Caracterización del parcial domiciliario como género académico
La reflexión sobre el lenguaje y sobre la relación entre lenguaje y conocimiento son preocupaciones importantes de la semiótica, en tanto disciplina que presenta como uno de sus objetos la identificación de los caracteres generales compartidos por los diferentes lenguajes, sean éstos naturales-las lenguas-como artificiales-los creados por el hombre para cumplir con una función comunicativa y/o expresiva-, así como las características que los diferencian en lo que hace a su potencial en tanto productores de sentido. Diversas investigaciones han demostrado la relación entre escritura y conocimiento. Escribir es una actividad que compromete múltiples operaciones cognitivas que inciden en los procesos de aprendizaje de los estudiantes (Scardamalia y Bereiter, 1992). El desarrollo de habilidades lectura y escritura especializadas cobra particular interés en el ámbito universitario, dadas las características de los géneros discursivos que circulan en su seno. La adquisición de estrategias de comprensión y elaboración de los géneros académicos son procesos graduales y su dominio resulta insoslayable en la práctica universitaria, en especial, tratándose de estudiantes formados en Ciencias de la Comunicación. Con el objetivo de mejorar las competencias profesionales requeridas en nuestra comunidad discursiva, la cátedra del Coto de Semiótica II propone incorporar el parcial domiciliario como instancia de evaluación. Definimos el parcial domiciliario como un texto expositivo de tipo explicativo/argumentativo, basado en un corpus bibliográfico dado y cuya escritura planificada se da fuera de la situación áulica. Los parciales forman parte de las prácticas destinadas a exponer la adquisición de conocimientos y para que un docente pueda evaluarlos en el marco de las comunidades académicas. De manera que aprender estos géneros no significa solamente adquirir una técnica sino incorporarse a una práctica social (Farias y Quipildor, s/d). Inscriptos en sus campos científicos, este conjunto de géneros académicos presenta un gradiente de dificultad que va desde el parcial presencial, el parcial domiciliario, el informe de lectura, el proyecto de investigación hasta la monografía, las tesinas y las tesis. De acuerdo con esto y considerando el valor epistémico de la escritura, se puede afirmar que el parcial domiciliario ofrece una excelente oportunidad de entrenar a los estudiantes de manera gradual en producciones de mayor grado de complejidad. Tal como lo define Liliana Grigüelo, "el parcial universitario es un género que responde a una de las prácticas académicas destinadas a evaluar los conocimientos adquiridos por los alumnos en el transcurso de la cursada de una materia" (Grigüelo, 2004: 111). Se pueden establecer algunas diferencias entre los parciales presenciales y los domiciliarios. En primer lugar, los parciales presenciales son individuales y los domiciliarios pueden ser grupales. Los presenciales son manuscritos y los domiciliarios son procesados en computadoras, lo que aumenta la posibilidad de mejorar la diagramación, la distribución de las partes del texto, el diseño gráfico y tipográfico, así