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Gómez Alonzo, Paula (1896-1972)

2022, Diccionario biográfico de mujeres jaliscienses prominentes

Semblanza biográfica de la filósofa y divulgadora mexicana Paula Gómez Alonzo, incluida en el tomo III del Diccionario biográfico de mujeres jaliscienses prominentes, publicado en coautoría con Lilia Bayardo y Angela Kennedy. La vida y obra de Gómez Alonzo, como filósofa materialista, es interesante por su pensamiento reivindicativo de las mujeres y de su derecho a ser sujetos epistémicos y por su abordaje del tema de la cultura femenina en relación con la producción y la reproducción (1933), el cual podría ser considerado un antecedente del feminismo de la diferencia. Históricamente son valiosos también sus esfuerzos por la divulgación científica y su presencia en actos políticos entre mujeres de izquierda en los años sesenta, donde se manifestó en favor de la paz y contra el intervencionismo militar. Más información en: https://www.coljal.mx/investigacion-lineas/repositorios/diccionario-biografico-de-mujeres-iii/ El diccionario completo se puede adquirir en: https://libreriacoljal.com/tienda/ols/products/xn-diccionario-biogrfico-de-mujeres-jaliscienses-prominentes-ive-tomo-iiixn-mujeres-en-la-educacin-y-precursoras-de-la-ciencia-y-la-tecnologa-s9f87a ISBN: 978-607-8831-05-0

Forma de citar: Alejandra Carolina Díaz. "Gómez Alonzo, Paula (1896-1972)" en Bayardo, Lilia; Kennedy, Angela; Díaz, A.C. Diccionario biográfico de mujeres jaliscienses prominentes, Tomo III. Mujeres en la educación y precursoras de la ciencia y la tecnología. El Colegio de Jalisco, 2022, pp. 263-269. DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE MUJERES JALISCIENSES PROMINENTES Tomo iii. Mujeres en la educación y precursoras de la ciencia y la tecnología Lilia Bayardo (Coordinadora) Alejandra Carolina Díaz Angela Kennedy Esta publicación fue arbitrada por pares académicos, recibida por el Consejo Editorial de El Colegio de Jalisco el día 26 del mes de noviembre del año 2021 y aceptada para su publicación el día 15 del mes de enero de 2022. Se agradece al coecytjal el patrocinio otorgado a la edición de este libro. © D.R. 2022, El Colegio de Jalisco, a.c. 5 de Mayo 321 45100, Zapopan, Jalisco © D.R. Fotografías de portada: Derechos de las imágenes en el interior del libro. Primera edición, 2022 isbn Obra completa 978-607-8350-79-7 isbn Volumen: 978-607-8831-05-0 Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico GÓMEZ ALONZO, PAULA (1896-1972) 262 Imagen 49. Retrato de Paula Gómez Alonzo en la etapa en la que fue alumna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional, en México, circa 1930. Archivo de Paula Gómez Alonzo. Fue una maestra, filósofa, historiadora y divulgadora nacida en Etzatlán, Jalisco, el 1 de noviembre de 1896.1 Se trata de la primera filósofa en recibir un doctorado honoris causa en México, el cual le fue otorgado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (umsnh) en 1962.2 Dejó al menos una veintena de publicaciones sobre ética, epistemología, filosofía de la historia, pedagogía, historia y política. Su pasión por el saber y su conciencia social guiaron su labor divulgativa, creando una obra que tuvo fines didácticos para alcanzar a un público no especializado. Además, fue pionera en abordar el tema de la cultura femenina en su tesis de maestría, fechada en 1933, casi dos décadas antes de que lo hiciera Rosario Castellanos, en 1951, y en una época anterior también a la obra El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, publicada en 1949. Aunque, como bien reconoció Gómez Alonzo, el tema era antiguo en el campo de la filosofía. En su trabajo cuestionó concepciones masculinistas y elitistas de la cultura. La filósofa dedicó su vida a la investigación y a la docencia, se posicionó contra los dogmas, la desigualdad social, la discriminación contra las mujeres, la violencia y la destrucción en tiempos de guerra. En su madurez expresó plena conciencia de que el saber no era algo dado y menos para las mujeres y los pobres. Por ello, había que luchar por este, tal y como lo enunció en su discurso pronunciado en el Encuentro de Mujeres de Centroamérica y del Caribe, en 1961, en representación de la Unión Democrática de Mujeres Mexicanas “por la semejanza en la desdicha [entre países lati1 Erick Eduardo Rodríguez Ballesteros. “Paula Gómez Alonzo, 1896-1972: biografía filosófica bibliográfica de una educadora mexicana” Morelia: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2020, p. 17 (tesis para obtener el grado de maestro en Historia). 2 Ibid., p. 7. 263 noamericanos], podremos ponernos de acuerdo en la lucha por la justicia, por el pan, por el saber y por el bienestar”.3 Tan vigentes, por desgracia, siguen siendo sus palabras: “La discriminación contra la mujer continúa en las más variadas formas, unas solapadas y otras patentes, pero siempre efectivas para mantener[la] en planos de inferioridad social, cívica y económica”,4 por ello: “amigas y compañeras, a trabajar con cariño, con entusiasmo, con esperanza, por la patria, por la mujer, por la humanidad y por la paz”.5 origen y formación Su madre fue Jacoba Alonzo y su padre Salvador Gómez Pérez, de familia dedicada a la minería. Gómez fue un destacado revolucionario, primero a través de su pertenencia al club antirreeleccionista Miguel Hidalgo, en Etzatlán, más tarde en las filas carrancistas y finalmente como funcionario federal en el régimen posrevolucionario. Aunque sus posiciones políticas influyeron en la niña y en la joven Paula, lo hicieron también sus ausencias.6 La familia se había mudado a Guadalajara en el año 1900. Ahí fue donde tuvo su primera formación, en la Escuela Normal Católica de Guadalajara, de la cual egresó en 1913,7 año en el que su padre permanecía como preso político en el palacio de Lecumberri, en la capital del país. Fue liberado al año siguiente. Pocos años más tarde, en 1916, la familia se trasladó a la ciudad de México,8 donde ella continuó su labor como maestra, y su padre ejercía un cargo público. La familia vivía en una finca ubicada en Coyoacán. A partir de entonces, vivió en la ciudad de México y fue ahí donde hizo su vida y carrera intelectual. Aunque residió muy pocos años en Jalisco, no olvidó su origen, sus raíces y dedicó, por ejemplo, a su tierra natal el libro: Apuntes para la historia de Etzatlán y vicisitudes políticas del territorio de Quintana Roo (1940).9 3 Paula Gómez Alonzo. “México” [Folleto del] Encuentro de Mujeres de Centroamérica y del Caribe, México: s. e., 1961, p. 25. 4 Idem. 5 Ibid., p. 28. 6 Rodríguez Ballesteros, op. cit., pp. 19-20. 7 Ibid. p. 31. 8 Ibid. pp. 41-52. 9 Ibid., p. 296. 264 Creció en un contexto convulso, en una guerra que la obligó a migrar a una edad muy temprana. Ella fue testigo de la violencia, la destrucción, el afán por el dominio, la incertidumbre y el abandono, debidos a la ausencia de su padre. Este escenario y tales hechos marcaron sus inquietudes y obras. Lo hicieron también los ideales revolucionarios de justicia social, pero con la esperanza de paz. madurez Ejercicio profesional Fue en 1925 cuando ingresó a la Facultad de Altos Estudios de la Universidad Nacional, como estudiante de la maestría en Filosofía y de la maestría en Historia y Ciencias de la Educación. Obtuvo ahí su título en el primero de estos programas, con su tesis La cultura femenina (1933). Entre los años treinta y cuarenta ejerció profesionalmente como profesora, primero en la Escuela Nacional Preparatoria, al tiempo que fue nombrada subdirectora de la Escuela Secundaria Núm. 8, cargo que tuvo de 1930 a 1940, cuando fue ascendida a directora. También comenzó a ser profesora en la Escuela Normal Superior y en los años cuarenta dirigió la Escuela Normal para Maestros, durante un corto periodo.10 Fue catedrática en la Escuela Normal Superior de 1940 a 1948 y profesora titular de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam, desde 1939 hasta 1967.11 Se doctoró en noviembre de 1951 con la tesis Filosofía de la historia y ética, con nota magna cum laude.12 En ese largo periodo realizó innumerables conferencias e impartió cátedras de la más diversa temática, siempre con la idea de hacer los temas accesibles. Una de estas memorables conferencias fue la dictada en 1944, en el marco de la reunión de la comisión revisora y coordinadora de planes educativos, programas y textos escolares, convocada por el entonces secretario de Educación Pública (sep), Jaime Torres Bodet. La conferencia se tituló “La enseñanza de la historia en las escuelas normales”,13 en esta hizo “una crítica al mínimo y superficial estudio de la historia que se hacía 10 11 12 13 Ibid., pp. 295-296. Ibid., pp. 297-298. Ibid., p. 295. Ibid., p. 125. 265 en las escuelas normales [los] estudios poco rigurosos sobre historia [y] las condiciones económicas y de desarrollo profesional limitadas”.14 pensamiento Para darse cuenta del primer gran reto intelectual que se propuso la filósofa, basta recordar que en la época en la que Gómez Alonzo abordó el tema de la cultura femenina existía aún el prejuicio de que la cultura se oponía a la naturaleza, y de que esta era alcanzada solo por algunos sabios que lograban desprenderse del núcleo vital de la reproducción: precisamente lo que preocuparía también a Rosario Castellanos. Aunque los planteamientos de Gómez Alonzo fueron en principio limitados y aseguró que toda cultura era masculina, consideró que la cultura femenina podría existir si surgiera desde las mujeres, y no como remedo de lo que habían hecho los hombres, una idea que podría considerarse precursora del feminismo de la diferencia. Su propósito no era aspirar a ser el “genio” inalcanzable, o el gran gobernador magnífico y eventualmente genocida, sino, por el contrario, aproximarse a una perspectiva más humana, cercana a las masas, a través de la propagación del saber y de la innovación científica. En ese sentido, ya advertía un interés por el materialismo histórico, el cual rigió su quehacer intelectual, aunque, desde el pacifismo, dado su férreo rechazo hacia las guerras. Ella fue parte del ala revolucionaria liberal y reformista, partidaria de la transformación a través de la educación socialista. Como filósofa y siendo tan inteligente, no habría podido tomar partido en el campo elitista orteguiano, en el que ella, siendo mujer y mexicana, no tendría lugar. Aunque no lo menciona explícitamente en su tesis, sí abre su disertación con un epígrafe del ya casi olvidado filósofo Manuel García Morente, quien en 1929 había publicado el artículo “El espíritu filosófico y la feminidad”,15 en la prestigiada Revista de Occidente, donde trataba de mostrar por qué las mujeres no podrían filosofar, entre otros “motivos”, debido a su “alma femenina”.16 El artículo tuvo recepción en México, fue ampliamente discutido en círculos intelectuales, desde luego, en la Facultad de 14 Ibid., p. 127. 15 Manuel García Morente. “El espíritu filosófico y la feminidad”. Revista de Occidente, Madrid, núm. 69, 1929, pp. 289-306. 16 Idem. 266 Filosofía de la Universidad Nacional, en la ciudad de México, incluso en Guadalajara, donde fue reseñado en la revista Bandera de Provincias.17 Como explica su biógrafo: “La cultura que han fundado los hombres, donde ellas no tienen espacio, es un sistema teórico donde son muy importantes los fundamentos biológicos y psicológicos en consecuencia”.18 Aquel epígrafe elegido por Gómez Alonzo dice: “Acaso la ‘deshumanización de la filosofía’ pueda ser obra de la intervención femenina futura”.19 Esto explica una de las conclusiones de su tesis: “sentamos que no existen diferencias metafísicas entre los seres humanos de distinto sexo, pero que sí las hay vitales y humanas de tal manera palpables, que la vida y la cultura no podrán nunca prescindir de ellas”.20 La visión de Gómez Alonzo se fundamentaba en el materialismo, por lo tanto, consideraba las diferencias, especialmente económicas. Por ello, y no por un asunto metafísico, es que solo algunos cuantos hombres de élite podían ocuparse de la cultura y trascender así el campo de la reproducción de la vida, trabajo imprescindible y sumamente valioso, aunque despreciado injustamente. De esta forma se pronunció Gómez Alonso al respecto, ya en 1933: Muchos miles, muchos millones de hombres, desaparecen para siempre, como oscuros y anodinos seres […] y sin embargo, esos millones de oscuros, esa masa inconmensurable de insignificantes, tienen también su papel en la obra cultural, no podemos negarles parte en ella. Y entre esa masa, formado el núcleo vital de la misma, encontramos a la mujer.21 Antes del giro cultural, en el que se consideró que “todo es cultura”, se pensaba que había “obras del espíritu” y “obras de la carne”, y que, en ese sentido, las mujeres eran capaces de dar a luz, de concebir aquellas “obras de la carne”, mientras que los hombres dedicados a tareas intelectuales, supuestamente podían trascender esta condición; pero esto no ocurría nunca de forma metafísica: si ellos podían dedicarse a pensar, había alguien más encargándose de los aspectos materiales de su vida, como su alimentación, 17 G. Gómez Arana. “Examen de libros. [Reseña de:] Manuel G. Morente. -El espíritu filosófico y la feminidad- Revista de Occidente. Marzo de 1929”. Bandera de Provincias, núm. 4, junio de 1929, p. 5. 18 Rodríguez Ballesteros, op. cit., p. 265. 19 Apud. Paula Gómez Alonzo. “La cultura femenina”. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1933, p. 3. (tesis para obtener el grado de maestra en Filosofía). 20 Ibid., p. 14. 21 Gómez Alonzo, “La cultura…”, op. cit., p. 10. 267 cuidado y todo tipo de tareas de subsistencia. Esta idea, ahora arcaica, prevaleció hasta mediados del siglo XX, y con ella se pretendían fundamentar argumentos misóginos para desacreditar el pensamiento de las mujeres y negarles un espacio en la cultura y en el saber. En su tesis de maestría, Gómez Alonzo tuvo que afirmar que toda cultura era creación masculina, pero, como lo hizo posteriormente Castellanos, recurrió sutilmente a la ironía al comentar que el interés femenino por el saber humano se daba “por adquirir un título, un nombre, un medio de vivir, pero [que] la investigadora pura, la que todo lo deja por el saber, que hace avanzar el conocimiento, no se encuentra aún entre las mujeres”.22 Gómez Alonzo no se identificó como feminista, pero reivindicó el papel de las mujeres y denunció el sexismo. A propósito de la obra del psicólogo Gerardus Heymans, comentó: “Creemos que sus observaciones se refieren a mujeres incultas: si hace las mismas observaciones con cualquier clase de hombres ignorantes, obtiene idénticos resultados”.23 Y en general, sobre lo poco que se sabía sobre la psicología femenina: “Verdaderos acervos de estas tonterías encontramos aún en los libros serios, en los escritos de los antifeministas, en las novelas, y hasta en muchos trabajos escritos por mujeres, a quienes les falta el valor para abrir el propio camino y se contentan como los mediocres, con repetir lo que se ha consagrado por la seudociencia oficial.”24 Por su inteligencia y calidad humana, la doctora Gómez Alonzo se ganó la admiración de sus estudiantes, colegas y el reconocimiento de sus maestros. También expandió sus horizontes a través de varios viajes a Europa y Asia, entre ellos el que realizó a China en 1952. Mantuvo, hasta el final de su vida, en 1972, la esperanza en una educación libre, socialista y laica.25 obra y reconocimientos Su trabajo le concedió varios reconocimientos, como las medallas Justo Sierra y Manuel López Cotilla,26 así como el ya mencionado doctorado honoris causa de la umsnh, en 1962. Perteneció a movimientos académicos 22 Ibid., p. 20. 23 Ibid., p. 38. 24 Ibid., p. 26. 25 Rodríguez Ballesteros, op. cit., p. 275. 26 Para una definición de la medalla Manuel López Cotilla véase la nota al pie número 22 de la biografía de María Concepción Alatorre Rubio publicada en este tomo. 268 intelectuales y culturales, como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la Asociación de Universitarias Mexicanas, la Academia Mexicana de Educación, la Asociación Cultural “Sor Juana Inés de la Cruz”, la Sociedad Mexicana de Amistad con China Popular, de la cual fue fundadora. Como apunta su biógrafo, Paula Gómez Alonzo fue “una mujer moderna que intuye el agotamiento de la epistemología de la época, pero que se mantuvo optimista, a la vez que crítica”. Entre sus obras destacan los libros: Filosofía de la historia y ética (1955), La ética en el siglo XX (1958), Datos comentados sobre filosofía náhuatl (1965) e Historia del pensamiento filosófico (1966). Y el artículo: “Ensayo sobre la filosofía en sor Juana Inés de la Cruz” (1956).27 cátedras - i m pa rt i d a s Psicología en la Escuela Nacional Preparatoria Historia del arte, historia general y ciencia de la educación, en la Normal Nacional de Maestros Ciencia de la educación, conocimiento y educación del adolescente, y didáctica general, en la Escuela Normal Superior Introducción a la filosofía, ética, filosofía de la historia, historia de la filosofía del Renacimiento y filosofía de Antonio Caso.28 Alejandra Carolina Díaz 27 Paula Gómez Alonzo. “Ensayo sobre la filosofía en sor Juana Inés de la Cruz”. Filosofía y Letras: Revista de la Facultad de Filosofía y Letras, núm. 60-61-62, enero-diciembre 1956, México, UNAM, pp. 59-74. http://ru.atheneadigital.filos.unam.mx/jspui/handle/FFYL_UNAM/A400. Consultada el 23 de agosto de 2021. 28 Rodríguez Ballesteros, op. cit., p. 119. 269