OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Anuario del
terrorismo yihadista
2017
COVITE
Colectivo de Víctimas del Terrorismo
Terrorismoaren Biktimen Kolektiboa
© de la edición: COVITE, 2018
COVITE
Apdo. de Correos 3358
20080 San Sebastián (Gipuzkoa) (España)
www.covite.org
© de los textos: Sus autores
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte
de esta publicación pueden reproducirse o transmitirse
de ninguna forma o por ningún medio, sea electrónico,
mecánico, reprográfico, fotoquímico, óptico, de
grabación o cualquier otra forma de almacenamiento
de información o sistema de recuperación, sin el
permiso previo y por escrito del editor.
Dirección y coordinación: María Jiménez Ramos
Textos: José María Blanco, Jessica Cohen,
Luis de la Corte Ibáñez, Inés Gaviria,
Álvaro H. de Béthencourt, Carlos Igualada Tolosa,
María Jiménez Ramos, Bernardo Rodríguez Mayorga
ISBN: 978-84-697-9960-4
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Anuario del
terrorismo yihadista
2017
María Jiménez Ramos (Dir.)
Luis de la Corte Ibáñez
Carlos Igualada Tolosa
Bernardo Rodríguez Mayorga
Álvaro H. de Béthencourt
Inés Gaviria Sastre
José María Blanco Navarro
Jessica Cohen
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
PRESENTACIÓN
CONSUELO ORDÓÑEZ FENOLLAR,
Presidenta de COVITE y del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo
nuestras áreas de actuación y apoyar la investigación y la formación de expertos. En esta línea,
el Anuario del terrorismo yihadista 2017 recoge
información relevante sobre esta materia referente
a 2017, aportando datos inéditos en un formato
novedoso. Los temas abordados abarcan atentados yihadistas, lucha antiterrorista, la actividad en
Magreb y Sahel, las víctimas y prospectiva para
el próximo año, todo ello avalado por la concienzuda labor de los investigadores que han desarrollado cada uno de los capítulos de este anuario.
COVITE defiende firmemente que la única verdad que cura y regenera el daño causado por
el terrorismo es la que relata y contextualiza el
sufrimiento que este fenómeno —sean cuales sean
las siglas que lo impartan— causa a las víctimas.
Para preservar la memoria y la dignidad de las
víctimas del terrorismo es importante promover el
desarrollo de proyectos de investigación enfocados a la prevención de la radicalización violenta
y a la difusión de principios democráticos.
El Observatorio Internacional de Estudios sobre
Terrorismo (OIET) surgió en 2015 para fomentar la
investigación nacional e internacional en torno al
terrorismo y al desarrollo de estudios estratégicos
enmarcados en la prevención de la radicalización
violenta. Abordar estos aspectos es fundamental
para fortalecer la democracia y debilitar, así, a
las organizaciones terroristas que la amenazan.
Como diría el filósofo Fernando Savater, “la primera víctima del terrorismo es la democracia,
aparte de las víctimas concretas. Contra el terrorismo hay que defender los principios democráticos porque son los que garantizan la libertad”.
Con ese objetivo, el OIET se ha convertido un
punto de encuentro entre investigadores, universidades e instituciones públicas o privadas que comparten la máxima fundacional de este organismo:
contribuir a la prevención de la radicalización violenta y a la difusión de principios democráticos.
En buena medida, el trabajo contenido en este
anuario resume la labor de seguimiento e investigación que los investigadores vinculados al OIET
vienen desarrollado durante todo el año. Carlos
Igualada ha recogido todos los atentados perpetrados por organizaciones yihadistas o por individuos inspirados en su ideología, que tienen como
resultado una o más personas fallecidas y que están
documentados por fuentes contrastadas en medios
nacionales e internacionales. Por su parte, la base
de datos mensual del GESI (Grupo de Estudios
en Seguridad Internacional) de la Universidad de
Granada que se integra en nuestro Observatorio
ha documentado, a lo largo de 2017, información sobre la actividad yihadista en las zonas de
Magreb y Sahel, incluyendo atentados, operaciones policiales y militares y otros hechos relevantes
relacionados con las organizaciones que actúan
en estas zonas. Asimismo, el Observatorio de
Operaciones Policiales Antiyihadistas en España,
elaborado anteriormente por el grupo GESI y del
que el OIET ha recogido el testigo, documenta
mensualmente las operaciones policiales efectuadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
El OIET impulsa una red de trabajo, diálogo y
colaboración a nivel nacional e internacional
para frenar el extremismo violento. Esta red permite facilitar el contacto entre expertos y líderes
internacionales, profundizar el conocimiento en
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Estado desde el año 1995 hasta la actualidad.
El resultado de estas tres áreas de investigación
se analiza y se contextualiza en el Anuario de la
actividad yihadista de 2017. Entretanto, la labor
de seguimiento y análisis del fenómeno yihadista
continúa siendo un pilar fundamental en el trabajo
del OIET.
Igualada, Hana Jalloul Muro, Irene Muñoz
Escandell, Javier Rupérez y Matteo Re. A todos
ellos solo puedo agradecer su compromiso para
que sus investigaciones académicas traspasen el
umbral del mundo académico y lleguen a toda la
sociedad.
Desde COVITE continuaremos trabajando para
deslegitimar el terrorismo desde el plano intelectual y de divulgación de ideas. Tal y como dijo
la eurodiputada y activista Maite Pagazaurtundúa
durante la Jornada de COVITE y el OIET “El nuevo
escenario del terrorismo en España”, celebrada
en Madrid el 23 de noviembre de 2017: “Es una
batalla de voluntades y de comunicación en la
que les tiene que quedar claro [a los terroristas]
que no van a ganar. Hay que mandarles el mensaje de que estamos defendiendo las libertades y
la democracia y las personas que forman parte de
ella, y de que no lo van a conseguir. Lo contrario
del terrorismo no es la paz y la libertad, es la ley y
la libertad”. Y en ese camino, nuestra aportación
es este Anuario del terrorismo yihadista 2017.
Otro pilar fundamental los conforman los académicos y profesionales de reconocido prestigio que
ponen su experiencia y conocimiento a disposición
del OIET, integrando un prestigioso directorio de
expertos. Entre ellos se encuentran algunos de los
autores de este anuario, así como otros expertos
como Fernando Reinares, Florencio Domínguez,
Carlos Fernández Casadevante,Francisco J.
Llera Ramo, Gaizka Fernández Soldevilla, Henry
Patterson, Inés Olza, Javier Gómez Bermúdez,
Javier Jordán, Javier Lesaca, Javier Marrodán,
Joseba Arregi, Juan Avilés, Luis Castells, Luis de
la Corte, Mª del Carmen Alba Figueroa, Manuel
Torres, Martín Alonso, Raúl López Romo, Rogelio
Alonso, Román Ortiz, Alberto Bueno, Carlos
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Presentación, Consuelo Ordóñez Fenollar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4
A modo de prólogo: violencia y terror yihadistas antes de 2017, Luis de la Corte . . . . . .8
Sobre terror, violencia y yihad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10
Genealogía de una amenaza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12
Hacia 2017: los años del Califato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16
Los atentados yihadistas en 2017, Carlos Igualada Tolosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
1. Presencia global del terrorismo yihadista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22
2. Las víctimas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25
3. Los atentados más letales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28
4. Grupos yihadistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30
5. Modus operandi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33
6. El blanco de los atentados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36
7. El terrorismo yihadista en Europa Occidental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .41
Actividad yihadista en el Magreb y el Sahel Occidental en 2017, Bernardo Rodríguez . .42
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .42
1. El Observatorio y el contexto de estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43
1.1 La elaboración del Observatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43
1.2 El contexto regional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43
1.3 Actores yihadistas pasados y presentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45
2. La evolución de la amenaza yihadista durante 2017 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47
2.1 Marruecos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47
2.2 Argelia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49
2.3 Túnez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51
2.4 Libia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52
2.5 Mauritania . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
2.6 Mali . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
2.7 Senegal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57
2.8 Níger . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57
2.9 Chad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59
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Operaciones policiales antiyihadistas en España en 2017, Álvaro H. de Béthencourt . . . .62
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .62
1. Ámbito geográfico de las operaciones policiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
2. Distribución temporal de las operaciones policiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
3. Actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67
4. El perfil de los detenidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .68
5. Tipo de actividad terrorista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70
6. La vinculación con grupo terrorista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
Las víctimas del terrorismo yihadista, María Jiménez Ramos e Inés Gaviria Sastre . . . . . . . . .75
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .75
1. Una panorámica de las víctimas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
2. Los atentados con más víctimas mortales de 2017 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .78
3. Las víctimas del yihadismo en Europa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .81
4. Retos de la respuesta ante las víctimas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84
5. Algunas víctimas con nombres y apellidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86
El futuro del terrorismo, José María Blanco Navarro y Jessica Cohen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90
1. El análisis del entorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
1.1 Conflictos de baja intensidad, guerras irregulares y legislación contraterrorista . . . . . . . . .91
1.2 Corrupción, populismos, posverdad y juicio crítico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
1.3 Fenómenos criminales híbridos, nuevas tecnologías, ideologías e individualismos . . . . . . .93
1.4 Globalización, vuelta a la bilateralidad e incertidumbre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .94
2. Tipología y grupos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
2.1 Dáesh. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96
2.2 Al Qaida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99
3. Nivel individual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .102
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .104
Los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .108
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
A MODO DE PRÓLOGO:
VIOLENCIA Y TERROR YIHADISTAS
ANTES DE 2017
LUIS DE LA CORTE IBÁÑEZ1
la Tierra, detectaron que las concentraciones de
dióxido de carbono alcanzaron el más alto nivel
en 800.000 años, lograron realizar un ensayo
exitoso de una vacuna para prevenir la diarrea,
enfermedad que figura como segunda causa de
mortalidad entre niños y bebés, y vacuna que
podría salvar las vidas de 1.300 niños cada día,
mayormente en África Subsahariana. Una variedad de desastres naturales (lluvias torrenciales y
monzones, aludes, huracanes, terremotos) ocurridos en distintos continentes provocaron la muerte
de muchos cientos de personas.
Trescientos sesenta y cinco días, seis horas, y algo
más de nueve minutos. Eso tarda la tierra rodear
por entero el sol, una fracción de tiempo a la que
convencionalmente designamos con la palabra
“año”. Cada vez que acaba un año suele sobrevenirnos la impresión de que, precisamente ese año,
ha pasado volando, acaso más rápido que ningún otro. Y los “anuarios” editados sobre esto o
aquello tratan de prevenir en sus lectores el efecto
amnésico que, respecto de lo recién ocurrido, nos
produce a menudo el impacto sucesivo de lo inmediato. De ese modo, los autores de un Anuario
aspiran a apresar entre sus páginas los hechos y
acontecimientos más significativos que fueron marcando el paso del año ya superado. Aunque no
siempre sea una tarea sencilla, ya que en un año
pasan muchas cosas “significativas” o dignas de
ser destacadas, si se atiende a la importancia de
sus implicaciones o consecuencias políticas, sociales, humanas.
En el mismo año, cuando un software malicioso
(WannaCry) fue empleado en un ciberataque
masivo que infectó a más que 230.000 ordenadores en 99 países, el multimillonario Donald
Trump asumiría la presidencia de Estados Unidos
y daría expresión a un estilo de hacer política
nunca antes visto en el país norteamericano, controvertido, indudablemente populista y fuente de
enormes incertidumbres. El Reino Unido activaría el proceso de salida de la Unión Europea.
En Francia, el candidato moderado Emmanuel
Macron ganaría las elecciones presidencias,
aplacando el temor suscitado por la posibilidad
de que un partido de extrema derecha y tintes
xenófobos, el Frente Nacional de su rival Marine
Le Pen, llegara a la presidencia de la República.
Veamos. Durante 2017 la economía global mejoró,
la pobreza extrema disminuyó en el mundo y, sin
embargo, 83 millones de personas de 45 países
distintos necesitaron recibir asistencia alimentaria de emergencia. Los científicos detectaron la
primera señal que demostraría la existencia de
ondas gravitacionales, descubrieron un nuevo sistema planetario con siete planetas del tamaño de
Luis de la Corte Ibáñez es profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y Director de Estudios Estratégicos e Inteligencia en
el Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad de la misma universidad.
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
En Colombia, la guerrilla de las FARC comenzaría a cumplir su promesa de entregar sus armas
a la ONU. Arabia Saudí rompería relaciones
con Catar, creando una crisis entre las monarquías árabes del Golfo Pérsico. El gobierno de
Venezuela, cuya economía caería a los abismos
por causa del descenso de los precios del petróleo, elegiría una Asamblea Constituyente, dotada
de poderes ilimitados, la cual sería rechazada
por la oposición y gran parte de la comunidad
internacional. El líder de Corea del Norte, Kim
Jong-Un, anunciaría que su país habría logrado
convertirse en una potencia nuclear, tras probar
con éxito un nuevo misil capaz de golpear en
cualquier lugar de Estados Unidos. El ejército de
Birmania lanzaría una campaña represiva sobre
las aldeas pobladas por la minoría musulmana
de los rohinyas, precipitando la huida hacia
Bangladés de más de seiscientas cuarenta mil
personas, en un episodio al que la Naciones
Unidas atribuiría rasgos de “limpieza étnica” y
“genocidio”. El Tribunal Penal Internacional para
la antigua Yugoslavia condenaría a cadena perpetua a Ratko Mladic, antiguo comandante serbobosnio, tras fructificar la acusación de genocidio por la matanza de musulmanes bosnios,
perpetrada en 1995 en Srebrenica.
condenas por corrupción a miembros y colaboradores de partidos políticos; y la mayor crisis institucional vivida en España desde 1981, a raíz de
la celebración de una consulta ilegal relativa a
un proceso de independencia promovido desde
la Generalitat de Cataluña y declarada, también
ilegalmente, por el Parlament, que suscitaría la
llamada del Rey Felipe VI a tomar las medidas
necesarias para asegurar la prevalencia del orden
constitucional y el Estado de Derecho y la destitución del ejecutivo y la autonomía catalanas por
orden del Presidente del Gobierno de España,
Mariano Rajoy, tras recibir pleno respaldo del
Senado.
Creo que la anterior relación de hechos y sucesos cubre muchos de los acontecimientos más
relevantes acaecidos durante 2017. Su consideración puede ayudar a contextualizar cualquier
otra clase de datos y sucesos pertenecientes a ese
intervalo. Naturalmente, la selección ofrecida no
es perfecta y todavía cabría añadir otros hechos
y acontecimientos de índole semejante a los citados. Pero ni siquiera entonces la imagen resultante nos daría un reflejo completo acerca de los
asuntos más importantes ocurridos en 2017. Ya
que también la violencia y el terror perpetrados
en nombre de la yihad han estado dolorosa presentes a lo largo de todo el año, segando vidas
y esperanzas, moldeando realidades políticas y
sociales en distintas partes del mundo, España
incluida. Y algo muy parecido podría decirse
respecto al resto de los años ya transcurridos
desde el cambio de siglo. En ese sentido, la circunstancia de que ningún centro de estudios de
nuestro país se hubiera ocupado hasta la fecha
de elaborar un informe que describiera empíricamente la evolución de la amenaza yihadista
a lo largo de un año natural, como finalmente
ha venido a hacer el Observatorio Internacional
de Estudios sobre Terrorismo (OIET), demuestra el
gran acierto de empezar a hacerlo, a partir de
este primer Anuario.
Y, en cuanto a nuestro país, a lo largo de 2017
los españoles seríamos protagonistas y testigos de
tendencias y sucesos como un crecimiento que ha
devuelto nuestra economía al nivel del año 2008
(aumento del PIB en más de un 3%; 600.000 nuevos puestos de trabajo, más de 19 millones de
ocupados); la visita de más de ochenta millones
de turistas extranjeros; la duplicación de migrantes llegados a España (más 30.000 personas),
en comparación con los recibidos el año 2016;
el alcance de un récord histórico en donación de
órganos, que ha permitido más de 2.000 trasplantes; un leve incremento del número de homicidios
y asesinatos cometidos (240 en 2017, frente a
229 del año anterior); una sucesión de juicios y
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
SOBRE TERROR, VIOLENCIA Y YIHAD
intereses de sus perpetradores o coincidir con sus
objetivos, generalmente de naturaleza política.
Tampoco sobra recordar que el ejercicio de del
terrorismo vulnera los derechos fundamentales y
el orden legal ordinario. Y que igualmente viola
los principios con que el Derecho Internacional
Humanitario ha procurado poner coto y límite a
las acciones hostiles que puedan desarrollarse en
el marco de conflictos armados, puntualización
ésta no menos importante dado que, cada vez
con más frecuencia, los atentados terroristas han
pasado a formar parte del repertorio de violencia aplicado en escenarios de guerra.
A día de hoy, cualquier persona mínimamente
informada sobre lo que pasa en el mundo (cada
vez más pequeño y transparente) contará con una
idea, aunque sea muy básica, sobre la naturaleza
del tema de este Anuario: la violencia y el terrorismo yihadistas. Sin embargo, nunca está de más
aclarar el significado de las palabras y nociones
con las que se va a referenciar una información,
como trataré de hacer en las siguientes líneas.
Empecemos por advertir que, aunque “violencia”
y “terrorismo” sean términos estrechamente relacionados, sus significados son diversos. El primero de ellos, violencia, designa un amplísimo
universo de comportamientos donde se incluyen
las acciones terroristas, entre otros tipos variados. Mientras que la palabra terrorismo fue acuñada para aludir a una forma de violencia con
características propias y distintivas. Así, un acto
violento merece calificarse de “terrorista” cuando
ha sido planificado y ejecutado con el propósito
de provocar alguna reacción psicológica inmediata e intensa (ansiedad, miedo o terror, pero
algunas veces también otros como odio, deseo
de venganza, etc.) que pueda afectar a un
número de personas muy superior al que sumen
sus víctimas directas. Tales víctimas pueden ser
escogidas entre los integrantes de algún colectivo (desde gobernantes y funcionarios de un
Estado hasta amplios segmentos de población)
sobre el que se quiere influir de alguna manera.
La influencia que se pretende ejercer al poner en
marcha una campaña terrorista (serie de actos
terroristas propiciados por un mismo actor a lo
largo de un cierto intervalo de tiempo) depende
del grado en que el daño y las reacciones psicológicas resultantes lleguen a cumplir una
segunda clase efecto, de carácter social, como
interrumpir el curso de la vida cotidiana, alterar
el funcionamiento ordinario de las instituciones,
crear un determinado clima o estado de opinión
y/o suscitar ciertas decisiones estatales o respuestas ciudadanas que puedan favorecer a los
Aunque algunos de los actores armados que descritos en este Anuario también hayan incurrido en
otras modalidades alternativas de violencia (operaciones características de la guerra de guerrilla,
combate en zonas abiertas con fuerzas militares
y paramilitares, campañas de limpieza étnica,
agresiones sexuales, entre otras), la mayoría de
los incidentes sobre los que se informará en los
capítulos siguientes han tomado la forma de las
acciones terroristas. Lo cual no es sorprendente
pues, desde las primeras expresiones conocidas
del fenómeno yihadista hasta las más recientes
y actuales, han hecho del terrorismo una de sus
señas de identidad, convirtiéndolo en muchos
casos en su actividad principal. Ahora bien, ¿qué
significado añade el calificativo de “yihadista”
cuando es empleado para definir una acción violenta (terrorista o no) o señalar a sus autores o
agentes inductores?
“Yihadista” es, ni más ni menos, el término más
sencillo y directo del que disponemos para hacer
referencia a aquellos actores armados que apelan
a la yihad para definir sus amenazas y agresiones. Si bien las múltiples citas a esa voz árabe que
aparecen en los textos fundacionales del islam
han conferido al término yihad múltiples significados, los terroristas que hoy aluden a la yihad se
apoyan en una larga tradición que lo convirtió en
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
el profeta Mahoma y sus primeros compañeros y
descendientes, tradicionalmente referidos como
los salaf (píos antepasados). Por tanto, los yihadistas están motivados por las mismas ideas y propósitos que han venido inspirando a una larga variedad de movimientos “islamistas” y “salafistas”
surgidos desde principios del siglo XX. Si bien,
frente a otras expresiones del islamismo y el salafismo moderno y contemporáneo principalmente
involucrados en la predicación, la acción social
y misionera y la participación política ordinaria,
los yihadistas piensan que aquellos métodos son
inútiles al contravenir los intereses de los dirigentes corruptos y apóstatas (falsos musulmanes) y de
los Estados y potencias occidentales e infieles que,
a su juicio, vienen rigiendo los destinos del mundo
islámico desde hace más de un siglo. Según el
radical punto de vista de los yihadistas, la violencia es el único camino seguro para re-islamizar y
purificar las sociedades de mayoría islámica y el
mundo musulmán en su conjunto, especialmente
en un tiempo en que la comunidad religiosa
(umma) se encontraría expuesta a toda clase de
enemigos, externos e internos. Lo cual explica el
empeño en recrear la vieja mitología de la yihad
guerrera.
la noción clave con que, a través de los siglos,
gobernantes y clérigos musulmanes procurarían
otorgar justificación religiosa a sus llamamientos
a combatir y hacer la guerra a los enemigos de
la fe y cumplir con las obligaciones de defender
a la comunidad de los creyentes (umma) ante las
agresiones externas y extender la palabra de dios
en la tierra. Asimismo, cabe aclarar que las alusiones del yihadismo actual a la idea tradicional
de la yihad como esfuerzo guerrero traicionan de
hecho el espíritu y la letra de la teoría clásica de
la “guerra santa”, más defensiva que ofensiva, la
cual prohíbe el asesinato de niños, mujeres y no
combatientes.
Por último, los yihadistas de los que aquí hablamos también han sido frecuentemente identificados como “islámicos”, “islamistas” o “salafistas”,
aunque conviene advertir sobre lo impreciso de
esas otras etiquetas. Es verdad que profesan la
religión islámica, se adhieren a una ideología
política de raíz islámica y aspiran a instaurar regímenes políticos sostenidos sobre los principios y
leyes del islam. También pretenden devolver su
pureza originaria a la religión islámica recuperando el legado y modelo de vida aportado por
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
GENEALOGÍA DE UNA AMENAZA
movimiento global, bien que fragmentario y disperso, pero capaz de extender la yihad al resto
del mundo musulmán y llevarla incluso a tierra
de infieles, sería cuestión de unos pocos años.
Algunos primeros atisbos pudieron verse ya en
la implicación de algunos yihadistas árabes en
diversos conflictos armados abiertos o activos
durante los años noventa (Bosnia, Chechenia,
Filipinas). En cualquier caso, la gestación del
nuevo movimiento trasnacional empezaría a
cristalizar a partir de 1996, una vez que Bin
Laden volviera a instalarse en Afganistán, tras
varios años de ausencia, y después de que una
nueva milicia formada por jóvenes fanáticos
salidos de las escuelas coránicas más radicales
de Pakistán (los talibán) tomaran el poder, también en Afganistán, y establecieran la República
Islámica más represiva y retrograda del siglo XX.
Gracias a una alianza forjada con el mulá Omar,
líder del régimen talibán, durante su segunda
etapa afgana Bin Laden terminó de urdir la vasta
estructura de al Qaida, con su núcleo de militantes experimentados y bien adiestrados, sus campos de entrenamiento donde recibiría a terroristas de todas las nacionalidades y sus vínculos
con decenas de grupos yihadistas distribuidos
por todo el planeta. Asimismo, sería a su regreso
a Afganistán cuando Osama daría inicio a su
guerra casi personal contra Estados Unidos y
Occidente, que llegaría a su cenit con los impresionantes ataques perpetrados en Nueva York y
Washington el 11 de septiembre de 2001 y su
espantoso balance de víctimas: cerca de 3.000
muertos y más de 6.000 heridos.
Durante el último cuarto del siglo XX el yihadismo
se convertiría en un nuevo factor de inestabilidad al dar lugar a diversas campañas terroristas
desatadas en el Magreb, Oriente Próximo, Asia
del Sur y Central y Eurasia, con vistas a desgastar y derrocar a los gobiernos de distintos países
musulmanes, independizarse del control ejercido
por un Estado invasor e infiel o reprimir a ciertos
colectivos o comunidades religiosas desviadas.
Los responsables de esa tendencia fueron grupos
y organizaciones creadas por los elementos más
radicales de algunos movimientos islamistas y
salafistas, mayormente pertenecientes a la rama
mayoritaria del islam, el sunnismo, si bien también
se darían algunos casos de actores yihadistas de
origen chií, la otra gran secta islámica, mucho
menos extendida a escala mundial, pero predominante o ampliamente difundida en algunos países como Irán, Irak o Líbano. La mayoría de las
formaciones yihadistas conocidas hasta finales de
siglo desarrollarían toda o la mayor parte de su
violencia dentro de los márgenes de su país de
origen y estarían integradas por militantes de una
única nacionalidad. No obstante, tras producirse
la invasión soviética de Afganistán, en diciembre
de 1979, y como consecuencia de la llegada de
miles de voluntarios extranjeros (sobre todo árabes) dispuestos a apoyar a la resistencia islamista
afgana, el fenómeno yihadista adquiriría una vertiente aún más potente y peligrosa que todas las
anteriores.
La guerra de Afganistán o yihad afgana, como
la bautizaron los aguerridos combatientes locales, que significativamente se harían llamar a
sí mismos muyahidín (“guerreros sagrados”),
precipitó la aparición de las primeras redes
extremistas islámicas de carácter multinacional,
incluida al Qaida, la gran organización yihadista internacional creada en 1988 por Osama
Bin Laden y otros líderes extremistas árabes que
habían participado en la lucha contra los soviéticos. Desde entonces, la conformación de un
La reacción a los atentados del 11-S, iniciada con
una intervención militar en Afganistán que derrocó
al régimen talibán y puso en fuga a toda la cúpula
de al Qaida, y continuada con una intensísima y
larga campaña antiterrorista promovida a escala
mundial, no acabaría, sin embargo, con el peligro del terrorismo yihadista. A pesar de sus altibajos, durante los últimos dieciséis años la presión
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
del Sahel (Mauritania, Mali), Palestina, Jordania,
Yemen, países del Cáucaso (con ataques en varias
repúblicas del norte y en Rusia), Pakistán, India,
Indonesia, Filipinas.
yihadista no cesaría en ningún momento, aumentando con el paso del tiempo los incidentes y campañas violentas y el número de países y regiones
afectadas por la misma amenaza. El número total
de incidentes terroristas perpetrados a escala mundial creció cada año, desde 2002 hasta 2014.
Me refiero a atentados perpetrados por toda clase
de actores terroristas, no sólo yihadistas. Pero se
da la circunstancia de que la mayoría de las muertes por terrorismo registradas durante el citado
periodo ocurrieran en Irak, Nigeria, Afganistán y
Pakistán, países donde los yihadistas fueron los
únicos actores terroristas presentes o los más activos, con mucha diferencia respecto a cualquiera
otros.
Al tiempo, la continuidad de las experiencias y
casos de sujetos radicalizados en países occidentales y la propaganda y apelaciones a la yihad
difundidas por al Qaida y otras grandes organizaciones inspirarían varios atentados de baja
letalidad debidos a actores solitarios. Con todo,
el hecho de que la modalidad operativa de la así
llamada “yihad sin líderes” se convirtiera, durante
la segunda mitad de la década 2000, en expresión principal de la amenaza para Occidente,
muestra hasta qué punto el yihadismo parecía
haber entrado en una fase de declive, al menos
por lo que a Europa y Norteamérica se refiere.
Igualmente, desde los últimos años de la década
pasada se advertiría un descenso significativo
del potencial de violencia atribuible a la mayoría de las organizaciones yihadistas grandes y
medianas todavía activas en el norte de África,
Oriente Próximo, Asia del sur y central, Eurasia,
etc. A tales signos de agotamiento habría que
sumar, finalmente, la caída progresiva de los
niveles de apoyo popular otorgado a al Qaida y
ciertas acciones yihadistas entre los sectores más
extremos de las opiniones públicas del mundo
musulmán, así como la desaparición de Osama
bin Laden, al resultar abatido en una operación
llevada a cabo por las fuerzas especiales estadounidenses en mayo de 2011, tras haber sido localizado en el refugio de Abbottabad, en Pakistán.
Sin embargo, la dinámica volvería a invertirse con
el salto a la siguiente década.
El número total de incidentes
terroristas perpetrados a
escala mundial creció cada
año, desde 2002 hasta
2014
Además de promover numerosos planes de atentados que pudieron ser prevenidas y otros que
resultaron fallidos, durante la primera década del
presente siglo una al Qaida francamente debilitada todavía lograría consumar ataques terroristas en distintos países del mundo árabe (Túnez,
Pakistán, Arabia Saudí, Turquía, Egipto) e inducir
la comisión de dos atentados masivos en suelo
occidental, concretamente en Europa: uno de ellos
en Madrid, en 2004, y otro al año siguiente en
Londres, asesinando a 193 y 52 inocentes. A lo
largo del mismo periodo otra serie de estructuras
yihadistas locales, muchas de ellas vinculadas a
la red de franquicias y grupos colaboradores de
al Qaida, más otros independientes pero afines a
su ideología y sus consignas estratégicas, se mantendrían activos, operando como insurgencias en
frentes de conflicto (en Afganistán, Irak, Somalia),
o como organizaciones terroristas en varios países
del Magreb (sobre todo Argelia y Marruecos) y
Debido a los cambios que las protestas y revueltas
extendidas desde diciembre de 2010 por el norte
de África y Oriente Próximo provocarían en la
situación social y política de varios países árabes,
las posibilidades para un declive definitivo de la
violencia yihadista empezaron a desvanecerse en
el mismo año 2011. Aunque los rápidos éxitos
obtenidos por los protestantes en Túnez, Egipto y
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Yemen (caída pacífica de sus respectivos dirigentes históricos) despertaran el entusiasmo de las
masas locales y de la opinión pública internacional, las nuevas circunstancias y la evolución de
los acontecimientos en esos y otros países no tardarían en ser aprovechadas por elementos yihadistas locales que, tras reconstruir antiguas estructuras y crear otras nuevas, volverían a incurrir en
acciones terroristas, como ocurrió, por ejemplo,
en Túnez y en Egipto. Con mayor gravedad aún,
los yihadistas entrarían a participar en las guerras
civiles iniciadas en 2011 en Libia y Siria, como
resultado de la espiral represiva que las protestas desatadas contra el gobierno. En muy poco
tiempo, partidarios de la yihad lograrían parasitar amplios segmentos de los nuevos movimientos
insurgentes, contribuyendo a fomentar y prolongar
la sangría y las respectivas crisis humanitarias en
que derivarían los conflictos libio y sirio, todavía
activos a principios de 2018. Mientras que, por
otra parte, la desestabilización de Libia y Siria
ayudaría a potenciar al yihadismo también por
otras vías.
se encuentra su capital, Bamako, poniendo en
riesgo todo el país. Lo que acabaría precipitando, en diciembre de 2013, el lanzamiento
de una operación militar internacional liderada
por Francia para frenar la ofensiva, recuperar el
control de las principales ciudades del norte y
diezmar a las fuerzas rebeldes, en particular a
los yihadistas. Como consecuencia inesperada,
el inicio de la intervención francesa motivaría a
Mojtar Belmojtar, uno de los dirigentes históricos
de AQMI, a enviar uno de sus comandos a tomar
la planta de gas de in Amenas, situada en el
sureste de Argelia, episodio terrorista que acabó
con la vida de más de treinta rehenes, asesinados antes de que el ejército argelino matara a
los terroristas.
Entre 2012 y 2016, más
de 40.000 individuos
procedentes de 120 países
se desplazaron a Siria, la
mayoría para integrarse
en alguna de las facciones
yihadistas rebeldes
El regreso desde Libia a Mali de grupos tuareg
que habían servido al coronel Gadafi (quien
había sido asesinado por su propio pueblo en
octubre de 2011) desató una revuelta que llevó
a la segmentación de facto de la parte norte
del país saheliano, declarada en 2012 como
la República Independiente de Azawad. Muy
pronto, sin embargo, el norte de Mali pasaría
a estar parcialmente controlado por una coalición de fuerzas yihadistas locales (Ansar Dine)
y multinacionales, como la filial de al Qaida
para el Magreb y el Sahel (AQMI), su organización asociada conocida como el Movimiento
por la Unicidad de la Yihad en África Occidental
(MUYAO) y varios grupos posteriormente escindidos. Coalición que, poco después, iniciaría un
movimiento hacia la zona sur de Mali, donde
Otro de los grandes efectos provocados por las
guerras de Libia y Siria fue la movilización internacional de voluntarios yihadistas. En los años
siguientes a la caída de Gadafi, varios cientos
de yihadistas egipcios, tunecinos, sudaneses y
subsaharianos entrarían en Libia. Un proceso
que se repetiría en Siria, aunque con dimensiones muy distintas. Entre 2012 y 2016, más de
40.000 individuos procedentes de 120 países se
desplazarían a Siria, la mayoría para integrarse
en alguna de las facciones yihadistas rebeldes2.
Además, la guerra de Siria funcionaría como
Véase The Soufan Group (2015). Foreign fighters. An Updated Assessment of the Flow of Foreign Fighters into Syria and Iraq:
http://soufangroup.com/wp-content/uploads/2015/12/TSG_ForeignFightersUpdate3.pdf
2
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
La caída de Mosul tendría especial importancia
al ser aprovechada por Abu Bakar al Baghdadi
para autoproclamarse como Califa, atribuyéndose a partir de entonces la potestad para regir
los destinos de la comunidad islámica mundial y
llamando a los musulmanes de todo el planeta a
poblar el nuevo Califato establecido en tierras de
Siria e Irak. Por consiguiente, las victorias consumadas por Dáesh entre principios y mediados de
2014 marcarían un punto de inflexión en la historia del yihadismo ya que, desde ese momento,
el movimiento yihadista global pasaría a funcionar como un movimiento bicéfalo, fragmentado
a consecuencia de la competición abierta por su
liderazgo. En parte como reflejo de las profundas
implicaciones de los hechos acontecidos en 2014,
ese mismo año la cifra mundial de víctimas mortales por terrorismo alcanzó su máximo histórico
desde 2000, con 32.685 muertes, lo cual supondría un incremento del 172% respecto a 2013,
dándose el caso que el país con más bajas fue
precisamente Irak. A su vez, el pequeño conjunto
de países formado por Irak, Nigeria, Afganistán,
Pakistán y Siria acumularía el 75% del total de
personas asesinadas por acciones terroristas en
todo el planeta3.
un revulsivo para el Estado Islámico de Irak,
título adoptado por la filial de al Qaida en ese
país, que más tarde acortaría para asumir la
denominación definitiva de Estado Islámico
o Dáesh (acrónimo formado por sus iniciales
en árabe, que emplearemos de ahora en adelante). Concretamente, tras enviar primero a
Siria a sus militantes de origen sirio, lo que involuntariamente provocaría la formación de una
nueva franquicia local de al Qaida (Jabhat al
Nusrah), a partir de 2013 el líder del Dáesh,
Abu Bakr al Bagdhadi, optaría por desobedecer
abiertamente a Ayman al Zawahiri, sucesor de
Bin Laden a la cabeza de al Qaida, involucrándose aún más en Siria, al tiempo que usaría las
fuerzas acumuladas durante los años anteriores
para lanzar una nueva ofensiva en Irak. A resultas de tales movimientos, Dáesh iría ocupando
importantes franjas de terreno tanto en Siria
como en Irak que consolidaría, respectivamente,
al conquistar dos ciudades de alto valor simbólico y estratégico. Como Raqqa, situada en el
noreste de Siria, que sería tomada en enero de
2014. Y, meses después, Mosul, segunda ciudad más importante de Irak, ubicada en su parte
noroeste, ocupada en junio del mismo año.
La mayor parte de las cifras relativas a incidentes y actividad terroristas que se ofrecerán en las siguientes páginas pueden extraerse consultando la Global Terrorism Database: https://www.start.umd.edu/gtd/) y los análisis anuales para el Global
Terrorism Index sobre la información procedente de esa fuente elaborados por el Institute for Economics and Peace (2015). 2016
disponible en: http://www.visionofhumanity.org
3
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
HACIA 2017: LOS AÑOS DEL CALIFATO
En términos generales, entre 2015 y 2016 el
movimiento yihadista continuaría segregando
altas dosis de violencia en Siria e Irak, pero también bastante más allá. Al igual que ya había
ocurrido en 2014, Irak, Siria, Afganistán, Nigeria
y Pakistán volverían a ser señalados como los
cuatro primeros países más afectados por terrorismo durante 2015 y 2016, abarcando por tercer año consecutivo cerca del 75% del total de
muertes ocasionadas en el mundo, aun cuando la
cifra total de víctimas mortales para ese periodo
(29.376 en 2015 y 25.673 en 2016) fuera inferior al terrible record histórico registrado en 2014.
La responsabilidad por la mayor parte de toda
esa violencia de inspiración yihadista se repartiría
entre las dos grandes ramas enfrentadas del movimiento yihadista global. Así, Dáesh, Boko Haram,
al Qaida y los Talibán encabezarían la lista de las
organizaciones terroristas más letales del mundo
entre 2015 y 2016.
Desde mediados de 2014, Dáesh establecería
un verdadero protoEstado entre Siria e Irak,
cuyos territorios se ampliarían con nuevos avances y conquistas, llegando a controlar numerosas
localidades e importantes vías de comunicación
y haciéndose presente en un espacio que, en sus
mejores momentos, llegaría a abarcar cerca de
la mitad del territorio sirio y una tercera parte
de Irak. Ello le permitiría convertirse en la organización yihadista seguramente mejor financiada del mundo (aunque también la única que
debía cubrir los inmensos gastos exigidos por la
propia administración de los territorios conquistados) y absorber la mayor parte del flujo de
voluntarios extranjeros que seguirían llegando
a Siria entre 2014 y 2016. Simultáneamente,
Dáesh ganaría el respaldo de una variedad de
organizaciones y grupos yihadistas que permanecían activos fuera de Siria e Irak, varios de
las cuales jurarían fidelidad a Bagdhadi. De
ese modo, desde mediados de 2014 se iría
urdiendo una nueva red de franquicias yihadistas a las que la dirección de Dáesh reconocería
como sus representantes en distintos territorios
definidos como otras tantas “provincias” (wilayat) del Califato. Así, en Egipto, en torno a la
Península del Sinaí, al absorber la estructura de
Ansar Beit al Maqdis, una organización local;
en Libia, país al que Baghdadi envió algunos
combatientes experimentados que lograrían
tomar varias ciudades portuarias, en medio del
caos creado por la guerra civil; en el noroeste
de Nigeria, donde se ganaría el apoyo de Boko
Haram, organización que arrastraba una larga
trayectoria militante desde 2002 y que a partir
de un cambio de liderazgo en 2009 se había
ido convirtiendo en uno de los actores yihadistas más brutales y sanguinarios de la historia
(con más de 12.700 muertes infligidas el territorio nigeriano entre 2013 y 2016); y también
en Argelia y el Sahel, Somalia, Yemen, Arabia
Saudí, Afganistán, Pakistán, Bangladesh,
Filipinas, Indonesia, el Cáucaso.
Sira e Irak continuarían experimentando una
intensa actividad militar yihadista durante los años
que siguieron a la proclamación del Califato. Ello
sería debido a Dáesh, que procuraría mantener
bajo control los territorios a base de una violencia
extrema y ejemplarizante. Pero también a otras
milicias locales sirias, en especial las más próximas a al Qaida, particularmente su filial Jabhat
al Nusra, que desde el principio de la guerra procuraría estrechar sus lazos con otros grupos insurgentes, reduciría al máximo los ataques dirigidos
contra civiles e intentaría ocultar sus vínculos con
al Qaida, negando su subordinación a Zawahiri
y adoptando en 2016 el nuevo nombre de Jabhat
Fateh al-Sham. De ese modo, la franquicia lograría vender una imagen de alternativa yihadista
“moderada” al Dáesh que le ayudaría a convertirse en uno de los actores armados más potentes
de Siria.
Más allá de Siria e Irak, franquicias de Dáesh
ganarían fuerza, a partir de 2015, en varios
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países. Destacaría, por un lado, la brutal actividad desplegada en Nigeria, por obra del ya
citado Boko Haram (responsable de 4.095 y 762
víctimas mortales en 2015 y 2016); en Egipto,
donde la Wilayat del Sinaí promovería numerosos
ataques contra fuerzas de seguridad y miembros
de la comunidad copta; y en Libia, país donde
se lograría ejercer un control efectivo sobre
alguna ciudad importante como la oriental Derna,
tomada en otoño de 2014, pero perdida poco
después, y sobre todo Sirte, situada en la parte
central de la costa libia. Asimismo, otras filiales
de Dáesh lograrían actuar con cierta contundencia en países donde tradicionalmente habían predominado o continuaban predominando los grupos afines a al Qaida: en Argelia, Túnez, Mali,
Yemen, Afganistán o Somalia. En estos dos últimos
países, al igual que en Libia, las filiales de las
dos grandes organizaciones yihadistas llegarían
a enfrentarse entre sí durante 2016.
sobre otras muchas milicias por su eficacia en
el combate, empleándose a fondo, por ejemplo,
en Sirte. Entre 2015 y 2016 la franquicia de al
Qaida para la Península Arábiga (AQAP) conseguiría recuperarse de la severa derrota sufrida en
2013 ante el ejército tras su intento de controlar
el sur de Yemen realizado aquel año. En 2016
AQAP ocuparía por unos meses la valiosa ciudad
portuaria de Mukalla, cuya pérdida en abril de
2016 no impidió que la organización se llevase
consigo una cantidad considerable de las armas y
el dinero previamente saqueados. 2016 también
sería un buen año para al Qaida en el Magreb.
Tras haber sufrido importantes defecciones entre
2013 y 2014, en 2016 AQMI volvería a reintegrar en su seno a Mojtar Belmojtar y su organización al Morabitoun, que se vería involucrada
en diversos ataques y secuestros a extranjeros.
La filial magrebí ganaría asimismo el control de
varios grupos militantes en Mali, Túnez, Libia y
realizaría varios ataques de envergadura contra
objetivos internacionales en otros países africanos, asaltando un hotel y un complejo turístico en
Burkina Faso y Costa de Marfil.
Otras filiales de Dáesh
lograron actuar con cierta
contundencia en países
donde tradicionalmente
habían predominado o
continuaban predominando
los grupos afines a al Qaida:
en Argelia, Túnez, Mali,
Yemen, Afganistán o
Somalia
No obstante, la mayor progresión insurgente
experimentada desde 2015 por un socio de al
Qaida se daría en Afganistán, donde los inmensos
recursos invertidos por Estados Unidos y la OTAN
desde otoño de 2001 no impedirían que los talibán volvieran a aprovechar las estaciones cálidas
para realizar nuevos avances. Solo a lo largo de
2016, el movimiento que gobernó Afganistán
entre 1996 y 2001 obligó al gobierno a ceder
el control de un 15% del territorio nacional, en el
que la propia al Qaida habría logrado establecer
nuevos campos de entrenamiento. Por su parte,
después de haber figurado como una de las cinco
organizaciones terroristas más letales del planeta
en 2014, al Shabaab seguiría protagonizando frecuentes asaltos a las tropas que la Unión Africana
mantenía destacadas en la parte sur de Somalia,
a las que lograría arrebatar armas y otros materiales útiles para el combate, además de seguir
perpetrando atentados en la capital, Mogadiscio,
Menos observadas y con más margen de movimiento que el permitido a las franquicias de
Dáesh, las principales filiales y otras facciones
militantes asociadas al Qaida también aumentarían su actividad más allá de Siria durante 2015,
y aún más en 2016. En Libia, Ansar al Sharia,
el Consejo de la Shura de los Muyahidín y otros
grupos conectados con al Qaida destacarían
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
la paz celebrada en Ankara (octubre de 2015,
102 muertos); en Egipto, al derribar un avión
ruso sobre la península del Sinaí (noviembre de
2015, 224 muertos); en Líbano, atacando un
barrio chií de Beirut (noviembre de 2015, entre
37 y 43 muertos); o en Afganistán, al masacrar
a los participantes en una manifestación en Kabul
promovida por la minoría étnica hazara (julio de
2016, 80 muertos), por citar sólo algunos de los
incidentes más significativos.
y otras ciudades. Pese a ello, a lo largo de 2016
la principal formación yihadista de África Oriental
se vería seriamente perjudicada por la acción de
nuevas unidades militares soMalies más competentes que sus predecesoras, así como por los ataques de aviones no tripulados de Estados Unidos.
Mucho menos efectiva resultaría aún la franquicia
creada por al Qaida en 2014 para potenciar la
actividad yihadista en el Subcontinente Indio, que
sólo lograría realizar unos pocos ataques en ciudades de Bangladesh.
Pero, y esta es otro rasgo relevante del periodo
que ahora se describe, el terrorismo yihadista no
sólo alcanzó a países musulmanes. Así, entre junio
de 2014 y diciembre de 2016, Occidente sería
escenario de 43 atentados de inspiración yihadista: 38 de ellos tuvieron lugar en Europa (14 en
Francia, 6 en Alemania, 3 en Bélgica, 2 en Reino
Unido y 1 en Dinamarca), 14 en estados Unidos y
3 en Canadá4. Un total de 356 personas murieron
por esos ataques, aun cuando la mitad de ellos no
causaron ninguna baja mortal. La mayoría de esos
atentados, aunque no todos, fueron reivindicados
por Dáesh. En concreto, los ataques promovidos
por esa organización en Occidente se concentraron entre 2015 y 2016, realizando la mayoría
de ellos en Europa. Un individuo presuntamente
conectado a Dáesh ya había matado a cuatro personas en un ataque realizado en el museo judío
de Bruselas en 2014. Asimismo, aunque dos de
los tres autores de los ataques terroristas ocurridos
en París en enero de 2015 (17 víctimas mortales)
estuvieran vinculados a la filial de al Qaida en
Yemen, el tercero, en cambio, declararía su adhesión a Dáesh. Con todo, sus primeras actuaciones
importantes en un país occidental fueron los atentados perpetrados en París en noviembre de 2015
contra distintos objetivos (varios restaurantes, un
teatro, las inmediaciones de un campo de futbol)
dando lugar a la muerte de 137 personas. Los
Entre 2014 y 2016,
Occidente fue escenario de
43 atentados de inspiración
yihadista: 38 de ellos en
Europa, 14 en Estados
Unidos y 3 en Canadá
Los años anteriores a 2017 también se verían
afectados por la intensa implicación del Dáesh en
actividades terroristas desarrolladas fuera de los
territorios de Siria e Irak. A través de sus filiales,
de células propias de ataque, antiguos combatientes y simpatizantes, la organización lograría
promover e inspirar múltiples acciones terroristas,
incluyendo varios atentados de alto impacto y
otras dirigidas contra objetivos internacionales,
realizados en otros países islámicos distintos de
Siria e Irak. Por ejemplo, en Túnez, asaltando
en su capital el Museo Nacional del Bardo después de intentar entrar en el Parlamento (marzo
de 2015, 19 muertos, la mayoría extranjeros) y
atacando a un grupo de turistas en la playa de
un hotel de lujo de Susa (junio de 2015, 38 muertos); en Turquía, atentando contra una marcha por
Vidino, L.; Maroney F. y Entenmann E. (2017). Fear thy Neighbor Radicalization and Jihadist Attacks in the West, The George
Washington University: https://icct.nl/wp-content/uploads/2017/06/FearThyNeighbor-RadicalizationandJihadistAttacksintheW
est.pdf
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violencia que lograra desplegar, tanto dentro como
fuera de los territorios bajo su control, la situación
de Dáesh no fue precisamente a mejor durante
2015 y 2016, sino todo lo contrario. Desde los
últimos meses de 2014, fuerzas oficiales sirias
e iraquíes, una amplia coalición internacional,
milicias suníes, kurdas (respaldadas por Estados
Unidos) y chiíes (dirigidas o asesoradas por Irán)
y aviones y efectivos militares rusos plantarían
cara a los soldados del nuevo Califato, ejerciendo
una presión imposible de contener por mucho
tiempo. Las primeras derrotas relevantes empezaron a producirse a finales de 2015, tiempo en
que también comenzó a reducirse drásticamente
la llegada de voluntarios extranjeros a Siria. Un
año después, en diciembre de 2016, Dáesh había
cedido ya la mitad de lo ganado en Irak y cerca
del 30% de los territorios conquistados en Siria,
a lo que habría que sumar la muerte a lo largo
del mismo año de unos 4.500 militantes, incluidos un centenar de sus mandos. Estas pérdidas se
combinarían con las producidas en Libia, el país
donde Dáesh habría logrado ejercer una mayor
influencia sobre una de sus Wilayat. En junio de
2015 el Consejo de la Shura de los Muyahidín,
uno de los grupos libios afines al Qaida antes
señalados, terminó de expulsar a los últimos restos de las fuerzas que Dáesh había conseguido
establecer en Derna, rompiendo un pacto previamente establecido entre ambas organizaciones.
Más tarde, en mayo de 2016, una coalición de
milicias lanzaría una operación militar en dirección a la ciudad de Sirte. Como consecuencia de
ello, tras largos y duros meses de batalla, Sirte
acabaría cayendo en diciembre de 2015, lo cual
provocaría la dispersión de las fuerzas de Dáesh
hacia otras partes del país. Por último, en 2016
también crecerían las dificultades para las filiales
del Dáesh en Nigeria y Egipto, donde habrían
de hacer frente a sendas ofensivas lanzadas por
los ejércitos de los dos países africanos. Además,
la despiadada sucesión de ataques masivos dirigidos contra la población civil por Boko Haram
provocó que una parte de la organización optara
por rebelarse contra su maniaco líder Abubakar
autores de dichos ataques fueron miembros de la
misma célula que luego llevaría a cabo el doble
atentado efectuado en marzo de 2016 en el aeropuerto y en una estación del metro de Bruselas,
que causó 35 víctimas mortales. En diciembre
de 2015, Dáesh reivindicaría otro atentado letal
ocurrido en la ciudad de San Bernardino, Estados
Unidos, don 14 personas murieron por los disparos de dos terroristas que luego serían abatidos.
La expectativa de que
Dáesh pudiera terminar de
perder su Califato estaba
bien asentada, pero no
había muchas esperanzas
de que los conflictos de
Irak, Siria, Libia, Mali,
Yemen, Afganistán, y otros
en los que el yihadismo
seguía involucrado, fueran
a encontrar una pronta
solución
En 2016, Dáesh hizo una llamada a sus seguidores para que lanzaran ataques contra objetivos
occidentales durante el tiempo del Ramadán, desatando una oleada de atentados perpetrados a lo
largo del mes de julio, siendo las más graves la
masacre ocurrida en una discoteca de Orlando
(50 muertos) y el atropellamiento masivo a los
transeúntes del paseo marítimo de Niza (84 muertos), a las que se añadirían otros varios atentados
en Francia y Alemania. Por último, en el mes de
diciembre otro simpatizante del Dáesh mataría a
doce personas más, al arrollar a una multitud congregada en un mercadillo navideño de Berlín.
Aunque no todo fueron victorias ni golpes de
efecto durante los años del Califato. A pesar de la
19
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Shekau, provocando una escisión que dividiría
sus fuerzas.
de dificultades y contratiempos. Al mismo tiempo,
el relativo declive del Dáesh, aún no asegurado,
ayudaba a imaginar que la organización trataría
de compensar sus futuras derrotas intensificando
sus esfuerzos para proyectar violencia y multiplicar víctimas en Occidente.
Pese a todo, a finales de 2016 parecía claro que
durante el año que estaba a punto de comenzar la violencia y el terror yihadistas continuarían comprometiendo la paz, la estabilidad y la
seguridad mundial. Otros problemas y fuentes
de amenaza seguirían vigentes. Quizá algunas
de ellas fueran más graves y destructivas que el
terrorismo. Pero en algunos escenarios también
podrían contribuir a realimentarlo. En Siria,
donde los seis años casi cumplidos de combates
habían provocado ya unas 500.000 muertes y
forzado el desplazamiento y abandono de sus
hogares de unos doce millones de personas, la
situación resultaba particularmente dramática,
ya que ninguno de los múltiples contendientes
armados había desparecido de escena y muchos
conservaban el respaldo de Estados extranjeros.
La expectativa de que Dáesh pudiera terminar de
perder su Califato estaba bien asentada, pero no
había muchas esperanzas de que los conflictos
de Irak, Siria, Libia, Mali, Yemen, Afganistán, y
otros en los que el yihadismo seguía involucrado,
fueran a encontrar una pronta solución. En todos
esos escenarios, y en países con menores niveles
de violencia que también seguían enfrentados a
la amenaza, los actores yihadistas todavía en
activo habían dado sobradas pruebas anteriores
sobre su capacidad de adaptación a toda clase
El dolor infligido por los atentados ya cometidos en
Francia, Alemania y Estados Unidos hacían temer
que el terrorismo reapareciese en esas y otras
naciones de nuestro entorno. Pero, a la inversa,
en otros países europeos (España entre ellos) los
años transcurridos sin atentados quizá hubieran
alimentado el optimismo de que el terrorismo no
volvería a darse en casa… Entretanto, los organismos responsables de la seguridad y sus analistas
mantenían su preocupación sobre la multiplicidad
de actores de los que cabía temer nuevas tentativas para atentar en Occidente: equipos de ataque
enviados desde el exterior, células autóctonas y
radicalizadas en Occidente estimuladas por las
grandes organizaciones yihadistas, combatientes retornados, voluntarios que vieron frustrado
su intento de hacer la yihad en tierras islámicas,
jóvenes idealistas abducidos por algún predicador fanático o yihadista veterano sin escrúpulos,
criminales y perturbados en busca de un pretexto
para convertir en asesinos, etc. Y entonces llegó
2017. Si usted, amigo lector, quiere conocer lo
que el yihadismo dio de sí en ese año que acaba
de terminar, siga leyendo.
20
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
LOS ATENTADOS YIHADISTAS EN 2017
CARLOS IGUALADA TOLOSA
INTRODUCCIÓN
Unos minutos fueron suficientes para que el terrorismo yihadista hiciese acto de presencia en
2017. El atentado, cometido por un ciudadano
de Kirguistán en una sala de fiestas de Estambul,
donde se celebraba la Nochevieja, dejó una cifra
de 39 víctimas tras entrar al local tiroteando a
todos los que allí se encontraban. Transcurridos
tan sólo cuatro días desde el comienzo del año, al
menos se habían cometido 22 atentados en doce
países distintos.
actúan bajo esta ideología fundamentalista a nivel
global.
La tan proclamada caída del Califato del autodenominado Estado Islámico, anunciada desde
principios de 2017 y convertida en realidad a
finales de año ha supuesto la derrota de Dáesh a
nivel militar, privándole de un territorio que, en
su momento de mayor apogeo, llegó a abarcar
una superficie similar a la de Reino Unido, manteniendo a día de hoy solo el 2% de esa vasta
extensión. Sin embargo, la caída progresiva del
Califato ha ido acompañada de un aumento de
los países que han sido escenario de atentados
yihadistas, mostrando de forma representativa
una amenaza de carácter mundial que cada
año que pasa extiende su influencia y su ideología del terror por rincones del planeta donde
hasta entonces su existencia era muy minoritaria
o incluso nula. Dentro de este contexto de globalización de los atentados se debe entender la
oleada de ataques que se viven en Europa, principalmente en la parte más occidental del continente, desde inicios de 2015 con el atentado
de Charlie Hebdo. Los quince atentados perpetrados en esta región europea a lo largo del
2017, dos cometidos por la célula autónoma de
Cataluña y el resto por individuos inspirados en
la ideología del salafismo yihadista, especialmente emanada de la propaganda que Dáesh
ha sabido hacer llegar hacia sus seguidores,
son la mejor muestra de que la seguridad nunca
podrá garantizarse en su totalidad al cien por
cien.
La caída progresiva del
Califato ha ido acompañada
de un aumento de los países
que han sido escenario
de atentados yihadistas,
mostrando de forma
representativa una amenaza
de carácter mundial que
cada año que pasa extiende
su influencia
El balance realizado tras finalizar el 2017 pone
de manifiesto la evolución de este fenómeno
extremista que utiliza de forma interesada y tergiversada los preceptos del islam para justificar
sus acciones. Este balance se ha podido llevar a
cabo a través del seguimiento que se ha realizado
de la actividad de todas las organizaciones que
21
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
1. PRESENCIA GLOBAL
DEL TERRORISMO YIHADISTA
El procedimiento metodológico por el cual se rige
la presente investigación tiene como base la búsqueda en fuentes abiertas de atentados de etiología yihadista a nivel global y el posterior estudio
de éstos. Toda la información y las referencias que
se exponen a lo largo del artículo están extraídas
de los análisis mensuales que han sido publicados
por el autor a lo largo del año 2017, pudiéndose
ver todo su conjunto en la sección Observatorio
de Atentados Yihadistas incluidos en la página
web del OIET.
En el año 2017 han sido 42 los países que se
han convertido en algún momento en el escenario
de al menos un atentado de etiología yihadista.
Entre todos ellos destacan algunos en los que la
presencia de atentados de esta índole es diaria,
como son Irak o Afganistán, mientras que otros
casos llaman especialmente la atención, como es
en China, donde la presencia de uigures vinculados a la yihad cada vez es mayor. Precisamente,
el atentado cometido en febrero en la ciudad de
Xinjiang en el que murieron cinco civiles apuñalados por arma blanca fue investigado por las autoridades como un acto por parte de miembros de
esta etnia y del Movimiento Islámico de Turkestán.
Por su parte, Gabón o Mozambique son ejemplos
de países en los que la presencia de la ideología
yihadistase ha transformado por primera vez en
un atentado, y esto es debido en parte a la presión que están ejerciendo hacia su entorno más
próximo las principales organizaciones yihadistas
que operan en el Sahel, teniendo como principales focos de actuación Mali y las inmediaciones
del lago Chad.
Por último, no está de más señalar los condicionantes y criterios establecidos para contabilizar los 1.459 casos de estudio que han sido
documentados:
•
Necesariamente han debido ser atentados
perpetrados por organizaciones yihadistas o
individuos que se han inspirado en su ideología para realizar la acción y cuya vinculación
ha quedado de manifiesto en las investigaciones policiales.
•
Donde al menos se ha producido una víctima,
pudiendo ser el propio terrorista (a excepción
de Europa Occidental donde no se ha tenido
en cuenta esta condición).
•
Como se puede apreciar en los documentos gráficos, Irak ha sido el país más afectado por la actividad yihadista, superando el medio millar de atentados que han provocado al menos una víctima. El
hecho de que este país abarque el 35% del total
de atentados documentados a nivel global es un
claro indicador de la intensa actividad del terrorismo islamista sobre el territorio. En este sentido,
es especialmente representativa la estrategia que
ha seguido Dáesh en este país, donde a medida
que ha ido perdiendo territorios de su Califato,
ha evolucionado su comportamiento hacia una
acción insurgente con la que ha aumentado considerablemente el uso de artefactos explosivos
improvisados (Improvised Explosive Devices, IEDs
por sus siglas en inglés), así como el uso de coches
bomba, como se verá más tarde.
Que estén documentados por open sources
de medios u organizaciones nacionales e
internacionales.
22
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
PAÍSES Y NÚMERO DE ATENTADOS YIHADISTAS PERPETRADOS EN CADA UNO DE ELLOS
País
Número de
atentados
1
Irak
505
2
Afganistán
3
País
Número de
atentados
22
Indonesia
5
187
23
Bangladesh
5
Nigeria
105
24
Chad
4
4
Somalia
92
25
Reino Unido
4
5
Siria
90
26
Francia
4
6
Pakistán
88
27
Turquía
2
7
Egipto
65
28
Bélgica
2
8
Mali
60
29
Líbano
2
9
Kenia
28
30
España
2
10
Yemen
27
31
Australia
2
11
Camerún
27
32
Mozambique
2
12
India
26
33
Irán
2
13
Filipinas
23
34
Estados Unidos
2
14
Burkina Faso
19
35
Jordania
1
15
Libia
16
36
Israel
1
16
Níger
12
37
China
1
17
Rusia
10
38
Suecia
1
18
Túnez
8
39
Alemania
1
19
Arabia Saudí
7
40
Finlandia
1
20
Argelia
6
41
Gabón
1
21
Tailandia
6
42
Mauritania
1
TOTAL
1.459
23
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Afganistán es el segundo país que más ha sufrido el
terrorismo yihadista en 2017. Los continuos atentados que los grupos talibán han cometido contra las
fuerzas de seguridad en mayor proporción,sumados a la progresiva llegada de miembros de Dáesh
procedentes de Siria e Irak —que han huido tras las
derrotas militares en estos países—, han provocado
que el Gobierno haya perdido el control de más de
la mitad del territorio. Esta situación se está dando
esencialmente en regiones rurales donde los grupos
yihadistas han sabido hacerse fuertes y controlar
de forma efectiva sus dominios ante la incapacidad
gubernamental. El establecimiento de combatientes
de Dáesh y su deseo por controlar territorio afgano
ha provocado que se den decenas de enfrentamientos armados con los talibán, con más incidencia en
la provincia de Nangarhar. En este marco, Dáesh
obtuvo en junio una victoria más simbólica que efectiva tras arrebatarle la histórica Tora Bora a los talibán, aunque pocos días más tarde las tropas afganas los expulsaran del lugar. No obstante, también
se han producido alianzas en determinados momentos por la confluencia de intereses, dándose casos en
los que han cometido atentados sobre distintas poblaciones civiles de mayoría chií, sin que de momento
esta cooperación se haya trasladado de forma clara
contra objetivos de las fuerzas de seguridad.
Estados Unidos está realizando de forma periódica
desde la llegada a la presidencia de Donald Trump.
Pese a ello, Somalia se sitúa como cuarto país más
afectado por el terrorismo yihadista, centrando gran
parte de sus atentados en su capital, Mogadiscio,
y siendo al Shabaab el grupo yihadista que más
ha atacado a agentes e intereses gubernamentales,
como muestran los atentados contra políticos locales
y nacionales o las acciones suicida y coches bomba
junto al Parlamento. Por su parte, el Estado Islámico
en Somalia, surgido en octubre de 2015, ha ido
haciéndose un hueco y controlando distintos asentamientos en el estado autónomo de Puntland, reivindicando su primer atentado suicida en el país en mayo
de este año. Precisamente, por este aumento de su
capacidad en la región, algunos de los bombardeos
estadounidenses han ido dirigidos contra la filial de
Dáesh en este país, habiéndose producidoel último
de ellos a finales de noviembre.
El quinto lugar lo ocupa Siria, un país que va camino
de cumplir el séptimo aniversario desde el inicio de
la guerra civil. A lo largo de este año, Dáesh ha ido
perdiendo de la misma forma que en Irak los últimos
bastiones que tenía en su poder, siendo anunciada
su derrota total por el presidente ruso Vladimir Putin
en diciembre. La caída de Raqqa dos meses antes
de esta declaración del Gobierno ruso aceleró la
descomposición del Califato tras perder su capital,
cayendo su otro gran bastión, Deiz-Ez-Zor, semanas después. Tras esta derrota, inmediatamente la
estrategia de Dáesh ha evolucionado hacia la insurgencia, recurriendo con frecuencia al empleo de
coches bomba y a terroristas suicidas que, desde
entonces, han atentado tanto contra objetivos civiles como contra las fuerzas de seguridad.
Nigeria sigue siendo el territorio del Sahel con mayor
actividad yihadista, pese a que progresivamente la
capacidad del grupo predominante, Boko Haram,
está disminuyendo tras las derrotas cosechadas ante
las fuerzas gubernamentales. Entre ellas destaca
la sufrida durante los últimos días de 2016, en la
que perdieron su importante refugio del bosque de
Sambisa, un paraje natural del tamaño de Andalucía
que servía a los terroristas como escondrijo. Pese a
ello, el noreste del país sigue siendo el epicentro de
su actividad y los más de cien atentados documentados en la zona son la mejor muestra de ello.
El Gobierno afgano ha
perdido el control de más de
la mitad del territorio por los
ataques talibán y la llegada
de combatientes de Dáesh
La situación en Somalia tiene ciertos paralelismos con
la de Nigeria, ya que, al igual que sucede con Boko
Haram, al Shabaab está sufriendo duros reveses a
manos del ejército soMali y los bombardeos que
24
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
2. LAS VÍCTIMAS
En cuanto a la evolución del terrorismo yihadista
en otras regiones, es preciso destacar el grave
contexto que se está desarrollando en el Sahel,
destacando dos focos que han ido aumentando
su inestabilidad a medida que avanzan los
meses: Mali y el entorno del lago Chad. A día
de hoy, se puede afirmar que la mayor amenaza yihadista de esta región procede de Mali,
tras el surgimiento de una nueva organización
en marzo como resultado de la agrupación de
distintas entidades yihadistas que operaban
en este territorio. Jama’at Nasr al Islamwal
Muslimin (JNIM) que actúa desde entonces bajo
la fidelidad y amparo de al Qaida.Es la suma
de, al menos, la facción maliense de al Qaida
en el Magreb Islámico (AQMI), Ansar Dine, al
Morabitoun y el Frente de Liberación de Macina.
A ello habría que añadirle la cooperación que
mantiene con Ansaroul Islam, otra organización
fundada poco antes, naciendo como filial de
Ansar Dine en Burkina Faso. Apenas unas semanas después de la formación oficial de JNIM se
produjo el primer atentado y desde entonces
ha cometido más de medio centenar, mayoritariamente contra las fuerzas de seguridad de la
MINUSMA, la misión de la ONU establecida
en el país desde 2013. De hecho, a lo largo
de este año han fallecido 45 soldados de dicha
misión y más de 200 militares malienses. Esta
situación ha llevado a las autoridades gubernamentales a prorrogar en distintas ocasiones el
estado de emergenciadesde que se implantó en
noviembre de 2015. En cuanto a las inmediaciones del lago Chad, son varios los países que
han visto aumentada la presencia del salafismo
yihadista por la influencia que ha ejercido Boko
Haram, repitiéndose asiduamente las acciones
cometidas en los territorios fronterizos de Níger,
Camerún y el propio Chad.
El número de víctimas documentado durante el
seguimiento realizado de la actividad yihadista
durante el año 2017 ha sido de 13.634 personas. Todas ellas han perdido la vida en atentados
y ataques cometidos por organizaciones yihadistas o individuos que han actuado bajo la influencia de su ideología, quedando al margen del listado, que no de la memoria colectiva, los cuerpos
sin vida que han sido encontrados en fosas comunes halladas a medida que se iban recuperando
territorios a Dáesh en Siria e Irak, superando con
creces varias decenas de miles.
El 39% de las víctimas del
terrorismo yihadista a nivel
mundial se han producido
en un solo país: Irak
El paralelismo lógico indica que el número de víctimas provocadas por el terrorismo yihadista está
estrechamente ligado a la cantidad de atentados
que se producen en un país. Partiendo de esta evidencia, los ocho primeros países con más atentados ocupan prácticamente las mismas posiciones
en cuanto al número de fallecidos. Irak es el país
que más pérdidas humanas ha tenido como consecuencia de este fenómeno, siendo al menos 5.335
las personas que han perecido. Esto supone que el
39% de las víctimas del terrorismo islamista a nivel
mundial se han producido en un solo país. Este
dato explica por qué Irak es quizá el único territorio en el que el yihadismo engrosa cada día del
año y de forma constante el número de víctimas,
con atentados que se producen prácticamente por
toda su geografía, y no sólo en una región, como
sucede en otros muchos países.
25
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
NÚMERO DE VICTIMAS POR PAÍSES
País
Número de fallecidos
1
Irak
5.335
2
Afganistán
3
País
Número de fallecidos
23
Tailandia
16
2.077
24
Indonesia
13
Siria
1.206
25
Bangladesh
11
4
Somalia
1.185
26
Túnez
10
5
Nigeria
780
27
Estados Unidos
8
6
Egipto
682
28
Líbano
8
7
Pakistán
578
29
Arabia Saudí
6
8
Mali
569
30
Argelia
6
9
Filipinas
184
31
China
5
10
Camerún
162
32
Suecia
5
11
Yemen
152
33
Israel
4
12
Kenia
94
34
Mozambique
4
13
Libia
91
35
Francia
3
14
Chad
88
36
Australia
2
15
Níger
76
37
Finlandia
2
16
India
71
38
Mauritania
2
17
Burkina Faso
56
39
Jordania
1
18
Turquía
40
40
Alemania
1
19
Reino Unido
35
41
Bélgica
0
20
Rusia
27
42
Gabón
0
21
Irán
23
TOTAL
13.634
22
España
16
Excluidos los terroristas muertos durante la ejecución del atentado.
26
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
más de la mitad de los atentados y 7.523 víctimas
(un 55,1% del total), mientras que, en el África
Subsahariana, donde se encuentra el Sahel y
el Cuerno de África, se han contabilizado 349
atentados en los que han muerto 3.016 personas (22.1%). Por su parte, en el Sur de Asia, que
reúne entre otros países a Afganistán, Pakistán y
la India, se han dado al menos 301 acciones yihadistas que han dejado 2.726 muertos (19,9%).
Estos datos permiten llegar a la conclusión de
que sólo un 3% de las muertes causadas por el
terrorismo yihadista se han producido en zonas
externas a estos tres focos, confirmando de forma
empírica que la inmensa mayoría de las víctimas
provocadas por el terrorismo yihadista se dan en
países del mundo árabe-musulmán.
NÚMERO Y PORCENTAJE DE VÍCTIMAS EN LOS CINCO
PAÍSES MÁS AFECTADOS
22.30%
39.10%
5.70%
8.70%
8.80%
15.20%
PORCENTAJE DE VÍCTIMAS POR REGIONES
Irak
Somalia
Afganistán
Nigeria
Siria
Resto
0.40%
1.70%
Otra estadística que resulta especialmente significativa es que 10.583 de las 13.634 personas que
han fallecido en atentados lo han hecho en uno de
los cinco primeros países; o, lo que es lo mismo,
el 77,6% de las víctimas del terrorismo yihadista
se han dado en Irak, Afganistán, Siria, Somalia y
Nigeria.
0.20%
20%
55.20%
22.10%
El 77,6% de las víctimas del
terrorismo yihadista se han
dado en Irak, Afganistán,
Siria, Somalia y Nigeria
En cuanto a un análisis geográfico, la inmensa
mayoría de las víctimas se ubican en bolsas muy
concretas, siendo Oriente Medio y el Norte de
África (MENA por sus siglas en inglés), África
Subsahariana y el Sur de Asia los principales
focos. La región MENA por sí misma ha abarcado
MENA
Sudeste Asiático
África Subsahariana
Europa Occidental
Sur Asia
Eurasia
El análisis de los datos extraídos de Europa
Occidental arroja que se han producido 15
acciones inspiradas en la ideología yihadista
y 63 víctimas mortales. La oleada de atentados
27
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
3. LOS ATENTADOS MÁS LETALES
yihadistas en la que la sociedad europea se
encuentra inmersa desde inicios de 2015 y la percepción de amenaza constante que existe en el
seno de la ciudadanía contrasta con el dato de
que sólo el 0,4% de las víctimas causadas por el
terrorismo yihadista durante 2017se ha producido
en suelo europeo.
El año 2017 se ha caracterizado por la alta letalidad de algunos de los atentados producidos.
Por encima de todos ellos, destaca el ocurrido en
Mogadiscio, la capital de Somalia, el 14 de octubre, tras estallar un camión bomba que contenía
una gran cantidad de explosivos. En esta acción,
atribuida a al Shabaab, murieron 512 personas
y hubo varios centenares de heridos. El atentado
de Mogadiscio se ha convertido en el ataque
yihadista que más muertes ha provocado desde
el 11-S.
Sólo el 0,4% de las víctimas
causadas por el terrorismo
yihadista durante 2017se ha
producido en suelo europeo
LOS 11 ATENTADOS YIHADISTAS MÁS LETALES
Fecha
Lugar
Número de fallecidos
1
14 de octubre
Mogadiscio (Somalia)
512
2
24 de noviembre
Sinaí (Egipto)
305
3
21 de abril
Balkh (Afganistán)
240
4
1 de junio
Mosul (Irak)
200
5
31 de mayo
Kabul (Afganistán)
150
6
13 de mayo
Mosul (Irak)
145
7
5 de noviembre
Deir-ez-Zor (Siria)
100
8
16 de febrero
Sindh (Pakistán)
88
9
24 de febrero
Al Bab (Siria)
87
10
11 de mayo
Damasco (Siria)
74
11
14 de septiembre
Nasiriya (Irak)
74
28
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Por detrás del atentado de Somalia se encuentra el ocurrido un mes después en el norte de la
Península del Sinaí. El ataque a una mezquita sufí
durante el rezo del viernes tras detonar varios
artefactos explosivos y tirotear a las víctimas que
trataban de huir posteriormente del caos se saldó
con la muerte de 305 personas, entre las que se
encontraban varias decenas de niños. El modus
operandi y el objetivo de atacar un templo sufí
apuntan a una autoría de Wilayat Sina, filial de
Dáesh en Egipto que se caracteriza por el mismo
sectarismo que su franquicia mayor, habiendo
cometido atentados indiscriminados contra distintas ramas del islam así como contra los cristianos
coptos. Precisamente, la oleada de atentados contra la población copta que sumió al país en abril
de este año provocó que el gobierno decretase el
establecimiento del estado de emergencia, siendo
renovado por otros tres meses a comienzos de
2018.
escapaban de la ciudad. El segundo, documentado un mes más tarde, se produjo en apenas una
hora en la que varios francotiradores de Dáesh,
colocados en tejados de la ciudad, acabaron con
la vida de otros 200 civiles que trataban de huir
de la ciudad. El tercer atentado de Irak que cierra
el listado se ejecutó en la ciudad de Nasiriya, tras
producirse un doble atentado suicida de Dáesh en
una zona de restaurantes que coincide con una
ruta de peregrinos chiíes. En este doble ataque
suicida murieron 74 personas, siendo en su mayoría civiles.
En el caso de Afganistán, además del ya comentado atentado en Balkh, se produjo en mayo un
atentado con un camión bomba en la zona diplomática de la capital que se saldó con la muerte de
150 personas. Mientras, en Siria los dos escenarios que ocupan este listado son ejemplos de las
represalias y la dureza con la que ataca Dáesh
en aquellos territorios recientemente perdidos. En
febrero, un día después de ceder la ciudad de al
Bab, se produjo la explosión de un coche bomba
que acabó con la vida de 77 personas. De la
misma forma, la ciudad de Deir ez-Zor, recuperada de manos yihadistas, fue escenario de otro
gran atentado en noviembre tras hacerse estallar
un terrorista suicida a bordo de un coche bomba
en un campo de refugiados, muriendo en el acto
al menos cien personas.
El tercer atentado que ha provocado mayor
número de víctimas se produjo en la provincia
afgana de Balkh durante un ataque de al menos
una decena de terroristas talibán en una base
militar del Ejército Nacional de Afganistán. Dicha
acción, ocurrida en el mes de abril, acabó con
la muerte de todos los terroristas y de, al menos,
240 soldados, convirtiéndose en el mayor ataque
yihadista contra las fuerzas de seguridad en todo
el 2017.
El análisis de los once atentados con mayor índice
de letalidad permite llegar a las mismas conclusiones que el estudio general que se está presentando. Todas estas acciones han sucedido en los
países que encabezan el listado de número de
atentados sufridos y de víctimas provocadas por
ellos, a excepción de Nigeria. De esta forma, Irak
ha sufrido tres. Dos de ellos se han producido en
Mosul, teniendo como objetivo la población civil
que intentaba huir de la ciudad en manos de los
yihadistas de Dáesh. El primero de ellos, perpetrado en mayo, consistió enla ejecución de 145
personas que habían sido capturadas mientras
29
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
4. GRUPOS YIHADISTAS
fuerzas de seguridad filipinas durante la reconquista de Marawi, producida finamente en el mes
de octubre.
Es preciso comenzar este apartado comentando la
situación de Dáesh, el grupo terrorista hegemónico
que, con toda probabilidad, perderá este estatus
a corto plazo. El Califato surgido a mediados de
2014, cuya máxima expansión llegó apenas un
año después, se ha desmoronado con la misma
rapidez con la que se formó. La pérdida territorial
y las derrotas militares han intentado compensarse
con vistas a sus seguidores con un aumento de sus
acciones en países occidentales, inspirando a una
gran cantidad de individuos a través de sus distintas herramientas de comunicación y logrando que
éstos actúen jurándole antes fidelidad. No obstante, la capacidad logística de Dáesh para planificar estos atentados es muy limitada actualmente
y los ataques reivindicados se limitan a acciones
que un determinado individuo comete por cuenta
propia, únicamente inspirado por su ideología y
su propaganda, sin que en muchos casos haya
existido un vínculo directo o una comunicación
entre el autor y la propia organización.
Asimismo, a lo largo del año 2017 y lejos del
foco occidental, Dáesh ha reivindicado atentados
en Burkina Faso tras la creación tiempo atrás del
Estado Islámico en el Gran Sahara; en Nigeria
con su facción escindida de Boko Haram; en Irán,
donde reivindicó el primer atentado a comienzos de junio, en el que murieron trece personas
en Teherán; en la región de Cachemira, donde
se ha atribuyó su primer atentado en el mes de
noviembre; o en la zona de Puntland en Somalia,
gracias al control que ejerce sobre el territorio. Si
a ello añadimos el potencial de Wilayat Sina en
la península del Sinaí, sumado a otros reductos
que todavía tiene en Libia, así como en la propia Siria e Irak o el incremento de su presencia
en Afganistán, se puede concluir que todavía es
pronto para decir que Dáesh, como organización
terrorista, está acabada.
Los grupos talibán están recuperando el protagonismo que tuvieron en tiempos pretéritos a la
invasión estadounidense de 2001. La estrategia
de no plantar cara a un ejército infinitamente
superior y la decisión de retirarse a zonas montañosas esperando de nuevo la oportunidad está
resultando eficaz. De esta forma, en los últimos
años han ido recuperando territorios rurales sin
demasiada dificultad y, a día de hoy, hacen frente
de nuevo a unas autoridades incapaces de doblegarlos. Especialmente importante ha sido la gran
ofensiva talibán desarrollada durante la campaña
de primavera, algo que le ha permitido ampliar
de nuevo de forma significativa sus dominios. El
aumento de atentados respecto a los años anteriores y la pérdida de territorios del control gubernamental son un claro indicador de la creciente
inestabilidad.
Otro aspecto interesante es que, a medida que se
producía el declive del Califato, muchos milicianos
de Dáesh han huido hacia otros territorios donde
existen filiales del grupo terrorista, traduciéndose
en un aumento de atentados en dicho territorio.
Tales son los casos de Afganistán o Egipto, donde
la llegada de estos combatientes se ha traducido
en un aumento de las acciones reivindicadas por
Dáesh en estos países. Esta misma situación se ha
apreciado en distintos países del Sudeste Asiático,
donde la influencia del Estado Islámico sigue creciendo. Precisamente uno de los países con mayor
influencia de Dáesh en esta región es Filipinas,
donde en el mes de mayo los yihadistas del Maute
Group y Abu Sayyaf se hicieron con el control de
la ciudad de Marawi, la cual estuvo en su poder
durante medio año. El éxito cosechado por los
extremistas fue recompensado por Dáesh, quien
nombró a Isnilon Hapilon, líder de Abu Sayyaf,
emir de los territorios del Sudeste Asiático. Tanto
él como Omar Maute fueron abatidos por las
Sin embargo, la llegada de combatientes de
Dáesh que se han sumado a Wilayat Khorasan,
provincia de este grupo de Afganistán y Pakistán,
30
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
nigeriana. El mejor ejemplo de ello es la pérdida de su gran refugio de Sambisa a finales de
diciembre de 2016. Por otro lado, es necesario
tener en cuenta el proceso de descomposición
interna que sufre el grupo desde que se produjo
la escisión tras la irrupción de la influencia de
Dáesh, provocando que parte de sus seguidores
fundasen Wilayat Gharb Ifriqiyyah bajo el liderazgo de Abu Musabal Barnaoui, hijo del fundador de Boko Haram. A esta escisión habría que
sumar la de Ansaru, que surgió anteriormente tras
otra disputa dentro de la organización nigeriana.
La rivalidad personal entre los líderes de las distintas facciones también es un factor a tener en
consideración. De momento el protagonismo lo
sigue teniendo Abubakar Shekau, a quien se le
ha dado por muerto en varias ocasiones, todas
desmentidas por él mismo en videos difundidos
por Internet y siendo el último de ellos publicado
un día después de la llegada del nuevo año.
Precisamente por estas desfavorables circunstan-
ha provocado que se haya abierto un nuevo
frente. Es poco probable que se produzca un
entendimiento entre ambas organizaciones por
sus profundas discrepancias, pero la posibilidad
de que este acuerdo pueda ser fructífero en un
futuro ampliaría con creces el potencial yihadista
en la región. A ello hay que añadir que la situación en Pakistán sigue complicándose de la misma
forma con la presencia del brazo talibán en el
país a través de Tehrik-e-Talibán Pakistan (TTP) y
la Red Haqqani, especialmente relevante en las
zonas tribales fronterizas con el país afgano.En
2017, cerca de la mitad de los ataques cometidos
en este país han llevado la firma de la facción
talibán. Precisamente en Pakistán se encuentra
otro grupo yihadista, Lashkar-e-Jhangvi, que mantiene cierta afinidad con Dáesh por su fuerte sectarismo, siendo este uno de los principales sellos de
identidad de ambas organizaciones. En el caso
de Lashkar-e-Jhangvi, han cometido distintos atentados contra la minoría Ahmadi.
NÚMERO DE ATENTADOS Y FALLECIDOS CAUSADOS POR CADA GRUPO YIHADISTA
Organización terrorista
Número de atentados
Número de víctimas
Dáesh y filiales
641
7.024
Talibán
255
2.718
Boko Haram
137
1.093
Al Shabaab
109
1.254
Franquicias de al Qaida
90
614
En cuanto a Boko Haram, ya se ha comentado
que está en una situación desfavorable en comparación con los últimos años, sin olvidar que
llegó a desbancar a Dáesh como organización
terrorista causante del mayor número de víctimas. El retroceso del grupo se explica en gran
medida por la presión ejercida por las fuerzas
de seguridad quedurante el último año y medio
están combatiendo de forma efectiva a la secta
cias que está teniendo la organización para su
supervivencia en el noreste de Nigeria ha comenzado a intentar ampliar su radio de actuación por
las fronteras de los países limítrofes, y la muestra
de ello son el medio centenar de atentados cometidos entre Camerún, Níger y Chad.
En el Cuerno de África la preponderancia regional la sigue ostentando al Shabaab, que centra
31
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
al Qaida pasó a ocupar un segundo lugar, alejado tanto del protagonismo mediático como de
las principales ofensivas de las coaliciones internacionales, cediendo el liderazgo de la organización a sus franquicias regionales. Tanto al Qaida
en el Magreb Islámico (AQMI), como al Qaida
en la Península Arábiga (AQPA) y más recientemente la coalición de grupos yihadistas en Mali
bajo el nombre de JNIM, han sabido hacer frente
a la amenaza que suponía Dáesh en estas regiones. Estas franquicias han sido capaces de dejar
a los grupos vinculados al Estado Islámico en un
segundo plano que, salvo en determinados atentados puntuales con cierta trascendencia, no han
conseguido arrebatarles la preponderancia hegemónica en la región. Sin embargo, está por ver
cuál es la capacidad real que tiene actualmente
al Qaida en países clave como Siria, tras la escisión de su filial Al Nusra en verano de 2016 y la
formación de una nueva coalición de grupos yihadistas a finales de enero de 2017 bajo el nombre
de Tahrir al Sham y que integraba a estos grupos:
Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), Nur al
Din al Zinki, Liwa al Haqq, Jaish al Sunna y Jabhat
Ansar al Din. Desde su formación han cometido
varios atentados y han mantenido distintos enfrentamientos de alta violencia con Dáesh. Un ejemplo
de ello es el atentado suicida perpetrado por el
Estado Islámico en la sede de este grupo, que provocó varios muertos en el mes de mayo.
sus operaciones en Somalia, expandiéndolas progresivamente por la zona fronteriza de Kenia, país
en el que al menos ha cometido 28 atentados a lo
largo de 2017. Pese a los esfuerzos de las autoridades por combatir al grupo y a la intervenciónestadounidense con sus bombardeos, al Shabaab
sigue manteniendo gran parte de su capacidad
operativa y la mejor muestra de ello son las 109
acciones yihadistas documentadas. La capital
Maiduguri, la región autónoma de Puntland y la
frontera con Kenia son las bolsas que concentran
la mayor parte de sus atentados.
Al Qaida, la organización
liderada por Ayman al
Zawahiri, ha comenzado a
resurgir a medida que se
producía el declive militar
de Dáesh
Este apartado no podía finalizar sin comentar la
situación de al Qaida. La organización liderada
por Ayman al Zawahiri ha comenzado a resurgir
a medida que se producía, de forma diametralmente opuesta, el declive militar de Dáesh. Con el
auge que tuvo el Estado Islámico a partir de 2014,
32
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
5. MODUS OPERANDI
En cuanto a los modus operandi más utilizados
por Dáesh, durante todo el año se ha apreciado
el uso ilimitado de artefactos explosivos, que han
provocado cerca del 60% de las más de 7.000
personas asesinadas por Dáesh. Estos IED’s se
han cobrado la vida tanto de civiles como de fuerzas de seguridad, siendo particularmente utilizados en aquellas ciudades en las que iban retrocediendo. Su estrategia, basada en la colocación de
estos artefactos escondidos por todos los rincones
dificultaba enormemente el avance de sus enemigos, mientras que, a su vez, provocaba un elevado número de bajas por las explosiones que se
producían. De esta forma, ciudades como Palmira
o la propia Mosul se convirtieron en auténticos
campos de minas tras abandonar Dáesh la ciudad. La perversión de los terroristas del grupo fue
tal que llegaron a incorporar pequeñas bombas
a juguetes infantiles, los cuales dejaban por las
calles para que posteriormente estallasen cuando
algún niño intentase recogerlos para jugar con
ellos. Otro ejemplo de su depravación se observa
en el hallazgo que realizaron las tropas iraquíes
en el mes de enero en la parte de Mosul que
habían recuperado: un perro callejero que llevaba
adosados explosivos a su cuerpo. Uno de los artificieros consiguió extraérselos sin que el animal ni
ninguna persona sufriesen daños.
La puesta en práctica de la actividad yihadista se
ha presentado de formas múltiples y variadas. Los
modus operandi empleados varían en función de
la localización y del potencial operacional de las
propias organizaciones yihadistas, así como del
manejo y la capacidad de aprendizaje e innovación en sus tácticas.
Dáesh ha empleado
artefactos explosivos para
asesinar al 60% de sus más
de 7.000 víctimas
Dáesh se ha mostrado una vez más como el grupo
terrorista con mayor suficiencia a la hora de crear
nuevas estrategias para ejecutar sus atentados.
A finales de 2016 se documentaron los primeros
atentados en los que se utilizaron drones a nivel
logístico. Estos drones venían siendo utilizados por
la organización para grabar desde otros ángulos
y desde una perspectiva aérea más espectacular
los atentados suicidas que cometían sus combatientes. No obstante, en los últimos meses de ese
año se dieron los primeros casos de drones que
trasportaban pequeñas bombas, las cuales soltaban en el momento en el que se fijaban encima de
su objetivo. Esta práctica de utilizar drones como
bombarderos se extendió especialmente durante
los primeros meses del 2017, siendo desde entonces un arma que ha sido utilizada de forma frecuente. Asimismo, durante los meses de marzo y
abril, se produjeron al menos tres casos de ataques cometidos por Dáesh en los que la población
civil de Mosul fue bombardeada con armas químicas que contenían gas de cloro.
Las otras estrategias habituales de Dáesh para
cometer sus atentados siguen siendo la utilización
de terroristas suicidas que llevan adheridos a su
cuerpo los explosivos, así como el empleo de individuos que conducen vehículos totalmente blindados, activando la carga en el momento en el que
se internan en posiciones enemigas.
33
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
donde cometer estos atentados, ya que así obtienen mayor repercusión. Sin embargo, por regla
general, los ataques terroristas que provocan un
número elevado de víctimas inocentes en el país
suelen ser reivindicados o atribuidos a Dáesh, ya
que los talibán suelen desvincularse rápidamente
de estas acciones, conocedores de que pueden
perder parte de su respaldo social.
MODUS OPERANDI UTILIZADOS POR DÁESH
11%
8%
52%
13%
MODUS OPERANDI UTILIZADOS POR LOS TALIBÁN
5%
16%
12%
IED (artefacto
explosivo
improvisado)
Coche bomba
Terrorista suicida
38%
12%
Terrorista suicida
con vehículo bomba
Otros
15%
18%
En cuanto a los grupos talibán que operan tanto
en Afganistán como en Pakistán, destaca el modus
operandi centrado en los ataques cometidos sobre
los miles de puestos de control y distintos check
points establecidos a lo largo del territorio, en
los que la presencia tanto de soldados como de
policías los convierte en el blanco predilecto de
sus atentados. Las emboscadas realizadas sobre
estos objetivos se cuentan por centenares, siendo
la principal causa del elevado número de bajas
dentro de las fuerzas de seguridad. La utilización de IED’s es otro de los elementos recurrentes, teniendo como principal finalidad su uso en
carreteras frecuentadas por convoyes militares y
patrullas policiales.
Emboscada en
puesto de control
IED (artefacto
explosivo
improvisado)
Terrorista suicida
Terrorista suicida
con vehículo bomba
Otros
Coche bomba
Boko Haram es, junto a Dáesh, el otro grupo terrorista que mayor diversificación e innovación presenta a la hora de ejecutar sus atentados. Su seña
de identidad tradicional, fundamentada en los
atentados suicidas perpetrados por mujeres en distintos puntos de la ciudad con bastante afluencia
—como podían ser los mercados o las plazas—,
ha innovado en nuevos aspectos. A lo largo de
2017 han sido al menos 164 las adolescentes o
mujeres que han perpetrado atentados suicidas,
incrementándose de forma exponencial respecto
A pesar de que una parte importante de sus recursos están destinados a combatir a las fuerzas de
seguridad, también son frecuentes los atentados
contra la población civil, especialmente en las
provincias donde menos respaldo tiene el grupo.
La capital afgana sigue siendo el principal foco
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
a los distintos registros establecidos para el año
anterior. Como principal novedad se ha documentado que al menos una decena de estas acciones
han sido cometidas en el interior o a las puertas
de campos de desplazados llenos de personas
que precisamente huyen de Boko Haram.
MODUS OPERANDI UTILIZADOS POR BOKO HARAM
6%
De la misma manera, se han registrado ataques
contra este mismo objetivo llevado a cabo durante
la noche, introduciéndose sigilosamente en los
campamentos numerosos terroristas que apuñalan
a las personas que allí se encuentran. El mensaje
que el grupo nigeriano quiere enviar con acciones como esta es claro: el terror perseguirá sin
descanso a todos aquellos que intenten huir de él.
El aumento de atentados suicidas cometidos por
mujeres durante los últimos años ha provocado
que las fuerzas de seguridad estén alerta respecto a este fenómeno y por ello, la propia organización ha tenido que modificar algunas de sus
acciones para no levantar sospechas. La situación
actual ha llegado a tal extremo que durante 2017
han sido varias las mujeres que se han inmolado
mientras llevaban a bebés en brazos, algo que
escapa completamente al razonamiento humano
y que puede tener su explicación precisamente en
el hecho de evitar que las patrullas policiales o
militares descubran realmente la intencionalidad
momentos antes de que se cometa la acción.
7%
24%
55%
24%
Terrorista suicida
Ataque a poblado
IED (artefacto
explosivo
improvisado)
Ataque a bases
militares
Otros
Al Shabaab, durante 2017, ha continuado con
sus tradicionales estrategias para cometer atentados, sin que se observen grandes novedades al
respecto. Es frecuente la utilización en proporciones similares tanto de IED’s como terroristas suicidas y vehículos bomba. No está de más recordar
que el mayor atentado yihadista del año ha sido
cometido por este grupo en la capital Maiduguri,
empleando un camión de grandes dimensiones y
una cantidad ingente de explosivos en su interior.
Las emboscadas y asaltos llevados a cabo contra
recintos castrenses y comisarías de policía constituye otra estrategia habitual.
La otra táctica predominante en las acciones de
Boko Haram son las incursiones en distintos poblados del noreste de la región, siendo especialmente
frecuentes en el estado de Borno. Durante estos
ataques, los terroristas, que suelen desplazarse
de un lugar a otro en motocicletas, arrasan los
territorios quemando todo a su paso y asesinando
a parte de la población, mientras que secuestran
a todas las jóvenes y mujeres que posteriormente
son utilizadas para cometer los atentados citados.
Por este motivo, la cantidad de población que se
ha visto obligada a desplazarse a campos de refugiados se cuenta por millones.
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
6. EL BLANCO DE LOS ATENTADOS
MODUS OPERANDI UTILIZADOS POR AL SHABAAB
Los al menos 1.459 atentados yihadistas mortales
documentados tienen por norma general el objetivo de atentar contra la población civil o contra
las fuerzas de seguridad. Durante gran parte de
este año, la proporción entre unos ataques y otros
se ha mostrado de forma equitativa, debido en
mayor medida al contexto iraquí y sirio, en el que
Dáesh ha centrado gran parte de sus acciones en
mermar a las tropas militares mediante el uso de
los distintos modus operandi comentados en el epígrafe anterior. Una situación similar se ha dado en
Afganistán, con los grupos talibán desgastando a
las fuerzas de seguridad mediante atentados continuos o en Mali donde la forma de proceder ha
sido muy similar.
13%
13%
29%
18%
27%
IED (artefacto
explosivo
improvisado)
Coche bomba
Terrorista suicida
Asalto a comisarías
y estructuras militares
Por otro lado, el cometer atentados contra los
denominados objetivos blandos, es decir la población civil, sigue siendo el propósito principal de
la mayoría de organizaciones yihadistas que
buscan mediante el terror conseguir sus objetivos
influyendo en la opinión pública. El impacto que
genera en la conciencia colectiva y la trascendencia que tiene un atentado cometido contra población inocente sigue siendo considerablemente
superior, siendo conocedores de ellos los grupos
que perpetran estos ataques. No obstante, el hostigamiento continuo hacia los civiles puede provocar que un determinado grupo pierda el respaldo
social necesario para su supervivencia. Aun así,
nueve de los once mayores atentados cometidos
durante este año por organizaciones yihadistas
han tenido como objetivo la población civil.
Otros
Para finalizar este apartado solo queda comentar de forma resumida la situación de al Qaida
en torno a esta cuestión. Resulta difícil establecer unos patrones para todas sus franquicias, ya
que la autonomía de la que gozan cada una de
ellas le posibilita que puedan cometer acciones
en función de distintos intereses y posibilidades.
Precisamente por este motivo es preciso hacer una
distinción entre sus ramas. En cuanto a AQPA,
que tiene en Yemen su principal núcleo, la forma
más habitual de cometer atentados se presenta en
forma de coches bomba, mientras que en AQMI
también tienen un lugar destacado las acciones
suicida. En lo que respecta a JNIM, la facción
maliense suele recurrir a emboscadas realizadas
por numerosos terroristas tras la detonación de
minas o artefactos explosivos improvisados en
las carreteras al paso de vehículos militares de la
MINUSMA y del ejército maliense. Por este motivo
es tan elevado el número de soldados que han
muerto en acciones terroristas en este país durante
el último año.
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
El marcado sectarismo es otra de las características comunes en algunos de los grupos más representativos. Este rasgo, atribuido a Dáesh desde el
momento de su formación, ha sido trasladado a
todas sus filiales. El mejor ejemplo de ello reside
en Wilayat Sina quien, operando desde la península del Sinaí en Egipto, ha cometido atentados
indistintamente en mezquitas contra la población
sufí y en iglesias coptas. Precisamente esta población cristiana ha sido uno de los objetivos de sus
ataques, como muestran los ataques citados anteriormente que obligaron al gobierno del general
al Sisi a decretar el estado de emergencia en
abril o el producido un mes después en Minia,
tras ser tiroteado un autobús repleto de fieles que
iban de peregrinación a un monasterio, muriendo
29 personas. Otra organización yihadista menos
conocida pero también característica de un sectarismo muy arraigado se encuentra en Pakistán
representada por Lashkar-e-Jhangvi, considerando
a la minoría Ahmadi como uno de los colectivos
a eliminar.
DISTRIBUCIÓN DE LOS OBJETIVOS DE LOS ATAQUES
YIHADISTAS
5.70%
11.20%
48.30%
34.80%
Civiles
Religiosos
Fuerzas de
Seguridad y objetivos
gubernamentales
Otros
No se debe olvidar que este sectarismo, precisamente a quien más perjudica es a la propia población musulmana, recayendo sobre ella la inmensa
mayoría de los atentados por el hecho de no compartir la visión extremista que tienen estos grupos
yihadistas. Los centenares de ataques perpetrados
en mezquitas durante los rezos a los que asisten
las personas que profesan la fe del islam de forma
pacífica son la mejor muestra de esta realidad.
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
7. EL TERRORISMO YIHADISTA
EN EUROPA OCCIDENTAL
España ha vuelto a ser objetivo del terrorismo
yihadista trece años después de los atentados
del 11 de marzo de 2004. Los atentados en
agosto de las Ramblas de Barcelona y Cambrils,
perpetrados por una célula autónoma vinculada
a Dáesh, dejaron quince víctimas en la ciudad
condal cuando el terrorista Younes Abouyaaqoub
arrolló a la multitud que se encontraba por el
paseo de las Ramblas y huyó tras acabar con la
vida de otro joven al que le robó el vehículo. El
resto de miembros de la célula fueron abatidos en
Cambrils, después de que otro de los terroristas
apuñalase mortalmente a una mujer. El terrorista
de las Ramblas también fue abatido pocos días
más tarde.
El año 2017 ha marcado un nuevo hito en Europa
Occidental al convertirse en el año con mayor
número de atentados cometidos por el terrorismo de inspiración yihadista. Las quince acciones cometidas en Francia, Reino Unido, Bélgica,
Alemania, Suecia, Finlandia y España han dejado
un balance de 62 fallecidos. Pese al aumento
de estos atentados, el número de víctimas se ha
reducido con respecto a los dos últimos años. Es
preciso aclarar, más que nunca en este epígrafe,
que esta investigación recoge exclusivamente los
ataques cometidos por organizaciones yihadistas
o individuos que han actuado inspirados en su
ideología cuyos vínculos han sido demostrados
posteriormente por las investigaciones policiales.
Como excepción para los territorios occidentales,
también se han recogido aquellos ataques que no
han provocado víctimas.
ATENTADOS YIHADISTAS EN EUROPA OCCIDENTAL
Fecha
Ciudad
País
Fallecidos
Modus operandi
1
3 de febrero
París
Francia
0
Arma blanca
2
22 de marzo
Londres
Reino Unido
5
Atropello y arma blanca
3
7 de abril
Estocolmo
Suecia
5
Atropello
4
20 de abril
París
Francia
1
Disparos
5
22 de mayo
Manchester
Reino Unido
22
Terrorista suicida
6
3 de junio
Londres
Reino Unido
8
Atropello y arma blanca
7
6 de junio
París
Francia
0
Ataque con martillo
8
20 de junio
Bruselas
Bélgica
0
Artefacto explosivo defectuoso
9
28 de julio
Hamburgo
Alemania
1
Arma blanca
10
17 agosto
Barcelona
España
15
Atropello y arma blanca
11
18 de agosto
Cambrils
España
1
Atropello y arma blanca
12
18 de agosto
Turku
Finlandia
2
Arma blanca
13
25 de agosto
Bruselas
Bélgica
0
Arma blanca
Londres
Reino Unido
0
Artefacto explosivo defectuoso
Marsella
Francia
2
Arma blanca
14 15 de septiembre
15
1 de octubre
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provocado en todo el año. El único caso registrado en 2017 de acción suicida en suelo europeo
acabó con la vida de 22 personas a la salida de
un concierto de la cantante Ariana Grande. Por
último, apenas dos semanas después se produjo
el primer atentado del año en el que participaron
varios individuos, sucedido de nuevo en la capital
inglesa. Una furgoneta comenzó arrollando a los
viandantes que encontró a su paso por el London
Bridge y Borough High Street y momentos después
se bajaron de ella tres individuos armados con
cuchillos de largas dimensiones que utilizaron
para apuñalar a todas las personas que se cruzaron en su camino. Pasados ocho minutos, los
tres terroristas fueron abatidos, dejando por el
camino ocho muertos, entre los que se encontraba
el español Ignacio Echeverría. La última acción del
año ocurrida igualmente en Londres no produjo
víctima alguna por suerte, tras estallar de forma
defectuosa un cubo bomba en el metro de la ciudad. Dáesh reivindicó la acción que dejó decenas
de heridos leves.
Los países europeos más afectados por la lacra
del terrorismo han vuelto a ser Francia y Reino
Unido con cuatro atentados cada uno,cometidos
por individuos inspirados en la ideología islamista
más radical. En el país galo, el primer ataque sucedióen febrero en el museo del Louvre, cuando un
individuo egipcio que había entrado como turista
al país intentó acuchillar a varios soldados con un
machete. Las investigaciones señalaron que minutos antes del ataque, aparecieron varios mensajes en su cuenta de Twitter mostrando su apoyo
a Dáesh. El segundo se produjo también en París
dos meses después tras un ataque de un individuo
armado que disparó en repetidas ocasiones contra un coche policial, provocando la muerte de un
agente antes de ser abatido el terrorista por otro
miembro de las fuerzas de seguridad. La acción
fue reivindicada por Dáesh, quien confirmó a través de la agencia de comunicación Amaq que el
autor de la acción fue un combatiente del Califato
llamado Abu Yussef, el belga. El tercer ataque,
sucedido junto a la catedral de Notre Dame en
junio, se produjo cuando un estudiante argelino
con un martillo agredió a un policía, resultando
herido leve. Posteriormente, en el domicilio del
autor se halló un vídeo en el que proclamaba su
pertenencia a Dáesh. El cuarto atentado, cometido en Francia,ocurrió a comienzos de octubre
en una estación de tren en Marsella, tras apuñalar un individuo a dos jóvenes que fallecieron. El
terrorista fue abatido por una patrulla militar de
la Operación Centinela. El atentado fue de nuevo
reivindicado por Dáesh.
El análisis de los atentados de inspiración yihadista
cometidos en los Estados europeos occidentales
permite extraer varias conclusiones. El dato más
evidente es que en líneas generales las acciones
terroristas cometidas en Europa han sido pocos
sofisticadas y realizadas por individuos que en la
mayoría de casos han actuado por cuenta propia,
sin que se hayan demostrado vínculos formales
con una entidad mayor que le haya suministrado
apoyo logístico. De hecho, la mayoría de los autores de los atentados han perpetrado los ataques
de forma individual, inspirados únicamente por la
ideología yihadista tras autoradicalizarse en gran
medida por la propaganda de Dáesh a través de
internet y redes sociales, o tras ser radicalizado
por un individuo de su entorno.
Reino Unido es el segundo país europeo más
afectado por la práctica yihadista con cuatro ataques dentro de su territorio. El primero de ellos se
produjo en marzo en Londres cuando el conductor de un vehículo arrolló a las personas que se
encontró a su paso por el puente de Westminster,
bajándose más tarde del coche y apuñalando
mortalmente a un policía. Dáesh, en un comunicado, confirmó que se trataba de uno de sus soldados. El 22 de mayo en Manchester se produjo
el que ha sido el atentado que más muertes ha
De los quince casos documentados, doce de
ellos han sido cometidos por individuos que
han actuado por cuenta propia, al menos en el
momento de cometer el atentado. No obstante,
es muy posible que en algún momento una gran
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
parte de ellos hayan recibido algún tipo de
ayuda, ya sea a nivel económico o logístico fuera
del entorno online. Las únicas excepciones a todos
ellos fueron el atentado de junio en Londres en el
que participaron tres individuos y los de Cataluña,
que es la gran excepción porque ha sido la única
célula terrorista en Europa capaz de llevar a cabo
un atentado durante este año, aunque finalmente
el modus operandi utilizado no difiere del resto de
acciones cometidas por otros atacantes.
Precisamente, en cuanto a los modus operandi
utilizados para ejecutar los atentados se aprecia grandes diferencias en comparación a los
comentados anteriormente por las distintas organizaciones yihadistas. Pese a que Dáesh ha
reivindicado la mayoría de las acciones, nada
tiene que ver los medios empleados en la principal zona de influencia bajo su Califato de Siria
e Irak y los cometidos en Europa Occidental. La
explicación viene dada por la dificultad de llevar
a cabo con éxito un atentado en suelo occidental
que implique una elaboración planificada a nivel
operativo. La adquisición de armas o productos
necesarios para la fabricación de explosivos
levanta muchas más sospechas que la compra de
cuchillos de cocina o el alquiler de furgonetas,
además de suponer unos costes más elevados.
Justamente, debido a esta serie de circunstancias resulta más complicado para las fuerzas de
seguridad adelantase a este tipo de acciones en
las que el terrorismo denominado lowcost puede
hacer acto de presencia sin que existan indicios
previos que alerten sobre ello.
Las acciones terroristas
cometidas en Europa han
sido pocos sofisticadas y
realizadas por individuos
que en la mayoría de
casos han actuado por
cuenta propia, sin que se
hayan demostrado vínculos
formales con una entidad
mayor
40
OIET
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
CONCLUSIONES
Por otro lado, España ha vuelto a ser objetivo del
terrorismo yihadista, algo que no sucedía desde
los atentados del 11-M. Igual que la mayoría de
estados occidentales, nuestro país vive bajo la
amenaza del yihadismo, que desde la llegada del
nuevo siglo golpeaba de forma puntual, pero que
en los últimos tres años ha aumentado su frecuencia hasta unos niveles nunca vistos. Para hacerle
frente es preciso que todos los servicios de seguridad internacionales intercambien su información
y cooperen de una forma más activa, dejando
a un lado las desconfianzas y rivalidades del
pasado. Así mismo, es necesario que el yihadismo
comience a ser combatido de una vez por todas
desde todos los frentes, no sólo el militar, tan necesario como tantos otros. Mientras los grupos terroristas sigan siendo un peón más en las partidas de
ajedrez que se juegan en el tablero internacional
de la geopolítica,su existencia seguirá estando
garantizada.
El terrorismo de carácter yihadista ha estado muy
presente a nivel global durante el año 2017.
Así lo atestiguan los al menos 1.459 atentados
que han provocado la muerte de 13.634 personas. Se trata de una amenaza mundial, si bien
es cierto que a quien afecta predominantemente
sigue siendo a los países de mayoría musulmana,
por mucho que algunos dirigentes occidentales se
empeñen en mostrar otra realidad a sus conciudadanos, para así legitimar de alguna forma sus
vetos migratorios o la reducción de derechos y
libertades a los ciudadanos.
La desaparición del Califato de Dáesh es una
buena noticia que hay que tomar con precaución.
Si no se adoptan las medidas necesarias en los
territorios recientemente recuperados, fomentando
la integración de las distintas comunidades y estableciendo un equilibrio social, no pasará mucho
tiempo hasta que vuelva a aparecer el sectarismo
del que beben los grupos fundamentalistas. El
rechazo de todas las comunidades al uso de la
violencia para imponer su forma de vida debe ser
una condición sine qua non para iniciar el camino
una vez más. Por otro lado, no está de más recalcar que la derrota militar de Dáesh no supondrá en
ningún caso su desaparición como organización,
menos todavía a nivel ideológico, ya que está
seguirá sobreviviendo y fortaleciéndose aún más
a través de las herramientas que proporcionan las
nuevas tecnologías, llegando a cualquier rincón
mediante el ciber Califato. En cualquier caso, el
yihadismo seguirá existiendo bajo el liderazgo de
otras siglas, posiblemente con el poderoso retorno
de al Qaida y un Hamza Bin Laden que cada día
que pasa adquiere más galones dentro de la organización que fundó su padre.
Por último, la educación constituye el pilar fundamental de la civilización y del razonamiento
humano permitiendo su avance con el paso del
tiempo. Se necesita una nueva generación que
sea consciente de que la empatía y el entendimiento respecto a otras comunidades y culturas
son claves para la prosperidad. Y urge también
una generación que rechace la violencia fundamentada en ideologías extremistas que instrumentalizan la religión como elemento justificativo de
sus acciones.
41
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
LA ACTIVIDAD YIHADISTA EN EL MAGREB
Y SAHEL OCCIDENTAL EN 2017
BERNARDO RODRÍGUEZ MAYORGA
INTRODUCCIÓN
Badji Mokhtar y Bumerdés) y en la zona cercana
al lago Chad para Níger y Chad. Por otro lado, el
principal objetivo de la actividad yihadista han sido
las fuerzas de seguridad de la región, en algunos
casos objetivos simbólicos y, en otros, estratégicos.
Además, las propias organizaciones yihadistas han
demostrado una gran capacidad adaptativa, sobre
todo a través de nuevas alianzas, aunque estas
sean por supervivencia; y también han demostrado
una gran capacidad operativa a la hora de llevar
a cabo nuevos atentados.
Desde el Observatorio de actividad yihadista del
Magreb y Sahel Occidental1, perteneciente a GESI
(Grupo de Estudios de Seguridad Internacional)
y publicado en el Observatorio Internacional de
Estudios sobre Terrorismo (OIET), se ha realizado
un seguimiento de la actividad yihadista en la
región a lo largo del año 2017. A partir de ese
trabajo se ha elaborado el presente capítulo dentro del anuario referente a una región de interés
estratégico en términos de seguridad para España
y Europa. Sin duda, el estudio de la actividad yihadista en esta región, en la “Frontera Avanzada” o
“Frontera Sur”, resulta relevante tanto si la aproximación es por puro interés académico, como si
lo es para determinar las amenazas, y elaborar
posteriormente estrategias para hacerles frente.
El presente trabajo se divide en tres partes. La
primera agrupa dimensiones de estudio que se
recogen dentro del Observatorio y destaca algunos datos contextuales de la región Magreb-Sahel
relevantes para ponerlos en contraste con acontecimientos yihadistas pasados y los actores de la
región. La segunda parte se centra en la evolución de la amenaza desde enero a diciembre de
2017, teniendo en cuenta los principales acontecimientos en cada país de estudio, aplicando las
dimensiones reseñadas. Por último, se presentan
una serie de conclusiones y tendencias sobre lo
ocurrido en la región a partir de un análisis DAFO
de las organizaciones yihadistas.
Durante 2017 la actividad yihadista registrada en
la región del Magreb y Sahel Occidental ha sido
amplia, teniendo lugar una serie de atentados que
se repetían en determinadas zonas geográficas,
sobre todo en las fronteras y regiones tradicionalmente peligrosas, como en Mali (región de Mopti,
Menaka, Kidal), Libia (Bengasi, Derna, alrededores de Sirte), Túnez (Kasserine, la región montañosa
y los núcleos urbanos principales), Argelia (Bordj
El Observatorio de actividad yihadista en el Magreb y Sahel es un proyecto creado por Alberto Bueno en septiembre de 2014,
a quien el autor agradece la oportunidad de sucederle como coordinador desde 2017. De igual manera, el agradecimiento se
tiene que realizar a los colaboradores del Observatorio durante 2017, por orden alfabético: Sergio Altuna, José Carlos Hernández,
Daniel Jiménez, Guillermo López, José Manuel Moreno y Gloria Tarno. Sólo queda agradecer su participación continua y su
esfuerzo para que la base de datos del Observatorio tenga el máximo contenido actualizado y preciso.
1
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
1. EL OBSERVATORIO Y EL CONTEXTO
DE ESTUDIO
aquellas ofensivas que vengan de la mano de actores estatales y no estatales contra organizaciones
yihadistas. Por ejemplo, las tribus malienses junto
a las FAMA (Fuerzas Armadas de Mali) o el LNA
(Libyan National Army) en Libia. Del mismo modo,
se incluyen las acciones estatales extrarregionales
encaminadas a la lucha contra el terrorismo, como
los bombardeos contra posiciones yihadistas llevados a cabo por Estados Unidos en Libia.
1.1 La elaboración del Observatorio
La elaboración mensual de la base de datos del
Observatorio se realiza de manera cualitativa,
a partir del seguimiento de fuentes abiertas que
recogen información sobre la actividad yihadista
en los países de la región del Magreb y Sahel
Occidental: Marruecos, Túnez, Argelia, Libia,
Mauritania, Senegal, Mali, Níger y Chad. Son
dos zonas de interés prioritario y estratégico para
España, en las que la amenaza yihadista en los
últimos años ha cobrado fuerza y ha encontrado
en la porosidad de fronteras, la fragilidad estatal
y la rivalidad étnico-tribal apoyos que le han ofrecido nuevas oportunidades.
1.2 El contexto regional
El paso previo para comprender la amenaza yihadista es realizar una aproximación al contexto
regional donde tiene lugar una serie de dinámicas opuestas: unas de desestabilización y otras de
estabilización.
Empezando por los escenarios de mayor inestabilidad, hay que hacer referencia a Libia y a
Mali. En ambos países la seguridad se ha visto
mermada por dinámicas de tipo de insurgencia y
la lucha de poder entre actores no estatales que
se disputan el poder. En el caso de Libia, desde la
caída del régimen de Gadafi las organizaciones
yihadistas han estado pugnando por el poder al
igual que el resto de actores. Este vacío de poder
se ha materializado en el control territorial de
determinadas poblaciones locales, como Derna
o Sirte, ocupadas por Dáesh hasta su expulsión
en 2015 y a finales de 2016, respectivamente.
Tras la expulsión de Dáesh a manos del Consejo
de la Shura de los Muyahidín de Derna (DMSC,
Derna Muyahideen Shura Council), Derna ha quedado como un bastión que en ocasiones se alinea
con AQMI (al Qaida en el Magreb Islámico) y se
enfrenta a Dáesh. En cuanto a Sirte, tras la expulsión de Dáesh en diciembre de 2016, la organización terrorista ha continuado latente, aunque con
un perfil bajo, actuando desde un segundo plano
para retomar dicha ciudad costera.
En cuanto a las dimensiones contempladas dentro del Observatorio, se articulan entorno a las
siguientes:
•
Los incidentes yihadistas, que se entienden
por atentados, secuestros, ataques con todo
tipo de armas, explosiones de minas o artefactos explosivos improvisados, IEDs (Improvised
Explosive Device) o con vehículos bomba suicida, enfrentamiento armado provocado por
los terroristas, etc.
•
Comunicados de organizaciones,
ganda y reivindicaciones.
•
Detenciones de individuos y desarticulaciones de células o grupos yihadistas. Además,
dentro de esta categoría se incluyen todas las
acciones llevadas a cabo por los gobiernos y
actores no estatales que vayan orientadas en
la lucha contra el terrorismo (CT).
propa-
Asimismo, como parte de la dinámica interna de
los conflictos armados en Libia y de la lucha contra la insurgencia y grupos terroristas en Mali, la
última dimensión se fue adaptando para incluir
En cuanto a Mali, desde la llegada y expansión hasta Tombuctú en abril de 2012 de Ansar
al-Dine, una organización afiliada a AQMI, el
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
demás organizaciones yihadistas que se encuentran en Mali. De la misma manera, gran parte de
los yihadistas aprovechan el desierto del sur de
Libia y Argelia para moverse libremente en un
territorio inhóspito y de difícil control de fronteras
por su extensión.
país ha tenido que hacer frente tanto a los grupos yihadistas como a una insurgencia en la
zona del Azawad, donde la cuestión étnico tribal
juega un papel clave. Al año siguiente, Francia
desplegó sus fuerzas para apoyar a Mali en su
lucha contra el terrorismo, alcanzando una situación en la que los yihadistas tomaron la región de
Mopti y la zona norte (CEP, 2017). A partir de
la situación de inestabilidad que se desarrollaba
en el país, Naciones Unidas puso en marcha la
MINUSMA (Misión Multidimensional Integrada de
Estabilización de las Naciones Unidas en Mali) a
finales de abril de 2013. Los esfuerzos malienses
junto a las fuerzas internacionales han conseguido
en los últimos años recuperar el territorio perdido.
Sin embargo, la actividad yihadista sigue siendo
alta y los ataques continuados evidencian las
capacidades yihadistas en la región.
El siguiente escenario es Túnez, uno de los países
de donde más combatientes extranjeros yihadistas
han partido a zonas en conflicto para apoyar a
Dáesh, sobre todo en Libia y en Siria. Tampoco
se puede olvidar el historial de atentados sufridos en el país en los últimos años, incluidos los
atentados del Bardo (marzo de 2015) y Susa
(junio de 2015), que se convirtieron en una gran
amenaza para el turismo, una de las principales
fuentes de ingresos para el país mediterráneo.
Del mismo modo, Marruecos se encuentra en otro
escenario parecido, donde también existe un gran
número de combatientes extranjeros que pronto
se convertirán en retornados, sobre todo a partir
de la caída del Califato territorial de Dáesh en
Siria e Irak. Cabe señalar que Marruecos también
ha sufrido atentados en el pasado, como el de
Casablanca en mayo de 2003. En la misma línea,
Argelia, que cuenta con una gran experiencia en
la lucha contra el terrorismo —quizás el país del
Magreb que lleva más años luchando contra el
yihadismo— ahora también tendrá que hacer
frente a un gran número de combatientes retornados, aunque menos en comparación con Túnez.
No obstante, Argelia alberga uno de los mayores
arsenales en manos de organizaciones terroristas,
como consecuencia de la guerra civil. Por otro
lado, la cifra de detenciones y desarticulaciones
de terrorismo homegrown en Túnez suelen ser las
más elevadas, seguido de Marruecos con un fuerte
vínculo con células en territorio español y Argelia.
La fragilidad estatal, la falta
de medios para combatir las
organizaciones terroristas,
la pobreza y la porosidad de
las fronteras han permitido
que las organizaciones
terroristas se muevan por el
Sahel con total libertad
Otros escenarios de alta inestabilidad son Níger
y Chad, donde Boko Haram, una de las organizaciones terroristas más letales de África, desarrolla sus actividades y sus atentados alcanzan
un gran número de víctimas. A raíz de la fragilidad estatal, la falta de medios para combatir
las organizaciones terroristas, la pobreza y la
porosidad de las fronteras, las organizaciones
terroristas han conseguido moverse por el Sahel
con total libertad. Boko Haram, que normalmente
operaba en Nigeria, ha sido capaz de expandirse en torno al Lago Chad, llegando incluso a
tener relaciones con AQMI en Burkina Faso y las
Por último, y no menos importantes, Senegal y
Mauritania, dos países clave para la lucha contra el terrorismo: en el caso de Senegal, por ser
base de operaciones para otros países; y en el de
Mauritania, por ser un país fronterizo con otras
zonas de conflicto. Mauritania es uno de los países
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
TERRORISMO Y CONFLICTOS EN EL MAGREB Y EL SAHEL
TURQUÍA
Grupos terroristas
Argel
Al Qaida y franquicias de su órbita
Estado
SIRIA Islámico (EI)
Estado Islámico
TÚNEZ
Rutas estratégicas
de tráfico ilícito
Ansar
Al Sharia
Ouargla
MARRUECOS
Trípoli
EI
Rutas trata de personas
Bengasi
Derna
Sirte
Rutas tráfico de drogas
ARGELIA
Yacimientos
de gas y petróleo
EGIPTO
Ghat
SÁHARA
OCCIDENTAL
IRAK
JORDANIA
Estado
Islámico
en el Sinaí
El Cairo
Sabha
LIBIA
ARABIA
SAUDÍ
Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI)
AQMI
Tamanrasset
Dongola
Ansar Dine
MAURITANIA
Dakar
GAMBIA
GUINEABISSAU
Bamako
LIBERIA
Kasala
Darfur
Maiduguri
BENÍN
COSTA DE
MARFIL
SUDÁN
CHAD
MALÍ
BURKINA
FASO
GUINEA
SIERRA
LEONA
YEMEN
NÍGER
Gao
SENEGAL
TOGO
ERITREA
Al Qaida en la
Península Arábiga
Janjoweed
Boko
Haram
SOMALIA
NIGERIA
Seleka
GHANA
Malakal
ETIOPÍA
REP. CENTROAFRICANA
CAMERÚN
CONGO
GUINEA ECUATORIAL
GABÓN
REP. DEM. DEL CONGO
UGANDA
KENIA
Al Shabab
Fuente: Observatorio de la actividad yihadista en el Magreb y el Sahel (GESL Universidad de Granada / Norwegian for
Global Analyses.
que ha sido objetivo del terrorismo yihadista por
parte de AQMI: ha sufrido en el pasado el secuestro de cooperantes, como el 29 de noviembre de
2009, cuando tres cooperantes españoles fueron
secuestrados de a capital política (Nuakchot) y
económica (Nuadibú) (Nievas, 2009).
organizaciones terroristas conformadas también
por retornados de Afganistán tras la guerra, como
el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM)
y el Grupo Islámico Combatiente Libio (LIFG).
Posteriormente, a partir de los atentados del 11
de septiembre de 2001, se produjo un cambio
radical en el yihadismo, experimentando un
auge por el efecto de propaganda y visibilidad
que llevaba al Qaida. De esta manera, aprovechando el impacto mediático de los atentados
contra las Torres Gemelas, al Qaida pasó a ser
una organización más activa y algunos grupos
del Magreb, sobre todo el GSPC (Grupo Salafista
para la Predicación y el Combate), que se creó en
2003 a partir de elementos de GIA, se alinearon
en la órbita de al Qaida para formar al Qaida
en el Magreb Islámico (AQMI). En septiembre de
2006 rindieron pleitesía a al Qaida y en enero
de 2007 se creó formalmente AQMI con elementos del GICM y del LIFG, pese a que otros elementos del grupo marroquí y libio se mantuvieron
independientes, aunque existen evidencias de
colaboración. Durante esos años, el yihadismo se
1.3 Actores yihadistas pasados y
presentes
En cuanto a la amenaza yihadista en la región,
teniendo en cuenta el contexto histórico, los primeros antecedentes modernos del yihadismo en esta
región se encuentran en la formación de AQMI
durante los años noventa con el germen del GIA
(Grupo Islámico Armado), que surgió durante la
guerra de Argelia. Posteriormente, dicho germen
se vio complementado con el factor de los muyahidínes “retornados” de Afganistán, quienes trajeron consigo un conocimiento amplio y experiencia
en combate, así como una ideología radical que
favoreció la aparición del yihadismo en Argelia,
el principal país afectado. Por otro lado, en otros
escenarios del Magreb existían, además, varias
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
MAPA DE LOS PRINCIPALES ACTORES YIHADISTAS DURANTE 2017 EN MAGREB Y SAHEL OCCIDENTAL
JUND AL-KHILAFA
(ARGELIA&TÚNEZ)
AHL AL-HAQ
"LAS PERSONAS DE LA VERDAD"
(TÚNEZ)
WILAYAT BARQA
(CIRENAICA)
WILAYAT FEZZAN
KATIBA AL
FETH
(ARGELIA)
DAESH
KATIBA OQBA
IBN NEFAA
(TÚNEZ)
?
BOKO HARAM
(NIGERIA-TCHAD-NÍGER)
ABU WALID AL SAHRAWI EL ESTADO ISLÁMICO
EN EL GRAN SAHARA
(MALI)
?
BRIGADAS DE DEFENSA
DE BENGASI
(LIBIA)
WILAYAT TARABULUS
AL-KATIBET GHORABA
(ARGELIA)
CONSEJO DE LA SHURA
DE LOS REVOLUCIONARIOS
DE BENGASI
(LIBIA)
?
ANSAR AL SHARIA
(LIBIA)
*
MUYAO
(MALI)
Jama'at Nusrat-ul-Islam wal-MusliminGrupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes
(SAHEL)
?
ANSAR DINE
(MALI)
KATIBA MACINA
(MALI)
AL MURABITÚN
(REGIONAL:
MALI/ARGELIA)
AQMI
(REGIONAL)
EL CONSEJO DE LA SHURA
MUYAIDÍN DE DERNA
(LIBIA)
ANSAR AL SHARIA
(TÚNEZ)
ALIANZA/AFILIACIÓN
AQMI: Al Qaida en el Magreb Islámico.
RIVALIDAD
El JNiM se crea el 3 de marzo de 2017.
ESCISIÓN
Miembros de la Katiba Al-Feth se unen al Daesh el 23 de mayo de 2017.
UNIÓN
PRESUNCIÓN
?
*Ansar al Sharia en Libia anunció su disolución el 27 de mayo de 2017, por segunda vez.
Fuente: Bernardo Rodríguez Mayorga (2018) Anuario sobre el terrorismo Yihadista 2017.
expandió por el resto de la región bajo la bandera de AQMI, convirtiéndose en un terrorismo
con especiales vínculos a las rutas de contrabando
y explotando todo tipo de actividades ilícitas para
financiarse.
también se crearon nuevas redes de todo tipo y
afianzamiento local. En este escenario, AQMI
consiguió expandirse desde el sur de Argelia a
Mali, llegando incluso a Tombuctú en 2012 y
convirtiéndose en una amenaza cada vez mayor
para el país saheliano.
Con las revueltas árabes de 2011 se produjo
un cambio importante en las dinámicas del yihadismo en la región, sobre todo por factores como
la fragilidad estatal de los regímenes que se
vieron sacudidos por la primavera árabe en sus
cimientos institucionales. Las revueltas de 2011
crearon un efecto secundario: el desgobierno y
la pérdida de presencia estatal en el territorio,
ya de por sí difícil de controlar. Como consecuencia, se produjo un aumento de la actividad yihadista, que aprovechó la caída de los regímenes
libio, tunecino y egipcio para reforzarse. Durante
esta etapa convulsa, se sentaron las bases renovadas del yihadismo actual en el Magreb, donde
En 2014, con la llegada de Dáesh durante septiembre al Magreb (en Derna), se produjo una
competición con las organizaciones yihadistas
presentes y locales. La competición por el poder
entre los actores no estatales en Libia, como la
Operación Dignidad (las fuerzas de Haftar) y su
antagonista, la Operación Amanecer (fuerzas de
corte islamista), favoreció el avance de las organizaciones yihadistas. A partir de la llegada de
Dáesh al Magreb también se produjo un aumento
de organizaciones yihadistas que se alinearon
con Dáesh y se crearon filiales en Túnez, Argelia
y Mali, aunque en este último país tuvo una gran
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OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
competencia por el arraigo conseguido por AQMI
en años anteriores.
2. LA EVOLUCIÓN DE LA AMENAZA
YIHADISTA DURANTE 2017
Otro aspecto a seguir es la evolución de Boko
Haram, en una situación de disputa interna por
el liderazgo, un grupo con el cual ya se mostraron las vinculaciones con Al Murabitún, MUYAO
(Movimiento de Unicidad del Yihadismo en África
Occidental) o AQMI. De hecho, algunos miembros de Boko Haram se desplazaron a Mali con
ocasión de la toma del control de amplias zonas
territoriales del país por estos grupos de ideología
extremista violenta.
A continuación, se realiza un estudio de la evolución de la amenaza yihadista desde enero a
diciembre de 2017, ordenado por cuatrimestres,
haciendo un repaso de lo acontecido por país y
siguiendo un orden geográfico, empezando por el
Magreb, de oeste a este.
2.1 Marruecos
En enero de 2017 se produjo en Marruecos la
detención de cinco miembros de las juventudes
del PJD (Partido Justicia y Desarrollo) por cargos
de apología e incitación al terrorismo. Semanas
más tarde se desmanteló otra célula compuesta
por siete miembros vinculados a Dáesh. Según
se informó posteriormente, las armas incautadas
a esta célula procedían de Argelia (Rodríguez,
2017a). En febrero de 2017 se reforzaron las
medidas de seguridad en materia de lucha contra
el terrorismo (Rodríguez, 2017b). Durante el mes
de marzo se produjeron quince detenciones en una
sola operación en ciudades como Casablanca,
Fez, Nador, Tetuán, Essaouira, Fqih Bensaleh,
Tánger, Marrakech, Oujda y Agadir (Rodríguez,
2017c). En abril se volvieron a producir dos operaciones puntuales de detenciones: en la primera,
el 12 abril, se detuvieron siete individuos afiliados
a Dáesh en Fez; y la segunda fue coordinada con
España para detener a presuntos elementos terroristas en Barcelona y Madrid (Rodríguez, 2017d).
Por último, hay que mencionar la coalición de
organizaciones yihadistas del Sahel, JNIM (Jamaat
Nusrat al-Islam wal-Muslim), compuesto por elementos de AQMI, Ansar Dine y Al Murabitún.
JNIM se creó el 2 de marzo de 2017 tras una
decisión consensuada entre los principales líderes de los tres principales grupos yihadistas que
operaban en Mali. A partir de una decisión estratégica de cooperar y coordinar fuerzas, tras solaparse en varias ocasiones sus acciones, decidieron crear bajo el sello mediático de “Al Zalaqa”
JNIM. El nombre de “Al Zalaqa”, que hace referencia a la batalla de Sagrajas de 1086, que se
desarrolló en el contexto de la Reconquista y en
las que las tropas almorávides vencieron a las del
rey Alfonso VI de León. Nusrat al-Islam, a través
de su líder Iyad Ag Aly, hizo pública una lista en
abril de 2017 con los once países que consideran
sus principales enemigos: Francia, Burkina Faso,
Chad, Costa de Marfil, Alemania, Guinea, Países
Bajos, Níger, Senegal, Suecia, Estados Unidos.
Durante el segundo cuatrimestre, el 8 de mayo se
produjo la detención de tres yihadistas en una operación conjunta con España, deteniendo elementos terroristas en Tánger (Rodríguez, 2017e). Ese
mismo mes los servicios de inteligencia informaron
sobre la necesidad de intensificar el intercambio
de información sobre los yihadistas que podrían
actuar de manera solitaria (Rodríguez, 2017e).
Para terminar mayo, se desmanteló una célula
afiliada a Dáesh en el norte del país (Rodríguez,
2017e). Pasando al mes de junio, el día 22 de
47
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
junio se desarticuló una célula en Essaouira, compuesta por cuatro individuos, que se encontraba
en la fase de planificación de atentados terroristas contra objetivos turísticos (Rodríguez, 2017f).
Durante el mes de agosto, a partir de los atentados de Barcelona y Cambrils, aumentó el apoyo
de la Oficina Central de Investigación Judicial
(BCIJ, Bureau Central d’Investigation Judiciaire),
reforzando la investigación policial sobre las
conexiones de la célula yihadista de Barcelona
con Marruecos. La conexión entre ambos países
produjo una detención en Casablanca de un individuo que habría suministrado material a la célula
de Barcelona (Rodríguez, 2017g).
finales de septiembre se detuvo a cuatro afiliados
a Dáesh en varias redadas por el BCIJ (Rodríguez,
2017h). En octubre el BCIJ inició en Fez una
macro-operación contra el terrorismo en todo el
país donde se detuvieron once individuos presuntamente afiliados a Dáesh (Rodríguez, 2017i). A
finales de mes se produjeron nuevas detenciones
dentro de la macro-operación, que resultaron en
seis detenidos en Rabat, Beni Mellal y la provincia de El Jadida, todos por afiliación a Dáesh.
Posteriormente se desmanteló una célula afiliada
a Dáesh en Fez, compuesta por cuatro individuos
(Rodríguez, 2017i). Cerca del final de mes también se desmanteló una célula afiliada a Dáesh
formada por trece individuos distribuidos entre
Fez, Meknes, Khouribga, Casablanca, Zaouiat
Cheikh, Sidi Bennour, Demnate y Sidi Hazem
(Rodríguez, 2017i). El 2 de noviembre se detuvo
a un extremista en Salé tras ser denunciado por
su pareja; al llegar al domicilio los investigadores
encontraron un gran número de teléfonos móviles,
En septiembre se produjo una operación conjunta entre la Policía Nacional Española y la
Dirección General de Seguridad de Marruecos
para desmantelar el 6 de septiembre una célula
de seis miembros: cinco en Marruecos y el líder,
que se hallaba en Melilla (Rodríguez, 2017h). A
ACTIVIDAD YIHADISTA EN MARRUECOS 2017
5
4
3
2
1
0
I
II
III
IV
V
VI
VII
Meses
Operaciones CT
48
VIII
IX
X
XI
XII
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
donde un yihadista no fichado por los servicios
de inteligencia se inmoló dejando un balance de
tres policías heridos. Posteriormente, este atentado
fue reivindicado por Dáesh. Cabe señalar el interés anunciado por Argelia el 15 y 16 de febrero
de mejorar su seguridad, junto con Marruecos y
Senegal.
portátiles, seis uniformes militares y una suma
elevada de dinero (Rodríguez, 2017j). El 11 de
noviembre se produjo la detención de dos sujetos
en Fez relacionados con una célula desmantelada
en octubre. Por último, durante el mes de diciembre, se llevó a cabo una operación conjunta con
la Policía Nacional para detener a cuatro marroquíes vinculados a Dáesh en Tánger, Figueras y
Parla (Rodríguez, 2017k). Para terminar el año,
el 25 de diciembre se produjo una detención
de siete personas en Fez y Aït Melloul sospechosas de pertenecer a una organización terrorista
(Rodríguez, 2017k).
En marzo, uno de los principales acontecimientos
fue la muerte de Abu Al Hamman en Constantine,
líder de Al Katibet Ghoraba, que se produjo el 26
de marzo a manos de una milicia afiliada a Dáesh
en Argelia. Por otro lado, las detenciones de terroristas llegaron a seis. Asimismo, se desmanteló
una célula de Dáesh en Mostaganem y otra en
Orán, mientras que la cifra de terroristas abatidos
fue de siete. Se produjo también una destrucción
de vehículos cargados de armas en Tinduf por
helicópteros argelinos el 31 de marzo (Rodríguez,
2017c). Para terminar el primer cuatrimestre, en
abril, se reportaron cerca de una cuarentena de
individuos detenidos, de los cuales una treintena
estarían vinculados a Dáesh, igualmente se produjeron enfrentamientos contra yihadistas en el
noroeste y en la región de Constantina, donde se
abatieron trece yihadistas (Rodríguez, 2017d).
Además, un yihadista de Dáesh se inmoló en
Constantina sin producir bajas (20 de abril). En
cuanto al descubrimiento de arsenal y destrucción
de estos, se cifra en un total de veintitrés acciones
de este tipo por todo el país, entre los que destaca
el descubrimiento de dieciséis búnkeres durante el
13 de abril en Skikda, Batna y Bordj Badji Arreridj
(Rodríguez, 2017d).
Teniendo en cuenta los acontecimientos anteriormente reseñados, el siguiente paso es realizar un
balance de las operaciones y detenciones. Según
informa el BCIJ, se han detenido un total de 193
personas, así como de 20 retornados. Se han
desmantelado nueve células terroristas durante
el 2017 (Rodríguez, 2017k). En cuanto a los
combatientes extranjeros, en noviembre se hizo
pública la cifra de 1.500 yihadistas marroquíes
que podrían regresar a Marruecos tras la caída
de Siria e Irak, de los cuales sólo 293 se habrían
rendido (Rodríguez, 2017j).
2.2 Argelia
Argelia empezó el año con la explosión de una
bomba en Blida que mató a un niño e hirió a otras
siete personas el 2 de enero. También se produjeron un total de veintitrés detenciones, repartidas
entre las ciudades de Bordj Badji Mokhtar, cerca
de Mali; Bumerdés y Tizi Ouzou. Además, cinco
terroristas fueron abatidos en Laghouat, Skukda y
Jijel. Por último, se interceptó un destacamento de
armas en Tin Zaouatine el 8 de enero (Rodríguez,
2017a). En febrero (Rodríguez, 2017b), las fuerzas de seguridad argelinas detuvieron a tres terroristas, abatieron a 34, provocaron la muerte de
un soldado en Tizi Ouzou y descubrieron arsenales en Blida, Adrar, en Níger y en la frontera
con Mali. Es destacable el atentado perpetrado el
26 de febrero en una comisaría de Constantine,
El mes de mayo empezó con una reivindicación
de AQMI del atentado bomba contra un vehículo militar en Tebessa (3 de mayo) y otra el 8 de
mayo, reivindicando el ataque a tres soldados en
Ain Defla. Además, once terroristas fueron abatidos, uno de ellos un líder de Dáesh, en la frontera
con Túnez; doce fueron detenidos, de los cuales
nueve procedían de Libia e iban en vehículos. Por
otro lado, se consiguió incautar varios arsenales,
se descubrieron varios búnkeres y se destruyeron
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
una en Burmedés, a comienzos de mes, y la otra
en Bordk Badji Mokhtar. Para terminar el mes de
agosto, Dáesh llevó a cabo un atentado en Tiaret
donde murieron dos policías de dicha localidad
(Rodríguez, 2017g). En cuanto a septiembre, dejó
el siguiente balance: once búnkeres encontrados o
destruidos, un terrorista abatido, veinticuatro detenidos, de los cuales catorce fueron arrestados en
relación al atentado de Tiaret, cuatro colaboradores de grupos terroristas detenidos en Bordj Badji
Mokhtar, dos grandes arsenales encontrados
en Bordj Badji Mokhtar y El-Milia y tres bombas
destruidas.
cuatro bombas. Otro acontecimiento relevante fue
la integración de miembros de la Katiba El Feth
en Dáesh el 23 de mayo (Rodríguez, 2017e).
Durante el mes de junio, cuatro gendarmes fueron
heridos en un atentado reivindicado por Dáesh en
Blida y posteriormente reivindicado también por
AQMI. Quince terroristas fueron abatidos durante
el mismo mes, treinta y dos supuestos terroristas
y colaboradores fueron detenidos, y se encontró
un importante arsenal de armas en Bordj Badji
Mokhtar (Rodríguez, 2017f). Del mes de julio
se hace el siguiente balance: dos arrestados por
colaborar o formar parte de organizaciones terroristas, nueve terroristas abatidos, un arsenal de
armas descubierto en Bordj Badji Mokhtar, dieciocho bombas artesanales destruidas y dieciséis
búnkeres descubiertos (Rodríguez, 2017g). El mes
siguiente, además de las detenciones, desarticulaciones y enfrentamiento con terroristas que se dan
con frecuencia en Argelia, se produjeron dos grandes incautaciones de explosivos y armamento:
En cuanto a octubre, uno de los meses más activos
del año, se llegó a reportar un total de diez terroristas abatidos, quince arrestados por colaboración con grupos terroristas, cinco terroristas detenidos —treinta y cuatro detenidos en total durante
noviembre según el Ministerio de Defensa—, once
IED destruidos, cuatro búnkeres encontrados y un
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se ha visto en los seis atentados puntuales sufridos
en Argelia durante el año 2017.
importante arsenal de munición encontrado en
Bordj Badji Mokhtar y otro en Biskra (Rodríguez,
2017h). Noviembre dejó el balance de dos terroristas abatidos y ocho detenidos, quince colabores arrestados, once búnkeres destruidos, dos
arsenales de armas descubiertos y tres IED desmantelados (Rodríguez, 2017k). Para terminar el
año, diciembre se cerró con un terrorista abatido
y nueve detenidos, siete colaboradores arrestados
y dos refugios, diecisiete búnkeres y seis IED destruidos (Rodríguez, 2017j).
2.3 Túnez
Túnez es el país con el mayor número de detenciones y desarticulaciones de toda la región,
alcanzando la cifra de 289 acciones gubernamentales orientadas a la lucha contra el terrorismo. Teniendo en cuenta la media de veinticuatro acontecimientos por mes, septiembre, octubre
y noviembre fueron aquellos en los que se produjo
el mayor número de detenciones y actividad estatal contra el terrorismo. Como se comentaba al
comienzo, gran parte de las células terroristas y
los yihadistas desarticuladas intentaban unirse a
las filas de Dáesh para luchar a zonas de combate
como Libia o Siria.
Tras el repaso de los acontecimientos, resulta
evidente que Argelia desarrolla un gran número
de operaciones contra el yihadismo, aunque la
cantidad de armamento incautado y los refugios
destruidos parecen no tener fin y el país sigue
haciendo un gran esfuerzo por reducir la amenaza
yihadista y por reforzar sus lazos con otros países
vecinos como Marruecos o Mauritania. Aun así,
ningún país es infalible ante esta amenaza, como
En cuanto a los principales acontecimientos registrados, en marzo tuvo lugar un ataque armado
ACTIVIDAD YIHADISTA EN TÚNEZ 2017
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
de yihadistas contra un control de seguridad policial en Kebili que se saldó con la muerte de los
dos asaltantes y un policía (Rodríguez, 2017c).
Al mes siguiente se produjo la explosión de una
mina que dejó a un soldado herido y fue reivindicada por la Katiba Uqba bin Nefaa (KUBN). Ese
mismo mes también se produjo la desarticulación
de una célula particular compuesta por ocho mujeres estudiantes en Moknin (Monastir) (Rodríguez,
2017d). En mayo, la KUBN aumentó su actividad
en Túnez, pese a que fue abatido Abou Sofiane
Essoufi, emir de la KUBN en Sidi Bouazid. Otro
incidente a reseñar fue el ataque de terroristas
armados contra pastores (Rodríguez, 2017e). El
mes siguiente se producía otro ataque contra pastores en Sidi Bouazid, esta vez llevado a cabo
por Jund al-Khilafah, incluso llegando a decaptiar
a uno de ellos (Rodríguez, 2017f). Asimismo, el
ataque a pastores y zonas rurales para robar alimento, suministros y armas se convirtió en tónica
habitual en Sidi Bouazid meses posteriores.
reanudaba los ataques aéreos contra posiciones
yihadistas de Dáesh cerca de Sirte con un número
considerable de bajas. En cuanto a las fuerzas de
Misrata y del LNA, también llevaron a cabo una
serie de detenciones de líderes terroristas. El mes
siguiente, las fuerzas del LNA siguieron luchando
por tomar el control de Bengasi. El LNA sufrió
un atentado suicida con coche bomba llevado a
cabo por yihadistas en Bengasi, el 26 de febrero,
dejando un balance de dos muertos y otros siete
heridos. En marzo, las terminales petroleras de la
región de Es Sider y Ras Lanuf fueron tomadas
por las “milicias yihadistas de las BDB (Brigadas
de Defensa de Bengasi) conformadas tanto por
elementos salafistas, como por elementos yihadistas” (Rodríguez, 2017c). Al encontrase esas instalaciones en la zona controlada por las fuerzas
de Haftar, se convirtió en una prioridad para el
LNA retomarlas. Hasta la mitad del mes de marzo
no consiguieron expulsarlos hacia otras ciudades
cercanas. Al mismo tiempo, se produjo una confrontación en Ganfuda (suroeste de Bengasi), que
continuó hasta la primera quincena, poniendo fin
a dos meses de sitio sobre la ciudad que terminó
con la victoria del LNA y que dejó un gran número
de líderes yihadistas muertos en Ganfuda. A finales de marzo, el LNA lanzó una serie de ataques,
sobre todo aéreos, contra posiciones yihadistas en
Derna, que se convertiría en el principal objetivo.
No obstante, todavía seguía pendiente la expulsión definitiva de las BDB de la zona ocupada por
el LNA. Por ese motivo, se movilizaron cerca de
5.000 tropas, además de carros de combate, artillería y ataques aéreos para recuperar Ras Lanuf
y Sidra tomados por las BDB durante el 4 y 5 de
marzo (Rodríguez, 2017c). En cuanto al fin del
sitio a los doce edificios de Ganfuda, se saldó con
siete bajas en las filas del LNA y 43 yihadistas
abatidos de las BDB, junto a la muerte de un gran
número de cuadros del CSRB, actuales dirigentes
de las BDB.
Durante el Ramadán la actividad policial continuó,
llegando a desmantelar cinco células y a detener a
56 individuos (Rodríguez, 2017g). Por otro lado,
durante el mes de julio se produjo la explosión de
un IED al paso de un vehículo blindado en Jebel,
reivindicado posteriormente por Dáesh. En agosto
la Guardia Nacional abatió al líder de KUBN
que se hallaba en Argelia (Rodríguez, 2017g).
Por último, en noviembre Túnez sufrió tres ataques
terroristas: dos fueron explosiones de minas en la
zona de las montañas de Kasserine y el tercero,
un ataque con cuchillo en el parlamento tunecino
(Rodríguez, 2017j).
2.4 Libia
En enero de 2016 las fuerzas de Haftar seguían
avanzando en Bengasi, en los distritos de Abu
Sneib Ganfuda, los últimos reductos yihadistas de
la ciudad. Pese a que todavía existían algunos elementos del BDB en la ciudad, las fuerzas de Haftar
centraban sus esfuerzos ahora en el Creciente del
Petróleo y Derna. Por otro lado, Estados Unidos
Durante toda la intervención en Bengasi y la campaña por recuperar el creciente del petróleo en
manos del BDB, se conocieron los crímenes de
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
guerra que llevó a cabo el LNA: ejecutaron prisioneros y hubo casos de tortura. A raíz de que
se hiciera pública dicha información, se produjo
un vuelco a favor de al Qaida que hacía llamamientos contra el LNA. Tras el ataque aéreo contra
el área de Al-Faaeh (Derna) el 25 de marzo, el
Consejo de la Shura de Derna detuvo una cincuentena de vehículos del LNA y seis carros de combate empleando lanzacohetes. Al día siguiente, el
26 de marzo, el LNA volvió a lanzar un ataque
aéreo contra el DMSC en Derna y continuó con su
avance hacia Jufra, rodeando el aeródromo controlado por las BDB.
los avances en Suq Al-Hout y Ganfuda, aún no se
consiguió una victoria definitiva. El LNA retomó
los ataques contra el DMSC en Derna. Por otro
lado, Dáesh lanzó un ataque contra un checkpoint
en Sirte, mostrando su presencia en la zona, como
también haría el 23 de agosto lanzando un ataque contra el LNA en Al Fuqha. El siguiente mes,
el 5 de julio, las fuerzas del LNA consiguieron
tomar la ciudad de Bengasi, expulsando a los últimos reductos yihadistas tras tres años de sitio. Sin
embargo, todavía se mantienen algunos elementos islamistas y otros yihadistas que intentan desestabilizar la ciudad y realizar atentados contra
las fuerzas del LNA (Rodríguez, 2017g). A partir
de la toma de los últimos reductos de Bengasi, los
intereses estratégicos de Haftar se intensificaron
en Derna (al este), Sabratha (cerca de Naufiliya) y
al oeste, en Sirte. En Derna, el LNA lanzó ataques
aéreos, siendo derribado un MiG-23 del LNA por
el DMSC en Dahr al-Hamer. A partir del ataque
aéreo, el LNA esperó causar suficiente daño al
DMSC, pero las milicias yihadistas respondieron
con un avance infructuoso que pretendía romper
el sitio impuesto por el LNA. En Sirte, a finales
de julio se registró un aumento de la actividad de
Dáesh con la intensión de retomar su perdido tercer bastión internacional. A mediados de agosto,
otra aeronave del LNA fue derribada en Derna,
esta vez un helicóptero. A finales de agosto, Dáesh
regresó al escenario libio con un aumento de la
propaganda y demostración de fuerza a través de
checkpoints improvisados y un atentado contra un
checkpoint del LNA en Naufiliya a finales de mes
(Rodríguez, 2017g).
En abril, Haftar continuó con avances en Bengasi
y bombardeó Derna, Jufra y Tamenhint, concentrándose la actividad yihadista en Sabri (Bengasi)
y en el centro del país. A comienzos de abril, las
fuerzas del LNA lanzaron cinco ataques aéreos
contra las fuerzas restantes del BRSC (Consejo
de la Shura de las Brigadas Revolucionarias de
Bengasi) en Bengasi, que respondían con atentados contra las fuerzas del LNA. Ese mismo mes
también se liberaron veintiocho rehenes eritreos
y siete nigerianos secuestrados por Dáesh en
Sirte. Igualmente se presumió que Dáesh habría
secuestrado a una enfermera argelina en Misrata.
Por último, el LNA detuvo a un líder del DSMC,
Hamza Mustafa al-Shelwi, y a un miembro de
Dáesh, Abdussalam Laya.
Durante mayo la actividad del LNA siguió en
Bengasi y Derna, con el apoyo de Egipto —país
que llevó a cabo un bombardeo el 26 y 29 de
mayo como represalia por el atentado contra cristianos— para atacar a esta última. Por otro lado,
Ansar al Sharia Libia, vinculada a AQMI, anunció
por segunda vez su disolución el 27 de mayo. En
cuanto a Dáesh en Libia, en mayo perpetró atentados al sur de Sirte, dando señales de actividad
tras perder su control, y en Misrata.
En septiembre, la actividad de Dáesh se empezó
a consolidar cerca de Sirte, con una mayor
capacidad operativa, coordinación y letalidad.
Igualmente, su propaganda aumentó con la
publicación de vídeos y el número 96 del periódico Al-Naba, combinado al ataque contra el
LNA y el GNA. Teniendo en cuenta ese aumento
en la actividad de Dáesh, el US AFRICOM llevó
a cabo una nueva campaña de bombardeos
aéreos combinados con las fuerzas del GNA.
En junio el avance de las fuerzas de Haftar sobre
la base aérea de Jufra fue definitivo, consiguiendo
expulsar a las BDB de esa posición. En cuanto a
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
ACTIVIDAD YIHADISTA EN LIBIA 2017
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Incidentes
Comunicados
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2.5 Mauritania
El mes siguiente, Dáesh lanzó un ataque con
coche bomba contra el Tribunal de Misrata (4
de octubre) y otro ataque armado con siete vehículos contra un checkpoint del LNA al sur de
Ajdabiya (25 de octubre), dejando tras de sí un
gran número de muertos y heridos. Por otro lado,
aviones egipcios volvieron a atacar objetivos en
Libia, esta vez un convoy sospechoso de ocho
vehículos (Rodríguez, 2017i). Durante noviembre
el LNA estrechó el cerco sobre las posiciones que
mantiene bajo sitio. Asimismo, el US AFRICOM
volvió a lanzar ataques aéreos contra campos
de entrenamiento de Dáesh en el centro del país
(17 y 19 de noviembre, en Fugaha) (Rodríguez,
2017j). Las fuerzas del BSRC se habrían replegado hacia Derna, junto al DMSC. Por último,
del mes de diciembre se puede señalar una
información sobre el posible repliegue del BRSC
hacia Derna y los ataques llevados a cabo por
Dáesh en el oleoducto de Es-Sider (26 de diciembre) (Rodríguez, 2017k).
Mauritania es uno de los países que menor actividad ha registrado. Solo cabe señalar la ejecución por parte de AQMI de dos supuestos espías
del Gobierno mauritano el 8 de octubre. Por otro
lado, en materia de seguridad, el país apostó por
mejorar sus relaciones con Argelia para luchar
contra el terrorismo, estrechando lazos con su país
vecino durante septiembre. Más allá de lo anteriormente reseñado, Mauritania no cuenta con
más acontecimientos sobre actividad yihadista
registrados en el Observatorio.
2.6 Mali
En enero de 2017 hubo un atentado yihadista
de AQMI contra un campamento militar en Gao
que dejó más de setenta muertos. Ese mismo mes
se produjeron ataques en otros puntos del país
que evidenciaban un aumento de la actividad
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
yihadista, en aumento desde 2016. Además, se
alcanzó en enero una alta actividad yihadista
con diez incidentes registrados, cuatro comunicados de reivindicación de atentados y cuatro
diferentes acciones gubernamentales contra las
organizaciones yihadistas. Del mes de febrero
se puede destacar la intensa actividad yihadista,
produciéndose tanto operaciones para detener a
supuestos terroristas como enfrentamientos armados contra elementos yihadistas. El 27 de febrero
una facción armada del CMA tomó la asamblea
regional de Gao. El mes siguiente, el 3 de marzo,
se produjo la unión de AQMI, Al Murabitún,
Ansar Dine y la Katiba Macina en el grupo
Jama’at Nusrat ul-Islam wal-Muslimin, (JNIM,
Grupo para el Apoyo al Islam y Musulmanes),
siendo emir Iyhad Ag Ghali. Rápidamente la
nueva milicia contó con el apoyo de al Qaida
central y está principalmente vinculada a AQMI.
Para terminar el mes, la nueva organización yihadista regional lanzó sus primeros ataques contra
militares y posteriormente contra gendarmes en
Boulikessi (Mali). En abril se produjeron nuevas
detenciones y enfrentamientos entre las fuerzas
de seguridad y los yihadistas. Como resultado,
fue abatido un militar francés en el sur del país.
Por otro lado, el 12 de abril tuvo lugar una reunión de tribus del norte de Mali para desarrollar
una estrategia para hacer frente a los yihadistas.
Ese mismo mes, el JNIM publicó una lista con
once países enemigos y lanzó nuevos ataques en
Kidal y Tombuctú.
(17 de junio). Por otro lado, en Mali también
tuvieron lugar desarticulaciones y detenciones
de elementos terrorista en el país. En contraposición, en junio se consiguió una mejor coordinación entre el ejército de Mali (FAMA), las fuerzas
de Barkhane y la MINUSMA desde Tombuctú (9
de junio). Además, se creó una fuerza conjunta
del G5 Sahel y la ONU, a pesar de las reticentes
posturas de Estados Unidos y Reino Unido para
luchar contra el terrorismo. Casi a finales de junio
un rehén sueco era liberado tras seis años de cautividad por AQMI.
Mali es el país de la región
que más actividad yihadista
ha sufrido en 2017: 78
incidentes, 35 comunicados
y sólo 51 acciones
encuadradas en la lucha
antiterrorista
Al igual que el resto de meses, durante julio JNIM
lanzó una serie de ataques contra las fuerzas de
seguridad que sufrieron diferentes emboscadas y
ataques con IED, en uno de ellos murieron soldados malienses y extranjeros. En cuanto a Dáesh,
menos presente en el Sahel, mostró su interés
de expandirse hacia la región de Menaka. Las
fuerzas yihadistas avanzaron hacia la localidad
de Diafarabé (región de Mopti) a mediados de
agosto, produciéndose varios atentados en el
país. Además de los objetivos gubernamentales
y extranjeros, las fuerzas yihadistas tienen como
objetivo competir contra otros actores no estatales, así se explica el ataque de la organización Adnan Abou Walid Sahraoui, afín a Dáesh,
contra cuatro tuaregs de la tribu Imghad (25 de
julio); o de miembros del Frente de Liberación de
Macina cobrando impuestos por protección en
Deguimberé para hacerse con el control de la
región (25 de agosto).
En mayo, Mali registró una actividad de JNIM
capaz de coordinar sus ataques contra fuerzas
malienses e internacionales. Por otro lado, en Al
Murabitún, Abderrahmane Al-Sanhaji sucedió a
Mojtar Belmojtar. En junio, JNIM lanzó un ataque a las afueras de Bamako, contra un complejo
turístico (19 de junio), donde suelen concurrir
extranjeros, causando un gran impacto mediático.
Asimismo, se produjo otro ataque contra las fuerzas de la MINUSMA ese mismo mes en el que
murieron tres soldados en Kidal y otros cinco soldados en un campamento militar en Bitagoungou
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
ACTIVIDAD YIHADISTA EN MALI 2017
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X
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Meses
Incidentes
Comunicados
En septiembre, la concentración de elementos yihadistas en la frontera con Burkina Faso y
Níger tuvo como consecuencia el ataque desde
esas zonas a fuerzas de seguridad malienses (en
Menaka por el Estado Islámico en el Gran Sáhara,
en la región de Mopti, dos ofensivas de JNIM en
Kidal y dos ataques en Gao) y la detención de un
elemento yihadista. En consecuencia, las fuerzas
de Barkhane han atacado diferentes posiciones
yihadistas y Estados Unidos y Francia han decidido aumentar su apoyo en la lucha contra el
terrorismo en la región.
Operaciones CT
en diferentes puntos del país, mostrando a su
vez influencia en la región de Mopti y Kidal.
Además, la propaganda y reivindicaciones de
JNIM aumentaron ese mes: aseguraba haber llevado a cabo 31 ataques, causando 65 muertos
y 91 heridos, así como 6 secuestros entre mayo
y octubre de 2017 (Rodríguez, 2017i). Para
terminar el año, las organizaciones yihadistas
realizaron un gran número de atentados en la
zona céntrica del país, sobre todo en la región
de Mopti y otros desde Níger y Burkina Faso, al
igual que los meses anteriores. El 9 de noviembre grupos yihadistas afiliados a JNIM cierran
escuelas convencionales en la región de Mopti
buscando su sustitución por escuelas coránicas
(Rodríguez, 2017j). Por último, durante diciembre, JNIM y el Estado Islámico del Gran Sáhara
establecieron conversaciones para combatir juntos contra sus enemigos en el Sahel, aunque no
está muy clara dicha alianza por conveniencia
todavía (Rodríguez, 2017k).
Octubre fue un mes que reportó actividad de
JNIM, detenciones y enfrentamientos contra los
yihadistas por parte de las fuerzas de seguridad.
JNIM fue capaz de conducir varios ataques contra objetivos simbólicos como el convoy del presidente del Tribunal Supremo de Mali el 31 de
octubre, otros en simultáneo y otros con IED el
24, 27 y 31 de octubre, así como emboscadas
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
posible atentado terrorista el 21 de octubre, este
nunca tuvo lugar.
A partir de los acontecimientos recogidos en el
Observatorio, se puede observar que Mali es el
país que más ataques y atentados ha sufrido en
todo el año 2017, alcanzando un total de 78 incidentes registrados, 35 comunicados (junto a propaganda y reivindicaciones) y sólo 51 acciones
en la lucha contra el terrorismo. Enero y noviembre son los meses con mayor número de ataques
registrados, seguidos de junio y julio.
2.8 Níger
En lo que respecta a Níger, la lucha contra Boko
Haram ha sido uno de sus principales desafíos.
Durante 2017 los ataques yihadistas en Níger
han sido esporádicos, sobre todo contra las
fuerzas de seguridad y localizados en torno a
la frontera con Mali y hacia el lago Chad. La
letalidad no llegó a ser tal alta, salvo en las filas
yihadistas, que llegaron a perder alrededor de
cincuenta miembros durante una acción de las
fuerzas de seguridad nigerinas.
2.7 Senegal
Posiblemente al encontrarse más alejado del
foco terrorista, Senegal no es uno de los países
más afectados por el yihadismo. No obstante,
se detuvo a dos yihadistas malienses el 27 de
febrero, así como a reclutadores para Boko
Haram en abril y a dos marroquíes perseguidos por Interpol que llegaron al aeropuerto de
Dakar el 11 de abril. Por último, pese a que la
Embajada de Estados Unidos alertó sobre un
En febrero Níger sufrió un ataque contra sus
militares cerca de Mali (Rodríguez, 2017b). En
marzo, se produjo un atentado contra policías en
la región de Tillabéri (Rodríguez, 2017c). El mes
siguiente, tras un enfrentamiento contra elementos
ACTIVIDAD YIHADISTA EN NÍGER 2017
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3
2,5
2
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1
0,5
0
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Meses
Incidentes
Comunicados
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Operaciones CT
XI
XII
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
2.9 Chad
de Boko Haram el balance de yihadistas abatidos
alcanzó la cincuentena (Rodríguez, 2017d). En
mayo, un nuevo ataque en la frontera con Burkina
Faso y Nigeria contra un puesto de control policial
es atribuido a Boko Haram. Junio fue el mes con la
mayor cifra de ataques registrado en el país: seis
miembros de las fuerzas de seguridad de Níger
murieron en el suroeste (Rodríguez, 2017f) en la
localidad de Abala, frontera con Mali. Para terminar el mes, el 30 de junio se registraron dos
muertos y once heridos en un atentado simultáneo
con cinturones explosivos de Boko Haram contra
el campamento de Naciones Unidas en Níger
(Rodríguez, 2017f). El 21 de julio también se
produjo un ataque terrorista, cuya autoría corresponde presuntamente a Boko Haram, contra una
gendarmería en Ayorou (Rodríguez, 2017g). En
octubre se volvieron a registrar dos atentados de
importancia porque se llevaron a cabo contra instituciones gubernamentales nigerinas y entre las
víctimas se encontró un soldado estadounidense
(Rodríguez, 2017i).
A comienzos de 2017, Níger sufrió un nuevo ataque
de Boko Haram cerca del lago Chad (Rodríguez,
2017a). Posteriormente, en mayo, Chad también
sufrió otro atentado cerca de su frontera con
Nigeria, con Boko Haram presumiblemente como
culpable (Rodríguez, 2017e). El 27 de junio se
produjo un enfrentamiento armado entre las fuerzas estatales y Boko Haram en el lago Chad,
donde cerca de 182 terroristas fueron abatidos
y ocho soldados chadianos fallecieron, una cifra
considerada muy elevada para un corto período
de tiempo (Rodríguez, 2017f). Por último, como
se comentó en el caso de Níger durante el mes
de junio, tras el ataque lanzado en Chad, Boko
Haram lanzó un ataque con armas pesadas y pickups, a comienzos de mes, en Abala (Níger frontera con Mali). Así, tres días después del atentado
de Chad, dos mujeres vinculadas a Boko Haram
se inmolaron en un campamento de Naciones
Unidas de Níger que se comentó anteriormente.
De esta manera, se puede determinar una acción
conjunta y coordinada de Boko Haram tanto en
Chad como en Níger. Ambos países se presentan como objetivos que la organización terrorista
puede atacar de manera indistinta y con capacidades operativas de armas pesadas y alta movilidad con las pick-ups.
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
CONCLUSIONES
En cuanto a las operaciones enmarcadas en la
lucha contra el terrorismo, es necesario hacer
una referencia a Túnez como país que más detenciones ha llevado a cabo, seguido de Argelia y
Marruecos, este último realizando gran parte de
sus operaciones en coordinación con la Policía
Nacional española. Por otro lado, cabe señalar
los esfuerzos bilaterales entre España y Marruecos,
Argelia y Mauritania, y Argelia y Túnez para mejorar sus comunicaciones en materia de lucha contra el terrorismo durante 2017. Sin embargo, una
de las medidas que puede ser más aplaudida es
la creación de una fuerza conjunta del G5 Sahel
(Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso) en
junio (Rodríguez, 2017f; 2017g). Con una capacidad de 5.000 efectivos para luchar contra el
yihadismo en la región, la fuerza del G5 Sahel
puede llegar a convertirse en un factor determinante para hacer frente a una amenaza que tradicionalmente se ha favorecido de las fronteras
políticas y usualmente lanzaba un gran número
de ataques en las zonas limítrofes, con la certeza
de que no serían perseguidos en otro país. Casos
como estas acciones han tenido lugar en la frontera de Mali con Níger, en Menaka, con la ejecución de soldados malienses y otro ataque en Koro
(región de Menaka) proveniente de Burkina Faso,
reivindicado por MUYAO.
Los países de mayor inestabilidad del Magreb y
el Sahel Occidental son Mali y Libia, objeto de
ataques como respuesta a sus estrategias antiyihadistas. Por otro lado, la amenaza terrorista
también se cierne en Túnez, Argelia y Marruecos,
países donde se han llevado a cabo un número
considerable de detenciones, desarticulaciones
y enfrentamiento con terroristas. A excepción de
Marruecos, Túnez y Argelia han sufrido atentados
terroristas durante 2017, aunque estos han sido a
una menor escala. Por el contrario, Chad y Níger
se han visto afectados por el yihadismo en las
fronteras correspondientes con Burkina Faso, Mali
y Nigeria (lago Chad), que como consecuencia
han producido un gran número de bajas en las
fuerzas yihadistas. En la mayoría de los incidentes incluidos en el Observatorio se ha visto que
el objetivo principal han sido las fuerzas y cuerpos de seguridad estatales en los checkpoints,
empleando armas ligeras, pesadas, IED e incluso
armas blancas.
Analizando las organizaciones yihadistas durante
2017, se puede realizar un análisis DAFO de su
situación y evolución.
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
ANÁLISIS DAFO: LAS ORGANIZACIONES YIHADISTAS EN LA REGIÓN DURANTE 2017
Debilidades
Fortalezas
• Dificultad de conciliar diversos
intereses entre las organizaciones
• Competición por el liderazgo
yihadista
Análisis
interno
• Necesidad de buscar medios para
sus acciones (financiación, sobre
todo tráfico ilícito)
• Aumento de las alianzas y pactos: Katiba
El Feth en Dáesh, la creación de JNIM, la
creación de las BDB, alianza puntual entre
AQMI y Dáesh en el Sahel
• Aumento de la coordinación en ataques y
medios operativos
• Uso de la propaganda y adoctrinamiento
• Alta movilidad y sorpresa con vehículos y
armamento
• La aquilatada presencia del yihadismo en
la región, como parte de su afianzamiento
• Aprovechar la relativa homogeneidad
religiosa: mayoría de Islam suní
• Capacidad para proveer servicios públicos
en las zonas controladas
Amenazas
Análisis
interno
Oportunidades
• La derrota de las fuerzas yihadistas
en Siria e Irak
• La inestabilidad y fragilidad estatal como
en Libia o Mali
• La creación de la fuerza conjunta
del G5 Sahel
• La porosidad de las fronteras: tráfico ilícito
y alta movilidad
• La mejora en las relaciones
bilaterales en materia de seguridad
• Zonas de conflicto para captar y enviar
nuevos combatientes
• Aumento de la presencia
extranjera: Estados Unidos, Francia
y España
• Regreso de combatientes extranjeros
entrenados
• Operaciones contraterroristas
eficaces
• Las condiciones socioeconómicas
regionales de marginalidad, desigualdad
y pobreza
• Errores y daños colaterales de las
operaciones de fuerzas extranjeras
• Avance de fuerzas adversarias
• Retorno de combatientes
extranjeros desilusionados
• La explotación de la fractura étnico-tribal
• Atentados contra la población civil,
pérdida de apoyo social
60
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
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yihadista en el Magreb y el Sahel Occidental:
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yihadista en el Magreb y el Sahel Occidental:
abril 2017”. Extraída el 04/I/2018 desde http://
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observatorio-sobre-la-actividad-yihadista-en-el-magreb-yel-sahel-occidental-abril-2017
_(2017e, junio 5). “Observatorio sobre la actividad
yihadista en el Magreb y el Sahel Occidental:
mayo 2017”. Extraída el 04/I/2018 desde http://
www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/
observatorio-sobre-la-actividad-yihadista-en-el-magreb-yel-sahel-occidental-mayo-2017
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OIET
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
OPERACIONES POLICIALES ANTIYIHADISTAS
EN ESPAÑA EN 2017
ÁLVARO H. DE BÉTHENCOURT
INTRODUCCIÓN
cuerpos policiales españoles en la lucha contra el
terrorismo yihadista. El balance de la actividad
antiyihadista ha dejado un total de 84 detenidos
y 6 terroristas abatidos2 en 51 operaciones policiales recogidas por el observatorio. Esto implica
que la de 2017 es la segunda cifra de detenciones más elevada de toda la década, encabezada
por los 102 arrestados de 2015 y seguida de los
76 de 2016.
El escenario de las operaciones policiales contra el
terrorismo yihadista en España durante 2017 está
marcado por los atentados sufridos en Barcelona
y Cambrils en los que perdieron la vida dieciséis
personas los días 17 y 18 de agosto. En relación
con esos ataques, los Mossos d’Esquadra detuvieron a cinco sospechosos y abatieron a seis terroristas. Lo ocurrido supuso el final de trece años sin
atentados yihadistas en España desde el fatídico
11 de marzo de 2004.
Aunque la percepción de inseguridad aumenta en
la opinión pública cada vez que se sufre un atentado terrorista, el desempeño policial en España
ha evitado que el número de ataques fuera
mayor. La eficacia de las políticas antiterroristas
parece disminuir ante el horror de un atentado;
sin embargo, observando el contexto europeo
en el que muchos países han sufrido oleadas de
ataques producto de la movilización yihadista,
España ha conseguido mantener unos niveles
de seguridad altos en términos comparativos. La
movilización de yihadistas que se dirigieron desde
Europa hasta Siria e Irak para unirse a Dáesh u
otros grupos yihadistas afectó de manera diferente
a los distintos países europeos, siendo España uno
de los menos afectados por esta movilización. A
pesar de la baja presencia de españoles en Siria
La de 2017 es la segunda
cifra de detenciones más
elevada de toda la década,
encabezada por los 102
arrestados de 2015 y
seguida de los 76 de 2016
A lo largo del capítulo se expondrán los diferentes datos recogidos por el Observatorio de
Operaciones policiales antiyihadistas en España1
del OIET durante el año 2017, que aportan
información de la labor que hacen los diferentes
1
También se incluyen operaciones en el extranjero en las que el detenido era español o fue extraditado a España.
2
Cinco fueron abatidos en Cambrils y uno en Subirats entre los días 18 y 21 de agosto.
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OIET
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
1. ÁMBITO GEOGRÁFICO DE LAS
OPERACIONES POLICIALES
e Irak en comparación con Francia o Reino Unido,
el enfoque preventivo adoptado en España ha
permitido detener a individuos en fases muy tempranas de su radicalización y desmantelar células
antes de que pudieran llevar a cabo sus planes de
atentar en España, situando la cifra de detenidos
relacionados con el terrorismo yihadista tan solo
por detrás de las de los dos países anteriormente
citados (cf. Europol, 2017: web).
Las operaciones policiales han tenido una distribución desigual a lo largo del territorio, tendiendo
a concentrarse en Madrid, Barcelona, Melilla y
Ceuta. No obstante, ha habido detenidos hasta
en veintiuna ciudades españolas, a las que hay
que sumar los cinco detenidos en el extranjero y
contabilizados en el Observatorio.
Cataluña es el principal
foco de la lucha contra
el terrorismo yihadista
en España: allí se han
desarrollado 14 operaciones
policiales que se han
saldado con 29 presuntos
terroristas detenidos y 6
abatidos
Los datos permiten concluir que Cataluña es el
principal foco de la lucha contra el terrorismo
yihadista en España: allí se han desarrollado
catorce operaciones policiales que se han saldado con veintinueve presuntos terroristas detenidos y seis abatidos. La provincia de Barcelona
lidera el número de detenidos con 22 y es, en
comparación con el resto de España, la segunda
en la que más operaciones se han realizado con
un total de ocho en Hospitalet de Llobregat, Roda
de Ter, Sant Pere de Ribes, Terrasa, Badalona y
Barcelona. Gerona fue otro foco importante de
la actividad antiyihadista con cinco detenidos en
cuatro operaciones. En lo que respecta a Lérida y
Tarragona, en cada una de ellas se llevó a cabo
un operativo que culminó con una detención.
La Comunidad de Madrid es el segundo gran foco
de detenciones y operaciones policiales, con doce
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
DETENIDOS RELACIONADOS CON EL TERRORISMO YIHADISTA
1
51
1
1
VIZCAYA
GUIPÚZCOA
ÁLAVA
1
5
LÉRIDA
TOTAL
OPERACIONES
GERONA
3
1
5
22 1
SEGOVIA
84
16
TARRAGONA
MADRID
4
CASTELLÓN
BALEARES
VALENCIA
1
6
1
2
TOTAL DETENIDOS
BARCELONA
2
3
BADAJOZ
ALICANTE
CÓRDOBA
1
TOTAL ABATIDOS
4
MÁLAGA
2
7
CEUTA
LAS PALMAS
MELILLA
Extranjero:
5 detenidos (2 en Marruecos, 1 en Bélgica, 1 en Reino Unido, 1 en Alemania)
operativos en los que fueron detenidos dieciséis
individuos.
Con menos de cuatro detenidos se encuentran
varias ciudades repartidas por toda la geografía
española. En Córdoba y Segovia se produjeron
tres detenciones en cada una; en las ciudades de
Las Palmas de Gran Canaria, Alicante y Valencia
se produjeron dos detenciones en cada una de
ellas; y con un detenido en cada una de ellas
se encuentran San Sebastián, Bilbao, Vitoria,
Málaga, Balmaseda, Castellón y Mérida.
Tras las dos zonas principales que han concentrado el grueso de las operaciones y detenciones, se encuentran las ciudades autónomas de
Melilla y Ceuta, que suman once detenidos.
Melilla, con cinco operaciones y siete arrestados, se convierte en el tercer foco geográfico
con más incidencia. Ceuta, por su parte, acumula cuatro detenidos en tres operativos. En
Mallorca el número de detenidos también es de
cuatro, aunque todos ellos fueron arrestados en
una sola operación.
A estos 79 detenidos en territorio nacional hay
que sumar aquellos detenidos en el extranjero y
que fueron puestos a disposición de la justicia
española. El Observatorio ha documentado cinco
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2. DISTRIBUCIÓN TEMPORAL DE LAS
OPERACIONES POLICIALES
detenciones de estas características producidas
dos de ellas en Tánger (Marruecos) y las otras tres
en Zaventem (Bélgica), Reino Unido, y Alemania3.
De acuerdo con los datos recabados por el
Observatorio de operaciones policiales antiyihadistas, abril fue el mes en el que se produjo el
mayor pico de actividad policial contra el terrorismo yihadista, ya que se realizaron seis operaciones con un resultado de quince detenidos. Junio
fue el segundo mes con mayor número de detenidos, alcanzando la cifra de doce. La media se
sitúa en siete detenidos al mes. Se lleva a cabo
una detención relacionada con actividades terroristas de naturaleza yihadista cada poco más de
cuatro días.
En definitiva, en 2017 se desarrollaron 51 operaciones policiales antiyihadistas que se saldaron
con la detención de 84 personas4.
Las cifras muestran un trabajo sin descanso por
parte de los servicios policiales españoles acorde
al Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) 4 en el que
España se encuentra desde el 26 de junio de 2015.
EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LAS OPERACIONES POLICIALES ANTIYIHADISTAS EN 2017
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Operaciones
Junio
Detenidos
Julio
Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
Abatidos
3 Tanto en el caso de Reino Unido como en el de Alemania, no fueron reveladas las ciudades en las que se produjeron las
detenciones.
4 Aunque la suma total de las operaciones detalladas en el epígrafe daría 52, se considera que fueron 51 operaciones policiales
porque en una de ellas hubo detenidos tanto en Madrid como en Gerona.
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DISTRIBUCIÓN TEMPORAL DE LAS OPERACIONES POLICIALES ANTIYIHADISTAS EN 2017
Mes
Operaciones
Detenciones
Terroristas abatidos
Enero
5
6
0
Febrero
6
9
0
Marzo
3
4
0
Abril
6
15
0
Mayo
3
6
0
Junio
5
12
0
Julio
5
6
0
Agosto
3
6
6
Septiembre
5
6
0
Octubre
3
3
0
Noviembre
4
5
0
Diciembre
3
6
0
51
84
6
Total
66
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3. ACTUACIÓN DE LAS FUERZAS Y
CUERPOS DE SEGURIDAD
DETENCIONES PRACTICADAS POR LAS FUERZAS Y
CUERPOS DE SEGURDAD EN 2017
Los tres cuerpos que han llevado el peso de las
operaciones policiales contra el terrorismo yihadista en España, según los datos recogidos por
el Observatorio, han sido el Cuerpo Nacional de
Policía, la Guardia Civil y los Mossos d´Esquadra. A ellos se suma la cooperación del Centro
Nacional de Inteligencia, así como con servicios
de inteligencia de países aliados y operaciones
conjuntas con fuerzas policiales de otros países.
19 DETENCIONES
23%
39 DETENCIONES
46%
26 DETENCIONES
31%
OPERACIONES ANTIYIHADISTAS REALIZADAS POR LAS
FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD
Cuerpo Nacional de Policía
6 OPERACIONES
14%
19 OPERACIONES
37%
Guardia Civil
Mossos d’Esquadra
25 OPERACIONES
49%
El Cuerpo Nacional de Policía ha sido el que ha
detenido a un mayor número de individuos, llegando a la cifra de 39 en las 25 operaciones
documentadas por el Observatorio. La Guardia
Civil, por su parte, ha efectuado 26 detenciones
en 19 operaciones. Por último, los Mossos d´Esquadra han practicado 19 detenciones en 6 operaciones. Además, hay que contabilizar sus dos
complicadas intervenciones en Tarragona como
respuesta al atentado producido en Cambrils y
en Subirats, en las cuales abatieron a 5 terroristas en la primera localidad y a 1 en la segunda
durante la operación de búsqueda y captura que
fue puesta en marcha de forma inmediata tras el
atentado en Barcelona.
Cuerpo Nacional de Policía
Guardia Civil
Mossos d’Esquadra
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4. EL PERFIL DE LOS DETENIDOS
En cuanto a las seis mujeres detenidas, la de
mayor edad es una de 38 años y de nacionalidad
mexicana, detenida en Madrid por la Guardia
Civil el 23 de enero. La de menor edad es una
española de 19 años detenida por el Cuerpo
Nacional de Policía en Madrid el 18 de diciembre. La edad media de las mujeres detenidas en
España por su actividad relacionada con el terrorismo yihadista roza los 27 años. Entre las seis
arrestadas se encuentran dos mujeres que permanecieron en territorio controlado por Dáesh en
Siria cerca de dos años y estuvieron casadas con
combatientes del grupo terrorista. Según el comunicado que emitió el Ministerio del Interior cuando
fueron detenidas el 11 de julio, presentaban una
amenaza potencial para la seguridad nacional
(cf. Ministerio del Interior, 2017: web).
4.1 La edad
De los 78 hombres detenidos, el de mayor edad
es un individuo de 52 años arrestado en Madrid
el 25 de octubre por el Cuerpo Nacional de
Policía. Se trata de un yihadista de nacionalidad
española, llamado Luis José Fernández Galán,
alias Yusuf Galán, el único español condenado
tras la operación Dátil por su integración en la
rama española de Al Qaida. En cuanto al individuo de menor edad detenido, el dato corresponde
a un menor de edad de 15 años. La edad media
de los hombres detenidos por su actividad relacionada con el terrorismo yihadista en España es de
32,5 años5.
EDAD DE MUJERES Y HOMBRES DETENIDOS EN OPERACIONES POLICIALES ANTIIHADISTAS EN 2017
30
26
25
20
15
12
11
9
10
5
0
3
Menores de 18
3
Entre 18 y 25
4
2
1
Entre 26 y 30
1
Entre 31 y 40
Hombres
Entre 41 y 45
Entre 46 y 50
Más de 50
Mujeres
*Datos correspondientes a 72 detenidos.
*En 12 casos el dato de la edad no estaba disponible.
*No se contabilizan los abatidos.
5
El dato se extrae de la suma de las edades de 66 individuos, ya que de los doce restantes no se dispone el dato de la edad.
68
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4.2 El sexo
SEXO DE LOS DETENIDOS EN OPERACIONES POLICIALES
ANTIYIHADISTAS EN 2017
De la cifra total de 84 detenidos, 78 son hombres
y 6 son mujeres.
7%
La cifra de hombres detenidos por sus actividades terroristas va en consonancia con el mayor
esfuerzo ejercido por las organizaciones como
Dáesh para movilizar a hombres. El perfil mayoritariamente masculino se ve influido por estos
esfuerzos propagandísticos y por el estatus yihadista de combatiente vinculado normalmente a la
figura del hombre.
93%
En cuanto al perfil de las mujeres detenidas, su rol
varía respecto al del hombre puesto que su papel
está más vinculado al de labores de propaganda
y en otros casos al de acompañamiento del combatiente a zona de conflicto. De las 6 detenidas en
2017, dos de ellas se habían desplazado desde
Ceuta hacia Siria en el año 2014. Allí las jóvenes
de 21 y 26 años se habían establecido junto a
sus maridos, combatientes de Dáesh, en territorio
controlado por la organización terrorista y allí
realizaban su vida con sus hijos. Ambas fueron
detenidas cuando intentaban regresar a España
con sus hijos después de que sus esposos hubiesen fallecido en combate. El haber vivido y socializado en el núcleo del autoproclamado Estado
Islámico, hacía de ellas una amenaza para la
seguridad nacional por su alta radicalización tal
y como informó el Ministerio del Interior cuando
fueron detenidas.
Hombres
Mujeres
4.3 La nacionalidad
El 57% de los detenidos en operaciones antiyihadistas en España son de nacionalidad marroquí.
Se trata de 46 hombres y una mujer. El 28% son
españoles —19 hombres y 4 mujeres—. Le siguen
un 4% de argelinos y un 3% de egipcios. Además,
hay un ciudadano bangladeshí, uno paquistaní,
una mexicana y cuatro individuos con doble
nacionalidad —hispano-marroquí, marroquí-holandés, marroquí-danés y sirio-danés—.
Por lo tanto, aunque el número de mujeres detenidas es significativamente menor al de los hombres
y aunque la naturaleza de sus actividades terroristas difiera, siguen presentando una amenaza
para la seguridad.
69
OIET
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5. TIPO DE ACTIVIDAD TERRORISTA
NACIONALIDAD DE LOS DETENIDOS EN OPERACIONES
POLICIALES ANTIYIHADISTAS EN 2017
El tipo de actividad terrorista que desarrollaban los detenidos recogidos en este estudio
varía desde la financiación a una organización
terrorista, integración en una organización
terrorista, enaltecimiento del terrorismo, captación y adoctrinamiento, autoadoctrinamiento
hasta envío de combatientes, entre otros delitos. Además, los yihadistas detenidos en relación con los atentados de Barcelona y Cambrils
están acusados de asesinato y lesiones de
carácter terrorista, además de integración en
organización terrorista.
1% 1%
1%
5%
3%
4%
57%
28%
Asimismo, en España se han detectado redes
de crimen organizado vinculadas al terrorismo,
como la desarticulada en Barcelona en abril.
Los nueve detenidos en la operación llevada a
cabo por los Mossos d´Esquadra fueron acusados de integración en organización terrorista y
en organización criminal, tráfico de drogas, robo
con violencia, tenencia de armas y blanqueo de
capitales. A dos de ellos se les vincula con los
atentados del aeropuerto y del metro de Bruselas
de marzo de 2016.
Marroquí
Española
Argelina
Egipcia
Paquistaní
Bangladeshí
Mexicana
Ha habido numerosas operaciones de gran envergadura que han sacado de circulación a individuos muy peligrosos con firme voluntad de llevar
a cabo actos violentos o de facilitar su comisión.
Una de las más destacadas es la que permitió
la detención de seis individuos entre Mallorca,
Alemania y Reino Unido. El detenido en Reino
Unido era un imán salafista que se había desplazado a Mallorca en 2015 para iniciar la captación, el adoctrinamiento y el proceso de radicalización de un grupo, actuando como dinamizador
de la célula que fue desarticulada. La nota emitida
por el Ministerio del Interior tras su detención sostenía que “su polarización hacia el radicalismo
más extremo, su total compromiso y adhesión con
las directrices de Dáesh, la justificación de los
procedimientos terroristas llevados a cabo por los
actores solitarios en Europa y su predisposición
Otras
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OIET
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de empresas especializadas en soporte informático, a través de las cuales financiaba acciones
terroristas y el envío de material tecnológico a
Siria con fines armamentísticos. Las autoridades
de Bangladesh creían que este entramado complejo podría encontrarse detrás de la financiación del atentado contra un café-panadería en
la capital, Daca, en julio de 2016 y que costó la
vida a veintidós personas. El hermano del detenido se había integrado en las filas de Dáesh en
Siria y había fallecido en 2015.
para acometer la yihad violenta, propiciaron el
desarrollo de esta operación en España, Reino
Unido y Alemania”. (Ministerio del Interior, 2017:
web).
También se han producido arrestos de individuos sospechosos de haber combatido en las
filas de Dáesh en Siria o Irak. Es el caso del
detenido por la Guardia Civil en junio. Fuentes
policiales calificaron al individuo nacido en
Siria y de nacionalidad danesa como “muy
peligroso” y un “peso pesado” del yihadismo.
Similar es el caso de un detenido en el mes de
febrero en Vitoria, que había estado en Siria
recibiendo entrenamiento militar por el Frente Al
Nusra —antigua franquicia siria de al Qaida
que ha cambiado en numerosas ocasiones de
nombre y se ha integrado en coaliciones de grupos yihadistas—. Según apuntaron las investigaciones policiales, el detenido se habría vinculado a Dáesh al disentir de algunos postulados
de al Qaida. También está acusado de labores
de adoctrinamiento y captación que realizaba
desde su regreso de Siria.
El de Mérida no es el único individuo del presente estudio cuyo hermano estuviese vinculado
también a actividades terroristas. El 5 de diciembre agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a dos hermanos de nacionalidad marroquí en Gerona por su labor de difusión masiva
de material de Dáesh. En una operación de la
Policía Nacional se detuvo en Zaventem (Bélgica)
a un individuo de nacionalidad española por su
presunta labor de captación, adoctrinamiento
y reclutamiento para Dáesh. Este individuo formaba parte de un grupo cuyos otros miembros ya
habían sido detenidos en operaciones anteriores
en Badalona (Barcelona) y Salou (Tarragona) en
mayo de 2017, pero lo destacable es que otro
miembro de este grupo era su hermano menor,
quien había sido detenido en octubre de 2015.
Otro detenido por la Policía Nacional en el mes
de mayo en Madrid había sufrido un proceso
muy agudo de radicalización y tenía idealizado
a su hermano, quien se había desplazado a la
zona de Siria e Irak para combatir en las filas
de Dáesh. Asimismo, hay muchos lazos fraternos
en la célula que actuó en Barcelona y Tarragona
en agosto de 2017: Yousef Aalla —fallecido
en Alcanar manipulando explosivos—, Said
Aalla —abatido en Tarragona— y Mohammed
Aalla —detenido y puesto en libertad provisional—; Houssaine Abouyaaqoub —abatido en
Tarragona— y Younes Abouyaaqoub —abatido en Subirats—; Moussa Oukabir —abatido
en Tarragona— y Driss Oukabir —detenido—;
y por último, Omar Hychami —abatido en
No obstante, la mayoría de las detenciones
corresponden a perfiles de individuos cuya actividad terrorista estaba enfocada a actividades
propagandísticas divulgativas para favorecer
procesos de radicalización y realizar labores
de captación. Es el caso de un detenido por la
Guardia Civil en el mes de julio en Madrid acusado de tener relación con estructuras propagandísticas de Dáesh en España. La operación
se desarrolló conjuntamente con la Agencia
Europea de Policía (EUROPOL) y contó con la
colaboración de servicios de inteligencia y cuerpos policiales de otros países. Otra operación
que destaca por su complejidad y conexiones
internacionales es la que tuvo lugar en Mérida
en septiembre. La Policía Nacional detuvo en
dicha ciudad a un individuo de nacionalidad
bangladesí de 34 años por su presunta posición
clave dentro del aparato tecnológico de Dáesh.
El arrestado lideraba un complejo entramado
71
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Tarragona— y Mohamed Hychami —abatido en
Tarragona—.
6. LA VINCULACIÓN CON UN GRUPO
TERRORISTA
La presencia de lazos fraternos o familiares de
otro tipo en grupos, redes o células yihadistas
resulta frecuente. Además de ser una garantía de
discreción y confianza, el proceso de radicalización que lleva al individuo a cometer un acto violento se ve positivamente reforzado si se produce
con alguien de su entorno familiar cerca.
Respecto a la pertenencia, fidelidad o simpatía
hacia grupos yihadistas por parte de los detenidos, no hay ninguna duda que el grupo terrorista
que ocupa de manera casi absoluta este estudio
es Dáesh.
Para los detenidos en España en el año 2017
sigue siendo el grupo terrorista yihadista referente
y su declive progresivo sobre el terreno no ha
tenido consecuencias en los individuos detenidos
objetos de este estudio, al menos por el momento.
Solo algunos pocos manifestaban también su simpatía hacia otros grupos yihadistas, siendo casos
residuales en comparación con la abrumadora
mayoría de detenidos con inclinación a apoyar
a Dáesh.
En cuanto al papel de las mujeres detenidas
en España, responden a un perfil dedicado al
autoadoctrinamiento y la difusión del ideario
yihadista a través del medio online. Dos de las
detenidas llegaron a casarse con miembros de
Dáesh y desplazarse hasta el territorio sirio dominado por el grupo terrorista para formar allí una
familia.
Queda pendiente comprobar si la situación global
de Dáesh y su obligado cambio estratégico tendrá
alguna repercusión en la cifra de detenidos del
2018. Con un Califato desmoronado y desprovistos del territorio que les hacía fuertes, la incógnita
sobre su vuelta a la actividad insurgente está en
el aire. A pesar de la evidente derrota sobre el
terreno, sigue contando con un número elevado
de combatientes y vuelca sus esfuerzos propagandísticos online en una narrativa de guerra para
mentalizar a sus seguidores de que la yihad continúa. Por lo tanto, es probable que siga inspirando
atentados en Occidente y España no es ajena a la
amenaza que representa.
Por otra parte, también será interesante observar
si una al Qaida más prudente y bien situada a
través de sus franquicias en algunos escenarios
como Yemen o el Magreb le gana espacio mediático a Dáesh y vuelve a proyectar una imagen de
liderazgo yihadista que inspire y atraiga a seguidores que hasta ahora estaban embelesados por
la utopía del Califato.
72
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
CONCLUSIONES
terrorista que, por su sencillez e improvisación,
resulta muy difícil de frenar. No obstante, el
plan principal de la célula era mucho más elaborado, pero fallaron en la ejecución6. Después
de sufrir un ataque así, es un deber por parte de
los gobernantes, legisladores y responsables de
la seguridad realizar una pausada autocrítica y
analizar los fallos que han podido propiciar la
comisión de un atentado.
2017 quedará marcado en la historia de la lucha
contra el terrorismo yihadista en España como
el año en el que se produjeron los atentados de
Barcelona y Cambrils. Los esfuerzos realizados
por los cuerpos policiales y los servicios de inteligencia durante años quedan en un segundo
plano ante el shock de la barbarie. Desde los
atentados del 11 de marzo en 2004, España
fue consciente de la necesidad de ponerse a la
altura del reto que se le planteaba. La amenaza
yihadista era y es global, azuzada por la tecnología y con las redes sociales como púlpito y
altavoz para difundir su ideología venenosa. Las
fronteras son un obstáculo menor para los que
pretenden polarizar, dividir y condicionar nuestras vidas y nuestras sociedades democráticas. Si
el reto de enfrentarse al terrorismo yihadista hace
una década era grande, ahora no lo es menos. Se
han dado pasos adecuados hasta que España ha
sido reconocida por su eficaz modelo preventivo
para enfrentarse a la amenaza. La reforma del
Código Penal de 2015 dotaron al poder judicial
y a los cuerpos policiales de unas herramientas
mucho más eficaces para enfrentarse a un terrorismo que evoluciona y que obliga a reaccionar
con rapidez para no quedarse en desventaja. Las
reformas han permitido que durante estos años
se hayan producido numerosas detenciones relacionadas con actividad yihadista online, persiguiendo la difusión de material y propaganda,
así como de elementos que facilitan la autoradicalización y la capacitación para realizar acciones violentas.
A finales de diciembre de 2017 se publicaron una
serie de medidas que el Gobierno va a introducir
durante el 2018 para fortalecer la política antiterrorista. Según se informó, en el paquete habrá
decretos leyes, leyes orgánicas y cambios en la
legislación actual. Las medidas no se han concretado todavía, pero se ha esbozado la creación de
registros documentales de las personas que alquilen alojamientos en plataformas de Internet del
tipo Airbnb, así como en plataformas de alquiler
de vehículos. También se producirán cambios en
la Ley de Extranjería y transmisiones de datos de
reserva de vuelos para que los servicios policiales
y de inteligencia puedan hallar patrones que indiquen pistas sobre posibles indicios de amenaza
terrorista.
Ante todos estos cambios que serán introducidos durante el 2018, cabe preguntarse si no
se podrían haber realizado antes. El éxito o
el fracaso en la prevención y detección de las
posibles amenazas del terrorismo yihadistas
dependen de la capacidad de ser proactivos en
lugar de reactivos con respecto a las medidas
antiterroristas.
A pesar de haber conseguido mantener España
a salvo mientras otros países miembros de
la Unión Europea sufrían numerosos atentados, nos hemos enfrentado al tipo de ataque
Es apreciable la capacidad de resiliencia, adaptabilidad y evolución de los grupos terroristas.
6 Para más información ver Reinares, F. y García-Calvo, C. (2018). “Un análisis de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils”,
Real Instituto Elcano. http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/
elcano_es/zonas_es/terrorismo+internacional/ari12-2018-reinares-garciacalvo-analisis-atentados-terroristas-barcelona-cambrils
73
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
BIBLIOGRAFÍA
Es probable que durante el 2018 en Europa
y España sigamos enfrentándonos a un tipo de
terrorismo poco sofisticado, pero no se debe bajar
la guardia ante posibles tramas más complejas y
elaboradas o la posibilidad de un golpe de efecto
por parte de al Qaida ante el escenario de debilidad de Dáesh.
Europol. (2017). Terrorism situation and trend report.
Extraído el 2/I/2018 desde https://www.europol.
europa.eu/tesat/2017/index.html
Ministerio del Interior. Extraído el 29/XII/2017 desde
http://www.interior.gob.es/prensa/noticias
Departamento de Seguridad Nacional. Extraído el 29/
XII/2017 desde http://www.dsn.gob.es/es
H. de Béthencourt, A. (2017). “Observatorio de
operaciones policiales antiyihadistas en España”.
Observatorio Internacional de Estudios sobre
Terrorismo. Extraído el 2/I/2018 desde http://
observatorioterrorismo.com/analisis/1995/
Las cifras de detenidos en 2017 en España hablan
por sí solas y dejan patente que las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios
de inteligencia no descansan en su labor de proveer seguridad a todos los españoles, pero se
debe procurar la máxima unidad política a todos
los niveles y el apoyo de la opinión pública para
hacer más efectiva la lucha contra el terrorismo
yihadista.
Ponte, M. (2015, abril 15). “La reforma de los
delitos de terrorismo mediante la ley orgánica
2/2015”. Extraído el 2/I/2018 desde http://
www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/
la-reforma-de-los-delitos-de-terrorismo-mediante-la-leyorgánica-22015
Cuadernos del centro memorial de las víctimas del
terrorismo. (2017). “Balance del terrorismo en España
2016”. Extraído el 2/I/2018 desde http://www.
memorialvt.com/wp-content/uploads/2017/06/
fcmvtcuadernos03links.pdf
74
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO YIHADISTA
MARÍA JIMÉNEZ RAMOS E INÉS GAVIRIA SASTRE
INTRODUCCIÓN
El 24 de marzo de 2015 un avión de la compañía alemana Germanwings que cubría el trayecto Barcelona-Fráncfort se estrelló en los Alpes
franceses con 144 personas a bordo. Ese mismo
día el periodista Arcadi Espada escribió en su
blog en el diario El Mundo un artículo (2015:
web) en el que desentrañaba el mecanismo mental que se activó cuanto tuvo noticia del siniestro. Primero lo asaltó la preocupación porque el
avión había despegado de su Barcelona natal.
De inmediato, repasó quiénes de sus seres queridos podían estar viajando: inicialmente, un
círculo de una docena; luego, un segundo círculo de algo más de una veintena; finalmente,
un tercero de medio centenar. Entonces la palabra Germanwings apareció en las informaciones. “Debe de ser la compañía. Uf. Alemanes.
¡Menos mal!”. Y poco después: “El avión iba a
Dusseldorf. Mejor. No es un sitio muy turístico.
Más bien parece que los de Dusseldorf hicieran turismo a Barcelona. Y estuvieran de vuelta.
Pobrecitos”. En el último párrafo, después de
haber descartado que ningún conocido viajaba
en el aparato, aseguraba que ese razonamiento
“mecánicamente” era similar al del “cerebro
colectivo” de un periódico para decidir cuánto
espacio y cómo debía ocupar una noticia en sus
páginas. El título del artículo era “el kilómetro
sentimental”.
que provoca un asesinato y los kilómetros de
distancia a los que se ha producido. A más kilómetros, menos emociones. Sentimos mayor conmoción por los círculos más cercanos a nosotros
mismos.
La distancia que nos separa de las víctimas no
se mide únicamente en kilómetros: también existe
una distancia cultural. Así se explica que los atentados del 11-S los viviéramos como propios y que
un atentado tan grave como el ocurrido el mes de
octubre de 2017 en Somalia —el más grave de
la historia del país, su 11M o 11S soMali— nos
resultara ajeno.
El periodismo juega su propio papel en la ecuación del kilómetro sentimental. Al fin y al cabo,
los periodistas en buena medida son los intermediarios entre la realidad, especialmente la más
lejana, y la opinión pública. Y las reglas de la profesión determinan cómo se articula esta relación
por varios motivos. Primero, porque lo noticiable
es aquello que se sale de lo cotidiano y, con frecuencia, suelen ser malas noticias. Segundo,
porque las malas noticias que suceden en lugares donde no es habitual que ocurran, tienden a
atraer más atención. Y tercero, porque cuando lo
malo se convierte en rutina, deja de ser noticia.
Y así se explica, siguiendo con el ejemplo, que
asumamos que un atentado en Mogadiscio es más
frecuente, y por tanto menos noticiable, que un
atentado en el puente de Londres o en la Rambla
de Barcelona.
Espada ha profundizado en varios de sus trabajos
sobre este concepto. Consiste en la relación inversamente proporcional que existe entre la emoción
75
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
La periodista Leila Nachawati (cf. Rubio, 2015:
web) advierte de que la escasez de información
sobre un suceso no solo entraña el riesgo de una
información escasa, sino que también “puede conducir a que se deshumanice el conflicto y por tanto
resulte aún más difícil empatizar con las víctimas”.
En esa línea reflexionaba también el reportero
Antonio Pampliega (2017: 33) en el libro en el
que narra su secuestro de diez meses a manos de
Al Qaida en Siria. Una de las primeras noches de
su duodécimo viaje, en el que fue capturado, se
resistía a sucumbir al sueño en una casa maltrecha
de la bombardeada Alepo mientras escuchaba los
aviones sobrevolando la ciudad y las ametralladoras. “¿Por qué siempre combaten por la noche?
¿Es más fácil matar cuando no ves lo que tienes
enfrente?”, se preguntaba.
Igual que tiene sentido que sea más fácil matar
cuando uno no ve a quién tiene delante, también
lo tiene que alguien empatice menos con una víctima cuando sólo es una cifra sin rostro ni nombre ni historia. En buena medida esto sucede con
las víctimas del terrorismo yihadista: no sabemos
quiénes eran, qué edad tenían o cuántos niños
han dejado huérfanos. Ni siquiera existen cifras
oficiales en algunos de los países donde se han
perpetrado un elevado número de atentados. Sin
embargo, no por ello debemos esquivar la posibilidad de, al menos, acercarnos a algunas estadísticas o poner nombres e historias a algunas de
ellas. Por muchos motivos, pero quizá fundamentalmente porque sin las víctimas es imposible medir
la magnitud de un fenómeno como el terrorismo.
En cualquier caso, la ausencia de cifras oficiales
en países con un elevado volumen de atentados
como Siria o Afganistán y la escasez de fuentes
oficiales han convertido a los medios de comunicación en una de las principales fuentes de
información sobre las víctimas del terrorismo yihadista. Para acercarnos a una cifra aproximada,
en este capítulo se manejan los datos obtenidos
por el investigador Carlos Igualada y expuestos en
el capítulo 1. Su metodología concienzuda en el
seguimiento de los atentados permite acercarnos a
una cifra veraz de las personas asesinadas por el
terrorismo yihadista durante 2017.
Es probable que la respuesta sea afirmativa. En
su obra Los Justos, Albert Camus (cfr. Marrodán,
2015: web) recreaba el asesinato del gran duque
Sergei Aleksandrovich Romanov en 1905. La
escena se desarrolla en la vivienda donde los
terroristas esperaban el paso del gran duque para
arrojar la bomba sobre su carroza. Nerviosos,
quizá dubitativos, repasan los pormenores del
plan y se recuerdan a sí mismos el sentido de lo
que iba a ser una acción revolucionaria. Dora
se dirige entonces a su correligionario Yanek y
le aconseja que no mire a la cara a su víctima:
“Habrá un segundo en el cual le mirarás –le dice–.
¡Yanek: debes saberlo, tienes que estar prevenido!
Un hombre es un hombre. Quizá el gran duque
tenga ojos compasivos. Le verás rascarse la oreja
o sonreír gozosamente. ¡Quién sabe! Acaso lleve
una cortadura de navaja. Y si en ese momento te
mira…”.
76
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
1. UNA PANORÁMICA DE
LAS VÍCTIMAS
A falta de un histórico de este reciente
Observatorio, se hace necesario recurrir a otros
estudios para comparar la cifra de víctimas con
las de años precedentes. De acuerdo con un
informe del National Consortium for the Study of
Terrorism and Responses to Terrorism (2017), en
2016 tuvieron lugar 13.400 ataques terroristas
de todos los signos que provocaron la muerte de
34.000 personas, incluyendo a más de 11.600
perpetradores, un dato que no se tiene en consideración en los cálculos de este Observatorio.
Este estudio aborda en profundidad los atentados
relacionados con el Estado Islámico al ser la organización terrorista de mayor actividad y a la que
atribuyó 1.400 atentados que se saldaron con
11.700 víctimas, de las que 4.400 eran perpetradores. Es decir, la cifra de víctimas sin incluir a los
perpetradores sería de 7.300 en 2016.
El Observatorio de atentados yihadistas del investigador Carlos Igualada que publica mensualmente el Observatorio Internacional de Estudios
sobre Terrorismo realiza un seguimiento diario de
los atentados yihadistas perpetrados en todo el
mundo. Haciendo balance de la actividad registrada en 20171, se puede concluir que al menos
13.634 personas han fallecido a causa de ataques de signo yihadista.
Haciendo balance de la
actividad registrada en
2017, se puede concluir que
al menos 13.634 personas
han fallecido a causa de
ataques de signo yihadista
1
Si comparamos este dato con el ofrecido en el presente estudio, veremos que en 2017 Dáesh y sus
filiales serían responsables de 7.023 muertes, una
cifra ligeramente inferior a la del año anterior. No
obstante, este dato no incluye a las víctimas de
atentados perpetrados por otros grupos yihadistas, por lo que no es del todo comparable con la
que presentamos en este estudio, aunque sirve de
orientación para establecer ciertas referencias.
Ver Capítulo 1 “Los atentados yihadistas en 2017”.
77
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
2. LOS ATENTADOS CON MÁS
VÍCTIMAS MORTALES DE 2017
Pese a que el Medio Oriente y el Norte de
África acumulan más del 55% de los atentados
yihadistas en 2017, el ataque más grave tuvo
como escenario un país de África Subsahariana,
Somalia. En cualquier caso, Siria e Irak son los
países en los que se perpetraron seis de los once
ataques con más víctimas de 2017 y Mosul,
último bastión de Dáesh, la ciudad donde se produjeron dos de ellos. Tras Siria, Pakistán es el
tercer país en la lista con dos de los once ataques
más graves.
En los doce atentados terroristas con más víctimas
de 2017 fallecieron al menos 1.977 personas, lo
que supone el 14,5% de las víctimas de todo el
año. Seis de los ataques acumulan un saldo de
más de un centenar de muertos, cifra que se multiplica por cinco en el atentado más sangriento,
perpetrado en Somalia, y por tres en el segundo
de la lista, ocurrido en la Península del Sinaí.
ATENTADOS YIHADISTAS CON MÁS VÍCTIMAS MORTALES EN 2017
1
Fecha
Ciudad
País
Nº de fallecidos
Objetivo
Autor
14 de octubre
Mogadiscio
Somalia
512
Civil
Al Shabaab
Sinaí
Egipto
305
Religioso
Dáesh
2 24 de noviembre
3
21 de abril
Balkh
Afganistán
240
Militar
Talibán
4
1 de junio
Mosul
Irak
200
Civil
Dáesh
5
31 de mayo
Kabul
Afganistán
150
Civil
Red Haqqani
6
13 de mayo
Mosul
Irak
145
Civil
Dáesh
7
5 de noviembre
Deir-ez-Zor
Siria
100
Civil
Dáesh
8
16 de febrero
Sindh
Pakistán
88
Religioso
Dáesh
9
24 de febrero
Al Bab
Siria
87
Militar
Dáesh
10
11 de mayo
Damasco
Siria
74
Religioso
Dáesh
Nasiriya
Irak
74
Militar
Al Qaida
11 14 de septiembre
En los doce atentados
terroristas con más víctimas
de 2017 fallecieron al
menos 1.977 personas, lo
que supone el 14,5% de las
víctimas de todo el año
78
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
edificio. En total, al menos 305 personas resultaron muertas, de las que 27 eran niños, y 128
sufrieron heridas. Las primeras ambulancias que
llegaron a auxiliar a las víctimas también fueron
tiroteadas.
En cuanto a los objetivos, cinco atentados se
dirigieron contra objetivos civiles, dos de ellos
contra refugiados que huían de las zonas dominadas por Dáesh; tres ataques fueron contra
objetivos religiosos, dos de ellos relacionados
con los chiíes -en concreto el ataque contra la
mezquita egipcia de Al Raudá y la peregrinación de chiíees iraquíes en Mosul- y el tercero
contra un templo sufí en la provincia paquistaní
de Sindh; y otros tres contra objetivos militares,
incluida una base de los Carabinieri en la ciudad
iraquí de Nasiriya.
3. Balkh (Afganistán). 240 víctimas mortales.
21 abril.
Terroristas talibanes ataviados con el uniforme del
Ejército afgano se hicieron con el control de carros
militares matando a sus ocupantes y llegaron a
la base militar de Mazar-e Sharif, considerada el
centro de inteligencia y operaciones del Ejército
Nacional y de la OTAN en el norte de Afganistán,
en la provincia de Balkh. Una vez allí, se dividieron en dos grupos que acudieron al comedor y a
la mezquita e iniciaron un ataque que se prolongó
durante seis horas. Las cifras iniciales elevaron las
víctimas a 140, aunque con el paso de los días
el número de soldados muertos ascendió a 240.
Responsables del Ejército calificaron el ataque
como un golpe moral.
1. Mogadiscio (Somalia). 512 víctimas mortales.
14 de octubre.
Un camión bomba fue detonado en la entrada
del Hotel Safari, uno de los más populares de
la capital soMali, situado en el distrito K5, zona
que alberga sedes gubernamentales y locales de
restauración. La cercanía de un camión cisterna
aumentó los efectos de la deflagración. Tras la
explosión, varios terroristas entraron en el hotel
y dispararon contra trabajadores y guardias de
seguridad. El escenario del atentado se convirtió en una zona de guerra: columnas de humo,
coches incendiados y edificios derrumbados.
El balance oficial eleva el número de fallecidos
a 512 y el de heridos, a 316. Las sospechas
recaen en el grupo terrorista al Shabaab, filial
de al Qaida, aunque el ataque no ha sido reivindicado, como ya hicieran anteriormente este
grupo terrorista con otros atentados. Se trata del
atentado terrorista más grave de la historia de
Somalia.
4. Mosul (Irak). 200 víctimas mortales.
1 de junio.
Al menos doscientos vecinos del barrio de Zanjili
de Mosul fueron asesinados en una emboscada
tendida por terroristas de Dáesh en plena batalla
por Mosul. Lo que se suponía que era un corredor
humanitario para que los civiles huyeran de una
zona de combate se convirtió en una trampa: en
plena huida, terroristas de Dáesh abrieron fuego
mientras atravesaban una zanja creada por los
bombardeos de la coalición internacional para
evitar el paso de coches bomba. Durante días
los cuerpos de los fallecidos permanecieron en el
lugar del ataque debido a que la continuidad de
los combates impedía la evacuación.
2. Bir al Abed (Egipto). 305 víctimas mortales.
24 de noviembre.
Durante el rezo del mediodía del viernes en la
mezquita de Al Raudá, en la Península del Sinaí,
terroristas vinculados a Dáesh hicieron estallar
una bomba en el templo y, a continuación, abrieron fuego contra las personas que huían del epicentro de la explosión. Además, en plena huida
de los fieles, hicieron estallar artefactos explosivos
que habían colocado en las inmediaciones del
5. Kabul (Afganistán). 150 víctimas mortales.
31 de mayo.
Hacia las 8.25 un camión de alcantarillado cargado de explosivos detonó en el Distrito Policial
10 de Kabul, una zona de alta seguridad con
elevada presencia de embajadas y oficinas
79
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
gubernamentales. La explosión abrió un cráter en
el suelo, elevó una bola de fuego y causó daños
en un área de varios centenares de metros a
la redonda. La OTAN apuntó a que el objetivo
podría haber sido la Zona Verde, la de máxima
seguridad de la capital afgana. Aunque en un
primer momento la cifra de víctimas ascendió a
90, el Gobierno de Kabul la elevó días después
a 150.
9. Al Bab (Siria). 77 víctimas mortales.
24 de febrero.
Apenas 24 horas después de que Dáesh perdiera
el control de la ciudad siria de Al Bab, un ataque
suicida perpetrado por un coche bomba acabó
con la vida de 77 personas, de las que 41 pertenecían a las filas de los rebeldes sirios. La explosión se produjo cerca de los dos cuarteles generales de los rebeldes.
6. Mosul (Irak). 145 víctimas mortales.
13 de mayo.
Durante la batalla de Mosul, miembros de Dáesh
asesinaron a 150 vecinos del barrio de Zanjili
que intentaban huir de la zona controlada por el
grupo terrorista. En la reivindicación del ataque,
Dáesh acusó a las víctimas de “apóstatas” que trataban de escapar de “la tierra del califato”. Los
cadáveres fueron colgados en postes de luz.
10. Damasco (Siria). 74 víctimas mortales.
11 de marzo.
En plena peregrinación de chiíes procedentes de
Irak que visitaban santuarios musulmanes en la
zona histórica de Damasco, terroristas de Dáesh
hicieron estallar dos artefactos explosivos en un
aparcamiento para autocares turísticos situado en
las inmediaciones del cementerio Bab al Saghir. El
segundo de ellos hizo explosión cuando los supervivientes del primer estallido trataban de atender
a las víctimas. Entre ellas se encontraban más de
cuarenta peregrinos iraquíes y una veintena de
efectivos gubernamentales.
7. Deir ez Zor (Siria). 100 víctimas mortales.
5 de noviembre.
La explosión de un coche bomba conducido por
un militante de Dáesh en la provincia siria de Deir
e Zor dejó un balance inicial de 75 fallecidos que,
al cabo de los días, ascendió al centenar. En el
momento de la explosión, el terrorista circulaba
por las inmediaciones de un campamento de desplazados. De acuerdo con el Observatorio Sirio
de Derechos Humanos, las víctimas, la mayoría
mujeres y niños, habían huido de la zona de combate entre Dáesh y el Gobierno sirio. La cifra inicial de heridos ascendió a 140.
11. Nasiriya (Irak). 74 víctimas mortales.
14 de septiembre.
Un camión derribó la barrera de entrada a la
base de los Carabinieri italianos situada en la
antigua Cámara de Comercio en la ciudad iraquí
de Nasiriya y abrió paso a un coche bomba conducido por un terrorista suicida. Su detonación se
saldó con el asesinato a más de setenta personas,
de las que cerca de una veintena eran agentes
italianos. El ataque se consideró como el atentado
más grave contra tropas no estadounidenses en
Irak. La onda expansiva redujo a escombros el
edificio e incluso afectó a inmuebles situados en la
otra orilla del río Éufrates. Los heridos se cifraron
en más de un centenar.
8. Sindh (Pakistán). 88 víctimas mortales.
16 de febrero.
El templo sufí de Lal Shahbaz Qalandar de la provincia paquistaní de Sindh, al sur del país, fue el
escenario de un atentado suicida en el que resultaron muertas al menos 88 personas y más de 200
sufrieron heridas. Al Jazeera informó de que entre
los fallecidos podría haber al menos una treintena
de niños. Dáesh reivindicó el atentado.
80
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
3. LAS VÍCTIMAS DEL YIHADISMO
EN EUROPA
en este continente a lo largo de 2017 se han
cobrado la vida de 63 personas2. Como ha quedado patente en el apartado anterior, ninguno de
ellos se incluye en el listado de atentados con más
víctimas.
Aunque no es la región más golpeada por la actividad yihadista, la cercanía nos empuja a poner
la atención en Europa. Diez atentados terroristas
ATENTADOS DE INSPIRACIÓN YIHADISTA EN EUROPA OCCIDENTAL
Fecha
Ciudad
País
Víctimas Mortales
Autor
1
22 de marzo
Londres
Reino Unido
5
Dáesh
2
7 de abril
Estocolmo
Suecia
5
Dáesh
3
20 de abril
París
Francia
1
Dáesh
4
22 de mayo
Manchester
Reino Unido
22
Dáesh
5
3 de junio
Londres
Reino Unido
8
Dáesh
6
28 de julio
Hamburgo
Alemania
1
Individuo con
vínculos islamistas
7
17 de agosto
Barcelona
España
15
Dáesh
8
18 de agosto
Cambrils
España
1
Dáesh
9
18 agosto
Turku
Finlandia
2
Individuo inspirado
en ideología
yihadista
10
1 octubre
Marsella
Francia
2
Dáesh
2 El total de atentados yihadistas en Europa ha sido de quince, pero en cinco de ellos no hubo víctimas mortales y para la investigación del presente capítulo se contabilizan exclusivamente los atentados con resultado de muerte.
81
OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
varias personas en la calle de Drottninggatan, muy
transitada dado su carácter comercial. Murieron
cuatro personas en el acto de tres nacionalidades
—tres de Suecia, uno del Reino Unido y uno de
Bélgica— y quince resultaron heridas. Uno de los
heridos falleció meses más tarde.
Sin embargo, el yihadismo es un fenómeno que ha
ido adquiriendo mayor presencia en los últimos tres
años, especialmente tras la aparición del autodenominado Estado Islámico. Maite Pagazaurtundúa
sostiene en El libro blanco y negro del terrorismo
en Europa (2016-2017: 6) que percibimos esta
amenaza como uno de los grandes problemas del
presente momento histórico:
3. París (Francia). Una víctima mortal.
20 de abril.
Apenas menos de dos semanas más tarde, el 20
de abril, París volvió a ser atacado. Hacia las
21.00, un individuo armado con un fusil de asalto
abrió fuego contra varios policías en la avenida
de los Campos Elíseos, falleciendo uno y resultando dos heridos. El atacante fue abatido en el
tiroteo. Dáesh reivindicó el atentado.
El autodenominado EI ha llegado a perturbar el escenario geoestratégico del mundo,
dado el control totalitario por parte de estos
fanáticos yihadistas de importantes territorios en Irak y Siria, provocando un escenario bélico que ha atraído a unos treinta
mil jóvenes del mundo occidental a incorporarse a sus filas. Por otra parte, algunos de
ellos han regresado para atentar en sus países de origen o en el entorno cercano. Este
escenario ha generado, además, un éxodo
de millones de refugiados que ha originado
una crisis humanitaria sin parangón desde
el fin de la Segunda Guerra Mundial y una
importante crisis de credibilidad de las instituciones europeas y sus líderes.
4. Manchester (Reino Unido). Veintidós víctimas
mortales. 22 de mayo.
Un concierto de la cantante americana Ariana
Grande que tuvo lugar el 22 de mayo en
Manchester y al que acudieron sobre todo niños y
adolescentes, fue la siguiente circunstancia en la
que se produjo una masacre terrorista: 22 personas murieron y 59 resultaron heridas tras explotar
una bomba en la entrada del Manchester Arena.
“Destrozada. Desde el fondo de mi corazón,
lo siento mucho. No tengo palabras”, escribió
la cantante en su cuenta de Twitter tras el atentado. De los fallecidos, seis fueron menores de
18 años. El atentado de Manchester fue el más
grave sufrido en Reino Unido desde el 7 de julio
de 2005, cuando una serie de atentados suicidas
reivindicados por al Qaida causaron 52 muertos,
entre ellos los cuatro terroristas, y 700 heridos en
el metro y un autobús de Londres.
Volviendo a 2017, a continuación se describen los
diez atentados yihadistas perpetrados en Europa
que se han saldado con víctimas mortales.
1. Londres (Reino Unido). Dos víctimas mortales.
22 de marzo.
El primer atentado yihadista con víctimas mortales
cometido en Europa en 2017 fue en Londres: el
22 de marzo un terrorista atropelló, en las inmediaciones del Parlamento británico, a varias personas y luego atacó con un cuchillo a los agentes
que vigilaban el acceso al edificio. En total hubo
cinco fallecidos y cuarenta heridos. Dáesh asumió
la autoría del atentado.
5. Londres (Reino Unido). Ocho víctimas mortales.
3 de junio.
La noche del sábado 3 de junio tres terroristas
atropellaron a varias personas por la acera del
puente de Londres; acto seguido, los tres atacantes se bajaron del vehículo para apuñalar a varias
personas en Borough Market, una popular zona
de restaurantes de la capital británica. El atentado,
2. Estocolmo (Suecia). Cinco víctimas mortales.
7 de abril.
El 7 de abril se produjo un atentado en Norrmalm,
Estocolmo: un atacante atropelló con un camión a
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abalanzaron indiscriminadamente sobre los transeúntes utilizando grandes cuchillos y un hacha
que habían adquirido cuatro horas antes. Una
persona resultó muerta debido a las heridas producidas por el acuchillamiento y varias otras heridas antes de que los terroristas fueran abatidos
por un policía. El atropello masivo no causó víctimas mortales.
reivindicado por Dáesh, dejó ocho muertos y 48
heridos. Entre los fallecidos se encuentra Ignacio
Echeverría, un español conocido desde entonces
como “el héroe del monopatín”.
6. Hamburgo (Alemania). Una víctima mortal.
28 de julio.
Un atacante armado con un cuchillo entró en un
supermercado en Hamburgo e hirió indiscriminadamente a las personas que se encontraban en el
establecimiento, una de las cuales resultó muerta
y otras seis, heridas. El atacante irrumpió en el
supermercado al gritó de “Alla U-Akbar” (Dios
es grande) y tenía vínculos con grupos islamistas
radicales. Sin embargo, ningún grupo terrorista
asumió la autoría del atentado.
9. Truku (Finlandia). Dos víctimas mortales.
18 de agosto.
Apenas un día después del atentado de Barcelona
y el mismo día que el de Cambrils, un terrorista
atacó con un cuchillo de grandes dimensiones a un
grupo de transeúntes, asesinando a dos y dejando
ocho heridos. De las diez víctimas, ocho fueron
mujeres y los dos hombres heridos fueron atacados por intentar ayudar o detener al atacante.
Las fuerzas de seguridad finlandesas confirmaron
luego que su objetivo principal eran mujeres.
7. Barcelona (España). Quince víctimas mortales.
17 de agosto.
Trece años después de los atentados del 11M,
España volvió a ser golpeada por el terrorismo
yihadista. El 17 de agosto, sobre las 5 de la tarde,
una furgoneta recorrió el paseo de Las Ramblas y
cometió un atropello masivo en la zona central del
paseo, desde la calle Buen Suceso hasta el pavimento Miró. Dáesh reivindicó el atentado a través
de su agencia de noticias Amaq. El ataque causó
quince muertos —entre ellos dos niños de tres y
siete años— y 131 heridos.
10. Marsella (Francia). Dos víctimas mortales.
1 de octubre.
Un hombre mató con un cuchillo a dos mujeres en
la estación de tren de Saint-Charles en Marsella.
El agresor degolló a una de las víctimas y apuñaló en el estómago a la otra al grito de “Alá es
grande”. Después se lanzó hacia un militar, quien
lo disparó y lo mató.
8. Cambrils (España). Una víctima mortal.
18 de agosto.
Horas después del ataque de Barcelona, a la
1:15 de la madrugada del 18 de agosto, se produjo otro ataque terrorista en la localidad catalana de Cambrils. Según el informe Un análisis de
los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils,
(2018: web), elaborado por Fernando Reinares
y Carola García-Calvo, otro coche con cinco
miembros de la misma célula yihadista atropelló
masivamente a viandantes en un paseo peatonal
de la localidad costera de Cambrils, en la provincia de Tarragona. Seis personas resultaron
heridas. Los cinco terroristas salieron del vehículo
portando también falsos cinturones suicidas y se
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4. RETOS DE LA RESPUESTA ANTE
LAS VÍCTIMAS
con gran desarrollo económico son especialmente vulnerables al fenómeno terrorista
si no han desarrollado una educación sobre
la necesidad de ser resilientes. Es decir, la
capacidad de resistencia ante la presión
que supone todo atentado y la de recuperación lo antes posible de la normalidad ciudadana. La resiliencia es uno de los cuatro
principios informadores de la Estrategia de
Seguridad Nacional española.
Que la sociedad disponga de mecanismos y recursos para reponerse rápidamente de un atentado
terrorista es fundamental no sólo para la fortaleza de los ciudadanos y la defensa del Estado
de derecho, sino también para debilitar a los
propios terroristas. Si la sociedad se posiciona de
manera explícita del lado de las víctimas, el mensaje del odio y del miedo de los terroristas queda
deslegitimado. “La sociedad tiene que transmitir
un mensaje a los terroristas: que no van a lograr
nada. Que las víctimas quedan protegidas por
la sociedad, puesto que forman parte estructural de la lucha contra el terrorismo. La sociedad
tiene que ser resiliente, tiene que reponerse rápidamente a los atentados terroristas”, aseguró
el general Miguel Ángel Ballesteros, director
del Instituto Español de Estudios Estratégicos,
durante su ponencia en la Jornada de COVITE y
el Observatorio Internacional de Estudios sobre
el Terrorismo, celebrada el 23 de noviembre en
Madrid. En palabras del general Ballesteros, al
terrorista se le combate mediante la estrategia de
“disuasión por negación”, es decir, haciéndole ver
que tiene el conflicto perdido y que su sacrificio es
inútil. “Las asociaciones de víctimas del terrorismo
tienen un papel fundamental en esta estrategia”,
aseguró el general. Y así lo reivindica también en
el Libro blanco y negro del terrorismo en Europa
(2016-2017: 21).
De ahí que el general incida en el apoyo a las
víctimas.
La solidaridad con las víctimas de terrorismo
es una pieza clave de la política contraterrorista para el fortalecimiento de la resiliencia.
La lucha contra la radicalización y contra
las ideas que pueden dar cobertura y justificación a cualquier tipo de terrorismo es
esencial.
A partir de los acontecimientos ocurridos en
2017, se señalan a continuación algunos de los
retos pendientes en la atención a las víctimas del
terrorismo.
•
La propagación de los actos terroristas para
que el mensaje del terror llegue hasta los rincones más remotos de la sociedad a la que
van dirigidos es esencial, por eso los terroristas se convierten en estudiosos publicistas
que diseñan un lenguaje específico para
describir sus actos terroristas, a la vez que
buscan una escenificación que logre captar
la atención de toda la población para despertar su interés y despertar su deseo de acabar con el terror, mediante la presión sobre
sus gobernantes. Los países democráticos
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Políticas públicas de reparación eficaces.
Durante el acto con motivo del primer aniversario del atentado yihadista en el mercadillo navideño de Berlín el presidente alemán,
Frank-Walter Steinmeier, reconoció los errores
en los que su país había incurrido en materia de atención a las víctimas del terrorismo:
“El apoyo y la ayuda han llegado demasiado
tarde y han sido insuficientes. Muchos familiares se sienten completamente abandonados
por el Estado. Les aseguro: no les dejaremos
solos”. Más adelante reflexionó: “¿Realmente
estamos haciendo todo lo que podemos y
debemos para prevenir nuevos ataques terroristas? Tenemos que sacar conclusiones de
las negligencias y aprender de nuestros errores”. Tanto él como la canciller Angela Merkel
admitieron los fallos del Estado en la previsión
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Los esfuerzos antiterroristas en este continente
se dirigen a programas de apoyo a las fuerzas de seguridad y al sistema judicial; lucha
contra la financiación del terrorismo; control
de fronteras y lucha contra la radicalización.
Las víctimas del terrorismo no son consideradas en ninguna política antiterrorista continental, regional ni nacional de ningún país
africano, según asegura Barrenechea. Son
organizaciones no gubernamentales africanas las que tratan de solventar las necesidades de las víctimas, tales como Youth Coalition
against Terrorism de Nigeria, Victims of
Terrorism Organization de Kenia, Association
Djazairouna de Argelia o Elman Peace and
Human Rights Centre de Somalia, que desempeñan un trabajo fundamental en las comunidades locales, a pesar de que su capacidad
es reducida. Se enfrentan constantemente a
las dificultades de financiación, así como a la
falta de una plataforma continental que canalice sus intereses.
del ataque y la posterior atención de las víctimas y sus familiares. Ambos dirigentes pidieron perdón por los perjuicios causados a las
víctimas.
•
Atención básica las víctimas del terrorismo
en África. Mientras que en Europa el debate
se centra en cómo mejorar el apoyo institucional a todos los niveles a las víctimas del
terrorismo, en buena parte de África apenas
se ha planteado el apoyo a las víctimas a
nivel institucional. De acuerdo con el artículo
“Las víctimas del terrorismo en África, todo
por hacer” de la periodista Luisa Barrenechea
(2017: web), publicado en Es Global, “las
dificultades y los desafíos de África son enormes, pero ello no debe ser justificación para
que las víctimas del terrorismo carezcan de
unas mínimas garantías de protección y formen parte activa de los programas de cooperación destinados al continente”. En África la
actividad terrorista es mucho más regular que
en Europa y, sin embargo, la ayuda y la atención a las víctimas del terrorismo es mucho
menor y no está canalizada de tal forma que
se pueda producir una reparación.
•
El grupo terrorista más letal del continente,
Boko Haram, se ha cobrado la vida de aproximadamente 13.000 personas dejando tras
de sí un número elevado de heridos, desplazados y secuestrados. Cuando en 2014
secuestró a 276 niñas en Chibok, hubo una
campaña internacional de repulsa contra esta
acción terrorista bajo el nombre de “Bring
Back Our Girls”. Sin embargo, no hay un referente que permita dar visibilidad a las víctimas del terrorismo en África.
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Inteligencia judicial. “Para combatir el terrorismo global es esencial la inteligencia judicial. Mayor cooperación entre las instituciones públicas, las fuerzas de seguridad y la justicia. Una respuesta equivocada al terrorismo
nos puede traer más violencia. La Justicia
aporta sosiego, razón y reflexión a la hora
de enfrentar el terrorismo”, aseguró la fiscal
Dolores Delgado, experta en terrorismo yihadista y nombrada portavoz de la Fiscalía de
la Audiencia Nacional, en el 5º Foro sobre
Terrorismo Global organizado por el Real
Instituto Elcano en Madrid el pasado 14 de
noviembre. Desde la perspectiva de las víctimas, la justicia es una aspiración esencial que
juega un papel fundamental en los procesos
de reparación del daño causado.
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5. ALGUNAS VÍCTIMAS CON
NOMBRES Y APELLIDOS
pérdidas, sabríamos todo lo que hay que
saber sobre ese maremoto y todo lo que
hay que saber sobre el azar y sobre las
desgracias involuntarias y repentinas. Hegel
primero, y después Borges, escribieron que
la suerte de un hombre resume, en ciertos
momentos esenciales, la suerte de todos los
hombres”.
En 2017 algunas víctimas del terrorismo han
protagonizado, en determinados momentos, el
debate público: bien por su actuación heroica de
enfrentamiento directo y físico contra los terroristas, o bien por haber relatado cómo ellos sufrieron
la barbarie terrorista en primera persona.
Siguiendo esta línea, a continuación se analiza
el impacto de las historias de cuatro víctimas del
terrorismo yihadista cuyas historias han salido a
luz durante 2017: Nadia Murad, secuestrada
y utilizada como esclava sexual por el Estado
Islámico; Antonio Pampliega, secuestrado por la
filial de Al Qaida en Siria, Frente al Nusra; Karim,
un bebé sirio que perdió el ojo en un bombardeo
de Al Assad en el que murió su madre; e Ignacio
Echeverría, fallecido en los atentados del 3 de
junio de Londres al intentar salvar a una víctima
que estaba siendo atacada por un terrorista.
El periodista Javier Marrodán, en su texto El relato,
una necesidad moral (2015: web), reflexiona
sobre el potencial de los testimonios de las víctimas del terrorismo a la hora de entender las dificultades de superar el fenómeno tras sufrirlo en
primera persona.
Es preciso ponerle nombres y apellidos a
una realidad para conocerla de verdad,
aunque sea con carácter retroactivo. Y en el
caso del terrorismo ese ejercicio es especialmente necesario: se trata de un fenómeno
que nos afecta a todos. Además, es probable que hayamos vivido durante muchos
años pensando que lo conocíamos, que
nuestro imaginario y nuestras referencias
eran suficientes para ilustrar la magnitud del
fenómeno, para valorar sus consecuencias,
para intuir el dolor y el desamparo de quienes lo sufrieron.
Nadia Murad, la historia de una
superviviente
Para ilustrar su razonamiento, Marrodán profundizaba en una cita del periodista Tomás Eloy
Martínez.
Nadia Murad fue secuestrada por Dáesh cuando
los terroristas invadieron la aldea de Kocho, al
norte de Irak, el 15 de agosto de 2014. El grupo
terrorista mató sistemáticamente a todos los hombres yazidíes que encontraron, entre ellos a seis
de sus hermanos, y secuestraron y vendieron como
esclavas sexuales a las mujeres. También ejecutó
y enterró en una fosa común a ochenta mujeres
mayores. Una de ellas, la madre de Nadia.
El periodista y escritor Tomás Eloy Martínez,
refiriéndose a la necesidad de poner nombres y apellidos a los grandes acontecimientos, explicaba lo siguiente: “Cuando leemos
que hubo cien mil víctimas en un maremoto
de Bangladesh, el dato nos asombra, pero
no nos conmueve. Si leyéramos, en cambio,
la tragedia de una mujer que ha quedado
sola en el mundo después del maremoto y
siguiéramos paso a paso la historia de sus
La joven sufrió todo tipo de abusos y torturas
durante su cautiverio: fue vendida en varias ocasiones a distintos militantes del Estado Islámico,
la obligaron a convertirse al islam y a vestirse y
maquillarse como los terroristas quisieran a modo
de preparación para su violación, la quemaban
con cigarrillos y la golpeaban con asiduidad. Una
noche fue víctima de abusos sexuales por parte
de varios hombres hasta quedar inconsciente,
mientras los terroristas la insultaban y la llamaban
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Antonio Pampliega, el relato de la
oscuridad
“sucia infiel” y alardeaban de cómo sometían a
las mujeres yazidíes mientras borraban su religión
del mapa.
En julio de 2015, Antonio Pampliega cruzaba la
frontera de Turquía con Siria por duodécima vez.
Se enorgullece de ser el periodista que más veces
ha estado en Siria desde que comenzó la guerra
civil en 2011. Pero, esa vez, tuvo la sensación de
que algo no iba bien. Sus conjeturas fueron en
aumento hasta dejar de ser un presentimiento y
convertirse en hechos: el traductor que él, Ángel
Sastre y un tercer periodista —su nombre no se
menciona en el libro por su deseo de permanecer
en el anonimato— los vendió al grupo terroristas
Frente Al Nusra, la filial de al Qaida en Siria.
Una noche logró huir de su último raptor y llegar,
a través de un peligroso paseo por las calles de
Mosul, a la casa de una familia suní que no simpatizaba con el Estado Islámico. Esta familia ayudó
a Nadia a viajar hasta el norte de Irak para reencontrarse con sus familiares que sobrevivieron a la
matanza de yazidíes. Uno de los integrantes de
esta familia, Nasser, se expuso al acompañar a
Nadia en esta peligrosa travesía.
Hoy, Nadia es consciente del poder que tiene su
historia para que el mundo tome conciencia de la
crueldad y de las atrocidades que es capaz de
cometer Dáesh. Tal y como relata la contraportada
de su libro (2017), Yo seré la última es una carta
de amor a un país desaparecido, a una comunidad vulnerable y a una familia devastada por
la guerra. La joven tiene clara la importancia de
relatar su historia (2017: 361-365).
Las cosas se complicaron especialmente para
Antonio cuando apareció en escena un hombre
al que en libro identifica como L.M. y al que
Pampliega había entrevistado para un reportaje
años atrás. Al conocer la noticia del secuestro,
envió una carta a los terroristas en la que incluía
su identificación del Ministerio de Defensa y se
dirigía a él como “su mejor amigo”. Esta carta
hizo que los terroristas pensaran que Pampliega
no era un periodista y que podía ser un espía, y
provocó que tanto su secuestro como el de sus dos
compañeros se alargase. A los tres meses le separaron de los otros dos españoles y le encerraron
en un zulo del que apenas podía salir, agachando
la cabeza y con vigilancia de su carcelero, dos
veces al día para ir al baño cinco minutos. Su cautiverio se prolongó hasta mayo de 2016.
Contar tu historia nunca se vuelve más fácil.
Cada vez que la relatas, la revives. […] Aun
así, me he acostumbrado a dar discursos y
los grandes públicos ya no me intimidan.
Mi historia, narrada con sinceridad y objetividad, es la mejor arma que tengo contra
el terrorismo, y pienso seguir utilizándola
hasta que esos terroristas se enfrenten a un
juicio. Todavía queda mucho por hacer. Los
líderes mundiales, y sobre todo los líderes
religiosos musulmanes, deben levantarse y
proteger a los oprimidos.
Pampliega relata en su libro En la oscuridad.
Diez meses secuestrado por Al Qaeda en Siria,
la desesperación que sufrió durante los meses que
estuvo solo, sin apenas noticias de sus compañeros, sufriendo palizas y malos tratos por parte de
sus carceleros.
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Seguridad de Naciones Unidas, donde el embajador de Reino Unido Matthew Rycroft se fotografió
cubriéndose el ojo izquierdo3.
Nunca, en toda mi vida, he pasado tantísimo miedo como esta mañana. Por primera
vez he pensado que todo se acababa. He
creído que iba a morir, que me iban a ejecutar a sangre fría. Te aseguro que no es lo
mismo pensarlo que vivirlo en carne propia.
Las sensaciones son totalmente diferentes.
Una cosa es rayarse y otra muy distinta sentir que tu vida se acaba de un plumazo y
no puedes hacer nada para impedirlo. He
visto infinidad de ejecuciones en un intento
de mentalizarme de lo que me podría llegar
a pasar, pero da igual. Yo soy incapaz de
asumir algo así. ¡No quiero morir! ¡Y menos
de esta manera! ¡Me gustaría tanto poder
despedirme de vosotros y pediros perdón!
Ignacio Echeverría, el héroe del
monopatín
Ignacio Echeverría se dirigía en bicicleta con unos
amigos a la zona londinense de Whitechapel
a eso de las once de la noche del 3 de junio.
Cuando llegó a Borough Market, vio a un hombre propiciar puñaladas a un policía tendido en
el suelo. Al ver que el hombre dejaba al agente y
comenzaba a agredir a una mujer, Ignacio cogió
su monopatín y golpeó al atacante. La acción de
Ignacio desvió al terrorista de su objetivo durante
el suficiente tiempo como para que varias personas se pusieran a salvo. Ignacio, sin embargo, no
tuvo la misma suerte: dos yihadistas le apuñalaron
por la espalda, asesinándolo.
El relato de Antonio Pampliega es, tal y como lo
califica el periodista Gervasio Sánchez (2017:
web),“un grito contra la barbarie que puede servir para darnos cuenta de lo frágiles que somos
cuando todo se desmorona a nuestro alrededor”.
“En esas décimas de segundo, cuando a uno se le
presenta el impulso animal de huir, Ignacio se aferró a la libertad y a la razón. Pudo elegir salvarse
y, sin embargo, decidió acudir al rescate de una
persona a la que ni siquiera conocía. En el fondo,
de alguna manera nos salvó a todos”, afirmó
Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE, en la
entrega del XVI Premio Internacional COVITE a los
padres de Ignacio Echeverría el 28 de octubre.
Karim, una voz ante las atrocidades
cometidas por Bashar al-Assad
Karim es un bebé sirio de apenas dos meses que
perdió un ojo y sufrió daños severos en el cráneo en un bombardeo llevado a cabo por las
tropas del presidente sirio Bashar al-Assad sobre
Guta Oriental, principal bastión de la oposición.
En este bombardeo también perdió a su madre.
Su dramática historia ha servido a los fotógrafos
sirios para denunciar los abusos que sufren por
parte del Gobierno de al-Assad, dando lugar a
una campaña viral en redes sociales en la que la
gente muestra su apoyo a Karim con las etiquetas #SolidarityWithKarim (#SolidaridadConKarim)
y #StandWithKarim (#ApoyoAKarim) y con un
gesto: una mano cubriendo el ojo izquierdo. Los
ecos de la campaña llegaron hasta el Consejo de
La actitud de Ignacio Echeverría en los atentados de Londres del 3 de junio se ha considerado
heroica. Ordóñez alabó el “comportamiento
ejemplar” de Ignacio durante la entrega del XVI
Premio Internacional COVITE, que definió como
“algo bueno para la humanidad, que vio en él el
reflejo de lo que todos deberíamos ser”.
En ese mismo acto, el filósofo Fernando Savater
reflexionó sobre la figura del héroe, al que definió
3 Sobre el impacto de la campaña publicó este artículo el diario Huffington Post: http://www.huffingtonpost.es/2017/12/20/
el-bebe-sirio-convertido-en-simbolo-de-la-resistencia-tras-perder-un-ojo_a_23312810/
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como “alguien que hace algo que le parece evidente, pero que nadie haría en su lugar; el gesto
más sencillo, pero el que nadie quiere hacer”.
Savater reclamó que “las sociedades deberían
tener héroes colectivos, ciudadanos a quienes
no les falta coraje, que saben cuándo obedecer y cuándo no, y en ambos casos, soportan la
responsabilidad”.
BIBLIOGRAFÍA
Ignacio Echeverría ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de 2017 que homenajean
su heroicidad, entre ellos, además del XVI Premio
Internacional COVITE, la Gran Cruz de la Orden
del Mérito Civil, la Medalla de Plata al Mérito policial, la Medalla de Oro concedida por Dignidad
y Justicia, la Medalla de Oro de Las Rozas de
Madrid –concedida por primera vez–, la adopción de su nombre por parte del instituto donde
Ignacio cursó el bachillerato, en Las Rozas de
Madrid, y la concesión conjunta de Comendador
de los Cuerpos de la Policía de Londres, concedida de forma conjunta por los tres cuerpos por
primera vez. Asimismo, se ha usado su nombre
para denominar pistas de skate en diferentes lugares de España. Su familia fue distinguida con el
pésame de la reina Isabel por medio del Jefe de
Protocolo de la Casa Real. Y su monopatín será
expuesto en el Centro Memorial de las Víctimas
del Terrorismo.
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más un francés que un sirio”. Extraída el 3/I/2018
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terrorismo en África, todo por hacer”. Extraída
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www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/
contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/
elcano_es/zonas_es/ari12-2018-reinares-garciacalvoanalisis-atentados-terroristas-barcelona-cambrils
Rubio, J.H. (2015, enero 13). “Por qué nos
volcamos con Francia, pero nos olvidamos de lo que
ocurre en Nigeria”. Extraída el 4/I/2018 desde
https://verne.elpais.com/verne/2015/01/12/
articulo/1421078918_398000.html.
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Extraída el 4/I/2018 desde https://www.lamarea.
com/2017/05/29/siria-en-la-oscuridad/.
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
EL FUTURO DEL TERRORISMO
JOSÉ MARÍA BLANCO NAVARRO Y JESSICA COHEN
INTRODUCCIÓN
Se ha destacado habitualmente, como una posible
aproximación al estudio del terrorismo, su división
en factores macro, meso y micro (Blanco, 2014).
Por factores macro entendemos aquellos que derivan del análisis del entorno. No cabe duda de
que las tendencias políticas, sociales, económicas, tecnológicas, legales o medioambientales
afectan a la evolución del fenómeno. La (in)seguridad depende en gran medida de dicho cambio
de entorno. A nivel meso nos referimos específicamente a estructuras grupales y sociales. Y finalmente, la aproximación micro se focaliza en el
individuo, quizás el factor clave y más complejo,
dado que, en entornos similares, dos individuos
no siempre optan por la misma vía, en este caso
la de la violencia.
El futuro es imposible de adivinar. A cada momento,
con cada hecho, tras cada devenir, nuevos futuros
se nos presentan y reconfiguran continuamente.
Por ello, al estudiar el futuro siempre debemos
pensar en futuros alternativos. Simplemente el
pensamiento sobre el futuro ya introduce factores
causales en su devenir. Por dicho motivo, en este
artículo nos alejaremos de las teorías predictivas,
que tanto interés suscitan actualmente en el ámbito
de la seguridad, para centrarnos en la prospectiva
más clásica: estudiar el futuro para tratar de influir
en él. Por otra parte, el análisis de futuro nunca
debería ser un simple producto final, que por tanto
resultaría difícil de evaluar, sino un sistema, una
forma de pensar y analizar, que permita corregir
los futuros diseñados en función de la evolución
de tendencias y drivers, que han de ser medidos y
monitorizados a lo largo del tiempo con la ayuda
de indicadores. El futuro se convierte en presente
a cada segundo, y el presente, un único instante
breve, en pasado.
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
1. EL ANÁLISIS DEL ENTORNO
Yemen, Sudán del Sur o República Democrática
del Congo serán foco de creciente extremismo
dado los niveles de violencia armada presentes,
como lo fue en su día Afganistán o Chechenia,
y más recientemente Irak y Siria. Pero también
Turquía o Egipto, si atendemos al creciente grado
de represión política de uno y otro territorio.
Cuando tratamos de analizar cómo será un fenómeno concreto en el futuro, en muchas ocasiones
perdemos de vista el futuro mismo. Se hace así un
estudio sesgado que tiende a analizar los diferentes fenómenos de manera aislada, sin comprender
que estos son como son, precisamente, porque se
dan en un escenario determinado.
En atención a esta perspectiva también es sencillo identificar cuán errático es seguir legislando en materia contraterrorista a base de
implementar medidas de seguridad enfocadas,
principalmente, en la prevención de atentados
y, en general, con carácter reactivo tras la comisión de atentados (Cohen y Blanco, 2016). Si
bien es posible que se reduzcan los potenciales
atentados terroristas en los países occidentales
donde prolifera esta forma de legislar —acentuamos la palabra “posible” dada la ausencia
de evaluación de políticas públicas en general,
y contraterroristas en particular—, carecer de
medidas sensibles a las causas que generan el
terrorismo facilita predecir que este se mantendrá en tanto sus facilitadores sigan existiendo.
Por ejemplo, ante las medidas adoptadas ante
determinados modus operandi (como es la protección de calles y plazas para evitar el acceso
de vehículos), el efecto más probable, a corto y
medio plazo, es el desplazamiento de la acción
terrorista hacia otros objetivos, armas y formas
de ataque.
El enfoque por el que los presentes autores optamos (Blanco y Cohen, 2014) otorga igual relevancia a los tres niveles mencionados (macro, meso y
micro) pues, si bien los factores causales específicos son diferentes en cada individuo, sí es posible
identificar impulsores contextuales transversales
que ayudan a identificar y explicar el terrorismo
(Lia, 2005). Iniciamos por ello su estudio desde
una perspectiva que, entendemos, vendrá determinada, entre otras, por la existencia de las siguientes variables.
1.1. Conflictos de baja intensidad,
guerras irregulares y legislación
contraterrorista
La existencia de conflictos armados, máxime
cuando se trata de conflictos alimentados por
violencia política, grupos armados no estatales,
exclusión social o prácticas de terror —también
político—, asociadas a tortura, discriminación sistemática, desplazamientos de personas o asesinatos extrajudiciales, se mantendrá en el futuro como
una de las principales causas de terrorismo.
1.2. Corrupción, populismos, posverdad
y juicio crítico
Según los datos del último informe emitido por el
Global Terrorism Index 2017 (GTI 2017) en su
sección segunda, el 99% de las muertes producidas por el terrorismo desde el año 1985 se han
registrado en países bajo conflicto armado o con
altos niveles de terror político.
Entre agosto y septiembre de 2016, ayudado
de fondos del Departamento de Estado de
Estados Unidos, se realizó el estudio Working
Together to Adress Violent Extremism, enfocado
en la necesidad de incluir la perspectiva de la
juventud en las políticas de prevención de extremismo violento. En su desarrollo se consultó a
122 jóvenes de 14 países, de entre 17 y 38
años, sobre cuáles creían que eran los factores que impulsaban a las personas hacia este
Las implicaciones derivadas de estos datos van
más allá de sus efectos en el presente. Es visiblemente reconocible que, en un futuro cercano,
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
tipo de comportamiento. Un cuestionario que se
completó con una encuesta vía redes sociales,
respondida por más de 300 participantes. Los
resultados se agruparon con facilidad en cinco
bloques: la injusticia y la corrupción; la ausencia de educación y de juicio crítico; la alienación; la no representación en el entorno político
y la marginación socioeconómica.
necesidad de advertirlo como variable que condicionará fenómenos criminales futuros como es
el terrorismo.
Estos datos vienen a coincidir con el Índice de
Democracia (The Economist Intelligence Unit,
2017), que mide el estado de la democracia en
167 países, según el cual 72 países empeoraron
su posición entre 2015 y 2016.
La llamada “posverdad”,
entendida ésta como el
uso de hechos no objetivos
apelando a las emociones,
ha destacado durante
el 2017 como aliciente
a estos movimientos
populistas, pero también a
campañas nacionalistas y
de propaganda y descrédito
entre estados
No se expone aquí que la corrupción sea causante de terrorismo, sino un factor facilitador de
posteriores acciones delictivas, entre las que destaca la criminalidad organizada y el terrorismo
(Shelley, 2014). Es causa de pobreza, generando
malestar social e imponiendo barreras al desarrollo (Loveless y Whitefield; 2010; Rothstein, 2011;
Cohen; 2016), además de erosionar la democracia, deteriorando con ello el estado de derecho
(Kubbe y Engelbert; 2017).
Cuestión añadida son los efectos que estas
situaciones tienen sobre el auge de los populismos (Piketty, 2016; Erlanger, 2017; Comisión
Europea, 2017). El ascenso de Trump al poder,
la victoria del oligarca checo Andrej Babis, la
elección del ultraconservador Sebastian Kurz
como canciller de Austria, o el debilitamiento
de Merkel en las últimas elecciones regionales
de Alemania, han venido facilitados por un llamamiento a finalizar con la corrupción, pero
también de rechazo a los inmigrantes, a los refugiados y a lo ajeno, en busca de una supuesta
protección nacional.
La corrupción y las injusticias observadas en las
clases dirigentes se esgrime como uno de los
principales agravios, no solo en la justificación
del extremismo violento, sino en las movilizaciones sociales a nivel internacional (Ortiz et Col.,
2013; Freedom House 2017). Si tenemos en consideración el último Índice de Corrupción publicado por Transparency Internacional (CPI 2017),
de los 176 países evaluados en una escala que
va de 0 a 100 (donde 100 correspondería a
un país con ausencia de corrupción en el sector público y 0 a una corrupción extendida) solo
un 30% (54 países) se encuentra por encima del
valor 50. Dicho de otro modo, a 2017 cuatro de
cada cinco personas viven en un país en el que la
corrupción es una epidemia (Hanlon, 2017). Un
crecimiento que, ni en sí mismo, ni sus efectos,
podrán ser paliados en el corto plazo, de ahí la
La llamada “posverdad”, entendida ésta como el
uso de hechos no objetivos apelando a las emociones, ha destacado durante el 2017 como aliciente a estos movimientos populistas, pero también a campañas nacionalistas y de propaganda
y descrédito entre estados. Su creciente uso y
capacidad de influenciar a los estratos sociales
ha hecho que varios países, incluso la Unión
Europea, estén adoptando medidas para contrarrestar sus efectos.
92
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Siguiendo algunas publicaciones, al margen de
su estilo cómico, realizadas sobre los efectos de
la posverdad (Davis, 2017; Ancona, 2017), aludir a un problema social, máxime si se dispone
de un enemigo común, es sencillo, incluso rentable, no importa si es cierto o no. El mensaje es
lo relevante, no la calidad de su contenido. Si
analizados este fenómeno en el contexto que nos
ocupa, resulta más sencillo entender crecientes
dinámicas sociales de racismo y xenofobia, al
igual que la adhesión de individuos a movimientos violentos que enarbolan el mensaje que estos
quieren oír.
Este tipo de alianzas pueden llegar a adoptar
grados muy variados entre las diferentes organizaciones que las protagonizan. Si seguimos los
estudios de Tamara Makarenko (2004), es posible una convergencia desde un grupo terrorista
clásico hacia uno de crimen organizado cuando,
por ejemplo, la obtención de beneficios se convierte en el eje central de su actuación. En sentido contrario la criminalidad organizada puede
llegar a actuar bajo formas de terrorismo por,
entre otras, pasar a contemplar en sus objetivos
una agenda política. La evolución de las FARC
en Colombia o la actividad de D- Company en
Bombay (1993), son ejemplos de uno y otro proceso respectivamente.
Teniendo en consideración esta relación de variables mostradas, en tanto que no aumente el juicio
crítico en el consumo de información por parte de
la sociedad, como exponía la encuesta de juventud citada al inicio de este apartado, se espera
un mantenimiento de la polarización social. Sobre
todo si atendemos a fenómenos como migraciones masivas, crisis de refugiados o el terrorismo
mismo, que seguiremos afrontando en un futuro
cercano. Un caldo de cultivo susceptible de desencadenar y acelerar procesos de radicalización
violenta en un circuito de retroalimentación continua (Cohen y Blanco, 2016).
La pérdida de control
territorial por parte de
grupos como el Dáesh ha
de ser analizada como
un facilitador, no solo del
incremento de muertes de
civiles
1.3. Fenómenos criminales híbridos, nuevas tecnologías, ideologías e
individualismos
Además de suplir pérdidas por repliegues, factores como la corrupción, la adaptación ante nuevas legislaciones, la disponibilidad de avances
tecnológicos o la evolución natural por incluir perfiles clásicamente criminales dentro de sus filas,
así como las derivadas del aprovechamiento de
las facilidades orográficas de los terrenos donde
se encuentran, o de las rutas que monopolizan,
son algunos de los factores facilitadores de esta
muy probable evolución.
La pérdida de control territorial por parte de grupos como el Dáesh ha de ser analizada como
un facilitador, no solo del incremento de muertes
de civiles, como se ha visto en el caso de Irak
durante el año 2016, con una letalidad un 40%
superior respecto al 2015 (GTI, 2017), sino también de posibles asociaciones con la criminalidad organizada, más allá de las que ya vienen
realizando (Gaub y Lisiecka, 2017). Su pérdida
de hegemonía implica menos militantes en sus
filas y una menor liquidez al dejar de contar
con los réditos que el control del territorio les
suponía.
La importancia que supone tener en cuenta el
entorno para definir el propio fenómeno de
forma correcta es una de las dificultades que, ya
en el año, 2015 exponía Europol en el informe
Exploring tomorrow’s Organised Crime. Respecto
a este fenómeno, citaba: “El crimen organizado
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
amenaza, y hasta ahora grado de letalidad, de
servirse de nuevas tecnologías (OTAN, 2016).
va a sufrir cambios profundos y significativos en la
próxima década en respuesta a la disponibilidad
de nuevas tecnologías, a los cambios en el medio
ambiente, a la evolución de la sociedad económica y en respuesta a las acciones policiales”. Por
ello, “una nueva definición de crimen organizado
es imprescindible. Se ha de considerar seriamente
los factores y las fuerzas motrices que darán forma
a la delincuencia organizada en los próximos
años”.
Una interesante reflexión aportada por Jeffrey
Simon, que viene a completar las olas en su día
estudiadas por Rapoport, es la de la quinta ola,
apodada la “ola tecnológica”. Se refiere con
ella a la ausencia de una ideología clara para
definir el terrorismo que se aproxima, una variable que en las cuatro olas anteriores definía su
propia esencia. En palabras de Simon, la ola
tecnológica, cuyo inicio será progresivo, vendrá
definida por un elevado grado de anarquía en
lo ideológico y connotaciones definitorias en
lo tecnológico. Siguiendo con su explicación,
“ningún tipo de movimiento terrorista tendrá
el monopolio del uso de la tecnología”, por lo
que la competencia entre los diferentes grupos
terroristas, pero también respecto a actores individuales, definirá un nuevo concepto de campo
de juego.
Una de las amenazas más
complejas que podemos
enfrentar en los próximos
años es la conformación de
organizaciones híbridas,
capaces de actuar en
múltiples dimensiones
con agendas políticas y
lucrativas
Este desarrollo se solapa con la creciente tendencia
al empoderamiento individual (Rand Corporation,
2015). Un escenario susceptible de comportar un
mayor grado de amenaza y de letalidad (OTAN,
2016).
Quizá una de las amenazas más complejas que
podamos enfrentar en los próximos años, no es
tanto una evolución como las citadas, sino la
conformación de organizaciones híbridas, capaces de actuar en múltiples dimensiones (física
y ciber), con agendas políticas (terrorismo) y
lucrativas (crimen organizado) de manera simultánea. Es en este escenario donde conocer los
potenciales usos —incluidos los dobles usos—
de las nuevas tecnologías y las nuevas capacidades que el ciberespacio brinda a organizaciones criminales de una u otra naturaleza se
hace indispensable.
1.4. Globalización, vuelta a la bilateralidad e incertidumbre
Nos debatimos en un entorno de globalización,
en su más amplio sentido, de los fenómenos criminales: acciones trasnacionales, disfrute de facilidades en cuestiones de movilidad, posibilidad
de reclutamiento en territorios alejados al foco de
ataque, expansión de las imitaciones de modus
operandi, etc.
Sin embargo, desde el plano institucional, ha
aumentado una tendencia hacia la bilateralidad
de las acciones, llegando a romperse, o no firmarse, grandes acuerdos y pactos internacionales en favor de acuerdos bilaterales. El Brexit,
el rechazo de Trump a la firma del Acuerdo
No obstante, fruto de la creciente tendencia al
empoderamiento individual (Rand Corporation,
2015), cabe no dejar de lado la comisión de actos
terroristas por parte de actores individuales. Una
situación que, nuevamente, adquiriría su mayor
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
2. TIPOLOGÍA Y GRUPOS
Transpacífico (TPP) o la actual duda sobre una
eventual renegociación del NAFTA son solo algunos ejemplos. Este tipo de posiciones suponen, sin
embargo, serias limitaciones a la acción contraterrorista, limitándose los estados, voluntariamente,
a lidiar localmente con amenazas de capacidades
globales.
Es muy posible que, en un primer momento, sean
dos los grupos en los que inmediatamente pensemos al hablar de terrorismo actual: Dáesh y al
Qaida. Siendo cierto que son los que movilizan a
un mayor número de seguidores, y los más activos y letales en sus acciones (considerando a sus
franquicias), no debemos caer en la simplificación
de olvidar otras tipologías de terrorismo. Si bien
es cierto que, como representantes del terrorismo
yihadista, son los que generan mayor preocupación en las sociedades occidentales.
Muchas de las variables hasta ahora expuestas, y
otras tantas que no han sido contempladas pero
que resultan de igual importancia, como son las
referentes a cuestiones económicas, medioambientales o culturales, hacen que el terrorismo en
el futuro, como tantos otros fenómenos complejos,
esté sujeto a un elevado grado de incertidumbre
(Cordesman, 2016; Rand Corporation, 2017).
Una incertidumbre que no solo vendrá referida
a cómo se va a materializar, sino a la forma en
que se ha de afrontar, sea de manera individual
o colectiva.
Afortunadamente, en Europa, y especialmente
en España, el resto de tipologías terroristas son
irrelevantes, una vez derrotada ETA a través de
la firmeza y de la unidad, una unidad que permitió explotar todas las posibles herramientas del
Estado de Derecho. El fin del IRA, y ahora de ETA,
ha supuesto eliminar la mayor lacra que ha amenazado a Europa durante décadas. En todo caso,
en un entorno global en el que el nacionalismo se
convierte en una nueva religión, es preciso mantener una situación de alerta ante el posible surgimiento de nuevas líneas de acción violenta. El
nacionalismo, como el populismo, es una etiqueta
que alía a izquierdas, derechas, antisistemas, anticapitalistas y anarquistas.
El anarquismo seguirá teniendo presencia, pero
a niveles similares a los de los últimos años.
Analizando los anuarios de Europol sobre terrorismo (TE-SAT) se observa que se produce anualmente un número bajo de ataques y detenidos
en Europa, con acciones violentas de muy bajo
impacto.
La grave crisis económica de los últimos años, los
movimientos migratorios, la crisis de los refugiados, la pérdida de crédito de las instituciones,
la polarización de las sociedades, los procesos
de desinformación y manipulación mediática, y
el propio terrorismo han aupado, en los últimos
años, a la extrema derecha, tanto en Estados
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Unidos como en Europa. En los últimos meses se
han desbaratado complots en Alemania, Reino
Unido o Francia para atentar, en varios casos con
la involucración de miembros de sus ejércitos. Sin
duda, uno de los objetivos de Dáesh es fraccionar
y enfrentar a nuestras sociedades. Parcialmente lo
logran, puesto que tras cada atentado se genera
una división social, disputas entre sectores políticos y críticas a los servicios de inteligencia y policiales. La tendencia de crecimiento de la extrema
derecha persistirá en 2018, a pesar del frenazo
que los populismos han sufrido en 2017, debido
al extremo grado de polarización existente, y a la
persistencia de un discurso de odio incontrolable.
que regresen a países de origen o la actividad
en los países en conflicto.
•
2017 no ha sido un buen
año para Dáesh:
pérdida de afiliados,
pérdida territorial y caída
del Califato. Pero, aun así,
ha continuado aterrando al
mundo y desarrollando una
amplia actividad terrorista
El mayor inconveniente de esta aproximación analítica de cara al futuro, especialmente al centrarnos en el yihadismo, es que no nos enfrentamos
a grupos, sino a un movimiento (Peter Neumann,
2016). A un movimiento que va a perdurar en el
tiempo, y que, por lo tanto, genera una lucha que
se debe plantear a largo plazo. Siendo Dáesh y
Al Qaida los grupos que suponen un mayor grado
de amenaza, analizaremos a continuación posibles escenarios de futuro.
Variables clave, tradicionalmente, a la hora de
analizar el fenómeno terrorista, quedan al margen
en el caso de Dáesh:
2.1. Dáesh
No cabe duda de que 2017 no ha sido un buen
año para este grupo: pérdida de afiliados, pérdida territorial y caída del Califato. Pero, aun
así, ha continuado aterrando al mundo y desarrollando una amplia actividad terrorista. Para plantear escenarios posibles de futuro, y asumiendo un
elevado grado de simplificación, es preciso determinar inicialmente las variables clave:
•
•
Forma de actuación: células e individuos. El
carácter de movimiento, la propaganda y la
posible fortaleza en redes de internet puede
favorecer la acción individual.
Territorialidad: en las zonas controladas en
Siria e Irak y en el resto del mundo. En este
caso, los escenarios a plantear son diversos,
como señala De la Corte (2017).
Fuente de la amenaza. Se puede distinguir su
impacto en el fenómeno doméstico (homegrown
terrorism), la posible acción de combatientes
96
•
Objetivos. Se asume que son absolutamente
indiscriminados.
•
Modus operandi. Cualquier forma y arma
es utilizable. El portavoz de Dáesh, Abu M.
al-Adnani, difundió en 2014 el siguiente mensaje: “Si no eres capaz de encontrar una bala
o un dispositivo explosivo improvisado, entonces selecciona al impío americano, francés
o a cualquiera de sus aliados. Golpéale la
cabeza con una roca, asesínale con un cuchillo, atropéllale con tu vehículo, tírale desde un
lugar elevado, estrangúlale o envenénale”.
•
Ámbito geográfico. Obedece a criterio de
oportunidad, donde sea y como sea, siempre que coincida un individuo, o grupo, con
deseo, intención y capacidad. Teniendo en
cuenta que esa capacidad, en términos de
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
de crimen organizado, organización terrorista,
proto-estado, Califato. En este sentido, la situación
actual sería similar a la del año 2008, y ya sabemos qué sucedió a partir de entonces, aunque no
lo percibiéramos hasta 2013. La brecha entre el
mundo suní y el chií (representado por el presidente iraquí, o a afinidad del régimen alauita de
Assad en Siria) es de nuevo una de las cartas a
jugar por el Estado Islámico para mantener el fraccionamiento político y social. El sectarismo chií, y
la corrupción en la reconstrucción del país, sería
un gran facilitador. La clandestinidad de algunos
de sus comandantes y unidades de inteligencia
serán la vía para mantener al menos un núcleo
central, aunque parte de sus efectivos vuelen de
vuelta a casa, acudan a otras localizaciones o
huyan a entornos seguros, especialmente en países frágiles.
conocimientos y recursos para asesinar, es de
baja exigencia.
Desde el punto de vista de la territorialidad, se
pueden plantear los siguientes escenarios:
A) Continuidad de la pérdida territorial. Dáesh
llegó a controlar 41.000 millas cuadradas, con
más de 40.000 foreign fighters desplazados de
unos 120 países, más 25.000 efectivos locales
(Wilson Center, 2017). En noviembre de 2017
han perdido el 95% del territorio. Un posible escenario sería la continuación de pérdida de control
de los pequeños feudos de los que disponen.
Esa pérdida de territorio incide en un proceso de
alqaedización, en el que el grupo deja de ser una
insurgencia para convertirse en un clásico grupo
terrorista (Clark, 2017). No del todo cierto, puesto
que aún controla pequeños territorios en diversas partes del mundo. Por ello, quizás sea más
acertado apuntar a un escenario en el que Dáesh
avanzaría en su configuración como grupo terrorista global, manteniendo focos insurgentes en
localizaciones concretas del mundo, donde aún
podrían mantener, o incluso ampliar, cierto grado
de control territorial. El efecto es que su violencia
se ejercerá de forma más dispersa, más global.
Igualmente será una organización más descentralizada, con base en su todavía potente sistema de
comunicación y propaganda, capaz de movilizar
e inspirar a seguidores en todo el mundo.
En Siria se abre un proceso de pacificación tremendamente complejo, debido a la heterogeneidad de la multitud de actores involucrados (propio
de un conflicto de proximidad), las alianzas cruzadas entre unos y otros, los intereses geoestratégicos y las aspiraciones independentistas de los
kurdos, elemento clave en la derrota de Dáesh.
C) Desplazamiento. Dáesh ya cuenta con presencia en varios estados frágiles y ha sido capaz de
atentar espectacularmente en países como Irán,
en junio, el centro del mundo chií. Los atentados
en Kabul también muestran una fortaleza del
grupo, que incluso es difícil de igualar por parte
de los talibanes o al Qaida. El atentado en la mezquita del Sinaí, en noviembre, que causó más de
300 fallecidos, es una clara muestra de la diversificación de objetivos geográficos buscando la
máxima letalidad.
B) Reunificación. El primer ministro de Irak, Haider
al-Abadi, declaró la victoria sobre Dáesh el 9 de
diciembre de 2017. Pero según señalan Bahney
y Johnston (RAND Corporation, 2017) el Dáesh
podría tener planificada y en curso su posible
resurrección, programada desde la pérdida de
Raqa en octubre de 2017. Una resurrección que
se centraría de nuevo en Siria e Irak. La semilla de
este grupo es plantada en 2003 por Abu Musab
al-Zarqawi, mostrando un largo recorrido; una historia en la que el grupo ha pasado por diferentes
fases y con diversas facetas: insurgencia, grupo
En algunos casos el desplazamiento puede haber
sido mínimo, pero el suficiente para infiltrar y
contar con células, tanto activas como durmientes. En otros casos ha contado con cierto grado
de control territorial, como en Filipinas (Marawi),
Libia (Sabrati y Ben Walid en el norte, Ubari y
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
no variará demasiado a corto plazo, aunque las
medidas adoptadas por la comunidad internacional y la debilidad del propio Dáesh permitan ser
optimistas. Posiblemente el problema radica en el
mensaje que ya se ha emitido y el movimiento que
se ha generado. En cuanto a la posibilidad de
ciberatentados, sigue considerándose un hecho
de baja probabilidad, alto impacto, pero quizás
acortándose los plazos para su producción. El
nivel técnico del denominado cibercalifato es muy
bajo. Hasta el momento no se ha producido un
ciberatentado, aunque sí pequeñas acciones de
bajo impacto (denegación de servicios y acciones
de hacking de bajo nivel). No son buenos ni programando, ni en malware (repletos de bugs), ni en
encriptación, ni en acciones de hacking (Moore,
2017). En todo caso, el escenario en el ciberespacio no es alentador, dada la facilidad para recurrir a herramientas, con dichos fines, creadas por
grupos de crimen organizado (lo que se denomina
Crime as a Service), que son efectivas y no precisan un desarrollo técnico propio. Es cuestión de
tiempo que o bien desarrollen sus capacidades o
bien las adquieran en el propio ciberespacio.
Ghat en el sur), Yemen, o la propia península del
Sinaí (Clark, 2017). Además, ha sido capaz de
desarrollar una importante actividad de captación en Indonesia. En África, la secta yihadista
Boko Haram, en Nigeria, mantiene su fidelidad al
Estado Islámico.
D) Fusión con al Qaida. Este escenario se puede
producir por un extremo debilitamiento del grupo
y la pérdida de su liderazgo. Dáesh comienza
a dejar de ser una historia de éxito y, siendo la
misma base de militantes la de ambos grupos,
estos deciden regresar a al Qaida. Sería más
bien, este caso, un proceso de absorción (De la
Corte, 2017). También se puede ver favorecido
por un fortalecimiento de al Qaida.
Otra opción sería la fusión de ambas organizaciones, con el resultado de un grupo nuevo, incluso
con nueva denominación y quién sabe si de liderazgo. En este escenario se apunta a la figura de
Hamza Bin Laden, aunque parece menos probable, debido al elevado grado de enfrentamiento
entre ambos grupos, con planteamientos excesivamente distantes. Un facilitador para este escenario
sería la muerte de Al Baghdadi, el líder de Dáesh.
Desde el punto de vista del origen de la autoría
de atentados:
E) Presencia en el ciberespacio. Finalmente, y aunque el ciberespacio sea ajeno a territorialidad, sí
es una dimensión que se hibrida con el mundo
físico. Oficiales de inteligencia de Estados Unidos
han advertido sobre la posible maduración de un
cibercalifato. Frente a otros fenómenos, como el
crimen organizado, la visibilidad y presencia es
una característica propia del terrorismo. Es un acto
de comunicación. Sin ello, se diluyen sus efectos.
Los grupos terroristas utilizan las redes para informar, adoctrinar, difundir sus mensajes y “éxitos”,
reclamar la autoría de los atentados, expandir propaganda, captar y reclutar, planificar objetivos y
atentados, formar candidatos a la yihad, publicar
tutoriales, etc. Pero es en la radicalización donde
encuentra sus mayores ventajas, evitando el contacto físico y favoreciendo procesos de autorradicalización (Von Behr et al., 2013). La situación
A) Incremento del fenómeno doméstico. El mensaje
de septiembre de 2014 de Abu Muhammad al-Adnani, portavoz del Estado Islámico, seguirá produciendo efectos. En dicho discurso llamaba a actuar
en cualquier lugar, contra cualquier objetivo y utilizando cualquier arma, sin necesidad de viajar al
Califato ni de tener que esperar instrucciones. Un
mensaje inspirador para los denominados combatientes “frustrados”, por no haber podido desplazarse, pero también para aquellas personas en
procesos de radicalización domésticos.
El reciente análisis de Vidino, Marone y Entenmann
(2017), para el International Centre for CounterTerrorism (ICCT), ha mostrado como en los 51
atentados realizados en Europa y Norteamérica
entre junio de 2014 (fecha de declaración del
98
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
un colectivo de características e intereses únicos
y comunes. Algunos se desplazaron únicamente
con afán de aventura, otros volvieron arrepentidos
al vivir la brutalidad y atrocidades del Califato,
otros pueden no tener ningún interés en atentar en
países en los que sus familias y amigos están asentados. En el caso de los clásicos muyahidines, el
escenario más probable es el de su mantenimiento
en la clandestinidad en las zonas de conflicto o
el desplazamiento a otros feudos yihadistas. Los
esfuerzos de los servicios de inteligencia y cuerpos policiales han hecho que prácticamente a día
de hoy esté monitorizado el regreso de combatientes, lo que reduciría sus impactos, aunque la seguridad nunca puede estar asegurada (basta considerar los recursos precisos para poder controlar,
durante 24 horas, a los individuos que pueden ser
considerados radicalizados actualmente en suelo
europeo).
Califato) y junio de 2017, el 73% de los terroristas eran ciudadanos del país atacado, y un 17%
eran conversos.
En Estados Unidos, el terrorismo doméstico ha
sido el preponderante desde los atentados del
11S. La mitad de los terroristas que han llevado
a cabo atentados o complots nacieron en Estados
Unidos, y la mayoría de los que no habían nacido
allí habían llegado al país en edad infantil. Un
estudio de Jenkins (2017) analiza a 178 individuos, involucrados en 20 atentados o arrestados,
en 86 complots en Estados Unidos entre el 11S
y mayor de 2017. 86 habían nacido en Estados
Unidos. El resto eran ciudadanos estadounidenses
naturalizados o residentes legales permanentes.
Sólo ocho disponían de visados temporales, tres
habían pedido asilo y dos eran refugiados.
Cualquier escenario, y puesto en conexión con los
procesos de radicalización que se producen en
Estados Unidos y en Europa, lleva a estimar un
crecimiento de este fenómeno.
En todo caso, los foreign fighters se pueden convertir, adicionalmente, en una peligrosa fuente de
radicalización que incida en el fenómeno doméstico, al contar para los jóvenes con el carisma de
haber participado en combate, y aunar conocimientos sobre utilización de armas y explosivos.
B) La acción de los foreign fighters. La amenaza
que representan los combatientes desplazados a
zonas de conflicto, y que retornen a sus países
de origen, sin ser despreciable, debe ponerse en
contexto. Vidino et al. (2017), en el informe citado
anteriormente, concluyen que únicamente un 18%
de los terroristas implicados en los atentados realizados en Occidente, entre junio de 2014 y junio
de 2017, eran foreign fighters.
En cuanto a formas de actuación, se seguirá produciendo una combinación de acciones desarrolladas por células organizadas, buscando ataques
más sofisticados, junto a la acción de individuos
que toman la vía de la acción violenta tras un proceso de radicalización. La acción de Dáesh en
Europa ha combinado la articulación de células
más o menos estructuradas, capaces de desarrollar un atentado más sofisticado (como en París),
con el envío, de vuelta a Europa, de individuos
con bajas capacidades, corto entrenamiento y
orientados e inspirados para ejecutar acciones
individuales (Blanco, 2016)
Cuando el Califato colapsa, se estima que al
menos 5.600 personas, de 33 países, han regresado a sus lugares de origen (Soufan Group,
2017). Otro informe de la European Commission’s
Radicalization Awareness Network (RAN) considera que un 30% de los combatientes han regresado a sus países de origen europeos. Estimando
que el contingente total fue de unos 5.000 efectivos procedentes de Europa, arrojaría un total de
1.500 retornados, una cifra considerable. Se debe
evitar conceptualizar a los foreing fighters como
2.2. Al Qaida
En 2018 se cumple el trigésimo aniversario de
la fundación de al Qaida. Gran parte de los
99
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DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
ello se precisa, previamente, crear una sociedad
y un sistema propicio, con amplio apoyo de base
social. La nación, el Estado, debe ser erradicado
como forma de identidad para los musulmanes.
Con dicho objetivo ha reconfigurado su estrategia
para ser menos visible, menos opresivo y menos
violento (Zimmerman, 2017). El foco actual reside
en el ámbito local.
analistas de terrorismo se debaten entre dos posturas casi extremas: el declive de la organización o
su posible renovación.
Entre los primeros destaca, por ejemplo, Daniel
Byman, que argumenta cómo el grupo no ha
sido capaz de llevar a cabo un gran atentado
en Occidente, y cómo ha sido superado mediáticamente y como foco de atracción por el Estado
Islámico, perdiendo popularidad.
De esta forma, se podría haber producido una
hezbolahización de al Qaida, influida a través del
contacto de sus líderes con la Quds Force. El objetivo es ganar las “mentes y corazones” de los pueblos, a través de la acción local, caracterizándose
como movimiento social y político, estrategia que
tiene su precedente en grupos como Hezbollah
y Hamás. El líder de al Qaida, al-Zawahiri, en
base a la experiencia de Egipto en los años
noventa, cuando la población rechazó al grupo
Jihad Islámica, está convencido de la necesidad
de ganar la aceptación popular como un primer
paso imprescindible hacia el avance de una sociedad regida por una interpretación rígida del islam
y por la sharia.
Al Qaida es una
organización resiliente, que
ha sabido evolucionar y
adaptarse al entorno, y que
aspira a volver a liderar el
yihadismo global. A corto
plazo puede obtener réditos
de la fracasada Primavera
Árabe, mientras acentúa su
infiltración en insurgencias
locales en Mali, Siria,
Afganistán, Yemen e Irak
A la estrategia señalada, de infiltración en la
sociedad, y participación en los movimientos
insurgentes, obedece la adaptación del grupo
en Siria. El cambio de denominación, de Jabhat
al-Nusra a Jabhat Fateh al-Sham in 2016, obedeció a una estrategia para mostrarse más moderado, desvincularse de la violencia asociada a al
Qaida, y presentarse como un grupo más opositor
al régimen de Assad.
Por el contrario, entre los análisis que señalan que
la supuesta debilidad de al Qaida es una estrategia, destaca, entre otros, Zimmerman (2017).
Sin duda, los autores de este análisis apostamos
por esta situación: al Qaida es una organización
resiliente, que ha sabido evolucionar y adaptarse
al entorno, y que aspira a volver a liderar el yihadismo global. A corto plazo puede obtener réditos
de la fracasada Primavera Árabe, mientras acentúa su infiltración en insurgencias locales en Mali,
Siria, Afganistán, Yemen e Irak.
Por otra parte, al Qaida aún mantiene un elevado
potencial en Siria e Irak, donde aspira a liderar el
mundo suní a medida que Dáesh pierda capacidades; en Afganistán, en alianza con los talibanes;
en Yemen, donde en 2011 aprendió también la
importancia de cuidar y mantener el apoyo local
en los territorios controlados; en Somalia, donde
al Shabaab vuelve a actuar con contundencia en
Mogadiscio, como mostró el brutal atentado de
octubre de 2017 que causó más de 500 víctimas;
Mientras que Dáesh decidió declarar un Califato,
en la agenda de al Qaida ese es un paso muy
posterior y el momento aún no ha llegado. Para
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
en el Sahel, con Jama´a Nusrat al Islam, fusión de
varios grupos, y bajo el liderazgo de Iyad Ghali
y su capacidad de movilizar a la comunidad
fulani; en el Magreb, con al Qaida en el Magreb
Islámico, donde mantiene posiciones en Argelia,
Túnez, Libia y Mali; y en el subcontinente indio.
Otros, en caso de continuar vivos, se mantienen
en la clandestinidad, como es el caso del saudí
Ibrahim al-Asiri, el mayor experto en explosivos de
la franquicia, tras los intentos de atentados en un
vuelo a Detroit (explosivo en la ropa interior), en la
Navidad de 2009, y contra aviones de carga en
2010 con destino a Chicago (explosivos en cartuchos de impresora). El propio hermano de Ibrahim
falleció en un atentado frustrado al hacer explotar
un artefacto insertado en su propio cuerpo en un
encuentro con un príncipe saudí.
Una de las variables más comentadas en los últimos tiempos es el liderazgo de la organización.
Hamza Bin Laden, hijo de Osama, va adquiriendo
un mayor protagonismo en los últimos meses, y
podría ser la figura carismática que aunara la
yihad global. La biología está a favor de Hamza,
a falta de valorar si reuniría el resto de condiciones
que configuran lo que denominamos “carisma”, y
que no siempre es hereditario. Un hecho conocido
a finales de 2017 puede llegar a ser influyente: la
posible muerte de su hijo de doce años, Osama,
tras un bombardeo contra una base de AQ en
la zona fronteriza de Afganistán y Pakistán que
pudo tener lugar en julio o agosto. Osama, también era nieto de Abu Muhammad al-Masri, alto
mando de al Qaida vinculado a los ataques a las
embajadas de Tanzania y Kenia en 1998.
Hamza Bin Laden, hijo de
Osama, va adquiriendo un
mayor protagonismo en los
últimos meses, y podría ser
la figura carismática que
aunara la yihad global. La
biología está a favor de
Hamza, a falta de valorar
si reuniría el resto de
condiciones que configuran
lo que denominamos
“carisma”, y que no siempre
es hereditario
Al-Masri, al igual que Hamza, vivió en arresto
domiciliario en Irán, donde fue detenido y liberado en marzo de 2015, junto a otros líderes históricos como Saif al-Adel, experto en explosivos,
y Abu Khayr al-Masri. Existen testimonios que han
llegado a situar también al propio Setmarian (Al
Suri), de quien no existe información desde hace
años, en Irán. En esos vínculos entre al Qaida
e Irán pueden radicar algunas de las claves del
presente y futuro de la organización (Levy y ScottClark, 2017).
Siempre en línea con los objetivos estratégicos
señalados, otra posible circunstancia futura sería
el cambio de denominación de al Qaida, con el
objetivo de mostrarse como una organización más
moderada, con mayor carácter social.
Atendiendo a esta variable de liderazgo, mientras
que los cuadros de Dáesh han sido expuestos y
descabezados, y aunque también ha sucedido
con líderes de al Qaida en Afganistán, Pakistán,
Siria y Yemen, existe aún un importante núcleo
central, parte de los cuales han residido los últimos años en Irán (en un régimen de semi-custodia, siendo liberados a cambio de líderes chiís).
101
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
3. NIVEL INDIVIDUAL
Existiendo ese caldo de cultivo, el escenario es
evidente: la radicalización individual seguirá
produciéndose. Es de interés reseñar el debate
actual entre dos expertos franceses: Olivier Roy
y Gilles Kepel. Por un lado, Olivier Roy defiende
los radicales se están islamizando. La acción y
el discurso de Dáesh han resultado muy atractivos para muchos individuos en Europa y Estados
Unidos, muchos de ellos sin aproximación previa al islam: criminales en prisiones, delincuentes comunes, individuos con problemas psicológicos, personas que sienten un vacío o agravios
en sus vidas, elevado grado de nihilismo, y la
violencia yihadista hasta la muerte como vía de
redención. Por otro lado, Gilles Kepel señala
que, al contrario, el islam se está radicalizando,
especialmente por la expansión del salafismo,
que se ha propagado en escuelas coránicas y
mezquitas de todo el mundo. Pero mientras que
esa expansión del salafismo puede ser más o
menos controlada, y a estos efectos en los últimos años las medidas adoptadas en muchos
países persiguen ese fin, más difícil es luchar
contra el nihilismo y el mensaje ya prendido en
muchos individuos en todo el mundo.
Reinares y García-Calvo (2017), en un completo estudio del Real Instituto Elcano en el
que analizan a 178 individuos detenidos entre
2013 y 2016, señalan que “el contacto con
algún agente de radicalización yihadista y la
existencia de vínculos sociales previos con individuos radicalizados explican por qué, dentro
de España, hay musulmanes que se adhieren a
una versión violenta del salafismo y se implican
en actividades terroristas, mientras otros no.
También permiten comprender por qué existen
bolsas de radicalización y reclutamiento yihadista en nuestro país”. Es decir, la socialización
continúa siendo el factor clave en los procesos
de radicalización violenta, poniendo a la vez
de manifiesto la importancia de la ideología. En
un 86,9% de los casos se produjo contacto previo con una agente de radicalización movido
por la ideología salafista. En un 68,7% de los
casos existían relaciones de amistad o parentesco dentro de la misma localidad con individuos radicalizados.
Siguiendo el citado informe, nueve de cada diez
individuos se radicalizaron acompañados de otros
individuos, lo que ayuda a poner en contexto la
actual creencia sobre un posible fenómeno que se
puede desarrollar de forma individual, frente a un
ordenador, consumiendo incesantemente materiales propagandísticos. Es cierto, y por eso no hay
que disminuir su importancia, que un 40% se radicalizaron en un contexto mixto, online y offline, y
que en un 35% de los casos analizados se radicalizaron preferentemente vía online.
La acción y el discurso de
Dáesh han resultado muy
atractivos para muchos
individuos en Europa y Estados
Unidos, muchos de ellos sin
aproximación previa al islam
Existiendo consenso sobre el entendimiento de la
radicalización violenta como un proceso, es imposible determinar un patrón de común aplicación.
Se puede afirmar que estos procesos han mutado,
han evolucionado, poniendo de nuevo de manifiesto cómo cualquier fenómeno se produce en
un entorno cambiante y que por lo tanto hay que
analizar.
La aproximación tradicional ha tratado de responder a las causas por las que los individuos se
radicalizan, pudiendo recurrir a la violencia, pero
quizás sería más adecuado preguntar por qué, en
unas mismas condiciones de entorno, unos individuos lo hacen y otros no. El discurso de Dáesh
ha calado más allá de los países afectados por
los conflictos en los que el grupo se expandió.
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
Apoyado por un potente aparato mediático, ha
sido capaz de movilizar a miles de individuos,
que no han dudado en desplazarse hacia países
en guerra, atraídos por la forma de vida ofrecida.
Igualmente, ha captado el interés de multitud de
personas que no se han desplazado a dichas
zonas de conflicto, y que aspiran a llevar a cabo
la yihad en sus entornos cercanos.
a individuos, difícilmente será capaz de terminar
con un movimiento.
Finalmente, y aunque en ocasiones lo que se
pueda considerar autocrítica incomode e incluso
genere un frontal rechazo, es preciso destacar
algunas de las dinámicas de radicalización, como
las que Peter Neumann (2017) destaca en un
informe para la OSCE: (1) la represión indiscriminada contra comunidades y minorías tras un
atentado. Especialmente en ejercicio de potestades policiales excepcionales, sin aprobación judicial previa, y cuando en un elevado porcentaje
de las mismas (registros, detenciones temporales,
entradas en domicilios) no finalizan con ningún
tipo de imputación judicial. Las políticas contra
la radicalización y el terrorismo deberían evitar
convertirse en un factor de radicalización adicional; (2) los conflictos violentos, en ocasiones azuzados por potencias internacionales en busca de
réditos geopolíticos y geoeconómicos. En otras
ocasiones, en manos de alianzas internacionales que recurren a bombardeos indiscriminados
que continúan potenciando el sentimiento antioccidental. Por otra parte, los conflictos potencian
la “cultura de venganza”, incluso la “cultura del
martirio”; (3) las migraciones. Políticos y medios
sobredimensionan intencionadamente los posibles
vínculos entre migrantes y terrorismo, para cautivar a sus votantes y seguidores. Las campañas de
manipulación informativa, en esta línea, son intensas. Sin duda, se trata de un escenario plausible,
uno más entre múltiples escenarios, pero los datos
conocidos hasta el momento, algunos señalados
previamente, no están precisamente apoyando
esa interpretación. Un discurso agresivo que
aumenta el sentimiento de agravio entre migrantes
y refugiados.
Gilles Kepel señala que el
islam se está radicalizando,
especialmente por la
expansión del salafismo, que
se ha propagado en escuelas
coránicas y mezquitas de
todo el mundo
Por todos los motivos expuestos, los procesos de
radicalización violenta continuarán, dado que:
(1) existen agentes de radicalización en Europa y
en España; (2) existen núcleos geográficos, ámbitos locales, donde se produce una cohabitación
entre individuos previamente radicalizados, en
proceso de radicalización y candidatos a radicalización; (3) el discurso y la narrativa yihadista
siguen siendo efectivos y no encuentran, hasta
el momento, una respuesta. Por el contrario, ha
sido amplificado y propagado por los medios de
comunicación, redes sociales y aplicaciones móviles; (4) la percepción de agravios continuará y,
por tanto, su explotación para captar y reclutar
militantes que puedan ser orientados hacia la
acción; (5) la extrema polarización de nuestras
sociedades, y el preponderante discurso de odio,
seguirán actuando como facilitador y potenciador de procesos de radicalización. Ciclos de
odio que a su vez se retroalimentan con cada
atentado; (6) nos enfrentamos a un movimiento,
no únicamente a grupos determinados. La forma
tradicional de enfrentarse a un grupo terrorista, o
103
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
CONCLUSIONES
El terrorismo va a perdurar, al menos durante
varias décadas. Y sin descartar que aparezcan en
el horizonte nuevas ideologías, nuevas reivindicaciones y grupos, nuevos agravios, que movilicen a
individuos hacia la violencia. El terrorismo seguirá
costando sangre, sudor y lágrimas. Las semillas
del terrorismo de los próximos años ya están plantadas. Mientras tanto, cada día, millones de individuos siguen sufriendo la injusticia, la pobreza,
la desigualdad, la discriminación, la corrupción,
las tiranías, la falta de libertad y de dignidad, conformando una enorme bolsa de candidatos hacia
la radicalización. Unas condiciones que las ideologías violentas saben inflamar y canalizar hacia
sus intereses.
de Al Qaida como de Dáesh, de recurrir a armas
químicas, biológicas, bombas sucias, o al envenenamiento de alimentos. No sería descartable ver
en Europa fenómenos que ya se han producido
en países en conflicto: recurso a niños para atentar, secuestros en suelo occidental o utilización de
drones, cuyo uso se ha generalizado en dichos
países.
La tendencia apuntaría de
nuevo a un liderazgo de al
Qaida como vanguardia del
yihadismo global, situación
que se afianzaría en la
medida en que Hamza Bin
Laden avance en la línea
jerárquica hacia el liderazgo
Nos enfrentamos a un movimiento global, no a
un grupo, a pesar de la influencia que pueda
tener el liderazgo de Dáesh o de al Qaida, y los
movimientos que en su seno se puedan producir
próximamente. En este sentido, la tendencia apuntaría a de nuevo un liderazgo de al Qaida como
vanguardia del yihadismo global, situación que se
afianzaría en la medida en que Hamza Bin Laden
avance en la línea jerárquica hacia el liderazgo.
Enfrentarse a un movimiento exige políticas antiterroristas, y especialmente contra la radicalización, preventivas, integrales y planteadas a medio
y largo plazo.
La innovación del terrorismo se basa en la combinación (ataques terroristas simultáneos o sucesivos, que combinen objetivos, tipos de armas y
modus operandi) y en la emulación o efecto copycat (formas de atentar que se han utilizado exitosamente en otros momentos históricos o contextos
geográficos).
Los grupos terroristas seguirán tratando de explotar cualquier oportunidad para aterrorizar, buscando nuevas formas de actuar que garanticen el
eco mediático y un elevado número de víctimas.
Siendo un ciberatentado un escenario poco probable, sí se podrían producir acciones que combinen
ataques tradicionales con un importante apoyo
tecnológico, como los atentados de Bombay, en
los que los terroristas estaban en continua comunicación con un centro de mando y control. O que
traten de generar disrupción, como un ataque al
sistema eléctrico previo a un atentado tradicional.
También existe constancia de los intentos, tanto
Finalmente, es preciso abrir un pequeño espacio
para el optimismo. Hay que destacar los esfuerzos
que están siendo desarrollados en muchos países.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad, y servicios de
inteligencia, están cada vez más especializados.
Las reformas normativas se suceden, aunque reste
pendiente realizar una evaluación sobre la eficacia y eficiencia de las medidas. La cooperación y
colaboración avanzan, aunque sea lentamente y
como reacción a cada atentado.
104
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
BIBLIOGRAFÍA
Es preciso actuar contra el terrorismo desde todos
los niveles, afrontando sus dimensiones macro,
grupal e individual. Y para ello hace falta la confluencia, en este fin común, de toda la sociedad
unida, especialmente a la hora de prevenir, identificar y poder frenar procesos de radicalización,
que seguirán produciéndose. Se precisa el desarrollo de una cultura de seguridad, que haga a
todos los actores corresponsables en la medida de
sus posibilidades. Clave en esta línea es la involucración del ámbito municipal, y de servicios educativos, sanitarios y de servicios sociales. Como
mostraba el estudio de Reinares y García-Calvo
(2017), la acción se debe centrar, prioritariamente, en aquellos puntos en que se concentran
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se suceden, aunque reste
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OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
LOS AUTORES
José María Blanco Navarro
prospectiva, extremismo y radicalización, polarización social, tanto a nivel nacional como
internacional.
Director de Ciberinteligencia Estratégica en
Prosegur Ciberseguridad. Anteriormente dirigió el
Centro de Análisis y Prospectiva de la Guardia
Civil, durante casi diez años. Licenciado en
Ciencias Empresariales, en Derecho, y Máster
en Análisis de Inteligencia. Codirige el Área
de Estudios Estratégicos y de Inteligencia en el
Instituto de Ciencias Forenses y de Seguridad de
la Universidad Autónoma de Madrid. Codirige
el título de Experto en Análisis de Inteligencia
de dicho Instituto. Durante 8 años ha sido
Redactor Jefe de la revista académico-profesional Cuadernos de la Guardia Civil y consejero
del Instituto Universitario de Investigación en
Seguridad Interior (IUISI-UNED). Ha participado
en proyectos de investigación financiados por
la Unión Europea en materia de terrorismo, radicalización y crimen organizado. Codirector de
varios libros, autor de múltiples publicaciones y
conferencias.
Luis de la Corte Ibáñez
Director de Estudios Estratégicos e Inteligencia
en el Instituto de Ciencias Forenses y Profesor
Titular de Psicología Social y de la Seguridad de
la Universidad Autónoma de Madrid. Sus investigaciones se centran en varios temas ligados a la
seguridad nacional e internacional, como el terrorismo, la criminalidad organizada, los conflictos
armados y los estudios sobre inteligencia. Es autor
de numerosas publicaciones e informes académicos, incluidos sus libros Seguridad nacional, amenazas y respuestas (2015, con José María Blanco),
Crimen.org. Evolución y claves de la delincuencia
organizada (2010, con Andrea Giménez-Salinas,
La yihad terrorista (2007, con Javier Jordán) y La
lógica del terrorismo (2006). Ha colaborado en
múltiples ocasiones como docente, investigador y
analista con distintos organismos de los Ministerios
de Interior y Defensa, y con distintas universidades e instituciones privadas. Es miembro del grupo
de expertos del Observatorio Internacional de
Estudios sobre Terrorismo.
Jessica Cohen
Analista de inteligencia en materia de seguridad
internacinal. Coordina una Unidad de Análisis de
Inteligencia en el Sector Privado. Criminóloga y
Máster en Análisis de Inteligencia. Profesora en
el título de Experto en Análisis de Inteligencia y
el Master de Inteligencia Económica del Instituto
de Ciencias Forenses y de Seguridad de la
Universidad Autónoma de Madrid en materias
como metodología, fuentes abiertas, estrategias
de búsqueda de información, red teaming, apoyo
a la toma de decisiones, insiders y gestión de
crisis. Ha participado como investigadora y formadora en mútliples proyectos europeos sobre
terrorismo, violencia política, extremismo y radicalización. Autora de múltiples artículos y capítulos
de libros en materia de metodología de análisis,
Inés Gaviria Sastre
Graduada en Periodismo por la Universidad
de Navarra, trabaja en el departamento
de Comunicación del Colectivo de Víctimas
del Terrorismo (COVITE) y del Observatorio
Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET).
En 2013 obtuvo una beca para estudiar un año
en la Escuela de Periodismo de la Universidad de
Missouri, en EEUU, donde desarrolló un interés
especial por las relaciones internacionales y el
análisis y la prevención del terrorismo. Ha trabajado en medios de comunicación tanto nacionales
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OIET
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO
aportaciones a instituciones internacionales como
el World Economic Forum. Asimismo, ha publicado artículos en medios de comunicación como
La Vanguardia o La Razón.
como internacionales. En 2015 obtuvo el Premio
Jóvenes Periodistas de la revista Vanity Fair por
una entrevista inédita a Ingrid Betancourt, política
colombiana que estuvo secuestrada seis años por
el grupo terrorista FARC.
María Jiménez Ramos
Álvaro H. de Béthencourt
Periodista especializada en comunicación política,
máster en Relaciones Internacionales y Estudios
Africanos, experta universitaria en análisis de
terrorismo yihadista y doctoranda en el departamento de Proyectos Periodísticos de la Facultad
de Comunicación de la Universidad de Navarra,
donde desarrolla su tesis en torno a los testimonios
de víctimas del terrorismo. Coautora del trabajo
de investigación Relatos de plomo. Historia del
terrorismo en Navarra, plasmado en una trilogía.
Es directora de Comunicación del Colectivo de
Víctimas del Terrorismo (COVITE) y responsable
del Observatorio Internacional de Estudios sobre
Terrorismo (OIET). Es también profesora asociada
en el Grado de Periodismo de la Universidad
de Navarra. En 2016 recibió el Premio Antonio
Beristáin de investigación victimológica por un trabajo sobre la bibliografía dedicada a los asesinados por la organización terrorista ETA.
Graduado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Nacional de Educación
a Distancia, máster en Estudios Estratégicos y
Seguridad Internacional por la Universidad de
Granada y especialista en Análisis del Terrorismo
Yihadista, Insurgencias y Movimientos Radicales
por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
Ha realizado varios cursos de estudios sobre
terrorismo, entre los que destaca el de “Terrorism
and Counterterrorism” de la universidad de
Georgetown, en Washington D.C. También ha realizado cursos de verano becado por el Ministerio
de Defensa, entre los que destaca “Desafíos del
terrorismo yihadista”, organizado por el Instituto
Español de Estudios Estratégicos y la Universidad
Internacional Menéndez Pelayo. Es investigador
del Observatorio Internacional de Estudios sobre
Terrorismo y autor del Observatorio de Operaciones Policiales Antiyihadistas en España, que
se actualiza mensualmente en la página web del
OIET.
Bernardo Rodríguez Mayorga
Politólogo por la Universidad de Granada, Máster
en Estudios Estratégicos, miembro del Grupo de
Estudios en Seguridad Internacional (GESI) y coordinador del Observatorio sobre la actividad yihadista en el Magreb y Sahel Occidental.
Carlos Igualada Tolosa
Licenciado en Historia por la Universidad de
Alicante, máster en Relaciones Internacionales
por la UNIR, especialista en análisis de terrorismo
yihadista por la Universidad Pablo de Olavide y
doctorando con el estudio sobre las franquicias
regionales de Daesh. Es investigador del OIET y
creador del Observatorio de Atentados Yihadistas.
Ha participado como ponente en distintos congresos tanto nacionales como internacionales. En los
últimos años ha contribuido de forma frecuente
en publicaciones dependientes del Ministerio de
Defensa, como son el Instituto Español de Estudios
Estratégicos o la Revista Ejército, junto a otras
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