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La tecnología en la arquitectura moderna (1925-1975): mito y realidad ARQUITECTURA LOW-FI: CASAS AMERICANAS Y HOTELES ESPAÑOLES. SOBRE UNA PERCEPCIÓN NO DEL TODO ACERTADA DE LA RELEVANCIA DE LA TÉCNICA (EN LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA DE LOS AÑOS CINCUENTA) José Vela Castillo I En los años cincuenta la arquitectura española se ‘moderniza’ tras el paréntesis de la guerra y sobre todo de la larga posguerra, entendiendo por esto en un sentido amplio que se incorpora con decisión a las tendencias arquitectónicas internacionales que siguen al triunfo del Movimiento Moderno tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Esto debe de matizarse de muchas maneras, algunas de las cuales se proponen a continuación en obligado contexto para nuestro relato. De una parte, en relación a la arquitectura española de la década anterior, la de la posguerra pura y dura, hay que decir que si bien la imagen de la mayoría de la arquitectura construida no sería moderna en tanto que deudora del estilo del Movimiento Moderno, sí lo sería en muchos casos por seguir métodos de trabajo, procedimientos técnicos y consideraciones ideológicas que de la modernidad proceden. Aquí podemos incluir el proyecto intelectual y constructivo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas1, el trabajo de José Fonseca en el Instituto Nacional de la Vivienda2, o las ambiciones productivistas del Instituto Nacional de Colonización3. Este es un debate amplio que entronca con la política y sobre todo la economía política del momento, y obviamente con, en nuestro caso, las influencias del fascismo italiano, alemán y patrio y la preeminente cuestión de la autarquía. La conclusión es que se puede y aun se debe identificar una modernidad subterránea en la arquitectura de los cuarenta, que no es principalmente estilística, que se ha ido estudiando y valorando en los últimos tiempos, y que impide una visión unidimensional sobre el hiato que supuso la Guerra Civil. De otra, porque la arquitectura moderna internacional no era, ciertamente, un bloque monolítico, lo que hace que la pregunta sea más bien ¿qué arquitectura moderna? es a la que se incorpora España y no si hubo arquitectura moderna. Tengo la impresión de que la versión más influyente en estos primeros cincuenta, también con sus matices, fue la que venía de Estados Unidos. Y ello porque la presencia de ‘América’ como la corporeización en sí misma de la vida moderna comenzó a dominar en esos momentos (y aun hoy) nuestro imaginario colectivo hasta ocuparlo en su (casi) totalidad. En esos años, si algo era moderno, era Americano. Y viceversa. 1 1. Ver el reciente libro de Lino Camprubí, que volverá a aparecer en este artículo: CAMPRUBÍ, Lino, Los ingenieros de Franco. Ciencia, catolicismo y Guerra Fría en el estado franquista, CríticaPlaneta, Barcelona, 2017, pp. 35-60. 2. Ver por ejemplo las referencias a la labor de José Fonseca en el capítulo ‘La vivienda en Madrid en la década de los cincuenta: el Plan de Urgencia Social’ en SAMBRICIO, Carlos, Madrid, vivienda y urbanismo: 1900-1960. De la ‘normalización de lo vernáculo’ al Plan Regional, Akal, Madrid, 2004. También LASSO DE LA VEGA ZAMORA, Miguel, ‘El Instituto Nacional de la Vivienda de Federico Mayo y José Fonseca’ en SAMBRICIO, Carlos (ed.) y LAMPREAVE, Ricardo (coed.), La vivienda protegida. Historia de una necesidad, AVS y Ministerio de Vivienda, 2009, pp. 43-71. 3. Ver de nuevo CAMPRUBÍ, L., Los ingenieros de Franco, pp. 60-70; CALZADA PÉREZ, Manuel, ‘La racionalización del medio rural en la España del siglo XX: de la vivienda como máquina de producción a la colonización integral del territorio’ en SAMBRICIO, C. (ed.) y LAMPREAVE, R. (coed.), Op. cit., pp. 97-119 y VVAA, Pueblos de colonización durante el franquismo: la arquitectura de la modernización del territorio rural, Consejería de Cultura-Junta de Anadalucía, Sevilla, 2008. José Vela Castillo Interesa ahora hacer una mención a la cuestión de la técnica y la tecnología en el contexto más amplio de la posguerra española y la Guerra Mundial. Es dentro de este marco donde se debe entender el proyecto autárquico en que se trata de sostener (sin conseguirlo en realidad) la España de la posguerra, cuya base es a su vez el proyecto industrial, apoyado en una técnica y una concepción tecnológica determinada que viene influida directamente por los modelos fascista italiano y nacionalsocialista alemán del periodo de preguerra. Y es un proyecto en el que se incluye, también, la construcción4. Liderado por Juan Antonio Suanzes desde el Ministerio de Industria y Comercio (del que fue titular ya en el primer gobierno de Franco entre 1938 y 1939 y de nuevo entre 1945 y 1951) y desde el Instituto Nacional de Industria tras su fundación en 1941, el sueño pero también la necesidad era la de crear un estado totalmente independiente del exterior, capaz de asegurar su independencia política únicamente mediante su independencia económica5. Esto no podía sino sustentarse en una reindustrialización, o en muchos casos primera industrialización del país; y esta pasaba, necesariamente, por un sustento técnico y tecnológico. Esto significa que hubo un esfuerzo consciente y deliberado por parte del Nuevo Estado de asegurar su supervivencia mediante el recurso a la técnica, tanto a través de la investigación como del fomento directo e incluso totalitario de la industrialización a toda costa6. Cierto es que el régimen franquista no era monolítico, sino un conglomerado en el que múltiples tendencias e ideologías convivían (las famosas ‘familias’), de modo que este programa totalitario solo se llevó a cabo en parte. Por ejemplo, a pesar del esfuerzo por industrializar el campo y la construcción, éstos eran sectores en los que también era fundamental mantener empleada una abundante mano de obra sin cualificación, en aras de una paz social siempre problemática. El caso es que debe reevaluarse la asunción de que España era un yermo técnico donde tanto la investigación como su aplicación práctica en un proyecto industrializador no existían, sino que antes bien, y a pesar de sus luces y sombras, eran de importancia estratégica para el Régimen. 4. Evidente si pensamos en la figura de Eduardo Torroja y su ITCC, heredero del ITCE fundado en 1934, fusionado con el Instituto del Cemento en 1949 cuando ambos ya se habían integrado en el Patronato Juan de la Cierva del CSIC. 5. Dirá por ejemplo Suanzes en 1938 que para el Estado totalitario la industria era el “instrumento de primera necesidad que servía a la independencia nacional y a los fines de guerra y paz que [aquél] propugna”. En BARRERA, Eduardo y SAN ROMÁN, Elena, ‘Juan Antonio Suanzes, adalid de la industrialización’ en GÓMEZ MENDOZA, Antonio (ed.), De mitos y milagros: el Instituto Nacional de Autarquía, 1941-1963, Fundación Duques de Soria, Soria, Edicions Universitat de Barcelona, Barcelona, 2000, p. 37. La inspiración última es, obviamente, alemana. 6. Insistimos en la consulta del citado libro de Lino Camprubí, muy revelador a este respecto. 7. Ver MARCUSE, Herbert, ‘Some Social Implications of Modern Technology’ en MARCUSE, Herbert, Technology, War and Fascism. The Collected Papers of Herbert Marcuse, vol. One, Rotledge, Londres y Nueva York, 1998, p. 41. Traducción del autor. Quizás sea clarificador ahora diferenciar, siguiendo a Herbert Marcuse, entre los conceptos de técnica y tecnología, para entender el papel instrumental y el papel ideológico de cada una de ellas, y especialmente en el fascismo, del que la España de Franco no puede quedar al margen. Para Marcuse, en un escrito del año 1941, la clave era distinguir entre técnica(s) y tecnología. La tecnología debía entenderse como el entero “modo de organizar y perpetuar (o cambiar) las relaciones sociales, [como] una manifestación de los patrones de pensamiento y comportamiento dominantes, [como] un instrumento para el control y la dominación”7, mientras que la técnica se limitaría a ser la serie de instrumentos y prácticas de la industria, el transporte y las comunicaciones que movilizarían este modo organizativo (y que por tanto podrían emplearse de otras maneras dentro de otros sistemas tecnológicos). La cuestión es entonces la de los distintos dispositivos tecnológicos como sistemas de economía política, con unos objetivos muy claros y determinados, al interior de los cuales las técnicas toman un papel instrumental. Me atrevería entonces a decir que el uso de unas determinadas técnicas constructivas o el mantenimiento de unas determinadas estructuras productivas no tiene tanto que ver con la imagen de la arquitectura, con su posible o no modernidad estética, como con el uso de un dispositivo tecnológico moderno, en el caso de España de uno de raíz fascista como instrumento de control político represivo pero muy moderno al fin y al cabo. 2 La tecnología en la arquitectura moderna (1925-1975): mito y realidad Por tanto, la primera idea en que se apoya este artículo es en la de que se debe matizar la cuestión del atraso de las ciencias y las técnicas en la España de los años cuarenta, y que ello implica también matizar la cuestión de la técnica en la construcción y en la arquitectura por dos vías: la de entender que una arquitectura puede ser moderna sin utilizar una estética particular pero sí por integrarse en un sistema tecnológico determinado (a la manera de Marcuse) y la de entender que la investigación técnica y tecnológica en la construcción española sí que tuvo, con limitaciones, lugar. Y que ambas cosas tienen que ver o están regidas por un determinado sistema tecnológico, aquel que busca desde unos conocidos (pero complejos) presupuestos ideológicos la autarquía económica (que tienen que ver con el fascismo pero también con determinados desarrollos del catolicismo que incluso se aproxima a una cierta concepción protestante del trabajo) que habría de garantizar la independencia política del país. O lo que es lo mismo: la construcción del Nuevo Estado sería técnica o, definitivamente, no sería. Los pactos de 1953 con los Estados Unidos marcarían, en ese sentido, el reconocimiento de que no sería. II Pasamos ahora a la segunda cuestión que se propone en este artículo, la de cómo la técnica de la construcción arquitectónica en la España de primerosmediados de los años cincuenta, tras el periodo de la autarquía más dura, se expone en el paso de una arquitectura de raíz estilística ‘no moderna’ a una de imagen ‘moderna’ y, mediante un ejemplo concreto pero importante, cómo se desmonta, o se deconstruye si se prefiere, el par de opuestos arquitectura moderna/técnica avanzada y arquitectura no moderna/técnica rudimentaria (donde el primero es el privilegiado) desde donde se ha tratado de entender, a menudo, la arquitectura española del momento. Y todo ello bajo el telón de fondo de la arquitectura (residencial) norteamericana, aparente paradigma incontestable de la modernidad técnica, aunque no solo de ella. La cuestión creo que es relevante, pues señala una ocasión que se ha quedado en gran medida dada de lado, oscurecida por una cierta idea preconcebida de la heroicidad. Dicho de otra manera, especialmente en el campo de la vivienda, individual y colectiva, y a pesar de las estupendas y necesarias reevaluaciones de los últimos años (en las que destaca estos mismos congresos de Historia de la Arquitectura Moderna Española), la poderosa idea del mito construido en torno al ‘a pesar de’ creo que se mantiene cuando tendemos la mirada, es cierto que con fascinación, hacia ese cambio o actualización o reinvención de la arquitectura española que comienza a primeros de los años cincuenta. Una época en la que la arquitectura americana (y es más correcto decir estadounidense) penetra con fuerza como sabemos, unida indisolublemente a un imaginario de libertad y bienestar, de galanes de Hollywood, tabaco con filtro y satinados freezers para construir un nuevo mito de progreso basado en el optimismo de la técnica. Para aclara esta cuestión me quiero centrar en un ejemplo de una figura concreta que creo permite atisbar estas cuestiones desde una posición ventajosa, y que me permite establecer una línea directa entre proyectos netamente americanos, proyectos mitad americanos y mitad españoles y proyectos netamente españoles en un plazo de apenas cinco años, y así estudiarlos desde su relación con la(s) técnica(s). La figura es la de Richard Neutra, cuya relación 3 José Vela Castillo con España es conocida y ha sido estudiada8, pero sigue permitiéndonos arrojar nueva luz al ampliar un poco el foco de su trabajo. La circunstancia que da pie a esta interpretación es también conocida, pero ha de ser recordada brevemente, añadiendo algunos detalles. Estamos en 1955 y, tras los acuerdos de 1953 que se formalizaron entre los Estados Unidos de América y España (los conocidos Pactos de Madrid), una serie de bases militares americanas se están estableciendo en territorio nacional. El acuerdo de 1953 incluye cuatro bases principales, tres para la fuerza aérea (Zaragoza, Torrejón y Morón), y una gran base naval (Rota), a las que se unirán una miríada de instalaciones secundarias, incluyendo un gran oleoducto. Los trabajos para la (mejora y adaptación) de las infraestructuras (existentes9) de las bases aéreas avanzan a buen ritmo, de modo que para el verano de ese año 1955 una primera fase de las obras estaba terminada10. Surge entonces la cuestión del alojamiento, especialmente de los mandos y suboficiales norteamericanos, para los que se desea un entorno residencial más parecido al que disfrutaban en su país de origen, y que, asimismo, fuese más controlado desde el punto de vista de la seguridad y operatividad. 8. Es especialmente relevante aquí el trabajo de Brett Tippey. Ver TIPPEY, Brett,“’Genuine Invariants’: The Origins of Regional Modernity in Twentieth-Century Spain”, en Architectural History, 2013, n. 56, pp. 299-342 y TIPPEY, Brett, “Richard Neutra’s Search for the Southland: California, Latin America and Spain”, Architectural History, 2016, n. 59, pp. 311-352. 9. Todas las bases estadounidenses se ubican sobre instalaciones españolas previas, que deben así actualizarse a las nuevas necesidades de la guerra nuclear moderna. Por tanto, la construcción de las bases supuso más bien una ampliación y mejora, antes que una construcción desde cero. 10. Ver DABROWSKI, John R., ‘The United States, NATO and the Spanish Bases, 1949-1989’, Tesis doctoral no publicada, Kent State University, 1996, pp. 140-164, y VIÑAS, Angel, Los pactos secretos de Franco con Estados Unidos. Bases, ayuda económica, recortes de soberanía, Grijalbo, Barcelona, 1981, p. 36 (nota 42). 11. El grupo de arquitectos lo formaban Miguel Ángel Ruiz-Larrea, Antonio Perpiñá, Federico Faci, José María Anasagasti y Fernando Barandiarán con José del Castaño como secretario ejecutivo (y Julián Laguna como hombre en la sombra). Para la presentación del concurso se produjo un cuadernillo tamaño (casi) a4 horizontal –29,7x22,3 cm– con reproducciones fotográficas de todos los planos, dibujos y material relacionado (como fotografías de Mountain Home AFB), montado sobre cartulinas de un marrón verdoso y encuadernado con un sistema de anillas a presión en tela naranja. El cuadernillo también incluye memoria y textos aclaratorios para cada emplazamiento. El título que parece en la portada es “AFFHO”, acrónimo de Air Force Family Housing. Pude consultar los dos ejemplares en poder de José María Anasagasti y el que tenía Federico Faci en el año 1999, todos ellos con ligeras variaciones en cuanto al material que incluían. Agradezco de nuevo a ambos, ya fallecidos, como lo hice hace diecisiete años, la disponibilidad y generosidad con que pusieron a mi disposición este material y sus recuerdos de aquel momento. Proyecto AFFHO: Air Force Family Housing Proposal. Dossier de concurso, archivo personal de Federico Faci Iribarren (en posesión de José María Faci Cañedo-Arguelles). 12. Air Force Historical Research Agency. JUSMG/ MAAG Papers, 1951-1957. MICFILM 31057. REEL 0000031057. A finales de 1955, en el mes de diciembre, se lanzó por parte del JUSMG (Joint United States Military Group o Grupo Militar Conjunto Americano por su nombre español) un concurso para construir, operar y mantener, bajo la modalidad de alquiler de renta garantizada un elevado número de viviendas (un máximo de 1518) para las bases de Torrejón, Morón, Zaragoza y San Pablo (en Sevilla), ésta última añadida como base aérea de apoyo a las inicialmente citadas. El plazo de presentación de ofertas se abrió entre el 16 y 20 de febrero de 1956. Entre los 12 grupos que presentaron propuestas se encontraba el denominado AFFHO (Air Force Family Housing), una joint venture conformada por la constructora Agromán, la constructora e inmobiliaria Alcazamsa (unión de El Alcázar, la promotora de Julián Laguna y Construcciones AMSA) y el Banco Español de Crédito, y cuyo proyecto arquitectónico venía firmado por Richard Neutra (con su socio del momento Robert Alexander) junto a un grupo de arquitectos españoles colaboradores. Entre los españoles se encontraba Federico Faci Iribarren, quien será nuestro protagonista un poco más adelante11. Lo peculiar del caso es que el maestro Neutra se desplazó personalmente a Madrid, junto a su hijo Dion, también arquitecto, en una estancia de seis semanas en las que se proyectó, codo con codo con los españoles, la propuesta del concurso. No lo ganaron como también es sabido. El montante total de viviendas de dividió en dos grupos; Zaragoza y Torrejón se adjudicaron a ‘Royal Oaks’ (con proyecto de Luis Laorga junto al joven José López Zanón) y Morón y San Pablo (Sevilla) al Sevilla-Jerez Financial Group12. Pero la colaboración estrecha en este proyecto de los españoles daría su fruto de otra manera. En la misma primavera y verano de 1956 Federico Faci proyectará una colonia de hotelitos en Aravaca, en el entorno de Madrid, que traducen los modos de Neutra a nuestro contexto de forma especialmente acertada. En relación a nuestro tema es interesante hacer una breve reseña de este proyecto liderado por Neutra, apuntando a su dimensión técnica (constructiva), y ponerlo en el contexto de dos proyectos residenciales similares que en esos mismos momentos el despacho de Neutra y Alexander estaba diseñando en América. En concreto se trata de los dos proyectos, separados justo por el año 1956, de varios conjuntos de viviendas en la base aérea de la USAF de 4 La tecnología en la arquitectura moderna (1925-1975): mito y realidad Mountain Home en el condado de Elmore, Idaho13. A continuación volveremos a Aravaca para ver la respuesta de Faci a similares preguntas acerca del habitar moderno, siguiendo muy de cerca a Neutra pero con independencia, y su materialización técnica. III En la base aérea de Mountain Home el estudio de Neutra y Alexander construyó, en dos etapas separadas por un par de años, 770 unidades de viviendas, incluyendo tanto viviendas unifamiliares como plurifamiliares, usando el esquema dúplex (lo que nosotros llamaríamos un pareado) pero también bloques de dos plantas longitudinales (row houses). En una primera fase, entre 1953 y 1955, se hicieron 500 unidades, constituyendo un conjunto coherente que recibió el sobrenombre de Oasis Housing por su generoso empleo de la jardinería14. Con una serie de innovaciones para lo que se estilaba en alojamientos militares (incluyendo pequeños patios privados, garajes y un buen surtido de instalaciones), y una distribución interior lo más flexible posible (la zona del estar por ejemplo se podía subdividir mediante unas correderas para formar unos pequeños estudios) la gran preocupación era conseguir interconectar la red de espacios privados formadas por las casas logrando un sentido de comunidad, a la vez abierta y protegida. La construcción era totalmente de madera, tanto en las estructuras de una planta como en las de dos, siguiendo un esquema habitual en la construcción americana. Sobre una delgada losa de hormigón, más bien una solera, se dispone el entramado de finos pies derechos (típicamente 2x4 pulgadas) y viguetas de madera para forjado y/o cubierta (habitualmente 2x10 pulgadas) a 16 pulgadas de separación (sistema stud and joist), es decir, un simple muro de carga de madera heredero del balloon frame. La cubierta era plana con membranas asfálticas protegidas. El sistema, con el que Neutra construía la mayoría de sus casas, desde las pequeñas hasta las grandes mansiones de Hollywood, se había modificado por el estudio a lo largo de los años para conseguir disponer franjas horizontales corridas de ventanas sin comprometer la estabilidad estructural del muro (aumentando a 4x4 pulgadas los montantes e introduciendo una subestructura menor de arriostramiento bajo la tira de ventanas) y conseguir un aire más moderno. El acabado final en este primer grupo era también de listones de madera colocados horizontalmente y expuestos a la vista. Las carpintería, estándar de perfil de acero. Por tanto: una imagen y un diseño modernos, sustentado por una técnica convencional, la misma con la que se hacía (y se hacen) la gran mayoría de las viviendas americanas. En 1957 una segunda fase fue proyectada: 270 unidades, entre viviendas individuales aisladas (para oficiales) y dúplex (pareados). Con más dinero disponible, los espacios públicos fueron mucho más cuidados, con abundante ajardinamiento, y las casas pudieron ser de mayor tamaño. El diseño de las individuales en particular era ahora mucho más reconocible como moderno. Con más flexibilidad interior, los característicos espacios fluyentes de Neutra constantemente reconectaban interior y exterior, con especial atención a los espacios intermedios15. Patios, pequeños jardines semiprivados, cuidados setos alternándose con muretes de ladrillo conformaban la extensión de las casas en su entorno. Las fachadas a la calle son más cerradas, con estrechas tiras de ventanas altas, mientras que a los jardines posteriores la casa se abre a la naturaleza. La construcción sigue los mismos parámetros que el grupo anterior, 5 13. También ligada, como las españolas, al SAC (Strategic Air Command). 14. Para los proyectos en Mountain Home AFB ver ERICKSON, Tarin, MCDOUGALL, Tanya y PRIOR, Marsha, Mountain Home Modern: Base Housing in the 1950s, Popular Book SerieS: NumBer 6, GeoMarine, Inc. Plano (Tx), 2010 y PRIOR, Marsha y MCDOUGALL, Tanya, Mountain Home AFB Innovation: The Evolution of World War II and Cold War Architecture, Popular Book SerieS: NumBer 7, Geo-Marine, Inc. Plano (Tx), 2011. 15. Para un estudio general de este tipo de espacios en la obra residencial de Richard neutra ver VELA CASTILLO, José, Richard Neutra. Un lugar para el orden. Un estudio sobre la arquitectura natural, Universidad de Sevilla y Junta de Andalucía, Sevilla, 2003. José Vela Castillo pero ahora alterna la madera tradicional con muros testeros de ladrillo, que aportan otra imagen (pero cumplen la misma función estructural, aunque son más caros). ¿Influencia del proyecto para las bases en España, del año anterior? Quizás, en un camino de ida y vuelta, que muestra demás la eficacia de las técnicas tradicionales (Fig. 1). 1 2 Fig. 1. Richard J. Neutra y Robert E. Alexander. Vista oblicua del alzado posterior hacia el suroeste. Mountain Home Air Force Base 1958. Viviendas de oficiales, Residencia del Comandante, Tuck Street, Mountain Home, Elmore County, ID. Fotógrafo: Mikel Travisano. Lbrary of Congress, Historic American Buildings Survey/Historic American Engineering Record/Historic American Landscapes Survey. Fig. 2. Richard J. Neutra, Robert E. Alexander, Dion Neutra, Miguel Ángel Ruiz-Larrea, Antonio Perpiñá Federico Faci, José María Anasagasti y Fernando Barandiarán. Air Force Family Housing Proposal. Planta, alzados y secciones del módulo tipo A de las viviendas duplex. 1956. Archivo de Federico Faci Iribarren. 16. Dossier AFFHO. Memoria, hoja 3, sin paginar. El concurso para las viviendas en España se sitúa justo entre medias de estos dos desarrollos, y de hecho la documentación presentada incluye imágenes de las casas recién terminadas de la primera serie para ilustrar el estado final. El concepto para las cuatro urbanizaciones propuestas (Torrejón, Zaragoza, Morón y San Pablo) es similar, con una disposición de los edificios muy racional que sigue la misma orientación para todos ellos, y deja un área central destinada a zonas comunes con circulación rodada perimetral. Eficaz, pero un poco rígido, especialmente comparado con variantes elaboradas durante el proyecto. En cuanto a las viviendas, se proyectan fundamentalmente dos tipos sobre un módulo de 1,10 metros (lo que permitía aumentar o disminuir fácilmente el tamaño de cada unidad concreta en función de las necesidades), que se repetirán en los distintos emplazamientos: los ya conocidos duplex y row houses. Como en Mountain Home, los dúplex son casas en una sola planta pareadas, y se destinaban a los oficiales de mayor graduación y las row houses se resuelven en dos plantas uniéndose por la medianera para crear tiras de adosados, y se destinaban a los suboficiales (NCO o Non Commissioned Officer en la jerga del ejército norteamericano) (Fig. 2). Como en el caso de Idaho los espacios exteriores de las viviendas cobraban gran protagonismo. En la memoria del concurso el propio Neutra trazaba una conexión entre los patios privados de la tradición mediterránea y su propia concepción, vía la influencia española en Florida y California16. Pero debe notarse que estos patios poco tienen que ver con un patio español y de hecho con un patio en general —incluso en su sentido ‘moderno’—, siendo más bien jardines exteriores protegidos mediante densos setos, empalizadas ligeras de madera y muretes de ladrillo. En realidad, los esquemas de ‘patios’ son muy similares a los proyectados para Mountain Home, y sirven como elemento de transición entre los dos proyectos allí desarrollados, incluyendo el material. Desde el punto de vista de la técnica, nos encontramos con un diseño que emplea los sistemas constructivos habituales españoles, como no podía ser de otra manera. Así en vez de muros de carga de entramado de madera, encontramos muros de carga pero de ladrillo visto, tanto al exterior como en zonas del interior. Esto hace que en los dibujos de las plantas el espesor de los muros sea mayor que en los proyectos americanos, lo que da una menor sensación de fluidez y ligereza, siendo sin embargo las plantas muy parecidas. El hormigón se emplea en cimentación (para una fina losa y zanjas) y forjados, cubiertas planas con láminas asfáltica y grava o baldosín. Los acabados son enfoscados y enlucidos, terrazo y baldosín tipo catalán. Las carpinterías se proponen de acero también. Y de nuevo el ingenio constructivo: para adaptar las ventanas en franjas horizontales corridas al nuevo sistema, que aquí no es la madera, se usa sin embargo una solución similar: unos pies derechos de hormigón prefabricados también de 4x4 pulgadas. En resumen: un sistema de construcción bastante común para la España del momento, obviamente realizado en colaboración con los arquitectos locales, pero que sigue el mismo espíritu del ‘original’ americano: uso de una técnica convencional, fácil de encontrar en cualquier sitio, que hace uso de productos industriales pero que en absoluto precisa de 6 La tecnología en la arquitectura moderna (1925-1975): mito y realidad elementos sofisticados, que se adapta con ingenio para poder obtener los resultados estéticos modernos deseados, pero de la que en ningún momento se hace bandera. Por tanto la transición de los Estados Unidos a una España tecnológicamente atrasada era más fácil de lo que se podía suponer. IV Finalmente, vistas las casas americanas y la interpretación española hecha por los americanos, echemos una rápida mirada a los hotelitos españoles, en concreto madrileños. Se ha adelantado que en la primavera de ese mismo 1956 Federico Faci Iribarren comienza a diseñar lo que será un grupo de 11 ‘hoteles unifamiliares’ en una parcela de Aravaca, que comenzaba su desarrollo tras su reciente anexión a la capital. En distintos lugares se ha relacionado este conjunto con un diseño del propio Neutra, confundiéndolo además con otro posterior, en zona cercana, y de otro arquitecto (Julián Manzano Monís); si bien la calidad de estos proyectos y sus obvias conexiones con el proyecto AFFHO (no solo el arquitecto y una obvia influencia proyectual, también la implicación de la constructora, AMSA) han podido llevar a error, el caso es que el proyecto es solo atribuible a Faci17. Lo que nos interesa aquí reseñar es la materialización de unos proyectos de casas eminentemente modernas y americanas (ya se dice que no son de Neutra: pero sin Neutra no existirían) con las técnicas constructivas habituales, tradicionales, del momento. Entre las calles Camino de la Ermita, Arandilla, Aráiz y Eduardo Vela, de Aravaca Faci diseñará la colonia (son sus propias palabras) de 11 hoteles, que es como se denominan en el proyecto, de una sola planta. En una manzana trapezoidal, una de cuyas esquinas la ocupa un hotelito existente de antes de la guerra con su amplio jardín, se realiza un parcelado para disponer las edificaciones aisladas (Fig. 3). Dadas las dimensiones de la parcela madre, modestas, al dividirla en 11 partes los jardines que quedan no son especialmente grandes (cada parcela individual acaba teniendo entre 850 y 900 m2), y es obvio que en eso difieren enormemente de las casas de Neutra. Pero la interrelación máxima con el exterior está ahí, con sus cuidados espacios de transición y su continua fluidez espacial dentro-fuera. La articulación entre estar y comedor para conseguir espacios amplios y fluidos abiertos con grandes paños de vidrio al jardín, el núcleo de espacios servidores con cocina, oficio y dormitorio del servicio en posición lateral respecto a la entrada, o el conjunto, uno o dos, de dormitorios encapsulados entre muros deslizantes de ladrillo o piedra son motivos recurrentes y obviamente influidos directísimamente por la obra de Neutra. Un elemento distintivo respecto al proyecto del concurso AFFHO, pero no a la mayoría de las casas de Neutra, es la presencia destacada de la chimenea, el hogar que ancla la casa al lugar pero que también se convierte en un elemento de ordenación espacial central. Las cubiertas son planas (salvo en un caso), y se resuelven con vigueta de hormigón prefabricada con un sistema llamado ‘vacuolite’ e impermeabilizante asfáltico protegido con aluminio. La cimentación es zanja de hormigón con solera de hormigón en masa. En los alzados alternan grandes paños de vidrio con ventanas rasgadas y, en ocasiones, huecos menores rectangulares o cuadrados. Muros de ladrillo visto de carga, también de mampostería de granito vista, resuelven la estructura y el cerramiento. La solución original llega de nuevo en los grandes ventanales de los salones, donde se disponen unos pilarcillos in situ de hormigón de 18x11 cm con dos entalladuras para la carpintería, evitando la presencia de pilares en 7 Fig. 3. Federico Faci. Conjunto de Hoteles en el kilómetro 10 de la Carretera de la Coruña (Aravaca). Plano de situación. Archivo de la Villa de Madrid. Diciembre 1955. 17. Ver más detalles en VELA CASTILLO, José, ‘1956: Iluminación de Federico Faci’, comunicación aceptada al I Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores de la Arquitectura y el Urbanismo. Los años CIAM en España: la otra modernidad, Madrid, 19-20 octubre 2017. José Vela Castillo 5 4 Fig. 4. Federico Faci. Conjunto de Hoteles en el kilómetro 10 de la Carretera de la Coruña (Aravaca). Hotel tipo M, planta, alzados y secciones. Archivo de la Villa de Madrid. Septiembre 1956. Fig. 5. Federico Faci. Conjunto de Hoteles en el kilómetro 10 de la Carretera de la Coruña (Aravaca). Hotel tipo E, planta, alzado y sección. Archivo de la Villa de Madrid. Julio 1956. Fig. 6. Federico Faci. Conjunto de Hoteles en el kilómetro 10 de la Carretera de la Coruña (Aravaca). Hotel tipo L, planta, alzado y sección. Archivo de la Villa de Madrid. Septiembre 1956. 6 todas las casas y permitiendo una gran continuidad entre interior y exterior. Las carpinterías de acero son estándar, los solados de linóleo para la mayor parte de la casa, baldosín hidráulico y garbancillo en exteriores y zonas de servicio (Fig. 4, 5, 6). Unas casas por tanto plenamente modernas, tanto por seguir un estilo claramente identificable con el Movimiento Moderno en general y con la versión americana de Richard Neutra en particular, como por proponer un modo de vida distinto al estándar de la época en España, estemos hablando de vivienda social o de hotelitos para la burguesía. Un modo de vida más bien asociado con el American Way of Life, que se da en unas construcciones equiparables técnicamente a prototipos de la modernidad como las obras de Richard Neutra. Es decir, que estas casas son modernas no a pesar de estar diseñadas y construidas en España con técnicas constructivas convencionales para la época, sino independientemente de ello. Porque, en resumen, ni las técnicas en España (encuadradas dentro del sistema tecnológico franquista) estaban tan atrasadas como hemos visto, ni tampoco muchas de aquellas viviendas que consideramos canónicamente modernas proyectadas contemporáneamente en el aparente paraíso de la técnica más sofisticada como eran los Estados Unidos se habían proyectado en realidad haciendo uso de la misma. Cambiemos solo singlefamily housing por hotelitos y madera por ladrillo. 8