MIGUEL DEL ARCO ES EN LA ACTUALIDAD una de las personas más significadas en el panorama teatral español. Y aunque hay mucha historia anterior, podemos marcar claramente el inicio de esta etapa de la historia del teatro nacional en 2009,...
moreMIGUEL DEL ARCO ES EN LA ACTUALIDAD una de las personas más
significadas en el panorama teatral español. Y aunque hay mucha
historia anterior, podemos marcar claramente el inicio de esta
etapa de la historia del teatro nacional en 2009, año del estreno
de La función por hacer, su versión de Seis personajes en busca de un
autor, de Pirandello. En plena crisis económica, cuando toda la
flota teatral estaba buscando la manera de no hundirse, aparece
surcando la escena madrileña una embarcación que descubre
nuevos vientos y acoge en su pasaje a numeroso público. Y lo
que, en principio, podía haber sido un paseo náutico ocasional
se convierte en una ruta regular que año tras año completaba el
aforo. De esta manera surge un fenómeno teatral de repertorio
que es excepcional en España. En ese momento, como escritor y
director, Miguel del Arco llega incluso a tener problemas para
ofrecer nuevas creaciones: cuando estaba ya a punto de estrenar
su siguiente obra, Veraneantes (2011), seguía recibiendo demandas
de nuevas reposiciones de La función por hacer. Pero consiguió
seguir sumando obras de autoría y dirección escénica a partir de
esta nueva corriente teatral: Juicio a una zorra (2011), Deseo (2013)
y Refugio (2017).
Una parte importante de su obra se origina desde la reescritura
de textos clásicos. A partir de la reflexión de las obras que
le han impactado crea una actualización que consiste en mirar
los textos desde una óptica contemporánea. Pretende provocar en el público el impacto que esas obras clásicas tuvieron en su estreno.
Busca que el público se sienta identificado o identifique a quien
tiene delante. Para Miguel del Arco, la traición al escritor clásico
está en representar su texto en la actualidad sin conseguir que
esto suceda. Entre sus dramaturgias se cuenta El inspector (2012),
Misántropo (2014), Antígona (2015), Hamlet (2016) y La noche de las
tríbadas (2017).
Se oye hablar mucho de la necesidad del trabajo en equipo
y parece que el futuro emprendedor está en la economía colaborativa.
Pero es difícil encontrar ejemplos concretos en estos
tiempos de colectivo, generalizado y masivo individualismo.
Sin embargo, Miguel del Arco es director y ejerce sus funciones,
pero escucha a todo su equipo creativo, desde los técnicos hasta
los actores. Él explica que adquirió esta capacidad de trabajo en
equipo por haber tenido la suerte de crecer en el seno de una
familia numerosa, lo cual le ha ayudado a trabajar con otros, a
fomentar espacios de convivencia con muchos, a comprender
a todos y a tirar para arriba cuando toca empujar. Esto le ha
permitido combinar sus papeles de empresario, director, escritor
y, en muchos casos, amigo. La clave está en haber sido capaz de
generar espacios de diálogo con todo su equipo.
En las siguientes páginas se encontrará mucho material
inédito sobre Miguel del Arco, sobre su forma de crear, sobre
sus ideas teatrales, sobre su pasado y su presente, e incluso se
puede intuir algo sobre su futuro. Se ha procurado indagar en
todo aquello que sus obras, quizás por el misterio intrínseco al
arte, nos ocultan. Nos hemos detenido especialmente en todo
aquello que puede llegar a convertirse en autónomo, en todos los
sentidos de la palabra: como condición que lo hace independiente
del propio artista y como algo que trabaja por cuenta propia. No
es frecuente que un artista se pare a pensar en su propio estilo,
porque podría limitarle o poner barreras que posiblemente vaya
a saltarse.