursos —que también ha sido poco estudiado—, pero que vulneran, sobre todo, el prometido bienestar de las comunidades receptoras. 147 Alfonso de Jesús Jiménez Martínez, Mario Alberto Velázquez García Bibliografía AMBROSIE, L. (2015): Sun & sea tourism. Fantasy and finance, en prensa, Cambridge Scholars Publishing. COHEN, E. 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Disponible en el siguiente enlace: <www.hacienda.gob.mx/Estados/Deuda_Publica_ EFM/2014/Paginas/1erTrimestre.aspx>. 148 El impacto económio del turismo: ¿solo un discurso proselitista? El caso de Quintana Roo y Cancún (México) URREA, U. (2015): Privatización de la zona costera mexicana y el desarrollo de la actividad turística. El caso del municipio y solidaridad, Quintana Roo, tesis de maestría, México: Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales, El Colegio de México. 149 Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local* Macià Blázquez-Salom Universidad de las Islas Baleares Resumen El turismo de masas está fuertemente ligado al desarrollo inmobiliario, al apoyo del Estado —como se demuestra con el boom que favorece a las cadenas hoteleras durante el franquismo en España y el respaldo a su oligopolio transnacional en el contexto de la Unión Europea— y a la financiarización. La historia de las cadenas hoteleras baleares muestra sus vinculaciones financieras con los principales operadores turísticos europeos, la banca española y los fondos de inversión inmobiliaria que fijan y hacen circular capital en el entorno construido. La reestructuración hotelera en el contexto de la actual crisis también da lugar a la reconversión de los establecimientos y destinos turísticos mediante operaciones de gobernanza y planificación territorial neoliberal. En contraposición a este modelo dominante y poscolonial, se esbozan componentes de guía por un turismo responsable y local, con la premisa de aprovechar las oportunidades que puede ofrecer esta actividad. Palabras clave: cadena hotelera; financiarización; crisis; turismo responsable; turismo local. * La investigación que da lugar a este capítulo ha sido financiada por el proyecto Crisis y Reestructuración de los Espacios Turísticos del Litoral Español (CSO2015-64468-P) del Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO) y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Macià Blázquez-Salom Introducción El análisis crítico del dominio oligopólico del turismo de masas transnacional —a partir del caso de las cadenas hoteleras de matriz española— nos lleva a contraponer propuestas de desarrollo turístico responsable y local. Se pretende contribuir así al debate sobre las ventajas y los inconvenientes del turismo, con la premisa de que no ha de ser malo per se. Las corporaciones transnacionales y el neoliberalismo Numerosas corporaciones transnacionales españolas han sacado provecho de las ventajas de la pertenencia del Estado español a la Unión Europea desde el año 1986 y de la moneda única europea, en circulación desde 2001. Se trata principalmente de entidades financieras, aseguradoras, compañías de comunicaciones y extracción de recursos minerales, especialmente hidrocarburos. La proximidad cultural —en especial lingüística— con América Latina ha sido clave para la expansión corporativa española en estos territorios. Sin embargo, ha sido sobre todo el neoliberalismo el que ha favorecido el fortalecimiento de estas corporaciones. Una caracterización sintética de esta corriente económica y política del capitalismo, centrada en sus rasgos más favorecedores del dominio corporativo se compone de los siguientes elementos: a) la inclusión de más facetas de la vida y más territorios en la lógica del mercado capitalista; b) la minoración del papel del Estado, por ejemplo, mediante la privatización y mercantilización de su provisión pública en educación, sanidad, pensiones o servicios básicos, como el abastecimiento público de agua o el transporte; y c) la potenciación de los mercados financieros mediante la flexibilización y expansión del crédito, lo que atrae el ahorro a la búsqueda de compensar la disminución de la tasa de beneficios (Harvey, 2007). Además, la globalización también favorece la homogeneización de los patrones culturales y de consumo, lo que les proporciona ventajas competitivas a las corporaciones transnacionales (Verger, 2003). Las cadenas hoteleras españolas Las cadenas hoteleras españolas encajan en este patrón. El turismo demuestra así que puede ser un sector de actividad más, promovido por el capital en su afán por extraer ganancias mediante el consumismo estereotipado. El tipo de desarrollo turístico que más beneficios genera y que más interesa a las corporaciones transnacionales está estrechamente asociado a la especulación inmobiliaria con la desposesión de territorios y recursos naturales mediante la creación de enclaves todo incluido, hoteles, urbaniza152 Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local ciones cerradas o cruceros (Blázquez, Cañada y Murray, 2011). Otras características de la actividad corporativa en busca de maximizar sus beneficios son la explotación de la mano de obra (Cañada, 2015) o la evasión y elusión fiscal mediante la interposición de paraísos fiscales y el blanqueo de dinero (Vázquez, 2016). Los marcos regulatorios y la gestión (y corrupción) de lo público por parte de las administraciones del Estado han contribuido al fortalecimiento del capital turístico balear (Murray, Blázquez y Amer, 2010). Para explicarlo, es necesario remontarse al fin de la larga posguerra en la que el Estado español empezó a salir de su aislamiento político, ya en los años cincuenta, mediante el reconocimiento de la comunidad internacional, especialmente de Estados Unidos (1953) y de la ONU (1955). Las élites empresariales y políticas participaron en la creación de cierto consenso social en torno al régimen franquista en el contexto del petróleo barato, la Guerra Fría y el fortalecimiento del estado del bienestar de la década de los años sesenta (López y Rodríguez, 2010). De este modo, el Estado español se adhirió al proyecto de progreso fordista, asumiendo la función de solar urbanístico para la acumulación de capital y el solaz de la clase obrera europea, llamado milagro español por los tecnócratas franquistas (Murray, 2015). En este contexto y con el apoyo del régimen franquista, aparecieron las grandes cadenas hoteleras españolas, que tienen mayoritariamente sus sedes en las Islas Baleares. Desde esta plataforma geopolítica, que es ya de por sí un emporio turístico, el capital turístico español expande sus negocios a nuevas periferias turísticas emergentes, especialmente al Caribe, Centroamérica y América del Sur (Buades, 2006). Los efectos que la implantación de las corporaciones turísticas españolas (figura 1) han tenido en estos territorios han sido estudiados por investigadores locales ( Jiménez, 2000; Gomes, 2011 y los recopilados en la publicación coordinada por Blázquez y Cañada, 2010). Una larga historia de alianzas financieras El capital inicial que alimentó la aparición de las cadenas hoteleras baleares procedía de la conmutación de capital local, el crédito del Estado franquista y el apoyo de agentes de la industria turística, la construcción y la financiera europea. Yrigoy (2015) destaca tres sectores de actividad locales que hicieron conmutación de capital local hacia el sector turístico en el boom turístico balear: el contrabando, la construcción y promoción urbanística, y la repatriación de ganancias de inversores indianos. Joan Riu Masmitjà, fundador de la cadena hotelera Riu, reinvirtió, por ejemplo, los beneficios de sus negocios venezolanos en crear su corporación en Mallorca. El apoyo crediticio del Estado era preferencial para la industria turística, pero dependiente de las buenas relaciones del demandante con las instituciones del régimen, dado que cada «proyecto debía re- 153 Macià Blázquez-Salom cibir la declaración de utilidad pública por parte de la Dirección General de Turismo» (Murray, 2015: 234). Como se ha mencionado ya, el surgimiento de las corporaciones hoteleras baleares está estrechamente ligado a factores geopolíticos, principalmente a la asignación de la función «balneario» de España, a raíz de la asimilación de la dictadura franquista al bloque occidental durante la Guerra Fría (Buades, 2009). De esta manera, el capital extranjero se veía obligado a aliarse con inversores locales que ostentasen la propiedad de los negocios, acatando así la desconfiada legislación franquista. Tanto es así que se considera que «[…] el capital inyectado por los turoperadores internacionales es el elemento central en la ascensión de la clase hotelera» (Yrigoy, 2015: 175). ⎯⎯ Figura 1. Hotel Riu Guanacaste en construcción Environment, en línea. <doi: 10.1080/14616688.2016.1198829>. Figura 1. Fotografía del hotel Riu Guanacaste en construcción (Blázquez, 16/02/2009). Fotografía del hotel Riu Guanacaste en construcción (Blázquez, 16/02/2009). Alba Sud (<www.albasud.org>) y Pinya (2016)⎯mantienen el seguimiento de un procedimiento judicial contra esta cadena hotelera⎯ —como epítome de los abusos de las cadenas hoteleras baleares en países empobrecidos—, por el que se la acusa de la destrucción del manglar a raíz de la construcción de este complejo hotelero. En épocas de bonanza económica, las cadenas hoteleras se nutrieron de capital líquido, respaldando sus empréstitos con la propiedad inmueble de sus hoteles. De este modo, el capital sobreacumulado se fijó en el entorno construido, sacando provecho de su valor de cambio en el circuito secundario de acumulación (Harvey, 2006 [1982]). Este modo de obtener plusvalía transciende el circuito primario de acumulación de capital, basado en la actividad hotelera en los beneficios de la prestación de servicios de alojamiento. En la actualidad, la obtención de beneficios de la actividad hotelera ha adquirido una mayor complejidad, profundizando en la fijación y circulación de capital: 154  Debe especificarse el añ  Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local La financiarización ha permitido crear arquitecturas corporativas complejas mediante las cuales es más frecuente que las CCHH se desprendan de la propiedad de sus complejos turísticos reservándose solo su gestión, franquicia o alquiler de marca como activo de credibilidad y confianza. A pesar de ello, debido a la opacidad que acompaña a la propiedad privada, resulta muy complejo descifrar la verdadera propiedad de los inmuebles ya que es habitual utilizar sociedades pantalla, poseerlos a título personal ya sea directa o indirectamente a través de testaferros (Ramón, 2010 y Jiménez, 2008). Al mismo tiempo se vinculan a la promoción inmobiliaria, mediante la asociación de sus complejos turísticos a parcelaciones, contando para ello en ocasiones de la participación de fondos de inversión —real estate investment trust, REIT, u otros «vehículos de inversión hotelera» (CEPAL, 2009 y Ramón, 2010). La producción turístico-inmobiliaria del espacio también ha servido como plataforma para el blanqueo de dinero negro, de múltiples procedencias, incluida la criminal, utilizando para ello muy a menudo los paraísos fiscales (Ramón, 2002). Asimismo, muchos enclaves turísticos del Sur Global son también «paraísos» vinculados a la economía criminal donde actúa la delincuencia internacional, las redes del narcotráfico y de la prostitución, incluida la infantil (Pruitt y Lafont, 1995; Kempadoo, 1999; Cacho, 2005 y Pantojas, 2006) (Blázquez, Cañada y Murray, 2011: 3). Como es fácil de imaginar, las fusiones, adquisiciones y participaciones financieras de las cadenas hoteleras son un río revuelto, que no puede explicarse sin intentar reflejar su continuo movimiento. A continuación, se mencionarán algunos casos a modo de ejemplo. La cadena hotelera Riu se originó de la mano, y mantiene todavía hoy en día una vinculación financiera, de TUI (Touristik Union International) (Murray, 2012). Este operador tiene también participación cruzada con el grupo de empresas Matutes. TUI tuvo que pagar en 2013 una multa de 50 millones de euros por delitos fiscales, por no tributar de manera adecuada los beneficios de sus actividades en España entre 2001 y 2005 (Manresa, 20/03/2014). Barceló Corporación Empresarial mantuvo vinculación accionarial en sus orígenes con el operador turístico homson Holidays, hoy en día también en manos de TUI. Más tarde, Barceló se alió con el fondo de inversión inmobiliaria (real estate investment trust) Highland Hospitality para comerciar con bienes inmuebles ligados a su actividad hotelera, a través de la adquisición de la inmobiliaria cotizada en Wall Street Crestline Capital Coorporation en 2002 (Murray, 2012). Meliá Hotels International obtuvo el apoyo en sus inicios del operador turístico homas Cook, más tarde lo recibió de fondos soberanos kuwaitíes y se deshizo después de hoteles a manos del Banco de Santander, lo que supuso que participara también de su accionariado para seguir gestionándolos en arrendamiento financiero (leasing) (Murray, 2012 y Such, 2003). De igual modo, Meliá ha vendido algunos hoteles del enclave turístico en el que esta cadena se originó, en Magaluf (Ma- 155 Macià Blázquez-Salom llorca), al fondo de inversión Evertaas, que los comercializa como inversión inmobiliaria mediante la figura de condo-hotel (Yrigoy, 2015) (figura 2). Iberostar, asociado al operador turístico homas Cook, vendió su división de agencia de viajes al fondo de capital riesgo estadounidense Carlyle, lo que dio lugar a la creación de Orizonia, que quebró a raíz del endeudamiento que se asumió para su compra y del desinterés del gigante financiero por ella, lo que supuso que fuera luego despedazada por el entorno oligopólico local —Barceló y Globalia adquirieron sus despojos—. Iberostar se asoció con ACS (Actividades de Construcción y Servicios, SA), lo que hizo que se conmutaran las ganancias de la venta de Orizonia (estimadas en 900 millones de euros) al sector de la obra pública. En ACS, Iberostar comparte accionariado con el Grupo March, fundado por el banquero mallorquín del dictador Francisco Franco, Juan March Ordinas (Murray, 2012). Por otro lado, la burbuja inmobiliaria llevó a esta cadena hotelera a participar de la creación del fondo de inversión inmobiliario Inhova, junto con las cajas de ahorro Ibercaja, Caja Galicia y Sa Nostra, cuyo resultado fue la quiebra, por ejemplo, en Saïdia (Marruecos), donde este «zombi» urbanístico fue asumido por el Estado marroquí (Yrigoy, 2013). La cadena hotelera Hotetur, del Grupo Marsans, con sede en Mallorca, quebró poco después de ser adquirida por el fondo de inversión Posibilitum Business, SL. El copropietario del Grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán (expresidente de la CEOE), fue encarcelado acusado de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales poco después de esta venta. La cadena hotelera Playasol pasó a manos del fondo de inversión Hiperion Capital Management antes de que su propietario, Fernando Farré, fuese acusado de delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales, falsedad documental, explotación laboral, etc. Miquel Pascual Bibiloni, copropietario del grupo hotelero Pabisa también fue detenido en 2015 en relación con casos de prostitución y soborno de la policía de Palma (Casamajor, 2015). Crisis y reestructuración territorial turística La crisis es una oportunidad aprovechada por el capital para aplicar «doctrinas de shock» (Klein, 2007), lo que refuerza su control sobre la fuerza de trabajo, privatiza y mercantiliza ámbitos de la vida como bienes y servicios, y redefine las prioridades de las administraciones públicas, mediante las cuales se incrementa la hegemonía del proyecto neoliberal al imponer la disciplina del mercado (Aalbers, 2013). En este contexto, el modelo turístico muta adaptándose al contexto, en primer lugar, a raíz de sus propias apetencias financieras y rentistas, y en segundo lugar, marcando las pautas de un nuevo marco regulatorio más flexible y favorable a la reestructuración territorial. 156 Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local Figura 2. Condo-hotel Royal Beach Figura 2. Fotografía del condo-hotel Royal Beach en primera línea de Magaluf Fotografía del condo-hotel Royal Beach en primera línea de Magaluf (Mallorca), de la cadena hotelera Meliá Hotels International (Blázquez, 25/09/2015). Los anuncios de venta en algunos de los balcones de sus 230 suites ilustran la venta fraccionada del inmueble, a partir de la alianza comercial (joint venture) de esta cadena y el fondo de inversión holandés Evertaas. Meliá continúa gestionando el hotel, mientras que la propiedad de los activos pasa a manos de terceros mediante su alianza con Evertaas. Esta operación de arrendamiento financiero (leasing) se ha aplicado con anterioridad por esta misma corporación hotelera, financiarizándose para resolver crisis como la actual (Yrigoy, 2015). La marca Sol Wave House hace referencia a la instalación de un establecimiento recreativo de surf en piscinas de las terrazas y locales comerciales. Más allá de la creación de plusvalías mediante procesos productivos, el estadio actual del capitalismo neoliberal promueve la generación de beneficios por mecanismos puramente financieros de acumulación de capital (López y Rodríguez, 2010). Harvey considera esta contradicción del capitalismo —junto con la crisis ecológica— como irresoluble, por «[…] el creciente poder de la clase rentista para apropiarse de toda la riqueza y los ingresos descuidando los procesos productivos» (2014: 260). En este sentido, la explotación turística del territorio enmascara cada vez más intereses inmobiliarios, hasta el extremo de financiarizar la urbanización (Moreno, 2014). Este proceso de financiarización del entorno construido se acentúa en tanto y cuanto el capital se interesa más por la circulación de la liquidez del valor de bienes inmuebles que por su capacidad productiva mediante la prestación de servicios turísticos. Esta conmutación de capital hacia el entorno construido es una estrategia clave para aliviar las crisis del capital. Con su búsqueda se persigue maximizar beneficios, invertir capital sobreacumulado, acelerar su circulación, expandir su crédito o fijarlo espacialmente (Harvey, 2007). 157 Macià Blázquez-Salom Las cadenas hoteleras se han resentido con la crisis, que ha supuesto la quiebra del sistema bancario español. Para paliar sus empréstitos han recurrido a la emergencia de fondos de inversión internacionales, especialmente de Estados Unidos y China —pero también rusos y del Golfo Pérsico (Magro, 14/03/2014)—, especializados en fijar capital y extraer rentas de la compraventa de inmuebles. Su denominación anglosajona es real estate investment trust (REIT). Nacieron en Estados Unidos en 1969 y se adaptaron a la legislación española en 2009 con la denominación de sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria (SOCIMI). Yrigoy (en prensa) ilustra este proceso a partir del estudio de la SOCIMI Hispania Activos Inmobiliarios, SA y de su alianza con el sector hotelero español de la mano de Barceló Hotels. Estos instrumentos financieros permiten, además, extender el control oligopólico de las grandes cadenas hoteleras, lo que produce que se adquieran y gestionen más establecimientos, y se extraiga más rentabilidad mediante su modernización y se comercialicen sus servicios a un mayor precio. El giro neoliberal de estas últimas décadas está presidido por cambios significativos en el marco institucional y la gobernanza, orientados a la creación de un clima empresarialista y procrecimiento (Brenner y heodore, 2002 y Tasan-Kok y Baeten, 2012). En el contexto de la actual coyuntura de crisis, el rol del planeamiento en las dinámicas territoriales y urbanas se ha adaptado para potenciar las estrategias de rescatereactivación en lo que se ha denominado una profundización de la vía neoliberal (Peck y otros, 2014 y Rullan, 2014). En este contexto, las periferias turísticas —como es el caso del Estado español— son escenario del despliegue de estrategias de reestructuración, renovación y reconversión, tanto de enclaves maduros como de espacios y esferas productivas que estaban menos orientados al turismo y tienen características propias de bienes escasos, básicos, públicos o comunes: viviendas, espacios libres públicos de la ciudad, espacios portuarios, espacios naturales, playas, faros, etc. Las cadenas hoteleras baleares están aplicando ya estas recetas en el contexto de la actual crisis, están aplicando el know how que han perfeccionado en su expansión internacional, que se denomina balearización global (Blázquez, Murray y Artigues, 2011). Algunos ejemplos baleares ilustran sus estrategias de gobernanza mediante el desarrollo de la planificación territorial turística neoliberal (Blázquez, Artigues y Yrigoy, 2015). Investigaciones futuras en la guía de un turismo responsable y local El análisis del modelo hotelero balear muestra que se trata de un epítome de la vanguardia del capitalismo turístico. A la vista de los inconvenientes que este modelo supone, cabe esbozar guías para futuras agendas de investigación. En este sentido, la 158 Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local cooperación para el desarrollo turístico, que se persigue mediante COODTUR, se entiende que se basa en el análisis crítico independiente, comprometido con la justicia social a partir de una perspectiva de análisis del desarrollo geográfico desigual en el contexto del capitalismo (Murray, 2013a). Si algún enfoque académico debe asumir este compromiso, este debe ser el de la cooperación al desarrollo y la solidaridad. El estudio de los modelos de desarrollo turístico corporativo y transnacional de rasgos poscoloniales (Hall y Tucker, 2004), como el hasta aquí expuesto, puede llevar a establecer, por oposición, algunos parámetros de definición de modelos más justos y sostenibles: por ejemplo, modelos orientados al control local comunitario de la cadena de valor por parte de las poblaciones de acogida. Según la definición de Cañada: El turismo comunitario lo entendemos como un tipo de turismo desarrollado en zonas rurales en el que la población local, en especial pueblos indígenas y familias campesinas, a través de sus distintas estructuras organizativas de carácter colectivo, ejerce un papel preponderante o protagonista en su desarrollo, gestión y control, así como en la distribución de sus beneficios. El turismo comunitario no sustituye habitualmente las actividades agropecuarias tradicionales (agricultura, ganadería, pesca, producción artesanal…), si no que se convierte en una forma de ampliar y diversificar las opciones productivas de las comunidades rurales y complementar así las economías de base familiar campesina (Cañada y Fandiño, 2013 [2009]: 83). Asimismo, la planificación del turismo puede reducir su contribución al agravamiento de la crisis socioambiental moderando su huella ecológica, por ejemplo, mediante el alargamiento de las estancias y la reducción de las distancias recorridas (Hall, 2009), es decir, con la circunscripción de su alcance a destinos más próximos. El análisis para el caso del turismo en las Islas Baleares aporta esta misma conclusión: La huella ecológica se ha aplicado para analizar el impacto global del turismo en varios casos (Gössling y otros, 2002 y Hunter y Shaw, 2007). La huella ecológica de la industria turística balear es de 0.16 ha/cápita, lo que equivale a 3,7 veces la superficie de las Islas Baleares (Murray 2012). Esta cifra contrasta con la huella ecológica de un turista europeo hacia las Seychelles (1,85 ha/cap) (Gössling y otros, 2002) o de un turista británico a Manaus (Brasil) (2 ha/cap) (Hunter y Shaw, 2007). Los viajes a destinos lejanos de los espacios centrales del capitalismo avanzado acarrean una mayor huella ecológica que aquellos otros de mayor proximidad, siendo la mayor fracción de la huella la correspondiente al consumo energético (Murray, 2013b: 126). En esta misma línea, el desarrollo turístico puede planificarse local y regionalmente como complementario a otras actividades, en lugar de como exclusivo de todo un territorio, como sí sucede en los enclaves del turismo de masas. Con ello se pretende que la organización territorial tienda a mantener el equilibrio y la estabilidad dinámi- 159 Macià Blázquez-Salom ca interna (homeostasis territorial) entre los diferentes sistemas territoriales: asentamientos, redes de comunicación; y espacios de producción agraria y de apoyo natural, como refugios de biodiversidad y de prestación de servicios ambientales (absorción de emisiones contaminantes, recarga de acuíferos o recreo al aire libre). Por otro lado, la formación y regulación laborales deben orientarse a dignificar las condiciones del trabajo turístico (Cañada, 2013 y 2015). Por último, destinos sobresaturados y consumismos derrochadores deben ser penalizados mediante la aplicación de medidas de decrecimiento turístico. Todo ello con la premisa de que el problema no es tanto paliar la pobreza como reducir la acumulación opulenta de riqueza. 160 Cara y cruz: del oligopolio hotelero transnacional a la guía por un turismo responsable y local Bibliografía AALBERS, M. B. (2013): «Debate on neoliberalism in and after the neoliberal crisis», International Journal of Urban and Regional Research, 37 (3), pp. 1053-1057. BLÁZQUEZ, M. y CAÑADA, E. (eds.) (2010): Turismo placebo. Nueva colonización turística del Mediterráneo a Mesoamérica y el Caribe. Lógicas espaciales del capital turístico, Managua: Alba Sud y Universidad de las Islas Baleares. BLÁZQUEZ, M.; CAÑADA, E. y MURRAY, I. (2011): «Búnker playa-sol. Conflictos derivados de la construcción de enclaves de capital transnacional turístico español en el Caribe y Centroamérica», Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, XV (368). BLÁZQUEZ, M.; MURRAY, I. y ARTIGUES, A. A. (2011): «La balearización global. 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De hecho, los organismos financieros internacionales han financiado la puesta en marcha de multitud de proyectos turísticos en esta región con el fin de conseguir sus objetivos de reducción de la pobreza y mejora de la calidad de vida en los f menos adelantados. El objetivo de esta investigación es evaluar el papel ejercido por los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo en América Latina y el Caribe, identificando el tipo de financiación canalizada por estos organismos hacia proyectos de desarrollo turístico, los principales instrumentos financieros utilizados, los criterios que guían su concesión e, incluso, su distribución geográfica. Se demostrará que estos organismos cometen importantes errores en el tratamiento que le dan a la financiación del turismo, lo que les dificulta aprovechar todo el potencial de esta actividad económica para la consecución de sus objetivos. NEL·LO ANDREU, Marta Gemma i FONT VERNET, Alba (eds.), Anudar red. Temas pendientes y nuevas oportunidadesde cooperación en turismo, URV, Tarragona, 2016, p. xx–xx. ISBN: 978-84-8424-490-5. DOI: 10.17345/9788484244905 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo Palabras clave: organismos financieros internacionales; turismo; desarrollo económico; cooperación al desarrollo; financiación. A critical analysis of the role of international financial institutions in the financing of tourism in Latin America and the Caribbean Abstract Tourism can generate a dynamic for improvement living standards for residents of tourist destinations. It is not just a social phenomenon, but has become a powerful economic activity worldwide. In Latin America and the Caribbean, tourism is a consolidated activity, which growth and dynamism makes it one of the most remarkable economic and social phenomena of the past century. Indeed, the international financial institutions have financed the launch of many tourism projects in the region in order to achieve their goals of reducing poverty and improving the quality of life in less developed countries. he objective of this research is to evaluate the role played by international financial institutions in the financing of tourism in Latin America and the Caribbean, identifying the type of funding channeled through these agencies towards tourism development projects, the main financial instruments used, the criteria guiding the granting of the same, and even geographic distribution. We show that these organisms make significant errors in their treatment of the financing of tourism, making it difficult to realize the full potential of this economic activity to achieve its objectives. Keywords: international financial institutions, tourism, economic development, development cooperation, financing. 166 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… 1. Introducción Las tasas de crecimiento del turismo en los países en desarrollo superan actualmente las de las economías desarrolladas, lo que les hace presuponer a las instituciones internacionales y a los gobiernos nacionales que el turismo tiene un tremendo potencial para jugar un papel importante en el desarrollo socioeconómico de los países menos adelantados (PMA), al ofrecerles una importante oportunidad para combatir la pobreza, diversificar sus economías y garantizar estrategias de crecimiento que aseguren la inclusión de los más pobres (UNDP, 2011). Por ello, desde mediados de los noventa, ha crecido la atención prestada por instituciones y organismos internacionales, gobiernos, ONG, expertos e investigadores al turismo, ya que se trata de una de las actividades económicas más importantes de la economía mundial, entendiendo como indiscutible su papel como instrumento capaz de promover el desarrollo económico en los PMA (Carrillo y Pulido, 2012). Según las principales series históricas, desde mediados del siglo pasado, esta actividad ha ido adquiriendo mayor importancia, alcanzando cifras espectaculares en los últimos años. En este sentido, la globalización ha jugado un papel muy importante, ya que ha facilitado el acceso rápido y económico a cualquier país del mundo, lo que ha supuesto un aumento de los visitantes extranjeros y una competitividad creciente entre los destinos turísticos internacionales (Sánchez, 2012). La perspectiva histórica del turismo mundial que realiza la Organización Mundial del Turismo (OMT) muestra la evolución del número de llegadas internacionales, partiendo de tan solo 25 millones en 1950, a 1 087 millones en 2013. Si se consideran los ingresos por turismo internacional, también puede observarse una importancia creciente de la actividad turística en la economía mundial, puesto que en 1950 generó 2,1 billones de dólares y en 2011 alcanzó los 1 030 billones de dólares (OMT, 2011a). América Latina y el Caribe, por la variedad y fuerza de su cultura e historia, por sus grandes bellezas naturales y arquitectónicas, así como por la hospitalidad de sus habitantes es una región con un gran potencial para el desarrollo del turismo. El crecimiento y gran dinamismo del turismo en esta región lo sitúan como uno de los fenómenos sociales y económicos más destacados del siglo pasado y del actual. Desde los años cincuenta del siglo pasado, se ha mantenido una tendencia creciente de la actividad turística en América Latina y el Caribe, especialmente a partir de los noventa. De hecho, en los últimos 20 años, el crecimiento ha sido espectacular en esta región, lo que ha supuesto que se dupliquen las llegadas de turistas internacionales, pasando de 21 millones en 1990 a 56,5 millones en 2012 (OMT, 2013a), lo que ha supuesto unos ingresos de 56,2 millones de dólares. En 2012, los países de América Central lideraron el crecimiento en las llegadas de turistas internacionales, con un incremento promedio del 8 %, seguidos de América del Sur (5 %) y el Caribe (4 %). 167 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo Por tanto, el turismo es una actividad con una importancia destacada en los países de esta región, con un extraordinario potencial de desarrollo. De hecho, las cifras disponibles (BID, 2014; CEPALSTAT, 2012; y OMT, 2010, 2011 y 2013a) ratifican esta afirmación y, a grandes rasgos, pueden resumirse del siguiente modo: • En 2012, recibió el 5,4 % de las llegadas de turistas internacionales, con una tasa media de crecimiento anual en la última década del 4,3 %. • La contribución directa e indirecta de la industria turística a la economía de América Latina durante 2009 fue de 177 mil millones de dólares, lo que representa el 6,6 % del PIB. • La actividad turística representa el 23,7 % de las exportaciones de bienes y servicios. • El turismo representa el 6,4 % del empleo total directo e indirecto en América Latina y el 12,6 % del total de empleos en el Caribe. • El turismo internacional en América Latina y el Caribe ha crecido un 50 % en la última década, y se espera que se duplique en los próximos 20 años. El objeto de este artículo de revisión es el de conocer el papel que los organismos financieros internacionales (en adelante, OFI) —los cuales entienden el turismo como un instrumento de desarrollo y reducción de la pobreza— están teniendo en el desarrollo de la actividad turística en América Latina y el Caribe al financiar proyectos turísticos como parte de su estrategia. Igualmente, se pretende identificar el tipo de financiación canalizada por estos organismos, los principales instrumentos financieros utilizados y sus condiciones, los criterios que guían su concesión e, incluso, su distribución geográfica en la región. Este trabajo forma parte de una investigación más amplia en la que se analiza el papel de estos organismos en la financiación inclusiva del turismo a través de la elaboración de una herramienta que permite medir el esfuerzo realizado por estos organismos en este sentido, y demostrar así la ineficacia de la política de inclusión financiera de los OFI en materia de financiación al turismo. El artículo se estructurará en cuatro grandes apartados, amén de esta introducción y las conclusiones. El apartado siguiente se dedicará a repasar la situación del turismo en América Latina y el Caribe. Tras una breve exposición —en el epígrafe tercero— del planteamiento metodológico seguido en este trabajo, el cuarto apartado incluirá una somera revisión de las principales características de los organismos financieros internacionales que operan en América Latina y el Caribe que han sido objeto de este estudio, de sus objetivos y líneas de actuación. Por último, en el apartado quinto se analizarán las características de la financiación concedida a proyectos de turismo en la región, su distribución geográfica, los subsectores financiados y su evolución durante las últimas décadas. 168 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… 2. El turismo en América Latina y el Caribe El turismo es una actividad que para muchos países en vías de desarrollo se está convirtiendo en un factor clave de crecimiento y desarrollo económico debido a su potencial en este sentido. De hecho, las cifras históricas (OMT, 2013b) muestran una tasa media de crecimiento, desde el inicio del siglo XXI, mayor en las economías emergentes (4,9 %) que en las avanzadas (2,1 %). Como se ha señalado anteriormente, en América Latina y el Caribe el turismo ha jugado un papel muy importante para las economías que lo componen, convirtiéndose en uno de los fenómenos sociales y económicos más destacados. El cuadro 1 muestra la evolución de los flujos de llegadas de turistas internacionales e ingresos por turismo internacional en América Latina y el Caribe durante el periodo 2010-2014. Como puede comprobarse, la mayoría de países se han recuperado satisfactoriamente de la crisis económica mundial que se inició en 2008. México, que es, con diferencia, el principal destino turístico de esta región, creció entre 2010 y 2014 un 24,91 % en llegadas de turistas internacionales y un 35,57 % en ingresos por turismo internacional. Las llegadas al Caribe aumentaron en este mismo periodo un 14,83 %, lo que supuso el incremento de los ingresos en un 19,93 %. En cuanto a las llegas de turistas, cabe destacar el comportamiento de países como Haití (82,35 %), Islas Caimán (32,99 %), Curaçao (32,16 %), Aruba (29,94 %) y, especialmente, por el volumen de flujos turísticos que recibe, la República Dominicana (24,63 %). En América Central, destacan Belice (con un incremento de llegadas del 32,64 %), Panamá (31,80 %) y Nicaragua (31,55 %). En conjunto, estos países han incrementado sus flujos turísticos un 21,29 % en el periodo de análisis y un 51,87 %, sus ingresos. Por último, América del Sur ha incrementado en este periodo las llegadas de turistas internacionales (23,43 %) y sus ingresos (23,37 %). Destacan los siguientes países en el incremento de llegadas: Ecuador (48,71 %), Perú (39,84 %), Paraguay (39,57%) y Guyana (35,53 %). Cuadro 1. Llegadas de turistas internacionales e ingresos por turismo internacional en América Latina y el Caribe (2010-2014). Países de América Latina y el Caribe Llegadas de turistas internacionales 2010 2012 2013 2014 Ingresos por turismo internacional (%) 14/10 2010 2012 2013 2014 (%) 14/10 América del Norte 23 290 23 403 24 151 29 091 24,91 11 992 12 739 13 949 16 258 México 23 290 23 403 24 151 29 091 24,91 11 992 12 739 13 949 16 258 35,57 El Caribe 19 547 20 571 21 145 22 446 14,83 22 589 24 299 25 382 27 090 19,93 Anguila Antigua y Barbuda 35,57 62 65 69 71 14,52 99 113 121 123 24,24 230 247 244 249 8,26 298 319 322 330 10,74 169 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo Países de América Latina y el Caribe Aruba Llegadas de turistas internacionales 2010 2012 2013 Ingresos por turismo internacional (%) 14/10 2014 2010 2012 2013 (%) 14/10 2014 825 904 979 1 072 29,94 1 251 1 402 1 501 1 599 Bahamas 1 370 1 422 1 364 1 422 3,80 2 163 2 311 2 285 2 308 6,70 Barbados 532 536 509 520 -2,26 1 034 918 964 947 -8,41 -6,56 Bermudas Cuba Curaçao 27,82 232 232 236 224 -3,45 442 441 440 413 2 507 2 815 2 829 2 970 18,47 2 187 2 326 2 344 - - 342 420 441 452 32,16 385 543 583 - - Dominica 84 86 86 87 3,57 94 79 72 75 -20,21 Granada 110 116 116 134 21,82 112 122 119 128 14,29 Guadalupe 392 325 487 - - 510 - 671 - - Haití 255 349 420 465 82,35 169 447 568 - - Islas Caimán 288 322 345 383 32,99 485 489 500 - - Islas Turcas y Caicos 281 292 291 435 54,80 - - - - - Islas Vírgenes Británicas 330 351 366 386 16,97 389 397 421 - - Islas Vírgenes EE.UU. Jamaica Martinica 590 580 570 - - 1 013 1 153 1 232 - - 1 922 1 986 2 008 2 080 8,22 2 001 2 046 2 074 2 255 12,69 2,33 476 487 490 490 2,94 472 462 484 483 Montserrat 6 7 7 9 50 6 7 6 6 0 Puerto Rico 3 186 3 069 3 200 3 246 1,88 3 211 3 193 3 334 3 438 7,07 República Dominicana 4 125 4 563 4 690 5 141 24,63 4 163 4 687 5 064 5 637 35,41 Saint Kitts y Nevis San Martín 98 104 107 114 16,33 90 95 100 104 15,56 443 457 467 499 12,64 674 842 857 - - San Vicente, Granadinas 72 74 72 71 -1,39 86 94 97 101 17,44 Santa Lucía 306 307 319 338 10,46 309 335 347 360 16,50 Trinidad y Tobago América Central Belice Costa Rica 388 455 434 413 6,44 450 - - - - 7 908 8 860 9 087 9 592 21,29 6 699 8 700 9 376 10 174 51,87 242 277 294 321 32,64 249 298 351 380 52,61 2 100 2 343 2 428 2 527 20,33 1 999 2 313 2 665 2 864 43,27 El Salvador 1 150 1 255 1 283 1 345 16,96 390 558 621 822 110,77 Guatemala 1 219 1 305 1 331 1 455 19,36 1 378 1 419 1 481 1 564 13,50 Honduras 863 895 863 868 0,58 625 679 608 630 0,8 Nicaragua 1 011 1 180 1 229 1 330 31,55 313 421 417 445 42,17 Panamá América del Sur Argentina Bolivia Brasil 1 324 1 606 1 658 1 745 31,80 1 745 3 013 3 233 3 470 98,85 23 131 26 693 27 083 28 551 23,43 20 904 24 581 24 901 25 789 23,37 5 325 5 587 5 246 5 935 11,45 4 942 4 887 4 313 4 627 6,37 679 798 798 - - 379 594 573 - - 5 161 5 677 5 813 - - 5 702 6 645 6 704 6 843 20,01 Chile 2 801 3 554 3 576 3 673 31,13 1 645 2 150 2 181 2 252 36,90 Colombia 2 385 2 177 2 288 2 565 7,55 2 797 3 460 3 611 3 914 39,93 Ecuador 1 047 1 272 1 364 1 557 48,71 781 1 033 1 246 1 482 89,76 Guayana 152 177 200 206 35,53 80 64 77 - - - - - - - - - - - - Guayana francesa Paraguay Perú Suriname Uruguay Venezuela 465 579 610 649 39,57 217 265 273 282 29,95 2 299 2 846 3 164 3 215 39,84 2 008 2 443 3 009 3 001 49,45 204 240 249 246 20,59 61 71 84 95 55,74 2 349 2 695 2 684 2 682 14,18 1 509 2 076 1 921 1 760 16,63 526 988 986 - - 740 844 858 - - Fuente: Elaboración propia a partir de OMT (2015). 170 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… Respecto a la motivación del viaje, en los principales destinos turísticos de América Latina y el Caribe, se viaja mayormente por ocio, recreo y vacaciones, que se mantienen en primer lugar en esta región (65 %). Los viajes por visitas a parientes y amigos ocupan el segundo puesto con un 17 % de las visitas, seguidos por los viajes por motivos profesionales y de negocios (12 %), razón que ha incrementando su presencia en los últimos años. Este reparto muestra que, en general, América Latina y el Caribe es una región preferida como destino vacacional y de ocio, donde los turistas encuentran multitud de atractivos en este sentido (OMT, 2013b). Para la economía de la región, el turismo es una fuente de ingresos muy importante. Según datos de la balanza de pagos de América Latina y el Caribe (CEPALSTAT, 2012), en 2010, los ingresos por viajes ascendieron a 47 mil millones de dólares, y por importaciones, en ese mismo año se gastaron en viajes 39,7 mil millones de dólares, dejando un saldo positivo de 7 295 millones de dólares por viajes. El gráfico 1 muestra la evolución de este saldo en América Latina y el Caribe desde 1980. Puede observarse cómo existe una tendencia creciente hasta 2007, aunque a partir de entonces se produjo una caída fruto de la reducción del turismo receptor. A lo largo de los últimos 30 años, los países del Caribe han mantenido un turismo emisor más potente que el receptor, sin reflejar nunca un saldo negativo. Sin embargo, América Latina sí refleja periodos en los que las exportaciones por viajes no llegaron a cubrir las importaciones, como ocurrió a inicios de los ochenta y los noventa. Y es a partir de entonces cuando en América Latina y el Caribe tiene lugar el mayor crecimiento continuado del saldo entre exportaciones e importaciones por viajes de su balanza de pagos, tendencia que mantuvo su ritmo hasta comienzos del siglo XXI. Gráfico 1. Evolución del saldo de exportaciones e importaciones de servicios de viaje en América Latina y el Caribe (1980-2011). América Latina Caribe US$!20.000 US$!15.000 US$!10.000 US$!5.000 US$!0 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 (Datos en millones de dólares) Fuente: CEPALSTAT (2012). 171 2008 2010 -US$!5.000 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo El turismo contribuye de un modo muy importante a la economía de América Latina y el Caribe. Prueba de ello es que en 2010 supuso de media el 23,07 % del total de exportaciones y el 8,5 % del PIB de la región. En el caso de la relación de ingresos por turismo contra exportaciones de bienes y servicios, desde la década de los ochenta hasta mediados de los noventa existió una tendencia creciente. A partir de entonces, ha tendido a estabilizarse. Desde que en 1986 la proporción que suponen los ingresos por turismo sobre las exportaciones superara la barrera del 20 %, los valores que ha ido tomando nunca han sido inferiores a este valor. Un estudio realizado por OMT (2011b) muestra que aún queda por desarrollarse un gran potencial del turismo internacional. En el ámbito mundial, el número de llegadas de turistas internacionales crecerá en un promedio de 3,3 % por año en el periodo de 2010 a 2030. Las llegadas de turistas internacionales a destinos en países de economías emergentes (América Latina y el Caribe, entre ellos) crecerán el doble en promedio (4,4 %) de lo que lo harán en destinos de economías avanzadas (2,2 %). De hecho, se prevé que en 2030 el 57 % de las llegadas internacionales se concentre en destinos de PMA (frente al 30 % de 1980). En particular, se espera que la región de América Latina y el Caribe reciba 110 millones de turistas en 2030, lo que supondrá un crecimiento medio del 3,4 % y absorberá el 6,1 % del total de llegadas internacionales. Las visiones de futuro de la actividad turística en la región de América Latina y el Caribe auguran el crecimiento de esta actividad, con un gran potencial, que podría dar lugar a una mayor expansión, siempre y cuando se establezcan unas condiciones y políticas adecuadas en relación con el entorno empresarial, la infraestructura, la promoción del comercio, el marketing y los recursos humanos. 3. Planteamiento metodológico La hipótesis que sustenta esta investigación es que la financiación concedida al turismo por los OFI en América Latina y el Caribe, por las propias características de esta financiación y de los proyectos a los que se orienta, presenta serias carencias para la consecución de sus objetivos de desarrollo económico y reducción de la pobreza. Para validar (o refutar) esta hipótesis, se plantea un doble objetivo para este trabajo: en primer lugar, conocer las principales características de los OFI, así como los objetivos que guían su actuación, para cuya consecución la mayoría de estos organismos fomentan el desarrollo de proyectos de turismo; y en segundo lugar, identificar el tipo de financiación canalizada por estos organismos hacia proyectos de desarrollo turístico, así como los principales instrumentos financieros utilizados, los criterios que guían su concesión e, incluso, su distribución geográfica. 172 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… El planteamiento metodológico que ha guiado la investigación realizada ha seguido una estructura de análisis descriptivo en dos fases: a) revisión de literatura e b) identificación, estudio y análisis de los proyectos relacionados con el turismo financiados por los OFI. El primer paso de esta investigación consistió, pues, en la revisión de toda la literatura encontrada al respecto, tanto sobre las características, la organización y la operativa de los OFI que operan en América Latina y el Caribe como, específicamente, sobre su papel en la financiación de la actividad turística en esta región, entendida como una herramienta útil para la consecución de sus objetivos de desarrollo económico y reducción de la pobreza en los países menos avanzados. La literatura disponible sobre las cuestiones objeto de análisis es cada vez mayor, aunque hay que resaltar dos cuestiones. Por un lado, en la mayoría de los casos, el tema se trata con excesiva ligereza, reconociendo como hecho incuestionable la importancia del turismo como instrumento de desarrollo y planteando, a partir de ahí, las diferentes opciones con las que cuentan los OFI para su financiación. Por otro lado, existen pocos trabajos que traten con la suficiente profundidad y rigurosidad estos temas, lo que se convierte en un problema, pues no hay referencias que utilizar, y a su vez, en una oportunidad de investigación muy interesante. A pesar de todo, se realizó una exhaustiva revisión bibliográfica que permitió identificar las principales características de los OFI y el tratamiento y la importancia que le conceden al turismo como herramienta que contribuye a la consecución de sus principales objetivos. El siguiente paso consistió en la consulta minuciosa de las bases de datos de estos organismos, lo que permitió identificar los proyectos financiados con influencia directa y/o indirecta en el turismo en América Latina y el Caribe. Una vez identificados estos proyectos, se procedió a un pormenorizado análisis de cada uno de ellos, poniendo especial hincapié en todo lo relativo a las operaciones financieras llevadas a cabo para fomentar la actividad turística. Para realizar este análisis, se sistematizó un procedimiento que facilitara un tratamiento homogéneo de toda la información disponible para cada OFI, así como la misma forma de presentarlos y, sobre todo, de interpretarlos. La obtención de la información ya fue de por sí una tarea compleja, por lo que era fundamental asegurarse de que la explicación e interpretación de la información analizada facilitara la comprensión de la realidad analizada y, sobre todo, favoreciera la toma de decisiones por parte de los organismos implicados. Por último, una cuestión importante que tener en cuenta es el periodo durante el que se ha realizado este análisis. Comienza el primer año para el que se dispone de datos por parte de los organismos analizados, 1969, y finaliza en 2012, que es también el último año para el que se dispone de información homogénea por parte de todos los 173 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo organismos analizados (hay organismos que hacen pública este tipo de información con más retraso que otros). Se trata de un periodo de tiempo suficientemente amplio como para analizar comportamientos estructurales en la financiación concedida por estos organismos. Para 2013, 2014 y 2015 no se disponía en el momento de realizar este estudio de información actualizada por parte de todos los organismos. En cualquier caso, de la información ya disponible se deduce, por un lado, que la financiación concedida en estos últimos años al turismo es escasa (son pocos los proyectos y escaso el volumen de financiación concedido) y, por otro lado, que se mantienen las principales características identificadas durante el último periodo respecto a la distribución geográfica, los tipos de proyectos financiados, los instrumentos y las condiciones financieras empleados, etc. 4. Los organismos financieros internacionales en América Latina y el Caribe Por su volumen e importancia, muchos países conciben el turismo como un buen instrumento para llevar a cabo una política económica y social de desarrollo (CárdenasGarcía y Pulido-Fernández, 2014). Este papel del turismo como instrumento de desarrollo fue reconocido oficialmente por la OMT en la Declaración de Manila sobre el turismo mundial (OMT, 1980), en la que se reconoce que el turismo mundial puede contribuir a establecer un nuevo orden económico que ayude a eliminar la creciente brecha que existe entre países desarrollados y países en desarrollo, y garantice que el desarrollo económico y social y el progreso crezcan de un modo constante, principalmente en los países en vías de desarrollo. Esto justifica por qué distintos organismos, entidades, gobiernos, ONG, etc. financian, a través de distintos instrumentos, proyectos con los que pretenden influir de un modo directo o indirecto en el desarrollo de la actividad turística, tratando con ellos de lograr sus principales objetivos a través del turismo. No obstante, a la hora de implementar una estrategia de desarrollo basada en el turismo, hay que tener en cuenta las oportunidades que esta actividad brinda, así como los riesgos y las amenazas que su desarrollo conlleva, que pueden dar lugar a la no consecución de los objetivos marcados (Pulido y otros, 2008 y Sharpley y Telfer, 2002). Las actuaciones realizadas por actores públicos y privados entre países de diferente nivel de renta con el propósito de promover el progreso económico y social de los países en desarrollo se llevan a cabo a través de la conocida cooperación internacional al desarrollo (Sanahuja y Gómez, 2009). La adopción de políticas de desarrollo por la gran mayoría de los países más desarrollados con el objeto de responder a intereses económicos, políticos o éticos se fue configurando como lo que ha venido a denominarse el Sistema Internacional de Cooperación al Desarrollo (SICD). 174 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… Según los actores que intervienen en la canalización de la ayuda, Gonsebatt (2009) señala que la cooperación internacional puede adoptar distintas modalidades: multilateral, bilateral, descentralizada (gubernamental), no gubernamental y empresarial. Este trabajo centra su atención en la cooperación multilateral, que es la que se otorga a través de organismos o instituciones internacionales, incluyendo también a las a instituciones financieras multilaterales de crédito. Los programas multilaterales resultan, en principio, más adecuados para tratar temas de carácter internacional y afrontar muchos de los problemas del desarrollo, especialmente cuando estos no pueden solucionarse dentro de los límites de un país y tienen sus raíces en procesos que atraviesan los estados. Aunque la cooperación bilateral haya sido cuantitativamente la fuente más importante de recursos de la cooperación al desarrollo, lo cierto es que la cooperación multilateral ha desempeñado un papel emblemático en estas cuestiones (Dubois, 2009). Si se trata de atajar estos problemas a través del turismo, la cooperación multilateral supone ciertas ventajas y beneficios. El turismo tiene un carácter plenamente internacional ¾las cifras del turismo mundial avalan esta afirmación¾ y, por tanto, puede considerarse más adecuada la cooperación de carácter internacional para atajar los problemas mencionados. En este sentido, las demás formas de cooperación, en especial la bilateral, los bancos regionales y subregionales de desarrollo regionales (aquellos de los que son socios solo una pequeña proporción de países de la misma área geográfica) y los bancos estatales o de propiedad gubernamental pueden no tener el suficiente carácter internacional necesario, lo que puede afectar a la ayuda que otorguen a un determinado país por sus intereses políticos, geoestratégicos, económicos (en términos de balanza de pagos, principalmente) y/o comerciales privados, lo que difiere del verdadero concepto de cooperación al desarrollo a través del turismo. Es al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1945) cuando se pone de manifiesto la necesidad de crear organismos internacionales de cooperación y de desarrollo. El hecho más significativo se produjo en la Conferencia de Bretton Woods, en 1944, cuando se estableció que diferentes organizaciones e instituciones internacionales abordaran problemas globales, disponiendo cada una de un campo de intervención delimitado. La función de financiación al desarrollo fue encomendada al Banco Mundial (BM), que representa desde entonces uno de los pilares de este nuevo orden económico y político. El BM es el principal banco de desarrollo y el único de alcance global, es decir, no es un banco en el sentido corriente; esta organización internacional es propiedad de sus países miembros. Bajo esta denominación se integra un conjunto variado de instituciones multilaterales (BM, 2011): el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF). Cada institución 175 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo desempeña una función distinta. La labor de estos organismos se ve complementada por la tarea que realizan la Corporación Financiera Internacional (CFI), el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, organismos con personalidad jurídica plena, legal y financieramente independiente del BM. Cada institución desempeña una función distinta, centrándose en la financiación el propio BM, la CFI y el MIGA. La evolución y el dinamismo de la economía internacional y de los países han llevado a la transformación de los organismos internacionales y a la aparición de nuevos organismos con funciones específicas, en general de carácter regional o subregional. Así surgieron distintos organismos financieros internacionales de carácter regional, como los bancos regionales de desarrollo. Son instituciones sin fines de lucro, con estructura y funciones similares a las del BM, pero con carácter regional. El primer banco regional que se creó fue el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que es el banco regional más grande y antiguo del mundo, y la principal fuente de financiación multilateral para el desarrollo económico, social e institucional sostenible de América Latina y el Caribe (BID, 2011). Más adelante, le siguieron el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Junto con los anteriores, se incluye en este trabajo el análisis de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que surge al amparo de las Naciones Unidas para el logro de objetivos comunes de desarrollo y reducción de la pobreza, inspirados en los principios de solidaridad y cooperación. Es el organismo regional más antiguo del mundo1 y se configura como un foro político para el diálogo multilateral, la integración y la toma de decisiones de ámbito americano. Para desarrollar actividades de financiación, al amparo del objetivo de desarrollo, la OEA creó el Fondo de Cooperación Técnica (FEMCIDI), con el propósito de atender a las necesidades más urgentes de sus países miembros, especialmente en los países de menor desarrollo relativo, para impulsar proyectos de cooperación horizontal y multilateral (OEA, 2013). Además, al centrarse este trabajo de investigación en América Latina y el Caribe, resulta interesante tener en cuenta este organismo. Los objetivos de los OFI han evolucionado con el paso del tiempo. A partir de la década de los ochenta asumieron nuevos retos y ampliaron los objetivos con los que ya contaban: la erradicación de la pobreza, la sostenibilidad, la salubridad, el apoyo al sector privado y a la mujer, la reducción de desequilibrios económicos, la integración regional, la igualdad de género, y el apoyo y la recuperación posconflicto a los considerados estados frágiles (Calvo, 2000). 1 Creado en mayo de 1948, su origen se remonta a la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington, de octubre de 1889 a abril de 1890. 176 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… Los OFI no se limitan a la concesión de préstamos. Proporcionan el capital necesario para la inversión, pero además, sus técnicos también identifican proyectos susceptibles de financiación en sectores clave para el desarrollo y elaboran los correspondientes estudios de factibilidad técnica y financiera. La mayoría prestan asistencia técnica, contando, en algunos casos, con departamentos de investigación para el estudio de los principales problemas del desarrollo y la economía política mundial. En América Latina y el Caribe, los OFI que han actuado han sido los de carácter global: el BM, la CFI y el MIGA; y los regionales, cuyo ámbito de actuación incluye esta región: el BID y la OEA. El cuadro 2 resume las características básicas de cada uno de los OFI estudiados en este trabajo, con el objetivo de resumir sus principales particularidades, como el año de su fundación, su sede, su misión y objetivos, así como las actividades que desarrollan para lograrlos y los instrumentos financieros empleados en la financiación al desarrollo. Cuadro 2. Principales características de los organismos financieros internacionales que actúan en América Latina y el Caribe. Año y sede N.º de países miembros Misión y objetivos Actividades Instrumentos financieros - Financiación (mejores condiciones que las del mercado) - Análisis, asesoría, información - Incremento de capacidades - Préstamos para proyectos de inversión - Préstamos para políticas de desarrollo - Donaciones BM* 1944 Washington 186 Lucha contra la pobreza y logro de un desarrollo sostenible CFI* 1956 Washington 182 Reducción de la pobreza y mejora de la calidad de vida fomentando la inversión privada - Financiación - Asistencia técnica - Asesoría - Préstamos - Inversiones - Garantía y gestión de riesgos 175 Crecimiento económico, reducción de la pobreza y mejora de la calidad de vida promoviendo la inversión extranjera directa - Garantía - Asistencia técnica - Solución de controversias - Garantías ante riesgos políticos y no comerciales 48 Desarrollo sostenible y - Financiación reducción de la pobreza y - Asistencia técnica la desigualdad - Investigación MIGA* 1988 Washington BID 1959 Washington OEA 1948 Washington 35 Apoyo al desarrollo sostenible - Financiación - Diálogo político - Cooperación - Seguimiento - Patrimonio jurídico - Préstamos soberanos y no soberanos - Donaciones - Garantías - Inversiones - Donaciones * Organismos afiliados al Grupo Banco Mundial. Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2010 y 2013), el BID (2011 y 2013), el BAfD (2010 y 2013), el BAsD (2013), el BERD (2013) y la OEA (2006 y 2013). El origen de los fondos que emplean para el desarrollo de sus operaciones financieras es muy diverso. Los OFI analizados disfrutan de calificaciones crediticias 177 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo excelentes (AAA y/o AA+), lo que les permite conseguir fondos en los mercados internacionales de capital a tipos de interés altamente rentables. La emisión de bonos es, en su mayoría, la principal fuente de financiación. Además, obtienen fondos de las suscripciones de los países miembros o de las aportaciones periódicas que realizan al propio organismo y/o a fondos de financiación incluidos en estos. Por último, sus propias reservas, fruto del reembolso de los préstamos concedidos, también son empleadas como fuente de financiación. Otras formas, menos comunes, de obtener fondos para el desempeño de su actividad son a través de la cofinanciación junto con otras entidades financieras, o canalizando directamente inversiones privadas hacia proyectos determinados. Analizados los ocho OFI, puede obtenerse una visión de conjunto acerca de las principales características de estos organismos y, sobre todo, del tipo de operaciones que realizan. Estos asumen el turismo como una herramienta con un gran potencial económico y vienen fomentando esta actividad como instrumento para el logro de sus objetivos de reducción de la pobreza y desarrollo desde mediados del siglo pasado, cuando la CFI (miembro del GBM) comenzó a financiar proyectos de desarrollo turístico. No es, sin embargo, hasta la última década del siglo XX cuando el resto de instituciones financieras de desarrollo comienzan a apostar, de un modo más contundente, por esta actividad económica para lograr sus objetivos. Esta es la etapa en la que el turismo se incorpora como parte fundamental de la agenda política de numerosos países de la región, implementando políticas públicas que afectan a su promoción, planificación y comercialización como una pieza clave del desarrollo económico. 5. La financiación de la actividad turística por parte de los organismos financieros internacionales en América Latina y el Caribe El contenido de este apartado responde al verdadero objetivo de esta investigación. Se analizarán seguidamente las principales características de la financiación que los OFI conceden a proyectos de turismo en América Latina y el Caribe en su estrategia de generar condiciones idóneas para la mejora del nivel de desarrollo de los países de la región en los que intervienen. 178 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… 5.1 Evolución de la financiación concedida a proyectos de turismo en América Latina y el Caribe Desde 1969, los OFI han destinado al turismo 29,3 millones de dólares, repartidos por diferentes regiones del mundo (gráfico 2). La región que más financiación ha recibido es Asia y el Pacífico (35,81 %), con casi 10,5 millones de dólares. Sin embargo, no siempre ha ocupado la primera posición. Esto es debido a que ha sido en la última década cuando más se ha apostado por esta región. Hasta entonces, era América Latina y el Caribe la que más financiación al turismo había recibido por parte de los OFI, que actualmente ocupa el segundo lugar (21,18 %), con una cantidad financiada de 6 166,98 millones de dólares. El resto de regiones han recibido financiación al turismo en proporciones y cantidades similares: África subsahariana y Oriente Medio y el norte de África (ambas con un 15 %); siendo Europa y Asia central (11 %) las menos financiadas en este sentido. Esta investigación se ha centrado en América Latina y el Caribe por la importancia del turismo en la región a lo largo del tiempo, así como por el volumen de financiación al turismo prestada de un modo más continuado desde que los OFI comenzaron a apostar por esta región. Gráfico 2. Reparto regional de la financiación al turismo (1969-2012). (Datos en millones de dólares) Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013), el BAfD (2013), el BAsD (2013), el BERD (2013) y la OEA (2013). Como se ha observado en el apartado anterior, el objetivo principal de los OFI que operan en América Latina y el Caribe es el de fomentar el desarrollo económico sostenible como mecanismo para la reducción de la pobreza de los países en los que operan. Estos organismos financian proyectos relacionados directa o indirectamente 179 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo con el turismo, pues, en todos los casos, esta actividad económica se considera un instrumento para la mejora del desarrollo y el crecimiento económico, siempre condicionado por la relación que se produzca entre los efectos positivos y negativos que genera la actividad turística. Lo que depende, a su vez, de la gestión que se lleve a cabo y de la coyuntura y circunstancias iniciales. El turismo no ha tenido el mismo nivel de importancia en todos los proyectos y programas financiados por los OFI. Al respecto, es posible distinguir tres categorías principales de proyectos (Markandya y otros, 2003): proyectos en los que el turismo es fundamental, tanto en términos de inversiones como de resultados (tipo I); proyectos en los que el turismo no es el foco principal de la inversión, aunque los resultados son significativos para el turismo (tipo II); y proyectos en los que el turismo es un beneficiario auxiliar de menor importancia (tipo III). Analizando el comportamiento de los OFI que operan en América Latina y el Caribe, destaca que el BM no considere el turismo como un sector independiente sobre el que actuar para lograr sus objetivos, sino que financia proyectos que apoyan el desarrollo de otros sectores que mantienen una relación directa con el turismo. Sin embargo, esto no significa que no lo tengan en cuenta, ya que sí que invierten en proyectos que, aunque se incluyan dentro de otros sectores de actividad, como medioambiente, infraestructura, transporte, etc., su puesta en marcha genera una influencia directa y positiva sobre el desarrollo del turismo. El gráfico 3 refleja la distribución de la financiación del BM entre sectores con influencia en el turismo. Es el sector de la Administración pública (39 %) el que más financiación ha recibido por parte del BM. La mayoría de los proyectos se centran en programas de desarrollo de determinadas áreas y en la mejora de la infraestructura administrativa e institucional que favorezca la inversión y el desarrollo del turismo. Estos proyectos son ejecutados por instituciones de carácter público. Entre todos los proyectos de este sector, destaca el denominado Second Programmatic Environment Development Policy Loan, ejecutado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, que se centra en apoyar a medio plazo el programa del Gobierno orientado a promover el desarrollo sostenible. Solo este programa supone el 22 % del total financiado a este sector. El segundo sector por el que más se ha apostado es el de las finanzas (22 %), principalmente durante los primeros años de financiación de proyectos relacionados con el turismo, financiando a instituciones financieras que canalizaban los fondos hacia empresas vinculadas o con influencia en esta actividad. El tercer puesto, y con cierta distancia del resto, lo ocupan las inversiones en agricultura, pesca y silvicultura (19 %), sector indispensable para el turismo de la región, ya que es uno de los principales beneficiados por la cadena de desarrollo del turismo. 180 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… El cuarto sector que destaca es el de desarrollo urbano (11 %), en el que se incluye la adecuación física de las ciudades y el cuidado del patrimonio. Este tipo de inversiones están muy vinculadas con los trabajos sobre los sistemas de saneamiento y abastecimiento del agua (4 %). Gráfico 3. Distribución de la financiación del BM entre sectores con influencia en el turismo. bución de la financiación del BM entre sectores con influencia Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014). Cabe señalar que, aunque no aparece de un modo específico el sector del medioambiente, desde que surge el concepto de desarrollo sostenible, los proyectos financiados deben cumplir con unos niveles mínimos de respeto medioambiental, pese a que se trate de proyectos no enmarcados en este sector. El resto de organismos que operan en América Latina y el Caribe mantienen el turismo como sector específico sobre el que actuar. Asumiendo la importancia de la actividad turística en la economía mundial y los beneficios que esta causa en la economía local, financian proyectos de desarrollo turístico que permiten llevar a cabo la estrategia que mantienen en este sector. La CFI comenzó a financiar turismo en 1956 y desde entonces, el volumen de financiación dedicada por los OFI a la actividad turística a lo largo de la historia ha crecido, pese a que no puede establecerse un comportamiento generalizado común, puesto que depende de cuándo se creó el organismo, si cuenta o no con departamentos específicos de turismo y de sus posibilidades para obtener fondos. En el caso de América Latina, es necesario destacar cómo la aparición del concepto de turismo sostenible, de la mano del desarrollo sostenible, en los noventa del siglo 181 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo pasado, llevó a apostar por el turismo en esta región de un modo más contundente por los OFI. La evolución histórica de la financiación internacional del turismo a partir de ese momento queda reflejada en el gráfico 4. Es necesario analizar con detenimiento ciertos aspectos que han caracterizado la financiación al turismo por parte de estos organismos en América Latina y el Caribe. El BID y la CFI muestran un comportamiento más constante. El resto, sin embargo, destacan por la intermitencia en la financiación, existiendo periodos en los que apenas se financian proyectos de desarrollo turístico y otros en los que se destinan grandes cantidades. Es más, no es hasta 1998 cuando la OEA comienza a apostar por el turismo para el logro de sus objetivos. Puede decirse que desde que comenzó la actividad financiadora por parte de los OFI a la actividad turística en América Latina y el Caribe, existe una tendencia creciente de financiación a la actividad turística, pese a que ha habido años en los que pueden apreciarse grandes caídas de la financiación, así como otros en los que la financiación en este sentido ha sido nula (1972, 1975, 1982, 1984 y 1985); aunque cabe destacar que, a partir de los noventa, esta circunstancia no ha tenido lugar. La actual crisis económico-financiera también ha tenido su reflejo en las cantidades aprobadas para financiar turismo. Mientras que entre 2005 y 2009 el crecimiento de la financiación a proyectos de desarrollo turístico se vio frenado en cierta medida, en 2010 y especialmente en 2011, se produjo una recuperación, que no se mantuvo en 2012. Gráfico 4. Evolución de la inversión de los organismos financieros internacionales en proyectos relacionados con el turismo en América Latina y el Caribe (1994-2012). (Datos en millones de dólares) (Datos en millones de dólares) Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013) y la OEA (2013). La financiación al turismo en América Latina y el Caribe no ha sido adjudicada de un modo homogéneo por los diferentes OFI que actúan en la región (gráfico 5). 182 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… Del total de 6 166,98 millones de dólares adjudicados a proyectos con influencia en el turismo, son los organismos que componen el Grupo Banco Mundial (BM, CFI y MIGA) los que han concedido la mayor parte de esta financiación (76 %), ocupando el BM (39 %) y la CFI (28 %) el primer y el segundo puesto por separado. Gráfico 5. Distribución de la financiación a proyectos relacionados con el turismo (según organismo financiero) (1969-2012). 2012) BM IFC MIGA BID OEA ia a partir de Banco Mundial (2014), Corporación Financiera In Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013) y la OEA (2013). Es necesario destacar que, al ser pioneros en la financiación de proyectos de desarrollo turístico, han prestado apoyo financiero al turismo durante medio siglo, mientras que el resto de organismos no llevan más de 20 años financiando la actividad turística como instrumento para el logro de sus objetivos. De los organismos de carácter regional, el BID realiza un gran esfuerzo financiero en este sentido, con un 24 %, y es el que cuenta con mayor número de proyectos activos en la actualidad. La OEA, por su parte, ocupa el último lugar del ranking establecido, debido a que la financiación que concede es de menor escala, en el sentido de que los proyectos con influencia en el turismo son apoyados con importes mucho menores a los del resto de organismos en la región. 5.2 Distribución geográfica de la financiación Respecto a la distribución geográfica de la financiación al turismo que realizan estos organismos (cuadro 3), cabe destacar que existe cierta heterogeneidad en su comportamiento. Existe un factor común, y es que tienden a invertir en países y regiones en los que consideran que determinados proyectos contribuyen en mayor medida al logro de sus objetivos, centrándose en países en vías de desarrollo en los que existe un potencial turístico por poner en valor. 183 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo La financiación es adjudicada a proyectos de desarrollo turístico que se llevarán a cabo en un país determinado, pero, además, también existen proyectos de carácter regional que se vinculan a diferentes países e, incluso, a toda la región. Estos han supuesto casi medio millón de dólares (7,5 %). Cuadro 3. Distribución geográfica de la financiación a proyectos relacionados con el turismo (según organismo financiero) (1969-2012). América del Norte América Central Suramérica el Caribe BM 636,80 164,00 1259,48 194,20 CFI 278,40 185,00 473,23 480,60 MIGA 0,00 540,33 34,20 7,44 BID 320,02 173,79 898,71 85,29 OEA 0,00 0,99 0,09 1,62 TOTAL 1 235,22 1 064,12 2 665,71 769,15 (Datos en millones de dólares) Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013) y la OEA (2013). De las cuatro regiones en las que se divide América Latina y el Caribe, Suramérica recibe casi la mitad de la financiación al turismo concedida por los OFI, siendo, además, la región en la que se encuentra el país más financiado: Brasil (23,28 %), especialmente en el último lustro, por los eventos deportivos de carácter mundial que allí han tenido lugar; seguida de América del Norte (21,54 %) y Central (18,56 %). El Caribe queda en el cuarto y último lugar en lo que a volumen de financiación concedida al turismo. Llama la atención cómo América del Norte, estando compuesta por un solo país, se encuentra en segundo lugar. Esto se debe a que a México se le ha adjudicado el 21,54 % del total de la financiación al turismo de la región de América Latina y el Caribe, ocupando la segunda posición respecto al resto de países, después de Brasil. El BM ha centrado más su atención en Suramérica, financiando el turismo en países en los que esta actividad era incipiente en su economía o en países en los que ya estaba asentada, pero no ha optado por apostar por el desarrollo de nuevos destinos. La financiación que ha concedido la CFI a proyectos de desarrollo turístico se ha repartido geográficamente de un modo más homogéneo. Aun así, Suramérica y el Caribe son las áreas más beneficiadas por sus fondos, destinándolos a zonas con un sector turístico consolidado o que se encuentra en fase de crecimiento. El BID ha dejado más de lado la región del Caribe, siendo Suramérica y América del Norte los principales protagonistas de su financiación, y la OEA ha financiado mayormente proyectos 184 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… regionales (62 %), lo que ha beneficiado al área del Caribe con un mayor volumen de proyectos de desarrollo turístico financiados. 5.3 La adjudicación de la financiación A la hora de adjudicar la financiación, cada organismo fija sus criterios de elección del proyecto y, en ocasiones, del beneficiario de la inversión. Estas condiciones están vinculadas con su estrategia y políticas de actuación. El periodo de adjudicación varía según el organismo. Desde el BID, con periodos de adjudicación de la financiación medios superiores a tres años, hasta la CFI o el BM, que no tardan más de medio año en resolver la adjudicación de su financiación. Los adjudicatarios de la financiación para el desarrollo de proyectos turísticos son sometidos a una evaluación previa a su adjudicación y son tanto de carácter público como privado. Destacan la CFI y el MIGA, que se dedican exclusivamente a financiar y a fomentar la inversión del sector privado, considerando que para fomentar el crecimiento es necesario el desarrollo del espíritu empresarial y la inversión privada exitosa, lo que contribuirá a elevar el nivel de vida de la población. Entre sus socios, se encuentran empresas, holdings de empresas creados para llevar a cabo el proyecto e, incluso, bancos. El BM, sin embargo, financia exclusivamente al sector público, tal y como queda reflejado en sus propios estatutos. Los otros dos organismos son los de carácter regional (BID y OEA) y adjudican financiación al turismo a instituciones tanto públicas como privadas. Sin embargo, tienden a volcarse más con uno de los dos, destinando sus fondos a financiar, en mayor medida, al sector público. De hecho, entre los dos han adjudicado un 85 % de sus proyectos de desarrollo turístico al sector público, bien porque entienden que ofrece más garantías respecto al sector privado de la zona, o porque se trata de inversiones en infraestructura, o debido a que entienden que, de este modo, los organismos públicos contribuyen al desarrollo sostenible del destino y no solo al rendimiento económico y financiero del proyecto. Por otro lado, hay que destacar también que los OFI que financian turismo a empresas privadas de América Latina y el Caribe concentran su financiación en empresas de gran tamaño, multinacionales por lo general. De hecho, el único que ha financiado en algún momento a pymes es la CFI, destinando a estas solo el 0,47 % del total financiado, y el 9,26 % de sus proyectos, lo que da cuenta de la falta de atención prestada a estas empresas de la región, las verdaderas necesitadas de financiación. Respecto a la selección de los proyectos para financiar, coinciden en que tengan perspectivas de ser rentables, beneficien a la economía local y sean sostenibles en sus tres dimensiones (social, ambiental y económica), lo que debería permitir el crecimiento económico, el desarrollo y la reducción de la pobreza. Además, destacan el hecho de 185 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo que el coste del proyecto sea razonable y el reparto de riesgos y recompensas justo. Una excepción en este sentido es el BM, que otorga financiación a proyectos de desarrollo turístico mediante licitación pública internacional. En cualquier caso, el sistema más común para la selección de los proyectos financiables es elegir en función del más económico, aunque, en ocasiones excepcionales, pueden utilizarse otros criterios. 5.4 Origen de los fondos Las fuentes de recursos financieros son diversas y varían según el organismo. Los países miembros son los principales financiadores de estos organismos a través de contribuciones y donaciones, reponiendo de un modo periódico (cada tres o cuatro años) suscripciones iniciales pagadas por su participación o a través de la venta de bonos en el mercado internacional. Los propios organismos también autofinancian su actividad a través de sus propias reservas, fruto del reembolso y los intereses cobrados por la financiación concedida. Además, en ocasiones, un proyecto es cofinanciado por un OFI y otra entidad financiera, de desarrollo o no. Los organismos analizados disfrutan de calificaciones crediticias excelentes (AAA y/o AA+), lo que les permite conseguir fondos en los mercados internacionales de capital a tipos de interés altamente rentables. 5.5 Instrumentos y condiciones financieras empleados Cada organismo dispone de una amplia gama de productos que se adaptan a las necesidades financieras que pueden satisfacer y a la variedad de proyectos de desarrollo que tienden a financiar en América Latina y el Caribe. Sin embargo, podría llegarse a la conclusión de que todos los organismos mantienen, con alguna excepción, un comportamiento similar en lo que se refiere a la forma de aplicación de los fondos para la financiación del turismo. Los cuadros 4 y 5 resumen los instrumentos y las condiciones empleados por los diferentes organismos en la financiación al turismo en la región de América Latina y el Caribe, que no suelen ser muy complejos. Simplificando, es posible distinguir entre cuatro formas de financiación: • Financiación reembolsable. Es la forma más empleada por los OFI en la financiación al turismo en América Latina y el Caribe (85 %), que consiste en préstamos a largo plazo, con un coste relativo muy por debajo del interés normal del mercado (inferior al 1 %), lo que permite periodos de carencia de entre cinco y diez años. Esta forma es empleada por el BM, la CFI y el BID, bajo condiciones más ventajosas a las normales del mercado. 186 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… • Inversiones. Son la CFI y el BID los que, en escasas ocasiones, adquieren participaciones en el capital de la empresa que lleva a cabo el proyecto. • Financiación no reembolsable. Se entregan cantidades de dinero a fondo perdido, exigiendo unas condiciones determinadas al proyecto. Para la OEA, esta es la única forma de conceder financiación y, por ello, dona a los adjudicatarios cantidades inferiores a un millón de dólares sin necesidad de reembolso. El BM es el otro organismo que también hace uso de esta forma de financiación al turismo en la región. • Garantías. Cubren diferentes riesgos para permitir el acceso al mercado financiero formal de los adjudicatarios, que, en otras condiciones, no lo tendrían. El MIGA emplea este instrumento financiero y avala periodos de una duración media de 14,5 años a proyectos con influencia en el turismo en América Latina y el Caribe. Cuadro 4. Formas de financiación empleadas en la financiación al turismo (según organismo) (1969-2012). Financiación reembolsable Financiación no reembolsable BM 2 277,14 111,27 CFI 1 599,27 Inversiones de capital Garantías 89 MIGA BID 591,97 1 421,76 59,39 OEA 10 7,18 (Datos en millones de dólares) Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013) y la OEA (2013). Cuadro 5. Condiciones financieras medias empleadas en la financiación al turismo (según organismo). Coste de la financiación Vencimiento medio en años Carencia BM 0,34 % 21 7,5 CFI n.d.* n.d.* MIGA n.d.* 14,5 BID 0,40 % 24 5 (N.D.: El organismo no facilita la información necesaria). Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013) y la OEA (2013). 187 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo 5.6 Características de los proyectos financiados Los OFI financian diferentes tipos de proyectos con influencia en el turismo en América Latina y el Caribe. El tipo de proyecto financiado depende del organismo del que se trate, de la cantidad que se le destine, del objeto del proyecto, de los servicios no financieros prestados, etc. Respecto a la cantidad, se han financiado, principalmente, proyectos de coste elevado (entre un millón y casi 500 millones de dólares), dependiendo del organismo y con alguna excepción (la CFI y el MIGA financiaron un proyecto cada uno inferior al millón de dólares: de 750 y 730 mil dólares respectivamente), que han sido ejecutados por entidades públicas y empresas solventes económica y financieramente (como se señaló anteriormente), y centrados en el sector hotelero y del alojamiento, en la mejora del transporte, en el sector financiero, así como en proyectos de desarrollo turístico de carácter público. Tan solo la OEA se ha dedicado a financiar turismo en América Latina y el Caribe con importes inferiores al millón de dólares, rondando entre un máximo de 816 000 y un mínimo de 12 000 dólares. Estos han sido llevados a cabo por el sector tanto público (en su mayoría, como ya se ha señalado) como privado. Lo característico de estos últimos proyectos es que tienen por objeto el desarrollo de diferentes formas de turismo sostenible (eco/agroturismo), la construcción de pequeños hoteles (en vez de grandes resorts) y la mejora de la estrategia turística del lugar y de la formación y capacitación de los recursos humanos. Realmente, ninguno llega a emplear para la financiación del turismo en la región la denominada financiación pequeña, entendida como aquella que se concede por un importe inferior al 30 % del PIB del país en el que se lleva a cabo (CERISE, 2011). Además de apoyo financiero, los OFI prestan servicios de asistencia técnica y formación en gestión financiera y empresarial, lo que incrementa las probabilidades de éxito de la financiación al turismo para el logro de sus objetivos de desarrollo y reducción de la pobreza. Sin embargo, en promedio, solo el 13 % de los proyectos financiados por los OFI en América Latina y el Caribe han recibido estos servicios (cuadro 6). Cuadro 6. Porcentaje de proyectos que llevan incluidos la prestación de servicios no financieros (según organismo). Asistencia técnica Formación BM 27 % 27 % CFI 6% 2% MIGA 0% 8% BID 18 % 18 % Fuente: Elaboración propia a partir del BM (2014), la CFI (2013), el MIGA (2013), el BID (2013) y la OEA (2013). 188 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… 6. Conclusiones Los resultados obtenidos en esta investigación permiten confirmar la ausencia de un planteamiento estratégico individual y común en la financiación al turismo por parte de los OFI en América Latina y el Caribe, así como la falta de coordinación entre ellos en cuanto al trabajo que realizan sobre esta actividad en la región. A la hora de distribuir la financiación, pese a que su voluntad es la del logro de sus objetivos de desarrollo y reducción de la pobreza, también existen otras razones no estrictamente técnicas que motivan su distribución, como pueden ser los argumentos económicos, políticos y geoestratégicos particulares de los inversores. Es cierto que los OFI asumen el turismo entre sus principales líneas de actuación, bien de un modo directo o indirecto, financiando otros sectores con influencia positiva en el turismo. Sin embargo, los principales beneficiarios de la financiación que conceden los OFI para proyectos de desarrollo turístico en América Latina y el Caribe son entidades públicas o grandes empresas privadas, que no buscan el desarrollo endógeno, sino, más bien, la rentabilidad de su propia empresa y/o proyecto, cuando son precisamente las pymes locales las más necesitadas de financiación y las que garantizan el beneficio directo a la población local. Asimismo, la mayor parte de los proyectos potencian destinos turísticos de América Latina y el Caribe plenamente asentados o de carácter incipiente, es decir, no apuestan por el desarrollo de nuevos destinos, cuando sería más interesante invertir en lugares en los que el turismo sea un sector emergente, pues necesitará mayor apoyo financiero y permitiría la diversificación de la economía del país, siempre y cuando exista cierto potencial turístico que permita su posterior desarrollo. Además, hay que destacar que la adjudicación viene motivada, generalmente, por demandas puntuales de quienes los ejecutarían, lo que demuestra aún más la ausencia de un planteamiento estratégico previo. Esta financiación se canaliza, principalmente, a través de préstamos a largo plazo y a un coste inferior al del sistema financiero formal, siendo este aspecto positivo, ya que posibilita el éxito de un proyecto viable económica y financieramente. Las garantías y los avales, sin embargo, apenas se emplean, a pesar de que se trata de instrumentos eficaces, de bajo coste y que permiten el desarrollo autónomo del proyecto. Las cantidades financiadas a proyectos suelen ser elevadas, centrándose estos, principalmente, en la construcción o mejora de hoteles y resorts, en la mejora de infraestructuras (de transporte y urbanas) y en la adecuación del destino, así como en proyectos de desarrollo turístico de carácter público. Junto con el apoyo financiero, es muy importante prestar servicios de asistencia técnica y formación a los adjudicatarios de la financiación al turismo en materia de gestión financiera y empresarial, pero, además, en desarrollo sostenible del turismo, lo 189 Juan Ignacio Pulido-Fernández, Isabel Carrillo-Hidalgo que permitirá una mayor y mejor viabilidad de los proyectos y, por ende, un mayor y mejor logro de los objetivos de desarrollo marcados. Sin embargo, esta investigación ha demostrado que los OFI no siempre prestan este tipo de servicios no financieros. Finalmente, cabe señalar que los resultados de esta investigación han permitido validar la hipótesis de partida, así como cumplir los dos objetivos propuestos. En efecto, las características de la financiación concedida por los OFI en América Latina y el Caribe para la puesta en marcha de proyectos turísticos no son las más adecuadas para garantizar una incidencia positiva de estos proyectos sobre las principales variables de desarrollo económico y reducción de la pobreza de los países en los que se invierte. 190 Un análisis crítico del papel de los organismos financieros internacionales en la financiación del turismo… Bibliografía BANCO AFRICANO DE DESARROLLO (BAFD) (2010): 2009 anual report, Túnez: BAfD, Departamento de Estadística. — (2013): <www.afdb.org/en>. [Último acceso el 27/10/2013]. BANCO ASIÁTICO DE DESARROLLO (BAsD) (2013): <www.adb.org>. 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