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“Análisis del sector financiero dominicano y el financiamiento a las pymes” Jaime Aristy Escuder 12 de septiembre de 2013 El objetivo de este documento es analizar la situación del sector financiero dominicano, el cual incluirá un análisis de la oferta y la demanda de crédito de los sectores productivos nacionales (agropecuario, manufactura y servicios), haciendo énfasis en las Pequeñas y Medianas Empresas. Contenido Introducción 3 I. Importancia del financiamiento a las pymes 5 II. El sistema financiero dominicano 9 III. Factores de éxito de las pymes y principales dificultades 22 IV. Financiamiento y demanda de crédito de las mipymes 25 V. Promoción del acceso al financiamiento productivo 32 Referencias 36 Anexo I Análisis de la cartera de crédito por sectores Introducción Los servicios de intermediación financiera deben ser capaces de transformar eficientemente el ahorro en inversión y facilitar la bancarización de la mayor parte de la población. Existe amplia evidencia que demuestra la importancia de la profundidad financiera en el desarrollo económico y social. Aquellos países con mayor inclusión financiera –definida como el acceso a servicios financiera formales- Como son préstamos, depósitos, seguros, entre otros. alcanzan mayor nivel de bienestar económico. Los bancos centrales y los hacedores de política económica promueven la inclusión financiera como herramienta para estimular el crecimiento económico y reducir la pobreza. Véase Hariharan, G. y Marktanner, M. (2011). La inclusión financiera contribuye con la estabilidad financiera y el aumento de la capacidad de las sociedades de expandir el ahorro y la inversión. Se estima que más de dos billones de adultos no reciben servicios financieros y que millones de micro, pequeñas y medianas empresas no tienen un acceso adecuado al sector financiero. Financial Inclusion Experts Group (2013), “G20 Financial Inclusion Action Plan.” La República Dominicana se encuentra entre los países que, dado su nivel de ingreso per cápita, presenta un déficit de inclusión financiera. Hariharan y Marktanner (2011) afirman que Latinoamérica es una región con un déficit de inclusión financiera. Esto significa que además del ingreso existen otras variables que explican la inclusión financiera como son la desigualdad de ingresos, la desigualdad regional –urbana vs. rural-, estructura y capacidad productiva, grado de competencia del sistema financiero, el régimen de propiedad, entre otras variables. El aumento de la inclusión financiera y el acceso a financiamiento a los sectores productivos –en las condiciones compatibles con sus requerimientos y dado el flujo de efectivo de sus negocios- incrementa la tasa de crecimiento económico. Existe evidencia que demuestra que la inclusión financiera afecta positivamente el capital y favorece la productividad factorial total. Véase Calessens y Perotti (2007). Las autoridades de la República Dominicana quieren promover el financiamiento hacia las actividades productivas. En particular, tienen como meta facilitar el acceso al crédito a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la República Dominicana (mipymes), muchas de las cuales no tienen acceso a servicios financieros formales. Específicamente, el Ministerio de Industria y Comercio tiene interés, como complemento a su política de apoyo a las mipymes, de crear un fondo de garantía que facilite el financiamiento formal a esas empresas con el objetivo de incrementar su aporte al crecimiento económico y a la creación de empleo formal. El objetivo de este documento es analizar la situación del sector financiero dominicano, el cual incluirá un análisis de la oferta y la demanda de crédito de los sectores productivos nacionales (agropecuario, manufactura y servicios), haciendo énfasis en las Pequeñas y Medianas Empresas. Importancia del financiamiento a las pymes La economía dominicana registró una rápida recuperación después de la crisis financiera que le afectó durante 2003-2004. La tasa de crecimiento promedio anual del PIB real entre 2004 y 2007 fue de 9.5%. La crisis global de 2008 provocó una notable desaceleración, llevando la tasa de crecimiento en el período 2008-2009 a un 4.4%. El gobierno firmó un acuerdo Stand-By con el Fondo Monetario Internacional hacia finales de 2009 que facilitó los recursos externos necesarios para la adopción de políticas fiscales y monetarias expansivas, compatibles con un mayor crecimiento (7.8%). Esa recuperación fue transitoria, pues en 2011-2012 la tasa de crecimiento promedio volvió a descender, situándose en promedio anual en 4.2%. Esto revela que en los últimos años la economía dominicana ha estado expandiéndose por debajo de la tasa de crecimiento potencial (5.4%). El crecimiento de la economía dominicana se explica fundamentalmente por la evolución de la demanda interna. De acuerdo a la descomposición de Chenery, el 75.9% del crecimiento registrado entre 2005-2012 es explicado por la contribución de la demanda doméstica, en particular la del consumo privado. El 14.4% se explica por la sustitución de importaciones y el 9.7% por el aumento de las exportaciones. Véase Aristy-Escuder, Jaime (2012), “La descomposición del crecimiento económico de la República Dominicana.” Fundación para el Avance de las Matemáticas. República Dominicana. La crisis global impactó desfavorablemente sobre la capacidad de crecimiento de la República Dominicana. El aumento de los precios de los combustibles y de los alimentos importados y el descenso de las exportaciones de bienes, la disminución de los ingresos por servicios turísticos y la reducción de las remesas impactaron desfavorablemente sobre la cuenta corriente de la balanza de pagos. El déficit de la cuenta corriente subió de 3.6% del PIB en 2006 a un 9.9% en 2008. Esto llevó a las autoridades a adoptar medidas fiscales y monetarias restrictivas que asegurasen la estabilidad cambiaria y de precios, bajando el déficit de la cuenta corriente a un 5% en 2009. La firma del acuerdo con el FMI permitió financiar un mayor déficit de la cuenta corriente entre 2010 y 2011 (8.1%). La desaceleración del crecimiento en los años recientes se explica por el menor ritmo de expansión de la productividad como del empleo. Entre 2001 y 2011 el 48% del crecimiento lo explica el incremento del capital invertido, el 37% se debe al aumento del empleo y el 15% lo determina el aumento de la productividad factorial total. Después de la crisis financiera de 2003, la recuperación de la productividad explica las elevadas tasas de crecimiento. En el año 2005, 6.6 puntos porcentuales del crecimiento del PIB se determinó por el aumento de la productividad. La desaceleración del período 2008-2009 se debió a la desaceleración de la productividad (2008) y por el descenso del empleo (2009). Esto sugiere que para que la República Dominicana logre mejorar su ritmo de expansión y colocarlo en el entorno de la tasa de crecimiento potencial sería indispensable un aumento de la productividad, una expansión de la participación laboral Véase Johnson, C. (2013), “Potential Output and Output Gap in Central America, Panama and Dominican Republic.” IMF Working Paper WP/13/145. Washington, DC. y un aumento del nivel de empleo de calidad. En Abdullaev, U. y M. Estevão (2013), “Crecimiento y empleo en la República Dominicana: Opciones para un crecimiento generador de empleo.” IMF Working Paper WP/13. Washington, DC., se afirma que en los últimos años “…la mayoría de los nuevos empleos son de baja calidad.” El mayor déficit de la cuenta corriente es un reflejo de la pérdida de competitividad de la economía dominicana. La República Dominicana perdió 9 posiciones en el Indice Global de Competitividad de 2011-2012 que elabora el Foro Económico Mundial. Ocupa la posición 110, lejos del promedio de Centroamérica (87). A pesar de que la productividad de la República Dominicana ha crecido más rápido que el promedio de América Latina y el Caribe, sus cuentas externas reflejan un deterioro de su capacidad de inserción en los mercados internacionales y de sustituir importaciones en el mercado local. Esa disminución de la competitividad se expresa en un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios con relación al crecimiento de las remesas y la inversión extranjera directa. Las exportaciones dominicanas tienen un bajo contenido tecnológico. Del total de las exportaciones de manufactura sólo el 2.23% de las exportaciones dominicanas tiene un alto contenido tecnológico, contrastando con el 10.82% de América Latina y el Caribe. El déficit de la cuenta corriente –derivado de la baja productividad y competitividad- tiene como contraparte el aumento de la deuda externa. En términos del PIB, la deuda pública externa pasó de 15.9% en 2007 a un 22% en 2012. Esa evolución ha llevado al Fondo Monetario Internacional a recomendar medidas de consolidación fiscal que coloquen el balance de las finanzas del gobierno general en un déficit menor al 2% del PIB con el objetivo de alcanzar la sostenibilidad de la deuda pública. El déficit de la cuenta corriente -y del endeudamiento público- limita el crecimiento económico basado en demanda interna y en una política fiscal expansiva. El crecimiento de la economía dominicana deberá sustentarse en la expansión del sector privado, el cual tendrá que mejorar su productividad para ser capaz de aumentar sus exportaciones y sustituir importaciones. El papel de la política económica y sectorial debe ser crear las condiciones para que las empresas privadas puedan aprovechar las economías de escala, ser eficientes técnicamente y absorban adecuadamente las innovaciones tecnológicas provenientes del exterior. Dado el peso de las mipymes en la economía dominicana sería indispensable mejorar su productividad para que se logre acelerar –de manera sostenible- el ritmo de crecimiento económico. En la República Dominicana las mipymes constituyen el 97% de las empresas (24% son pymes) Nota Técnica BID (2013)., representan el 30% del PIB y generan más de 2 millones de empleos. Consejo Nacional de Competitividad (2012). Las pymes dominicanas, en especial las de manufactura, tienen en su mayoría tecnologías obsoletas que limitan su productividad con relación a sus pares del extranjero. Esto constituye una restricción a su capacidad exportadora y permite una mayor penetración de las importaciones al mercado nacional. El deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos registrado en los últimos años es un reflejo de esa baja productividad y pérdida de competitividad. La pequeña empresa presenta menores niveles tecnológicos que la mediana empresa. Ortiz, M (2000). Pequeñas y Medianas Empresas en la República Dominicana. FondoMicro. República Dominicana. Las empresas más productivas son las que pueden aumentar su tamaño sostenidamente, basándose en mayores coeficientes capital-trabajo.Un aumento de la inversión que permita reducir la brecha tecnológica incrementaría la productividad de las pymes. En el período enero-marzo 2013 el 24.3% de las empresas dominicanas declara tener la intención de invertir en activos fijos en el corto plazo. Banco Central (2013). Encuesta Nacional de Opinión Empresarial al Sector Manufacturero Enero-Marzo 2013. República Dominicana. Para financiar esas inversiones se requieren créditos. Las empresas que reciben créditos pueden aumentar su productividad y empleo. El 46.8% de las empresas con niveles tecnológicos más avanzados incrementó el número de puestos de trabajo. Las empresas con menores niveles tecnológicos son desplazadas del mercado por la obsolescencia de sus equipos y maquinarias. El 39.2% de las empresas que recibió crédito el año previo aumentó su número de trabajadores con relación a las que no recibieron crédito. Con un programa que eleve la productividad de las pymes se lograría reducir el déficit de la cuenta corriente por aumento de las exportaciones y reducción de las importaciones. Y se lograría elevar la tasa de crecimiento económico sostenible, explicada por las exportaciones y no preponderantemente por la demanda interna. El sistema financiero dominicano Institucionalidad. El Banco Central y la Superintendencia de Bancos son las instituciones encargadas de la regulación y supervisión del sistema financiero en la República Dominicana. Véase la Ley No. 183-02 que aprueba la Ley Monetaria y Financiera. http://www.bancentral.gov.do/normativa/leyes/Ley_Monetaria_y_Financiera.pdf La Superintendencia de bancos ha mejorado su capacidad de supervisión con el objetivo de minimizar los riesgos. También ha modernizado su capacidad de gestionar instituciones en problemas. La Superintendencia promueve el establecimiento de modelos de riesgo en el sistema financiero, en particular los que permiten realizar gestionar adecuadamente el riesgo de crédito y computar las pruebas de estrés. La meta es lograr que cada institución financiera ofrezca información que permita monitorear periódicamente el nivel de su capital en función de los requerimientos de capital, dado el nivel de riesgo de su cartera. La crisis bancaria de 2003-2004. En ese período se registró la peor crisis bancaria de la historia dominicana. El costo de la quiebra por actividades fraudulentas de tres grande bancos alcanzó una suma equivalente a un 20% del PIB. La magnitud de esa crisis, que afectó a casi un millón de depositantes, obligó a las autoridades a realizar un rescate masivo. Esto provocó un aumento significativo de la oferta de dinero, elevando la tasa de inflación y el tipo de cambio. La contrapartida de ese rescate fue el incremento de la deuda cuasifiscal del Banco Central, El Banco Central asumió los activos y pasivos de los bancos quebrados, la diferencia en el valor de mercado de ambos arrojó la deuda cuasifiscal, que posteriormente se incrementó por los intereses y la colocación de nuevos títulos emitidos por el Banco Central para asegurar la estabilidad cambiaria. Las autoridades monetarias han logrado ampliar el plazo de vencimiento y reducir la carga anual de pago de intereses. que a agosto de 2013 representa alrededor de un 12% del PIB, generando un déficit cuasifiscal de 1.1% del PIB. Producto de ese salvamento el Gobierno Dominicano aprobó una Ley de Recapitalización del Banco Central La Ley No. 167-07 para la Recapitalización del Banco Central de la República Dominicana autorizó a la Secretaría de Estado de Hacienda (actual Ministerio de Hacienda) a emitir Bonos para la Recapitalización del Banco Central por un monto total de hasta 320 mil millones de pesos. Se estableció el período comprendido entre 2007 y 2016 para realizar emisiones parciales hasta alcanzar la suma indicada. En el año 2013 se acordó presupuestar y transferir al Banco Central por concepto de intereses únicamente un monto equivalente a un 0.7% del PIB. En la actualidad existe un debate sobre la pertinencia o no de modificar esa ley debido al peso que representa sobre los ingresos tributarios (7.6%). Como nota en Chile, que también existe una ley de recapitalización, las transferencias anuales al banco central osciló entre un 1.8% y un 2.5% de los ingresos tributarios. que transfiere anualmente alrededor de 1.1% del PIB hasta llegar a un 1.4% en 2016. En la actualidad el sistema financiero es solvente, rentable y tiene buena liquidez. El sistema financiero dominicano logró una recuperación notable después de la crisis financiera de 2003-2004. La aplicación de medidas regulatorias –en particular, el Reglamento de Evaluación de Activos-, la supervisión basada en riesgos y el crecimiento económico posibilitaron la expansión sostenida de la banca, lo cual le permitió sortear satisfactoriamente los choques provocados por la crisis global de 2008. Reglamento de Evaluación de Activos. El objetivo de ese reglamento es establecer la metodología que deben seguir las instituciones financieras para evaluar, provisionar y castigar los riesgos de sus activos y contingentes. El Reglamento de Evaluación de Activos fue aprobado en diciembre de 2004. http://www.bancentral.gov.do/normativa/normas_vigentes/financieros/Evaluacion_de_Activos.pdf Las normas ahí establecidas abarca a todas las entidades de intermediación financiera, públicas o privadas: Banco Múltiples; Bancos de Ahorro y Crédito; Corporaciones de Crédito; Asociaciones de Ahorros y Préstamos; Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción; y otras entidades de intermediación financiera que la Junta Monetaria considere que deben ser incluidas. El Reglamento categoriza los préstamos en tres grupos: Créditos Comerciales (son los que reciben los sectores agropecuario, industrial, turismo, comercio, exportación, minería, comunicaciones, financieros, otras actividades de la economía, e incluye los otorgados a través de tarjetas de crédito corporativas ); Créditos de Consumo (son lo que reciben las personas físicas con fines de adquirir bienes y servicios, incluyen tarjetas de crédito personales); y Créditos Hipotecarios para la Vivienda (son préstamos a personas físicas para la adquisición, reparación, remodelación, ampliación o construcción de viviendas, amparados con garantía del mismo inmueble). Los criterios para la evaluación de la calidad crediticia del deudor se fundamentan en: la capacidad de pago del deudor –medida por su flujo de efectivo operativo neto si es persona jurídica o sus ingresos totales si es persona física- respecto a la totalidad de sus obligaciones; el comportamiento histórico de pago de sus obligaciones financieras; y el riesgo país. El Reglamento establece la siguiente clasificación de pago del deudor: A, capacidad de pago sólida y no se esperan cambios significativos de carácer negativo; B, capacidad de pago aceptable, pero muestra debilidades potenciales –no significativas- que pueden ser corregidas en el corto plazo; C, capacidad de pago con deterioro temporal, debilidades financieras que ponen en riesgo su capacidad de enfrentar sus obligaciones de pago; D, capacidad de pago con deterioro de carácter más permanente, su flujo operativo es negativo; E, capacidad de pago es crítica, flujo de caja insuficiente para cubrir costos de producción, se encuentra en suspensión de pagos. En función de la clasificación crediticia se establecen las provisiones de cartera. Los porcentajes de provisiones son: A Riesgo Normal, 1%; B Riesgo Potencial, 3%; C Riesgo Deficiente, 20%; D Difícil Cobro, 60%; E Irrecuperable, 100%. Modificaciones al REA. Se han realizado varias modificaciones a los Artículos 26, 33, 34 y 75 del REA. El 14 de febrero de 2008; el 9 de julio de 2009; el 31 de mayo de 2012; y el 21 de mayo de 2013. El 21 de marzo de 2012 la Junta Monetaria aprobó su Segunda Resolución que modifica el Reglamento de Evaluación de Activos. Véase esa Resolución de la Junta Monetaria en: http://www.bancentral.gov.do/normativa/normas_vigentes/financieros/Modificacion_Art%C3%ADculos_26_33_34_75_del_Reglamento_Evaluacion_Activos_REA.pdf Se modificó el Artículo 26 para establecer que los Mayores Deudores Comerciales corresponden a los deudores cuyas obligaciones consolidadas, tanto en una entidad como en el sistema, igualen o excedan los 25 millones de pesos. También se modificó el Artículo 33 para indicar que los Menores Deudores Comerciales corresponden a todos aquellos deudores cuyas obligaciones consolidadas sean menores a los 25 millones de pesos y se establece que el procedimiento de evaluación de esos deudores se realizará en base al historial de pago (e.g., morosidad de sus cuotas). Ese monto sugiere que una gran cantidad de micro y pequeñas empresas son consideradas como Menores Deudores y, por lo tanto, la banca puede otorgar préstamos en función de su historial de pago. Incluso se modifica el Artículo 75 para flexibilizar la información contable requerida –y así disminuir el costo de transacción implícito en la operación de financiamiento- para que el crédito sea otorgado a los Menores Deudores. La modificación también eliminó el Artículo 34 del REA relativo a créditos a la microempresa, que consideraba como créditos a la microempresa a todos los deudores de bancos múltiples cuyas obligaciones consolidadas eran menores de 500 mil pesos. Este artículo había sido modificado por la Primera Resolución de la Junta Monetaria del 14 de febrero de 2008, elevándose el monto de corte a 5 millones de pesos. Esta Resolución también modificó los Artículos 26, 33 y 75 del REA. Esas modificaciones del REA permitirán que las pymes puedan obtener más fácilmente financiamiento hasta 25 millones de pesos, en base únicamente a su historia de pago, sin estar sujetas a requerimientos de Estados Financieros auditados y sin exigencia de garantías. Véase la nota del Banco Central: http://www.bancentral.gov.do/notas_del_bc.asp?a=bc2013-03-21 Supervisión basada en riesgos. Desde el año 2005, la Superintendencia de Bancos ha estado adoptando medidas encaminadas a la adopción del modelo de supervisión basada en riesgos. En 2009 la Superintendencia de Bancos firmó acuerdos con la Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras de Canadá (OSFI) –Grupo de Asesoría Internacional (AIG) para que le ayudara al entrenamiento del personal y aplicación de las técnicas modernas de la supervisión basada en el riesgo de los clientes y de los instrumentos financieros adquiridos por los bancos. Hacia abril de 2013 la Superintendencia publicó el “Marco de Supervisión de Entidades de Intermediación Financiera. Enfoque de Supervisión Basada en Riesgos.” Ese documento es el eje central para la ejecución del nuevo enfoque de supervisión bancaria que permite identificar, cuantificar, monitorear y controlar los diversos riesgos financieros. Superintendencia de Bancos (2013). Política monetaria y el acceso al crédito. La tasa de interés de política monetaria se fija de acuerdo al ritmo de crecimiento del PIB, la tasa de inflación y el tipo de cambio. Desde 2004 hasta 2013 se han registrado episodios de aumentos de tasas de interés para evitar que los aumentos de los precios del petróleo y de los alimentos en el exterior provoquen un aumento de la tasa de inflación. Asimismo, se ha reducido la tasa de interés con el objetivo de acelerar el ritmo de crecimiento económico en particular cuando se amplía la brecha con la tasa de crecimiento del PIB potencial. Y por último, se ha incrementado la tasa de interés para reducir la volatilidad del tipo de cambio. La desaceleración económica de 2012 condujo a las autoridades monetarias a disminuir en junio de ese año la tasa de interés de 6.75% a un 6%, colocándola en un 5% en agosto de ese mismo año. A partir de esa fecha se inició un movimiento ascendente del tipo de cambio que lo hizo colocarse por encima de su tendencia desde noviembre de 2012 hasta el presente. La desaceleración del crecimiento del PIB a un 0.3% en el primer trimestre de 2013 -provocada por la reforma tributaria aplicada desde finales de 2012 y un sobreajuste del gasto de inversión- provocó en mayo una nueva disminución en 75 puntos básicos de la tasa de interés de política monetaria hasta un 4.25% y una liberación de 20 mil millones de pesos del encaje legal con el objetivo de aumentar el crédito y acelerar el ritmo de crecimiento económico. La colocación de casi el 75% (14,600 millones de pesos) de esa suma en forma de préstamos a 8 mil agentes privados hizo que el crédito al sector privado, que en los primeros meses del año estaba creciendo a un ritmo interanual menor a la tasa de crecimiento del PIB nominal (8%), se acelerase hasta situarse en agosto en un 15% de crecimiento interanual. Hacia finales de agosto el sector Manufactura había recibido 4,400 millones de pesos; Comercio y pymes recibió 3,100 millones de pesos; sector Agropecuario, 3 mil millones de pesos; Adquisición de viviendas 2,700 millones de pesos; y Consumo recibió 1,500 millones de pesos. Al comparar esa distribución con la estructura de la cartera actual del sistema financiero se observa que la liberación de encaje tuvo un mucho mayor aporte marginal sobre la disponibilidad de crédito para los sectores productivos. La disminución de la tasa de retorno de los instrumentos financieros denominados en pesos y la disminución de la entrada de capitales externos producto de la incertidumbre que se desprende de la modificación del programa de compra de bonos de la Reserva Federal, provocó una depreciación del peso dominicano. El 28 de agosto de 2013 la política monetaria cambió debido a la aceleración del tipo de cambio, el cual superó en ese mes los 43 pesos por dólar (nivel que se había programado para diciembre de ese año). El banco central aumentó la tasa de interés de política monetaria, que sirve para fijar las tasas de interés del mercado, en 200 puntos básicos. Esto significa que subió de 4.25% a 6.25%, el mayor incremento relativo desde el año 2004. El objetivo con esa medida es reducir el ritmo de crecimiento del crédito al sector privado colocándolo en el entorno del 10%. Sub-agente Bancario. El Banco Central modificó el Reglamento que crea la figura del Sub-agente Bancario para permitir que esos establecimientos puedan estar localizados en cualquier lugar del territorio nacional, de acuerdo sean los intereses de las instituciones financieras. Esta medida promoverá la inclusión financiera en el país y se enmarca dentro del “Programa para la Inclusión Financiera en América Latina y el Caribe de la Oficina de Asistencia Técnica (OTA)”, mediante el cual el Banco Central recibe asesoría del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para desarrollar políticas que fomenten las mipymes. Estructura del sistema financiero. El sistema financiero se compone de 17 bancos comerciales de servicios múltiples; 10 asociaciones de ahorros y préstamos; 21 bancos de ahorro y créditos; y 18 corporaciones de crédito. Los bancos comerciales representan la mayor parte del sistema financiero, representando un 83% del total de activos. Dos bancos de servicios múltiples –el Banco de Reservas (propiedad del gobierno) y el Banco Popular Dominicano- agrupan el 48.5% del total de activos. Activos. El sistema financiero logró revertir a partir de 2008 el descenso que se había registrado en su total de activos como porcentaje del PIB. En la actualidad ese porcentaje se sitúa alrededor del 42% del PIB. Esta cifra sugiere que el sistema financiero dominicano es relativamente pequeño y tiene un amplio margen para mejorar el grado de bancarización e inclusión financiera de numerosos agentes económicos privados. Fuente: Superintendencia de Bancos y Banco Central Préstamos. Los préstamos totales crecieron entre 2006 y 2012 a una tasa promedio anual de un 15%. No obstante, como porcentaje del PIB muestran cierto estancamiento, oscilando desde 2008 entre un 22% y un 23%. El crédito privado promedio en Centro América asciende a un 37%. Esto revela la potencialidad de expansión del sector financiero en la economía dominicana. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Estructura de préstamos. Al 31 de julio de 2013, el monto total de los préstamos del sistema financiero ascendió 612,907.2 millones de pesos. Al comparar con la participación de los sectores productivos en el PIB se nota que el nivel de créditos a esas actividades está subrepresentado. La participación del sector agropecuario en el PIB es 7.6%, mientras que sólo recibe el 4.5% del crédito otorgado por el sistema financiero. La actividad manufacturera que tiene un peso de un 21% en el PIB, apenas recibe el 6.8% del financiamiento. La construcción tiene una participación bastante similar en el PIB y en la cartera de préstamos, 4.1% y 4.7%, respectivamente. En contraste, el Comercio –al por mayor y al detalle- que representa un 9% del PIB absorbe el 14.5% del total de los préstamos. Esto sugiere que las actividades más productivas y de mayor valor agregado no son las que reciben mayor cantidad de préstamos. Por último, cabe resaltar la importancia del consumo y de la adquisición de viviendas en el destino del financiamiento. La mayor parte de los préstamos del sistema financiero (21.7%) financia el consumo de bienes y servicios. El 17% de la cartera se destina a la compra y remodelación de viviendas. Monto promedio de los préstamos. La cantidad total de préstamos asciende a 2.85 millones, con un monto promedio total de 214,720 pesos. El monto promedio de los préstamos a la actividad de manufactura es de 1.9 millones de pesos. A la agricultura algo menos de un millón de pesos. Al sector construcción 4.1 millones de pesos. El sector público (30.8 millones de pesos), la actividad eléctrica (13.8 millones de pesos) y explotación de minas (4.4 millones de pesos) son las actividades que mayor promedio de préstamos reciben. Cartera de microcrédito del sistema financiero. El sistema financiero tiene registrado un total de 257,945 microcréditos que ascienden a la suma de 10,967 millones de pesos, con un promedio de 42,517 pesos por préstamo. La tasa de interés de los tres tipos de microcrédito oscila en el entorno del 29%, mientras la tasas de interés promedio nacional en pesos es de 19%. Préstamos al gobierno. La participación del sector público en la cartera de préstamos ha estado ascendiendo. Entre 2007 y 2013, casi se duplicó la participación del sector público, al pasar de 8% a un 15%. Esto es un reflejo del aumento del déficit del sector público no financiero, el cual se situó en los últimos 5 años en un 4% del PIB como promedio anual, llegando a un 6.7% del PIB en 2012. El incremento de la participación del gobierno en el total de préstamos otorgados implica una menor disponibilidad de recursos para los sectores productivos. El Banco de Reservas financia el 93.5% de los préstamos del sector público. Fuente: Superintendencia de Bancos Préstamos dolarizados. Desde 2006 se registra una tendencia a la dolarización de los préstamos. Entre ese año y 2013 el porcentaje de la cartera dolarizada se incrementó en 11 puntos porcentuales, al pasar de 14% a un 25%. Esto incrementa el nivel de riesgo de crédito ante una depreciación de la moneda nacional. La explicación de esa dolarización se debe a la estabilidad cambiaria y a la reducción de las tasas de interés en dólares. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Calidad de la cartera. Entre 2005 y 2013 se observa una tendencia a la reducción del porcentaje de cartera vencida como porcentaje total de la cartera. La cartera reestructurada tampoco revela niveles o comportamientos preocupantes. Ese resultado sugiere un buen manejo del riesgo de crédito, pues se alcanzó a pesar de la desaceleración del ritmo de crecimiento del PIB registrada en los últimos años. La cartera de créditos vencida (capital) como porcentaje de la cartera de crédito bruta es de 3.05% y la cartera de créditos vencida (capital y rendimientos) como porcentaje de la cartera de crédito bruta es de 3.30%. La provisión para cartera como porcentaje del total de cartera vencida (capital y rendimientos) se sitúa en un 103.32%. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Liquidez. Se registra una ligera tendencia a la disminución de la liquidez sobre las obligaciones bancarias. No obstante, el sistema financiero en forma global tiene niveles de liquidez muy por encima de lo requerido por el encaje legal. El sistema financiero dominicano es muy líquido. Al 31 de agosto de 2013, el total de disponibilidades como porcentaje del total de captaciones más obligaciones con costo es de un 21.1% y como porcentaje del total de depósitos se sitúa en un 32.4%. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Pasivos. El total de pasivos del sistema financiero asciende a un 36% del PIB. Las obligaciones con el público son la principal fuente de origen de los fondos de los bancos. A agosto de 2013, el total de captaciones como porcentaje del total de pasivos se colocó en 90.38% y el total de depósitos como porcentaje del total de captaciones fue de 69.71%. El patrimonio se ha mantenido oscilando alrededor de un 12% del total de los fondos originados por el sistema financiero. Captaciones por regiones y provincias. El 66% de las captaciones del sistema financiero se obtienen en la Región Metropolitana. La Región Norte origina el 23.8% del total de las captaciones. Las captaciones en la Región Este representan un 5.4% y las de la Región Sur un 4.8%. Las provincias con mayor porcentaje de captaciones son: Distrito Nacional (58%), Santiago (12%), Santo Domingo (8%), La Vega (2.5%), La Altagracia (2.5%) y Puerto Plata (2.1%). No hay datos disponibles sobre la distribución de la cartera de préstamos a nivel regional o provincial, pero se puede asumir que esa distribución debe parecerse a la distribución de las captaciones. Capital. El sistema bancario parece adecuadamente capitalizado. Los índices de solvencia del sistema financiero y de la banca comercial a diciembre de 2012 ascendieron a un 18.2% y 16.4%, respectivamente, un nivel muy superior al capital mínimo exigido. A julio de 2013, el índice de solvencia del sistema financiero se colocó en un 19.4% y el de los bancos múltiples en 16.9%. Fuente: Superintendencia de Bancos Indicadores de desempeño. Después de la crisis financiera de 2003-2004, la banca muestra un incremento de sus ingresos, una reducción de sus gastos y una mejoría de sus resultados. Ingresos Financieros. Desde 2008, los ingresos –intereses y ganancias- por inversiones del sistema financiero han incrementado su participación en el total de ingresos financieros. A julio los ingresos financieros como porcentaje de los activos productivos se colocó en 15.02%. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Gastos. El comportamiento de los gastos muestran una mejora en la eficiencia del sistema financiero. Los gastos generales y administrativos como porcentaje del total de gastos muestra una disminución de más de 20 puntos porcentuales entre 2007 y 2013. El sistema también ha reducido el ritmo de crecimiento de los sueldos y compensaciones al personal como porcentaje del total de gastos generales y administrativos. Las mejoras de eficiencia permitieron disminuir los gastos operacionales como porcentaje de los ingresos operacionales. Asimismo, los gastos financieros como porcentaje de los ingresos financieros disminuyeron significativamente. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Margen entre tasas de interés activa y pasiva. Entre enero 2008 y agosto 2013, la tasa de interés activa promedio ponderado de los bancos múltiples fue de 15.9% y la tasa de interés pasiva promedio ponderado se colocó en 7.2%. La tasa activa máxima de ese período ascendió a un 25.2% y la mínima a un 10.7%. La tasa de interés pasiva máxima fue de 13.5% y la mínima llegó a 3.8%. El margen promedio de ese período fue de 8.7% y se observa que el margen sube con el incremento de las tasas de interés y que, por lo general, el margen se coloca por encima de las tasas de interés pasivas. El margen máximo llegó a ascender a 12.5% y el mínimo a un 6%. Entre septiembre de 2012 y agosto de 2013, se registraron tasas más bajas al promedio del período (13.2% y 4.9%, activa y pasiva, respectivamente). El margen de ese último año fue de 8.3%, lo cual revela que la reducción del margen es menor que la disminución de las tasas de interés. En ese contexto, la desviación estándar del margen para el período enero 2008 a agosto 2013 es de 1.36, mientras que la de tasa de interés activa es de 3.61 y la de la tasa pasiva es de 2.61. Resultado operacional. El año 2010 fue el mejor año para el sistema financiero. El resultado del ejercicio representó un 19.4% de los ingresos financieros. Entre 2011 y 2012 se nota una disminución de esos resultados, producto de la aplicación de medidas impositivas. Fuente: Superintendencia de Bancos Fuente: Superintendencia de Bancos Rentabilidad sobre el patrimonio. Al descomponer por tipo de institución financiera se observa que los bancos de servicios múltiples son los que tienen mayor rentabilidad, la cual se ha mantenido por encima de un 25% en los últimos años. A agosto de 2013, el retorno sobre los activos del sistema financiero es de 2.55% y el retorno sobre el patrimonio un 22.66%. Fuente: Superintendencia de Bancos Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción. Es una entidad financiera pública-privada que tiene como objetivo, desde el año 2004, el fomento de la vivienda y de la producción a través de actividades directas y de segundo piso. El banco se tiene como fin otorgar préstamos hipotecarios, a la construcción y multisectoriales. En los créditos multisectoriales incluye los préstamos a las pymes, para que realicen construcciones, y para la adquisición de maquinarias o equipos nuevos y financien capital de trabajo. Al 31 de agosto de 2013, sus activos representan el 1.4% del sistema financiero. A pesar de ser un banco especializado en el fomento de la producción su cartera de préstamos como porcentaje de su activo total es (37%) considerablemente menor al promedio del sistema financiero (56.2%). Su cartera de préstamos se concentra en financiamientos para la compra y remodelación de viviendas (49.1%), agropecuario (25%), manufactura (6.8%) y construcción (6.5%). La cartera de préstamos está en peores condiciones que el resto del sistema financiero. La cartera de créditos vencida (capital) como porcentaje del total de la cartera de crédito bruta del BNV asciende a 18.5% y en el sistema financiero promedia un 3.1%. Si a esa cartera vencida se le incluyen los rendimientos el porcentaje del BNV sube a un 20.2% y el del sistema financiero a un 3.3%. La cobertura de la cartera vencida del BNV –provisión para cartera como porcentaje de la cartera vencida (capital y rendimientos) es mucho menor (40%) que el promedio del sistema financiero (103.3%). Su retorno como porcentaje de activos y sobre patrimonio es -0.05% y -0.15%, respectivamente. Este pobre desempeño se explica por la reducida participación de los activos productivos en el total de activos totales brutos (51.6% vs. 71.5% promedio del sistema financiero). Asimismo, el margen financiero bruto como porcentaje de los activos productivos es de sólo 5.5%, mientras que el promedio del sistema financiero es de 10.8%. Los gastos de explotación como porcentaje del margen operacional bruto es de un 147.2% y el del sistema financiero es 65.6%. Los gastos operacionales como porcnetja de los ingresos operacionales brutos del BNV ascienden a 113.8% y el del sistema financiero a 84.2%. El BNV tiene indicadores de liquidez considerablemente más reducidos que los del sistema financiero. Las disponibilidades como porcentaje del total de captaciones más obligaciones con costo es de apenas 1.2%, mientras que el sistema financiero tiene en promedio un 21.1%. El BNV se financia emitiendo títulos valores, los cuales representan el 87.5% de su pasivo total. Los títulos valores representan el 27.3% de los pasivos del sistema financiero. Factores de éxito de las pymes y principales dificultades Los propietarios de las pequeñas y medianas empresas poseen un nivel educativo relativamente elevado y un conocimiento adecuado de las técnicas de administración. Véase Aristy-Escuder (2012), pp. 510-520. Esa preparación académica es superior a la que exhiben los propietarios de microempresas. De esto se desprende que los propietarios de las pymes tengan más capacidad de hacer crecer sus negocios. La experiencia previa influye positivamente sobre la probabilidad de éxito de las pymes y sobre el tamaño de la empresa. Véase Aristy-Escuder (2012), pp 521-525 y Guzmán y Ortiz (2007), p. 50. Esto es consistente con otros estudios que describen el hecho de que los propietarios de pequeñas y medianas empresas pasaban por un proceso de aprendizaje que se iniciaba con ser empleado en otra empresa. La probabilidad de éxito de las pymes se incrementa con el uso de ahorros propios para iniciar un negocio. Véase Aristy-Escuder (2012), p. 521. Guzmán y Ortiz (2007), p. 50, afirman que haber iniciado sus operaciones con crédito bancario está asociado con el tamaño de las pymes, insinuando que la causalidad va de acceso al crédito al tamaño de las pymes. No obstante, la causalidad puede ser la siguiente: que el tamaño de las pymes condicione el acceso al crédito bancario para comenzar las operaciones. Esto significaría que las grandes empresas son las que tienen más facilidad para conseguir un préstamo para iniciar el negocio. Guzmán y Ortiz (2007), p. 59 reconocen ese posible sesgo de selección o error de causalidad. El 63.7% de los encuestados Tomado de la encuesta publicada por Aristy-Escuder (2012). afirma que la principal fuente de dinero para iniciar la empresa provino de ahorros propios o de familiares. Esto podría estar sugiriendo que el tipo de préstamos disponible para las pymes –en especial para las que tuvieron acceso pero son más pequeñas- no es el más adecuado para el desempeño exitoso de la empresa. Es probable que préstamos a corto plazo y tasas de interés muy elevadas produzcan una presión excesiva sobre el flujo de efectivo de las empresas y tiendan a llevarla a la quiebra. Sin embargo, se observa también que el acceso a los préstamos tiene un efecto positivo, lo cual revela una diferencia entre usar préstamos para arrancar el negocio y usarlos para expandirlos. Incluso los propietarios reconocen la importancia de la acumulación de capital para poder realizar inversiones y crecer de manera sostenida. A pesar de que la mayoría de las pymes afirma que tienen acceso a créditos existe evidencia que sostiene que los obstáculos financieros son percibidos entre los principales limitantes para el desarrollo de las pymes, principalmente para las más pequeñas. Véase Guzmán y Ortiz (2007), p. 41. En estudios previos se ha demostrado que la disponibilidad de recursos es uno de los principales obstáculos para el 14.9% de los empresarios, tanto por las limitaciones para poder acceder a financiamiento como por el costo del dinero. Véase Ortiz y Mena (2007), p. 42. Esto podría estar sugiriendo que el limitante puede ser las condiciones del préstamo –tasas de interés y plazos- el cual tradicionalmente ha sido alto en la República Dominicana. La falta de poder aportar una garantía es la restricción principal que impide el acceso al financiamiento. Existe evidencia que revela que el 48% de los encuestados afirma que el costo de financiamiento es uno de los principales obstáculos a la inversión. Véase World Bank (2006), citado por Guzmán y Ortiz (2007), p. 42. La falta de acceso al capital es un limitante de los planes de expansión o de realizar inversiones para mantenerse exitosamente en el mercado. Ortiz y Mena (2007), p.42. Menos de dos tercios de las pymes (29.4%) declaró haber recibido un préstamo el año previo a la encuesta. Ortiz y Mena (2007). Las empresas que recibieron crédito lo obtuvieron principalmente de bancos y financieras (36%), prestamistas (26.8%), familiares y amigos (21.8%) y ONG’s (11%). La mayoría de las empresas utilizó el préstamo para comprar materia prima o mercancía. Esto sugiere que los préstamos son de corto plazo y corrobora con la práctica actual de la banca de prestar a través de líneas de crédito a menos de un año o préstamos con cuotas fijas a menos de dos años. Solamente el 9.3% de los encuestados compró maquinarias con el préstamo. De los empresarios que no están dispuestos a solicitar un préstamo, el 22.9% afirma que el negocio no le deja suficientes beneficios para pagar el préstamo y el 17.2% no le gusta vivir con deudas. Las empresas que están orientadas hacia el mercado tienen mayor probabilidad de éxito. Una estrategia basada en satisfacer al cliente y preparar a la empresa internamente para que cumpla con esa meta se traduce en una mayor probabilidad de tener un mejor desempeño financiero. La capacitación de los empleados explica positivamente el éxito de las pequeñas y medianas empresas. Un mayor nivel de capacitación se traduce en mayor productividad y, en consecuencia, en mayor retorno para el empresario. Los elevados y crecientes costos de los servicios de electricidad se perciben como un limitante al desarrollo empresarial. El 20% de las pymes identifica el costo y disponibilidad de energía como la principal dificultad de su negocio. Estos costos reducen la competitividad y la rentabilidad de los negocios, principalmente en las empresas que son usuarias intensivas de electricidad. Ortiz y Mena (2007), pp. 41-42. El 47.3% de las empresas se considera como usuarias intensivas de electricidad. El 97% de los encuestados Aristy-Escuder (2012). afirma que el costo de la electricidad al momento de la pregunta era mayor que los montos que estaban pagando hace dos años. El mayor nivel de impuestos también es una limitación al crecimiento y éxito de las pymes. La mayoría afirma que en los últimos años se ha incrementado la carga impositiva. La introducción del Número de Comprobante Fiscal redujo la capacidad de las empresas de hacer operaciones informales y, por lo tanto, incrementó el monto de impuestos. La inestabilidad macroeconómica, caracterizado por altas tasas de interés, inestabilidad cambiaria, reducción de la demanda agregada, incrementos de costos y volatilidad en los precios, son elementos que influyen negativamente sobre los resultados económicos de las pymes. Algunos estudios sugieren también que la aplicación de políticas monetarias restrictivas reducen las ventas y le dificultan mantener su operación económica. Ortiz y Mena (2007), p. 41. Financiamiento y demanda de crédito de las mipymes Acceso al financiamiento Antecedentes históricos. El servicio de microfinanciamiento a las micro y pequeñas empresas se inició en 1981 a través de la ONG Fundación Dominicana de Desarrollo. Ortiz, M. y M. Dávalos (2009), p.41. A partir de esa fecha otras instituciones entraron en el mercado ampliando los servicios financieros para incluir no sólo préstamos, sino también instrumentos de ahorro, inversión y seguros. Las ONG han sido una pieza clave en el financiamiento a las microempresas. Esas instituciones implementaron técnicas crediticias que, por lo general, han asegurado una cartera morosa muy reducida. Entre esas técnicas se citan: préstamos pequeños con reembolsos frecuentes; garantías solidarias; análisis continuo del flujo de efectivo; y seguimiento periódico a las variables (e.g., ventas, cobros, compras, inversiones) que influyen sobre la capacidad de pago. Ante el aumento de la variedad de servicios financieros requeridos por las mipes las ONG decidieron convertirse en instituciones de financiamiento reguladas con el objetivo de poder captar depósitos del público. Los casos de ADEMI y ADOPEM, que se iniciaron como ONG y hoy son bancos, son ilustradores. Con el paso del tiempo esas prácticas fueron absorbidas por algunas instituciones financieras que crearon unidades de negocio orientadas a las micro y pequeñas empresas. En la tabla Datos recopilados por la Red de Instituciones de Microfinanzas y enviados a FondoMicro. siguiente se presentan las principales instituciones financieras –reguladas y no reguladas- en los servicios financieros para las pymes. Existen cinco instituciones reguladas (Banco ADEMI, Banco ADOPEM, Crédito Amigo-Banco BD Esta entidad es el producto de la absorción que hizo el Banco BHD del Banco Pyme BHD. , Asociación de Ahorros y Préstamos La Vega Real y Asociación la Nacional de Ahorros y Préstamos) con una cartera de préstamos vigente a marzo de 2013 de 16,775.5 millones de pesos. La ALAVER suministra la información de toda su cartera de crédito. Hay que descontar la que va otro tipo de clientes. La cartera en mora –definida con atrasos con más de 30 días- es de un 4.1%. Estas cinco instituciones abracan un total de 328,780 clientes, de los cuales la mayoría consiste en mipymes, atendidos en 172 sucursales. El monto de préstamo promedio de esas instituciones es de 51,023 pesos. Las instituciones no reguladas consisten en cooperativas y ONGs especializadas en servicios a las mipymes. La cartera de préstamos vigente asciende a 18,207.3 millones de pesos, pero de ese monto es preciso descontar de la cartera de AIRAC la parte que no corresponde a financiamientos a mipymes. La cartera en mora de este grupo de operadores microfinancieros es de un 10.1%. El total de ONGs, incluyendo las 15 cooperativas agrupadas en AIRAC, es de 25, las cuales atienden a 571,110 clientes en 200 sucursales. El monto promedio de estas instituciones es de 32,056 pesos. Principales operadores. Las principales instituciones especializadas en servicios financieros para las mipymes son: Banco Ademi, Banco Adopem y Fondesa. Banco Ademi. Esta institución se fundó como una organización sin fines de lucró en 1983 con el nombre de Asociación para el Desarrollo de Microempresas, Inc. (ADEMI). Posteriormente se transformo en 1997 como banco de desarrollo y en mayo de 2013 se transformó en un banco de servicios múltiples. En la actualidad es un suplidor importante de financiamiento a las mipymes. A marzo de 2013 registró activos totales por 12,245 millones de pesos –el 78% de los activos es compuesto por la cartera de préstamos y alrededor del 10% son inversiones, predominantemente en títulos del Banco Central- y un patrimonio neto de 2,499 millones. El indicador de solvencia regulatoria se colocó en el entorno del 20% y registró un capital base sobre activos ponderados de 25.1%. Su nivel de beneficio fue de 115 millones de pesos, con un retorno sobre activos de 3.91% y un retorno sobre patrimonio de 21.11%. El 91% de los ingresos financieros totales proviene de la intermediación financiera. De acuerdo a Fitch, el Banco Ademi ha realizado mejoras en su gestión de crédito. FitchRatings (2013) , Banco Múltiple Ademi. https://www.bancoademi.com.do/Pages/ViewFiles.aspx?id=24 Hacia el primer trimestre de 2013 la cartera en mora se colocó en un 2.6%. Se prevé que logrará mantener una adecuada calidad crediticia gracias a la mejoría de la gestión de riesgo crediticio y la baja concentración por clientes. El banco posee un sistema de credit scoring, utiliza activamente la información de los burós crediticios y ha establecido un sistema especializado en microfinanzas que le permite seleccionar adecuadamente a sus clientes y dar seguimiento oportuno al desempeño de su cartera. El banco se orienta a tres tipos de clientes: a) Microempresa de subsistencia (créditos inferiores a 2,500 dólares); b) Micorempresa de Acumulación (créditos entre 2,501 dólares y 7,500 dólares); y c) Microempresas en Transformación (créditos entre 7,500 dólares y 25,000 dólares). A marzo de 2013, la cartera de préstamos ascendía a 9,537.8 millones de pesos, cubriendo a 146,800 clientes a través de 48 sucursales, con préstamos promedio de casi 65 mil pesos. Esa cartera de préstamos tiene un plazo promedio de vencimiento de 18 meses y el plazo de vencimiento de los préstamos a las microempresas es de 12 meses. El 42% de los créditos se otorgaron con garantía solidaria. Los préstamos se concentran en las actividades comerciales y al consumo (que incluye los créditos a través de tarjetas de crédito.) Banco ADOPEM. Esta institución se originó en 1982 como la Asociación Dominicana para el Desarrollo de la Mujer (ADOPEM), una organización sin fines de lucro que ofrece financiamientos y asistencia técnicas a mujeres de bajos ingresos. En 2004 se trasnformó en el Banco de Ahorro y Crédito ADOPEM, ofreciendo instrumentos de captación con orientación hacia el microempresario (e.g., ahorro “san”) y préstamos a pequeños empresarios con montos hasta 500 mil pesos. A marzo de 2013, el Banco ADOPEM tenía una cartera de préstamos ascendente a los 3,018.6 millones de pesos, satisfaciendo la demanda de préstamos a 163,443 clientes con un préstamo promedio de 18,468 pesos, a través de 51 sucursales. Crédito Amigo (antiguo Banco PyME BHD). Originalmente era el Banco de la Pequeña Empresa –fundado por FondoMicro- que fue adquirido en 2004 por el Centro Financiero BHD, llamándose PyME BHD). En 2013 fue absorbido por el Banco BHD, transformándose en una unidad de servicios financieros especializados en mipymes dentro de esa institución financiera. A marzo de 2013, su cartera de préstamos ascendía a 274.8 millones, atendiendo a 6,919 clientes antendidos en 6 sucursales. El monto promedio de los préstamos se colocaba en alrededor de los 40 mil pesos. FONDESA. El Fondo para el Desarrollo (FONDESA) inició sus operaciones en 1982 y es actualmente la principal institución especializada en servicios microfinancieros en la zona del Cibao. Posee ventajas competitivas en microfinanzas rurales, crédito habitacional y crédito educativo. Al 30 de marzo posee una cartera de préstamos ascendente a 1,641.4 millones de pesos con 51,191 clientes, quienes reciben préstamos de son atendidos en 42 sucursales. En la actualidad FONDESA se encuentra en el proceso de constituir un banco de ahorro y crédito con el objetivo de poder ampliar su capacidad de fondeo y de instrumentos financieros para las mipymes. Otros oferentes de crédito regulados. El Banco de Reservas, el Banco Popular y el Scotiabank han establecido unidades de negocio –o desarrollado instrumentos y carteras- orientadas a las mipymes. Banco de Reservas tiene un programa Pyme de préstamos dirigidos a pequeñas y medianas empresas, facilitando financiamientos entre 300 mil y 10 millones de pesos, con un plazo de hasta 5 años para pagar. Esos recursos pueden beneficiar a las actividades comerciales, de manufactura, de servicios, agropecuarias y de servicios profesionales. Los préstamos se pueden utilizar para adquirir equipos y maquinarias, mejorar nuevos procesos productivos, construcción de edificaciones para mejorar la productividad y la capacidad de producción, entre otros requerimietnos de los pequeños y medianos empresarios. Otorga los préstamos con garantías solidarias, hipotecarias y prendarias, en función de la solvencia, capacidad de pago e historia de pago del cliente. Banco Popular Dominicano lanzó en 2012 un programa especial para pymes denominado Impulsa. Este programa consiste en un portafolio de productos y servicios especializado para satisfacer las necesidades de las pymes. El banco ofrece péstamos coemerciales, líneas de crédito Extracuenta, cuenta corriente y las tarjetas de crédito Impulsa y Flotilla Popular, las cuales disponen de características que promueven el desarrollo de las pymes. La Extracuenta Comercial y la Extracuenta Nivelada son líneas de crédito que le permiten a la pyme financiarse con cierta facilidad en función de la cuenta corriente que disponga y los pagos que vaya realizando el cliente. A través de los préstamos comerciales se cubren la demanda de crédito para capital de trabajo, construcción, adquisición de maquinarias y equipos, entre otros requerimientos. Banco Scotiabank. Esta institución financiera adquirió en 2008 la cartera de préstamos del Banco Altas Cumbres, banco de ahorro y crédito que se había especializado en préstamos a las pymes desde 2002. Apoyo estatal. El gobierno dispone de de dos programas financieros para apoyar a las pymes: Promipyme y Banca Solidaria. Ambos son financiados con recursos del Gobierno General y muchas de sus sucursales operan dentro de las instalaciones del Banco de Reservas. Promipyme. El Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Promipyme) es una dependencia del Ministerio de Industria y Comercio creada mediante Decreto No. 238-97. El Promipyme ofrece préstamos comerciales para capital de trabajo y para compras instalación y modernización de maquinarias y equipos. Además brinda asistencia técnica y capacitación a las mipymes. El tipo de financiamiento es por lo general de corto plazo. En septiembre de 2012 el gobierno autorizó una transferencia de 1,500 millones de pesos para ser prestados a través de Promipyme. No hay información estadística disponible del monto de financiamiento o de las características de la cartera. Los préstamos no cumplen con lo establecido en el Reglamento de Evaluación de Activos. Banca solidaria. Programa del Estado que se especializa en el otorgamiento de créditos y asistencia técnica a microempresarios de escasos recursos económicos en base a garantías solidarias. Los préstamos se otorgan para capital de trabajo, compra de equipos o remodelación de local o vivienda del microempresario. Los préstamos oscilan en un rango que va desde 2,500 pesos hasta 500 mil pesos, con un promedio de 55 mil pesos, a una tasa de interés de un 12% anual. Esta tasa contrasta con la de otras instituciones financieras especializadas en servicios crediticios para las pymes. A septiembre de 2013 el rango de tasas de interés de esas instituciones va desde un mínimo de 13% hasta un máximo de un 34%. El plazo de los créditos va desde seis meses hasta cuatro años. Desde septiembre de 2012 el gobierno ha asignado un presupuesto de 2 mil millones de pesos, que han permitido cubrir la demanda de crédito por 2,200 millones de pesos a 40 mil personas y tienen como meta alcanzar a 75 mil clientes hacia finales de año 2013. Declaraciones de Maira Jiménez, directora de Promipyme y del programa Banca Solidaria en Diario Libre, lunes 9 de septiembre de 2013. Alrededor de un 40% de los microempresarios nunca había tenido contacto con una entidad bancaria. A pesar de ello los datos sugieren un los clientes cumplen regularmente con sus compromisos financieros, estimándose la morosidad en menos del 0.5%. El 70% de los créditos se les otorga a mujeres, quienes son seleccionadas mediante programas focalizados que tienen como objetivo beneficiar a la mujer, en particular a la que es más vulnerable. Existe un fondo de garantía de 150 millones de pesos creado para apoyar a la madre soltera, pues tienen mayores dificultades para pertenecer a grupos solidarios. Maira Jiménez (2013). No hay información estadística disponible del monto de financiamiento o de las características de la cartera. Tipos de financiamiento de la banca formal Líneas de crédito. Por lo general, la banca le ofrece a las mipymes líneas de crédito con duración de un año. Este tipo de préstamo paga los intereses mensualmente y a final de período se honra el capital. Tan pronto se cancela el préstamo el banco puede desembolsar nuevamente, a su consideración, el monto correspondiente a la línea de crédito. Este tipo de préstamos se otorga con garantía solidaria. Préstamos de cuota fija. La banca también le otorga a los propietarios de mipymes préstamos que pagan cuotas fijas que incluyen amortización de capital e intereses. El plazo de vencimiento de ese tipo de préstamo es por lo general menos de tres años. Este tipo de préstamos se otorga con garantía solidaria o hipotecaria. Tarjetas de crédito. El sistema financiero ha estado desarrollando productos financieros basados en tarjetas de crédito con el objetivo de que sean usadas para adquirir materias primas. La tasa de interés de las tarjetas de crédito supera el 80% anual. Este tipo de préstamos se realiza sin ningún tipo de garantía. Préstamos de mediano plazo. La banca no otorga préstamos de mediano plazo a las mipymes. Se aducen factores macro y microeconómicos para no realizar préstamos de mediano y largo plazo. Macroeconómicos: incertidumbre de inflación y tipo de cambio incrementa el nivel de riesgo de crédito. Microeconómicos: volatilidad del nivel de beneficios y capacidad de mantenerse exitosamente en el mercado por un período prolongado. La tasa de mortalidad de las mipymes es elevada. La banca sólo presta por encima de diez años con fines de adquisición de vivienda. Este tipo de préstamo se otorga con garantía hipotecaria. Demanda de crédito A pesar del crecimiento de los oferentes y de los recursos disponibles para las mipymes, los estudios revelan que existe una demanda insatisfecha y que el horizonte temporal de financiamiento no cubre todas las necesidades de esas empresas. Demanda de crédito de las microempresas. En base a la más reciente encuesta de FondoMicro. Los siguientes datos son preliminares, cambiarán tan pronto sean publicados los resultados definitivos de la encuesta de micro, pequeñas y medianas empresas realizada por FondoMicro en el segundo semestre de 2013. Se estima que existen 643,860 microempresas. Del total de microempresas se calcula que 39,275 (6.1% del total) son empresas micro con las siguientes características: tienen intención de solicitar un préstamo en los próximos 12 meses; declaran que solicitarán en promedio 150 mil pesos de préstamo; tienen dos o más empleados; y tienen empleados remunerados. En base a la cantidad de empresas y el monto de préstamo promedio se obtiene que en 2013 las microempresas solicitarían 5,891.3 millones de pesos de nuevos préstamos. A esa cantidad se le suma el monto de recursos que actualmente tienen como préstamo las microempresas o los hogares de los microempresarios. En la actualidad 36,700 (5.7%) son empresas con un nivel de préstamos promedio de 90 mil pesos, arrojando una suma toda de 3,302 millones de pesos. Además, existen 11,289 (1.75%) empresas cuyos hogares tienen una préstamos promedio de 61 mil pesos, lo cual se traduce en 688.6 millones de pesos. La demanda total de crédito de las microempresas –definidas con las características citadas más arriba- asciende a 9,881.9 millones de pesos. Demanda de crédito las pequeñas y medianas empresas. Se estima que existen 25 mil pequeñas y medianas empresas. Se calcula que 3,430 pymes (13.7%) solicitarán préstamos en los próximos doce meses por un monto promedio de dos millones de pesos. Esto arroja una demanda de crédito planeada de 6,860 millones de pesos. Se estima también que 3,347 pymes (13.4%) tienen actualmente préstamos por un monto promedio de 1.2 millones de pesos. Esto se traduce en una demanda de crédito vigente de 4,016.4 millones. La demanda total de crédito de las pymes asciende a 10,876.4 millones de pesos. Demanda total de las mipymes. La demanda crédito de las mipymes se estima en 20,758.3 millones de pesos. Promoción del acceso al financiamiento productivo Porcentaje de empresas que tienen acceso al crédito. De acuerdo a estudios previos Ortiz y Mena (2007), p. 59., alrededor de tres de cada 10 empresas solicitó algún tipo de préstamo durante el año previo a la encuesta. Véase Ortiz y Mena (2007). En la medida que aumenta el tamaño de la empresa aumenta la facilidad para obtener un préstamo, llegando a representar hasta un 45%. Ortiz (2001). Empresas perciben la falta de condiciones crediticias adecuadas como restricción al acceso al crédito. De los que no pedirían un préstamo, el 25.8% afirma que no pediría el préstamo porque no lo necesita. Esto puede ser un reflejo de que su negocio no tiene suficiente demanda de bienes y servicios y, por lo tanto, no requiere recursos para expandirse. El 22.9% piensa que el negocio no deja para pagar préstamos, sugiriendo que ese tipo de actividad tampoco produce un flujo de efectivo suficiente como para compartirlo con acreedores. El 17.2% no le gusta vivir con deudas, 7% no tiene para pagar préstamo, el 4.7% opina que los intereses son muy altos y el 3.9% piensa que no le darían el préstamo. Estas respuestas sugieren condiciones económicas no adecuadas para poder obtener un préstamo formal. Inconvenientes para acceso al crédito Ortiz (2001). . De las personas que presentan inconvenientes para el acceso al crédito, el 52.8% de los encuestados identifica la falta de garantías como el principal inconveniente para obtener un crédito, el 13.9% afirma que la documentación del negocio es el principal limitante y el 8.3% sostiene que el costo del dinero es su mayor inconveniente. Las pymes tienen acceso a los bancos, pero no en las condiciones que se requieren –plazos y tasas- para expandir su productividad basada en la inversión en equipos y maquinarias. El 68.3% de las pymes afirma que su principal fuente de financiamiento son bancos, financieras y gobierno. Las pymes que no lograron obtener financiamiento afirman que la falta de garantías las limitó. Esto debe haberse agravado desde enero de 2005 cuando comenzó a aplicarse el Reglamento de Evaluación de Activos. El reglamento establece la metodología que deben utilizar las instituciones financieras para evaluar, provisionar y castigar los riesgos de sus activos contingentes. Se establece que los préstamos deben otorgarse en base a la capacidad de pago de los clientes para lo cual es indispensable presentar proyecciones financieras y buenas garantías. La gestión basada en riesgo ha ayudado a mejorar la calidad de la cartera de la banca. El Banco Central ha aprobado modificaciones al REA para facilitarle recursos a la pyme. Se estableció un límite de hasta 25 millones de pesos   que pueden otorgarse usando el criterio de historial de pagos, pero los bancos se han limitado a prestar a las pymes en condiciones de corto plazo. Políticas de acceso al microcrédito. En su Tercera Resolución del 27 de junio de 2013, la Junta Monetaria autorizó la publicación del Proyecto de Reglamento de Microcréditos. La importancia de ese documento es extraordinaria, pues permitiría que una gran cantidad de agentes económicos puedan tener acceso a préstamos con el objetivo de financiar capital de trabajo y adquisición de maquinarias y equipos. El documento tiene aspectos positivos. Uno de ellos establece que el buen historial de pago y la estabilidad de la fuente de los ingresos permitirían al microempresario obtener un préstamo bancario. Lo extraño es que la Junta Monetaria estableció provisiones más severas que las aprobadas en el Reglamento de Evaluación de Activos para los préstamos al consumo. Específicamente, si un microempresario cae en mora con 76 días de atraso el banco tendría que provisionar el 40% del monto del préstamo. Sin embargo, si un cliente de crédito al consumo cae en mora con un plazo similar el banco sólo tendría que provisionar un 20% del préstamo. Esto llevaría a los microempresarios a preferir solicitar créditos como consumidores finales y a usar activamente las tarjetas de crédito –que tiene tasas de hasta un 80% anual- como fuente de recursos de capital de trabajo. El banco preferiría suplir préstamos al consumo porque la provisión sería menor y, en el caso de las tarjetas de crédito, obtendría mayores ingresos por intereses cobrados a los clientes Los bancos perciben a las mipymes como unidades de negocios de alto riesgo. La vulnerabilidad ante los movimientos de la demanda de sus bienes y servicios, el impacto de los costos de electricidad y otras variables que dificultan el desempeño operativo de las empresas se traducen en un aumento de la tasa de mortalidad. Por eso, los bancos prefieren realizar préstamos a grandes clientes, a clientes de consumo (e.g., vehículos, electrodomésticos), a clientes que demandan préstamos para viviendas o, recientemente, invertir en títulos financieros emitidos por el sector público y el Banco Central. Sólo bancos especializados como Ademi, Adopem, Fondesa son los que han logrado aumentar sostenidamente su cartera con una estructura operativa capaz de darle un seguimiento estrecho a cada uno de los préstamos otorgados. A diferencia de los grandes bancos que prefieren estimular la demanda de préstamos a través de tarjetas de crédito. En la actualidad una gran cantidad de pymes usa la tarjeta de crédito como fuente de capital de trabajo, a tasas de interés promedio de un 80%. Esa elevada tasa de interés compensa el nivel de riesgo de los préstamos a las micro y pequeñas empresas especialmente. Esto limita su capacidad de expansión. Curva de rendimiento. La falta hasta hace poco de instrumentos financieros de mediano y largo plazo en la República Dominicana podría justificar la ausencia de financiamiento a esos plazos para el sector productivo nacional. Sin embargo, dado que el gobierno, el Banco Central y algunas empresas privadas han estado emitiendo títulos financieros de mediano plazo es posible construir una curva de rendimiento que permita el diseño de instrumentos de préstamo para los sectores productivos. Sociedades de Garantías Recíprocas. Las autoridades monetarias se encuentran en la fase final de elaboración de la Ley de Sociedades de Garantías Recíprocas, como un aporte al acceso al financiamiento. A través de esa Ley las mipymes podrán obtener avales financieros que les facilitaría obtener préstamos bancarios a menores tasas de interés. Además, la Ley permitiría obtener garantías de fiel cumplimiento, las cuales ayudarían a las mipymes a participar exitosamente en licitaciones de los sectores público o privado. A pesar de los avances del Banco Central todavía no ha fecha precisa para el envío de ese proyecto de Ley al Congreso Nacional. Régimen de propiedad. En la República Dominicana se percibe como difícil y costoso el proceso de ejecución de las garantías. Esto, además de incrementar la tasa de interés activa promedio, reduce la propensión a otorgar préstamos de mediano y largo plazo. Para que los bancos puedan prestar a las pymes recursos a mediano y largo plazo sería indispensable la ejecución de un programa de garantías. Fallas de mercado: La asimetría de información con relación a los clientes pyme –sus estados no son tan transparentes como los de las grandes empresas- hace que los bancos prefieran prestar a grandes empresas e invertir en títulos emitidos por el sector público y no en pequeñas y medianas empresas. Sólo hay financiamiento de (relativamente) largo plazo para créditos hipotecarios. Un proyecto de financiamiento de mediano y largo plazo apoyado con un programa de garantías ayudaría a revelar información sobre la calidad de crédito de las pymes que sería muy útil para los bancos. Esta información y las garantías facilitarían que las instituciones financieras puedan iniciar programas de financiamiento a las pymes. El acceso al capital –en condiciones favorables de plazo y tasas de interés- facilitaría las inversiones necesarias para la adecuación tecnológica, la eficiencia técnica y el aprovechamiento de las economías de escala. Referencias Abdullaev, U. y M. Estevão (2013), “Crecimiento y empleo en la República Dominicana: Opciones para un crecimiento generador de empleo.” IMF Working Paper WP/13. Washington, DC. Aristy-Escuder, J. (2012), “Determinantes del éxito de las Pymes en la República Dominicana.” Ciencia y Sociedad. Vol. XXXVII, No. 4. Intec. República Dominicana. Claessens y Perotti (2007), “Finance and Inequality: Channels and Evidence,” Journal of Comparative Economics, Vo. 35 (4). Johnson, C. (2013), “Potential Output and Output Gap in Central America, Panama and Dominican Republic.” IMF Working Paper WP/13/145. Washington, DC. Hariharan, G. y M. Marktanner (2011), “The Growth Potential from Financial Inclusion.” Mimeo. Guzmán, R. y M. Ortiz (2007), Tamaño, eficiencia y uso de la capacidad instalada en las pequeñas y medianas empresas d la República Dominicana. FondoMicro y Grupo de Consultoría Pareto. Ortiz, M. (2001), Pequeñas y Medianas Empresas en la República Dominicana. FondoMicro. Ortiz, M. y R. Mena (2007), Microempresas y Seguridad Social en la República Dominicana. 2005-2006. FondoMicro. Superintendencia de Bancos (2013), Marco de Supervisión de Entideades de Intermediación financiera. Enfoque de Supervisión Basada en Riesgos. República Dominicana. http://sb.gob.do/pdf/sbr/marco-de-supervision-de-EIF-2013.pdf World Bank (2006), Dominican Republic. Country Economic Memorandum: The Foundation of Growth and Competitiveness. Anexo I Evolución de la cartera de crédito  La cartera de préstamos como porcentaje del PIB se incrementó de 20.4% a un 24.2% entre el año 2006 y 2012. En términos reales, la tasa de crecimiento promedio de la cartera de préstamos en ese período fue de un 10%. Al descomponer por sectores se observa que, a junio de 2013, el crédito al consumo, las viviendas y el comercio representa la mayor proporción de la cartera del sistema financiero nacional. La demanda de financiamiento del sector público se colocó en un 10.4% del total de los préstamos del sistema financiero. El sector agropecuario, la manufactura y la construcción tienen una menor participación, incluso por debajo de su peso en el producto interno bruto. El sector agropecuario ha estado subrepresentado en la distribución de los préstamos. El peso promedio anual de las actividades agropecuarias en el PIB en el período 2006-2012 fue de 7.6%, mientras que la participación en el total de préstamos fue de un 2.7%. A junio de 2013, de cada 100 pesos prestados, sólo 4.20 se dirigió al sector agropecuario. Entre 2006 y 2012, la tasa de crecimiento de la cartera de crédito al sector agropecuario estuvo por encima del resto de los sectores. La tasa de crecimiento de la cartera de crédito en términos reales del sector agropecuario en ese período fue de 17.7%. Esto permitió que su participación en el total de créditos pasara de 2.1% (junio de 2006) a 4.2% (junio de 2013). El sector manufactura creció por debajo del promedio (10%), disminuyendo su participación de 9% a un 7.2%. La actividad de la construcción y viviendas son las que arrojan mayor tasa de crecimiento promedio después de la registrada por el sector agropecuario. Al descomponer por períodos la tasa de crecimiento de los préstamos, se observa que el crédito al sector agropecuario se acelera desde mediados de 2010. Hasta esa fecha su tasa de crecimiento seguía un ritmo similar al de manufactura y por debajo de la expansión del préstamo a la construcción. A partir de septiembre de 2012 la tasa de crecimiento acumulada del crédito agropecuario supera a la del sector construcción. El crédito al sector comercio registró una tasa de crecimiento mucho más acelerada que la del sector agropecuario entre junio de 2006 y junio de 2009, a partir de ahí comienza a declinar siendo superada su tasa de crecimiento acumulada a partir de septiembre de 2010. El financiamiento bancario al sector público registra un movimiento dependiente del ciclo electoral desde 2008. Los préstamos al consumo y la vivienda arrojan tasas de crecimiento relativamente estables y sostenidas por encima de la registrada por el sector agropecuario hasta mediados del 2010. A partir de esa fecha la tasa de crecimiento acumulada de los préstamos al consumo cae por debajo de la del sector agropecuario. Y desde septiembre de 2011 la tasa de crecimiento del crédito a las actividades agropecuarias supera a la tasa acumulada de los préstamos a las viviendas. A pesar del mayor ritmo de crecimiento de los préstamos al sector agropecuario, la participación de éste se ha quedado, entre junio de 2006 y junio de 2013, consistentemente por debajo de la participación de la disponibilidad de crédito para el sector construcción y manufactura. Algo similar sucede con el crédito sector comercio y el financiamiento a la administración pública, los cuales alcanzan una participación superior al sector agropecuario, a pesar de que éste tiene un mayor peso en el PIB. Con relación al financiamiento al consumo y la vivienda, la distancia de sus participaciones respecto a la del crédito agropecuario se reduce muy poco en el período 2006-2013.  Los datos del financiamiento al sector agropecuario revelan que, a pesar de la aceleración de su tasa de crecimiento desde mediados de 2010, ese sector –al igual que manufactura- podría absorber una mayor cantidad de recursos. El objetivo debería ser alcanzar una participación en la distribución del total del financiamiento equivalente a un 7.6%, que es su peso en el PIB. Esto significa un aumento de 3.4 puntos porcentuales del total de los préstamos del sistema financiero nacional, equivalente a 20,871 millones de pesos. Sector agropecuario: Empleo, productividad e ingresos El sector agropecuario representa a diciembre de 2012 el 7.6% del PIB, registrando en el período 2006-2012 una tasa de crecimiento promedio de un 4.1%. La actividad agropecuaria es intensiva en mano de obra. Ese sector crea el 14% del total de las plazas de trabajo en la República Dominicana. Desde mediados de los noventa la productividad media de la mano de obra crece por debajo de la productividad del sector manufactura y desde la crisis de 2004 ha estado por debajo del promedio nacional. La productividad del sector agropecuario ha estado de manera permanente por debajo de la productividad de la manufactura y del total de la economía, lo cual afecta el nivel de remuneración de los trabajadores de las actividades agropecuarias. De hecho, el nivel de ingreso por hora del sector agropecuario es el más bajo de la República Dominicana. A abril de 2013, el ingreso por hora en el sector agropecuario representaba el 64% del promedio nacional y el 36% del ingreso por hora máximo (sector financiero).