BOLIVIA Y LAS IMPLICACIONES
GEOPOLÍTICAS DEL GOLPE
DE ESTADO
Catalogación en la publicación UNAM. Dirección General de Bibliotecas y
Servicios Digitales de Información
Nombres: Lajtman, Tamara, editor. | Romano, Silvina María, editor. |
Bruckmann, Mónica, editor. | Ugarteche, Oscar, 1949- , editor.
Título: Bolivia y las implicaciones geopolíticas del golpe de Estado / Tamara
Lajtman, Silvina Romano, Mónica Bruckmann, Oscar Ugarteche (Comps.).
Descripción: Primera edición. | México : Universidad Nacional Autónoma
de México, Instituto de Investigaciones Económicas ; Ciudad de Buenos
Aires, Argentina : Clacso, [2021]. | Serie: Colección Grupos de Trabajo de
Clacso. | "Grupo de Trabajo de Clacso Geopolítica, integración regional y
sistema mundial".
Identificadores: LIBRUNAM 2100807 | ISBN 978-607-30-4326-7.
Temas: Bolivia -- Política y gobierno -- 2006- . | Golpes de Estado -- Bolivia
-- Historia. | Bolivia -- Relaciones exteriores -- Estados Unidos. | Estados
Unidos -- Relaciones exteriores -- Bolivia. | Geopolítica -- Bolivia.
Clasificación: LCC F3327.B649 2021 | DDC 984.052—dc23
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PAPIIT IN302318: “La integración trunca de América Latina 1834-2017: entre el panamericanismo y el
regionalismo. Una mirada desde la economía política global”.
ÍNDICE
Atilio A. Borón
Prólogo
|
9
Tamara Lajtman, Silvina Romano,
Mónica Bruckmann y Oscar Ugarteche
Presentación
|
15
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio
Martín-Carrillo y Lucía Converti
¿Qué sería de Bolivia sin su política de nacionalizaciones?
|
25
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca,
José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos
Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
Políticas públicas y sistemas alimentarios sustentables
para la seguridad y soberanía alimentaria en Bolivia.
Avances y limitaciones
|
55
Loreta Tellería Escobar
La asistencia de Estados Unidos a Bolivia en el siglo XXI.
Entre la injerencia y la subversión
|
89
PRIMERA PARTE
ESTADO SOBERANO COMO CONSTRUCCIÓN
CONTRAHEGEMÓNICA
SEGUNDA PARTE
BOLIVIA EN LA ECONOMÍA Y GEOPOLÍTICA GLOBAL
Silvia Laura Rodríguez
El golpe de Estado en Bolivia: entre la disputa hegemónica
y la geopolítica de los minerales
|
113
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
Litio. Cadenas de valor, empresas, políticas
de industrialización y golpe de Estado en Bolivia
|
133
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
Aproximaciones desde la geoeconomía al golpe
de Estado en Bolivia
|
161
Ricardo Orozco
Bifurcación sistémica, patrón de poder capitalista
en América y golpe de Estado en Bolivia
|
195
Consuelo Ahumada
El golpe de Estado de Bolivia y la cambiante
geopolítica regional
|
231
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal
García y Arantxa Tirado
El consenso negativo en torno al gobierno
del MAS: Estados Unidos y la red de derecha oculta
|
259
Ernesto Eterno
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado
contra un “triste país”
|
287
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
|
335
Acerca de las autoras y los autores
|
349
TERCERA PARTE
LA ARTICULACIÓN DEL PROCESO GOLPISTA
APÉNDICE
PRÓLOGO
Atilio A. Borón
Es digna de encomio la iniciativa tomada por CLACSO y su Grupo de
Trabajo sobre “Geopolítica, integración regional y sistema mundial” en
el sentido de publicar un volumen colectivo destinado a desentrañar las
raíces y las múltiples consecuencias, muy en especial las geopolíticas,
del golpe de Estado en Bolivia. Y esto porque, en general, los factores
geopolíticos solo por excepción son tenidos en cuenta en los análisis sobre distintas realidades nacionales de nuestra América. El énfasis puesto en la identificación de los actores “nacionales”, por llamarlos de alguna manera porque muchos de ellos son instrumentos de la voluntad del
imperio, y sus estrategias de lucha, unido a la superficial consideración
que se le brinda a los también mal llamados “factores externos”, que no
lo son porque el imperialismo está hondamente imbricado en la vida
política de nuestros países, hacen de este libro una saludable excepción
a la regla y un ejemplo que ojalá pueda ser imitado.
Esta obra parte de una premisa irrefutable, a saber: no se puede
comprender la historia boliviana desde la revolución de 1952 en adelante sin evaluar debidamente la importancia geopolítica y geoeconómica
de ese país. La intervención de Estados Unidos en Bolivia viene de antes, pero se potencia a partir de esa fecha con el vértigo de las revueltas e
insurrecciones populares y el extenuante caleidoscopio de la vida política boliviana, que solo llegaría a su término cuando Evo Morales asumió
9
Atilio A. Borón
la presidencia de dicho país el 22 de enero de 2006. A partir de ese momento, fundacional en el más estricto sentido de la palabra, se inaugura un periodo de estabilidad política, crecimiento económico y progreso
social inédito en la historia boliviana, que terminó siendo brutalmente interrumpido por el golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019.
Un periodo que suscitó, desde sus comienzos, la abierta hostilidad de
la Casa Blanca y que cruzó la línea de no retorno el 12 de septiembre de
2008, cuando el presidente Morales expulsó del país a Philip Goldberg,
el embajador de Estados Unidos en La Paz. Se le acusó con fundamentos de conspirar no solo contra el gobierno sino, en contubernio con algunas figuras y fuerzas políticas opositoras, de propiciar el desmembramiento de Bolivia en una Occidental, el altiplano, y otra Oriental,
con eje en Santa Cruz de la Sierra. Goldberg ya había participado activamente en la división de la antes Yugoslavia, de modo que era alguien
que sabía muy bien lo que estaba haciendo y que, de haberse concretado, hubiera sido una extraordinaria victoria para Estados Unidos.
La centralidad geopolítica y estratégica de Bolivia, enclavada en el
corazón de Sudamérica, fue tempranamente reconocida por Ernesto
“Che” Guevara. De ahí su decisión de inaugurar, desde Ñancahuazú, un
ciclo de insurgencias guerrilleras en el subcontinente. Y de ahí también
la rápida respuesta de Washington al enviar “asesores” militares para
colaborar con las fuerzas armadas de ese país para combatir a la guerrilla del Che. Se calcula que el batallón del Ejército boliviano que se lanzó a la caza del guerrillero era, en los hechos, dirigido, controlado y entrenado por el 8º Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército de Estados
Unidos, los Boinas Verdes, cuyo cuartel general estaba en Fort Gulick.
Tal como lo ha relatado Régis Debray, durante su detención y encarcelamiento fue reiteradamente interrogado por funcionarios de la CIA o
miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos, lo que revela la
excepcional importancia que este país le asignaba a los acontecimientos en curso en Bolivia.
Por supuesto que el telón de fondo de esta conducta del gobierno
estadounidense revela la excepcional importancia que América Latina y
el Caribe revisten para ese país. No es casual que la primera doctrina de
política exterior adoptada por la Casa Blanca haya sido la Doctrina
Monroe, adoptada tan tempranamente como en 1823. La segunda fue
la Doctrina Wilson, formulada para Europa casi un siglo más tarde, en
enero de 1918. Esta prelación de América Latina refleja las prioridades
de la política exterior de Estados Unidos, ratificadas en numerosas ocasiones. Por ejemplo, y sin abundar en más detalles, conviene recordar
que a la hora de poner a distintas regiones del mundo a salvo del “expansionismo soviético” Washington optó por asegurar en primer lugar la inmunidad de América Latina y el Caribe mediante el TIAR, el
10
Prólogo
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de 1947 y la creación
de la Organización de Estados Americanos en 1948. Solo en 1949 la
Casa Blanca se preocupó por crear un instrumento jurídico, diplomático y militar que pusiera a Europa a salvo del supuesto expansionismo
soviético. Las conclusiones son obvias.
Los diversos capítulos que componen esta obra cubren los principales aspectos de la compleja problemática boliviana y su proyección
regional. En primer lugar, se ofrece un balance de algunas de las grandes transformaciones que tuvieron lugar durante los trece años del gobierno de Evo Morales: el crucial papel de las nacionalizaciones de los
recursos básicos, principalmente el litio y los hidrocarburos; los avances en la autosuficiencia alimentaria y, en tercer lugar, un racconto del
ingerencismo estadounidense a lo largo del presente siglo. En la segunda parte se examinan muy detalladamente distintas facetas de la problemática geopolítica y geoeconómica en su concreción boliviana. El tema
del litio y otros minerales, el desafío de la industrialización y la proyección de la experiencia del gobierno de Evo Morales sobre el inestable
equilibrio geopolítico regional. El protagonismo de Estados Unidos en
el golpe (y en el proceso conducente al mismo) es objeto de la tercera
parte de este libro, completando de este modo un exhaustivo análisis de
la dolorosa experiencia de Bolivia y el siniestro papel jugado por el imperialismo de Estados Unidos.
Quisiera concluir estas breves palabras aportando una reflexión
complementaria, que podría “redondear” la explicación sobre los acontecimientos recientes en Bolivia. Sobre todo, pensando en la necesidad de extraer algunas lecciones con vistas a nuevas experiencias reformistas o revolucionarias que puedan gestarse en los próximos años en
nuestros países. Creo firmemente que la eficacia de la intervención imperialista se magnifica y adquiere mayor eficacia cuando se entrelaza
con algunas decisiones o actitudes equivocadas en las que, a veces, incurren nuestros gobiernos. A partir de una mirada solidaria, y también
constructivamente crítica con el gobierno de Evo Morales, creo que los
siguientes fueron algunos desaciertos que facilitaron los planes destituyentes del imperio.
Uno de ellos fue la subestimación de la fuerza de los sectores más
reaccionarios de la sociedad boliviana, inmunes a la batalla cultural
que librara el gobierno de los movimientos sociales. No solo inmunes,
sino enfurecidos y radicalizados ante lo que consideraban un intolerable acto de insolencia por parte de los pueblos originarios. En segundo
lugar, se confió en que el formidable éxito económico, inédito en toda
la historia boliviana, obraría como un factor de estabilización y fortalecimiento del gobierno del MAS. Nada de eso ocurrió, porque ante
la falta de un continuo programa de educación política los sectores
11
Atilio A. Borón
rescatados de la pobreza extrema fueron atraídos por el venenoso canto de sirena de la derecha que controlaba casi todos los medios de comunicación. Se crearon consumidores y no ciudadanos conscientes.
Y a la hora de defender al gobierno de los movimientos sociales, y al
también legítimo triunfador en las elecciones presidenciales de octubre, buena parte de esos sectores prefirieron contemplar por televisión
su derrumbe antes que salir y movilizarse en su defensa. Tercero, el accionar del imperialismo fue facilitado por la excesiva confianza que el
gobierno de Evo Morales depositó en los mecanismos constitucionales e institucionales que respaldaban su presidencia. Lo único que puede sostener a un gobierno popular en el marco de un Estado burgués, y
el de Bolivia nunca dejó de serlo, es su capacidad de mantener el control
de “la calle”, ámbito privilegiado y prácticamente único sobre el que
se apoya el poder popular. Por razones que desconozco, el gobierno de
los movimientos sociales optó por abandonar “la calle”, que fue rápidamente copada por sus feroces enemigos con los resultados por todos
conocidos. Cuarto, se subestimó también la eficacia y la penetración de
los vínculos establecidos entre el gobierno de Estados Unidos –a través
de un enjambre de ONG y entidades de diverso tipo– y los diversos grupos de la oposición al masismo, facilitando y potenciando sus protestas y desavenencias con el gobierno.
Se cometieron también otros errores, de carácter más puntual que
los anteriores, pero que fueron muy bien aprovechados por el imperialismo. Uno de ellos fue convocar al referendo el 21F de 2016, tres años
antes de las elecciones presidenciales. Otro fue apostar tan fuertemente al litigio con Chile por la legítima reclamación de salida al mar de
Bolivia y un eventual fallo favorable por parte de la Corte Internacional
de Justicia con sede en La Haya, algo que cualquier observador bien informado sabía que no se iba a producir y que la sentencia finalmente
conocida fue lo máximo que se podía obtener. Otro, considerar que la
OEA y el bandido que funge como su secretario general, Luis Almagro,
actuarían de modo neutral en la futura contienda electoral. La información posterior demostró que ese personaje fue uno de los mentores
de la trama por la cual a Morales le robaron un triunfo, ajustado pero
legítimo, y que lamentablemente no supo defender. Otro, pensar que
una política de cauteloso distanciamiento de Cuba y Venezuela apaciguaría las biliosas críticas de la derecha y a las capas medias fascistizadas, y convencería a los hampones de Washington de no entrometerse en el proceso político boliviano y dejar que Evo Morales siguiera
gobernando. Otro, hacer reposar la seguridad del presidente y su equipo de gobierno, su vicepresidente y sus ministros, en la lealtad de las
fuerzas armadas y la policía, cuando era más que evidente que tanto
aquellas como esta tenían su comando verdadero en Washington y no
12
Prólogo
en La Paz, como desgraciadamente se comprobó en las jornadas de
noviembre.
Para concluir: tenemos en nuestras manos un libro magnífico
que nos permite situar en una amplia perspectiva el drama en curso
en Bolivia, a la vez que nos ofrece instrumentos particularmente útiles para extraer valiosas enseñanzas con vistas al futuro. Porque, huelga decirlo, no hay dudas de que el pueblo boliviano se repondrá de esta
derrota y comenzará, más pronto que tarde, a reanudar la marcha interrumpida por las hordas organizadas y financiadas por el imperio. Y
este libro será de gran ayuda en ese momento.
Buenos Aires, 20 de julio de 2020.
13
PRESENTACIÓN
Tamara Lajtman, Silvina Romano,
Mónica Bruckmann y Oscar Ugarteche
En América Latina a lo largo del siglo XXI hemos experimentado diversas experiencias golpistas: el golpe a Hugo Chávez en el 2002, el golpe
de Estado parlamentario y militar contra Manuel Zelaya en Honduras
(2009); la desestabilización/intento de balcanización de la zona de la
Medialuna boliviana en el 2008; la insubordinación policial y desestabilización contra el gobierno de Rafael Correa en 2010; el golpe parlamentario contra Fernando Lugo en Paraguay, anticipo del impeachment
a Dilma Rousseff y posterior proceso de lawfare contra Lula da Silva en
Brasil, la guerra híbrida permanente desatada contra la Venezuela de
Nicolás Maduro. En general, los análisis apuntaban a un predominio
del “golpe blando”, asociado al accionar de los medios de comunicación, la desestabilización económica vía sanciones, el aislamiento diplomático, la vía parlamentaria y judicial para la eliminación del adversario político y la instauración del cambio de régimen (o restauración del
orden anterior a los procesos de cambio).
Sin embargo, el golpe de noviembre de 2019 en el Estado
Plurinacional de Bolivia puso en duda el protagonismo del soft-power,
para colocarnos frente a un golpe de Estado que guarda similitudes con
aquellos perpetrados en los años 60 y 70 del siglo pasado. La ultraderecha se ve interpelada a recurrir a vías cada vez más violentas para la restauración del proyecto neoliberal, cuyo fracaso económico y político es
15
Tamara Lajtman, Silvina Romano, Mónica Bruckmann y Oscar Ugarteche
evidente. Ya no basta con manipular algunos aparatos del Estado (golpes institucionales, parlamentarios, judiciales, mediáticos). Bolivia quizá sea el camino de regreso a los golpes tradicionales, reactivando las
estrategias más violentas del imperialismo en la región y marcando una
peligrosa reversión de procesos que incluso retrotraen a características propias de la contrainsurgencia durante la Guerra Fría. Esto, en
un contexto geopolítico global en transición, y con una comunidad internacional cuyos pilares institucionales se ven debilitados de la mano
de la crisis hegemónica estadounidense, igual que los valores liberales
y democráticos que se habrían dado a la tarea de defender desde 1945,
pero que, en la periferia, fueron evocados sistemáticamente para obstaculizar o aniquilar cualquier alternativa viable para la emancipación
de los pueblos.
Compilar Bolivia y las implicaciones geopolíticas del golpe de Estado
nos resulta una necesidad impostergable de ofrecer elementos de análisis del proceso boliviano que nos permita entender la profundidad y
complejidad de la coyuntura política local y regional, la dimensión de
los intereses económicos y geopolíticos que están en juego a nivel global
a partir del golpe de Estado y los riesgos que representa una ruptura con
las conquistas democráticas del pueblo boliviano.
El quiebre institucional en Bolivia ha puesto en riesgo el futuro de
la democracia en la región en su conjunto. Lo cierto es que, consumado el golpe, la “restauración”/“pacificación” de Bolivia llevada a cabo
por el gobierno de facto de Jeanine Áñez se sostiene en la total invisibilización de dinámicas profundamente violentas y racistas. Las masacres de Senkata (El Alto) y Sacaba (Cochabamba), con 37 muertos y
500 heridos, fueron la antesala de la persecución de las clases populares y sectores indígenas que respaldan el proceso de cambio, seguida
de persecución política y judicial contra funcionarios del gobierno del
MAS. El objetivo parece evidente: desarticular todo cuanto se construyó en poco más de 13 años, reanudando un proceso acelerado de concentración de la riqueza, postergando los derechos democráticos y sociales conquistados, entregando al capital extranjero los territorios, los
recursos naturales y las empresas nacionales.
NUESTRO GT Y (EN) BOLIVIA
El Grupo de Trabajo (GT) de CLACSO “Geopolítica, integración regional y sistema mundial” nace con el espíritu de “pensar el mundo
desde Bolivia”,1 a partir de diálogos entre las coordinadoras, Mónica
1 Referencia a los seminarios de debate “Pensando el mundo desde Bolivia”, organizados por la Vicepresidencia boliviana, impulsados personalmente por Álvaro
García Linera. A lo largo de los años, participaron muchos de los intelectuales de
16
Presentación
Bruckmann y Rebeca Peralta, en el marco del Curso “Geopolítica e
Integración Regional. América Latina en el Sistema Mundo” (La Paz,
2015).2
Consolidado el GT, realizamos entre otras actividades el Coloquio
“Geopolítica, sistema mundial e integración regional” en La Paz entre
los días 16 y 18 de agosto de 2017, como parte de las actividades desarrolladas en el marco de los 50 años de CLACSO. La reunión contó
con participantes de reconocida trayectoria académica en diferentes
áreas del conocimiento y oriundos de más de 14 países, representantes de movimientos sociales, sindicatos y gestores públicos. Las discusiones se centraron en las temáticas de las potencias emergentes y los
cambios geopolíticos mundiales; Hegemonía y contrahegemonía y nuevo sistema mundial; Recursos naturales y soberanía; Integración regional y desafíos para América Latina.3 El Coloquio fue inaugurado por el
vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y clausurado por el presidente Evo Morales. Durante el evento, el entonces secretario ejecutivo
de CLACSO, Pablo Gentili, hizo entrega del Premio Latinoamericano
y Caribeño “CLACSO 50 años” a Evo Morales.
La última participación del GT en Bolivia fue en el marco del seminario internacional “Guerra Comercial y Crisis del Capitalismo;
Impactos y Alternativas para América Latina”,4 que se llevó a cabo entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre de 2019, en el marco de las elecciones que se realizarían semanas después.
SOBRE ESTA OBRA
Esta obra colectiva parte de la tesis compartida de que la estrategia golpista multidimensional en Bolivia se articula por causas geopolíticas y
izquierda más importantes a nivel regional y mundial como David Harvey, Immanuel
Wallerstein, Toni Negri, Michael Hardt, Slavoj Zizek, Luis Tapia, Enrique Dussel,
Samir Amin, Boaventura de Sousa Santos, entre otros.
2 Este curso fue organizado, conjuntamente, entre el Programa de Posgrado en
Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), la Vicepresidencia del Estado y la Escuela de Gestión Pública Plurinacional
(EGPP). Ver Peralta (2015).
3 Ver https://www.clacso.org.ar/clacso_grupos_de_trabajo/sistema_gt/informe_trienal_2019/imprimir_informe/formulario.php?id_reunion=288&ficha=1243
4 El evento fue organizado por los GT de CLACSO “Geopolítica, integración regional y sistema mundial” y “Crisis y economía mundial”, el Ministerio de la Presidencia,
la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, el Banco Central de Bolivia
(BCB), la EGPP, la Red de Estudios de la Economía Mundial (REDEM) y la Sociedad
Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico (SEPLA). Ver https://
www.clacso.org/actividad/seminario-internacional-2019-guerra-comercial-y-crisiscapitalista-impactos-y-alternativas-para-america-latina/
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Tamara Lajtman, Silvina Romano, Mónica Bruckmann y Oscar Ugarteche
tiene impactos geopolíticos. Los textos académicos y ensayos elaborados
desde diversos ángulos de análisis se unen bajo el paraguas de la certeza de que Bolivia es un territorio, pueblo y proyecto clave en la reconfiguración geopolítica de un capitalismo en crisis. En conjunto, ofrecen
un panorama esclarecedor a contrapelo de las narrativas que justifican y naturalizan la usurpación del poder. Porque hoy más que nunca
la geopolítica es disputa real y material por recursos, mercados y territorios que requiere de un relato que la legitime (Dalby, 2008: 413-436;
O’Tuathail y Agnew, 1992: 190-214), en un contexto de (des)información
y bombardeo de noticias falsas y opiniones infundadas, donde es cada vez
más complejo discernir entre lo que sucede y lo que se dice o calla sobre
lo que sucede (Laketa, 2019: 155-161). Como una materialización más
de la desigualdad del orden internacional, el relato con fuerza de verdad
(considerado como verdadero) suele ser aquel pronunciado por gobiernos, voces expertas y medios de comunicación concentrados y redes sociales proyectados desde los países centrales y reproducidos por sectores políticos y líderes de opinión afines en la periferia (Mattelart, 2002).5
Es fundamental aclarar que en el proceso de convocar a quienes
contribuyen a esta obra nos encontramos con actores que experimentaron de modo directo la violencia y el miedo implementados a partir del golpe y tuvieron que exiliarse (en suelo propio o en el exterior).
Enfrentándose a esta coyuntura, algunos optaron por no escribir mientras que otros decidieron escribir bajo seudónimo debido a la implacable persecución política, en algunos casos planteada oficialmente como
“cacería a sediciosos y terroristas”.
El objetivo del golpe y las diversas estrategias para evitar el retorno
del MAS a la política boliviana obedece en buena medida a que el proceso de cambio iniciado en el año 2005 demostró ser una vía alternativa
posible al neoliberalismo (con diversas limitaciones, pero con significativos logros) en uno de los países más pobres del continente. Anclada en
este precepto, la primera parte del libro explora los logros socioeconómicos de la administración de Evo Morales a través de la planificación
del Estado en la economía y asentada en la construcción de un Estado
soberano como construcción contrahegemónica.
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía
Converti realizan un ejercicio contrafáctico que permite distinguir cuál
habría sido la evolución de las variables macroeconómicas si Bolivia no
hubiese implementado la política de nacionalizaciones. Maribel AponteGarcía, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos,
5 Ver, también, https://www.celag.org/wp-content/uploads/2018/06/THINK-TANKCELAG.pdf
18
Presentación
Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi profundizan en la seguridad y la soberanía alimentaria como parte transversal de las políticas
públicas y de los programas y proyectos impulsados por el gobierno de
Evo Morales. A su vez, Loreta Telleria analiza y disecciona el rol de la
asistencia económica de Estados Unidos como un mecanismo de subversión política e ideológica contra el gobierno del MAS.
La segunda parte del libro reúne trabajos que dan cuenta de la importancia de Bolivia en la geopolítica y la economía mundial. Elementos
como la posición estratégica del país andino y amazónico en el corazón
del continente, sus vastos recursos naturales (principalmente litio e hidrocarburos) y biodiversidad hacen que el territorio boliviano se posicione en el centro de la disputa intercapitalista contemporánea. A este
respecto, quienes participan en esta obra sostienen que el proyecto boliviano de industrialización del litio fue intolerable para Estados Unidos,
lo que explicaría en buena medida la presión por el cambio de gobierno
(desestabilización). Asimismo, el Estado Plurinacional asumió un rol
en la esfera internacional sin precedentes en la historia del país, transitando el camino de la multipolaridad emergente, liderando nuevas dinámicas en las relaciones extrarregionales y protagonizando distintas
experiencias integracionistas (UNASUR, ALBA, CELAC) que enfrentaron el orden panamericano y neoliberal.
Silvia Laura Rodríguez detalla la riqueza geológica del territorio
boliviano, haciendo hincapié en el potencial hidrocarburífero y mineral y sus implicaciones en el marco de la disputa hegemónica entre
Estados Unidos y China. Adriana R. Cadena Cancino y Maribel AponteGarcía profundizan sobre la cuestión del litio y su relación con el golpe a partir de un análisis minucioso de las conexiones entre las reservas, las cadenas globales de valor y la política de industrialización del
litio en Bolivia. Oscar Ugarteche y Armando Negrete realizan un repaso histórico y teórico sobre qué es un golpe de Estado y revisan los
elementos geoeconómicos del golpe en Bolivia. Ricardo Orozco interpreta el golpe en el marco de la reapropiación neoliberal del Estado en
América, partiendo de reflexiones sobre la crisis estructural del capitalismo y bifurcaciones sistémicas. El trabajo de Consuelo Ahumada examina los cambios en la geopolítica global y regional y su incidencia en
el golpe, destacando el liderazgo de Evo Morales frente a la agenda estadounidense en Bolivia.
Los trabajos de la tercera parte de la obra se orientan a echar luz
sobre el entramado golpista conformado por la derecha autóctona e internacional, las fuerzas de seguridad colonizadas, grupos irregulares y
comités cívicos, permeado por el clasismo, racismo y fundamentalismo
religioso arraigados en los sectores conservadores de la sociedad boliviana. Se lleva a cabo un significativo esfuerzo por identificar actores
19
Tamara Lajtman, Silvina Romano, Mónica Bruckmann y Oscar Ugarteche
(ponerles nombres y apellidos) y herramientas que aporten a la comprensión de este complejo episodio.
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García Fernández y
Arantxa Tirado proponen desentrañar trayectorias personales e institucionales, así como los intereses asociados al golpe, presentados en
la red de poder de la derecha presente antes del golpe y que prevalece luego de los eventos de noviembre de 2019; profundizan además en
el modo en que estos hechos son justificados en virtud de un proceso
de manufacturación de consenso negativo con respecto al gobierno del
MAS, que trasciende lo local y adquiere especial visibilidad e impacto
en el exterior.
Por último, articulado al objetivo de poner en evidencia el desarrollo de los hechos, sectores, trayectorias personales e intereses involucrados, se expone un breve ensayo a modo de pieza de historia oral y
“relato de vida”, redactado por Ernesto Eterno, uno de los actores que
experimentó de cerca el golpe de Estado. Relato que contiene valiosos
datos, a la vez que logra transmitir el sentimiento y el estado de ánimo
de los y las que vivenciaron tanto el proceso de cambio como el momento del golpe. Elegimos este cierre como el inicio de una memoria colectiva sobre el golpe que es urgente recuperar/escribir, frente a la evidente reversión de procesos en Bolivia.
Con el ánimo de aportar a esta “otra historia” sobre lo acontecido
en Bolivia, en esta batalla permanente y sin tregua de las ideas, compartimos una suerte de cronología “mínima”, a modo de punto de partida para análisis más complejos y pormenorizados de cada evento asociado al Golpe.
Agradecemos profundamente a quienes colaboraron de diferentes
maneras para concretar este libro, en particular a colegas de Bolivia que
aceptaron este desafío en contextos cotidianos de violencias y de numerosas dificultades materiales y afectivas. Dedicamos estas páginas, en
primer lugar, al pueblo boliviano, que sabemos sabrá retomar la senda
de la emancipación, porque la lucha forma parte de su mera existencia. Nunca se dio por vencido. En segundo lugar, esto es para nuestra
América, porque con cada golpe de Estado reviven los episodios y memorias más tristes y retrógradas de nuestra historia, pero también renace la esperanza y la valentía de lo que supimos superar y transformar,
nos trae al presente ese potencial emancipador que no nos han podido
extirpar, aun con los métodos más violentos e inhumanos o con los más
sofisticados y elegantes.
NUNCA MÁS.
Buenos Aires, Río de Janeiro, Ciudad de México
21 de julio de 2020
20
Presentación
BIBLIOGRAFÍA
Dalby, S. (2008). Imperialism, domination, culture: the continued
relevance of critical geopolitics. Geopolitics, 13(3), 413-436,
(Routledge).
Laketa, S. (2019). “Even if it didn’t happen, it’s true”: The fantasy of
geopolitics in the “post-truth” era. Emotion, Space and Society,
1(31), 155-161, (Elsevier).
Mattelart, A. (2002). Geopolítica de la cultura. Santiago de Chile:
LOM.
O’Tuathail, G. y Agnew, J. (1992). Geopolitics and discourse. Practical
geopolitical reasoning in American foreign policy. Political
Geography, 11(2), 190-214.
Peralta, R. M. (2015). Geopolítica e Integración Regional, América
Latina en el Sistema Mundo. Disponible en https://www.nodal.
am/2015/06/geopolitica-e-integracion-regional-america-latina-enel-sistema-mundo-por-rebeca-peralta-marinelarena/
21
PRIMERA PARTE
ESTADO SOBERANO
COMO CONSTRUCCIÓN
CONTRAHEGEMÓNICA
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA
DE NACIONALIZACIONES?1
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo
y Lucía Converti
INTRODUCCIÓN
El crecimiento económico ya no es novedad en Bolivia, la estabilidad
tampoco. Algo ha pasado para que este país sudamericano no sea noticia. Conseguir la tasa de desempleo más baja del subcontinente (3.2%),
a pesar de que la población activa creció un 37% desde 20052 y que
el salario mínimo se multiplicó por 6 desde 2005, debería ser noticia.
También es noticia que quienes quieran progresar ya no tengan que recurrir a la emigración como única alternativa. Es una noticia que en
2019 el salario mínimo de Bolivia haya superado al de Argentina, uno
de los países de destino más frecuentes de la emigración boliviana. La
moraleja de que Evo Morales, uno de los muchos bolivianos que emigró por razones económicas a Argentina, en pocos años haya revertido
la situación para beneficio de sus compatriotas, es otra noticia. Pero las
noticias dejan de serlo cuando se transforman en rutina, y este es afortunadamente el caso de Bolivia.
1 Extraído de Oglietti, G.; Oliva, N.; Martín-Carrillo, S. y Converti, L. (2019, mayo)
¿Qué sería de Bolivia sin su política de nacionalizaciones? Disponible en www.celag.
org
2
Un ritmo que casi duplica el crecimiento poblacional de 21% en el periodo.
25
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
Bolivia es un ejemplo palmario de que hay alternativas.3 Demuestra
que la estrategia de apostar por una economía con rostro humano no
solo es humanista, sino que también es buen negocio. Bolivia ha sido el
país que registra el mayor crecimiento de la región, liderando la clasificación sudamericana en 2009, 2014, 2016 y 2018 y, además, persevera
mostrando grandes progresos en la dimensión social. Sus políticas redistributivas activas no afectaron el equilibrio fiscal como presuponen
los defensores del Estado mínimo, sino que, por el contrario, Bolivia puede jactarse de alto crecimiento, estabilidad cambiaria y muy baja inflación. Que tanto argentinos como peruanos comiencen a ahorrar en pesos bolivianos es una novedad, aunque no sea noticia.
La pobreza se redujo de 59.6% en 2005 a 16.8% en 2015 según los
datos del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INEB), mientras
que según el Banco Mundial4 la caída fue del 9.9% a 2.5%. Si sigue esta
trayectoria mostrada en el periodo 2005-2015 la pobreza estaría erradicada en menos de un lustro. En todas las dimensiones sociales se presentan notables mejoras. En cuanto a la vivienda se observa un importante crecimiento en el acceso de los hogares a los servicios básicos que
hasta hace poco eran considerados bienes de lujo. El acceso a la electricidad y al abastecimiento de aguas pasó de 68.3% y 82.9%, respectivamente, en 2005, a 93% y 90% en la actualidad. En términos educativos, hoy el porcentaje de bolivianos que asistió a la secundaria es de
58.2 mientras que hace 12 años era un 42.7. En salud, el presupuesto
aumentó del 4.9% al 6.4% del PIB en estos años y la mortalidad infantil5 se redujo de 46 por cada 1 000 a 28 por cada 1 000. En menores de
5 años la mejora fue de 60.6 a 34.9.
La experiencia de la política económica boliviana durante el gobierno de Evo Morales demuestra las falacias de muchos de los supuestos con los que la economía neoclásica insiste hasta el hartazgo. Uno de
ellos es que subir el salario mínimo destruye empleos. Otro es que los
países con políticas sociales generosas tienen problemas de inflación y
depreciación de sus monedas. Otro, que la inversión pública desplaza a
la inversión privada.
En este trabajo nos concentramos en otro de los principios de la economía neoclásica que el gobierno de Evo Morales ha comprobado falsos.
Nos referimos a la falacia de que el Estado no debe meter sus narices en la
producción sino dejarle la tarea al sector privado porque es más eficiente.
3 Hay Alternativa en oposición al famoso No hay alternativa de Margaret Thatcher,
cuyo acrónimo en inglés se hizo famoso como TINA (There is no Alternative).
4
El Banco utiliza como indicador de línea de pobreza el límite de 1.9 USD diarios.
5
De menores de 1 año.
26
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
Gráfico 1. El dilema no existe en Bolivia
Crecimiento y estabilidad económica y políticas redistributivas
Reservas internacionales / PIB y Deuda externa / PIB en porcentajes, calculados a base de dólares
corrientes, variación del PIB a valores constantes y PIB en niveles en dólares corrientes
Indicadores macroeconómicos
8
160
140
6
120
100
40 000
Variación PIB
(eje izq.)
35 000
4.9
3.8
4
2.9
80
40
15 000
0
20
25 000
20 000
2
60
30 000
10 000
-2
Reservas/PIB
-4
Deuda externa/PIB
PIB USD Corrientes
(eje der.)
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
0
5 000
0
Fuente: Cuentas Nacionales y Banco Mundial (BM).
Por el contrario, la hipótesis que sostiene este trabajo es que uno
de los aspectos que le ha permitido al país dar un vuelco inédito en
sus condiciones materiales y estructura económica, ha sido precisamente la aplicación de una política de nacionalización de empresas
estratégicas que retuvo la renta extractiva en origen. El proceso de estatalización de empresas que impulsó el gobierno de Evo Morales ha
demostrado ser una política económica heterodoxa y eficaz, una más derrumbando falacias neoliberales.
Gráfico 2. Hay alternativa. Pobreza, desempleo y salario en Bolivia
6.0
350
70
5.0
300
60
250
50
200
40
150
30
100
20
1.0
50
10
0.0
0
0
4.0
3.0
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2.0
Desempleo (%)
Salario mínimo en USD (eje derecho)
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
Pobreza en porcentajes del total de la población, desempleo en porcentajes de la población activa y
salario mínimo en dólares corrientes
Pobreza
Pobreza (menos 1.9 USD por día)
Fuente: Elaboración propia en base a OIT, INEB y Banco Mundial.
27
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
ANTECEDENTES
La nacionalización de empresas estratégicas fue un proyecto nacional
impulsado por los movimientos sociales de resistencia al neoliberalismo de los noventa e implementado por Evo Morales desde la presidencia a partir del año 2006.
Las estatalizaciones le permitieron al país retener en origen una
fracción de la renta extractiva (sobre todo petrolera y gasífera), que se
destinó a engrosar el ahorro nacional y destinarlo a la inversión social,
la inversión pública o al ahorro financiero.
Como veremos, en nuestro trabajo hemos realizado un ejercicio basado en las relaciones macroeconómicas fundamentales del país, una
simulación que nos ha permitido hacer el ejercicio contrafactual de evaluar cuales habrían sido los principales resultados económicos si no se
hubiese contado con dichos recursos.
NACIONALIZACIONES DE SECTORES ESTRATÉGICOS
Desde la segunda mitad del siglo XX la economía boliviana pasó por
dos grandes etapas que vienen principalmente caracterizadas por la
participación que el Estado tuvo en la economía. La primera etapa se
extiende desde el año 1952 hasta el año 1985 y se caracteriza por la participación activa del Estado en la economía y el proceso impulsado de
nacionalizaciones de sectores estratégicos ligados a los recursos naturales. La segunda etapa va desde 1985, año en el que se aprueba el Decreto
Supremo 21 060 y que supone el desembarco de las políticas neoliberales en Bolivia. Este periodo que se extiende hasta el año 2005 se caracteriza por la reducción del Estado y los sucesivos procesos de privatizaciones que culminaron con una creciente convulsión social en los
últimos años del periodo. A continuación caracterizamos brevemente
ambos periodos.
ESTATISMO NACIONALISTA (1952-1985)
La primera de ellas comienza con la Revolución de 1952 y su característica principal es la fuerte presencia del Estado en la economía. Durante
la etapa denominada Estatismo Nacionalista es en la que se funda la
Central Obrera Boliviana (COB), sindicato que integra a los obreros de
los principales sectores económicos del país. Entre los principales objetivos de la COB estaba luchar por la nacionalización de las minas y de
los ferrocarriles, que habían sido previamente privatizados.
A pesar de que el primer secretario ejecutivo de la COB fue Juan
Lechín Quevedo, que al mismo tiempo era Ministro de Minas y Petróleo
del primer gobierno de Víctor Paz Estenssoro, las tensiones entre la
COB y el propio ejecutivo fueron constantes en los primeros años, principalmente por la falta de un pleno compromiso de Paz Estenssoro con
28
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
la nacionalización de las minas. Estas tensiones se articulaban en torno a la nacionalización de los tres principales grupos mineros (Patiño,
Hochschild y Aramayo) y el miedo del ejecutivo a que el gobierno de
Estados Unidos etiquetara al gobierno revolucionario de comunista.
Finalmente, Paz Estenssoro conformó una comisión encargada de
evaluar la nacionalización de la minería que concluyó con la nacionalización de las minas, pero otorgando una compensación a los propietarios de las mismas. Esto suponía una posición intermedia a lo defendido desde la COB, que consideraba que el Estado boliviano no debía
pagar por la recuperación de la propiedad estatal de las minas, y las tensiones para mantener el statu quo en la propiedad minera, pero hacía
realidad el deseo de la nacionalización, y además, el pago de la compensación permitía a Estenssoro alejarse de la etiqueta de gobierno comunista, y fue visto por Estados Unidos como un gobierno nacionalista.
Hay que tener en cuenta que en el contexto internacional sudamericano estaba caracterizado por la fuerte presencia de Estados Unidos
en la región, canalizada a partir del desarrollo de la doctrina Truman de
política exterior que motivaba la intervención de Estados Unidos ante lo
que ellos consideraban la “amenaza comunista”. En este periodo, candidatos presidenciales de carácter nacionalista habían accedido al poder
en países como Chile, Ecuador y Panamá, siendo apoyados por los partidos comunistas de sus países. Este escenario alertó a Estados Unidos
sobre el nuevo gobierno boliviano que, sin embargo, con la aprobación
del voto universal, la reforma agraria y sobre todo la reducción del aparato militar a un mínimo simbólico tranquilizaron a la administración
estadounidense (Huber Abendroth, 2005).
La nacionalización de las minas en este periodo fue percibida favorablemente por la ciudadanía como un verdadero hito en la construcción de la independencia económica de Bolivia, que aún hoy sigue presente a pesar de los retrocesos que se produjeron en décadas
posteriores.
EL NEOLIBERALISMO EN BOLIVIA (1985-2005)
El neoliberalismo aterriza en Bolivia de la mano de la misma persona
que había liderado el proceso del estatismo nacionalista, el mismo presidente Víctor Paz Estenssoro, que desde el inicio del que era su cuarto mandato presidencial da un vuelco total hacia el libre mercado. Es
el Decreto Supremo 21 060 el que pone en marcha el aterrizaje de las
políticas neoliberales en Bolivia. Este Decreto puso las bases para el
futuro proceso de “capitalización”, es decir, privatización que se llevó
a cabo durante las dos décadas siguientes provocando la “relocalización” de miles de trabajadores, el cierre de la CBF (Corporación Boliviana
de Fomento), la transferencia de sus empresas a las Corporaciones
29
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
Regionales de Desarrollo y la prohibición de que las empresas públicas
efectuaran inversiones.6
En el año 1991 el Decreto Supremo 22 836 de 14 de junio dispone la privatización de 60 entidades empresariales que dependían de las
Corporaciones de Desarrollo de los 9 Departamentos. Un año más tarde, el 24 de abril de 1992, se aprobó la Ley 1 330 de privatizaciones
que establecía la privatización de las empresas públicas del país. Estas
empresas pertenecían a los diferentes niveles del Estado, y también entraban dentro del plan privatizador algunas cooperativas con participación estatal.
Sobre las leyes y los decretos emitidos en los años precedentes, el
21 de marzo de 1994 se promulgó la Ley 1 544 de Capitalización que
esta vez afectaba de manera más directa a las empresas estratégicas
nacionales. Empresas estratégicas del Estado como ENDE (Empresa
Nacional de Electricidad de Bolivia), ENFE (Empresa Nacional de
Ferrocarriles del Estado), YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos), ENTEL (Empresa Nacional de Telecomunicaciones) y
LAB (Lloyd Aéreo Boliviano) son sometidas al proceso de “capitalización”, eufemismo utilizado para denominar positivamente el proceso
privatizador.
Finalmente, en el año 1996, durante el gobierno de Sánchez de
Lozada se aprobó la Ley de Hidrocarburos que otorgaba el control y
la propiedad de los yacimientos de hidrocarburos a las petroleras, a
las que se permitía retener el 82% del total de los recursos obtenidos
por la extracción de gas y petróleo, quedando para el Estado solamente un 18%.
Durante la década de 1989-1999 se privatizaron un total de 36
empresas cuyos precios de venta fueron mucho menores que el valor
del capital invertido en las mismas. El monto obtenido por las ventas
alcanzó 92 857 833 dólares, mientras el que el capital invertido en las
mismas fue aproximadamente de 1 000 millones en función de los datos de la CEMIPyC (Comisión Especial Mixta para la Investigación de
la Privatización y la Capitalización). Este proceso provocó la desestructuración de la economía estatal y una creciente dependencia de los capitales privados, generalmente extranjeros, aumentando la dependencia extranjera de la economía boliviana.
El financiamiento de la Capitalización y las Reformas Asociadas al
mismo se estima en función de los datos de la CEMIPyC en 286 MUSD,
de los cuales el principal órgano financista fue el Banco Mundial (que
6 Asamblea Legislativa Plurinacional (2014). Comisión Especial Mixta para la
Investigación de la Privatización y la Capitalización, 1989-2000.
30
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
otorgó 12 créditos por un total de 216 MUSD) y en segundo lugar el
Banco Interamericano de Desarrollo-BID (con 70 MUSD).
Además de la pérdida de patrimonio producto de las privatizaciones de un Estado que acaparaba tras la Revolución del 52 el 70% del
aparato productivo nacional, el Estado quedó endeudado con la política de privatización y capitalización que costó aproximadamente unos
450 millones de dólares, entre préstamos y gastos propios del Tesoro
General del Estado. A comienzos de 2019, y tras casi cuatro años de trabajo, se publicó el Informe de la Comisión Mixta de Investigación del
proceso de Privatización y Capitalización de las Empresas Públicas que
determinó que la enajenación durante los siete mandatos presidenciales de 1985 a 2005 causó un daño de 21 000 millones de dólares,7 una cifra que equivale a dos PIB de 2005.
El crecimiento económico también quedó fuertemente deteriorado si comparamos con las décadas precedentes del estatismo nacionalista. Si entre 1965 y 1985 el Producto Interior Bruto (PIB) había
crecido a un promedio anual de 5.2%, en el periodo neoliberal con la
aplicación de estas reformas el crecimiento promedio anual del PIB
fue del 3%. El déficit fiscal durante los 20 años de neoliberalismo fue
del 4.9%, frente al 3.2% del periodo del Estatismo nacionalista (García
Linera, 2008).
LAS NACIONALIZACIONES Y LA RENEGOCIACIÓN
DE LOS CONTRATOS
Desde el año 2000 la presión social por un cambio de modelo fue cada
vez mayor. La desigualdad y pobreza acrecentadas durante los años 90
fueron generando un clima de mayor descontento, y uno de los ejes de
las reivindicaciones sociales fue el de la recuperación pública de los recursos naturales y de los servicios básicos.
Las victorias sociales, aunque con un elevado coste en vidas, de
las conocidas como Guerra del Agua (2000) y la Guerra del Gas (2003)
fueron moldeando a la sociedad boliviana hacia la ruptura con el modelo neoliberal, privatizador y empobrecedor. Estas victorias condujeron, a través de la fuerte reivindicación social en las calles, a la convocatoria de un Referéndum Vinculante. El mismo se planteó como una
válvula de escape a la creciente tensión social que motivó el abandono
del poder de Sánchez de Lozada y el acceso a la presidencia del hasta
ese momento su Vicepresidente, Carlos Mesa. El 18 de julio de 2004 se
celebró el Referéndum en el que el pueblo decidió de manera soberana
7 El periodo corresponde a los mandatos de Víctor Paz Estenssoro, Jaime Paz
Zamora, dos mandatos no consecutivos de Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo
Banzer, Jorge Quiroga y el del actual candidato presidencial, Carlos Mesa.
31
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
que el Estado Nacional recuperara la propiedad de todos los hidrocarburos producidos en el país.
Sin embargo, no fue hasta el año 2006, ya con Evo Morales en el
gobierno, cuando paulatinamente se hace efectivo el cumplimiento del
mandato expresado por el gobierno boliviano.
EMPRESAS NACIONALIZADAS, RE-ESTATALIZADAS O
RESCISIONES DE CONTRATOS DE CONCESIÓN
A continuación presentamos los casos más destacados sobre las compañías que han pasado a titularidad pública a partir del año 2006.
• El 1 de mayo de 2006 se promulga el Decreto Supremo 28 701
que venía a dar cumplimiento al mandato popular expresado
en abril de 2004. Si bien es cierto que un año antes ya se había modificado parcialmente la Ley de Hidrocarburos de 1996,
consiguiendo revertir parcialmente la situación de expolio del
país (se elevó la participación del Estado en las plusvalías por
la explotación de hidrocarburos hasta un 50%, 32% debido al
Impuesto Directo a los Hidrocarburos y 18% a las regalías), es
con este DS 28 701 cuando se establece que el 82% de la producción petrolera pasará a manos del Estado para todos aquellos campos que hayan alcanzado una producción superior de
100 millones de pies cúbicos diarios de gas durante el año 2005.
El Decreto Supremo establece que YPFB debe pasar a controlar al menos el 51% de las empresas Chaco SA (50% más una
acción), Petrobras Bolivia, Refinación SA y Compañía Logística
de Hidrocarburos de Bolivia S.A.
• La mina de Huanuni se re-estataliza en octubre de 2006. Esta
mina es la mayor mina de estaño del país.
• Se re-estataliza la Empresa Nacional de Telecomunicaciones
(ENTEL) en enero de 2007. Con esto se continúa con la recuperación de las empresas estratégicas por parte del Estado boliviano tras YPFB. Sin embargo, las conversaciones con la matriz de
ENTEL, la italiana TELECOM, se estancaron y la empresa planteó un recurso ante el CIADI.
• Nacionalización en febrero de 2007 de la empresa de fundición
Vinto que estaba en manos de capital suizo.
• En marzo de 2008 el gobierno fija un plazo máximo hasta el 30
de abril de ese mismo año para la nacionalización de cuatro filiales de la hispano-argentina Repsol YPF, las británicas Ashmore y
British Petroleum y del consorcio peruano-alemán CLBH.
• El 11 de abril de 2008 se transforma la estatal Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en una corporación que
tiene como finalidad liderar la nacionalización petrolera.
32
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
• Al mismo tiempo de la transformación de YPFB se crea una nue•
•
•
•
•
•
•
va empresa pública, Empresa Boliviana de Industrialización de
los Hidrocarburos (EBIH).
El 1 de mayo de 2008 el Estado boliviano adquiere la totalidad
de las acciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos y recupera la mayoría accionarial (50% + 1 acción) de las empresas
petroleras Chaco, Panamerican Energy, Andina y de la empresa
transportadora Transredes. De esta forma se da cumplimiento a
lo establecido en el DS 28701.
El 15 de octubre del año 2008 se firma un acuerdo entre la estatal YPFB para iniciar la gestión compartida junto con la empresa hispano-argentina Repsol-YPF de la empresa YPFB-Andina.
En enero de 2009 se nacionaliza la petrolera Chaco, hasta ese
momento participada por Bristish Petroleum y la argentina
Bridas. El Gobierno boliviano decretó la completa nacionalización tras haber comprobado que la empresa había sacado del
país 277 millones de dólares en el año 2008.
Sobre la distribución de la tierra también actuó el ejecutivo. El
6 de febrero del año 2009 el Gobierno expropió 36 000 hectáreas de tierra a hacendados debido a que sus propietarios sometían a situación de servidumbre a los trabajadores. El mayor
propietario de estas tierras era la familia estadounidense Larsen
Metenbrink, a las que se expropian 15 000 hectáreas de tierra.
El 1 de mayo de 2009 el ejecutivo nacionaliza la filial británica de
British Petroleum encargada del reparto de combustible a los aeropuertos bolivianos. A diferencia de lo anunciado en otras ocasiones, el ejecutivo anuncia que pagará a la matriz por la nacionalización de esta empresa, Air BP.
El 1 de mayo de 2010 se nacionalizan 4 empresas eléctricas a través del Decreto Supremo 493: Corani, Guarachi, Valle Hermoso
y la Cooperativa distribuidora de electricidad Empresa de Luis y
Fuerza Eléctrica de Cochabamba. Corani estaba participada en
un 50% por la empresa Ecoenergy Internacional, empresa subsidiaria de la francesa GDF Suez, por la que en octubre de 2011 el
estado boliviano pagó 18.4 millones de dólares como indemnización por la nacionalización. Por su parte, Guarachi tenía como
principal accionista a la empresa británica Rurelec PLC, mientras que la empresa Valle Hermoso estaba controlada al 50% por
The Bolivian Generating Group.
Se nacionaliza la empresa fundidora de antimonio Empresa
Metalúrgica Vinto-Antimonio que llevaba unos años sin actividad. Esta empresa, que era filial de la empresa suiza Glencore,
se nacionaliza el 2 de mayo de 2010.
33
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
• El 1 de mayo de 2012, con la promulgación del DS 1 214 se ex-
•
•
propian las acciones que la empresa de capital español Red
Eléctrica Española tenía en la empresa Transportadora de
Electricidad (TDE), hecho suscitado ante una situación de estancamiento de las inversiones privadas que afectaron negativamente la ampliación del sistema de transmisión en el país.
Posteriormente, debido a las elevadas tarifas, la baja calidad de
servicio y el bajo nivel de cobertura en el área rural, mediante el DS 1 448 de 29 de diciembre de 2012, el gobierno decide
nacionalizar a favor de ENDE las empresas: Electricidad de
La Paz S. A. ELECTROPAZ S. A. (actualmente DELAPAZ S. A.);
Empresa Luz y Fuerza de Oruro S.A.-ELFEO S. A.; Compañía
Administradora de Empresas Bolivia S. A.-CADEB (actualmente
ENDE Tecnologías), y Empresa de Servicios EDESER S. A. (actualmente ENDE Servicios y Construcciones).
En febrero de 2013 se decretó la nacionalización de SABSA
(Servicios de Aeropuertos Bolivianos SA), propiedad de las españolas Abertis y AENA. Estas habían conseguido la concesión
para gestionar los tres aeropuertos más importantes de Bolivia
(el de El Alto, el de Cochabamba y el de Viru-Viru en Santa Cruz)
en el año 1997. Desde ese año, SABSA ha obtenido unas utilidades que ascienden a 20.6 millones de dólares, lo que supone
un 2.164% sobre el capital inicial desembolsado. Finalmente, en
mayo de 2017 se llegó a un acuerdo entre el Estado boliviano.
Abertis y AENA para el pago del primero de 23 millones de dólares estadounidenses por la nacionalización.
NACIONALIZACIONES Y SEGURIDAD JURÍDICA
Las nacionalizaciones se realizaron en un marco general de negociación con las empresas que las tenían bajo su control en un marco respetuoso de la seguridad jurídica. El gobierno se ocupó particularmente de otorgar confianza a los inversionistas asegurándoles sus derechos.
Sin embargo, en el marco de las negociaciones algunas empresas no
vendieron las acciones requeridas por el Estado para alcanzar la mayoría accionaria, e incluso varias de ellas demandaron en cortes nacionales o internacionales al Estado, reclamando por el pago de la indemnización por montos que excedían fuertemente la oferta del gobierno.
Finalmente, en la mayoría de los casos se alcanzaron acuerdos satisfactorios para las partes.
En solo tres casos se llegó a instancias de denuncias ante el CIADI,
y dos de ellos concluyeron con acuerdos previos a la resolución de arbitraje, mientras que el tercero se encuentra sin resolución hasta el momento. A pesar de la intensidad y rapidez con las que se implementaron
34
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
las nacionalizaciones, llama la atención la resolución pacífica de los
conflictos de intereses entre las empresas y el Estado en casi la totalidad de los casos. Bolivia demuestra una vez más, a contracorriente, que
es posible llegar a acuerdos que involucren beneficios mutuos satisfactorios para las empresas y la ciudadanía que prevalezcan sobre los conflictos. Un análisis en profundidad sobre las características bolivianas
de las negociaciones llevadas a cabo, sin duda contribuirá a llevar satisfactoriamente procesos similares en la región.
NACIONALIZACIONES Y LA NACIONALIZACIÓN DEL AHORRO
A la economía neoclásica le molesta la intromisión del Estado en la economía, especialmente en el sector externo, porque es ahí donde más
peso tienen los intereses de la burguesía financiera internacional. Les
preocupan los límites que se impongan a sus privilegios adquiridos con
el diseño actual de la globalización.
La teoría de los déficits gemelos le endosa la culpa del déficit de
cuenta corriente al gasto público. Por lo tanto, la solución consiste en
controlar el déficit fiscal, esperando así que el sector externo se equilibre gracias a un ajuste automático. Como casi toda la economía neoclásica, el equilibrio externo y fiscal tiene pies de barro en los supuestos
teóricos sobre los que se asienta y nulo soporte en la práctica. De hecho,
para países exportadores de recursos naturales se ha documentado una
relación inversa: el déficit de cuenta corriente causa el déficit fiscal, es
decir, que la causalidad es al revés de lo que presuponen. No existe tal
ajuste automático.
Lo cierto es que la cuenta corriente sigue siendo el talón de Aquiles
de los países en desarrollo de América Latina. Anualmente este déficit representa una nueva deuda adquirida por el país con el resto del mundo
en moneda extranjera. La acumulación de déficits de la cuenta corriente se transforma en el stock de deuda del país frente al resto del mundo.
La contrapartida de este déficit de la cuenta corriente es un deterioro
de la posición de inversión internacional, es decir, del balance contable
con relación al resto del mundo. El deterioro puede tener como contrapartida un superávit de la cuenta financiera de la balanza de pagos (que
representa un ingreso de divisas), o un desprendimiento de activos financieros con el resto del mundo, por ejemplo, ventas de reservas internacionales o de otros activos con el exterior.
Este financiamiento proviene de la inversión directa, la inversión
en cartera o deuda externa –pública o privada. Si ninguna de estas fuentes es suficiente para cubrir el déficit, el saldo será cubierto con una
pérdida de reservas internacionales. Es decir, los déficits perpetuos de
cuenta corriente son insostenibles y sumen al país en una espiral de
deudas con el exterior, limitando su capacidad de utilizar divisas para la
35
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
inversión doméstica (Godley e Izurieta, 2001). El mismo FMI en el año
2006 señala: “La experiencia pasada demuestra que grandes déficits de
cuenta corriente terminan siendo insostenibles en el largo plazo”.
Desde la llegada de Evo Morales al gobierno en 2006 la relación de
Bolivia con el resto del mundo ha cambiado radicalmente. El Gráfico 3
muestra la cuenta corriente de Bolivia en los últimos 40 años.
Gráfico 3. Saldo de la cuenta corriente y sus componentes, 1976-2017
En porcentajes del PIB. Componentes de la cuenta corriente
15.0%
10.0%
5.0%
0.0%
-5.0%
-10.0%
Renta neta factores
Remesas
Otras transferencias
Balanza comercial
2016
2014
2012
2010
2008
2006
2004
2002
2000
1998
1996
1994
1992
1990
1988
1986
1984
1982
1980
1978
1976
-15.0%
Cuenta corriente
Fuente: Elaboración propia a partir del BM.
En el periodo 1976-2002 el país andino se caracterizó por mantener recurrentes déficits tanto en la balanza comercial como en las rentas de factores. Bolivia compensaba parcialmente este desbalance con
transferencias corrientes (sin contraprestación): remesas personales,
donaciones, y especialmente otras transferencias compuestas mayoritariamente por ayudas al desarrollo. A pesar de la entrada neta por transferencias, Bolivia mantuvo un déficit perpetuo en su cuenta corriente, en promedio del 5.5% del PIB, entre 1976 y 2002. Así, con este flujo
anual deficitario de su cuenta corriente, Bolivia acumuló entre 1976 y
2004 una deuda del 143% del PIB con el exterior.
Entre 2002 y 2005 se logra un superávit de la cuenta corriente de
3.8% promedio, que se eleva hasta el 6.6% promedio durante la mayor
parte de la gestión de Morales (2006-2014). Entre 2006 y 2014 el país
acumuló activos externos equivalentes a un 60% del PIB. Se llega a la
situación inédita de que en solo tres años, 2006-2009, el país acumuló
superávits en torno al 12% del PIB anuales, esto significa la creación de
activos externos por más de un tercio del PIB en solo tres años, una situación inédita para el país, y demuestra la aplicación pragmática de
36
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
una política de responsabilidad fiscal con consecuencias macroeconómicas contracíclicas que han dado resultados satisfactorios.
En efecto, poco antes de la llegada de Morales y la nacionalización
de los recursos naturales, la relación con el exterior se transformó. La
balanza comercial comenzaba a experimentar importantes superávits,
situación que se extendió hasta el año 2015 cuando las condiciones externas cambiaron afectando los precios internacionales de los boom
commodities.
Un boom exportador puede tener impactos muy diferentes dependiendo de cuál sea la estructura de la propiedad del capital que explota
los recursos que generaron el boom. Si está en manos extranjeras, como
ocurre en Perú y Colombia por citar dos casos, es usual que el ahorro de
la balanza comercial haya sido a través de las rentas primarias de los factores de producción.8 En estos casos, los beneficios del boom permean
con menos profundidad a la sociedad donde se explotan esos recursos.
Afortunadamente esto no ocurrió en Bolivia gracias a la nacionalización. Por supuesto, los pagos de rentas primarias de factores se elevaron durante 2005-2017 acompañando la mayor rentabilidad sectorial
derivada de los precios de la energía, pero no lo hicieron en las proporciones que habrían tenido lugar de no haber nacionalizado los recursos naturales.
También incidió una importante fuente de divisas de Bolivia que
son las remesas de sus migrantes, las cuales crecieron significativamente en el periodo 2005-2017. Aunque no es un factor endógeno a la política económica de Morales, sí fue aprovechado por la economía para
articular la inversión doméstica y, a su vez, garantizar la retención de
divisas gracias a la inversión pública que, al final de cuenta, se convierte en un activo de la nación.
UN ANÁLISIS DE REGRESIÓN PARA EXPLICAR LA SALIDA DE DIVISAS
Un ejercicio econométrico permite explicar el componente de pagos
en concepto de rentas primarias de los factores que ha registrado desde 1976 la economía boliviana. La idea aquí es explicar con un modelo de
regresión lineal multicausal, ¿cuáles son los principales determinantes
del saldo de la balanza de rentas primarias netas?, es decir, el porcentaje del PIB que se llevan las empresas multinacionales. Así, la variable
dependiente es el saldo de las rentas primarias netas en términos del
PIB (expresada de modo que un valor positivo representa un déficit).
Entre las variables explicativas incorporamos una variable dicotómica
8 Las rentas primarias o rentas de los factores de producción representan, básicamente, la remuneración al capital y a los trabajadores no residentes en el país.
37
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
que denominamos boom cuando el precio del petróleo promedio anual
(Brent) asume un valor superior a los 50 dólares por barril, dos variables dicotómicas denominadas respectivamente Mesa y Morales, que
asumen el valor de uno cuando el periodo de gobierno de cada presidente, y el saldo de la balanza comercial en términos del PIB y la variación anual del precio del petróleo promedio anual (Brent).
MODELO DE REGRESIÓN
A continuación, demuestra la salida de la regresión estimada
Dependent Variable: Renta primaria
Method: Least Squares
Sample (adjusted): 1977 2017
Included observations: 41 after adjustments
Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
C
0.038
0.005
6.633
0.000
Balanza Comercial
0.1069
0.061
1.749
0.089
MORALES
-0.0342
0.007
-4.267
0.000
BOOM
0.0117
0.005
1.979
0.055
MESA
-0.0111
0.010
-1.054
0.298
BRENT(-1)
0.0003
0.000
2.589
0.013
R-squared
0.501772
Mean dependent var
0.042756
Adjusted R-squared
0.430596
S.D. dependent var
0.016390
S.E. of regression
0.012368
Akaike info criterion
-5.812972
Sum squared resid
0.005354
Schwarz criterion
-5.562205
Log likelihood
125.1659
Hannan-Quinn criter.
-5.721656
F-statistic
7.049788
Durbin-Watson stat
0.434698
Prob(F-statistic)
0.000119
Fuente: Elaboración propia.
Corroborando lo que afirmábamos, estos resultados muestran que
el saldo de la balanza comercial tiene una relación positiva y estadísticamente significativa, es decir, que cuando crece el saldo del comercio gracias al boom exportador, esos ingresos nacionales se fugan vía el
déficit de la balanza de rentas de la inversión (que es la variable dependiente). En segundo lugar, confirma que esta salida de capitales está relacionada con el precio del petróleo y más aún con la presencia de un
38
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
boom. Estas dos variables (boom y precio del petróleo) resultan con un
coeficiente positivo y estadísticamente significativo.
También se observa un coeficiente negativo y estadísticamente
significativo para la variable que representa el periodo de gobierno de
Morales, lo que demuestra que se aplicaron políticas de retención de la
renta, y que, si no hubiesen existido, habría existido una fuga mayor.
También se muestra que el coeficiente Mesa no es estadísticamente significativo, lo que significa que no aplicó una política de retención de la
renta en origen, sino que, durante su periodo de gobierno, se continuó
con el modelo de sangría de divisas precedente.
Esta estimación permite hacer la comparación entre la predicción
de pagos de rentas primarias al extranjero de acuerdo al modelo con los
datos reales, y la predicción que hace el mismo modelo sin la presencia del gobierno de Morales. Esta predicción arroja una diferencia de
38 puntos de PIB de diferencia. En otras palabras, nos permite afirmar
que las políticas implementadas de retención de la renta en origen nacionalizaron recursos equivalentes al 38% del PIB en estos 12 años analizados, esto es, a razón de 3.1% del PIB anuales.
Finalmente, un elemento adicional a apuntar es que Bolivia, antes de Evo Morales recibía importantes cantidades de transferencias
corrientes asociadas a “ayudas” al desarrollo: en 2004 representaban
4.5% del PIB. Desde que Morales ganó las elecciones a finales de 2005
estas transferencias caen inexplicablemente, muy probablemente revelando el carácter geopolítico de las mismas y el boicot que ha existido
hacia el gobierno boliviano durante los últimos 12 años por parte de las
potencias donantes: hacia 2017 estas transferencias fueron tan solo el
0.6% del PIB. No se trata de ayuda, al menos no desinteresada de razones políticas o económicas. A pesar de aquello el país logró ahorrar importantes cantidades de divisas a través del sector externo con una política pro-Estado. Bolivia demuestra que el Estado puede equilibrar el
sector externo por medio de políticas soberanas y sin intervencionismo
camuflado de “asistencia” al desarrollo.
¿Cuál es el ahorro neto que ha generado Bolivia fruto de unas nuevas relaciones económicas con el exterior? Un ejercicio que nos permite tener una dimensión inicial consiste en: 1) excluir del cálculo el flujo neto de remesas y de otras transferencias, porque estas variables son
exógenas a la política económica. Aunque las transferencias por concepto de “ayudas al desarrollo” son el resultado de un equilibrio de poder con el gobierno de Estado Unidos, aun así corresponde dejarlas
fuera del cálculo. 2) Al balance comercial debemos restar el efecto de repatriación de utilidades que siguió saliendo a pesar de la nueva política
soberana y estatal. 3) En este primer ejercicio podemos hacer comparable el periodo para tener una aproximación temporal y compararemos
39
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
los 12 años del gobierno de Morales con un periodo equivalente de 12
años previos: 1994-2005.
Con estas salvedades, el Cuadro 1 a continuación muestra de manera acumulada el ahorro o desahorro tanto de la balanza comercial así
como de las rentas de factores en los dos periodos en comparación. La
diferencia entre estos dos balances constituye el efecto neto de los 12
primeros años del gobierno de Evo Morales.
Cuadro 1. Ahorro neto en el gobierno de Evo Morales
(en porcentajes del PIB en dólares corrientes)
Ahorro neto frente al exterior
durante el gobierno
de Evo Morales
(b-a)
19942005
(a)
20062017
(b)
1. Saldo acumulado balanza comercial
(%PIB)
-53%
25%
79%
2. Saldo acumulado renta factores (%PIB)
-36%
-49%
-13%
Total, ahorro/desahorro desde el sector
externo (%PIB)
-89%
-23%
92%
Ahorro atribuible a la política pública
(%PIB) (1)
51%
Fuente: Elaboración propia con datos del BM.
(1) Se asume un coeficiente fijo de participación de las exportaciones de recursos naturales en el total de exportaciones
(78% en promedio de las exportaciones 2007-2016).
Entre 1994 y 2005 Bolivia perdió de manera acumulada, vía déficit de balanza comercial, un valor de -53% del PIB. En cambio, con
Morales el país andino revirtió esta pérdida y ha acumulado activos con
el resto del mundo equivalentes al 25% del PIB entre 2006 y 2017. Por
ende, el ahorro neto acumulado vía balanza comercial en contraste con
la trayectoria previa es de 79% del PIB.
Un ejercicio similar podemos hacer con las rentas netas de factores, sobre las cuales, al obtener las diferencias entre ambos periodos,
hallamos que durante el gobierno de Evo Morales se perdió un -13% del
PIB por el incremento de la salida de rentas respecto al periodo 19942005. Si obtenemos el efecto neto entre ambos conceptos encontramos
que el ahorro acumulado es positivo: en los últimos 12 años asciende a
92% del PIB. No obstante, este ahorro se debe tanto a efectos públicos
como privados. Utilizando un coeficiente promedio de las exportaciones de recursos estratégicos sobre el total de exportaciones se puede llegar a concluir que Bolivia generó un ahorro por acción pública de 51%
del PIB entre 2006 y 2017.
40
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
Sin duda, la magnitud del cambio producido entre los dos periodos estimula a ahondar en el análisis sobre el impacto de la política de
retención de la renta en origen.
SIMULACIÓN DEL EFECTO MACROECONÓMICO
DE LAS NACIONALIZACIONES
METODOLOGÍA DE SIMULACIÓN
El objetivo es realizar un ejercicio contrafáctico que permita distinguir
cuál habría sido la evolución de las principales variables macroeconómicas si Bolivia no hubiese implementado la política de retención de la
renta en origen a través de las nacionalizaciones. El cálculo se apoya en
un ejercicio de consistencia macroeconómica ajustado a los datos reales de cuentas nacionales de la economía del país.
Un ejercicio de simulación intenta recrear el comportamiento de
las variables reales de la economía y sus interrelaciones y dependencias
relativas. Se realizaron dos simulaciones que alcanzan resultados semejantes. Las simulaciones parten de suponer que la extracción de rentas
de la economía está vinculada a dos variables, el stock de inversión extranjera directa acumulado en el país, y el volumen de exportaciones.
La primera simulación se apoya en el principio de que la renta extractiva que se filtra al extranjero está vinculada al stock de inversión
extranjera directa acumulado por el país receptor.9 La intervención de
transnacionales en un país facilita el egreso de capitales por varias vías
registradas en la balanza de pagos. La más habitual son los flujos de
“pagos a rentas primarias”, compuesto por las remesas de utilidades de
las empresas y salarios de no residentes, pero deben añadirse otros conceptos que también disfrazan el flujo al exterior de capitales hacia las
casas matrices, como los pagos de patentes, regalías, devoluciones de
principal e intereses de deudas y el fraude fiscal relacionado con la fijación de precios de transferencia para transferir ganancias a paraísos
fiscales. De este modo, podemos esperar que las empresas remitan más
capitales desde el país receptor, mientras mayor sea el valor de sus inversiones directas en el país. En este sentido, se comparó el porcentaje
de salidas de capitales por concepto de pagos de rentas primarias, con el
stock de inversión extranjera acumulado10 en el país durante el periodo
9 Entre los múltiples estudios que analizan la relación de causalidad y fundamentan esta suposición se encuentran Shan, Gang Tian y Sun (1997); Oglietti (2007: 349378); Chakraborty y Basu (2002: 1 061-1 073) y Choe (1998: 174-183).
10 Se construyó una serie del stock de inversión extranjera directa de acuerdo con
el método del inventario permanente, acumulando los flujos anuales de inversión
extranjera directa, empleando datos desde principios de la década del 70, que a su
vez se ajustaron presuponiendo una depreciación anual del capital del 10%.
41
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
de nacionalización de la renta extractiva, entre 2006 y 2017, que alcanzó un 25%, frente al 58% de extracción que se produjo en el periodo anterior, asumiendo que la diferencia es consecuencia de la política de nacionalización de la renta.
Gráfico 4. Variables correlacionadas, Stock IED, exportaciones
y pagos de rentas primarias
Evolución del stock de IED, los pagos de rentas primarias
y exportaciones de bienes y servicios en millones de dólares corrientes
16 000
2 500
14 000
Millones
10 000
1 500
8 000
1 000
6 000
4 000
Millones
2 000
12 000
500
2 000
0
Exportaciones
Stock inversión extranjera directa
2016
2014
2012
2010
2008
2006
2004
2002
2000
1998
1996
1994
1992
1990
1988
1986
1984
1982
1980
1978
1976
0
Pagos factores primarios (eje der.)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del BM.
Nuestra segunda estimación se basa en la comprobación de que
existe una estrecha correlación entre el volumen de exportaciones de
bienes y servicios petroleros del país y los pagos de rentas primarias
al extranjero. En efecto, entre dos tercios y tres cuartos de las exportaciones bolivianas se explica por las ventas de petróleo y gas; en consecuencia, los periodos de auge de estas exportaciones son también periodos de auge de la renta petrolera que las empresas extraen del país.
El ejercicio de estimación se basa en utilizar el porcentaje de extracción
de rentas primarias con respecto a las exportaciones del periodo 20062017 (en promedio un 14%), y compararlo con el porcentaje correspondiente al periodo anterior (29%), asumiendo que la diferencia es efecto
de la política de apropiación de la renta en origen.
Así, la diferencia obtenida entre los pagos en concepto de renta primaria observada entre 2006 y 2017 y el periodo anterior 1976-2005 respecto al volumen de inversión extranjera, en la primera simulación, y al
volumen de exportaciones primarias, en la segunda, es considerada la
renta primaria que se habría fugado del país de no haberse implementado una política de retención en origen de la renta extractiva.
42
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
La renta retenida como consecuencia de la nacionalización pasó
a engrosar los ingresos del Estado, que pudo destinarlo básicamente a
tres funciones: engrosar las reservas internacionales, inversión pública
y gasto público.
En nuestro ejercicio de simulación adoptamos el supuesto de que
los fondos provenientes de la política de retención en origen contribuyeron a financiar un 80% del crecimiento de las reservas internacionales
del país. Entre 2005 y 2017 las reservas aumentaron en 8 450 millones
de dólares, de los cuales suponemos que un 1/5 fueron financiados con
los recursos habituales de la economía, una cifra similar al incremento
de reservas que venía registrándose en el lustro anterior. Asimismo, se
adoptó el supuesto de que el resto de los ingresos derivados de la política de nacionalizaciones se habría distribuido entre gasto público e inversiones públicas en las mismas proporciones en las que el gobierno
distribuyó el financiamiento entre ambas partidas cada año.
La inversión privada fue estimada empleando la correlación observada con la inversión pública en el periodo 2005-2017. En efecto, como
muestra el Gráfico 5, existe una estrecha correlación entre ambas variables que nos permite confiar en la fiabilidad de la estimación.
Como hemos señalado, no observamos un efecto de desplazamiento (crowding out) entre la inversión pública y la privada, lo que implicaría una relación negativa, sino todo lo contrario. Igualmente, debido a
que se comprueba una relación aún más estrecha entre el consumo público y el gasto público, utilizamos la misma correlación observada entre estas variables para estimar el nivel del consumo privado. La misma
correlación positiva se observa para las variaciones de estas variables
en el panel b del gráfico, mostrando que no se trata de una correlación
espuria, sino que más bien la correlación podría estar representando el
impulso positivo tanto de la inversión pública como del gasto público
sobre estos componentes del sector privado.
En apretada síntesis, en primer lugar estimamos cuál habría sido
la fuga de divisas en el periodo de gobierno 2006-2017 que habría tenido lugar si se hubiesen mostrado los mismos patrones de conducta de
pagos de rentas primarias respecto a las exportaciones totales y al stock
de inversión extranjera directa. Luego, debido a la política de creación
de reservas internacionales del gobierno consideramos que un 80% del
crecimiento de las mismas fue financiado con el aporte de divisas provenientes de las nacionalizaciones, por lo que el resto de las divisas se
asignó al gasto y la inversión pública en las proporciones reales observadas en el periodo. Las estimaciones de la inversión privada y el consumo privado se realizaron con base en la correlación observada con la
inversión y el consumo público. Así se obtuvieron las variables económicas relevantes, inversión, gasto, PIB e ingreso nacional bruto.
43
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
Gráfico 5. Efecto crowding in entre la inversión pública
y privada y entre el consumo público y privado
Pares ordenados con el gasto público y el consumo privado
y la inversión pública y privada en miles de millones de dólares corrientes
a) En niveles (en miles de millones de dólares)
3.50
30.0
3.0
25.0
Consumo privado
Inversión privada
2.50
2.0
1.50
1.0
20.0
15.0
10.0
5.0
.50
R2 = 0.8072
0
0
5.0
Inversión pública
0
10.0
R2 = 0.993
0
5.0
Consumo público
10.0
b) En variaciones (en los ejes las mismas variables expresadas en variación %)
80.00
40.00
60.00
30.00
20.00
40.00
10.00
20.00
(50.00)
(100.00) (50.00)
(20.00)
50.00 100.00 150.00
(40.00)
50.00
100.00
(10.00)
(20.00)
(30.00)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del BM.
RESULTADOS
La retención de la renta en origen marca la diferencia; las simulaciones
realizadas indican que los efectos de las nacionalizaciones han sido relevantes, ya que, en caso de no haber contado con estos ingresos retenidos, la explotación de recursos naturales difícilmente se habría traducido en los registros de crecimiento y bienestar alcanzados a partir
de 2006. El ingreso nacional bruto medido en dólares corrientes, que
es equivalente al PIB, más las rentas externas netas, es unas tres veces mayor al de 2005; creció un 297% durante el periodo bajo análisis,
pero apenas se habría duplicado (creciendo entre 215% y 210% según
44
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
el método de estimación elegido) si no se hubiesen realizado las estatalizaciones. En el mismo periodo el PIB creció un 293% y habría crecido
entre 233% y 224% según las simulaciones realizadas.
En efecto, el PIB mide toda la producción realizada dentro de las
fronteras, pero no tiene en cuenta que una parte de esa producción puede retirarse del país porque son ingresos de factores de producción extranjeros y, por lo tanto, no contribuyen a engrosar el ingreso real al que
acceden las familias residentes. En cambio, el Ingreso Nacional Bruto
mide el PIB más el saldo de la cuenta de rentas que incluye los pagos
netos a los factores extranjeros. Este es un indicador que nos muestra
la distribución de la renta entre residentes del país y los extranjeros y es la
medida más realista sobre cuál es el ingreso real de los bolivianos porque tiene en cuenta cuál es la parte del ingreso anual que se paga al extranjero como consecuencia de remesas de utilidades.
Así, las familias bolivianas tienen en la actualidad ingresos promedio entre 27% y 24% superiores a los que habrían tenido de no contar
con las estatalizaciones, mientras que la producción, medida por el PIB,
sería en 2017 en torno a un 20% menor (en el Gráfico 6 la diferencia de
PIB entre el valor actual y el estimado sin nacionalizaciones se representa por la distancia vertical entre las dos curvas).
Gráfico 6. La nacionalización marca una gran diferencia
PIB en dólares corrientes, serie actual y estimación
sin nacionalizaciones, en millones
a) Método inversión extranjera directa
PIB actual
PIB sin nacionalizaciones
Área que representa la
diferencia acumulada de PIB
2014
2016
2014
2012
2012
2010
2008
2006
2004
2002
2000
1998
1996
1994
1992
1990
1988
1986
1984
1982
1980
1978
La altura representa
la diferencia entre
PIB actual y sin
nacionalizaciones
en cada año
1976
16 000
14 000
12 000
10 000
8 000
6 000
4 000
2 000
0
b) Método exportaciones
2016
2010
2008
2006
2004
2002
2000
1998
1996
1994
1992
PIB sin nacionalizaciones
1990
1988
1986
1984
1982
1980
1978
PIB actual
1976
40 000
35 000
30 000
25 000
20 000
15 000
10 000
5 000
0
Fuente: Elaboración propia.
45
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
La distribución de la renta nacional entre bolivianos y extranjeros
ha mejorado como consecuencia de la mayor apropiación en origen. El
PIB anual por habitante en dólares corrientes se ubica en 2017 en 3 394
dólares anuales; se reduciría a 2 716 dólares de no contar con las estatalizaciones (esto significa 600 dólares anuales de ingresos por habitante
que se habrían fugado del país).
Cuadro 2. Crecimiento e ingreso económico actual
y sin nacionalizaciones
Variación acumulada en porcentajes de los valores absolutos
en dólares corrientes
Crecimiento 2005-2017
Método IED
Método exportaciones
a) PIB actual
293
293
b) PIB sin nacionalizaciones
233
224
-20
-23
c) Ingreso Nacional Bruto actual
297
297
d) INB sin nacionalizaciones
215
210
-27
-29
Diferencial en % (b/a-1)
Diferencial en % (d/c-1)
Fuente: Elaboración propia.
Hasta ahora observamos la variación punta a punta, desde el año
base de la comparación, antes de que comenzaran las nacionalizaciones en 2005 y el año 2017. Este contraste nos informa cuán mayor es el
ingreso anual en 2017 que en 2005, sin embargo, no nos informa sobre
el impacto total, que es equivalente a la suma, año a año, de los ingresos adicionales que ha generado la política de nacionalizaciones (gráficamente la acumulación se representa como el área que se define entre las curvas, ver Gráfico 6). La agregación de los resultados anuales se
muestra en el Cuadro 3 y en el Gráfico 6, donde se presentan la diferencia acumulada en todo el periodo entre la variable observada y la estimada con la simulación. En porcentajes se representa esta diferencia
acumulada expresada en términos del PIB de 2017.11
11 Al expresar la diferencia acumulada en los 12 años de cada variable macroeconómica en términos del PIB de 2017, estamos adoptando un criterio de prudencia, ya
que el denominador es el más alto de los denominadores posibles (usamos el dato de
PIB del Banco Mundial en dólares corrientes); por lo tanto, tiene el efecto de reducir
el cociente. De haber usado otro año como denominador, habríamos obtenido resultados mayores. En consecuencia, el lector debe notar que estos porcentajes estimados representan un mínimo y que los resultados reales posiblemente sean mayores.
46
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
El Cuadro 2 nos indica que en estos 12 años el consumo acumulado
año a año ha sido entre 111% y 125% mayor del que habría podido sumar sin la política de estatalizaciones. Es decir, ha disfrutado de un nivel de consumo acumulado superior a un PIB en estos 12 años, que en
términos per cápita significa unos 4 000 dólares adicionales.
En términos de PIB, la producción adicional que ha acumulado el
país en estos años representa entre 136% y 155% del PIB de 2017. En
términos de Ingreso Nacional Bruto, la diferencia es más significativa.
En estos 12 años los bolivianos han acumulado un ingreso adicional
equivalente a dos PIB (entre 180% o 199% del PIB de 2017, según el método de estimación). Desde otro ángulo, los ciudadanos retuvieron estos
dos PIB en estos 12 años que de no ser por la política de nacionalizaciones se habrían fugado del país como remesas de utilidades de empresas
extranjeras. Así, los ciudadanos tuvieron ingresos adicionales que en
promedio alcanzan unos 6 100-6 700 dólares per cápita que no habrían
podido tener sin la política de estatalización de las empresas. Para una
familia de 5 integrantes, esto representa más de 30 000 dólares de ingreso adicional acumulado en estos 12 años.
La inversión total adicional acumulada gracias a las nacionalizaciones en estos 12 años suma entre 9.3 y 11.2 mil millones de dólares y
representa entre un 24.8% o 29.9% del PIB (de 2017).
Cuadro 3. Resultados económicos reales acumulados
en 12 años y resultados sin nacionalizaciones
Diferencia agregada anualmente, entre 2006 y 2017, entre el resultado
real de cada variable y su valor estimado de no haberse estatalizado.
Esta diferencia se expresa también en términos del valor
del PIB en dólares corrientes de 2017.
Método IED
en % del PIB
(2017)
Método
Exportaciones
en % del PIB
(2017)
Diferencia acumulada
Inversión privada
5 248 340 300
13.99
7 150 642 215
19.06
Inversión pública
4 058 049 407
10.82
4 062,613 647
10.83
9 306 389 707
24.81
11 213 255 862
29.90
36 518 103 941
97.36
41 902 553 737
111.71
Inversión total
Consumo privado
Gasto público
5 284 956 972
14.09
5 306 169 995
14.15
Consumo total
41 803 060 914
111.45
7 208 723 732
125.86
PIB
51 109 450 621
136.26
58 421 979 594
155.76
INB
67 513 256 346
179.99
74 746 587 724
199.28
Fuente: Elaboración propia.
47
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
Gráfico 7. Consumo con y sin nacionalizaciones
Formación bruta de capital en millones de dólares corrientes
Método
Inversión extranjera directa
Exportaciones
a. Consumo total
35 000
30 000
25 000
20 000
15 000
10 000
5 000
0
40 000
30 000
20 000
10 000
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
0
Consumo total actual
Consumo total sin nacionalizaciones
Consumo total actual
Consumo total sin nacionalizaciones
b. Consumo (gasto) público
7 000
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
7 000
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
Consumo público actual
Consumo privado sin nacionalizaciones
Consumo público actual
Consumo privado sin nacionalizaciones
c. Consumo privado
30 000
30 000
25 000
25 000
20 000
20 000
15 000
15 000
10 000
10 000
5 000
5 000
Consumo privado actual
Consumo privado sin nacionalizaciones
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del BM.
48
0
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
0
Consumo privado actual
Consumo privado sin nacionalizaciones
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
Gráfico 8. Inversión con y sin nacionalizaciones
Consumo privado y consumo (gasto) público en millones de dólares corrientes
Método
Inversión extranjera directa
Exportaciones
a. Inversión total
35 000
30 000
25 000
20 000
15 000
10 000
5 000
0
40 000
30 000
20 000
10 000
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
0
Inversión total actual
Inversión total sin nacionalizaciones
Inversión total actual
Inversión total sin nacionalizaciones
b. Inversión pública
7 000
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
7 000
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
Inversión pública actual
Inversión pública sin nacionalizaciones
Inversión pública actual
Inversión pública sin nacionalizaciones
c. Inversión privada
30 000
30 000
25 000
25 000
20 000
20 000
15 000
15 000
10 000
10 000
5 000
5 000
Inversión privada actual
Inversión privada sin nacionalizaciones
0
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
0
Inversión privada actual
Inversión privada sin nacionalizaciones
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del BM.
49
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
IMPACTO SOBRE EL EMPLEO Y LAS MIGRACIONES
Como hemos visto, el PIB sin nacionalizaciones habría sido aproximadamente un 21% inferior al efectivamente observado en 2017. Debido
a que existe una estrecha relación entre el PIB y la capacidad de la economía para crear empleo, una relación que denominamos elasticidad
producto-empleo y que muestra la variación porcentual del empleo por
cada punto de variación porcentual del producto, podemos estimar cuál
sería el resultado en términos de empleo en caso de que no hubiésemos
contado con la política de retención de rentas en origen.
Aplicando las elasticidades empleo-producto observadas en el periodo 2006-2017 (de 0.1412 en promedio), el crecimiento del empleo que
habría tenido lugar sin nacionalizaciones es de 670 mil trabajadores
menos, un crecimiento del 23% frente al crecimiento del 40% que efectivamente tuvo lugar.
Esta diferencia coincide con la reducción de las migraciones que
tuvieron lugar en estos años. En efecto, las emigraciones pasaron de
aproximadamente 40 personas anuales en el periodo 2000-2005 a apenas 5 mil durante los últimos 7 años del gobierno de Evo Morales. La
mayor capacidad de generar empleos redujo la necesidad de la población de migrar por motivos económicos.
Gráfico 9. Nacionalizaciones implican más empleos
Evolución del número de ocupados que tuvo Bolivia y el que habría tenido
lugar con la trayectoria del PIB en dólares corrientes, estimado en función del
método de las exportaciones y una elasticidad empleo-producto de 0.14.
6 000 000
Ocupados
5 500 000
Ocupados sin nacionalizaciones
5 000 000
4 500 000
4 000 000
3 500 000
3 000 000
2017
2016
2015
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
2 500 000
Fuente: Elaboración propia.
12 Utilizamos la elasticidad producto-empleo con base en el PIB en dólares corrientes; si se empleara el PIB a valores constantes el resultado en términos de creación
de empleos gracias a la política de nacionalizaciones sería mayor, por eso preferimos
utilizar esta estimación cumpliendo un criterio de prudencia, en el sentido de que
los números alcanzados reflejan, posiblemente, el mínimo de empleos adicionales
creados gracias a las políticas de nacionalizaciones.
50
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
REFLEXIONES FINALES
Este ejercicio de simulación contrafáctica nos permite estimar cuál habría sido la trayectoria de las principales variables macroeconómicas
si el gobierno de Evo Morales no hubiese implementado una política
de retención de la renta extractiva en origen a través del programa de
estatalizaciones.
El estudio subraya la importancia que ha tenido la política de recuperación de la propiedad de las empresas estratégicas para alcanzar los buenos resultados económicos del país durante los últimos 12 años, que lo
han llevado a ser el país sudamericano con mayor crecimiento económico en los años 2009, 2014, 2016 y 2018, a tener una de las monedas más
fuertes del continente y a generar una mejoría notable en todos los indicadores sociales, incluido el salario. Estas políticas permitieron a Bolivia
detener la sangría de migraciones por aspiraciones económicas. En 2019
el salario mínimo del país superó al de sus vecinos Perú y Argentina, este
último un destino tradicional de la migración boliviana.
La simulación permite alcanzar la conclusión de que el Ingreso
Nacional Bruto es casi un 30% mayor al que tendríamos sin las nacionalizaciones, y si acumulamos esta diferencia para los 12 años se alcanzaría una cifra en torno a 67 o 74 mil millones de dólares, cifra que, en
términos del producto, representa casi dos PIB, unos 6 100-6 700 dólares per cápita con los que no habrían contado sin la política de estatalización. En términos de Producto Interno Bruto, en 2017 el PIB sería un
20%-23% menor, por lo que la producción adicional acumulada en el
país durante el periodo 2006-2017 gracias a las estatalizaciones ha sido
entre 136% y 155% del PIB.
El ahorro de divisas no fugadas como remesas de utilidades en estos 12 años representa entre 38% y 51% del PIB según el método de estimación aplicado. Econométricamente podemos estimar, empleando un
dummy que representa el periodo del gobierno de Evo Morales, que la
política económica de este periodo marca la diferencia y explica la retención de la renta en origen. En otras palabras, sin el gobierno de Morales
las salidas de divisas habrían continuado a un ritmo mayor, acorde con
el boom de exportaciones. Nuestro ejercicio econométrico confirma que
durante el periodo de gobierno de Mesa no cambió el comportamiento
de la fuga de divisas. Otro de los resultados del informe muestra que, si
no se hubieran producido las nacionalizaciones, la economía habría generado 670 000 empleos menos. Estos resultados explican que se hayan
detenido las migraciones por motivos económicos.
Bolivia es el país de las falsas disyuntivas. Demuestra que es posible combinar crecimiento y redistribución, rentabilidad y felicidad,
51
Guillermo Oglietti, Nicolás Oliva, Sergio Martín-Carrillo y Lucía Converti
estabilidad de precios y gasto público, inversión privada e inversión pública y, también, que se puede nacionalizar empresas y crecer.
Heredera de la productiva y austera cultura inca, el pueblo boliviano no pudo transformar su laboriosidad en bienestar hasta que combinó estas características individuales con políticas públicas que lo permitieron. Las políticas impulsadas por el presidente Evo Morales dieron
luz verde a esta fuerza individual contenida, que hasta ese momento
solo había podido plasmarse en progreso individual cuando las familias, entre ellas la del propio presidente, recurrían a la emigración para
lograr afuera lo que no conseguían dentro del país.
El modelo económico aplicado en Bolivia desde la asunción de Evo
Morales de la presidencia en 2006 representa un punto de quiebre para
la historia del país, a juzgar por los resultados y los cambios estructurales provocados. Bolivia muestra liderazgo en términos de crecimiento
económico regional, a veces compartiendo el podio con Paraguay y Perú.
Pero el liderazgo es abrumador cuando tenemos en cuenta el Ingreso
Nacional en lugar del PIB, porque este indicador tiene en cuenta el efecto de las rentas pagadas al extranjero, que Bolivia, a diferencia de sus vecinos, se propuso engordar a través de la política de nacionalizaciones.
Así como el indicador del Ingreso Nacional nos da una primera
idea acerca de la distribución de la renta entre bolivianos y extranjeros,
que comenzó a decantarse a favor de Bolivia a partir del gobierno de
Evo Morales, otros indicadores de bienestar como el índice de Gini, la
pobreza, el alcance de servicios básicos como electricidad, servicios sanitarios, salud, educación, transporte, terminan siendo aún más favorables a su gobierno que ha puesto grandes esfuerzos en mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y sus posibilidades.
No es menos importante el liderazgo de Bolivia en las clasificaciones de estabilidad de precios, deconstruyendo así todos los dogmas que
le achacan a los gobiernos progresistas todos los males de la inflación.
Haciendo gala de gran pragmatismo, aplicó políticas heterodoxas de
abastecimiento, de producción, de control, de negociación con las corporaciones, y también de austeridad monetaria. Así, el tipo de cambio
del peso boliviano prácticamente no ha variado desde la asunción de
Evo Morales. Hoy en día, el peso es una moneda fuerte regional, apetecida como instrumento de atesoramiento por ciudadanos de los países vecinos, especialmente de Argentina que, por el contrario, ha aplicado políticas monetarias ortodoxas con resultados que confirman, por
la negativa, una de las tesis de este artículo, que es tan falso el dilema
entre estabilidad de precios y redistribución como la correlación entre
estabilidad y restricción monetaria.
El gobierno boliviano tuvo incluso la prudencia de conformar un
gran stock de reservas internacionales, que también sirvió para evitar
52
¿QUÉ SERÍA DE BOLIVIA SIN SU POLÍTICA DE NACIONALIZACIONES?
inyectar esa masa de recursos monetarios a la economía, evitando así
agitar las presiones inflacionarias. El stock de reservas no solo sirvió
para desalentar ataques especulativos, sino que también sirvió como
política contracíclica, es decir, como fuente de financiamiento para enfrentar periodos depresivos como el provocado por la caída del precio
de los commodities desde 2015. Se desprendió de 5 000 millones de dólares de sus reservas para financiar políticas contracíclicas durante los
años 2015 y 2016 y, aun así, en 2017 mantiene un stock de reservas equivalente al 27% de su PIB.
El modelo con características propias de la economía boliviana
deja muchas enseñanzas al servicio de los países o gobiernos progresistas que deseen tener buenos ejemplos de prácticas económicas sustentables, en especial para aquellos que producen recursos naturales extractivos. La acumulación de empresas públicas para Bolivia hoy es lo
que los almacenes o qollqas eran para los incas, austeridad e inversión
pública, un stock de capital social puesto al servicio de la estabilidad y
rentabilidad de la sociedad.
Como todo trabajo que realice ejercicios de estimación, en especial
cuando se trata de un ejercicio contrafactual, este trabajo debe tomarse con las debidas salvaguardias y precauciones. Pensamos que nuestras estimaciones se acercan a la realidad y esperamos el debate público
para corroborarlo o, por el contrario, negarlo. Podrá haber diferencias
de precisión en los resultados estimados, pero en ningún caso habrá
dudas sobre la importancia de los impactos sobre el bienestar y el crecimiento de la política de nacionalización boliviana. Este pequeño país
ha dado muestra de grandeza desafiando el statu quo del poder económico y de los presupuestos económicos que a veces tienen más fuerza.
Con todo, es evidente, tanto por nuestras estimaciones como por la enseñanza de la experiencia histórica boliviana, que nos mostraba en el
pasado un país rico en rentas extractivas apropiadas en beneficio de las
multinacionales y sin capacidad de superar sus privaciones. El coraje de
este pequeño país ha dado sus frutos transformando el país. Esperamos
que sea noticia y su ejemplo cunda.
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Growth in India: A Cointegration Approach, Applied Economics,
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Productivo. Los ciclos de la economía boliviana. Revista Análisis:
Reflexiones sobre la coyuntura.
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Shan, J., G. Gang Tian y F. Sun (1997). The FDI-Led Growth
Hypothesis: Further Econometric Evidence from China. The
Australian National University, Economic Division Working Paper,
China Economy, 97.
54
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS
ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
PARA LA SEGURIDAD Y SOBERANÍA
ALIMENTARIA EN BOLIVIA.
AVANCES Y LIMITACIONES1
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M.
F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre
y Elisabeth Buergi-Bonanomi
INTRODUCCIÓN
En el año 2005 por primera vez en la historia de América Latina y el
Caribe asume la presidencia constitucional de Bolivia Evo Morales
Ayma, un líder que surge de las luchas y reivindicaciones de los pueblos indígenas originarios campesinos. Desde entonces, el Estado
Plurinacional de Bolivia ha planteado desafíos en la aplicación de las
políticas públicas enfocadas en la construcción de sistemas alimentarios
sustentables e inclusivos, que combatan la inseguridad alimentaria, promoviendo la soberanía alimentaria.
El objetivo de este capítulo es brindar reflexiones sobre los logros
y avances de la soberanía y seguridad alimentaria en el periodo 20062019 y analizar cómo los cambios a partir de la presidencia denominada transitoria, iniciada el 12 de noviembre de 2019, están afectando estos avances. Nuestras reflexiones se organizan a partir de los hallazgos
de un proyecto de investigación lanzado en 2015, en el cual los coautores hemos participado de diversas maneras. El capítulo se divide en
cinco secciones a partir de esta introducción: el marco de sustentabilidad alimentaria; los saberes ancestrales y la agricultura indígena campesina y agroecológica; hallazgos de estudio de caso de Sucre; análisis
1 Agradecimientos: doctor Stephan Rist y doctora Johanna Jacobi, Centro de
Desarrollo y Medio Ambiente, Universidad de Berna, Suiza.
55
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
de las políticas públicas según componentes de cadenas de valor; y la
Seguridad y Soberanía Alimentaria y Nutricional (SSAN) y el cambio
de gobierno. Por razones de espacio se han suprimido las notas técnicas
del proyecto, así como la revisión de literatura. De igual manera, aunque se incluye un abordaje general del sistema alimentario agroindustrial en el análisis, se privilegia la caracterización de los sistemas indígenas originarios campesinos y el agroecológico.
Delgado y Delgado (2014: 105), afirman que:
En el caso de Bolivia, está claro que las políticas públicas hasta 2009,
año que se aprueba la Constitución Política del Estado (CPE), no han
sido favorables para la seguridad alimentaria y menos han aportado a la
soberanía alimentaria, pues los procesos de investigación, innovación y
transferencia de tecnología agropecuarias han seguido los modelos de
la revolución verde y los transgénicos. Por ende, el cambio tecnológico
debía remplazar las tecnologías ancestrales y locales por modernas tecnologías que prioricen los altos rendimientos y las ganancias, que generalmente no favorecían a las grandes poblaciones de pobres a los que se
había dirigido esta revolución.
De 2005 a 2019 se han generado lineamientos fundamentales que
proponen una visión de país basada en una relación armónica entre la
sociedad y la naturaleza y que consideran la diversidad biocultural y el
desarrollo integral como interfase para vivir bien, como alternativa al
capitalismo y la razón instrumental materialista de Occidente. En enero de 2009 se aprueba una nueva Constitución Política del Estado (CPE)
que marca un momento fundamental en la vida de los bolivianos y en
la historia de Bolivia, principalmente de las poblaciones de 36 naciones
que viven en el campo y en las ciudades. El saber alimentarse, junto a
otros principios que se destacan en la Ley Marco de la Madre Tierra y
el Desarrollo Integral (Ley 300), se constituyeron como la base del plan
de desarrollo social-económico 2016-2020, aprobado como la Ley del
Sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE) en enero de 2016
(Ley 777). Como parte de este proceso de cambios en el ordenamiento
jurídico del país, se han aprobado otras leyes de fundamental importancia para la seguridad y la soberanía alimentaria.
Estos son procesos de largo aliento y que se han ido gestando después de casi 300 años de colonialismo y neocolonialismo, por lo que su
continuidad como leyes de Estado debe proseguir, por ser favorables a
la mayor parte de la población boliviana y por no favorecer a pequeños
grupos de poder empresariales del agronegocio, que han dirigido las políticas públicas antes de 2005, relacionadas con las transnacionales de
la alimentación y la salud.
56
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
Los sistemas alimentarios implementados en nuestro Estado plurinacional: indígena campesino, agroecológico y agroindustrial, conviven simultáneamente con conflictos sociales y políticos no muy visibles
en la vida cotidiana de los bolivianos, pero con impactos en la salud humana y de la Madre Tierra, afectando también la economía familiar.
a) Las políticas bolivianas han priorizado la SSAN de su territorio,
promoviendo políticas públicas desde dos vertientes claramente definidas:
b) Con base en el modelo industrial agroexportador de soya, principalmente; el arroz, caña de azúcar, ganado bovino, como fuentes de divisas destinadas, generación de excedentes y acumulación de capital en el oriente boliviano. Para ello se ha apostado
por una serie de incentivos de capital promovidos por el Banco
de Desarrollo Productivo (BDP), además de decretos y búsqueda de mercados como es el caso de la exportación de carne a
China en 2019.
c) Los modelos de agricultura familiar que han desarrollado los
pueblos indígenas originarios en el manejo de sus territorios y
su entorno de recursos naturales o componentes de la Madre
Tierra (como se denomina en la Ley 300), con conocimientos
ancestrales milenarios, ricos en diversidad en todo el sistema
alimentario. Por ello, las estrategias de vida sustentable de las
naciones indígenas originarias campesinas de los Andes son fundamentales para plantear alternativas al modelo de gobernanza
internacional de la alimentación y de los sistemas alimentarios
agroindustriales, partiendo de los saberes locales y conocimientos ancestrales que dan sustento al sistema alimentario indígena campesino y que se complementan con el sistema alimentario agroecológico.
La agroecología, como un sistema alimentario alternativo, surge en
Bolivia como un movimiento en los últimos 40 años, buscando su complementariedad con el sistema indígena campesino. En Bolivia, y especialmente en las naciones indígenas campesinas aymaras y quechuas,
existe y ha existido una producción que podría decirse ha sido agroecológica. Esta producción es centro de origen y biodiversidad de los cultivos andinos como la papa y la quinua, lo que ha implicado tener una
tecnología muy adaptada al ecosistema y a la Madre Tierra y que ha tenido sus propios sistemas de transformación (elaboración de chuño y
tunta) y consumo (culinaria reconocida a nivel internacional). Es, por
tanto, un sistema alimentario sustentable, pero que en el tiempo ha recibido la influencia de la modernidad y de las tecnologías de la revolución verde y de los transgénicos, que ha tenido consecuencias en la
57
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
reducción de la biodiversidad y en la conservación de suelos y aguas, repercutiendo también en el deterioro de la salud humana.
Desde los años ochenta surgen instituciones de investigación y
desarrollo como el Centro de Investigación Agroecología Universidad
de Cochabamba (AGRUCO) en Bolivia, y el Proyecto Andino de
Tecnologías Campesinas (PRATEC) en Perú, que plantean alternativas
al sistema alimentario agroindustrial, basadas principalmente en la revalorización de los conocimientos ancestrales y saberes locales de las
comunidades andinas, existiendo varias publicaciones y una metodología de revalorización, además de una base de datos con más de 1 000 fichas con conocimientos revalorizados (AGRUCO, 2005). Este proceso,
aislado y marginalizado en las políticas públicas de los gobiernos neoliberales, empieza a tener muy buena acogida desde 2005 con el gobierno del primer presidente indígena, Evo Morales Ayma, y fue introducido en la nueva Constitución Política del Estado y en la Ley Marco de la
Madre Tierra y el desarrollo integral para vivir bien.
La reconversión de los sistemas alimentarios indígenas campesinos
al sistema agroecológico aprovecha la gran sabiduría ancestral de los pueblos andinos, de sus tecnologías y de sus usos para el consumo de alimentos. Esta sabiduría considera los alimentos no solo por su valor nutritivo, sino como alimentos para el alma y la mente, libre de agroquímicos y
transgénicos; son la única alternativa para lograr un sistema alimentario
sustentable para Bolivia que sirva como ejemplo para el mundo.
En estos 14 años de gobierno del presidente Morales, la seguridad
y la soberanía alimentaria han sido parte transversal de las políticas públicas y de los programas y proyectos impulsados, aunque coexisten con
un sistema alimentario agroindustrial, impulsado por el capitalismo
corporativo de las transnacionales, que en Bolivia han sido asumidas
por pequeñas élites concentradas en el agronegocio cruceño. Estos justamente son los sectores que han impulsado la renuncia del presidente
Morales y el surgimiento de un gobierno de transición a través del comité cívico cruceño y otros sectores conservadores del país, que han hegemonizado en los anteriores gobiernos neoliberales las políticas relacionadas con la alimentación.
MARCO DEL PROYECTO SUSTENTABILIDAD ALIMENTARIA
El proyecto de investigación Sustentabilidad Alimentaria en Sudamérica
y África, financiado por el Fondo Nacional Suizo de Investigación
Científica, tiene como objetivo: “Proporcionar conocimientos científicos basados en evidencia para la formulación y promoción de estrategias de innovación y opciones de políticas que mejoren los niveles de
sustentabilidad de los sistemas alimentarios individuales y colectivos”
(CDE-UniBe, 2014: 5).
58
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
El énfasis está en encontrar maneras de mejorar la colaboración dentro y entre los sistemas alimentarios coexistentes: indígena
campesino, agroecológico y agroindustrial. El proyecto es coordinado por el Centro de Desarrollo y Medio Ambiente de la Universidad
de Berna, Suiza, la Comunidad Pluricultural Andino Amazónica para
la Sustentabilidad (COMPAS-Bolivia) y el Centre for Training and
Integrated Research in Development (CETRAD-Kenia). Se escogió analizar el Estado Plurinacional de Bolivia por sus avances favorables en
políticas públicas, leyes, decretos supremos, programas y proyectos nacionales dirigidos a la SSAN y también por elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación.
Es importante definir qué es el sistema alimentario sustentable
para evaluar participativamente la sustentabilidad alimentaria y ver sus
aportes a la SSAN a nivel municipal, departamental y plurinacional. La
Figura 1 representa el marco conceptual aplicado para el análisis del
sistema alimentario en diferentes contextos territoriales.
Figura 1. Marco conceptual para la evaluación de los sistemas
alimentarios
Subsistema político:
Políticas públicas, leyes, reglas, regulaciones,
normas del sector privado y regulaciones voluntarias
(certificaciones, sellos de calidad, guías voluntarias, etcétera)
Suministros
de insumos
• Semillas
• Ganado
• Fertilizantes
• Pesticidas
• Macinería
• Etcétera
Cadena
SubCadena
Producción de
Procesamiento
Distribución
agro- y empaque
alimentaria • Almacenamiento
alimentos
• Materia prima
• Molienda
• Transporte
• Forraje
sistema • Fraccionamiento operacional • Publicidad
• Alimentos básicos
• Recomposición
• Etcétera
• Alimentos frescos
• Conservación
agroalimentaria
• Etcétera
• Etcétera
Consumo
• Alimentos
procesados
• Alimentos
frescos
• Alimentos
básicos
• Especialidades
• Etcétera
Subsistema de recursos naturales: suelos, agua, biodiversidad
Subsistema de informaciones y servicios:
conocimientos, investigación, extensión,
servicios logísticos y financieros
Fuente: Operacionalización de sistemas alimentarios (adaptado de Rastoin y Ghersi, 2010; Colonna et al., 2013).
Los sistemas alimentarios son
Redes interdependientes de partes interesadas (empresas, instituciones financieras, organizaciones públicas y privadas e individuos) en un área geográfica (región, estado, región multinacional), que participan directa o indirectamente en la creación de flujos de bienes y servicios orientados a
satisfacer las necesidades alimentarias de uno o más grupos de consumidores en la misma área geográfica o en otro lugar (Rastoin y Ghersi, 2010: 19).
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Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
La sustentabilidad es la capacidad que tiene una sociedad para
hacer un uso consciente, racional y responsable de sus recursos, sin
agotarlos o exceder su capacidad de renovación y sin comprometer el
acceso a estos por parte de las generaciones futuras. Por tanto, la sustentabilidad alimentaria es: administrar, manejar, producir en toda la
cadena alimentaria de valor, desde la producción, transformación, comercialización y consumo, hasta bienes y servicios destinados al consumo alimentario a partir de recursos naturales, energéticos y económicos, a un ritmo en el cual no los agotemos y no produzcamos más
contaminantes que aquellos que puede absorber el medio ambiente sin
ser perjudicado, garantizando la salud integral de los pueblos.
Conceptualmente, la sustentabilidad es el resultado de una acción
concertada de la gobernanza de las naciones, de los pueblos, de las comunidades y de los individuos para impulsar un modelo de desarrollo
económico mundial compatible con la conservación del medio ambiente y con la equidad social.
La evaluación de la sustentabilidad alimentaria es la base para analizar los sistemas alimentarios que coexisten en un territorio determinado, el de los Gobiernos Autónomos Municipales (GAM), en el caso
de Bolivia. Con base en estas evaluaciones, se identifican los lineamientos prioritarios para la implementación de una acción piloto para la
transformación (APT), con la participación de todos los actores locales
que tienen directa o indirectamente conexión con la sustentabilidad
alimentaria.
El marco y la herramienta de evaluación de la sustentabilidad alimentaria, denominado Food SAF, tiene el objetivo de facilitar la evaluación de los sistemas alimentarios de cada unidad territorial (3 municipios en Bolivia y 3 regiones en África) y compararlos, considerando: las
dimensiones de la sustentabilidad alimentaria; los indicadores definidos a partir de las investigaciones realizadas en la primera fase de proyecto; los atributos (grupos de indicadores como la disponibilidad, la
accesibilidad y el uso de los alimentos), y los diferentes eslabones de las
cadenas de valor (producción, procesamiento, almacenamiento, distribución, comercialización y consumo de los alimentos).
La evaluación de la sustentabilidad alimentaria parte del análisis de las 5 dimensiones de la sustentabilidad alimentaria: 1. seguridad alimentaria; 2. resiliencia socioecológica; 3. derecho a la alimentación; 4. desempeño ambiental; y 5. reducción de la pobreza y
desigualdad. Se han seleccionado tres indicadores para cada dimensión, tal como se puede observar en la Figura 2. Los indicadores identificados para cada dimensión han sido resultado de los trabajos de investigación de tesis doctorales realizados en diferentes territorios de
Bolivia y Kenia.
60
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
Figura 2. Dimensiones de la sustentabilidad alimentaria
e indicadores para la evaluación
Sustentabilidad
alimentaria
Pobreza
y desigualdad
Seg
alim uridad
enta
ria
• Beneficios ambientales
del paisaje
• Huella de carbono
• Impacto en la salud humana
• No-discriminación
• Acceso a información
• Participación efectiva
a
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Desebiental
am
• Diversidad
• Organización social
• Conocimientos ancestrales
• Seguridad alimentaria de los hogares
• Relaciones de poder
• Capacidad del sistema alimentario
de almacenar y procesar alimentos
• Fuentes y niveles de ingresos y gastos
• Acceso a infraestructura socio-tecnológica
• Desempeño de las cadenas de valor
Fuente: Proyecto Hacia la sustentabilidad alimentaria, 2014. Centro de Desarrollo y Medio Ambiente de la Universidad
de Berna, Suiza.
SABER ALIMENTARSE Y VIVIR BIEN. SABIDURÍA,
CARACTERIZACIÓN Y ESTRATEGIAS DE LA AGRICULTURA
INDÍGENA CAMPESINA
Los saberes y conocimientos ancestrales son uno de los indicadores relevantes al análisis que ilustra la Figura 2, bajo la dimensión de resiliencia socioecológica. Esta sección expone los avances de los saberes
ancestrales del comer bien y vivir bien, así como los vínculos de estos
saberes con la caracterización y las estrategias de la agricultura indígena campesina y la agroecológica.
SABERES LOCALES Y CONOCIMIENTOS ANCESTRALES
Los saberes locales y conocimientos ancestrales de las naciones indígenas originarias campesinas perviven en la sabiduría de nuestros
ancestros andinos amazónicos durante siglos y han desarrollado estrategias locales a partir de: experiencia, observación de los astros, rotación de tierras, lógicas económicas conocidas como la reciprocidad
andina (ayni, minka, chálay, entre otros),2 mercados, tecnologías de
2 El ayni es un concepto que se utiliza para generalizar la ayuda mutua. Hay ayni
en la siembra y cosecha de papa, el techado de la casa (achoqalla en aymara), en
la ayuda de la pareja recién casada, en la ayuda para pasar las fiestas y los prestes.
Minka es el intercambio de trabajo por el producto cosechado, que la familia anfitriona ofrece a sus colaboradores en forma de “pago” no monetario, al mismo tiempo
que invita comida, coca y algún brebaje durante toda la jornada, a manera de agradecimiento. Chálay es trueque.
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Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
conservación de alimentos, conocimiento de bioindicadores para predecir el clima, rituales a la fertilidad y a la Madre Tierra como medio
para equilibrar el flujo energético con los seres vivos del planeta, acceso a pisos ecológicos y económicos, entre otros. La visión de los pueblos indígenas originarios campesinos ha sido considerar a la sociedad
como parte del cosmos y de la Madre Tierra que es el todo, es decir, una
visión cosmocéntrica o pachacéntrica de la que la sociedad es parte,
donde todo tiene vida y es sagrado.
Se puede plantear que los saberes ancestrales tienen su origen desde que la agricultura se convirtió en una práctica sociocultural de producción de alimentos hace más de 10 000 años, que caracterizaba a las
culturas andinas prehispánicas. La historia demuestra la importancia
concedida a la producción, transformación, distribución y consumo de
alimentos ya desde la época preinca, por la amplia diversidad de variedades y especies de cultivos andinos, que todavía hoy son la base de la
alimentación boliviana, donde destaca el control vertical de pisos ecológicos que ha sido una estrategia de los pueblos andinos (Murra, 1975;
Condarco y Murra, 1987; Rostworowski, 1992; Delgado, 2002).
La revalorización de los saberes ancestrales y locales, que se ha iniciado hace unos 35 años en forma sistemática en diferentes universidades e instituciones de formación, investigación y desarrollo, ha promovido innovaciones que han sido aplicadas en programas y proyectos.
Después de más de 35 años de investigaciones y numerosas publicaciones, AGRUCO ha concluido que la esencia de la vida cotidiana en las comunidades indígenas originarias campesinas en los Andes bolivianos es
la vida espiritual, es decir, su religiosidad y sus creencias en la Madre
Tierra y en el cosmos, donde el ser humano es parte de la misma, pero
que se complementa y dialoga con la religión católica y otras denominaciones cristianas, sin grandes contradicciones y conflictos. Asimismo,
estas relaciones de reciprocidad implican, además, una relación de respeto y retribución a la “madre naturaleza”, que es la proveedora a la
que también se le rinde culto con rituales y festividades a través de personajes elegidos para pasar o ser preste de una fiesta, generalmente de
la religión católica (la Virgen del Carmen, Virgen de Urqupiña, Virgen
del Socavón). Las prácticas rituales, que en mayor o menor grado todavía están presentes en las comunidades de los Andes y la Amazonía boliviana, manteniéndose con mayor énfasis en el nivel familiar: la ch’alla,
k’owas, el pijcheo y los ayunos que son ofrendas y peticiones que pueden
ser realizadas de forma familiar o comunal.3
3 La K’owa es una ofrenda y gratitud que realizan los comunarios a la Pachamama,
al inicio de la siembra o de la cosecha de productos agrícolas, por los alimentos proporcionados. El Pijchu o boleo de coca es dedicada a la Pachamama donde piden el
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POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
CARACTERIZACIÓN Y ESTRATEGIAS DE LA AGRICULTURA INDÍGENA
CAMPESINA Y LA AGROECOLÓGICA
La organización social en muchas comunidades de los Andes se caracteriza por los ayllus, que estaban establecidos antes de la llegada de los
españoles en 1532 como una forma de organización socio-territorial
de las comunidades. Los ayllus están en función de la organización de
la producción, donde el territorio que ocupa y la estructura simbólica
de dicho espacio se centra en las principales actividades que determinan el sistema productivo y que considera también el acceso a otras zonas simbióticas o territorios continuos o discontinuos (Delgado, 2002).
Actualmente los ayllus están en un proceso de transformación acelerada por la influencia del mercado y las políticas públicas que ha priorizado la organización sindical y la propiedad privada. Las comunidades
indígenas originarias campesinas en Bolivia constituyen las unidades
básicas de la organización social del ámbito rural. Las principales formas de organización social en las comunidades son los “sindicatos comunales”, que a su vez se organizan en “subcentrales” y “centrales regionales”. De la organización social comunitaria depende todo el proceso
productivo, la reproducción de la familia y de la comunidad, que se conecta con el Estado Plurinacional a través de los gobiernos autónomos
municipales, departamentales e indígenas.
La organización económica comunitaria comprende los sistemas
de producción y reproducción de la vida social, fundados en los principios y visión propios de las naciones y pueblos indígenas originarios y
campesinos. La economía comunitaria está basada fundamentalmente
en relaciones de reciprocidad (ayni, minka, chálay, entre otras), donde
la cooperación mutua y el parentesco sanguíneo y espiritual son fundamentales. Estas relaciones de reciprocidad son la base de la economía
comunitaria y son parte de la vida cotidiana que las familias campesinas utilizan para optimizar el trabajo familiar y comunal en el proceso
productivo, y también son estrategias para la seguridad y soberanía alimentaria. Todas estas se complementan con la compraventa de mano
de obra, de bienes y servicios, reconocidas en la nueva CPE como economía plural. Las relaciones de reciprocidad priman en la conciencia
colectiva del ser andino amazónico, son parte de sus principios y normas morales y principalmente espirituales. Esto se fundamenta en su
bienestar en la actividad que están por dar. La Ch’alla es una forma de celebración y
de agradecimiento a la Pachamama, por los buenos productos obtenidos en la producción; en este ritual existe un compartimiento con bebida, donde se sirven todos
los presentes, empezando por los más ancianos. Peticiones, en el momento de realizar la K’owa con el fin de alejar las granizadas, colocando aguayos en forma de cruz
encima del techo de la vivienda o colocando ceniza en forma de cruz.
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Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
concepción del tiempo y espacio, que no es lineal y mesurable en términos occidentales. Es decir, que lo circular, espiral, es el principio de
vida, donde todo es un ir y venir de eventos, relaciones espirituales, sociales y culturales que se reproducen y fortalecen de generación en generación y coexisten con la economía de mercado y la modernidad.
La estrategia fundamental de los/as pobladores/as de los Andes bolivianos para la seguridad y soberanía alimentaria ha sido y es la diversificación de su producción y de sus actividades, puesto que es la base
de su economía familiar y comunitaria. Tal diversificación productiva
tiene que ver con las zonas agroecológicas y el manejo de pisos altitudinales, ecológicos y económicos a los que acceden y que pueden ser considerados como partes del territorio continuo y discontinuo.
Las características generales de la agricultura de las comunidades
dependen de las limitaciones del clima, y cuyos rasgos principales son:
la agricultura andina en su mayor parte es a secano y de alto riesgo e
incertidumbre. Por tanto, los cultivos están expuestos a altos riesgos
como las sequías, granizadas y heladas, donde el uso de indicadores
climáticos locales (indicadores atmosféricos, fitoindicadores, zooindicadores y otros) son fundamentales para la resiliencia climática y, por
ende, para el éxito o fracaso de la agricultura.
Por otro lado, la agricultura es de autoconsumo, es decir que la producción va fundamentalmente a la alimentación de la familia y la comunidad, complementándose con otros alimentos generalmente de origen
agroindustrial, como las conservas, el fideo, el arroz, la harina de trigo y otros. Esta producción obtenida para el autoconsumo prioriza la
seguridad alimentaria y solamente el excedente se lleva a la comercialización, trueque y otras formas de cooperación mutua, garantizando su
soberanía alimentaria. Esto sucede, por ejemplo, en el caso de la papa,
donde se destina su excedente a la venta, pero la cañahua se destina exclusivamente al autoconsumo.
El control vertical de pisos ecológicos o simbiosis interzonal ha
implicado un permanente movimiento poblacional que también se realizaba en el pasado (no más de 20 años) a través de los viajes inter-ecológicos y en función del calendario agrícola y festivo religioso, para acceder a otros espacios socioeconómicos que les permitían cubrir otras
necesidades familiares. Estos viajes inter-ecológicos e intercambio de
experiencias se realizan en la época de estiaje, es decir, cuando las cosechas han concluido y se reduce la demanda de la mano de obra para
la producción agrícola. Tienen el objetivo de complementar su economía familiar con ingresos monetarios u otros productos que no produce en sus comunidades, y de fortalecer las relaciones de parentesco sanguíneo o espiritual que se puedan haber formado en estos viajes
por generaciones.
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POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
Esta importante característica ha sufrido en el tiempo cambios fundamentales, recurriendo a otras estrategias complementarias, como el
acceso a otros espacios socioeconómicos, que de alguna manera ha sido
subsanada con la creación de ferias campesinas como centros de intercambio, tanto a nivel de una lógica económica comunitaria o de reciprocidad y otra de mercado (compraventa). Las ferias, además de ser centros de cohesión social y unificación económica, son los espacios donde
se integran simbólicamente la religiosidad con el intercambio de bienes
y servicios (en términos de mercancías, productos o dones de reciprocidad) a través de la búsqueda y ampliación del parentesco sanguíneo
y espiritual, convirtiendo estos espacios socioeconómicos en espacios y
tiempos sagrados (Delgado, 2002).
La producción agropecuaria indígena campesina en los Andes es
diversificada porque la mayor parte de las familias campesinas tienen
diferentes cultivos, especies y variedades, principalmente de tubérculos andinos (papa, oca, papa-lisa e izaño) y granos (quinua, cañahua,
maíz, avena, cebada, trigo), seguidamente de las leguminosas (haba, arveja, tarwi y alfalfa), hortalizas (cebolla, zanahoria, lechuga y rábano),
cucúrbitas (lacayote y zapallo) y algunos frutales, siendo este el soporte
de su seguridad y soberanía alimentaria. Mientras más diversificación
productiva exista, mayor seguridad y soberanía alimentaria habrá. Su
diversificación productiva depende del acceso a diversos ecosistemas,
climas, suelos, pisos altitudinales y pisos ecológicos que les permiten el
acceso a la tierra.
Por lo tanto, en la agricultura indígena campesina originaria la
toma de decisiones está supeditada a la obtención de varios cultivos
(especies y variedades) y no a un cultivo en particular. Además, la producción agrícola está estrechamente relacionada con la crianza de animales (camélidos sudamericanos, ovinos, aves de corral, cuyes, cerdos,
saínos, caballos). También esta diversificación depende de las relaciones sociales que se hayan recreado en el tiempo, donde el parentesco
sanguíneo y espiritual es fundamental, siendo este un medio para acceder a alimentos de otros pisos ecológicos a través de los viajes inter-ecológicos y el intercambio (Delgado, 2002).
La diversidad ecológica y el manejo vertical de pisos ecológicos determina que los territorios de las comunidades estén destinados a dos
actividades productivas muy importantes: la agricultura y la ganadería, que son interdependientes y que involucran una serie de características socioeconómicas y culturales que conllevan una redefinición del
uso de la tierra. La agricultura utiliza casi toda la totalidad de la superficie, con otra destinada al pastoreo de uso común que se constituye en
lo que se han denominado como los campos nativos de pastoreo o pradera nativa, donde los comunarios tienen limitaciones de uso durante la
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Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
época húmeda que corresponde al área cultivable rotacional de uso común anual exclusivo para la producción agrícola, lo que determina un
movimiento temporal dentro los territorios.
Entre las practicas principales que se realizan en la agricultura indígena campesina están las siguientes, las cuales se presentan como
una selección. En el área de cultivos, la rotación de cultivos y el uso
de la tierra de forma comunitaria (Aynoqas) e individual (sayaña), así
como los cultivos intercalados. En el área de prevención de enfermedades y plagas se rescatan los indicadores climáticos y el uso de productos naturales en su control. En el área de semillas: la experimentación
de variedades de semillas introducidas a través del conocimiento local,
incrementando su variabilidad genética y su agrodiversidad. En el área
de suelos: la planificación territorial con una visión integral de cuidado de
la Madre Tierra; la conservación de suelos en parcelas cultivadas (terrazas de formación lenta, andenes, control de cárcavas y zanjas de infiltración). En cuanto a la ganadería andina: establecimiento de su ganado con base en usos y costumbres, respetando los derechos de la Madre
Tierra (Pachamama); implementación de sistemas agrosilvopastoriles
tradicionales; revalorización de los saberes locales para el control de enfermedades (etnoveterinaria). De los recursos hídricos se menciona lo
siguiente: captación, conservación y almacenamiento del agua de la lluvia para mejorar la utilización de ojos de agua (juturis), y fortalecimiento de conocimientos locales para el manejo del bosque nativo para mantener los recursos hídricos.
Esta visión de la vida está siendo fuertemente afectada principalmente por el sistema capitalista y su visión antropocéntrica de la vida y
la naturaleza, mecanicista y materialista, que justamente ha dado origen a los diferentes modelos de desarrollo. La ley marco de la Madre
Tierra y el desarrollo integral para vivir bien, complementada con otras
leyes, justamente plantean una nueva visión, donde el desarrollo no es
el fin sino la fase intermedia para vivir bien, que justamente toma el saber alimentarse como la base para la seguridad y soberanía alimentaria en Bolivia.
Esta perspectiva está en plena construcción, con avances y retrocesos, con potenciales y debilidades, con contradicciones y afirmaciones, que se pueden también ver en el desarrollo de la política boliviana
actual, que sin duda es irreversible. Es considerando estas estrategias
y otras más que puedan surgir de la experiencia de cada pueblo y nación indígena originaria, que presentamos algunos hallazgos de la investigación y la acción piloto para la transformación de la sustentabilidad alimentaria (APT) en torno a uno de los municipios del Estado
Plurinacional de Bolivia, el del Gobierno Autónomo Municipal de
Sucre. El caso de Sucre es emblemático por ser nominado en el año
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POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
2018 como la capital de la agricultura urbana y periurbana de Bolivia
(en un Encuentro Nacional) por sus importantes aportes a la SSAN de
los socios de la Asociación Municipal de Productores Urbanos (AMPU)
y sus perspectivas para incidir en la sustentabilidad alimentaria de la
población sucrense (Delgado, Jacobi y Rist, 2018).
HALLAZGOS. AVANCES DE LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS
EN EL GOBIERNO AUTÓNOMO MUNICIPAL DE SUCRE
Esta sección explica y destaca los avances más importantes de los sistemas alimentarios en el Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, capital
del Estado Plurinacional de Bolivia. Analiza los resultados de la evaluación de la sustentabilidad alimentaria, la influencia de las políticas públicas y los beneficios de la población boliviana para la SSAN. Sin duda,
a partir de las Leyes 3 525, 144, 338, 071 han surgido en el país diferentes programas nacionales y municipales que promueven la agroecología, la agricultura familiar campesina y comunitaria, enmarcados en el
saber alimentarse (mencionado en la Ley 300), que abre una concepción a la alimentación que considera los alimentos y productos agrícolas, no como una mercancía sino como un componente de la Madre
Tierra, donde el alimento es medicina y la medicina es alimento, considerado no solo como valor nutricional (físico-biológico), sino alimento
para la mente y el espíritu, coincidiendo con varios aspectos de la medicina ayurvédica y de la medicina china.
Consideramos que, en Bolivia, la población más vulnerable vive todavía en el sector rural (32.5% según el INEB, 2015: 14), pero en las ciudades bolivianas existe un alto porcentaje de población que está en la
pobreza, aunque en los últimos años Bolivia descendió en más de la mitad la pobreza extrema, de 38.2% en 2005 a 15.2% en 2018 (23 puntos
porcentuales, pp) y la pobreza moderada disminuyó de 60.6% a 34.6%
(26 pp). Cabe destacar que, con estos datos, Bolivia presenta el nivel
más bajo desde que el indicador es registrado en el país, además se posiciona como la economía con la mayor reducción de pobreza extrema
a nivel de Sudamérica (INEB, 2019).4 Esta reducción de la pobreza sin
duda tiene que ver con un mejor acceso físico y económico a los alimentos sanos y de calidad (Delgado y Delgado, 2014: 46- 47).
Uno de estos emprendimientos es el programa municipal de agricultura urbana y periurbana del gobierno autónomo municipal de la
ciudad de Sucre. Este programa es parte de un programa nacional que
ha tenido desde el año 2015 el apoyo del Viceministerio de la pequeña
4 Ver https://www.ine.gob.bo/index.php/prensa/notas-de-prensa/itemlist/category/190
-marzo-2019
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Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
y microempresa del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía
Plural (MDPyEP), con respaldo de la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hasta 2018, y que
desde 2019 ha formado parte del Proyecto de sustentabilidad alimentaria en Sudamérica y África.
Para el análisis de los sistemas alimentarios de la ciudad de Sucre
se hace necesario delimitar sus alcances y definir su campo de acción,
considerando la relación de sus actores, el subsistema político institucional que proporcione el marco normativo y las políticas públicas que
influyen en las decisiones de los actores, el comportamiento de todo el
sistema, su incidencia y peso en la dinámica económica y social de la
ciudad.
Los sistemas alimentarios en la ciudad de Sucre han seguido una
transición en los últimos cincuenta años, desde sistemas alimentarios
con una fuerte influencia de la agricultura campesina diversificada por
tener ecosistemas de valles, cabeceras de valle y altiplano, además de
una cultura alimentaria heredada de los pueblos indígenas quechuas,
con una gran riqueza en cuanto a tradición culinaria y producción campesina con bajos insumos externos. En este proceso, la migración de
población rural campesina a la ciudad ha sido otro factor determinante que ha influido en el crecimiento urbano de la ciudad, aunque todavía Sucre mantiene un amplio territorio rural (3 de los 8 distritos tienen
una población de origen rural y campesina que ha traído consigo sus
conocimientos y sus saberes). Esta característica ha determinado que
esta población haya incorporado en sus actividades la agricultura, en
sus múltiples actividades ofertadas en una ciudad en crecimiento acelerado, como son la albañilería, choferes, empleados de fábricas y otros,
casi siempre dirigidos a varones. Las mujeres han tenido que asumir
responsabilidades de amas de casa.
En este contexto se inició el programa municipal en el año 2015
con el objetivo de aportar a la SSAN de las familias migrantes del campo, asumiendo de forma natural el liderazgo de esa actividad las mujeres amas de casa, especialmente de los distritos periurbanos y urbanos
con población migrante. El proyecto tiene proyecciones de sustentabilidad alimentaria para la población sucrense, y ha mejorado la seguridad alimentaria y permite a los agricultores consumir alimentos de mejor calidad, ser autosostenibles e incrementar sus ingresos económicos.
El subsistema ecológico está relacionado con el entorno, donde
ocurren los sistemas alimentarios, y define las formas de administración de los recursos. Aquí se hace necesario ponderar la decisión de
política institucional del gobierno boliviano a través del Ministerio de
Desarrollo Productivo y Economía Plural (MDPyEP), de la FAO-Bolivia,
del liderazgo del GAM de Sucre, de la Universidad San Francisco Xavier
68
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
de Chuquisaca y de varias organizaciones no-gubernamentales (ONG)
y de cooperación internacional, involucradas de alguna manera con
la Agricultura Urbana y Periurbana Agroecológica (AUPA) de Sucre,
de hacer de la práctica agroecológica una herramienta imprescindible
para la sustentabilidad.
El subsistema de servicios y transformación constituye una intrincada red de comercialización que se define desde dos espacios:
• Desde la transformación informal, artesanal, doméstica, caracterizada por: baja inversión, emprendimientos familiares relacionados con la multiactividad, es decir, precariedad en las
relaciones económicas. La multiactividad como estrategia indígena campesina de los Andes y el control vertical de pisos ecológicos, relacionando el campo y la ciudad por los agricultores
urbanos y periurbanos, ha sido aplicada de manera favorable
aprovechando el clima favorable y las tecnologías de carpas solares para la producción agroecológica de hortalizas y frutas
diversificadas que se convierten en una novedosa oferta en el
mercado sucrense de alimentos.
• Cada unidad familiar se ha constituido en pequeñas empresas
comerciales asociadas en una organización matriz denominada Asociación Municipal de Agricultura Urbana y Periurbana
Agroecológica (AMPU), que le permite acceder a infraestructura (carpas solares y sistema de riego), asistencia técnica y apoyo
con la apertura de las ferias verdes para comercializar sus productos. También se ha recibido apoyo para la transformación de
productos a través de una pequeña planta de transformación.
IMPLEMENTACIÓN DEL PROCESO METODOLÓGICO
DE LA EVALUACIÓN PARTICIPATIVA DE LA SUSTENTABILIDAD
ALIMENTARIA EN LA AUP DE SUCRE CON BASE EN LOS OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS DEL PTDI Y DE LOS PILARES DEL PLAN NACIONAL
DE DESARROLLO INTEGRAL PARA VIVIR BIEN DEL ESTADO
PLURINACIONAL DE BOLIVIA
La evaluación participativa de la sustentabilidad alimentaria en Sucre
se basó en los objetivos estratégicos del Plan Territorial de Desarrollo
Integral (PTDI), considerando 3 años de trabajo previo con base en
políticas públicas, leyes nacionales, leyes municipales y el Programa
Municipal de Agricultura Urbana y Periurbana agroecológica del GAM
de Sucre.
El proceso de aplicación de las dimensiones y sus indicadores contextuales se desarrolló en un marco de evaluación de sistemas alimentarios para actores no científicos, como organizaciones sociales, políticos
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Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
y otros interesados en la sustentabilidad de los sistemas alimentarios,
siendo la Asociación de Productores Urbanos y Periurbanos de Sucre
(AMPU) la organización matriz para el desarrollo de la evaluación participativa y la ejecución de una acción piloto para la transformación
del sistema alimentario hacia la sustentabilidad de sus 1 500 miembros
y su repercusión en toda la población de la ciudad de Sucre, que tiene
una población de 284 536 habitantes según proyecciones a 2017 (INEB,
2015).
En la evaluación de las cinco dimensiones, cada indicador fue discutido en un grupo de actores del sistema alimentario (tratando de que
estén presentes actores de todos los eslabones de las principales cadenas de valor), o evaluar en los lugares donde el sistema alimentario se
puede observar. Para ello se han considerado las preguntas guías previamente elaboradas por el proyecto para cada dimensión e indicadores.
Los indicadores y las dimensiones están claramente definidos para
facilitar su aplicabilidad en el marco evaluativo y están diseñados para
actores no científicos; esta flexibilidad consubstancial amplía el universo de actores y la hace versátil en su ajuste. El instrumento Food SAF
posee también la cualidad de presentar una forma sencilla y simple de
evaluación, pero al mismo tiempo abarca un entendimiento de alcance holístico de los sistemas alimentarios y los pilares claves de su sustentabilidad. La intención del marco de evaluación es su mejoramiento constante y su aplicación en varios lugares y sistemas alimentarios
del mundo.
La aplicación de las preguntas por cada indicador y sus dimensiones ha permitido cuantificar y cualificarlas, según ilustra el Gráfico 1,
que permite ver claramente las debilidades y fortalezas del sistema alimentario de Sucre, visto desde la AUPA.
El gráfico muestra que el indicador de impacto a la salud es el más
alto, seguido del indicador de la huella de carbono y de la seguridad alimentaria a nivel del hogar, atribuyendo estos resultados a la alimentación de calidad y cantidad accesibles a partir de la producción que
tiene la familia desde hace cuatro años, lo que la hace menos dependiente del mercado. Otros indicadores importantes son los de la participación efectiva y la organización social de los actores, porque a través de la asociación de productores urbanos y periurbanos fortalecidos
por el apoyo técnico y financiero del GAM de Sucre y de otras instituciones como la universidad pública, dos organizaciones no gubernamentales (ONG) y la cooperación internacional, han logrado mejorar
sus perspectivas de corto, mediano y largo plazo, identificando sus potenciales y debilidades.
La dimensión más débil fue la de la pobreza y desigualdad (promedio 1.6), con valores bajos especialmente en los indicadores de acceso
70
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
a infraestructura, la capacidad de almacenar y procesar los alimentos,
y el desempeño de las cadenas de valor, muy relacionados estos a la falta de información de los actores sociales del sistema, tanto en aspectos
técnicos, sociales y de políticas públicas disponibles como en oportunidades para acceder a nuevos proyectos y programas, como por ejemplo,
la apertura a mercados locales, el desconocimiento de las leyes nacionales y municipales, que se reconocen como fundamentales oportunidades para acceder a nuevos financiamientos.
Gráfico 1. Resultado de la evaluación participativa
de las cinco dimensiones de la sustentabilidad alimentaria
en la AUP de Sucre
Der
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ló
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Conocimientos
tradicionales
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No-discriminación
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3
2.5
2
1.5
1
0.5
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aci
ón
Participación efectiva
Seguridad alimentaria
al nivel del hogar
Relaciones de poder
Capacidad de almacenar
y procesar alimentos
Huella de carbono
Desempeño de las cadenas
de valor
ent
Acceso a la información
Impacto a la salud
Manejo del paisaje
la a
Seguridad alimentaria
Diversidad
oa
Fuentes y niveles
de ingresos y gastos
Acceso a infraestructura
Pobreza y desigualdad
Fuente: Informe de evaluación APT Sucre, producto del trabajo participativo en los talleres de evaluación de los sistemas
alimentarios 2018 y con la aplicación de la herramienta Food SAF.
Estas debilidades y potenciales identificados en la evaluación han
sido la base para priorizar una acción piloto para la transformación
de la sustentabilidad de los sistemas alimentarios, que ha determinado priorizar la formación continua de las agricultoras urbanas y periurbanas de la asociación municipal y de otras dos asociaciones (de la gobernación y de la ONG, Instituto Politécnico Tomás Katari, IPTK). Para
ello, se ha elaborado participativamente una malla curricular prácticateórica para la formación de técnicos básicos en agroecología y diálogo de saberes.
71
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
El proceso de formación de 43 técnicos auxiliares en agroecología
y diálogo de saberes ha permitido fortalecer toda la cadena de valor y
los eslabones de producción, transformación, consumo y comercialización, siendo fundamental su replicabilidad y devolución de lo aprendido a todos los miembros de la AMPU. Pero, por otro lado, puede permitir al gobierno autónomo municipal de Sucre precisar su inversión y el
apoyo a la SSAN a partir de la AMPU en la perspectiva de llegar a toda
la población de Sucre con alimentos de calidad y a un precio asequible.
La operacionalización del sistema alimentario agroecológico de la
AMPU se da en las cadenas de valor, donde se destaca a los actores en
cada uno de los eslabones de la cadena, siendo el sistema alimentario
agroindustrial y el campesino convencional sus principales competidores en el mercado de Sucre. Aun así, los ingresos económicos de las
agricultoras urbanas y periurbanas se han incrementado en un 35% en
4 años, pero lo más resaltante que mencionan es el mejoramiento de la
alimentación de la familia, en cantidad y calidad, teniendo una dieta diversificada y suficiente, haciéndolas menos dependientes de alimentos
del sistema alimentario agroindustrial, que según sus testimonios es de
mala calidad y tiene implicaciones para la salud.
En las últimas décadas, la Agricultura Urbana y Periurbana
Agroecológica se ha desarrollado en todo el mundo como una de las
prácticas más interesantes de transformación territorial, económica y
sociopolítica. La experiencia en el municipio de Sucre llega a un 7% de
la población de forma directa e indirecta, generando empleo y recursos. Tiene 1 478 familias involucradas de forma significativa, se define como un fenómeno en extremo heterogéneo, versátil y complejo, capaz de adaptarse a contextos específicos y responder a una amplia serie
de demandas y emergencias. Es un elemento de transformación multidimensional que demuestra su capacidad de impulsar procesos participativos de desarrollo local, regional, nacional y de empoderamiento sociocultural. Los productores están asociados y generan procesos
productivos y de transformación en el marco de la economía plural, en
proyectos como el kiosco saludable, que oferta comida saludable en las
escuelas, tiene 203 productores certificados en producción limpia y ecológica y 43 productores titulados como técnicos auxiliares con apoyo de
COMPAS y la Universidad de Berna, en Suiza, capacitación que les permite mejorar su vida y alimentarse mejor. Ellos luchan cada día por garantizar su soberanía alimentaria de forma sustentable.
Con este ejemplo y muchos otros que conocemos en América Latina
y el mundo, principalmente impulsados por gobiernos que buscan alternativas al modelo de desarrollo capitalista neoliberal, es muy claro
que las políticas públicas y leyes municipales pueden coadyuvar en procesos participativos e incluyentes para impulsar sistemas alimentarios
72
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
sustentables con una inversión segura e impactos socioeconómicos y
medioambientales positivos y visibles en el corto y mediano plazo, siendo fundamental su continuidad.
Por ello, las políticas públicas dirigidas a fortalecer la SSAN en
Bolivia y el mundo deben incidir en la alimentación y en sistemas alimentarios sustentables. En Bolivia se han dado pasos muy importantes
en una normativa muy favorable, donde como en todo, existen errores
a corregir y destacar los avances que se plantean en leyes participativas
e inclusivas, donde el pueblo es el que determina los lineamientos; así
por ejemplo, se han construido la Ley de agroecología, la Ley Marco de
la Madre Tierra y el desarrollo integral, habiéndose avanzado en su implementación. La evaluación participativa de la sustentabilidad alimentaria y sus resultados es un ejemplo de ello. La Ley de los derechos de
la Madre Tierra (Ley 071) fue promulgada en diciembre de 2011 y reconoce los derechos de la Madre Tierra y los deberes y obligaciones del
Estado Plurinacional de Bolivia y de la sociedad boliviana (Artículo 1).
En el artículo 2 se plantean 6 principios: armonía, bien colectivo, garantía de regeneración de la Madre Tierra, respeto y defensa de los derechos de la Madre Tierra, no mercantilización e interculturalidad.
CADENAS DE VALOR, POLÍTICAS DE SSAN Y COMERCIO
INTERNACIONAL EN LA ALIANZA BOLIVARIANA
PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICATRATADO DE COMERCIO DE LOS PUEBLOS (ALBA-TCP)
Uno de los desafíos de las políticas públicas, enfocadas en la construcción de sistemas alimentarios sustentables e inclusivos, es el desarrollo
de un método de análisis para promover la SSAN. En la sección anterior
se planteó que una de las dimensiones más débiles de la evaluación fue
la de los indicadores del desempeño de las cadenas de valor, muy relacionados estos con la falta de información de políticas públicas disponibles.
Esta sección presenta hallazgos parciales de la conceptualización
de un método general fundamentado en los conceptos de cadenas de valor vinculadas a bases de datos desarrollado por Aponte García (2014,
2015), y aplicado al caso de Bolivia bajo el proyecto de Rumbo a la
Sustentabilidad Alimentaria. El objetivo es poder analizar la relación
entre los componentes de la cadena de valor y las leyes, los planes y
las políticas públicas. La investigación incorporó métodos mixtos. Los
hallazgos se fundamentan en un análisis de las leyes y decretos disponibles en Gaceta Oficial de Bolivia,5 FAOLEX6 y en Eyzaguirre (2015).
5
Ver http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/
6
Ver http://www.fao.org/faolex/country-profiles/general-profile/en/?iso3=BOL
73
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
Todas las referencias provienen de estas fuentes a menos que se indique otra referencia.
HALLAZGOS
Esta sección resume hallazgos según componentes de la Figura 1 –suministros de insumos; producción de alimentos; procesamiento y empaque; distribución y consumo– en su relación con las leyes, decretos y
planes de desarrollo. Bajo cada componente se destacan leyes y planes
para ilustrar cómo el Estado Plurinacional de Bolivia articuló la SSAN.
Luego se incluye una sección sobre el ALBA-TCP.
SUMINISTROS DE INSUMOS. LA RESERVA ESTRATÉGICA DE ALIMENTOS
Para garantizar el suministro de insumos el Estado establece una reserva estratégica de alimentos incluyendo arroz, trigo, maíz y azúcar para
estabilizar el mercado y poder garantizar una redistribución para la
SSAN, precios justos a los productores y redistribución a los consumidores (Ministerio 2016: 58). Ya para 2015 los porcentajes de demanda
cubierta fueron: 37 (trigo), 17 (maíz) y 12 (arroz), garantizando un precio justo al productor y al consumidor. Para algunas regiones se priorizan productos estratégicos: maíz, papa, trigo, ají, maní y cebada (Ley
N° 3 407/2006), así como actividades ganaderas, bovina, ovina, porcina y avícola.
El Estado Plurinacional de Bolivia (EPB) fortalece la producción
nacional y regula, mediante decretos, la importación-exportación en
función de la reserva estratégica. Bolivia se une así al bloque de países con reservas estratégicas, medida que la Organización Mundial del
Comercio (OMC) rechaza, aunque los porcentajes de demanda cubierta todavía son bajos y se concentran en La Paz y Cochabamba. La reserva estratégica ha jugado un rol importante en la estabilización de insumos y aprovisionamiento de productores y consumidores.
PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS. LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES
Y EL MOVIMIENTO HECHO EN BOLIVIA
La Constitución (2009) tiene varios artículos que favorecen a los pequeños productores. La Ley N° 338/2013 regula la agricultura familiar
sustentable y las actividades familiares diversificadas realizadas por
las Organizaciones Económicas Campesinas Indígenas Originarias
(OECAS), las Organizaciones Económicas Comunitarias (OECOM) y
las familias productoras indígenas originarias campesinas, interculturales y afro-bolivianas, cuyo objetivo primordial es contribuir a la
soberanía alimentaria y la SSAN. El “Sello Hecho en Bolivia” (2015)
promueve el consumo de la producción nacional, y el “Sello Social
Boliviano” (DS N° 2 738 /2016) se otorga a unidades productivas que
74
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
incorporen materia prima e insumos provenientes de la agricultura familiar sustentable.
La política pública “Hecho en Bolivia” es parte del sistema de fortalecimiento y promoción de la producción nacional. En el mercado interno se han desarrollado procesos de sensibilización y toma de conciencia del contenido social del consumo, en el entendido de que, por
ejemplo, en el municipio de Sucre de cada 200 empresas, 199 son microemprendimientos familiares generadores de autoempleo y empleo,
con bajo capital en general manufacturero. Esta realidad genera presión en las ciudades y precariedad; sin embargo, el programa de incentivos ha previsto como destino la producción nacional; el año 2018, un
15% del doble aguinaldo pagado por instituciones públicas y privadas
ha llegado a 1.5 millones de personas de un universo de 4.73 de la población económicamente activa (Campos, 2020).
Otra pieza clave es la creación del Sello Social Boliviano (Decreto
Supremo N° 2 738/2016), que se otorga a “todas las unidades productivas de la agricultura familiar sustentable y las de industrialización
que incorporen materia prima e insumos provenientes de la agricultura familiar sustentable”. Algunos autores plantean que, aunque contempla “la inclusión de las micro y pequeñas empresas, asociaciones de
productores urbanos y rurales, OECAS, cooperativas y asociaciones sin
fines de lucro legalmente constituidas como sujetos participantes del
proceso de contratación, la práctica muestra que las grandes empresas
bolivianas se benefician más de este decreto que las pequeñas organizaciones de productores” (Cotera et al., 2009: 59).
La Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de
Bolivia (AOPEB), fundada en 1991, y única representante de los productores ecológicos, afilia a 85 organizaciones, distribuidas en 77 municipios. AOPEB cuenta con 70 000 productores registrados, entre los
ecológicos y orgánicos certificados.
En términos generales, la producción agroecológica se destina al
autoconsumo y mercados locales (incluyendo tiendas y ferias ecológicas). No existe una diferenciación de precios con respecto a los productos convencionales y tampoco se benefician del Precio Justo.
Los productos orgánicos y algunos agroecológicos se mercadean
por comercio justo en coordinación con la cooperación internacional.
Los productos orgánicos exportados son café, quinua, cacao y almendra. Algunos productos agroecológicos (quinua, café, cacao, castaña,
amaranto y frijoles) se exportan principalmente al mercado europeo y
a los Estados Unidos; un pequeño volumen se exporta a Japón. Estos
productos contienen un gran potencial para constituirse como eje de las
políticas agrícolas y comerciales sustentables para la SSAN.
75
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS, PROCESAMIENTO, EMPAQUE
Y DISTRIBUCIÓN. EMPRESAS PÚBLICAS Y COMPLEJOS PRODUCTIVOS
A LO LARGO DE LA CADENA DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN
Para poder promover las alternativas, el Estado necesita crear unas estructuras gubernamentales que coordinen, a lo largo de la cadena de
producción y distribución, la actividad socioeconómica. Lo más contundente es la creación de los complejos productivos estratégicos que
cuentan con empresas públicas y conforman conglomerados que reestructuran las cadenas de producción y distribución e impactan el régimen comercial y las políticas gubernamentales agrícolas. El funcionamiento de las empresas públicas y de los conglomerados estará apoyado
por el funcionamiento de agencias y servicios de desarrollo.
El Estado crea estructuras gubernamentales para coordinar la gobernanza de la cadena para la SSAN (Ley N° 466/2013), e invierte en
complejos productivos priorizados: frutas, coca, carnes, hortalizas, endulzantes, madera, insumos para la producción, transformaciones de
productos amazónicos, granos, papa y lácteos. Cada complejo es apoyado por agencias y servicios de desarrollo tales como PRO-BOLIVIA,
PROMUEVE-BOLIVIA e INSUMOS-BOLIVIA.
Al 2016 se habían canalizado 1 629 MUSD en inversión para la industria pública manufacturera (2006-2016), incluyendo 13 empresas
públicas, 20 plantas de operación; 12 en proceso de construcción y/o
implementación, generando 2 734 empleos directos (1 077 mujeres y
1 657 hombres) y 27 586 empleos indirectos (Ministerio de Desarrollo
Productivo y Economía Plural, 2017: 2-3). Esta inversión “está dirigida a
los 13 complejos productivos priorizados”: frutas, coca, carnes, hortalizas, endulzantes, textiles, madera, insumos para la producción, transformación de productos amazónicos, granos, papa y lácteos.
Para 2017 ya había algunas empresas en operación: EMAPA
(Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos), Enatex (Empresa
Pública Nacional Textil), Quipus (Equipos Tecnológicos), Papelbol
(Papeles de Bolivia), Cartonbol (Cartones de Bolivia), Lacteosbol
(Empresa de Lácteos de Bolivia), EBA (Empresa Boliviana de Almendras
y Derivados) y Promiel (Empresa Promiel). Otras empresas estaban en
construcción [Easba (Empresa Azucarera San Buenaventura), Yacana
(Empresa Yacana), Ecebol (Empresa Pública Nacional Estratégica de
Cemento de Bolivia) y Envibol (Envases de Vidrio de Bolivia)]; y otras
en fase de diseño [(Empresa Estratégica de Producción de Abonos y
Fertilizantes), de semillas (Empresa Estratégica de Producción de
Semillas) y la Empresa Pública Sank’ayu].
Entre las empresas destacamos la Empresa de Apoyo a la
Producción de Alimentos (EMAPA), creada mediante Decreto
Supremo N° 29 230/2007, la cual apoya y comercializa la producción
76
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
agropecuaria, estabilizando el mercado. EMAPA cuenta con infraestructura alquilada o propia (aproximadamente 42 sucursales) y los
SUPER EMAPAS (supermercados), para comprar y distribuir alimentos. En la actualidad, EMAPA no atiende el mercado externo.
Los precios justos están determinados mediante Decreto Supremo
N° 3 127/2017, sobre la base del precio del mercado menos el 10%. Se
establecen bandas de precios para el arroz, maíz amarillo y trigo, y
EMAPA realiza el acopio.
A nivel interno, las transformaciones más significativas están dadas por la articulación de la inversión pública que redefine los términos de las políticas. La configuración de complejos productivos con una
fuerte inversión pública son la respuesta del Estado para transformar
el país frente a los intereses tradicionales vinculados a una estructura
de la propiedad y de la tierra que condujo a la sociedad boliviana a altos niveles de desigualdad y de pobreza. Pero el montaje de esta estructura alternativa toma tiempo y está marcada por sus propios problemas y limitaciones.
Estas transformaciones se apoyan en la Ley N° 466/2013 que plantea que
para garantizar el cambio del patrón primario exportador, la empresa pública, a nombre del pueblo boliviano, asume un rol protagónico en el proceso de implementación del modelo económico productivo a través de la
administración del derecho propietario sobre los recursos naturales, el
control estratégico de los circuitos productivos y la generación de procesos de industrialización, para producir bienes y servicios con valor agregado que permitan cubrir las necesidades básicas del mercado interno,
y generar y fortalecer sus capacidades exportadoras con los excedentes.
El Decreto Supremo N° 29 339/2007 aprueba el Programa Productivo
para la SSAN 2008, en el marco del nuevo modelo de desarrollo productivo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia Digna,
Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien”. En su Artículo 2°
(Fortalecimiento de la producción nacional) este programa plantea la intervención en tres niveles: Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos
- EMAPA, apoyará la producción de trigo, arroz, maíz, soya y proveerá insumos agropecuarios; Semilla de Papa - SEPA, trabajará en apoyo a la producción y provisión de semilla de papa; y el sector privado comunitario, el
cual apoyará la producción de maíz, choclo, papa, tomate y cebolla.
En 2011, mediante la Ley N° 144 /2011 de la Revolución Productiva
Comunitaria Agropecuaria, EMAPA es constituida como Empresa
Pública Nacional Estratégica, “con el objeto de apoyar a los sectores
de la cadena productiva de alimentos, la producción agropecuaria y
77
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
agroindustrial, en productos que sean deficitarios en Bolivia, contribuir a la estabilización del mercado interno de productos agropecuarios y agroindustriales, y a la comercialización de la producción agrícola en el mercado interno y externo”.7
La empresa está presente en casi toda la cadena productiva de lo que
es apoyo al sector primario. Cuenta con infraestructura alquilada o propia: aproximadamente 42 sucursales distribuidas a nivel nacional. Con
los SUPER EMAPAS (supermercados), la empresa también participa de
un enfoque más comercial. EMAPA compra y distribuye alimentos. “Eso
permite que el productor garantice la producción como tal al Estado y el
Estado también tenga la reserva, pero paralelamente nosotros a la población llegamos de manera general con un precio a costo que les permita
beneficiarse de la producción” (Entrevista EMAPA, 2017).
DISTRIBUCIÓN Y CONSUMO. ALIMENTACIÓN ESCOLAR
Y SUBSIDIO A LA LACTANCIA
La Ley N° 622/2014, Ley de Alimentación Escolar en el Marco de la Soberanía Alimentaria y la Economía Plural, regula la alimentación complementaria escolar, distribuyendo responsabilidades a los diferentes niveles de gobierno y fomentando la economía social comunitaria a través
de la compra de alimentos de proveedores locales. En este contexto, la
Ley N° 622 fija los principios que rigen las contrataciones con proveedores locales de alimentos, estando estos últimos integrados por: asociaciones de pequeños productores rurales; Organizaciones Económicas
Campesinas Indígenas Originarias (OECAS); Organizaciones Económicas Comunitarias (OECOM); familias productoras indígenas originarias
campesinas, interculturales y afrobolivianas organizadas en la agricultura familiar sustentable (Cotera, et al., 2009: 60).
El desayuno escolar es una competencia de las municipalidades
(Ley N° 1 151 - Ley de Participación Popular). En la contratación de alimentos se preverá que los productos sean elaborados con materias primas de producción nacional (Artículo 48.IV del Decreto Supremo N°
27 328) (Cotera, et al., 2009: 60). La materia prima local debe cumplir
con lo dispuesto en el Decreto Supremo N° 25 963/2000, que establece
que se deberá incorporar en sus componentes sólidos elaborados con
harina de trigo, de cereales como soya, maíz, amaranto, cañahua y quinua, o combinaciones compuestas entre estos o en forma individual,
para constituir harinas mixtas denominadas “Bolivariana”.
Antes de que se implementaran estas políticas públicas y las leyes,
los productos que las comunidades rurales recibían para la elaboración
7
78
Ver http://extwprlegs1.fao.org/docs/pdf/bol140124.pdf
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
de los alimentos complementarios en el desayuno escolar provenían
principalmente de las donaciones que recibían de los países desarrollados, productos que en su mayoría eran externos al contexto de las comunidades y que influyeron de cierta manera en el cambio de los hábitos alimenticios de la nueva generación de estudiantes que seguramente
tendrán a largo y mediano plazo problemas de salud.
El “Subsidio Universal Prenatal por la Vida” consiste en la entrega
a la madre gestante beneficiaria de 4 paquetes de productos en especie
equivalentes cada uno a un monto de 300 Bs. Los productos y proveedores que integran el Subsidio son establecidos por el Ministerio de
Salud en reglamentación específica, priorizando alimentos locales de
alto valor nutritivo. La compra y distribución del Subsidio está a cargo
del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas (SEDEM). La nómina de beneficiarias es proporcionada mensualmente al SEDEM por
el Ministerio de Salud, a través de la Unidad Ejecutora “Bono Juana
Azurduy”.
El Subsidio de Lactancia es un beneficio garantizado por el
Estado por varias leyes y reglamentos (Código de Seguridad Social,
Reglamento de Asignaciones Familiares, Ley 3 460 de Fomento a la
Lactancia Materna y Comercialización de sus Sucedáneos). Es entregado en todo el país a las madres gestantes hasta que los bebés cumplan
un año de edad.
El Programa Nacional de Alimentación Complementaria Escolar
(PNACE 2015-2020) de 2015 representa un avance para fomentar la
economía social comunitaria mediante la compra de alimentos a los
proveedores locales. De esta manera, los pequeños productores pueden encontrar espacios normados para que su producción sea ofertada en el ámbito escolar y pueda crearse un círculo productivo de
beneficio tanto para el productor como para las escuelas. La implementación de este programa atribuye responsabilidades a los Gobiernos
Autónomos Departamentales y Municipales, y a las Autonomías
Indígenas Originarias Campesinas para que realicen la Alimentación
Complementaria Escolar coordinándose con el Ministerio de Educación
y el Ministerio de Salud. PNACE ha sido elaborado por el Ministerio de
Educación con el apoyo de la FAO y está dentro del Plan Nacional de
Desarrollo Bolivia Digna, Productiva y Democrática para Vivir Bien.
CADENA DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN.
COMERCIO INTERNACIONAL Y EL ALBA-TCP
En el ámbito del comercio internacional, el 22 de enero de 2020 el gobierno de transición aprueba el decreto supremo liberando las exportaciones a todos los productos agrícolas como el azúcar y el aceite, que
es casi en 100% de soya transgénica, también alimentos concentrados
79
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
para pollos, favoreciendo a unos cuantos empresarios de las logias cruceñas y desfavoreciendo el mercado interno. Actualmente ya han subido los precios de algunos productos.8
El Estado Plurinacional de Bolivia definió una política económica
y social para enfrentar situaciones de desabastecimiento y especulación
de precios en el mercado interno, misma que consideró mecanismos de
excepción y de controles adicionales en los flujos comerciales de exportación e importación de los principales productos de la canasta familiar
y su comercialización a nivel nacional, y de aquellos insumos necesarios para garantizar el abastecimiento de la demanda interna de alimentos. El Decreto Supremo N° 29 524/2008 en lo referente al “Certificado
de Abastecimiento Interno y Precio Justo”, determina que el Ministerio
Desarrollo Productivo y Economía Plural, con base en informes técnicos de verificación de abastecimiento interno y precio justo a través del
Observatorio Agroambiental y Productivo, dependiente del Ministerio
de Desarrollo Rural y Tierras, emite el “Certificado de Abastecimiento
Interno y Precio Justo” a las empresas exportadoras de los principales
productos agropecuarios, como es el caso de la soya. Esta medida permitió garantizar el abastecimiento del mercado interno y garantiza precios
justos para la población en general, medidas que fueron abrogadas a través del Decreto Supremo N° 4 139 del 22 de enero de 2020 por el gobierno
transitorio, dejando sin efecto la emisión del certificado de abastecimiento interno y precio justo; asimismo; este decreto presenta un anexo con
suspensión temporal de la exportación de trigo, arroz y sus derivados.
La liberación de exportación de productos agrícolas como la soya y
sus derivados causa daños colaterales al aparato productivo del Estado.
Al productor le resulta más atractivo el monocultivo de la soya que presenta mejor rentabilidad. Al no existir ninguna restricción, da vía libre
a su producción, quedando relegados otros cultivos agrícolas como es el
caso del maíz, que se ve afectado por esta producción intensiva de soya,
generando subidas de precios. Si bien es prematuro hablar de afectación de precios en el mercado por el Decreto Supremo N° 4 139, se realizó el siguiente análisis de precios de los principales productos agrícolas en los mercados de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz considerando
dos momentos: un primer momento tomando datos de 4 meses antes
de las elecciones del 20 de octubre de 2019, y un segundo momento 4
meses después, según datos oficiales publicados por el Observatorio
Agroambiental y Productivo.
De acuerdo con el Gráfico 2 se puede apreciar: incremento del precio de la carne de pollo (kg) en un 3.24%, incremento del precio del maíz
8
80
Ver https://www.lahaine.org/mundo.php/bolivia-liberacion-de-exportaciones-y
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
amarillo (qq) en un 24.23%, incremento del precio del sorgo (qq) en
un 4% y el incremento del precio de la soya en grano (qq) en un 8.48%.
Podemos concluir que los precios de los principales productos agrícolas
de exportación se vieron afectados por el momento político de transición
que atraviesa el Estado. La producción de maíz para la gestión pasada
sufrió la reducción de la superficie sembrada en un 22%, según datos de
la ANAPO, donde se puede apreciar una elevación de precios preocupante, y que ahora con el DS 4 139 la producción de maíz entra en competencia con la producción de la soya en cuanto a la superficie sembrada.
Precios bolivianos
Gráfico 2. Promedio de precios de los principales productos
agrícolas de exportación de las principales ciudades capitales
del Estado Plurinacional de Bolivia (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz)
250.00
200.00
150.00
100.00
50.00
0.00
Jun-19 Jul-19 Ago-19 Sept-19 Oct-19 Nov-19 Dic-19 Ene-20 Feb-20
Jun-19 Jul-19 Ago-19 Sept-19 Oct-19 Nov-19 Dic-19 Ene-20 Feb-20
Carne de pollo entero kg
13.50
9.79
13.74
12.65
14.12
13.02
12.57
12.21
13.93
Maíz amarillo duro qq
86.67
78.33
85.00
82.50
90.17
90.00
55.00
109.33
107.67
Sorgo qq
Soya en grano qq
83.33
70.00
70.00
70.00
71.00
72.67
43.33
83.33
86.67
186.67
203.33
203.33
196.67
196.67
196.67
128.33
128.33
202.50
Fuente: Elaboración Carlos Silvestre con base en datos de los mercados de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz del
Observatorio Agroambiental y Productivo - Ministerio Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT). Disponible en http://www.
observatorioagro.gob.bo/.
LA CADENA Y EL ALBA-TCP. ACUERDOS COMERCIALES
QUE INFLUYEN EN LA SSAN
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado
de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) surge como una iniciativa de
Venezuela y Cuba a principios del siglo XXI. Se contextualiza en el panorama de la región caracterizado por gobiernos progresistas, boom
de los commodities, y alejamiento del control de Estados Unidos. En
la actualidad, los Estados miembros del ALBA-TCP y sus respectivas
fechas de incorporación, son los siguientes: Venezuela (2004), Cuba
(2004), Bolivia (2006), Ecuador (2009), Nicaragua (2007), Dominica
(2008), Antigua y Barbuda (2009), San Vicente y las Granadinas (2009),
Surinam (2012), Santa Lucía (2013), Granada (2014) y San Cristóbal y
Nieves (2014). Ecuador se retira del ALBA-TCP en 2018. Honduras se
integró al ALBA en 2008 pero fue suspendido en 2009 luego del golpe de
Estado a Manuel Zelaya (Aponte-García, 2019: 173).
81
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
El 15 de noviembre, cinco días después de la renuncia del presidente Morales, el gobierno de transición de Bolivia anunció la ruptura de
relaciones con Venezuela y la salida de la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA).9 El 24 de enero de 2020, el gobierno
de transición también anuncia el rompimiento de relaciones con Cuba y
abre la puerta a Estados Unidos, dando fin al distanciamiento del gobierno de Morales con ese país.10
El ALBA-TCP articula una propuesta de soberanía alimentaria lanzada a partir del año 2008, que incluye, entre otros procesos, la designación de rubros estratégicos (maíz, soya, quinua, trigo, cacao, entre
otros), el lanzamiento de empresas grannacionales (empresas públicas
mixtas de dos o más países miembros del ALBA-TCP) y la articulación
de un sistema de distribución y mercadeo alternativo. Las empresas
grannacionales (EGN) son empresas estatales mixtas de dos o más países miembros del ALBA-TCP que comparten la propiedad y que se enfocan en el comercio intra-ALBA-TCP (Aponte-García, 2019: 175-176).
El comercio intra-regional del ALBA-TCP crece en términos generales hasta 2011 y luego muestra una reducción que se enfatiza a partir de
la muerte de Hugo R. Chávez y el recrudecimiento de las sanciones y represalias de Estados Unidos contra Venezuela (ver Aponte-García, 2019:
179). Cuando consideramos las exportaciones de alimentos de varios países miembros del ALBA-TCP a dicho bloque, según ilustra el Gráfico 3,
vemos que el rol de Bolivia, así como el de Nicaragua, son significativos. Los datos de Bolivia y Nicaragua muestran una reducción a partir
de 2012 y 2013, respectivamente. Cuando el gobierno de transición retira a Bolivia del ALBA-TCP, y a su vez rompe relaciones con Cuba, el bloque se debilita más y se vulnera la SSAN regional tanto como la nacional.
En años recientes, el recrudecimiento de la guerra económica interna en Venezuela ha socavado las alternativas alimentarias para la población, y aunque el gobierno ha establecido nuevas Misiones y mecanismos para aliviar la situación (Comités Locales de Abastecimiento y
Producción (CLAP), entre otras), la situación afecta la capacidad de importación de Venezuela en divisas y, por ende, al ALBA-TCP.
Entre las EGN que se han creado en el ámbito de alimentos,
han figurado iniciativas en pesca, acuicultura y producción de granos. Lubbock (2017: 4) ha identificado varias EGN: la Planta de
Procesamiento de Soja “Eulalia Ramos” en Venezuela, establecida
a través de un acuerdo entre Venezuela, Cuba y Bolivia; la GNE de
9 Ver https://planoinformativo.com/697463/bolivia-rompe-relaciones-con-venezuela-sale-de-alba-y-podria-dejar-unasur
10 Ver https://es.panampost.com/mamela-fiallo/2020/01/24/bolivia-cuba-eeuu/
82
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
ALBA Alimentos de Nicaragua creada en 2007 entre la Corporación de
Alimentos de Venezuela (CVAL) y la compañía ALBA Alimentos con
sede en Nicaragua.
600 000
Gráfico 3. Exportaciones de alimentos al Bloque ALBA-TCP
en miles dólares US a precios corrientes
400 000
200 000
Bolivia (Estado Plurinacional de)
Cuba
Nicaragua
Venezuela (República Bolivariana de)
2018
2017
2016
2015
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
0
Fuente: Elaboración de Maribel Aponte García con base en https://unctadstat.unctad.org.
EMAPA de Bolivia es además la contraparte de la Corporación
Venezolana de Alimentos (CVAL) en el establecimiento de empresas públicas mixtas en el contexto del ALBA-TCP. Según la Ley N° 244/2012
se constituye la Grannacional de Producción de Alimentos. Asimismo, se
definen dos áreas de producción en ambos países. “En Bolivia se identificaron 500 hectáreas en el municipio de Pailón, Santa Cruz, para el
cultivo de granos. En Venezuela se sembrarán hasta 500 hectáreas de
arroz en el municipio de Guanarito, del Estado Portuguesa”. En el preacuerdo, ambos países garantizan el abastecimiento de alimentos y se
establece que “ambos países deben ayudar a encarar la provisión de alimentos para ambos pueblos”.11 Aunque la difícil situación política en
Venezuela ha afectado el funcionamiento de la grannacional, y en 2017
se planteaba que se estaban reactivando los convenios para promover
intercambios en trigo y soya (entrevista a Gerente General de EMAPA,
2017), el cambio de gobierno que se dio en Bolivia afecta el proceso,
pues Bolivia se retira del ALBA-TCP y rompe relaciones con Cuba.
EL CAMBIO DE GOBIERNO Y LA SSAN.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
En los 14 años de gobierno del presidente Morales, la seguridad y la
soberanía alimentaria eran parte transversal de las políticas públicas
y de los programas y proyectos impulsados, aunque coexistían con
un sistema alimentario agroindustrial, impulsado por el capitalismo
11 Ver http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2013/0526/noticias.php?id=95726
83
Maribel Aponte-García, David Choquehuanca, José M. F. Delgado, Ximena Campos, Carlos Silvestre y Elisabeth Buergi-Bonanomi
corporativo de las transnacionales, que en Bolivia han sido asumidas
por pequeñas élites concentradas en el agronegocio cruceño, que justamente son los sectores que han impulsado la renuncia del presidente
Morales a través del comité cívico cruceño y otros sectores conservadores, que han hegemonizado en los anteriores gobiernos neoliberales las
políticas relacionadas con la alimentación.
El candidato a la presidencia de Bolivia por el Movimiento al
Socialismo (MAS), Luis Arce, denunció que el “golpe de Estado también fue económico” y sostuvo que “el gobierno de facto que encabeza
Jeanine Áñez está intentando revertir todos los avances conseguidos durante el mandato de Evo Morales, para privatizar las instituciones y las
empresas del Estado”.12
Estos cambios en las políticas públicas afectan a la SSAN de diversas
maneras. En el ámbito de los saberes ancestrales, se desata una persecución contra los líderes y los símbolos indígenas, que en su carácter represivo ha redundado en muchos muertos, detenidos, golpeados y perseguidos. La quema de las banderas Wiphala, símbolo de lo plurinacional, así
como de acusaciones de lo indígena como “rituales satánicos”, denotan
un racismo exacerbado y la hegemonía de una sola visión de vida. Esto ha
constituido un ataque y menosprecio al legado de los saberes ancestrales
que nutrieron las políticas de SSAN y que se presentan no solo como alternativas a la crisis alimentaria en Bolivia, sino a nivel global.
A nivel nacional, el gobierno de transición anuncia la privatización de algunas empresas estatales y se abre a las políticas internacionales de libre mercado que han favorecido a las élites de este país y sirven a las grandes corporaciones del capitalismo mundial. El Ministerio
de Desarrollo Productivo aseguró que coadyuvará y apalancará todas
las iniciativas privadas que se puedan presentar desde la micro, pequeña, mediana y gran empresa.13 Para canalizar esto, el Ministerio realizará una auditoría a todas las empresas públicas. El planteamiento esboza que, de las 28 empresas estatales, 16 son consideradas entidades
públicas con déficit operacional, que generan pérdidas al Estado, y esto
se plantea como justificación para su privatización. Entre las identificadas, solo se incluyen las siguientes del sector alimentario y agrícola:
EMAPA, Cartonbol, Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA),
Empresa Pública YACANA (textilera) y EBA (Empresa Boliviana de
Alimentos y Derivados).14
12 Ver https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202001201090188690-luis-arce
-golpe-en-bolivia-tambien-fue-economico/
13 Ver https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/posesionan-viceministra-produccion
-gerentes-emapa-sedem/20191204174952739705.html
14 Ver https://www.eldia.com.bo/index.php?cat=1&pla=3&id_articulo=296443
84
POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
El 11 de febrero de 2020 se anuncia la suspensión del pago del bono
Juana Azurduy, creado en 2009 para beneficio de mujeres embarazadas,
madres y menores de dos años. Desde su creación hasta 2018 fueron beneficiadas más de dos millones de madres y menores. “Los beneficios
del programa fueron ampliados desde 2015 con la implementación del
Subsidio Universal Prenatal ‘Por la Vida’, que consiste en la entrega de
alimentos nutritivos destinados a las gestantes”.15
El retorno paulatino de las políticas de privatización, no solo de
empresas estratégicas, sino de tierras comunitarias que se han sentido
en estos últimos tres meses que ha asumido el “gobierno transitorio”,
da claras señales de que el neoliberalismo es un riesgo latente no solo
para Bolivia sino para América Latina en su conjunto, porque coarta un
proceso de búsqueda de alternativas al desarrollo capitalista, donde las
políticas del Vivir Bien y un plan de desarrollo económico social que ha
garantizado la estabilidad económica del país, se verían truncadas, en
un momento donde Bolivia destaca por tener una Constitución Política
del Estado muy de avanzada y un plan de desarrollo que es considerado como la interfase para el vivir bien.
En esta difícil coyuntura, la esperanza es que el proceso de cambio
iniciado en el año 2005 pueda prevalecer en las elecciones a realizarse
en mayo de 2020, y puedan retomarse los grandes avances del legado
de la revolución alimentaria implementada en los últimos 14 años en el
Estado Plurinacional de Bolivia.
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15 Ver https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=341568&SEO=denuncianen-bolivia-suspension-del-pago-del-bono-juana-azurduy
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POLÍTICAS PÚBLICAS Y SISTEMAS ALIMENTARIOS SUSTENTABLES
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87
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A
BOLIVIA EN EL SIGLO XXI.
ENTRE LA INJERENCIA Y LA SUBVERSIÓN
Loreta Tellería Escobar
INTRODUCCIÓN
El presente documento fue elaborado meses previos al golpe de
Estado en Bolivia, suscitado el 10 de noviembre de 2019. Tenía el objetivo de describir la asistencia económica de Estados Unidos en el
siglo XXI, situándola en un espectro que iba desde la injerencia absoluta hasta la subversión política e ideológica contra el gobierno de
Evo Morales. El texto fue presentado en el marco del X Congreso de la
Asociación de Estudios Bolivianos que se desarrolló en julio del mismo año. En la primera parte, se realiza un breve repaso de la asistencia económica que dio Estados Unidos a Bolivia durante el siglo XX,
mediante la descripción de sus principales motivaciones y características. Posteriormente, a través de una sistematización de los datos obtenidos en fuentes oficiales, se describe el monto, los destinos y actores de esta asistencia económica en el presente siglo; apartado, donde
se procura explicar los objetivos específicos de la misma y sus motivaciones. En el tercer acápite, se analiza el papel de la asistencia económica estadounidense como un mecanismo de subversión política
e ideológica contra el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).
Finalmente, se concluye el artículo con una breve reflexión post golpe, y los riesgos de tener nuevamente un país ocupado por Estados
Unidos.
89
Loreta Tellería Escobar
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA
EN EL SIGLO XX
Durante el siglo XX, la presencia estadounidense en Bolivia se incrementó paulatinamente. Si bien se inició con intereses de naturaleza financiera íntimamente relacionados con la explotación de los recursos
naturales, con los años se amplió al relacionamiento entre ambos gobiernos a través de la dotación de créditos y asistencia económica.
La venta de estaño, considerado un mineral estratégico en las contiendas bélicas de la primera mitad del siglo XX, introdujo una relación
umbilical entre los gobiernos bolivianos, sistemáticamente abatidos por
la pobreza, y los gobiernos de Estados Unidos, ávidos del control de este
mineral. Esto produjo una secuencia de hechos históricos, donde Bolivia
cumplía el dramático rol de “proveedor subyugado” y altamente dependiente, no solo en la fijación de precios del mineral estratégico, sino de
la asistencia estadounidense.
En un país donde la mayoría de su población indígena vivía al
margen de la cualidad ciudadana, y cuyas élites apostaban por una
cultura colonial que oscilaba entre el feudalismo y el extractivismo
minero, sustentada en un aparato público prebendal con características antinacionales, no es raro descubrir que los gobiernos apelaban
constantemente a las inversiones de empresas estadounidenses y créditos gubernamentales para financiar, en un caso, el erario público,
siempre al límite de la sobrevivencia; o en otro, la construcción institucional del propio Estado.1
Sin desmerecer los pequeños lapsos de gobiernos nacionalistas
que tuvo Bolivia tras la contienda del Chaco y la generación de una
nueva conciencia nacional, como fueron los gobiernos militares de
David Toro, German Busch (1936-1939) y Gualberto Villarroel (19431946), el común denominador de los gobiernos bolivianos fue solicitar/aceptar la asistencia de Estados Unidos, ya fuera esta económica,
militar o política.
En la década de los cuarenta, el presidente Enrique Peñaranda
puede ser considerado uno de los gobernantes de mayor influencia
estadounidense, lo que se vio reflejado en tres hechos categóricos:
a) la firma del primer pacto de asistencia militar de ambos gobiernos
1 Por ejemplo, en 1922, bajo la presidencia de Bautista Saavedra, se obtuvo un
préstamo de 33 millones de dólares de la firma James Stifel Nicolaus & Cía., destinados a aliviar la economía y atender al desarrollo de obras públicas (Sanjinés Goitia,
1996: 30). En 1927, el entonces presidente, Hernando Siles, fue asesorado por una
misión de Estados Unidos denominada misión “Kemmerer”, que fue la proyectora
de la Ley de Bancos, la creación del Banco Central, la Contraloría General y de una
reforma impositiva (Mesa Gisbert, 2014: 90).
90
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
en 1941, que se constituyó en el inicio de un largo periodo de injerencia militar en Bolivia; b) la aprobación de la Resolución Suprema mediante la cual Bolivia se comprometía al pago de indemnización a la
Standard Oil en 1942, empresa que había sido previamente nacionalizada por el gobierno de Toro; y c) la firma de una acuerdo de cooperación con Estados Unidos, con base en el cual llegó al país una misión
de expertos presidida por Marvin Bohan, cuyo plan consistió en la diversificación económica y la articulación caminera, con un presupuesto calculado en 88 millones de dólares. Según Sergio Almaraz, el Plan
Bohan respondía “a las necesidades de guerra de Estados Unidos: minerales y goma para la industria, alimentos, maderas y petróleo para
las minas bolivianas de estaño. Estos objetivos configuraban el carácter general del plan y reflejaban los intereses del capital financiero norteamericano” (Almaraz, 1958: 144).
Una década después, otro hito de la asistencia de Estados Unidos
a Bolivia se da en marzo de 1951, bajo la presidencia de Mamerto
Urriolagoitia, cuando se establece el Convenio relativo al Punto Cuarto
para la Cooperación Técnica entre Estados Unidos y Bolivia. Este
Convenio abarcaba los campos de salud, educación, agricultura y construcción de caminos, e implicaba la respectiva liberalización de impuestos a los fondos monetarios y materiales, así como a personal estadounidense que operaba en el país (Ministerio de la Presidencia, 2014: 8).
Dicha asistencia, que en términos formales y retóricos buscaba el
“desarrollo” de Bolivia, se expandió a plenitud en los gobiernos de la
Revolución Nacional (1952-1964). Tanto Víctor Paz Estenssoro como
Hernán Siles Zuazo representaron la abdicación de los ideales más puros de la Revolución; y, tras haber dictado las épicas medidas de nacionalización de los hidrocarburos, reforma agraria y voto universal,
fueron partícipes de un largo derrotero de reformas liberales con perspectiva neocolonial dirigidas por Estados Unidos.
El Programa de Alimentos para la Paz de 1954, la política de la
Alianza para el Progreso encabezada por el presidente Kennedy en 1961,
junto con la creación de USAID representaron, por el lado de Estados
Unidos, la cooperación estratégica de carácter desarrollista, para obtener del lado boliviano las pruebas de lealtad necesarias con el fin de mantener su dominio regional. Esto último se vio reflejado en dos hechos categóricos: la aprobación del Código del Petróleo o Código “Davenport”
(denominado así por el asesoramiento de un bufete estadounidense en
su redacción), que marcó la apertura y liberalización de las condiciones
para la inversión extranjera en materia petrolera; y el Plan Triangular,
implementado en el tercer gobierno de Víctor Paz Estenssoro, donde intervinieron los gobiernos de Alemania y Estados Unidos, junto al BID,
con el objetivo de “salvar” a la minería nacional de una profunda crisis.
91
Loreta Tellería Escobar
La larga noche de dictaduras militares en Bolivia que transcurrió
entre 1964 y 1982, con el breve interregno del gobierno militar nacionalista de Torres (1970-1971), es otro proceso histórico en el cual la injerencia política, militar y económica por parte de Estados Unidos funcionó eficazmente. Bajo la Doctrina de Seguridad Nacional se gestó el
nefasto “Plan Cóndor”, que no era otra cosa que la articulación de los
gobiernos militares de la región para lograr los objetivos trazados por
el Pentágono. Bolivia se convirtió en un territorio apto para el desarrollo de la economía de mercado, el control y la derrota de los movimientos izquierdistas, y la fuerte presencia de una institución militar formada a imagen y semejanza de Estados Unidos.
Con el cambio del momento histórico, Bolivia pasó de los gobiernos militares a la democracia, y con ello vino aparejado el despertar de
los movimientos populares que fueron rápidamente aplacados por la
instauración del Modelo Neoliberal en 1985, también apadrinado por
Estados Unidos. Los últimos tres lustros del siglo XX estuvieron marcados por una agenda que establecía, en lo político, la aplicación de
una “democracia pactada”; en lo económico, de una economía de libre mercado; y en el ámbito de seguridad, una violenta política antidrogas. Estos tres temas no solo no contribuyeron al desarrollo del país,
sino que se convirtieron en el núcleo de la injerencia “consentida” de
Estados Unidos en el gobierno boliviano y los detonantes de una grave crisis de inestabilidad política, que derivaría en el triunfo de Evo
Morales en el año 2006, y con él, el inicio de un nuevo periodo, esta vez
mucho más largo, de resistencia y nacionalismo popular.
De acuerdo con información oficial, la asistencia económica y militar de Estados Unidos a Bolivia entre 1950 y 2000 fue de 3 200 millones
de dólares (U.S. Overseas Loans and Grants: 2013). No obstante, más
allá de lo económico y los resultados concretos de esa asistencia, tres
características permean la misma en relación con su accionar: a) la preeminencia de intereses políticos hegemónicos sobre principios democráticos; b) la imposición y el no consenso en la definición de la agenda
bilateral (sea política, económica o de seguridad); y c) la existencia de
un común denominador en los gobiernos estadounidenses en cuanto a
la búsqueda de hegemonía, contra las fluctuaciones de sus pares bolivianos, que oscilaron entre grandes periodos de subordinación y pequeños de resistencia.
ASISTENCIA ECONÓMICA DE ESTADOS UNIDOS
EN EL PRESENTE SIGLO. EL ANTES Y EL DESPUÉS DE 2006
Durante el nuevo siglo, la asistencia económica de Estados Unidos a
Bolivia puede dividirse en dos periodos: el antes y el después de la asunción de Evo Morales de la presidencia. En ambos contextos se pueden
92
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
identificar tanto la dimensión económica de la asistencia, como los objetivos y los actores que la viabilizaron.
ASISTENCIA ECONÓMICA ENTRE 2001 Y 2006
De acuerdo con los datos oficiales presentados por el gobierno de
Estados Unidos, entre los años 2001 y 2005 (U.S. Foreign Aid), la asistencia económica de este país a Bolivia fue de 886.5 millones de dólares, es decir, un promedio de 177.3 millones por año. Cifra mucho mayor que la que se dio en la segunda mitad del siglo XX, donde se tiene
un promedio de 64 millones por año.
Tal como lo muestra el Gráfico 1, entre los años 2001 y 2003 existió
una tendencia creciente de asistencia económica. En el año 2003 se obtuvo el más alto monto de asistencia en todo este periodo, con 248.4
millones de dólares. Situación que podría estar relacionada con el incremento paulatino de la conflictividad social que Bolivia vivió en el
periodo, en el cual la “Guerra del agua” (entre enero y abril de 2000) y
la “Guerra del gas” (de septiembre y octubre de 2003) fueron dos hechos paradigmáticos que marcaron el cambio político sucedido en enero de 2006.
Gráfico 1. Asistencia económica de Estados Unidos a Bolivia
2001-2005 (en millones de dólares)
248.4
161.5
2001
187.5
2002
2003
145.2
143.9
2004
2005
Fuente: Elaboración propia con base en datos de https://explorer.usaid.gov/cd/BOL.
A partir del año 2003 la asistencia empieza a disminuir hasta llegar a 143.9 millones de dólares en 2005, lo que refleja que tal asistencia estaba en consonancia con un periodo marcado por la inestabilidad
política y social, que sin duda dificultaba la ejecución presupuestaria
de tal ayuda. De acuerdo con los datos obtenidos, los sectores que en
este periodo obtuvieron un mayor porcentaje de apoyo fueron los de
Gobernanza y Agricultura, sumando ambos un total de 608 millones, es
decir, el 68% del total. Tal como lo muestra el Gráfico 2.
93
Loreta Tellería Escobar
Gráfico 2. Asistencia económica de Estados Unidos a Bolivia por categoría
2001-2005 (en millones de dólares)
Educación
5.9
Crecimiento económico
1.8
Costos de administración
22.7
Salud y población
58.8
Otros
47.4
139
Asistencia en productos básicos
Agricultura
282
Gobernanza
326
0
50
100
150
200
250
300
350
Fuente: Elaboración propia con base en datos de https://explorer.usaid.gov/cd/BOL.
De acuerdo con la fuente consultada, la categoría Gobernanza
incluye los sectores de Gobierno y Sociedad Civil, así como de
Infraestructura y otros servicios, donde se incluyen varios tipos
de proyectos, tales como Desarrollo legal y Jurídico, Participación
Democrática y Sociedad Civil, Control de Narcóticos, Creación de
Empleo, etc. En el caso de la categoría de Agricultura, su sector estratégico es el Desarrollo Alternativo. Cabe recordar que, aún en este periodo el lazo entre la Embajada y los distintos gobiernos que se sucedieron
(Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Meza y Eduardo Rodríguez Veltze)
era muy cercano, por lo que todos los proyectos eran desarrollados con
conocimiento y participación gubernamental.
En cuanto a las agencias implementadoras de esta ayuda, la lista
es amplia:
- USAID
- Departamento de Estado
- Departamento de Agricultura
- Departamento de Defensa
- Departamento del Interior
- Departamento del Trabajo
- Departamento del Tesoro
- Agencia de Comercio y Desarrollo
- Cuerpo de Paz
- Fundación Interamericana
Cada uno de ellos con proyectos concurrentes o específicos, que
abarcaban el amplio espectro de la asistencia de Estados Unidos a
Bolivia, forjada en el siglo XX y ampliada en los primeros cinco años
del siglo XXI. Un dato importante para mencionar en este apartado es
94
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
que Bolivia ocupó, en esos cinco años el tercer puesto en relación con
la clasificación regional de países que recibían asistencia de Estados
Unidos, encabezado anualmente por Colombia.
ASISTENCIA ECONÓMICA ENTRE 2006 Y 2018
En el año 2006 el panorama político boliviano dio un giro de 180 grados. En enero de ese año se asumió como presidente Evo Morales, quien
había ganado las elecciones generales con un inédito 54%, convirtiéndose en el primer presidente indígena del país. Su programa de gobierno tenía tintes progresistas y antimperiales, lo que lo convertía en un
mandatario adverso a los intereses de Estados Unidos.
En el marco de la asistencia económica en este periodo, comprendido entre 2006 y 2018, se tuvo una asistencia de 927.6 millones de dólares. Es decir, un promedio de 77.3 millones por año.
Gráfico 3. Asistencia económica de Estados Unidos a Bolivia
2006-2018 (en millones de dólares)
171
127
116
110
97
94
68
59
47
33
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
1.7
2.9
1
2016
2017
2018
Fuente: Elaboración propia con base en datos de https://explorer.usaid.gov/cd/BOL.
Con base en datos oficiales, se observa que tal cooperación tuvo
una tendencia decreciente entre 2006 y 2018. Esto se debió principalmente a la expulsión del embajador Philip Goldberg y la DEA en septiembre de 2006, y de USAID en mayo de 2013, todos ellos acusados de
conspirar con grupos opositores y generar desestabilización en el gobierno. No obstante, llaman la atención los 59 millones de dólares de
asistencia que figuran en el año 2015, sospechosamente un año antes
del Referendo Constitucional que tenía el fin de consultar a la población sobre la modificación del artículo 168 de la Constitución y, de este
modo, habilitar la reelección presidencial y vicepresidencial. El que obtuvo un 51.3% de desaprobación.
95
Loreta Tellería Escobar
Gráfico 4. Asistencia económica de Estados Unidos a Bolivia por categoría
2006-2018 (en millones de dólares)
Educación
9.1
Crecimiento económico
19.5
Costos de administración
54.9
Salud y población
126.3
Otros
50.6
74
Asistencia en productos básicos
Agricultura
158.1
Gobernanza
430.8
0
100
200
300
400
500
Fuente: Elaboración propia con base en datos de https://explorer.usaid.gov/cd/BOL
En cuanto a la distribución, se observa que en relación con lo ocurrido en el periodo 2001-2005, las tendencias por categoría de la asistencia económica de Estados Unidos a Bolivia son las mismas. Gobernanza
ocupa un primer lugar, seguido de Agricultura y Asistencia en productos
básicos. En relación con las agencias que implementaron tal asistencia,
la lista se va reduciendo drásticamente a través de los años. Para el año
2018, las agencias se reducen a solo dos: el Departamento de Estado y la
Fundación Interamericana.2 Por otra parte, en la clasificación regional
de países que reciben asistencia de Estados Unidos, Bolivia ocupó el año
2006 el cuarto puesto de un total de 37, y el año 2018 el puesto 23 de 32.
Para tener una idea clara de cómo tal asistencia fue distribuida en los
últimos años, a continuación detallaremos la misma en la gestión 2018.
Cuadro 1. Asistencia económica de Estados Unidos a Bolivia
en la gestión 2018, principales actividades
Total asistencia: 1 040 318 dólares
Principales actividades
Donación de la Fundación
Nacional para la Democracia
al Centro para la Empresa
Privada Internacional (CIPE) *
Monto en
dólares
230 000
Detalles
Detalle en apartado 3.1
continúa...
2 En https://explorer.usaid.gov/cd/BOL?fiscal_year=2018&measure=Disbursements
Acceso 1 de julio de 2019.
96
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
Total asistencia: 1 040 318 dólares
Principales actividades
Monto en
dólares
Detalles
Donación de la Fundación
Nacional para la Democracia
al Instituto Republicano
Internacional (IRI)
200 000
Detalle en apartado 3.1.
Fortalecimiento de la
autonomía y el papel social
y político de las mujeres en
Cochabamba
100 000
El Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI)
desarrollará el liderazgo y la capacidad de organización
y promoción de la Plataforma de Mujeres por la
Ciudadana y la Equidad de Cochabamba (PMCE), una
red de 100 organizaciones de mujeres ubicadas en
la Gran Área Metropolitana de Cochabamba, para
promover los derechos de las mujeres y establecer
PMCE en un camino hacia la autonomía institucional.
Aproximadamente 1 780 mujeres se beneficiarán
directamente y 111 350 personas se beneficiarán
indirectamente.
Creando cambios en
las políticas y prácticas
municipales para el desarrollo
agrícola
84 000
TIERRA adaptará y pondrá a prueba un modelo
participativo de toma de decisiones en dos municipios
de la región de las planicies de Bolivia. El modelo
buscará formas para que las comunidades se
comprometan con sus autoridades municipales
en la promoción de políticas públicas y programas
basados en sus prioridades. Mejorará el acceso de
las comunidades a la información sobre el censo
agrícola de la tenencia de la tierra y el uso de la tierra
y otros datos. Cerca de 800 personas se beneficiarán
directamente y 22 000 indirectamente
Donación de la Fundación
Nacional para la Democracia
a Construyendo Redes para el
Desarrollo
70 000
Detalle en apartado 3.1.
Donación de la Fundación
Nacional para la Democracia a
la Fundación Construir
67 000
Detalle en apartado 3.1.
Mejora de resultados
económicos, ambientales
y culturales para cinco
comunidades indígenas
52 000
Asociación de Mujeres Unidas para el Desarrollo
Sostenible (ASMUDES) trabajará para aumentar
los ingresos de cinco comunidades indígenas que
residen en un área protegida reconocida a nivel
nacional mediante la promoción de prácticas agrícolas
sostenibles y la mejora de la comercialización de frutas
y productos de valor agregado. También fortalecerá la
capacidad de organización y comercialización de dos
asociaciones de productores para promover un mayor
acceso a suministros de alimentos más estables para
sus familias.
continúa...
97
Loreta Tellería Escobar
Total asistencia: 1 040 318 dólares
Principales actividades
Monto en
dólares
Detalles
Las actividades de ASMUDES fortalecerán las
habilidades de liderazgo entre las mujeres y los
jóvenes, promoviendo su participación como líderes
de la comunidad que están más capacitados para
participar y participar en la toma de decisiones a nivel
municipal. Alrededor de 1 390 personas se beneficiarán
directamente, y otras 10 350 indirectamente.
Aumento de la seguridad
alimentaria, los ingresos
rurales y la agricultura
sostenible en el norte de la
Amazonia de Bolivia
48 000
El Instituto para el Hombre Agricultura y Ecología
(IPHAE) ampliará y consolidará las parcelas
diversificadas en la agricultura ubicadas en áreas
forestales secundarias y degradadas que apoyan la cría
de cerdos y la apicultura a pequeña escala y desarrollan
productos procesados a partir de frutos de melocotón,
palma, cacao y otros productos autóctonos. Se espera
que unas 500 familias de 60 comunidades en cinco
municipios de los departamentos de Beni y Riberalta se
beneficien de un suministro de alimentos más confiable
y mejores ingresos y de la adopción de una tecnología
agrícola agropecuaria sostenible para esta microrregión
amazónica.
Donación de la Fundación
Nacional para la Democracia a
la Fundación Observatorio de
Derechos Humanos y Justicia
46 000
Detalle en apartado 3.1.
Donación de la Fundación
Nacional para la Democracia
a la Fundación para el
Periodismo
45 000
Detalle en apartado 3.1.
* “El CIPE diversificó sus rangos de influencia al proponerse incidir en la formación de propuestas económicas para los
partidos (con abordajes centrados en la gobernanza y reformas institucionales), en la educación ciudadana sobre las
ventajas de las políticas propuestas y en la capacitación, especialmente para líderes empresariales, sobre formulación
de políticas públicas” (Vásquez, 2019: 165).
Fuente: https://explorer.usaid.gov/cd/BOL?fiscal_year=2018&measure=Disbursements
Del total del presupuesto desembolsado el año 2018, casi la totalidad, un millón de dólares, fueron al sector Gobierno y Sociedad Civil.
Como se puede observar, la mayoría de estos proyectos (6 de 10) provienen de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y tienen, como veremos más adelante, objetivos de incidencia directa en
el electorado que participó en las elecciones generales de octubre de
2019. A esto se suma el trabajo con mujeres y sectores indígenas, en
áreas tales como autonomía social y política, mejoras económicas y
medio ambiente. Actores y temas altamente sensibles y pasibles a ser
98
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
manipulados en favor de la oposición política, tal como sucedió con el
TIPNIS en el pasado.3
LA SUBVERSIÓN POLÍTICA E IDEOLÓGICA
FRENTE AL GOBIERNO DE MORALES
La emergencia de los gobiernos progresistas en América Latina en el siglo XXI ha venido a inaugurar un nuevo ciclo de injerencia imperial,
que ha sido denominado como “subversión política ideológica”, entendida como “la acción o conjunto de acciones que se proponen el cambio e inversión de gustos, preferencias, valores, creencias e ideologías,
y tiene como meta la transformación de la conciencia social vigente”
(Barreiro, 2014). En palabras de Jazmín Vásquez, investigadora cubana, esta subversión política ideológica está “dirigida a la sociedad civil
y se revela como fenómenos que expresan la capacidad de acción de las
élites de poder hemisféricas articuladas, incluso con las de orden global,
para cooptar o eliminar la acción de los actores geopolíticos de lo que se
ha denominado el ciclo progresista” (Vásquez, 2019: 155).
En el caso boliviano esta “subversión política ideológica” se desarrolla desde el mismo año que asumió la presidencia Evo Morales y viene
desplegándose los últimos trece años. Esto es demostrado de manera tácita por los cables de Wikileaks, donde se presenta una cronología detallada de cómo desde la Embajada de Estados Unidos se articulaban los procesos de desestabilización política del Gobierno, siendo el ejemplo más
representativo lo que se llamó el Golpe Cívico Prefectural del año 2008.
No obstante, este tipo de subversión no solo se demuestra con los cables,
sino también en el desglose de la asistencia económica que presta Estados
Unidos a Bolivia, tal como se pudo ver en el anterior acápite y que se desarrolló en contra de la reelección de Evo Morales en octubre de 2019.
Esto es validado por varios documentos oficiales. Uno de ellos es
la “Estrategia Integrada de País” sobre Bolivia del Gobierno de Estados
Unidos, que salió al público el 21 de agosto de 2018 (Integrated Country
Strategy Bolivia, 2018). De acuerdo con el análisis realizado por
Alejandro Dausá, el documento:
[…] argumenta que las elecciones presidenciales para finales del 2019
serán un punto de inflexión en la historia boliviana, con independencia
3 El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) es un área protegida de Bolivia. Durante la gestión de 2010 se anunció la construcción de una carretera que uniría Villa Tunari, en el departamento de Cochabamba, con San Ignacio
de Moxos, en el departamento del Beni, la cual pasaría directamente por el TIPNIS.
Esto provocó la movilización masiva de las organizaciones defensoras del medio ambiente contra el gobierno, logrando que el proyecto quedara archivado.
99
Loreta Tellería Escobar
del ganador, aunque subraya que, contra lo que expresa la Constitución
y un Referendo de 2016, Morales se declaró candidato con la ayuda del
Tribunal Constitucional. Manifiesta asimismo preocupación por la falta de independencia de diversas ramas del gobierno, así como por el cierre
del espacio democrático (presiones del Ejecutivo sobre el Poder Judicial,
aplicación selectiva de la ley para suprimir la oposición política y la crítica, y hostilidad contra los medios de comunicación independientes).
Sostiene que, más allá del resultado de las elecciones de 2019, la misión diplomática de EE. UU. pondrá el foco en la relación con el pueblo
de Bolivia, para apoyar sus esfuerzos de fortalecimiento de la libertad de
prensa, inclusión social, prosperidad, democracia y derechos humanos.
Asimismo, señala que cooperará con gobiernos locales y subnacionales,
ya que, a pesar de la propaganda antinorteamericana del Presidente, los
datos de Latinobarómetro 2017 muestran que casi la mitad de la población boliviana tiene una opinión favorable de los EE. UU. Como consecuencia, manifiesta que la misión diplomática aprovechará cada oportunidad para mostrar a los bolivianos que la cooperación con el gobierno
estadounidense conlleva beneficios, materializándolos en programas de
intercambio educacional, comercial y profesional, a fin de que la ciudadanía conozca de primera mano a los EE. UU. y sus valores.
La preocupación del gobierno de Estados Unidos por los valores
“democráticos” en Bolivia ha sido también expresada por otras vías.
Tanto el Departamento de Estado como miembros del Congreso de
Estados Unidos han manifestado de manera expresa su posición respecto a la coyuntura boliviana. En noviembre de 2017, un comunicado del
Departamento de Estado exhortaba al presidente Evo Morales a respetar los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016, el comunicado rechazaba la sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional del
28 de noviembre de 2017 que habilitaba a todas las autoridades electas
a presentarse en las elecciones nacionales y subnacionales. Un mes después salió otro comunicado, donde se expresaba que “Estados Unidos se
suma a la Unión Europea para subrayar que las amenazas contra jueces
del Tribunal Supremo Electoral no son propicias para crear condiciones
necesarias para celebrar elecciones libres y justas en 2019”.
Miembros del Congreso de origen cubano, considerados el ala más
reaccionaria contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, se
manifestaron de manera expresa contra el gobierno de Bolivia a través
de una resolución legislativa, el 10 de abril de 2019, en la que señalaron,
entre otras cosas, “que Bolivia va encaminada a una dirección peligrosa junto con regímenes ilegítimos e ilegales, incluido el de Venezuela”.
Si a estas acciones se suma la procesión de líderes opositores que
pidieron ante diferentes instancias o actores internacionales que se
100
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
active la Carta Democrática Interamericana contra Bolivia o que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos se manifieste respecto a la reelección, vemos que existió todo un andamiaje que funcionaba tanto
dentro como fuera del país, liderado por Estados Unidos, tendiente a
frenar cualquier proceso que culmine con la reelección de Evo Morales
como presidente de Bolivia.
Todas estas gestiones se articulaban con los programas de asistencia económica implementada por Estados Unidos en Bolivia. Como se
vio anteriormente, cada actividad tenía el objetivo manifiesto de recuperar el control y dominio que otrora ejercían en el país. Si bien durante casi sesenta años la USAID fue la principal agencia implementadora
de programas de asistencia estadounidense en Bolivia, tras su expulsión, como veremos a continuación, la NED vino a ocupar ese privilegiado lugar.
LA FUNDACIÓN NACIONAL PARA LA DEMOCRACIA (NED)
La NED es un organismo estadounidense fundado en 1983 que se financia principalmente por asignaciones anuales del tesoro de Estados
Unidos y está subordinada al Congreso de Estados Unidos. Su objetivo, en sus palabras, es financiar proyectos que promuevan la democracia liberal en el mundo. Dentro de la NED se crearon organismos subsidiarios como: el Instituto Democrático Nacional para
Asuntos Internacionales (NDI) y el Instituto Nacional Republicano
para Asuntos Internacionales (más tarde renombrado Instituto
Internacional Republicano o IRI), el Free Trade Union Institute (FTUI),
que se reorganizó más tarde como el Centro Americano para la
Solidaridad Laboral Internacional, conocido en América Latina como
el “Centro de Solidaridad” y para promover el “emprendedurismo” se
creó el Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE) (Análisis
del Sur, 2018).
La NED tiene el objetivo manifiesto de financiar proyectos que van
a tono con los objetivos del gobierno de Estados Unidos. En el caso de
Bolivia, para la gestión 2018, de acuerdo con la información proporcionada por su página web, financió los siguientes proyectos (NED, 2018b):
• Construyendo consenso en una agenda de reformas
Fundación Milenio
45 000 Bs
Promover el debate pluralista, generar consenso y hacer recomendaciones sobre temas importantes de política pública, incluidas reformas electorales, judiciales, constitucionales y económicas. Trabajando con universidades, cámaras de comercio y sociedad
civil, la organización convocará discusiones mensuales y producirá informes analíticos y propuestas de políticas sobre estos temas.
101
Loreta Tellería Escobar
• Creación de capacidad de los partidos políticos
y de la sociedad civil para un proceso electoral
más participativo y competitivo.
Instituto Republicano Internacional (IRI)
200 000 Bs
Para apoyar a los partidos políticos y a las organizaciones de la sociedad civil en Bolivia a fin de involucrar a los votantes para ampliar su participación política. El instituto organizará capacitaciones y brindará asistencia técnica para solicitar inquietudes de los
ciudadanos, elaborar estrategias de campaña orientadas a los ciudadanos, a comunicarse con los votantes potenciales y responsabilizar a los candidatos y autoridades electorales de campañas justas
y transparentes y de prácticas de votación.
• Desarrollo democrático desde una perspectiva del sector
privado
Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE)
230 493 Bs
Promover un diálogo democrático inclusivo y dirigido por el sector privado en torno a una visión a largo plazo del desarrollo económico, político y social de Bolivia. El centro y su socio local convocarán reuniones de representantes de alto perfil de la sociedad
civil boliviana para desarrollar, proponer y difundir una visión de
desarrollo y recomendaciones de políticas públicas estratégicas específicas para enfrentar los desafíos democráticos y económicos
que enfrenta el país.
• Involucrar a los jóvenes en el gobierno local
Centro de Estudios y Apoyo al Desarrollo Local
35 000 Bs
Desarrollar la capacidad de los jóvenes en Bolivia para participar
en la formulación de políticas públicas y ejercer sus derechos políticos. La organización realizará talleres en las ciudades de El Alto,
Sucre y Tarija, y utilizará plataformas de medios digitales para capacitar a los jóvenes en los procesos legislativos, el liderazgo político y en aumentar la comprensión de sus derechos.
• Mejora del periodismo político y la cobertura electoral
Fundación para el Periodismo
45 080 Bs
Promover un electorado informado mediante la mejora de la capacidad de los periodistas para proporcionar información de alta calidad a los ciudadanos bolivianos sobre las elecciones nacionales. El
102
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
concesionario preparará a los periodistas para cubrir una campaña
electoral nacional a través de talleres para periodistas [de medios]
impresos, de difusión y digitales en las 10 ciudades más grandes de
Bolivia y capacitará a los periodistas en el uso de herramientas digitales para la presentación de informes.
• Vigilancia de los derechos humanos y la justicia
Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia
46 110 Bs
Promover legislación y jurisprudencia que defiendan los derechos
políticos y civiles tal como se definen en la Constitución y en los
tratados y convenciones internacionales, y fomentar el fortalecimiento institucional y la participación de los defensores de los
derechos humanos. La organización hará un seguimiento y analizará los fallos del Tribunal Constitucional de Bolivia y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como otros órganos judiciales internacionales.
• Promover y defender los derechos humanos
Derechos humanos
45 000 Bs
Promover y defender los derechos humanos en Bolivia a través de
litigios estratégicos a nivel nacional e internacional. La organización ofrecerá talleres de capacitación sobre el acceso a los mecanismos internacionales de derechos humanos y publicará informes
sobre casos emblemáticos litigados ante organismos internacionales. Traerá nuevos casos y continuará monitoreando el progreso de
los casos ante los tribunales.
• Proporcionar análisis e información independientes
Instituto de Asistencia Social Económica y Tecnológica
42 185 Bs
Promover la libertad de expresión y la rendición de cuentas en
Bolivia a través de análisis independientes e informes de noticias
en profundidad. La organización producirá y publicará artículos
de noticias e informes sobre los desarrollos políticos que actualmente los medios tradicionales no informan. A lo largo del proyecto, el grupo consolidará su equipo editorial y establecerá una revista digital independiente. El grupo utilizará los medios sociales
y tradicionales para difundir artículos mientras su plataforma de
medios digitales se vuelve operativa.
103
Loreta Tellería Escobar
• Proporcionar noticias políticas independientes e información electoral
Agencia de Noticias Fides Compañía de Jesús
42 871 Bs
Proporcionar cobertura de noticias independiente y de alta calidad, con énfasis en los derechos humanos, la responsabilidad del
gobierno y la campaña electoral nacional. La organización garantizará que los ciudadanos tengan acceso a la información sobre el
proceso electoral, la aplicación de las leyes electorales y las promesas de campaña de los candidatos del gobierno y de la oposición.
• Fortalecimiento de la Sociedad Civil por la Defensa de los
Derechos Humanos
Fundación Construir
67 346 Bs
Fortalecer la capacidad de la sociedad civil para promover el ejercicio, la aplicación y la defensa legal de los derechos humanos en
Bolivia, y promover la supervisión y la participación de la sociedad
civil en la implementación de la reforma judicial. La organización
realizará investigaciones, organizará talleres de capacitación, facilitará reuniones con representantes de la sociedad civil y del gobierno, y llevará a cabo iniciativas de seguimiento y defensa.
• Fortalecimiento de los valores democráticos
Construyendo redes para el desarrollo
69 747 Bs
Fortalecer los valores democráticos entre los partidos políticos en
Bolivia. La organización trabajará para fortalecer a los actores democráticos a través de cursos cortos, talleres y seminarios para líderes de partidos de nivel medio y miembros del partido, así como
para grupos de la sociedad civil interesados en la democracia representativa. También proporcionará información para la legislación sobre una nueva ley de partidos políticos y analizará e informará el impacto de los cambios legislativos en la participación y
representación ciudadana.
• Fortalecimiento de la participación política de las comunidades indígenas y rurales
Fundación Microjusticia Bolivia
40 000 Bs
Promover la participación política de las comunidades indígenas y
rurales mediante una mayor comprensión de sus derechos civiles y
políticos, y facilitar el acceso a los documentos legales básicos a los
104
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
miembros de las comunidades indígenas y rurales para que puedan
participar en los procesos políticos. La organización identificará obstáculos legales y burocráticos recurrentes para obtener documentos
de identificación básicos y abogará por mejoras legales y procesales.
Ya sea desde el ámbito de los derechos humanos, el seguimiento a
los fallos del Tribunal Constitucional, el apoyo a los partidos políticos,
el fortalecimiento de la sociedad civil, la capacitación de jóvenes y periodistas o la incorporación al sector privado en los desafíos democráticos y económicos que vive el país, cada una de las actividades que desarrolló la NED en el año 2018 tuvo una expresa oposición al Gobierno
de Evo Morales, tanto por sus objetivos como por el perfil político de
sus aliados nacionales.
Solo para muestra, veamos el destino de los fondos de la NED, específicamente dirigidos al proceso electoral de octubre de 2019. Sus objetivos, tal como pudimos observar más arriba, aseveran lo siguiente:
• Crear capacidades en partidos políticos y sociedad civil para el
proceso electoral.
• Asistencia para elaborar estrategias de campaña.
• Ayudar a que los jóvenes ejerzan sus derechos políticos a través
del uso de plataformas en medios digitales.
• Preparar a periodistas para cubrir la campaña electoral.
• Promover la cobertura noticiosa “independiente” de la campaña electoral.
• Promover la participación política de comunidades indígenas y
rurales.
Todo esto se realizó mediante cursos, talleres, seminarios, procesos de discusión mensual, capacitaciones y reuniones con representantes de alto perfil. Actividades articuladas por fundaciones y ONG de
tendencia claramente opositora, quienes, en algunos casos, publicaban
periódicamente informes de temas económicos, derechos humanos y
políticos claramente reaccionarios.
La subversión política ideológica de Estados Unidos en Bolivia a
través de la asistencia económica fue un hecho categórico, que no hace
más que reafirmar las características de la relación que históricamente
forjaron ambos países, donde siempre primó el interés de los gobiernos
de Estados Unidos sobre los valores democráticos, y la injerencia sobre
los objetivos de desarrollo.
LAS CAUSAS DE LA SUBVERSIÓN POLÍTICA E IDEOLÓGICA
Tres son los principales motivos para que el gobierno de Estados Unidos
haya desarrollado sistemáticamente estrategias de desestabilización de
105
Loreta Tellería Escobar
la gestión de Evo Morales. Son los mismos motivos para que su estrategia contrarrevolucionaria se haya activado el año 2005, con el desmantelamiento de los misiles chinos; en 2008, con el desarrollo del Golpe cívico-prefectural; y en 2016, con la trama comunicacional armada para
el Referéndum constitucional. Todas ellas, transversalizadas por la asistencia económica que oxigenaban los proyectos injerencistas, opositores y/o sediciosos.
Estos motivos son:
a) El surgimiento hace más de dos décadas de una corriente de gobiernos progresistas en la región, con marcado carácter nacionalista y antimperial, que transfiguraron todo un proceso previo de
neoliberalismo aplastante. Los gobiernos de Chávez y Maduro
en Venezuela, Lula y Rousseff en Brasil, Kirchner y Fernández en
Argentina, Tabaré y Mujica en Uruguay, Ortega en Nicaragua y
Morales en Bolivia, representaron una nueva etapa de independencia que vino aparejada de un proceso de integración regional
sin precedentes. Si bien con los años las estrategias de Estados
Unidos para terminar con estos gobiernos como con sus proyectos integracionistas funcionaron y aún funcionan de diferentes
maneras y ritmos, todavía gobiernos como Venezuela, Nicaragua
y hasta hace poco Bolivia mantenían el perfil revolucionario y,
con ello, una verdadera amenaza a la “democracia y seguridad”
que quiere imponer el gobierno del Norte.
b) Bolivia representa un territorio de vastos recursos económicos.
No solo su posición geográfica en el centro de América del Sur,
sino también su elevado potencial energético y de industrialización de minerales, como el litio, lo convierten en un país estratégico. Esto ha sido una razón suficiente para entablar relaciones
comerciales con países como China, Rusia, Irán, Turquía, India,
etc. Lo que representa una amenaza, no solo al poder económico de Estados Unidos, sino al control hegemónico que mantiene sobre el hemisferio.
c) Por último, el establishment estadounidense no le perdonará al
Gobierno de Evo Morales la expulsión del embajador Goldberg,
la DEA y USAID del país. La afrenta fue demasiado grave como
para olvidarla. El histórico dominio y control de los gobiernos
de Estados Unidos sobre Bolivia eran asumidos como una verdad irrefutable y permanente, que fue desmantelada con la llegada de los movimientos sociales al poder. El éxito económico
y social que obtuvo Bolivia en los últimos catorce años, no solo
representó un mal ejemplo para los demás pueblos del mundo,
sino que rompió de raíz el paradigma del éxito de las recetas de
la democracia neoliberal.
106
LA ASISTENCIA DE ESTADOS UNIDOS A BOLIVIA EN EL SIGLO XXI
Bajo estas motivaciones, durante varios años se han diseñado los
medios para complotar contra el gobierno y de esta manera generar
su desestabilización o su caída. Estos medios fueron principalmente
tres: la asistencia económica que ha sido descrita de manera resumida
en el presente artículo y que requiere un análisis más detallado de sus
objetivos, mecanismos y aliados nacionales; la creación de una extensa “red de derechas” internacional y regional a través de fundaciones,
medios de comunicación y ONG locales que reciben financiamiento y
conspiran periódicamente (Romano, 2018); y el papel fundamental de
la Embajada, que en la actualidad, como en el pasado, no solo articula
a la oposición, sino que es la artífice del diseño golpista.
TRAS EL GOLPE Y A MANERA DE CIERRE
Una vez sucedido el golpe de Estado en Bolivia contra el gobierno de Evo
Morales, podemos confirmar que la subversión política e ideológica llevada a cabo terminó siendo exitosa. Sin embargo, es necesario reconocer que la asistencia económica dada por el gobierno estadounidense a
sectores opositores del gobierno durante los últimos años fue solo un
mecanismo más de la articulación golpista. Hubo y existe un componente subversivo permanente, aquel que serpenteaba de manera escurridiza
por una importante parte de la sociedad boliviana, los partidos políticos
de derecha y las instituciones de la fuerza pública.
La ingenuidad gubernamental hizo pensar que trabajando por el pueblo y con el pueblo era suficiente para revertir decenas de años de ocupación estadounidense, pero no fue así. No bastaron el crecimiento económico, la justicia social y la recuperación de la soberanía y dignidad
nacional; el colonialismo cultural con sello imperial, construido hace más
de un siglo, fue lo que permitió a las elites políticas y económicas planificar el retorno al poder. En este escenario, los militares y policías, cuya
formación profesional se hizo a imagen y semejanza de las proyecciones
de Estados Unidos a mediados del siglo XX, sirvieron, tal como lo hicieron siempre, como mecanismo de viabilización de los intereses externos.
El golpe se fraguó con una estrategia milimétricamente planificada y ahora el gobierno de facto busca crear una realidad paralela, en la cual ellos son los pacificadores y los sediciosos y terroristas son Evo Morales y sus ministros. El régimen hasta ahora lleva en
sus espaldas más de 30 muertos, decenas de encarcelados políticos y
otros tantos que tuvieron que salir del país por miedo a la represión
judicial, a los que se suman los asilados políticos en la Embajada de
México, a quienes se niega el salvoconducto, convirtiéndolos en verdaderos rehenes de la dictadura.
No cabe duda de que, bajo el actual régimen, la destrucción
del Estado Plurinacional está en proceso. El nuevo desembarque de
107
Loreta Tellería Escobar
Estados Unidos en el país, a través de la llegada de sus agentes gubernamentales y el inmediato retorno de USAID, nos muestra que al menos,
por el momento, Bolivia dejó de ser un país libre y volvió a ser un país
ocupado. Con el latente riesgo de repetir la triste historia de represión y
subdesarrollo del pasado.
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109
SEGUNDA PARTE
BOLIVIA EN LA ECONOMÍA
Y GEOPOLÍTICA GLOBAL
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA:
ENTRE LA DISPUTA HEGEMÓNICA
Y LA GEOPOLÍTICA DE LOS MINERALES
Silvia Laura Rodríguez
INTRODUCCIÓN
La historia de Bolivia era, hasta la llegada del presidente Evo Morales
Ayma, una sucesión de gobiernos que representaban los intereses de los
sectores dominantes blancos, los cuales realizaban acuerdos económicos con las transnacionales extranjeras para explotar las riquezas hidrocarburíferas de manera espuria para los intereses del país. Mientras la
mayoría del pueblo indígena se encontraba ajeno a derecho y sin condiciones de vida dignas.
El triunfo electoral de Morales junto con Movimiento al Socialismo
(en adelante MAS), significó la refundación de la nación boliviana en el
Estado Plurinacional, que integrarían todas las naciones indígenas en
igualdad y con el horizonte del Vivir Bien.
El excelente desempeño económico durante los años del Estado
Plurinacional dio por resultado una fortaleza financiera, la cual fue posible a partir de recuperar el control sobre los recursos naturales y su
explotación.
A su vez, la transformación social llevada a cabo contra la desigualdad social, la pobreza extrema, la falta de educación, salud e infraestructura, generó un cambio radical en el pueblo y en su territorio.
Los nuevos desafíos que asume el gobierno, buscando la industrialización del litio en pos de un desarrollo autónomo en asociación con
China generó de parte de Estados Unidos y los sectores dominantes de
113
Silvia Laura Rodríguez
Bolivia la decisión de comenzar un proceso desestabilizador a partir de
cuestionar la victoria en el sufragio electoral, que buscaba renovar el
cuarto mandato de Morales.
A pesar de haber triunfado, la instalación de la figura de fraude desde la Organización de los Estados Americanos (OEA), los sectores de la
oposición y grupos violentos, conmocionó a la sociedad, la cual fue manipulada hasta dudar sobre las elecciones realizadas.
Finalmente, el proceso desestabilizador se consolida, obligando al
presidente a presentar su renuncia.
El objetivo del presente trabajo busca comprender las diferentes
causas que llevaron a la concreción del golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019. Para ello se utilizarán como elementos teórico-conceptuales: el tema de la hegemonía, la doctrina de dominación de espectro completo y la geopolítica de los recursos naturales.
UNA HISTORIA DE RIQUEZA GEOLÓGICA
EL POTENCIAL HIDROCARBURÍFERO
El territorio boliviano tiene una extensión 1 098 581 km2. En él, la empresa Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (en adelante YPFB) ha realizado numerosos estudios geológicos y sísmicos en la búsqueda de hidrocarburos. En función de ello se han establecido dos zonas (Montes
de Oca, 2005: 1):
a) Sin potencial para la producción de hidrocarburos (44.4%):
poco estudiadas, comprenden el Escudo Precámbrico, junto con
las Cordillera Oriental y Occidental.
b) Con potencial para la producción de hidrocarburos (55.6%), las
cuales poseen atributos para proyectos exploratorios. Estas zonas
abarcan 610 528 km2 y a partir de los análisis realizados se establecieron cuatro grandes cuencas geológicas (Centeno, 2007: 18):
1. Cuenca Subandino Sud
2. Cuenca Subandino Norte
3. Cuenca Altiplano
4. Cuenca Madre de Dios
Dentro del área potencial se puede distinguir:
1. Área tradicional: la cual posee una larga historia de explotación
y comprende unidades del subandino y las llanuras tanto beniana como chaqueña. Cabe destacar que dicha área solo representa el 15% de la zona potencial. El descubrimiento de campos comienza en 1924 con la empresa Standard Oil Co., luego YPFB a
partir de 1937 con la primera nacionalización, la cual resultó exitosa durante dos décadas hasta que en los sesenta se autoriza el
114
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Mapa 1. Distribución de las cuencas geológicas
en el territorio boliviano
4
2
3
Bolivia
1
Fuente: Elaboración propia con base en datos del ingeniero Daniel Centeno Sánchez (2007).
ingreso de capitales extranjeros, a los cuales se otorgan en concesión pozos de petróleo. Años más tarde comienza la exportación de gas a Argentina y se crea la división de gas de YPFB
en Santa Cruz, donde luego se asentará la gerencia. La inestabilidad política de los ochenta le provocó graves problemas financieros a la compañía, que finalmente en 1996 será privatizada por el presidente Sánchez de Losada, desmembrándose en:
Andina, Chaco, Petrobras y Transredes, pasando de esa manera
la exploración y producción a manos privadas, a cambio de un
magro pago del 18% de regalías para el país.
En cuanto a la industrialización, comenzó en 1920 con diferentes complejos refineros para gasolina y carburantes operados por YPFB. Los cuales, en 1999, fueron privatizados y entregados a la Empresa Boliviana de Refinería (en adelante EBR)
subsidiaria de Petrobras (Brasil). A su vez también la comercialización quedó en su totalidad bajo el ámbito privado (Montes
de Oca, 2005: 1).
Los principales campos productores son: Sábalo, San
Alberto, Paloma, Surubí, Kanata, Bulo y Río Grande.
En cuanto al gas natural, también quedó bajo el sector privado a través de Andina SA, Chaco SA y Petrobras, siendo los
mayores productores el departamento de Santa Cruz, pero fundamentalmente el de Tarija, ya que este último posee los campos de San Alberto, San Antonio, Margarita e Itaú que le permiten las exportaciones de su producción hacia Brasil.
115
Silvia Laura Rodríguez
La producción de hidrocarburos para Bolivia pasó a ser
central en su economía, a pesar de que su peso mundial no sea
significativo.
En particular la exportación de gas natural, a través de
empresas privadas, creció a partir de exportar a Brasil en 1999
y en 2002 hacia Argentina, con el fin de generar energía eléctrica en dicho país. Por otro lado, el uso doméstico del gas desde 1984 se incrementó, brindando suministro solo a ciudades
grandes o centros industriales, por falta de una red amplia de
gasoductos. La distribución quedó bajo la órbita del sector privado a través de las empresas EMCOGAS (Cochabamba), Santa
Cruz (SERLAS), Chuquisaca (EMDIGAS) y Tarija (EMTAGAS),
siendo el resto de los departamentos provistos por YPFB. En
cuanto al consumo de gas licuado de petróleo (butano y propano) aumentó a partir de la utilización de garrafas de 10 kg para
el uso doméstico, que pasaron de 1 718 200 barriles a 3 467 135
barriles en 2003 (Montes de Oca, 2005: 3).
2. Área potencial: sin producción de hidrocarburos, pero con características altamente favorables geológicamente, representa
el 55.6% dentro de las cuencas sedimentarias del país. Las cuales son: Madre de Dios, Beni, Chaco, Pantanal, Pie de Monte,
Subandino Norte, Subandino Sur, Altiplano. Totalizando
610 528 km2 (Montes de Oca, 2005: 1).
En este punto, la industria de hidrocarburos refiere tres tipos de reservas: a) reservas probadas, aquellas que por análisis
geológicos y de ingeniería son recuperables bajo las condiciones
económicas y operativas vigentes; b) reservas probables, son la
cantidad estimada de hidrocarburos que se espera que existan,
en función de las reservas probadas y que puedan ser obtenidos
bajo las condiciones actuales; y c) reservas posibles, surgen del
estudio del tamaño de las cuencas sedimentarias, por lo cual tienen un alto grado de certidumbre. En función de lo expresado,
las reservas totales de petróleo en términos absolutos crecieron
en 1 000 millones de barriles en el periodo 1992-2003. En el rubro de gas natural, las exploraciones fueron exitosas, probando
reservas que pasaron de 5.69 TCF (trillones de pies cúbicos) en
1997 a 54.86 TCF en 2003. Las mismas se encuentran en Tarija
87%, Santa Cruz 9.6%, Cochabamba 2.1% y Chuquisaca 1.2%.
Siendo el departamento tarijeño el que se constituirá en el centro del desarrollo gasífero del país (Montes de Oca, 2005: 5).
En relación con el potencial hidrocarburífero, siguiendo el trabajo de Daniel Centeno en el Departamento de Tarija, donde investiga con
116
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
base en el “modelo geológico de Tarija”, constituido durante millones
de años por construcción y destrucción, consolidación del basamento
cristalino, formaciones de las placas tectónicas y presión de la Placa del
Pacífico contra la Placa Continental Sudamericana, más la aparición de
vida animal, las cuales dieron las condiciones necesarias para la formación y entrampamiento de hidrocarburos, originados a partir de la materia orgánica depositada en los fondos de los mares. A partir de esta
afirmación, el geólogo mencionado plantea la formación de esa riqueza potencial por debajo de los 4000 metros, como consecuencia de la
presión de las placas sobre las rocas durante los periodos Ordovícico y
Silúrico (Centeno, 2007: 20). Desde la tesis que esgrime, estudia las cuatro grandes cuencas mencionadas: Subandino Norte, Subandino Sur,
Altiplano y Madre de Dios, concluyendo que poseen grandes similitudes con el estilo de formación geológica de Tarija, por lo cual Bolivia tiene posibilidades de llegar a tener 1000 TCF de gas y petróleo en su subsuelo (Centeno, 2007: 29).
LA DIVERSIDAD MINERAL
Los yacimientos minerales de Bolivia se dividen en:
a) Metálicos: si bien hay diferencias entre especialistas, en principio se han encontrado 153 minerales aceptados por la Asociación
Internacional de Mineralogía. Según su importancia en las exportaciones del año 2003, podemos mencionar: zinc (Concepción
- Santa Cruz), plata (Tatasi, Chorolque y Bonete - Potosí), estaño
(Pando, Concepción - Santa Cruz, Provincia Andino Oriental),
plomo (Camacho - La Paz), antimonio (Quijarro - Potosí), wólfram o tungsteno (Concepción - Santa Cruz, Larecaja - La Paz),
oro (Pando, Santa Cruz), otros (sal, yeso, baritina, manganeso,
bórax).
También es importante destacar el Yacimiento Cerro
Manomó con elementos de tierras raras, uranio y torio;
Concepción con niobio y berilio, y el Cerro Mutún con la reserva
de hierro y manganeso más importante de Bolivia, todos dentro
del departamento de Santa Cruz. Por otro lado, registra importancia la presencia de bismuto en el cerro Illampu, cercano a La
Paz (Montes de Oca, 2005: 9).
b) No metálicos: tienen poco trabajo de exploración, los hallazgos
se encuentran ligados a la necesidad de colocar plantas con fines específicos: cemento, estuco y cerámica. Dentro de este grupo hallamos: arcillas (Altiplano y el Oriente), yeso (Altiplano),
fosfatos utilizados como fertilizantes, baritina (Huspa Huspa
- Cochabamba), azufre (cordillera occidental de Bolivia), litio
(Uyuni y Coipasa - Altiplano) (Montes de Oca, 2005: 3). Con
117
Silvia Laura Rodríguez
respecto al litio, es importante destacar que se estima poseer reservas de un 70%, ubicadas en el salar de Uyuni, a 3 600 metros
sobre el nivel del mar. Es una zona de altas precipitaciones, lo
cual hace necesario para su explotación soluciones tecnológicamente más complejas que requieren mayor inversión. Este mineral es central en la fabricación de baterías de todo tipo (automóviles, celulares, armas) y por tanto de alta demanda mundial.
LA NACIONALIZACIÓN DE LOS RECURSOS DEL PAÍS
En el año 2006, a partir del triunfo electoral asume el gobierno el presidente Evo Morales Ayma, representante del MAS, quien bajo el Decreto
N° 28 701 y en cumplimiento del mandato del pueblo boliviano expresado en el referéndum del 18 de julio de 2004, en relación con la recuperación de los recursos naturales del país. Establece el mencionado
decreto que el Estado retoma el control, posesión y propiedad absoluta de los recursos hidrocarburíferos de la nación. A partir de esa fecha
será YPFB el que administrará los mismos (El País, 2006, 2 de mayo).
Con el objetivo de cerrar una historia caracterizada por los negocios de las mineras transnacionales con el aval de los sectores tradicionalmente dominantes del país, por la cual explotaban las riquezas
minerales, manteniendo a la mayoría del pueblo carente de las necesidades básicas para vivir. Así fue que el gobierno del MAS se hizo cargo de las operaciones de las más importantes empresas internacionales: Glencore, Jindal Steel, Anglo-Argentinian Pan American Energy y
South American Silver (ahora TriMetals Mining). El proceso trajo aparejado la anulación de los contratos, a lo cual dichas empresas respondieron con arbitrajes o demandas internacionales. El monto de los pagos realizados fue muy importante; se estimó que en 2014 se abonaron
a privados y públicos por la nacionalización de estos sectores clave
1 900 millones de dólares, teniendo en cuenta que el PIB de Bolivia era
de 28 000 millones de dólares ese año (Prashad, 2019: 2). La decisión
del gobierno mostró un rumbo acertado, tanto por el aumento del tamaño de la economía, con un récord de divisas, como por la firme dirección de destinar esa ganancia hacia el desarrollo social.
UN MODELO DE DESARROLLO ALTERNATIVO
A partir de la asunción del presidente Evo Morales Ayma, en el año
2006, se producen cambios muy profundos en el país, entre los cuales hemos mencionado la nacionalización de sus recursos y posteriormente a ello la refundación de Bolivia, el 25 de enero de 2009, a través
de una nueva constitución que da origen al Estado Plurinacional en la
búsqueda del Vivir Bien, tal como lo plantean los dos primeros artículos de su Carta Magna:
118
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en
la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.1
La nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano.2
A partir de esta transformación y la gestión de gobierno, Morales
renovó su mandato en el 2009 y en el 2014 con amplio apoyo popular.
Este último mandato no pudo ser completado ya que el 10 de noviembre de 2019 fue depuesto a través de un golpe de Estado con apoyo de
sectores civiles, policíacos y las fuerzas armadas.
En función de lo anteriormente expuesto, es importante analizar
cuál fue el desempeño y los logros puntuales durante todo el periodo de
su gobierno (2006-2019), para lo cual se tomarán en cuenta los datos
macroeconómicos y sociales.
En el periodo 2006-2017, el PIB aumentó un 78% a precios constantes, con una tasa de crecimiento promedio anual del 4.9%, la cual
promedia los picos más altos de los años 2008 (6.2%) y 2013 (6.8%) con
los más bajos de 2016 (4.3%) y 2017 (4.2%) (Carrillo y Converti, 2018:
2). El año previo a las elecciones presidenciales, 2018 llegó al 4.7 % y se
estimaba cerrar el año 2019 bajo el mismo guarismo, mientras el resto
de la región de América Latina y el Caribe, según la CEPAL, lo hizo al
1.8%, con un contexto económico desfavorable donde aún no se ha producido una reactivación económica (Carrillo, 2018: 2).
Dentro del PIB, los sectores que aumentaron su participación fueron: la minería, que pasó del 8% a un 20% (2012), decreciendo a un 13%
en 2017; la administración pública, del 5% al 18.8% (2017), y la construcción mantuvo un ritmo de crecimiento del 8.6% anual. La expansión del
sector público jugó un papel esencial aumentando en forma constante
entre 2006-2016, retomando su ritmo en 2018 llegando al 9% anual.
El papel de la inflación con una media del 5.5 % para el periodo
(2006-2017) y las tasas de interés accesibles, tanto en los bancos como
en financieras para PYMES y empresas, dieron un contexto favorable
durante el periodo para la inversión (Carrillo y Converti, 2018: 3).
1 Véase el texto completo de la Constitución boliviana del 25 de enero de 2009,
disponible en https://www.oas.org/dil/esp/Constitucion_Bolivia.pdf
2
Ib.
119
Silvia Laura Rodríguez
La balanza comercial tuvo, a partir de 2014 y hasta el 2017, un saldo deficitario por la caída de las exportaciones. Las mismas eran esencialmente hidrocarburos, manufacturas, minerales y soja. Cabe aclarar que
durante este periodo se produjo una brusca caída del precio del petróleo,
el gas y los minerales, impactando directamente en el valor de las ventas
al exterior. A su vez, la crisis de sus principales compradores de gas, Brasil
y Argentina, redujeron su demanda en un 64% el primero y un 68% el segundo, tomando en cuenta el lapso anteriormente mencionado. Lo mismo ocurrió con Estados Unidos, que disminuyó sus compras en un 52%
(entre 2014-2017). Por otro lado, las importaciones se contrajeron en menor medida, un 14%, tomando el mismo periodo de análisis, ya que los
bienes de capital e intermedios se mantuvieron, lo cual muestra un activo
aparato de producción (Carrillo y Converti, 2018: 5).
La balanza de pagos registró una caída permanente durante 20142017, producto del déficit en la balanza comercial. Pero la acumulación
de divisas durante los años de alto crecimiento y venta de materias primas permitió desarrollar una fortaleza financiera que dio lugar a una
baja vulnerabilidad externa, en contextos económicos internacionales
desfavorables, tanto por disponer de recursos para financiarse, como
por poseer capacidad de control cambiario y no perder valor el peso boliviano frente al dólar.
El control cambiario tuvo una llave, el proceso de desdolarización
de la economía, para lo cual fueron centrales los buenos resultados macroeconómicos y la estabilidad, que permitieron la soberanía monetaria. Si en el año 2000 solo el 5% de los depósitos se encontraba en moneda nacional y el 95% en dólares, en 2018 el 84% se encuentra en los
bancos en pesos bolivianos (Carrillo y Converti, 2018: 11).
A su vez, es importante destacar que Bolivia fue, hasta 2019, el
país con menor deuda sobre su PIB, un 15% menos que el promedio de
América Latina.
Uno de los mayores logros del Estado Plurinacional de Bolivia fue la
transformación social. Una población en la que 45.2% en el año 2000 estaba sumida en la pobreza, se redujo en el 2017 al 17.1% (según datos del
Ministerio de Economía de Bolivia), siendo el país de la región que más
ha combatido la pobreza extrema durante 2005-2016. En la escala social
la población de ingresos más bajos disminuyó del 61% en 2005 a 37% en
2017; a su vez, la de ingresos medios que era un 35% aumentó al 58%
en esos mismos años, mostrando un aumento de las capas medias y la
reducción de la población de bajos ingresos. Las herramientas para la redistribución progresiva del ingreso fueron varias, entre ellas (Carrillo y
Converti, 2018: 12-14):
a) Los programas sociales o transferencias directas: el bono Juancito
Pinto (que llegó al 19.6% de la población), el bono Juana Azurduy
120
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
(que alcanzó al 18% de la población) y el programa Renta
Dignidad (que cubrió al 12% de la población).
b) La disminución de la desocupación laboral, habiendo quedado, hasta 2019, en un 2.9 % para los hombres y 4.1% para las
mujeres.
c) El salario mínimo aumentó de 500 a 2 060 bolivianos, es decir
un 312%, teniendo en cuenta una inflación anual del 5.5%.
Por último, es relevante marcar que, a pesar del contexto internacional desfavorable del periodo 2014-2017, que impactó como se mencionó anteriormente en todos los indicadores macroeconómicos, sumados a un déficit fiscal del 7.8% del PIB en 2017 y si bien la inversión
pública disminuyó ese año se mantuvieron las políticas sociales contracíclicas, buscando sostener el consumo y evitando realizar un ajuste, como sugieren las recetas económicas ortodoxas. Posteriormente,
en 2018 se vuelve a registrar un déficit del 8.32%, pero el gobierno decide avanzar con el pago del doble aguinaldo a fin de ese año, para seguir impulsando la demanda. Todo lo cual haciendo un balance general
mostró, hasta noviembre de 2019, una economía estable y en expansión, con baja vulnerabilidad externa y una redistribución cada vez más
igualitaria del ingreso (Carrillo, 2018: 6).
Hasta aquí el balance general económico, a lo cual consideramos
central sumarle los proyectos de inversión que estaban en desarrollo
por parte del Gobierno del presidente Evo Morales, sobre todo en el
sector de minería y en particular el que involucraba el aprovechamiento de la riqueza y el poderío del litio, en pos del bienestar del pueblo boliviano. En un contexto mundial donde la demanda de minerales y sobre todo de este último se encontraba en crecimiento producto de las
innovaciones tecnológicas, surge la necesidad de asociarse para poder
avanzar en la fase de industrialización y superar la etapa de proveedor
de materia prima.
Dadas las condiciones climatológicas que presenta el salar de
Uyuni, donde se ubica el litio, por su nivel de precipitaciones, tal como
se mencionó en el punto anterior, demanda mayor tecnología para su
procesamiento, inversión y expertise. Todo lo cual produjo que el Estado
no pudiera desarrollar por sí mismo la fase industrial y se viera obligado a asociarse con empresas transnacionales.
En la búsqueda de posibles empresas socias, no hubo acuerdo con
aquellas de origen occidental como Eramet (Francia), FMC (Estados
Unidos) y Posco (Corea del Sur), tanto por la complejidad geográfica de
la ubicación del mineral, como por razones de índole política. Ya que el
presidente Evo Morales Ayma había puesto como condición que cualquier desarrollo sobre el litio debería hacerse con la empresa minera
121
Silvia Laura Rodríguez
nacional (COMIBOL) y Yacimientos de Litio Bolivianos (en adelante,
YLB), en condiciones de paridad (Prashad, 2019: 3).
Finalmente, el acuerdo se produjo con las empresas chinas TBEA
Group y China Machinery Engineering, las cuales firmaron con YLB,
comenzando a experimentar nuevas formas de extracción y compartiendo ganancias. La idea de “un nuevo pacto social del litio”, según el
planteamiento de Vijay Prashad, resultó inaceptable para las principales compañías mineras transnacionales, ya que las canadienses Tesla y
Pure Energy Minerals tenían sumo interés, pero no estaban dispuestas
a cumplir con las reglas del gobierno boliviano, por tanto, prevaleció la
intención del acuerdo con las compañías chinas.
Los acuerdos con las sociedades comerciales chinas dejaron a
Bolivia, desde el punto de vista geopolítico, en medio de la guerra comercial que venía acaeciendo entre Estados Unidos y el gigante asiático, con las implicaciones que ello acarrea. Dado el valor estratégico de
América Latina para el poder estadounidense, en función de lo cual despliega su política hegemónica, sumado a los nuevos objetivos trazados
por la administración de Donald Trump a partir de 2018, los cuales serán desarrollados en el próximo punto.
GEOPOLÍTICA DE LOS MINERALES
REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA Y ALTA DEMANDA DE MINERALES
Durante las últimas dos décadas se ha asistido una nueva revolución
tecnológica. La misma ha ampliado el consumo en la sociedad moderna de numerosos dispositivos electrónicos y a su vez los procesos industriales se automatizaron requiriendo nuevos componentes para su
fabricación. Dichos cambios han producido que, si hasta mediados del
siglo XX solo se utilizaban quince minerales metálicos dentro de la tabla periódica de elementos, actualmente todos los que se encuentran
en ella tienen algún tipo de uso. Desde la fabricación de teléfonos celulares a computadoras, pasando por pilas de combustible y células para
energía fotovoltaicas, entre otras. Para ejemplificar lo acaecido, es importante tener en cuenta que, si en los ochenta se utilizaban doce minerales en la fabricación de chips de computadora, diez años después se
utilizaron dieciséis y actualmente se requieren sesenta elementos para
brindar al producto alta velocidad y capacidad integrada de circuitos
(USGS, 2017: 8).
Dentro de este contexto, la competencia por los recursos minerales
pone en riesgo la producción industrial de aquellos países que carecen
del autoabastecimiento y dicha situación abre el espacio para el conflicto político-económico, debido a que las concentraciones de los materiales en la corteza terrestre son desiguales, en virtud de los procesos
122
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
geológicos que dieron origen a cada territorio, a partir de lo cual la riqueza mineral se encuentra concentrada en pocos países, entre ellos
China, Brasil, Sudáfrica y Rusia. Por otro lado, la existencia de estos
elementos en sí no implica su explotación comercial, y a su vez la conciencia sobre el desarrollo sustentable va dando lugar a regulaciones
restrictivas en pos de cuidar la salud de la población y remediar los daños causados por la contaminación ambiental, originados por la extracción y el procesamiento de minerales (USGS, 2017: 8).
La dependencia de los minerales, tanto para la industria como para
la defensa, ha llevado a Estados Unidos principalmente, a un análisis
pormenorizado. De tal manera han clasificado como críticos aquellos de
los cuales carece, y estratégicos los considerados centrales para la fabricación de armamento, resultando finalmente una lista de treinta y cinco materiales en 2018 los cuales juzgan de alta vulnerabilidad para el
mantenimiento de su economía (USGS, 2018: 2). Por tanto, de ese estudio se desprende el diseño de una política para asegurar el mantenimiento del suministro de los mencionados componentes. Los cuales se
detallan a continuación:
Cuadro 1. Lista de minerales críticos y estratégicos
para Estados Unidos
Estratégicos
seguridad
Aluminio (Al)
Principales usos
Países con reservas
Utilizado en todos los sectores de la
economía
China, India, Canadá,
Rusia
Baterías de plomo, propiedad
anticorrosiva, material ignífugo, productos
químicos, vidrio, cerámica
China, Bolivia, Canadá
Arsénico
(As)
Maderas, pesticidas y semiconductores
China, Marruecos,
Bélgica, Bolivia
Barita (Ba)
Perforación de pozos de gas, petróleo e
industria de cemento
China, India, Marruecos,
México
Tecnología médica, aeroespacial,
informática, telecomunicaciones
Brasil, Kazajistán, Japón
Bismuto (Bi)
Industria médica y atómica
China, Bélgica, México
Cesio (Cs)
Utilizado en investigación y desarrollo
Canadá, Namibia,
Zimbabue
Circonio (Zr)
Utilizado en las industrias de cerámica de
alta temperatura
Australia, Sudáfrica, Rusia
Cobalto (Co)
Utilizado en baterías recargables y
superaleaciones
Noruega, Japón, China,
Canadá
Antimonio
(Sb)
Berilio (Be)
Sí
Sí
continúa...
123
Silvia Laura Rodríguez
Estratégicos
seguridad
Principales usos
Países con reservas
Cromo (Cr)
Utilizado principalmente en acero
inoxidable y otras aleaciones
Kazajistán, Sudáfrica
Escandio
(Sc)
Para aleaciones y pilas de combustible
China, Kazajistán, Rusia,
Ucrania
Como recubrimientos protectores y
aleaciones para acero.
China, Indonesia,
Birmania, Brasil, Bolivia
Estroncio
(Sr)
Pirotecnia e imanes cerámicos
China, México, España
Fluorita (F)
Fabricación de aluminio, gasolina y uranio
combustible
Sudáfrica, Túnez, China
Estaño (Sn)
Sí
Galio (Ga)
Sí
Para circuitos integrados y dispositivos
ópticos como LED
China, Alemania,
Kazajistán
Germanio
(Ge)
Sí
Para aplicaciones de fibra óptica y visión
nocturna
Canadá, China, Finlandia,
Rusia
Grafito (C)
Para lubricantes, baterías y pilas de
combustible
China, India, Brasil
Hafnio (Hf)
Barras de control nuclear, aleaciones y
alta temperatura de cerámica
Australia, Sudáfrica, Rusia
Helio (He)
Resonancias magnéticas, agentes de
elevación e investigación
Qatar, Canadá, Argelia,
Portugal
Indio (In)
Utilizado principalmente en pantallas LCD
China, Bolivia, Japón,
Corea, Taiwán
Litio (Li)
Baterías de celulares, automóviles
Chile, Bolivia, Argentina,
China
Magnesio
(Mg)
Revestimiento de hornos para la
fabricación de acero y cerámica
Israel, Canadá, México
Manganeso
(Mn)
Fabricación de acero
Gabón, Sudáfrica,
Australia, Bolivia
Utilizado principalmente en aleaciones
de acero
Brasil, Canadá, Egipto
Fabricación de aluminio, gasolina y uranio
combustible
Sudáfrica, Rusia,
Alemania
Para baterías y electrónica
China , Australia, Brasil,
India, Rusia
Potasio (K)
Como fertilizante
Canadá, Rusia, Bielorrusia
Renio (Re)
Para gasolina y superaleaciones sin
plomo
Chile, China, Polonia,
Kazajistán
Niobio (Nb)
Sí
Elementos
grupo
platino
(PGE)
Elementos
tierras raras
(REE)
Sí
continúa...
124
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Estratégicos
seguridad
Principales usos
Países con reservas
Rubidio (Rb)
Utilizado para investigación y desarrollo
en electrónica
Namibia, Zimbabue,
Canadá
Uranio (U)
Para fabricar combustible nuclear
Canadá, Australia,
Kazajistán
Componentes electrónicos,
principalmente condensadores
Brasil, Australia, China,
Rusia
Fabricación de acero y células solares
China, Suecia, México
Como pigmento blanco o aleaciones
metálicas
Australia, Canadá,
Noruega, Sudáfrica
Tungsteno
(W)
Para fabricar metales resistentes al
desgaste
China, Bolivia, Vietnam
Vanadio (V)
Para aleaciones de titanio
China, Rusia, Sudáfrica
Tantalio (Ta)
Sí
Telurio (Te)
Titanio (Ti)
Sí
Fuente: Elaboración propia con base en informes de U.S. Geological Survey (2017-2019).
La administración de Trump se planteó la necesidad de terminar
con la dependencia de los minerales extranjeros, toda vez que una interrupción en el suministro ocasionaría graves daños a la economía estadounidense, colocándola en una situación de vulnerabilidad de la que
se proponen salir. Dicho objetivo no es fácil, ni vadeable a corto plazo,
por más que se avance en materiales sustitutos, exploración y tecnologías de reciclaje. En principio se enfocaron en asegurarse la provisión
de todos los elementos a través del comercio con países aliados y socios.
Si se observa el listado del Cuadro 1, encontramos que incluye entre ellos: arsénico, cesio, fluorita, galio, grafito natural, indio, manganeso, niobio, tierras raras, rubidio, escandio, estroncio, tántalo y vanadio.
En el caso de estos minerales, la industria estadounidense depende al
100% de su importación para permitir el desarrollo de fármacos, construcción, automotriz, energía, metalurgia, aleaciones, maquinaria industrial, vidrio, cerámica, medicina, turbinas, equipo médico, industria
aeroespacial, aviones militares, relojes atómicos, pirotecnia, telefonía,
satélites, computadoras, televisores, implantes médicos, combustible
nuclear, filamentos de lámparas eléctricas, material cerámico de alta
temperatura, lámparas electrónicas, lentes de alta calidad para instrumentos de precisión, electrodos especiales para soldadura, reactores nucleares, etc. Por tanto, tiene severas repercusiones en las empresas transnacionales más importantes de estos sectores debido a que
Estados Unidos depende casi completamente de algunos países como
Marruecos, China, Bélgica, Brasil, Rusia, Canadá, México, Sudáfrica,
Vietnam, Alemania, Ucrania, República de Corea, Gabón, Australia,
Japón, India y Kazajistán, entre otros (Castro Soto, 2018: 2).
125
Silvia Laura Rodríguez
Es importante destacar que China es el país que más minerales le suministra a la economía de Estados Unidos. Tales como antimonio, arsénico, barita, bismuto, escandio, estroncio, fluorita, galio, grafito, indio, litio, elementos de tierras raras, renio, tantalio, tungsteno y vanadio. Todos
clasificados como críticos para el gobierno de Trump y en particular algunos de ellos son estratégicos para la industria de defensa del país, como
en el caso de los elementos de tierras raras, el tántalo, el germanio, el galio, el estaño y el antimonio. Cabe aclarar que con el nombre “tierras raras” (REE) se denominan quince elementos a los que se suman el estroncio y el itrio, que son vitales para la tecnología moderna (computadoras,
medicina, electrónica) por sus propiedades magnéticas, luminiscentes,
electroquímicas, peso reducido, alto rendimiento y estabilidad térmica.
Todo lo cual les otorga un carácter único.
En función de lo expuesto anteriormente, queda a la luz la dependencia de Estados Unidos con respecto al gigante asiático en el abastecimiento de minerales. Una nación con la que se encuentra en conflicto comercial (lo cual se desarrollará en el punto siguiente) y a la cual,
junto con Rusia, el Departamento de Defensa en la persona de James
Mattis desde 2018 designan como “potencias revisionistas”, ya que buscan “moldear el mundo de acuerdo a su modelo autoritario y ganando
capacidad de influir sobre las decisiones económicas, diplomáticas y de
seguridad de otras naciones” (Torres Sospreda, 2019: 14-15). Según el
análisis del secretario de la Defensa, son países que buscan debilitar el
orden internacional y hoy son la principal preocupación para la seguridad estadounidense, y ya no el terrorismo, como en años anteriores.
Por último, es importante considerar cuáles son los minerales críticos y estratégicos para el país del Norte, cuyas reservas pueden encontrarse en territorio boliviano.
Cuadro 2. Lista de minerales críticos y estratégicos
para Estados Unidos que posee Bolivia
Estratégicos
seguridad
Antimonio (Sb)
Sí
Principales usos
Baterías de plomo, propiedad anticorrosiva, material ignífugo,
productos químicos, vidrio, cerámica
Arsénico (As)
Maderas, pesticidas, semiconductores
Barita (Ba)
Perforación de pozos de gas, petróleo e industria de cemento
Berilio (Be)
Sí
Tecnología médica, aeroespacial, informática,
telecomunicaciones
Estaño (Sn)
Sí
Utilizado como recubrimientos protectores y aleaciones para
acero
continúa...
126
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Indio (In)
Utilizado principalmente en pantallas LCD
Litio (Li)
Baterías de celulares, automóviles
Manganeso (Mn)
Fabricación de acero
Niobio (Nb)
Sí
Elementos grupo
platino (PGE)
Elementos tierras
raras (REE)
Principalmente en aleaciones de acero
Fabricación de aluminio, gasolina y uranio combustible
Sí
Utilizados para baterías y electrónica
Potasio (K)
Como fertilizante
Tungsteno (W)
Para fabricar metales resistentes al desgaste
Uranio (U)
Utilizado para fabricar combustible nuclear
Zinc (Zn)
Sí
En industria aeroespacial para misiles y cápsulas espaciales,
computadoras portátiles
Fuente: Elaboración propia con base en informes de U.S. Geological Survey (2017-2019) y fuentes minerales de Bolivia.
Tal como se observa en el Cuadro 2, quince minerales cuyo suministro es considerado imprescindible para el mantenimiento de la industria estadounidense se encuentran en las cuencas geológicas bolivianas, a lo cual se deben adicionar el gas y el petróleo. Lo que en conjunto
es de suma importancia, tanto en el plano geopolítico como económico.
CHINA Y ESTADOS UNIDOS: SEGURIDAD Y DISPUTA POR LA
VENTAJA TECNOLÓGICA
LA CARRERA POR LA NUEVA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
Durante los dos últimos años, 2018 y 2019, la guerra comercial entre
Estados Unidos y China afectó la actividad económica mundial. En ese
contexto disminuyó la actividad comercial entre ambos, debido a la imposición sucesiva de aranceles a los productos que intercambiaban entre sí. Hecho que comenzó con la decisión inicial de Trump, a lo cual
Xi Jinping dio respuesta. En principio los que pagaron los costos fueron los consumidores y las empresas de ambos países. A su vez la escalada de precios por el aumento de los gravámenes terminó afectando a
las transnacionales, tal es el caso de Apple, ya que sus dispositivos se fabrican en China, lo cual repercute en el resto de la industria estadounidense. Por otro lado, cuando Google decide romper con Huawei, asesta
un severo golpe a dicha compañía, ya que le restringe el acceso a la tecnología Android, elevando la tensión (BBC, 2019: 4). En tanto, el sector
manufacturero chino fue muy afectado: las computadoras, junto con
los de equipamiento de cocina y comunicación tuvieron una reducción
de 15 000 millones y el comercio de bienes en esos sectores cayó en un
127
Silvia Laura Rodríguez
promedio del 55% debido a los nuevos aranceles. Mientras tanto otros
países como Taiwán, México, la Unión Europea, Corea, Canadá e India
se beneficiaron aumentando sus ventas a costa de la caída de las exportaciones chinas. Pero es notable destacar que, a pesar de los aranceles
impuestos, las empresas del gigante asiático continuaban manteniendo
el 75% de sus exportaciones hacia América del Norte. Los resultados finales de este enfrentamiento comercial fueron: precios más altos para
los consumidores, pérdidas de las empresas de ambas partes, inestabilidad de la economía global y ganancias para terceros países (Naciones
Unidas, 2019: 2-3).
En el horizonte continuarían las pérdidas, ya que reorientar la productividad y las cadenas de valor demora mucho tiempo y demanda
grandes costos. Reemplazar el potencial chino en las cadenas de suministro globales es una tarea que complica a sus rivales.
Tal lo expuesto, es necesario hacer la pregunta sobre la causa real
que está detrás de esta contienda comercial. Según la opinión de varios
analistas, la guerra comercial tenía como fin último contener el auge de
China, que viene avanzando en el desarrollo tecnológico especialmente dentro de las áreas de aviación, fabricación de chips, microprocesadores, vehículos eléctricos y baterías, buscando establecerse en una posición dominante en el año 2025. A su vez, la búsqueda del liderazgo en
inteligencia artificial (aprendizaje automático) y las telecomunicaciones (las redes del 5G o internet de las cosas) la enfrentan directamente con Estados Unidos por ocupar el primer lugar en ese desarrollo. El
5G permite una infraestructura de nuevo tipo y, por ello, ciudades inteligentes. Esta nueva red abrirá posibilidades comerciales, demandará
mayor cantidad de minerales para fabricar las innovaciones y será importante la elección del proveedor, porque de este dependerá la seguridad de los usuarios (BBC, 2019: 7).
La disputa real fue, y es, por ganar la carrera tecnológica, en la
cual Estados Unidos está rezagado. Es fundamental comprender tanto
las políticas proteccionistas como las luchas geopolíticas dentro de la
disputa capitalista por esta nueva revolución tecnológica, que la potencia hegemónica se niega a perder y por tanto establece como objetivo
de seguridad la lucha entre Estados. Ahora la contienda es con las “potencias revisionistas” (China y Rusia) porque quieren dominar y atentan contra el orden mundial. El Departamento de Estado de Estados
Unidos no plantea una guerra abierta, pero sí en cambio una relación
militar “transparente” y de no agresión. Sin embargo, si la voluntad china no es la misma, habrá cooperación donde se pueda y enfrentamiento donde se deba (Torres Sospedra, 2019: 15).
A fines de 2019 hubo un acuerdo entre las potencias protagonistas
del enfrentamiento comercial, acordando no aplicar una nueva ronda
128
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
de aranceles e informando la pronta reducción de otros, mientras tendrán que dirimir la problemática de la propiedad intelectual de alta sensibilidad para Estados Unidos.
SEGURIDAD DE ESPECTRO COMPLETO
La concepción de dominación por espectro completo, de origen militar, es la que prevalece en el planeamiento de la política de defensa estadounidense. En función de esta es necesaria la utilización de múltiples estrategias para mantener la supremacía y contener a las fuerzas
que rivalizan. Para ello se establecen diferentes esferas de acción: subterránea, superficial y espacial, junto con la territorialización, tomando en cuenta el grado de belicosidad de los actores. La dominación
implica el control territorial, pero este no solo depende de las fuerzas
armadas sino y fundamentalmente de la instalación de una visión del
mundo acorde con el sistema capitalista. El análisis histórico muestra
las contradicciones en la eficiencia de esta concepción para desactivar
conflictos con los competidores u oponentes de la potencia hegemónica (Ramos, 2014: 1).
El imperialismo del siglo XXI, con base en esta doctrina “crea al
enemigo”, con el fin de apropiarse de todos aquellos territorios o comunidades que no se encuentren subsumidos a los dictados capitalistas.
Por ello es necesario repensar la situación de Bolivia previa al Golpe
dentro de los parámetros de esta visión. La creación de un enemigo: Evo
Morales Ayma. La utilización de múltiples estrategias:
1. Intervención de la OEA planteando fraude en el sufragio electoral para renovar el mandato del presidente Morales Ayma.
2. Activación de los representantes políticos de la oposición, para
instalar la ilegalidad de las elecciones.
3. Apoyo a grupos de corte reaccionario y altamente violentos para
atacar a los diversos funcionarios del gobierno en turno y a la
población civil que apoyara el triunfo del MAS.
4. Cooptación de la fuerza policíaca y las fuerzas armadas, para
que no respondan a la investidura presidencial.
5. Difusión de campañas internacionales, donde se hablaba de supuestas maniobras fraudulentas.
6. Desarrollo de tensiones racistas, en particular rechazando todo
lo indígena.
La puesta en marcha conjunta de todas estas líneas de acción generó una crisis política sin salida para el presidente Morales, que se vio
obligado a renunciar por la presión de las fuerzas armadas. Cabe remarcar que su vida estuvo en constante peligro durante el tiempo que permaneció en Bolivia, hasta llegar por acciones diplomáticas a México.
129
Silvia Laura Rodríguez
CONCLUSIONES
El golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019 buscó cerrar un ciclo
de desarrollo alternativo y exitoso en América Latina, liderado por un
representante de los pueblos originarios, con amplio apoyo popular durante sus tres mandatos (2006-2019). Un ciclo de trece años, donde la
economía boliviana creció a partir de la nacionalización de los recursos
naturales, que permitió acumular importantes ganancias debido a los
altos precios de las materias primas y que decidieron ser invertidas en
resolver las necesidades sociales históricas del pueblo boliviano: pobreza, analfabetismo, salud, vivienda, desempleo. Todos estos problemas
fueron abordados por ese nuevo Estado Plurinacional. Los resultados
fueron: la reducción de la pobreza y la ampliación de las capas medias,
así como el fin del analfabetismo, entre otros. Pero con seguridad, la
más importante fue la adquisición de derechos para todas las comunidades que conformaban el país.
Un ciclo que también significó una apuesta al desarrollo tecnológico, a través de la asociación con China, en la industrialización del litio bajo condiciones de paridad entre las empresas estatales y las compañías privadas. Este emprendimiento podría significar el ingreso de
Bolivia a fases de cadenas globales de valor en el futuro, con lo cual ganaría en autonomía y tecnologización, dejando de ser un proveedor de
materias primas.
Este significado era, también, un desafío a la hegemonía de Estados
Unidos en América Latina, que en función de su política de defensa no
permitiría bajo ninguna razón la presencia de China en los países del
hemisferio occidental, a los cuales considera su espacio vital. A su vez,
tampoco permitiría la continuidad de un modelo de desarrollo alternativo al capitalismo y altamente exitoso en lo económico y social. De
la misma manera que pone por delante sus necesidades estratégicas
en cuanto al suministro de minerales críticos y estratégicos de los cuales Bolivia posee gran cantidad de reservas. Por todo ello es importante
considerar el proceso del golpe dentro de la concepción de dominación
por espectro completo, toda vez que el gobierno de Evo Morales Ayma
era para el hegemón un problema de seguridad tanto por la presencia
de una potencia rival, como por la posesión de riquezas hidrocarburíferas de las que es altamente dependiente.
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132
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS,
POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
Y GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA1
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
Introducción
La disputa por los minerales estratégicos2 es permanente y no es ajena
a los países suramericanos. Uno de los minerales que ha cobrado relevancia en el mundo es el litio, también conocido como “petróleo blanco
u oro blanco”, pues es requerido para la producción de muchos bienes,
1 Este trabajo se basa en la tesis doctoral de Adriana Cadena titulada “Cadenas
Globales de Valor en Minerales Estratégicos de América del Sur: El análisis del litio”, dirigida por la doctora Maribel Aponte-García. Para efectos de este capítulo, se
presentan brevemente los componentes de conceptualización, autores relevantes de
revisión de literatura, método y hallazgos, dejando fuera los aspectos técnicos, ya que
se ha priorizado el análisis de coyuntura. También se ha actualizado el análisis hasta
el año 2020.
2 Para el Servicio Geológico de los EE. UU. las rupturas en la cadena de suministro
han sido durante mucho tiempo una preocupación del gobierno y de la industria
(USGS, 2016). Ver http://www.usgs.gov/blogs/features/usgs_top_story/going-criticalbeing-strategic-with-our-mineral-resources/.
“El que sea crítico está determinado por los usos industriales y comerciales de las materias primas. Aunque en la actualidad no existe una definición única del gobierno de
EE. UU., en términos generales un mineral estratégico puede ser definido como uno
que es importante para la economía de la nación; no tiene muchos reemplazos; proviene principalmente de países extranjeros; o está expuesto a las interrupciones del
suministro (debido a desastres naturales, las guerras civiles y las huelgas laborales)
que vulneran a la nación (EE. UU.)” (USGS, 2016) (Aponte-García, 2018: 277-278).
133
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
especialmente necesario para renovar el parque automotor de combustible por uno eléctrico, dada la necesidad imperiosa de reducir las emisiones de gases contaminantes en el planeta y, también por el agotamiento de las reservas de petróleo en el futuro.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en
inglés United States Geological Survey) (2019) reporta que en el mundo las reservas de litio han aumentado de manera importante, tanto así
que establece la existencia de 62 millones de toneladas extraídas a través de los salares y de rocas, ubicando a Argentina en primer lugar con
14.8 millones de toneladas; en segundo lugar a Bolivia con 9 millones
de toneladas y a Chile con 8.5. Sin embargo, en enero de 2019 la consultora minera estadounidense SRK, después de realizar perforaciones
a 50 metros de profundidad en un territorio que cubre el 64% del salar
del Uyuni en Bolivia, llegó a la conclusión de que la reserva de litio de
Bolivia es de 21 millones de toneladas (Obaya, 2019: 13), lo cual ubica
a Bolivia como el país poseedor de las reservas más importantes de litio en el mundo, y que (Bloomberg, 2019) tiene el potencial para producir el 20% del litio mundial para 2022.
De esta manera, podemos decir que los países suramericanos son
fuertes productores de litio y poseen las mayores reservas del mineral,
pues se estima que entre Argentina, Chile y Bolivia (llamados la Arabia
Saudita del Litio o el Triángulo del Litio) suman más del 70% del litio
disponible a nivel mundial.
Los principales países productores son Australia, Chile, Argentina,
China y Estados Unidos. Chile y Australia se destacan por ser los mayores exportadores de litio, mientras que Estados Unidos y China son los
que más lo importan (Cadena, 2018).
De los 62 millones de toneladas métricas (TM) mundiales de este
recurso, Estados Unidos posee 6.8 TM. Según datos del USGS, Estados
Unidos clasifica el litio como un mineral crítico para su seguridad nacional (definido como aquellos con una dependencia de las importaciones netas de sobre 50%).
El litio es un mineral estratégico que se ha convertido en una prioridad para las empresas tecnológicas de Estados Unidos y China. Se obtiene de salmueras o vetas de minas y tiene múltiples aplicaciones (aeroespacial, energética, telecomunicaciones, electrónica y transportación). El
litio extraído de los salares resulta ser económicamente más eficiente
para la producción masiva de baterías para automóviles eléctricos, y por
ello la importancia estratégica del litio de los tres países suramericanos.
Con el nuevo hallazgo de las reservas de litio de Bolivia en 2019
(descrito en párrafos anteriores), se podría pensar en la conexión o precipitación del golpe de Estado, pues este convirtió a Bolivia en la mayor
reserva mundial potencial de ese mineral (Aponte-García, 2019).
134
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
Así, Bolivia se consolidaba como un actor fundamental en la industria y el mercado del litio, y quedó en la mira de los que se disputan la
superioridad tecnológica. “Estoy convencido de que somos una potencia”, afirmó el presidente Evo Morales.3
El objetivo general de este trabajo es analizar las conexiones entre las reservas, las cadenas globales de valor, los vínculos con empresas multinacionales productoras de litio, baterías de iones de litio y de
vehículos eléctricos; la política de industrialización del litio; y explorar
cómo estos elementos pudieran guardar relaciones con el golpe del 10
de noviembre de 2019 ejecutado en el Estado Plurinacional de Bolivia.
LA CADENA DEL LITIO. HACIA LA CONSTRUCCIÓN
TEÓRICA DE LAS CADENAS GLOBALES DE VALOR
EN MINERALES ESTRATÉGICOS
Los estudios sobre cadenas globales de valor en minerales estratégicos
fundamentados en análisis de bases de datos de comercio internacional
son casi inexistentes, pues solo encontramos dos trabajos en su género:
el trabajo desarrollado por Aponte-García (2018) que centra el análisis
en la Cadena Global de Valor (CGV) del petróleo (hidrocarburo, no mineral) desde un criterio geopolítico, lo que nos sirvió de fuente fundamental para la formulación de la presente investigación, y el trabajo de
Aponte-García (2011) que fue fundamental para el desarrollo de la metodología utilizada.
Sin embargo, dado que no existe una teoría que nos permita estudiar los minerales estratégicos suramericanos desde la perspectiva de
las CGV, tuvimos que establecer un marco de referencia para su estudio en el que se integran: la teoría de la dependencia, los abordajes sobre CGV, el extractivismo y los minerales estratégicos, con el fin de comprender las variables necesarias para el entendimiento del fenómeno
(ver Cadena, 2018; y Apéndice para detalle de autores relevantes).
La investigación partió de cuatro preocupaciones: 1) los países suramericanos necesitan conocer ampliamente las posibilidades de desarrollo industrial que emanan de la explotación e industrialización estratégica de sus recursos minerales más abundantes; 2) Si los países de
América del Sur no sacan provecho de sus recursos minerales estratégicos, no lograrán incorporarse dentro de las cadenas globales de valor y continuarán profundizando un modelo primario-exportador; 3)
Es necesario el estudio de la cadena de valor del litio para estimular su
industrialización y demostrar la importancia que tiene alcanzar entre
3 Ver https://dirigentesdigital.com/mercados/latam/bolivia-prepara-nueva-revolucion
-de-gas-y-litio-JK851685
135
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
la Región una integración productiva real; y 4) los países con reservas
significativas de minerales estratégicos confrontan riesgos geopolíticos
que atentan contra la soberanía de los recursos naturales y el control
político.
El método propuesto para estudiar los minerales estratégicos suramericanos desde la perspectiva de la Cadena Global de Valor, siguiendo el método propuesto por Aponte-García (2011; 2018) consiste de cinco pasos
(ver Cadena, 2018: 88-89; Aponte-García, 2018). El primer paso es escoger
el mineral de estudio y los países de estudio. El segundo paso es determinar y dibujar las cadenas de valor del mineral. El tercer paso es mapear la
CGV del litio con mayor relevancia tecnológica en el futuro en términos de
negocios. En el caso del litio, se analizó la CGV de las baterías de iones de litio recargables e incluso se vincularon los nombres de las compañías de automóviles que las emplean. En el cuarto paso se presenta el mapeo y se
identifican las empresas que explotan y exportan el litio en Argentina,
Bolivia y Chile. El quinto paso es vincular a las empresas productoras locales del mineral (estudiado en el cuarto paso) con las empresas internacionales productoras del bien tecnológico escogido en el tercer paso.
A continuación se presenta el Diagrama 1, que ilustra la CGV generada luego de completar los pasos dos y tres del método arriba descrito. Este diagrama se fundamenta en las principales aplicaciones del
litio. Según datos del USGS expresados en porcentajes para el 2016, estos eran: la cerámica y el vidrio (32%), las baterías (35%), las grasas lubricantes (9%), el aire acondicionado (5%), las aleaciones de aluminio
(1%), los polímeros (4%), así como otros usos (14%).
Las principales hipótesis direccionales examinadas y confirmadas
en los hallazgos, utilizando metodología cualitativa y cuantitativa para
llevar a cabo la investigación, fueron:
1. Argentina, Chile y Bolivia hasta 2017 no le daban un trato de recurso estratégico al litio; 2. El litio extraído de Argentina y Chile se lleva como materia prima hacia los principales centros tecnológicos productores de automóviles eléctricos (Estados Unidos, Japón y China); y
3. Argentina y Chile están en el primer eslabón de la producción de baterías de litio para automóviles eléctricos.
Para fines de este capítulo se ha añadido una nueva consideración
a explorar. Bolivia emprende un proceso de industrialización que plantea la apropiación del valor añadido a lo largo de la cadena de producción y distribución y el lanzamiento de un auto eléctrico que está muy
por debajo del precio del mercado de productos similares en el mercado
internacional. Esto, sumado a la postura de una política de industrialización cónsona con el control de la producción nacional en manos de
empresas estatales y locales privadas, constituye un elemento que propicia el golpe.
136
Diagrama 1. Cadenas de valor del litio y sus usos
Producción primaria
Primera transformación Segunda transformación
Chile
(Atacama, Maricunga)
Bolivia
(Uyuni, Copiasa)
Argentina
(Hombre Muerto, Olaroz, Rincón)
Se inicia
Prospección
Óxido de litio
Nitrato de litio
usos
usos
Aplicaciones o usos
Hidróxido
de litio
usos
Pertenece a
Tubos de televisión
Pertenece a
Industria electrónica
Turbo reactores
Pertenece a
Pertenece a
Industria aeroespacial
Cerámica
Amoniaco líquido
uso
Vidrio
Fritas
Extracción
Metalurgia
Carbonato de
litio (purificación
y precipitación)
Teléfonos celulares
Deriva usos
Baterías
de litio no
recargables
Baterías
litión
Aluminio
Que continúa hacia
usos
tipos
Baterías
uso
Cloruro de litio
usos
Deriva
Litio metálico (electrólisis) usos
Fuente: Cadena (2018: 111).
Bromuro de litio
usos
Caucho sintético (butil-litio)
Agua mineral
Acumuladores ion-litio
Soldaduras
Aire acondicionado
Combustible sin irradiar
Reactores nucleares (uso futuro)
Aleaciones de aluminio
Medicamentos
Industria química
Pertenece a
Grasas multipropósito
Pigmentos
Seguido de
Tipo de industria
Industria del vidrio, cerámica
y la construcción
Lubricantes sin petróleo
Exploración
Que
Concentración
produce
de litio
Tercera transformación
Vidrio
Salmueras
usos
Industria petroquímica
Industria química
Teléfonos celulares
Tablets
Notebooks
Industria electrónica
Calculadoras electrónicas
Pertenece a
Audífonos
Cámaras fotográficas
Marcapasos
Industria de manufactura y relojes
Relojes
Pertenece a
Bicicletas y motos eléctricas
Industria automotriz y de transporte
Autos eléctricos
Pertenece a
Pertenece a
Pertenece a
Pertenece a
Pertenece a
Pertenece a
Pertenece a
Industria del caucho y materias plásticas
Industria alimenticia y procesado de alimentos
Industria electrónica
Industria metalmecánica
Industria electrónica
Industria petroquímica
Industria nuclear
Trenes de aterrizaje de aviones y sus partes
Partes de aviones y helicópteros Pertenece a
Las demás partes de aviones y helicópteros
Pertenece a
Industria aeroespacial
Industria farmacéutica
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
HALLAZGOS
El litio, la industrialización y el mercado internacional de los vehículos eléctricos: la pugna por el dominio de las materias primas
y la apropiación del valor añadido
El carbonato de litio es la materia prima necesaria para la industria de
las baterías recargables para automóviles eléctricos y, por ende, el insumo necesario para la producción de los automóviles eléctricos de tipo
híbrido, enchufable o totalmente eléctrico.
En este contexto, países como Argentina, Bolivia y Chile cobran gran
relevancia para la industria automotriz y de baterías recargables, pues si
bien el litio es solo una materia prima, esta se constituye como la materia prima más importante para el auge de dicha industria y más cuando
el litio es obtenido a través de las salmueras que resultan ser eficientes en
materia de costos, mucho más que el litio extraído a través de roca.
Zuleta (2014: 8), en sus apuntes sobre el mercado del litio y el carácter estratégico del mineral en Chile, argumenta que
todo hace presumir que con el último anuncio de Tesla Motors, el boom
mundial de los vehículos eléctricos ya habría arrancado y que se intensificará a partir del 2016-2017, cuando el fabricante de automóviles eléctricos más innovador de la historia lance al mercado su vehículo eléctrico de tercera generación dotado de dos características fundamentales: 1)
una autonomía en el modo eléctrico de más de 322 kilómetros con carga completa de su batería de iones de litio; y 2) un precio del vehículo de
alrededor de US$ 35 000 lo que garantizará su accesibilidad a una apreciable masa de consumidores de la Tierra.
El autor amplía su predicción a partir de estimaciones basadas en cifras de 2013, donde en Estados Unidos entre enero y noviembre del año
2012 se habría consumido un total de 2 090 toneladas métricas de carbonato de litio, lo que significó un 72% de todo el litio necesario para la
producción de baterías de iones de litio utilizadas por todos los vehículos eléctricos enchufables comercializados en Estados Unidos y el 68% de
todo el litio requerido por los carros híbridos y enchufables que se venden en el mismo mercado, constituyendo este consumo el 1.24% del consumo global de litio. Por tanto, para producir medio millón de vehículos
eléctricos, en 2020 solamente en Estados Unidos, Tesla Motors requerirá
entre 40 800 y 59 442 toneladas métricas de carbonato de litio, lo que se
traduce entre 24.29% y 35.38% del total de carbonato de litio que se consumió en el mundo en el 2013.
Según información de Roskill (2013), el uso de litio en baterías recargables habría sido el responsable del 44% del crecimiento neto del
consumo de litio entre 2000 y 2012 y del 70% del mismo entre 2008 y
138
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
2012. Así mismo, se espera que esta aplicación contribuya con el 75%
del crecimiento de la demanda proyectada hacia el 2017, cuando se estima que para ese año la demanda de carbonato de litio alcanzará más
de 238 000 toneladas (Zuleta, 2009: 3). También Roskill, en información
recabada de Zuleta (2009), “prevé que entre 2013 y 2017 el principal determinante del mercado (baterías recargables) se desplazará gradualmente de productos electrónicos portátiles hacia vehículos eléctricos,
especialmente del tipo híbrido”.
Los automóviles eléctricos se pueden clasificar en: 1) Vehículos
eléctricos híbridos (HEV), que se caracterizan por poseer un motor con
una propulsión eléctrica muy pequeña y por una combustión interna; 2)
Vehículos híbridos enchufables (PHEV), que se caracterizan por poseer
un motor de propulsión eléctrica con autonomía entre 40 y 60 km (puede recargarse enchufándolo a la energía eléctrica) y un motor por combustión interna; y 3) Vehículos completamente eléctricos (BEV) que se
caracterizan por una propulsión solamente eléctrica, con autonomía de
entre 120 km y 420 km (Zuleta, 2014).
Cuadro 1. Análisis conjunto del comportamiento del mercado
de vehículos PHEV y BEV en Estados Unidos, Japón y China
entre 2013 y 2015
Estados
Japón
Unidos
Marcas
2013-2015
N°
2013-2015 %
%
autos
Unidades
Unidades
vendidas
vendidas
1 Nissan
70 079 20.9
36 900
China
Total
2013-2015
2013-2015 2013-2015 País
%
Unidades
Unidades
%
origen
vendidas
vendidas
42.2
2 BYD
71 178
28
106 979
15.8
71 178
10.5
Japón
China
60 570
10
Estados
Unidos
61 605 18.3
61 605
9.1
Estados
Unidos
5 Ford
55 851 16.6
55 851
8.3
Estados
Unidos
6 Toyota
31 823
9.5
9 952
11.4
41 775
6.2
Japón
1 340
0.4
37 577
43
38 917
5.8
Japón
3 Tesla
59 755 17.8
4 Chevrolet
7 Mitsubishi
806
0.9
9 165
4
8 Zotye
26 811
11
26 811
4.0
China
9 Chery
26 158
10
26 158
3.9
China
Alemania
86
0
23 005
3.4
11 Baic
10 BMW
20 828
6.2
2 091
2.4
21 492
9
21 492
3.2
China
12 Kandi
15 887
6
15 887
2.3
China
13 Geely
16 974
7
16 974
2.5
China
continúa...
139
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
Estados
Japón
Unidos
Marcas
2013-2015
N°
2013-2015 %
%
autos
Unidades
Unidades
vendidas
vendidas
14 Fiat
13 636
Total
China
2013-2015 2013-2015 País
2013-2015
%
Unidades
Unidades
%
origen
vendidas
vendidas
4.1
15 Roewe
16 JAC
17 Smart
4 904
1.5
18 VW
4 638
1.4
19 JMC
10 268
4
9 774
4
4 125
2
13 636
2.0
Italia
10 268
1.5
China
9 774
1.4
China
4 904
0.7
Alemania
Alemania
4 638
0.7
4 125
0.6
China
20 Porsche
2 778
0.8
2 778
0.4
Alemania
21 Mercedes
2 798
0.8
2 798
0.4
Alemania
22 Honda
2 015
0.6
2 172
0.3
Japón
157
0.2
23 Cadillac
2 340
0.7
2 340
0.3
Estados
Unidos
24 Hyundai
160
0.0
160
0.0
Corea del
Sur
86
0.0
86
0.0
Suecia
1 374
0.2
Corea del
Sur
1 237
0.2
China
China
25 Volvo
26 Kia
1 374
0.4
27 Venucia
1 237
28 GAC
Otros
TOTAL
34
0.0
336 044
100
87 483
100
1
255
0
255
0.0
39,339
16
39 373
5.8
100 676 276
100.0
252 749
Fuente: Cadena (2018: 146-146), con base en información de Hybridcars.com; InsideEVs.com; Ev-sales; evobsession;
chinaautoweb; kirillklip blogspot.
El Cuadro 1 presenta los resultados del mapeo de las empresas productoras de los principales modelos de automóviles PHEV y BEV vendidos en Estados Unidos, Japón y China, entre 2013 y 2015, a través del
cual se puede observar que, de las nueve principales empresas productoras de autos eléctricos, encontramos tres empresas de origen chino (BYD,
Zotye y Chery), tres de origen estadounidense (Tesla, Chevrolet y Ford) y
tres japonesas (Nissan, Toyota y Mitsubishi). Así mismo, China se consolida como el país que más produjo y vendió automóviles eléctricos con una
participación de mercado analizado del 30%, seguido por Estados Unidos
con el 28.1% y en tercer lugar se encuentra Japón con el 28% del mercado.
Para comprobar que China, Estados Unidos y Japón son los mercados más importantes para los vehículos eléctricos (Cuadro 1), se obtuvo que del total de automóviles eléctricos que se vendieron en 2014,
el 38.8% se vendió en Estados Unidos, el 18.7% en China y el 10.3% en
Japón, lo que nos da un 67.8% en total entre los tres mercados; mientras
140
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
que para 2015 el mercado chino superó al estadounidense, teniendo
una participación del 46.5%, seguido por Estados Unidos con el 35.8%
y Japón con el 7.8% con respecto a las ventas mundiales, lo que significa que para 2015 el 90.2 % de los automóviles eléctricos tipo PHEV y
BEV fueron vendidos en estos tres países.
Cuadro 2. Principales empresas productoras de baterías de iones de litio,
origen y cantidades de toneladas de litio requeridas
entre 2013 y 2015
Principales empresas productoras de baterías de iones de litio de los automóviles
eléctricos vendidos en Estados Unidos, China y Japón entre el 2013 y 2015. Expresado
en porcentaje respecto del total de carbonato de litio requerido por empresa para la
producción de las baterías y cantidad de carbonato de litio expresado en toneladas
Empresas
productoras
de baterías
Estados Unidos
Japón
China
Total
carbonato
Carbonato demandado Total %
Carbonato
Carbonato
litio
(Ton)
litio
(Ton)
% litio (Ton) 2013-2015 2013-2015
%
%
Panasonic
60.4
8 869
6.6
176
AESC
17.3
2 540 63.7
1 700
BYD
10.1
0.2
Samsung S DI
4.2
611
Bosch
3.4
495
32 27.1
2.5
42.15
Japón
4 240
17.37
Japón
China
3 275
13.42
27.8
1 962
1 962
8.04
China
1 486
6.09
Corea
723
755
3.1
Japón
67
678
2.78
Corea
495
2.03
Alemania
Wanxiang
0.9
10 287
3 275
1 486
Lithium
Energy Japón
A123 LGChem
1 242
46.4
Guoxuan de
alta tecnología
LG-Chem
17.6
País de
origen
138
5.1
360
360
1.47
China
2.6
184
322
1.32
Corea
Sanyo
0.3
44
44
0.18
Japón
Kreisel
1.7
248
248
1.02
Austria
Toshiba
0.2
29
29
0.12
Japón
122
0.5
Estados
Unidos
13
0.05
Japón
1
0.01
China
Tesla
0.8
122
Blue Energy
0.1
10
0.1
3
E-One Moli
Energía
0
Otros
0.4
62
Total
100
14 686
100
2 668
1
0.4
28
90
0.37
100
7 052
24 406
100
Fuente: Cadena (2018: 148), con base en información de Hybridcars.com; InsideEVs.com. Los datos correspondientes a
la cantidad de litio requerido se obtuvieron de multiplicar el resultado de la capacidad energética por el requerimiento
de litio en cada batería (1.51 kg por kWh) según los cálculos encontrados en J. Speirs (2014).
141
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
Según ilustra el Cuadro 2, con base en los resultados obtenidos
del análisis del comportamiento de la venta de automóviles en China,
Japón y Estados Unidos, tenemos que entre el 2013 y el 2015 los principales productores de baterías para los automóviles eléctricos vendidos en dichos mercados fueron Panasonic, empresa que requirió
el 42.15% del total del carbonato de litio para la producción de baterías eléctricas en el periodo estudiado, seguido por AESC con una demanda de carbonato de litio del 17.37% y, ocupando un tercer lugar,
la empresa China BYD con 13.42% de la demanda del carbonato de litio en este lapso; luego, en este periodo podemos determinar que para
este nicho de mercado tan solo tres empresas están demandando el
72.94% del litio que se requirió para la producción de todo el parque
automotor vendido tanto en Estados Unidos como en Japón y China
entre 2013 y 2015.
Del total de países con empresas productoras de baterías de iones
de litio, entre 2013 y 2015 (para abastecer la demanda de autos eléctricos vendidos en Japón, Estados Unidos y China) Japón produjo el 63%
de las baterías de iones de litio, seguido por China con el 23%, Corea del
Sur con el 10% y 2% para Alemania.
La demanda de carbonato de litio para la producción de baterías
eléctricas para automóviles PHEV y BEV vendidos en Estados Unidos,
Japón y China tuvo un crecimiento de 49.5% entre 2013 y 2014; y un crecimiento del 40.2% entre 2014 y 2015, lo que indica un gran aumento en
la demanda de automóviles eléctricos, a propósito del incremento de modelos totalmente eléctricos que requieren de mayores cantidades de carbonato de litio.
Es importante resaltar que el carbonato de litio demandado para
la producción de automóviles eléctricos (de los países analizados en
este apartado) respecto del total de carbonato de litio demandado para
otros usos, para el 2013 representó el 15.6%, para el 2014 el 22.1%
y para el 2015, el 34.3%, lo que confirma un nicho de mercado en
expansión.
En la actualidad, Estados Unidos y China se disputan la superioridad tecnológica y el mercado internacional de vehículos eléctricos.
China ha fijado como objetivo convertirse en el mayor productor mundial de vehículos eléctricos y prioriza el desarrollo de materiales de baterías de litio en el Plan Quinquenal 2016-2020. Las baterías de litio renuevan el parque automotor dependiente de combustibles fósiles por
uno eléctrico (Aponte-García, 2019).
La batalla global entre Estados Unidos y China por dominar el mercado de baterías y de vehículos eléctricos incluye contrarrestar el control de China sobre las reservas estratégicas claves de litio, ya que este
142
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
es definitorio.4 Las entidades chinas controlan casi la mitad de la producción mundial de litio y el 60% de la capacidad de producción de baterías eléctricas. China necesitará, a partir de 2025, unas 800 000 toneladas de carbonato de litio anuales para satisfacer la demanda creciente
de vehículos eléctricos, pudiendo suministrar el 60% de este mercado
mundial pronto5 (Aponte-García, 2019).
LA INDUSTRIALIZACIÓN EN EL TRIÁNGULO DEL LITIO:
ARGENTINA, CHILE Y BOLIVIA
Dada la importancia estratégica del litio para encarar los problemas
ambientales y de energía del futuro, los tres países han realizado políticas en torno al manejo del litio y su industrialización (Cadena, 2018:
156-157). Según Aranda (2015: 111):
Argentina se plantea la creación de una OPEP del litio con los otros
países para proyectar una política común; Chile se debate sobre los
Contratos Especiales de Operación de Litio, que abren la puerta a nuevos emprendimientos para la explotación de sus salares; mientras que
Bolivia apuesta por una industrialización bajo control estatal.
Es así como las políticas públicas en el ámbito del litio articulan
posiciones en torno al estado de la propiedad, la legislación, el impuesto a la renta y el royalty al litio.
En Argentina, el litio es considerado un recurso estratégico en las
provincias de Catamarca, Salta y Jujuy, por el impacto socioeconómico
de las provincias donde se extrae, y la propiedad es concesible. En Jujuy,
la empresa provincial JEMSE es partícipe de proyectos con un 8.5%. En
estos casos los proyectos son aprobados por un comité de expertos. El
impuesto a la renta es de 35% y el royalty es de 3%.
En Bolivia, por decreto, desde 6 de diciembre de 2010 todas las
concesiones mineras vigentes pasaron a ser “transitorias”. La propiedad es no concesible. El litio, como recurso evaporítico, solo puede ser
explotado por la empresa estatal COMIBOL hasta los productos químicos básicos. Para productos secundarios COMIBOL podrá asociarse
con privados manteniendo la mayoría estatal. El impuesto a la renta es
de 25% y el royalty es de 12.5%.
En Chile, actualmente el litio es considerado estratégico y de interés nuclear. La propiedad no es concesible, según lo previsto en el
4 Ver https://www.globalresearch.ca/china-usa-geopolitics-lithium/5695377?utm_cam
paign=magnet&utm_source=article_page&utm_medium=related_articles
5 Ver https://www.worldenergytrade.com/index.php/m-news-metals/173-news-litio/
4577-bolivia-espera-ser-el-cuarto-productor-mundial-de-litio-en-2021
143
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
D.L. N° 2 886, que establece la reserva del Estado sobre el litio; sin embargo, para empresas con concesiones de extracción de litio anteriores al año 1979 se exceptuó esta disposición; condición en que se encontraba la propiedad minera de la Corporación de Fomento de la
Producción (Corfo) en el salar de Atacama y las de Codelco en los salares de Pedernales y Maricunga; así también a la Comisión Chilena
de Energía nuclear (Cochilco, 2013: 12), lo cual quiere decir que estas últimas pueden concesionar sus pertenencias a terceros, además
de haberse evitado el pago de impuestos de comisión por venta y de
arrendamiento, lo cual ha favorecido sustancialmente a empresas como
Rockwood y Albemarle. “En proyecto de Ley cursa un royalty minero
para el litio y cobre del 3%, pues lo que se cobra en la actualidad se establece de acuerdo a las inversiones de la minera”.6
Al analizar el esquema de políticas públicas hacia el litio, se desprende que Argentina considera el litio como un mineral parcialmente estratégico, pues solo las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy le dan este
reconocimiento; Chile, por su parte, le da un carácter estratégico y otorga
contratos especiales de explotación; mientras que Bolivia solo permite
que la explotación del mineral sea realizada por la Corporación Minera
de Bolivia (COMIBOL), que podrá asociarse con privados, pero siempre
y cuando la empresa estatal mantenga la mayoría de la sociedad.
Lo cierto es que los tres países tienen la oportunidad y el reto de incorporarse a la modernización energética no solo respondiendo a una
lógica primario-exportadora, sino a través de una estrategia de industrialización orientada a la cadena de valor del litio por medio de la búsqueda de su industrialización.
Luego, el hecho de que sea concesible o no concesible no determina el carácter estratégico real que tenga el litio en los países suramericanos, por lo que a continuación se estudiará la situación de este mineral
en cada uno de los tres países suramericanos, con el fin de determinar
su carácter estratégico o no, enmarcando el análisis dentro de las cadenas globales de valor.
VÍNCULOS CON EMPRESAS MULTINACIONALES
PRODUCTORAS DE LITIO Y VEHÍCULOS ELÉCTRICOS:
LOS CASOS DE ARGENTINA, CHILE Y BOLIVIA
Argentina como uno de los países con mayores reservas de litio a nivel mundial, cuenta con yacimientos en minerales como el espodumeno y la petalita en San Luis, Catamarca, Salta y Córdoba que, según
Nacif (2012) se explota desde 1935, pero con una capacidad mínima de
6 Información obtenida de https://www.mch.cl/2018/09/13/proyecto-establece-royalty-al-cobre-al-litio-avanza-la-camara/#
144
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
producción, siendo empleado este litio fundamentalmente para la producción de cerámicas y vidrios; así mismo, Argentina cuenta con grandes reservas de litio contenidas en los salares cuya extracción por bombeo permite una mayor escala y menores costos de producción, y que
se emplea entre otros usos para las baterías de automóviles eléctricos.
El litio argentino se encuentra principalmente en los salares de
Catamarca, Jujuy y Salta. A partir de la llegada del presidente Macri
al gobierno, las empresas mineras han tenido un interés particular por
Argentina y su litio, pues este gobierno “eliminó los controles cambiarios y de capital, así como un impuesto a la exportación de minerales
con el propósito de atraer inversionistas extranjeros y afianzarse como
exportador mundial de carbonato de litio” (Salazar, 2017: 3).
Cuadro 3. Empresas productoras de baterías y automóviles
eléctricos relacionadas con el litio argentino
Empresas
productoras de
carbonato de litio
en Argentina
FMC (Estados
Unidos)
Orocobre y Toyota
Tusho
Empresas productoras
de baterías para
automóviles eléctricos
Sony y Panasonic
Sanyo, Panasonic,
Toshiba, Hitachi
Empresas productoras
de automóviles eléctricos
Tesla, Nissan, General Motor, Mitsubishi, Ford y
Toyota
Toyota, Tesla, GM, Mercedes, Honda, Nissan, Ford
International
Lithium Corp y
Gangfeng
BYD, LG Ghem y
Panasonic
BYD, Chery, Changan, Chevrolet, Hyundai, Kia,
Cadillac, General Motors, Renault, Nissan, Daimler,
Mercedes, Volkswagen, Ford, SAIC Motor, Nanjing
Golden y Dongfen
Lithium Americas
Corp.
Galaxy Resourcer,
LG Corporation, GS
Caltex y Kores
Danjin
Magna International,
Lithium Energy Japan
LG Chem
Mitsubishi
Panasonic/Tesla
General Motors, Renault, Nissan, Daimler, Mercedes,
Volkswagen, Ford, SAIC Motor, Nanjing Golden,
Dongfen, Changan y Qoros Automotive
Tesla
Bolloré-Eramet
Bolloré
Renault y Bolloré
Fuente: Cadena (2018: 225). El presente cuadro resumen es el resultado de una búsqueda exhaustiva realizada en
fuentes de internet que se encuentran debidamente señaladas en la investigación principal (47 citas).
Según ilustra el Cuadro 3, en el caso de Argentina, FMC, que opera
desde 1997 en el país, es el principal productor de carbonato de litio, pues
se estima que provee el 19% del consumo mundial de litio, con una capacidad de producción anual de 23 000 toneladas de carbonato de litio y
5 500 toneladas de cloruro de litio (Nacif, 2012). FMC tiene acuerdos de
venta de litio con Sony, Panasonic Corp. (que hace las baterías a Tesla);
145
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
a su vez, espera ser un proveedor de la gigafábrica de baterías de Tesla y,
según revela la misma FMC a través de su página web, ya ha suministrado carbonato de litio a Nissan, General Motors y Mitsubishi.
Por su parte, Toyota Tusho, que forma parte de la multinacional
Toyota Corp., adquirió el 100% de los derechos de venta del carbonato
de litio de la planta de Sales de Jujuy, y este litio se destinará para la venta a Sanyo y Panasonic; y Toshiba usará litio que también servirá para
las baterías de iones de litio para la compañía Toyota.
International Lithium Corp., en asocio con Gangfeng International,
les suministra carbonato de litio a BYD, LG Chem y Panasonic. Lithium
Americas Corp. tiene un acuerdo de suministro de carbonato de litio con
Magna International y Mitsubishi. Galaxy Resources, LG Corporations,
GS Caltex y Kores tienen acuerdo de suministro de carbonato de litio
con LG Chem, que a su vez tiene acuerdos de suministro de baterías con
la General Motors, Renault-Nissan, Daimler, Mercedes y Volkswagen,
Ford y con las productoras de automóviles chinos SAIC Motors, Qoros
Automotive, Grupo Faw y Changan, Nanjing Golden Dragon y Dongfen.
Así mismo, Tesla en el 2015 le compra a LG Chem células para el bloque
de baterías Roadster. Danjin Resources tiene la intención de suministrar
a Tesla el carbonato de litio producido y Bolloré - Eramet que producirá
para Renault y la misma Bolloré.
Chile es uno de los principales productores de litio a nivel mundial
(en disputa con Australia) y según El economista (2016) “el país posee
el 40% de las reservas de litio de interés económico a nivel mundial”.
Según la Comisión Nacional del Litio (2015: 10):
los salares del norte de Chile que se ubican entre las regiones de Arica y
Parinacota y Atacama tienen un gran potencial, puesto que constituyen
el mayor depósito del recurso de litio en salares y permiten su extracción
con los menores costos a nivel mundial. Sus salmueras contienen sodio,
potasio, litio, calcio, cloruros, sulfatos, boratos.
Se calcula que las reservas de litio presentes en el salar de Atacama
sean del orden de 4.5 millones de toneladas.
En 1998, con el ingreso de Minsal, empresa que hoy controla SQM,
Chile “se posicionó como el primer productor y exportador de carbonato de litio, completando las 30 000 toneladas de concentrado, equivalentes al 50% de la demanda del mercado mundial, cifra con la que la
Sociedad Chilena del Litio (SCL) hoy controlada por Albemarle, lidera
las exportaciones del mineral”.7
7 Ver http://eleconomista.com.mx/industria-global/2016/11/22/rockwood-lithium-au
mentara-extraccion-litio-chile
146
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
Es importante tener en cuenta que las dos únicas empresas que a
enero de 2017 explotaron el litio en Chile son Soquimich (SQM), de origen chileno, y la estadounidense Albemarle.
De la información recabada y completa sobre las empresas productoras podemos destacar que en Chile la empresa estadounidense Albemarle
Corporation cuenta con los contratos más importantes de explotación de
carbonato de litio en las pertenencias del desierto de Atacama y en segundo lugar se encuentra la empresa chilena SQM, empresa a la que quizá
le den por terminado el contrato antes de tiempo, debido a algunos indicios de malos manejos de pago de impuestos y escándalos por presuntos
aportes a campañas políticas.
Luego, las más beneficiadas con la explotación de litio en Chile son
las empresas estadounidenses, en este caso Albemarle, que busca quedarse con la explotación del 50% del litio mundial y con las concesiones
de Chile, pues ya ha realizado grandes avances en esa dirección.
Cuadro 4. Empresas productoras de baterías y automóviles
eléctricos relacionadas con el litio chileno
Empresas
productoras de
carbonato de litio en
Chile
Relación de empresas
productoras de
carbonato con otras
mineras
SQM (Chile)
FMC (Estados Unidos)
CITIC Group (China),
International Lithium
Corp o Tianqi Ganfeng
(China)
Kowa (Japón)
Albemarle
(Estados Unidos) (SCL)
Li3 Energy
(Estados Unidos)
(en proyecto)
Coldelco (Chile)
(en proyecto)
Empresas
productoras de
baterías para
automóviles
eléctricos
Sony y Panasonic
Tianqi Ganfeng (China),
(BYD, LG Chem y
Panasonic) AES Energy
Storage
Empresas
productoras de
automóviles
eléctricos
Tesla, Nissan, General
Motor, Mitsubishi, Ford
y Toyota
Mitsubishi, Nissan,
Honda, Tesla, Chery,
BYD, Zotye
Tesla/Panasonic
Tesla
Tesla, Toyota
Chemicals, Samsung,
LG, Sony y Panasonic
Tesla (Gigafábrica)
Tesla
Tesla
Fuente: Cadena (2018: 231). El presente cuadro resumen es el resultado de una búsqueda exhaustiva realizada a través
de fuentes en internet que se encuentran debidamente señaladas en la investigación principal (28 citas).
Del estudio realizado, podemos decir que el carbonato de litio producido por las empresas mineras establecidas en Chile está manejado
por empresas estadounidenses; sin embargo, empresas chinas, japonesas y surcoreanas tienen cada vez más interés en quedarse con las pertenencias chilenas de litio.
147
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
A finales del año 2014, la presidenta Bachelet crea la Comisión
Nacional del Litio con el fin de crear una política pública del litio, acción que culminó con el informe “Litio: una fuente de energía una oportunidad para Chile” en el que se concluye que el litio es un mineral
estratégico, resultado al que le surgen críticas como las de Alcayaga
(2016), quien afirma que la presidenta Bachelet, cuando dice que “se
reafirma el carácter estratégico y no concesionable del litio”, no hace
nada nuevo, pues este carácter estratégico ya se había establecido por
Pinochet en 1979”.
Alcayaga (2016) refuta el informe, pues advierte que esta política “abre las puertas a la inversión extranjera en la explotación del litio,
concesionándolo al margen de la Constitución y la Ley y peor aún permite que se explote como una simple materia prima, sin condicionar
dicha inversión a que se industrialice el mineral”; y prueba de ello es
que en una noticia del 22 de noviembre de 2016 (eleconomista.com.mx,
2016) se anuncia el Acuerdo entre el Gobierno y Rockwood (hoy propiedad de Albemarle) donde el gobierno chileno le otorga la ampliación
de la extracción de litio “con el cual Chile espera aumentar anualmente
una inyección de entre 70 y 100 millones de dólares anuales por el pago
de derechos que hará Rockwood y que serán invertidos en investigación
y desarrollo, según informa la Comisión Chilena de Energía Nuclear” y
según Iturrieta (2017/01/04) “elevaría a Chile a representar el 40% de la
oferta mundial del mineral hacia 2025, pues a 2017 representa el 35%
de la oferta mundial”.
En este nuevo contrato que le otorga Corfo a Albemarle por 27 años
hasta 2044, según Alcayaga (2016) se
le permitirá a la multinacional estadounidense ampliar su producción a
80 mil toneladas métricas de sales de litio de grado técnico y grado batería en su planta de La Negra y la posibilidad de producir 5 mil toneladas
de hidróxido de litio anualmente; no existe en este acuerdo el más leve
compromiso de que Rockwood (Albemarle) deberá producir en el mediano plazo productos secundarios de litio en Chile,
lo que significa que no se le está condicionando a la empresa extranjera para que industrialice o cree valor y como ocurre con los contratos
de inversión extranjera, después de firmados ya no se pueden solicitar
cambios o algún ningún tipo de requisito de desempeño, pues podría
el gobierno ser demandado ante el Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias en materia de Inversiones (CIADI), por no cumplir con los
contratos pactados.
Sin embargo, y a pesar del entusiasmo por el acuerdo que cerró
Corfo con Albemarle, vale la pena resaltar la noticia de Área Minera
148
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
(2016) donde se conoció “que mientras la minera chilena SQM desde 1993 habría pagado al Fisco 424 MUSD en impuestos y 206 MUSD
en arriendo, por el otro lado Rockwood, salvo el impuesto de primera
categoría, no paga comisión por venta ni arriendo”, dado el contrato
que la empresa estadounidense FOOTE Mineral habría celebrado con
Corfo desde 1980, cuando crearon la Sociedad Chilena del Litio /SCL,
que posteriormente en 1998 fue adquirida por la empresa Chemetall y
esta a su vez en 2004 adquirida por Rockwood, y finalmente en 2015
Rockwood fue adquirida por Albemarle.
Así, SQM paga una tasa real del 5.8% sobre sus ventas y Albemarle no
paga nada a la estatal por la extracción del litio, lo que consideramos que
por parte del Gobierno de Chile le concede una posición “extratégica”8 y
no estratégica con el mineral, a pesar que desde el gobierno de Pinochet
se ha contemplado al mineral como de “carácter estratégico”, no obstante por más de 36 años no se recibieron impuestos por parte de la compañía estadounidense por causa de la extracción del mineral.
La ganancia de Chile con el nuevo contrato dado a Albemarle consiste en que (como se referenció en líneas anteriores) le ingresaría dinero al fisco gracias a que se le modificaría a la empresa la exención pago
de impuestos y en cambio se le pondría una tasa progresiva que llegaría
al 40%, de acuerdo con el precio internacional del litio.
Dicho de otra forma, lo que busca actualmente Chile con la nueva
política pública para el litio es mejorar el sistema de concesiones para
fomentar la exploración y explotación, evitando limitar la entrada de
nuevas empresas al sector, pero sepultando la posibilidad de desarrollar encadenamientos productivos chilenos, como lo hizo con el contrato otorgado a Albemarle, con el que solo se buscó otorgarle concesiones
sin ningún criterio de exigencia de industrialización ni de incorporar a
Chile y a sus empresas dentro de las cadenas de valor global.
Podemos concluir que la producción de litio en Chile y Argentina
se localiza aguas arriba en la cadena de valor de las baterías y los vehículos eléctricos, pero los Estados respectivos no participan directamente,
pues se concesiona la explotación de los salares a privados y solo se reciben regalías. Así, se trata el litio como commodity, y no como mineral
estratégico. Como consecuencia, los países suramericanos no pueden
aprovechar el desarrollo tecnológico y la industrialización del litio en el
marco del boom de los vehículos eléctricos.
Los países suramericanos podrían imponer como requisito la industrialización del litio y la creación de alianzas estratégicas con
8 Con el término “extratégica/o” se quiere hacer referencia a la importancia del
mineral para las empresas foráneas y no así para el Estado dueño de los recursos.
149
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
empresas que poseen la tecnología. Con ello, se incorporarían a las cadenas globales de valor (CGV) y avanzarían a lo largo de la cadena, en
este caso de la producción de baterías de iones de litio para vehículos
eléctricos. Esto es precisamente lo que ha hecho el Estado Plurinacional
de Bolivia, según analizamos en la siguiente sección.
EL CASO DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
Bolivia, como se expuso al inicio del presente documento, cuenta con
la reserva de litio más importante del mundo. Los principales yacimientos se encuentran en la población de Uyuni en el departamento
de Potosí en el conocido salar de Uyuni, el cual consiste “en un espejo de sal de 12 mil kilómetros cuadrados, situado a más de 3 600 metros de altitud del mar” (Eabolivia, 2017) y en el salar de Coipasa con
alrededor de 3 300 km2.
A partir del Plan Nacional de Desarrollo aprobado en 2006 y mediante el Decreto Supremo N° 29 117 de 2007, se declaró reserva fiscal
minera todo el territorio nacional; se eliminó definitivamente el sistema minero concesional; y se promovió la recuperación de las facultades productivas de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).
Mientras, la Ley de Minería y Metalurgia N° 3 720 del mismo año estableció que COMIBOL participará directamente en toda la cadena
productiva: prospección y exploración; explotación; concentración;
fundición y refinación; comercialización de minerales y metales y administración de las áreas fiscales (Aponte-García, 2019). En 2008 (Ley N°
3 720), el presidente Evo Morales declaró la prioridad nacional del Plan
de Industrialización de los Recursos Evaporíticos del Salar de Uyuni
(DS 29 496 del 1/04/2008) y anunció la construcción de una planta piloto de 17 MUSD financiados por la COMIBOL (Nacif y Lacabana, 2015:
156), con lo que se convierte Bolivia en el único país suramericano que
invierte en la industrialización del litio.
El gobierno del presidente Evo Morales decidió no concesionar
la explotación de litio y sí emprender un proceso de industrialización,
abarcando hasta la producción de carbonato de litio; y a partir de ese
momento, abrirse a la inversión para otros procesos más complejos,
como la fabricación de baterías para automóviles eléctricos.
Algunos de los objetivos estratégicos expresados por Bolivia para
conseguir la industrialización del litio fueron: 1). Producir 40 toneladas mensuales de carbonato de litio (a nivel piloto). 2). Producir 30
mil toneladas métricas anuales de carbonato de litio a escala industrial. 3). Producir baterías de litio” (GNRE, 2013: 15). No obstante, los
objetivos estratégicos planteados por el gobierno boliviano, en realidad hasta 2013 no se cumplieron, pues la planta de Uyuni solo logró
producir 9 toneladas métricas de carbonato de litio, sin certificación
150
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
del grado de pureza ni calidad de los materiales producidos, lo que implica un retraso en el inicio de sus operaciones.
Sin embargo, el 10 de agosto de 2016, el diario La Razón anunció que “Bolivia exportó a la empresa China Machinery Engineering
Corporation sus primeras diez toneladas de carbonato de litio provenientes de la planta piloto de Uyuni, un cargamento que tuvo un valor
de 70 mil dólares”; siendo certificada su pureza por la empresa importadora china. Así mismo en paginasite.bo, en una noticia del primero
de septiembre de 2016, se anuncia que el gobierno sella la segunda venta de carbonato de litio a China, por una cantidad de 15 toneladas a un
precio mayor al anterior envío, ubicándose en 9 200 USD la tonelada,
producción que a nuestro juicio es aún muy modesta.
De acuerdo con el diario Página Siete (2016) se esperaba que para
2017, la alemana K-Utec entregara el proyecto de ingeniería del diseño
final de la Planta Industrial de Carbonato de Litio. Esto daría inicio al
proceso de contratación de una firma para la construcción, el montaje y la puesta en marcha de la Planta Industrial de Carbonato de Litio
grado batería, con la que se estimaba una producción de la Planta de
Carbonato de Litio de 30 000 toneladas al año, en dos líneas de producción (15 000 toneladas por línea).
Si bien es importante lo alcanzado por Bolivia con la planta piloto,
se deben tener en cuenta algunas de las situaciones del mercado actual,
como lo trae a la discusión el analista del litio Juan Carlos Zuleta, quien
asegura que “China está dispuesto a adquirir carbonato por debajo de
la pureza del 99.5% (que es el requerido para el uso de litio de baterías)”
(Página Siete, 2016).
VÍNCULOS CON EMPRESAS MULTINACIONALES
PRODUCTORAS DE LITIO Y VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
El Decreto Supremo N° 29 496 mencionado anteriormente habilitó a la
COMIBOL para iniciar los primeros pasos de la industrialización de los
recursos evaporíticos del salar de Uyuni. En el análisis realizado para
este trabajo, se identificaron seis operaciones.
1. La Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE) se creó
por Resolución de COMIBOL 4 366/2010 (Gerencia Nacional de
Recursos Evaporíticos, 2013: 13-14). La GNRE con operaciones
en el salar de Uyuni, firmó un contrato bajo la modalidad llave en
mano con la empresa china LinYiDake Trade Co., con el fin de adquirir la tecnología para la planta piloto de baterías de iones de litio. Así, “el 3 de enero de 2013 se inició la producción de litio con la
inauguración de la planta piloto de carbonato de litio en Llipi, además de una planta piloto de baterías de iones de litio, que se implementó en la localidad de la Palca en Potosí” (GNRE, 2013: 33).
151
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
2. El COMIBOL- GNRE de Bolivia, llevaron a cabo una asociación
no comercial con la empresa POSCO-KORES para la producción de materiales catódicos. Se realizó el convenio para el establecimiento conjunto de una planta piloto para la investigación,
desarrollo y obtención de materiales catódicos para baterías ionlitio. El mismo sería implementado en la Planta La Palca-Potosí.
(Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos, 2013: 62).
3. El GNRE de Bolivia con Venezuela establece un emprendimiento consistente en el desarrollo de separadores para batería de litio; Desarrollo de componentes electrónicos para la producción
de Battery Managment Systems; Desarrollo de ánodos para baterías de litio a base de grafito y desarrollo de filmes de aluminio de alta pureza (Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos,
2013: 64). Se establece un convenio para impulsar la industrialización del litio entre la Nacional de Tecnología Química (CNTQ).
GNRE y CNTQ de Venezuela el 25 de 2013, cuando firmaron un
convenio “para la implementación de acciones conjuntas de investigación, desarrollo y formación para impulsar la industrialización del litio. (Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos,
2013: 62).
4. El GNRE - COMIBOL establece una participación conjunta entre el consorcio holandés y GNRE en la elaboración del plan
maestro para el Proyecto de Industrialización del Litio. El consorcio holandés está conformado por Da Vinci Laboratory
Solutions (DVLS), Universidad Tecnológica de Delft, Battery
Technology International-BTI (Gerencia Nacional de Recursos
Evaporíticos, 2013: 64).
5. Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y ACI System de Alemania
en octubre de 2018 acuerdan la explotación del salar de Uyuni y
la fabricación de baterías de iones de litio para la industria automovilística germana. ACI Systems invertiría 1 300 millones de
dólares en proyectos en el salar de Uyuni (Obaya, 2019: 41).
6. Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y el consorcio de firmas chinas Xinjiang Tbea Group y Boacheng explotarán los
salares de Coipasa y Pastos Grandes, donde en cuatro o cinco años estaría montada una cadena de fábricas de sulfato de
potasio, hidróxido y carbonato de litio, ácido bórico, bromuro de sodio y litio metálico. La inversión estimada de China sería
de 2 300 millones de dólares para la industrialización del litio
(Sputniksnews 06/02/2019).
La inversión anunciada, que será precisada en función de los estudios de diseño final que forman parte del acuerdo, prevé la producción
152
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
de 450 000 toneladas métricas/año (TMA) de sulfato de potasio, 60 000
TMA de hidróxido de litio, 60 000 TMA de ácido bórico, 10 000 TMA de
bromo, 10 000 TMA de bromuro de sodio y cantidades no reveladas de
carbonato de litio y baterías. El acuerdo incluye la construcción de una
fábrica de baterías de iones de litio en China, con participación de YLB.
INDUSTRIALIZACIÓN, EMPRESAS NACIONALES
E INTERNACIONALES
En abril de 2017 se promulgó la Ley N° 928 que creó la empresa pública nacional Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Bolivia se convertía así en el único país suramericano que invertía en la industrialización del litio proyectando “la construcción de 41 plantas de litio –14 de
ellas destinadas a producir baterías y energía, 20 para insumos y 7 para
subproductos– estimando ingresos de 4 450 millones de euros a partir
de 2030, tras una inversión de 3 900 millones”.9 YLB exploró alternativas con distintos socios estratégicos. En 2018 Bolivia alcanzó un acuerdo con la firma alemana ACI Systems que posibilitó la explotación del
salar de Uyuni. Luego negoció con un consorcio chino Xinjiang Tbea
Group-Baocheng; que acordó obtener un 49% de participación en el
proyecto. En 2019 Bolivia y China suscribieron un acuerdo para construir una planta de carbonato de litio, cuya inversión supera los 1 000
millones de dólares. Evo Morales destacó que “hay un mercado garantizado en China para la producción de baterías”,10 y anunció que se preveía la construcción de una planta industrial en China (Aponte-García,
2019).
En 2019 se presenta el primer automóvil eléctrico fabricado 100%
en Bolivia. YLB firmó un contrato con el fabricante de vehículos eléctricos Quantum. Evo Morales celebró la noticia como parte del nuevo ciclo de industrialización que vive el modelo económico boliviano.
Pocos Estados llevan adelante este proceso, que por supuesto otorga
enormes ventajas a quien asuma su control, ya que la fabricación de
autos eléctricos se encuentra en el centro de la disputa por el control
del cambio tecnológico entre Estados Unidos y China.11 El gobierno
de Evo Morales presentó su primer vehículo eléctrico el 3 de octubre
9 Ver https://dirigentesdigital.com/mercados/latam/bolivia-prepara-nueva-revolucion
-de-gas-y-litio-JK851685
10 Ver https://www.elciudadanoweb.com/el-trasfondo-de-la-tension-entre-bolivia-y-es
tados-unidos-por-el-litio/
11 Ver https://dirigentesdigital.com/mercados/latam/bolivia-prepara-nueva-revolucion
-de-gas-y-litio-JK851685
153
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
de 2019 y el 10 de noviembre ocurrió el golpe de Estado en su contra12
(Aponte-García, 2019).
Frente al litio, el presidente Evo Morales aseguró a un medio de comunicación que en ningún caso aceptará socios extranjeros para la industria “si es que no ofrecen la instalación de plantas de producción de
baterías para los automóviles eléctricos” (La Razón, 2016).
Esta posición estratégica del entonces presidente Evo Morales es
plausible para el pueblo boliviano, pero no así para intereses foráneos,
que requieren el litio boliviano para alcanzar la eficiencia energética
del futuro.
China sin duda alguna fue el aliado estratégico del gobierno boliviano y esto significa la intromisión del gigante asiático en América
Latina, lo cual podría ser visto como poco estratégico para potencias
que han mantenido una posición dominante en la región y en torno a
los minerales estratégicos suramericanos.
En la búsqueda de socios estratégicos para la exploración e industrialización del litio, las siguientes empresas extranjeras manifestaron
su interés, entre ellas: Mitsubishi (Japón); Sumitomo (Japón); Bolloré
(Francia); JOGMEC (Japón); Citic Gouan Group (China); Kores-POSCO
(Corea del Sur); LinYiDake Co. Ltda (China); ACI Systems (Alemania);
Xinjiang Tbea Group LTD (China); Ercosplan (Alemania); CAMC
Engineering (China); K-Utec Salt Technologies (Alemania); Mayson/
CMEC (China) y Greentech (Francia). No obstante, se alcanzó un verdadero acuerdo con Alemania y China, como se expresó en líneas anteriores.
Esta alianza estratégica entre Bolivia y China para la industrialización del litio boliviano, que incluye la construcción de una fábrica de
baterías de iones de litio en China con participación de YLB, significa
el establecimiento de China en América del Sur y la garantía del abastecimiento del litio necesario para las necesidades energéticas que demanda China. En el diario Sputnik (2019), encontramos textualmente
las palabras del presidente Morales donde manifiesta que “esta alianza
de China, el mayor productor de vehículos y mayor consumidor de litio del mundo, y Bolivia, como el país con la mayor reserva de litio, es
una alianza estratégica muy importante en el mundo y significa enormes potencialidades de cooperación en el futuro”.
Así China y Alemania (los grandes de Asia y Europa) garantizarían
el litio para sus empresas.
Sin duda alguna, los intereses económicos del mundo están puestos en Bolivia y en su litio, pues el valor del litio ha aumentado de
12 Ver https://d.elhorizonte.mx/internacional/litio-el-tesoro-detras-del-golpe-de-estado-en-bolivia/2698017
154
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
manera importante, lo que significa unos ingresos considerables para
su Estado Plurinacional, pues, por ejemplo, “el embajador chino en
Bolivia, Liang Yu, reconoció que necesitará 800 mil toneladas por año
para 2025 para apoyar su floreciente industria de automóviles eléctricos” (Pausa, 2019).
La decisión del gobierno de Evo Morales de tender lazos de negocios con China y Alemania y dejar fuera a los demás países extranjeros con multinacionales interesadas en el litio, ya era de por sí una
decisión estratégica pero que podría comprometer la gobernabilidad
boliviana.
El 3 de noviembre de 2019, siete días antes de la renuncia de Evo
Morales como presidente de Bolivia, debido a que las fuerzas armadas
le sugirieron al presidente que renunciara a su mandato presidencial (lo
cual lo convierte en un golpe de Estado), el gobierno de Morales derogó
el decreto de empresa mixta de litio con la firma alemana ACI System,
dadas las protestas presentadas por el Comité Cívico de Potosí, donde
exigían más beneficios a la población por la explotación del litio, al considerar que solo favorecería a multinacionales extranjeras.
La derogación del acuerdo con la firma alemana ACI System dejaría a China como el único país extranjero que podría emplear el litio boliviano, lo cual podría sugerir un descontento internacional y una posible intromisión en la política boliviana.
TRES ALERTAS RELACIONADAS CON EL GOLPE DE ESTADO
DEL 10 DE NOVIEMBRE DE 201913
Previamente al golpe de Estado del 10 de noviembre, hubo tres alertas,
según se plantea a continuación:
1. Visita de Ivanka Trump y anuncio de la carretera ruta del litio.
Mientras el país tendía puentes con China para la explotación
del mineral, en septiembre 2019, Ivanka Trump arribó a Jujuy,
provincia argentina fronteriza con Bolivia, junto a funcionarios
del gobierno estadounidense para anunciar “una inversión de
400 millones de dólares, destinada a obras viales, cuya traza, debería incluir un itinerario por la denominada ruta del litio”.14
2. El rechazo a la participación de transnacionales. En la actualidad, la empresa BYD (China) es el mayor productor de vehículos
eléctricos, habiendo desplazado de este puesto a Tesla (Estados
Unidos). Tesla y Pure Energy Minerals (Canadá) mostraron gran
13 Esta sección es tomada de Aponte-García (2019).
14 Ver https://www.elciudadanoweb.com/el-trasfondo-de-la-tension-entre-bolivia-yestados-unidos-por-el-litio/
155
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
interés en tener una participación directa en el litio boliviano.
“Pero no pudieron llegar a un acuerdo que tomara en consideración los parámetros establecidos por el gobierno. El propio
Morales era un impedimento directo para la toma de los campos
de litio por parte de las transnacionales no chinas”.15 Después del
golpe, el valor de las acciones de Tesla aumentó.
3. El rechazo a la regalía del 3% en Potosí.16 La empresa alemana ACI Systems había firmado un contrato con el gobierno de
Morales para producir hidróxido de litio del mineral extraído
en el salar y fabricar baterías de iones de litio para el mercado
europeo. Xinjiang Tbea Group-Baocheng haría lo mismo para
Asia. Ambas empresas participarían en sociedades mixtas en
las que el accionista mayoritario sería la empresa estatal YLB.
La región de Potosí cobraría una regalía del 3% para completar
la cadena nacional de suministro impulsada por el Estado. El
Comité Cívico de Potosí y su dirigente, Marco Pumari, arremetieron contra el gobierno porque la regalía del 3% era insultante.
El comité cívico organizó bloqueos y manifestaciones por la ciudad. Finalmente, el presidente Morales cedió. Rompió el contrato con la empresa alemana. Se comprometió a invertir en una fábrica de baterías en Potosí y a trasladar la sede de YLB desde La
Paz a Uyuni. Hasta las regalías tal vez serían negociables.
CONCLUSIONES
La producción de litio en Chile y Argentina está aguas arriba de la cadena de valor de las baterías y los automóviles eléctricos, pero los Estados
respectivos no participan directamente, pues se concesiona la explotación de los salares a privados y solo se reciben regalías, lo que lleva a
que le den un tratamiento de commodity al litio, y no de mineral estratégico, lo que bloquea la posibilidad de desarrollar tecnológicamente el
mineral a favor de los pueblos suramericanos.
El darle un tratamiento de commodity al litio imposibilita que los
países suramericanos puedan aprovechar la industrialización del litio en
el marco del boom de los automóviles eléctricos, además de no poder desarrollar tecnologías futuras que les permitan tener eficiencia energética
que pudiera convertirse en un futuro inclusive en un tema de seguridad
nacional, pues los acumuladores de litio podrían convertirse en la forma ideal de almacenar energía producida a través de fuentes renovables.
15 Ver https://www.clacso.org/detras-del-golpe-la-industrializacion-del-litio-en-bolivia/
16 Ver https://www.asiatimes.com/2019/11/opinion/chinas-links-with-morales-figure
-in-bolivia-coup/
156
LITIO. CADENAS DE VALOR, EMPRESAS, POLÍTICAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
Sin embargo, el hecho de que los países suramericanos posean las
mayores reservas mundiales de litio hace que tanto Argentina como
Chile y Bolivia puedan establecer condiciones en negociaciones futuras, en el marco de la disputa global de los minerales estratégicos, por
lo que podrían imponer requisitos de desempeño a las empresas que deseen explotar el litio.
De esta manera, los países suramericanos podrían imponer como
requisito la industrialización del litio, por lo que se deberían llevar a
cabo alianzas estratégicas con empresas que poseen la tecnología desarrollada y con ello se produciría a favor de los suramericanos una etapa de apropiación de conocimiento científico y transferencia de tecnología, que les permita incorporarse a las CGV y avanzar a lo largo de la
cadena, en este caso de la producción de baterías de iones de litio para
automóviles eléctricos.
A partir del análisis de los minerales estratégicos suramericanos,
en particular del litio, se lleva a pensar en la necesidad de madurar la
idea de la posibilidad de alcanzar en América del Sur un nuevo regionalismo estratégico basado en el manejo adecuado y soberano de los recursos minerales estratégicos, que se constituirían en la fuente de poder más importante de estos países a la hora de negociar con el resto
del mundo.
Es indispensable e inaplazable la inserción de los Estados suramericanos propietarios de los yacimientos de litio, en nombre de la soberanía nacional y de sus pueblos, en niveles superiores de las cadenas
globales de valor en que participan, por lo que planteamos la necesidad
imperiosa de un nuevo abordaje de una integración enfocada en los minerales estratégicos.
Los intereses multinacionales por el litio suramericano son diversos y podemos considerar que en general el litio argentino y chileno está
en manos de empresas estadounidenses, aunque en Chile, los japoneses tienen grandes avances; mientras tanto en Bolivia, su litio favorece
a las empresas chinas, que hoy cuentan con la mayor producción de automóviles eléctricos a nivel mundial.
Esta posición estratégica impuesta por Bolivia al establecer lazos
con China y comprometer su litio con el gigante asiático, hace que se
desestabilice el statu quo que siempre ha mantenido América Latina en
relación con el manejo de sus minerales estratégicos; cuestión que podría haber puesto al gobierno de Evo Morales en una situación compleja para su gobernabilidad.
Si bien no se puede afirmar que el litio fue el causante del golpe de
Estado dado a Morales, podemos asegurar, sin duda, que fue uno de los
elementos que propiciaron el golpe. Bolivia emprende un proceso de industrialización que plantea la apropiación del valor añadido a lo largo
157
Adriana R. Cadena Cancino y Maribel Aponte-García
de la cadena de producción y distribución y el lanzamiento de un auto
eléctrico que está muy por debajo del precio del mercado de productos
similares en el mercado internacional. Esta política de industrialización,
explotación del litio con control estatal, es un elemento que propicia el
golpe. Se confirma que los países con reservas significativas de minerales estratégicos confrontan riesgos geopolíticos que atentan contra la soberanía de los recursos naturales y el control político.
Apéndice. Marco conceptual simplificado
y autores relevantes
Enfoques
abordados
Conceptos relevantes
Principales investigaciones relacionadas
con las CGV
Mapeo
Uso de Minería de datos
(UN Comtrade)
Aponte-García (2011; 2014; 2018); Sturgeon y
Gereffi (2009); Lall (2000); Feenstra y Hamilton
(2006); Sturgeon y Memedovic (2011); Lall,
Albaladejo y Zhang (2004).
Upgrading
Gereffi, Humphrey, Kaplinsky y Sturgeon (2001);
Bianchi y Szpak, (2015).
Cadena mundial de
productos básicos
OECD (2012); Gereffi y Korzeniewicz (1994);
Tiffany (2009).
Dependencia
Centro-Periferia
Industrialización
Costos comerciales
Inversión extranjera directa
Exportaciones
Furtado (1971); Bértola y Ocampo (2012);
Kimura y Takahashi (2004); Prebisch y Singer
(1950); Gereffi (1999); Kosacoffi y López (2007);
Soejachmoen (2012); Osvaldo Sunkel (1991);
Johnson (1970); Pantojas (2014).
Minerales
estratégicos
Gobernanza Global
Soberanía
Keohane y Nye (2000); Bruckmann (2012); Olade
(2013); Regueiro (2008).
Extractivismo
Especialización
Reprimarización
Arce Catacora (2011); Sarmiento (2008); Cancino
(2012); Álvarez (2016); Acosta (2012); Gudynas
(2014); Svampa (2011); Gereffi y Sturgeon
(2013); García Linera (2011).
Cadenas globales
de valor
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160
APROXIMACIONES DESDE
LA GEOECONOMÍA AL GOLPE
DE ESTADO EN BOLIVIA
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
INTRODUCCIÓN
El golpe de Estado del 11 de noviembre de 2019 contra el presidente Evo
Morales promovido por el gobierno de Estados Unidos a través de sus
colaboradores desde el año 2005 en Santa Cruz, abre un espacio grande
sobre las numerosas motivaciones por las que el golpe era deseable para
ellos. En este trabajo no vamos a investigar las numerosas y sustantivas
razones internas del golpe, sino las motivaciones que tuvo Washington
para embarcarse en esa aventura y que coloca a Bolivia como uno de los
dos logros del Departamento de Estado del año 2019 junto con la firma
del acuerdo TMEC (U.S. Department of State, 2020). Un punto de partida es que los elementos internos señalados como rasgos del gobierno
del Movimiento al Socialismo (MAS), tales como el machismo, la homofobia, el autoritarismo, la corrupción y la recurrencia electoral tuvieron que hacer con el golpe llevado a cabo en octubre de 2019 y sirvieron como factores de explicación internos. Sin embargo, un tercio del
gabinete de Morales fueron mujeres, mayormente indígenas. La hipótesis del presente trabajo es que lo que define el mes y el año del golpe, y
la celada tendida por la Organización de los Estados Americanos (OEA),
se remite a una combinación de las necesidades electorales del equipo
del presidente Trump, del avance de los proyectos de explotación de litio y de la presencia de China, ambos temas de preocupación hemisférica discutidos en el National Security Strategy Paper de 2017 del Consejo
161
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
de Seguridad Nacional de Estados Unidos. A esto se sumó el malestar
interno y la protesta ciudadana, de forma análoga al golpe contra Dilma
Rousseff. Los agentes internos del golpe fueron del grupo cívico de Santa
Cruz, los mismos que estuvieron en el intento de fracturar al país durante el primer periodo del gobierno del MAS. Este grupo pequeño se
montó sobre la rabia popular mostrada ante la percepción de un fraude electoral, porque durante la noche del recuento de votos la computadora sufrió de un “apagón”, dando la impresión de que Morales quería
ser reelecto de todos modos. El pretexto del golpe fue la tercera reelección efectuada contra la opinión pública según el referéndum de febrero
de 2016, pero luego respaldada por la OEA en mayo de 2019, para finalmente repudiarla. Una interrogante es ¿por qué si el MAS tenía la mayoría del voto popular no lanzó a una dupla distinta a las elecciones y así
garantizar su permanencia en el poder? Esta interrogante afirma el elemento de autoritarismo en el proceso político, que fue rechazado por las
masas que salieron a protestar, y cuya violencia fue aprovechada por el
grupo cruceño y por Estados Unidos.
China no sigue el patrón de inversiones occidental, en el marco
de una caída en los flujos anuales de inversión directa extranjera en el
mundo. A partir de 2018, China se volvió un exportador neto de capitales, más dinámico que los países desarrollados. Bolivia, de otro lado, es
un país con muy poca inversión extranjera por los impuestos y las regulaciones que puso el Gobierno de Morales, a pesar de tener un modelo económico extractivista, análogo al de Chile, Perú y Ecuador. Los
montos de inversión extranjeros en Bolivia son el doble de los que tiene Paraguay, país vecino con menos recursos naturales: 11 838 MUSD
versus 6 735 MUSD en 2018 (FMI, 2009-2018). Ambos países doblaron la inversión extranjera entre 2010 y 2018, Bolivia con 6 890 en 2010
mientras que Paraguay con 3 109 ese mismo año. No obstante, sus volúmenes son muy pequeños en comparación con los países vecinos de
la costa del Pacifico, si bien tienen dinámicas iguales. Bolivia y China
suscribieron el 20 de agosto de 2019 un acuerdo para la conformación
de una empresa orientada a construir una planta de carbonato de litio,
cuya inversión supera los 1 000 millones de dólares, como parte del proceso de industrialización de Bolivia.
China, en este marco, tiene potencial de crecer rápidamente en el corto plazo, de seguirse con las políticas diseñadas por el Gobierno de Morales
y el acuerdo firmado en agosto de 2019. No se ve, en cambio, inversión
China en Paraguay, y es poco significativa en Chile. Sorprendentemente,
Estados Unidos es un inversionista pequeño en Bolivia, a diferencia de todos sus países vecinos donde es el primer inversionista, incluido Paraguay.
El interés histórico de Estados Unidos en Bolivia está en los yacimientos
de gas y en su ubicación geográfica estratégica.
162
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Cuadro 1. Inversión directa extranjera. Los 20 mayores países
(en millones de dólares)
Bolivia (2018)
MUNDO
11 848
Chile (2018)
MUNDO
251 867
Perú (2013)
MUNDO
75 596
España
2 637
Estados
Unidos
36 131
Estados
Unidos
16 316
Suecia
1 995
España
35 985
Canadá
11 439
Holanda
1 253
Canadá
30 888
España
5 823
Perú
1 125
Holanda
19 869
Islas Caimán
5 298
Francia
741
Reino Unido
11 951
Chile
4 989
Canadá
511
Italia
11 576
Panamá
4 054
Estados
Unidos
492
Islas Caimán
11 267
Bermuda
3 541
Bahamas
400
Bermuda
8 388
Reino Unido
3 535
Panamá
341
Islas Vírgenes
Británicas
7 920
Holanda
3 532
Suiza
299
Japón
7 273
R. P. China
continental
2 461
Venezuela,
República
Bolivariana de
256
Colombia
5 326
Bahamas
2 242
Chile
247
Brasil
4 725
Colombia
2 216
Curazao
185
Australia
4 007
Brasil
1 529
Brasil
174
México
3 597
Islas Vírgenes
Británicas
1 326
1 159
Islas Caimán
167
Suiza
3 379
México
R. P. China
continental
117
Francia
3 377
República de
Corea
978
Austria
113
Liechtenstein
3 173
Luxemburgo
967
Colombia
98
Bahamas
2 714
Bélgica
938
Argentina
92
Noruega
2 218
Suiza
935
Reino Unido
84
Irlanda
2 171
Argelia
617
Fuente: Coordinated Direct Investment Survey. Disponible en https://data.imf.org/regular.aspx?key=61227424
Nota: No hay datos de Ecuador, los datos del Perú son de 2013.
En este marco una inversión de 2 500 millones de dólares de China
en los años venideros sería una muestra de su poder en la región y un
cambio en la preponderancia de la inversión de origen estadounidense
en la región que ya se comienza a apreciar en Brasil y Uruguay.
163
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
¿QUÉ ES UN GOLPE DE ESTADO Y CÓMO
Y POR QUÉ OCURRIÓ EN BOLIVIA?
Las reelecciones presidenciales en América Latina son de larga data
y de variados matices. La Revolución mexicana de 1910, liderada por
Francisco I. Madero, surgió contra la reelección del General Porfirio
Díaz, quien asumió de 1876 a 1880, fue reelecto de 1884 a 1888 e impulsó el desarrollo económico del país, con un crecimiento y desarrollo
capitalistas incomparables para la época, pero ignoró el desarrollo del
sistema político. Montado sobre su éxito económico, Díaz y su grupo
político promovieron la reelección indefinida (Vásquez Gómez, 1890) y
aprobaron que pudiera ser reelecto permanentemente, lo que devino en
un conjunto de movimientos políticos adversos. Díaz había liderado la
revolución de Tuxtepec, en 1876, con el lema Sufragio efectivo y no reelección, permitida en la Constitución de 1857. Paradójicamente, una
vez que ganó las elecciones no quiso soltar el poder y, en 1910, Madero
se alzó en su contra, repitiendo el lema que este defendió en 1876 pero
olvidó cuando llegó al poder. Estuvo en el poder 26 años, en un periodo de gran apogeo económico. Otras reelecciones históricas son: las de
los Somoza, en Nicaragua, que mantuvieron el poder presidencial desde los años 30 hasta la revolución sandinista en 1979; y Rafael Trujillo, de
República Dominicana, primero presidente como generalísimo del ejército de 1930 a 1938 y de 1942 a 1952, y que gobernó de forma indirecta de 1938 a 1942 y de 1952 a 1961. Terminó con un golpe de Estado.
La reelección permanente, en la historia de América Latina, va asociada a los regímenes de derecha, antipopulares y de carácter dictatorial. En general, hasta la Revolución Sandinista incluida, han terminado a través de revoluciones políticas y sociales. A partir del periodo
que se inicia con el año 2000 hay una nueva etapa de reelecciones permanentes esta vez asociadas a regímenes de izquierda, populares, que
han logrado mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías.
En el caso de Morales, como en los casos anteriores, las reelecciones se
dan por el éxito económico, como con Porfirio Díaz, pero igual que entonces, no van acompañadas por un proceso de desarrollo político, ni
por un proceso de consolidación de la clase política, sino por el fortalecimiento del grupo que está en el poder. Hay una confusión manifiesta de ganar las elecciones con tomar el poder. Lo significativo en todos
los casos es el apoyo popular, que determina quién se queda reelecto o quién se va, con un movimiento insurreccional o con un golpe de
Estado. El problema en todos estos procesos es la interferencia de actores extranacionales.
La Real Academia de la Lengua define el golpe de Estado como
la “Actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta
164
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las
autoridades existentes”. También “como una derrota repentina de un
gobierno a través de fuerza ilegal por parte de un pequeño grupo, a menudo militar” (Cambridge Dictionary). La idea del golpe de Estado es
francesa del siglo XVII, y fue preconcebida por Gabriel Naudé –bibliotecario del cardenal Mazarino– que escribió Considérations politiques sur
les coups d’État y acuñó el término (Martínez, 2014). La violencia con la
que fue echado del poder Morales permite definirlo como un golpe. El
ataque vandálico sobre su casa familiar y la violencia que siguió desde
que comenzaron a incendiar los tribunales electorales, la noche de las
elecciones, mientras se realizaba el conteo, más la intervención de la policía, permiten titular el evento como un golpe de nuevo tipo.1
González Calleja (2003) define algunas características de los golpes. En primer lugar, el secretismo en la preparación del complot y la
necesaria rapidez de su ejecución dan al golpe una característica impronta de acto repentino, inesperado y, en ocasiones, impredecible. Una
segunda característica del golpe es su pretendido carácter violento, ya
que, casi por definición, su ejecución implica una transferencia de poder donde está presente la fuerza o la amenaza de su uso. Su objetivo
es la conquista total del Estado o la transformación profunda de las reglas del juego político e, incluso, de la organización social en su conjunto. Agrega González Calleja: “El golpe es siempre un ataque fulminante y expeditivo a las instancias de gobierno que se ejecuta desde dentro
del entramado del poder, y en eso se distingue fundamentalmente de las
modalidades de violencia subversiva, como la guerra civil o la insurrección” (p. 91). Por la naturaleza de sus actores y por su desarrollo, el golpe se encuadra de forma más satisfactoria entre los procesos de transferencia anómala, ilegal y extrajurídica (por forzada y violenta) del poder
de una élite a otra, ya sea una dizque militar o una minoría civil que inspira o apoya la subversión castrense (pp. 92-93).
Las definiciones desde la ciencia política (Malaparte, 1931;
Lieuwen, 1960, 1965; Finer, 1962; Putnam, 1967; Solaún, 1969;
Nordlinger,1977; Luttwak, 1979; O’Kane, 1987; David, 1987; Dix, 1994;
Bartelson, 1997; Carlton, 1997; Andrés, 2000, 2004; González Calleja,
2003; Bankowicz, 2012) lo centran en la violencia por fuerzas rebeldes
para apoderarse del poder, desplazando a las autoridades existentes con
apoyo militar.
Según Huntington (1968: 30), el golpe de Estado lo efectúa “un
grupo que participa en el sistema político existente y que posee bases
1
Véase https://www.excelsior.com.mx/global/policias-se-amotinan-en-tres-ciudades-de-bolivia-contra-evo-morales/1346701. Esto fue seguido de inmediato por todas
las fuerzas policiales.
165
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
institucionales de poder dentro del sistema. En particular el grupo instigador necesita del apoyo de algunos elementos de las fuerzas armadas”. Tipifica los golpes por económicos, institucionales, palaciegos, etc.
Martínez (2014) tipifica los golpes utilizando los criterios de Sartori. Dice:
Tradicionalmente se ha vinculado el golpe de Estado con una intervención militar –más o menos sangrienta, pero violenta– que expulsa del
poder a sus legítimos titulares, amparándose en la necesidad de salvar
a la patria de una presunta deriva caótica –según los golpistas, ello les
arroga legitimidad–, y que culmina con la articulación de un transitorio
Gobierno militar (o civil-militar, o solo civil, pero auspiciado por los militares) hasta poder devolver el poder al pueblo. Bajo esta idea se han refugiado, en los últimos años, los sucesos de Madagascar en 2009, Níger
en 2010, Egipto en 2011 y 2013, Guinea Bissau en 2012, Mali en 2012, la
República Centroafricana en 2013, el intento fallido en 2013 en Chad, el
exitoso de Tailandia en 2014 y el confuso de Lesotho también en 2014.
Esta concepción del golpe de Estado es también la que sirvió en Turquía
en 2012 para encarcelar al exjefe del Estado Mayor acusado de urdir una
trama golpista (p. 192).
Martínez (ib.) nombra los golpes en Honduras contra Zelaya (2009),
en Paraguay contra Lugo (2012), el intento de golpe contra Correa en
Ecuador en 2010 al que le sigue el golpe institucional que sacó a Dilma
Rousseff en Brasil (2016), y ahora el golpe contra Evo Morales. No nombra el autogolpe de 1992 de Alberto Fujimori (que sí fue militar) para llevar
a cabo las reformas económicas en el Perú. Boaventura de Sousa Santos,
entrevistado por la BBC definió el neogolpe (golpe institucional o golpe blando) como un escenario en el que un gobernante electo queda impedido por una acción parlamentaria y sin ninguna causa en términos
constitucionales. Para él: “se crean estados de excepción, aunque sin suspensión de la constitucionalidad, existe en ellos una omisión de la Corte
Suprema de Justicia para frenar el proceso y hay una presencia no muy
obvia, discreta pero evidente, de militares” (Ventas, 2016). Hay tres golpes análogos, el de Honduras, el de Paraguay y el de Brasil. A este hay que
sumarle el de Bolivia en 2019. Todos tienen fuertes indicios de presencia
estadounidense, el de Honduras estuvo en las declaraciones de la funcionaria del Instituto Republicano Internacional –agencia del Departamento
de Estado– que lo anunció con antelación en su portal con un video, luego
retirado, y los otros dos que tienen en común a la misma embajadora de
Estados Unidos y una relación estrecha entre las fuerzas policiales de dichos países y sus entrenamientos por el gobierno americano (Viana, 2013).
El golpe de Bolivia repite en el año 2019 a actores de Santa Cruz de la
Sierra, auspiciados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
166
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Internacional (USAID) desde 2005 para derrocar a Morales y, también,
los mismos lugares más afectados por la violencia: Santa Cruz, el Beni,
Sucre, Tarija y Cochabamba. Los cuatro golpes (Honduras, Paraguay,
Brasil y Bolivia) utilizaron a la Policía Nacional en lugar de las Fuerzas
Armadas como era tradicionalmente en los golpes “duros”. Lo sustantivo es que tienen a las fuerzas policiales como actores determinantes
del golpe blando; en que son en “defensa de la ley y la Constitución”;
que conllevan un viraje político hacia un alineamiento con Washington
y con la aplicación de medidas económicas ortodoxas. Todos son golpes “en defensa de la Constitución” y para reconstituir del poder de
Washington en la región. La forma de la presencia policial para deponer al presidente en Bolivia fue un amotinamiento en las mismas zonas
señaladas arriba (Infobae, 2019). A este grupo luego se sumaron el resto de las fuerzas policiales y, dos días más tarde, el presidente de Bolivia
renunció.
La colección de golpes señalada por Martínez en América Latina
tiene un indicador fuerte de la presencia de Washington. Viana (2013)
lo señala para Paraguay. Weisbrot (2016) para Brasil y Gollinger (2009)
y Ugarteche (2010) para Honduras. Estos golpes suaves todos contravienen el principio de la No Intervención. Los neogolpes se han sofisticado,
han mutado para difuminarse y, aparentemente, apartarse del concepto tradicional de golpe de Estado, pero buscan conseguir idéntico propósito: desbancar al titular del Poder Ejecutivo para poner a un gobierno alineado con Washington. En algunos casos aprovechan el malestar
social y lo suman a sus intereses, como en Brasil y Bolivia.
Los golpes convencionales y los neogolpes con interferencia externa abierta contravienen el principio del derecho internacional de no intervención primero acuñado por Emmerich de Vattel en su tratado sobre El Derecho de las Naciones, publicado en 1758 (Le droit des gens ou,
Principes de la loi naturelle appliqués à la conduite et aux affaires des nations et des souverains) que, en síntesis, señala que en
el derecho internacional, el principio de no intervención incluye, entre otros, la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza contra la
integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado
(Artículo 2.4 de la Carta). El principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados significa también que un Estado no debe intervenir de manera dictatorial en los asuntos internos de otros Estados
(Encyclopaedia Princetoniensis).
Lo que se apreció desde la guerra encubierta contra Nicaragua, al
final de la Guerra fría fue, sin embargo, una intervención abierta contra gobiernos latinoamericanos que no están alineados con Washington,
167
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
luego justificada con el acuerdo de la OEA de 1993 e incorporada en la
Carta Democrática Interamericana de la OEA firmada en Lima el 2001.
Terminada la Guerra fría se inventó una nueva guerra fría contra gobiernos que tienen políticas económicas que divergen de las políticas ortodoxas del FMI y políticas exteriores no alineadas con Washington. Dichas
políticas fueron la expresión de regímenes no-alineados con Washington
y, en líneas generales, tuvieron buenos resultados hasta el momento en
que Estados Unidos les declaró la guerra económica. El Artículo 20 de
la Carta Democrática expresamente dice: “En caso de una alteración del
régimen constitucional que afecte gravemente al orden democrático de
un Estado miembro, cualquier Estado miembro o el Secretario General
podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para
realizar una evaluación colectiva de la situación y adoptar las decisiones
que considere oportunas”. Acá se inicia el principio de la intervención.
Cuándo se decide si hay una alteración del orden democrático y quién lo
decide, son cuestiones de poder. La apreciación sobre la alteración del
régimen constitucional es interna con apoyo externo.
De este modo, como la Constitución de Bolivia no permite a un presidente ser reelecto más de una vez, y fue reelecto tres, la OEA intervino. Más si tras la reelección salió una pifia popular por la percepción de
un fraude. La OEA es el instrumento externo del golpe y lo valida. En
Bolivia, primero la OEA le dio luz verde a Morales para la tercera reelección cuando el Secretario general dijo, en mayo 2019, “decir que Evo
Morales hoy no puede participar, eso sería absolutamente discriminatorio con los otros presidentes que han participado en procesos electorales sobre la base de un fallo judicial reconociendo la garantía de sus derechos humanos”.2 Es decir, lo empujó a la tercera reelección y luego, el
día de la elección, le dio el golpe de gracia y asistió en su salida. El 21 de
octubre, la Misión de Observación Electoral de la OEA en Bolivia emitió
un comunicado de prensa en el que expresaba “su profunda preocupación y sorprende el drástico y difícil de explicar cambio de tendencia de
los resultados preliminares del conteo rápido revelado después del cierre de las urnas” (OEA, 2019). Lo importante es la percepción de fraude y el manejo mediático del mismo. Mientras se realizaba el conteo, es
decir, después de que la OEA declarase el fraude, y antes de tener los resultados finales, diversos grupos quemaron los Tribunales Electorales
Departamentales de Chuquisaca, Potosí, Tarija, Beni y Santa Cruz, los
mismos lugares afectados por la violencia en el 2005 y los mismos lugares donde la policía se amotinó.
2 Véase https://www.infobae.com/america/opinion/2019/05/26/luis-almagro-volteay-viola-sistema-de-la-oea-para-apoyar-a-evo-morales/
168
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Sin embargo, los analistas del CEPR dicen que los resultados del
recuento rápido del primer 83.8% de los votos son consistentes con el
resultado final proyectado de Morales ganando las elecciones con más
de 10% de diferencia con el segundo candidato. Más aún, investigadores del MIT Election Data and Science Lab afirman que “las pruebas
estadísticas no respaldan la afirmación de fraude” (Curiel y Williams,
2020). Agregan que ni la misión de la OEA ni ninguna otra parte ha demostrado que haya habido una amplia gama de irregularidades sistemáticas en las elecciones del 20 de octubre de 2019 (Long, Rosnick,
Kharrazian y Cashman, 2019). Empero, el informe de la OEA del 4 de
diciembre de 2019 señala que hubo manipulación intencional y serias
irregularidades en el proceso electoral (OEA/SSD-DECO, 2019). De esta
forma, la OEA primero le abrió la posibilidad a Morales de realizar una
tercera reelección y luego de efectuada la declaró fraudulenta, primero sin ninguna evidencia, pero con apoyo popular. Luego apareció la
evidencia. Fue, en el sentido de la intervención en Guatemala de 1954,
un golpe producido con una campaña de prensa, para ganar la opinión
pública contra el gobierno reelecto, junto con una campaña de miedo
(Schlesinger y Kinzer, 1983). Declarada la posibilidad de fraude, las masas salieron a las calles enardecidas.
En ese momento, el golpe se constituyó como “en defensa del orden constitucional” por el mecanismo abierto mediante el Artículo 20
de la Carta Democrática, lo que implica es que, si se hubiera cambiado la
Constitución boliviana antes de la tercera reelección para decir que la
reelección es permanente, como ha hecho Nicaragua, entonces no se
aplicaría el Artículo 20. Al no haberse hecho eso y haber tenido lugar
la tercera reelección, se abrió la puerta a la intervención “en defensa de la democracia”. En nombre de dicha defensa, los países miembros del Grupo de Lima, comenzando por el Perú, impidieron el paso
del avión que llevaba a Morales a su destierro. Con esto, dichos países violentaron el derecho de asilo que dice en el Artículo XV de la
Convención sobre Asilo Diplomático:
Cuando para el traslado de un asilado a otro país fuera necesario atravesar el territorio de un Estado Parte en esta Convención, el tránsito será
autorizado por este sin otro requisito que el de la exhibición, por vía diplomática, del respectivo salvoconducto visado y con la constancia de la calidad de asilado otorgada por la misión diplomática que acordó el asilo.
En dicho tránsito, al asilado se le considerará bajo la protección del
Estado asilante.
Los países miembros del Grupo de Lima, en bloque, violentaron
este Artículo XV, en principio para no irritar al Departamento de Estado.
169
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
La Carta Democrática Interamericana finalmente parece haber liquidado el principio de no intervención y el Artículo XV de la Convención sobre Asilo Diplomático con el tratamiento dado al presidente Morales en
su ruta al exilio.
Dijo Trump3 tras el golpe, el 11 de noviembre de 2019:
Después de casi 14 años y de su reciente intento de pasar por encima de
la Constitución boliviana y la voluntad del pueblo, la partida de Morales
preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano
haga oír su voz. Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir
la libertad y a los militares bolivianos por cumplir su juramento de proteger no solo a una persona, sino también la Constitución de Bolivia.
Estos eventos envían una fuerte señal a los regímenes ilegítimos de
Venezuela y Nicaragua de que la democracia y la voluntad del pueblo
siempre prevalecerán. Estamos ahora un paso más cerca de un hemisferio occidental completamente democrático, próspero y libre.
Dijo el Departamento de Estado el 8 de enero de 2020 como uno
de los logros:
[...] el 2019 fue un periodo histórico de cooperación en todo el hemisferio occidental.
Solo algunos de los logros: Los EE.UU., México y Canadá firmaron
el USMCA. Este tratado logró los objetivos clave de la administración de
modernizar y reequilibrar el acuerdo de comercio de América del Norte.
Una vez en vigor, el Acuerdo resultará en un comercio más equilibrado
y recíproco con México y Canadá. Apoyará los empleos bien remunerados de los estadounidenses. Hará crecer la economía de América del
Norte y asegurará que nuestra región siga siendo la potencia económica del mundo.
También en la región vimos un gran éxito para la democracia en
Bolivia. Entonces el presidente Morales ignoró la voluntad de su pueblo
expresada en un referéndum e hizo que su Corte Suprema declarara inconstitucionales los límites del plazo constitucional. Siempre me interesa
saber cómo puede hacerlo la gente. Tenía –tenía– que ganar en la primera ronda, tenía que ganar por lo menos un 10 por ciento en las elecciones.
Cuando no lo hizo, trató de alterar el conteo de votos y quedó atrapado
en él. Las protestas populares obligaron a su renuncia y su propio partido
3 Véase https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/statement-president-donald-j-trump-regarding-resignation-bolivian-president-evo-morales/
170
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
está trabajando ahora con el gobierno interino para organizar nuevas elecciones que están programadas para el 3 de mayo. Así que estamos viendo a Bolivia volver al camino democrático (U.S. State Department, 2020).
El Departamento de Estado considera como un éxito para ellos, en
2019, tanto el tratado con México y Canadá, TMEC, como el derrocamiento del gobierno de Morales y la lectura presentada es la repetida
desde el día del golpe por la OEA.
El montaje mediático fue que había discrepancias entre el conteo
rápido y el conteo final. Lo que quedó fue la percepción de fraude por la
insistencia en la reelección indefinida. El resultado final fue de más de
10% de votos, pero se instaló el miedo del fraude a partir del autoritarismo de un gobierno reelecto tres veces, esta última vez contra la opinión
de las mayorías. Esta forma de campaña de prensa se usa crecientemente para avalar golpes constitucionales. El golpe para sacar a Dilma
Rousseff también tuvo un apoyo de prensa importante. Al final, Estados
Unidos volvió a instalar un embajador en La Paz, en enero de 2020, luego de que en 2007 el embajador fuera expulsado por intentar hacer un
golpe. Según Simón Romero (2008) del New York Times, el presidente boliviano, Evo Morales, ordenó al embajador estadounidense, Philip
S. Goldberg, que abandonara el país el 9 de setiembre de 2008 acusándolo de apoyar a grupos rebeldes en las regiones orientales que fueron
sacudidas por la intensificación de las protestas. “No queremos aquí a
personas que conspiren contra la democracia”, dijo el señor Morales, al
anunciar la decisión de expulsar al señor Goldberg, que antes fue embajador en Kosovo. El gatillo para expulsarlo fue la aparición de manifestaciones antigubernamentales desde Santa Cruz de la Sierra por el este
de Bolivia llegando a haber un acto de sabotaje al gasoducto que lleva el
gas de Bolivia a Brasil. La compañía estatal de energía de Bolivia acusó
a los manifestantes de causar la explosión de un gasoducto que cortó el
10% de las exportaciones de gas natural del país al vecino.
Las protestas en Tarija y en los departamentos o provincias vecinas
se intensificaron desde la realización de un referéndum el 10 de agosto
de 2008 para decidir la permanencia del presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y ocho de los nueve prefectos departamentales. Morales y su equipo ganaron con más del 67% de los votos.
Uno de los líderes de estas protestas fue Branko Marinkovic Jovicevic y
otro fue Luis Fernando Camacho. Branko Marincovic, hijo de padres yugoslavos, fue prófugo de la justicia boliviana con cargos pendientes por
sedición y separatismo por haber organizado y financiado una banda armada que debería obtener por medios violentos la independencia de los
Departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Estuvo prófugo entre 2008 y enero de 2020, cuando regresó a inicios de año. Camacho, de
171
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
su parte, se convirtió a los 23 años en el vicepresidente de la organización
cívica Unión Juvenil Cruceñista (UJC) que fue señalada por la Federación
Internacional de Derechos Humanos en 2008 como supuesto grupo paramilitar. Fue actor del golpe de octubre de 2019 y es candidato a la presidencia en las elecciones de 2020. El tercer actor del movimiento separatista de 2008 fue Eduardo Rosza Flores, quien participó en la guerra
serbocroata, donde adquirió experiencia militar. Murió en un enfrentamiento militar en 2009. Todos han pertenecido al Comité Cívico de
Santa Cruz al cual también pertenece la presidenta interina Áñez.
El común denominador del embajador estadounidense Goldberg y los
líderes cruceños de la oposición militarizada son los Balcanes y los Estados
que actualmente la componen. Según El diario La Jornada, de México,
Morales ordenó entonces la expulsión de Philip Goldberg, al que acusó de respaldar un golpe civil de cinco prefectos de oposición, durante violentas protestas y cortes de ruta en los departamentos de Santa
Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca. En esos sucesos, al menos 20
campesinos leales a Morales fueron asesinados por grupos de derecha
en una emboscada en Pando, según informe de una misión de Unasur.
Posteriormente, el gobernante ordenó el primero de noviembre la expulsión de la DEA (agencia antidrogas estadounidense), bajo la acusación
de apoyar la desestabilización de su gobierno (AFP, 2008).
En breve, el golpe contra Morales de 2019 fue un logro después
de 14 años de haber tramado su salida con el apoyo del gobierno de
Estados Unidos. Era un asunto de tiempo y de tener la escenografía política correcta.
Esta fue montada cuando surgió la idea de una tercera reelección.
Por tanto, cuando la Corte Suprema decidió “declarar la aplicación preferente” de los “derechos políticos” por encima de los artículos de la
Constitución que limitan la cantidad de veces que una persona puede ser reelecta, le abrió la posibilidad a la OEA de apelar a los “derechos humanos” versus respetar las leyes electorales nacionales dándole
la luz verde a Morales, en lugar de señalar que no procedía su candidatura. Considerando el referéndum de 2016 cuando la mayoría votó
contra otra reelección, estaba puesta la trampa por la OEA. Lo demás
siguió con dinero del grupo de Santa Cruz y asistencia mediática internacional, muy en el corte del golpe de Guatemala de 1954. Se repitió lo
que dijo el Secretario de Estado como el portavoz de la mentira desde
Washington. “Volver al camino democrático” en palabras de Pompeo
quiere decir, realinear a Bolivia y recuperar el control del país. Esto se
hizo montado sobre protestas populares genuinas contra el fraude percibido. Al final, La Paz nombró un embajador en Washington el 27 de
172
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
noviembre de 2019 y cambió a todo su personal diplomático acreditado en el mundo, al mismo tiempo que atacó su relación con la Unión
Europea y con México, y rompió relaciones con Cuba.
LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL
DE ESTADOS UNIDOS
El documento titulado National Security Strategy of the United States
of America es un trabajo publicado por la Casa Blanca con una carta
introductoria del presidente de Estados Unidos. Tiene cuatro pilares:
Pilar I: Proteger al pueblo americano, la patria y el estilo de vida americano; Pilar II: Promover la prosperidad americana; Pilar III: Preservar
la paz a través de la fuerza; Pilar IV: Avanzar la influencia americana.
Termina con la Estrategia en un contexto regional y separa seis regiones del mundo: Indopacífico; Europa; Medio Oriente; Asia Central y del
Sur; Hemisferio Occidental; África.
La estrategia nacional estadounidense con relación a América
Latina parte del principio de que “el comercio de Estados Unidos en la
región está prosperando y que las oportunidades de mercados para los
bienes y servicios estadounidenses, los proyectos de energía e infraestructura y los proyectos de inversión directa continúan expandiéndose”
(Casa Blanca, 2017: 51). A esto le agrega: “China busca poner a la región
en su órbita a través de inversiones y préstamos dirigidos por el Estado.
Rusia continúa su fallida política de la Guerra Fría reforzando a sus
aliados radicales cubanos mientras Cuba continúa reprimiendo a sus
ciudadanos. Tanto China como Rusia apoyan la dictadura en Venezuela
y buscan expandir los vínculos militares y la venta de armas en toda la
región. Los Estados democráticos del hemisferio tienen un interés compartido en enfrentar las amenazas a su soberanía (ib.).
La estrategia militar y de seguridad allí expresada dice:
construiremos sobre la base de esfuerzos locales y fomentaremos las
culturas de la legalidad para reducir la delincuencia y la corrupción, incluso apoyando los esfuerzos locales para profesionalizar a la policía y
otras fuerzas de seguridad; fortalecer el Estado de derecho y emprender
la reforma judicial; y mejorar el intercambio de información para identificar a los delincuentes y a los líderes corruptos y desbaratar los tráficos ilícitos (ib.).
En el campo de la energía dice el informe:
Por primera vez en generaciones, Estados Unidos será una nación
que domina la energía. La dominación energética. La posición central de Estados Unidos en el sistema energético global como productor,
173
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
consumidor e innovador asegura que los mercados sean libres y que la
infraestructura de los Estados Unidos sea resistente y segura. Asegura
que el acceso a la energía sea diversificado, y reconoce la importancia de
la administración del medio ambiente.
El acceso a fuentes domésticas de energía limpia y asequible, y la
energía confiable apuntala una próspera, segura y poderosa Estados
Unidos durante las décadas venideras. Desencadenando estos abundantes recursos energéticos: el carbón, gas natural, petróleo, renovables y nuclear se estimula la economía y construye una base para el futuro crecimiento. Nuestra nación debe aprovechar nuestra riqueza en recursos
domésticos y eficiencia energética para promover la competitividad en
todas nuestras industrias.
Estados Unidos también anclan el sistema energético estadounidense, que es uno de los más integrados en el mundo. Nuestro vibrante comercio energético transfronterizo y la inversión son vitales para una robusta
y resistente economía y mercado energético. Estamos comprometidos a
apoyar las iniciativas de energía que atraigan inversiones, protejan el medio ambiente, fortalezcan nuestra seguridad energética, y abran el enorme potencial de nuestra región compartida. Las políticas climáticas continuarán dando forma al sistema energético global. El liderazgo de Estados
Unidos es indispensable para contrarrestar una agenda energética anti-crecimiento que es perjudicial para los intereses económicos y energéticos de los
Estados Unidos. Dada la futura demanda mundial de energía, gran parte del
mundo en desarrollo requerirá combustibles fósiles, así como otras formas
de energía, para alimentar sus economías y sacar a su gente de la pobreza.
Estados Unidos continuarán avanzando un enfoque que equilibra
la seguridad energética, el desarrollo económico y la protección del medio ambiente, seguirán siendo líderes mundiales en la reducción de la
contaminación tradicional, así como de los gases de efecto invernadero,
al mismo tiempo que mantengamos la expansión de nuestra economía.
Este es un logro que puede servir como modelo para otros países, que
viene de los flujos de innovación, los avances tecnológicos y la eficiencia
energética, no de una regulación onerosa (ib., p. 22).
El informe que define la estrategia de seguridad nacional contiene
al menos dos ideas centrales. Primero, que la energía limpia no está en la
agenda estadounidense. La energía fósil, en todas sus formas, es el centro y es allí donde están los intereses estadounidenses, incluyendo los
transfronterizos con México y Canadá. Segundo, dice que: “el liderazgo de Estados Unidos es indispensable para contrarrestar una agenda
energética anti-crecimiento”. Esto se puede entender de dos maneras.
Una es que hay que combatir a los que están discutiendo la decroissance. Una segunda, es que hay que combatir a aquellos que afecten a la
174
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
industria automotriz basada en combustibles fósiles porque eso tendría
un efecto anti-crecimiento para la economía estadounidense.
Todo lo relacionado con energías limpias tiene un efecto anticrecimiento para la economía estadounidense, porque no se han subido a ese
carro tecnológico. En este mapa de ideas, Bolivia tiene por lo menos dos
componentes importantes: uno tiene que ver con la explotación de gas.
El otro con la explotación de litio. Bolivia es un país rico en hidrocarburos y la empresa del Estado Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
fundada en 1936, fue privatizada en la década del 90 en lo que en dicho
país se llamó “la capitalización de las empresas”. Para esto desde 1996 la
empresa fue “desmembrada en empresas de capitales privados (Andina,
Chaco, Petrobras y Transredes, capitalizada por la quebrada norteamericana Enron), que le pagaban al país un magro 18% en concepto de
regalías”.4
La percepción popular fue que el país estaba siendo esquilmado
lo que llevó a protestas populares que culminaron con los sucesos sangrientos de 2003, con más de 70 personas muertas. Esto llevó a la renuncia y salida del país hacia Estados Unidos del entonces presidente
Gonzalo Sánchez de Losada. Cuando Evo Morales ganó sus primeras
elecciones en diciembre del año 2005, nacionalizó los hidrocarburos y
firmó nuevos contratos estableciendo hasta el 82% de regalías en favor
del Estado boliviano, que permitió solventar los proyectos de infraestructura y el gasto social que derivaron en el sustantivo crecimiento económico del periodo 2006-2019.
Los capitales estadounidenses están presentes en Vintage Oil, habiéndose observado una retracción de capitales americanos en este
ramo desde la década de los noventa. De otra parte, Bolivia y Estados
Unidos exportan gas y es un comercio que le interesa. La nacionalización de 2006 de YPFB fue un golpe a la visión señalada arriba y podría
ser una razón económica fuerte adicional para el golpe del primer momento y de la última hora.
La segunda razón tiene que ver con el litio, que se explicará a detalle más abajo. Por lo pronto, conviene recordar que Bolivia tiene las
reservas de litio de superficie más grandes del mundo y, a través de la
empresa pública Yacimiento de Litio de Bolivia “el 20 de agosto [de
2019] en la casa del pueblo de la ciudad de La Paz, se firmó la Minuta
de Constitución de creación de la Empresa Mixta entre YLB y Xianjiang
TBEA Group para la industrialización de los salares de Pastos Grandes,
ubicado en Potosí, y Coipasa, ubicado en Oruro.”5
4
Véase https://www.ypfb.gob.bo/es/informacion-institucional/contexto-historico.html
5
Véase https://www.ylb.gob.bo/inicio/index?&per_page=12
175
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
Esto puso sobre la mesa la percepción de amenaza de China señalada en el informe de la Casa Blanca. Que “busca poner a la región en
su órbita a través de inversiones y préstamos dirigidos por el Estado”.
Más aún, cuando “los cambios en el equilibrio de poder regional pueden tener consecuencias globales y amenazar los intereses de Estados
Unidos. Mercados, materias primas, líneas de comunicación y capital
humano están ubicados dentro de regiones clave o se desplazan entre
ellas. China y Rusia aspiran a proyectar poder en todo el mundo, pero
interactúan más con sus vecinos” (Casa Blanca, 2017: 45).
Cuadro 2. Préstamos de China a Bolivia
(en millones de dólares)
Fecha
Sector
Objeto
Fuente
millones
de dólares
nov-09
Energía
Redes de gas caseras, plataformas
de perforación de petróleo
China Ex-Im Bank
60
dic-09
Otros
Satélite chino
China Development
Bank
251
dic-11
Otros
Helicópteros, infraestructuras
China Development
Bank
300
jul-12
Otros
Compra 2 000 autobuses chinos
China Ex-Im Bank
100
ago-15
Infraestructura
Construcción de la carretera
Rurrenabaque-Riberalta
China Ex-Im Bank
600
sep-15
Infraestructura
Construcción de autopistas
China Ex-Im Bank
253
oct-15
Infraestructura
El Sillar autopista
China Ex-Im Bank
426
mar-16
Minería
Proyecto de acero El Mutún
China Ex-Im Bank
422
dic-16
Otros
Proyecto de seguridad ciudadana
China Ex-Im Bank
50
TOTAL
2 462
Fuente: Elaboración propia con datos de Gallagher y Myers (2019).
La percepción de que China tenía un ancla en Bolivia con Evo
Morales se aprecia primero por el volumen de préstamos que le han
dado y su finalidad y luego por las inversiones directas extranjeras de
China que pasaron de 3 a 117 millones de dólares entre 2010 y 2018
(FMI, Coordinated Direct Investment Survey, tabla 1-i Inward Direct
Investment Position. Reporting Economy: Bolivia). La nueva inyección
después de la firma del acuerdo de agosto de 2019 era por 2 300 millones de dólares. Quitarle a China los yacimientos de litio y poder controlar su explotación es sin duda una motivación tan fuerte para el golpe comparable a los yacimientos de gas. Las inversiones de China en
Bolivia muestran que dicho país desembarcó en el país andino.
176
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Cuadro 3. Posición de inversión directa
BOLIVIA
2010
CHILE
PERÚ
2018
2012
2018
2009
2013
700
492
32 999
36 131
9 113
16 316
3
117
858
1 179
484
2 563
España
2 147
2 637
29 376
35 985
3. 056
5 823
Canadá
80
511
16 628
30 888
4 007
11 439
Estados Unidos
China (incluye a Hong Kong)
Fuente. FMI, Coordinated Direct Investment Survey, tabla 1-i Inward Direct Investment Position. Reporting Economy:
Bolivia. Años disponibles en la base de datos.
EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA EN BOLIVIA 2006 A 2019
Previamente al triunfo de Evo Morales en las elecciones presidenciales de diciembre de 2005, la economía había experimentado profundas reformas neoliberales. Estas políticas, promovidas desde los compromisos adquiridos con el Fondo Monetario Internacional, estuvieron
dirigidas a la privatización de empresas del Estado, iniciadas desde el
gobierno de Sánchez de Lozada (1993-1997), la liberalización del comercio internacional y la preparación de una reforma energética y de
hidrocarburos. Estos procesos económicos generaron un ambiente político y social muy dividido.
Entre 2000 y 2005 se activaron en Bolivia numerosos movimientos sociales en contra de las reformas resultado de las políticas de ajuste económico y privatización. Desde el gobierno del exdictador general
Hugo Banzer Suárez (1997-2001) se conformaron movimientos contra la privatización del agua potable y alcantarillado, especialmente en
Cochabamba en la llamada Guerra del Agua; en la defensa de las plantaciones de coca, en la que participó el líder cocalero Evo Morales; y el
importante crecimiento del movimiento indígena, en defensa de la representación y la participación políticas.
Tras la dimisión del general Banzer en 2001, por motivos de salud,
y con el incremento de los movimientos sociales, Bolivia comenzó una
serie de sucesiones presidenciales. Entre 2000 y 2006, cuatro más alternaron el ejecutivo federal: Jorge Quiroga (2001-2002), Gonzalo Sánchez
de Lozada (2002-2003), Carlos Mesa Gisbert (2003-2005) y Eduardo
Rodríguez Veltzé (2005-2006), motivadas por la presión popular y la
creciente participación social en los movimientos. Durante este periodo, de manera análoga y a pesar de las sucesiones, las políticas neoliberales fueron la constante.
El último intento de agresión neoliberal, que empujó a la dimisión de Carlos Mesa en junio de 2005, fue la protección a las empresas
transnacionales de hidrocarburos y el aplazamiento de la reforma de los
177
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
hidrocarburos acordada en la Agenda de Octubre. Se trató de un amplio
proceso social que involucró diversas fuerzas y sectores, también llamada la Guerra del Gas, que buscaba el establecimiento de impuestos a la
actividad extractiva de hidrocarburos concesionada desde 1996 al capital extranjero. Sin embargo, esta propuesta no fue bien recibida por el
Fondo Monetario Internacional, las empresas transnacionales, la embajada de Estados Unidos y los sectores de la burguesía nacional más
conservadores bolivianos (Webber, 2010: 60).
A principios de marzo de 2005 se endurecieron las protestas sociales y profundizaron las demandas por el incremento aún mayor de la
carga fiscal propuesta a las transnacionales. Este movimiento obligó a
una primera renuncia de Mesa al ejecutivo, que más tarde revirtió con
un nuevo pacto que solo dividió aún más a la sociedad y radicalizó a los
movimientos. Entre mayo y junio de 2005, los movimientos sociales tomaron las calles, bloquearon las carreteras y marcharon hacia la capital, con lo cual obligaron una segunda y definitiva renuncia de Mesa
el 6 de junio de 2005. En lo sucesivo se instaló el gobierno interino de
Rodríguez Veltzé, que llamó a elecciones en diciembre de ese año. El
resultado fue la elección del candidato de origen indígena, sindicalista,
activista y miembro del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales.
Gráfico 1. Tasa de crecimiento PIB, Bolivia
(1985-2018)
8
6
4
Estado plurinacional
2
Neoliberalismo
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
0
-2
-4
Fuente: obela.org, con datos del www.data.wordbank. org
El gobierno del exlíder del movimiento de la Guerra del Gas recibió, con más del 54% de los votos, un país sumido en una profunda crisis política, económica y social. El país mantenía a más del 59%
de la población en situación de pobreza y más del 36% en situación de
178
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
pobreza extrema. El 80% de la población rural, especialmente conformada por indígenas y campesinos, se encontraba en situación de pobreza y el 65% en pobreza extrema. El nivel de desempleo nacional alcanzó
el 8.1%. El índice de Gini, que mide el nivel de concentración del ingreso entre los deciles más altos y los más bajos, donde 0 indica perfecta
igualdad y 1 perfecta desigualdad, registró en 2005 un nivel de 0.60, el
más bajo de la región.
Durante el largo periodo neoliberal, entre 1985 y 2005, el producto interno bruto de Bolivia creció a un ritmo promedio de 2.9%, y su
relación per cápita a un 0.94%. De manera especial, fue en el periodo
2000-2005 cuando las políticas se recrudecieron y agravaron la situación. Medido no en términos de la producción total dentro de la economía (PIB), sino en términos del ingreso nacional producto de la actividad económica de los nacionales (INB), esto es con el descuento de
la actividad de las empresas extranjeras, el crecimiento promedio fue
de 2.6%. El nivel de la deuda externa, con relación al PIB, se mantuvo
en un promedio de 86.6%, desde 1985. Entre 2000 y 2005, el nivel promedio descendió a 70.6%, solo más bajo que Argentina, que atravesaba una profunda crisis financiera desde 2001.
El gobierno de Evo Morales tuvo la urgente necesidad de impulsar profundas reformas políticas y económicas en el Estado. De manera casi inmediata, el 1 de mayo de 2006, el nuevo gobierno mediante el
decreto Héroes del Chaco nacionalizó los hidrocarburos y revivió la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, privatizada en 1996.
Con esta primera medida, se rebasó la discusión sobre cuánto gravar las
ganancias privadas sobre la producción y extracción privadas de hidrocarburos (si 32% o 50%), dispuestos en el referéndum de 2004, y se estatizaron la totalidad de los hidrocarburos en manos de empresas privadas, principalmente extranjeras. El decreto, en franca oposición a las
políticas neoliberales, permitió al país recuperar una de las principales
fuentes de ingresos nacionales.
De manera adicional, se conformó en agosto de 2006 una Asamblea
Constituyente para la redacción de una nueva Constitución, que sería
aprobada en 2009 mediante un referéndum con una participación de
más del 90% de la población. En esta nueva Carta Magna, además del
inédito reconocimiento de derecho, autonomía y participación indígenas; de una reforma agraria que prohíbe el latifundio; de la pérdida del
carácter oficial de la religión católica y el decreto de libertad de credo,
se confirmó que “los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano, y corresponderá
al Estado su administración” (Art. 349). Esta medida permitió devolver
la administración del proceso de extracción y producción de hidrocarburos y resolvió la prometida reforma energética.
179
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
Mediante el Decreto 28 071, Héroes del Chaco, del 1 de mayo de
2006, se emitió la nueva Ley de Hidrocarburos que nacionalizó los ingresos derivados de la comercialización de gas y petróleo. La nueva
Constitución de la República Plurinacional de Bolivia, emitida el 7 de
febrero de 2009, se aseguró que, en adelante, “la totalidad de los ingresos percibidos por la comercialización de los hidrocarburos será propiedad del Estado” (Art. 359) boliviano, y protegió la operación de la
empresa estatal YPFB en la operación del gas, así como la gestión y explotación estatal de cualquier recurso natural en territorio boliviano:
agua, aire, tierra, minerales, etc. La nacionalización de los recursos permitió, en adelante, detener la inmensa expropiación de riqueza y conducir desde el Estado un proceso de industrialización y crecimiento económicos. Sin embargo, al romper con la dinámica levantada desde las
políticas neoliberales se afectaron los intereses de los grandes capitales que operaban en Bolivia y en la región, cambiaron los intereses y las
fuerzas regionales y se comenzó a acumular descontento del capital privado hacia el gobierno.
En cambio, para Bolivia, la nacionalización de los hidrocarburos
generó más de 31 500 MUSD en la primera década,6 con lo cual logró
impulsar procesos de industrialización, crecimiento e inclusión económicas como nunca antes en el país. Durante los últimos años, hasta
el reciente golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, todos
los indicadores sociales y económicos mejoraron. Bolivia se convirtió en un ejemplo de planificación económica, industrialización, distribución del ingreso, desarrollo social e inclusión política. Un tercio
del total de los gabinetes, en los tres gobiernos del presidente Morales,
tuvieron mujeres indígenas como ministras. Durante el periodo en
que Evo Morales estuvo en el gobierno, entre 2006 y 2018, el PIB alcanzó una tasa promedio anual de crecimiento de 5%. Su crecimiento
per cápita fue de 3.2% por muchos años, convirtiéndose en la economía que más crecía en Sudamérica en el siglo XXI. La inversión pública creció a un ritmo de más del 19% anual; en 2019 se aprobó un presupuesto diez veces más grande que el ejercido en 2005, casi el 12%
del PIB. El ritmo de inversión impulsado por el gasto de gobierno y
el auge económico se sostuvo, al mismo tiempo, sobre una formación
bruta de capital con un promedio de crecimiento más del 9% anual.
En términos generales, se conformó el mejor periodo de la economía
boliviana en su historia.
6 Véase http://www.la-razon.com/economia/Nacionalizacion-hidrocarburos-Bolivia
-millones-decada_0_2472952768.html
180
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
45.0E+9
Gráfico 2. Indicadores económicos, Bolivia
Indicadores económicos, Bolivia
40.0E+9
35.0E+9
30.0E+9
25.0E+9
20.0E+9
15.0E+9
10.0E+9
5.0E+9
0.0E+0
2005
2018
PIB constante
(millones de dólares)
2005
2018
2005
2018
2005
2018
Inversión del gobierno Formación bruta de capital Valor total del mercado
(millones de dólares)
(millones de dólares)
(X + M)
Fuente: obela.org, con datos del https://.data.wordbank.org
El resultado de este auge económico fue compartido con una mayor distribución del ingreso y mejora del gasto social. El nivel de desempleo pasó de 8.1 a 4.2% en 2018, con un aumento del salario mínimo
de 440 Bs (55 USD) mensuales en 2005 a 2 060 Bs (300 USD), un incremento de más de 4.7 veces. El índice de pobreza nacional bajó más de
25 puntos al pasar de 59.9% al 34.6%; la pobreza extrema bajó a la mitad, de 38% al 15.2% de la población; del cual la rural pasó de 62.9%
al 33.4%, y la urbana de 24.3% al 7.2%. El índice de Gini descendió de
0.58 en 2005 a 0.46 en 2018, muy por debajo de la media de la región.
De todo este proceso de intervención estatal, rechazo de las políticas neoliberales y desarrollo económico, no fue la planeación estatal
o la nacionalización de las actividades estratégicas las que fueron intolerables para el capital internacional y, en particular, para Estados
Unidos. Un proceso fundamental en la industrialización boliviana. que
no pudo ser tolerado por Washington, fue el proyecto para la industrialización del litio por la asociación con China (principal socio importador) y el competidor más avanzado de Estados Unidos en la batalla económico-tecnológica contemporánea más importante: el cambio de la
matriz energética.
IMPORTANCIA DEL LITIO EN EL CAMBIO
DE LA MATRIZ ENERGÉTICA
La disputa por Bolivia desde el punto de vista americano tiene que ver
con geoeconomía. Ratzel (1897) decía que la geografía definía el futuro
de la humanidad, las riquezas y los hechos económicos dentro de esos
espacios son aún más importantes. La geoeconomía tiene la gramática
181
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
del comercio, pero la lógica de la guerra (Luttwak, 2017). Los nuevos
conflictos son sobre recursos naturales crecientemente escasos, como
han sido siempre. Quién controla los recursos estratégicos en el continente fue el tema del siglo XIX y regresa en el siglo XXI con nuevos actores. Se ha pasado de la etapa de los intereses británicos sobrepasados
por el poder económico americano a inicios del siglo XX y de la etapa
donde el Estado controló el grueso de las materias primas a partir de
la década de los años sesenta del siglo XX. En el siglo XXI, después de
las privatizaciones en América Latina, la cuestión es si China controlará los recursos estratégicos y remontará el poder de Estados Unidos al
no poderla frenar. En el Perú y Chile compra los recursos naturales. En
Bolivia el plan era invertir para industrializar.
Con la nacionalización boliviana de los recursos naturales, en 2006,
se incorporó al Estado el manejo y explotación del litio y se retiró ese recurso natural del mercado internacional. El país cuenta con una de las
reservas más importantes de litio de superficie a nivel mundial. Otros
países tienen litio de profundidad (México, Perú) que es más costoso de
explotar y más difícil. Desde 2017, con apoyo de la nueva política económica, se creó la empresa Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB) como
una empresa descentralizada, dependiente del Ministerio de Energía.
La empresa, sobre la Estrategia Nacional de Industrialización de los
Recursos Evaporíticos, se creó para para la explotación y comercialización del litio y del potasio. De manera estratégica, la producción del litio se planteó con el plan de desarrollo sobre el cual se definió el papel
de la industria y el cambio de la matriz energética nacional y mundial
(Montenegro, 2010: 44).
La región sobre la cual se estructuraron, desde 2008, una gran parte de los desarrollos industriales fue el salar de Uyuni, por ser la zona en
la que se encuentra concentrada la mayor reserva boliviana. Según la
GNRE de COMIBOL, las reservas estimadas alcanzarían al menos 100
millones de toneladas de litio equivalente y 2 000 millones de toneladas
de potasio (Guzmán Salinas et al., p. 71; tomado de GNRE, Memorias
2010, p. 34). Cien millones de toneladas de litio equivalen a aproximadamente 530 millones de toneladas de carbonato de litio, lo que puede
asegurar al mundo la viabilidad para apostar por el litio en la producción masiva de acumuladores de energía eléctrica (baterías de ion litio) para motores eléctricos, en sustitución de los motores de combustión interna, además de otras aplicaciones en el campo de las energías
alternativas (Montenegro y Montenegro; citados en Guzmán, 2014: 73).
Quien controle Uyuni, controla el futuro energético limpio del mundo,
sea para utilizarlo o para impedirlo.
Dicho salar se encuentra en el suroeste del país, muy cerca de la
frontera con Chile y Argentina. El interés por la explotación del litio de
182
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
la región de Uyuni se remonta a finales de la década de los ochenta y
principios de los noventa, sin embargo, en la primera década del siglo
XXI la demanda de litio comenzó a crecer debido al desarrollo tecnológico y los usos para las baterías eléctricas de la gran mayoría de dispositivos electrónicos.
Más que las urgentes necesidades ecológicas o ambientales globales, el desarrollo tecnológico y la acelerada eficiencia técnica y energética que ha alcanzado la energía eléctrica han convertido el litio en uno
de los elementos estratégicos más importantes. En el cambio en la matriz energética mundial hacia energías renovables, este juega un papel
importante y, por tanto, también en la disputa por la hegemonía económica mundial. En este contexto, la disputa económica que China ha
emprendido contra Estados Unidos y el orden mundial ha llevado a que
esta economía lidere el desarrollo, producción y comercialización de la
matriz tecnológica e industrial de la energía eléctrica: paneles solares,
baterías de litio, automóviles eléctricos, materiales conductores y semiconductores, etc. Por su parte, Estados Unidos quiere conservar el petróleo como fuente de energía, el cual es por cierto su principal fuente
de exportación, y ha tratado de bloquear el desarrollo y total implementación, en la misma medida en que ha quedado rezagado en la carrera.
Gráfico 3. Reservas estimadas de litio
(millones de toneladas)
Brasil
Argentina
México
Chile
Bolivia
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Fuente: obela.org con datos de https://dialogochino.net/15614-the-fight-for-control-of-chiles-lithium-business/
En este contexto, el litio juega un papel importante, por ser el principal insumo para las baterías, incluidas las de los automóviles eléctricos. Si bien Bolivia es el principal país con reservas de litio, Sudamérica
183
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
tiene, en conjunto, una de las áreas con mayor reserva de este mineral.
Entre Bolivia, Chile y Argentina existe una zona que se conoce como
El triángulo del litio, conformada por tres puntos: el salar de Atacama
(Chile), el salar de Uyuni (Bolivia) y el salar de Hombre Muerto
(Argentina). Sin embargo, en poco tiempo y con el aumento de la demanda de litio, el anterior triángulo se ha convertido en un corredor
que avanza por toda la cordillera de los Andes. En la actualidad, existen más de 9 minas que van desde Puno, Perú hasta Jujuy, Argentina.
Por el momento, el salar más importante en la producción de litio
es el de Atacama, en Chile, no solo por ser el más productivo, sino por
el tipo de litio que produce. En este proyecto participan empresas multinacionales como: Albermale Corporation (Estados Unidos); Sociedad
Química y Minera de Chile (Chile), que también trabajan en el salar
de Atacama y el salar del Carmen; Albermale; SIMCO SpA (Chile) y la
Minera salar Blanco (Australia).7
Gráfico 4. Triángulo del litio, América del Sur
Salar de Coipasa
Salar de Uyuni
Bolivia
Pastos Grandes Caldera
Chile
Salar de Atacama
Océano Pacífico
Parque Solar Caucharí
Salinas Grandes
Salar de Olaroz
Salar de Incaguasí
Salar de Arizaro
Salares de litio
Guayatayoc
Salar del Hombre Muerto
Salar de Antofalla
Argentina
Fuente: obela.org
En Argentina, el segundo país productor de litio, operan: Orocobre
(Australia) en Jujuy, con participación del 25% de Toyota; Advantage
Lithium (Canadá) en Cauchari, Antofalla, Incahuasi, Guayatayoc y
Salinas Grande salar; Ganfeng (China) en Cauchari y Olaroz; Minera de
Altiplano (Estados Unidos), una filial de FMC Corporation, en el salar
de Hombre Muerto; Galaxy Resources (Australia) en el salar de Hombre
7 Datos tomados de http://www.obela.org/analisis/el-papel-del-litio-en-la-guerracomercial y https://www.guiaminera.cl/oro-blanco-genera-boom-de-proyectos-cercade-us2-000-millones-invierten-empresas-en-nuevas-iniciativas-de-litio-en-chile/
184
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Muerto; y la Minera Exar (Canadá) subsidiaria de Lithium Americas en
Cauchari y Olaroz; Mitsubishi y Baterías Magna.
En la región, la corporación Ensorcia Metals Corporation (Estados
Unidos) anunció un proceso para invertir 400 millones de dólares para
abrir y operar dos plantas de baterías de litio: una en Chile, que planea empezará operaciones en el 2021; y la otra en la zona de Jujuy en
Argentina. Según el diario El Mercurio de Santiago del 21 de enero de
2019, la empresa Ensorcia Chile está ligada al empresario estadounidense Daniel Layton, al experto en litio John Burba (de International
Battery Metals, Inc.) y al chileno Ricardo Donoso. Con una inversión
inicial de 220 millones de dólares, la corporación anunció que debería
comenzar a producir en el último trimestre de 2019.
En el norte de Argentina, en la provincia de Jujuy, se instaló el
Parque Solar Caucharí dedicado a la generación de energía eléctrica
mediante paneles solares, con tres complejos en una extensión de más
de 800 hectáreas, más de 1.2 millones de paneles. El proyecto, capaz de
generar electricidad para más de 160 mil hogares, financiado por el
banco chino Eximbank (Export-Import Bank of China), pertenece a la
empresa minera y energética estatal Jujuy Energía y Minería Sociedad
del Estado (JEMSE), la cual proveerá de energía para los proyectos de
extracción minera de la región. Cabe recordar que, además de ser el financiador, el máximo productor de paneles solares es China, de ahí que
estos fueran de los principales objetivos de la guerra arancelaria emprendida por Estados Unidos contra dicha economía.
En este contexto, la asesora de la Casa Blanca e hija del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, visitó en septiembre de 2019 dos
meses antes del golpe de Estado en Bolivia y dos semanas después de la
firma del acuerdo con China, la comunidad de Purmamarca en Jujuy,
acompañada de 2 500 agentes federales argentinos que no dejaron la región. En la visita hizo el anuncio de una inversión de 400 millones de dólares para la construcción, ampliación y mantenimiento carretero de la
ruta que conecta la zona del litio con el puerto de Buenos Aires. La inversión se realizará a través de la financiadora gubernamental estadounidense Overseas Private Investment Corporation (OPIC). De la inversión total, se acordó que el 80% de las inversiones son para reparar
y ampliar el Corredor C, que conecta las provincias de Buenos Aires,
Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Este proyecto está orientado al mejoramiento de la capacidad instalada para la explotación de las minas de litio, su transporte, comercialización y actividades colaterales, en la que
Estados Unidos pretende revertir la creciente participación y control
chinos.
Actualmente, China es el mayor importador de litio extraído de salares en el mundo, con 269 millones de dólares; de estos, el 74% son de
185
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
origen chileno y 12% argentino. Sin embargo, aunque no exporta carbonato de litio aún, Bolivia depende de las exportaciones minerales y,
en particular, el 91% de sus exportaciones hacia China son productos
minerales. Sudamérica se ha convertido en un territorio en disputa,
tanto regional como mundial, principalmente por las reservas de litio
como recurso estratégico, de manera análoga a como lo fue antes el salitre, que llevó a una guerra en el siglo XIX entre los mismos países ahora mencionados. La disputa por el control de los salares, la explotación,
industrialización y comercialización se encuentran en la cumbre de la
disputa por la hegemonía tecnológica y energética mundial. En los países del Triángulo del litio se disputa uno de los espacios geoestratégicos más importantes del mundo, en el que luchan las fuerzas políticas
y económicas más poderosas y, en la cual, los ganadores serán los que
marquen la pauta de la nueva matriz energética.
EL LITIO EN BOLIVIA Y EL GOLPE
En este contexto es que la industrialización para la explotación, procesamiento y comercialización del litio en Bolivia se abría paso con la nacionalización y con la inversión de nuevos proyectos. Aunque, en comparación con Chile y Argentina, la producción es menor y se encuentra
controlada por la empresa estatal YLB, el proyecto de industrialización
y explotación de litio ha sido muy importante para el desarrollo económico y representaba, hasta antes del golpe de Estado, uno de los objetivos principales del país. La estrategia del Estado boliviano, en términos
generales, busca desarrollar una cadena de producción completa del litio con desarrollo tecnológico para su empresa estatal que rompa el esquema de país primario exportador.
La creación de YLB tuvo el objetivo explícito de industrializar los
recursos evaporíticos de Bolivia, en particular de litio y potasio, a través
de proyectos que respondieran al desarrollo regional, orientados a la exportación y el mercado mundial, y fueran propiedad nacional. La estrategia promovió la construcción de minerías y plantas de procesamiento,
en asociación con empresas extranjeras, en diversas fases de su procesamiento, mediante la creación de empresas mixtas.
En los últimos años, el gobierno de Bolivia buscó, a partir de la asociación con capitales privados de vanguardia, contratos para la explotación y desarrollo de la industria del litio. En diciembre de 2018 YLB firmó un acuerdo con la empresa alemana ACI Systems GmbH (ACISA).
El acuerdo tenía por objetivo no solo la extracción de litio, sino el procesamiento industrial del litio para la fabricación de baterías, a través
de una empresa mixta, con mayoría estatal, que operaría con litio del
salar de Uyuni. El proyecto iniciaría con una inversión de 1 300 MUSD,
y comenzaría a operar a inicios de 2020. Este acuerdo fue rescindido en
186
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
medio del golpe en los días entre la declaración de fraude por la OEA
y el golpe mismo, que culmina con la renuncia del presidente a la elección, pero termina en su exilio inmediato. El 17 de octubre, tres días
antes de las elecciones, el gobierno ratificó el acuerdo con ACISA para
invertir hasta 1 300 MUSD en un proyecto que culminaría en la producción local de baterías de ion litio para automóviles. De inmediato luego de las elecciones las protestas de movimiento cívico del departamento
de Potosí forzaron a Morales a la anulación de dicho acuerdo. La razón de las protestas fue mayores regalías por la explotación del litio en
Uyuni, aunque la ley sobre minería y metalurgia fija una regalía del 3%
para la región, por la explotación de carbonato de litio, cloruro de potasio y otros minerales.
El gobierno de Evo Morales firmó, dos meses antes del golpe, otro
acuerdo con la empresas Xinjiang TBEA Group Company para la industrialización de los salares de Coipasa y de Pastos Grandes, con el cual
se buscaba la construcción de una planta de carbonato de litio para la
producción de baterías y metal ligero, con una inversión inicial de 1 000
MUSD.8 Mediante estos acuerdos, el gobierno boliviano proyectó, en
una asociación inédita de YLB, la construcción de una planta de baterías en China, con el 51% para YLB y el 49% para TBEA-Baocheng.
Con esto, las perspectivas de transferencia de tecnología y desarrollo industrial, tanto para Bolivia como de la participación internacional de
YLB, se potenciaría enormemente. Por otra parte, en el salar de Pastos
Grandes, en el departamento de Potosí, la inversión proyectada alcanza
1 100 MUSD para la instalación de tres plantas de cloruro de litio, carbonato de litio y litio metálico.
La pérdida de influencia y participación económica de Estados
Unidos en la región del Triángulo del litio, frente al aumento de la presencia e inversiones de China, aumenta la presión sobre esta región. De
manera adicional, la participación de China no ha inhibido los intereses
de otras potencias en la región. Comienzan a aparecer proyectos de inversión de países como Rusia, Japón y Corea. Contrariamente a Argentina y
Chile, más cercanos a las políticas neoliberales, Bolivia, al implementar
nacionalizaciones e intervención estatal en el proceso de industrialización y comercialización del litio, se convirtió en un problema para el capital internacional y para el control estratégico estadounidense. Se convirtió en uno de los espacios geoestratégicos más importantes del mundo
y las disputas por el control económico o la injerencia política en la región lo ha convertido un territorio en disputa hegemónica.
8 Cfr. https://www.efe.com/efe/america/economia/bolivia-y-china-forman-una-empre
sa-para-fabricar-litio-metalico/20000011-4046760
187
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
De los principales acuerdos de YBL, a mediados de octubre de
2019, como resultado de movilizaciones sociales en Potosí, 1) se canceló
el acuerdo de explotación conjunta con la empresa alemana ACISA mediante la anulación del decreto que creaba la sociedad industrial mixta,
en atención a las demandas sociales por el incremento de mayores beneficios y regalías por la explotación del litio. Eso solo quiere decir que
la empresa alemana podrá operar sin la sociedad con la empresa boliviana. 2) En el mes de noviembre, se ejecutó el golpe de Estado (cívico-militar) contra el gobierno de Evo Morales, lo cual ha dejado en suspenso el segundo, y más grande, acuerdo de cooperación con China. En
este último se había establecido una inversión total 2 390 MUSD para la
construcción de una planta industrializadora de litio en Coipasa, Oruro,
la cual se impulsaría con una inversión inicial de 1 320 MUSD para la
instalación de cinco plantas: una de sulfato de potasio, una de hidróxido de litio, una de ácido bórico, una de bromo puro y una más de bromuro de sodio. Hasta donde se sabe, el acuerdo no ha sido cancelado,
pero hasta que no se resuelva la situación política del país, no se puede confirmar.
La relación del golpe de Estado con los intereses de Estados Unidos
por detener la exploración del litio por terceros países en la región y fortalecer su presencia en el Triángulo del litio encuentran muchas coincidencia con una serie de acontecimientos: la visita de Ivanka Trump a la
frontera entre Argentina y Bolivia; el evidente atraso tecnológico estadounidense en la transformación de la matriz energética; la oposición
de las políticas de desarrollo en Bolivia a los mandatos neoliberales orquestadas por el Consenso de Washington; el aumento de la presencia
china en la producción estratégica de energía, extracción e industrialización del litio. Del mismo modo, se explica por qué Estados Unidos reconoció con tanta velocidad al gobierno de facto.
Contrariamente a la manera en que ha procedido en Medio Oriente,
esta vez Estados Unidos no busca el control directo del litio boliviano.
Aunque es claro que la nación que controle la oferta de baterías de litio en
el mundo, y la tecnología asociada, controlará el rumbo de la matriz energética y la vanguardia en la tecnológica de industrias estratégicas como
la automotriz, las telecomunicaciones y los servicios urbanos. La hipótesis del presente texto es que, lo que ha conseguido Estados Unidos con
el golpe de Estado está orientado a detener la participación de China en
la industrialización del litio en Bolivia, y crear el espacio de tiempo suficiente para que sus inversiones en Chile y Argentina permitan revertir
el atraso geopolítico y económico que tienen frente al gigante asiático
en América del Sur. Los objetivos estadounidenses serían tres: el control
del mercado del litio; el bloqueo a la industrialización boliviana; y poner
freno al incremento de las inversiones estratégicas chinas en la región.
188
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
ALGUNAS CONCLUSIONES
Los factores externos que definen el momento del golpe y la celada tendida por la OEA remiten a una combinación de las necesidades electorales del equipo del presidente Trump y del avance de los proyectos de
explotación de litio con fuerte presencia de China, ambos temas de preocupación hemisférica discutidos en el National Security Strategy Paper
de 2017 del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Los
agentes internos del golpe fueron del grupo cívico de Santa Cruz, que
colocaron a la presidenta interina. Son los mismos que estuvieron en el
intento de fracturar al país durante el primer periodo del gobierno del
MAS y efectuaron actos violentos en las mismas zonas donde antes lo
habían hecho. Esta vez incendiaron, durante la noche de las elecciones,
los tribunales electorales departamentales. Este grupo pequeño se montó sobre la rabia popular mostrada ante la percepción de un fraude electoral y de alguna manera apoyó el amotinamiento policial que derivó en
la renuncia del presidente en funciones.
El golpe de Estado en Bolivia ha sido lo que se llama un neogolpe, o
golpe blando, utilizando argumentos constitucionales. La tercera reelección es el tema central. La primera reelección fue la única constitucionalmente válida, según la Constitución emitida en 2009. La segunda reelección forzó la Constitución, pero se pudo argumentar que, como la nueva
constitución no estaba vigente en 2006, en realidad era la primera. La
tercera ya no tuvo ancla. ¿Por qué el MAS no solicitó una reforma constitucional en esa dirección, entonces? El Artículo 168 de la Constitución
de 2009 dice que “el periodo de mandato de la presidenta o del presidente y de la vicepresidenta o del vicepresidente del Estado es de cinco años,
y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”.
¿Por qué no cambiaron el artículo si tenían mayoría? El referéndum efectuado en el año 2016 fue para ver si la ciudadanía le daba la luz verde a
Evo Morales para la tercera reelección y le fue adverso. No obstante, el
gobierno forzó la tercera reelección y provocó una genuina reacción social masiva que ha mostrado la división del país. Esto fue aprovechado
por los actores de este golpe de Estado, la Unión Cívica de Santa Cruz,
mismos que intentaron hacer una guerra de secesión durante su primer
gobierno (2006-2011). Gran parte de los tribunales electorales departamentales incendiados en las protestas la noche de las elecciones de 2019
corresponden a los mismos lugares donde se desató la violencia luego de
la realización de un referendo en el 2006, donde Morales obtuvo 67% del
voto a favor que se quedara en la presidencia: Santa Cruz, Beni, Pando,
Tarija y Chuquisaca.
La luz verde a la tercera reelección fue extrañamente brindada por
el Secretario General de la OEA, con un argumento falaz sobre los derechos humanos de Evo Morales, en lugar de señalar el respeto a la
189
Oscar Ugarteche y Armando Negrete
Constitución, emitida por el Estado Plurinacional el 7 de febrero de
2009, y confrontar el fallo de la Corte Suprema de Bolivia en esa dirección. Fue un error de Morales ir a la tercera reelección, pero fue una celada darle la luz verde internacional. Luego la misma OEA declaró con
las mismas palabras que el secretario de Estado, Mike Pompeo, la nulidad electoral por fraude. Se repitió la palabra fraude en todos los medios desde el momento en que Almagro de la OEA lo pronunció durante el conteo de los votos, y se creó la realidad del mismo.
Estados Unidos reingresó en la palestra boliviana por varias razones: primero para demostrar que tiene el poder para sacar a los gobiernos que considera adversarios del poder en un año electoral. Trump celebró el golpe de inmediato y dijo que le haría lo mismo a Venezuela y
Nicaragua. Segundo, por la presencia de China en Bolivia, fuerte y en
un sector estratégico. Tercero, porque Bolivia tiene las reservas de litio de superficie más grandes del mundo. Quien controle ese litio controlará las baterías eléctricas del futuro y la tecnología para fabricarlas.
Bolivia y China habían firmado 8 semanas antes del golpe de Estado
un acuerdo para explotar las minas y fabricar baterías. Finalmente,
cuarto, porque Bolivia es un ejemplo contrafactual de las políticas del
FMI. El país que no las sigue y que no sigue las reformas estructurales del Banco Mundial es el que tiene la tasa de crecimiento más alta de
América Latina en el periodo 2006-2019, el que más ha logrado mejorar
la distribución del ingreso y el que ha conseguido diseñar una política
de industrialización que le da perspectiva de desarrollo a su país para
las próximas décadas. Visto desde Washington, esto es un mal ejemplo.
La polarización en Bolivia tiene varias facetas. Algunas son por razones raciales, de machismo y de autoritarismo y se vieron desde que
Morales fuera electo la primera vez. La repetición electoral agravó dicha polarización inicial y ha resultado, de este modo, que se ha hecho
muy visible la división entre los “blancos” y los “indios”, así como entre
la concepción plurinacional del país y la visión cristiana del país. Esta
última es una división falsa dado que la plurinacionalidad no tiene que
ver con el cristianismo, sino con las culturas indígenas. Estados Unidos
aprovechó esa división para asestar el golpe y recuperar el control de
Bolivia, que tiene además importantes yacimientos de gas y litio y está
en el centro geográfico de Sudamérica. Es el cuarto golpe blando que
realiza, después de Honduras, Paraguay y Brasil, los últimos dos, vecinos fronterizos del país recientemente golpeado.
En el camino se ha hecho evidente que la Carta de Derechos
Humanos no es tomada en cuenta por los miembros del Grupo de Lima
y que el derecho al asilo diplomático está en entredicho para Estados
Unidos y dichos países. Se ha hecho evidente que la Carta Democrática
abre el derecho a la intervención.
190
APROXIMACIONES DESDE LA GEOECONOMÍA AL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
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193
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN
DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
Y GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Ricardo Orozco
Pero de la violencia, de la verdadera violencia,
no se puede escapar, al menos no nosotros,
los nacidos en Latinoamérica.
(Roberto Bolaño, A Rebeca, paceña y chilanga; y viceversa).
LA CRISIS ESTRUCTURAL
A diferencia de los patrones que históricamente se han observado en
otras crisis del capitalismo moderno, la más reciente se caracteriza por
el hecho de que la humanidad alcanzó, por fin, el límite cualitativo y
cuantitativo de explotación de la principal condición de posibilidad de
existencia y de reproducción sistemática del capital: la propia materialidad del planeta Tierra. La crisis general actual del capital, por lo anterior, más que comenzar, transitar y agotarse en una agenda operativa
de sus actores dominantes, tiene que ver primordialmente con las posibilidades de que la creación, acumulación y concentración de capital siga siendo una realidad en un contexto en el que la vida se aproxima con demasiada prontitud y velocidad hacia una serie de escenarios
que comparten una multiplicidad de rasgos con aquellos momentos de
extinciones masivas de la vida en el planeta; situación que atraviesa el
tema de los límites cualitativos de mercantilización de la vida (con sus
niveles vigentes y potenciales de consumo), pero también, y sobre todo,
del sostenimiento de la vida humana en cuanto tal.
A menudo tematizada por el pensamiento liberal como un problema estrictamente económico y de redefinición de las estrategias de
aprovechamiento y circulación de recursos, la realidad de fondo en esta
crisis es que el momento por el cual atraviesa la humanidad remite más
a una condición límite de la forma de la civilización moderna antes
195
Ricardo Orozco
que a un aspecto estrictamente de producción, de consumo, de financiamiento, de reparto de los dividendos, de especulación, de liquidez,
etcétera (Echeverría, 2006). Y en este horizonte, que no se conforma
con reproducir el dogma de la eternización del capitalismo a través de
la puesta en marcha de una mayor y mejor racionalidad para su administración, gestión y gobierno, lo que es un hecho es que las consecuencias de su vigencia ya se hacen sentir alrededor de todo el orbe.
Y es que, en efecto, hoy, más que nunca antes en la historia de la
humanidad, el fantasma de la guerra irrestricta se encuentra presente
en una mayor cantidad de espacios con consecuencias cada vez más devastadoras para civilizaciones y formas de convivencia colectiva completas. Asia, por ejemplo, se encuentra transitando por una serie de reorganizaciones territoriales que lo mismo se están resolviendo por la
vía bélica que por el despliegue de iniciativas de despojo y de construcción de infraestructura a escalas masivas. Oriente Medio no termina de salir de las consecuencias dejadas detrás de sí por las sucesivas intervenciones occidentales en Afganistán, Irak, Siria y Yemen; pero tampoco
logra deshacerse de la guerra global en contra del terrorismo, que más
bien termina siendo una campaña global en contra del islam.
África, en otras coordenadas, se encuentra atravesando por un recrudecimiento de sus regímenes de excepción, derivados de las necesidades globales del capital de apropiarse y mercantilizar sus recursos
naturales, tan estratégicos para el progreso científico-tecnológico de los
años por venir; pero también por el despliegue de nuevas tecnologías de
racialización y esclavización de sus poblaciones. Europa, que insiste en
representarse a sí misma frente al resto de la humanidad como el baluarte del progreso civilizacional, hoy no se halla muy lejos de volver a
pasar por las experiencias del fascismo y el nacionalsocialismo de principios del siglo XX, aunque con rasgos y ejercicios de poder y de violencia mucho más devastadores que los disponibles durante la segunda gran guerra europea.
América, por supuesto, no se encuentra aislada de estas dinámicas, aunque con sus rasgos particulares. Ecuador, Brasil y Argentina,
por ejemplo, recién atravesaron por procesos político-electorales que
los llevaron a vivir, durante los siguientes cuatro a seis años, una reversión absoluta de los logros alcanzados en materia social con los gobiernos –más o menos– progresistas que les antecedieron, desde los
inicios del ciclo regional a principios del siglo XXI; y que en cada caso
resultaron con la institución de regímenes políticos que se acercan, en
diferente grado, a las peores experiencias de las dictaduras cívico-militares de seguridad nacional. Venezuela y Cuba, por su parte, atraviesan por un recrudecimiento del intervencionismo estadounidense más
atroz, con el reforzamiento de los bloqueos comerciales y el despliegue
196
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
de ejercicios militares concatenados con intentos de golpes de Estado
por parte de las oligarquías nacionales (en el caso de Venezuela) o con
una agenda regional de asfixia política y comercial cuyo único objetivo es un total aislamiento continental (como con Cuba).
México, Colombia, Chile y Perú, fieles a su tradicional posición de
sumisión ante los imperativos comerciales del neoliberalismo de autoría intelectual estadounidense, pasaron por un periodo de profundización de su agenda de liberalización y militarización de la vida en colectivo. Estados pequeños como Uruguay y Paraguay, junto con toda
América Central, se sumaron a los casos en los que el conservadurismo –lo mismo de izquierda que de derecha– se enquistó en el control de
la estructura estatal y de su andamiaje gubernamental solo para terminar reviviendo el militarismo de viejo cuño que sufrieron a finales del
siglo pasado.
Solo Bolivia, hasta ese momento, se mantuvo, dentro de todo
el caos generado por lo que en diversos círculos de intelectuales de
América se leyó como el agotamiento del ciclo progresista en la región
(Malamud, 2016), como un bastión cuasi intocado por todos los intereses que ya desde principios de la segunda década del siglo comenzaban a distenderse sobre el sur del continente para dar marcha atrás
con las conquistas que emergieron a contracorriente del neoliberalismo
más atroz que se ensayó en el continente a partir del golpe de Estado a
Salvador Allende, en el Chile de 1973.
Transversal a todos estos hechos, al rededor del mundo, la vida
en el planeta atraviesa por un momento de extinción masiva de especies animales y vegetales cuyas proporciones de devastación se asemejan mucho, en sus resultados, a las de otros fenómenos (de carácter estrictamente geológico) en los que se perdió poco más del 90% de la vida
en el planeta. Hoy, la humanidad se encuentra frente a un escenario en
el que su propia actividad, en menos de cincuenta años, ha llevado a la
aniquilación total de alrededor del 75% de la vida silvestre en el mundo (Ceballos et al., 2015). El ritmo del consumo actual y la tendencia vigente en la mercantilización de la vida en sociedad solo apuntan a una
aceleración de esa extinción, trasladando sus efectos hacia otros organismos y cuya desaparición supone una modificación cualitativa irreversible –en escalas humanas de tiempo– del conjunto de la vida en la
Tierra.
Pero no solo, pues, aunado a ello, se suman otras tantas dimensiones que le dan un sentido unitario a la crisis general del sistema, y no
solo por añadidura o por enumeración extensiva de rasgos a documentar, sino por las consecuencias que se deprenden de su comprensión
como un todo en el que cada una está condicionada y condiciona, al
mismo tiempo, a otras (Bartra, 2013: 25-71). Así pues, hay:
197
Ricardo Orozco
a) Una dimensión climática, en la que se juegan la temperatura del
planeta y las variaciones de esta en el frágil equilibrio de los ecosistemas de todo tipo; las variaciones en las precipitaciones y las sequías, el incremento de fenómenos meteorológicos como los huracanes y, por supuesto, el deshielo de los casquetes polares y las
modificaciones en las proporciones de agua dulce y agua salada;
b) Una energética, en la que desempeñan un papel central los combustibles fósiles y los efectos que su extracción y uso tienen tanto en la degradación de las capas terrestres del planeta como en
el envenenamiento de la totalidad del oxígeno disponible. En el
caso del petróleo, además, está presente el problema que causan
los derivados sintéticos como el plástico y otros químicos que se
vierten a la tierra, al aire y al agua alterando su composición química de manera irreversible;
c) Una alimentaria, expresada por el número cada vez mayor de
humanos que no cuentan con los nutrientes básicos para mantenerse con vida, pero también, por la enorme cantidad de especies animales encubadas para consumo humano y el desgaste de los suelos para producir los alimentos necesarios para su
engorda (potenciada por tratamientos hormonales cuyos efectos secundarios se transmiten al humano a través de su consumo). Una dimensión, asimismo, en la que las enfermedades y las
plagas tienen un papel fundamental en la propagación de pandemias debido a la precarización de las condiciones de vida de
las comunidades;
d) Una demográfica, en la cual, a manera de miscelánea, es posible
hallar lo mismo las enormes olas migratorias que se desplazan
por todas las latitudes y altitudes del globo terráqueo que los fenómenos de sobrepoblación inducida para incentivar el consumo en economías domésticas, o a la inversa, el despoblamiento de territorios completos a través de la guerra (convencional
o disfrazada de combate al narcotráfico y al terrorismo internacionales), los desplazamientos forzados, la destrucción territorial, etcétera.
Más que la suma, es la unidad de todos estos rasgos lo que hace de
la presente crisis una catástrofe civilizatoria que no halla en artificios
de tipo económico (redistribución del ingreso, mesura en la explotación de los recursos materiales, decrecimiento en los niveles de consumo, rentas básicas universales, automatización de procesos productivos y cadenas de valor, etc.) su solución de fondo. Pero es, además, el
rasgo más distintivo del malestar manifiesto en el presente en la multiplicidad y diversidad de expresiones de descontento, de oposición, de
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BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
protesta y de resistencia en contra de la tendencia seguida por el capitalismo moderno. Es decir: esta crisis en la que estamos inmersos, y
que está conmoviendo el conjunto de la vida social, es una crisis de la
calidad misma de la vida civilizada, una crisis que no solo es económica y política, no es solo una crisis de los Estados nacionales y sus soberanías sino que está afectando y que lleva afectando mucho tiempo
los usos y costumbres de todos órdenes: sexuales, culinarios, habitacionales, cohabitacionales; que afecta a la definición misma de lo que
es la política, de lo que es la familia, de lo que es la educación, de la relación entre la ciudad y el campo. Todos estos elementos están en crisis al mismo tiempo (Echeverría, 2006: 5).
Puesto todo lo anterior en los términos de un análisis formal, resulta evidente que el momento por el cual atraviesa el capitalismo contemporáneo se define por el creciente empuje con el que los contenidos
por él consolidados a lo largo del último siglo (o quizá siglo y medio),
para donarse a sí de una concreción histórica particular válida para ese
espacio-tempo específico, está poniendo en cuestión –y cada vez con
mayor insistencia y agudeza– esa forma que les fue dada en tanto condición de su posibilidad. Sin embargo, esto no es tanto lo determinante para su comprensión como sí lo es el hecho de que la forma vigente
del capitalismo moderno ya no únicamente no está siendo capaz de reaccionar ante tal impugnación que le plantean los contenidos sociales,
económicos, políticos, culturales, históricos, etc., en dirección hacia su
autorreconfiguración –con el objetivo de ampliar sus márgenes de tolerancia a la tensión que se desenvuelve en su interior–, sino que, además, y en sentido contrario, está potenciando y acelerando, simultáneamente, dos reconstituciones de sus contenidos igual de profundamente
conservadoras y retrógradas: la proliferación de fundamentalismos (lo
mismo de izquierda que de derecha) ahí en donde las resistencias sociales son más virulentas, profusas y combativas, por un lado; y el desbordamiento de condiciones de vida en decadencia en los espacios en los
que la articulación de las fuerzas sociales es aún mínima, habida cuenta
del avasallamiento con el que el capital las domina (Echeverría, 2011).
En los hechos, ambas reacciones del capitalismo contemporáneo
(de la forma aún vigente de este), dan cuenta de los límites por él alcanzados en la reproducción de las dinámicas con las que toda la segunda mitad del siglo XX, y la primera década del XXI, respondió ante las
afrentas que se le levantaban cuestionando su funcionamiento aniquilador de la vida. Pero también, y de manera aún más palpable, de un fenómeno hasta ahora no experimentado en sus quinientos años de historia:
los niveles de inutilidad que comienza a representa el capitalismo mismo para los propios capitalistas en la consecución, por parte de estos,
de mayores grados de concentración y centralización de capital (no en
199
Ricardo Orozco
términos relativos y coyunturales, de corto o mediano plazo, sino como
posibilidad de modus vivendi de larga duración.
Y es que, en efecto, acá lo que empieza a manifestarse en plenitud
es que los márgenes a los que el capitalismo es capaz de empujar la reducción de sus costos de producción: recurriendo al abaratamiento de
la mano de obra (no calificada, semicalificada y calificada); a la externalización de costos (ya sea en la obtención de materias primas, en la
disposición de infraestructura o en la expulsión de residuos resultado
de la actividad económica en cuestión); o a la exención de impuestos y
otras imposiciones tributarias, está aproximándose a los linderos de su
agotamiento luego de más de quinientos años de reproducción cíclica
y, sobre todo, luego de la masiva aceleración que implicó la puesta en
práctica del neoliberalismo por todo el mundo (Wallerstein et al., 2015).
LA DISPUTA POR LA HEGEMONÍA GLOBAL
Y EL GOBIERNO DE/POR LA CRISIS
Que el capitalismo haya alcanzado los límites de las condiciones de posibilidad de su existencia y del mantenimiento de la vida en el planeta
significa que los espacios-tiempos que aún mantienen cierto grado de
integridad en su composición orgánica (o donde se hallan los recursos
necesarios para dar continuidad al sistema) son un activo escaso y de
gran valorización para los capitales que se reparten el mundo. La violencia cada vez más atroz, aguda y sostenida que se despliega en todas
las sociedades que habitan el planeta, los grados de aniquilación a los
que son sometidas todas las formas de vida, el agotamiento de los espacios de valorización y de las posibilidades de continuar con la mercantilización de la existencia, entre otros tantos factores –lo mismo en
sociedades centrales que en periféricas–, dan cuenta de ello y de las respuestas que ofrecen tanto el capitalismo como los condenados de la tierra a su decadencia: mientras que para los acumuladores de capital en
la respuesta se juega su destino como la parte de la sociedad dominante, para los explotados y condenados del sistema el problema está en saber qué tanto serán capaces de sobrevivir a un eventual colapso, y, sobre
todo, en qué condiciones de miseria se daría esa breve supervivencia.
Al respecto, en la escala de las disputas interestatales por definir la
trayectoria tanto de las respuestas como de los posibles y potenciales escenarios de barbarie que las acompañan, lo que ya se comienza a observar es una aceleración y un recrudecimiento de la disputa por esa posición privilegiada en la economía global que sea capaz de asegurar para
sí las mejores condiciones posibles de supervivencia –con el menor riesgo concebible– a lo que sea que se aproxime derivado de la imposibilidad global de corregir las múltiples fallas y fracturas que presenta el capitalismo contemporáneo.
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BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
En ese sentido, una primera trayectoria sistémica tiene que ver, en
primer lugar, con el desplazamiento de los centros de poder y de acumulación y concentración de capital desde Occidente hacia Oriente; y
en segundo, con la tendencia creciente de la economía china a hacerse con una posición de dominio en ese desplazamiento hemisférico.
Contraparte de ambas dinámicas son, respectivamente, que Occidente
se ha encauzado en la necesidad de desplegar algunos mecanismos de
compensación que lo mantengan en una situación confortable o que le
permitan recobrar la fortaleza necesaria como para volver a ser una potencia económica, política, histórica, cultural, etc., incuestionada –y al
interior de esa condición, con Estados Unidos reafirmándose como la indisputada hegemonía del globo.
Ahora bien, dentro de la crisis general de la forma civilizatoria vigente y las soluciones que se le están planteando desde una condición
de interioridad sistémica (es decir, desde los intereses del propio sistema para su reproducción y continuidad), se desarrollan, asimismo, dos
grandes propuestas de solución mutuamente excluyentes: la de una economía-mundo dominada por la manera china de reproducir el capitalismo, por una parte; y la de una economía-mundo dominada por el modelo estadounidense de reproducción del capital, por la otra. Esa tensión
entre una potencia en declive y una que va en su momento cumbre de
ascenso determina un cúmulo de contradicciones (menores en escala,
pero no por ello menos importantes para la definición del rumbo del sistema en su conjunto) que tienen lugar en las esferas de influencia o los
espacios geoculturales dentro de los cuales la condición de hegemonía
de cada potencia encuentra su principal sustrato material e ideológico
para edificarse y proyectarse hacia el resto de las áreas que componen
la economía-mundo en su conjunto. Pero no solo, pues, aunado a ello,
determina, asimismo y de manera simultánea, una reestructuración de
las relaciones vigentes entre las economías centrales y las periféricas,
teniendo como su centro de gravitación las definiciones necesarias para
mantener posiciones de privilegio por parte de aquellas respecto de estas, y así sostener márgenes de explotación suficientes y crecientes en
los años por venir.
Tres mediaciones, por lo tanto, de las trayectorias y los sentidos que
se le están imprimiendo al capitalismo moderno desde centros geopolíticos muy específicos, a través de estrategias concretas, para intentar lidiar con el agotamiento de los recursos naturales del planeta, con otras
o todas las formas de vida; para mantener modelos de explotación autosustentables, para asegurar el consumo cautivo, para modificar las
cadenas productivas de conformidad con los nuevos desarrollos tecnológicos y científicos, para ajustar las cadenas de valor a las nuevas necesidades de acumulación y concentración del sistema; para redefinir
201
Ricardo Orozco
los modos de gubernamentalidad de las poblaciones, para afinar los dispositivos de poder que hacen posible las ciencias de la información y la
comunicación, para mercantilizar otras experiencias de la vida cotidiana, y un larguísimo etcétera.
PRIMERA MEDIACIÓN: LA DISPUTA ESTADOS UNIDOS-CHINA
POR LA HEGEMONÍA GLOBAL
En el plano de la primera dimensión, el que Estados Unidos sea una potencia en decadencia significa que no cuenta más con la capacidad para
imponer sus intereses en las diversas tensiones políticas y en el funcionamiento de la matriz productiva/consuntiva global sin tener que recurrir de manera permanente a la agresión, el ejercicio de la violencia y
la guerra –cualquiera que sea la forma adoptada por estas últimas, desde el combate armado convencional hasta la instauración de Estados de
excepción, pasando por el sostenimiento de conflictos entre guerrillas
o la generalización de contextos de criminalidad, como en el caso del
narcotráfico internacional, en su veta armada–. Y, por lo contrario, que
China sea una potencia en ascenso significa que cuenta con la suficiente fortaleza como para imponer sus propias reglas del juego político y
económico sin tener que recurrir al despliegue de escenarios bélicos en
sus espacios de interés.
En ambos casos, por supuesto, no significa que el recurso de la
guerra no sea una opción, porque lo es. Más bien, significa que, en el
primero, la instauración de estados de excepción se vuelve cada vez
más una necesidad de supervivencia y de mantenimiento del statu quo
en una relación inversamente proporcional a la decadencia del rol hegemónico en cuestión. De tal suerte que, a menor capacidad de imponer ciertos intereses por la pura presión política y económica mayor es
la necesidad de hacer valer esos mismos intereses por la vía de la coerción, la agresión y la violencia. Y viceversa, en el caso de China, entre
más grande es su peso en la determinación de las decisiones políticas y
económicas globales, mayor es, proporcionalmente, su tendencia a hacer valer esas decisiones y sus propios intereses por la vía de las presiones políticas y económicas.
En gran parte, la necesidad de Estados Unidos de mantener su rol
dominante en el mundo y la tendencia de China a continuar capitalizando su relación como principal socio comercial de aquel, para incrementar su dependencia y reducir sus márgenes de acción y su presencia en otras geografías del planeta, es lo que ha llevado a ambos actores
a desestabilizar aún más una infinidad de espacios-tiempos periféricos de la economía-mundo contemporánea con el único propósito de
minar la fortaleza y las relaciones de privilegio de su oponente, procurando obtener cualquiera de los siguientes escenarios: a) una de las
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BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
partes excluye a la otra del espacio en disputa; b) una de las partes somete por completo a la otra a sus propios intereses; o c) el espacio en
disputa en cuestión queda aniquilado –en una lógica en la que el principio de razonamiento es que vale más su total eliminación que el provecho del oponente.
Relaciones así son extremadamente visibles, por ejemplo, en las
disputas que ambas potencias sostienen desde hace ya varias décadas por espacios como los estrechos de Suez, Bab-al-Mandeb, Ormuz,
Malaca y Panamá –indispensables para el tráfico marítimo del comercio
global entre ambos hemisferios, y en particular, para el control de los flujos de petróleo y otros combustibles que alimentan a las grandes maquinarias industriales y tecnológicas en Estados Unidos, Europa y China–.
Pero también en las disputas por el control de territorios nacionales (o
porciones de ellos) de los que depende su futura capacidad de resiliencia
a alguna de las dimensiones de la crisis civilizatoria en curso. Así pues,
contar con la propiedad y la explotación exclusiva de los espacios-tiempos de los que depende la seguridad alimentaria de Estados Unidos y de
China, o de las reservas más grandes de agua dulce en el planeta para
hacer frente a las sequías y a los enormes volúmenes de consumo industrial y doméstico; o de los yacimientos de los principales minerales raros
de los que depende la continuidad de los avances en materia científicotecnológica (como el litio, para el almacenamiento de energía; o el coltán y el cobre, de los que dependen los circuitos integrados de la mayor
parte de los aparatos tecnológicos en la actualidad), resulta fundamental no solo en términos de la definición de la potencia que habrá de mantener el ejercicio hegemónico por las siguientes décadas, sino, además,
en términos de lo que significa asegurar la continuidad de esa potencia y
la existencia de su sociedad nacional en cuanto tal.
En ese sentido, en las zonas periféricas de la economía-mundo se
hace una generalidad la instauración de estados de permanente crisis
como forma de gobierno o de gubernamentalidad de su población, que
si bien está dada por la situación de decadencia y los límites estructurales a los cuales se enfrenta el capitalismo moderno, hallan en la disputa de China y Estados Unidos un elemento que la conduce y orienta. Y
es que, en efecto, mientras que China se encarga de relevar a Estados
Unidos en los espacios-tiempos en los que antaño este fue hegemónico y dominante (por ejemplo: el norte de África o el sur de América),
Estados Unidos, a su vez, procura devastar las regiones que le sirven a
China como pilares de la construcción de su propia hegemonía (Oriente
Medio, en general; y las regiones por las que cruza el corredor comercial de la Ruta de la Seda, en particular). Eventos que, por supuesto, se
entrecruzan con disputas locales, derivadas de los intereses específicos de los actores regionales, pero también que se concatenan con las
203
Ricardo Orozco
respuestas que cada potencia induce en sus zonas de influencia para
contrarrestar a su oponente (la reactivación de las dictaduras militares
en América, por ejemplo, dan cuenta de las respuestas emprendidas por
Estados Unidos para expulsar del continente a China).
América, en este cuadro, resulta de vital importancia para la definición de la decadencia o de la recuperación estadounidense, por un lado;
y para el apogeo o frustración de la hegemonía china, por el otro; habida cuenta de que es el continente en el cual se encuentra la hegemonía
que imperó durante la mayor parte del siglo XX y de que es una región
aislada del resto de los continentes por dos grandes océanos, situación
de privilegio que hace de ella un espacio-tiempo de explotación exclusiva por parte de Estados Unidos: al compartir la misma geografía y ser
aquel la única gran potencia que habita el continente, la economía estadounidense puede permitirse el privilegio de sobrevivir casi con exclusividad de la enorme diversidad, cualidad y cuantía de recursos explotables (naturales y humanos) que existen en el sur del continente sin la
necesidad de tener que buscar los mismos beneficios en otras latitudes.
Y es que si bien es cierto que América no cuenta con todas las materias
primas que el capitalismo estadounidense requiere para su despliegue
global, también lo es que sí contiene una proporción importante de los
mismos, y que las actividades de explotación que Estados Unidos realiza en otras latitudes tienen el principal objetivo de apropiarse de ellas
y agotarlas antes de que los beneficios de las mimas puedan ser extraídos por parte de sus socios comerciales o de sus competidores. Después
de todo, el estatuto de hegemonía, para cualquier potencia, históricamente se ha basado en el mantenimiento de un delicado equilibrio en
el que ni se permite el fortalecimiento productivo/consuntivo de los socios comerciales cuyos mercados sostienen el consumo de la producción de la economía hegemónica (para hacer de esos socios, en el largo
plazo, competencias), ni se privilegia, tampoco, la total asfixia productiva/consuntiva de los socios porque, de hacerlo, la potencia hegemónica
no contaría con mercados para inundar con sus mercancías y servicios.
SEGUNDA MEDIACIÓN: LAS DISPUTAS CORPORATIVAS
AL INTERIOR DE OCCIDENTE
Para construir, sostener y proyectar su hegemonía sobre el resto del
mundo, Estados Unidos se valió de un par de coyunturas históricas específicas que, a la postre, tras su agotamiento, dejaron a este en una posición de debilidad de la cual aún no ha salido, desde finales del siglo
pasado. La primera fue la reconstrucción de Europa y de Japón tras finalizar ambas Guerras Mundiales y la Guerra del Pacífico. Con ambos
espacios aniquilados por una de las más destructivas guerras de las que
la humanidad tenga memoria, reconstruir aquello significó la captura
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BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
de ambos mercados prácticamente de manera exclusiva para los negocios estadounidenses. La segunda tuvo que ver con el ascenso de la
Unión Soviética como segunda gran potencia global (lo suficientemente fuerte como para resistir los embates estadounidenses y al mismo
tiempo lo suficientemente débil como para no significar una amenaza
capaz de sustituirlo, a pesar de la destrucción mutua asegurada que les
proveían sus stocks de armas nucleares). El riesgo siempre latente de
que el campo socialista atrajese a cada vez más Estados y economías
nacionales hacia su esfera de influencia tuvo como consecuencia el fortalecimiento constante del Viejo Continente aun si ello significaba, en
el mediano plazo, acelerar y acrecentar lo suficiente su poder político
y económico como para convertirlo en una competencia real a la hegemonía de Estados Unidos.
La tercera remite a América y a los regímenes dictatoriales que se
instauraron en la región, facilitando el despliegue cualitativo y cuantitativo del modo neoliberal de acumulación de capital sin que en el continente existiese una resistencia política, económica, social o cultural
con la potencia necesaria como para detener o desacelerar su ritmo de
apropiación, mercantilización y explotación de la vida cotidiana. Y la
cuarta se relaciona con la importancia que tuvo la apertura de China
al capitalismo neoliberal, a comienzos de la década de los años ochenta del siglo XX, en particular en lo concerniente a su relación comercial con Estados Unidos. Y es que, en efecto, mientras que en la misma década en América campeaba el neoliberalismo exponenciando los
márgenes de acumulación de capital a través del saqueo de la región,
en el resto de las periferias globales economías nacionales enteras eran
reconstruidas prácticamente de la nada y China, en especial ocupaba
un lugar privilegiado de acumulación. Después de todo, ella sola, para
1982, ya representaba un mercado de poco más de mil millones de habitantes, casi doscientos millones de personas más que Europa y Asia
Central juntas y setecientos millones más que toda América Latina y el
Caribe en su conjunto.
A partir de esos años, la mayor parte de las periferias globales entraron en un ciclo de crecimiento económico brutal, pero que nunca
se tradujo en un modelo de justicia social que fuese capaz de redistribuir la riqueza socialmente producida hacia las capas demográficas
más pauperizadas. En términos generales, la de los años ochenta fue
una década perdida tanto como lo fueron la siguientes cuatro para el
grueso de la población mundial, ensanchando la brecha que media entre los detentadores de capital y de los medios de producción, por un
lado, y los despojados de todo, salvo de su condición de fuerza de trabajo, por el otro. Sin embargo, lo que ocurrió con China (y otros países como la India, que junto con aquella, en la misma década, sumaban
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Ricardo Orozco
poco más de mil setecientos millones de habitantes, de un total de cuatro mil millones y medio en todo el mundo), fue que, salvando las proporciones históricas en cada caso, ofrecieron a los capitales occidentales una suerte de repetición del escenario ante el cual se enfrentaron en
la reconstrucción de Europa y Japón: dos inmensos mercados cautivos
en los cuales todo estaba por inventarse.
Para Europa aquello significó conseguir algunas ventajas productivas/consuntivas importantes de cara a un Estados Unidos que año con
año perdía potencia en su despliegue global. Y para China, esa misma
situación implicó convertirse, en el mediano plazo, en el principal socio comercial tanto de Europa como de Estados Unidos y así, a la postre, en la economía más grande, más rentable y con mayores grados de
aceleramiento en materia de innovación tecnológica y científica. Para
los albores de la segunda década del siglo XXI, aquellos choques económicos neoliberales aplicados por Occidente, en general, y por Estados
Unidos, en particular a la economía china ya se habían convertido en la
principal causa de que China fuese el principal contendiente de Estados
Unidos y de Europa por relevar a aquel como la potencia dominante de
la economía-mundo contemporánea.
En la actualidad, al interior de Occidente, derivado de la específica confrontación entre China y Estados Unidos, están en juego tres cosas: a) las posibilidades de que Europa se fortalezca lo suficiente como
para relevar a Estados Unidos, conservándolo en subordinación como
un socio comercial necesario y fundamental; b) la capacidad de resistencia del continente frente a los embates políticos y económicos estadounidenses, empleados por la economía estadounidense para debilitar la posición comercial y de negocios de China en el Viejo Continente;
y c) el mantenimiento de China como uno de sus principales socios comerciales, no solo por el grado de dependencia al que llegaron las economías europeas respecto de la producción y el consumo chinos, en general, sino, a su vez, por las posibilidades de transferencia tecnológica y
científica, producto de las innovaciones asiáticas en ese rubro.
Ahora bien, en esta suerte de disputa a tres bandas son los sectores productivos subsumidos al Big Data, la Inteligencia Artificial, el
Machine Learning y la automatización de procesos los cuatro grandes
rubros en los que cualquier posibilidad de hacerse con la hegemonía
global encuentra su principal arena de combate –y cualquier actor su
fortaleza geopolítica para sustituir a Estados Unidos–. Y lo cierto es que
tal apuesta no es para menos, y tampoco es azarosa. Cuando para los estrategas y los capitales estadounidenses se hizo claro que la correlación
de poder entre la economía estadounidense y la china se había equilibrado y comenzaba a mostrar signos de invertirse (McBride y Chatzky,
2019), Europa tuvo que enfrentarse ante el desafío que supuso el que
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BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
la potencia que hasta ahora la había mantenido a flote y segura de sus
competidores comenzara a atacarla y presionarla deliberadamente para
afectar los intereses chinos en el continente –lo cual, por supuesto, significa atentar en contra de sus propios procesos de acumulación y concentración de capital–. Pero no solo, pues, además, lo que se hizo más
evidente aún fue el posicionamiento chino, centrado en el objetivo de
dominar, en el plano internacional, las principales tendencias tecnológicas sobre las cuales se está apoyando la acumulación de capital en el
presente: a) centros de innovación científica-tecnológica; b) fabricación
y producción inteligente; c) infraestructura industrial; d) producción
sostenible; y e) equipos de tecnología de alta gama.
Como trayectoria general de la reproducción orgánica del capitalismo moderno, ese énfasis en la sustitución del elemento humano por
maquinas, robots y sistemas informáticos cada vez más autónomos es
resultado de la insaciable búsqueda de abaratamiento de costos (como
los del salario y el mantenimiento, o los del retraso y la destreza en
la producción). Sin embargo, como especificidad del enfrentamiento
geopolítico al interior de Occidente, esa tendencia se ha traducido en la
aceleración de la reorganización de la totalidad de los procesos productivos y las cadenas de valor en todo el mundo. Para algunas economías
de Europa, y para el propio Estados Unidos, por ejemplo, la automatización industrial se traducirá, en la siguiente década, en el reemplazo de más de un tercio de la fuerza laboral hoy activa por software y
hardware automatizados y en constante aprendizaje y autosuperación
(Manyika et al., 2017). Y ello, no únicamente en lo que concierte a la
manufacturación de las mercancías, sino también, de manera muy tajante, en lo respectivo al rubro de los servicios, la experiencia del cliente y los trabajos que hoy día se clasifican como menos manuales y más
cognitivos, barriendo, así, con todo el espectro en el que se encuentra dividida la actividad productiva vigente.
Sin la necesidad de llevar el presente análisis más allá de lo hasta
ahora delineado, es claro que procesos continentales como la fragmentación de la Unión Europea, el avasallante ascenso de los conservadurismos y fundamentalismos más reaccionarios, tanto de derecha como
de izquierda, así como las sucesivas y expansivas olas de protestas sociales vigentes en el continente hunden sus nervios más profundos en
este cambio sustancial de la estructura productiva/consuntiva propiciado por el avance de las nuevas tecnologías. En ese sentido, al cambio cualitativo que significó el que a lo largo del siglo XX, y sobre todo,
en lo que va del XXI, las corporaciones transnacionales sustituyesen
a los Estados nacionales como los actores principales –convirtiéndose en subsidiarios de la actividad corporativa en cuestión– hoy se suma
una nueva modificación igual de sustancial, en la que las máquinas
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Ricardo Orozco
desplazan de la producción de la vida material al elemento humano
que apenas cuenta con los medios para consumir el exceso de mercancías y servicios que estas producen, a ritmos siempre crecientes y con
costes más bajos (Ornelas, 2017a).
En perspectiva global, pero centrando las consecuencias en las implicaciones que dicho cambio tiene para Occidente, lo anterior significa que el patrón de acumulación seguido hasta hace unos años –en el
que las economías centrales se especializaron en la producción de servicios y en el desarrollo de tecnologías de punta, o “renta tecnológica”
(Echeverría, 2005: 18), relegando a las periferias a proveedoras de materias primas y manufacturas– hoy ya no es suficiente para mantener
los estilos de vida que el welfare state, la tercera vía y la socialdemocracia generalizaron entre las sociedades occidentales a costa de los amplísimos y profundos grados de explotación laboral que desplegaron sobre
las periferias globales (Ornelas, 2017b). Reordenar esas jerarquías que
los avances tecnológicos en cada economía occidental se consiguen, con
el propósito de capitalizarlas como ventajas competitivas de mediano o
largo plazo, capaces de asegurar cierto periodo de preeminencia sobre
sus aliados políticos y rivales económicos, no es y no ha sido una tarea
sencilla de conseguir –menos aún si de lo que se trata es de no fortalecer a cualquiera de las dos superpotencias que hoy día son dominantes.
Y es que, en el nivel de las economías nacionales que pertenecen
al área geocultural de Occidente, la carrera de los desarrollos tecnológicos de punta es una cuestión de supervivencia de sus respectivas
corporaciones y capitales para no ser aniquilados por la primacía que
presenta, en primer lugar China, en sectores como el de telecomunicaciones (con la tecnología 5G), y en seguida Estados Unidos, con el
dominio que aún mantiene en circuitos integrados y aplicaciones informáticas. La cuestión es que esa búsqueda por sobrevivir a los adelantos tecnológicos de una y del otro se ha convertido en una carrera
contra reloj en la que la consecuencia más inmediata es la del costo
humano que esas innovaciones tienen, no solo en el plano laboral, expulsando a millones de personas al desempleo, sino, sobre todo, por
las repercusiones que esa misma tecnología tiene en la aceleración de
la total obsolescencia de la especie humana: la aniquilación de sus capacidades de producción de su vida material.
Hacia algún espacio-tiempo habría que expulsar las consecuencias
más nefastas de esa dinámica.
TERCERA MEDIACIÓN: LA REORGANIZACIÓN
DE LAS CADENAS DE VALOR EN LAS PERIFERIAS
Las disputas al interior de Occidente –entre economías centrales por
mantenerse o ascender a una posición de privilegio, jerárquicamente
208
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
superior a las de otras economías centrales– ha tenido como consecuencias más importantes para las periferias globales dos dinámicas muy
específicas: a) al conseguir grados cada vez mayores y más amplios de
automatización de un cúmulo de actividades productivas, los capitales
y las corporaciones transnacionales occidentales han avanzado a pasos agigantados en la repatriación de sus procesos productivos localizados en las sociedades periféricas; y b) los procesos productivos que aún
se mantienen en las periferias, porque los costos de producción siguen
siendo más bajos que los que se obtendrían de trasladarse hacia las economías centrales, con todo y que ya estando en estas sean automatizadas, siguen siendo insuficientes para cubrir la magnitud del desempleo
que la automatización de procesos, el BigData, la Inteligencia Artificial
y el Machine Learning propician cada día ahí en donde se les incorpora
a la actividad productiva de una nación.
Una tendencia útil para visibilizar esa lógica de operación es, por
ejemplo, la seguida por las corporaciones transnacionales monopólicas
en lo relativo a su participación en la creación de empleos, como vectores de definición geopolítica de los espacios-tiempos y de las actividades productivas que el conjunto del sistema privilegia en determinados
momentos de su historia. ¿En qué sentido? En la actualidad es ya un lugar común muy socorrido el afirmar que el crecimiento de una empresa o una corporación transnacional es un síntoma de que el cauce de
la actividad económica está funcionando bien para el resto de la sociedad en la cual aquella despliega sus actividades, habida cuenta de que
ese crecimiento se traduce, casi de manera automática o mecánica, en
mayores fuentes de empleo y mayor dinamismo de la actividad comercial en general. Sin embargo, incluso si se toma a las quinientas mayores corporaciones transnacionales en conjunto, desde el punto de vista
de su participación en la creación de empleos su impacto es marginal
(Ornelas, 2016).
Y el problema con tal trayectoria es que si se compara esa marginalidad en la creación de empleos con los niveles tan elevados de acumulación, concentración y centralización de capital que despliegan esas
mismas corporaciones, lo que se obtiene como resultado es una correlación en donde la riqueza de una empresa es tanto o más grande que
la de una economía nacional periférica, y la de un par de directivos o
propietarios de un puñado de las mismas es tan vasta como la riqueza acumulada de la mitad de la población más empobrecida del planeta (Esquivel, 2015). En términos de economías nacionales, el impacto que esa tendencia ha tenido para las sociedades periféricas ha sido,
también, mínimo. Y lo cierto es que no únicamente en lo que se refiere a la participación de dichas empresas, sino, en general, a la cuota de
empleo que aportan estas sociedades: en el mundo, apenas veintiocho
209
Ricardo Orozco
economías concentran cerca del 80% del total, y de estas, tres (China,
Estados Unidos e India) concentran más del 40% de todo el empleo generado en el mundo. América, dentro de ese 80%, apenas participa con
dos de sus economías nacionales, México (con el 1.53% sobre el total
del mundo) y Brasil (con el 3.0% sobre el total del mundo). El resto de
las sociedades del continente no figura (Ornelas, 2016: 4-18).
Ahora bien, el empleo, por sí mismo, no es un factor que lo explique todo de la reconfiguración geopolítica que está teniendo curso en
América, como si con emplear a la totalidad de las masas el tema se resolviese. El problema de fondo es, no obstante, que lo que ocurre con la
automatización no es solo una expulsión masiva de personas hacia el
desempleo: conlleva un cúmulo mayor de problemáticas derivadas directamente de la sustitución humana en las actividades productivas en
general. La incapacidad de reabsorción de los cientos, miles o millones
de personas que están siendo reemplazadas en las economías nacionales americanas (por lo demás, con bonos demográficos altísimos), por
ejemplo, acarrea detrás de sí, en primer lugar, el incrementar la competencia dentro del mercado de trabajo y, con ello, el aumentar y sostener en niveles insostenibles las presiones colectivas sobre el ingreso
de la población ocupada. Pero además, producto de que la automatización favorece y potencia la tendencia de los capitales transnacionales a
absorber a los nacionales y a monopolizar la actividad económica, las
capacidades de las corporaciones transnacionales de ejercer presión o
simplemente someter a gobiernos locales y nacionales a sus designios
no únicamente se incrementa en términos exponenciales, sino que, en
paralelo, se conjuga con un proporcional debilitamiento de las autoridades públicas de los Estados a) al hacer depender cada vez más la producción nacional de los márgenes de producción de esas corporaciones;
b) al reblandecer los marcos normativos aplicables a la actividad empresarial; c) al reducir su margen de captación de ingresos, tanto por el
hecho de que estas compañías se sirven de la exención de los mismos
para operar, como por el hecho de que las capacidades de consumo individuales y colectivas se ven medradas ya sea por los bajos salarios o
por el desempleo. Y por si fuera poco, la cooptación colectiva hacia los
márgenes internos del mercado informal y de la economía criminal se
hace más aguda.
En planos adyacentes, lo anterior se traduce, a su vez, en una creciente incapacidad por parte del Estado para proveer y administrar un
stock de servicios públicos y condiciones de vida mínimas para hacer de
la existencia de sus poblaciones algo soportable. Procesos como el aumento del hacinamiento urbano, de la violencia social, criminal y política, de la mortandad y los índices de insalubridad, por un lado, así como
la reducción en el acceso a bienes como el agua potable, alimentos de
210
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
calidad nutrimental o medicamentos y servicios de sanidad, por el otro
se magnifican. La agenda de securitización de dimensiones y procesos
de la vida cotidiana cada vez más y más amplios, tanto como la designación de un abanico cada día más diverso y abarcador de amenazas a la
seguridad nacional de los Estados es reflejo de ello, y de cómo la apropiación privada y la mercantilización impulsadas por las agendas de negocios específicas de las grandes corporaciones transnacionales exigen
respuestas y protecciones mayores ante escenarios en los que aquella
presión social estalle (Salazar P., 2011).
En América, es este conjunto de factores –más sus agregados y derivados– lo que en los últimos años ha hecho de la región un espaciotiempo en profunda disputa entre sectores cada día más amplios de la
población que encuentran su propia existencia al borde de la extinción,
de una parte, y capitales más voraces, de la otra. Es, en todo sentido, la
causa de que la precariedad, la violencia y la explotación se hallen ahora articuladas en una forma de gubernamentalidad en la que el propósito no es el transitar hacia estadios de orden y estabilidad social –como
en las viejas lógicas de operación del capital–, sino que, por lo contrario, lo es el mantener ese específico estado de crisis como la racionalidad que gobierne al mundo y que permita ordenar y reordenar permanente y sistemáticamente la totalidad de la vida ahí donde el capital sea
capaz de externalizar los costos necesarios para sostener su reproducción orgánica ampliada.
De unos años para acá, en América esa racionalidad es lo que se
encuentra operando detrás de las feroces embestidas ante las cuales
se enfrentaron los gobiernos progresistas de la región, inaugurados
al principio del milenio con el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, y que sufren sus mayores embestidas a mediados
de la segunda década del siglo XXI, cuando la mayoría de ellos, además de haber alcanzado cierto agotamiento político, fueron objeto
de intervenciones políticas, de bloqueos económicos-financieros, de
afrentas diplomáticas, de golpes de Estado parlamentarios, de judicializaciones de sus mandatos, de asedios militares, de deposiciones
forzadas por las fuerzas armadas y, en no menor medida, de manera
transversal a todos esos eventos, de disputas electorales alimentadas
por una nueva arma ideológica introducida en la región: el faccionalismo evangelicalista –que minimizado, ignorado o consentido por las
fuerzas políticas progresistas del continente, creció silenciosa, paulatina y sostenidamente alimentando esos otros supremacismos raciales, confesionales, de género, clasistas, etc., que aún hoy se esfuerzan
por encumbrar, sostener y legitimar regímenes políticos tan próximos
al fascismo clásico americano: el de las dictaduras de seguridad nacional (Marini, 1955).
211
Ricardo Orozco
DESARTICULACIONES REGIONALES: AMÉRICA
COMO ESPACIO DE DEFINICIONES HEGEMÓNICAS1
Aunque para las teorías clásicas sobre geopolítica el control del territorio (el espacio aéreo y/o los cuerpos de agua) es el elemento fundamental que define el éxito o el fracaso de una intervención geopolítica o de
un posicionamiento estratégico en cualquier parte del mundo, la experiencia histórica de los territorios periféricos muestra que toda operación de este tipo se sustenta en una lógica en la que se articulan cinco
pliegues de dominación. A saber:
i) El pliegue estrictamente geográfico: en el cual, además de las
ventajas que provee el posicionamiento estratégico en una locación terrestre, marítima y/o aérea específica –tanto en términos
espaciales como temporales–, es el control y explotación de los
recursos naturales (materias primas) que provee dicho espaciotiempo el principal objetivo a conseguir.
ii) El productivo/consuntivo: relativo a la organización, el ordenamiento, la definición, el control y la explotación de las capacidades de producción y las necesidades de consumo de una sociedad determinada, en términos materiales.
iii) El poblacional: concerniente a la intervención en las dinámicas
de reproducción orgánica de un colectivo específico, en términos de su regulación y su regularidad sexogenérica, racial y de
clase; definiendo los rasgos tanto cualitativos como cuantitativos de ese colectivo en cuestión.
iv) El político-administrativo: centrado en ejercer el control y la dirección de la actividad gubernamental de una estructura estatal determinada, tanto en el plano de su administración interna
como en la conducción de sus posicionamientos a nivel regional, hemisférico y global.
v) El subjetivo: dentro del cual se juegan una infinidad de factores relativos a la constitución subjetiva de los individuos de una
sociedad, por un lado, y de sus relaciones intersubjetivas con el
resto de la colectividad en la cual vive, por el otro, pero que tiene que ver, sobre todo, con la legitimación ideológica, política
y epistemológica de la intervención geopolítica en cuanto tal.
1 La propuesta de teorización sobre las intervenciones geopolíticas que se expone
en este apartado es un desarrollo propio que parte de una reelaboración de la concepción general de algunos postulados ofrecidos por la teoría decolonial (Quijano, 2014)
articulándolos y complementándolos con los aportes que sobre la materia ha realizado la geografía crítica (León Hernández, 2016) y una lectura de espacialización de la
crítica de la economía política trabajada por Bolívar Echeverría (2018).
212
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
En términos generales, la articulación de estos cinco pliegues –concediéndosele mayor o menor importancia al despliegue de uno u otro
de conformidad con las exigencias de la coyuntura histórica de la que se
trate– es lo que permite que cualquier intervención se despliegue en el
máximo de sus capacidades, como una geopolítica de espectro completo
en la que, además, para cada caso se cubre la producción, la circulación,
la distribución y el consumo de los productos obtenidos en cada pliegue.
Así, por ejemplo, en el pliegue subjetivo transita desde qué tipo de legitimación producir, quién la produce, cómo hacerlo, en dónde, cuándo,
etc., hasta el resultado al final de la cadena, que es el control de quién
consume la legitimación ideológica, política y epistemológica producida
en el primer momento, pasando, en una fase intermedia, por la completa organización de los canales, los procesos, las dinámicas, los espaciostiempos, etc., de circulación e intercambio de los contenidos políticos,
ideológicos y epistemológicos producidos para que la colectividad objetivo los consuma y de esa manera acepte, interiorice y legitime el evento. Lo mismo sucede con los otros cuatro pliegues.
En un sentido amplio, es la articulación de esos cinco planos en
cada una de sus fases (producción, consumo, distribución y circulación), lo que constituye la unidad histórica general de intervención
geopolítica cuyo control, explotación y conflicto tiene –en el capitalismo moderno y para el sujeto histórico capitalista (Echeverría, 2018) en
cuestión– la función de ser condición de posibilidad del sostenimiento
de la forma específica en que este configura y da sentido a la reproducción social en su totalidad (León Hernández, 2016) –lo que conlleva, de
suyo, la reproducción de su propia lógica de valorización autovalorizante, por cuanto universal concreto.
Atendiendo a esta precisión, por consiguiente se visibiliza, entonces, que cada intervención geopolítica del capital, en general, siempre
se fundamenta en la necesidad de conseguir objetivos mucho más profundos que los concernientes a concesiones a grandes empresas, al control administrativo del gobierno de un país o a la facilitación de la actividad financiera en una colectividad: estas son, en estricto, la cara
más visible de cualquier coyuntura geopolítica en el mundo, sin duda;
pero no es en ese nivel en donde se juegan sus últimas consecuencias,
pues este apenas remite a la práctica de la política (del ordenamiento institucional de una sociedad), cuando en realidad la potencia de
toda intervención radica, antes bien, en la reorganización que hace
de las prácticas de socialidad y de los contenidos políticos de una colectividad singular; esto es, o bien en la capacidad que se despliega para
subsumir realmente aquello que aún permanece fuera –o apenas formalmente subsumido a la reproducción capitalista de la vida en sociedad–, o bien en la capacidad que se despliega de re-ordenar cualitativa y
213
Ricardo Orozco
cuantitativamente aquello que ya subsumió realmente, pero que precisa de una nueva figura para adaptarlo a las nuevas relaciones y factores
de producción vigentes.
La especificidad de América, para cada uno de esos pliegues, es que:
i) Las sociedades americanas comparten la misma plataforma continental que la potencia que hoy día se encuentra en declive frente a su
competencia más próxima, China. Esa vecindad supone dos cosas: que
Estados Unidos y América comparten la misma condición de aislamiento que les proveen los océanos Pacífico y Atlántico, respecto del resto
de las masas continentales, por un lado; y, derivado de lo anterior, que
América funciona para Estados Unidos como su propia reserva de recursos naturales, prácticamente bajo estatuto de exclusividad, a la manera en que las periferias asiática y africana funcionan para Europa y
más recientemente para China.
Visto lo anterior en un panorama más amplio, pero mucho más
concreto, lo anterior implica que América es para la potencia hegemónica en decadencia (tanto como lo fue para sus antecesoras y ahora
para su previsible sucesora), un espacio-tiempo de acceso, explotación
y disfrute irrestrictico, permanente y sistemático de recursos que resultan estratégicos para la actividad comercial que alimenta y sostiene la
condición de hegemonía de aquella. Su aseguramiento para uso exclusivo de Estados Unidos significa que la competencia por los recursos estratégicos de alguna manera se externaliza o se desplaza hacia las otras
dos grandes zonas periféricas del mundo –por ser las de más fácil acceso para las potencias que compiten por la hegemonía global–, de tal
suerte que la racionalidad que impera en esa ecuación es la de agotar la
autosuficiencia relativa de esas regiones y las reservas de las mismas al
mismo tiempo que se mantienen a salvo las propias de Estados Unidos
en América. Acceder a estas por parte de China o Europa, por lo contrario, implica un acto de invasión a propiedad privada estadounidense, y,
por lo tanto, conlleva o más riesgos o el otorgamiento de mayores concesiones a cambio.
América, en materia energética, por ejemplo, ofrece a Estados
Unidos, a través de las reservas probadas en sus yacimientos, la posibilidad de consolidar su estrategia de asegurar su autosuficiencia en consumo de hidrocarburos en plazos que se extienden hasta los cincuenta años. Y es que, si bien es cierto que alrededor del 70% de las reservas
probadas se encuentran en Oriente Medio y Asia Central, Venezuela
cuenta con una cuota de más de trescientos mil millones de barriles de
reservas, México tiene el control de yacimientos limítrofes con la plataforma continental estadounidense y Brasil es el décimo quinto reservorio del hidrocarburo a nivel mundial (Ceceña, 2003). Ello, en un
momento en el que la disponibilidad del crudo a nivel global es cada
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BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
vez menor, la competencia por su aprovechamiento es más reñida y la
dependencia de los principales centros consumidores crece constantemente, convierte a América en una suerte de edén que es preciso asegurar para sí para amortiguar el impacto del agotamiento externo.
Pero América, además, es uno de los principales centros de concentración de biodiversidad en el planeta: “Brasil tiene 55 mil plantas raras,
Colombia 45 mil, México y Perú 20 mil cada uno, y Venezuela, Bolivia
y Ecuador entre 15 y 20 mil cada uno […], Perú tiene 1 642 especies
de aves, Brasil 1 567; Brasil tiene 485 especies de anfibios y Perú 233”
(Ceceña, 2002). Brasil, Colombia y Perú, además, son los tres países de
la región (el primero, el sexto y el octavo lugar a nivel mundial, respectivamente) que concentran la mayor cantidad de agua dulce, con 5 661;
2 270 y 1 641 miles de metros cúbicos, en cada caso (Maps of the World,
2015). Y en el plano de los minerales estratégicos para las actividades
económicas (científico-tecnológicas) del siguiente medio siglo, Estados
Unidos depende de diversos países de la región en un cien por ciento de
sus importaciones para diecisiete de ellos: de Brasil y Jamaica en su consumo de bauxita y alúmina; de México, en flúor; de Brasil y México, en grafito; de Brasil, en niobio y de México, en estroncio. Pero también lo
hace, en una lista más amplia de estos elementos: de Chile, en un 88%
del yodo, 77% del renio, 35% del cobre (junto con Perú y México) y 19%
de la sal; de Bolivia, en un 87% del antimonio y 42% del tungsteno; y de
Perú, en un 75% del estaño (junto con Bolivia), 72% del zinc (junto con
México) y 57% de la plata (junto con México). Y respecto del litio, el mineral estratégico de mayor relevancia en este momento para el desarrollo
de la inteligencia artificial, la automatización de procesos, el Machine
Learning y el BigData, Estados Unidos depende en un 63% de Argentina
y en un 33% de Chile (Jaskula, 2016); de ahí que la convergencia entre el
cambio de gobierno en el primero y las presiones sociales en el segundo
sean uno de los motivantes más fuertes para abrir en Bolivia –que posee
un tercio de las reservas globales (Johnson y Palmer, 2019)–, a través de un
golpe de Estado, un tercer frente de abastecimiento, en caso de que los
otros dos proveedores comiencen a presentar dificultades por la coyuntura política específica que viven.
América también posee algunas de las extensiones de tierra cultivable más grandes del orbe. México cuenta con un 55% de su tierra
cultivable; Guatemala, con 35%; Nicaragua, con 45%; El Salvador, con
76%; Costa Rica, con el 36%; Panamá, con el 30%; Ecuador, con el 30%;
Colombia, con el 40%; Venezuela, con el 24%; Bolivia, con el 35%; Brasil,
con el 33%; Paraguay, con el 54%; Uruguay, con el 82%; Argentina, con
el 55% y Chile, con el 21%. Tierras que, en su conjunto, sirven de contrapeso a las extensiones cultivables a las que el resto de las economías centrales acceden en la periferia africana y asiática (Banco Mundial, 2015).
215
Ricardo Orozco
ii) Las diferencias salariales que existen entre las sociedades de las
Américas y la estadounidense permiten a los capitales de este reducir
sus costos de producción trasladando su actividad productiva hacia las
zonas más pauperizadas de aquella, en donde la sobrepoblación presiona los salarios, la autoridad pública ofrece concesiones enormes a su
establecimiento (como condonación de impuestos y nulas regulaciones
ambientales). Además, justo por su enorme población y por la penetración que han tenido los capitales financieros en la región (aun en economías informales tan amplias como en los casos de México y Brasil), las
poblaciones del continente representan enormes mercados cautivos de
los productos que manufacturan y que les son devueltos con valor agregado desde las economías centrales. En otras palabras:
Frente a la herencia colonial de nuestros países, y en razón del lugar que
estos ocupan en la jerarquía económica mundial, resulta que las empresas transnacionales determinan, por su presencia, ausencia y migración,
buena parte de las evoluciones de nuestras economías. La dependencia,
por tanto, deriva no solo de la implantación de capitales extranjeros sino
también de la “falta” de ellos. El proceso de polarización económica ha
llegado al punto en que son contados los espacios económicos que cuentan con viabilidad endógena frente a las decisiones y la acción del gran
capital transnacional (Ornelas, 2008: 147).
iii) En el plano poblacional, la diversidad y la multiplicidad de poblaciones que existen en América históricamente ha justificado dos
grandes tendencias de intervención geopolítica en la región. La primera de ellas tiene que ver con la manera en que la enorme proporción de
sociedades indígenas sirve a Occidente, en general, y a Estados Unidos
en particular, para justificar su proyección colonialista e imperialista
con base en el argumento de que la región necesita transitar hacia formas de vida más civilizadas y progresistas. La segunda, con la infinidad
de posibilidades y escenarios que las colectividades americanas le ofrecen a aquellos y sus capitales para ensayar nuevos dispositivos, estrategias y tecnologías de poder para después ser aplicados a otras geografías del planeta.
En el primer caso, por lo tanto, el tipo de población que existe en el
continente es aprehendido por el gran capital, las economías centrales
de Occidente y sus potencias regionales y hegemónicas para desdoblar
sobre ellas y sobre el resto de las periferias globales un montón de prácticas que las subordinan e inferiorizan bajo lógicas binarias y la idea
de que en ellas se personifica todo el atraso que, se supone, Occidente
ya ha dejado atrás. Oposiciones como libertad/represión, democracia/
dictadura, civilizado/bárbaro, progresista/atrasado, etc., son, entonces,
216
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
montadas sobre ese discurso, que tiene su condición de posibilidad en
la existencia de la diversidad de civilizaciones en la región, y que se emplea para justificar y legitimar intervenciones en nombre de la libertad,
la democracia, el progreso y la civilización humana.
iv) Las enormes presiones que ejerce el despliegue geopolítico estadounidense sobre el continente, ya sea por la vía de ejercicios estrictamente políticos o por la imposiciones de bloqueos y embargos a las
actividades económicas de las sociedades de la región, por su potencial para movilizar a los sectores que le son favorables sobre el terreno, por la dependencia de los capitales americanos de sus empresas o
por la capacidad con la que aún cuenta para intervenir de manera militar en cualquiera de sus territorios sin oposición o resistencia alguna que sea efectiva para detenerlo, históricamente ha condicionado a
los aparatos gubernamentales de estos países a someterse, secundar o
mantenerse inertes ante las decisiones de política exterior que aquel
toma a través, por ejemplo, de organizaciones como la OEA o el Banco
Interamericano de Desarrollo.
Las intervenciones en el continente legitimadas por el voto de los
Estados americanos en el seno de la OEA o el rechazo de iniciativas de
articulación comercial regional, como el ALCA, dan cuenta, en cada extremo de la ecuación, de la importancia que reviste el control geopolítico de la autoridad pública en estos Estados para hacer valer cualquier tipo de intervención, por un lado, o para rechazarla, por el otro.
Además, en el plano interno de cada Estado, su control permite el que
se facilite la imposición de directrices definidas por la economía estadounidense a través de los actores locales en el resto del continente, sancionando su legitimidad, su validez jurídica y su aplicación efectiva. La
introducción de las guerras en contra del narcotráfico internacional o
la acelerada militarización de la vida en sociedad, por ejemplo, son dos
casos muy concretos en los que se observa que, para hacer de ambas
una tendencia regional que permitiese a Estados Unidos y sus capitales mantener cierta posición de fortaleza en la región –a pesar de sus esfuerzos concentrados en las guerras que desató en Oriente Medio– desde principios del siglo se requirió del desdoblamiento de una suerte de
diplomacia total “que abarcase todas las relaciones y estructuras básicas envueltas en la supremacía de Estados Unidos sobre las otras naciones del continente” (Ianni, 1974: 18), y en la cual el racismo es su componente articulador básico.
v) A pesar de la devastación que causaron en el continente los procesos de colonización occidentales primero, y luego las sucesivas intervenciones geopolíticas y dinámicas militaristas, América sigue siendo
una fuente de saberes ancestrales y contemporáneos de suma importancia para el resto de las periferias globales y del mundo. La diversidad
217
Ricardo Orozco
y la multiplicidad de sus poblaciones tiene en la región un rol protagónico en la generación y articulación de resistencias políticas y culturales, así como en la derivación de estas hacia saberes emancipatorios
que históricamente han sido estudiados por Occidente para saber cómo
contrarrestarlas y atajarles el camino en la consecución de sus emancipaciones. América, además, es una enorme caja de resonancia que, a
través del colonialismo intelectual ejercido en sendos sectores de sus
poblaciones, potencia los discursos del poder y de la explotación imperiales generados en los centros geopolíticos del saber mundial.
LA REAPROPIACIÓN NEOLIBERAL DEL ESTADO
EN AMÉRICA: EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
Desde principios del milenio y hasta aproximadamente mediados de su
segunda década, en América emergieron múltiples movimientos sociales, programas políticos, apuestas culturales y proyectos gubernamentales que le dieron a la región poco más de una década de gobiernos
progresistas montados sobre una agenda de reivindicaciones sociales
que si bien es cierto que en su implementación no terminaron con el
neoliberalismo y en ningún sentido les hizo constituirse como proyectos anticapitalistas, sí dieron marcha atrás con algunas de sus trayectorias más nocivas y violentas.
Hugo Chávez, en Venezuela (1999-2013); Luiz Inácio da Silva
y Dilma Rousseff, en Brasil (2003-2011/2011-2016); Evo Morales, en
Bolivia (2006-2019); Cristina Fernández, en Argentina (2007-2015);
Rafael Correa, en Ecuador (2007-2017); José Mujica, en Uruguay (20102015) y Fernando Lugo, en Paraguay (2008-2009), son apenas la personalización de una tendencia social que los sobrepasa –por la magnitud
y la fortaleza que adquirieron los movimientos sociales y políticos en el
continente antes y durante su mandato–, pero que da cuenta, de manera sintética, del ciclo político en el que se adentraron las naciones americanas desde principios del siglo y durante los siguientes diez años. Y
aunque es cierto que existen diferencias abismales entre unos y otros,
derivadas de las especificidades de cada sociedad y de las correlaciones
de fuerzas presentes y en juego en cada Estado, también es verdad, no
obstante lo anterior, que en conjunto lograron conducir el rumbo de la
región por derroteros que nunca antes en la historia de este continente
se habían visto –no, por lo menos, desde los días de Salvador Allende; y
excluyendo, por supuesto, la experiencia específica de Cuba y gran parte de los gobiernos revolucionarios en la franja central del continente,
hacia finales del siglo XX.
A su manera, cada uno de los progresismos gestados en la región
–ya fuera que se concretasen en gobiernos nacionales o locales, en partidos políticos de gran envergadura o en movimientos sociales, políticos,
218
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
culturales, populares, obreros, sindicales, indígenas, etcétera– logró
abstraer a América, en diferentes grados y con intensidades distintas,
de esas regiones del planeta privilegiadas por los capitales para llevar a
cabo en sus economías las más atroces estrategias de externalización y
reducción de costos de producción en sus tres configuraciones básicas
(salarios, impuestos y medio ambiente). Y lo hicieron, no sobra señalarlo, en un momento en el que la trayectoria seguida por la automatización, la inteligencia artificial, el BigData y el Machin Learning ya comenzaban a posicionarse como los vectores o los catalizadores de los
cambios cualitativos y cuantitativos de la actividad productiva/consuntiva por todo el orbe.
En ese sentido –y sin menospreciar ni invisibilizar que los gobiernos progresistas en América también coadyuvaron a la profundización
de algunas de las peores lógicas del neoliberalismo en sus sociedades:
como la exacerbación del extractivismo y la agudización de la financiarización de la vida cotidiana; o, en otro registro, la militarización del colectivo–, mientras que en periferias como la africana y ciertas partes de
la asiática se mantuvieron dentro de la tendencia a agudizar el neoliberalismo en toda su extensión y sus consecuencias, en América, durante
una década, se impulsaron agendas que iban desde la moderación hasta grados más o menos radicales de ruptura con el programa económico y civilizatorio neoliberal.
Brasil, Argentina y Ecuador fueron los tres casos en los que mayores concesiones se realizaron al gran capital transnacional para lograr
construir matrices económicas estables a partir de las cuales fuese posible cambiar y mejorar las condiciones de vida de sus sociedades, en
términos de una mayor justicia social. Cuba, Venezuela y Bolivia por su
parte, se plantearon agendas y proyectos mucho más ambiciosos, más
autónomos y radicales en donde si bien es cierto que se realizaron concesiones a los intereses que durante años sostuvieron al neoliberalismo
en sus países, también es verdad que estas no fueron las piedras de toque del andamiaje que se construyó con posterioridad –estrategia que,
por lo demás, les ofreció, en cada caso, márgenes más amplios de autonomía, negociación y resistencia a los embates que desde su génesis se
tuvieron que enfrentar.
Ahora bien, aunque en toda la región, a lo largo de la década, lo
que privó fue el desdoblamiento de un mismo patrón de poder y de intervención geopolítica que siempre tuvo por objeto dar marcha atrás en
algunas de las dinámicas que el progresismo había echado a andar, lo
que es un hecho es que para el primer conjunto de Estados el asedio fue
mucho menor que para el segundo. La disputa histórica con Cuba, las
enormes reservas de gas y petróleo de Venezuela y la profundidad del
cambio político y la reconstitución del Estado en Bolivia (entre otros
219
Ricardo Orozco
factores) le confirieron a cada uno de estos Estados una posición privilegiada dentro de la órbita imperial que derivó en que los esfuerzos injerencistas sobre sus sociedades fuesen mayores y más agresivos que
con el resto de los progresismos regionales. La fortaleza y la estabilidad
de los compromisos políticos alcanzados en Cuba, Venezuela y Bolivia,
además, era de una mayor densidad que en el resto del continente, lo
cual, por sí mismo, ya suponía una dificultad mayor en términos de los
esfuerzos que se requerían para lacerar de nuevo su tejido social y minar su potencial de cambio.
Bolivia es sin duda el ejemplo de mayor radicalidad que da cuenta
de lo anterior. Apenas ganado el control del andamiaje gubernamental
del Estado, el progresismo boliviano –soportado por un enorme y combatiente movimiento en el que se articularon lo mismo bases indígenas
y campesinas que industriales y urbano-sindicales– se llevó a cabo un
proceso de reconstitución del Estado con el propósito de reconfigurar
sus correlaciones de fuerzas y las tensiones orgánicas que lo atravesaban hasta conseguir mayores grados de horizontalidad en el ejercicio
del poder. En ese mismo instante, además, se nacionalizó la industria
de hidrocarburos (gas, petróleo y sus derivados); se transitó hacia la reapropiación de sectores estratégicos como los del transporte y las telecomunicaciones y se impulsó el más grande esfuerzo hasta entonces realizado en la historia de Bolivia de redistribución de la riqueza
social a través de dos grandes vectores: a) acciones a favor de la inclusión, tales como: Renta Dignidad a favor de las personas mayores, Bono
Juancito Pinto a favor de la escolarización de los niños y Renta Juana
Azurduy de Padilla para las mujeres embarazadas, y b) políticas estructurales de inversión social y en infraestructuras. Además [de] aquellos
programas más pequeños que han consentido democratizar el paulatino cambio de la matriz productiva: programa Proleche a favor de los
productores pequeños de leche para defenderlos del monopolio y con
fijación de precios de consumo, la creación de Empresa de Apoyo a la
Producción de Alimentos, la Empresa Azucarera San Buenaventura, la
Empresa Pública Nacional Estratégica Cementos de Bolivia, etcétera
(Serrano, Mancilla, 2014).
De acuerdo con reportes elaborados por la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2019), Bolivia, durante los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), con Evo Morales y Álvaro
García Linera al frente, es el caso de mayor éxito en la región, dentro de
la totalidad de los proyectos progresistas que emergieron desde principios del siglo. Hacia el 2019, Bolivia seguía siendo la economía que
más crecía (4.9% del PIB), por encima del promedio de la región y del
resto del promedio global. Entre el año 2000 y el 2018, además, la tasa
neta de matriculación en educación elemental (primaria y secundaria)
220
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
del país pasó del 62.4% al 76.4% en el caso de las mujeres y se mantuvo relativamente estable alrededor del 90% para los hombres (salvo un
estancamiento entre 2012 y 2015 de alrededor del 85%); las tasas de alfabetización el país rondan el 99.4% para ambos géneros; la tasa de
mortalidad infantil pasó del 58.8% al 21.8%; el gasto público en el sector salud alcanzó a superar el 6.0% del PIB; la proporción de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria
descendió hasta el 17.1%; la tasa de desempleo cayó hasta debajo del
5.0% (aunque con una fuerte ocupación en la informalidad en los sectores urbanos del 63.1%); la pobreza pasó de su punto más alto, 58.5% en
2005 al más bajo en su historia 23.4% en 2018; mientras que la pobreza
descendió desde el 22.9% hasta el 5.3% en el mismo periodo.
Al margen de la abstracción estadística, lo que es un hecho es
que durante el mandato popular del MAS las condiciones sociales en
Bolivia mejoraron significativamente, tanto cualitativa como cuantitativamente. Y, sin embargo, en 2019 el gobierno encabezado por Morales
y Linera fue depuesto por un golpe de Estado que aún se encuentra en
curso y del cual aún no se sabe cuáles serán sus últimas consecuencias
ni el límite al que llegarán sus actos para deshacer todo lo que se logró
en los pasados trece años. ¿Qué factores explican que se haya logrado
consumar dicho golpe, con una anuencia social tan grande al interior
del país, en un momento en el que el desempeño de la plataforma del
MAS y sus resultados en indicadores sociales y económicos mostraban
algunos de sus mejores resultados?
La hipótesis aquí propuesta se articula a partir de cuatros vectores:
i) Al igual que ocurrió en casos como el brasileño y el argentino, el
éxito de las políticas públicas y la agenda social del MAS llevó a amplios
sectores de la sociedad a modificar su posición de clase en el conjunto
del colectivo, creando, por un lado, un franja de clases medias más amplia, pero profundamente irritable y combativa que se volvió cada vez
más beligerante en contra del desempeño del gobierno en turno; y por
el otro, el relativo estancamiento de las capas medio-superiores (pequeñoburguesas) dentro de las cuales se alimentó un acumulado de resentimiento de clase y político causado por la pérdida, disminución o estancamiento de sus privilegios.
Quizás es el rasgo más distintivo de legitimación de los conservadurismos de derecha que se hicieron gobierno en los años recientes:
lo mismo en Brasil que en Argentina, Ecuador, Uruguay y, por supuesto, Bolivia, las dinámicas de mayor violencia en el seno de las disputas políticas que se juegan en cada sociedad son alimentadas por clases
medias, blancas, generalmente militantes convencidas de la preservación de ciertos valores cristianos, las que salieron a las calles de sus
respectivos países a pedir por la vuelta de la dictadura, los gobiernos
221
Ricardo Orozco
autoritarios, la mano firme y la represión de las clases más pauperizadas y las comunidades indígenas.
La clase media se lanzó a la cacería de los indios. En la noche del
lunes 21 se quemaron 5 de los 9 órganos electorales, incluidas papeletas
de sufragio. La ciudad de Santa Cruz decretó un paro cívico que articuló a los habitantes de las zonas centrales de la ciudad, ramificándose el
paro a las zonas residenciales de La Paz y Cochabamba. Y entonces se
desató el terror. Bandas paramilitares comenzaron a asediar instituciones, quemar sedes sindicales, a incendiar los domicilios de candidatos y
líderes políticos del partido de gobierno. Hasta el propio domicilio privado del presidente fue saqueado; en otros lugares las familias, incluidos hijos, fueron secuestrados y amenazados de ser flagelados y quemados si su padre ministro o dirigente sindical no renunciaba a su cargo.
Se había desatado una dilatada noche de cuchillos largos, y el fascismo
asomaba las orejas (García Linera, 2019).
ii) Las personalidades fuertes de los gobiernos del MAS se vieron
afectadas por un desgaste político acumulado a lo largo de trece años
(operó en particular en el último lustro), que se concatenó con un contexto de mayores dificultades para trabar alianzas y articular compromisos políticos estables con la multiplicidad de intereses y actores que
resultaron fortalecidos por diez años de gobierno masista.
iii) La correlación de fuerzas a lo largo y ancho de todo el continente se modificó en tres aspectos:
a) En Estados Unidos asumió el control del gobierno y de la política exterior un proyecto fundado en la necesidad de practicar
un despliegue geopolítico global de aguda agresión y profundamente violento para contrarrestar la debilidad en la que se vio
inmersa la potencia estadounidense frente a dos de sus principales competidores: China y Rusia.
Ya desde el preludio electoral, el contrapeso articulado por
la relación entre el progresismo americano, por un lado, y los
intereses rusos y chinos, por el otro, llevó a amplios círculos de
estrategas y encargados del análisis y la proyección de la política exterior estadounidense a hacer de la contienda electoral boliviana su principal escenario de intervención geopolítica (Romano et al., 2019). No tanto porque las elecciones mismas
estuviesen en el centro de la estrategia de intervención, sino, antes bien, porque, derivado del conflicto que la oposición a los gobiernos del MAS edificó sobre la interpretación constitucional
del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) –en torno de la
habilitación de Evo Morales para candidatearse a la presidencia
de nueva cuenta–, lo que privó como lógica de intervención fue
la elaboración de escenarios de inestabilidad política y protestas
222
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
sociales generalizadas de la oposición, aprovechando que dicha
decisión por parte del TSE podría ser capitalizada sistemáticamente como un factor fundamental para normalizar un imaginario colectivo nacional y regional de ilegitimidad, de fraude electoral y de uso sectario de las instituciones del Estado en favor de
la fórmula Morales-Linera.
La precisión de tales previsiones, no está de más señalarlo,
fue tanta que en ellas se incluyeron escenarios a) en los que el
uso de violencia opositora escalara a niveles virulentos de manera inmediata con posterioridad a la publicación de los resultados
electorales; b) en los que el bastión de la oposición fuese Santa
Cruz (rol histórico dentro de la política boliviana en los mandatos del MAS); c) en los que el gobierno aún en funciones de
Morales decidiese actuar de manera firme (a través del uso de las
fuerzas policiales y/o armadas) ante la escalada de violencia de
la oposición a su reelección; d) en los que la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos resultarían contraproducentes para fortalecer a las fuerzas opositoras locales; y e) en los que
la implementación de sanciones restringidas a ciertos liderazgos
del MAS coadyuvarían al debilitamiento del sus bases, si bien
resultarían, en última instancia, ineficaces para revertir los resultados sancionados por las autoridades (Romano et al., 2019).
b) Los gobiernos progresistas aprovecharon la disputa por la hegemonía global para ampliar sus márgenes de autonomía regional
mediante el estrechamiento de alianzas estratégicas con China y
Rusia, fortaleciendo la presencia de ambos actores en la región
en sectores clave como defensa, minería y energía.
Hacia el tercer mandato del MAS al frente del andamiaje gubernamental del Estado boliviano, las relaciones que se establecieron con regímenes como los de Turquía e India (actualmente
desafiantes al statu quo occidental) se sumaron al estrechamiento de vínculos con Rusia y China, colocando al Estado americano en el centro de diversos procesos de multipolarización del
ejercicio del poder global. En cada caso, avanzar sobre los programas y la agenda gubernamental boliviana de industrialización del litio fue un tema motriz de los acercamientos diplomáticos tanto como lo fueron la industria petrolera, la farmacéutica,
la de investigación biomédica, el sector agroindustrial y el de defensa (militar y armamentístico).
Con China, específicamente, el gobierno boliviano firmó un
conjunto de acuerdos de entre los cuales resaltan, por su importancia y valor estratégico, los concernientes a la participación de capitales chinos en proyectos de infraestructura nacional y regional,
223
Ricardo Orozco
así como los relativos a la industrialización del litio en los salares
de Potosí (a través de la empresa china Maison Engineering, que se
suma a las inversiones de Tianqi Lithium la otra gran corporación
china que en 2018 se convirtió en la segunda mayor inversionista
de la chilena Sociedad Química y Minera [Rathi, 2018], principal
explotadora del litio en los territorios limítrofes conocidos como
el triángulo de litio [Minería Panamericana, 2019]).
La cuota de mercado de China en la producción global de litio, sumada a sus inversiones en las más grandes empresas mineras chilenas, a los acuerdos firmados con Bolivia para la explotación de sus salares y a la convergencia, en el mismo año, de
intensas movilizaciones sociales en Chile y el cambio de gobierno en Argentina (desplazándose de nuevo hacia la izquierda),
son los cinco principales catalizadores políticos que, luego de la
interpretación constitucional que habilitó la candidatura de Evo
Morales a la presidencia por cuarta vez consecutiva, elevaron el
nivel de riesgo que los gobiernos del MAS representaron para
la intelligentsia estadounidense y sus capitales, previendo que si
bien es cierto que el Estado aún no cuenta con una industrialización eficiente del mineral, la interrupción de flujos desde otras
geografías y el acaparamiento de los yacimientos bolivianos por
rusos y chinos, en un contexto en el que se proyecta que la flota de automóviles a nivel global crezca en 33% para los vehículos eléctricos, constituye un peligro de seguridad nacional para
la economía de Estados Unidos y su predominio en las tecnologías de vanguardia (Crowther, 2018).
Mientras que con Rusia
se establecieron compromisos vinculados a inversiones en hidrocarburos, industria del litio, energía nuclear y de tecnología
militar. También se firmaron convenios para la venta y exploración gasífera con la petrolera rusa Gazprom, que invertirá 1 200
millones de dólares en la exploración del campo Vitiacua, y con
Acron, que se comprometió con la compra de entre 2 y 4 millones de metros cúbicos al día de gas […] así como acuerdos para
capacitación técnica, envío de oficiales bolivianos a capacitarse
en institutos y academias militares rusas, transferencia de tecnología y material de defensa (Martín-Carrillo, 2019).
c) Las disputas electorales en la región modificaron el mapa político relativamente homogéneo que se tenía en tres direcciones:
a) con virajes hacia conservadurismos de derecha sumamente
violentos en los casos de Argentina y Brasil; b) la emergencia en
224
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
México de un movimiento popular de corte progresista por primera vez en su historia; y c) la intempestiva irrupción política de
movilizaciones populares e indígenas en Chile y Ecuador, oponiendo resistencia a los ajustes estructurales fondomonetaristas
que se tenían proyectados en ambos países.
Salvo los casos de Cuba y Venezuela (entre los actores de
mayor influencia en la región), que en el último lustro han tenido que soportar un recrudecimiento sustancial de los bloqueos,
los embargos y otras estrategias de intervención geopolítica en
ambos países, pero sin claudicar, el resto de las sociedades americanas vivió un proceso de intenso cambio de signo ideológico
en sus gobiernos y en las correlaciones de fuerzas dominantes
en cada una de ellas. Venezuela vive actualmente una guerra de
baja intensidad que, en últimas fechas, se ha concretizado en la
autoproclamación de un gobierno que se hace llamar a sí mismo
legítimo y de transición, soportado diplomáticamente por la mayor parte de los aliados de Estados Unidos en el hemisferio occidental. La plataforma gubernamental encabezada por Maduro,
no obstante, sigue en pie, avanzando, incluso, hasta extremos en
los que se busca hospedar una base militar permanente del ejército ruso en territorio venezolano (Newsweek, 2019).
Brasil y Argentina, sin embargo, no corrieron con esa suerte:
en el primero, una dictadura militar se instaló en la presidencia luego de judicializar un golpe de Estado parlamentario en contra de la
presidente Rousseff y de proceder de manera similar en contra del
expresidente Da Silva para bloquear su campaña electoral para regresar al mando del ejecutivo de ese país. Un servilismo pocas veces visto en la historia reciente de Brasil se apoderó de su política
exterior ofreciendo el territorio brasileño a Estados Unidos para
construir bases militares en las regiones fronterizas con el centro
del continente, y avanzando sobre la interrupción o el bloqueo de la
participación china y rusa en diversas iniciativas de infraestructura
y comunicaciones (como la red de vías férreas que conectaría ambos océanos atravesando Brasil, Bolivia y Perú). En Argentina, por
otra parte, se instaló en el gobierno del país una presidencia que,
por medio de sistemáticos choques financieros, sumergió a su sociedad en una espiral de subreendeudamiento, déficit fiscal, escasa inversión pública, aniquilación del ingreso y elevación desmedida de la inflación. Además, en ambos casos la criminalización de la
protesta social, la represión armada y el recurso a la violencia política se convirtieron en la norma general de gobierno.
Brasil y Argentina son, en este sentido, los dos casos paradigmáticos de la concreción a la que se llegó en la articulación
225
Ricardo Orozco
de intereses entre las estrategias de intervención geopolítica
estadounidenses y los capitales locales de las economías americanas para dar un cambio de rumbo que capitalizase la reconstrucción del tejido social y de las capacidades de producción y necesidades de consumo que logró el progresismo en
los diez años anteriores. Pero no son casos aislados: se concatenan con un patrón de intervención más amplio que entre
2014 y 2015 aprovechó la coyuntura electoral de la región para
desestructurar la unidad regional alcanzada y reneoliberalizarla: fueron nueve elecciones presidenciales (El Salvador, Costa
Rica, Panamá, Colombia, Brasil, Bolivia, Uruguay, Guatemala
y Argentina), más siete legislativas (El Salvador, México,
Venezuela, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Colombia) en donde
la oposición al progresismo ganó fuerza en la mayor parte de
los casos (si bien no en el mando del gobierno, sí en los diferentes órganos del Estado y, sobre todo, en lo que se refiere a
movilizaciones).
Hacia el final del tercer lustro del siglo, solo la Bolivia del
MAS mantuvo su trayectoria y su programa político fundamental, quedando cercada en el corazón del continente. Por eso se
hizo importante para los intereses golpistas e injerencistas que,
ante la victoria de Alberto y Cristina Fernández, en Argentina; el
fortalecimiento electoral de la izquierda en Colombia; el desmoronamiento de la aprobación de los gobiernos de Jair Bolsonaro,
en Brasil y de Pedro Pablo Kuczynski, en Perú (ambos por su
implicación en maxiprocesos de corrupción); y de las movilizaciones indígenas, en Ecuador, y estudiantiles, en Chile; la derecha boliviana se fortaleciese, obstaculizando cualquier intento
de articulación política entre el único gobierno que sorteó todo
tipo de intervenciones sobre su territorio y ese conglomerado de
fuerzas en disputa con el neoliberalismo renaciente.
México se insertó en esta ecuación a través de dos variables:
a) luego de cuatro gobiernos neoliberales y en extremo agresivos con las fuerzas populares del país, asumió el control gubernamental del Estado una plataforma política de izquierda moderada con peso y relevancia propias de oposición a los procesos
injerencistas estadounidenses en el país y en el resto de las sociedades de América; b) a pesar del bajo perfil que presenta su
política exterior hacia la región, la densidad de la misma es la
suficiente como para que al tomar posesión el nuevo gabinete
electo en 2018 las fuerzas progresistas en Venezuela, Argentina
y Bolivia (más Cuba) comenzaran a buscar mecanismos de cooperación regional.
226
BIFURCACIÓN SISTÉMICA, PATRÓN DE PODER CAPITALISTA EN AMÉRICA
iv) El papel central ganado por los grupos pentecostales y evangelicalistas en la región, funcionando como grupos de presión conservadores y dispositivos de proyección y potenciación ideológica de contenidos clasistas, raciales y genéricos.
El tipo de subjetividad que engendra el neoliberalismo en los individuos y las colectividades a las que parasita, sumado a las olas de intensa violencia que se han vivido en la región a partir de la radicalización del uso de la violencia política y criminal como formas de gobernar
a la población, han tenido diversos resultados entre los cuales se halla,
principalmente, el vaciamiento de los contenidos de socialización que
dan cohesión al cuerpo político y social. En los últimos cuarenta años,
ese vaciamiento ha seguido dos trayectorias mutuamente excluyentes,
pero en donde una se alimenta de la otra: por un lado, una disminución
sustancial en la profesión del catolicismo en la región; y por el otro, la
instauración y el crecimiento del evangelicalismo como sustituto de ese
catolicismo (incapaz de dar respuesta a la avasallante violencia y a la disolución de todo lo sólido en el aire que viven las sociedades contemporáneas) y como paliativo del sufrimiento y el vacío existencial cada vez
más generalizado que la valorización del valor producen en individuos
y colectividades por igual.
Fundamento teológico y ético del espíritu del capitalismo estadounidense y noreuropeo, el evangelicalismo se ha convertido en
América y en el resto de las periferias globales en el dispositivo de poder y de proyección ideológica del consumismo y el productivismo
estadounidense más efectivo para articular movimientos populares,
clasemedieros y de masas afines al american way of life, potenciando en el camino, además, una multiplicidad de supremacismos raciales, clasistas, sexogenéricos, etc., que en la coyuntura de la diputa política particular que aquí se analiza es lo que ha radicalizado a
las derechas del continente en contra de las fuerzas progresistas que
se construyeron y autoafirmaron en los pasados diez años. En Brasil,
Colombia y Venezuela (Kourliandsky, 2019), por ejemplo, el evangelicalismo no únicamente creció en términos de su masificación, sino
que, además, logró conquistar posiciones de poder y de representatividad política en diversos órganos e instituciones del Estado (en mayor o menor medida, y cuantitativamente aún escasas, pero no por ello
menos significativas).
En cierto sentido, hoy el evangelicalismo funciona en las periferias
de la misma forma que el adoctrinamiento liberal en contra del socialismo y el comunismo funcionó durante el periodo de la Guerra Fría. Y
es que, con una fuerte conexión entre las clases medias y las comunidades más marginalizadas en cada ciudad americana, el evangelicalismo ha venido a colocarse como un sustituto efectivo de los andamiajes
227
Ricardo Orozco
gubernamentales nacionales en la satisfacción de cierto número de necesidad primordiales para dichas comunidades. Y es, también, el principal promotor de agresivas agendas en contra de la conquista y sostenimiento de derechos, por ejemplo, en el plano del ejercicio de la
sexualidad (como proyectos antiaborto, campañas de adoctrinamiento heteronormadas, criminalización de la homosexualidad, el lesbianismo y la conversión de género, etc.) en momentos en los que por toda
América los movimientos de mujeres que luchan (para emplear la atinada expresión de las mujeres zapatistas) son los vectores centrales de un
cúmulo de resistencias sociales.
En Bolivia, los Comités Cívicos fueron los centros de poder a partir de los cuales se organizó una proporción importante de la violencia
desatada antes, durante y después de consumar el golpe en contra de
Morales y su gabinete. Y la cuestión es que, al ser el evangelicalismo un
tema aún tabú en el debate público regional, relegándolo a la esfera de
la vida privada del individuo, el resistir a su conservadurismo se ha convertido en un serio problema de carácter público, de ejercicio de la política y de gobierno ante el cual las fuerzas progresistas del continente
aún no tienen ni atisbos de solución alguna, más allá de las desgastadas
fórmulas del laicismo decimonónico.
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230
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA
Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA
REGIONAL
Consuelo Ahumada
INTRODUCCIÓN
En una entrevista concedida en el año 2010, Álvaro García Linera, entonces vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, se refirió al
significado del primer gobierno indígena de la historia del país en los siguientes términos: “Es un paso tan grande como el de terminar con la
subordinación. Pero el solo hecho de haber cambiado la representación
en el gobierno hace de esta revolución el cambio más trascendente de
Bolivia desde su fundación. Podemos fallar en lo que sea, pero este solo
hecho coloca la impronta histórica del gobierno del presidente Evo”
(Calloni, 2013: 390). En efecto, fue un logro fundamental, legitimado
por un conjunto de decisiones de índole política, económica, social y
cultural, tendientes a sentar las bases para una sociedad más igualitaria e incluyente, en un país en el que el 65% de la población es indígena
y estuvo durante siglos sumida en la pobreza y marginada del poder y
de las políticas del Estado.
Desde hace un lustro, en medio de los estertores de la crisis económica global, cuando empezó a intensificarse la ofensiva de Estados
Unidos y de las viejas elites de la región en contra de los gobiernos progresistas del continente, el del Movimiento al Socialismo, MAS, parecía
ser el más estable de todos, en un continente cada vez más convulsionado. Por eso, el golpe de Estado de Bolivia, perpetrado por los militares y
la oligarquía nacional y continental y urdido desde las fauces del poder
231
Consuelo Ahumada
en Washington, pareció sorprender a muchos, tanto en el país del altiplano como en el resto de la región.1
Sin embargo, el análisis de algunos de los eventos y procesos, recientes y no tan recientes, no deja espacio para la sorpresa por el golpe
de noviembre pasado. En el presente artículo se examinarán los principales factores que lo explican, en el marco del contexto regional y global. Se parte de la consideración de que este sobrevino como la culminación de un proceso histórico de confrontación social y política entre
las élites, viejas y remozadas, ligadas a los intereses extranjeros, de un
lado, y el grueso de la población, representada por el gobierno de Evo
Morales, del otro. Este enfrentamiento, que se expresó con mayor claridad desde mediados de la década de los ochenta, se intensificó durante
los trece años de su mandato, en la medida en que este puso en práctica
políticas que cuestionaron el orden prevaleciente en el país y en el mundo. En el plano de la geopolítica regional, el triunfo electoral de Evo en
2005 y su desalojo de la presidencia en 2019 son concomitantes con el
ciclo de casi dos décadas de ascenso, consolidación y retroceso de los
gobiernos alternativos del sur del continente americano.
A partir de esta consideración, el análisis siguiente se estructura
en cinco secciones. En la primera se hace un breve contexto del golpe
de Estado del 10 de noviembre de 2019; en la segunda se examinan los
cambios en la geopolítica global y regional y su incidencia en el golpe; la
tercera se centra en la disputa por los recursos naturales y la política del
gobierno en lo que respecta a su nacionalización; en la cuarta se analiza el liderazgo de Evo Morales frente a la agenda de Estados Unidos en
Bolivia; por último, se presentan algunas conclusiones.
1 Durante la primera semana del mes de octubre de 2019 participé en un seminario internacional realizado en la ciudad de La Paz, organizado conjuntamente por
la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia y CLACSO, y denominado
Guerra comercial y crisis capitalista: impactos y alternativas para América Latina.
Dada la coyuntura nacional y regional, el asunto que generó mayor expectativa e
interés entre los participantes fue la posibilidad de conocer de primera mano la situación del país, a escasas dos semanas de las elecciones presidenciales. En ese respecto, en el seminario hubo un importante intercambio de experiencias entre varios
funcionarios del Estado, entre ellos los Ministros de Economía y Finanzas Públicas
y de la Presidencia y el presidente y vicepresidente del Banco Central. Aparte de sus
intervenciones oficiales en el evento, fue posible también conversar con ellos, de manera menos formal y conocer sus impresiones y análisis, tanto sobre las perspectivas
de las elecciones, como sobre algunos aspectos específicos de la situación nacional
y de las amenazas que se cernían sobre el país. Aunque varios de ellos expresaron
su preocupación por el alcance de la conducta de la oposición y por la estrategia de
Estados Unidos de intensificar su permanente campaña de asedio y descrédito del
gobierno de Evo Morales, se percibía un optimismo moderado sobre el resultado
electoral. El presente artículo intenta recoger buena parte de dicha información e
impresiones.
232
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
EL GOLPE EN SU CONTEXTO
Durante la última década, el Estado Plurinacional de Bolivia venía destacándose por su estabilidad económica y sus avances en materia social. Entidades como la CEPAL mostraban sus logros en cuanto a la generación de recursos para multiplicar la inversión pública y social y
reducir la pobreza y las desigualdades.2 Por su parte, los organismos financieros internacionales, tan obsesionados con la ortodoxia neoliberal, reconocían año tras año las cifras positivas de crecimiento y otros
indicadores macroeconómicos que registraba el país.3
Sin embargo, es claro que en un mundo en el que se afianza cada
vez más la agenda de dichos organismos y de los países poderosos, la
transformación económica y social emprendida por el gobierno de Evo
Morales era un proyecto insostenible y arriesgado. Por supuesto que la
experiencia de Bolivia y sus resultados positivos, obtenidos mediante la
puesta en práctica de medidas alternativas, no convenían al orden internacional vigente y a quienes más se benefician de este.
Como se vino a confirmar después, el golpe de noviembre fue planeado con bastante anticipación y la intervención de Estados Unidos y
sus aliados en el país y el continente fue crucial en todo este proceso. De
acuerdo con un informe de CELAG, coordinado por Silvina Romano, el
golpe empezó a gestarse al menos dos años antes. Se cuenta allí cómo
varios think tanks avanzaban en la tarea de impedir a como diera lugar
que el MAS ganara en primera vuelta electoral. La consultora Stratfor,
que hace investigaciones de inteligencia para el gobierno estadounidense, evaluaba posibles escenarios de golpe. Se mencionan también documentos de Wikileaks, en los que queda claro que el acceso al litio de
2 De acuerdo con Alicia Bárcenas, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en América
Latina “Bolivia es el país que más rápidamente ha reducido la desigualdad, dejando
atrás la triste última posición regional que ocupaba en 2002. Esto se ha logrado
apuntalando una importante política de redistribución de los ingresos, orientando el
gasto a los programas sociales que impactan en la reducción de la pobreza, y fortaleciendo el salario mínimo que ha aumentado 64% en términos reales entre 2005 y
2013” (Bárcenas, 2014). Sucesivos informes regionales publicados por este organismo dan cuenta de esos logros.
3 Los organismos financieros internacionales tuvieron que reconocer que entre
2006 y 2019, durante el gobierno de Evo Morales, la economía boliviana se cuadruplicó, al pasar de 9 573 millones de dólares a 42 401 millones. En el seminario realizado
en la Paz arriba mencionado, Pablo Ramos, entonces presidente del Banco Central de
Bolivia, BCB, explicó en su intervención que, a pesar de dicho reconocimiento, fue
necesario que su gobierno les aclarara en más de un evento oficial que los resultados
económicos positivos se debieron en gran parte a la política de nacionalización
de los recursos naturales, la fuerte inversión pública en infraestructura y servicios
sociales y la industrialización de los recursos naturales, en especial el gas y el litio. Se
trataba precisamente de una agenda opuesta a la prescrita por el FMI.
233
Consuelo Ahumada
este país aparecía como un objetivo estratégico para Estados Unidos
(Romano et al., 2019).4
En las semanas que precedieron a las elecciones presidenciales se
respiraba un ambiente muy tenso, poco habitual, incluso en las condiciones de una sociedad tan polarizada como la boliviana. Ardía la
Chiquitanía en el Amazonas y aunque, tal como lo conoció el mundo
entero, el gobierno hacía enormes esfuerzos por controlar el incendio,
la oposición y la gran prensa, dentro y fuera del país, insistían en responsabilizar a Evo del desastre e incluso insistían en compararlo con
el presidente Bolsonaro de Brasil.5 Se incentivaba la movilización social y el caos por cuenta de los llamados comités cívicos de la ultraderecha. Entretanto, el principal candidato de la oposición, Carlos Mesa, y
otros de sus dirigentes empezaron a alertar con anticipación sobre un
supuesto fraude y llamaron a desconocer el resultado electoral, el cual
preveían como favorable al gobierno. Después se desataría la violencia
en contra del gobierno legítimo, de sus funcionarios y partidarios, en
especial en El Alto y Cochabamba, y se produjo el incendio de tres de
los siete colegios electorales en donde estaban consignados los votos y
las actas.
En estos momentos de alta tensión, entraría en acción Luis
Almagro, secretario general de la OEA. La comisión encargada de la
auditoría, que había sido solicitada de manera ingenua por el mismo
gobierno boliviano a esa entidad, se pronunció de manera anticipada
sobre supuestas irregularidades, cuando apenas había revisado un porcentaje mínimo de la votación y, como es lógico, no estaba lista la revisión total del proceso. En dicho pronunciamiento se habló de algunas
irregularidades y de probabilidades, pero no se mostraron evidencias.
Eso sí se mencionó la palabra fraude y se echó a rodar por los medios y
las redes sociales, que estuvieron prestos a cumplir su cometido contra
4 En 16 audios conocidos y divulgados por el presidente de Bolivia dos días antes
del golpe, se registran conversaciones entre miembros de la oposición y tres senadores de Estados Unidos: Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted Cruz. En el primero de
estos audios se llama a quemar estructuras del partido de gobierno, a alegar fraude y
a no reconocer la victoria de Evo, en caso de que se diera. Se habla de una financiación de medio millón de dólares. En las conversaciones se menciona la participación
en el plan de miembros del gobierno de Bolsonaro y de Duque, así como de la Iglesia
Evangélica (Portal Erbol, 2019).
5 En este respecto, y a manera de ejemplo, el entonces presidente del Banco Central
denunció en una intervención durante el evento mencionado que pocos días antes
Estados Unidos había enviado una comisión técnica a Bolivia, supuestamente para
ayudar a extinguir el fuego del Amazonas, pero en realidad, como lo pudo comprobar
el Gobierno boliviano, se trataba de un grupo de expertos en fraude y manipulación
electoral. Como es lógico, no se les permitió ingresar al país.
234
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
el gobierno. Con ello se pretendió darle legitimidad al golpe y el señor
Almagro volvió a cumplir su función de vocero y portaestandarte de la
Casa Blanca, una función que ha desempeñado sin el menor recato durante todo su periodo al frente de la institución.6
Lo que sucedió después era también parte de un libreto conocido,
aunque renovado, adaptado a la época de la inmediatez de la comunicación y su impacto global: el rechazo por parte de la oposición al llamado
a nuevas elecciones que hizo la OEA, el pedido de renuncia al presidente
por parte de la policía y el ejército en medio de las amenazas e intimidación, su traumática salida del país con el apoyo heroico del gobierno de
México y en medio de la hostilidad de la mayor parte de los mandatarios
de la región, quienes no permitieron que el avión mexicano en el que viajaba Evo, junto con el vicepresidente y otros funcionarios, sobrevolara el
territorio de sus respectivos países.7 A partir de entonces, se desató la represión y persecución contra la población, pero en especial contra los indígenas, con tintes claramente racistas, se atropelló la institucionalidad
democrática, se expidió orden de captura contra los principales funcionarios del gobierno y dirigentes del MAS, a quienes se acusó de terrorismo. De esta manera, se concretó un golpe de Estado azuzado por los medios, pero fraguado a la vieja usanza de los años sesenta y setenta, de tan
ingrata recordación en la historia de América Latina.
Sin embargo, para entender de manera más precisa el contexto
antes esbozado, se requiere volver varios años atrás en la historia. La
Embajada de Estados Unidos y todas sus agencias adscritas en Bolivia,
la CIA, la DEA y USAID y la National Endowment Foundation (NED),
con el apoyo de la oligarquía del país, intentaron durante décadas impedir que la figura e influencia de Evo Morales surgiera y se consolidara en
6 En un análisis del documento final de la auditoría, presentado por la OEA semanas después del golpe, CELAG encuentra que este es tan tendencioso como el informe preliminar y desvirtúa los argumentos de la OEA sobre supuestas irregularidades.
Pero, lo más importante, el análisis concluye que, aun admitiendo esos argumentos
sobre el presunto fraude en el 4.8% de la muestra tomada, el resultado final arrojaría una diferencia en el resultado electoral del 10.08%, que le daba el triunfo a Evo
Morales en primera vuelta (CELAG, 2019b).
7 Este episodio recordó otro similar ocurrido en julio de 2013, cuando tres países
europeos, Francia, Portugal e Italia se negaron a permitir que el avión presidencial
de Bolivia, con Evo a bordo, sobrevolara o aterrizara en sus aeropuertos para proveerse de combustible. El presidente viajaba hacia La Paz, después de una reunión
en Rusia, y Washington presionó a los países europeos para que así procedieran
porque sospechaba que Evo traía con él a Edward Snowden, acusado de espionaje.
Esta negativa, que puso en peligro la vida del mandatario, fue una clara expresión
de racismo y desprecio por el presidente indígena. “Nunca en mi vida había oído que
le nieguen el permiso al presidente en un avión oficial”, afirmó Evo, después de ser
obligado a aterrizar en Viena (RTVE, 2013).
235
Consuelo Ahumada
el ámbito nacional. Tal como lo relata con bastante precisión y esmero
la periodista argentina Stella Calloni, desde los años 80 cuando emergió
como líder del movimiento cocalero del Chapare, en Cochabamba, trataron de anularlo políticamente, sin escatimar medios y recursos. Fue
perseguido, encarcelado, golpeado e intentaron extraditarlo a Estados
Unidos, acusándolo de tener vínculos con el narcotráfico y la guerrilla.
Trataron de asesinarlo en más de una ocasión (Calloni, 2013).
En enero de 2002, cuando era parlamentario del MAS fue expulsado de la Asamblea Legislativa, en un acto sin precedentes, abiertamente ilegal. Héctor Arce, su abogado en esta y muchas otras ocasiones y
su Ministro de Justicia hasta el momento del golpe de noviembre, señaló lo siguiente:
La expulsión de Evo se concretó en un contexto histórico de ascenso
de los movimientos sociales, en momentos de efervescencia colectiva.
El pueblo boliviano estaba organizado y había experimentado victorias
significativas recientes, como las obtenidas con la Guerra del Agua y las
movilizaciones campesinas en el Altiplano, que habían dado como resultado un ostensible empoderamiento popular (Arce, 2012: 57-58).8
No obstante, toda esta persecución fue en vano, porque su ascendencia entre el movimiento indígena y campesino fue creciendo. Pocos
meses después entró al Palacio de Gobierno por haber obtenido la segunda votación en las elecciones generales, lo que le daba derecho a optar a la Presidencia de la República. En esta ocasión, Washington promovió una alianza contra él que impidió que el Congreso lo eligiera
como presidente. Pero en las elecciones de 1985 obtuvo por fin el triunfo de manera incuestionable.
El golpe de noviembre tuvo un antecedente claro. En 2008, durante su tercer año de gobierno, los mismos actores y las mismas agencias
promovieron un golpe militar. Entre agosto y septiembre de ese año impulsaron una revuelta que terminó con destrucción y saqueo en 75 instituciones públicas en todo el país. Los prefectos de los departamentos de
la Media Luna intentaron derrocar al gobierno y el del Pando reprimió
violentamente una marcha de indígenas y campesinos que lo defendían,
dejando un saldo de 11 muertos y numerosos heridos. El golpe fracasó
por cuatro factores: primero, el repudio internacional que provocaron
8 En conversaciones sostenidas por esta autora en distintas ocasiones con Arce,
tanto en la ciudad de Sucre, Bolivia, como en Quito y en Bogotá entre 2013 y 2015,
me fue posible conocer de primera mano su labor de muchos años como defensor y
asesor de Evo Morales en múltiples y diversos casos, desde antes de su llegada a la
presidencia.
236
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
las terribles imágenes de la represión contra los indígenas; segundo, la
expulsión del embajador de Estados Unidos, Phillip Goldberg, por su
incansable labor a favor del golpe y de la separación de esos departamentos; tercero, la activación de la movilización popular a favor del gobierno después de la expulsión del embajador, y cuarto, la postura firme
de Unasur para impedir que este se concretara y respaldar al gobierno
legítimo (Calloni, 2013).
LA GEOPOLÍTICA GLOBAL Y REGIONAL
Y EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
LOS CAMBIOS EN EL ORDEN MUNDIAL9
Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, el surgimiento del
Grupo de los BRICS representó un verdadero desafío, tanto para el
orden económico internacional, proveniente de la posguerra, como
para el poder tradicional de las potencias industrializadas, en especial
Estados Unidos y la Unión Europea. El protagonismo creciente de este
Grupo, que irrumpió en el contexto de la crisis económica global, ha
sido también un paso importante en la consolidación del llamado nuevo multilateralismo, a lo cual contribuyó también la creación del Grupo
de los Veinte o G20.10
Para José Antonio Sanahuja y Andrés Serbín, el viejo multilateralismo, producto de los acuerdos de Bretton Woods (1944) y San Francisco
(1945), refleja la división de poder que se estableció en la posguerra, en
el marco de un mundo bipolar. Dicho orden, que se expresa en el Grupo
9 Una versión inicial de este acápite fue incluida en la publicación: Las perspectivas
de la integración latinoamericana en el marco de la crisis económica global y del nuevo
multilateralismo (Ahumada, 2016: 67-106).
10 El término BRICS fue acuñado en 2001 por Jim O’Neill, economista de Goldman
Sachs, para referirse a los países emergentes que tendrían mayor influencia en la
economía mundial del siglo XXI. Son países que, como en el caso de Rusia y la
República Popular China, iniciaron en la segunda mitad del siglo XX un proceso
acelerado de reformas económicas para insertarse en el capitalismo global. Desde
la perspectiva de la teoría crítica y el marxismo, el importante desarrollo que alcanzaron tuvo su origen en el avance y consolidación del capitalismo de Estado, en su
proceso hacia el socialismo. Este camino fue revertido por las élites en ambos países,
con miras a la restauración del capitalismo, después de la muerte de Stalin (1953) y
Mao Tse-tung (1976), respectivamente.
Por su parte, el G20 se creó oficialmente el 26 de septiembre de 1999, en el marco
de la crisis financiera asiática que se presentó entre 1997 y 1998 y surgió como un
foro de cooperación multilateral conjunta entre los países desarrollados y los países
en desarrollo, con carácter deliberativo, cuyas decisiones se tomarían con base en el
consenso. De los países de la región, Brasil, Argentina y México hacen parte de este
grupo.
237
Consuelo Ahumada
de los Siete o G7 no tiene representatividad ni legitimidad, en la medida
en que no da cuenta de procesos como la descolonización ni del poder
creciente de los países asiáticos en la economía internacional (Sanahuja
y Serbín, 2012: 202-203).
La primera reunión de los BRICS se realizó en el año 2006, con
la participación de Brasil, Rusia, India y China, y en 2010 se invitó a
Sudáfrica a hacer parte del Grupo. Desde el principio, los países miembros empezaron a plantear enfoques comunes con respecto a diversos
aspectos de la situación internacional, convirtiéndose en la práctica en
un contrapeso a las potencias tradicionales. Y es incuestionable que tienen cómo hacerlo. Su PIB agregado es el 28.5% de la economía global.
En conjunto representan el 43% de la población mundial y ocupan el
26% de la superficie del globo terráqueo. Según datos proporcionados
por Alicia González, en 2012 el comercio entre ellos ascendió a 219 400
millones de euros (González, 2014).
En el campo económico, los BRICS reafirmaron bien pronto su
compromiso con otros países y regiones del orbe, en especial con las
economías emergentes y los países en desarrollo. En América Latina,
expresaron su apoyo a los nuevos procesos de integración regional, en particular Unasur. Aprobaron la creación del Nuevo Banco de
Desarrollo (NBD) “con el fin de movilizar recursos para proyectos de infraestructura y de desarrollo sostenible en los países BRICS y en otras
economías emergentes y en desarrollo”, tal como se afirma en el punto 11 la declaración de la Cumbre de Fortaleza, Brasil, realizada en
julio de 2014 (BRICS, 2014). Así mismo, se constituyó el Acuerdo de
Reservas de Contingencia (CRA), con un capital inicial de 100 mil millones de dólares.11
En el plano político se plantean también claros desafíos al poder
de Washington. El Grupo ha insistido en la necesidad de construir una
nueva arquitectura financiera mundial que permita ampliar la participación de los países de la periferia en las decisiones globales y contrarrestar el poder del dólar en los mercados financieros internacionales.
En ese respecto, la declaración final de la cumbre de 2014 expresa la
decepción y preocupación de los BRICS porque no se ha reformado el
FMI, tal como se acordó en 2010, de manera que refleje el creciente peso
de las economías emergentes y de los países en desarrollo en la economía mundial. Expresa además la preocupación de los cinco países por
los numerosos conflictos que se desarrollan en el ámbito mundial, en
11 La Cumbre de Fortaleza de los BRICS incluyó una reunión conjunta con Unasur,
en la cual se propuso una alianza entre el Banco del Sur, fundado en diciembre de
2007 y el Nuevo Banco del Desarrollo, para apoyar en forma conjunta a los países de
América Latina. VI Cumbre BRICS (2014, 15 de julio).
238
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
especial por la situación de Irak, de Ucrania y de varios países africanos (BRICS, 2014).
LAS TRANSFORMACIONES POLÍTICAS DE LA REGIÓN
En el marco de estos cambios en las relaciones económicas y políticas
internacionales y de la cruzada global en contra del terrorismo desatada
por Estados Unidos a partir del año 2001, surgieron y se consolidaron
en Suramérica los llamados gobiernos alternativos o progresistas. Cada
uno de estos procesos tuvo sus propias particularidades, en la medida
en que respondía a condiciones históricas específicas y a liderazgos diversos. Pero todos confluyeron en el rechazo a los estragos de la agenda
neoliberal impuesta en las últimas décadas del siglo XX y en la búsqueda de alternativas para el desarrollo económico y social de los países, a
partir del fortalecimiento del papel del Estado.
La espiral transformadora se inició en Venezuela con Hugo Chávez
(1999) y en Brasil con Lula da Silva (2002), a quienes sucedieron
Nicolás Maduro y Dilma Rousseff, respectivamente. Siguió con Néstor
y Cristina Kirchner en Argentina, Tabaré Vásquez y Pepe Mojica en
Uruguay, Fernando Lugo en Paraguay, Evo Morales en Bolivia y Rafael
Correa en Ecuador. Uno tras otro, como en una reacción en cadena, llegaron a la presidencia por la vía electoral en procesos comandados por
fuertes liderazgos, que agruparon a amplios y diversos sectores de la
población, de la ciudad y el campo. Todos estos gobiernos partieron de
coaliciones amplias con organizaciones políticas y sociales variadas, incluidos algunos empresarios y sectores de las viejas elites.
En medio de múltiples dificultades, que tienen que ver con las imposiciones y restricciones del orden financiero global y del contexto internacional, con las condiciones históricas específicas de cada país, con
el carácter y la naturaleza del Estado y sus instituciones, en especial de
sus fuerzas militares y su trayectoria, estos mandatarios adelantaron,
en mayor o menor medida, y con resultados variados, un conjunto de
políticas tendientes a alcanzar el desarrollo nacional y a consolidar sociedades más igualitarias.
En este punto, es importante hacer referencia al momento preciso en el que se produjo el triunfo electoral de Evo Morales en Bolivia,
precisamente cuando el avance de los gobiernos alternativos de la región alcanzaba uno de sus puntos más altos. Entre el 4 y el 5 de noviembre de 2005, en medio de una fuerte movilización social, presidida por
algunos de estos mandatarios y por Evo Morales, entonces candidato
presidencial favorito a ganar las elecciones se realizó en la ciudad de
Mar de Plata, Argentina, la IV Cumbre de las Américas. En este evento, al cual asistió el presidente George Bush, se consumó el hundimiento del ALCA, un proyecto de integración colonial que Estados Unidos
239
Consuelo Ahumada
pretendió imponer en todo el continente desde el año 1994, cuando se
realizó la primera Cumbre de las Américas. Pocas semanas después, el
18 de diciembre, Evo sería elegido presidente de Bolivia.
A continuación, se hará un esbozo general de las principales orientaciones que asumieron estos gobiernos de la región. Estas se dieron en
tres aspectos fundamentales, que son los siguientes:
POLÍTICA Y RELACIONES INTERNACIONALES
El cambio en esta materia estuvo marcado por tres criterios centrales:
a) Revaluación de las relaciones históricas de subordinación frente a Estados Unidos, que prevalecieron durante todo el siglo XX,
así como de sus estrategias políticas, económicas e internacionales en la región.
b) Apertura y fortalecimiento de las relaciones económicas y políticas con otras regiones del mundo, particularmente Asia (China
e India); Europa Oriental (Rusia y las antiguas repúblicas de la
URSS); el Medio Oriente (Irán, Siria) y África (Libia, Sudáfrica).
c) Postura internacional independiente frente a Estados Unidos y
las otras potencias occidentales en foros internacionales, particularmente en la Organización Mundial del Comercio, OMC.
Brasil y Argentina ejercieron un papel de liderazgo de los llamados países emergentes frente a algunas de las propuestas de las
grandes potencias, en especial en las reuniones del G20. Bolivia
y Ecuador plantearon posturas y políticas alternativas en asuntos tan importantes como la crisis climática, la migración, la
deuda externa y las relaciones con la banca internacional.
PAPEL DEL ESTADO, MODELO DE DESARROLLO,
AUTODETERMINACIÓN Y SOBERANÍA NACIONAL
El cuestionamiento de las políticas derivadas del llamado Consenso de
Washington por parte de estos gobiernos trajo como consecuencia el
afianzamiento en la región de un modelo que le otorga un papel preponderante al Estado, y que se convirtió en una alternativa al neoliberalismo en términos políticos y económicos. Al mismo tiempo, en algunos
de estos países se convocó la participación real en los procesos sociales
y políticos de los más amplios sectores de la población, históricamente marginados.
Las bases jurídicas de estos procesos de profundización de la democracia fueron plasmadas en las nuevas constituciones adoptadas
en los distintos países, pero particularmente los andinos: Venezuela,
Ecuador y Bolivia. Todos ellos adelantaron asambleas constituyentes,
que implicaron movilización y participación ciudadana, no exentas de
contradicciones, algunas de ellas muy fuertes, para legitimar el cambio
240
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
en la Constitución. Como elemento central, se reivindica la soberanía y
autodeterminación nacional frente a las medidas impuestas por los organismos financieros internacionales y las potencias mundiales, en especial Estados Unidos.
INTEGRACIÓN REGIONAL
Teniendo como punto de partida los criterios anteriormente señalados,
estos gobiernos cuestionaron el modelo de integración basado en la
competitividad de los mercados, acorde con los criterios del Consenso
de Washington, y que privilegia los acuerdos de comercio e inversión.
En el caso de la región, se expresa en esquemas de integración como el
de la Alianza del Pacífico.
En este respecto, el papel desempeñado por Unasur como modelo alternativo de integración fue muy importante. Más allá de los fríos
cálculos de intercambio comercial que favorece a los grandes, se logró
avanzar en criterios tendientes a consolidar una integración de mayor
peso en los países, en torno a la reducción de la pobreza, el desarrollo
económico y la industrialización. Los esfuerzos de Bolivia por industrializar la producción de litio, a los que se hará referencia en la siguiente sección, corresponden a este criterio. Con el mismo objetivo de crear
mecanismos de integración autónomos de la región, aunque con alcance geográfico más amplio, en 2010 se conformó en la Riviera Maya mexicana la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC.
En el plano de la cooperación para la defensa conjunta de los 12
países integrantes de Unasur, se destaca la conformación del Consejo
de Defensa Suramericana, CDS, cuyo inicio formal se dio en la reunión
de Unasur en Santiago de Chile, en marzo de 2009. Este Consejo se propuso como una alternativa de la región a la Organización de Estados
Americanos, OEA, tutelada desde sus inicios por la Casa Blanca. Se
planteó, entre otros objetivos, consolidar a Suramérica como una zona
de paz, estabilidad democrática y desarrollo integral (Unasur, 2009).
Hay que señalar que el Consejo desempeñó un papel crucial para impedir el golpe de Estado en Bolivia en 2008 y en Ecuador en 2010.
Todos estos criterios quedaron truncados con la contraofensiva de
Estados Unidos en la región, pero en especial con el cambio de gobierno
en Brasil, lo que representó un golpe contundente a la existencia misma de Unasur.
LA PRESENCIA DE CHINA EN LA REGIÓN
El gran desarrollo industrial y tecnológico de la República Popular China,
la consolidación de los BRICS y la emergencia de los gobiernos alternativos de América Latina, propiciaron las condiciones para un incremento
importante del papel económico de China en la región. A ello se sumaron
241
Consuelo Ahumada
las crecientes dificultades económicas y comerciales de Estados Unidos,
que se manifestaron en el estallido de la crisis global del año 2008. Una
crisis que se extendió al continente europeo y afectó de manera importante a las llamadas economías emergentes del mundo entero.
Todos estos eventos han representado un desafío enorme para el
país del Norte y han puesto en riesgo su papel como primera potencia
mundial. La guerra comercial entre estos dos gigantes económicos, que
se ha intensificado durante los tres últimos años, es un reflejo de esas
tensiones. No solo se trata de que China sea su principal contrincante
en la disputa por el poderío económico global, sino también cuenta el
hecho de que los intereses de Washington se han visto seriamente amenazados en una región que desde comienzos del siglo XX estuvo bajo su
poderío incuestionable.
En el curso de la última década, China incrementó sus relaciones
económicas y comerciales con América Latina y el Caribe, convirtiéndose en primer o segundo socio comercial de varios países. Las siguientes
cifras sobre el intercambio entre las dos regiones son muy ilustrativas
con respecto a esta tendencia: en el año 2000 el comercio del país asiático con América Latina era de 12 000 MUSD, pero en 2009 ascendió a
180 000 MUSD (Econsouth, 2011). En lo que respecta a Brasil, su comercio con China pasó de 2 000 MUSD en el año 2000 a 56 200 MUSD
en 2010. Pero la República Popular China no solo superó a Estados
Unidos como principal socio comercial de Brasil, sino que en el mismo
año pasó a ser el mayor inversionista extranjero directo en el país del sur,
con 17 000 MUSD (ib., p. 5).
El incremento de las relaciones comerciales con el resto de la región también ha sido impresionante. Mientras en el año 2000 el comercio de China con América Latina alcanzó los 12 mil millones de dólares
estadounidenses, hacia el año 2009 había crecido hasta cerca de los 118
mil millones de dólares (ib., p. 5). Datos más recientes, proporcionados
por el gobierno del país asiático, muestran que el volumen del comercio
bilateral entre este y América Latina llegó a 307 400 millones de dólares
en 2018, lo que representa un aumento del 18.9% con respecto al año
anterior, según datos proporcionados por la Administración General de
Aduanas, AGA, de China (Xinhua, 2019).12
12 En el Segundo Foro de Inversión y Cooperación de Alto Nivel China-América
Latina, que tuvo lugar en la sede de la CEPAL en Santiago de Chile el 16 de octubre
de 2019, se destacó que China es desde 2015 el primer socio comercial de América
del Sur. Para los dirigentes de la CEPAL y la CAF, la Iniciativa de la Franja y la Ruta,
impulsada por China en los últimos años, “ofrece grandes oportunidades para la
región y puede ser un mecanismo viable para lograr los objetivos de la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible” (CEPAL, 2019).
242
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
Sin embargo, las relaciones entre el gigante asiático y los países suramericanos no están exentas de tensiones y contradicciones.
Estos últimos, incluido Brasil, exportan a China fundamentalmente recursos naturales y materias primas. En contraste, la venta de
productos manufacturados y semielaborados ha encontrado barreras comerciales en el país asiático. Por el contrario, China le exporta a América Latina productos procesados, con mayor valor agregado, en especial maquinaria, productos eléctricos y manufacturados.
Como en el caso de las importaciones que hace Estados Unidos de la
región, la exportación prioritaria de materias primas deja a los países muy dependientes del crecimiento de la economía del país importador, así como de la volatilidad de sus precios en el mercado
internacional.
LA DISPUTA POR EL CONTROL DE LOS RECURSOS
NATURALES: DE POTOSÍ A UYUNI
LA NACIONALIZACIÓN DE LOS RECURSOS
Y LA RECONQUISTA DE LA DIGNIDAD
En su conocido libro Guerra por los recursos, el futuro escenario del
conflicto global, publicado en 2001, poco después de los ataques del 11
de septiembre en Estados Unidos, el estadounidense Michael T. Klare
planteó que, una vez terminada la Guerra Fría, las guerras del futuro
serían motivadas por la posesión y el control los recursos naturales vitales: el petróleo, los minerales, las reservas forestales y las fuentes de
agua dulce, entre otros. Las consideraciones ideológicas, políticas, culturales y de otro tipo seguirían presentes, pero la prioridad sería la guerra de carácter económico por el acceso a dichos recursos.
Este planteamiento resulta muy pertinente para América Latina y
en particular para Bolivia, un país minero por excelencia, que desde la
Conquista ha dependido de un solo producto, explotado siempre bajo
las condiciones de enclave colonial y sujeto a los vaivenes del mercado
internacional. Como en el caso de otros países de la región y del mundo con similar trayectoria, el modelo propició el surgimiento y afianzamiento de una sociedad profundamente excluyente y desigual, basada
en una oligarquía minera y agraria fuerte, estrechamente ligada al capital y a los intereses extranjeros.
Tal como lo relata Eduardo Galeano en Las venas abiertas de
América Latina, desde las épocas de la Colonia, hace 500 años, su actual
territorio, antes el Alto Perú, fue fuente principal de materias primas,
en particular plata, para la Corona española y para el capitalismo mundial, a cambio del exterminio de millones de indígenas que trabajaban
en su extracción. Cerro Rico, en la ciudad de Potosí, fue durante siglos
243
Consuelo Ahumada
la mina de plata más importante del mundo y continúa siendo el emblema de la explotación colonial del viejo imperio español:
En Potosí la plata levantó templos y palacios, monasterios y garitos,
ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramó la sangre y el vino, encendió la codicia y desató el despilfarro y la aventura. La espada y la cruz
marchaban juntas en la conquista y en el despojo colonial (Galeano,
1970: 35).
Y continúa destacando el aporte de la plata al progreso de Europa:
Los metales arrebatados a los nuevos dominios coloniales estimularon
el desarrollo económico europeo y hasta puede decirse que lo hicieron
posible. Ni siquiera los efectos de la conquista de los tesoros persas que
Alejandro Magno volcó sobre el mundo helénico podrían compararse
con la magnitud de esta formidable contribución de América al progreso ajeno (ib., pp. 38-39).
A finales del siglo XIX, con el derrumbe del precio de la plata, vendría el auge de la explotación del estaño y su gran demanda internacional por parte del mundo industrializado. Esta producción se centró también en los departamentos de Potosí y Oruro y, durante la mayor parte
del siglo pasado, Bolivia fue el segundo productor de estaño en el mundo,
después de Malasia. En el país del altiplano, este negocio estaba en manos de tres grandes familias, las de Simón Patiño, Carlos Víctor Aramayo
y Mauricio Hoschild, llamados los barones del estaño (Zuazo, 2017). A
finales del siglo XX entró en crisis el mercado del estaño por acumulación de reservas, lo que provocó el desplome de su precio internacional.
Posteriormente, a comienzos del presente siglo, vendría el descubrimiento de sus reservas de gas natural, las mayores del continente.
Este breve recuento sobre la importancia de la minería y los recursos estratégicos en Bolivia, lejos de ser superfluo, resulta fundamental
para entender y valorar el sentido y alcance del proyecto desarrollado
por el gobierno de Evo Morales. Su balance, que no es el objeto del presente artículo, no podría hacerse sin consultar las condiciones históricas específicas del país, el arraigo y la preponderancia de un modelo minero exportador, al servicio de Estados Unidos y de las demás potencias
económicas a partir del siglo XX.
En su decurso histórico, Bolivia no contó con una élite que defendiera un proyecto industrializador, que propiciara el mercado interno y
le pusiera algunos límites a la inversión extranjera. Salvo los primeros
años del periodo conocido como la Revolución boliviana (1952-1964)
o el corto gobierno del general Juan José Torres (1970-1971), el país no
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EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
tuvo un Estado que se comprometiera con políticas de corte democrático-liberal, como sí sucedió en los países de mayor desarrollo de la región. De hecho, hasta la llegada de Evo Morales al gobierno, Bolivia fue
el país más empobrecido de la región, en contraste con su enorme riqueza en recursos estratégicos.
De ahí el gran desafío que se planteó el gobierno de Evo Morales
desde sus inicios, para emprender su proyecto político revolucionario
en un país tan rezagado. El 1 de mayo de 2006 promulgó el Decreto
Supremo N° 28 701 de nacionalización de hidrocarburos, dando cumplimiento a la primera de sus dos principales promesas de campaña. La
segunda, que no se examinará en este trabajo, fue la convocatoria y realización de la Asamblea Constituyente, con el objeto de conferirles mayor legitimidad a todas sus decisiones políticas.
En el discurso pronunciado el 1 de mayo de 2013 en la plaza Murillo
de La Paz, siete años después de la histórica decisión, Evo señaló lo siguiente: “Hemos recuperado a Bolivia, hemos recuperado a la patria, ahora la patria es nuestra. Recuperar los recursos naturales, los servicios básicos y especialmente la dignidad para el pueblo boliviano. Al margen de las
reivindicaciones de los distintos sectores, primero está la Patria, primero
está nuestra querida Bolivia” (Calloni, 2013: 15). Y más adelante afirmó:
Las políticas sociales, las políticas económicas, también ahora ya no las
define el Fondo Monetario Internacional. Las políticas democráticas, la
política, ahora ya no la define la Embajada de Estados Unidos. A los ministros de Gobierno, ministros de Defensa, a los comandantes de la policía, de las fuerzas armadas, ahora ya no los nombra la Embajada de
Estados Unidos (Calloni, 2013: 15).
En este mismo sentido, se pronunciaron otros funcionarios de su
gobierno. En la entrevista antes mencionada, concedida a Calloni, el entonces vicepresidente García Linera hizo el siguiente balance sobre la
política del gobierno frente a la nacionalización de los recursos naturales y las perspectivas de desarrollo del país:
El gobierno del primer presidente indígena de Bolivia tomó la heroica decisión de nacionalizar los recursos naturales, el gas y el petróleo, que hoy
nuevamente son de todos los bolivianos, y los dineros de esos recursos benefician a todos por igual. La segunda medida fue construir la igualdad
no solamente como discurso sino como vida material (Calloni, 2013: 383).
En efecto, el decreto de nacionalización de los recursos naturales
fue fundamental y su impacto trascendió lo económico. En virtud de
esta medida, se invirtió la relación de los ingresos del gas y el petróleo
245
Consuelo Ahumada
entre el Estado y el sector privado, al establecerse el 82% para el primero y 18% para el segundo. En minería, la participación del Estado
pasó de un 25 a un 55% y en telecomunicaciones del 17 al 45%. El
Estado se convirtió así en principal empresario e inversionista y, a partir de la nacionalización, empezó a desempeñar un papel estratégico
en el sector mediante la empresa Yacimientos Petroleros Fiscales de
Bolivia, YPFB.
Como consecuencia de la decisión de nacionalizar los recursos naturales, la inversión pública y social se incrementó de manera exponencial. Señala García Linera en la entrevista mencionada:
Esos recursos permitieron pagar y mejorar salarios, trazar una estrategia de industrialización boliviana, expandiendo el proceso de modernización, de acuerdo al pequeño y micro productor agrario y urbano.
Usamos esos recursos para crear una red de carreteras, de hospitales,
ampliando la educación y la salud públicas, mejorando su calidad, y en
forma urgente, expandir la electrificación del país (ib., p. 385).
Y continúa el vicepresidente con un asunto político fundamental
para el país y para la recuperación de la dignidad perdida:
¿Qué nos dio eso? Nos dio una base de autodeterminación real. La autodeterminación de los pueblos no solamente es un hecho espiritual, es
un hecho material. Y si un pueblo, país o un Estado no tiene la capacidad de pagar los salarios de sus funcionarios ni de resolver las prioridades, la autodeterminación es un canto lírico, un texto, una consigna
(ib., p. 385).
Además de mejorar notoriamente las condiciones sociales y la infraestructura del país y de reafirmar la soberanía y la autodeterminación nacional de Bolivia, se modificaron las relaciones internacionales,
en particular con Estados Unidos:
Cuando nos acercábamos a ellos ya no era para pedirles un nuevo refinanciamiento de la deuda, ni para pedirles que nos garantizaran apoyo
para obtener un crédito de los organismos internacionales, porque éramos insolventes, como sucedió antes. (…) Ahora era para establecer una
nueva relación entre pueblos a partir de las necesidades de Bolivia y lo
que Estados Unidos puede mínimamente cumplir de una relación más
equilibrada (ib., p. 386).
Por su parte, Evo señaló en el mismo sentido, también en una entrevista con Calloni en 2009: “Bolivia ya no es un Estado mendigo, un
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EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
Estado limosnero. Cooperación internacional, bienvenida. “Inversión
de empresarios, si son socios, no patrones, bienvenida” (p. 17).
En este respecto, José Ramón Quintana, Ministro de la Presidencia
durante buena parte del gobierno del MAS, y hoy en día refugiado en la
Embajada de México en La Paz y perseguido por el gobierno golpista,
también se expresó de manera clara:
Se han producido tres grandes revoluciones: la primera: la de la soberanía, identidad, orgullo nacional. Más democráticos y más controversiales. Segunda, la revolución vinculada a la posibilidad de construir
un gran proyecto industrial para Bolivia. Antes era país subalterno, pobre, humillado y ofendido. Era una economía subsidiaria. Antes el futuro no era nuestro, dependíamos de otros actores. La tercera gran revolución tiene que ver con el despegue de la economía, la inserción de
Bolivia en el mundo. Hoy en día Evo habla con los principales líderes
del mundo. Puede elegir a sus inversionistas extranjeros y a sus aliados
y sus socios.13
Insistiendo en la conexión entre la nacionalización de los recursos
naturales y la relación con el mundo, señala:
A partir de 2006, decidimos romper el servilismo y abrirnos al mundo,
sobre la base del diálogo y la preservación elemental de la soberanía.
Decidimos dejar de ser apéndice colonial de Estados Unidos y nacionalizar la política exterior a partir de la voluntad popular. El proyecto de
industrialización no se podía construir sin la nacionalización de los recursos y la diversificación de nuestras relaciones internacionales: Rusia,
China, Corea del Sur, Francia. Así, Bolivia alcanzó la categoría de igualdad en las relaciones con otros países.14
Por último, Luis Alberto Arce, Ministro de Economía y Finanzas
Públicas del gobierno, responsable en muy buena medida de la ejecución de la política económica del país y recién elegido candidato del
MAS para la anunciada contienda electoral de mayo 2020, afirma lo
siguiente:
La propuesta fue desde el comienzo construir un modelo económico
alternativo al neoliberal, un modelo social comunitario. La forma de
13 Notas tomadas de su intervención en el seminario internacional Guerra comercial
y crisis capitalista: impactos y alternativas para América Latina (Vicepresidencia del
Estado Plurinacional de Bolivia / CLACSO, 2019, 2 de octubre).
14 ib.
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Consuelo Ahumada
generar riqueza para redistribuirla fue la apropiación del Estado de los
recursos naturales, que estaban en manos de las transnacionales. Así, el
Estado se benefició de los precios altos del gas y otros recursos naturales, y obtuvo los recursos para garantizar, entre otras políticas, los subsidios, con el fin de reducir la deserción escolar y mejorar el consumo de
las familias más pobres.15
LA BATALLA POR EL LITIO
Durante la segunda década del siglo XXI el mayor interés del gobierno y de los inversionistas extranjeros se desplaza hacia un recurso de
inmenso valor estratégico: el litio, conocido también como el oro blanco. Bolivia, Chile y Argentina conforman el llamado triángulo del litio,
que cuenta con el 85% de las reservas de este metal y de los depósitos
de salmuera en el planeta. El salar de Uyuni, en Bolivia, situado también en los departamentos de Potosí y Oruro, es el más grande desierto
de sal continua del mundo.
El litio ha sido componente clave de diversos tipos de industrias
y productos, como las grasas lubricantes, los aires acondicionados y
la energía nuclear. También se ha utilizado en la producción de psicofármacos. Sin embargo, más allá de sus usos tradicionales, este metal
adquiere gran importancia por varios factores: 1) el cuestionamiento creciente del uso de los combustibles fósiles, ante su impacto cada
vez más grave sobre la crisis climática, lo que ha puesto como prioritaria la búsqueda de alternativas de energía limpia en el planeta; 2)
el desarrollo tecnológico, expresado en la fabricación de automóviles eléctricos, computadores, teléfonos celulares y otros dispositivos
electrónicos con funciones diversas. A partir del litio, se construyen
baterías denominadas de iones de litio, fundamentales para todos estos procesos.
En pleno siglo XXI la división internacional del trabajo y las contradicciones que de ella se han derivado históricamente entre los países industrializados y los productores de materias primas siguen plenamente vigentes. Señala Agustina Sánchez que, en el caso del litio,
no se rompe la lógica con la que funciona la economía global: es un recurso explotado por empresas multinacionales en los países que lo poseen, para atender la demanda de los países industrializados, que son
los que lo requieren con apremio para sus procesos de industrialización
y para mantener la competencia tecnológica entre ellos. Se trata de la
15 Notas tomadas de su intervención en el seminario internacional Guerra comercial
y crisis capitalista: impactos y alternativas para América Latina (Vicepresidencia del
Estado Plurinacional de Bolivia / CLACSO, 2019, 2 de octubre).
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EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
persistencia del viejo esquema de producción industrial con alto valor
agregado para los primeros, y de exportación de materias primas por
parte de los segundos (Sánchez, 2019).
En consonancia con su política de recuperación de los recursos naturales para beneficio del país, Bolivia inició un proceso de nacionalización e industrialización del litio desde el año 2008. En este respecto,
se trata de una política contraria a la de Chile, que acorde con su estrategia económica, desde que empezó el auge del litio se empeñó en insertarse en el mercado mundial como exportador de materia prima.
Señala Sánchez que el plan de industrialización del país del altiplano
fue presentado por los movimientos campesinos y sindicales, y planteaba la creación de una empresa pública y estatal, así como el desarrollo
de una política pública dirigida a la producción de carbonato de litio y
cloruro de potasio.
En ese camino, en el año 2009 fue aprobada la Nueva Constitución
Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en la que se declara que
los recursos naturales son de “carácter estratégico e interés público”
(Sánchez, ib.). Los avances en cuanto a la nacionalización y las condiciones de la industrialización del litio quedaron claramente estipulados en la legislación de Bolivia. En abril de 2017, después de ser aprobada por la Asamblea Legislativa, el presidente sancionó la Ley N°
928, que creó la Empresa Pública Nacional Estratégica Yacimientos de
Litio Bolivianos (YLB) y estableció que esta tiene la responsabilidad de
“Realizar las actividades de toda de la cadena productiva: prospección,
exploración, explotación, beneficio o concentración, instalación, implementación, puesta en marcha, operación y administración de recursos
evaporíticos, complejos de química inorgánica, industrialización y comercialización” (Ley N° 928/2017, Art. único, fracc. II).
Más adelante se establece que desarrollará “los procesos de química básica de dichos recursos, con una participación 100% estatal para
producción y comercialización de Cloruro de Litio, Sulfato de Litio,
Hidróxido de Litio y Carbonato de Litio; Cloruro de Potasio, Nitrato
de Potasio, Sulfato de Potasio, sales derivadas e intermedias y otros
productos de la cadena evaporítica”. Se estipula también con precisión
que “procesos posteriores de semi-industrialización, industrialización
y procesamiento de residuos se podrán realizar mediante contratos de
asociación con empresas privadas nacionales o extranjeras, manteniendo la participación mayoritaria del Estado” (Ley N° 928/2017, Art. único, fracc. III).
Mediante esta reglamentación tan minuciosa y detallada que incluye todas las etapas del proceso, se aspiraba a que el sector estatal
tuviera total control y conocimiento del proceso del salar de Uyuni,
con el fin de que el país pudiera insertarse en el mercado mundial del
249
Consuelo Ahumada
litio, sin depender de las grandes multinacionales del sector. Un año
después de la aprobación de la ley, en abril de 2018 la empresa ACY
Systems, de Alemania, fue seleccionada por el Estado como socio estratégico para un proyecto de procesamiento de un producto denominado salmuera residual, de alto valor comercial. Acorde con la ley,
se estableció que el proyecto para la fabricación de las baterías de iones de litio en el territorio boliviano sería 51% estatal y 49% privado.
Pero este contrato tuvo que revertirse por presión de la oposición en
los días previos al golpe.
Sin duda, la estrategia de nacionalización e industrialización de
los recursos naturales, en particular del litio, buscaba sentar las bases
para el desarrollo económico y social y reafirmar la soberanía nacional
de Bolivia y recuperar la dignidad del país. Pero también se convirtió en
un nuevo y muy importante desafío a los intereses de Estados Unidos
en Bolivia, en su intensa competencia económica y comercial con la
República Popular China y con Rusia.
Y por supuesto que Washington tenía razones para preocuparse
por la suerte de sus intereses coloniales en el país. Después de varias
reuniones, visitas y acercamientos entre sus gobiernos, desarrolladas
en el curso de la última década, el 19 de junio de 2018 los mandatarios de China y Bolivia se reunieron en Beijing y suscribieron nuevos
acuerdos de entendimiento en sectores como infraestructura, comercio, agricultura y seguridad ciudadana. Según la nota de prensa conocida, “firmaron una declaración conjunta sobre una asociación estratégica integral entre sus países, la cual estará sustentada en el diálogo
fluido e intenso sobre asuntos bilaterales, regionales y globales, la profundización de la confianza mutua (…)”. Así, Bolivia podrá acceder a
la asistencia científica y tecnológica necesaria para materializar futuros proyectos de industrialización de sus recursos naturales” (Radio
Habana Cuba, 2018).
En el mismo sentido, con Rusia también se hicieron convenios importantes. El 11 de julio de 2019 los presidentes Vladimir Putin y Evo
Morales suscribieron siete acuerdos en Moscú, referidos a seguridad,
agricultura y energía. Se establecieron convenios bilaterales relacionados con agricultura, seguridad pública y nuclear, exploraciones en la
industria del litio y la energía. Se suscribió un Memorando de entendimiento entre el Ministerio de Energías, de Bolivia, y la Cooperación
Estatal de Energía Atómica de la Federación de Rusia para el desarrollo de la industria del litio (Página 7, 2019).
El exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, ha resaltado también la importancia y potencialidad de la economía del litio para Bolivia en el siglo XXI. Señala que el gobierno trabajaba para
convertir al país en el centro de desarrollo energético de la región y
250
EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
para suministrarles energía a los países vecinos. Por ello, Bolivia era
un país bastante apetecido, sobre el cual se cernía una cierta codicia
internacional.16
EL PAPEL DE EVO MORALES FRENTE
A LA AGENDA DE ESTADOS UNIDOS EN BOLIVIA
El liderazgo de Evo se forjó en un periodo de más de tres décadas, en
el que pasó de ser dirigente sindical y político del movimiento cocalero
de la región del Chapare a convertirse en fundador del MAS y promotor y dirigente de importantes movilizaciones sociales. “El camino recorrido por Evo resume un ejemplo de construcción de liderazgo surgido naturalmente –en lo social y en lo político– en la lucha cotidiana,
que lo llevó a resistir para sobrevivir en un país donde el colonialismo,
con su carga feroz de racismo, perdura desde hace cientos de años”, señala Calloni (2013: 53).
Fue sin duda un periodo marcado por la injerencia creciente y permanente de Estados Unidos en todas las esferas de la vida del país. Dos
objetivos centrales marcaron su agenda en Bolivia: la política antinarcóticos, basada en una fuerte militarización del país, y la implementación de las políticas neoliberales, incluido por supuesto el acceso y control de los recursos naturales. En este acápite examinaremos el papel
desempeñado por Evo Morales frente a estas dos prioridades.
Empecemos por destacar el enorme poder de las fuerzas militares y sus vínculos con el Pentágono, en particular desde los inicios de la
Guerra Fría. En el contexto de la marcada inestabilidad política que caracterizó la vida republicana de las naciones de América Latina durante
dos siglos, Bolivia ostenta el récord al registrar 189 golpes militares. Al
igual que el ejército del resto de los países de la región, el de Bolivia fue
entrenado en el Comando Sur de Estados Unidos siguiendo los lineamientos de la Doctrina de Seguridad Nacional. Pero en medio del ruido
de las metrallas y los sables, vendría el gobierno progresista del general
Juan José Torres, quien fue derrocado en agosto de 1971, antes de completar su primer año, por el general Hugo Banzer. Desde entonces, puede decirse que Estados Unidos estrechó el control sobre las fuerzas militares del país, tal como lo señala el mismo Evo:
Cuando llegamos al Palacio Quemado teníamos al Grupo Militar adentro instalado, era como tener la Embajada y la CIA y todo eso. En realidad, todo se manejaba allí. Estaban también en el Estado Mayor del
Ejército. Incluso tuvimos que hacer un debate interno en la policía.
16 Entrevista en el programa Hora 23 (Bolivisión, 2019, 16 de julio).
251
Consuelo Ahumada
Yo les dije que tenían que destetarse –en esos términos lo dije– de la
Embajada de Estados Unidos. Era demasiada la dependencia del grupo
de policía de la Embajada. Había llegado a ser una fuerza local que obedecía a una fuerza extranjera (Calloni, 2013: 406).
Por eso, el papel de las fuerzas armadas en el golpe de Estado de
noviembre pasado, el número 190 en la historia del país, no podía ni debía haber tomado por sorpresa a nadie.
Desde finales de la década del ochenta el control militar se intensificó todavía más, en el marco de la estrategia antinarcóticos de Estados
Unidos en Bolivia y en los países andinos, en particular Colombia y
Perú. En el caso boliviano, esta política se centró en el Chapare, principal zona productora de coca del país. Washington le impuso al gobierno de Paz Estenssoro asesores militares para desalojar a los campesinos
y acabar con su cultivo ancestral de coca. Evo, quien se había trasladado a vivir a la región desde su provincia natal en Oruro y empezaba ya
a descollar como líder del movimiento cocalero, que se había visto fortalecido desde los años ochenta con un número importante de mineros
que se desplazaron a esta actividad después de la privatización de las
minas por el gobierno neoliberal.
Posteriormente, en 1994, el gobierno boliviano, por imposición
de la DEA lanzó el programa Operación Nuevo Amanecer, cuyo objetivo era destruir la producción de coca en el Chapare. Tres años después, Banzer y su vicepresidente Quiroga intentaron imponer el Plan
Dignidad, de Estados Unidos, cuyo objetivo era “coca cero”. La reacción
contra esta política en contra de los cocaleros no se hizo esperar. En
1994 Evo se convirtió en presidente de la Confederación de Productores
de Coca del Trópico de Cochabamba y se puso al frente de enormes movilizaciones por la vida, la coca y la dignidad. La estrategia antinarcóticos se utilizó claramente para militarizar la región y criminalizar la protesta del movimiento cocalero.
Fue entonces cuando el gobierno de Sánchez de Losada lo apresó y
pretendió extraditarlo, al tiempo que dio inicio a una campaña de medios a nivel nacional e internacional, que pretendía mostrarlo como el
zar de la coca (Calloni, 2013). Ya existían claros indicios de que importantes sectores de las elites políticas y militares estaban estrechamente
vinculados al negocio de la cocaína. Por ello, al igual que en los otros países andinos, el auge de la producción de hoja coca fue el resultado de la
demanda del mercado de la cocaína. Santa Cruz de la Sierra, la ciudad
más grande del país y el eje central de la oposición se convirtió en principal centro del narcotráfico en Bolivia. Importantes empresarios de la región están ligados al negocio, en el cual tienen vínculos con grupos fascistas y racistas de origen nazi y croata y por supuesto, con la DEA.
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EL GOLPE DE ESTADO DE BOLIVIA Y LA CAMBIANTE GEOPOLÍTICA REGIONAL
El 6 de noviembre de 2008, en un acto de soberanía después de
que fuera derrotado el intento de golpe de Estado antes mencionado,
el gobierno de Evo anunció la sustitución de la DEA por una unidad
especializada de inteligencia, dependiente de la Fuerza Especial de
Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) y decidió que sus equipos, vehículos, armamento e instalaciones pasaran a ser propiedad del Estado.
Anunció que coordinaría con Unasur, la Comunidad Andina y los países
vecinos la lucha antinarcóticos y les dio un plazo de 3 meses a los funcionarios de la DEA para salir del país (Calloni, 2013: 326). También
fueron obligados a salir del país la CIA, USAID y todas las demás entidades de Estados Unidos.
Además de enfrentarse con tanto valor y decisión a la estrategia antinarcóticos de Estados Unidos, el MAS y Evo se pusieron al frente de
la lucha contra la privatización del agua y el gas en Bolivia. En el año
2000 se dio una fuerte movilización social en Chapare, conocida como
la Guerra del Agua, para expulsar a la empresa multinacional Aguas
de Tunari, a la que el gobierno de Hugo Banzer pretendía entregarle el
agua. Ante la presión popular, el mandatario tuvo que revertir el contrato de privatización del agua.
Pocos años después, en 2003, el presidente Gonzalo Sánchez de
Losada retomó una vieja propuesta de Estados Unidos de llevar el gas
hacia el Pacífico pasando por Chile. Era una propuesta que había hecho el presidente Quiroga un año antes, pero había tenido que retirarla. En esta nueva ocasión, el MAS lideró la Coordinadora por la
Defensa y la Recuperación del Gas, que se puso al frente de la Guerra
del Gas. Sánchez de Lozada debió derogar la medida y convocar un
diálogo nacional, pero poco después huyó del país y dejó en la presidencia a Carlos Mesa, quien a su vez renunció antes de completar el
periodo.
CONCLUSIÓN
Examinar las cambiantes y complejas condiciones internacionales, regionales y nacionales y las múltiples interrelaciones entre todos estos
planos, resulta crucial para entender a cabalidad el golpe de Estado
de 2019 en Bolivia. En el ámbito global, hay dos asuntos centrales: el
primero, la guerra económica y comercial entre Estados Unidos y la
República Popular China y su disputa por recursos naturales estratégicos e inversiones en todo el orbe. El segundo es el fortalecimiento de la
agenda de la extrema derecha en el mundo, sobre todo a partir de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Esta agenda ha estado marcada por unas políticas cada vez más excluyentes en lo económico y lo social, el auge del racismo y el fascismo y la salida militar a los conflictos,
entre otras orientaciones.
253
Consuelo Ahumada
En el plano regional, el golpe de Estado sobrevino en un periodo marcado por el retroceso de los gobiernos alternativos en la región.
El golpe contra Dilma Rousseff, la derrota electoral de las fuerzas progresistas en Argentina y en Uruguay, la traición del gobierno de Lenin
Moreno en Ecuador, el asedio permanente a la República Bolivariana
de Venezuela han sido los principales hitos de esta tendencia. En esta
misma línea, desaparece Unasur y con ello se pierde el poder de convocatoria y unidad de la región en torno a las políticas alternativas que
guiaron a estos gobiernos. Una OEA cada vez más sometida a los intereses y designios de Estados Unidos vuelve a cobrar presencia activa en
los asuntos del continente, tal como se vio en el caso de Bolivia.
En cuanto a las condiciones nacionales en las cuales se logró imponer el golpe de Estado, es necesario entender las tensiones cada vez más
marcadas de la sociedad boliviana, expresadas con claridad desde hace
más de tres décadas, pero agudizadas durante los 13 años del Estado
Plurinacional de Bolivia. En medio de limitaciones, problemas, contradicciones y errores, el gobierno de Evo pudo sacar adelante un proyecto de desarrollo alternativo, caracterizado por una fuerte inversión pública y social y basado en la nacionalización de los recursos naturales
del país, por mucho tiempo en poder de las multinacionales y los países
poderosos, en especial de Estados Unidos.
Además de los logros económicos y sociales, el proyecto pudo devolver la dignidad a una población mayoritariamente indígena y marginada históricamente del Estado y de la política, por parte de una oligarquía comprometida a fondo con los intereses de Estados Unidos. El
proyecto de nacionalización e industrialización del litio y la decisión de
que el Estado lo desarrollara de manera autónoma, en asociación con
otros países, precipitó el golpe.
En todo este proceso transformador que emprendió Bolivia el papel de Evo Morales fue fundamental. En este caso, sus grandes enemigos de dentro y de fuera no pretendieron solo acabar con una alternativa económica y social diferente al modelo vigente. También quisieron
doblegar al indígena que se atrevió a concretar los derechos de su pueblo, después de 500 años de marginamiento y exclusión. Pero el importante legado del Estado Plurinacional de Bolivia perdurará, no solo
para el país sino para los pueblos y naciones del mundo entero.
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Disponible en www.economiabolivia.net
256
TERCERA PARTE
LA ARTICULACIÓN
DEL PROCESO GOLPISTA
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO
AL GOBIERNO DEL MAS:
ESTADOS UNIDOS Y LA RED
DE DERECHA OCULTA
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García
y Arantxa Tirado
INTRODUCCIÓN
El golpe en Bolivia transcurrió sin gran trascendencia a nivel internacional. La mayor cobertura, tanto por parte de voces expertas, como de
medios de comunicación con proyección internacional, fueron los meses previos a las elecciones, consensuando en torno a una imagen negativa del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), en particular de
su líder, Evo Morales. ¿Cómo es que un golpe de Estado pasa prácticamente desapercibido para la comunidad internacional? ¿Quiénes han
sido las voces expertas y los medios de comunicación que fueron delineando un consenso negativo en torno a la Bolivia del MAS? ¿Por qué
prevalecieron ciertos relatos negativos frente a otros que recuperaban
los logros del MAS? ¿Qué actores e intereses podrían asociarse a los
sistemáticos procesos de desestabilización y desmoralización del MAS
desde el inicio del gobierno (2006)?
En el siguiente capítulo intentamos dar respuesta a estas preguntas retomando el concepto de manufacturación de consenso (Chomsky
y Herman, 2000) articulado a la noción de red de poder (Mills, 1976),
en particular, la red de la derecha internacional (Hamm, 2014; Parmar,
2012) y aplicándolo al proceso de desestabilización y desmoralización a
nivel político y de opinión pública del gobierno del MAS, tanto en el ámbito local como a nivel internacional, considerando particularmente el
rol del gobierno y del sector privado estadounidense. Para dar cuenta de
259
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
ello, retomamos fuentes oficiales (del gobierno de Estados Unidos); informes de think tanks y fundaciones (en especial las vinculadas a cuestiones latinoamericanas y a las expertas en seguridad y estrategia) y publicaciones de los principales medios de comunicación concentrados y
bibliografía secundaria. Los resultados se expresan en tres redes de poder que abordan tres momentos clave a lo largo del gobierno del MAS,
en particular los últimos años, que contribuyen de modo incipiente a
situar y comprender las razones y alcances del golpe de Estado: el referéndum de febrero de 2016 (21F), el golpe de Estado de noviembre
2019 y algunos indicios del proceso posgolpe.1 Cada red está compuesta por instituciones locales, regionales y transnacionales, así como por
trayectorias personales de relevancia, que permiten dar cuenta del entramado de intereses materiales (económicos, políticos y geopolíticos)
que operan a su vez en el plano de una reproducción ideológica (desde
dentro y con proyección hacia el exterior) como antídoto contra cualquier proyecto o alternativa de cambio real frente al capitalismo neoliberal (Zizek, 2003; García Linera, 2015; Dorfman y Mattelart, 2002).
MANUFACTURACIÓN DE CONSENSO
Y RED DE PODER DE DERECHA
Como expondremos a continuación, los ejes del relato negativo en torno al MAS son al menos tres, que vienen repitiéndose de modo sistemático (de allí parte del éxito) desde hace una década: el autoritarismo y la
falta de democracia en el gobierno de Morales; la corrupción y el tráfico de influencias de esta gestión; y la supuesta vinculación con el tráfico
de drogas y actividades terroristas. Sin desconocer la complejidad de la
política interna boliviana, las múltiples dificultades y tensiones que se
desarrollaron a lo largo del gobierno del MAS, es llamativo que parecieran prevalecer en la opinión pública aspectos negativos en lugar de
los aspectos positivos en torno a la inclusión económica, política y cultural de mayorías históricamente postergadas. Aun reconociendo que
no existe una influencia total ni una relación mecánica entre medios
de comunicación/redes sociales y la opinión pública, es importante notar que en los meses anteriores a las elecciones de octubre de 2019 proliferaron los análisis destacando la corrupción y la ineficiencia del gobierno, así como el énfasis en las supuestas ansias de Evo Morales por
1 Podría incluirse también el proceso de desestabilización e intento de balcanización de Bolivia en 2008, pero excede las posibilidades de este trabajo. No obstante,
es importante aclarar que se trata de un antecedente fundamental para comprender el modo en que operó la derecha en Bolivia durante los gobiernos del MAS.
Recomendamos BoliviaLeaks. La injerencia política de Estados Unidos contra el proceso de cambio (2006-2010), Quintana (2016).
260
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
perpetuarse en el poder (vulnerando aparentemente los valores democráticos), notas que auguraban que inevitablemente la votación de presidente y vicepresidente no se definiría de una vez, sino que habría una
segunda vuelta.
Entendemos que para comprender este proceso el concepto de manufacturar consenso es especialmente útil, en primer lugar, porque teórica y metodológicamente implica articular y delinear los vínculos (incluidas las tensiones) de las voces expertas (think tanks), los medios de
comunicación, el gobierno, los organismos internacionales y las grandes corporaciones (identificar acuerdos, tensiones e intereses). En segundo lugar, porque esta propuesta articulada a la de Wright Mills, de
corte sociológico, contribuye a eliminar suspicacias sobre una lectura
conspirativa: no se trata de que “alguien” define lo que hay que hacer,
sino que se trata de una dinámica compleja de vínculos e intereses que
se materializan en decisiones, financiamientos, reuniones, cursos, etc.,
que reproducen ideas consideradas como las más correctas y adecuadas
(sobre política, economía, etc.). Por último, Chomsky y Herman (2000,
1979) advierten que uno de los consensos que atraviesa la política exterior estadounidense (y los mecanismos para influenciar en la opinión
pública) desde hace décadas es el del anticomunismo, que en el caso de
las relaciones de Estados Unidos en América Latina se ha condensado
en el anti-progresismo (Díaz Parra y Romano, 2019; Romano, 2019). Lo
preocupante (y efectivo) de este sentido común, es que al ser el comunismo (como categoría muy amplia que en realidad implica cualquier
alternativa al neoliberalismo) el peor resultado posible, los actores y
componentes de la red de derecha prefieren inclinarse a favor de (o incluso justificar) el fascismo (Chomsky y Herman, 2000: 68-69).
El consenso es la reproducción de la ideología dominante, en tanto la eliminación de la posibilidad de pensar/hacer cualquier alternativa viable diferente al statu quo. Se retoma aquí el planteo elemental
gramsciano, haciendo énfasis en el rol de ocultamiento de la ideología (Larraín, 2007), que asociamos a la existencia de una red de poder
que opera en términos materiales e ideológicos en la reproducción del
sistema, pero que suele mostrarse de modo fragmentado o carente de
conexiones.
Esta red transnacional de poder articula organismos gubernamentales y no gubernamentales, empresas, instituciones financieras internacionales, organismos internacionales, fundaciones privadas y medios
de comunicación a nivel local, nacional y transnacional, think tanks y
líderes de opinión (Hamm, 2014; Parmar, 2012; Mills, 1978). En el caso
de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina como espacio
periférico, esta red muestra una sólida articulación y presencia a partir
de las dinámicas, programas, proyectos y financiamiento de asistencia
261
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
para el desarrollo en diversos rubros, proveniente tanto del gobierno
como del sector privado estadounidense (Tellería y Gonzáles, 2015;
Romano, 2015; Calandra, 2012; Roelofs, 2012 y 2007; Parmar, 2012;
Berman, 1982). Desde ese universo de alcance trasnacional se generan
redes de incidencia a nivel nacional y local, expandiéndose en ámbitos como la formación de líderes, asesoramiento de partidos políticos y
funcionarios, cursos de formación en universidades, financiamiento a
fundaciones privadas y ONG, así como la presencia de estos actores o
sus opiniones en la prensa hegemónica.
La identificación de algunos de los componentes de esta red permite
evidenciar (documentar) al menos dos cuestiones: los intereses geoeconómicos y geopolíticos que prevalecen en la política exterior estadounidense y los sectores aliados a nivel local (incluso considerando la existencia de múltiples tensiones); el impacto de las “voces expertas” y medios
de comunicación concentrados (siempre asociados a intereses de determinadas corporaciones trasnacionales e incluso al gobierno de Estados
Unidos) en los líderes de opinión.2 Esto contribuye a reforzar ciertos sentidos comunes, que podrían enmarcarse de modo amplio en la reproducción de la ideología hegemónica, que operaría en términos negativos
frente a cualquier proceso (gobierno, por ejemplo) que implique un cambio sustancial o se aparte del orden instituido, bajo diversos relatos que
así lo justifican (que no son lo suficientemente democráticos, que son autoritarios, que vulneran el orden republicano, que son amenaza para la
seguridad nacional de Estados Unidos), en continuidad con el anticomunismo (identificado también con el socialismo, el progresismo, el antimperialismo) en tanto sentido común fuertemente arraigado en las sociedades occidentales y componente clave del “Modo de Vida Americano”
(Chomsky y Herman, 2000; 1979; Said, 2004).
ANTES DEL GOLPE: REFERÉNDUM 21F
Unas semanas previas al referéndum de febrero 2016, destinado a elegir
si cabía modificar la constitución del Estado Plurinacional de Bolivia
para incluir la reelección presidencial, se desató una campaña de desprestigio/deslegitimación del liderazgo del presidente Evo Morales a
2 La teoría “clásica” del líder de opinión (la de Lazarsfeld, Berelson y Gaudet), sostiene que en un grupo de gente siempre habrá una persona más respetada (por sus
conocimientos, status, clase, etc.) y que servirá de referente a los demás. De este modo,
al persuadir a esa persona se espera lograr ampliar esa influencia en mayor o menor
medida al resto del grupo, que buscará acercarse a las opiniones, acciones y discurso
del líder (Scott Smith, 2008: 177). Si bien puede discutirse esta perspectiva y complejizarla, parecería persistir una tendencia de estos líderes a informarse a través del contacto con medios de comunicación (Mattelart y Mattelart, 1997) y, más recientemente,
a partir del contacto con las redes sociales, aunque no sean las únicas fuentes.
262
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
través de medios masivos y redes sociales, el denominado “escándalo Zapata”. En un primer momento se acusó la existencia de una “red
de corrupción”, favoritismos y clientelismo propiciada por el Poder
Ejecutivo y funcionarios de alto rango del gobierno del MAS (sin pruebas fehacientes). Posteriormente, el caso se centró en la desmoralización del presidente. Pasado el referéndum se hizo público que las pruebas brindadas para inculpar a Evo Morales y a otros funcionarios del
gobierno del MAS eran falsas.3
Diagrama 1. Estados Unidos y red de derecha.
Referéndum
Departamento de Estado
de Estados Unidos
USAID
NED
F
Fundación Nueva Democracia
Raúl Peñaranda
V
F
(formador opinión
pública)
F
Agencia Nacional de Prensa
M
P
Organismo clave en opinión pública
D
Vicepresidente ANP
es vicepresidente
de la SIP
Ortiz Antelo
(Senador Unidad
Demócrata)
FU
M
Red Atlas
FIDES
conservadores
“libertarios”
Estados Unidos
Vicepresidente
2014-2016
I
Página 7
Sociedad
Interamericana
de prensa
V
Unión de Partidos
Latinoamericanos
(miembro de la Unión
Democrática Internacional)
F: Financia
M: Miembro
V: Vínculo
FU: Fundador
D: Director
C: Conferencia
I: Impacto
C
Fundación
Nieman
(Harvard)
Formación opinión /
propaganda
opuesta procesos
de cambio América Latina
Desestabilización
y golpes de Estado
CEDICE
Venezuela
Inter American
Dialogue
ELEUTERA
Honduras
Instituto Liberal
Brasil
Fuente: Romano, 2018: 186.
3 Por razones de espacio no podemos profundizar en el caso, que es detalladamente descrito en “El Cártel de la Mentira”.
263
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
Destacan varios actores del periodismo y la política local así
como voces expertas, provenientes de think tanks y fundaciones
vinculadas a reconocidos políticos de la oposición, con contactos en
diferentes organizaciones regionales e internacionales, entre ellos:
Oscar Ortiz Antelo (senador) y su Fundación Nueva Democracia y la
Fundación Milenio, Carlos Valverde, Raúl Peñaranda, Samuel Doria
Medina y organismos de prensa como Agencia Nacional de Prensa,
Página 7, Agencia de Noticias Fides, Erbol, entre otros. La mayoría de estos organismos son financiados por la Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) por medio de la
Fundación Nacional para la Democracia (NED),4 extienden sus
vínculos con partidos y organismos de derecha como la Fundación
Atlas o la Red Liberal de América Latina (RELIAL), la Universidad
Harvard y fundaciones que promueven la “libertad de expresión”, el
Inter-American Dialogue (IAD), el Center for International Private
Enterprise (CIPE, dependiente de la NED), con importante proyección en la prensa local (Asociación Nacional de Prensa, también financiada por la NED), miembro de la Sociedad Interamericana
de Prensa, y también en contacto con organismos como IFEX de
Canadá y la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información
(ambos vinculados a la OEA).
LA PREVIA AL GOLPE
La NED siguió asignando fondos a los organismos y fundaciones presentes en la Figura 1, destacando financiamiento para organizaciones
directamente vinculadas a la política interna boliviana: cursos, formación y conferencias sobre elecciones, gobernabilidad, accountability,
formación de jóvenes líderes, etcétera.
La Fundación Milenio tiene como uno de sus objetivos modernizar estructuras nacionales para crear condiciones de apertura económica, democracia, entre otros. Recibe financiamiento de la NED. El
Instituto Republicano Internacional (IRI), think tank creado en 1983
y ligado al partido republicano de Estados Unidos. Sus principales líneas de trabajo son asistencia electoral, buenas prácticas de gobierno, entre otras. Cuenta con financiamiento de la NED y USAID, entre otros. La Fundación para el Periodismo, fundada en 2008, cuenta
con financiamiento de la Embajada Británica en Bolivia, el Banco de
Desarrollo de América Latina, Konrad Adenauer Stiftung, NED, entre otros. La Agencia Fides es miembro de la Agencia Nacional de
4 Loreta Tellería profundiza estos vínculos en el tercer capítulo de esta obra “La
asistencia de Estados Unidos a Bolivia en el siglo XXI. Entre la injerencia y la subversión”.
264
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
Noticias y de la Sociedad Interamericana de Prensa (campaña directa en contra de gobiernos progresistas). Recibe financiamiento de la
NED. Se vincula con universidades como Harvard, a través de cursos y un premio brindado por la Fundación Nieman (vinculada a la
Sociedad Interamericana de Prensa en programas de lucha por la
“libertad de expresión”). La Fundación Observatorio de Derechos
Humanos y Justicia, constituida en Santa Cruz en 2015, dirigida por
José Antonio Rivera Santiváñez, su secretaria es Julieta Montaño
Salvatierra, en mayo de 2015 recibió el premio Mujeres CORAJE de la
USAID y recibe financiamiento de la NED.
En noviembre de 2018 la Fundación Observatorio de Derechos
Humanos y Justicia y la Fundación de los Derechos Humanos presentaron una denuncia en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) de la OEA contra la repostulación de Morales.
La presencia directa de la USAID (sin intermedio de subagencias
como la NED) en vísperas de las elecciones (entre el 27 de agosto y el 13
de septiembre de 2019) se dio a partir de la asistencia técnica a la respuesta de incendios forestales en la Región de Chiquitanía con la presencia en territorio de 14 expertos. Según información oficial, uno de
los grupos permaneció en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, brindando asistencia al Centro de Operaciones de Emergencia del Gobierno de
Santa Cruz (COE) para reforzar la logística, la planificación y la coordinación a nivel departamental y local. Además, un experto en aviación del USFS brindó orientación técnica a los funcionarios de la
Fuerza Aérea sobre coordinación, táctica y seguridad de operaciones
de fuego-tierra-aire.5
LA OPINIÓN EXPERTA
Destaca uno de los informes de Inter American Dialogue6 –con la “opinión experta” de Ciudadanía, Comunidad de Estudios Sociales y Acción
Pública, Center for the Study of Economic and Social Reality y Brújula
Digital– que: 1) por primera vez, en una década y media, se espera que
las elecciones de 2019 sean cerradas; 2) en caso de que gane Morales,
parece poco probable que el MAS tenga el mismo control legislativo actual, lo que puede derivar en que se vea obligado a hacer alianzas; y 3)
el principal desafío es “la baja legitimidad del proceso electoral” debido al referéndum de febrero de 2016, que permitió la participación de
Morales en el actual proceso electoral.
5 Ver https://www.usaid.gov/sites/default/files/documents/1866/OFDA_LAC_Newsle
tter_October_2019.pdf
6 Ver https://www.thedialogue.org/analysis/will-bolivias-next-election-lead-to-more
-uncertainty/
265
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
También es clave la opinión difundida por American Society/
Council for Americas (AS/COA), que afirma que Morales perdió el 21F y
que la ley le prohibía un cuarto periodo en la presidencia.7
Asimismo, y como trasfondo geopolítico fundamental, deben
incluirse las voces expertas de think tanks directamente interesados en los recursos naturales, que incluso aparecen en los cables de
Wikileaks,8 dando cuenta de una “guerra por los recursos”, que tiene al litio boliviano como epicentro y donde se percibe la preocupación por la presencia de otros competidores. En un artículo titulado
“El papel de Bolivia en la transición energética amenazado por la incertidumbre del litio”, el Atlantic Council –think tank referente del establishment imperialista fundado en 1961 en el marco de la Guerra
Fría– plantea que:
Bolivia tiene un alto potencial para ser crucial en el desarrollo de litio (…) el mayor inhibidor de la inversión extranjera es la reputación
de Bolivia que tiene un clima de inversión inseguro. Después de asumir
el cargo en 2006, Morales nacionalizó la industria de hidrocarburos de
Bolivia, despojando la propiedad de compañías extranjeras. (…) El litio
puede convertirse en un problema geopolítico. China ya tiene una producción nacional significativa y ha comprado una gran parte de la compañía de litio más grande de Chile, consolidando cierto control sobre el suministro de litio (Atlantic Council, 2018, 6 de agosto).
Más de un año antes de las elecciones, Stratfor (consultora que
realiza investigaciones de inteligencia para el gobierno estadounidense) plantea, en una serie de informes, un escenario posible (¿deseado?
¿buscado?) de disturbios, inestabilidad y posibles sanciones de Estados
Unidos frente a una victoria de Evo Morales.
a) La amenaza de la nacionalización y la fuerte intervención estatal permanecerán siempre presentes si Morales logra la reelección, una perspectiva que podría desalentar a los inversores extranjeros interesados en las reservas de litio del país (Stratfor,
2018a, 15 de junio).
b) Una ola prolongada de protestas también traería consigo riesgos políticos para el gobierno de Morales. (…) sofocar violentamente las protestas poselectorales correría el riesgo de atraer
la atención negativa de los Estados Unidos en forma de sanciones selectivas.
7
Ver https://www.as-coa.org/articles/poll-tracker-bolivias-2019-presidential-race
8
Ver https://wikileaks.org/plusd/cables/09LAPAZ1599_a.html
266
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
Las sanciones pueden hacer poco para revertir un resultado electoral, pero podrían amenazar las finanzas de los funcionarios del
gobierno boliviano y pueden influir en su voluntad de buscar otro
mandato en el poder (Stratfor, 2018b, 20 de septiembre).
En cuanto a las repercusiones en la prensa, se percibe una continuidad y proyección de lo planteado por las voces expertas y actores de la oposición que encuentran voz y visibilidad en estos medios de
comunicación:
1. Washington Post. El gobierno de Evo Morales ha experimentado
una década de estabilidad económica y alivio de la situación de
pobreza. Pero esta estabilidad económica incluyó medidas características del autoritarismo de izquierda: colocar amigos en
los tribunales, ignorar medidas de fiscalización y permitir la corrupción más descarada (…). Para Jorge Quiroga, expresidente boliviano de centroderecha que está liderando la oposición,
la pregunta es si la Corte Interamericana actuará como “una especie de hospital en el que solo se hacen autopsias a democracias ya muertas, o como un hospital que interviene lo suficientemente a tiempo como para salvar al paciente” (Washington Post,
2019, 4 enero).
2. The Guardian. Bolivia, junto con Nicaragua, es la única democracia que permite reelección ilimitada en América Latina (…)
“Esto es un golpe contra la Constitución y una burla frente a
los resultados del referéndum” advierte el senador conservador
Óscar Ortiz a este medio (The Guardian, 2017, 3 diciembre).
3. El Nuevo Herald. El presidente Evo Morales está siguiendo el clásico manual de las dictaduras. Primero, eliminó los límites de
permanencia en la presidencia (…) Morales, ha atacado también a los medios independientes, proponiendo una “ley contra las mentiras”, atacando las noticias que valoran negativamente su gestión. La comunidad internacional debe apoyar la
democracia y los Derechos Humanos en Bolivia. El Senado de
Estados Unidos ha dado un paso en este sentido, aprobando unánimemente una resolución calificando como antidemocrática la
repostulación de Morales (El Nuevo Herald, 2019, 26 mayo).
Del contexto pregolpe también hay que destacar relatos basados en
el “repertorio clásico” de la doctrina de seguridad hemisférica estadounidense que identifica al enemigo político (en este caso, encarnado en
la figura de Evo Morales) con el terrorismo/narcoterrorismo (Loveman,
2009). Este relato (articulado por think tanks y el propio gobierno estadounidense) data de los años en que Evo Morales se desempeñaba
267
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
como dirigente cocalero9 y persiste durante su gestión como presidente, incluyendo la última campaña electoral.
• El 17 de noviembre de 2019 The Wall Street Journal publica
nota titulada “Morales Made Bolivia a Narco State: How many
Mexicans know the role that Evo has played in the coca business?” (The Wall Street Journal, 2019, 17 noviembre). Personajes
como Carlos Sánchez Berzain10 y Leonardo Coutinho11 hacen difusión de ese texto en sus cuentas de Twitter.
• El 19 de noviembre de 2019 Berzain publica nota de opinión “La
confrontación en Bolivia es Narcotráfico contra la Democracia”,
que es reproducida por varios medios (Berzain, 2019, 19 de noviembre).
• Una crónica de World Politics Review titulada “Who Isn’t
Involved?: How Corruption Fuels Trafficking of Cocaine in
Bolivia” plantea que la expulsión de la DEA en 2008 dejó sin
control la corrupción relacionada con las drogas en los niveles
más altos del gobierno boliviano, creando espacio para un aumento alarmante de la actividad ilícita que impregna los cuerpos inferiores del gobierno, especialmente en las cárceles y entre las fuerzas del orden (World Politics Review, 2018, 6 junio).
Este relato crítico y desmoralizador acerca del líder del MAS coincide con el hecho de, que durante su gestión, llevó a cabo políticas alternativas en materia de seguridad y defensa, principalmente por medio de la nacionalización de la lucha contra el narcotráfico (Ledebur y
Youngers, 2012; CONALTID, 2016) y medidas concretas de cuestionamiento de la presencia estadounidense en el país, tales como la eliminación de la oficina de la CIA del palacio de gobierno y la expulsión de
la DEA (Tellería y Gonzales, 2015). Desde entonces, Bolivia fue sistemáticamente “descertificada” por la Casa Blanca por medio de determinaciones que declaran que el país ha fracasado en cumplir obligaciones contenidas en los acuerdos internacionales sobre estupefacientes.12
9 En diciembre de 2001 (4 meses después de los ataques a las Torres Gemelas)
en un foro organizado por el Center of Strategic and International Studies (CSIS) en
Washington, el embajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, se refirió a
los cocaleros como “talibanes” (La Prensa, 2001, 6 de diciembre; citado en Lazarte,
2008: 52).
10 Ver https://twitter.com/Csanchezberzain/status/1196244710962143232
11 Ver https://twitter.com/lcoutinho/status/1196420143817142272
12 Las motivaciones políticas de la “descertificación” unilateral por parte de Estados
Unidos se evidencian si se tiene en cuenta una serie de indicadores positivos como,
por ejemplo, el hecho de que se ha logrado incautar más de 200 toneladas de cocaína
268
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
EL GOLPE
Aunque Morales haya salido victorioso en los comicios del 20 de octubre (por un margen un poco mayor al 10 por ciento) la oposición declaró inválidos los resultados, tal como lo preveían influyentes think
tanks y medios de prensa internacional. Esto provocó una escalada de
violencia para justificar un golpe de Estado cívico, policial y militar.
Finalizados los comicios, la oposición rechazó los resultados, denunció
fraude y se negó a participar en la auditoría conducida por la OEA, que
deslizó desde un inicio que, efectivamente, el gobierno del MAS había
vulnerado los datos para que el conteo final resultara a su favor. En este
escenario, que se venía augurando y proyectando desde hacía tiempo,
los actores locales e internacionales coinciden en general con aquellos
vinculados a la manufacturación del caso Zapata, así como a la campaña antirrepostulación y de deslegitimación del MAS entre 2018 y 2019.
Los actores clave en el golpe de Estado y la manufacturación de consenso en torno a la necesidad de expulsar al MAS del gobierno se vincularon y proyectaron a nivel internacional a través de las fundaciones,
ONG y medios de comunicación concentrados que forman parte de la
red de poder de derecha desde hace décadas. Esto explica la rapidez con
la que se legitimó el golpe a nivel internacional, a pesar de la ilegalidad
y los altos niveles de violencia física y simbólica que llevaron a la renuncia del MAS, su posterior persecución y exilio de buena parte de la cúpula y funcionarios de nivel medio del gobierno.
ACTORES DESTACADOS A NIVEL LOCAL/NACIONAL
Carlos Mesa. Candidato opositor al MAS y expresidente de Bolivia.
Implicado en campaña y montaje previos al 21F, implicado en rol desestabilizador de la OEA. Forma parte del Inter-American Dialogue (IAD).
Luis Fernando Camacho. Presidente del Comité Cívico de Santa
Cruz. Tuvo reuniones con Ernesto Araujo (Forum, 2019), Gustavo Tarre,
quien estaba asociado al Center for Strategic & International Studies.13
Tiene lazos políticos con Branko Marinkovic, quien se refugió en Brasil
en 2010 tras ser acusado de sedición y separatismo de Santa Cruz (El
Diario, 2020, 15 enero). En diciembre de 2019, Camacho fue invitado al
IAD (Telesur, 2019).
Carlos Sánchez Berzain. Exministro de Defensa de Gonzalo
Sánchez de Lozada (2003). El 27 de octubre estuvo con Roxana
entre 2006 y 2013, frente a las 67 toneladas del periodo 1988 a 2005; o que según
el informe 2016 de la UNODC sobre la situación de la lucha contra las drogas en
Bolivia, el área cultivada con coca en 2015 es la más baja desde que este organismo
inició el monitoreo de cultivos de coca en Bolivia en 2003 (UNODC, 2016).
13 Ver https://twitter.com/LuisFerCamachoV/status/1166319600394539008
269
Diagrama 2. Estados Unidos y red de derecha: golpe en Bolivia
Gobierno Estados Unidos
FU
OEA
Fundación
Milenio
USAID
NED
O
Fundación
Nueva
Democracia
Opinión experta
crítica gobierno MAS
V
I
(formador opinión
pública)
R
M
Ortiz Antelo
Centro para la
Empresa Privada
Internacional
M
M
(Senador Unidad
Demócrata)
M
Vicepresidente
2014-2016
Unión de Partidos
Latinoamericanos
(miembro de la Unión
Democrática Internacional)
Red Atlas
conservadores
“libertarios”
Estados Unidos
I
Desestabilización
y golpes de Estado
FU
M
Página 7
Sociedad
Interamericana
de prensa
V
C
C
D
FIDES
M
Atlantic Council
Global
Energy
Center
Formación opinión /
propaganda
opuesta procesos
de cambio América Latina
Litio Bolivia: Unsafe Investment
Climate - mayo 2019
Fuente: Romano, Lajtman, García Fernández y Tirado, 2019. www.celag.org.
R
I
golpe
M
“Lider oposición
bolivariana”
Human Rights Foundation
Noruega
C
Ética
y ley
CONADE
I
Williams
Kaliman
ONG
Ríos de Pie
ambientalista
Inter American
Dialogue
Fundación
Nieman
(Harvard)
Panamá
Papers
CNN
D
D
Fraude
Violencia
Vaca Daza
M
Agencia Nacional de Prensa
V
Camacho
Santa Cruz
Organismo clave en opinión pública
FU
Waldo Albarracin
predice
V
Raúl Peñaranda
F
Stratfor
Carlos
Mesa
I
voz experta periodista
V
F
V
Medios y redes sociales
I
CNN
FOX
F: Financia
M: Miembro
V: Vínculo
Bloomberg
Entrenado en
Fort Benning
ex-Escuela
de las Américas
Logos International
University
religiosa / cristiana
R: Reconocimiento
FU: Fundador
D: Director
C: Conferencia
I: Impacto
O: Objetivo
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
Lizárraga, quien formó parte del gobierno golpista de Añez hasta el 26
de enero. También estuvo acompañado de Manfred Reyes Villa, acusado
de enriquecimiento ilícito y entrenado en Fort Benning, y Mario Cossio,
quienes viven en Estados Unidos (Página/12, 2019, 18 de noviembre).
Escribe periódicamente para Infobae y es director del Interamerican
Institute for Democracy.
Waldo Albarracín. Decano de la Universidad Mayor de San
Andrés, y miembro del Consejo Nacional en Defensa de la Democracia
(CONADE). Instó a la resistencia civil para defender el voto y garantizar
la segunda vuelta en el país (El Diario, 2019, 14 noviembre).
Iván Arias Duran. Fue protagonista del operativo encubierto previo al Golpe. Se reunió con el opositor Jaime Antonio Alarcón Díaz y
otros miembros de los comités cívicos, donde acordaron obtener equipos de votación rápida para las elecciones presidenciales, a fin de utilizarlos para manipular la opinión pública sobre los resultados electorales y declarar fraude.
Jhanisse Vaca Daza. Directora de la ONG Ríos de Pie (Standing
Rivers), la cual ha utilizado su plataforma de manera permanente para
diseminar información manipulada y generar un rechazo hacia las políticas del gobierno a nivel nacional. Ríos de Pie es financiada por Freedom
Fellowship de Human Rights Foundation (HRF) de Estados Unidos.
Williams Kaliman. Fue juramentado como comandante en jefe de las
Fuerzas Armadas de Bolivia en diciembre de 2018. Antes se desempeñó
como comandante general del ejército y parte de su formación militar la
realizó en Estados Unidos en Fort Benning (ex Escuela de las Américas).14
ACTORES DESTACADOS A NIVEL INTERNACIONAL
El proceso fue avalado desde fuera, por gobiernos y organismos internacionales. Como se expone a continuación, destaca el gobierno de Estados
Unidos y los miembros de la Unión Europea (UE), la OEA y los numerosos medios de prensa que otorgaron voz a los perpetradores del Golpe.
El Subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio
Occidental, Michael G. Kozak, advirtió el 21 de octubre que “Estados
Unidos está observando de cerca la 1a ronda de elecciones en Bolivia,
especialmente la repentina interrupción de la tabulación electrónica
de votos. Autoridades electorales deben restaurar credibilidad y transparencia al proceso ya para que se respete la voluntad del pueblo”.15
Este mismo día, avisó que Estados Unidos trabajará con la “comunidad internacional” contra “cualquiera que menoscabe las instituciones
14 Ver https://www.williamjperrycenter.org/alumni-news/alumni-meeting
15 Ver https://twitter.com/WHAAsstSecty/status/1186276427416657922
271
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
democráticas de Bolivia” y que “Estados Unidos rechaza los intentos
del Tribunal Electoral de subvertir la democracia de Bolivia al retrasar
el conteo de votos y tomar medidas que socaven la credibilidad de las
elecciones bolivianas”. Al día siguiente, la Embajada de Estados Unidos
en Bolivia hizo un llamado al TSE para que actúe inmediatamente para
restaurar la credibilidad en el proceso de conteo de votos.16
Por su parte, representantes de la UE se sumaban a las opiniones
que desacreditaban el resultado de las elecciones:
• La inesperada interrupción del conteo electrónico de votos después de la primera vuelta de las elecciones generales en Bolivia
ha generado serias dudas que deben ser totalmente aclaradas de
manera inmediata.
• Se espera que las autoridades bolivianas, especialmente el
Tribunal Supremo Electoral, aseguren lo máximo de transparencia en el conteo de votos, y en el proceso de registro de los
resultados.
• Es vital garantizar la credibilidad del proceso electoral, asegurar la confianza de los votantes y respetar la voluntad del pueblo boliviano. Los recientes incidentes deben ser investigados.
Además, hacemos un llamado a todas las partes a abstenerse del
uso de la violencia.
• La Unión Europea ha sido y es un socio principal de Bolivia en
la promoción del desarrollo económico y social, y también en
el fortalecimiento del Estado de Derecho. Nuestra cooperación
se basa en un compromiso compartido de los valores y principios democráticos que deben ser respetados en todo momento.
(European Union External Action, 2019).
En cuanto a la comunidad interamericana, destaca el papel de la
OEA. El 21 de octubre (preparando el terreno para el consenso a nivel
internacional), la OEA declaró que
este proceso electoral se ha dado en condiciones muy complejas. Durante
esta observación electoral, la Misión de Observación Electoral de la OEA
ha testificado la inequidad evidente entre las candidaturas. Ha sido notorio el uso de recursos públicos durante la campaña. La Misión de la OEA
manifiesta su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y
difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas. Oportunamente, la Misión dará un informe
con recomendaciones de cara a una segunda vuelta (OEA, 2019).
16 Ver https://twitter.com/EmbEUAenBolivia/status/1186577693011333120
272
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
Contribuyó con conteos de votos que no fueron representativos y
con declaraciones de su representante, que contrastaban con otros informes más completos como el de CEPR (Long et al., 2019). También otros
organismos como CELAG cuestionaron la demora en la publicación del
informe completo y luego criticaron el método de la OEA (Rebelión, 23
de noviembre de 2019). A ocho meses del Golpe el The New York Times
publicó un artículo replicando informe de un think tank criticando el
método utilizado por la OEA y deslizando que tal vez no hubo fraude.
Los principales medios de comunicación concentrados y agencias
de prensa se alinearon rápidamente en contra del gobierno del MAS, retomando las declaraciones de organismos internacionales y expertos.
Una nota de la BBC (2019, 22 octubre) titulada “Bolivia: furia por la confusión en los resultados…”, advertía que si “se demostraban los resultados, Morales y Mesa deberían enfrentar una segunda vuelta el 15 de diciembre”. The New York Times (2019, 21 octubre) titula directamente:
“Presidente acusado de fraude en elecciones en Bolivia…”. En la nota se
retoma un tuit de Waldo Albarracín, retuiteado por la Agencia de Noticias
Fides. Se comenta cómo Albarracín, herido por el gas lacrimógeno,
“Ensangrentado, dijo que el hecho se produjo cuando exigían que se respete el voto”. A su vez, recupera la declaración del candidato opositor,
Mesa: “este gobierno está tratando de bloquear la segunda vuelta”, mientras que aclara que Mesa sería el preferido en una segunda vuelta.
Por su parte, el Washington Post (2019, 22 octubre) titula “Protestas,
incendios provocados, saqueos en Bolivia mientras los opositores acusan a Evo Morales de intentar robar elecciones” y prosigue:
La oposición y observadores internacionales elevan sus quejas, mientras el presidente de turno, Evo Morales se adjudica una victoria electoral (…). Los críticos advierten que las elecciones podrían perder pronto
legitimidad, la violencia estalló en varias ciudades, el país está al borde
de transformarse en aquello que han insistido [el gobierno de turno] que
no es: Venezuela (Washington Post, 2019).
En la misma línea, pero dando eco a los organismos internacionales, The Guardian (2019, 21 octubre) subraya que “la Unión Europea
advirtió que la interrupción inesperada del conteo electrónico de votos genera preocupación. La OEA también afirma estar profundamente preocupada y sorprendida por el drástico y difícil de explicar cambio
en la tendencia, luego de la interrupción del conteo” y retoma los principales ejes del relato anti MAS:
Según expertos: la incapacidad de Morales para ganar en primera
vuelta refleja la preocupación por la ralentización de la economía, los
273
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
escándalos de corrupción, y su obsesión con buscar un cuarto mandato a pesar de la negativa en el referéndum, muchos bolivianos están preocupados porque de reelegirse, Morales estará en el gobierno por casi
veinte años ya (The Guardian, 2019).
Por último, la Agencia Reuters (2019, 22 octubre) indica que “Los
manifestantes inundaron las calles de la capital boliviana frente a los
resultados de las elecciones, ante la sospecha de la manipulación de los
resultados por parte del TSE. La manifestación ha sido una de las más
concurridas en la última década, más de 100 000 personas”. Otorgando
legitimidad a la oposición, describe: “El candidato opositor Mesa apareció en las manifestaciones en la ciudad de Santa Cruz, y declaró: justo ahora, a unos metros, se está cometiendo un fraude fabuloso, para
hacernos creer que no habrá segunda vuelta (…) le están mintiendo al
país y dando la espalda al voto de ustedes”.
DESPUÉS DEL GOLPE: GOBIERNO DE FACTO
Y LA “NORMALIZACIÓN” DEL ESTADO
Desde el apoyo del Secretario de Estado a la presidenta de facto
(Department of the State, 2020), hasta la celebración del trabajo de la
OEA y las numerosas visitas oficiales y reuniones, dan cuenta del rápido
acercamiento al gobierno estadounidense y sus agencias (CNN, 2020,
15 enero). Vuelve a operar con bastante rapidez la asistencia bilateral en
el ámbito electoral y en lo relativo a asesoría y potenciales acuerdos en
seguridad, rubros donde existe una aceitada relación, que había sido en
parte obstaculizada durante los gobiernos del MAS. Este retorno se justifica con un relato de “normalización”, para volver al Estado anterior
al gobierno del MAS. Se suman al retorno de Estados Unidos en Bolivia,
las agencias e instituciones de la Unión Europea, que no dudan en mantener vínculos y financiar al gobierno de facto, incluso en asesoría técnica para procesos electorales (ámbito donde la diferencia entre lo técnico y lo político es únicamente a nivel formal).
ASESORÍA EN EL ÁMBITO ELECTORAL
Desde inicios de 2020 diversas fuentes (funcionarios estadounidenses,
comunicados oficiales, funcionarios del gobierno de facto) advierten
sobre la asistencia estadounidense a las elecciones en Bolivia, precisamente el ámbito donde se desataron las tensiones que conllevaron a la
deslegitimación del MAS (sobre todo en el exterior) y a la posibilidad de
un golpe de Estado.
El 6 de enero Trump determinó que la provisión de asistencia de
Estados Unidos a Bolivia en el año fiscal 2020 es vital para los intereses
nacionales de Estados Unidos (Casa Blanca, 2020). Pocos días después,
274
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
el secretario privado de Añez, Erick Foronda Prieto, reveló que tras el
levantamiento del veto a Bolivia la asistencia estadounidense priorizará los siguientes temas: apoyo a las elecciones, cuidado del medio ambiente y emprendimientos tecnológicos de jóvenes, seguridad y defensa.
En relación al primer punto, confirma la llegada de cuatro técnicos de la
USAID para respaldar todo el proceso electoral en conjunto con la cooperación de la OEA, UE y Naciones Unidas (La Razón, 2020, 8 enero).
Es fundamental destacar el retorno de la Office of Transition
Initiatives (OTI) de la USAID a Bolivia. Esta oficina fue clave en el proceso de desestabilización a inicios del gobierno del MAS y el intento de
golpe cívico-prefectural de 2008, aprobando más de un centenar de subvenciones con un valor de 4 066 131 de dólares para ayudar a los gobiernos de la Media Luna a “operar más estratégicamente” (Main y Beeton,
2015). Actualmente, en el contexto previo a las elecciones de septiembre de 2020, la misión de la OTI, según información oficial, es apoyar
“el entorno propicio para un proceso electoral informado, transparente, e inclusivo que pueda responder a crisis inesperadas a través de: i)
el fortalecimiento de la capacidad de los nuevos actores políticos para
la autoexpresión y la interacción; ii) la promoción de procesos democráticos de reflexión interna en organizaciones sociales representativas; iii) aumentar la capacidad de las organizaciones locales para articular una respuesta a las crisis derivadas de la pandemia de coronavirus
(USAID, 2020).
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
que tenía proyectos antes del Golpe, también decidió ceñirse a proyectos de asistencia para el proceso electoral con el actual gobierno de facto. Bajo estos programas el PNUD canalizó la cooperación internacional
de Alemania, Dinamarca y Reino Unido. El mismo TSE informó sin tanto
detalle la asistencia que estaba recibiendo para reformular el TREP por el
nuevo sistema llamado Difusión de Resultados Preliminares (DIREPRE).
Para ello, contrataron a la empresa Reckon Digital con un contrato por
669 700 USD para la creación del sistema de cómputo, la preparación
de técnicos y su instalación. La empresa Danoffice IT tiene contrato por
743 244 USD para suministro de computadoras. Por último, la empresa
Cancom Online Gmbh de Alemania tiene contrato por equipos de cómputo por 318 810 USD.17 Además, cada línea estratégica de apoyo cuenta con la asistencia de la ONU, Embajada de Suecia, UE, Gobierno de
Canadá y Reino Unido. La ONU trabaja con ONU Mujeres y el Programa
de Voluntarios de la ONU (VNU), la Fundación IDEA colabora con “otras
líneas de cooperación técnica” (Fuente Directa, 2020, 7 febrero).
17 Ver https://procurement-notices.undp.org/view_awards.cfm
275
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
ASESORÍA Y POTENCIALES ACUERDOS EN MATERIA
DE SEGURIDAD: LA “DEUDA” DE LA GUERRA ANTINARCÓTICOS
El Encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en La
Paz, Bruce Williamson manifestó el deseo de Washington de “fortalecer”
las relaciones con La Paz, refiriéndose incluso a la posibilidad de que la
Administración para el Control de Drogas (DEA) vuelva a operar en el país
andino, decisión que dejó en manos del gobierno interino.18 Según Erick
Foronda, la asistencia estadounidense en los rubros de seguridad y defensa será fundamental “porque se ha descubierto en Bolivia la presencia de
narcoterrorismo y una fuerte presencia del narcotráfico que merece una
atención particular”, por lo que plantea la importancia de restablecer relaciones con la NAS (Oficina de Asuntos Antinarcóticos) (La Razón, 2020, 8
enero). El 5 de febrero de 2020 el diputado Tomás Monasterio de Unidad
Demócrata (UD) entregó una carta dirigida al encargado de negocios de
la Embajada de Estados Unidos, en la que solicita que la DEA inicie una
investigación internacional a Evo Morales por el delito de narcotráfico.
El 2 de marzo Bolivia participó por primera vez en la conferencia anual
de planeación USCAP 2021, para fortalecer lazos de cooperación internacional en seguridad. El evento hace parte del Plan de Acción Conjunta de
Seguridad Regional liderado por Colombia y Estados Unidos.19
De acuerdo al último Informe de la Estrategia Internacional de
Control de Narcóticos (INCSR) de 2020, realizado por la Oficina de
Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del
Departamento de Estado “el gobierno de transición ha logrado avances
importantes en la interdicción y extradición de narcotraficantes”. El reporte marca una valoración claramente opuesta los informes anteriores en
los que se considera que, bajo la administración del expresidente Morales,
Bolivia “ha fracasado demostrablemente” en cumplir con sus obligaciones. Concretamente, el informe recomienda que el próximo gobierno
debe basarse en los esfuerzos del gobierno de transición para fortalecer los
esfuerzos para detener el desvío del procesamiento de coca a cocaína mediante el endurecimiento de los controles sobre el comercio de la hoja de
coca, el logro de reducciones netas en el cultivo de coca y la mejora de la
aplicación de la ley y los esfuerzos judiciales para investigar y procesar la
actividad criminal relacionada con las drogas (Department of State, 2020a).
Por su parte, la UE (principal socio internacional de la estrategia de
nacionalización de la lucha contra el narcotráfico llevada a cabo por el
gobierno del MAS) concretó un apoyo de 27 millones de euros destinados
18 Ver https://twitter.com/LaRazon_Bolivia/status/1197256223877451776?s=20
19 Ver https://twitter.com/USEmbassyBogota/status/1234554375550439425
276
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
a la gestión gubernamental, lucha integral contra el narcotráfico y desarrollo (10 millones); políticas sectoriales de agua, saneamiento, cuencas
y recursos naturales (17 millones). El jefe de la Delegación de la UE, León
de la Torre, manifestó que este desembolso es parte del compromiso de
esa organización para el apoyo al proceso de transición democrática que
atraviesa Bolivia (Presidencia de Bolivia, 2020, 17 febrero).
CONSENSO EN CONTRA DEL MAS E INVISIBILIZACIÓN
DEL GOBIERNO DE FACTO: THINK TANKS Y PRENSA
Antes del golpe de Estado en Bolivia, el Inter-American Dialogue publicó tres notas sobre las elecciones. En una nota de agosto de 2019, invitaron al director de Ciudadanía, Comunidad de Estudios Sociales y
Acción Pública, ONG financiada por USAID y a Raúl Peñaranda a dar
“opinión experta” sobre las elecciones (Inter-American Dialogue, 2019).
En octubre, en vísperas de las elecciones criticaron un probable nuevo periodo de Evo Morales y la nota fue replicada por el Washington
Post (2019, 14 octubre). Posterior al golpe, volvieron a invitar a Raúl
Peñaranda y a Daniel Moreno director de Ciudadanía, Comunidad de
Estudios Sociales y Acción Pública para criticar la función que tuvo el
TSE en las elecciones. Vale destacar que, de las noticias sobre lo acontecido en Bolivia, el Inter-American Dialogue es uno de los think tanks
con presencia en medios y agencias de impacto, como AP y Fox News.
Después del golpe, el Atlantic Council publicó informe sobre la profundización de la crisis política y la división racial y Bolivia como reflejo de la polarización de la región. Hasta diciembre de 2019, los medios que retomaban la “opinión experta” de think tanks como el Atlantic
Council, el Inter-American Dialogue, Wilson Center, WOLA y Brookings
Institution fueron Infobae, The Washington Times, The Voice of America,
El Deber, Fox News.
Como dato clave, a pesar de que hubo un golpe de Estado en
Bolivia, la escasez de informes contrasta con las numerosas publicaciones sobre Venezuela, México, o la cuestión migratoria. En conjunto con la valoración (en general negativa respecto del MAS) en los informes y apariciones en la prensa, se produce una invisibilización del
caso de Bolivia. La atención brindada en la previa a las elecciones y las
numerosas notas dando cuenta de los numerosos defectos del gobierno
del MAS, contrasta con la escasa presencia tanto en informes, como en
eventos e intervenciones en la prensa que tengan como eje el desempeño del gobierno de facto de Bolivia.
A nivel local, destacan libros y artículos publicados por la
Fundación Milenio (financiada por la NED) después del golpe: “La
Chiquitanía desvela la verdad del país. Políticas agroambientales y
calidad de gobierno en Bolivia” (2019, noviembre); “Las claves de la
277
Diagrama 3. Estados Unidos y red de derecha. Gobierno de facto
Corporaciones
y Think Tanks
Estados Unidos
servicios
Stratfor
de
consultoría
publica
Informes que
“predicen” segunda
vuelta e inestabilidad
2019. Crítica Política
del MAS sobre litio
Departamento
Defensa
servicios
de
Estados Unidos consultoría
IBI Consultores
Center for
Strategic and
International
Studies
evento
Tuto Quiroga
el camino a seguir
en Bolivia
(post golpe)
NED
financia
Murillo
gira Estados Unidos
Embajada
EEUU La Paz
Fundación
Milenio
secretario
privado
Foronda
Prieto
reunión
investigador
Informes
favorables
gobierno
facto
ministro de gobierno
Asesoría
Electoral
exfuncionario
OTI
informante
OEA
Salvador
Romero
Tribunal
Superior
Electoral
vínculo
exasesor
apoya
PNUD
Sánchez
Berzain
dirige
Council of the Americas
publicación
publica
asistencia
USAID
subagencia
presidente
RAND
Corporation
Gobierno de facto
Bolivia
Departamento de Estado
agencia
Farah
investigador
Gobierno EEUU
Ortiz
Antelo
Presencia
DEA
podcast
Americas Quarterly
Raúl Peñaranda
voz experta
Inter American Dialogue
publica sobre
Bolivia
Fuente: Elaboración propia basada en diversas fuentes.
“Bolivia is
still stuck
on Morales”
FOX
AP
Denuncia contra
Evo Morales
por
narcoterrorismo
corporaciones
europeas
Reckon Digital
Dannofice
CancomOnline Gmbh
Inter American
Institute
for
Democracy
evento
Sociedad
Interamericana
de Prensa
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
transición democrática y la política como arte de negociación” (2019,
diciembre), reproducido por Brújula Digital: “Bolivia: el día después,
cambios que vienen o ya están aquí” (2020, mayo), entre otros.
ACTORES DESTACADOS
Douglas Farah: presidente de la consultora en seguridad nacional IBI
Consultores que realiza consultorías para el gobierno de Estados Unidos.
Es investigador senior del CSIS e investigador del Center for Strategic
Research de la National Defense University de Estados Unidos. En octubre de 2019 publicó el Informe “Bolivia: Socio silencioso en la empresa
criminal conjunta bolivariana. Evo Morales, el MAS y la inestabilidad regional” (Farah, 2019). También colabora con William J. Perry Center for
Hemispheric Defense Studies y con RAND Corporation.
Erick Foronda Prieto: periodista boliviano que llegó a ser jefe de
redacción de los medios de prensa Última Hora y La Razón. Tiene ciudadanía estadounidense. Trabajó durante más de 20 años en la oficina de
prensa de la Embajada de Estados Unidos en La Paz, posición desde la
cual desempeñó un papel importante en la obtención de información
sobre sectores periodísticos y políticos bolivianos, en función de crear
escenarios favorables a Estados Unidos. Se convirtió en persona de confianza, estableciendo un vínculo estrecho con el exembajador Philip
Goldberg. Pieza clave en la campaña del “NO”, en el 21F. Fue asesor
de Oscar Ortiz. Como secretario privado de Áñez, acompañó al ministro de gobierno de facto Arturo Murillo en su visita a Estados Unidos.20
Luis Fernando López: ratificó que se realizaron conversaciones con
miembros de las fuerzas armadas antes de la renuncia del entonces presidente Evo Morales, para establecer acuerdos y mantener el orden constitucional. Fue encargado de realizar el acercamiento con efectivos de la
las fuerzas armadas. Hasta asumir el Ministerio de Defensa fue presidente ejecutivo de Lola Group S. R. L., agencia cruceña especializada en estrategia, marketing y comunicación integral. Fue oficial e instructor de la
Escuela de Cóndores Satinadores en Sanandita, entre 1986 y 1989. Este
cuerpo fue creado en 1981 durante la dictadura de Luis García Meza y
desde 1987 realiza ejercicios conjuntos con Fuerzas Especiales estadounidenses, de las que recibió instrucción en lucha “antiterrorista”.
Arturo Murillo: empresario hotelero. Llegó a la política cuando lo convocó el excandidato millonario a presidente Samuel Doria Medina, referente de Unidad Nacional (UN). En diciembre de 2019 realizó una visita
a Estados Unidos. Se reunió con Mauricio Claver-Carone, director para
América Latina del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca.
También participó en el evento en AS/COA junto a Marco Rubio. Dialogó
20 Ver https://twitter.com/erickforonda2?lang=es
279
Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García y Arantxa Tirado
con John Barsa, funcionario de la USAID. Su visita a Estados Unidos se completó con dos reuniones: una en la CIDH y otra en la OEA con Luis Almagro.
CONCLUSIÓN
Lo acontecido en Bolivia marca un antes y un después en la historia de
ese país y de América Latina en el siglo XXI. Pero esta ruptura es llamativa, precisamente por las continuidades. Por un lado, encuentra numerosas coincidencias con las prácticas y relatos de los gobiernos dictatoriales de la década de los setenta en la región: desestabilización, golpe a
manos de las fuerzas armadas, persecución política, exilio, pedidos de
captura internacional, violencia física contra funcionarios y funcionarias, negación de salvoconductos para funcionarios y funcionarias asilados en una embajada, entre otros actos de máxima vulneración a los
derechos políticos y sociales.
Por otro lado, las instituciones, relaciones, trayectorias y financiamiento ilustrados en las redes de poder datan también de varias décadas atrás, trascienden por ello en tiempo y espacio (van de lo local a
lo trasnacional) al gobierno del MAS, a la vez que lograron atravesar,
influenciar e incidir en el día a día de la política interna, en momentos
clave para la legitimación o reforzamiento (o lo contrario) de dicho gobierno. Así, los importantes intentos de desmoralización y desestabilización del proceso de cambio en Bolivia fueron posibles en buena medida gracias a la existencia de esta trama, que muestra la confluencia de
cada actor y organismo con otros, al operar en beneficio de sus propios
intereses, obstaculizando, deslegitimando, desarticulando cualquier
proyecto o proceso que se desvíe de ciertas normativas y lineamientos
consensuados en torno al neoliberalismo. De modo tal que no es necesario que la iniciativa provenga especial o particularmente del gobierno estadounidense o su sector privado, para “poner en marcha a la oposición en contra del gobierno”. No, porque este sector tiene su propia
historia, técnicas y herramientas. No obstante, también es cierto que
una oposición tan debilitada y desacreditada como la derecha boliviana logró avanzar hasta un golpe de Estado, en cierta medida gracias al
apoyo brindado o encontrado en esta red institucional, no solo en el financiamiento, sino gracias a la proyección a través de think tanks, fundaciones y medios de comunicación que colocaron a este grupo sistemáticamente “del lado correcto de la política”, al tiempo que colocaron
en el polo opuesto al MAS. Una vez consolidado este consenso negativo a nivel local e internacional, es tarea compleja desarticular la trama
de sentido que se teje en torno a un relato que selecciona determinados
hechos, pone énfasis en ciertos personajes y focaliza en algunas aristas del problema, invisibilizando otras. Esta selectividad tiene gran impacto, pues incluye la invisibilización o incluso justificación de actos de
280
EL CONSENSO NEGATIVO EN TORNO AL GOBIERNO DEL MAS
violencia y criminalización de personas, grupos y sectores con determinadas ideas y prácticas políticas.
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ESTADOS UNIDOS EN BOLIVIA:
IMPERIALISMO RECARGADO CONTRA
UN “TRISTE PAÍS”
(Breve ensayo a modo de historia oral
sobre el golpe de Estado en Bolivia)
Ernesto Eterno
SOBRE ESTE ENSAYO. NOTA DE COMPILADORES
Lo sucedido en Bolivia es un parteaguas en la historia reciente de
América Latina. Se trata de un golpe de Estado “clásico” que, en pleno siglo XXI, conecta con las tácticas, ideología, prácticas y reacciones
propias de los gobiernos cívico-militares de la década de los setenta que
ha tenido un enorme impacto no solo en la política, la economía y la sociedad boliviana, sino que se percibe inevitablemente en la vida cotidiana
de la población boliviana. Es llamativa, sin embargo, la escasa cobertura y atención de la comunidad internacional (más allá del gobierno de
Estados Unidos y declaraciones puntuales de la Unión Europea) frente al hecho y a los procesos posteriores en el país, lo que conduce a reflexionar sobre qué es lo que se dice hoy, qué se dirá mañana sobre
el golpe, según el análisis de diferentes sectores. Y lo más importante: ¿cómo se está elaborando este proceso en la memoria colectiva?1
Algunos antropólogos plantean que existe una “memoria débil” y una
“memoria fuerte” (Manz, Oglesby, García Noval, 1999). Podría asumirse en cierta medida que la memoria fuerte es la que se transforma en
“historia oficial”, pero no por ello es más real (o válida) que la historia relatada y rememorada por el pueblo ¿Cómo elaborará la sociedad
1
Sobre historia y memoria, recomendamos Halbwachs (1947: 3-30).
287
Ernesto Eterno
boliviana y latinoamericana este golpe? ¿Qué quedará en la memoria?
¿Quiénes escribirán la “nueva historia oficial” de Bolivia? El último trabajo publicado en esta compilación consiste en un relato vida modo de
historia oral, e incluso “relato de vida” sobre el modo en que ocurrió el
golpe (entrelazando aspectos coyunturales e históricos desde una perspectiva y narrativa geopolítica): los actores involucrados, los tiempos y
dinámicas, los intereses en juego.
Apelar al relato de alguien que experimentó el proceso, incluso
comprendiendo la subjetividad del análisis, no solo permite recuperar
datos valiosos (se trata de un actor privilegiado en cuanto a acceso a información), sino que transmite el sentimiento individual y colectivo en
torno a lo sucedido, otorgando determinados significados a este golpe
de Estado (que probablemente comparten y sienten las personas que
allí estaban) trascendiendo la mera descripción del hecho en sí mismo
(Fraser, 1993). 2
El objetivo es, en primer lugar, contribuir no solo a no olvidar,
sino a una construcción de memoria colectiva, desde el presente, para
comprender por qué hoy pueden repetirse (con diversos matices)
eventos de un pasado aparentemente tan distante como el de la contrainsurgencia y las dictaduras militares en la región, además de constituir uno de los tantos caminos y esfuerzos para asegurarnos de que
no suceda nunca más. Por otro lado, este es solo el comienzo de una
vasta tarea que anhelamos sea continuada por colegas de la academia,
del ámbito político y la militancia, de reunir y sistematizar los relatos de las personas involucradas en este momento trágico de la historia de Bolivia y de América Latina, solo así lograremos mantener viva
la memoria.
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Halbwachs, M. (1947). La Mémoire Collective et le Temps. Cahiers
Internationaux de Sociologie, 2, pp. 3-30, París.
Manz, B.; Oglesby, E. y García Noval, J. (1999). De la memoria a la
reconstrucción histórica. Guatemala: Asociación para el Avance
2 Es importante destacar que ambas estrategias metodológicas se basan en entrevistas en profundidad abiertas, combinadas con la triangulación de otras fuentes
(Pujadas, 2000). No obstante, nos atrevemos a tomar el relato como una pieza de
historia oral y de relato de vida, por la implicación del actor con los hechos, cuyo
relato, dada la reversión de procesos en Bolivia, se ha tornado rápidamente en una
narración de los subordinados ante una nueva institucionalidad que presiona con
violencia para extirpar lo que hasta hace unos meses era una nueva historia oficial
del Estado Pluricultural de Bolivia, construida a partir del consenso de la Asamblea
Constituyente de 2006.
288
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO), Colección
Autores Invitados.
Pujadas, J. (2000). El método biográfico y los géneros de la
memoria. Revista de Antropología social, 9, pp. 127-158.
INTRODUCCIÓN
En el balance histórico sobre la política estadounidense en Bolivia resulta
dominante su injerencia y responsabilidad en promover no solo cambios
de gobierno sino también la violación sistemática de los derechos humanos como paso previo al saqueo de la Nación. La larga lista de estas violaciones crueles e inhumanas están a la vista: masacres sangrientas, golpes
de Estado, supresión de derechos ciudadanos, persecuciones, encarcelamiento, tortura, asesinatos selectivos y ejecuciones sumarias. La patente de corso preside su intervención en procesos electorales desde la década
de los cuarenta, golpes militares en las décadas de los sesenta y setenta y,
en la actualidad, su explícito apoyo y financiamiento en operaciones subversivas encubiertas con fines de desestabilización y quiebre de gobiernos no alineados a sus intereses, como el ocurrido en noviembre del 2019
contra Evo Morales. Su condición de imperio, maquillado de democracia aliada, ha obligado al norte a preservar la constante necesidad de imponer dominio mediante sus doctrinas de seguridad, control de recursos
naturales y su imperativo geopolítico en la región impulsando a sucesivos gobiernos, democráticos y autoritarios, en el uso indiscriminado de
la fuerza pública y otros métodos criminales.
Durante décadas, la resistencia y las luchas del pueblo boliviano
contra a la intervención extranjera colocan al imperialismo como fundamento de la liberación y su emancipación definitiva que no parece
agotarse en el corto plazo. Nada hace presumir que Estados Unidos
esté interesado en la democracia, en la guerra genuina contra los delitos transnacionales ni en el apoyo sincero en promover el desarrollo,
como pretendieron hacernos creer este último medio siglo. Esta narrativa solo sirvió como fuente de legitimación o máscara de proa para imponer su proyecto político, ideológico, económico y militar. Quienes
crean lo contrario debieran acercarse a revisar los intereses estratégicos de Estados Unidos en el mundo para descubrir el prontuario de las
violaciones de los derechos humanos y la impostura estadounidense
en América Latina y Bolivia, en particular, a lo largo del siglo XX y comienzos del XXI.
I
Desembarcaron imperceptibles antes del 10 de noviembre, durante
los días aciagos y después del golpe. La bruma de la euforia callejera
de los 21 días sirvió como la mejor máscara de proa para parapetarse
289
Ernesto Eterno
en los lugares claves, desde los cuales disparaban con la eficacia de
francotiradores. Llevaron a cabo la operación quirúrgica policial-militar que el Comando Sur y la CIA planificaron años antes. Los comités
cívicos habían hecho un trabajo impecable con la misma fuente de financiamiento con la que lubricaron el trabajo político de diversas ONG,
iglesias y sectores ultraconservadores. La extirpación de la “bestia indomable”, como solían decir los agentes del crimen encubierto en los pasillos del búnker de la Avenida Arce refiriéndose a Evo, estaba ocurriendo en una sucesión de hechos relativamente ordenados que rematarían
como estaba previsto.
En Washington, los operadores políticos se frotaban las manos a
la misma hora en que la OEA sellaba la caída definitiva del enemigo común, acordada previamente con el Departamento de Estado. Almagro
se había encargado de comunicar a sus asesores que salía de vacaciones a alguna isla del Caribe después de cumplir las tareas sucias encomendada por sus amos. El informe sobre las presuntas irregularidades
electorales había vomitado su cuota de sangre días antes de lo acordado. Cada palabra del informe y cada dato que lo sustentaba, estudiado con perfección de cirujano, tenían la chispa necesaria para incendiar la pradera e inocular el veneno letal. Los medios de comunicación
y la explosión deliberada de las redes colocaron la munición de guerra
en las calles. Destruir a Evo era una devolución de gentileza, pensaba
el Secretario General, que ayudaría a su reelección para seguir destripando países desde el altar de la inmundicia hemisférica llamada OEA.
Desde Washington, Miami y La Paz se celebraba el corolario del
golpe con una euforia indescriptible, al borde de las lágrimas, al mismo tiempo que imaginaban una venganza terrible contra quienes habían osado expulsarlos ignominiosamente del país para escribir su propia historia. En ningún lugar de América Latina, a excepción de Cuba,
Nicaragua, Ecuador o Venezuela, el decoro nacionalista había alcanzado la categoría de la dignidad como en Bolivia. Empero, los titulares
del gobierno antimperialista más largo de toda su historia jamás habían
sospechado que la daga imperial esperaba pacientemente la hora precisa para asestar el golpe mortífero. Nunca tomaron en serio ni fueron
constantes para tomar conciencia necesaria de la tenebrosa historia de
la CIA y sus agentes respecto al largo y a veces impenetrable historial
de crímenes, vendettas, asesinatos u operaciones encubiertas para destruir gobiernos. Se movieron con una torpeza inocente que daba signos
de adormecimiento, pero también de desconcierto y subestimación del
coloso que mata sin estridencia.
El gobierno de Evo Morales se desplomó sin disparar un solo tiro.
En el dilema de sacar tanques a la calle o replegarse políticamente primó la vida de la gente. Se evitaron las muertes que no merece un país
290
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
para que horas más tarde la dictadura ensangrentara, nuevamente, las
calles por exigencias de la felonía extranjera con la complicidad perenne de los entregadores. Las guarimbas andinas operaron con una eficacia puritana que nadie lograba explicarse. Los mandos de las FF. AA. y
Policía hicieron lo suyo, se postraron de rodillas ante un triste y pobre
cañonazo de dólares. Hasta Fernando Camacho sabía el precio de la
conducta ruin de uniformados educados con modales coloniales.
Extraña caída de un gobierno popular que durante casi 14 años le
había privado al imperio más grande del mundo hacer lo que le diera
la gana en territorio que no era el suyo. Evo quebró la maldición de vivir humillados en tierra propia. Esta suerte de xenofilia compulsiva y
acomplejada había permitido que los gringos acostumbraran a meter
la mano en todo aquello que se les antojara. Hicieron del país su mejor colonia, la más dócil, aquella en la que los mecanismos de enajenación oficiaron de ama de llaves. La sucesión de gobiernos entreguistas había cedido todo a cambio de dádivas con las cuales disponían de
la vida y milagros del país. Con el gobierno de la revolución democrática y cultural se terminó aquello de que la visa estadounidense equivalía al valor de una patria. Los bolivianos tuvieron el coraje de devolver las cosas a su lugar cuando los estadounidenses desalojaron el país
que no les pertenecía. Empero, una minoría acomplejada y adusta sentía en carne propia la nostalgia de su ausencia y nuevamente se postraron a sus pies para evitar la humillante derrota histórica que cambiaba
el país para siempre.
II
Retomar Bolivia o recolonizarla implicaba un inexorable ajuste de
cuentas. En tiempos en los que prima la furia imperial nadie vuelve a
reocupar la provincia rebelde pidiendo disculpas ni tocando amablemente las puertas. Ningún gesto de clemencia era aceptable luego de
tanta infamia, de tanta “retórica antiestadounidense”, de tanta acusación contra el modelo universal y ejemplar de democracia. Había llegado la hora en la que el modelo democrático estadounidense dejaba de
ser cuestionado cotidiana y públicamente por su impostura. Se cancelaba el relato amargo de las fechorías imperiales que sucedían a lo largo y ancho del mundo y que servían al gobierno para mostrarlos como
en realidad eran y no como decían que eran. Los estadounidenses cavilaban. Pareciera que de nada había servido ocupar material y culturalmente este territorio durante más de 50 años hasta que tuvo que aparecer un “talibán andino” al mando de sus tropas irreverentes, presuntos
terroristas, pidiendo respeto a la soberanía de su país y lo que es peor,
haciéndolo respetar como corresponde a una “patria que aspira a vivir
con decencia y morir con honor” como alguien dijo.
291
Ernesto Eterno
¿Cómo pudo escapar del dominio geopolítico este “triste país” en
cuyas manos está el gobierno del mundo? ¿Qué sucedió para que esta
“gente malagradecida”, que vivía en la miseria absoluta, lograra transitar por el camino indeseado a su quimérica independencia? ¿Era admisible que esta república andinocéntrica, sometida durante tanto tiempo
por los tecnócratas coloniales y sus cómplices nativos, pudiera convertirse en el modelo regional exitoso sin pasar por las recetas encantadas
del Consenso de Washington? Sí, claro que sí, todo esto era posible y
estaba ocurriendo sin su consentimiento, pero no debía prosperar más
porque era un mal ejemplo para el resto. La región está convulsionada,
se dijeron, y había que poner las cosas en su lugar.
Sus analistas –think tanks– salieron al paso sosteniendo que el
Departamento de Estado había sido muy complaciente permitiendo
que los “países bananeros” se aprovecharon de su involucramiento beligerante en Medio Oriente. La desatención del Sur le estaba costando
caro al orgullo imperial, respondían los halcones. “Tenemos que retomar el control de nuestro patio trasero”, sugerían los senadores latinos
que veían el escenario como una amenaza a su prestigio de matones
macilentos y a sus negocios turbios. En tanto este escenario no cuadraba con el imperativo hegemónico, exigieron disciplinar al pelotón de
naciones díscolas o “estados fallidos”. Y en Bolivia, así fue.
El 11 de noviembre del 2019, a escasas horas de consumado el
golpe, casi con un cinismo decrépito, la Casa Blanca emitía un comunicado señalando que estaban monitoreando los sucesos en Bolivia:3
“Hacemos un llamado a todos para que se abstengan de la violencia”,
señalaron. Claro, lo hicieron para evitar el desborde social después de
haber alimentado todas las formas de violencia callejera y simbólica
que precipitaron la caída del gobierno del MAS. Evo ya había emprendido el camino sin retorno y el país estaba en manos de las Fuerzas
Armadas o del Comando Sur que es lo mismo, en medio de la desazón policial que pedía clemencia para que los militares eviten su linchamiento por haber ofendido el símbolo de la whipala. En un acto
demencial imperdonable, policías de distintos rangos procedieron a
arrancar la whipala de sus uniformes y de lugares emblemáticos como
si se tratara de un acto de extirpación de idolatrías. Policías indígenas mostraban el profundo lastre colonial antiindígena que luego matizaron con el uso de la Biblia en actos grotescos de expiación pública.
Toda una sociología de sumisión cultural y negación de sí mismos que
merece un estudio aparte.
3 Véase https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/statement-president-donald
-j-trump-regarding-resignation-bolivian-president-evo-morales/
292
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
Hoy, a pocos días del golpe y como si se tratara de un acto de venganza política la gente les grita sin temor alguno en las calles “¡Motines,
motines!”. Son gritos que interpelan desde lo más profundo de su impotencia popular la conducta abyecta de policías y militares entrenados para masacrar al pueblo. En cada grito se destila la memoria de un
país que vive todavía el arbitraje armado. Una democracia triste bajo la
sombra de las bayonetas.
III
Los estadounidenses no solo planificaron y diseñaron la ruta del golpe, las fuentes de financiamiento, la configuración de la estructura policial/judicial y sus eslabones operativos, sino también las tareas represivas posteriores. Medio siglo de ocupación les enseñó que no hay que
dejar vacíos porque luego irrumpe la plebe enajenada por deseos de libertad. Por eso no llegaron para contemplaciones ni para dejar que las
cosas sucedieran al azar. Están acostumbrados a cerrar círculos, ciclos
políticos, aplastar caudillos nacionalistas, luego de proficuos estudios
psicológicos, y en Bolivia, después de 14 años de vacancia humillante,
requieren galvanizar su retorno matizado de escarmiento, colocando
en la pica a quienes osaron desafiarlos impunemente. Su actuación responde al tipo de gobierno del que proceden que no es otra cosa que una
caricatura grotesca de la identidad de aquello que dicen ser.
Su retorno encaja con la estrategia de la tercerización represiva
para evitar reacciones innecesarias o acusaciones anticipadas que afecten la operación y su prestigio posterior. Es un desembarco calculado
que no admite errores. Poseen control absoluto del poder político desde el propio Palacio de Gobierno, y por extensión, dominio férreo sobre
el Ministerio de Gobierno cuyo titular, otra caricatura simiesca, hace
de guardián de cosas supremas desde su condición de testaferro orondo. Todas sus dependencias coercitivas se han puesto en línea bajo un
mando policial servil que está bajo vigilancia remota. Policías y civiles tocan el cielo con las manos cuando suenan las alarmas operativas
o cuando deben investigar y detener a presuntos sediciosos y terroristas que están haciendo un supuesto daño el proceso de “pacificación” o
estorbando la “transición democrática”. Hay un ejército de policías detrás de cada ciudadano estadounidense ofreciendo sus mejores servicios truculentos para satisfacer su ansiedad vengativa y la necesidad de
restaurar el mando sobre un Estado anémico. Policías y militares sacan
a relucir sus mejores galas para postrarse de hinojos mostrando sus expedientes vinculantes. Es la mejor hora de los oportunistas desde cuya
miseria moral se considera al poder extranjero como imperativo de poder, orden y modernización frente a muchedumbres premodernas, incómodas y desafectas al progreso.
293
Ernesto Eterno
Los lambiscones surgen de todas partes y se muestran serviles para
todo: se mueven inquietos en el comando policial, en cada fuerza especial, en las unidades operativas hasta en las comisarías de barrio. Se intuye que los extranjeros son los únicos capaces de sostener este edificio
de poder sustitutivo frente a la amenazante turbulencia social. Creen
que es el tiempo de construir nuevas fidelidades ante el ocaso masista.
La promesa golpista de subir los salarios al mismo nivel de las Fuerzas
Armadas y de lograr el sueño de una jubilación con el 100% de su último sueldo inyecta una dosis adicional de compromiso y entusiasmo a
una policía acostumbrada al maltrato salarial, a las cuotas ilícitas exigidas por sus mandos, al desprecio de clase y al abuso colonial silenciado por la necesidad y el miedo a perder un oficio que a veces se convierte en botín de calle.
La estructura represiva cuenta con los mejores cuadros de las unidades militarizadas que el gobierno previo no pudo desmontar porque no se lo propuso o porque fueron ineptos para ello. De la Fuerza
Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) salen sus mejores
elementos de inteligencia que combina con unidades de intervención
rápida. Los estadounidenses tuvieron décadas para entrenarlos en una
convivencia subalterna que trascendía gobiernos, incluso de corte progresista o antimperial. La “Escuela Garras del Valor” en realidad era
una usina ideológica que haciendo creer que combatían el narcotráfico terminaban enajenados a los pies de la DEA o la NAS para fines inconfesables. Más que una escuela de entrenamiento era un centro de
domesticación.
Por su parte, la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen
(FELCC) que periódicamente manda sus “mejores cuadros” a estudiar
técnicas de investigación anticrimen o antiterrorismo a Lima, Colombia
o Miami que es lo mismo, está disponible las 24 horas del día. Están entrenados para sostener un discurso aparentemente coherente y cuando la incoherencia predomina a la hora de acusar a las víctimas, procede la astucia criolla. Estos cuadros de “élite” operan incluso sin fiscales
frente a cualquier orden superior que nace de las entrañas del ministerio de gobierno o de su equipo de asesores jurídicos ansiosos de incriminar inocentes para complacer al “jefe” que debe complacer a otros “jefes” extraños pero imperativos.
Trabajan en equipo en la construcción de escenarios sediciosos
aparentes, reconstruyen imaginarias rutas financieras, conexiones con
presuntos autores, cómplices y encubridores para dar pábulo a sus hipótesis desquiciadas, pero necesarias para alimentar el circo mediático
y el consumo popular de episodios malsanos.
La única forma que encontraron para legitimar la brutalidad represiva, la violación sistemática de los derechos de las personas, suspender
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
sus garantías constitucionales y explosionar el orden jurídico es mostrando un tablero sedicioso y a responsables visibles de un gigantesco y
siniestro plan destinado a destruir la democracia, incendiar el país y volverlo comunista, o por lo menos narcoterrorista. Su mayor aspiración es
encontrar el “Plan” o en su ausencia, la exigencia suprema es “montar
pruebas” para demostrar evidencias de que 14 años del gobierno de Evo
Morales fueron lapidarios para el país. Para esta coartada cuentan con
el relato necesario de la sedición y el terrorismo, filiales imaginarias del
miedo, aunque no saben exactamente su significado. Los medios de comunicación, como los guardianes de un orden inexistente, repiten como
loros domesticados y al unísono la palabra “sedición y terrorismo” sin
crisparse un segundo o mover algún músculo curioso de sus cerebros.
Lo importante de toda la escenificación de los supuestos delitos o
de funcionarios corruptos es que necesitan simular operaciones gansteriles como si fueran ejecuciones prolijas de un trabajo de desmontaje para el que cuentan con fiscales solícitos, jueces bastardos y policías
dóciles que juegan a mostrarse eficaces ante la mirada de sus patrones.
Por cierto, una prensa idiotizada por el consenso fabricado para consumo senil se muestra dispuesta a incrementar la luz de sus reflectores en
directa proporción a las “primicias” que reciben con la sutileza de cuervos hambrientos. Es toda una parafernalia y un montaje policíaco que
conduce a la pulverización de los derechos constitucionales o la implantación de un Estado de No derecho.
Los miembros de la Inteligencia policial, si puede llamarse inteligencia a un pelotón de sicarios entrenados para obedecer sin preguntar,
admiten que vive un “tiempo feliz” frente al pasado inmediato en el que
su engranaje estaba oxidado al límite de su extinción. Se quejan de que
el gobierno del MAS no los tomaba en cuenta porque creían saber más
que ellos puesto que su oficio es saber más que nadie. Ahora, los llamados “servicios de inteligencia” se ofrecen como doncellas maltratadas a
un amo poderoso expresando una conducta sumisa e infame que los retrata como una verdadera fuerza de ocupación colonial.
Nunca antes los equipos de inteligencia policial habían dispuesto
de un mando unificado, recursos económicos ilimitados, apoyo político sin retaceos ni ambigüedad, tecnología renovada (drones, cámaras,
dispositivos de escucha, instrumentos de clonación de celulares) y una
guía ordenada de trabajo que los convierte en los gladiadores supremos
del país. Tienen un ministro cuyo discurso revanchista y vengativo exacerba y tensiona su musculatura de simios tambaleantes. Cada conferencia de prensa organizada para mostrar pruebas inventadas, vínculos sediciosos imaginarios o testigos intimidados sirve para aprobar sus
técnicas y multiplicar la firmeza de sus actos ilegales, al mismo tiempo
para recibir el óleo del jefe de la manada.
295
Ernesto Eterno
Como en los mejores tiempos de la dictadura y el neoliberalismo,
se rearticuló la “comunidad de inteligencia”, constituida por los departamentos de inteligencia de las FF. AA., policía, entidades civiles estratégicas (migración, Aduana, entidades de frontera) cooperados por viejos
policías y militares a los que los estadounidenses los entrenaron como
mastines hambrientos a precio de plato de lentejas. Más que una “comunidad” se trata de un triángulo perverso formado por militares y policías del servicio pasivo, FF. AA. y policía del servicio activo y el equipo
político encubierto de la embajada. Son cientos de agentes que forman
parte de la comunidad, aunque los estipendios y las indulgencias solo
se distribuyen entre pocos.
Si algo queda claro en este océano de actos grotescos que atentan
contra la seguridad y dignidad de las personas es que el oficio de la inteligencia policial, en esta hora decisiva, tiene la oportunidad de barrer
con todos los obstáculos legales y formales para hacer su trabajo en forma y constituirse en el centro de gravedad del nuevo régimen: el régimen servirá a la inteligencia lo que la inteligencia proveerá al régimen,
una suerte de termómetro de cuya vigilia dependerá la vida del gobierno como sueñan los agentes del nuevo orden político.
La estructura represiva es un viaje al fondo del nuevo régimen gobernado desde afuera. Sin reparo alguno funcionan escuchas telefónicas ilegales, persecución insidiosa contra sospechosos de toda índole,
emboscadas policiales para esquilmar a incautos, detenciones indebidas intimidando familias íntegras, cobros descomunales de supuestos
costos judiciales, audiencias arregladas con fiscales corruptos y jueces
venales; “cosecha milagrosa” dirán algunos con el cinismo de siempre.
A la maquinaria represiva montada para fines de desmontaje político se
agrega la estructura judicial-policial extorsiva tradicional cuyos intereses corporativos semimafiosos empieza a enredarse generando grietas
que a corto plazo podrían profundizarse y enturbiar el orden que ellos
mismos intentan crean cotidianamente.
El perfeccionamiento de la “siembra de pruebas”, la invención de
conexiones, declaraciones bajo presión y promesa de medidas sustitutivas, traslados intimidantes de celdas, tortura y confinamiento en lugares insalubres y tétricos, forman parte del menú del régimen policíaco
que gobierna la nación a expensas del discurso de “pacificación” para
consumo de idiotas. El país entero mostró su malestar cuando la presidenta autonombrada decidió subirse al ruedo electoral echando al tacho sus promesas de gestionar una transición electoral limpia, transparente y democrática. En un intento fallido quiso bajar la crispación
de propios y extraños aclarando que haría campaña en horas fuera de
oficina y fines de semana como si el gobierno no fuera un oficio de 24
horas.
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
Bolivia es un laboratorio político en el que se instala el proyecto
largamente acariciado por los estadounidenses y que hoy pueden hacerlo realidad: el Estado policial. Disparar primero y preguntar después
constituye la fórmula que funciona no solo en el ámbito de la justicia,
también en otros escenarios como en el sector público, en la economía,
las finanzas, en las empresas, pero fundamentalmente en los medios
de comunicación. Como juego de abalorios, las acusaciones sin fundamento llueven en cascada mientras se preparan otras que sustituyen a
las primeras en una sucesión interminable destinada a aumentar el volumen del malestar social contra el gobierno saliente. Es el pan de cada
día que la prensa mediocre, enteca y venal esconde con el mismo entusiasmo con el que actúa el sistema judicial.
El mejor ejemplo de los abusos y violaciones sin límite del nuevo régimen constituye el encierro intimidante de las personas asiladas
en la embajada de México a las que aún se mantiene en calidad de detenidos políticos. Ni en las dictaduras más crueles y venales la condición de asilo y la Convención que la respalda ha sufrido todas las formas inimaginables de estupro como el que se practica actualmente.
Sin contemplación alguna y con un enfado insólito decidieron vulnerar la Convención de Viena de 1961, relacionada con el asilo político,
a gusto y paciencia de la propia Cancillería boliviana expuesta al ridículo y la vergüenza internacional. La presencia asediante de decenas de policías de toda especie en los exteriores del edificio, realizando
operativos masivos e intimidantes de manera periódica, trasladando
equipos de reflectores para iluminar los alrededores, expresando actitudes hostiles, abusivas, insultantes y desprolijas dice de la obsesión persecutoria del régimen y su desenfado por la economía jurídica internacional.
Un acto que podría asumirse como demencial, que resume el clima
de violaciones flagrantes de los derechos humanos y las normas internacionales ocurrió el 30 de enero. Esa madrugada se secuestró a dos de
los asilados, César Navarro y Pedro Damián Dorado, después de haber
recibido los salvoconductos para cumplir su asilo en México. Mediante
un operativo combinado entre policías y fiscales, luego de su desplazamiento al aeropuerto internacional, se los detuvo ilegalmente y se los
trasladó a oficinas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen
(FELCC) en un acto incomprensible y aberrante que hoy trata de ser
justificado por el ministerio de gobierno y cancillería por la “descoordinación entre policía y fiscalía”. La protección diplomática organizada
para el efecto y encabezada por la embajada de México, Unión Europea
e Iglesia Católica, fue burlada de manera vergonzosa no plagada de violencia e intimidación de agentes civiles encubiertos preparados para la
ocasión por el propio gobierno.
297
Ernesto Eterno
El mismo día se detuvo indebidamente a la ciudadana Patricia
Hermosa, exsecretaria de Evo Morales, para robarle los documentos
que acreditaban la inscripción de Evo a la lista de diputados y senadores. La detención ilegal de la ciudadana tenía como objetivo robar específicamente la libreta del servicio militar obligatorio de Evo Morales, sin
cuyo requisito no se habilita como candidato a diputación o senaduría.
Hermosa, en su condición de apoderada legal fue acusada de sedición,
terrorismo y financiamiento al terrorismo y encarcelada a pesar de su
estado de gravidez previamente declarado, otro hecho inaudito que caracteriza al régimen, amén de otros cientos de abusos y violaciones de
derechos humanos. A este caso se suma otra detención indebida, días
más tarde, del exdiputado del MAS, Gustavo Torrico, por presuntas declaraciones públicas como corresponde a la libertad de expresión, pero
que fueron interpretadas por el régimen como pruebas de sus actividades sediciosas y terroristas, situación que fue oportunamente denunciada por el propio Relator Especial de la ONU sobre independencia de
jueces y abogados, Diego García Sayán.
Sayán, en un artículo de prensa señaló categóricamente que
Podría haber [sido] esta una transición democrática; pero no, hay persecución política usando a la justicia [...] Con razón, ha generado ya alarma internacional despertando memorias de oscuros momentos de la historia boliviana que parecían cobijados en un pasado lejano [...] Contra la palabra
empeñada y la esencia de un gobierno transitorio y de agenda acotada, la
imprevista postulación a la presidencia de la señora Áñez golpeó en la médula misma de una transición en la que el gobierno habría tenido que ser
100% neutral. [...] En este contexto delicado, hay razones para concluir que
la independencia judicial está bajo ataque y que el ejercicio libre de la abogacía se encuentra seriamente afectado (El País, 7 de febrero de 2020).
La suspensión de garantías constitucionales como el debido proceso o la presunción de inocencia ocurren silenciosamente a diario contra
personas vinculadas al gobierno anterior e incluso contra personas inocentes a las que se ha privado de libertad y procesado ilegalmente por
encontrarse cerca de los hechos represivos callejeros ocurridos en noviembre. Su condición humilde impide que los medios se interesen
en estos casos y como no podía esperarse de otra manera ni la Defensa
Pública ha mostrado interés en cumplir sus deberes institucionales.
Días previos a estos acontecimientos descritos, el enviado especial
de la ONU, Jean Arnauld, había llamado la atención al régimen para
frenar el conjunto de abusos denunciados por la Defensoría del Pueblo
y otras entidades, además de los afectados, recomendando que se debía prestar especial atención al respeto y garantía del debido proceso.
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
El funcionario señaló que “En un contexto electoral es esencial que no
se realicen actos de persecución política incluyendo el abuso de procedimientos judiciales” (Erbol, 3 de febrero de 2020).
Los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), la Declaración del Consejo Permanente de Seguridad de la
OEA, el informe de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de
Argentina, la declaración explícita del Director de Human Rights Watch,
Vivanco, sobre el golpe de Estado y sus expresiones violatorias de los
derechos humanos en Bolivia apenas han servido como un testimonio
barato e intrascendente frente a las inadmisibles masacres sangrientas,
heridos sin atención médica, cientos de detenidos indebidos, torturas infligidas como si se tratara de campos de guerra o de acusados sin proceso alguno. El incremento de la persecución política, el asedio judicial, el
lawfare descomedido y el silenciamiento de los medios de comunicación
constituyen una aberración y una afrenta en medio de discursos de doble
moral sobre la pacificación y la responsabilidad de un gobierno encargado de llevar a cabo elecciones democráticas limpias y transparentes pero
que desdiciéndose de su promesa decidió ponerse a la cabeza de la campaña electoral para competir por la presidencia.
Estos son ciertamente tiempos turbulentos en el que la doble moral, el abuso de poder, la militarización de las calles, el control del sistema judicial y la fiscalía, además de la represión sistemática que configura un verdadero Estado policial, tienen como respaldo la decisión
política del gobierno de Estados Unidos a través del Comando Sur. Este
último, mediante los Grupos Militares, tramitó de manera directa la adquisición de material bélico, equipos antimotines, municiones y todo
tipo de gases lacrimógenos ante los gobiernos de Brasil y Ecuador para
cooperar en el incremento de las capacidades represivas de las FF. AA. y
policía bolivianas. Los intereses estratégicos por cierto son superiores a
cualquier compromiso con el respeto a los DD. HH. Conviene recordar
que los Estados Unidos no forman parte de los convenios internacionales destinados a proteger la vida de los seres humanos en el marco del
derecho público humanitario.
Por cierto, esta política represiva, criminal y persecutoria en sí misma encierra el objetivo de enviar señales categóricas al sector electoral
más conservador del país cuya demanda de mano dura permite mantener constante el apoyo social y el respaldo electoral al régimen golpista.
Por otra parte, la política punitiva y violatoria de los DD. HH. en Bolivia
cuenta con el respaldo explícito de Estados Unidos que además de defender al régimen en el seno de la OEA, gestiona apoyos internacionales en favor de Jeanine Áñez haciendo la vista gorda de sus excesos. El
compromiso de Estados Unidos se ha mostrado solícito para ofrecer
apoyo financiero y asistencia técnica para las elecciones mediante sus
299
Ernesto Eterno
agencias liderizadas por USAID, pero a su vez para restablecer todos los
niveles de cooperación al gobierno de Jeanine Áñez.
No es una casualidad, por ello, que a menos de 45 días de haberse
producido el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresara personalmente en su Twitter su respaldo a la presidenta autonombrada Jeanine
Áñez “mientras trabaja para garantizar una transición democrática, pacífica a través de elecciones libres”.4 Empoderados por los compromisos
derivados del conjunto de visitas de diversas delegaciones de Estados
Unidos al Palacio de Gobierno y galvanizados por la suspensión de las
restricciones al suministro de asistencia a Bolivia después de 9 años, la
maquinaria represiva incrementó sus actuaciones ilegales al amparo
del apoyo extranjero explícito que recibe el régimen.
El memorándum emitido por el presidente de Estados Unidos,
Donald Trump a su secretario de Estado, Michael Pompeo, para destrabar la cooperación y asistencia no es propiamente un saludo a la bandera toda vez que se dejó claramente establecido que Bolivia constituía
un país “vital para los intereses de Estados Unidos” (Casa Blanca, 2020).
La categoría de “país vital” no es una simple enunciación diplomática,
es en esencia un objetivo estratégico para cuyo cumplimiento se espera
disponer de más de 100 millones de dólares en el año fiscal 2019-2020,
precisamente en un año electoral decisivo para el destino nacional.
El espectro de la “cooperación” comprende, en el caso boliviano,
todo un entramado de operaciones de financiamiento a programas y
proyectos de intervención en diversas áreas frente a las cuales ningún
gobierno tuvo, en el pasado, la capacidad de controlar y/o fiscalizar y
menos este, cuyo apetito apunta a los centavos mientras la burocracia
estadounidense tiene en la mira ganar las elecciones de la forma que
más le conviene a sus intereses vitales. Por cierto, en esta nueva fase la
“cooperación” adquiere connotaciones distintas dadas las condiciones
anómalas en las que el país está viviendo.
Queda claro que en las actuales circunstancias las distintas agencias estadounidenses deben traducir este mandato en clave injerencista, mucho más cuando el régimen apenas atina a mantenerse de pie en
medio de una conflictividad social en ascenso. En este contexto, Bolivia
ocupa, después de Venezuela, una de las más altas prioridades en el
espectro de su dominio tutelar. Conviene recordar que su Estrategia
Integrada de País (aprobada el 21 de agosto de 2018) señalaba que, en
el caso de Bolivia, el primer objetivo consistía en “Promover reformas
económicas y de gobernanza orientadas al mercado y otras medidas
4
Véase https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1207014890734534659
300
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
que fomenten una economía abierta, diversificada y sostenible con una
fuerte protección medioambiental que considere a Estados Unidos
como socio comercial principal” (Department of State, 2019) ¿Alguna
duda sobre el futuro? Para un buen entendedor sobran las palabras.
IV
La estructura represiva del régimen se extiende a las FF. AA., como no
podía ser de otra manera en un gobierno de signo golpista. Policía, jueces y fiscales aportan lo suyo para suspender, violar derechos y sembrar
miedo, entretanto los militares tienen la disciplina de hombres armados, control territorial y el arsenal disuasivo necesario para enfrentar
supuestas amenazas al nuevo orden político. Pero lo que es más importante, disponen de un mando militar cuya capacidad de domesticación
y sumisión política excede cualquier interpretación política o sociológica. En menos de que cante un gallo aquellos generales y coroneles que
habían logrado simpatizar con la Revolución Democrática, a pesar de
su racismo astutamente encubierto, buscaban afanosamente un lugar
desde el cual convivir con el nuevo régimen. ¡Muerto el rey, viva el rey!
como dirían los comensales lambiscones.
El actual es un mando pleno de generales ignorantes agazapados
en el oportunismo de las circunstancias. La mayoría de ellos no comprenden las fronteras conceptuales entre seguridad nacional y orden
público, no logran entender la naturaleza real de las amenazas que enfrenta el país o interpretan caprichosa o arteramente el alcance conceptual de sedición, terrorismo o narcoterrorismo. Confunden profesionalismo con policialización en un afán comedido de intentar hacer
calzar necesidad política con disponibilidad militar, teoría repentina
tan desordenadamente expuesta en sus recientes reuniones de guarnición el Gral. Sergio Orellana, actual Comandante en Jefe de las FF. AA.
La ignorancia de la milicia como el carnaval de charreteras es atroz
pero necesario para los fines que hoy requiere el régimen como la potencia dominante en el país. De hecho, estos son los soldaditos de plomo y papel que fueron entrenados en los años ochenta y noventa en sus
cubículos de espanto, atiborrados por sus manuales diseñados para su
propia domesticación. Orellana, en otra de sus infelices intervenciones
frente a la guarnición militar de La Paz señaló que “había que olvidarse de las amenazas externas” para concentrar todos los esfuerzos y enfrentar las amenazas terroristas internas.
Las circunstancias exigen que las FF. AA. sirvan a causas menos nobles que defender los recursos naturales, evitar la intromisión extranjera o apoyar procesos de independencia económica. Tampoco se requiere hoy un mando que sintonice con las teorías del conflicto, una
sofisticación intelectual a deshora, sino un mando militar que opere
301
Ernesto Eterno
sus capacidades represivas contra la plebe cumpliendo el sacrosanto
deber de “defender a la patria”, claro está, aunque no se sepa qué patria
se está defendiendo.
Sería un despropósito aspirar a tener unas FF. AA. patriotas o medianamente profesionales en unas circunstancias infelices para el destino nacional. Estamos repitiendo casi grotescamente lo que trágicamente había acontecido durante la Revolución Nacional de 1952 cuando
el gobierno del MNR terminó a los pies de la Alianza para el Progreso/
USAID colocando a las FF. AA. al servicio de las masacres mineras de
1965 y 1967 en nombre de la lucha anticomunista. Luego la dictadura
haría lo que le encomendara su patronato ideológico.
El tablero de urgencias políticas requiere hoy que las FF. AA. actúen como verdadera fuerza pretoriana no solo para saciar el apetito de
la estabilidad doméstica sino para mantener a raya a la plebe, su mayor
dolor de cabeza en tanto depositaria de un nuevo proyecto geopolítico
de base plurinacional. A partir del golpe de Estado de noviembre la necesidad del disciplinamiento geopolítico hemisférico está cobrando una
nueva víctima en el largo historial de la ignominia imperial en Bolivia.
Un ciclo de sumisión militar al extranjero nuevamente pasa por su anquilosamiento intelectual, su conducta servil y su remate sangriento en
las calles. Ni en la Revolución Nacional, ni en los interregnos nacionalistas, peor aún hoy, las FF. AA. comprendieron que su papel es central
en la construcción del Estado Nacional ya sea preservando los recursos
naturales con valor estratégico, conservando militantemente la soberanía o manteniendo la estabilidad interna. Solo la potencia plebeya, de
mineros, campesinos e indígenas ha sido capaz de impulsar o alimentar una corriente nacionalista dentro del Ejército con la que se sostuvieron los gobiernos de Buch, Villarroel y Torres. En este último ciclo fueron los movimientos sociales los que impulsaron un vínculo más
amplio entre FF. AA. y gobierno, pero incapaz de sostenerlo como un
proyecto de construcción estatal.
Resulta tan dolorosamente cruel que unas FF. AA. que solo existen
por la “plebe” (95% de soldados, 80% de sargentos y suboficiales y 50%
de oficiales provienen de estratos sociales pobres, indígenas y/o campesinos) tengan que reprimir a los sectores sociales de los que provienen con tanta brutalidad que dice de su incapacidad para entender a
la Nación y su diversidad, consecuentemente su ineptitud e indolencia
para comprender el tamaño de la Patria que deben defender.
La mayor prueba de fuego que dieron las FF. AA. de signo colonial,
mostrando la consistencia del disciplinamiento del alto mando a las consignas del régimen represor y sus patrones extranjeros, fueron las masacres en Senkata (ciudad de El Alto) y Sacaba (Cochabamba) en la que
FF. AA./Policía, mediante operaciones conjuntas, mataron a más de 30
302
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
personas e hirieron a más de 500. Una matanza de indígenas y campesinos que se produjo al puro estilo de las viejas dictaduras de las décadas de los sesenta y setenta, bajo el imperativo ideológico de la doctrina
de seguridad nacional. En esta última tarea represiva, la lógica militar
estuvo preñada por la necesidad de contener a supuestos sediciosos y
narcoterroristas encubiertos en “hordas masistas” que amenazaban la
pacificación del país. Empero, ningún miembro del Alto Mando Militar
se había topado con un solo terrorista, sedicioso armado o narcoterrorista flagrante que no sea el que circulaba en el lenguaje del odio y en
el espíritu servil para el que fueron amaestrados durante 50 años en los
campos de tiro de Panamá o de Fort Benning, en Estados Unidos.
En una expresión casi siniestra de apoyo al golpe militar y anticipándose a los sucesos de Senkata y Sacaba, el comunicado de la Casa
Blanca del 11 de noviembre celebraba la caída del gobierno democráticamente electo de Morales sosteniendo que “Estados Unidos aplaude
al pueblo boliviano por exigir libertad y al Ejército por acatar su juramento de proteger no solo a una persona sino a la Constitución boliviana (…)” (Casa Blanca, 2019). Este comunicado tiene la carga de un
relato tétrico porque simplemente ratificaba oficialmente lo que subrepticiamente había trabajado la última década en los intramuros cuartelarios. Pontificar la actuación del Alto Mando militar boliviano desde
Washington equivalía a recibir la inmunidad necesaria para unos generales vencidos por todas las batallas de la mediocridad moral. Quienes
promovieron el golpe de Estado ya no solo exigían la renuncia sino la
instalación de un nuevo orden político sobre la base de las bayonetas
mientras se dirimiera el destino del nuevo gobierno.
Con la lógica de deponer gobiernos caprichosamente ningún presidente debiera quedar de pie en Bolivia debido a la aparente primacía constitucional, como si los gobiernos fueran resultado de la malicia ancestral
y no de los votos emanados en acto electoral libre y democrático, como
manda la misma constitución, y que lo obliga a ejercer un control racional
de la fuerza pública. Para decirlo claramente, la Casa Blanca apoyaba el
pronunciamiento militar en nombre de la libertad como mecanismo para
proscribir gobiernos democráticos, pero de signo popular al margen de la
apelación a normas constitucionales que exigían sucesiones ordenadas y
apegadas a la propia Constitución Política del Estado. El punto cardinal
en este episodio es que el alto mando recibía explícitamente la bendición
golpista de la potencia hegemónica en el momento en el que no existía autoridad legalmente establecida que dirigiera el gobierno.
El apoyo explícito de Estados Unidos a las FF. AA. estaba estampado en el comunicado oficial que equivalía a una “licencia para matar”. En las horas de vacancia gubernamental en las que la milicia tomó
bajo su responsabilidad la situación del país, el mando militar hizo suya
303
Ernesto Eterno
la declaración de la Casa Blanca otorgándole más valor que a la propia
Constitución Política del Estado. En naciones semicoloniales la orden
del amo suele obedecerse con más entusiasmo que la que emana de autoridad legalmente elegida y es precisamente esta cultura de obediencia
pragmática la que se encargó de educar el Comando Sur en los últimos
50 años. En contrapartida, en casi 14 años las FF. AA. no fueron educadas
para enfrentar un nuevo proyecto de Estado o no se las educó lo suficiente para sostener la soberanía que exigía la transición de la estatalidad.
A propósito de la caída de la Revolución Nacional en 1964, igualmente protagonizada por las FF. AA., Sergio Almaraz Paz señalaba que
Contra una revolución débil surgieron los generales fuertes y el gobierno, abreviando su existencia, hubo de depender cada vez más de ellos.
La derrota era doble: que la revolución hubiera de depender de los militares ya era el signo de la capitulación, pero que estos en doce años no
hubiesen cambiado de mentalidad, dice del fracaso ideológico de un
proceso de influencias totalmente disparejo (Almaraz, 1969: 460).
En efecto, una semana después de la petición de renuncia que hiciera el Mando Militar a la cabeza del Gral. Kaliman a Evo Morales, los
fusiles tomaron el lugar de las instituciones democráticas y los tanques
fueron a reprimir los reductos de resistencia popular con la misma agilidad que las órdenes emanaban en línea desde el Grupo Militar-Palacio
de Gobierno-mandos militares. Minutos antes de la renuncia de Evo
Morales, las FF. AA. ejecutaron el Plan de Operaciones “Esteban Arce”,
movilizando a miles de soldados a las calles junto a otros miles de policías para coronar el golpe que en versión civil ya había detonado 21 días
antes y que requería el corolario militar el 10 de noviembre. ¿Quién redactó y de dónde salió el comunicado militar sugiriendo la renuncia del
presidente Constitucional? ¿Quién dio la orden para que las FF. AA. salieran a las calles en ausencia de su Capitán General? ¿Cuántas horas las
FF. AA. tomaron bajo su mando el país, en ausencia de autoridades democráticamente electas? ¿Qué autoridad civil democrática mantuvo el
mando de las FF. AA. hasta que a Jeanine Áñez le pusieron la banda presidencial? Ciertamente, estas preguntas están siendo clarificadas al paso
del tiempo, en especial por la investigación de María Galindo, una periodista y feminista radical quien denunció que después de la renuncia inesperada de Evo Morales el 10 de noviembre, a convocatoria de la Iglesia
católica, fuerzas extranjeras y políticos criollos decidieron el futuro del
país a espaldas del pueblo boliviano. ¿A quién representaban en ese momento Erick Foronda, el funcionario decano de la embajada de Estados
Unidos, Tuto Quiroga, Carlos Mesa, Oscar Ortiz, miembros de la Iglesia
católica, el embajador de Brasil, o los embajadores de la Unión Europea?
304
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
Mientras fuerzas extranjeras decidían el futuro de los bolivianos
con la complicidad de los comensales de la patria, miles de soldados y
decenas de tanquetas del Ejército salieron de los cuarteles para mostrar
que en Bolivia los militares todavía tienen la fuerza y el poder para dirimir o arbitrar conflictos políticos. Como nunca antes, la Fuerza Aérea
puso en operación de sobrevuelo de las ciudades principales sus helicópteros y aviones de entrenamiento chinos K-8, y la armada boliviana,
como siempre, la cuota de ridiculez militar.
Pese a que el Gral. Kaliman puso el último clavo en el féretro democrático y que comandó la movilización militar para desmovilizar a
la gente en las calles de El Alto, La Paz y Cochabamba, su presencia incomodaba por sus discursos progubernamentales previos que obligaron al régimen a su inmediato cambio por el Gral. Sergio Orellana, su
Jefe de Estado Mayor, en apariencia menos contaminado por el gobierno derrotado.
En este tablero de sometimientos múltiples, la ficha proestadounidense, por donde se lo vea, es sin duda el ministro de Defensa, Fernando
López Julio, un militar retirado del arma de caballería en el grado de capitán a principios de los noventa que se convirtió en un empresario que
diversificó sus actividades de acuerdo a las circunstancias. López sirvió
como elemento clave de enlace golpista desde un principio bajo el mando del golpista mayor, Luis Fernando Camacho, y fue el que trasladó los
mensajes y el dinero al Gral. Kaliman, compañero de curso y hombre de
su mayor confianza en la ciudad de Santa Cruz.
López Julio cumple todos los requisitos del catálogo de Estados
Unidos para ejercer control político sobre las FF. AA. y promover su
transformación en una Fuerza de Tarea del régimen, pero lo que es
más importante, en una fuerza de ocupación colonial de largo plazo para cuyo objetivo debe limpiar las huellas antimperiales que
dejó el régimen anterior. Egresado del Colegio Militar de la Nación
Argentina en 1985, guarda en sus entrañas la marca inequívoca de la
dictadura militar rioplatense cuyos antecedentes en materia de DD.
HH. constituyen la mayor vergüenza para América Latina y el mundo.
Responsables del asesinato y desaparición de más de 30 000 ciudadanos, los militares argentinos de la época marcaron a sangre y fuego la
doctrina de la seguridad nacional promovida por Estados Unidos en
la frágil identidad del militar boliviano. De hecho, López Julio constituye un subproducto de este clima de radicalismo ideológico políticomilitar anticomunista, hijo de padre también militar formado y entrenado en la dictadura militar de los sesenta y setenta.
El ministro golpista fue sin duda el operador más eficaz para gestionar el golpe militar con ayuda extranjera. De hecho, su ratificación en la primera crisis de gabinete obedece más a las necesidades
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Ernesto Eterno
imperativas de estabilidad y la disponibilidad de un mando marcial e
inequívoco para las FF. AA. que, a los ajustes políticos mezquinos entre Camacho y Áñez, derivados de la sorpresiva candidatura de esta última. Este dilema fue resuelto sin mayor trámite, claro está, por el agente tutelar del gobierno, Erick Foronda, por encargo del Grupo Militar de
Estados Unidos. Estos, dicen que se sienten muy cómodos trabajando
con López, un personaje que los entiende y que favorece los dos planos
de sus necesidades esenciales: trabajar sin demoras en el apoyo institucional para restablecer los viejos niveles de cooperación y asistencia y
promover la diplomacia de militar a militar, simultáneamente.
El Grupo Militar del Comando Sur en Bolivia mantiene una diplomacia a dos bandas: con el Ministro de Defensa para que las decisiones
burocráticas fluyan a la velocidad de la luz, como en el caso de la adquisición de pertrechos policiales para fines represivos y la aprobación de
los decretos de impunidad y adquisición de artículos militares del extranjero, por otra parte, con el Comando en Jefe y con cada uno de los
comandantes de fuerza con el objetivo de mantener control de la estructura operativa para que las órdenes políticas se cumplan fielmente sin
demora ni resistencia alguna. Como en los mejores tiempos, oficiales y
sargentos del Grupo Militar de Estados Unidos se pasean orondos por
los patios del Cuartel General de Miraflores retomando de esta manera
el mando sobre el conjunto de generales beodos que esperan como recompensa un viaje pagado a Miami o el regalo miserable de una prenda
de uniforme de origen estadounidense. La dignidad castrense ha llegado demasiado bajo en estas horas sombrías.
Los estadounidenses se sienten muy cómodos en ambas orillas,
con un ministro complaciente y que “habla su idioma” y con comandantes simples que se sienten con la libertad de reclamarles ayuda militar en compensación por el largo tiempo de abandono al que los tenía
sometidos el gobierno anterior. En ambos casos, los asesores militares
nativos que dispone López y los que impuso el Grupo Militar, constituyen eslabones necesarios para avanzar en el mapa de transformaciones
materiales, doctrinales e ideológicas que deben operarse en las FF. AA.
a pedido del Comando Sur. Estos, saben más que nadie que la influencia
del proyecto bolivariano tuvo un fuerte impacto en la milicia boliviana,
aunque desafortunadamente el proyecto de defensa regional, emergente del proceso de integración de UNASUR, no sirvió de mucho frente a
la sórdida campaña comunicacional interna que desarrollaron los estadounidenses durante los largos 14 años.
La batalla que debe librar el Comando Sur dentro de las FF. AA.
bolivianas en su tarea de realineamiento no aparenta ser fácil y comprenden más que nadie que deben empezar por el plano simbólico. Disponen de una lista de operaciones quirúrgicas que deben ser
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
ejecutadas rápidamente para encontrar la empatía doctrinaria y la obediencia que exige la metrópoli. La primera de ellas estuvo dirigida a
prohibir el saludo marcial de “Patria o Muerte” entre el mando y la tropa. En efecto, a los pocos días de asumir el ministerio, López Julio emitió un comunicado a las FF. AA. que señalaba lo siguiente: “Con el propósito de incentivar una cultura de paz, velando por el bienestar de los
ciudadanos de nuestra amada patria, por disposición del Ministerio de
Defensa a partir de la fecha (29 de noviembre) se prescinde el uso de esa
expresión” (El Deber, 4 de diciembre de 2019).
En los hechos y más allá de la inocuidad del mensaje casi indescifrable, el comunicado expresaba una ruptura de las FF. AA. con el gobierno anterior e intentaba expresar de manera categórica el retorno
o restablecimiento real del viejo orden simbólico dentro de la milicia
criolla abonada por la influencia extranjera. Dicho de otra manera, este
mensaje marcaba el principio de la contraofensiva ideológica estadounidense en el vientre del nacionalismo militar boliviano tan acostumbrado a mostrar su indefensión en horas críticas. De ahí que su contenido sea más un homenaje a la solemne estupidez o al sometimiento de
los nuevos mandos militares a sus viejos patrones de siempre. Si el razonamiento del Ministro de Defensa en las FF. AA. era incentivar pedagógicamente la paz entre sus soldados como un fin en sí mismo, como
señalaba el contenido del mensaje, nada más simple que proscribir las
FF. AA. en aras de mejorar las condiciones de vida de los más pobres en
lugar de engordar generales mofletudos al servicio de coroneles o sargentos que hablan inglés.
La justificación para proscribir la frase “Patria o Muerte” estaba
reñida no con la tradición militar boliviana, puesto que en su historia
habitan personajes que ofrendaron su vida por la patria, sino con la incompatible interpretación del amo estadounidense para el cual resultaba intolerable que en su provincia militar habite el espíritu de rebeldía
que atribuían a la influencia cubana. Además de lo anterior, resultaba
tan dolorosamente revelador y hasta ofensivo para los estadounidenses
que la cubanía calara tan hondo, a pesar del largo tiempo que les tocó
ocupar moral, espiritual y doctrinariamente a las FF. AA. bolivianas a
las que consideran como una extensión subalterna de sus avanzadas
militares en la región.
El saludo de “Patria o muerte” en las FF. AA. bolivianas ofendía
más a la sensibilidad tutelar estadounidense que a los propios soldados semicoloniales puesto que en su lectura imperial la Revolución
Cubana había penetrado la atmósfera marcial tan peligrosa como la de
aquellos cientos de médicos cubanos, ocupados en preservar la salud
de los bolivianos y en salvar la vida de los más pobres. Y claro, la espiritualidad fidelista y revolucionaria cubana en las arenas nacionalistas
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Ernesto Eterno
bolivianas resultaba ciertamente ofensivo para la edulcorada marca imperial que no admite competencia ideológica ni militar. Por cierto, para
el Pentágono la nación militar boliviana existe a partir de ellos y solo se
sostienen con su autorización, el resto es simplemente parte de la leyenda negra o de licencias molestosas o ahistóricas que se toman de vez en
cuando los ejércitos coloniales.
La tarea siguiente no era menor. Se trataba de extirpar un tumor
maligno que había sido inoculado dentro de las FF. AA. por Evo Morales
y su séquito antimperialista que, según los estadounidenses, estaba dañando profundamente los fundamentos ideológicos que sustentaban
el alineamiento a su proyecto, nada más y nada menos que en su patio
trasero castrense: la “Escuela Antiimperialista Gral. Juan José Torres”.
Este instituto había sido creado en agosto del 2016 con el objetivo de
“construir una identidad estratégica y de defensa nacional/popular
vinculada a la preservación de la soberanía del Estado Plurinacional
como la antítesis a los institutos estadounidenses que educaban al personal boliviano en la guerra contra sus propios pueblos”.
La disposición de su extirpación formaba parte del juego de revanchas que tenía en mente el Comando Sur a través de su Grupo Militar
instalado en La Paz. La orden se transmitió mediante Erick Foronda a la
presidenta autonombrada que asumía la función de capitana general de
las FF. AA. En el discurso de reconocimiento ante las FF. AA., elaborado
por el propio Foronda, la autonombrada declaró sin remilgo alguno que,
Estos últimos años hemos observado que las Fuerzas Armadas se han
apartado de su doctrina y han creado instancias educativas e ideologizadas que no les han retribuido ninguna enseñanza, pero que han gastado el presupuesto de su institución. Mi gobierno quiere devolver a las
Fuerzas Armadas el rol y prestigio que siempre las caracterizó, para ello
vamos a trabajar con países amigos, para recuperar programas de capacitación y entrenamiento del más alto nivel enmarcadas en la ciencia militar (Nodal, 27 de noviembre de 2019).
Así de claro y categórico el mensaje que cuestionaba el extravío
profesional y desconocía la capacidad de las FF. AA. para educarse ellas
mismas, pero además, despreciando sus propias competencias. La capitana generala estableció que el nuevo horizonte profesional –sinónimo de domesticación– a futuro se impondría desde afuera mediante gobiernos amigos que no era otra cosa que la que procedía de la metrópoli
imperial estadounidense. La autonombrada olvidó decir que la única
amistad militar que conoce la derecha boliviana es la derecha militar
estadounidense, ocupada en amaestrarla con el mismo entusiasmo con
el que se amaestran mascotas.
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
La presidenta autonombrada les espetaba en la cara a los oficiales
que el exclusivo prestigio que existía para las FF. AA. era el que se forjaba alrededor de la matriz educativa extranjera porque la nacional era
inocua o solo servía para el puro desprestigio. Aunque la autoridad ignoraba lo que leía, en buen romance les estaba señalando que la integración militar al pueblo boliviano, la participación en las nacionalizaciones, su involucramiento en tareas sociales, la protección de los
recursos naturales e industrialización y su alejamiento de toda posibilidad represiva suponía un camino errado que los había apartado de su
doctrina y de la ciencia militar. “Apartarse de la doctrina” implicaba no
solo acercarse a doctrinas reñidas u opuestas al imperio sino también
abandonar la esfera del viejo orden doctrinario al que se le debía obediencia. Si el alejamiento de la doctrina implicaba dejar de reprimir al
pueblo para unirse a él, la llamada de atención planteaba entonces restablecer la vieja tradición de enfrentarse al pueblo y divorciarse porque
al parecer un pueblo bien reprimido implica unas FF. AA. desideologizadas y bien educadas en la “ciencia militar”, es decir, en la ciencia disponible por los perennes opresores.
En realidad, lo que se estaba cuestionando en el fondo era la autonomía ideológica de las FF. AA., la ruptura de la tutela extranjera y el
camino nacionalista que estaban transitando que no era otra cosa que
seguir de cerca el camino que el mismo Estado Plurinacional había decidido seguir en aras de lograr su soberanía e independencia económica y política. Nadie le había informado a la autonombrada y a su asesor que a un proceso de transformación estatal democrático le sigue o
es coetáneo un proceso de transformación militar que es lo que debe
acontecer para que la transformación estatal no sienta la amenaza militar por su desajuste doctrinal como ha solido acontecer en las provincias semicoloniales de América Latina. Sostener que las FF. AA. se habían apartado de su doctrina equivalía a reconocer que las FF. AA. solo
tenían, como debían tener, como referencia y tutela a quienes poseían
la “ciencia militar”, aquella que durante décadas se aprendía en los patios imperiales y cuyo contenido estaba destinado a enfrentar, mediante masacres sangrientas, al “enemigo interno” encarnado unas veces en
los mineros, campesinos o indígenas como había ocurrido a lo largo del
siglo XX y principios del XXI.
Como una suerte de descubrimiento sociológico se dijo que las FF.
AA. se habían desprestigiado durante 14 años con el gobierno saliente y
que era hora de “recuperar su prestigio” con el nuevo régimen, que por
lo demás era simplemente transitorio, prestigio que por otra parte fue repuesto, pero al revés de como sucedió luego con la masacre de octubre negro del 2003. Otra ocurrencia farisaica. Para el Comando Sur no solo era
cuestionable que las FF. AA. bolivianas –apéndice estratégico– adquirieran
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Ernesto Eterno
una reputación que no proviniera de sus antros doctrinarios o de sus bienes simbólicos y materiales, sino que era extremadamente peligroso que
la ideología militar nacionalista sustentara estratégica y geopolíticamente
al nuevo Estado Plurinacional. Un proyecto de nacionalismo militar boliviano pleno, como anclaje autodefensivo en la construcción del Estado
Plurinacional, implicaba avanzar estratégicamente a un punto de no retorno en su identidad, coherencia y pertenencia estatal, frente a las viejas
prácticas de feudalización de las FF. AA. bolivianas.
Aunque de manera un tanto cándida se esperaba que la Escuela
Antiimperialista cambiara la mentalidad militar dejando de lado su
arraigada cultura colonial, su crónica dependencia del extranjero y lograra más bien una vinculación orgánica con el proceso de cambios que
reforzaría su identidad nacional, lo cierto es que fue más un experimento académico pobre, mal dirigido y con recursos escasos que un proyecto
político e ideológico de alcance estratégico y autodefensivo. Aquí, el divorcio entre la necesidad estratégica real y el deseo político contingente
se confabularon para refugiarse en el puro voluntarismo gubernamental dejando en las propias manos de los militares una reforma o revolución intelectual. Un proyecto de defensa que necesitaba alcanzar la
estatura del nuevo Estado Plurinacional implicaba en todo caso crear,
desde abajo y desde arriba, una nueva estructura educativa, política y
doctrinal más allá de un mero instituto, aislado geográfica y académicamente, que se dedicara simplemente a la mera interpretación del papel imperial de Estados Unidos en nuestras comarcas.
En todo caso, el mensaje de la presidenta autonombrada tenía
como destinatarios a la mayoría del personal militar que de alguna manera compartía la necesidad de una restauración conservadora en el
país. En el ámbito militar la restauración equivalía a recuperar la aparente pérdida de prerrogativas y privilegios que durante el gobierno de
Evo Morales habían sido confiscados. Autoidentificados como clase media militar de la clase media social creyeron que el conjunto de prerrogativas tradicionales estaban siendo amenazadas y recortadas en aras
de un exceso de democratización y “populismo” que traía consigo el
Estado Plurinacional. De alguna manera, la autoidentificación como
clase media militar se leía, más que como una categoría sociológica,
como un conjunto de códigos y prácticas sectoriales privilegiados –como
el que demandaban los médicos bolivianos–, o bajo el lente de un pacto pragmático que consistía en gozar de ciertas licencias o márgenes de
autonomía que garantizaban la fidelidad política con el gobierno de turno. Una suerte de lealtades pragmáticas entre el sector militar y político cuyos costos financieros los cubría, no el gobierno nacional, como
era natural, sino el Comando Sur mediante la otorgación de cientos de
becas, decenas de cursos militares y de especialización en sus fortines,
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
centenares de seminarios, talleres y por cierto, ejercicios conjuntos y
combinados que exigía el viaje de decenas de oficiales y sargentos al extranjero para formarse, entrenarse y capacitarse en las “nuevas amenazas a la seguridad hemisférica”.
La clase política del viejo régimen neoliberal y la propia dictadura
militar usaron ese poderoso instrumento de mediación material transfiriendo a Estados Unidos la facultad de intervenir en el país, colocando bajo su control estratégico, doctrinario e ideológico a las FF. AA. En
un país pobre como Bolivia, la pobreza militar era relativamente resuelta por el conjunto de dádivas estadounidenses que, desnacionalización
mediante, servían para contener su malestar como para preservar su
doble fidelidad: obediencia relativa al poder político criollo y sumisión
ideológica y doctrinaria al poder hegemónico extranjero.
Aunque este no es el espacio adecuado para una explicación más
amplia de los efectos de la dependencia crónica de las FF. AA. al poder
de Estados Unidos, lo cierto es que durante los 14 años del gobierno de
Evo Morales los estadounidenses no se quedaron con los brazos cruzados
ante la pérdida o mutación que ejercían casi con normalidad sobre su dominio militar nativo. No conviene olvidar que desde mediados de la década de los ochenta el Comando Sur, Grupo Militar de por medio, instaló
sus oficinas en los predios del mismísimo Cuartel General de Miraflores,
asumiendo una capacidad insólita de control sobre todas las actividades
de las FF. AA. en su conjunto a nivel nacional. Para decirlo en términos
coloquiales, Estados Unidos sabía tanto de las FF. AA. o incluso mucho
más que los propios mandos que periódicamente eran relevados como
mandaba su Ley Orgánica. Consecuentemente tenían conocimiento del
arco geográfico e institucional de necesidades, conflictos internos, disputas interarmas, precariedades o trabas burocráticas, además de conocer
en profundidad los episodios vinculados a la corrupción interna.
Con el conocimiento acumulado durante décadas y los amigos que
lograban fidelizar internamente, el Grupo Militar desarrolló sistemáticas campañas de propaganda y de guerra psicológica contra el Proceso
de Cambio cuestionando el resultado de los gobiernos del “socialismo
del siglo XXI”. Colocaron en primer renglón los casos de Venezuela y
Cuba señalando que Bolivia se encaminaba irremediablemente a ese
aparente “destino fallido”. De alguna manera se impuso la narrativa del
Comando Sur que sostenía que las democracias y la seguridad en la región estaban amenazadas por la emergencia de los “populismos radicales” a los que consideraban demagógicos y corruptos que ponían en vilo
las libertades públicas en el hemisferio.
Aunque la guerra psicológica estaba preñada de falacias insostenibles, las FF. AA. se convirtieron en un campo de disputa política entre
el gobierno y el Comando Sur. Lejos de cualquier juicio subjetivo, las
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Ernesto Eterno
FF. AA. como pocas veces habían logrado mejoras notables en sus capacidades operativas, condición y calidad de vida, prestigio y condiciones materiales para su desempeño profesional en los 14 años frente al
desinterés político y la carencia de recursos que caracterizaron los últimos 40 años.
En síntesis, la propuesta del régimen de acercar doctrinariamente a las FF. AA. a un modelo extranjero para recuperar “programas de
capacitación y entrenamiento” de quienes poseían la “ciencia militar”,
constituía en verdad el núcleo gravitante de la nueva política de defensa: el retorno a la influencia estadounidense doctrinaria e ideológica de
las FF. AA. bolivianas, por lo tanto, su desnacionalización.
López, como titular del sector, tomó la posta de su presidenta y
sin más pereza procedió a clausurar la Escuela Antimperialista señalando que su cierre implicaba “devolverle el lugar que corresponde a
las Fuerzas Armadas, y parte de eso es cambiar algo que no va con la
doctrina militar porque bajo ese concepto antimperialista se generaban doctrinas foráneas que no tenían nada que ver con el espíritu de
los bolivianos y peor con las FF. AA” (Infodefensa, 22 de enero de 2020).
Aunque en apariencia se producía una contradicción entre la presidenta que planteaba restablecer el tutelaje extranjero y el ministro que sostenía que había que dejar de lado doctrinas foráneas, en realidad ambos
comulgaban con el urgente realineamiento de las FF. AA. a su patrón
hegemónico e ideológico tradicional.
Ciertamente la ignorancia y el desprecio de la presidenta autonombrada no solo corrían paralelos a las del ministro sino también la pereza mental con la que suele tomar las cosas una derecha política que
siente más interés por la comida de su mascota que por el destino nacional y la formación intelectual y doctrinaria de sus hombres armados.
Guiados por una comprensión simplona sobre el significado de la ideologización militar y sus implicaciones estatales, clausuraron la Escuela
Antimperialista ofreciendo una nueva presea de plata a sus patrones políticos que esperaban expectantes el nuevo zarpazo antinacional para
volver a reconstituir el Estado aparente –Estado del no ser–, que es en
todo caso un Estado sometido a los dictámenes externos bajo una caricatura o disfraz nacional.
La Escuela Antimperialista tenía como premisa educativa el imperativo de contribuir a construir una doctrina de defensa plurinacional para compatibilizar con el desarrollo del nuevo Estado y por lo tanto erradicar la cultura colonial, su dependencia capitalista y el apego
proimperialista proveniente de la semicolonia republicana que le negaba al Estado su condición esencial que es pertenecerse para ser.
Asimismo, la Escuela pretendía desarrollar una crítica a la geopolítica del viejo orden capitalista e imperial que sustentaba su dominio en
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
el complejo militar-industrial, en el sistema financiero, en las guerras de
rapiña y en las múltiples formas de intervención política, económica y
financiera sobre países periféricos como el nuestro, tributario de nuestros recursos naturales al sistema dominante a precio de gallina muerta. La definición filosófica de la Escuela sostenía que era incompatible
la existencia de un Estado Plurinacional con FF. AA. coloniales y por eso
la urgencia de su descolonización para dar paso a una nueva doctrina y
geopolítica plurinacional con base en la soberanía industrial, control territorial y proyección internacional autónoma. De igual manera se sostenía que si el imperialismo no conciliaba con las FF. AA. que luchan
por la independencia y soberanía nacionales entonces la Nación debía
prepararse defensivamente para enfrentarse con el adversario natural
e implacable del imperio. La escuela proponía conocer desde la historia las antítesis entre Nación e imperio para luego tratar de comprender
las razones de su dependencia y subdesarrollo. Pero claro, estas sofisticaciones ideológicas eran demasiado complejas para una mente simplona como la del ministro López que al igual que su jefe político, Luis
Fernando Camacho, estaban convencidos de que para gobernar a las
FF. AA. bastaba un pequeño cañonazo de dólares y no una lluvia espesa
de ideas de índole geopolítico plurinacional.
La Escuela Antimperialista fue clausurada en enero de 2020 y sus
predios entregados a la Escuela Militar de Ingeniería de Santa Cruz
cambiando de nombre por el de “Héroes de Ñancahuazú”, otra decisión torpe en la que la ignorancia rendía tributo al desprecio de la propia historia militar. La decisión de colocar a la Escuela Antiimperialista
el nombre de “Gral. Juan José Torres” procedía del legado del nacionalismo militar boliviano, recogido de Busch y Villarroel, que el “General
del Pueblo” había restaurado en su corto periodo de gobierno mediante un conjunto de decisiones políticas dirigidas a recuperar la soberanía nacional. La nacionalización de minas, colas y desmontes de manos
de empresas estadounidenses, la expulsión del Cuerpo de Paz, acusado de
promover el control de la natalidad en las minas y el campo, el cierre de la
base militar de Estados Unidos en El Alto, llamada “Guantanamito”, o
la postura de las FF. AA. ante la Junta Interamericana de Defensa (JID)
rechazando la imposición de la doctrina anticomunista, le costaron a
Torres su asesinato en Buenos Aires a manos de los escuadrones de la
muerte de la Triple A argentina en el marco del “Plan Cóndor”.
Este cambio de nombre por el de “Héroes de Ñancahuazú” proponía dar un giro de 180 grados a la impronta antimperial de la Escuela
expresando con ello el retorno al mito de la victoria militar boliviana sobre la supuesta invasión guerrillera comunista al país. Si el mando militar hubiera tenido un mínimo de conocimiento acerca del contexto
político y de los sucesos más profundos de la guerrilla de Ñancahuazú,
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Ernesto Eterno
tendrían que avergonzarse de las celebraciones de una imaginaria y
exaltada épica militar boliviana.
Sin desmerecer el espíritu nacional de quienes concurrieron a la
guerrilla –soldados, oficiales y suboficiales y sargentos–, lo cierto es que
el Ejército asistió colonialmente a este escenario al mando de oficiales
estadounidenses, con uniformes, comida, armas y pertrechos, con entrenamiento e ideología de Estados Unidos, alimentado por la inteligencia proveniente de la CIA y cuyas decisiones políticas y militares, transmitidas por el embajador de Estados Unidos, Henderson, emanaban
directamente de Washington para dar fin a una guerrilla que planteaba la desocupación extranjera de Bolivia, la recuperación de su soberanía, el control de su riqueza y la nacionalización de las propias FF. AA.
Probablemente, la presencia de Estados Unidos y su intervención
en las FF. AA. de Bolivia desde mediados de la década de los cincuenta hasta principios del siglo XX no tenga parangón en América Latina.
Esta abrumadora intervención tiene que ver con muchos factores, entre ellos, la imperiosa necesidad de disponer de materias estratégicas
para la potencia dominante en un país con enormes reservas en minerales e hidrocarburos principalmente, facilitado por las élites políticas
criollas que respondían a su naturaleza de clase. La ubicación geográfica de Bolivia en la región le concede un valor adicional a la potencia hegemónica interesada primero en poseerla y luego en irradiar su proyecto de dominación entre los países vecinos.
Por cierto, la reocupación militar boliviana exigía una limpieza
ideológica de lo que se consideraba la “huella socialista/populista/comunista”. Esto implicaba sustituir la narrativa nacionalista que había
irradiado Evo Morales y el Proceso de Cambio en más de una década
de discursos y acciones convergentes. Los nuevos regentes del ideario
democrático, pacificador y transicional sostenían que no cabía el horizonte conceptual forjado durante la “tiranía” de Evo Morales en unas
FF. AA. que habían recuperado para sí y para el pueblo la democracia, la
paz y la reconciliación. La defensa soberana de los recursos naturales,
la preservación de la soberanía, el rechazo a la injerencia extranjera, la
reafirmación de la unidad entre militares y pueblo y la construcción de
un norte estratégico bajo el alero del nuevo Estado Plurinacional fueron
considerados como parte de la narrativa extirpable del “socialismo del
siglo XXI”. La tarea inmediata entonces fue sustituir el arsenal teórico
de unas FF. AA., consideradas aisladas internacionalmente, con el cuerpo conceptual emanado de la seguridad hemisférica, una elegante manera de involucrar nuevamente a la institución militar en la esfera de la
seguridad estadounidense.
El arsenal de conceptos inherentes a la construcción del Estado
Plurinacional empezó a ser sustituido por un nuevo lenguaje exigido
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
por el momento político, caracterizado además por un severo ajuste de
cuentas interno y actos de venganza entre pares de los que no se libra
una buena parte del personal de las propias FF. AA. Como por arte de
magia, pero con la feroz ayuda de los medios de comunicación, se instaló la gramática de la sedición y el terrorismo bajo la batuta estridente
del ministro de gobierno, Arturo Murillo, secundado por el ministro de
Defensa. Este último repite como loro adocenado la retórica de la existencia de fuerzas sediciosas nacionales y extranjeras, abonada por los
servicios de inteligencia policiales, que ponen en peligro la estabilidad
y pacificación del país.
Como si se tratara de un escenario surrealista, FF. AA. y Policía,
después de más de medio siglo de encono y con un baño de sangre de
por medio (Febrero, 2003), desplegaron sus mejores galas represivas
ocupando las calles de las principales ciudades del país. Este fenómeno
de la militarización policial o al revés, el de la policialización militar sirvió para alimentar el nuevo discurso de la fuerza pública dirigido a destruir al enemigo común: sediciosos y terroristas.
Reafirmando sus profecías autocumplidas, en una entrevista periodística el ministro de Defensa señaló que el país enfrentaba un escenario de riesgo e inseguridad dada la amenaza sediciosa y que por lo tanto la militarización de las calles respondía a esos objetivos preventivos.
Si bien la militarización callejera constituía un objetivo disuasivo frente a los movimientos sociales en áreas urbanas, queda claro que el objetivo mayor asignado a las FF. AA. es garantizar el retorno encubierto
de las agencias de seguridad antidroga de Estados Unidos al Chapare y
a los Yungas de La Paz. Por ello, las declaraciones de López no fueron
inocentes a la hora de insistir en el retorno de las FF. AA. y policía a estas regiones para “iniciar la erradicación” de cocales. Por su parte, los
dirigentes sindicales de las 6 federaciones del trópico adelantaron su explícito rechazo a los planes represivos del gobierno, así como al retorno
de la agencia antidroga como la DEA o USAID.
López señaló que en la región del Chapare, su objetivo principal,
existían armas pero que ignoraba si era para formar milicias. En un rutilante juego de palabras o respondiendo a un inédito hallazgo conceptual en el marco de la seguridad nacional, señaló que “el Chapare era
una tierra de nadie y que la región se había convertido en un micro-Estado narcoterrorista donde impera la ley de ellos, policías no entran, entonces básicamente es un micro-Estado independiente” (El Deber, 19 de
enero de 2020).
Frente a las declaraciones de los dirigentes sindicales, las FF. AA.
tuvieron que elaborar argumentos elípticos para anunciar su retorno al
Chapare. Primero, señalaron que iniciarían las tareas de erradicación
de cocales, promesa incumplida porque dicha labor se realiza junto a la
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policía que estaba impedida de ingresar a la región. Segundo, declararon que realizarían maniobras militares con fuerzas especiales de paracaidistas en una región que ofrece severas dificultades para este tipo de
operaciones. Finalmente tuvieron que resignarse a ingresar en un movimiento encubierto en vehículos civiles y sin armas con el argumento
de relevar sus tropas.
La reacción política de Evo Morales desde la Argentina no se dejó
esperar. Mediante su Twitter señaló que: “El Gobierno de facto dice que
militarización del trópico busca relevar tropas, luego que es por seguridad ciudadana, y, finalmente, para un curso de paracaidismo. Quizá
piensan lanzar tanques en paracaídas sobre el trópico. No saben cómo
ocultar el plan de guerra para reprimir”. Más temprano comentó que
“con la militarización de las ciudades más importantes de Bolivia rige
un Estado de sitio de facto que ha suspendido derechos y garantías
constitucionales del pueblo, una prueba más de la dictadura de Áñez
que gobierna el país”.5
Más allá de las reflexiones peregrinas y fanatismos gramaticales, el
ministro de Defensa no se dio por enterado de que la región del Chapare
se había convertido, en la última década, en uno de los territorios más
pacíficos, productivos y prósperos del país, a diferencia del pasado neoliberal inmediato (1985-2005) en el que imperaba la violencia, el abuso
de poder y la transgresión a la soberanía nacional. Ignorando olímpicamente lo que significa la presencia territorial del Estado y su sustento democrático, a López no le pasaron el dato de que el Chapare registra la participación electoral sostenible más alta y democrática de todo
el país pero que además convive con otras expresiones democráticas
como la sindical e indígena.
Tampoco advirtieron a López que el Trópico de Cochabamba es
una de las regiones que consagran el crisol de la bolivianidad y el territorio en el que el modelo de lucha contra el narcotráfico es uno de los
más exitosos del mundo por su construcción democrática y concertada como reconocen la propia ONU y la Unión Europea. Sostener que el
Chapare es un “territorio de nadie o un micro-Estado terrorista independiente” es una muestra de la mayor ignorancia y un agravio para las
más de 200 000 almas que luchan diariamente por diversificar su producción y satisfacer las necesidades alimenticias de gran parte del país
sin ignorar la existencia de gente involucrada en actividades ilícitas. El
Chapare tiene el nivel de productividad más alto entre las regiones semiindustriales que tributa con productos tropicales junto a las industrias y empresas públicas que generan no solo energía y petróleo sino
5
Véase https://twitter.com/evoespueblo/status/1218198118157684738
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
también otros insumos como la urea y amoniaco, amén de constituir la
columna vertebral del sistema de transporte nacional.
Pero lo que es lamentable es que el ministro de Defensa no fuera
informado de que la política antidroga de Estados Unidos resultó un
verdadero fracaso en el mundo y en particular en Bolivia, mucho más
cuando la DEA de Estados Unidos y soldados estadounidenses convirtieron la región del trópico en la más violenta y con el mayor índice de
violación de los derechos humanos cometidos por ellos mismos y por
parte de los efectivos policiales, entrenados por sus agentes antidroga.
En todo caso, esa toponimia del “micro-Estado narcoterrorista independiente” parece más una coartada táctica para justificar el retorno de
las FF. AA. y la policía como cabecera de playa a la región previo retorno de los agentes de la DEA y sus viejas estrategias fracasadas.
Lo cierto es que no solo FF. AA. y Policía se encuentran a la espera de retornar a su rutina represiva y ejercer control político en el
Chapare de cara a las elecciones de mayo, sino que el control de esta
parte del país, con ayuda externa, tiene como objetivo mayor el aparente derrumbe del poder político de Evo Morales y del movimiento
cocalero que es central en la vertebración de los movimientos sociales
de Bolivia. Detrás de la satanización territorial del Chapare, como refugio de sediciosos y narcoterroristas, de la presunta existencia de armas o la presencia de milicias o personal extranjero, la tarea principal
es restablecer la presencia de la DEA y recuperar el control del núcleo
geopolítico más importante del país para dar rienda suelta nuevamente a su narrativa antidroga en la región. El Chapare constituye el centro de gravedad geográfica que une oriente con occidente y que vincula
al norte amazónico con el sur andino. Dicho de otra manera, la reocupación militar/policial del Chapare constituye el preámbulo en el restablecimiento de la presencia de Estados Unidos por el lado antidroga
con la DEA y del Comando Sur como núcleo de control y coordinación
estratégica para la región, respectivamente. Se pretende restablecer
la base militar que el movimiento cocalero desalojó el 2006 junto a la
DEA y posteriormente a USAID.
V
Nunca antes la injerencia estadounidense había alcanzado proporciones tan groseras como las que se lograron implantar en Bolivia y que
hoy adquieren la dolorosa e indignante carta de ciudadanía imperial
en los patios interiores de la estructura del régimen. Hasta las dictaduras más brutales apoyadas externamente con recursos, hombres y
programas como la de Barrientos (1964-1969) o la de Banzer (19711978), mantuvieron cierta formalidad en sus procesos de domesticación
y adiestramiento político. En cambio, hoy ocupan, planifican y dirigen,
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Ernesto Eterno
desde las entrañas mismas del poder, a un régimen errático y tambaleante, imposible de ejercer resistencia alguna en nombre de un pueblo
abatido. Por el contrario, sienten la presencia extranjera como la columna vertebral sobre la que descansa todo su poder y nutren sus acciones ilegales inspiradas en su respaldo hasta convertirlo en impunidad.
Por eso, en cada abuso, en cada brutalidad de la fuerza pública, en cada
tortura que aplican, en cada detención indebida o en todas las formas
de extorsión e intimidación practicadas contra sus víctimas está presente la inconfundible sombra del apoyo político de Estados Unidos. La estridencia e irracionalidad del ministro de Gobierno que preside la persecución política o las amenazas torpes que exhala cada vez que puede
el ministro de Defensa contra los movimientos sociales derivan de este
blindaje extranjero, aparentemente indestructible y duradero.
Por cierto, en esta casta encomendera no cabe un adarme de decoro a la hora de la interlocución con los invasores convertidos en sus
capitanes constantes. Saludan y bajan la cabeza en señal de docilidad,
como rebaño obediente. La dignidad es una virtud que no cabe en la
historia de los entregadores acostumbrados a sacrificar a pueblos enteros en aras de sus intereses subalternos. La sumisión es por cierto la
antípoda del decoro y en ese territorio la derecha más radical que encarna el régimen se mueve con la naturalidad cultural que les permite
mostrarse victoriosos. Sienten que su resignación a un poder extraño y
poderoso vale la pena en tanto garantice la ruina del gobierno que acaban de derrocar. Empero, esta resignación preside la historia de espanto que empieza a vivir el país. La violación de los DD. HH. es una cara
de la medalla, la otra, la que está en curso y tiene que ver con el saqueo
del país avanza inexorable sobre la ignorancia de los dueños contingentes del poder. Mientras los extranjeros arman el mapa del despojo de la
riqueza a escala nacional los gobernantes criollos operan en el reino de
las baratijas y el oficio del robo de bagatela. Aquí cabe lo que alguna vez
señaló el presidente argentino Arturo Umberto Illia (1963-1966) a propósito de su reflexión entre constantes y entregadores: “El problema no
es que los de afuera nos quieran comprar, el problema es que los nuestros nos quieren vender”. Ciertamente, hay como una psicología de la
endeblez y la autonegación en esta clase educada en la obediencia al extranjero y es esta xenofilia la que los induce dolorosamente a la entrega de una patria acostumbrada a darles todo para que se le niegue el derecho a existir.
El golpe trae consigo cambios radicales. La mayor mutación que
están experimentando las instituciones y funcionarios es que cada día
están doblegados ante decisiones extranjeras que salen de esas entrañas ocupadas, como si fueran decisiones propias cuando en verdad
provienen directa o indirectamente desde Washington o de los oscuros
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
pasillos del Comando Sur de Miami, que es lo mismo. En Bolivia, como
en aquellos países semicoloniales, las diferencias entre lo que haga el
Departamento de Estado o el Departamento de Defensa, a través del
Pentágono, desaparecen a la luz de una tenebrosa enajenación política
en que la derecha con tintes fascistas ha embarcado al país.
Trátese de civiles o militares, de ministerios o de empresas estatales o de minúsculas entidades del gobierno nacional, se tiene conciencia de que trabajan abonando este pacto de reciprocidades abyectas entre el régimen y la fuerza extranjera dominante. Hay como un clima de
confusión y resignación generalizada que se sostiene en el miedo a perder el último eslabón de la estabilidad cotidiana: el trabajo.
Los autores y cómplices mendaces del golpe de Estado que prometían una transición pacífica y un clima de reconciliación finalmente se
sacaron la máscara para convertir la transición en su inapelable oportunidad para sostenerse en el poder conquistado a fuerza de fusiles y
muertos. No es que el poder o la confusión los hayan extraviado en el
camino, es más bien la única opción que existe para darle continuidad
a la ocupación extranjera en cuyo horizonte ya se divisan los primeros
rasgos del fraude electoral. El imperativo constitucional se ha trastocado al límite y lo que se pretendía como transición pacificadora post-Evo
está concluyendo como una simple y burda dictadura que muestra los
colmillos de un poder que no tiene ninguna voluntad de obedecer el veredicto de las urnas, ni mucho menos.
La comisión de mediadores, llámese Unión Europea, Iglesia
Católica y partidos o facciones políticas golpistas –como la de Mesa,
Camacho o Quiroga– contribuyeron a convertir a una senadora ultraconservadora en presidenta títere y al Palacio de Gobierno en una vulgar caterva de simulacros políticos cotidianos destinados a aplastar a
un pueblo, todavía consternado por los acontecimientos de horas dramáticas que parecen no tener una explicación racional. Entretanto, el
poder real se ha despojado de su apariencia democrática y de agente internacional aliado para mostrar su verdadero rostro imperial. A cada
paso expone todas las opciones con las que cuenta para hacer prevalecer la decisión de que su retorno significa tutelaje de largo plazo, algo
que no parecen entender hasta hoy ni los que fueron gobierno ni las
propias organizaciones sociales que se muestran todavía desvertebradas y atónitas. Por ello el proceso electoral entraña una estafa de magnitudes imprevistas.
Lo que ocurrió en Bolivia es un golpe de Estado de consecuencias
no solo locales sino de alcance regional y lo que ocurra en esta provincia
ocupada tenderá a replicarse en las otras, aunque de manera distinta.
Brasil ya experimentó el quiebre de su democracia mediante el golpe legislativo contra Dilma Rousseff, similar al que ocurrió en Paraguay con
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Ernesto Eterno
Fernando Lugo, Zelaya fue echado del gobierno hondureño mediante el
tradicional golpe militar y los intentos de expulsar del poder a Nicolás
Maduro de Venezuela pasan por el uso de una panoplia de guerra híbrida con daños cuantiosos y de imprevisibles consecuencias.
El propio Comando Sur en su postura estratégica de enero de este
año (2020) señaló que la región se considera como “espacio crítico
en la competencia global” (U.S. Southern Command, 2020) y Bolivia
ha sido declarada como un “aliado vital” en estas lides geopolíticas.
Ciertamente, frente a la convulsión social que acontece en el sur –Chile,
Colombia, Ecuador– se avizora la receta del disciplinamiento por la vía
del garrote en su versión de guerra económica contra Venezuela o de estrangulamiento energético y financiero como en Cuba.
En Bolivia el golpe de Estado y sus maniobras subyacentes, incluido el fraude previsible de mayo del 2020, señalan el punto de no retorno respecto a la reocupación colonial estadounidense. Lo que no había
concluido con éxito en aquella aventura golpista cívico-prefectural del
2008, dirigida no solo a coagular el flujo progresista en América Latina,
lo concluyeron el 2019 con aquellos actores que ese año no tuvieron cabida en los planes del imperialismo estadounidense por desconocimiento o desdén: militares, policías, ONG y su ejército de jóvenes, iglesia y la
OEA y de manera indirecta funcionarios felones de la Unión Europea
que operaron por encargo ruin.
El nuevo golpe de noviembre en Bolivia parece corresponder a la
categoría de la guerra híbrida en la que los aliados criollos ultraconservadores/ultramontanos, además de constituir eslabones prescindibles
de la maquinaria golpista, están mostrando su exponencial desprecio a
la democracia y su culto exaltado al dinero. Las denuncias vienen por
dos puntas: la de los propios participantes del golpe y las que el golpe
mismo contribuyó a esclarecer.
María Galindo, militante del feminismo radical en La Paz, denunció públicamente la concurrencia de actores políticos y la presencia de
actores no estatales que muestra la inconfundible intervención de fuerzas externas decidiendo el futuro del país. Galindo en su artículo (Pájaro
Rojo, 29 de enero de 2020) titulado “Bolivia: Janine Áñez no cayó del
cielo para salvar la democracia boliviana” censurado por el periódico
Página 7, un vulgar boletín auspiciado por la embajada americana, denuncia, apoyada en declaraciones de Waldo Albarracín, presidente de
CONADE (Consejo Nacional de Defensa de la Democracia) el contubernio triangulado por la Iglesia Católica, en el que confluyeron una suma
variable de actores que impulsaron y coronaron el golpe. Estuvieron presentes agentes criollos fieles a Estados Unidos como Tuto Quiroga y Luis
Fernando Camacho, políticos también vinculados con la embajada de
Estados Unidos como Carlos Mesa con su asesor Ricardo Paz, delegados
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
de Doria Medina y del gobernador Rubén Costas y operadores extranjeros como el embajador del Brasil y el comisario político de Estados
Unidos, Erick Foronda. Los conspicuos representantes de la Iglesia
Católica –Eugenio Scarpellini– y de la Unión Europea con León de la
Torre y otros, que habían definido previamente la ruta de la aparente
transición gubernamental por encargo extranjero, simulaban escuchar
atentamente a quienes oficiaban el papel de encomenderos políticos.
Los políticos cumplieron su papel de bajar la crispación del conflicto social y la Unión Europea e Iglesia se convirtieron como por arte
de magia en los virtuales mediadores providenciales para evitar que el
desborde de las “turbas masistas” pudiera terminar con los planes de
cambio de régimen. Incluso fueron más allá de toda previsión: negociaron dinero y canonjías con algunos diputados y senadores del MAS
a cambio de facilitar una comedia previamente cocinada entre bambalinas. Un juego siniestro de “autoridades” autonombradas para oficiar ritos simulados para conjurar el impacto social y político del golpe.
Conviene subrayar dos apuntes sobre las comadronas golpistas: la presencia del representante de la universidad, Waldo Albarracín, que ofició como el promotor de las movilizaciones estudiantiles bajo chantaje
y muy bien financiadas en La Paz y los auspicios de la Iglesia Católica,
que además de otorgar la Universidad Católica como sede golpista, también aportaron con el diseño de la ruta crítica de la “pacificación”, después de contribuir a incendiar el país con sus sermones y recomendaciones pastoriles. Como de costumbre, la cuota oscura de la Iglesia no
podía faltar en un nuevo episodio golpista metamorfoseado como transición y pacificación.
El episodio central que ocupa la denuncia de Galindo y que los
medios de comunicación esconden con una felonía digna de la peor
especie, es la oferta de dinero que hace Tuto Quiroga y que acepta la
senadora Jeanine Áñez para ocupar, por “sucesión constitucional”, la
presidencia del Estado. Quiroga, el mayor agente de la CIA en Bolivia,
además de convencer a Áñez para que ocupe el cargo con todos sus riesgos previo pago de 200 a 300 mil dólares, también impone las condiciones inherentes: gabinete, asesores, programa de transición y las consecuencias políticas derivadas del momento crítico que tendrían luego un
remate sangriento en Sacaba y Senkata, amén de todo lo que ocurriera
en circunstancias tan convulsas. Además de la ilegalidad o ilegitimidad
con la que Áñez asumió esta responsabilidad el hecho escabroso es que
lo ejerce en condiciones abyectas debido al pago negociado con el representante de la agencia más oscura y criminal del imperio de Estados
Unidos. Convendrá recordar que este episodio no es nuevo en Bolivia.
La CIA ya nos tenía acostumbrados a este método de envilecimiento por
la vía de la compra de conciencias desde la década de los sesenta, con el
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Ernesto Eterno
general Barrientos como su alumno más destacado, al que se suma en
el otro extremo temporal Carlos Mesa, como un discípulo poco aventajado del neoliberalismo.
Las declaraciones públicas de Luis Fernando Camacho en las que
explica que su padre pagó a mandos militares y policiales nos remite a
otro escenario en el que se revela nuevamente el uso descomedido de
dinero con el objetivo de consumar el golpe, unos mediante el amotinamiento y otros mediante la exigencia de renuncia al presidente constitucional, Evo Morales. Ambos esclarecimientos golpistas no desmentidos, mediados por los pagos a la presidenta autonombrada y mandos
militares y policiales, además de los cuantiosos recursos que significó la
movilización ciudadana a la cabeza de los comités cívicos, periodistas,
analistas y medios, ONG, jóvenes y redes de desestabilización informales y que finalmente condujeron a la renuncia de Evo, entraña y explica
la naturaleza del golpe, sus financiadores directos y por cierto, el precio
colonial que significó hacerse de un país.
Si bien es cierto que aún queda mucho por esclarecer en el complejo episodio golpista tanto en su génesis, actores, cronología, así como
en su cartografía política y social, no hay duda de la existencia de una
geopolítica inexorable que la acompaña. Como muy bien sugiere Rafael
Bautista, este proceso desestabilizador –desestructuración estatal– encuentra en Bolivia el mejor escenario para la recaptura geoestratégica
de Sudamérica tanto para estadounidenses como para las oligarquías
vecinas más rancias como las de Chile y Brasil. Frente al evidente fracaso de su estrategia contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, Bolivia se constituyó en el eslabón más débil en la cadena de eslabones progresistas a
ser desmantelados por diversas razones.
El éxito económico sin tutela extranjera, el proyecto industrial, potencialmente peligroso para su emancipación definitiva, pero además
el inmensurable valor atribuido al litio en el marco de la geopolítica
energética, amén de la invalorable posición que perfilaba el país para
convertirse en el nuevo canal territorial similar al que le tocó desempeñar a Panamá en el siglo XX sin duda hablan del proceso de desfeudalización imperial. Bolivia encarnaba la construcción del corredor bioceánico de cara al siglo XXI perfilándose como un verdadero puente
geopolítico y transformador de los flujos comerciales interoceánicos,
pero además como una plataforma inédita en la modificación monetaria global, teniendo en cuenta la intervención de las potencias emergentes como China, Rusia y la India.
Por ello, aunque el detalle pareciera anecdótico, lo cierto es que
ningún golpe en Bolivia promovido por Estados Unidos había logrado desarrollar un nivel de conocimiento y de intervenciones múltiples
a lo largo de 14 años de gobierno del MAS, financiamiento millonario
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
y negociaciones complejas, simultáneas, nacionales e internacionales
además de una guerra mediática y comunicacional sin precedentes,
cuyo corolario no solo fue la derrota política del adversario sino la ocupación física del propio Palacio de Gobierno. Camacho fue apenas un
personaje accesorio colocado a imagen de la teatralidad que exigía la
ritualidad cristiana –desencadenada en Santa Cruz– que llegaba con la
Biblia en la mano para evocar la derrota de un aparente demonio.
En un tiempo en el que la opinión pública se construye –fabricación del consenso según Chomsky y Herman (2000)– en el tejido tecnológico de sistemas y plataformas comunicacionales, la estrategia de la
posverdad ha servido en Bolivia como uno de los factores quirúrgicos
más efectivos en este proceso golpista. No cabe duda de que el arsenal
de las mentiras cotidianas, los errores del gobierno del MAS, las acciones convergentes de la derecha nacional e internacional y las operaciones encubiertas de las agencias de seguridad estadounidenses fueron
tributarios de una derrota aplastante en las calles de todas las capitales departamentales. Queda claro que el detonante de la ofensiva final
estuvo en manos de la OEA con un informe anodino pero lo suficientemente artero como para explosionar el clima social ya enrarecido durante más de dos semanas. El mal llamado Ministerio de Colonias colocó su cuota golpista en un escenario de supuesto fraude, narrativa que
durante un año sostuvieron en los medios de comunicación el ejército
de bufones mal pagados.
La intervención de Estados Unidos, además de la destrucción del
Estado democrático, convirtió el golpe en un escenario político de magnitudes grotescas que dejó incluso de lado los tradicionales mecanismos de mediación o formalidades intervencionistas tradicionales. Nada
impidió izar la bandera estadounidense en el mástil de una clase bastarda –autodenominada “pititas”– que creía que enarbolando consignas
propias de la “guerra de colores” estaba conquistando derechos políticos secuestrados por un supuesto “tirano”. Las manos oscuras de la injerencia y de la intervención imperial se agitaban en las primeras planas de la prensa más conservadora y venal que tuvo Bolivia a lo largo
de su existencia.
La caída de Morales permitió que la CIA retornara a Palacio sin
cortapisas. Conviene recordar que hasta el año 2006, esta siniestra
agencia de seguridad de Estados Unidos empleaba a un grupo de policías y oficinas dentro de Palacio de Gobierno con el fin de acceder a información de primera mano de gobiernos neoliberales bajo el sofisticado nombre de Unidad de Análisis de Seguridad Presidencial (UNASEP).
En cambio, el golpe de noviembre del 2019 le permitió llegar a las puertas mismas y ocupar de manera directa y sin remilgo alguno el propio
Palacio de Gobierno para instalarse a espaldas de la propia presidenta
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Ernesto Eterno
autonombrada en calidad de asesor personal. Para graficar sintéticamente: no es que la senadora Áñez llegó a Palacio de Gobierno para ser
presidenta desde la Asamblea Legislativa, se hizo presidenta en tanto y en cuanto los estadounidenses tomaron literalmente el Palacio de
Gobierno con apoyo de militares y policías felones que contribuyeron a
darle formalidad a un acto consumado.
Los estadounidenses esta vez no se privaron ni siquiera de anunciar la secuencia del golpe mediante su fiel testaferro, Erick Foronda, a
través de su seguidilla de tuits. El 22 de octubre, a dos semanas del golpe informaba que el encargado de negocios de Estados Unidos había
sido convocado a Washington, “No para congratularlo” señaló. El viernes 8 de noviembre, en una secuencia ininterrumpida del seguimiento
al golpe publicó: “NO AFLOJAR ¡Cortes electorales imparciales! ¡Ya!”
Y sentenció, “Próxima semana definitiva”, agregando una monumental mentira para inflamar el estado de ánimo de la Policía, “El gobierno desarmó a la policía. Horas antes de que se desate el motín. El motín de los policías ya casi es nacional”. Por cierto, a esa hora en que
el vocero estadounidense anunciaba el motín nacional de la policía,
los mandos ya habían sido comprados por la familia de Luis Fernando
Camacho con los dineros que le había proporcionado la agencia madre
de Foronda.
Quienes lograron hacer realidad el golpe en sus distintas fases fueron sin duda dos personajes, además de otros, que pertenecen al sofisticado ejército criollo de agentes tributarios de la CIA: Jorge Tuto Quiroga
y Erick Foronda. Ambos poseen un largo historial de relaciones carnales con la agencia matriz a la que le deben fortuna y reputación además
de encarnar un sentimiento de odio profundo y frustraciones políticas
acumuladas contra el gobierno de Evo Morales. Quiroga, el candidato
financiado por la embajada estadounidense había sido derrotado abrumadoramente en las elecciones del 2005 y en todos los escenarios en los
que pretendió asumir el liderazgo de la oposición. Los cables desclasificados de Wikileaks (2005-2010) en el caso boliviano muestran a Tuto
Quiroga como un vulgar soplón a sueldo cuyo prestigio ante la embajada empezó a eclipsarse a partir de su derrota en el referéndum revocatorio del 2008 gestionado por iniciativa suya (Quintana, 2016). Luego de
muchas maniobras para preservarse como aliado proyanqui, Quiroga
encontró espacio como vocero de causas ultraconservadoras de Bolivia
en la comunidad internacional neofascista, apoyado por representantes republicanos residentes en Miami, con apoyo financiero de la CIA.
Foronda, en cambio, desde su cubículo de la embajada de Estados
Unidos trabajaba con la paciencia de un cirujano en un profundo proceso continuo y sosegado de envilecimiento de periodistas, medios
y empresarios mediáticos que no tiene parangón en la historia del
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
periodismo nacional. Fue un mediador emblemático de aquello que se
puede llamar la mayor compra fraudulenta del periodismo nacional
para fines inconfesables. Como veremos más adelante, ambos se convirtieron en operadores eficientes de los mandatos establecidos por el
Departamento de Estado.
Mientras Tuto Quiroga gestionaba la construcción articulada del
nuevo gabinete en directa relación con Camacho, Mesa y Doria Medina,
en consulta con Washington, Foronda se hizo propietario a tiempo
completo de la oficina del asesor presidencial junto a otro equipo selecto de funcionarios vinculados directamente a la embajada de Estados
Unidos. Más que un gobierno legítimo o legal que se expresara mediante un gabinete nacional, lo que se logró instalar fue un equipo de felones
con una fidelidad ideológica y conciencia plena para subordinarse, no
a un proyecto de gobierno sustitutivo sino a un objetivo de desmantelamiento del Estado Plurinacional. Desde esta perspectiva se puede hablar entonces de un gabinete testaferro más que de un gobierno de transición derivado de un cambio de régimen.
Quiroga trabajó en los detalles de la estabilización política y asistencia jurídica parlamentaria para reforzar la transición y se puso a disposición del régimen esperando convertirse en el candidato presidencial que las circunstancias exigían. Recibió como premio el encargo de
responsable de la defensa del gobierno democrático ante la comunidad
internacional para contrastar la idea de golpe de Estado, cargo al que
luego de escasas semanas de ejercerlo renunció para proclamarse candidato presidencial por cuenta propia.
Foronda, en cambio, la garganta profunda del régimen, instaló su
gabinete bajo mando directo de la embajada de Estados Unidos a la que
había servido durante casi tres décadas y cuya misión esencial radica en dirigir el timón del gobierno digitando decisiones presidenciales
para evitar cualquier extravío ajeno a los objetivos estratégicos impuestos por sus patrones. En realidad, más que un asesor de la presidenta,
Foronda es un ministro de la presidencia que goza de poderes supremos, encomendado y dirigido desde el Departamento de Estado. En los
hechos cotidianos la presidenta autonombrada funciona a control remoto dada su inexperiencia en la gestión de gobierno, sus limitaciones
intelectuales y su radicalismo verbal que la hacen vulnerable a su condición de candidata de la embajada de Estados Unidos.
Aunque este no es el espacio propicio para explicar los detalles de la
personalidad y trayectoria con influencia estadounidense de Foronda,
convendrá señalar que está fuertemente vinculado con dos presidentes
bolivianos cuyas gestiones están marcadas por masacres sangrientas:
Gonzalo Sánchez de Lozada y Jeanine Áñez. En el primer caso, Foronda
se desempeñó como consejero de prensa para cubrir el juicio que se le
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siguió a este y a su exministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzain, en el
Estado de la Florida, e indirectamente trabajó para forjar la impunidad
de estos siniestros personajes que propiciaron la masacre de más de 60
personas y más de 1 000 heridos en la ciudad de El Alto, en octubre del
2003. En el segundo caso, Foronda, en su calidad de asesor presidencial
está implicado de manera directa en las masacres de Senkata y Sacaba
en tanto presidía la coordinación, junto al ministro de la Presidencia,
con el Ministerio de Gobierno y Defensa con los que acordaron la intervención militar-policial que produjo la dramática masacre de 36 personas y más de 500 heridos en ambos lugares. Su condición de asesor
no lo libra de enfrentar juicios nacionales e internacionales por estos
crímenes de lesa humanidad sabiendo su destacado papel en el núcleo
central de las decisiones presidenciales.
Foronda en su calidad de asesor de prensa trabajó con más de 10
embajadores estadounidenses y por lo tanto le tocó presenciar muchos
episodios claves de la historia nacional que explican el peso dominante de la potencia sobre los sucesivos gobiernos neoliberales desde 1985.
Fue parte del operativo de expulsión de Evo Morales el año 2002, durante la gestión del embajador Manuel Rocha, precisamente con el gobierno de Tuto Quiroga (2001-2002), su entrañable compañero de agencia. De igual manera le tocó estar muy cerca de los episodios de octubre
del 2003 que eran informados directamente y minuto a minuto al embajador Greenlee por el propio Sánchez de Lozada. Por alguna extraña
casualidad, Foronda interviene, esta vez de manera directa, en las masacres sangrientas de noviembre del 2019. Curiosa reminiscencia de
esta oscura personalidad cercana a la muerte cuya exaltada fidelidad a
Estados Unidos es superior a la de su propio país. Se es fiel al que paga
mejor, diría el agente.
Conviene recordar que Foronda también estuvo involucrado en el
epicentro mismo de la aventura golpista del 2008 facilitando todo el arsenal mediático en procura de que su embajador Philip Goldberg, el llamado carnicero de la antes Yugoslavia, cumpla la tarea de destruir el
gobierno de Evo Morales. En un capítulo poco grato para las relaciones
Estados Unidos-Bolivia, a Foronda le tocó lidiar, desde su función de
asesor de prensa, con un conjunto de acusaciones públicas debidamente sustentadas provenientes del gobierno nacional que apuntaban a develar el involucramiento de las agencias estadounidenses –CIA, USAID,
NED, IRI– y de Goldberg en particular, en el golpe de Estado del 2008.
Por cierto, Evo Morales declaró a Goldberg persona non grata en septiembre del mismo año que obligó a Foronda a redactar la nota de su
despedida amenazadora que 11 años después se cumplió casi como una
profecía. A tiempo de abandonar el país, Goldberg señalaba que su expulsión era un error histórico y que esa decisión “podría tener efectos
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
serios de muchas formas que al parecer no se ha evaluado apropiadamente. […] A quienes nos han acusado de infamias y a quienes nos han
insultado y han distorsionado la verdad, no tengo nada que decirles”
(Quintana, 2016). Estaba claro que la despedida sonaba más a una amenaza imperial que a un gesto de buena educación diplomática.
Foronda y Goldberg forman parte de una misma ecuación política e ideológica y por lo mismo sostienen ideas y sentimientos semejantes que los convirtieron en amigos entrañables. Incluso, Foronda viajó
a Bogotá exclusivamente para felicitar a Goldberg por su designación
como nuevo embajador de la colonia sudamericana, segunda sede informal del Comando Sur. Lo hizo después de que este fuera prácticamente expulsado de Filipinas por su presidente Rodrigo Duterte (2016)
que lo consideraba intratable y al que llamó “hijo de puta” y sobre el
cual el gobierno filipino dispone de un amplio prontuario de transgresiones aberrantes. La designación de embajador en Bogotá sucede a su
desempeño frustrado en La Habana como encargado de negocios en la
que le tocó intentar socavar la estabilidad de Cuba mediante la denuncia internacional de supuestos “ataques sónicos” contra personal diplomático, algo verdaderamente surrealista. Los rasgos particulares de la
personalidad de Goldberg, asociados a sus obsesivas tareas desestabilizadoras, operaciones encubiertas y trabajos de inteligencia siniestra
que muestran una fuerte tentación criminal, al parecer destellan en la
esmirriada psicología de Foronda y en sus complejos malsanos que lo
llevan a confundir la realidad con sus pasiones vengativas.
El peso político de Foronda despegó a partir de su intervención en
el cónclave golpista convocado por la Iglesia católica y en sus posteriores gestiones para mantener a una parte importante de la prensa nacional afiliada a sus tradicionales métodos de obediencia. De hecho, las
designaciones de los ministros que en principio correspondía a la presidenta autonombrada fueron realizadas entre Tuto Quiroga, un grupo de
asesores y el representante directo de la embajada de Estados Unidos.
Se acordó sin discrepancia alguna designar a Karen Longaric, por su
perfil profesional, su postura antimasista y sus vínculos de larga data
con USAID y la embajada americana a la que le asignaron la tarea de devolver Bolivia a su órbita colonial “desideologizada”.
Dadas las circunstancias, ambos compartían la necesidad de instalar un régimen de mano dura con aire vengativo en el Ministerio de
Gobierno y nada mejor que Arturo Murillo, también un agente reclutado y bien pagado por la CIA durante todo el gobierno de Evo Morales. El
Ministerio de Comunicación exigía una voz apropiada para exacerbar
los ánimos contra el gobierno anterior y no se encontró una ficha mejor
que la comunicadora social Roxana Lizárraga, amiga entrañable y funcionaria a sueldo, junto a Amalia Pando, de la Fundación neofascista
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que preside Sánchez Berzain en Miami, Estados Unidos. La cuota en el
Ministerio de Salud le correspondía al Colegio Médico, el operador político clave que se desplegó furibundo en las calles casi un año antes del
golpe y cuya titularidad fue asumida por un médico anticomunista rabioso y falto de ideas, ideal para la campaña anticubana promovida desde Washington. Obras Públicas, el ministerio tan codiciado le correspondió ocuparlo al exalcalde de Rurrenabaque, Yerko Núñez, en un juego de
negociaciones pragmáticas entre Ernesto Suárez y la propia presidenta
autonombrada que días previos formaba parte de su elenco político subalterno. A Luis Fernando Camacho le correspondió designar al ministro
de defensa, su operador militar, Desarrollo Rural y Tierras, operador con
movimientos sociales y al ministro de la presidencia, Jerjes Justiniano
como agente tutelar de la presidencia. El resto de los nombramientos se
hicieron como parte del juego de concesiones y simbolismos con distintos actores políticos y territoriales que contribuyeron al golpe de Estado.
Las decisiones que se adoptaron en los 100 primeros días de gobierno corresponden a las necesidades imperativas, tanto de corto plazo como en su proyección para el largo plazo, y no han sido necesariamente uniformes debido a la desvertebrada composición del gabinete.
En materia de Política Exterior el retorno del país a la órbita imperial
fue casi instantánea y no exigió el menor rigor marcial para cumplir sus
metas. Cancillería cumplió la tarea de romper relaciones con Venezuela
y Cuba, expulsar a sus médicos solidarios y echar lodo sobre el trabajo humanitario de ambos países como establecía el catálogo yanqui en
esas horas sombrías para los aliados del Estado Plurinacional. Longaric,
la canciller que se convirtió en una suerte de delegada bufa del régimen
cumplió la tarea de romper con UNASUR, abandonar CELAC y ALBA
y acercarse al Pacto Andino, además de vincularse orgánicamente al
Grupo de Lima y a cuanto organismo necesitara la Política Exterior de
Estados Unidos, no de Bolivia.
En contraste con la necesidad de lograr aliados para consolidar su
legitimidad socavada favorecieron el conflicto bilateral contra México
por el caso de los asilados, el asedio a la residencia y los salvoconductos, Argentina, país que no reconoce hasta hoy su estatuto democrático,
España por la torpeza y grosería del Ministerio de Gobierno que inventó el apoyo a una supuesta fuga de los asilados y la Unión Europea por
añadidura. En contrapartida, Longaric puso a disposición del gobierno de Estados Unidos la política exterior del país bajo el supuesto prisma de intereses recíprocos y respeto a la soberanía nacional. Definió el
restablecimiento de las relaciones bilaterales, la designación de embajadores a Estados Unidos, OEA y ONU, el retorno de USAID, la reapertura para la llegada de la cooperación extranjera, así como el restablecimiento de las relaciones con Israel, dejando las puertas abiertas para
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Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
el retorno de la DEA y otras agencias de cooperación estadounidenses
como el Cuerpo de Paz y las ONG de filiación ultraconservadora.
Además de los conflictos bilaterales o de los alineamientos a una
multilateralidad digitada desde Washington, el régimen enfrenta severos cuestionamientos a su política de derechos humanos frente a los
cuales ni Estados Unidos ni la Iglesia Católica y en algún caso la Unión
Europea se pronunciaron luego de las masacres sangrientas. El informe de la CIDH, la Resolución del Consejo Permanente de la OEA, los
pronunciamientos sistemáticos de funcionarios de Alto Nivel de la ONU
vinculados con los DD. HH. y de otras organizaciones civiles internacionales constituyen severas derrotas en el ámbito externo alimentadas
por el comportamiento antidemocrático, abusivo y despótico de los organismos de seguridad del Estado y de sus satélites subalternizados de
jueces y fiscales que ponen en entredicho los debidos procesos y toda la
arquitectura de protección de derechos de las personas. Otras cuestiones, como la del Silala, frente a Chile, están siendo tratadas desde una
perspectiva irresponsable y políticamente incorrecta develando secretos de Estado. El problema mayor de Longaric es el fuego cruzado con
sus colegas, que cada vez usurpan sus funciones dejando en el limbo
vergonzoso su responsabilidad institucional.
La política comunicacional es la fuente nutricia de la que se alimenta la legitimidad del régimen y proviene tanto del envilecimiento
de los medios de comunicación públicos y privados como de la cantera
masiva de redes sociales que cuentan con apoyo externo. En el primer
caso destaca la agresividad con la que la ministra de Comunicación impuso una política de cerco mediático mediante la intimidación, miedo y
censura a los medios privados, control marcial sobre los oficiales y censura sobre los alternativos. Haciendo coro con la amenaza de cacería de
sujetos sediciosos, la ministra de Comunicación amenazó con procesar
a los medios o periodistas que cometieran actos sediciosos.
La violación de la libertad de expresión como de prensa fue severamente cuestionada por la opinión pública que hasta mereció una
severa llamada de atención del Relator Especial de la CIDH para medios de comunicación, Edson Lanza. El cierre de más de 50 medios
comunitarios que estaban en manos de pueblos indígenas, organizaciones sociales o sindicatos fueron silenciados y en algunos casos desmantelados arbitrariamente. La grosera censura alcanza medios internacionales como la cancelación de la frecuencia de Telesur, Rusia
Today e HispanTv. Se acusa al régimen por la muerte de un periodista argentino, la expulsión de equipos periodísticos extranjeros, además
por la aplicación de la regulación política de pautas publicitarias como
mecanismo para el alineamiento de contenidos, pago de prebendas a
periodistas o apertura de programas pro-oficiales, financiados por el
329
Ernesto Eterno
Ministerio de Comunicación. La persecución política contra periodistas
críticos, así como las masacres blancas en medios de comunicación estatales o la intervención judicial contra redes de medios sospechosas de
vinculación con el gobierno anterior forman parte de la censura compulsiva que hoy se ejerce sin el menor asomo de cuestionamiento por la
comunidad internacional.
La política comunicacional se ha convertido en un coto de caza,
pero a su vez en un instrumento para el silenciamiento de la realidad.
En contrapartida, los medios maximizan hasta la saciedad contenidos
cuyo epicentro radica en satanizar al gobierno de Evo Morales sin ninguna posibilidad de contrastación frente a la cascada de denuncias de
corrupción sin sustento en investigaciones judiciales. Lo cierto es que
quienes se rasgaban las vestiduras en el pasado inmediato ante cualquier sospecha de violación de la libertad de prensa hoy mantienen un
silencio cómplice.
El régimen ha logrado instalar una verdadera maquinaria de producción de sentido en torno al fraude electoral, la inexistencia del golpe de Estado, el narcotráfico y la corrupción. Siguiendo esta misma línea oficial se continúa promoviendo líneas estigmatizadoras contra los
movimientos sociales y de negación del sujeto indígena, así como representaciones de violencia inherentes a este sector encarnadas bajo conceptualizaciones intolerables asociadas a “hordas” o “salvajes” como le
agrada decir a la propia presidenta autonombrada. De igual manera, el
uso de simbologías que tienen legitimidad en amplios sectores de la sociedad como la religión católica o evangélica vinculadas al retorno de
Dios al Palacio es otro de los discursos enajenantes que los medios oficiosos sostienen a diario.
En el ámbito económico, con apoyo masivo de los medios, el régimen está creando las condiciones favorables para un retorno de las políticas privatizadoras instalando la idea del derroche en los grandes proyectos de industrialización, la improductividad o los déficits aparentes
que estarían arrojando las empresas públicas como elemento de justificación. El copamiento de las empresas públicas por exfuncionarios que
proceden de la empresa privada con el objetivo de desmantelar los bienes colectivos constituye una política indirecta de privatización a la que
se suma el virtual saqueo de las empresas públicas en manos de gerentes improvisados o designados por razones políticas como en ENTEL,
BOA, ENDE, YPFB y otras.
VI
El futuro está cargado de una incertidumbre explosiva. Bolivia está
transitando peligrosamente del Estado Plurinacional hacia las deplorables condiciones del “Estado aparente” en el que las elecciones de
330
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
mayo de 2020 jugarán un papel determinante. La designación del presidente del TSE, Salvador Romero, y de algunos vocales cuya neutralidad
política está en duda por su fuerte vinculación con el Departamento de
Estado, hacen presagiar un proceso funesto para la desarrollada vocación democrática del pueblo boliviano. La inesperada candidatura de
la presidenta autonombrada, así como el uso de todo el aparato estatal
para fines electorales, la protección gubernamental de grupos violentos o las gestiones políticas paralelas que oficia el Comité Cívico con los
frentes políticos conservadores, en su pretensión de usurpar la voluntad popular, constituyen señales peligrosas para la salud democrática.
El escenario político en Bolivia parece enfilar hacia el modelo hondureño cuyo libreto esta predeterminado en Washington: golpe, proscripción y fraude como señalara muy bien el periodista argentino Héctor
Bernardo (Diario Contexto, 21 de febrero de 2020). La inhabilitación del
expresidente Evo Morales y del excanciller Diego Pary como candidatos
a senadores por Cochabamba y Potosí, anunciada el jueves 20 de febrero
por el presidente del TSE, hacen presagiar un futuro sombrío.
La intervención de Estados Unidos no solo es una sospecha,
es una constatación de su tenebrosa decisión de impedir que nuevamente el pueblo pueda gobernarse a sí mismo. En 1965, la CIA operó
abiertamente en Bolivia para darle continuidad al golpe de Estado de
Barrientos (1964) financiando groseramente su campaña para convertirlo en presidente constitucional, así como el apoyo logístico y financiero a sus potenciales aliados y a la prensa de la época. Durante esos años
la OEA se encontraba operando activamente en la región para lograr el
alineamiento de los países de América Latina a la política de Estados
Unidos para expulsar a Cuba y promover nuevas intervenciones de sus
agencias de seguridad contra la revolución socialista cubana.
Hoy, la incursión galopante de funcionarios estadounidenses que
arribaron al país para apoyar al gobierno ofreciendo ayuda económica
y asistencia técnica para llevar a cabo las elecciones forman parte de la
coartada política en la que se encuentran empeñados desde hace más
de una década, en su afán de revertir el horizonte plurinacional en el
que Bolivia se había embarcado desde el año 2009. No es una casualidad que se anunciara la llegada de USAID para “supervisar las elecciones en Bolivia” y tampoco ofreciera financiamiento inmediato para la
reconstrucción de los edificios electorales incendiados por la revuelta
conservadora, el apoyo de expertos en sistemas informáticos, así como
recursos frescos para apoyar proyectos a petición del órgano electoral.
La presencia de la NED, el financiamiento a ONG vinculadas con procesos electorales, el apoyo económico y el auspicio a los observadores
electorales extranjeros forman parte del tablero tradicional injerencista
al que nos tiene acostumbrados Washington. Esto constituye la mayor
331
Ernesto Eterno
evidencia de la injerencia de Estados Unidos sobre uno de los procesos
electorales claves para el futuro de la nación andino-amazónica teniendo en cuenta que Bolivia hoy no necesita un solo centavo de la cooperación externa para construir su democracia.
El propio papel de la OEA en estos comicios electorales debiera llamar poderosamente la atención debido a su nefasto papel desempeñado
en el golpe de noviembre del 2019 y que hoy, desde una posición asistencialista y técnica aparentemente neutral, pretende maquillar su dependencia radical a los mandatos de sus financiadores benévolos. No cabe
duda de que el cerco mediático construido para el golpe seguirá sosteniendo la impostura de un gobierno que dejó atrás su compromiso democrático para convertirse en una verdadera dictadura policial-militar
suspendiendo los derechos constitucionales de los ciudadanos amparados en una poderosa maquinaria represiva. El ministro de gobierno
que cumple prolijamente la tarea de testaferro de intereses extranjeros
en su propia patria amenazó con suspender las elecciones allí donde la
policía no estuviera presente cumpliendo sus funciones. ¿A alguien en
Bolivia y en el mundo le queda duda sobre la abyecta conducta golpista
y violenta de la policía y FF. AA.?
Bolivia es sin duda un territorio en el que se disputa la dignidad de
un pueblo y el proyecto de construcción de la Patria Grande, frente a la
felonía del viejo impostor imperial bajo el trasfondo de su célebre doctrina Monroe.
BIBLIOGRAFÍA
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332
Estados Unidos en Bolivia: imperialismo recargado contra un “triste país”
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El Deber (2020, 19 de enero). Luis Fernando López: El Chapare es
un micro-Estado narcoterrorista independiente. Disponible en
https://eldeber.com.bo/163203_luis-fernando-lopez-el-chaparees-un-micro-estado-narcoterrorista-independiente Acceso 15 de
marzo de 2020.
El Deber (2019, 4 de diciembre). Ministerio de Defensa instruye a
militares ya no usar la consigna “Patria o muerte, venceremos”.
Disponible en https://eldeber.com.bo/158680_ministerio-dedefensa-instruye-a-militares-ya-no-usar-la-consigna-patria-omuerte-venceremos Acceso 13 de febrero de 2020.
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política ni abusos judiciales. Disponible en https://erbol.com.
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Nodal (2019, 27 de noviembre). Bolivia: las FF. AA. condecoran con
la máxima distinción a la presidenta de facto Jeanine Áñez.
Disponible en https://www.nodal.am/2019/11/bolivia-las-FF. AA.condecoran-con-la-maxima-distincion-a-la-presidenta-de-factojeanine-anez/ Acceso 2 de marzo de 2020.
Pájaro Rojo (2020, 29 de enero). María Galindo: Bolivia. Una columna
censurada ilumina la trastienda de la candidatura de Janine Áñez.
Disponible en https://pajarorojo.com.ar/?p=45678 Acceso 5 de
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Disponible en https://www.southcom.mil/Media/Special-Coverage/
SOUTHCOMs-2020-Posture-Statement-to-Congress/ Acceso 3 de
febrero de 2020.
333
APÉNDICE
CRONOLOGÍA DE LAS ELECCIONES
Y EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
La siguiente cronología aborda algunos de los principales hechos, declaraciones y decisiones antes y durante las elecciones de octubre de
2019, así como aquellos acontecidos postelecciones vinculados al golpe de Estado, concluyendo con los momentos destacados de los primeros meses del gobierno de facto. No solo se consideran aspectos locales
o a nivel nacional, sino la actuación de la comunidad internacional,
considerando especialmente el rol desempeñado por el Gobierno de
Estados Unidos, seguido de la Unión Europea (UE) y diversos organismos internacionales. En el ámbito regional destaca la incidencia de la
Organización de los Estados Americanos (OEA).
ESCENARIO PREVIO A LAS ELECCIONES
29 de noviembre de 2017
El Departamento de Estado de Estados Unidos condena la decisión
del Tribunal Constitucional de Bolivia e insta a que Morales desista de presentarse en los comicios de 2019.
16 de diciembre de 2018
Robert Palladino (portavoz adjunto del Departamento de Estado):
“No están dadas las condiciones para llevar a cabo elecciones libres
e imparciales en 2019”.
335
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
31 de enero de 2019
Los senadores Bob Menéndez, Dick Durbin (Demócrata) y Ted
Cruz (Republicano) presentaron el proyecto “Una resolución que
apoya los principios y estándares democráticos en Bolivia y en toda
América Latina” para que el Legislativo de Estados Unidos se pronuncie en contra de la repostulación de Evo Morales.
21 de febrero de 2019
Kimberly Breier (exsecretaria adjunta del Departamento de Estado
para Asuntos del Hemisferio Occidental) indicó que la comunidad
internacional debe permanecer vigilante de las próximas elecciones en Bolivia.
1 de abril de 2019
12 legisladores bolivianos y tres representantes de colectivos ciudadanos pidieron a Donald Trump que presione ante la OEA para rechazar la postulación de Evo Morales.
8 de agosto de 2019
En el Memorandum on the Presidential Determination on Major
Drug Transit or Major Illicit Drug Producing Countries for Fiscal Year
2020 enviado por Trump al Departamento de Estado, se designa a
“Bolivia y al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en Venezuela
por no haber cumplido en los 12 meses anteriores con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales antinarcóticos”.
20 de octubre de 2019
Elecciones presidenciales. Principales candidatos: Evo Morales por
el MAS y el exmandatario y opositor Carlos Mesa.
LUEGO DE LAS ELECCIONES
21 de octubre de 2019
El Gobierno advierte las dificultades para el conteo inmediato de
los votos: en principio, solo se tendría el resultado del 80% de los
votos, pues el porcentaje restante procedía de áreas rurales donde no solo no hay internet, sino que las comunicaciones y la insuficiente infraestructura vial dificultan o ralentizan la movilidad.
Al día siguiente de las elecciones se logró el conteo del 83.76%
de los votos. En ese primer conteo provisional (incompleto) el
45.28% era para el MAS (Evo Morales) frente al 38.16% de Mesa.
Esos números (si hubiesen sido los definitivos) obligaban a una segunda vuelta. Sin embargo, faltaba aún contabilizar los votos de
las zonas rurales
Michael G. Kozak (Subsecretario de Estado para el Hemisferio
Occidental) advierte: “Estados Unidos está observando de cerca la
Primera ronda de elecciones en Bolivia, especialmente la repentina interrupción de la tabulación electrónica de votos. Autoridades
336
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
electorales deben restaurar credibilidad y transparencia al proceso
para que se respete la voluntad del pueblo.
”Estados Unidos rechaza los intentos del Tribunal Electoral de
subvertir la democracia de Bolivia al retrasar el conteo de votos y
tomar medidas que socaven la credibilidad de las elecciones bolivianas. Hacemos un llamado al Tribunal Superior Electoral (TSE)
para que actúe de inmediato para restaurar la credibilidad en el
proceso de conteo de votos”.
La OEA publicó un informe en el que advertía sobre “graves
irregularidades”, que insinuaba la existencia de un fraude y postulaba una repetición de la elección.
Carlos Mesa denunció al gobierno de fraude, retomando el informe de la OEA.
Comenzó una ola de protestas liderada en buena medida por
diversos integrantes de la oposición.
22 de octubre de 2019
Declaración del portavoz de la UE sobre el proceso electoral en Bolivia:
La interrupción inesperada del conteo electrónico de votos después de
la primera vuelta de las elecciones generales en Bolivia ha suscitado serias preocupaciones que deben abordarse completa y rápidamente. Se
espera que las autoridades bolivianas, en particular el TSE, garanticen
la máxima transparencia de los procedimientos de conteo y tabulación
y sus resultados. Esto es vital para garantizar la credibilidad del proceso
electoral, asegurar la confianza de los votantes y respetar la voluntad del
pueblo boliviano. Los incidentes recientes deben ser investigados y, además, pedimos a todas las partes que se abstengan de la violencia.
Varias organizaciones convocan a huelga general indefinida y
en las calles se registran enfrentamientos entre partidarios de ambos bandos.
23 de octubre de 2019
Convocatoria de una sesión extraordinaria del Consejo Permanente
de la OEA para “considerar la situación” de Bolivia a pedido de las
Misiones Permanentes de Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica,
Estados Unidos y del representante de Juan Guaidó.
La sesión se concretó de manera apresurada, sin margen para
la participación del canciller boliviano Diego Pary y en medio del
recuento de los resultados de las elecciones celebradas tres días
antes. Se presentó un informe todavía preliminar, cuestionando
unos resultados electorales que no eran definitivos, lo que sirvió
para posicionar la matriz del “fraude”, ayudando a desencadenar
los acontecimientos.
337
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
Ante este panorama planteado por la OEA, el Gobierno boliviano solicitó a la propia organización la realización de una auditoría de las elecciones, por parte de una nueva misión electoral que se
vio envuelta en un escándalo por la dimisión de su jefe de misión,
claramente posicionado en contra del Gobierno de Evo Morales.
24 de octubre de 2019
La UE emite un comunicado en el que indica que “espera que el
gobierno boliviano y las autoridades electorales resuelvan la situación respetando la voluntad del pueblo”. Retoma el informe preliminar de la OEA.
Evo Morales advierte que es probable que el objetivo tras las
protestas y la articulación con la huelga sea promover un “golpe de
Estado”.
Durante el proceso de auditoría de la OEA surgen nuevos perfiles de la oposición, y adquieren visibilidad y enorme liderazgo
(en poco tiempo), como Luis Fernando Camacho (de Santa Cruz),
quien convoca al Ejército y a la Policía a sumarse a la lucha contra Evo Morales.
25 de octubre de 2019
El Tribunal Superior Electoral informa que, casi concluido el
conteo de la totalidad de votos, un 47.08% es para el MAS, mientras que un 36.51% es para el candidato opositor Carlos Mesa, de
Comunidad Ciudadana. Habiendo una diferencia de 10 puntos no
es necesaria una segunda vuelta y el MAS se proclama ganador de
la contienda electoral.
EL GOLPE, LA AUTOPROCLAMACIÓN DE ÁÑEZ
Y EL GOBIERNO DE FACTO
6 de noviembre de 2019
La violencia se exacerbó en la medida en que se ponía en duda el resultado de las elecciones: manifestantes opositores incendian el ayuntamiento en Vinto y obligan a la alcaldesa a caminar descalza por el
pueblo, cubierta de pintura roja.
8 de noviembre de 2019
Tres unidades policiales se amotinaron en Cochabamba, Sucre y
Santa Cruz. Las protestas de la oposición se extendieron a varias
zonas del país, mientras la policía se mostraba cercana a los manifestantes en La Paz.
10 de noviembre de 2019
La OEA realizó un comunicado de prensa la madrugada del 10 de
noviembre filtrando de manera interesada los hallazgos preliminares de los auditores, nunca un informe definitivo. Esta medida sirvió de presión al Gobierno de Morales para que convocara a nuevas
338
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
elecciones ante el descrédito desde la OEA a las instituciones electorales bolivianas y anuncia que renovará la totalidad de los miembros del TSE. Fue el propio Secretario General el que presionó para
adelantar los resultados de la auditoría.
Atendiendo a las recomendaciones de la OEA, Evo Morales
convoca a nuevas elecciones generales y anuncia que renovará la
totalidad de los miembros del TSE.
El comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia,
Williams Kaliman, y el comandante de la policía, Vladimir Yuri
Calderón, pidieron la renuncia del mandatario Morales. Kaliman
señaló que la solicitud responde a la necesidad de velar por la seguridad nacional. “Sugerimos al presidente del Estado que renuncie
a su mandato presidencial”.
Evo Morales anuncia su dimisión con el objetivo de poner fin a
la violencia y lograr la paz social, e insiste en que Bolivia está siendo víctima de un golpe de Estado: “Mi responsabilidad como presidente indígena y de todos los bolivianos es evitar que los golpistas
sigan persiguiendo a mis hermanos y hermanas dirigentes sindicales y maltratando y secuestrando a sus familiares”.
11 de noviembre de 2019
Mike Pompeo (Secretario de Estado de Estados Unidos): “Encomiamos el trabajo profesional de la misión técnica de la OEA que encontró muchas irregularidades preocupantes en las elecciones en Bolivia
del 20 de octubre. Apoyamos plenamente los llamados bolivianos y
de la OEA para que se realicen nuevas elecciones y se elija a un nuevo
Tribunal Electoral que pueda asegurar elecciones libres y justas que
reflejen la voluntad del pueblo boliviano. A fin de restaurar la credibilidad del proceso electoral, todos los funcionarios del Gobierno y
oficiales de cualquier organización política implicados en las elecciones viciadas del 20 de octubre deben apartarse del proceso electoral”.
Declaración de la Alta Representante/Vicepresidenta de la UE,
Federica Mogherini, sobre Bolivia: “Estamos siguiendo los acontecimientos en Bolivia. Quiero expresar claramente nuestro deseo
de que todas las partes en el país ejerzan moderación y responsabilidad, y lleven al país, de manera pacífica y tranquila, a elecciones
nuevas y creíbles que permitan al pueblo de Bolivia expresar su voluntad democrática”.
Un grupo de opositores saquean la residencia de Evo Morales
y su hermana.
12 de noviembre de 2019
Tras la consumación del golpe de Estado, se convocó un nuevo
Consejo Permanente en el que se presentó otro informe de resumen
de los hallazgos preliminares, nunca definitivos, de la auditoría.
339
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
En esta sesión Luis Almagro llegó a afirmar que el golpe de
Estado en Bolivia “ocurrió el 20 de octubre cuando se cometió
el fraude electoral que tenía como resultado el triunfo del expresidente Evo Morales en primera vuelta”. Se justificaba así la
impugnación de los resultados electorales que dieron la victoria a Evo Morales que sirvió de base para el derrocamiento de su
Gobierno.
Evo Morales logra salir del país, viaja a México, donde permanece como asilado político hasta lograr viajar a la Argentina
el 12 de diciembre de 2019, con el asilo del Gobierno de Alberto
Fernández.
La senadora Jeanine Áñez se autoproclama presidenta de
Bolivia sin quórum en el Parlamento. Solo recibe el apoyo de los
opositores y los dos tercios de la Cámara rechazan su sucesión.
13 de noviembre de 2019
Mike Pompeo: Estados Unidos felicita a la senadora boliviana
Jeanine Áñez “por asumir el cargo de presidenta de Estado interina para liderar a su nación a través de esta transición democrática,
bajo la Constitución de Bolivia y de acuerdo con los principios de
la Carta Democrática Interamericana. Esperamos trabajar con la
OEA, las instituciones constitucionales civiles de Bolivia y el pueblo boliviano mientras se preparan para celebrar elecciones libres y
justas lo antes posible. Hacemos un llamamiento a todas las partes
para proteger la democracia durante las próximas semanas y abstenerse de actos violentos contra sus conciudadanos y sus bienes”.
La presidenta del Senado de Bolivia, Adriana Salvatierra
(MAS), reclama que no ha dimitido y que, por lo tanto, le correspondería a ella sustituir a Evo Morales en la Presidencia de la
República.
Áñez defiende la legitimidad de su investidura, negando que
haya sido un golpe de Estado y aclarando que solo se mantendrá en
el cargo el tiempo necesario para celebrar unas nuevas elecciones.
14 de noviembre de 2019
Reconocimiento de Juan Guaidó como presidente encargado de
Venezuela.
Se acusa de sedición a periodistas argentinos que cubrían el
golpe.
15 de noviembre de 2019
La Cancillería boliviana anuncia la salida de la ALBA y posible retiro de UNASUR.
El gobierno de facto aprueba un decreto que exime de responsabilidad penal a policías y militares, una normativa calificada
como “licencia para matar” por los partidarios de Morales.
340
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
Masacre de Sacaba: Campesinos cocaleros que marchaban
en Sacaba (Cochabamba) rumbo a La Paz en repudio al golpe de
Estado y la represión fueron duramente reprimidos por las FF. AA.
y la policía. Nueve personas fueron asesinadas a bala.
19 de noviembre de 2019
El gobierno de facto entrega 5 millones de dólares a las Fuerzas
Armadas para compra de equipamiento.
Masacre de Senkata: Habían pasado ya 16 días de bloqueo en
Senkata, donde se encuentra instalada una planta de gas que abastece a buena parte del país. Un operativo conjunto de las FF. AA. y
la policía intentó desactivar de manera violenta el bloqueo. El saldo
fue de diez muertos, 65 heridos y decenas de detenidos.
20 de noviembre de 2019
Se designa a Jaime Aparicio como embajador de Bolivia ante la OEA.
El gobierno de facto solicitó un crédito al Banco Central de
Bolivia por 2 800 millones de bolivianos para pagar gastos corrientes (salarios y aguinaldos). Se trata de un monto que todos los años
desde 2006 se inscribe en el Programa Fiscal Financiero y se debería utilizar para situaciones de emergencia. Durante los 14 años
de Gobierno del MAS no fue necesario utilizar esos recursos y, por
tanto, nunca fueron solicitados.
21 de noviembre de 2019
Mike Pompeo: “Reconocemos la importancia de la transición política de Bolivia a la democracia en nuestro hemisferio, y admiramos
al pueblo boliviano por defender su Constitución, su democracia y
las elecciones libres, justas y transparentes”.
Aquellos que participaron en las atroces irregularidades y la manipulación de los votos en las defectuosas elecciones del 20 de octubre deben,
por el bien de Bolivia, hacerse a un lado y dejar que los bolivianos reconstruyan sus instituciones.
Prometemos nuestro apoyo al pueblo boliviano y al Gobierno de
transición liderado por la presidenta Jeanine Áñez mientras se preparan
para estas elecciones.
22 de noviembre de 2019
El gobierno de facto denuncia a Evo Morales por terrorismo y sedición (que se sanciona con la pena máxima de 30 años de cárcel). La
demanda también se aplica contra el exministro de la Presidencia,
Juan Ramón Quintana, exiliado en la Embajada de México.
26 de noviembre de 2019
El gobierno de facto nombra a Óscar Serrate como representante
de Bolivia en Estados Unidos.
341
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
28 de noviembre de 2019
La UE emite un comunicado rechazando la violencia y destrucción
que siguieron a las elecciones, manifiesta su apoyo a la misión de
observación de la OEA y pide a las autoridades interinas “que adopten medidas necesarias para revertir la situación y restaurar la confianza y que tengan por principal objetivo la organización del proceso electoral”.
Creación del Centro Especial Antiterrorista (CEAT), una unidad policial creada específicamente para evitar actos de terrorismo
o sedición en el país.
30 de noviembre de 2019
El relator de la CIDH sobre los Derechos de Defensoras y
Defensores de Derechos Humanos, Francisco José Eguiguren, calificó como “masacre” las muertes en El Alto y Sacaba.
2 de diciembre de 2019
Designan a “Tuto” Quiroga como delegado ante la comunidad
internacional.
9 de diciembre de 2019
Mike Pompeo. Estados Unidos celebra el trabajo profesional de la misión de auditoría electoral de la OEA en Bolivia. La investigación exhaustiva presentada por los 36 expertos de 18 nacionalidades subraya
que se tomaron acciones “deliberadas” y “maliciosas” para manipular
la elección de Bolivia a favor del expresidente Evo Morales.
Basado en el rigor del informe independiente, Estados Unidos
finalmente está de acuerdo con la conclusión del informe de que
“en base a la abrumadora evidencia encontrada, lo que se puede
afirmar es que ha habido una serie de operaciones intencionales
destinadas a alterar la voluntad expresada en las encuestas”.
“Alentamos al gobierno de transición de Bolivia a continuar
sus esfuerzos para prepararse para elecciones libres, justas y transparentes que reflejen la voluntad del pueblo boliviano lo más rápido posible”.
10 de diciembre de 2019
El gobierno de facto eleva una denuncia contra Evo Morales en La
Haya por “crímenes de lesa humanidad”.
La CIDH urgió al Estado boliviano a avanzar en la reparación
de los lesionados y sus familiares en los hechos de violencia represiva que se sucedieron en noviembre de 2019. También exige al
Estado “cesar los actos de violencia atribuibles a agentes estatales
o a grupos privados actuando en asocio, en connivencia con o bajo
la tolerancia de los mismos y a que garantice que a cada persona lesionada en el contexto sociopolítico actual reciba tratamiento médico y sanitario adecuado”.
342
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
17 de diciembre de 2019
El Gobierno suspende el pago del Bono Juana Azurduy a las madres
gestantes y niños recién nacidos. Este es un incentivo económico
para mujeres gestantes condicionado al cumplimiento de 4 controles
prenatales, parto institucional y control post parto para niños y niñas
menores de dos años condicionado a 12 controles integrales de salud
bimensual. Se anuncia el posible reinicio del pago en marzo 2020.
22 de diciembre de 2019
Bolivia ingresa al Grupo de Lima.
23 de diciembre de 2019
Se designa a Jacqueline Murillo (hermana del ministro de Gobierno)
como cónsul en Miami.
26 de diciembre de 2019
El gobierno de facto denuncia a México de “tergiversar y distorsionar” la realidad sobre las medidas de seguridad tomadas en los alrededores de la Embajada de México e intentar lavar la imagen “autoritaria y antidemocrática” del expresidente Morales.
27 de diciembre de 2019
El gobierno de facto denuncia a la Cancillería de España por “abuso y atropello a la soberanía” boliviana.
30 de diciembre de 2019
La USAID reactiva su presencia en Bolivia para los programas
Fortalecimiento de la democracia y la transparencia en las elecciones y Recuperación de la Chiquitanía.
31 de diciembre de 2019
La UE emite un comunicado en donde “expresa profunda preocupación” por la expulsión de dos diplomáticos españoles en Bolivia
y pidió explicaciones al gobierno interino de Áñez.
El gobierno de facto declara como “personas no gratas” y expulsa a la embajadora de México y a diplomáticos españoles.
5 de enero de 2020
El gobierno de facto anuncia que USAID ayudará a reconstruir tribunales quemados durante los días del golpe.
6 de enero de 2020
Trump. Determinación presidencial sobre la exención de una restricción a la asistencia de Estados Unidos a Bolivia bajo la Sección 706 de
la Ley de Autorización de Relaciones Exteriores, año fiscal 2003. Se determina que la provisión de asistencia de Estados Unidos a Bolivia en el
año fiscal 2020 es vital para los intereses nacionales de Estados Unidos.
8 de enero de 2020
Se allanan las oficinas de PDVSA en La Paz.
El gobierno de facto anuncia procesos judiciales contra
592 exautoridades del Gobierno de Morales. Para recuperar los
343
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
activos cuestionados se creó un grupo de tareas conformado por
el Ministerio de Justicia, la Procuraduría General del Estado, el
Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Gobierno.
9 de enero de 2020
La Fiscalía General de Bolivia llama a declarar a Íñigo Errejón, Juan
Carlos Monedero y el expresidente español José Luis Rodríguez
Zapatero y pide a España informes sobre la presencia en territorio
boliviano de miembros del Grupo Especial de Operaciones.
El gobierno de facto eleva una petición a Interpol para la captura de Evo Morales.
10 de enero de 2020
Los senadores estadounidenses Jim Risch (Republicano) y Bob
Menéndez (Demócrata), presidente y miembro del Comité de
Relaciones Exteriores del Senado, junto con los senadores Marco
Rubio (Republicano) y Ben Cardin (Demócrata), la presidenta y miembro de rango del Subcomité de Asuntos del Hemisferio
Occidental, Delincuencia Transnacional, Seguridad Civil,
Democracia, Derechos Humanos y Asuntos Globales de la Mujer
aplaudieron la aprobación de la S.Res.447, expresando preocupación por irregularidades generalizadas en las elecciones generales
de Bolivia y el apoyo a la convocación de nuevas elecciones en la
fecha más temprana posible. La resolución se presentó el 4 de diciembre y se aprobó fuera del comité con una enmienda el 11 de
diciembre. El Senado completo aprobó la resolución el 8 de enero.
14 de enero de 2020
Se congelan las cuentas de PDVSA en Bolivia. Además, el gobierno
de facto solicita al Gobierno argentino que repudie las declaraciones de Evo Morales sobre la creación de milicias armadas.
16 de enero de 2020
Se desmantela la Escuela Antiimperialista de las FF. AA. y sus instalaciones pasan a la Escuela Militar de Ingeniería con el nombre
de “Héroes de Ñancahuazú”.
17 de enero de 2020
Se traspasa la administración del aeropuerto de Chimoré desde
AASANA a los ministerios de Defensa y de Gobierno. Ese mismo
día, se advierte sobre una militarización “preventiva” de calles con
equipos antimotines ante posibles movilizaciones.
24 de enero de 2020
Bolivia suspende relaciones con Cuba tras declaraciones del canciller Bruno Rodríguez contra el Gobierno boliviano.
5 de febrero de 2020
Diplomáticos israelíes fueron recibidos en Bolivia y acordaron restablecer programas de cooperación.
344
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
6 de febrero de 2020
El ministro de Hidrocarburos anuncia medidas para disminución
de la subvención de hidrocarburos, se anuncia que se importará petróleo crudo para procesarlo en Bolivia (en la que existe capacidad
ociosa). Esto reduciría los gastos entre un 30 y 40%.
7 de febrero de 2020
El gobierno de facto lanza licitación para la importación de combustibles al precio más bajo y de mejor calidad.
10 de febrero de 2020
El gobierno de facto designa a Jaime Aparicio (también embajador
ante la OEA) como nuevo agente de Bolivia ante la CIJ.
12 de febrero de 2020
Áñez designa como vicecanciller a Manuel Suárez Ávila, exsecretario privado de Gonzalo Sánchez de Lozada.
15 de febrero de 2020
El gobierno de facto anuncia juicio contra Evo Morales y demás
responsables por aceptar que las afluentes del Silala corran naturalmente a Chile en la contrademanda que presentaron en La Haya.
20 de febrero de 2020
La UE informa que, por invitación de Bolivia, enviará una Misión
de Observación Electoral. Isabel Santos es la encargada de la misión y cuenta con 10 analistas.
25 de febrero de 2020
Conferencia de prensa. Oficial superior del Departamento de
Estado sobre el compromiso de Estados Unidos con Bolivia.
6 de marzo de 2020
La UE y el TSE firman un acuerdo para la observación de elecciones generales en 2020. El acuerdo es para que la Misión de
Observación Electoral de la UE verifique y compruebe cada uno de
los puntos del proceso electoral.
10 de marzo de 2020
El TSE adquiere nuevo programa informático para el nuevo proyecto de Difusión de Resultados Preliminares (DIREPE). El contrato se concretó con la empresa británica Reckon.
16 de junio de 2020
OEA lanza el “Comunicado sobre campaña de desinformación en
torno al rol de la OEA en las elecciones de Bolivia”. Acusa al New
York Times de propagar mentiras al negar el fraude electoral en
Bolivia:
• En febrero, John Curiel y Jack R. Williams, investigadores de
Election Data and Science Lab del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT), publicaron en el Washington Post un artículo en el que aseguraron, con base en un análisis estadístico,
345
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
•
que no había elementos para sospechar que hubo fraude en las
elecciones de Bolivia, contradiciendo las conclusiones de la
OEA.
El 7 de junio fue el turno de New York Times, que, en un artículo titulado “Una elección amarga. Acusaciones de fraude. Y, ahora, una reconsideración”, advierte que el análisis de la OEA que
ayudó al derrocamiento de Morales fue deficiente y estuvo basado en datos incorrectos y técnicas estadísticas inapropiadas.
BIBLIOGRAFÍA
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recuento provisional de votos cuando todo apuntaba a una
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elecciones en Bolivia. Disponible en https://www.celag.org/wpcontent/uploads/2019/12/analisis-del-informe-final-de-la-oeasobre-las-elecciones-en-bolivia.pdf Acceso 7 de julio de 2020.
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100% del conteo electoral: el resultado da a Evo Morales como
ganador. Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/2019/10/25/
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Eitb.eus (2019, 18 de noviembre). ¿Qué está pasando en Bolivia? Las
claves del golpe de Estado. Disponible en https://www.eitb.eus/es/
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Embajada de Estados Unidos en Bolivia (2018/2019). Etapa previa
a las elecciones presidenciales bolivianas de 2019. Disponible
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Europa Press (2019, 31 de diciembre). La UE rechaza la decisión
de Bolivia de expulsar del país a dos diplomáticos españoles.
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MuyWaso (2019, 18 de noviembre). El dolor tras la masacre de Sacaba,
un relato testimonial. Disponible en https://muywaso.com/
despues-de-la-masacre-de-sacaba-un-relato-testimonial/ Acceso
10 de julio de 2020.
Noticias ONU (2019, 7 de noviembre). La ONU condena los ‘atroces
crímenes’ en Bolivia. Disponible en https://news.un.org/es/
story/2019/11/1465091 Acceso 11 de julio de 2020.
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torno al rol de la OEA en las elecciones de Bolivia. Disponible
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de Evo Morales. Disponible en https://www.pagina12.com.
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Acceso 12 de mayo 2020.
Página/12 (2020, 15 de enero). Testimonios reveladores de la masacre
de Senkata. Disponible en https://www.pagina12.com.ar/241787testimonios-reveladores-de-la-masacre-de-senkata Acceso 5 de
julio de 2020.
347
Cronología de las elecciones y el golpe de Estado en Bolivia
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de 28 de noviembre de 2019, sobre la situación en Bolivia.
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Romano, S.; Lajtman, T.; García Fernández, A. y Tirado, A. (2019). EE.
UU. y la construcción del golpe en Bolivia. CELAG. Disponible
en https://www.celag.org/wp-content/uploads/2019/11/ee-uu-y-laconstruccion-del-golpe-en-bolivia-1.pdf Acceso 2 de julio de 2020.
The New York Times (2020, 7 de junio). Una elección amarga.
Acusaciones de fraude. Y, ahora, una reconsideración. Disponible
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The Washington Post (2020, 27 de febrero). Bolivia dismissed its
October elections as fraudulent. Our research found no reason
to suspect fraud. Disponible en https://www.washingtonpost.
com/politics/2020/02/26/bolivia-dismissed-its-october-electionsfraudulent-our-research-found-no-reason-suspect-fraud/ Acceso 8
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UNDP (2020). Procurement Notices. Disponible en https://
procurement-notices.undp.org/view_awards.cfm Acceso 3 de julio
de 2020
U.S. Congress (2019). S.Res.35 — A resolution supporting democratic
principles and standards in Bolivia and throughout Latin
America. Disponible en https://www.congress.gov/bill/116thcongress/senate-resolution/35/text?q=%7B%22search%22%3A%5
B%22H.R.+4692%22%5D%7D Acceso 1 de julio de 2020.
348
ACERCA DE LAS AUTORAS Y LOS AUTORES
ADRIANA R. CADENA CANCINO
Doctora en Procesos Políticos, Económicos y Sociales de América
Latina. Maestra en Gobierno y Asuntos Públicos (FLACSO-México).
Directora Ejecutiva de la Fundación América Mundial. Directora de la
Confederación Nacional de la Mesa Nacional de Pesca Artesanal de
Colombia. Docente universitaria; autora de libros sobre integración y
artículos en revistas científicas nacionales e internacionales.
ANÍBAL GARCÍA
Doctorando en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). Investigador de la Unidad de Análisis
Geopolítico del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica.
Miembro del Grupo de Trabajo “Crisis y economía mundial” y
“Antiimperialismo: perspectivas transnacionales en el sur global” de
CLACSO. Correo electrónico: <gafa1989@gmail.com>.
ARANTXA TIRADO
Doctora en Relaciones Internacionales e Integración Europea por la
Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Doctora y maestra en
Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM). Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración
por la UAB. Profesora asociada del Departamento de Ciencia Política
349
Acerca de las autoras y los autores
y Derecho Público de la UAB e investigadora de la Unidad de Análisis
Geopolítico del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
(CELAG). Correo electrónico: <arantxa.tirado@gmail.com>.
ARMANDO NEGRETE
Licenciado en Economía (UNAM). Maestro en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Doctorando en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Técnico Académico del Instituto de Investigaciones Económicas en el Observatorio Económico Latinoamericano (UNAM).
CARLOS ALBERTO SILVESTRE ROJAS
Investigador de la Comunidad Pluricultural Andino Amazónica para la
Sustentabilidad (COMPAS-Bolivia) y asistente de coordinación del proyecto “Hacia la Sustentabilidad Alimentaria en Sudamérica y África del
Centro de Desarrollo y Medio Ambiente” de la Universidad de Berna,
Suiza.
CONSUELO AHUMADA
Profesora del Centro de Investigaciones sobre Dinámica Social (CIDS),
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Externado de
Colombia. Miembro de número de la Academia Colombiana de Ciencias
Económicas (ACCE) y vicepresidenta de la Asociación Colombiana de
Economía Crítica (ACECRI). Integrante de los GT “Estado, desarrollo
y desigualdades regionales” y “Geopolítica, integración regional y sistema mundial” de CLACSO.
DAVID CHOQUEHUANCA CÉSPEDES
Político aymara; desempeñó el cargo de Ministro de Relaciones
Exteriores de Bolivia durante el primer, segundo y tercer gobierno del
presidente Evo Morales. También ejerció de secretario general de la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América- Tratado de
Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
ELISABETH BUERGI-BONANOMI
Doctora en Derecho, investigadora y docente del Centro de Desarrollo y
Medio Ambiente y Facultad de Derecho, Universidad de Berna, Suiza.
GUILLERMO OGLIETTI
Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB), posgraduado del Instituto Torcuato Di Tella de Buenos Aires y licenciado en Economía por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC,
Argentina). Dirigió el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Territorio, Economía y Sociedad de la Sede Andina de la UNRN en Bariloche. A
350
Acerca de las autoras y los autores
lo largo de su vida académica se ha concentrado en problemáticas del desarrollo económico como la inmigración, la inversión extranjera, la relación ahorro-inversión y la enfermedad holandesa en los países latinoamericanos y, recientemente, ha orientado sus trabajos al área de la economía
del turismo y de las finanzas y la economía urbana. Es subdirector ejecutivo de CELAG/Argentina.
JOSÉ MANUEL FREDDY DELGADO BURGOA
Ph.D. presidente del directorio de la Comunidad Pluricultural
Andino Amazónica para la Sustentabilidad (COMPAS-Bolivia). R4D
Coordinador Sud América Proyecto Sustentabilidad Alimentaria,
Centro de Desarrollo y Medio Ambiente de la Universidad de Berna,
Suiza (CDE-UniBe) y COMPAS.
LORETA TELLERÍA ESCOBAR
Politóloga y economista. Magíster en Estudios Sociales y Políticos
Latinoamericanos. Doctoranda en Historia de la Universidad de La
Habana, Cuba. Investigadora de temas de Seguridad, Defensa y relaciones
Bolivia-Estados Unidos. Correo electrónico: <loretatelleria@yahoo.es>.
LUCÍA CONVERTI
Licenciada en Economía, maestranda en Estudios Sociales
Latinoamericanos (UBA). Investigadora de CELAG desde 2016. Se
desempeñó como jefa de gabinete de presidencia en el Banco BICE de
Argentina (2014-2015).
MARIBEL APONTE-GARCÍA
Doctora en economía por la Universidad de Massachusetts, Estados
Unidos, profesora e investigadora de la Universidad de Puerto RicoRecinto de Río Piedras, integrante de varios Grupos de Trabajo
del Consejo Latinoamericano de las Ciencias Sociales (CLACSO).
Representante Región Caribe, Comité Directivo de CLACSO (2016-2018).
MÓNICA BRUCKMANN
Socióloga y doctora en Ciencia Política por la Universidad Federal
Fluminense; profesora del Departamento de Ciencia Política y del
Programa de Posgrado en Historia Comparada de la Universidad
Federal de Río de Janeiro; vicepresidente de la Agencia Latinoamericana
de Información – ALAI. Coordina el Grupo de Trabajo Geopolítica,
Integración Regional y Sistema Mundial del Consejo Latinoamericano
de Ciencias Sociales-CLACSO y el Núcleo de Geopolítica, Integración
Regional y Sistema Mundial de la Universidad Federal de Río de
Janeiro – GIS/UFRJ. Es miembro del consejo deliberativo del Instituto
351
Acerca de las autoras y los autores
de Investigación Social Tricontinental; del Consejo Directivo del Centro
Internacional Celso Furtado para el Desarrollo; de la Red de Estudios de
Economía Mundial – REDEM, con sede en la Benemérita Universidad
de Puebla e investigadora asociada del Centro Tricontinental –
CETRI. Fue asesora de la Secretaría General de la Unión de Naciones
Suramericanas – UNASUR (2011-2014); directora de Investigación de
la Cátedra y Red de la UNESCO sobre Economía Global y Desarrollo
Sustentable - REGGEN (2000–2018).
NICOLÁS OLIVA
Economista por la Universidad Católica del Ecuador. Máster en
Economía del Desarrollo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO) y Máster en Economía Aplicada por la Universidad
Autónoma de Barcelona (UAB). Candidato a doctor por la UAB. Se ha
desempeñado como investigador del Centro de Estudios Fiscales (CEF)
por ocho años y desempeñó el cargo de director del CEF por dos años. Ha
realizado investigaciones en el campo de la economía de la desigualdad,
política fiscal, hacienda pública y estudios de evaluación de impacto. Ha
sido parte de los equipos que diseñaron e implementaron las últimas reformas tributarias en Ecuador. Actualmente, participa en el grupo de investigación de políticas poskeynesianas para Ecuador, con especial atención en la teoría monetaria moderna y determinantes de la inversión en
economías rentistas. Es subdirector ejecutivo de CELAG/Ecuador.
OSCAR UGARTECHE
Licenciado en Finanzas, Fordham University, Nueva York. MSc.
Finanzas Internacionales, London Business School. Doctor en Historia
y Filosofía, Universidad de Bergen. Doctor Honoris Causa por la
Universidad de San Agustín, Arequipa, Perú. Consultor del sistema de
las Naciones Unidas sobre cuestiones de deuda internacional 19781994. Profesor de Finanzas Internacionales en la Universidad Católica
del Perú 1984-2004 y en la UNAM 2008. Investigador en el Instituto de
Investigaciones Económicas, UNAM desde 2005 trabajando en economía internacional. Profesor visitante en St. Antony’s College, Oxford;
Centro de Desarrollo, Universidad de Bergen; Instituto de Estudios
Latinoamericanos de la Universidad de Londres; Universidad Libre de
Berlín; Universidad de Newcastle; Universidad General Sarmiento de
Buenos Aires. Miembro de la Academia Mexicana de las Ciencias.
RICARDO RODRÍGUEZ OROZCO
Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). Miembro del Grupo de Trabajo “Geopolítica,
integración regional y sistema mundial” del Consejo Latinoamericano de
352
Acerca de las autoras y los autores
Ciencias Sociales (CLACSO). ORCID/0000-0001-9067-6001. Correo electrónico: <ricardorozco@live.com.mx>.
SERGIO MARTÍN-CARRILLO
Máster en Desarrollo Económico y Sostenibilidad por la Universidad
Internacional de Andalucía (UIA) y la Universidad Pablo de Olavide
(UPO) y licenciado en Administración y Dirección de Empresas por
la Universidad de Granada (UGR). Ha sido docente-investigador en el
Centro de Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios
Nacionales (IAEN) de Ecuador y Coordinador de la Maestría en
Relaciones Internacionales de este centro, de 2014 a 2016. También ha
sido invitado como docente en la Universidad Andina Simón Bolívar
de Sucre (Bolivia). Ha sido consultor internacional del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) mediante el programa ART-GOLD Bolivia y consultor internacional en el Ministerio de
Desarrollo Productivo y Economía Plural de Bolivia en materia de políticas públicas para el desarrollo productivo. Actualmente es investigador del CELAG, donde, además, forma parte del Consejo Ejecutivo
y coordina la Unidad de Debates Económicos junto con el doctor
Guillermo Oglietti.
SILVIA LAURA RODRÍGUEZ
Historiadora especializada en la temática de la estructura económica
de América Latina y su formación dependiente. Integrante del Grupo
de Trabajo CLACSO “Geopolítica, sistema mundial e integración latinoamericana”. Desarrolla actualmente la Especialización en China
Contemporánea en la Universidad de Lanús. Profesora en Enseñanza
Media y Superior. Licenciada en Historia por la Universidad de Buenos
Aires. Fue colaboradora y organizadora durante el año 2014 de actividades de Prensa para UNASUR en Argentina.
SILVINA ROMANO
Investigadora Adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Estudios de América Latina y
el Caribe de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Coordinadora de la
Unidad de Análisis Geopolítico del Centro Estratégico Latinoamericano
de Geopolítica. Miembro del Grupo de Trabajo de “Estudios sobre
Estados Unidos” y “de Geopolítica, integración regional y sistema mundial” de CLACSO. Doctora en Ciencia Política, licenciada en Historia, así
como en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Córdoba
(UNC). Correo electrónico: <silvinaceleste@gmail.com>.
353
Acerca de las autoras y los autores
TAMARA LAJTMAN
Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Becaria doctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Estudios de América Latina
y el Caribe de la UBA. Máster en Estudios Latinoamericanos por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y licenciada en
Ciencias Sociales por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
Es investigadora de la Unidad de Análisis Geopolítico del Centro
Estratégico Latinoamericano de Geopolítica. Miembro del Grupo
de Trabajo “Geopolítica, integración regional y sistema mundial” de
CLACSO. Correo electrónico: <tamara.lajtman@gmail.com>.
XIMENA CAMPOS
Docente Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Mayor Real y
Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca (FCA-UMRPSFXCh),
exsecretaria municipal de Desarrollo Económico del Gobierno
Autónomo Municipal de Sucre.
354