1
ISSN (virtual): 2618-5555
ISSN (papel): 0070-1688
Universidad Nacional de Cuyo
Facultad de Filosofía y Letras
Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado
Instituto de Historia del Arte
Cuadernos de Historia del
Arte
Art History Notebooks
Cadernos de História da Arte
Mendoza, Argentina
2018
30
Instituto de Historia del Arte
Institute of Art History
Instituto de História da Arte
Emilce Nieves Sosa
Directora
DOSSIER
Se terminó de imprimir en los Talleres Gráficos de EDIFYL
Comité Editor Instituto de Historia del Arte - Facultad de Filosofía y Letras – UNCuyo
Directora / Editora:
SOSA, Emilce Nieves
Editor Asociado: Cecilia Raffa
Autor/es: Dossier: RAFFA, Cecilia. LUIS, Natalia. BRAVERMAN,
Alicia. LUCCHESI, Alberto. SELLA, Alejandra. DALDI
CALABRÓ, Natalia. Artículos: María del Rosario, ZABALA. Ana
Laura RECHES.
Compilado por Emilce Nieves Sosa – Nueva Época - Mendoza
Edita: Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Nueva Época: Nº 5 (NE) – Mendoza – Argentina
Año: 2018
Frecuencia: Semestral Primer semestre: marzo – junio
Nº 30 - Dossier
ISSN (papel): 0070-1688 ISSN (virtual): 2618-5555
1. Artes y Humanidades – Historia del Arte - Historia Regional. 2.
Historia de la Cultura.
I. Sosa, Emilce Nieves, comp.
Título: Arquitectura en Mendoza, siglo XX
Los CHA es una publicación de frecuencia semestral. La recepción de artículos se encuentra abierta en forma
permanente. Sólo se realizan convocatorias especiales para los Dossier. Las convocatorias de sus ediciones se
publican durante los meses de abril y de noviembre de cada año. Y en los meses de abril-junio y de junionoviembre el Equipo Editor recopila los trabajos y lleva a cabo el proceso de evaluación.
Fecha de inicio: 1961
Fecha de la última publicación: segundo semestre 2017
Ilustración: Avenida San Martín-Mendoza
Tapa: D.G. Clara Muñiz
Comité Editor Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
CHA o Cuadernos de Historia del Arte - Revista Científica del IHA
Directorios o Registros:
Latindex-Directorio
BINPAR-CAICYT
Objetivos:
Orientar la producción científica hacia los estudios de las diferentes manifestaciones
artísticas locales y regionales en el ámbito de la Universidad Nacional de Cuyo.
Esta revista científica es de acceso libre
Dirigida a investigadores, docentes, becarios, profesionales y estudiantes de posgrado, la publicación se edita en idioma
español, portugués e inglés, siempre y cuando sea la lengua materna del autor.
Suscripciones y correspondencia
Calle y Número
Provincia
Código Postal
IHA - FFyL - UNCuyo - Centro Universitario
Mendoza – Ciudad Capital
M5502JMA
Teléfono
E-mail
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(54 261) 4135000 interno 2251
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https://www.historiadelarteffyl.com/ / http://ffyl.uncuyo.edu.ar/instituto-de-historia-del-arte
Indíce
§ Cecilia Raffa:
Presentación Dossier, p. 21.
§ Natalia Luis:
La vivienda popular. Discurso y políticas públicas en la
Mendoza lencinista (1918-1928), p. 27.
§
Alicia Braverman; Alberto Lucchesi; Alejandra Sella:
El Campus Urbano de la Universidad de Mendoza.La
presencia de la crítica al Movimiento Moderno en la
arquitectura local, p. 97.
§ Natalia Daldi Calabró:
Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección de
Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza,
1967-1973), p. 157.
Artículos
§ María del Rosario Zabala:
Avances y estrategias para un análisis sociológico de arte
contemporáneo mendocino. el corpus: la programación anual de
los museos de arte de Mendoza (1983-2001), p. 207.
§ Ana Laura Reches:
Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida nocturna
cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), p. 245.
COMITÉ EDITOR
DIRECTOR y EDITOR CIENTÍFICO:
§
Dra. Emilce N. SOSA
FFyL - UNCuyo - Argentina
CO-DIRECTOR y CO-EDITOR
CIENTÍFICO:
§
Dr. Adolfo O. CUETO
FFyL - UNCuyo - Argentina
3.
4.
5.
6.
EQUIPO EDITOR
7.
SECRETARIO DE REDACCIÓN
§
Lic. Pablo CHIAVAZZA
FFyL - UNCuyo - Argentina
8.
9.
EDITOR TÉCNICO
§
Facundo PRICE
ARCA- FFyL - UNCuyo –
Argentina
10.
11.
Dra. Natalia FISCHETTI - CCTCONICET – Mendoza - Argentina
Dra. Teresa A. GIAMPORTONE- FFyL
– UNCuyo - Argentina
Mgter. Arq. Graciela MORETTI –
Universidad Mendoza – Mendoza Argentina
Arq. Marcel NARDECHIA – FFyL –
UNCuyo - Argentina
Mgter. Viviana CEVERINO – FFyL –
UNCuyo - Argentina
Mgter. Sergio ROSAS – FAD – UNCuyo
Esp. Prof. Victoria RAMÍREZ DOLAN FFyL – UNCuyo - Argentina
Lic. Evangelina MARCONI – IHA –
UNCuyo - Argentina
Prof. Adriana POZZOLI - FFyL –
UNCuyo - Argentina
COORDINACIÓN:
§
Prof. y Lic. Ana RAMÍREZ
FFyL - UNCuyo - Argentina
SECCIÓN RESEÑAS:
§
Prof. Evangelina MARCONI
FFyL - UNCuyo – Argentina
REVISOR DE TEXTOS CIENTÍFICOS:
§
Prof. Andrea LEONFORTE
FFyL - UNCuyo - Argentina
2.
4.
Prof. Florencia LUNA (Inglés)
FFyL - UNCuyo - Argentina
5.
DISEÑO GRÁFICO Y
DIAGRAMACIÓN
§
D.G. Clara Luz MUNIZ
ARCA - FFyL - UNCuyo Argentina
CONSEJO EDITORIAL
IHA
2.
1.
TRADUCCIONES:
§
Prof. María REARTE
(Portugués) FFyL - UNCuyo –
Argentina
§
1.
COMITÉ CIENTÍFICO
EDITORIAL
Dr. Horacio CHIAVAZZA – FFyL -
UNCuyo - Argentina
Dr. Oscar ZALAZAR - FAD – UNCuyo
– Argentina
3.
6.
7.
8.
Dr. Oscar SANTILLI – FFyL- UNCuyo Mendoza - Argentina.
Dr. Ricardo GONZÁLEZ - Universidad
de Buenos Aires – Buenos Aires –
Argentina.
Dra. Laura MALOSETTI COSTA –
UNSAM - Buenos Aires – Argentina.
Dra. María de las Mercedes REITANO UNLP – La Plata – Argentina / UNA –
Buenos Aires – Argentina.
Dra. Cecilia RAFFA - INCIHUSA –
CONICET – Mendoza - Argentina.
Dra. Noemí CINELLI - Universidad de la
Laguna - Tenerife - Canarias - España
/Instituto de Estudios Sociales
Humanísticos - Universidad Autónoma
de Chile – Santiago de Chile – Chile.
Dra. María de los Ángeles
FERNÁNDEZ VALLE - Universidad
Pablo de Olavide Sevilla España
/ Universidad de Talca - Talca – Chile.
Dr. Jorge ESCOBAR - Universidad
Nacional San Antonio Abad del Cusco –
Cuzco – Perú.
9.
10.
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12.
13.
14.
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17.
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26.
27.
28.
Dr. Federico KAUFFMANN DOIG –
Director del Instituto de Arqueología
Amazónica - Lima- Perú.
Dr. Víctor MÍNGUEZ- Universitat
Jaume I Valencia – España.
Dr. Javier ARNALDO -Universidad
Complutense de Madrid - MadridEspaña.
Dr. Juan CHIVA BELTRÁN –
Universitat JAUME I – Castellón de la
Plana – España.
Dr. Fernando QUILES GARCÍA Universidad Pablo de Olavide – SevillaEspaña.
Dr. Antonio José ALBARDONEDO
FREIRE Universidad de Sevilla – Sevilla
– España.
Dra. Lucía ESPINOZA - INTHUAR
(Instituto de Teoría e Historia urbanoArquitectónica), FADU, UNLitoral –
Argentina.
Dra. Daniela ALEJANDRA
CATTANEO - CONICET- CURDIUR,
FAPyD, UNRosario – Argentina.
Dra. Mariana Inés FIORITO - UTDT,
UADE, Universidad KENNEDY –
Buenos Aires - Argentina.
Dra. Lorena Verónica MANZINI INCIHUSA- CONICET – Argentina.
Dra. Silvia Augusta CIRVINI INCIHUSA- CONICET – Argentina.
Dra. María Florencia ANTEQUERA - IH
IDEHESI CONICET - Rosario Argentina.
Dra. María Gabriela MICHELETTI - IH
IDEHESI – CONICET
Dra. Alejandra Soledad GONZÁLEZ CONICET / Universidad Nacional de
Córdoba – Argentina.
Dr. Luis Vives-Ferrándiz SÁNCHEZ Universitat de València – España.
Mgter. Alba CHOQUE PORRAS Universidad Nacional Mayor de San
Marcos - Lima – Perú.
Mgter. Eliana FUCILI – FD – UNCuyo
Mgter. Cristián RODRÍGUEZ – (UAC Talca – CHILE)
Arq. Perla Ana BRUNO- Facultad de
Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
Universidad Nacional de Mar del Plata –
Argentina.
Arq. Carlos Jerónimo MAZZA - Facultad
de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
Universidad Nacional de Mar del Plata –
Argentina.
La convocatoria en los Cuadernos de Historia del Arte, está abierta en forma permanente. Los
artículos deberán ser originales, inéditos.
Estas publicaciones están orientadas a los estudios del Historia del Arte y la Cultura, como así
también a otras disciplinas o áreas relacionadas a la temática principal como las Humanidades
y las Ciencias Sociales. Se encuentra dirigida principalmente a profesionales, investigadores,
docentes y estudiantes. Las publicaciones se editan en idioma español, portugués e inglés,
siempre y cuando las propuestas sean en la lengua materna del autor.
Los trabajos presentados deben cumplir con las Normas Editoriales del IHA. Los autores serán los
únicos responsables del contenido de sus artículos (ideas y opiniones expresadas), como también
de no incurrir en plagio o auto-plagio.
La Dirección Editorial autoriza la reproducción total o parcial, siempre que se cite la fuente
completa de acuerdo a las normas vigentes sobre los Derechos de autor.
Emilce Nieves Sosa
Dirección Editorial
E
l Instituto de Historia del Arte de la Facultad de
Filosofía y Letras fue creado en 1956 por el Dr.
Carlos Massini Correas, su primer director. Desde
entonces da origen a una serie de publicaciones de
investigación científica dentro del ámbito universitario que
abarca toda la región de Cuyo.
A cinco años de su existencia surge su primera publicación
en 1961, los Cuadernos de Historia del Arte. Estos fueron
creados con la necesidad de orientar la producción
científica
hacia
los
estudios
de
las
diferentes
Emilce N. Sosa
manifestaciones artísticas locales y regionales en el ámbito
de la Universidad Nacional de Cuyo.
En forma inmediata se constituyó, según lo estableciera su
fundador, en un relevamiento, y en un estudio del material
artístico producido en la región y, a partir de él, en un
espacio
dedicado
a
las
discusiones
de
carácter
epistemológico dentro del campo artístico local. Desde sus
inicios, la investigación científica se centró en el Arte
Regional, para luego avanzar sobre problemáticas
históricas y estéticas del Arte Argentino, llegando luego a
los estudios del Arte de Hispano Americano.
Dentro de sus contribuciones, Carlos Massini Correas, creó
la primera publicación científica Regional Universitaria en
Historia del Arte. Estos Cuadernos se orientaron en el
campo disciplinar de las humanidades, las ciencias sociales
y sobre todo las artes. Así, entre 1961 y 1972 surgen once
publicaciones consecutivas. Desde su comienzo, los CHA
fue el lugar donde importantes figuras y pensadores de la
Facultad de Filosofía y Letras junto a personajes
emblemáticos de la de la Universidad Nacional de Cuyo
exponían sus trabajos. Entre los referentes locales se
14
Emilce N. Sosa
destacan: Carlos MASINI CORREAS, Diego PRÓ, Adolfo
F. RUIZ DÍAZ, Ladislao BODA, Víctor DELHEZ, Herberto
HUALPA, Blanca ROMERA de ZUMEL, Marta GÓMEZ de
RODRÍGUEZ
VERDAGUER,
BRITOS,
Alberto
MUSSO,
Graciela
Mirta SCOKIN de PORTNOY. Otros fueron
grandes investigadores externos del ámbito de la UNCuyo
como Mario BUCCHIAZO, Damián BAYÓN, José Emilio
BURUCÚA, entre otros.
A partir del fallecimiento de MASSINI CORREAS se produjo
un período de cambios en el IHA. Recién en 1987 se
reiniciaron las publicaciones. Años después se presentarían
cambios en los CHA tanto en su diagramación como en su
formato, manteniendo esta nueva estructura editorial desde
1995/1996 hasta el 2015. Desde entonces, los Cuadernos se
organizaron nuevamente con un formato editorial diferente,
pasando de una publicación anual a dos publicaciones
semestrales. Es entonces que, a partir del 2016 en su sesenta
aniversarios, el Instituto proyectó una edición especial:
IHA: 60 Años de investigación sobre el Arte Argentino
desde lo Regional, publicado en dos tomos. Estos cambios
se proyectaron desde la necesidad de generar una
15
Emilce N. Sosa
transformación en sus publicaciones adecuándose a los
nuevos lineamientos editoriales.
Finalmente, a partir del 2017, con la necesidad de
incorporar el avance tecnológico así como proceder a la
indexación de los Cuadernos, se comenzó con la
incorporación de una nueva publicación, en formato “el
digital”. Esto porque la editorial del IHA debía ponerse en
consonancia con los requerimientos estandarizados de las
publicaciones científicas, tanto en el orden Institucional de
la Facultad y de la Universidad, como dentro de los
parámetros internacionales. Esto nos llevó a una etapa de
transformación para el formato digital, a partir de su
implementación en el sistema operativo Open Journal
Systems, de código abierto para la administración de
revistas científicas. Este sistema, mejora todos los procesos
que intervienen en la digitalización de las revistas
científicas electrónicas, asegurando la evaluación (doble
ciego), dando una mayor visibilidad a los Cuadernos de
Historia del Arte. Además, proporciona calidad científica y
da mayor difusión de los resultados a través de una mayor
proyección y de acceso libre. Aunque no debemos olvidad
16
Emilce N. Sosa
que los CHA no han dejado de ser publicados en
su tradicional y originario formato papel.
Queremos destacar que los CHA forman parte de una
política de publicaciones investigativas que ha sido
constante y sostenida por el Instituto de Historia del Arte.
Son un elemento de comunicación por excelencia de la
realidad cultural de la provincia y de la región captada por
sus investigadores y materializadas en sus páginas.
17
Emilce N. Sosa es Doctora en Historia, Magister en Arte Latinoamericano, y ha
realizado estudios de pogrado en el Centro de Estudios Avanzados de la
Universidad Nacional de Córdoba. Dentro de sus funciones es Directora del
Instituto de Historia del Arte de la de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional de Cuyo y Vicedirectora del Museo de Arte Sacro CuyanoCEIDER, donde se desempeña como docente de las cátedras de Historia del Arte
Argentino, Historia del Arte Regional y Cultura Contemporánea. Es también
directora del Doctorado en Patrimonio Histórico Cultural de esa misma casa. Es
miembro del Comité de doctorado en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras y en
la Universidad Autónoma de Chile. Participa como miembro científico en varias
publicaciones científicas como: Revista de Estudios Regionales CEIDER, Revista de
Historia del Arte Peruano, Revista Pasajes entre otras. Además de dirigir en la
actulidad un proyecto de investigación dentro ámbito del IHA.
Arquitectura en Mendoza, siglo XX
DOSSIER
Editor Asociado
Dra. Cecilia Raffa
MENDOZA SIGLO XX:
ARQUITECTOS Y ARQUITECTURA
Cecilia Raffa
(INCIHUSA-CONICET / IHA)
Mendoza-Argentina
Las investigaciones sobre arquitectura y urbanismo, han
sido parte del repertorio de Cuadernos de Historia del Arte
desde sus orígenes, a través de varios artículos
fundacionales en lo que se refiere al abordaje de
manifestaciones locales y regionales.
Este dossier se suma a esa tradición y simultáneamente, a
una serie de publicaciones recientes que actualizan las
preguntas en torno a la arquitectura, el urbanismo, sus
hacedores y sus diversas formas de ejecución en la
Cecilia Raffa, Mendoza siglo XX: Arquitectos y
arquitectura, Presentación Dossier, pp. 21-25.
provincia.1
Presentamos, un compendio que avanza sobre el siglo XX
en Mendoza, analizando el contexto de propuestas
estatales, abordando trayectorias destacadas y tipologías
específicas. En todos los casos, la producción material se
analiza a través de aspectos históricos y culturales que
pueden incluir el análisis de los lenguajes estéticos y las
particularidades tipológicas, las trayectorias de los
proyectistas y su inserción en las burocracias estatales, así
como de los procesos de ideación y ejecución de las obras.
1
Entre esos trabajos: Raffa, Cecilia (dir.). 2017. Arquitectos en
Mendoza: biografías, trayectorias profesionales y obras 1900-1960.
Mendoza: IHA- FFyL, UNCuyo; Raffa, Cecilia (ed.) 2016. «Mendoza,
1930-1960» Registros (12); Raffa, Cecilia. 2016. Plazas
Fundacionales, el espacio público mendocino entre la técnica y la
política, 1910-1943. Mendoza: Ed. Autora: Rodríguez Vázquez,
Florencia y Raffa, Cecilia (Coords.). 2016. Profesionalizando un
Estado provincial, Mendoza 1890-1955. Mendoza. IHAA- FFyL; Raffa,
Cecilia, y Silvia Cirvini. 2013. «Arquitectura moderna: autores y
producción en Mendoza, Argentina (1930-1970).» AS; Adagio, Noemí
y Sella, Alejandra (Eds.). 2013. Enrico Tedeschi. Work in progress,
Mendoza: EDIUM; etc.
22
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
En el primero de los trabajos, Natalia Luis, presenta un
análisis de los planes de vivienda popular propuestos por
los dirigentes lencinistas (de extracto radical) durante el
periodo 1918-1928. Si bien son planes que no se
efectivizaron, es posible a partir de ellos, comprender las
representaciones que en torno de la vivienda popular tenía
la dirigencia política mendocina a comienzos del siglo XX.
Momento signado, tanto por la instalación del debate sobre
el tema en el ámbito profesional, como por su inclusión en
la agenda de lo público.
Integran el dossier, otros dos artículos que ubican sus
búsquedas entre los años sesenta y setenta.
En el desarrollo del campo disciplinar y la profesión del
arquitecto en Mendoza, esas décadas resultan bisagras, ya
que es a partir de ellas que el desarrollo de la arquitectura
pública en la provincia deja de ser un nicho cuasi exclusivo
de los arquitectos, para dar paso al ejercicio profesional en
la administración pública y en cargos relevantes, a
arquitectas.
23
Cecilia Raffa, Mendoza siglo XX: Arquitectos y
arquitectura, Presentación Dossier, pp. 21-25.
Ese cambio al interior del campo de la arquitectura, es
indagado por Natalia Daldi, quien analiza la participación
de las primeras mujeres en el campo de la arquitectura de
Mendoza, a través de la experiencia profesional de Graciela
Hidalgo como técnica de la Dirección de Obras de la
Ciudad de Mendoza, entre 1967 y 1973.
Alicia Braverman, Alberto Luchesi y Alejandra Sella, por
su parte, exploran el proyecto para el campus urbano de la
Universidad de Mendoza diseñado por Enrico Tedeschi, en
colaboración con otros profesionales. El trabajo, aborda la
producción de una obra en el umbral del debate disciplinar
de la crisis del Movimiento Moderno. Los autores plantean
al campus, como un ejemplo concreto de diseño urbano,
que permite la reinterpretación de valores culturales locales
en relación con la ciudad.
Mendoza siglo XX: arquitect@s y arquitectura, suma
conocimiento al estudio de los aspectos materiales de una
provincia de escala intermedia que, con particularidades, se
abre paso en el entramado de la producción historiográfica
24
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
sobre arquitectura y urbanismo en Argentina. Con este
dossier además, Cuadernos, inaugura un ciclo fundamental
para su posicionamiento nacional e internacional, dentro de
los actuales estándares de indexación para publicaciones
científicas.
25
La vivienda popular. Discurso y políticas públicas en la
Mendoza lencinista (1918-1928)
The popular housing. Discourse and public policy in the
Mendoza lencinista (1918-1928)
A moradia popular. Discurso e políticas públicas em
Mendoza lencinista (1918 - 1928)
Natalia Luis
natalita812@gmail.com/
nluis@mendoza-conicet.gob.ar
Becaria doctoral de Incihusa-CONICET
Mendoza - Argentina
Fecha de envío: 14/003/2018
Fecha de aceptación: 07/05/2018
Resumen
En este trabajo se presenta un análisis de los planes de vivienda popular
propuestos por los dirigentes lencinistas durante el periodo 1918-1928.
Si bien la mayoría de los proyectos no se efectivizó, se considera que a
partir de los mismos es posible comprender las representaciones que en
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
torno de la vivienda popular tenía el lencinismo, en un contexto
nacional y latinoamericano de comienzos del siglo XX signado, por un
lado, por la instalación del debate sobre el tema y su inclusión en la
agenda de lo público; y por otro, en el marco de un cambio de
modalidad de la relación entre técnica y política. Se plantea como
hipótesis que los gobiernos lencinistas alegaban que la solución al
problema habitacional de los trabajadores era un deber ineludible del
gobierno- y por ende un problema del Estado- y plantearon resolverlo
mediante planes de vivienda popular que proponían la construcción de
casas accesibles y de condiciones higiénicas.
Palabras claves:
LENCINISMO, VIVIENDA POPULAR, DISCURSO,
HIGIÉNICA
Abstract:
This paper presents an analysis of the affordable housing plans
proposed by the leaders lencinistas the period 1918-1928. Although
most of the projects are not made, is considered that from them it is
possible to understand representations which had the lencinismo, in a
national and Latin American at the beginning of the 20th century
marked, context surrounding the popular housing by one side, by the
installation of the debate on the subject and its inclusion in the agenda
of the public; and secondly, in the context of a change of mode of the
relationship between technology and policy. Is as hypothesis that
Governments lencinistas argued that the solution to the housing
problem of the workers was an inescapable duty of the Government and therefore a problem of State - and they raised to resolve it through
popular housing plans They proposed the construction of affordable
homes and hygienic conditions.
Keywords:
LENCINISMO, AFFORDABLE HOUSING, SPEECH,
HYGIENIC
Resumo
Em este trabalho apresenta-se uma análise dos planos de moradia
popular propostos pelos dirigentes lencinistas durante o período 1918-
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
1928. Embora a maioria dos projetos não foi efetivou, considera-se que
a partir dos mesmos é possível compreender as representações que em
torno da moradia popular tinha o lencinismo, em um contexto nacional
e latino-americano de inícios do século XX signado, por um lado, pela
instalação do debate sobre o tema e sua inclusão na agenda do público;
por outro lado, no marco de um câmbio de modalidade da relação entre
técnica e política. Estabeleceu-se como hipótese que os governos
lencinistas alegavam que a solução ao problema habitacional dos
trabalhadores era um dever iniludível do governo – e no entanto um
problema do Estado – e estabeleceram resolvê-lo por meio de planos de
moradia popular que propunham a construção de casas acessíveis e de
condições higiênicas.
Palavras chaves:
LENCINISMO, MORADIA POPULAR, DISCURSO,
HIGIÊNICA
29
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
“El obrero tendrá su casa barata,
cómoda e higiénica, porque el gobierno radical se la ha
de proporcionar” José Néstor Lencinas. Manifiesto al
pueblo de la provincia de Mendoza, 1917.
Introducción
En este trabajo se buscó reconocer y analizar los planes de
vivienda popular propuestos por los dirigentes lencinistas.
Se consideran dos proyectos de ley sobre vivienda popular
ideados durante el periodo. Uno data de 1919, durante la
gobernación de José Néstor Lencinas y proponía viviendas
populares para obreros del ámbito urbano mediante créditos
hipotecarios. El otro, fue una iniciativa del Poder Ejecutivo
enviada a la legislatura en 1926 durante la gestión de
Alejandro Orfila, último gobernador lencinista, y estaba
dirigido a construir casas para los trabajadores en la
campaña. Además, se analiza una propuesta del Ministerio
de Gobierno en 1926, y la construcción de un conjunto
habitacional para ancianos e inválidos en 1928.
Si bien los proyectos no se efectivizaron (a excepción del
albergue para ancianos e inválidos) debido a la
inestabilidad político social y a la clausura de la legislatura
durante los periodos de intervención federal, se considera
que a partir del análisis de los mismos se puede comprender
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
las representaciones que en torno de la vivienda popular
tenía el
lencinismo,
en
un
contexto
nacional
y
latinoamericano de comienzos del siglo XX signado por la
instalación del debate sobre el tema y su inclusión en la
agenda de lo público. Se plantea como hipótesis que los
gobiernos lencinistas alegaban que la solución al problema
habitacional de la clase trabajadora era un deber ineludible
del gobierno- y por ende un problema del Estado- y
plantearon resolverlo mediante planes de vivienda popular
que proponían la construcción de casas accesibles y de
condiciones saludables para la clase trabajadora.
Como contexto interpretativo, a partir de fuentes
secundarias, se indagó sobre el marco histórico del
problema de la vivienda popular en Argentina. Para
analizar los casos mencionados se consultaron los Diarios
de sesiones legislativas de la provincia de Mendoza; y
fuentes periodísticas, por un lado, La Palabra, lencinista, y
por otro Los Andes, La Tarde y El Socialista, pertenecientes
al periodismo opositor.
Considerando que el estudio del periodo radical en
Mendoza durante 1918-1930 plantea la necesidad de
31
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
ingresar en un debate más amplio sobre la ampliación de la
esfera pública2, se analiza cómo se modifica la forma de
hacer política y surgen nuevas formas de legitimación del
poder y de liderazgo partidario que respondían a las
necesidades generadas por esa misma extensión. Estas
modificaciones tuvieron su correlato en la consideración y
la utilización del espacio público.
En relación con el contexto político nacional, cabe destacar
que fue particularmente importante la sanción de la ley
electoral de 1912, que implicó un cambio significativo en
la práctica electoral al instaurar la obligatoriedad del
sufragio, el secreto y la representación de la minoría3. De
Si bien el proceso de conformación de la esfera pública en
Latinoamérica fue anterior, observamos que entre fines del siglo XIX y
comienzos del XX se asistió a una serie de modificaciones que
generaron su ampliación, sumado a cambios en la forma de hacer
política, en tanto surgieron nuevas formas de legitimación del poder y
del liderazgo partidario que respondían a las necesidades estimuladas
por ese mismo hecho. En este sentido, las prácticas electorales
cumplieron un papel central en la construcción de la esfera política.
Cfr.: Sábato, H. (coord.). Ciudadanía política y formación de las
naciones. Perspectivas históricas de América Latina. 1ª Edición.
(México: Fideicomiso de Historia de las Américas, 1999, p. 21.
3
De Privitellio, Luciano. “Las elecciones entre dos reformas. 19001950”. En: Sábato, Hilda, Ternavasio, Marcela, De Privitiello, Luciano
y Persello, Virginia. Historia de las elecciones en la Argentina.
(Buenos Aires: El Ateneo, 2011), p.150.
2
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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ese modo, se crearon las condiciones para posibilitar una
elección más transparente que llevó al gobierno a la Unión
Cívica Radical, la cual había cuestionado el orden
ideológico y político establecido desde 1880 a través de la
vía revolucionaria4. En Mendoza, a su vez, se produjo en la
misma coyuntura el triunfo del radicalismo lencinista, que
gobernó entre 1918 y 1930, aunque interrumpido por
intervenciones federales. Primero encabezado por José
Néstor Lencinas (1918-1920), luego por su hijo Carlos
Washington (1922-1924), y, finalmente, por Alejandro
Orfila (1926-1928).
Los gobiernos lencinistas esgrimieron un discurso
antioligárquico5 y propusieron y sancionaron una serie de
Alonso, Paula. “La Unión Cívica Radical: fundación, oposición y
triunfo (1890-1916)”. En: Lobato, Mirta (Dir.) Nueva Historia
Argentina. Tomo V. (Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 2000). p. 211.
5
Para profundizar en el tema consultar: Richard Jorba, Rodolfo. 2013.
“Somos el pueblo y la patria. El populismo lencinista en Mendoza
frente al conflicto social y la prensa: discursos, representaciones y
acciones, 1917-1919”. En: Revista de Historia Americana y Argentina,
Vol. 48, Nº 1, (Mendoza (Argentina) Universidad Nacional de Cuyo,
ISSN: 0556-5960, 2013), pp. 11-54. Satlari, María Cristina. “El Estado
de bienestar (1918-1955)”. En: Roig, Arturo; Lacoste, Pablo; Satlari,
María Cristina. Mendoza a través de su historia. (Mendoza: EDIUNC,
2004). Lacoste, Pablo. La Unión Cívica Radical en Mendoza y en la
Argentina, 1890-1946. (Mendoza: Ediciones Culturales, 1995).
4
33
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
leyes y medidas destinadas a reconocer derechos a la
población. Particularmente en este trabajo se analizan los
planes de vivienda popular esgrimidos durante el periodo.
Por un lado, considerando la participación de diferentes
actores en la temática de la vivienda popular, y por otro, en
relación al incremento de la intervención estatal y al papel
que cumplieron los técnicos y profesionales en la
proyección y ejecución de las obras a fin analizar la
centralidad que comenzó a tomar el Estado en la
democratización y el acceso a la vivienda de los sectores
populares, y observar a partir de los mismos la relación
entre técnica y política en la década lencinista.
A fin de ordenar el análisis, el trabajo se divide en tres
partes. En primer lugar se hace referencia al contexto en el
cual surgió la temática de la vivienda popular como
problema de Estado. Posteriormente se consideran los
proyectos de ley sobre vivienda popular durante las
gestiones lencinistas y la recepción de los mismos en la
prensa local de diverso signo político a fin de percibir la
reacción que estas generaron en la opinión pública.
Finalmente se alude al plan del Ministerio de Gobierno de
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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1926, y al albergue para ancianos e inválidos proyectado en
1927 e inaugurado al año siguiente. Por último, se
presentan las consideraciones finales.
La vivienda popular como problema de Estado
La temática “vivienda popular” como problema de Estado
comenzó a concretarse en Europa en el paso de los siglos
XIX al XX, aunque desde 1830 en algunos paísesInglaterra y Francia- se sucedían los debates sobre el tema,
planteados de manera más o menos sistemática y con
alcances jurisdiccionales más reducidos. En tal momento se
hablaba de “la cuestión de la vivienda” (o más precisamente
en español, “la cuestión de la habitación”) poniendo de
manifiesto su consideración como tema político y
económico propio de las nuevas sociedades que se
desarrollaban en el contexto del avance de la economía
capitalista y los procesos de industrialización y la aparición
de nuevos conflictos sociales, registrados sobre todo en
medios urbanos6.
6
La primera institución oficial con ambiciones de alcance nacional y
con cierta vocación centralizadora- objetivos que debemos comprender
a través de las coordinadas ideológicas del liberalismo económico
35
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
En América Latina, la acción más temprana en este sentido
fue la creación del Consejo Superior de Habitaciones
Obreras de Chile en 1906. Particularmente en Argentina, la
comisión Nacional de Casas Baratas (CNCB) se crearía en
1915. Así, el proceso de burocratización, esto es, del
establecimiento de un saber y un sistema de gestión
centralizada del tema, comenzó a principios del siglo XX7.
Durante el periodo la vivienda popular estuvo en el centro
de las reflexiones de los países americanos. En 1916, en el
seno de la Comisión Directiva de la Sociedad Central de
Arquitectos se propuso por primera vez la idea de realizar
un congreso destinado a compartir métodos de enseñanza,
imperante-fue probablemente la Royal Commission on the Housing of
the Working Classes (RCHWC), formada en Londres en 1884. En
1894, se promulgó en Francia la ley Sedfried, dedicada a financiar a las
asociaciones llamadas “de casas baratas”-Associationes des habitations
à Bon Marché (HBM)-, aunque recién en 1912 se creó la Office
Publique des habitations à Bon Marché (OPHBM). De manera similar,
si bien el primer Housing Act en Holanda se promulgó en 1901, solo
en 1913 se formó el Nationale Woningraad (Consejo Nacional de la
Vivienda), con el propósito de proveer soporte profesional a las
asociaciones de vivienda que el Housing Act ya financiaba. Una de las
funciones más importantes de estas comisiones era precisamente la
acumulación, el ordenamiento y la exposición pública de los
conocimientos ligados al tema, a los efectos de conocerlo y de controlar
un adecuado destino para los fondos públicos comprometidos en esta
dirección. En: (Ballent y Liernur, Ibídem, 2014, pp. 24-25).
7
Ballent y Liernur, ibídem: pp. 24-26.
36
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
y problemas comunes a las naciones americanas. Este se
postergó debido a la guerra en Europa y en 1920 se realizó
finalmente
el
Primer
Congreso
Panamericano
de
Arquitectos8. Si bien solo uno de los nueve temas de
disertación estaba dedicado a las casas baratas, urbanas y
rurales en América, este tuvo gran protagonismo, al punto
tal que en una de las conferencias inaugurales llegó a
afirmarse que dicho congreso tendría asegurado su éxito
El Primer Congreso Panamericano de Arquitectos buscó soluciones
habitacionales generalizables en todo el continente americano. Las
conclusiones fueron generales, y a modo de recomendación apuntaron
a fomentar la construcción de habitaciones higiénicas y baratas por
parte de las municipalidades y de instituciones particulares, en terrenos
que estuvieran dotados de servicios sanitarios, luz y pavimentación, y
en base a reglamentos de construcción que modificaran los vigentes,
para adaptarlos a las necesidades económicas requeridas, tales como
alturas de habitaciones, afirmados, y trabajos sanitarios siempre que no
significara esto faltar a las reglas de higiene, seguridad y estética
edilicia. Ahora bien, en el año 1925, en el apartado sobre Casas baratas,
urbanas y rurales en América del Segundo Congreso Panamericano de
Arquitectos se recomendó que para colaborar con la edificación obrera
los municipios debían realizar estudios sobre barriadas pintorescas, así,
la habitación modesta pero higiénica y confortable se impuso en el
escenario de mediados de la década de 1920, a los efectos de conformar
una base más sólida en la constitución del hogar. Para ampliar
información consultar: Sánchez, Sandra Inés. “Caracterizaciones
socioculturales en el espacio doméstico en Buenos Aires, hasta la
década de 1940”. En: Revista de Historia Americana y Argentina, Vol.
50, Nº 2, (Mendoza, Universidad Nacional de Cuyo, ISSN: 0556-5960,
2015).
8
37
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
con solo producir luz y acierto para hacer casas baratas9 .
Ahora bien, ya desde fines del siglo XIX surgió en
Argentina la necesidad de resolver el problema habitacional
de los obreros. El incremento de la inmigración masiva y la
instalación
del
ferrocarril
en
el
país
generaron
modificaciones no sólo económicas y sociales, sino
también espaciales, ya que las ciudades debieron adaptarse
a las nuevas circunstancias. Surgió entonces la necesidad
de alojar a los recién llegados y se fueron instalando casas
de alojamiento privado o conventillos10 alrededor de los
ferrocarriles y en sitios cercanos a los trabajos. Así, la
precarización de la vivienda fue una problemática corriente.
Los médicos higienistas11 realizaron informes sanitarios
Ibídem., p. 116.
“Desde la perspectiva social, el conventillo se constituyó en el tipo
habitacional más significativo, que si por un lado daba cuenta de la faz
más inhumana del liberalismo con la desprotección de la clase
trabajadora, el hacinamiento en tugurios céntricos de cuartos estrechos
sin luz ni aire, pésimas instalaciones sanitarias y alquileres abusivos;
por otra parte se constituía en un espacio cultural integrativo, de alta
sociabilidad (…)” En: Ramos, Jorge. “Arquitectura del habitar popular
en Buenos Aires: el conventillo”. (En: Instituto de arte americano e
investigaciones estéticas, 1999).
11
Para ampliar información consultar: Aguerregaray, Rosana. 2016.
“Representaciones y prácticas de la muerte de la élite mendocina:
9
10
38
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
que constataban la insalubridad de los lugares de habitación
obrera y se referían a la extensión de las enfermedades y la
alta mortalidad que sufría la población. En Mendoza fue el
médico higienista Emilio Coni quien realizó el informe.
Analizó la situación local a partir del censo de 1895 y
resaltó que las causas de las enfermedades que aquejaban a
la provincia eran exógenas: las construcciones de adobe, la
acumulación de toneladas de basura, el sistema de
recolección de residuos, la falta de control sanitario en la
expedición de carnes para el consumo, entre otros. Propuso
entonces una serie de medidas higiénicas para incrementar
la salubridad de la población. Siguiendo estos lineamientos,
los dirigentes provinciales y municipales establecieron
pautas para mejorar el estado sanitario provincial.
Entonces, la problemática de la vivienda popular estuvo,
junto a otros aspectos de interés sanitario, en el centro de
las reflexiones de políticos, arquitectos y demás cuerpo
proyectos disciplinadores y modalidades de secularización (18871935)”. (Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo,
Mendoza, Argentina). Particularmente el capítulo 2: Representaciones,
discursos y prácticas profilácticas de la elite gobernante mendocina
durante el desarrollo de epidemias.
39
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
técnico del Estado. Este tópico12 estuvo asociado a
diferentes aspectos del proceso modernizador como fueron
la urbanización y el crecimiento demográfico de las
ciudades, en particular las del litoral atlántico, el desarrollo
de industrias, agroindustrias o grandes empresas de servicio
o transportes como los ferrocarriles, etc.13A principios del
siglo XX aparecieron diversos artículos sobre la vivienda
obrera en las revistas de Arquitectura. Ya en la revista
“Arquitectura” (Publicada entre 1904 y 1916), suplemento
de la revista Técnica, aparecían escritos relativos a la
vivienda obrera. Cirvini realiza un análisis del debate sobre
vivienda popular a nivel nacional a partir de las revistas de
arquitectura y alega que a comienzos del siglo XX el
conventillo era considerado como un peligro social que
amenazaba al bien común. De allí que la solución al
problema de la vivienda obrera y su higienización
constituyera una cuestión de interés general. Hacia 1910, la
Según Cirvini, pueden diferenciarse tres grandes etapas del desarrollo
del tema: 1º etapa (1880-1915): La vivienda obrera como eje de la
“cuestión social”. 2º etapa (1920-1945): La vivienda mínima como
problema de la vanguardia. 3º etapa (1945-1955): La vivienda popular
como problema político y derecho social (2004:196).
13
Cirvini, Silvia. Nosotros los arquitectos (Mendoza: Ediciones ciudad
y Territorio, Incihusa, Conicet. pp. 171, 2004), p. 196.
12
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
autora remarca que apareció otro tipo de discurso más
realista que el anterior14.
A comienzos del siglo XX la vivienda popular comenzó a
considerarse como una problemática a resolver por el
Estado y hubo algunos intentos legislativos15 a nivel
nacional que procuraban integrar las experiencias dispersas
en materia de vivienda para los sectores populares mediante
un único instrumento legal, sin embargo, fue recién en 1915
cuando se sancionó la ley correspondiente y se creó la ya
mencionada Comisión
Nacional
de Casas
Baratas
La autora alega que dicho discurso marcará la inflexión entre el
discurso eminentemente utópico, guiado por un criterio prácticohumanitario, y el discurso realista. Esto supuso someter la primitiva
utopía del barrio obrero a nuevos criterios de factibilidad. Si en 1904,
la Argentina indeterminada y pura futuridad constituía el espacio ideal
para la formulación de propuestas utópicas, hacia 1910 este espacio de
transparencia está determinado por el peso de las concreciones y la
visualización de los límites inevitables Ibíd., pp.200-217.
15
En 1912 el diputado Juan Félix Cafferata presentó el primer proyecto
legislativo de casas para obreros que perseguía construir casas para ser
entregadas en régimen de propiedad a obreros o empleados con familia
en aquellos terrenos disponibles que el Poder Ejecutivo tuviera en
distintas secciones del municipio o en aquellos que se compraran
especialmente con este propósito. Cinco años después, en 1917 se
reglamentó la ley, y en el año 1920 se inauguró un primer conjunto
habitacional, la casa colectiva Valentín Alsina frente al Parque
Chacabuco, y en el año 1937 el último, la Casa América en el barrio de
San Telmo. Ibídem. Sánchez, 2015, p. 116.
14
41
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
(CNCB)16 con el propósito de contribuir a la resolución del
problema de la escasez de viviendas para los sectores
populares. Esta funcionó entre 1916 y 1944 y construyó 972
unidades, situadas en su totalidad en la Capital Federal.
La temática “vivienda popular” también formó parte de las
reflexiones de la Iglesia Católica. En el Segundo Congreso
Nacional de Católicos Argentinos, realizado en 1907, se
propusieron soluciones en materia habitacional. En este
contexto,
las
instituciones
católicas
directamente
relacionadas con las autoridades eclesiásticas, organizaron
la Gran Colecta Nacional Pro Paz Social en septiembre de
La Comisión Nacional de Casas Baratas fue creada mediante ley
9677 en 1915, postulada por el diputado Cafferata. Esta proponía un
programa destinado a proveer viviendas a los sectores de menos
recursos. Establecía una Comisión, integrada por cinco miembros ad
honorem designados por el Poder Ejecutivo, que tendrían funciones de
fomento, dirección y control de viviendas con base en un fondo creado
ya por la ley 7102. En veintiocho artículos se legislaba lo esencial de la
materia para que la Comisión iniciara sus trabajos. Lo novedoso
consistía, entre otras razones, en que preveía un seguro temporario de
vida a favor del adquirente de una casa barata, mediante una cuota
mínima, para garantizar a su familia, en caso de muerte, el pago de
todas las cuotas que faltaren para la escrituración. Los destinatarios de
los beneficios de ley eran en este orden: obreros, empleados de escaso
sueldo, contribuyentes de cuotas mínimas AAVV (1957). Anales de
Legislación Argentina (1889-1919), Buenos Aires: Ed. La ley, p. 946947. Para ampliar la información consultar: Cirvini, 2004, Ibídem pp.
171; Liernur, Francisco. Ibídem, 1984 y Liernur, 2014.
16
42
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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1919, y se propusieron-entre otros objetivos-destinar los
fondos recaudados a la construcción de “mansiones
populares”. Además, se utilizó el dinero recaudado a partir
de donaciones individuales para construir conjuntos
habitacionales para obreros17.
El socialismo también se ocupó de la temática desde la
cooperativa el Hogar Obrero, organismo que construyó 977
unidades habitacionales entre 1905 y 1943. La cooperativa
fue fundada en 1905. El principal inspirador fue Juan B.
Justo, quien junto a otros hombres fundaron la institución
como cooperativa de edificación y de crédito.
1
La vivienda popular entre fines del siglo XIX y
comienzos del XX
Durante el periodo anterior al lencinismo la vivienda
Los conjuntos de Mataderos (20 casas), Martínez (24 casas) y Berisso
(58 casas) se concretaron sobre la base de donaciones individuales: Los
de Flores (91 casas) y Barracas (64 casas) se ejecutaron con fondos de
la colecta y sobre terrenos donados. La UPCA organizó una comisión
técnica que fue la encargada de seleccionar los terrenos donados, y a la
vez de coordinar los proyectos y las construcciones. Para ampliar
información consultar: Ballent, Anahí. 2014. “La Iglesia y la vivienda
popular. La gran colecta nacional de 1919”. En: Ballent, Anahí y
Liernur, Francisco La casa y la multitud. Vivienda, política y cultura en
la Argentina moderna. (Buenos Aires: FCE. 2014), p. 216-231.
17
43
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
popular no fue una de las principales preocupaciones
gubernamentales. De hecho, tal como analiza Ponte para el
periodo 1895-1910, la vivienda nueva, o la refacción de las
existentes, sobre todo para los sectores populares no fue
objeto de políticas públicas específicas de promoción o de
crédito por parte del gobierno. Así, ante la inexistencia de
propuestas gubernamentales, los sectores populares sólo
tenían como alternativa la autoconstrucción. Las tipologías
de viviendas para este tipo de usuarios continuaron siendo
por mucho tiempo la reforma de la casa tradicional, tipo
chorizo con las habitaciones alineadas a lo largo de una
galería y el sanitario, si lo hubiere, externo y alejado de las
habitaciones18.
Más allá de la autoconstrucción, los tipos de habitación
popular en Mendoza hacia fines del siglo XIX eran el
inquilinato o conventillo, la casa de vecindad de
departamentos o pasajes y los ranchos. Además estaban los
hoteles y el Asilo de inmigrantes, los alojamientos anexos
18
Ponte, Ricardo. La Fragilidad de la memoria. Representaciones,
prensa y poder de una ciudad latinoamericana en tiempos del
modernismo. Mendoza, 1885/1910. (Mendoza: Ed. Fundación
CRICYT, 1999, pp. 373).
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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a las “comiderías”, las habitaciones para obreros de
establecimientos vitivinícolas y los departamentos para la
servidumbre en las viviendas de la elite19 (Cirvini,
1989:124. Particularmente a partir de la llegada del
ferrocarril y la instalación de la estación de trenes
(construida entre 1883 y 1885, la mayoría de los
conventillos y pensiones se instalaron en las inmediaciones
de las vías férreas y ofrecieron hospedaje a los importantes
grupos de inmigrantes que llegaban a la provincia. Otros
recién llegados se localizaron en el Barrio de las Ruinas20
A comienzos del siglo XX la cuestión de la vivienda obrera
aparecía en el periodismo local como problema debido a
que desde el gobierno no se instrumentaba ninguna política
ni programa, dejando su resolución al libre juego de la
oferta y la demanda. A juzgar por el periódico opositor
al gobierno (Los Andes), la situación tendería a agravarse
sin que la acción oficial ni particular hubiera pensado
siquiera
Para ampliar la información consultar: Cirvini, 1989 Ibídem., pp.
124-125.
20
Raffa, Cecilia. “El imaginario sanitario en Mendoza a fines del siglo
XIX: Obras salubridad durante la intendencia de Luis Lagomaggiore
higiene (1884-1888). En: Revista de Historia Social y de las
Mentalidades. (Departamento de Historia. Universidad de Santiago de
Chile Nº XI, Vol. 2, 2007, ISSN: 0717-5248), p. 11.
19
45
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
en acudir a poner remedio a este estado de cosas21.
Años después, la vivienda popular sí estuvo en el centro del
programa gubernamental y fue considerada como una
necesidad pública a resolver por el gobierno. José Néstor
Lencinas, antes de ser elegido gobernador y como parte de
la campaña electoral, esgrimió un discurso en el cual
resumía su programa gubernamental. Entre otros aspectos,
se refería a la necesidad de mejorar la salubridad pública y
la vivienda, descuidada por las gestiones anteriores, y
prometía mejorar los planes de gobierno. Proponía
construir
casas
baratas
para
los
trabajadores,
posibilitándoles su compra por medio de créditos. Lencinas
argumentaba: “Junto con el problema de la salubridad
pública, debe resolverse también el que se refiere a la
habitación para nuestra clase trabajadora. Debemos
una nota de Los Andes, publicada el día 8 de agosto de 1906, que
decía “Desgraciadamente entre nosotros no sólo no existen esas tan
benéficas iniciativas sino que, por el contrario, ni se edifica
proporcionalmente al crecimiento de la población, ni se hace nada en el
sentido de abaratar los alquileres, una de las causas principales que más
directamente influyen en el malestar que sufren las clases trabajadoras,
por cuanto a ella debe el desequilibrio de sus presupuestos.(...) En
Mendoza encontrar una casa medianamente decente y un alquiler
también mediano es resolver todo un problema”. En: Ponte, 1999.
Ibídem, p. 350.
21
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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preocuparnos de llegar cuanto antes a la construcción de
casas baratas para el obrero, a fin de que con los suyos
habite en condiciones higiénicas, adquiriendo con el
mismo alquiler la casa que ocupe (…)”22.
Sin duda que este discurso estaba impregnado por una
extensa prédica de la opinión pública acerca de la necesidad
de que el Estado garantizara los mecanismos necesarios
para que los sectores populares pudieran acceder a
viviendas saludables, para resolver así el crónico problema
de los conventillos y enfermedades y dificultades a ellos
asociadas. En los periódicos se hacía referencia a la
necesidad de resolver la problemática habitacional de los
trabajadores. El Socialista proponía: “debieran hacer
concesiones ventajosas a empresas constructoras para que,
en barrios apropiados construyeran casitas pequeñas y
regulares e higiénicas, porque hace muchos años que los
obreros en esta república vivimos no en casas sino en focos
infecciosos”. Además, se presentaba la temática como un
problema a resolver por el gobierno. El periódico indicaba:
22
Discurso de José Néstor Lencinas. En: Nieto Riesco, Julio. José
Néstor Lencinas, jefe de Estado. (Mendoza, Talleres Gráficos
Argentinos I.J. Rosso, 1926), pp. 252-253.
47
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
“A los gobiernos les corresponde tomar cartas en este
asunto”23.
Por otro lado, en relación a la situación habitacional en los
conventillos, La Palabra informó sobre una reunión de
inquilinos, realizada con el fin de conseguir rebaja en los
alquileres y condiciones de seguridad en las viviendas
precarias. Estos, además, habían enviado una carta al
gobernador. El periódico afín al lencinismo se refería a la
obligación de luchar por una mejora en las condiciones de
la vivienda popular: “necesidad de constituirse en defensa
contra los altos alquileres y malas condiciones higiénicas
de la casa-habitación, idea no secundada hasta entonces,
pero que hoy ha llegado a imponerse como imperiosa
necesidad del momento”
(…) “La carestía de vida reconoce
indubitablemente por una de sus causas
principales el alquiler excesivo, que hoy
representa entre nosotros más del 30% de los
ingresos mensuales del obrero”24.
El periódico denunciaba que la escasez de viviendas
obreras y los altos montos abonados por estos en concepto
23
24
El Socialista, 18/5/1919.
La Palabra, 1/7/1919.
48
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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de alquiler constituían una de las principales causas de la
pobreza mendocina. Por otro lado, los diarios se referían a
la falta de salubridad de las viviendas obreras: “las malas
condiciones de habitabilidad de esta, que no cuenta ni con
los más elementales requisitos que la higiene exige”25. De
esa manera, el problema habitacional de los obreros se
configuró como una cuestión de atención pública.
2
Los proyectos sobre vivienda popular durante el
periodo lencinista 1918-1928
2.1
Proyectos de ley sobre vivienda popular. 1919“Casas baratas e higiénicas” en la ciudad
Si bien el gobernador José Néstor Lencinas había
prometido construir viviendas populares en la campaña
electoral,
durante
el
primer
año
de
su
gestión
gubernamental (1918) no hubo proyectos legislativos ni se
tomaron medidas ejecutivas en relación a esta temática, fue
recién en 1919 cuando dos senadores lencinistas (Manuel
Molina y Ricardo Encina) presentaron un proyecto de ley
25
Ibídem.
49
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
por el cual se autorizaba invertir un millón de pesos en la
construcción de casas para obreros. Luego de ser
presentado, el proyecto fue enviado a la comisión de
Hacienda y a la de Obras Públicas.
Mediante la propuesta, se pretendía construir 250 viviendas
“baratas e higiénicas” distribuidas en los principales
departamentos de Mendoza, lugar de habitación de los
trabajadores; así, establecía: “se construirán en número de
cincuenta en cada una de las secciones de la Ciudad, en
Godoy Cruz, Las Heras y Guaymallén”26. En este sentido,
en el proyecto de ley se propiciaba en cierto sentido la
descentralización geográfica, ya que, si bien se estipulaba
la construcción de viviendas en el área metropolitana de
Mendoza, éstas no se harían solamente en la capital
provincial, sino también en los departamentos aledaños.
La propuesta preveía que las viviendas a construir
estuvieran exentas de pagar impuestos hasta la cancelación
definitiva de su importe, que no sería mayor a cuatro mil
“Por el artículo 5 se estipula, a fin de darle mayor amplitud a los
barrios obreros, que se construirán cincuenta casa en esta sección,
cincuenta en la sección este, cincuenta en Las Heras, cincuenta en
Godoy Cruz y cincuenta en Guaymallén”. En: Diario de sesiones de la
Cámara de Senadores, 1 de agosto de 1919, pp.: 20.
26
50
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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pesos. Además, establecía que serían administradas por el
Banco de Préstamos y Ahorros, instaurando de ese modo
una hipoteca por el valor de la vivienda.
En la presentación del proyecto, Manuel Molina alegaba
que venía a cumplir “una promesa hecha al pueblo”, en
obvia referencia a la mencionada campaña electoral.
Además, el senador argumentaba que se trataba de un
“deber”, denotando así en el discurso que la resolución del
problema habitacional de los obreros ya era vista como una
temática a resolver por el Estado. Expresaba, criticando a
las administraciones anteriores, que “el Estado jamás se
preocupó de velar por darles habitación sana, barata e
higiénica en favorables condiciones para su existencia”.
Explicaba que el proyecto llenaba una “necesidad pública”
que había sido tratada “en todos los parlamentos del
mundo”. Además alegaba que el otorgamiento de viviendas
mediante fondos económicos cumplía una “misión de orden
social y económico”27.
El dinero para la adquisición y construcción de viviendas
27
Ibídem, pp. 21 y 22.
51
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
provendría de la venta de tierras públicas28 y que estas
serían accesibles para los sectores populares que contaban
con un salario exiguo29. De hecho, en ningún caso pagarían
más de 16,66 pesos. En esa época los alquileres
representaban entre el 20 y el 25% del ingreso de un obrero
y superaban ese porcentaje en los de personal no calificado,
jornaleros y peones30.
Molina se refería a la necesidad de mejorar el aspecto
sanitario, ya que hasta entonces los trabajadores residían en
“pocilgas inmundas en donde se desarrollan con gran
facilidad las epidemias y se propaga la tuberculosis”31. En
este sentido, la política habitacional del lencinismo estaba
íntimamente relacionada con su preocupación por mejorar
el estado sanitario general de Mendoza a partir de la
extensión de los servicios de agua potable y red cloacal y
La ley 248 facultaba al Poder Ejecutivo a vender tierra pública.
En 1918 el salario promedio rondaba los 2 pesos diarios y en 1919, 3
pesos. Para más información consultar: Richard Jorba, Ibídem
30
El 25% lo estima El Socialista núm. 341, 17/10/1920, p. 1. Otra
información confirma el peso de los alquileres en el salario. Un
presupuesto de obreros tranviarios (que no eran los peor pagos entre los
jornaleros) ascendía a $ 118,11 mensuales; el alquiler insumía $ 25
(21% del gasto mensual) (Los Andes, 30/3/1922). En: Ibídem, p. 14.
31
Diario de sesiones de la Cámara de Senadores, 1 de agosto de 1919,
p. 21.
28
29
52
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de un mejoramiento de la atención médico-sanitaria.
El Banco de Préstamos y Ahorros obtendría un beneficio
del capital, ya que el capital invertido, más el monto que el
banco recibiera en concepto de alquiler si no llegara a
vender todas las unidades. Con respecto a la hipoteca, el
banco no cobraría al obrero o empleado público más de un
1% mensual por el préstamo que diera.
Se pudo detectar tres nudos argumentales en defensa del
proyecto de ley. Por un lado, los lencinistas se referían a la
necesidad de establecer viviendas higiénicas para disminuir
el problema sanitario generado, entre otros aspectos, por las
malas condiciones habitacionales; además, argumentaban
que las viviendas construidas serían accesibles para el
obrero, “baratas”, y que contarían con las comodidades
necesarias; por último, los lencinistas aludían a que la
construcción de viviendas para los trabajadores era un
deber del gobierno, y una responsabilidad económica y
social que debían cumplir. En este sentido, la vivienda
popular era considerada como una “necesidad pública”.
En relación a la recepción del proyecto en la prensa, se
encontró escasos artículos referidos a la temática.
53
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
Particularmente La Palabra se refirió a que la propuesta
legislativa demostraba que el gobierno estaba firmemente
dispuesto a cumplir su programa de gobierno y “los
compromisos de honor contraídos con el pueblo de la
provincia”. El periódico elogiaba la gestión radical, y
concluía diciendo: “estas doscientas cincuenta casas son el
ensayo de una medida trascendental de gobierno y si ella
resulta (…) se harían otras cosas y así sucesivamente hasta
llegar al anhelado ideal de que todo hombre que trabaja
tenga su casa propia, con aire, con sol y con higiene, para
procrear y crear hijos sanos y fuertes, que es lo que la
grandeza de la patria necesita”32.
Meses después, el periódico alegaba que el gobierno radical
ya había encarado el problema de la vivienda obrera y se
refería a las malas condiciones habitacionales haciendo
hincapié en la falta de salubridad de las mismas: “no puede
el obrero continuar habitando esas casas bajas y estrechas,
en que en una pieza se hace todo, para valernos de la frase
común, característica del obrero mendocino, verdaderos
conventillos, sin detrimento de su salud y dignidad y aun de
32
La Palabra, 2/8/1919.
54
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la salud y dignidad de la sociedad misma”33.
Los Andes y La Tarde, no se refirieron al proyecto de ley.
Si bien el proyecto no se sancionó y, junto con las demás
propuestas legislativas quedó trunco debido a la clausura
legislativa efectuada por la intervención federal de 192034,
se considera importante considerarlo como parte del plan
de política habitacional lencinista.
2.2
Proyectos de ley sobre vivienda popular. 1926Proyecto de vivienda popular en zona rural
Años después, en 1926, encabezaba el Ejecutivo provincial
el último gobernador lencinista, Alejandro Orfila, quien
presentó un proyecto de ley sobre edificación para obreros
en la campaña. El mismo se destinó a ser estudiado por la
Comisión de legislación, que aconsejó que fuera
sancionado.
La Palabra, 29/12/1919.
Mendoza fue intervenida septiembre de 1920 por Eudoro Vargas
Gómez, quien ejerció el gobierno hasta febrero de 1922. La provincia
convocó a elecciones y triunfó Carlos Washington Lencinas.
33
34
55
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
En el Mensaje, el gobernador se refería a que la cuestión
social había sido encauzada con cierto éxito para Mendoza,
mediante la legislación respectiva,35 siendo un orgullo para
la Provincia. Luego aludía a los antecedentes36 a nivel
nacional y provincial sobre la construcción de viviendas
para obreros diciendo que estos se habían centrado
solamente en beneficiar al obrero urbano: “son a todas luces
insuficientes, ya que solo consulta el porvenir y la
organización del hogar proletario para los fabriles y los
obreros de las ciudades o vecinos de ellas”37.
Posteriormente, indicaba el problema de la vivienda de los
trabajadores del campo, quienes “siempre han vivido en la
ergástula inmunda de los tugurios en las chozas o de los
Se refería a ley que establecía la jornada máxima de trabajo y el
salario mínimo, a la protección legal hacia la mujer y el niño, y demás
legislación social sancionada durante las gobernaciones lencinistas.
Para más información consultar: Luis, Natalia. “Una pionera
legislación social: La sanción de leyes de regulación laboral en 1918 en
Mendoza, Argentina”. (Cuadernos americanos. Nueva Época. Sitio
web:
http://www.cialc.unam.mx/cuadamer/numero_160_sumario.html,
2017).
36
la ley nacional de 1915 sobre construcción de casa baratas, y a
algunas propuestas legislativas y ejecutivas a nivel nacional y
provincial.
37
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados, 9 de abril de 1926.
35
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ranchos insalubres”. Luego alegaba que el gobierno debía
proponer la construcción de viviendas higiénicas “para que
vaya contra la desidia patronal y ampare, de una vez por
todas, las familias de los proletarios campesinos”.
Planteaba además que la vivienda campesina sería para los
inmigrantes una forma de afincarse en el país “si hay algo
que vincula al hombre a la tierra en que vive, es el hogar”.
Luego finalizaba diciendo: “Este Ejecutivo, fiel a su
promesa de mejorar la situación de los obreros y armonizar
sus discrepancias con los patrones (… eleva el adjunto
proyecto de ley”38.
Mediante el proyecto de ley se obligaba a los propietarios
rurales a construir viviendas para ser utilizadas por los
trabajadores a partir de una proporción tierra cultivadanúmero de ganado/casa. Debían construir una vivienda
cada veinte hectáreas de viña, treinta de frutales, quince de
chacra, mil cabezas de ganado, etc. Se establecía que sería
la Dirección de Obras Públicas la encargada de realizar los
proyectos de viviendas, y se enumeraba las características
de las viviendas a construir. Estas tendrían tres
38
Ibidem.
57
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
habitaciones, una cocina, un watercloset, un corredor;
además, enumeraba los materiales que se utilizarían en las
mismas: pisos de portland, ladrillos, baldosas, o madera de
pino tea y ventanas de vidrio. Además, aclaraba que se
tendría en cuenta las indicaciones de ornato e higiene que
se creyeran adecuadas a cada región.
La legislación creaba la “Comisión Provincial de casas para
obreros campesinos”, una junta de cuatro miembros bajo el
Ministerio de Gobierno, que ejercería las siguientes
funciones: Intervenir en la dirección, fomento, control y
salubridad de las viviendas campesinas, gestionar del
gobierno de la Nación y de las compañías de ferrocarriles y
transportes, disminuir los derechos de aduana y los fletes
de los materiales de construcción que se introdujeran al país
y cobrar las multas en que incurrieran los propietarios
infractores.
Se establecían multas de mil pesos por casa no construida
por los propietarios, amén de tener que cumplir la
obligación de construirlas; y se preveía que la Comisión
establecida podría ejecutar por medio de los propietarios las
viviendas que estos no hubieran construido.
58
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El proyecto de ley para construcción de viviendas rurales
ingresó en abril en el recinto legislativo. Sin embargo, este
no fue tratado nuevamente sino hasta los días 5 y 6 de
agosto, en los cuales se discutió. Debido a los extensos
debates parlamentarios no se votó la ley, postergándose su
tratamiento hasta el 12, día en que a causa del desacuerdo
entre los legisladores, el proyecto fue remitido nuevamente
a ser estudiado por la comisión de Agricultura y de
Industria39.
La discusión del proyecto de ley generó un largo debate.
Los alegatos lencinistas, encabezados en la argumentación
del Diputado Chacón, miembro informante de la mayoría,
aludían que la propuesta había sido comentada de forma
encomiable por la prensa nacional, ya que era indiscutible
la necesidad de construir viviendas obreras ya que “las
habitaciones actuales son deficientes y malas, y la
población trabajadora vive y crece en estado de
Cabe destacar al respecto que lamentablemente la carpeta
correspondiente a los diarios de sesiones que tratan las sesiones
siguientes del mes de agosto de 1926 han sido extraviados en el Archivo
privado que conserva los documentos legislativos de la Provincia de
Mendoza, y por ello se completó la información a partir de lo informado
en la prensa local.
39
59
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
insalubridad y en un hacinamiento indiscutible, lo que
constituye un problema serio y hay que remediarlo a toda
costa”40, argüían además que la vivienda campesina sería
para los inmigrantes una forma de afincarse en el país y
decían que el proyecto era compatible con las garantías
constitucionales y con las garantías de los derechos civiles,
ya que no se estaba vulnerando el derecho de propiedad,
sino regulando. Chacón fundamentaba: “Aquí no hay
despojo, no hay ese atentado a la propiedad particular a que
se refiere la constitución y el derecho civil; hay
simplemente, señor presidente, una limitación al ejercicio
de usar y disponer de la propiedad”41.
Por otro lado, la argumentación lencinista aludía que la
imposición de construir viviendas rurales a los propietarios
no constituía una expropiación. Incluso alegaban que esas
edificaciones serían beneficiosas para los terratenientes, ya
que incrementarían el valor de su propiedad, estando este
valor excedente exento de impuestos. El diputado Chacón
resumía:
40
Diputado Chacón, Diarios de sesiones de la Cámara de Diputado,
sesión correspondiente al día 5 de agosto de 1926.
41
Ibídem.
60
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“la comisión entiende que el proyecto no afecta
las garantías constitucionales; conceptúa que
no vulnera los principios del derecho civil, y
conceptúa, señor presidente, que este proyecto
va a salvar una necesidad sentida y va a
contribuir en forma eficaz a promover la
construcción de viviendas, que es un problema
que debe solucionarse a costa de cualquier
sacrificio (…)”42.
Además, defendían la autonomía legislativa provincial para
discutir y sancionar el proyecto de ley y hacía referencia a
que había una tendencia centralista por la cual todo se
decidía en Buenos Aires: “causa estupor la extraña doctrina
sustentada por la minoría al afirmar que la legislatura
carecía de facultades para sancionar una ley como la que
está en discusión”43.
En relación a los argumentos contrapuestos, esgrimidos por
la minoría legislativa (liberal-conservadora) se puede decir
que estos giraron en torno a tres aspectos fundamentales.
Por un lado, se referían a que obligar al propietario a
Ibídem.
Diputado Goretti, diario Los Andes, 7/8/1926. Cabe destacar que el
debate transcurrido el día 7 de agosto fue consultado a partir del
periódico Los Andes, ya que en los diarios de sesiones de la Cámara de
Diputados faltaban las hojas correspondientes al mismo.
42
43
61
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
construir viviendas era contrario al derecho de propiedad.
Alegaban que el proyecto atentaba contra lo establecido en
la constitución y en el Código civil relativo al dominio. En
este sentido, objetaban que no era legal ni constitucional.
Particularmente, Cuervo fundamentaba su argumentación
apoyándose en los artículos de la Constitución que
garantizan el derecho de posesión44.
Además, aclaraban que el poder de policía o limitación que
pudiera establecer el Estado frente a un derecho debía ser
muy limitado. La minoría se refería a la legislación
norteamericana y británica y alegaba que en esos países
sólo se podía restringir el derecho de propiedad por razones
de orden colectivo o social, en el caso de que “la moralidad,
salubridad y seguridad sean irreconciliables con el use y
goce completo de la propiedad; y segundo, que la
El legislador se apoyaba en el art. 14 de la CN, en el cual se establecía
entre otros, el derecho al uso y goce de la propiedad, y el art 17, que
establecía que la propiedad sólo podía ser vulnerado en virtud de una
ley por causa de utilidad pública. Además, el legislador enumeraba el
art 28 y 33 de la misma, en relación al derecho de propiedad y alegaba
que el derecho de propiedad defendido en la ley fundamental no era
“una improvisación de nuestros constitucionalistas del 53”.Diputado
Cuervo. Diario de sesiones de la Cámara de Diputado, sesión
correspondiente al día 5 de agosto de 1926.
44
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restricción no responda, simplemente al beneficio de
algunos”. El diputado Cuervo resumía la argumentación de
la oposición:
“el presente proyecto de ley es atentatorio a
la constitución provincial y a la nacional;
lesiona los derechos que establece el código
civil, no contempla las necesidades prácticas
que por el mismo se persiguen”45.
Los legisladores señalaban además que el proyecto de ley
traería aparejado un perjuicio económico, ya que muchos
propietarios no podrían afrontar el gasto de construcción
con la consecuente ruina económica46.
Por último, aludían que el proyecto de ley no solucionaría
ningún problema, ya que la mayoría de las propiedades
agrícolas ya contaban con el número de casas necesarias
para alojar a los peones47. Mediante ejemplos y cálculos en
Diputado Cuervo. Ibídem
Se referían en este sentido a lo establecido por la ley “una casa cada
75 hectáreas de potreros alfalfados”, diciendo que si pretendían esto los
suscriptores del proyecto, era porque no conocían los gastos que
implicaba, que significaría para ellos “vender la propiedad” para estar
dentro de la ley. Diputado Cuervo. Ibídem.
47
El legislador argüía que Mendoza era un ejemplo en relación a la
construcción obrera en la campaña, como había sido reconocido en
45
46
63
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
base a la extensión de las tierras cultivadas/ número de
viviendas obreras, alegaban que la ley beneficiaría sólo a
un pequeño número de trabajadores del campo. En este
punto argumentaban entonces a favor de los propietarios
diciendo que en los casos en los que no se habían construido
viviendas para los trabajadores rurales había sido
“no por desidia ni por un mal entendido
egoísmo, sino, sencillamente, porque lo que
produce su propiedad no le alcanza para hacer
el gasto que la misma demanda”.
Cabe destacar al respecto que el legislador informante
expresaba que la oposición no era contraria a los derechos
de los trabajadores, el diputado se resguardaba antes de ser
cuestionado, diciendo que no tenía que ser visto como que
“la oposición tiende a defender los intereses propios,
calificándolo a uno como aristócrata o como patrón”48.
Postulaba de esa manera una cierta dicotomía patrón/obrero
en el discurso, reflejada en la argumentación de la minoría
1921 por los diputados socialistas, que habían visitado algunos
establecimientos agrícolas. Diputado Cuervo. Diario de sesiones de la
Cámara de Diputados, sesión correspondiente al día 5 de agosto de
1926.
48
Ibídem.
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liberal conservadora y de la mayoría lencinista, en relación
a la defensa del interés de uno u otro respectivamente.
Ahora bien, en los meses posteriores de 1926 y durante
1927, no se encontró en los Diarios de Sesiones legislativas
de la Cámara de Diputados ningún registro del informe de
dichas comisiones, ni se trató nuevamente la temática. En
este sentido, es importante señalar que los proyectos
legislativos no sólo se vieron frenados en los periodos de
intervención nacional, sino también por la inactividad
legislativa
durante
los
periodos
de
gobernaciones
lencinistas. Sin embrago, es importante destacar que no
existía en esta cuestión un consenso más o menos general
como sí lo hubo respecto de otros proyectos analizados en
torno de la vivienda, que sí lograron su sanción final sin
demasiada oposición dentro de la legislatura.
En relación con la recepción del proyecto en la prensa, por
un lado Los Andes decía:
“el Poder Ejecutivo auspicia la sanción de un
proyecto de ley que asegure a los trabajadores
rurales la vivienda higiénica y moderna”, y se
refería a las condiciones del “rancho criollo”,
considerado como “foco impresionante de
65
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
infección y fuente de epidemias”49.
La Palabra por su parte informó de modo a crítico lo
sucedido en la cámara de Diputados, y transcribió a su vez
el proyecto de ley en una nota titulada: “Proyecto de ley de
edificación obrera. Se asegura a los trabajadores rurales
viviendas higiénicas y cómodas”50. Además, en otro
artículo, el periódico se refería a que el gobernador Orfila
estaba cumpliendo mediante el proyecto de ley, una
promesa que José Néstor Lencinas había realizado.
Alegaba, “no se ha omitido hasta aquí-breve tiempo de
mandato por cierto-todo cuanto viniera a beneficiar a las
clases trabajadoras, la dignificación de las cuales es, como
nadie ignora, el propósito primordial de un plan de reforma
vastísimo y audaz (…)”. Además, se refería a que la ley
“transformaría de un golpe la vida del obrero en la
campaña” incrementando la salubridad del mismo51. El
periódico La Tarde no hizo alusión al tema.
Ahora bien, sobre la discusión del proyecto legislativo en
Los Andes, 10/4/1926.
La Palabra, 10/4/1926.
51
La Palabra, 12/4/1926.
49
50
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agosto, en la prensa solo aparecieron notas descriptivas.
Tanto Los Andes como La Palabra se limitaron a relatar lo
sucedido en las sesiones legislativas. La Tarde, por su parte,
se circunscribió a anunciar con anterioridad que “en la
sesión que celebrará esta noche dicho cuerpo deberá ser
considerado el despacho que encontrará resistencias no solo
entre los miembros de la minoría sino también en algunos
de la mayoría”52.
Tanto el abandono de la discusión como la falta de un
impacto considerable en el espacio discursivo de la prensa
revelan que no existía un ambiente afín a la propuesta de
este proyecto. En tal sentido, si existía un consenso
generalizado, expresado tanto en el recinto legislativo como
en la prensa respecto de que el Estado tenía que asumir el
problema de la vivienda popular, al parecer esto tenía una
focalización exclusivamente urbana. Su tratamiento en el
ámbito rural tocaba ya otras aristas, pues tocaba los
intereses materiales y simbólicos de los propietarios, y esto
fue algo que ni jurídica ni fácticamente estaban seguros de
que fuera viable.
52
La Tarde, 5/8/1926.
67
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
2.3
1926-
Creación
del
Patronato
Provincial
de
Habitaciones baratas. Proyecto de ley
El mismo día que se discutió en el recinto legislativo la
propuesta sobre edificación para obreros en la campaña,
ingresó el proyecto de ley del diputado Corominas Segura
que planteaba la creación del Patronato Provincial de
Habitaciones baratas, que tendría como fin la construcción
de habitaciones baratas con destino a locación para
empleados del Estado, de la industria, del comercio y para
obreros; además propendía a la fundación de cooperativas
de empleados y obreros destinadas a proporcionar
viviendas baratas e higiénicas, ya fuera en propiedad o
arriendo, para estos; fomentar la construcción de casas
baratas para obreros y empleados, ya fuera a partir de
asociaciones, sociedades civiles, o particulares; Conceder
premios estímulo a las asociaciones o particulares que
hicieran lo antedicho; estudio de todo lo relativo al
fomento, la construcción, la higiene y el costo de la
vivienda para empleados y obreros; Determinación de los
gravámenes e impuestos nacionales, provinciales o
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municipales que encarecen el precio de las habitaciones.
En el artículo dos de la ley se establecía que el patronato
era “una corporación autónoma y tiene personería
jurídica”53. Explicaba que la dirección y administración del
Patronato recaería en un directorio. Del mismo, sería
presidente el gerente del Banco de la provincia, y serían
vocales dos senadores y dos diputados, elegidos en cada
cámara (uno de cada uno debería representar a la minoría
legislativa. Dichos cargos serían ejercidos ad honorem.
La ley estipulaba que el Patronato construiría casas de
habitación colectiva, con “departamentos que posean al
menos cuatro piezas y sus servicios higiénicos”. Estos se
construirían a lo largo de las grandes vías que comunican
las poblaciones, teniendo en consideración las necesidades
de los posibles beneficiarios de vivir cerca de los lugares de
trabajo y estarían destinados a alquiler, que en ningún caso
superaría el 6% del capital invertido. Por otro lado,
establecía que en caso de varios interesados para entrega o
locación de las viviendas se procedería mediante sorteo.
Diario de sesiones legislativas de la Cámara de diputados. Sesión
correspondiente al día 5 de agosto de 1926.
53
69
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
Los propietarios que construyeran casas para obreros o
empleados, mediante planos aprobados por el Patronato, y
las arrendaran debidamente (alquiler no mayor al 6% del
valor de la propiedad), estarían exentos de impuestos
relativos a la tierra, o los relativos a la edificación y /o el
capital invertido. Del mismo modo, estarían exentas de
impuestos las sociedades de edificación que construyeran
casas para rentas y facilitaran su adquisición a empleados u
obreros.
El Patronato dispondría de fondos extraídos por un lado de
impuestos de créditos y de la tierra, y, por otro, de la renta
producida en concepto de alquiler de las propiedades
construidas,
subvenciones
que
acuerden
las
municipalidades en que se levante edificios del Patronato,
o que se obtuvieren de la Nación o de la Provincia; y
donaciones de particulares. Estos fondos recaudados, serían
depositados en una cuenta del Banco de la provincia.
Además se estipulaba que el Patronato debería rendir las
cuentas
anuales
presentando
oportunamente
los
comprobantes de inversión al Tribunal de Cuentas.
En el discurso de presentación del proyecto, el diputado
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Corominas Segura, autor del mismo, argumentaba que con
él se tendía a solucionar en parte “el grave problema de la
vivienda para las clases que ocupan una posición media e
inferior en la sociedad”54. El diputado recalcaba que la
problemática de la vivienda era un asunto vinculado al
aspecto sanitario55 y moral, diciendo: “el problema de la
vivienda está especialmente vinculado al grave problema
relativo a la capacidad física, psíquica y moral de la
sociedad de las clases trabajadoras; que está vinculada a
graves problemas de orden higiénico, y sobre todo a la
salud de las clases trabajadoras del Estado”56.
Aludía además a que el problema de la vivienda era en
general de carácter urbano, y decía: “lo ha creado el
hacinamiento de los pobladores en las ciudades, por el
desarrollo de las industrias, de las fábricas”. Luego, se
Diputado Corominas Segura. Diario de sesiones legislativas de la
Cámara de diputados. Sesión correspondiente al día 5 de agosto de
1926.
55
El legislador alegaba en este sentido que se debía considerar las
estadísticas relativas al desarrollo de enfermedades como consecuencia
del hacinamiento, y además lo relativo a la dificultad de obtener
viviendas baratas para las clases trabajadoras en la ciudad y en las villas
(Ibídem).
56
Ibídem.
54
71
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
refería a que la problemática de la vivienda había sido
resuelta de diversas maneras por los diferentes Estados, y
que el nuestro debía tener en consideración las
circunstancias particulares, las modalidades especiales de
las poblaciones. Se refería entonces a las condiciones
laborales de Mendoza, diciendo que las “condiciones
espaciales del trabajo” hacía que las poblaciones fueran un
poco ambulantes, por ello, el proyecto de ley preveía que
las casas para obreros o empleados públicos, fueran
proporcionadas por el Estado, en locación. Defendía en este
sentido, la acción estatal en materia de vivienda, diciendo
que cuando la problemática de la vivienda era resuelta
desde la acción patronal, en general se veían perjudicados
los obreros en relación a una recarga del jornal, o
perjudicados en el sueldo, lo que lograba una situación de
mayor dependencia.
El legislador justificaba el establecimiento de casas
colectivas en vez de individuales, ya que las primeras
acarreaban un menor costo de construcción, y era más fácil
ubicarlas en las proximidades de las industrias y comercios.
Finalmente, recalcaba que los fondos para solventar este
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proyecto, saldrían de impuestos. El primero, a los créditos
hipotecarios, y los otros dos, vinculados a la explotación
de la tierra con derecho a agua, y a los terrenos baldíos.
Luego de ser presentado, el proyecto pasó a ser
revisado por la comisión de legislación. Sin embargo,
durante los últimos meses de 1926, y en el transcurso de
1927 no se encontró registro sobre el dictamen de la
comisión de legislación y el proyecto no se trató
nuevamente
en
la
cámara.
Cabe resaltar que Corominas Segura era diputado de
la minoría liberal-conservadora, no lencinista, lo cual
hace visible que la problemática de la resolución de la
vivienda popular no era solamente una cuestión ideológica
propuesta por los dirigentes lencinistas como parte de
su discurso obrerista en post de los menos favorecidos, era
además una temática que en el periodo estaba en
la agenda gubernamental y era considerada una necesidad
pública que debía garantir el Estado, tal como se
expresó con anterioridad.
73
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
2.4
El barrio obrero en la zona Este. Las 160 casas para
obreros
Además de las propuestas anteriores, hubo otro proyecto
sobre vivienda popular en 1926. El mismo postulaba
construir viviendas para dar solución a los obreros que
residían en la zona Este de la capital provincial, que era un
sector en que habitaba la mayoría de la población de
escasos recursos.
El plan de barrio obrero proponía la construcción de 160
casas, las cuales se arrendarían a precios “mínimos”. Las
mismas se construirían en los terrenos de propiedad fiscal
situados al Noreste de la capital, en las calles san Luis hasta
Ayacucho y desde Montecaseros hasta el canal zanjón. Se
postulaba que el barrio estuviera rodeado de parque. Esta
fue una propuesta del ministerio de gobierno como parte de
un plan más general de embellecimiento urbano57 que
estaba estudiando la intendencia municipal.
Al respecto, es importante mencionar que el gobernador de Mendoza
(Alejandro Orfila) había invitado al francés M. Jaussely, aprovechando
que este se encontraba en Buenos Aires, para que observara la ciudad y
asesorara al gobierno en relación al plan de urbanización y
embellecimiento general de la ciudad. Jaussely era un destacado
urbanista que había confeccionado los planos de Paris, Barcelona y
otras grandes ciudades europeas (Los Andes, 9/10/1926).
57
74
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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El plan preveía cercar con rejas artísticas las ruinas de San
Francisco,
para
que
quedaran
como
un
“suceso
inolvidable”58. Además, se estipulaba rodear de jardines los
alrededores, con lo cual quedaría también rodeado de
espacio verde el asilo de mendigos (ver imagen del plano.
Para Cremaschi, además de proporcionar gran cantidad de
unidades habitacionales, que se arrendarían a muy bajo
costo mensual, el proyecto era innovador porque llevaba el
confort y el entretenimiento al lugar en que vivían los
obreros, transformaba el entorno en un espacio ameno y con
infraestructura. Para ello presentaba distintos servicios que
ahora estarían al alcance de las clases proletarias: una
rotonda para música como la que tradicionalmente existía
en el Parque San Martín que, como hemos visto, era el
preferido por la oligarquía mendocina. Además se agregaría
un vivero municipal y un asilo de mendigos. La autora
alega que el proyecto ayudaba a jerarquizar esta zona de la
ciudad e indicaba un interés por mejorar las condiciones de
los sectores que la habitaban, y pretendía resolver
58
Los Andes, 08/06/1926.
75
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
problemas sociales específicos en esa parte de la ciudad59.
1-Plano del proyecto de barrio obrero, 1926
Fuente: Los Andes, 8/6/1926
Los Andes argumentaba a favor de la realización del barrio
obrero diciendo: “el lugar elegido para la realización del
proyecto es, también, conveniente al efecto que se persigue,
59
Ibidem.
76
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
pues vive ahí un núcleo denso de población obrera que
carece de la atracción de un paseo fácil y popular, el
proyecto del ministerio de Gobierno viene, por lo tanto, a
concederle un beneficio que no debe faltar a las clases
humildes, y que contribuye, por otra parte, a poner en las
modestas viviendas inmediatas al barrio una nota de color
y de arte”60.
No obstante, si bien el proyecto postulaba una mejora
significativa en las condiciones habitacionales y en la
infraestructura urbana de la zona Este de la ciudad, se
considera que no fue casual la elección de dicho espacio.
La zona de las ruinas, los alrededores de la ciudad antigua,
eran un espacio urbano relegado61 y lugar de habitación de
los sectores más humildes. Así, es posible observar en el
planteo del proyecto una desjerarquización del área de la
ciudad antigua, vista y considerada como un espacio
Los Andes, 08/06/1926.
Esto se debía a que la zona de la ciudad antigua (zona Este) había
quedado prácticamente destruida con el terremoto que azotó Mendoza
en 1861, quedando llena de escombros y desatendida por las
autoridades de entonces. Luego de la reconstrucción de la “nueva”
ciudad al oeste de la antigua, ese espacio continuó desjerarquizado y no
fue un objetivo prioritario de las autoridades, aspecto que se perpetuó
en el tiempo.
60
61
77
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
destinado al asistencialismo social (asilo de mendigos,
barrio obrero, etc.). De tal forma, quizá más que jerarquizar
este sector, lo que proponía era consolidar la segmentación
de aquel, reproduciendo la diferenciación material y
simbólica ya vigente.
La Prensa aludía que la obra implicaría un gran desembolso
de dinero y que sería necesaria una acción conjunta entre el
Poder Ejecutivo y la Municipalidad para ejecutarla, “sin
este requisito, un estudio serio que determine el costo
aproximado que demandará la ejecución del proyecto y los
recursos suficientes de que se ha de echar mano con dicho
destino se corre el riesgo de construir en el vacío”62.
Esto no se consiguió y la obra no fue realizada, sin
embargo, constituye un antecedente en los planes de
vivienda colectiva propiciados por el Estado. En tal sentido,
y recién en 1937 se proyectó y concretó el primer conjunto
de viviendas para obreros, las casas colectivas, en la calle
Boulogne Sur Mer (actual barrio Cano)63.
62
63
Los Andes, 9/6/1926.
Para ampliar información consultar: Raffa, 2015, óp. Cit.
78
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2.5
Vivienda para ancianos e inválidos. “Los viejitos
tenían pan, ahora tienen hogar”
Por otro lado, es indispensable mencionar la construcción
del albergue para jubilados y pensionados edificado por
iniciativa de la Caja Obrera para la pensión de la vejez e
invalidez.
La Caja Obrera, era una institución que había surgido
mediante una ley sancionada durante la gestión de Carlos
Washington Lencinas. La misma acordaba una pensión de
50 pesos a toda persona de más de 65 años que no
dispusiera de rentas o jubilación; y a quienes por motivos
que
no
fueran
accidentes
de
trabajo
quedaran
imposibilitados de cumplir una actividad laboral. La Caja
se financiaba con nuevos impuestos, denominados de
Previsión Social, consistentes, en primer lugar, en una tasa
de $ 0,50 por cada asalariado, hombre o mujer, “empleado,
obrero o sirviente”, que trabajara en el “Estado, Comunas,
empresas, patrones o particulares”; una sobretasa anual a
los
propietarios
de
bienes
inmuebles,
aplicada
progresivamente a los bienes que superaran valores desde $
200.000; y un impuesto de 5 centavos por cada quintal de
79
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
uva que fuera cosechado en el territorio provincial64.
La institución, además de garantizar la pensión para
ancianos e inválidos, se ocupó de la vivienda de los
mismos. La dirección de la misma propuso la construcción
del albergue, y mediante un decreto del Poder Ejecutivo se
autorizó a invertir dinero de los títulos de la ley 886 en la
construcción de un conjunto habitacional con capacidad
para cien habitaciones destinadas a la vivienda de los
pensionados de la ley 854. De esa manera, el proyecto se
financió
con
una
inversión
de
$
223.367,97
correspondientes a la suma de $ 305.501,65 que el gobierno
de la provincia adeudaba a la Caja por concepto de
impuestos percibidos durante el año 1924 y no ingresados
al fondo de la misma. El fisco debía entregar esa suma en
títulos de la ley 886, con lo cual se consideró la
conveniencia práctica de invertir esos títulos en la
construcción de viviendas en forma de casas de
comunidad65.
64 Richard Jorba, Rodolfo, “Los orígenes del fenómeno populista en Mendoza. El gobierno de José N.
Lencinas, 1918-1920”. En: Florencia Rodríguez Vázquez (et.al.) Gobernar la provincia del vino.
Agroproducción y política entre la regulación y la intervención. Mendoza, 1916-1970, (Rosario, Prohistoria
.
Los Andes, 7/1/1927.
Ediciones, 2014ª), p.39
65
80
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En la argumentación de la iniciativa, el director de la Caja
Obrera alegaba que era necesario encontrar una solución al
problema habitacional de los pensionados, quienes se veían
acuciados por altos alquileres de los dueños de
conventillos, que llegaban a cobrarles 24 pesos mensuales.
Así, argumentaba: “los innegables beneficios de la ley 854,
en cuanto respecta a la situación económica de los
pensionados, se ven considerablemente disminuidos por el
excesivo costo de la vivienda, que les insume una gran parte
del monto de la pensión, dejando un margen insuficiente
para las demás necesidades de la vida”66.
La edificación se encargó al ingeniero don Segismundo
Klot, quien realizó los proyectos y planos (ver imagen 2.
En la nota del periódico que reprodujo el plano del proyecto
de edificación, se elogiaba la iniciativa gubernamental, ya
que pretendía “solucionar la situación afligente de los
referidos pensionados, proporcionándoles casas baratas,
cómodas e higiénicas”67.
66
67
Ibidem.
Los Andes, 7/3/1927.
81
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
2-Dibujo del proyecto de Casa Habitación para
jubilados y pensionados, 1927
Fuente: Los Andes, 7/5/1927
El albergue fue construido sobre la calle Boulogne Sur Mer
frente al Parque con cemento armado y de estilo colonial.
Si bien en el proyecto estaba previsto proporcionar 100
habitaciones, en octubre de 1928 se inauguraron solo 60
piezas, el resto se habilitarían después. Las habitaciones
estaban totalmente equipadas. Cada pieza estaba dotada con
una cocinita para el uso del ocupante de aquella. Los
servicios higiénicos eran comunes para cada pabellón:
82
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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baños, wáter closet, etc.68
La administración, vigilancia y aseo del lugar se dejaron a
cargo de la Caja Obrera. Para la ocupación de las mismas
se estableció un registro de solicitudes. El alquiler quedó
estipulado en 6 pesos mensuales, monto considerablemente
menor al abonado en las pensiones o conventillos privados,
con lo cual se deduce una mejora significativa en la relación
asignación/ gasto mensual de los pensionados.
El conjunto habitacional fue inaugurado por las autoridades
de la Provincia el 11 de octubre de 1928.
68
Los Andes, 10/10/1928.
83
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
3- Albergue para jubilados y pensionados.
Fuente: Los Andes, 11/10/1928
En una nota del sábado posterior a la inauguración, La
Palabra aprovechó la ocasión para elogiar la gestión del
lencinismo en materia social. Señalaba: “el radicalismo
lencinista inscribió en su ideario esos propósitos de
previsión social y en su dinamismo ostenta una garantía
positiva de cumplimiento. Su trayectoria es el mejor
certificado de una obra eficaz de bien colectivo. Suyo es el
empeño de reparar injusticias y desterrar olvidos y ese
empeño es el que instituye la pensión a la vejez y la
invalidez. Ahora completa tan humanitaria iniciativa con
84
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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las casas para los pensionados, donde habrá calor de hogar,
comodidad y techo para los viejitos, para los inválidos. El
significado social de la inauguración de ayer alcanza
proyecciones de trascendencia en esta persistente lucha
contra los egoísmos y las injusticias de la sociedad”69
69
La Palabra, 13/10/1928.
85
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
4-Foto del día de inauguración. Arriba: acto inaugural;
abajo: un grupo de beneficiarios
Fuente: La Palabra, 13/10/1928
3
Consideraciones finales
En un contexto signado por la instalación del debate a nivel
mundial y nacional en torno a la vivienda popular, y ante la
necesidad de resolver el problema habitacional de los
sectores de clase media y baja de Mendoza, que se veían
afectados
86
por
altos
alquileres,
malas
condiciones
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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habitacionales
y
viviendas
escasas,
los
dirigentes
lencinistas propusieron diferentes planes de vivienda
popular.
Por un lado, proponían otorgar casas para los trabajadores
urbanos. Así, tanto la propuesta legislativa de 1919, como
la propia del Ministerio de Gobierno en 1926, estaban
destinadas a resolver la problemática habitacional de los
trabajadores urbanos. Por otro lado, mediante el proyecto
de ley sobre vivienda rural en 1926, los lencinistas se
propusieron extender los esfuerzos de mejora de las
condiciones habitacionales también a los trabajadores del
campo. Destaca además la propuesta legislativa que
buscaba crear el Patronato de Casas Baratas como un ente
propulsor y regulador de la construcción de viviendas
económicas.
Si bien los proyectos de ley no se sancionaron y el plan del
Ministerio de Gobierno en 1926 no se ejecutó, ya que
quedaron truncos debido a la inestabilidad político social
propia del periodo y a las intervenciones federales, se
considera que el análisis de los mismos da cuenta, por un
lado, del ideario de vivienda obrera que postulaba el
87
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
gobierno lencinista, y por otro, del modo en que el Estado
Provincial comenzó a ampliar su rol en materia social, en
este caso, inmiscuyéndose en la resolución del problema
habitacional de los trabajadores, considerado desde
entonces como una necesidad pública.
La argumentación lencinista referida a la construcción de
viviendas obreras giró en torno a diferentes argumentos.
Por un lado, se hacía alusión a la necesidad de establecer
habitaciones higiénicas a fin de disminuir el problema
sanitario provincial, ya que las viviendas obreras eran
insalubres y foco de propagación de enfermedades. Por otro
lado, se consideraba que la construcción de casas para los
trabajadores era un deber del gobierno ya que era
considerado una “necesidad pública”70. Del mismo modo,
se señalaba que constituía una “misión de orden social y
económico”71 que se debía efectuar, siendo, a su vez, el
cumplimiento de “una promesa hecha al pueblo”,
refiriéndose así a la realizada durante su campaña electoral
por José Néstor Lencinas. Alegaban, además, la necesidad
70
71
Ibídem. Molina, p. 22.
Ibídem.
88
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de establecer viviendas “baratas”, que estuvieran al alcance
del sueldo de los obreros, proponiendo de ese modo paliar
el problema relativo al costo elevado de los alquileres.
Particularmente en el proyecto de edificación obrera rural
los legisladores se plantearon si la propuesta era contraria o
no al derecho de propiedad, y en este sentido si era legal y
constitucional; además, discutieron si la aplicación de la ley
generaría un perjuicio económico; y por último, si esta
presentaría una modificación real en relación a la vivienda
de los trabajadores del campo. Al mismo tiempo,
discutieron si la propuesta debía ser discutida a nivel
provincial o nacional, debatiendo de ese modo a su vez
sobre la autonomía legislativa provincial relativa a ciertas
temáticas. En este sentido, el proyecto no contaba con un
consenso generalizado como los demás planes de vivienda
popular.
Al mismo tiempo, se postulaba la intervención del Estado
no solo en relación a la construcción de viviendas, sino
también como ente regulador, así, mediante la creación del
Patronato de Casas Baratas se pretendía no solo construir
vivienda popular, sino también fomentar la construcción y
89
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
regular la misma.
Es importante observar además que las propuestas de
vivienda popular ofrecían diversas soluciones. Los
lencinistas proponían la construcción de viviendas urbanas
individuales
diversificadas
en
los
principales
departamentitos (proyecto de 1919), y viviendas rurales
individuales en las propiedades de la campaña. Corominas
Segura (Diputado de la minoría liberal conservadora), por
su parte, argumentó que una respuesta más adecuada era el
establecimiento de casas colectivas en vez de individuales,
ya que las primeras acarreaban un menor costo de
construcción, y era más fácil ubicarlas en las proximidades
de las industrias y comercios. La misma solución planteó la
propia del Ministerio de Gobierno en 1926. Si bien ninguna
de las anteriores se concretó, constituyen antecedentes del
primer conjunto de vivienda colectivas efectuado en 1937.
De hecho, la problemática habitacional de los sectores
populares permaneció sin ser resuelta en el periodo y
continuaron
habiendo
numerosos
conventillos.
Sin
embargo, sí hubo modificaciones en relación con el control
de los mismos (y en general de las casas de alquiler) en el
90
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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sentido de garantizar a la población “habitación higiénica”.
Así, a partir de la reforma de la ley sanitaria (1927) se
incrementaron las desinfecciones y se obligó a los dueños a
denunciar los casos de enfermedad infectocontagiosa a fin
de que la Dirección de Salubridad pudiera actuar a tiempo
antes de que se propagara la enfermedad.
No obstante, si bien los proyectos de vivienda popular no
se efectivizaron, cabe resaltar que sí se ejecutó la
construcción del albergue para ancianos e inválidos en
1928. El mismo proporcionó habitaciones para los ancianos
e inválidos a un mínimo estipendio mensual en concepto de
alquiler.
Ahora bien, luego de analizar los planes de vivienda
popular y los argumentos esgrimidos por los dirigentes
lencinistas es posible observar una coherencia entre lo
presentado en el programa electoral de José Néstor
Lencinas y lo proyectado durante la última gobernación en
materia de vivienda popular. En este sentido, si bien
durante las gestiones lencinistas no se reformaron
significativamente las condiciones de vida de los sectores
populares, tal como entiende la historiografía local, se
91
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
puede decir que, tanto en el discurso, como en los
programas gubernamentales y legislativos planteados, el
lencinismo
se
proponía
mejorar
las
condiciones
habitacionales de los sectores de menores recursos
económicos, amén que, debido a la inestabilidad política
propia del periodo, y a la clausura de la Legislatura en
periodos de intervención, la mayoría de estas propuestas
hayan sido atrasadas e incluso anuladas.
Es importante señalar que el incremento de la intervención
del Estado en materia habitacional no se debió solamente al
ideario lencinista en post de mejorar la calidad de vida de
los trabajadores y a un tema vigente en la agenda
gubernamental, sino que estuvo relacionado además a la
profesionalización de ciertas disciplinas y al surgimiento de
expertos en áreas técnicas que cumplieron un rol
fundamental en el planeamiento y ejecución de las obras.
Es indispensable destacar en este sentido la labor que
cumplieron los ingenieros, arquitectos y médicos que
estudiaban las características que debían poseer las
construcciones para que garantizaran un ambiente sano
(higiene), seguridad y soportaran los movimientos sísmicos
92
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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que caracterizan la zona.
En 1922 se reglamentaron las carreras de ingeniería,
agrimensura y arquitectura, y una de las disposiciones de la
ley respectiva establecía la obligatoriedad de contratar
cierto número de profesionales para la ejecución de las
obras públicas. De esa manera, el Estado regulaba y
propendía a una mayor incorporación de personal técnico
en las obras gubernamentales y en las dependencias
públicas.
Por otro lado, el Estado necesitó de profesionales para que
confeccionaran planos y proyectos de vivienda popular, tal
es el caso del ingeniero don Segismundo Klot, a quien se le
encargó y realizó los proyectos y planos de la obra del
albergue de la Caja Obrera.
De ese modo, es posible visibilizar un cambio de modalidad
en la relación entre técnica y política (saber y poder) en la
década de 1920. El Estado convocó personal “experto” para
ampliar sus áreas de intervención, en este caso en materia
habitacional, y estos fueron paulatinamente siendo
incorporados a la burocracia estatal, proceso que en la
década posterior apareció ya más consolidado.
93
Natalia Luis, La vivienda popular. Discurso y políticas
públicas en la Mendoza lencinista (1918-1928), pp. 27-96.
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96
El Campus Urbano de la Universidad de Mendoza.La
presencia de la crítica al Movimiento Moderno
en la arquitectura local
The Urban Campus of the University of
Mendoza.Thepresence of criticism of the Modern
Movement in local architecture
O Campus Urbano na Universidade de Mendoza.
A Presença da crítica ao Movimento Moderno na
arquitetura local
Alicia Braverman
alicia.braverman@um.edu.ar
Alberto Lucchesi
alberto.lucchesi@um.edu.ar
Alejandra Sella
alejandra.sella@um.edu.ar
Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño
Universidad de Mendoza
Mendoza - Argentina
Fecha de envío: 08/03/2018
Fecha de aceptación: 010/05/2018
Resumen
El presente trabajo propone una interpretación crítica del Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza (CUUM), proyectado por Enrico
Tedeschi. Si bien la obra pertenece al ámbito privado, tiene
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
trascendencia pública por su función social a partir de la sanción de la
Ley de Universidades Privadas, al inicio de la década del 60. La
exploración sobre el CUUM, aborda la producción de una obra en
el umbral del debate disciplinar de la crisis del Movimiento Moderno
en el contexto latinoamericano. Asimismo, resulta valioso para la
discusión sobre los espacios del saber, en relación a su segregación o
integración respecto del tejido urbano, la definición de modelos
territoriales distintos y los diferentes enfoques del vínculo entre
academia y comunidad. El CUUM implica un ejemplo
concreto de diseño urbano, la reinterpretación de valores
culturales locales y la revitalización o dinamización de la vida
urbana en un sector específico de la ciudad consolidada.
CAMPUS, CRÍTICA, ARQUITECTURA
LATINOAMERICANA, URBANISMO
Abstract
The present work proposes a critical interpretation of theUrban
Campus of theUniversity of Mendoza (CUUM), designedbyArch.
Enrico Tedeschi.
Although the work belongs to the private sphere, it has public
significance by its social function since the sanction of “Law of
privateuniversities”, at thebeginning of the 60's. Theexplorationonthe
CUUM, dealswiththeproduction of a workonthethreshold of the debate
discipline of the crisis of the Modern Movement in theLatin American
contextwith. In thesameway, itisalsovaluablefordiscussion of areas of
knowledge,
in
relation
to
segregationorintegrationwithrespecttotheurbanfabric, thedefinition of
territorial models and differentapproachestothe link betweenAcademy
and community. The CUUM implies a concrete example of
urbandesign, thereinterpretation of local cultural values and the
revitalization or intervention of urban life in a specific sector of the
consolidated city.
CAMPUS, CRITICISM, LATINOAMERICAN ARCHITECTURE,
URBANISM
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
O presente trabalho propõe uma interpretação crítica do Campus
Urbano da Universidade de Mendoza (CUUM), projetado por Enrico
Tedeschi. Embora a obra pertença ao ámbito privado, tem
trascendência pública por sua função social e a partir da sanção da
Ley de Universidades Privadas, no início da década de 60. A
exploração sobre o CUUM, aborda a produção de uma obra no umbral
do debate disciplinar da crise do Movimento Moderno no contexto
latino-americano. Mesmo assim, resulta valioso para a discusão sobre
os espaços do saber, em relação a sua segregação ou integração
respeito do tecido urbano, a definição de modelos territoriais distintos
e os diferentes enfoques do vínculo entre academia e comunidade. O
CUUM implica um exemplo concreto de design urbano, a
reinterpretação de valores culturais locais e a revitalização ou
dinamização da vida urbana em um setor específico da cidade
consolidada.
CAMPUS, CRÍTICA, ARQUITETURA LATINO-AMERICANA,
URBANISMO
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Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Introducción
El trabajo propone una interpretación crítica del Campus
Urbano
de
la
Universidad
de
Mendoza(CUUM),
proyectado por Enrico Tedeschi, y su inserción en la
ciudad; si bien se trata de una obra del ámbito privado,
alcanzó trascendencia pública por su función social, en los
albores de la promulgación de la Ley de Universidades
Privadas, al inicio de la década del 60.
La exploración sobre este campus, plantea interesantes
recortes teóricos en el campo de la arquitectura, partiendo
de la base de que es la producción de una obra en el umbral
del debate disciplinar de la crisis del Movimiento Moderno
(MM), que encarnó respuestas particulares desde el
contexto latinoamericano.
Asimismo, resulta valioso como parte de la discusión sobre
los espacios del saber, respecto de la conveniencia de su
segregación o, por el contrario, integración al tejido urbano
social, lo que revela dos miradas diferentes del vínculo
entre academia y comunidad.
En este sentido, la interacción entre campus universitario y
ciudad, puede presentar al menos dos tipologías diferentes:
el recinto y la ciudad universitaria, que definen modelos
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
territoriales
distintos
y
correspondientemente,
la
adscripción a los modelos de la ciudad compacta o la ciudad
dispersa. El campus urbano entonces implica un ejercicio
de integración, la reinterpretación de un modelo cultural y
la revitalización o dinamización de la vida urbana en un
sector específico de la ciudad consolidada.
El recorte sincrónico para la historia urbana de Mendoza,
vincula la propuesta del CUUM con la realización de
conjuntos urbanos de trascendencia e importante escala que
proponen una idea de ciudad que venía afirmándose;
mientras este conjunto se proyectaba y construía a partir del
año 62, se consolidaba el Centro Cívico de Mendoza, 1966,
se construía la Municipalidad de Mendoza, 1969, y se
desarrollaban las más importantes obras del campus de la
Universidad Nacional de Cuyo.
Este recorte en relación al rol de Enrico Tedeschi como
proyectista, decano fundador de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo de la UM y su trabajo como técnico urbanista
de la Municipalidad de Mendoza, que derivó en un estudio
profundo de la ciudad y la aplicación de sus ideas sobre lo
urbano, vuelven a reunir teoría y praxis en el ámbito local
101
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
y relacionar la enseñanza, la teoría y el quehacer
disciplinar.
El proceso de crisis de la arquitectura del MM,
especialmente centrado en la puesta en duda de los
postulados que Le Corbusier sintetizara en la Carta de
Atenas, ha sido interpretado por diversos autores con
diferentes enfoques y recurriendo a casos muy variados
para exponer sus particularidades.
Este trabajo se propone verificar ese proceso de revisión en
un caso local de notable interés referencial como es el
CUUM, proyectado y construido a comienzos de los ’60.
La presencia de las manifestaciones de la crítica al MM en
una obra paradigmática de la arquitectura de Mendoza del
Siglo XX, se desarrolló a partir del análisis bibliográfico y
de fuentes primarias, como el mismo conjunto del CUUM
y las entrevistas a actores fundamentales de su proceso de
gestación.
1. Los tiempos de cambios
A los fines de contextualizar la obra, es necesario señalar
algunos acontecimientos trascendentales sucedidos en el
espacio internacional y el ámbito local, que marcan
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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transformaciones decisivas de orden socio-político y
cultural, en los tiempos de la construcción de la
Universidad de Mendoza.
En el ámbito internacional, esos sucesos marcaron la
segunda mitad del Siglo XX y, en algunos casos, tuvieron
también repercusiones en el país y Mendoza. Entre ellos
debe mencionarse:
-
la reorganización política y económica de Occidente a
partir del nuevo orden de posguerra, marcado por el
inicio de la “guerra fría” entre Estados Unidos,
representando el bloque occidental capitalista, y la Ex
Unión Soviética, al bloque oriental socialista.
-
la antinomia “anti-pro” Norteamérica que caracteriza al
mundo occidental, derivada de aquella división
ideológica en la que Latinoamérica fue compulsada a
posicionarse, no siempre con ventajas a su favor.
-
la aparición del “Movimiento de los No Alineados”72,
fundado por Jawaharlal Nehru en la India durante los
72
PRAKASH Vikramaclitya. La oposición Oriente-Occidente en el Le
Corbusier de Chandigarh. En Revista BLOCK Nº 6. Universidad
Torcuato Di Tella. Buenos Aires. Marzo de 2004. pág 50.
103
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
’50, que propuso una tercera posición respecto al
planteo capitalista o socialista de los bloques
dominantes; resulta importante destacar que esta causa
alternativa concitó la adhesión de algunos países
latinoamericanos y en especial Argentina, donde ya
existía el movimiento peronista versión local de los “no
alineados”, coincidente con su situación de país
emergente
en el escenario internacional de nuevas
potencias.
-
la Revolución Cubana, como corolario de estas
circunstancias sociopolíticas cristalizadas en el primer
estado socialista revolucionario en Latinoamérica e
impulsor de sucesivos movimientos revolucionarios en
los 70s y hasta el mayo francés, alentado también por
estas manifestaciones de disconformidad con el
establishment.
-
los conflictos que generó en los países altamente
industrializados la crisis del petróleo de esa década, que
puso en tela de juicio la teoría del progreso indefinido
y modificó definitivamente la idea del “estado
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benefactor”73,
fundado
en
los
tres
principios
fundamentales de Occidente: la paz y la libertad de
expresión, la alianza de confianza entre población y
gobierno y la toma de decisiones basadas en el debate
previo y democrático.
En 1960, a partir de que una ley nacional promulgada
durante la presidencia desarrollista de Arturo Frondizi
autorizara la creación de universidades privadas, se funda
la Universidad de Mendoza con la Carrera de Ciencias
Jurídicas y Sociales; en 1961 se agrega Arquitectura y poco
después la Carrera de Ingeniería, configurando el núcleo
inicial del CUUM.
Luego de sucesivas crisis políticas con la interrupción de
gobiernos democráticos y la irrupción de gobiernos
militares, en 1973 se reinstaura la democracia con
elecciones libres y asume Héctor Cámpora como presidente
electo de la Nación; en Mendoza, la continuidad política se
73
SEN K. Amartya. Conferencia publicada en la revista “la Factoría”
Nº 8. 1999. Barcelona. “La naturaleza del Estado de Bienestar
consiste en ofrecer algún tipo de protección a las personas que sin
la ayuda del estado puede que no sean capaces de tener una vida
mínimamente aceptable, según los criterios de la sociedad moderna,
sobre todo la Europa Moderna.”
105
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
verá interrumpida con el juicio político al Gobernador
Martínez Baca y sucesivas intervenciones federales
similares a las de décadas anteriores.
Las tensiones políticas e ideológicas por el control del
poder dentro del propio partido gobernante, alcanzarán a la
sociedad
determinando
una época de violencia,
inseguridad, confusión de responsabilidades e importantes
manifestaciones de resistencia social; se viven las últimas
etapas de libertad cultural y más tarde se reinstalará la
censura desde el Estado, no sólo en los medios de
comunicación sino también en los claustros universitarios,
incluyendo a la Universidad Nacional de Cuyo con
repercusión en la Universidad de Mendoza y especialmente
en su Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
En este marco de efervescencia política general, se
produjeron en 1973 y 1974, movimientos de estudiantes y
profesores que pretendían la nacionalización de esta casa de
estudios, conocidos como toma y contra toma, que
provocaron su intervención y desencadenaron el final de la
gestión de Tedeschi como Decano de Arquitectura.
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Por esos años, el emblemático edificio de esa facultad y el
de Ingeniería estaban ya concluidos alrededor del gran patio
diseñado por Ramos Correas, y se encontraba en obras el
edificio de Ciencias Jurídicas y Sociales.
El país termina esta etapa con la recordada crisis económica
del “Rodrigazo”, producida por una fuerte devaluación del
peso y un aumento masivo de las tarifas públicas. Con ella,
una crisis de representatividad signa el poder central; en
1976 es destituida la Presidenta Martínez de Perón por una
Junta Militar, inicio de lo que se conoce como Proceso de
Reorganización Nacional, con una sucesión de gobiernos
de facto hasta el regreso de la democracia en 1983.
Hacia finales de los ’80, se impone el neoliberalismo como
ideología dominante y se iniciará el paulatino eclipse del
Estado en la escena política y el predominio de la doctrina
del libre mercado.
El arco temporal descripto, abarca la etapa de concepción y
desarrollo del proyecto y obras del CUUM iniciado en los
albores de los 60 que culminan en el inicio de los años 80
con la concreción del tercer edificio, de Ciencias Jurídicas,
que completa el Claustro Original. Será a partir de la década
107
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
del ’90 que empezará una etapa expansionista de la
Universidad de Mendoza con la incorporación de nuevas
facultades
y
nuevos
edificios
que
aportan
otras
configuraciones y se apartan de los lineamientos iniciales.
2. Transformaciones territoriales, urbanas y arquitectónicas
en el ámbito local
A pesar de las variaciones institucionales que caracterizan
el período, es abultada la producción de obra pública; esto
se observa en la edilicia institucional, la infraestructura vial
y los servicios encargados fundamentalmente por el Estado
o las instituciones públicas. El CUUM, promovido desde el
ámbito privado,concreta un espacio de educación superior
de impacto regional devenido en centro de cultura local, en
tanto desarrolla actividades académicas en campos
disciplinares aún no abordados por otras universidades,
como Arquitectura.
La etapa también aporta cambios importantes en cuanto a
nuevos programas arquitectónicos que la ciudad no conocía
y que impactan en su morfología.
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Por otra parte, en este lapso la ciudad experimenta
transformaciones importantes en su estructura vial y sus
vinculaciones a nivel territorial; la ciudad se acerca al
millón de habitantes y en esta transición hacia su “mayoría
de edad”, la arquitectura será representativa de esos
cambios, especialmente en el desarrollo de programas
colectivos e institucionales no solo en los ámbitos públicos,
sino también en los de las instituciones privadas.
En este período se termina de definir el Barrio Cívico, como
sector urbano de características especiales y normativas
edilicias particulares; el proyecto data del año 1948 y lleva
consigo algunos rasgos previstos en el Plan Regulador del
42.
Se define en 1966 el trazado de la Ciudad Universitaria en
terrenos al Oeste del Parque General San Martín,
estableciendo una avanzada urbana hacia el piedemonte; el
trazado del campus reitera algunos lineamientos de diseño
urbano propuestos para el Campus de la Universidad de
México, en lo que respecta a la separación entre vías
vehiculares y peatonales, independencia física de los
109
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
bloques construidos, generación de espacios exteriores de
reunión y jardinería paisajística.
La Ciudad Universitaria es proyectada como un ámbito
urbano independiente de la ciudad propiamente dicha, no
sólo buscando nuclear sus múltiples facultades, hasta ese
momento dispersas en la ciudad, sino también separándola
del acontecer urbano y público.
En otro sentido, se decide la construcción de grandes ejes
viales troncales comprendidos dentro del conglomerado
urbano; se construye entonces el Acceso Este o Ruta 7
desde la Avenida Costanera hasta la localidad de
Villanueva en Guaymallén y el Acceso Norte, o Ruta 40, a
ambas
márgenes
del
Zanjón
Cacique
Guaymallén, canalizándolo definitivamente.
En el ámbito del transporte urbano de pasajeros, en 1958 se
inaugura el servicio de trolebuses en la ciudad, que
posteriormente
se
extiende
Guaymallén74y se levanta el
74
hasta
Villanueva
tendido
en
de tranvías
LACOSTE Pablo, Compilador. Mendoza. Historia y perspectivas.
Diario UNO/Universidad de Congreso. 1997.pág.221
110
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reemplazando sus recorridos con un servicio de micro
ómnibus urbanos.
En otro sentido, la puesta en marcha de complejos
hidroeléctricos como El Nihuil, Valle Grande o Carrizal
como embalse regulador de riego, genera focos de actividad
turística que incorporan nuevas actividades económicas a la
provincia especialmente en el oasis sur.
Hacia 1972 se inaugura la Terminal de Ómnibus de
Mendoza, en la encrucijada de las Ruta 7 y 40, para
concentrar la partida y llegada del transporte de pasajeros
de media y larga distancia, además de internacional.
La imagen urbana se modifica; puede destacarse
la
construcción de hitos urbanos que modifican el perfil de la
ciudad con sus agujas y remates o con la instalación de
estructuras para la transmisión de señales de televisión. Se
erigen entonces el Edificio Gómez en 1956, la Galería
Tonsa en 1959 y la Piazza en 1963.
En el ámbito de la edilicia pública y administrativa, es
relevante la construcción del Edificio de Correos en los
tempranos ’50; se completa la construcción del Palacio
Judicial en 1966 y se avanza en la del Palacio Policial. Se
111
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
inauguran el nuevo edificio de la Municipalidad de la
Capital en 1969 y la sede del Banco de Previsión en 1972.
Un nuevo código de edificación de la Ciudad de Mendoza,
impulsado por Enrico Tedeschi, que entra en vigencia hacia
1972, modificará también la fisonomía urbana proponiendo
una nueva solución tipológica basada en la combinación de
basamento y torre.
Hacia estos años de posguerra tardía, muy lejos de la
Europa en reconstrucción, Mendoza se extiende en el
territorio y se conecta con las cabeceras de los
departamentos vecinos, erradicando el oasis de viñas
y olivares; se desarrolla el transporte metropolitano
entre estos centros y se construyen edificios
institucionales de carácter simbólico y referencial, que
se confirman como concentradores de las actividades
sociales.
En
definitiva,
con
la
nueva
arquitectura,
los
nuevos espacios de acción y las transformaciones en la
estructura significativa de la ciudad, se consolida el
escenario en el que el CUUM aparecerá como innovación
urbanística.
112
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3. Las distintas miradas de la crítica
Para el contexto latinoamericano la denominada crisis del
MM tiene particularidades e implicancias en el campo
disciplinar tanto en la producción critico-teórica como en la
de obras.
Sabido es que el MM en Latinoamérica señala procesos
diferentes a los ocurridos en sus centros difusores, europeo
o norteamericano, por lo que su crisis, implicó resultados
muy diferenciados. Sus repercusiones, ampliamente
abordadas por la crítica arquitectónica, pueden ser
advertidas en las voces de diferentes pensadores del ámbito
internacional y del latinoamericano especialmente, que
develan diversas miradas sobre este mismo proceso.
Para Charles Jencks (1983),terminada la segunda guerra
mundial, el rol mesiánico, crítico y aún social de las
Vanguardias Artísticas, como bases teórico-formales del
MM, colapsó y fue absorbido por la sociedad de consumo
de los años 60s. Perdió de esta manera aquellas cualidades
secesionistas, renovadoras y utópicas que había tenido
durante los años 20s
y 30s y que para ese entones
representaban la oposición manifiesta a Beaux Arts y a la
113
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
agotada estética belle epoque.75 La adhesión de los artistas
a la revolución socialista, las nuevas interpretaciones del
arte como modo de conocimiento, el compromiso social,
las posturas industrialistas y progresistas de aquellas
vanguardias se trivializaron y mercantilizaron, sirviendo de
objetos de consumo a la incipiente cultura de masas
posmoderna.
Renato De Fusco (1981), observa la crisis como un cambio
en el rol de la propia disciplina a partir de la posguerra y
pone en tela de juicio la posibilidad de que la arquitectura
modifique el marco socio cultural a partir de propuestas
universales y racionales. A cambio, pone en relieve la
conjunción
entre
dos
valores
aparentemente
contradictorios: la historia, soslayada por el MM, y la
utopía creadora. Rescata de la primera el valor documental
de antecedente y de la segunda el valor de impulsora de
nuevas formas arquitectónicas. Sin decir explícitamente,
75
JENCKS, Charles. Movimientos modernos en arquitectura. Blume
Ediciones. 1983.
Pág. 374.
114
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De Fusco alude a la reinterpretación de las formas del
pasado, con proyección o perspectiva hacia el futuro.76
Alan Colquhoun (1991), presenta la crítica como un
proceso de “liberalización” surgido de la propia ortodoxia
que culmina en los ‘50.77 En el transcurso de esos años, no
se abandonan los fundamentos racionalistas sino que se
humanizan. Colquhoun considera como testimonios de esa
humanización, la recuperación de materiales y técnicas
locales propuestas por Le Corbusier o los deliberados
gestos nacionales en la obra de Alvar Aalto, entre algunos
rasgos distintivos. El proceso de liberación se extiende por
los distintos países con variantes como el “neo-brutalismo”
inglés, el “neorrealismo” italiano o el “neo-empirismo”
escandinavo; y como se dijo, sin un explícito abandono de
los postulados del MM, pero con una necesaria renovación
nacida de sus propias esencias locales.
En el ámbito latinoamericano y específicamente en
Argentina, Marina Waisman (1984) sitúa en este período
76
DE FUSCO Renato. Historia de la arquitectura contemporánea.
Editorial Blume. 1981.Pág. 408
77
COLQUHOUN Alan. Modernidad y la tradición clásica. Ensayos
’80-‘87. Júcar Universidad. 1991Pág107
115
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
una serie de cambios en la producción arquitectónica que
podrían
contener
como
ejemplo
contundente
la construcción del Campus de la UM. Uno de ellos es la
serie
de
“Cambios
en
las
tipologías
arquitectónicas, predominio, aparición o desaparición
de
tipologías”78, sostenidas
e
impulsadas
por
revisión crítica de los postulados del MM y
la
la
reconsideración de los ejemplos tipológicos regionales de
valor
representativo
que
los
arquitectos
jóvenes
tomaron en cuenta, como así también los foráneos
impuestos por los nuevos centros de poder. El otro, más
ligado a las actitudes personales e ideológicas de los
profesionales, destaca los “Cambios en las actitudes ante
la arquitectura (adaptación o adopción de modelos
o , búsqueda en función social o de valores simbólicos
o de adaptación a la sociedad de consumo, etc.)”79,
aludiendo a la consolidación no sólo de estudios de
arquitectura paradigmáticos que asumían posiciones
empresariales, sino también de aquellos grupos de
profesionales que se comprometían con las necesidades
78
VERSECI Alberto Juan. La doctrina y la política económica del
desarrollismo
en
Argentina.
http://www.aaep.org.ar/espa/anales/pdf_99/vercesi.pdfpág. 15
79
Ibiden. pág. 15
116
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comunitarias, ya sea desde los centros de estudios o desde
las organizaciones sociales.
Odilia Suarez y Federico F. Ortiz (1984, en sintonía con
Waisman, para la comprensión de la enunciada Crisis del
MM en los contextos locales, proponen la lectura de
algunos rasgos de la arquitectura que consideran
“consistentes y perdurables” y coherentes con los cambios
enunciados; estos se asocian a la síntesis de las tres
categorías de la triada vitrubiana: forma, técnica, función
aunque no de manera directa o concreta y agregan otros
conceptos renovadores y específicos80.
Entre ellos, muy claramente constatables en el CUUM,
cuya lectura propone este trabajo, mencionan la “simbiosis
entre las distintas funciones urbanas” que dinamizan la
ciudad y terminan con las estrictas zonificaciones que
propusiera la Carta de Atenas en los CIAM. La
localización de la UM, concentrada
en
un
predio
propio, periférico y barrial respecto al microcentro
urbano o fuera de los sectores especiales de la ciudad
como el Barrio Cívico o la Ciudad
80
VERSECI Alberto Juan. op cit. pág. 22
117
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Universitaria, constituye una acción contraria a los
postulados de concentración de actividades afines y una
demostración de convivencia de usos, con sus virtudes y
vicios y su positivo efecto de dinamización de la ciudad.
Otro rasgo destacado por los autores es el “entretejido del
espacio urbano con el espacio exterior del edificio” y la
consiguiente generación de lugares para la interrelación
social. Es decir, un aporte sustancial a la morfología urbana,
relegando los aspectos funcionales de la Carta de Atenas
(habitar, trabajar, desplazarse y recrearse) y potenciando
los aspectos espaciales de la ciudad tradicional (la casa, la
calle, el barrio, la ciudad), propuestos como cánones
renovadores por Alison y Peter Smithson, durante los
postreros encuentros del TEAM X.
Finalmente, en relación a las técnicas empleadas para su
construcción, se retoman las miradas de Suarez y Ortiz, que
observan la “tecnología de construcción, más relacionada
con la expresión que con la economía y la eficiencia” y se
verifica que en el CUUM, se mantuvo un equilibrio
armonioso entre plástica, eficiencia constructiva y
economía de recursos.
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Francisco Liernur (2001)81 remarca la crisis que afectó a la
modernidad como postulado cultural, al país como
proyecto, a la arquitectura como institución y también a la
propia arquitectura argentina.82La mirada de Liernur,
renovada aún dentro de la historiografía local, revisa los
acontecimientos y procesos de cambios propios dentro del
país, estrechamente relacionados con el marco político de
acontecimientos.
Desde lo local, Ricardo Ponte (2008)83define un corte en
que resalta la participación de Enrico Tedeschi84como
técnico especialista en urbanismo, contratado para el caso
y autor del llamado “Informe Final de la Comisión” o
“Informe Tedeschi” que se publicó en 1962. Este informe,
según Ponte, constituye el segundo intento del Movimiento
81
LIERNUR, Jorge Francisco. Arquitectura en la Argentina del siglo
XX. Buenos Aires. La construcción de la modernidad. Fondo Nacional
de las Artes. 2001. Pàg 16
82
Ibíden. pág. 17
83
PONTE Jorge Ricardo. Mendoza, aquella ciudad de barro. Mendoza.
Unidad Ciudad y Territorio. INCIHUSA-CCT- 2008
84
Enrico Tedeschi. Roma. 1910-1978. Arquitecto. Destacado en la
enseñanza e investigación de la historia y teoría de la arquitectura.
Creador, decano organizador y docente de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo de la Universidad de Mendoza en 1961 y hasta
1972.LIERNUR, Jorge Francisco, ALIATA Fernando. Diccionario de
la Arquitectura Argentina. Clarín Arquitectura. Buenos Aires. 2004.
119
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Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Moderno de proyectar urbanísticamente la Ciudad de
Mendoza, de igual manera que lo había hecho el Plan
Regulador del 4285 y es en este momento de comienzos de
los años sesentas, que Tedeschi proyecta el conjunto de
UM.
Interpretada como un fracaso de postulados universales,
como una continuidad o recuperación de la historia y la
utopía creadora o como una reivindicación y liberación de
las periferias respecto al dogma racionalista, la crisis se
extiende más allá de Europa y Norteamérica en un
proceso de renovación de la arquitectura.
Las miradas de la crítica y las voces locales, animan al
estudio del CUUM como ejemplo de esa tendencia
renovadora no sólo a escala arquitectónica sino también
urbanística. En el ámbito local, este conjunto resulta
representativo y emblemático de las renovaciones en la
producción arquitectónica a las que se ha hecho referencia.
85
Ibiden. pág 507
120
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4. Arquitectura, crítica y crisis del MM: un campus
universitario urbano
En el marco de la renovación registrada en los 60 y 70, que
implican las miradas sobre la crisis del MM, y en el especial
momento histórico definido por el desarrollismo y la
promulgación de la ley que habilitó la educación superior
de gestión privada, el CUUM resulta un caso especialmente
representativo.
Con el objetivo de describir los rasgos particulares de la
crisis de MM en el orden local, se propone un análisis
crítico basado en la metodología propuesta por Josep María
Montaner (1999)
86
,respecto a los juicios de valor sobre
un edificio; el autor propone interpretar y
contextualizar la obra para revelar orígenes, relaciones,
significados y esencias.
El aporte de este crítico permite constatar si la obra de
arquitectura cumple las condiciones para la que fue
construida, en cuanto a funcionalidad, belleza, materialidad
y relación con el contexto general; estas cuatro finalidades
86
MONTANER, Josep Maria. Arquitectura y crítica. Barcelona.
Editorial Gustavo Gili. 1999. Pág.11
121
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
propuestas, no pueden menos que recordar las tres
categorías de la triada vitrubiana, a las que el autor ha
sumado el necesario vínculo con el contexto.
Según Montaner, la primera categoría corresponde a la
relación con el contexto y los modos en que el edificio se
inserta e interactúa con el medio y los efectos que produce
en él; la segunda categoría de análisis es el lenguaje formal
en que se expresa el edificio, a escala volumétrica y
espacial; la tercera observa los esquemas tipológicos según
fuera resuelto el edificio, en tanto que la cuarta y última
categoría analítica, trata los aspectos de la materialidad y
materialización del edificio, a partir de los criterios
estructurales
y
constructivos
empleados
para
su
construcción.
5. Un contexto por demás considerado
Tal como lo describen los teóricos, el contexto es un tema
que introduce la crisis de mediados del siglo XX.
La inquietud contextual tiene un origen común en
las preocupaciones por la ciudad, acuñadas en los
últimos CIAM por los arquitectos de la tercera generación
del MM, visiblemente influenciados por la corriente
organicista de la
122
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arquitectura87. No obstante, conviene aclarar que mientras
las obras orgánicas se insertan en el contexto natural o
cultural y se
mimetizan hasta perder la solución de
continuidad con él, las obras de posguerra, en cambio,
mantienen
su
autonomía
mediante
soluciones
arquitectónicas de transición que las destacan del medio. En
ellas, queda claro dónde termina el edificio y dónde
comienza el entorno natural o construido; como refiere
Enrique Browne (1980), cada obra se presenta como una
unidad autónoma e independiente, que se relaciona de
maneras diversas con el contexto88, aludiendo más a un
organismo que a un objeto de producción industrial.
Como el principal cometido de esta segunda etapa de la
arquitectura moderna fue entre otras cuestionar las
premisas del “zoning” nacido en la Carta de Atenas -que
tanto “daño” había producido en las intervenciones
urbanas-, se propusieron soluciones donde el entorno
Walter C Behrendt diferencia dos actitudes distintas en la concepción
de la arquitectura que define como “dualismo del espíritu creador” y
que contrapone llamándolas arquitectura orgánica y arquitectura no
orgánica.
MONTANER, Josep Maria. Las formas delSiglo XX.
Barcelona. Editorial Gustavo Gili. 2002.Pág. 23
88
BROWNE Enrique. Otra arquitectura en América Latina. México.
Editorial Gustavo Gili. Pág. 106
87
123
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
natural o cultural tuviera una especial incidencia en el
diseño de los edificios. El mismo Enrico Tedeschi, en su
Teoría de la Arquitectura (1962), presenta una manera
alternativa y sobre todo localista de enfocar el diseño
arquitectónico, abordando aspectos vinculados con el clima
y las características del lugar, además de las condicionantes
sociales y psicológicas del cliente.89
Esta preocupación por lo preexistente que se observa en las
obras de posguerra, se evidencia en la intención de los
arquitectos de generar entornos propios en los edificios,
procurar adaptaciones climáticas de variados tipos, nuevos
modos de relación con las construcciones vecinas y
adaptación a condicionantes del terreno o cumplimiento de
normativas
urbanísticas
específicas
del
sitio
de
localización, si existían.
El CUUM, al menos en su proyecto original de los años ’60,
presenta claras intenciones urbanísticas en lo relativo a la
89
TEDESCHI, Enrico. Teoría de la arquitectura. Buenos Aires.
Ediciones nueva Visión. 1976
124
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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generación de espacios de relación con lo público,
proponiendo un campus urbano generado a partir de una
plaza-patio abierta al entonces Pasaje Hammarskjöld, hoy
Peatonal Descotte, que funciona como remanso peatonal y
expansión de los originales tres edificios. Así, se configura
un Campus a escala barrial, verdadera innovación respecto
de los modelos aislados y autónomos como las ciudades
universitarias de México, Caracas o el propio Campus de la
Universidad Nacional de Cuyo.
Su
concepto,
en
una
primera
asociación,
podría
establecerse con el ágora griega y su carácter de espacio
abierto donde se realiza la convocatoria de los ciudadanos;
esta vinculación con los espacios urbanos del mundo
griego, es referida por Montaner cuando recalca la
preocupación contextual de la arquitectura de posguerra, de
buscar en los referentes clásicos, la “expresión de la belleza
en contacto con la naturaleza.”90En la Universidad de
Mendoza, aún con la reja ausente en el diseño original, el
espacio abierto de uso se concentra en el patio y se extiende
90
MONTANER, Josep María. 1993. Después del Movimiento
Moderno. Arquitectura de la segunda mitad del S XX. Barcelona.
Editorial Gustavo Gili. 1997. Pág. 37
125
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
progresivamente hasta la calle y el entorno inmediato, hasta
llegar a la plazoleta en la intersección de las dos principales
calles aledañas. La expresión de la belleza es en relación al
paisaje urbano preexistente, mediante una secuencia de
variadas escalas de gradación.
Una segunda lectura podría remitir al concepto de plaza
medieval que no surge de un recorte especial y planificado
del espacio urbano, sino de un ensanche o articulación
accidental y orgánica de la calle, en la que se agrupan
jerárquicamente algunos edificios relevantes. En el caso
que aquí se aborda, lo colectivo está vinculado con lo
claustral, con la comunidad íntima de una casa de estudios
pequeña, donde la calle está invitada a participar aunque
con condiciones.
Tedeschi dice que el patio tiene la función de generar
la perspectiva necesaria para contemplar el edificio de
la Facultad de Arquitectura91,perspectiva necesaria
pero controlada y conducida (que se observa en la
planta del proyecto original), mediante canteros de
baja altura
91
DESCOTTE Mario Luis. Historia de la Universidad de Mendoza.
(1960-2010). Mendoza. EDIUM. 2010. Pag. 88
126
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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integrados al diseño paisajístico de Daniel Ramos Correas,
que sin bloquear las vistas hacia interior de la plaza,
condicionaban el libre acceso desde la vereda y retardan el
recorrido para la pretendida contemplación de Tedeschi. En
esta aparente intención arquitectónica, reside también la
relación con el concepto monumental de la arquitectura
clásica, considerada como remate de un “recorrido
ceremonial”.
Rosa Guaycochea de Onofri, observa que la recreación del
patio y el uso de las galerías perimetrales, resultan
soluciones arquitectónicas de contribución fundamental a
la comunicación e integración de los usuarios92; esto es más
que evidente cuando el patio funciona como un hall
distribuidor de actividades, además de espacio de reunión y
celebración al aire libre.
Ambas visiones, una recalcando la voluntad urbanística y
la otra la institucional y social, confluyen en esta idea de
plaza-patio-claustro, ubicada entre lo público y lo privado
con los beneficios de ambas condiciones y reivindica los
GUAYCOCHEA DE ONOFRI, Rosa, arquitectura de Mendoza,
Mendoza, Talleres Graficos Paulus, 1978. Pag. 88
92
127
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
espacios de interfaz interior-exterior de la escala urbana y
la arquitectónica en un continuo progresivo de calle, patio,
galerías, espacios interiores.
Un contexto considerado, aprovechado y por demás
revalorado donde el Campus Urbano, es un vecino más en
un conjunto urbano en franco diálogo y amable convivencia
con el espacio público.
6. La expresión formal de la estructura
Uno de los rasgos que más se destacan en la producción
arquitectónica en la década del 60, son los relacionados con
la expresión de la estructura portante, mucho más
pronunciada la de tipo tectónico o vinculada a las
tecnologías artesanales y el uso de los materiales a la vista,
que la industrializada o de la alta tecnología, al menos en
los países en desarrollo; esta condición hace que los
rasgos de expresión formal estén fuertemente
relacionados con los de los criterios constructivos.
En el CUUM, esta simbiosis es indisoluble y los rasgos no
pueden separarse tan claramente; esto, lejos de confundir,
confirma una de las primeras características que se
observaran en la arquitectura del período en que se
construye el conjunto,
128
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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en que la forma está fuertemente condicionada por la
estructura.
Como dice Liernur (2001, comentando la obra de Clorindo
Testa, se está frente a una llamada de atención al
observador más allá de las percepciones acostumbradas,
para imponer una estrategia de máximo impacto; un “grito”
arquitectónico, según argumenta el autor, como recurso
irrefutable que haga presente al edificio en el espacio
urbano, insoslayable para el observador cotidiano y
perpetuo en el imaginario colectivo93.
La idea general del campus y sus componentes específicas
surgieron del puño de Tedechi con la inestimable
colaboración de ingenieros de reconocido prestigio que a lo
largo del proyecto y materialización, cristalizaron las ideas
con el acertado empleo de los pretensados producidos por
la industria local. (Fig.1)
En el CUUM y en especial en el edificio de la Facultad de
Arquitectura, inaugurada en 1964, la expresión formal es
un resultado sinérgico entre estructura y forma; para la
93
LIERNUR, Jorge Francisco, ALIATA Fernando. Diccionario de la
Arquitectura Argentina. Buenos Aires. Clarín Arquitectura. 2004. Pág.
112
129
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
FAU, la trama romboidal de fachada-soporte, destaca el
edificio principal que actúa como fondo escénico del patioplaza-claustro de acceso, acompañado por los tabiques
sismo-rresistentes de alma de hormigón y ladrillo visto que
apenas se perciben al ubicarse transversales y recedidos
respecto de la fachada. (Fig. 3)
Este mismo criterio de expresión estructural sustenta el
proyecto del edificio que alberga la Facultad de Ingeniería.
En su testimonio, el Ing. Agustín Reboredo que participó
activamente en la propuesta estructural, afirma que “(…) se
utilizaron elementos premoldeados, como se había hecho
en la Facultad de Arquitectura. Sin embargo había
diferencias: la fachada principal del edificio debía dar al
oeste, debido a la orientación y forma del lote; de allí
provienen algunas decisiones del proyecto: las fachadas
este y oeste se convierten en grandes vigas Vierendeel
formadas por elementos premoldeados, como las losas, y
los componentes están conectados monolíticamente por
hormigón in situ.”94 (Fig. 3 y 4)
94
Testimonio escrito inédito del Ing. Reboredo, Mendoza 2012.
130
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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La forma de las columnas que definen la importante viga
rememoran en alma llena las de la Facultad de Arquitectura
“ciegas en lugar de trasparentes. Los muros son
compuestos de ladrillos con alma de hormigón armado, ya
utilizados en la Facultad de Arquitectura. Las vigas
Vierendeel de un piso de altura conectan el entrepiso de
planta alta con la terraza y se apoyan en dos columnas en
V que son iguales (de hecho, construidas con el mismo
molde) que las de la planta baja de la Facultad de
Arquitectura.” (Fig. 5).
El ultimo edificio del conjunto es el que ocupa la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales que Tedeschi no llegó a ver
terminado por su forzada renuncia al decanato en 1973, tras
la toma de la Facultad, y su repentino fallecimiento en
Buenos Aires en 1978; si bien es cierto que este edificio fue
proyectado por el maestro italiano con la colaboración
del Ing. Reboredo, éste también declara haberse
alejado de la Universidad en ocasión de la toma.
Reboredo señala un hecho trascendente en 1970:
la aprobación del Código de Edificación de la Ciudad
de Mendoza y un plazo de seis meses para su entrada
131
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
en vigencia, que aceleró la elaboración del proyecto para
su aprobación municipal.
“(…) la entrada en vigencia del Código de Edificación
(1970),
establecía
la
obligación
de
retirar
las
construcciones de los límites del predio a partir del tercer
piso. Había un plazo de seis meses para la vigencia efectiva
del Código. Enrico viene con la noticia y dice: hay que
preparar el proyecto para Derecho, en caso contrario no
puede hacerse el edificio en el terreno que tenemos. Se
preparó el proyecto de seis pisos, utilizando de nuevo los
elementos premoldeados para las losas aunque había
mayor uso de componentes in situ. Las columnas de la
planta baja son trípodes invertidos con la misma forma en
cada pata que las columnas V de Arquitectura. En
elevación las columnas se transforman en tabiques que
además ofician de parasoles para proteger el este y el
oeste. Es el primer edificio de Mendoza, que yo sepa, en el
que se utilizó una computadora para el análisis
estructural.” (Fig. 6)
“El edificio fue construido bastante más tarde, empezó en
1977 y se modificaron las losas porque ya entonces se
132
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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producían en Mendoza placas pretensadas huecas. La
modificación estructural y la dirección ya no estuvieron a
mi cargo”95 Confirma esta afirmación la ausencia de ambos
profesionales en la ejecución de esta última obra que
completa el campus urbano.
En el conjunto, la relación con el contexto, la expresión
formal y la materialización, se entrelazan armónicamente
en un producto final superior a las partes analizadas
aisladamente.
En su origen, el proyecto se plantea a partir de la máxima
economía de recursos, la honestidad estructural y
constructiva y bajo el lenguaje brutalista de los materiales
a la vista; las etapas posteriores de crecimiento y
ampliaciones de la Universidad, abandonan gradualmente
el proyecto de Tedeschi y avanzan sobre otros modos de
expresión arquitectónica, muy alejados de la idea original.
También en relación a la expresión formal aparece otro
punto que merece un análisis especial que es la
recuperación del carácter institucional del edificio, respecto
de los modelos del MM.
95
Testimonio escrito inédito del Ing. Reboredo, Mendoza 2012.
133
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
En el CUUM como en otros edificios importantes de la
época, el valor simbólico institucional se concreta a partir
de los espacios públicos cedidos a la ciudad, pero
principalmente por algunas “alegorías” a las estructuras
organizativas de las instituciones que albergan. Según
Marcelo Trabucco96, la alegoría es una “configuración
arquitectónica que evoca un valor moral específico
asignado a una arquitectura distinta de la que lo origina.
Ese valor moral implica una valoración arquitectónica de
una arquitectura perteneciente a otra cultura o a otro
tiempo”. En este caso, la alegoría de la composición
refuerza la identificación de las tres facultades fundadoras
-Ciencias Jurídicas, Ingeniería Electrónica y Arquitectura-,
representadas en los tres volúmenes independientes
organizados originalmente alrededor del patio, en una
composición decreciente de prismas puros con el fondo
escénico de Arquitectura, remate del patio.
Siempre
desde
institucionalidad
la
de
representación
los
edificios
y
formal,
su
la
carácter
96
TRABUCCO Marcelo: Citado en MEISSENER GREBE Eduardo y
otros. Semiótica de la arquitectura. Ediciones Universidad del Bio-Bio.
2000. Pág. 157
134
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indudablemente colectivo, puede relacionarse con el
concepto
que Browne denomina “arquitectura del
desarrollo”97, que revela las intenciones progresistas de
instituciones y estados en el período de posguerra,
representadas en una arquitectura joven, pujante y
elocuente en cuanto a propuestas estructurales de hormigón
armado.
7. Esquemas tipológicos
Es conveniente destacar en el conjunto del CUUM la
estrecha relación que se mantiene entre los volúmenes
construidos y el vacío del patio central. En el caso del
CUUM, no se trata de una expresión abstracta concretada a
partir de formas simbólicas y alusivas a la manera de la
Opera de Sidney o la Filarmónica de Berlin; más bien
podría hablarse de composiciones de formas geométricas
puras y básicas, articuladas entre sí pero manteniendo sus
autonomías formales.
Hay entonces más adhesión a los principios de las formas
pregnantes elementales que Miguel Ángel Roca observa en
97
BROWNE Enrique. Otra arquitectura en América Latina. México.
Editorial Gustavo Gili. Pág. 18
135
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Louis Kahn98, no tomadas como metas a alcanzar en sí
mismas sino como bases formales de partida, usadas como
herramientas sintácticas. Al fin y al cabo, formas básicas de
inspiración platónica, que han acompañado al hombre
desde
sus
orígenes
constructivos
y
definido
las
configuraciones espaciales donde ha actuado.
Si observamos el campus, nos encontramos frente a un
conjunto con una expresión uniforme en el que puede
descomponerse el sistema compositivo, en formas puras
independientes y autónomas; la innovación reside en la
decisión del claustro como planteo opuesto pero
equivalente al del gran hall de recepción, ya no como
conector con el espacio público sino como organizador de
las actividades y articulador abierto de los volúmenes
cerrados.
8. Materialización
Uno de los rasgos más definitorios y perdurables de la
manifestación de la crisis del MM, ha sido el énfasis en la
tecnología de la construcción. Este es un rasgo de
importante particularidad en Mendoza, donde la eficiencia
98
ROCA Miguel Ángel. Arquetipos y Modernidad. SUMMARIOS. Nº
74-75. 1984.
136
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estructural llegó a niveles notables; respecto a la
materialidad de los edificios analizados, tiene un especial
protagonismo el hormigón armado con sus variantes
técnicas y constructivas.
Esta constante tiene varias posibles explicaciones: una de
ellas ha sido la influencia de la tendencia internacional
del “beton brut” a partir de la obra de Le
Corbusier o “monumentalización del vernáculo”
como a Kenneth Frampton le gusta decir.
La segunda está marcada por la condicionante sísmica de la
región, que ha determinado estructuras sismorresistentes de
considerable envergadura y presencia inocultable en la
fisonomía de los edificios.
La tercera, también de carácter regional, responde a la
directa disponibilidad del cemento para la construcción, por
ser Mendoza una plaza en la que se localizaban dos plantas
de producción, Minetti y CORCEMAR.
Y finalmente una cuarta, estrechamente ligada al uso del
hormigón armado, que fue el desarrollo local de la
fabricación de pretensados, que, si bien no tuvo
manifestación directa en la arquitectura institucional, si se
137
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
expresó en la arquitectura industrial y de servicios de
entonces. Cabe agregar que, en Mendoza, el desarrollo de
la prefabricación fue introducido por el Ingeniero Diego
Franciosi, de origen italiano y muy vinculado a Enrico
Tedeschi, con quien diseñó la particular estructura portante
de los edificios de la Universidad de Mendoza y muy ligado
a la figura del Ing. Agustín Reboredo y a la trayectoria de
las fábricas de pretensados, PREAR S.A. y CIMALCO, por
entonces pioneras en esta técnica.
Esta condición local explicaría el recurrente uso del
hormigón armado para las soluciones estructurales, pero no
la manera de considerarlas en los proyectos. Es decir, no
explicaría las intenciones que los distintos autores han
tenido respecto a la estructura portante del edificio,
resumida en su materialidad, independientemente de los
condicionantes que estuvieran por la función antisísmica y
los sistemas constructivos, resumidos en la materialización.
Para el caso del CUUM y en relación a la concepción
estructural como fundamento del proyecto propuesta por
138
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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Alan Colquhoun99, los edificios que lo conforman, estarían
asociados a la idea de una tecnología estructural
protagónica que define el resultado formal del edificio; en
definitiva, un edificio que “es” a partir de sus elementos
estructurales expresados a la vista. Se hace evidente la
preocupación centrada en una estructura expresiva, original
y comunicativa que rompe con los rigores del pórtico
tradicional y en la que Tedeschi y Franciosi, se abocan a
concebir el planteo estructural, contundente y básico que no
adhiere al pórtico estándar, sino que busca antecedentes en
los planteos orgánicos. Se potencia entonces la elección de
la trama romboidal de elementos de hormigón armado,
vuelta indeformable con la triangulación de los sutiles
tensores y rigidizada en el sentido transversal, con las vigas
pretensadas y las losas cerámicas; a la vez, el sistema
estructural se vuelve escultórico y expresivo con variadas
interpretaciones sobre los posibles significados de la trama
COLQUHOUN Alan. Modernidad y la tradición clásica. Ensayos
’80-‘87. Júcar Universidad. 1991. Pág. 248. Negritas y paréntesis del
autor. “Uno de los modos en que se manifiesta es en las diferencias de
actitud hacia la relación entre tecnología y “arquitectura”, donde la
tecnología se considera como una fuerza externa que actúa sobre un
concepto cultural que se ha convertido en algo profesionalmente
institucionalizado.”
99
139
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
romboidal, superando el esquema básico del
pórtico tradicional.
Este concepto estructural básico, total y autónomo, también
se podría asociar a la denominada “poética de las
megaestructuras”, que si bien en este caso no está vinculada
a las propuestas del metabolismo japonés o del
“Archigram” británico, se acercan conceptualmente a una
solución ingenieril que define a la arquitectura, dándole
soporte y sentido; el bloque de la Facultad de Ingeniería es
elocuente en esta idea, proponiendo una enorme estructuraviga habitable, apenas apoyada en cuatro puntos y con una
audaz luz de casi 8 metros entre apoyos, rigidizada con las
mismas triangulaciones formalistas del edificio
de Arquitectura.
Conviene aclarar para completar el análisis, que es obvio
que, en el CUUM, el resto de edificios acompañan la
expresión estructural con elementos portantes asociados a
las formas protagónicas de la Facultad de Arquitectura. Sin
embargo, estas asociaciones son variantes de su claridad
conceptual; está reinterpretada en el edificio de Ingeniería
140
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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a pesar del indiscutible alarde estructural, y quizás forzada
en el edificio de Ciencias Jurídicas.
En este punto, puede resumirse que la expresión estructural
se manifiesta en la contundencia del material elegido, la
racionalización de elementos portantes y la coherencia de
la propia estructura; ya sea por la calidad matérica de la
estructura o por su evidencia en la constitución de las obras,
no sería exacto hablar de edificios macizos sino más bien
de edificios contundentes, donde la masa muraria ha
desaparecido para delegar el soporte en la estructura a la
vista.
Como excepción de honor, sólo en la Facultad de
Arquitectura, como ya se dijo, la trama romboidal aliviana
el edificio y lo libera de la contundencia de que se habla.
9. Algunas conclusiones
Sobre el final de este trabajo, se ha buscado desplegar
algunos resultados de la lectura interpretativa del CUUM
mas allá de los argumentos analíticos que se han hecho
durante el desarrollo; estos resultados pretenden ampliar las
opiniones surgidas de la investigación y a la vez, abrir
debates futuros.
141
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
El contexto como escenario activo de la arquitectura
“otra”
El contexto es considerado como un escenario activo
porque señala puntos de apoyo y elementos de relación para
el conjunto, pautas de ocupación y uso del predio,
preexistencias urbanísticas que respetar y hasta geografías
urbanas a las que atenerse. Se trata de un contexto valioso
y cargado de información indispensable para definir esta
arquitectura rebelde y crítica a los postulados del MM
clásico, que plantea sus propias normas y cánones a partir
de esa nueva información. Una arquitectura que ha dejado
de ser geométrica, pura, anónima y pretendidamente
universal, para convertirse en referente de las nuevas
expresiones de los materiales a la vista y las técnicas
constructivas, propias del lugar.
En el caso analizado, esta relación con el contexto se
destaca con una solución básica y constante como la plaza
de acceso propia de uso público, que contiene y vincula las
partes del sistema; crea además sus propios límites y
confirma la unidad del conjunto; contribuye a cimentar la
monumentalidad y refrendar la condición escultórica;
establece jerarquías de proporciones entre los diversos
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volúmenes construidos y a la vez, actúa como conector con
el entorno. La relación es discreta, directa, sin resonancias
llamativas
en
deslumbrantes
el
pero
escenario
con
urbano;
suficiente
sin
peso
alardes
y
valor
representativo para su momento y lugar, además de
trascenderlos.
Las inspiraciones a partir de las versiones de los países
centrales son claras, pero es claro también, que se ha
conseguido reinterpretarlas y adaptarlas apropiadamente de
una manera local. Como diría Fernández Cox100,
recogiendo valores del MM pero construyendo “otra”
modernidad evolucionada y madura. En este sentido, a más
de cincuenta años de la construcción de estos edificios y
con la corta perspectiva histórica de que se dispone, es
posible entender la madurez de que habla Fernández Cox y
la “otredad” moderna, nacida de necesidades locales.
Otredad resuelta con tecnologías propias y escalas de
relación con el hombre, como modelos válidos a través del
tiempo.
FERNÁNDEZ COX Cristian. América Latina. Nueva Arquitectura.
México. Ed Gustavo Gili. 1998
100
143
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Como objetos urbanos, esta vez en la línea de pensamiento
de Browne101,estos edificios aportan su “contribución
fragmentaria”
al
entorno,
integrándose
pero
diferenciándose a la vez, sin mimetizarse y sin pretender
pasar inadvertidos; completando la escena urbana y
definiendo lugares identificables en la ciudad, a la vez que
comprometidos con ella.
La discreta expresión formal en el escenario urbano
local
Hablamos de una discreción fundada en la manera en que
el conjunto se inserta en la escena urbana a partir de
volumetrías sencillas de geometría regular y proporciones
que no sobresalen del promedio de edificios circundantes.
Destacamos una expresión basada en la contundencia del
material y no en los alardes o pretensiones formales. Es
decir, la aludida abstracción expresiva que resulta
deslumbrante en Niemeyer o Candela, traducida al lenguaje
local, de la arquitectura de Panelo Gelly o Brugiavini.
BROWNE Enrique. Otra arquitectura en América Latina. México.
Editorial Gustavo Gili.
101
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Esta condición se da fundamentalmente por el predominio
innegable del HºAº como material básico de la construcción
local, que destaca sus cualidades plásticas y expresivas de
una manera sobria, austera y solemne.
Pero, si algo puede decirse en honor a la obra, es que su
solemnidad radica fundamentalmente en su contundente
liviandad; en su equilibrada presencia volumétrica en la
escena urbana como continuidad estilística de la corriente
expresiva que Le Corbusier estableció en la Unidad de
Marsella, pero con la influencia contextual del organicismo
puesto en valor por Bruno Zevi.
Si la arquitectura predominante de los sesentas, a pesar de
la influencia del maestro purista, pudo inspirarse y
finalmente consolidarse a partir del brutalismo inglés, que
como dice Robin Boyd102, “fue positivamente tímido”, en
el Campus Urbano de la Universidad de Mendoza, se tomó
un camino alternativo en que la timidez no fue el carácter
final.
102
BOYD Robin. El triste fin del brutalismo. En “El nuevo
Brutalismo: Documentación y evaluación”. Cuadernos Summa Nueva visión 24/25. 1969. Pag 51.
145
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Respecto a la composición volumétrica, es destacable el
recurso de volúmenes puros en contrapunto, ordenados
jerárquicamente entre sí y en estrecha relación con el
espacio libre que actúa como contenedor y articulador. Un
sistema armónico que funciona de manera integrada, donde
uno o dos elementos secundarios se atan a otro
preponderante.
Los contrapuntos, aquí también son discretos, equilibrados
y sin disonancias. Las formas son cautelosas, amables,
tranquilas y serenas. Contribuyen al perfil urbano de la
ciudad con remates o notas sobresalientes, sin romper su
equilibrio. Coincidentemente, así como los remates
volumétricos matizan la escena ciudadana, el espacio
abierto hace lo mismo, generando un vacío graduado que
conecta y enriquece el espacio público continuo de calle y
veredas.
La geometrización relativa en las tipologías funcionales
Se ha hablado de las diferencias de esta arquitectura “otra”
respecto de los modelos clásicos de los años ’20 y ’30 de la
Europa de entreguerras; se ha explicado esta búsqueda de
cánones propios para diferenciarse de aquella; también se
ha concluido que en este medio se llegó a una expresión
146
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
discreta más llamativa por los materiales que por las
formas.
En Mendoza, es destacable como rasgo, la relación
conceptual y por lo tanto tipológica con las formas puras
pregnantes que caracterizaran las composiciones de Louis
Kahn y, bajo la misma influencia, las articulaciones
funcionales entre los espacios servidos y los sirvientes,
como las proponía el maestro. Este principio, también
podría rastrearse más atrás en la cadena de relaciones,
vinculándolo con las propuestas cubistas de Le Corbusier
para la casa Citrohan, a partir de una “caja contenedora”103
definida por una forma pura y absoluta que fue recurso
corriente en la arquitectura brasilera de los 60s.
Por otra parte, es posible observar materializada la premisa
de organización funcional a partir de la planta libre
modulada, donde las distintas áreas funcionales secundarias
se concentran e independizan, se agrupan por jerarquías y
“caixa portante” en portugués en el original. Ver en BASTOS
JUNQUEIRA Maria Alice y VERDE ZEIN Ruth. Brasil: Arquiteturas
após 1950. Sao Paulo. Editora Perspectiva. 2010
103
147
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
hasta se manifiestan en la expresión exterior de la
envolvente.
La materialidad unívoca del hormigón armado y de la
trama estructural
En el caso analizado como ya se dijo, se apela a un sistema
constructivo en el que el hormigón armado se resuelve con
distintos grados de refinamiento, siempre resaltando su
expresión natural.
Entonces, sin olvidar el resto de rasgos observados en este
trabajo, pero en la búsqueda de uno de ellos que hilvana la
arquitectura del período y persiste en el tiempo hasta
nuestros días, sería lícito remarcar la presencia del
hormigón armado, como protagonista recurrente, apropiado
y adaptado a cada circunstancia. Un material y su
tecnología de aplicación fuertemente connotados por el
imaginario local, manifestado en una arquitectura realista,
expresiva y con identidad.
Realista porque ha dado respuestas a necesidades del
tiempo y el espacio locales, con las disponibilidades
tecnológicas innovadoras del momento y con las cuotas de
audacia que el material permitía; expresiva porque generó
edificios referentes y atrayentes respecto de la tradición
148
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
geométrico-abstracta, circunscripta a la estética de la
máquina
y con identidad porque no sólo alcanzó
representatividad y exclusividad local, sino que además
contribuyó al repertorio de una estética regional que
diferenció a Latinoamérica.
Al respecto de esta estética regional, es lícito decir que se
construyó con recursos artesanales a partir de materiales
universales como el ladrillo, la piedra o el hormigón. Es en
el cómo se trabajaron estos materiales más que en el qué,
donde puede encontrarse la esencia local. Es en sus
terminaciones y acabados rústicos, informales y producto
de recursos limitados donde radica la expresión final; en
encofrados imperfectos pero esmerados, en piezas
premoldeadas en obra sin detalles de refinamiento.
Definitivamente, encontrando el resultado expresivo en los
medios constructivos disponibles.
Finalmente, y recordando a Colquhoun, el soporte de la
tecnología del hormigón armado y su coherencia, actúa
como gen indispensable de la resultante arquitectónica.
El concepto de “otredad”
A lo largo del trabajo
se buscó
encontrar
las
manifestaciones de la crítica al MM, en la arquitectura de
149
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
Mendoza.
Se
procuró
hacerlo
desde
una mirada
latinoamericana como propusiera Marina Waisman en sus
trabajos.
Resultó
imprescindible
no
referirse
exclusivamente a las producciones de los países centrales
porque en especial, esta etapa tardía del Movimiento
Moderno se ha desarrollado y potenciado fuera de la
centralidad.
Analizar e interpretar la arquitectura local, fue una tarea
nueva donde el objeto de estudio no está en los libros o en
las imágenes mediáticas sino en la propia ciudad y ante
nuestros ojos. Al observarla, se percibieron los lazos de
sangre con los ejemplos internacionales pero también los
rasgos propios nacidos de la reinterpretación local. Allí se
terminó por descubrir la “otredad” a la que se ha referido
en reiteradas oportunidades durante el trabajo y que sin
pretender
un
“informalismo
extremo”
o
una
“espontaneidad total” como propone Tapié104, se aventura
a romper premisas clásicas del MM sin perder la condición
LOPEZ ANAYA Jorge. El informalismo en la Argentina,
recuperado de www.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/arteargentino,
julio 2018.
104
150
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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de “modernidad” y a la vez, propone nuevos rumbos de
tono local, donde “esta arquitectura” no sea igual a
“aquella”.
Una “otredad” que en el marco de la arquitectura
latinoamericana es especial y propia, distinta y local,
enraizada y original como la gran parte de los casos de las
décadas de los ‘60 y ’70 y que debería persistir como
actitud o voluntad arquitectónica, a lo largo de los nuevos
tiempos a recorrer.
Una “otredad” que marca las diferencias específicas de la
cultura local y sus particularidades, respecto de las
similitudes globales de la civilización universal.
Quizás, en momentos de desconcierto, sea conveniente
discutir las señales externas y en consecuencia, evitar
confundirse. Entonces, resultará prudente echar mano a las
señales internas presentes en la ciudad y que, en el
empecinamiento en mirar hacia otros horizontes, se han
ignorado constantemente.
151
Alicia Braverman, Alberto Lucchesi y Alejandra Sella, El Campus
Urbano de la Universidad de Mendoza.La presencia de la crítica al
Movimiento Moderno en la arquitectura local, pp. 97-155.
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Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la
Dirección de Obras de la Municipalidad de la Capital
(Mendoza, 1967-1973)
Graciela Hidalgo and her professional action in the
Work Direction of the Municipality of Mendoza (19671973)
Graciela Hidalgo y sua atuação profissional na
Direção de Obras da Prefeitura da Capital (Mendoza,
1967 - 1973)
Natalia Daldi Calabró105
ndaldi@mendoza-conicet.gob.ar
INCIHUSA, CONICET
Mendoza - Argentina
Fecha de envío: 19/03/2018
Fecha de aceptación: 15/05/2018
Resumen
Hasta principios de la década de 1960, el campo profesional de la
Arquitectura de Mendoza estuvo integrado en su mayoría por
arquitectos varones. Si bien otras provincias como Buenos Aires,
Natalia Silvina Daldi Calabró es arquitecta y becaria del equipo de
investigación “Historia y Conservación patrimonial” del INCIHUSA,
CONICET Mendoza, Argentina. Su línea de investigación es la
Historia de mujeres en la Arquitectura. Actualmente, realiza el
Doctorado en Historia en la FFyL de la UNCuyo (Mendoza,
Argentina).
105
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Rosario y Córdoba tenían una larga lista de arquitectas recibidas,
la provincia de Mendoza, al no contar todavía con una Facultad
local, tenía pocas mujeres ejerciendo la profesión. Graciela Hidalgo
estudió Arquitectura en la Facultad de Córdoba, y luego de recibida
en 1964, se instaló en Mendoza integrándose a un reducido grupo
de mujeres. En 1967, ingresó a la Dirección de Obras de la
Municipalidad de Capital y desde esa repartición intervino distintos
espacios urbanos de la ciudad. Este artículo busca indagar sobre la
participación de las primeras mujeres en el campo de la Arquitectura
de Mendoza, a través del abordaje de la experiencia profesional de la
arquitecta Hidalgo en la Dirección de Obras de Capital, entre 1967 y
1973.
Palabras claves:
CAMPO DE LA ARQUITECTURA DE MENDOZA - HISTORIA
DE MUJERES PROFESIONALES – ARQUITECTURA Y
GÉNERO – MUJERES ARQUITECTAS
Abstract
Until beginin decade of 1960, the architectural field of Mendoza
was integrated mainly by male. While other provinces like Buenos
Aires, Rosario and Córdoba had a long list of female architects
graduated, Mendoza, having not yet a local Faculty, had hardly any
women in the profession. Graciela Hidalgo studied Architecture in
the Faculty of Córdoba, and after graduated in 1964, she moved
into Mendoza and she integrated of this litle group of women. In
1967, she got into the Works Direction of Municipality of Capital of
Mendoza and since this office she intervenced diferents urban spaces
of the city. The aim of this paper is to investigate the partipation of
female architects into the Architectural field of Mendoza through
the professional experience of Graciela Hidalgo into the Works
Direction of Capital of Mendoza, betwen 1967 and 1973.
Keywords:
ARCHITECTURAL FIELD OF MENDOZA – HISTORY
FEMALE PROFFESSIONALS – ARCHITECTURE AND GENDER –
FAMALE ARCHITECTS
158
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Resumo
Até inícios da década de 1960, o campo profissional da Arquitetura de
Mendoza esteve integrado em sua maioria por arquitetos homens.
Embora outras províncias como Buenos Aires, Rosario e Cordoba
tinham uma longa lista de arquitetas recebidas, a província de
Mendoza, por não contar ainda com uma Faculdade local, tinha pucas
mulheres exercendo a profissão. Graciela Hidalgo estudou Arquitetura
na Faculdade de Córdoba, e depois formada em 1964, instalou-se em
Mendoza integrando-se a um reduzido grupo de mulheres. Em 1967,
ingressou à Direção de Obras da Prefeitura de Capital e desde essa
repartição interveio distintos espaços urbanos da cidade. Este artigo
busca indagar sobre a participação das primeiras mulheres no campo
da Arquitetura de Mendoza, através da abordagem da experiência
profissional da arquiteta Hidalgo na Direção de Obras de Capital,
entre 1967 e 1973.
Palavras chaves:
Campo da arquitetura de Mendoza – História de Mulheres
Profissionais – Arquitetura e Gênero – Mulheres Arquitetas
159
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Introducción
“En el ejercicio de la profesión todo se
magnifica:
la
responsabilidad,
los
temores…, eso de imaginar para el hombre
su ámbito de vida y el cobijo para su
familia…, también el refugio para desde allí,
impulsar sus pasiones, su creatividad, su
destino” (Hidalgo, 1998).
Graciela Hidalgo fue una de las pocas mujeres que
ejercieron la Arquitectura a mediados de la década de 1960
en la provincia de Mendoza. Nació en Córdoba, el 10 de
junio de 1938. Luego de finalizar el colegio secundario
ingresó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad
Nacional de Córdoba (UNC). Se recibió en 1963 y al año
siguiente, viajó a la ciudad de Mendoza para instalarse
definitivamente en ella junto a su esposo, que también era
arquitecto.106
Graciela Hidalgo se casó en 1960 con Mario Pagés, quien fue su
compañero de curso en la Facultad. Mario Pagés nació en Mendoza, el
19 de julio de 1931. Estudió Arquitectura en la Facultad de Arquitectura
de la UNC. Luego de recibido se instaló junto su esposa en la provincia
de Mendoza, lugar donde desarrolló una destacada trayectoria
profesional. Falleció el 1 de noviembre de 2013.
106
160
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ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
En esos años, en el campo de la Arquitectura de Mendoza
las integrantes mujeres eran escasas107 y las pocas mujeres
que ejercían la profesión en Mendoza habían estudiado la
carrera en otras provincias de nuestro país como Buenos
Aires, Córdoba, Rosario o San Juan, ya que la primera
Facultad de Arquitectura de Mendoza, perteneciente a la
Universidad de Mendoza, se creó en 1961.108 Puesto que,
en esas provincias, las mujeres venían ejerciendo la
Arquitectura desde finales de 1920; fue que, en 1963,
cuando se recibió Hidalgo, el campo de la Arquitectura de
Argentina contaba con más de quinientas arquitectas
Cabe destacar que si bien, hasta entonces, en la Arquitectura de
Mendoza las mujeres no habían tenido una presencia fuerte, pues sí la
habían tenido en otros campos profesionales como el de la Medicina, el
de las Artes y el de la Educación.
108
La primera Facultad de Arquitectura de la provincia de Mendoza se
creó en 1961 en el seno de la Universidad de Mendoza. La primera
camada de arquitectos se recibió en 1965 e incluyó a Mónica Itoiz,
quien fue la primera mujer arquitecta en egresar de esa institución.
107
161
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
egresadas.109 Sin embargo, en Mendoza ejercían muy pocas
de estas agentes110 debido, probablemente, a la lejanía en la
que se encontraba la ciudad de estos grandes centros
La primera arquitecta argentina egresó de la Escuela de Arquitectura
de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1929. Su nombre era
Finlandia Elisa Pizzul. Paulatinamente, a ella le siguieron otras que
elevaron el número de egresadas a 522 hacia el año1963. De la Escuela
de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
egresaron 39 mujeres desde que se recibió la primera en 1937-Nélida
Azpilcueta-, hasta 1963. De la Escuela de Arquitectura de la
Universidad de Rosario (UNR) egresaron 78 mujeres, desde que se
recibió la primera en 1938 -Mila Carniglia- hasta 1960. Datos obtenidos
según las Nóminas de egresados de las Escuelas de Arquitectura de la
UBA, de UNC y de la UNR.
110
Rastreos previos han podido constatar la actuación profesional de al
menos seis arquitectas que ejercieron la profesión en la provincia de
Mendoza durante la primera mitad del siglo XX. Ellas son: Beatriz
Penny Cánovas, Colette Boccara, Herminia Muñoz, Noemí Goytía,
Ana Coloma, Alicia Bevilacqua. Véase: Daldi, Natalia. (2017).
"Beatriz Penny Cánovas", en: Cecilia Raffa (dir) Arquitectos en
Mendoza. Biografías, trayectorias profesionales y obras (19001960), volumen 1, Mendoza, EDIFYL- UNCuyo. ISBN 978-950-774316-0.
109
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urbanos y a las dificultades que implicaba para las mujeres
ir a estudiar a otra provincia.111
En relación a ello, Marina Waisman,112 quien fue profesora
de Hidalgo en la Universidad, sostenía que en el interior del
país había grandes oportunidades de trabajo para los
arquitectos; sin embargo, la mayoría de ellos se resistían a
abandonar su ciudad natal. Según Waisman (1969), esto
provocaba un proletariado profesional muy numeroso que,
por un lado, subsistía gracias a tareas totalmente ajenas a su
carrera y por el otro, hacía mucho más ardua la lucha por la
Si bien Barrancos (2012:208-209) sostiene que hacia 1960 se
produjo el ingreso masivo de las mujeres a la Universidad, producto de
la ampliación de la escuela secundaria para las féminas; entendemos
que la decisión de “irse a estudiar afuera” para una mujer, implicaba la
concordancia de una serie de factores que propiciaran tal empresa. Por
un lado, el capital cultural de las familias con una mentalidad
progresista que valorase y apoyase la educación femenina; por el otro,
poseer un buen capital económico para solventar los gastos que
demandase la estancia de estudios fuera de la provincia (alquiler,
comida, materiales académicos, matrícula, etc.).
112
Marina Waisman (1920-1997) fue la tercera mujer arquitecta
egresada de la Escuela de Arquitectura de la UNC en 1945. Fue docente
e investigadora desde 1947 en la UNC y en las universidades de
Tucumán y católica de Córdoba. Centró su investigación en la
arquitectura moderna, la historiografía y la crítica arquitectónica.
111
163
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
vida en el campo profesional.113 Estas palabras debieron
hacerse eco en el pensamiento de Graciela, colaborando en
la decisión de emigrar de su ciudad natal a la Capital
mendocina, de donde era oriundo su marido.
Fig. 1: Imagen de Graciela Hidalgo en 1960.
Fte.: Archivo personal de la familia Pagés.
Waisman, Marina, “La mujer en la Arquitectura,” En: Revista de la
Universidad Nacional de Córdoba, Año X, N°1 y 2. 2da serie,
(Córdoba: Dirección General de publicaciones, ciudad universitaria, n°
especial, marzo - junio 1969), págs. 379-393.
113
164
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
En 1964, Graciela Hidalgo arribó a la provincia de
Mendoza junto a su esposo en búsqueda de nuevas
oportunidades laborales. Y, ese mismo año, el Gobierno de
la provincia contrató al equipo de arquitectos para realizar
una evaluación del estado en el que se encontraban las
instalaciones de la Penitenciaría provincial. Cabe destacar
que ambos profesionales se habían recibido con honores en
la Facultad gracias al desarrollo de su Tesis de grado
denominada:
“Estudio
integral
sobre
arquitectura
penitenciaria y proyecto de un Centro de orientación
correccional para la provincia de Córdoba.”114 Este
importante antecedente, que los convertía en expertos en la
materia, les permitió llevar a cabo luego el “Proyecto de
reestructuración de la Penitenciaría provincial de Mendoza
Rega, Alejandra y Caspi, Jacques, “Arquitecta Graciela Hidalgo de
Pagés. Homenaje,” en Revista Arquitectos de Mendoza, N°34,
(Mendoza: diciembre de 1998), pág.6-10.
114
165
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
y la confección del Plan urbanístico del nuevo edificio
penitenciario.”115
A partir de ello, Hidalgo comenzó a posicionarse dentro del
campo de la Arquitectura de Mendoza como una
profesional emergente, incrementando así su capital
simbólico y cultural. Se matriculó en la Sociedad de
Arquitectos de Mendoza (en adelante, SAM) y comenzó a
ejercer la profesión de manera ininterrumpida. Participó en
diversos Concursos de Arquitectura, obteniendo mención
especial en el Concurso de Anteproyectos para el Palacio
Municipal de la ciudad de Mendoza (1965), en
colaboración con el arquitecto Cocconi.116 Posteriormente,
fue contratada por el Gobierno provincial para realizar el
Proyecto de adecuación y equipamiento de la Casa del
Liberado y el Centro de estudio criminológico de la
Los Andes, “Comisión de estudio penitenciario tendrá mañana otra
reunión,” viernes 10 de abril de 1964, p.3; Los Andes, “El tratamiento
del régimen carcelario tendrá mañana otra reunión,” 24 de abril de
1964, p.4.; Los Andes, “Se trataron aspectos de la penitenciaría. Se
aludió a la labor cumplida por la Comisión de Estudios,” 27 de junio
de 1964, p.4.
116
Rega, Alejandra y Caspi, Jacques, “Arquitecta Graciela Hidalgo de
Pagés. Homenaje,” en Revista Arquitectos de Mendoza, N°34,
(Mendoza: diciembre de 1998), pág.6-10.
115
166
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ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Capital.117 Al año siguiente, la Dirección del Menor le
encargó el Proyecto de remodelación de la Colonia 20 de
junio.118
Estos antecedentes fueron claves para el posterior ingreso
de la arquitecta Hidalgo a la Dirección de Obras
Municipales de la Municipalidad de la Capital de Mendoza.
El presente artículo busca indagar acerca de la participación
de las primeras mujeres en el campo profesional de la
Arquitectura de Mendoza. Para ello, hemos reconstruido la
experiencia de la arquitecta Graciela Hidalgo y nos hemos
situado en inspeccionar la producción arquitectónica que
realizó en el periodo en el que formó parte de los equipos
técnicos de la Municipalidad, desde su nombramiento en
1967 hasta su retiro en 1973.
Puesto que la provincia de Mendoza funcionó como un
escenario de actuación propicio para la emergencia de las
mujeres arquitectas como nuevas agentes del campo, al
encontrarse el mismo, en pleno proceso de autonomización
gracias a la creación de la SAM y a la inauguración de la
117
118
Ibidem.
Ibidem.
167
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Facultad de Arquitectura; partimos del supuesto que la
actuación profesional de la arquitecta Hidalgo dentro de la
Dirección de Arquitectura de la Municipalidad de Capital
abrió el camino en Mendoza a otras arquitectas, iniciando
así un periodo de “feminización de las decisiones
proyectuales” que luego se vieron reflejadas en importantes
obras públicas de la capital provincial. Su actuación
profesional no fue aislada, sino que se sumó a una tradición
nacional, de más de treinta años, de desarrollo de proyectos
de
arquitectura
estatal
ejecutados
por
arquitectas
mujeres.119
Nos apoyamos en el marco conceptual que Bourdieu (1997)
desarrolla en torno a las ideas de campo, habitus, capital,
posición y estrategia en su Teoría de la acción.120 Este
abordaje nos permite comprender la relativa autonomía que
Esta tradición tiene como precursoras a nivel nacional a muchas
arquitectas egresadas durante la década de 1930 de la Escuela de
Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, quienes luego de
recibidas ingresaron a distintas reparticiones públicas del Estado en
diversas provincias del país. Desde allí, proyectaron y dirigieron obras
de arquitectura hospitalaria, arquitectura educacional, arquitectura
funeraria, arquitectura para el ocio y la recreación, etc.
120
Bourdieu, Pierre, “Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción,”
(Barcelona: Anagrama, 1997).
119
168
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puede reconocerse en el campo disciplinar de la
Arquitectura de Mendoza y el papel que ocuparon las
mujeres como nuevas agentes legítimas del campo, en este
caso particular, el de la arquitecta Hidalgo. Utilizamos
además algunas nociones de las Teorías feministas para
comprender cuestiones naturalizadas en el orden social
respecto a las relaciones entre los géneros.121
De este modo, analizamos las fuentes primarias y
secundarias122 desde una mirada que busca enfatizar el
Si bien Harding (1998) sostiene que no existe una metodología
específica para llevar a cabo una investigación de carácter feminista;
nos obstante, nosotros hemos adoptamos “el punto de vista feminista”
como punto de partida del proceso de investigación, que supone que
“existen conceptos y categorías específicas que tendrán que entrar en
acción si se lleva a cabo una investigación de carácter feminista”
(Bartra, 2002:148).
122
Las fuentes que utilizamos son: Homenaje a Graciela Hidalgo
publicado en revista Arquitectos de Mendoza (revista del Colegio de
Arquitectos de Mendoza), N°34, diciembre de 1998, pp.6-10; Nómina
de egresados de la Facultad de Arquitectura de la UNC; Notas en diario
Los Andes desde 1964 hasta 1973; Entrevista a arquitecto Mario Pagés
(hijo) realizada en CONICET Mendoza, el día 27 de julio de 2018.
121
169
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
carácter histórico de las diferencias de género123 en el
ejercicio del poder y la dominación sobre las mujeres en el
mundo laboral.124 Compartimos con Nash (1985:103) la
idea de que estos estudios no deben basarse exclusivamente
en las limitaciones históricas de las mujeres sino que deben
“superar la dicotomía de la victimización y de los logros
femeninos para reconocer la fuerza individual y colectiva
de las mujeres, sin por ello olvidar su opresión histórica.”
El artículo se ordena en tres partes. La primera se
corresponde con esta introducción, donde describimos
Según Scott (1996), el género como categoría analítica social, nos
ofrece una definición de carácter histórico y social acerca de los roles,
identidades y valores que son atribuidos a varones y mujeres e
internalizados mediante los procesos de socialización. En tal sentido,
Harding (1998) sostiene que las investigaciones que incorporan esta
perspectiva (la perspectiva de género) resultan más convincentes para
investigar las relaciones entre los modelos de pensamiento y las
condiciones históricas en las que éstos se producen.
124
Bourdieu (2015:37) sostiene que a menudo la visión androcéntrica
se impone como neutra, sin la necesidad de un discurso capaz de
legitimizarla. Para el autor, el orden social tiende a ratificar la
dominación masculina en la cual se apoya a través de la división sexual
del trabajo, la cual se manifiesta a través de una distribución arbitraria
de las actividades asignadas a cada uno de los sexos. Asimismo, esta
división es una construcción social arbitraria de lo biológico, del cuerpo
masculino y femenino, de sus costumbres, de sus funciones y, en
particular, de la reproducción biológica, la cual fundamenta tal división,
“naturalizándola”.
123
170
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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brevemente el escenario de actuación de Graciela Hidalgo,
abordando la situación histórico-política de la provincia y
la situación del campo de la Arquitectura de Mendoza, a
mediados de la década de 1960. La segunda parte, aborda
la experiencia de la arquitecta Hidalgo dentro de la
Dirección de Arquitectura de la Municipalidad de la Capital
de Mendoza, analizando tres de sus obras proyectadas: a.
Jardín para no videntes en del Parque O´Higgins, b.
remodelación de la Plaza San Martín, c. construcción del
Crematorio, ofrendatorio y cinerario del Cementerio de la
Capital.
1. Graciela Hidalgo en la Municipalidad
A mediados de la década de 1960, la provincia de Mendoza
era gobernada por el general Juan Carlos Onganía125 a
través de interventores federales de extracción militar.126 El
gobernador de facto de la provincia de Mendoza fue el
político y militar José Eugenio Blanco, quien se mantuvo
en el poder desde 1966 hasta 1970. Según Romero
Juan Carlos Onganía (1914-1995) fue designado por la Junta de
Comandantes como presidente de facto de la República Argentina, el
29 de junio de 1966. Se mantuvo en el poder hasta 1970.
126
Romero, Luis Alberto. “Breve historia contemporánea de la
República Argentina (1916-2010),” (Buenos Aires: Tezontle, 2015).
125
171
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
(2015),127 el golpe de estado de junio de 1966 prometió,
entre otras cuestiones, el restablecimiento del orden y la
unidad del país a partir de la designación presidencial del
general Onganía: “era necesario reorganizar el Estado,
hacerlo fuerte, con autoridad y recursos y controlable desde
su cima.”128
Hacia esos años, el campo de la Arquitectura de Mendoza
se encontraba atravesando un proceso de autonomización a
partir de la creación en 1959 de la SAM y de la reciente
inauguración en 1961 de la Facultad de Arquitectura en el
seno de la Universidad de Mendoza.129 Según Raffa
(2015:26), la SAM, como asociación independiente de
alcance provincial, supuso “mayores posibilidades de
Ibidem.
Ibidem, pág.196. Para Romero (2015, pág.196), la primera fase de
este gobierno se caracterizó por un “shock autoritario” y se proclamó el
comienzo de una etapa revolucionaria. Pues, se disolvió el Parlamento,
quedando en manos del presidente la concentración de dos poderes. Los
ministerios fueron reducidos a cinco, creándose una suerte de Estado
Mayor de la Presidencia, integrado por los Consejos de Seguridad,
Desarrollo Económico, y Ciencia y Técnica ya que, en la nueva
concepción, el planeamiento económico y la investigación científica se
consideraban insumos de la seguridad nacional.
129
Raffa, Cecilia. “Agentes y prácticas. Biografía colectiva de la
Sociedad de Arquitectos de Mendoza en sus primeros años (19531969),” en Registros, N°12 (Buenos Aires, 2015). Págs.25-40.
127
128
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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ejercer como corporación, influencia sobre los aspectos
urbanísticos y arquitectónicos en el medio local;” y la
creación de la Facultad funcionó como una “novedosa
experiencia de modernidad y vanguardia” en el oeste de
nuestro país, atrayendo a numerosos agentes del campo de
la Arquitectura argentina.130
En relación a ello, Raffa y Cirvini (2013)131 sostienen que,
para entonces, la provincia de Mendoza funcionaba como
un “polo de vanguardia” en el oeste argentino donde los
nuevos agentes del campo podían desarrollar distintos
Según Raffa (2015:33), la Facultad de Arquitectura se fue gestando
en la trama de relaciones profesionales y personales que poseía el grupo
de Ramos Correas, Tedechi, Pennelo Gelly y el ingeniero Justo Pedro
Gascón. Así, la pequeña “scuola” -como decía Tedeschi- estableció
lazos con Marina Waisman, Tomás Madonado, Umberto Eco, Eduardo
Sacriste, entre otros arquitectos destacados. Como miembros del
cuerpo de profesores fueron convocados Simón Lecerna, Juan Carlos
Roge, Noemí Goytía, Juan Brullavini, entre varios docentes más.
Muchos de ellos renunciaron a sus cargos en otras provincias del país
como Córdoba, Tucumán y San Juan.
131
Raffa, Cecilia y Cirvini, Silvia, “Arquitectura moderna: autores y
producción en Mendoza, Argentina (1930-1970), en AS, N°43
(Mendoza, 2013). Págs. 34-47.
130
173
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
ejemplos de arquitectura moderna.132 Para las autoras, la
noción de “lo moderno”133 articuló uno de los puntos claves
del debate sobre lo que la arquitectura debía ser en
respuesta a la época y a las nuevas necesidades. En este
sentido, Liernur (2001:295) afirma que el Movimiento
Moderno134 ocupó por primera vez un lugar central en la
cultura y en la política del país puesto que el Estado veía en
Según Liernur (2001:16), ha sido frecuente asimilar la Arquitectura
Moderna a las de Arquitectura funcionalista, racionalista,
contemporánea, etc.; sin embargo, no son sinónimos. Pues, el sentido
más amplio que puede atribuirse a la designación de Arquitectura
Moderna es el de aquellas trasformaciones disciplinares e
institucionales que resultaron de los procesos de modernización del
país.
133
El término “moderna o moderno” lo abordamos como lo define
Cirvini (2004:29): un concepto derivado de un proceso socio-histórico
llamado “modernización”. Entendemos por “modernización” la
emergente material de un proceso mucho más amplio (la Modernidad)
que comprende los procesos de transformación de la sociedad y la
cultura, abarcando lo arquitectónico y lo urbanístico. En Latinoamérica,
este proceso se desencadena con distintos ritmos a partir de los
movimientos de la Independencia y la consolidación de los estados
nacionales.
134
Según Liernur (2001:16), el Movimiento Moderno constituye una
creación historiográfica que fue consolidándose aproximadamente
entre 1927 y 1941, y que alude a determinadas expresiones de la
arquitectura europea y norteamericana en esos años, fuertemente
identificada con los Congresos Internacionales de Arquitectura
Moderna (CIAM). Así, según el autor, la historiografía de nuestro país
dio por existente “un” Movimiento Moderno y con ello su
correspondiente canon.
132
174
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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la arquitectura moderna un medio de representación fuerte
y autoritario.135
Bajo este contexto, Graciela Hidalgo llegó a nuestra
provincia en 1964. Luego de haberse posicionado dentro
del campo profesional por las contrataciones de parte del
gobierno provincial, la arquitecta ingresó en 1967 al ámbito
municipal como proyectista.
En ese momento, la comuna de la Capital mendocina era
dirigida por el intendente de facto vicecomodoro (R)
Ricardo Milán y el Secretario de obras públicas era el
ingeniero Emilio Gispert.136 Dentro de la Municipalidad,
funcionaba la Dirección de Obras públicas que se
encargaba de proyectar y ejecutar las obras públicas para la
ciudad, entre las que estaba la remodelación de diversos
espacios urbanos.137 Al momento del ingreso de Hidalgo, la
repartición estaba a cargo del arquitecto Antonio Bauzá
Liernur, Francisco, “Arquitectura en la Argentina del siglo XX. La
construcción de la modernidad,” (Buenos Aires: Fondo Nacional de las
artes, 2001), pág. 298.
136
El vicecomodoro Ricardo Milán fue un subjefe de la Marina
Argentina que presidió la intendencia de facto desde 1966 hasta 1970.
137
Los Andes, “El día de la municipalidad se celebra hoy en esta
capital”, 20 de diciembre de 1967, pág. 11.
135
175
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Font138 y tenía una intensa actividad proyectual, con un
importante plantel técnico conformado en su mayoría por
agentes varones. Hidalgo se integró a estos equipos
participando desde el principio en el diseño proyectual de
importantes intervenciones urbanas, entre ellas, las que
están analizadas en este artículo.
Una de las primeras obras en las que participó fue la
creación de un Museo de Arte Moderno para la ciudad de
Mendoza. Pues, desde principios de la década del ´60,
numerosos artistas y críticos de arte manifestaron la
necesidad de contar con un espacio donde pudieran ser
expuestas las producciones artísticas mendocinas, con un
perfil pedagógico que acortase las distancias entre las artes
y el público en general.139
Antonio Bauzá Font nació en Mendoza el 4 de agosto de 1913.
Estudió la carrera de Arquitectura en la Escuela de Arquitectura de
Universidad de Buenos Aires, recibiéndose en octubre de 1949. Al
finalizar sus estudios regresó a Mendoza donde permaneció hasta su
fallecimiento en 1998. En su trayectoria profesional combinó el
ejercicio independiente de la arquitectura con el trabajo vinculado la
institución pública, primero como tasador e inspector del Banco
Hipotecario y, después, en la oficina de Obras Públicas de la capital
mendocina (Durá en Raffa (coord.), 2017:63).
139
Véase: Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza
138
176
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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La organización de las tareas para abrir el nuevo Museo fue
encomendada por el intendente Milán a la Sra. Delia
Villalobos, quien posteriormente, fue su primera directora.
Graciela Hidalgo, fue la encargada de realizar el diseño del
“patio” para la exposición de las esculturas.140
Un jardín inclusivo, para disfrutar con otros sentidos.
En 1967, la Dirección de obras comenzó con las tareas de
remodelación del Parque O´Higgins, ubicado al Este de la
ciudad, entre las actuales cuarta sección-este y la tercera
sección.141 Este parque, denominado antiguamente “Parque
del Este” había sido forestado durante la gestión
gubernamentativa de Adolfo Vicci y José M. Gutiérrez
(1941-1943). Y, en 1943, había cambiado su nombre de
Parque del Este a Parque Brigadier Bernardo O´Higgins.142
El proyecto de remodelación incluía mejoras generales
(paisajísticas, urbanísticas, de iluminación, etc.), en la
https://www.ciudaddemendoza.gov.ar/2017/04/01/museo-municipalde-arte-moderno-de-mendoza-mmamm/ Recuperado el 04 de Julio de
2018.
140
Rega, Alejandra y Caspi, Jacques, “Arquitecta Graciela Hidalgo de
Pagés. Homenaje,” en Revista Arquitectos de Mendoza, N°34,
(Mendoza: diciembre de 1998), pág.6-10.
141
El parque O´Higgins incluye aproximadamente 7 hectáreas.
142
Los Andes, 14 de enero de 1992, pág.6.
177
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
distribución del paseo. En el parque ya existían dos
construcciones: un edificio para el Acuario Municipal
(1940) y un Teatro al aire libre denominado Gabriela
Mistral, además de un sitio destinado a personas no
videntes y dos equipamientos recreativos infantiles.143
Graciela Hidalgo, fue la encargada de diseñar el “Jardín
para personas no videntes” ubicado entre las calles
Corrientes, Ituzaingó y Urquiza de ciudad, dentro de las
inmediaciones del Parque O´Higgins. La creación de este
espacio surgió como iniciativa del la Asociación
Tiflológica “Luis Braille” quien daba cuenta de las
positivas experiencias que estos lugares habían tenido en
Londres, Zúrich y Viena.144 Teniendo en cuenta estos
antecedentes, Hidalgo, quien era una experta paisajista,
realizó
el
diseño
del
Jardín
en
un
espacio
de
aproximadamente 1000m2, ubicado en el extremo norte del
parque.145
La idea proyectual partió de la idea fundamental de
“respetar la vegetación existente del lugar y convertirla en
Ibidem.
Los Andes, 19 de diciembre de 1967, pág.11.
145
Íbid.
143
144
178
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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protagonista.”146 A partir de ello, Hidalgo definió una zona
de descanso dentro del jardín alrededor de uno de los
árboles principales, la cual acompañó con unos macetones
que a la vez funcionaban como asientos. Además, diseñó
numerosos canteros de piedras con especies vegetales y
flores perfumadas, que iban variando de acuerdo con las
estaciones del año. Incorporó en el paseo una fuente
acústica con hilos de agua que caían dentro de tazas de
cobre generando distintos sonidos armónicos.147
A la entrada del jardín, colocó un plano de orientación para
las personas no videntes, principales usuarias de este
espacio. Este plano fue materializado en cobre repujado y
escrito en braille. Sumado a ello, sugirió la incorporación
de animales domésticos para ser palpados por las personas
no videntes.148 La obra fue inaugurada en diciembre de
1968, frente a miembros de la Asociación “Luis Braille
Mendoza y autoridades de la Municipalidad Capital.149
Íbid.
Íbid.
148
Íbid.
149
Los Andes, 14 de enero de 1992, pág.6.
146
147
179
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Fig. 2: “La Municipalidad ha inaugurado el Jardín para personas no
videntes.” En la imagen se observa la presencia del intendente Ricardo
Milán, la arquitecta Graciela Hidalgo junto a otros funcionarios y
algunas personas no videntes miembros de la Asociación “Luis Braille
Mendoza.” Fte.: Los Andes, 19 de diciembre de 1967, pág.11
Una Plaza ceremonial para la ciudad
En 1968, la Dirección de Obras Municipales de la Capital
dio inicio a la remodelación de la Plaza San Martín150
puesto que su trazado y decoración eran ya obsoletos para
el principal paseo y poco aptos para las ceremonias que allí
La Plaza San Martín se ubica en las actuales calles: Necochea,
Gutiérrez, España y 9 de Julio de la capital de Mendoza. Fue inaugurada
en 1904, con la presencia del Gobernador Dr. Carlos Galigniana
Segura. Desde ese día comenzó a llamarse “Plaza San Martín;”
antiguamente, se llamaba Plaza Cobo (Laría, 1992).
150
180
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
se realizaban.151 El proyecto fue encargado a los arquitectos
Graciela Hidalgo y Carlos Caporalini.152 El propósito de la
obra era integrar la plaza a la ciudad pues, para ellos, “la
plaza estaba separada de la ciudad, no le pertenecía.” En
consecuencia, el equipo de profesionales realizó un
profundo estudio paisajístico en el cual la arquitecta
Hidalgo tuvo especial participación ya que, para entonces,
contaba con una vasta experiencia en el diseño de espacios
urbanos,153 y tenía especial afición por el paisajismo.
“El visitante encuentra un bosque de troncos,”154
expresaba Graciela Hidalgo a diario Los Andes,
refiriéndose especialmente a los troncos de las enormes
palmeras existentes en la Plaza previo a la remodelación.
Por otra parte, “los plátanos que la circundan ocultan
parcialmente el Monumento a un observador colocado en
la calle.” Para dar solución a estos conflictos, se
reemplazaron ciertas especies vegetales como araucarias,
Los Andes, 9 de mayo de 1989.
Los Andes, 8 de mayo de 1968, pág.10.
153
Además del Jardín para personas no videntes, Hidalgo había
diseñado y remodelado la Plazoleta Francia, ubicada entre las calles
Comandante Fosa, Yapeyú y Junín del Barrio Bombal. Fte.: Los Andes,
20 de diciembre de 1967, pág. 11.
154
Los Andes, 8 de mayo de 1968, pág.10.
151
152
181
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
plátanos y palmeras por otras de menor densidad y mayor
atractivo visual como álamos, jacarandas y aromos. De esta
forma, el nuevo diseño paisajístico, proyectado en su
totalidad por la arquitecta Hidalgo,155 contempló una mejor
relación de las especies vegetales con la escala humana.156
Fig. 3: La arquitecta Graciela Hidalgo explicando a los periodistas de
diario Los Andes el proyecto de remodelación de la Plaza San Martín.
En la imagen puede apreciarse la maqueta elaborada por el equipo
profesional para estudio del proyecto. Fte.: Los Andes, miércoles 8 de
mayo de 1968.
Rega, Alejandra y Caspi, Jacques, “Arquitecta Graciela Hidalgo de
Pagés. Homenaje,” en Revista Arquitectos de Mendoza, N°34,
(Mendoza: diciembre de 1998), pág.6-10.
156
Los Andes, 8 de mayo de 1968, pág.10.
155
182
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
La remodelación de la Plaza buscó generar un mayor
espacio para las actividades cívicas y ceremonias oficiales
ante el monumento al Libertador General San Martín. Así,
se reubicó el mástil de la Bandera nacional sobre calle
Gutiérrez y se construyó un muro ofrendatorio para nuevas
chapas recordatorias. Sobre calle 9 de julio, se ubicaron los
sectores de esparcimiento y recreación.
157
A su vez,
Hidalgo proyectó numerosos espacios verdes con canteros
en distintos niveles y una doble pileta con plantas acuáticas
(estudiada especialmente por ella, para garantizar la
correcta supervivencia de las especies)158 y juegos de agua.
Sobre el espejo de agua, se construyó una senda para el
acceso peatonal a la parte interior del paseo.159
El monumento del General San Martín mantuvo su
ubicación original, pero se ampliaron los jardines de su
base, colocándole cadenas y cañones en la parte posterior,
cubriendo una semicircunferencia.160 La parte anterior
quedó descubierta con una escalinata central para facilitar
Íbidem.
Entrevista a Mario Pagés (hijo), realizada en CONICET Mendoza,
el día viernes 27 de julio de 2018.
159
Los Andes, 8 de mayo de 1968, pág.10.
160
Los Andes, 27 de noviembre de 1969, pág.78.
157
158
183
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
la colocación de ofrendas. También se amplió la base de
piedra del monumento. “La parte superior de la estatua
estará fuertemente iluminada de noche mientras que la
base se mantendrá a oscuras para resaltar aún más la
figura,” explicaba Hidalgo en 1969 a diario Los Andes.161
El diseño de iluminación se proyectó en función de
aprovechar la luz emitida por las cajas de luz de las calles
para los espacios de circulación perimetrales mientras que,
los canteros y una buena parte del arbolado, fueron
proyectados con iluminación permanente, acentuándose la
misma en los lugares de acceso a la plaza. “Los días de
fiesta la iluminación sería total y la cortina de agua
también tendría iluminación de color,” sostuvo Hidalgo.162
El sistema circulatorio original de la Plaza, anteriormente
resuelto a partir de diagonales convergentes en un centro,
fue respetado. No obstante, se incorporaron elementos que
quebrantaron la monotonía de las líneas rectas: “pequeños
muros darán la impresión de mayor libertad y amplitud
para el paseante,” expresó la arquitecta en 1968.163 Se
Íbidem
Íbid.
163
Los Andes, 8 de mayo de 1968, pág.10.
161
162
184
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eliminaron los accesos laterales, construyéndose en su
lugar pequeños caminos que cruzaban los jardines.
Las obras de construcción fueron realizadas por la empresa
D´Alessandro S.R.L. El presupuesto total para la
remodelación fue de $25.000.000,164 de los cuales una
buena parte - $10.000.000 – fueron destinados a la
reconstrucción de los pisos (mosaico calcáreo, en el sector
cívico y lajas negras de San Luis, en el sector de
esparcimiento). Se colocaron dos clases de bancos:
“bandejas construidas” sobre los muretes, sin respaldos, y
otro de tipo convencional. El sistema de riego fue diseñado
todo “por aspersión,” decía el diario Los Andes.165 La obra
fue habilitada al público el 25 de mayo de 1971.166
Esta obra, de gran visibilidad, aumentó considerablemente
el capital simbólico y cultural de la arquitecta Hidalgo, y la
posicionó dentro del campo como una profesional
competente, especialista en intervenciones de espacios
urbanos abiertos a la comunidad, pero, para ella, significó
Los Andes, 8 de mayo de 1968, pág.10.
Los Andes, 27 de noviembre de 1969, pág.78.
166
Los Andes, 9 de mayo de 1989.
164
165
185
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
un
importante
esfuerzo
profesional
y
personal.167
Entendemos que no era fácil para una mujer de su época
tomar decisiones en un ambiente altamente masculinizado
- y con interventores militares - como lo era entonces la
Municipalidad
de
la
Capital,
donde
imperaba
mayoritariamente una visión androcéntrica que relegaba a
las mujeres a ocupar espacios subordinados dentro de la
sociedad.
Así, a través de distintas estrategias, Hidalgo fue superando
algunos obstáculos con los que se encontró a la hora de
desarrollar su actividad. El habitus adquirido tanto en la
Facultad como a lo largo de su experiencia profesional fue
la primera herramienta que ella puso en juego a la hora de
justificar y defender sus ideas proyectuales. El profundo
estudio de los proyectos que encaraba, analizando hasta el
más mínimo detalle, operaron como herramientas de lucha
dentro del campo.
Pese a ello, la violencia simbólica fue ejercida hacia ella en
distintas oportunidades. Una de ellas, se manifestó
Entrevista a Mario Pagés (hijo), realizada en CONICET Mendoza,
el día viernes 27 de julio de 2018. El entrevistado prefirió no dar el
nombre del periodista.
167
186
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abiertamente en la prensa pública a partir del ensañamiento
de un periodista con la reconocida arquitecta.168 Este
cronista, criticaba fuertemente la intervención de las
especies vegetales existentes sin considerar el intenso
estudio paisajístico que había realizado la arquitecta
Hidalgo. Esta situación generó en ella malestar y desánimo
al ser atacada principalmente, y sintió que su trabajo no era
valorizado.169
Fig. 4: Trabajos de remodelación de la Plaza San Martín hacia 1969.
Puede distinguirse en primer plano la construcción del estanque, en
168
169
Ibidem.
Ibidem.
187
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
segundo plano, se observa el monumento al Gral. San Martín ya
remodelado. Fte.: Los Andes, 27 de noviembre de 1969, pág.78.
Un espacio para honrar a quienes ya no viven
más
Otras de las obras que enfrentó la Municipalidad a
mediados de la década de 1960 fue la construcción del
Crematorio, Ofrendatorio y Cinerario Común del
Cementerio de la Capital de Mendoza. Según Aguerregaray
(2016), la idea de construir un crematorio dentro del
cementerio de la ciudad se gestó desde mediados de siglo
XIX; sin embargo, por diversos motivos, no fue concretado
hasta finales de la década de 1960.170 Recién en 1967, la
Municipalidad de Capital dio inicio a la ejecución de las
obras por la falta de espacio para continuar inhumando los
cadáveres y, por los problemas higiénicos que traía
Aguerregaray, Rosana. 2016. Representaciones y prácticas de la
muerte en la élite mendocina: proyectos disciplinadores y modalidades
de secularización (1887-1935). Mendoza: Facultad de Filosofía y
Letras, UNCuyo - INCIHUSA, CONICET Mendoza.
170
188
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
aparejado la manipulación de los mismos.171 La Dirección
de Arquitectura de la Municipalidad delegó en la arquitecta
Hidalgo el diseño del proyecto para la construcción del
primer crematorio municipal de la provincia de Mendoza.
En 1967, Hidalgo comenzó a elaborar el anteproyecto del
crematorio y, a finales de ese mismo año, se anunció
públicamente la Licitación de la obra, que se postergó por
razones de índoles políticas hasta agosto de 1968.
Finalmente, el 1 de setiembre de 1969, el diario Los Andes
anunció la adjudicación de la obra a la firma José H.
Ferrandi, por un monto de $22.252.998.172
El moderno edificio del Crematorio diseñado por Hidalgo,
de 8,50m de largo por 4,60m de ancho y 3m de alto, con
líneas rectas y de una importante calidad espacial y plástica
apreciable en el diseño de sus ventanas, fue construido por
planos de hormigón armado. Actualmente en desuso, el
edificio está ubicado en la esquina suroeste del predio
central del cementerio, en el cuadro n°14. Su planta se
Pues, para los expertos en la materia: “la reducción de los despojos
mortales a cenizas simplificaba enormemente todo el proceso natural,
y la solución más lógica era la construcción del Crematorio.” Los
Andes, 6 de abril de 1972. Pág. 4.
172
Los Andes, 1 de setiembre de 1969. Pág. 6.
171
189
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
dispone en el terreno con una orientación sur-norte,
involucrando dos accesos: uno principal ubicado al sur, y
otro secundario, ubicado al norte.
El ingreso principal por la cara sur se realiza a través de una
pequeña capilla de homenajes que contiene en su centro un
túmulo de piedra, donde era apoyado el féretro durante la
ceremonia. A la cabecera de este túmulo se abre una
ventana por la que pasaba el ataúd directamente a la sala de
hornos. El ingreso secundario por la cara norte era de
servicio y es antecedido por un patio de maniobras donde
se realizaba la descarga y apertura de los cajones.173
173
Ibidem.
190
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018 ISSN:
0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Fig. 5: El edificio del Crematorio Municipal en construcción. Fte.:
Los Andes, 20 de noviembre de 1969. Pag. 6.
191
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Fig. 6: “Están avanzadas las obras del Crematorio Municipal.”
Crematorio en construcción, diseñado por la arquitecta Graciela
Hidalgo en 1969. Fte.: Los Andes, 3 de junio de 1970.
192
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018 ISSN:
0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Fig. 7: “Edificio del Crematorio del Cementerio de la Capital de
Mendoza” diseñado por la arquitecta Graciela Hidalgo en 1969.
Obsérvese su diseño meramente moderno con líneas rectas y el uso del
hormigón armado. Asimismo, el diseño de las ventanas realizadas
también en hormigón. Actualmente se encuentra en desuso y en estado
de abandono.
El crematorio fue acompañado por un ofrendatorio central
y un cinerario común. Estos espacios también fueron
proyectados por Hidalgo. El primero era un espacio abierto
a modo de “plaza espiritual,” que contenía en el centro una
cruz
monumental
(llamada
“la
Cruz
Mayor
del
Cementerio”) con un basamento donde se depositan flores.
Su fin era ofrecerles a los deudos que no tenían los restos
193
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
del ser querido un espacio para rendirle culto. El cinerario
común era una gran pileta bajo el ofrendatorio donde
podían arrojarse las cenizas de los cadáveres inhumados y
que no eran reclamados por sus deudos. Estas zonas estaban
rodeadas por canteros bajos con jardines llenos de flores y
los árboles que otorgaban al espacio un ambiente de calma
y tranquilidad.
Fig. 8: “La Cruz Mayor” del Cementerio de la Capital en el
Ofrendatorio junto al Crematorio. En la imagen puede observarse la
plaza con bancos, los mármoles para colocar placas conmemorativas,
la Cruz Mayor y el Cinerario común. También puede apreciarse la
enorme vegetación diseñada por Graciela Hidalgo. Si bien,
actualmente, este espacio se encuentra accesible a los usuarios, el
194
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
mismo está en estado de abandono. Fuente: imagen propia, tomada en
julio de 2018.
La construcción del Crematorio fue finalizada en
noviembre de 1970,174 pero el decreto que puso en marcha
el funcionamiento real del Crematorio recién fue
sancionado en agosto de 1971,175 ya que un aspecto
importante de la obra era la puesta en marcha y verificación
del correcto funcionamiento del equipo purificador de aire
y los sistemas de ventilación.
Según Los Andes,176 el moderno edificio de líneas sobrias
y ventanas opacas tenía unos hornos alimentados por
cañerías a gas oil que aseguraban una temperatura constante
aproximadamente de 800°C; asimismo, las cenizas eran
recogidas con instrumental apropiado y luego se entregaban
a los familiares en pequeñas urnas de 35cm de lado.
Además, un sistema espacial de ventilación llevaba el aire
viciado hasta 144 filtros de carbón activado y recién
entonces lo enviaba al exterior.
Los Andes, 19 de noviembre de 1970.
Los Andes, agosto de 1971. Según el diario, el funcionamiento del
Crematorio quedó sujeto a las disposiciones que establece la ordenanza
N°2423/36.
176
Los Andes, 6 de abril de 1972.
174
175
195
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
Luego de la puesta en marcha del Crematorio en 1971,
surgió la necesidad de construir pabellones de nichos para
las urnas con los restos cinerados, además de la necesidad
anterior de aumentar la capacidad de albergue de cadáveres
comunes dentro del Cementerio. A partir de ello, la
Dirección de obras de la Municipalidad de la Capital se
dispuso a proyectar la construcción de 4800 unidades de
nichos (entre adultos y niños) y 2000 para cenizas. Estas
obras serían ejecutadas en cuatro etapas, pero la primera de
ellas sería la construcción de los 2000 nichos para cenizas
ya
que
el
Crematorio
se
encontraba
en
pleno
funcionamiento.177 Para entonces, la arquitecta Hidalgo ya
era jefa interina de la Dirección de Obras de la
Municipalidad de la Capital178 y fue la encargada de
proyectar y dirigir estas obras hasta 1973, cuando se retiró
de la Dirección.
Los Andes, 16 de agosto de 1972.
Rega, Alejandra y Caspi, Jacques, “Arquitecta Graciela Hidalgo de
Pagés. Homenaje,” en Revista Arquitectos de Mendoza, N°34,
(Mendoza: diciembre de 1998), pág.6-10.
177
178
196
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018 ISSN:
0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Fig. 9: “Pabellón de Nichos sobre calle Mitre en el Cementerio de la
Capital.” Nótese el interesante diseño de la reja de las ventanas
elaborado por Graciela Hidalgo en 1973. Fte.: Revista Arquitectos de
Mendoza, 1998. Pág. 7.
197
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
2. Palabras Finales
Graciela Hidalgo llegó a la provincia de Mendoza en una
época en la que el campo disciplinar de la Arquitectura
estaba integrado, en su mayoría, por agentes varones. No
obstante, el habitus adquirido en sus años de formación
académica le permitieron insertarse en el medio como una
profesional emergente, comprometida con la actividad y
con la sociedad en su conjunto. El estudio intensivo,
realizado junto al arquitecto Pagés, para evaluar la situación
en la que se encontraban las instalaciones de la
Penitenciaría provincial, le abrieron las puertas para
ingresar a la Dirección de Arquitectura de la Municipalidad
de la Capital. Esta importante oportunidad, le permitió a la
arquitecta Hidalgo ocupar una nueva posición dentro del
campo de la Arquitectura de Mendoza: la del “arquitecto
proyectista,” puesto que rara vez era ocupado por mujeres.
Desde este lugar, se dispuso a tomar importantes decisiones
proyectuales.
Sin embargo, el contexto histórico-político en el que se
encontraba el país no jugaba del todo a su favor. Hacia
1967, cuando ingresó Hidalgo a la repartición, el Municipio
estaba gobernado por interventores militares que buscaban
198
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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restablecer nuevamente el orden dentro de la sociedad. En
este sentido, la forma de trabajo era estrictamente
verticalista, lo cual acentuaba aún más su posición
subordinada, no solamente por su condición femenina. Para
contrarrestar esto, Graciela, ideó un sistema de estrategias
que le permitieron participar en otros proyectos aún
mayores liderados por la Dirección. El paisajismo era una
de sus especialidades principales. Así pues, este importante
capital cultural fue puesto en juego a la hora de diseñar un
espacio diferente dentro del proyecto de remodelación del
Parque O´Higgins: el Jardín para personas no videntes. Este
antecedente, le permitió luego elaborar el diseño
paisajístico de toda la Plaza San Martín. De este modo, la
arquitecta Hidalgo fue posicionándose dentro del campo y
esto también aumentó generosamente su capital simbólico.
Finalmente, el proyecto y la construcción del Crematorio
Municipal dentro del Cementerio de la Capital de Mendoza
le permitieron a Hidalgo desplegar todas sus herramientas
dentro del campo. El moderno diseño del edificio,
construido de hormigón y vidrio, y con una interesante
riqueza espacial, dotó a la provincia de un nuevo espacio
199
Natalia Daldi Calabró, Graciela Hidalgo y su actuación profesional en la Dirección
de Obras de la Municipalidad de la Capital (Mendoza, 1967-1973), pp. 207-243.
para las prácticas funerarias, acorde con los tiempos
modernos. Entendemos que tanto el proyecto de
arquitectura como el diseño técnico del edificio - que
incorporó tecnología de avanzada en la cremación de
cadáveres - supuso por parte de la arquitecta Hidalgo un
importante despliegue profesional. Pues, su mentalidad
abierta, despojada de cualquier preconcepto, le permitió
abordar este proyecto con convicción y confianza,
demostrando
que las
mujeres también
desarrollan
Arquitectura de forma competente.
En suma, las decisiones proyectuales que tomó la arquitecta
Graciela Hidalgo dentro de la Dirección de Arquitectura de
la Municipalidad de la Capital - y que, aún hoy, pueden
verse materializadas en importantes obras públicas de las
décadas de 1960-70 -, fueron las iniciadoras de un camino
de participación técnica femenina, hasta entonces, muy
poco transitado en Mendoza. A su vez, estas decisiones se
sumaron a una tradición de más de treinta años en la que las
mujeres arquitectas venían decidiendo el diseño numerosas
obras de arquitectura estatal en distintas provincias de
nuestro país.
200
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
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203
Artículos
Avances y estrategias para un análisis sociológico de
arte contemporáneo mendocino. El corpus: la
programación anual de los museos de arte de Mendoza
(1983-2001)
Advances and strategies for a sociological analysis of
contemporary art mendocino. El corpus: the annual
programming of Mendoza art museums (1983-2001)
Avanços e estratégias para uma análise sociológica da
arte contemporânea mendocino. El corpus: a
programação anual dos museus de arte de Mendoza
(1983-2001)
María del Rosario Zavala
mrosarioza@gmail.com
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales- UNCuyo
Mendoza - Argentina
Fecha de envío: 24/02/2018
Fecha de aceptación: 17/03/2018
Resumen
Comprender al museo actual como un dispositivo de la memoria, de
contenidos en testimonios materiales con un rol clave en la transmisión
de la herencia cultural, nos posibilita analizar el relato sobre el arte
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico de
arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los museos de
arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
mendocino contemporáneo que pone en escena esta institución desde
la idea de comunicar la memoria cultural necesaria.
Con esta comunicación. a partir de los estudios sobre arte y sociedad,
se busca establecer algunas estrategias para problematizar los vínculos
entre gestiones de arte y gestiones de memoria en la postdictadura
mendocina (1983-2001).
Nuestro trabajo se orienta hacia la construcción de una perspectiva
sociológica del arte propia, fundamentada desde la teoría social y las
prácticas artísticas en contexto, adoptando enfoques que permitan
abordar una problemática compleja. Tomamos como objeto de estudio
la vinculación entre las gestiones de memoria cultural y las gestiones
del arte en la etapa de postdictadura (1983-2001), y su incidencia en el
Programa anual de las instituciones museo de arte de Mendoza
(M.P.B.A.E.G.–C.F. y M.M.A.M.M). En este sentido, a partir de
comprender que las prácticas artísticas se desarrollan en un mundo del
arte (Becker, 1974, 2008), como una red cooperativa variable y flexible,
la propuesta es realizar una descripción densa de la trayectoria de la
Programación anual de actividades de los museos de arte de Mendoza
en el periodo 1983-2001, para lograr algunas reflexiones sobre la
construcción de la memoria cultural necesaria a través de la
musealidad.
En esta participación intentamos adelantar algunos ejes de nuestra
investigación doctoral: “Los museos de arte de Mendoza en la
construcción de una memoria cultural necesaria (1983-2001)”. En la
búsqueda de una perspectiva crítica proponemos algunas definiciones
respecto a una estrategia (modelo) de análisis para nuestro objeto, la
programación de actividades, a través de un desplazamiento desde los
modelos de análisis de obra a estas programaciones, para observar los
posibles condicionamientos de la gestión museística en la etapa de
postdictadura.
Palabras Claves:
ARTE – SOCIOLOGÍA – MEMORIS - POSTDICTADURA
Abstract
Understanding the current museum as a memory device, full of content
with a key role in the transmission of cultural heritage, enables us to
analyze the story on contemporary art in Mendoza which places
208
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
museums as the institutions which spread the so needed cultural
memory of a community.
In this sphere, based on studies on art and society, we seek to establish
some strategies to argue about the links between art and memory
management from post-dictatorship Mendoza (1983-2001).
Our work moves towards building a particular sociological perspective
of art, based on social theory and artistic practices in context, adopting
approaches to address a complex problem. Our object of study is the
link between the management of cultural memory and the management
of art during the period following the dictatorship (1983-2001), and its
impact on the annual program of the art institutes in Mendoza.
In this sense, understanding that artistic practices are developed in a
world of art (Becker, 1974, 2008) as a variable and flexible cooperative
network, we make a thorough description of the annual activities in art
museums of Mendoza in the period 1983-2001, to come to conclusions
regarding the construction of cultural memory through museums.
Thus, we try to show some of our doctoral research axes: "Art museums
of Mendoza in the construction of a necessary cultural memory (19832001)". In search of a critical perspective, we suggest some definitions
regarding an analysis strategy (model) for our aim —scheduling
activities, through a shift from the models of artwork analysis towards
these schedules to observe the possible constraints of museum
management at the stage of post-dictatorship.
Keywords:
ART - SOCIOLOGY - MEMORIS - POSTDICTADURA
Resumo
Compreender ao museu atual como um dispositivo da memória, de
conteúdos em depoimentos materiais com um rol chave na transmissão
da herança cultural, possibilita-nos a analisar o relato sobre a arte
mendocina contemporânea, que põe em cena esta instituição desde a
ideia de comunicar a memória cultural necessária.
Com esta comunicação a partir dos estudos sobre arte e sociedade,
busca-se estabelecer algumas estratégias para problematizar os
vínculos gestões de arte e gestões de memória na pós-ditadura
mendocina (1983-2001).
209
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
Nosso trabalho orienta-se à construção de uma perspectiva
sociológica da arte própria, fundamentada desde a teoria social e as
práticas artísticas em contexto, adotando enfoques que permitam
abordar uma problemática complexa. Tomamos como objeto de estudo
a vinculação entre as gestões de memória atual e as gestões da arte na
etapa da pós-ditadura ()1983-2001), e sua incidência no Programa
anual das instituições museu de arte de Mendoza (M.P.B.A.E.G.–C.F.
e M.M.A.M.M). Neste sentido, a partir de compreender que as práticas
artísticas desenvolvem-se em um mundo da arte (Becker, 1974, 2008),
como uma rede cooperativa variável e flexível, a proposta é realizar
uma descrição densa da trajetória da Programação anual de
atividades dos museus de arte de Mendoza no período 1983 – 2001,
para lograr algumas reflexões sobre a construção da memória cultural
necessária através da museologia.
Nesta participação tentamos adiantar alguns eixos de nossa
investigação doutoral: “Os museus de arte de Mendoza de uma
memória cultural necessária (1983-2001)” Na busca de uma
perspectiva crítica propomos algumas definições respeito a uma
estratégia (modelo) de análise para nosso objeto, a programação de
atividades, através de um deslocamento desde os modelos de análise
de obra a estas programações, para observar os possíveis
condicionamentos da gestão museológica na etapa da pós-ditadura
Plavras chaves:
ARTE - SOCIOLOGIA - MEMORIS - POSTDICTADURA
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
La dictadura del 76 en Argentina no sólo destruyó
materialmente el discurrir de las relaciones sociales en el
seno del juego democrático, sino que además asestó un duro
golpe al orden simbólico, al desencadenar una serie de
quiebres y rupturas en el sistema de categorías que hasta el
momento
habilitaban
un
determinado
abordaje
e
interpretación de la cuestión social. Este fenómeno fue
parcialmente saldado en la transición democrática y luego
de 30 años, ha comenzado a encontrar respuestas desde
políticas de estado. Esta etapa, caracterizada como de
postdictadura,
habilitó
un
nuevo
campo
para
la
intervención del arte en el marco de los procesos de
simbolización179. Así la lucha por el sentido del pasado se
da en función de las luchas políticas contemporáneas y en
un proceso activo de elaboración y construcción simbólica.
Entre los numerosos intentos de recuperación del estado de
derecho a partir del regreso de la democracia en 1983, hasta
el impacto de la crisis social e institucional del 2001, en el
ámbito de las políticas culturales y los desafíos que se le
Richard, N. Fracturas de la memoria; Arte y pensamiento crítico.
Buenos Aires: Siglo XXI, 2007.
179
211
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
presentan, se encuentran los museos. El museo es visto
como un dispositivo de la memoria, un mecanismo
mnemónico, es un medio y un difusor de memoria social,
de “fragmentos del mundo”180 contenidos en testimonios
materiales, que cumple un papel clave en la transmisión de
la herencia cultural. En torno a estas funciones, es posible
analizar el relato que pone en escena los museos de arte a
partir de la idea de comunicar la memoria cultural de la
experiencia que va desde 1983 al 2001.
Ante esta escena, mi propuesta de investigación se centra
en torno a las modalidades de articulación entre arte, cultura
y gestiones de la memoria en el devenir contemporáneo. En
función de esto se formula un gran interrogante que
problematiza este tema: ¿Qué tipo de vínculos (relaciones,
características, prácticas) entabló el arte local mendocino
como sistema significante, con una experiencia social
inédita por su magnitud y prolongación en el tiempo como
fue la dictadura (1976), desde la vuelta a la democracia a
Kingman Garcés, E. Patrimonio, políticas de la memoria e
institucionalización de la cultura. ÍCONOS, 20, 2004, pp. 26-34.
180
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
partir de 1983, como etapa de reconstrucción/recuperación
democrática, hasta la crisis institucional de 2001-2002?
Particularmente, para esta presentación, me pregunto: ¿Qué
aspectos puede esclarecer la sociología del arte sobre las
relaciones
entre
memoria
cultural,
musealidad
y
postdictadura?
Desde opciones epistemológicas plurales provenientes del
campo de la sociología, las teorías culturales y los estudios
de memoria, este trabajo plantea indagar en los museos de
arte de Mendoza acerca de las gestiones de memoria y en
estos cruces su dimensión simbólica, fundamental para
enriquecer, resignificar y discutir esos aportes a la memoria
cultural necesaria, propia de la recuperación democrática,
como aquella memoria cultural que construye sentido de la
postdictadura local. Así, la memoria cultural necesaria,
conformada por objetivaciones que proveen significados
comunes dados y asociados a una identidad, podría ser
abordada como un texto diversamente captado y
comprendido, fijando la atención en las estrategias
213
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
simbólicas que determinan posiciones y relaciones respecto
a ésta.
En dicha escena, tomo como objeto de estudio los vínculos
entre la gestión de memorias y las gestiones de arte y su
incidencia en la Programación anual de actividades
(PAAM) de los museos de arte de Mendoza en el periodo
de postdictadura. Objeto para el cual propongo algunos
postulados:
Primero, la comprensión del arte como un mundo181. De
este modo, es posible describir al arte a partir de las
condiciones del mundo, e interpretarlo, desentrañando sus
significados en referencia a los procesos sociales e
históricos.
Segundo, las obras de arte constituyen una rica fuente de
conocimiento sobre la vida social182. Este trabajo intenta
Becker, H.S. Los mundos del arte. Sociología del trabajo artístico.
Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes, 2008.
182
Para este postulado tomamos como marco de referencia los textos
de: Calabrese, O. Como se lee uma obra de arte. Madrid: Cátedra,
1997; Passeron, J.C. El punto de encuentro entre las obras y la
sociología (Sin editar), 1983, (P. Venegas, Trad.); Zolberg, V.
Sociología de las artes. Madrid: Fundación Autor, 2002. Zalazar, O. La
181
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contribuir a la apertura de nuevas perspectivas para los
estudios sobre arte y sociedad.
Tercero, los estudios sobre memoria183 son fundamentales
para mi objeto. Parto de saber que la relación entre el campo
del arte y las gestiones de memoria locales ha comenzado a
tener incidencia en la última década, junto a la
identificación y el reconocimiento de los componentes y
sujetos que intervienen en dicho espacio social, pero la
ejecución de acciones concretas que resguarden signos
identitarios locales aún se está haciendo (Jelin, 2003,
Huyssen 2004, Richard, 2007).
Son varios los temas que pueden abrirse al debate, en este
caso considero relevante indagar sobre las prácticas
artísticas en el periodo de postdictadura a través de los
museos de arte en Mendoza como condiciones de
representación y presentación, entendiendo al arte como
una práctica social.
crítica de arte: desde la "pintura nacional" a los actuales desafíos de la
globalización. Huellas, 3, 2003, pp. 45-49.
183
Nos referimos a los enfoques elaborados por Elizabeth Jelin (2003),
Andreas Huyssen (2004) y Alejandro Kauffman (2010), entre otros.
215
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
Sobre la perspectiva sociológica. El estudio de la
relación arte y sociedad.
De entre los múltiples enfoques de la sociología del arte, mi
trabajo se construye desde una sociología del valor artístico
de las obras, para la cual, el arte y sus obras “…después de
todo, constituyen un hecho social tan inevitable como
cualquier otro, por el hecho de estar demostrado por el
reconocimiento social”184. Esta perspectiva sociológica
puede fundamentarse desde las prácticas sociales y las
prácticas artísticas en contexto y por lo tanto, adhiere a
enfoques flexibles sobre el estudio de la relación arte y
sociedad.
Desde este punto de vista puede resultar provechoso
abordar los temas y problemas del arte en el ámbito local.
Y así, conseguir aportar conceptos y modos de conocer la
realidad que evidencien la complejidad de los procesos de
producción artística, ya que en los últimos tiempos el
184
(Passeron, J. C. op. cit. 1983, s.p.
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mundo del arte local ha experimentado una expansión
excepcional que merece atención.
Entonces, siguiendo estos planteos, mi investigación ha
derivado en la comprensión del arte como una práctica
social. Como bien lo señala Becker, “las formas de hablar
del arte son formas de hablar de la sociedad y el proceso
social”185, por lo tanto, se puede postular que el arte siempre
es social “en el sentido de que se crea a partir de redes de
personas que actúan juntas, y propone un marco para el
estudio de los diferentes modos de acción colectiva con la
mediación de convenciones aceptadas o nuevas” (p. 408).
De este modo, es posible describir al arte en su condición
de mundo artístico en general, e interpretar sus significados
en referencia a los procesos históricos, sociales y
simbólicos, como el espacio de producción y reproducción
de las tradiciones, las convenciones y las relaciones de
cooperación.
En general los estudios sociológicos sobre el arte pueden
dividirse entre aquellos que buscan
concebir
las
condiciones histórico-sociales que explican la creación de
185
Becker, H. S. Op. cit., (p. 407.
217
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
una determinada obra artística (Altamirano y Sarlo, 1983;
Heinich, 1991; Bourdieu, 1995; Miceli, 1996; Wolf, 1998)
y aquellos que proponen un abordaje sintético donde se
privilegian tanto los problemas externos como los internos
de la producción artística (Baxandall, 1987; Zolberg, 2002;
Furió, 2003; Facuse, 2008). También existe un corpus de
trabajos que se preocupan por la interpretación de la obra
de arte en términos estéticos (Goldman, 1967; Grüner,
2000; Adorno, 2004).
En este marco, me he propuesto construir mi perspectiva
disciplinaria sin ajustarla a la división entre análisis interno
y externo del arte, y retomar la consigna por una sociología
del arte latinoamericano de García Canclini, en su temprana
obra La producción simbólica. Teoría y método en
sociología del arte (1979). Parto de entender este texto
como el “grado cero” de mi escritura186, en la medida que,
entre el corpus teórico analizado, no sólo se trata de un
antecedente valido, sino que con su “Modelo de análisis
De acuerdo con Barthes (2006), se trata de posicionar la escritura
“cuya función ya no es solo comunicar o expresar, sino imponer un más
allá del lenguaje que es a la vez la historia y la posición que se tomen
frente a ella” (p. 11).
186
218
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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sociológico
del
arte” se visibiliza una propuesta
epistemológica y social sobre el arte continental.
Se parte de una revisión de las argumentaciones del modelo
de análisis de este autor, para llegar a las consignas
propuestas para una sociología del arte latinoamericano: el
lugar de lxs sujetos en la producción simbólica; el valor de
las obras, las condiciones de producción del arte; y, el
vínculo arte y política como factor de transformación. Todo
esto, relacionado a los propios cambios de la sociología
como campo de producción.
De acuerdo al enfoque sociológico valorativo, siguiendo las
argumentaciones de García Canclini, la localización de la
relación arte y sociedad desde la interpretación de la
sociología instala una premisa, “no hay propiedades
inalterables en los fenómenos simbólicos” (1979, p. 138).
Esta idea permite abordar el arte como una producción de
sentido, la cual remite y manifiesta en sí las formas de
relacionarse y apropiarse de la realidad. Una definición que
fundamentalmente atiende a dos de las consignas
formuladas por el autor: la cuestión del sujeto (lxs
participantes, como en este trabajo hemos decidido
219
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
llamarlos) y la cuestión del arte como vanguardia
transformadora (la posibilidad de unir arte y vida).
Dicha definición y el corpus beckeriano actúan como
enclave para formular una noción de arte acorde a mi
investigación. Por consiguiente, para este trabajo se
entiende al arte como una producción de sentido y un tipo
particular de práctica social, como una acción colectiva
recurrente que manifiesta en sí un modo simbólico por el
que las personas se apropian y relacionan con la realidad.
Se trata de abordar las relaciones propias de las actividades
artísticas en sus interdependencias y conexiones, que
trabajan en la producción de un objeto como obra de arte.
Así, desde las ideas de mundos de arte y trabajo artístico y,
la de producciones simbólicas, no se requiere comenzar por
una valoración estética de lo que el arte es, sino, que dicha
valoración está en la observación y análisis del trabajo de
quienes cooperan para producir cosas que ellos mismos
denominan como arte. Esto implica una doble tarea, no solo
describir a quienes participan de los trabajos artísticos, o las
tareas específicas que realizan, sino que además de eso, esta
perspectiva precisa coordinar todas las actividades de todas
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esas personas. Una buena estrategia es comprender esa
coordinación de acuerdo a una serie de presupuestos con un
lenguaje y prácticas comunes entre quienes las realizan
(convenciones).
Conforme al enfoque epistemológico plural propuesto, se
proyecta un trabajo de traducción, de ahí que se trata de
describir lo que se rastrea y permite mediar nuestras
explicaciones, lo que produce otras formas de interpretar, a
través de una función práctica sobre el texto, generando
nuevas formas de pensar, es decir, de que los vínculos
sociales
descriptos
profundamente
funcionan
como
mediadores, como relaciones que transportan significación,
y generan asociaciones rastreables187.
Esta sociología pluralista y valorativa permite abarcar
distintas posiciones y en definitiva, desplazarse entre
diferentes mundos del arte (producción, mediación y
recepción/consumo), sin convertir a ninguno en un lugar
absoluto.
Para estas formulaciones sobre el objeto de estudio se toman algunos
lineamientos de la Teoría Actor-Red de Latour (2008). Se parte de la
idea que “los objetos también tienen agencia” (2008, pp. 95-128), en la
medida que no solo simbolizan, rastrean o registran vínculos sociales,
sino que participan de ellos.
187
221
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
La PAAM: Una red de relaciones en un mundo de arte.
Desde la idea de museo como “institución consciente”188,
se propone considerarlo como el espacio de construcciones
sociales intencionadas, que representa, mantiene y pone en
valor aquellos elementos que ciertos grupos de la sociedad
estiman significativos y representativos de su cultura e
identidad, como participantes de sus configuraciones.
Por tanto, el museo, como un mundo, genera una serie de
interacciones que pueden rastrearse a través de sus
registros. En este sentido, la programación anual de
actividades del museo (PAAM)189 funciona como una red
de relaciones, mediaciones y transferencias de acciones en
las gestiones museales, un mundo dentro de otro mundo.
Básicamente, la PAAM es un documento que registra la
agenda de actividades desarrolladas durante un periodo de
Castilla, A. Una política cultural para los museos de Argentina.
Santa Fe: Asociación de Museos de la provincia de Santa Fe, 2003, p.
2.
189
Si bien programación y agenda pueden tomarse como sinónimos,
hemos optado por el uso de la palabra programación (acción y efecto
de programar), en lo que refiere a las acciones de idear, ordenar y
compilar, que se relacionan directamente con las funciones
museológicas clásicas (Modelo PRC).
188
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tiempo de trabajo en un museo, ya sean muestras
temporales o permanentes, como actividades de extensión
(visitas guiadas, ciclos audiovisuales, cursos-talleres,
teatro, literatura, etc.) y que, como una red, genera
asociaciones entre las prácticas (sociales, artísticas,
culturales, museales, etc.) y sus participantes.
De modo que la PAAM, documento y red, actúa como el
“objeto” que visibiliza el curso de las interacciones durante
un periodo de tiempo, en este caso, el de los museos de arte
de Mendoza en la postdictadura. Pero, este documento no
sólo registra las interacciones, sino que puede constituirse
como un actor de estas, en la medida que también demarca
las relaciones o fluencias entre los participantes que
conforman las prácticas artísticas y las de los emergentes
de esas relaciones.
Los registros documentales son parte de la preservación
(registro y documentación), como una de las funciones
clásicas de la museología, ya que operan para la
preservación de la información integral de las colecciones.
Entonces, el museo actúa como un colector de información,
223
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
organizada de una forma racional, que posibilita tareas de
información e investigación. De esta forma, la PAAM,
como un documento que registra, informa y organiza, se
conecta con la función museológica de comunicación, en la
medida en que transmite información a una comunidad,
marcando las tareas de educación, diseño de exhibiciones y
relaciones públicas.
Por consiguiente, es posible desglosar el entramado de
prácticas en un museo, durante un periodo, a través de la
descripción de su programación de actividades, lo cual
permite visibilizar el sentido de esas prácticas y las
interacciones que en torno a estas se producen.
Sobre las estrategias de análisis sociológico de obra.
Este trabajo se orienta desde perspectivas plurales, en
términos epistemológicos y también, metodológicos. Dicha
pluralidad conjugada con la premisa del valor artístico
permite un análisis que integra aspectos orientados desde
fuera (la organización de los museos de arte de Mendoza)
con cuestiones orientadas desde dentro (el arte de la
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postdictadura y la memoria cultural necesaria). Por tanto,
de forma multidisciplinar la metodología se desplaza entre
la reconstrucción de la Programación anual de actividades
de los museos de arte de Mendoza (PAAM) y el análisis de
obra (objetos y prácticas artísticas).
Por consiguiente, el método se conforma por un lado, desde
la búsqueda por el sentido y el valor de los actos simbólicos
a través de la descripción densa de los objetos y los
discursos que se establecen en torno a la PAAM y, por otro,
la relación de conocimiento se establece como una
conversación, como un proceso de conversión a través de
la cual el objeto de análisis es abordado como un actor
pleno de subjetividad.
Para llegar al análisis de obra, previamente se realiza un
proceso de selección, clasificación y análisis documental,
aunque este trabajo no es lineal, sino más bien dialéctico y
en forma dialógica entre intereses teóricos, documentos y
tópicos conceptuales.
225
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
Guiadas por las dimensiones del objeto y el desarrollo
teórico realizado en la investigación, se emplean dos
técnicas para la recolección de datos.
En primer lugar, la recolección de fuentes documentales
escritas y fotográficas ha sido la base del trabajo empírico.
Para ello se utilizan técnicas de recolección de información
documental.
Se recurrió a los archivos del Museo Provincial de Bellas
Artes E. G. – Casa de Fader y al del Museo Municipal de
Arte Moderno de Mendoza, además, de la Biblioteca
Ricardo Tudela. Además, se han tomado en consideración
archivos alternativos (otras instituciones públicas y
archivos privados).
De estos, según el proyecto inicial de investigación, se
pretendía conseguir aquellos documentos que calificaran
como Programa anual de actividades. La casi inexistencia
de este material y la variedad de documentos que podían
aportar información llevaron a reformular la estrategia de
recolección de datos. Por tanto, se diseñó un sistema de
fichas que contuviera todos los campos de información
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requeridos. Así, se alcanzó a recabar todo el material
correspondiente al período enero 1983-diciembre 2001,
para el llenado de la matriz denominada “Programación
anual de actividades de los museos de arte” (PAAM).
La segunda estrategia de recolección de datos es el trabajo
con fuentes orales: entrevistas a actores calificados
(trabajadorxs de los museos y a directorxs de los museos).
Para reconstruir las representaciones de los actores
calificados de un modo dinámico se realizó una tipología
de cada uno, luego resta una comparación, fijando
equivalencias y diferencias entre estos.
Todo el trabajo documental se enfoca hacia la producción
de un proyecto curatorial respecto a la categoría arte de
postdictadura. Por tanto, en esta presentación adelantamos
una experiencia respecto al mismo.
Arte de postdictadura: el análisis de obra.
Se desarrolla un análisis de las obras (objetos/prácticas
artísticas), más que remitiéndolas a una corriente artística
227
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
particular, haciendo foco en su relación con el marco
contextual (postdictadura).
Para el análisis se propone trabajar con una estrategia que
conjuga la intertextualidad con el análisis sociológico de la
obra, haciendo un uso crítico y contextualizado de estos y
otros modelos complementarios.
Se trata aborda al objeto y práctica artística como un tejido
de elementos significativos, el cual se presenta como una
red a analizar. La indagación se da sobre las relaciones que
se establecen sobre y desde la obra.
La intertextualidad de la obra y su característica como
práctica social se define por una tarea de traducción.
Particularmente, se trabaja en una selección de obras en
torno a la dimensión histórica, lo que establece
vinculaciones con el proceso simbólico de la época y que
funciona como arte de postdictadura.
A modo de ensayo, en este apartado se aplica el modelo de
análisis de obra diseñado para esta investigación. Cabe
aclarar que la selección ha sido totalmente discrecional,
228
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pues para el trabajo final se pretende seleccionar a partir de
la categorización arte de postdictadura.
El análisis diferencia dos etapas, en primera instancia se
identifica y cataloga la obra seleccionada y luego se aplica
la guía de análisis. Esta presentación se desarrolla de modo
esquemático, en vista a que es una prueba sometida a
reajustes.
229
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
Figura 1. Ficha técnica de obra
“Musasrelas”, Mario Farías.
Referencia: Archivo M.M.A.M.M.
Título: Musasrelas
Tipo de obra: Instalación.
Autor: Mario Farías
Fecha de exposición: 23.06-10.07.1994.
Localización (al momento de registrarse en la PAAM):
Muestra-Bienal de arte no convencional MMAMM.
230
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018 ISSN:
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Guía para el análisis socio-intertextual190
1. Contexto de interpretación (de la obra):
La Muestra de Arte No Convencional de Mendoza,
expresiones
artísticas
experimentales
(NoCon),
desarrollada y gestionada por el Museo de Arte Moderno
de Mendoza (M.M.A.M.M.) entre los años 1985 y 1998, es
una experiencia que marca un momento en la escena del
arte local. En sus cuatro ediciones la NoCon se constituyó
como un espacio donde se presentarían expresiones
artísticas que hasta el momento no encontraban un espacio
donde instalarse en Mendoza. La estrategia principal serían
las
experimentaciones
artísticas,
donde
las
más
significativas eran las instalaciones, performance y
ambientaciones, entre otras.
En 1994, la NoCon fue declarada Bienal por la
Municipalidad de Capital (de la que depende el
Para esta herramienta se ha tomado como modelo el propuesto por
Zavala, L. (1996). ¿Qué es el análisis intertextual? Revista La Colmena,
9, 4-15.
190
231
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
M.M.A.M.M.). La propuesta no fue abierta como en las
ediciones anteriores, sino que consistió en la invitación de
12 artistas locales y 8 nacionales para que presenten sus
experimentaciones.
La obra de Mario Farías presentada concuerda con
propuesta de la NoCon, perfilada como un emergente de las
nuevas formas de hacer arte en Mendoza, que pretende
conformar la experimentación como una tendencia del arte
mendocino contemporáneo, habilitando nuevos lenguajes
artísticos de postdictadura, desde el museo de arte local.
2. Análisis textual (de la obra):
La obra, pensada y montada por el artista, se constituye
sobre la base de la experimentación interactiva, es el
público quien la completa en su tridimensionalidad.
La obra se compone de materiales efímeros: cartón, papel,
cuerdas y madera. Además, el autor recurre a textos
(manuscritos del artista), que no explican la obra, sino que
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la complementan. Entonces, la obra se conjuga entre un
juego irónico entre autor, incomprensión y público.
La obra es proyectada y montada especialmente para la
muestra NoCon.
3. Tradición textual (sobre la obra):
Aun con variaciones y no de manera radical, a partir de la
reapertura democrática se conforma una escena propicia
para el trabajo artístico colectivo, tanto la aparición del
colectivo artístico Poroto (1984), las muestras Arte y
juventud (1984) y Arte y DD.HH. (1985) son el puntapié
para algo más de una década de este tipo de trabajos.
La mayoría de lxs hacedorxs de estas prácticas artísticas
colectivas eran jóvenes emergentes de la recuperación
democrática y de la reapertura de los espacios de formación
artística, que producto de este despertar encontraron nuevos
lenguajes desde la experimentación y la libre indagación
plástica.
233
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
Por tanto, esta obra se conjuga entre modalidades
integradas en un entramado de producción posmoderna y a
la vez, representativo del contexto social general.
4. Sentidos implícitos (de la obra):
La obra se constituye en el marco de la experimentación
artística y el contexto social. El recurso del humor y la
parodia se convierte en clave para captar el interés del
público asistente, se trata de la interacción creativa entre
artista y espectador en la re-creación de la obra.
Farías realiza varias versiones de su obra Musasrelas, que
luego renombra como “Instalaciones y objeturas”.
El artista es convocado entre una docena de artistas locales
para realizar una producción artística particular para la
NoCon 94. El objetivo principal de la muestra era, desde la
multidisciplinariedad, en torno a la investigación en arte y
estética, fomentar y documentar propuestas experimentales
artísticas que se inspiraran en la actualidad del medio y que
intentaran un acercamiento entre realizadores y público.
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Así se capitalizan las experiencias “no convencionales”
(Ana María Álvarez191, 2014) para las practicas objetuales
y procesuales.
La NoCon se desarrolla en el marco institucional del
M.M.A.M.M. Si bien en su primera edición (1985) sufre
algunas experiencias de censura, en esta tercera (1994), las
obras presentadas adquieren cierto carácter convencional,
pues la convocatoria es a artistas consagrados del mundo
del arte local, con una temática clara, la experimentación.
Además, se acentúa el nivel de institucionalización, en la
selección intencional de los artistas nacionales invitados.
191
Entrevista a directora del M.M.A.M.M. periodo 1983-1998.
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de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
5. Condiciones que hacen posible la obra (sobre la
obra):
Esta obra de carácter particular, pues está marcada por su
etapa de fuerte producción de instalaciones de igual
carácter. Instalaciones y acciones realizadas en espacios
públicos naturales y no convencionales.
Las condiciones de producción de la obra están dadas por
la experimentación y el carácter colectivo de la
convocatoria. La obra fue concebida para esta presentación,
y su durabilidad está dada por el tiempo de la misma (solo
se conserva una fotografía y el proyecto de obra).
El carácter performativo de la obra conjuga concepto y
representación desde la asociación semántica de los
elementos que la constituyen: la cita, el uso de materiales
descartables,
la
composición
multiplicidad de puntos de vista.
236
fragmentaria
y
la
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6. Conclusión:
La obra se configura desde la ambigüedad, tanto a partir de
su
materialidad
como
de
la
representación
y
emplazamiento, es decir, desde los materiales “no nobles”
hasta la no intencionalidad por conseguir una interpretación
univoca de la misma. Hay una clara intención por
desarticular el espacio de la obra y la participación pasiva
del espectador.
En estos años de elaboración de la imagen de una memoria
colectiva de la postdictadura (1983-2001), se planteó una
negociación entre las tradiciones locales y los lenguajes
internacionales, lo cual provocó una reformulación de a
práctica artística y una reconfiguración del campo artístico.
En instancias de redemocratización y alta conflictividad
social la imagen, como objeto artístico, se encuentra
alterada, entre una imprecisión formal y la paradoja de lo
irrepresentable, presentándose como imágenes inestables
“que
se
caracterizan
por
mostrar
composiciones
abigarradas de elementos que niegan sus propias
correspondencias,
espacios
desequilibrados
y
una
237
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
figuración precaria en cuanto a la precisión de sus
formas”192.
Reflexión de cierre.
La construcción de modelos pertinentes para nuestros
corpus de análisis se ajusta a proponer una sociología
pluralista, para la cual el dilema sobre el arte no es moral ni
absoluto, se trata de dar cuenta de un tipo de valoración, la
del valor artístico. Admitir esta posición nos libera de la
preocupación normativa y hegemónica del sociologismo, y
abre la posibilidad a una pluralidad de puntos de vista y sus
lógicas, sobre la creación artística.
Desde posturas acríticas, antirreduccionistas y descriptivas,
la pluralidad permite desplazarnos entre diferentes mundos
del arte (del circuito clásico de la sociología del arte:
producción, mediación y recepción), sin convertir a
ninguno
en
un
lugar
de
verdad.
También
este
desplazamiento da ventajas en cuanto a las estrategias: los
Usubiaga, V. Imágenes inestables. Artes visuales, dictadura y
democracia en Buenos Aires. Buenos Aires: Edhasa, 2012, pp. 17-18.
192
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cuestionarios, la estadística y la etnografía, con la
observación a la cabeza, nos permiten multiplicar las
miradas al tiempo que abarcar la pluralidad de las
experiencias simbólicas.
Hay una premisa latente para la sociología del arte, una
ambivalencia inscrita,
junto
a J-C.
Passeron
nos
preguntamos: “¿qué sería de hecho una sociología del arte
que pretendiese ignorar la estructura axiológica de su hecho
primero? (…) ¿qué sería de hecho una sociología que
aceptase explicar lo social mediante algo diferente de lo
social?”193.La respuesta es la consigna y el sentido del
conocimiento sociológico. La sociología del arte no puede
ignorar el estudio del arte como hechos sociales, pues la
sociología estudia a la sociedad a través de algo que
considera de este modo: el arte como hecho social, ese es
su objeto de estudio.
En general los estudios sociológicos sobre el arte pueden
dividirse entre aquellos que buscan comprender las
condiciones histórico-sociales que explican la creación de
una determinada obra artística y aquellos que proponen un
193
Passeron, J. C. op. cit., s.p.
239
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
abordaje sintético donde se privilegian tanto los problemas
externos como los internos de la producción artística.
También existe un corpus de trabajos que se preocupan por
la interpretación de la obra de arte en términos propiamente
estéticos. Nuestra propuesta intenta encontrar en cada uno
de estos enfoques aportes para mixturarse en uno conjunto,
sin contradicciones fuertes. Por eso partimos desde el
modelo de análisis sociológico de García Canclini y
proponemos
la
incorporación
del
concepto
de
convenciones sociales en el mundo del arte como una
interacción colectiva, de la propuesta de Becker, para
desplazarnos
entre
las
estructuras,
traduciendo
la
organización ideológica como procesos de producción
simbólica. Estrategia que nos permitiría dinamizar el
modelo y comprender la producción simbólica con ciertos
rasgos de autonomía (creatividad, indiviualidad, talento,
consagración, inercia, entre otros).
Se ha intentado un acercamiento epistemológico para
introducirnos en cuestiones de método. La relación arte y
sociedad debe mantenerse sobre la base de la valoración
artística como hecho social, donde la sociología demuestra
240
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
la manera en que esos valores son definidos, legitimados e
invalidados en el campo artístico. Y en cuanto al método,
nos
servimos
de
herramientas
que
faciliten
la
transversalidad para el abordaje del circuito del arte.
De este modo, intentamos construir una posición pluralista
y valorativa: se trata de traducir las producciones artísticas
como valores simbólicos, desde una visión global del
mundo del arte, abordado desde distintos puntos de vista, y
cada uno con sus estrategias.
241
María del Rosario Zavala, Avances y estrategias para un análisis sociológico
de arte contemporáneo mendocino. El corpus: la programación anual de los
museos de arte de Mendoza (1983-2001), pp. 207-243.
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243
Locales paquetes, intelectuales y piringundines:
la vida nocturna cordobesa durante la década de 1960
(Argentina)
Local packages, intellectuals and brothers:
nightlife cordoba during the 1960´s (Argentina)
Lugares requintados, intelectuais e “piringundines”: a
vida notruna cordobesa durante a década de 1960
(Argentina)
Ana Laura Reches
laureches@hotmail.com
(CONICET/CIFFyH, UNC)
Córdoba-Argentina
Fecha de envío: 08/03/2018
Fecha de aceptación: 04/04/2018
Resumen
El presente trabajo surge de una investigación en curso que analiza
prácticas recreativas y redes de sociabilidad de un grupo de varones y
mujeres en la ciudad de Córdoba durante la dictadura y posdictadura.
Esta investigación describe aquellas prácticas festivas llevadas a cabo
en un conjunto de bares y boliches comercializados que no
manifestaban rechazo hacia eróticas no heterosexuales. En este escrito
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
nos detenemos en una serie de espacios habitados por los sujetos
durante la última dictadura militar, que reunían a un público de sectores
medios asociados al mundo de las Artes en general, y a las prácticas
teatrales en particular. Bestiario, El Ángel Azul o Elodía eran
bares/café-concert céntricos, donde sus participantes construían una
atmósfera bohemia, al calor de las discusiones políticas de la época. En
Elodía, Raúl Ceballos personificaba a Doña Rosa con su espectáculo
teatral. Mediante la práctica del transformismo, Ceballos encarnaba a
una de las figuras del homosexual, el “invertido”, pero al reinscribirla
en el campo de la performance artística, generaba un espacio para la
parodia. Debe señalarse que Ceballos/Doña Rosa no sólo jugaba con el
género, sino que el actor también ponía en escenas diferencias de clase,
ya que Doña Rosa era consumida por sectores medios, pero pertenecía
a los sectores populares.
Palabras claves:
INTELECTULES, DICTADURA, POSDICTADURA
Abstract
This work is part of an ongoing investigation that analyzes recreational
practices and networks of sociability of a group of men and women in
the city of Cordoba during the dictatorship and post-dictatorship
period. This research describes those festive practices carried out in a
number of bars and nightclubs that did not express rejection of nonheterosexual eroticism. In this paper in particular, we stop at a number
of places inhabited by the subjects during the last military dictatorship,
which brought together an audience of middle sectors associated with
the Arts in general, and theater practices in particular. Bestiario, El
Ángel Azul or Elodia were bars/ coffee-concert located in the city
center, where the participants built a bohemian atmosphere, while
taking part in political discussions of the era. In Elodia, Raul Ceballos
personified Doña Rosa with his show. Through the practice of
transvestism, Ceballos embodied one of the figures of the homosexual,
the "inverted", but as it was reinscribed in the field of artistic
performance, generated a space for parody. It should be noted that
Ceballos/ Doña Rosa did not play only with gender, but the actor also
put on stage class differences, as Doña Rosa was consumed by middle
classes, but belonged to the popular sectors.
246
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Keywords:
INTELLECTUALS, DICTATORSHIP, POST-DICTATORSHIP
Resumo
O presente trabalho suge de uma investigação em curso que analisa
práticas recriativas e redes de sociabilidade de um grupo de varões e
mulheres na cidade de Córdoba durante a ditadura e pós-ditadura.
Esta investigação descreve aquelas práticas festivas levadas a cabo em
um conjunto de bares e boates comercialisados que não manifestavam
rejeição a eróticas não heterosexuais. Neste escrito detemo-nos em
uma série de espaços habitados pelos sujeitos durante a última
ditadura militar, que reunia a um público de setores médios associados
ao mundo das Artes em geral, e às práticas teatrais em particular.
Bestiario, ElÁngel Azul ou Elodía eran bares/café-concert céntricos,
onde seus participantes construíam uma atmosfera boemia, ao calor
das discussões políticas da época.
Em Elodía, Raúll Ceballos personificava Sua Rosa com seu espetáculo
teatral. Mediante a pratica do transformismo, Ceballos encarnava a
uma das figuras do homossexual, o “invertido”, mas ao reescrevê-la
no campo da performance artística, gerava um espaço para a paródia.
Deve assinar-se que Ceballos/Sua Rosa não só jogava com o gênero,
sendo que o ator também punha em cenas diferenças de classe, já que
Sua Rosa era consumida por setores médios, mas pertencia aos
setores populares.
Palavras chaves:
INTELLECTUALS, DICTATORSHIP, POST-DICTATORSHIP
247
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
Durante la década de 1960 en Córdoba, Argentina, grupos
de jóvenes de camadas medias se reunían por las noches en
bares céntricos donde se entregaban al entretenimiento y a
la diversión. Allí compartían consumos culturales,
experiencias con sustancias psicoactivas, alegrías y
tristezas, amores y odios, diversión y trabajo. Las ideas que
aquí presento surgen de mi proyecto doctoral, que describe
una constelación de espacios nocturnos asociados a un
público homo-gay y las vidas vividas por los entrevistados
que frecuentaban esos lugares. Allí analizo formas de
socialización y procesos de diferenciación social y sexual
entre aquellos que integraban un mismo universo social
durante las últimas décadas del siglo XX en la ciudad de
Córdoba194, Argentina195.
La fuente principal de este trabajo es una colección de
entrevistas con personas que frecuentaban y disfrutaban
La ciudad de Córdoba (Argentina) es la capital de la provincia
homónima. Se ubica en la región central del país, a orillas del Río
Suquía. Es la ciudad más extensa de Argentina, y la segunda en
cantidad de población luego de Buenos Aires. Córdoba era (y aún es)
un polo educativo, económico y cultural de la región.
195
Agradezco sincera y profundamente a mis directores, Gustavo
Blázquez y Ma. Gabriela Lugones, por acompañar este proceso de
investigación y motivar generosamente mi crecimiento intelectual.
194
248
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
estos lugares en una capital de provincia del interior
argentino, durante las últimas décadas del siglo XX. Los
diálogos cara a cara así como otro tipo de intercambios
(mails, mensajes de texto, audios de WhatsApp) me
permitieron construir datos sobre los puntos de vista de los
protagonistas de estas escenas en relación a procesos y
acontecimientos del pasado, así como a sus propias
experiencias vitales, información que no hubiera sido
accesible por otros medios. Espero honrar a quienes
vivieron tiempos difíciles, algunas veces con mucho dolor,
pero también con pasión, crecimiento y orgullo por sus
vidas y sus logros.
El proceso histórico que retomo podría ser pensado como
una sucesión rítmica de estaciones y climas de época. El
otoño de los años sesenta ya anunciaba un crudo y frío
invierno dictatorial. La primavera democrática llegó con
toda la claridad, una época dorada y brillante, decían
algunos entrevistados. El verano, a pesar de aliviar con su
brisa cálida, también tuvo un momento abrasador que
opacó los años dorados y apagó la efervescencia que el
mundo de la noche y la diversión cordobesa había
249
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
conseguido tiempo atrás. La epidemia de sida oscureció el
esplendor que la primavera democrática había alcanzado.
Pensar las décadas de 1960, 1970 y 1980 de modo
estacional permite detenerse en la dimensión procesual del
tiempo histórico. A lo largo de esos años se fueron
proponiendo nuevas perspectivas y prácticas sociales y
sexuales que modificaron las morales imperantes en una
ciudad del interior argentino.
Cada día un amanecer, cada noche una luna. Como plantea
el filósofo francés Michel Foucault (1992 [1971]), el
desafío de la historia radica en percibir la singularidad y
encontrarla donde menos se la espera. Debemos buscarla en
aquellos lugares donde comúnmente se cree que la historia
no tiene lugar, en los sentimientos, la sexualidad, la
conciencia, la intuición. La genealogía que propone el autor
se opone a la búsqueda de los orígenes ¿acaso sería posible
encontrar la primera primavera? La obsesión por la esencia
de las cosas lleva implícita la idea que existe una verdad
revelada, un secreto oculto y metafísico. Foucault nos
enseña a escapar del problema del origen para situarnos del
lado del azar, “Las fuerzas presentes en la historia no
250
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
obedecen ni a un destino ni a una mecánica, sino al azar de
la lucha” (Foucault, 1992 [1971]: 10). Este texto llama la
atención sobre el otoño de los años sesenta como una
“emergencia” que entra en escena, un momento de plenitud
que forma parte de un proceso de mezcla y síntesis de una
dinámica cultural nocturna de la ciudad de Córdoba, que ya
había comenzado a desarrollarse tiempo atrás y que aún
continúa viva con toda su fuerza.
A lo largo de este trabajo utilizaré la categoría
“homosexual” en sentido amplio, reconociendo sus
múltiples contradicciones, pues sería una falsa ilusión creer
posible encontrar la palabra correcta, precisa y atinada para
abarcar aquello que se nombra. Hay experiencias para las
que el lenguaje no alcanza, y siempre deja algo en los
márgenes. El historiador David Halperin en “How to do the
history of male homosexuality” (2000) rastrea los sentidos
que se alojan en la palabra “homosexual”, y muestra cómo
se superponen ideas históricamente construidas, unificadas
en la categoría moderna de homosexualidad. Su perspectiva
resulta alentadora ya que permite pensar en la diversidad, en
la complejidad y en las contradicciones que acarrea esa
251
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
idea. Si bien muchos de los entrevistados se reconocían
como “homosexuales” -relacional y situacionalmente-,
sería más atinado pensar no en la sexualidad de las
personas, sino en las sexualidades que eran posibles en los
espacios que ellos frecuentaban. De cualquier manera me
sigo preguntando cómo nombrar cuando todo nombre es
incompleto, cuando las definiciones oscurecen los matices
y cuando cada ser humano es más complejo y
contradictorio que el nombre que lo define. Como dice Walt
Whitman en Canto a mí mismo, somos amplios y
abarcamos multitudes.
Aquellos años sesenta
Los años sesenta fueron un tiempo histórico que no se
corresponde con una década calendario, sino que abarcan
dinámicas sociales asociadas con una multiplicidad de
imágenes y discursos como la Guerra Fría, conflictos
armados internacionales, el Mayo Francés, movimientos
sociales en ascenso en América Latina. Las profundas
transformaciones políticas y socio-culturales impulsadas en
gran medida por la juventud cuestionaron la moral familiar
252
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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y sexual vigente (Cosse, 2010; Cosse, Felitti y Manzano,
2010). La píldora anticonceptiva, la rebeldía femenina y el
cuestionamiento al modelo doméstico motorizaron a
sociedades cada vez más conscientes de su poder y
capacidad para transformar normas morales y mandatos
impuestos tanto por generaciones pasadas como por la
sociedad en su conjunto.
La actitud
desafiante hacia las morales sexuales
establecidas se podría observar en la vida cotidiana, donde
se van transformando las relaciones y categorías de edad,
clase, género y sexualidad. Estos cambios se dieron
conjuntamente con modificaciones subjetivas. Como
plantea la historiadora Isabella Cosse, se trató de una
“revolución discreta” que comenzó a discutir la pauta
heterosexual, la pareja, la familia, la crianza de los hijos.
Pese a que se movilizaron patrones de conducta ya dados,
se legitimaron otros valores domésticos establecidos por la
desigualdad entre los géneros y la estabilidad en la unión
heterosexual (Cosse, 2010: 17).
253
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
Durante los años sesenta, las expresiones de deseo
homoerótico sólo eran posibles bajo el ocultamiento o la
transgresión, que suponía necesariamente la exposición al
terrorismo de estado, cuyos niveles de violencia iban en
ascenso. Ya desde los años treinta existía en Argentina un
patrón de alternancia entre gobiernos militares y
democráticos. Hacia inicios de los años sesenta en Buenos
Aires, las políticas moralistas, anti-homosexuales y
discriminatorias hacia cualquier expresión de afecto y
deseo comenzaron a planificarse bajo un departamento
policial conocido como Sección Moralidad. Organismos
públicos como la policía o las fuerzas armadas fueron los
que impartieron y reprodujeron esas políticas, que se
prolongaron durante la segunda mitad del siglo XX
(Sebreli, 1997; Bazán, 2006).
En 1966, con la autoproclamada “Revolución Argentina”,
se profundizaron los rasgos antidemocráticos y represivos
y las políticas nacionales se inclinaron cada vez más hacia
sectores liberales (O’Donnell, 1975). Juan Carlos Onganía
derrocó al presidente constitucional Arturo Illia y ejerció el
ejecutivo nacional entre 1966-1970. En Buenos Aires se
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
cerraron comercios frecuentados por homosexuales, se
clausuraron baños públicos, se llevaron a cabo redadas en
subterráneos porteños (Sebreli, 1997).
En el caso de la ciudad de Córdoba, las transformaciones
urbanas habían cambiado la fisionomía y la arquitectura de
la ciudad desde finales de la década de 1940, tendencia que
se acentuó con la instalación de las automotrices Industrias
Kaiser Argentina (IKA) y Fiat a mediados de los años
cincuenta (Maleki, 2015). Una década más tarde la ciudad
ya se había transformado, tenía nuevos barrios y una
creciente densidad en edificaciones e industrias.
Entre 1962 y 1966 se llevaron a cabo las tres ediciones de
la Bienal Americana de Arte, patrocinadas por Industrias
Kaiser Argenina. La tercera y última de esas bienales
(1966) se distanció por una semana de las Primeras
Jornadas de Música Experimental, desarrolladas en una de
las galerías céntricas de la ciudad, que disponía del cine
más moderno, “Cinerama” (Rocca y Panzetta, 1998). Un
entrevistado contó que artistas que no habían sido
oficialmente invitados a la Bienal realizaron una contra-
255
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
bienal en la calle y en algunos bares que les facilitaron el
espacio196.
La noche cordobesa
Esta reconstrucción histórica sucedió hace tiempo atrás, tan
atrás en la memoria como los entrevistados, protagonistas
de esta historia, recordaban. Sus relatos hablan de deseos
que cambian de dirección, de emociones superpuestas y de
hombres y mujeres que contaron con la fuerza interior y el
coraje suficiente para amar en un contexto social que
imponía,
brutalmente,
la
heteronormatividad
como
obligación. Presentaré aquí un mapa de la vida nocturna
cordobesa de los años sesenta conformado por bares,
discotecas y café-concerts. Estos espacios fueron centrales
para la sociabilidad sexual y afectiva así como para
“la Antibienal (...) También se desarrolló en el centro de la ciudad y
autoconvocó a los artistas excluidos de la Bienal porque hacían
propuestas diferentes a las de la pintura: instalaciones, ‘objetos’,
acciones corporales y, en general, muestras de cuestionamiento a los
conceptos tradicionales de arte. Ocuparon ostentosa y estridentemente
el espacio y atrajeron al público ávido de saber qué era ‘lo último’, pero
también la intolerancia represiva tanto de la dictadura como de la
sociedad pacata cordobesa. A los pocos días la policía clausuró la
muestra, aunque la Bienal oficial siguió el curso que se había previsto”
(Rocca y Panzetta, 1998: 107).
196
256
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
conformar redes de amigos y conocidos. El clima festivo y
la diversión motorizaban la alegría cotidiana en las noches,
que compensaba tristeza por la vida política del país con
sus sucesivos golpes de estado, redadas policiales, maltrato,
detenciones, hacinamiento en los calabozos.
El casco céntrico, desde la década de 1960, era el corazón
de la vida social, lugar de reunión de jóvenes de sectores de
ingresos medios y altos provenientes de distintos barrios de
la ciudad. Los entrevistados resaltaban el encanto que
tenían las nuevas peatonales 9 de Julio y San Martín y sus
galerías comerciales con vidrieras que exhibían la última
moda importada de Europa. También recordaban los cines,
cineclubes, teatros, café-concert y bares para todos los
gustos y bolsillos. El uso del espacio público posibilitaba
encuentros, acceso a nuevas redes de relaciones y bienes
culturales: se vivía más en la calle, tenías que venir al
centro por el cine, los trasnoches estaban a full, decía un
entrevistado. Además, el modo de enterarse de eventos,
fiestas privadas o cumpleaños era de boca en boca, en los
encuentros cara a cara, ya que era poco común tener una
257
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
línea telefónica en la casa porque era considerado un gasto
caro.
Los bares y discotecas eran escenarios de relaciones sociales
donde las personas sentían la libertad para ser quien yo
quiero ser, legitimar deseos, compartir experiencias.
reconocerse en las trayectorias de vida de sus amigos y
conocidos. Como señala la socióloga y activista Nancy
Achilles para el caso norteamericano, los bares podrían ser
pensados como “instituciones”. En la ciudad de San
Francisco (EE.UU), a mediados de los años sesenta, en este
estilo de lugares varones homosexuales experimentaban
sentimientos de pertenencia a un mismo grupo social
(Achilles, 1967).
La ubicación neurálgica de los bares los ponía en relación
con circuitos de sociabilidad en el espacio público -llamado
yiro-, formados por la peatonal 9 de julio, la Plaza San
Martín y zonas aledañas, que tenían su epicentro en el bar
Sorocabana. Los encuentros iniciados en la calle
funcionaban como aprendizaje para aquellos jóvenes que
comenzaban a (re)conocer sus deseos homoeróticos, en un
contexto de fuerte imposición heterosexual. El yire y las
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interacciones con otros varones permitían entrenar la
mirada y el olfato y así aprender a percibir y a emanar cierta
disposición o energía sexual para relacionarse con algún
potencial compañero, pero al mismo tiempo ocultar el sí
mismo frente a la sociedad en su conjunto. Esos encuentros,
más o menos efímeros, podían continuar en algún bar,
generando así una relación estrecha y dinámica entre el
adentro y el afuera de los espacios, entre los bares y la calle.
En Córdoba, según escuché en los relatos, los comercios en
general no eran de ambiente sino mixtos, es decir, no eran
bares gay, iba gente gay. Los entrevistados describen estos
espacios como tolerantes. Allí las prácticas homoeróticas
debían ser moderadas y adecuarse a un estereotipo de
masculinidad distinguido y elegante, en sintonía con la
discreción y en clara oposición a una práctica poco
aceptada como el escándalo, propia de las locas. Las
personas debían soslayar expresiones asociadas a la
“inversión” o “afeminamiento” (Halperin, 2000), bajo
amenaza de ser expulsados del lugar. En los bares céntricos
sus habitúes podían perderse e (in)visibilizarse entre un
público más amplio de varones y mujeres heterosexuales
259
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
(estaba todo mezclado, eran lugares mixtos, no eran
lugares definidamente gay).
Algunos entrevistados se encontraban desde tempranas
horas de la mañana en un comercio que había importado el
estilo norteamericano de autoservicio y comidas rápidas.
Junto a su grupo de amigos se reunía en Dixit y planificaban
la próxima salida nocturna. Además de tomar café en algún
bar, compartir un almuerzo o pasear por la peatonal desde
la mañana, el punto de reunión por excelencia al anochecer
era en el bar El Molino, frecuentado por jóvenes
universitarios, artistas y trabajadores. Ese comercio tenía
grandes dimensiones, mesas adentro y afuera del lugar, y
las noches más agitadas se plagaba de grupos de amigos
que se movían de una mesa a la otra. El griterío, la risa, el
humor, las charlas picarescas y la música conformaban el
paisaje sonoro de las noches céntricas, en una ciudad cada
vez más moderna y ruidosa. El Quiosco de Requena era
otro
de
los
comercios
frecuentado
por
sectores
estudiantiles, Los que éramos más chicos y no teníamos un
mango íbamos al Quiosco de Requena, que era en la zona.
260
Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
Ahí tomábamos algo y después íbamos a figurar a los otros
bares.
Stakel y La Oriental, decorada con telones de plata, eran
lugares paquetes, asociados con el lujo, frecuentados
principalmente por sectores de la élite cordobesa.
Petrushka y Mourige eran bares de habitúes, muy
selectivos, eran lugares para gente grande. Además de la
distinción etaria, estos espacios eran recordados en las
entrevistas como sofisticados. Los saberes eruditos, el
glamur, los viajes al exterior y la elegancia distinguían a
quienes los frecuentaban. Sus asistentes se asociaban,
también, con la elite local, eran bares de encuentro de clase
social media-alta, eran bares para la burguesía local.
En estos bares de categoría no se prohibía explícitamente
el ingreso a nadie, pero las políticas de inclusión-exclusión
estaban mediadas por los altos precios de la carta, no
entraba cualquiera porque era caro. Mourige era un bar
muy de la noche, un lugar de escabio,197 de mucho alcohol.
El espacio disponía de una importante barra con bebidas
importadas y el ambiente se oscurecía por el humo de
197
Refiere al consumo de bebidas alcohólicas en cantidad.
261
Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
tabaco, porque en esa época se fumaba mucho en los bares.
En estos lugares los entrevistados debían comportarse y
camuflarse entre sus amigos y conocidos y las prácticas
homoeróticas se limitaban a intercambios de miradas, en
tanto era impensable cualquier expresión corporal de afecto
entre pares del mismo sexo.
En este estilo de comercios asociados al lujo y suntuosidad,
donde algunos entrevistados iban a figurar, los jóvenes
podían ampliar sus redes de sociabilidad masculina, conocer
amigos y hacer contactos laborales. Como plantean
Blázquez y Lugones (2014) una camada de varones
homosexuales asociados a sectores acomodados se
convirtieron en especialistas y jueces del “buen gusto” y
consolidaron sus carreras profesionales como artistas,
modistos, decoradores, organizadores de eventos
festivos. En la noche podían conocer a nuevas personas,
potenciales clientes de quienes se harían amigos y así
ampliaban sus redes interpersonales.
Hacia fines de la década de 1960 existían locales bailables
como Seven-Seas y Acapulco, paquetes y a buen nivel, que
al igual que el resto de los bares no eran exclusivamente de
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ambiente. El Ángel Negro, contrapunto de un conocido bar
intelectualoide llamado El Ángel Azul, sí estaba asociado a
un público homosexual. Este espacio, calificado como un
tugurio o piringundín, habría sido frecuentado por personas
menos beneficiadas en la escala social, no obstante las
prácticas que allí se desarrollaban merecen una mayor
exploración.
Según algunos entrevistados, la cuestión gay se asociaba
con la cuestión cultural. En 1965 ya se había inaugurado
el Departamento de Arte Escénico en la Escuela de Artes
de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC),
impulsado por María Escudero, fundadora del grupo
Libre Teatro Libre (LTL). Hacia fines de la década se
fundó el Seminario de Arte Dramático de la Provincia,
creado por la primera actriz de la Comedia Cordobesa,
Jolie Libois, que funcionaba en el Teatro del Libertador
San Martín (Arce, 2007; Pellettieri, 2005).
Bailarines, actores, pintores, escultores, poetas, escritores,
músicos y cantantes poblaban algunos de los bares
céntricos. El Ángel Azul era uno de esos comercios
bohemios. El bar citaba la película alemana homónima
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Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
estrenada en 1930, protagonizada por el ícono camp
Marlene Dietrich. Disponía de un cineclub donde se
proyectaban films de autor y una barra con bebidas. Este
espacio, ornamentado con barriles para sentarse, era el
comercio elegido por aquellos interesados en cines donde
se discutía, donde podían ver películas de autor y compartir
intereses intelectuales.
Como señala Basile (2016) la tradición de los cineclubes de
Córdoba, asociados con la vida universitaria e intelectual,
se remonta a la década de 1960. Estas “instituciones
culturales” (Reynoso y Paulinelli, 2013) congregaban a un
grupo restringido de personas aficionadas a películas
consideradas “de calidad”, que no eran proyectadas en salas
comerciales. Luego de la exhibición, se generaba un
espacio de debate. Según los distintos relatos, en el bar y
cineclub El Ángel se encontraban sectores eruditos e
intelectuales, ¡Siempre andábamos con un librito de Freud
o de Marx bajo el brazo!, comentaba irónicamente un
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 30, NE Nº 5 – marzo-junio – 2018
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entrevistado, mientras se reía de sí mismo, al describir el
público que asistía a estos comercios198.
La intensa actividad artística cordobesa durante la década de
1960 motorizó la creación de numerosos espectáculos
escénicos en los espacios céntricos. La proximidad de
algunos comercios con las prácticas teatrales podría
pensarse en relación con la sistematicidad en la
proliferación de grupos y salas de teatro en la ciudad de
Córdoba, asociadas al teatro de vanguardia y experimental
(Arce, 2007; Pellettieri, 2005). La Pérgola, El Conventillo,
Octógono, Bestiario, Elodía, María Castaña, eran algunos
de los café-concert cordobeses. Este último recibió, en
alguna oportunidad, a artistas porteñas como Edda Díaz y
Durante la década de 1960 existían numerosos cines y cineclubes.
Según Basile, “En relación al desarrollo del cineclubismo en la ciudad
de Córdoba se distingue una primera etapa en la década de los sesenta
que de acuerdo a otras fuentes es definida como la de apogeo pero que
se clausura con los gobiernos dictatoriales. En ese período son incluidos
el Círculo del Cine (1957), El Lumiere (1969), el Cineclub 1918 (sin
fecha exacta), Sombras (1963), El Biógrafo Buen Cine (1978) y el
Angel Azul” (Basile, 2013: 307). Algunos entrevistados frecuentaban
el cine Novedades, ubicado en el centro de la ciudad. Allí pasaban
películas de actrices cubanas como Blanquita Amaro o Amelita Vargas,
esta última devenida en un ícono gay. En el Cineclub Sombra había un
ambiente gay, pasaban los ciclos de cine de Bergman y la nueva ola
francesa.
198
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Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
Libertad Leblanc, que realizaban sus obras teatrales en la
ciudad199.
Elodía fue un lugar emblemático del formato café-concert.
Se ubicaba en pleno centro de la ciudad, sobre la Av. Colón,
en las inmediaciones del Correo. Era un comercio de
pequeñas dimensiones, en el que cabían cerca de cien
personas. Este local funcionaba en el viejo patio de una casa
que había sido techado con chapas, cerramiento que hacía
dificultosa la acústica para los artistas las noches de
tormenta. En este café-concert el actor cordobés Raúl
Ceballos realizaba su obra de transformismo con el
personaje de Doña Rosa, mientras congregaba a un público
burgués e intelectual, que actuaba como espectador.
Doña Rosa apareció en escena por primera vez en diciembre
de 1969 cuando se estrenó en Bestiario, primer café-concert
cordobés, “Tiempo de Doña Rosa” con libreto de Fernando
(Pepe) Lozano. Bestiario era una casona antigua céntrica que
Edda Díaz (nacida en 1942) es una actriz, directora y libretista
argentina. Desde la década de 1970 incursionó en el Café-concert,
siendo pionera en el género junto a otros artistas como Antonio Gasalla
y Carlos Perciavalle. Libertad Leblanc (nacida en 1936) es una actriz
de cine argentina. La mayor parte de su actividad artística se desarrolló
durante las décadas de 1960 y 1970. Algunas de sus películas
presentaban un contenido erótico y escenas de desnudez.
199
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funcionaba como bar y los días sábados ofrecía espectáculos
artísticos. La obra de Ceballos permaneció un año en cartel,
para trasladarse posteriormente a Elodía. El actor
encarnaba una de las figuras del homosexual, el “invertido”
(Halperin, 2000), pero al reinscribirla en el campo de la
performance artística generaba un espacio para la parodia.
Mediante el humor Doña Rosa se expresaba sobre ciertos
temas políticos, sin estar asociada a la militancia partidaria.
Ceballos recordaba que esa primera puesta en escena fue
una creación lúdica (una broma), sin intenciones de
perpetuarse en el tiempo. Sin embargo, dada la creciente
popularidad del espectáculo, comenzaron a estrenar nuevas
piezas y el personaje de Doña Rosa adquirió mayor
notoriedad pública. Según el actor la idea de la obra surgió
entre las mesas de los bares céntricos de la ciudad, donde
la sociabilidad y la alegría del encuentro con amigos los
inspiraba en la creación del personaje. Si bien Doña Rosa
reinaba en Elodía, también circulaba por otras discotecas,
bares y café-concert cordobeses como La Pérgola, ubicado
en el subsuelo de una galería comercial.
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Ana Laura Reches, Locales paquetes, intelectuales y piringundines: la vida
nocturna cordobesa durante la década de 1960 (Argentina), pp. 245-270.
Los
espacios
nocturnos
céntricos,
pese
a
seguir
funcionando durante la dictadura, no tenían el mismo brillo
que habían alcanzado años atrás. Los crímenes de lesa
humanidad, el exilio, la desaparición de amigos y
conocidos, las sistemáticas redadas policiales, fueron
minando las escenas nocturnas cordobesas y su público,
que ya no se encontraba en las calles céntricas como lo
había hecho en el pasado. La vida social y festiva con sus
bares, cineclubes, discotecas y café-concert se fue
apagando, y la actividad nocturna que alguna vez había
tenido el centro de Córdoba fue desapareciendo con la
llegada de un cruel y crudo invierno dictatorial.
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Cuadernos de Historia del Arte – Nº 29, NE Nº 4 – junio – noviembre – 2017
ISSN: 0070-1688 – Mendoza – Instituto de Historia del Arte – FFyL - UNCuyo
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