DOSSIER: Alfabetización en información: tendencias,
conocimientos y experiencias innovadoras en bibliotecas y
otros espacios educativos y culturales - parte 2
Palabra Clave, (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Bibliotecología
Gobernanza electrónica e inclusión digital de personas mayores
mediante estrategias de alfabetización digital e informacional en la
localidad de Placilla, Valparaíso, Chile
Electronic governance and social inclusion of the elderly through digital and information literacy strategies in
Placilla, Chile
Cristian Valenzuela Urra
Universidad de Playa Ancha, Chile
cvalen@upla.cl
https://orcid.org/0000-0002-8055-6943
Fabiana Rodríguez Pastene
Universidad de Playa Ancha, Chile
fabiana.rodriguezpastene@upla.cl
https://orcid.org/0000-0003-0843-7111
Sergio Oliveros Castro
Universidad San Sebastián, Chile
sergio.oliveros@uss.cl
https://orcid.org/0000-0002-0721-1009
Resumen:
Este artículo aborda la problemática de la alfabetización digital e informacional, relacionándola con la relevancia de la gobernanza
electrónica y el impacto que esta tiene en las personas mayores. Para ello, se utilizó un enfoque cualitativo–descriptivo para
el análisis de los datos sobre el impacto del programa. Como instrumento de análisis se optó por la noción y método de
agencia personal, que da prioridad a la libertad, el cumplimiento de metas y el desarrollo de valores personales transcendentes
para el individuo. Entre los principales resultados obtenidos se destacan los logros alcanzados por las personas mayores en
autoeficacia, autodeterminación, control de sus conductas, reconocimiento de su aprendizaje y empoderamiento. Entre las
principales conclusiones se destacan que por medio de un programa enfocado en las personas mayores se logra disminuir la brecha
digital, destacándose la importancia de la autonomía e independencia respecto de su entorno, el autoaprendizaje y el aprender
haciendo, como competencias fundamentales para sociedad actual.
Palabras clave: Gobernanza electrónica, Gobernanza digital, Alfabetización digital, Alfabetización en información, Personas
mayores, Chile.
Abstract:
This article addresses the problem of digital and information literacy, relating it to the relevance of electronic governance and
the impact it has on the elderly. For this, a qualitative-descriptive approach was used to analyze the data on the impact of the
program. As an instrument of analysis, the notion and method of personal agency was chosen, which gives priority to freedom, the
fulfillment of goals and the development of transcendent personal values for the individual. Among the main results obtained, the
achievements made by older people in self-efficacy, self-determination, control of their behavior, recognition of their learning and
empowerment stand out. Among the main conclusions, it is highlighted that through a program focused on the elderly, the digital
gap is reduced, highlighting the importance of autonomy and independence with respect to their environment, self-learning and
learning by doing, as fundamental skills for today´s society.
Keywords: Electronic governance, Digital governance, Digital literacy, Information literacy, Elderly people, Chile.
Recepción: 26 Octubre 2021 | Aceptación: 24 Febrero 2022 | Publicación: 03 Octubre 2022
Cita sugerida: Valenzuela Urra, C., Rodríguez Pastene, F. y Oliveros Castro, S. (2022). Gobernanza electrónica e inclusión digital de personas mayores
mediante estrategias de alfabetización digital e informacional en la localidad de Placilla, Valparaíso, Chile. Palabra Clave (La Plata), 12(1), e168.
https://doi.org/10.24215/18539912e168
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
1. Introducción
La sociedad de la información ha impactado fuertemente en la transformación de los servicios y las
instituciones públicas a nivel mundial, proceso que se conoce como gobierno electrónico o e-gobierno
(Saltaji, 2019) y que tiene entre sus pilares fundamentales las tecnologías y la masificación de internet en los
territorios.
Este proceso no ha sido sencillo, porque ha significado reestructurar las ideas y los formatos clásicos de
atención de la ciudadanía, incorporando una serie de recursos web e informáticos acordes con las necesidades
del sistema. Este proceso ha implicado renovar los servicios tradicionales con el uso de las TIC, actualizar
los sistemas de información interna y planear acciones para provocar un cambio de mentalidad en los
trabajadores públicos en relación con la cultura organizacional, que se ve afectada y sujeta a la rapidez e
inmediatez de los datos en el desarrollo de las diferentes labores del estado.
Todos estos cambios, que son propios de la gobernanza electrónica (GE), responden a cuatro etapas:
presencia, interacción, transacción y transformación (Pacheco, Galvis-Lista & González-Zabala, 2017).
Deben ser impulsados por los estados en diferentes periodos, de acuerdo con los tratados internacionales
sobre TIC (Ferrari, Bazán & Logiúdice, 2014), al factor de la competitividad internacional (Martínez, 2015),
a los procesos de inclusión y defensa de los derechos humanos (Aguirre & Manasía, 2015), a la modernización
de los procesos gubernamentales de cada nación (Patiño & Ceja, 2014), a las políticas de transparencia e
interactividad del gobierno con la ciudadanía (Azevedo, 2019) y al recambio generacional (Corvo de Armas,
2019).
Esta reestructuración de los servicios públicos y posicionamiento del gobierno electrónico es parte de la
estrategia para contrarrestar el fenómeno de la brecha digital planteada por Castells (2006). Según la cual,
las diferencias entre info-ricos e info-pobres (Pedraza, López & Salcedo, 2012) se manifiesta actualmente
en la dificultad para emplear de forma competente la información mediada por las TIC y los medios de
comunicación, lo que puede provocar desinformación y exclusión digital.
La GE, con sus diferentes matices, ha sido parte del avance y progreso de la sociedad en su conjunto. Como
resultado, muchos países han logrado modernizarse y acercar la tecnología a la comunidad. Estos gobiernos
han determinado priorizar la voz de la población mediante instituciones locales, regionales y nacionales, con
servicios que se caracterizan por la búsqueda de la accesibilidad, eficacia y transparencia (Martínez, 2014),
reformulando y normalizando los sistemas existentes y proponiendo nuevos recursos para el ciudadano,
acordes con sus necesidades, idiosincrasias, cultura e incertidumbres (Maric & Quitón, 2010), todo esto
enmarcado en la cultura digital de cada nación (Feixa, 2011).
Aun con estos avances, la brecha digital persiste con diferentes aristas, como la distancia en las capacidades
de aprendizaje tecnológico–informacional intergeneracional (Pike, 2011). El proceso de actualización
tecnológico, digital y virtual del estado establece una serie de nuevos servicios y plataformas en red cada
cierto tiempo, que requieren de capacidades, conocimientos, destrezas y habilidades que, en general, solo los
ciudadanos adultos y jóvenes poseen por su constante relación con las TIC, lo que les permite una interacción
eficiente con tales recursos.
En cambio, el grupo de las personas mayores van quedando rezagados, al no tener las herramientas, saberes
y velocidad de aprendizaje necesarios para integrarse eficazmente a estos cambios. De este modo se genera
el riesgo de quedar aislados del e-gobierno y, por tanto, en una situación de exclusión social y vulneración
de algunos de sus derechos humanos, tales como: derecho a opinar y expresarse, a participar directa o
indirectamente en el gobierno del país, a la seguridad social, a informarse sobre los servicios sociales básicos, de
acceso a la educación y limitaciones para formar parte de la vida cultural de la comunidad (Reyes & Castillo,
2011).
De esta problemática nace la interrogante ¿Cómo se puede incluir a las personas mayores de manera eficaz y
eficiente a los procesos y actualizaciones de la GE? Ante esta pregunta, surge como opción el posicionamiento
2
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
de los programas de alfabetización digital (Paz, 2008) e informacional (Berrío, 2012), los cuales acercan los
conocimientos necesarios sobre tecnologías y servicios gubernamentales a las zonas de desarrollo próximo
del ciudadano mayor (Condeza et al., 2016), Así, se hace hincapié en la adquisición de habilidades necesarias
para interactuar y reconocer de forma precisa los datos y los recursos esenciales para resolver sus necesidades
de formas concretas y pragmáticas (Osorio, 2006).
Bajo esta premisa, investigadores del Departamento de Bibliotecología y Ciencias de la Documentación
e Información de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Playa Ancha, llevaron a cabo
durante los años 2018 y 2019 un programa de alfabetización digital e informacional para personas mayores,
con un enfoque de inclusión social en el uso de los principales servicios de GE implementados por el
Gobierno de Chile. Dicha implementación fue realizada con miembros voluntarios de las juntas de vecinos
del sector de Curauma–Placilla de la región de Valparaíso y las actividades se enmarcaron en el Convenio
de Desempeño de Educación Regional UPA 1301-Generación de Conocimiento Compartido: Hacia un
modelo de innovación social para el desarrollo territorial de Playa Ancha. Enmarcado en la categoría de
Democracia y Desarrollo Social, en la modalidad de proyecto, bajo el título de “Gobernanza electrónica:
alfabetización digital e informacional en personas de tercera edad del sector de Placilla, Valparaíso. Una
estrategia de inclusión social”.
El proyecto se dividió en dos etapas, la primera constó de una serie de capacitaciones en alfabetización
informacional en las que se abordaron cuatro unidades temáticas: 1.- Conceptualización y orientación
general, 2.- Fuentes de información, 3.- Acceso a la información, búsqueda y recuperación, y 4.- Organización
y procedimiento de la información. La segunda etapa trató sobre alfabetización digital, con un enfoque en
los servicios estatales disponibles en línea para la ciudadanía. Estas formaciones respondieron a seis unidades
temáticas: 1.- Introducción al gobierno electrónico, 2.- Banco del Estado de Chile en Línea, 3.- Servicios de
Fondo Nacional de la Salud, 4.- Servicio de Registro Civil e Identificación, 5.- Servicio de Impuestos Internos,
y 6.- El Instituto de la Previsión Social.
Estas dos etapas del proyecto son la base del presente estudio, el cual analizó el impacto de los programas de
alfabetización digital e informacional en las personas mayores del sector de Curauma, Placilla, en el proceso de
inclusión social–digital, mediante la instrucción en el uso, manejo y distinción de los servicios más utilizados
y conocidos por los ciudadanos, propuestos por el Estado de Chile en GE.
2. Antecedentes conceptuales
2.1. De la GE a la gobernanza digital en Chile
Para comenzar a hablar de GE es necesario establecer en primera instancia que los diferentes autores que
abordan el tema (Aguirre, 2015; Azevedo, 2019; Suk Kim & Chung, 2016) la definen en función del impacto
de las TIC en el desarrollo de los procesos administrativos y de transparencia de los gobiernos, siendo estos
servicios diseñados para facilitar el acceso de la información a la ciudadanía mediante la infraestructura
tecnológica y la infoestructura. En paralelo a este propósito, las tecnologías empleadas en la GE significan
un cambio en la cultura organizacional y de gestión de datos en el gobierno y la empresa, el gobierno y
los ciudadanos, y el gobierno con sus departamentos internos (Alfara, Bustos, González & Loroño, 2005),
permitiendo la participación, seguimiento y fiscalización de los procesos políticos, del desarrollo y diseño de
programas del estado y de las políticas públicas (Quintanilla & Gil-García, 2014).
Por su parte, para que la GE se logre establecer de forma eficaz en los diferentes contextos, se requieren dos
elementos de presión denominados fuerza interna y externa. La primera se refiere al conjunto de mejoras en
los servicios propios del estado, en base a las demandas y los avances que la sociedad civil en su conjunto vaya
estableciendo (Cruz-Rubio, 2015). La segunda se relaciona directamente con los procesos de globalización,
3
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
informacionalización y avances tecnológicos que se estén viviendo a nivel mundial, los cuales progresivamente
entablarán los estándares y las directrices de acción en los procesos de actualización y gestión de la GE en los
países donde se encuentre posicionada (Lau, 2005).
En el caso de Chile, el proceso de establecimiento de la GE empezó a mediados de los años ´90, en el
periodo de resurgimiento de la democracia y la apertura comercial del país con el resto del mundo. En
este periodo el proceso de globalización e informatización de la sociedad (Nora & Minc, 1981), adquirió
fuerza, estableciéndose en 1998 el Comité Interministerial de la Modernización de la Gestión Pública (1998–
2000). Esta instancia tenía por labor generar las bases para incorporar las tecnologías de la información
en la administración del estado, ocupándose del diseño y puesta en práctica de iniciativas de carácter
transversal, como Chilecompra, entre otros. Posteriormente, surgió el Programa de Reforma y Modernización
del Estado, que entre los años 2000 y 2006 continuó con las labores de su antecesor, profundizándolas y
perfeccionándolas.
En el año 2003, se estableció el primer Directorio de Gobierno Electrónico, el cual se encarga de diseñar
una estrategia de evolución de los sistemas desde su etapa informacional hasta el nivel transaccional (Cruz,
2018), lo que dio como resultado la primera Agenda Digital, en el año 2004. Durante estos dos periodos,
ambos organismos estuvieron a cargo de la Secretaría General de la Presidencia. Ya entre 2007 y 2012 se
estableció la Estrategia Digital, iniciativa supervisada por el Ministerio de Economía y que tenía la labor de
definir todos los elementos asociados al desarrollo digital chileno que permitieran acelerar la modernización.
Durante el periodo que estuvo activa, se enfrentó a una serie de dificultades para posicionarse, debido a
las pocas atribuciones y libertades que tenía el Ministerio de Economía en comparación con su antecesor. A
partir del año 2010, se estableció la Unidad de Modernización y Gobierno Digital, la cual volvió a estar a cargo
de la Secretaría General de la Presidencia y es bajo el alero de esta institución que se inicia una actualización
de todos los servicios públicos del país, a través de la Agenda 2020 (Ministerio de Economía, Fomento y
Turismo, 1999; 2004; Subsecretaría de Telecomunicaciones, 2013; Gobierno de Chile, 2015; Comité de
ministros para el Desarrollo Digital, 2007; Ministerio Secretaría General de la Presidencia, 2018).
El progreso tecnológico y digital chileno es posible visualizarlo y comprenderlo a partir de las directrices
planteadas en los documentos generados a lo largo del tiempo por los comités y programas del estado desde
1998 a la fecha. En estos se establecen las áreas prioritarias de los diferentes gobiernos y su evolución a lo
largo del tiempo, entre los que destacan: (1) Chile hacia la sociedad de la información (1999), que establece el
punto de partida del país en relación con la modernización del estado y sus servicios públicos, entregando una
descripción de la situación digital y económica en ese periodo (Ministerio de Economía, Fomento y Turismo,
1999).
Otro documento relevante es la (2) Agenda Digital (2004–2006) que se enmarca en un contexto
de acuerdos entre el sector público–privado, para establecer una estrategia de desarrollo en vistas de la
celebración del Bicentenario del país en 2010 (Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, 2004). Así
como también, la (3) Estrategia Digital 2007–2012, que se enfoca en ser un medio para acercar el progreso
digital que se estaba generando en Chile a toda la población, teniendo un enfoque más social y educativo que
sus propuestas antecesoras (Comité de Ministros Desarrollo Digital, 2007).
Cabe agregar la (4) Agenda Digital: Imagina Chile 2013–2020, que buscaba posicionar la economía del
conocimiento como medio de desarrollo país, dando énfasis a la capacidad creadora de la ciudadanía y a las
empresas, que mediante el uso de TIC, tuvieran la posibilidad de consolidar sus ideas y proyectos, los cuales
permitieran el progreso de la sociedad en su conjunto (Subsecretaría de Telecomunicaciones, 2013). La (5)
Agenda Digital 2020: Chile Digital para Tod@s, que, con un enfoque más pragmático que sus antecesoras,
tuvo como orientación primordial el mejoramiento de los servicios públicos del país (Gobierno de Chile,
2015). Y (6) el Gobierno Digital 2018–2022, que establece estrategias para perfeccionar y agilizar el sistema
ya existente, con el fin de pasar de un modelo burocrático de servicios a uno facilitador de la ciudadanía
(Ministerio Secretaría General de la Presidencia, 2018).
4
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
El progreso digital en Chile muestra una evolución y cambio conceptual e instrumental de los
servicios del estado, empleando un enfoque de e-goverment (1999-2012), que priorizaba la relación de la
interoperabilidad, los servicios compartidos y las plataformas multisectoriales que facilitaban la resolución
de problemáticas y satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.
Dentro de este periodo se simplificó la modalidad de búsqueda de información en los servicios públicos,
para dar paso al gobierno móvil, que tiene como propósito la masividad y la participación ciudadana
desde cualquier lugar y horario (Páez-Moreno, 2017). Esto último requería de una sólida infraestructura
tecnológica a nivel país, normativas y políticas públicas que regulen el desarrollo de los servicios en línea, y
un aumento en el acceso a las redes y las tecnologías digitales en la población de nivel medio y bajo (GodwinJones, 2011).
Desde 2013 a la fecha se empieza a emplear el concepto de Gobierno Digital, el cual se establece
como la segunda etapa del proceso de digitalización chilena, que parte de un enfoque centrado en
la actualización de los sistemas tecnológicos del país y la reestructuración de los servicios públicos
nacionales con base en los estándares internacionales fundamentados en la Carta Iberoamericana de
Gobierno Electrónico del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (2017). Para
luego, implementar un pasaje a una perspectiva donde el estado agiliza y aumenta la calidad, la
probidad y la transparencia en el accionar del sector público (Cruz, 2018), manifestado en la digitalidad,
omniprocesalidad, distalidad, representatividad reticularidad, movilidad, instantaneidad, intangibilidad,
ubicuidad, interactividad, neuralidad, intelectividad, hermeticidad y virtualidad de los recursos puestos a
disposición de la población (Fumero & Rodríguez, 2006).
2.2. Alfabetización digital, informacional y tercera edad en Chile
El Estado de Chile ha experimentado durante los últimos 28 años un avance significativo en la temática
de modernización de los servicios y los mecanismos públicos, mediante la innovación tecnológica y la
incorporación de medios digitales para el acceso individual de cada ciudadano del país (Cataldo, Ferrer, Rey
& Sauré, 2018). En paralelo a esta actualización, también el sistema público, como una forma de nivelar a la
población en el uso de estas herramientas TIC, ha formulado una serie de iniciativas desde el año 2002 que
abordan desde varios frentes la alfabetización digital en el país.
Este tipo de instrucción se caracteriza por ayudar a los ciudadanos a contextualizar el uso de las
herramientas tecnológicas, ambientes digitales y virtuales, en relación al acceso a la información mediante las
nuevas plataformas que genera el estado. Además, apunta a formar en sus participantes capacidades para leer
e interpretar lenguajes multimedia que se entrelazan para dar significado a los códigos propios de los sistemas
informáticos, a fin de que esta decodificación pueda ser posteriormente comunicada de forma exacta dentro
de los mismos ambientes web donde se desarrollan los nuevos servicios (Parodi, Moreno de León, Julio &
Burdiles, 2019).
Abad (2014) considera que en este marco de acceso a la información mediante GE, la alfabetización
digital es un elemento clave en el proceso. Constando de tres niveles interconectados: (1) búsqueda funcional
de información en la web y empleo de herramientas de comunicación multimedia, (2) uso exitoso de
las competencias digitales en situaciones vitales y (3) transformación digital, en que los ciudadanos han
desarrollado los conocimientos y las habilidades tecnológicas que les permiten innovar y crear, abriendo paso
a cambios significativos en el ámbito profesional, personal y social.
Estos tres niveles tienen directa relación con los indicadores planteados por Martí, D´ Agostino, Veiga de
Cabo & Sanz-Valero (2008) y Avello, López, Cañedo, Álvarez, Granados & Obando (2013) para determinar
la naturalización de la alfabetización digital en los procesos de GE. Entre estos indicadores se encuentran
la capacidad de leer en pantallas, saber interactuar con múltiples contenidos digitales registrados en la
web, ser capaces de compartir contenidos en las diferentes redes sociales, tener facilidad para acceder a
5
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
diferentes fuentes informativas, generar nuevos contenidos en la web empleando las herramientas digitales,
dar prioridad a la renovación constante del saber mediante el uso de las TIC. Así como también tener la
capacidad de convertir el saber tácito en explícito y funcional, adquirir nuevos saberes mediante metodologías
que impliquen el uso de TIC, reforzar aptitudes y capacidades individuales en relación a lo digital para
ser más activos como ciudadanos, adquirir nuevos hábitos frente a los cambios laborales, aplicar eficaz y
eficientemente el saber en actividades nuevas y también en aquellas que son rutinarias, adquirir y aumentar
su confianza en el dominio de conceptos claves en el uso de TIC (Linares, 2014).
Este enfoque aplicado en Chile dio como resultado la iniciativa para la formación y capacitación de
jóvenes y adultos denominada Campaña Nacional de Alfabetización Digital, enmarcada en la Agenda Digital
2004–2006 (Subsecretaría de Telecomunicaciones, 2006). Para llevar a cabo la campaña, el Ministerio
de Educación trabajó en conjunto con sectores públicos y privados, a través de escuelas, centros móviles,
bibliotecas e infocentros. En la actualidad, la alfabetización digital a nivel nacional está a cargo de la Dirección
de Bibliotecas, Archivos y Museos y su programa de BiblioRedes, iniciado en 2002. Ahí se abordan los
contenidos formativos relacionados con los componentes del computador, procesadores de texto, uso de
Internet, sistemas de búsqueda y utilización de correo electrónico, entre otros (Orozco & García, 2017).
Junto a estos cursos, BiblioRedes también ha abordado los contenidos sobre alfabetización en información
en el país y el desafío de la formación constante (Lifelong learning), que es entendida como una necesidad
en el siglo XXI (Laal & Salamati, 2012). Es por ello que el programa implementa el plan nacional para la
formación de usuarios en ALFIN, centrando sus contenidos en el desarrollo de habilidades para el manejo
de TIC, específicamente en el uso de Internet, como recurso básico y casi inagotable de información (Beitia,
Iglesias, Folgueira & Fernández, 2011).
En estos programas el Estado instruye a los usuarios para que sean capaces de un mayor y mejor acceso a los
recursos informativos que ofrece la web. Para ello, se entregan contenidos que posibilitan una administración
efectiva de recursos de información en diferentes formatos, dando directrices para la selección y evaluación
de los recursos que mejor satisfagan sus necesidades de información y que a la vez, les permitan generar nuevos
conocimientos y saberes que puedan compartir posteriormente con otros.
Desde el año 2006, estos programas comenzaron un proceso de reformulación que abordó el estudio
de diferentes modelos para la resolución de problemas y programas de ALFIN en el mundo, con el fin de
mejorar la calidad en la entrega de contenidos formativos (Cuevas & Vives-Grácia, 2005; Jaramillo, Henning
& Rincón, 2011). Para el año 2007 se adaptaron los modelos de la SCONUL (1999), el modelo Big6 de
Eisenberg & Berkowitz de 1987 (Eduteka, 2018) y Gavilán (Fundación Gabriel Piedrahita Uribe, 2006), a
fin de satisfacer los requerimientos de cualquier usuario de los cursos. De esta adaptación de los tres modelos
surge el modelo BiblioRedes, el cual aborda cuatro competencias de nivel básico necesarias para enfrentar
una problemática de información: definición de la necesidad de información, identificación, búsqueda y
evaluación de fuentes de información, análisis de la información recopilada y por último, síntesis y uso de la
información (Salas, 2007).
Estas iniciativas para nivelar la brecha digital en el país, aunque efectivas, no han logrado un alcance integral
de la comunidad de personas mayores (Rodríguez & Sandoval, 2017), lo que es verificado por la Encuesta de
Caracterización Socioeconómica Nacional realizada por el Ministerio de Desarrollo Social de Chile (2017).
En ella se puede observar que un 68,5% de personas mayores no emplea internet, en tanto que un 31,5% sí lo
usa. Esta diferencia estadística se explica en función del desconocimiento en el uso de nuevas herramientas
tecnológicas que permiten el acceso a la red (tablet, celulares de última generación, etc.), el conocimiento
limitado del uso de la web propiamente tal y de sus funcionalidades, el déficit en los procesos de aprendizaje
tecnológico y los sentimientos de incapacidad e inseguridad en la exploración de nuevos medios y ambientes
comunicacionales basados en las TIC por parte de la personas mayores (Cano-Gutiérrez, Borda, Reyes-Ortiz,
Arciniegas & Samper-Ternent, 2017).
6
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Si se toman en cuenta los factores mencionados, el progreso de las personas mayores en su inclusión digital
se debe principalmente al apoyo familiar directo, que otorga ayuda, enseña y orienta en el proceso de ingreso
paulatino a las TIC e Internet (Osorio, 2006). A través de este aprendizaje las personas mayores hacen uso de
internet para comunicarse, salvar las distancias geográficas con sus familiares, buscar medios de entretención
(ver películas, escuchar música, etc.), y localizar información sobre temáticas relevantes y significativas para
ellos.
En contraste con esto, la persona mayor tiende a no utilizar masivamente internet para actividades de
tipo administrativo y de gestión, como son los asuntos legales, financieros o económicos (Aponte, 2015).
Esto se puede deber a que socialmente consideran que sus roles y actividades formales disminuyen de manera
progresiva y, por tanto, van descuidando los aspectos formales de la red, centrando sus esfuerzos en lo
recreativo, para hacer más gratificante esa etapa de su vida (Guerrero-Martelo, Galván, Vásquez De La Hoz,
Lázaro & Morales, 2015). También este distanciamiento de los recursos vinculados con lo administrativo
puede atribuirse a la desconfianza y el temor de las personas mayores a exponerse a robos y/o estafas vía
internet (Sánchez, Kaplan & Bradley, 2015).
Esta forma de pensar y proceder de las personas mayores influye y vuelve compleja su integración a las
iniciativas de la GE aplicadas a los servicios públicos, puesto que estos servicios requieren de una constante
interacción con los medios digitales por parte de los usuarios para extraer todo su potencial. A esto se suma
la inseguridad de la persona mayor al momento de emplear los servicios digitales propuestos por el estado,
ya que no suelen estar diseñados para los ciudadanos ubicados en la edad adulta mayor. Además, por lo
general, no existen asistencias, capacitaciones ni orientaciones con enfoques andropedagógicos que ayuden
a estos ciudadanos a aprender y consolidar estos conocimientos de tipo funcional, referidos a la adquisición
de habilidades operativas en el uso del hardware y softwares básicos del computador y habilidades formales
en el uso y navegación por Internet aplicados a los recursos públicos digitales (Sánchez, 2015; Subsecretaría
de Telecomunicaciones, 2006).
Por consiguiente, las personas mayores (60 años hacia arriba) corren el riesgo de quedar aisladas y excluidas
progresivamente de los cambios producidos en la sociedad actual (Jopia, 2015). Esta problemática se centra en
dos puntos claves: por una parte, la falta de habilidades tecnológicas funcionales que les permitan integrarse
en la sociedad–red (Castells, 2006); y por otra, la inexistencia de saberes necesarios para hacer frente a la
vorágine informacional que conlleva internet (Picardo, 2003).
3. Metodología
Este estudio tiene un enfoque cualitativo–descriptivo (Herrera, 2008) para el análisis de los datos sobre
el impacto del programa de Alfabetización Digital e Informacional relacionados con GE aplicado a los
ciudadanos de tercera edad.
Como instrumento de análisis se optó por la noción y el método de agencia personal con enfoque en lo
planteado por Sen (1985), que da prioridad a la libertad, el cumplimiento de metas y el desarrollo de valores
personales transcendentes para el individuo. Esto significa que la persona tiene total y absoluto control y
responsabilidad sobre sus elecciones, decisiones y acciones (Pick et al., 2007). En términos investigativos, la
agencia personal puede ser entendida como una competencia, vinculada con la autonomía de las actitudes,
las emociones y lo funcional de la vida, sometidas bajo la autodirección (Beyers, Goossens, Vansant & Moors,
2003; Noom, Dekovic & Meeus, 2001).
Asimismo, desde el punto de vista psicológico, la agencia personal se vincula usualmente con diversas
construcciones teóricas tales como la autoeficacia, la autonomía, el control y la autodeterminación. A partir
de estos elementos se desarrolla la Escala de Agencia Personal y Empoderamiento, que internamente agrupa
las variables de: 1. Autoeficacia, 2. Autodeterminación, 3. Control sobre mis conductas, 4. Pensamiento
7
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
independiente, 5. Identificación de necesidad de cambio, 6. Miedo al éxito, 7. Reconocimiento de mi
aprendizaje, 8. Percepción de mi contexto y 9. Control sobre mi entorno (Pick et al., 2007).
Definido el enfoque investigativo y la metodología de análisis, se llevó a cabo la recolección de los datos al
momento de finalizar las capacitaciones. El universo de estudio estuvo constituido por 104 personas inscritas
pertenecientes a los clubes de adulto/as mayores de la localidad de Placilla, Valparaíso. De los 104, solo 21
participantes completaron todas las capacitaciones, siendo estas en su totalidad del sexo femenino, cuyas
edades fluctuaron entre los 60 y 75 años.
De esta muestra se realizaron tres grupos focales con todas las participantes que acudieron a ambas partes
del curso, es decir, tanto al proceso de alfabetización digital como al informacional. En forma paralela, se
realizaron entrevistas en profundidad a los relatores a cargo de los cursos, para finalmente aplicar un análisis
de contenido de carácter cualitativo a las transcripciones de las entrevistas y los grupos focales, basando las
categorías de análisis empleadas en el concepto de agencia personal ya descrito. Se realizaron entre los meses
de abril y mayo de 2018, y la información fue procesada en julio de ese mismo año.
Para visualizar el impacto de los programas de alfabetización digital e informacional en las personas
de tercera edad del sector de Curauma, Placilla, capacitadas mediante la instrucción en el uso, manejo y
distinción de los servicios más usados y conocidos por los ciudadanos y propuestos por el Estado de Chile,
se emplearon los siguientes factores de agencia:
TABLA 1
Factores de agencia.
Fuente: elaboración propia.
8
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
4. Resultados
Cada una de las categorías de la agencia personal aplicadas fue identificada mediante un análisis de contenido
de las intervenciones y respuestas entregadas durante los focus group realizados con las personas mayores
capacitadas por el programa de alfabetización digital e informacional y en las entrevistas en profundidad
realizada a los relatores.
4.1. Autoeficacia
La primera categoría identificada en el proceso fue la autoeficacia, que se visualizó en dos situaciones
mencionadas de forma recurrente por los participantes de los tres focus y reafirmada en algunos casos por los
relatores:
Una de las situaciones contempla la relación con el autocuidado y la salud. Fueron frecuentes las
ocasiones en que las personas mayores declararon –tras las capacitaciones- hacer búsquedas en internet para
consultar por el uso, efectos secundarios y dosis de distintos medicamentos, como se ilustra en las siguientes
intervenciones consecutivas correspondientes al primer focus group.
Similares afirmaciones se registraron en los otros dos grupos focales. Llamó la atención que además las
participantes mencionasen la búsqueda de otras alternativas de alivio en caso de sufrir algún tipo de dolencia y
no solo contar con opciones de medicina tradicional. Un ejemplo de este tipo de resolución de la problemática
se visualiza en la marca 4:
Lo interesante de este tipo de intervenciones es que se dio una revisión de las diferencias entre los
medicamentos, resultando esta acción en un refuerzo de los conocimientos adquiridos en las capacitaciones.
Además, varias de las participantes reconocieron algunas de las propiedades atribuidas a los medicamentos y
usaron la web como un medio de comprobación. Uno de estos casos se aprecia en la marca 5:
Comentario de marca: con base a los comentarios de las participantes, es posible observar en ellos el
desarrollo de la autoeficacia, manifestada en la aplicación de conocimientos adquiridos en los talleres de
alfabetización digital e informacional. Ponen en práctica habilidades en el manejo y búsqueda de recursos de
9
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Internet para informarse, resolver problemas y realizar un análisis crítico (Romero, 2019), logrando articular
una estrategia para enfrentar de forma eficaz y exitosa una situación problemática, como el distinguir los
elementos que componen un medicamento y el uso de tratamientos alternativos.
En este proceso es posible distinguir a nivel manipulativo digital cuatro elementos que lo componen: la
distinción de la herramienta más eficaz para mediar la información, el uso de esa herramienta, el manejo
eficiente del software browser para acceder a la información y la lectura multimedial del recurso informativo
(Abad, 2016).
En lo que respecta a lo informacional, se visualiza la aplicación del estándar 1 de la norma de la Association of
College & Research Libraries (ACRL) (2000), traducida por Pasadas (2001), que corresponde a la capacidad
de determinar la cantidad y el alcance de la información que se necesita, abordando las subdivisiones de
definir y articular su necesidad e identificar las fuentes potenciales de información que satisfagan su necesidad
informativa.
El segundo foco en el que se concentró la presente categoría fue el de tutoriales de diversa índole, desde
cocina hasta manualidades. En algunos casos, las participantes con mayor manejo recurrieron a la plataforma
YouTube como fuente de información esencial, como se muestra en la marca 6 detallada a continuación.
Sumado a lo dicho por la participante, uno de los relatores entrevistados señala lo siguiente, sobre la
importancia de YouTube como recurso de aprendizaje y alfabetización en información:
Comentario de marca: según lo que se puede desprender de lo expresado por los participantes y el relator,
las capacitaciones no solo han desarrollado habilidades para usar y manejar información en internet, sino
que a la vez, facilitan el proceso de autoformación mediante plataformas digitales como YouTube, donde el
usuario tiene una serie de posibilidades de adquirir nuevos saberes a través de videos o audios. Estos, por medio
del microlearning (Jomah, Khalil, Patrick & Aurelia, 2016) facilitan el proceso de enseñanza–aprendizaje en
la persona mayor, mediante conocimientos puntuales, con lenguaje directo y simple, breve en extensión de
tiempo y en una modalidad de relato entretenida y amena (Tan, 2013).
Este proceso de autoformación descrito por los participantes es una parte esencial de la autoeficacia, ya
que posiciona el desarrollo personal y la autonomía del individuo mediante metodologías de aprendizaje
individualizadas y conforme a los intereses particulares, fortaleciendo la seguridad en las capacidades
personales y la motivación para el cumplimiento de sus metas y objetivos.
En paralelo a esto, el desarrollo de la autoeficacia mediante la autoformación también permite que las
personas mayores se vayan integrando a la sociedad de la información, al posibilitarles aventurarse en
la exploración de los recursos informacionales y tecnologías digitales de manera constante y sin riesgos
10
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
significativos, lo que va disminuyendo su brecha digital en relación con su entorno y cultura digital (Owens,
2013).
4.2. Autodeterminación
La segunda categoría identificada en el proceso de análisis fue la autodeterminación, la cual fue detectada en
los registros de los tres grupos focales, principalmente en los gustos y las motivaciones adquiridos previamente
por las participantes y que, gracias al uso de la tecnología, resultaban ahora más accesibles. Esto se observa
en las marcas 1 y 2:
Comentario de marca: como se observa aquí, las personas mayores encuentran una motivación importante
en la posibilidad que les otorga la tecnología de disfrutar, en forma fácil y expedita de actividades o elementos
que siempre han llamado su atención. En síntesis, de simplificar el acceso a sus gustos o hábitos.
Este acceso a la información mediante los medios digitales establece un elemento esencial de la
autodeterminación, que es la independencia en las decisiones y gustos personales. Las personas mayores, al
tener conocimientos más avanzados sobre el uso de recursos de internet y tecnológicos, pueden desarrollar de
manera más eficaz competencias mediático-comunicativas (Reyzábal, 2012), logrando establecer conexiones,
relaciones y apegos con otras personas no solo de forma directa, sino también mediada por las TICs (Chan,
2005), lo que aumenta el factor de la autonomía y control de sus propias decisiones (Balaguer, Castillo &
Duda, 2008). Lo que da como resultado una ampliación de sus posibilidades para la realización efectiva de
sus actividades cotidianas y la satisfacción de sus metas personales en la sociedad red, sin condicionamientos
externos y con un aumento del sentido crítico de sus acciones (Sierra, Carpintero & Pérez, 2010).
El proceso de autodeterminación expresado en las marcas, manifiesta además, una valoración de las
capacitaciones en alfabetización informacional en las personas mayores, al aplicar de forma espontánea
habilidades especificadas por Abell Armstrong, Boden, Stephen, Webber & Woolley (2004) que abordan el
visualizar su necesidad de información, determinar los recursos disponibles, compartir resultados y gestionar
la información encontrada. Sumado a esto, es posible identificar el deseo y el interés explícito e implícito de
querer seguir formándose de manera autónoma (Cordeiro, Mancilla, Reyes & Lara, 2016).
En los registros se observa una segunda motivación, frecuentemente mencionada, que es la posibilidad de
participar e interactuar con sus cercanos y familiares, la que se describe en la marca 3 y 4:
Estas afirmaciones se ven complementadas cuando uno de los relatores señala, en las marcas 5 y 6, lo
siguiente:
11
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Comentario de marca: según los elementos reflejados, es posible establecer, que gracias a las capacitaciones,
las personas mayores lograron desenvolverse en forma autónoma, sin depender de otras para la navegación,
y pudieron emplear los diferentes recursos tecnológicos, vinculando su uso con las competencias de tipo
comunicativo a través de redes sociales (Facebook, Whatsapp, Twitter, etc.). En esta vinculación destacan
la escucha activa, la validación emocional, el lenguaje no verbal icónico, la resolución de conflictos y
negociación, el lenguaje verbal, el leer y escribir, el respeto y empatía, y la persuasión y la credibilidad (Sánchez
& Brito, 2015), competencias esenciales al momento de interactuar a través de los medios digitales. Esto,
a la vez, establece un sentido de seguridad y legitimación personal en la persona mayor, retroalimentando
su autoestima y deseos de seguir aprendiendo mediante las TIC y los medios virtuales, los que no les son
necesariamente inaccesibles por su edad, educación o condición económica (Abad, 2016; Pinto, Uribe,
Gómez & Cordón, 2011).
4.3. Control sobre mis conductas
La tercera categoría de la agencia personal identificada fue el control sobre sus conductas. En este sentido, las
participantes y un relator destacaron los niveles de autonomía e independencia alcanzada, así como la pérdida
de temor en el uso de la tecnología, como se lee a continuación en las marcas 1, 2 y 3:
En esta categoría fue donde más veces se mencionaron las habilidades y las competencias adquiridas a través
de la capacitación en GE, además de las iniciativas de aprendizaje y la pérdida del temor a estos recursos, como
refleja la marca 4:
12
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Es destacable visualizar que, a través de las capacitaciones, las participantes reforzaron su confianza,
valorando los conocimientos adquiridos como un input que les permite tomar conciencia de su calidad de
sujetos actuantes y con agencia personal, en lugar de víctimas de su entorno. Esto se ve reflejado en las marcas
5 y 6, que son breves menciones destinadas a visibilizar el control y el manejo de la tecnología obtenidos:
Los relatores entrevistados reafirman lo anterior, como se aprecia en las marcas 7 y 8:
Comentario de marca: en el análisis de las marcas presentadas es posible observar, en primera instancia,
un claro posicionamiento de las tecnologías en las interacciones cotidianas de las participantes, quienes
muestran una iniciativa personal para empezar a emplearlas, derivando en un proceso de autonomía digital
y adquisición de confianza frente a herramientas tecnológicas y recursos web.
En esta dinámica también resalta la confianza adquirida después de las capacitaciones en lo relacionado con
el uso de los sitios del gobierno, poniendo en práctica una serie de competencias informacionales tales como:
el uso avanzado de web para acceder a los sitios mencionados en los comentarios, identificación de fuentes
confiables de información, uso y manejo de esos recursos y comunicación de lo aprendido en el proceso de
alfabetización digital e informacional (Pasadas, 2001).
A esto se suma la habilidad de aprender a aprender (Teixidó, 2010), que consiste en el conjunto de
subhabilidades que permiten iniciar un aprendizaje según los objetivos y necesidades propios, teniendo este
proceso dos dimensiones. Primero, la adquisición de la conciencia de las propias capacidades en los diferentes
niveles (intelectuales, emocionales y físicos), logrando establecer las estrategias para adquirir un saber por sí
mismo y con otros; y en segundo término, el tener un sentimiento de competencia personal, en el que se
interconectan la motivación, la confianza y el deseo de aprender. A esta pericia se le suma el reconocimiento de
las fronteras de lo que se sabe y lo que se requiere aprender, y la forma de hacerlo. Todo lo anterior se enmarca
en el concepto de agencia personal, fortaleciendo el locus de control de nivel interno de la persona mayor,
quien toma la responsabilidad de las acciones, tiene una definición clara de sus opiniones, con poca influencia
externa; desarrolla iniciativa para trabajar y aprender a su ritmo, acepta nuevos retos y es independiente
(García-Allen, 2019).
13
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
4.4. Reconocimiento de mi aprendizaje
La cuarta categoría analizada fue el reconocimiento de su aprendizaje. En los comentarios de marca de las
participantes se advierte una clara valoración de los aprendizajes adquiridos mediante la práctica personal y
el interés en el desarrollo de las actividades formativas realizadas en las capacitaciones, como se destaca en
las marcas 1, 2 y 3:
Estas marcas se ven profundizadas por los comentarios realizados por un relator entrevistado en la marca 4:
La confianza adquirida y reforzada mediante las capacitaciones es posible verla aplicada por las
participantes en el uso de los diferentes servicios del estado, como se observa en las marcas 5 y 6:
14
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Comentario de marca: en base con las marcas transcritas, el reconocimiento de mi aprendizaje, en primera
instancia, puede ser visualizado por las personas mayores como un descubrimiento de sus propias habilidades
para adquirir nuevo conocimiento. En este, las tecnologías y los recursos informacionales son medios para
el desarrollo y/o reactivación de saberes tales como el sentido crítico ante nuevos contextos, adecuación a
los cambios, habilidades comunicativas y mediáticas, análisis de información (Cabero & Llorente, 2008).
Así como también, la ejercitación de destrezas digitales básicas: utilizar internet para obtener información,
clasificar y organizar la información utilizando la computadora, construir y comunicar conocimiento
utilizando la computadora y reconocer programas básicos con los que ha trabajado anteriormente y que
reconocer como útiles para llevar a cabo la tarea (Chávez Cantú & Rodríguez, 2016).
En una segunda etapa relacionada con la GE, estos saberes se extrapolan al momento de su uso en
espacios de los nuevos servicios estatales, tales como Cuenta Rut, SII, Registro Civil, entre otros, puesto
que se ponen en movimiento los conocimientos, las capacidades y las habilidades mencionadas para
emplear las herramientas dispuestas. Al incursionar en ellas logran un proceso de ampliación de sus propios
saberes previos, fortaleciendo la independencia personal a nivel digital y estableciendo un posicionamiento
ciudadano eficaz ante los cambios que pudiera establecer la GE en Chile.
Esta extrapolación de aprendizajes puede manifestarse en la capacidad de inscribirse o activar servicios
personalizados mediante acceso de clave única (Login), uso de multiplataforma, reconocimiento de patrones
de diseño en servicios digitales del Estado, uso de medios de comunicación o contacto con los servicios del
Estado (redes sociales, mail de contactos, números de contacto, etc.), acceso a contenidos en los servicios
del Estado, capacidad de responder encuestas de satisfacción de manera online y visualización de canales
complementarios para lograr acceder a la información requerida (Tokiko Berrikuntza Agenda & Euskadiko
Udalen Elkartea, 2011).
4.5. Empoderamiento
La quinta categoría revisada fue el empoderamiento, que se encuentra estrechamente ligada a la
autodeterminación y se manifiesta, en el caso de las participantes, en la facultad de ser y sentirse útiles al
interior de sus grupos de pertenencia, sean estos su familia, amigos, barrio, etc. Esto se manifiesta en la marca 1:
Dentro de la marca anterior es interesante ver cómo, al menos en los casos analizados, es frecuente que los
niños/as en edad escolar queden al cuidado de sus abuelos y abuelas, quienes encuentran en la alfabetización
digital e informacional un aliado eficiente y cercano para apoyar a sus nietos en las tareas escolares. Otro
ejemplo que ilustra este punto es el reflejado en la marca 2:
Otro aspecto detectado dentro de la categoría es la capacidad de comunicarse activamente con su núcleo
familiar más cercano a través de la tecnología, como se comenta en las marcas 3 y 4:
15
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Este proceso comunicativo digital aludido por las participantes del focus establece el requerimiento de
soware para videollamadas como Zoom o Whatsapp, que se caractericen por ser intuitivos, gratuitos y de fácil
acceso (Senior Suites, 2019), mientras que otras hacen el contacto a través de sitios como Facebook, como
se indica en la marca 5:
Comentario de marca: de lo expresado por las participantes, se desprende el posicionamiento de las
tecnologías de la información digital y el uso de la web para la resolución de problemáticas en la comunicación
familiar a distancia, asistencia y apoyo en la crianza de sus nietos, observándose en este proceso la necesidad
de adaptación a los cambios técnicos y sus lógicas asociadas.
Esta acción de adaptación efectiva realizada por las participantes muestra en ellas la sensación de
empoderamiento, al ver que todavía tienen herramientas y capacidades útiles y necesarias en las interacciones
familiares, y en este caso particular, en la crianza de los nietos (Iacub & Arias, 2010). En este desarrollo
del empoderamiento es posible distinguir 4 niveles: (1) El “poder sobre”, que se ejerce con la intención de
guiar a alguien. (2) El “poder de”, que se relaciona con las capacidades de toma de decisiones y resolución de
problemas con creatividad en la superación de retos personales y sociales. (3) El “poder con”, que se vincula
con la solidaridad y el trabajo con otros, y (4) el “poder interior”, que se vincula con el autoconcepto, la
autoestima, la identidad y la fuerza para influir en los cambios de la vida (Macías, 2016).
Estos cuatro niveles mencionados a la vez se vinculan con las competencias digitales e informacionales,
puesto que actúan directamente sobre las actitudes relacionadas con la accesibilidad a los medios tecnológicos
y recursos web y sobre la equidad al momento de disminuir la brecha digital intergeneracional (Jiménez,
Martelo & Jaimes, 2017). Esto hace que la acción de las participantes al momento de emplear las TIC resulte
en una mayor confianza y comprensión de sus posibilidades dentro de la sociedad de la información, reflejadas
en la capacidad de pensar con visión y claridad, en la creación de nuevos significados e interpretaciones, una
orientación definida sobre el ciberespacio, un dominio de ciertos recursos informativo–comunicacionales,
la capacidad para compartir información a través de medios digitales y el pensamiento crítico (Gértrudix,
2018).
Otro aspecto que se establece en el análisis de las marcas es la valoración comunicativa de las tecnologías
en la vida familiar y social, dando la posibilidad de disminuir las distancias geográficas mediante la
instantaneidad que otorgan las TIC. Este fenómeno está ampliamente estudiado por múltiples autores
(Castells, 2006; Mattelart, 2001; Trejo, 2001), quienes establecen que una de las características de la sociedad
de la información es la desaparición de las fronteras y las limitaciones geográficas.
Esta arista observada en la agencia personal obtiene un valor adicional, al ser las participantes las que toman
la iniciativa en la disminución de estas distancias. Son ellas, mediante las actitudes del empoderamiento,
quienes van usando las tecnologías con un objetivo comunicacional claro y, a la vez, con un deseo de
exploración de las posibilidades que otorgan las herramientas digitales, las aplicaciones móviles y los
16
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
servicios de internet (Aguaded & Romero-Rodríguez, 2015). En este punto se destaca la interrelación entre
habilidades comunicativas, digitales e informacionales que se emplean para posicionar las acciones de la
persona mayor en su entorno, dando como resultado no solo una integración dentro de su medio, sino a la
vez, un claro aumento del abanico de posibilidades familiares, formativas y ciudadanas.
Finalmente, se muestra la siguiente figura para resumir los elementos que componen un programa de
alfabetización digital e informacional, con las dimensiones de agencia analizadas por los investigadores. A su
vez, se descompone cada concepto de agencia personal según cada competencia lograda por las participantes
en relación con la GE en Chile.
FIGURA 1
Vinculación de categorías de agencia personal en personas mayores con
competencias necesarias para interactuar con la gobernanza electrónica en Chile.
Fuente: elaboración propia.
Conclusiones
La capacidad de agencia personal no debe ser representada como una cualidad fija, sino como una práctica
activa, producida en diferentes contextos sociales y definida de distintas maneras. El concepto de agencia
demanda fluidez y movilidad, convirtiéndose en una cualidad adaptativa en lugar de un conocimiento
estático, porque no se trata solo de entregar recursos cognitivos, sino también competencias críticas para
interpretar, evaluar y actuar en los nuevos y cambiantes escenarios tecnológicos que invaden crecientemente
el día a día de toda la ciudadanía.
Formar competencias críticas se vuelve, entonces, más perentorio ante personas mayores que –en el
escenario actual- se ven en la necesidad de articular su cotidianidad en un mundo cada vez menos análogo,
que como se vio en el análisis, les resulta, al menos en principio, sumamente ajeno o circunstancial.
17
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
No obstante, el horizonte es prometedor. Tras las intervenciones realizadas y la información recolectada
luego de las capacitaciones, es posible afirmar a modo de conclusión que, si se realiza un programa
sistematizado, ordenado, con una mirada de un proceso de largo plazo con estos grupos, la enseñanza
de los conocimientos en el uso y manejo de información en las personas mayores puede ser clave para
su participación funcional en la sociedad actual. Solo así será posible evitar su aislamiento tecnológico e
informacional o, al menos, brindarles la oportunidad de saber reconocer ciertos recursos que le pueden ser
de utilidad en su diario vivir.
Sin embargo, no basta con ello. El entorno también es crucial, de allí la relación entre el empoderamiento y
la agencia personal. Así como también, el rol de la comunidad y el grupo de pertenencia es clave. El contexto
debe facilitar la incorporación de los adultos mayores, quienes, exclusivamente por sí mismos, difícilmente
podrán manejarse con comodidad en las cambiantes aguas tecnológicas.
Asimismo, se requiere de una ciudadanía –y una edad adulta mayor- consciente y proactiva; más
involucrada en el uso de los recursos dispuestos por el estado, conocedora de las leyes de transparencia y activa
en el manejo de la información en todos sus niveles.
Lo más complejo para las personas mayores fue comprender –conceptualmente- cómo funciona la
virtualidad y cómo acceder a cada uno de los tantos servicios del Estado existentes, manifestando confusiones
que se aclararon paulatinamente con el avance de las capacitaciones. No obstante, la principal conclusión es
que la brecha digital dista de ser un tema meramente tecnológico, volviéndose una fisura de carácter más bien
intelectivo. Se trata, entonces, de una brecha cultural digital (Owens, 2013). Es por ello, que enseñar este
tipo de contenidos a las personas mayores que tienen nulo o muy poco acercamiento mundo digital, se vuelve
tan relevante. En este punto no se puede ignorar la praxis, considerando que hay muchos elementos que los
nativos digitales manejan naturalmente, sin ser conscientes de cómo o cuándo lo aprendieron. Se trata de
un conocimiento por defecto que adquirieron manejando un computador y navegando por Internet, lo que
dificulta aún más su transmisión.
De allí que traspasar estas competencias digitales e informacionales a personas que no son connaturales a
este ambiente se torne sumamente relevante, con un nivel de complejidad alto. Por lo tanto, es fundamental la
empatía que se logre, como elemento que posibilite el empoderamiento: un entorno amigable a la enseñanza,
que con paciencia -e incluso cariño- acerque los conocimientos y términos, explicados desde lo más elemental,
sin dar por sentadas determinadas competencias.
Las personas mayores valoran la capacidad de ejecutar en el proceso de aprendizaje y alfabetización,
rescatan la modalidad de aprender haciendo y no ser subsidiarios de que otros hagan por ellos, como se reveló
en el reconocimiento del aprendizaje. Sin embargo, no basta según lo analizado con que se adquieran estas
competencias que les permitan hacer sus propios trámites, crear sus propias cuentas o manejar sus claves
de acceso. Se requiere que los programas de alfabetización digital e informacional para personas mayores
tengan una mirada crítica, que les permita desarrollar su capacidad para tomar decisiones informadas en
nombre propio, para autoprotegerse y autorregularse. Únicamente de esta manera existirá un real control de
la conducta, autoeficacia y, en resumen, una verdadera autonomía.
Es por ello, que resulta fundamental que las personas mayores adquieran la capacidad de mantenerse
correctamente informadas, con la capacidad de cuestionar, filtrar y seleccionar entre los miles de mensajes a
los que se verá ahora expuesta a través de múltiples soportes y pantallas; solo así podrán aprender a aprender,
lo que finalmente los mantendrá activos a nivel social, familiar y personal, dentro de un contexto demasiado
cambiante, y que requiere de un constante estímulo formativo.
Financiamiento
Este trabajo forma parte de una investigación realizada en el marco del Convenio de Desempeño de
Educación Regional UPA 1301 – Generación de Conocimiento Compartido: Hacia un modelo de
innovación social para el desarrollo territorial de Playa Ancha, en la categoría de Democracia y Desarrollo
Social: “Gobernanza Electrónica: Alfabetización Digital e Informacional en personas de tercera edad del
sector de Placilla, Valparaíso. Una estrategia de inclusión social”. Este proyecto está financiado por la
Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación, Valparaíso, Chile.
18
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Referencias
Abad, L. (2014). Diseño de programas de e-inclusión para alfabetización mediática de personas mayores. Comunicar:
revista científica iberoamericana de comunicación y educación, 42, 173-180. http://dx.doi.org/10.3916/C42-20
14-17
Abad, L. (2016). La alfabetización digital como instrumento de E-inclusión de las personas mayores. Prisma social:
revista de ciencias sociales,16, 156-204. Recuperado de https://bit.ly/3nkZn2H
Abell, A., Armstrong, C., Boden, D., Stephen, J., Webber, S. & Woolley, M. (2004). Alfabetización en información:
la definición de CILIP (UK). Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, 77, 79-84. Recuperado de ht
tps://bit.ly/3nq4uyy
Aguaded, I. & Romero-Rodríguez, L. (2015). Mediamorfosis y desinformación en la infoesfera: Alfabetización
mediática, digital e informacional ante los cambios de hábitos de consumo informativo. Education in the
knowledge society, 16(1), 44-57. https://doi.org/10.14201/eks20151614457
Aguirre, A. & Manasía, N. (2015). Derechos humanos de cuarta generación: Inclusión social y democratización del
conocimiento. Revista Télématique, 14(1), 2–16. Recuperado de https://bit.ly/3aX40xd
Aguirre, J. (2015). Riesgos y ventajas de la GE y el estatus del estado de Nuevo León, México. En-Claves del pensamiento,
9(17), 177–200. Recuperado de https://bit.ly/3aX3SOf
Alfara, R., Bustos, G., González, A. & Loroño, J. (2005). Introducción al gobierno electrónico: actores y dimensiones.
Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso.
Alkire, S. (2005). Subjective quantitative studies of human agency. Social indicators research, 74(1), 217-260. http://
dx.doi.org/10.1007/s11205-005-6525-0
Aponte, V. (2015). Calidad de vida en la tercera edad. Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de
Psicología UCBSP, 3(2), 152-182. Recuperado de https://bit.ly/2KF3KIN
Avello, R., López, R., Cañedo, M., Álvarez, H., Granados, J. & Obando, F. (2013). Evolución de la alfabetización
digital: nuevos conceptos y nuevas alfabetizaciones. Medisur, 11(4), 450-457. Recuperado de https://bit.ly/38
MY3Ap
Azevedo, D. (2019). Governo Eletrônico: Uma reflexão sobre os limites da interatividade cidadã no modelo brasileiro
da gestão pública digital de difusão de informação. Revista Eptic online, 21(1), 22–45. Recuperado de https://
bit.ly/38S16qW
Balaguer, I., Castillo, I. & Duda, J. (2008). Apoyo a la autonomía, satisfacción de las necesidades, motivación y bienestar
en deportistas de competición: Un análisis de la teoría de la autodeterminación. Revista de psicología del deporte,
17(1), 123-139. Recuperado de https://bit.ly/2WYqOVu
Beitia, P., Iglesias, J., Folgueira, R. & Fernández, I. (2011). ALFIN SENIOR: Una experiencia de alfabetización
informacional para personas mayores. En XIII Jornadas de Gestión de la Información: de la responsabilidad al
compromiso social [Conferencia]. Madrid, España. Recuperado de https://bit.ly/2WYQ5ic
Berrío, C. (2012). Entre la alfabetización informacional y la brecha digital: Reflexiones para una reconceptualización
de los fenómenos de exclusión digital. Revista interamericana de bibliotecología, 35(1), 39-53. Recuperado de h
ttps://bit.ly/3pD01dr
Beyers, W., Goossens, L., Vansant, I. & Moors, E. (2003). A structural model of autonomy in middle and late
adoescence: Connectedness, Separation, Detachment, and Agency. Journal of youth and adolescence, 32(5),
351-365. https://doi.org/10.1023/A:1024922031510
Cabero, J. & Llorente, M. (2008). La alfabetización digital de los alumnos. Competencias digitales para el siglo XXI.
Revista portuguesa de pedagogía, 42(2), 7-28. Recuperado de https://bit.ly/3pzL8IU
Cano-Gutiérrez, C., Borda, M., Reyes-Ortiz, C., Arciniegas, A. & Samper-Ternent, R. (2017). Evaluación de factores
asociados al estado funcional en ancianos de 60 años o más en Bogotá, Colombia. Biomédica, 37(1), 57-65. htt
p://dx.doi.org/10.7705/biomedica.v37i1.3197
Castells, M. (2006). La sociedad red: una visión global. Madrid: Alianza Editorial.
19
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Cataldo, A., Ferrer, J., Rey, P. & Sauré, A. (2018). Design of a Single Window System for E-Government Services:
The Chilean Case. Journal of industrial & management optimization, 14(2), 561–582. https://doi.org/10.393
4/jimo.2017060
Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (Ed.). (2017). Carta Iberoamericana de Gobierno
Electrónico: Aprobada por la IX Conferencia Iberoamericana de ministros de Administración Pública y Reforma
del Estado. Pucón, Chile, 31 de mayo y 1° de junio de 2007. Adoptada por la XVII Cumbre Iberoamericana de
jefes de Estado y de Gobierno. Santiago de Chile, 10 de noviembre de 2007 (Resolución No. 18 de la Declaración de
Santiago). CLAD. Recuperado https://bit.ly/380GKwq
Chan, M. (2005). Competencias mediacionales para la educación en línea. Revista electrónica de investigación educativa,
7(2), 1-21. Recuperado de https://bit.ly/3aWEZ5C
Chávez, F., Cantú, M. & Rodríguez, C. (2016). Competencias digitales y tratamiento de información desde la mirada
infantil. Revista electrónica de investigación educativa, 18(1), 209-220. Recuperado de https://bit.ly/3aUKjpT
Comité de Ministros para el Desarrollo Digital (Ed.). (2007). Estrategia digital: Chile 2007 – 2012. Recuperado de
https://bit.ly/3hwaMeJ
Condeza, A. et al. (2016). Adultos mayores en Chile: descripción de sus necesidades en comunicación en salud
preventiva. Cuadernos. Info, 38, 85-104. http://dx.doi.org/10.7764/cdi.38.964
Cordeiro, I., Mancilla, M., Reyes, G. & Lara, M. (2016). La alfabetización informacional (ALFIN), usando plataforma
virtual de enseñanza y aprendizaje en educación superior. Conocimiento Educativo, 3, 33-54. https://doi.org/1
0.5377/ce.v3i0.5644
Corvo de Armas, M. (2019). La biblioteca por una calidad de vida en la tercera edad. Library trends, 67(4), 642–654.
https://dx.doi.org/10.1353/lib.2019.0015
Cruz, R. (2018). Gobernanza digital: un análisis de propuestas para Costa Rica. Revista e-Ciencias de la información,
8(1), 3-18. https://doi.org/10.15517/ECI.V8I1.29808
Cruz Rubio, C. (2015). ¿Qué es (y que no es) gobierno abierto? Una discusión conceptual. EUNOMÍA. Revista en
cultura de la legalidad, 8, 37-53. Recuperado de https://bit.ly/37XDjH0
Cuevas, A. & Vives-Gràcia, J. (2005). La competencia lectora en el estudio PISA. Un análisis desde la alfabetización
en información. Anales de documentación, 8, 51-70. Recuperado de https://bit.ly/34YGHPT
Eduteka (Ed.). (2018). El modelo Big6 para la solución de problemas de información. Recuperado de https://bit.ly/2
LoxERs
Feixa, C. (2011). Juventud, espacio propio y cultura digital. Revista austral de ciencias sociales, 20, 105-119. https://d
oi.org/10.4206/rev.austral.cienc.soc.2011.n20-07
Ferrari, L., Bazán, C. & Logiúdice, A. (2014). Los derechos sociales y las políticas públicas: Una psicología social entre
la autoorganización social y el ejercicio de la ciudadanía. Athenea digital: revista de pensamiento e investigación
social, 14(1), 69–89. https://doi.org/10.5565/rev/athenead/v14n1.956
Fumero, A. & Rodríguez, I. (2006). Gobernanza 2.0: más allá de la administración electrónica, hacia un gobierno de
nueva generación. Análisis local, 4(67), 59-72. Recuperado de https://bit.ly/3n44BQh
Fundación Gabriel Piedrahita Uribe (Ed). (2006). Modelo y metodología Gavilán: una propuesta para el desarrollo de
la competencia para manejar información (CMI). Recuperado de https://bit.ly/38Nx1ce
García-Allen, J. (Ed.). (2019). ¿Qué es el locus de control? ¿Has oído hablar del locus de control y su influencia en la
personalidad? Recuperado de https://bit.ly/3nqLWOK
Gértrudix, F. (Ed.). (2018). Habilidades digitales para empoderar a las personas: Invirtamos la pirámide. Los estudiantes
no tienen que esperar hasta que se gradúen para cambiar el mundo. Recuperado de https://bit.ly/38RQtEu
Gobierno de Chile (Ed.). (2015). Agenda Digital 2020. Recuperado de https://bit.ly/3rGXoJv
Godwin-Jones, R. (2011). Emerging Technologies: Mobile apps for language learning. Language learning & technology,
15(2), 2-11. Recuperado de https://bit.ly/393wnrl
20
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Guerrero-Martelo, M., Galván, G., Vásquez De La Hoz, F., Lázaro, G. & Morales, D. (2015). Relación entre autoestima
y autonomía funcional en función del apoyo social en adultos institucionalizados de la tercera edad. Psicogente,
18(34), 303-310. Recuperado de https://bit.ly/39l8prD
Herrera, J. (Ed.). (2008). La investigación cualitativa. Recuperado de https://bit.ly/38H1sk4
Iacub, R. & Arias, C. (2010). El empoderamiento en la vejez. Journal of behavior, health & social issues, 2(2), 25-32. h
ttp://dx.doi.org/10.22201/fesi.20070780.2010.2.2.26787
Jaramillo, P., Henning, C. & Rincón, Y. (2011). ¿Cómo manejan información los estudiantes de educación superior?
El caso de la Universidad de la Sabana, Colombia. Información, cultura y sociedad, 25, 117-143. Recuperado de
https://bit.ly/3mXHXcp
Jiménez, I., Martelo, R. & Jaimes, J. (2017). Dimensiones del empoderamiento digital y currículo para el sector
universitario. Formación universitaria, 10(4), 55-66. https://doi.org/10.4067/S0718-50062017000400006
Jomah, O., Khalil, A., Patrick, X. & Aurelia, S. (2016). Micro learning: A modernized education system. Brain: broad
research in artificial intelligence and neuroscience, 7(1), 103-110. Recuperado de https://bit.ly/3rGcrDd
Jopia, T. (2015). Valoraciones del uso y apropiación de TIC en el adulto mayor, como aportes a lograr una mejora en su
calidad de vida e inclusión social. [Tesis inédita de magíster en Bibliotecología e Información]. Universidad de
Playa Ancha, Valparaíso.
Laal, M. & Salamati, P. (2012). Lifelong Learning: Who Needs It? Procedia – Social and behavional sciences, 31,
399-403. https://doi.org/10.1016/j.sbspro.2011.12.073
Lau, E. (2005). Construyendo una nueva gobernanza a través del e-Gobierno: una visión de la OCDE. Revista del Clad
Reforma y democracia, 31, 1-5. Recuperado de https://bit.ly/34W2PdV
Linares, G. (2014). La alfabetización en información de las personas de la tercera edad en el contexto de las nuevas
tecnologías [Tesis inédita de Máster en Investigación en Documentación]. Universidad Carlos III de Madrid,
Madrid.
Macías, C. (Ed.). (2016). Claves prácticas para empoderar a tu comunidad rural. Recuperado de https://bit.ly/3aXn
MZM
Manrique-Abril, F., Fernández, A. & Velandia, A. (2009). Análisis factorial de la Escala Valoración de Agencia de
Autocuidado (ASA) en Colombia. Aquichan, 9(3), 222-235. Recuperado de https://bit.ly/3hwgxsQ
Maric, M. & Quitón, M. (2010). La influencia de la cultura en la motivación laboral. Psicología para América Latina,
19, 7-12. Recuperado de https://bit.ly/3rKr3lc
Martí, M., D´ Agostino, M., Veiga de Cabo, J. & Sanz-Valero, J. (2008). Alfabetización digital: un peldaño hacia la
sociedad de la información. Medicina y seguridad del trabajo, 54(210), 11-15. Recuperado de https://bit.ly/3a
Xo5DU
Martínez, G. (2014). Hacia una nueva regulación de las cuentas de pago en un contexto de crisis económica: más
transparencia y accesibilidad en la Unión Europea. Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, 44(120),
47-86. Recuperado de https://bit.ly/38M0R0E
Martínez, R. (2015). Obligatoriedad jurídica en México de los instrumentos internacionales de protección de datos
personales. Revista de derecho, comunicaciones y nuevas tecnologías, 13, 1–28. https://doi.org/10.15425/redeco
m.13.2015.03
Mattelart, A. (2001). Historia de la sociedad de la información. Buenos Aires: Paidós. Recuperado de https://bit.ly/2
LcSaoc
Ministerio de Economía, Fomento y Turismo (Ed). (1999). Chile: hacia la sociedad de la información. Recuperado de
https://bit.ly/2Mlqjme
Ministerio de Economía, Fomento y Turismo (Ed.). (2004). Chile 2004 – 2006: agenda digital Te acerca el futuro.
Recuperado de https://bit.ly/3htzEUx
Ministerio de Desarrollo Social (Ed.). (2017). Adultos mayores: síntesis de resultados. Observatorio social. CASEN 2017.
Recuperado de https://bit.ly/3pD25SJ
Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Ed.). (2018). Estrategias de transformación digital del estado: Estado
al servicio de las personas. Recuperado de https://bit.ly/38kDLz3
21
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Noom, M., Dekovic, M. & Meeus, W. (2001). Conceptual analysis and measurement of adolescent autonomy. Journal
of youth and adolescence, 30(5), 577-595. https://doi.org/10.1023/A:1010400721676
Nora, S. & Minc, M. (1981). La informatización de la sociedad. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Ochoa, S. et al. (2011). Estudio cualitativo sobre la autopercepción del estigma social en personas con esquizofrenia.
Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 31(3), 477-489. http://dx.doi.org/10.4321/S0211-5735
2011000300006
Orozco, A. & García, M. (2017). Desarrollo de habilidades cognitivas para la alfabetización digital. Revista de la alta
tecnología y sociedad, 9(4), 138–145. Recuperado de https://bit.ly/3o5We80
Osorio, P. (2006). Exclusión generacional: La tercera edad. Revista Mad. Revista del Magíster en Análisis Sistémico
Aplicado a la Sociedad, 14, 47-52. https://doi.org/10.5354/0718-0527.2006.14206
Owens, T. (2013). Digital cultural heritage and the crowd. Curator the museum journal, 56(1), 121-130. https://do
i.org/10.1111/cura.12012
Pacheco, D., Galvis-Lista, E. & González-Zabala, M. (2017). Análisis de variables e indicadores para medir las fases
de desarrollo del e-gobierno. RevistaUIS ingenierías, 16(2), 9–21. https://doi.org/10.18273/revuin.v16n2-201
7001
Páez-Moreno, Á. (2017). Apropiación social y gobierno móvil en Maracaibo. Razón y palabra, 21(96), 328-354.
Recuperado de https://bit.ly/2WXn5r5
Parodi, G., Moreno de León, T., Julio, C. & Burdiles, G. (2019). Generación Google o Generación Gutenberg: Hábitos
y propósitos de lectura en estudiantes universitarios chilenos. Comunicar: revista científica iberoamericana de
comunicación y educación, 58, 85–94. https://doi.org/10.3916/C58-2019-08
Pasadas, C. (Ed.). (2001). Objetivos de formación para la alfabetización en información: un modelo de declaración para
bibliotecas universitarias. Recuperado de https://bit.ly/3ofmSM5
Patiño, I. & Ceja, J. (2014). Modernización de los servicios públicos municipales: perspectiva global. Punto de vista,
5(8), 133–148. Recuperado de https://bit.ly/2WXDWdf
Paz, L. (2008). Alfabetización digital en el adulto maduro una estrategia para la inclusión social. E-mail educativo, 1(1),
1-16. Recuperado de https://bit.ly/2MdSIdK
Pedraza, L., López, D. & Salcedo, O. (2012). Brecha digital por estatus socioeconómico en la localidad de Ciudad
Bolívar de Bogotá (Colombia). Información tecnológica, 23(6), 63–72. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-076
42012000600008
Picardo, O. (2003). Pedagogía informacional: en la sociedad del conocimiento. Realidad y reflexión, 3(7), 81-94.
Recuperado de https://bit.ly/2JCXxfW
Pick, S. et al. (2007). Escala para medir agencia personal y empoderamiento (ESAGE). Interamerican journal of
psychology, 41(3), 295-304. Recuperado de https://bit.ly/3mZDeXp
Pike, P. (2011). Using technology to engage third-age (retired) leisure learners: A case study of a third-age MIDI piano
ensemble. International journal of music education, 29(2), 116–123. https://doi.org/10.1177/0255761410396
965
Pinto, M., Uribe, A., Gómez, R. & Cordón, J. (2011). La producción científica internacional sobre competencias
informacionales e informáticas: tendencias e interrelaciones. Información, cultura y sociedad, 25, 29-62. https:/
/doi.org/10.2139/ssrn.2761053
Quintanilla, G. & Gil-García, J. (2014). Cómputo en la nube y GE: ¿Calidad y eficiencia en la prestación de servicios
públicos? Revista mexicana de análisis político y administración pública, 3(1), 75–90. Recuperado de https://bi
t.ly/2Jwf7C6
Rappaport, J. (1987). Terms of empowerment/exemplars of prevention: toward a theory for community psychology.
American journal of community psychology, 15(2), 121-148. https://doi.org/10.1007/BF00919275
Reyes, I. & Castillo, J. (2011). El envejecimiento humano activo y saludable, un reto para el anciano, la familia, la
sociedad. Revista cubana de investigaciones biomédicas, 30(3), 354–359. Recuperado de https://bit.ly/2L5RgJW
22
Palabra Clave (La Plata), octubre 2022- marzo 2023, vol. 12, núm. 1, e168. ISSN 1853-9912
Reyzábal, M. (2012). Las competencias comunicativas y lingüísticas, clave para la calidad educativa. Revista
iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en educación, 10(4), 63-77. Recuperado https://bit.ly/2X0YgKE
Rodríguez, C. & Sandoval, D. (2017). Estratificación digital: acceso y usos de las TIC en la población escolar chilena.
Revista electrónica de investigación educativa, 19(1), 20-34. http://dx.doi.org/10.24320/redie.2017.19.1.902
Romero, S. (2019). Alfabetización informacional para el adulto mayor: evaluación del programa de la biblioteca pública
Tintal en Bogotá [Tesis de licenciatura en Sistemas de Información y Documentación]. Universidad de la Salle,
Bogotá. Recuperado de https://bit.ly/3pW6WOV
Ryan, R. & Deci, E. (2000). La Teoría de la Autodeterminación y la Facilitación de la Motivación Intrínseca, el
Desarrollo Social, y el Bienestar. American psychologist, 55(1), 68-78. Recuperado de https://bit.ly/38z20cV
Salas, C. (2007). Alfabetización Informacional en La Educación Básica: El Concepto Adaptado a La Realidad Chilena.
Serie bibliotecología y gestión de información, 22, 1–51. Recuperado de https://bit.ly/2Lc9DNa
Saltaji, I. (2019). E-Corporate Governance: E-Government. Internal Auditing & Risk Management, 53(1), 103-110.
Recuperado de https://bit.ly/3oplEO7
Sánchez, I. (2015). La andragogía de Malcom Knowles: teoría y tecnología de la educación de adultos [Tesis Doctoral,
Universidad Cardenal Herrera – CEU]. Universidad Cardenal Herrera – CEU, Valencia. Recuperado de http
s://bit.ly/3pH4mMR
Sánchez, J. & Brito, N. (2015). Desarrollo de competencias comunicativas mediante la lectura crítica, escritura creativa
y expresión oral. Encuentros, 13(2), 117-141. Recuperado de https://bit.ly/34ZyVFt
Sánchez, M., Kaplan, M. & Bradley, L. (2015). Usando la tecnología para conectar las generaciones: consideraciones
sobre forma y función. Comunicar: revista cientifica de educomunicación, 23(45), 95-104. http://dx.doi.org/10
.3916/C45-2015-10
Sen, A. (1985). Well – being, agency and freedom: the Dewey lectures 1984. e Journal of philosophy, 82(4), 169-221.
https://doi.org/10.2307/2026184
Senior Suites (Ed.). (2019). Las nuevas tecnologías y el adulto mayor. Recuperado de https://bit.ly/3rFdXpd
Sierra, J., Carpintero, E. & Pérez, L. (2010). Pensamiento crítico y capacidad intelectual. Faisca: revista de altas
capacidades, 15(17), 92-110. Recuperado de https://bit.ly/2WZNW5G
SCONUL. Society of College National and University Libraries. (Ed.). (1999). Information skills in higher education.
Recuperado de https://bit.ly/382JeKS
Sotés, M. (2008). La educación – Formación y el reconocimiento del aprendizaje no formal en los documentos
europeos y en España. Revista española de educación comparada, 14, 345-371. Recuperado de https://bit.ly/38
wYUWZ
Subsecretaría de Telecomunicaciones (Ed.). (2006). Campaña Alfabetización Digital. Recuperado de https://bit.ly/
3aVcB3v
Subsecretaría de Telecomunicaciones (Ed.). (2013). Agenda Digital: Imagina Chile 2013-2020. Recuperado de http
s://bit.ly/3htnICh
Suk Kim, P. & Chung, C. (2016). Una revisión histórica del desarrollo del gobierno electrónico en Corea del Sur.
Gestión y política pública, 25(2), 627–662. Recuperado de https://bit.ly/3o0WAgc
Tan, E. (2013). Informal learning in Youtube: exploring digital literacy in independent online learning. Learning,
media and technology, 38(4), 463-477. https://doi.org/10.1080/17439884.2013.783594
Teixidó, J. (2010). <<Aprendre a aprendre>> A l´escola I a l´institut. Desenvolupament de la competencia d
´ <<aprendre a aprendre>> a l´educació obligatoria. Revista catalana de pedagogia [Societat Catalana de
Pedagogia], 7, 137-162. https://doi.org/10.2436/20.3007.01.50
Trejo, R. (2001). Vivir en la sociedad de la información: Orden global y dimensiones locales en el universo digital.
CTS + I: revista iberoamericana de ciencia, tecnología, sociedad e innovación, 1, 1-11. Recuperado de https://bi
t.ly/2KPbesD
Tokiko Berrikuntza Agenda & Euskadiko Udalen Elkartea (Ed.). (2011). eGobernanza, participación ciudadana e
innovación. Recuperado de https://bit.ly/3rKtkwK
23
Ediciones de la FaHCE utiliza Marcalyc XML, herramienta desarrollada con tecnología XML-JATS4R por Redalyc. Proyecto
académico sin fines de lucro desarrollado bajo la iniciativa Open Access