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La experiencia espacial del 22 de abril de 1966 Vicente-Juan Ballester Olmos y Julio Plaza del Olmo 1. La prueba científica A los autores nos cautiva la investigación espacial. Uno de sus muchos aspectos es la experimentación con cargas de compuestos químicos metálicos en la atmósfera que, bajo los efectos de la radiación solar, se ionizan rápidamente generando nubes artificiales que permiten el estudio de nuestra ionosfera y magnetosfera. Dichas espectaculares nubes luminosas, que se crean gracias al lanzamiento de cohetes que las sitúan a alturas variables (de 100 a 70.000 km, por ejemplo), tienen diversos e intensos colores, mutan de forma y son observadas desde tierra en una amplia superficie. En muchas ocasiones, su aparición ha p odu idoà avista ie tosà ov i [1-6]. La literatura científica a este respecto es abrumadora, así como los ejemplos fotográficos de la apariencia de tales nubes en la atmósfera terrestre [7-16]. Figura 1: Nube artificial de Bario. © NASA. [14] Una de tales pruebas atmosféricas se realizó el 22 de abril de 1966 y produjo numerosas o se va io esà ov i àe àEspaña,àPo tugalà àva iosàpaísesàmás de Europa. A las 20,00 (UTC) de ese día (21,00 hora local en España), un cohete de sondeo de la clase Rubis se lanzó desde la base Brigitte del complejo espacial de Hammaguir en el Sahara argelino ° ’ ’’ N,à ° ’ ’ ’W con dos cargas de bario y de óxido de cobre para ser esparcidas en la alta atmósfera. El resultado del experimento fue la producción de dos enormes nubes luminosas artificiales a 2.000 y 2.019 kilómetros de altura, respectivamente, que persistieron alrededor de 45 minutos (el cohete culminó su ascenso a los 2.038 km de altitud). El acimut del punto de caída fue de 120° (ESE), a una distancia de 635 km de la rampa de lanzamiento [17-23]. A partir de las nueve de la noche y durante casi una hora, desde numerosos puntos de la Península Ibérica se observó dicho fenómeno luminoso, una esfera multicolor que iba cambiando de forma a medida que pasaba el tiempo. La prensa 1 científica catalana dio cuenta enseguida del suceso, reportando las numerosas observaciones realizadas desde Cataluña [24,25]. El investigador canadiense y experto en seguimiento de satélites Ted Molczan ha analizado los datos del lanzamiento y ha creado los siguientes dos gráficos que muestran la trayectoria seguida por el cohete (su apogeo tuvo lugar aproximadamente a las 20:14 UTC, en la posición 29,41° N, 0,21° W) y el área estimada desde la que las nubes artificiales pudieron ser divisadas (en ese momento, se hallaba a unos 10° sobre el horizonte de observadores terrestres en un radio de 3.500 km), dibujada por un círculo rojo [26]. Figura 2: Trayectoria del cohete de sondeo Rubis 3, 22 de abril de 1966. © Ted Molczan, 2018 Figura 3: Radio de visibilidad a partir de 10 grados. © Ted Molczan, 2018. 2 Figura 4: Plataforma de despegue Brigitte, Hammaguir. © J.J. Serra. [27] 2. Avistamientos desde la Península Ibérica No hemos hecho ningún acopio especial de información de prensa para este caso, lo que manejamos seguidamente es aquello que ha ido llegando a nuestro poder de forma más o menos aleatoria. Es decir, suponemos que muchos diarios habrán publicado noticias dando cuenta de este suceso que nosotros desconocemos. El reportaje más extenso al respecto se publicó en el madrileño diario Pueblo a los pocos días de ocurrir el suceso y se centró, aunque no exclusivamente, en la observación desde Alcázar de San Juan (Ciudad Real), una de las poblaciones donde se observó a la perfección. Varios soldados, un sargento y su familia que se hallaban en un recinto militar de la zona observaron el fenómeno. Explica el suboficial Martínez que era u aà u eàte ueàdeàta añoà o o tres veces la Luna. De dicha nube se desprendió una luz que parecía a lo lejos una bombilla. La luz se agrandó y dio una sensación como si se desprendiera suavemente en paracaídas. Era de colores muy vivos, ve de,àvioleta,à a a ja…u àespe t ulo bellísimo, imp esio a te [28]. Elà soldadoà ásd ú alà á e goza à des i ióà loà vistoà o oà u à írculo blanco cuyo diámetro podría ser el doble de la Luna. El círculo estaba atravesado por dos líneas curvas pe fe ta e teà señaladas.à I espe ada e te… surgió de pronto [una segunda luz], muy chiquitita, se desplomó hacia tierra, mostrando una coloración diversa, violeta, amarilla y a a ja… Duró cinco o seis minutos, la luz se agrandaba e igualaba al primer círculo. Quedó deà olo à la o… i utosàdespu sàlosàdosà í ulosàseàdifuminaron y sólo quedaron las líneas u vas,à pa alelasà à e à fo aà deà fle ha… o ti ua o à o doseà hastaà se à ú i a e teà laà punta de una flecha y luego una nube que acabó por desaparecer . Los enviados especiales del periódico dibujaron este esquema de la evolución de la masa de gas luminoso, en su interpretación personal de lo oído a los testigos: 3 Figura 5: Esquema de la evolución del gas luminoso, según los enviados especiales del periódico Pueblo. A un centenar de kilómetros de allí, en la localidad conquense de Casasimarro, el vecino Alfredo de Juan Fernández tuvo la oportunidad de contemplar el fenómeno y de fotografiar lo ueà defi ióà o oà dosà fagasà pa alelas .à Placa que, a pesar deà suf i à u a veladu a , remitió al Observatorio Astronómico Nacional. Desafortunadamente, no se ha encontrado dicha fotografía ni ninguna correspondencia al respecto con el entonces director, profesor Carrasco (fallecido en 1981), en los fondos del Observatorio [29]. Otro de los entrevistados, el joven Pedro Montalvo, también de Alcázar, aunque enrolado e àlaàMa i a,àloàvioàdesdeàC diz,à e àelàpatioàdelà ua tel,à o àot osà à u ha hos .à Con dos años de retraso, el CEI de Barcelona recibió el testimonio de un joven estudiante de Económicas de Madrid, Eloy Lamamié de Clairac, quien percibió el fenómeno desde Ciudad Real opa o,à edo deado,àpo oàdefi ido,à la ue i oàg is eo,àpa adoàe àp i ipioà y movimiento rectilíneo después a velocidad pequeña [que dejó al desaparecer] dos estelas la ue i asàsuaves,à o oàsiàelào jetoàseàala gase .à Lo dibujó así: Figura 6: Dibujo del fenómeno por el testigo Eloy Lamamié y detalle de la posición de la Luna. Cuestionario CEI. 4 Santiago Arbiol Montornés, que observó el fenómeno desde Mequinenza (Zaragoza) en compañía de varios amigos y familiares, lo notificó a la prensa de Barcelona y a medios ufológicos en estos dramáticos términos: Una nubecilla solitaria rectangular…intrigado pues me parecía más intensa su blancura. Transcurridos unos 8 o 10 minutos, de la nubecilla apareció un objeto esférico del tamaño de un cenicero normal, de un color rojonegro y rodeado de bastante luz rojo-amarilla, pero en pocos segundos fue aumentando su tamaño, hasta aparecer de grande como la rueda de un coche, cambiando de color hasta ser de un amarillo brillante y dando la impresión de que se iba a caer sobre nosotros. Como si una bala de fuego muy grande de las que usaban antiguamente los artilleros hubiera sido disparada hacia nosotros. Ello me hizo pensar pudiera tratarse de un meteorito que caía hacia nosotros y hasta llegué a tener miedo, hasta que vi que con la misma rapidez que se había acercado se alejaba ahora disminuyendo de tamaño hasta desaparecer dentro de la nubecilla que siempre le rodeó [30,31]. El veterinario municipal Sixto León Cabello lo vio desde Ciudad Real, según consta en i fo a ió à deà p e saà delà à deà a il:à álgo,à pe fe ta e teà edo do,à o à u aà circunferencia intachable. Era de color grisáceo pe oà lu i osoà po à de t o…“eà a e óà rápidamente a la Tierra y luego desapareció, pero no sin dejar dos ráfagas, una más corta y ot aà sàla ga,àdeà olo à la o .à Como era de prever, la prensa de Portugal también se hizo eco del inusual avistamiento porque muchos asombrados ciudadanos portugueses contemplaron atónitos el celeste espectáculo. Desde Figueira da Foz (provincia de Beira Litoral) fueà o se vadaà u aàesfe aà brillante de color anaranjado que descendió dos veces verticalmente, cambiando de tonalidad àau e ta doàdeàvolu e ,àpa aàseguida e teàdesapa e e àdeàlaàvista .ààDesdeà Lis oa,à u à o jetoà e à fo aà deà Lu aà o e zóà aà ap o i a seà à au e ta à deà volu e .à Despu s,àdesapa e ió .à E à“aoàB sàdeàálpo telà álga ve ,àha la àdeà u aà a haà la aà que iba aumentando poco a poco, dando la sensación de descender. De repente, desapareció, dejando apenas un rastro luminoso. No hacía ningún uido à[32,33]. Entre 1990 y 1991, uno de los autores (VJBO) estaba empeñado en persuadir al Estado Mayor del Aire de la oportunidad de liberar los archivos ovni en su poder, lo que meses después culminaría en un histórico proceso de desclasificación, bien conocido [34-36]. Para ello, pulsaba varias teclas, siendo la más importante cultivar una relación de mutuo respeto con el coronel Álvaro Fernández Rodas, a la sazón jefe de la Sección de Seguridad de Vuelo (División de Operaciones, Cuartel General del Ejército del Aire), que era justamente donde se guardaban los expedientes de casos ovni . Además de algunas reuniones en persona, se seguía este modus operandi: mandaba una carta con una relación de avistamientos y preguntaba si constaban en el archivo oficial. Al poco, en conversación telefónica, el coronel nos indicaba si había o no informe y cuál era su naturaleza. En junio de 1991 se le p egu tóà po à elà su esoà delà à deà a ilà deà .à No à fueà suà espuesta.à Efe tiva e te,à cuando se desclasificaron los informes militares no constaba nada al respecto. 5 3. Avistamientos desde Europa Cuando nos propusimos preparar este ensayo, la información que habíamos recabado sobre avistamientos internacionales era escasa, por eso solicitamos a los componentes del foro EuroUFO que nos aportaran datos. La amplia respuesta recibida ha aportado una visión muy clara del alcance europeo de este fenómeno, como era previsible, así como algunos documentos de especial interés que desvelaremos seguidamente. El fenómeno, como ya anticipaba el análisis de Ted Molczan, fue visto desde varios países europeos. En Perveragno (Cuneo, Italia), una veintena de jóvenes procedentes de distintas partes del país, reunidos en una escuela-albergue de esta localidad, manifestaron haber es u hadoà u à sil idoà eà i sti tiva e teà ha e à alzadoà laà vista.àU à dis o,à oà algoà ueà seà leà parecía, estaba sobre nosotros y emanaba luces que primero eran amarillas, luego rosadas àfi al e teàdeàu àve deài te so .àElàaspe toà sà u iosoàdeàesteài ide teàesàlaà ea ió à animal.àDi e àlosàjóve esà ueàe àeseà o e toà todosàlosàpe osàdeàlaàzo aà o enzaron a ladrar y tuvo que pasar algún tiempo antes de queàlosà a esàdeja a àdeàha e lo [37]. En este sentido, aullar a la Luna no solo es la famosa canción de Hank Williams. Hay referencias de que los perros son sensibles a una inesperada iluminación nocturna. Desde Francia, el fenómeno pudo verse bien. Desde el observatorio de París se realizó una observación especialmente precisa, que incluye detalladamente su evolución temporal [21]. Se observa primeramente al sur de la estrella Regulus un disco luminoso parecido a la Luna vistaàaàt av sàdeà i oàest atos ,à ovi doseàdeàNW a SE. Diez minutos después, el disco se ha alargado hacia el oeste, abarcando un campo de 25 grados, mientras mantiene un ancho de uno o dos grados. Al observarlo con el telescopio, presenta una estructura filamentosa análoga a los cirros. Desaparece 40 minutos más tarde, tras presentar una disminución regular de su brillo. Figura 7: Esquema de la observación efectuada desde París. 6 El observatorio complementa su observación con testimonios similares recibidos desde otros puntos de Francia. Así, J. Richard desde Toulon (Var) informa de un pequeño disco lu i oso,à ueà e eà pida e teàhastaà ueàseàdifu i aàe àu aà u eàala gada . André Bourgue desde Gordes (Vaucluse), también hace una excelente descripción, remarcando la sorpresa causada por la aparición y expansión de lo que parece la segunda a gaà delà ohete,à so eà elà ast oà dejadoà po à laà p i e a:à Me fijé en una pequeña nube blanca extraña en la constelación de Hydra.à … à Uno o dos minutos más tarde la nube parecía más grande, y con los prismáticos distinguí en el centro un punto más grande que Regulus. Cuál sería mi sorpresa al ver que este punto se dilataba regularmente, para llegar al tamaño de la luna llena, sobrepasar su diámetro aparente, llegar y sobrepasar el tamaño del sol, ¡y no entrar en el campo [visual] de los prismáticos! (…) Al final de la observación vi un rastro largo como un cometa con la cabeza pasada la altura de Sirius en dirección a Orion, mientras la cola persistía en Hydra . Monsieur Bourge también señala que oyó ladrar a los perros de las cercanías. El artículo de Hamon [21] recoge otros lugares desde los que se divisó el fenómeno, tanto en Francia (Golfe-Juan en Alpes Maritimes y Pau en Pyrénées Atlantiques, donde Robert Lartigan lo fotografió) como en África (Marrakech en Marruecos y Ouahigouya en la República de Alto Volta, hoy Burkina Faso). Y en Alsacia (departamento de Haut-Rhin), tenemos hasta cuatro observaciones distintas, ya que los periódicos regionales dieron cumplida cuenta de los incidentes. Monsieur H.K., varios amigos y muchos trabajadores de la mina Maria Louisa, en Staffelfenden, vie o à un disco mayor que la Luna con un halo brillante que iba cambiando de forma hasta adquirir un color intenso en su centro. Parecía expandirse. El fenómeno fue debilitándose hasta desapa e e à[38]. Cerca de la población de Ensisheim, dos estudiantes aficionados a la astronomía observaron e àelà ieloà ha iaàlaà o stela ió àHydra, un resplandor blanco cuya intensidad luminosa era mayor que el de la nebulosa Orion. Tenía una forma elíptica y se hallaba a unos 30 grados sobre el horizonte. Tras 3 o 4 minutos de estar inmóvil, se formó en su centro como un punto de luz que comenzó a crecer hasta adquirir un tamaño mayor que el de la Luna. Ese punto se convirtió en un disco con todos los colores del arcoíris, para luego perder brillo a partir de su centro y convertirse en un pequeño círculo luminoso, primero y en una forma parabólica después, con la apariencia de la cola de un cometa, con deshilachados hilos brillantes hacia la constelación Vela [38]. E àF oe i ge ,àu àve i oàvioà u ào jetoàlu i osoàaàu osà àg adosàdeàeleva ió àso eàelà horizonte y a una altitud estimada de 10.000 o 15.000 metros, que fue visible durante una do e aàdeà i utos [39]. Leonard Saur, alcalde de Oberhergheim, y su secretario, divisaron u àdis oà illa teà àpe fe ta e teà i ula .àDeà epe te, el disco cambió de color, virando al verde, luego pareció desintegrarse en la atmósfera transformándose en una nube de partículas brillantes que se han presentado como un velo de niebla e àelàho izo te [40]. Desde el observatorio astronómico público Bruno H. Bürgel, en Hartha (Alemania) también se observó el fenómeno, con la suerte de que pudo ser fotografiado, al menos en su última 7 fase.à E à elà ieloà la o,à todavíaà algoà illa teà –señala el jefe del observatorio, profesor Helmut Buschen–, mi colega Klaus Häusler observó a unos cuatro grados por debajo de la estrella Alpha de la constelación Hydra una nube brillante redonda con un brillo superficial igual al del planeta Júpiter. Se expandió muy rápidamente, mostrando condensación en los lados. Después de un minuto, desapareció. Este fenómeno se repitió dos minutos más tarde y pudo entones ser fotog afiado à[41]. Exponemos seguidamente las dos fotografías conseguidas. Las rayas son trazas estelares debido a la exposición. Concretamente, la estrella más brillante es Hydrae. Figura 8: 22 de abril de 1966, Hartha (Alemania). © Klaus Häusler. Cortesía de Hans-Werner Peiniger. Desde la ciudad suiza de Frauenfeld tenemos un testimonio u àdetallado:à Viàu a especie de neblina redonda de color azulado-verdosa del tamaño de cinco lunas llenas. El borde exterior estaba más pronunciado y las estrellas se veían a su través. Lentamente se fue disolviendo. En la base de ese círculo se formó una neblina horizontal como un cono pla o… ua toà sàp lidaàe aàlaà e li aà sàfue teà e aàsuà aseà … à Deà epe te,à apareció una bola de fuego circular en su centro. Era de color rojo oscuro, una masa compacta como la mitad del diámetro lunar. Esta bola rojo-anaranjada creció rápidamente de tamaño, haciéndose azulado-verdosa y llegando al tamaño del primer círculo, que apenas era ya visible. Parecía una pompa de jabón en el cielo. Luego, este círculo comenzó a desvanecerse, las estrellas se veían a través de él y la base de esa niebla se percibía con mayor intensidad. Duró unos cinco minutos y luego desapareció. Pero la base siguiendo vi doseà ot osà à i utos…p i ipal e teà e te didaà ha iaà elà oeste… u vada,à a ueada,à como si se ajustara a la curvatura de la Tie a [42]. Finalmente, el catálogo mundial UFOCAT (iniciado por el profesor David Saunders) nos informa de un avistamiento, sin documentar, en Viena (Austria) [43]. Al parecer, no hubo observaciones desde Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia o Rusia, según nos han informado los investigadores que detentan bases de datos en aquellas naciones. 4. Análisis El estudio, siquiera sea somero, de experiencias espaciales con numerosos observadores (aparición de bólidos, reentrada de objetos en órbita, etc.), resulta sumamente esclarecedor. Porque pone de manifiesto lo falible de la percepción humana y el rango de error de las estimaciones que ofrecen testigos de buena fe. Se constata como el testigo 8 común yerra en gran medida en las variables espaciales, temporales y dimensionales: la hora (incluso la fecha), la posición, la dirección, la duración, la altura o el tamaño, por ejemplo, son datos extremadamente inexactos en ocasiones, lo que podemos garantizar al conocer los parámetros reales del fenómeno, como en el ejemplo que nos ocupa. El hecho objetivo tuvo lugar a partir de las 21,15 CET (20,15 UTC) de la noche, a 2.000 km de altitud sobre la superficie terrestre, en dirección sur-suroeste, cuando se formaron, sucesivamente, dos nubes multicolores que fueron cambiando su forma, primero expandiéndose, luego reduciéndose y finalizando en forma de un cometa o ráfaga curva luminosa, como muestran las fotos tomadas en Suiza, antes de volatilizarse por completo. Figura 9: Lugares de Europa desde donde se pudieron observar las nubes artificiales. (Ver Tabla 1). © Ted Molczan, 2018 y autores. Una descripción que leemos muy a menudo es como el fenómeno descendía hacia el suelo, cuando simplemente se trataba de la expansión de una nube situada a nada menos que 2.500 km de distancia. Por ejemplo, en la ciudad española de Alcázar de San Juan unos u ha hosàg ita a à ueàlaàLu aàseài aàaàest ella à o t aàlaàTie a . Desde Ciudad Real, un testigo creyóà ueà laàaltu aàap o i adaàe aàdeà à et os .àOàe àMe ui e za:à Elào jetoà llegóà aà esta à asta teà e aà deà osot os .à E à F oe i ge à F a ia à seà esti óà u aà altu aà comprendida entre los 10 y 15 km. En casos que se desarrollan en una amplia superficie (visualización desde tierra de globos estratosféricos, incidencia de meteoroides y bólidos, reentradas de cohetes o satélites, lanzamiento de misiles, experimentos atmosféricos o venting de combustible en la separación de etapas de los cohetes), aparecen sistemáticamente informes que se desvían sensiblemente del cuerpo general de denuncias: hora (incluso el día), duración, orientación o dirección del fenómeno y, como es de esperar, la descripción del propio fenómeno. Forman parte de un cierto avistamiento grupal que obedece a una causa única, pero algunas de sus características se diferencian -a veces sensiblemente- de las generales. En la 9 pseudociencia de la ufología, a esos testimonios desviados se les suele dar mucho valor porque con ellos se pretende corromper la explicación del fenómeno que los originó. Map # Alcázar de San Juan Spain 1 Cádiz Spain 2 Ciudad Real Spain 3 Mequinenza Spain 4 Barcelona Spain 5 Sabadell Spain 6 Abenójar (Ciudad Real) Spain 7 Casasimarro (Cuenca) Spain 8 Lisboa Portugal 1 Sao Brás de Alportel Portugal 2 Figueira da Foz Portugal 3 Peveragno (Cuneo) Italy 1 Paris Observatory France 1 Toulon (Var) France 2 Gordes (Vaucluse) France 3 Ensisheim (Haut-Rhin) France 4 Froeningen (Haut-Rhin) France 5 Staffelfelden (Haut-Rhin) France 6 Oberhergheim (Haut-Rhin) France 7 Toulouse France 8 Ramonville St Agne France 9 Audenge France 10 Pau (Pyrénées Atlantiques) France 11 Golfe-Juan (Alpes Maritimes) France 12 Frauenfeld (Thurgau) Switzerland 1 Bad Wimpfen (Baden-Wurtenberg) Germany 1 Göppingen(Baden-Wurtenberg) Germany 2 Hartha (Saxony) Germany 3 Vienna Austria 1 Marrakech Morocco 1 Ouahigouya Upper Volta 1 Location . AZ deg 165 142 161 182 190 189 160 172 139 138 144 206 187 202 199 201 201 200 201 186 186 178 180 205 205 203 205 210 220 105 8 EL deg 52 57 53 47 47 46 54 54 47 53 45 37 30 40 39 30 30 30 30 41 42 39 43 38 30 27 28 22 23 64 37 Range km 2427 2329 2411 2549 2562 2573 2376 2379 2543 2412 2619 2894 3207 2759 2802 3192 3174 3186 3202 2726 2721 2814 2695 2824 3208 3366 3332 3647 3533 2151 2865 Tabla 1: Lugares de observación, señalización en la Figura 9, acimut, elevación y distancia. © Ted Molczan, 2018 y autores. En el caso que nos ocupa, afortunadamente, las magnitudes son coincidentes en una proporción suficiente de informes de avistamiento como para confirmar que esas observaciones se relacionan directamente con el experimento espacial de Hammaguir, como podemos comprobar examinando la Tabla 2 en las siguientes páginas. Dicha tabla muestra, para las localidades desde donde tenemos constancia que se observó el fenómeno, dos grupos de datos: las tres primeras columnas son cálculos realizados por nuestro consultor Ted Molczan de tres datos reales para cada ubicación: acimut, elevación sobre el horizonte y rango (distancia) con respecto a la aparición del fenómeno. Seguidamente, tabulamos la ubicación, dirección, hora y diámetro estimados por los testigos oculares. 10 En España, un testigo en Cádiz ha laà delà s ado à pa aà efe i seà aà laà fe haà delà su eso,à cuando éste tuvo lugar el viernes, 22 de abril de 1966. La hora es, con la sola excepción del testigo anterior que situó la observación a las 19:30 (UTC), un parámetro bastante exacto en esta ocasión, habida cuenta que el fenómeno se desarrolló en un intervalo de 45 minutos entre las 20:15 y las 21:00 (UTC). Normalmente se redondea a la hora, los cuartos y las medias. La elevación, como es obvio, depende del lugar del avistamiento, siendo menor a medida que aumenta la distancia al fenómeno, como muestra la figura 10 que relaciona la elevación y distancia para todos los puntos considerados en la Tabla 2. Figura 10. Elevación frente a distancia: 28 datos reales y 4 estimados. 11 Lugar de observación Acimut Elevación Rango (grados) (grados) (Km) Alcázar de San Juan (Ciudad Real) Observador#1 Observador#2 España 165 52 2427 Cádiz España 142 57 2329 Ciudad Real Observador#1 España 161 53 2411 Observador#2 Mequinenza (Zaragoza) Barcelona España 182 47 2549 España 190 47 2562 Sabadell (Barcelona) España 189 46 2573 España 160 54 2376 Abenójar (Ciudad Real) Casasimarro (Cuenca) FOTO Lisboa Sao Brás de Alportel Figueira da Foz Peveragno (Cuneo) Paris Observatory: España 172 54 2379 Portugal Portugal Portugal Italia 139 138 144 206 47 53 45 37 2543 2412 2619 2894 Francia 187 30 3207 Hora informada (UTC) 20:00 Tamaño informado (Ø=Diámetro lunar) 3Ø 2Ø 19:30 (Sábado) Cerca de la Luna [SW] 20:20 →SW Entre 2Ø - 3Ø Entre 2Ø - 3Ø 20:00 SW ALT: 30° →N-S 20:15 20:30 20:10-30 2Ø 20:00-30 20:10 10H 5° [S-SSW] →NW-SE →W Hydra [SSW] 12 Dirección informada →S-N →N S-SW Chillet Rohart Rohart & Chillet Rohart & Chillet Posición informada 20:20 1°[2Ø] 20:22 20:30 20:34 1° [2Ø] 25° X 1°-2° [2Ø-4Ø] 5° X 1° [2Ø] Elevación Rango (grados) (grados) (Km) Francia 202 40 2759 France 199 39 2802 Hydra[SSW] 3190 Hydra [SSW] ALT: 30° ALT: 85° SW SW Lugar de observación Toulon (Var) FOTO Gordes (Vaucluse) Ensisheim Froeningen Staffelfelden Oberhergheim Toulouse Ramonville St-Agne (Haute-Garonne) Audange (Gironde) Pau (Pyrénées Atlantiques) FOTO Golfe-Juan (Alpes Maritimes) Frauenfeld (Thurgau) Bad Wimpfen (Baden-Wurtenberg) Göppingen (Baden-Wurtenberg) Hartha (Saxony) FOTO Viena Marrakech Ouahigouya Posición informada Acimut Hora Dirección informada informada (UTC) 20:17 20:45 20:15 France (Haut-Rhin) 201 France 186 41 2726 France 186 42 2721 France 178 39 2814 France 180 43 2695 France 205 38 2824 Suiza 205 30 3208 SSW ALT:40° 20:13 Alemania 203 27 3366 Hydra [SSW] 20:15 Alemania 205 28 3332 Alemania 210 22 3647 Austria Marruecos Burkina Faso 220 105 23 64 3533 2151 8 37 2865 30 20:15 20:10 20:15 Tamaño informado (Ø=Diámetro lunar) (1) 0.23Ø (2) nube larga (1) >1Ø (2) cometa de Sirius a Hydra 4Ø >1Ø (1) >1Ø (2) cometa Sextant [SSW] Hydra [SSW]  Hydra [SSW] (1) 5Ø (2) 0.5Ø (3) 5Ø 20:15 20:15 Tabla 2: Viernes, 22 de abril de 1966. Lugares desde donde se observaron las nubes artificiales y datos espaciotemporales. © Ted Molczan, 2018 y autores. 13 Vemos que el fenómeno se observó en un abanico de entre 45 y 57 grados de altitud de los observadores, situados entre el África occidental y el centro de Europa. En nuestro caso, hay apenas cuatro observaciones en las que se estimó la altura sobre el horizonte y los hemos añadido en rojo a la gráfica, apreciándose la discrepancia entre realidad y estimación. Si estudiáramos un suceso con muchos testigos separados suficientemente, la aparición de esta relación entre elevación y distancia afirmaría el carácter físico y real del fenómeno en cuestión. Respecto a la dirección de observación varias fuentes usan referencias astronómicas conocidas, siendo la constelación de Hydra, o su estrella más brillante (-Hydra), la más frecuente. En este caso, podemos comprobar en la figura 11 que la discrepancia entre realidad y testimonio se reduce, y hay buena concordancia entre ambas. Los testimonios que en cambio tratan de establecer una dirección de forma absoluta tienden a desviarse más de la dirección real. Así, mientras que desde los lugares Ciudad Real, se reportaba un acimut sur a norte, o suroeste (SW), sería más correcta una dirección sur-sureste (SSE). Igual ocurre en otros lugares de Europa que informan de una dirección suroeste (SW), cuando una dirección más correcta sería sur-suroeste (SSW). Figura 11: Dirección de observación frente a longitud geográfica, y dirección de las referencias astronómicas usadas por algunos testigos. 14 Por último, la percepción de las dimensiones aparentes no es excesivamente dispar. Para la fase inicial, en donde se observó una nube luminosa relativamente esférica, hay 12 observaciones que asignan una estimación comparada con el diámetro lunar. La mayoría de los avistamientos consigna entre 2 y 4 veces el diámetro de la Luna. La figura 12 muestra un histograma con las dimensiones informadas. No se han considerado los datos para la fase final, en la que por los vientos de la estratosfera la nube adquirió una forma muy elongada y un tamaño aparente mucho mayor. Figura 12: Dimensión informada de la nube inicial e eptua doàlaàfaseàdeà o eta àfi al Un breve estudio sobre los testimonios precisamente de este mismo avistamiento se realizó en 1966 de forma conjunta por el Centro de Estudios Interplanetarios y la Agrupación Astronómica de Sabadell [24]. Su principal conclusión fue que la mayoría de las descripciones proporcionaban datos inútiles, omitiendo por ejemplo un dato esencial como es la posición sobre la bóveda celeste. De todos los informes recibidos, solo 2 proporcionaban este dato básico, pero con una discrepancia entre ellos de hasta 27 grados. Nuestro estudio viene a confirmar estas conclusiones, pues como vemos, es difícil estimar con exactitud la posición de un fenómeno, a menos que se usen referencias concretas como las astronómicas. Este suceso sirve también para apuntar una marcada diferencia con el tipo de suceso lla adoà ov i . En fenómenos físicamente reales, raramente hay pocos testigos o están solos, normalmente son numerosos. ¿Por qué las más asombrosas -y por ello inexplicablessupuestas incidencias ovni les ocurren a sujetos aislados? Porque no son eventos objetivos 15 que ocurran en el mundo real sino experiencias subjetivas e irreales que se desarrollan en sus mentes, cuando no falsedades conscientes. Y, volviendo al mundo real, el estudio de este fenómeno espacial sirve para poner de manifiesto la falibilidad del testimonio humano en la percepción de fenómenos desconocidos que se le presentan de forma inesperada. 5. Apéndice: Vuelo sobre New Mexico Lejos del escenario desde donde se produjo y pudo verse el fenómeno reseñado anteriormente, pero también en la tarde del 22 de abril de 1966 se produjo un avistamiento aéreo que se halla recogido en el informe redactado por la Universidad de Colorado en respuesta a la solicitud de la USAF para evaluar el conocido como fe ó e oà ov i [44]. Mientras se hallaba sobre Farmington (New Mexico) a unos 11.000 m de altura, y durante el crepúsculo, tripulación y pasaje del vuelo 387 de la American Airlines que hacía el recorrido St. Louis (Missouri) a Los Angeles (California), vio un extraño objeto en el e te io àaàg a àdista ia.àMi a doàha iaàelàalaàiz uie daà u aà u eà u à illa te… o àu aà olaà e ulosaà à osadaàdet s… sàta deà pa e ióàsolidifi a seà sà àdesa olla àu àa illoà alrededor. Pasado un minuto volvió a la forma original. Unos siete minutos después se evapo ó .àOt oàfe ó e oàlu i osoàe àlaàat ósfe aà o àapa ie iaàdeàu aàp ue aàespa ial.à De hecho, el piloto comentó a los observadores que lo que veían se asemejaba a una nube de sodio creada por un lanzamiento desde el complejo militar de White Sands. En efecto, no se trató del disparo desde Hammaguir, por dos razones. La hora fue alrededor de la puesta de sol, o sea en torno a las 18:40 Mountain Standard Time. Como la zona MST se distancia 7 horas del tiempo universal coordinado (UTC, Coordinated Universal Time), el lanzamiento de Hammaguir ocurrió a las 13:15 MST (20:15 UTCà 7), unas cinco horas y media antes. Además, situado el avión 11km sobre coordenadas aproximadas 36,72 N, 108,22 W, el apogeo del cohete Rubis estaría en un acimut de 56 grados aproximadamente y alrededor de 34 grados por debajo del horizonte. Y aunque hubiera estado sobre el horizonte, dado que el avión llevaba un curso aproximado de 267 grados, eso hubiera colocado al cohete más o menos a su espalda [45]. De acuerdo, sin relación con las nubes de bario generadas por el experimento del MaxPlanck Institut con un misil francés. Pero ¿qué causó la observación desde el aparato de la AA? Como en otras ocasiones, hemos consultado con el profesor Jonathan McDowell, del centro de astrofísica de la Universidad de Harvard, quien ha iluminado el asunto. A las 19:10 MST, desde el campo de tiro de misiles White Sands, en New Mexico, tuvo lugar el lanzamiento de un cohete suborbital de sondeo Nike Cajun de carácter militar. No se conoce con seguridad la carga que llevaba, pero fácilmente podría ser una emisión de TMA para la medida de los vientos en la alta atmósfera [46]. El trimetil aluminio (TMA) es un compuesto usado desde los años sesenta del siglo pasado para el desarrollo de nubes trazadoras artificiales en el espacio [47,48]. 16 Figura 13: Rastro luminoso TMA producido a unos 100 km de altura por un cohete lanzado desde el Kagoshima Space Center (Japón), 20 de agosto de 1996. [47] En condiciones normales, esto pondría el punto final a nuestra reseña de los fenómenos luminosos observados el 22 de abril de 1966. Pero el caso estadounidense todavía nos depara otra vertiente que -nuevamente- conecta estos fenómenos artificiales de investigación atmosférica con las historias de objetos volantes no identificados. Durante la observación de la nube luminosa desde el vuelo de American Airlines, uno de los testigos (una dama) informó que un marinero sentado a su lado (llamémosle M) tomó una sola foto del fenómeno y prometió enviársela, aunque tiempo después le informó que no había salido. M aprovechó para contarle dos incidentes ovni que había vivido con anterioridad. Un año más tarde, el ufólogo L.H. Springfield contactó con M y éste contó haber tomado unas cuatro fotos y le mandó dos de ellas. Su descripción del fenómeno fue inconsistente con la de otros observadores y la apariencia del objeto en la foto totalmente diferente de lo que tuvieron los pasajeros ante su vista. Además, M adoptaba una postura a todas luces secretista y mistificadora. Los técnicos del Proyecto Colorado dictaminaron que se trató de u àt u ajeà fabrication à[44]. Figura 14: Supuesto ovni fotografiado sobre el cielo de New Mexico el 22 de abril de 1966. [44] 17 6. Agradecimientos Los siguientes investigadores nos han facilitado información fundamental para la redacción del presente ensayo: Jean-Jacques Serra, Ted Molczan, José Mª OIiver, Juan Carlos Victorio Uranga, Bruno Mancusi, Ulrich Magin, Hans-Werner Peiniger, Edoardo Russo, Johan Gustavsson, Mikhail Gerstein, Björn Borg, Wim van Utrecht, Ole Henningsen, Gilles Munsch y Eric Maillot. 7. Referencias [ ]à “i ile,àItalieà e idio ale,à àjuilletà ,àdeà hà à à hà ,àPhénomènes Spatiaux, Nº. 1, noviembre de 1964, pp. 32-35. [2] Feu àd’a tifi eàda sàleà ielàdeàCo se ,àPhénomènes Spatiaux, Nº 6, diciembre de 1965, pp. 24-25. [ ]àW.àG ou ,à U àPh o eàLu i eux Ét a ge ,àL’Astro o ie, mayo de 1964, p. 168. 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