En 1892 el Arzobispo de Santiago J. M. Martín firma ante notario un crédito hipotecario para las obras de ampliación del Manicomio de Conxo. Con una tasación del edificio y finca por valor de 100.000 pesetas como garantía, el préstamo... more
En 1892 el Arzobispo de Santiago J. M. Martín firma ante notario un crédito hipotecario para las obras de ampliación del Manicomio de Conxo. Con una tasación del edificio y finca por valor de 100.000 pesetas como garantía, el préstamo asciende finalmente hasta las 900.000 en 1896. El Cabildo de la Catedral aporta dos partes, y cuatro inversores civiles otras cuatro. Entre 1893 y 1924 triplican la inversión que se divide en siete partes: dos para el Cabildo Catedralicio, una para el Arzobispo y cuatro para los accionistas civiles. Este artículo da cuenta de los beneficios y la lógica comercial con la que la administración de los accionistas dirigió el Manicomio de Conxo de acuerdo con los datos que figuran en el Archivo Histórico Diocesano de Santiago en un Fondo recientemente catalogado. La propiedad privada del Manicomio, alimentada con fondos civiles de las diputaciones, ayuntamientos y familiares de internados, continuó hasta 1969 en que la Diputación de A Coruña compró el Establecimiento. La interdependencia entre la medicina, la banca local y la religión católica es someramente descrita.