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doi: 10.29192/claeh.36.2.2 cuadernos del claeh ∙ Mariana Paredes y Rosario Sánchez Vilela ∙ Dossier: Convivencias contemporáneas ∙ Pp. 31-33 31 Convivencias contemporáneas Las sociedades contemporáneas experimentan transformaciones importantes en sus niveles de agregación y reproducción más básicos. Las nuevas formas de la familia, las dinámicas de la pareja y la procreación, la transformación en las relaciones de género y la construcción de nuevas identidades, la relación entre los grupos de edad y las generaciones, la reelaboración de los vínculos de amistad y reconocimiento recíproco entre las personas, los cambios en las nociones de infancia, adolescencia, adultez y vejez, la instauración de relaciones crecientemente globales y tecnológicamente mediadas, los impactos en la subjetividad y en la cultura son algunas de las más notables. Todas ellas definen lo que hemos tratado de abarcar con la expresión convivencias contemporáneas. Tensiones ente viejas y nuevas prácticas, algunas veces en coexistencia más o menos pacífica, otras veces en conflicto. Son cambios que todos conocemos y sentimos en el diario vivir y que probablemente percibimos en aceleración creciente, de manera que se hace difícil reflexionar sobre las dimensiones y profundidad que adquieren. Las ciencias sociales acumulan muchas veces una producción sobre los grandes temas sin detenerse en una mirada más microscópica de la vida social. Este número de la revista se propuso volcar la mirada hacia algunos aspectos de estas convivencias, particularmente aquellos referidos a las relaciones afectivas, la vida familiar y las formas de la identidad y de la sociabilidad articuladas-atravesadas por los cambios tecnológicos, desde la construcción de la identidad adolescente en contextos vulnerables en Uruguay hasta las formas en que la tecnología incide en el cambio de las nociones de ruralidad. Un breve recorrido por los artículos que integran este dossier dará cuenta de ello. Así, el artículo de Doyenart y Varela, «Salteando etapas del curso de vida: maternidad en la adolescencia», estudia los significados de la maternidad en adolescentes de contextos vulnerables, en contrapunto con los actores que realizan intervenciones territoriales en el trabajo con adolescentes. La investigación combina datos cuantitativos y cualitativos que permiten comprender algunos aspectos respecto de la construcción identitaria de la adolescencia en un contexto particular. Entre otras dimensiones, el texto subraya que el significado de ser madre está ligado al logro de valoración social, reconocimiento y respeto, al mismo tiempo que consolida situaciones de exclusión y produce el tránsito de la niñez a la adultez, diluyendo o eliminando el pasaje por la adolescencia. 32 doi: 10.29192/claeh.36.2.2 cuadernos del claeh ∙ Segunda serie, año 36, n.º 106, 2017-2 ∙ issn 0797-6062 - issn [en línea] 2393-5979 ∙ Pp. 31-33 El artículo de Gioscia, «Convivencias y afectos precarios. Dos miradas feministas desde el giro afectivo», se concentra en las dimensiones de la vida afectiva y las posibilidades de la constitución de una vida en común. Parte de la idea de la precariedad instalada en la cotidianidad y en tensión con las aspiraciones a relaciones perdurables. Propone una revisión a partir del giro afectivo en los feminismos contemporáneos y en las ciencias sociales. La disputa por el sentido en torno a la inmigración y el retorno es abordada por Olivera y Cogo en «#RetornoDigno: el activismo de Marea Granate y la lucha por el significado de la inmigración de retorno de españoles». En el contexto de los nuevos flujos migratorios norte-sur, el artículo analiza la mediatización del sentido de lo inmigrante y las narrativas desarrolladas en los medios de comunicación durante 2017. Particularmente se detiene en el activismo del grupo mg y sus estrategias contradiscursivas. Dos artículos exploran las convivencias de familias y jóvenes en ámbitos rurales: «Jovens rurbanos e mediações tecnológicas: práticas e convivências sociais contemporâneas» y «Ruralidade e tecnologias de informação e comunicação: os novos modos de viver de famílias agricultoras». En el primero, Jacks, Toaldo y Marques estudian a jóvenes de un pequeño municipio del sur de Brasil y proponen la articulación de la noción de juventud con la de rurbanidad para analizar las transformaciones que las viejas y nuevas tecnologías de la comunicación producen en sus prácticas y formas de convivencia: se constituyen nuevas sociabilidades y formas de inserción social, se intensifica el contacto con lo local al mismo tiempo que se expanden las relaciones con el mundo, ampliando el espectro de posibilidades. En el segundo, Escosteguy y Felippi se ocupan de las familias rurales y las nuevas formas de sociabilidad, los modos de vivir en familia reorganizados por los medios, especialmente el celular e internet. Se exploran así nuevas formas de ruralidad, a partir de mujeres jóvenes, madres e hijas de familias vinculadas a la agricultura, de una microrregión de Santa Cruz do Sul, caracterizada por la producción de tabaco. Las apropiaciones de las tic ponen en evidencia contrastes con las relaciones tradicionales y las tensiones de género y generación. Se incluye también en el dossier una contribución de Mariana Paredes respecto a un artículo escrito por Aldo Solari hace treinta años en esta revista, que se reedita en este número dada su extrema vigencia aún hoy. Solari analizaba el tema del envejecimiento poblacional que afecta sobremanera las relaciones entre generaciones en varias dimensiones de la vida social así como la construcción de la idea de vejez. Este artículo es revisitado para rescatar la validez del análisis allí volcado hace tres décadas. Por último, como es habitual en Cuadernos del CLAEH, el coloquio propone un recorrido por las temáticas de este número en una conversación entre las editoras, Leandro Delgado y Javier Dotta. Allí el intercambio resultó rico y más que interesante. Sin poder evitar la autorreferencia —como suele suceder en estos temas—, la conversación giró en torno a la dimensión que los cambios adquieren en la vida cotidiana, en las familias, en los vínculos parentales y amistosos y en cómo las tecnologías han ido transformando también las modalidades de convivencia. Logramos no mirar el celular por más de dos horas doi: 10.29192/claeh.36.2.2 cuadernos del claeh ∙ Mariana Paredes y Rosario Sánchez Vilela ∙ Dossier: Convivencias contemporáneas ∙ Pp. 31-33 33 y conversar, intercambiar y pensar juntos acerca de estas transformaciones en las formas de encontrar pareja, de vincularse con los hijos, los amigos, la relación con el trabajo, la apropiación del espacio público, la impronta del mercado y la participación del Estado. Lejos de arribar a una conclusión acabada, la instancia sirvió como un disparador de reflexiones que solo dejan abiertos caminos para futuros abordajes de estas problemáticas. Las convivencias contemporáneas cambian. Cambiaron antes, cambian hoy y seguirán cambiando. La velocidad de estos cambios probablemente sea de una dimensión inédita como lo es también la longitud de la vida que alcanzan los seres humanos, que permite diversificar trayectorias vitales distintas, plurales y dinámicas. Quizás solo saber que estamos en permanente movimiento sea el mayor desafío para comprender las nuevas formas de construir la realidad social y analizarla. Mariana Paredes y Rosario Sánchez Vilela