Redes
ISSN: 0328-3186
redes@unq.edu.ar
Universidad Nacional de Quilmes
Argentina
Arellano Hernández, Antonio; Arvanitis, Rigas; Vinck, Dominique
CIRCULACIÓN Y VINCULACIÓN MUNDIAL DE CONOCIMIENTOS. ELEMENTOS DE LA
ANTROPOLOGÍA DE LOS CONOCIMIENTOS EN Y SOBRE AMÉRICA LATINA
Redes, vol. 18, núm. 34, junio, 2012, pp. 15-23
Universidad Nacional de Quilmes
Buenos Aires, Argentina
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90728916001
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CIRCULACIÓN Y VINCULACIÓN MUNDIAL
DE CONOCIMIENTOS. ELEMENTOS DE LA
ANTROPOLOGÍA DE LOS CONOCIMIENTOS
EN Y SOBRE AMÉRICA LATINA
Antonio Arellano Hernández * , Rigas Arvanitis *
y Dominique Vinck *
En este número conjunto de la Revue d,Antropologie des Connaissances y de
Redes, deseamos presentar resultados de investigación que examinan las
características de la elaboración de conocimientos y técnicas en América
Latina que ponen de relieve las contribuciones de esta región al concierto
cognoscitivo y técnico mundial, y que muestran las condiciones de circulación y mestizaje de los conocimientos tanto en el seno de los diversos planos de la región como con otras regiones del mundo, a partir del siguiente
encuadre.
Durante cierto tiempo, la epistemología, la lógica, la psicología y la
filosofía de la ciencia han dominado la comprensión abstracta de los
conocimientos y de las técnicas. Por el contrario, los estudios empíricos
conducidos por antropólogos del conocimiento han mostrado que las
* Profesor-investigador del Instituto de Estudios sobre la Universidad, Universidad
Autónoma del Estado de México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores ii y
miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Correo electrónico: <aah@uaemex.mx>.
* Profesor ordinario de la Université de Lausanne, profesor del Collège des Humanités de
l’Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, miembro del Institut des Sciences Sociales
de l’unil e investigador asociado al laboratoire pacte Politique - Organisations (cnrs,
Université de Grenoble). Correo electrónico: <dominique.vinck@unil.ch>.
* Director de investigaciones del ird, miembro del equipo “Science technologie et société”
del umr 201 Développement et Sociétés (Université Paris 1 - ird) y del Institut Francilien
Recherche Innovation et Société (ifris). Actualmente en comisión en Líbano en acuerdo
con el Consejo Nacional de la Investigación Científica en Líbano y profesor invitado de la
American University of Beirut (aub). Correo electrónico: <rigas.arvanitis@ird.fr>.
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técnicas y los conocimientos constituyen un fenómeno profundamente
humano, se ubican en condiciones históricas específicas, son empleados
de manera particular y son reproducidos y transmitidos, circunstancialmente, en instituciones concretas.
La antropología ha relativizado numerosos conocimientos que se ubicaban como verdades acumuladas e inamovibles. Las etnografías desarrolladas por todo el mundo mostraron el carácter etnocentrista de las
ideas que colocaban a Europa en la cúspide de la evolución humana, descentralizaron el papel central de la cultura occidental y la redujeron a una
más de entre innumerables culturas exóticas; pero también relativizaron
la posición privilegiada de la antropología como disciplina especializada
en el discernimiento de las culturas no-occidentales, y colocaron sus
conocimientos en una situación equivalente a las de las sociedades estudiadas, que portaban elementos para la comprehensión de la propia cultura occidental contemporánea.
El trabajo de antropólogos de conocimientos y de técnicas es descriptivo y reflexivo. Sus descripciones sobre los saberes en general, las
representaciones, las ideologías, las profesiones, los colegios, las instituciones, etc., se dirigen directamente a mejorar la comprehensión de la
forma en que los colectivos construyen su tecnicidad y su conocimiento,
situación que los coloca en una posición epistemológica de segundo
orden, de carácter reflexivo de los conocimientos precedentes. La
reflexión aparece en la frontera de la simultaneidad de las tareas de
mejoramiento del conocimiento de los mundos sociales y culturas “exógenos” que estudia, y de pérdida de perspectivas autorreferentes provenientes de “su cultura” desde la que enfoca sus trabajos.
La descripción y la reflexión antropológicas se cruzan hoy día en un
momento propicio para examinar el supuesto papel culminante del estudio del conocimiento y de las técnicas de la antropología de la ciencia y
la tecnología, iniciado por el movimiento denominado “antropología de
la ciencia y la tecnología” en las décadas de 1970 y 1980 del siglo pasado,
caracterizado por el estudio de la producción de saberes y técnicas de la
llamada alta tecnología.
Hoy existen las condiciones y los medios para desplegar todo el plexo
de posibilidades de investigación antropológica epistemológica y technelógica[1] global. Ahora los antropólogos pueden, como nunca, avanzar en
[1] El estudio de la elaboración de conocimientos científicos y eruditos se encuentra
inscrito en las definiciones de esto que se conoce como epistemología; sin embargo, el
estudio de la tecnicidad, que hasta la mitad del siglo xx fue evocado bajo la palabra
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el estudio de la circulación de conocimientos y técnicas entre laboratorios high-tech diseminados tanto en los países desarrollados como en los
países denominados subdesarrollados. Pero el avance y las reflexiones
más interesantes solo pueden ocurrir si los antropólogos incorporan la
observación de la circulación de conocimientos y técnicas entre las comunidades epistémicas de los colectivos denominados tradicionales, en el
contexto de países subdesarrollados –donde ellos existen aún de manera
extensa–, y los colectivos de investigación de los países desarrollados. Los
resultados de esta doble vía permitirían poner en evidencia la intrincada
vinculación que ocurre en la circulación entre los conocimientos y las
técnicas en el mundo contemporáneo y, seguramente, las categorías tradicionales que estamos empleando –tales como países desarrollados, subdesarrollados, alta tecnología, conocimientos y técnicas tradicionales– resultarán
resignificadas.
Para la antropología, la sociedad humana es su objeto de estudio, su
laboratorio es el mundo y la diversidad de las culturas, sus observaciones
de caso; por lo que la mirada sobre la elaboración de los conocimientos
y las técnicas de todas las latitudes del planeta aportan elementos al
conocimiento del estudio de la base material y cognitiva del hombre.
América Latina ha sido un laboratorio fructífero para diversas subdisciplinas antropológicas y paso obligado de buen número de temas de
estudio. La especificidad de ciertas culturas antiguas en Meso y
Sudamérica es fuente inagotable de conocimientos sobre la humanidad;
un patrón relativamente homogéneo de colonización española-portuguesa sobre innumerables culturas autóctonas de diferente grado de civilización ha aportado conocimientos sobre patrones de aculturación; las
grandes y heterogéneas migraciones hacia el continente en los siglos
pasados han dejado un mosaico racial y cultural único en el mundo; la
influencia económica e ideológica de las grandes potencias a lo largo de
los tiempos ha dejado una región de altos contrastes y contradicciones
en todos los órdenes de la vida; la diversidad cultural-biológica ha contribuido grandemente al conocimiento de modelos de relaciones hombre-naturaleza y, finalmente, la circulación y traducción de conocimientos,
técnicas y objetos entre América Latina y otras regiones y en particular
con Europa ha mostrado los aportes de las culturas del territorio
“tecnología” (Durkheim, Haudricourt), ha perdido la asignación de un término estable.
Tomando en cuenta que, en nuestros tiempos, “tecnología” alude a los artefactos mismos,
nosotros emplearemos el término “technelogía” para referirnos al estudio de la tecnicidad.
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conocido antes de la conquista española como Anáhuac por los mexica o
Tahuantinsuyo por los inca.
América Latina no ha sido jamás culturalmente pasiva. La constitución de ciertas disciplinas, en Europa, se ha alimentado de manera activa
de los trabajos realizados en el continente latinoamericano –probablemente más allá de la geografía y de la antropología como disciplinas y en
las proporciones que quedan aún por conocer–. Sobre el continente, la
influencia económica, científica e ideológica de las grandes potencias ha
modelado una región fuertemente contrastante tanto en la circulación
como en la traducción de conocimientos, técnicas y objetos entre ella y
las otras regiones del mundo (en particular, Europa). Es por esto que los
estudios de antropología de conocimientos y de técnicas efectuadas desde y sobre América Latina representan una línea de investigación estratégica para hacer progresar el programa de la antropología de
conocimientos y técnicas.
La implicación de este esfuerzo es mayor: se trata de reconsiderar el
lugar de los países no-hegemónicos en la producción mundial de conocimientos. Investigaciones etnográficas efectuadas en América Latina
como en otras regiones del mundo han mostrado el carácter etnocéntrico
de las ideas ubicadas en Europa y consideradas en la cima de la evolución
humana. Tal es el caso, por ejemplo, de la temática de la ciencia periférica. La antropología misma, disciplina especializada en el estudio de las
culturas no occidentales, ha situado su modo de conocimiento en las
sociedades que ella estudia, por su investigación, en estas sociedades, elementos de comprensión de la cultura occidental contemporánea, viene a
interrogar sobre su propia hegemonía. Una antropología de conocimientos descriptiva de los saberes, de las prácticas, de las representaciones y
de las instituciones, debe estudiar no solo la circulación de los conocimientos y de las técnicas entre laboratorios high-tech diseminados en el
mundo,[2] sino también la circulación de conocimientos y técnicas entre
los colectivos denominados “tradicionales”, en particular en el contexto
de los países en vías de desarrollo y de los colectivos de investigadores de
países desarrollados.
La antropología ha sido una de las disciplinas humanísticas más desarrolladas de la región, y la antropología latinoamericanista practicada
[2] Recordemos que el análisis concerniente a las movilidades internacionales y las colaboraciones latinoamericanas a nivel mundial está lejos de haber sido concluido. Véanse los
trabajos recientes o en curso de publicación de J. Gaillard, A. M. Gaillard y R. Arvanitis
(2010) o de D. Vinck (2013) a este respecto.
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tanto por los antropólogos locales como foráneos es una de las más fructíferas del mundo. Por estas razones, los estudios de la antropología de
los conocimientos y técnicas desde y sobre América Latina representan
una línea de investigación estratégica para avanzar en el programa de la
antropología de los conocimientos y las técnicas en general. Este número
conjunto de la Revue d’Anthropologie des Connaissances y Redes trata sobre
la contribución de autores latinoamericanos a los debates antes mencionados. Intenta poner de relieve las especificidades de la región en la producción mundial. Aborda la circulación e hibridación de los conocimientos
tanto en el seno de América Latina como en el resto del mundo. Así, la
publicación conjunta desea contribuir a este movimiento de desplazamiento de las investigaciones de Ciencia, Tecnología y Sociedad (cts),
durante mucho tiempo fijas en los altos lugares de la producción científica (institutos de investigación, laboratorios) sobre las disciplinas nobles
y sobre las altas tecnologías, para examinar las otras formas de conocimiento, su circulación y su legitimación, a fin de comprender mejor la
heterogeneidad de los saberes y su recorrido.
El presente número se inicia con una contribución de Antonio
Arellano Hernández en la que interroga la reconfiguración de la producción colegiada de conocimientos tecnocientíficos entre dos equipos de
investigación de dominios diferentes: la física y la medicina. Sobre el caso
de la litotripsia extracorporal, el autor presenta los resultados de un estudio etnográfico acerca del trabajo colaborativo en el que examina –en sus
dimensiones conceptual y metodológica– y moviliza los discursos epistemológicos y normativos sobre la interdisciplinariedad, la noción de
objeto-frontera y la noción de traducción introducida para el estudio de
la ciencia tal como se hace. Antonio Arellano Hernández se interesa particularmente en las prácticas y la integración tecnocognitiva de una disciplina a la otra. El artículo constituye un ejemplo de estudio social de
ciencias y técnicas en proceso de realización en la interfase entre disciplinas de alta tecnología en la región periférica.
El texto de Arthur Arruda Leal Ferreira y colegas se sumerge, al contrario del artículo anterior, sobre una disciplina, la psicología, para dar
cuenta de su multiplicidad radical. La disciplina se presenta, de hecho,
como una red de saberes y de prácticas muy diversas y a veces contradictorias. El artículo examina el debate epistemológico sobre la cientificidad
de la psicología y su multiplicidad radical. A partir de la Teoría del
Actor-Red de Bruno Latour, Annemarie Mol y John Law, y de la epistemología política de Isabelle Stengers y de Vinciane Despret, el autor
despliega el enfoque para considerar las diversas psicologías como
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dispositivos de producción ontológica de subjetividades. En este artículo
se analiza un conjunto de actividades de investigación sobre las formas
de subjetivación en los estudiantes del liceo de Río de Janeiro, para calificar las políticas ontológicas ligadas a las opciones metodológicas de
estas investigaciones.
El artículo de Ana Spivak L’Hoste y de Matthieu Hubert aclara la
construcción de modos de producción de conocimientos ligada a la producción de investigadores. Partiendo de fragmentos de trayectorias
profesionales de físicos argentinos, los autores describen cartográficamente los recorridos de la movilidad geográfica e institucional de estos
físicos, su mirada sobre los contextos de trabajo y las maneras resultantes
de hacer la investigación. Los autores generan una hipótesis según la cual
los desplazamientos de investigadores contribuyen a la circulación de los
modos de producción de conocimientos (prácticas, valores e identificaciones colectivas e institucionales). A partir de este análisis, Spivak
L’Hoste y Hubert discuten la distinción entre centros y periferias.
Los tres artículos siguientes salen del universo de los investigadores
para interrogar diferentes situaciones de articulación de saberes heterogéneos, científicos y profanos.
Guillermo Santos y Hernán Thomas analizan el modo de circulación
de conocimientos entre América, Europa y África en materia del diagnóstico y el tratamiento de la viruela, que configura las prácticas puestas
en escena en América Latina en el siglo xviii. En el artículo se muestra
que los procedimientos desarrollados para enfrentar las epidemias de
viruela –inoculación, procesión, aislamiento y cuarentena– han sido
comprendidos de manera diferente según los actores y según el tipo de
problema para el cual esos procedimientos eran considerados una solución. Las prácticas de inoculación de viruela humana, a fin de crear una
inmunidad ulterior, han configurado conjuntos complejos de actores respecto de los intereses particulares y a veces divergentes, de conocimientos de orígenes diferentes, de saberes tradicionales y de saberes
académicos, de instituciones políticas, médicas, religiosas, comerciales,
de controversias y de luchas micropolíticas. El artículo se inspira en la
sociología constructivista de la tecnología para arrojar luz sobre las ciencias y la antropología de los conocimientos. Esto permite ir más allá de
las visiones evolucionistas lineales, deconstruyendo la unicidad de procedimientos sociotécnicos y reconstruyendo los procedimientos sociocognitivos de diálogo entre saberes. El artículo muestra también la
complejidad de los fenómenos de circulación y de transculturalidad de
saberes.
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El artículo de Ivan da Costa Marques trata sobre la puesta en obra
de un programa de salud pública en Brasil a partir de la década de 1970:
el programa alimentario Multimistura. El autor presenta una reconstitución historiográfica (serie cronológica de hechos más o menos estabilizados) seguida de tres tipos de narraciones que producen los actores
involucrados. La primera narración es la historia “sin alma” de la
Multimistura vista por los nutricionistas –investigadores universitarios–
que analizan la composición de la mezcla y concluyen que ese producto
no produce los efectos anunciados; la Multimistura no alcanza el “test
de realidad”; su capacidad nutricional no es más que una ficción: no es
un hecho científico. La segunda narración de la historia de la Multimistura
mezcla ciencia y cultura, cuerpo y alma, naturaleza y sociedad, técnica y
economía política. Esto que se estabilizó como “hecho” no se explica
como una consecuencia del “test de realidad” producido en el seno de los
laboratorios separados del mundo y de los intereses particulares que lo
agitan. La Multimistura es entonces transformada por los investigadores
en ciencias sociales, economistas y políticos, quienes dan cuenta de ella
a partir de la metafísica euroamericana moderna, del cuerpo y del alma,
formulada por Adam Smith, Karl Marx, Max Weber, Emile Durkheim
y Sigmund Freud. La tercera narrativa de la historia escapa a la prisión
del “test de realidad” y sobrepasa los límites de la simetría y del relativismo euroamericano acercándose a la antropología actual. El “test de realidad” no evalúa efectivamente la realidad, sino las proposiciones que se
oponen a una idea preconcebida de la realidad. Esta tercera narración
apunta sobre el horizonte de realidades múltiples de la Multimistura y
de los conocimientos de la enfermedad y de la salud, del cuerpo, del espíritu y del alma. Ivan da Costa Marques concluye su artículo apoyándose
en la obra del antropólogo Piers Vitebsky y propone una correspondencia explicativa entre estas tres versiones de la realidad.
Finalmente, el artículo de Kelly Escobar se pregunta sobre la incertidumbre ligada a la gestión de los territorios amazónicos. La autora
muestra cómo cada nuevo programa de explotación de recursos naturales
en la región amazónica ha suscitado controversias que han conducido a
reexaminar los modos de producción de conocimientos, las maneras de
ser en relación con los modos de gestión de territorios y de sus poblaciones humanas y no humanas. El artículo toma por ejemplo extremo el de
los “pueblos aislados voluntariamente”, y muestra que el problema no es
solamente el de la gestión del territorio y de las poblaciones, sino que
interpela también los modos de producción de conocimientos sobre estas
entidades silenciosas, que no logran alcanzar o rechazar el contacto para
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discutir el modo de tomarlos en cuenta. Las cuestiones que esta situación
plantea a la antropología de los conocimientos se inscriben sobre el fondo de la competencia por la colonización interior del Amazonas y del
proceso de definición de áreas protegidas. El artículo se apoya en dos
casos: en el Serviço de Proteção aos Índios (1910-1967) en Brasil y el
“Seminario Regional Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y
Contacto Inicial en la Amazonía y el Gran Chaco” (Santa Cruz de la
Sierra, Bolivia, 2006). Kelly Escobar identifica dos controversias que testifican la complejidad del tema.
De este modo, con los textos seleccionados para este número conjunto
de la Revue d’Anthropologie des Connaissances y REDES, hemos circulado desde
los altos lugares de la producción de conocimientos científicos hasta las
poblaciones en aislamiento voluntario que interpelan nuestra posibilidad
de construir conocimientos. Los autores, sacando provecho de una situación periférica, toman distancia de una visión globalizada de la ciencia y de
su desarrollo, subrayando la multiplicidad de versiones del mundo y de los
saberes. Ellos interrogan los modos de producción de conocimientos entre
disciplinas, en el seno de una disciplina, en el espacio y el tiempo, pero también dan cuenta de otros actores y de otras actividades, cuando la investigación lo exige, y de este hecho definen de otro modo lo real o producen
versiones múltiples y, a veces, inconmensurables.
AGRADECIMIENTOS
El comité de redacción de la Revue d’Anthropologie des Connaissances y el de
Redes agradecen particularmente a Philippe Losego, quien ha coordinado
la totalidad de la puesta en obra de esta publicación desde sus primeros
pasos, en coordinación con Antonio Arellano Hernández.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Gaillard, J., A. M. Gaillard y R. Arvanitis (2010), “Mapping and understanding
Euro-lac international cooperation in science and technology (S and T). a
questionnaire survey”, Université Paris 1 e Institut de Recherche pour le
Développement. Disponible en: <http://www.eulaks.eu/document/4251.
html>.
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ANTONIO ARELLANO HERNÁNDEZ, RIGAS ARVANITIS Y DOMINIQUE VINCK
Vinck, D. (2013), “Formation des chercheurs et mobilité internationale: utilité pour le pays d’origine”, en Leresche, J. P. (ed.), Penser la valeur d’usage
des sciences, París, Editions des Archives Contemporaines.
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