Melómano estepario sociópata, disfruta de tocar guitarra, teclado, armónica, violín, leer, viajar con amigos, jugar ajedrez, videojuegos, motocicletas, poesía, rock, conciertos, ejercicio, tenis, billar, etc. No hay hombres cultos, hay hombres que se cultivan.
Perdido entre la vanidad de saberse único en todo el planeta, y el desasosiego de no ser como todo el mundo.