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LA CREACIÓN DE CALATRAVA LA NUEVA: FORTALEZA Y CONVENTO (S. XII-XIII) NIEVES CAMPILLO SERRANO LA CREACIÓN DE CALATRAVA LA NUEVA: FORTALEZA Y CONVENTO (S. XII-XIII) Resumen: El presente trabajo pretende indagar, en la medida de lo posible, en la construcción del Sacro Convento Castillo de Calatrava la Nueva y sus moradores, frailes y caballeros, las dos facciones que componían quizás la Orden Militar más poderosa de la Península Ibérica. Esta inmensa fábrica de más de 40.000 m2 albergó dentro de sus murallas distintos elementos arquitectónicos que se tradujeron en una fortaleza autónoma, preparada y capacitada para autodefenderse durante mucho tiempo ante un asedio. Calatrava La Nueva se convirtió en la mayor y más novedosa defensa de la zona del Guadiana frente a los musulmanes, una fortaleza inexpugnable guardiana de la fe cristina desde La Mancha hacia el norte peninsular. Palabras clave: Orden de Calatrava, construcción, planificación, arquitectura, fortaleza, freires (freyres o freiles), caballeros, maestrazgo. Abstract: The present work intends to investigate, as far as possible, in the construction of the Sacred Convent Castle of Calatrava la Nueva and its inhabitants, friars and knights, the two factions that made up perhaps the most powerful Military Order in Spain. This inmenso factory of more than 40,000 m2 protected inside the walls different architectural elements, becoming an autonomous fortress prepared to self-defend for a long time during a siege. Calatrava La Nueva became the largest and most innovative defence of the Guadiana region in front of the muslims, an impregnable fortress of the Christian faith from La Mancha to the north of the Iberian Peninsula. Key words: Order of Calatrava, construction, planning, architecture, fortress, friars, knights, grand master. 1 ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN …………………………………………………………..... 3 2. ANÁLISIS DE LA PRINCIPALES FUENTES …………………………….. 5 3. LA ORDEN DE CALATRAVA …………………………………………....... 21 3.1. Fitero y Calatrava la Vieja. Formación de la orden …………………… 22 3.2. Organización de la orden ………………………………………………... 24 3.3. Salida de Calatrava la Vieja. Causas …………………………………… 28 4. CONSTRUCCIÓN DE CALATRAVA LA NUEVA ……………………….. 30 5. SISTEMAS DEFENSIVOS …………………………………………………… 33 5.1. Antemurallas …………………………………………………………….. 33 5.2. La liza ………………………………………………………………..……. 33 5.3. las murallas ……………………………………………………………….. 33 5.4. Castillo o Torre del Homenaje …………………………………………... 34 6. IGLESIA ………………………………………………………………………. 39 7. MONASTERIO ………………………………………………………………. 46 7.1. Claustro ………………………………………………………………. …. 47 7.2. Sala Capitular ……………………………………………………………. 48 7.3. Refectorio, cocina, parlatorio y calefactorio ……………………….…… 51 7.4. Dormitorios de los freiles ………………………………………………… 51 7.5. Archivo y Biblioteca …………………………………………………….... 52 8. CAMPO DE LOS MARTIRES ……………………………………………… 54 9. OTROS EDIFICIOS Y ESTRUCTURAS DEL COMPLEJO …………….. 56 10. CONCLUSIÓN ……………………………………………………………….. 58 11. BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………… 60 2 1. INTRODUCCIÓN El Sacro Convento de Calatrava la Nueva es la casa de una de las órdenes militares más poderosas de la península Ibérica, la Orden de Calatrava, que hace de este emplazamiento su centro político, económico, religioso y social. El nuevo castillo de Calatrava tiene un significado muy especial para los calatravos en aquel momento de conflictos. Sin embargo, muy pocos años después del traslado de los calatravos a su nuevo emplazamiento en la cima del monte Alacranejo, todavía inacabado, las dos facciones de la Orden (religiosa y militar) se separan. Este magnífico edificio queda entonces como sede o Casa Madre de los freyres practicantes, mientras que los caballeros militares se trasladan a Almagro, ciudad de fundación calatrava, a unos 30 km de distancia, convirtiéndose en sede maestral y, por tanto, en centro político de la Orden de Calatrava, quitando ese privilegio a Calatrava la Nueva. De esta manera, no sería acertado analizar la arquitectura del Sacro Convento sin antes entender la Orden. La inmensa fábrica calatrava se mantiene activa durante muchos años. No sabemos exactamente cuando termina la construcción. El primer enterramiento documentado en la iglesia que suponemos terminada data de 1246. Pensamos que para ese momento los sistemas defensivos están totalmente acabados, pero no conocemos datos anales sobre el resto de las edificaciones, aunque entendemos que los dormitorios de los freires también se han realizado ya en estos momentos, junto a las construcciones de servicios básicos para la subsistencia. Después de casi seis siglos de andadura, Calatrava se abandona en 1802. Un siglo después su arquitectura es todavía visible en los restos de la fortaleza que aún quedan en pie. La evocación del pasado a través de sus ruinas inspira los primeros trabajos de campo y aproximaciones a la historia de Calatrava la Nueva. En la segunda mitad del s. XX, la reconstrucción de sus partes más emblemáticas y el inicio de las excavaciones arqueológicas, que continúan en la actualidad, han devuelto parte del esplendor arquitectónico perdido y han profundizado en el conocimiento del monumento y de quienes lo habitaron. Mi interés por Calatrava la Nueva radica, sobre todo, en su figura como un icono del turismo provincial y regional de CLM, un referente patrimonial de primer orden en los estudios sobre las órdenes militares en el ámbito nacional e internacional, y una imagen primordial para la Historia del Arte en la provincia de Ciudad Real. El objetivo que nos planteamos con la realización de este trabajo es aproximarnos a Calatrava la Nueva desde una doble vertiente: la Orden, fundamental e 3 indispensable para el conocimiento de Calatrava la Nueva, y el complejo defensivo y monástico que albergó gran cantidad de edificios y espacios para distintos usos. Calatrava la Nueva como factor físico y la Orden de Calatrava como factor humano están unidos en una simbiosis inseparable cuando hablamos de la construcción del castillo-monasterio, pues este no hubiera existido sin la otra. De este modo, nos interesa saber por qué se erige el castillo-convento, quiénes fueron sus maestros constructores y, sobre todo, cuál fue su función como Casa Madre de la Orden y la de sus ocupantes. La metodología utilizada para el desarrollo del estudio propuesto se fundamenta en el análisis crítico de las publicaciones científicas que, desde comienzos del s. XX, se han venido realizando sobre el monumento. También he examinado el monumento a modo de trabajo de campo, lo que ha permitido completar el análisis bibliográfico con la observación directa. Parte del dosier fotográfico que ilustra algunos epígrafes de este trabajo es resultado de esas visitas. En cuanto a la estructura del trabajo, presentamos esencialmente tres bloques bien diferenciados: análisis de las fuentes, la Orden de Calatrava y el castillo-convento. En el primer punto recogemos las publicaciones más destacables que han centrado su estudio en el Sacro Convento, por orden cronológico en la medida de lo posible. A continuación, nos aproximamos a la Orden de Calatrava (fundamentación, estructura, organización…). Por último, desarrollamos el grueso del trabajo. Hemos creído conveniente presentar esta parte en seis capítulos distintos debido a la relevancia de las construcciones. Así, hablamos de la situación y construcción de la fortaleza-monasterio, por un lado. Los novedosos y especiales sistemas defensivos calatravos merecen un capítulo aparte, como ocurre también con la iglesia. El monasterio con sus distintas dependencias ocupa otro capítulo. La importancia que tuvo el Campo de los Mártires debe ser destacada en capítulo aparte. Y, por último, dedicamos otro capítulo a los edificios que la arqueología ha sacado a la luz en los últimos años. 4 2. ANÁLISIS DE LAS PRINCIPALES FUENTES. Al hablar de los estudios publicados sobre el tema encontraremos dos vertientes, la histórica y la artística. Es importante destacar que la mayoría de las investigaciones que nos han llegado se centran en la Orden de Calatrava y la descripción del Sacro Convento. Nuestro trabajo se corresponde principalmente con la materia artística, es decir, la arquitectura en toda su magnitud y la decoración que pudiera haber existido. En este caso, la información es escasa en cuanto a autores se refiere. Sin embargo, el Dr. Zapata ha proporcionado innumerables artículos artísticos en relación al monumento, por lo que sus documentos constituyen una rica y valiosa fuente en la disciplina de arte. Por otro lado, encontramos las indagaciones de la arqueóloga Ana María Segovia que, durante años, ha facilitado incontables detalles sobre la construcción de este magnífico edificio. De esta manera, el grueso de las investigaciones orientadas al arte de Calatrava la Nueva se relaciona con los análisis sobre el terreno que los doctores Juan Zapata y Ana María Segovia han realizado, por lo que su lectura y examen serán clave para nuestro trabajo. Consideramos que la arqueología ha jugado un papel trascendental a la hora de descubrir la gran cantidad de edificaciones que conforman Calatrava la Nueva en sus inicios. De esta manera, a partir de los años 90 del siglo pasado, momentos en que comienzan las excavaciones del monasterio, la documentación va recogiendo los nuevos descubrimientos que las excavaciones van proporcionando. En definitiva, disponemos de información histórica y artística basada en documentos antiguos de la Orden o escritos de cronistas tanto medievales como de época moderna. Al mismo tiempo, poseemos bibliografía más actual con los puntos de vista histórico y artístico sustentados ahora en los hallazgos que las exploraciones arqueológicas ofrecen. En cuanto a las fuentes, en primer lugar es imprescindible comentar el Manuscrito anónimo del siglo XVII1. Aunque no se trate de una fuente bibliográfica en sentido estricto, es un material documental del que arrancan numerosos estudios que comentaremos a lo largo de este capítulo. Este texto estuvo en la desaparecida biblioteca del Consejo de Órdenes Militares. Es el primero conocido que nos da información sobre la creación de la Orden de Calatrava, su historia y la descripción del Sacro Convento. El códice habla de la Orden, sus encomiendas, la separación seglar y religiosa. Contiene una lista de todas las reliquias y exvotos exhibidos en Calatrava, etc. Los estudios 1 REAL ACADEMIA DE HISTORIA (RAH), Colección Salazar y Castro, sig. 9/621 (antiguo I-47). 5 aparecidos a partir de este momento se basan en este manuscrito como fuente documental prioritaria hasta la segunda mitad del siglo XX, momento en el que aparecen nuevas aportaciones de los investigadores2. Una copia del mencionado Manuscrito la publica Vicente Castañeda y Alcover en 1928. Su aportación es la interesante crítica personal que inserta en el texto3. En 1893, Rafael Ramírez de Arellano visita personalmente las ruinas del castillo calatravo. A raíz de su reconocimiento escribe una peculiar e interesante descripción que publica en un libro un año después4. Posiblemente habría leído el Manuscrito del siglo XVII, pero su aportación al tema es muy personal e instructiva. En 1914 aparece una descripción de Calatrava la Nueva en el diccionario de Inocente Hervás, un historiador nacido en Torralba de Calatrava que también visita personalmente los restos del Cerro Convento (nombre que los lugareños dan a Calatrava la Nueva)5 Su aportación, además de ser un trabajo individualizado y atrayente, es el uso de un lenguaje sensible, apasionado, romántico, casi poético. En 1917 Bernardo Portuondo entrega al gobierno español el trabajo encomendado en 1913 para conocer la situación de los monumentos españoles y del arte del país en general. Portuondo realiza su catálogo por provincias. La primera reedición de la parte correspondiente a Ciudad Real no llega hasta 1972. En Aldea del Rey se detiene en sus castillos de Salvatierra y Calatrava la Nueva. A este último dedica varias páginas, con una descripción sencilla donde incluye su versión sobre la formación de la Orden de Calatrava desde que llegan a Calatrava la Vieja, su morada primigenia. Portuondo aporta una nueva visión, el ruinoso estado del lugar que un día fuera, posiblemente, el convento-castillo más importante de las zonas fronterizas de la Reconquista peninsular6. Contiene un anexo con láminas fotográficas de los 2 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro Convento de Calatrava la Nueva, Fundación Lux Hispaniarum, Madrid, 2018, pp. 8-9. 3 CASTAÑEDA Y ALCOVER, Vicente: “Descripción del Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva y de su iglesia, capillas y enterramientos”, en Boletín de la Real Academia de Historia (BRAH), 92, 1928. 4 RAMIREZ DE ARELLANO Y DÍAZ DE MORALES, Rafael: Orden de Calatrava, imp. Hospital Provincial, Ciudad Real, 1894. 5 HERVÁS Y BUENDÍA, Inocente: Diccionario histórico geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real, Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha (BIDICAM). Recuperado de http://bidicam.castillalamancha.es/bibdigital/bidicam/es/consulta/registro.cmd?id=11356, consultada el 10/06/18. 6 PORTUONDO Y LORET DE MOLA, Bernardo: Catálogo Monumental Artístico-Histórico de España. Provincia de Ciudad Real, Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Madrid, 1917. Copia digitalizada del original: http://aleph.csic.es/imagenes/mad01/0010_CMTN/html/001359470_V01T.html#page/306/mode/2up, consultada el 01/06/19. 6 monumentos. Destacamos las fotos Calatrava la Nueva que permiten observar el mal estado del monumento en aquella época (figura 9). En 1957, Ángel Dotor publica un artículo sobre Calatrava la Nueva Su peculiaridad, además de la descripción, radica en la reciente creación de la Asociación Española de Amigos de los Castillos (AEAC) en 1953, donde se publica el artículo. Esta organización aboga desde sus inicios por la puesta en valor de aquellos castillos españoles que cada vez están más deteriorados7. Su “grito de auxilio” fue recibido con cierto escepticismo al principio; sin embargo, poco a poco fue conquistando a toda la sociedad8. El mismo año, O’Callagham publica The affiliation of the order of Calatrava with the Order of Cîteaux donde incluye cuestiones como la pertenencia a la Orden del Cister, las formae vivendi de los freires, la jurisdicción eclesiástica. Nos señala las transformaciones que sufre la Orden debido a las intervenciones de los abades de Morimond (Francia) a quienes rendían cuentas los monjes calatravos, 9 aunque lo más lógico hubiera sido la pertenencia a la abadía de Fitero (Navarra), coincidiendo en este particular con el profesor Ayala o el profesor Zapata. En 1947 hace su aparición el Instituto de Estudios Manchegos (IEM), una asociación cultural sin ánimo de lucro. El mismo año ve la luz su principal revista: Cuadernos de Estudios Manchegos, cuya función es promover la investigación y estudio de todo tipo de materias científicas y culturales de Castilla-La Mancha, sobre todo de Ciudad Real. En estas publicaciones se recogen, a partir de estos momentos, muchos estudios sobre Calatrava la Nueva. D. José María Martínez Val, catedrático de historia y abogado, es su principal impulsor. Él mismo escribe algunos artículos sobre Calatrava en la mencionada revista siendo director del Instituto, como El Sacro Convento de Calatrava la Nueva, donde describe la fortaleza de forma breve y sencilla10. DOTOR MUNICIO, Ángel: “El Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva”, en Boletín de la AEAC, año 4, nº 16, 1957, pp. 154-172. 8 https://www.xn--castillosdeespaa-lub.es/es/content/nuestra-historia, consultada el 20/06/19. Ya hubo una primera iniciativa en 1934 redactada en una revista de Ferias y Fiestas de Ciudad Real: SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Isidro y ORTEGA OLMEDO, Ricardo: De las gacetas al .com. La prensa en la provincia de Ciudad Real (1812-2007). Ciudad Real, Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, 2007, p. 101. 9 O’CALLAGHAN, Joseph Francis: The affiliation of the order of Calatrava with the Order of Cîteaux, Fordham University, ProQuest Dissertations Publishing, 1957. 10 Todos los artículos de la revista están digitalizados y colgados en la página del Centro de estudios. Información recuperada de http://www.institutoestudiosmanchegos.es/secciones/publicaciones/catalogode-publicaciones/, consultada el 17/06/19. 7 7 El Padre Julián Domínguez, en 1958, escribe un artículo sobre la Orden y el Císter en la misma revista. Con un punto de vista peculiar desde su formación en teología, Domínguez habla de la doble vertiente de la Orden que parece contradecirse: la quietud contemplativa del calatravo clérigo frente a la actitud batalladora del calatravo guerrero. Separa Císter (que busca la paz) de Calatrava (que se engrandece con la guerra). Pero ambos eran monjes. Unos luchaban por Dios con lanzas y los otros lo hacían con oraciones11. Esta publicación, por tanto, no solo tiene valor histórico sino también documental. Dos artículos más se publican en la revista mencionada con autoría de Manuel Corchado, en 1970 y 1974, uno de ellos en colaboración con Maldonado. En el primero, Corchado realiza una exhaustiva búsqueda del castillo de Dueñas. No obstante, Corchado no asimila Calatrava con Dueñas. Su estimación indica que el Manuscrito por el que se guían para formar el binomio Dueñas-Calatrava es superficial y posiblemente hecho por un copista que interpretó mal los escritos originales. En cualquier caso, es el primero en indicar la existencia de construcciones bajo Calatrava la Nueva 12. En el segundo artículo, Corchado y Maldonado manifiestan el gran deterioro de Calatrava la Nueva. Incluyen en su estudio las circunstancias que rodearon el traslado definitivo de los freires calatravos a Almagro13. Otra revista científica importante donde se han divulgado estudios históricos sobre Calatrava la Nueva es La Mancha: revista de estudios regionales, dirigida por el escritor Francisco García Pavón. En ella Fernando Cotta escribe en 1961 un artículo en dos partes con el título: “Descripción del Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva, cabeza y Casa Mayor de esta Orden y Caballería y de sus rentas y casas”. La primera parte del artículo se publica en el nº 1 de la revista; y la segunda parte en el nº 2. Cotta es el primer autor que elabora un profundo estudio completo sobre el Manuscrito mencionado al principio. El resto de los autores trabajan con partes de este en sus investigaciones14. DOMÍNGUEZ, Julián: “La Orden de Calatrava cisterciense”, en Cuadernos de Estudios Manchegos, nº 9, 1958, pp. 7-18 12 CORCHADO Y SORIANO, Manuel: “Localización del castillo de Dueñas”, en Cuadernos de Estudios Manchegos, nº 1, Ciudad Real, 1970, pp. 7-21. 13 CORCHADO SORIANO, Manuel; MALDONADO Y COCAT, Ramón José: "Traslado y supresión del Sacro Convento de Calatrava", en Cuadernos de estudios manchegos, nº 5, Ciudad Real, 1974, pp. 205-271. 14 COTTA Y MÁRQUEZ DE PRADO, Fernando de: “Descripción del Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva, Cabeza y Casa Mayor de esta Orden y Caballería y de sus rentas y casas”, en La Mancha, revista de estudios regionales, nº 1, 1961, pp. 33-76, y La Mancha, revista de estudios regionales, nº 2, 1961, pp. 23-84. 11 8 Por su parte, D. León Caballero de León, presbítero de Calzada de Calatrava y licenciado en Filosofía y Letras, escribe un relato en 1974 para la revista anual del Instituto de enseñanza media de Calzada de Calatrava; en él da cuenta del “lastimoso estado” de Calatrava la Nueva en 1927 (quizás lo visitó aquel año), las causas que llevaron a su ruina, la iniciativa restauradora, los pleitos por su desamortización, la incautación, etc., además de una descripción. Sin duda, D. León aportó su granito de arena a la causa con esta pequeña obra de gran título15. En 1975, el profesor O’Callaghan difunde en Londres una hipótesis sobre la posible identificación de Calatrava con el Castillo de Dueñas y nos pone sobre la pista en The Spanish Military Order of Calatrava and its affiliates. Efectivamente, será a partir de la Crónica Latina de los Reyes de Castilla (que nosotros citaremos por Pecourt16) donde se comprueba esa identificación de la que habla O’Callagham en este artículo17. Las Crónicas de Rades y Andrada sobre las órdenes de Santiago Calatrava y Alcántara se publican en Toledo en 1980. En este libro Rades menciona los hechos más notables y relevantes de los maestres, caballeros y nobles de las tres órdenes militares mencionadas. Este monje calatravo y capellán de Felipe II consultó los archivos de Calatrava y Santiago para realizar su obra. Sin embargo, no lo hizo con Alcántara18. Lorenzo Dailliez en 1988 expone sobre el Císter en CLM El autor habla aquí de la fundación de la Orden y sus propiedades, de la Batalla de Alarcos y las Navas de Tolosa. La nota especial de su ponencia es la referencia al desconocimiento general de la Orden de Calatrava, solo mencionada en los Capítulos Generales de Morimond19. Jesús Espino narra en 1992 las obras de restauración que los Reyes Católicos ordenan realizar en Calatrava. Espino explica el desconocimiento de la arquitectura de este castillo a pesar de la importancia que tuvo y de las reformas de los Reyes Católicos en el refectorio y otros. Para este autor, el estilo de los Reyes católicos no es totalmente 15 CABALLERO DE LEÓN, León: Crónica inédita de la conservación del Sacro convento castillo de Calatrava la Nueva cabeza y casa mayor desta ínclita Orden y caballería y descripción del mismo, La Solana (Ciudad Real), 1974. 16 PECOURT CABANES, María Desamparados: Crónica latina de los reyes de Castilla, vol. 11, Anubar, 1964. 17 O'CALLAGHAN, Joseph Francis: “The Spanish military order of Calatrava and its affiliates”, en Variorum Publishing, vol. 37, 1975. 18 RADES Y ANDRADA, Francisco: Chronica de las tres Ordenes y Cavallerías de Sanctiago, Calatrava y Alcántara, Toledo, 1572, 19 DAILLIEZ, Lorenzo: “El Císter en Castilla-La Mancha”, en I congreso de Historia de Castilla-La Mancha: Tomo V. Musulmanes y cristianos, la implantación del feudalismo, Toledo, JCCM, 1988, pp. 205-210. 9 renacentista como lo era el de los Mendoza; elementos góticos, mudéjares y renacentistas conforman el arte de la corona que él denomina estilo Cisneros. Lo más interesante es la justificación que propone de la incorporación del maestrazgo calatravo a la corona debido a los excesos de D. Pedro Girón durante el reinado de Enrique IV20. En 1992, Rodríguez-Picavea lee su tesis doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)21. Esta tesis es fruto de sus investigaciones anteriores y de la recopilación de los primeros documentos de la Orden de Calatrava, textos que publicará más adelante en un libro que comentaremos en su momento22. Rodríguez-Picavea es profesor de Historia Medieval en la UAM. De tal manera, sus investigaciones se centran en el nexo entre el feudalismo castellano y las órdenes militares españolas, concretamente la de Calatrava. También se editan con posterioridad otros libros o artículos que suponemos ayudarían a la composición de su tesis, como La formación del feudalismo… de 199423. En él hace un repaso por todos los territorios anexados a la Orden de Calatrava en los primeros momentos de su andadura, la mayoría conseguidos por concesiones reales. En 1993 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM) publica la Guía del Sacro Convento de Calatrava la Nueva. No se trata de una publicación científica como tal, sino de un folleto divulgativo turístico específico sobre Calatrava la Nueva. Es uno de los primeros que se centran en Calatrava como recurso turístico, y ahí radica su importancia24. Hasta este momento, la aparición de Calatrava la Nueva en obras de este tipo se hace de forma únicamente testimonial en otros catálogos o folletos publicitarios de Almagro o de la provincia25. En el mismo año, Antonio Momplet escribe un artículo sobre la iglesia del Sacro Convento donde explica que el templo es un ejemplo de la arquitectura castellana ESPINO NIÑO, Jesús: “Obras de los Reyes Católicos en el Sacro convento de Calatrava la Nueva”, en El arte español en época de transición: actas, vol. I, Universidad de León, 1992, p. 309-314. 21 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: La Orden de Calatrava en los siglos XII-XIII Contribución al estudio del feudalismo en la meseta meridional castellana, tesis doctoral dirigida con Carlos Ayala, UAM, 1992. 22 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: “Documentos para el estudio de la orden de calatrava en la meseta meridional castellana (1102-1302)”, en Cuadernos de Historia Medieval Secc. Colecciones Documentales, 2, 1999. 23 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: La formación del feudalismo en la meseta meridional castellana. Los señoríos de la Orden de Calatrava en los siglos XII-XIII. Siglo veintiuno editores, Madrid, 1994. 24 Guía del Sacro convento y Castillo de Calatrava la Nueva, Junta de comunidades de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, 1993. 25 En este folleto publicitario sobre historia, gastronomía o folklore de Ciudad Real aparece el rosetón de Calatrava la Nueva: https://ceclmdigital.uclm.es/store/00/02/40/72/46/PFLIP/tom-es.html, consultada el 05/06/19. 20 10 realizada en conmemoración de la victoria cristiana en las Navas de Tolosa. No obstante, se reitera en no adscribirla a ningún estilo concreto a pesar de describir detalladamente sus elementos arquitectónicos26. En 1995 se desarrolla en Cuenca el Congreso Internacional Conmemorativo del VII centenario de la Batalla de Alarcos: Alarcos 1195. La celebración de este congreso permite aglutinar algunas colaboraciones que ahondan en el conocimiento de la Orden y sus posesiones en nuestro territorio, entre ellas el Castillo de Calatrava la Nueva. Destacan seis que nos interesan: ▪ Sobre la administración de los territorios, la creación de las encomiendas y los ingresos de la Orden de Calatrava hablan Luisa Navarro27 y José Miguel Mendoza28 en sendos artículos. ▪ Raquel Torres expone los privilegios y exención de impuestos para los calatravos por bula papal, y los grandes enfrentamientos jurisdiccionales entre el arzobispado de Toledo y la Orden de Calatrava, temas novedosos que nos ponen en contacto con las dificultades políticas que posiblemente padece la Orden en aquellos momentos29. ▪ María del Carmen Yaguez analiza y describe el aspecto externo de los caballeros calatravos en los s. XII y XIII, un lenguaje exterior simbólico acorde con una época plena de espiritualidad cristiana30. ▪ Juan Zapata expone sus estudios sobre el Campo de los Mártires y el Relicario de Calatrava. En este texto pretende mostrarnos la gran cantidad de reliquias que se exhibían en Calatrava, con los beneficios espirituales otorgados al cristiano que las visitara. Una artimaña más de Trento para contrarrestar el protestantismo. También refiere la historia del Campo de los Mártires. Orar allí proporcionaba al devoto mayores 26 MOMPLET MÍGUEZ, Antonio Eloy: "La iglesia del sacro castillo-convento de Calatrava la Nueva" en Anales de historia del arte. Nº. 4. Departamento de Historia del Arte de la UCM, 1993, pp. 181-190. 27 NAVARRO DE LA TORRE, Luisa: “El modelo económico cisterciense y la Orden de Calatrava. Siglos XII-XIII” en Alarcos, 1195. Actas del Congreso Internacional Conmemorativo del VII Centenario de la Batalla de Alarcos, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, pp. 459-469. 28 MENDOZA GARRIDO, José Miguel: “El sistema de encomiendas de la Orden de Calatrava (ss. XIIinicios del XIII)”, en Alarcos, 1195. Actas del Congreso Internacional Conmemorativo del VII Centenario de la Batalla de Alarcos, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, pp. 315-329. 29 TORRES JIMÉNEZ, Raquel: “Modalidades de jurisdicción eclesiástica en los dominios calatravos castellanos”, en Alarcos, 1195: actas del Congreso Internacional Conmemorativo del VII Centenario de la Batalla de Alarcos, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, pp. 433-457. 30 YÁGUEZ BOZA, María del Carmen: “Imagen y signos del Caballero Calatravo”, en Alarcos, 1195: actas del Congreso Internacional Conmemorativo del VII Centenario de la Batalla de Alarcos, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, pp. 597-612. 11 dones católicos que en otros lugares santos, gracias a su sacralización al introducir tierra santa de Roma y Jerusalén, todo ello avalado por las bulas papales y Trento31. ▪ Por último, debemos comentar que en este Congreso se expone por primera vez el tema arqueológico de Calatrava. En efecto, la ponencia realizada por Ana Mª Segovia y Félix Alañón pone de manifiesto los resultados de las excavaciones arqueológicas en Calatrava, investigaciones in situ que comienzan pocos años antes, en 1991. Anuncian la existencia de una construcción anterior bajo los restos de la fortaleza. A partir de este momento, muchos expertos escriben sobre Calatrava la Nueva basándose en los descubrimientos arqueológicos de Segovia32. En 1999 se publica la Enciclopedia de Arte de CLM. En el vol. 7 se comentan las nuevas características de la arquitectura introducidas por el Císter que desembocan en el estilo gótico. También describe la doble finalidad de la fortaleza y las distintas dependencias monacales33. Los primeros documentos escritos sobre el convento-fortaleza de Calatrava la Nueva son de los siglos XII y XIII. Son textos sueltos relativos sobre todo a la Orden Militar de Calatrava, a su formación y a la construcción del Cerro Convento. Estos manuscritos cortos son recogidos en un libro del Dr. Enrique Rodríguez-Picavea Matilla. Hablamos de 702 documentos, algunos exclusivos sobre términos geográficos de la Orden; otros de contenido impreciso; en el tercer capítulo expone los documentos con carácter general de la Orden (bulas pontificias, privilegios reales, exención de rentas…); y, por último, en el cuarto capítulo, el autor recoge el resto de los documentos relacionados con el estudio de la Orden en la meseta en los s. XII y XIII y los señoríos calatravos del Reino de Toledo. Los textos del cuarto capítulo proceden del antiguo archivo de la Orden de Calatrava, trasladado primero a Ciudad Real, para pasar después a formar parte del Archivo Histórico Nacional de Madrid, donde se han guardado y conservado hasta el día de hoy en la Sección de Órdenes Militares34. Este artículo conforma una riquísima fuente que aporta, en un solo libro, todos los documentos ZAPATA ALARCÓN, Juan: “El culto a los mártires: visión y símbolo del medievo a la contrarreforma. La construcción del Relicario del Sacro Convento de Calatrava la Nueva” en Alarcos, 1195. Actas del Congreso Internacional Conmemorativo del VII Centenario de la Batalla de Alarcos, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, pp. 613-623. 32 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María; ALAÑÓN GONZÁLEZ, Félix: “Estudio documental y arqueológico sobre el origen de Calatrava la Nueva”, en Alarcos, 1195: actas del Congreso Internacional Conmemorativo del VII Centenario de la Batalla de Alarcos, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, pp. 555-563. 33 DÍEZ DE VALDEÓN, Clementina (1999), “Arte gótico: el mensaje de la iglesia”, en Enciclopedia de Arte de Castilla-La Mancha (vol. VII, cap. 3, pp. 61-62), Edicsa 92 (ed.), Madrid. 34 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: “Documentos para el… op. cit., 1999. 31 12 antiguos sobre Calatrava. Aunque su publicación llega en 1999, el Dr. RodríguezPicavea deja claro en la introducción que estos textos son la base de su tesis doctoral leída en 1992. En ese año 2000, el mismo autor publica otro artículo sobre la evolución de la Orden durante el reinado de Alfonso X. Señala aquí el gran poder del Maestre de la Orden, señor sobre legos y freires, autoridad conseguida gracias a la intervención de Alfonso X y a la división de la “mesa común” (ingresos totales de los calatravos) en dos partes: la “mesa maestral” (con sede en Almagro) cuyas rentas serán extraordinarias; y otra parte para la subsistencia de los freiles en el monasterio. Es ahora cuando comienza la aristocratización de los caballeros calatravos según este autor35. También en 2000, Javier A. Richard publica un original libro cuya especial aportación consiste en narrar los hechos históricos desde el punto de vista de la realeza. No obstante, en la primera parte hace una descripción del castillo calatravo, de su iglesia, las capillas y sepulcros, además de añadir diferentes planos y una parte histórica36. De nuevo en el 2000, el Dr. Zapata publica dos artículos más. En La biblioteca de Calatrava la Nueva: 1526-1802 Zapata hace un estudio en profundidad sobre la increíble historia de la biblioteca (o más bien la inexistencia de esta) y la degradación de los libros por los distintos traslados y falta de atención37. En el otro artículo, Intervenciones arquitectónicas en el Sacro Convento de Calatrava la Nueva durante la segunda mitad del siglo XVIII, el autor comenta las intervenciones arquitectónicas realizadas en Calatrava tras las destrucciones provocadas por la devastadora fuerza del terremoto de Lisboa. A pesar de ellas, los monjes no se trasladan a Almagro hasta 180238. Luis Rafael Villegas en 2001 hace una retrospectiva sobre Calatrava y sus duros comienzos en la Revista de las Órdenes Militares39. 35 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: "Evolución de la Orden de Calatrava durante el reinado de Alfonso X", en Alcanate, revista de Estudios Alfonsíes, 2, 2000, pp. 67-82. 36 RICHARD RODRÍGUEZ, Javier Alejandro: Luces y Tinieblas. Historia de la Orden militar de Calatrava, Fundación Viprén, 2000 37 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “La biblioteca de Calatrava la Nueva: 1526-1802”, en LÓPEZSALAZAR PÉREZ, Jerónimo (coord.), Las órdenes militares en la Península Ibérica II, Universidad de Castilla-La Mancha, 2000, pp. 1389-1405. 38 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Intervenciones arquitectónicas en el Sacro Convento de Calatrava la Nueva durante la segunda mitad del siglo XVIII”, en Cuaderno de Estudios Manchegos, 23-24, Ciudad Real, 1999-2000, pp. 241-264. 39 VILLEGAS DÍAZ, Luis Rafael. “De nuevo sobre los orígenes de la Orden de Calatrava”, en Revista de las Ordenes Militares, N º. 1, 2001, pp. 13-30. 13 Sobre el nacimiento de la Orden y su creador Raimundo de Fitero poseemos otra valiosa fuente, el libro de 2002 de Serafín Olcoz. En él se cuentan los hechos que llevaron a Raimundo hasta Calatrava la Vieja40. En 2003, Carlos Ayala explica la profunda aristocratización de los freires caballeros. Su posición nobiliaria ayudó a luchar contra los abusos maestre en el s. XIII y sobre todo en el XIV. En el mismo artículo, Ayala declara la poca actuación bélica de los monjes-soldado calatravos hasta 1170. Así mismo, refleja la importancia y repercusión de su pacto con Alfonso VIII en 1174, momento en que la Orden de Calatrava pone realmente en marcha su faceta militar. Por último, Ayala aporta al tema el momento en que aparecen los comendadores41. Villegas en 2003, contempla novedades y hace nuevas aportaciones al tema de Fitero y la Orden42. En 2004 Zapata publica un nuevo artículo donde retoma la cuestión históricoartística desde un punto de vista diferente: las luchas entre los propios cristianos. Aunque ya conocemos los enfrentamientos entre la corona y la Orden, incluso entre miembros de abolengo de la Orden, se desconoce hasta este momento la destrucción que estas disputas generan43. La arqueóloga Ana María Segovia aporta los avances en sus investigaciones en un texto de 200444. También expone los progresos sobre la antigua fortaleza bajo Calatrava en el Congreso de castellología de 200545. Ese mismo año, el Dr. Zapata escribe un nuevo artículo, Planificación y construcción de Calatrava la Nueva (siglos XII-XIII). En él realiza un profundo estudio OLCOZ YAGUAS, Serafín: “San Raimundo de Fitero, el monasterio cisterciense de la frontera y la fundación de la Orden de Calatrava”, edita Asociación de amigos del monasterio de Fitero, Navarra, 2002. 41 AYALA MARTÍNEZ, Carlos: "La Orden de Calatrava: problemas de organización territorial y militar. Siglos XII-XIII", en Arqueología y territorio medieval, 10.2, 2003, pp. 157-179. 42 VILLEGA DÍAZ, Luis Rafael: “Del Císter, Fitero y Calatrava: nuevas aportaciones”, en Cistercium: Revista cisterciense, Nº 231, 2003, pp. 411-418. 43 ZAPATA ALARCÓN, Juan: "Consecuencias materiales de la lucha por el maestrazgo de Calatrava en el siglo XV. La destrucción de las casas de la sacristía mayor y la obrería durante el asedio al castillo de Calatrava la nueva en 1443", en El territorio de la memoria: homenaje a la profesora Rocío Rodríguez, Universidad de Castilla-La Mancha, 2004, pp. 297-310. 44 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Sacro convento y castillo de Calatrava La Nueva (Aldea del Rey, Ciudad Real)”, en Investigaciones arqueológicas en Castilla La Mancha: 1996-2002, JCCM, 2004, pp. 449-461. 45 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Nuevos datos arqueológicos de la fortaleza anterior sobre la que edifica el Sacro Convento de Calatrava La Nueva (Aldea del Rey, Ciudad Real)”. RUIBAL RODRÍGUEZ, Amador (coord.). Actas del III Congreso de Castellología Ibérica: 28 de octubre - 1 de noviembre, Guadalajara de 2005. Madrid, Asociación Española de Amigos de los Castillos, 2005, pp. 191-200. 40 14 sobre la construcción de la fortaleza y sus defensas. Para ello se basa ya en los datos arqueológicos aportados por Segovia, además de los textos anteriores sobre Dueñas46. Rodríguez-Picavea evoluciona en dos artículos más publicados ambos en 2007. En el primero se reafirma en la postura de la nobleza de los freires caballeros47. Mientras en el segundo, con respecto a la aristocratización de la Orden, mejora sus aportaciones con más estudios indica los comienzos de patriciado en la segunda mitad del s. XIII, la aceleración de la situación que se produce en el XIV y la culminación en el XV48. Igualmente en 2007, el Dr. Ayala escribe un libro donde comenta los orígenes de la Orden, las circunstancias históricas y su mitificación. También departe sobre la elección del Císter, las irregularidades de la fundación del convento en Calatrava la Vieja y el proceso de normalización cisterciense49. Rodríguez-Picavea publica en 2008 el libro Los monjes guerreros en los reinos hispánicos. En él esclarece la creación de todas las órdenes militares y sus características más importantes. En los folios que dedica a nuestra Orden describe los hechos de la fundación y del abad Raimundo a través de Jiménez de Rada. Nos indica, a la vez, cómo Calatrava es la primera que se crea y su situación geográfica en el punto más meridional de la frontera entre los reinos cristianos y al-Ándalus50. En 2008 se celebra en Almagro el I Congreso Internacional 850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008, publicado por el Instituto de Estudios Manchegos en 2009. Es el primero sobre Calatrava que reúne a los principales investigadores sobre la materia. Su relevancia alcanza cotas muy altas no solo por las comunicaciones, sino por las futuras vías de investigación que se abren a partir de las aportaciones presentadas, con una sólida base sobre la Orden de Calatrava y su castilloconvento. Vemos ahora claramente algo que ya venimos desarrollando en esta parte del trabajo: pasamos de unas descripciones generales, poco a poco, a la particularidad de las distintas disciplinas que se dan en Calatrava, con los diferentes matices aportados por 46 ZAPATA ALARCÓN, Juan: Planificación y construcción de Calatrava la Nueva (siglos XII-XIII), edita Asociación de amigos de los castillos, 2005, pp. 1273-1298. 47 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: “Caballería y nobleza en la Orden de Calatrava: Castilla 2350-1450” en Anuario de Estudios Medievales del CESIC, Vol. 37, Nº 2, 2007, pp. 711-739. 48 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: “Proceso de aristocratización de la Orden de Calatrava (siglos XIII-XV)”, en Hispania Sacra, LIX 120, 2007, pp. 493-535. 49 AYALA MARTÍNEZ, Carlos. Las órdenes militares hispánicas en la Edad Media (siglos XII-XV). Marcial Pons Historia, Madrid, 2007. 50 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: Los monjes guerreros en los reinos hispánicos. Las órdenes militares en la Península Ibérica durante la Edad Media, La Esfera de los Libros (ed.), Madrid, 2008. 15 los investigadores. Las comunicaciones del Congreso de Almagro que interesan para nuestro cometido son las siguientes: ▪ La arqueóloga Ana Mª Segovia nos pone al día sobre los avances en sus intervenciones en Calatrava, como son la apertura de la calle de los Artesanos, el molino de sangre y otras edificaciones51. ▪ Raquel Torres expone sobre la religiosidad calatrava una interesante comunicación sobre las reglas cistercienses recibidas por la Orden en sus primeros años y las formae vivendi enviadas desde Morimond y desde Roma 52. ▪ Por su parte, el profesor de la Universidad de Nantes Philippe Josserand señala en su ponencia que la verdadera transformación del monacato calatravo se produce con las visitas (al menos tres), entre 1302 y 1320, del abad de Morimond Guillaume53. Esto ya lo habían adelantado O’Callagham y Ayala. La aportación de Josserand se basa en el conocimiento de los documentos generados en Morimond sobre los freiles calatravos. ▪ En la misma línea, Manuel Ciudad remata el tema religioso con el influjo benedictino-cisterciense y la herencia templaria sobre la Orden54. Ciudad narra la tradición benedictina recogida posteriormente por San Bernardo de Claraval que afecta a los freires, mientras que los guerreros se inclinan hacia la herencia de los caballeros templarios, sus predecesores en Calatrava la Vieja. ▪ Luis Rafael López Villegas indica en su ponencia una curiosa posibilidad: la exclusión de purismo espiritual acérrimo en los comienzos de la formación de la Orden pudo ser el principio de la articulación de su poder. Esto se confirmaría con las concesiones de Alfonso VIII. Aporta otra hipótesis: quizás los cambios en la organización interna calatrava llegan debido al riguroso virtuosismo con el que los SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Primeras construcciones de la Orden de Calatrava la Nueva, S. XIII”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I congreso internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudio Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 435-443. 52 TORRES JIMÉNEZ, Raquel: “La religiosidad calatrava en sus primeros tiempos”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 261-302. 53 JOSSERAND, Philippe: “Vientos de cambio. Las transformaciones de la Orden de Calatrava a partir de finales del siglo XIII a través de la normativa cisterciense”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 225-238. 54 CIUDAD RUIZ, Manuel: “La tradición benedictino-cisterciense y la herencia templaria en la forma de vida calatrava (1163-1205)”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII). Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 305-326. 51 16 freires pretenden seguir al Cister pasados los primeros años. Por ello vemos unos cargos que son más propios de una organización monástica que militar55. Así mismo, Rodríguez-Picavea señala la importancia del dominio sobre las personas que ejercían los territorios calatravos. Por este motivo, los calatravos solo concedieron tres “fueros breves” en Soria, Zorita y Toledo antes de 1212. A lo largo del s. XIII, en toda la zona donde los calatravos gobiernan homogéneamente sin problemas (Jaén y Campo de Calatrava), la documentación es escasa, por lo que se deduce que apenas se conceden fueros. Posiblemente sí se hace en Sevilla y Ahóndiga (Toledo), zonas que quedaban más alejadas de su alcance administrativo territorial56. ▪ F. Rafael Pascual expone su artículo Fitero: cuna de Calatrava. Pascual es un monje cisterciense cántabro. Su ponencia es muy interesante al abordar el tema de la creación de la Orden desde el punto de vista de un clérigo57. ▪ Casado Quintanilla en su comunicación sobre los escribas calatravos expone la cuestión de la Escribanía, que para él significa la organización interna de los documentos en Calatrava. Indica que, en un principio, el oficio de escribano es ocasional. Más tarde aparece la figura del escribano del maestre. En el s. XV se forma la Cancillería de la Orden, con un canciller y un secretario bajo el mando del maestre. Adaptándose a los s. XII-XIII, Casado indica que todos los documentos están encabezados por: “el maestre y todo el convento”. Distingue entre dos magister que aparecen en los textos: uno es el que escribe documentos y el otro es el maestre. Aporta, además, una completa relación de libros de la biblioteca calatrava58. ▪ Miguel Ángel Hervás y Manuel Retuerce departen en su comunicación sobre el nacimiento de la Orden en Calatrava la Vieja. También hablan de las modificaciones VILLEGAS DÍAZ, Luis Rafael: “Los cambios organizativos de la Orden de Calatrava en la Mancha”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 239-260. 56 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: “Poblamiento y territorio en el señorío castellano de la Orden de Calatrava”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 141-172. 57 PASCUAL RUBIO, Francisco Rafael: “Fitero: cuna de Calatrava”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 57-82. 58 CASADO QUINTANILLA, Blas: “Organización de la Escribanía en la Orden de Calatrava (siglos XIIXIII)”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 205-223. 55 17 que sufrió esta ciudad de raíz musulmana a consecuencia de la llegada de los cristianos: Raimundo de Fitero y sus monjes guerreros59. En el desarrollo de estas jornadas que acabamos de comentar echamos de menos la parte artística que fue expuesta en el congreso, pero no publicada. Una de las líneas de indagación, inédita hasta ahora, surge en la mente de la autora durante su asistencia a este Congreso, como nueva propuesta de expansión turística. En este sentido, la atracción de grupos de personas interesadas en el tipo de visita histórico-artístico que presenta Calatrava podría ser una vía a seguir en un futuro para conseguir, no solo la difusión de este importante monumento, sino también los beneficios económicos que puede llegar a generar. En 2009, tras muchos años de excavaciones, Ana María Segovia expone sus progresos en el campo arqueológico en otro artículo. Aquí departe sobre la tahona de Calatrava60. Su trabajo avanza y los resultados se van publicando. Manuel Ciudad en 2010 escribe el artículo La clavería, la subclavería y la subencomienda del Sacro Convento. Algunas cuestiones en torno a la guarda del Castillo de Calatrava la Nueva a finales de la edad media. Ciudad ahonda en cuestiones anteriormente no expuestas61. El mismo autor un año después, expone su tesis doctoral sobre los freires de Calatrava, su organización y vida en el convento. Lo hace en la Universidad de CastillaLa Mancha (UCLM), resultado de sus investigaciones de los últimos años62.. En 2011 se publica la Guía de CLM de Patrimonio Cultural: Ciudad Real y Cuenca. En la población de Aldea del Rey se destaca la mejor posición estratégica de Calatrava la Nueva tras la Batalla de las Navas de Tolosa, frente a la insalubre Calatrava la Vieja. Se manifiesta la reutilización de los restos de Dueñas para la nueva sede63. HERVÁS HERRERA, Miguel Ángel; RETUERCE VELASCO, Manuel: “Calatrava la Vieja, primera sede de la Orden Militar de Calatrava (siglos XI-XIII)”, en El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros años de Expansión (siglos XII y XIII), Actas del I Congreso Internacional «850 aniversario de la fundación de la orden de Calatrava, 1158-2008», Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, 2009, pp. 83-140. 60 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María. “Descubrimiento de una Tahona del siglo XVIII en Calatrava La Nueva, Aldea del Rey (Ciudad Real)”, en Actas V Congreso Internacional de Molinologia, 2009, págs. 531-538. 61 CIUDAD RUIZ, Manuel: “La clavería, la subclavería y la subencomienda del sacro convento. Algunas cuestiones en torno a la guarda del castillo de Calatrava la Nueva a finales de la edad media”, en Campo de Calatrava: revista de estudios de Puertollano y comarca, n1 8, 2010, pp. 7-24. 62 CIUDAD RUIZ, Manuel: Los frailes clérigos de Calatrava en la Edad Media: organización institucional y forma de vida. Tesis doctoral dirigida por Francisco Ruiz Gómez. Universidad de CastillaLa Mancha, 2011. 63 Guía de Castilla-La Mancha de Patrimonio Cultural: Ciudad Real y Cuenca. Santiago Palomera Plaza y Alfonso Vázquez González (coords). Edita el gobierno de CLM, Toledo, 2011, pp. 24-25. 59 18 En 2012 es Juan Zapata quien presenta su tesis también en la UCLM. Este trabajo de Zapata es la consecuencia directa de años de estudios e investigaciones sobre Calatrava la Nueva en el aspecto artístico64. A partir de ahora, sigue publicando artículos desde otras perspectivas para complementar sus conocimientos sobre el castillo-convento. Así, en la Universidad de Alcalá de Henares, en 2013, Navarro y Zapata aportan nuevos estudios para rehabilitar Calatrava y la repercusión que pudiera tener en un futuro próximo si el plan se llevara a cabo 65. En el año 2015, Zapata crea otro texto, Calatrava la Nueva y los inicios del gótico en Ciudad Real, un interesante estudio sobre la construcción de Calatrava visto desde la perspectiva estilística del gótico cisterciense. En este artículo Zapata investiga sobre los ingresos de la Orden. También detalla los materiales utilizados en la iglesia, los nuevos arcos apuntados, las bóvedas, etc. No obstante, su aportación más destacable es la relación de 42 marcas de cantería documentadas en la iglesia66. Todo este proceso de indagación y formación lleva al Dr. Zapata a escribir un libro que se publica a finales de 2018: El Sacro convento de Calatrava la Nueva. Posiblemente en él se halle la descripción artística más completa que existe en la actualidad sobre Calatrava. Se abordan prácticamente todas las edificaciones que un día formaron parte del gran complejo monástico de Calatrava que han salido a la luz, algunas de ellas desaparecidas por completo y otras en peligro de extinción. Esta información la recupera de los documentos del AHN y la RAH, junto a las aportaciones de cada uno de los autores referidos aquí y algunos otros. La gran aportación del libro reside en la compilación de todo lo referente a la parte artística de Calatrava67 y 68. En 2014, Jesús Manuel Molero escribe sobre la inseparable relación entre Calatrava y sus encomiendas. Molero salta las barreras regionales y nacionales para llevar nuestro castillo al contexto internacional en Lisboa69. 64 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro Convento de Calatrava la Nueva. Tesis doctoral dirigida por María Esther Almarcha Núñez-Herrador. Universidad de Castilla-La Mancha, 2012. 65 NAVARRO GALLEGO, José; ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Calatrava la Nueva: Conservación, Rehabilitación y Perspectivas de futuro”, en Los Señores de los castillos, Universidad de Alcalá de Henares, 2013, pp. 88-95. 66 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Calatrava la Nueva y los inicios del gótico en Ciudad Real”, en I Congreso Nacional Ciudad Real y su provincia, vol. III, Ciudad Real, 2015, pp. 53-69. 67 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El sacro convento… op.cit., 2018. 68 Las investigaciones de Juan Zapata también se han orientado hacia el Monasterio de Uclés. Alguna publicación sobre el tema podría ser: MALDONADO HERRERA, Enrique y ZAPATA ALARCÓN, Juan: "La construcción del convento de Uclés (1529-1550)", en Revista de las Órdenes Militares, nº 5, 2009, pp. 141-185. 69 MOLERO GARCÍA, Jesús Manuel. "El binomio castillo/encomienda en la administración señorial de la Orden de Calatrava (siglos XII-XV)" en Castelos das ordens militares, Lisboa, 2014, pp. 229-249. 19 Ana María Segovia, junto a tres arqueólogos independientes, exponen sobre Calatrava en la Universidad de Jaén, en 2014. Allí describen los progresos en el campo arqueológico. En este caso se narra por primera vez los descubrimientos en la Sala Capitular, todo un misterio que desvelaremos posteriormente70. En 2016, Irune Fiz y Jesús F. Pascual publican sobre la Capilla Dorada y la iconografía en Calatrava. Su contribución es muy valiosa puesto que hacen una posible reconstrucción de la Capilla Dorada en sus inicios. Este trabajo lo realizan en colaboración con una escuela de arquitectura. Aportan programas iconográficos desconocidos hasta el momento71. En 2017, Ana María Segovia presenta su tesis doctoral en la UCLM en el contexto arqueológico de Calatrava la Nueva. En realidad, esta tesis es fruto de los años de excavaciones e investigaciones sobre el monumento patrimonial protagonista de nuestro trabajo72. Ese mismo año, Segovia comunica en un congreso la metodología de las excavaciones en Calatrava la Nueva para conocer todo aquello que los documentos no pueden mostrar. Habla de las zonas excavadas, incluida la Sala Capitular, de los descubrimientos y de los magníficos resultados en esta publicación que llega en 201873. Tras el rastreo de la bibliografía señalada vamos a comenzar el grueso del trabajo por la parte histórica del Sacro Convento, es decir, la Orden de Calatrava, dada la gran documentación existente al respecto. SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María et alii: “El Castillo de Calatrava la Nueva en el contexto de la batalla de las Navas de Tolosa”, en Las Navas de Tolosa, 1212-2012; miradas cruzadas, Universidad de Jaén, 2014, pp. 645-652. 71 FIZ FUENTES, Irune: “La Capilla Dorada del convento de Calatrava la Nueva. Precisiones iconográficas y patronazgo”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte de la UAM, vol. 28, Madrid, 2016, pp. 97-112. 72 SEGOVIA FERNÁDEZ, Ana María: Estudio histórico-arqueológico del castillo de Calatrava la Nueva: siglos XII-XIII. Tesis doctoral dirigida por Francisco Ruiz Gómez. Universidad de Castilla-La Mancha, 2017. 73 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración del castillo y convento de Calatrava La Nueva (Ciudad Real) 1991-2011”, en Actas del Congreso Nacional de Arqueología Profesional, Zaragoza, 2018, pp. 67-76. 70 20 3. LA ORDEN DE CALATRAVA Las primeras órdenes militares hispánicas se crearon en el contexto de la Reconquista. Surgieron en esos momentos que los reyes intentan delimitar sus territorios. Lógicamente, el ámbito geográfico preferente para su establecimiento era la franja territorial que transcurría entre la desembocadura del Tajo en el oeste y el delta del Ebro en el Este. La Mancha era la zona fronteriza más meridional en la época que nos atañe. La Orden de calatrava fue la primera que se creó en los reinos hispánicos. “Surgió en el reino de Castilla, en la frontera más meridional de cuantas existían entonces en la frontera con al-Ándalus”74 (cita literal). Fig. 1. Fronteras entre reinos cristianos y musulmanes durante la Reconquista. https://www.arteguias.com/reconquist acristiana.htm El vocablo Calatrava deriva del nombre árabe Qal’at Rabah. Ha habido controversia con respecto a su traducción, pero las últimas investigaciones apuntan a que la primera palabra significa “fortaleza”, coincidiendo con la mayoría de los investigadores; mientras que se tiende a pensar que la segunda sea un epónimo, es decir, el nombre del fundador omeya de la ciudad, algo habitual en las creaciones ex novo de ciudades andalusíes. Cuando la ciudad pasa a formar parte de Castilla y ya en época de Reconquista, ambos términos se adaptan unidos al castellano: calatrava75. La fundación de la Orden de Calatrava, así como sus primeros pasos en el mundo de la caballería monástica española se conoce en la actualidad de una forma aceptable gracias, sobre todo, a los documentos guardados en el Archivo Histórico Nacional. El análisis de estos documentos junto a los estudios cronísticos históricos del arzobispo Jiménez de Rada han conseguido enlazar muchos hechos aislados sobre la Orden; aun así, todavía hay épocas oscuras en torno a su origen y su primera etapa76. El rey Sancho III de Castilla llega a Toledo en 1157, según el texto de Jiménez de Rada, 74 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: Los monjes guerreros… op. cit., p.47 PORTUONDO Y LORET DE MOLA, Bernardo: Catálogo Monumental… op. cit., p. 17. 76 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El sacro convento… op. cit., p.11. 75 21 libro VII, capítulo XIIII77. Allí es informado del peligro que suponía el abandono de la ciudad de Qal’at Rabah (Calatrava la Vieja) por la Orden del Temple (que se había hecho cargo de ella en 1147) ante la imposibilidad de defenderla78. 3.1. Raimundo de Fitero y Calatrava la Vieja. Formación de la Orden. Fray Raimundo, abad del monasterio cisterciense de Fitero (Navarra), acompañado del joven fray Diego Velázquez, coincide con el rey Sancho III a su llegada en Toledo en 1157. Velázquez, de sangre noble y ducho en armas, se cría y se instruye en la corte del rey Alonso junto a su hijo, el príncipe Sancho. Su amistad era tal que el monarca comentaba con él asuntos de estado, como ocurrió con el problema existente en la defensa de la frontera del Guadiana. Fray Diego, muy joven por entonces, insta al abad para defender la Calatrava fronteriza. Fray Raimundo cuenta ya con 67 años, cuya vida anterior discurre siempre entre los muros de su convento. Duda ante la inaudita propuesta de Velázquez. Sin embargo, acepta el reto. Así, el rey Sancho firma la carta fundacional con Raimundo en enero de 1158, en Almazán (Soria), camino de Navarra. Durante este largo recorrido Toledo-Navarra, el pueblo aplaude la valiente decisión del abad. Salen de Navarra camino de Calatrava La Vieja ese mismo año. El fervor del pueblo es tan grande que durante el trayecto hacia La Mancha estos dos sencillos monjes arrastran consigo a unos 20 000 hombres dispuestos a repoblar el territorio y defenderlo de los islamistas79. Quedaba por delante un arduo trabajo. La fundación de Calatrava se ha puesto en marcha sin saber D. Raimundo que su ferviente obra habría de convertirse en uno de los hechos históricos más importantes de la Reconquista española. Entre 1158 y 1170 no hay constancia de que la recién creada Orden de Calatrava recibiera territorios de envergadura, tampoco de actuaciones bélicas contra de los musulmanes. Su función era la defensa de Calatrava la Vieja, la repoblación y su subsistencia, que no era poco. D. Raimundo murió hacia 1163. En 1170 los calatravos ayudaron a los Lara (familia real regente) a vencer a los Castro (que deseaban la corona castellana) en la fortaleza de Zorita de los Canes. Esta fue la primera batalla conocida de la Orden y como pago, la realeza entregó Zorita de los Canes a Calatrava. Aquí 77 Crónicas recogidas por Rodrigo Jiménez de la Rada en su De Rebus Hispaniae. Citamos a través de su traductor Juan Fernández Valverde. FERNÁNDEZ VALVERDE, Juan: Historia de los hechos de España, Alianza Editorial, Madrid, 1989, pp. 281-282. 78 FERNÁNDEZ VALVERDE, Juan: Historia de los hechos de España, Alianza Editorial, Madrid, 1989, p. 282. 79 RICHARD RODRÍGUEZ, Javier Alejandro: Luces y Tinieblas… op. cit., pp. 16-18. 22 comenzó realmente su trabajo y su poder. Posiblemente hasta entonces, la Orden estuviera aún sin organizar80. En 1174, Alfonso VIII promete a los caballeros calatravos importantes botines de guerra si estos le ayudan en su conquista de tierras musulmanas. A partir de entonces vemos los primeros indicios del primer modelo organizativo de la Orden, origen de las batallas contra los enemigos de la Santa Fe81. Los componentes de la Orden se consideran cistercienses desde el primer momento a pesar de la oposición del Císter a la osadía de Raimundo. Seguían sus normas rígidamente, es decir, a pesar de su aprendizaje y vocación militar, estaban sujetos a las normas monásticas, al menos en los albores de la formación de la Orden. Ya sabemos que más adelante, la parte militar se relaja con respecto al cumplimiento de las normas del Cister, sobre todo cuando el sector caballeresco se aristocratiza, degradando así su imagen religiosa82. En cuanto a su adscripción al Císter, el Capítulo General del Císter de 1164 otorga a Calatrava las reglas o formae vivendi. Una bula papal del mismo año lo ratifica83. En 1186 el Capítulo General daba unas segundas reglas por las que la nueva Orden de freiles pasaba a depender de Morimond, y no de Fitero como cabría esperar. En 1199 y 1214 hubo nuevas bulas papales ratificando la adscripción al Cister. No obstante, habría que llegar a 1249 para que la Orden quedara totalmente integrada en la orden cisterciense de San Bernardo84. Por otro lado, debemos comentar la situación de su sede fundacional, Qal’at Rabah o Calatrava la Vieja, una ciudad creada por los musulmanes que no es apta para acoger a los nuevos conventuales. Estos monjes sin monasterio tienen que adaptar los espacios de Calatrava la Vieja a su función clerical. Los testimonios que quedan en esta ciudad, ahora en ruinas, son los restos de una iglesia templaria85 y otra calatrava donde AYALA MARTÍNEZ, Carlos: "La Orden de… op. cit., pp. 158-159. AYALA MARTÍNEZ, Carlos: "La Orden de… op. cit p. 160. 82 TORRES JIMÉNEZ, Raquel: “La religiosidad… op. cit., pp. 261-263. 83 Bullarium Ordinis Militae de Calatrava. Anno 1164, I. Centro de Estudios Calatravos: https://www.campodecalatrava.com/cec/documentos-calatravos, consultada el 12/06/19. En 1747, el Procurador General de la Orden de Calatrava propone en el consejo de Órdenes la creación de un Bulario tal y como existía en la Orden de Santiago. Su función consistiría en dar a conocer las normas pontificias a los que iban a tomar el hábito. El rey (Fernando VI) resuelve a favor en Aranjuez en 1755. El Bullarium Ordinis Militiae de Calatrava se imprime en 1761. En él se recogen todas las prerrogativas y facultades concedidas por bulas papales, además de las reales cédulas, provisiones y decretos de los grandes maestres. Al no tener derechos de autor, Google decidió escanearlo y difundirlo por medio de internet. 84 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El sacro convento… op. cit., pp. 12-13. 85 HERVÁS HERRERA, Miguel Ángel; RETUERCE VELASCO, Manuel: “Calatrava la Vieja… op. cit., p. 89. 80 81 23 se incorporarían estructuras concebidas para la vida monástica. Quizás fuera este el primer convento de la Orden de Calatrava: una iglesia con un pequeño claustro de planta irregular adosado al norte, en cuyo perímetro se acomodarían el resto de las dependencias necesarias para la subsistencia de los freires (celdas, cocinas, refectorio, etc.). Es la primera edificación de los clérigos calatravos donde no hay nada destacable ni en técnicas ni en materiales86. Sin embargo, allí se gestó nuestra Orden. 3.2. Organización jerárquica y estructura Dentro de la Orden existen dos facetas: la monacal y la caballeresca. La forma de vestir y de llevar el pelo eran totalmente simbólicas. Ante las riquezas de Cluny y los nuevos ricos del medievo, el cister defiende una vestimenta austera, sin oro ni ornamentos. Los caballeros deben llevar barba, recortada con tijera y peine. El pelo hasta media oreja (largo significa virilidad, fuerza y libertad; el pelo corto es para los esclavos), mientras que los monjes lo ostentan corto y con tonsura. El hábito negro cluniacense hizo que Claraval pensara en todo lo contrario, la ausencia de color, puesto que el negro era el tono de las tinieblas (como tenebrosos eran los cluniacenses con sus riquezas y sus vestiduras). Los ropajes de legos y religiosos de la Orden deben ser de un color honesto, el color de la lana sin tintar, o bien el “no color” como dijo San Bernardo; el bermellón, azul, amarillo, blanco, etc., son colores deshonestos. Paños de lana sin teñir para las túnicas largas con capucha de monjes y caballeros calatravos, más cortas y apropiadas para los guerreros al cabalgar. La túnica era ceñida al cuerpo y se ajustaba con cinturón de piel (símbolo de castidad). Únicamente se permite una tela de mayor calidad para la ropa interior, el lino. Sobre la túnica o hábito, un escapulario blanco (más bien sin color) para otorgar esa apariencia monacal singular del militar calatravo. Deben dormir los caballeros con estas ropas (simbología de castidad). Para salir se colocaban un manto hasta los pies sin color, por el que siempre se les ha reconocido. Como vemos, el aspecto del caballero es simbólico y especial desde el principio; sin embargo, con el tiempo comienzan a cambiar por influencia de las poderosas familias que aristocratizan la Orden87. En el hábito se incrustó una cruz flordelisada, negra al principio, roja a partir de la Batalla de Alarcos en memoria de la sangre vertida por sus compañeros muertos en la lucha. No obstante, han de esperar hasta 1397 para coser la cruz roja al hábito, año en 86 87 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El sacro convento… op. cit., pp. 16-18 YÁGUEZ BOZA, María del Carmen: “Imagen y signos… op. cit., pp. 599-612. 24 que Benedicto XIII concede la bula88. El rojo también es el color del pecado en esta época medieval. No obstante, más delante se identifica como penitencia y dolor. La comunidad monástica vive en clausura y en silencio en algunos lugares, a saber: refectorio, claustro, iglesia o dormitorios. Sin embargo, paradójicamente desarrollan un elaborado lenguaje de signos para comunicarse sin hablar89. En cuanto a las dignidades de la Orden, la parte laica está liderada por el maestre, la autoridad suprema; otorga las encomiendas, confiere hábitos y prioratos y administra justicia para todos. El cargo es electivo y vitalicio. Contamos un total de treinta maestres hasta que esta dignidad pasa a manos del rey de España (Fernando el Católico es el primero). El Comendador gobierna la encomienda que se le asigna. El Clavero es la mano derecha del maestre, además de guardar y defender el castillo. La parte clerical de la Orden estaba encabezada por el Prior, cabeza de la parte monástica, seguido por el Subprior y un consejo de ancianos cuya función era de asesoramiento o consulta. Todos ellos con categoría de “dignidad”. Del Subprior dependían los cargos de gestión (avituallamiento, asistencia, etc.): el Pitancero, que suple la función del Clavero de cara a los clérigos; el Mayordomo, encargado del suministro; el Enfermero y el Obrero. Del Mayordomo dependían los encargados del abastecimiento de víveres para el castillo, legos en este caso90. Todos los cargos inscritos en el organigrama no surgen en las mismas fechas. El Clavero aparece en la Orden en época muy temprana, en 1174, con gran dignidad llevando a cabo importantes funciones como mano derecha del maestre. La figura del Obrero no está muy clara; aparece por primera vez en las fuentes en 1245 con categoría de “dignidad”, por lo que podría estar vinculado a la construcción de la nueva sede, y quizás de él dependiera el obrero de menor rango; sin embargo, la información que conocemos nos indica que su función es muy simple hasta que se le asignan otras tareas importantes en el s. XV, como la custodia del archivo o llevar las cuentas del convento91. El organigrama quedaría de la siguiente manera: 88 La cruz flordelisada era el emblema de la Orden de Calatrava. A pesar de la insistencia de los calatravos por convertirla en roja, no fue de este color hasta 1397, año en que Benedicto XIII dictó la bula correspondiente. ZAPATA ALARCÓN, Juan: “El culto a… op. cit., p. 615-616. 89 Extraído de la ponencia de L. Rafael Villegas: “La genética cisterciense en la Orden de Calatrava”, ponencia del curso Sedes conventuales de Órdenes Militares: Calatrava la Nueva (ca. 1217-2017), celebrado en 2017 en Calzada de Calatrava y pendiente de publicación. 90 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit. pp. 24-28. 91 Ibídem, pp. 26-27. 25 MAESTRE CONSEJO DE ÓRDENES COMENDADOR MAYOR CLAVERO SUBPRIOR PRIOR SACRISTÁN OBRERO CONSEJO ANCIANOS PITANCERO / MAYORDOMO / ENFERMERO / OBRERO SUBSACRITÁN DESPENSERO HORNERO/PANADERO COCINERO Figura 2. Organigrama de creación propia según información recogida de: ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit. p. 26. Con posterioridad aparece la figura del Alcaide, que suple al Comendador en ausencia de este. Dado que los reyes otorgan cargo de Comendador a nobles de su entorno, aristocracia que no reside en su encomienda, es el Alcaide o Subcomendador quien realiza sus funciones. En Calatrava la Nueva se ocupa de la defensa en general, y de él dependen todos los cargos en el contexto defensivo. A partir del s. XV, se nombra un Alcaide donde no hubiera Comendador, que se encarga además de autorizar las salidas y entradas a la fortaleza92. Para completar el tema debemos indicar el aspecto de la aristocratización de la Orden. Los altos cargos no clericales pronto son detentados por personas procedentes de las clases altas de la sociedad. Las estrictas normas cistercienses pronto se van relajando para estos nobles, como ocurre con la comida y los ayunos, por ejemplo: en época de batalla, los caballeros guerreros no ayunan y comen carne más días que los freiles, lo que conlleva enfrentamientos en el seno de la comunidad93. Durante la segunda mitad 92 93 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Planificación y construcción… op. cit., p. 1292. VILLEGAS DÍAZ, Luis Rafael: “La genética cisterciense…” op. cit. pendiente de publicación. 26 del s. XII, el poder de la Orden es inmenso y los altos cargos son conscientes de ello. Se producen cambios en la organización territorial que prácticamente adquiere su forma definitiva con la creación de la “mesa maestral” debido al desequilibrio entre encomiendas y maestrazgo. A finales de siglo acaecen nuevos cambios en la normativa de la comunidad no monástica, siendo la “santa obediencia” el único lazo que les unía a los freiles y exclusiva premisa que vinculaba al Comendador con el Maestre. En resumen, los altos cargos no clericales de la Orden de Calatrava pretendían restar parte de la autoridad del Maestre por causa de sus abusos de poder y otras cuestiones, ya que el nombramiento de Maestre, a estas alturas, es prácticamente potestad del rey. Los enfrentamientos entre unos y otros son tales que el papa Alejandro VI en 1256 promulga una bula indicando que en todo lo relativo a la institución y destitución del Maestre deben aplicarse los mismos métodos empleados para los abades94: “bulla ad observandam eandem forman circa institutionem, destitutionem et concessionem magistri ordinis, que circa abbates cistercienses fervatur”95. El proceso de secularización llega a su plenitud en el XV, con la mesa maestral ya en manos de la corona. El voto de obediencia, único no modificado como ya hemos comentado, es manejado al antojo del linaje familiar. Así se explican las luchas de poder entre los miembros, algunos muy sonados como el enfrentamiento entre Ramírez de Guzmán y Pedro Girón96 97. Por último, debemos comentar que las principales fuentes de ingresos de la Orden proceden de las donaciones de la monarquía –también de la nobleza, pero en menor medida–. La Orden de Calatrava llega a poseer un vasto territorio con sus derechos, inmunidades y privilegios que generan suculentas rentas. No poseemos documentación alguna para saber si estas son suficientes para realizar la espléndida obra del monasterio-castillo98, por lo que desconocemos de donde salen los caudales que soportan la inmensa fábrica calatrava durante decenios, aunque podemos suponer que los territorios cedidos por la corona a la Orden producen suficiente capital para ello. AYALA MARTÍNEZ, CARLOS: "La Orden de… op. cit. pp. 177-178. Bullarium Ordinis Militae de Caltrava. Anno 1256, I: https://www.campodecalatrava.com/cec/documentos-calatravos, consultada el 12/06/18. 96 RODRÍGUEZ-PICAVEA MATILLA, Enrique: “Proceso de aristocratización… op. cit., p. 508. 97 Los enfrentamientos por el Maestrazgo de la Orden de Calatrava durante el siglo XV entre las nobles familias de los Guzmán y los Girón están relatados por Emilio Cabrera en su artículo En torno a una enconada rivalidad por el Maestrazgo de Calatrava durante el siglo XV, publicado en el nº 4 de la Revista de la Facultad de Geografía e Historia en 1989. 98 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Calatrava la Nueva… op. cit., p. 57. 94 95 27 3.3. Salida de Calatrava la Vieja. Causas Los primeros años de la Orden de Calatrava transcurren en la ciudad de Calatrava la Vieja entre 1158 y 1195. El duro golpe sufrido en la derrota de la Batalla de Alarcos en 1195 supuso la pérdida de sus territorios manchegos y de su fortaleza. La Orden quedó casi extinguida y los supervivientes tuvieron que refugiarse en Toledo. En 1198 el maestre Martín Pérez de Siones consiguió formar un gran ejército y conquistó la fortaleza de Salvatierra. Allí se instala la Orden y es allí donde probablemente se gestará la idea de una nueva fortaleza en el monte frente a Salvatierra, el Alacranejo, donde se ubicaba el castillo de Dueñas99. Es posible que la obra comenzara en esos momentos100. En 1211, tras cincuenta días de asedio, los calatravos pierden Salvatierra y se repliegan en Zorita de los Canes (Guadalajara) hasta junio de 1212, cuando los cristianos derrotan a los almohades en las Navas de Tolosa. La Orden vuelve a Calatrava la Vieja, plaza recuperada. La primera función a su vuelta fue la construcción de una capilla con advocación a Nuestra Señora de los Mártires donde enterraron a los caídos en Alarcos que los almohades abandonaron ante las murallas y en el interior de la ciudad “pasados a cuchillo” en 1195101. Así nace el mártir calatravo102. La salida de Calatrava la Vieja era imprescindible; no podemos decir que fuera una sola causa sino un cúmulo de ellas. No obstante, no sería acertado pensar que fue por las enfermedades causadas por los insectos que en verano ocupaban las márgenes del Guadiana. Quizás el conocimiento de la epidemia de paludismo en 1213 apuntada por Rada en su crónica haga pensar en ello como única causa de traslado103. Pero ahora sabemos que no era suficiente. Quizás las necesidades estratégicas, una vez reunificado 99 Con respecto a Dueñas, hay un intenso debate al respecto. Nosotros consideraremos Dueñas como la edificación sobre la que se construyó parte de Calatrava la Nueva. La tradición cronística bajomedieval sitúa la fortaleza de Cobos en el cerro del Alacranejo hasta que Rades y Andrada, en el s. XVI, descarta esta hipótesis por falta de documentación para respaldarla (RADES Y ANDRADA, Francisco: Chronica de las tres Ordenes y Cavallerías de Sanctiago, Calatrava y Alcántara, Toledo, 1572, fol. 33r.). De cualquier manera, Rades solo niega el nombre, no una construcción previa. El cisterciense Miguel R. Zapater sigue la tradición de Cobos (ZAPATER, Miguel R.: Císter militante en la campaña de la Iglesia contra la sarracena furia, Zaragoza, 1662), al igual que Arellano y Hervás, más cercanos al s. XX (RAMÍREZ DE ARELLANO, Rafael: Paseo artístico por el Campo de Calatrava, Ciudad Real, 1984, p. 14; y HERVÁS Y BUENDIA, Inocente: Diccionario histórico, geográfico… op. cit., p. 57). Manuel corchado en 1970 realiza una búsqueda de dueñas en su estudio “Localización del castillo de Dueñas”, pero no concibe dueñas bajo Calatrava. Los vínculos entre Dueñas y Calatrava proceden de la Crónica Latina de los Reyes de Castilla, texto redactado hacia 1236 que se dio a conocer a principios del s. XX (ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro Convento… op. cit. pp. 32-34). O’Callagham nos pone tras la pista de Dueñas por primera vez en “Sobre los orígenes de la Calatrava la Nueva", en Hispania, Vol. 23, nº 92, 1963, pp. 495-504 100 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro Convento… op. cit., p. 40. 101 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “El culto a… op. cit., p. 615. 102 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit. pp. 29-33. 103 JIMÉNEZ DE RADA, Rodrigo: De Rebus… op. cit., libro VIII, cap. XIIII 28 el territorio tras las Navas de Tolosa, abren nuevas hipótesis, como mantener un enclave vigía más cercano al puerto del Muradal. Por otro lado, Calatrava la Vieja era una ciudad creada por los musulmanes que no respondía a las necesidades de los freires calatravos; precisaban de un lugar adecuado para la práctica espiritual. En definitiva, el miedo por la inseguridad del control del territorio (la derrota de Alarcos en 1195 engendró un pánico difícil de olvidar), la práctica monástica en lugar adecuado y las enfermedades que causaban los lodazales de su primera fortaleza serían, en alto grado, las causas más probables para la construcción de Calatrava la Nueva y su traslado posterior a esa nueva sede104. En cualquier caso, es posible que Calatrava la Nueva comenzase a construirse años atrás puesto que es muy difícil que un espacio tan descomunal y con tantos edificios estuviera, ni siquiera, preparado con lo básico para ser habitado cuatro años después de la conquista de Dueñas en 1213105. Supuestamente, en 1217, los calatravos habrían trasladado a sus difuntos desde Calatrava la Vieja a su nueva Casa Madre106, sacralizando de forma legítima el nuevo espacio107. Sea cual fuere el año de traslado, los hechos aquí transcritos tuvieron lugar. 104 Las hipotéticas causas del traslado es una teoría del Dr. Zapata. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit. pp. 38-40. 105 Zapata recopila las fuentes que hablan de aquellos momentos y piensa que es muy difícil que Calatrava estuviera preparada para recibir a sus moradores en 1217. Por otro lado, no hay ningún documento que lo afirme, ni tampoco fuente alguna que hable de cualquier tipo de celebración o de acto solemne de un evento tan importante como sería la inauguración de la nueva sede. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit. pp. 38-40. 106 No cabe duda de que Calatrava estaba afiliada al Cister y que la “Casa Madre” era Morimond. No obstante, las más importantes intervenciones realizadas por la Orden de Calatrava en España surgieron desde Calatrava la Vieja en un principio y Calatrava la Nueva poco después, desde donde se habría gobernado el vasto territorio conseguido por la Orden. Por tanto, no es descabellado hablar de Calatrava La Nueva como “Casa Madre” de la Orden religioso-militar establecida en nuestro país. ZAPATA ALARCÓN, Juan, “Planificación y construcción… op. cit., p. 1274. 107 Ya hemos comentado que el año de traslado es dudoso. Por ello, aquí citamos en base a un artículo del Dr. Zapata anterior al libro de 2018. 1217 es el año recurrente en las fuentes sobre el traslado de los caídos en Alarcos a Calatrava la Nueva. ZAPATA ALARCÓN, Juan: “El culto a… op. cit., p. 616. 29 4. CONSTRUCCIÓN DE CALATRAVA LA NUEVA Calatrava la Nueva se alza sobre un alto cerro en la zona centro-sur de Ciudad Real, a 936 m. de altitud, en el término municipal de aldea del Rey. Ocupa 46 000 m2 de terreno. Su cima, a diferencia de los montes de alrededor que son más puntiagudos, se configura con grandes terrazas a distintos niveles. Quizás esta fuera una de las causas de su elección puesto que esas plataformas ayudarían a crear un verdadero fortín con murallas a distintas alturas. Conocemos la existencia de una edificación anterior a Calatrava. Las estructuras sobre las que se asienta Calatrava la Nueva pudieron conformar el castillo o fortaleza de Dueñas o Cobos (ver cita 104). En cualquier caso, debemos indicar que los restos arqueológicos hallados tras las excavaciones no pueden ser obviados. Los vestigios encontrados por los arqueólogos entre 2000 y 2005 han sacado a la luz restos de estructuras correspondientes a edificaciones anteriores a Calatrava de cierta envergadura aparecidos en el raso de la tahona, en la liza y en la sala capitular108. La edificación de la nueva sede conventual de la Orden monástica y militar de Calatrava se llevó a cabo en un tiempo récord. Ya hemos comentado las posibles causas que motivaron el abandono de Calatrava la Vieja y la elección del emplazamiento para la nueva sede por sus características geoestratégicas, además de su posible planificación durante los trece años que los calatravos habitaron en Salvatierra. Es muy difícil que una obra de tales proporciones pudiera planificarse y realizarse para estar mínimamente habitable en tan solo cuatro años, a no ser que la planificación se hiciera, como hemos apuntado, en los años previos a la construcción109. En esos momentos eran ya los dueños del Alacranejo. Solo de esta forma se explica el hecho de que Salvatierra no fuera reconquistado por los cristianos tras las Navas de Tolosa hasta 1226110. La primera referencia fiable procede de un documento fechado y firmado en Calatravam novam en 1221111. De cualquier forma, sea 1217 o 1221, los trabajos de construcción tuvieron que desarrollarse de forma vertiginosa112. Se han podido identificar dos categorías entre la abundante mano de obra que hizo posible tal proeza. Por un lado, mano de obra asalariada a destajo o jornal, como ZAPATA ALARCÓN, Juan: Planificación y construcción… op. cit., pp. 1276-1277. Ibídem, p 1278 110 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 47. 111 Ibídem, p. 47 112 Ibídem, pp. 37-40. 108 109 30 revelan las 400 marcas de cantero de quince tipos diferentes113. Por otro, esclavos, probablemente capturados en la Batalla de las Navas de Tolosa. Estos últimos realizarían las faenas más arduas, como la construcción de los lienzos de muralla en las que se han detectado distintos tipos de mampostería que indicaría la presencia de diferentes cuadrillas trabajando de forma simultánea. Existen muchas referencias a trabajos de musulmanes, como el uso del ladrillo o las dovelas bicromas en blanco y rojo, cuyo referente más próximo estaría en la Mezquita de Córdoba114. Más allá de la solidez de los materiales y las técnicas empleadas en su construcción. Calatrava la Nueva se concibe desde un principio como una fortaleza innovadora e inexpugnable, preparada para para hacer retroceder al enemigo y para ser autónoma en caso de un largo asedio. El punto en el que se erige permitía al ejército cristiano contar con un enclave fronterizo entre el Muradal y Castilla, dominando el paso entre Toledo y al-Ándalus. El nuevo complejo se dotó de unos sistemas defensivos mucho más desarrollados que los de Salvatierra115. Calatrava la Nueva estuvo abandonada desde 1802 hasta 1930, momento en que la administración crea un puesto de guarda para proteger las ruinas y controlar el acceso. En 1932 se declaró Monumento Nacional y quedó protegido por ley. Los primeros trabajos comenzaron en los años 50 y 60 del s. XX con el desescombro y las primeras restauraciones centradas en iglesia y castillo. A partir de 1991 comienzan las excavaciones y restauraciones con el objetivo de una recuperación integral, ambicioso proyecto que requiere una ardua y larga tarea dada la gran extensión de Calatrava y su considerable deterioro Todos los descubrimientos se ponen a disposición del público desde el principio, mejorando los accesos para que los turistas puedan contemplar la magnífica obra calatrava y la magnitud del esfuerzo realizado116. Aún queda mucho por hacer, no obstante, la visita al Cerro Convento nos orienta sobre la gran obra que los calatravos realizaron. ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Planificación y construcción… op. cit., p.1283. Ibídem, pp. 1282-1283. 115 Las intervenciones de los años sesenta y setenta del siglo pasado consiguieron parar el deterioro y salvar de forma bastante efectiva la iglesia y el castillo, sobre todo. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 119. 116 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración… op. cit., p. 68. 113 114 31 Figura 3. Calatrava la Nueva vista desde poniente. Fuente: Cultura Castilla-La Mancha (JCCM): https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/yacimientos-visitables/sacro-convento-y-castillo-decalatrava-la-nueva. Figura 4. Vista aérea del castillo y la iglesia desde el suroeste. Fuente: YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=GpiKSjjIqAI 32 5. SISTEMAS DEFENSIVOS DE CALATRAVA LA NUEVA 5.1. Antemurallas o contramurallas Recorrían la parte oriental de la fortaleza, protegiendo toda la zona de norte a sur. Eran murallas de gran envergadura, de trazado irregular porque seguían la plataforma rocosa y, por tanto, cimentada sobre la roca madre en zigzag o cremallera, adaptando el terreno amurallado a las necesidades de la nueva fortaleza. Este sistema de zigzagueo consiguió más ángulos de visión. Paralela a esta muralla discurría un foso vacío, inundable en época de lluvias. Estaba preparada para hacer de primer parapeto ante un ataque desde sus adarves, combinándose con la muralla interior que presentaba menor altura. Tenía dos puertas de entrada. La Puerta de los Arcos, llamada así porque se componía por tres arcos pétreos (muy transformada en la actualidad), que a su vez daba acceso con un giro de 180º (acceso en recodo) a la Puerta de Hierro (también modificada)117. Las antemurallas se conservan en muy mal estado. 5.2. La liza Se extendía por la parte llana que quedaba entre ambas murallas. Aquí estaban los baños de la construcción anterior a Calatrava. Encontramos restos de una torre albarrana erigida en distintas alturas, construida con bóveda de cuarcita y pavimento enladrillado. Su acceso se situaba en la parte superior, en una oquedad practicada en la bóveda, por lo que podría haber tenido función de cárcel, al menos al principio. Hoy sólo queda la parte inferior118. 5.3. Muralla interior Envolvía todo el núcleo habitable de la fortaleza a excepción del espacio integrado en la liza. En ella hubo cinco accesos: la entrada principal o Puerta de Hierro, por la que se accedía al interior del recinto, elaborada mediante la unión de dos planchas de hierro blindadas y claveteadas, de ahí su nombre. Por otro lado, dos portones al noreste y al sur, y dos poternas al norte y al oeste. Las entradas esclarecen la intención de los calatravos de mantener salidas al exterior por los cuatro puntos cardinales, vías de escape preparadas para huir en casos extremos y no quedar encerrados119. Al no disponer de roca madre, esta muralla se dota de grandes lienzos de 9 m. de altura construidos con mampostería de piedra cuarcita de tamaño medio y grande120. Tenía ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 125-127. Ibídem, pp. 128-129. 119 Ibídem, pp. 130-133 120 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración…”, op. cit. p. 68. 117 118 33 adarve (pasillo de la muralla) con almenas huecas. En estos lienzos se dispusieron cinco torreones salientes; el meridional desapareció en el s. XVI por estar construido en tapial. El septentrional controlaba la parte norte; constaba de dos niveles, el inferior a modo de garita (o velete, como se le llama en los documentos calatravos) y el superior, aterrazado, para una defensa simultánea. Los tres torreones centrales de poniente cumplían las funciones de vigilancia a la vez que ejercían de contrafuertes (borjescontrafuertes), algo innecesario a no ser que funcionaran como contrarresto del peso de alguna bóveda pétrea (hoy desaparecida) erigida desde el lado opuesto. Siguiendo esta hipótesis que creemos acertada, se habría conformado una zona abovedada de gran trasdós, con extraordinaria capacidad para albergar soldados o incluso personas ante un peligro inminente, es decir, la albacara del castillo. En la zona occidental entre la antemuralla y la muralla se extendía una vasta extensión de terreno de norte a sur denominada Villa Vieja en los textos calatravos. Su función principal era acoger el ganado; aunque podría haberse utilizado también para alojar tropas auxiliares o vecinos en caso de asedio121. 5.4. El castillo o Torre del Homenaje El castillo fue dotado con todos los servicios necesarios para ser perfectamente independiente del resto de las edificaciones. Es el zenit de la fortaleza, centro caballeresco y el reflejo más claro de la distinción, o quizás deberíamos decir división, entre freiles legos y freiles religiosos, entre monjes y caballeros. La mencionada Puerta de Hierro daba acceso a un patio común; desde allí, los religiosos marchaban a la portería conventual, mientras que los caballeros atravesaban un estrecho corredor (paralelo al horno, despensa, cocina y claustro por el lado de poniente) que llegaba a la puerta del castillo, fabricada también con la unión de dos planchas de hierro; tuvo alamud al principio y cerrojo más tarde. Tras la puerta, una escalinata de gran pendiente daba acceso a la entrada principal del castillo, otra puerta de nuevo conformada por articulación de planchas de hierro con una reducida torre almenada, de tal forma que se formaba una entrada de doble codo donde un ariete sería inútil. El acceso era tan estrecho que imposibilitaba la penetración de más de dos enemigos al mismo tiempo. A partir de aquí llegamos a la primera planta del castillo de las tres que lo configuraban122. 121 122 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 130-133. Ibídem, pp. 133-136 34 5.4.1. Primera planta del castillo. Un patio de armas distribuía las estancias. Al este, un corredor con tres arcos ojivales da nombre al conjunto. Se trata de un espacio abovedado de fábrica antigua y compartimentado, destinado a caballerizas, cocinas y horno para los habitantes del castillo. Al sur, otro espacio abovedado albergaba el aljibe más importante del castillo y que fue bodega hasta el abandono de este. Otro espacio abovedado adyacente fue arsenal hasta el s. XV. Y otro más en esa misma platea albergaba los dormitorios de los ocupantes de la torre del homenaje. Al oeste, la escalera principal daba acceso a un nivel intermedio antes de llegar a la segunda planta donde se situaba la casa de la harina y la bóveda de la sal (antiguo núcleo de dueñas). Se trata de una gran estancia que funcionaba como bodega, tahona y horno en los últimos tiempos de ocupación del castillo. Siguiendo las escaleras principales llegamos a la segunda planta123. 5.4.2. Segunda planta. Otro pequeño recinto descubierto, denominado terrado de la alcaidía, de nuevo distribuía las dependencias. Enfrente, los aposentos del alcaide o subcomendador con una especie de antesala que da acceso al dormitorio con chimenea al oeste y ventana al sur; sobre él, dos pequeñas cámaras que suponemos ocupaban los criados. A la izquierda del patio destaca una gran estancia que podría tratarse de la sala de armas. Esta estancia ubicada sobre el corredor de los arcos albergó escudos heráldicos con las armas de Girón, por lo que podría tratarse de un cuarto remodelado por Pedro Girón o su hijo Rodrigo124. Desde aquí y hacia el norte existieron dos almacenes de grano y otro horno eliminado en 1519 por su mal estado de conservación; en este lugar se reubicó el reloj del convento tras la caída del chapitel del campanario por un huracán en 1672, con la campana colocada en el vano que un día sirviera para ventilar el grano. Desde la misma sala de armas hacia el oeste se situaba la antigua puerta que daba acceso a la pequeña Capilla de San Bernardo. Se trataba de un pequeño oratorio que contaba con un altar. Sobre el ara se apoyaba un retablo plegable que contenía una escultura dorada y policromada de la Madre de Dios y dos imágenes pintadas de San Bernardo y San Benito. De nuevo nos situamos en el patio de la alcaidía; frente a la sala de armas había otros dos espacios abovedados; en uno se situó la escalera para subir a la última planta, se desconoce la función del otro125. ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Planificación y construcción… op. cit., pp. 1292-1294. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 138. 125 Ibídem, pp. 138-139. 123 124 35 5.4.3. Tercera planta. Sabemos que un espacio abovedado funcionaba como dormitorio de los caballeros, probablemente los encargados de hacer las guardias de las garitas superiores. Frente a esta estancia, otra más pequeña daba acceso al terrado de la mazmorra por el que se accedía a los adarves almenados que coronaban el conjunto. Sobre la capilla de San Bernardo se erigió la sala abovedada donde se situaban unos molinos de mano que se usaron durante el s. XVI. En la zona norte, otra estancia albergaba la boca de la mazmorra126. Calatrava la Nueva cumplió su función sacra y militar durante más de 250 años. Nunca hubo lucha entre musulmanes y cristianos en este gran bastión. Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que la única contienda del fortín fuera, paradójicamente, causada por los propios cristianos. Una encarnizada lucha por el maestrazgo en 1442 mantuvo en jaque la fortaleza durante un largo asedio. Las consecuencias fueron pérdidas materiales y destrucción de algunas encomiendas y casas de las dignidades127. El hecho es que Calatrava la Nueva tuvo que rendirse. Pero prosiguió su camino con un nuevo maestre. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 140. El infante D. Enrique asedió el castillo mientras sus soldados arrasaban la Sacristanía mayor y la Obrería. Pretendía arrebatar el maestrazgo al auténtico maestre D. Fernando de Padilla, y lo consiguió. ZAPATA ALARCÓN, Juan: "Consecuencias materiales de… op. cit, pp. 297-310. 126 127 36 Fig. 4. Croquis de los recursos defensivos s. XIII. ZAPATA ALARCON, Juan: “Planificación y construcción”.., p. 1270 37 Fig. 5. Vista de la muralla adosada al Cerro Convento. Fotografía de la autora Fig. 6. Torre del Homenaje y cadalso. Fotografía de la autora Fig. 7. Patio de armas del castillo. Corredor de los arcos. Fotografía de la autora 38 6. LA IGLESIA No cabe duda que la iglesia es el edificio más emblemático de Calatrava la Nueva. Se trata de una construcción de planta basilical de tres naves y cuatro tramos, la nave central más ancha y alta que las laterales. Su cabecera tripartita se integra en la muralla. El ábside central mayor es poligonal de siete paños, más ancho que los ábsides laterales de testero semicircular. Estos están precedidos por dos tramos rectos separados por arcos fajones de medio punto, que se cierran con bóvedas de horno y esquifadas en ladrillo. No tiene crucero destacado. El desnivel del suelo se salva con tres peldaños a la entrada y dos más en los ábsides de oeste a este. Las naves se separan por arcadas conformadas por arcos ojivales que descargan su peso en algunas de las columnillas que se acoplan en grandes pilares cilíndricos, elementos sustentantes cuyas columnillas adosadas sobre plintos recogen también el peso de los arcos formeros, y perpiaños de la nave mayor. Las nervaduras de las naves menores descargan el peso sobre ménsulas adosadas a los muros laterales. Los pilares son de distinta altura y grosor, con basamento individual para cada uno, para adaptarse al terreno. Los capiteles de las columnillas son tremendamente sobrios, de formas geométricas simples, tal como mandaban los cánones cistercienses basados en la austeridad dictada por Claraval sobre los ornatos en las construcciones de los templos. Los muros perimetrales se realizan con mampostería de cuarcita mientras que arcos, soportes y nervaduras se conforman con sillería volcánica128. Fig. 8. Planimetría original de la iglesia. Elaboración propia sobre imagen de tripadvidsor. https://www.tripadvisor.es/LocationPhotoDirectLink-g1435596-d1453793-i175092081Sacro_Convento_y_Castillo_de_Calatrava_La_Nueva-Aldea_del_Rey_Province_.html Las naves se iluminaban en origen mediante vanos lobulados de ladrillo abiertos en la parte superior de los muros, con vidrieras. Los situados entre los ábsides eran de herradura con peralte califal. Todos ellos de tradición musulmana que dejan 128 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 144-146. 39 clara la presencia de alarifes en la obra129. Dos ventanales flanqueaban el rosetón de la puerta de la Estrella, también con vidrieras. Todas las vidrieras fueron reemplazadas en 1541130. El módulo de medida que se utilizó en la iglesia (y en gran parte del cenobio) rondaba los 27 cm, lo que sugiere el uso del pie castellano como canon dimensional131. El edificio se remata al interior con bóveda de crucería simple con gruesas nervaduras, en ladrillo, la parte más importante y excepcional desde la perspectiva arquitectónica por su técnica de plementería cupuliforme o “nido de golondrina”. Esta se conforma con aparejo autoportante, es decir, cada plemento se va componiendo por aproximación de hiladas con ladrillos curvos hasta formar una ojiva, evitando así el cimbrado. Uno de los pocos ejemplos documentados en España lo encontramos en el testero de San Miguel de Brihuela (Guadalajara)132. En realidad, estas bóvedas están restauradas conforme a los restos encontrados. Al principio estaban preparadas cubrirse con un revoco de yeso133. Al exterior, el templo se renta en altura con cubiertas a dos aguas para la nave central y a un agua en las laterales. La puerta principal de la iglesia se ubicó al sur, a la altura del transepto, denominada la Puerta de los Monjes que conectaba el templo con el claustro. Se conforma en origen con un arco apuntado exterior de sillería cuyas dovelas alternaban piedra volcánica y caliza, otorgándole un aspecto bicolor. El desnivel entre iglesia y claustro se salva con doce gradas de piedra. La puerta del oeste, denominada Puerta de la Estrella por su bello rosetón cisterciense en origen, se conformaba con tres arquivoltas muy sencillas, la última polilobulada134. Desconocemos la fecha exacta del inicio de las obras. Es lógico pensar que lo primero en construirse fueran los sistemas defensivos, sobre todo las murallas. De cualquier forma, la iglesia se levanta entre 1213 y 1246, fecha del primer enterramiento documentado. En 1246 D. Rodrigo Fernández de Valduerna fue acogido en el convento como “familiar”135. D. Rodrigo muere el 21 de enero de 1246 y es enterrado el 9 de febrero del mismo año. Esta fecha es relevante porque es la primera referencia MOMPLET MÍGUEZ, Antonio Eloy: "La iglesia del sacro… op. cit. p. 184. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p.158 131 MOMPLET MÍGUEZ, Antonio Eloy: "La iglesia del… op. cit., p. 183. 132 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 146-147. 133 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Calatrava y los inicios... op. cit., p. 62 134 MOMPLET MÍGUEZ, Antonio Eloy: "La iglesia del… op. cit. p. 185. 135 Un “familiar” era una persona que donaba toda o parte de su fortuna por medio de un contrato con la Orden a cambio de los beneficios espirituales que se le otorgarían al ser enterrado allí. RODRIGUEZPICAVEA MARTILLA, Enrique: La formación del feudalismo… op. cit., pp. 284-289 129 130 40 cronológica sobre la iglesia, y el primer enterramiento documentado del que tenemos constancia; por tanto, quizás la iglesia ya estuviera realizada. Su sepulcro se adaptó a la tipología hispanomusulmana, con un arco en yesería que se abría cerca del lado epistolar decorado con arquillos ciegos mixtilíneos y motivos vegetales en el intradós136. En el lado del evangelio y adosado al muro se mostraba un arcosolio que sirvió de sepulcro a D. Alfonso, fallecido en 1272, hijo de Alfonso IX de León y Dª Berenguela, hermano de Fernando III, segundo enterramiento de Calatrava, único cenotafio real que hubo y único enterramiento en la cabecera de la iglesia. Al igual que D. Rodrigo, fue aceptado en el convento como familiar de la Orden en 1252 y permaneció allí hasta su muerte. Su sepulcro se conformó con un arcosolio en piedra, posiblemente con gablete, de unos 4 m. de altura. Sobre el féretro apoyado en tres leones, se colocó una escultura del difunto vestido de caballero calatravo con su espada. Todo el mausoleo estaba dorado y policromado, con gran número de leones de medio relieve distribuidos por todo el conjunto. Dos cartelas en el testero marcaban el epitafio en latín137. Es difícil adscribir la iglesia a un estilo concreto, aunque posiblemente la Orden, unida al Císter desde sus inicios138, quería que fuera un edificio con las características arquitectónicas cistercienses. El profesor Momplet ha rastreado sus elementos más característicos en edificios del primer gótico español. Su estudio indica que se aprecian similitudes de algunas soluciones arquitectónicas en la catedral de Cuenca, Burgo de Osma o Ciudad Rodrigo. También hay semejanzas con los monasterios de Monsalud, Valdeiglesias o Palazuelos139. Los primeros arcos construidos son de medio punto, los de la cabecera, que supuestamente fue lo primero que se erige. Aparecen también arcos ojivales de estilo gótico en otras zonas. Vemos en este templo, por tanto, una transición lógica entre el románico y el primer gótico140. Durante los siglos posteriores al XIII, la iglesia fue completándose y ornándose con capillas, lámparas, altar de jaspe y un retablo gótico. Las capillas laterales se abren a partir del s. XIV. El coro se erige a finales del s. XV ocupando el segundo y tercer tramo de la nave central141. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 148. Ibídem, 151-153. 138 Ibídem, p. 12 139 MOMPLET MÍGUEZ, Antonio Eloy: "La iglesia del… op. cit., p. 182. 140 Ibídem, p. 183. 141 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 150. 136 137 41 Este templo posee un enorme interés artístico por distintos motivos: no existen precedentes de esas especiales bóvedas de “nido de golondrina”; en el edificio se unen estructuras góticas, románicas y cistercienses; la influencia hispanomusulmana con elementos que aparecen en el gótico mudéjar toledano. Además, la iglesia de Calatrava introdujo el gótico cisterciense en el Campo de Calatrava. Todo esto otorga al templo una singularidad y distinción únicas en la Península Ibérica. Fig. 9. Imagen de la Iglesia en 1917. Fuente: catálogo de Bernardo Portuondo Fig. 10. Pilar central. Fotografía de la autora Fig. 11. Bóveda de “nido de golondrina”. Fuente: la autora 42 Fig. 12. Interior de la iglesia de Calatrava la Nueva. Fotografía de la autora Fig. 13. Puerta de la Estrella. Fotografía de la autora 43 Dentro de los espacios vinculados a la iglesia, un caso particular lo constituye la sacristía. Normalmente se situaba en la nave del transepto entre el espacio que ocupaba la sala capitular y el templo. Sin embargo, dadas las dificultades planimétricas del convento y la especial situación del claustro, es muy posible que la sacristía se abriera en el lado norte y no en la panda sur como cabría espera. Por tanto, debió ubicarse durante el s. XIII al norte, adosada a la primera parte de la iglesia para estar lo más cerca posible del ábside y donde aún quedaba espacio para ello. No hay textos medievales que lo indiquen, sin embargo, las fuentes de época moderna sitúan en este espacio la capilla del comendador mayor D. Gutierre de Padilla. Durante las excavaciones arqueológicas se han descubierto los restos de una fábrica anterior de menor altura, con bóveda de crucería o cubierta a cuatro aguas, lo que debió ser la sacristía. El Comendador mayor D. Gutierre de Padilla posiblemente eliminó el espacio destinado a sacristía para erigir su capilla mortuoria en ese lugar privilegiado anexado a la cabecera de la iglesia 142. La nueva sacristía se construyó de nuevo en el s. XV en la panda norte de la iglesia coincidiendo con el segundo cuerpo de esta. Estaba precedida por un arco más pequeño que las capillas colindantes (la de Gutierre de Padilla y la de D. García de Padilla o Capilla Dorada), que daba acceso al interior de una pequeña sala irregular con cajoneras, armarios y un arco pétreo para situar los elementos litúrgicos143 Otro de los espacios anexados a la iglesia fue el relicario. La veneración de reliquias durante el Medievo fue un tema muy significativo en el contexto religioso. Las fuentes más tempranas no mencionan nada sobre este particular en Calatrava, por lo que se deduce que no fue un hecho relevante144. Si lo hubo en origen, desconocemos sus características, ubicación o forma de custodia. El primer retablo para albergar reliquias se construye a principio del s. XVI, un armario dorado dividido en 14 nichos ubicado en el altar mayor del templo. Más adelante, quizás por el aumento de reliquias, se decide buscar un espacio propio para ellas, una capilla apropiada que se edifica a la espalda de la sacristía. De esta forma se reproduce el mismo modelo de sacristía-relicario existente en Uclés145. Con el transcurso del tiempo, el volumen de reliquias aumentó considerablemente, lo que contribuyó a su desorden. Esta desorganización, junto a las ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 160. Ibídem, p. 161 144 RADES Y ANDRADA, Francisco: Chronica… op. cit. fol. 26r 145 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro Convento… op. cit., p.163 142 143 44 exigencias de Trento sobre la muestra de reliquias a los fieles, originaron que el Capítulo General de 1652 ordenara la realización de un espacio nuevo de mayores dimensiones para albergar tan preciado tesoro. Sin embargo, las capillas edificadas en la iglesia no permitían la construcción de otra estancia sacra, por lo que se decidió hacer un nuevo retablo de gran magnitud en la cabecera de la capilla de Gutierre de Padilla para alojar las reliquias. El nuevo retablo, muy decorado, dorado y estofado, no estuvo terminado hasta 1684 por falta de medios económicos146. A principios del XVIII los clérigos adquieren algunas reliquias de Raimundo de Fitero, hasta entonces consagradas en el monasterio de Montesión (Toledo). Se instalan en el altar mayor, en un relicario chapado en plata147. Durante el traslado de los monjes calatravos a Almagro, el gran retablo-relicario fue desmontado de Calatrava la Nueva y trasladado y vuelto a montar en una capilla de la iglesia de S. Bartolomé de Almagro siguiendo el diseño de Silvestre Pérez de 1803148. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro Convento… op. cit.. pp.164-165. Ibídem, p. 166. 148 Ibídem, p. 166 146 147 45 7. EL MONASTERIO El monasterio con sus distintas dependencias se ubicó en el ala este del complejo, adosado a las murallas interiores que cubrían esa zona. La planimetría del terreno y las dificultades para llanearlo desorganizaron en cierto modo las características arquitectónicas y estructurales habituales de los monasterios cistercienses. Sin embargo, el resultado se acerca mucho al tipo constructivo comentado. 2 16 3 17 4 6 18 5 8 1 7 15 12 13 10 11 14 Fig. 14. Plano de Calatrava la Nueva y leyenda. Elaboración propia sobre plano de Zapata. LEYENDA: 1. Puerta de los arcos 2. Iglesia 3. Claustro 4. Sala capitular o prioral 5. Refectorio 6. Cocina 7. Parlatorio 8. Calefactorio 9. Portería 10. Escalera de la portería 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Patio del convento Dormitorios en planta alta Archivo s. XVI Hospedería, enfermería Biblioteca en s. XVIII Tahona u molino de sangre Calle de los Artesanos Campo de los Mártires Capilla Ntra. Sra. Mártires. Sacristía y osario El espacio monástico estaba habitado por los clérigos de la Orden. En él se integran las dependencias usuales, como claustro, sala capitular, refectorio, cocinas 46 dormitorios, archivo, biblioteca, enfermería… Describiremos aquí algunas estancias que las investigaciones han desvelado. 7.1. CLAUSTRO El claustro era el lugar más emblemático del monasterio. Se ubicó frente a la parte superior de la panda sur de la iglesia, por lo que se comunicaba con ella a través de la Puerta de los Monjes. Al este se localizaba la Sala Capitular, y al sur el Refectorio y las cocinas. En la parte occidental se situó el muro separador de la zona monacal y la caballeresca (castillo). La situación especial del terreno obligó a los constructores a desplazarlo hacia al este y adoptar una planta irregular. La función del claustro era la distribución de las principales edificaciones de la zona monástica: sala capitular, refectorio, cocina, parlatorio, calefactorio, etc. Desde allí también se accedía a la espadaña y a la torre campanario. Se utilizó el ladrillo como material primordial, un elemento constructivo poco duradero que tendría graves consecuencias en Calatrava149. La galería claustral calatrava se erigió en ladrillo y a dos alturas. Un zócalo corrido discurría por sus cuatro pandas, recogiendo el cuadrilátero y sustentando los grandes pilares cuadrangulares que conformaban las arcadas y las bóvedas de cañón150. En el centro se plantó un olivo, probablemente asimilado al árbol de la vida en un principio puesto que siempre está verde; en época posterior fue símbolo de las victorias calatravas. En la actualidad, el claustro está prácticamente destruido151. En el s. XV se llevó a cabo una reforma importante por parte del maestre García López de Padilla. Se elevó el nivel del suelo por algunas zonas y se añadió decoración en yesería. En el s. XVII, los arcos cedieron debido a los pobres materiales utilizados y los añadidos posteriores. Ante un inminente desplome hubo que cegar tres de sus pandas. Se abrió un vano en cada una de ellas, sin embargo, no fue suficiente para gozar de una iluminación adecuada teniendo en cuenta que el claustro se conformaba en dos alturas152. Fig. 15. Claustro y Sala Capitular en 2008. Fotografía de la autora ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 189. Ibídem, p. 190 151 Ibídem, p. 190. 152 Ibídem, p. 190 149 150 47 7.2. SALA CAPITULAR La sala capitular fue una estancia trapezoidal que ocupaba el frente oriental del claustro, entre este y la muralla defensiva. El acceso al interior se realizaba a través de una puerta central flanqueada por dos vanos. Este espacio, de una sola planta con armadura de madera, se dotó de unas dimensiones superiores a las habituales. Adosados a los muros perimetrales se disponían dos gradas, realizadas en fábrica de mampostería, que servían de asiento153. La sala estaba destinada a elaborar los Capítulos Generales de la Orden y la elección del maestre. La celebración de los Capítulos Generales de la Orden, desde época muy temprana, comenzaron a celebrarse en los palacios maestrales de Almagro, por lo que su uso era minoritario. En el s. XV se reformó y ornamentó lujosamente en estilo tardo gótico por el maestre D. García López de Padilla154. Cuando la Orden se incorporó a la monarquía, la sala dejó definitivamente de cumplir la función para la que se construyó. Se fue deteriorando por completo hasta quedar como un trastero155. Tras el terremoto de Lisboa de 1755, la estancia se volvió a reformar, esta vez para que fuera Sala principal del Priorato. Se regularizó su planta que pasó a ser rectangular. El estilo al que podría adscribirse en esos momentos sería barroco y rococó, con una ornamentación quizás fuera de lugar (cuadros, cortinajes color carmesí con borlas, etc.)156. La sala capitular se situó, al igual que la iglesia y toda la parte conventual, sobre los arrabales de Dueñas, estructuras que se arrasaron o cubrieron de escombros para nivelar el terreno157. Los trabajos de desescombro de los años 60 y 70 del s. XX dejaron al descubierto unos muros anteriores a Calatrava y también las dos plantas que tuvo la estancia, la trapezoidal y la rectangular. Durante las excavaciones de 2001 aparecieron restos de construcciones anteriores. Bajo las gradas del muro este emergieron seis enterramientos en cajas de madera datados por radiocarbono hacia 1200. También se encontraron dos almacenes, en uno de ellos surgieron restos de tejidos vegetales utilizados como bolsas de almacenamiento de cereales, habas y otros. También se ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 192. Ibídem, p. 192. 155 Ibídem, p. 193. 156 Ibídem, p. 194. 157 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración…”, op. cit. p. 73. 153 154 48 recuperó una mano humana fechada en la misma época, y puntas de flecha. En la actualidad, todavía no puede mostrarse la sala a los visitantes porque los trabajos de restauración o adecuación de la sala no han concluido158. Lo que nos parece curioso es que se hayan hecho desaparecer los restos de la sala capitular primigenia de Calatrava, y los testigos aún presentes de la reforma del XV y del XVIII, para buscar vestigios de Dueñas159. A nuestro parecer, en la sala capitular debería haber quedado la impronta Calatrava, el objetivo inicial de las excavaciones. Fig. 16. Sala Capitular en 1991 fotografía de Ana Mª Segovia. SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración…”, op. cit. p. 73. Figs. 17 y 18. Restos bajo la sala capitular, fotos de Segovia. SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración…”, op. cit. p. 73. 158 159 SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración…”, op. cit. p. 73. ZAPATA ALARCÓN, Juan: El sacro convento… op. cit. p. 194. 49 Figs. 19, 20 y 21. Sala capitular de Calatrava en 2017. Fotografías de la autora. 50 7.3. REFECTORIO, COCINA, PARLATORIO Y CALEFACTORIO El comedor de los frailes se ubicó en el ala meridional del claustro, flanqueado por el calefactorio y la cocina. El refectorio era una estancia perpendicular al claustro, alargada. Mientras otras órdenes monásticas construían esta sala de este a oeste, los cistercienses lo hacían de norte a sur por si hubiera que ampliarlo en un momento dado. Esta tipología del refectorio fue un rasgo edificatorio de la planimetría de los monasterios cistercienses, también aplicada en Calatrava160. Se desconoce el momento exacto en que se levantó y sus características originales del s. XIII161. Los primeros detalles sobre el interior del refectorio datan de finales del s. XV con las reformas sufragadas por los Reyes Católicos. Las intervenciones consistieron en la ampliación hacia el sur, solado, apertura de tres vanos con vidrieras decoradas y cubrición con armadura de par y nudillo con tirantes de sujeción 162. Se decora la sala con florones, filacterías, los escudos de los reyes y una maroma que rodeaba la estancia, todo ello policromado en color azul y perfilado con pan de oro163. La cocina se situaba también en el ala sur del claustro, al lado el refectorio por el oeste. Era una estancia grande con el dormitorio del cocinero incorporado. Los incendios que asolaron esta sala en distintas ocasiones no permiten conocer cómo se configuró en origen164. El parlatorio se dispuso junto a la portería, frente a la panda este del refectorio, en el ángulo sureste del claustro. El acceso a esta estancia estaba permitido solamente a los frailes con más de cuatro años de hábito. Contaba con un pequeño patio distribuidor de otras estancias, entre ellas el calefactorio, una reducida sala con chimenea situada próxima a la entrada a los dormitorios165. 7.4. DORMITORIOS DE LOS FREILES CLÉRIGOS Los dormitorios cistercienses se situaban, en general, en la segunda planta frente al ala este del claustro. En el caso de Calatrava y debido a la planimetría del terreno, quedaron desplazados hacia el sur y se salieron del perímetro claustral, ubicándose paralelamente al refectorio y en la segunda planta. Posiblemente la estancia se cubrió con armadura de madera a dos aguas. Los restos sugieren que hubo una salaZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 194 Ibídem, p. 195. 162 Ibídem, p. 195 163 ESPINO NUÑO, Jesús: “Obras de los Reyes Católicos en el Sacro convento de Calatrava la Nueva”, en El arte español en época de transición: actas, vol. I, Universidad de León, 1992, p. 310. 164 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 196-197. 165 Ibídem, p. 198. 160 161 51 dormitorio común para todos los freiles; un espacio diáfano, sin celdas, excepto para las jerarquías más altas (prior, subprior, etc.). Más adelante, hacia 1437, esa cámara abierta se subdividió en celdas. Es posible que esto sucediera debido al aumento de freiles166. 7.5. ARCHIVO Y BIBLIOTECA El problema que se nos plantea, como en otras edificaciones de este trabajo, es la escasez de noticias de los primeros siglos de la Orden. El archivo, como en todas las instituciones, tenía que existir 167. En aquellos momentos se reducía a los documentos que llegaban de Morimond con las órdenes y mandatos pertinentes, además de privilegios, bulas, prerrogativas y cualquier otro texto similar. En este sentido, debemos señalar que no eran solo los documentos de la parte monástica, sino todos los pertenecientes a la Orden en general, al menos en los momentos de inicio de funcionamiento de la Orden. En Calatrava no se adoptó ninguna medida especial. Los documentos se introducían en un arca o baúl de cuatro cerraduras (al igual que el dinero), y se depositada en la iglesia. Las llaves que abrían el arca se distribuían entre distintos monjes, los llaveros del archivo, que en un principio fueron el clavero, el sacristán y el obrero. Más tarde, el maestre también tuvo una llave. Al contrario que en la Orden de Calatrava, la Orden de Santiago, en Uclés, creó una Encomienda de la Cámara de Privilegios, institución que se ocupaba del archivo. En Calatrava, el arcaarchivo estuvo en la iglesia hasta bien entrado el s. XVI, posiblemente junto a los libros custodiados por el sacristán. Así mismo, los textos también indican que el archivo fue más tarde depositado en el Castillo, concretamente en la capilla de San Bernardo168. En cuanto a la biblioteca, Calatrava no tuvo una sala destinada a este fin. Junto a la sala capitular existió una alacena donde los libros iban acumulando. Durante los primeros siglos, los volúmenes estaban bajo el cuidado y custodia del sacristán. La biblioteca como tal no existió hasta más adelante169. En 1526, los 550 volúmenes170 se trasladaron a la planta alta del claustro y se inventariaron. Hubo sucesivos traslados ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., p. 199. Para más información, consultar CANOREA HUETE, Julián: “El Archivo General de Calatrava y la documentación conservada en el Histórico Provincial de Ciudad Real”, en IZQUIERDO BENITO, Ricardo; RUIZ GÓMEZ, Francisco (coords.), Las órdenes militares en la Península Ibérica, Universidad de Castilla-La Mancha, 2000, pp. 95-110. 168 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 209-210. 169 Podemos encontrar más información en ZAPATA ALARCÓN, Juan: “La biblioteca de Calatrava la Nueva”, en IZQUIERDO BENITO, Ricardo; RUIZ GÓMEZ, Francisco (coords.), Las órdenes militares en la Península Ibérica, Universidad de Castilla-La Mancha, 2000, pp. 1389-1405. 170 CASADO QUINTANILLA realizó una completa relación de los libros en CASADO QUINTANILLA, Blas: “Organización de la Escribanía… op. cit., pp. 205-223. 166 167 52 durante los 250 años siguientes, lo que causó un grave deterioro en los ejemplares. Paradójicamente, no se documenta una biblioteca bien organizada, capaz de albergar los 2 300 volúmenes acumulados durante siglos y una sala de consulta, hasta 1780, pocos años antes de la partida de los clérigos a Almagro171. 171 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 206-209. 53 8. EL CAMPO DE LOS MARTIRES Normalmente, el cementerio en los monasterios del Císter se ubicaba al norte de la iglesia y en el lado opuesto al claustro. En Calatrava el camposanto se emplazó en la zona oeste, a los pies del castillo. Allí inhumaron los restos de sus hermanos caídos en Alarcos, clérigos y legos, que los calatravos se llevaron consigo desde la antigua sede. Tomó fuerza el concepto de mártir calatravo y al nuevo cementerio se le denominó “campo de los mártires”. Este carácter devocional hacia sus difuntos que nace en Calatrava la Nueva se extenderá entre las comunidades de la misma institución. Así encontramos el referente más cercano en el convento de la Asunción de Calatrava en Almagro, cuyo cementerio fue llamado también “campo de los mártires”172. La inhumación de los “mártires” en el recién creado cementerio proporcionó un carácter sagrado al nuevo espacio. A finales del s. XV el cementerio se reformó con la incorporación de una especie claustro en tres de sus lados realizado con arcadas de ladrillo sustentadas por pilares. En la zona oeste se situó la puerta de acceso. Ya en el s. XVI se levantó en el extremo sur una capilla denominada Nuestra Señora de los Mártires, de planta rectangular, bóveda de cañón y banco corrido en sus muros laterales. En la cabecera, un altar con su antigua virgen de los Mártires tipo theotokos. En el lado del evangelio, un osario; en el lado de la epístola, una pequeña sacristía que albergo los restos de los maestres que se trajeron de Calatrava la Vieja173. El Campo de los Mártires fue un lugar muy venerado por las gentes del lugar174. Si añadimos las indulgencias concedidas por los papas175, la incorporación de tierra del Camposanto de Roma y del Campo Acheldemac176 –dónde Judas vendió a Jesús– y el enorme relicario que Calatrava poseía a finales del XV, es lógico que el conventocastillo pronto apareciera en los documentos con el apelativo de “Sacro”177. 172 ZAPATA ALARCÓN, Juan: El Sacro convento… op. cit., pp. 202-203 Ibídem, pp. 204-206 174 RADES Y ANDRADA, Francisco: Chronica de las… op. cit., fol. 10r 175 ZAPATA ALARCÓN, Juan: “El culto a … op. cit. p. 617. 176 Ibídem, p. 618. 177 Ibídem, p. 618. 173 54 Fig. 22. Campo de los Mártires. Fotografía de la autora Fig. 23. Capilla actual de Ntra. Sra. de los Mártires. Fotografía de la autora 55 9. OTROS EDIFCIOS Y ESTRUCTURAS DEL COMPLEJO El raso de la tahona era un espacio abierto de unos 2 000 m2 que, en los primeros momentos de las excavaciones, se extendía desde el primer patio de armas hasta la puerta de la Estrella en el templo, es decir, toda la zona oeste entre el castillo y la muralla interior. Durante siglos, este espacio fue utilizado como basurero y escombrera por los habitantes del castillo178. Se acumularon hasta cinco metros de desperdicios; solo se vislumbrada la zona abovedada de dos edificaciones. Al excavar el espacio han salido a la luz los restos de una tahona y un molino de sangre de dos muelas que funcionaban simultáneamente. Además, han aparecido en la misma calle de los Artesanos diversas estructuras que fueron utilizadas como viviendas, talleres, cuadras, almacenes y una posible calera179. En la vivienda de los artesanos todavía pueden verse bancos corridos adosados al muro con doble función: descanso diurno (bancos para sentarse y hacer vida diaria) y reposo nocturno180. (Ver imagen 28). Todos los espacios que han surgido aportan una interesante información en el contexto de la vida cotidiana de la fortaleza, más allá de las funciones sacras y militares. El complejo albergó gran cantidad de edificios y estructuras aparte de las que hemos mencionado en este trabajo, como la hospedería, el hospital de pobres, la enfermería, dependencias fabriles (herrería, fragua). Por desgracia, la mayoría están destruidas unas o sin excavar otras. Posiblemente, en un futuro no muy lejano podamos ver estas dependencias, bien rehabilitadas, bien por fotogrametría, una nueva apuesta técnica que no debe ser descartada y que puede ofrecer importantes aportaciones tanto al sector turístico como al académico. El terremoto de Lisboa de 1755 dejó muy dañadas gran parte de las instalaciones calatravas, ya de por sí deterioradas por el paso del tiempo, los pobres materiales y la falta de recursos. El traslado de los monjes a Almagro fue un agónico devenir de reconstrucciones181, ruinas, proyectos, desplomes… hasta que se efectúa la marcha definitiva de los conventuales calatravos en 1802. SEGOVIA FERNÁNDEZ, Ana María: “Excavación y restauración… op. cit. p. 71 Ibídem, p. 72. 180 Ibídem, p. 72 181 Véase ZAPATA ALARCÓN, Juan: “Intervenciones arquitectónicas en el Sacro Convento de Calatrava la Nueva durante la segunda mitad del siglo XVIII”, en Cuaderno de Estudios Manchegos, 2324, Ciudad Real, 1999-2000, pp. 241-264. 178 179 56 Figs. 24 y 25. Restos de la tahona (izquierda) y el molino de sangre (derecha). Fotografías de la autora Figs. 26 y 27. Calle de los artesanos. Fotografías de la autora Fig. 28. Casa de los artesanos con bancos corridos de doble función. Fotografía de la autora 57 10. CONCLUSIÓN Al comenzar este trabajo nos planteamos unos objetivos cuya principal finalidad era aproximarnos lo más fidedignamente posible a Calatrava la Nueva durante los primeros tiempos de existencia, a través de su perfil humano –la Orden de Calatrava– y su perfil artístico –el castillo convento–. Rastreando la bibliografía existente hasta la actualidad, es posible que hayamos cumplido, al menos en parte, nuestro propósito inicial. La doble vertiente que se abría durante el estudio de Calatrava era un problema dada la cantidad de información en la que indagar. Sin embargo, poco a poco la investigación ha arrojado luz donde había oscuridad. De principio, hemos conseguido una ampliación de conocimientos sobre el tema en cuestión gracias a las aportaciones de los investigadores. Por otro lado, necesitábamos saber por qué se erige un complejo monástico fortificado de tal magnitud. La respuesta la encontramos en el contexto de la Reconquista y la zona fronteriza donde nace y se desarrolla la Orden de Calatrava. Dicha Orden se situó en un entorno políticamente inestable, problemático y belicoso debido a las carencias defensivas de la frontera del Guadiana. Esta insuficiencia defensiva causaba continuos altercados entre musulmanes y cristianos, lo que contribuyó, en gran medida, a la despoblación del Campo de Calatrava y sus alrededores. La Batalla de Alarcos fue un duro golpe para los calatravos que les obligó a pensar en otro tipo de defensa. A pesar de las grandes dificultades técnicas que ofrecían los desniveles del terreno y los profundos tajos naturales, la Orden de Calatrava decidió realizar en el monte del Alacranejo un monasterio para sus freiles calatravos adaptado a la tipología constructiva que San Bernardo de Claraval propuso. Pero no solo necesitaba un lugar adecuado para las prácticas monásticas de sus monjes como era el nuevo convento. El miedo causado por las grandes pérdidas materiales y humanas en la batalla de Alarcos les hizo construir también la fortaleza más impresionante de cuantas se erigieron en el centro peninsular, castillo inexpugnable para ahuyentar al enemigo de un posible ataque. Calatrava la Nueva cumplió su función defensiva y monacal a la perfección. Los novedosos sistemas defensivos, así como las canalizaciones de agua por medio de grandes aljibes y la gran cantidad de edificaciones convirtieron este lugar en un sitio autónomo que les permitió ejercer su cometido de forma relajada y cómoda. 58 Debemos considerar, por otra parte, su relación actual con el sector turístico. Las rehabilitaciones originadas a partir de los años 90 del siglo pasado han convertido este lugar en un icono artístico a nivel provincial. Se abren oportunidades para darle una imagen turística a nivel nacional, una propuesta aún sin explorar que ofrece muchas oportunidades económicas y políticas en su entorno. En la actualidad, Calatrava la Nueva se encuentra en un estado muy aceptable de rehabilitación. Es uno de los castillos roqueros más importantes y mejor conservados de la zona central peninsular, por no mencionar que es único por su doble vertiente caballeresca y monacal. Mantiene su esencia medieval y está preparado para recibir a todos aquellos amantes de la historia y el arte, sin ánimo de defraudarles. Calatrava la Nueva era el sitio idóneo para que Umberto Eco fuera nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha una soleada mañana de mayo de 1997. Eco comentó a los periodistas que la belleza del lugar podría muy bien haber inspirado su novela de intriga monacal El Nombre de la Rosa, un relato que le proporcionó fama y fortuna. También era un emplazamiento perfecto para el rodaje de algunas escenas de Juego de Tronos, quizás la mejor serie televisiva de la historia. Aunque no se llegó a realizar, el mero hecho de ser nombrado por los guionistas popularizó nuestro castillo un poco más. Con el tiempo, quizás podamos ver terminada la magnífica obra de restauración y rehabilitación comenzada a principios de los años 90 del s. XX, y así rendir el merecido homenaje a nuestros antepasados que lucharon por su tierra y su religión. 59 11. BIBLIOGRAFÍA: AYALA MARTÍNEZ, Carlos. Las órdenes militares hispánicas en la Edad Media (siglos XII-XV). Marcial Pons Historia, Madrid, 2007. AYALA MARTÍNEZ, Carlos: "La Orden de Calatrava: problemas de organización territorial y militar. Siglos XII-XIII", en Arqueología y territorio medieval, 10.2, 2003, pp. 157-179. CABALLERO DE LEÓN, León: Crónica inédita de la conservación del sacro convento castillo de Calatrava la Nueva, cabeza y casa mayor desta ínclita orden y caballería y descripción del mismo, Castellana Artes Gráficas, La Solana, Ciudad Real, 1974. 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