La teoría moderna de portafolios y el principio de la diversificación, formulados originalmente
por Harry Markowitz en 1952, enfrentan hoy nuevos retos. Bajos rendimientos y volatilidad en los
precios de las acciones en los mercados de valores de los países desarrollados han empujado a
los inversionistas hacia nuevos vehículos de inversión y nuevos mercados que ofrezcan mayores
rendimientos, aunque con un mayor riesgo, como es el caso de los mercados emergentes.
LA TEORÍA M ODERNA
Urbi Garay
LA LÓGICA detrás de la recomendación de diversificar una cartera de inversión es simple:
mantener un único título-valor en una cartera de inversión hace que ésta pueda sufrir variaciones amplias en sus rendimientos. Si el precio de ese único título-valor baja drásticamente,
de igual manera caerá el valor total de la cartera de inversión, lo que afectará gravemente al
inversionista. Si se incluyen dos instrumentos financieros en la cartera de inversión, a menos
que ambos bajen drásticamente y de manera simultánea, la cartera mantendría un valor mayor
en caso de que la bolsa cayese repentinamente.
En la medida en que una cartera esté constituida por instrumentos financieros que no se encuentren correlacionados, o tengan una baja correlación entre sí, el riesgo total de la cartera, medido
por sus fluctuaciones a lo largo del tiempo, será cada vez menor. El coeficiente de correlación mide
el grado de asociación entre dos variables aleatorias. Si las variables tienen un comportamiento
exactamente igual, se dice que están «perfectamente correlacionadas» o que su correlación es igual
a 1. Por ejemplo, cuando la primera variable aumenta diez por ciento la segunda también aumenta
diez por ciento; cuando la primera baja cinco por ciento la segunda también disminuye cinco por
ciento; y así sucesivamente. En el caso contrario, cuando las variables se comportan de manera perfectamente opuesta, se dice que están correlacionadas negativamente o que su correlación es igual a
-1. Si las variables no exhiben asociación alguna, se dice que su correlación es igual a cero.
La información disponible muestra que, en los mercados de valores de Estados Unidos, con
alrededor de diez a quince acciones se obtienen los principales beneficios de la diversificación;
es decir, se logra disminuir las fluctuaciones de la cartera hasta un setenta por ciento con respecto a las fluctuaciones promedio de una acción de una empresa. Cuando se utilizan instrumentos
que se comportan como índices de clases de activos, tales como los «fondos cotizados en bolsa»
(ETF por sus siglas en inglés) o fondos indexados, la cantidad de instrumentos necesarios para
lograr una buena diversificación de la cartera puede ser significativamente menor.
El rendimiento de una cartera de inversión es el promedio ponderado de los rendimientos
de cada uno de los instrumentos que la integran. Por ejemplo, supóngase una cartera formada
por dos activos, el primero de los cuales representa el sesenta por ciento de la cartera y arroja un
rendimiento de ocho por ciento, mientras que el segundo registra un rendimiento de cuatro por
ciento y representa el cuarenta por ciento restante. El rendimiento de esta cartera sería: (8% x 0,6)
+ (4% x 0,4) = 6,40 por ciento. Los retornos, más allá del riesgo en que se incurre para obtenerlos,
son sólo parte de la información que el inversionista necesita conocer acerca de sus inversiones. El
riesgo individual de un instrumento financiero tampoco revela mucho, si se maneja una cartera de
inversiones diversificada. En este caso, el efecto del riesgo de cada instrumento tiende a diluirse;
especialmente cuando se ha logrado obtener un buen grado de diversificación.
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DEBATES IESA • Volumen XV • Número 4 • 2010
La teoría moderna de portafolios: nuevos desafíos y oportunidades
El riesgo en finanzas es un concepto muy difícil de definir e imposible de medir completa y exactamente. El riesgo de
invertir se define usualmente como la incertidumbre asociada
con el hecho de que una inversión devengue la tasa de retorno
esperada. Este riesgo se puede calcular por la medida estadística conocida como varianza. En el caso de las carteras de
inversión, cuando el número de títulos-valores es grande y la
proporción invertida en cada uno de ellos es similar, la importancia del riesgo de cada título-valor con respecto al riesgo de
la cartera tiende a ser cada vez más reducida. En este caso, lo
TEMA CENTRAL
magros rendimientos en los países desarrollados han llevado
a muchos inversionistas de esos países a mirar más allá de sus
fronteras, al realizar inversiones e incluir en sus carteras instrumentos alternativos a los tradicionales bonos y acciones.
Entre otros, seis desafíos y oportunidades para la teoría moderna de portafolios son los siguientes: 1) las correlaciones aumentan en tiempos de crisis, 2) acontecimientos
que parecían extremos o raros por infrecuentes no lo eran
tanto, 3) incluir inversiones alternativas en los portafolios
ofrece una oportunidad, 4) la diversificación internacional
DE PORTAFOLIOS
más relevante es el grado de correlación existente entre los activos. La volatilidad o riesgo de una cartera depende del grado
de variación entre los resultados de los distintos instrumentos
incluidos en ella (Garay y González, 2009).
En 1952 Harry Markowitz formuló lo que se conoce
como la teoría moderna de portafolios. Basado en el supuesto de que los inversionistas tienen aversión al riesgo —es
decir, sólo estarán dispuestos a asumir mayor riesgo si son
compensados con mayores rendimientos esperados—, y apoyado en el uso de la matemática y la inferencia estadística,
Markowitz desarrolló una nueva manera de diseñar carteras
de inversión que denominó «carteras eficientes». Una cartera
eficiente ofrece al inversionista el mayor retorno esperado
para un grado de riesgo determinado, o el menor riesgo para
un rendimiento esperado. Esta teoría permite calcular carteras eficientes, conociendo los rendimientos, las volatilidades
y las correlaciones esperadas entre los rendimientos de los
diferentes pares de activos existentes en el mercado.
Dado que la manera de combinar los activos tiene consecuencias importantes, es fácil suponer que se buscará una
combinación de todas las posibilidades de inversión que
optimice la relación entre el rendimiento y el riesgo, y permita lograr la mayor rentabilidad con el menor riesgo posible. El conjunto de esas combinaciones fue denominado por
Markowitz «frontera eficiente», la cual está formada por todas las carteras eficientes existentes. Esta frontera es aquélla
para la cual no es posible conseguir un conjunto de inversiones capaz de ofrecer una mejor relación entre el rendimiento
y el riesgo (Garay y Llanos, 2007).
El concepto fundamental expresado por Markowitz
—que la capacidad para manejar el riesgo de una cartera
se basa en la correlación esperada entre los activos que la
integran— era ciertamente conocido por los inversionistas
al momento de publicar su teoría. Pero el mayor aporte de
la teoría moderna de portafolios es el principio de que el
riesgo total de una cartera disminuye con la diversificación;
es decir, la variedad de posibles resultados del retorno promedio esperado durante y al final del horizonte de inversión
es menor en una cartera diversificada.
La teoría moderna de portafolios ha debido enfrentar seis
desafíos y oportunidades en la última década, caracterizada
por bajos rendimientos en los mercados de los países desarrollados, como Estados Unidos, y mayores rendimientos en los
mercados emergentes, aunque con una gran volatilidad. Los
de las carteras constituye un desafío, 5) invertir en mercados
emergentes es una oportunidad y un riesgo, y 6) la posible
existencia de burbujas financieras constituye un desafío para
la teoría moderna de portafolios.
Altos y bajos rendimientos
(evolución de los precios de las acciones en mercados emergentes y en
Estados Unidos, de marzo 2003 a marzo 2010; índices, marzo 2003=100)
500
400
Mercados emergentes
300
200
Estados Unidos
100
0
Mar-03
May-04
Jul-05
Sep-06
Nov-07
Ene-09
Mar-10
Nota: el precio de las acciones en mercados emergentes está medido con el índice EEM,
que muestra la evolución de una inversión diversificada en esos mercados a partir del
Exchange Traded Fund (ETF) basado en el índice Morgan Stanley Capital Index de mercados emergentes. La evolución del mercado de acciones de Estados Unidos está expresada con el índice SPY, un ETF basado en el índice bursátil Standard and Poor’s 500.
Fuente: cifras tomadas de 2010 Yahoo! Inc. (http://finance.yahoo.com).
Las correlaciones aumentan en tiempos de crisis
La reciente crisis global de los mercados bursátiles, a raíz del
desplome del mercado de bienes raíces en Estados Unidos y las
quiebras bancarias de finales de 2008, que se manifestaron con
particular virulencia entre septiembre de 2008 (cuando quebró
Lehman Brothers) y febrero de 2009, ha vuelto a colocar sobre
el tapete el tema de que las correlaciones entre los rendimientos
de la mayoría de los activos tienden a aumentar sustancialmente en tiempos de crisis; precisamente, cuando los beneficios de
poseer una cartera diversificada deberían ser mayores. En otras
palabras, el paraguas de la diversificación «hace agua cuando
más se necesita»: cuando llueve más fuerte.
DEBATES IESA • Volumen XV • Número 4 • 2010
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TEMA CENTRAL
La teoría moderna de portafolios: nuevos desafíos y oportunidades
Rendimientos de las acciones de alta capitalización en Estados Unidos, 1926-2000
(distribución de los años según el rendimiento porcentual observado)
1999
1997
1988 1996
1991
2000
1993
1977
1992
1986 1983
1989
1969
1987
1979 1982
1985
1962 1990
1984 1971 1972 1976
1980
1973 1946 1981
1978 1968 1964 1967
1955 1995
1966 1940 1953 1994 1956 1965 1952 1963 1998 1950 1975
1957 1932 1939 1970 1948 1959 1949 1951 1961 1938 1945 1958
1931 1937
1974 1930
1941 1929 1934 1960 1947 1926 2944 2942 1943 1936 1927 1928 1935 1933
-60 -55 -50 -45 -40 -35 -30 -25 -20 -15 -10
n Rendimientos positivos
n Rendimientos negativos
n 1991-2000
-27,4
Dos desviaciones
estándar
1954
-5
-7,2
Una desviación
estándar
0
5
10
15
13,0
Media
20 25
30
35
33,2
Una desviación
estándar
40
45
50
55
60
53,3
Dos desviaciones
estándar
Fuente: Ibbotson Associates (2001).
El precio de la mayoría de los activos financieros cayó
abruptamente durante la crisis. Esto no significa que los inversionistas deban desechar la recomendación de mantener
carteras diversificadas. Más bien, los alerta acerca de las limitaciones de seguir esa política y refuerza la recomendación
de incluir algunas inversiones alternativas en el portafolio,
algunas de las cuales (como los fondos de cobertura o hedge
funds) suelen tener correlaciones bajas con acciones y, especialmente, con los bonos, lo cual ayuda a alcanzar los beneficios de la diversificación, aun en tiempos de crisis.
Hechos que parecían extremos o raros no lo eran tanto
Muchos inversionistas subestiman la posibilidad de que ocurra una caída extrema en las cotizaciones de la bolsa. Cuando
ocurre, esos inversionistas se dan cuenta de que invirtieron
una porción muy grande de sus carteras en acciones, y tienen que enfrentar una situación en la cual su cartera puede
perder hasta la mitad de su valor en un año, por más diversificada que esté su inversión en acciones.
La evolución del rendimiento anual de las acciones de
alta capitalización de empresas estadounidenses, medidas
por el rendimiento anual del índice Standard and Poor’s 500
(S&P 500) durante el período 1926-2000, muestra una alta
volatilidad: rendimientos positivos superiores a cincuenta
por ciento (1933 y 1954) y negativos cercanos a cuarenta
Lascorrelacionesentrelosrendimientosde
lamayoríadelosactivostiendenaaumentar
sustancialmenteentiemposdecrisis;
precisamente,cuandolosbeneiciosdeposeer
unacarteradiversiicadadeberíansermayores
por ciento (1931 y 1937). La década de los treinta fue muy
volátil para el mercado accionario de Estados Unidos debido a la depresión económica que caracterizó a ese período.
El año 2008 queda también como uno de los peores de la
historia, pues el mercado de valores cayó 37 por ciento.
Estos acontecimientos aparentemente extremos no son tan
infrecuentes como muchos inversionistas piensan. Tienen
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DEBATES IESA • Volumen XV • Número 4 • 2010
una baja probabilidad de ocurrencia, pero eso no implica
que sean imposibles. De ahí la importancia de diversificar
las carteras no sólo en acciones, sino también en bonos e
inversiones alternativas.
La oportunidad de incluir inversiones alternativas
en los portafolios
La expresión «inversión alternativa» se refiere a cualquier
clase de activos distinta a la definición tradicional de acciones y bonos. Incluye, entre otros, fondos mutuales, ETF, fondos de cobertura, bienes raíces y materias primas. Cada una
de estas clases de activos ofrece una relación rendimiento/
riesgo única y posee características legales, impositivas y de
liquidez propias.
Un fondo mutual es una compañía de inversión capaz
de redimir las acciones o participaciones que ofrece al público inversionista a su valor de cierre diario. La liquidez de
las participaciones de los fondos mutuales es proporcionada
por la compañía de inversión que maneja el fondo. Muchos
estudios muestran que el desempeño de los fondos mutuales
no ha logrado superar al de índices de mercado comparables. Sin embargo, los fondos mutuales han sido efectivos
para diversificar el riesgo. Para los inversionistas individuales
hubiese sido muy costoso lograr el mismo grado de diversificación por su cuenta.
Los ETF, o fondos indexados negociables en bolsa, son
fondos de inversión que se negocian en las bolsas de valores
como acciones. Los ETF permiten invertir en una gran cantidad de portafolios de acciones, bonos, materias primas, monedas y bienes raíces en Estados Unidos y el resto del mundo.
Un fondo de cobertura, por su parte, es un fondo de inversión que está en capacidad de invertir en casi cualquier
oportunidad y cualquier mercado que ofrezca ganancias potenciales importantes con riesgos reducidos. Históricamente,
han logrado un desempeño superior al de las acciones y los
bonos; aunque no existe un registro completo de la industria,
pues este tipo de fondos no está obligado a divulgar su desempeño. Su meta principal es reducir la volatilidad y el riesgo, de
modo de preservar el capital y generar rendimientos positivos
en todas las condiciones del mercado.
DEBATES IESA • Volumen XV • Número 4 • 2010
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TEMA CENTRAL
La teoría moderna de portafolios: nuevos desafíos y oportunidades
Correlaciones de inversiones alternativas con acciones y bonos en Estados Unidos, 1991-2010
Inversiones tradicionales
Inversiones alternativas
Acciones
Bonos
Hedge funds
Bienes raíces
Materias primas
1,00
0,11
0,76
0,48
0,13
1,00
-0,07
0,02
-0,03
1,00
0,42
0,31
1,00
0,14
Inversiones tradicionales
Acciones
Bonos
Inversiones alternativas
Hedge funds
Bienes raíces
Materias primas
1,00
Nota: el coeficiente de correlación puede ir de 1 (dos inversiones varían en el mismo sentido) a -1 (dos inversiones se desempeñan de manera perfectamente
opuesta). «Acciones» representa el rendimiento mensual del índice Rusell 1000, «bonos» el rendimiento mensual del índice Barclays U.S. Aggregate, «hedge
funds» el rendimiento mensual del índice CISDM Equally-Weighted, «bienes raíces» el rendimiento mensual del índice FTSE NAREIT ALL REITS y «materias
primas» el rendimiento mensual del índice S&P GSCI.
Fuente: tomado de Schneeweis, Crowder y Kazemi (2010).
La inversión en bienes raíces (terrenos, viviendas, oficinas, locales comerciales) se puede realizar mediante las siguientes modalidades: 1) invirtiendo directamente en bienes
raíces sin préstamo hipotecario, 2) invirtiendo directamente
en bienes raíces con préstamo hipotecario, 3) invirtiendo en
fondos de inversión inmobiliaria (REIT, por sus siglas en inglés) y 4) invirtiendo en vehículos de inversión alternativos
(hedge funds que invierten en bienes raíces y futuros sobre
índices de bienes raíces, entre otros).
La inversión en materias primas, metales o productos
agrícolas está expuesta al desempeño de la economía y el crecimiento del consumo. Cuando la economía crece, la demanda y los precios de las materias primas aumentan. Durante
las recesiones, lo contrario tiende a ocurrir. Los cambios de
los precios de las materias primas suelen ser mayores que
los cambios de los precios de los bienes finales. Esta modalidad de inversión puede ser empleada para cubrir el riesgo
de inflación o para especular. La mayoría de las personas no
invierte directamente en materias primas que requieren ser
transportadas y almacenadas, sino que lo hace por medio
de la inversión en productos derivados (opciones y futuros)
cuyos activos subyacentes son materias primas.
Las correlaciones de las inversiones alternativas con las
inversiones tradicionales (acciones y bonos) son relativamente
bajas. Por ejemplo, las correlaciones entre acciones de Estados Unidos y bienes raíces y materias primas es apenas 0,48
y 0,13, respectivamente. Pero la correlación entre acciones y
hedge funds es relativamente alta (0,76). Por su parte, las correlaciones entre los bonos y estas formas de inversiones alternativas son cercanas a cero e incluso ligeramente negativas.
Los inversionistas institucionales (fondos de pensiones,
fundaciones y universidades, entre otros) descubrieron hace
varios años los beneficios de incluir inversiones alternativas en
sus carteras, y decidieron incrementar el porcentaje de sus carteras invertido en estos vehículos de inversión desde los años
noventa y, particularmente, desde comienzos de siglo, cuando la caída global de las bolsas alejó a los inversionistas de las
acciones en la búsqueda de nuevas alternativas de inversión.
La inclusión de inversiones alternativas en los portafolios de
los inversionistas les ha permitido acceder a oportunidades de
inversión en mercados que hasta hace unos años eran ilíquidos
(había escasas transacciones) y poco transparentes, lo que contribuye a incrementar el número de activos con potencial para
facilitar la diversificación del riesgo de las carteras.
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DEBATES IESA • Volumen XV • Número 4 • 2010
El desafío de la diversificación internacional
de las carteras
Existen pruebas claras de que las correlaciones entre países
son menores que las correlaciones dentro de cada mercado.
Estos resultados son consistentes para distintos períodos.
Por ejemplo, la correlación entre dos carteras de cien acciones escogidas aleatoriamente en la Bolsa de Valores de Nueva
York es altísima (0,95), mientras que la correlación promedio entre índices de bolsas de valores de países desarrollados
es apenas 0,40, la cual es similar a la correlación entre dos
acciones en Estados Unidos y menor que la correlación entre
dos acciones de un mismo mercado fuera de Estados Unidos
(Elton y otros, 2006).
Los rendimientos en otros países tienen que ser relativamente bajos para no justificar la diversificación internacional de las carteras. Por ejemplo, la inversión internacional es
menos atractiva cuando los gobiernos aplican impuestos diferentes a los inversionistas extranjeros o cuando existen diferentes tasas de cambio, costos transaccionales o controles a
los movimientos de capital que desincentivan las inversiones
internacionales. Afortunadamente para los inversionistas,
esos costos han ido disminuyendo en las últimas décadas,
a medida que la mayoría de los países ha ido eliminando o
reduciendo sustancialmente los controles a los movimientos
de capital y nuevos instrumentos financieros, como los ETF,
han facilitado la diversificación internacional de carteras,
mediante la inversión en instrumentos financieros cuyo activo subyacente puede ser el índice bursátil de un determinado país o continente.
La oportunidad y el riesgo de invertir
en los mercados emergentes
El mundo experimenta en la actualidad uno de los cambios más importantes de la historia, a medida que el poder
mundial cambia de los países desarrollados a los países en
desarrollo o mercados emergentes, encabezados por China.
Según The Economist, en su edición del 6 de marzo de 2008,
las siguientes son algunas de las características de los mercados emergentes:
1. Ya representan entre treinta y cincuenta por ciento (dependiendo del método de cálculo empleado) del producto interno bruto mundial.
2. Son responsables del 45 por ciento de las exportaciones
mundiales.
La teoría moderna de portafolios: nuevos desafíos y oportunidades
3. Consumen más de la mitad de la energía mundial y son
responsables del ochenta por ciento del incremento de
la demanda de petróleo desde 2003.
4. Poseen el 75 por ciento de las reservas internacionales
mundiales.
5. Sus mercados de valores cuadruplicaron su tamaño entre 2003 y 2007, mientras que las acciones de Estados
Unidos (medidas por el índice S&P 500) subieron solamente setenta por ciento durante el mismo período.
Pero los mercados de capitales de las economías emergentes se caracterizan también por la volatilidad de las cotizaciones de las acciones de sus empresas. En medio de la
crisis financiera global que se desató a finales de 2008, los
mercados emergentes sufrieron una caída de 53 por ciento en sus cotizaciones (medida por el índice de acciones de
mercados emergentes de Morgan Stanley), que superó la caída de 37 por ciento experimentada por el índice S&P 500.
En 2009, con la recuperación de los mercados de capitales
en todo el mundo, los mercados emergentes exhibieron un
desempeño más volátil que el de los mercados desarrollados:
experimentaron un alza muy superior (Garay, 2010).
Es probable que durante los próximos años las economías emergentes de Asia, América Latina y Europa del Este
continúen creciendo mucho más rápidamente que las desarrolladas y que, en consecuencia, sigan atrayendo cantidades
crecientes de capitales. De allí que comprender el funcionamiento de los mercados emergentes se hace imprescindible
para lograr una mejor asignación de los recursos.
La teoría moderna de portafolios muestra que los activos
considerados individualmente (por ejemplo, de mercados emergentes considerados aisladamente) pueden ser muy volátiles, pero
que un portafolio diversificado (invertido en un gran número de
ellos) puede correr un riesgo comparable (o incluso menor) al
correspondiente a activos menos volátiles (por ejemplo, de mercados desarrollados). Las investigaciones han mostrado también
que añadir mercados emergentes al portafolio de un inversionista
puede reducir el riesgo (Harvey, 1995). Ello se debe a que los
mercados bursátiles de las economías emergentes están poco correlacionados con los de los países desarrollados y con otros mercados emergentes (Garay, 2010). Aun cuando las correlaciones
de los mercados emergentes tanto con los países desarrollados
como con otros mercados emergentes han venido aumentando
durante la última década, es de esperar que permanezcan relativamente bajas o, al menos, menores que las correlaciones con los
países desarrollados, lo cual confirma los beneficios de diversificar una cartera al invertir en mercados emergentes.
La posible existencia de burbujas especulativas
y sus efectos sobre la teoría moderna de portafolios
La ocurrencia de burbujas especulativas representa otro riesgo
que los inversionistas enfrentan al invertir y al diversificar sus carteras. Dos fenómenos de la última década han recibido de algunos
analistas y académicos la calificación de burbujas especulativas:
la impresionante alza y posterior desplome de los precios de las
acciones de empresas pertenecientes al sector tecnológico, entre
finales de los años noventa y principios de este siglo, y el alza espectacular y posterior caída de los precios de los inmuebles en los
países desarrollados entre mediados de los noventa y 2008.
La teoría de la eficiencia de los mercados explica que
el precio de una acción debe reflejar el valor presente de los
dividendos que se proyecta devengue la acción en el futuro,
deflactados a una tasa de descuento apropiada. Así, alzas en
el precio de las acciones ocurrirán cuando el mercado prevea
TEMA CENTRAL
que se va a producir un incremento de los dividendos futuros
o que la tasa de descuento de esos dividendos sea menor.
Parte importante de los académicos y los analistas coinciden en que lo ocurrido con los precios de las acciones de
Internet puede entenderse como una burbuja especulativa: los
inversionistas tenían la expectativa de que seguirían subiendo los precios y convirtieron su predicción en una «profecía
autocumplida», lo cual pone en tela de juicio la supuesta racionalidad de los inversionistas según la teoría de la eficiencia
Losrendimientosenotrospaísestienenque
serrelativamentebajosparanojustiicarla
diversiicacióninternacionaldelascarteras
de los mercados. Pero la controversia continúa. Para algunos
autores, lo sucedido es consistente con el hecho de que la economía de Estados Unidos crecía aceleradamente a finales de
los noventa y entró en recesión a comienzos del siglo XXI.
En el caso de la impresionante alza y posterior caída
del precio de los inmuebles en los países desarrollados en la
primera década de este siglo, muchos economistas sostienen
que se trató de otra burbuja especulativa. El incremento de la
deuda hipotecaria de las familias en los países desarrollados
representaba un riesgo en la medida en que subieran las tasas
de interés, lo cual ocurrió a partir de 2007, lo que desencadenó el fin del periodo alcista de los precios de los inmuebles y
abrió el camino para la espectacular caída de precios que se
produciría en los dos años siguientes. El precio pagado por
una propiedad debe reflejar el valor presente de las rentas que
se espera produzca. En la medida en que los precios suban
más rápidamente que los ingresos, aumenta el riesgo de una
caída del precio de los inmuebles, sobre todo si se produce un
aumento de las tasas de interés (Garay y Pablo, 2006).
¿El fin de la diversificación?
Los seis nuevos desafíos y oportunidades a la teoría moderna
de portafolios no afectan las conclusiones más importantes
de esta teoría. Algunos resaltan limitaciones de la teoría, pero
otros arrojan luces acerca de las nuevas oportunidades que se
presentan a los inversionistas para diversificar sus carteras,
mediante la inversión en nuevos mercados (como los emergentes) y en nuevos instrumentos. Más aún, la inclusión de
inversiones alternativas se hace cada vez más necesaria para
obtener mayores beneficios de la diversificación.
REFERENCIAS
•
Elton E., M. Gruber, S. Brown y W. Goetzmann (2002): Modern
portfolio theory and investment analysis. Nueva York: Wiley.
•
Garay, U. (2010): «Mitos y realidades de las inversiones en mercados emergentes». Debates IESA. Vol. XV, No. 3. julio-septiembre.
•
Garay, U. y E. Pablo (2006): «Del presente al futuro de las finanzas». Debates IESA. Vol. XI. No. 1.
•
Garay, U. y M. González (2009): Fundamentos de finanzas con aplicaciones al mercado venezolano. Caracas: Ediciones IESA.
•
Garay, U. y J. Llanos (2007): Invertir a largo plazo. Caracas: Ediciones IESA.
•
Harvey, C. (1995): «The risk exposure of emerging equity markets». World Bank Economic Review. Vol. 9. No. 1.
•
Markowitz, H. (1952): «Portfolio selection». Journal of Finance.
Vol. 7. No. 1.
•
Schneeweis, T., G. Crowder y H. Kazemi (2010): The new science of
asset allocation: risk management in a multi-asset world. Nueva Jersey:
Wiley.
Urbi Garay
Profesor del IESA
DEBATES IESA • Volumen XV • Número 4 • 2010
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