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2019, Ciencia, y tecnología en la Eterna Primavera
Una breve reflexión sobre el papel de la ciencia y la tecnología, en Guatemala.
Monografías Emeritenses, 2007
Isidro López-Aparicio (ed.) Brecha de fragilidad / The fragility gap, Universidad de Granada, 2009
La actitud tecno-optimista y la actitud tecno-catastrofista, aunque aparentemente antagónicas, comparten un elemento en común: una concepción determinista del progreso tecnocientífico. En este artículo se aborda la relación entre tecnología y longevidad desde una perspectiva no determinista.
Esta obra comienza con un análisis histórico de la evolución de las políticas de ciencia, tecnología e innovación (CTI) y su vinculación con el crecimiento económico en países de desarrollo temprano y tardío, que tuvieron como denominador común un Estado inteligente, autónomo y enraizado en la realidad socioeconómica nacional.Con base en las lecciones extraídas de estas experiencias, se reinterpreta el derrotero de América Latina, y en particular el de la Argentina, a través de tres estudios de caso: las políticas de CTI, nuclear y de comunicación satelital impulsadas durante los gobiernos de Cristina Fernández (2007-2015) y Mauricio Macri (2015-2019). Finalmente, el libro cierra con una serie de recomendaciones en materia de política de CTI y una sistematización de los principales desafíos que en este ámbito enfrenta la Argentina como así también la semiperiferia latinoamericana.
Grupo Compás eBooks, 2021
2003
Las políticas de ciencia y tecnología han pasado a ocupar un papel fundamental dentro del diseño de estrategias para el desarrollo, al punto que en muchos países han reemplazado a la formulación de política industrial. Esto, por cuanto se considera que la ciencia y la tecnología son transversales a toda la economía y abarcan todos los sectores productivos de bienes
Este siglo ha traído nuevos descubrimientos para prolongar la vida, pero también para destruirla CARL SAGAN (Artículo publicado en el diario "EL PAÍS" el 19-5-96 , meses antes de su muerte.) El siglo XX será recordado por tres grandes innovaciones: unos medios de salvar, prolongar y mejorar la vida sin precedentes; unos medios, también sin precedentes, para destruir esas vidas que se trata de salvaguardar, que incluyen, por primera vez el riesgo de desaparición de toda la civilización mundial; y un conocimiento, igualmente sin precedentes, de nosotros mismos y del universo que nos rodea. Estos tres formidables desarrollos han sido posibles por la ciencia y la tecnología, una espada con dos filos. Salvar, prolongar y mejorar la vida humana. Hasta hace unos diez mil años, con la invención de la agricultura y la domesticación de animales, la comida para consumo humano se limitaba a frutas y verduras, que crecían espontáneamente en el medio natural, y a la caza. Pero la dispersión de los frutos naturales era tal que la Tierra no podía alimentar más que a unos diez millones de habitantes. Por contraste, al final del siglo XX habrá seis mil millones de habitantes, lo que quiere decir que el 99% de nosotros debemos nuestra existencia a la tecnología agrícola y a la ciencia, que conlleva factorías, genética animal, conductas, fertilizantes químicos, pesticidas, preservativos y nuevos sistemas de arado que se combinan con irrigación y refrigeración en contenedores, trenes especialmente acondicionados, almacenes y medios de conservación en los hogares. Muchos de los más espectaculares avances en tecnología agrícola, incluyendo la revolución verde, se han conseguido en este siglo. Mediante el saneamiento urbano y rural, agua potable y otras medidas de limpieza, la aceptación de la teoría de los gérmenes como productores de enfermedades, los antibióticos y otros fármacos, la biología genética y molecular, la ciencia médica ha mejorado notablemente la salud y el bienestar de la gente en todo el mundo, pero especialmente en los países desarrollados. La viruela ha sido erradicada a nivel mundial, la zona de la Tierra donde predomina la malaria se reduce año tras año, y las enfermedades que yo recuerdo de mi niñez, como la tos ferina, sarampión y polio, casi han desaparecido en nuestros días. Entre las más importantes invenciones del siglo XX están los relativamente baratos métodos de control de la natalidad, que, por primera vez, permiten a las mujeres mantener un control seguro en su destino reproductivo y ayudan a la emancipación de la mitad de la especie humana. Estos métodos permiten un marcado descenso en el peligroso incremento de la población en muchos países sin requerir una opresiva restricción de la actividad sexual. También es cierto que la química y la radiación que producen nuestra tecnología ha inducido enfermedades nuevas y que tienen incidencia en la provocación del cáncer. La proliferación de cigarrillos a nivel mundial lleva a estimar que se producen por esta causa tres millones de muertes al año, todas ellas, naturalmente, evitables. La Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2020 el número de estas muertes de fumadores llegará a ser de diez millones al año. Pero la tecnología nos ha dado mucho más de lo que nos quita. El signo más elocuente de esto es que la expectativa de vida en Estados Unidos y Europa Occidental en 1901 era de 45 años, mientras que hoy se aproxima a los 80, un poco más para las mujeres y un poco menos para los hombres. La expectativa de vida es, probablemente, el más efectivo indicador individual de la calidad de vida, porque si uno está muerto ciertamente que no lo está pasando nada bien. Dicho esto, todavía existen mil millones de nosotros sin una alimentación adecuada, y 40.000 niños mueren diariamente por falta de asistencia y alimentos en nuestro planeta. Por medio de la radio, la televisión, los magnetófonos, discos compactos, teléfonos, faxes y las redes de información por ordenadores, la tecnología ha cambiado drásticamente la cara de la cultura popular. Ha hecho posible los pros y los contras del entretenimiento a nivel mundial, de las corporaciones multinacionales sin lealtad a ningún país determinado o grupos afines transnacionales y con un acceso directo a los puntos de vista políticos y religiosos de otras culturas. Como vimos en la muy atenuada rebelión de la plaza de Tiananmen y la de la Casa Blanca en Moscú, los faxes, teléfonos y redes de ordenadores pueden ser poderosas herramientas para los levantamientos políticos. La masiva introducción en el mercado en los años cuarenta de los libros de bolsillo trajo la literatura mundial y la personalidad de los grandes pensadores pasados y presentes de la vida cotidiana de cada ciudadano. Incluso cuando el precio de estos libros se ha incrementado actualmente, todavía se dispone de grandes ofertas, como los clásicos de Dover Books, a un dólar por volumen. Junto al progreso cultural, esas corrientes son las aliadas de la democracia jeffersoniana. Sin embargo, lo que pasa por alfabetización en Norteamérica a finales de siglo XX es un conocimiento muy rudimentario de la lengua inglesa, porque la televisión, en particular, aparta a la masa ordinaria de la lectura de libros. En orden a la consecución de grandes audiencias, la televisión se ha rebajado al nivel de programas de bajo relieve cultural, en vez de tratar de enseñar e inspirar a sus telespectadores. Desde sujetapapeles, bandas de goma, secadores de pelo, bolígrafos, lápices, ordenadores, máquinas para dictar y copiar, batidoras eléctricas, microondas, aspiradoras, máquinas de lavar vajillas y ropa, secadores, enorme despliegue de luces interiores y exteriores, hasta automóviles, aviones, maquinaria de herramienta, estaciones hidroeléctricas, fábricas de producción en línea y un masivo equipo de construcción, la tecnología de nuestro siglo ha eliminado el trabajo penoso y ha creado más tiempo para recreo, alegrando la vida de mucha gente. También cabe apuntar en el haber de la tecnología el fin de muchas rutinas y comportamientos que existían en 1901. El uso de la tecnología como salvadora de vidas difiere de un país a otro. Estados Unidos, por ejemplo, tiene el mayor índice de mortalidad infantil de los países industrializados. Hay más jóvenes negros en la cárcel que en las escuelas. Sus estudiantes siguen una rutina de aprendizaje con pobres resultados en ciencias generales y matemáticas, si se les compara con estudiantes de la misma edad en otros países. La disparidad de los ingresos reales entre ricos y pobres y el declive de la clase media ha ido aumentándose marcadamente en los últimos 15 años. La alta tecnología industrial ha ido abandonando las tierras
Academia Letters, 2021
Critical Inquiry: In the Moment, 2024
Divindade – Uma introdução à teologia adventista de Deus, 2024
Dinuovo in Città - Storia della Chiesa. Maggio-Giugno 2024.
Leonardo and Verrazzano´s discovery of New York in 1524. (Forthcoming C.S.P.), 2024
The Journals of Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences, 2016
Change: The Magazine of Higher Learning, 2019
Journal of Orofacial Sciences, 2012
Crimson Publishers, 2020
مجلة علوم البحار والتقنيات البيئية
Journal of Electrostatics, 2010
World Journal of Emergency Surgery, 2022