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XI Congreso Internacional de la AEHE 4 y 5 de Septiembre 2014 Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF) Madrid Sesión: 7 Redes Empresariales: Una Perspectiva Cuantitativa Business Networks: a Quantitative Perspective Título de la comunicación: “Redes empresariales y gran empresa en España, 1917-2010” Autor/es: Juan A. Rubio-Mondéjar y Josean Garrués-Irurzun Filiación/es académica/s: Universidad de Granada Dirección electrónica de contacto: jarubio@ugr.es; jgarrues@ugr.es Resumen: Los estudios de directorios cruzados permiten conocer las características de la estructura corporativa de una economía; la configuración de la red de las relaciones que las grandes empresas españolas mantienen entre sí mediante consejeros comunes ha evolucionado durante el último siglo, presentando diferencias y similitudes con las redes de los países de su entorno. En este trabajo se aplica el análisis de redes sociales y se examinan los factores que han afectado a la configuración de la red corporativa española, destacando entre ellos la incidencia del sector financiero, así como las estrategias de las compañías eléctricas y públicas hasta la década de 1980. Posteriormente, se pone de manifiesto cómo las transformaciones de la economía española y su incorporación al mercado global han hecho que la densidad de la red se haya reducido notablemente, en una tendencia similar a la seguida por otras redes corporativas europeas. Descriptores: consejeros cruzados, análisis de redes sociales, élite corporativa, redes empresariales Keywords: interlocking directorates, social networks analysis, corporate elite, business networks **VERSIÓN PRELIMINAR: no citar sin permiso de los autores. 0. Ascenso y declive de la élite corporativa española Es habitual que en los consejos de administración de las grandes sociedades mercantiles figuren individuos que, a su vez, forman parte de consejos de otras grandes empresas. Cuando esto se produce se habla de directorios cruzados, consejeros comunes o consejeros compartidos. La literatura ha discutido profusamente a qué se debe esta práctica, proponiendo que la explicación se debe a la estrategia de las empresas –que pretenden así recibir información que les permita restringir la competencia en un sector, asegurar la provisión de recursos necesarios para la supervivencia de la compañía, o controlar sus inversiones en otras firmas–; al hecho de constituir un instrumento que favorece la cohesión social entre el grupo económico dominante; o en el propio interés de los individuos por adquirir y conservar el mayor número de cargos directivos posibles, por propio interés profesional1. Aunque todas las interpretaciones contienen elementos útiles para la comprensión del origen de los consejeros comunes, las visiones más coherentes son las que integran aquellos, y les otorgan una mayor o menor relevancia según el caso concreto y el momento histórico que se examina2. Dejando a un lado la discusión sobre la naturaleza de la práctica de intercambiar consejeros, los estudios que han analizado redes de directorios cruzados entre las grandes empresas en distintas economías capitalistas constatan que, en las últimas tres décadas, dichas redes han perdido intensidad con respecto al resto del siglo XX3. Este declive se explica, generalmente, como consecuencia de un menor protagonismo del sector financiero y de la internacionalización de las empresas en el proceso de globalización. La banca, desde los años ochenta y, con diferente ritmo según el país, comenzó a desprenderse de sus inversiones en otros sectores y perdió asientos en consejos de administración de empresas4; también se ha argumentado que las nuevas técnicas financieras –como la titularización de los créditos– han determinado que los bancos no tengan necesidad de controlar sus inversiones mediante consejeros comunes 1 La exposición de las diferentes teorías sobre la naturaleza de los consejeros comunes, en Mizruchi (1996). Una actualización, en Rubio y Garrués (2012a). 2 Como hacen Useem (1984) o Mizruchi (1992). 3 Véase, por ejemplo, Davis y Mizruchi (1999) para Estados Unidos; Höpner y Krempel (2002), y Windolf (2014) para Alemania; Schnyder et al. (2005) para Suiza; Ghita, Cuivers y Deloof (2010), para Bélgica; David, Schnyder y Westerhuis (2011) para los Países Bajos y Suiza; o Rinaldi y Vasta (2012) para Italia. 4 Davis y Mizruchi (1999). David, Schnyder y Westerhuis (2011) señalan que, como para otros países, la desinversión de la banca explica parcialmente la pérdida de densidad de las redes holandesa y suiza, aunque sólo parcialmente, ya que el número de vínculos entre empresas no financieras también ha decaído. 3 en las sociedades a las que prestan capital5. La apertura económica ha supuesto que entre las grandes compañías que actúan en la mayoría de los países se hayan posicionado sociedades extranjeras; del mismo modo, las empresas autóctonas han incorporado a sus órganos de gobierno consejeros foráneos, y ambas situaciones han disminuido los vínculos entre la élite corporativa nacional; además, la globalización ha afectado a los mercados de capitales, haciendo que entren en la estructura de propiedad de las compañías accionistas de cualquier parte del mundo, que obtienen así asientos en sus consejos de administración6. Ambos elementos, la actuación de la banca y la internacionalización de las empresas, han afectado a la configuración de la red corporativa y su evolución en el tiempo, aunque también han sido importantes las características del entorno institucional de cada país. Windolf (2002) ha explicado las diferentes configuraciones de la red alemana, británica, francesa o estadounidense, en función de sus peculiaridades económicas, culturales y políticas7. Rinaldi y Vasta (2012) han introducido el caso italiano en la discusión sobre las variedades del capitalismo, señalando que el país transalpino se encuentra en una vía intermedia, entre las economías liberales basadas en el mercado (liberal markets economies) y las economías coordinadas (coordinated market economies)8; Italia, como Francia o España, habrían contado con un factor diferencial –la intervención estatal– lo que las caracteriza como economías de mercado influenciadas por el Estado (state-influenced market economies), particularidad que debe tener su reflejo en la estructura de la red corporativa. Este trabajo pretende responder, para el caso español, una serie de preguntas: ¿cuál ha sido la configuración de la red corporativa desde principios del siglo XX hasta la actualidad? ¿ha presentado una evolución similar a la de los países de su entorno? ¿qué elementos explican las diferencias en su trayectoria? ¿debe incluirse en la “tercera 5 Windolf (2014). Schnyder et al. (2005) matizan que el descenso de la cohesión de la red suiza se debe a una menor importancia de la función de control, la razón más visible de los consejeros comunes en el sector financiero. 6 Ghita, Cuivers y Deloof (2010), David, Schnyder y Westerhuis (2011). Mizruchi (2007) señala que en el declive de la élite estadounidense la globalización no es un factor determinante, pues aquel había empezado antes. 7 En Alemania, la característica dominante sería su cultura de cartel; en Gran Bretaña, el libre comercio; en Francia, la tradición mercantilista, estatalista y centralista; o en Estados Unidos, la separación entre la propiedad y el control de las empresas. Al comparar la evolución de la red alemana con la estadounidense, Windolf (2009) insiste en que el descenso de la densidad de la segunda se debió a la legislación antitrust, oponiéndose a la idea de Mizruchi (1982) que opinaba que reflejaba el fortalecimiento del capitalismo gerencial. 8 Mientras que en las primeras –cuyos máximos exponentes son Estados Unidos y el Reino Unido– prima la libre competencia entre firmas, entre las segundas –Alemania, los países escandinavos o Japón– es fundamental la colaboración entre empresas. 4 vía”, como sugiere el caso italiano? Para ello el texto se divide en seis secciones, que siguen a esta introducción. En la primera, se comentan las particularidades de España, partiendo de la literatura sobre consejeros comunes; en la segunda sección, se explican los datos y la metodología utilizada; los resultados del análisis de redes y las principales características de la red corporativa nacional se exponen en el tercer apartado; en la cuarta sección, la discusión se centra en el papel de determinados sectores, especialmente el financiero y el eléctrico; la incidencia de las empresas estatales se comenta en la quinta sección; y la última, antes de la bibliografía y los apéndices, contiene unas breves reflexiones y plantea algunas preguntas de cara a trabajos posteriores. 1. Estudios de consejeros comunes en España La literatura de la élite corporativa española sustentada en análisis de consejeros comunes se popularizó en España a mediados del siglo XX9. Los trabajos de Muñoz Linares (1952, 1955), De la Sierra (1953), Tamames (1961 y 1977), Velarde (1967), o Muñoz (1970) estaban inspirados en la teoría del capitalismo financiero de Hilferding (1910), y estudiaban la situación actual de las relaciones entre consejos de administración de las mayores empresas tratando de demostrar que estas aplicaban estrategias colusivas, es decir, que se servían de los consejeros cruzados para restringir la competencia; su conclusión principal era que la economía nacional estaba controlada por un sector bancario fuertemente concentrado, con capacidad para influir sobre las decisiones políticas que afectaban a sus intereses. Roldán, García Delgado y Muñoz (1973) aplicaron el mismo esquema para examinar los años 1922-1923, momento clave en el que se formó la sociedad capitalista española, marcada por una estrecha relación entre los bancos y las empresas industriales. Los estudios de consejeros cruzados se revitalizaron en el tránsito al presente siglo, cuando comenzaron a aplicarse los desarrollos de las técnicas cuantitativas del análisis de redes sociales. Aguilera (1998) examinó con esta metodología la red corporativa española del año 1993, constatando el papel central de los bancos y de las empresas públicas, el aislamiento relativo de las firmas eléctricas –que explica por su tradicional independencia financiera– y la posición periférica de las compañías que 9 Errandonea (1935) ya había estudiado las interconexiones entre consejeros de firmas eléctricas. 5 actuaban en sectores dominados por el capital extranjero, como automóviles, servicios y comercio mayorista. Rodríguez (2000), con un mayor manejo de herramientas de análisis de redes sociales, estudió la red corporativa del año 1991; como Aguilera, destacó la centralidad de los grupos bancarios y su permanencia a lo largo del tiempo –por comparación con los trabajos de los años setenta–, la relación entre la red de consejeros y el sistema político, y la elevada capacidad de intermediación del sector energético. Poco después, el mismo autor volvió a analizar la estructura corporativa de España, para el año 200010. De la comparación con los resultados anteriores, deducía una pérdida de cohesión de la red, una menor capacidad de centralización de los bancos, y un aumento de la importancia de otros sectores, como servicios y construcción. Rodríguez, por su parte, explicaba los cambios por la transformación de la economía española, inmersa en los procesos de globalización de los mercados financieros y de incorporación al mercado europeo, sumados a la modernización y democratización del país, así como por una renovación de la élite corporativa, que implicó la sustitución de la oligarquía tradicional por una nueva generación de directivos más profesionalizada. Santos (2013) ha realizado un ejercicio similar para conocer la configuración de la red corporativa en el año 2009; en él señala la pérdida de centralidad de los bancos – que ceden protagonismo a las cajas de ahorros– y el aumento de la de sectores como la industria alimentaria, la construcción, el inmobiliario, las sociedades de cartera, y el energético. Del mismo modo, este autor apunta una pérdida de cohesión de la red desde los años sesenta, pero lamenta que la falta de homogeneidad de las muestras no permita una comparación adecuada con los artículos de Aguilera y Rodríguez11. Otros trabajos, como el de Cárdenas (2012), han analizado las características de las redes de consejeros comunes de distintos países europeos para la actualidad, incluyendo el caso de España12. Pero el mismo problema de falta de homogeneidad de las muestras impide comparar los resultados con los de periodos anteriores. La evolución de la red corporativa española, con datos homogéneos para el periodo comprendido entre la Primera Guerra Mundial y 1970, ha sido estudiada por 10 Rodríguez (2003). Aparte de los citados, otros autores han considerado las relaciones entre consejos de administración. En este sentido, deben destacarse los esfuerzos de Baena y otros investigadores para identificar la élite de poder de España –a la manera del estudio clásico de Mills (1956) para Estados Unidos– durante el franquismo (Baena, Garrido y Pizarro, 1984), y compararla con la de la transición y los primeros años de la etapa democrática (Baena, 1998 y 2002). 12 Rodríguez, Cárdenas y Oltra (2004) abordan el tema desde otra perspectiva, basándose en accionistas, y no en consejeros. 11 6 Rubio y Garrués (2012a y 2012b). Estos autores constataron la centralidad de la banca y la importancia de las empresas de los sectores capital-intensivos –sobre todo electricidad, y en determinados momentos, ferrocarriles y minería– para determinar la configuración de la red nacional; apuntaron que el intercambio de consejeros entre empresas eléctricas respondía a una estrategia de reparto de mercados; y subrayaron la continuidad de la élite de directivos a lo largo del tiempo, así como sus vínculos con el poder político. Este análisis, sin embargo, no traspasaba el marco cronológico del franquismo y no permitía examinar las transformaciones experimentadas por la red de consejeros con la implantación de la democracia y la incorporación a la Unión Europea. 2. Datos y metodología Para salvar la barrera de la falta de homogeneidad de datos que impide observar la trayectoria de la red corporativa española en el largo plazo (cuadro 1), la presente investigación se apoya en seis cortes temporales, que se corresponden con los años 1917, 1930, 1948, 1970, 1991 y 2009. Para cada uno de ellos se han seleccionado las 200 mayores compañías del país: en los cuatro primeros años se utiliza el criterio de los activos netos, empleado por Carreras y Tafunell (1993) en su artículo sobre la gran empresa española –basado en los Anuarios Financieros–, del que se toman las clasificaciones de 1917, 1930 y 1948; en cambio, para los años 1991 y 2009 el ranking se ha elaborado a partir de la facturación de las empresas, según los listados de Dun & Bradstreet. Posteriormente, los consejos de administración de las firmas se han obtenido de los Anuarios Financieros (hasta 1970), y de otros directorios, como Dicodi y Asexor (1991 y 2009). Algunos trabajos sobre las redes corporativas en la actualidad, como los de Windolf (2002) o, para España, Rodríguez, Cárdenas y Oltra (2004) o Santos (2013), completan el análisis de consejeros cruzados con el de propietarios de las acciones; para las investigaciones de carácter histórico, conseguir información sobre los accionistas es más complicado y, por el momento, hay que trabajar con redes de consejeros13. 13 Carroll y Fennema (2002), p. 394, señalan que, aunque existen otras posibilidades, el análisis de consejeros comunes es el más apropiado para conocer las relaciones entre la estructura corporativa de un país; y remiten a Fennema (1982), que apunta que esto se debe a que se encuentran a medio camino entre el mercado y la jerarquía. 7 Cuadro 1. Estudios recientes sobre estructura corporativa española basados en consejeros comunes y análisis de redes sociales Trabajo' Número'de' Empresas' Santos'(2013)' Rubio'y'Garrués' (2012)' Cárdenas'(2012)' Rodríguez'(2003)' Rodríguez'(2000)' Aguilera'(1998)' Criterio''de'selección''de'empresas' 133# Mercado#continuo#de#valores# 200#Mayores#por#activos#netos#+#10# 210# Aseguradoras## 50# Ingresos# 100# 100#Valor#en#bolsa# 100# 100#Valor#en#bolsa# 100#No#Financieras#(ventas)#+#60# 190# Bancos#+#30#Aseguradoras# Año'estudiado' 2010# 1917,#1930,#1948,# 1970# 2005# 1991,#2000# 1991# 1993# Fuente: elaboración propia. La metodología que se aplica a los consejos de administración para obtener la red corporativa es la propia del análisis de redes sociales, un conjunto de herramientas teóricas y metodológicas que, originarias de la sociología, permiten obtener indicadores estadísticos que miden la centralidad de los actores, así como conocer la configuración de la red14. Como es habitual en la literatura de análisis de redes, se ha utilizado el software Ucinet 6 y Netdraw 2 para el cálculo de las medidas y la representación gráfica, respectivamente15. 3. La red corporativa española, 1917-2009 El cuadro 2 contiene los principales indicadores que describen las características de la red española entre 1917 y 2009. De las 200 empresas consideradas en cada corte temporal no todas compartieron consejeros comunes con otras compañías que, a su vez, se encontraran entre las mayores firmas del país. El número más elevado de sociedades interconectadas (filas B y C) se alcanzó entre los años 1930 y 1970 (84-88%); en 1917 fue ligeramente inferior, debido a la importante presencia de compañías extranjeras en la muestra, dedicadas a la minería, los ferrocarriles y tranvías, el suministro de agua y, en menor medida, electricidad. Estas empresas mantenían lazos con la estructura corporativa de sus países de origen, pero no solían intercambiar consejeros con 14 Sobre el paradigma de las redes sociales en la investigación, véase Borgatti y Halgin (2011), o Kadushin (2013). 15 Borgatti, S., Everett, M. y Freeman, L. (2002): Ucinet for Windows: Software for Social Networks. Borgatti, S. (2002): Netdraw Network Visualization. 8 sociedades del lugar en el que desarrollaban su actividad, salvo en ciertos casos en los que actuaban en el mismo sector y eran también de origen foráneo. Cuadro 2. Indicadores de la red de consejeros comunes Variable/Año' 1917' 1930' 1948' 1970' 1991' 2009' A.'Número'Empresas' 200# 200# 200# 200# 200# 200# B.'Empresas'con'consejeros'comunes' 155# 169# 172# 176# 135# 127# C.'B/A'(%)' 77,5# 84,5# 86# 88# 67,5# 63,5# 9# 1# 1# 3# 8# 15# E.'Tamaño'componente'principal' 138# 169# 172# 172# 118# 90# F.'E/B'(%)' 89,0# 100,0# 100,0# 97,7# 87,4# 70,9# D.'Número'de'componentes' G.'Tamaño'segundo'componente' H.'Compañías'aisladas' I.'H/A'(%)' J.'Densidad'red'(%)' K.'Índice'de'centralización' 3# H# H# 2# 4# 4# 45# 31# 28# 24# 65# 73# 22,5# 15,5# 14# 12# 32,5# 36,5# 9,1# 22,2# 14,2# 7,5# 4,1# 4,7# 1,61# 3,13# 3,89# 2,67# 1,39# 1,78# L.'Total'consejeros' 1.277# 1.420# 1.435# 2.143# 1.663# 1.413# M.'Total'asientos' 1.778# 2.299# 2.292# 2.845# 1.946# 1.673# N.'Consejeros'comunes' 256# 334# 383# 426# 217# 179# O.'M/L'(%)' 1,4# 1,6# 1,6# 1,3# 1,2# 1,2# 14,4# 14,5# 16,7# 15,0# 11,2# 10,7# Q.'Consejeros'comunes'por'empresa' 1,6# 2,0# 2,2# 2,4# 1,6# 1,4# R.'Asientos'de'los'15'primeros'consejeros' 118# 219# 151# 95# 59# 69# S.'R/consejero' 7,9# 14,6# 10,1# 6,3# 3,9# 4,6# P.'IPR'='N/M'(%)' Fuente: elaboración propia, véase texto. El escenario cambió tras la Primera Guerra Mundial, cuando las consecuencias de la neutralidad del país en el conflicto bélico permitieron que se consolidara el capitalismo nacional, aumentando el peso de las firmas españolas en detrimento de las foráneas16, lo que favoreció el incremento de las medidas de centralidad de la red de consejeros. El nacionalismo económico se consolidó durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), y alcanzó sus mayores cotas en las décadas de los años cuarenta y cincuenta, correspondientes a la etapa autárquica del franquismo; posteriormente, la progresiva integración en los mercados mundiales hizo que las empresas extranjeras volvieran a ocupar posiciones en la economía española. Este es uno de los factores que 16 Roldán, García Delgado y Muñoz (1973). 9 parece explicar el descenso del número de firmas con consejeros comunes entre las mayores sociedades españolas, perceptible en 1991 (67%) y en 2009 (63%). Las mismas circunstancias afectaron al número de componentes de la red (fila D). Aplicando el lenguaje de análisis de redes, en este estudio se entiende por componente un conjunto de compañías que se mantienen unidas por el hecho de compartir, directa o indirectamente, al menos un consejero común17. En los años 1930 y 1948 la integración de la red fue máxima, dado que todas las sociedades que tenían consejeros comunes estuvieron integradas en un único componente. Antes, en 1917, habían existido nueve componentes; a partir de 1970, en cambio, la red comenzó a desfragmentarse, y en 2009 estaba formada por quince componentes distintos. El análisis de los componentes debe completarse con el tamaño de los mismos, medido en número de empresas (filas E y G), o en porcentaje sobre el total de las compañías con consejeros comunes (fila F). El gráfico 1, que muestra la configuración de la red de empresas en 1917, ilustra la explicación de los componentes: Gráfico 1. Componentes de la red de empresas, 1917 Fuente: elaboración propia, véase texto. 17 El vínculo es directo entre dos empresas, A y B, cuando A y B tienen un consejero común; si, a su vez, B comparte un consejero con C, entre A y C hay un vínculo indirecto; en este caso, las tres empresas formarían un componente, aunque A y C no compartan un consejero común. 10 En el centro de la imagen, el componente principal de la red estaba formado por 138 empresas (círculos grises) vinculadas entre sí mediante consejeros comunes; alrededor, se distinguen ocho componentes de pequeñas dimensiones, constituidos únicamente por dos o tres firmas (círculos rojos). Tres de estos componentes muestran el nombre de las compañías, para reflexionar sobre las causas por las que no pertenecían al componente principal. En el extremo superior derecho, Rio Tinto y Huelva Copper & Sulphur Mines, por un lado, y Tharsis Sulphur & Copper y Alquife Mines & Railway, por otro, compartieron entre sí consejeros comunes; se trataba de algunas de las mayores empresas mineras de la época, de origen extranjero y que tenían sus principales vínculos con grupos multinacionales, pero no con firmas españolas18. En el extremo inferior izquierdo, el componente formado por Industria Malagueña y Azucarera Larios, en cambio responde a otras motivaciones, ya que se trata de dos empresas del grupo familiar de los Larios, caracterizado desde finales del siglo XIX por su empeño de no recurrir a capital ni a socios ajenos a la familia para financiar sus negocios19; el aislamiento de las empresas familiares no es extraño, y se repite en otros periodos y en las redes corporativas de otros países20. En todos los años seleccionados en los que hubo más de un componente, el tamaño de los componentes secundarios fue muy reducido, entre dos y cuatro firmas. En 1991 el componente principal agrupaba al 87% de las empresas con consejeros comunes, un porcentaje muy similar al del año 1917 y diez puntos inferior al de 197021. La explicación de la configuración de la red corporativa en 2009 (gráfico 2) no puede hacerse, como en etapas anteriores, únicamente en función de empresas extranjeras, filiales de multinacionales, y sociedades familiares, al margen del componente principal. Estas realidades las capta el número de compañías aisladas (filas H e I del cuadro 2), aquellas que no estuvieron vinculadas vía consejo de administración a otras grandes empresas. En 2009, además de reducirse el número de firmas con consejeros comunes (127), tan sólo el 71% de ellas se agrupaban en el componente 18 La relación entre empresas extranjeras y nacionales y sus efectos sobre la configuración de la red es compleja. Véase, para el caso argentino, Lluch y Salvaj (2014). 19 Esta estrategia de la familia Larios ha sido explicada en varios trabajos por Jiménez Blanco (2012). 20 Véanse, en este sentido, los trabajos citados de Windolf (2002) o Schneyder et al. (2005). No obstante, las empresas familiares jugaron un papel notable en la configuración del componente principal. De este asunto, sin embargo, se trata en el desarrollo del presente trabajo que se publicará en otra ocasión. 21 La configuración de la red en 1991, fue parecida a la de 1917, y al margen del componente principal incluía componentes de origen extranjero, como los formados por Instituto Behring y Hoestch Ibérica o Ford España y SGS Española de Control; o españoles, como el articulado en torno al grupo empresarial de El Corte Inglés. 11 principal. El resto daban origen a catorce componentes, de entre dos y cuatro empresas; algunos estaban formados por sociedades vinculadas a intereses multinacionales –como en los casos de EADS y las filiales de Airbus– y otros eran componentes empresariales propiamente españoles, vinculados a empresas de su mismo grupo –como en los casos de El Corte Inglés o Acciona–. Pero la desintegración del componente principal parece apuntar a las nuevas condiciones de la economía en la primera década del siglo XXI: apertura económica, desregularización, posibilidades de financiación exterior y alternativas a los bancos. Sobre esta cuestión se volverá más adelante. Gráfico 2. Componentes de la red de empresas, 2009 Fuente: elaboración propia, véase texto. A partir de la fila L, las medidas del cuadro 2 se refieren a los consejeros, y no a las empresas. El número de consejeros (L), el número de asientos en los consejos de administración (M), y el número de consejeros comunes (N), permiten calcular dos indicadores interesantes: el primero es el porcentaje de consejeros compartidos sobre el total de consejeros de las mayores compañías (fila O); el segundo (fila P), es el interlock position ratio, resultado de dividir el número de consejeros comunes entre el número de asientos de los consejos de administración22. Ambas ratios crecieron entre 1917 y 1948, alcanzaron su valor máximo en este año y volvieron al punto inicial en 1970; en los 22 Definido por Mizruchi (1982), varía entre 0, si no existe relación entre los consejos, y 100, si todos los asientos están ocupados por un consejero común. 12 cortes posteriores, 1991 y 2009, se estabilizaron, pero muy por debajo de los valores anteriores, constatando una pérdida de fortaleza de los interlocking directorates. Si se considera el número de consejeros comunes sobre el total de empresas con consejeros comunes (fila Q), se aprecia de nuevo una U invertida, pero que alcanza su punto máximo en 1970, para decaer en los años siguientes. En cambio, el número de asientos ocupados por los 15 consejeros más “prolíficos” –aquellos que se sentaban en un mayor número de consejos de administración de las grandes firmas–, vuelve a distinguir nítidamente entre los cuatro primeros cortes, por un lado, y los dos últimos, por otro (filas R y S). Hasta 1970 parece que se desarrolló la época dorada de los consejeros comunes; la construcción del gran capitalismo moderno español, en el primer tercio del siglo XX, corrió en paralelo al establecimiento de una élite corporativa que concentró cargos en los órganos directivos de las mayores empresas del país, fenómeno que se hizo especialmente visible entre 1930 y 1948. En los dos cortes citados, los quince mayores consejeros se sentaban, de media, en catorce y diez consejos, respectivamente; cifras que contrastan con los 4 y 4,6 asientos de los años 1991 y 2009. Deliberadamente se ha pasado por alto el comentario de un indicador, la densidad (fila J, cuadro 2). Se trata de una medida de cohesión que posibilita la comparación entre distintas redes23. Windolf (2009) la utilizó para mostrar las diferencias entre las redes corporativas de Estados Unidos y Alemania: mientras que la densidad de la primera apenas experimentó oscilaciones y se mantuvo estable a lo largo del siglo XX, por debajo del 4%, la densidad de la red germana aumentó desde 1900, alcanzando su valor máximo en 1928 (16%), para iniciar desde entonces un lento declive hasta descender hasta el 1,1% en 2010. La literatura sobre consejeros cruzados ha asegurado que el caso español debe ser similar al modelo continental europeo, donde la configuración de la red está determinada por la banca24, y/o a la de la “tercera vía” del capitalismo, a la que se adscriben Italia o Francia, en la que es decisivo el comportamiento de las empresas públicas25. Para contrastar la verosimilitud de esas afirmaciones se ha comparado la densidad de las redes corporativas española, italiana y alemana (gráfico 3). 23 La densidad (D) es el cociente entre el número de relaciones existentes entre los actores de una red (!(!) )!y!el máximo número de relaciones que podrían existir!(!(!) ). D = (!(!) )/(!(!) )! 24 Aguilera (1998). 25 Rinaldi y Vasta (2012) 13 Aunque las medidas se han tomado para años diferentes y las muestras no son exactamente del mismo tamaño26, lo que debe considerarse es la tendencia; y, la tendencia aleja claramente el caso español del modelo anglosajón que representa Estados Unidos, y lo aproxima a los de Alemania e Italia, aunque con matices. Con respecto a la red alemana, la española comenzó a perder densidad mucho después, de manera que en 1950 aún estaba muy por encima de la que mostraba Alemania en 193427. Posteriormente, a partir de 1970 convergieron, si bien en la última fecha de referencia la densidad de la red española aumentó, mientras que la de Alemania se redujo considerablemente28. Gráfico 3. Densidad (%) de la red corporativa italiana, alemana y española ITALIA# ALEMANIA# ESPAÑA# 25,0# 22,2# 20,0# 16,2# 15,0# 10,0# 5,0# 14,2# 11,0# 9,1# 7,0# 5,5# 9,2# 5,8# 6,6# 6,3# 7,5# 6,5# 4,2# 4,8# 4,1# 1,1# 1910# 1914# 1918# 1922# 1926# 1930# 1934# 1938# 1942# 1946# 1950# 1954# 1958# 1962# 1966# 1970# 1974# 1978# 1982# 1986# 1990# 1994# 1998# 2002# 2006# 2010# 2,3# 0,0# 4,7# Fuente: elaboración propia. Los datos de Alemania proceden de Windolf (2009) y los de Italia de Vasta y Baccini (1997) y Rinaldi y Vasta (2012). Si la comparación es con Italia, la red española ha presentado, en todo momento una densidad superior. El valor máximo de la red italiana se alcanzó en 1927, y el de la 26 La española es de 200 empresas, mientras que la italiana es de 250 y la alemana oscila entre 250 y 350, según el año. 27 Windolf (2014) apunta distintas explicaciones para la caída de la densidad alemana a partir de los años treinta; entre ellas, la legislación de septiembre de 1931 que limitaba el número de asientos por consejero, y la salida de consejeros de origen judío con la llegada del régimen nazi, en 1933. Tras la Segunda Guerra Mundial, estadounidenses y británicos presionaron para que el parlamento de Alemania Occidental aprobara leyes antitrust, que también debilitaron la red corporativa. 28 Windolf (2014) considera que la descomposición de la red germana en las últimas décadas ha estado determinada por el fin de la solidaridad entre las grandes empresas, la pérdida de valoración social de la élite empresarial y un Código de Gobierno Corporativo que limita el número de asientos en consejos por persona; a ello suma la pérdida de centralidad de la banca, que ya no precisa de consejeros supervisores para controlar sus préstamos. 14 red española, en 1930; en las décadas centrales del siglo la densidad de la red italiana se mantuvo estable, aunque por debajo de los niveles españoles, y descendió desde entonces hasta situarse en el mínimo en 1983, último año de la serie29. Como ya se ha señalado, las estructuras corporativas de ambos países tienen puntos en común, en especial la importancia del sector público en los años centrales del siglo, cuando en Italia el holding estatal se articulaba en torno al Istituto per la Ricostruzione Industriale (IRI), y en España se organizaba alrededor del Instituto Nacional de Industria (INI)30; y, además del sector público, los trabajos sobre consejeros comunes muestran para ambos casos el protagonismo del sector eléctrico y de la banca31. Las diferencias y similitudes con Alemania e Italia conducen, por lo tanto, a buscar las explicaciones de la evolución de la red corporativa española en dos direcciones; por un lado, en el análisis sectorial, centrado en la banca y las compañías eléctricas; por otro, al papel de las empresas públicas. 4. Centralidad de los sectores: banca y electricidad Los distintos indicadores empleados en el epígrafe anterior señalan un proceso de centralización de la red corporativa española durante la primera mitad del siglo XX, que se invierte a partir de 1970. Rubio y Garrués (2012a) han mostrado, para el periodo previo a esa fecha, la elevada centralidad de dos sectores: el financiero, implicado en la industrialización de la economía nacional, siendo uno de los factores sustitutivos descrito por Gerschenkron (1962); y el eléctrico, que se vinculaba a la banca pero que, particularmente, presentaba una gran interrelación entre las firmas del mismo sector. La distribución sectorial de las 200 mayores empresas ha variado entre 1917 y 2009 (cuadro 3), reflejando la evolución del capitalismo nacional. Así, en 1917 y 1948 el sector transportes y comunicaciones –ferrocarriles y tranvías, más navieras– se 29 Rinaldi y Vasta (2012) muestran cómo el declive de la red corporativa italiana se anticipó al de la red de otros países capitalistas, lo que atribuyen a las consecuencias de la crisis energética de los años setenta, que hizo que el Estado adquiriera compañías privadas, y que modificó las estructuras de propiedad de las firmas públicas, reduciendo la participación de inversores privados y, así, las relaciones vía consejeros entre ambas esferas empresariales. 30 Rinaldi y Vasta (2005 y 2012) exponen las particularidades de la red corporativa italiana, configurada a partir de las relaciones entre el sector público y el privado, desde la intervención del Estado fascista en la economía, con la creación del IRI en 1933, que integró a los principales bancos y compañías industriales del país; después de la Segunda Guerra Mundial, las empresas estatales se mantuvieron en el centro de la red corporativa, y en las década de 1950 y 1960 aumentaron sus conexiones con el sector privado. 31 Pueden verse los trabajos citados en la nota anterior; sobre la banca, Vasta y Baccini (1997) advirtieron que su importancia en la red era superior a la que le adjudicaba la historiografía económica italiana. 15 mantuvo como una de las tres actividades más representadas en la élite empresarial del país32; en el mismo periodo se produjo también el declive de la gran empresa minera, a medida que el sector perdía importancia en la economía española, una vez concluyó su gran ciclo exportador tras la Primera Guerra Mundial. El año 1970 refleja la madurez de la segunda revolución tecnológica, aumentando el peso relativo de la industria química y de la de construcción de material de transporte. En cambio, en 1991 y 2009 se aprecia el mayor peso de la actividad comercial, de la construcción y de otras actividades financieras distintas de la banca o los seguros, como las sociedades de cartera. Cuadro 3. Estructura sectorial de las mayores 200 empresas españolas ' 1917' 1930' 1948' 1970' 1991' 2009' Sector' %# %# %# %# %# %# BANCA' 8,5# 15,0# 12,5# 27,0# 9,0# 4,5# COMERCIO' H# 1,5# 0,5# 2,5# 21,5# 11,0# CONSTRUCCION' 1,0# 2,5# 11,0# 4,5# 6,5# 17,0# ELECTRICIDAD'Y'GAS' 10,0# 18,5# 18,5# 11,5# 9,5# 9,5# I.'AGROALIMENTARIA' 6,0# 7,0# 9,5# 3,0# 6,5# 1,0# I.'MATERIAL'DE'TRANSPORTE' 3,0# 3,5# 6,5# 6,0# 6,5# 5,5# I.'MAQ.'ELECTRICA'Y'ELECTRONICA' 0,5# 1,5# 2,5# 4,0# 6,0# 0,5# I.'PETROLEO'Y'CARBON' H# 1,0# 1,5# 4,0# 4,0# 1,5# I.'QUIMICA' 3,0# 4,5# 7,5# 8,5# 6,0# 2,0# MINERIA'Y'1ª'TRANSF.'METALES' 27,5# 13,0# 9,5# 6,5# 2,0# 2,5# OTRAS'ACTIVIDADES'FINANCIERAS' H# H# H# 5,5# 3,5# 9,5# TRANSPORTE'Y'COMUNICACIONES' 29,0# 19,0# 11,0# 4,5# 4,0# 5,0# OTROS'SECTORES' 10,0# 10,5# 6,5# 12,0# 14,0# 30,5# Fuente: elaboración propia. Los datos de los años 1917-1948 proceden de Carreras y Tafunell (1993) Al margen de estas variaciones, el cuadro permite percibir la relevancia de los sectores financiero y eléctrico, aunque sus trayectorias no fueron coincidentes. En lo que respecta al primero, estuvo fuertemente representado a partir de 1930 –una vez se consolidó el sector nacional, tras el conflicto europeo– y alcanzó su punto álgido en 1970; posteriormente su presencia fue menor, debido a la concentración del sector, a la aparición de competencia exterior e interior33, y a la extensión de formas de financiación alternativas y complementarias a la sostenida por la banca más tradicional, 32 En 1941 se creó RENFE, empresa pública que integra a las principales compañías ferroviarias, con lo que se redujo el número de grandes sociedades que operaban en el mismo. 33 Sólo se han considerado cajas de ahorros en estos dos últimos cortes, por entender que su protagonismo entre la gran empresa nacional fue mayor que en los periodos anteriores. 16 como la "democratización" del mercado de valores o los fondos de inversión34. Mientras tanto, el sector eléctrico aparece en las seis fechas seleccionadas como uno de los tres sectores con más peso –en número de firmas, se entiende– entre la gran empresa nacional, y su representación fue mayor entre 1930 y 1984, si bien en el resto de los cortes estuvo próxima al 10% del total. La composición sectorial en cada uno de los años seleccionados debe tenerse en cuenta a la hora de analizar las tres medidas de centralidad que se han obtenido para estudiar la red corporativa: el grado de centralidad, el grado de intermediación, y el grado de cercanía (cuadro 4). El grado de centralidad (degree), que contabiliza el número de sectores con los que se relaciona cada sector, constata la importancia de la banca en todos y cada uno de los cortes. Incluso en el último año, 2009, aunque descendió en comparación con el resto de las actividades, el indicador estuvo muy por encima de su peso en la estructura sectorial. Del mismo modo, el sector eléctrico presentó un grado de centralidad muy elevado, normalmente entre los tres sectores más centrales, salvo en 191735. Las trayectorias de banca y electricidad, además, fueron muy similares y alcanzaron los máximos valores en 1948. Junto a ambos sectores, otros mostraron grados de centralidad relevantes en momentos concretos: fue el caso de los transportes hasta mediados del siglo XX; de la industria química y de material de transporte en 1948; de la minería en 1917; del sector petróleo y carbón, que aún mantuvo una centralidad alta y superior a la de su peso porcentual en 1991; o por último, de la construcción en 2009. El grado de intermediación (betweenness), la capacidad de un sector de conectar a otros dos, permite valorar la centralidad de la banca, que ocupó una de las tres primeras posiciones en todos los años, salvo en 2009, cuando descendió notablemente. Hasta el momento, por lo tanto, fue el sector clave a la hora de intermediar entre empresas dedicadas a otras actividades económicas. En cambio, el sector eléctrico no presentó un grado de intermediación relevante –las conexiones de las compañías eléctricas eran principalmente intrasectoriales– si se exceptúa el año 2009. 34 Sobre la temprana importancia de este tipo de financiación en la configuración de redes en Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, véase Windolf (2002). 35 Pero incluso en este año prácticamente dobló a su representación en la estructura sectorial. 17 Cuadro 4. Indicadores de centralidad de la red corporativa española, por sectores G.!Centralidad! ! G.!Intermediación! G.!Cercanía! Sectores/Años! 1917! 1930! 1948! 1970! 1991! 2009! 1917! 1930! 1948! 1970! 1991! 2009! 1917! BANCA! 18,2% 14,0% 25,6% 22,1% 14,9% 8,4% 10,3% 7,7% 5,7% 9,5% 12,0% 3,3% .% .% .% 1,5% 7,5% 3,4% .% .% 0,0% 0,1% 11,3% 12,2% .% 0,5% 1,4% 4,1% 1,7% 5,8% 21,4% 0,4% 0,6% 0,6% 0,1% 3,9% 4,7% 17,3% 18,9% 28,6% 15,2% 15,9% 9,2% 6,9% 5,1% 5,1% 4,3% 6,4% I.!AGROALIMENTARIA!Y!TABACO! 5,1% 2,0% 7,7% 2,7% 4,4% 0,4% 16,3% 1,4% 0,8% 1,3% I.!MATERIAL!DE!TRANSPORTE! 4,0% 3,4% 12,0% 4,0% 4,2% 1,9% 0,3% 1,4% 0,7% I.!MAQ.!ELECTRICA!Y!ELECTRONICA! .% 1,3% 4,2% 1,5% 1,3% .% .% 1,6% I.!PETROLEO!Y!CARBON! .% 2,0% 4,7% 5,7% 8,0% 2,0% .% 2,1% 1,9% 13,4% 5,5% 1,0% 0,3% 17,4% 6,3% 12,7% 5,2% 1,1% OTRAS!ACTIVIDADES!FINANCIERAS! .% .% .% 2,3% TRANSPORTE!Y!COMUNICACIONES! 20,9% 14,5% 15,6% 2,7% COMERCIO! CONSTRUCCION! ELECTRICIDAD!Y!GAS! I.!QUIMICA! MINERIA!Y!1ª!TRANSF.!METALES! 1930! 93,8% 95,0% 81,8% 73,9% .% 53,6% 57,6% 78,3% 73,9% 55,6% 76,0% 78,9% 67,9% 75,0% 77,3% 8,6% 78,9% 95,0% 93,8% 90,5% 81,8% 70,8% 22,6% 0,7% 78,9% 79,2% 83,3% 79,2% 78,3% 53,1% 5,9% 3,2% 1,7% 65,2% 82,6% 83,3% 76,0% 72,0% 53,1% 4,4% 1,3% 0,6% .% .% 73,1% 88,2% 76,0% 58,1% .% 2,4% 0,6% 7,7% 1,5% 6,7% .% 86,4% 83,3% 86,4% 66,7% 68,0% 0,3% 1,6% 5,1% 7,1% 0,3% 0,0% 65,2% 82,6% 93,8% 90,5% 60,0% 44,7% 1,5% 18,5% 5,2% 4,3% 1,3% 0,1% 3,5% 83,3% 90,5% 88,2% 79,2% 56,3% 63,0% 4,5% 8,9% .% .% .% 1,1% 3,9% 3,8% .% .% .% 76,0% 66,7% 77,3% 3,7% 7,6% 10,3% 7,7% 1,1% 1,9% 2,0% 10,5% 88,2% 100,0% 88,2% 76,0% 60,0% 81,0% Fuente: elaboración propia 18 88,2% 100,0% 1948! 1970! 1991! 2009! Los sectores que sí disfrutaron de una capacidad de intermediación elevada, aunque sin continuidad, fueron la industria agroalimentaria y del tabaco en 1917 y 1991; la minería y el transporte y comunicaciones, en 1917 y 193036; y el comercio en 1991 y 2009. La última medida utilizada es el grado de cercanía (closenness), que representa la capacidad de un sector de alcanzar a los demás. Varía entre 0, cuando un sector no se relaciona con otro, y 100, cuando se relaciona con todos los restantes. Sólo dos sectores, banca y transportes, lograron el valor máximo (ambos en 1930). El grado de cercanía de la banca, no obstante, fue muy importante en todos los cortes considerados, salvo en 2009, y sobresalió en el periodo 1930-1970, con una intermediación casi absoluta; posteriormente, se produjo un descenso de diez puntos porcentuales en 1991 y 2009 con respecto a la etapa previa. La trayectoria de la industria eléctrica fue muy similar, con un grado de cercanía sólo ligeramente inferior al del sector financiero, máximos valores en los años centrales de la muestra, y descenso sostenido en 1991 y 2009. Además de los sectores destacados –banca, electricidad y transportes– destacó el grado de cercanía de la industria química en los años 1948 y 1970, y el de la minería en 1930, con valores por encima del 90%. El análisis conjunto de los indicadores de centralidad no sólo resalta el protagonismo de las finanzas y la electricidad en la configuración de la red corporativa, sino que permite observar el papel desempeñado por los distintos sectores en cada periodo histórico, como la presencia dominante y posterior declive de la minería o los transportes en la primera mitad del siglo XX, o el ascenso del sector servicios y la construcción en los últimos treinta años37. Si a las medidas estadísticas se añaden las representaciones gráficas, la imagen de la evolución de la red es aún más nítida (apéndice 2). El análisis de las relaciones entre sectores se completa con las matrices que contienen el número de consejeros comunes (apéndice 3). La columna diagonal muestra las relaciones intrasectoriales, es decir, aquellos consejeros cruzados que actuaron como 36 El sector transporte y comunicaciones también contó con un grado de intermediación importante en 2009; la diferencia, con respecto a los dos primeros cortes, reside en el hecho de que, mientras que en aquellos se debía a las empresas ferroviarias, en 2009 las protagonistas eran las firmas de comunicaciones, especialmente grupos de televisión. 37 El apéndice 1 muestra las empresas con mayor centralidad, según los indicadores habituales, para cada uno de los cortes seleccionados. En él puede observarse, desde otra perspectiva, el predominio de los sectores mencionados. 19 vínculo entre compañías del mismo sector, y la última fila su porcentaje con respecto al total de consejeros comunes. Si se suma el total de relaciones de cada año se constata la U invertida dibujada por la densidad de la red corporativa entre 1917 y 1970, con puntos de partida y final muy similares, y valores máximos en 1930, así como una caída muy importante en los dos últimos cortes. En cuanto al sector bancario, sus consejeros comunes supusieron generalmente entre el 21 y el 24% de los consejeros comunes totales de cada periodo, salvo en dos momentos. En 1970, cuando superaron el 37%, el porcentaje más alto de este indicador alcanzado por un sector, si se exceptúa la construcción en 2009 (41%). En ese mismo año, los consejeros cruzados de la banca sólo representaron el 16% de los consejeros comunes totales, una evidencia de los efectos de la liberalización del mercado de capitales y de las alternativas para la financiación empresarial sobre la configuración de la red corporativa nacional. La ratio entre consejeros comunes intrasectoriales y el total de consejeros comunes refleja el grado de apertura de cada sector. Para la banca, osciló entre 7 y 16%, lo que significa que, según los años, entre 93 y 84% de las relaciones del sector financiero fueron con otros sectores. Aunque no se puede fijar una tendencia en la evolución de este indicador, en cualquier caso sus valores dibujan un sector abierto hacia los demás, como era de esperar. Para valorar el papel de la banca en la configuración de la red se han eliminado los consejeros comunes procedentes del sector financiero y se han recalculado los indicadores que caracterizaban la red corporativa y que se mostraban en el cuadro 2. La comparación entre las medidas de aquel y las del cuadro 5 (sin consejeros de la banca) muestra cómo se altera la estructura de relaciones, cómo sin los consejeros financieros se fragmenta el componente principal y cómo surge un mayor número de componentes secundarios. Pero lo más significativo no es esto, sino la pérdida de densidad de la red, pérdida muy importante entre 1917 y 1970, y menos relevante en los dos últimos cortes, cuando el sector bancario deja de ser el magma que garantizaba la cohesión en la cúpula de la estructura corporativa. La capacidad de los consejeros financieros para vincular empresas financieras y firmas de otros sectores se constata al comprobar que, una vez eliminados, se reduce gravemente el número de consejeros comunes (46-60% entre 1917 y 1970), aunque en menor medida en el último periodo, desde los años noventa (34-19%), como se muestra 20 en el cuadro 5 (fila N). La misma tabla permite apreciar, al compararla con el cuadro 2, cómo los principales consejeros de la red pertenecen al sector financiero, y cómo al suprimirlos el número de relaciones de los 15 actores más dinámicos disminuye considerablemente, con la excepción, de nuevo, de los años 1991 y 2009 (filas Q y R). Cuadro 5. Indicadores de la red de consejeros comunes, sin considerar a los de la banca Variable/Año, 1917, 1930, 1948, 1970, 1991, 2009, A.,Número,Empresas, 170$ 162$ 176$ 136$ 175$ 191$ B.,Empresas,con,consejeros,comunes, 122$ 127$ 135$ 116$ 112$ 117$ C.,B/A,(%), 71,8$ 78,4$ 76,7$ 85,3$ 64,0$ 61,3$ 11$ 3$ 3$ 5$ 10$ 16$ E.,Tamaño,componente,principal, 101$ 122$ 130$ 107$ 89$ 73$ F.,E/B,(%), 82,8$ 96,1$ 96,3$ 92,2$ 79,5$ 62,4$ 3$ 3$ 3$ 3$ 4$ 8$ 48$ 35$ 41$ 20$ 63$ 74$ 28,2$ 21,6$ 23,3$ 14,7$ 36,0$ 38,7$ 4,0$ 6,0$ 4,5$ 4,5$ 3,7$ 4,3$ 2,33$ 2,28$ 1,1$ 2,09$ 1,21$ 2,77$ L.,Total,consejeros, 1.050$ 1.090$ 1.118$ 1.312$ 1.320$ 1.274$ M.,Total,asientos, 1.248$ 1.370$ 1.394$ 1.537$ 1.502$ 1.482$ N.,Consejeros,comunes, 138$ 173$ 189$ 171$ 143$ 145$ O.,M/L,(%), 1,2$ 1,3$ 1,2$ 1,2$ 1,1$ 1,2$ 11,1$ 12,6$ 13,6$ 11,1$ 9,5$ 9,8$ Q.,Consejeros,comunes,por,empresa, 1,1$ 1,4$ 1,4$ 1,5$ 1,3$ 1,2$ R.,Asientos,de,los,15,primeros,consejeros, 69$ 86$ 68$ 54$ 54$ 63$ S.,R/consejero, 4,6$ 5,7$ 4,5$ 3,6$ 3,6$ 4,2$ D.,Número,de,componentes, G.,Tamaño,segundo,componente, H.,Compañías,aisladas, I.,H/A,(%), J.,Densidad,red,(%), K.,Índice,de,centralización, P.,IPR,=,N/M,(%), Fuente: elaboración propia Es incuestionable, por tanto, la incidencia del sector financiero en la configuración de la red corporativa nacional, más allá de que, como ha señalado Pueyo, los estudios de consejeros cruzados no puedan demostrar que los bancos aplicaran una estrategia colusiva duradera a lo largo del siglo XX38; pero hay que insistir en que la estructura de relaciones entre las grandes empresas españolas ha estado claramente influida por la participación de la banca en el resto de sectores, supervisando sus inversiones o captando información sobre el funcionamiento de los mercados. Cuando, 38 Pueyo (2003, 2006a y 2006b). 21 desde los años ochenta, los bancos españoles comienzan a desprenderse de sus activos industriales, se fusionan para poder competir en los mercados globales con bancos internacionales, y reciben a su vez la competencia de técnicas, instrumentos y actores alternativos para la financiación empresarial, su participación en la red de consejeros comunes disminuye, y la densidad de la propia red se ve afectada a la baja, como sucedió en otras economías capitalistas. Por lo que respecta al sector energético en general, y al eléctrico en particular, su influencia en la configuración de la red corporativa española, aunque en menor medida que la del sector financiero, también ha sido considerable. Al analizar la centralidad por sectores se señalaba que las empresas eléctricas, si bien no se mostraron aisladas, mantuvieron en todo momento una mayor vinculación con otras firmas del sector. Rubio y Garrués (2012a) subrayaron que las necesidades financieras de las compañías eléctricas después de la Primera Guerra Mundial –debido a su apuesta por el desarrollo hidroeléctrico y la extensión de la red de alta tensión– habrían hecho aumentar su dependencia con respecto a los grandes bancos, lo que se reflejaba en los consejeros cruzados entre ambos sectores y constituía un indicio de la teoría de la dependencia de recursos y control de la banca, una de las más populares en la explicación de la naturaleza de los interlocking. Estos autores también destacaban el elevado número de empresas eléctricas con consejeros comunes –que sólo descendió a partir de 1970, como consecuencia del proceso de concentración que afectó al sector– y cómo las estrechas relaciones establecidas entre ellas, mediante participaciones cruzadas e intercambio de consejeros, dejaban entrever estrategias de reparto de mercados y áreas de influencia39. 39 Estas estrategias serían cambiantes en el tiempo, y se servirían de otros instrumentos para coordinar respuestas colectivas, como el cártel eléctrico UNESA, creado en 1944 por las mayores firmas del país. 22 Gráfico 4. Núcleo central de la red corporativa, sólo relaciones múltiples Fuente: elaboración propia. 23 Por el momento sólo cabe añadir a lo anterior que, en todo momento, las firmas eléctricas han contribuido a la cohesión de la red corporativa española mediante sus relaciones intersectoriales –especialmente con la banca– pero sobre todo mediante sus relaciones intrasectoriales. La teoría sugiere que cuando una empresa mantiene un único consejero común en otra firma lo hace para asegurarse información, mientras que si dispone de un número mayor de consejeros comunes hay implícita una estrategia de control40. En este último caso se habla de multiplicidad, y esta ha sido también una característica de las relaciones entre empresas del sector eléctrico, la multiplicidad de vínculos con otras sociedades eléctricas, que alcanzó su máximo nivel en los años 1930 y 1948, para decaer a partir de 1970 y reducirse dramáticamente en 1991 y 2009 (gráfico 441). 5. Las empresas públicas y sus efectos sobre la red española La configuración de la red corporativa española ha evolucionado en el último siglo, en parte como consecuencia de la actividad de la banca y, en menor medida, del sector eléctrico. Pero también hay que considerar otros factores, como la incidencia del Estado y, en concreto, de la gran empresa pública, que se ha destacado como un rasgo característico del desarrollo industrial del país, como lo ha sido de las economías francesa o italiana. En el caso de Francia, la tradición estatal y el desarrollo de la empresa pública después de la Segunda Guerra Mundial tuvieron su reflejo, desde el punto de vista de la red corporativa, en una estructura segmentada, en la que se diferenciaban claramente un componente formado por las empresas públicas, las grandes firmas que, sin serlo, se relacionaban con ellas, y los bancos; y por otro lado, pequeños componentes o empresas aisladas, de carácter familiar o de origen foráneo42. La mayor parte de las grandes compañías francesas respondían a la estrategia de planificación indicativa que apostaba por la creación de campeones nacionales y el control de los sectores estratégicos para el establecimiento del estado del bienestar. 40 Véase Cárdenas (2012), pp. 85 y ss. En el gráfico, los círculos rojos se corresponden con bancos, mientras que los azules son empresas energéticas. El gráfico muestra el núcleo central de la red corporativa española, considerando únicamente las empresas vinculadas entre sí por al menos tres consejeros comunes (años 1930 y 1948) y por al menos dos consejeros comunes (2009). El criterio varía debido a que en 2009 disminuye la multiplicidad entre las empresas de todo tipo, con respecto a las otras dos fechas seleccionadas. 42 Windolf (2002). 41 24 En Italia, como se ha comentado con anterioridad, la intervención del Estado como empresario estuvo marcada por la aparición del IRI, instrumento con el que el régimen fascista buscaba superar la crisis de los años treinta y que nacionalizó tanto bancos como grandes empresas industriales. Tras el fin de la Guerra y del régimen de Mussolini, las empresas públicas italianas no desaparecieron, sino que se consolidaron y expandieron, siendo un instrumento del Estado para favorecer el desarrollo económico del país43. En esta estrategia estatal, intercambiaron consejeros con las mayores empresas privadas, lo que, desde la perspectiva de redes, se tradujo en un aumento de la densidad y de la cohesión de la red, en las décadas de los cincuenta y sesenta44, y en 1972 las firmas públicas aún ocupaban las posiciones centrales en la estructura corporativa45. Por lo que respecta a España, aunque el Estado empresario tenía una cierta tradición heredada del modelo francés, las grandes empresas públicas se crearon en la posguerra civil, auspiciadas por las pretensiones autárquicas del régimen, y su deseo de controlar sectores económicos vitales para la defensa del país y de corregir los fallos del mercado; por otra parte, la intencionalidad política que las inspiró poco tenía que ver con las empresas públicas que se originaron en los mismos años en las democracias europeas, porque no respondían a exigencias distributivas46. Las similitudes con el modelo italiano fascista parecían evidentes, incluso en el nombre del órgano que controlaba las inversiones en el sector industrial, el INI47. 43 El papel de las empresas estatales italianas, y su relación con el mercado, en Toninelli (2004) y Toninelli y Vasta (2010). 44 Véase Rinaldi y Vasta (2005) 45 Rinaldi y Vasta (2012). 46 Carreras y Tafunell (1993), p. 136. Y completan la crítica, añadiendo: “Es más, eran exactamente lo opuesto a la gran empresa moderna chandleriana”. 47 El papel de la empresa pública española después de la Guerra Civil y la controversia en torno a los orígenes y a la actuación del INI, en Martín Aceña y Comín (1991 y 1992) y San Román (1999) y Gómez Mendoza (2000). 25 Cuadro 6. Indicadores de las empresas públicas (EEPP) Indicador, A.,Nº,EEPP,con,consejeros,comunes, B.,%,Sobre,total,empresas,con, consejeros,comunes, C.,Centralidad,Sector,Público, D.,Centralidad,media,EEPP,, E.,Centralidad,media,empresas, F.,EEPP,entre,las,20,más,centrales, G.,Intermediación,EEPP, H.,Intermediación,media,EEPP, I.,Intermediación,media,empresas, J.,EEPP,entre,las,20,con,más, intermediación, K.,Cercanía,EEPP, L.,Cercanía,media,EEPP, M.,Cercanía,media,empresas, N.,EEPP,entre,las,20,con,más, cercanía, Fuente: elaboración propia. 1930, 1948, 1970, 1991, 2009, 1$ 19$ 20$ 13$ 5$ 0,6$ 11,0$ 11,4$ 9,6$ 3,9$ 2,6$ 2,6$ 0,9$ 1$ 6,2$ 6,2$ 0,7$ 18,1$ 1,1$ 1,4$ 1$ 28,7$ 1,2$ 0,8$ 10,5$ 0,7$ 0,7$ 2$ 37,8$ 1,8$ 1,1$ 4,5$ 0,5$ 0,5$ 2$ 32,3$ 2,5$ 1,6$ 3,0$ 1,2$ 0,5$ 3$ 16,2$ 2,8$ 1,6$ 1$ 2$ 3$ 2$ 2$ 60,9$ 60,9$ 46,2$ 71,6$ 42,5$ 42,2$ 17,8$ 15,0$ 14,3$ 5,3$ 4,9$ 4,4$ 2,6$ 2,5$ 2,0$ 1$ 2$ 5$ 2$ 4$ Por lo que respecta a la estructura corporativa, la empresa pública no se hace visible –en las fechas consideradas en este estudio– hasta el año 194848. En los años cuarenta se produjo lo que Carreras ha denominado “tercera oleada” de la formación de la gran empresa española, con la aparición de las grandes sociedades estatales49; en 1948 se creó RENFE, que absorbió a la mayor parte de las grandes compañías ferroviarias, alterando la configuración de la red y el papel del sector transportes50; pero aún más significativa fue la aparición, entre las mayores firmas, de las “empresas nacionales” vinculadas al INI. En el cuadro 6, que contiene algunos indicadores relativos al sector estatal para describir su posición en la estructura de la red, se observa que eran 19 las empresas públicas con consejeros comunes en 1948, y 20 en 1970. Carreras y Tafunell (1993) entienden que el impacto de la empresa estatal en la cúpula corporativa nacional fue aún mayor en 1960, y que en 1974 ya estaba en descenso. Esto es coherente con lo que muestran las medidas de red: si se consideran las empresas 48 En 1930 se ha considerado como empresa pública CAMPSA, aunque esta decisión es más que discutible. Lo mismo puede decirse de Telefónica, donde predominaba el capital extranjero (véase nota 15 de Carreras y Tafunell, 1993). 49 Carreras (2003), pp. 50-52. 50 Las consecuencias de la creación de RENFE en la articulación de la red –supuso la sustitución de un buen número de grandes firmas por una sola– se hacen más visibles en el corte de 1970. 26 públicas como una sola, se aprecia que su centralidad (fila C) y cercanía (fila K) alcanzaron valores máximos en 1948; y la intermediación (fila G) lo hizo en 1970. Gráfico 5. Empresas públicas (en rojo) en la red corporativa española Fuente: elaboración propia. Después de la última fecha, el número de sociedades estatales que, situadas entre las mayores empresas, contaban con consejeros comunes, se redujo notablemente en 1991 (13 sociedades) y más aún en 2009 (5). Las privatizaciones –para cumplir con los objetivos de déficit que exigía la entrada en la Unión Europea o para impulsar la libre competencia– están detrás de este descenso, que no impide, sin embargo, que algunos indicadores de centralidad media de las empresas públicas no reflejen la misma caída. 27 La explicación reside en el papel de las cajas de ahorros: en 2009, a pesar de estar representadas únicamente por cinco sociedades, su centralidad media (fila E), es ligeramente inferior a la de 1970, cuando eran 20 las compañías, y la intermediación media (fila I), es superior a la de los años centrales del siglo XX. Tan sólo el desproporcionado protagonismo de estas instituciones financieras ha hecho que, en las últimas dos décadas, el sector público no haya desaparecido en la estructura de relaciones de la gran empresa española, aunque esté lejos de la época de esplendor del INI y el desarrollismo industrial (gráfico 5) y, aunque, desde luego, no desempeñe el papel de cohesionador de la red que, junto con la banca, parece que ejerció en aquel momento. Si bien el análisis de la incidencia de la empresa pública en la evolución de la red corporativa requiere un examen de mayor profundidad que el que se acaba de esbozar, se intuye que fue muy significativa en la época de la dictadura franquista. Antes, apenas existió gran empresa pública; después, el modelo español se ha ido aproximando al de los países de su entorno, con menor peso del sector estatal, si bien ha presentado la particularidad de las cajas de ahorros (en la élite corporativa, fundamentalmente Caja Madrid y la Caixa). Con todo, las diferencias con respecto a Italia o Francia tienen que ver con los objetivos, instrumentos y resultados con los que se implementó la intervención pública a partir de los años cuarenta. 6. Conclusión: algunas respuestas y muchas preguntas En los últimos años, M. Casson ha insistido en que, salvo excepciones, la historia de la empresa habla de redes económicas pero apenas presta atención a la forma en que se conectan sus actores, es decir, a la configuración de las mismas51. La configuración de la red corporativa española ha experimentado cambios y variaciones en el último siglo: entre 1930 y 1970, se ha caracterizado por su elevada densidad y cohesión y por integrar en un único componente principal a las mayores empresas del país. Antes, en 1917, aún no se había completado esta integración, si bien estaba muy avanzada. Después, en 1991 y 2009, la configuración de la red se asemeja, en rasgos generales, a la observada para la mayoría de los países capitalistas –lo que sitúa el debate en si existe una convergencia a nivel global– con una notable pérdida de 51 Véase, por ejemplo, Casson (2010), o Casson y Della Giusta (2005). 28 densidad, la reducción del tamaño del componente principal, y la desfragmentación del resto de la red en componentes más pequeños. ¿Qué factores explican los cambios en la estructura de la red corporativa española? El análisis sectorial apunta al papel desempeñado por los bancos en la articulación de las relaciones entre las mayores firmas; la historiografía económica ha destacado que, en el caso español, el sector financiero ha sido uno de los “instrumentos institucionales” de los que hablaba Gerschenkron para impulsar la industrialización del país. En la red, los bancos se situaban en el centro del componente principal y se convertían en actores clave para la comunicación de otras empresas y sectores; aunque no se puede demostrar que utilizaran los consejeros cruzados para lograr la colusión, sí parece evidente que ejercieran las funciones de supervisión y control de sus inversiones. Sólo en los últimos años considerados (1991 y 2009), cuando el capitalismo financiero es global y los bancos españoles compiten con la banca multinacional y con nuevas formas de financiación para las empresas, su protagonismo en la estructura de relaciones ha descendido. En este sentido, el modelo de red español no ha sido muy diferente del alemán o italiano. Como en el caso del país transalpino, en la configuración de la red nacional también ha sido importante el sector eléctrico52. Las necesidades financieras del sector en los años veinte se reflejaron en las relaciones más estrechas que mantuvieron sus empresas con la banca en el corte de 1930. Además, los múltiples vínculos intrasectoriales, que parecen responder a una estrategia de reparto de mercados, reforzaron la cohesión de la red. Desde 1991, sin embargo, la multiplicidad de los consejeros comunes entre empresas eléctricas –o energéticas– se ha reducido sustancialmente, manteniéndose casi exclusivamente entre sociedades de un mismo grupo empresarial. Además de por la evolución de los principales sectores, la articulación de la red corporativa española ha sido influenciada por la fuerte presencia del sector estatal. Después de la Guerra Civil, las empresas públicas se situaron en el corazón de la red, favoreciendo la cohesión de esta, mediante los vínculos que establecían entre sí mismas pero también con la mayor parte de las compañías privadas. El periodo de máxima incidencia de la empresa pública se prolongó hasta 1970. Las privatizaciones de las 52 No obstante, hay diferencias entre España e Italia: la importancia del sector eléctrico en la configuración de la red italiana desaparece cuando el Estado decide nacionalizarlo, en 1962 (véase Rinaldi y Vasta, 2005). Sus efectos fueron similares a los que tuvo sobre la red española la creación de Renfe. 29 últimas décadas del siglo XX supusieron que su peso entre las mayores firmas disminuyera hasta mínimos en el corte de 2009, si bien la anomalía de las cajas de ahorros hizo que aún tuvieran cierta influencia en la configuración de la red. La importancia de la empresa estatal aproxima teóricamente el modelo español al italiano y al francés; pero las diferencias en el diseño de la intervención pública hicieron que los resultados no fueran similares. Windolf (2002) ha subrayado que las tradiciones legales e institucionales de los países son las que, en última instancia, determinan las distintas configuraciones de sus redes corporativas. En el caso español, parece claro que han sido elementos institucionales y contingencias, el entorno propio –considerando entorno en el sentido más amplio posible– los que han dado forma a la red. A una fase inicial de formación del gran capitalismo, aprovechando las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, siguió un período marcado por la política autárquica de los primeros años del régimen franquista; luego el desarrollismo, limitado por las decisiones políticas y las crisis energéticas de los años setenta; y, posteriormente, la apertura democrática y la integración en la Unión Europea y el mercado global. En esta última etapa, de convergencia en las reglas del juego, la red corporativa española ha disminuido su densidad, al igual que ha sucedido en la mayoría de los países capitalistas53. Además de los citados –banca y Estado, como “instrumentos institucionales”, sector eléctrico, como actor destacado y persistente en el tiempo– deben analizarse aún otros factores. Una de las cuestiones más interesantes tiene que ver con las estrategias de las propias empresas y su adaptación a las condiciones del entorno. Las tendencias de integración y/o externalización de las grandes compañías de vanguardia, antes y después de la II Guerra Mundial, descritos por Chandler (1996 y 1997) a nivel internacional, adoptaron formas de organización societaria singulares en cada país de acuerdo a estructuras, coyunturas y trayectorias históricas (económicas, políticas y sociales) propias. Así, por ejemplo, en unos casos las compañías se vinculan dando lugar a grupos empresariales formales54, y esta realidad, que se intuye en las empresas 53 Actualmente, los códigos de gobierno corporativo (para el caso español, véase Acero y Alcaide, 2010), aconsejan reducir el tamaño de los consejos de administración, lo que afecta a la densidad de la red. En cada país, en diferentes momentos se han aprobado legislaciones que restringen el número de consejos que puede ocupar un mismo individuo: en Estados Unidos, en 1914; en Alemania, en 1958, en España, 1968. 54 Leff (1978) argumentó que los grupos empresariales se originan para superar las imperfecciones del mercado en países poco desarrollados, aunque hoy se cuestiona que sólo actúen en este tipo de países. Un estado de la cuestión reciente sobre la problemática de los grupos empresariales en Colpan, Hikino y Lincoln (2010). 30 eléctricas durante el siglo XX, se constata claramente en algunos de los componentes que forman la red en 1991 y 200955. Otro elemento que se ha destacado y que debe estudiarse con más detenimiento es el papel de las compañías que se mantienen aisladas, que no se relacionan con otras firmas de la red o que, si lo hacen, no se integran en el componente principal. Entre ellas, la literatura para otros países señala a las empresas familiares, y a las firmas extranjeras. Por lo que se refiere al caso español, sin embargo, medir la presencia de grandes empresas familiares dentro del componente principal es una tarea pendiente56. Pero, al margen de estas cuestiones, hay un factor que permite otra aproximación a la configuración de la red y que aún no se ha mencionado. Se trata de la élite de consejeros comunes. ¿No podría ser que la cohesión de la red corporativa, más que a la evolución de los vínculos entre empresas, se deba a la acción de las personas que componen sus consejos de administración? Esto es lo que sugieren Davis, Yoo y Baker (2003) para el caso de Estados Unidos, cuando constatan que, a pesar de los cambios que han afectado al sector financiero, o de los procesos de fusión de las grandes compañías industriales, la densidad de la red se ha mantenido prácticamente constante en el último siglo. Para ellos, la explicación reside en la élite de consejeros, que constituye un “mundo pequeño”57, pero un “mundo pequeño” que se relaciona cara a cara y que interactúa socialmente, transmitiendo información sobre ideas, estrategias, estructuras… ¿Están en lo cierto? ¿Lo que vale para Estados Unidos puede aplicarse a un caso tan diferente como el español? Estas, y otras preguntas, habrán de responderse en futuros trabajos. 55 Aunque Rubio y Garrués (2012a) se muestran optimistas a este respecto, es arriesgado tratar de identificar los grupos empresariales únicamente a partir de los consejeros comunes, sin conocer la estructura de propiedad de las firmas. Lluch, Salvaj y Barbero (2014) abordan esta cuestión para el caso argentino. 56 Sobre la empresa familiar, véase Fernández Pérez y Colli (2013), y para el caso español, el trabajo de Fernández Pérez (2013) resulta un avance importante en la dirección sugerida. 57 El concepto de mundo pequeño, en Milgram (1967). 31 Bibliografía: ACERO, I. y ALCALDE, N. (2010): “Los consejos de administración. Una instantánea del caso español”, Economía industrial, 378, pp. 159-168. AGUILERA, R. (1998): “Directorships Interlocks in Comparative Perspective: The Case of Spain”, European Sociological Review, 14, pp. 319-342. BAENA, M. (2002): “On the Nature of Power: An Examination of the Governing Elite and Institutional Power in Spain, 1939-1992”, Public Administration, 80, pp. 323338. BAENA, M. (1998): Elites y conjuntos de poder en España (1939-1982). Un estudio cuantitativo sobre Parlamento, Gobierno y Administración y gran empresa. Tecnos, Madrid. BAENA, M., GARRIDO, L. y PIZARRO, N. 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Las 10 empresas más centrales de cada periodo, según diferentes indicadores Grado&de&centralidad& 1917& Grado&de&Intermediación& 1917& Grado&de&Cercanía& 1917& ELECTRA'DEL'LIMA' 1,89' BANCO'HIPOTECARIO'DE'ESPAÑA' 9,47' ALTOS'HORNOS'DE'VIZCAYA' 5,30' COOPERATIVA'ELECTRA'DE'MADRID' 1,80' ALTOS'HORNOS'DE'VIZCAYA' 9,09' S.'ESPAÑOLA'DE'CONSTRUCCION'NAVAL' 5,30' ALTOS'HORNOS'DE'VIZCAYA' 1,55' S.'ESPAÑOLA'DE'CONSTRUCCION'NAVAL' 8,12' BANCO'HIPOTECARIO'DE'ESPAÑA' 5,29' BANCO'DEL'COMERCIO' 1,45' AZUCARERA'DE'ESPAÑA' 7,00' ELECTRA'DEL'LIMA' 5,26' BANCO'DE'BILBAO' 1,45' CAMINOS'DE'HIERRO'DEL'NORTE'DE'ESPAÑA' 6,52' COOPERATIVA'ELECTRA'DE'MADRID' 5,26' HIDROELECTRICA'ESPAÑOLA' 1,40' S.'G.'DE'TABACOS'DE'FILIPINAS' 5,98' CAMINOS'DE'HIERRO'DEL'NORTE'DE'ESPAÑA' 5,26' ELECTRA'DEL'VIESGO' 1,32' CREDITO'DE'LA'UNION'MINERA' 4,67' HIDROELECTRICA'ESPAÑOLA' 5,26' BANCO'DE'VIZCAYA' 1,26' S.'G.'DE'TRANVIAS'DE'BARCELONA' 4,07' AZUCARERA'DE'ESPAÑA' 5,25' BANCO'HIPOTECARIO'DE'ESPAÑA' 1,24' ESPAÑOLA'DE'MINAS'DEL'RIF' 4,07' FF.CC.'DE'MADRID'A'CACERES'Y'PORTUGAL' 5,24' HIDROELECTRICA'IBERICA' 1,11' BANCO'HISPANO'AMERICANO' 3,92' S.'G.'DE'TABACOS'DE'FILIPINAS' 5,24' 1930& 1930& Grado&de&centralidad& Grado&de&Intermediación& Grado&de&Cercanía& 1930& CAMINOS'DE'HIERRO'DEL'NORTE'DE'ESPAÑA' 3,98' CAMPSA' 6,17' CAMINOS'DE'HIERRO'DEL'NORTE'DE'ESPAÑA' 64,62' C.'HISPANOAMERICANA'DE'ELECTRICIDAD' 3,83' C.'HISPANOAMERICANA'DE'ELECTRICIDAD' 6,13' C.'HISPANOAMERICANA'DE'ELECTRICIDAD' 64,12' BANCO'DE'CREDITO'INDUSTRIAL' 3,26' CAMINOS'DE'HIERRO'DEL'NORTE'DE'ESPAÑA' 5,85' BANCO'DE'CREDITO'INDUSTRIAL' 63,40' FERROCARRIL'CENTRAL'DE'ARAGON' 3,21' FERROCARRILES'DEL'OESTE'DE'ESPAÑA' 5,64' FERROCARRIL'CENTRAL'DE'ARAGON' 61,09' HIDRAULICA'SANTILLANA' 2,91' FERROCARRILES'M.'Z.'A.' 4,58' CAMPSA' 60,87' CAMPSA' 2,57' FERROCARRIL'CENTRAL'DE'ARAGON' 3,89' FERROCARRILES'M.'Z.'A.' 59,16' FERROCARRILES'DEL'OESTE'DE'ESPAÑA' 2,55' BANCO'DE'CREDITO'INDUSTRIAL' 3,57' FERROCARRILES'DEL'OESTE'DE'ESPAÑA' 59,16' HIDROELECTRICA'ESPANOLA' 2,48' C.'G.'DEL'CORCHO' 3,20' COOPERATIVA'ELECTRA'DE'MADRID' 56,19' ELECTRA'DEL'VIESGO' 2,41' COOPERATIVA'ELECTRA'DE'MADRID' 3,03' HIDRAULICA'SANTILLANA' 55,81' COOPERATIVA'ELECTRA'DE'MADRID' 2,38' STANDARD'ELECTRICA' 2,84' CONSTRUCCIONES'BABCOK'WILCOX' 55,45' 36 Grado&de&centralidad& 1917& Grado&de&Intermediación& G.&I.& Grado&de&Cercanía& G.&Cl.& IBERDUERO' 5,26' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 9,12' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 56,25' BANCO'CENTRAL' 4,97' BANCO'ESPAÑOL'DE'CREDITO' 6,31' CAMPSA' 54,29' BANCO'DE'VIZCAYA' 4,74' CAMPSA' 5,55' BANCO'ESPAÑOL'DE'CREDITO' 53,77' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 4,68' ESPAÑOLA'DE'CONSTRUCCION'NAVAL' 4,51' ESPAÑOLA'DE'CONSTRUCCION'NAVAL' 53,27' BANCO'DE'BILBAO' 4,62' ESPAÑOLA'DE'CARBUROS'METALICOS' 4,34' BANCO'DE'ESPAÑA' 52,94' CAMPSA' 4,50' BANCO'CENTRAL' 4,15' IBERDUERO' 52,13' MINERO'SIDERURGICA'DE'PONFERRADA' 4,09' BANCO'DE'ESPAÑA' 3,80' BANCO'CENTRAL' 51,82' ALTOS'HORNOS'DE'VIZCAYA' 3,92' CONSTRUCCIONES'AERONAUTICAS' 3,30' MINERO'SIDERURGICA'DE'PONFERRADA' 51,20' SEFANITRO' 3,86' BANCO'DE'BILBAO' 3,20' ESPAÑOLA'DE'CARBUROS'METALICOS' 51,20' SALTOS'DEL'SIL' 3,86' BANCO'HISPANOAMERICANO' 3,00' CONSTRUCCIONES'AERONAUTICAS' 51,05' Grado&de&centralidad& 1970& Grado&de&Intermediación& 1970& Grado&de&Cercanía& 13,77' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 1970& SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 3,33' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' BANCO'DE'VIZCAYA' 3,22' ENHER' 6,73' CAMPSA' 16,39' IBERDUERO' 3,12' CAMPSA' 6,00' UNION'EXPLOSIVOS'RIO'TINTO' 16,36' CAMPSA' 2,65' BANCO'ESPAÑOL'DE'CREDITO' 5,37' BANCO'ESPAÑOL'DE'CREDITO' 16,34' BANCO'ESPAÑOL'DE'CREDITO' 2,49' UNION'EXPLOSIVOS'RIO'TINTO' 5,33' BANCO'URQUIJO' 16,23' BANCO'HISPANO'AMERICANO' 2,34' IBERDUERO' 5,04' ENHER' 16,20' BANCO'URQUIJO' 2,18' ALTOS'HORNOS'DE'VIZCAYA,'S.A.' 4,46' SNIACE' 16,19' BANCO'DE'BILBAO' 2,13' BANCO'URQUIJO' 4,18' IBERDUERO' 16,13' HIDROELECTRICA'ESPAÑOLA' 2,08' FENOSA' 4,13' BANCO'DEL'DESARROLLO'ECONOMICO'ESPAÑOL' 16,10' BANCO'CENTRAL' 1,97' AUTOPISTAS'CONCESIONARIA'ESPAÑOLA' 3,64' PETROLIBER' 15,94' 37 16,76' Grado&de&centralidad& 1991& Grado&de&Intermediación& 1991& Grado&de&Cercanía& 1991& FENOSA' 1,82' EBRO'CIA'DE'AZUCARES'Y'ALIMENTACION' 12,91' IBERDUERO' 5,15' CAMPSA' 1,82' FECSA' 11,59' FECSA' 5,14' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 1,58' BANCO'HISPANO'AMERICANO' 10,47' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 5,14' CEPSA' 1,49' FENOSA' 9,92' FENOSA' 5,13' HIDROELECTRICA'ESPAÑOLA' 1,49' SEVILLANA'DE'ELECTRICIDAD' 9,89' CAMPSA' 5,13' IBERDUERO' 1,49' CAMPSA' 9,19' BANCO'DE'SANTANDER' 5,12' EBRO'CIA'DE'AZUCARES'Y'ALIMENTACION' 1,41' IBERDUERO' 7,08' TELEFONICA'DE'ESPAÑA' 5,12' BANCO'DE'SANTANDER' 1,41' INESPAL' 7,03' CEPSA' 5,11' BANCO'HISPANO'AMERICANO' 1,33' ENDESA' 6,41' SOCIEDAD'ESPAÑOLA'DE'CARBUROS'METALICOS' 5,09' HUARTE' 1,33' BANCO'EXTERIOR'DE'ESPAÑA' 6,36' ELECTRA'DE'VIESGO' 5,09' Grado&de&centralidad& 2009& Grado&de&Intermediación& 2009& Grado&de&Cercanía& 2009& CAJA'MADRID' 2,22' INDRA' 17,69' INDRA' 2,56' TESTA'INMUEBLES'EN'RENTA' 2,06' GAS'NATURAL'SDG' 10,42' CRITERIA'CAIXACORP' 2,55' VALLEHERMOSO'DIVISION'PROMOCION' 1,91' GRUPO'FERROVIAL' 9,97' LA'CAIXA' 2,54' ITINERE'INFRAESTRUCTURAS' 1,83' ABERTIS'INFRAESTRUCTURAS' 7,99' GAS'NATURAL'SDG' 2,54' SACYR'VALLEHERMOSO' 1,75' MAPFRE' 7,37' GRUPO'FERROVIAL' 2,54' ALTAE'BANCO'PRIVADO' 1,59' ENDESA'ENERGIA'SA' 5,33' ENAGAS' 2,54' CORPORACION'FINANCIERA'CAJA'DE'MADRID' 1,59' TESTA'INMUEBLES'EN'RENTA' 5,02' ACS'SERVICIOS'Y'CONCESIONES' 2,54' ABERTIS'INFRAESTRUCTURAS' 1,59' ITINERE'INFRAESTRUCTURAS' 4,86' ABERTIS'INFRAESTRUCTURAS' 2,54' GAS'NATURAL'SDG' 1,43' TELEFONICA' 4,84' TESTA'INMUEBLES'EN'RENTA' 2,53' SACYR' 1,43' AHORRO'CORPORACION' 4,76' BANCO'SANTANDER' 2,53' 38 Apéndice 2. Evolución de la red corporativa española, por sectores Fuente: elaboración propia. Apéndice 3. Matrices sectoriales, 1917-2009 1917$ BANCA$ BANCA$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ I.$AGROALIMENTARIA$ I.$MATERIAL$DE$ I.$PETROLEO$ MINERIA$Y$1ª$ TRANSPORTE$Y$ Y$TABACO$ TRANSPORTE$ Y$CARBON$ TRANSF.$METALES$ COMUNICACIONES$ 41$ 3$ 73$ 33$ 17$ .$ 81$ 110$ 3$ 0$ 1$ 0$ 0$ .$ 0$ 5$ ENERGIA$ 73$ 1$ 130$ 17$ 14$ .$ 49$ 64$ I.$AGROALIMENTARIA$Y$TABACO$ 33$ 0$ 17$ 9$ 3$ .$ 6$ 28$ I.$MATERIAL$DE$TRANSPORTE$ 17$ 0$ 14$ 3$ 1$ .$ 23$ 22$ .$ .$ .$ .$ .$ .$ .$ .$ 81$ 0$ 49$ 6$ 23$ .$ 54$ 112$ TRANSPORTE$Y$COMUNICACIONES$ 110$ 5$ 64$ 28$ 22$ .$ 112$ 63$ $ Total$relaciones$ $ 379$ $ 11$ $ 360$ $ 106$ $ 83$ $ .$ $ 361$ $ 435$ Intrasectoriales$(%)$ 10,8$ 0,0$ 36,1$ 8,5$ 1,2$ .$ 15,0$ 14,5$ CONSTRUCCION$ I.$PETROLEO$Y$CARBON$ MINERIA$Y$1ª$TRANSF.$METALES$ 1930$ BANCA$ BANCA$ I.$AGROALIMENTARIA$ I.$MATERIAL$DE$ I.$PETROLEO$ MINERIA$Y$1ª$ TRANSPORTE$Y$ Y$TABACO$ TRANSPORTE$ Y$CARBON$ TRANSF.$METALES$ COMUNICACIONES$ 279$ 35$ 46$ 51$ 84$ 251$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ 130$ 23$ 23$ 1$ 24$ 7$ 4$ 1$ 1$ 23$ 279$ 24$ 388$ 39$ 90$ 30$ 139$ 314$ I.$AGROALIMENTARIA$Y$TABACO$ 35$ 7$ 39$ 14$ 7$ 3$ 4$ 24$ I.$MATERIAL$DE$TRANSPORTE$ 46$ 4$ 90$ 7$ 3$ 4$ 26$ 53$ I.$PETROLEO$Y$CARBON$ 51$ 1$ 30$ 3$ 4$ 0$ 12$ 29$ MINERIA$Y$1ª$TRANSF.$METALES$ 84$ 1$ 139$ 4$ 26$ 12$ 34$ 137$ TRANSPORTE$Y$COMUNICACIONES$ 251$ 23$ 314$ 24$ 53$ 29$ 137$ 148$ $ Total$relaciones$ $ 899$ $ 84$ $ 1303$ $ 133$ $ 233$ $ 130$ $ 437$ $ 979$ Intrasectoriales$(%)$ 14,5$ 1,2$ 29,8$ 10,5$ 1,3$ 0,0$ 7,8$ 15,1$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ 40 1948$ BANCA$ I.$AGROALIMENTARIA$ I.$MATERIAL$DE$ I.$PETROLEO$ MINERIA$Y$1ª$ TRANSPORTE$Y$ Y$TABACO$ TRANSPORTE$ Y$CARBON$ TRANSF.$METALES$ COMUNICACIONES$ 177$ 45$ 75$ 34$ 78$ 91$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ BANCA$ 53$ 30$ CONSTRUCCION$ 30$ 4$ 30$ 6$ 10$ 7$ 2$ 17$ 177$ 30$ 161$ 55$ 69$ 30$ 88$ 74$ I.$AGROALIMENTARIA$Y$TABACO$ 45$ 6$ 55$ 15$ 15$ 7$ 15$ 22$ I.$MATERIAL$DE$TRANSPORTE$ 75$ 10$ 69$ 15$ 16$ 11$ 31$ 60$ I.$PETROLEO$Y$CARBON$ 34$ 7$ 30$ 7$ 11$ 1$ 11$ 11$ MINERIA$Y$1ª$TRANSF.$METALES$ 78$ 2$ 88$ 15$ 31$ 11$ 16$ 47$ TRANSPORTE$Y$COMUNICACIONES$ 91$ 17$ 74$ 22$ 60$ 11$ 47$ 30$ 724$ $ 115$ $ 811$ $ 218$ $ 341$ $ 134$ $ 360$ $ 442$ 7,3$ 3,5$ 19,9$ 6,9$ 4,7$ 0,7$ 4,4$ 6,8$ ENERGIA$ $ Total$relaciones$ $ Intrasectoriales$(%)$ 1970$ BANCA$ BANCA$ I.$AGROALIMENTARIA$ I.$MATERIAL$DE$ I.$PETROLEO$ MINERIA$Y$1ª$ TRANSPORTE$Y$ Y$TABACO$ TRANSPORTE$ Y$CARBON$ TRANSF.$METALES$ COMUNICACIONES$ 133$ 25$ 29$ 53$ 44$ 20$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ 94$ 17$ 17$ 0$ 9$ 1$ 5$ 3$ 1$ 5$ 133$ 9$ 89$ 16$ 22$ 27$ 15$ 20$ I.$AGROALIMENTARIA$Y$TABACO$ 25$ 1$ 16$ 3$ 3$ 1$ 2$ 1$ I.$MATERIAL$DE$TRANSPORTE$ 29$ 5$ 22$ 3$ 7$ 5$ 19$ 4$ I.$PETROLEO$Y$CARBON$ 53$ 3$ 27$ 1$ 5$ 18$ 12$ 3$ MINERIA$Y$1ª$TRANSF.$METALES$ 44$ 1$ 15$ 2$ 19$ 12$ 9$ 3$ TRANSPORTE$Y$COMUNICACIONES$ 20$ 5$ 20$ 1$ 4$ 3$ 3$ 6$ $ Total$relaciones$ 587$$ 46$$ 405$$ 73$$ 107$$ 152$$ 137$$ 73$$ Intrasectoriales$(%)$ 16,0$ 0,0$ 22,0$ 4,1$ 6,5$ 11,8$ 6,6$ 8,2$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ 41 1991$ BANCA$ I.$AGROALIMENTARIA$ I.$MATERIAL$DE$ I.$PETROLEO$ MINERIA$Y$1ª$ TRANSPORTE$Y$ Y$TABACO$ TRANSPORTE$ Y$CARBON$ TRANSF.$METALES$ COMUNICACIONES$ 41$ 8$ 1$ 14$ 1$ 5$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ 9$ 12$ CONSTRUCCION$ 12$ 7$ 2$ 4$ 2$ 3$ 1$ 0$ ENERGIA$ 41$ 2$ 29$ 2$ 4$ 17$ 4$ 6$ 8$ 4$ 2$ 2$ 2$ 1$ 0$ 1$ BANCA$ I.$AGROALIMENTARIA$Y$TABACO$ 1$ 2$ 4$ 2$ 4$ 0$ 0$ 2$ 14$ 3$ 17$ 1$ 0$ 17$ 1$ 0$ MINERIA$Y$1ª$TRANSF.$METALES$ 1$ 1$ 4$ 0$ 0$ 1$ 0$ 0$ TRANSPORTE$Y$COMUNICACIONES$ 5$ 0$ 6$ 1$ 2$ 0$ 0$ 0$ 113$ $ 47$ $ 128$ $ 35$ $ 34$ $ 65$ $ 22,7$ 5,7$ I.$MATERIAL$DE$TRANSPORTE$ I.$PETROLEO$Y$CARBON$ $ Total$relaciones$ $ 8,0$ Intrasectoriales$(%)$ 2009$ BANCA$ 14,9$ 11,8$ 26,2$ 9$ $ 0,0$ 29$ 0,0$ I.$AGROALIMENTARIA$ I.$MATERIAL$DE$ I.$PETROLEO$ MINERIA$Y$1ª$ TRANSPORTE$Y$ Y$TABACO$ TRANSPORTE$ Y$CARBON$ TRANSF.$METALES$ COMUNICACIONES$ 3$ 0$ 0$ 3$ 1$ 7$ CONSTRUCCION$ ENERGIA$ 10$ 4$ CONSTRUCCION$ 4$ 41$ 11$ 0$ 0$ 4$ 0$ 23$ ENERGIA$ 3$ 11$ 14$ 1$ 0$ 0$ 3$ 2$ I.$AGROALIMENTARIA$Y$TABACO$ 0$ 0$ 1$ 0$ 1$ 0$ 0$ 0$ I.$MATERIAL$DE$TRANSPORTE$ 0$ 0$ 0$ 1$ 8$ 1$ 1$ 0$ I.$PETROLEO$Y$CARBON$ 3$ 4$ 0$ 0$ 1$ 0$ 0$ 1$ MINERIA$Y$1ª$TRANSF.$METALES$ 1$ 0$ 3$ 0$ 1$ 0$ 0$ 0$ TRANSPORTE$Y$COMUNICACIONES$ 7$ 23$ 2$ 0$ 0$ 1$ 0$ 0$ 62$ $ 158$ $ 68$ $ 14$ $ 15$ $ 11$ $ 56$ 0,0$ 0,0$ 0,0$ BANCA$ $ Total$relaciones$ Intrasectoriales$(%)$ $ 16,1$ 25,9$ 3$ $ 20,6$ 0,0$ 42 57,1$