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EL ARTE EN LA EDUCACIÓN Por Liliana Galván Uno de los grandes desafíos de la educación es reconocer el valor del arte en el proceso de formación del niño. Aunque parezca un tema crucial y evidente, en el currículo, no se le otorga el mismo peso que a la ciencia y a la tecnología. Es común observar cómo el arte ocupa un lugar muy poco representativo y en algunos casos, solo es considerado a nivel extracurricular. A lo largo de la historia, hemos podido comprobar que el arte es una de las manifestaciones más claras de la existencia y evolución del ser humano. Y por lo mismo, la historia, no se puede fragmentar por hechos aislados del arte, ciencia o tecnología. Por el contrario, lo que sucede en un campo, afecta al otro, validándose la ley del “todo es más que la suma de sus partes”. Es a través de la interpretación de esos hechos integrados entre si, que el ser humano puede comprender sus orígenes, reconstruir su pasado, afirmar su presente y velar por su futuro. Es por eso que resulta inadmisible que el arte sea en algunos casos solo apreciado como parte del folklore de una cultura determinada. Otro desafío es el de promover una enseñanza de las artes más reflexiva y crítica, cuya finalidad no sea únicamente la de favorecer la producción artística, sino que se lleve a cabo una reflexión y apreciación crítica a partir del contexto sociocultural y marco de referencia. Un tercer desafío para la enseñanza de las artes es el de promover la interdisciplinaridad entre los distintos lenguajes artísticos de modo que podamos ofrecer diferentes canales de expresión que permitan al niño reconocer el medio más adecuado para expresar sus necesidades, desarrollar sus talentos e intereses de acuerdo a su personalidad y etapa de vida. Por último, el mayor desafío es el de sensibilizar al docente a través del arte, para que reconozca el lugar que éste tiene en su vida personal y en la vida de la humanidad, no solo como un proceso histórico sino como una experiencia plena de significados por explorar e investigar. El problema es que ninguno de los desafíos anteriores se puede resolver sino invertimos en el desarrollo artístico y humano de nuestros maestros. En el Perú, en general, siempre se le ha dado un mayor espacio y atención a las artes plásticas y en algunos casos a la música. A la danza y al teatro se les ha utilizado con mayor frecuencia solo para las celebraciones o espacios recreativos. Para la gran mayoría de profesores, el teatro está relacionado con la exhibición de niños en actividades o fiestas escolares. Las obras que se eligen tienen que ver con fechas cívicas en celebración de las hazañas de héroes o sacrificios de santos. Por lo general, los profesores dirigen en forma autoritaria y vertical dichas 1 representaciones trayendo como consecuencia una expresión muy tensa y forzada de parte de los niños. Todo esto ocurre tal vez por la inconsistencia que existe entre la estructura curricular que el Ministerio propone en relación a las artes y la formación pedagógica que los docentes reciben en las Escuelas de Educación. De qué manera podemos asegurar que el maestro está preparado para estimular la creatividad del niño a través de las artes, si él no ha contado con la oportunidad de explorar este tipo de experiencias durante su formación. Al revisar los Programas de Educación podemos apreciar que la formación artística es escasa y en algunas instituciones la preparación en drama y teatro es nula. Algunos programas dan clases de impostación y oratoria para desarrollar habilidades comunicativas pero no necesariamente para desarrollar la capacidad expresiva del docente. Otros incluyen cursos de creatividad, artes plásticas y música. Por lo tanto, crear un currículo de educación artística para niños y jóvenes, tiene como requisito fundamental la creación de un currículo de formación docente que considere un área de educación por el arte. Sólo de esa manera y a través de un entrenamiento especializado y continuo, el profesor podrá recuperar su espacio personal, descubrir sus potencialidades artísticas y reconocerse como un ente transformador de su propia realidad. CONSIDERACIONES PARA EL DISEÑO DE UN PROGRAMA DE FORMACIÓN DE ARTE-EDUCADORES A TRAVÉS DEL DRAMA /TEATRO La siguiente propuesta toma como punto de partida los cuatro principios que la Comisión de Jacques Delors (1996) planteó en su informe a UNESCO sobre la educación para el siglo XXI: “La Educación encierra un tesoro”. Este documento inspirador ha sido la base para formalizar una educación por competencias, en la que el niño debe aprender a conocer (adquisición de conocimientos), aprender a hacer (desarrollo de habilidades), aprender a convivir (formación de actitudes) y finalmente aprender a ser (desarrollo humano). Estos principios van a ser analizados a partir de un modelo de tres dimensiones. Una dimensión, en este contexto, es una caracterización deseable de lo que el arte-educador debe lograr a lo largo de su formación y que constituye una síntesis de saberes. Así, un docente que va a asumir un rol de arte-educador debe explorar la dimensión artística, cultivando lenguajes artísticos, la dimensión pedagógica, comprendiendo la pedagogía del arte y una dimensión psicológica, entendiendo el impacto del arte en el desarrollo de la persona que crea. La dimensión humana es la consecuencia de todas las interacciones anteriores y representa el aprender a ser. 2 1. 2. 3. 4. . Dimensión artística: aprender a conocer, aprender a aprender . Dimensión pedagógica del arte: aprender a formar a través del arte . Dimensión psicológica: aprender a convivir . Dimensión humana: aprender a ser Gráfico Nº 1 En el gráfico nº 1 se puede apreciar que las cuatro dimensiones son el resultado de la interacción entre los tres actores de este modelo, los cuales son: el niño o el jóven, el arte-educador y el o los lenguajes del arte. A continuación, procederé a explicar cada una de las dimensiones. 1. DIMENSIÓN ARTÍSTICA: Aprender a Aprender En esta dimensión es necesario que el alumno de educación, futuro arteeducador, reconozca su capacidad para aprender a lo largo de la vida, así como su potencial para desarrollar habilidades artísticas y creativas. Sería ideal que el arte-educador se incline por alguna de las artes de acuerdo a sus talentos e intereses pero siempre y cuando lo asuma con una apertura hacia todas las artes, en donde los diversos lenguajes artísticos se complementen entre sí para expresar e impactar la realidad. Howard Gardner (1993) define el potencial humano expresado a través de siete inteligencias o tipos de pensamiento. De ello se desprende que contemos con una estructura mental compleja con una serie de ramas que se interconectan, retroalimentan e integran. De ahí se desprende la posibilidad que tenemos para integrar los diferentes lenguajes del arte, debido a que todos ellos parten de elementos comunes. 3 7 lenguajes artísticos 7 Inteligencias •Lógico/matemática •Espacial •Musical •Visual •Interpersonal •Cinestésica •Linguística Drama/teatro Expresión vocal Creación literaria Expresión musical Danza creativa Video Creación plástica 7 elementos •FORMA •COLOR •SONIDO •MOVIMIENTO •SÍMBOLO •PALABRA •VOZ Gráfico nº 2 En el gráfico nº 2 se puede apreciar la correspondencia que hay entre las siete inteligencias, las diferentes disciplinas artísticas y los siete elementos comunes del lenguaje del arte. Por ejemplo, las inteligencia espacial y cinestésica están relacionadas directamente con el movimiento y con la forma, y por ende con la danza. La inteligencia lingüística con la palabra y directamente con la creación literaria. Sin embargo, durante el proceso creativo, todo el potencial humano se pone en funcionamiento, aunque cada cual elija, en forma selectiva y creativa, los elementos que sean necesarios de acuerdo al objetivo que se quiera lograr. Sea cual fuere el medio de expresión que se utilice, se pondrán en funcionamiento las siete inteligencias y todos los elementos del lenguaje del arte. La división por áreas de conocimiento crea límites. El objetivo es brindarle al niño y joven una comunicación holística, sin fronteras o límites para liberar su potencial creativo y dejar que él combine el teatro, las artes visuales, la danza y la música como quiera y cuando quiera expresarse artísticamente. Siendo consecuentes con dicho propósito es el docente el primero que debe sensibilizarse a través del conocimiento del arte. Aprender de su historia, de su filosofía, de sus conceptos más relevantes, de sus dilemas y paradigmas. De modo que el docente aprenda a percibir desde diferentes perspectivas, y cuestione sus supuestos hasta llegar a escuchar el color de sus movimientos, mezclar los sonidos de sus emociones, ver una sinfonía de luces, esculpir el ruido de las calles, darle color a los textos, gritar la línea, etc. 4 Es necesario que el profesor tenga preferencia o talento por alguna de las artes y que se especialice en alguna de ellas. Si se especializa en una disciplina será posible que pueda comprender las demás. Pero si pica un poquito de cada una, tal vez se quede en la superficie y el alumno reconozca la falta de autenticidad en la propuesta del profesor. En este caso, si fuese el teatro su elección debe adquirir conocimientos del drama, de la poesía, de la literatura, de la historia del teatro, de la dramaturgia, así como desarrollar habilidades para analizar textos, crear personajes, inventar historias, explorar objetos, afinar sus recursos vocales, corporales, sinestésicos, etc. (Ver cuadro nº1) DIMENSIÓN ARTÍSTICA: Aprender a aprender CONOCIMIENTOS Drama Poesía Dramaturgia Historia del arte Elementos del arte Lenguaje del color Lenguaje de la Forma HABILIDADES Reflexiona Analiza Expresa Crea Recrea Ensaya Diseña Evalua ACTITUDES Flexibiliza Se sensibiliza Elije Identifica Aprecia Cuadro nº 1 DIMENSIÓN PEDAGÓGICA: Aprender a educar a través del arte El arte-educador en esta dimensión asume el rol de ser un facilitador del proceso creativo, para lo cual tendrá que aprender sobre la didáctica de las artes, el aprendizaje por el descubrimiento, el proceso creativo y aplicar principios pedagógicos que aseguren el proceso de enseñanza-aprendizaje a través del arte. El proceso creativo se activa a través de temas inspiradores que funcionan como ejes transversales en un programa de arte. Estos ejes pueden integrarse fácilmente a los temas de ciencias, historia, tecnología, que se estén desarrollando en la escuela paralelamente. El arte puede contribuir a internalizar y profundizar dichos temas asegurando un aprendizaje significativo. Un ejemplo de estos ejes es el que se muestra en el gráfico 3. Más adelante se mostrará un caso inspirado en los cuatro elementos de la naturaleza como son: agua, aire, tierra y fuego. 5 Autoconocimiento, autoestima, liderazgo Persona/ sociedad Diversidad cultural, trabajo,ciudadanía Dramaturgia y poesía nacional, internacional Creaciones humanas naturaleza Patrimonio, ambiente Raíces, rituales, hitos , Arte tradicional Pasado Futuro Ficción, evolución, transformación Gráfico nº 3 En la dimensión pedagógica es necesario que el maestro elabore estrategias a partir de Principios Pedagógicos que avalen sus decisiones. Es indispensable que los profesores se pongan de acuerdo en cada institución sobre los principios a seguir para que todas las acciones educativas se alineen con ellos. En la educación a través del arte se pueden considerar los siguientes principios pedagógicos: • • • • • • Acción – Reflexión: para lograr un aprendizaje significativo el arte–educador debe promover la reflexión luego de cada acto de creación o representación dramática. Contextualización: todo expresión artística es parte de un proceso histórico y sistémico, el cual debe ser reconocido y valorado para a partir de él, diferenciarse hasta reconocer su propia identidad. Apreciación Estética: debe entrenarse en el ejercicio de la evaluación y la apreciación, analizando e investigando sobre los diversos estilos y tendencias artísticas, en el caso del drama, leyendo obras o asistiendo a espectáculos teatrales. Aprendizaje por descubrimiento: sensibilizarse con diversos elementos y materiales para descubrir a través de ellos los elementos del arte y sus significados. Educación basada en valores: promover el desarrollo de una moral autónoma a través de la reflexión ética. La expresión de su pensamiento crítico frente a la realidad debe servir de base para la creación dramática Integración social: el equipo creativo debe consolidarse como tal en cada sesión de trabajo. 6 Además de los principios pedagógicos antes mencionados es importante reflexionar sobre la actitud creativa del arte-educador. El convencimiento que “todos somos creativos”, empezando por él mismo, hace de la creación dramática un proceso de creación colectiva. El arte-educador debe ser un especialista en diseñar entornos creativos para el aprendizaje. Debe crear escenarios que faciliten la comprensión, la creación y la expresión artística. DIMENSIÓN CONOCIMIENTOS HABILIDADES ACTITUDES PEDAGÓGICA: Teorías educativas Facilita Aprender a Estrategias y Motiva Educar metodologías para Juega el aprendizaje Diverge Pedagogía del arte Converge Investigación Interroga educativa Desestructura Diseño instruccional Diseña Diseño emergente Cuadro nº 2 Valora el proceso Es exigente Tolera Es curioso Posee humor Trabaja en equipo Arriesga Posee Iniciativa DIMENSIÓN PSICOLÓGICA: Aprender a convivir El arte-educador reconoce que el niño y el joven es el centro del proceso de aprendizje y por ende aprende a observarlo, a comprenderlo y a acompañarlo en su aventura creativa. Para ello, el arte-educador debe saber identificar los estadíos de desarrollo del niño, su potencial creativo e intelectual, sus motivos, intereses así como sus temores, y frustraciones. Debe reconocer que cada niño tiene su propio tiempo de maduración y valorar cada paso que da por más pequeño que éste sea. El educador comprometido crea relaciones interpersonales basadas en el respeto, comprensión y tolerancia, demostrando su capacidad empática en cada una de sus interacciones. El arte educador puede asumir el rol de facilitador del aprendizaje a través del arte generando un clima de confianza, seguridad y creatividad de modo que surga la liberación de la emotividad y la pasión por el quehacer, la vitalidad en el gesto y la magia en la expresión. El educador que respeta su propia niñez, su espontaneidad, no pierde la energía hasta en los momentos más demandantes de su grupo infantil o juvenil. 7 DIMENSIÓN CONOCIMIENTOS HABILIDADES PSICOLÓGICA Desarrollo humano Aprender a Liderazgo Convivir Comunicación no verbal y verbal Relaciones interpersonales Observa Interactua Comprende Lidera Escucha Concilia Integra Desarrolla Cuadro nº 3 ACTITUDES Personaliza Acepta Tolera Persevera Es asertivo Es proactivo DIMENSIÓN HUMANA: aprender a ser Sólo podemos llegar a “ser” en la medida que “estamos presentes”. Presentes en nuestra atención, dirección, conciencia, deseo, y decisiones. Es en el presente que se fortalece el vínculo entre las personas, requisito indispensable para que se logren los aprendizajes. Entiéndase por vínculo una relación afectivo – cognitivo en la que se acepta y aprecia la diversidad de estilos creativos en sus alumnos. La actitud creativa nos conduce hacia una comunicación plena del ser y estar con uno mismo para finalmente ser capaz de entretenerse (tenerse a uno mismo). El arte-educador debe gozar de una salud mental a prueba de balas. Capaz de encontrar el equilibrio hasta en las peores tempestades, por esa actitud que le exige soluciones creativas a los problemas que enfrenta. DIMENSIÓN CONOCIMIENTOS HUMANA Diversidad cultural Aprender a Ser Ambiente / ecología Valores - Ética Autoestima Liderazgo personal HABILIDADES Cuestiona Investiga Evalua Conserva Promueve Transforma ACTITUDES Es ciudadano Sensible Valora Aprecia EXPERIENCIA PEDAGÓGICA A TRAVÉS DEL ARTE LLEVADA A CABO EN UNA ESCUELA DE ARTE PARA NIÑOS A continuación relataré a manera de diario, una experiencia pedagógica de la Escuela de Arte “Integrarte”, en la que se puede apreciar la aplicación de las diferentes dimensiones y principios pedagógicos. El contenido temático que inspiró el proceso creativo y colectivo fue el de los cuatro elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego y tierra. 8 El disño y conducción de la experiencia fueron realizados por un equipo de profesores formados por la misma escuela como arte-educadores. Cada profesor era especialista en alguna disciplina artística, logrando diseñar en equipo sesiones interdisciplinarias y complementarias entre sí, tomando como eje, los temas transversales. Cada arte-educador aportaba desde la riqueza de su lenguaje con diversas técnicas y se preocupaba porque el niño pudiera trasladar o traducir el tema transversal de un lenguaje al otro. Entre todos aprendimos a ver el “Bosque” completamente. Tanto por parte de los artistas que aprendieron a ser educadores como de los educadores que aprendieron a sensibilizarse a través del arte. Los niños estaban convencidos que cada día que ingresaban a Integrarte comenzaba una aventura multidimensional. El eje del relato es el proceso creativo en sus diversas fases como son: preparación, aspiración, inspiración, iluminación y producción. EL RENACIMIENTO A TRAVÉS DEL DRAMA El niño, pleno de contenidos fantásticos, sin límites, animista, con un lenguaje flexible capaz de variar el tiempo y el espacio, conquista en cada improvisación cada uno de sus sueños. Entre sus principales preferencias está el azar, lo lúdico, lo vivencial, la historia sin fin. Sin embargo, el nivel de elaboración del lenguaje teatral infantil y su forma, va a variar de acuerdo al contenido, a la edad y al proceso de desarrollo del niño. Es tarea del educador de drama y teatro respetar el lenguaje del niño, tanto por su proceso evolutivo como creativo. Por ello, el diseño de una sesión de drama puede considerarse como un diseño “emergente”, porque éste debe ser transformado durante la sesión, de acuerdo a las necesidades del grupo o de evolución de la misma. El educador se convierte en un investigador del entorno y de la ciencia de la transformación, para lo cual recupera su visión animista, orgánica, concreta y fantástica. No obstante, es importante advertir que el mejor diseño, es aquel que impulsa el método del propio niño. Es fundamental respetar su proceso dada su sensibilidad y fragilidad. CONTENIDO TEMÁTICO: “Tierra, Viento, Fuego, Aire” Visión: A través de drama, el niño descubrirá el movimiento de la tierra, del agua, de las plantas; recreará la danza del fuego, de la lluvia, de las olas y el viento. Escuchará el sonido de las piedras, la música de las hojas y de la brisa. Creará la melodía de las aves, caracoles, cañas y troncos. Interpretará música cálida, fría o templada. Moldeará los rostros del sol y de la luna, de dioses y de niños de todas las razas del mundo con quienes bailará alrededor del globo. Pintará murales en la tierra, en las cataratas, en el firmamento. Logro: Que el niño tome conciencia de la energía positiva de los elementos de la naturaleza y construya a partir de ello su interpretación del mundo. Que el niño explore los principios del crecimiento, de la expansión, repetición, contrapunto, 9 diversidad, propagación, contraste, gravedad, desgaste. Que descubra los principios de la naturaleza, de la ciencia y del arte. Que investigue la relación de sí mismo con su entorno y reconozca su propia identidad y sentido de pertenencia. DRAMA: PROCESO CREATIVO Preparación Relajación integración Producción Evaluación Montaje PROCESO CREATIVO Reflexión Sensibilización apreciación Aspiración Contextualización Iluminación Inspiración Gráfico nº 4 I. FASE DE LA PREPARACIÓN: relajación e integración El niño emprende cualquier tipo de iniciativa siempre y cuando el clima de la sesión sea cálido, temperado, y favorable. Por ello, la relajación es parte del ritual de inicio. Ésta atrae la atención del niño y le permite concentrarse para ingresar a un mundo mágico diferente. Cuando el niño reconoce que cada sesión de drama es una aventura insospechada, una oportunidad para desencadenar un proceso creativo, tanto grupal como individualmente, ingresa al taller con ganas de jugar y de atreverse a descubrir lo desconocido. Para lograr la integración y la comodidad de los niños, durante esta primera fase, todo aquello que se identifique como extraño debe convertirse en familiar. Esto asegura un clima de confianza general. Es indispensable ocuparse de la concentración, la elasticidad y soltura corporal, así como del contacto y la comunicación. Estos recursos permiten remover obstáculos del camino como la inercia, la dispersión, el ensimismamiento, la inhibición. Durante la integración, la energía individual de cada niño se vuelve sinergia, cuando se establece entre ellos un vínculo de complicidad desde el primer instante. A través del juego dramático el grupo puede ser parte de un remolino, o de un gran abrazo que los enreda, estrecha y sacude. El grupo puede subir a la montaña rusa más alta del mundo sin que ningún coche se descarrile, o montarse 10 a un gusano rastrero que pasea por pisos, paredes y techos. Estos juegos de integración crean otras convenciones como sentirse como la arcilla, y ablandarse, hacerse bola, masa de pan, chicle, hasta el punto que la imaginación se halle impregnada a la piel. Se puede realizar diversos ejercicios de calentamiento corporal con buen humor y creatividad. Por ejemplo, batir huevos con los codos, montar a caballo con los hombros o con el pecho, planchar la ropa con el trasero, hacer garabatos con la rodilla, limpiar la luna con el estómago, remar con los hombros, etc. II. FASE DE LA ASPIRACIÓN: sensibilización y apreciación A medida que el niño crece, la educación se vuelve cada vez más racional y lógica, dejando de lado la sensorialidad, el movimiento y el contacto corporal. El espíritu explorador del niño se puede inhibir, si éste, en la escuela, se conforma con recibir los estímulos en forma pasiva. La sensación es la capacidad del ser humano para captar información de la realidad. La percepción es la interpretación de nuestras sensaciones, la cual varia de acuerdo a las características de cada persona. Esto quiere decir, que un mismo estímulo puede generar diferentes percepciones, depende de quién sea que lo juzgue. El ser humano puede reconocer una sensación o inhibirla: puede oír sin escuchar, mirar sin ver, oler sin reconocer lo que es. Por lo general, los inventores, descubridores o creadores han sido personas sensibles, capaces de observar lo no evidente, de captar la mayor cantidad de estímulos de una situación ordinaria, de fijarse en aquellos detalles que para otros pasan desapercibidos. He aquí la primera oportunidad para ampliar nuestro conocimiento: sensibilizarnos. Aristóteles expresaba al respecto: “nada hay en el entendimiento que no hubiera antes en los sentidos”. Para él, el mundo de la experiencia sensorial debía ser el punto de partida para la adquisición del conocimiento. Cuentan que en la india había un sufí, muy conocido por su extremada sensibilidad. Él acostumbraba viajar, por lo tanto, observaba cada detalle como por primera vez. Por ejemplo, era capaz de describir las características de un camello cualquiera, sin haberlo visto antes, con tan solo mirar por dónde pasó. Si observaba que las huellas de sus pisadas eran desiguales, podía concluir que era cojo; si contemplaba los matorrales podía darse cuenta cuánto y cómo había comido, además de reconocer si tenía buena vista y buen apetito; si las hojas aparecían rasgadas, deducía que le faltaba un diente; si, por el camino por donde el camello pasó, veía abejas y hormigas comiendo a los lados del mismo, comprendía que el camello cargaba miel y maíz. El sufí, gracias a su capacidad para observar, era muy sensible a cualquier estímulo. Para él cada detalle era un 11 dato fiel que le permitía conocer más allá de lo obvio1. Observar constituye el eslabón principal para aspirar el conocimiento. La magia comienza con una suerte de aspiración de nuestra realidad a través de la lectura de diversos lenguajes artísticos. A través ellos, los niños se sensibilizan con diversos ritmos, colores, volumen, espacio, formas, intensidades, etc. Hay diversas fuentes de sensibilización como, la narración de cuentos, la lectura visual, la música, la poesía, el video-arte, las canciones, etc. Si partimos de un cuento, a través de él se puede relatar leyendas sobre los elementos naturales como por ejemplo el cuento de la Pachamama o madre tierra, la historia del Riachuelo, el canto de la Yunsita, el cuento de la Creación. Cada relato es intimidad y complejidad, es popular pero a la vez es secreto. El secreto es mágico. La historia no debe estar fija en una lámina, debe estar en todas partes, en cada rincón, objeto y experiencia. El niño no debe escuchar pasivamente sino construir la historia, escuchar los silencios, recrear las apariciones, transformar el ambiente, y grabar los detalles. Si trabajamos a partir de una pintura, el niño puede leer la visión de diversos autores tuvieron para representar la naturaleza. Como por ejemplo, la exótica interpretación de Gaugin en “Por el mar”, o en “El diluvio” de Kandinsky, en donde el movimiento turbulento conmueve el espacio. O de pintores peruanos costumbristas que representan diversos rituales de la siembra, la cosecha, la pesca. El niño a partir de estas obras de arte prestará atención al movimiento de las líneas, la intensidad de los colores, la sensualidad de las formas, la composición y el vacío. III. FASE DE LA INSPIRACIÓN- contextualización Una vez que el niño ha aspirado del arte y sus autores, y ha elaborado una apreciación del mismo, está preparado para componer e inspirarse hasta producir su propia recreación del mundo. En esta etapa de la inspiración, el niño investiga y profundiza directamente en su contexto. Si tomamos a la naturaleza como punto de partida, nos acercamos al mar, a las conchitas, la arena, las piedras redondas, a pintar en la arena, a cantar con el mar. Nos acercamos a los bosques a escuchar el sonido de las hojas, de las plumas, las cañas, el crujido, las texturas, los olores. Observamos la dirección del viento, las cometas, los móviles, los avioncitos de papel. En el aula creamos la noche, con luces de bengala que representen el firmamento, con el aroma del palo santo, con velas e inciensos alrededor de los cuales se van creando historias y cuentos sin fin. 1 Cfr. HALKA, A.H.D., 1983. Cuentos de Oriente para niños de Occidente. Argentina: Ediciones Dervish Internacional. 12 Se investigan diversos rituales locales creados para perennizar los elementos naturales. Por ejemplo, el canto a la Pachamama, para el cual enterramos semillas en la tierra a manera de pago a la madre tierra, o cantamos la Yunsita, y recreamos la danza del árbol, o representamos la fiesta del sol, investigamos sobre las Diabladas y los carnavales de diversas regiones del país. Durante la investigación, en un contexto real, los niños exploran la belleza de la naturaleza pero, por contraste y al mismo tiempo, observan el maltrato del hombre hacia ella. Advierten la basura en la arena de la playa, la contaminación de las aguas, las malas costumbres, las actitudes de egoísmo, la irresponsabilidad por el mantenimiento del ambiente. En el bosque urbano, perciben el peligro en las zonas oscuras, la falta de tachos para el recojo de basura, los desagües al descubierto, etc. En su sensibilización con la luz y el fuego, descubren el calor, la luminosidad, pero también el peligro y el dolor que el fuego puede causar si no existe un sistema de prevención. En la investigación sobre el viento descubren la fragilidad de los objetos, el frío, el polvo y la suciedad. En esta etapa de la inspiración es muy importante la información que puedan recabar del medio ambiente. Los niños la reciben con avidez por la necesidad de encontrar una explicación al deterioro y a la apatía de la población. En esta etapa la dimensión humana conquista el espíritu del niño, sintiendo compasión por la naturaleza y su condición como ser humano. IV. FASE DE LA ILUMINACIÓN - reflexión Ante la disonancia que la realidad le proporciona al niño, éste se ve movilizado a reflexionar. Mientras que, por un lado, descubre las características esenciales de cada elemento natural, por otro expresa sentimientos de decepción, impotencia, y frustración por la apatía del mundo adulto frente a la persistencia de la destrucción y el maltrato cotidiano. En esta etapa el niño atraviesa por un proceso mental que va desde la dura crítica, pasando por el idealismo puro, hasta llegar a proponer la revolución, para finalmente asumir una actitud de transformación y elaboración de su propia propuesta. Si bien al comienzo del proceso, durante la preparación, se cuida que cualquier elemento extraño se convierta en familiar para que el niño se sienta cómodo e inicie la aventura creativa, en esta etapa se trata de invertir el principio, y hacer lo familiar, extraño. Es decir a este mundo real lo vamos a extrañar hasta transformarlo. A partir de ahora el niño plantea su propia visión. Visión del niño: “Enseñemos a nuestra comunidad, cómo nosotros, los niños, podemos respetar y hacer un homenaje a nuestra naturaleza: tierra, mar, fuego y viento. A partir de ese momento nada será igual.” Título de la Obra: Rituales: el renacimiento 13 V. FASE DE LA PRODUCCIÓN - montaje En esta ocasión los niños decidieron representar su propia versión sobre la creación de cada uno de los elementos naturales. Pensaban que para cada “nacimiento”, Dios tuvo un ritual diferente. Imaginaron que ésta representación se tenía que desarrollar en un escenario natural, en donde se pudiese apreciar tanto la belleza, como la torpeza del hombre para conservarla. Por todo ello, escogimos una playa llamada Villa. Dicha playa tenía una serie de contrastes. Por un lado, estaba muy bien conservada y por el otro cargada de quioscos, de abandono y deterioro. Los niños incluyeron, como parte de la obra, el ritual de la limpieza y la recuperación de su estado natural. Para destacar el homenaje resolvieron utilizar vestuario y maquillaje totalmente natural. Se vistieron con hojas, mantos, tierras de colores. Tocaron instrumentos musicales autóctonos, como pututos, cañas, plumas, mates. La exhibición de sus diseños y obras plásticas fue realizada en la arena, sobre mantos y pareos. Eligieron un atardecer, una puesta de sol, para darse cita con las familias y compartir con ellos dicho homenaje. A veces, suele suceder que para la realización de un montaje uno busca un presupuesto o pide ayuda a los padres para elaborar costosos vestuarios o escenografías. En este proyecto pudimos contar con el escenario más majestuoso, auténtico y sin límites: el mar. Y no tuvimos que pagar por él. Los niños crearon sus vestuarios con hojas y tierras con lo cual adquirieron un aspecto primitivo que los vinculaba con otra convención, necesaria para el ritual. Los niños que trabajaron la musicalización, acompañaron el canto de las olas con sonidos de cañas, y llamadas de pututos. Tenemos que reconocer como docentes que estamos rodeados de recursos para la creación. Cada localidad puede encontrar elementos propios que los identifique y caracterice. El drama es una experiencia vivencial muy diferente a una actuación en la que sus profesores disfrazan, mueven y hasta le ponen sonrisas a sus alumnos. El mundo interno del niño es mágico, él tiene más que mostrarnos que nosotros cuando tratamos de enseñarles nuestra visión convencional del mundo. En la educación elemental, el drama es un juego de roles sin fin, en donde el profesor debe facilitar que el niño proponga, tome decisiones, e interactúe. Démosle tiempo a los niños para iniciar su proceso creativo, desarrollarlo y transformar su realidad. Fabricaremos un barco, tan grande como un velero, para que suban en él, ... los niños del mundo entero. En la popa del barquito un jardín con muchas flores y en la proa del barquito ... muchos globos de colores. Canción: autor desconocido 14 REFERENCIAS BIBILIOGRÁFICAS ARIETI, Silvano (1993) La creatividad: La síntesis mágica. Mexico, D.F: Fondo de la Cultura Económica DELORS, Jacques (1996) La Educación encierra un tesoro. Informe a UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación del Siglo XXI. Paris: Ediciones Unesco. FERRÉS , Joan (2000) Educar en una cultura del espectáculo. Barcelona: Editorial Paidos Ibérica, S.A. GALVAN, Liliana (2001) Creatividad para el Cambio. Lima: Fondo Editorial El Comercio - UPC GARDNER, Howard (1983) Creative Minds. New York: Basic Books, División de Harper Collins HALKA, A.H.D., (1983) Cuentos de Oriente para niños de Occidente. Argentina: Ediciones Dervish Internacional 15